un poco de kafka

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Un poco de Kafka. Donnet, Paola Franz Kafka, nació el 3 de julio de 1883 en un viejo edificio situado en el límite del ghetto judío de Praga. Es hijo de Hermann Kafka (1852-1931) y Julie Löwy (1855-1934). Su padre regentaba, desde el año anterior, un negocio de mercería que se transformaría en uno de los almacenes más grandes y le daría reputación de ciudadano respetable; era checo, aunque su idioma materno fue el alemán. Julie Löwy había nacido en el seno de una familia germano-israelita, cultivada y rica, fabricante de cerveza. Kafka aprendió el checo, ya que su padre era miembro de la comunidad judía checo hablante y quería que su hijo hablara con fluidez ambos idiomas. Sin embargo, la familia adoptó la cultura y la lengua alemana en la formación de sus hijos ya que de la relación con ellas dependía en buena manera el progreso económico y el reconocimiento social. Kafka también conocía el idioma y la cultura francesa. Algunos de sus autores favoritos fueron Flaubert; Dickens, Cervantes y Goethe. De 1889 a 1893, Kafka asistió a la escuela primaria en Praga y posteriormente a un instituto donde completó su bachillerato en 1901; luego estudió derecho en la Universidad Carlos Fernando de Praga, y obtuvo el doctorado en leyes en 1906. De estudiante tuvo un papel activo en la organización de actividades literarias y sociales; promocionó representaciones para el teatro judeo-alemán, a pesar de los recelos por parte incluso de sus amigos más íntimos, como por ejemplo Max Brod,

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Ensayo breve.

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Page 1: Un Poco de Kafka

Un poco de Kafka.

Donnet, Paola

Franz Kafka, nació el 3 de julio de 1883 en un viejo edificio situado en el límite del ghetto

judío de Praga. Es hijo de Hermann Kafka (1852-1931) y Julie Löwy (1855-1934). Su padre

regentaba, desde el año anterior, un negocio de mercería que se transformaría en uno de los

almacenes más grandes y le daría reputación de ciudadano respetable; era checo, aunque su idioma

materno fue el alemán. Julie Löwy había nacido en el seno de una familia germano-israelita,

cultivada y rica, fabricante de cerveza. Kafka aprendió el checo, ya que su padre era miembro de

la comunidad judía checo hablante y quería que su hijo hablara con fluidez ambos idiomas. Sin

embargo, la familia adoptó la cultura y la lengua alemana en la formación de sus hijos ya que de la

relación con ellas dependía en buena manera el progreso económico y el reconocimiento social.

Kafka también conocía el idioma y la cultura francesa. Algunos de sus autores favoritos fueron

Flaubert; Dickens, Cervantes y Goethe.

De 1889 a 1893, Kafka asistió a la escuela primaria en Praga y posteriormente a un instituto

donde completó su bachillerato en 1901; luego estudió derecho en la Universidad Carlos Fernando

de Praga, y obtuvo el doctorado en leyes en 1906.

De estudiante tuvo un papel activo en la organización de actividades literarias y sociales;

promocionó representaciones para el teatro judeo-alemán, a pesar de los recelos por parte incluso

de sus amigos más íntimos, como por ejemplo Max Brod, quien habitualmente le apoyaba en todo

lo demás. Contrariamente a su temor de ser percibido de manera repulsiva tanto física como

mentalmente, impresionaba a los demás con su aspecto infantil, pulcro y austero, su conducta

tranquila y fría, su gran inteligencia y su particular sentido del humor.

En 1907 ingresó como pasante, no retribuido, en una agencia italiana de seguros de accidentes

laborales; fue entonces cuando comenzó a escribir. Al año siguiente obtuvo un contrato fijo en otra

agencia de dicho ramo. En 1913 escribe y publica Consideración y en 1915 La metamorfosis. En

1917 se le diagnosticó tuberculosis, lo que le obligó a mantener frecuentes períodos de

convalecencia, durante los cuales recibió el apoyo de su familia, en especial de su hermana Ottilie,

con quien tenía mucho en común. En 1919 finaliza los catorce cuentos fantásticos que componen

Un médico rural.

Un tema de gran importancia en su obra es su relación con su padre. Éste era autoritario y no

dejó nunca de menospreciarlo. De ese conflicto y de sus tenaces meditaciones sobre las

"misteriosas misericordias" y las ilimitadas exigencias de la patria potestad, declaró el propio

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Kafka que procedía toda su obra, incluyendo en particular su célebre “Carta al padre”, nunca

publicada en vida.

Su relación tormentosa con varias mujeres fue determinante: con Felice Buer mantuvo una

relación por correspondencia; así como con Milena Jesenskà (escritora, traductora y periodista

checa) a principios de 1920; en 1923 se trasladó a Berlín para distanciarse de la influencia de su

familia y concentrarse en su obra y allí se reunió con Dora Diamant, una joven de 25 años

descendiente de una familia judía ortodoxa quien se convertiría en su compañera.

