una interpretaciÓn de los Índices de …eduardogf.weebly.com/uploads/5/2/8/9/5289726/icade.pdf ·...

23
1 UNA INTERPRETACIÓN DE LOS ÍNDICES DE INEFICIENCIA PRODUCTIVA DESDE LA TEORÍA DE RECURSOS Eduardo González Fidalgo Ana Cárcaba García Universidad de Oviedo Correspondencia: Eduardo González Fidalgo Dpto. Admón. Empresas y Contabilidad Universidad de Oviedo Av. Cristo s/n, 33006, Oviedo Tlf: 985104976 Fax: 985103708 e-mail: [email protected] NIF: 9787762C Datos Bancarios: Banco Pastor- Oficina Directa Cuenta: 0072-0900-37-0000184538

Upload: vunhi

Post on 06-Feb-2018

213 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: UNA INTERPRETACIÓN DE LOS ÍNDICES DE …eduardogf.weebly.com/uploads/5/2/8/9/5289726/icade.pdf · de los datos o de las medidas que se pretende obtener, 3) estimar los índices

1

UNA INTERPRETACIÓN DE LOS ÍNDICES DE INEFICIENCIA

PRODUCTIVA DESDE LA TEORÍA DE RECURSOS

Eduardo González Fidalgo Ana Cárcaba García

Universidad de Oviedo

Correspondencia:

Eduardo González Fidalgo Dpto. Admón. Empresas y Contabilidad Universidad de Oviedo Av. Cristo s/n, 33006, Oviedo Tlf: 985104976 Fax: 985103708 e-mail: [email protected] NIF: 9787762C

Datos Bancarios: Banco Pastor- Oficina Directa

Cuenta: 0072-0900-37-0000184538

Page 2: UNA INTERPRETACIÓN DE LOS ÍNDICES DE …eduardogf.weebly.com/uploads/5/2/8/9/5289726/icade.pdf · de los datos o de las medidas que se pretende obtener, 3) estimar los índices

2

UNA INTERPRETACIÓN DE LOS ÍNDICES DE INEFICIENCIA

PRODUCTIVA DESDE LA TEORÍA DE RECURSOS

INTRODUCCIÓN

En las últimas décadas hemos asistido a un vertiginoso desarrollo de las

técnicas empleadas para medir o estimar índices relativos de eficiencia productiva.

Los distintos índices y procedimientos de cálculo han sido utilizados en un sinfín de

aplicaciones empíricas1. El procedimiento estándar del análisis empírico ha constado

de los siguientes pasos: 1) recoger datos sobre output(s) e inputs de un conjunto de

unidades productivas supuestamente homogéneas, 2) seleccionar la técnica

(econométrica o de programación matemática) que mejor encaje con la naturaleza

de los datos o de las medidas que se pretende obtener, 3) estimar los índices de

ineficiencia, y 4) interpretar los índices obtenidos mediante un análisis de segunda

etapa en el que se buscan factores con capacidad para explicar las diferencias entre

las empresas evaluadas a través del análisis de regresión o del análisis de varianza.

Paradójicamente, el enorme esfuerzo realizado en el campo de la medición se

ha visto oscurecido por la carencia de sustento teórico riguroso sobre la idea misma

de “eficiencia productiva”. Ello ha contribuido a la proliferación de trabajos que

aplican la metodología descrita en el párrafo anterior de manera mecánica,

realizando con cierta frecuencia interpretaciones incorrectas de las medidas

obtenidas. Este resultado no debe extrañar si se tiene en cuenta que el propio

concepto de eficiencia hace referencia a una noción difusa. La teoría

1 Ver Seiford (1996) para una excelente revisión de la literatura teórica y empírica de la vertiente no paramétrica en la medición de índices de eficiencia. Una perspectiva histórica sobre la evolución de la literatura a partir del trabajo pionero de Farrell (1957) puede consultarse en Førsund (1999). Para una recopilación actual de las técnicas existentes para la medición de los índices de eficiencia ver Álvarez (2001).

Page 3: UNA INTERPRETACIÓN DE LOS ÍNDICES DE …eduardogf.weebly.com/uploads/5/2/8/9/5289726/icade.pdf · de los datos o de las medidas que se pretende obtener, 3) estimar los índices

3

microeconómica convencional de la producción no considera la posibilidad de que la

actuación de las empresas pueda ser ineficiente, debido al postulado de

maximización del beneficio. El fenómeno de la ineficiencia productiva no puede

racionalizarse utilizando las herramientas de la teoría clásica, puesto que la misma

noción de ineficiencia implica importantes violaciones de sus supuestos

fundamentales. Dada esta separación entre el marco teórico de la producción y el

marco en el que se realizan los trabajos empíricos en el área de la eficiencia y

productividad, cada autor maneja implícitamente su propia noción de ineficiencia, sin

detenerse a discutir expresamente qué significado real atribuye a los números que

se derivan de su análisis.

El objetivo de este artículo consiste en explorar las posibles interpretaciones

de los índices de eficiencia productiva utilizando el marco conceptual de la teoría de

los recursos y capacidades. En primer lugar se revisa críticamente la aproximación

tradicional al concepto de eficiencia, así como la aportación de la teoría de la

ineficiencia X (Leibenstein, 1966), según la cual la ineficiencia proviene de las

deficiencias de motivación existentes a lo largo y ancho de la jerarquía que

caracteriza a la empresa. Como respuesta a las limitaciones de ambas

aproximaciones, se expone en los apartados finales la interpretación alternativa

basada en los recursos y capacidades, destacando la estrecha relación existente

entre recursos, capacidades, tecnología y eficiencia.

