LEAN A VIOLE

Omar Viole puede venir a leerse con la muda voz de un terco y persistente moralista cnico-picaresco, aparentado con el cuentapropismo nischeano de caf, el universal y clandestino cristianismo del desprecio, y el acriollado alegato crnico del dadasmo-showman. En algo, en alguna interseccin, parece tocar alguna cuerda que llega a Discepoln, o para el caso, a la moral privada genrica de la clase media argentina de cuna inmigratoria versionada por un self made man de la vida y las letras, parresiasts clasemediero, guaso ilustrado y distinguido. Pero es un cnico, un aristcrata con olor, un seor estragado por la punibilidad de la desublimacin lo sucio y lo feo. Llama la atencin su sintaxis. Llama ms la atencin sabiendo que es un escritor de los aos 30 porque ms parece en algunas y ciertas cosas- una sintaxis contempornea. Sobre todo por la velocidad y el desapego a las formas de construccin que se estiman ms o menos correctas o decorosas. Hace que se piense en un tipeador velocista. Uno puede creerlo, si lo lee suelto de referencias, uno de esos escritores sin pblico de estas fechas, un bloguero de esos de pocos seguidores, de esos que sobreviven fuera del canon sui generis de la blogosfera literaria made in Buenos Aires, sentado a escribir en una jerga prerroquera, lenguaraz y blasfema pero anacrnica. Pero Viole no escribe ahora. Escribi hace ms de medio siglo, o casi un siglo. Suena a ya aunque suena a bruto. Bruto en el sentido de todo aquello que se organiza con desconocimiento o desatencin, mejor dicho ajeno, al elemento sintctico, lxico, temtico, estructurado para reflejar los rboles genealgicos de influencias en boga, como si alguien pudiera escribir ahora, libre como un asceta suburbano, sin haber sido tocado por la lengua de los airanos, de los punk-peronistas, o por el orbe jergal de los medios masivos y de la prensa cultural.

Cuesta creer que alguien pudiera escribir tan bien o en todo caso tan mal por aquel entonces. Porque parece no haber sido punteado por ninguna de las modas de ese tiempo pretrito, ni las formas sentimentales sencillistas y arcaizantes de los escritores de izquierda tipo Claridad o Los Pensadores, ni los distintos cargoseos semibarrocos o ineptitudes experimentales de diversa ndole de los martinfierristas y sus derivados. De tan legible se vuelve obstinadamente ilegible la prosa de Viole cada dos por tres. Sus imgenes, metforas, analogas y asociaciones derrapan por un surrealismo unipersonal y grotesco, que no se parece en nada a ningn surrealismo sino a la maquinita de diseo personal de un Voltaire diogenesiano o un Digenes volteriano lanzado a zampar a la Rabelais pero en el mundo impasible de despus de las vanguardias. Una especie de tica, o tica escritural, de autodesinhibicin (del otro). Hoy Viole no entra pero tampoco entrara al parnaso de las literaturas serias sea el de los que slo pueden ser ledos por los estudiantes y profesores de las carreras nacionales de Letras, o sea el de esos estudiantes de letras que, tenindose todo eso sabido, se imaginan ledos por intangibles lectores meditico-de la calle, parecidos a los personajes que dibujan en sus ficciones o que creen ellos mismo ser. Sin embargo podra ser enormemente ledo, porque su sistema de desenmascaramiento y querella, desmentido shock y desprecio, tiene la propiedad de la poca y lectores seguros. Viole es un humorista piadoso sarcstico e ilustrado que por su brutalidad nunca hubiera sido recibido por los brindis tipo Martn Fierro, y por su sofisticacin impopulista, y trfico ilegal de verdades a granel ungidas como trompadas Viole fue peleador callejero, performer viandante y eventual luchador de catch, nunca hubiera entrado a una radio. A diferencia de Barn Biza un dandi maldito extemporneo Viole no putea a su lector sino a casi todos los tipos sociales probablemente existentes. Cmo alguien poda escribir tan bien?

O sea tan mal? . Aparentemente llano, en su prosa, y en su filosofa de protesta un materialista circense entre perruno y estoico, un positivista desclasado su vis incorregible se zambulle en un pastiche semntico esperpntico y genial y alguien se queda pensando en que Arlt Oliverio y Macedonio eran tres escritores que atrasaban, que le iban a la zaga. Viole, como la infinita lista de escritores y filsofos de todo tiempo (ni citar a Platn y Deleuze), escribe como mdico reparar incluso en su lxico cientfico biolgico y mdico, con la salvedad de que fue veterinario, y veterinario de humanos.

2/12/10

VIOLE, EL CEREBRO, Y EL MSCULO Si se trata de un escribir excretorio e informe, de la impostura espontnea, o peor: si se trata de las escrituras del yo, bien: Omar Viole presenta un concreto antecedente. No hay tema en sus libros que no termine intervenido, peor: usurpado, por su escritura egotista, as se proponga versionar el ultrasmo de Girondo y los martinfierristas o denunciar un plagio realizado en el Congreso por un diputado de la Nacin, el discurso violeano termina doblndose hacia la puesta en escena cirquera de una subjetividad autobiogrfica. En todo el Yo acuso de Viole el sujeto acaba imponindose al predicado, el escrache pblico compulsivo, la condena perpetua a medio pas y media humanidad se montan en ese incurable show del yo. Pero Viole, por una serie diversa y considerable de motivos, no es Gombrowicz, aquella iguana eslava que se propiciaba como conde. Como cnico, y puesto intilmente a compararlo, aquel polaco era un lascivo glido, aptico y seorito, en cambio Viole es un moralista coprollico, un catcher pequeo-burgus, un denuncista plebeyo, un heterosexual cuyo desvo no era Retiro sino el desmentido del Mundo (Habr que hacerlo ingresar a la molesta terna o elenco de los desacreditadores del Mundo nacionales apuntados por Vias en su momento?). No se puede esperar de Viole una formulacin como aquella clsica de Witoldo con la que comienza su diario de 1957: Lunes. Yo. Martes. Yo. Mircoles. Yo Viole se la pasa reconstruyendo sus cimientos argumentativos para excusarse de su anotarlo as: cuerpismo yoico (espiritualista) va ideales nobles, va principios universales. Viole se dice (cito) pregonero de m mismo pero empresario de su finalidad social. (Es raro pero Gombrowicz era un cultor de la forma y a la vez un cnico. Una especie, ergo, de cnico manierista. En realidad era un terico de la forma, y alguien que as como Platn se dedic a delatar el presidio en la tumba del alma llamada cuerpo se consagr a denunciar la condena a la forma, y prefiri a despotricar sobre lo odioso de esa circunstancia,