El estado de salud de Kafka empeoró posteriormente con el avance de la enfermedad. Regresó a

Praga, acudiendo a un sanatorio cerca de Viena para recibir tratamiento. Los problemas físicos le

causaron molestias en la garganta, le dificultaba tragar y le resultaba muy doloroso, de manera que

en sus últimas semanas se alimentó principalmente de líquidos. Murió en el sanatorio el 3 de junio

de 1924 y su cuerpo fue enterrado en Praga el 11 de junio de 1924, en el Nuevo Cementerio Judío.

Kafka sólo publicó algunas historias cortas durante toda su vida (las antes mencionadas) por lo

que su obra pasó prácticamente inadvertida hasta después de su muerte. Con anterioridad a su

fallecimiento, dio instrucciones a su amigo y albacea Max Brod de que destruyera todos sus

manuscritos; Brod hizo caso omiso de esas instrucciones, y supervisó la publicación de la mayor

parte de los escritos que obraban en su poder. La compañera de Kafka, Dora Diamant guardó en

secreto la mayoría de sus últimos escritos, incluyendo 20 cuadernos y 35 cartas, hasta que fueron

confiscados por la Gestapo, en 1933. Actualmente prosigue la búsqueda de los papeles

desaparecidos de Kafka a escala internacional.

Entre las publicaciones póstumas se encuentran: América, novela comenzada en 1912 y

publicada en 1927; El proceso 1925, novela inconclusa así como El Castillo 1922; La edificación

de la Muralla China, relato; Carta al padre (noviembre 1919); Ricardo y Samuel, capítulo de una

novela, escrito en colaboración con Max Brod.

En su obra, a menudo el protagonista se enfrenta a un mundo complejo, que se basa en reglas

desconocidas, las cuales nunca llega a comprender, de allí el adjetivo kafkiano utilizado,

precisamente, para describir situaciones similares.

“El Proceso” es una historia que ha marcado la historia de la literatura contemporánea

precisamente por reflejar los problemas del hombre actual. La novela se divide en dos partes: la

primera, titulada El Proceso, cuenta con diez capítulos titulados; la segunda, Los capítulos

inconclusos, cuenta con cinco capítulos también titulados.

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Considero que una de las lecturas posibles de esta novela es que en ella Kafka parodia a la

justicia hasta el punto de la pérdida total del sentido de la misma. En cada capítulo expone lo

absurdo mediante diferentes cuestiones judiciales algunas de las cuales son:

Irregularidad en el proceso de detención: en el principio el personaje es

sorprendido en su cuarto el día de su cumpleaños por dos vigilantes y un inspector que le

comunican que está detenido, que su carácter es de procesado aunque ellos desconocen lo

referente a su caso; pero al final la detención no es tal porque a K. le permiten continuar

con su vida normal “…está detenido, es cierto, pero eso no le impide en absoluto cumplir

con sus obligaciones profesionales. Por lo demás, no tendrá usted ningún inconveniente

para llevar a cabo su vida normal como hasta ahora”. De manera idéntica, al final del

proceso K. vuelve a ser abordado por dos hombres, el día anterior a su cumpleaños treinta y

uno, en su cuarto y sin explicaciones es conducido por ellos hacia un lugar solitario de la

ciudad pero esta vez las órdenes no eran sólo informar sino terminar con K. y al igual que

al principio, ejecutaron sus órdenes.

Incoherencia en la primera citación: la incoherencia se aprecia en todo, lo citan

un día domingo “Se había optado por el domingo como día de la vista sumarial para no

perturbar las obligaciones profesionales de K”; el lugar es en las oficinas judiciales que

funcionan en altillos de casas de familia; y el modo en que se lleva a cabo el interrogatorio

es totalmente inusual y por personas que parecen no pertenecer al ámbito jurídico. Al final

el interrogatorio termina no siendo tal porque K. renuncia a hacerlo;

Corrupción permanente en todos los niveles del sistema judicial: la corrupción

es constante y continua en toda la obra, la mujer del ujier, por ejemplo, seduce a K.

ofreciéndole ayuda “…el juez me corteja y que, especialmente ahora, en la primera etapa,

el juez debe haberse fijado en mí hace poco, puedo tener mucha influencia sobre él”; un

pintor, retratista de jueces, argumenta poder influir a favor de K. en su proceso “_ La

absolución aparente y la prórroga indefinida_ dijo el pintor_. Usted elige. Ambas se

pueden lograr con mi ayuda, naturalmente no sin esfuerzo” , todos parecen tener

influencias por medio de sus relaciones con funcionarios judiciales;

Los procesados son seres humillados: aunque la mayoría de los que aparecen

como procesados son gente que perteneció a la clase acomodada, el proceso judicial parece

haberles arrebatado la vida sin importar su inocencia o su culpabilidad “A distancias casi

regulares, los litigantes estaban sentados en las dos hileras de bancos que corrían a ambos

lados del corredor…Nunca quedaban del todo derechos, las espaldas estaban encorvadas

y las rodillas dobladas; parecían mendigos de la calle”. Incluso son humillados por sus

