"un siglo y unos comienzos"

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1909 2009

TITULO

Un siglo y unos comienzos. 1909-2009.

AUTOR

José Joaquín Catalán Carbonell

COLABORACIONES

Leopoldo Santorromán Saldaña

EDITA

Cartonajes Santorromán, S.A.

© Cartonajes Santorromán, S.A.

FOTOGRAFÍAS

Archivo de Cartonajes Santorromán S. A, Foto Nosotros, Gallifa, Yanguas, Archivo Asociación de Comerciantes de Barbastro,

Rafael Laguna Abad, Javier Santorromán Saldaña, José Joaquín Catalán Carbonell.

DISEÑO Y MAQUETACIÓN

Horixe taller de diseño

IMPRESIÓN

Space Grafic S.L.

ISBN

978-84-613-6316-2

DEPÓSITO LEGAL

NA-3317-2009

AGRADECIMIENTOS

José Félix Salinas, Manuel Segura, Ibor Librería de Barbastro y Belén Aznar.

Fachada del edificio en la que estaba instalada la imprenta y la fábrica

de cajas de cartón en Daroca en 1909.

15A modo de reflexión introductoria

18Capítulo I

Nuestros comienzos

32Capítulo II

Daroca, con paso firme

40Capítulo III

Llegada a Zaragoza

46Capítulo IV

Primeros pasos en Calahorra

53Capítulo V

Los primeros empleados

58Capítulo VI

Momentos difíciles

66Capítulo VII

Una nueva etapa

74Capítulo VIII

Un gran paso hacia delante

84Capítulo IX

Primera onduladora

92Capítulo X

La primera “Emba”

100Capítulo XI

Un fatal accidente

103Capítulo XII

Una empresa familiar

116Capítulo XIII

En continuo crecimiento

128Capítulo XIV

Las cajas de calzado

134Capítulo XV Las patentes

139Capítulo XVI

Una década importante

148Capítulo XVII La informática

154Capítulo XVIII

Gestión de calidad

162Capítulo XIX

Clichés y troqueles

170Capítulo XX

Una nueva planta

180Capítulo XXI

Las últimas máquinas

190Capítulo XXII

Las “Cartonadas”

198Capítulo XXIII

Los jubilados

202Capítulo XXIV

Logotipos y el Centenario

211Capítulo XXV

Así somos hoy

218Estrambote

222Colofón

224Índice cronológico

230Bibliografía

ÍNDICE

15

Quizá tuviese algo que ver con la decisión del Vero que nace en las montañas de Sobrarbe y que, poco más allá de Barbastro, se une al Cinca para aportar su granito de arena o, en este caso, su gotita de agua para hacer más grande al Ebro…

Quizá tuviese algo que ver con el enclave en ese camino que, eludiendo los Monegros, une Huesca con Lérida para, sin quererlo, llegar al Mediterráneo…

Quizá tuviese algo que ver con aquella saga de los “capitanes de empresa” o, como los italianos denominaban, los “piccolo empren-ditores”, definiciones mucho más atractivas que lo que hoy han dado en llamar pymes o micropymes, que se arriesgaban sin que hubiera líneas de crédito especiales, ni socie-dades de garantía recíproca, ni estudios de viabilidad …

Quizá tuviese algo que ver con lo que antes se llamaba “montar un negocio”, así simple-mente, y que hoy dicen “asunción del riesgo empresarial” para que, en Barbastro, ciudad en la que a comienzos del último tercio del siglo XIX solo dos de cada diez habitantes estaba escolarizado, la familia Santorromán instalase, fundase, crease un taller de encua-dernación…

Quizá tuviese algo que ver, aunque le que-dase mucho más atrás en la noche de los tiempos, con el hecho de que Carlos III, en 1778, hubiese dictado la Cédula en virtud de la cual todos los libros importados, aun en el caso de que lo viniesen de origen, deberían de ser encuadernados en España…

Quizá tuviese algo que ver con una forma-ción o una vocación porque encuadernar no es fácil…

Quizá tuviese algo que ver con la suma de

todos esos factores y de algunos más que quizá desconozcamos y que se hayan apea-do de la memoria histórica…

No sé…

No sé si es o no necesario.

Pero todo tiene un por qué…

Todo tiene un prólogo…

Prólogo es aquello que sirve como exordio o principio para ejecutar una cosa o, también, la primera parte de algunas obras, desliga-da en cierta forma de las posteriores y en la cual se representa una acción de la que es consecuencia la principal, que se desarrolla después.

Un prólogo es igual a un preludio que es aquello que precede y sirve de entrada, pre-paración o principio de algo.

Un prólogo y un preludio son iguales a un proemio, discurso antepuesto al principio de un libro.

No sé…

El caso es que, para llegar a Daroca en 1909, hemos de arrancar en Barbastro 1897.

Quizá no hubiese sido posible Daroca sin Barbastro y quizá no se hubiese llegado a una caja sin un libro que encuadernar, sin un librillo que vender y sin un almanaque que consultar y compartir.

Nunca se sabe…

El qué hubiese sido si… es algo que perte-nece a la nebulosa del tiempo y se convierte, simplemente, en un interrogante al pasado.

Y sin embargo todo lo que viene después es fruto de aquel 1897, año en el que aparece Pedro Santorromán Abadía en Barbastro.

Vayamos…

A MODO DE REFLEXIÓN INTRODUCTORIA

LoscomienzosEl caso es que fue a fines del siglo XIX cuan-do, en la localidad aragonesa de Barbastro, comenzó su andadura empresarial la familia Santorromán.

Barbastro, que rondaba por aquel entonces los ocho mil habitantes, era cabeza de parti-do y diócesis eclesiástica.

En la época romana había formado parte de la Hispania Citerior, más tarde llamada His-pania Tarraconensis. La ciudad fue tomada por los árabes, bajo el liderazgo de Muza, en el 711 y éstos le dieron el nombre Barba-chter, que deriva del nombre de Barbastrum, de acuerdo a la opinión comúnmente acep-tada. Los sarracenos la mantuvieron en su poder hasta el año 1063 en que fue tomada por Sancho Ramírez con la ayuda de tropas de Guillermo, conde de Poitiers y duque de Aquitania y por otros muchos caballeros franceses, en su mayoría normandos, man-dados por Robert Crespín y con el obispo de Vic y el conde de Urgel, en lo que se consi-dera la primera cruzada conocida, allá en los tiempos del Papa Alejandro II. A ese hecho histórico se refiere el cantar de gesta francés del ciclo carolingio “Le siège de Barbastre” del que se conserva un ejemplar manuscri-to de principios del siglo XIII en la Biblioteca Nacional de París.

Tras una tercera conquis-ta árabe, aquellos “tuya y mía, tuya y mía” fronteri-zos, fue recuperada definitivamente en 1101 por el rey Pedro I de Aragón que, con el per-miso del Papa, la convirtió en sede episcopal. En el año 1137 se firmaron los esponsales entre el conde de Barcelona, Ramón Beren-guer IV y Petronila, hija de Ramiro II el Monje, dando así lugar al nacimiento de la Corona de Aragón.

Barbastro, ciudad con un escudo parlante según se denomina en heráldica y que apa-rece en 1268 en un sello del Concejo.

NUESTROS COMIENZOS

Primer epígrafe fiscal de Pedro Santorromán Abadía en Barbastro.

19

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UN SIGLO Y UNOS COMIENZOS 1909-2009

Leopoldo Ramón Santorromán Tardos con su esposa Ángeles Agustín Buisant e hijos.

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CAPÍTULO I. NUESTROS COMIENZOS

En 1626, las Cortes Generales de Aragón, bajo el reinado de Felipe IV se trasladaron a la ciudad. Con este monarca, Barbastro fue retaguardia en la guerra de Cataluña.

Se reiteraba un protagonismo en la vida mi-litar que se repetiría en la guerra de la Inde-pendencia, en el primer choque entre libera-les y carlistas o en la Guerra Civil española.

El siglo XIX, caracterizado por un impulso ur-bano y comercial progresista, aporta a Bar-bastro realizaciones importantes. Sus casas blasonadas son la mejor muestra de que la ciudad del Vero pasaba por unos momentos de esplendor y contaba con una emprende-dora burguesía.

Aquel agosto de 1897 Pedro Santorromán Abadía daba de alta, en el censo de activida-

des del Ayuntamiento de Barbastro, un taller de encuadernación, ubicado en la Plaza del Mercado 12 y 16, plaza porticada en la que todos sus bajos estaban ocupados por arte-sanos que ofrecían lo que en aquella época demandaban los barbastrenses.

En el periódico “La Cruz de Sobrarbe”, en su número 55 de 30 de octubre de 1897, leemos el siguiente anuncio:

Anuncio de Pedro Santorromán en el periódico “La Cruz de Sobrarbe” del 21 de agosto de 1897.

Plaza del Mercado de Barbastro a principios del siglo XX.

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“Pedro Santorromán, acaba de montar un ta-ller de encuadernación, dispuesto de tal ma-nera que a las veinticuatro horas será servido todo encargo en tan buenas condiciones, por lo menos, como lo haga otra casa en ésta y fuera. Mercado 12 y 16. Barbastro”.

Año 1897…Año en el que: Guillermo Marconi patenta la radio; Manuel Campello encuentra acciden-talmente el busto de “La Dama de Elche”; se funda Caritas; W. McKinley, vigésimo quinto Presidente de los Estados Unidos de Nor-teamérica, socorre la insurrección cubana contra nuestro país; España concede la au-tonomía a Puerto Rico; H.G. Wells edita “La guerra de los mundos” y Edmond Rostand

“Cyrano de Bergerac”…; año en el que na-cen personajes como: Josep Pla; José María Pemán; Charles Boyer; el futuro Papa Pablo VI; Miguel Fleta…

Un buen año, un año importante y, allí en él, Pedro, quizá ajeno a todo esto, decía:

“…a las veinticuatro horas será servido todo encargo en tan buenas condiciones, por lo menos, como lo haga otra casa en ésta y fuera…”

Un buen año, un año importante, en el que, sin saberlo pero quizá imaginándolo, Pedro ponía en marcha una empresa familiar que hoy, en 2009, continúa ofreciendo calidad y un buen servicio a los clientes…

Pero volvamos aún a 1897…

Apenas unos meses más tarde, diciembre de 1897, además de la encuadernación se ofre-cía el servicio de librería al que se añadían re-galos promocionales: “Papelera Barbastren-se. Gran fábrica de libros rayados, sobres, resmillería y tarjetería. ¡Ojo, fumadores, ojo!. Al comprar seis docenas del inmejorable pa-pel de fumar JOB se le regalará un precioso Almanaque Americano 1898 en los estable-cimientos de Pedro Santorromán, Plaza del Mercado 12 y 16. Barbastro”.

En 1898, en el número del 31 de diciem-bre de “La Cruz de Sobrarbe” volvía a aparecer el siguiente anuncio:

“Pedro Santorromán participa a sus fa-vorecedores que desde hoy tiene es-tablecida la papelería y librería en su antiguo establecimiento, juntamente con la ferretería y quincalla. Asimis-mo, tiene la satisfacción de ofrecer-les un gran surtido en almanaques religiosos, de cocina y de charadas o comunes, de varios tamaños y gran rebaja de precios en todos los artícu-los. “12, Mercado, 12”.

Como podemos apreciar unía, a la ca-lidad y a la rapidez, la diversificación

Anuncios de Pedro Santorromán en el periódico “La Cruz de Sobrarbe”.

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del negocio con ampliación de la oferta.

Año 1898…

Año que se lloró…

Año en el que el acorazado estadounidense “Maine” zozobra en la bahía de La Habana y, dejando aparte las causas, Estados Unidos declara la guerra a España y se proclama la independencia de Filipinas; año en el que, en el Tratado de París celebrado el 10 de di-ciembre de 1898, unos días antes del anun-cio publicitario aparecido en “La Cruz de So-brarbe”, España perdía sus últimas colonias terminando así el Imperio español, aquel imperio en el que no se ponía el sol; año en el que Marie y Pierre Curie descubren el plutonio; año en el que nacen Victoria Kent, Golda Meir, Federico García Lorca, Dámaso Alonso y Xavier Zubiri; año en el que Vicente Blasco Ibáñez publica “La barraca”, fallecen Lewis Carrol y la Emperatriz Sissi y se funda el Athletic de Bilbao; año que se ha hecho famoso por ser el que se ha venido a llamar

“de la Generación del 98” con su núcleo ini-cial formado por Baroja, Azorín y Maeztu; año del que, años más tarde, disfrutamos melancólicamente con aquella preciosa ha-banera, que se escribió para la película “Los últimos de Filipinas”:

“Yo te diré, por qué mi canción, te llama sin cesar,me falta tu risa me falta, tus besos me faltan, tu despertar.Yo te diré, por qué mi canción, se siente sin cesar,mi sangre latiendo, mi vida pidiendo que tú no te alejes más.Cada vez que el tiempo pasa se lleva una flor,pienso que nunca más volverás amor.No me abandones nunca al anochecer

que la luna sale tarde y me puedo perder.Y así sabrás por qué mi canción, se siente sin cesar,mi sangre latiendo, mi vida pidiendo, que tú no te alejes más”.

La escena en la que se canta representa una de las tácticas que emplearon los sitiadores del destacamento español de “Baler”, al pedirle a una mujer muy conocida por los defensores que les cantara esta emotiva canción, al objeto de que la nostalgia hiciera mella en ellos y optaran por rendirse.

Y, contra viento y marea, Pedro Santorromán Abadía continuó con la venta de objetos de

Plaza del Mercado de Barbastro. Fachada donde tenía montada la imprenta, a la izquierda comienzos de siglo XX, a la derecha en la actualidad.

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escritorio, útiles de ferretería y quincalla, es-pecializándose en la venta de almanaques de todo tipo.

El “Almanaque Americano”, que era mucho más que un calendario ya que en sus más de cien páginas recogía, junto a los santorales de cada día, numerosos artículos, poesías, leyendas, cuentos, dibujos y numerosas ilus-traciones.

A fines del XIX la población de Barbastro se dividía en cuatro cantones: Monzón, Entre-muro, Arrabal y Mercado, el más próspero, donde se desarrollaba la vida económica de la ciudad y en donde se encontraban el Cole-gio de las Escuelas Pías, la casa-convento de la Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl y el Almudí.

El censo municipal de 31 de diciembre de 1900 daba 7.002 habitantes de hecho y 7.033 de derecho.

La actividad comercial en Barbastro había sido siempre unos de los pilares económi-cos de la ciudad. La Plaza del Mercado es un buen ejemplo de plaza porticada arago-nesa, que no responde a una planificación urbanística, sino al deseo de los habitantes de la zona de construir una plaza con sopor-tales, que protegieran de las inclemencias del tiempo a quienes acudían a la ciudad a poner en venta sus productos. Por ello, cada casa, cada soportal, cada pilar, era diferente.

“Las tiendas son muchas y en todas se en-cuentran objetos de uso del país y de lujo para las clases acomodadas que no tienen necesidad de acudir a otros puntos para lle-nar sus deseos de gusto y elegancia” decía Ignacio de Asso en su “Historia de la econo-mía Aragonesa, Siglo XVIII”.

En esa época la Plaza del Mercado era el corazón comercial de la ciudad, una plaza llena de vida en la que se dieron cita: siete abacerías, cuatro de ellas eran también con-fiterías; tres carrocerías; dos de venta de ul-tramarinos; dos panaderías; un sastre y dos tiendas de ventas de tejidos, así como una mercería; tres barberos; una tienda de venta de abanicos y otra de venta de quincalla; ha-bía también una droguería; una cordelería-zapatería; un hojalatero; una zapatería; una farmacia; una tienda de venta de semillas; una fábrica de aguardientes y la librería-pa-pelería de Pedro Santorromán.

Al igual que la ciudad de Barbastro, los co-mercios que flanqueaban la Plaza del Merca-

Papel de fumar Job que vendía Pedro

Santorromán.

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do fueron a más y debido a este crecimiento, en 1901, su hijo, Leopoldo Ramón Santorro-mán Tardos, a quien le gustaba que simple-mente le llamasen Ramón, se suma a la saga familiar y mientras su padre continúa con su establecimiento de ferretería y quincalla en Plaza del Mercado 12, él monta, en la Plaza del Mercado 21, un establecimiento de “ob-jetos de escritorio”. Su padre seguía al frente de la ferretería pero Leopoldo Ramón, había recogido el relevo familiar haciéndose cargo del negocio principal de la familia.

Lo que comenzó con un pequeño estableci-miento comercial comenzaba ya a ser una em-presa familiar.

La llegada del siglo XX tuvo en Barbastro un movimiento importante en todo lo relacio-nado con las artes gráficas. Comenzaron a aumentar el número de imprentas y parale-lamente, numerosas cabeceras de medios de comunicación se fueron sucediendo en las preferencias de los barbastrenses.

La cosa no era nueva.

En 1843 la Junta Superior de Gobierno del Alto Aragón había publicado “La Atalaya” y desde 1856 venía apareciendo el “Boletín

Eclesiástico del Obispado”. La “Exposición de Sobrarbe” se publicó hasta 1857. Después de “El Barbastrense” (1868), en septiembre la Junta Revolucionaria editó su “Boletín Ex-traordinario”. Del mismo período fueron el semanario carlista “La Cruz de Sobrarbe”, y

“El Aragonés”. Con la Restauración aparecen varios semanarios políticos: “El Clamor del Pirineo Central” (1879); los liberales “La De-fensa” (1887-97) y “El País” (1887-91); el católico “La Paz” (1891-96), “El Conserva-dor” (1896) y “La Cámara” (1896 - 1897).

En general, y hasta la última década del siglo XIX, los títulos aparecidos en la ciudad son publicaciones semanales de características materiales muy sencillas: una o dos páginas en cuarto o folio, escasos suscriptores e in-fluencia geográfica limitada, vida y tirada cortas, fundadores, propietarios y redactores que llegan incluso a encargarse de su repar-to si hace falta. Son boletines políticos “La Atalaya” o “La Libertad” nacidos al amparo de Juntas revolucionarias y pronunciamien-tos, o publicaciones de grupos moderados como “El Barbastrense” o carlistas como

“La Cruz de Sobrarbe” que tienen un público restringido.

El trabajo en la imprenta era completamente artesano.

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Según los censos municipales de 1863 sólo dos de cada diez barbastrenses sabían leer y escribir, luego ¿quién podía leer “La Atala-ya” cuando apareció veinte años antes?. No más de cincuenta personas: comerciantes burgueses, ilustrados con medios y profesio-nales liberales.

Desde 1880, y en esto Barbastro seguía la tó-nica general del país, la vida de la prensa lo-cal se alarga considerablemente. La deman-da social se incrementa, las Artes Gráficas evolucionan y la “prensa para unos pocos” deja de servir necesariamente a los intereses políticos de los partidos, se consolida como empresa, se democratiza y universaliza.

Nace el periodismo informativo.

A finales del siglo XIX “La Cruz de Sobrarbe” dedicaba algunas columnas a la pérdida de las colonias de Cuba, a la guerra anglo bóer e incluía, como también lo hacía “La Patria Chi-ca”, varias noticias de “alcance telegráfico”.

El Ayuntamiento, por su parte, fomentaba la enseñanza y la población escolarizada, potencial lectora de periódicos, aumentaba poco a poco. En 1898 se inauguraba una escuela pública de párvulos. Las enseñanzas primaria y secundaria eran impartidas por profesorado de los Escolapios, las Hijas de la Caridad de San Vicente Paúl y el Semina-rio Conciliar con quienes el concejo había llegado a un acuerdo económico. También existían los colegios privados de La Inmacu-

Portada y primera página del almanaque americano que Pedro

Santorromán regalaba y también vendía en su

establecimiento.

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lada y de los Argensola. Incluso había ya una Biblioteca Pública y la vida cultural tenía su reflejo en las funciones de música y teatro que se llevaban a cabo en El Coliseo y la Pla-za de Toros.

Y sin embargo…

… En una de las sesiones ordinarias del Ayun-tamiento de Barbastro el Concejal Don Mateo Abadía, decía: “…la venida de tres o cuatro maestros, aunque fuesen muy dignos e inte-ligentes vendría a aumentar el gravamen del presupuesto municipal y a sustituir la ense-ñanza que hasta la fecha hemos recibido a satisfacción de los humildes, bondadosos e inteligentes Escolapios, por otra que quizá no se adaptase a las costumbres eminentemente religiosas de los hijos de Barbastro…”

En el año 1902, Leopoldo Ramón Santo-rromán Tardos, en la Plaza del Mercado 21, conjuntamente con el epígrafe de “Objetos de escritorio” se da de alta también como

“Imprenta”.

El número 21 de esta plaza comercial tenía una superficie de planta de 100 metros cuadrados, que compartían, en su parte baja, Leopoldo Ramón Santorromán Tardos y Antonio Lanzón, éste con una pequeña alpargatería.

Año 1902…

Año en el que el 16 de febrero hubo un paro general en Barcelona reivindicando la jor-nada de ocho horas; en el que nacen José María Julián Mariano Escrivá y Albás, Char-les Lindbergh, Rafael Alberti, Luis Cernuda

La Plaza del Mercado de Barbastro a comienzos del siglo XX vista desde otro ángulo.

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y Paco Martínez Soria; año del sacrificio de María Goretti.

Leopoldo Ramón estaba muy ligado a la socie-dad de la ciudad. Su negocio, de un contacto directo con la burguesía barbastrense, le hacía buen compañero de las principales tertulias que se prodigaban en la ciudad del Vero.

En esta situación no es de extrañar que, cuando en 1903 un grupo de ciudadanos propusiera sacar un nuevo semanario, él es-tuviese allí y fuera uno de los que prestase su apoyo para que saliese a la calle.

Tanto es así que fue en su imprenta en don-de se editaron los primeros números. Fue el 7 de mayo de 1903 cuando vio la luz el pri-mer número de “El Cruzado Aragonés”, que quizá tuvo su antecedente en “El Heraldo de Barbastro” (1902). “El Cruzado Aragonés” fundado “para servir a la Iglesia, a la Espa-ña Católica y al bien común de esta Diócesis

de San Ramón” por los hermanos periodis-tas Manuel y Mariano Casanovas y Pablo Gravisaco que popularizó el seudónimo de

“Modesto Artesano”. Semanario que hoy, ya centenario, continua saliendo a la calle cada sábado y que en aquel entonces creó gran expectación en la ciudad de Barbastro. Así fue recogido el nacimiento del semanario en el libro “Un siglo 1903-2003. El Cruzado Aragonés” editado en 2003 con motivo de su centenario.

Se decía: “Un nuevo periódico nacía con el título de “El Cruzado Aragonés” y se confe-saba, desde su inicio, como semanario cató-lico proclamándose defensor de los intereses morales y materiales del Alto Aragón”. Vio la luz en tamaño sábana, de 35x50 cms., a cuatro columnas.

En los talleres gráficos de Leopoldo Ramón Santorromán Tardos se editaron los prime-

La Plaza del Mercado de

Barbastro en la actualidad.


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Anverso y reverso de una fotografía de Leopoldo Ramón Santorromán Tardos realizada por Gallifa en su estudio de calle Argensola 14 de Barbastro a principios del siglo XX.


ros números que, al estar desaparecidos, no hay archivo alguno de ellos, y no podemos precisar cuantos fueron. Posteriormente se editarían en los de Jesús Corrales Puyol que había adquirido en 1889 la imprenta Lafita y también en los de Santamaría.

Año 1903…

Año en el que aparece el número uno de “ABC” y se funda “La Verdad” en Murcia; año en que nació el Atlético de Madrid, los hermanos Wright efectuaron el primer vue-lo controlado y se disputó el primer Tour de France de la historia; año en el que nacen Antonio Machín, Alejandro Casona, José Antonio Primo de Rivera y Bing Crosby…

Leopoldo Ramón dejó de editar “El Cruzado Aragonés” pero continuó en el mundo de la información y muy pronto comenzó a editar

otro semanario, “El Eco del Vero”, semanario in-

dependiente, que vería la luz el 25 de octubre de 1903 y que estuvo saliendo a la calle, cada domingo, hasta mediados de 1904.

Año 1904…

Año de la “Entente Cordiale” entre Reino Unido y Francia; año en el que comienzan los preparativos para la construcción del Ca-nal de Panamá; año en el que, en la Scala de Milán, Giacomo Puccini estrena la versión original de “Madame Butterfly”, resultando un fracaso; año en el que nacen Cary Grant, Glenn Miller, Johnny Weissmüller, Peter Lo-rre, Dolores del Río, Jean Gabin, Pablo Neru-da, Graham Greene y Salvador Dalí; año en el que fallecen Isabel II, Reina de España y Antón Chejov.

Durante este ejercicio de 1904, Santorro-mán estuvo dado de alta en tres epígrafes diferentes: “Objetos de escritorio, imprenta y periódico semanal”. Parece que Leopol-

do Ramón estuvo también en el semanario republicano “El Murciélago” (1908) e incluso en el periódico “El Demócra-ta Navarro” de 1905 o en el de la misma cabecera, según proyecto de Jorge Fernández y Ceferino Iraizoz, que, en 1908, tenía por objeto la propaga-ción de ideas democráticas y radicales y del que no se tiene noticia de que llegase a salir algún número.

Como todo en este mundo, también la fiebre de los pe-riódicos pasó, aunque las co-sas siguieron rondando bien

Portadas de los periódicos “El Cruzada Aragonés” y

“El Eco del Vero” editados en la imprenta de Leopoldo

Ramón Santorroman Tardos.

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para la familia Santorromán que continuó con su establecimiento de objetos de escri-torio e imprenta, hasta 1908.

Con los comienzos del siglo XX llegó la pu-blicidad de “Chocolates Huetas” y “Olivera”, de las estilográficas “Waterman” y de las primeras máquinas de escribir que podían comprarse a plazos. Manuel Gallifa, que in-mortalizó a tantas familias y paisajes de la ciudad del Vero, y Melendo habían abierto sus estudios fotográficos y los lectores de periódicos locales tenían a su alcance las no-ticias de los corresponsales establecidos en otras ciudades o de periodistas barbastren-ses que, como Conrado Solsona o José Ma-ría Sarrate, dirigían periódicos prestigiosos en Madrid “La correspondencia de España” o en Barcelona “Comercio”.

En “El Heraldo de Aragón”, periódico inde-pendiente de dos ediciones diarias, fundado en Zaragoza el 20 de septiembre de 1895 por Luis Montestruc Rubio, en la página 4 de su edición del viernes 6 de mayo de 1904, encontramos el siguiente anuncio:

“CAJISTAS. Hacen falta dos ó tres para la composición de las listas electorales, en la imprenta y librería de Leopoldo Ramón San-torromán, de Barbastro (Huesca).

Pero…

Pero Leopoldo Ramón Santorromán Tardos, hombre de largas miras, con el ánimo de ir creciendo y, quizá, a la vista de que en Bar-bastro había bastante competencia debido a que las imprentas y librerías habían prolifera-do, comenzó a pensar en dar el salto hacía otra localidad que pudiese tener un futuro más amplio.

Hoy puede ser que lo llamasen deslocaliza-ción posicional…

Así fue como, Leopoldo Ramón, en 1909, comenzaba una nueva andadura en la loca-lidad aragonesa de Daroca.

Pues eso… a Daroca.

Año 1909…

Año en el que Robert Peary y Matthew Henson llegan por primera vez al Polo Norte y tiene lugar el primer vuelo a motor en España en Paterna (Valencia); año en el que se fundan la Real Sociedad y el Levante UD; año del primer Giro de Italia; año de la Semana Trágica en Barcelona; año en el que nacen U Thant, Hel-der Cámara, Juan Carlos Onetti, Errol Flynn… y mueren Ruperto Chapí e Isaac Albéniz…; También el último gran jefe de los apaches chiricahuas, Gerónimo o Jerónimo, fallecía a los 84 años de edad en 1909 año en el que igualmente se celebró por primera vez, en los EE.UU., el día de la mujer trabajadora…

Año del desembarco de Leopoldo Ramón Santorromán Tardos en Daroca…

Diversos anuncios promocionando artículos aparecidos en “La Cruz de Sobrarbe” a finales del siglo XIX.

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Conpaso firmeCon ilusión y con muchas ganas de trabajar llegaron, Leopoldo Ramón Santorromán Tar-dos y su familia, a Daroca.

Atrás quedaba Barbastro y sus rencilllas pe-riodísticas.

¿De qué sirve mirar atrás?

Hay quien dice que Leopoldo Ramón había cantado la Jota de las Ratas de la zarzuela “La Gran Vía”, compuesta por Federico Chueca y Joaquín Valverde y Letra de Felipe Pérez Gon-zález, en Misa Mayor de Barbastro.

Se inicia así:

“Rata 1º: Soy el rata primero

Rata 2º: Y yo el segundo

Rata 3º: Y yo el tercero

Los tres: Siempre que nos persigue la autori-dad es cuando, muy tranquilos, timamos más.

Rata 1º: Nuestra fé de bautismo

Rata 2º: La tiene el cura

Rata 3º: De saladero

Los tres: Cuando nos echa mano la policía, estamos seguritos que es para un día...”

Un largo desplazamiento hacia el sur, ya que Daroca se encuentra situada en el cruce del valle del Jiloca, que pone en comunicación Calatayud con Teruel y en el eje que comu-

nica Zaragoza con Molina de Aragón.

Él, Leopoldo Ramón, era impresor e instaló una imprenta en la calle Mayor, aunque su primer epígrafe en esta localidad fue de “Li-tografía”, nombre muy amplio que, por su-puesto, cubría también todo lo relacionado con la imprenta. Así comenzaba una nueva etapa de esta empresa centenaria.

Daroca, una ciudad situada en pleno Sis-tema Ibérico, en el centro del valle del río Jiloca, cruce de culturas, frontera aragone-sa con el Islam y Castilla, fundada por los musulmanes y reconquistada por Alfonso I

DAROCA, CON PASO FIRME

Daroca, puerta baja, entrada principal a la

ciudad.Abajo, el primer

epígrafe de la empresa en esta ciudad fue de

litografía.

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Establecimiento de Leopoldo Ramón Santorromán Tardos en Daroca en 1909/1910.

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CAPÍTULO II. DAROCA, CON PASO FIRME

El Batallador en 1121 y que, a partir de esta fecha, desempeñó un importante papel en la historia de Aragón, cuyas Cortes albergó varias veces.

Daroca…

Final de camino para los Santos Corporales una vez que éstos decidieron descansar eter-namente entre sus muros en 1239.

Cuentan…

“El día 23 de febrero de 1239 tropas cristianas de Daroca, Teruel y Calatayud se disponían a conquistar a los moros el castillo de Chío, Luchente, distante tres leguas de Játiva. El ca-pellán, Don Mateo Martínez, de Daroca, cele-braba momentos antes misa en la que consa-gró seis formas destinadas a la comunión de los seis capitanes de aquellas tropas. Un ata-que del enemigo obligó a suspender la misa, ocultando el capellán las formas envueltas en los corporales en un pedregal del monte. Rechazado el ataque se encontraron las seis formas empapadas en sangre y pegadas a los corporales. Surgen las disputas entre los pre-sentes por quién ha de ser el que lleve a su ciudad el milagroso paño. Se decide colocarlo sobre una mula y que a ésta se la deje andar y allí donde se pare queden depositadas las seis hostias, ya que ello sería la voluntad de Dios. La mula fue a caer muerta en la puerta de la iglesia de San Marcos, hoy convento de religiosas de Santa Ana, junto a la puerta baja donde estuvo depositado algún tiempo hasta su traslado a la colegiata de Santa María de los Corporales.”

Además de su papel militar, religioso y rector de la Comunidad, en el pasado, contaba Da-roca con tres ferias anuales y mercado sema-

nal los jueves, pero el planteamiento de la red nacional de comunicaciones a partir del XIX la marginó paulatinamente en beneficio de Ca-latayud, sobre todo con la variación del traza-do de la carretera de Madrid a Zaragoza.

A esta ciudad, punto estratégico de Aragón y con un gran legado histórico, llegó Leo-poldo Ramón en abril de 1909 e instaló su imprenta en la calle Mayor.

Leopoldo Ramón, impresor con mucho ofi-cio, muy pronto, comenzó a hacer clientes y a trabajar para los habitantes de Daroca y de las localidades que dependían de esta ciudad, partido judicial de una comarca que se articu-la alrededor de su emplazamiento y se divide en tres subzonas: La Sierra de Santa Cruz, la Vega del río Jiloca y el Campo de Romanos.

Junto a la imprenta, también tenía a la ven-ta objetos de escritorio. En la fotografía de la izquierda puede contemplarse que en sus estanterías tenía de casi todo.

Daroca, calle Mayor en aquella época.

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En el Archivo Municipal de Daroca en las ac-tas de la Cuenta Corriente con la Depositaría de Fondos Municipales de 1917 vemos en la casilla del haber el siguiente asiento: “Sep-tiembre 30. Trabajos a Don Leopoldo Ramón Santorromán. Impresor. Material suplido Sría. Su nº 134. Importe, 43,50 pesetas”.

En el mismo archivo, encontramos una fac-tura emitida por “Imprenta Moderna, Santo-rromán, bolsas e impresos“ al Ayuntamien-to o Comisión de Subsistencias, fechada en Daroca el 6 de octubre de 1920 por “1.170 libretas a 0,15 = 160,50 pesetas”.

La familia Santorromán Tardos se adaptó muy bien a la vida de Daroca, así como sus hijos.

Un darocense de 95 años, Pedro Garay re-cuerda:

“¡Cómo jugábamos Leopoldo y yo dentro de la imprenta en donde también había cajas de cartón!. Entrábamos por la puerta princi-pal, que estaba en la calle Santa Lucía, en la casa del Rufino, cruzábamos toda la impren-ta y salíamos por la calle Cebollada ya que el edificio daba a las dos calles. Alguna vez su padre nos decía alguna cosa. Era un hombre serio, amigo del farmacéutico”.

También Manuel Segura, nieto del fundador de la pastelería que lleva su nombre y que creó su bisabuelo, Manuel Segura Esteba en 1874, recordaba lo que sus familiares han ido pasando de generación en generación:

“La primera pastelería estuvo en la calle San-ta Lucía, justo enfrente de donde tenía una imprenta Leopoldo Ramón Santorromán”.

Durante los primeros veinte años del siglo

Daroca. Fachada del edificio en la que

estaba instalada la imprenta y la fábrica

de cajas de cartón en 1909 (derecha), y en la actualidad

(izquierda).

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pasado (1900-1920) las cosas fueron bien en España.

En Aragón a finales de 1913 se aprecian me-jores expectativas en la economía regional: por un lado, la aparición del Plan de Riegos del Alto Aragón (construcción del pantano de la Peña) y el anuncio de la pronta realiza-ción del pantano del Ebro; y por otra parte la inauguración del ferrocarril de Cinco Villas (Gallur-Sádaba) en 1915 y el inicio del ten-dido del ferrocarril de Caminreal–Zaragoza terminado en 1933.

Mientras Europa se debatía en los horrores de la I Guerra Mundial, España aprovechaba su carácter de país no beligerante posibilitando una expansión en las exportaciones españolas y una notable mejora de la balanza comercial.

Había un ambiente positivo y nuestro país alcanzó una de las mayores tasas de creci-miento de Europa. El resultado de todos es-tos movimientos económicos fue el comien-zo de una transformación social, cultural y empresarial profunda.

Leopoldo Ramón Santorromán Tardos no fue ajeno a estas evoluciones, y todos estos cambios afectaron favorablemente a su ne-gocio. Viendo que las cosas le iban bien y a la vez pensando que podía llegar a más comenzó a pensar en nuevos proyectos.

Animado por un amigo, que tenía una fábri-ca de lanas, compró maquinaria con la que manipular planchas de cartoncillo compacto, envase primario en forma de estuche o caja de pequeñas dimensiones.

Así fue como comenzó a hacer cajas de car-tón.

Nos consta que para entonces ya eran cua-tro personas las que, a diario, trabajaban en la empresa, y en la fachada ya podía leerse el cartel: “Imprenta-Cajas de cartón”.

Una de esas personas fue Victorino del Moli-no, que fue alcalde de Daroca durante varios años, quien le compró la librería e imprenta, denominada posteriormente “Del Molino”. Actualmente un nieto suyo, Luís Jesús del Molino Verón, continua con una librería.

Leopoldo Ramón, nuevamente había dado muestras de ser una persona muy empren-dedora. Al igual que hacía unos años, en Barbastro, había sido pionero en la venta de almanaques y papel de fumar y en la edición de dos periódicos, ahora en Daroca, aunque continuaba con la imprenta, comenzaba también a manipular cajas de cartón para ir introduciéndose en un mercado que venía fuerte y al que se le auguraba un gran fu-turo.

Factura de Santorroman al Ayuntamiento de Daroca en octubre de 1920.

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Leopoldo Ramón, quizá sí, quizá no, cono-ciera “La Aventura de la Caja de Cartón” dentro de la colección de historias de Sher-lock Holmes, originalmente publicada en 1894, por Arthur Conan Doyle. Dos orejas humanas, recién cortadas aparentemente, remitidas a la señorita Cushing en una caja de cartón rellena de sal...

Caja para hacer de carrito, caja para hacer de teatro, caja para hacer de castillo, caja para hacer de casco guerrero…

Hubo un tiempo en que una caja de car-tón, hábilmente pintada y provista de una lengüeta añadida, sujeta con esparadrapo, y acoplada a la rueda de una bicicleta hizo fu-ror en nuestra pandilla de infantes veranean-tes en La Rioja. Era (fue) el más claro antece-dente del ruido de una bicicleta a motor.

“Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo” dicen que pronunció Arquímedes

allá por los años doscientos antes de Cristo.

¡Dadme una caja de cartón y tendré un ju-guete!

Las cajas que él hacía, para que su amigo embalase la lana, fueron solo el comienzo, ya que, muy pronto, Leopoldo Ramón, amplió su oferta y, poco a poco, comenzó a servir cajas de cartón a los fabricantes de zapatillas lo que le supuso un importante aumento de sus ventas.

Las fábricas de zapatillas comenzaban a te-ner su importancia y la demanda comenza-ba a ser firme y continua. Era un nuevo reto al que se lanzó, no sin antes haber pulsado el ambiente que se auguraba en este nuevo mercado.

Fue el momento clave para tomar la decisión y él, hombre emprendedor, supo tomarla en el momento más oportuno.

