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UNA EXPERIENCIA DE VIDA Y UNA NUEVA MIRADA FRENTE AL MUNDO

JUAN MANUEL OCHOA RODRIGUEZ

TUTORA

MARIANA VELASCO ROJAS

UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS

FACULTAD DE ARTES ASAB

PROYECTO CURRICULAR ARTES ESCÉNICAS

2017

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TABLA DE CONTENIDO

INTRODUCCIÓN -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 4

BUSCANDO EL PROYECTO DE VIDA -------------------------------------------------------------------------------------------- 6

DESPERTAR AL DOLOR ---------------------------------------------------------------------------------------------------------- 10

ACEPTACIÓN NO RESIGNACIÓN ---------------------------------------------------------------------------------------------- 13

ENFRENTANDO UNA NUEVA REALIDAD ------------------------------------------------------------------------------------ 15

UN RESPIRO, UNA NUEVA OPORTUNIDAD -------------------------------------------------------------------------------- 18

INDEPENDENCIA Y QUAD RUGBY -------------------------------------------------------------------------------------------- 20

DE UN CUERPO INCONSCIENTE A UN CUERPO CONSCIENTE --------------------------------------------------------- 24

LA PEDAGOGÍA INFANTIL, UN NUEVO CAMINO LABORAL ------------------------------------------------------------- 31

CONCLUSIÓN ---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 37

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INTRODUCCIÓN

Cuando comencé a reconstruir mi vida a partir de mi discapacidad, hallé aspectos que me hicieron

reafirmarme una persona íntegra, consideré que el ser humano cuando vuelve a comenzar una

nueva vida da sentido a las confrontaciones del mundo y puede sentirse pleno en una sociedad en

donde todo es cambiante, pero hay aspectos fundamentales que la familia brinda para reconocer

una nueva oportunidad. Escribir este documento para conocer y reconocerme frente a las diferentes

situaciones y circunstancias que ponen a una persona en discapacidad adquirida en un accidente,

partiendo de un desconocimiento total frente al mundo de la discapacidad para llegar a enfrentar la

propia, ha representado un reto inimaginable.

Otro reto fundamental es el de poder definir, a partir de todas esas circunstancias, un proyecto de

vida, una nueva ilusión o un motivo, que logre dar una luz clara a todas estas adversidades, poder

potencializar cada vez más capacidades y no sentir la frustración de ser un limitado más.

En mi diario vivir, las actividades, fueron llegando algunas al azar y otras por méritos propios,

demostrándome a mí mismo que a pesar de las circunstancias había nuevas posibilidades: podía

estudiar de nuevo, rehacer mi vida, comenzar a construir paso a paso un nuevo planteamiento frente

a las cosas que quería lograr en el futuro, y fue así como la Dirección Escénica llegó a mí, dándome

un sin número de habilidades que fui descubriendo poco a poco en cada una de las clases. También

era reconocer otra dimensión mi cuerpo, dándole pistas para maximizar mis capacidades y no

quedarme con lo que recibía en las terapias de rehabilitación, sino dándome la oportunidad de

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establecer parámetros para poder proyectar este conocimiento con otras comunidades y personas

con discapacidad.

Mi interés por querer dejar una huella en este documento, me deja como satisfacción el dar a

conocer un saber sobre hechos y las respuestas construidas por más de 13 años a través de las

experiencias que fueron madurando con el pasar de los días; una nueva visión sobre los propósitos

personales que pueden ser muy parecidos a los que existían antes del accidente, pero que ahora se

consolidan frente a la nueva situación como profesional.

No quiero despertar compasión, quiero dar a conocer las capacidades que tenemos las personas

cuadripléjicas. Muestro que la constancia, el ejercicio, la disciplina y las buenas direcciones de

maestros, amigos y familia, son la fuerza para lo que he logrado hasta este momento. En este

documento dejo mi piel, mi conocimiento frente a esta situación de la que muchas veces he salido

victorioso. Todo no es amable, han sido años de enfrentarme a una realidad que no creía poder

superar, en la que cada obstáculo era la oportunidad más firme para llegar tanto a lo correcto como

a lo preciso.

En el ámbito profesional quiero dejar una semilla, no solamente a niños y jóvenes sino también a

personas que tienen la misma condición mía.

En este ejercicio dejaré evidencias de mi vida personal, exponiéndolas y mostrando cómo a partir

de una condición física y una superación aceptable, pasando por etapas de obstáculos, hay vivencias

que recojo con regocijo y racionalidad, he logrado mi independencia y alcanzadas metas a nivel

profesional.

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BUSCANDO EL PROYECTO DE VIDA

Cuando salí del colegio en el año 2000, estaba buscando alternativas a partir de mis capacidades

para poder entrar a estudiar una carrera. Comencé a ser un técnico en sistemas en un instituto

llamado ICAM y trabajaba en el Centro de Expresión Cultural C.E.C, (Centro de Expresión

Cultural Fe y Alegría) como asesor en grupos de teatro callejero, allí también me formaba en

valores humanos cristianos, que me ayudarían a lograr mi proyecto de vida, así mismo practicaba

de forma activa la percusión, más específicamente la batería, igualmente me encontraba estudiando

percusión menor en Batuta, también asistía a clases de Teatro en el Teatro Estudio Calarcá

(TECAL), y de esta forma ocupaba mi tiempo todo el día.

Era muy joven, practicaba varias disciplinas deportivas y culturales, que fueron creando en mí

disciplina y compromiso frente a lo que yo quería. Comencé practicando Taekwondo, en donde

aprendí varias habilidades, (elasticidad y flexibilidad), luego practiqué aeróbicos. Un día un

profesor me invitó a formar parte de su equipo, en el cual efectuaban prácticas de gimnasia rítmica

aeróbica de competencia; accedí a practicarlo con el permiso de mi familia, comenzando con un

rigor y disciplina que yo mismo no creía tener, paralelo a esto, también había iniciado talleres en

música para teatro de sala y teatro de calle.

Practicando gimnasia rítmica participé en varias competencias a nivel nacional, tanto para el

Instituto Distrital de Recreación y Deporte IDRD, como para diferentes colegios y diferentes

gimnasios en Bogotá. En todas estas actividades mi familia fue un apoyo constante para lograr

diferentes triunfos; en la parte cultural me enfoqué en la música comenzando a tocar guitarra,

sucesivamente música de la costa pacífica y atlántica, sonidos autóctonos de nuestras regiones

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colombianas. Luego entré a estudiar percusión menor en Batuta y después a estudiar en un centro

que se llama Creación y Arte, allí me incliné por la percusión, me gustaba sobre todo la batería.

En la parte teatral comencé desde los 13 años a practicar teatro callejero, monté zancos y adquirí

muchas habilidades. Mi interés, por querer saber más, me llevó a hacer teatro de sala, en el Centro

Cultural Fe y Alegría. Querer expresarme, querer tener herramientas y sobre todo educar mucho

más mi cuerpo, esto me llevó a tener gran interés por practicar gimnasia rítmica en zancos.

Desde una práctica personal implementaba y complementaba estas disciplinas; también enfoqué el

trabajo actoral a la disciplina corporal. Mi cuerpo era la herramienta, la reacción y la acción, de

complementos emotivos íntimos me permitieron descubrir cada una de mis pisadas en las tablas.

