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Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales UN ENFOQUE MESOECONÓMICO Y TERRITORIAL PARA UN NUEVO ESQUEMA DE PROMOCIÓN INDUSTRIAL

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Facultad de Ciencias Económicas y

Empresariales

UN ENFOQUE MESOECONÓMICO Y TERRITORIAL PARA UN NUEVO ESQUEMA DE PROMOCIÓN INDUSTRIAL

2 Desarrollo territorial y promoción industrial

UN ENFOQUE

MESOECONÓMICO Y

TERRITORIAL PARA UN

NUEVO ESQUEMA DE

PROMOCIÓN INDUSTRIAL Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales

Universidad de Morón

Existe claramente un vínculo entre la inversión en capital humano y social y el desarrollo

industrial, como así también sobre el desarrollo económico de las regiones y el impacto

social en la creación de empleo y distribución de la riqueza. Este estudio propone una

línea de pensamiento y una serie de opiniones en materia de política de desarrollo de

naturaleza sistémica, dentro de la cual, el desarrollo industrial es pieza fundamental,

pues la industria es la herramienta que permite agregar valor a nuestros recursos y crear

empleo genuino y de calidad. Además, moviliza al sistema de ciencia y tecnología,

3 Desarrollo territorial y promoción industrial

insumo crucial en la era del conocimiento, frente a los

nuevos paradigmas de creación, reproducción y

acumulación de riqueza.

Una nueva aproximación de naturaleza sistémica

Un imperativo de oportunidad debe conducirnos a realizar los

mayores esfuerzos intelectuales y políticos al servicio de un

necesario reordenamiento normativo y a un cambio

institucional, organizacional y cultural tendiente a superar los

sistemas promocionales industriales vigentes.

En este orden de ideas, es que presentamos un enfoque sistémico en torno al problema del

desarrollo de las capacidades de una sociedad para hacerse más competitiva y alcanzar así

mejores índices de calidad de vida.

En el convencimiento de que no es conveniente transpolar modelos directamente a una cultura

diferente (aunque similar) pues ello puede llevar a conclusiones erróneas y como consecuencia

a propuestas equivocadas en términos de nuestro propio entorno cultural, hemos entonces de

presentar una serie de casos paradigmáticos experimentados en otras sociedades y, junto al

ingrediente nacional de pensamiento (en gran medida extraído de nuestra propia

investigación), exponer algunas ideas de acción.

Numerosos estudios realizados en las últimas décadas en países

avanzados en materia de innovación tecnológica y desarrollo de

entornos institucionales, indican una tendencia en auspicio de:

a) Un incremento de la productividad general y

particularmente en sectores con identificadas ventajas

competitivas.

b) El fomento del emprendedorismo y la facilitación de los

negocios

c) El incremento de recursos (humanos, financieros,

tecnológicos, institucionales) destinados a ciencia y tecnología aplicada a la producción

d) La disposición de planes nacionales consensuados y legitimados en la sociedad civil

e) La reformulación institucional en orden de fortalecer la coordinación entre el campo

público y el privado en materia de desarrollo

f) La configuración de espacios físicos facilitadores de la cooperación para competir

(polos tecno-industriales, incubadoras de empresas y otras variantes)

g) La generación de conciencia local a favor de la innovación (o el pensamiento

innovador) y la mejora continua de todo orden y en todo ámbito

h) Estabilidad, consolidación y calidad institucional

“Debe pensarse un nuevo modelo de aliento a

la industria, con criterios distintos, más

federal y solidario, que no repita los errores

del pasado, sino que, aprendiendo de ellos, se

proponga como pivote de un proyecto inserto

en un pensamiento moderno y recoja las

experiencias presentes, propias y externas

para su planificación y ejecución.”

“La respuesta a los problemas de

subdesarrollo reside en la productividad

creciente, favorecida por entornos locales

innovadores. Los clusters resultan así

excelentes modos de sembrar y propiciar

estas condiciones.”

4 Desarrollo territorial y promoción industrial

i) Estabilidad macroeconómica y promoción de la competitividad de exportaciones

Es decir, un cúmulo de acciones tendientes a incrementar la cooperación social local para

competir a nivel mundial.

Es por ello necesario impulsar una institucionalidad básica de agenciamiento del desarrollo,

dirigida a planificar, trazar estrategias, auditar y proceder a ajustes, y esta tarea debe ser

liderada por un cuerpo colegiado en el que intervengan la mayor cantidad posible de actores

interesados, más que por algún sector en particular.

A la vez, deben consolidarse herramientas de probada eficacia y a estas fortalecerlas,

dinamizarlas y modernizarlas.

En síntesis: El trabajo nos permitirá formar nuestro propio reservorio de experiencias, tomando

como base el conocimiento acumulado internacional.

Las instituciones importan

Mancur Olson se preguntaba “¿Porqué algunas naciones son

ricas mientras otras son pobres?: La idea clave es que las

naciones producen dentro de sus fronteras no aquello que la

dotación de recursos permite, sino aquello que las instituciones

y las políticas públicas permiten".

Este concepto nos señala que las instituciones conforman no sólo la base de cualquier sistema

político sino que además afectan el desempeño de la economía (...) reducen la incertidumbre por

el hecho de que proporcionan una estructura a la vida diaria. Constituyen una guía para la

interacción humana” (North, 1993).

Las instituciones, en un sentido amplio, son las reglas, normas, costumbres de operación del

sistema; son al mismo tiempo las redes que sirven para enlazar y encauzar institucionalmente las

relaciones de intercambio económico, social y político entre los subsistemas o distintos

componentes del sistema. Las instituciones son incentivos para crear una estructura productiva.

Y el establecimiento de instituciones sólidas hace, por lo tanto, que la gente sea mucho más

productiva.

Investigar el sistema institucional de un país es tarea que excede, con mucho, el estudio de sus

instituciones formales, ya que exige averiguar las raíces de sus convicciones, valores, principios o

creencias que pautan el comportamiento real, determinan la interpretación de las normas

formales, las completan o hasta producen in extremis su inaplicación. “Quien no conoce las

instituciones informales no puede pretender conocer un país. Y sólo los locos u oportunistas

pueden pretender ayudar a cambiar lo que no conocen” (Joan Prats 2004).

Douglas North enseña que las instituciones importan económicamente porque determinan los

costos que en una determinada sociedad resulta hacer transacciones o intercambios. Las

instituciones existen para reducir las incertidumbres que aparecen en la interacción humana

como consecuencia tanto de las complejidades de los problemas a resolver como de las

limitaciones de las mentes individuales para procesar la información disponible. Pero esta

“El sistema óptimo dependerá de la cultura

dominante. En Argentina existe una baja

calidad institucional, se necesita por lo

tanto, una intervención más fuerte de

liderazgos e instituciones intermedias.”

5 Desarrollo territorial y promoción industrial

explicación del fundamento de las instituciones no nos dice nada de su relevancia económica. La

teoría de los costes de transacción es la que sirve a esta finalidad (Coase).

Las instituciones en un sentido amplio abarcan las dimensiones organizacional (complejos, polos,

corporaciones, parques, organismos estatales, mercados,

hábitos, rutinas, costumbres, etc.) y legal (leyes, contratos,

normas, reglas, etc.).

Poder de transformación

En este enfoque amplio del proceso social en su contexto

cultural los institucionalistas parten del análisis del poder

(establece las relaciones de dominación) que está en la base

de la descripción y explicación de los fenómenos sociales. En

consecuencia, se determinan relaciones sociales que operan

en su estado de conflicto y cooperación. El poder, a su vez, si no cambia o se adapta a las nuevas

situaciones, obstaculiza el desarrollo social (Ruby Hernandez 1998).

Las innovaciones son fenómenos no lineales que se ajustan a procesos de realimentación positiva

(rendimientos crecientes, externalidades) con altos rendimientos sociales. El proceso de

búsqueda para mejorar y diversificar la tecnología es, por ende, complejo. Las empresas no

disponen de información completa para tomar decisiones. De allí la importancia de los

mecanismos de vinculación que surgen del sistema nacional de innovación, los cuales permiten

disponer de información y establecer adecuados canales de comunicación entre los centros de

investigación las empresas (Ruby Hernández 1998).

Por esa razón, los mayores esfuerzos deben, en principio, concentrarse en la revalorización y

fortalecimiento de la institucionalidad de apoyo a las empresas organizadas en regiones

productivas, y que esta fuerza opere a favor de modelos de desarrollo que propicien y faciliten la

formación y circulación de tecnologías.

Según los enfoques holísticos o sistémicos (que comprenden no sólo los mecanismos del

mercado sino a la totalidad de las instituciones), las sociedades se transforman por la acción de

procesos que responden a la una causación circular y acumulativa en la que el cambio inicial

induce más cambios en la misma dirección (Myrdal, 1978).

Por ello, la eficacia en la implementación de cualquier tipo de política depende de la calidad del

marco institucional vigente, pues existe una profunda conexión entre las políticas públicas y las

instituciones. Las decisiones se toman en un contexto institucional en el que se establecen los

procedimientos que permiten que las políticas se viabilicen, implementen y cambien. Con un

marco institucional eficiente se minimizan los errores políticos, conceptuales y tecnológicos. La

carencia de instituciones adecuadas, las falencias, deformaciones y la falta de identificación de

nuevas funciones relacionadas con las existentes, condiciona y expone el fracaso a cualquier

política, no obstante su bondad conceptual (Ruby Hernández 1998).

“La capacidad de la sociedad de hacer hábito

la voluntad de innovar y de producir cambios

tecnológicos, adquirir y compartir

conocimiento, es el insumo más importante a

apropiarse y acumular, en esta tarea

autoimpuesta de tomar en nuestras manos el

propio destino.”

6 Desarrollo territorial y promoción industrial

Región y centralización

En este contexto, el concepto de región como territorio de desarrollo emerge como institución

que revela las formas específicas en que se manifiestan las actividades económicas, sociales,

culturales y políticas, como resultado histórico de la relación hombre-espacio en un cierto

espacio geográfico.

Otro elemento a tener en cuenta es que muchas veces las decisiones adoptadas por la

administración central desconocen con frecuencia las particularidades regionales y las que toman

los municipios no alcanzan para comprender las necesidades regionales. En consecuencia, una

estrategia eficaz es la convergencia de ambos tipos de decisión a través de interlocutores e

instituciones de nivel regional. Si se tiene en cuenta que las regiones se determinan sobre la base

de distintos enfoques (macroeconómicos, mesoeconómicos, sectoriales, etc.) se dispondrá de

diferentes delimitaciones, las que deberán operar en términos jerárquicos, y en todos los casos

(son instrumentos que sirven al cambio estructural) deberán estar expuestas a su propia

transformación en el futuro (Ruby Hernández 1998).

El enfoque mesoeconómico

En este contexto surge entre la micro y la macroeconomía un tipo de análisis que en la medida en

que perfeccione sus alcances teóricos y operativos, sus instrumentos y estrategias de desarrollo,

facilita una mejor interpretación de los hechos económico sociales. Nos referimos al espacio

conceptual de la mesoeconomía. Ella permite una descripción

y explicación de los cambios estructurales que en el espacio y

el tiempo desatan los complejos tecnoindustriales, filières

franceses, etc. Es el campo de manifestación de la

denominada dinámica intermedia (De Bandt 1989).

Con la dinámica intermedia se explicitan las

interdependencias que muestran actores (corporaciones,

cámaras, sistema científico tecnológico), los niveles de

complementariedad alcanzados y la información tecnológica, económica y social que comparten.

Los actores mesoeconómicos, por su lado, inciden intensamente sobre las políticas

macroeconómicas y refuerzan su rol en la administración de la demanda efectiva, aportando

nuevos enfoques, al tiempo que desarrollan estrategias sobre la escala de operaciones y la

especialización. En este contexto la macroeconomía resulta afectada por la forma en que la

dinámica intermedia es orientada por los actores mesoeconómicos (Ruby Hernández 1998).

En la construcción de una política tecnológica-industrial-regional, la relación meso-

macroeconomía facilita la formulación de estrategias productivas y de exportación, que superan

la estrechez de la promoción sectorial o provincial típicas, al incluir en su diseño el factor regional

, y un enfoque en función de complejos o aglomerados productivos.

“Las políticas de desarrollo deben planificarse

respetando las autonomías provinciales, su

institucionalidad formal e informal, su cultura,

su visión del progreso y sus valores”.

7 Desarrollo territorial y promoción industrial

El esfuerzo de construcción institucional debe partir de la

crítica de las instituciones formales e informales existentes

para detectar aquellas prácticas que constituyen

restricciones a la acción colectiva. De esta forma se pueden

proponer los marcos que ayuden a superar dichas

restricciones. Si bien la experiencia de otros países es de

utilidad, la cultura y las instituciones formales e informales

de la Argentina son propias de ese país, por lo tanto la

construcción institucional que se proponga será original y

deberá tener en cuenta las limitaciones que presentan las

instituciones actuales para la gestión del desarrollo (Luis

Rappoport).

En este complejo territorio que se ubica entre la macro y la

microeconomía se inscriben los conglomerados regionales sectoriales o clusters, eje de debate

del presente documento.

La promoción industrial

Para ubicarnos en una línea temporal y en nuestra idea de que solo a partir del rediseño de un

inteligente proyecto de desarrollo industrial podremos transitar el sendero del progreso,

encontramos que los primeros proyectos de industrialización son motorizados a comienzos del

siglo pasado, a partir de la conformación de grandes

empresas estatales de industria pesada y línea blanca.

Luego, es el turno de esquemas de sustitución de

importaciones y, finalmente, los sistemas basdos en

herramientas fiscales de apoyo a la industria naciente

que se asentaran en determinadas provincias -acta de

reparación histórica (o regímenes de promoción

industrial)-.

Más tarde, se suman nuevos esquemas de promoción sectorial o provincial, que en su conjunto,

se originan desvinculados de los entramados productivos naturales y de cualquier idea de

territorialidad, en donde la correcta asignación de recursos y el control de ejecución y análisis de

desempeño era muy difícil.

En la Argentina los primeros instrumentos con base legislativa de apoyo al crecimiento de la

industria lo constituyeron los regímenes de promoción industrial, que surgieron como

consecuencia del desequilibrado desarrollo espacial de la industria. Frente a este problema,

cabían dos tipos de opciones:

1. Decidir quién debía ser el sujeto activo del proceso de desarrollo regional: Las empresas

privadas o el propio Estado.

2. Determinar de qué forma se trataría de influir sobre la asignación de recursos: Mediante

modificaciones en los parámetros económicos, o asignando los recursos en forma directa.

“Las empresas que operan en entornos de

conglomerado pueden incorporarse al sistema

tecnológico nacional de manera más efectiva, y

complementariamente, internalizar los beneficios

que resultan de la difusión de las innovaciones

dentro del circuito, para finalmente ser ellas mismas

empresas innovadoras. Se debe optimizar entonces

la interrelación meso-macroeconómica a fin de

reducir las asimetrías de información, que significa

aprovechar una de las más importantes ventajas de

un cluster.”

“El régimen de Promoción Industrial derivado del

Acta de Reparación Histórica, a nuestro juicio, ha

generado distorsiones en la asignación de los

recursos de una zona en detrimento de otras, no

logrando reducir la brecha de desarrollo existente

entre ellas.”

8 Desarrollo territorial y promoción industrial

La desproporcionalidad territorial-industrial se debía fundamentalmente a la baja tasa de

ganancia que supone una inversión en ciertas regiones de la Argentina. Los regímenes de

promoción industrial surgen, precisamente, para compensar esta situación, maximizando los

beneficios. Cabe destacar que, de acuerdo con la constitución nacional, el fomento a la actividad

industrial es uno de los poderes concurrentes del gobierno federal y los gobiernos provinciales.

Como así también, el de equilibrar asimetrías de desarrollo relativo entre provincias y regiones

mediante políticas diferenciadas (Art. 75º, inc. 19 de la Constitución Nacional).

Los regímenes de promoción se han originado en leyes del Congreso que facultaban al Poder

Ejecutivo a otorgar determinados beneficios a través de decretos reglamentarios. En tales

decretos, el Poder Ejecutivo, además, designaba una autoridad de aplicación que tendría a su

cargo funciones administrativas y de controlador para la adecuada implementación del régimen.

Este esquema se abandonó por diversas razones, algunas de índole política, otras de carácter

económico, y se reemplazó por iniciativas sectoriales como la ley de promoción de la industria

forestal, minera, del software o la de inversiones en bienes de capital, que no constituyen un

verdadero régimen federal, universal, horizontal.

Sin embargo, un juicio respecto a sus éxitos y fracasos, nos debe servir como una gran

experiencia que nos guiará en el empeño por construir un nuevo esquema institucional que

reemplace al viejo régimen de promoción, y nos permita volver a proyectar un nuevo modelo de

desarrollo para la Nación.

Creemos que el aporte de esta investigación contribuirá a dilucidar cuáles serían los caminos a

tomar y las herramientas más modernas de política activa para mejorar la competitividad de

nuestras producciones.

Deberán evaluarse entonces, teorías alternativas y experiencias internacionales que acompañen

los nuevos paradigmas de desarrollo en un tiempo de aceleración tecnológica con procesos de

innovación que transcurren con inusitada velocidad.

“La mesoeconomía es aquel espacio de la

economía que intermedia entre la micro y la

macro a través de instituciones que

perfeccionan sus vínculos en términos de

eficacia, que se ocupa de cierto nivel de

agregación de la microeconomía en sectores

productivos, los factores o más propiamente

los recursos de la producción, y las regiones

interiores o territorios.”

9 Desarrollo territorial y promoción industrial

1

Marco conceptual

El abordaje de las tramas productivas o entramados productivos regionales como motores de

desarrollo local, siempre que pretenda trascender el mero análisis académico y transformarse en

una efectiva herramienta (objetivo de política), conlleva el peso de la subjetividad y la presión de

la naturaleza caótica propia de los paradigmas en formación.

Si bien desde un punto de vista histórico, el estudio del

fenómeno aglomerativo no es nuevo, vale a los fines del

presente estudio desplegar una serie de acercamientos

conceptuales. Es fundamental también distinguir no solo los

distintos términos aceptados universalmente por los

especialistas en la materia, sino también saber interpretar las

diferencias al encarar el fenómeno desde las propias culturas, es

decir, que de acuerdo y a partir de la cultura particular del

observador, entenderemos mejor el fenómeno observado y el

proceso de observación, sin por ello faltar al rigor técnico.

Cabe hacer una aclaración inicial: La mirada del fenómeno y la

forma en que se debería aplicar una política determinada

debería ser sistémica, pero en sociedades con debilidades

institucionales, tal vez el método óptimo podría ser la

construcción de “tipos” propios, aplicados sobre un territorio en particular que opere a modo de

modelo original experimental.

Antes de centrarnos en el objeto de análisis principal, es importante hacer algunas diferenciaciones en un cuadro más amplio y clarificador, haciendo más operativa la exploración de bases de criterios. Para ello, podemos tomar, para delinear un primer círculo, tres tipos de territorio:

a) Territorios de extracción b) Territorios de oportunidad c) Territorios de desarrollo

Territorio de extracción: Aquí no solo se entiende a la extracción tradicionalmente (p.e. minerales), sino también una forma más sutil y comprehensiva de extracción, vinculada al agotamiento de los recursos naturales (p.e. se puede extraer el humus de La Pampa, la calidad del paisaje, los científicos de un país, etc.). Territorio de oportunidad: Un territorio de oportunidad es un territorio que ofrece oportunidades transitorias. Es aquel que se elige bajo ciertas condiciones, es decir que el

“Si el concepto determinante de la

competitividad nacional es la productividad

de los factores de su economía, las políticas

industriales deberían concentrarse en lograr

que las empresas obtengan altos niveles de

productividad, y que esto a la vez se alcance

desde una plataforma regional, pues de ese

modo influye en la calidad de vida por el

impacto social directo por mejoras en los

niveles salariales (retribución al factor

trabajo), y a la vez por la virtud de retener el

factor en su comunidad.”

10 Desarrollo territorial y promoción industrial

compromiso está condicionado. Por ejemplo, alguna política errática de conveniencia financiera o un negocio de especulación inmobiliaria, compra venta de divisas, salarios bajos, etc. Territorio de desarrollo: En este caso, el compromiso de los actores, independiente de los hechos de coyuntura, está basado en una idea interrelacional y tal vez transgeneracional, vinculada a una idea-compromiso de algunos grupos de la vida social. Existe un vínculo con la comunidad de naturaleza cultural (Fabio Quetglas, 2010). En este sentido, dentro de los que podemos clasificar como territorios de desarrollo, existen otras subcategorías de uso amplio y difundido en los estudios recientes sobre geografía económica y sobre producciones regionales específicas, basadas en cadenas de valor (tambíén llamados complejos o subsistemas), clusters y redes. Como cadena de valor (complejos, subsistemas) se entiende a las articulaciones que se establecen a partir de relaciones del tipo cliente/proveedor o insumo/producto, a lo largo de etapas estrechamente asociadas entre sí para la elaboración de un determinado bien. Encontramos así a los proveedores de insumos y bienes de capital para la producción primaria. Aquí se establecen las relaciones comerciales, logísticas y distribución final, pasando por las etapas de elaboración industrial intermedia y sus proveedores de insumos y equipos. Dentro de este concepto están incluidas las relaciones técnicas entre etapas determinadas para cada nivel tecnológico (coeficientes técnicos); y las relaciones económicas, tratándose en este caso de las relaciones directas entre los agentes, esto es, relaciones individualizables, expresadas a través de contratos formales o informales o de diversos grados de integración vertical (entre productor primario y firma industrial, entre firma industrial y comercio mayorista o minorista, entre proveedor de insumo y productor, etc.). Al igual que en el de clusters, el análisis de las cadenas de valor engloba el estudio del contexto organizativo e institucional, público y privado; el contexto regulatorio, nacional e internacional; el contexto tecnológico (paradigma tecnológico dominante; fase en la que se encuentra el país); y el ambiente competitivo (estructura de los mercados y patrones de competencia). El concepto de entramados productivos regionales o clusters, aborda el estudio de la localización de las cadenas de valor (anclaje local de la cadena). Se define como el conjunto de empresas y agentes espacialmente localizados que muestran fuertes relaciones entre sí a través de:

a) Relaciones verticales, del tipo de relaciones insumo/ producto y,

b) Relaciones horizontales: Relaciones entre firmas ubicadas en una misma etapa, que pueden ser (i) de cooperación, como en el caso de las redes, o (ii) de competencia, como en el caso de firmas que compiten por partes de un mismo mercado.

Un cluster no abarca necesariamente todas las etapas productivas y comerciales de una cadena de valor. La mayoría de las veces sólo están localizadas en el espacio en cuestión algunas de las etapas de la cadena, muchas veces las más estrechamente asociadas a la primera fase de explotación de los recursos naturales.

“Un territorio de desarrollo necesariamente

requiere de empresas cuya inspiración sea, y

sus objetivos contengan, además de la natural

búsqueda de renta (retribución al factor

capital), un fuerte compromiso con la

comunidad. Una empresa competitiva, en

una región competitiva, tiene mayores

posibilidades de éxito a nivel global.”

“Toda forma de colaboración, bien sea

materializándose como red, cluster o cadena,

es una fuerza colectiva superadora, preferible

al esfuerzo aislado. Y si detrás se ubica un

Estado inteligente que intervenga para

asegurar condiciones para que este proceso

virtuoso prospere, mucho mejor (por ejemplo,

proveyendo recursos humanos calificados y

estabilidad institucional).”

11 Desarrollo territorial y promoción industrial

Su importancia regional está asociada a la potencialidad de los recursos regionales que moviliza, tales como recursos naturales, ventajas de localización, costos relativos, acervo tecnológico local, capacidades y competencias de los recursos humanos de la región, infraestructuras de servicio, masa crítica gerencial, innovaciones y costos de oportunidad. Un aspecto central para el desarrollo sustentable (tanto económico como social) de un cluster es la creación de capacidades (habilidades) productivas especializadas y espacialmente localizadas de recursos específicos dentro de regiones delimitadas, necesarias para anclar capital, inducir a la localización de riqueza, es decir, conservarla en su lugar de generación para que produzca el derrame en su origen. El funcionamiento de redes de productores y de empresas es también otra de las condiciones centrales, así como la generación de ventajas competitivas de aglomeración y economías externas o externalidades para la región (externas a la empresa e internas a la trama local). El desarrollo de un cluster es el resultado de la concentración de firmas e industrias en un espacio territorial, de manera “espontánea”, y también de políticas deliberadas para la conformación de entrelazamientos o entramados que induzcan o atraigan inversiones industriales y desarrollen las necesarias instituciones e infraestructuras de soporte. Particularmente relevantes en el caso de tramas incipientes, son las acciones vinculadas a promover y facilitar la densificación del tejido empresarial y los efectos de “derrame” local. Entre ellas, se destacan las políticas tendientes a promover la formación de redes locales, de difícil conformación espontánea en condiciones de falta de información, aislamiento, débil estructura empresarial (pyme aisladas y atrasadas tecnológicamente) y bajo nivel de entramado institucional. Finalmente, encontramos los sistemas conocidos como “redes empresariales”, que son circuitos de relaciones horizontales conectando empresas y agentes (públicos o privados), que operan en un mismo mercado y -por lo general- en un mismo territorio. A diferencia de las cadenas de valor, aquí encontramos relaciones de cooperación entre firmas y/o agentes que elaboran o procesan un mismo bien y/o que participan en el mismo mercado (puede tratarse de productores primarios, empresas, cámaras y asociaciones gremiales, ONG, institutos de investigación, laboratorios universitarios, etc.). La literatura recoge numerosos casos de redes conformadas por agentes de tamaño económico similar, en muchos casos pequeñas firmas de articulación flexible y duración en el tiempo variable, con la participación de centros de investigación y desarrollo y de otros prestadores públicos y privados de servicios que posibilitan flujos de conocimiento e información relevantes para los procesos productivos e innovativos disminuyendo los costos de transacción y generando economías de escala al compartir voluntariamente recursos, experiencias e información. Las redes articulan firmas de distinto tamaño y localización. Los propósitos de estas redes son múltiples, entre otros: compartir información; acceder a mercados garantizando conjuntamente volúmenes mínimos de oferta y estabilidad en las entregas; realizar compras conjuntas de insumos críticos y/o medios de producción, abaratando costos; compartir canales de distribución e infraestructuras logísticas. El concepto de cadenas de valor enfatiza las relaciones económicas de tipo vertical entre distintas fases y actores; el concepto de clusters incorpora el componente local; el concepto de redes se centra en asociaciones horizontales entre actores, agentes e instituciones privados y públicos.