Por experiencias anteriores sabía que había que tener maquinaria adecuada para cada trabajo. A las máquinas Minerva de la im-prenta, que ya tenía, se sumaron una máqui-na cortadora-hendedora, una cizalla, y una cosedora-grapadora, necesarias para la ma-nipulación del cartón compacto y hacer ca-jas tanto para calzado como para usos muy diversos, pues además de para los textiles, la caja de cartón comenzaba ya a utilizarse para numerosos y variados productos.

Al cartón compacto, que ya tenía un merca-do amplio, le había afectado positivamente el nacimiento del cartón ondulado, hecho que se produjo en 1871, patentado y fabri-cado por Albert L. Jones en Norteamérica el 19 de diciembre, pero solo para una hoja de papel. Aunque, quizá, fue con la puesta en

Documentos de contribuciones de

Daroca.

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marcha del primer tren ondulador, en 1908, cuando comenzó a sonar ya con mucha más fuerza y quizá también el hecho de que en 1914 la ICC de los EE.UU. ordenó a los ferro-carriles norteamericanos que cesara la discri-minación contra las cajas de cartón.

Fueron unos buenos momentos que supo aprovechar Leopoldo Ramón Santorromán Tardos.

Apenas habían pasado unos años desde su llegada a Daroca y comenzó a tener clientes que ejercían su actividad en otras ciudades.

Fue entonces cuando tuvo muy claro que allí, en Daroca, había llegado a su techo.

Por eso, después de mucho meditarlo, tomó la decisión de ampliar el negocio familiar.

A comienzos del siglo XX, la inauguración del ferrocarril Teruel-Calatayud, como parte del ambicioso Valencia-Santander que nunca llegó a terminarse y quedándose a las puer-tas de la ciudad cántabra, supuso una gran mejora para el desarrollo del comercio daro-cense. Se construyeron muros de contención en los barrancos y se inició una repoblación forestal para intentar evitar los grandes des-trozos provocados por las periódicas riadas de las ramblas que desaguan al Jiloca.

Pero a partir de estos años la ciudad empe-zó a decaer. Los poco menos de cuatro mil habitantes y su situación muy al sur de Zara-goza no daban para más.

Pensó en varias ciudades y al final toma la de-cisión de trasladarse a la capital aragonesa.

Zona de la imprenta en la empresa de

Daroca y cortadora manual.

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ZaragozaPara los proyectos que tenía en mente Leo-poldo Ramón Santorromán Tardos, Daroca ya se había quedado pequeña. Además a varios de sus clientes de cajas de cartón los tenía le-jos de la ciudad de los Santos Corporales.

Este fue el motivo principal por el cual deci-dió trasladarse a la capital aragonesa en una deslocalización empresarial por aproxima-ción al cliente.

Después de la Exposición de 1908 Zaragoza, en el primer centenario de los Sitios, había al-canzado los 100.000 habitantes y proseguía su despegue industrial apoyada en numero-sas industrias metalúrgicas y alimenticias.

La ciudad misma experimentó un evidente auge urbano.

Se instalan los primeros tranvías eléctricos; se abre el polémico mercado que venía a su-tituir al mercado al aire libre que desde siglos se celebraba en los alrededores de su actual ubicación.

Se multiplican los monumentos, como el de los Mártires y el del Justiciazgo.

Y, en 1907, el Pilar ve finalizada su segunda torre, si bien ya era Monumento Nacional desde tres años antes. La gran remodelación del sector Santa Engracia continúa y el viejo

camino de Torrero se pue-bla de chalets y casas mo-dernistas construidas por la burguesía local.

Haciendo gala de su buen hacer y con el mis-mo criterio con el que había actuado hasta el momento en 1921, Leopoldo Ramón viajó a Zaragoza, compró unos terrenos y solicitó los correspondientes permisos de obras.

“Leopoldo Ramón Santorromán Tardos, ve-cino de Daroca y con domicilio accidental-mente en Zaragoza desea se le conceda la oportuna licencia para construir una casa-parcela, con sujeción a los planos que acom-

LLEGADA A ZARAGOZA

Zaragoza en 1922.

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paña, en terrenos de su propiedad, sitos en el Camino Viejo de Casablanca”.

Esta solicitud la cursó el 10 de octubre de 1921, y unos días más tarde recibía el opor-tuno permiso del aparejador municipal Vi-cente Mata. De inmediato comenzaron con las obras.

Mientras tanto, él continuaba con su trabajo en Daroca.

Cuando, en 1922, Leopoldo Ramón y su fa-milia se trasladan a Zaragoza, la capital maña comienza a superar su tradicional fisonomía agrícola pasando a la creación de un tejido industrial (“La Montañanesa”, “La Zarago-zana”, “Eléctricas Reunidas de Zaragoza”, etc.) y a la vez, con un crecimiento del sector financiero con el nacimiento del “Banco Za-ragozano” y el “Banco de Aragón”.

Año 1922…

Año en el que Egipto se independiza de In-glaterra, se crea el Estado Libre de Irlanda, se funda la URSS y Turquía se convierte en re-pública; año en el que nacen Agustín “Piru” Gainza, Antonio Bienvenida, Tony Leblanc, Ivonne de Carlo y Ava Gadner; año en el que se descubre la tumba de Tutankamon; año de la “Marcha sobre Roma” y en el que Victor Manuel III no tiene otro remedio que confiar el poder a Benito Mussolini; año en el que, el 6 de febrero, en España, se exige a los funcionarios públicos de todos los mi-nisterios la asistencia con puntualidad a su puesto de trabajo…

Asimismo, desde el punto de vista social, la incipiente industrialización de las primeras décadas del siglo XX es el origen de un im-

Leopoldo Santorroman Agustín e Irene

Blázquez Marín se conocieron en Zaragoza.

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CAPÍTULO III. LLEGADA A ZARAGOZA

portante movimiento obrero, marcado por la implantación y extensión de algunos sindi-catos.

Y es que, a veces, nos olvidamos de esos momentos difíciles...

Las organizaciones socialistas habían creci-do lentamente de forma paralela a las aso-ciaciones de oficios. En 1910 los afiliados a la Unión General de Trabajadores (UGT) se mantenían en torno a una centena y se crea-ba en Barcelona la Confederación Nacional de Trabajadores (CNT) sobre la adaptación de los principios puramente sindicalistas de influencia francesa y a la integración de grupos anarquistas. Ambos elementos, gru-pos anarquistas y asociaciones de oficios de Zaragoza y Aragón, se agrupan mayoritaria-mente en el nuevo organismo y desarrollan un activismo obrero en 1911 que conduce a la clausura de la Federación Local de Socie-dades Obreras de Zaragoza y a la ilegaliza-ción del naciente sindicato. Hacia 1916-17, con los efectos de la primera guerra mundial y en los inicios de una crisis política del es-tado de la Restauración comienza un nuevo ciclo cuyas características son: el crecimiento socialista, que hace que se pueda hablar de una primera implantación real de las orga-nizaciones socialistas en Aragón; la rápida recuperación y la hegemonía de los anar-cosindicalistas de la CNT en el conjunto del movimiento obrero aragonés y su extensión a buen número de pueblos de la región; la unidad de acción sindical; la notable capaci-dad de movilización huelguística entre 1917 y 1923; y una última característica, la violen-cia de la lucha social.

No. No es fácil llegar a una ciudad así y arriesgar vida y hacienda…

No es fácil cuando un grupo de acción direc-ta llamado “Los Justicieros” se creaba en Za-ragoza en 1920, en el punto álgido de lucha social en la capital aragonesa,

Y es que, tras la Exposición, Zaragoza vivió años de crisis, con paro, bajos salarios y con-flictividad social radicalizada por la intransi-gencia de obreros y empresarios, especial-mente entre 1917 y 1923, en cuyos años hubo 24 muertos por conflictos sociales, al-gunos tan graves como la toma del Cuartel del Carmen el 9 de enero de 1920 por el anarquista Ángel Chueca, que moriría a con-secuencia del mismo junto con otras nueve personas o el asesinato, por parte de miem-bros del grupo “Los solidarios” (sucesores de “Los justicieros), del Cardenal Juan Soldevila y Romero el 4 de Junio de 1923, cuando el coche del prelado entraba en la escuela asilo situada en El Terminillo.

Año 1923…

Año en el que Lenin recomienda en su testa-mento la destitución de Stalin y Pancho Villa es asesinado; año en el que nacen Lola Flores, Victoria de los Ángeles y Jorge Semprún.

El golpe de Estado, encabezado por el Gene-ral Primo de Rivera en septiembre de 1923, y cuya denominada Dictadura se prolongó

Letrero de la fabrica de la fachada de Zaragoza hecho por M. Gavín.

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durante siete años, supuso para Zaragoza el restablecimiento del orden social y la bonanza económica. Esta segunda parte de los años veinte coincidió con un nuevo periodo de eu-foria económica y se produjo la primera etapa de desarrollo urbano siendo el factor más im-portante la inmigración que fue llegando a la capital de distintas ciudades de Aragón.

Y en este ambiente propicio una nueva anda-dura comenzaba para esta empresa familiar.

La imprenta ya había pasado de ser la estrella del negocio, para cederle el protagonismo a la fabricación de cajas de cartón.

Una tarjeta de visita de aquella época lo deja muy claro:

“Fábrica de cajas de cartón. Especialidad en las de calzado. Leopoldo Ramón Santorro-mán Tardos. Hernán Cortes entre Gran Vía y Cuartel General. Zaragoza”.

No obstante, aunque ya la fabricación de ca-jas de cartón era su fuerte, no se dejaron los trabajos en su imprenta, a pesar de que por aquella época las artes gráficas no pasaban por unos momentos boyantes. Por un lado la fuerte competencia, debido al importante aumento de imprentas que había en la capital maña, además la censura que se había ceba-do con todo lo que salía de las imprentas.

Durante la Dictadura de Miguel Primo de Rivera la prensa diaria informaba “en ne-grita” que el número había sido sometido a la censura y, a veces, hasta en una columna quedaba un espacio en blanco. No sólo esto, también tenían censura las postales, folle-tos... todo aquello que salía de las imprentas zaragozanas.

Leopoldo Ramón Santorromán Tardos se volcó en la fabricación de cajas de cartón, especializándose en las cajas de calzado, un mercado que fue creciendo y con él su em-presa. Prueba de que las cosas le iban bien es que hasta en tres ocasiones realizó trans-formaciones importantes en el inmueble que había edificado en la zona del camino Viejo de Casablanca número 263. Barrio de Her-nán Cortes, en el que, allá por 1925, José María Escrivá ejercería el apostolado de ca-tequesis entre los niños y en el que mucho tiempo antes, más de un siglo, el pueblo de Zaragoza fue allí porque por aquel sitio de-bían acercarse los franceses.

En mayo de 1923 solicitó la correspondiente licencia para: “Construir una casita en terre-nos de su propiedad sitos en el Camino de Casablanca, (parcelación de Vera) conforme a los planos que se acompañan”. Pagó de arbitrios la cantidad de 89,20 pesetas.

Las cosas le iban marchando y, dando mues-tras una vez más de su buen criterio y visión del negocio, decidió realizar otra ampliación.

Fue un año después de edificar la casa, el 22 de noviembre de 1924, cuando solicitó al Ayuntamiento de Zaragoza la correspon-diente licencia: “Con el fin de ejecutar obras del edificio en el camino Viejo de Casablanca

Tarjeta de visita de la fábrica de cartón

de Zaragoza.

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CAPÍTULO III. LLEGADA A ZARAGOZA

accesorio a la calle Dato (fábrica de cajas de cartón)”.

Unos días después, con el visto bueno del aparejador municipal, recibió el correspon-diente permiso:

“Autorizo a Don Leopoldo Ramón Santorro-mán para elevar un piso y ampliar la casa sita en el Camino Viejo de Casablanca y su calle de Dato en una superficie de 59 metros y con arreglo a los planos”. Pago de arbitrios 91,25 pesetas.

Y en agosto de 1929 llevó a cabo la última ampliación en la capital maña:

“Se autoriza a Don Leopoldo Ramón Santo-rromán para, con arreglo a los planos pre-sentados y a condición de respetar las co-lumnas que sustentan el mirador del chaflán y reducir el vuelo de éste, construir un edifi-cio de tres plantas en una superficie de 838 metros cuadrados y una terraza en terrenos sitos en Camino Viejo de Casablanca, angu-lar a la Avenida del Carmen”.

Unos meses antes, había solicitado al Ayun-tamiento de Zaragoza el correspondiente permiso para la instalación de un motor. Lo recogía el Boletín Oficial de la Provincia de Zaragoza en su número del 3 de junio de 1929 (página 1.699):

“Habiendo solicitado, Don Leopoldo Ramón Santorromán, la instalación y funcionamien-to de un motor en Camino Viejo de Casa Blanca, angular a calle Dato, con destino a su industria de fábrica de cajas de cartón, se abre información de diez días durante los cuales serán oídos los vecinos más inmedia-tos al lugar de la instalación, conforme a lo preceptuado en el artículo ochocientos diez

y siete de las Ordenanzas municipales, cuyo plazo empezará a contarse desde el día si-guiente al que se publique este anuncio en el Boletín Oficial de la Provincia. Lo que se anuncia al público para su conocimiento y efectos oportunos”.

Estaba firmado, el 24 de mayo, por el Alcalde Don Miguel Allué Salvador, uno de los que acometió una serie de realizaciones urbanísti-cas paralizadas entre discusiones estériles.

Fue en Zaragoza donde mayor impulso dio a su negocio extendiendo sus ventas prin-cipalmente hacia el calzado, producto para el cual las cajas de cartón encajaban a la perfección. Esa apertura del mercado le fue llevando a clientes que residían en Arnedo, Enciso y Munilla, tres localidades de la Rioja eminentemente zapatilleras y además con una gran producción y subsiguiente consu-mo de cajas.

Conforme las ventas en esta zona fueron aumentando, Leopoldo Ramón, vio la con-veniencia de acercarse a esa clientela, que ya había adquirido una gran importancia en su cartera de pedidos. Esto le hizo pensar en trasladarse a Calahorra, ciudad cercana a es-tas localidades.

Vista general actual donde estuvo instalada la fabrica en los años veinte.

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CalahorraPRIMEROS PASOS EN CALAHORRAEn Zaragoza el crecimiento de la empresa

había sido importante pero los clientes de la zona de La Rioja iban en aumento.

Leopoldo Ramón Santorromán Tardos, vien-do la conveniencia de acercarse a su clien-tela decidió trasladarse a Calahorra, ciudad enclavada en La Rioja Baja y capital de la co-marca, cercana a las poblaciones donde es-taban las empresas de calzado. Una ciudad importante por aquella época, segunda po-blación de la provincia de Logroño, cabeza de partido judicial, con Obispado y estación de ferrocarril, la vía de comunicación impres-cindible en aquellos años 30 y que, además, gozaba de una situación privilegiada.

Calahorra se sitúa en el valle del río Ebro justo en el punto que éste recibe al río Cidacos. Al sureste de la comarca en el límite de La Rioja con Navarra y en plena vega agrícola que le permite mantener, desde tiempos inmemo-rables, una producción hortícola destacada. El núcleo urbano original “la Calagurris Nas-sica Iulia” se alza sobre una pequeña colina situada en la margen derecha del Ebro.

El asentamiento humano en Calahorra se re-monta al Paleolítico inferior, constatándose ya una población estable a finales de la Edad de Hierro.

A sus pies se extiende la urbe que desbordó las vie-jas murallas ya en tiempos de los romanos que construyeron el circo y otros servicios fuera del núcleo poblacional. Calahorra en la antigüedad siempre fue un lugar de paso de viajeros y peregrinos por lo que hay abundancia de documentación sobre al tema. Así, a poco de ser reconquis-tada, en el año 1045, en un documento de la Catedral se constata la afluencia de pe-regrinos al dotarlos de ciertas exenciones si hacen donativos a la Catedral.

Más tarde a orillas del río se construiría la Catedral y el Palacio Diocesano, sede de la diócesis calagurritana.

La ubicación, que domina las terrazas flu-viales de los alrededores y tiene un carácter eminentemente defensivo, llega a explicar la antigüedad del asentamiento. Ya fue reco-nocido por los autores clásicos el papel pre-ponderante que tuvo la ciudad en las guerras Sertorianas y la fidelidad que guardaban sus habitantes a su caudillo. La Calahorra de la “Fames Calagurritana” símbolo de la ciudad que recuerda los hechos acaecidos durante el asedio de las tropas pompeyanas, el año 72 a.C.

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Leopoldo Ramón Santorroman Tardos.

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CAPÍTULO IV. PRIMEROS PASOS EN CALAHORRA

Calahorra de monedas acuñadas que han ido apareciendo a lo largo y ancho de toda la península, como la encontrada en Oviedo. Un As de bronce, acuñado durante el reina-do del emperador Tiberio. En ella figuran los dunviros Sparso y Saturnino y según los ex-pertos esta moneda fue una de las de mayor tirada de las acuñaciones romanas llevadas a cabo en Calagurris.

Cuna del gran maestro en oratoria Marco Fabio Quintiliano y de Aurelio Prudencio Cla-mente, escritor prolífico, autor entre otras del “Peristephanon”, conjunto de himnos dedicados a la exaltación de mártires, entre ellos San Emeterio y San Celedonio.

Santos Emeterio y Celedonio, considerados, según la tradición, como “Santos Sanadores” de las enfermedades relacionadas con los huesos y las articulaciones, tales como rotura de huesos, reuma, artrosis, artritis, etc.

La fama de sus guerreros era tal que Augus-to formo una guardia personal con soldados procedente de Calagurris. Obtuvo el título de “Municipium Civium Romanorum” que otor-gaba a sus habitantes la ciudadanía romana.

El Padre Risco, en el tomo XXXIII de la Espa-ña Sagrada del Padre Enrique Flórez (1781) recuerda la existencia de dos tradiciones muy vinculadas con la ciudad. La primera la pre-dicación y estancia en la “Calagurris Nassica Iulia” romana del apóstol San Pablo, quien luego de inaugurar la sede episcopal dejó como primer jefe de nuestra Iglesia a San Félix. La segunda la difusión del cristianismo por el mismo apóstol Santiago en la ciudad, quien estuvo en ella durante un tiempo. Y ello explica la existencia en Calahorra de

una basílica, luego remozada y finalmente trasladada de emplazamiento, dedicada al “Sancta lago”. Aún se podría añadir una tercera, ésta última mucho más documenta-da en los archivos, que nos habla de Ramiro I celebrando en Calahorra el triunfo contra los sarracenos en Clavijo y otorgando a la ciudad el conocido Voto de Santiago.

Calahorra, en los tiempos de Santorromán, gozaba de enlaces en todas las infraestruc-turas de comunicación que recorren el valle y que comunican la vertiente cantábrica con la mediterránea. La carretera nacional unía la ciudad con la capital riojana, Logroño, que está a 48 kilómetros al oeste y con Zaragoza al este, a 120 kilómetros.

Como cabeza comarcal, además de las vías principales partían de Calahorra carreteras que la unían con los pueblos del valle del

Leopoldo Santorromán Agustín.

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Ebro y del Cidacos. Hacia el norte San Adrián y hacia el sur Arnedo, la otra población im-portante de la comarca.

En cuanto a las comunicaciones por ferro-carril, Calahorra tenía estación en la línea Castejón - Bilbao de RENFE que recorría el valle del Ebro y la comunicaba con Logro-ño, Zaragoza y el resto de la red principal de los ferrocarriles españoles. Contaba también con una línea férrea de vía estrecha cuya principal misión fue facilitar el transporte del carbón extraído de las minas de Préjano. Re-corría el valle del Cidacos y unía Calahorra y Arnedillo, pasando por Autol, Arnedo y Her-ce, en un recorrido de 34 kilómetros.

Ahora no importaban tanto los poco más de trece mil habitantes de Calahorra como las fábricas de conservas y su entorno.

Calahorra con el mercado tradicional de fru-tas y verduras cuyo origen se remonta al Pri-vilegio de Mercado que le otorgó Alfonso X “El Sabio” en el siglo XIII y que se desarrolla en la plaza del Raso, llamada así por ser el lu-gar donde se ponían “al raso” las diferentes hortalizas cosechadas.

También era importante la producción de re-molacha, de la que la azucarera de Calaho-rra (funcionando desde 1917) recogió en 1933 más de cincuenta y seis mil toneladas (casi el doble el año anterior) y que junto con la recogida en Alfaro se obtuvieron más de dieciocho mil toneladas de azúcar. Las azu-careras, junto con las conserveras, potencian desde 1915 y hasta comienzos de la década de 1930, el eje agroalimentario de la Rioja Baja. Las empresas dedicadas a la produc-

Fachada de la primera fabrica en Calahorra en la Avenida de la

Estación.

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CAPÍTULO IV. PRIMEROS PASOS EN CALAHORRA

ción de conservas vegetales se multiplican con la clásica fragmentación que caracteriza a este sector en la Rioja

La Rioja, tierra de conservas, calzados, vino, dinosaurios dormidos, montes rojizos, gen-tes recias…

Gentes de puño en tierra y jota al aire…

Quizá todas estas características de la ciudad influyeran positivamente para que Leopoldo Ramón Santorromán Tardos se decidiera por Calahorra para ampliar su empresa, aunque quizá, lo que nunca llegó a pensar es que, setenta y cinco años después, ésta continua-se en la misma ciudad y dirigida por sus des-cendientes.

Al igual que había hecho cuando fue a Da-roca y posteriormente a Zaragoza, un año antes compró unos terrenos y comenzó la construcción de una nave industrial, en la planta baja, y la vivienda en el primer piso.

Año 1933…

El año de los sucesos de Casas Viejas, hoy Benalup, en Cádiz; el año en el que Adolf Hitler es nombrado Canciller, se incendia el Reichstag y comienza la persecución de los judíos; año en el que se estrenan “Bodas de Sangre” de Federico García Lorca y “Violetas Imperiales” de Raquel Méller; año en el que José Antonio Primo de Rivera funda Falange Española, mientras se inician las emisiones de televisión en Estados Unidos e Inglaterra; año en el que nacieron Kim Novak, Yoko Ono, Costa Gravas, Montserrat Caballé y Paco Gento “la galerna del Cantábrico”; año en que se inauguraba “Radio Rioja EAJ18”; año en el que, los fundadores de la antigua Sociedad Cultural Deportiva de 1923, con

el apoyo de otros aficionados, formaron el Calahorra F.C., al cual inscriben en la Fe-deración Cantabra, e intentan construir un gran campo de fútbol en el termino de La Algarrada, donde se jugó hasta que estalló la Guerra Civil.

El 2 de abril de 1933 Santorromán compró a Benito Torres, unos terrenos en la Avenida de La Estación, Carretera a Garray. La parce-la tenía mil metros cuadrados de los cuales doscientos, aproximadamente, fueron para la planta industrial y para la construcción de una vivienda en el primer piso

Garray, cerro conocido por la resistencia que, siglos atrás, Numancia ofreció a los invasores romanos y que solo acabó con el exterminio de todos sus habitantes.

Gente terca, gente valiente…

Irene Blázquez Marín, esposa de Leopoldo Santorromán Agustín.

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Unos meses después, en la sesión del Ayun-tamiento de Calahorra de 20 de octubre de 1933, se acuerda:

“Pase a informe del Sr. Arquitecto la ins-tancia de D. Leopoldo Ramón Santorromán solicitando autorización para construir un edificio destinado a industria y vivienda en la carretera de Garray. Se acuerda que pre-sente el plano correspondiente y como ha de entender también la Jefatura de Obras Públicas, que se informe la instancia cuando se haya acompañado el plano y se remita a la de la provincia”.

Y fue en la sesión de 8 de diciembre de 1933 cuando:

“Vista la instancia que envía la Jefatura de Obras Públicas para que pueda permitirse a Leopoldo Ramón Santorromán la construc-ción que solicita queda autorizado para hacer-lo de un edificio destinado a casa habitación y fábrica de cajas de cartón en una parcela de término lindante con la Carretera de Garray a la estación de Calahorra Km. 92”.

De inmediato comenzaron las obras, y en abril de 1934 ya figuraba dado de alta en el censo de Contribución Industrial y de Co-

mercio de Calahorra con el epígrafe “Cajas ordinarias, cartón”.

Y así, Leopoldo Ramón Santorromán Tar-dos, comenzaba su etapa en una Calahorra ciudad eminentemente agrícola, con una industria azucarera, y en la que algunas em-presas habían comenzado su andadura, caso de “Envases Metálicos Riojanos Moreno S. A.” en 1931.

Junto a su principal línea, la fabricación de cajas de cartón para las empresas de calzado, estaba la elaboración de otro tipo de cajas para di-versos productos y, gusanillo difícil de eliminar producto de históricos genes, también conti-nuaba con los trabajos de imprenta.

Y ahora rememoren:Barbastro, 1897.Daroca, 1909.Zaragoza, 1921.Calahorra, 1933.Doce años en cada ciudad.

Doce meses del año, doce apóstoles, doce frutos del Espíritu Santo, doce columnas del templo de Salomón, doce estrellas por coro-na, doce contelaciones o signos del Zodíaco, Flavio Josefo, y sus doce piedras preciosas: cornalina, crisólito, esmeralda, rubí, lapislá-zuli, ónice, zafiro, ágata, amatista, topacio, berilo y jaspe, las doce tribus de Israel, los doce años de la hija de Jairo…

Doce…

El número solar por excelencia y una cons-tante en la cultura mediterránea. Símbolo del orden cósmico.

Curioso ¿No?

Copia de la primera contribución industrial y comercio de Leopoldo Santorromán Tardos del Ayuntamiento de Calahorra, año 1934.

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Los empleadosJunto a Leopoldo Ramón Santorromán Tar-dos y su hijo Leopoldo comenzaron, a finales de marzo de 1934, tres personas, Cristina Muñoz, Clemente Abad y Carmen Carra, y dos meses más tarde, el 25 de mayo, se in-corporó, Moisés Díez.

Todavía no se habían inventado los depar-tamentos de Personal y menos aún los de Recursos Humanos.

Una empresa es lo que sus hombres o muje-res quieren.

En diciembre de 1934 apareció en Calahorra el semanario “Renacer”, pero se conoce que Leopoldo Ramón ya estaba orientado hacia el cartón y había dejado a un lado las velei-dades del periodismo…

Y es que Calahorra, en los albores del siglo XX, no había parado de engendrar periódi-cos: En 1900 “El Noticiero Calahorrano”; en 1902 el semanario independiente “La Opi-nión”; en 1904 el ”Eco Riojano” y “El Com-pañero”; en 1906 “La Rioja Republicana”; en 1908 el efímero y satírico “El Tonto”; en 1909 “El Regenerador” de carácter social-cristiano; en 1910 “El Porvenir Riojano”; en 1922 “Vida Calahorrana”; en 1930 el sema-nario “El Solar Riojano” y en 1934 el arriba citado “Renacer”.

¡Bastante había tenido en Barbastro, cuando topó con la Iglesia!

¡”Vade retro”, periodismo compartido…!

No se le olvidaba, no.

¡Y eso que habían pasado treinta años!

Cristina Muñoz, que estuvo trabajando en la empresa hasta los años sesenta, cuenta:

“Primero se edificó la fábrica y comenza-mos a trabajar. La casa la hicieron después, cuando estábamos ya trabajando. Mientras la terminaban los jefes vivieron de alquiler, en la misma calle, en la casa de unos trans-portistas”.

LOS PRIMEROS EMPLEADOS

Cristina Muñoz fue la primera empleada en la fábrica en 1934. La fotografía corresponde a esa época.

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El pan nuestro de cada día lo primero…

Con este equipo humano y cinco máqui-nas: una impresora Minerva pequeña, una troqueladora, una hendedora, una cosedora y una cortadora, que compraron nueva, la empresa “Santorromán” iniciaba su anda-dura en Calahorra.

Aunque el calzado nació como sector indus-trial a finales de los años veinte en la comarca de Arnedo las fábricas, en su gran mayoría, fueron creadas en los años cuarenta, previos los ensayos en los treinta, con escasos capi-tales y por jornaleros y modestos artesanos, que terminaron por convertir a esta ciudad en el centro animador por excelencia de este sector industrial de la provincia.

Las fábricas de zapatillas iban a más pero el aislamiento, como sucedió con las textiles, creó sus dificultades. El sector se reestructu-ró o bien inyectando capitales y quedándose en la sierra o bien marchándose a poblacio-nes con mayores posibilidades. Esta solución tomaron los Fernández, asentándose en la capital en 1930 y los Sevillas, afincados en Munilla, por problemas de comunicaciones y mano de obra, se trasladan a Arnedo, llegando a contar con una plantilla de 780 trabajadores, y una producción de 25.000 pares diarios. Esta empresa fue la primera en aplicar la patente del sistema vulcanizado para la fabricación de zapatos, con lo que se convirtió en líder tecnológico mundial.

Después, a partir de los años cuarenta, la rama zapatillera se centró en la capital, aun-que continuaron creándose algunas socieda-des en lugares de tradición artesanal de este producto, como Cervera de Río Alhama o el

propio Enciso, villas riojanas que, entre las dos, apenas llegaban a los diez mil habitan-tes en aquellas fechas.

Estos cambios en la estructura del mercado no fueron un obstáculo para que la empresa “Santorromán” fuese, poco a poco, a más. Por este motivo y ante la amplia demanda de sus clientes, en 1935, Leopoldo Ramón com-pró una hendedora más grande e incorpo-ró más personal a la empresa. Fue la época en que comenzaron a trabajar, muy jóvenes ellas, Tomasa, Francisca y Encarna.

La caja corriente de zapatillas para, los “Sevi-lla” y para los “Aguirre”, eran las que más se fabricaban. También había numerosos clien-tes en la zona de Alicante.

Fabricar este tipo de cajas era un puro tra-bajo artesano, desde la llegada del cartón en plancha en tablones, hasta su posterior envío por ferrocarril o a través de una em-presa de transporte de Enciso “Transportes Laceras”.

El primer paso se realizaba en la cortadora, de ahí a la hendedora, impresora, troquela-dora, cosedora o pegado manual y, una vez metidas las tapas en los fondos, se introdu-cían en jaulas.

Junto a las cajas de calzado, las cajas para los famosos caramelos, pastillas de café con leche, de la “Vda. de Solano” que se hacían en Logroño, ocupaban casi todo el tiempo de los empleados de la empresa.

El origen de las pastillas se remonta al año 1830 con Don Celestino Solano. Según las fuentes, el matrimonio Solano y Ruiz-Olalde tenían una confitería de Logroño. Ese año Antolina elaboró unas pastillas para regalár-

Caramelos viuda de Solano.

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CAPÍTULO V. LOS PRIMEROS EMPLEADOS

selas a sus clientes con una fórmula propia, y que en muy poco tiempo alcanzaron fama y fueron muy demandadas. El secreto estaba en la leche usada que era de pollina. Des-pués se utilizó la leche de vaca para poder atender a la demanda que llegaba hasta los mil kilos al día. Mantenida durante décadas por su señora viuda, abandonó la Rioja en 1989 para pasar a manos de una multinacio-nal alimentaria norteamericana.¡Ay!

Cristina recuerda las exigencias que la ley mar-caba para el trabajo con este tipo de cajas:

“Hacíamos muchas cajas para los caramelos de la “Vda. De Solano” y para este tipo de cajas usábamos purpurina. Doña Irene, la es-posa de Don Leopoldo, que era de Zaragoza, nos bajaba un cuartillo de leche a media ma-ñana, según marcaba la ley, porque la pur-purina, decían, era un poco tóxica. Nunca nos pasó nada a nadie”

También, destaca Cristina, había otro buen cliente:

“Era la fábrica de “Arcos”, un empresa de soldadura. Eran unas cajas en forma de tubo que las pegábamos a mano”.

Cristina Muñoz alaba el ambiente que se respiraba en la empresa:

“Éramos todos como una familia. Los jefes nos trataban muy bien y todos estábamos muy contentos. Don Leopoldo Ramón viaja-ba mucho, sobre todo en tren. Él se iba en busca de clientes y bien que los conseguía. El único que estaba con nosotros al princi-pio era su hijo Leopoldo. Como un clavo, a la misma hora que nosotros estaba siempre allí, no fallaba nunca. Era un hombre que, desde que lo conocimos, era muy majo”.

Cuando Cristina comenzó a trabajar cobra-ba dos pesetas al día y recuerda cuando Don Leopoldo Ramón les decía:

“Mañana es domingo. Si venís por la ma-ñana a tapar todo ese montón de cajas que tenemos aquí no os dirán nada.” Íbamos la Encarna, la Paquita y yo, estábamos toda la mañana tapando cajas y luego nos daba diez céntimos por cada hora de trabajo. Nos íbamos más contentas que chupín. Era un hombre que se preocupaba mucho de noso-tras, hasta nos trajo una profesora para que aprendiésemos más”.

A pesar de las circunstancias por las que atravesaba el país, las cosas rodaban bien para la empresa “Santorromán”, que ya te-nía algunos clientes que se iban afianzando y otros que iban llegando nuevos. Poco a poco y debido al esfuerzo que todos estaban rea-lizando, la empresa comenzaba a tener ya un nombre en el apartado de las fábricas de cajas de cartón.

Cristina Muñoz junto a un grupo de empleados de

Cartonajes Santorroman S.A. en una visita que realizó a la planta del Polígono Tejerías

Norte en 2008.

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Leopoldo Santorromán Agustín en su última etapa en el Ejército Español.

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CAPÍTULO V. LOS PRIMEROS EMPLEADOS

Poco antes del inicio de la guerra civil española, le sobrevino la muerte a Leopoldo Ramón San-torromán Tardós, fue el 20 de junio de 1936.

Y fue su viuda, Ángeles Agustín Buisán, la que se hizo cargo del negocio y continuó trabajando hasta que llamaron a filas a su hijo Leopoldo que fue de los últimos que movilizaron.

Entonces tuvo que cerrar y hasta que su hijo regreso la fábrica permaneció inactiva. Fue muy poco tiempo, pero ella sola no podía llevar todo el peso que ya había adquirido la empresa dentro del mercado de las cajas de cartón.

Ángeles, de esa saga de mujeres valientes que hay tras sus maridos, con sus maridos, junto a sus maridos, han continuado Irene, Rosita…

Aquella andadura empresarial que iniciase Leopoldo Ramón Santorromán Tardos en 1901 en Barbastro terminó para él en 1936 en Calahorra.

¡Poco más de 200 kilómetros separan ambas ciudades pero cuánta ilusión, cuánto sacri-ficio y cuánta vis empresarial hubo en esa distancia!.

Año 1936… año del escándalo en Calaho-rra…

Año en el que el entierro de Leopoldo Ra-món Santorromán Tardos se convertía en el primer entierro civil de la ciudad desde el ini-cio de la República y es que, como se dice en el “Libro Negro de Calahorra”, escrito en 1956 por el erudito calagurritano Don Pedro Gutiérrez Achútegui, incluso en aquella épo-ca, el predominio clerical en las costumbre cotidianas tenía una fuerza enorme en Cal-

ahorra, más allá de las verdaderas creencias de las personas.

Año 1936… año del desgarro…

Año en el que la Gestapo se coloca por en-cima de la ley y Jesse Owens corre más que nadie en los Juegos Olímpicos de Berlín; año en el que Charles Chaplin estrena “Tiempos modernos”; año en el que nacieron Robert Redfor, Virna Lisi, Marifé de Triana y Antonio Gala; año en el que perdimos a Ramón María del Valle-Inclán, Conchita Supervía, José Cal-vo Sotelo, José Antonio Primo de Rivera, Fe-derico García Lorca, Ramiro de Maeztu, Pedro Muñoz Seca, Miguel de Unamuno, Juan de La Cierva, Leonardo Torres Quevedo…

Y a los innumerables, aunque les hayan pues-to cifras… A esos también les perdimos.

Años de guerra que muchos hicieron en za-patillas y alpargatas…

Leopoldo Ramón Santorromán Tardos poco antes de su muerte en junio de 1936.

Momentos difíciles

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Momentos difícilesHabía terminado la contienda nacional y los que habían estado en el frente regresaban a sus casas.

Año 1940…

Año de guerra, aunque no nuestra que bas-tante habíamos tenido ya…

Año de noticias de guerra…

Año de hambre…

El hambre como cita cotidiana de gran parte de la sociedad española…

Inicio de un ostracismo político y económico…

Con una población activa del 36,20% y en la parte de industria, comercio y transporte tan solo del 12,30%.

Año en el que se funda el CD Logroñés y nacen Edison Arantes do Nascimento “Pelé” y Paco Camino; año en el que Ernest Hemin-gway publica “Por quién doblan las campa-nas” y Enrique Jardiel Poncela “Eloísa está debajo de un almendro”; año de “El gran dictador” de Charles Chaplin y del “Con-cierto de Aranjuez” de Joaquín Rodrigo; año en el que, gracias a la gestión del entonces Alcalde de Calahorra, don Antonio Martín Pérez, se consiguió el nuevo campo de fut-bol de “La Planilla”, propiedad de Educa-

ción y Descanso; año en el que se justifica eso de

“Calahorra ya no es Calahorra que parece Washington…” en sus múltiples variantes de rima… pero siempre en jota.

El Alcalde, en julio, “las mejores condiciones de higiene y agua corriente”, contra el Go-bernador, en diciembre, “los intereses mora-les, sanitarios y sociales”.

MOMENTOS DIFÍCILES

Ángeles Agustín Buisant, viuda de Leopoldo Ramón Santorromán Tardos.

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CAPÍTULO VI. MOMENTOS DIFÍCILES

¿Lucha de poderes o cuestión de prioridades?

Leopoldo Santorromán Agustín volvió a Cala-horra y, de inmediato, con su madre Ángeles, dispusieron todo para poner en marcha la empresa de nuevo.

De los primeros empleados retornaron Cris-tina, Moisés, Francisca y Encarna, y con el paso de los años se fueron incorporando otros, algunos de los cuales pasarían muchos años en la empresa, incluso hasta finalizar su vida laboral.

Fue en la década de los cuarenta, cuando entraron: Justo Lorente, Nicolás Lorente, Andresa Madorrán, Eusebia González, Isabel Losantos y Emilia Mazo, así como María Te-resa Reboles, primera persona que entró a las oficinas como “mecanógrafa”.

¿Se acuerdan de aquella película de Analía Gadé y Fernando Fernán Gómez que se ti-tulaba “Sólo para hombres” en la que, en la España de finales del siglo XIX, una joven cansada de buscar novio, decide colocarse en una oficina?

La empresa comenzaba a crear nuevos ho-rizontes y tanto la fábrica de cajas de car-tón como la imprenta estaban trabajando a buen ritmo.