Tuve diferentes presentaciones a nivel nacional, en eventos importantes como el cumpleaños de

Bogotá, Festivales de Verano, Festivales Corporativos y también Festivales Itinerantes en el país.

Luego de varios años de practicar gimnasia rítmica aeróbica de competencia, otro profesor de la

liga de alto rendimiento de Bogotá vio mis capacidades y me propuso que comenzara a practicar

gimnasia olímpica, descubrí nuevas posibilidades, que me exigieron muchísimo más para llevar mi

cuerpo a un equilibrio y a un estado más consciente de mis capacidades físicas. Me sentía muy

satisfecho por lograr competencias que paso a paso iban dando frutos y una visión más clara de lo

que quería.

Participando en pequeñas competencias, fui logrando tener reconocimiento, una autoestima y un

engranaje corporal óptimo para competir en ligas mayores. Fue así como logré reconocimiento a

nivel nacional como gimnasta, participando con universidades y con e IDRD. En este tiempo me

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sentía, muy orgulloso por mis logros, y creía que podía ser muchísimo más, por ello también

implementé la gimnasia olímpica en los zancos.

Primero intentaba generar pequeños botes en colchonetas, luego me surgió la idea de colocarles

resortes a los zancos, de tal forma tendría mucho más movimiento al saltar, después comencé a

colocar muletas para ponerme en manos, y poder elevar mi cuerpo con más facilidad y hacer mejor

los giros, comencé a inventar nuevas posiciones a partir del break dance, entonces se hacían más

dinámicas las figuras y más emocionantes.

Sentía que tenía muchísimas capacidades para proyectar para mi vida. Cuando salí del colegio,

enfoqué todo esto para enseñarlo a niños adolescentes y jóvenes, y sentí necesidad de avanzar en

el proceso de aprender; el apoyo más fuerte fue el del Centro Cultural, allí con un grupo de personas

incluyendo un psicólogo y amigos como John Jairo Puche, Javier Lozano y Jaime Barragán, se

encargaron con buena pedagogía de desarrollar estos temas con niños y adolescentes.

Llegué a conformar con un grupo de amigos, algo que nosotros llamábamos animadores, no era un

grupo para mucha gente, pero sí para los que tenían más capacidades para desarrollar procesos

artísticos con niños y jóvenes. Mi familia se sentía muy orgullosa, porque a mi corta edad tenía

muchas cualidades, me desempeñaba muy bien, mi familia me permitía muchas cosas, menos que

me metiera por la ventana en zancos, creían que era muy peligroso, pero en ese tiempo yo era muy

arriesgado para muchas cosas, no media los riesgos.

Seguía cada vez más inquieto, entré a cursos personalizados de percusión, a diferentes talleres de

teatro, mi ilusión era comenzar mi carrera universitaria, mi ideal era entrar a la ASAB, a la

Academia Superior de Arte de Bogotá, a estudiar música.

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Las pruebas y el nivel para ingreso eran bastante rigurosas, me hacía falta formación musical,

decidí entrar a estudiar Artes Escénicas con énfasis en Actuación, pues se me facilitaba mucho y

tenía preparación corporal, con tan buena suerte que ya conocía a varios de sus profesores, como

Carlos Araque, de quién recibí en el Centro Cultural formación en talleres, sentía que las cualidades

que él expresaba en el escenario eran muy parecidas a las que yo quería expresar con mi cuerpo.

También había aprendido del maestro Camilo Ramírez Triana, que me dejó bases muy importantes

para el desarrollo fonador de mi cuerpo. El maestro de gimnasia Ricardo Novack, que además daba

clases en la Universidad Distrital y en la liga de alto rendimiento, en varias oportunidades me invitó

a participar en encuentros de universidades en la modalidad de gimnasia olímpica, en donde gané

diferentes medallas.

En aquel tiempo yo tenía una compañera sentimental la cual me apoyaba en todo, en ese momento

tenía un buen trabajo, como asesor en grupos musicales y en grupos teatrales, después de un buen

tiempo mi compañera quedó en estado de embarazo y fue para mí una motivación más para seguir

adelante y ser un hombre completamente organizado.

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DESPERTAR AL DOLOR

El 21 noviembre de 2003, empezando el segundo semestre como estudiante de Artes Escénicas,

tuve un accidente practicando gimnasia olímpica; este día yo me encontraba en una clase de la

Universidad. Al terminar, yo me quedé practicando un poco más, porque en esos días teníamos

unas competencias, el maestro en ese momento tuvo que salir y yo me quedé solo con dos

compañeros, estábamos practicando salto en mini trans con tres mortales hacia el frente, yo estaba

practicando bien mi ejercicio, mi idea era ganar más altura para tener una mejor calificación en las

pruebas finales.

En uno de los giros mi cuerpo se desequilibró estiré mal mis pies y mi cuerpo cayó en desplome

sobre mí nuca, sobre mi cuello, quedando en ese momento sin respiración, pidiendo auxilio. Se

encontraba otra maestra dictando su clase de gimnasia, ella me apoyó, luego comencé a sentir un

hormigueo, por todo mi cuerpo y sucesivamente un ardor muy fuerte en mis piernas y brazos,

también sentía muchos deseos de dormir, la maestra me entretenía mientras llegaba la ambulancia.

Se fueron apoderando el miedo y la angustia de mí, al punto en que ya no pude contener mi llanto,

en ese momento yo pensaba que ese golpe se iba solucionar rápido. Cuando llegó la ambulancia,

tuvieron que inmovilizarme, y el dolor se hacía cada vez más intenso, era muy difícil poder soportar

tanto dolor y desesperación, me trasladaron al hospital San Ignacio, en aquel hospital recibí los

primeros auxilios.

El amigo que me acompañó fue un apoyo constante, al saber que yo iba para el hospital San Ignacio,

me percaté de que muy cerca de allí trabajaba mi madre, entonces yo le dije a mi compañero, que

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por favor se acercara y le avisara de lo ocurrido, mi madre al saber lo sucedido fue rápidamente a

donde yo estaba para saber qué se podía hacer. Cuando fue informada por lo sucedido, llamó a mis

hermanas, y avisó a toda la familia de lo que me había pasado, lo que no sabían era como avisar a

mi compañera; cuando mi madre estuvo conmigo, le dijeron que tenían que sacarme unas

radiografías para saber qué parte estaba afectada.

El pánico me invadía, después de la radiografía me dijeron que tenían que hacerme una

intervención porque dos de mis vértebras estaban rotas, había sufrido un trauma raquimedular a

nivel cervical C5 - C6 y también estaba comprometida la médula. Mi madre tenía que hacer la

autorización, ya que cualquier cosa podía pasar en aquella operación, luego de ello llegó mi

compañera, y ella fue la que me dio ánimos.

Después de llevarme al quirófano me encomendé a los doctores y a los practicantes que en ese

momento se encontraban allí, nunca en mi vida había sentido tanto miedo, después de ese momento

no recuerdo nada, supe que había sufrido dos paros cardio respiratorios; por poco no estaría

contando esta historia. Al día siguiente, amanecí en una cama en cuidados intensivos y una

enfermera estaba haciendo la limpieza en mi cuerpo, cuando desperté sentía mi cuerpo bastante

pesado y sin ningún movimiento, estaba completamente desubicado, desorientado, y bastante

desanimado, pero mantenía la fe de que prontamente esta situación pasaría.

