un poco de deporte

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También se sabe que ciertos programas de ejercicios físicos son capaces de estimular on- ce zonas cerebrales en pacientes con un dete- rioro cerebral leve, además de mejorar su es- tado cardiovascular, lo que significa que mover nuestro cuerpo no solo favorece a la fuerza y al corazón, sino también al cerebro. Eso tiene sentido si tenemos en cuenta que el sedentarismo, con la edad, produce atero- trombosis, es decir, la obstrucción de los va- sos sanguíneos. «Si se obstruyen los del dedo pequeño del pie, se corta y no pasa nada. Si la obstrucción es el en el corazón o el cerebro las consecuencias son más graves», recordó el médico. Así, el experto afirma que realizar ejercicio físico aeróbico moderado regularmente solo puede traer beneficios. Incluso la gente joven debería tomarse en serio esta afirmación, porque los hábitos que se toman desde niños pueden influir en el futuro, a partir de los 65 años, así que si se quiere tener una vejez salu- dable es importante cuidarse desde el princi- pio. «Si un niño de cinco años sabe que hacer deporte es bueno, ya tenemos mucho ganado. El sedentarismo es el mayor gasto en sanidad. Hay niños con sobrepeso, desnutridos por- que se ponen ‘finos’ a paquetes de esos que están muy buenos pero no aportan nada. Cuando ese niño tenga 50 años dirán ‘era más majo, qué bien cocinaba en el txoko, pero de repente le ha dado un infarto y se ha muerto’. Pues claro, su historia comenzó con 10 años y su arteria carótida ya no podía más». Sin embargo, el ser humano tiende a la co- modidad. «Cuando a un paciente con hiper- tensión leve le dices si prefiere hacer un poco de ejercicio o tomarse una pastilla, elige la pastilla. Reducir la presión arterial un poco con deporte sería suficiente para el 70% de ellos», declaró el experto. Además de ayudar a reducir la hiperten- sión y el colesterol, el deporte mantiene el ce- rebro activo de manera que se puede evitar que los deterioros leves se transformen en demencia senil o Alzheimer. También ayuda con problemas de ansiedad, depresión, estrés e incluso autoestima. Aunque este coloquio se centró en el ejerci- cio, hay otros factores importantes a tener en cuenta en nuestro camino hacia una vida sa- ludable y una vejez mejor: el entrenamiento cognitivo para mejorar la memoria y la aten- ción, programas de nutrición para controlar el peso y el tabaquismo (el riesgo cardiovas- cular más importante, por delante del coles- terol)... «Los fumadores me dicen que el alco- hol también es malo y nunca decimos nada de eso. Es malo en exceso, pero según qué be- bida alcohólica, con moderación tiene benefi- cios. El tabaco no tiene nada bueno. ¿Que te relaja? ¡Pues mira por la ventana lo bonita que es La Concha!», sentenció el doctor. Ejercicio al alcance de todos Todos deberían realizar ejercicio aeróbico pensando en su bienestar actual y del futu- ro, no importa la edad. Para ello es impor- tante que su intensidad sea moderada –no hace falta que sea deporte de competición–, con una frecuencia de todos o casi todos los días de la semana una media hora, y que eli- jamos una actividad que no sea complicada, con cosas que tengamos a mano (podemos poner un torno a nuestra bici y convertirla en estática, pasear a un ritmo rápido, subir y bajar cuestas y escaleras, o, si podemos y queremos, siempre queda el gimnasio). Una intensidad moderada de ejercicio es cuando la frecuencia cardiaca alcanza el 75- 80% de su máximo, es decir, si paseamos a un ritmo en el que nos cueste hablar. Un cál- culo para saber cuál es nuestra frecuencia máxima sería restar a las 220 pulsaciones por minuto nuestra edad. Sin embargo, con los deportistas habituados este sistema no funciona y si quisieran saber su ratio ade- cuado deberían realizarse una prueba con controles profesionales. Cada uno a su nivel, es hora de empezar a cuidarse. Gondra del Río, remero y ciclista además de médico, lo tiene claro: «Es mejor alguien gordito y entrenado que estar como una sílfide y ser sedentario». «Mens sana in corpore sano», dice una de las sátiras de Juve- nal. Ya en la Grecia clásica cui- daban su cuerpo y su mente para vivir mejor. Hoy en día existe un culto al cuerpo, pero sin duda, una de las mayores preocupaciones de la sociedad son las enfermedades cogniti- vas, que afectan sobre todo a las personas mayores. Se pue- de reducir el riesgo de pade- cerlas moviendo los músculos. A ctualmente la esperan- za de vida media de los estados francés y espa- ñol se sitúa por encima de los 81 años, una ci- fra ligeramente mayor que la europea. Estos niveles cada vez son mayores, por lo que se estima que los niños nacidos en en año 2000 podrían llegar a te- ner una esperanza de vida media de 100 años. Sin embargo, igual que se alarga el tiempo de vida a partir de los 65 años au- menta también el riesgo de padecer alguna de las enfermedades habituales de los mayo- res, según explicó ayer el profesor de medici- na Juan Gondra del Río en su intervención en el curso de la UPV “Cerebro activo y bien ali- mentado”, impartido en el palacio Miramar de Donostia. «Eso de llevar una vida saludable está muy de moda ahora, pero esto que os voy a contar lo dijo Lester Breslow hace mucho tiempo», dijo haciendo referencia al físico norteameri- cano que falleció en 2012 a los 97 años de edad. «Para llevar una buena vida él aconseja- ba hacer ejercicio, mejorar la dieta, dejar de fumar, dormir 7-8 horas, tomar desayuno, te- ner un peso moderado y beber moderada- mente». Estudios afirman que el 77% de las perso- nas mayores de 65 años que son sedentarias tienen una o más enfermedades crónicas, que no causan la muerte inmediatamente, pero que dificultan la vida. «El aumento de la esperanza de vida es algo que preocupa. To- dos queremos vivir, pero, ¿cómo?», subrayó el doctor Gondra haciendo referencia a di- chas enfermedades crónicas, como el coleste- rol, la diabetes o la hipertensión. Todas ellas pueden prevenirse llevando unas pautas sencillas, aunque no parecen tan sencillas en nuestro ritmo de vida habitual en el que el sedentarismo y la mala alimenta- ción son la regla. Según otro estudio realiza- do con adultos de mediana edad no sedenta- rios, las posibilidades de sufrir un infarto se reducían en un 50%. Del mismo modo, en otra investigación realizada con 1.400 perso- nas no fumadoras y no sedentarias solo 12 su- frieron infartos, lo que se traduce en un 80% menos de riesgo. UN POCO DE DEPORTE PARA TENER UN CEREBRO SANO Y JOVEN EN LA VEJEZ El 40% de deterioro cerebral leve puede ser Alzheimer en tan solo cuatro años. El ejercicio físico moderado regular combinado con la rehabilitación cognitiva puede frenar el daño ya causado y evitar que vaya a más. POJOSLAW | THINKSTOCK REPORTAJE ••• Nagore BELASTEGI SECCIÓN: E.G.M.: O.J.D.: FRECUENCIA: ÁREA: TARIFA: PÁGINAS: PAÍS: EUSKAL HERRIA 85000 Diario 896 CM² - 80% 3760 € 15 España 26 Agosto, 2014