APROXIMACIÓN TRADICIONAL AL CONCEPTO DE EFICIENCIA PRODUCTIVA

Siguiendo a Koopmans (1951), un proceso productivo es técnicamente

eficiente cuando no es posible incrementar la cantidad obtenida de alguno de los

outputs ni reducir el uso de ninguno de los inputs sin reducir la cantidad obtenida de

Page 4: UNA INTERPRETACIÓN DE LOS ÍNDICES DE …eduardogf.weebly.com/uploads/5/2/8/9/5289726/icade.pdf · de los datos o de las medidas que se pretende obtener, 3) estimar los índices

4

otro output o incrementar la cantidad utilizada de algún otro input. La literatura

referente a la medición de índices de eficiencia se basa en esta definición. Así, las

distintas técnicas tratan de caracterizar la tecnología estableciendo los vectores de

output que son factibles cuando se utiliza un vector de inputs determinado,

calculándose el índice de eficiencia por la diferencia entre la cantidad obtenida de

output y la cantidad potencial. Básicamente, puede decirse que se trata de índices

de productividad conjunta de todos los inputs. Los índices también suelen definirse

como la proporción mínima del vector de inputs utilizado que permitiría producir el

vector de output que realmente se obtiene. A grandes rasgos, este es el concepto de

eficiencia radial existente detrás del coeficiente de utilización de los recursos de

Debreu (1951) y del índice de eficiencia técnica de Farrell (1957). El índice de Farrell

ha sido el que ha tenido una mayor aceptación, debido a su equivalencia con la

función distancia de Shephard (1953) que permite una interpretación dual en

términos de reducciones potenciales de costes o incrementos potenciales de

ingresos.

A pesar de ser un elemento central en el desarrollo de las distintas ramas de

la ciencia económica y empresarial, la teoría económica no ha podido incorporar

satisfactoriamente el concepto de ineficiencia productiva en los modelos de

producción. Este concepto entraría en conflicto con el supuesto de que los agentes

económicos optimizan una función objetivo (de utilidad, de beneficio). La empresa

neoclásica se define como una función de producción2 que transforma un vector de

inputs en un vector de outputs respetando una relación tecnológica de

transformación preestablecida. Nótese que, en este marco, el output real siempre ha

2 Otros autores han caracterizado la visión neoclásica de la empresa como una caja negra, una “cosa misteriosa” (Acs y Gerlowsky, 1996, pág. 146), a través de la cual unos inputs se transforman en outputs de una manera preestablecida. "Obviamente, dentro de esta caracterización no hay espacio

Page 5: UNA INTERPRETACIÓN DE LOS ÍNDICES DE …eduardogf.weebly.com/uploads/5/2/8/9/5289726/icade.pdf · de los datos o de las medidas que se pretende obtener, 3) estimar los índices

5

de coincidir con el potencial. El supuesto de maximización del beneficio excluye

pues la posibilidad de que se produzca un uso ineficiente de los recursos. Dentro de

este marco conceptual no tiene cabida la posibilidad de mejorar, porque las

decisiones o acciones de los individuos siempre son óptimas, asumiéndose

explícitamente que las empresas minimizan sus costes. En un mundo así, parecería

injustificada la preocupación de los directivos en relación con los niveles de costes o

de productividad. No obstante, cuando se maneja un concepto de empresa más

realista el supuesto de minimización de costes debe considerarse una simplificación

excesiva.

INEFICIENCIA X

Un punto de discordancia con la visión neoclásica de la empresa se debe a

Leibenstein (1966), quien, basándose en la evidencia empírica, sugirió que las

empresas, en general, no minimizan los costes de producción, constituyendo este

hecho la principal ineficiencia de la economía —ocupando la ineficiencia asignativa

un papel secundario—. En lugar de utilizar la denominación tradicional de

"ineficiencia técnica" o “ineficiencia productiva” de Farrell (1957), Leibenstein

introdujo el término "ineficiencia X" para referirse a la pérdida de output o el exceso

de coste que se produce como consecuencia de las carencias de motivación

existentes entre los individuos que integran una organización.

La hipótesis subyacente detrás de la noción de ineficiencia X postula que la

motivación que los miembros de la empresa reciben para reducir costes proviene de

la presión ejercida desde el exterior. Los directivos de una empresa inmersa en un

mercado altamente competitivo se sienten más presionados, incrementando este

para la empresa como una institución económica: la empresa no es más que un algoritmo" (Screpanti y Zamagni, 1993, pág. 372).

Page 6: UNA INTERPRETACIÓN DE LOS ÍNDICES DE …eduardogf.weebly.com/uploads/5/2/8/9/5289726/icade.pdf · de los datos o de las medidas que se pretende obtener, 3) estimar los índices

6

hecho su motivación para tratar de reducir el coste al mínimo posible, mientras que a

medida que las condiciones estructurales ejercen menor presión competitiva la

motivación es menor. Es decir, el supuesto es que la empresa no maximiza el

beneficio sino que se conforma con unos resultados “aceptables” mientras no

perciba un estímulo de la suficiente intensidad como para mejorar sus resultados

(como puede ser una creciente presión de la competencia). Por otra parte, los

directivos no actúan de manera omnisciente, sino que se apoyan en informes sobre

las desviaciones con respecto al presupuesto. Sólo en el caso de que se perciban

desviaciones suficientemente grandes se desencadena una respuesta orientada a

atajar los posibles problemas y mejorar en términos de costes. Si los resultados son

buenos —es decir, los esperados o mejores— no existe la motivación suficiente para

buscar posibles mejoras aunque tal posibilidad realmente exista.