Durante el día solamente teníamos una hora por la mañana y una hora por la tarde para ver a

familiares y amigos. Me sentía muy solo, solamente podía mover mis ojos y el dolor era bastante

intenso, sin embargo, yo seguía guardando esperanzas de que este proceso iba a pasar bastante

rápido, igual sentía el apoyo incondicional de mis hermanos y sobre todo de mi madre, también de

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algunos amigos que en ningún momento desistieron de visitarme, claro y sobre todo el de mi

compañera, que en todo momento buscaba estar conmigo a pesar de las circunstancias y su

embarazo.

Los tres primeros días fueron bastante traumáticos, pues el dolor y la desesperación invadían cada

vez más mis sentidos, literalmente quería salir corriendo del hospital, y seguir mi vida normal, pero

sabía que eso era completamente imposible, que tenía que soportar y aguantar.

Al tercer día del accidente los doctores me dijeron que mi lesión había sido bastante grave, que ya

no iba a volver a caminar y quedaría cuadripléjico. Las esperanzas que había guardado de que todo

este proceso solamente durara dos meses, se habían quedado completamente en el suelo, entré en

estado de shock, era inevitable, todos los recuerdos vividos en mi infancia, en mi pre adolescencia

y en mi juventud comenzaron como una película. Sin motivo evidente comencé a sentirme muy

débil y no paraba de llorar, cada vez que mi familia entraba al en cuidados intensivos, los veía con

esa angustia con esa tristeza y con sus ojos bastante hinchados, sin embargo, me daban su apoyo

incondicional.

Al cuarto día de tanto llorar, la fuerza de mis pulmones se me fue y tuvieron que hacer una

entubación y colocar un respirador artificial, antes de eso tuve la oportunidad de decirle al doctor

que me dejara ir pero su ética no lo dejó, en verdad yo no quería seguir viviendo.

Mi compañera me pidió el favor de que no la dejara sola con el bebé, yo le prometí que mi bebé

iba a ser la razón por la cual yo iba a seguir viviendo, desde ahí comencé una lucha con el respirador

para lograr estimular mis pulmones hasta que dejé el respirador artificial.

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ACEPTACIÓN NO RESIGNACIÓN

A partir de la intervención y acompañamiento de una psicóloga, que comenzó hablar de mi estado

y hacerme de cierta forma aterrizar sobre lo sucedido, aunque rechazaba su apoyo, también muchas

personas que fueron a orar por mí, de cierta forma me sentía un poco más tranquilo.

Hice amistad con muchas enfermeras, quienes comenzaron a sentir un gran cariño por mí, después

de todo esto me pasaron a un cuarto, yo tenía una traqueotomía que me dificultaba hablar, así duré

varios meses hasta que me pasaron al hospital de Tunjuelito, allí estuve unos días mientras me

quitaron la traqueotomía. Después de que salí del hospital, encontrarme en una silla y sentirme

demasiado débil, me hacía sentir rabia, desesperación e impotencia, sin embargo, quería comer

algo rico. Mis hermanos me llevaron a comer una pizza, al llegar a la casa en una ambulancia

medicada sabía que no podía ir al cuarto que era en el segundo piso, mi familia me había dispuesto

un lugar en el primer piso, en donde había una cama hospitalaria.

Al poco tiempo queríamos saber con mi compañera qué diagnosticaba la ecografía del bebé, fuimos

juntos y supimos que era una niña, allí comencé a tratar de superar todos los obstáculos y a

encontrar una mejor razón de vida, aunque en el hospital estuvo una psiquiatra conmigo, ella

intentó decirme que en algún momento de mi vida muchas cosas iban a cambiar.

No quise tener más terapias con ella, de cierta forma negaba muchas cosas, luego de que mi hija

nació, yo buscaba hacer hasta lo imposible para ofrecerle lo que yo podía, muchos de mis amigos

dejaron de visitarme, entonces comencé a sentir soledad, un amigo psicólogo me prestó apoyo y

comencé a confiar en él, él me decía que todo este tipo de cosas podrían pasar. Comenzaron las

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frustraciones, todo esto duró más o menos un año y medio, en donde el acople con mi familia fue

un poco complicado, acostumbrarme a ellos no era fácil, y ser dependiente absolutamente de todo

lo hacía mucho más difícil, pero lo más difícil de superar era el hecho de que ya no podía montar

zancos, que ya no podía hacer gimnasia, que la percusión tendría que ser diferente, que mi pasión

por la bicicleta quedaría hasta ahí.

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ENFRENTANDO UNA NUEVA REALIDAD

En ese tiempo conviví con mi compañera. Buscaba refugiarme en la música, en los libros y en el

ejercicio, entre más tiempo estuviera ocupado, sentía que menos iba a sufrir. Después de un año y

medio, me dieron la oportunidad de volver a entrar a la universidad, a estudiar dirección de teatro,

muchos maestros me regalaron libros y aprendí bastante, entonces una de mis hermanas me

acompañó en el proceso.

Tenía mucho miedo porque no sabía a qué me iba enfrentar, me sentía cohibido, no sabía cómo iba

a escribir, cómo recibir una clase, no sabía qué iba a pensar la gente, desconocía la reacción al

verme en silla de ruedas y muy poco movimiento, tampoco sabía cómo los maestros iban a

reaccionar y a proponerme trabajos en sus clases, pero sabía que tenía que enfrentarme con

voluntad, que volver a empezar era una nueva oportunidad.

Para comenzar a definir qué iba a realizar estando en la Universidad, estudiando Dirección

Escénica, comencé con un proceso de concienciación. Desde las lecturas, me encontré a diario con

un libro que me había regalado el maestro Carlos Araque, “Principios de Dirección Escénica”.

Comenzaba a pensar de qué forma el cuerpo y todo aquello que había perdido iba a volver a ser

útil, pensé que el actuar estaba completamente perdido, porque prácticamente el 95% de mi cuerpo

estaba inhábil; comencé a definir una carrera como director, pues también tenía ese espíritu de

coordinar, de manejar grupos, de dirigir; no estaba lejos y además eso lo había experimentado en

los ciclos que tuve anteriormente en la Universidad, mantenía actitud de liderazgo.

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Después de coger los libros y leerlos detenidamente me pregunté, ¿qué herramientas teóricas podría

utilizar para mi beneficio físico?, en los libros encontré muchas, y por ahí comenzó el interés y la

imaginación de poner propuestas escénicas, a mi manera, a mi modo, a mi tiempo.

Me interesaron en particular: las puestas escenográficas, el tiempo, el espacio, las atmósferas y

lograba imaginar leyendo; me comencé a ilusionar y a crear momentos únicos que solamente podía

concebir en mi imaginación. Durante año y medio mi tarea fue crear en silencio, no solamente sabía

que iba a dar un paso más adelante de lo que estaba haciendo, sino que también estaba creando

partituras imaginarias de lo que podría ser más adelante mi desarrollo. Logré avanzar con algunos

ejercicios que me sirvieron de herramienta para darme cuenta que podía perfectamente hacer uso

de mi capacidad creativa. Por eso definitivamente decidí enfocarme en guías teóricas para poder

desarrollar más habilidades.

