un ctexto dominical el ultimo baile nflk...

1
EL MUNDO, SAN JUAN, P. R. - DOMINGO 14 DE AGOSTO DE 1938. 11 UN CtEXTO DOMINICAL EL ULTIMO BAILE Por la Condesa de Pardo Bazán En el corro aldeano se cuchichea- el caso era de apuro. ¿Quién >a a bailar el repinico aquel año? Desde tiempo Inmemorial, el día -• 'a fiesta de Santa Colomba, —la ce paloma cristiana martirizada '*1o Diocleciano, no se sabe al con « sarrios o en el hecúleo— se aba en el atrio del santuario, n»«pués dt recogida la procesión, aquel repinico clásico, especie de •nuifleira bordada, con perifollos intifuos, puestos en olvido por la noredad descuidada t Indiferente -i» hoy. Gentes de los alrededores srudlan atraídas por la curiosidad, *l seftorlo verarfeante en las intas y en los Pazos próximos al suntuario del Montlfto, concurría imbién. para convenir que "tenia aehef aquel diantre de danza cél- tica al son agreste de una gaita, bajo los pinos verdeazules, única «zetaeión que sombreaba el atrio •ario olvidado el afto entero «n la majestad silenciosa de la monta- fia abrupta... Si apasionados del repinico eran M señoritos y las sefloras que «» divertían una tarde en subir al Montifko. no les iba en zaga el se- ñor abad. En su opinión el castizo halle representaba las buenas usan- de oíros tiempos, los honestos cures de nuestro* pasados... Ma- la pest# en ese Impúdico agarra- Tue ha venido a sustituir a las lejas danzas sin contactos, sin *sion próxima". "Crea usted que «c** rosas las sahumo* nosotros por ll confesión... El aparrado, en el rsmpo #s la disolución de las cos- tumbres". Y a fin de estimular y proteger las danzas de antaño. «1 «*ftor abad y el seftorlto de Moure- lle largaban cada cual sus cinco p*«etas al vencedor del repinico, porque el lauro se disputaba: la opinión pública los .discernía al mejor danzarín... V gracias a la munificencia del •señorito y del párroco, aéguia bai- lándose aún el repinico; pero no por la gente moza, que lo habla olvidado completamente, y se en- 'regaba con delicia al otro baile pecador. Los que sallan al corro, a trenzar puntos, invitando a la pá- rela, eran tr»« viejos caducos. Se- bastián el Marro, el tío Atocha y e! tío Matobois; y las danzarinas que. rendidas a su llamamiento, pe- ro vergonzosas y recatadas acaban por asomar al redondel moviendo el pie tímido, con los ojos bajos y la* yemas de Jos dedos juntas, eran la tía Nabiza, la Manuela de Curras, y la señora María de: Flan- deira; entre las tres parejas con- tarían, de seguro, cuatrocientos y pico de aftos. Nadie, sin embargo. se reía burlonamente cuando las entantiguas rompían a bailar: una sensación de respeto convertía la mofa en aprobación. No era el res- peto a las canas y las arrugas, si- no la veneración involuntaria del pueblo a todo el que realiza per- fectamente un ejercicio corporal, porque no se sabia cual de las pa- rejas repicanab» pon más garbo, ligereza y donaire. En los prlmefos momentos dijeras* que los gozpes mohosos de aquellos cuerpos se re- sistían y rechinaban; pero una vez callentes las junturas, daba gozo ver como brincaban, como se se- Aalaban los pantos y los pasos, al son de las postizas meneadas ágil- mente por Io« dedos que habla de- formado el reuma. Un poco de Ju- ventud volvía, no se sabe gracias a que milagro, a las piernas tem- blorosas, a los brazos cansados de la labor, en la» cabezas en que ya la piel se pegaba a los huesos secos... y el repinico, una vez to- davía, era vitoreado y aplaudido por el concurso, pareciendo la gai- ta sonar más alegre y estridente para arompaftar el baile tradicio- nal, la danza de los mayaren, de los que duermen en loa cementerios herbosos, en la gran paz de lo eterno... Y del poético cementerio, en la fílda del Montiño. con sus cuatro '¡rrcnten y sus matorrales de zar- :*« al borde, salló la voz que im- puso el descanso —desoanso sin fin— a tres de los bailarines... El invierno se llevó al tío Atocha de (rio malo"; a Manuela de Cu- rras, de un "pasmo por todo el cuerpo, y a Matabois. de la paliza que le atizaron al volver de la fe- ria los "plllavanes" para robarle los cuartos de la venta de una yun- ta que daba envidia... Quedaron descabaladas las parejas, dos mu- leras para un hombre... Y el horn- ee Sebastián el Marro, era la única esperanza del abad y del se- ñorito de Mourelle— no desprecian- La tercera reconstrucción de la Catedral de Reims do, un seflorito cabal cuando se planteó el problema de que se bailase el repinico, según usoa pa- triarcales, en el atrio de la mila- grosa Santa Comba, al pie del cru- cero dorado por el ilquen. —¡Eh Marro! Que venga el Ma- rro... ¿Dónde está? Descubrieron por fin una vez más al que habla de salvar la tradición sagrada. Sentado en una piedra. en el escarpe de la montaftlta. con su cabeza toda blanca y su tez toda amoratada anenas si nodla con su lengua estropajosa, responder a las interrogaciones y las órdenes ter- minantes: —¡Eh...! ¿Qué hace ahí, tio Se- bastián? —¿En qué cavila? —Que es ahora el repinico... Venga, este afto nadie le disputa los dos pasos. —Ande, menéese... —¿Segué" está tonto? —Lo que está es borracho como una uva... —declaró escandaliza- do el abad. —No... no señor... borracho, dispénseme— articuló al fin el vie- jo— Con perdón de las barbas hon- radas que me escuchan, un hom- bre es un hombre, y un hombre tiene que echar un vaso... si ha de mover los pies. Ya no es uno un mozo... Están duros los huesos y cuesta caro el arrlncar. ¡Arriba!