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La Conferencia Católica de Kansas

Una letra pastoral en la

Cohabitación antes de la Unión

VVERITAS

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En relación con la nuevas generaciones, los fieles laicos deben ofrecer unapreciosa contribución, más necesaria que nunca, a una sistemática labor decatequesis. Los Padres sinodales han acogido con gratitud el trabajo de loscatequistas, reconociendo que éstos “tienen una tarea de gran peso en laanimación de las comunidades eclesiales”. Los padres cristianos son, desdeluego, los primeros e insustituibles catequistas de sus hijos... pero, todosdebemos estar conscientes del “derecho” que todo bautizado tiene de serinstruido, educado, acompañado en la fe y en la vida cristiana.

Papa Juan Pablo II, Christifideles Laici 34Exhortación Apostólica sobre la Vocación y Misión

de los Laicos en la Iglesia y en el Mundo.

Acerca de los Caballeros de ColónLos Caballeros de Colón, una sociedad de beneficios fraternales fundada en1882 en New Haven, Connecticut por el Venerable Siervo de Dios el PadreMichel J. McGivney, es la organización más grande de laicos católicos, conmás de 1.8 millones de miembros en América, Europa y Asia. Los Caballerosayudan a su comunidad y a las demás comunidades, y cada año contribuyencon millones de horas de servicio voluntario a causas caritativas. LosCaballeros fueron los primeros en brindar apoyo financiero a las familias delos policías y del personal del departamento de bomberos que fallecieron enlos ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 y trabajan muy de cercacon los obispos católicos para proteger la vida humana inocente y elmatrimonio tradicional. Para buscar más acerca de los Caballeros de Colónvisita el sitio www.kofc.org.

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Proclamando la FeEn el Tercer Milenio

La Serie Veritas está dedicada a Padre Michael J.McGivney (1852-1890), sacerdote de Jesucristo yfundador de los Caballeros de Colón.

“La Fe es un regalo de Dios que nos permite conocerlo yamarlo. La Fe es una forma de conocimiento, lo mismo que larazón. Pero no es posible vivir en la fe a menos que lohagamos en forma activa. Por la ayuda del Espíritu Santosomos capaces de tomar una decisión para responder a ladivina Revelación y seguirla viviendo nuestra respuesta”.Catecismo Católico de los Estados Unidos para los Adultos, 38.

Acerca del Servicio de Información CatólicaLos Caballeros de Colón, desde su fundación, han participado enla evangelización. En 1948, los Caballeros iniciaron el Servicio deInformación Católica (SIC) para ofrecer publicaciones católicasa bajo costo al público en general, lo mismo que a lasparroquias, escuelas, casas de retiro, instalaciones militares,dependencias penales, legislaturas, a la comunidad médica, o apersonas particulares que las soliciten. Por más de 60 años, elSIC ha impreso y distribuido millones de folletos y miles depersonas han tomado nuestros cursos de catequesis.

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Una forma mejorCarta pastoral al Pueblo de Dios en la provincia de Kansas

que habla de la cohabitación antes del matrimonio

Por la Conferencia Católica de Kansas

4 de junio de 1998

Caballeros de Colón presentaLa Serie Veritas

“Proclamando la fe en el tercer milenio”

Editor GeneralPadre Juan-Diego Brunetta, O.P.

Director del Servicio de Información CatólicaConsejo Supremo de los Caballeros de Colón

El texto de este librete se reimprime con el permiso de laconferencia del católico de Kansas.

©1998 por la Conferencia Católica de KansasTodos los derechos reservados.

Derechos de Autor © 2009 del Consejo Supremo de los Caballeros deColón. Todos los derechos reservados.

Portada: Retrato de un par joven con una regla como casa. © Getty Images.

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Impreso en los Estados Unidos de América

Índice

Introducción ..............................................................................5

I. Por qué una pareja podría elegir la cohabitación ...................7

II. La forma mejor...................................................................13

III. La decisión ........................................................................20

Conclusión...............................................................................21

Apéndice

I. ¿El escándalo es aún una posibilidad?..................................22

II. La decisión está tomada .....................................................25

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1 Génesis 1:27 (Biblia Clerus)2 Marcos 10:1-9

Introducción

“Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios,los creó varón y mujer”.1 Desde el primer momento de la vida dede la raza humana, Dios ha amado a su pueblo. Dios nos ama nosolo como raza humana, sino que nos ama a cada uno de nosotroscomo seres individuales, como su propia creación única.

Sin importar si somos hombre o mujer, Dios tiene un plan para lavida de cada uno de nosotros. Para muchos, dicho plan incluye launión del hombre y de la mujer en el lazo sacramental delmatrimonio. Este lazo es un convenio sagrado de amor que hacepartícipes al hombre, a la mujer y a Dios. San Pablo afirma queeste lazo del matrimonio entre marido y mujer simboliza elvínculo que existe entre Cristo y su Iglesia. Este vínculo sagradono puede disolverse durante toda nuestra vida terrenal.2 Por lotanto, toda persona que accede a este convenio especial delmatrimonio necesita una adecuada preparación para asegurarseque está lista para el matrimonio. Más aún, todas las personas queacceden al matrimonio deben estar lo más seguras posible de quesu cónyuge es la persona con quien pueden hacer un compromisode amor para toda la vida.