“Los tres conceptos están estrechamente relacionados ya que comparten una aproximación sistémica, pues no se trata exclusivamente de empresas (enfoque micro), o de sectores o cadenas productivas (análisis sectorial), sino que abarcan un espacio analítico que engloba a la vez a agentes y sectores en sus articulaciones técnicas, económicas y territoriales (enfoque institucional).”

12 Desarrollo territorial y promoción industrial

Tipos de relaciones entre empresas según Schmitz (1999)

Bilateral Multilateral

Horizontal Por ejemplo, un laboratorio o equipo de consultores compartido por dos empresas de un mismo sector productivo.

P.Ejem. Redes sectoriales. Cuando están asentadas en la misma región, forman un cluster.

Verticales Relación proveedor/cliente. Cadena de valor o, cuando están en el mismo territorio, cluster.

Alianzas dentro de la cadena de valor. Alianzas a lo largo de las etapas presentes en un cluster.

Las ventajas de la proximidad geográfica, sinergias, economías de clustering o aglomeración, competitividad sistémica, importancia de los sistemas locales de innovación, aunque recontextualizadas, siguen presentes. Según Örjan Sölvell, los clusters constituyen uno de los cuatro tipos de aglomeraciones. Puede hacerse un simple esquema de clasificación de aglomeraciones de economías delineando ventajas de la eficiencia (mayormente economías de escala) contra ventajas de innovación de clusters, por una parte, y la aglomeración en general contra la aglomeración de actores tecnológicamente clasificados, por la otra parte. El cuadro queda de este modo:

Actividades económicas en general (actividades diversas)

Actividades o industrias que requieren alta tecnología

Eficiencia (por escala) y flexibilidad

Ciudades

Distritos industriales

Innovación o perfeccionamiento (upgrading)

Regiones Creativas

Clusters

Fuente: Malmberg, Solvell, Sanders (1986)

13 Desarrollo territorial y promoción industrial

Según Porter (1990, 1988), los cluster no deben ser visualizados como un flujo permanente de

bienes y servicios, sino más bien como acuerdos dinámicos basados en la creación de

conocimientos, aumento en el retorno (Krugman, 1991) e innovación en un amplio sentido. Así

es que los clusters están hechos no sólo de flujos físicos de elementos de entrada y de salida sino

que incluyen un intenso intercambio de información de los

negocios, know-how (conocimiento), y experiencia

tecnológica, ambas en formas comercializadas y no

comercializadas. Muchos tipos de empresas y organizaciones

constituyen el conjunto de actores en el “escenario del

cluster”. Se han identificado seis tipos principales: empresas,

actores financieros, actores públicos, universidades,

organizaciones colaboradoras y los medios de comunicación.

En la literatura o en en distintas legislaciones suele utilizarse el concepto de “sistemas regionales

de innovación” o “sistemas nacionales de innovación”. Los sistemas regionales son más

abarcativos que un cluster, más bien están compuestos por una serie de clusters.

Dada la complejidad de los patrones de interacción y el énfasis de la literatura de los cluster en

variables “suaves” no mensurables (tales como confianza, inserción social, etc.) no resulta

siempre fácil establecer una clara demarcación entre las aglomeraciones simples y los clusters.

Toda aglomeración en alguna medida genera externalidades, como la formación de mano de

obra especializada local, el aumento en la demanda de determinados servicios complementarios,

etc., dando lugar así a algún nivel o tipo de interacción.

Porter (1998) señala: “Los cluster pueden tomar formas diferentes, en función de su profundidad

y sofisticación, pero la mayoría de ellos, como habíamos adelantado, incluyen empresas de

productos finales o servicios; proveedores especializados de input, componentes, maquinaria y

servicios; instituciones financieras; y compañías en industrias relacionadas. Los cluster incluyen

además, con frecuencia, compañías en industrias aguas abajo (es decir, canales o clientes);

productores de productos complementarios; y proveedores de infraestructuras especializadas.”

Según los procesos de agregación de valor conjunto, por articulaciones horizontales y verticales,

existen varias formas de organización en cluster:

a. Los clusters verticales: Son aquellos que reúnen industrias caracterizadas por relaciones

de compraventa (input-output),

b. Los clusters horizontales: Incluyen empresas que comparten un mercado común para los

bienes finales, o utilizan la misma tecnología o trabajadores, o requieren un recurso

natural similar.

“El enfoque mesoeconómico y territorial

siempre exige un alto grado de consensos y

responsabilidades compartidas.”

14 Desarrollo territorial y promoción industrial

Clasificación de clusters industriales

Clusters diversificados (Principalmente constituído por pymes)

Con intervención directa de grandes empresas (cluster tipo subcontratación)

Impulsados por la demanda (bienes de consumo trabajo intensivos)

Distritos industriales artesanales (P.e. elaboración de prendas de vestir en la tercera italia – Veneto, Friuli, etc.)

Redes de producción desagregadas (P.e. Ensamble de microelectrónica de consumo en Corea del Sur)

Impulsados por la oferta (bienes tecno intensivos o capital intensivos)

Complejos de Alta Tecnología (P.e. Silicon Valley)

Centros basados en firmas grandes (P.e. Ingeniería mecánica en Baden-Württemberg)

Varios son los factores económicos que explican la existencia de clusters. Estos pueden ser agrupados en dos grandes líneas: a) Los factores asociados a las economías externas, que intentan explicar por qué se da la concentración geográfica de las actividades, y b) Los vinculados a los costos de transacción y la acción conjunta de las empresas, que ponen el énfasis en los aspectos de interrelación entre los actores. Con respecto al fenómeno de la aglomeración, Krugman explica cómo en ellos operan fuerzas centrípetas que conducen a la aglomeración (basádose principalmente en las economías externas, de orden monetario o tecnológicas) y fuerzas centrífugas, que promueven la dispersión de las actividades (se relacionan con costos de transporte, encarecimiento de la tierra y de otros factores productivos locales, que operan como “deseconomías externas”). Más allá del debate sobre la importancia relativa de los distintos tipos de externalidades, ellas se relacionan con la posibilidad de reducir costos y de compartir conocimiento, de manera de generar mayores niveles de innovación y mejora en la productividad. La concentración sectorial y espacial de empresas favorece lo que se denomina “la eficiencia colectiva”, que es la ventaja competitiva que se deriva no sólo de las economías externas ya mencionadas, sino también de las acciones conjuntas de las empresas. Así, la existencia de un cluster facilita los acuerdos de cooperación entre las empresas, que permiten explotar complementariedades y economías de escala, así como aumentar la flexibilidad y velocidad de reacción de las empresas ante cambios del entorno (nacional o global). La base conceptual de este enfoque es la teoría de los costos de transacción, sobre la cual descansa parte de la literatura reciente que analiza clusters. El cluster sería en este sentido una alternativa tanto al mercado como a la integración vertical en una empresa. Aproximaciones teóricas

Las visiones relacionadas a la eficacia del fenómeno espacial y de la conveniencia de políticas

orientadas a clusters pueden nacer en los enfoques expuestos a continuación de manera

sintética, sin por ello desatender las valiosas teorías formuladas por las escuelas alemana (Walter

Isard en Location and Space Economy -1956- y otros), francesa (Perroux, Boudeville –Teoría de los

“La eficacia de un cluster se explica por el

doble juego de fuerzas cooperativas y

competitivas”

15 Desarrollo territorial y promoción industrial

Polos de Crecimiento) y otras que abordan la temática desde las teorías de localización no

tratadas en este trabajo por razones de practicidad:

1. Las atmósferas industriales (Alfred Marshall)

2. Los distritos industriales italianos (Giacomo Becattini)

3. La nueva geografía económica (Paul Krugman)

4. Las ventajas competitivas de las regiones/naciones (Michael Porter)

5. Enfoque de Competitividad Sistémica OCDE (Analizada entre otros por Meyer y Stamer)

A partir de estas aproximaciones, puede construirse una idea

básica sobre el concepto de los territorios de aglomeración

sectorial/espacial, también llamados entramados

productivos regionales, distritos industriales, clusters, entre

otras denominaciones.

Como punto de partida, ubicamos a los autores neoclásicos (fines del siglo XIX), quienes se

focalizaron en el comportamiento de los consumidores y firmas individuales. Estos

argumentaban que los agentes interactúan en los mercados donde se fijan los precios de bienes y

servicios y en función de las limitaciones en ingreso y precios, los consumidores eligen para

maximizar su felicidad. A su vez, tomando los precios del mercado las empresas deciden sus

niveles de producción (incluyendo la localización).

Marshall, en 1920, fue quien primero describe los clusters industriales, en Inglaterra. Para

Marshall existían tres razones por las que las firmas se ubican cerca entre sí: el mercado laboral,

la especialización de la oferta, y el conocimiento derramado (economías externas, externalidades

positivas).

En su Capítulo X del Libro IV de los Principios de Economía titulado «La concentración de

industrias especializadas en localidades particulares», esboza las ideas primigenias.

En él señala que “la aglomeración de firmas involucradas en actividades similares o relacionadas

genera un conjunto de economías externas localizadas que reducen los costos para los

productores que forman parte de los “clusters”. Dicho de otro modo, son “concentraciones de

sectores especializados en una localidad específica”.

El principio, según Marshall, es que las economías se pueden beneficiar de ventajas ligadas a su

localización espacial. El estudio comenzado por Marshall es continuado por otros análisis

contemporáneos que miden la unión entre productividad, crecimiento e innovación.

Se introduce el concepto de “escala”, que aparece en la base de todas las teorías relativas a las

economías externas. Marshall afronta el estudio de los distritos industriales focalizándose en

modo preciso en procesos según los cuales grupos de empresas localizadas en una única área

geográfica puedan beneficiarse del mismo tipo de economía presente al interior de grandes

empresas, sin perder su flexibilidad.

“El origen del concepto de economías por

aglomeración excede el siglo XX, y si bien en

los últimos años se ha intentado otorgarle un

encuadramiento en una fórmula final, su

alcance es amplio y dinámico. En la práctica,

una política de cluster debe seguir una idea

general que conecte las ganancias en eficacia

por aglomeración y el bien público obtenido

del desarrollo de capital local.”

16 Desarrollo territorial y promoción industrial

Para Marshall, desde el punto de vista de la oferta laboral, un distrito industrial tiene “grandes

ventajas al disponer de un mercado de trabajo constante”. Al crecer el distrito, crece también la

población de trabajadores calificados y especializados de los cuales el distrito puede beneficiarse.

Al mismo tiempo, la localización en una única área favorece el crecimiento de los proveedores

(también más especializados), obteniendo así eficiencia de

costos gracias a una extrema división social del trabajo.

En Industry and Trade (1919), Marshall agrega algunas

especificaciones que enriquecen el concepto de distrito

industrial. En particular, introduce el concepto de “atmósfera

industrial”, que junto a la existencia de “mutua confianza y

conocimiento”, ya mencionada en The Principles of

Economics, facilita la generación de las competencias que

necesita la industria, estimulando la innovación y difusión de conocimientos entre las pequeñas y

medianas empresas del distrito industrial. Por lo tanto, en el interior del distrito:

a) Los individuos pasan con facilidad de una empresa a otra, y los empresarios y

trabajadores viven en la misma comunidad, beneficiándose del hecho que los “secretos

industriales” están en el área, es decir, existe una atmósfera industrial.

b) Los trabajadores están mayoritariamente ligados al distrito más que a la empresa

individual y la emigración de trabajo es mínima o nula.

El distrito industrial es una comunidad estable, donde se afirma una identidad cultural local muy

fuerte y con una difundida expertise industrial. El distrito industrial es, en sustancia, un

entretejido socio-económico, en donde las fuerzas sociales cooperan con las económicas y las

uniones de amistad y las relaciones de proximidad se encuentran en la base de la difusión de los

conocimientos.

Todas las características descriptas por Marshall en el modelo de distrito industrial son

resumibles en el concepto de aglomeración, que es el alargamiento localizado (Becattini, 1987)

no ya de las elecciones estratégicas de la empresa individual, sino de la externalidad positiva

derivada de la presencia conjunta de empresas especializadas y servicios dedicados a ellas.

A mediados de la década del ochenta, comenzó a surgir un

nuevo conjunto de literatura dentro de la economía industrial

basado en estudios sobre los “nuevos distritos industriales”. Esta

buscaba explicar el éxito económico de clusters de zonas

periféricas de países desarrollados así como de países en

desarrollo.

Este modelo se construyó a partir de la presencia de cuatro

características principales, según Rabellotti (1995). En primer

lugar, se constituían por pequeñas y medianas empresas concentradas geográficamente y

especializadas sectorialmente. En segundo lugar, se establecen lazos “para atrás” y “para

adelante” basados en intercambios de bienes, personas y servicios tanto por medio de

mecanismo de mercado como por fuera de este. En tercer lugar, estas empresas se

“El impacto más importante (y el más

buscado) es el que se produce sobre la calidad

del trabajo, tanto en su remuneración como

en la calificación o las competencias

laborales.”

“El modelo puede ser exitoso tanto en los

países más industrializados como en aquellos

en vías de desarrollo, siempre que se

establezcan al interior, códigos o pautas de

conducta y estas sean respetadas.”

17 Desarrollo territorial y promoción industrial

caracterizaron por poseer antecedentes culturales y sociales comunes que favoreció la creación

de códigos de conductas, tanto explícitos como implícitos. Por último, se caracterizaron por la

presencia de una red de instituciones locales tanto públicas como privadas que apoyaba a los

agentes económicos al interior del cluster.

El valor del capital social

Becattini (1979, 1987, 1990), partiendo de los primeros

escritos de Marshall sostiene además que para poder hablar

de distrito industrial, es necesario que la población de

empresas se integre o entrelace con la comunidad local de

personas, reserva de cultura, valores y normas sociales

adaptadas por un proceso de industrialización desde abajo. El componente social, siguiendo esta

línea, es central para el modelo italiano de distritos industriales.

Así, un distrito industrial constituye “una entidad socio-territorial caracterizada por la presencia

activa, en un área territorial circunscripta, natural e históricamente determinada, de una

comunidad de personas y de una población de empresas industriales.”

El distrito es pensado como un único conjunto social y económico, donde se desarrollan fuertes

interrelaciones entre la esfera social, política y económica; el funcionamiento de una, por

ejemplo, de la económica, es moldeado por el funcionamiento y por la organización de las otras.

El éxito del distrito no pertenece solo al reino de lo económico, aspectos sociales e institucionales

son también de gran importancia.

Del análisis de Becattini se deduce que el punto de apoyo de la filosofía social de Marshall está constituido por el modo en el que él concibe el trabajo: no una mercancía, ni un puro medio de existencia, sino el fin de la vida. De este modo, Marshall destaca de la doctrina clásica que: «Llevó a considerar el trabajo simplemente como una mercancía sin intentar penetrar en el punto de vista del trabajador; sin dejar lugar a sus sentimientos, sus instintos, hábitos, solidaridad de clase o su deseo de conocimiento…». Sobre estos fundamentos filosóficos Marshall elabora su sistema teórico, afirmando que por «trabajo» se debería entender a los trabajadores, junto a sus conocimientos y capacidad de organizarlos con fines productivos, para concluir que el hombre recibe influencias y actúa, en gran medida, conforme al lugar en el que vive. El distrito industrial, para Becattini, representa la entidad intermedia entre el “sujeto económico singular” y el “sistema económico general”, que asume la descripción de «una comunidad local junto con la propia industria»; esto es, una industria definida a través de la comunidad local (lo que ésta produce y el modo en el que organiza la producción), en lugar de a través de la tecnología productiva. Esto equivale a un vuelco del enfoque teórico tradicional de la investigación económica: en lugar de proceder desde la industria hacia su localización, se procede desde el lugar (donde propiamente se desarrolla la vida de las personas) hacia su industrialización.

“Una política enfocada en clusters exige una

nueva ingenieria institucional, nuevas normas

legislativas que le ofrezcan un marco legal

adecuado.”

“Pensar en el desarrollo de una política de

clusters introduce la noción de que el sujeto

final de la misma es el ser humano en en su

rol de ciudadano productivo. El arraigo cobra

una dimensión distinta, es un elemento

fundamental en la valoración económica.”

18 Desarrollo territorial y promoción industrial

Becattini reafirma la importancia del retorno de los «sentimientos de pertenencia» entre las variables económicamente relevantes. Superficialmente, un cluster en expansión y un distrito industrial de éxito pueden parecer similares. En ambos casos, en efecto, se tiene una ampliación sistemática del aparato productivo y un aumento de la ocupación y la renta media per cápita. Pero si se profundiza en el análisis, se observa que los dos fenómenos son sensiblemente diferentes: el primero, siendo sólo la manifestación localizada del proceso mundial de acumulación y redistribución territorial del capital es, por definición, precario; el segundo, en cuanto resultado del esfuerzo semiconsciente de una comunidad, de hacerse un sitio en la división internacional del trabajo que le permita el desarrollo gradual de su calidad de vida, es, por definición, estable. Analizando la abundante literatura económica, a partir de la exitosa experiencia de las PyMIs italianas con sus distritos industriales (o bien “manchones territoriales-sectoriales de PyMIs” según el Observatorio PyMIs de la Unión Industrial Argentina y la Universidad de Bologna), se puede definir al sistema como a la aglomeración territorial de pequeñas y medianas empresas manufactureras independientes, pero vertical y horizontalmente articuladas entre sí y con otras de mayor tamaño, todas especializadas en un mismo sector (cadena productiva) que gozan de economías externas a las empresas que provienen del fuerte arraigo en la comunidad local. Así, las concentraciones territoriales de empresas, especialmente aquellas conformadas por

empresas pertenecientes al mismo sector industrial, o a sectores verticalmente integrados,

producen beneficios que son externos a la misma firma y que derivan exclusivamente de la

específica localización territorial: mayor disponibilidad de mano de obra especializada (formada y

entrenada localmente), mayor velocidad de circulación de información técnica, comercial y

expertise, mayor disponibilidad de servicios de proveedores sectoriales y, finalmente, del

conocimiento que los potenciales clientes tienen de la existencia de la concentración territorial

de la oferta. Los factores que impulsan la mayor competitividad de estas áreas no son solo

técnicos, sino también sociales.

En la literatura especializada a estos mecanismos técnicos y configuraciones sociales, se los

conoce como “rendimientos crecientes de escala externos a las firmas” o mas simplemente como

“economías de aglomeración”.

Los distritos industriales no son sólo un tipo de organización industrial muy flexible para la

producción, sino también el resultado de una progresiva especialización y división del trabajo

entre los protagonistas del proceso productivo.

Una elemento que caracteriza a los distritos industriales es la

cooperación. Esta reduce costos de transacción, introduciendo

los beneficios económicos derivados de facilitar la flexibilidad y

la innovación, siendo además un mecanismo de governanza

valioso en el distrito. Asimismo, los distritos industriales se

caracterizan por la presencia concurrente de mecanismos cooperativos y competitivos, que

conducen a un equilibrio entre ambos.

“Nuevamente la identidad y un sentimiento

de pertenencia a un lugar o cultura específica

cobra especial relevancia”

“El factor determinante lo constituye el valor

de la “cooperación”, que sirve de base al resto

de la estructura”

19 Desarrollo territorial y promoción industrial

Es muy importante destacar que hasta hace muy poco tiempo esta forma de organización

industrial era solo estudiada en algunos ámbitos académicos italianos; sin embargo, en la

actualidad gran parte de la literatura económica sobre crecimiento, geografía económica y

comercio internacional la señala como una forma de organización territorial-industrial capaz de

enfrentar con un alto grado de éxito las mayores presiones

competitivas de la globalización.

Los estudiosos de la sociología, por ejemplo, se han focalizado

sobre los distritos industriales interpretándolos como una entidad

no solo de naturaleza político-cultural, sino también como base del

concepto de atmósfera industrial del que hablaba Marshall, es

decir, el sistema de valores de la comunidad distrital, las uniones

familiares y afectivas, etc.

En este sentido, y de acuerdo al concepto de atmósfera industrial,

todos los actores que forman parte del distrito comparten naturalmente un conjunto de valores,

conocimiento, modalidades de reacción a las cuestiones externas, que se han ido formando

lentamente en el repetirse continuo de los eventos.

Estos factores favorecen una activa participación y un clima de lealtad tras los miembros de los

equipos productivos. Finalmente, las pequeñas empresas distritales logran niveles de eficiencia

superiores al de las empresas no distritales porque se benefician de las condiciones del contexto

socio-económico que motiva a empresarios y trabajadores.

Por otra parte, desde la economía política, los estudios respecto al fenómeno de los distritos

industriales, se han ocupado del desarrollo sostenible, las políticas regionales, los factores de

producción local, las condiciones para el nacimiento de distritos industriales, etc.

Becattini y el análisis sistémico

De esta manera, y según Becattini, el concepto de distrito industrial contiene algunos elementoss

que escapan al análisis de la economía tradicional, por lo tanto, se necesita una visión sistémica e

instrumentos de análisis diversos para comprender su naturaleza.

Analizando la definición dada por Becattini (1990), surgen algunas características centrales del

modelo distrital italiano.

1 – Un sistema territorial delimitado: El distrito nace y se desarrolla en un área geográfica

necesariamente delimitada. El concepto de delimitación territorial no debe ser interpretado en

modo rígido o restrictivo. Como afirma Brusco (1991), el distrito no es una comunidad cerrada,

aislada y estática, ya que para su crecimiento son necesarios los intercambios con el mundo

exterior.

El origen y el desarrollo de un distrito industrial, además, no es simplemente el resultado “local”

del encuentro entre algunos extractos socio-culturales de una comunidad, elementos históricos y

naturales de un área geográfica y características técnicas de un proceso de producción, es sobre

todas las cosas el resultado de un proceso dinámico de interacción entre división e integración

“El análisis sistémico del fenómeno

aglomerativo supera el mero encuadre

económico, puesto que recibe el aporte de

ramas de las ciencias políticas, la sociología o

el derecho.”

20 Desarrollo territorial y promoción industrial

del trabajo, de ampliación del mercado, y de formación de una red permanente de relaciones

entre el distrito y el mercado externo (Becattini, 1990).

2 – Una comunidad de personas: Una segunda característica distintiva del modelo de distrito

italiano consiste en la presencia de una comunidad de

personas que incorporan un sistema bastante homogéneo

de valores, que se refleja en términos de ética del trabajo y

de la actividad, de la familia, de la reciprocidad y del cambio.

Volviendo a Marshall, el reagrupamiento de los operadores

en una misma localidad, normalmente implica la pertenencia

a un mismo ambiente cultural, a un ambiente caracterizado

de valores, lenguajes, significados y, sobre todo, de reglas

implícitas de comportamiento comunes, es decir, de la

institucionalidad informal. A ello se le suma, que la eficacia

económica de tal modelo organizativo, necesita que las empresas territorialmente vecinas sean

parte, no de cualquier contexto social, sino de uno en el cual, con el tiempo, se haya formado una

fuerte cooperación recíproca. Sólo donde existan las condiciones para que tal cooperación se

desarrolle con relativa facilidad, es posible que el proceso económico sea organizado según el

modelo de distrito industrial. La cultura del territorio, la actividad de las empresas y de los

interlocutores institucionales, configura aquella atmósfera industrial a la cual hacíamos

referencia en un comienzo.

3 – Una población de pequeñas y medianas empresas especializadas: El distrito industrial italiano

se caracteriza por la presencia, en el interior del territorio, de una amplia población de pequeñas

y medianas empresas especializadas en una específica fase del proceso productivo, ligadas en la

relación de mercado y sector (Visconti, 1996).

La función de producción se subdivide en fases y el distrito se organiza no solo en una

colaboración horizontal, sino que normalmente se presentan formas interesantes de desarrollo

productivo vertical. Las empresas se relacionan con otras empresas del mismo distrito. En cada

nueva exigencia productiva, desde el simple mantenimiento, a la adopción de nuevas técnicas

productivas, se establece un diálogo colaborativo entre las empresas del distrito.

Experimentación, investigación, construcción de prototipos, etc., son todas fases de un proceso

tecnológico que es realizado en esta forma inteligente de

simbiosis industrial.