El mercado de cajas de calzado había aumen-tado y se recuperaron clientes para los que se trabajaba antes de la guerra civil. Además, la imprenta pasaba también por buenos momentos y junto a los trabajos habituales de cartas, facturas, sobres, catálogos, etc... se hacían otro tipo de encargos, como los programas comerciales de las fiestas de Ca-lahorra y el oficial de fiestas que editaba el Ayuntamiento.

Fiestas de Calahorra que se celebran el 3 de Marzo y del 25 al 31 de Agosto y que, en ambas fechas, se festejan a los mismos pa-tronos, San Emeterio y San Celedonio sol-dados romanos venidos a Calahorra con la VII Legión romana a fines del siglo III, hijos de San Marcelo y Santa Nona, patronos de León y de otras muchas ciudades. Fueron martirizados, degollados, a orillas del río Ci-dacos un día 3 de Marzo por no renegar de la fe cristiana, tal como había ordenado el

Portadas de programas de fiestas de 1945 y 1946 editados en Santorromán.

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emperador Diocleciano. Sobre el lugar de su martirio se erigió la Catedral y eso explica su insólito emplazamiento “extramuros” de la ciudad.

Santos Emeterio y Celedonio, santos már-tires amados por los habitantes de Alava, Guipuzcoa, Vizcaya, Cantabria y Navarra por cuanto, durante muchos siglos, el País Vasco perteneció a la Diócesis de Calahorra. En La-grán, pueblo de la montaña alavesa, el día 3 de marzo se cantaba la siguiente aurora:

Calahorra ha sido dichosay santificada en su Catedral.De Emeterio y San Celedonioguarda sus reliquias de inmortalidad. Dichoso arenalque en la orilla del río Cidacosencierra tesoros de gloria inmortal.

y el 31 de agosto:

A San Emeterio y San Celedonio,mártires ilustres por la religión,

hijos de otro mártir valeroso,son los que en Calahorra celebran hoycon gran devoción.

En Larrabetxu (Vizcaya) se encuentra la Igle-sia Juradera de los Santos Emeterio y Cele-donio, uno de los cuatro puntos en los que el Señor de Vizcaya debía jurar, que eran: Ante las puertas de Bilbao, en la menciona-da iglesia, bajo el Árbol de Guernica y en la iglesia de Santa Eufemia, en Bermeo.

Fiestas de Calahorra.

Emilia Mazo era una de las encargadas de montar este tipo de trabajo: “Lo pasábamos muy bien haciendo el programa de fiestas. Era un programa de los mejores que se ha-cían en Calahorra, también hacían otros en

“Broquetas” y “Escobes” pero el nuestro, para mí, era el mejor y el que más me gus-taba. Además, algún año, hicimos también el de Azagra. Cuando llegaban las fiestas de Calahorra hacíamos también otras cosas como abanicos que luego se regalaban. Eran de tres tiras que las uníamos con un ojete, se desplegaba y te podías abanicar con él de maravilla ”.

En 1943, en la segunda plaza fija, la actual, el cartel inaugural fue presidido por “Mano-lete”, “Pepe Luis Vázquez “ y ”El Andaluz”.

Año 1943, el único año en el que “Manolete”, dentro de los 74 festejos taurinos en los que actuó, toreó en Calahorra el 31 de agosto en una corrida que se saldó con una apoteosis de “El monstruo” a pesar de que en el primer toro no estuvo muy afortunado.

Las cosas en el sector laboral comenzaban a cambiar.

San Emeterio y San Celedonio, patronos de Calahorra.

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El punto de partida de las políticas de pro-tección se sitúa en la Comisión de Reformas Sociales (1883) que se encargó del estudio de cuestiones que interesasen a la mejora y bienestar de la clase obrera. En 1900 se creó el primer seguro social, la Ley de Accidentes de Trabajo, y, en 1908 apareció el Instituto Nacional de Previsión en el que se integran las cajas que gestionan los seguros socia-les que van surgiendo. Posteriormente los mecanismos de protección desembocan en una serie de seguros sociales, entre los que

destacan el Retiro Obrero (1919), el Seguro Obligatorio de Maternidad (1923), Seguro de Paro Forzoso (1931) y es ahora cuando comienzan el Seguro de Enfermedad (1942), y el Seguro Obligatorio de Vejez e Invalidez, SOVI, (1947). La protección dispensada por estos seguros pronto se mostró insuficiente, lo que llevó a la aparición de otros meca-nismos de protección articulados a través de las Mutualidades Laborales, organizadas por sectores laborales y cuyas prestaciones te-nían como finalidad completar la protección preexistente.

También las categorías profesionales comen-zaron a definirse, y los “Libros de Matrícula” de la empresa recogían, desde aprendices hasta oficiales de 1ª, pasando por peones de varias categorías, recadista, minervista, cajis-ta, mecanógrafa y aparece el primer Jefe de Sección, Juan Pina Calvo.

Los hombres, en su mayoría, realizaban los trabajos de imprenta, y las mujeres, ayuda-das por algunos peones, todo lo relacionado con las cajas de cartón.

A la izquierda, estampas taurinas obra de Leopoldo Santorromán Agustín.

Programas de cine impresos en

Santorromán.

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Leopoldo Santorromán Agustín comenzó a abrir nuevos mercados y contrató un repre-sentante en Bilbao, Julio Santos, que de in-mediato aumentó la cartera de pedidos. Sus primeros clientes: “San Agustín”, “Beltrán Casado”, “Jesús Dueñas” y “La Industrial Plástica”. Curiosamente en una carta al re-presentante referida a este cliente se le in-formaba que: “Se anota el pedido nº 1.216, que será servido al precio anterior de 340 pesetas/millar en cartón Cuero nº 3, según muestra que se acompaña”.

“Beltrán Casado y Cía.” era uno de los bue-nos clientes de la zona de Bilbao. Empresa dedicada al mundo del automóvil, en la que llegaron a trabajar más de mil operarios. En-tre otras muchas cosas fabricaban cajas de cambio, mecanismos del motor para la fur-goneta “DKW” y motores para el ciclomotor

“Peugeot”. La mecanización se efectuaba en las instalaciones de la bilbaína Ribera del Deusto. Habían fabricado también, con gran

éxito de ventas, el frigorífico “Frisán”, que se vendían incluso antes de hacerlos. Años más tarde, en 1955, establecerían un con-trato de colaboración con la “Hans Glas Isa-ria”, fabricante alemán de los coches de la marca “Glas” y “Goggomobil”. El proyecto no fructificaría.

En una carta, en la cual se habla de un pe-dido de “Dueñas”, se ve claramente que en Santorromán se trabajaba con mucho orden para no cometer errores en la toma de pedidos: “Se anota el pedido nº 1.215, el cual será servido con el anterior nº 1.206, sobreentendiendo que la caja a que se re-fiere, V-18-40 tipo B. C.-401 será la nº 3 de mi referencia, tamaño 130x95x110, con el interior troquelado según modelo que se adjunta, rogándole que para más claridad le comunique a la casa que sería conveniente que todos los pedidos, los cursasen por mi referencia, pues así no habrá nunca lugar a dudas de ninguna clase”.

Julio Santos, a la izquierda,

con Leopoldo Santorromán Blázquez y su hijo el día que

le rindieron un homenaje.


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Desde muy niño a Leopoldo Santorromán Blázquez le gustaba corretear por la fábrica.

Una nueva etapaUna nueva etapa

Una nueva etapa

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Una nueva etapa

La empresa, poco a poco, se iba consolidan-do y Leopoldo Santorromán Agustín, cada día, iba adquiriendo más responsabilidad, de ahí que su madre Ángeles, a punto de cumplir los 70 años, le pasase el relevo y, el 1 de febrero de 1947, enviase una carta a clientes y proveedores dándoles cuenta de este hecho:

“Tengo el placer de comunicar a Ud/s. que, con esta fecha, he cedido el negocio a mi hijo D. Leopoldo Santorromán, que desde el año 1938 venía dirigiendo como apoderado, habiéndose hecho cargo de mi Activo y mi Pasivo. Al cesar en mis actividades comer-

ciales, expreso a Ud/s. mi más sincero reconocimiento por todas las atenciones con que me ha/n con-siderado y espero que a mi hijo, le seguirá/n dispensando su mayor favor”

La carta la firmaba “Vda. de R. Santorromán”.

El mismo día, Leopoldo Santorromán Agus-tín, envió a clientes y proveedores la siguien-te misiva:

“Tengo el honor de comunicar a Ud/s. que con esta fecha me he hecho cargo del nego-

cio que hasta el presente ha figurado a nombre de mi Sra. madre, con su

UNA NUEVA ETAPA

Las empleadas Eusebia González (i), Isabel Losantos, Cristina Muñoz y Emilia Mazo en una celebración.

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Activo y su Pasivo. Con este motivo, hago vo-tos porque las buenas relaciones comerciales que siempre han existido con mi Sra. Madre, se estrechen aún más si es posible conmigo, agradeciéndole/s su/s atenciones y las futuras que me dispensen”. Firmado “Leopoldo San-

torromán”.

Las cosas, bien parecen si bien se hacen o “Bien está lo que bien acaba” comedia de W.Shakespeare, traducida también como “A buen fin no hay mal principio” escrita pro-bablemente hacia 1602-1603.

La transición en una empresa familiar.

Son las personas las que mar-can “la cultura” de una em-presa familiar, cuyos pilares son: serenidad, autoestima y educación en virtudes como fortaleza, laboriosidad, vera-

cidad, lealtad, integridad, prudencia y espíri-tu de servicio.

Año 1947…

Año en el que se independizan del Imperio Británico la India y Pakistán; año en el que se descubren los manuscritos del Mar Muerto; año en que se inventan el transistor y, aun-que solo en teoría, la telefonía móvil; año en el que se inaugura el estadio Santiago Bernabeu y el que la Junta Directiva inscri-bió al C.D. de Calahorra en la Federación Guipuzcoana, clasificándose campeón del Grupo Rioja y subcampeón de la Primera Regional Guipuzcoana, alcanzando en esta temporada el título de campeón del Grupo B de la Copa Rioja; año en el que fallece Ma-nuel Rodríguez Sánchez “Manolete”; año en que Miguel Delibes publica “La sombra del ciprés es alargada” y Albert Camus “La peste”; año en que todos fuimos heroicos remeros en las escenas finales de aquel “Bo-tón de ancla” de Fernando Fernán Gómez,

Un grupo de empleadas de Cartonajes Santorromán

con los esposos de dos de ellas.

Carta que Leopoldo Ramón Santorromán Agustín envió a clientes y proveedores el 1 de febrero de 1947.

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CAPÍTULO VII. UNA NUEVA ETAPA

Antonio Casal y Jorge Mistral…

Se iniciaba una nueva etapa para “Santorro-mán”, una empresa que desde hacía unos cuantos años había comenzado a utilizar diversas imágenes como logotipo o imagen identificativa en diversos anuncios.

Los cambios se fueron sucediendo con el paso del tiempo, aunque siempre la “S” des-tacaba sobre todas las imágenes que utiliza-ron para su promoción.

En cuanto a los eslóganes, también fueron cambiando. De los primeros años destaca-ríamos dos:

“Un perfecto acabado en toda mi producción y unos precios económicos”; “Tengo siem-pre presente que todo impreso debe de ser un trabajo artístico”.

Todo esto con el nombre de “Santorromán” y debajo “Industrias Gráficas del Cartonaje y Papel”.

Deberíamos recordar aquí aquel eslogan di-recto y sencillo que sirvió para iniciarse en Barbastro:

“Todo encargo será servido en tan buenas condiciones, por lo menos, como lo haga otra casa en ésta y fuera”.

Eslogan que, en alguna forma, nos evoca al Tenorio cuando dice:

En Roma, a mi apuesta fiel,fijé entre hostil y amatorioen mi puerta este cartel:«Aquí está don Juan Tenoriopara quien quiera algo de él».

Además, comienza a figurar junto a “Indus-trias Gráficas de Cartonaje y Papel” un es-

logan que ya se ha hecho tradicional en la empresa:

“Envases y embalajes de cartón para todos los usos”.

No hay que olvidar que aunque las cajas de car-tón eran la base princi-pal, la empresa también ofrecía: “artículos para precintar cajas de emba-laje. Impresos de todas las clases y objetos de escritorio”.

Los tiempos habían cam-biado, pero al igual que en Barbastro, 45 años antes,

“Santorromán” continuaba ven-diendo, entre otras muchas ma-terias, objetos de escritorio.

También, por estas fechas, de su imprenta salían numerosos programas de cine y teatro. Eran los tiempos en que las películas se anunciaban a “bombo y pla-tillo” con carteles y programas o prospectos de mano. algo que tuvo mucha repercusión en las imprentas que completaban así muchas horas de su producción.

Fue a finales de la década de los 40 cuando Leopoldo Santorromán Agustín comenzó a trabajar con el cartón ondulado ya que, en la zona geográfica, empezaron entonces a co-brar importancia, las industrias de conservas vegetales y vinos embotellados, que embala-ban sus productos en cajas de madera.

Cartel promocional de Vda. de Santorromán en 1949 y otro cartel promocional de la empresa.

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Paralelamente a la madera comenzó a surgir como novedad el cartón ondulado, con el que se conseguían cajas de resistencia superior a lo que entonces se podía lograr con el cartón compacto y con ellas se podía intentar el em-balado de las conservas y vinos con expectati-vas de éxito. En el caso de las cajas de vino el cartón ondulado aportaba, además, mullido y, presumiblemente, mejor protección.

Una carta a su representante en Bilbao, Julio Santos, el 3 de marzo de 1947, da fe de que Leopoldo Santorromán Agustín trabajaba bastante con el cartón ondulado:

“Tengo el gusto de comunicarle, que acabo de recibir una importante partida de cartón ondulado según muestra que se acompa-ña y que puedo admitir pedidos de alguna consideración, siempre que estos vengan en

seguida, pues dicho cartón, se agotará rápi-damente por la escasez que se siente de este tipo de cartón en el mercado”.

Este nuevo proyecto, con el cartón ondula-do, supuso que fuesen ocupados, con naves y máquinas, los mil metros cuadrados que tenía de planta la parcela que, en su día, ha-bía comprado su padre.

A las máquinas ya existentes se sumaron una cizalla, una metralles, una impresora, una rasgadora y una máquina de coser cajas de cartón ondulado. Fueron las primeras máqui-nas en las cuales se comenzó a manipular el cartón ondulado de una manera puramente artesanal

En la cizalla se cortaba la largura de la hoja a la medida, de una en una. Luego en la metra-lles se cortaba, también a medida, en la otra dirección y a la vez se hacían los hendidos; en la impresora, al tener muy poco diámetro el rodillo en el que se sujetaba el cliché, ha-bía que colocar un trozo de cartón al final de la hoja para que la imagen a imprimir no se repitiese y había que pasar las cajas por la máquina tantas veces como colores llevase la marca a imprimir. Los formatos pasaban luego a la rasgadora, máquina con unas cu-chillas que cuando subían se introducía la caja, y al bajar, hacían la ranura. Había que meter las cajas de una en una, si era cartón doble o de dos en dos o de tres en tres, si era sencilla y dependiendo del modelo. Por último, las cajas se cosían o pegaban depen-diendo de las exigencias de cada cliente.

En la década de los años 50, las máquinas onduladoras ya sobrepasaban una velocidad de cien metros minutos y el cartón ondulado

Carta de Leopoldo Santorromán Agustín

a su representante en Bilbao.

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comenzaba a ser muy familiar en los merca-dos de envase y embalaje, ya que en seguida comprobaron que, por muchos motivos, era el embalaje perfecto.

En 1952 se creó FEFCO que es la Federación Europea de Fabricantes de Cartón Ondulado, una asociación de asociaciones. Con sede en Bruselas, la Federación es una asociación in-ternacional de Ley belga. Al día de hoy son 25 los países socios de la organización: Aus-tria, Bélgica, Croacia, República Checa, Dina-marca, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Holanda, Noruega, Polonia, Portugal, Rumania, Eslovaquia, Es-paña, Suecia, Suiza, Turquía, Ucrania y Reino Unido. Igualmente FEFCO tiene más de 160 empresas simpatizantes y miembros corres-pondientes en: Bulgaria, Egipto, Irán, Kuwait, Macedonia, Malta, Arabia Saudita y Yemen.

Hagamos ahora, en el devenir de la historia de la empresa, una pequeña digresión infor-mativa sobre las materias primas que se uti-lizan y los productos resultantes

Definición:El cartón ondulado o corrugado es una com-binación de diferentes papeles en número de 2, 3, 5 ó 7 para formar los distintos tipos de cartón y es un material utilizado casi ex-clusivamente para la fabricación de envases y embalajes.

Clasificación:Simple Cara: 1 Cara + 1 Ondulado

Doble Cara : 2 Caras + 1 Ondulado

Doble Doble: 2 Caras + 1 Liso Interior + 2 Ondulados

Triple: 2 caras + 2 Lisos Interiores + 3 Ondulados

Estas son las ondas más habituales y sus per-files.

ONDA PERFIL

A 4,2-4,8 mm.

C 3,5-4,2 mm.

B 2,2-2,8 mm.

E 1,14-1,39 mm.

F 0,75-0,8 mm.

N 0,5-0,55 mm.

El gramaje de los papeles así como la altura de las ondas determinan su consistencia (ECT) y, sobre todo, su resistencia a la compresión vertical o apilamiento, Box Compression Test, (BCT). Este último parámetro es el más impor-tante para productores y consumidores pues-to que indica el peso que puede soportar una caja sometida a una carga por apilamiento.

La máquina que fabrica el cartón ondulado se llama onduladora siendo la tradicional caja de solapas el embalaje más habitual-

Anagrama de FEFCO.

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mente producido en este material, aunque hay que destacar que el aumento de cajas troqueladas está casi igualando la fabrica-ción de la anterior.

Robert Gair, que llegó a Estados Unidos pro-cedente de Edimburgo para trabajar como fontanero, es considerado el padre del car-tón plegado y fue uno de los pioneros de la industria del cartón ondulado. Consiguió el reconocimiento gracias al desarrollo del esti-lo de caja estándar con hendidos y pegado de la solapa, el sistema actual de fabricación de cajas de cartón.

Con el paso de los años se ha demostrado que el uso de embalajes de cartón ondulado reduce el impacto económico y medioam-biental de los movimientos de mercancías por carretera ya que optimiza el espacio ocu-

pado al servirse plegados. Estudios empíricos avalan el hecho de que se necesitan menos camiones para transportar igual cantidad de productos. El uso de cajas de cartón ondula-do en el embalaje para transportar mercan-cías genera cinco veces más empleo que las cajas de plástico y ahorra un 40% de emisio-nes de CO2 a la atmósfera. Una tonelada de

Máquina Onduladora actual de Cartonajes Santorromán S.A.

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papel almacena 1,3 toneladas de CO2. Estas son dos de las principales conclusiones de un estudio realizado por los profesores del IESE de la Universidad de Navarra, Pedro Vi-dela, José Luis Nueno y Antonio Agustín. Por ello, Pedro Videla insiste en la necesidad de optar por las cajas de cartón.

Además de todo esto el cartón ondulado está elaborado con una materia prima reno-vable, 100% reciclable y biodegradable y en su composición interviene un 85% de fibra reciclada.

No se utiliza madera noble sino que se utiliza pino y eucalipto que se plantan y regeneran continuamente. El 75% del papel hecho en España se fabrica bajo un sistema de Gestión Medioambiental Certificada (ISO o EMAS) y el uso del agua en la fabricación de papel se ha reducido en casi un 40% desde 1990.

En el diseño y la fabricación, optimiza el uso de los recursos y minimiza la generación de residuos. Se regeneran casi cinco millones de toneladas de recorte de cartón, que ahorran un volumen de vertederos equivalente casi a cincuenta estadios de fútbol, evitando unas emisiones de 4,5 millones de toneladas de CO2. El cultivo de madera para fabricar papel ha incrementando la superficie forestal es-pañola en 400.000 hectáreas, que suponen el dos por ciento de la superficie total.

Leopoldo Santorromán Agustín vio muy cla-ro que el cartón ondulado era el futuro y, aunque la imprenta continuaba trabajando, puso todo su esfuerzo en este mercado que fue en aumento, entre otros factores, por el auge que tomaron por esa época las fábricas de conserva y las bodegas.

Un gran pasoUn gran paso

Un gran paso

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Un gran paso

Si la década de los años 40 fue muy impor-tante en el devenir de la empresa “Santorro-mán”, los años que siguieron, hasta 1969, fueron decisivos pues fue realmente cuando se produjo el lanzamiento definitivo de una sociedad que iba dejando poco a poco la imprenta para continuar, cada día con más intensidad, con la fabricación de cajas de cartón, tanto compacto como ondulado.

En 1955 se edita una “Guía Comercial e In-dustrial de La Rioja” en la cual en el epígrafe de “Cajas de Cartón” figura, Leopoldo San-torromán Agustín y en el epígrafe de “Im-prentas” su esposa, Irene Blázquez Marín.

Año 1955…

Año en el que España ingresa en la OCDE y en la ONU; año en el que nacen Ana Obre-gón, Ornella Muti y el juez Baltasar Garzón; año en el que fallecen Alexander Fleming, Albert Einstein, Pierre Teilhard de Chardin, José Ortega y Gasset y James Dean…

En el mes de diciembre de 1957, el total de la nómina satisfecha por la empresa “Viuda de R. Santorromán”, ascendió a la cantidad de 18.289,71 pesetas y el fondo repartible para los puntos fue el 20%, lo que hizo un importe de 3.657,97 pesetas, correspon-diendo a cada punto 140,69 pesetas.

Los puntos por hijos…

¿Se acuerdan de “La gran fa-milia” (1962), con Alberto Closas cobrando los “puntos”? Cobraba más por puntos que por nómina.

Hijos…

Hoy quizá produzcan risa esas cosas y esas cifras…

Pero entonces…

Año 1957….

Año del Tratado de Roma por el que se crea el Mercado Común; año en el que la URSS

UN GRAN PASO HACIA ADELANTE

Censo Industrial de España de 1958 en el que Leopoldo Santorromán Agustín figura con dos actividades: fábrica de Cajas de cartón e imprenta.

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Leopoldo Santorromán Blázquez.

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CAPÍTULO VIII. UN GRAN PASO HACIA ADELANTE

con el Sputnik 2 pone en el espacio a la perra “Laika” y España, en la Zona Franca de Barcelona lanza el “SEAT 600”; año en el que comienza la Guerra de Ifni y Sarita Montiel empieza a cantar “El último cuplé”; año en el que se inaugura el Nou Camp y el Real Madrid conquista su segunda Copa de Europa; año en el que nace Carolina Lui-sa Margarita Grimaldi Kelly más conocida como Carolina de Mónaco; año en el que fallecen Humphrey Bogart, Arturo Toscanini y Christian Dior.

Año 1958, antesala al Plan de Estabilización que se encuentra en el Memorandum que el Gobierno español dirigió al FMI y a la OECE el 30 de junio de 1958. En él se señalan las medidas a tomar respecto a la política eco-nómica, las cuales afectan al sector público, a la política monetaria, a la flexibilidad de la economía y al sector exterior. Para poder llevarlas a cabo se había trabajado conjunta-mente con el FMI y la OECE y se contaba, lo que era fundamental para su viabilidad, con la concesión de créditos no sólo de dichas organizaciones, sino también de la banca privada y del Gobierno estadounidense. El importe de la ayuda se elevaba a 546 mi-llones de dólares, de los que casi la mitad provenían de Estados Unidos.

Qué duda cabe que a la buena marcha de la empresa también ayudó el comienzo de la recuperación económica española, que intentó preparar el país para su posterior de-sarrollo industrial y lo acercó a las tendencias capitalistas occidentales del momento.

En el mes de julio de aquel 1958 la plantilla de la empresa era de diez personas. Seis de personal especializado: Moisés Díez Gutié-

rrez, Nicolás Lorente Sota, Isabel Losantos Sainz, Cristina Muñoz Chamorro, Ernesto Ortega Moreno y Emilia Mazo Arpón, y cua-tro de no cualificado: Galo Galilea Reinares, María Jesús López de Murillas, Justo Lorente Sota y María Rosa León González.

En aquellos años Leopoldo Santorromán Blázquez ya era, junto con su padre, el res-ponsable de “Cartonajes Santorromán”.

También en aquella época entró en la empre-sa la primera persona que se iba a dedicar exclusivamente al departamento de Ad-ministración, Luís González Arnedo. Sus comienzos fueron “llevando la contabili-dad”, como se definía esa labor en aque-lla época. Luego, con el paso de los años, llegó a ser el responsable Finan-ciero y Administrativo de “Car-tonajes Santorromán S.A.”.

En 1963 se realizó una in-versión importante en una má-quina semiautomática para hender cartón plano. Se compró a la firma

“J. Bobst & Fils”, líderes en la distri-bución de equipos y servicios para la industria del cartón compacto,

Las empleadas, Emilia (derecha), Isabel, Cristina

y Eusebia.

Emilio, José Luis, Angel Cruz

y Florentino en la boda de un

compañero.

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cartón ondulado y materiales flexibles, “la máquina stan-dard 1650”. El coste fue alto, 351.025,01 pesetas, pero se apostaba por la calidad y las máquinas más modernas.

En La Rioja las cabeceras de comarca se especializaban en diversos sectores econó-micos: la industria agroali-mentaria conservera se loca-lizaba en la Rioja Baja, sobre todo en Calahorra, y tam-

bién en Autol y Rincón de Soto; Arnedo y Quel destacaban por el sector del calzado; mientras que en la Rioja Alta, en las comarcas de Haro, Santo Domingo, Nájera y Baños de Río Tobía, predominaban las industrias bodegueras, ali-mentarias, de la madera y el mueble.

Por ejemplo, una vez pasada la guerra y la posguerra llegaron los años de auge y es-plendor del calzado a Arnedo (1950-1960) y aparecieron otras empresas que se con-solidaron como líderes en el mercado na-cional. Es la época de empresas tan recor-dadas como “Calzados Tao”, “Cooperativa de Calzados Oros” y “Antonio Calahorra y Cía”. Se crea también “Calzados Cosdam”,

“Calzados Fluchos” y “Calzados Troyka”, así como “Garca”.

Hoy he leído en un cuento: ”… Una niña vestida de princesa me ha pisado las zapati-llas nuevas, un pisotón en mis zapatillas TAO blancas recién estrenadas…”

Cosas que se recuerdan…

En esta época se registraron casi setenta empresas, situando a La Rioja en una de las

regiones más importantes en producción de calzado de toda España y consolidando Ar-nedo como la capital del calzado por exce-lencia de todo el norte de España

Unido a este desarrollo, la situación de La Rio-ja dentro del corredor económico del Valle del Ebro, que comunica la España cantábrica y la mediterránea, favoreció mucho el avance in-dustrial de la entonces provincia de Logroño.

Todo esto lo aprovechó Leopoldo Santorro-mán Blázquez.

Era el momento en que el cartón ondulado comenzaba a tomar posiciones en el mundo del envase y embalaje y él no quería quedar-se a un lado. Amplió la nave industrial y fue incorporando nuevas máquinas para poder ofrecer calidad y servicio y, a la vez, poder estar en el mercado con las mejores ofertas posibles para así poder competir con sus co-legas en condiciones óptimas.

Hubo que afrontar numerosos problemas. El primero de ellos, el del desconocimiento que había sobre las posibilidades del cartón on-dulado. Leopoldo supo cómo salir adelante.

Estudió detenidamente el mercado, después analizó el proyecto que quería desarrollar y por último, tomó las decisiones que él pensó más correctas para ponerlo en marcha.

Una vez hubo determinado qué máquinas debía ir incorporando a la empresa, el si-guiente paso fue ir preparando empleados que echarán a andar el nuevo proyecto, lo que supuso un aumento de la plantilla.

La empresa comenzó ya a tener un número considerable de trabajadores y pasó a ser re-ferencia en Calahorra.

Factura de la máquina metralles comprada a

M. Cerrada a principios de los años 60.

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La primera máquina que adquirió fue una metralles diseñada y fabricada por el indus-trial zaragozano, Manuel Cerrada. Era una máquina “dura” y “muy agradecida”. Una

“todo terreno” por la que pasaron muchos miles de formatos de cartón. Una máquina en la que influía importantemente la habili-dad del oficial ya que la velocidad la marcaba él. Fueron tiempos en que ya se comenzaba a trabajar pensando en calidad y había que tener mucho cuidado en que los hendidos no se resquebrajasen y es que los hendidos de las máquinas de cartón ondulado todavía no habían llegado a esa perfección que hoy tienen cualquiera de las actuales. Era la in-versión más importante realizado en maqui-naria para manipular cartón ondulado hasta ese momento: 155.000 pesetas.

Una vez finalizados los trabajos en la metra-lles, los formatos, si es que iban impresos, pasaban a la máquina impresora, luego a

la rasgadora y terminaban en la cosedora y, en ocasiones muy especiales, como las cajas destinadas para los alimentos congelados, eran pegadas a mano, una a una.

El cartón ondulado se traía de “Industrial Car-tonera”, después de “La Montañanesa” de Zaragoza y más tarde de “Ondulesa” de Mo-llerusa, capital de la comarca del Pla d’Urgel en Lérida y que por entonces rondaba los seis mil habitantes. Venía en fardos de 40 a 60 centímetros de altura, atado con dos vueltas a ambos lados, transversal y longitudinal, con una cuerda de esparto y protegido con unas cantoneras grandes. Llegaba a Calahorra por ferrocarril y luego, de los almacenes de la es-tación de RENFE a la fábrica, se trasladaban en un carro, como trabajo a destajo.

Año 1963…

Año del teléfono rojo, que no era rojo sino negro, entre Whasington y Moscú; año de la

Leopoldo Santorromán Agustín y su esposa junto a un grupo de empleados en la boda de su hijo Leopoldo.

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primera mujer cosmonauta, la rusa Valenti-na Tereshkova; año del asesinato de John F. Kennedy en Dallas y año en el que también nos dejaron Ramón Gómez de la Serna, Abd el-Krim, Juan XXIII, Edith Piaf, Jean Cocteau y Aldous Huxley…

A partir de 1963, el cartón ondulado, toda-vía en fardos, comenzó a llegar en transpor-te por carretera, a través de camiones de “La Montañanesa” y del transportista local, Fer-nando Martínez, quién nos dice:

“El primer viaje lo realicé el 5 de enero de 1963, con una carga de 6.346 ki-los y cobré por el viaje 1.076 pesetas. Unos días más tarde, bajé a Zaragoza el primer viaje con recorte y, por una carga de 3.960 kilos, cobré 594 pese-tas. Ese mismo mes comencé a llevar cajas a algunos clientes. El primer viaje fue a Bilbao, llevé 1.695 kilos y cobré 593 pesetas”.

Y continúa:

“Fue unos años más tarde cuando co-mencé a traer el cartón de “Ondulesa”

y de aquí ya venía en plancha. Lo descargába-mos en la calle y si hacía mal tiempo o llovía metíamos el camión dentro de la fábrica, en la zona donde se guardaba el coche”.

El incremento de producción trajo consigo el que también aumentase el recorte. Hubo que comprar una “prensa para hacer balas de papel, tamaño grande”. Era una máqui-na en la que había que meter manualmente el recorte y luego ir dándole con una barra hasta que quedase bien apretado.

Las fábricas de conservas vegetales y de envases metálicos proliferaban en Calaho-rra, hubo unos años en que fue un autén-tico “boom”, algo que para “Santorromán” supuso un aumento en su cartera de pedi-dos. Las cajas que había que enviar fuera de Calahorra iban algunas por ferrocarril y otras por transporte por carretera, a través de diversas agencias. Para las que había que entregar en Calahorra se hacía en carruaje tirado por caballerías.

Fue Víctor Arenzana Fernández, “El Pájaro”, quien, con su carro y un caballo de mucha casta, transportaba las cajas desde la fábrica, en la Avenida de la Estación 21, hasta las de los diversos clientes. Un tipo de caja muy habitual para las fábricas de conservas era la caja de “50/2”. Estas cajas se ataban en paquetes de 25 y en el carro se cargaban 40 paquetes, aunque “El Pájaro”, una per-sona con carácter y muy trabajador, trataba de aprovechar muy bien los viajes y llegó a echar hasta 48 paquetes.

Un día que había un pedido para “Conservas Serrano” y en total habían salido 53 paque-tes. Cuando ya se habían cargado 48 paque-

Máquina “IN2DUR” comprada a Cavifés

en 1964.

El transportista Fernando Martínez

comenzó a hacer viajes para Santorromán en

1963.

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tes “El Pájaro” dijo con autoridad: “Vamos a echar esos cinco que no va a pasar nada”.

Pero pasó…

Siempre existe la teoría del límite…

Salió de la fábrica con normalidad y fue en la cuesta de la Avenida de la Estación, a la altu-ra de los Padres Agustinos, cuando el carro se paró, pues el caballo no tiraba más. Víctor Arenzana, echó el freno de mano (la “má-quina” que se decía en La Rioja acompañan-do la palabra técnica de algún improperio alusivo) para dejar el carro inmóvil y, con la primera persona que pasó, nos mando aviso de que subiésemos corriendo. Una vez allí, él tiró desde la parte de adelante y dos perso-nas empujaron de la parte de atrás, así hasta llegar al Paseo del Mercadal. Desde ese día jamás se echó un paquete más de los cua-renta y ocho habituales. ¡Qué cosas verdad!

El Mercadal que otrora fuera el circo romano en donde había carreras de caballos y va el jaco y se para antes de llegar a él…

Por cierto… dicen que algunas de las piedras del puente romano, que se conservó hasta finales del siglo XIX, fueron utilizadas para la construcción del colegio Convento de Agus-tinos.

Fue la época en la cual la empresa comenzó a dotar al personal de ropa para el trabajo.

“He recibido de Cartonajes Santorromán 1 bata y 1 cofia para usarlas obligatoriamen-te durante las horas de trabajo, debiendo mantenerlas limpias, cosidas, sin que les fal-ten botones y sin hacerles transformaciones. Como norma todos los lunes deberán estar planchadas y lavadas”.

La empleada, Isabel Losantos, firmaba que había recibido lo mencionado el día 27 de junio de 1963.

A los hombres se les entregaba un buzo y una visera.

Las exigencias del mercado, unido a que los pedidos, cada día, llegaban en mayor nú-mero y a la vez eran más complejos, sobre todo en lo referente a las impresiones, hizo que Leopoldo Santorromán Agustín y su hijo Leopoldo Santorromán Blázquez quien, des-de que llegó de cumplir el servicio militar, se había incorporado por completo a la empre-sa, se plantearan la compra de una máquina impresora para sustituir a la que había.

Fue el día 1 de julio de 1964 cuando se com-pró a Félix Picó de Alicante, empresa nacida en 1915, hoy “CAVIFÉS”, una máquina im-presora-hendedora-ranuradora, “IN2DUR”, conocida en el mundo del cartón ondulado como “slotter”. En esta fecha se adquirió con un solo color y unos meses después, el 13 de noviembre del mismo año, se incorpo-ró otro cuerpo impresor de las mismas carac-terísticas. Era la inversión en maquinaria más importante de la empresa hasta el momento, 1.343.400 pesetas.

En junio de 1963, Isabel Losantos, firma el documento que acredita que ha recibido de la empresa, para su uso durante el trabajo, “1 bata y 1 cofia” .

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La máquina constaba de tres partes: cuer-po introductor encargado de introducir las planchas de cartón ondulado; cuerpo im-presor en donde se ubicaban el rodillo porta clichés, el tintero y los rodillos de vaivén con un batido de tinta por cada revolución de la máquina y el cuerpo “slotter” con dispo-sitivo para hacer tres rendijas y una solapa, cuatro pares de hendedores y cuchillas de desbarbe y colocación de la altura de caja en las cuatro cuchillas a la vez.

La velocidad, dependiendo del tamaño, osci-laba entre 3.000 a 6.000 unidades hora.

La puesta en marcha de esta máquina supu-so un avance importante, ya que se pasó de imprimir con una máquina ya muy limitada a hacerlo con una de las mejores máquinas que en aquella época había en el mercado nacional. Se comenzó a trabajar en la impre-sión de las cajas y la mayoría de los clientes, sobre todo los de conservas, pasaron de que las cajas fuesen sin imprimir o a un solo color, a que comenzasen a poder ya salir de fábrica a dos colores.

Se utilizaban clichés de 8 mm., que se en-cargaban a una empresa de Zaragoza. Luis Serrano Pardo, tipógrafo, dibujante de Artes Gráficas, a la vez que documentalista y es-critor, nacido en Mallén (Zaragoza) el 16 de agosto de 1931, recuerda:

“En ocasiones realicé algunos dibujos para “Santorromán”, pues le hacia algunos traba-jos a “Fotograbado Luz y Arte” de Zaragoza y esta empresa le servía a “Santorromán”.

El cambio se había realizado.

De “Santorromán” comenzaron a salir cajas, para fábricas de conservas, a dos colores y

con una precisión de encaje importante.

A nivel nacional y europeo el consumo de cartón ondulado iba en aumento. Además, en los sectores industriales, se comenzaba a valorar la visibilidad, en el exterior de la caja de cartón ondulado, de todos los datos que interesaban, empezando por su marca de identificación. Todos podían estar clara-mente visibles. Era el comienzo de una nue-va etapa en la impresión flexográfica sobre cartón ondulado que el mercado cada día estaba demandando más.

Con la puesta en marcha de la “IN2DUR” se había llegado a buen fin otro proyecto y el mercado fue en aumento. Iban apareciendo nuevos clientes con el consiguiente creci-miento de la cartera de pedidos.

Se pensó que era el momento de ir prepa-rando una red comercial. Para sacar este proyecto adelante la empresa contrató a una persona, Julio Díaz, que a partir del 13 de marzo de 1965, trabajó para ampliar la cartera de pedidos.

Fue entonces cuando se planteó realizar la entrega de cajas a algunos clientes con nuestros propios medios. Era una manera de dar buen servicio y a la vez, comenzar a dar una imagen directa en nuestro mercado.

En 1966 se compro el primer camión en “Cartonajes Santorromán”, fue un Barreiros Saeta 35 normal, matrícula LO-16693. Un vehículo para el transporte de mercancías a media distancia, ideal para reparto. El ca-mión se compró en Logroño, 14 de febrero de 1966, costó 213.000 pesetas y estuvo cir-culando hasta 1980.

Y a la vez que se compró el camión se contra-

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tó, el 3 de marzo de 1966, al primer mecáni-co-conductor, Jesús San Emeterio Salvador.