Hoy, muchas parejas (las que están comprometidas y las que no loestán) se preparan para una posible vida matrimonial juntosmediante la cohabitación o, “viviendo juntos” antes delmatrimonio. Sus razones para hacerlo son muchas y muy diversas.Sin embargo, el punto de vista que se sostiene comúnmente es quelas parejas que viven juntas antes del matrimonio puedendeterminar más adecuadamente si es posible su mutuocompromiso para toda la vida como marido y mujer. Dos

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generaciones atrás, la sociedad consideraba escandaloso vivirjuntos antes del matrimonio. A los jóvenes se les desanimaba acohabitar. Hoy, como sociedad, este punto de vista ha sido muycuestionado. Actualmente en Estados Unidos, entre 30 y 40 porciento de las parejas que buscan el matrimonio viven juntas.Mucha gente ve la cohabitación no solo como permisible, sinoincluso como necesaria en un intento por disminuir la posibilidadde divorcio o posterior infelicidad conyugal en la vida de la pareja.

La Iglesia no considera que la cohabitación antes del matrimoniosea una preparación moral o aceptable para este sagrado lazo. Másbien, la Iglesia ve la cohabitación como una amenaza a la felicidadconyugal que las parejas comprometidas buscan tandesesperadamente. Asimismo, como se dirá más adelante, lacohabitación como verdadera amenaza para la felicidad conyugalha sido confirmada por investigaciones recientes realizadas porlas actuales ciencias sociales.

Esta carta pastoral tiene la intención de motivar a las parejas quecontemplan el matrimonio para que no vivan juntas antes del díade la boda. Más aún, esta carta pastoral exhorta a todos loscatólicos para que apoyen a las parejas comprometidas cuando sepreparan para un matrimonio duradero. La carta pretendepromover una mayor reflexión en el corazón de los creyentes queven el matrimonio judeocristiano como una vocación especial quedebe vivirse en un mundo cada vez más secular. Quizás másimportante aún, la carta es una invitación a todas las parejascomprometidas y a aquellas que planean comprometerse, para quecomprendan que la Iglesia busca el mismo fin que las parejascomprometidas: un compromiso de amor que se fortalezcacontinuamente, día con día, a lo largo de su vida como parejacasada y que los novios expresan en los votos el día de su boda.

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3 Para nuestros propósitos, aceptaremos la definición general que define lacohabitación como una situación en la que “una pareja ha vivido junta cuatronoches por semana durante un extenso periodo de tiempo, dando la apariencia, almenos externamente, que han formado una relación muy cercana al matrimonio.National Conference of Catholic Bishops Committee for Pastoral Research andPractices, Faithful to Each Other Forever: A Catholic Handbook of Pastoral Help forMarriage Preparation (Conferencia Nacional del Comité de Obispos Católicospara la investigación pastoral y prácticas, Fieles uno a otro para siempre: Unmanual católico de ayuda pastoral para la preparación al matrimonio),(Washington, D.C.: U.S. Catholic Conference), p. 71 cita FamilyCommunications, p. 257. (Disponible en inglés).

4 Juan Pablo II, Exhoratación Apostólica Familiaris Consortio (1981), 81.Disponible en línea: http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/hf_jp-ii_exh_19811122_familiaris-consortio_sp.html

La preparación matrimonial que ofrece la Iglesia no debe versecomo una lista de reglas y normas, sino como una inversión en lavida de la pareja comprometida y la vida de la Iglesia.

La Iglesia reconoce que el matrimonio y la familia son elementosvitales de una sociedad. De este modo, una buena preparaciónpara el matrimonio es una inversión para el futuro de la persona,de la pareja comprometida, de los hijos nacidos de esa unión y detodo el cuerpo de Cristo.

I. ¿POR QUÉ UNA PAREJA PODRÍA ELEGIRLA COHABITACIÓN?3

Existen muchas y muy diversas razones por las que los miembrosde una pareja podrían decidir vivir juntos antes de casarse. Paraquienes preparan parejas para casarse en la Iglesia, es útil escuchare intentar comprender los motivos que se encuentran detrás deesta decisión. En su exhortación apostólica, el Papa Juan Pablo IIdefine de manera muy pastoral el papel de la familia cristiana enel mundo moderno, “Los pastores y la comunidad eclesial sepreocuparán por conocer tales situaciones y sus causas concretas,caso por caso”.4

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Para la pareja también es importante saber y ser capaz de explicarlas razones que la llevaron a tomar la decisión de vivir juntos antesdel matrimonio. Incluso hoy, en una sociedad permisiva que seconsidera libre de muchas de las llamadas restricciones de lasnormas morales tradicionales, la decisión de un hombre y unamujer de vivir juntos nunca deberá tomarse a la ligera.

Los estudios recientes han identificado algunas de las principalesrazones por las que las parejas deciden cohabitar. No se trata deningún modo de una lista exhaustiva de razones y las parejaspueden descubrir que su decisión es una combinación de muchasde las razones que se exponen a continuación:

1. Periodo de prueba

“Probemos y veamos cómo funciona”.Comúnmente, nos referimos aesta razón como un matrimonio de prueba. Aquí la justificación esque viviendo juntos, una pareja puede descubrir si es compatible ono. De este modo las personas creen que pueden evitar el error decasarse con alguien con quien son completamente incompatibles.Entre 1965 y 1985, se dio un inmenso aumento de 400 por cientoen el número de parejas que cohabitaban en Estados Unidos.