declamar su goce morboso. Un cnico afeminado. Soez moderado; pero lbrico.) Cualquiera va a aceptar que lo mejor de Viole est en sus libros de los aos 30, que hacen de acompaamiento textual y programtico de sus acciones y happenigs por las cuales algunos hoy lo ubican con ms razones que a Fernndez Girondo o Xul como un performer protoditelista, como un precursor bruto de Greco o el arte de accin. Adems de la vida (en el sentido surrealista aunque para el caso Viole es un efecto del llamado vitalismo) o la calle (en el macedoniano de sacar la novela a la calle) el paratexto es la trinchera violeana por excelencia, prlogos, prrafos, apostillas firmadas, hacen cuerpo con sus acciones pblicas, el sistema de ttulos de sus libros, y la genialidad en varios de los dibujos y tipografas de sus portadas. Con este prembulo est todo dado para que se vaya al texto en busca de la decepcin. Pero no siempre ocurre. Quiz la mayor obra de Viole sean sus ttulos, en sentido estricto. La retahla de ttulos de la lista factible de sus obras, muchas de ellas probablemente perdidas para siempre, o inhallables. Por ejemplo la pieza DEL MISMO AUTOR que sigue a la dedicatoria en los albores de El Plagio en el Parlamento Argentino de 1937, resulta en cierta forma insuperable: con un documento as, en la antesala que llamamos paratexto, cmo satisfacer la expectativa con lo que sigue, el texto? Los gneros dentro de los que opera se establecen en esos listados de ttulos previos o posteriores a los textos: versos (No pisars mi sombra, Alambres de yeso), versos tagoreanos (Omar), narraciones (Escritos y cuentos pamperos), estudios tcnicos (Mapa pomolgico de la Repblica Argentina, Tuberculosis bovina, Biologa sentimental, Anafilaxis de fantasmas, Buenos Aires se envenena!, La guerra bacteriolgica o el exterminio de la humanidad por infecciones, Psiquismo y deficiencias cardiovasculares en los intelectuales), ensayo (Mi disconformismo filosfico, La distancia entre el Ser y el Yo, Jos Enrique Rod, La agona del derecho), historia (Minucias en que perda el tiempo el Cabildo de Crdoba), historia colonial (Las primeras experimentaciones de gentica vegetal en la poca del virrey Cisneros), ensayo sobre psicologa (Psicologa de los que

van al cine), literatura (Cmo vienen al mundo las palabras, El silencio de Dios, El dolor de las imgenes), biografas (Cien cabezas que se usan), historia tcnica (Inspecciones de carne en la poca del virrey Sobremonte), poemas msticos (La estatura de la Sed), pieza teatral (Cristbal Coln de origen lutico), pensamientos (Vidrio molido),y finalmente los llamados panfletos (Mensaje a los desventurados que me conocieron como idiota, El hombre que se depil la ingle, A usted le sale sangre, Lo que opina la vaca de Buenos Aires, El ltimo mulato, Veronal o la vaca que tomaba cocana, La camiseta del jefe de polica, Jess en una casa de departamentos, La caligrafa de los juanetes en la arena de Mar del Plata, Cabalgando en un silbido, El ojo que no tuvo paisajes). Como se ve, se trata de un verdadero polgrafo. Sin embargo y desconociendo el valor especfico de sus estudios tcnicos o aportes histricos el gnero donde despunta el arte violeano es el que llama panfletos, donde ms hay que buscar la literatura (o anti) de Viole y no en su literatura. El panfleto en Viole es como la novela en Fernndez: un campo organo y barbecho de llenado indiscriminado y librrimo. Aunque, mal que pese, la grandeza de Viole no est simplemente en su gracia sea el don enrarecido y fluido de su prosa o las fronteras antojadizas de su episteme all uso nostro, sino en sus fallidos, estn en su desquiciado diletantismo filosfico, sus versos autobiogrficos, su cruza del martinfierrismo radical con la paremiologa a lo Rochenfoucault, o la mezcla indigesta que fuere. Cualquiera que de por sentadas ms o menos las condiciones de legibilidad dentro del circuito cerrado de la literatura de esta poca va a poder aceptar que el fuerte de este autor est en la potencia de continuo que tiene su prosa, sobre todo cuando se vuelve a las peripecias del yo biogrfico combinadas con la retrica de la execracin, las cartas las acuarelas o vietas como extensin mnima, y los captulos como extensin mxima donde todo objeto de discurso se termina replegando en el mismo gesto del narrador como showman. De igual forma ese cualquiera va a aceptar que lo ms flojo de este autor est en su excesiva perseverancia asertrica y bastante ingenua en acumular aforismos y sermones. El Hombre que se Depil la Ingle merecera ser vuelto a publicar ntegramente y con urgencia.

Mi Disconformismo Filosfico debera tirrsele por la cabeza a la gran morralla que compone la familia filosfica argentina, estril, burcrata y desvivida por el principio de autoridad y el statu quo. Y por lo menos una o dos antologas con lo mejor y algo de lo peor de Omar Viole deberan rescatarlo de su ostracismo en la Biblioteca Nacional y mercadolibre.com.ar. La tentacin de subrayar a Viole es grande, pero la argumentacin a base de ejemplos es una pobreza que sirve de aliento a los citadores felices de ensimo grado y cuarta mano y lleva a reducir a un autor a un par de efectos, efectistas, pero no siempre gratos a su memoria. Ah est el texto con sus momentos notables y sus recodos para al tedio. Las mejores mximas o apelaciones violescas no salen tanto de sus aforismos sino de la extensin de su prosa en largo. La inspiracin de Viole est en saber conducir as, peligrosamente, la nave loca de su escritura perseverante, ansiosa. Antes de subir al Luna Park en 1935 para combatir en una lucha de catch con un ruso, lo propuso: Quiero demostrar que el cerebro no est reido con el msculo. Evidentemente Viole fue mucho ms all del cross en la mandbula o de codear fuera a Kant. Y caro lo pag. Hacer pensar al msculo tiene su precio. Obligarse a pensar tambin fuera del cerebro incluyendo al msculo es un gesto temerario para un intelectual argentino y el costo est a la vista. Viole es una patada en los huevos (o donde los debera haber) del sistema literario argentino. Se entiende que no figure en ningn lado.

17/5/11

SER SABIO PERO NO EVIDENCIARLO LOS OJOS PBLICOS (Omar Viole y la Universidad Sin Techo en Crdoba)

Que yo sepa, jams se ha fundado un

proyecto de Universidad contra la razn Derrida

1

Entre los pocos que no olvidan a la fecha a Omar Viole vegeta una pgina dedicada al monumento del arte de accin en la Argentina (http://www.vivodito.org.ar), que se dedica a componer los anales de la performance en el pas, comenzando con French y Berutti y siguiendo con Macedonio Fernndez Oliverio Girondo y el susodicho, que aparecen como accidentales formas protoplasmticas de Alberto Greco y el Di Tella. El mismo Viole detalla sus actividades de performer en bruto con ms minuciosidad y amplitud en El Hombre de la Vaca, de 1957. En el prlogo a Mi Disconformismo Filosfico, el maravilloso libro por el cual Viole debera entrar tambin en la historia de lo que tampoco existi nunca (la filosofa en la Argentina) (dnde?), relata las peripecias de la fundacin de la Universidad Sin Techo que l mismo llev a cabo en Crdoba capital probablemente por los aos 30.

Cuando inaugur la UNIVERSIDAD AL AIRE LIBRE, en la ciudad de Crdoba, los trminos de la simpata se opusieron de una manera por dems malvola. Ya no era la clasificacin cordial de loco lindo, como en este pas de irresponsables e insolventes se entrega a los que no concuerdan con las ideas generales de una colectividad. Las personas de mi relacin, los estudiantes, los profesores de la Universidad que yo mordazmente llamaba con techo, el vulgo; se haba entusiasmando con la idea de que yo era un neurpata, aquejado de alguna les no tratada.