Leibenstein (1966) aporta una gran cantidad de evidencia empírica sobre la

existencia e importancia de la ineficiencia X. Las ganancias en costes estimadas por

la Organización Internacional del Trabajo (1951, 1956, 1957a y 1957b) derivadas de

simples reorganizaciones del trabajo, pagos por incentivo, sistemas de gestión de

materiales, sistemas de control de gastos, supervisión de los trabajadores, etc.

superaban con frecuencia el 25%, sin que ello implicara una mayor utilización de

recursos, ni una reasignación de los mismos entre actividades. La conclusión es que

la naturaleza del input management, la influencia del entorno y los sistemas de

incentivos tienen un efecto muy significativo sobre la producción. Por tanto, la

motivación de los individuos debe considerarse como una variable fundamental a la

hora de determinar los resultados del complejo sistema de relaciones humanas y

tecnológicas que coexisten en el seno de la organización.

Page 7: UNA INTERPRETACIÓN DE LOS ÍNDICES DE …eduardogf.weebly.com/uploads/5/2/8/9/5289726/icade.pdf · de los datos o de las medidas que se pretende obtener, 3) estimar los índices

7

Leibenstein (1966) ensalza el papel de la motivación al contemplar la

posibilidad de que detrás de un comportamiento no minimizador del coste exista una

carencia relativa de conocimientos técnicos. Dentro de esta perspectiva, los

incrementos en el output que no suponen un mayor consumo de inputs podrían

deberse a la utilización de un conocimiento superior. Leibenstein considera que

parte de las mejoras que se pueden derivar del conocimiento son en realidad

inducidas por las presiones de la motivación, puesto que en ocasiones el

conocimiento puede haber estado ya presente pero no la motivación para hacer un

mejor uso del mismo. La evidencia de las misiones de productividad de la OIT

sugiere que en ocasiones los directivos volvieron a adoptar antiguas técnicas menos

productivas, no porque carecieran del conocimiento técnico necesario, sino porque

había desaparecido la presión necesaria para motivar su uso. Por otro lado, el

equipo directivo puede estar más preocupado con los aspectos financieros de la

empresa, o con su tamaño u otro tipo de objetivos, y no con las políticas operativas

de producción, aunque posean el conocimiento necesario. Es decir, necesitan

motivación para utilizar ese conocimiento. En otras ocasiones la motivación puede

existir, pero no el conocimiento necesario para minimizar los costes.

Leibenstein (1975; 1978; 1979) adopta una perspectiva institucional

interesante que resume los principales aspectos en los que se basa su teoría de la

ineficiencia X: 1) Los contratos son incompletos, lo que implica un inevitable grado

de discrecionalidad en el comportamiento de los trabajadores y de los directivos.

Gran parte del comportamiento queda sujeto a relaciones de autoridad, costumbres,

condicionantes morales, sistemas de incentivos, etc; 2) No existe un mercado

perfecto para todos los factores productivos, de modo que la empresa puede no ser

capaz de adquirir el conocimiento necesario en la cantidad óptima; 3) La función de

Page 8: UNA INTERPRETACIÓN DE LOS ÍNDICES DE …eduardogf.weebly.com/uploads/5/2/8/9/5289726/icade.pdf · de los datos o de las medidas que se pretende obtener, 3) estimar los índices

8

producción no es conocida ni está especificada completamente. Es decir, dados

unos inputs, se pueden obtener distintos resultados en función de los esquemas

organizativos y motivacionales.

En The Xistence of X-Efficiency, Stigler (1976) critica con firmeza la noción de

ineficiencia X de Leibenstein. En primer lugar, Stigler niega que la motivación tenga

relación alguna con la cantidad de output producida por un grupo de trabajadores.

Aunque a primera vista pueda parecer una afirmación excesiva, el argumento que la

sustenta es extraordinariamente sencillo. Los trabajadores no tienen ningún interés

particular en maximizar la producción de un output sino en su propio bienestar.

Según Stigler, Cuando el incremento de output se consigue a partir de un mayor

esfuerzo, no se produce un aumento en la eficiencia sino un vector de output

diferente. Lo que se trata es de obtener el vector de output que maximice la utilidad

de los agentes implicados en el proceso de producción. Parish y Yew-Kwang han

expresado este mismo argumento para explicar la "presunta" ineficiencia productiva

de las empresas en régimen de monopolio: “Si el monopolista prefiere tomárselo con

calma, esto puede suponer simplemente una forma de excedente del productor. (...)

puede sostenerse que el monopolista está satisfaciendo necesidades no esenciales.

(Pero...) cada hombre es el mejor juez de su propio interés...” (1972, pág. 302).

Por otro lado, aunque es cierto que los contratos son incompletos, como

señala Leibenstein, puede ser necesaria una gran cantidad de recursos para

garantizar el cumplimiento contractual hasta el punto en que se maximice la

producción (Alchian y Demsetz, 1972). De hecho, la teoría de la agencia ha

advertido sobre este hecho: el objetivo no consiste en minimizar la pérdida

residual—¿coincide la pérdida residual con el concepto de ineficiencia X de

Leibenstein?—, sino la suma de los costes de agencia. La pérdida residual

Page 9: UNA INTERPRETACIÓN DE LOS ÍNDICES DE …eduardogf.weebly.com/uploads/5/2/8/9/5289726/icade.pdf · de los datos o de las medidas que se pretende obtener, 3) estimar los índices

9

solamente es uno de ellos, existiendo una clara relación de sustituibilidad entre

todos los costes de agencia. No puede decirse por tanto que se incurra en ningún

tipo de ineficiencia productiva cuando se obtiene el máximo output posible dadas las

inevitables restricciones contractuales que surgen en contextos de producción en

equipo. Desde el punto de vista de Stigler, la ineficiencia X se produciría si fuera

“realmente posible” producir una cantidad de output mayor por menos de su coste

(incluyendo los costes de agencia) y no se hiciera. La visión de Leibenstein cae en la

falacia del Nirvana, término acuñado por Demsetz (1969) para referirse a la práctica

corriente de comparar el mundo real con un mundo ideal inexistente, para concluir

que el mundo real es (relativamente) ineficiente.