En ese mismo periodo, se dio un significativo aumento en elnúmero de divorcios. Tan solo en una década, entre 1980 y 1990,la Oficina del Censo de Estados Unidos reportó un incrementode 80 por ciento de parejas que vivían juntas antes delmatrimonio. Sin embargo, un conjunto significativo y creciente deinvestigaciones señala que la posibilidad de divorcio se incrementadrásticamente entre las parejas que cohabitan. Entre estas últimas,incluso en las relaciones más comprometidas, tanto el hombrecomo la mujer saben en su subconsciente que si las cosas sevuelven realmente difíciles, cada uno puede seguir su camino sinel trauma de una pesadilla legal.

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2. Beneficios económicos

“Podremos ahorrar más dinero si nos mudamos juntos”. Cuando dospersonas comparten los gastos, el costo de la vida es menor.Económicamente, esto parece tener sentido. En Estados Unidos,es la razón que dan muchas de las 2.9 millones de parejas queviven juntas antes del matrimonio. Tomando en cuenta que 1millón de estas 2.9 millones de parejas tienen hijos menores de 15años, se agregan presiones económicas para proveer no solo parala pareja, sino también para los hijos nacidos de relaciones previas.La decisión de vivir juntos únicamente por razones económicasrevela una visión demasiado pragmática y a veces egoísta delmatrimonio. Cuando una pareja vive junta, a menudo los ingresostienden a considerarse como “de él” o “de ella”. Sin embargo,después del matrimonio, los ingresos y los gastos se compartenentre ambas partes.

A menudo esto puede convertirse en una fuente de frustración ydescuerdo entre los cónyuges. El amor conyugal y la felicidad seconstruyen sobre una base mucho más profunda y sólida que lafutura seguridad económica.

3. Conveniencia

“Nos hemos unido tanto. Vivamos juntos”. Se trata a menudo de unproceso lento y progresivo. El paso entre el noviazgo y cocinarjuntos, dormir juntos, pasar más a menudo la noche juntos encohabitación ocasional, es más un proceso de desarrollo que unadecisión consciente. Desafortunadamente, en tales situaciones lasparejas han reflexionado sobres las razones de su decisión de vivirjuntos y muy a menudo han desarrollado una fuerte dependenciasexual. La cohabitación es casi un resultado natural de violar lacastidad antes del matrimonio. En este punto puede afirmarse conclaridad que existe una diferencia entre las relaciones sexuales

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5 Catecismo de la Iglesia Católica (Conferencia Católica de Estados Unidos, Inc. –Liberia Editrice Vaticana, 1994), 2353.

6 Ibid., 2390-2391.

prematrimoniales (es decir, la fornicación)5 y vivir juntos sin elbeneficio del matrimonio (es decir, la cohabitación).6 Aunque amenudo ambas están estrechamente relacionadas, una puedeexistir sin la otra. Algunas parejas solteras son sexualmente activassin compartir el mismo hogar.

En ambos casos se habla de la posibilidad de graves escándalos ygraves pecados

4. Necesidad sexual

“¿Por qué debemos esperar para expresarnos físicamente nuestro amor?”En una relación en la que el lazo de intimidad física se vuelve tanfuerte, la pareja siente que es casi imposible vivir separados. Dadoel poder adictivo del sexo, este tipo de relación también puedevolverse dependiente en un nivel más físico y puede confundir elsexo con el amor. En lugar de que el acto sexual sea un acto dadorde vida de mutuo amor, a menudo puede convertirse en unaválvula de escape y de abuso muy egoísta de otra persona. En unarelación que tiene una gran dependencia de la intimidad sexualpuede ser más difícil que una pareja resuelva otro tipo deproblemas en su vida. Una pareja puede empezar a practicar sexopara convencerse a sí misma de que la relación marcha bien.Cuando la intimidad sexual se convierte en la formapredominante de comunicación, suprime incluso eldescubrimiento de las actitudes, esperanzas y deseos de la otrapersona. Una pareja debe tener la libertad y la fuerza emocionalnecesarias para separar la dimensión sexual de su mutua atraccióny su verdadero amor de uno por otro.

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7 Reportado en American Family Association Journal, julio de 1993. 8 Reportado en Christian Society Today, enero de 1994.

Este amor contiene el elemento de la confianza. Cuando una oambas personas son incapaces de reprimir su necesidad degratificación sexual antes del matrimonio, ¿qué garantía existe deque podrán confiar mutuamente en la fidelidad a sus votosmatrimoniales?

5. Inseguridad

“Te amo tanto que no puedo vivir si ti”. Muchas veces la necesidadde compañía y el miedo a la soledad son tan fuertes que tanto unocomo el otro deciden que no pueden esperar al matrimonio porquesienten que necesitan estar con el otro todo el tiempo. Este tipo derelación a menudo se vuelve dependiente a nivel emocional ysicológico. Un estudio publicado en 1994 en Christian SocietyToday7 descubrió que las parejas que viven juntas antes delmatrimonio tienen un 50 por ciento más posibilidades de divorcioque las parejas que no cohabitaron antes del matrimonio.

La inseguridad de no ser capaz de vivir sin el otro antes delmatrimonio se manifiesta después en una falta de la confianzaentre las dos partes que es esencial para una relación conyugalsólida.