Año 1966…

¿Se acuerdan de las bombas atómicas que cayeron en Palomares (Almería) el 17 de ene-ro? Tres se recuperaron inmediatamente y la cuarta, la que no pudo recuperar la Armada de la marina estadounidense, la encontró ochenta días después el pescador Francisco Simó “Paco, el de la bomba” enganchada en sus redes. Fue el año en el que, en el NO-DO, vimos a Manuel Fraga Iribarne en bañador.

Una nueva máquina llegó a la fábrica en 1968, una minerva “Ibérica A.G.”, con embrague y freno a tracción. Contaba con cuentapliegos con soporte y plancha para troquelar en el tímpano.

En 1968, después de haber ocupado to-talmente con naves y máquinas los 1.000 metros cuadrados de terreno originales, se compraron 10.000 metros cuadrados de te-rreno en la Carretera de Zaragoza.

La primera fábrica de Calahorra se había quedado pequeña, siendo ya imposible en ella cualquier aumento de la producción. Se había llegado al tope que nave, instalaciones y maquinaria permitían conseguir. La deman-da de cajas de cartón era cada día mayor y era necesario prepararse para el futuro, para abastecer esa demanda que se esperaba fuese llegando “in crescendo”.

Además, Leopoldo, tenía muy claro que el sano desenvolvimiento de una industria exi-ge su renovación constante. Una puesta al día permanente para no verse desbordada por un exceso de demanda o muerta por una falta de la misma como consecuencia

de haberse quedado anticuada.

Lo ideal, y lo difícil, es estar en el fiel de la balanza. Y con este objetivo se comenzó a construir, en los terrenos adquiridos, una nave de 1.800 metros cuadrados.

En la historia de “Cartonajes Santorromán” comienza un nuevo proyecto.

Parece ser que sigue la táctica del monta-ñismo: Subo, aseguro, subo; Subo, aseguro, subo; Subo, aseguro, subo

Año 1968…

Año de la primavera de Praga y del mayo francés; año en el que Gabino Moral Sanz,

“El Gabino”, acierta la quiniela de catorce re-sultados con un premio de treinta millones de pesetas mientras un obrero calificado, no agraciado en las apuestas ganaba un salario hora de 31,69 pesetas; año de las matanzas de My Lay y Tlatelolco; año de los asesinatos de Martin Luther King, Robert F. Kennedy y de José Ángel Pardines Arcay, primera víc-tima de ETA; año de la independencia de Guinea Ecuatorial, Fernando Poo y Río Muni, mientras Massiel es la reina de EUROVISIÓN; año en el que nacen Felipe de Borbón y Grecia, Alejandro Sanz y Carla Bruni.

OnduladoraOnduladora

Onduladora

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OnduladoraLa visión para la ubicación de la nueva plan-ta fue totalmente acertada y, en 1968, “Car-tonajes Santorromán” fue la primera empre-sa que se instaló en esta zona que, con el paso del tiempo, se convertiría en uno de los núcleos industriales más importantes de la ciudad, el Polígono Tejerías.

El polígono de Tejerías está enclavado en la parte baja de Calahorra, al sur, al otro lado del río Cidacos en dirección a Zaragoza. Son tierras muy arcillosas que posibilitaron, a principios del siglo XX, la instalación de ce-rámicas y hay constancia de, al menos, cinco yacimientos arqueológicos de mayor o me-nor entidad: Pozo de la Nevera, Ambilla, To-rrecilla, San Lázaro y Ruifondo.

Tejerías ha sido uno de los lugares en donde se han encontrado restos de cerámica, metal y enterramientos que pertenecen a un largo periodo que va desde el siglo I al V después de Cristo y que llevan a interpretar al lugar como un asentamiento tipo “villa”.

En aquella época de “Santorromán”, Carlos Ameyugo Calvo era el alcalde de una Cal-ahorra que ya había sobrepasado los 16.000 habitantes y que seguía en un continuo cre-cimiento demográfico, con las ventajas que ello aportaba.

Día a día, crecía el movimien-to en todos los sectores, in-dustrial, comercial y económico.

Fueron los años en que, tímidamente, otro tipo de industria, ajena a la propia conserve-ra, comenzaba a asentarse en la capital de La Rioja Baja, por lo que la ciudad, cada día, iba adquiriendo más protagonismo en la to-davía “provincia” de Logroño.

Las obras de la nueva planta comenzaron en el año 1968. Una nave de mil ochocientos metros cuadrados, casi el doble que la de la

PRIMERA ONDULADORA

El año 1968 comenzaron las obras de la nueva

planta en lo que hoy es el Polígono de Tejerías.

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CAPÍTULO IX. PRIMERA ONDULADORA

Avenida de la Estación, en principio era su-ficiente para la instalación que se había pre-visto, en la cual una onduladora, la primera de la empresa, iba a ser la máquina estrella.

Se evitaba así la dependencia de otras em-presas, en este tipo de material, lo cual re-dundaba en mejora de calidad, precio y, a la vez, en una mayor autonomía.

Se había terminado la nave, había que co-menzar con el montaje de la onduladora y a la fábrica entró el primer mecánico propio, Fernando Lorente. Fue en el mes de octubre de 1968. Él colaboró activamente, con los mecánicos de “Caballé”, en el montaje a la vez que comenzaba su formación.

Continuando con la formación para esta maquina, la empresa mandó a Cruz Loren-te a “Ondulesa” que, por esas fechas, su-ministraba a Santorromán cartón ondulado en plancha. Cruz marchó allí y estuvo unos cuatro meses.

Recuerda:

“Fue una experiencia bonita. Al principio sabía que iba a aprender el manejo de una onduladora, aunque la verdad fui sin saber exactamente en qué consistía. Nunca había visto una máquina de ese tipo y la verdad, cuando llegué allí pensé que aquello iba a resultar un poco complicado. Enseguida me di cuenta de que, con ganas y con la ayu-da de los oficiales que estaban trabajando en ella, podía aprender bien el manejo de la máquina, como así fue. Durante los cuatro meses que estuve allí solamente una vez vine a casa y luego me volví hasta que terminé de aprender, que fue a finales de febrero. Los viajes los hice con Fernando Martínez, en su camión, pues él nos traía el cartón de allí”.

“Caballé” JUAN CABALLE COSTA, S.A. una empresa familiar que fue fundada en Barce-lona en el año 1845 y que, en 1951, pasaron a su actividad actual, basada en la construc-

Onduladora actual de Cartonajes Santorroman.

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ción de toda la maquinaria necesaria para la conversión del papel en cartón ondulado.

Fue el 18 de marzo de 1969 cuando se fina-lizó la instalación.

Todo estaba ya listo, sólo faltaba echarla a andar. Eso se hizo el día 19 de marzo, festi-vidad de San José.

Cruz Lorente lo recuerda como si fuese aho-ra mismo:

“La máquina la pusimos en marcha para rea-lizar las primeras pruebas en serio el día 19 de marzo. Nos costó bastante tiempo hacer cartón bien pegado ya que al principio salía sin pegar y luego pegado solamente por una cara. Hasta que por fin conseguimos sacar cartón bien pegado por ambas caras. Don Leopoldo, (el abuelo), en cuanto salió un tro-zo de cartón bien pegado lo cogió y, sin decir nada a nadie, se marcho con él a casa, loco de contento”.

“Cartonajes Santorromán”, a partir de ahora, iba a fabricar su propio cartón, un paso im-portante que sin duda influyó en el devenir

de la empresa durante los años siguientes.

Y fue el 24 de marzo de 1969 cuando oficial-mente se puso en marcha la nueva planta de la Carretera de Zaragoza. Una sola nave en la cual se colocaron la onduladora, como nove-dad y, a la vez, como máquina estrella de esta nueva andadura. A la derecha de la máquina, el almacén de papel. La máquina y el alma-cén de papel ocupaban más de la mitad de la nave, en el resto, la impresora “IN2DUR”, tres cosedoras, metralles y ranuradora. Además de las atadoras, una pequeña cinta continua, que se instaló en la zona del cosido de cajas. Poco tiempo después llegó una máquina para hacer las rendijas de las rejillas, principalmen-te para las cajas de vino, que luego se monta-ban, una a una, a mano.

Todo echó a andar ese día excepto la ondu-ladora. Se continuaba trayendo cartón de

“Ondulesa”, hasta que la nueva máquina es-tuvo completamente ajustada. Fue entonces cuando se comenzó a hacer el primer cartón ondulado en Calahorra.

Primera máquina Onduladora Caballé que se

montó en 1968. Planchas metálicas que se colocaron

para poder meter mejor las bobinas. A la derecha,

máquina Onduladora de Caballé, microcanal E, que

funciona en la actualidad

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Era a finales de abril de 1969.

En un principio estuvieron en la máquina Cruz Lorente, Emilio García, Fernando Sube-ro y Teodoro López, con la grúa. En la salida dos personas recogiendo, Antonio Antoñan-zas y Carmelo Anoz.

En los comienzos se pegaban los papeles con silicato, un pegamento que manchaba mucho y que se vendía, sobre todo, para las fábricas de conservas vegetales. Con silicato se trabajó un tiempo corto porque ya estaba el almidón, y se comenzaron a hacer prue-bas con él.

Cruz Lorente nos dice:

“Poco tiempo después de comenzar hicimos alguna pruebas y como una de ellas nos fue bien después hicimos una mezcla. En la má-quina de ondular pegábamos con almidón y en la mesa con silicato. Hacíamos un com-puesto raro pero nos resultó muy bien y es-tuvimos un tiempo trabajando así”.

El oficial de la máquina, Emilio García, re-cuerda:

“Cuando comenzamos con el almidón venía a hacer las mezclas un profesor de la Univer-sidad de Zaragoza que también colaboraba con “Campo Ebro” fundada en 1964 para dar salida al maíz producido en Aragón y que era en donde nosotros comprábamos el almidón”

Y continua hablando de los inicios:

“Al principio no conseguíamos pegar bien, y estuvimos haciendo pruebas hasta que lo lo-gramos. Recuerdo que Don Leopoldo, cuan-do empezamos ya a sacar cartón bueno, nos decía: ‘Vamos a bajar esta tarde a ver si esta

semana sacamos muchos metros cuadrados de cartón”. Se comen-zó a trabajar con seis medidas de papel: 1.120, 1.300, 1.560, 1.720, 1.820 y 1.900 mm. Había tantas porque como no se podían reali-zar combinaciones, cuantas más medidas hubiese, eran mayores las posibilidades de ajustar el re-corte.

Sigue Emilio recordando los co-mienzos:

“Con la medida 1.900 íbamos a 18 metros/minuto y con las medi-das pequeñas de 1.120 y 1.300, llegábamos hasta 24 metros, eso si, arriesgando mucho. La máquina era completa “Caballé”.

En la salida del cartón tenían que contar hoja por hoja.

Rememora Cruz:

“Había una persona que contaba de una en una, hasta que llegó uno que lo hacía por tiempo. Si la máquina estaba parada seguía contando, hasta que un día fue exagerado y nos dimos cuenta”.

Emilio continúa:

“En el grupo donde se pegaba la cara, había unos rodillitos acanalados, y se ponían tan-tos como hicieran falta hasta completar la medida de la anchura de la bobina. Se traba-jaba con peines, que se cambiaban cada dos meses y nos daba mucha pereza. Los porta-bobinas eran manuales, había un carro para levantar las bobinas a la altura en que había que introducirlas en máquina, se metían a mano dos codos, uno por cada lado, y luego

Factura de la máquina Onduladora comprada a

Caballé en 1968.

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se subía y a empujón se conseguían meterlo en el portabobinas. No había empalmado-res, se pegaba el precinto y con la mano se acompañaba hasta que entraba el papel en la máquina, una vez pegado se cortaba el otro. Los cambios de medida eran complica-dos. Lo primero, parar la onduladora, retirar la medida que ya se había terminado el tra-bajo, y subir las bobinas a la medida siguien-te y volver a enhebrar. Era empezar de cero y cada cambio suponía un tiempo en que la máquina estaba parada”.

La grúa y el almacén de bobinas estaban a la derecha de la máquina. Todavía pueden verse en el suelo, en donde estuvo ubicada la primera onduladora, unas planchas metá-licas que se colocaron para poder meter me-jor las bobinas ya que cuando se empujaban con esta ayuda de base subían mejor. Otras veces, cuando eran picos de bobina, se su-bían con una barra y se metían a empujón.

Eran tiempos en que la buena voluntad, las ganas y la imaginación eran piezas básicas para poder sacar un buen trabajo. Trabajar

con una onduladora en 1969, aunque hu-biese por medio una máquina, seguía siendo un trabajo puramente artesano y de eso sa-ben mucho los primeros empleados que co-menzaron a hacer cartón en la nueva planta de “Cartonajes Santorromán”.

En los comienzos se trabajó con paja, de una papelera de Tudela, hasta que se empezó a traerla de “Saica”.

Pocos recordarán que, en aquel entonces, el papel de “Saica” se vendía en la rebotica de la farmacia sita en la calle Don Jaime de Zaragoza, propiedad de Don Joaquín Rived, uno de los socios de la mencionada firma.

En cuanto a los papeles, eran de “Impacsa” (Krafft), “Mataix” (bicolor crudo) e “Indus-trial Cartonera” (bicolor blanco). Las bobinas en ocasiones venían rotas lo que originaba muchas paradas de la máquina.

Conjuntamente con la onduladora se insta-ló un generador de vapor “Olmar”, OL-60, totalmente automatizado capaz para una producción de 1.800 kgs. vapor hora a una presión de régimen de 12 kgs./cm2, necesa-rio para la puesta en marcha de la máquina, grupo ondulador y mesa.

La nueva fábrica de “Cartonajes Santorro-mán” había comenzado su andadura en Te-jerías, aunque en la Avenida de la Estación continuaban las oficinas generales, factu-ración y comercial, y la fabricación de todo tipo de cajas de cartón plano compacto.

La nueva planta y la capacidad del aumento de producción, al comenzar a hacer el cartón, dio origen a que en el apartado comercial se necesitase una ampliación de los mercados. Se buscó a una persona que se encargase de

Generador de vapor “Olmar” OL-60 totalmente

automatizado instalado en 1969.

Las empleadas Rosa Antoñanzas (derecha), Rosa María Celorrio y Maribel Calvo, en la puerta de entrada a las oficinas de la fábrica de la Avenida de la Estación.

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la zona de San Sebastián. Fue José Manuel Díaz Arregui, que todavía continua ligado a la empresa, quién comenzó a vender cajas de cartón ondulado en Guipúzcoa y recuerda:

“Las primeras cajas que vendí fueron a Emiliano Alonso de Anzuola y luego a “Tornillería Chu-rruca” de Placencia de las Armas que fabrica-ba tornillos desde 1934 y que, como “Santo-rromán”, presumía de “dar una respuesta ágil a las necesidades de nuestros clientes, propor-cionándoles unos plazos de entrega muy cor-tos”. Después, ya fueron llegando clientes más fuertes, caso de “Krafft” y “Moulinex”.

El aumento de producción planteó la necesi-dad de comprar otro camión para realizar los repartos. Se incorporó un “Ebro”, modelo D-553 y costó 273.795 pesetas, incluidas 2.900 pesetas por “la colocación de calefacción”. La calefacción como suplemento… Cosas…

Año 1969…

Año en que R.Nixon sucede a L.B.Johnson y Muammar al-Gadaffi derroca al rey Idris; años de ley marcial en Madrid y de la huelga de 25.000 mineros en Asturias; año en el co-mienzan a volar el Jumbo y el Concorde; año en el que Apolo 11 y Apolo 12 pisan la luna; año en que España se retira definitivamente de Ifni; año del primer festival de Woodstock y del primer caso de VIH en Estados Unidos; año en el que nacen Michael Schumacher, Fermín Cacho y Catherine Zeta-Jones; año en el que mueren la reina consorte Victoria Eugenia, Ho Chi Minh, Miguel Labordeta y Ricky Marciano; año de “My Way” de Frank Sinatra; año en el que las Cortes españolas ratifican al Príncipe Juan Carlos como suce-sor de Franco a título de Rey.

“Cartonajes Santorromán” había comenzado una nueva etapa y lo había hecho, sin prisa pero sin pausa, de ahí que comenzase la dé-cada de los setenta en una buena situación y preparada para responder a un importante aumento de su cartera de pedidos.

Una década que iba a tener mucha trascen-dencia en ese presente y en el futuro de la empresa.

Para ello había que apostar fuerte y Leopoldo Santorromán Blázquez, que ya se había he-cho cargo totalmente de la empresa, no esca-timó ni energías, ni esfuerzos, ni medios.

El cartón ondulado tenía ya un mercado que día a día iba en aumento e iba a ser necesario estar en primera línea para no perder comba.

Apenas habían transcurrido unos meses cuando se vio que la nave de 1.800 metros cuadrados ya se había quedado pequeña. Había que ampliar y para ello las obras de otra nave, que iría a continuación, comen-zaron de inmediato. A la vez empezaron las conversaciones para incorporar a la fábrica una nueva máquina.

El mercado ya estaba pidiendo mejores im-presiones, y por ahí fueron los tiros.

La primeraLa primera

La primera

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La primera

La década de los años 70 fue importante para España. Una década en la que se irían sucediendo numerosos cambios políticos y económicos, que influyeron en la vida diaria de todos los españoles.

Año 1970…

Año en el que se anuncia la disolución de los Beatles y en el que en el Apolo XIII el astronauta John Swigert, mirando las luces de alerta en el panel de control del maltre-cho módulo, inmediatamente después de la explosión del tanque número 2 de oxígeno, pronuncia la célebre frase: “Houston, we have a problem, here” (“Houston, tenemos un problema, aquí”); año en el que nacieron Naomi Campbell, Claudia Schiffer y Maribel Verdú; año en el que nos dejan, Luis Maria-no, Agustín Lara, Jimi Hendricx, Charles De Gaulle; año de Urtain como campeón de Eu-ropa y Luis Ocaña en la Vuelta a España…

Si en el país se fueron sucediendo los cam-bios, lo mismo ocurrió en “Cartonajes San-torromán”.

La empresa, casi sin darse cuenta, adquirió su mayoría de edad en la corta vida que, por esas fechas, contaba todavía el cartón ondulado.

Una vez que el envase y embalaje de cartón ondulado había conseguido abrirse merca-

do, ahora la demanda de los clientes iba dirigida hacia las impresiones. La mayoría deseaba ver ya su anagrama en los embalajes en donde en-viaban sus productos. Si hasta entonces con la identificación había sido suficiente, había llegado el momento en el que se quería más. Se quería vender el producto desde el enva-se y embalaje.

Desde sus comienzos “Santorromán” siem-pre había respondido a las demandas de sus clientes.

LA PRIMERA “EMBA”

El equipo de fútbol de Santorromán jugaba partidos los fines de

semana.

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En 1998 llegó a Cartonajes Santorromán S.A. la segunda Emba.

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CAPÍTULO X. LA PRIMERA “EMBA”

Ahora también lo hizo, aunque fue más allá y, a

la vez que comenzó a mirar impresoras, buscó

una máquina que ofreciera otras prestaciones.

Había que buscar una máquina que a la vez

que imprimiese las cajas, y les hiciese hendi-

dos y rasgados, luego las encolase, las plega-

se y, directamente, al almacén de carga.

En el mercado europeo, y también en el mun-

dial, había una máquina que estaba haciendo

furor, la fabricaba en Örebro (Suecia) la empre-sa “Emba”. Era la “Flexo Folder Gluer 240”.

Hacía todo.

Entraba la plancha de cartón ondulado con los hendidos de la onduladora y en ella se im-primía a dos colores (en el tiempo se instaló el tercer color y la troqueladora), hacía los hen-didos y el rasgado de las ranuras y pestaña. A continuación recibía el encolado y plegaba, saliendo las cajas, ya en paquetes, a la atado-ra para el posterior apilamiento y directamen-te al almacén de producto terminado.

Coincidencia que en el año 2009, se haya re-tirado de la vida activa, tras cincuenta años de servicios, Hans Lindgren, que fue direc-tor para comunicaciones de mercadeo de la compañía sueca de máquinas “Emba” y que, en 1963, fue el encargado de presentar una de las primeras máquinas con las que la empresa se dio a conocer y en 1968 fue nombrado director de envíos.

Y en España, prejubilando…

Cosas…

Ésta fue la máquina que Leopoldo Santorro-mán Blázquez compró para su empresa. Era la primera máquina de este tipo que se mon-taba en España.

Dibujo de la Flexo Fólder Gluer Emba que llegó a Santorromán en 1970.

Zona de plegado de la Emba 2.

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Máquina Emba 1 en la actualidad.

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La máquina Flexo Fólder Gluer Emba se montó en Cartonajes Santorromán en 1970.

El sistema de imprimir de esta máquina era de impresión flexográfica, aunque con una importante novedad. Hasta la fecha se esta-ba trabajando con tintas grasas y, esta má-quina, utilizaba tintas líquidas, caracteriza-das por su gran rapidez de secado.

Con la salida al mercado de esta máquina “Emba”, se marcó una pauta en el mundo de la flexografía, una forma de impresión que la inventó el francés Houleg en 1905. Se trata de una técnica de impresión en re-lieve, puesto que las zonas impresas están realzadas respecto de las zonas no impresas. La plancha, llamada cliché, es generalmente de fotopolímero (anteriormente era de hule vulcanizado), que por ser un material muy flexible, es capaz de adaptarse a una canti-dad de soportes muy variados. La flexografía es un método semejante al de un sello de imprenta. La flexografía es uno de los méto-dos de impresión más usado para envases y

embalajes, desde cajas de cartón ondulado, hasta bolsas de papel, impresión de serville-tas, papeles higiénicos, cartoncillos plegadi-zos, periódicos, etc.

Todas las características para realizar una buena impresión flexográfica, tenía la “Flexo Fólder Gluer 240”.

La casemaker “Emba” es una máquina que puede llegar a una velocidad de 12.000 a 15.000 unidades hora, dependiendo del ta-maño del formato.

Al ser la primera que se montaba en España desde “Emba” informaron que un empleado de la fábrica debía trasladarse a Örebro para que recibiese información y también para que estuviese unos días en una empresa en donde tenían una máquina igual para que aprendiese su funcionamiento y así, luego, cuando hubiese que comenzar a andar en Calahorra, los problemas fuesen mínimos.

Un operario prepara el slotter de la Emba

en los años 70.

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La empresa envió, para recibir esta informa-ción y formación, a José Joaquín Catalán.

Y allí que se fue José Joaquín, que no sabía inglés, ni francés, ni, por supuesto, sueco.

Será menester citar aquí el párrafo final del poema de Gregory Chavarri “La rosa de Ver-salles o así se llega… “

“Comprendió el castellano la indirecta,y mirando al francés con mucha calma,desenvainó el acero, y con la puntade su limpia tizona toledana,cortó la rosa y, con respeto luego,poniéndose delante de la damale dijo: “Permitidme que os ofrezcaesta linda flor que, por estar muy alta,creyeron que jamás alcanzaría,sin pensar que los hombres de mi raza,llegan a lo más alto cuando quieren,porque aprendieron todos en Españaque donde no se llega con la mano,se llega con la punta de la espada.”

Quizá José habló por señas pero, el hecho cierto es que la máquina llegó a Calahorra. ¡Pues buenos somos!

Cuando finalizó la instalación, la puesta en marcha y posterior salida de producción fueron complicados. Hubo que cambiar los sistemas de trabajo, pasar de tintas grasas a tintas líquidas y con el pegado llegó la “cola de pescado”. Hizo falta un buen rodaje pero, en unos meses, la máquina estaba trabajan-do con normalidad.

Su puesta en marcha también tuvo su reper-cusión en la cartera de pedidos y en la inte-gración de la cadena productiva.

Las cajas impresas iban en aumento y, con ello, el número de clichés necesarios. Hubo un momento en que los proveedores de és-tos no pudieron satisfacer la petición de las fechas de entrega. Este hecho comenzó a preocupar ya que se podría transformar en un retraso en la fabricación de los pedidos y

Vista general y un detalle de la Emba 2.

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posterior entrega a los clientes.

Ante esta situación y a la vista de que el pro-blema, aunque se cambiase de proveedor, iba a continuar, se tomó la determinación de preparar un taller para hacer los clichés en la propia empresa.

Se contrató una persona con conocimientos de dibujo, José Luis Arellano, y se le envió a Madrid para formarse en la fabricación de clichés y el 7 de septiembre de 1971 se co-menzaron a hacer éstos. Durante un tiempo se alternó la fabricación propia con la peti-ción de algunos clichés al proveedor habi-tual, hasta que desde el taller comenzaron a salir clichés con la suficiente fluidez como para llevar la fabricación al día.

En estos inicios, la fabricación de los mismos, fue puramente artesana.

Nos dice Jesús Pérez Osma:

“La técnica era la siguiente: Dibujar con la-picero de grafito (graso convencional) sobre papel sulforizado que posteriormente me-diante presión se trasladaba a un caucho tri-capa previamente impregnado y limpio con gasolina. El dibujo quedaba al revés, es decir el efecto de espejo, sobre la capa superficial del caucho, de manera que, mediante el uso de bisturí se cortaba sobre la línea toda la capa exterior hasta la segunda capa que era una especie de tela de saco muy tupida y que junto con la tercera capa de caucho duro y normalmente de color negro, hacía de base o soporte del grabado superior previamen-te cortado y desbastado utilizando, de nue-vo, bisturí y un alicate de puntas para tirar de la goma. Los trabajos muy complicados, con tramas o líneas muy finas, se encarga-

ban en Madrid a un grabador que fundía un molde para, mediante calor, fundir la goma y realizar el grabado. En cualquier caso, en aquella época los trabajos realizados eran en tintas planas, muy sencillos y utilizando una gama de colores muy pequeña. Básicamente sólo se realizaban embalajes de transporte.

En esta época había algunos clichés que eran unas verdaderas obras de arte. Para realizar-los, además de ser un buen dibujante, era necesario tener un buen pulso, ya que cual-quier tajadura errónea con el bisturí hacia inservible ese material.

Más tarde, en 1982 se adquirió un equipo para la realización de fotopolímero líquido. Utilizaba papel sulfurado (un papel con muy poca absorción), plancha de goma de 8 mm. de espesor compuesta de capa base de unos 2 mm., una tela de 0,5 mm. aproximadamen-te, y finalmente otra capa de goma de unos 5,5 mm. En cuanto a las herramientas se utili-zaban un bisturí y unos alicates, de puntas lar-gas y muy finas, debidamente preparados”.

El seguimiento de las impresiones en los trabajos realizados en las máquinas Emba es continuo.

Un accidenteUn accidente

Un accidente

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Un accidente

Hay fechas que quedan grabadas en nuestra mente porque en ellas ha ocurrido algún he-cho muy significativo. En “Cartonajes Santo-rromán” hay un día de triste recuerdo, el 29 de abril de 1971.

Ese día, tuvo lugar el accidente de nuestro mecánico, Fernando Lorente Palacios. Él es-taba trabajando en su zona del taller cuando le sobrevino el accidente que le costaría la vida. Estaba cortando la tapa de un bidón vacío y esto dijo el parte:

“Cortando la tapa de un bidón vacío, con sol-dadura eléctrica, por acumulación de gases en su interior, estalló el mismo, cogiéndole de lleno la explosión”.

De inmediato, fue trasladado a Policlínica donde le atendió el Doctor Apolinar Otero Ramírez quién emitió el siguiente diagnósti-co: “Traumatismo craneoencefálico cerrado con fractura estrellada de bóveda y base cra-neal. Otorragias y epístaxis” con una valora-ción de “Muy grave”.

Su estado aconsejó el traslado al Clínico de Zaragoza, en donde después de estar unos días “entre la vida y la muerte” falleció el día 3 de mayo “como consecuencia de las lesiones sufridas en el accidente del día 29 de abril de 1971”.

Su compañero, Emilio Gar-cía, visiblemente emocio-nado, recuerda el momen-to trágico del accidente:

“Estaba en la cabeza de la onduladora y es-cuche como un bombazo. Pensé que había explotado la caldera, fui allí corriendo y vi a uno que estaba tumbado en el suelo y que le ardía una zapatilla. Me acerqué y… era Fer-nando… Le llamé y no me contestó… Vi que

UN FATAL ACCIDENTE

Fernando Lorente Palacios.

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le salía un hilillo de sangre del oído. En se-guida llegó allí Fernando Martínez, el de los camiones, y ya vino más gente. En el coche de Fernando Martínez se le subió a Policlíni-ca, fue una desgracia. Tenía yo mucho trato con él ya que me bajaba casi todos los días. Fue un golpe muy duro para todos los que en ese momento trabajábamos en “Carto-najes Santorromán”, fueron momentos tre-mendos, y es que, aunque suene a tópico, es verdad. Fernando era una gran persona y un buen mecánico y se llevaba muy bien con todos los compañeros. Amigo de todos te-nía ese punto que le hacía quedarse siempre con cada uno de nosotros”.

Año 1971…

Año en el que cien mil agricultores europeos protestan contra la política agraria de la CEE;

año en el que, en Suiza, las mujeres obtienen el derecho al voto; buen año para el tenis ya que nacen Sergi Bruguera, Arantxa Sánchez Vicario y Pete Sampras; año en el que falle-cieron Coco Chanel, Fernandel, Pier Angeli, Louis Amstrong, Igor Stravinsky, Nikita Jrus-chov y Cesar Girón; año el que se fundan

“Médicos sin Fronteras” y “Greepeace”; año del tercer paseo lunar con el Apolo XIV.

Año en el que nos dejó Fernando Lorente.

Tenía 26 años y llevaba en la empresa desde 1968.

Fue una gran pérdida que nunca olvidaremos.

En 1979 se rindió un homenaje a

Fernando Lorente Palacios en

la persona de su hija Iciar.

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Empresa familiar

El primer paso hacia una fábrica moderna se había dado.

La puesta en marcha de la onduladora y de la casemaker “Emba” estaba influyendo po-sitivamente en la cartera de pedidos.

Llegaban nuevos clientes que demandaban cada día más especialidades, pues las cajas de cartón comenzaban a llegar a otros sec-tores del mercado.

Fue durante esta época cuando el vino co-menzó a decantarse por este tipo de envase y embalaje.

Varios tipos de embalajes, pero sobre todo los de las cajas para vino, llevan una rejilla para separar entre si las botellas. Tienen un añadido a la caja que hay que fabricar por separado.

Se compró una maquina ranuradora peque-ña para pasar las piezas de rejillas y hacerles las ranuras a la distancia y profundidad de-mandada por cada tipo de botella, después de haber sido cortadas a medida en la má-quina metralles. A continuación había que montarlas a mano una a una.

Un trabajo muy laborioso encomendado principalmente a mujeres que pasaban horas y horas “montando rejillas”.

Emilia Mazo nos cuenta:

“Era un trabajo muy abu-rrido y aunque simple, realmente era sencillo de realizar, te cansa-bas mucho ya que estabas sin moverte de un mismo sitio muchas horas y no te podías sentar ya que entonces no te daba la altura para poder montar las rejillas. Gracias a que, como igual estábamos cuatro o cinco mu-jeres montando, hablábamos algo y se nos pasaba mejor el rato. Pero en cuanto nos veía Justo (el encargado) venía a renegarnos, aunque le buscábamos la vuelta. Había días que estábamos realizando ese trabajo casi todo el relevo”

UNA EMPRESA FAMILIAR

Un grupo de empleados quiso estar junto a Angelines Santorromán Blázquez el día en que hizo los primeros votos.

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La fábrica, en todos los aspectos, iba cre-ciendo y el hecho de que las oficinas estuvie-sen en la Avenida de la Estación, en ciertos momentos suponía algunos inconvenientes que, conforme hubo más trabajo, fueron en aumento.

En 1973 la onduladora “Caballé” se cambió de ubicación y se mejoró.

Emilio García nos dice:

“Cuando se cambió se puso una cortadora/hendedora, de dos cuerpos, y había que pa-rar la onduladora cada vez que se cambiaba de medida pero suponía menos tiempo ya que la otra medida estaba preparada. Tam-bién llegaron los primeros portabobinas de “Torres”. Los cambios efectuados provoca-ron un aumento de velocidad, comenzamos a unos 60 metros y cuando la quitamos ha-bíamos llegado, con el 190, a 112 metros/minuto. Cambiamos también la entrada del papel que se instaló por absorción”.

Pero eso fue más tarde.

También en ese año se decidió el traslado definitivo de todo el personal que hasta ese momento había estado trabajando en la Ave-nida de la Estación a la planta de Tejerías.

La primera fábrica de “Cartonajes Santorro-mán” en Calahorra, en la Avenida de la Esta-ción, había cumplido ya su objetivo. Había sido la primera etapa en tierras riojanas, etapa de treinta y nueve años, durante los cuales la fir-ma se había ido asentando en el mercado del cartón ondulado y que, paulatinamente, subía su cifra de metros cuadrados fabricados.

Junto al personal de oficinas, comerciales y generales, pasaron también, a las nuevas ins-talaciones, las personas encargadas de hacer los clichés y resto del personal de fábrica.

Coincidiendo con este traslado, el 1 de marzo de 1973, la empresa se constituye en Sociedad Anónima de carácter familiar, entendiéndose, de acuerdo con la doctrina mercantil, como tal: “aquella empresa cuya propiedad total o más significativa pertenece

Leopoldo Santorromán Agustín entrega a Emilia Mazo un obsequio el día de su homenaje.

Rosa Mari Celorrio y Rosa Antoñanazas en la entrada de oficinas

en la carretera de Zaragoza en 1973.

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CAPÍTULO XII. UNA EMPRESA FAMILIAR

a uno o varios propietarios unidos por lazos familiares, participando alguno o algunos de sus miembros en los órganos de gobierno y dirección y en cuyo funcionamiento está sometida a unos determinados principios o cultura con la clara intencionalidad de ser transmitida a las siguientes generaciones”.

¡Está claro! ¿No?

Hoy, en 2009, un estudio valorativo del Fon-do Social Europeo nos cuenta que la empre-sa familiar española cuenta con más de dos millones de empresas que aportan el 70% del PIB y el 75% de los puestos de trabajo generados por el sector privado.

Pero entonces…

Año 1973…

Año de la guerra del Yom Kippur y la reac-ción de la OPEP y de la crisis mundial subsi-guiente; año del asesinato del Presidente del Gobierno de España Almirante Luis Carrero Blanco a manos de ETA; año de las muer-

tes de E.G.Robinson, Pearl S. Buck; Pablo Pi-casso, Salvador Allende, Pablo Neruda, Ana Magnani, Pau Casals, John Ford; año que nace en Calahorra Víctor García “el Víctor” último de los matadores calagurritanos que dejó el oro de los alamares por la plata de banderillero… y ahí sigue en la cuadrilla de Diego Urdiales.

Como todas las empresas, también “Car-tonajes Santorromán” padeció la crisis del petróleo de 1973 que comenzó a partir del día 17 de octubre, a raíz de la decisión de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo Árabes (OPEP). Tras ella, la mano inescrutable del jeque Yamani, el todo pode-roso ministro del Petróleo de Arabia Saudí, con su teoría de que “las cosas tienen aún que empeorar antes de que mejoren”.

En otras palabras, la OPEP habría estado, con su actitud confusa, llevando las cosas al extremo y tratando por todos los medios de hundir el mercado y retirar del mismo a

Los portabobinas de Manuel Torres habían llegado a

fábrica.

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La fábrica cuenta con la maquinaria de más alta tecnología del mercado.

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los denominados productores marginales, es decir, aquellos que, con elevados costes de extracción, habían provocado que la OPEP perdiera poder e influencia. Ahmed Zaki Ya-mani, nacido en Taif (Arabia Saudí) en 1930, que estudió Derecho en El Cairo y luego am-plió sus conocimientos en la Universidad de Harvard. El jeque que tuvo a sus pies al mun-do económico occidental en 1973.

A todo el mundo menos a “Cartonajes San-torromán”. La producción no se podía parar por una OPEP más o menos y se construyó, aquel año, un depósito de fuel de 300.000 kilos que aún sigue en activo.

Ni Yamani, que fue fagocitado por Irán en 1986, pudo con la empresa riojana.

¡Iba a poder con los partidarios de Quinto Sertorio!

El 17 de Marzo de 1974 los ministros árabes, a excepción de Libia, anuncian el fin del em-bargo petrolífero.

Esta medida afectó positivamente, volvió a revitalizar al mercado nacional y europeo y, aunque tímidamente, comenzó a tener esa fluidez que había hecho gala en los inicios de la década.

El incremento de pedidos en las cajas que lle-vaban rejillas hizo que en 1974 incorporasen a la empresa dos nuevas máquinas, ambas para la fabricación de rejillas, que llegaban de “Roda Macchine S.A.”, de la localidad suiza de Lugano. Máquinas muy sencillas de manejo y sin grandes problemas de mante-nimiento, que en aquella época causaron furor dentro del mundo del cartón ondula-do. Todavía continúan prestando servicio en fábrica.

La primera, la “Lugano Supercombi 025”, corta los formatos y les hace las ranuras a me-dida. La función de la segunda, la “Roda An-dax 101” es el ensamblaje de las rejillas que con anterioridad ha fabricado la Lugano.

La incorporación de estas dos máquinas supu-so, junto a la automatización de la fabricación de las rejillas, ganar en calidad, en agilidad de fabricación y, por lo tanto, estar en con-diciones de responder ante las demandas del cualquier sector, especialmente el vinícola.

En este año se edita “Calahorra 1974” y dentro de la “Guía comercial, industrial y profesional” en el apartado de Cartonajes (cajas de cartón) figura: “Santorromán S.A. Carretera de Zaragoza s/n”.

Fue una época en la que, en el mercado del cartón ondulado, comenzó a haber mucha competencia. Se habían abierto muchas fá-bricas con el consiguiente aumento de pro-

Depósito de fuel-oil para 300.000 kilos.

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ducción y por lo tanto de oferta, sin que la demanda hubiese crecido en los mismos porcentajes.

Y fueron llegando los problemas y se llegó a una guerra de precios lo que condujo al cierre de alguna empresa.

Se solicitó de la Administración pública que permitiera al sector marcar unos precios mí-nimos y se consiguió. Quizá esta circunstan-cia provocó que los fabricantes de cartón on-dulado viesen la necesidad de la unión para poder subsistir mucho mejor en un mercado cada día con más problemas.

