UNA MIRADA BÍBLICA SOBRE EL JUEGO CHARLIE CHARLIE

Las redes sociales y los medios de comunicación nacional e internacional nos han saturado en estos días con la tendencia que ha provocado un juego supuestamente diabólico, llamado “Charlie Charlie”. Se ha reportado que muchos estudiantes usan este juego para comunicarse con un espíritu llamado Charlie, al cual le hacen preguntas. Incluso se ha reportado que algunos adolescentes han terminado siendo poseídos por algún espíritu al jugar Charlie Charlie

(sobre las posesiones no se ha presentado algún material o imágenes concretos que confirmen ese dato).

Un artículo publicado por la BBC MUNDO, en su blog de ciencia, el cual considero creíble y que aporta datos o informaciones hasta científicas de las diferentes causas que pueden provocar que los lápices se muevan cuando alguien llama a Charlie:

“La posición de los lápices es tan inestable que la menor variación en el

ambiente que los rodea puede afectar su equilibrio.

Aunque el juego Charlie Charlie, aparentemente es un truco o una falsa. Aunque

el movimiento de los lápices no se produzca por la fuerza o intervención de algún

espíritu o demonio, no deja de convertirse en un juego donde podrían

manifestarse demonios o ejercer alguna influencia u operación maligna en los

jugadores.

Por más simple que se vean dos lápices sobre una hoja de papel, cuando la

intención es provocar que algún viento, fuerza o espíritu opere sobre esos objetos

e interactúe con nosotros, no cabe duda que lo que estamos haciendo

es interactuar con una esfera espiritual detrás de todo eso donde hay demonios.

Los demonios son reales. En la Biblia hay muchos otros casos donde se registran

posesiones demoniacas. Pablo también dice que hay un “príncipe de la potestad

del aire” que ejerce influencia sobre quienes no conocen a Cristo. Es decir, si

alguien que no conoce a Cristo ya de por si tiene las puertas de su corazón

abiertas para los demonios, no podemos extrañarnos que al invocar espíritus a

través de un juego, los demonios puedan ejercer sobre ellos algún tipo de mal

aunque en el momento no se refleje de inmediato o no lo podamos percibir. Es un

mundo espiritual que no podemos ver, pero que sabemos es real por la Palabra de

Dios.

Los padres cristianos deben explicarle a sus hijos y a otros padres lo que la

Palabra de Dios nos enseña sobre lo que está detrás de la invocación al “espíritu”

de un supuesto juego, que si bien, parece inofensivo, la Biblia nos enseña que

puede haber demonios detrás de estas acciones.

Nuestro deber como cristiano es orientar y llevar la Palabra de Dios y el mensaje

del evangelio en medio de tanta confusión y alarma sobre este juego.

Procuremos glorificar a Cristo, llevar su luz y pedir a Dios que nos de la sabiduría

para comunicar su mensaje de la forma más clara posible.

Ya se están levantando hasta espiritistas que han hablado en contra de este

juego. Ellos no tienen a Cristo, no tienen el evangelio. Por esa razón nuestros

argumentos deben ser diferentes a los de ellos y aun lo de los expertos. Si

basamos nuestros argumentos en la Palabra, llevaremos sabiduría y luz.