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Page 1: Un poco de deporte

Euskal HerriaGARA 2014 8 26 asteartea 15

También se sabe que ciertos programas deejercicios físicos son capaces de estimular on-ce zonas cerebrales en pacientes con un dete-rioro cerebral leve, además de mejorar su es-tado cardiovascular, lo que significa quemover nuestro cuerpo no solo favorece a lafuerza y al corazón, sino también al cerebro.Eso tiene sentido si tenemos en cuenta que elsedentarismo, con la edad, produce atero-trombosis, es decir, la obstrucción de los va-sos sanguíneos. «Si se obstruyen los del dedopequeño del pie, se corta y no pasa nada. Si laobstrucción es el en el corazón o el cerebro lasconsecuencias son más graves», recordó elmédico.

Así, el experto afirma que realizar ejerciciofísico aeróbico moderado regularmente solopuede traer beneficios. Incluso la gente jovendebería tomarse en serio esta afirmación,porque los hábitos que se toman desde niñospueden influir en el futuro, a partir de los 65años, así que si se quiere tener una vejez salu-dable es importante cuidarse desde el princi-pio. «Si un niño de cinco años sabe que hacerdeporte es bueno, ya tenemos mucho ganado.El sedentarismo es el mayor gasto en sanidad.Hay niños con sobrepeso, desnutridos por-que se ponen ‘finos’ a paquetes de esos queestán muy buenos pero no aportan nada.Cuando ese niño tenga 50 años dirán ‘era másmajo, qué bien cocinaba en el txoko, pero derepente le ha dado un infarto y se ha muerto’.Pues claro, su historia comenzó con 10 años ysu arteria carótida ya no podía más».

Sin embargo, el ser humano tiende a la co-modidad. «Cuando a un paciente con hiper-tensión leve le dices si prefiere hacer un pocode ejercicio o tomarse una pastilla, elige lapastilla. Reducir la presión arterial un pococon deporte sería suficiente para el 70% deellos», declaró el experto.