2 A continuacin se sigue una nota aparecida en el diario de uno de los pocos personajes argentinos a los que les perdona la vida y hasta admira

(ver Cien Cabezas que se Usan, semblanzas biogrficas de notos e ignotos), en Crtica de Natalio Botana:

VA A INANUGURAR UNA UNIVERSIDAD AL AIRE. Como Scrates, su primer curso, lo dar en una plaza pblica. El sbado, a las 16 horas, Omar Viole, autor de ms de veinte libros insolentes y personalsimos, inaugura en la plaza San Martn su primer curso de la Universidad popular, de la que es fundador, rector y profesorado. Es de imaginarse el revuelo que ha levantado en la ciudad el solo hecho del anuncio de esta Universidad al aire libre, en la que se otorgan ttulos de Ingeniero de sonidos, arquitecto de escndalos y doctor Depravatius causas. Y lo trgico es que Omar Viole ha creado una atmsfera. En la gente joven, especialmente, ha encontrado la acogida a su empresa de intracultura. O sea, ser sabio, pero no evidenciarlo a los ojos pblicos. Porque lo singular de la prdica del autor de Jess en una casa de departamentos es que predica el estudio como la nica forma de documentarse personalmente ante el posible engao. Vale decir, que hace cultura, pero para adentro. Brega por la conquista del hombre y de su espritu, porque Viole dice que el ciudadano, jurdicamente juzgado, ya no se pertenece. Ha desaparecido! Este regreso de la civilizacin hacia la selva, que tenazmente incita este escandaloso escritor, tiene, con distintas faces [sic], grandes similitudes con muchos pensadores europeos. Con Omar Viole ocurre una singularsima circunstancia. Crdoba le permite sus escndalos porque lo conoce en todas sus variadas faces [sic]. Aspecto que l mismo coquetea en denunciar y ampliar, porque en el interior hay un alma soadora y creadora de sugestiones. En escultura y en pintura, sin ser academista, ha movilizado problemas de innegable inters esttico. Viole es el nico poltico que trat en el programa de su partido Pan, la poltica filosofa de la raza. Ante la apata de algunos diarios locales en difundir su programa, Omar Viole ha anunciado sus cursos con el disparo de veinte bombas, pues entiende que se le debe or. A nadie se le ocurre viajar en carreta. As lo estima este escritor, y no vacila en sobreponerse y franquear el estancamiento mental que disfrutan los ciudadanos de un pueblo. De cualquier manera juzgado, Viole es un nuevo problema en nuestra cultura, que viene enfermando a la academia.

El autor lo cuenta as:

Semanalmente llevaba la vaca a la plaza, y daba mis conferencias. A los asistentes les entregaba un rumboso ttulo, que en nada se diferenciaba de los entregados en la Universidad con techo. As, previa consideracin, que publicaba en una revista titulada Urotropina, dbamos los nombres de los legisladores y los ciudadanos ms negados, de la burocracia, que soportaban el ttulo de doctores, ingenieros o arquitectos. Y lo que fue acogido como una histrionada pintoresca, al poco tiempo era dramtico. El mercado de los Universitarios se vino abajo! Cuando se saludaba en la calle, adis, Ingeniero, simultneamente se interrogaba: De qu Universidad es aquel ingeniero? De la sin techo o de la con techo?

3 Viole acto seguido es atacado por el rector de la Universidad Techada:

La locura, en cualesquiera de sus formas, afecta, globalmente, todas las funciones psquicas y motoras. La grotesca semblanza en la que el Rector de la Universidad con techo efectuaba para presentarme como un alienado, por mi Rectorado de la Universidad al aire libre, tiene gran similitud a la teora desarrollada por los enemigos, para darnos la idea del degenerado que era Nietzsche al asegurarnos la existencia del superhombre.

4 No hay libro de Omar Viole que no done prrafos extensos al arte de narrar la condena al ridculo e incomprensin a la que fue sometido por su pblico, la sociedad: Sindicado de anarquista cuando slo soy un poeta, me he envuelto en toda clase de murmuraciones y dificultades. En la vida econmica, cientfica, poltica e intelectual he sufrido al detalle la desmonetizacin arbitraria. En el dominio de la stira y la irona he podido atenuar la lucha. Sometido voluntario al panfleto, para que en el terreno de los contrastes se robustezcan los elementos del equilibrio social mal o bien, he financiado mi derrota, ante los que no quieren comprender, que no hay esfuerzo estril cuando se pone al servicio del hombre. Como dice Viole que ha dedicado todos sus libros al culto de s, la defensa quejosa de su inmolacin pblica, y a excusar sus payasadas geniales por fines y principios bienhechores los actos satricos tienen un plan de trabajo con contenido social y finalidad humana. Ahora bien: El que tenga vocacin a

la filosofa deber inventarse muchos vicios para combatir la hipocresa cultural.

5

La Universidad al aire libre, que yo inaugur en la ciudad de Crdoba, no tena otro objeto que el de efectuar un replanteo de la especulacin filosfica en un medio que, por su evidente cultura, est facultado para ser laboratorio de la actitud espiritual de un escritor que medita y quiere sacar experiencia para la formacin de su personalidad. Si yo tom a los habitantes de esa ciudad de chanchitos de la india ha sido para que estos apuntes tengan la honradez de un proceso observado con rigurosidad.

A la graciosa obvia e irrefutable crtica al principio de autoridad que estableci Fernndez en sus Cuadernos de Todo y Nada bajo la paradoja del primer diplomado, podramos sumar esta impugnacin operativa con caractersticas similares, si no a la raison dtre de la corporacin universitaria en el mundo, al menos a la metdica imbecilizacin pedaggica caracterstica en los claustros nacionales: Lo que est en los libros no es necesario ensearlo. Con recomendar al autor y la librera donde se vende, se soluciona la severa labor de los acadmicos.

15/3/11

MI PRECURSOR OMAR VIOLE (Curso por correspondencia: Mi Disconformismo Filosfico: Introduccin)

1 El que alcanza a ser filsofo desaparece!. Basta solamente esa frase para hacer ingresar a Omar Viole al paraso inubicable de la filosofa argentina invisible. Como hacan los filsofos de la antigedad hizo Omar Viole: intentaba delimitar qu es un filsofo o bien quin es un filsofo. Qu hace. El planteo no se corresponde con prescribir qu es la filosofa, sino con descubrir primero que nada quines de los que andan por ah pueden ser sealados con ese abrupto calificativo. Se trata de Mi Disconformismo Filosfico, uno de sus libros que ms llaman a volver a ser publicados para poder lanzarlo por la cabeza de la plebe exquisita que compone la gran familia filosfica argentina. Por lo que parece, el nico que pone su objetivo exclusivamente en la filosofa, aunque ese objetivo en manos de Viole se vuelva irreconocible. Se sigue ahora un repaso que por nada del mundo viene a ocupar la vacante del resumen con comentario anexo y plusvala crtico-comprensiva. Hay que hacerle honor me parece, ya que llama (en El Hombre de la Vaca 1957) filatelistas de las ideas ajenas a quienes cultivan este tipo de mana perseguidora. No sea que alguien quiera sustituir la lectura de este libro casi enteramente inubicable por los pargrafos que se avecinan por ac. Atenazado en cuadritos sinpticos de pizarrn el sistema express de la filosofa violeana pierde su gracia, una narrativa rocambolesca y estrafalaria de la argumentacin. Lo que aqu falta est en los textos. YO NO RECITO LA SABIDURA DE NADIE! EXPLICO LA MA!. Y en el prlogo sienta esa verdad tan evidente por todos sabida que llevara a la indigencia a medio pas filosfico y al recreo perpetuo a la academia argentina: Lo que est en los libros no es necesario ensearlo. Con recomendar al autor y la librera donde se vende, se soluciona la severa labor de los acadmicos. Hagamos un recitado que no lo desmerezca del todo, ya que no quedan libros suyos en ninguna librera del mundo, para que el imposible lector se

entretenga hasta que pueda llegarse a la Biblioteca Nacional o para que se confirme en su silla giratoria.