— incitó chancero el señorito ayudándole; Sebastián se enderezó difícilmente. Sus pies ti- tubeaban, sus rodillas temblaban, su cara tenia una expresión entre Jo- cosa y humilde. ¡Al corro! La gai- ta ya espira sus notas de preludio: el tamboril, porfiado, marca el com- pás ... Sebastián se despoja de la cha- queta, se adapta las postizas, y se queda de pie oscilante, próximo a caer, sostenido por un prodigio de equilibrio y voluntad oscura. Em- pieza a marcar los pasitos —la in- vitación a la hembra, repicando las castañuelas también bruñidas de vejez—, y todas las miradas bus- can a la Nabiza, habitual pareja del Marro. Allí está la mujeruca. pero se apoya en una muleta; el Invierno, que acabó con otras. a ella la ha dejado medio tullida... Todos la acosan: una la arrebata la muleta, empujándola suavemen-¡ te al espacio del corro, donde en-| tre risueña y azorada, enseñando su boca, que ningún diente guarne- ce ya, y moviendo sus dedos retor- cidos, tofosos. y sus pies torpes, metidos en zapatones gruesos... Ya está la pareja en el baile. Se- bastián desenfurruñado, hace pri- mores. Sus pies dibujan en el pol- vo y un rumor .de admiración sa- luda sus vueltas y mudanzas. A veces vacila: es la humareda de! vino que sube a su cerebro y le embarga. Se rehace en seguida: en- derézase y vuelve a bordar y te- jer los pasos, clásicamente gradua- dos. Galantemente se quita ai som- brero, saluda a la concurrencia, lo arroja y se queda con el cráneo al sol. al vive, sof de agosto. Aquel sol de brasa dijérase que le callenta y anima: baila aprisa, con un frene- si mecánico, con saltos que no son naturales, sino oue semejan los de un muñeco de resorte... Y —a un salto más rápido— se tiende cuín largo sobre la hierba agostada del atrio, sin proferir un grito. I^e levantan, le socorren, pero no vuel- ve en al. La congestión fué de las buenas... Y asi se acabó la danza tradicio- nal del repinico, en el Montiño. don- de, una vez al afto, sonríe SanU Comba, en sus andas pintadas de azul, a los que suben al santuario para festejarla. Gramática venus crimen ¡Qué milagro éste de la Catedral de Reims...! Fué por siglos el sím- bolo de la nacionalidad francesa ca- tólica y monárquica; sigue siéndolo de la Francia laica y republicana. En la ceremonia grandiosa d¿l 10 de julio, el padre Gillet. eminen- cia echaba en torno los andamlos mastodóntlcos precursores de la tercera reconstrucción. John D. Ro- ckefeller contribuyó con 2.300,000 Solares a costear los trabajos y los mejores arquitectos de Francia de- positaron su genio en la nueva ar- Esta fotografía muestra a la Catedral restaurada, cuya Inmensidad se advierte con el tamaño a que se ven reducido» lo» participantes en la fiesta celebrada para la ceremonia de restauración. NUEVA ORLEANS. La., agosto. (SEM)—Parece que los secretarlos de las cortes de justicia deben te- ner mucho cuidado con la gramá- tica que usen en las denuncias co- munes. Dos jóvenes de esta socie- dad fueron acusados por arrollar a una niña con un automóvil, deján- dola casi exánime en el sitio y hu- yendo a gran velocidad. Al copiar la fraseología en estos casos, el se- cretario del tribunal escribió: "Vo- luntaria y maliciosamente, nicho de- nunciado. ..", etc. El abogado defen- sor tomó excepción, manifestando oue "no se sabe a quién se refiere esta denuncia, pues los denunciados en este caso son dos, y la fraseolo- gía está expresada en singular." La moclrin de excepción tuvo éxito, y los denunciados fueron absueltos. /^«/.¿^'/«WAUTOMOVIUSTAS Cuando el acabado de su auto eité opaco, deteriorado y sucio—cuando el luitre haya desaparecido, El Limpiador y Lustrador JOHNSON Para Automóviles LO RESTAURARA Este maravilloso producto quita pronto y por completo la grasa, el polvo y suciedad, yrestaura a su carro el lustre natural. Se aplica sumamente fácil. y para es* nuevo y hermoso acabado del auto use Cera JOHNSON Para Automóviles Se aplica rápida y fácilmente. Pw*"» un lustre satinado que protege el tuto contra las inclemencias del tiempo, del sol, de la humedad y del polvo. Cuando el Limpiador y el Lustrador Johnson y la Cera Johnson se usan con regularidad, coraría como nuevo el testado del auto, mientras esté en servicio, y su depreciación es menor. Da venta en ios principales ferreterías y tiendas del ramo. VABXICANTSSi It JOHNSON & SON,hK. Udm l Wusmk t l\lL te orador sagrado de la Orden de Santo Domingo, hizo de esto. "Los Milagros de Nuestra Señora de Reims", el tema de su impresio- nante sermón; pero la más elo- cuente lección objetiva fué sin du- da ia de Jean Zay, el Ministro de Educación ateo y anticlerical, un tiempo tan "intemacionalista" que habló en la Cámara de "ese trapo' por la bandera de Francia y a quien como jefe jerárquico del De- partamento de Bellas Artes corres- pondió pronunciar el discurso ofi- cial en la fiesta memorable con que se celebrrt la reconstrucción de la catedral. Un ministro también re- construido: M. Zay parece reconstruido tam- bién como la Catedral Mártir; ha- bló del "santuario de nuestra histo- ria" en el cual los pueblos "pueden reconocer al signo de la permanen- cia de la Francia, un reconfortan- te motivo de esperanza". País de arquitectos, agregó, la Francia ha sembrado su territorio de monumen- tos incomparables donde encarna su genio constructor. Uno de ellos precioso entre todos, habla sido destruido; helo aquí de pie otra vez en toda su gracia y majestad. Sus torres invencibles vuelven a encontrar en la luz su Integridad. Asi. en la historia, la grandeza francesa, hecha a la vez de fuerza y de arte continúa en la serenidad. —Es inmortal..," El óleo de Clovis, Rey de los francos: A la Catedral Mártir, Catedral de los Reyes, vinieron a consagrar- se los monarcas de Francia desde que Clovis Rey de los Francos re- cibió allí el año 496 el óleo bautis- mal de una ánfora que, según la leyenda, fué traída del cielo por una paloma blanca. La basílica que sirvió de base al imponente mo- numento habla sido erigida el año 401. En 822 se terminó la Iglesia propiamente tal. El 6 de mayo de 1210 fué totalmente arrasada por un incendio. Un año más tarde el Obispo Auhry de Humbert coloca- ba la primera piedra de la que de- bía ser emblema de una fe y de una nación. Se trabajó a través de la Guerra de Cien Aftos entre fran- ceses e ingleses y sólo hacia 1427 se dló término a la magna tarea. Segunda y tercera destrucción: 58 ano» más tarde, el 24 de julio de 1481, otro Incendio la demolió. Seis de sus ocho torres fueron arrasadas por el fuego y jamás han sido reconstruidas. Ríos del plomo derretido en la Catedral corrieron por las calle« de Reims, como en septiembre de 1914 los 400.000 ki- los de plomo derretidos por el In- cendio del bombardeo alemán cau- saron el derrumbe final que arras- tró el techo con las 14 campanas y sus carillones famosos. Los trabajos de la segunda re- construcción hablan terminado ha- cia el año 1515; la Revolución de 1789 apenas arañó a la Catedral y sólo mutiló algunas de