4 – La división del trabajo y la calidad de los recursos humanos:

La división del trabajo representa una característica fundacional

del distrito. Gracias a esto, las empresas distritales pueden

acceder a un mercado de trabajo caracterizado por una alta

profesionalidad diversificada y calificada, rica de competencias

específicas que se han acumulado a través de una consolidada

tradición.

Hay que recalcar, además, que la especialización de los

“Complementariamente al conjunto de

mecanismos que inciden en la creación o en el

sustento de un cluster, o a sus particulares

características, la política debe apuntar a

generar las condiciones necesarias para

incrementar la cooperación de manera

constante.”

“El desarrollo de clusters mejora la calidad del

trabajo local, y consecuentemente los

salarios. Un régimen especial de apoyo a

clusters debe contemplar, sin embargo, no

solo un sistema que forme trabajo calificado,

sino también normas laborales específicas

para nuevas empresas”

21 Desarrollo territorial y promoción industrial

trabajadores es una especialización de distrito más que una especialización de empresa, lo que

da una alta flexibilidad al mercado de trabajo local.

5 – Los actores institucionales: Las instituciones son la base de la transformación del aglomerado

de pequeñas y medianas empresas en el distrito industrial.

El distrito industrial italiano se distingue en modo neto del

marshalliano por el rol importante de los actores

institucionales.

6 – El equilibrio entre competencia y cooperación: El tipo de

relación en el distrito italiano es el resultado de la

convergencia entre competencia y cooperación (Brusco, 1989).

La ya citada característica de los distritos industriales de estar constituidos por un gran número

de empresas especializadas y reagrupadas territorialmente, crea un particular tipo de relación

entre las empresas mismas. Si estas están territorialmente vecinas, son numerosas y bastante

pequeñas, por cada fase individual en que se subdivide el proceso económico, se tenderá a

formarse un mercado local en el cual las empresas que

ofrecen o que demandan un particular bien o servicio

competirán entre ellas.

Además, no habiendo un elevado nivel de cultura industrial,

si un empresario inicia una actividad productiva, muchos

tratarán de imitarlo y comenzarán a competir con el.

Becattini (1989) explica claramente que la competencia en el interior del distrito es más elevada

que en el resto del sistema económico, y esto se debe a que, debido a la vecindad, y por ello, a la

percepción de los movimientos de los competidores en el distrito, se induce a mejorar para

competir.

Pero existe un momento en el que se pasa de la pura competencia a formas siempre más

complejas de cooperación y colaboración entre empresas. En ese momento, del simple

aglomerado de empresas se inicia el nacimiento del distrito industrial.

La cooperación favorece la dinámica de distrito: las iniciativas de empezar una nueva empresa o

de poner en práctica procesos innovativos permiten al distrito de no estancarse. El hábito de

cooperar aumenta también el nivel de confianza, y la confianza es un factor clave en todo

proceso asociativo.

7 – El emprendedorismo distrital: Los emprendedores al

comando de empresas de tipo industrial asumen

comportamientos particulares debido a las características

estructurales del distrito, que tiende a fortalecer las

motivaciones de los individuos, a acentuar el deseo de

autorrealización y a hacer emerger la voluntad de transferir

capacidades e intereses, esperados en una actividad de trabajo.

“La concentración de oferta produce un efecto

natural: un mercado local que se refuerza”

“La instituciones deben fomentar la cooperación y

asegurar la competencia leal”

“Un cluster constituye un ámbito propicio para el florecimento de pequeñas empresas innovadoras y el estímulo del sujeto emprendedor”

22 Desarrollo territorial y promoción industrial

En general, la iniciativa surge “desde abajo” a través de un desarrollo endógeno, que encuentra

en la historia y en la cultura local, en la geografía del lugar, en los valores compartidos por la

comunidad, entre otros factores, los puntos de fuerza sobre los cuales nace y se desarrolla en el

tiempo.

8 – Las barreras a la entrada y a la salida de un distrito

industrial: Las barreras de ingreso al distrito y la presencia de

una identidad colectiva han hecho de filtro respecto al

exterior, reduciendo drásticamente la frecuencia de

contaminación interna/externa: como subraya Lorenzoni

(1983) las empresas del distrito nacen, se desarrollan y

mueren típicamente quedándose al interior del distrito.

Sin embargo, las nuevas formas de apertura que se están manifestando (como la exposición a la

competencia global), dan origen a nuevas configuraciones distritales. Estas nuevas formas de

apertura hace que el distrito se este reposicionando.

Krugman y la eficiencia en el intercambio

Paul Krugman también en sus estudios retoma la tradicional idea marshalliana de especialización

y división del trabajo. El autor reconoce la naturaleza local del crecimiento económico, y se

pregunta por qué las empresas tienden a aglomerarse geográficamente. En primer lugar, señala

que las empresas tienden a concentrarse con el objetivo de aprovechar las economías de escala y

para intercambiar los bienes que producen de manera más eficiente. En segundo lugar, éstas se

aglomeran a fin de sacar ventaja de las economías externas. Las economías externas existen

cuando los beneficios sociales generados por el comercio y la interacción son mayores que los

beneficios privados. Esto último se asocia con “la idea de que los agentes económicos no pueden

capturar en el precio de sus productos todos los beneficios de

sus inversiones” (Schmitz, 1997). Los efectos externos son

consecuencias incidentales e involuntarias de otras acciones.

Krugman (1991) señala tres principales razones que incentivan a

las firmas a ubicarse geográficamente próximas:

1- La concentración de trabajadores especializados, 2- El mayor acceso a insumos intermedios; 3- Los derrames tecnológicos.

Porter y la competitividad

Para Michael Porter (1998), un cluster es un grupo de empresas interconectadas y de

instituciones asociadas en un campo específico, ligadas por actividades e intereses comunes y

complementarios, geográficamente próximas, o de un modo más general, de “un grupo,

geográficamente próximo, de empresas interconectadas entre sí e instituciones asociadas en un

campo particular y ligadas por externalidades de varios tipos” (Porter, 2003).

“El cluster es un espacio y un proceso, es

consecuencia de un proceso y generador de

nuevos procesos”

“Las ventajas competitivas de la Nación

dependen de las ventajas de sus regiones”

23 Desarrollo territorial y promoción industrial

Consisten, por lo tanto, en un conjunto de industrias, gobierno, academia, instituciones

financieras e instituciones de asociación localizadas próximamente y relacionadas entre sí. Los

clusters pueden ser vistos como “procesos”, en el sentido que pueden considerarse una forma de

entender cómo la economía funciona y organiza sus estrategias, así como también “resultados”,

observándose a los clusters como una masa crítica de firmas

interdependientes conectadas geográficamente”. Estos no

están formados solamente por flujos físicos de bienes y

servicios sino también por un intenso intercambio de

información, conocimientos y expertise tecnológico.

El modelo clásico de cluster desarrollado por Porter (2003),

es el que se conoce como “modelo del diamante”. El autor

sostiene que las interacciones entre las cuatro puntas del

diamante determinan la competitividad de las firmas. Estas

son: 1- las estrategias, estructuras y rivalidad de las firmas; 2- condiciones de los factores, 3-

condiciones de demanda, 4- presencia de industrias relacionadas. Cuanto más intensas y

desarrolladas sean las interacciones entre las firmas, mayor será la productividad de estas. La

intensidad de la relaciones entre estos factores se fortalece si las firmas están localizadas

geográficamente próximas.

Más adelante, en el capítulo referido a políticas, se utiliza al diamante de Porter como modelo

para estructurar instrumentos de gestión de política local.

En síntesis, podríamos definir finalmente a los clusters, como concentraciones sectoriales o

geográficas de empresas que se desempeñan en las mismas actividades o actividades

estrechamente relacionadas, y donde a la vez se establecen vinculaciones entre estas e

instituciones como gobierno, academia, instituciones financieras e instituciones de asociación.

“Una de las principales tareas de los agentes

de política es la de procurar indicadores

eficaces para la medición del proceso, entre

ellos, de los más esenciales debe ser cual mida

la intensidad de las interacciones entre los

factores”

24 Desarrollo territorial y promoción industrial

Párrafos atrás introdujimos el esquema conceptual más utilizado para el análisis y la gestión de clusters en el nivel meso: El diamante de Porter (Porter 1990). En su visión, Porter indica que la productividad con que las empresas compiten y la sofisticación de sus estrategias están fuertemente influidas por la calidad del entorno de negocios (o ambiente de negocios

1). Ese

entorno se conforma a partir de aspectos generales (que afectan a todas las actividades, como el sistema tributario o la burocracia) y aspectos específicos de cada cluster (como recursos humanos o institutos de investigación). Estos últimos (que incluyen aspectos sectoriales y locales) determinan las influencias específicas sobre la productividad de las empresas y su evolución. Este marco permite analizar los efectos de la localización sobre la competitividad, a partir de la interrelación de cuatro aspectos principales del diamante. El primer aspecto lo constituyen las condiciones de los factores, haciendo referencia a la cantidad, el costo, la calidad y la especialización de los factores (inputs). Éstos se definen de manera amplia e incluyen recursos naturales, humanos y de capital, infraestructura física, administrativa y de información, infraestructura científica y tecnológica. Los factores especializados asociados a un cluster son esenciales para aumentar la productividad y son, además, más específicos y menos trasladables o imitables en otras localizaciones o clusters.

1 Un interesante análisis sobre el ambiente de negocios a nivel provincial en nuestro país puede

verse en “FIEL: Índice Provincial de Ambiente de Negocios (IPAN)”

Instituciones

financieras

Comunidad

de

investigación

Instituciones

de

colaboración

Empresas

Gobierno

Componentes principales

de un cluster (Fuente:

Libro verde de las

iniciativas cluster)

“Reducir trabas a la instalación de empresas,

y facilitar los procedimientos legales y

administrativos favorece el ambiente de

inversiones, este elemento es prioritario en

una política industrial”

25 Desarrollo territorial y promoción industrial

El segundo es el contexto para la estrategia y rivalidad de las firmas y hace referencia a las reglas e incentivos que regulan el tipo y la intensidad de la competencia. Porter sostiene que las economías que muestran baja productividad muestran también baja rivalidad local (la competencia se refiere principalmente a importaciones, es decir, la exposición a la competencia global). Según este modelo, alcanzar fases más avanzadas de actividad económica implica pasar de bajos salarios a bajos costos (lo que implica aumento de eficiencia) y, en definitiva, a competir por diferenciación. Ello está asociado a una evolución desde la imitación hacia la innovación, y a un aumento en los niveles de inversión, sobre todo en intangibles, que constituyen la base del desarrollo de ventajas competitivas. Dos dimensiones clave en el desarrollo del contexto de estrategia y rivalidad son el clima de inversión, en sus diversos aspectos, y las políticas que afectan la competencia en sí. Las condiciones exigentes de la demanda en el nivel local también tienden a incentivar los esfuerzos de innovación y aumento de productividad de las empresas. Muchas veces, consumidores locales sofisticados permiten anticipar la evolución de las condiciones de demanda en otros mercados, o revelan oportunidades de mercado que habilitan estrategias de diferenciación. Porter sostiene que, a este respecto, es más importante la calidad de la demanda que el volumen del mercado. Finalmente, un elemento clave en la constitución de un cluster es la presencia de proveedores de industrias relacionadas competitivas y de clase mundial basadas localmente. Contar con clusters relacionados dinámicos es claramente una fortaleza para la construcción de ventajas competitivas. El gobierno (local y nacional) es un actor clave en el éxito de un cluster, dado que puede contribuir al diseño de su marco normativo y de incentivos, no sólo en el plano general, sino también en el específico del cluster. Sus acciones afectan directa o indirectamente a los cuatro vértices del diamante, por lo que es importante contar con criterios que permitan ordenar el análisis de la forma en que el gobierno incide, a través de sus políticas, en la evolución del cluster y las empresas que lo conforman. Porter considera constituyentes de los clusters a las instituciones y manifiesta que las estructuras sociales de los clusters son de importancia clave y que la fortaleza o debilidad de la participación y relacionamiento social, resulta necesario para la realización de la potencial creación de valor que se deriva de la mera presencia de empresas, suministradores e instituciones en una localización determinada. Siguiendo esta línea de análisis, un aspecto crucial a considerar es el relacionado a los límites de un cluster. La pregunta es: ¿Cuáles son las fronteras de un cluster? Porter (1998) señala lo siguiente a este respecto: «Trazar las fronteras del cluster es una cuestión de graduación e implica un proceso creativo informado por el entendimiento de las más importantes vínculos y complementariedades que cruzan los sectores y las instituciones para competir. Son la relevancia de las externalidades (spillovers) y su importancia para la productividad y la innovación las que determinan en última instancia las fronteras. Las fronteras del cluster deberían abarcar todas las empresas, sectores e instituciones con fuertes lazos, bien sean horizontales, verticales o institucionales.

“En la Argentina, un nuevo sistema de

promoción debe poner en la balanza, por un

lado, su impacto social y por el otro, su

aporte a la recuperación del federalismo”

26 Desarrollo territorial y promoción industrial

Los cluster no pueden ser de carácter global y la extensión del ámbito del cluster a todo un país es excesiva, pues de ese modo no solo no se explica el fenómeno, sino que carecería de eficacia una política específica, al perderse el carácter de concentración geográfica de naturaleza y origen fundado en una actividad económica productiva que el cluster implica. La competitividad sistémica

Por último, introdujimos a este trabajo un enfoque aun

embrionario, originado en los estudios efectuados por la

OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo) y

continuado por varios autores, de buena prédica en

latinoamérica, conocido como de “competitividad

sistémica”, el cual plantea cuatro niveles para explicar los

elementos básicos que permiten a las empresas de un país, la posibilidad de competir. Este

modelo plantea el tema de la competitividad de un país desde una perspectiva sistémica a cuatro

niveles:

1. Nivel Meta

2. Nivel Macro

3. Nivel Meso

4. Nivel Micro

El nivel Meta se refiere a la capacidad que tiene una sociedad

para lograr consensos y marchar de forma integrada en la

búsqueda de los objetivos establecidos de manera conjunta.

Este elemento es vital para permitir que los esfuerzos se lleven a

cabo en una misma dirección y evitar el desgaste natural que se presenta cuando se dan

conflictos entre distintos grupos sociales. Alcanzar la competitividad sistémica de una nación

requiere de acuerdos que antepongan el bienestar futuro a los intereses del presente, así como

la coincidencia en la opinión de que el modelo orientado a participar exitosamente en el mercado

global permitirá satisfacer las necesidades de la propia sociedad. Para lograr que el nivel meta

sea adecuado para la competitividad deben cumplirse dos factores esenciales: por un lado la

clara separación entre las instituciones del Estado, la empresa privada y los organismos

intermedios, y por otro lado una permanente disposición al diálogo y la búsqueda de consensos

entre los actores sociales, que permita el establecimiento de acuerdos básicos para aprovechar

los procesos de comunicación y aprendizaje que se dan en la discusión que busca establecer

ventajas nacionales de innovación y competitividad.

En el nivel Macro, un entorno macroeconómico estable es una condición indispensable para

fomentar la competitividad de las empresas. Para alcanzar un entorno macroeconómico estable

es necesario contar con mercados de bienes y servicios que funcionen de una manera eficiente.

Los principales distorsionadores de este entorno son altos déficits presupuestales y de balanza de

pagos, ya que ambos propician una mayor deuda externa y por ende una mayor cantidad de

recursos destinados a su servicio. Además presionan de forma adicional las tendencias

“Los instrumentos legales que configuren una

política de clusters deben delimitar con

precisión las fronteras y alcances “

“El comienzo de un proceso hacia una nueva

política industrial requiere de condiciones

esenciales de base, y estas son las

relacionadas a los niveles meta (consensos

nacionales) y macro (indicadores

macroeconómicos positivos)”

27 Desarrollo territorial y promoción industrial

inflacionarias existentes y con ello debilitan las perspectivas de los inversionistas nacionales y

reducen las posibilidades de inversión en bienes de capital, imprescindibles para el crecimiento

futuro de la economía. La estabilización del contexto macroeconómico requiere, además de la

congruencia tecnocrática, un esfuerzo político que permita a los actores nacionales la

construcción de acuerdos sobre el sentido de las restricciones necesarias para lograrlo. El

enfoque de los cambios necesarios para lograr un contexto macroeconómico estable requiere no

solo centrarse en la reducción de déficits, sino también en el crecimiento económico y su

distribución. Otro elemento fundamental para fortalecer la competitividad en el nivel macro,

consiste en la orientación de un esfuerzo exportador consistente que permita a las empresas

ubicadas en el territorio tener acceso a los mercados globales, pero fortalecer las capacidades de

las mismas empresas en el interior.

El nivel Meso es aquel que se refiere a la construcción y articulación de redes de colaboración

entre empresas y aumentar así las capacidades individuales de las mismas a través de un efecto

de sinergia donde la red permita contar con capacidades mayores a la suma de las capacidades

individuales de sus integrantes. El nivel Meso adquiere relevancia en tiempos de globalización y

es en este nivel donde se materializan los modelos descriptos en este capítulo.

En la medida que las empresas son capaces de aprovechar sus capacidades de aprendizaje y

construir sobre ellas, su competitividad se incrementa de manera notable. En tanto los requisitos

del mercado se vuelven más complejos, crecen también los requerimientos hacia el entorno

municipal, estatal y nacional. A mayores requerimientos a las empresas se hace más claro que

éstas ya no pueden competir de forma aislada, sino que requieren conformarse en grupos

empresariales articulados en red (enlazados con su entorno institucional de apoyo de la

comunidad y del Estado).

El nivel Micro se refiere al incremento de capacidades en las empresas individualmente, es decir,

el aumento de su productividad.

Este contexto obliga a las empresas a cambiar de manera radical sus relaciones tanto en el

ámbito interno, como con su entorno inmediato. No es suficiente incrementar su capacidad a

través de la automatización, ni las inversiones para crear redes informáticas, es necesario llevar a

cabo profundas transformaciones en varios terrenos como son la organización para la producción

introduciendo procesos que permitan la flexibilidad para fabricar volúmenes pequeños en

tiempos muy cortos y con las características de calidad demandadas por los clientes; la

organización para diseño y desarrollo de nuevos productos, donde las ciencias y las tecnologías

convergen para actuar de manera coordinada entre las áreas de comercialización, producción y

desarrollo, y permiten reducir de forma significativa los tiempos de desarrollo del producto de

una manera más eficiente y con mejores oportunidades de comercialización; las relaciones de

suministro también deben ser modificadas, buscando relaciones más estrechas con proveedores

y manejando esquemas de suministro “justo a tiempo”, dejando de lado operaciones en las que

la empresa es poco competitiva para subcontratarlas y concentrarse en los procesos claves del

negocio que le dan la competitividad.

28 Desarrollo territorial y promoción industrial

A modo de complemento de estos enfoques, debemos sumar otras escuelas teóricas que

influyen directa o indirectamente en la teoría económica de clusters, sintetizadas en el siguiente

cuadro y que exceden el estudio de este trabajo.

29 Desarrollo territorial y promoción industrial

2

Fases en el desarrollo de clusters

Los conglomerados regionales sectoriales (clusters) obedecen su formación a distintos factores, generalmente involuntarios o como resultado de una política pública de promoción de una región o una actividad económica en particular de otra naturaleza que deriva en un conglomerado. En virtud de esto, es importante distinguir con precisión cuando hablamos de “desarrollo de un cluster” y “desarrollo de una política orientada al fortalecimiento o apoyo a un cluster en crecimiento” (o iniciativa cluster). Se hace entonces imperioso tener en cuenta los siguientes elementos (descartando desde ya un claro compromiso con la política):

I. Correcto diagnóstico de la realidad II. Adecuados procesos e instrumentos de medición de

evolución III. Identificación de los liderazgos IV. Capital social, político, tecnológico, financiero,

infraestructura básica disponible Elementos para su configuración Los elementos principales necesarios para la estructuración de un cluster, independientemente de su territorio, pueden resumirse en los siguientes:

Concentración

geográfica

Este factor se sustenta en dos aspectos:

“Duros” (recursos naturales específicos, disminución de costos de transacción, economías de escala y alcance, oferta especializada de factores, medios para acceder y compartir información, interacción con consumidores locales); y

“Blandos” (se refiere al capital social, a las relaciones que se cultivan en la interacción diaria, tan importantes como el capital físico y “humano”, y que influyen en los costos de transacción y el monitoreo)

Especialización Por lo general los actores del cluster se relacionan alrededor de una actividad central, si bien la formación de clusters puede ir más allá de las relaciones al interior de un sector o de las que se establecen a lo largo de una cadena individual de valor agregado. En la actualidad los límites sectoriales se vuelven obsoletos, en la medida en que cada vez se necesitan interrelaciones más intensas entre todo tipo de actividades de la producción y los servicios.

Actores Se agrupan básicamente en cuatro categorías: empresas, gobiernos, comunidad científica (universidades, centros de investigación), instituciones financieras. Además, pueden estar presentes instituciones de colaboración

“Los estudios realizados sobre el fenómeno de

aglomeración en distintos países muestran un

patrón de comportamiento con un alto grado

e similitud, con estadios de desarrollo en

función de su propio entorno cultural.”

30 Desarrollo territorial y promoción industrial

(por ejemplo, cámaras de comercio, asociaciones de industriales y de profesionales, sindicatos, instituciones de transferencia de tecnología, centros de calidad y think tanks)

Dinámica y

encadenamientos

Las conexiones e interrelaciones entre los actores pueden tener características tanto de competencia como de colaboración. La competencia entre firmas genera presiones para la mejora, pero las firmas al interior de un cluster también pueden cooperar en torno a una actividad, complementándose entre sí. Operando en conjunto en algunas áreas específicas las firmas pueden atraer recursos que de otra forma no estarían disponibles.

Masa crítica Es un concepto relacionado con las economías de escala y de alcance, así como con el patrón de dependencia. Se considera que una cierta masa crítica es necesaria para poder aprovechar estas economías, así como para hacer al cluster resistente a choques exógenos. Esta masa crítica dependerá del tipo de especialización del cluster.

Ciclo de vida El cluster es un modo de organización de largo plazo y, por lo tanto, tiene un ciclo de vida que comprende varias etapas, como se explicaba anteriormente: 1- Inicio de la aglomeración (varias empresas y otros actores en una región), 2- Surgimiento de un clustero cluster emergente (embrión del cluster, varios actores de la aglomeración regional comienzan a cooperar alrededor de una actividad central y se benefician de ello), 3- Cluster en desarrollo (nuevos actores surgen o son atraídos por la región, aparecen connotaciones comunes como marca y sitio web), 4- Cluster maduro (alcanza la masa crítica, se relaciona con otras actividades, clusters y regiones), 5- Transformación del cluster (los clusters cambian así como los mercados, tecnologías y procesos, el cluster se desarolla en otro o varios nuevos clusters enfocados en otras actividades o en nuevas formas de proveer bienes y servicios).

Innovación Se asocia al conocimiento que se genera por la interacción social. Es el proceso mediante el cual la firmas ponen en práctica diseños de productos y procesos de manufactura que son nuevos para ellas (no necesariamente para otras firmas), incorporando el cambio tecnológico, comercial y organizacional.

Fuente: Andersson y colaboradores (2004)

De acuerdo a los análisis de Porter, los siguientes factores son la base para todo proceso de desarrollo de los clusters:

• Conocimiento e intercambio del mismo. El conocimiento constituye la base de las ventajas competitivas de las empresas e involucra el conocimiento de la realidad actual y comprensión de las tendencias globales. Luego, es fundamental la capacidad de gestión: los procesos de construcción de competitividad requieren de una buena gestión o tecnología de gestión, tanto de las empresas y organizaciones como de las relaciones entre ellos, y de los propios procesos.

31 Desarrollo territorial y promoción industrial

• Cooperación. La competencia es motor fundamental de la mejora competitiva para alcanzar mayor productividad; y la cooperación reduce costos de transacción, por ello, como se explicaba en el capítulo 1, esquemas de articulación basados en la combinación de cooperación y competencia (equilibrio entre fuerzas cooperativas y competitivas).

• Un núcleo o aspecto central sobre el cual construir. Ése es el factor que los une y que los motiva a colaborar para superarlas. De esta manera es posible lograr el compromiso y la actitud necesarios para cooperar y generar los cambios que habiliten el desarrollo de ventajas competitivas.

• Medición de los impactos, de manera de poder evaluar la evolución de los procesos y también gestionarlos. Los principales impactos de los procesos de construcción de competitividad sobre la base de clusters son de dos tipos: a) sobre la mejora de los entornos; y b) sobre la mejora en el desempeño de los integrantes del cluster.

El cuadro de arriba es el tradicional diamante de Porter que ya habíamos mencionado

ampliamente en el capítulo 1. El autor explica de este modo las condiciones para la

estructuración de un cluster:

a) Condiciones previas (o de base) para la existencia de un cluster; b) Factores críticos para el éxito de un cluster; c) Factores coadyuvantes y de contexto.

Las condiciones de base constituyen un requisito indispensable. Sin la presencia de algunas de ellas (en la experiencia de Porter y su equipo, al menos dos), no es posible construir un cluster.