2 Si bien este libro no es el de sus mejores ttulos, conviene repasar el ndice: Prlogo. Primera parte: 1-Lo que es el filsofo. 2-El mundo y el hombre moderno. 3-La felicidad no existe. 4-Las sensaciones de la sociedad. 5-El dolor de la filosofa. 6-La ciencia no existe. 7-El hombre no existe. 8-No existen razas. 9-La moral como utopa social. 10-El arte como consagracin de errores. 11-Las matemticas. 12-No hay razas! 13-El valor de los mitos en la filosofa pura. 14-La ley de contrastes en la filosofa. 15-La iglesia no molesta al filsofo. 16-El error de las religiones. 17-Porqu al filsofo no le interesa el engao. 18-El loco no existe. 19-El presente no existe. 20-Localizaciones no filosficas. 21-La pasin por la gloria ante la filosofa. 22-La eternidad dentro del hombre. 23-No hay muertos. Segunda parte: 24-El temperamento filosfico y la difusin de ideas filosficas. 25-La imaginacin en la filosofa. 26-La incineracin del filsofo. 27-La distancia en la filosofa. 28-Apndice de la segunda parte. Tercera parte: 29-La desmovilizacin filosfica. 30-Violeanas. (La numeracin es nuestra, como esos subrayados que nunca se alcanzan). (Al ndice le falta un captulo, pgina 39: Ni la mampostera ni el maquinismo son progreso.) Se comprende que sea la desaparicin la caracterstica saliente de ese herosmo filosfico. Curiosamente Viole, siempre estrafalariamente cristiano, considera que fue el cristianismo en la suavidad de su potencia filosfica el que llev al hombre a la desaparicin de s mismo. El que alcanza a ser filsofo desaparece porque el meditar es vivir en la lejana. Viole no postula el inexistencialismo como forma universal sino su sucedneo emprico: el filsofo desaparece pero existe, aunque incomprobablemente, debido a su lejana.

Qu son las tentaciones de la carne ante las tentaciones del misterio? El filsofo se encorva ante el misterio. Aprende a cuidar de su carne, para que le sea permitido escudriar el carcter de la mquina de su inteligencia y de la duracin de ese resorte mental,

que le ha conferido el conjunto ms amplio de comprobaciones espirituales.

3 Viole establece tambin las caractersticas del no-filsofo. El no-filsofo tiene que ceder al medio. El filsofo no cede al medio!. El filsofo no sufre cuando est al margen de toda orga coetnea. El filsofo no puede mentir. Dice su verdad! En el peor de los casos, puede diferenciarse de las otras. Mas esto no probara que est engaado! Para el filsofo no hay razas. La iglesia no molesta al filsofo. Todas las religiones son insolentes y atrevidas. La moral bblica es la religin de la eternidad. No hay acto inmoral, todo es moral y debe aceptarse la moral que ms se acerque a las combinaciones animales. Como hay tantas escuelas como deformaciones mentales desmovilizar la escena en que los pseudos genios citan los ejemplos de su posesin definitiva, no es tarea del filsofo, ni su labor que sera cndida estara compensada con la comprensin. Un estado puede con un decreto derrumbar una escuela de siglos. Vase la fragilidad de las escuelas

4 El inexistencialismo en Macedonio Fernndez era un dadasmo de sonrisa bdica, tenda al relax del yogui a la altura de la malicia socrtica y al amortiguamiento nervioso epicreo. Organizaba un sistema de denuncia gnoseolgica, rotulaba serialmente, y trabajaba un enumerativismo conminatorio que acumulaba negaciones de existencia: la Metafsica, que era crtica del conocimiento como la cantiana pero de concatenacin surrealista: un automatismo escritural que imantaba compulsivamente objetos sublimes de la historia del conocimiento y los expela con su mquina selladora que indicaba PAGADOS, esto es: verbalismos sin otra existencia. Ese criticismo era un exutorio de la desesperacin de un sabio imperturbable. Viole en cambio s se ubica en la exasperacin como tradicin que va de los cnicos de la Hlade a los dadastas del Caf Voltaire y acapara a prefascistas varios y todo tipo de Eratstenes grafmanos. Converge con Macedonio Fernndez en la facultad de enumerar inexistencias a lo martillero pblico nischeano. Tambin exquisito titulista

suma: la felicidad no existe, la ciencia no existe, el hombre no existe, no existen las razas, el loco no existe, el presente no existe Vuelve al grado cero cartesiano: El filsofo est seguro de su nica verdad. LA DUDA!. Lo que Fernndez nominaba Dudarte fue despus conceptuado en un territorio de ms solemnidad el llamado arte contemporneo como anxious objets; la filosofa factura tambin estos objetos, como en este caso, para brindar otro aporte ms a la confusin alegre del mundo (cita doble de A. Pellegrini y Badiou). Es el afuera que le habla adentro desde la brut-critique. No se sabe si esto es filosofa o no, a la manera de los susodichos objetos de ansiedad de Harold Rosenberg. El arte es la explicitacin de errores de interpretacin que hacen escuela y la matemtica la metafsica de los clculos colocados para concretar los smbolos que deben juzgarse como cientficos Nunca con sentido csmico, que es la preocupacin del experto en filosofa! Por ejemplo: un aviador subi a veinte mil metros, elevndose desde la tierra. Pero para el filsofo, es sta la tierra? No tenemos agua bajo ella? No estaremos posando sobre una unidad de tomos, expuestos a perder su solidificacin maana?

5 En la filosofa violesca intervienen de manera crucial aquellos elementos que tanto tiempo despus han sido reestablecidos en su dignidad por nuestro pensador judo-parisino Tabarovsky que sabe hacer concertar a Woody Allen con la filosofa francesa de turno: la pavada y el chiste malo. La literatura, dice este autor en vida, es el cmico que no hace rer, parece que habla de los emisarios de Kafka pero en realidad refiere a la filosofa de Omar Viole, argentino. La tragedia para Germn Garca era que lo tomasen por cmico (se desvivi de Macedonio toda la vida); la tragedia de los humoristas ser ser tomados por escritores-filsofos. El lmite trgico de la pavada y el chiste malo es la locura; dicho Fernndez enunci as el peligro de la patografa: Se va a temer que en este libro haya tomado la palabra uno de los tres hombres comunes: el afectado mental, enunciado fundacional de su sistema filosfico (el otro es: con mi sistema se aprende ms que faltando a clase),

y todos los libros de Omar Viole en el momento en que dejan de hablar de su vaca y escupir a los dems vuelven al tema de si estaba o no loco.