Comencé a quitarme un poco las barreras que llevaba conmigo, el miedo, el qué dirán; me llevé

gran sorpresa de las personas con las que iba trabajar, estaban dispuestas a apoyarme en todo lo

que necesitara, inclusive los maestros buscaban formas y alternativas para que pudiera desarrollar

a plenitud cada una de las clases. Comencé a buscar metodologías propias para comenzar a

desarrollar mis capacidades, pues la universidad no contaba con un pensum para mí, entonces

comencé a buscar cosas que me ayudaran a mejorar en este proceso. En este asunto la mayoría de

mis maestros, me apoyaron, ellos pusieron mucha voluntad y mucho amor para que yo pudiera

aprender, pues mi limitación eran mis piernas y mis brazos, pero mi mente estaba lúcida, era lo que

tenía que aprovechar, así fue como fui adaptándome a cada una de las clases, sin importar que

fueran en el sótano, en el segundo, en el tercer o en el cuarto piso, conseguí una grabadora para

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poder grabar mis clases, y así tenerlas presentes y frescas, también busqué adaptar un esfero con

un aditamento a mi mano, y así poder seleccionar lo que me dejaban en copias, también busque

programas de computación y un computador, me ayudaron a ser un poco más fácil la tarea, tenía

el apoyo de mis compañeros.

Sin dejar de hacer ejercicios fui mejorando bastante, fui más independiente en algunas cosas, a

partir de esto comencé a sentir alivio. Por las noches antes de dormir, pensaba en mi cuerpo y en

la forma de cómo podía mandar información para activar y recuperar mi cuerpo, lo hacía pensando

en intentar mover los dedos de las manos, el tronco, las piernas y los pies, lo hacía cada día con

una parte del cuerpo, al comienzo fue fantástico comenzar a descubrir cosas, hasta cuando llegó de

nuevo la frustración, pero a partir de esos obstáculos, me volvía más fuerte, siempre se me pasaba

por la cabeza que mi cuerpo era mi herramienta de trabajo, para muchas cosas que yo hacía antes,

luego de esto yo tenía que comenzar un nuevo proceso, desde cero, lo veía todo tan complejo y tan

difícil, pero esto a la vez se convertía en una lucha por querer más.

Sabía que tenía que tener disciplina y compromiso conmigo mismo para poder recuperar muchas

cosas, entre ellas la fe, la responsabilidad para que los estados anímicos no fueran tan variantes,

respirar y mantener la calma era la mejor arma en ese momento. Así fue que, con el apoyo de mi

familia, el de mi compañera y algunos amigos, comencé a superar los obstáculos de esta etapa de

más o menos 4 años. Llegó una sorpresa inesperada y dolorosa, la decisión de mi compañera de no

continuar más con la relación, me dolió bastante, en ese momento hacía hasta lo imposible por

vivir con ella, fueron momentos de soledad, en donde la desesperación me llevó a consumir drogas.

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UN RESPIRO, UNA NUEVA OPORTUNIDAD

Comencé a buscar apoyo y a leer bastantes cosas sobre psicología, encontré herramientas que me

ayudaron a disipar lo que en ese momento estaba pasando, lo que llaman el Secreto o la Ley de la

Atracción, de allí cogí algunos elementos útiles, saber perdonar, saber que quería lograr, y cómo

comenzar a atraer todas estas cosas hacia mí.

Mi hija comenzó a ser un fuerte apoyo, en todo este proceso, pues siempre la veía como mi luz,

como mi salvación, la fuente que yo necesitaba todos los días para seguir viviendo. Ella devolvió

mi sonrisa, mis ganas de vivir, ella en definitiva se volvió mi razón de ser. Me acompañaba en

todos los procesos y me animaba a seguir adelante.

Después de tener tantas cosas en la cabeza, llegó una posibilidad que podría ser un mejoramiento

significativo para mí, llega la posibilidad por medio de una prima de poder acceder a un proceso

experimental de implante y rehabilitación. Con el apoyo de mi prima me inscribí. El proceso

consistía en sacar células de la mucosa nasal e implantarlas directamente en la parte afectada de la

médula, existía la esperanza de volver a caminar con este proceso, a partir de la rehabilitación

intensiva y con el cumplimiento paso a paso de exámenes y ejercicios.

Tenía que pasar pruebas psicológicas y físicas para poder acceder a este tratamiento. Pasé con gran

satisfacción, sólo quedaba un examen que definiría si era apto para a este tratamiento, y era que la

médula no pasara más de 3 cm de lesión, en mi caso tenía 2.7 cm, fui apto.

Después de haber pasado todos los exámenes, me hicieron en la Fundación Arcángeles (Centro de

Rehabilitación Integral) un proceso de preparación física en el que la intensidad del ejercicio era

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de ocho horas, luego me hacían el implante, como les decía, células de la mucosa nasal

directamente a la parte afectada de la médula espinal, una rehabilitación intensiva, por cuatro años,

los cuales viví con gran entusiasmo y mucho positivismo para poder recuperar más movilidad, fue

un proceso duro y doloroso, en donde aprendí y en donde mi habilidad por ser un poco más

independiente se logró, el objetivo era poder caminar, pero averiguando en muchos países en

ninguno se había dado la posibilidad de esto, sin embargo gané fuerza en tronco, en mis brazos y

un mejor control de esfínteres, paralelo a esto disminuí créditos en la Universidad para hacer todo

lo que me gustaba sin dejar nada atrás.

En la Fundación no solamente hacían rehabilitación integral, sino también me propusieron que

hiciera parte de un nuevo equipo que se estaba formando en Colombia llamado Quad Rugby, un

deporte bastante interesante que había traído la persona que fundó Arcángeles, esta persona se

llama Juan Pablo Salazar, cuadripléjico también, que jugó en diferentes lugares de Estados Unidos

trajo este deporte a Colombia.

Con los días y conociendo personas dedicadas a esta actividad, me di cuenta que era un deporte en

el cual podía expresar mis capacidades reprimidas y al ver que otras personas con limitaciones

podían hacer muchas cosas comencé a decir “si ellos pueden yo también puedo”. Y desde ese

momento mis compañeros me sacaron adelante, logré ser independiente en mis actividades diarias,

por ello me siento muy agradecido.

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INDEPENDENCIA Y QUAD RUGBY

El Quad Rugby es un deporte para personas cuadripléjicas, personas que tengan polio en las cuatro

extremidades y personas Cuadri amputadas; es un deporte que nace en Canadá en los años 70,

originalmente fue llamado balón asesino. El nombre fue cambiado a Quad Rugby cuando fue

introducido en los Estados Unidos, Rugby describe mejor el espíritu del deporte.

El Quad Rugby se juega en una cancha oficial de baloncesto. Hay cuatro jugadores en cada equipo.

Se hacen goles al cruzar la línea de gol del adversario, la cual está entre dos conos de ocho metros.

La ofensiva debe pasar o botar el balón cada diez segundos. Tienen diez segundos para poner a

jugar el balón y quince para cruzar la mitad de la cancha.