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propios abogados defensores, tal es el caso de Block que dormía en un cuarto de servicio de

la casa de su abogado, esperando que lo llamara a cualquier hora para darle alguna noticia

de su causa, “El cliente terminaba por olvidarse del mundo y esperaba arrastrarse hasta el

final del proceso por ese camino erróneo. Eso ya no era un cliente, eso era el perro del

abogado”;

El mundo de los abogados: aconsejado por un tío, K. contrata un abogado defensor

que viejo y enfermo atiende a sus clientes en su lecho y aunque siempre le promete

avances nunca avanza la causa “Según le contaba, él había ganado ya, total o

parcialmente, muchos procesos similares…Naturalmente, decía, toda su experiencia

revertía a favor de K.” Además, los procesados, sólo podían tener un abogado defensor,

así lo aclara Block “Y lo que no se tolera en ninguna circunstancia es tener otros abogados

intrusos junto al abogado propiamente dicho”. Pero cuando de abogados se trata no sólo

existen abogados negligentes sino también inalcanzables como “los grandes abogados” que

“Defienden a algunos, pero no se puede lograr su defensa por propia voluntad, sólo

defienden a los que quieren defender”

Burocracia del sistema judicial: la justicia estaba conformada por infinitas y

desconocidas instancias “La estructura jerárquica de la organización judicial era infinita y

ni siquiera era abarcable para el especialista”, hasta cuyos niveles la mayoría de las

acciones presentadas por los abogados ya no llegaba “El primer escrito se solía

traspapelar o simplemente se extraviaba y, aunque se conservase hasta el final-esto lo

había sabido el abogado por rumores-, apenas se leía”. El abogado generalmente sabía de

la causa tanto como el acusado, o sea nada. Cumplimentaba los procedimientos a sabiendas

de su inutilidad, pues la causa no sólo era inaccesible para los acusados sino incluso para

los abogados “…los escritos judiciales, ante todo el escrito de acusación, eran inaccesibles

para el acusado y la defensa, por consiguiente no se sabía con exactitud a qué se debía

referir, en concreto, el primer escrito, así que sólo podía contener por casualidad algo que

fuera importante para la causa”. Así, hasta el inicio real del proceso dependía de una vieja

costumbre “una señal con una campanilla”;

Imposibilidad de defensa: todo el sistema y su funcionamiento complican la

defensa del acusado, pues para Kafka es claro que la ley está lejos de garantizar derechos al

hombre a tal punto que “En realidad, la ley no permitía una defensa, sólo la toleraba” y

quizá esto explique tanto enredo absurdo que, en última instancia, termina siendo abuso

total de poder. En este orden de cosas se plantea que el procedimiento no era de carácter

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público sino secreto y que la defensa no podía presenciar los interrogatorios por lo tanto

debía deducir información de lo que pudiera decirle el acusado posteriormente;

Tráfico de influencias: en realidad “Lo que en fin de cuentas poseía más valor

eran las buenas y sinceras relaciones personales y, además con los funcionarios

superiores, con lo que sólo se hacía referencia a los funcionarios superiores de los grados

inferiores” y este tráfico de influencias se daba en todos los niveles desde las secretarias

hasta los jueces de menor cuantía que podían contactar a otros de niveles mayores sólo para

obtener alguna información mínima sobre alguna causa;

Supersticiones jurídicas: fuera de toda lógica las supersticiones abundan en el

mundo de los procesados “Una de esas supersticiones es, por ejemplo, que muchos pueden

presagiar el resultado del proceso mirando el rostro del acusado, especialmente por la

forma de los labios” y tienen tal importancia que pueden marcar el rumbo del acusado y/o

de su causa.

Existen infinitos ejemplos de situaciones en las que Kafka parodia a la justicia, las citadas son

tan sólo algunas pero las considero suficientes para demostrar tal parodia.

El derecho reza “Todo acusado es inocente hasta que se pruebe lo contrario” pero en El proceso

se puede deducir exactamente lo contrario “La culpa es siempre indudable”; Kafka condena la

corrupción de la justicia y su permanente servicio al poder de la aristocracia. Y justamente por

conocer él mejor que nadie ese mundo es capaz de crear semejante historia como forma de

denuncia.

K. finalmente muere. Ha sido víctima de un absurdo sistema, del mismo que debía protegerlo…

por eso es genial Kafka porque su literatura sigue tan vigente en estos tiempos que hasta parece ser

argentino, ¿qué escribiría del caso Grassi o de Comagnon?, por ejemplo.

Kafka, (F): “El Proceso”, Colección Malva, Gradifco, Buenos Aires 2007.

Clarín: “Kafka o el peso del mundo”

http://es.wikipedia.org/wiki/Franz_Kafka