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Voltaire se propuso concluir con las tradiciones intolerables. Su extensa obra est llena de ideas utpicas y si por razones de temperamento no tuvo el valor o no quiso salir con una vaca, ha sido porque sus coetneos no necesitaban de lo absurdo para excitarse en un problema de cultura filosfica. () Tena razn San Francisco al hablar con el lobo? No! No la tena, porque para la razn humana que es la del filsofo no puede haber otra que la humana () Pero para hablar de la sociedad y del dolor contemporneo tengo que hacer intervenir el fundamento de la eternidad sobre el individuo () Si para mi ntima seguridad, por el mecanismo del estudio, he logrado la emancipacin, evolucionado de la bestia hacia la eternidad, yo soy un filsofo en tanto no me conmueva este fantasma del qu dirn, que es quirase o no la regularidad de un sistema, que rivalizar con l, es oponerse y alejarse y perder su contacto. () Por eso soy un escritor y un filsofo satrico, que deb sostener la lucha tirnica con dos hombres. El eterno y el contemporneo. () La stira y el humorismo para una finalidad social no conozco otra no es un descenso intelectual. Es una tcnica, nicamente, acaso un poco irascible, porque arranca arbitrariamente las definiciones. () El materialismo no concede la paz espiritual. () La tenacidad de mi cinismo es puramente cultural. () No hay ningn problema resuelto. () La ciencia es un argot inofensivo, con el que los hombres, en la vida de relaciones, tienen que llevar el pan para ellos y sus hijos. () He tocado las campanas del escndalo porque tengo algo que decir en este siglo, a pesar de que todo est en la Biblia. () Tengamos los filsofos un poco de piedad por los desventurados. () NUESTRA EXISTENCIA ES EL NICO PROBLEMA FILOSFICO. La misin es entretenernos hasta que descubramos la frmula de nuestra paz mental.

7 La nica libertad que existe, dice Viole, es la de la idea, y se es libre cuando se desconfa de la libertad que tienen los otros. El retiro a la selva confirma en los otros, por decir as de manera evidente o explcita, que somos una sensacin porque nadie se ocupa de afirmar

nuestra existencia sino como sensacin, como recuerdo. El Estado ha perdido la idea de que somos una sensacin que nos trasladamos. Porque una sensacin es un viaje, un militar empenachado es una sensacin, un hijo es una sensacin, una amada es una sensacin. Una sociedad instrumentada y condicionada a la direccin de las leyes y estipulaciones jurdicas no tiene para la filosofa otro carcter que el de sensaciones. Cul es el origen del desprendimiento de las cosas de la tierra propio del filsofo? El entendimiento de que no vale la pena tanta fatiga y tanto lodo para lograr a la postre una sensacin. En el perspectivismo de la sensacin violeano no hay sujeto del conocimiento ni es sostenible el empirismo petulante con aspiraciones por encima de su pin metodolgico-operativo.

Cmo puede ser veraz lo que nuestros ojos contemplan y nuestros sentidos tocan, si nosotros mismos no existimos sino por el cmulo de sensaciones que est fuera de nosotros?

La socializacin contempornea reclama disciplina. Organizar el Estado forma adulta de la tribu. El filsofo se desocializa. Se integra al objeto de su curiosidad final. Se burla de la ciencia porque no consigue rescatarlo de las manos de la muerte. Por ese camino no se conforma. Ya que la sabidura no le otorga serenidad, la busca en la filosofa. El da que haya ciencia siempre ser el furgn de cola de la especulacin metafsica, que es siempre un mito vulnerable y emprico.

8 Se ve que Viole, que poco respeto tiene por la metafsica como tradicin y por ella misma como palabreja-talismn, hace una evaluacin opuesta a la de Jos Ingenieros en Proposiciones Relativas al Porvenir de la Filosofa, donde el furgn de cola era la metafsica, que Ingenieros intentaba rescatar como aportica de resaca nocturna de la ciencia, en un gesto de moderada afrenta de poca al positivismo. El positivista es el nico ser que sufre escribe Viole. Ingenieros era un buen ejemplo de falta de serenidad y sobra de solemnidad auque fuera un pote maudit de la epistemologa y un outsider de su gremio.

Sufre porque cree en lo que toca. Creer a lo palpable es ofuscarse con otro engao porque es la resistencia de lo no existente. El hombre no existe: crece; crece con signos de admiracin: crece!; es un aspecto vegetativo de la eternidad y un ensayo de la voluntad ad referendum de la muerte, por eso todo filsofo es en consecuencia espiritualista. Existe lo que se resiste, que es lo no existente, en una misma pgina llega a dos conclusiones contrarias

9 Estamos ante un adelantado de la fantasmofsica (aunque al revs), mucho mejor escritor noms. Viole trabaja el asunto del fantasma literalmente aunque se permite lo que no sabe bien en la boca pop-posestructuralista vigente: hace llamar a todo aquello espiritualismo. El empirismo de Viole era otra forma paralela del Idealismo Absoluto segn la nomenclatura autopunitiva del finado Fernndez?: o sea el destino bufo-picaresco del nominalismo mundial en las pampas sigloveintistas. En el que se acerca a dialogar con los fantasmas puede haber pasta para un filsofo. En el que no litiga con el hombre interior, no se hallar ms que el esquema de carne y hueso.

La gloria del filsofo es la que le permite poder estar definitivamente solo. () Fuera de la materia pura recipiente nebuloso complicado con la jerga tcnica existen slo manifestaciones de eternidad! () Nuestra existencia slo se certifica por ciclos. Cuando morimos, modificamos nuestros ciclos. Y slo desaparecemos para los que no contemplan. () El hombre nace sabiendo! Lo que l llama cultura es la pueril delimitacin de su ignorancia para los ciclos que ir poco a poco descubriendo dentro de su cerebro y de su espritu. () Nadie muere! A la ttrica escena en que la colectividad asiste a la modificacin de una vida, se ha dado en llamarle muerte. Para el filsofo, la humanidad no muerte nunca. Admite los caracteres de esta palabra porque en la contradiccin de la naturaleza es necesario que una graficidad traumtica descongestione un fantasma con otro fantasma. () MUERTO SOLO ES AQUELLO QUE SE HA OLVIDADO DEFINITIVAMENTE! Mientras mantengamos memoria del fantasma, la persistencia real es innegable en el filsofo. Slo estn diferenciados los fantasmas por un fenmeno de nitidez.

El filsofo debe ser el hombre curado de pasiones que representen con su prosperidad la anulacin de otros hombres. LOS HOMBRES SINDICADOS COMO PERSONALIDADES GLORIOSAS SOLO FUERON AMBICIOSOS ENSEOREADOS CON LA PADAGOGA DE UNA LOCURA.