32 Desarrollo territorial y promoción industrial

Condiciones de base para la existencia de un

cluster

Masa crítica de empresas con capacidad o potencial de competencia internacional Ventajas específicas significativas (como disponibilidad de factores) Empresa multinacional de nivel mundial Fortaleza en clusters relacionados

Factores críticos de éxito (necesarios para

desarrollo exitoso del cluster)

Presencia de redes y asociaciones (cooperación) Fuerte base de habilidades (capital humano) Capacidad de innovación e I+D

Factores coadyuvantes (contribuyen al

desarrollo exitoso del cluster)

Liderazgo Infraestructura Cultura emprendedora Empresas ancla Financiamiento

Factores de contexto Servicios de desarrollo empresarial Ambiente competitivo Acceso a mercados (y demanda sofisticada) Calidad de vida Entorno macroeconómico e institucional

En principio, con la convergencia de estas condiciones es posible el desarrollo de un cluster. Los factores críticos de éxito guardan relación no sólo con la experiencia acumulada, sino también con aspectos que la teoría considera centrales en el funcionamiento de un cluster: La innovación e I+D, la cultura de cooperación y el capital humano. Estos tres factores están asociados a través del conocimiento como eje común. En cuanto a la existencia y formación de redes, las mismas son fundamentales pues a través de ellas se generan flujos formales e informales de conocimiento e información a través del cluster. El acceso al conocimiento, especialmente al conocimiento tácito, sustenta procesos de aprendizaje colectivo y de desarrollo de ventajas competitivas. Estas redes y sistemas de relaciones aportan al cluster capital social y pueden ser incentivadas tanto por estructuras institucionales como por valores culturales y propósitos compartidos. En general son las redes informales, basadas en relaciones sociales e incluso en la movilidad de empleo, las que generan mayor transferencia de conocimiento en el cluster. Las redes de los clusters más exitosos muestran algunas características relevantes, como la de difundir buenas prácticas, extenderse más allá de los límites del cluster y tener alcance internacional. Algunas instituciones, como asociaciones empresariales y universidades, cumplen un papel clave como promotoras de redes, generadoras de ámbitos de encuentro y vehículos para la acumulación y la transferencia de conocimientos. Existe consenso en la literatura respecto a que los clusters exitosos logran tener acceso y alimentar una fuerte base de habilidades (o capital humano), tanto en términos de habilidades

33 Desarrollo territorial y promoción industrial

especializadas y de gestión como de una fuerza de trabajo adecuadamente calificada. En tal sentido, la cantidad y calidad de mano de obra, así como la disponibilidad de una mezcla adecuada de habilidades, es un elemento clave, tanto para atraer emprendimientos al cluster como para asegurar el éxito de sus empresas. Algunas áreas fundamentales de habilidades para un cluster incluyen gestión estratégica, entrepreneurship, técnicas de producción y gestión, liderazgo, asesoramiento y desarrollo personal. La colaboración entre las empresas y las instituciones de educación superior ha sido crucial en éxito de los clusters, y nuestro país posee una estructura tecnocientífica valiosa que podría liderar estos procesos. De todos los factores de éxito la capacidad de investigación y desarrollo (I+D) e innovación (capacidad para generar una corriente de innovación estable y creciente) es la más importante. El desarrollo de productos, las estructuras de investigación y otras formas de innovación son vitales para un cluster dinámico. Si bien la innovación y la I+D son actividades diferentes, se refuerzan: la innovación desarrolla nuevos (o mejores) productos o procesos, mientras que a través de la I+D se genera nuevo conocimiento. Los clusters exitosos son esencialmente innovadores, sea a través de innovaciones básicas, innovaciones incrementales, como de cambios radicales. Nuevamente, las instituciones de investigación, incluyendo universidades, fundaciones y empresas, pueden desempeñar un importante rol de catalizadores de la I+D. El rol de los gestores, vinculadores o coordinadores de estos clusters es el de promover procesos de innovación y de I+D a través de compartir ideas y trabajar en red. Ello requiere, por su parte, promover fuertes vínculos entre los investigadores y las empresas locales

2.

Finalmente, la existencia de otros factores que contribuyen al éxito del cluster son: Un claro liderazgo, participativo, con un perfil adecuado, sea de individuos o de instituciones. De hecho, los contextos institucionales revelan el grado de importancia que adquiere la acción de los líderes en la construcción de entornos adecuados. Como parte de la infraestructura y su ordenamiento encontramos a las políticas de uso del suelo, a los parques científicos y tecnológicos, así como el necesario soporte administrativo, institucional y de información. En países en desarrollo es particularmente importante tener en cuenta estos factores, debido a sus propias carencias. El espíritu emprendedor también es importante, y se refleja en empresas de crecimiento rápido, inicio de negocios (start ups) y spin offs de empresas e institutos tecnológicos existentes. Muchas veces clusters que fueron exitosos contaron con alguna empresa grande que funcionaba como ancla. Las empresas de este tipo son fuentes de tecnología, de mercados y de conocimiento aplicado; funcionan como pequeños sistemas de innovación y capacitan trabajadores, que luego pueden incorporarse a pequeñas empresas innovadoras –p.e.

2 Un interesante antecedente en el país es el Programa de Formación de Gerentes y Vinculadores Tecnológicos -GTEC

2009- del MinCTeIP (Ref. UNTREF Dra. Sandra Fernández)

“La capacidad de I + D es determinante en la

competitividad, por lo tanto, el rol de la

universidad y el sistema tecnológico en su

conjunto adquiere un valor especial.”

“Sería auspicioso el diseño de normativas

específicas para parques tecnológicos e

incubadoras de empresas, como así también

una ley de ordenamiento territorial que

incorpore el concepto de desarrollo

equilibrado .”

34 Desarrollo territorial y promoción industrial

proveedores que con el apoyo de ellas desarrollaron nuevas capacidades o certificaron sistemas de calidad- . Tienen en definitiva un rol catalítico y una serie de ventajas para el cluster: Pueden estimular el trabajo en red (con empresas pequeñas), permiten focalizar recursos públicos y facilitar la reestructura de sectores, catalizan las economías externas para el resto de los miembros del cluster aportando bajas de costos en términos de proveedores locales, infraestructura, mano de obra y tecnología. La posibilidad de acceder a financiamiento es claramente un factor de éxito, en la medida en que permite sustentar el crecimiento y la expansión de actividades vinculadas al cluster. Esto incluye acceso a capital de riesgo, recursos y financiamiento especializado (por ejemplo, para inversiones externas) público y privado, redes de inversores y Capitales Ángeles. En este sentido, es importante el apoyo del sistema bancario público o privado, empresas de capital de riesgo, empresas de comercio exterior y otras instituciones financieras, que permitan a las empresas el acceso al tipo de financiamiento adecuado a su actividad. La gama de factores de contexto que son relevantes para el desarrollo de clusters es amplia; incluye servicios de desarrollo empresarial (servicios no financieros, prestados en muchos casos por organizaciones intermedias), consultoría profesional, un ambiente competitivo que estimule la innovación y el emprendimiento, acceso adecuado a mercados, demanda sostenida y un entorno favorable de políticas relacionadas con el entorno social, político y económico general (una macroeconomía estable, un sistema institucional y jurídico que funciona adecuadamente, un cierto nivel de cohesión social, entre otros). Debemos considerar también el desempeño de los flujos de conocimientos/innovación, pues si bien la relación entre las entidades que componen el cluster está basada en un vínculo comercial, es decir en un intercambio de bienes físicos, también existe un vínculo de intercambio de intangibles, tecnología, conocimiento e innovación (OECD 1999). Según Hoen (1999): “La relación entre entidades en un cluster puede estar referida a esfuerzos innovadores o a vínculos productivos. Los clusters basados en esfuerzos innovadores hacen referencia a empresas o sectores que cooperan en el proceso de difusión de innovaciones tales como nuevas tecnologías o productos; los cluster basados en vínculos de producción hacen referencia a empresas o sectores que conforman una cadena de valor.” Bell y Albu (1999), por ejemplo, propugnan que los análisis de clusters se centren en el estudio de los sistemas de conocimientos, en lugar de hacerlo, como ha sido más habitual, en los de sistemas de producción.

A medida que avanzamos en las fases de desarrollo de un cluster varía el nivel de dinamismo,

cantidad y calidad de los enlaces.

En los clusters dinámicos se desarrollan estrategias y rutinas a través de la cadena de valor, generando nuevas capacidades en un proceso de rivalidad interna porque las empresas:

a. Tienden a compartir muchas actividades mediante la cooperación. b. Como los clusters facilitan tanto la cooperación horizontal como la vertical (input-

output) operan dentro de un marco de confianza y alto capital social.

“Contar con un mercado de capitales sólido es

fundamental para el lanzamiento de

proyectos innovadores, sobre todo en el área

de la tecnología. Los países en desarrollo

adolecen esta deficiencia. Es por esta razón

que el Estado debe generar facilidades para

su desarrollo. Los redes de inversores

especializados con garantía estatal serían una

herramienta extraordinaria en este sentido.”

35 Desarrollo territorial y promoción industrial

c. Operan de manera más eficiente, pues se encuentran cercanos a activos especializados, proveedores y compradores con corto tiempo de entrega.

d. Pueden alcanzar mayores niveles de creación de conocimientos e innovación. Excedentes de conocimientos y una íntima interacción del día a día entre compradores, proveedores y organizaciones conducen a mejorías progresivas que a su vez son el fundamento de innovaciones.

e. Los clusters ofrecen un ambiente donde los recursos pueden rápidamente ser reorganizados y reestructurados (productos derivados, movilidad laboral transfiriendo talentos a través de organizaciones, etc.) permitiendo nuevas y mejores combinaciones económicas de talentos, capital y tecnología.

f. La generación de nuevos proyectos y negocios tiende a ser superior en clusters dinámicos. El costo del fracaso es normalmente menor dentro de un cluster donde existen muchas oportunidades alternas.

g. Los clusters en muchos casos atraen mercados líderes especiales en los cuales los compradores sofisticados motivan y cultivan el desarrollo tecnológico e innovador en una estrecha interacción con los proveedores.

Ciclo de vida de un cluster

Fuente: The Cluster Redbook Para Örjan Sölvell, el período inicial es a menudo identificado como una o varias personas o empresas, llamadas “héroes” del cluster. Si el emprendedor es exitoso, otros rápidamente se unirán y entrarán en el negocio. En un negocio que progrese, hay espacio para la subsecuente entrada de industrias de comercialización y de manufactura. Pronto, surgirá un cluster identificable. A medida que el cluster va llegando a la madurez, ciertas estrategias tenderán a dominar, y las economías de escala jugaran un creciente rol (acorde con el ciclo de vida de producción y diseños dominantes). Por último, algunos clusters llegan al declive, alcanzando lo que Sölvell llama la etapa de “museo”; alternativamente, saltan hacia un nuevo ciclo y experimentan un renacimiento basado en nuevas tecnologías y nuevas empresas.

Dinamismo

Tiempo

Fase inicial o de “Espíritu

Emprendedor” (Héroe)

Madurez alcanzada por economías

de escala

Expansión / Renacimiento

Declinación

Museo

36 Desarrollo territorial y promoción industrial

El surgimiento de un cluster en un lugar particular se explica en función de algunos factores naturales de ventaja, tales como un clima en particular, suelo, depósitos de minerales, recursos de bosques, rutas de transporte o puertos. Otra explicación es de carácter histórico, donde un empresario en una localidad particular comienza un negocio, prospera, su crecimiento local invita a la formación de nuevas empresas y derivados de estas y así sucesivamente, hasta que por último se formó un cluster. Una vez que el cluster alcanza una masa crítica y empieza a crecer, con frecuencia se crea un fuerte proceso acumulativo, que termina formando capital social y nuevos proyectos. El crecimiento del cluster depende directa o indirectamente del ambiente político en el que se desenvuelve. Las regulaciones y las acciones políticas varían desde normas antimonopólicas, políticas regionales, políticas de promoción o regulación industrial (o de instalación de nuevas industrias), políticas de ciencias e innovación, patentes y derechos de propiedad. El marco de políticas generales afecta las decisiones de inversión industrial y el atractivo para que individuos elijan una región en particular para desarrollar sus negocios y su vida privada (alojamiento, transporte, recreación y cultura) e incentivos hacia compañías (tierra, paquetes de atracción de inversiones, personas capacitadas). Este factor de naturaleza estrictamente social es fundamental, la región productiva debe convertirse en un polo de atracción esencialmente de capital humano. Un aspecto final de un cluster en crecimiento involucra enlaces a los mercados internacionales, ambos mercados de factores y mercados de productos finales. Un cluster dinámico no puede estar aislado. Para que un cluster continúe su prosperidad, necesita un flujo entrante de personas participando con diferentes habilidades, entrada de inversiones (inversión extranjera directa y de capital de riesgo), importación de materiales, componentes y productos y nuevas tecnologías. Personas y empresas deben ser atraídas al cluster. Por otra parte, el cluster debe abrazar mercados internacionales (inversión extranjera directa saliente, exportaciones, etc.). Los clusters dinámicos experimentan una circulación de ideas, habilidades y recursos, incluyendo la circulación de “cerebros”. Otro enfoque que busca explicar el ciclo de vida de un cluster lo hace Rosenfeld (2002), quien distingue entre cuatro etapas:

a) La embrionaria b) La de crecimiento c) La de madurez d) La de declive del cluster

En la etapa embrionaria, el cluster se limita a producir para el mercado local o regional y en general, requiere de esfuerzos en inversión e innovaciones para hacer frente a cuellos de botella del contexto local. La fase de crecimiento del cluster es aquella en que “los mercados se desarrollan lo suficiente como para expandirse, atraer imitadores y competidores, y estimular los emprendimientos (Rosenfeld, 2002)”. En esta etapa, el cluster comienza a adquirir identidad como tal. Se considera que el cluster está en su madurez cuando los procesos se han rutinizado y más imitadores han entrado al mercado. En esta fase cobra fundamental importancia la habilidad para innovar al interior del cluster y para

“La universidad juega un papel

importantísimo sobre lo cual los clusters

emergentes florecen; a través de sus

proyectos, iniciativas, incubadoras de

empresas o como polos tecnológicos.”

37 Desarrollo territorial y promoción industrial

moverse hacia actividades de mayor valor agregado. Por último, el cluster entra en una fase de declive cuando los productos que éste produce se vuelven reemplazables por substitutos más efectivos. El estudio de los ciclos de un cluster revela información y nos brinda conocimiento útil para medir su desempeño y sus necesidades. Eventualmente, los ajustes de política general o los instrumentos de política. “Los clusters prometedores no sólo se

caracterizan por el aprovechamiento de las

economías de escala, sino también por su

capacidad de innovación perpetua y de

mejoramiento de sus bienes y servicios , así

como por un proceso de creciente

especialización y mejoramiento del capital

humano y otros factores”.

38 Desarrollo territorial y promoción industrial

3

Las ventajas de las políticas orientadas a territorios de aglomeración

sectorial/espacial

Cuando pensamos en términos de desarrollo económico , determinar cuáles son las políticas que resultarán más adecuadas para alcanzar tales metas de macropolítica es una tarea compleja que implica:

1. El logro de grandes consensos 2. La reformulación de paradigmas, modelos, instituciones, pautas culturales, intereses 3. Cierta reingeniería de orden fiscal y de movilización de recursos

La selección de un modelo en particular debería ser el resultado de una serie de acuerdos y políticas, cuyo soporte será la acumulación de experiencia histórica. Y su marco de planificación, la política de desarrollo presente. Con una sólida base de fundamentales macroeconómicos en equilibrio y un sector externo estable se cuenta con las condiciones adecuadas para delinear una política de desarrollo pivoteada por un nuevo sistema de promoción industrial. El diseño de esta última puede asentarse en la siguiente realidad:

1. Aumentar la competitividad nacional por incrementos en los niveles de productividad

2. Consolidar el federalismo creando condiciones para el desarrollo económico regional

3. Equilibrar las desigualdades o asimetrías entre provincias o regiones

Federalizar la industrialización conduce a la inclusión social en las regiones menos desarrolladas, a la cohesión nacional y a la mejora en la calidad de vida general. Implica industrializar las producciones primarias, agregar valor en las cadenas basadas en materias primas naturales con impacto regional, aprovechando el efecto “Polo de Desarrollo” de la gran industria. En tal sentido, un sistema que se ajuste a estas necesidades y a la vez promueva actividades productivas concentradas en regiones identificables y consolidadas podría ser un sistema óptimo. Teniendo en cuenta que el desarrollo de ventajas competitivas de las firmas depende no sólo de las decisiones de las empresas, sino también de su interacción con otros actores, Porter destaca que los clusters inciden en el desempeño de las empresas de tres formas principales:

a. Aumentando la productividad y eficiencia de las empresas a través de:

• Mercado laboral conjunto; • Acceso a insumos y reducción de costos; • Bienes públicos específicos;

“Clusters y pobreza, desarrollo social,

federalismo, cohesión, arraigo, son

conceptos y realidades entrelazadas que

deben abordarse sistémicamente. Una

propuesta de estrategia “federal” es

posible, una política industrial orientada a

clusters (conglomerados o complejos

productivos territoriales) ha sido probada

con éxito en muchas naciones”

39 Desarrollo territorial y promoción industrial

• Motivación, dada por rivalidad entre empresas que están en situación similar; • Cooperación y competencia; • Uso eficiente del mercado a través de menores costos de transacción.

b. Estimulando la innovación y el crecimiento de la productividad, a través de:

• Externalidades tecnológicas y derrames de conocimiento; • Acumulación de conocimiento e innovación.

c. Facilitando los nuevos negocios (empresas y emprendimientos nuevos) que soportan la innovación y expanden el cluster (Spinoffs).

Por lo tanto, el enfoque basado en clusters está siendo adoptado de manera creciente para analizar y promover los vínculos interactivos entre las empresas y sus entornos de negocio inmediatos (incluyendo aspectos propios del contexto social y geográfico). Esto permite incorporar nuevas dimensiones al análisis y la ejecución de políticas de desarrollo de la competitividad. En este sentido, es posible destacar que: • Los clusters tienen en cuenta dimensiones fundamentales del funcionamiento real de los negocios, tales como: a) La localización en que se desarrolla la actividad económica y sus características; b) La existencia simultánea de actividades de competencia y cooperación entre las empresas; y c) La interacción entre los actores que incluye a las empresas —pero no se limita a ellas— y que comprende institutos de investigación, universidades y asociaciones empresariales, entre otras. • Las dimensiones anteriores generan el marco para que empresas, instituciones y el sector público interactúen a fin de mejorar el entorno microeconómico de los negocios en una determinada localización. A través de las economías externas y la acción conjunta, los clusters constituyen núcleos de competitividad, innovación y productividad. • El enfoque de clusters permite abordar las actividades económicas con una lógica consistente con la forma en que las empresas desarrollan sus negocios, superando límites sectoriales artificiales (por ejemplo, entre agro, industria y servicios). • En el contexto de un enfoque de clusters, es posible trabajar de manera más eficiente la relación entre el sector público y el privado, al generar oportunidades de acciones conjuntas para mejorar el entorno más cercano y desarrollar los roles respectivos. Con relación al sector público, privilegia el desarrollo de roles en forma descentralizada, llevando el centro de decisión al nivel local (federalizando consecuentemente el desarrollo) El establecimiento de políticas gubernamentales destinadas a promover el crecimiento y la competitividad de los clusters es muy importante desde el punto de vista regional, según Rosenfeld (2002), porque:

“Argentina cuenta con una amplia red

institucional (INTI, INTA, universidades

nacionales, centros de investigación, etc.) que

constituyen una plataforma extraordinaria

para una transformación en la matriz

productiva”

40 Desarrollo territorial y promoción industrial

- los clusters ayudan a las regiones a entender cómo sus economías funcionan en forma de sistemas y qué niveles de política tendrán mayor impacto. - los clusters ofrecen a los gobiernos regionales nuevas formas de relacionarse y de responder a las demandas colectivas de sus trabajadores. - los clusters ofrecen una alternativa para que la provisión de información y servicios sean organizados alrededor de las necesidades interdependientes y complejas de grupos de empresas, y no tanto de funciones individuales genéricas. -Las instituciones de enseñanza que actúan dentro del cluster producen trabajadores calificados, más productivos, informados y conectados con las necesidades de los empleadores. - Los clusters permiten la reasignación de recursos de forma tal que su impacto sea maximizado en la economía. Además, la organización de datos económicos por cluster en vez de por sector, facilita la recopilación de información de las agencias de desarrollo local (UNCTAD, 1998). Varios estudios dan cuenta de la existencia de un vínculo entre el desarrollo regional y la pobreza, o riqueza que genera o deja de generar. La relación entre clusters y pobreza es muy importante al momento de diseñar políticas para los países menos desarrollados. Nadvi y Barrientos (2004) analizan cómo las iniciativas orientadas a los clusters pueden lograr impactos positivos en los ingresos, empleo y bienestar de los trabajadores del cluste. Para estos aurores “los clusters no sólo favorecen la habilidad de las Pymes para competir en los mercados globales, sino que pueden promover empleo e ingresos sustentables y mejora la situación para los pobres”. Una agenda política para favorecer a los sectores más pobres debería incluir los siguientes elementos:

• Identificar a los clusters con mayor incidencia sobre la pobreza (e incluir la posibilidad de incorporar a las cooperativas como una nueva figura en localidades con fuerte cultura cooperativista)

• Promover actividades que aumente las ventajas de los clusters

• Apoyo estratégico a los trabajadores pobres y emprendedores. Ej: microemprendimientos.

• Entrenamiento general o especializado.

• Reconocer diferencias al interior de los clusters así como ganadores y perdedores de las diferentes dinámicas.

• Realizar tareas de evaluación y monitoreo del impacto de las políticas en la pobreza

• Identificar actores al interior de los clusters que pueden ser útiles para apoyar políticas a favor de los pobres (Nadvi y Barrientos, 2004).

Como se fue explicando hasta aquí, se verifica que la concentración espacial de actividades favorece la innovación y el aprendizaje:

“Una política de promoción de clusters no

necesariamente apunta a enfoques

sustentados en o para grandes empresas, ni

exclusivamente a industrias de alta

tecnología. En los países en desarrollo, hasta

alcanzar niveles de complejidad superiores,

pueden ser un factor dinamizador de

producciones locales básicas o intermedias,

proveyéndoles soporte institucional, al fin de

ayudarles a agregar valor a sus bienes y

servicios. Y de ese modo, a alcanzar

progresivamente niveles crecientes de

productividad e innovación.”

“En estos últimos 30 años las

transformaciones en materia de políticas

públicas o de organización industrial han sido

exponenciales. La irrupción de las nuevas

tecnologías informáticas y de comunicaciones

(TICs) hacen necesarios nuevos puntos de

vista, nuevos procesos, nuevos paradigmas.”

41 Desarrollo territorial y promoción industrial

-En el caso de empresas situadas en la misma actividad, porque la observación y comparación de las diferentes trayectorias y resultados de cada una favorece un proceso de selección e imitación de las mejores prácticas; -En el caso de las empresas situadas en distintas fases de la cadena de valor, porque, además de que por la mayor proximidad de proveedores y usuarios se favorece el proceso de innovación y aprendizaje de las empresas (Lundvall 1992), la especialización y concentración de la empresa en sus competencias esenciales aumenta su capacidad innovadora (Maskell 2001). El conocimiento tácito debe ser además intercambiado entre individuos y agencias (gubernamentales y ONG) y no sólo entre empresas, y ello se ve favorecido por la clusterización espacial. Detrás de tal dinámica no se encuentra solamente el tamaño del mercado local, sino también factores sociales, culturales y políticos (confianza, lazos sociales y otras consideraciones institucionales) (Bergman y Feser 1999a; Enright - Williams 2000). De hecho, este conocimiento incluso trasciende los límites de un cluster. Recrear estos valores impulsaría a las poblaciones menos desarrolladas a fortalecer sus potencialidades y a partir de sus esfuerzos ganar autonomía económica y habilidades nuevas que los ayude a incrementar su productividad y progresar. Vistas desde una perspectiva de demanda, Swann (1998) concluye que las empresas situadas en el cluster pueden ser encontradas más fácilmente por los clientes (reducción de costes de búsqueda) y se generan externalidades informativas sobre las características y tendencias del mercado. La principal desventaja, en lo que respecta a la demanda, es que el aumento de la congestión y competencia, reduce los precios y las ventas y beneficios por empresa. No obstante, en el mediano plazo, según Porter (1998a) ese aumento de la competencia resulta beneficioso, por el estímulo que supone para la mejora y la innovación. Krugman (1992) consideraba que el principal factor que impulsa los procesos de concentración espacial lo constituye el desarrollo de mano de obra, proveedores, infraestructuras e instituciones especializadas en tales espacios. Pero además, estas economías externas pasivas, habría que hacer mención de las ventajas derivadas de la acción conjunta (joint action) que el cluster o concentración sectorial y geográfica de empresa favorece. Schmitz (1995) denomina eficiencia colectiva (collective efficiency) a la ventaja competitiva derivada de las economías externas (mencionadas en capítulos anteriores) y de la acción conjunta. Las economías externas espontáneas darían lugar a eficiencia colectiva pasiva, y las actuaciones conjuntas de las empresas a eficiencia colectiva activa. En relación con tales actuaciones conjuntas, OECD (1999) y Porter (1998a) señalan que la existencia del cluster facilita la realización de acuerdos de cooperación, que permiten explotar complementariedades y economías de escala y alcance, así como aumentar la flexibilidad y velocidad de reacción de las empresas ante cambios del entorno. A raíz de que la pertenencia a un mismo ámbito espacial, en el que existe una cierta homogeneidad idiomática, cultural e institucional, en el que los intercambios se convierten en habituales y repetitivos se genera un clima general de confianza y entendimiento que ayuda a reducir los comportamientos indebidos. Esto a su vez impulsa a que voluntariamente se ofrezca información fiable y conduce a que los acuerdos se cumplan, facilitando los negocios por reducción de costos de transacción. Esta confianza reduce costos de transacción, beneficiando al conjunto de la sociedad. Sustento agumental

42 Desarrollo territorial y promoción industrial

Una política de desarrollo territorial enfocada a clusters tiene sustento argumental en: - Primero: Su importancia como entornos propicios para la innovación. - Segundo: Surgen tanto como una fuerza constructiva como una fuerza innovadora. Porter destacó no solamente las diferencias en cuanto al éxito de industrias específicas, sino también el hecho de que la competitividad emanaba de localidades particulares en el interior de las naciones. El rol de los clusters explicando el rendimiento económico regional fue confirmado en numerosos estudios. Más aun, según los datos el observatorio europeo de clusters, puede demostrarse que la prosperidad económica experimentada entre las regiones de Europa está relacionada con el grado de fortaleza del cluster. Hoy existe evidencia sustancial que sugiere que la innovación y el crecimiento económico están geográficamente concentrados. Los clusters producen un ambiente que incentiva la innovación y creación de conocimientos. Regiones con fuertes grupos de clusters son líderes innovadores, mientras que otras regiones sin clusters o con facilidades de investigación aisladas se quedan rezagadas. Utilizando datos del Observatorio Europeo de Cluster se concluye que existe una relación importante entre la especialización regional (grado de creación de conjuntos de clusters) y el desempeño innovador (medido por los niveles de creación de patentes). Las regiones en Europa sin clusters mostraron un rendimiento pobre (Sölvell). Estos estudios de la OEC en el terreno, demostraron que la proximidad favorece el proceso de innovación y la creación de conocimientos, que es un hecho complejo y evolutivo dentro de los clusters, ofreciendo una atmósfera ventajosa para construir capital social en la región. La introducción y producción de nuevas tecnologías y el

consecuente crecimiento genera un proceso acumulativo que

conduce al nacimiento de otros clusters, los que derivan de los

originales, que ya han adquirido suficiente know how y cuentan

con excedentes de recursos. Por esta razón es que, así como el

cluster nace naturalmente, se multiplica del mismo modo. En

este proceso, la presencia del Estado es clave en el apoyo a su

crecimiento y como orientador de proyectos conectados con la

realidad económica, social y regional.