las esta- tuas. Y desde entonces siempre hu- bo "trabajo de reconstrucción". Vasta que llegó el día fatal, 4 de septiembre 1914, cuando el primer obús alemán hirió a la basílica. El 12 de septiembre las bombas pre- cipitaron el incendio que destruyó gran parte del monumento. Poca» quedaron de las 500 estatua* que fueron en la Edad Media una es- pecie de "enseñanza por medio de cuadros" de la fe cristiana para el pueblo que no sabfa leer. Cerca 2000 de los 3.500 metros de magní- ficos vitraux quedaron hechos tri- zas. El bombardeo continuó duran- te toda la tuerra: "W ohuses caye- ron sólo sobre la Catedral: la du- dad de lOO.onn habitantes miedo desierta. d# todos sus edificios sólo 17 estaban en pie. 6,000 metros de calamina y 2J00.000 dólares de Rockefeller: AHÍ quedó la Catedral de Reims. signo de la Francia y su grandeza, mutilada, cubierta por un vendaje de 6,000 metros cuadrados de cala- mina, hasta que el 25 de septiembre di 1919 otra ves st celebró en «Ha •1 tanto sacrificio dt lt mita y si afto slguientt ti Gobierno de Fran- mazón que restauraba lo que sus predecesores Rober Coury y Jean d'Orbais hablan construido. El 9 de julio de este año locaron otra vez las históricas campanas y el 10, el presidente Lehrun presidia la ce- remonia inaugural, una eclosión de fe y de patriotismo. El estandarte de Juana de Arco: El Principe de Monaco y los re- presentantes de todas las naciones amigas estaban presente» con sie- te cardenales y cincuenta obispos. A la cabeza de la procesión trlun fal marchaban tres pajes llevan- do una réplica de la bandera que llevó Juana de Arco en el cortejo de la coronación el año 1492 en la misma Catedral de Reims de Car- los VII, el monarca que la Doncella de Orleans salvó de los Ingleses des- pertando el espíritu de nacionali- dad de la Francia. El estandarte original que habla quedado en po- der de los ingleses desde que Santa Juana fué quemada en Rouen. fué devuelto recientemente por el Go- bierno inglés al de Francia. La ré- plica que formaba en la procesión fué un obsequio enviado también en nombr> del Gobierno inglés por Lord Hewitt, Ministro de Justi- cia. La palabra de Inglaterra: Subrayando la nueva amistad de los dos paises que al decir del Mi- nistro de Guerra inglés Hore-Be- lisha "marchan ahora bajo una mis- ma bandera" asistió a la ceremonia de Reims el capitán MacBowen en representación de la Cámara de le* Comunes y dijo: "Es reconfor- tante observar que nuestros dos paises jamás estuvieron tan unidos como en la hora actual... No se equivocaron los enemigos cuando tomaron a este glorioso edificio co- mo el símbolo de la Francia pero se equivocaron en un punto: olvida- ron que la Francia es lndestructi- Comentarios internacionales (Continuación de la página 4.) sultados políticos de la visita. Se co- menta el episodio secreto. El del primer acuerdo entre Daladier, Bon- net y el Vizconde Halifax, tras la entrevista a puertas cerradas sin secretarios ni técnicos. Cuando el gabinete se impuso de él fué in- vadido de desaliento. Palabras de buena crianza y nada más. Se te- legrafió a Londres; que hablaran con Vansittart, "la eminencia gris del Foreign Office", residuo d e i "edenismo" anti-hitleriano y desfi- lan te de Mussolini. Vansittart fué a 10 Bowning St., habló con- venció. ChamberlSjJn tuvo que dar- se por vencido guardando para más tarde su revancha de Vansittart. El acuerdo fué modificado; Hit- ler debería saber que Inglaterra pelearía, para que la duda no fue- ra a precipitar la guerra como en 1914 después de otra visita real in- glesa a París. La duquesa de Guisa: Todo habla salido a pedir de bo- ca y la Tercera República estaba servida. Pero ese grito repetido, apasionado del pueblo "Viva le Roí" seguía taladrando los oídos de los gobernantes republicanos. Habla demasiado fervor en él: Pocas se- manas antes la Duquesa de Gui- sa había estado de visita en París, a ella le está permitido. Un día que se asomó al balcón de su Hotel, la aclamaron: "Vive la Reine". Había para pensar. El fausto real de los festejos bien podía haber removido recóndi- tos y acaso subconcientes anhelos populares. Una Corte vestirla tan bien a París... Unos visitantes In- gleses refieren sus conversaciones con gente del pueblo, parisienses tí- picos de esos rincones donde pare- cen no llegar los ruidos de la rum- bosa República. Verlaine y Le Vert Galaht La Rué Visconti. la Rué de Ne- vera, donde Verlaine iba a tomar su ajenjo porque era tan angosla "que si perdía el equilibrio podia afirmarse con una mano en cada pared". Esa gente es republicana pero adoran el romance real. Allí cerca estaba el Pont Neuf engata- nado y guardado por Zuavos por- que iba a pasar bajo él la góndo- la real con los monarcas Ingleses. Y se alza la estatua de Enrique IV; pero para ese conglomerado pari- sién Enrique IV no es tal ni siquie- ra es Enrique de Navarra; sigue siendo "Le Vert Galant" el amante romántico de inconstancia enferma za pero poética. ¿Debió Mme. Lebrun doblar su rodilla? Los ministros no comentan pero París entero si otros de esos pe- queños grandes episodios que ha- cen la historia anecdótica, a veces trascendental. ¿Hizo bien Mme. Lebrun en quebrar su rodilla en una referencia cortesana ante la Reina en la estación? No, dicen unos. Es la primera dama de la Repúbli- ca, en ese instante representaba ble; Reims como la Francia no pue- de ser destruida". Gestas de Dios: El Cardenal Suhard invocó la "caballería de Carlomagno" que pensó menos en un Imperio para s! que en una Europa Unida en la que no habría más guerras. El Carde- nal rededicó a «u misión de 700 años esas "piedras venerables". Ellas no gritan venganza, dijo, sino que gritan con el Aleluya de su reconstrucción el júbilo de conti- nuar traduciendo el alma de una gran nación. Ellas proclaman la confianza de que suceda lo que suceda, esta nación revivirá siem- pre. Ellas declaran la confianza, la certidumbre de que este país no ha terminado de inscribir a través del mundo las Gestas de Dios..." §¿&C^€/lfo Cn LAS llflSORIIS RRDiomccnnicn - comínicociwKS (ll€ SOnORO T€L€¥ISI0H, iti. se necesitan les servicios dt les Técnicos competentes, y les oportunldedei pare independiar»* econo'inlcsnunW teas muy numerosas «a U América Hispana. ESTUDIE €fl SI CASA eita interesante c«rreri por medio dt correspondencia, lijuiendo ti método RuSCnUUfiAZ, práctico y féeil p«r excelencia, y en corto tiempo podré ser de los elegidos t ocepar les brillantes posiciones que ee les reserven t nasitroi alumnos diplomados. PIDA €5T€ LIBRO MUTIS QIC €M SI PRIfllCR PISO IL ÉXITO fa. J. A. lOOMKftANX, PiaiMonto, NATIONAL SCHOOLS 4000 so. nouHOA ST, üepto. C.G | LOS ANGILES, CALe% E.U.A. Mi«étm* •• Libro GRATIS «•• J««oi pera facer •'rae** I 1 "»—Ha I I ,I*U. ;b también al Estado Francés que no puede hacer genuflexiones ante nadie. Si argumentan otros. La ley republicana ha querido que la esposa del Presidente no tenga ran- go oficial alguno; por eso ella no recibió condecoraciones del Gobier- no inglés mientras que la Reina recibió el Gran Cordón de la Le- gión de Honor del Gobierno de Francia. —Siendo una dama fran- cesa,' y nada má* debía ceñirse a los protocolos que rigen la presen- cia de damas frente a la Reina de Inglaterra. Más grande que María Antonieta Como era de esperarlo el comen- tario parisién rueda mucho mis en torno de la Reina que de su con- sorte. Los supersticiosos ven un buen augurio en el hechu*de que después de todo, la Reina no dur- miera en la cama de María An- tonieta. No se sabia que la Reina mártir hubiera sido tan pequftita; pero debe haberlo sido cuando a última hora se hizo necesario cam- biar, esa cama porque Elizabeth no rabia en ella, tan poco alta como es. —Y se haila intención en el he- cho de que la noche de gala en la Opera fuera con "Salambó", basada en la novela de Fraubert que tiene por sede a Cartago... Francia no será Cartago frente al nuevo impe- rialismo de Roma. Hasta crinolinas Las mujeres del mundo entero recibirán la influencia indumenta- ria de la visita histórica. El "blan- co Elizabeth" está de moda. Todos los trajes de la Reina eran blan- cos. En la Opera casi todas las damas vestían de blanco por corte- sía a la regia visitante que había hecho blanco en vez de negro su luto por la muerte reciente de su madre a fin de evitar notas som- brías en la gran fiesta. Y si nues- iras damas llevan en la próxima temporada sombreros militares, bo- tones metálicos, charrateías, faldas largas y hasta crinolinas se debe- a la confraternidad anglo fran- cesa. Dos de los trajes de gran gaia de la Reina eran con crinoli- na y los dos revivieron la moda victoriana de los hombros escota- dos. Las flores de moda son aho- ra las que llevó la Reina, rosas y jazmines blancos, lirios, camelias y violetas de parma. Un nuevo poder detrás del trono La 'Reina de Corazones, se llevó el de París. La Reina que nunca descolló en la elegancia dictó la elegancia. Los parisienses saben de la influencia que ejerce la Rei- na sobre el soberano, no ignora- ban que ella fué la que lo libró de su complejo de inferioridad nutrido en tantos años de ser "el herma- no menor" que nunca reinarla. Sos- pechan que en esta mujer que os- tensiblemente rehusa hasta el aso- mo de una intervención en la po- lítica se está formando una fuer- za institucional con la cual tendrá que contar la oligarquía que man- da en la "democracia" británica desde que Gronwell hizo popular la decapitación de un Rey que qui- so someterla. NflK Tillé es tan mortífero para MOSQUITOS # <s Flit es lo muerte segura les intactas porque es una combinación de patentas ogentts extorrninadores. Flit ha sido sometido o ex- tensísimas pruebas y tu pe* der mortífero *t definitivo. Et por étte qut debe Ud. imiitir en obtener Flit—y rtchazer todo» lot tubttitu- t. Flit no mancha. Busque .ti toldadlto en la lata. i&U Si la lata no tiene el soldadifo, no es FLIT, NUEVA VIDA GLANDULAR PARA HOMBRES QUE PASAN DE LOS 40! Descubrimiento Científico que Re-Estimula la Importante Glándula Próstata Usado por Cualquiera en su Hogar Evitara las Levantadas de Noche y Otros Síntomas de Debilidad LE gustaría gorar una vet más del vigor y salud da la juventud? La ciencia ha hacho un sorprendente descubrimiento—un nuavo tra- tamiento casero para la glándula próstata que as asencial para el hombre. ¿Sa levanta usted con frecuencia en las noches—sufra da dolores en le espalda, piernas y pies atí como debilidad y desaliento? Estos síntomas sa atribuyen en miles da hombres que han pasado de los 40, a le degeneración de la glándula próstata que es vital. Pero ahora ha aparecido Thermaleid. Sin drogas, dieta ni ejercicios. Seguro y fácil como lavarte la cera. Recomendado y usado por muchos doctores. Más de 200,000 hombres lo usen; millares lo elaban en testi- monios. Se envfa a pruebe con este entendimiento: Si usted no se siente diex años más joven en 7 días, no paga nade. Acepte la oferta de prueba y el libro gratit con informa- ción para hombres que pasan de los 40. Sólo mande por correo el si- guiente cupón. W. J. KIAK, Protident De P'°- 481Z 601 S. Hill, Lot Angele», Celíf, E. U. A. Sin obligación «nvlsma ti Ubre eonflden- ciel "Por que tantot hombret ion vie¡ot a lot 40," con detalles lebre «J tratamiento cetero pera la préstete a»! como la oferta do prueba por 30 dlet. Nombro Dirección „i„ , t y mi Pobiaefon m Rrov........-.-...^...... ___..Pats.. F i'teao ayates! en el oeter eHstfetjve de Ittelwe S4 no ee AKASJÜUADA M ee ESSOt-INE. I TODOS los días son días de ganga en la bomba do ESSOLENE. Todos ios días ofrece valor axtra sin gasto extra. Porque en cada diez galones de Euolene Patentada hay dos quintos de una pinta de Aceite Disolvente Exclusivo que, literalmente, conserva ¡oven el motor de su automóvil. No obstante, Essolene-con este Aceite Disolvente ¡ncluso-lo cuesta a usted exactamente lo mismo que otras gasolinas sin él. I Con razón las ventas de Essolene han estado subiendo desde que se introdujo la Nueva Essolene aquíl |Con razón quienes usan Essolene son los automovilistas más entusiastas de la Isla i |Sea usted de ellosl Hágase cliente asiduo de Essolene. Le conviene obtener potencia, más kilometraje, mes un motor ¡impío, en vez de sólo gasolina. Es una compra mejor. WEST INDIA OIL COMPANY (P. R.) Sintónico uated. loe .-naítet W3.A9. a laa é:S0 P. U.. loa eába-Jo», WPRP y YVTRA a las 8;30 T. M. La Hora SSSO qua ofrece laa mejore» orquesta» de Puerto Rico. -áw