6. Miedo al compromiso

“Tengo miedo de perderte”. Dos personas pueden vivir juntasporque tienen miedo al compromiso permanente. Viviendojuntos, saben que si se separan, no es lo mismo que el divorcio.Desean conservar abiertas sus opciones y, desean evitar salir malheridos. El resultado de este pensamiento se refleja en el hecho deque 40 por ciento de las parejas que viven juntas se separan antesdel matrimonio.8 Otros estudios indican que más bien entre 60 y

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9 Dr. James Healy, Living Together and the Christian Commitment (La cohabitacióny el compromiso cristiano). (Allen, Texas: Tabor Publishing, 1993).

70 por ciento de las parejas que cohabitan se separan y nunca secasan con la persona con la que vivieron. Además, aquellos que secasan con la persona con la que vivieron previamente tienen másprobabilidades de vivir con otra persona antes de un matrimoniosubsiguiente. Así, una cohabitación tras otra incrementa laprobabilidad de un divorcio tras otro.

7. Escape

“Vivir contigo me hará más feliz de lo que soy ahora”. Mudarsecon alguien puede permitir a la persona escapar de otra vida difícil(por ejemplo, con los padres, compañeros de cuarto, amigos).Algunos desean probar su independencia mudándose con sunovio o novia.

En lugar de centrarse en dos personas que piensan en elmatrimonio, esta relación se convierte a menudo en un simpleescape de otras relaciones problemáticas.

8. Jugando a la casita

“¡Eh! ¡Esto va a ser divertido!”. En parejas más jóvenes y menosmaduras, existe un romanticismo inocente acerca de poner casa.Esta idea se ha vuelto tan fuerte que les parece imposible esperaral matrimonio. Por ejemplo, los estudiantes universitarios amenudo viven juntos con esta mentalidad. La duración promediode dichos arreglos entre los estudiantes universitarios es de sietemeses.9

A menudo esta mentalidad regresa más tarde cuando la personabusca más seriamente una posible pareja para el matrimonio. Pero

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cualquier pareja casada puede confirmar que el matrimonio esmás difícil de lo que es jugar a la casita.

9. Sin miedo al embarazo

“Primero necesitamos conocernos bien. Después empezaremos atener hijos”. En el pasado, uno de los elementos disuasivos tantopara el sexo antes del matrimonio como para la cohabitación, erael embarazo. Con la posibilidad y la aceptación social de lacontracepción artificial, la posibilidad de un embarazo inesperadoya no es un elemento disuasivo. Mientras la pareja tenga “sexo conprotección”, la posibilidad de concebir un hijo fuera delmatrimonio (lo que incluso aún hoy en nuestra liberada sociedadestá mal visto) se convierte en una preocupación menor.

Debido a que la contracepción artificial elimina la exposición a laposibilidad de una nueva vida resultante de la relación sexual, laIglesia ha enseñado consistentemente que su uso es un pecadoserio. Es fácil observar cómo la aceptación social y ladisponibilidad de la contracepción artificial en los años 1960 y1970, que brindó a las parejas la posibilidad de minimizar el temoral embarazo, coincide con el incremento y la aceptación del sexoy la cohabitación prematrimoniales en la sociedad.

Como dijimos antes, es importante que todas las personasinvolucradas en el proceso de preparación, especialmente laspropias parejas, entiendan la razón por la que la pareja decidióelegir la cohabitación.

II. LA FORMA MEJOR

Después de haber visto diversas razones del por qué las parejaselijen vivir juntas antes del matrimonio, ahora analizaremos porqué la Iglesia enseña que existe “una forma mejor” de prepararsepara el sacramento del matrimonio.

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10 1 Juan 4,8, 1611 Juan Pablo II, Encíclica Evangelium Vitae (1995), 92. 12 Familiaris Consortio, 11. 13 Ibid. 14 Catecismo de la Iglesia Católica, 1604.

1. La vocación de amor

“Dios es amor”, es lo que nos enseñan las Sagradas Escrituras.10

Dios nos da libremente su amor y su vida en el acto de la creación.Creada a imagen y semejanza de Dios, toda persona humana hasido llamada a una existencia a través del amor y ha sido creadapara el amor. Por lo tanto, toda persona es creada para dar amor yrecibir amor puesto que “la vida humana es un don recibido paraser a su vez dado”.11

La Iglesia enseña que “Dios inscribe en la humanidad del hombrey de la mujer la vocación y consiguientemente la capacidad y laresponsabilidad del amor y de la comunión. El amor es por tantola vocación fundamental e innata de todo ser humano”.12 Todapersona es llamada a esta vocación de amor en un espíritu deamistad y entrega.

En realidad solo existen dos formas de realizar la vocación deamor: el matrimonio y la virginidad o el celibato.13 Entre unhombre y una mujer, la máxima expresión de su amistad o mutuaentrega es a través del santo lazo del matrimonio. “Habiéndoloscreado Dios hombre y mujer, el amor mutuo entre ellos seconvierte en imagen del amor absoluto e indefectible con queDios ama al hombre”.14

2. El don de la sexualidad y del cuerpo

Todos debemos recordar que en la vida existen cosas que sonsagradas; Dios hizo las cosas para que sean bellas y buenas. Estas

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cosas reflejan la propia belleza y bondad de Dios. Normalmentepensamos así en los sacramentos o en otras cosas santas de laIglesia. Sin embargo, también debemos comprender que una delas cosas absolutamente santas, hermosas y sagradas que Dios nosdio, es nuestra sexualidad.