Es un contacto entre silla de ruedas como carros chocones, bastante adrenalina, si un jugador es

tumbado, se le ayuda y el juego se detiene. Cada jugador es clasificado de acuerdo a su nivel de

funcionalidad. La clasificación va de 0.5 (más baja) a 3.5 (más alta). En cada equipo es permitido

un total de ocho puntos en la cancha al mismo tiempo. Esto se hace para que un equipo no tenga

ventaja de funcionalidad sobre el otro. Las estrategias varían de acuerdo a los jugadores de cada

equipo, condición y estilo. A algunos equipos les gusta el juego rápido, presionando, y otros

prefieren un juego más lento, disciplinado. La velocidad, contacto y estrategia hacen que el deporte

sea realmente fascinante para el público.

Entré al equipo de la selección Colombia de Quad Rugby. Todo este proceso comenzó en el año

2008, luego sucesivamente participé en el primer torneo de Quad Rugby, llamado Maximus

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Colombia, fue el primer campeonato que se hizo a nivel latinoamericano, mi proyección

comenzaba a visibilizarme como un jugador de alto rendimiento.

El Quad Rugby lo conozco hace 9 años y lo practico desde ese tiempo, siempre había querido

buscar un deporte después del accidente, para mantener mi disciplina y mi nivel competitivo. En

el Rugby vi una posibilidad de ganar independencia, y en esa lucha constante encontré un deporte

que me apasiona, encontrando así una proyección competitiva y personal. He participado en varias

competencias, MAXIMUS 2008 Colombia, MAXIMUS Brasil 2009, México 2011, Campeonato

Regional las Américas 2010, MAXIMUS 2011 Bogotá Colombia, Campeonato Américas en

Alabama 2013, Campeonato Sur-americano Bogotá 2013, en los juegos panamericanos Toronto

Canadá 2015, en torneos internacionales en Ecuador, Perú, Uruguay, Estados Unidos, Polonia,

Francia, Brasil y en los juegos juveniles que se desarrollaron en Sao Paulo Brasil 2017 entre otros,

y en diferentes eventos nacionales como el más importante: Minas antipersonales 2011.

El Rugby para mí significa adrenalina, pasión, y un sinfín de posibilidades físicas, una gran

independencia, disciplina, constancia, lucha y riesgo. Allí fue donde pude descubrir bastante

fortaleza, en donde aprendí de mis compañeros y ellos me ayudaron a ser una persona más

independiente, de ellos aprendí que no hay barreras, y que podemos luchar en nuestro diario vivir.

La rehabilitación intensiva comenzaba a mejorar día a día, y comencé a desprenderme del apoyo

que tenía a diario, que era mi madre, mi hermana, y así sucesivamente comencé a salir sólo. A

partir de esto, muchos logros se consolidaron; fui uno de los mejores deportistas con una

calificación de 0.5, en el deporte colombiano, lo que me ha brindado independencia y seguridad.

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Paralelo al deporte, en la Universidad me tocó disminuir los créditos académicos, ya cursaba mi

sexto semestre, y aunque las cosas no eran fáciles estaba dispuesto a entregar todo de mí para poder

responder con ambos compromisos; para este tiempo a nivel de dirección ya había pasado por más

o menos siete procesos, en donde cada proceso nos dejaba un aprendizaje intelectual bastante

fuerte, que para el siguiente proceso era un poco más flexible. Pude seguir tanto con las terapias

con el entrenamiento y las clases.

Mi tiempo se distribuía más o menos de esta forma, desde las siete de la mañana comenzaba mi

terapia hasta las once y media de la mañana, almorzaba y luego me iba a la universidad, llegando

a la una de la tarde, tenía clases hasta las cinco o seis de la tarde, y después de esto salía a mis

entrenamientos y llegaba a las siete, entrenábamos dos horas hasta las nueve de la noche, y luego

me recogían para llegar a mi casa a las diez de la noche; no todos los días eran iguales trataba de

acomodar las horas, habían días en que recibía clases por la mañana y el resto del día lo distribuía

para hacer mis terapias y entrenar, tampoco entrenaba todos los días, solamente dos o tres veces a

la semana, mis terapias si eran fijas por eso tocaba acomodarlas, todo a partir del horario de la

Universidad. Eran días muy complicados pero el aguante y las ganas de seguir eran cada vez más

grandes, además contaba con más tiempo porque para ese entonces ya había terminado con la

madre de mi hija. Los avances en todos los aspectos eran significativos, en la Universidad manejaba

grupos más o menos de diez a quince personas, esto fue casi todos los semestres, manejamos esa

cantidad porque solamente éramos dos directores, Hernán Illanas y yo.

Pero no solamente era este trabajo como director, sino en las demás clases que me exigían tener

una mayor disposición, como en las clases de foniatría, o en las clases de cuerpo donde yo era el

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monitor y seguía el trabajo minucioso de cada actor en los ejercicios, describía de forma textual

cada uno de sus movimientos, implementando los míos como ejercicio o como bitácora para

posibles aprendizajes para personas con limitaciones.

Durante todos estos procesos me surgía la inquietud personal de cómo mi cuerpo se transformaría

a partir de cada uno de los ejercicios que los maestros implementaban. A partir de ahí comencé a

descubrir y a tener muchas sensaciones, lógicamente mi perspectiva y mi amplitud frente a un

nuevo reconocimiento en mí, me llevaron con interés a algunas cosas en particular: manejar

correctamente la respiración, aprender a estimular de una forma adecuada los músculos, crear

conciencia de mis partes funcionales, disciplinarme y seguir con rigor el nuevo ritmo de las clases.

Les comentaré algunas experiencias que tuve con mis maestros, lógicamente también acompañado

de ellos surgían metodologías, que para ellos eran interesantes de explorar.

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DE UN CUERPO INCONSCIENTE A UN CUERPO CONSCIENTE

En mis clases de foniatría, no creí que fuera aprender nada, pues al comienzo no sabía qué

significado tenía cada uno de los ejercicios que el maestro nos daba, hasta que poco a poco la

interpretación de cada uno de los movimientos que lograba percibir al trabajar, por ejemplo la

respiración, me hacían sentir que para mí rehabilitación era muy positivo, trabajar los músculos del

diafragma y comenzar a hacer consciente músculos que ni siquiera sabía que existen, me di cuenta

del desarrollo que mis músculos internos lograban, me sentía útil, satisfecho.

Uno de mis grandes impulsores hacia todo este trabajo fue el maestro de expresión corporal, ya

que antes del accidente mi esencia estaba ahí, en poder crear partituras de movimiento que me

hicieran sentir que estaba creando situaciones, momentos, expresiones, personalizaciones,

caracterizaciones de diferentes momentos y personajes.

Esta iniciativa la recibí del maestro Carlos Araque, comprendí que la expresión corporal es un

medio, un lenguaje y también una disciplina, los movimientos van formando un cuerpo expresivo

de comunicación y esteticidad única y propia. Esto nos permite abrirnos a las sensaciones, afinar

los sentidos, despertando la sensibilidad para darnos cuenta de qué se percibe aquí y ahora,

encontrando lo imprevisto, lo no habitual, preparado siempre para inventar instantáneamente una

respuesta satisfactoria a situaciones nuevas, de esta forma muchos de los ejercicios se hacían

propios, porque podía expresar de una forma libre pero también consciente mis propios

movimientos y los movimientos en conjunto, creando partituras nuevas e interesantes para

llevarnos a interactuar en unicidad como si fuéramos un solo eco, una sola escucha.

