una iglesia fuerte 8 09.03.2014
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¿Cuáles son las características de una iglesia fuerte?
UNA IGLESIA FUERTE:
1° TIENE UN LIDERAZGO Y UNA
MEMBRESIA LLENA DEL ESPIRITU SANTO.
2° TIENE UNA SANA DOCTRINA
3° TIENE COMUNION UNOS CON OTROS
UNA IGLESIA FUERTE:
4° CELEBRA LAS ORDENANZAS CON FIDELIDAD
5° SE DEDICA CONTINUAMENTE A LA
ORACIÓN Y A LA FE.
6° TIENE UN CULTO DE ADORACION INPIRADOR Y
EDIFICANTE .
UNA IGLESIA FUERTE:
7° TIENE UNIDAD EN EL ESPIRITU
8° TIENE MIEMBROS QUE SIRVEN AL SEÑOR EN LA
FORTALEZAS DE SUS DONES ESPIRITUALES.
UNA IGLESIA FUERTE:
Una iglesia fuerte es una iglesia donde sus miembros sirven al Señor conforme a sus dones y
habilidades espirituales.
Romanos 12:6-8 dice: “De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia
que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que
reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.”
La NTV traduce Romanos 12:6-8:
“Dios, en su gracia, nos ha dado dones diferentes para hacer bien determinadas cosas. Por lo tanto, si Dios te dio la capacidad de profetizar, habla con toda la fe que Dios te haya concedido. Si tu don es servir a otros, sírvelos bien. Si eres maestro enseña bien. Si tu don consiste en animar a
otros, anímalos. Si tu don es dar, hazlo con generosidad. Si Dios te ha dado la capacidad de liderar, toma la
responsabilidad en serio. Y si tienes el don de mostrar bondad a otros, hazlo con gusto.”
Hechos 6: 1-6 dice:
“En aquellos días, como creciera el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de aquéllos eran desatendidas en la distribución diaria. 2 Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas.
3 Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de estetrabajo. 4 Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra. 5 Agradó la propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía; 6 a los cuales presentaron ante los apóstoles, quienes, orando, les impusieron las manos.”
Es importante notar en este pasaje que los primeros servidores en la iglesia, aparte de los apóstoles, fueron los diáconos. Un diácono era un creyente que servía las mesas, en el contexto del pasaje era un creyente que distribuía los alimentos a las viudas.
“Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo. Y la gente, unánime, escuchaba
atentamente las cosas que decía Felipe,…”
Hch.21:8 y 9 dice: “Al otro día, saliendo Pablo y los que con él estábamos, fuimos a Cesarea; y entrando en casa de Felipe el evangelista, que era uno de los siete, posamos con él. 9 Este tenía cuatro hijas doncellas que profetizaban.”
Hch.8:5-6 dice que Felipe también tenia
el don de evangelista:
Hch.13:1 dice: “Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo.”
Pablo era profeta y maestro. Fue reconocido como Mercurio porque llevaba la palabra.
Pablo cumplió muy bien su ministerio apostólico enseñando y predicando a Cristo.
En Hch.20:19, servía al Señor con toda humildad y con muchas lágrimas y pruebas. En Hch.24:14, servía a Dios creyendo todas
las cosas que en la ley y los profetas están escritas.
La iglesia primitiva se hizo fuerte porque sus miembros servían a Dios conforme sus dones espirituales, y
eso los hacía eficientes.
Esa fue la historia de un creyente anciano que Dios le dio el don de servir. El tenía la habilidad de trabajar con la madera. Era un carpintero.
UNA IGLESIA FUERTE ES UNA IGLESIA DONDE SUS MIEMBROS SIRVEN EN LA FORTALEZA DE
SUS DONES ESPIRITUALES.
La obra de Dios no la hacen personas extraordinarias sino personas ordinarias como tú y yo que están dispuestas a ser usadas por Dios con sus dones.
Dios sigue buscando creyentes ordinarios para hacer una obra extraordinaria.