Las aportaciones de la teoría de los costes de transacción, la teoría de la

agencia y la teoría de los derechos de propiedad permiten generalizar la visión

neoclásica de la producción, de forma que los argumentos de Leibenstein se pueden

reinterpretar bajo la visión de que los agentes productivos reaccionan ante las

oportunidades y restricciones del entorno en función de sus preferencias —la

ganancia derivada del esfuerzo, la ganancia derivada del ocio, etc.— y su restricción

presupuestaria, incluyendo en ésta su propia capacidad para percibir y valorar el

estado del entorno (De Alessi, 1983; DiLorenzo, 1981). Así postulada, la teoría de la

ineficiencia X puede interpretarse dentro del marco de una teoría más general de

costes de transacción y/o costes de agencia, es decir, considerando explícitamente

la “fricción” como componente esencial de la teoría de la empresa. “La colección de

postulados y variables relacionadas con la eficiencia X de Leibenstein parece ser

una combinación de algunos de los axiomas y algunas de las implicaciones de la

teoría neoclásica generalizada (costes de transacción, etc.)” (De Alessi, 1983, pág.

70). En su análisis sobre la eficiencia relativa de distintas formas institucionales de

Page 10: UNA INTERPRETACIÓN DE LOS ÍNDICES DE …eduardogf.weebly.com/uploads/5/2/8/9/5289726/icade.pdf · de los datos o de las medidas que se pretende obtener, 3) estimar los índices

10

empresa, Jensen y Meckling (1979) adoptan esta misma posición al incluir

explícitamente el sistema de derechos de propiedad y contratos en la especificación

de la función de producción. De este modo se amplía el ámbito de la función de

producción, recogiendo todos los aspectos relacionados con la estructura legal de la

empresa (Ellerman, 1984). Estos aspectos, que difieren sustancialmente entre

empresas controladas por los trabajadores (ej., Cooperativas) y empresas

controladas por los aportantes de capital (ej., Sociedades Anónimas), pueden

determinar importantes diferencias en los resultados operativos, explicando gran

parte de la aparente ineficiencia productiva.

LA CUESTIÓN DE LA HETEROGENEIDAD

Pese a los problemas teóricos para sostener un concepto de ineficiencia

productiva como el de Leibenstein, dicho concepto ha ido ganando aceptación en la

literatura empírica, habiéndose constatado importantes diferencias entre los costes

reales de muchas empresas y los mínimos posibles. Estas mediciones empíricas se

refieren invariablemente a medidas de eficiencia relativa, comparándose la actuación

de cada empresa con la actuación de empresas que se consideran similares. Dicho

de otro modo, se asume que las empresas comparadas son comparables, en el

sentido de que utilizan una tecnología común.

Sin embargo, es evidente que si unas empresas (eficientes) salen mejor

paradas de la comparación que otras (ineficientes) es simplemente porque “son

distintas”. Existen diferencias entre las empresas que no tienen reflejo contable dada

la dificultad que supondría su valoración e incluso su mera identificación. La

diferencia entre la empresa que menores costes tiene y las demás refleja la

existencia de factores inobservables que no son valorados en términos monetarios

Page 11: UNA INTERPRETACIÓN DE LOS ÍNDICES DE …eduardogf.weebly.com/uploads/5/2/8/9/5289726/icade.pdf · de los datos o de las medidas que se pretende obtener, 3) estimar los índices

11

por el investigador. Esas diferencias son lo que comúnmente estamos llamando

“ineficiencia productiva”. Dos empresas idénticas obtendrían resultados idénticos

(salvo por causas aleatorias y, por tanto, poco interesantes).

Cuando un ingeniero afirma que “la máquina A es más eficiente que la

máquina B” es consciente de que está hablando de máquinas distintas. No formula

la cláusula ceteris paribus sobre la tecnología como se hace (explícitamente) en los

estudios económicos de eficiencia. El término se utiliza para sintetizar información

sobre diferencias que existen en la realidad y que tienen causas concretas, aunque

difíciles de conocer. Los intentos de Leibenstein por defender una teoría de la

ineficiencia X contrapuesta a la tradición de la teoría económica son estériles, ya que

el término ineficiencia X sólo hace referencia a una manera de hablar sobre unas

diferencias motivacionales que existen y que tienen una perfecta explicación

tecnológica o contractual. La cuestión de la ineficiencia productiva es, por tanto, una

cuestión de heterogeneidad y puede abordarse entonces investigando las fuentes de

las diferencias entre las empresas.

UNA VISIÓN DE LA TECNOLOGÍA BASADA EN LOS RECURSOS

El problema con el concepto de ineficiencia es que tradicionalmente se ha

formulado teniendo en cuenta solamente las variables observables —inputs físicos y

ouputs físicos— y suponiendo una tecnología común implícita. La tecnología

implícita es una abstracción que representa las posibilidades de transformación

existentes de inputs físicos y observables en outputs físicos y observables. Pero, en

realidad, esa tecnología (posibilidades de transformación) siempre difiere entre

empresas, puesto que éstas poseen algunos recursos y capacidades que son

únicos. Algunos de estos recursos son intangibles y, por tanto, difíciles de observar,

Page 12: UNA INTERPRETACIÓN DE LOS ÍNDICES DE …eduardogf.weebly.com/uploads/5/2/8/9/5289726/icade.pdf · de los datos o de las medidas que se pretende obtener, 3) estimar los índices

12

cuantificar, valorar e imitar. Así pues cabría aceptar como correcta la explicación de

Stigler (1976) al respecto de que si las empresas obtienen diferentes cantidades de

output a partir de los mismos recursos (físicos) es porque utilizan diferentes

tecnologías de transformación. En otras palabras porque poseen y, por tanto,

emplean diferentes conjuntos de recursos intangibles (conocimiento, sistema de

incentivos, rutinas organizativas, estructura legal-contractual, etc.).