Upload: others

Post on 29-Mar-2020

0 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • EL MUNDO, SAN JUAN, P. R. - DOMINGO 14 DE AGOSTO DE 1938. 11

    UN CtEXTO DOMINICAL

    EL ULTIMO BAILE Por la Condesa de Pardo Bazán

    En el corro aldeano se cuchichea- el caso era de apuro. ¿Quién

    >a a bailar el repinico aquel año? Desde tiempo Inmemorial, el día

    -• 'a fiesta de Santa Colomba, —la ce paloma cristiana martirizada

    '*1o Diocleciano, no se sabe al con « sarrios o en el hecúleo— se

    aba en el atrio del santuario, n»«pués dt recogida la procesión, aquel repinico clásico, especie de •nuifleira bordada, con perifollos intifuos, puestos en olvido por la ■noredad descuidada t Indiferente -i» hoy. Gentes de los alrededores srudlan atraídas por la curiosidad,

    *l seftorlo verarfeante en las intas y en los Pazos próximos al

    suntuario del Montlfto, concurría imbién. para convenir que "tenia aehef aquel diantre de danza cél-

    tica al son agreste de una gaita, bajo los pinos verdeazules, única «zetaeión que sombreaba el atrio

    •ario olvidado el afto entero «n la majestad silenciosa de la monta- fia abrupta...

    Si apasionados del repinico eran M señoritos y las sefloras que

    «» divertían una tarde en subir al Montifko. no les iba en zaga el se- ñor abad. En su opinión el castizo halle representaba las buenas usan- i« de oíros tiempos, los honestos

    cures de nuestro* pasados... Ma- • la pest# en ese Impúdico agarra-

    rñ Tue ha venido a sustituir a las lejas danzas sin contactos, sin

    *sion próxima". "Crea usted que «c** rosas las sahumo* nosotros por ll confesión... El aparrado, en el rsmpo #s la disolución de las cos- tumbres". Y a fin de estimular y proteger las danzas de antaño. «1 «*ftor abad y el seftorlto de Moure- lle largaban cada cual sus cinco p*«etas al vencedor del repinico, porque el lauro se disputaba: la opinión pública los .discernía al mejor danzarín...

    V gracias a la munificencia del •señorito y del párroco, aéguia bai- lándose aún el repinico; pero no por la gente moza, que lo habla olvidado completamente, y se en- 'regaba con delicia al otro baile pecador. Los que sallan al corro, a trenzar puntos, invitando a la pá- rela, eran tr»« viejos caducos. Se- bastián el Marro, el tío Atocha y e! tío Matobois; y las danzarinas que. rendidas a su llamamiento, pe- ro vergonzosas y recatadas acaban por asomar al redondel moviendo el pie tímido, con los ojos bajos y la* yemas de Jos dedos juntas, eran la tía Nabiza, la Manuela de Curras, y la señora María de: Flan- deira; entre las tres parejas con- tarían, de seguro, cuatrocientos y pico de aftos. Nadie, sin embargo. se reía burlonamente cuando las entantiguas rompían a bailar: una sensación de respeto convertía la mofa en aprobación. No era el res- peto a las canas y las arrugas, si- no la veneración involuntaria del pueblo a todo el que realiza per- fectamente un ejercicio corporal, porque no se sabia cual de las pa- rejas repicanab» pon más garbo, ligereza y donaire. En los prlmefos momentos dijeras* que los gozpes mohosos de aquellos cuerpos se re- sistían y rechinaban; pero una vez callentes las junturas, daba gozo ver como brincaban, como se se- Aalaban los pantos y los pasos, al son de las postizas meneadas ágil- mente por Io« dedos que habla de- formado el reuma. Un poco de Ju- ventud volvía, no se sabe gracias a que milagro, a las piernas tem- blorosas, a los brazos cansados de la labor, en la» cabezas en que ya la piel se pegaba a los huesos secos... y el repinico, una vez to- davía, era vitoreado y aplaudido por el concurso, pareciendo la gai- ta sonar más alegre y estridente para arompaftar el baile tradicio- nal, la danza de los mayaren, de los que duermen en loa cementerios herbosos, en la gran paz de lo eterno...

    Y del poético cementerio, en la fílda del Montiño. con sus cuatro

    '¡rrcnten y sus matorrales de zar- :*« al borde, salló la voz que im- puso el descanso —desoanso sin fin— a tres de los bailarines... El invierno se llevó al tío Atocha de

    (rio malo"; a Manuela de Cu- rras, de un "pasmo por todo el cuerpo, y a Matabois. de la paliza que le atizaron al volver de la fe- ria los "plllavanes" para robarle los cuartos de la venta de una yun- ta que daba envidia... Quedaron descabaladas las parejas, dos mu- leras para un hombre... Y el horn- ee Sebastián el Marro, era la única esperanza del abad y del se- ñorito de Mourelle— no desprecian-

    La tercera reconstrucción de la Catedral de Reims

    do, un seflorito cabal — cuando se planteó el problema de que se bailase el repinico, según usoa pa- triarcales, en el atrio de la mila- grosa Santa Comba, al pie del cru- cero dorado por el ilquen.