10 Estamos ante un precursor de la idea de relato que irradiaron por el mundo los anunciadores del posmodernismo, tampoco amigo de parar mientes en la salvfera divisoria lgos-mythos:

La filosofa no ser, en suma, una fbula, declamada con alguna profundidad, que la ha hecho necesaria a los problemas del pensamiento humano? () Ninguna verdad puede darse en otra proporcin que en la de los mitos. () Nos descorazonan un poco estas perturbaciones de la tesis solidarizada con la anttesis. Pero renunciemos a buscar nociones de la verdad fuera de la mitologa. Todo LO QUE NO HEMOS VISTO, DEBE SER UN MITO. Al asegurar la realidad que nos fue contada, peligramos asegurar la realidad de la mitologa. Est el humano en la indigencia para razonar sobre lo que escapa a su tacto y su visin! Nos conviene asegurar lo que est detrs del alcance de nuestros sentidos! / Aqu comienza la paradoja en filosofa. Si lo desconocido cumple el fin de una realidad, en el filsofo, no tiene nada de audaz, ni es impostura, asegurar que la filosofa es la autoridad que alcanza la antigedad, estimulada y restablecida en base al orden exclusivo de los mitos. No oculto mi desconsuelo por esta aterradora realidad! () La filosofa contempornea est como cuando sali de las manos de Pirrn -360 aos a. J.C.

11 Las frmulas y tesis de Viole no interesan lo mismo absueltas de su sintaxis, de su manierismo argumental, comprendidos dentro de la estrategia de un sistemtico anarquismo intelectual. Escribe-piensa a velocidad macedoniana, perpetra faltas ortogrficas a lo Arlt sin editor, rompe la gramtica sin necesidad de Masmdulas. Insufla con un mecanismo de sugestin pro lector por lateral. Con dos dedos hace jam session filosfica de alto impacto.

El filsofo vive en los dems. Los ejemplos toman cuerpo cuando su origen est fraguado con un fin sublime y colectivo. El filsofo es el hombre que interpreta el destino de la masa y debe unir su amor a las aberraciones reconciliables con la meditacin. En el terreno del pensamiento la utopa es la nica tradicin mental que estuvo de moda, dice. Para el filsofo un solo hombre puede modificar el curso de la historia. El filsofo sale a la calle.

Hoy el caso de Digenes sera ineficaz, para esta y cualquier generacin. El filsofo, con su farol de coche placero y su barrica, no pasara de un simple caso de un vago ms en Puerto Nuevo. / Logrado el temperamento filosfico, y el conocimiento del mismo, hay que salir a la calle. Convertirlo en una doctrina! Temar, con tenacidad! Insistir, sin conmoverse! Despearse por arriba de la edad que se vive!

El filsofo no est nunca dentro de su cuerpo. Como no lo he estado yo en los momentos que acompao a la vaca. () Hablarle a una vaca carece de importancia. Mas si este dilogo es la universalizacin del filsofo, es brbaro! Destruida as la entidad social del que aspira a quedar ileso, por encima del patrn y la codificacin de fantasmas locales, el espritu de los iniciados ir incinerando paulatinamente el amor a las formas terrenas, para quedarse con las eternas. Esto, que pareciera el sueo hermoso, del que pueda desnacer a voluntad, es una realidad que nos quita de la tierra. Endurecida la voluntad, el espritu y el cerebro, el hombre logra salvarse, para tener dimensiones que recin empiezan a compararse a las de un semidis.

12 Ubiquemos a Viole en la tradicin futura del desastre (desastre-estancamiento). Uno de los motivos continuos de sus libros es la descripcin de su inmolamiento social, decirlo as. Por pasearse pblicamente con la vaca interlocutora (de un solo lado) y andar de performance en performance: no la performance en su sentido inspido actual, que son a hoy lo que las naturalezas muertas a ayer, sino la que va del Gallo de Digenes al Espantapjaros en Carroza de Oliverio (la edad heroica). Un tema que retoma en todo libro: cmo la sociedad lo conmin a lo ridculo. En Mi Disconformismo Filosfico Viole detalla varias de sus performances que

otro da narraremos, algunas de las cuales ya figuran en los anales prehistricos del arte de accin argentino (http://www.vivodito.org.ar). Hoy lo rescatamos desde la Escuela Rioplatense de los Impresentables. Performance sin pblico la vida misma.

13 Cualquiera va a entender finalmente que la filosofa de Viole es tan buena y original que deja de ser filosofa, aunque no se entienda que esa es la clave de la filosofa desde todas las pocas: Heidegger engaaba por su estilo horroroso. Enemigo de los Rortys de campus por amigo del misterio, enemigo de los Bachelards de los laboratorios de pipetas entelquicas por vitalicio de la originalidad, el vuelo filosfico de Viole es el despiste y derrape, el arte obtuso de volver ilegible logra una combinatoria deliciosa con su serializacin de conceptos (el concepto no slo se crea como arte, tambin oscila entre la produccin artesanal y la industrial). La filosofa de Viole es un cocoliche magistral del arte de los conceptos: si no escapa al relmpago de la sintaxis ms le vale.

14 Desaparecer pero salir a la calle, no ceder al medio y entretenerse mientras tanto, hasta que llegue la frmula de la paz mental.

15 Mi Disconformismo Filosfico debera ser clsico de la filosofa argentina si existiera la filosofa argentina. Como existe otra cosa, no lo es. La filosofa a lo Viole es capricho imaginacin y sermones barrocos. Un criadero de conceptos rocambolescos, definiciones impenetrables, inslitos periplos de la argumentacin. Logra ser un filsofo menos serio que Macedonio Fernndez. Notable mrito.

5/5/11

TRES LIBROS DE OMAR VIOLE

La Camiseta del Jefe de Polica (Tanke, 1933? 1935?)

Se trata del libro ms cnico de Viole. Qu viene a ser cinismo? Viene a ser la pasin por desenmascarar y una especie de desublimacin negativa (no el concepto del Sr. Marcuse). Habla la camiseta de un jefe de polica de la ciudad del sur brasileo llamada Pelotas (es el chiste-base de libro, tambin, ya se nota, el ms plebeyo del autor). La camiseta habla sobre las camisetas, sobre la camiseta en s, y sobre todo. Por camiseta se entiende por entonces algo del rango de la ropa interior, y en un sentido lato, parte de aquello que se oculta debajo de lo que se muestra, condenada a acaparar las miserias del cuerpo de su usuario (Mi Jefe). Por eso, segn seala el prologuista, y los listados de sus obras en otros libros, se trata de un tratado de psicologa de la ropa interior. Una psicologa de mtodo introspectivo entonces, articulada como prosopopeya monogrfica, aunque en autores como Viole una monografa habla siempre de lo mismo o de todo. El texto sin embargo est dividido por prrafos titulados de esta manera: Paisaje A, Sombras del Paisaje A, Paisaje B, Sombras del Paisaje y as (el detalle es que despus de la M se pasa de la letra al nombre de la letra, salvo la O cambiada por OH! y la Q por KU). En la Crtica de la Razn Cnica Sloterdijk deca algo ms o menos as del dadasmo: los ataques dadastas tenan un aspecto qunico y otro cnico, uno antifascista y otro prefascista, y no consiguieron la ironizacin total de sus propios motivos. Esa sospecha de qunico-prefascista podr aplicarse con facilidad a este escrito violeano ms que a cualquier otro. Casi todo aquello que Sloterdijk detalla en el cinismo y el dadasmo (ilustracin grosera, realismo pantommico, reflexin esencialmente plebeya, dialctica de la desinhibicin, la lengua del payaso refutando a la del filsofo) no es difcil encontrarlo de una forma evidente en este texto de Omar Viole. Quien