Según la Teoría de Recursos, no es razonable aplicar la cláusula ceteris

paribus sobre la tecnología, porque las empresas son heterogéneas, siendo las

diferencias en el conjunto de recursos y capacidades que poseen las que permiten

alcanzar distintos niveles de output a partir de los mismos inputs (Barney, 1991;

Lipman y Rumelt, 1982; Wernerfelt, 1984; Peteraf, 1993; Dierickx y Cool, 1989). Al

igual que la teoría de la Organización Industrial ha permitido explicar

satisfactoriamente los motivos por los cuales la rentabilidad media de los distintos

sectores industriales puede diferir de manera sostenible, la teoría de los recursos y

capacidades explica satisfactoriamente el motivo por el que la rentabilidad de las

empresas difiere de manera sostenible dentro de un mismo sector industrial. La

posesión de recursos únicos o difíciles de imitar, permite a las empresas alcanzar

ventajas competitivas sostenibles a largo plazo3.

Una clasificación útil de los recursos controlados por la empresa es la

propuesta por Dierickx y Cool (1989), quienes, influenciados por el trabajo de Barney

(1986), proponen dos tipos de recurso. Los recursos flujo son aquellos que pueden

obtenerse inmediatamente en el momento en que se necesitan. Por lo general, son

3 La existencia de diferencias estables en la rentabilidad de las empresas atribuibles a la pertenencia a una industria determinada (efecto industria) o a la posesión de recursos y capacidades únicos (efecto empresa) ha sido documentada en numerosos trabajos empíricos (Schmalensee, 1985; Rumelt, 1991; McGahan y Porter, 1997; Fernández, Montes y Vázquez, 1997). Más recientemente se ha comprobado la existencia de un tercer efecto explicativo de las diferencias de resultados, basado

Page 13: UNA INTERPRETACIÓN DE LOS ÍNDICES DE …eduardogf.weebly.com/uploads/5/2/8/9/5289726/icade.pdf · de los datos o de las medidas que se pretende obtener, 3) estimar los índices

13

factores que pueden ser identificados y valorados en términos monetarios. Ejemplos

de este tipo de factores son las máquinas, la fuerza humana e incluso la cuota de

mercado. Los recursos Stock son aquellos que se generan internamente a partir de

factores flujo, a lo largo de un determinado periodo de tiempo. Este proceso de

generación de los factores stock recibe el nombre de Proceso de Adquisición. Son

factores específicos a la empresa cuya valoración en términos monetarios resulta

difícil o imposible, tanto para los competidores como para la propia empresa.

Dierickx y Cool (1989) señalan que no es posible la existencia de un mercado para

el intercambio de este tipo de factores4. Arrow propone la confianza como ejemplo

paradigmático de factores no comercializables que se generan a lo largo del tiempo:

“Desgraciadamente, (la confianza) no es un bien que pueda comprarse fácilmente.

Si la compras, aún tienes dudas sobre qué has comprado. La confianza y los valores

similares, lealtad o sinceridad, [...] son bienes y tienen un valor económico real; [...]

Sin embargo, no son bienes para los que el comercio en mercados abiertos sea

posible o incluso tenga sentido” (1974, pág. 23)

Por otro lado, las capacidades organizativas de la empresa hacen referencia a

su habilidad para realizar actividades mediante la coordinación de sus recursos. La

terminología científica ha distinguido entre los términos capacidades (Grant, 1991;

Amit y Schoemaker, 1993), competencias (Teece et al., 1994), competencias

esenciales (Prahalad y Hamel, 1990) y competencias distintivas (Selznick, 1957;

Ansoff, 1965; Andrews, 1971; Hofer y Schendel, 1978). Todos estos términos hacen

referencia al mismo concepto, “un conjunto de destrezas diferenciadas, activos

en las competencias específicas que distinguen a los grupos estratégicos dentro de un sector industrial, el efecto grupo (González, 2000). 4 Barney (1989) matiza esta observación aclarando que la adquisición de los recursos stock supone incurrir en costes a lo largo de un periodo de tiempo, señalando que la distinción entre adquisición en el mercado y generación interna carece de sentido. La importancia del argumento de Barney es que para generar estos recursos, la empresa debe haber anticipado en el pasado su valor real. La

Page 14: UNA INTERPRETACIÓN DE LOS ÍNDICES DE …eduardogf.weebly.com/uploads/5/2/8/9/5289726/icade.pdf · de los datos o de las medidas que se pretende obtener, 3) estimar los índices

14

complementarios y rutinas que proporcionan la base para la ventaja competitiva

sostenible de la empresa” (Fernández, 1993: pág. 182).

Dierickx y Cool (1989) señalan varias características del proceso de

acumulación de recursos stock que contribuyen a aumentar la dificultad en la

imitación y, por tanto, a la creación de rentas derivadas de la posesión del recurso.

Entre estas, destacan la existencia de deseconomías de compresión del tiempo, que

retrasan la posibilidad de imitar del innovador, y la ambigüedad causal, que dificulta

la identificación de las claves de éxito (Lipman y Rumelt, 1982).

Es posible interpretar los índices de eficiencia como indicadores de la

heterogeneidad subyacente existente en los recursos stock y las capacidades

organizativas que carecen de valoración explícita en el análisis de eficiencia5. Por

otro lado, estas diferencias entre las empresas, pueden interpretarse igualmente

como diferencias tecnológicas. Stigler señaló que la aparente observación de

ineficiencias productivas se debía en realidad a que las empresas estaban utilizando

distintas tecnologías. Collis y Montgomery (entre otros) señalan que "...las

capacidades pueden suponer una fuente de ventaja competitiva. Permiten a la

empresa tomar los mismos inputs que los rivales y convertirlos en productos y

servicios, bien con mayor eficiencia en el proceso o bien con mayor calidad en el

output" (1997, pág. 29).