El sexo es santo. El sexo es sagrado. Sabemos que el sexo es santoporque Dios lo usa uniendo su poder divino y creativo al amor deun hombre y una mujer para traer nueva vida al mundo. Nuncados personas trabajan tan juntas, de la mano de Dios, comocuando se convierten en cocreadores con Dios y traen nueva vidaal mundo. Aunque probablemente mucha gente no piense acercade esto en el momento en que tiene relaciones sexuales, Dios estámuy presente en el acto de dar vida, tanto si el resultado es unembarazo como si no lo es.

Debido a que el sexo es tan sagrado y bello, Dios lo ha llenado designificado. Cada acto de relación sexual está diseñado por Diospara expresar amor, compromiso y apertura a la vida. Si alguna vezdos personas no están seguras de si está bien involucrarse en unarelación sexual, deben preguntarse si en la relación están presentesel amor, el compromiso y la apertura a la vida. La actividad sexuales un don que damos a otra persona, a quien hemos entregadonuestra vida. Con demasiada frecuencia, la relación sexual se vecomo tomar del otro para su propio placer.

Las relaciones sexuales prematrimoniales despojan al actoconyugal del profundo significado que fue el objetivo de Dios alcrearlo. En las relaciones prematrimoniales no existe la entregatotal que debe tener el acto sexual entre esposo y esposa. Estáverdaderamente mal que dos personas tengan sexo si no estáncasadas, porque el acto sexual expresa un compromiso total que lapareja aún no tiene. La Iglesia enseña que “El único «lugar» quehace posible esta entrega total es el matrimonio, es decir, el pacto

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15 Familiaris Consortio, 11.16 Paulo VI, Humanae Vitae (1968), 11.17 Catecismo de la Iglesia Católica, 2337.18 Ibid., 233819 Ibid., 2339.

de amor conyugal consciente y libremente decidido, con el que elhombre y la mujer aceptan la comunidad íntima de vida y amor,querida por Dios mismo”.15 Más aún, la Iglesia enseña que“cualquier acto matrimonial debe quedar abierto a la transmisiónde la vida”.16

3. La libertad y la virtud de la castidad

¿Qué significa el vocablo castidad? “La castidad significa laintegración lograda de la sexualidad en la persona, y por ello en launidad interior del hombre en su ser corporal y espiritual”.17 Lapersona que ha adquirido la virtud de la castidad es una personatotalmente libre. La persona casta está bien ordenada desdeadentro y no se deja manejar por urgencias espontáneas y pasionesdesaforadas. La persona casta “mantiene la integridad de lasfuerzas de vida y de amor depositadas en ella. Esta integridadasegura la unidad de la persona”.18 Finalmente, la virtud de lacastidad conduce al autocontrol, que está ordenado para la entregade sí mismo.

Los mejores dones son los que otorga la libertad total, sincondiciones. Cuanto más libres son las personas de sus propiosdeseos egoístas y auto gratificantes, más pueden dar de sí mismas.La Iglesia siempre ha enseñado que la persona humana eshumana con mayor plenitud cuando actúa a partir de unaconciencia informada y libre elección y no mediante impulsosciegos. “O el hombre controla sus pasiones y obtiene la paz, o sedeja dominar por ellas y se hace desgraciado”.19 Sin embargo, debeagregarse que para seguir su propia conciencia, se requiere que se

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20 Ibid., 2346-2347.

haya tomado el tiempo de formarla apropiadamente. No debeseguirse una conciencia equivocada. Hacerlo no conduce a lalibertad. En el caso de una pareja activa sexualmente que cohabitaantes del matrimonio, la pareja se vuelve esclava del pecado enlugar de volverse libre por la verdad que Cristo no enseñó. Estafalta de libertad limita la capacidad de una pareja para manejarcon sinceridad los demás temas importantes que deben discutirseantes de tomar la decisión de contraer matrimonio.

Los maestros de la planeación familiar natural descubrieron quepara quienes se involucran en el sexo prematrimonial, es difícilpracticar la abstinencia periódica que a veces requiere laplaneación familiar natural. En otras palabras, se requiere de lasparejas una castidad matrimonial, y para quienes no practican lacastidad prematrimonial, es difícil la castidad matrimonial. Si sees promiscuo antes del matrimonio, estos hábitos se conservanfácilmente. En el matrimonio hay momentos en los que senecesitará autocontrol y sacrificio, y si una persona no lo haaprendido antes del matrimonio, entonces será más difícil durantela vida de casados. Es la razón por la que la contracepciónartificial, antes y durante el matrimonio, puede abrir la puerta dela tentación de la infidelidad.

Para resumir, el Catecismo de la Iglesia Católica dice:

“La castidad conduce al que la practica a ser ante elprójimo un testigo de la fidelidad y de la ternura deDios. La virtud de la castidad se desarrolla en laamistad. Indica al discípulo cómo seguir e imitar al quenos eligió como sus amigos, a quien se dio totalmente anosotros y nos hace participar de su condición divina.La castidad es promesa de inmortalidad”.20

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Las relaciones sexuales prematrimoniales y la cohabitación son,entonces, una forma de abrir el regalo antes de que se hayaentregado. Por otro lado, esperar el día de la boda para entregarseal amor conyugal crea un anhelo que puede ayudar a engendrar unmayor sentido de la totalidad de la propia entrega a una personaque Dios eligió para compartir este don para toda la eternidad.Para entregar este don, simbolizado por el lenguaje nupcial delcuerpo en la relación sexual, en un contexto menor al compromisototal del amor esponsal, es una afrenta a la dignidad inherente queDios le ha otorgado.