Análisis y diagnósticos Los diagnósticos sobre cluster deben ser realizados en base a adecuadas tecnologías de análisis. Del análisis de clusters se

“Europa vió incrementadas sus posibilidades

de lograr el doble desafío de integrar a las

regiones menos desarrolladas y mejorar su

desempeño industrial para competir

internacionalmente gracias a intensas

políticas de promoción de clusters. No tan solo

Italia es un caso paradigmático de éxito,

también Alemania desde el año 1995 aplica

politicas gubernamentales intensas y Francia

mucho antes extendiéndo su alcance a gran

variedad de sectores industriales y de

servicios”

“En Latinoamérica, México, Colombia, Brasil y

otros países se ubican a la vanguardia en

materia de políticas activas territoriales. La

visión de orientación neoestructuralista

vigente en países como Brasil otorgan al

Estado un papel rector como agente

dominante en el desarrollo. En los niveles

mesoeconómicos y microeconómicos, los

neoestructuralistas señalan la necesidad de

promover infraestructura e inversiones con

uso intensivo de tecnología, sistemas

nacionales de innovación y educación,

complementariedades sectoriales, desarrollo

de economías de aglomeración y promoción

de las pequeñas y medianas empresas

locales.”

43 Desarrollo territorial y promoción industrial

podría obtener, por ejemplo, una base para iniciar e impulsar proyectos tendentes a incrementar la cooperación entre las principales compañías, sus proveedores, los institutos de conocimientos públicos, así como con otras instituciones puente (por ejemplo, ingenierías, centros de innovación, etc.). En el capítulo 1 describíamos el enfoque de análisis en niveles micro, meso, macro y meta. Los análisis cluster de nivel meso se fijan en las vinculaciones intra e intersectoriales (aunque aun resulta complejo establecer con precisión las interdependencias entre sectores). A nivel macro, se procura evaluar el aporte a la economía nacional y en razón de ello, considerar la pertinencia de una política de clusters. A estos propósitos, la ciencia ha utilizado varios indicadores cuantitativos, siendo los más comunes:

I. Cálculo de índices de especialización exportadora II. Coeficientes de localización, que generalmente suelen estar basados en índices de

especialización del empleo en un territorio determinado III. Otras medidas de desempeño más subjetivas, como la capacidad para alcanzar enlaces

sólidos, aprovechar externalidades, difusión de tecnología, etc. (por ejemplo, a través de un Indicador de transferencia de tecnología)

Según la opinión del Foro Económico Mundial (World Economic Forum 2011

3) en su último

“Reporte Global de Competitividad 2011-2012”, sobre un análisis que cubre 142 países y utilizando más de 100 variables que demuestran los distintos contrastes en materia de competitividad entre países, se revela que los factores que hacen más competitiva a una economía desarrollada no necesariamente son los más relevantes en una economía que apenas despega, y este dato es muy importante para la definición de una política en países como el nuestro. Para esto, se clasificaron los países en cinco grupos, tres correspondientes a las etapas de desarrollo (basadas en los factores de producción, en la eficiencia y en la innovación) y dos más correspondientes a países en transición entre una etapa y otra. En este contexto, las variables en consideración se agruparon en 12 “pilares de la competitividad” relacionados con la etapa de desarrollo en la que juegan un papel de mayor relevancia:

1. Etapa basada en los Factores de la Producción

a) Buena operatividad de instituciones públicas y privadas

b) Infraestructura bien desarrollada

c) Ambiente económico estable

d) Fuerza de trabajo saludable con al menos educación básica

2. Etapa basada en la Eficiencia

e) Educación superior y capacitación

3 www.weforum.org

44 Desarrollo territorial y promoción industrial

f) Mercados de bienes y servicios eficientes

g) Mercados laborales prácticos y funcionales

h) Mercados financieros desarrollados

i) Capacidad de explotar las tecnologías existentes

j) Amplio mercado interno o de exportación

3. Etapa basada en la Innovación

a) Nuevos productos a través de procesos de producción sofisticados

b) Nuevos productos a través de la Innovación El pilar 3a) referente a la sofisticación de los negocios considera dos elementos que están íntimamente ligados: la calidad de las redes globales de negocios en un país y la calidad de la operación y las estrategias de las empresas en lo individual. De acuerdo al Foro Económico Mundial, estos factores son particularmente importantes en aquellos países en una etapa avanzada de desarrollo cuando, en mayor o menor grado, las mejores en las fuentes básicas de productividad han sido agotadas. La calidad de las redes de negocios y las industrias de soporte, medida en términos de la calidad y cantidad de proveedores locales y su grado de interacción es importante por varias razones. Cuando las compañías y sus proveedores de un sector en particular están interconectadas en grupos cercanos geográficamente o clusters, aumenta la eficiencia y las oportunidades de innovación de productos y procesos a la vez que se reducen las barreras de entrada para nuevas empresas. Medición de la Sofisticación de los Negocios (Pilar 3a) La medición de este pilar se hace a través de 9 variables:

1. Cantidad de proveedores locales

2. Calidad de proveedores locales

3. Estado del desarrollo de clusters

4. Naturaleza de la ventaja competitiva

5. Alcance de la cadena de valor

6. Control de la distribución internacional

7. Sofisticación de los procesos de producción

8. Desarrollo del mercadeo

9. Disposición a delegar autoridad Es evidente que una buena parte de estas variables no pueden ser medidas cuantitativamente y por esa razón, la institución acudió a encuestas directas con empresarios y otros actores de cada

45 Desarrollo territorial y promoción industrial

una de las economías evaluadas. La naturaleza subjetiva de estas respuestas ha obligado al foro a desarrollar una avanzada metodología estadística para compensar sesgos y desviaciones. A pesar de estas limitaciones, los índices así generados son el mejor acercamiento a estas variables. La Competitividad y los Clusters En la variable “3- Estado de desarrollo de Clusters”, el rango de respuesta va de 1 a 7 (menor o mayor densidad de clusters bien desarrollados – 1 inexistentes, 7- amplia presencia en muchos campos).

País Ranking Clusterización Ranking Competitividad

Taiwán 1 13 Italia 2 43 Japón 3 9 Finlandia 4 4 Singapour 5 2 Hong Kong 6 11 Suecia 7 3 Argentina 67 85

En la tabla se presentan los resultados del posicionamiento de los primeros 7 lugares en clusterización y el de Argentina. Para propósitos comparativas, en la misma tabla se presenta la posición en el índice global de los mismos países. En general se observa una buena correlación entre ambas posiciones. En términos de la conveniencia o no de una política de clusters, los análisis muestran que la clusterización es una estrategia que ofrece mayores beneficios a medida que la economía está más desarrollada y la Argentina (país en desarrollo de industrialización intermedia), cuenta con un gran potencial para ser base de un proyecto de fortalecimiento de clusters.

46 Desarrollo territorial y promoción industrial

4

Análisis de política aplicada

Formular e implementar iniciativas de desarrollo de clusters, que constituyen núcleos de competitividad basada en innovación, requieren trabajar sobre la cultura de cooperación. En entornos con culturas poco cooperativas, habrá insuficientes incentivos para proyectos colectivos, como el de políticas de desarrollo de clusters, por lo tanto, toda iniciativa o politica que tienda al desarrollo de clusters debe superar la barrera de una cultura no cooperativa para ser exitosa. Políticas de clusters

Una política orientada a clusters encuentra sus fundamentos en las fallas del mercado (por ejemplo, en la insuficiente inversión en conocimiento), del gobierno (por ejemplo, en la falta de coordinación de los diferentes organismos encargados de la aplicación de las políticas) y en las imperfecciones del sistema (especialmente, en la limitada interacción entre los actores, en los desacoplamientos institucionales entre las infraestructuras de conocimiento y en las necesidades de los mercados y la ausencia de consumidores exigentes). Existe un coincidencia casi plena de que las políticas que intentan crear clusters (especialmente de «alta tecnología» o en «sectores nacientes») de la nada o donde no haya condiciones previas están condenadas al fracaso; y que se debe atender tanto a clusters existentes como a los emergentes y potenciar la diversidad para evitar encerrarse en sí mismo. Para el desarrollo de una política de cluster, prácticamente toda la literatura coincide en la necesidad de que para su diseño se lleve a cabo un proceso de consultas e implicación del sector privado y en que hay que tener en cuenta que la actividad de los clusters está afectada por políticas que se encuentran más allá de lo que formalmente cabría considerar «política de cluster» (por ejemplo, por las políticas de competencia, de educación) y que precisamente una de las virtualidades de los clusters es que constituyen marcos útiles para coordinar diferentes políticas y reducir la complejidad. Las medidas más usuales que suelen considerarse componentes de una política formal de clusters son: (1) provisión de ciertos bienes públicos, tales como formación, infraestructuras, investigación, información, etc., especialmente adaptados a los requerimientos de cada cluster y que el funcionamiento del mercado no provee adecuadamente; (2) apoyo a la cooperación y funcionamiento en red de sus miembros (empresas con empresas o con proveedores de investigación); (3) construcción de espíritu comunitario (creación de foros de debate y prospectiva, mecanismos de comunicación, marca común; (4) ayuda para cubrir las debilidades o desequilibrios que pudieran existir en algunas partes del cluster (P.e., atrayendo capital extranjero).

“Las polítcas de promoción industrial basadas

en incentivos al esfuerzo local no deben

cometer el error de la artificiocidad de la

ingeniería de planificación central. Por el

contrario, deben ser el emergente de

necesidades locales y en respuesta a la

iniciativa privada regional. El Estado aparece

en su rol de conector entre un plan nacional

de desarrollo y las potencialidades y

necesidades de provincias y regiones.”

47 Desarrollo territorial y promoción industrial

En general, se consideran preferibles las medidas de “inducción indirecta” que las de “intervención directa”, es decir, favorecer la cooperación e interacción, conservando el clima competitivo. El Estado debe actuar como catalizador e intermediario, como coordinador o incluso autoridad en los clusters, ayudando a superar los bloqueos y desequilibrios organizacionales e institucionales y los conflictos que impiden el buen funcionamiento del cluster. La política de clusters debe asistir o patrocinar la incorporación de medidas innovadoras y también integrar y adaptar las existentes en apoyo de determinadas agrupaciones de actividades en un espacio dado, de modo de constituirse más un marco para integrar, que para redistribuir o expandir los recursos públicos ya existentes. La construcción de una institucionalidad que facilite y sostenga un cluster involucra la coacción y coordinación de fuerzas constructivas que emanan tanto de políticas desde arriba hacia abajo y programas e iniciativas de clusters desde abajo hacia arriba.

En muchos países están llevándose a cabo importantes esfuerzos en orden de implementar nuevos programas e iniciativas para incidir en el ambiente regional o local de los negocios, en otras palabras, a fin de construir clusters.

Algunas medidas están orientadas de forma más general a los macro y micro negocios, mientras que otras están más dirigidas hacia sectores específicos o hacia clusters. Esta intervención creciente está ganando territorio, y puede tomar la forma de instrumentos o programas de intervención microeconómicas que impactarían en los clusters indirectamente, o políticas

Nivel Nacional

Nivel Regional

Nivel Local

Políticas y Programas de Cluster / Políticas nacionales en ciencia y tecnología, industria y regionales

Organiza-ciones regiona-les y Organis-mos públicos regiona-les

Iniciativas de cluster / Gobierno

local, firmas, universidades

“Una planificación óptima involucra, en la

medida de los recursos de cada nación,

políticas micro, meso y macro trabajando

coherentemente.”

48 Desarrollo territorial y promoción industrial

diferenciadas para clusters, es decir, apuntando hacia clusters en general o en particular. Ambos tipos de políticas juegan un papel en la construcción del cluster (The clusters redbook).

Área de política Implicaciones para clusters

Ciencia e Innovación Los clusters orientados hacia la ciencia y la tecnología son sensibles a las inversiones en I+D.

Competencia La rivalidad es uno de los ingredientes claves en la dinámica de los clusters, pero en un marco institucional que garantice la libertad de competencia.

Comercio Las conexiones con los mercados mundiales es fundamental para el dinamismo de los Clusters.

Integración Regional Algunos clusters ganarían más recursos mientras otros declinarían por lo que las regiones se especializarán.

Social El acceso a servicios públicos superiores aumenta el atractivo de los clusters, trayendo nuevos recursos externos, incidiendo positivamente en la comunidad y en la creación de capital social.

Fuente: The clusters redbook

Para una mejor comprensión de una política corientada a clusters, se debe distinguir entre tres aspectos diferentes:

- Política: Con frecuencia, los gobiernos establecen sus intenciones estratégicas en un documento específico o una ley marco o norma de alcance general (También son comunes los llamados libros blancos para una política específica4). Este documento no tiene que definir herramientas específicas, destinar fondos, o crear responsabilidades, solo establecer los objetivos políticos y definir qué actividades específicas se consideran estratégicas en ésta área, inserta o coherente con una política general de largo plazo.

- Programa: Con el fin de pasar de la intención hacia la realidad, los gobiernos diseñan programas específicos que destinan fondos, crean responsabilidades organizadoras y definen condiciones específicas bajo las cuales el financiamiento puede ser accesible.

- Agencia Ejecutora: La responsabilidad que tiene una agencia o ministerio gubernamental es implementar cada programa.

Las políticas nacionales para clusters consisten en documentos de políticas con regulaciones, directrices y legislación. Puede que haya una política que abarque todo lo concerniente al desarrollo de clusters, detallando la manera en que se debe desarrollar un cluster, o que detallen cómo los clusters forman parte de una gama de políticas diversas. En Europa, el número de países que adoptaron políticas de cluster en los periodos de 1990-1994, 1995-1999, 2000-2004 y después del 2005 es bastante equitativo (European Cluster Observatory). Estas políticas de intervención estatal consensuadas con el sector privado y la comunidad local tuvieron un fuerte impacto en el desarrollo regional. Siguiendo el caso europeo, los clusters juegan un papel estructural en diferentes áreas de regulación/políticas. A través de un mapeo, han observado el papel del cluster en seis áreas de políticas detalladas a continuación:

• Política de redes de negocios

4 Dra. Claudia Peirano (Proyecto Libro Blanco de la Política Industrial Argentina)

49 Desarrollo territorial y promoción industrial

• Política de atracción de IED

• Política de promoción de exportación

• Política industrial dirigida a sectores

• Política de ciencia y educación

• Política de competencia e integración del mercado

Argentina y los países en desarrollo ¿Porqué para la Argentina sería una política óptima? El sector manufacturero nacional está compuesto principalmente por pequeñas y medianas empresas, que es el esquema, como hemos visto, más común o predominante en los países en vías de desarrollo. Y los clusters, por su propia naturaleza, forman concentraciones de capital humano específico y empresas pymes especializadas. Dentro de ellos, el conocimiento se interpreta como un bien público -la naturaleza de este es “no

rival” cuando el consumo por unos individuos no impide que esas mismas cantidades sean

consumidas por otros-. Este sería un bien interesante para revalorizar en nuestro país, donde la

tendencia es a aislar el conocimiento.

En países en desarrollo como el nuestro (en los que es necesario superar inestabilidades de marco macroeconómico, barreras institucionales, mal funcionamiento de los mercados y baja predisposición a la cooperación) tal vez un liderazgo fuerte y participativo sea más importante que en países donde los contextos de negocios funcionan de manera más fluida.

Factores de éxito a partir de vértices del diamante de Porter

CONDICIONES DE LOS FACTORES

Ventajas específicas significativas (Como disponibilidad de los factores) Condición de base

Fuerte base de habilidades (Capital humano) Factor crítico de éxito

Capacidad de innovación e I + D Factor crítico de éxito

Liderazgo Factor coadyuvante

Infraestructura Factor coadyuvante

Cultura emprendedora Factor coadyuvante

Financiamiento Factor coadyuvante

Calidad de vida Factor de contexto

CONDICIONES PARA LA ESTRATEGIA Y RIVALIDAD

Masa crítica de empresas con capacidad para competir internacionalmente Condición de base

Empresa multinacional o de nivel mundial Condición de

“A diferencia de Europa, Japón o los EE UU,

con culturas organizacionales orientadas

principalmente a las grandes empresas, en los

países en desarrollo las políticas, programas e

instrumentos deben concentrarse

fundamentalmente en las pymes.”

50 Desarrollo territorial y promoción industrial

base

Presencia de redes y asociaciones (cooperación) Factor crítico de éxito

Empresa ancla Factor coadyuvante

Ambiente competitivo Factor de contexto

Servicios de desarrollo empresarial Factor de contexto

Entorno macroeconómico e institucional Factor de contexto

SECTORES RELACIONADOS Y DE APOYO

Fortaleza en clusters relacionados Condición de base

CONDICIONES DE LA DEMANDA

Acceso a mercados (y demanda sofisticada) Factor de contexto

Fuente: Jung, Garbarino en base a DTI, 2004; Solvell, 2003; Van Der Linde, 2003; Porter, 1998 En el cap. 2 (fases de desarrollo de un cluster) se adelantaron algunos conceptos significativos en relación a los factores determinantes de la competitividad que tradicionalmente se agrupan en torno a los vértices del diamante de Porter, como condiciones de base, factores críticos de éxito, factores coadyuvantes y factores de contexto. El ordenamiento de factores de éxito por vértices del diamante puede ser una excelente guía para la activación de una política de promoción, tanto para la gestión de iniciativas cluster como para las decisiones de política pública desde los diversos niveles de gobierno (nacional, regional o local). Si bien siempre es necesario trabajar sobre el conjunto de los factores (en definitiva, el diamante es un sistema), es importante poder discernir qué aspectos son críticos para un desarrollo exitoso del cluster (Jung, Garbarino). Clusters en países en desarrollo Al establecer esta secuencia, debe tenerse en cuenta que los casos exitosos de desarrollo de clusters se basan en construir a partir de las fortalezas con que se cuenta. En este sentido, Porter (2006) señala que en economías en desarrollo esto implica, por lo general, trabajar primero sobre los factores (que constituyen su principal fortaleza), luego sobre las condiciones para la estrategia y la rivalidad de las empresas, los sectores relacionados y de apoyo y, finalmente, sobre la demanda. Los estudios de Schmitz y Nadvi (1999) sobre los clusters de los países en desarrollo, muestran que: En primer lugar, en las naciones en vías de desarrollo, la presencia de clusters industriales es significativa (aunque se organicen bajo algún formato similar). En segundo lugar, las experiencias de crecimiento de estos clusters varían ampliamente desde aquellos que presentan escaso dinamismo hasta aquellos que han desarrollado exitosas trayectorias de crecimiento (Schmitz y Nadvi, 1999).

“En la Argentina, dada la naturaleza de su

economía, resulta conveniente intensificar la

acción pública sobre el fortalecimiento de los

factores y los sectores de apoyo.”

51 Desarrollo territorial y promoción industrial

En tercer lugar, se observa una alta heterogeneidad interna al interior de cada cluster: “excepto en los clusters rudimentarios, las empresas medianas y grandes han surgido y juegan un rol importante en la governance de estos “clusters”. (Schmitz y Nadvi, 1999). Asimismo, observan que en los países en desarrollo deben tenerse en cuenta dos elementos fundamentales a la hora de analizar una política de clusters (Gala G. Minujin 2005 CEPAL):

1. El modelo de Eficiencia Colectiva, y 2. El modelo de Cadenas de Valor Globales

1. Considerando las especificidades propias de los clusters de países en desarrollo Schmitz y Nadvi desarrollaron el “modelo de eficiencia colectiva”. Parten del análisis de Marshall sobre economías externas y señalan que las ventajas derivadas de estas economías son razones necesarias pero no suficientes para explicar la fortaleza de las empresas que forman parte de un cluster. Según los autores, hay que tener en cuenta un elemento adicional; las fuerzas deliberadas que surgen de las acciones conjuntas. Schmitz indica que éstas pueden darse de maneras diferentes: empresas individuales que cooperan, o grupos de empresas que unen sus fuerzas en diferentes tipos de asociaciones empresariales. Los estudios sobre clusters muestran que, además de la intervención gubernamental, las acciones conjuntas constituyen un mecanismo eficaz para resolver fallas del mercado y generar factores claves que fortalezcan la competitividad, creando ventajas exclusivas y dinámicas que expliquen las posiciones de liderazgo en los mercados. 2. Como hemos visto anteriormente, el “modelo de eficiencia colectiva” permite entender las ventajas competitivas que se derivan de las economías externas y las acciones conjuntas. Esto implica enfocar el análisis de los clusters industriales en las vinculaciones que se dan al interior de los mismos. Sin embargo, tal como señalan Pietrobelli y Rabellotti (2004), “Recientes cambios en los sistemas de producción, canales de distribución y mercados financieros, que adquirieron velocidad como resultado de la globalización de los mercado de productos y la integración de tecnologías informáticas, sugieren que es necesario prestar más atención a las vinculaciones externas”. En relación a ello, el enfoque de “cadenas de valor globales” permite dar cuenta de las actividades que ocurren fuera del cluster y sobre todo, entender el significado de las relaciones de los productores locales con los principales actores externos. El enfoque de cadenas de valor globales se nutre de dos conjuntos teóricos (Pyke, 1998; Helmsing, 2001 y Nadvi, 1995). Por un lado, utiliza la literatura sobre clusters industriales para explicar el rol de las instituciones locales y las redes en el fortalecimiento de las condiciones para el upgrading de los productores locales (Gereffi y Kaplinsky, 2001). Por otro, aplica la literatura sobre cadenas de valor para hacer hincapié en cómo el rol los compradores globales y la forma de organización de la cadena de valor definen las oportunidades de modernización de las de las empresas locales. Se concluye que es necesario concentrar los mayores esfuerzos en promover un ambiente estable que permita a las empresas desarrollarse. Esto incluye estructuras de gobierno especializadas, facilidades educativas y de investigación, centros de servicios, estímulo a la participación de asociaciones empresariales y sectoriales, cámaras de comercio, una activa comunidad empresarial, firmas subcontratistas, etc” (Bianchi, Miller y Bertini, 1997).

“Los aportes teóricos a partir de los modelos

de eficiencia colectiva y cadenas de valor

globales complementan los estudios

efectuados sobre distritos industriales,

clusters u otras formas de conglomerados.”