Adoptando este enfoque, los índices de eficiencia miden distancias entre

diferentes funciones de producción en lugar de medir distancias entre la empresa y

una hipotética función de producción común que en realidad no existe. Es decir, las

fronteras en las que operan las distintas empresas son distintas y esto se debe a

cuestión de las condiciones bajo las cuales un recurso puede ser intercambiado en el mercado se estudia con mayor detalle en Chi (1994).

Page 15: UNA INTERPRETACIÓN DE LOS ÍNDICES DE …eduardogf.weebly.com/uploads/5/2/8/9/5289726/icade.pdf · de los datos o de las medidas que se pretende obtener, 3) estimar los índices

15

que sus recursos son diferentes. En relación con la ineficiencia X, los diferentes

sistemas de incentivos podrían incorporarse como parte integrante de la tecnología

(tecnología contractual, Jensen y Meckling, 1979). El error de interpretación de la

teoría tradicional consiste en el supuesto de que la tecnología es común. La

naturaleza de los procesos de acumulación de recursos stock y capacidades

cuestiona seriamente la validez de este supuesto. De hecho, los índices de

eficiencia pueden tener un mayor valor si se interpretan como medidas del valor de

los recursos y capacidades no observados por el investigador.

CONCLUSIONES

Los índices de eficiencia relativos estimados en las aplicaciones empíricas se

obtienen partiendo del supuesto de que las empresas utilizan una tecnología común

y que todos los recursos y outputs relevantes han sido tenidos en cuenta. Sin

embargo, bajo esos supuestos no existe ninguna teoría que permita explicar de

dónde proceden las diferencias observadas entre empresas que son supuestamente

idénticas, excepto por un abstracto concepto matemático de ineficiencia, vacío de

contenido real a pesar de su creciente popularidad.

La Teoría de Recursos ofrece una explicación consistente de los índices

observados. Es erróneo suponer que las empresas son idénticas, que comparten

una misma tecnología y utilizan los mismos recursos, como se hace implícitamente

en los estudios de eficiencia. La investigación en el campo de la Teoría de Recursos

ha puesto de manifiesto que los recursos que poseen las distintas empresas

englobadas en un mismo sector productivo son ampliamente heterogéneos. Existen

factores determinantes en los procesos de acumulación de recursos y capacidades

5 Majumdar (1998) propone una interpretación similar de los índices, sugiriendo el empleo de la técnica DEA para valorar las diferencias en las capacidades de las empresas a la hora de coordinar

Page 16: UNA INTERPRETACIÓN DE LOS ÍNDICES DE …eduardogf.weebly.com/uploads/5/2/8/9/5289726/icade.pdf · de los datos o de las medidas que se pretende obtener, 3) estimar los índices

16

que hacen que sea difícil asumir el supuesto de homogeneidad. Hemos indicado en

este artículo que existe un vínculo natural entre ambas líneas de investigación:

Teoría de Recursos y Análisis de Eficiencia y Productividad. De hecho ambos

pueden estar midiendo aspectos similares de la realidad empresarial, otorgándoles

nombres diferentes.

La visión aquí planteada señala que es la heterogeneidad en la base de

recursos de la empresa la que permite explicar las diferencias de productividad

global observadas y su estabilidad temporal. Lo que el investigador mide es un

residuo en su modelo teórico y ese residuo consta de dos componentes. Uno de

ellos es el inevitable error estadístico producto de factores aleatorios incontrolables,

pero de escaso interés práctico. La otra parte a la que suele denominarse

ineficiencia productiva, es en realidad una medida del “error” que se comete al

suponer que las empresas son similares (comparables) en cuanto a su dotación de

recursos y capacidades o —utilizando la terminología clásica— su tecnología. Stigler

concluye que la ineficiencia es error y “hasta que no dispongamos de una teoría del

error, no será un concepto útil desde el punto de vista económico” (1976, pág. 216).

Ciertamente, no disponemos de una teoría del error, pero disponemos de una Teoría

de Recursos que explica gran parte de las diferencias que el “error” encierra.

Este vínculo entre los índices de eficiencia y la Teoría de Recursos no sólo

permite una mejor interpretación de los índices de eficiencia, sino que proporciona

una herramienta analítica de gran utilidad para el análisis interno de la empresa. Los

índices de eficiencia estimados según la práctica convencional pueden interpretarse

como medidas del valor relativo de los recursos y capacidades no observados o no

incluidos en el modelo (Loredo, 2000). El hecho de que la evidencia empírica

los recursos.

Page 17: UNA INTERPRETACIÓN DE LOS ÍNDICES DE …eduardogf.weebly.com/uploads/5/2/8/9/5289726/icade.pdf · de los datos o de las medidas que se pretende obtener, 3) estimar los índices

17

muestre repetidamente grandes ineficiencias presentes en todos los sectores

productivos analizados supone un excelente test empírico de la Teoría de Recursos,

dado que si estos no generasen ventajas competitivas sostenibles, las diferencias de

productividad observadas tenderían a desaparecer en el tiempo. El hecho de que

algunas empresas siempre pertenezcan a los grupos de eficiencia más altos indica

que su ventaja competitiva ha podido sostenerse en el tiempo y mantenerse fuera

del alcance de otros competidores.