    —¡Eh Marro! Que venga el Ma- rro... ¿Dónde está?

    Descubrieron por fin una vez más al que habla de salvar la tradición sagrada. Sentado en una piedra. en el escarpe de la montaftlta. con su cabeza toda blanca y su tez toda amoratada anenas si nodla con su lengua estropajosa, responder a las interrogaciones y las órdenes ter- minantes:

    —¡Eh...! ¿Qué hace ahí, tio Se- bastián?

    —¿En qué cavila? —Que es ahora el repinico...

    Venga, este afto nadie le disputa los dos pasos.

    —Ande, menéese... —¿Segué" está tonto? —Lo que está es borracho como

    una uva... —declaró escandaliza- do el abad.

    —No... no señor... borracho, dispénseme— articuló al fin el vie- jo— Con perdón de las barbas hon- radas que me escuchan, un hom- bre es un hombre, y un hombre tiene que echar un vaso... si ha de mover los pies. Ya no es uno un mozo... Están duros los huesos y cuesta caro el arrlncar.

    — ¡Arriba!— incitó chancero el señorito ayudándole; Sebastián se enderezó difícilmente. Sus pies ti- tubeaban, sus rodillas temblaban, su cara tenia una expresión entre Jo- cosa y humilde. ¡Al corro! La gai- ta ya espira sus notas de preludio: el tamboril, porfiado, marca el com- pás ...

    Sebastián se despoja de la cha- queta, se adapta las postizas, y se queda de pie oscilante, próximo a caer, sostenido por un prodigio de equilibrio y voluntad oscura. Em- pieza a marcar los pasitos —la in- vitación a la hembra, repicando las castañuelas también bruñidas de vejez—, y todas las miradas bus- can a la Nabiza, habitual pareja del Marro. Allí está la mujeruca. pero se apoya en una muleta; el Invierno, que acabó con otras. a ella la ha dejado medio tullida... Todos la acosan: una la arrebata la muleta, empujándola suavemen-¡ te al espacio del corro, donde en-| tre risueña y azorada, enseñando su boca, que ningún diente guarne- ce ya, y moviendo sus dedos retor- cidos, tofosos. y sus pies torpes, metidos en zapatones gruesos...

    Ya está la pareja en el baile. Se- bastián desenfurruñado, hace pri- mores. Sus pies dibujan en el pol- vo y un rumor .de admiración sa- luda sus vueltas y mudanzas. A veces vacila: es la humareda de! vino que sube a su cerebro y le embarga. Se rehace en seguida: en- derézase y vuelve a bordar y te- jer los pasos, clásicamente gradua- dos. Galantemente se quita ai som- brero, saluda a la concurrencia, lo arroja y se queda con el cráneo al sol. al vive, sof de agosto. Aquel sol de brasa dijérase que le callenta y anima: baila aprisa, con un frene- si mecánico, con saltos que no son naturales, sino oue semejan los de un muñeco de resorte... Y —a un salto más rápido— se tiende cuín largo e« sobre la hierba agostada del atrio, sin proferir un grito. I^e levantan, le socorren, pero no vuel- ve en al. La congestión fué de las buenas...

    Y asi se acabó la danza tradicio- nal del repinico, en el Montiño. don- de, una vez al afto, sonríe SanU Comba, en sus andas pintadas de azul, a los que suben al santuario para festejarla.

    Gramática venus crimen

    ¡Qué milagro éste de la Catedral de Reims...! Fué por siglos el sím- bolo de la nacionalidad francesa ca- tólica y monárquica; sigue siéndolo de la Francia laica y republicana.

    En la ceremonia grandiosa d¿l 10 de julio, el padre Gillet. eminen-

    cia echaba en torno los andamlos mastodóntlcos precursores de la tercera reconstrucción. John D. Ro- ckefeller contribuyó con 2.300,000 Solares a costear los trabajos y los mejores arquitectos de Francia de- positaron su genio en la nueva ar-

    Esta fotografía muestra a la Catedral restaurada, cuya Inmensidad se advierte con el tamaño a que se ven reducido» lo» participantes en la

    fiesta celebrada para la ceremonia de restauración.

    NUEVA ORLEANS. La., agosto. (SEM)—Parece que los secretarlos de las cortes de justicia deben te- ner mucho cuidado con la gramá- tica que usen en las denuncias co- munes. Dos jóvenes de esta socie- dad fueron acusados por arrollar a una niña con un automóvil, deján- dola casi exánime en el sitio y hu- yendo a gran velocidad. Al copiar la fraseología en estos casos, el se- cretario del tribunal escribió: "Vo- luntaria y maliciosamente, nicho de- nunciado. ..", etc. El abogado defen- sor tomó excepción, manifestando oue "no se sabe a quién se refiere esta denuncia, pues los denunciados en este caso son dos, y la fraseolo- gía está expresada en singular." La moclrin de excepción tuvo éxito, y los denunciados fueron absueltos.

    /^«/.¿^'/«WAUTOMOVIUSTAS Cuando el acabado de su auto eité opaco, deteriorado y sucio—cuando el luitre haya desaparecido,

    El Limpiador y Lustrador JOHNSON Para Automóviles

    LO RESTAURARA

    Este maravilloso producto quita pronto y por completo la grasa, el polvo y suciedad, yrestaura a su carro el lustre natural. Se aplica sumamente fácil. y para es* nuevo y hermoso acabado del auto use

    Cera JOHNSON Para Automóviles Se aplica rápida y fácilmente. Pw*"» un lustre satinado que protege el tuto contra las inclemencias del tiempo, del sol, de la humedad y del polvo. Cuando el Limpiador y el Lustrador Johnson y la Cera Johnson se usan con regularidad, coraría como nuevo el testado del auto, mientras esté en servicio, y su depreciación es menor.

    Da venta en ios principales ferreterías y tiendas del ramo.

    VABXICANTSSi

    It JOHNSON & SON,hK. • UdmlWusmktl\lL

    te orador sagrado de la Orden de Santo Domingo, hizo de esto. "Los Milagros de Nuestra Señora de Reims", el tema de su impresio- nante sermón; pero la más elo- cuente lección objetiva fué sin du- da ia de Jean Zay, el Ministro de Educación ateo y anticlerical, un tiempo tan "intemacionalista" que habló en la Cámara de "ese trapo' por la bandera de Francia y a quien como jefe jerárquico del De- partamento de Bellas Artes corres- pondió pronunciar el discurso ofi- cial en la fiesta memorable con que se celebrrt la reconstrucción de la catedral.

