Una concentración de madres se manifiestan contra el maltrato, este es el panorama que nos encontrábamos hoy, una manifestación convocada por la asociación “Ve la Luz”. Las mujeres estaban ataviadas con camisetas negras con frases de lucha contra el maltrato, con mascaras tapando sus rostros y junto a ellas zapatos rojos. Todo esto ante el Tribunal Superior de Justicia de Galicia. Todo por el reciente asesinato de las dos niñas en Moraña. Lo veo perfecto, hay que salir a luchar contra tipos como ese que matan a niñas inocentes, o maltratan a las mujeres. Una de las líderes de la manifestación, Margarita Dopico, declaraba lo siguiente: “Quisiera pedir a todos aquellos hombres que están envenenados, que por favor se lo piensen antes porque esto causa dolor, no solo a las madres y a las familias, sino a sus propias familias, y a toda la sociedad”. Buenas declaraciones, pero incompletas.

Aquí muchas manifestaciones en contra de la violencia de género y el maltrato de hijos por parte de hombres, pero no se manifiestan ni dicen nada acerca de las “mujeres envenenadas” (usando su argot) que maltratan a sus maridos o parejas y abandonan a sus hijos en contenedores para que mueran. Esto es de vergüenza, una hipocresía hecha manifestación. Algunos casos son por ejemplo el de la madre que abandonó a su hijo en un contenedor, el bebé tenía tan solo dos semanas de vida, que salvajada tan grande y no veo a esas mujeres manifestándose en las calles para protestar por esto. También está “madre” salvaje habría abandonado a otro bebé hace dos años, a una niña en ese caso. El bebe fue arrojado a un contenedor de Mejorada del Campo, Madrid, la madre ha sido detenida mientras negaba los hechos (de incivilizada) . El padre está ahora luchando por la custodia del menor pues ha sido corroborado el hecho de que no sabía nada de las intenciones de la mujer. Prisión ya para esta salvaje por los hechos. El juzgado de Primera Instancia e Instrucción numero 4 de Coslada, Madrid, ha acordado ya que esta mujer esté en prisión provisional y sin fianza. Pero no veo a nadie manifestándose por ello.

Otro caso es el de la madre que abandono a sus hijos, has leído bien, hijos, en un colegio. Los niños tenían las edades de cinco y nueve años respectivamente. La mujer los abandono simplemente. Los niños no fueron recogidos a la salida de sus clases. Y pensar que este tipo de personas estén en la calle, que el voto de estos valgan igual que el de personas normales y sensatas… me revuelve las tripas. Pero aun no he oído a ninguna de las manifestantes declarar sobre este hecho, ni denunciar a la madre. Por supuesto que no conviene, el papel de victimas les gusta más, pues vaya ejemplo que estáis dando… de pena.

Las manifestantes de Galicia contra la violencia de género, las que tachan a los hombres como monstruos se dejaron algo en el tintero… denunciar a las mujeres que abusan físicamente y psicológicamente de sus parejas; Hombre maltratados. No conviene hablar de eso, el victimismo hipócrita ayuda mas a la conciencia feminista en torno al tema. Los hombres también son víctimas del abuso, así que aquí o todos moros o todos cristianos, no contemos la verdad a medias. La problemática de la violencia feminista no vende, la atención a mujeres victimas es más factible de ser apoyada y respaldada incluso por la ley. Si, es cierto, la falta de apoyos jurídicos para la protección del

hombre maltratado es de risa. A parte, en todos los telediarios vemos el numero de atención a emergencias de violencia machista, pero no hay ninguno para el caso contrario, y en el 016 (número de atención a la mujer maltratada) no se atienden las llamadas de hombres pidiendo ayuda. Basta ya de diferenciación por sexo y zanjemos el tema de una vez por todas.

Basta, que las manifestantes sigan haciéndolo porque lo hacen bien, pero que tengan la misma pericia y voluntad para ayudar a los demás de las mujeres venenosas y tóxicas. Pero no conviene por su bajo nivel de género, por su generalización del hombre como “animal” y porque no les interesa el papel de heroínas, solo víctimas… triste y vergonzoso. Un poco de cordura y no tanta discriminación sexual.