Año 1974…

Año en el que el Watergate hunde a Nixon; en el que nos dicen que la población mun-dial ha llegado a 4.000 millones de almas; se estrena el GOLF; nacen Penélope Cruz, Leo-nardo di Caprio y Jesulín de Ubrique. Año en el que se van George Pompidou, Duke Elling-ton, Perón, Charles Lindbergh y Vittorio de

Sica. Año de bonanza económica producto de una hiperinflación que motivaba que no hubiera tarifa de precios; año en el que las cajas de cartón multiplicaban su precio en el camino; año en el que Eddy Merckx no gana más porque no quiere…

En 1974 se compró a “Arema S. A.” un slo-tter/impresor, compuesto por las siguientes elementos: Tablero introductor automático; tres impresoras para imprimir con tintas al agua; cuerpo “slotter”; cuerpo troquelador; dos raíles con sus cremalleras de cinco metros de longitud cada uno para el movimiento de las máquinas anteriores; dos dobles vías para retirar del grupo las impresoras y motor de accionamiento de velocidad regulable par-tiendo de cero, de 20 CV. de potencia. Esto suponía poder imprimir a tres colores y a la vez troquelar en máquina circular.

Y es que la máquina impresora-hendedo-ra-ranuradora “IN2DUR”, comprada a Félix Picó en 1964, ya no podía cubrir la demanda

La Lugano y la Roda fue un paso adelante

importante para el ensamblaje de

las rejillas.

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de los clientes sobre todo en lo relacionado con las impresiones.

También llegó el momento, ya que el mer-cado así lo exigía, de comprar una maquina específica para preparar las muestras que los clientes cada día pedían en mayor número. En marzo de 1976 se comenzaron a hacer muestras en una máquina comprada a “Are-ma S. A.”. Su coste, 500.000 pesetas.

El asociacionismo independiente, aquel al margen de los sindicatos verticales, había comenzado a reunirse discretamente y, con cierto aire de clandestinidad, en el “Hotel Mindanao” de Madrid que nació como un faraónico proyecto urbanístico destinado a ese invento del turismo, cuando el régimen de Franco daba sus últimos coletazos, y des-pués se convirtió en un mudo testigo de ex-cepción de hechos y acontecimientos que marcaron, para lo bueno y lo malo, las cua-tro últimas décadas de nuestro país: Funda-ciones de partidos políticos (AP), preparación de atentados (Operación “OGRO” de ETA), concentraciones de equipos de fútbol...

Sí. También acogió a los representantes de las fábricas de cartón.

Luego, en 1977, se creó la Asociación de Fabricantes de Cartón Ondulado, “AFCO”, con la finalidad de fomentar la utilización del cartón ondulado en el transporte y em-balaje de productos, así como promover el conocimiento del sector a través de la elabo-ración de estudios y del establecimiento de servicios de interés para sus asociados. Los empresarios confiaban en que el asociacio-nismo fuese positivo para el sector y “Car-tonajes Santorromán S. A.” fue uno de los

fundadores, estando dada de alta desde el 22 de junio de 1977.

Hoy “AFCO” cuenta con unos 200 miembros, entre socios y simpatizantes. Entre sus asocia-dos se encuentran fabricantes de cartón ondu-lado y fábricas de cajas de este material, que proveen a clientes de todos los sectores indus-triales y agrícolas. En conjunto, sus miembros representan aproximadamente al 93% de la producción total de cartón ondu-lado de España. AFCO forma par-te de las siguientes organizaciones internacionales: FEFCO (Federación Europea de Fabricantes de Cartón Ondulado), con sede en Bruselas; ICCA (International Corrugated Case Association) con oficinas en Chicago y ACCSA (Asociación de Corrugadores del Caribe, Centro y Sudamérica) en la que participan 28 países latinoamericanos y tie-ne su sede en Costa Rica.

Actualmente, “Cartonajes Santo-rromán S.A.”, es la empresa que preside AFCO.

También ese mismo año 1977 nació la Federación de Empre-sarios de La Rioja, que hoy in-tegra con carácter voluntario a más de 3.500 empresas adscritas a través de las 60 Asociaciones sectoriales, siendo “Carto-najes Santorromán S.A.”, una de las empre-sas que se adhiere desde su fundación, se-gún consta en un certificado de la FER: “Que la empresa “Cartonajes Santorromán S. A.” con domicilio de Carretera de Zaragoza, nº 32, de la localidad de Calahorra (La Rioja) está asociada a ésta Federación de Empre-

Cartonajes Santorromán pertenece a la Federación de Empresarios de La Rioja desde su fundación en 1977.

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sarios de La Rioja desde el día veinte tres de mayo de mil novecientos setenta y siete”.

Sin duda se entendía que “la unión hace la fuerza”. La empresa tenía entonces 78 em-pleados.

Las necesidades de crecimiento, la obtención de una posición cada día más competitiva y la propia dinámica de los mercados que exi-gían el continuo aumento en la producción de caja,s dan lugar a que, en 1977, se com-pren dos nuevas máquinas.

El mercado era cada día más diverso.

Las fábricas de conservas comenzaban a abandonar la caja tradicional y empezaban a envasar algunos de sus productos en ban-dejas de cartón ondulado que luego cubrían con retráctil.

El cartón ondulado estaba llegando al mer-cado de las cajas troqueladas.

Las empresas, sobre todo de los sectores ali-menticio y vinícola, veían como el envase de

cartón ondulado podía ser a la vez, además de envase, un expositor publicitario en las estanterías de los supermercados incorpo-rando la noción del packaging para atraer a los consumidores e incrementar las ventas de los productos. El empaquetado (packa-ging) es la ciencia, el arte y la tecnología de encerrar o proteger los productos para su distribución, almacenamiento, venta y uso. El envase contiene, protege, conserva, trans-porta, informa y vende.

Comenzaba un nuevo mercado, el de las bandejas y cajas-estuche en microcanal.

En fábrica había una troqueladora manual que se había traído de la planta de la Aveni-da de la Estación, tipo Minerva (Fuente: INS-HT-NTP 67) que cortaba, hendía, grababa y rayaba mediante dos elementos planos, pla-tina y tímpano, ejerciendo una presión sobre el material que se trabaja. El troquel se fija en la platina y el material a troquelar en el tímpano. Había que introducir hoja a hoja

Cartonajes Santorromán fue también uno de los fundadores de la Asociación de Fabricantes de Cartón Ondulado (AFCO).

La autoplatine “SPO Bobst 1575

EEG” llegó a fábrica a finales de

los años setenta.

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y después desmontar también manualmente todo el recorte hasta dejar el formato com-pletamente limpio. La velocidad de este tipo de máquinas dependía mucho del oficial ya que, aunque la velocidad era fija, había que aprovechar todos los golpes para sacar una productividad óptima. Aunque se podía lle-gar a 1.100 formatos / hora, la media estaba en unos 840 formatos / hora.

La primera máquina troqueladora en llegar a “Santorromán” fue una autoplatine “SPO Bobst 1575 EEG”, compuesta por una im-presora y una troqueladora en línea. En la impresora, dotada con tres cuerpos impreso-res, y con una muy buena precisión de ajus-te, se comenzaron a realizar impresiones de calidad y con mucho juego de colores.

Por aquellas fechas destacaban las cajas que se hacían para “Tao”, empresa de calzado de Arnedo. También unas cajas con la marca “Ka-mikaze” todo colorido para las que se utiliza-ban los tres colores, pero luego, como iban los colores superpuestos, salía una caja de mucho efecto óptico. También se hacían unas cajas muy vistosas para la marca “Nambo”.

La troqueladora de la “SPO Bost 1575”, era una máquina de un buen diseño, en la cual se podía llegar a 4.000 formatos/hora.

El cambio había sido importante y, además, se avanzaba en el campo de las impresiones, pues en esta máquina se podían realizar tra-bajos, para aquella época, de mucha calidad.

El mercado de la caja troquelada comenzó a crecer y cada día era mayor la demanda de cajas que, después de ser troqueladas, nece-sitaban ser pegadas. Para que la empresa no se quedase al margen de este nuevo merca-

do, el 20 de septiembre de 1977, Leopoldo Santorromán Blázquez, hace una propuesta de pedido a “Jagenberg Ibérica S. A.” de: “Una máquina plegadora-pegadora, mode-lo DIANA 1425-2. Usada, debidamente re-parada, equipada con los dispositivos para trabajar tanto cajas normales, como cajas de fondo automático y cajas automontables con hendidos de líneas diagonales y 4 pun-tos de pegado, según informaciones técni-cas con medidas nrs. I/116.1 y I/142. Con ac-cionamiento principal e instalación eléctrica completa”.

José Luis Lorente, primer oficial de esta má-quina, dice:

“Al principio lo pasábamos mal, aunque en seguida le cogimos el aire. En los comien-zos hacíamos muchas bandas para “Leche Ram”, trabajo fácil que iba muy bien en máquina y cogíamos buenas velocidades. También hacíamos muchos estuches para “Magefesa”, para cazos, sartenes y canti-

En 1977 llegaba a Santorromán una

Plegadora-Pegadora modelo Diana 1425-2.

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dad de cosas y, por supuesto, bandejas para las fábricas de conserva. Cuando nos fueron llegando pedidos de cajas de fondo automá-tico lo pasamos mal, pues cuando montaron la máquina no teníamos cajas de este tipo y por eso no pudimos aprender bien a trabajar con ellas. El Jefe me mandó a una fábrica en la que tenían una máquina como la nuestra, estuve allí una semana aprendiendo y luego ya no tuvimos problemas”.

Durante la década de los años 70 y, princi-palmente, tras la muerte del General Franco en 1975, los temas laborales habían comen-zado a tomar protagonismo.

Año 1975…

Año del caso del, todavía no resuelto, cri-men del cortijo de “Los Galindos”; año en el que termina la guerra de Vietnam, nacen David Beckham y Angeline Jolie y fallecen quien luego fuera San Josemaría Escrivá de Balaguer, Chiang Kai-Shek y Antonio Bien-venida; año en el que Carlos Arias Navarro, lloró amargamente frente a las cámaras de televisión el 20 de noviembre.

Fue una época en que los conflictos labora-les, políticos y económicos estaban a la or-den del día. La economía estaba en crisis y eso afectó a todos los sectores. También al del cartón ondulado.

Hoy pocos recuerdan, y muchos ni conocen, los célebres “Pactos de la Moncloa”, firma-dos en el Palacio de la Moncloa de Madrid durante la transición española, el 25 de oc-tubre de 1977, entre el Gobierno de España de la legislatura constituyente, presidido por Adolfo Suárez, los principales partidos po-líticos con representación parlamentaria en el Congreso de los Diputados, las asociacio-

Año 1979. Ese año la empresa rindió homenaje a Nicolás Lorente por su jubilación y a “Las Pioneras”. A la derecha, Leopoldo y su esposa Irene, detrás puede observarse la fotografía de su padre.

Leopoldo y Nicolás se funden en un

abrazo.

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nes empresariales y el sindicato Comisiones Obreras, con el objetivo de procurar la esta-bilización del proceso de transición al siste-ma democrático, así como adoptar una polí-tica económica que contuviera la galopante inflación que alcanzaba el 47%.

Los pactos tuvieron un componente político y otro económico.

En el terreno político: se acordó modificar las restricciones de la libertad de prensa, que-dando prohibida la censura previa y dejando al poder judicial las decisiones sobre la mis-ma; se modificó la legislación sobre secretos oficiales para permitir a la oposición el acceso a la información imprescindible para cumplir sus obligaciones parlamentarias; se aproba-ron los derechos de reunión, de asociación política y la libertad de expresión mediante la propaganda, tipificando los delitos co-rrespondientes por la violación de estos de-rechos; se reconoció el delito de tortura; se reconoció, igualmente, la asistencia letrada a los detenidos; se despenalizó el adulterio y el amancebamiento; se derogó la estructu-ra del Movimiento Nacional, así como otras

medidas sobre la restricción de la jurisdicción penal militar.

En materia económica: se reconoció el des-pido libre para un máximo del 5 por 100 de las plantillas de las empresas; el derecho de asociación sindical; el límite de incremento de salarios se fijó en el 22% (inflación previs-ta para 1978); se estableció una contención de la masa monetaria y la devaluación de la peseta para contener la inflación; la reforma de la administración tributaria ante el déficit público, así como medidas de control finan-ciero a través del Gobierno y el Banco de Es-paña ante el riesgo de quiebras bancarias y

Empleados y familiares de los homenajeados

participaron en la fiesta homenaje.

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la fuga de capitales al exterior.

En ese mismo año, una de las tareas priori-tarias de las Cortes, fue la redacción de una Constitución.

La Ley de Reforma Política ofrecía la posi-bilidad de que la iniciativa de la reforma constitucional correspondiera al Gobierno o al Congreso de los Diputados, eligiéndose esta última opción. La Comisión de Asuntos Constitucionales y Libertades Públicas del Congreso de los Diputados nombró una Po-nencia de siete diputados, que elaboró un anteproyecto de Constitución. Estas siete personas, conocidas como los Padres de la Constitución fueron: Gabriel Cisneros (UCD); José Pedro Pérez Llorca (UCD); Miguel Herre-ro y Rodríguez de Miñón (UCD); Miguel Roca Junyent (Pacte Democràtic per Catalunya); Manuel Fraga Iribarne (AP); Gregorio Peces-Barba (PSOE); Jordi Solé Tura (PSUC).

Al año siguiente el anteproyecto se discutió en la Comisión y, posteriormente, discutido y aprobado por el Congreso de los Diputados. A continuación, se procedió al examen del texto del Congreso por la Comisión Constitucional del Senado y el Pleno del mismo órgano.

La discrepancia entre el texto aprobado por el Congreso y el aprobado por el Senado hi-cieron necesaria la intervención de una Co-misión Mixta Congreso-Senado que elaboró un texto definitivo. Éste fue votado y apro-bado por las dos Cámaras el 31 de octubre de 1978. Sometido a referéndum, fue rati-ficado el día 6 de diciembre de ese mismo año con el 87% de los votos a su favor, san-cionado el día 27 de diciembre por el Rey, y publicado en el BOE el 29 de diciembre.

Ajeno a todo esto, el 16 de abril de 1978 se

anunciaba una huelga nacional en el Sector de Artes Gráficas:

“Una huelga de Artes Gráficas tendrá lugar los próximos días 20 y 21, tras la ruptura de las negociaciones del convenio el pasado viernes, según han anunciado las centrales sindicales que integran la representación trabajadora en las deliberaciones. El paro tendrá extensión a todas las provincias. En Cataluña, donde desde hace días se encuen-tran en huelga los trabajadores del sector, en reivindicación de un convenio específico para su ámbito, el paro continuaba ayer, re-flejándose en el cierre de numerosos quios-cos de prensa”.

Cuando salió la convocatoria se realizó una votación en la empresa “Santorromán”, pro-nunciándose la mayoría de los empleados por su deseo de trabajar. La empresa abrió el 20 de abril, pero al final, a pesar de que casi todos los empleados acudieron al tra-bajo, debido a la presión externa, se decidió cerrar la fábrica.

Fue la única huelga en la que la fábrica cerró.

En la primera huelga, aunque los empleados votaron “No a la huelga”, se

decidió cerrar la fábrica.

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Fueron surgiendo otras, y después de que los empleados expresasen mayoritariamente su deseo de trabajar, la empresa permaneció abierta y se trabajo en todos los casos con absoluta normalidad.

Año 1978…

Año, además, de la muerte de Don Fernan-do Bujanda, sacerdote por tantos motivos benemérito, asiduo admirador de las glorias calagurritanas.

El último año de la década de los 70 fue de recuerdo a las primeras personas que, en Calahorra y con su trabajo, habían hecho posible que esta empresa continuase hacia delante. Habían pasado 45 años desde que se comenzó en Calahorra y empezase la pri-mera empleada.

Recogemos parte de la crónica que apareció en el diario regional “Nueva Rioja” el día 9 de noviembre de 1979:

“La confraternización entre hombres y mu-jeres que conviven un mismo techo y que además comparten trabajo e ilusiones en el futuro, es flor que conviene cuidar y exponer a la admiración de quienes saben compren-der la profundidad de la razón cuando es justa y humana. Y de tal principio partimos nosotros para dar información a ustedes de una iniciativa surgida entre un grupo de em-pleados de la empresa calagurritana “Car-tonajes Santorromán” que creemos merece ser conocida y, como decimos, admirada e incluso tomada como ejemplo para otros casos similares. Se trata de que dicho gru-po de compañeros en el trabajo van a ren-dir un homenaje mañana, sábado, día diez, a un hombre que se jubila, Nicolás Lorente Sota, después de 40 años ininterrumpidos

de dedicación a la citada empresa, y al mis-mo tiempo hacer extensivo el homenaje a las primeras mujeres que hace ya bastantes años también entraron a trabajar en dicho centro, “las pioneras”, como cariñosamente se les conoce en el seno de la firma comercial”.

El homenaje se celebró el día 10 de noviem-bre de 1979, con una misa de acción de gra-cias y a la vez en recuerdo de todos los difun-tos de la empresa en la capilla de los Padres Agustinos. Los actos continuaron con una cena de hermandad en el “Salón Goya”, en la calle Teatro. Se rindió homenaje a Nicolás Lorente Sota y a las “pioneras” Cristina Mu-ñoz Chamorro, Andresa Madorrán Gil, Fran-cisca Lorente Abad, Encarna Díez Gutiérrez y Emilia Mazo Arpón, así como a Fernando Lorente, en la persona de su hija.

Todos ellos recibieron diversos obsequios. Además Leopoldo Santorromán Agustín les hizo entrega de un recuerdo de la empresa a cada uno de ellos. Ya eran setenta años de historia...

Año 1979…

Año en el que siguen los asesinatos de ETA en San Sebastián, Pamplona y, el cruento de Madrid, en la cafetería “California 47”; año en el que salen de Irán, Reza Pahlevi y Farah Diva para dejar paso al chiita ayatola Ruholl-ah Jomeini; año en el que Margaret Thatcher sale elegida Primera Ministra del Reino Uni-do mientras el IRA asesina a Lord Mountbat-ten y, en Brighton, se abre la primera playa nudista; año en el que Rusia invade Afganis-tan; año en el que se despiden Jean Renoir, John Wayne y Pastora Imperio; año en el que nacían Valentino Rossi y “La Historia intermi-nable” de Michael Ende.

Parte de la crónica del diario Nueva Rioja sobre el homenaje a los empleados.

CrecimientoCrecimiento

Crecimiento

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CrecimientoLa década de los 80 fueron años en que

“Cartonajes Santorromán S.A.” continuó creciendo, el número de empleados aumen-taba y, en un mercado laboral cada vez más competitivo, las empresas se enfrentaron a una carestía de profesionales en el mundo del cartón ondulado, aunque esto no afectó a esta empresa que, desde sus orígenes, te-nía como premisa principal la formación de sus empleados.

Recordemos lo que decía Cristina cuando comenzó a trabajar: “…Era un hombre (Don Leopoldo Ramón) que se preocupaba mucho de nosotras. Hasta nos trajo una profesora para que aprendiésemos más”.

El principal activo de una empresa, mucho más que su parque de máquinas, son las personas que la forman y “Santorromán”, además de ser una empresa familiar, en cuanto al accionariado, lo es también en cuanto a sus empleados. Dos, tres y hasta cuatro miembros de una misma familia han trabajado en una empresa que más parecía una “familia”. Lo de empresa familiar había llegado también a las personas que traba-jaban en ella. Algo muy importante, al mis-mo tiempo que delicado y difícil, que desde la Dirección de la empresa se continuaba

apoyando. A la hora de contratar a un nuevo em-pleado primaban los lazos familiares y en algunos casos están padres, hijos, hermanos...

Por eso junto a la familia Santorromán, fun-dadora de la empresa, hubo y continua ha-biendo miembros de otras familias.

Y no se trata de “nepotismo” sino de “ecua-nimidad”, utilizando este vocablo en su acepción de actitud equilibrada y constante

La década de los 80 fue la década de los cambios en el país, cambios políticos, so-ciales, laborales... Década en la que van a aparecer las tribus urbanas de los Emos, Gó-ticos, Heavies y una larga serie de movimien-tos subculturales que expresan un rechazo hacia los hippies de los sesenta dado a que tienen una visión de mundo basadas en el nihilismo y la melancolía, cosas casi diame-tralmente opuestas a la alegría optimista de los hippies.

Frente a la crisis de finales de los 70 y después de los Pactos de la Moncloa, en España, la política del Estado se centró en los siguientes objetivos: Paliar los efectos sociales y econó-micos de la crisis (esencialmente el desem-pleo); facilitar la modernización de las empre-

EN CONTINUO CRECIMIENTO

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sas; buscar la redistribución territorial de las localizaciones industriales; favorecer los fenó-menos de industrialización endógena.

Para cumplir estos objetivos se promulgaría, en 1981, el RDL de Reindustrialización, am-pliado por el Libro Blanco de la Reindustria-

lización y por la Ley 1984 de Reconversión y Reindustrialización.

Desgraciadamente, el resultado de estas po-líticas, no fue el esperado.

Y ya veis…

Fue la década en que la empresa “Santorro-mán” dio el salto definitivo, en un mercado donde ya comenzaba a tener un nombre consolidado.

Decía Don Pedro Escartín Morán, que fuera jugador, árbitro y entrenador de fútbol es-pañol además de periodista y escritor, que los equipos no se pueden hacer a golpe de talonario.

O a golpe de RDL, añadimos.

En Calahorra se montó una nueva ondula-dora, se avanzó en el mundo de la impre-sión con la incorporación de una máquina de primera línea y se penetró con fuerza en

La afición al fútbol continuaba. Tras el

partido, no faltaban los almuerzos de

hermandad.

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CAPÍTULO XIII. EN CONTINUO CRECIMIENTO

el mercado de las cajas de calzado, un mer-cado que nos remontaba a los orígenes de la empresa, cuando en Daroca se comenzaron a hacer las primeras cajas de cartón. Solo que ahora era diferente ya que se irrumpía con una máquina de diseño propio y ofre-ciendo unas cajas de calidad.

El cartón ondulado ya se había abierto un puesto importante en el mercado nacional. En 1980 se fabricaron en España, mil trescientos millones de metros cuadrados de cartón, con un gramaje medio de 636 gramos.

El 12 de septiembre de 1980 el Congreso de los Diputados aprobaba la proposición de Ley del Senado por la que la provincia pasa-ba a denominarse Provincia de La Rioja. El día 15 de noviembre de 1980 era promulgada la Ley sobre el cambio de nombre. Posterior-mente, un 9 de junio de 1982, se aprobaría el Estatuto de Autonomía y La Rioja se con-vertiría así en una Comunidad Autónoma. El día 8 de mayo de 1983 el pueblo riojano sería convocado a las urnas para elegir por primera vez en su historia a los 35 Diputados que irían a formar la Diputación General de La Rioja y la Primera Legislatura se abriría el 24 de mayo de 1983. El Artículo 1 de la Ley 4/1985 de 31 de mayo) señala: “La Bandera simboliza la identidad regional de La Rioja” y en el (Título Preliminar, artículo 3.1. del Es-tatuto de Autonomía) describe: “La Bandera de La Rioja es la formada por cuatro franjas horizontales y de igual tamaño, de los colo-res rojo, blanco, verde y amarillo”.

El Escudo de La Rioja es, estructuralmente, un escudo partido, timbrado con la corona real cerrada. En la partición derecha, de oro el campo, la cruz roja de Santiago alzada so-

bre el Monte Laturce y flanqueada por dos conchas de peregrino, esmaltada en plata y silueteadas en gules. En la partición izquierda, sobre campo de gules, un castillo de oro de tres to-rres almenadas cabalgando sobre un puente mazonado de sable, bajo el cual discurre un río de plata. En la bordura lucen tres flores de lis. (ar-tículo 6 de la Ley 4/1985 de 31 de mayo).

En 1981 se edita “La Rioja. Guía Provincial 1981-1982. Agrícola, industrial, comercial, turística” en sus páginas, en el apartado “Pa-pel, Artes Gráficas y Madera” encontramos:

“Cartonajes Santorromán S. A. Calahorra. Ctra. Zaragoza 32. Manipulado cartón”.

En 1981 se vivió en la empresa un hecho trá-gico, en el que por fortuna, no hubo que lamentar desgracias humanas, aunque si cuantiosos daños materiales (entre ellos, el principal, no poder fabricar cartón ondulado durante bastantes días).

Aquello que se decía en Derecho Romano: “Damnum emergens et lucrum cessans”

Fue la explosión de una caldera de vapor.

Portada del diario La Rioja en su primera página daba cuenta de la explosión de la caldera.

Detalle de una crónica sobre la explosión de la caldera.

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La distribución de las fechas hizo que, ese año, las fiestas de Calahorra se prolongaran hasta el sábado, 5 de septiembre. Se comen-zó a trabajar el 7 y fue el 9, aproximadamente a las 15,00 horas, cuando explotó la caldera. La explosión destrozó, además de las dos cal-deras, todo el recinto, el tejado y causó daños importantes en un camión que estaba en el taller de mecánicos y al que la onda expansiva desplazó casi hasta la carretera.

Fue una hora en que, afortunadamente, no había mucho personal en la planta.

Cruz Lorente relata el momento de la explo-sión:

“El susto fue tremendo, y lo pasamos muy mal hasta que pudimos comprobar que no nos había ocurrido nada a ninguno. No ha-cía ni cinco minutos que, Galo Galilea, había estado en una zona muy cercana llenando silicato. Había un camión metido en el ta-

ller y del impacto de la explosión lo desplazo hasta la calle”.

El diario regional, “La Rioja”, en su edición del 11 de septiembre de 1981, recogió así la noticia:

“Una explosión, aparentemente debida a un fallo del sistema automático de vaporización del agua, destrozó materialmente la sala de calderas de la firma “Cartonajes Santorromán” de Calahorra, en las primeras horas de la tar-de del miércoles, según informó ayer nuestro corresponsal Alberto Sáenz. Afortunadamen-te, y pese a la violencia del hecho, no hubo que lamentar ningún tipo de desgracia perso-nal. Los daños económicos, sin embargo, son cuantiosos, elevándose –según informaciones recibidas en el seno de la industria– a unos treinta millones de pesetas. La fábrica ha que-dado paralizada, ya que ha de procederse a la instalación de una nueva caldera y a la re-

Estado en que quedó la sala de calderas tras la

explosión.

Eco de La Rioja informaba en su portada de la explosión de la caldera.

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construcción de los tabiques. Ayer las obras ya habían empezado, por lo que se espera que esta próxima semana pueda reanudar la activi-dad. La noticia conmovió a amplios sectores de Calahorra y fueron numerosos los vecinos que se acercaron hasta las instalaciones interesán-dose por la sucedido”.

También recogió la noticia, en su portada, el periódico semanal y gratuito de Calahorra, fundado en 1968, “Eco de La Rioja”.

La reacción por parte de la empresa fue in-mediata.

“El fracaso no es una opción”, había dicho Gene Kranz, Director de vuelo cuando el Apolo XIII.

O como aquella famosa frase que se atribu-ye a Napoleón. El Corso que pudo tragarse toda Europa pero que no pudo con el león ibérico. Al Emperador le hizo frente un Ge-

neral mucho más fuerte que él. Ante cual-quier sacrificio que exigía la guerra, el pueblo español respondía impertérrito: “¡No impor-ta!”... ¿Qué ha pasado? No importa…¡Esto ha sido un desastre! No importa… Por eso le preguntaron al final:

- Sire, ¿Quién ha sido el héroe que ha gana-do la guerra?

Y Napoleón respondió con mucho acierto:

- El General “NO IMPORTA”.

Como si lo estuvieran oyendo en Calahorra…

Al no poder fabricar cartón, Leopoldo San-torromán Blázquez, se puso en contacto con los responsables de “Ondulesa” para que nos dejasen fabricar allí el nuestro. Se en-vió papel del nuestro, para que las calidades fuesen las que se estaban sirviendo en ese momento y se mandó a Cruz Lorente a Mo-llerusa.

Además del fútbol, también los empleados han participado en algunas capeas.

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Vista general de la máquina onduladora.

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“Nos dejaron la onduladora, con su personal, y Cruz organizó el trabajo conforme a nues-tras necesidades. Nos dejaron la máquina un mínimo de cuatro horas diarias para que hi-ciésemos nuestro cartón pero hubo días que fueron hasta seis y ocho horas. Fue una ma-nera de continuar atendiendo a los clientes y, además, con la misma calidad”.

Es preciso rendir, en esta historia, un home-naje a la elegante disposición de “Ondule-sa”, producto sin duda de esa política de pacto “entre caballeros”, tan excasa en las relaciones comerciales actuales.

Aquellos estrechamientos de manos... ¡Ay!

Para salir del paso, y poder comenzar a fa-bricar cartón a la mayor brevedad, se trajo un generador de “Walco & Wilkox” que te-nían en stock y a la vez se encargó un nuevo generador a “Olmar” tipo OL-130 de 5.000 Kg./hora a 16 Kgs./cm2. que se montó en fábrica en febrero de 1982.

Conforme la producción aumentaba, la plan-tilla de conductores también aumentó, ade-más, iban saliendo trabajos nuevos.

El conductor, Jesús Castillo, recuerda cómo en 1982:

“La primera labor que hacia todas las maña-nas a las 6,30 horas era ir a vaciar la cisterna donde nos habían dicho que había que ha-cerlo, en la zona del vertedero de los Agu-dos. Teníamos un camión cisterna exclusiva-mente para realizar esta labor, tirar allí las aguas fecales”.

Fue el 9 de junio, cuando en una carta a la Comunidad General de Regadíos de Calaho-rra, la empresa les hace saber:

“Nos place informarle que siguiendo sus de-seos, hemos dejado de verter aguas sucias o contaminantes a los cauces de riego de esa Comunidad, precisamente desde hoy dentro del plazo marcado por ustedes”.

Diversas máquinas de la cadena de fabricación.

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A finales de 1982, en un momento de gran incertidumbre política y económica, Leopol-do Santorromán Blázquez, adoptó, como decisión estratégica de largo plazo, la in-corporación al capital de la empresa, de un grupo importante que diese fortaleza y esta-bilidad a la compañía,

Dicha acción tomó forma en 1983, y en el mes de junio SAICA, Sociedad Anónima In-dustrias Celulosa Aragonesa, entró a formar parte del capital de la empresa, representa-da en el Consejo por Don Joaquín Balet He-rrero.

Por estas fechas comenzaron a surgir pro-blemas de producción de cartón y es que la onduladora “Caballé” ya había llegado a su techo. Hacía falta correr más y esta máquina no estaba preparada para ello. Se comenzó a mirar una nueva máquina y, después de es-tudiarlo, se tomó la decisión de comprar una onduladora a “MEDESA”, empresa catalana, también familiar, que desde 1968 había em-pezado a diseñar y construir íntegramente máquinas onduladoras.

Emilio García nos habla del cambio:

“Fue en 1984 cuando montamos la ondula-dora “MEDESA” que ocupaba el doble que la que teníamos e iba casi de punta a punta de la fábrica… El cambio fue importante y al principio lo pasamos mal. Nos costó a todos adaptarnos a la nueva máquina, Luego las cosas fueron bien”.

Con esta máquina se pasó a un ancho útil de 2.450 mm. y para aprovechar la anchura de la máquina se cambiaron las anchuras de pa-pel que pasaron a ser 2.450, 2.300, 2.150 y 2.000 mm. iniciando, aunque de forma tími-da, ya que había que hacerlo manualmente, a combinar pedidos.

Unos años más tarde, en 1988, la empresa decidió mantener la estructura en la zona del ondulado, la zona de la mesa y la salida

“MEDESA” y compró grupos onduladores nuevos, para ambas canales, a “Caballé”. Estos grupos onduladores se pusieron en marcha, en noviembre de 1988 la canal 4 y a primeros de enero de 1989 la canal 2. Con

La onduladora Medesa fue instalada en Cartonajes Santorromán en 1984.

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este nuevo cambio se suprimieron los peines, que daban ciertos problemas, y se comenzó con la absorción, que llevaba unos años im-plantada en el mercado de las nuevas ondu-ladoras y suponía una mejora sustancial en la calidad del ondulado, algo fundamental para la perfecta formación, primero de la onda y después del cartón.

El abanico de modelos de cajas a fabricar cada más diverso. Se había pasado, de fabricar el cien por cien de las cajas del tipo B1, a que el apartado de cajas troqueladas fuese en au-mento. La máquina “Bobst” estaba ya al tope de su producción, llegándose en algunos mo-mentos a atascos en esa línea de fabricación.

Para paliar el problema, después de man-tener una conversación con el personal de la máquina, se preparó un plan de emer-gencia. Se organizaron cuatro relevos, tres de ellos trabajaban de lunes a domingo y el otro guardaba una semana de fiesta. Así se estuvo durante cinco semanas hasta que se consiguió sacar la producción adelante.

Era el aviso de que en unos años iba a ser necesario incorporar una nueva máquina troqueladora. La dirección de la empresa comenzó las gestiones para cuando llegase el momento comprar otra máquina “Bobst” como la que había en planta.

El mercado comenzaba a cambiar y se de-mandaban ya unos envases y embalajes mu-cho más específicos, sobre todo en aquellos casos en los que el producto iba a ir direc-tamente, desde las estanterías de los super-mercados, al consumidor.

Había que pensar no sólo en una nueva troque-ladora sino también en una nueva impresora.

Hasta ese momento, con la primera máqui-na “Bobst” que llegó a fábrica, se estaba trabajando en línea, estaba la impresora y a continuación la troqueladora.

Leopoldo Santorromán Blázquez, se planteó entonces el dilema: traer otra máquina igual a ésta o incorporar otra troqueladora y com-prar una impresora más moderna y separar las líneas de fabricación.

La impresora de la autoplatine “SPO Bobst

1575 EEG” ya había cumplido su etapa,

no así la troqueladora, que continuó sacando

producción.

En la fotografía de abajo, dos oficiales en la impresora Emba.

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Después de un minucioso estudio se tomó la decisión de separar las líneas de fabricación:

imprimir y luego troquelar. Se pensó, la experiencia deja claro que con buen criterio, que haciéndolo así se ganaba en calidad, productividad y también en

efectividad.

Una vez tomada la decisión se compraron dos máqui-nas, una impresora “Emba” y una troqueladora “Bost 1575”. La compra de am-bas se realizó en 1986, y su puesta en marcha un año después, en 1987.

Se trataba así de solucionar todos los problemas que los clientes pudieran presentar en el campo de las impre-siones y troquelado.

La máquina impresora era de “Emba”, igual a la “Flexo Fólder Gluer 240” pero sin el

“slotter” y las zonas de plegado y salida. Se compró con tres colores y con el tiempo se le instalaron dos cuerpos más con secadores y ultravioletas.

Miguel Ángel Lorente rememora cuando lle-gó la impresora “Emba” y los recuerdos le salen, entrecortados, del corazón:

“Cuando empezamos con la primera impre-sora era todo manual, tintas, presiones, subir y bajar bombos, todo había que hacerlo en manual. Desde meter las planchas hasta la salida… en esta máquina fue donde aprendi-mos todos a trabajar en impresiones… se han hecho buenos trabajos. Luego pasamos esta máquina a la nave en la que está ahora… se instalaron dos colores más… y con la llegada de la “Masterflex” cambió todo. Son máqui-nas muy diferentes que no tienen nada que

En 1987 comenzó a funcionar en fábrica la impresora Emba.

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ver entre si. La forma de imprimir… todo era automático, ganamos mucho en el registro de colores lo que supuso dar un salto en im-presiones… comenzamos a hacer cosas más complicadas ya que hasta entonces no tenía-mos posibilidades… ganamos en todo…”

Y continúa:

“También se empezó con el laboratorio de tintas. Cambiamos nuestros catálogos de co-lores por el pantoné. Ahora tenemos monta-do en ella un espectro que está conectado con el laboratorio de tintas. Se lleva un regis-tro de colores bastante bueno. Cuando nos llegó la primera máquina nadie podía pen-sar que en tan pocos años íbamos a llegar a donde hemos llegado. La técnica, en cuanto a impresiones se refiere, ha ido muy deprisa y la empresa ha sabido estar ahí, siempre en primera línea. Hemos realizado trabajos en

“Masterflex” que pensé que jamás podría-

mos hacer. Se han hecho y se están hacien-do buenas impresiones. No tiene nada que ver a cómo empezamos a trabajar, cuando llegó la impresora “Emba”, a como se traba-ja ahora. Antes trabajamos más físicamente y más horas, ahora tenemos más medios y estamos mucho mejor formados. Destacaría que por Calahorra ha pasado personal de otras fábricas a ver como trabajábamos en la “Masterflex” y también han sido varias las empresas de tintas que han realizado mu-chas pruebas en nuestra fábrica. Todo eso nos ha venido bien pues hemos aprendido de primera mano muchas cosas, y nos sirve para seguir avanzando y no quedarnos para-dos. Lo mismo que el premio que nos dieron, nos sentimos todos muy orgullosos. Era la primera vez que nos reconocían algo y nos sirvió para darnos ánimos y seguir en el mis-mo camino, tratando de mejorar cada día”.

Unos años más tarde se dio un paso adelante con la llegada a fábrica de la impresora Masterflex de Bobst.

Cajas de calzadoCajas de calzado

Cajas de calzado

129

Cajas de calzado

Ya hemos mencionado antes que el mercado de las cajas de calzado había vuelto a adqui-rir protagonismo en la década de los 80.

El calzado riojano se asentó definitivamente en el mercado nacional y, a la vez, crecieron las exportaciones.

Actualmente esta industria da trabajo a más de 3.100 empleados. El 75% de las empre-sas del sector en La Rioja están ubicadas en Arnedo, mientras que el resto se hallan en Calahorra, Logroño, Quel y en la comarca de Cervera de Río Alhama. La Rioja es la se-gunda comunidad autónoma española más

importante en producción de calzado, abarcando el 11,95% de la producción total de España con 15,79% millones de pares al año. Este sector riojano factura al año un volumen de 174,12 millones de Euros y vende el 35% de la producción en los diferentes mercados in-ternacionales, principalmente en la Europa y EEUU.

Esto trajo consigo que las empresas de enva-se y embalaje comenzasen a pensar en que este mercado podría aumentar su cartera de pedidos.

LAS CAJAS DE CALZADO

El equipo de fútbol hizo un buen papel en las 24 horas de futbito “Ciudad de Calahorra”.

130


Vista parcial del almacén de cajas de calzado.

131

CAPÍTULO XIV. LAS CAJAS DE CALZADO

En las fábricas de calzado se utilizaban las cajas de tapa y fondo clásicas, las “de toda la vida” y “Cartonajes Santorromán S. A.” salió al mercado con un nuevo diseño de caja que, aunque al principio costó introducir, después tuvo una buena aceptación. Era una caja de tapa unida que facilitaba el último paso, el de meter el calzado en su envase, además, junto al nuevo diseño se ofrecían “impresio-nes de calidad” y “un buen servicio”.