52 Desarrollo territorial y promoción industrial

Para varios organismos internacionales, el desenvolvimiento de clusters permite a las Pymes superar el aislamiento y la falta de poder. También aumentar su potencial competitivo a partir de la emergencia de lazos entre las empresas (UNCTAD, 1998). Esto es particularmente válido en los países en desarrollo, con una fuerte cultura industrial organizada en estructuras empresarias de pequeñas y mediana escala. Como señala el informe de UNIDO sobre clusters de países en desarrollo “las Pymes que operan en “clusters” obtienen importantes ventajas competitivas de la proximidad de fuentes de materias primas, disponibilidad de servicios apropiados y orientados a las necesidades de las empresas, abundancia de clientes atraídos por la tradición de los “clusters” en una determinadas industria, la presencia de una fuerza de trabajo especializada y la competencia entre los empresarios del cluster, que incentiva la innovación y aumenta la eficiencia” (UNIDO, 2004). Como señala Nadvi (1995) los clusters constituyen una estrategia viable de organización de la producción para que las Pymes puedan alcanzar el crecimiento, pero han de observarse las siguientes lecciones: 1. No se pueden crear clusters de la nada, pero sí apoyarlos y fortalecerlos una vez que existen. 2. Las grandes empresas pueden jugar un rol importante en el desarrollo de clusters. 3. Hay que mirar las dinámicas que prevalecen en los mercados con los cuales se relaciona cada cluster. 4. Los clusters y redes son una estrategia de organización de la producción viable para alcanzar el crecimiento sostenido de las Pymes. 5. El alcance de un crecimiento sostenido de las Pymes es función no sólo de la eficiencia de la producción sino también de la habilidad para la innovación y desarrollo tecnológico continuo. Bianchi, Miller y Bertini señalan recomendaciones similares a las de Nadvi, pero ponen mayor

énfasis en la realización previa de un análisis detallado del contexto económico e institucional de

las áreas escogidas, así como al desarrollo de colaboración entre

los clusters a través del establecimiento de relaciones entre

instituciones locales y empresas con redes internacionales.

Por ejemplo, uno de los principales desafíos en las políticas

públicas de los países en desarrollo es el de proveer a los

clusters los medios adecuados para que puedan enfrentar la

creciente competencia del mercado global, adaptarse a nuevos

estándares de calidad y aumentar la capacidad de repuesta a las

demandas de los compradores, es decir, para actualizarse en

forma contínua. Para ello, la inserción de los clusters en cadenas

de valor globales resulta de fundamental importancia.

En relación al tipo de políticas que deberían aplicarse para

favorecer las condiciones para este “upgrading” (mejoras, innovación) de las empresas locales,

“Las pymes en clusters obtienen mayores

ventajas que las pymes aisladas. Las políticas

desde el Estado podrían ayudar a esta

concentración través de incentivos

específicos.”

“Un error habitual es creer que la solución a

un problema de desarrollo lo resuelve solo la

aplicación de un instrumento específico, que

por haber resultado exitoso en otro momento

o en otro lugar, también debería serlo en

cualquier caso. Crear clusters o volcar

recursos para incentivarlos sin observar y

ajustarse a criterios racionales para una

correcta planificación puede llevar a un gran

fracaso.”

“Proteger de la competencia global a las

pymes que operan territorialmente, implica

además de la medida particular transitoria

protectiva, de un conjunto de medidas de

largo plazo que la ayuden a crecer, mejorar y

competir por sí mismas sin la necesidad de

tales medidas.”

53 Desarrollo territorial y promoción industrial

Humphrey y Schmitz (2000) señalan que esto tiene que ver con el tipo de upgrading buscado y

del tipo de cadena de valor en la que participa cada clusters. Cuando se busca fortalecer la

posición existente de un cluster manufacturero en una cadena de valor global es importante que

las políticas industriales locales se dirijan a expandir la infraestructura y mejorar las facilidades de

entrenamiento, testeo y certificación.

En aquellos casos en que el objetivo es reposicionar a un cluster, la política local deberá

promover la construcción de coaliciones con actores claves del sector publico y privado y la

inversión.

Según Nadvi (1998), las políticas para pymes en el marco de una estrategia de clusters:

1. Deben identificar a los clusters industriales y redes de Pymes existentes.

2. Las políticas deben concentrarse en grupos de productores y no en firmas individuales.

La intervención debe apuntar a sectores específicos y estratégicos.

3. Deben enfocarse en las condiciones de demanda del mercado y sus imperativos La

competitividad debe alcanzarse en base de calidad, sensibilidad a la moda, confiabilidad

y no solamente en base a los precios (ventajas competitivas).

4. Concentrarse en las instituciones e instrumentos que facilitan las relaciones cara a cara

entre los productores y el mercado como ferias comerciales, y visitas a compradores

externos que provean información sobre marketing, desarrollo de productos, tendencias

de la moda y knowhow.

5. Fortalecer las instituciones de apoyo local y sectorial que proveen servicios como

entrenamiento técnico, apoyo tecnológico e información de mercado.

6. Promover la colaboración cercana entre gobiernos locales y organizaciones de

representación empresaria y demás instituciones.

7. Utilizar a las grandes firmas como guías y agentes de cambio.

8. Trabajar en pos de un marco macroeconómico que garantice reglas claras de

competencia y una estructura de incentivos que permita que las Pymes operen en

condiciones equitativas.

9. No reprimir: las intervenciones resultan más efectivas en los casos en que los agentes

políticos actúan como facilitadores. Esto da lugar también a iniciativas privadas y

sinergias empresariales que facilitan el desarrollo de clusters y redes.

Como ya había indicado Nadvi anteriormente, existe un relación importante en la pobreza y una

buena política orientada a clusters. Junto a Barrientos, Nadvi despliega una serie de propuestas

de políticas, en función del tipo de cluster:

1. Políticas que aseguren la supervivencia del cluster y logren quebrar el círculo vicioso entre

baja calificación y baja inversión, en los que denomina clusters sobrevivientes (aquellos formados

por empresas de micro y pequeña escala que se encuentran en áreas pobres, rurales o en

54 Desarrollo territorial y promoción industrial

periferias urbanas, compuestos por microempresarios). El papel del Estado en este tipo de

situaciones es fundamental.

2. La implementación de mecanismos que faciliten la organización colectiva de los empresarios

así como la creación de un ambiente que sostenga y estimule

el aprendizaje, la innovación y el constante “upgrading, en

aquellos clusters constituidos por más avanzados y

diferenciados productores (formados por un variado

conjunto de firmas que, típicamente, han crecido durante la

etapa de sustitución de importaciones y que producen

bienes estandarizados de consumo para el mercado de

masas).

3. Atraer inversiones extranjeras, desarrollar proveedores

locales de materiales y servicios, facilitar la transferencia de

tecnología de las multinacionales a otras firmas locales, etc.

en el caso de clusters liderados por corporaciones trasnacionales.

Latinoamérica Altenburg y Meyer-Stamer (1999), quienes analizan en varios estudios los tipos de clusters existentes en los países latinoamericanos, destacan tres grandes deficiencias generales en tales clusters con respecto a los de los países avanzados:

i) A diferencia de los países desarrollados, en los que las pymes desempeñan un importante papel como proveedores de inputs especializados y servicios, en Latinoamérica la gran mayoría de las pymes tienen muchas debilidades de eficiencia;

ii) Si en los países avanzados los clusters a menudo tienen lugar en sectores de alta tecnología o intensivos en diseño y con sustanciales innovaciones de producto y de proceso, en Latinoamérica los clusters se encuentran muchas veces confinados a la producción estandarizada de bienes de consumo o a operaciones de ensamblaje sin innovaciones sustanciales;

iii) En comparación con los clusters innovadores de los países avanzados, las aglomeraciones latinoamericanas generalmente comprenden sólo algunos eslabones de la cadena de valor, acogen pocos servicios complementarios y carecen del capital social necesario para alcanzar acuerdos cooperativos.

Según estos autores, en la economía latinoamericana, cabría identificar cuatro tipos ideales de clusters o aglomeraciones industriales: Clusters de empresas de tamaño micro o pequeño, clusters de fabricantes en serie más avanzados y diferenciados, clusters de corporaciones transnacionales y clusters basados en recursos naturales. En cuanto a la evolución habida en los diez últimos años, se observa que la I+D aplicada y los servicios de apoyo son suministrados cada vez más dentro de las fronteras del cluster, que las materias primas y bienes de equipo se abastecen crecientemente en el ámbito internacional y que no hay clara tendencia geográfica en el suministro de componentes principales e I+D básica. Los estudios apuntan nuevamente a la afirmación de que los clusters regionales obtienen resultados generalmente mejores que los de los sectores respectivos en la media nacional.

“Afortunadamente, en Latinoamérica se ha

avanzado significativamente en el estudio y

diseño de políticas orientadas a cluster. Los

trabajos de CEPAL y de universidades

nacionales abordan con seriedad y rigor

técnico el fenómeno y se convierten en

importante material de referencia para la

implementación de políticas nacionales.”

55 Desarrollo territorial y promoción industrial

Otra forma de categorizar, a los fines de un mejor análisis de política pública, podría ser la aconsejada por estos autores: Conforme a la taxonomía sugerida, si bien los cluster presentan características disímiles, muestran a su vez necesidades que podrían agruparse en tres variables: 1-heterogeneidad de niveles de desarrollo y falta de competitividad de las Pymes; 2- falta de capacidades para la innovación; 3-bajo grado de especialización y cooperación ínter firmas (Altenburg y Meyer-Stamer, 1999). Proponen, en virtud de lo anterior, un menú de acciones con el fin de apoyar el desarrollo de clusters, basado en tres puntos principales: -En primer lugar, facilitar el desarrollo de economías externas mediante la construcción de una fuerza de trabajo especializada y la formación de centros de capacitación al interior de los clusters. -En segundo lugar, proponen promover lazos entre las firmas mediante la creación y fortalecimiento de la confianza entre las firmas, la promoción de objetivos colectivos, la creación de asociaciones empresariales, el fortalecimiento de la oferta de servicios financieros y no financieros, la facilitación de las conexiones externas del cluster, la promoción de la innovación. -En tercer lugar aconsejan se busquen fortalecer las posiciones locales al interior de las cadenas de valor mediante la atracción de los líderes de la cadena en el cluster, una oferta sostenida, facilitar la interacción en las cadenas de valor, la promoción del acceso a nuevos mercados y cadenas de valor, y la asistencia a las Pymes para que puedan cumplir con estándares nacionales e internacionales. Políticas e instrumentos Sin perjuicio de los elementos expuestos en el siguiente capítulo, desarrollaremos, en un marco general de políticas para clusters, los instrumentos generalmente utilizados y que podrían ser la base de una estrategia nacional. Esto en función de varios estudios que han relevado una serie de políticas e instrumentos aconsejables para ámbitos subnacionales de modo general y que utilizaremos a modo de referencia para nuestra propuesta. Aquí se disponen algunas de ellas: 1- Políticas de innovación institucional y organizacional y de formulación del marco regulatorio: Más allá de las reformulaciones institucionales que son propuestas en diversos diagnósticos y evaluaciones sectoriales y nacionales, estas áreas de intervención pueden destacarse desde una perspectiva sistémica: -Debe propenderse al fortalecimiento, innovación y la articulación interinstitucional, con la profesionalización de funciones y actividades y la dotación de recursos adecuados. Ello incluye la eliminación de los comportamientos clientelísticos y oportunistas y la sostenibilidad de las instituciones y continuidad de los programas en el tiempo (Gutman CEPAL). Es decir, la construcción de governanza pública.

“Como en cualquier estrategia, bien sea la de

una organización particular o de política

nacional, el factor de certidumbre vuelve a

cobrar relevancia. Por ello la virtud de la

estabilidad en el tiempo de las reglas

acordadas y el profesionalismo y la ética en

las instituciones.”

56 Desarrollo territorial y promoción industrial

-En el diseño e implementación de mecanismos de regulación y control de las relaciones intersectoriales debe promoverse una mayor articulación intersectorial, en relación a la definición y aplicación de los parámetros productivos, tecnológicos y comerciales relevantes, la difusión de información estratégica, y la fijación de precios y modalidades de compra/venta. Al mismo tiempo garantizar una distribución equitativa de beneficios y riesgos entre los agentes participantes del cluster, proveyendo adecuadas instancias de arbitraje y de resolución de conflictos. Esta es un área en donde la coordinación público/privada es de importancia central y que presupone la existencia de organizaciones gremiales de productores y firmas representativas y legitimadas. 2. Políticas de incentivos focalizados, con contrapartidas específicas (políticas verticales o de cadena) Estas políticas aluden al diseño de mecanismos de incentivos (normativos y de control) para orientar la conducta de actores privados claves, ya sea actores establecidos en la región, o bien para incentivar el ingreso de nuevos actores. En aquellos clusters donde los eventuales núcleos críticos sean débiles, inexistentes o responden a otros tipos de lógicas, las políticas deberán apuntar a su creación/fortalecimiento. En cuanto a a la reformulacion de los sistemas de incentivos, en un reciente estudio elaborado por Bisang, Gutman e Iturregui (2002) se propone: Mecanismos de intervenciones públicas en base a contratos de adhesión, donde el sector público transfiere recursos (fiscales, crediticios, promocionales, etc.) a un conjunto acotado de actores claves del cluster para que éstos operen sobre el resto de los integrantes a través de sus mecanismos de relaciones privadas. La propuesta global sería aplicar políticas sobre clusters (no sobre sectores ni sobre perfiles o tipologías de empresas) operando sobre nodos críticos con capacidad de difusión, en base a un claro mecanismo de costo beneficio estimado ex ante y un fuerte énfasis en la evaluación de impactos, mas que en el seguimiento de los procesos. El supuesto implícito en esta propuesta es la existencia de un contexto regulatorio que contenga, audite y evite las conductas oportunistas y además que garantice la equidad de los acuerdos. 3. Políticas de consolidación de clusters y de creación de externalidades o bienes públicos (políticas horizontales y territoriales, políticas para la conformación de redes) Varias son las áreas de acción y los instrumentos posibles. Todos ellos se orientan al desarrollo y construcción de recursos o ventajas específicos a localizaciones determinadas, difícilmente reproducibles en otros espacios económicos y al diseño de políticas cluster específicas porque responden a las necesidades de la región.

Políticas dirigidas a organizar y proveer servicios de forma más eficiente (políticas sistémicas para resolver los problemas específicos de los actores, tomando en cuenta sus necesidades en forma interdependiente). Aquí pueden mencionarse la conformación de instituciones para el diagnóstico y la propuesta de soluciones a problemas específicos, o la elaboración de índices o estadísticas con criterios sistémicos.

“La existencia de agencias federales de

control de los recursos y programas son

fundamentales para el éxito de una política

de promoción industrial orientada a clusters.”

57 Desarrollo territorial y promoción industrial

Políticas para atraer inversiones a los clusters (como la anterior, promueve la creación de bienes públicos).

Políticas para aumentar las redes y los procesos de aprendizaje en los clusters. Se trata de políticas que ayuden a la adaptación a las condiciones cambiantes del entorno, y al desarrollo de sus ventajas competitivas específicas, p.e. facilitando articulaciones entre redes nacionales e internacionales, desarrollo de páginas de internet de clusters, etc. Políticas para mejorar la capacitación y las competencias de los recursos humanos involucrados, p.e. el desarrollo de programas de reconversión y capacitación de la mano de obra.

Una herramienta indispensable para determinar políticas o iniciativas orientadas al desarrollo de clusters es el mapeo. A partir de este diagnóstico se definien los recuros disponibles locales para su fortalecimiento. Los cuadros siguientes muestran un ejemplo gráfico de cómo debería realizarse un mapeo por sectores a nivel regional (mapeo sector metalúrgico UNIBO/UIA) y por infraestructura de apoyo en cada aglomeración (CEPAL). El mapa 2 identifica con precisión en tiempo real los clusters identificados, es un mapa con alto

grado de estabilidad pero siempre dinámico como consecuencia de la dinámica propia del

conjunto de actividades se desarrollan en su interior. El mapa 1 muestra otra realidad (también

con su propio dinamismo por influencia de los negocios y procesos innovativos, entre otras

variables) dada aquí por la naturaleza del apoyo a la actividad económica local. El trabajo de una

institucionalidad especializada en la aplicación de políticas de clusters sería la superposición en

capas de estas y otras variables que influyen en el dinamismo territorial y un permanente

monitoreo (a través de observatorios públicos y/o público-privados).

58 Desarrollo territorial y promoción industrial

Mapa 1 - Modelo de distribución territorial de instituciones de apoyo

Mapa 2 – Modelo de distribución territorial de clusters

El moderno concepto de “Iniciativa cluster” En años recientes al conjunto de acciones comunes con el propósito de generar las condiciones y hacer converger esfuerzos para el desarrollo de cluser comenzó a definirselo como iniciativa cluster.

59 Desarrollo territorial y promoción industrial

Según el Libro Verde de Iniciativas de Clusters (The Cluster Initiative Greenbook Libro), las iniciativas de cluster se definen como: “Los esfuerzos organizados para elevar el crecimiento y competitividad de los clusters dentro de una región, involucrando a empresas de clusters, la comunidad gubernamental y/o la comunidad investigadora.” De la experiencia observada en los países de la Unión Europea surge que estas iniciativas requieren ciertas consideraciones (2003- Cluster Initiative Greenbook): - El contexto político, económico y social en el que se implementan las iniciativas. Los factores claves son la confianza de las empresas en las iniciativas de los gobiernos así como que la presencia de gobernantes locales que puedan influir sobre los empresarios. - Las iniciativas hacia clusters que se aplican a clusters fuertes a nivel nacional o regional tiene mas éxito. Aquellas realizadas mediante un proceso competitivo para alcanzar financiamiento gubernamental tienen un mejor desempeño en términos de aumentar la competitividad internacional. Las que se implementan en áreas señaladas por el gobierno como atractivas logran atraer más firmas. - Las iniciativas hacia clusters deben tener un presupuesto suficiente como para realizar proyectos significativos. - Deben prepararse recursos humanos a designarse como coordinadores para el manejo de las relaciones entre las empresas, el gobierno local y demás instituciones. El coordinador debe tener amplios contactos y conocimientos. Sus cualidades afectan directamente a la competitividad del cluster. - No se logra una mejor performance por el hecho de que el gobierno elija a las firmas que pueden participar. Tampoco por excluir a las empresas según características determinadas como tamaño, participación en una sola cadena de valor, etc. - Es muy importante que la iniciativa esté construida sobre una marco claro y explícito basado en las fortalezas del cluster y que ésta sea compartida y tenga el consenso de todos sus participantes. En cualquier política a aplicar, es fundamental tener debida cuenta de los factores que desencadenan su decadencia. Los Clusters que fallan son, en general:

• Los que se han construido sin consenso sobre sus acciones,

• Por la ausencia de una visión explícita de sus objetivos por los participantes,

• Sin haberse basado en las fortalezas del cluster,

• Con escasos recursos

• Con limitadas capacidades y contactos de sus coordinadores.

Las iniciativas de clusters envuelven una serie de objetivos:

a. Mejorar el nivel de los recursos humanos eleva la disponibilidad de capacidades en común y envuelve, por ejemplo, el entrenamiento vocacional y la educación gerencial. Tales esfuerzos pueden enfocar a diferentes grupos de personas como objetivo. Un tipo tiene la intención de atraer y retener a estudiantes para la región y algunas veces, para

“La iniciativa nace en la voluntad de un

liderazgo fuerte, que progresivamente suma

los esfuerzos de los actores locales,

principales destinatarios de la misma.”

60 Desarrollo territorial y promoción industrial

sectores seleccionados a fin de asegurar el futuro abastecimiento de una fuerza laboral experimentada. Otro tipo apunta hacia los gerentes a través de programas de entrenamiento gerencial, que regularmente no pertenecen a ningún sector específico. Un tercer tipo pertenece a un sector específico de entrenamiento vocacional y técnico.

b. La expansión del cluster trata de elevar el número de empresas, a través de incubadoras o promoviendo inversiones internas en la región. Una manera de hacer esto es promoviendo la formación de nuevas empresas y mediante la atracción de empresas existentes a la región. Las incubadoras de negocios son populares a través de toda Europa y son, por lo tanto, un elemento vital de las políticas de clusters. Con frecuencia ellas combinan la provisión de facilidades físicas con la asistencia en el establecimiento de planes de negocios y planes de financiamiento, y ayudan a los empresarios a ponerse en contacto con financiadores y clientes potenciales.

c. El desarrollo de los negocios promueve operaciones firmes, por ejemplo a través de la promoción de exportaciones.

d. La cooperación comercial estimula a las empresas a interactuar unas con otras, por ejemplo, a través de compras conjuntas o en el compartir de servicios para reducir los costos.

e. Los objetivos de innovación promueven el producto, los servicios y el proceso de innovación, por ejemplo, aumentando la comercialización de la investigación académica.

f. Objetivos para el clima de negocios, apuntando al crecimiento de las condiciones microeconómicas para los negocios, mediante el mejoramiento de las condiciones legales e institucionales o elevando la infraestructura física. Existen dos aspectos principales del clima de negocios que pueden ser tratados: la infraestructura físico/técnica, y el marco legal/institucional establecido. En adición, el estilo regional es una marca que puede ser asignada a esta categoría.

Los programas de clusters no implican el gasto de grandes cifras de dinero. El gobierno puede actuar como una fuente de inspiración, facilitando ayuda para las iniciativas de los clusters (construcción de índices, mapeos, diagnósticos, estudios de factibilidad, planificación de negocios para organizaciones de clusters, evaluación y otros factores semejantes), y estimular el intercambio internacional y las evaluaciones comparativas con clusters en otras partes del mundo. Las iniciativas cluster exitosas actúan como “aceleradoras regionales de energía” en un proceso de aprendizaje donde diferentes actores se pueden enfocar en incrementar la innovación y competitividad. Academias más pequeñas y universidades regionales se pueden involucrar más en los clusters regionales. Muchas veces resulta difícil que las iniciativas de clusters se ajusten a las prioridades o hagan coincidir los intereses de grandes y pequeñas empresas. Las pequeñas y medianas empresas tienen prioridades distintas a las prioridades de las grandes empresas. Sin embargo, el fortalecimiento de las grandes empresas, incluyendo marcas sólidas, organizaciones profesionales y presencia en el mercado global, principalmente de las pequeñas y medianas empresas, con soluciones innovadoras y flexibles (The Clusters Greenbook).

“La política de iniciaticas clusters no es un nuevo campo de polític, es solo un nuevo proceso y una nueva manera de pensar, rompiendo viejas barreras e involucrando actores que llegan a la escena de un modo diferente, sumando nuevas herramientas para construir mejores clusters, y de ese modo proveer al desarrollo regional.”

61 Desarrollo territorial y promoción industrial

5

Elementos para una política nacional

Introducción

El estudio del las experiencias de clusters (o alguna aproximación conceptual a ellos o definición

similar) que ha movilizado al equipo de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la

UM, nos acerca a varias realidades de las producciones de nuestras provincias, a sus problemas

cotidianos y por lo tanto a las dificultades que encuentran las empresas para su desarrollo o

crecimiento.

Muchos de ellos corresponden o son propios de las pymes nacionales, en términos generales,

que ya han sido estudiados en cuantía. Lo que se busca principalmente con este proyecto es

enlazar la realidad empresarial pyme con la realidad territorial, desde otros ángulos e

implicancias.

No son los mismos desafíos diarios, aspiraciones y proyecciones que encuentra un empresario

productor pyme en un cluster de productos agrícolas no tradicionales del valle de Río Negro que

los de una mediana empresa metalúrgica en el conurbano bonaerense. Cada sector, cada cadena

de valor (e incluso cada eslabón integrante), o cada comunidad, vive sus particularísimas

circunstancias en el lugar en el que se asienta, y estas difieren entre sí por operación de su

entorno cultural, geográfico, institucional, político. Buscar y encontrar puntos de encuentro

entre estas realidades, lógicas y sistemas es un gran dilema, y a la vez un interesante ejercicio

para aquellos estudiosos y decisores de política que desean ver progresar sus sociedades.

Muchos países han encontrado esos vectores, los que terminaron definiendo sus horizontes de

progreso con grandes éxitos alcanzados, y también fracasos que forjaron sus voluntades, dejando

a sus institutos del saber y organismos políticos llenos de conocimiento acumulado.

Argentina puede intentar forjarse alguna experiencia similar. En su propia extensión territorial se

han expresado muchas comunidades a favor de políticas centradas en clusters con buenos

resultados.

Se trata de comprender estos fenómenos aislados y encontrar patrones comunes que sean de

utilidad a una política más amplia. Entender cuáles son las debilidades que les aquejan, sus

habilidades y factores de productividad y sus potencialidades, será un indicador fundamental

para el trazado de un nueva política de promoción del desarrollo.

Los títulos que siguen sintetizan una mínima parte de las numerosísimas visiones locales, tan

numerosas y diversas como la complejidad de nuestro país y la diversidad de nuestra cultura.

Hemos sistematizado las visiones en función de ejes conceptuales propios de la teoría de

clusters. Las opiniones expertas que fueron recogidas no intentan ser ni la expresión de una

totalidad, ni un fin en sí mismo revelador de una ley general. Son aportes valiosos que nos

ayudarán, creemos, a pensar estrategias beneficiosas para la sociedad.

62 Desarrollo territorial y promoción industrial

Cómo mejorar la competitividad

La principal causa identificada en nuestro estudio frente a los problemas de competitividad, está

relacionada a problemas de financiamiento, no solo a su escasez, sino también a la capacidad

que encuentran las pymes o los nuevos emprendimientos de

acceder a él.

En segundo término, se señala la baja competitividad como

consecuencia de políticas educativas desconectadas de la

realidad productiva y de la falta de inversiones en

innovación. Aparecen dificultades para formar nuevas

capacidades, y por lo tanto, conseguir recursos humanos con

capacidades adecuadas.