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Intervenía en este proceso porque me gustaba poder expresarme corporalmente, hacer una crítica

constructiva a mis compañeros y en cierta forma y en algunas ocasiones poder dictar yo clases; en

las clases de danza podíamos crear frases a partir de un conocimiento previo sobre algunos

movimientos, esto nos generaba armonía, un equilibrio corporal y una memorización físico mental

para cada uno de nosotros, se generaba una sensación de ligereza, una sensación como de elevación,

que me hacía sentir pleno y dispuesto para cada clase.

En los ejercicios de improvisación desbordábamos toda nuestra creatividad, a partir de todos los

juegos técnicos desarrollados. Inicialmente se trataba de una acción física concreta, buscando un

inicio, un nudo y un desenlace con el movimiento sin objetos solamente la acción, después sería

una acción con objeto, representando así una mimesis de la acción concreta, dábamos un contexto,

una situación y de esta forma se podía guiar nuestra imaginación, podíamos crear roles, fijar un

trayecto preciso, en el cual encontramos una expresión personal.

Una de las clases por la que siempre estuve interesado fue la de escenotecnia, porque me interesó

poder escenificar un espacio, visualizarlo y de tal forma colocar en cada lugar, en cada momento

una sensación, una atmósfera única para el espectador. Los elementos visuales, como la

iluminación, el vestuario y el maquillaje son esenciales para una representación, para recrear

efectivamente un conjunto visual, mi interés pretendía que todas estas características pudieran

influir de una forma efectiva en todos mis montajes, en muchos momentos dónde visualizaba cada

escena o sobre cada espacio para poder recrear todo lo que tenía en mi mente, por eso mi interés

en que esta asignatura fuera parte esencial de lo que yo quería en un futuro.

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También en todos mis proyectos quería dejar algo poético, algo que viniera muy dentro de mi alma,

que pudiera expresar, esa sensación que cada director quiere dejar impregnada en cada uno de sus

montajes, por eso me interesaba mucho aprender sobre la construcción dramática, poder entender

linealmente cada parte de las instrucciones enseñadas por el maestro Jorge Eliecer Cantillo, poder

interpretar y entender a cabalidad un monólogo, un soliloquio, un poema, un soneto, un verso, un

entremés, un argumento, una acotación, me era un poco complicado poder entender las

características de cada uno, pero al interpretarlo sentía que ahí estaba la magia porque podía

entender el significado de cada interpretación, de cada sentimiento dado a cada frase, a cada

palabra, así mismo en muchos de mis procesos tuve interés a pesar de mis circunstancias, me

motivaba buscar los recursos necesarios para poder entregar los trabajos. Para las evaluaciones

utilizaba las grabaciones y las escuchaba varias veces hasta que comprendía, al comienzo eran

generalidades, pero ya después se volvió una herramienta esencial, para poder participar

activamente tanto en las clases como en las evaluaciones.

Dirigí “Doctor Manzanillo” y “Toque de Queda”, de Luis Enrique Osorio. Con la obra “Doctor

Manzanillo” trabajamos un grupo de ocho personas, en donde analizábamos las entradas de los

personajes, para qué entró, cómo entró, el objetivo general de la escena, su motivación, y de ahí en

adelante teníamos que realizar un análisis literario, con cada una de las obras; el “Doctor

Manzanillo” fue la primera, seguida de “Toque de Queda”, en esta obra trabajamos escenas

inexistentes, con un elenco de 12 personas, en estas escenas trabajábamos las circunstancias dadas,

lo que había acontecido en un tiempo pasado, y así desentrañábamos parte del presente en la obra.

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En “Corre Corre Carigüeta”, de Santiago García, llegamos más a fondo del análisis literario, esto

exigía tener mayor conocimiento y análisis de cada una de las partes de la obra. Bajo la estructura

de tragedia se realiza el montaje teniendo como contexto la época precolombina, el autor nos

permitía sentir la satisfacción de poder ampliar nuestro conocimiento en nuestras culturas

ancestrales. Carigüeta fue un guerrero que llevaba información de un pueblo a otro, y contaba cómo

su pueblo tendría que ser esclavo de los españoles. En estos trabajos con la maestra Carolina Vivas,

mostrábamos nuestras carpetas de dirección que contenían bitácoras, y los elementos básicos en la

comprensión del análisis literario, también después de haber pasado cada propuesta en el escenario

se hacía una retroalimentación de aspectos positivos a mejorar, de esta forma se completó el

segundo año y comenzó un nuevo proceso.

En el tercer año se trabajó la obra “Después de la Caída”, de Arthur Miller, este proceso fue

acompañado por el maestro Dubián Gallego, en el cual también trabajamos diferentes géneros,

trabajamos Pieza, en la obra seleccionada se expresa la libertad y la aceptación de la

responsabilidad personal como los valores principales de la vida; para este tiempo, me surgía la

inquietud de comenzar a trabajar obras que trabajaran todos los aspectos relacionados con lo social

y lo familiar, fueron lineamientos estrictos en donde me exigía una mayor claridad sobre el texto,

una reflexión personal, para poder lograr un buen trabajo en la escritura de cada subtexto, nos

mostraba fuerzas en pugna, una lucha incesante por una determinación.

En el “Sueño de una Noche de Verano”, de William Shakespeare, la farsa constituyó la estructura

a trabajar. En esta obra logré disfrutar cada uno de los momentos con los personajes, a

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pesar que originalmente el texto corresponde a una comedia. Fue un momento de creatividad, que

nos llenó de satisfacción. Los principales temas de la obra fueron los sueños y la realidad, el amor

y la magia, con personajes mitológicos, que entremezclan sus propios destinos y el de dos parejas

de enamorados que sufren y disfrutan por causa de su amor; el elenco, fue bastante dinámico con

propuestas amplias, en donde se logró una dinámica y un compromiso, los maestros en sus críticas

constructivas nos daban orientaciones y nos señalaban la importancia de la escenografía, las

atmósferas, los sonidos, la iluminación.

En “Quien le Teme a Virginia Wolf” de Edward Albee trabajamos el melodrama, en esta obra

profundizamos sobre las ilusiones como sustituto de la realidad, una obra compleja que nos

demandó bastante tiempo para encontrar los personajes y poder crear una caracterización acorde a

lo que solicitaban los maestros. En este proceso el grupo que conformaba el elenco fue de

fundamental importancia, porque me apoyaron para crear nuevos ejercicios.

En la obra “Yo También Hablo de la Rosa” de Emilio Carballido se trabajó con gran acierto los

temas relacionados al género didáctico, nos enfocamos en un buen análisis de los personajes y en

los temas relacionados con la obra, los soliloquios se volvieron importantes, porque tocaba

desentrañar cada uno de los personajes y saber exactamente toda su línea de pensamiento, fue un

gran reto porque en esta obra, yo tenía todo el grupo a cargo, los ensayos se hacían extenuantes y

hasta largas horas, en los pocos momentos los maestros observaban y agregaban su vocería, para

que el trabajo cada vez fuera más productivo.