4. Virginidad secundaria

Para las parejas que contemplan la posibilidad de contraermatrimonio, una de las mejores preparaciones que pueden haceres recibir el sacramento de la reconciliación, con el fin de liberarsede los malvados efectos del pecado. Para las parejas que han tenidoactividad sexual, comprometerse a una “virginidad secundaria”equivale a decirse mutuamente, “Te amo tanto que deseo esperarhasta el día de nuestra boda y el inicio de nuestra vidamatrimonial para expresarte mi amor en la intimidad física delamor sexual”. ¡Qué gran don de amor! ¡Qué maravillosa forma deprepararse para el día de la boda, para los días, los meses y los añosque vendrán después! Es la mejor forma. Es la forma de Cristo.

5. La mejor forma es la de Dios

Como vimos antes, las Escrituras y la Iglesia enseñan que nuestrasexualidad es un don de Dios, algo santo y sagrado, algo muyhermoso, algo lleno de profundo significado. El llamado de amores el llamado a entregarse a otro como Cristo se entregó anosotros en la cruz en un acto de amor incondicional y deautoentrega. Cuando un hombre y una mujer deciden entregarseuno al otro en el matrimonio, deben desear entregarse libremente

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como un don en el santo convenio del matrimonio. La parejadesea que esta unión sea bendecida por la Iglesia y santificada porla gracia del sacramento.

El cimiento del convenio matrimonial reside en su unidad eindisolubilidad. En el matrimonio, este convenio se afirmapúblicamente. Es un convenio tanto único como exclusivo de loscónyuges. Todo lo que ha llevado a este intercambio público devotos es para ayudar a la pareja a obtener la suficiente libertad y elconocimiento necesario para hacer de su mutua entrega algoúnico e incondicional. Todo lo que los aleje de esta libertad seríauna forma menos que adecuada para prepararse para uno de losdías más importantes en la vida de una persona.

Cuando una pareja se acerca a la Iglesia en busca de unmatrimonio sacramental, puede provenir de gran cantidad desituaciones como las descritas anteriormente. Por lo tanto, cuandouna pareja que cohabita expresa su deseo de casarse por la Iglesia,la principal responsabilidad de la Iglesia es ayudarla a descubrir lavisión católica del matrimonio y por qué la cohabitación no es unaforma moral o aceptable de prepararse para el sacramentomatrimonial. No solo la Iglesia tiene la responsabilidad dedefender la visión del matrimonio y la sexualidad, sino quedurante su preparación para el matrimonio, los cristianos tienen laresponsabilidad de vivir de acuerdo con las enseñanzas de Cristo.

Abstenerse de las relaciones sexuales antes del matrimoniosignifica negarse a sí mismo ciertos placeres. En la cultura actual,esta noción de autosacrificio no es popular. ¿Quién negaría quevivimos en una cultura que siempre nos exhorta a buscar el placerinmediato y la autocomplacencia? Pero negarse por el bien deotro, y a final de cuentas por el bien de uno mismo, es realmenteun noble propósito. Esto sin mencionar la dicha que espera a lasparejas que hacen este sacrificio en nombre del verdadero amor.

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21 Guide for Pastoral Counseling With Couples Cohabiting Before Marriage ( (Guía deasesoría espiritual con parejas que cohabitan antes del matrimonio), disponible eninglés (Diócesis de Peoria, IL, 1987).

III. LA DECISIÓN

1. Estas preguntas requieren respuestas

Las siguientes preguntas han sido adaptadas de Guide for PastoralCounseling With Couples Cohabiting Before Marriage (Guía deasesoría espiritual con parejas que cohabitan antes delmatrimonio).21 Estas preguntas debe plantearlas la parejacomprometida con el sacerdote que prepara a la pareja para elmatrimonio.

1. Como pareja comprometida, ¿por qué eligieron cohabitarantes del matrimonio?

2. ¿Qué aprendieron ambos de su experiencia de vivir juntos?¿Qué aprendieron de sí mismos como pareja y comoindividuos?

3. ¿Cuál es la fuerza que impulsa su decisión de casarse ahora?¿Qué cambió en la relación e hizo que ahora deseen casarse yque su matrimonio sea bendecido por la Iglesia?

4. ¿Sentían reticencia o duda ante la idea de casarse? De ser así,¿por qué? ¿Se han resuelto totalmente estas cuestiones parabuscar ahora el matrimonio?

5. ¿Por qué buscan el matrimonio en la Iglesia Católica?

6. ¿Qué significa el sacramento del matrimonio para ustedes?

7. ¿Cómo consideran su fe y mutuo amor como parte íntima desu matrimonio?

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Quizás estas preguntas ayuden a la pareja comprometida y alsacerdote a discernir juntos si la pareja está lista para elmatrimonio. Una vez más, como se dijo antes, la principalpreocupación de la Iglesia es ayudar a la pareja comprometida aprepararse para un compromiso de amor mutuo para toda la viday con Dios. Se espera que también sea la principal preocupaciónde la pareja. De no ser así, debe hacerse una nueva evaluación delas razones de la pareja para buscar casarse por la Iglesia.

CONCLUSIÓN

Empezamos afirmando que la decisión de amar es la base delsacramento matrimonial. Se trata de un amor donde participanun hombre, una mujer y Dios. Al elegir el mejor camino, no lasalida de la cohabitación, una pareja escoge el camino de Dios, dehecho, el camino de Jesús que predica el Nuevo Testamento.