Además de ayudar a reducir la hiperten-sión y el colesterol, el deporte mantiene el ce-rebro activo de manera que se puede evitarque los deterioros leves se transformen endemencia senil o Alzheimer. También ayudacon problemas de ansiedad, depresión, estrés

e incluso autoestima. Aunque este coloquio se centró en el ejerci-

cio, hay otros factores importantes a tener encuenta en nuestro camino hacia una vida sa-ludable y una vejez mejor: el entrenamientocognitivo para mejorar la memoria y la aten-ción, programas de nutrición para controlarel peso y el tabaquismo (el riesgo cardiovas-cular más importante, por delante del coles-terol)... «Los fumadores me dicen que el alco-hol también es malo y nunca decimos nadade eso. Es malo en exceso, pero según qué be-bida alcohólica, con moderación tiene benefi-cios. El tabaco no tiene nada bueno. ¿Que terelaja? ¡Pues mira por la ventana lo bonitaque es La Concha!», sentenció el doctor.

Ejercicio al alcance de todos

Todos deberían realizar ejercicio aeróbicopensando en su bienestar actual y del futu-ro, no importa la edad. Para ello es impor-tante que su intensidad sea moderada –nohace falta que sea deporte de competición–,con una frecuencia de todos o casi todos losdías de la semana una media hora, y que eli-jamos una actividad que no sea complicada,con cosas que tengamos a mano (podemosponer un torno a nuestra bici y convertirlaen estática, pasear a un ritmo rápido, subir ybajar cuestas y escaleras, o, si podemos yqueremos, siempre queda el gimnasio).

Una intensidad moderada de ejercicio escuando la frecuencia cardiaca alcanza el 75-80% de su máximo, es decir, si paseamos aun ritmo en el que nos cueste hablar. Un cál-culo para saber cuál es nuestra frecuenciamáxima sería restar a las 220 pulsacionespor minuto nuestra edad. Sin embargo, conlos deportistas habituados este sistema nofunciona y si quisieran saber su ratio ade-cuado deberían realizarse una prueba concontroles profesionales.

Cada uno a su nivel, es hora de empezar acuidarse. Gondra del Río, remero y ciclistaademás de médico, lo tiene claro: «Es mejoralguien gordito y entrenado que estar comouna sílfide y ser sedentario».

«Mens sana in corpore sano»,dice una de las sátiras de Juve-nal. Ya en la Grecia clásica cui-daban su cuerpo y su mentepara vivir mejor. Hoy en díaexiste un culto al cuerpo, perosin duda, una de las mayorespreocupaciones de la sociedadson las enfermedades cogniti-vas, que afectan sobre todo alas personas mayores. Se pue-de reducir el riesgo de pade-cerlas moviendo los músculos.

Actualmente la esperan-za de vida media de losestados francés y espa-ñol se sitúa por encimade los 81 años, una ci-fra ligeramente mayorque la europea. Estosniveles cada vez son

mayores, por lo que se estima que los niñosnacidos en en año 2000 podrían llegar a te-ner una esperanza de vida media de 100años. Sin embargo, igual que se alarga eltiempo de vida a partir de los 65 años au-menta también el riesgo de padecer algunade las enfermedades habituales de los mayo-res, según explicó ayer el profesor de medici-na Juan Gondra del Río en su intervención enel curso de la UPV “Cerebro activo y bien ali-mentado”, impartido en el palacio Miramarde Donostia.

«Eso de llevar una vida saludable está muyde moda ahora, pero esto que os voy a contarlo dijo Lester Breslow hace mucho tiempo»,dijo haciendo referencia al físico norteameri-cano que falleció en 2012 a los 97 años deedad. «Para llevar una buena vida él aconseja-ba hacer ejercicio, mejorar la dieta, dejar defumar, dormir 7-8 horas, tomar desayuno, te-ner un peso moderado y beber moderada-mente».

Estudios afirman que el 77% de las perso-nas mayores de 65 años que son sedentariastienen una o más enfermedades crónicas,que no causan la muerte inmediatamente,pero que dificultan la vida. «El aumento de laesperanza de vida es algo que preocupa. To-dos queremos vivir, pero, ¿cómo?», subrayóel doctor Gondra haciendo referencia a di-chas enfermedades crónicas, como el coleste-rol, la diabetes o la hipertensión.

Todas ellas pueden prevenirse llevandounas pautas sencillas, aunque no parecen tansencillas en nuestro ritmo de vida habitualen el que el sedentarismo y la mala alimenta-ción son la regla. Según otro estudio realiza-do con adultos de mediana edad no sedenta-rios, las posibilidades de sufrir un infarto sereducían en un 50%. Del mismo modo, enotra investigación realizada con 1.400 perso-nas no fumadoras y no sedentarias solo 12 su-frieron infartos, lo que se traduce en un 80%menos de riesgo.

UN POCO DE DEPORTE PARATENER UN CEREBRO SANO Y JOVEN EN LA VEJEZ

El 40% de deteriorocerebral leve puede serAlzheimer en tan solocuatro años. El ejerciciofísico moderadoregular combinado conla rehabilitacióncognitiva puede frenarel daño ya causado yevitar que vaya a más. POJOSLAW | THINKSTOCK

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