    Un ministro también re- construido:

    M. Zay parece reconstruido tam- bién como la Catedral Mártir; ha- bló del "santuario de nuestra histo- ria" en el cual los pueblos "pueden reconocer al signo de la permanen- cia de la Francia, un reconfortan- te motivo de esperanza". País de arquitectos, agregó, la Francia ha sembrado su territorio de monumen- tos incomparables donde encarna su genio constructor. Uno de ellos precioso entre todos, habla sido destruido; helo aquí de pie otra vez en toda su gracia y majestad. Sus torres invencibles vuelven a encontrar en la luz su Integridad. Asi. en la historia, la grandeza francesa, hecha a la vez de fuerza y de arte continúa en la serenidad. —Es inmortal..,"

    El óleo de Clovis, Rey de los francos:

    A la Catedral Mártir, Catedral de los Reyes, vinieron a consagrar- se los monarcas de Francia desde que Clovis Rey de los Francos re- cibió allí el año 496 el óleo bautis- mal de una ánfora que, según la leyenda, fué traída del cielo por una paloma blanca. La basílica que sirvió de base al imponente mo- numento habla sido erigida el año 401. En 822 se terminó la Iglesia propiamente tal. El 6 de mayo de 1210 fué totalmente arrasada por un incendio. Un año más tarde el Obispo Auhry de Humbert coloca- ba la primera piedra de la que de- bía ser emblema de una fe y de una nación. Se trabajó a través de la Guerra de Cien Aftos entre fran- ceses e ingleses y sólo hacia 1427 se dló término a la magna tarea.

    Segunda y tercera destrucción:

    58 ano» más tarde, el 24 de julio de 1481, otro Incendio la demolió. Seis de sus ocho torres fueron arrasadas por el fuego y jamás han sido reconstruidas. Ríos del plomo derretido en la Catedral corrieron por las calle« de Reims, como en septiembre de 1914 los 400.000 ki- los de plomo derretidos por el In- cendio del bombardeo alemán cau- saron el derrumbe final que arras- tró el techo con las 14 campanas y sus carillones famosos.

    Los trabajos de la segunda re- construcción hablan terminado ha- cia el año 1515; la Revolución de 1789 apenas arañó a la Catedral y sólo mutiló algunas de las esta- tuas. Y desde entonces siempre hu- bo "trabajo de reconstrucción".

    Vasta que llegó el día fatal, 4 de septiembre 1914, cuando el primer obús alemán hirió a la basílica. El 12 de septiembre las bombas pre- cipitaron el incendio que destruyó gran parte del monumento. Poca» quedaron de las 500 estatua* que fueron en la Edad Media una es- pecie de "enseñanza por medio de cuadros" de la fe cristiana para el pueblo que no sabfa leer. Cerca d» 2000 de los 3.500 metros de magní- ficos vitraux quedaron hechos tri- zas. El bombardeo continuó duran- te toda la tuerra: "W ohuses caye- ron sólo sobre la Catedral: la du- dad de lOO.onn habitantes miedo desierta. d# todos sus edificios sólo 17 estaban en pie.

    6,000 metros de calamina y 2J00.000 dólares de Rockefeller:

    AHÍ quedó la Catedral de Reims. signo de la Francia y su grandeza, mutilada, cubierta por un vendaje de 6,000 metros cuadrados de cala- mina, hasta que el 25 de septiembre di 1919 otra ves st celebró en «Ha •1 tanto sacrificio dt lt mita y si afto slguientt ti Gobierno de Fran-

    mazón que restauraba lo que sus predecesores Rober Coury y Jean d'Orbais hablan construido. El 9 de julio de este año locaron otra vez las históricas campanas y el 10, el presidente Lehrun presidia la ce- remonia inaugural, una eclosión de fe y de patriotismo.

    El estandarte de Juana de Arco:

    El Principe de Monaco y los re- presentantes de todas las naciones amigas estaban presente» con sie- te cardenales y cincuenta obispos. A la cabeza de la procesión trlun fal marchaban tres pajes llevan- do una réplica de la bandera que llevó Juana de Arco en el cortejo de la coronación el año 1492 en la misma Catedral de Reims de Car- los VII, el monarca que la Doncella de Orleans salvó de los Ingleses des- pertando el espíritu de nacionali- dad de la Francia. El estandarte original que habla quedado en po- der de los ingleses desde que Santa Juana fué quemada en Rouen. fué devuelto recientemente por el Go- bierno inglés al de Francia. La ré- plica que formaba en la procesión fué un obsequio enviado también en nombr> del Gobierno inglés por Lord Hewitt, Ministro de Justi- cia.

    La palabra de Inglaterra: Subrayando la nueva amistad de

    los dos paises que al decir del Mi- nistro de Guerra inglés Hore-Be- lisha "marchan ahora bajo una mis- ma bandera" asistió a la ceremonia de Reims el capitán MacBowen en representación de la Cámara de le* Comunes y dijo: "Es reconfor- tante observar que nuestros dos paises jamás estuvieron tan unidos como en la hora actual... No se equivocaron los enemigos cuando tomaron a este glorioso edificio co- mo el símbolo de la Francia pero se equivocaron en un punto: olvida- ron que la Francia es lndestructi-

    Comentarios internacionales

    (Continuación de la página 4.) sultados políticos de la visita. Se co- menta el episodio secreto. El del primer acuerdo entre Daladier, Bon- net y el Vizconde Halifax, tras la entrevista a puertas cerradas sin secretarios ni técnicos. Cuando el gabinete se impuso de él fué in- vadido de desaliento. Palabras de buena crianza y nada más. Se te- legrafió a Londres; que hablaran con Vansittart, "la eminencia gris del Foreign Office", residuo d e i "edenismo" anti-hitleriano y desfi- lan te de Mussolini. Vansittart fué a 10 Bowning St., habló con- venció. ChamberlSjJn tuvo que dar- se por vencido guardando para más tarde su revancha de Vansittart. El acuerdo fué modificado; Hit- ler debería saber que Inglaterra pelearía, para que la duda no fue- ra a precipitar la guerra como en 1914 después de otra visita real in- glesa a París.