cuenta es una camiseta con dotes humanos o bien un humano devenido camiseta. El humano-camiseta vive en la evidencia permanente de todo lo tapado, lo barrido debajo de la alfombra, y ac lo dice. La psicologa de la ropa interior es una suerte de protopsicoanlisis intempestivo no por nada Viole nombra a Freud, aunque lo llama Sergio, es tambin una figura que ofrece en un tablado de circo una representacin que nombra uno de los destinos del psicoanlisis, organizado por este hroe cimarrn en la gran escolstica de la sospecha del mundo. Su lexicografa mdico-biolgica se aparea con la coprolalia de protesta de tipo quevedo-dadasta y engendra ese automatismo moralista por estilo que eleva una antropologa descriptiva materialista-cnica que despus termina sirviendo de base para su final antropologa de los cielos, anglica, prescriptiva. Prstatas, almorranas, colticos, granos del culo, teros, mucosas, esfnteres, pedos entre el psicoanlisis planetario-salvaje y la proctologa filosfica opera este artista mayor de la sospecha y de las heces, Quevedo pampeano cruzado con Discepolo y Artaud. La digestin, el cagar, los olores siempre son temas que el primer Viole no se permite olvidar en su lengua al borde de la coprolalia, delirio lcido en velocidad, asociacionismo de ocurrencias sin revisar. La tesis desesperada del poeta autoflagelado autor de La Garchofa Esmeralda (Mansalva, 2010), que la literatura argentina se basa biunvocamente en la mierda y la guerra, en Omar Viole se aplica con suma precisin. Varios de sus libros se abocan a la guerra sin el menor disimulo, basta con un vistazo a varios sus ttulos (Apstoles Vividores y Canallas de la Vida Pblica Argentina, El Plagio en el Parlamento Argentino, Cien Cabezas que se Usan etc. etc.). Otros encaran el otro costado de la letra nacional, el lado de la mierda, y el estilo-laxante fluye (lubricante, emoliente): El Hombre que se Depil la Ingle, A Usted le Sale Sangre, Cabalgando en un Silbido etc. etc., y probablemente ste sea el que ms se concentra al detalle. La diferencia en Viole, con respecto a un escritor argentino tradicional, es que todo se hace ms explcito: objeto de variadas ancdotas y unos cuantos happenings que remiten a trompadas en la calle o en el Luna Park y a su tambera purgada a la que llevaba a cagar al Congreso el Pen Club o las playas de La Feliz. Ya haba puesto las cosas en

su lugar antes de que se precipitaran en forma sostenida y comn: qu clase guerra puede competir a un escritor argentino sino esa manera de la simulacin de la lucha por la vida llamada catch? (Claro que el catch de Viole era previo a Karadagian; un detalle.) Podr apuntarse que esta primera etapa de Viole es descriptiva: dedicada a denunciar el mundo tal como se le aparece. En las dcadas siguientes seguira una ms bien proyectiva o prospectiva: contar cules fueron los fundamentos de sus actividades anteriores y plantear un plan de reforma general del mundo. Sloterdijk: Para evitar que se desarrollen las corrientes micro y macro fascistas que existen en la sociedad, sera necesario que el intelectual se convirtiese a otra manera de hacer y de pensar; que acepte su responsabilidad social que consiste en impedir que los decepcionados adopten la poltica de lo peor. El elemento moralizador, que termina siendo lo dominante en sus ltimos libros, vendra a ser en esos trminos citados de Sloterdijk como mnimo la facultad de ironizacin, como mximo la expurgacin expiatoria, ubicada encima de la propia camisetidad, una crtica de la camiseta. No una crtica angelical, una crtica casi morbosa que apela a la angelidad. El libro tiene un sugestivo prlogo, ambiguo, de Gregorio Maran el filsofo-endocrinlogo espaol inventor del ensayo biolgico, en el que le dicen usted hace del idioma como si lo usara en su casa Usted en vez de lavarse las manos en la literatura, se lava los rganos y deja el agua sucia, de castigo. Eso poco importa mientras se haya higienizado un cerebro sano como el que usted tiene al servicio de una insolencia, que ya la hubiera querido tener Vctor Hugo, para el da de la raza

El Hombre de la Vaca (Teocracia, 1956)

Es un libro mucho ms largo de lo habitual en su autor, de ms de 200 pginas y en letra ms chica que en lo comn de sus libros. Se trata de una suerte de memoria y balance, de memorias doctrinarias donde El Hombre de la Vaca aparece bajo esa denominacin en tercera persona y en pretrito

indefinido y explica hechos y fundamentos de sus pasadas peripecias en su edad de oro de 1935, cuando alcanz el pice de su fama. Un texto bastante menos dadasta y tumultuoso, agrio incluso o amargo. Su estilo atropellado, chocarrero y vorazmente inspirado, est en disminucin. Un automatismo menos inslito, ya que se trata de dar testimonio y razones de las payasadas del pasado desde la presunta o enunciada claridad doctrinaria actual: un cristianismo de Cristo (por oblicuamente parafrasear a algunos peronistas jocosos), un anarco-cristianismo no inorgnico dice, una filosofa de la esencia augustiniana y un profetismo apocalptico que evoca por sobre otros el nombre de Mahatma Gandhi. Por ms que se declare contra los inorgnicos, la compulsin de argumentar en Viole est intacta y exacerbada, y aunque vuelve a declarar como tantas veces jactarse de ser un hombre que se parece a s mismo y que quiere ser como Omar Viole (lo cual suena a irrefutable), sus preceptos no siempre parecen parecerse a sus preceptos y se volatilizan en el maremagno de su grafomana. Esas caractersticas hacen mella y el libro no tiene la densidad desconcertante de Mi Disconformismo ni seguramente la busca, aunque el mecanismo argumentatorio, y la proliferacin de conceptos ms o menos inconexos y deslumbrantes, si bien abreviados, persisten y tienen sus picos gloriosos. En el gnero violeano per se, los panfletos, se combinan el arte de la injuria y la mofa, el automatismo coprollico como continuum y la denuncia moral y sarcstica del mundo. Los libros conceptuales incluyen otro rasgo que no aparece en aquellos, Molle lo llama delirio arborescente. Se le podran aplicar dos denominaciones que se dieron al estilo macedoniano: rotuladora incesante (Horacio Gonzlez) y fantasa lingstica desconceptualizadora (Hugo Biagini). Por otra parte es el libro donde con ms detalle y amplitud se documenta su arte de accin. Un performer de legitimacin patrstica. Fernando Molle lo pone as: Finalmente, El hombre de la Vaca (1957), su libro ms extenso y uno de ltimos que public, retoma los happenings de los aos treinta y los resignifica en clave cristiana. Dos dcadas despus de su etapa de mayor activismo, en El Hombre de la Vaca de 1956, con este estilo un poco aguado por la seriedad y que parece