Por supuesto, los índices de eficiencia técnica miden sólo las diferencias

estrictamente técnicas entre las empresas (o, más concretamente, entre sus

procesos productivos). La ventaja competitiva tiene un alcance más amplio, ya que

recursos y capacidades no directamente productivos permiten alcanzar distintos

niveles de rentabilidad en el mercado, al permitir cargar precios superiores a sus

clientes o pagar precios inferiores a sus proveedores. Por tanto, la interpretación

sugerida del índice de eficiencia, como el valor relativo de los recursos y

capacidades o como la ventaja competitiva de las empresas, debe restringirse al

ámbito estrictamente productivo, pudiendo quizás hablarse de ventaja productiva,

como un componente técnico de la ventaja competitiva.

Al igual que la propia Teoría de Recursos, el análisis efectuado en este

artículo no está exento de sufrir críticas sobre su presunta naturaleza tautológica

(Priem y Butler, 2001a; Barney, 2001; Priem y Buttler, 2001b). No obstante, en

ningún caso he pretendido desarrollar una teoría de la ineficiencia sujeta a validación

empírica. Simplemente he tratado de presentar una "perspectiva" que facilite la difícil

interpretación de los índices de eficiencia que se estiman habitualmente. La

adopción de esta interpretación puede vincular dos campos hasta ahora

Page 18: UNA INTERPRETACIÓN DE LOS ÍNDICES DE …eduardogf.weebly.com/uploads/5/2/8/9/5289726/icade.pdf · de los datos o de las medidas que se pretende obtener, 3) estimar los índices

18

prácticamente inconexos. Afortunadamente, ya se han realizado algunos avances en

esta dirección (Majumdar, 1998; Loredo, 2000).

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

ACS, Z.J. y D.A. GERLOWSKY (1996), Managerial Economics and Organization,

Prentice Hall, New Jersey.

ALCHIAN, A.A. y H. DEMSETZ (1972), "Production, Information Costs, and

Economic Organization", American Economic Review, 62, 777-795.

ÁLVAREZ, A. (coord.) (2001), La Medición de la Eficiencia y la Productividad,

Ediciones Pirámide, Madrid.

AMIT, R. y P.J.H. SCHOEMAKER (1993), “Strategic Assets and Organizational

Rent”, Strategic Management Journal, 14, 33-46.

ANDREWS, K.R. (1971), The Concept of Corporate Strategy, Richard D. Irwin,

Homewood Ill.

ANSOFF, H.I. (1965), Corporate Strategy, McGraw-Hill, New York.

ARROW, K. (1974), The Limits of Organization, W. W. Norton & Company, New

York.

BARNEY, J.B. (1986), “Strategic Factor Markets: Expectations, Luck and Business

Strategy”, Management Science, 32, 1231-1241.

BARNEY, J.B. (1989), “Asset Stocks and Sustained Competitive Advantage: a

Comment”, Management Science, 35, 1511-1513.

BARNEY, J.B. (1991), “Firm Resources and Sustained Competitive Advantage”,

Journal of Management, 17, 99-120.

Page 19: UNA INTERPRETACIÓN DE LOS ÍNDICES DE …eduardogf.weebly.com/uploads/5/2/8/9/5289726/icade.pdf · de los datos o de las medidas que se pretende obtener, 3) estimar los índices

19

BARNEY, J.B. (2001), "Is the Resource-Based "View" a Useful Perspective for

Strategic Management Research? Yes", Academy of Management Journal, 26(1),

41-56.

CHI, T. (1994), “Trading in Strategic Resources: Necessary Conditions, Transaction

Cost Problems and Choice of Exchange Structure”, Strategic Management

Journal, 15, 271-290.

COLLIS, D.J. y C.A. MONTGOMERY (1997), Corporate Strategy: Resources and the

Scope of the Firm, McGraw-Hill.

DE ALESSI, L. (1983), "Property Rights, Transaction Costs, and X-Efficiency: an

Essay in Economic Theory", American Economic Review, 73, 64-81.

DEBREU, G. (1951). “The Coefficient of Resource Utilization.” Econometrica 19, 273-

292.

DEMSETZ, H. (1969), "Information and Efficiency: Another Viewpoint", Journal of

Law and Economics, 12, 1-12.

DIERICKX, I. y K. COOL (1989), “Asset Stock Accumulation and Sustainability of

Competitive Advantage”, Management Science, 35, 1504-1511.

DILORENZO, T.J. (1981), "Corporate Management, Property Rights and the X-

istence of X-Inefficiency", Southern Economic Journal, 48, 116-123.

ELLERMAN, D.P. (1984), “Theory of Legal Structure: Worker Cooperatives”, Journal

of Economic Issues, 18(3), 861-891.

FARRELL, M.J. (1957). “The Measurement of Production Efficiency.” Journal of the

Royal Statistics Society A(120), 253-281.

FERNÁNDEZ, E., MONTES, J.M. y C. VÁZQUEZ (1997), La Competitividad de la

Empresa. Un Enfoque basado en la Teoría de Recursos, Servicio de

Publicaciones de la Universidad de Oviedo, Oviedo.

Page 20: UNA INTERPRETACIÓN DE LOS ÍNDICES DE …eduardogf.weebly.com/uploads/5/2/8/9/5289726/icade.pdf · de los datos o de las medidas que se pretende obtener, 3) estimar los índices

20

FÉRNANDEZ, Z. (1993), “La Organización Interna como Ventaja Competitiva para la

Empresa", Papeles de Economía Española, 56, pp. 178-193.

FØRSUND, F.R. (1999), "The Evolution of DEA- The Economic Perspective", Sixth

European Workshop on Efficiency and Productivity Analysis, Copenhagen.

GONZÁLEZ, E. (2000), Variedad Estratégica y Rentabilidad Empresarial, Tesis

Doctoral no Publicada, Universidad de Oviedo.

GRANT, R.B. (1991), “A Resource Based Theory of Competitive Advantage:

Implications for Strategy Formulation”, California Management Review, 33, 114-

135.

HOFER, W.C. y D. SCHENDEL (1978), Strategy Formulation. Analytic Concepts, St.