La lección está clara. Seguir a Jesús, viviendo “a su manera”, no esalgo que entiendan quienes se han vuelto seculares o mundanos;podrán no aplaudirnos, pero no pueden negar nuestro testimonio.Pero lo que hará cada uno de nosotros no depende de laaprobación o el aplauso de los demás, sino de nuestro compromisocon el designio original de Dios y la manera de seguirlo de Jesús.Después de todo, como declarados discípulos de Jesús, nos hemoscomprometido con el verdadero amor y su disciplina. Y Él caminacon nosotros de Nazaret al Calvario y al cielo.

Las oraciones de la iglesia están con nuestras parejas que sepreparan para el matrimonio para descubrir que el camino deDios no es solo el mejor, sino el correcto y el único.

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APÉNDICE

I. ¿El escándalo es aún una posibilidad?

1. Para la sociedad: Debido a que la sociedad ya no se adhiere alos valores morales tradicionales, para mucha gente el escándalose vuelve cada vez menos preocupante. Aún así, la Iglesia sigueenseñando clara y consistentemente que las relaciones sexualesprematrimoniales constituyen de manera objetiva, un pecadomortal. Las parejas que viven juntas, incluso si no tienenrelaciones sexuales prematrimoniales, dan a la comunidad laimpresión de que dicho arreglo es totalmente aceptable. Además,existe una gran aceptación si la pareja se casa y después sedivorcia. ¿Nos extraña que Estados Unidos tenga el índice dedivorcios más alto del mundo?

2. Para la Iglesia: Cuando una pareja que cohabita o que es activasexualmente se acerca a la Iglesia para casarse, ¿cómo reacciona elsacerdote o la persona encargada de la tarea de darles la mejorpreparación? Esta situación coloca a los ministros de la Iglesia enuna difícil posición. Específicamente, ¿cómo puede el sacerdotepredicar la palabra de Dios y defender las enseñanzas de la Iglesiasobre castidad y sexo prematrimonial con integridad, cuando almismo tiempo permite a una pareja de solteros vivir juntos comosi este arreglo no tuviera nada malo moralmente? Cuando susmiembros eligen libremente vivir en estado de grave pecado, esun escándalo para la Iglesia, el cuerpo de Cristo.

3. Para las parejas comprometidas: Imaginemos a dos diferentesparejas comprometidas que visitan al sacerdote de la parroquialocal con el deseo de casarse en la Iglesia. Una de las parejas haelegido vivir de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia. Paraellos es difícil abstenerse de las relaciones sexualesprematrimoniales, pero se han comprometido entre ellos y con

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22 Juan 8, 32

Dios a esperar diligentemente hasta la noche de bodas paraentregarse uno al otro en este acto de amor sexual. Esta parejaespera ansiosamente el día de su boda y a los invitados que serántestigos de sus votos ante Dios y ante la Iglesia. Sin embargo, laotra pareja se acerca al sacerdote y le informa que viven juntos yque planean seguir haciéndolo hasta el día de su boda. La parejaadmite que sostiene relaciones sexuales prematrimoniales. Lapareja desea realizar una gran boda en la Iglesia, igual que la otrapareja comprometida. ¿Qué pensará la primera pareja o inclusola segunda pareja si el sacerdote le permite a la segunda realizaruna gran boda religiosa?

La forma en que celebramos matrimonios de parejas quecohabitan puede causar confusión y escándalo ¿Cómo puede serla Iglesia tanto compasiva como comprensiva, y al mismotiempo, hablar claramente respecto a las enseñanzas de lasEscrituras?

Debido a la dificultad de lidiar con estas situaciones en concreto,algunos sacerdotes han adoptado el método de “no preguntar” y“no decir”. Lo anterior no solo crea mayor confusión, como en loscasos antes mencionados, sino que también es deshonesto einjusto para las parejas que tratan de seguir las enseñanzas de laIglesia.

Algunos sacerdotes sienten sinceramente que actúan porcompasión con la pareja que cohabita sabiendo lo difícil quepuede ser exhortarlos a vivir separados. Sin embargo,comprometer la verdad total de la Biblia es realmente unperjuicio, puesto que Jesús enseña que la verdad nos hará libressin importar cuán difícil pueda ser el sacrificio.22

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23 Pontificio Consejo para la Familia, Sexualidad humana: verdad y significado.Orientaciones educativas en familia (8 de diciembre de 1995) 8. (Disponible enlínea: http://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/family/documents/rc_pc_family_doc_08121995_human-sexuality_sp.html)

A final de cuentas, el objetivo de la preparación matrimonial esesta libertad. “Todo el sentido de la propia libertad, y delautodominio consiguiente, está orientado al don de sí en lacomunión y en la amistad con Dios y con los demás”.23 Unhombre y una mujer se entregan libremente como don de suamor. Mientras mayor libertad exista en su relación, mayor seráel don de uno a otro.

El verdadero amor es autoentrega. ¿Cómo puede uno prepararsemejor para hacer este don de libertad a su amado cónyuge?¿Existe una “mejor forma” de prepararse para el matrimonio conel fin de asegurarse de que el don que se entrega el día de su bodaes digno de esta vocación a la que han sido llamados por Dios?