La caja a los clientes se servía montada, algo que también tenía su importancia.

Leopoldo Santorromán Blázquez nos dice cómo nació la idea:

“En el mercado estaba la caja de zapatillas de tapa y fondo y había una máquina para montar estas cajas realizada por “Boix”. Un día, compré en la ferretería unas pilas que venían en una caja de tapa unida, era una caja rara y muy especial pues la tapa tenía la misma altura que el fondo. Conforme la iba examinando me vino la idea de preparar un diseño para hacer una caja para zapatillas

con la tapa unida. Pensé que podría resul-tar interesante, mucho más cómoda y con menos coste de tiempo para cerrarla que la que se estaba utilizando de tapa y fondo. Cuando tuve clara la idea fui a hablar con

“Boix”, con el propósito de que nos prepa-rasen una máquina para hacer estas cajas. No les interesó, pues tenían la suya de tapa y fondo. Entonces me dirigí a “Cegasa”, que era la empresa que fabricaba las pilas

“Tximist” que iban en la caja con la que me surgió la idea. Llegué en un buen momento.

Diversas fases en la fabricación de cajas de calzado.

132


Tenían un Gabinete de Ingeniería que había estado preparando un proyecto para Rusia y que, una vez lo habían terminado, iban a desmontar el equipo. Les dije lo que quería y comenzaron a trabajar en el diseño de la máquina. Mantuvimos unas conversaciones para aclarar algunos conceptos e hicieron el prototipo. Una máquina para montar cajas de tapa unida.

Una vez que la idea tomó forma y habían construido una de las máquinas se comenzó a trabajar en las instalaciones de la Avenida de la Estación.

Fue en 1984.

Ángel Abad recuerda los comienzos:

“Empezamos cuatro personas, Justo Lorente, Jaime Martín, José Manuel Herce y yo, que coordinaba la fabricación y trataba con los clientes. Luego, conforme fuimos teniendo más clientes se incorporaron nuevos emplea-dos. Llegamos a trabajar, en la Avenida de la Estación, con dos relevos. Empezamos con

mucha ilusión, era un reto, era algo desco-nocido y aportábamos algo muy importante, quitar las grapas porque dañaban las cajas. Eso los clientes lo vieron bien desde el inicio. Nuestra caja era la primera de tapa unida que salía al mercado. Empezamos a hacer cajas y en seguida fueron llegaron los prime-ros clientes: “Fepema”, “Calzados Gaymo”,

“Postigo”, “Alfonso Arpón”... Conforme íbamos trabajando, vimos algunas cosas y la máquina se fue modificando para hacerla más automatizada en su proceso para que al efectuar los cambios éstos costasen me-nos tiempo. El mercado fue creciendo y nos hicieron falta más máquinas. Cuando nos dirigimos a ellos comentaron que ya habían desmontado el Gabinete de Ingeniería y el equipo de mecánicos que se encargaba de este tipo de trabajo. Nos recomendaron a

“Mycesa”, con quienes llegamos a un acuer-do. Ellos les pasaron todos los planos y nos hicieron tres máquinas como la primera, con algunas mejoras que fuimos introduciendo conforme íbamos trabajando con el prototi-po. Más tarde, también nos hicieron una má-quina grande. Hay una anécdota de aquella época que la recordamos mucho. El paso a la zona de carga era muy estrecho cuando le tocaba a Jaime meter el camión dentro para cargarlo, decía textualmente: ‘El hijo de

133

CAPÍTULO XIV. LAS CAJAS DE CALZADO

Jaime Martín López no entra por aquí con el camión’. Finalmente entrábamos de cara de culo, de cualquier manera... En aquel tiem-po algunos clientes nos pedían también cajas de tapa suelta y fue cuando se hizo una má-quina de este tipo. En esa caja no innovamos absolutamente nada. Fueron unos años bo-nitos, el calzado estaba en pleno auge, muy boyante, sacábamos camiones completos, varios al día y había clientes, como “Menso”, de muchas cajas todos los días”.

José Manuel Herce fue también uno de los pioneros en esta nueva etapa de la Avenida de la Estación:

“Para trabajar en la máquina empezamos solamente Jaime y yo. Los cambios costa-ban mucho, casi hora y media. Había que desmontar el bloque entero para cada caja y, además, a la vez que sacábamos cajas te-níamos que ir aprendiendo el manejo de la máquina. Por eso al empezar hacíamos po-cas cajas”

Ricardo Gutiérrez, estaba trabajando en la planta de la Carretera de Zaragoza, y fue en mayo de 1986 cuando fue trasladado al cal-zado.

Cuenta una anécdota de abril de 1988:

“Estaba paseando el sábado por la mañana por el Mercadal cuando me encontré con Jaime y me dijo: ‘Tenemos la fábrica inunda-da. Bájate a las 7 de la mañana para poner todo en orden’. Mi relevo del lunes era de tarde, yo le entendí que me había dicho que bajase el domingo. Baje el domingo a las 7, no había nadie y comencé a tratar de ir api-lando las cajas, porque se habían mojado las de abajo y las de arriba se caían todas. Es-

taba todo hecho un desastre impresionante. Pasaba el rato y seguía solo y, ya a las diez, viendo que así no adelantaba nada, le llamé a casa y me dijo “¿Qué haces ahí?”. Resulta que me había dicho que bajase a las 7 pero del lunes. Tiramos al recorte muchas cajas mojadas”.

La producción aumentaba día a día y la fábri-ca de la Avenida de la Estación ya no podía cubrir todas las necesidades, de fabricación y almacenamiento.

En 1989 se instalaron dos máquinas de montar cajas de calzado en la planta de la Carretera de Zaragoza y se trabajó a la vez en las dos fábricas. Fue en septiembre del mismo año, cuando se montó toda la sec-ción de calzado en donde hoy está ubicado el almacén de materias primas.

Año 1989…

Año complicado…

Año llamado “de los milagros” por la caída del muro de Berlín; año de las protestas en la Plaza de Tian’anmen y en el que todo el mundo admiró a aquel “rebelde descono-cido” que, durante media hora detuvo una columna de tanques…

Año en el que se pone en marcha el IBEX 35; año del asesinato de Ignacio Ellacuría en El Salvador y del fusilamiento de Nico-lae Ceausecu y su esposa; año en el que nos abandonan Salvador Dalí, Lawrence Olivier, Ernesto Halffter, Herbert Von Ka-rajan, Bette Davis, Dolores Ibarruri “La Pasionaria”, Carlos Arias Navarro, Fer-nando Martín, Gromiko, Hirohito…; año el que Camilo José Cela recibe el Premio Nóbel de Literatura.

Una torre de cajas de calzado.

PatentesPatentes

Patentes

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PatentesLa creatividad ha sido una constante en la empresa desde su nacimiento.

Ya en Barbastro, Leopoldo Ramón Santorro-mán Tardos, se las ingenió para atraer a sus clientes y lo hizo con el “Almanaque Ameri-cano” y el papel de fumar “Job”, el mejor en su género en aquella época.

Años más tarde, en Daroca, marcó pauta en la fabricación de cajas de cartón para calzado.

En Calahorra, en 1940, su viuda Ángeles Agus-tín Buisán, lanzaba la siguiente publicidad:

“Embalajes VEHI, patentados. Para la segu-ridad de sus mercancías evitando sustrac-ciones, roturas, derrames, etc... Nada mejor que los embalajes de cartón ondulado VEHI, los más perfectos, seguros y económicos co-nocidos hasta la fecha”.

¿Quién ha oído hablar del cartón “biáxico”? Un cartón al hilo y el otro al bies, que diría una modista. También eso lo experimentó un Santorromán.

En la década de los 80 aumentaron las muestras para clientes y, en ocasiones, había que pensar alguna caja determinada para un producto específico.

Fue la época en que el gabinete de desarrollo comenzó a tomar forma y fueron surgiendo

nuevos tipos de cajas has-ta llegar a los veintisiete modelos que actualmente la empresa tiene patentados. Desde la caja normal mejorada, hasta una hucha, pasando por diversos tipos de cajas para botellas de vino, estuches, oc-tocartón... Cada una de estas patentes ha sido pensada para que resulte ser una mejo-ra para el cliente y posicionan a la empresa en lo más alto de la industria del cartonaje.

Las patentes son:

Caja de cartón perfeccionada (1983);

Hucha (1984);

Caja armable para productos perece-deros (1986);

Caja archivo perfeccionada (1987);

Caja para productos perecederos perfeccionada (1987);

Acondicionador para botellas (1987);

Caja estuche para botellas (1987);

Caja para productos perecederos (1987);

Caja para productos perecederos perfeccionada (1987);

Recipiente apilable perfeccionado para almacenamiento y transporte (1988);

LASPATENTES

Cartonajes Santorromán patentó esta hucha en 1984.

136


Otra especialidad de Cartonajes Santorromán: palets de cartón.

137

CAPÍTULO XV. LAS PATENTES

Bandeja (1989);

Bandeja apilable (1990);

Bandeja apilable para productos hortofrutí-colas (1990);

Caja archivador (1990);

Caja (1991);

Caja apilable perfeccionada (1992);

Caja cartón para contener botellas (1992);

Fondo de caja de cartón perfeccionado (1993);

Caja de cartón mejorada (1993);

Envases de cartón ondulado para botellas y similares (1995);

Octocartón (1995);

Caja de cartón compartimentada, mejorada (1997);

Compartimentador para cajas (1997);

Caja compartimentada (2003);

Caja troquelada de cartón con tabiques compartimentadores (2004);

Envases de cartón para botellas y similares (2005).

Como productos relevantes podemos desta-car: la caja botellero, el archivador y el palet de cartón ondulado.

“Cartonajes Santorromán S. A.” apuesta por la implantación del palet de cartón de un sólo uso, frente al retorna-ble, dado que los análisis de ciclo de vida de los diferen-tes palets existentes arrojan resultados favorables para el

En la fotografía de la izquierda, una prueba en cámara de la bandeja apilable de los productos hortofrutícolas.Junto a estas líneas, caja archivador. Ambos artículos fueron patentados en 1990.

Aquí irá el pié de foto de estas fotografías.

La popular caja de frutas.

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del cartón ondulado. El palet ecológico cons-truido de cartón ondulado, 100% reciclable, sin clavos ni astillas, de plena seguridad para el trabajador y el producto.

El botellero de cartón ondulado ofrece altas prestaciones de robustez, elegancia, y capaci-dad de personalización a partir de una impre-sión sobre la superficie exterior que hace de este soporte una inteligente alternativa para los productores vinícolas preocupados por la presentación y seguridad de sus productos.

El archivador presenta una solución elegan-te y económica para el almacenaje de do-cumentación. Está dotado de superficie con

dos particiones para control y etiquetado, pero es que, además, es el archivador idó-neo para documentos históricos o muy im-portantes. Sabido es que el papel tiende a amarillear por la trasmisión de lignina, polí-mero orgánico que está unida a la celulosa en los vegetales leñosos. Expuesta al aire y a la luz solar, la lignina presente en el papel de pasta mecánica sufre una transformación; se vuelve menos estable y aumenta su capaci-dad para absorber luz, por lo que adquiere un tono más oscuro. Además, el papel se vuelve quebradizo. El archivador de “Carto-najes Santorromán” protege en la actualidad documentos de los Archivos de Salamanca...

Diversas patentes de Cartonajes Santorromán. Caja para seis botellas; máquina para montar palets; plano de la hucha; exposición de palets; y máquina para montar cajas de fruta.

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Década importante

Fue en la década de los 90 cuando se dieron los pasos definitivos para hacer de “Carto-najes Santorromán S.A.” la empresa que es hoy, en pleno siglo XXI.

Pasos, todos ellos, que contribuyeron a que la empresa continuara en esa primera línea del mercado del envase y embalaje de cartón ondulado.

¡Mira que hay refranes y expresiones al res-pecto y en todos los idiomas!

En castellano: “Poco a poco la vieja hila el copo”

En francés: “Petit a petit, l’oiseau fait son nid”

En Italiano: “Qui va piano va lontano”

En inglés: “Step by step”

O, como diría un arrantzale: “Pili-Pili”

“Santorromán” y su larga y medida marcha hacia el futuro…

UNA DÉCADAIMPORTANTE

Una convivencia del departamento comercial en los comienzos de los años 90.

140


Leopoldo Santorromán Blázquez muestra la poesía que le dedicaron en la fiesta homenaje de 1990.

141

CAPÍTULO XVI. UNA DÉCADA IMPORTANTE

El cartón ondulado continuaba ganando mercado. Ciertos sectores habían ya aposta-do fuerte por este tipo de envase y embalaje. Desde la caja que iba directamente a la estan-tería de los centros comerciales o a los super-mercados, hasta la tradicional de embalaje. Además, sectores como el vinícola, debido en parte a lo que se estaba logrando en impre-sión y diseño, se estaba decantando por él.

Y es que, en la década transcurrida, su pro-ducción había dado un paso de gigante. De los 1.300 millones de metros cuadrados fa-bricados en España en 1980 se había pasa-do a los 2.258 millones de metros cuadrados en 1990, cifra superior en un 73,70%. En cuanto al gramaje por metro cuadrado, en 1990 fue de 580, inferior en un 8,81% al de 1980.

Miguel Ángel Lorente (izquierda), Miguel Martínez y José Javier Rodríguez en la impresora Emba.

Año 1990 segundo acto Homenaje a la

Fidelidad.

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En 1990 se celebró el “II Acto Homenaje al Trabajo y a la Fidelidad”. A todos los emplea-dos de la empresa se les entregó una carta en la que se les daba cuenta del evento:

“Vamos a organizar. el próximo 29 de di-ciembre, un acto de homenaje a todas aque-llas personas que, por distintas razones, han ido finalizando su vida laboral en nuestra empresa, desde el primer acto de este tipo que organizamos hace ya once años. Que-remos que sea un reconocimiento a su es-forzado trabajo y demostrada fidelidad hacia sus compañeros y hacia la empresa”.

Se celebró una Eucaristía en la Capilla de los

Padres Agustinos y a continuación se tuvo una cena de hermandad en el Restaurante “Chef Nino” y fue a los postres cuando to-dos los empleados homenajeados recibieron una placa y un precioso reloj.

Con más de 25 años de permanencia en la empresa: Ángel Aroz Pérez, Moisés Díez Gutiérrez, Galo Galilea Reinares, Justo Lo-rente Sota, Emilio Miranda Barco y Julio San-tos Garma.

También se rindió homenaje a Antonio An-toñanzas Pérez, María Isabel Calvo Paracue-llos, Hermenegildo Calvo, Ricardo Continen-te Alonso, Ángel García Madorrán, Lázaro

Año 1990 segundo acto Homenaje a la Fidelidad.

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Javier Machín, Jesús Pérez Aranda y David Romero Cristóbal.

Año 1990…

Año en el que, oficialmente, en París la OSCE certifica el fin de la “Guerra Fría”; año de la reunificación alemana; año en el que cierran su carrera cinematográfica Greta Garbo, Bárbara Stanwyck, Ava Gadner y Paulette Goddard; año de la última sonrisa de Xavier Cugat.

En aquel mismo año se planteó cambiar la salida de onduladora. Se hablaba mucho de una empresa americana, “Marquip Inc.” que,

fundada en 1968, había conseguido hacer una salida con numerosas mejoras, tanto en fabricación como en calidad. Antes de tomar la decisión, la empresa mandó a Cruz Loren-te y José Celorrio a Estados Unidos para ver en trabajo la citada salida en varias fábricas. El informe que pasaron fue favorable y se decidió comprarla ese mismo año.

Para su instalación, se paró la onduladora del 4 de agosto al 2 de septiembre y, así, el 3 de sep-tiembre se comenzó a hacer cartón de nuevo.

Con el comienzo de esta década de los 90 y pensando en mejorar la atención a los clien-tes nacía el Gabinete Comercial, una apues-


Fidelidad.

144


ta importante que muy pronto empezó a dar sus frutos.

El aumento de clientes trajo consigo la mo-dernización de la gestión comercial. En la primera época de la toma de pedidos en una hoja se anotaban todos los datos, nombre de cliente, medidas, fecha y lugar de entre-ga, y también un dibujo con la impresión.

Nos dice Encarna González:

“Recuerdo que el primero que hice fue un pedido de “Industrias Assa”, una empresa de Logroño que llevaba un perro como ana-grama”

El siguiente paso fue hacer una hoja de pedi-do y una ficha en cartulina que se preparaba en la sección de dibujo, en la que se indicaba el dibujo del envase o embalaje, las medidas y un dibujo a colores con la impresión. Las fichas se fueron numerando, cada mode-lo de caja tenía su referencia que servía de identificación para cuando el cliente solicita-ra un nuevo pedido a efectos de su puesta en marcha y posterior fabricación. Una vez finalizada la fabricación las fichas pasaban a un fichero manual.

El sistema funcionaba bien, aunque llegó el

día en que hubo que actualizarlo. Aumenta-ba la producción, los trabajos eran cada día más complejos y los clientes cada vez ajusta-ban más la fecha de entrega.

Con el objetivo de dar un mejor servicio y poder atender toda estas demandas en mar-zo de 1990 se había creado el ya menciona-do Gabinete de Gestión Comercial en el que empezaron tres personas: Encarna González, Rosa Mari Celorrio y Jesús Anoz.

Encarna González nos habla de los comienzos:


Fidelidad.

145


“Rosa Mari era la persona que realizaba la toma de pedidos y apertura de fichas; Jesús, principalmente, hacía los planos de troque-les y muestras y también estudios de costo y mi labor, como responsable de la sección, consistía en ser, ante los clientes, ‘la voz de la empresa’, para informarles y resolver en lo posible sus dudas y problemas”.

Posteriormente, debido al trabajo que ya comenzaba haber en éste Gabinete se in-corporaron, Silvia Larrieta y Jesús Ángel Sán-chez, pasando ambos, en 1993, a atender a los representantes externos de “Cartonajes Santorromán S. A.” y haciendo también los estudios de costos que necesitaran.

Se trataba, en definitiva, de dar más fluidez a la toma de pedidos y favorecer al máxi-mo la producción para poder agilizar de esta manera la fecha de entrega a los clientes, detalle éste que siempre ha sido referencia en la empresa.

Cuando, unos años más tarde, llegó la infor-mática las mejoras que se realizaron en este departamento fueron sencillas. Consistió en pasar lo que había a soporte informático. El sistema continuó siendo el mismo aunque las formas de trabajo cambiaron y, una vez que se consiguió el funcionamiento óptimo del sistema, la manera de trabajar comenzó a ser más fluida y a la vez más cómoda.

En los comienzos de esta década llegó la pri-mera máquina para incorporar rejilla a cier-to tipo de caja, principalmente, a las cajas de vino. Una “Roda-Casiermatic 2” de BHS (Alemania). Una máquina montadora auto-mática de rejilla, que después de ensamblar-la la pega a un lateral de la caja y sale plega-

da para ser servida al cliente. Puede montar rejillas hasta con 18 huecos, pero siempre múltiplos de 3.

Julio Peña, encargado de poner en marcha esta máquina, recuerda: “Las primeras cajas que se hicieron en esta máquina fueron para “Bodegas Ramón Bilbao”. Unas cajas de 6 bo-tellas que salieron bien aunque tuvimos algu-nos problemas para la puesta en marcha. Fue un paso importante, llegaron nuevos clientes pues para ellos era una gran ventaja”.

La mercancía salía de la fábrica atada en pa-quetes, que se cargaban y descargaban del camión de uno en uno. Fue en este comienzo de la década de los 90, cuando se empezó a paletizar el producto terminado, aunque al-gunos clientes, al no disponer de carretillas, continuaban pidiendo, expresamente, que se les enviase la mercancía en paquetes.

Los palets utilizados en los comienzos eran de madera y de tres medidas. Los primeros pro-

Se montó una Roda Casiermatic 2

de BHS.

146


veedores fueron: “Maderas Martín” de Cala-horra y “Palets y Embalajes José Luis Arenaza Ayala” de Santa Cruz de Campezo (Álava).

Las necesidades del mercado habían dejado ya obsoleto al “slotter” que se había com-prado a “Arema S. A.” en 1973. El mercado comenzaba a demandar, cajas grandes y con impresiones que cubrían buena parte de las caras y esa firma estaba fabricando un nue-vo “slotter” que se preveía podía cubrir las necesidades.

En abril de 1992 se compró: “Un tren en lí-nea para la fabricación de cajas de cartón ondulado de 2.500 mm. de luz y 66’’ de de-sarrollo, con cero al centro, tres impresoras flexográficas, “slotter” y troqueladora”.

Con esta máquina ya se podía llegar a cual-quiera tipo de formato, tanto en máximos como en mínimos, aunque para terminar con el manipulado de las cajas grandes hacía falta una cosedora de más medida que las que había en fábrica.

Se compró una cosedora-pegadora semiau-tomática “Sodeme”, con dos cabezales, que se colocó a continuación del slotter. Una má-quina preparada para coser con grapa o pe-gar con colas calientes, que en su momento cubrió y todavía continua cubriendo todas las necesidades que de este tipo de embala-jes se demandan a la empresa.

Fue en esta época cuando también echó a andar definitivamente la sección de Progra-mación.

Desde la puesta en marcha del programa de onduladora, a la vez que se había comenzado a aprender todo lo relacionado con las combi-naciones, se había ido puliendo el programa hasta dejarlo completamente listo.

Era el momento de dar otro paso. Se que-ría comprobar que las medidas de papel con las que trabajábamos en onduladora eran las idóneas. Había que empezar con el pro-grama de toma de tiempos de todas las má-quinas para automatizar el parte de trabajo, que se hacía por operario y máquina todos

En 1992 se compró a Arema

un nuevo Slotter.

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los días y, a la vez, empezar con la informa-tización de todo el trabajo en las diferentes máquinas de la fábrica.

Para poner todo esto en marcha en 1995 se incorporó a la empresa, Yolanda del Rincón que recuerda los comienzos:

“Lo primero que se hizo fue realizar un estu-dio, con las medidas que estábamos traba-jando y con otras ficticias, para comprobar así si nuestras medidas eran las idóneas para la cartera de pedidos que teníamos en ese momento. Fueron unas pruebas que dura-ron varios meses ya que el estudio fue muy riguroso. Se hacía una prueba por cada una de las combinaciones que iban a entrar en onduladora, con cada una de las medidas que teníamos en fábrica y con las que se ha-bían preparado. Cuando se habían termina-do todas las pruebas y vistas las diferentes opciones, entonces se hacía la programación buena para la fabricación. Cuando finalizó el estudio comenzamos a preparar el sistema de programación de máquinas. El objetivo

era pasar el trabajo que desarrollábamos ma-nualmente a un programa informático, para suprimir por un lado los partes de trabajo y para disponer todo el trabajo de las diferen-tes máquinas de la fábrica desde programa-ción. Se mantuvieron numerosas reuniones con las personas de programación e infor-mática explicándoles como hacíamos todo para que luego ellas preparasen el progra-ma, que se puso en marcha hace unos años y que funciona a la perfección. Está hecho a medida de nuestra forma de trabajar”.

Tres instantáneas del montaje de la

salida Marquit.

La informáticaLa informática

La informática

149

La informática

¡Cómo no!

También la informática llego a “Cartonajes Santorromán”.

El primer ordenador fue un “Adam” que se compró a Ángel Tijero Aguado y su precio rondó los tres millones y medio de pesetas.

Emilio Saldaña recuerda los comienzos:

“Comenzamos, en 1985, con un dinosaurio, un “Adam” con dos estaciones: una de ellas para un programa de contabilidad que com-pramos a Ángel Tijero, que fue quien nos lo montó; en la otra comenzamos a hacer cosas nuestras. Lo primero que se hizo fue lo relacionado con las fichas maestras y algún cálculo de cajas, para así quitar todo el pape-leo que originaban. Conseguimos algo que quedó bastante bien. Luego continuamos con la facturación, control de almacenes, costes. Después nos metimos con los temas de fábrica. El primero, porque era el más importante, fue el de la programación de la onduladora. Un programa cuyo objetivo era optimizar las combinaciones para así sacar el menor recorte posible. Fue un proceso muy laborioso, que costó desarrollarlo a nues-tra medida, aunque desde que se puso en marcha (el programa continua en vigor) está dando unos resultados óptimos”.

Como ya hemos dicho anteriormente trabajos como la ficha de pedido, planos de troque-les y muestras y también estudios de costo se informatizaron.

COLECO, la “Connecticut Leather Company” (Compañía de Connecticut del Cuero), se fijó el objetivo de entrar en el mercado de la informática con el ordenador “Adam” y fue eliminada del mercado, quebrando en 1988. Repárese en “Appel” versus “Adam”.

LA INFORMÁTICA

Un “Adam” fue el primer ordenador en

llegar a la empresa en 1985.

150


Toda la maquinaria de Cartonajes Santorromán está dotada de una alta tecnología.

151

CAPÍTULO XVII. LA INFORMÁTICA

Continuando con el proceso informático, Ana Almarza, nos dice:

“Se sustituyó el “Adam” por un servidor de ficheros con ‘Lenguaje Natural’, un ‘File Ser-ver’ del que salían seis ordenadores: Admi-nistración, contabilidad, compras, comercial, programación, y otro para Emilio y para mí. Trabajábamos bajo MS Dos. Más tarde, en 1991, se puso en marcha el programa de nóminas y seguros sociales, que hasta esa fecha se hacía manualmente en la máquina de escribir y eso que ya había entonces en la empresa 105 empleados”.

En 1992 se cambió el “File Server” por un servidor de “Unix” con lenguaje de progra-mación “Pragma 4”. El proceso seguía ade-lante y en 1998 se instaló una red “Ethernet”,

que es un estándar de redes de computa-doras de área local con acceso al medio por contienda CSMA/CD, con troncales de fibra óptica.

Caseta central que alberga todo el sistema informático

desde el que se controla todo el proceso de la

máquina onduladora.

152


Luego llegaron las primeras salidas a Internet

con módem.

En cuanto a software se modernizó la anti-

gua contabilidad desarrollando un programa

de gestión de recibos muy laborioso que per-

mitiría generar remesas en pocos minutos y

tener un control mucho más preciso de ellas.

Llegó la banca electrónica.

“Santorromán” fue una de las primeras em-presas riojanas en meterse en el Sistema Red de la Seguridad Social, con el que podíamos enviar los Seguros Sociales por Internet sin necesidad de imprimirlos y gestionar las altas y bajas de los empleados por la misma vía.

Fue en 2001 cuando comenzó el despliegue de ordenadores a fábrica con la puesta en marcha del software de programación de máquinas, preparado íntegramente en nues-tro departamento informático. Un programa ambicioso, con toma de tiempo en todas y cada una de las máquinas de todos los pedi-dos fabricados y que más tarde serviría para preparar el programa de transporte que co-menzó su andadura en 2003, año en que también se comienza con el trabajo en “Ar-tiosCAD”, el software de diseño estructural

También en Onduladora, en la zona de la mesa y en la máquina Emba, todo el proceso está informatizado.

153

CAPÍTULO XVII. LA INFORMÁTICA

para envases que integra funciones exclusi-vas de diseño de gomas de troquel, produc-to ideal para cartón ondulado, cartoncillo y expositores PLV. Sus herramientas incluyen funciones que los diseñadores estructurales necesitan para hacer su trabajo con preci-sión y eficiencia. La completa integración 3D permite crear rápidamente prototipos de di-seños y presentaciones, eliminando los erro-res de comunicación y reduciendo los ciclos de revisión.

Un año más tarde se instala ADSL, un servi-dor de correo antivirus y antispam y se con-tinuó en 2007, con la instalación de la pri-mera red Wifi con 8 puntos de acceso, y se comienza la recepción de bobinas de papel con código de barras.

En la actualidad hay distribuidos, entre las dos plantas, 84 Pcs y 7 servidores.

Cartonajes Santorromán dispone de una sección propia de informática.

CalidadCalidad

Calidad

155

CalidadCuando comenzó en Barbastro Pedro San-torromán Abadía tenía las ideas muy claras:

“Buen servicio y rapidez…” y, ya lo hemos dicho, todavía fue más lejos: “En 24 horas y como el mejor…”.

Posiblemente, sin saberlo, con esas ideas, había comenzado a trabajar en calidad, fi-losofía con la que continuaron sus descen-dientes, aunque cuando se comenzó a tra-bajar oficialmente en el apartado de calidad fue en 1993.

En julio de ese año se impartió, a todos los empleados de la empresa, un seminario so-bre “Calidad y Cartón Ondulado” con el objetivo de introducirlos en un tema que a

“Cartonajes Santorromán S. A.” interesaba mucho.

Durante el seminario, lo primero de lo que se trató fue “Crear la conciencia de calidad”. Después, se pasó a informar sobre “El sis-tema de planificación de la calidad”, para terminar desarrollando la manera de “Sumi-nistrar formación adecuada para el cumpli-miento del objetivo de la calidad”.

Con el tiempo se llegó más lejos y se marcó la “Política de calidad de la empresa “ y se buscó el “Sistema de aseguramiento de la calidad”.

Desde nuestros orígenes y antes de la existencia de normas de calidad, en nuestra empresa ya trabajábamos con un sistema propio, que fue la base para la implantación de la norma internacional ISO 9002, que fue certificada por primera vez en el año 1996, siendo una de las primeras empresas del sector en ob-tenerla.

GESTIÓN DE CALIDAD

Certificado de la ISO 9001:2000.

156


A lo largo de los años esta norma se ha ido revisando y adecuando a las nuevas expec-tativas, hasta llegar a la nueva UNE – EN - ISO 9001:2000 SISTEMAS DE GESTION DE LA CALIDAD, que comprende las siguientes actividades: Oferta y posterior aprobación; Fabricación de utillajes; Fabricación de la plancha de cartón ondulado; Impresión y/o troquelado de la plancha de cartón ondula-do; Flejado y/o plastificado; Expedición del producto al cliente.

Posteriormente, en el año 2003, la empresa “Cartonajes Santorromán S. A.” comprome-tida con el firme propósito de cumplir con todos los requisitos legales, reglamentarios o voluntarios resultantes de la aplicación de nuestra actividad, e interesada en alcanzar y demostrar un sólido desempeño ambiental

Certificado de la ISO 14000:2004.

En todas las máquinas se pasa un exhaustivo control de calidad.

En la fotografía de la derecha, logo y slogan de AFCO.

157

CAPÍTULO XVIII. GESTIÓN DE CALIDAD

Cada línea de fabricación tiene unas normas de

control.

mediante el control de los impactos de sus ac-tividades, productos y servicios sobre el medio ambiente, aprovechando el Sistema de Cali-dad ya certificado, comienza los trámites para la implantación de la norma ISO 14001:2004 SISTEMAS DE GESTIÓN AMBIENTAL, hecho que se produce durante el año 2004, siendo también, a nivel nacional, una de las primeras empresas en conseguirlo.

En 2005 AFCO presentó la tercera edición del “Manual de Calidad AFCO” cuyo objeti-vo es ser la referencia en el sector, regulan-do los parámetros exigibles para todos los envases y embalajes fabricados con cartón ondulado, y para dirimir posibles controver-sias entre clientes y fabricantes. Esta tercera edición contempla modificaciones en algu-nos parámetros de calidad, debido a la evo-

lución experimentada por la maquinaria de fabrica-ción y transformación en los últimos años. Aparte de actualizar dichos pa-rámetros, se revisó la normativa y el acondicio-namiento de las muestras antes de su control. Asimis-mo, se introdujeron dos nuevos capítulos para incidir en la reciclabilidad del cartón ondulado, garantizada mediante el sello de RECIPAP, y para hacer hincapié en la adaptación a la legislación vigente cuan-do se prevea un contacto directo o indirecto con alimentos.

Todo producto de papel y cartón que vaya identificado por el Sello RECIPAP es reciclable.

Sello RECIPAP.

158


RECIPAP, fundada en 1993, es una sociedad

sin ánimo de lucro creada por los integran-

tes de la cadena de los envases de papel y

cartón para fomentar su recuperación y re-

ciclaje. Posteriormente, la Ley 11/97, de 24

de abril, de envases y residuos de envases

Arriba, un empleado realizando el control de calidad en Emba.

Cuando el proceso finaliza cada trabajo

sale con la etiqueta de calidad OK.

Certificado OHSAS 18000:2007.

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que traspone la Directiva Europea de igual nombre, determinó el nacimiento de Eco- embalajes España y la integración de RE-CIPAP como la sociedad del material papel- cartón que representa los intereses del sector en ECOEMBES, nacida en 1996, asegurando así el cumplimiento de los objetivos fijados por la Ley.

El objeto social de RECIPAP es “favorecer la recuperación selectiva de residuos de papel y cartón, con el fin de reciclarlos y evitar que su destino sean los vertederos. RECIPAP está compuesta por las siguientes asociaciones integrantes de la cadena del papel:

Fabricantes de papel: ASPAPEL, Agrupación de Fabricantes de Papel para Cartón Ondulado.

Fabricantes de envases: AFCO Asociación Española de Fabricantes de Envases y Em-balajes de Cartón Ondulado, Asociación Nacional de Fabricantes de Sacos de Papel, ASPACK Asociación Española de Fabricantes

de Envases, Embalajes y Transformados de Cartón.

Recuperadores: REPACAR Asociación Nacio-nal de Recuperadores de Papel y Cartón.

Mucho más tarde durante el año 2008 y con la misma inquietud, se comienzan los trámi-tes para obtener la certificación en base a la norma OHSAS 18001:2007 SISTEMAS DE GESTION DE LA SEGURIDAD Y SALUD LA-BORAL.

Manuel Rojas, responsable de calidad de la empresa, nos dice:

“El nuevo sistema de Gestión Integrado basa-do en las Normas de Calidad ISO 9000:2000, ISO 14.001:2004 y OHSAS 18.001:2007 está centrado en los mismos objetivos y aspiracio-nes de siempre; ser cada día más eficientes y ofrecer los mejores productos y servicios, así como alcanzar los máximos niveles de satis-facción de nuestros clientes. Condición bá-

Salida de una bala de recorte para su posterior reciclaje.

160


sica y fundamental es que dicho objetivo se logre preservando el Medio Ambiente y en las mejores condiciones de Seguridad y Sa-lud laboral de las personas que trabajan en la Empresa, tanto el personal propio como subcontratado.

La empresa distribuye la información ne-cesaria y hace conocer la presente política entre los empleados. Además, esa informa-ción, está a disposición de quien la solicite. Asimismo, se dota de los recursos necesarios, tanto económicos como de personal, para la mejora continua y se revisa periódicamente esta política con objeto de intentar mejorarla y adaptarla a las circunstancias cambiantes y coyunturales.

En este año 2009, con una orientación prác-tica que busca transformar las necesidades

161


actuales y futuras del sector en proyectos concretos, nace la primera Plataforma Tec-nológica Española del Envase y Embalaje, en el marco de Hispack, presentada por las principales asociaciones del sector del enva-se y embalaje a nivel nacional: Anfevi, Fa-proma, Aspack, Cicloplast, Fedemco, Afco,

Repacar, Amec Envasgraf, Ecoacero, Anaip, Sigre, Arpal y Anarpla. La plataforma, pio-nera en España, intenta dar respuesta a las necesidades de I+D+I del sector.

En el laboratorio de calidad se realizan numerosas pruebas.

Un oficial controla el punto de un trabajo

de impresión.

Clichés y troquelesClichés y troqueles


163


La entrada del cartón ondulado a ciertos sec-tores trajo consigo, en las fábricas de enva-ses y embalajes, la demanda de diseños muy variados y de impresiones de mucha calidad. Ya hemos citado que el mercado había llega-do a un punto en el que los clientes querían vender en las grandes superficies, hipermer-cados y algunos hasta en los establecimien-tos más pequeños, su producto directamen-te desde el envase y el embalaje.

Esta circunstancia trajo consigo que las fá-bricas de cajas de cartón ondulado moviesen muchas piezas en estos sectores.

Continuando con la política de la empresa, “Cartonajes Santorromán S. A.” también aquí volvió a ser pionera en algunos aspectos.

Los troqueles ya se habían empezado a ha-cer en la fábrica en 1976 año en el que co-menzaron Jesús Anoz y Ángel Aroz.

Al principio solamente hacían troqueles para la máquina que había manual. Eran tiempos totalmente artesanos ya que después de tro-quelar se desmontaba manualmente. Luego, en 1977, al llegar la primera troqueladora “Bobst”, es cuando se comenzaron a hacer también los contratroqueles. Al tener que hacer y montar contratroqueles, hubo que ampliar la sección y se compraron los prime-

ros martinetes y las prime-ras mesas de montaje. Por esas fechas se venía a hacer un troquel cada dos días. Las necesidades motivaron la am-pliación de la sección y hasta hubo que pedir algún troquel fuera de casa. Los hacían en “Troqueles Lahuerta” de Zaragoza. Entonces se incorporó una sierra sándwich grande con lupa para el serrado de aquellos troqueles.

El mercado de las cajas troqueladas trajo consigo un aumento en la fabricación de clichés y su posterior montaje. Para realizar esta la labor de montaje se incorporó a la empresa en 1977, Irene Santorromán Bláz-

CLICHÉS YTROQUELES

Una de las troqueladoras que

hay montadas en Cartonajes Santorromán.

164


Los troqueles circulados son apilados horizontalmente.

165

CAPÍTULO XIX. CLICHÉS Y TROQUELES

quez, hermana de Leopoldo, que colaboró durante un año.

Con el paso de los años el problema que se planteó fue que en fábrica había unas má-quinas troqueladoras de lo más perfecto que había en el mercado. Estas máquinas funcionan bien siempre que todos los utilla-jes estén perfectos y fue cuando en vez de montar el taller necesario para realizar estos troqueles se tomó la decisión, en 2005, de pedirlos fuera.

Del Departamento Técnico de “Cartonajes Santorromán S. A.” dependen dos secciones de la empresa que básicamente son de utillajes para la puesta en máquina: clichés y troque-les.

Jesús Pérez Osma nos dice:

“En troqueles tenemos a un responsable de taller con la finalidad de realizar un manteni-

miento preventivo de los mismos, formación del personal y apoyo constante a máquinas. Tenemos cinco máquinas de producción y se necesita un experto que esté ahí en cada momento”.