    La duquesa de Guisa: Todo habla salido a pedir de bo-

    ca y la Tercera República estaba servida. Pero ese grito repetido, apasionado del pueblo "Viva le Roí" seguía taladrando los oídos de los gobernantes republicanos. Habla demasiado fervor en él: Pocas se- manas antes la Duquesa de Gui- sa había estado de visita en París, a ella le está permitido. Un día que se asomó al balcón de su Hotel, la aclamaron: "Vive la Reine". Había para pensar.

    El fausto real de los festejos bien podía haber removido recóndi- tos y acaso subconcientes anhelos populares. Una Corte vestirla tan bien a París... Unos visitantes In- gleses refieren sus conversaciones con gente del pueblo, parisienses tí- picos de esos rincones donde pare- cen no llegar los ruidos de la rum- bosa República.

    Verlaine y Le Vert Galaht

    La Rué Visconti. la Rué de Ne- vera, donde Verlaine iba a tomar su ajenjo porque era tan angosla "que si perdía el equilibrio podia afirmarse con una mano en cada pared". Esa gente es republicana pero adoran el romance real. Allí cerca estaba el Pont Neuf engata- nado y guardado por Zuavos por- que iba a pasar bajo él la góndo- la real con los monarcas Ingleses. Y se alza la estatua de Enrique IV; pero para ese conglomerado pari- sién Enrique IV no es tal ni siquie- ra es Enrique de Navarra; sigue siendo "Le Vert Galant" el amante romántico de inconstancia enferma za pero poética.

    ¿Debió Mme. Lebrun doblar su rodilla?

    Los ministros no comentan pero París entero si otros de esos pe- queños grandes episodios que ha- cen la historia anecdótica, a veces trascendental. ¿Hizo bien Mme. Lebrun en quebrar su rodilla en una referencia cortesana ante la Reina en la estación? No, dicen unos. Es la primera dama de la Repúbli- ca, en ese instante representaba

    ble; Reims como la Francia no pue- de ser destruida".

    Gestas de Dios: El Cardenal Suhard invocó la

    "caballería de Carlomagno" que pensó menos en un Imperio para s! que en una Europa Unida en la que no habría más guerras. El Carde- nal rededicó a «u misión de 700 años esas "piedras venerables". Ellas no gritan venganza, dijo, sino que gritan con el Aleluya de su reconstrucción el júbilo de conti- nuar traduciendo el alma de una gran nación. Ellas proclaman la confianza de que suceda lo que suceda, esta nación revivirá siem- pre. Ellas declaran la confianza, la certidumbre de que este país no ha terminado de inscribir a través del mundo las Gestas de Dios..."

    §¿&C^€/lfo

    Cn LAS llflSORIIS RRDiomccnnicn - comínicociwKS (ll€ SOnORO —T€L€¥ISI0H, iti. se necesitan les servicios dt les Técnicos

    competentes, y les oportunldedei pare

    independiar»* econo'inlcsnunW teas muy numerosas

    «a U América Hispana.

    ESTUDIE €fl SI CASA eita interesante c«rreri por

    medio dt correspondencia, lijuiendo ti método

    RuSCnUUfiAZ, práctico y féeil p«r excelencia, y en

    corto tiempo podré ser de los elegidos t ocepar les

    brillantes posiciones que ee les reserven t nasitroi

    alumnos diplomados.

    PIDA €5T€ LIBRO MUTIS QIC €M SI PRIfllCR PISO IL ÉXITO fa. J. A. lOOMKftANX, PiaiMonto, NATIONAL SCHOOLS 4000 so. nouHOA ST, üepto. C.G | LOS ANGILES, CALe% E.U.A.

    Mi«étm* •• Libro GRATIS «•• J««oi pera facer •'rae** I

    1 "»—Ha I

    I ,I*U. ;b

    también al Estado Francés que no puede hacer genuflexiones ante nadie. Si argumentan otros. La ley republicana ha querido que la esposa del Presidente no tenga ran- go oficial alguno; por eso ella no recibió condecoraciones del Gobier- no inglés mientras que la Reina recibió el Gran Cordón de la Le- gión de Honor del Gobierno de Francia. —Siendo una dama fran- cesa,' y nada má* debía ceñirse a los protocolos que rigen la presen- cia de damas frente a la Reina de Inglaterra.

    Más grande que María Antonieta

    Como era de esperarlo el comen- tario parisién rueda mucho mis en torno de la Reina que de su con- sorte. Los supersticiosos ven un buen augurio en el hechu*de que después de todo, la Reina no dur- miera en la cama de María An- tonieta. No se sabia que la Reina mártir hubiera sido tan pequftita; pero debe haberlo sido cuando a última hora se hizo necesario cam- biar, esa cama porque Elizabeth no rabia en ella, tan poco alta como es. —Y se haila intención en el he- cho de que la noche de gala en la Opera fuera con "Salambó", basada en la novela de Fraubert que tiene por sede a Cartago... Francia no será Cartago frente al nuevo impe- rialismo de Roma.

    Hasta crinolinas Las mujeres del mundo entero

    recibirán la influencia indumenta- ria de la visita histórica. El "blan- co Elizabeth" está de moda. Todos los trajes de la Reina eran blan- cos. En la Opera casi todas las damas vestían de blanco por corte- sía a la regia visitante que había hecho blanco en vez de negro su luto por la muerte reciente de su madre a fin de evitar notas som- brías en la gran fiesta. Y si nues- iras damas llevan en la próxima temporada sombreros militares, bo- tones metálicos, charrateías, faldas largas y hasta crinolinas se debe- rá a la confraternidad anglo fran- cesa. Dos de los trajes de gran gaia de la Reina eran con crinoli- na y los dos revivieron la moda victoriana de los hombros escota- dos. Las flores de moda son aho- ra las que llevó la Reina, rosas y jazmines blancos, lirios, camelias y violetas de parma.

    Un nuevo poder detrás del trono

    La 'Reina de Corazones, se llevó el de París. La Reina que nunca descolló en la elegancia dictó la elegancia. Los parisienses saben de la influencia que ejerce la Rei- na sobre el soberano, no ignora- ban que ella fué la que lo libró de su complejo de inferioridad nutrido en tantos años de ser "el herma- no menor" que nunca reinarla. Sos- pechan que en esta mujer que os- tensiblemente rehusa hasta el aso- mo de una intervención en la po- lítica se está formando una fuer- za institucional con la cual tendrá que contar la oligarquía que man- da en la "democracia" británica desde que Gronwell hizo popular la decapitación de un Rey que qui- so someterla.

    NflK

    Tillé es tan mortífero para

    MOSQUITOS #