Los problemas derivados de la escasa inversión en

infraestructura física surgen como una preocupación en

tercer orden. Estas no solo inhiben la expansión de la

frontera industrial, sino que detienen el desarrollo de nuevos

emprendimientos y como consecuencia de ello, el despegue de las producciones regionales.

La quinta causa percibida es la baja calidad de los centros de conocimiento o bien que los mismos

no son lo suficientemente adecuados en función de las necesidades de las empresas.

De manera poco significativa (no central) se verifica un problema de baja densidad de centros de

conocimiento (universidades, laboratorios, etc.) y una excesiva intervención o regulación estatal

en casos puntuales.

Tomando un referente regional, Cuyo, rico en experiencias de cooperación en varios sectores

productivos regionales, se nota que uno de las principales dificultades que inciden en la

competitividad de los clusters cuyanos son los elevados costos de transporte, debido a las

grandes distancias hasta los centros de consumo del país y hasta los puertos de salida de las

exportaciones. Esta situación podría compensarse, por ejemplo, segmentando los costos de

transporte y eliminando las retenciones a las exportaciones de productos originados en

economías regionales.

En el caso de la cadena de la madera, se observa una baja capacidad del Estado Nacional y

Provincial para desarrollar políticas públicas de largo plazo, una baja capacidad empresarial en

PYMES madereras, entornos de negocios que no favorecen las inversiones y un bajo nivel de

capital social que dificulta la asociatividad y las interrelaciones entre el sector público y privado,

entre el privado entre sí, y entre el sector productivo y la academia.

En las regiones más alejadas, es notoria la falta de profesionalidad en la gestión empresarial, la

escasa importancia que se le otorga a la asistencia técnica y la capacitación externa (se las

considera un gasto más que una inversión), y una falta de espíritu de asociatividad y articulación

interempresaria y entre estas con los centros tecnológicos.

El conocimiento tecnológico, la calidad adecuada y el diseño no aparecen como valores tenidos

en cuenta para mejorar la competitividad. Por otro lado, no se registran indicadores de

“Cuando hablamos de competitividad, nos

referimos a la competitividad de las

empresas, núcleo y objeto del cluster. En

función de su desempeño, o su capacidad de

competir con eficiencia, se determina la

calidad y destino de un cluster. Ampliando el

proceso como si se trataran de discos

concéntricos, hasta llegar a la competitividad

o el logro de las ventajas competitivas de

región o la nación.”

63 Desarrollo territorial y promoción industrial

productividad, insumo elemental de toda planificación de política orientada a la mejora de la

competitividad. Desde el punto de vista comercial, lo habitual es que los polos productivos

regionales deban malvender sus productos por necesidades financieras, estableciéndose el

precio final en los últimos eslabones de la cadena.

Otro elemento importante a considerar es la competencia en

el ámbito del Mercosur. Ante las amplias ventajas que ofrece

el gobierno de Brasil a sus regiones y a sus industrias los

productores locales ven perder competitividad, porque

compiten en un mismo mercado con reglas distintas. Ésta

circunstancia debería subsanarse con la aplicación de

medidas similares de incentivos para radicar industrias en el

interior.

Otro caso analizado, es el de la provincia de Córdoba. Esta

muestra una variante interesante. Cuenta con recursos

humanos altamente calificados como son sus investigadores,

docentes y tecnólogos, tanto en instituciones como

organismos oficiales, y si bien la ciencia y la tecnología se

gestan en el medio académico, las mejoras en procesos y

productos se concretan en esencia dentro de las empresas,

las cuales en la mayoría de los casos manifiestan falta de recursos económicos para lograr

competitividad y crecimiento a través de innovación tecnológica.

Otro de los principales limitantes (hablando a nivel nacional) es la inexistencia de un marco de

articulación interinstitucional que posibilite realizar un diagnóstico preciso de la situación actual

de competitividad, una visión de hacia dónde se quiere llegar y en consecuencia construir las

acciones necesarias para transitar hacia esa visión estratégica. Esto a raíz, principalmente, de la

falta de una adecuada organización entre los actores involucrados.

En la cadena textil indumentaria, también encontramos una baja capacidad empresarial en las

PYMES. En el Noreste Argentino, por ejemplo, se nota poco conocimiento de los funcionarios

sobre asuntos relacionados a la industria, particularmente en el eslabón del diseño, una grave

escasez de créditos o mal manejo de los mismos, y la falta de políticas regionales específicas.

Otro factor importante que impide el buen desenvolvimiento de los sectores lo constituye la

imprevisibilidad de las políticas públicas y el desamparo legal frente a grupos de presión.

Entornos institucionales para la creación de empresas

En Argentina, en base a los resultados de nuestro estudio, se observa un ambiente institucional poco favorable para la creación de empresas, pero a la vez con una gran potencialidad. En el sector de Madera y Muebles, por ejemplo, la visión es que está conformado fundamentalmente por micro y pequeñas empresas que toman decisiones individuales y valoran las distintas promociones institucionales que existen, pero con una visión cortoplacista y sin una estrategia de desarrollo institucional y regional.

“Las sociedades suman bienes públicos a su

capital simbólico a partir de las enseñanzas

que les aportan sus vivencias colectivas a

través de la historia de la nación. Los

beneficios que proporciona la reciente

recuperación de la administración de las

herramientas de política económica,

principalmente en materia de políticas de

desarrollo industrial, han sido bienvenidas en

la memoria de la población. Al transformarse

en un bien público conquistado por una

mayoría, se conserva y transforma en nueva

base para metas superiores que tiendan a

mejorar su calidad de vida.”

64 Desarrollo territorial y promoción industrial

Existe un reconocimiento a las instituciones de apoyo existente, tanto de gobierno como del conocimiento, que son los principales impulsores de los aglomerados productivos. Instrumentos, políticas o instituciones actuales que contribuyen al desarrollo de la competitividad empresarial y a sus entornos locales La mayor exigencia corresponde a la necesidad de mejorar los marcos de estabilidad jurídica mediante regímenes especiales (Marcos regulatorios sectoriales, p.e. Ley de promoción de la industria minera o del software). En segundo lugar, se otorga importancia al fortalecimiento de instituciones públicas que garanticen previsibilidad (u orden legal). Luego, a perfeccionar mecanismos que alienten o promuevan el asociativismo empresario (grupos empresariales que aprovechan ventajas comunes). Luego, toma relevancia la significación de los recursos públicos destinados a la formación de recursos humanos vinculados al sector o región. En quinto y sexto orden, los expertos señalan la importancia del fortalecimiento de entidades gremiales empresarias locales o sectoriales y la facilitación del acceso a información (mercados, tecnologías, programas, etc.). Por último, se otorga algún nivel de relevancia a otros mecanismos (o combinaciones o variantes de los anteriores, según se describe abajo). Existe un reclamo permanente de establecer una ley de promoción que tienda a igualar las desventajas relativas que tienen las regiones más postergadas, la cual debería ir acompañada de la creación de un fondo destinado a igualar la infraestructura económica entre las distintas regiones. Obviamente, antes que nada debe determinarse los perfiles productivos a los cuales se dedicarán las distintas regiones del país, de modo que no existan conflictos económicos intrarregionales, tal cual hoy existe en el país como consecuencia de la ley de Promoción Industrial. Un fuerte proceso de sensibilización sobre la necesidad de incorporar tecnología (en el sentido amplio del término – no sólo máquinas-) y promover procesos asociativos que permitan mejorar productividad e identidad de los productos regionales, es también valorado. Retomando el ejemplo de Córdoba, surge que las empresas conocen y utilizan las oportunidades que brindan la asociatividad y el funcionamiento en red, se nutren de recursos humanos de jerarquía, ya que la provincia cuenta con todas las posibilidades de suministrarlos y, a través de distintos programas de entidades de gobierno encuentran el acceso a nuevos mercados y tecnologías. Los inconvenientes que más se reiteran por parte del sector productivo es la falta de marcos regulatorios a largo plazo que permitan claras reglas de juego, credibilidad en los mercados y posibilidades de inversión. Para disminuir esta percepción del sector productivo, por caso, el Poder Ejecutivo de la Provincia de Córdoba, a principios de año implementó un nuevo régimen de promoción industrial para el sector de la industria de manufacturas. Este está dirigido a PyMEs que ya pusieron en marcha programas de inversiones en sus propias plantas, iniciaron nuevos planes de producción o establecieron mejoras en sus sistemas productivos. Entre ellas se encuentran empresas de rubros plásticos, metalúrgicas, alimentos, materiales para la construcción y fabricación de aberturas. El objetivo de la nueva ley es apalancar la inversión privada con esfuerzo público mediante subsidio o exenciones impositivas. La idea es incentivar la mejora tanto en los productos como en los

“Buenas políticas e instrumentos fracasan por

la carencia de instituciones sólidas o una mala

governanza pública.”

65 Desarrollo territorial y promoción industrial

procesos industriales, para hacerlos más competitivos, a través de mejoras en los sistemas de calidad, y más beneficiosos con el medio ambiente. Los puntos más destacables de la ley son: 1) Modernización o innovación en productos y/o procesos 2) Protección del medio ambiente 3) Implementación de sistemas de gestión de calidad 4) Inversiones en activos fijos 5) Conformación de grupos asociativos 6) Creación de empresas industriales innovadoras A su vez, se debería retomar aquellas políticas que garantizan en desarrollo de estos polos con estrategias de inclusión de sectores más vulnerables. Se ha verificado que los grandes grupos que acceden a la mayoría de los instrumentos necesarios para lograr el encadenado productivo, y la competitividad que requieren los mercados internacionales, han desplazado a los pequeños productores o de sesgo familiar, los cuales ante la incapacidad de competir contra grandes empresas, se disuelven y quedan como factor improductivo. Complementación y cooperación entre los componentes de una cadena o territorio La percepción general es que no existe buena complementación y cooperación entre los componentes dentro de la/s cadenas de valor, pero a la vez, se nota un excelente potencial para alcanzar este objetivo. Al interior de la/s regiones productivas, el resultado es muy desalentador. Las empresas mantienen fuertes vínculos con sus cámaras empresariales, donde encuentran un espacio de representación y generación de oportunidades, ya que en general son las cámaras las que luego hacen el nexo con las instituciones académicas, de ciencia y tecnología y con los organismos oficiales de gobierno. Podría decirse que las estrategias empresarias se basan en general, en un acercamiento casi selectivo con las cámaras que las representan, dando una importancia relevante a esta forma de articular en red y dejando la relación con los otros actores del sistema a un discreto segundo plano. Compromiso de la comunidad Los resultados del estudio indican que el grado de compromiso de parte de la/s comunidad/es local/es en el desarrollo y acompañamiento de/las regiones productivas (toma de conciencia de su importancia por parte del entorno social y cultural) es muy pobre. Este es un aspecto de fundamental relevancia sobre el que se debe trabajar mucho. Las comunidades locales son los catalizadores de los aglomerados productivos. Un ejemplo valioso: En la Provincia de Córdoba con sus universidades se captó Fábrica Militar de Aviones, uno de los pilares que dio inicio al polo tecnológico cordobés y a su identidad industrial. Liderazgo en el proceso de desarrollo regional o sectorial La opinión mayoritaria apunta a que el liderazgo en el proceso de desarrollo regional o sectorial debe ser particularmente el Estado, seguido por las empresas. Luego entra en escena la participación de la comunidad local como sujeto clave.

“Cómo en todo grupo u organización humana,

la cohesión interna es el factor clave de su

éxito.”

66 Desarrollo territorial y promoción industrial

El desarrollo requiere de “bienes públicos” –información estadística, marcos regulatorios, protección de los recursos naturales, de las condiciones laborales, de los derechos de los consumidores, de infraestructura. Sin un acompañamiento del Estado, como reflejo de la sociedad civil organizada, es difícil pensar en el desarrollo regional sostenible. Debe impulsarse un proceso articulado entre los diferentes actores. Posiblemente los centros tecnológicos públicos sean los más adecuados para liderar el proceso por estar fuera de intereses directos. Es muy difícil que las empresas por si solas tomen una decisión de rumbo. El Estado junto a las entidades empresariales deberían participar activamente para lograr ese objetivo. Es claro que no debe existir un solo actor clave en el proceso. Los tres componentes en conjunto: Estado, instituciones del conocimiento y sector productivo, vinculados en forma sistémica, constituyen los elementos claves del desarrollo regional y del crecimiento económico. La idea de un liderazgo del Estado es una tendencia general, su participación es clave en la coordinación general entre las empresas y las comunidades para lograr encadenamientos y regiones productivas adecuadas a cada situación social, económica del país. Forma óptima en la asignación de recursos para el desarrollo Es baja la aceptación hacia sistemas o esquemas de asignación de recursos para el desarrollo a través de la asignación directa (fondos, aportes no reembolsables, apoyo técnico, etc.), mucho mayor es la inclinación a instrumentos que impliquen modificaciones en los parámetros económicos (exenciones, amortizaciones aceleradas, reintegros, etc.) y a alternativas que combinan estas o implicaqn nuevos instrumentos. Las regiones que más se desarrollan tienden a necesitar cada vez menos recursos y de esta forma se podría atender a aquellas más rezagadas. Un caso puntual del error que se comete al asignar directamente es lo que ocurre en la región de Cuyo, donde las provincias de San Luis y San Juan han logrado un nivel de desarrollo similar en muchos aspectos a Mendoza y, sin embargo, siguen recibiendo una mayor proporción de recursos. Por el contrario, La Rioja sigue rezagada. Deben impulsarse políticas coherentes, coordinadas en forma inter-jurisdiccional, de largo plazo, que involucren a todos los actores con una visión común, objetivos y metas específicas. También políticas industriales que promuevan la asociatividad de los destinatarios pero, a la vez, de los oferentes (en general públicos) o asignadores de recursos. Se nota una falta de articulación entre organismos del Estado con líneas de trabajo, promoción o financiamiento que, muchas veces, se desconocen y superponen entre sí, generando incertidumbre entre los beneficiarios. Para lograr el desarrollo y el crecimiento económico es fundamental la inversión, tanto pública como privada, en ciencia y tecnología. Los mecanismos son muy variados, pero en definitiva deben orientarse al aumento de los recursos para la educación en todos sus niveles y a la generación del conocimiento.

“Tan importante como esa cohesión interna,

que determina el éxito por la voluntad, la

articulación eficiente o coordinación interna

constituye el otro factor determinante, que lo

define por la inteligencia. “

67 Desarrollo territorial y promoción industrial

Los instrumentos de promoción científica y fomento a la investigación aplicada a la producción, definidos a partir de la ley 23877, constituyen también otros de los claves del desarrollo. Las estructuras productivas y los recursos en cada región denotan la necesidad de mecanismos de formato mixto. Mientras en algunos sectores se requeriría de la asignación directa para fomentar algún tipo de producción y su encadenamiento, en otras, se requiere de una participación conjunta donde los recursos sean mejor empleados, posiblemente a través de la generación de proyectos, concursos y financiamientos alternativos que no necesariamente respondan a la asignación directa de fondos por parte del estado. Es necesaria una participación activa del Estado, acompañando y sosteniendo la iniciativa privada ya sea mediante modificaciones en los parámetros económicos o asistiendo en forma directa a aquellas unidades económicas que se consideren estratégicas, premiando resultados concretos, generando una limpia y justa competencia. Creación de riqueza en el territorio La formación o consolidación en una “región productiva” contribuye decididamente a la creación de riqueza en el territorio en el que se asienta. Observando sectores como el de la madera y el mueble, si bien estos se concentran en las regiones productoras de madera en la primera y segunda transformación y en Bs.As., Córdoba y Santa Fe en la fabricación industrial de muebles, existen innumerables polos productivos que constituyen economías regionales importantes. Estas debieran ser promovidas con mayor acervo tecnológico en su desarrollo. Las naciones son las plataformas que contribuyen a que emerjan o desaparezcan los agrupamientos productivos regionales. Estas plataformas son una condición necesaria pero no suficiente ya que el crecimiento local y la generación de recursos económicos también depende de las características sociales y culturales propias de cada comunidad. Acción colectiva del conjunto para lograr metas comunes La formación o consolidación en una “región productiva” facilita significativamente la acción colectiva del conjunto para lograr metas comunes. El afianzamiento de las regiones productivas contribuye al crecimiento de toda la comunidad. En regiones como las de Cuyo, o en el conurbano bonaerense, Santa Fe y en nichos que se han dado en otras regiones, la acción colectiva ha implicado la cooperación entre distintos espacios que procuraban la internacionalización de sus producciones. Tanto empresas como actores subregionales han elaborado así estrategias de desarrollo y expansión. No obstante, hay otros sectores que frente a la apertura de los mercados y la competencia indiscriminada han quedado desarticuladas y así perdieron su potencialidad productiva. Un nuevo enfoque, un nuevo sistema En los últimos años la Argentina ha crecido económicamente a tasas notables. Ese crecimiento económico trajo aparejada una política de inclusión social más amplia. Buenos indicadores

“El propósito último y determinante en una

política industrial, cualquiera fuese ella, es el

de crear, replicar y acumular riqueza en el

territorio de la nación. Y en un país con

organización de gobierno federal, además,

debe velarse porque esa riqueza se invierta en

cada región, en cada provincia, en cada

localidad.”

68 Desarrollo territorial y promoción industrial

económicos y sociales constituyen una excelente plataforma de desarrollo en un mundo que además se muestra propicio para las exportaciones de productos elaborados por los complejos productivos argentinos más competitivos y con altas potencialidades de crecimiento. Este despegar, para alcanzar los niveles de desarrollo de las naciones más avanzadas requiere de políticas más complejas e integradoras aun. Integradoras desde una perspectiva social, facilitando el acceso de los sectores más vulnerables al circuito de producción y a los bienes públicos, y desde una perspectiva nacional, con la integración de las regiones menos desarrolladas a los beneficios de dicho crecimiento. Estas regiones más rezagadas de la Argentina no son pobres exclusivamente por los bajos ingresos corrientes que percibe actualmente su población sino, principalmente, por la desacumulación de inversión pública y privada que se manifiesta en territorios (regiones) desprovistos de un stock de capital productivo, social y humano relevante, cuantitativa y cualitativamente; déficits incompatible con un mayor ingreso y muy distante del nivel y dinámica de progreso (productividad) de otras áreas (Francisco Gatto - CEPAL). Gatto (2008) sostiene en estudios recientes, que muchas regiones han mantenido dificultades concretas para aprovechar las diferentes oportunidades de desarrollo productivo y comercial que se les presentaron en este período de expansión, porque no reúnen las condiciones esenciales mínimas para aprovechar o utilizar el proceso de crecimiento económico nacional y la demanda de otras áreas territoriales. Como consecuencia obvia, las disparidades interregionales en los indicadores de crecimiento tienden a ampliarse en el corto plazo; pero, más importante, se profundiza la brecha futura, debido a las consecuencias intertemporales que se generan debido a las limitaciones de stock de activos y capacidades; con lo cual se refuerzan negativamente los condicionantes para acceder a las futuras oportunidades emergentes, a la inversión pública y privada, y se profundiza una espiral negativa que conlleva una marginación espacial. La experiencia internacional de política económica regional indica que, frente a estas situaciones estructurales, se requiere “quebrar” este proceso, a través de una estrategia explícita, no convencional y sistémica, de múltiples dimensiones convergentes. La conclusión del análisis sugiere la necesidad de definir un conjunto de objetivos precisos (una visión futura) y diseñar una estrategia explícita y sistémica de desarrollo regional, que atienda a gestar un proceso acumulativo de mejoras en las condiciones de desarrollo humano, de infraestructuras y en el plano institucional. En la literatura internacional (Porter, Krugman y otros desarrollados en los primeros capítulos) sobre políticas territoriales hay suficiente evidencia que apunta a que muchos espacios o territorios han logrado modificar sus trayectorias evolutivas negativas a partir de diferentes estrategias e instrumentos; si bien en la mayoría de los casos ha tomado considerable tiempo consolidar el cambio de tendencia y observar un nítido sendero de nuevas condiciones locales.

“Las consecuencias sociales por el efecto

negativo producido por las asimetrías

regionales exige la pronta implementación de

un sistema más equitativo.”

"Una nueva idea de desarollo debe proponer

un sistema ubicado entre el intervencionismo

puro y la ortodoxia librecambista

convencional, y en palabras de Bresser

Pereira, ser el conjunto de diagnósticos e

ideas que se constituya en la guía para la

formulación de la estrategia nacional de

desarrollo de cada Estado-Nación. Un

conjunto de propuestas de reformas

institucionales y de políticas económicas a

través de las cuales las naciones

medianamente desarrolladas puedan, en los

comienzos del siglo XXI, alcanzar a los países

desarrollados."

69 Desarrollo territorial y promoción industrial

Varias lecciones se pueden extraer de estos casos exitosos (y también de varios fracasados): Un elemento central parece estar relacionado con el desenvolvimiento del conjunto territorial-institucional, su capacidad de coordinación y articulación en pos de una estrategia o visión del territorio futuro, su capacidad de negociación con instancias gubernamentales superiores, su adhesión activa a la titularidad de los derechos de los habitantes locales (civiles, sociales, culturales, laborales, de vivienda, de educación) y su vocación por realimentar de forma permanente las capacidades (habilidades que incrementan los niveles de productividad) locales, institucionales y personales, destacándose los esfuerzos orientados hacia la educación, capacitación, asimilación de cambios tecnológicos y desarrollo de competencias emprendedoras. La información disponible, según afirma Gatto, permite sostener que en las provincias (o subregiones) donde se registra una expansión económica superior a la media del país (y por lo tanto aumentos de participación), estos incrementos obedecen a cambios significativos en la estructura de la producción, como es el caso de la consolidación de nuevos segmentos de negocios en clusters agroalimentarios que promovieron flujos importantes de inversiones y cambios tecnológicos. Las trayectorias económicas en diferentes ámbitos territoriales o provincias, en las últimas décadas, fueron moldeando estilos de desarrollo socioeconómico y productivo, que condicionan las opciones laborales y las alternativas de inserción productiva. Cada uno de las “regiones” (provincias) fue gestando una “capacidad, competencia y cultura productiva” que se expresa en una variedad enorme de dimensiones: diversidad de tipos de empresas y emprendimientos, activos sociales intangibles (desde identidad hasta visión futura local), inversiones (públicas y privadas), institucionalidad de la problemática productiva y tecnológica, aprendizaje y desarrollo de conocimientos, dinámica social, liderazgo, participación política, etc. Queda claro entonces que el desafío de una nueva política pública en este sentido habrá de concebir una estrategia que establezca nuevas condiciones para el desarrollo empresarial local y para la radicación de emprendimientos productivos y de servicios por parte de agentes extralocales, concluye. Coincidentemente, los resultados de nuestra investigación nos marca nítidamente, en mayor o menor medida, la necesidad de:

• Financiamiento para pymes y emprendedores

• Infraestructura

• Políticas de Innovación

• Entorno institucional que favorezca la creación de empresas

• Mejoramiento de los marcos de estabilidad jurídica mediante regímenes especiales

• Fortalecimiento de instituciones públicas que garanticen previsibilidad

• Instrumentos que promuevan el asociativismo empresario

• Formación de recursos humanos vinculados al sector o región

• Fortalecimiento de entidades gremiales empresarias locales o sectoriales y facilitación del acceso a información (mercados, tecnologías, programas, etc.)

• Fortalecimiento de la complementación y cooperación entre los componentes de una cadena o territorio

• Mayor compromiso de la comunidad El aumento de las disparidades territoriales económico-sociales de la población no sólo refleja el crecimiento de la brecha entre diferentes estratos de perceptores de ingresos (o desocupados, o subsidiados) sino que al observar su distribución geográfica a distintos niveles de agregación espacial, se puede concluir, que el territorio (Estado provincial, departamento, ciudad, pueblo,

70 Desarrollo territorial y promoción industrial

región) como espacio económico-social y cultural relacional influye definitivamente en su agravamiento, en su “contención” o en su mejora relativa. Como señalan varios analistas, “el territorio importa” (Sölvell), y puede constituirse en un objetivo específico de política socio-económica para mejorar y transformar las condiciones de vida de amplios grupos poblacionales que no pueden ser alcanzados, en la dimensión y con la coordinación adecuada, por instrumentos generales (nacionales), sectoriales o convencionales. Surge así el concepto de cluster, como agrupamiento simultáneamente sectorial y espacial, que se incorporó a la literatura sobre el desarrollo como un elemento virtuoso, casi como condición necesaria y suficiente para alcanzar un nivel superior (Enrique Martinez 2010). A la vez, en toda esa descripción, que incluye a los distritos industriales italianos, la presencia dominante de las compañías transnacionales no es casi mencionada. Enrique Martinez explica que los motivos que conducen a esta situación son, en primer lugar, que son procesos que se iniciaron antes de la globalización tal cual como hoy la conocemos y segundo, que el Estado fue tutor cuidadoso de toda la evolución, brindando toda la infraestructura económica y técnica que fuera necesaria. En este contexto, en el mundo actual, la posibilidad de planificar y ejecutar el desarrollo al interior de un solo país es inimaginable en los términos en que se pensaba en 1960, donde el desarrollismo era la teoría dominante en buena parte del mundo. Adicionalmente, el Estado se ha retirado en casi todo lugar de esa función. En este contexto, Martinez reconoce cuatro caminos que pueden transitarse: En uno el Estado lidera el proceso, decide las líneas y formas dominantes, e instala empresas a las cuales gestiona en forma directa. Otro sería que las transnacionales conduzcan. En este caso, la política oficial debe suplementar al mercado, más que reemplazarlo, y usar a las grandes corporaciones como tractoras, como ya ha sucedido en toda Asia, buscando mantener la autonomía nacional. La tercera opción podría ser que las pequeñas y medianas empresas a través de sus instituciones lideren. En este esquema, el motor del crecimiento son las empresas internas. Finalmente, el conductor podría ser el mercado. La política consiste aquí en privatizar, liberar el comercio y limitar la acción pública al campo educativo y al de generación de infraestructura física. El escenario real puede surgir de un solapamiento de las variantes, pero seguramente uno de los cuatro conceptos será el dominante. Y entre ellos, el factor industrial es un elemento ineludible.