En cuanto a los clichés nos informa:

“Tenemos dos partes. Una es la reproducción. Tenemos la obligación de trasladar al cartón ondulado, con tinta, algo que nos traen los clientes. Ahora mismo somos realmente ex-pertos en las técnicas para ese traslado. Te-nemos, por un lado, el sistema de flujo de trabajo que automatiza todas las funciones que hacían las fotomecánicas y que nosotros hemos hecho en el pasado. Todos estos pasos que antes había que hacer de uno a uno, por persona, están automatizados. Esto supone, ahora mismo en “Cartonajes Santorromán S. A.” una capacidad de producción de más del cien por cien de lo que hacíamos antes,

Diversas fases de la fabricación de clichés.

Detalle de troquel circulado.

166


pero, además, hemos asegurado la calidad, ya que la probabilidad de fallos es mucho menor. Tenemos el flujo de trabajo ESKO, con el que podemos llegar a ofrecer al clien-te una imagen virtual de lo que quiere que

le hagamos, pero una imagen virtual que lo puedes ver tal como va a salir luego, gracias al paquete de software ArtiosCAD del que ya hemos hablado anteriormente. ESKO es la línea en la que vamos. Una vez que el cliente da el visto bueno, nuestro flujo de trabajo hace que todo quede ya preparado para las distintas secciones y para preparar el utillaje. En el taller de clichés tenemos una mejora muy importante que no tiene todo mundo. Se trata del montaje directo. Hoy nos hace-mos el 80 por ciento de los clichés y, en lo que hacemos aquí, hemos buscado la mejor evolución. Hacemos un clichés de 2,37 mm. de resina líquida que es el cliché más del-gado del mercado para el cartón ondulado. Ese grosor nos permite usar la resina de APR que es la mejor y además, hemos eliminado

Dos oficiales colocan unos clichés en la

máquina impresora y de montaje.


167

La fabricación de clichés en sus inicios era puramente artesana.

168


el montaje. Antiguamente, había que hacer un cliché y pegarlo sobre un plástico, con los inconvenientes que ello suponía, nosotros lo hemos sustituido por un montaje directo o montaje Santorromán “CS 1”. Se trata de que no hay adhesivo. Tenemos un cliché de 2,37 mm. cuya base la utilizamos como pre-montaje y sustituimos el sistema “Mattews”, de anclaje en los rodillos, por un sistema de

pernos, con unos agujeros, que se meten en el bombo. Luego se coloca un precinto y queda perfecto. Este sistema nos permite abastecer a fábrica de una manera rápida y con un clichés de calidad”.

Continúa Pérez Osma:

“En 1982 se había empezado con una má-quina APR pequeña, que ha estado en fábri-

Los troqueles planos se fabrican de forma artesana.

Troqueladora Bobst.

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ca hasta 1998, que fue cuando se compró la AEF que da más del doble de tamaño que la APR. Los clichés que se piden a proveedo-res son clichés de alta calidad, digitales, para cuatricromías e impresiones de alto nivel. Hoy, en la máquina “Masterflex”, se puede hacer cualquier tipo de impresión. Para lle-gar a esto se hizo un trabajo importante en el tema de tintas. Hoy compramos pigmento y en nuestro laboratorio se hacen los colores que el cliente desea. Se trabaja con el panto-né, aunque se puede preparar cualquier co-lor que demande un cliente. En esto de los clichés tenemos la maquinaria más puntera que hay actualmente en el mercado y unos buenos profesionales. Es lo que nos permite imprimir cualquier imagen con las máximas garantías. “Cartonajes Santorromán S. A.”

desde el mismo momento que sus clientes demandaron buenas impresiones apostó por ello y hoy continúa en una línea completa-mente ascendente. A nivel europeo está en el grupo de cabeza.

Detalle del montaje de un troquel.

Zona de una troqueladora Bobst

donde va anclado el troquel.

Nueva plantaNueva planta

Nueva planta

171

Nueva plantaLos últimos años de la década de los 90 tra-jeron consigo importantes novedades.

La llegada de nuevas máquinas hizo ver que las instalaciones de la Carretera de Zaragoza, 32 habían llegado a su techo.

Era necesario ampliar la planta y, como allí no había ya espacio natural para poder cons-truir, vistas las diferentes opciones, se optó por la compra de una parcela de 55.000 me-tros cuadrados en la zona norte del Polígono Tejerías.

El 22 de enero de 1997 se firma la escritura de com-pra-venta con el Ayunta-miento de Calahorra y en febrero del mismo año se comenzó con el allanamiento del te-rreno y la preparación de pilares, empezando con las obras en junio. Una vez finalizadas se procedió a la dotación de los diferentes ser-vicios y fue en abril de 1998 cuando estaba completamente terminada. Durante el mes de mayo se trasladaron diversas máquinas.

UNA NUEVA PLANTA

Nave en construcción en el año 1968.

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Nave en el año 1969.


CAPÍTULO XX. UNA NUEVA PLANTA

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Vista trasera y delantera de la nave en el año 1997.


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Varias fotografías de las dos plantas de Cartonajes Santorromán S.A.


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Vista aérea frontal de la planta ubicada en Tejerías Norte en el año 2009.

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Fue con la construcción de la nueva planta, en el Polígono Tejerías norte, cuando toda la sección de calzado se trasladó allí y se co-menzó a trabajar el 10 de junio de 1998.

En la actualidad, la sección de cajas de calza-do, está compuesta por cuatro máquinas de calzado pequeñas, una máquina más gran-de para bota y una máquina de tapa suelta.

Año 1998…

Año del desastre de Aznalcóllar y del hura-cán Mitch; año en que se funda Google; año en el que se nos van Frank Sinatra “La Voz” y Gloria Fuertes.

Año en el que una nueva etapa comenzaba para “Cartonajes Santorromán S.A.” y lo ha-cía con una planta moderna, de 130 metros de fachada, y un tipo de construcción que da, a su interior, mucha luminosidad.

En un principio, se instalaron las cinco má-quinas de cajas de calzado de tapa unida,

una máquina de montar cajas de frutas y se montaron las dos máquinas de palet, la stringer y x-stringer, que se habían compra-do en esas fechas. Con el paso del tiempo, la nueva fábrica vio aumentado también su parque de máquinas.

En la actualidad, en la Fábrica II, están: las máquinas de cajas de calzado, cinco máqui-nas de tapa unida y una de tapa suelta; dos máquinas de montar cajas de frutas; cosedo-ra “Sodeme”; dos pegadoras: “Jagemberg” y “Pacific”; dos máquinas “Casiermatic”; Metralles; tres máquinas para palets: stringer, x-stringer y montadora; dos plastificadoras; impresora digital; plotter; varias atadoras;

“Lugano”; “Roda”; máquina embotellado-ra de cajas de vino; sistema de fabricación y montaje de clichés; taller mecánico y un amplio aparcamiento.

Junto al montaje de las cajas de calzado y fruta, la impresión digital y los palets de car-tón, se han ido trasladando a esta planta aquellas cajas cuya línea de fabricación son continuación de otras antes de llegar al aca-bado final, como es el caso de las cajas de vino con rejilla incorporada, juegos de rejillas, y las cajas, estuches o bandejas troquelados que necesitan ser posteriormente pegados. También las cajas grandes que han de ser cosidas o pegadas. Asimismo todo lo refe-rente con la fabricación y posterior montaje de clichés.

Este incremento de maquinaria ha supues-to que, de los ocho empleados que comen-zaron a trabajar cuando se empezó en esta planta, se haya pasado a los cuarenta y ocho que hay en la actualidad.

La planta del polígono Tejerías Norte tiene mucha luminosidad.

MáquinasMáquinas

Máquinas

181

MáquinasDurante la última década (1997-2008) “Car-tonajes Santorromán S.A.” ha ido incorpo-rando a sus fábricas máquinas con las últimas tecnologías. En unos casos, se cambiaron máquinas que llevaban algunos años y, en otros, se incorporaron nuevas para ampliar las líneas de fabricación y llegar al máximo posible dentro del mercado, cada día más floreciente, del cartón ondulado

¿Quién pudo imaginar, cuando se comenzó con las impresiones en flexografía que, en tan pocos años, se iba llegar a hacer lo que ahora se ha conseguido?

Los dos premios conse-guidos en la VIII edición del Concurso Nacional de Flexografía, organizado por la Agrupación Técnica Española de Flexografía, “ATEF”, una sección de Graphispack Asociación, ha-blan por si solos del alto nivel de impresión de los profesionales de la empresa.

El acta del jurado es clara:

“En Sant Just Desvern, a jueves 8 de julio de 2006, a las 11.00 h. en la Fundació d’Indústries Gra-fiques-Escola Antoni Algueró,

LAS ÚLTIMASMÁQUINAS

Josep Agueró, presidente de ATEF (izquierda), entregó el premio a los representantes de Cartonajes Santorromán Francisco Escabias, Jesús Pérez Osma y Miguel Ángel Lorente.

182


partner de “ATEF” en el contexto de la im-presión flexográfica, se reúnen los Miembros del Jurado para proceder a la evaluación y juicio de los trabajos presentados al Concur-so. El Jurado, configurado por reconocidos especialistas del Sector flexográfico y por otros prestigiosos profesionales del Mundo gráfico, ha actuado sin conocer la autoría y procedencia de los trabajos.

En impresión flexográfica, sobre cartón on-dulado, en la modalidad ‘Impresión Tricro-mía, Cuatricromía o más’ primer premio a

“Cartonajes Santorromán, S.A.” por ‘Corona de Aragón-Disparates Varietal’, y en la mo-dalidad a la mejor impresión flexográfica ‘ex aequo’ primer premio para, “Cartonajes

Santorromán, S.A.” también por ‘Corona de Aragón-Disparates Varietal’.

En 1997 se cambió el “slotter” de “Are-ma”, instalado en 1992, por una máquina más moderna fabricada por “CAVIFÉS”. La máquina se compone de prealimentador, in-troductor, tres cuerpos impresores, troquela-dora, “slotter”, limpiador de hojas troquela-das y apilador con girapilas. Está preparada para cartón desde 2 mm. hasta 10 mm. de espesor. La velocidad de trabajo 8.000 ca-jas/hora.

En 1998 llegaba la segunda casemaker. Una nueva máquina de “Emba”, de tecnología punta, dotada con tres impresoras, una de

En 1997 se instaló una

máquina Cavifés.

183

CAPÍTULO XXI. LAS ÚLTIMAS MÁQUINAS

ellas con secador, troqueladora, “slotter”, con cuchillas para realizar ranuras de rasga-do de 8 mm. de grueso, para favorecer el armado por el cliente en procesos mecaniza-dos, encolado, plegador, retesteador y salida automática.

También le llegó el relevo a la primera pe-gadora. Se compró otra “Jagemberg”, más

moderna y con más prestaciones, la DIANA 165-3 con “Hagset”, una plegadora–pega-dora para cartones 2, 4 y 5 mm. de grueso. Maquina muy versátil capaz de hacer infini-dad de trabajos. Conociendo muy bien las instrucciones se puede llegar a obtener sus máximas posibilidades pero además, es muy importante usar la imaginación y el ingenio,

Este mismo año también se instaló una nueva plegadora- pegadora Diana 165-3 con “Hagset”.

184


ya que es una de esas máquinas en las que el profesional encargado de ellas desempeña un gran papel.

A fines de 2000, Emilio García, recuerda que Leopoldo Santorromán Saldaña le dijo:

“Vamos a traer una onduladora muy buena, que he visto en Hungría, y que va a más de 200 metros”.

A la vez que se iniciaron las gestiones para la compra de un nuevo grupo ondulador, se

compraron dos nuevos generadores de va-por, iguales, a la firma “Vulcano Sadeca”, modelo DDH-8,O, con una presión máxima de 16 kg/cm2, un volumen de 13,4 m3 y una potencia de 4.490.000 kcal/h.

El primero comenzó a prestar servicio el 20 de enero de 2001, siendo encendido por pri-mera vez el segundo generador el día 12 de septiembre del mismo año.

El grupo ondulador llegó al año siguiente. Se trataba de un grupo “BHS Corrugated” mo-delo Modul-Facel con rodillos dobles para canal 2 y 4, dotado de un rodillo ondulador de 500 mm. con un ancho útil de 2.800 mm. preparado para poder alcanzar una veloci-dad de hasta 350 metros.

Fue durante las fiestas de invierno, los días 3 y 4 de marzo, cuando se realizó el montaje y tal como habían prometido el 5 de marzo se comenzó a hacer cartón con normalidad.

Cada día eran más los clientes que se decan-taban por recibir las cajas paletizadas. Esto originó, que se plantease y se pusiera en

La llegada de la onduladora BHS modelo “MODUL_FACEL” fue un paso importante para la fabricación de cartón ondulado.

Pastera de la onduladora BHS.

185


práctica, aumentar la calidad del palet y, a la vez, cambiar las medidas, más acordes con el tipo de cajas que se fabricaban en aque-llos momentos.

El mismo año la Dirección de la empresa se interesó por un palet de cartón que se esta-ba fabricando en Estados Unidos. Se fue a ver el palet y las máquinas necesarias para su montaje. La valoración fue totalmente positiva y se compraron las dos máquinas a

“Unipal Internacional Corporation”.

Los palets de cartón se forman con dos tipos de componentes macho y hembra. Ambas máquinas, Stringer y X-Stringer, realizan la misma función, preparar ambos componen-tes, con la única salvedad de que cada máqui-na prepara uno de ellos, siempre el mismo.

A las máquinas llega la plancha troquelada con la forma establecida y la función de es-tas máquinas es hacer los doblajes y pegarla para que salga el componente ya listo para su posterior armado. En la introducción se hacen hendidos muy marcados y un corte-

hendido para facilitar el doblaje. Seguidos van dobladores encadenados, hasta hacer los 7 u 8 dobles que lleva cada larguero. En el recorrido los componentes va recibiendo colas, fría y caliente, para salir completa-mente plegado y pegado. Una vez hechos los largueros, de una manera totalmente ar-tesanal se comenzaron montando a mano, uno a uno. Salía muy poca producción y el coste era elevado, por eso se fue pensando en preparar una montadora de palets. Se empezó con un prototipo, aunque realmen-te fue con la llegada en 2006 de una nueva máquina mejorada por “Cartonajes Santo-rromán S.A.” y “Boix” y construida por esta firma, con la que se comenzó en fábrica a sa-car producción con normalidad. Su labor es ensamblar los dos tipos de largueros de los que se compone un palet de cartón, luego, pegarle encima la base. Con esta máquina se ha conseguido agilizar la fabricación de

LOS PRODUCTORES DE PAPEL Y CARTÓN MÁS IMPORTANTES

POSICIÓN PAÍSPRODUCCIÓN

(EN MT)POSICIÓN PAÍS

PRODUCCIÓN (EN MT)

1 EE.UU. 80,8 11 Brasil 7,8

2 China 37,9 12 Indonesia 7

3 Japón 30,5 13 Reino Unido 6,5

4 Canadá 20,1 14 Rusia 6,3

5 Alemania 19,3 15 España 5,4

6 Finlandia 13,1 16 Austria 4,6

7 Suecia 11,1 17 India 4,1

8 Corea del Sur 10,1 18 México 4,1

9 Francia 9,9 19 Thailandia 3,4

10 Italia 9,4 20 Países Bajos 3,3

Fuente : Handelsblatt - Die Welt in Zahlen (2005)

Máquina Stringer para preparar los componentes de palets de cartón.

186


palets de cartón, un producto cuyo consumo va teniendo más aceptación en el mercado, entre otras ventajas, porque es ligero, segu-ro y reciclable. Además los palets de madera son los más comunes transmisores de parási-tos, hasta tal punto que, años más tarde, la disposición de 15 de marzo de 2002 de las Naciones Unidas tuvo que definir los standars para dichos palets y entre ellos el certificado de desinfección antiplagas de acuerdo con las reglas internacionales fitosanitarias. En con-creto, la normativa existente en España sobre la materia, viene constituida por el Real De-creto 58/2005, de 21 de enero, por el que se adoptan medidas de protección contra la in-troducción y difusión en el territorio nacional y de la Comunidad Europea de organismos nocivos para los vegetales o productos vege-tales, así como para la exportación y tránsito hacia países terceros.

El consumo de cartón ondulado iba en au-mento. Los datos de AFCO, del año 2000, pusieron de manifiesto que el cartón ondu-lado ya estaba completamente asentado en España y que contaba con una cartera de clientes que cada vez confiaban más en este tipo de envase y embalaje.

En el año 2000 se fabricaron en España 4.032 millones de metros cuadrados, cifra superior en un 78,57 % a la del año 1990. En cuanto al gramaje se mantenía en 578 gramos metro cuadrado.

Este continuo crecimiento da confianza a los fabricantes de cartón ondulado para empe-zar nuevos proyectos con el ánimo de poder ofrecer más prestaciones a sus clientes.

En “Cartonajes Santorromán S.A.”, uno de estos proyectos fue la impresión digital, algo nuevo que comenzaba, aunque tímidamen-

La nueva máquina de Emba es una

de las Casemaker más moderna del

mercado.

187


te, a abrirse camino en este mercado del car-tón ondulado.

La definición oficial de la impresión digital es muy simple: “Cualquier método que usa un archivo digital para generar un producto impreso”.

Por lo tanto el proceso consiste en la repro-ducción sobre cartón ondulado de un archi-vo digital, con la calidad del offset tradicio-nal, sin la necesidad de negativos. El Offset Digital es la solución real para aquellos pro-yectos que requieren tirajes cortos o media-nos, que pueden ir impresos desde una tinta hasta selección de color y donde la rapidez y la calidad son los atributos a destacar.

Cuando hablamos de impresión digital con-vendría distinguir que se trata de una técnica de impresión novedosa en sí y con respeto al omnipresente offset.

Hace unos veinte años, cuando las grandes empresas de fotocopiadoras y ordenadores comprobaron que ya no podían crecer más

en su espacio natural, decidieron ampliar su mercado abriéndose al sector de las ar-tes gráficas, entrando en competencia con los tradicionales fabricantes de maquinaria pesada para la impresión. En ese contexto de POD nacen empresas como Xerox, IBM, Konica, AGFA, Toshiba, etc. que buscan ga-narle cuota de mercado a Heidelberg, KBA, etc. Con el paso de los años esta técnica de impresión fue adquiriendo una serie de pres-taciones novedosas, cada día mejores y más

La instalación de una máquina para impresión digital fue un paso más hacia delante.

188


próximas a la calidad estándar que significa-ba el offset, de ahí su crecimiento. Su paso al cartón ondulado fue cuestión de pocos años.

Para entrar en este mercado “Cartonajes Santorromán S.A.” compró una “HP color-jet”, de 20 metros de larga por 3 metros de ancha, que admite formatos de 1.600x2.600 mm. Imprime con seis colores: yellow, ma-

genta, magenta light, cyan, cyan li-hgt y black, pudiendo repro-ducir una amplia gama de colores.

Cada color tiene siete ca-bezales con 512 orificios por los cuales expulsa la tinta con suma precisión para conseguir una reso-lución de 600 dpi (pun-tos por pulgada).

Junto a la calidad de im-presión, una de las vir-

tudes de esta máquina es la rapidez en la preparación y finalización del pedido ya que, en el mismo día, se puede presentar la idea y entregarle cajas al cliente.

De la impresora digital los formatos pasan al plotter de corte, en el que se corta la forma deseada siguiendo la pauta del plano realiza-do en la sección de diseño. Se parte del dibu-jo en el ordenador, se coloca la plancha, de una en una, en la mesa de corte y de manera automática, la cuchilla o los hendidos, van si-lueteando hasta hacer la forma del plano.

Y en 2002 aparece el Euro y enterramos a la peseta que nos había ido guiando desde Barbastro.

Ciento cinco años de peseta… se dice pron-to, y ya ves… abandonamos la peseta y vol-vemos, con el Euro, a los céntimos.

Año 2002…

Año de la canonización de Josemaría Escri-vá de Balaguer y Albás; año de la catástrofe del “Prestige” y de la solidaridad del pueblo español con Galicia en el “nunca máis”; año en el que nos dejan Camilo José Cela, Adol-fo Marsillach, María Félix, Eduardo Chillida, Ladislao Kubala...

Fueron llegando más máquinas y la sección de troquelado se amplió en 2003 con la lle-gada de dos nuevas BOBST, habiéndose ins-talado una más en 2008.

En esta década se puso en marcha la prime-ra máquina embotelladora para la caja de seis botellas, caja diseñada y patentada por

“Cartonajes Santorromán S.A.”. Una máqui-na diseñada conjuntamente por la Dirección de la empresa y la firma “Boix”, quien pos-

Caja para seis botellas. Patente de Cartonajes Santorroman.

Máquina para el montaje y llenado de las cajas de 6 botellas.

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teriormente la fabricó. Es una caja para seis botellas que se monta, llena y cierra automá-ticamente. El diseño de la caja da una ima-gen novedosa y atractiva que, junto a una adecuada creación gráfica y la alta calidad de impresión de “Cartonajes Santorromán S.A.” hace un conjunto realmente llamati-vo. La caja es un producto 100% reciclable que cumple la normativa medioambiental vigente. En plancha, es una sola pieza tro-quelada que no requiere de complementos de apertura, separación o transporte que complementen el conjunto. El cartón micro-canal ocupa la mitad que el cartón utilizado habitualmente y se puede automatizar el embalaje de todo tipo de botellas de agua, vino, leche, aceite…

Se compró una nueva máquina para el mon-taje de cajas de frutas, y en 2007 aparecie-ron la nueva pegadora “Pacific” y la nueva cocina de almidón, con capacidad para ama-sadas de hasta 2.000 kilos. Es una máquina C05-027-24 comprada a “Tate&Lyle”.

También han sido unos años muy importan-tes en el apartado de la formación del per-sonal y la creación de grupos de mejora, en diversas máquinas y secciones, encaminados a aumentar la formación, humana y profe-sional, de todas las personas que trabajan en las dos plantas de la empresa.

Años de asistencia a cursos, talleres, charlas, visitas a otras fábricas de cartón y acceso constante a información puntera sobre te-mas relacionados con la fabricación de car-tón ondulado y su posterior manipulación, han ayudado a que hoy el personal de la empresa esté a un buen nivel profesional y también humano, detalle éste que se cuida

mucho por parte de todas las personas rela-cionados con la Dirección.

Cartón…

Cajas de cartón…

La “Fundación Sancho el Sabio, Fundazioa” estrenó en la primavera de 2009 su nueva sede de Vitoria. Es centro de documentación sobre la cultura vasca. Centro pionero en el mundo en la recopilación de fondos bi-bliográficos y documentales vascos. Estando éstos totalmente digitalizados actualmente, los originales se hallan custodiados en cajas confeccionadas con cartón que cumple los requisitos de conservación para su alta per-manencia.

¡Quién lo iba a decir!

¿Y qué me dicen de la cocina de cartón para países pobres, inventada por Jon Bohmer, noruego afincado en Kenia?

¿O de las murgas de los Carnavales de Tara-zona de la Mancha en los que las “máscaras” o “mascarutas” tradicionales llevan puesta en la cabeza una caja de cartón (caja de za-patos) y van cubiertas con una colcha?

Visita de empleados de Cartonajes Santorroman

a SAICA.

Las CartonadasLas Cartonadas

Las Cartonadas

191

Las Cartonadas

En 2005, movidos por el deseo de desarrollar cada día con mayor efectividad la atención a sus clientes, después de un tiempo de va-rios análisis y algunas reuniones, “Cartona-jes Santorromán S.A.” tomó la decisión de preparar unas jornadas técnicas dedicadas a mejorar al máximo la relación con sus clien-tes y de éstos con la propia empresa y con las personas que, por unas u otras causas, tienen que tratar con ellos en cada momen-to, para atender sus necesidades con la ma-yor y mejor efectividad posible.

Una vez tomada la deci-sión el siguiente paso fue estudiar con detalle qué personas debían es-tar presentes en estas jornadas, llegándose a la conclusión que junto a los clientes debían estar todos los responsables de “Cartonajes Santorromán S.A.” que desarrollan su trabajo en un departamento que, de una u otra ma-nera, tuviera relación directa con aquellos.

Y así fue cómo se comenzó a celebrar con los clientes esta jornada técnica en la cual

LAS“CARTONADAS”

En 2005 nacieron “Las Cartonadas”.

192


Visita por la planta de fábrica I de los participantes en las primeras Cartonadas.

193

CAPÍTULO XXII. LAS “CARTONADAS”

podían aprender, todos juntos, sobre el en-vase y embalaje de cartón ondulado, así como dar a conocer las instalaciones y los medios de los cuales dispone la empresa.

En definitiva el objetivo era abrir un foro a través del cual pudieran enseñar y a la vez explicar el proceso de fabricación de los en-vases y embalajes y a su vez, escuchar las in-quietudes y necesidades de las personas que diariamente hacían uso de los mismos.

Y por los resultados obtenidos creemos que se consiguió.

El personal técnico de “Cartonajes Santorro-mán S.A.” contestó todas las preguntas que surgieron durante el día, al mismo tiempo que recogía todas las acciones de mejora que se habían planteado.

Una vez celebrada la jornada, y después de analizar todo lo que dio de sí, se tomó la determinación de continuar celebrándolas cada año. Había nacido, con vocación de fu-turo, la “I Cartonada”.

Diversas imágenes de las Cartonadas.

Foto de grupo de las Cartonadas de 2006.

194


Futuro… como todo lo que toca un Santo-rromán…

Año 2005…

Tan cerca y tan lejos…

Año en el que fallece el Papa Juan Pablo II y es elegido para sucederle Joseph Ratzin-ger que toma el nombre de Benedicto XVI; año en el que el IRA anuncia formalmente el cese de la lucha armada; año en el que se aprueba en España la Ley Antitabaco el

26 de diciembre y en el que los científicos chinos disminuyen en cuatro metros la al-tura del Everest dejándolo en 8.844 msnm.; año en el que Fernando Alonso se proclama campeón mundial de Fórmula I y Lance Ams-trong consigue su séptimo Tour de Francia...

El 10 de noviembre de 2006, se celebraron “Las II Cartonadas”. La jornada, al igual que la primera edición, se desarrolló en las instala-ciones de la empresa, dándose cita clientes de diferentes sectores productivos de España.


195


Comenzó con una visita a nuestras líneas de producción, explicándose en el transcurso de la misma todo el proceso de fabricación de cartón ondulado y su posterior manipu-lación hasta llegar al almacén de producto terminado.

Una vez finalizada ésta, el Director Técnico dio una charla sobre la impresión flexográfica, su proceso y sus posibilidades. Posteriormen-te se pasó a un coloquio para poder aclarar dudas, sobre aquellos temas que más preocu-paban a los clientes en el uso diario de los diferentes embalajes de cartón ondulado.

El responsable del Departamento de Cali-dad presentó los resultados obtenidos en las encuestas de satisfacción que se habían desarrollado a lo largo del año 2006, pre-tendiendo con ello que todos los asistentes a la jornada pudieran aportar todas aquellas cuestiones que permitan mejorar en el día a día la relación empresa/cliente.

La parte técnica terminó con una charla im-partida por Rafael Cabrera, apoyado en un audiovisual, que explico las virtudes del cartón ondulado con respecto al medio ambiente.

Un almuerzo de trabajo, en el cual, como en el resto de la jornada, se pudieron inter-cambiar puntos de vista sobre el uso que los clientes hacen de los productos que les ofrece “Cartonajes Santorromán S.A.”, fue el colofón a estas “II Cartonadas”.


196


Las “III Cartonadas” se celebraron el día 9 de noviembre de 2007. Se comenzó con una visita a las instalaciones de la empresa y después de que el responsable del Departa-mento de Calidad presentase los resultados obtenidos en las encuestas de satisfacción

que se habían desarrollado durante el año 2007, hubo dos conferencias sobre temas de interés.

En la primera, Miguel Ángel Marqueta, Direc-tor Nacional de Ventas de SAICA (Sociedad Anónima Industria Celulosa Aragonesa), ex-puso el tema “El papel del papel”. Después Sergi Cardona Gracia, Responsable del EPC (Competence Centre Dpto. Identificación Automática), habló sobre la “Codificación comercial GS1”. GS1 es una organización


197


privada global dedicada a la elaboración y aplicación de normas mundiales y solucio-nes para mejorar la eficiencia y visibilidad de las cadenas de abastecimiento, la oferta y la demanda a nivel mundial y en todos los sec-tores. Con sede en Bruselas tiene represen-tación en 108 países.

En año 2008, el 14 de noviembre, se cele-braron las “IV Cartonadas”. En ellas, tras la tradicional visita a la fábrica, tuvieron lugar dos conferencias. En la primera, Patricia Va-llejo-Nájera y Gonzalo de Azcoitia, ambos de AFCO, disertaron sobre “Papel y cartón. Mi-tos frente a Datos”; en la segunda Antonio Argandoña, Profesor del IESE desarrolló el tema “Perspectivas económicas para 2009”

Las “V Cartonadas” se celebraron el 6 de noviembre de 2009 y en ellas participaron clientes y proveedores de la empresa.

V Cartonadas. Algunos de los participantes visitando la planta de fábrica I.

V Cartonadas. Leopoldo Santorromán Saldaña, gerente de Cartonajes Santorromán, inaugurando la jornada.

El catedrático Antonio Argandoña,que ofreció una conferencia en las jornadas de las V Cartonadas sobre el momento actual de la economía española.

Los jubiladosLos jubilados

Los jubilados

199

Los jubilados

LOSJUBILADOSLos empleados…

Los empleados como valor que “Cartonajes Santorromán S.A.” siempre ha tenido pre-sente y ha sabido defender…

Desde que el primer Santorromán echase a andar el negocio familiar en 1897 en Barbas-tro, el equipo humano ha sido lo más impor-tante para esta empresa.

Siempre ha habido una voluntad constante por dotar a la fábrica de la maquinaria más punte-ra, pero el objetivo principal de esta empresa centenaria ha sido y continua siendo, el poder contar con las mejores personas y grandes pro-fesionales.

Al celebrar esta efeméride el mayor homena-je es dejar constancia de todos quienes han

finalizado su carrera pro-fesional en “Cartonajes Santorromán S.A.”, bien porque han ido lle-gando a su edad de jubilación, o porque otro motivo les ha impedido seguir en su puesto.

Han sido cientos de personas las que, desde 1897 hasta hoy, han pasado por la empresa en diversas épocas y en muy dife-rentes circunstancias. Para todas hay un recuerdo en esta fe-cha, aunque sobre todo hoy queremos destacar a las que terminaron su vida profesio-nal en la empresa.

Unos estuvieron más que otros, desde los casi cincuen-ta años de José Joaquín Cata-

200


201

CAPÍTULO XXIII. LOS JUBILADOS

lán Carbonell hasta otros que pasaron con nosotros menos tiempo.

A todos ellos los tenemos en nuestra memo-ria y en nuestro corazón.

Estas son las personas que, hasta el 1 de sep-tiembre de 2009, han terminado su vida la-boral en “Cartonajes Santorromán S.A.”:

Alarcia Herrera, Florentino

Álvarez Baigorri, Francisco

Anoz Pérez, Gerardo

Antoñanzas Antoñanzas, Ángel

Antoñanzas Antoñanzas, Antonio

Antoñanzas Beisti, Juan Modesto

Arnedo Fuertes, Gonzalo

Aroz Pérez, Ángel

Bretón Barco, José Luís

Calvo Calvo, Hermenegildo

Calvo Paracuellos, Mª Isabel

Cáseda Cristóbal, Félix

Catalán Carbonell, José Joaquín

Celorrio Ezquerro, José María

Clemente Gutiérrez, Concepción

Continente Alonso, Ricardo

Díaz Antoñanzas, Julio

Díez Gutiérrez, Encarna

Díez Gutiérrez, Moisés

Galilea Reinares, Galo

García Castresana, Pedro

García Madorrán, Ángel

García Solana, Emilio

González Arnedo, Luís

Gutiérrez Ruiz, Fermín

Herreros Subero, Ángel Cruz

Laguna Santolaya, Ángel

López Escorza, Francisco

Lorente Abad, Francisca

Lorente Palacios, Fernando

Lorente Rodriguez, Elvira

Lorente Sota, Justo

Lorente Sota, Nicolás

Losantos Sáenz, Isabel

Machín Lázaro, Javier

Madorrán Gil, Andresa

Martín Herrero, María Amparo

Martínez Pérez, Ignacio

Martínez Temprano, Miguel Ángel

Mazo Arpón, Emilia

Miranda Barco, Emilio

Muñoz Chamorro, Cristina

Muñoz Simón, Leonardo

Pérez Aranda, Jesús

Pérez Arenzana, Luís

Rojas Pavía, Remigio

Romero Cristobal, David

Royo Cuadrado, Javier

Rueda Sáenz, Francisco

Sáenz Ibáñez, Pedro

Sáenz Peña, María Julia

Saldaña Antoñanzas, Emilio

San Emeterio García, José Miguel

Santorromán Blázquez, Leopoldo

Sáenz Adán, Félix

Sota Cuesta, Juan

Sota Cuesta, Marcos

Subero Cristóbal, Fernando

Subero Navas, Francisco

Urzanqui López, Santiago

Nombres y apellidos que, sin duda, vienen a reafirmar que “Cartonajes Santorromán S.A.” ha sido, es y seguirá siendo una em-presa familiar.

El CentenarioEl Centenario

El Centenario

203

El Centenario

Desde que el primer Santorromán comenza-se en Barbastro con una actividad de cara al público, hasta hoy, la empresa siempre ha te-nido un anagrama identificativo que ha ido evolucionado en el paso de los años, aunque siempre con un denominador común, la “S”, que ha sido la letra que ha destacado sobre todas.

Siempre se ha tratado de que, a través de ella, se identifique a “Cartonajes, Santorro-mán S.A.”

En los últimos años, con la llegada de las nuevas tecnologías, los logotipos han gana-do en diseño, aunque lo que no se puede negar es que hay algunos logotipos y recla-mos publicitarios, de los años 40, realmente curiosos y muy interesantes.

Hay que destacar que desde los primeros a los últimos, siempre ha primado la originali-dad, y sobre todo se ha sabido siempre crear una exclusividad que en cada época ha ido encaminada a unos objetivos diferentes, te-niendo muy presente donde se movían las líneas del mercado en cada momento.

Recordemos…

En Barbastro, primero Pedro y después Leo-poldo Ramón, anuncian sus ofertas en el

semanario, que por esos años más se leía en la ciu-dad del Vero, “La Cruz del Sobrarbe”.

En 1897 publicitarse en un periódico era algo importante y privilegio de unos pocos. El primer anuncio, 21 de agosto de 1897, fue directo y sin desperdicio, claro y conci-so “Rapidez y Calidad” algo que después de más de 100 años continúan siendo los prin-cipales objetivos de la empresa.

Un año más tarde, Pedro Santorromán Aba-día, vende el más prestigioso papel de fumar del mercado, la marca “Job” que era la pre-ferida por los fumadores. Pero no contento con ofrecer lo mejor, además, “…por la com-pra de seis docenas de libritos del inmejora-ble papel de fumar “Job” se le regalará un precioso “Almanaque Ame-ricano 1898”, almana-que muy solicitado.

LOGOTIPOSY EL CENTENARIO

Pedro Santorromán Abadía vendía papel de fumar JOB en Barbastro.

204


Año 1897

Año 1898

Año 1912

Año 1920

Año 1923

Año 1924

Año 1945

Año 1947

Año 1945

Año 1970

Año 1971

Año 1990

Año 2003

Imagen de Cartonajes Santorromán a lo largo de su historia.

205

CAPÍTULO XXIV. LOGOTIPOS Y EL CENTENARIO

En 1904, en el “Heraldo de Aragón” de 6 de mayo, en la página 4 venía un elocuen-te anuncio: “Cajistas. Hacen falta dos o tres para la composición de las listas electorales, en la imprenta y librería de Leopoldo Ramón Santorromán Tardos, de Barbastro (Huesca).

Pero es en 1920, cuando el primer anagra-ma comienza ya a tomar cuerpo. Es en una factura emitida al Ayuntamiento o Comisión de Subsistencias de Daroca: “Imprenta Mo-derna. Santorromán, Bolsas e impresos”.

Ya comienza a destacar la “S”.

Una tarjeta de visita de los años 20, cuando ya estaba la empresa en Zaragoza, vuelve a mostrar que las especialidades van ligadas a Leopoldo Ramón Santorromán: “Fábrica de Cajas de Cartón. Especialidad en las de cal-zado”.

Ya en Calahorra, una vez finalizada la guerra civil, y con la fábrica y la imprenta a pleno rendimiento, en los años 40 y concretamen-te en los programas de fiestas de la ciudad, es en donde se encuentran reclamos publi-citarios mezclados con diferentes logotipos, unos más complicados que otros, pero ya

todos ellos con la “S” como eje central del anagrama. Por esos años se editaban en Cala- horra, tres y hasta cuatro programas de fies-tas, la que significaba que la competencia en los talleres de Artes Gráficas era grande.

En 1945, junto a “Industrias gráficas de cartonaje y papel”, la Vda. de Santorromán anunciaba: “Embalajes VEHI, patentados. Para la seguridad de sus mercancías evitando sustracciones, roturas, derrames, etc..., nada mejor que los embalajes de cartón ondulado VEHI. Los más perfectos seguros y económi-cos conocidos hasta la fecha”, y un slogan que se hizo muy famoso: “Un envase para cada uso, un impreso para cada necesidad”.

En 1946 el logotipo ha cambiado. La “S” comienza a destacar mucho más y, junto a todo lo que se ofrecía el año anterior, tam-bién se anuncia: “Dibujos exclusivos de Walt

El Anagrama de Cartonajes Santorromán

ha ido evolucionando a lo largo del tiempo.

Variaciones que ha ido sufriendo la “S” que

conforma el logotipo de Cartonajes Santorromán.

206


Disney para “pay pays”. La perfección de los trabajos realizados en mis talleres le dejarán plenamente satisfecho”.

En 1947, al hacerse cargo de la empresa Leopoldo Santorromán Agustín, en varios impresos se ve como va cambiando el logo-tipo. En cada cambio se aprecia más el pro-tagonismo de la “S”.

Este año, en el programa de fiestas, el re-clamo publicitario se presenta artístico, un Partenón con una Venus sobre Santorromán. Se asemeja, en parte, al que su padre ha-bía hecho en Daroca, y con la frase: “Tenga siempre presente que todo impreso debe ser un trabajo artístico”.

En 1949, lanzó dos eslóganes sugerentes: “Sus impresos son las vestiduras con que su negocio se presenta al exterior” y “Los en-vases de sus artículos deben ser las galas en

las que los vista para lanzarlos al mercado” y remachaba: “Impresos y embalajes serán la base del triunfo de su negocio”.