Paul, MN.

JENSEN, M.C. y W.H. MECKLING (1979), "Rights and Production Functions: An

Application to Labor-managed Firms and Codetermination", Journal of Business,

52(4), 469-506.

KOOPMANS, T.C. (1951). “Analysis of Production as an Efficient Combination of

Activities.” In T.C. Koopmans (eds.), Activity Analysis of Production and Allocation.

New York: Wiley.

LEIBENSTEIN, H. (1966), "Allocative Efficiency Vs. X-Efficiency", American

Economic Review, 56, 392-415.

LEIBENSTEIN, H. (1975), "Aspects of the X-Efficiency Theory of the Firm", Bell

Journal of Economics, 6, 580-606.

LEIBENSTEIN, H. (1978), "X-Inefficiency Xists - Reply to an Xorcist", American

Economic Review, 68, 203-211.

LEIBENSTEIN, H. (1979), "A Branch of Economics is Missing: Micro-Micro Theory",

Journal of Economic Literature, 17, 477-502.

Page 21: UNA INTERPRETACIÓN DE LOS ÍNDICES DE …eduardogf.weebly.com/uploads/5/2/8/9/5289726/icade.pdf · de los datos o de las medidas que se pretende obtener, 3) estimar los índices

21

LIPPMAN, S.A. y R.P. RUMELT (1982), “Uncertain Imitability: an Analysis of Interfirm

Differences in Efficiency under Competition”, The Bell Journal of Economics, 13,

418-438.

LOREDO, E. (2000), Las Estrategias de Diversificación de las Empresas Eléctricas,

Civitas, Madrid.

MAJUMDAR, A.K. (1998), "On the Utilization of Resources: Perspectives from the

U.S. Telecommunications Industry", Strategic Management Journal, 19, 809-831.

McGAHAN AM, Porter ME. 1997. How Much does Industry Matter, Really?. Strategic

Management Journal 18: 15-30.

OIT-International Labor Organization (1951), Payment by Results, ILO Studies and

Reports, New Ser. No. 27, Geneva.

OIT-International Labor Organization (1956), "Repercussions of a Reduction in Hours

of Work", International Labor Review, 74, 23-45.

OIT-International Labor Organization (1957a), "ILO Productivity Missions to

Underdeveloped Countries, Part 1", International Labor Review, 76, 1-29.

OIT-International Labor Organization (1957b), "ILO Productivity Missions to

Underdeveloped Countries, Part 2", International Labor Review, 76, 139-166.

PARISH, R. y NG YEW-KWANG (1972), “Monopoly, X-Efficiency and the

Measurement of Welfare Loss”, Economica, 39, 301-308.

PETERAF, M.A. (1993), “The Cornerstone of Competitive Advantage: a Resource

Based View”, Strategic Management Journal, 14, 179-191.

PRAHALAD, C.K. y G. HAMEL (1990), “The Core Competence of the Corporation”,

Harvard Business Review, 79-91.

Page 22: UNA INTERPRETACIÓN DE LOS ÍNDICES DE …eduardogf.weebly.com/uploads/5/2/8/9/5289726/icade.pdf · de los datos o de las medidas que se pretende obtener, 3) estimar los índices

22

PRIEM, R.L. y J.E. BUTLER (2001a), "Is the Resource-Based "View" a Useful

Perspective for Strategic Management Research?", Academy of Management

Journal, 26(1), 22-40.

PRIEM, R.L. y J.E. BUTLER (2001b), "Tautology in the Resource-Based "View" and

the Implications of Externally Determined Resource Value: Further Comments",

Academy of Management Journal, 26(1), 57-66.

RUMELT, R.P. (1991), "How Much does Industry Matter?", Strategic Management

Journal, 12: 167-185.

SCHMALENSEE, R. (1985), "Do Markets Differ Much?", American Economic

Review, 75: 341-351.

SCREPANTI, E. y S. ZAMAGNI (1993), An Outline of the History of Economic

Thought, Clarendon Press, Oxford.

SEIFORD, L.M. (1996), "Data Envelopment Analysis: the Evolution of the State of the

Art (1978-1995)", Journal of Productivity Analysis, 7, 99-137.

SELZNICK, P. (1957), Leadership in Administration: a Sociological Perspective,

Harper & Row, New York.

SHEPHARD, R.W. (1953), Cost and Production Functions, Princeton University

Press, Princeton, New Jersey.

STIGLER, G. (1976), "The Xistence of X-Efficiency", American Economic Review, 66,

213-216.

TEECE, D.J., RUMELT, R., DOSI, G. y S. WINTER (1994), “Understanding

Corporate Coherence. Theory and Evidence”, Journal of Economic Behavior and

Organization, 23, 1-30.

WERNERFELT, B. (1984), “A Resource-Based View of the Firm”, Strategic

Management Journal, 5, 171-180.

Page 23: UNA INTERPRETACIÓN DE LOS ÍNDICES DE …eduardogf.weebly.com/uploads/5/2/8/9/5289726/icade.pdf · de los datos o de las medidas que se pretende obtener, 3) estimar los índices

23

RESUMEN

La medición de índices de eficiencia productiva se ha convertido en una práctica

común gracias, en parte, al desarrollo de las técnicas de estimación. Sin embargo, la

interpretación de estos índices supone un ejercicio complicado, al no existir teoría

rigurosa que sustente el concepto de ineficiencia productiva. El objetivo de este

trabajo es proponer una interpretación de los índices de eficiencia, según son

estimados habitualmente, dentro del marco de la teoría de los recursos y

capacidades. El trabajo examina el problema de indefinición del concepto de

ineficiencia técnica en la literatura, para posteriormente exponer el vínculo lógico

existente con la teoría de los recursos y capacidades.