Con “La Traición en la Amistad”, una obra en verso, y a cargo del maestro Fernando Pautt, fui su

asistente de dirección. En este montaje iniciamos con un análisis del trabajo que se hacía en clase,

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llevaba las bitácoras del trabajo y observaba detenidamente todo el conjunto grupal para relacionar

todos los ejercicios, al final de la clase mi rol era dar una apreciación de todo el trabajo realizado,

también consistía en trabajar con grupos la versificación y la buena pronunciación.

Dando continuidad al proceso de montaje por géneros, En “Locos de Amor” de Sam Shepard, yo

seleccioné el género del melodrama. Nos enfocamos en el trabajo personal del Actor. Se abordó el

montaje de toda la obra; esta obra fue Presentada en el VIII Festival de Piezas Cortas para Espacios

Breves.

También trabajé en la obra “El Zoológico de Cristal de Tennessee Williams. Adaptación y creación

colombiana, presentada en el Teatro La Candelaria, esta obra fue una de las mejores obras que he

presentado, primó el trabajo cooperativo. La escenificación fue uno de los puntos a favor con que

logramos equilibrar la parte poética, de todo este conjunto de escenas. Los actores expresaron con

gran satisfacción su agrado por el resultado, cada uno expresó sus cualidades y sus dificultades en

la obra; logramos compaginar un buen equipo de trabajo y nos dio el resultado que esperábamos.

Como director, me sentí muy agradecido, porque tuve completamente el apoyo de mi equipo, aparte

de que la obra me dejó como reflexión el gran trabajo sobre los aspectos del ser humano, sus

conflictos, sus motivaciones, sus relaciones personales y su línea para evolucionar en la vida, esta

obra fue presentada, en IX Festival Internacional de Teatro Universitario de Manizales y en La

Fundación Gilberto Álzate Avendaño.

Ahora hago parte de la Corporación Eleusis, entidad que genera proyectos artísticos y socio

culturales, en la localidad de Usme. También hago parte de la Asociación Integrarte RD, diseñando

proyectos para personas con limitación visual, en este espacio trabajamos talleres de integración,

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talleres en reconocimiento del espacio, técnicas teatrales y musicales. Constantemente las

presentamos en colegios o espacios públicos. En la Fundación Mundo Hábil aporto conocimientos

en la parte de desarrollo social, para personas con discapacidad.

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LA PEDAGOGÍA INFANTIL, UN NUEVO CAMINO LABORAL

Este proceso comenzó con mi inclusión en los programas que se dictaban en el Centro Cultural Fé

y Alegría; estuve en música, teatro, zancos, etc. Aprendí cualidades con la intención de aplicar una

educación humano-cristiana, para que así mismo las pudiéramos aplicar cuando fuéramos un poco

más grandes a grupos infantiles y pre adolescentes, por eso se han conformado grupos especiales

de lo que nosotros llamábamos animadores, en donde aprendimos diferentes talleres que nos

proporcionaba el manejo de grupos pequeños.

Después de este acercamiento, un grupo de asesores, nos inducían el camino y evaluaban cada

proceso que íbamos llevando con estos grupos, hasta llegar al punto en que nosotros

comenzábamos a ser asesores de otros grupos menores, ya con las capacidades que nos presentaba

una universidad, adquirir bastantes herramientas y destrezas para poder desarrollar mejor mis

talleres y lograr mayor expresión. Después de mi accidente fue muy difícil volver a entablar una

relación con grupos de menores de edad, solamente hasta después de que comencé con los grupos

de invidentes, tuve experiencia con chicos muy jóvenes.

A finales del 2013, me encontraba desubicado laboralmente, pues las posibilidades eran muy pocas

a partir de mi condición, comencé la búsqueda con amigos y familiares para poder tener una mejor

solvencia financiera, en esta esta búsqueda una amiga me propuso llevar la hoja de

vida a un jardín infantil ubicado en la calle 127 con carrera 19, llamado Jardín Americano, allí

estaban solicitando personas con discapacidad para diferentes puestos, entre ellos el apoyo para

presentaciones teatrales con niños, al presentar entrevista y al mirar mi hoja de vida, no solamente

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estaban viendo mis capacidades como director sino también mis capacidades en tecnología, sin

muchas preguntas ya me estaban dando la posibilidad. Lo que tenía que hacer, principalmente era

apoyar los procesos artísticos, para niños de párvulos, pre kínder y kínder, en actividades artísticas,

para mejorar el desarrollo y las capacidades de cada uno de los niños en el escenario, también

generar una mejor adecuación de la escenografía, la iluminación y la puesta en escena, en cada una

de las presentaciones. Disponían de una sala tecnológica, con nuevos computadores entre ellos

computadores portátiles, para que estos computadores fueran útiles en el Jardín Americano, se

dispusieron y se encontraron diferentes programas lúdicos, de matemáticas, tecnología, asociación

lógica, literatura, español, inglés, habilidades cognitivas, entre otros. Así fue como comencé a

desarrollar estas actividades dentro del jardín.

Con el tiempo ya las actividades comenzaron a ser mucho más precisas, tanto en lo teatral, como

en lo técnico. Comenzó con un proceso inicial de sensibilización a los maestros, para que pudieran

abordar adecuadamente un análisis literario, y sucesivamente los pasos para poder crear personajes,

la red de apoyo se manejaba de esta forma, al ser un colegio bilingüe todas las presentaciones tenían

que llevarse a cabo en inglés, entonces los maestros de inglés enseñaban los textos adaptados a los

niños de obras infantiles que se presentaban en la televisión, como Ratatouille, Shrek, Monsters

Inc., El Libro de la Selva, entre otros; luego se buscaban las canciones con el profesional músico,

la bailarina complementaba con danzas y bailes de ballet, y yo con mi jefe nos encargamos de la

parte escenográfica de iluminación y de la concretización en el escenario.

En la sala de sistemas se implementaron cada vez más programas y actividades lúdicas, que

sirvieran para la comprensión de cada uno de los programas, también se hacía una programación

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de cada uno de los trabajos planteados, dentro de las clases teatrales y dentro de las clases de

sistemas se realizaban búsquedas en la red y dinámicas que permitía la tecnología.

Estas actividades las he venido desarrollando por tres años consecutivos en el mismo jardín, en

donde hemos tenido muchos aciertos en el momento de presentar las obras con los padres, y

también una mejor calificación a nivel estudiantil para el jardín con toda la parte tecnológica.

Bajo la observación de cada una de las propuestas artísticas o momentos artísticos, observo tres

tipos de momentos que se presentan en el año, el primero es para los grupos de los párvulos, el

segundo para los grupos de pre kínder, y por último para los grupos de kínder.

En los primeros seis meses del año, los grupos de pre kínder, con un máximo de 20 a 24 niños, más

o menos se dividen, en pre kínder abejitas, pre kínder ballenitas, pre kínder conejos, pre kínder

elefantes.

Al finalizar el año, se deja preparada la posible propuesta que se iniciaría al comienzo del año

siguiente, estas propuestas para los grupos de pre kínder suelen ser dos, de las cuales se escogen

los momentos más importantes dentro de las películas, libros o escenas, siguiendo ejemplos como,

Shrek, Ratatouille, el Libro de la Selva, entre otras; asimismo se recoge toda aquella información

que les pueda ser útil, (vídeos, imágenes, libros, audios).