He aquí el claro antecedente de la creación de la imagen de empresa que tanto buscan hoy los profesionales del marketing.

Aquel año 1949…

Año en el que, la selección de futbol de Es-paña, venció por 4-1 a Irlanda en Dublín y 5-1 a Francia en Colombes.

¡Mala la hubisteis franceses en esa de Co-lombes! se dijo recordando el romance

En los lateráles de estas páginas,

algunos de los trabajos presentados

al concurso para la elección del logotipo

del centenario.

207


de Bernardo del Carpio cuando exclama: “¡Mala la hubisteis franceses en esa de Ron-cesvalles!”.

Y la prensa española empezó a crear las leyendas del “Gamo de Dublín” (Agustín Gainza) y de “la liebre de Colombes” (Esta-nislao Basora).

En la década de los 70, con el nacimiento del semanario local “Eco del Cidacos” encontra-mos, en los primeros años de la publicación, varios reclamos publicitarios diferentes.

Comenzó patrocinando la programación de televisión, con un prototipo de logotipo y con la famosa frase: “Envases y Embalajes de cartón”.

Un año después llegó un anuncio muy origi-nal: “Resistencia = Calidad” y para reafirmar lo que decía, “Cartonajes Santorromán”, se muestra un dibujo en el cual puede verse a un elefante apoyado sobre una caja de car-tón de Santorromán.

208


En diversos anuncios, en programas de fies-tas y en diversas guías comerciales, en las décadas de los 70 y 80, los anuncios y el lo-gotipo son los mismos con la salvedad del cambio de dirección, cuando la empresa se trasladó definitivamente a la Carretera de Zaragoza.

En 1990 cambian los tipos de letra del logo-tipo, desaparece ya definitivamente el círculo que han acompañado a la “S” durante mu-chos años y va quedando solamente “Car-

209


tonajes Santorromán. Calahorra”. Durante los años sucesivos ha ido evolucionando la imagen corporativa hasta llegar a la actual.

Cuando se comenzó a plantear la celebra-ción del centenario de “Cartonajes Santorro-mán S.A.” se constituyó un Comité para que coordinase todas las acciones que se fueran preparando y.en él estuvieran representadas todas las partes activas de la empresa.

Este Comité, que comenzó a andar a co-mienzos de 2008, está formado por: Leopol-do Santorromán Saldaña, Javier Hita Martí-nez, Ana Isabel Bretón González, Juan Luis Serrano García, Víctor Ruiz Ruiz, Rafael La-guna Abad, María González Arnedo y José Joaquín Catalán Carbonell.

Una de sus primeras decisiones fue organizar un concurso para elegir el logotipo del Cen-tenario y quisieron que fuese un logotipo hecho por una persona de la empresa, por eso en las bases, una de sus cláusulas dice:

“Podrán participar, exclusivamente los em-pleados de “Cartonajes Santorromán S.A.”.

El concurso recibió un total de 38 trabajos de 27 autores.

El jurado, compuesto por los miembros del Comité a excepción de Rafael Laguna Abad

se reunió el día 31 de marzo de 2008 y una vez vistos todos los trabajos presentados otorgó el primer premio, dotado con 1.000 euros, a Elena Martínez Pascual por “Esteffi Lili” y dos accésits, de 300 euros cada uno, a Rafael Laguna Abad por “My Call Two Maker” y para Jesús Abad Calvo por “Fili-po”.

El Comité del Centenario decidió asimismo que el logotipo ganador fuese el que se uti-lizase en todo aquello que se preparase con motivo del Centenario de la empresa.

Los 27 participantes en el Concurso para la elección del logotipo conmemorativo del Centenario de Cartonajes Santorromán S.A. fueron: Alfonso Herreros Losantos, Ana Ma-ría Almarza Ordoyo, Ángel Abad Calvo, Ele-na Martínez Pascual, Emese Valgo, Encarna González Antoñanzas, Endika De La Merced Arcos, Fernando Gómez Herreros, Inés Ba-rragán Tamayo, Javier Antoñanzas Antoñan-zas, Javier Orive Anda, Javier Vega Herreros, Jesús Abad Calvo, Jesús Álvarez Sáenz, Jesús Pérez Osma, Jesús San Emeterio Rodríguez, Jesús Ángel Sánchez Martínez, José Julio Aylón Díaz, José Luis Marcilla Madorran, José María Adán Marín, José María Ferrer Cristó-bal, Juan Bautista Bernal Sánchez- Alarcos,

Imagen del logotipo de Cartonajes Santorromán para el año 2009, con motivo del centenario de la empresa.

210


Lara Acereda Madorran, Lucía Del Rincón González, Miguel Ángel Martínez Temprano y Rafael Laguna Abad.

Con motivo de la celebración del Centenario de Cartonajes Santorromán S,A. el Comité considero oportuno convocar un concurso para elegir la tarjeta con la cual la empresa felicitase la Navidad.

Al igual que se había hecho en el concurso para la elección del logotipo, las bases reco-gían que “podrán participar exclusivamente los hijos y nietos de los empleados de Carto-najes Santorromán S.A. hasta los 14 años”.

El concurso recibió 16 trabajos de trece au-tores, de 3 a 12 años de edad, el primer pre-mio dotado con una Playstation PS3, recayó en el trabajo “Un siglo de ilusión” de Inés Catalán Mateos de 9 años de edad. A todos los participantes se les entregó un obsequio didáctico.

Los trece participantes en el concurso fue-ron: Irene Ruiz Escribano, Mariela Subirán Santorromán, Jimena Subirán Santorromán, Javier Cándido Subirán Santorromán, Ma-ría Escalante Almarza, Martina Extremiana Barragán, Loyola Santorromán Prades, Ines Santorromán Prades, Miguel Lorente San Emeterio, Jorge Lorente San Emeterio, Nuria Rojas Lorente, Inés Catalán Mateos y Jaime Catalán Mateos.

Leopoldo Santorromán Blázquez con los participantes en el concurso.

Tarjeta de Inés Catalán Mateos, ganadora del concurso.

Arriba a la derecha, el mago “Juancho” hizo disfrutar a niños y mayores durante el acto de la entrega de premios.

211

Así somosEl sector español de cartón ondulado va au-mentando su cuota de mercado y hoy, este

tipo de envase y embalaje, es uno de los preferidos por

los diversos sectores.

Según los datos pu-blicados por AFCO, en marzo de 2008, el sector continua en la senda del cre-cimiento sostenido que ha mantenido durante la última

década.

La producción en España, en 2007, alcanzó los 4.636 millones de metros cuadra-dos lo que supone un incremento del 15,03% con respecto a la cifra alcanzada en el año 2000.

“Cartonajes Santorromán” aporta a la cifra antes citada algo más de un 1%.

Así, en este mercado del cartón ondulado, en pleno siglo XXI, continúa esta empresa que, encuadernando, iniciaba sus primeros pasos en el siglo XIX en Barbastro y se estre-naba en la caja de cartón en 1909.

Pedro Santorromán AbadíaLeopoldo Ramón Santorromán TardosLeopoldo Santorromán AgustínLeopoldo Santorromán BlázquezLeopoldo Santorromán Saldaña

“Cartonajes Santorromán S.A.” sigue siendo

una empresa familiar, dedicada desde hace

cinco generaciones, a la fabricación, comer-

cialización y distribución de todo tipo de pro-

ductos realizados con el papel y el cartón.

En sus instalaciones dispone de las últimas tecnologías en la fabricación de envases y embalajes de cartón ondulado, abarcando

ASÍSOMOSHOY

Leopoldo Santorromán Saldaña, gerente de Cartonajes Santorromán S.A.

212


todos los sectores productivos. Actualmen-te sus instalaciones ocupan más de 80.000 metros cuadrados de superficie entre las dos plantas del Polígono Industrial de Tejerías,

Gracias al esfuerzo y dedicación de sus em-pleados, la empresa garantiza una calidad de producto generalizada. Cada uno de ellos es

un experto en su campo. La experiencia de su grupo humano hace que el cliente en-cuentre las soluciones más adecuadas para cada tipo de necesidades.

Desde el primer contacto con la empresa, el equipo de servicio al cliente y los comerciales asignados, trabajan para ofrecer un servicio

Fábrica I. Impresoras, Cocina de tintas y Encargado. Crucito, Paco,

Sabri, Alcalde, Mauricio, César, Lansder, Pitaco, Borja, Victor, David, Jose Javier, Carmen, Juancho, David, Sergio, Jorge, Nino, Ladriye, Cherra-

gui, Marcilla, Michel y Ricardo.

Fábrica I. Troqueladoras y transfer. Manolo, Santi, Edu, Susana, Adrián, Toño, Juan, Justo, El Mostafá, Juan Carlos, Ziat, Ángel, Jesús y Kike.

Arriba a la derecha, fábrica II. Pegadora, Calzado y cosedora. Jaime, César, Pedro Tomás, Mº Carmen, José Luis, Abdull, Marcia, Mireia, Paco y Lyes.

213

CAPÍTULO XXV. ASI SOMOS HOY

rápido y eficaz en el desarrollo del proceso de producción.

En “Cartonajes Santorromán S.A.” no solo se fabrica.

Se está convencido de que la relación direc-ta con el cliente es la mejor herramienta de la que dispone una fábrica: Asesoramiento;

estudio de costes y viabilidad; realización de bocetos, muestras y prototipos; fabricación; manipulados especiales; control de calidad; traslados al almacén de carga y del cliente en vehículos propios protegiendo la mercan-cía hasta el final.

Cadena de servicio y calidad.

Fábrica I. Onduladora. Víctor, Rodanés, Marqués, San Lázaro, Vicente, Wilson, Crhistian, Flori, Pepe, Miguel, Mochán, Richard, José Antonio, Javier, Víctor y Juanjo.

Fábrica I. Chóferes. Ivan, Rachid, Norredinne,

Jesús, Luismi, Alberto, Adolfo, Rodri, Benjamín,

Juanjo y Tomás.

Arriba a la izquierda, fábrica II. Clichés, Casiermatic, Palets, Roda

y Responsable. Angel, Conchi, Felix, Javi, Tere, Was, Santiago, Méndez, Angel Mari, Carmelo,

Amador, Julito, Manolo, Mellado y Amhed.

214


La capacidad de desarrollo y creación por parte de sus profesionales hace que esta em-presa presente una amplia gama de produc-tos en los que el desarrollo y la funcionalidad son sus características más significativas.

La experiencia de “Cartonajes Santorromán S.A.” hace que el catálogo de sus productos no constituya un “numerus clausus”, ya que estudian y crean productos adaptados a las necesidades especiales de sus clientes y la capacidad del cartón ondulado de adoptar

Fábrica I. Departamento Técnico y Departamento de Calidad. Jesús, Rafa, Elena, Carlos, Sandra, Alfonso, Manolo y Javi.

Arriba a la derecha, fábrica I. Administración, informática, Personal y centralita. Carlos, Pedro, Anaí, Orive, Santi, Hita, Inés, Maria, Mariela, Rosa, Ana y Pili.

Fábrica II. Clichés, Pegadoras,

Casiermatics, Calzado, Centralita y encargados. José

Antonio, Sole, Juanjo, Ricardo, Luisa, Ana, Esti,

Franciss, Merche, Oli, Juanillo, José Antonio, Iribas, Manolo,

Ramiro, Fernando y José Luis.

215


las más diversas formas permite dar solución a cualquier problema de embalaje, pero ade-más, ofrece productos exclusivos y patenta-dos que amplían la gama habitual existente en el mercado.

Las dos plantas de la fábrica están equipadas

con las máquinas más modernas en produc-

ción de cartonajes y es la experiencia de más

de cien años, combinada con las nuevas tec-

nologías, la que sitúa a esta empresa en la

vanguardia europea del sector productivo de

envases y embalajes de cartón ondulado.

Fábrica I. Departamento comercial. Goyo, Endika,

Paco, Juan Luis, Jesús, Angel , Lucia, Emesse,

Encarna, Rosa Mari, Vega, Laura, Josean, Álvarez, Laura C., Miguel , José

y Julio, A la derecha, Chus y Chuchi.

Departamento de programación y transporte y departamento de compras. Jesús Ángel, Cuchi, Delia, Yolanda, Javier, Alfonso y Félix.

216


Con las máquinas más avanzadas en impre-sión ofrece a sus clientes la posibilidad de im-primir desde una sola tinta hasta la impresión más completa en cinco colores, utilizando la carta de color Pantone. Durante el proceso de producción se realizan numerosos tests de co-lor tanto en laboratorio como en la ejecución de los mismos. Esto, junto a la alta calidad de impresión de las máquinas, permite conseguir acabados perfectos.

Un exhaustivo control de calidad en cada uno de los procesos productivos, así como un con-trol de calidad del producto terminado, garan-tiza a sus clientes la obtención de los mejores acabados. Además “Cartonajes Santorromán S.A.” dispone de acabado en barniz UV.

A la satisfacción de sus clientes tienen que

unir además el reconocimiento institucional

del Certificado de Calidad y Medio Ambien-

te ISO 9000:2000 e ISO 14000:1996 obteni-

dos en el año 2004.

“Cartonajes Santorromán S.A.”, en el deseo

de estar siempre en primera línea del mer-

cado, forma parte, desde finales de 2006,

del grupo de empresas que comenzaron

con el proyecto “ModelPACK”, proyecto

por el que el sector español de cartón on-

dulado disfrutará de tecnología punta para

adecuar su producción a las necesidades de

los embalajes en función de los productos

que contengan y su distribución. Este nuevo

concepto de producción será posible gracias

a un sistema inteligente de selección de los

materiales empleados en la fabricación del

cartón ondulado, para adaptar así su calidad

Almacén, Limpieza, Guardas y Mantenimiento. Juan, Manuel, Abdelazize, Rubén, José Antonio, José

Manuel, Ramón, Luis, Inma, Olga, Rebeca, José

Mari, Fernando, José Luis, Mihai, Ángel, José

Antonio y Óscar.

217


al uso final, bien sea industrial o de

consumo doméstico. Todo el sector

europeo se verá beneficiado por este

proyecto, pero especialmente la in-

dustria española.

Y como hemos dicho, a través de AFCO, está en la primera Plataforma Tecnológica Española del Envase y Embalaje, creada en este mismo año 2009.

Año 2009…

Año aún sin rematar…

Año de aniversarios en el que se cum-plen: el cuatrocientos aniversario de la expulsión de los moriscos, por Fe-lipe III; el trescientos aniversario de la invención del piano; los doscien-tos años de los sitios de Zaragoza y Gerona; el doscientos aniversario de los nacimientos de Edgar Allan Poe, Louis Braille, Felix Mendels-shon, Charles Darwin y Mariano José de Larra; el cien aniversario de la muerte de Isaac Albéniz; año del cincuenta aniversario de la Re-volución cubana; primer año de la muerte del BOE en soporte papel, mientras sobrevive impertérrito el ARANZADI.

Y, sobre todo, los primeros cien años desde el nacimiento de

“Cartonajes Santorromán S.A.”

Portada del folleto de imagen “Así somos” que Cartonajes Santorromán editó el año 2008.

219

La Real Academia Española de la Lengua, la que limpia, fija y da esplendor, define es-trambote como: Conjunto de versos que por gracejo o bizarría suele añadirse al fin de una combinación métrica, especialmente del so-neto.

Evidentemente todo lo que hasta ahora se ha escrito no es un soneto pero creemos que la historia de los Santorromán y de su obra bien merece una bizarría final aceptando para tal vocablo las definiciones, también del diccio-nario de la RAE de: Gallardía, valor, generosi-dad, lucimiento y esplendor.

Quizá por aquello de que Leopoldo, nombre de origen germánico, signifique “Pueblo va-liente” o “Valiente con su gente”…

San Leopoldo, cuya festividad se celebra el 15 de noviembre, era un príncipe que nació en Melk en 1073 y murió en Viena en 1136. No se sabe mucho de él salvo que fue muy queri-do por su pueblo y no descuidó nunca ser un buen gobernante.

¡Que no es poco!

También hay otro San Leopoldo, en la vida Adeodato Mandic, capuchino, cuarenta años escuchando, en el confesonario, las flaquezas de los demás. Canonizado por Juan Pablo II y su festividad es el 30 de julio.

¡Tampoco va a zaga!

Quizá porque Román es nombre masculino de origen latino, del gentilicio “romanus”, que significa “natural de Roma” o “aquel que pertenece a Roma”.

Y ya se sabe que: “Roma, romanus eris”

San Román, Abad, nació en el condado de

Borgoña, hacia el año 390. Estudió en las es-cuelas de Lyón, en el monasterio de Aynay, para luego ir hacia la Galia, estableciéndose en Condat, en las montañas del Jura. Pasados varios años se unió a él su hermano Lupicino y fundaron el Monasterio de Condat que luego se llamaría Monasterio de San Claudio el destinado para hombres y Monasterio de Beame el destina-do para mujeres. Su festividad se celebra el 28 de febrero.

La vida del abad San Román aparece narrada en una recopilación de historias religiosas “La Leyenda Dorada” recogidas en el siglo XIII por Iacopo della Voragine o Santiago de la Vorá-gine (1230-1298) quien dice:

“… Dios se sirvió de él para despertar en otros muchos deseos de abandonar el mundo, an-sias de santidad y propósitos de imitarle. Uno de éstos fue San Benito… Lleno de méritos expiraba el año 460 y fue enterrado en la igle-sia francesa de Saint Germain de Auxerre”.

Hay otros Santos de apelativo Román como San Román, monje, cuya fiesta se cele-bra el 3 de abril o como San Ro-mán, mártir, el 13 de septiem-bre.

El origen del apellido San-torromán es incierto aun-que hay varios pueblos y lugares denominados de San Román en zonas próximas al itinerario vi-tal de la familia.

San Román es una locali-dad, que pertenece al muni-cipio de Bierge de la comarca

ESTRAMBOTE

220


221

CAPÍTULO XXVI. ESTRAMBOTE

Somontano de Barbastro en la Provincia de Huesca, situada al este de la sierra de Guara, muy cercana a Barbastro. En aquellos enton-ces Bierge tenía poco más de 600 habitantes y hoy apenas si supera los 200.

San Román de Cameros, localidad situada en las márgenes del río Leza, a 36 km. al sur de Logroño, que ha tenido también la misma evolución poblacional.

Según escriben los tratadistas heráldicos, las Armas que los Román aragoneses usaron son: En campo de oro, cruz flordelisada de gules, entre cuatro lises de azur; bordura de gules con ocho sotueres (aspas) de oro. La cruz flor-delisada es común en la heráldica española. La cruz representa a Jesucristo y los extremos acabados en flores de lis representan a maría Santísima. En la provincia de Huesca se viene usando desde tiempo inmemorial.

Por otra parte, el cerro de Santo Román for-ma parte de una ruta que parte de Ayerbe y recorre las estribaciones occidentales de la sierra de Loarre en lo que en su día pertene-ció al mítico Reino de los Mallos. Ruta en la que, en parte, bien pudieran estar los restos de la antigua vía romana que iba desde Zara-goza (Caesaraugusta) hasta Lescar en el Bear-ne (Beneharnum) al otro lado de los Pirineos y que sirvió en determinados momentos histó-ricos de ruta hacia Santiago de Compostela

Y es que el Camino a Santiago lo constituían una tupida red de caminos y, como ejem-plo, en la Comunidad Riojana se conservan recuerdos y tradiciones jacobeas en lugares que nos parecerían muy alejados de cualquier posible ruta de peregrinación denotando la importancia universal del viaje al sepulcro

del Apóstol Santiago. Así por ejemplo en este mismo valle que riega el río Cidacos, en Zarzosa, existe el Hayedo de Montereal, anti-guamente llamado Hayedo de Santiago, en donde había una fuente con el nombre del Apóstol y, en el libro de la “Ermita de Cana-lejas de las Concordias y Santa Hermandad”, de 1538, se habla del nombramiento de fraile y Santero del Ermita de Santiago que debía encargarse de recoger y dar hospedaje a los peregrinos que, por la calzada Romana, iban a Compostela, orientando a los extraviados entre la densísima espesura de Montereal con toque de cuerda y campanil.

Hoy Zarzosa, a 981 metros de altitud, casi en medio de la nada, cuenta con una población de tan solo 18 habitantes.

También en Soto de Cameros en el valle del Río Leza consta la existencia de un hospital de Peregrinos.

Todos los caminos llevan a Roma…

Calahorra, en el Camino de Santiago…

Cartel 1996 “El Crucifijo o Humilladero” S.XVI en honor de los peregrinos

Leopoldo Ramón Santorromán Tardos, con el equipo humano de: Cristina Muñoz, Cle-mente Abad, Carmen Carra y Moisés Díez y el soporte material de cinco máquinas: una impresora Minerva pequeña, una troquela-dora, una hendedora, una cosedora y una cortadora iniciaba, en Calahorra, su particular camino hacia el futuro.

Una historia…

La historia…

Nuestra historia…

223

El colofón es una anotación generalmente en la última página de un texto, donde se detallan los datos de la publi-cación tales como nombre de la imprenta, nombre y domicilio del impresor, lugar, fecha (que consta de día, mes,

año, santo del día o conmemoración o efemérides señalada) y tiraje.

Colofón fue una antigua ciudad griega de Jonia en Asia Menor, a la orilla del río Hales, supuestamente patria de Homero. En el colofón figuraba el escudo del impresor cuando la invención de la imprenta. El diccionario

de la Real Academia Española de la Lengua “RAE” define a colofón como: Remate, final de un proceso.

Pero aquí no se ha acabado nada…

No se conoce a una empresa si no se la contempla en el entorno histórico económico y humano en el que le ha tocado vivir. Una empresa no es una foto sino un devenir.

No es una presa que remansa…

Alguien decía un río…

¿El Vero, el Jiloca, el Ebro, el Cidacos …?

¿En qué se parecen las fotos de Barbastro 1897 y las de Calahorra 2009?

En algo que no aparece en las mismas o, al menos, que no resalta, pero que está ahí...

En sus gentes…

En el deseo de asumir el riesgo…

En las ganas de trabajar…

En el sacrificio…

En la oportunidad en la toma de decisiones…

En la confianza en los demás…

En la confianza que se inspira a los demás…

En el espíritu de servicio hacia los demás…

En el aprecio que se hace a los suyos propios…

El economista italiano Guillermo Tagliacarne, de reconocido prestigio dentro del área de las investiga-ciones de mercado, dijo: “Dadme un mercado y dominaré una empresa”. Hoy esa frase se ha sustituido

por otra, más agresiva aun si cabe: “Dadme diez hackers y dominaré el mundo”.

Santorromán, cualquiera de ellos, hubiera dicho: “Dadme una empresa y serviré un mercado”

Prefiero ésta última.

COLOFÓN

226


1897

Llegada de Pedro Santorromán a Barbastro

Alta en el censo de actividades

1897

Anuncios en el periódico “La Cruz del Sobrarbe”

1898

Se amplía la línea de negocio con ferrete-ría y quincalla

1900

Barbastro llega a 7.002 habitantes de hecho

1901

Leopoldo Ramón Santorromán Tardos se independiza con “objetos de escritorio”

1902

Alta como imprenta en la Plaza del Mer-cado

1903

Nace “El Cruzado Aragonés”

Nace “El Eco del Vero”

1904

Muere “El Eco del Vero”

Leopoldo Ramón Santorromán Tardos está dado de alta en tres epígrafes

Leopoldo Ramón solicita cajistas

1905

Nace “El Demócrata Navarro”

Se inventa la flexografía por Houleg

1908

Nace el semanario “El Murciélago”

Se pone en marcha el primer tren ondula-dor del mundo

Exposición en Zaragoza

1909

Leopoldo Ramón Santorromán Tardos comienza en Daroca

1917

Constancia de las ventas de Leopoldo Ramón como impresor.

1920

Factura de “Imprenta Moderna“ Santorro-mán al Ayto. de Daroca

Primer anagrama resaltando la “S”

1921

Leopoldo Ramón Santorromán Tardos compra unos terrenos en Zaragoza y solici-ta permiso de obras

1922

Traslado de la familia a Zaragoza

1923

Se solicita licencia para la construcción de una casita

1924

Se solicita licencia para la construcción de una fábrica de cajas de cartón

1929

Última ampliación en Zaragoza

Se autoriza la instalación de un motor

1933

Se compran unos terrenos en la Avenida de la Estación en Calahorra

Se concede licencia para construir un edifi-cio de industria y vivienda

1934

Alta en el censo de contribución y comer-cio de Calahorra como “Cajas Ordinarias, Cartón”

Incorporación de los primeros trabajadores

Aparece el semanario “Renacer”

1935

Se compra una hendedora “más grande”

Nuevas incorporaciones de empleados

1936

Fallece Leopoldo Ramón Santorromán Tardós

Su viuda, Ángeles Agustín Buisán, asume el negocio

1938

Leopoldo Santorromán Agustín se hace cargo de la empresa como apoderado

1940

Publicidad de embalajes VEHI

1943

“Manolete” torea en Calahorra

1945

Sigue la publicidad

1946

Cambio de logotipo. La “S” comienza a destacar mucho más

ÍNDICECRONOLÓGICO

227

1947

Leopoldo Santorromán Agustín se hace cargo del activo y pasivo de la empresa por relevo a su madre Ángeles

1949

Año de los eslóganes

1952

Creación de FEFCO

1955

Guía Comercial e Industrial de la Rioja: “Cajas de cartón” Leopoldo Santorromán Agustín; “Imprenta” Irene Blázquez Marín

1957

Nómina de 18.289,71 pesetas

1958

Plantilla de diez personas

1963

Máquina para hender cartón plano de BOBST

El cartón ondulado llega de “La Montaña-nesa”

Llegan las primeras prendas de trabajo.

1964

Se compra una IN2DUR impresora-hende-dora-ranuradora

1965

Se contrata a Julio Díaz para ampliar la cartera de pedidos

1966

Se compra el primer camión y se contrata al primer mecánico-conductor

1968

Se compra una Minerva “Ibérica A.G.”

Se compran 10.000 metros cuadrados en la carretera de Zaragoza

Empiezan las obras de la nueva nave Se monta la onduladora “Caballé”

Entra en la empresa Fernando Lorente

1969

Finaliza la instalación de la onduladora

Oficialmente se pone en marcha la planta de la carretera de Zaragoza

Primer cartón ondulado en Calahorra

1970

La primera “Emba”

1971

Se comienzan a hacer los clichés en “Car-tonajes Santorromán”

Año de la muerte de Fernando Lorente

1973

Se cambia la ubicación de la onduladora “Caballé”

La empresa se constituye en Sociedad Anónima Familiar

Se construye un depósito de fuel de 300.000 kilos

Se compra un slotter “AREMA”

1974

Se compran dos nuevas máquinas “Luga-no Supercombi 025” y “Roda Andax 101”

Se compra un slotter/impresor AREMA

1976

Primeras muestras de la máquina AREMA

Se inicia la fabricación de troqueles en la fábrica

1977

Se crea AFCO

Se crea la FER

La empresa cuenta ya con 78 trabajadores

Se compra la DIANA 1425-2 de “Jagen-berg Ibérica S.A.”

Se compra la primera troqueladora BOBST

1978

Huelga general en las Artes Gráficas

1979

Homenaje a las primeras personas que trabajaron en “Santorromán”

1980

En España se sobrepasa la producción de 1.300 millones de metros cuadrados de cartón

El primer camión no da para más

1981

Explosión de la caldera de vapor

1982

Nuevo generador de vapor

Se adquiere un equipo para la realización de polímero líquido

Se inicia el reciclado de aguas residuales

Se adquiere una APR pequeña para clichés

1983

Primera patente “Caja de cartón perfec-cionada”

1984

Se monta la onduladora MEDESA

228


229

ÍNDICE CRONOLÓGICO

Se inicia la fabricación de cajas de tapa unida

1985

Arranca la informática

1986

Se compra una EMBA

Se compra una troqueladora BOBST 1575

1987

Puesta en marcha de las máquinas ante-riores

Año de múltiples patentes

1988

Se compran dos grupos onduladores Canales 4 y 2

1989

Se instalan dos máquinas de montar cajas de calzado en la planta de la carretera de Zaragoza

1990

Se cambian los tipos de letra del logotipo

Se celebra el II Acto de Homenaje al traba-jo y a la fidelidad

Se crea el Gabinete de Gestión Comercial

1991

Se informatiza el programa de nóminas

1992

Se instala un slotter AREMA

En informática se pasa a UNIX

Se compra un tren en línea para la fabrica-ción de cajas de cartón ondulado

1993

Se comienza, oficialmente, a trabajar en el apartado de calidad

Se funda RECIPAP

1995

Se comienza con la optimización de tiem-pos y medidas

1996

Se obtiene la ISO 9002

Nace ECOEMBES

1997

Se compra el terreno de Tejerías-Norte

Se cambia el slotter AREMA instalado en 1992 por otro de CAVIFËS

1998

Sigue la informática con “Ethernet”

Se compra la máquina AEF doble de la APR de 1982

Se termina la nueva planta

Se traslada a la misma la sección de cajas de calzado

Llega la nueva “Emba” casemaker

Se compra la DIANA 165-3

2000

Se fabrican en España 4.032 millones de metros cuadrados

Se obtiene la ISO 9001:2000 Sistemas de gestión de Calidad

Se compran dos nuevos generadores de vapor VULCANO-SADECA

2001

Despliegue de ordenadores en fábrica

Entran en funcionamiento los generadores de vapor

Llega a fábrica el nuevo grupo ondulador BHS

2003

Comienza su andadura el programa infor-

mático de transporte

Se inicia el ArtiosCAD

Llegan dos troqueladoras nuevas

2004

Se consigue el ISO 14001:2004 Sistema de Gestión Ambiental

2005

Se toma la decisión de pedir los troqueles fuera

Se celebran las primeras “Cartonadas”

2006

Se recibe el Primer Premio de la “Funda-ció d’Indústries Grafiques. Escola Antoni Algueró”

Se inicia la fabricación de palets

Se celebran las “II Cartonadas”

Se inicia el Proyecto ModelPack

2007

Se montan la nueva pegadora Pacific y la nueva cocina de almidón

Se celebran las “III Cartonadas”

En España se llega a los 4.032 millones de metros cuadrados

2008

Se obtiene el OHSAS 18001:2007

Sistemas de gestión de la Seguridad y Salud Laboral

Se instala una nueva troqueladora

Se celebran las “IV Cartonadas”

Se crea el Comité del Centenario

Se falla el premio del logotipo que acom-pañará al Centenario

Se falla el premio de tarjetas de Navidad

2009

Año del Centenario

Se celebran las “V Cartonadas”

232


- “160 años de prensa en Barbastro” UNED de Barbastro.

- “Años de plomo 1931-1950. Historia de la imprenta en la comarca Zara-gozana” de Luis Serrano Pardo.

- “Calahorra 1974”. Guía comercial, industrial y turística.

- “Calahorra Industrial” de José María Solano Antoñanzas.

- “Censura y artes gráficas en Zaragoza” de Josefina Clavería Julián.

- “Comarca de Daroca” del Patronato Provincial de Turismo de Zaragoza.

- “Daroca en el siglo XX” de José Beltrán.

- “El primer año en la vida de Josemaría Escrivá” de Martín Ibarra.

- “Guía Comercial e Industrial de La Rioja, año 1955”.

- “Historia de la Seguridad Social”.

- “La imprenta barbastrense a finales del siglo XIX” de Manuel García Guatas.

- “La Plaza del Mercado a principios del siglo XX” de Martín Ibarra Benlloch, información cedida por la Asociación de Comerciantes de Barbastro.

- “La prensa periódica en la Provincia de Huesca” de Ricardo de Arco y Garay.

- “Tradición periodística en Barabastro” de R. Martí.

- “Un siglo 1903-2003. El Cruzado Aragonés”.

- “Zaragoza en el siglo XX”. Ayuntamiento de Zaragoza. Centro de Historia.

- “Zaragoza y la industrialización, la arquitectura industrial en la comar-ca aragonesa entre 1875-1936” de María Pilar Biel Ibáñez.

- ”El Cruzado se hace centenario” de Ángel Huguet Ascaso.

- ”El fundador del Opus Dei” de A. Vázquez de Prada,

- ”Las Plazas de Barbastro en imágenes 1880-2004” editada por la Asocia-ción de Comerciantes de Barbastro.

- Archivo de la Biblioteca Regional de Madrid. Joaquín Leguina.

- Archivo Ayuntamiento de Barbastro (Rectificación del Padrón 1885 caja nº 8; Matrícula Industrial caja nº 38; registro fiscal de edificios y solares, tomo IV 1897-1905 caja nº 19).

- Archivo de Cartonajes Santorromán S.A.

- Archivo de CAVIFÉS (Antiguo Félix Pico).

- Archivo de de Bobst.

- Archivo de El Cruzado Aragonés.

- Archivo de Emba.

- Archivo de Foto Mas.

- Archivo de Fotografía e Imagen del Alto Aragón, AFIAA.

- Archivo de J. M. Cerrada.

- Archivo de Francisco Molina.

- Archivo de Jagemberg.

- Archivo de la Asociación de Comerciantes de Barbastro.

- Archivo de la Biblioteca Pública Municipal de Barbastro.

- Archivo de la Cámara Oficial de Comercio e Industria de Zarago-za (Censo electoral 1910, 1917, 1920, 1921; Censo de utilidades 1922/23 y 1933).

- Archivo de la Institución Fernando El Católico.

- Archivo de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Barbas-tro (Libro de Bautismos 1902 y 1903).

- Archivo del Centro de Estudios Darocenses.

- Archivo Diocesano de Barbastro.

- Archivo Diputación de la Provincia de Zaragoza.

- Archivo Histórico de Daroca.

- Archivo Histórico Provincial de Huesca.

- Archivo Histórico Provincial de Logroño (Contribución Industrial y de Comercio, año 1934).

- Archivo del Centro de Estudios Darocenses.

- Archivo Histórico Provincial de Zaragoza (Urbanismo, Ex 3279/191; Ex 1969/1923; Ex 2238/1924 y Ex 2980/1929).

- Archivo Municipal de Calahorra (Padrones Contribución Urbana, 1934 a 1973; Padrones e Habitantes, 1935 a 1970; Cédulas Perso-nales 1934 y 1935; Padrones Contribución Industrial 1934 a 1973); Expedientes Urbanismo 1973 y 1997).

- Asociación Española de Fabricantes de Cartón Ondulado, AFCO.

- Boletín Oficial de la Provincia de Zaragoza, junio de 1929, p.1.699; Censo 1918).

- Biblioteca Municipal “Pedro Gutiérrez” de Calahorra,

- Centro de Estudios del Somontano de Barbastro, revista Somontano nº 2 y 3.

- Diario La Rioja, nº 29.497, de 11 de septiembre de 1981.

- Dirección General de la Seguridad Social de Zaragoza.

- Eco de La Rioja. nº 706, del 12 al 18 de septiembre de 1981.

- Eco del Cidacos, de 26 de abril de 1969.

- El Ebro Económico de 24 de diciembre de 1989.

- Federación de Empresarios de La Rioja, FER.

- Foto Nosotros de Barbastro.

- Gran Enciclopedia Aragonesa “Barbastro, historia de la prensa”.

- Guía Provincial de La Rioja 1981-1982”.

- Hemeroteca Diario La Rioja.

- Heraldo de Aragón, nº 2.669, de 6 de mayo de 1904.

- Instituto Nacional de Previsión, oficinas de Calahorra y Logroño.

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- Conversaciones con Mariela Santorromán Saldaña.

- Conversaciones con Ana Almarza Ordoyo.

- Conversaciones con Ángel Abad Calvo.

- Conversaciones con Cristina Muñoz Chamorro.

- Conversaciones con Cruz Lorente Duro.

- Conversaciones con el escritor e investigador Luis Serrano Pardo (Zaragoza).

- Conversaciones con el investigador Bisen d’o Río (Huesca).

- Conversaciones con Emilia Mazo Arpón.

- Conversaciones con Emilio García Solana.

- Conversaciones con Emilio Saldaña Antoñanzas.

- Conversaciones con Encarna González Antoñanzas.

- Conversaciones con Fernando Martínez.

- Conversaciones con Francisca Lorente Abad.

- Conversaciones con Francisco Molina, secretario de la Asociación de Comerciantes de Barbastro.

- Conversaciones con Javier Escribano Mateo.

- Conversaciones con Javier Hita Martínez.

- Conversaciones con Javier Santorromán Saldaña.

- Conversaciones con Jesús Ángel Sánchez Martínez.

- Conversaciones con Jesús Anoz Pérez

- Conversaciones con Jesús Castillo Heras.

- Conversaciones con Jesús Pérez Osma.

- Conversaciones con José Antonio Catalán Anoz.

- Conversaciones con José Manuel Díaz Arregui.

- Conversaciones con Juan José Anoz Gil.

- Conversaciones con Leonardo Muñoz Simón.

- Conversaciones con Leopoldo Santorromán Blázquez.

- Conversaciones con Leopoldo Santorromán Saldaña.

- Conversaciones con los propietarios de Librería Castillón de Barbastro.

- Conversaciones con los propietarios de Gráficas Barbastro.

- Conversaciones con Luis Jesús del Molino (Daroca).

- Conversaciones con Manuel Rojas García.

- Conversaciones con Manuel Segura (Daroca).

- Conversaciones con Miguel Ángel Lorente Delgado.

- Conversaciones con Miguel Ángel Martínez Temprano.

- Conversaciones con Pedro Garay (Daroca).

- Conversaciones con Rafa Laguna Abad.

- Conversaciones con Ricardo Gutiérrez Rica.

- Conversaciones con Rosa Antoñanzas Nieto.

- Conversaciones con José Manuel Esteban de Estesa.

- Conversaciones con Yolanda del Rincón González.

CONVERSACIONES

Este libro, editado con motivo del

Centenario de Cartonajes Santorromán, terminó su impresión el

15 de noviembre de 2009, festividad de San Leopoldo.

En el tiempo en que los árboles tiñen sus hojas con cálidos colores y

el naciente acebo (presagio navideño) comienza a mostrar su intenso

color verde y rojo fruto.

Para su diseño, se han utilizado las tipografías Frutiger y Garamond en sus diferentes versiones,

así como las tipografías Scriptina Regular y Usenet Regular para títulos especiales.

En su impresión, en los talleres de Space Grafic, se ha utilizado papel mate Volumen de 150 gr.,

Creator Natural Mat de 170 grs. y guardas en Amaranto Azul Marino de Coydis de 140 grs. montados en 15 pliegos de 16

páginas, encuadernados en cartoné y cosidos al hilo.

"un siglo y unos comienzos"

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