II. La decisión está tomada

Durante la preparación para el matrimonio, a las parejascomprometidas se les enseña que el amor no es solo unsentimiento. El amor es una decisión. Se debe decidir día con díaamar a su cónyuge, incluso si el sentimiento de amor no es muyfuerte en un momento particular. Así también, en la preparacióndel matrimonio las parejas comprometidas deben tomardecisiones. Una de estas decisiones se refiere a vivir juntos. LaIglesia invita a las parejas comprometidas a descubrir que existenmuchas razones para no cohabitar antes del día de la boda. Delmismo modo que Jesús nos enseñó invitándonos a seguir susenseñanzas en la Iglesia, ésta nos enseña invitando a sus hijos ehijas a seguir las enseñanzas de la Iglesia. A final de cuentas, la

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pareja comprometida debe tomar la decisión de seguir a Cristo ya su Iglesia o darle espalda y seguir su propio camino.

La pareja debe tomar decisiones importantes a través de laoración y el discernimiento. A la pareja comprometida que vivejunta debe planteársele la pregunta: “¿Quieren separarse eintentar lo mejor que puedan vivir una vida casta como personassolteras hasta el día de la boda?” Si la respuesta es afirmativa,entonces la familia de la Iglesia da la bienvenida a dichocompromiso con júbilo y felicidad. Sería de gran beneficioespiritual recibir el sacramento de la reconciliación. La gracia delos sacramentos apoyará y fortalecerá el compromiso como lamejor preparación para el sacramento matrimonial que puedeemprender una pareja comprometida.

Si la respuesta a dicha pregunta es “No, elegimos no separarnosantes del matrimonio”, entonces deben hacerse otro tipo deconsideraciones. Si la pareja demuestra que ha vivido junta porrazones de conveniencia o beneficios financieros, y la parejacomprometida planea un matrimonio formal, el sacerdote, juntocon la pareja, explorará más profundamente el significado delsacramento del matrimonio en el lazo matrimonial y elcompromiso de permanencia y estabilidad.

Para la pareja que vive junta pero tiene una actitud másdespreocupada hacia este arreglo puesto que no ha avanzadohacia un matrimonio formal, se requiere poner mayor énfasis enla voluntad de la pareja para contraer matrimonio en esemomento, además del compromiso de por vida que implica elmatrimonio. Además, la cuestión sacramental se analizará delmismo modo que en el párrafo precedente. Estos casos debenencomendarse a un profesional.

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Si una pareja comprometida busca el matrimonio en la Iglesiapara guardar las apariencias o para acomodarse a los deseos de losdemás, el sacerdote debe recomendar el aplazamiento de todaconsideración de preparación para el matrimonio. Esespecialmente el caso si la pareja demuestra falta de madurezespiritual o psicosocial para el matrimonio.

La Serie Veritas está dedicada a Padre Michael J.McGivney (1852-1890), sacerdote de Jesucristo yfundador de los Caballeros de Colón.

“La Fe es un regalo de Dios que nos permite conocerlo yamarlo. La Fe es una forma de conocimiento, lo mismo que larazón. Pero no es posible vivir en la fe a menos que lohagamos en forma activa. Por la ayuda del Espíritu Santosomos capaces de tomar una decisión para responder a ladivina Revelación y seguirla viviendo nuestra respuesta”.Catecismo Católico de los Estados Unidos para los Adultos, 38.

Acerca del Servicio de Información CatólicaLos Caballeros de Colón, desde su fundación, han participado enla evangelización. En 1948, los Caballeros iniciaron el Servicio deInformación Católica (SIC) para ofrecer publicaciones católicasa bajo costo al público en general, lo mismo que a lasparroquias, escuelas, casas de retiro, instalaciones militares,dependencias penales, legislaturas, a la comunidad médica, o apersonas particulares que las soliciten. Por más de 60 años, elSIC ha impreso y distribuido millones de folletos y miles depersonas han tomado nuestros cursos de catequesis.

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308-S 11/09

La Conferencia Católica de Kansas

Una letra pastoral en la

Cohabitación antes de la Unión

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En relación con la nuevas generaciones, los fieles laicos deben ofrecer unapreciosa contribución, más necesaria que nunca, a una sistemática labor decatequesis. Los Padres sinodales han acogido con gratitud el trabajo de loscatequistas, reconociendo que éstos “tienen una tarea de gran peso en laanimación de las comunidades eclesiales”. Los padres cristianos son, desdeluego, los primeros e insustituibles catequistas de sus hijos... pero, todosdebemos estar conscientes del “derecho” que todo bautizado tiene de serinstruido, educado, acompañado en la fe y en la vida cristiana.

Papa Juan Pablo II, Christifideles Laici 34Exhortación Apostólica sobre la Vocación y Misión

de los Laicos en la Iglesia y en el Mundo.

Acerca de los Caballeros de ColónLos Caballeros de Colón, una sociedad de beneficios fraternales fundada en1882 en New Haven, Connecticut por el Venerable Siervo de Dios el PadreMichel J. McGivney, es la organización más grande de laicos católicos, conmás de 1.8 millones de miembros en América, Europa y Asia. Los Caballerosayudan a su comunidad y a las demás comunidades, y cada año contribuyencon millones de horas de servicio voluntario a causas caritativas. LosCaballeros fueron los primeros en brindar apoyo financiero a las familias delos policías y del personal del departamento de bomberos que fallecieron enlos ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 y trabajan muy de cercacon los obispos católicos para proteger la vida humana inocente y elmatrimonio tradicional. Para buscar más acerca de los Caballeros de Colónvisita el sitio www.kofc.org.

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