haber perdido el vitalismo dadasta juvenil recubierto por una quejumbrosa nostalgia de s, Viole, que haba publicado varios de sus libros en la editorial Claridad, se presenta no slo como mulo de la doctrina de Jesucristo sino como denunciante del marxismo y como augustiniano. En pleno auge del existencialismo apela a San Agustn para enunciarse como filsofo de la esencia, y condena al tomismo, que tambin era una moda de la derecha nacional de entonces. Como un impvido precursor, adelantado dos dcadas, del posestructuralismo parisino, acusa al marxismo de platonismo al revs. Hay un prrafo aislado que es llamativo, parece un ajuste de cuentas personal con el lder vitalista anticristiano F. Nietzsche, una figura de poca que seguro estuvo en medida mayor o menor presente en l (Nietzsche por entonces no era una excusa para ocultar el nombre de Derrida Vattimo o Deleuze-Foucault sino la fuente ms abigarrada del vitalismo). Es interesante esta explicacin de por qu podra entenderse as no se reconvirti en Nietzsche: Qu importancia habra tenido un libro ms, moralizador como el de Zaratustra, si la Biblia, texto de cabecera de las edades, es desdeado o totalmente desconocido? La sublevacin debe operarse en la conducta de los hombres, in sange, o en ninguna parte. Por eso Viole sale a la calle (lo llama socratismo) y vuelve a la Biblia al derecho (al revs es Also sprach Zaratustra). As se lo puede leer, como una regresin (por motivos populares, democrticos?) a la Biblia. Como si hubiera hecho con Nietzsche lo que algunos hicieron con Marx en la Argentina declarndose jeguelianos. En un artculo se lee esto (http://www.cienciared.com.ar/ra/usr/10/89/hlr1.pdf): El receptor es fundamental para una autobiografa, que cobra sentido real slo si es leda. Y el escritor lo sabe, por eso al momento de redactarla l piensa en las condiciones de su lector ideal, y en funcin de ello la construye. El lector ideal de San Agustn es ni ms ni menos que el mismo Dios; sin embargo, con el fin de mostrar la vida de un pecador para que se torne ejemplarizante, San Agustn le escribe al hombre comn. Rousseau compone su biografa para el hombre de su tiempo, pero pone a Dios de testigo. Del mejunje de

San Francisco Digenes Scrates Viole extrae su estrategia definida como escndalo y charlas socrticas a la vaca. De San Agustn toma el dilogo interior, de Digenes la denuncia perpetua de la sociedad y la permanente puesta en escena de la animalidad (el saber de biologa del veterinario), de Scrates la remisin unvoca a los conciudadanos intervenir, en un probable doble sentido de la palabra, y de San Francisco la inaplicabilidad del socratismo: la condena a hablar con los animales, la vaca como nica escucha posible. En Las Palabras, que era una especie de autobiografa, Sartre consign esto: o se escribe para Dios o se escribe para los vecinos. A lo largo de toda su obra, libro a libro, Viole se declara confinado a interlocutor exclusivo de su vaca. Viole descuella en el panfleto, es un activista ntegramente abocado al presente y sin embargo se encuentra confinado a oscilar entre Dios y la Vaca, a poner la palabra de aqul en la oreja sorda de sta ante todos los dems.

Canto al Gran Matarife (Tanque, 1945)

Por su formato, tamao, se trata de un folleto. Por su gnero tambin. Dividido en dos o tres partes: un poema, un artculo en prosa (La Ignorancia de los Dictadores), y un par de prrafos rubricados al final. Como curiosidad: el pie de imprenta dice esta vez Editorial Tanque con Q. Por lo que parece Tanque ya no era la editorial Tanke cordobesa de los libros ms violescos de los aos 30, sino una revista de un Viole peronizado de los 40. En el poema un soldado germano estudiante de filosofa amotinado en las puertas del Cielo (muerto) llamado Franz Muller en primera persona se dirige al Fhrer en segunda: No has escrito un solo libro para esparcimiento/de los que trabajan y suean! / El que escribistes es el de un tonto del lodo/que se sindica sabio de saberlo todo! T sers el mimado de todos los nombres / desgarrantes y viles. Tratarte de loco, / es injusto para con los pobres locos. / Los locos no masacran en serie! Y t te ensaaste / con los mismos generales, a quien robaste / su aptitud y

su temple (tpico por otra parte de Viole infringir el nmero: generales-quien) No est en Viole el tema de auge ulterior de la banalidad del mal, el poema y el folleto entero parecen atribuir el monopolio de la responsabilidad a Hitler, pese a que define al nazifascismo como locura en masa. Se trata en definitiva de un escarnio que condena el fenmeno del totalitarismo desde un punto de vista cristiano y desde su comprensin como desviacin negacin u olvido del cristianismo. Lo que seala Fernando Molle en un notable artculo sobre Viole pone en evidencia que ley cualquier otra cosa: dice de este texto que est dedicado a Hitler, al que impugna en las ltimas estrofas, luego de decenas de versos de enfermiza ambigedad. Al contrario, y mal que pese en las almas temerosas del consenso del buempensar actual, la postura de Canto al Gran Matarife es quino-cristiana (cristiano-cnica); Viole oscila como en casi todos sus textos entre el saber de la biologa y el de la Biblia, lo que sera entre una filosofa de la naturaleza como conocimiento exterior a la autoridad y a la historia y la apelacin a lo que llama el ser anglico en el ser humano. Entre tantas cosas que involuntariamente comparte con Macedonio Fernndez: un barroco delirio filosfico biologista y biologicida y una crtica angelista aunque aquel la hace desde el Evangelio del No-Creer y la postura de vivir sin dios y sin ser dios y Viole finalmente desde un fidesmo augustiniano-franciscano hecho a medida. Viole no era nazi, ni siquiera, al menos por lo que se lee en sus libros supervivientes, nacionalista como cree Tabarovsky. Incluso su cristianismo es lo ms inmiscible a sus instituciones que pueda imaginarse: autogestionado, intransable, egotista al mango. Tena bastante poco que ver con Anzotegui ms all del flirt con Pern y el conyugio con Cristo. Pero da ms miedo porque no se pareca al enemigo que siempre se parece a uno; a veces se pareca ms a la locura, que es el verdadero horror de la lid y la dialctica. Por eso se evapor al conjuro de ser tenido por un loco lindo. Con desidia quisiera postular que fue un foco de irrupcin argentina de algo que llamara as: de lo plebeyo, algo que debe de haber servido para

mantenerlo a raya de floridismos y ser mirado con suspicacia por los boedistas ortodoxos. Demasiado cocoliche para martinfierristas, demasiado vanguardista, extravagante, y autorreferencial, para los otros. Es difcil determinar a quin es ms aparejable: a Arlt o a algn combinado de sus personajes. Pero Viole tiene un costado ms contemporneo que el cronista ruso de El Mundo, que podra destilarse bien de las tapas de los libros de uno y otro: lo que tena de expresionista Arlt Viole lo tena de pop. Lo plebeyo, curiosamente, en un marco de rareza cabal, de gesto exclusivo, de excentricismo de lo bajo. Como dicen algunos lo pop culmina en trash, y ah est la flagrante urgencia de Viole, relojito adelantado, un bizarro de la primera dcada infame.

21/5/11