“La consecuencia social más inmediata de la

falta de oportunidades por el subdesarrollo

regional, es la expulsión de los más jóvenes de

su lugar de arraigo, y la concentración de

millones personas en grandes centros

urbanos, agravando aun más el proceso

involutivo de desequilibrio”

“Actualmente, y a diferencia del modelo

desarrollista de sustitución de importaciones,

habrá de tenerse en cuenta en cualquier

política de promoción un conjunto de

elementos propios de la dinámica económica

mundial de las últimas tres décadas. Es decir,

las características propias de la globalización,

que incluyen principalmente la creciente

intervención de las firmas multinacionales en

la estructura económica de cada país y el

incremento de componente importada en la

elaboración de productos nacionales.”

71 Desarrollo territorial y promoción industrial

Martinez concluye que para construir tejido productivo en un país o, en este caso, en regiones de menor desarrollo de un país, se requiere contar con definiciones precisas de políticas públicas, que establezcan metas, caminos y liderazgos y asume que de los cuatro posibles liderazgos posibles para dirigir un proceso de desarrollo lo constituye definitivamente “un Estado que se involucre con la densidad e inteligencia precisas como para conseguir que los ciudadanos aumenten el control sobre sus propias vidas, y, a la vez, se integren a actividades que beneficien a la comunidad toda “ (Martínez 2010), pues siendo la comunidad la que se favorece del desarrollo nacional, los ciudadanos que viven en cada localidad serán el objetivo de la política y el medio para alcanzarlo. Y por esta razón, el concepto de cluster es valioso, en especial si es entendido como un entramado que asegure la incorporación local de todo el trabajo posible a los bienes finales a generar, más que la simple expectativa de instalación de empresas del mismo sector que compitan entre sí (Martinez 2010). Pensando, justamente, en cadenas de valor completas, la manera más simple y directa de encarar el fortalecimiento de las zonas más postergadas es hacer un análisis que parta del presente concreto y:

a. Agregue valor, con trabajo y tecnología nacional, a los recursos naturales disponibles b. Potencie la generación de valor a partir de los recursos humanos de la región,

especialmente los que se localizan en universidades o institutos de investigación y desarrollo.

c. Para el caso de regiones que ya cuenten con industria instalada, pero con cadenas de valor poco integradas, resulta también primario abocarse al análisis integral de esos sistemas productivos.

Según el autor, el desafío consiste en trasladar el foco de planificación desde la actual empresa ensambladora o extractora de recursos sin transformación al seno de la comunidad. Dado un marco macroeconómico que genere un entorno estable y amigable a la actividad económica, la competitividad se logra en entornos competitivos locales. El desarrollo regional y territorial se debe tomar como eje y base del desarrollo industrial. En este sentido, Argentina requiere de una política que le permita un desarrollo regional que reduzca las brechas que se observan hoy. El enfoque de desarrollo industrial será basado en el de fortalecimiento de los conglomerados productivos (clusters) y esencialmente, en el fortalecimiento de las cadenas de valor productivas e institucionales. El enfoque de los objetivos de política hacia los cluster permiten detectar y priorizar las inversiones requeridas en los entornos. (Claudia Peirano 2004) Reforzar a través de incentivos de políticas públicas adecuados las identidades productivo-sectoriales de éstos y otros territorios en los que la comunidad local se identifica con la especialización productiva de sus empresas, puede favorecer el acceso a nuevas economías de aglomeración o de rendimientos crecientes de escala (Donato 2000) Analizando la realidad asimétrica que se observa en el territorio argentino (p.e. por el índice de Gini o parámetro de la desigualdad de ingresos), políticas diferenciadas que equilibren ese desigual desarrollo relativo entre provincias y regiones, cumpliría con el mandato constitucional establecido en el artículo 75, inciso 19. Una política pública capaz de incentivar una descentralización territorial sostenible de la industria, debería poder transformar las ventajas pasivas generadas espontáneamente por las

72 Desarrollo territorial y promoción industrial

“economías de aglomeración” en ventajas activas construidas a partir de una mayor articulación institucional entre los actores públicos y privados de los territorios en cuestión. Una política pública orientada a potenciar las “economías de aglomeración” contribuiría contemporáneamente a un mayor equilibrio territorial y al mismo tiempo a una mayor competitividad internacional de las PyMI (Vicente Donato 2004).

“Los acelerados e incesantes cambios que se

producen a nivel mundial en materia de

tecnología y producción industrial (y sus

efectos sobre la política general y la política

económica en especial) obligan a las naciones

no solo a acompañarse en ese destino común,

sino a ajustar permanentemente sus

estrategias para sobrevivir y evolucionar.

Claramente ofrecen la oportunidad, si existe

la voluntad y los recursos necesarios, de sacar

partido de las posibilidades que surgen en

este proceso. Los países como la Argentina

cuentan con todas las herramientas para

aprovechar esta nueva ola de

transformaciones globales. “

73 Desarrollo territorial y promoción industrial

Áreas clave que deberían reforzarse en una política industrial para la Argentina

5

5 Los polos industriales y científico tecnológicos conforman un ámbito de localización específica en el que se ofrecen

facilidades de infraestructura, legales, impositivas, etc. para la producción de diversos tipos de bienes. Son espacios físicos destinados a optimizar el aprovechamiento de las economías de aglomeración y a expandir la potencialidad de la base económica regional (ramas y complejos de actividad que determinan el núcleo de mayor dinamismo regional) a través de efectos multiplicadores sobre la producción y el empleo. La secuencia realimentación positiva del marco teórico (modelos de causación circular y acumulativa del capital, polos de crecimiento, etc.); conceptos relevantes (encadenamientos, economías de aglomeración, externalidades, etc.); formas institucionales (complejos, clusters basados en cadenas de valor o filiéres, parques, etc.) abren el camino para un análisis más profundo del sistema económico social y para la elaboración de estrategias de desarrollo (Ruby Hernández 1998).

Cordinación con

subsistemas

nacionales

(tecnológico, comercio exterior,

etc. )

Cultura

emprendedora

Espíritu

cooperativo

Cluster

regional

Calidad

Institucional

del entorno

Ingeniería

institucional: Polos

tecnológicos-

industriales, Incubadoras de

empresas

Acompaña-

miento de la

comunidad

74 Desarrollo territorial y promoción industrial

6 Caso de estudio: Polo Chaco de Industria de Diseño, Textil y Afines (PCIDTA)

A continuación describimos la experiencia en la proyección y emplazamiento de un polo

productivo que ha dado sus primeros pasos en una de las regiones más desfavorecidas del

territorio nacional. El mismo se proyecta como un modelo para regiones de menor desarrollo

relativo con altos grados de conflictividad social y estructuras culturales rígidas, en los términos y

espíritu que describíamos en el capítulo anterior, en orden de concentrar esfuerzos en aquellas

zonas donde más hace falta la presencia de un Estado inteligente y promotor. Es decir, en la

búsqueda de alternativas modernas y eficaces que estimulen el valor del emprendedorismo, la

acumulación de capitales en la comunidad local y demás elementos que hacen a la mejora de la

productiviad y consecuentemente la competitividad. El polo extiende su alcance en toda la

cadena de valor, desde el cultivo que es materia prima esencial hasta el diseño de la

indumentaria, produciendo un efecto derrame en su entorno regional.

Por Decreto N° 3692/08 el gobierno de la Provincia del Chaco dispuso la creación del Programa y

Fondo Fiduciario “Polo Chaco de Industria de Diseño, Textil y Afines” (PCIDTA), con el objeto de

fortalecer, promover, desarrollar y comercializar todo lo relacionado a la industria del diseño, la

indumentaria textil y productos afines (calzado, accesorios, muebles, adornos, etc.).6

A estos efectos se procedió a elaborar un análisis de la situación real de industria textil, desde su

siembra hasta el final de la cadena, la producción de indumentaria y diseño. Lo que elevaría el

valor agregado del algodón sembrado en el Chaco, siendo el mayor productor de la Argentina.

El proyecto se diseñó y puso en práctica siguiendo los lineamientos políticos del gobierno

nacional con respecto a la “inclusión social, derechos humanos, nueva economía social”

impulsada posteriormente desde el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación para la

generación de puestos de trabajo en blanco y reindustrialización del argentina y generación de

cooperativas productivas.

La actividad provincial era casi nula en lo referente a la industria textil, a excepción de la

instalación de una mega fábrica de tela Denim en el año 2006, de capitales brasileños y con gran

aporte de la provincia (SANTANA TEXTIL S.A.), recién inaugurada pero que no estaba en

funcionamiento real, sino ajustando los procesos de producción y calidad. El resto de la actividad

se encontraba en una situación crítica casi en estado de supervivencia (Desmotadoras,

hilanderías) y la superficie de siembra reemplazada por el más rentable cultivo de soja.

6 Esta iniciativa tuvo como autor intelectual, ejecutor y coordinador general al Diseñador Teodoro Gincoff (Programa y

emprendimientos industriales de alta, media y pequeña producción), proyecto que fue premiado por la Fundación

ProTejer com el emprendimiento socialmente responsable del año en la Protextil 2010.

75 Desarrollo territorial y promoción industrial

Los talleres de confección existentes dependían casi el 100% de las compras del Estado, como

lotería chaqueña y campañas políticas o uniformes escolares o remeras de promoción, con un

alto porcentaje de marginalidad.

Ante esta grave situación debió generarse una estrategia integral, sistémica, ya que las falencias

no eran solo industriales o de producción sino culturales, sociales y de clientelismo estructural.

El Proyecto PCIDTA se construyó en torno a cuatro ejes fundamentales:

1- INSTITUCIONAL

2- EMPRESARIAL

3- SOCIAL-COOPERATIVO

4- EDUCATIVO-CAPACITACION DE OFICIO

1-INSTITUCIONAL

Creación de la Primer Cámara de Industria, Diseño, Indumentaria y Textil del Chaco (CIDITECH),

instituída para agrupar a los pequeños confeccionistas y algunas marcas locales por primera vez

en los 100 años de la Provincia. De esta manera se comenzaba a institucionalizar el sector y podía

comenzar a implementarse una idea de trabajo grupal y de inclusión de todos los sectores

sociales, para encarar el gran desafío de romper con los vicios heredados de la baja calidad

institucional, como la presión de grupos de poder dependientes de las compras estatales.

Así como también concientizar sobre la importancia del trabajo legal o en blanco y registrado,

con altos índices de marginalidad en la región en este sector particular.

2-EMPRESARIAL:

Con la reconstrucción y recuperación de viejos tinglados del quebrado BANCO CHACO SEM (en

estado de abandono, transformados tres plantas modelo de confección, se instalarán con el

modelo tomado de la Planta automotriz ex Sevel de Palomar (donde una Nave Madre genera

varias PYMES satélites y proveedoras de repuestos de la misma en un ida y vuelta social,

comercial, productivo y de transferencia de conocimientos):

2-1-FARICA DE INDUMENTARIA DE PUNTO (100 operarios x turno)

2-2-FÁBRICA DE SASTRERÍA INDUSTRIA (120 operarios x turno)

2-3-FABRICA DE JEANS Y LAVADERO LASER (150 operarios x turno)

Todas y cada una de las fábricas, contarían con buena infraestructura, seguridad, tecnología,

maquinaria y capacitación, aportadas por el Estado provincial y nacional con el sistema “Llave en

mano” a través del Fondo Fiduciario del Programa, dependiente de la Fiduciaria del Norte,

76 Desarrollo territorial y promoción industrial

financiera del Estado, que luego deberán trabajar en conjunto con las “COOPERATIVAS TEXTILES”

generadas alrededor de las fábricas madres y las que debían transferir conocimientos, tecnología,

producción y capacitación para propiciar la óptima distribución de recursos obtenidos a nivel

comunitario.

Cada planta modelo tendrá la capacidad de producir 100% del terminado de las prendas, pero

podrá coser sólo el 50% de la producción, y ese 50% sobrante de costura se vuelca a las

cooperativas textiles satélites, montadas con fondos y maquinaria del Ministerio de Desarrollo

Social de la Nación a través del Plan Nacional guardapolvos y capacitadas por el Instituto Nacional

de Tecnología Industrial (INTI).

Por ejemplo: en la fábrica de punto ya montada e inaugurada se podrán producir 5.000 prendas

terminadas por día, pero sólo se podrán coser 2.500, es decir, en la planta se enciman, tizan,

cortan, estampan, bordan, planchan, etiquetan, empacan, estoquean y envian a logística 5.000

prendas por día terminadas, pero se coserán sólo 2.500 prendas en la fábrica, las otras 2.500

prendas se confeccionaran en las cooperativas textiles satélites y se envían todos los días a la

planta madre para el terminado.

2-1 Fábrica de indumentaria de punto:

Se remodeló y construyó en uno de los tinglados abandonados, la primer Planta Modelo de

Indumentarias de Punto en 4 meses. La infraestructura de 1.600 m2 con planta baja y primer piso

cuenta con aire acondicionado central para todos los operarios, vestuarios, duchas y sanitarios

de máximo confort y seguridad, comedor y cocina para operarios, sector de administración

separado del sector productivo, oficinas de diseño y plotter de corte, garita de seguridad e

ingreso al predio, depósito de telas, 2 mesas de corte de 16m x 2m con turbina de aire, calesita

estampadora neumática y electrónica para estampar 400 prendas hora, en un solo turno de

trabajo, 2 bordadoras electrónicas de 15 cabezales, 70 máquinas de costura con software, salón

de planchado industrial con 6 planchas a vapor, depósito de prendas terminadas y logística.

Capacitación de operarios: Se realizó inscripción abierta a las pruebas de habilidades para

ingresar en una capacitación de 6 meses a cargo de la Consultora POGGI-JMELNISKY, conocidos

ingenieros que trabajan en marcas como MIMO & Co. Y otras. Se hicieron pruebas de capacidad a

1.500 ciudadanos chaqueños y fueron seleccionados 40 por mayor puntaje y 40 suplentes.

En la primera etapa se prudujo una importante deserción de operarios, lo que alertó sobre la raíz

de los problemas culturales que inciden en la falta de trabajo y concentración de la población

local.

Los trabajadores debían capacitarse integralmente, desde el modo de utilizar las máquinas de

coser hasta normas de higiene y cumplimientos de horarios de trabajo industrial. Esta fue una

intensa tarea de adaptación cultural a pautas industriales. Hubo que capacitar y reeducar a la

población.

Los seis meses de capacitación, sus costos e insumos serían asumidos por el Fondo Fiduciario del

Polo Chaco Textil (nombre como se lo conoce al programa) y cumplidos los seis meses los

empresarios serían responsables de contratar en blanco a las operarias ya capacitadas en

producción y manejo de la fábrica. Con varios beneficios impositivos, en rentas, impuestos y

77 Desarrollo territorial y promoción industrial

subsidios, asi como los leasing de compras de maquinarías. Los productos generados de la

capacitación, remera, chombas, chalecos serían vendidos para recaudar más fondos para la

continuidad del Programa.

Mientras se capacitaban las operarias cobraban un subsidio Nacional del Ministerio de Trabajo de

la Nación para sustentar los gastos de traslado y refrigerios en los seis meses.

2-2 Fábrica de sastrería industrial:

Se proyecta construir en el tinglado lindante también con el mismo modelo de infraestructura del

anterior, pero con maquinaria adaptada a sastrería industrial. Se tomó como ejemplo a la fábrica

de sacos de la ciudad de Corrientes que produce para marcas como Christian Dior, Cacharel y

MacOwens, que producen en Corrientes sólo los sacos y los pantalones los confeccionan en la

Provincia de Córdoba y unifican logística en Buenos Aires. Se realizó la propuesta de ofrecerles

montar en el Chaco la Planta de Pantalones con mano de obra chaqueña, así podían tener las dos

plantas cercanas y unificar la logística abaratando los costos de fletes y sobre todo la ingeniería

de tiempo y producción.

2-3 Fábrica de jeans y lavadero laser:

Tomando como base la gran planta de producción de tela Denim instalada en la provincia del

Chaco (SANTANA TEXTIL), se proyecta montar el tercer tinglado con máquinas de gran arrastre

para la confección de indumentaria de jeans.

Se proyecta un lavadero laser en la misma planta, que no generaría desechos líquidos en el sector

de las tres fábricas que están ubicadas en un barrio de Resistencia.

Para el desencolado de la tela se preveé utilizar un sector lindero a la planta de SANTANA TEXTIL ,

para utilizar el mismo tratamiento de afluentes de la fábrica de tela y así no invertir en más

infraestructura subterránea que es de alto costo.

Con el lavadero laser , se puede realizar muchísimas variables milimétricas de desgastados pero

en seco, sin residuos líquidos contaminantes.

3. SOCIAL COOPERATIVO Y FÁBRICAS RECUPERADAS

Como se detalla a continuación, se están generando las cooperativas textiles y productivas en

general alrededor del emprendimiento en toda la provincia del Chaco, pero se suma ahora

Corrientes y cooperativas del conurbano Bonaerense.

a- Fábrica recuperada – Hilandería Villa Angela Chaco - 2.000 integrantes .

El 6 de enero del 2009 se inicia la recuperación de la Hilandería Villa Ángela, tomada por sus

operarios a raíz del abandono de la misma por parte de sus dueños con los sueldos y deudas

impagos.

Se acordaron planes de trabajo para la puesta en marcha de las maquinarias y también la

atención de los obreros y sus familias afectados por la desnutrición y pobreza estructural.

78 Desarrollo territorial y promoción industrial

Se implementó un plan de limpieza del predio y consiguieron becas de capacitación en el

Ministerio de Desarrollo Social y se atendieron necesidades básicas insatisfechas. Luego se

aportaron del Fondo Fiduciario del polo Chaco Textil fondos para repuestos de las maquinas de

hilo y los materiales de refacción y fondos de la Fundación Chaco Solidario para la construcción

de un taller nuevo de confección de guardapolvos y la puesta en marcha las máquinas tejedoras

abandonadas.

Se gestionó a través del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación la provisión de máquinas de

costura dentro del Plan Nacional Guardapolvos, cumpliendo con los requisitos supervisados por

el INTI.

Así el 18 de junio del 2009 autoridades locales junto a los empresarios italianos de la marca

internacional de Indumentaria MONALISSA y funcionarios nacionales, la Fábrica Recuperada

Cooperativa Textil Villa Angela , con 45 operarios , la Cooperativa de mujeres de la Hilandería

recuperada con 20 operarias y el nuevo taller de la Cooperativa Textil Guazuncho, con 80

operarios (40 de ellos aborígenes mocovies).

Posteriormente los mismos integrantes fueron creando nuevos emprendimientos cooperativos

con gestiones conjuntas entre el Polo Chaco Textil , Movimiento Tupac Amaru y los Ministerios

de Desarrollo Social, de Trabajo y de Industria de la Nación. Llegando a la actualidad a generar 35

cooperativas productivas en un período de 2 años, ladrillerías, fábrica de escobas y escobillones,

herrería, cooperativa de reciclado de plásticos y cartones al por mayor, agencia de quiniela oficial

y cooperativas de saneamiento ambiental.

También se recuperó una vieja empresa de colectivos (buses) de la zona, que estaba quebrada y

se gestionó fondos nacionales para el arreglo de las unidades paradas.

Posteriormente se instalaron en la Hilandería la Radio FM Rebelde y luego una estación

transmisora de señal satelital de TV abierta para un radio de 100 km., con mas de 50 canales

gratis, de alcance a los pueblos y el campo profundo.

Actualmente a través del Polo Chaco Textil se gestionó un subsidio de la gobernación de Chaco

para la compra de 4 hectáreas donde se comenzarán las primeras 28 viviendas textiles, con

fondos gestionados por el Movimiento Tupac Amaru Jujuy en la Nación, las viviendas serán

construidas por los mismos cooperativistas y con los ladrillos de sus propias ladrillerías , las

aberturas de sus herrerías, etc.

En el año 2011 se cerró por primera vez en la provincia la cadena de valor del algodón a través de

el emprendimientos PCIDTA, se sembraron 500 H de algodón, se cosecharon, desmotaron, se

elaboró el hilo, la tela y confección en el taller, y dichos pasos se produjeron en cooperativas

montadas en cadena.

b- Taller cooperativo textil de la Policía del Chaco – Uniformes y sastrería

25 operarios

Este taller fue construido con fondos recaudados por la Policía del Chaco, a través del fondo

fiduciario Único, donde van los fondos de estampillados y multas camineras.

79 Desarrollo territorial y promoción industrial

c- Cooperativa Textil ALPPI – Comunidad originaria QOM - 16 operarias

Esta cooperativa de 16 operarias, en su totalidad pertenecientes a la etnia originaria QOM

(tobas), es la cooperativa madre de las demás cooperativas textiles, a través de esta cooperativa

se hace el entramado productivo de los guardapolvos de plan nacional del ministerio de

desarrollo social. La infraestructura, construcción e instalaciones se realizaron con fondos

propios de la Coordinación General por falta de presupuesto.

d- Cooperativa textil de Las Palmas - 12 operarias .

La ciudad de Las Palmas se encuentra a 70 km de Resistencia, en el lugar se encontraba el famoso

INGENIO AZUCARERO LAS PALMAS, que fué cerrado en el año 1991 y sus obreros despedidos y

las instalaciones desmanteladas y saqueadas. Con un grupo de mujeres integradas en una

cooperativa junto al Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y el Polo Chaco Textil se

gestionaron maquinarias industriales de costura para un emprendimiento encadenado de

cooperativas textiles. 12 operarias fueron capacitadas por una técnica del INTI. Hoy están

produciéndose guardapolvos para el ministerio. Los fondos para infraestructura e instalaciones

fueron donadas integramente por el Municipio de Las Palmas.

e- Cooperativa Cárcel de mujeres - 10 operarias .

Esta cooperativa experimental se acaba de montar en la Alcaidía de Mujeres, donde las internas

son capacitadas por técnicos del INTI, en la producción de Guardapolvos para Nación. Las

máquinas son cedidas por la cooperativa Madre ALPPI en comodato, de esta manera las internas

aprenden un oficio y además pueden enviar las ganancias a su familia externa. La infraestructura,

construcción e instalaciones fueron realizadas con fondos propios de la Coordinación General.

f- Cooperativa Textil LA CHAQUEÑITA - 20 operarios

Los costureros de esta cooperativa son integrantes de un movimiento social de la provincia,

quienes se sumaron al proyecto e instalaron el taller en la vivienda de uno de los líderes y están

ampliando el mismo. Fueron capacitados por el INTI y dependen de la Cooperativa Madre ALPPI .

La infraestructura, construcción e instalaciones fueron solventadas con fondos propios de la

Coordinación General.

g- Cooperativa textil FUERTE RESISTENCIA - 20 OPERARIOS.

Esta cooperativa está montada en el ASENTAMIENTO LA RUBITA, donde se construyen viviendas

de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, este asentamiento es en terrenos del Ejército

Argentino, una zona de gran estado de conflicto diario con 5.000 familias afincadas y en eterna

movilización. El líder más antiguo del asentamiento fue el responsable de instalar la cooperativa y

lleva adelante también una cooperativa carpintera y fábrica de juguetes.

80 Desarrollo territorial y promoción industrial

h- Otros emprendimientos

El efecto multiplicador del Polo trajo aparejados otros emprendimientos con impacto social

directo, cooperativas de panaderías, de carpinterías, fábricas de juguetes, radios, constructoras,

educativos y capacitación de oficios; sostenidos principalmente con fondos de gobierno nacional.

FUNDACIÓN INDUSTRIA Y DESARROLLO

En el año 2011, se creó la FUNDACIÓN INDUSTRIA Y DESARROLLO, con el fin de garantizar la

transparencia en los procesos de desarrollo del polo y evitar intereses en conflicto.

De esta manera se firmó un Convenio con la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo

(FUBA), para promover el intercambio mutuo de conocimientos y oficios con las cooperativas

dentro del Polo Chaco Textil, sentando las bases para la creación en el año 2012 de la Facultad o

Centro de Industria, Diseño y Oficios.

81 Desarrollo territorial y promoción industrial

Índice7

Introducción

1 Marcos conceptuales (Definiciones, tipología)

2 Desarrollo de clusters, fases

3 Las ventajas de las políticas orientadas a territorios de aglomeración sectorial/espacial

4 Análisis de política aplicada

5 Elementos para una política nacional

6 Caso de estudio: Polo Chaco de Industria de Diseño, Textil y Afines (PCIDTA)

7 El presente informe incluye las conclusiones a las que se llega en función de los datos de campo

recolectados durante el año 2011.

82 Desarrollo territorial y promoción industrial

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Este trabajo fue elaborado por el Lic. Mario Dodaro, bajo la dirección del Dr Domingo Mazza.

Finalizó en el mes de marzo de 2012.