Los textos los traducen al inglés, al igual que toda la información recolectada; se les presenta a los

niños en inglés. Cada profesor tiene unos objetivos particulares para enseñar los textos, (estos van

a partir de los logros que quieren alcanzar en su período) bajo esta referencia solamente se basan

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en las básicas reflexiones hechas en clase y en las directrices de los vídeos, imágenes, libros o

audios.

Bajo esas premisas, también hay, un avance en la musicalización, hay un avance en danza, desde

el año anterior proyecta el plan de lo que se va a trabajar, de qué forma se va a trabajar y cuantas

canciones o cuantos bailes se presentarán.

Ya comenzando el año con los grupos, se hace el primer sondeo y se empieza a generar la primera

disposición para aprender textos, más o menos pasado un mes o sea en el mes de febrero, los niños

ya comienzan a hacer sus primeros ensayos, la forma como se manejan son como si inicialmente

fueran “italianas” se muestra un general o un borrador de todo lo que se ha hecho en ese mes, al

comienzo no hay una estructura como tal sino pequeños momentos en donde los textos y las

habilidades de cada uno de los maestros son la base principal para este primer proceso, a partir de

eso poco a poco se van incluyendo las canciones y los bailes, de tal forma que cada momento

artístico se va engranando, es en este momento en donde se aprecian la falta de ubicación en el

espacio, los movimientos naturales de cada uno de los niños, porque en cierta forma hay una

presión por hacer, de tal forma se va pasando una secuencia, de pequeños momentos y se crea una

pequeña estructura. Con un texto en inglés para la actuación de los personajes principales con

marcación de movimientos leves y tímidos, parte de las imágenes se refuerzan, las indicaciones

que se presentan en la tarima son sugerencias o invenciones básicas de los profesores de inglés.

Estos procesos artísticos a nivel actoral, para cada uno de los niños, podría ser más enriquecedor si

se les pudiera dar más herramientas personalizadas, como pequeños juegos de rol, en donde

llegaran a descubrir cada vez más tanto el significado de lo que están haciendo en el escenario

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como un significado más coherente y propio de lo que ellos intentan o quieren expresar. Así mismo

dentro de esta línea estructural, se van incluyendo canciones que rememoran momentos de las

escenas, también se exalta con sonidos de fondo las intenciones que se tienen, aunque en algunos

momentos toda la estructura se torna mecánica, porque los niños realmente no viven y sienten la

puesta como algo propio.

Las partes de la danza son las más organizadas, se ve una estructura formal y propia en donde el

manejo del espacio es más preciso, las figuras con las intenciones se ven más sujetas a lo que

sugieren los bailes.

En cada uno de los ensayos los niños, los maestros, los colaboradores y la dirección van dando

forma a cada uno de los momentos artísticos apoyando el vestuario y las imágenes alternas en un

video Beam, se fija la organización y el ensamble de los momentos escénicos dentro de la obra.

Después de todos estos ensayos y después de utilizar elementos o decoraciones propias para el

momento que se les mostrará a sus padres, los niños tienen un preestreno, en donde muestran todo

lo que han hecho a sus otros compañeros de curso, en este momento ya se incluye la iluminación

y el vestuario, y aunque la iluminación y el vestuario apoyan, se denota la falta de fortaleza en el

apoyo actoral a partir de los textos en inglés.

Todo este material es presentado a los padres, aquí las expresiones autónomas del niño crecen en

función a las reacciones de cada uno de sus padres quienes con gran satisfacción reciben descargas

emocionales propias a lo que también se siente la gratificación, mas no la admiración total de un

proceso artístico.

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En mi valoración personal, no juzgo tan duramente los procesos de cada grupo, porque básicamente

se apoyan en las herramientas visuales que sugieren determinados momentos, la inventiva es la

mayor cualidad de cada uno, también el propósito de hacer lo mejor, tan poco puedo juzgar la

valoración que tienen ellos de su trabajo y de las normativas que tienen que seguir para poder lograr

esos procesos. Mi trabajo sobre estos grupos es sugerir propuestas y momentos, más que la

dirección, pues los coordinadores de grupo son los que más influyen en cada espacio, por eso mi

trabajo se orienta a apoyos técnicos, que aportan al proceso evolutivo en el desarrollo de cada

montaje.

En todos los aspectos ya mencionados existe un engranaje claro, conciso y preciso de un montaje

que, al ser preparado para niños tan pequeños, debe contar con las herramientas adecuadas para

cada grupo.

Sigo apoyando cada uno de los procesos con satisfacción y con las ganas de seguir aprendiendo

tanto de los niños como de mí mismo, para poder desarrollar mejores capacidades artísticas y

mejores propuestas, esto también me ha de servir para los grupos con las personas invidentes, y

con el nuevo programa de creación de las personas que tengan algún tipo de limitación.

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CONCLUSIÓN

Cada parte de la historia de mi vida como discapacitado, refleja mi condición y mi superación. En

el proceso inicial, comenzar a descubrir un nuevo mundo, era prácticamente volver a caminar,

encontrarme tan frágil y completamente confundido, era difícil de aceptar, sin embargo, mi familia

y amigos siempre estaban apoyándome. Llegó la motivación más grande para mí, mi hija, ella fue

mi impulsó y motivó para salir del dolor.

En la Universidad las cosas se hacían un tanto complejas, pero también divertidas, en el momento

de tener un nuevo aprendizaje, de saber solucionar los obstáculos que día a día se presentaban, lo

satisfactorio era que cada día comprendía y reafirmaba mis deseos de seguir con mi carrera y mi

proyecto de vida, la vida continuó y me convertía en un mejor ser humano, transformaba el entorno

a mi favor y surgía la necesidad de ser mejor.

El deporte comenzó a ser un referente fuerte para toda esta transformación, en donde concebía la

frase “si tú puedes yo puedo”, todos mis compañeros adquirían habilidades y yo quería ser mejor

y hacer mucho más por mí, con ellos logré descubrir capacidades y lograr independencia.

Ya mis procesos eran más amenos y comprometidos, mis trabajos como director tenían un sello

propio frente a los problemas sociales y comunitarios, en donde reflejaban ese interés por querer

mostrar el sentido de la comunidad y de lo que hacemos.

La experiencia de trabajar y comunicar a niños y adolescentes fue el punto de partida para

demostrarme mi vocación de enseñar, querer dejar un rastro en los procesos con discapacitados a

partir de lo aprendido y alcanzando independencia y labor social.

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El mensaje de este documento es poder dar al lector una evidencia de superación frente a un hecho

que le puede pasar a cualquiera, de poder comprender las situaciones que una persona con

discapacidad tiene que atravesar día a día pues no solamente vivimos en un mundo en donde todo

funciona automáticamente.

Podemos darnos el tiempo para desencadenar otro tipo de herramientas artísticas desde las

limitaciones, comprender que creamos desde lo mínimo para realizar los más complejos ejercicios,

saber amar, respetar y comprender a nuestros semejantes, encontrar el estímulo para aquella

persona que ve en solo barreras. Es dejar esa pequeña motivación a luchar por los sueños y metas

por más difíciles y por más obstáculos que haya en la vida, es siempre persistir.