uñas bellas tienen alto precio · de la ley leen el mismo material; en ... y las mujeres se suben...

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Copyright © 2015 The New York Tim DOMINGO 17 DE MAYO DE 201 Una colaboración con INTERNATIONAL WEEKLY VENTANA Por ANDREW HIGGINS OSLO — OSLO — En un país tan preocupado por el abuso de las drogas que limita la venta de aspirinas, Pal-Or- jan Johansen promueve lo que parecería una causa perdida: la redención del LSD. Le importa poco que esta droga psi- codélica lleve más de 40 años prohibi- da en todo el mundo. Johansen califica su esfuerzo como una batalla por los derechos humanos y la buena salud. De hecho, también desea producir MDMA y psilocibina, los ingredientes activos en otras dos sustancias prohibidas: éxsta- sis y los llamados hongos mágicos. Todo ello podría parecer quijotesco, si no fuera porque Johansen y EmmaSofia, el grupo defensor de los alucinógenos que fundó junto con su esposa, la también científica Teri Krebs, ya se han ganado a algunos partidarios inusitados, entre ellos un juez retirado de la Corte Supre- ma noruega quien sirve como su asesor legal. El grupo, cuyo nombre se deriva de la jerga callejera para referirse a la MD- MA y la palabra griega que significa sabiduría, está a la vanguardia de un movimiento que promueve una reforma a las políticas sobre narcóticos estable- cidas en los años 70. El que haya ganado tracción en un país tan comprometido con el control del consumo de drogas de- muestra el grado al que se han derrum- bado las antiguas ortodoxias. El grupo también desea producir los alucinógenos para garantizar que se- an seguros. Recientemente lanzó una campaña de recaudación de fondos en Internet para, en cooperación con una compañía farmacéutica noruega, poder empezar la producción con control de calidad de psilocibina y MDMA, drogas que, según Johansen, salvaron y trans- formaron su vida. “Me curé con alucinógenos y quiero que otros tengan la misma oportuni- dad sin el riesgo de arresto”, dijo Jo- hansen, de 42 años, un ex investigador en la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología. Johansen recordó cómo venció un problema de alcoholismo, el vicio del cigarro, un trastorno de estrés postraumático y la depresión al tomar psilocibina y MDMA. Pasaron décadas para que los activis- tas a favor de la marihuana en Estados Unidos cambiaran la actitud del público y las políticas gubernamentales, pero los defensores noruegos de los alucinógenos insisten en que la ciencia y la ley están de su lado. Incluso los políticos que los apoyan ad- vierten que será una larga batalla. Pero EmmaSofia ha logrado exitosamente convertir su causa en un tema, y Johan- sen ha apareciedo en debates en NRK, la televisora estatal, y en un artículo exten- so en una revista noticiosa. Steinar Madsen, director médico de la Agencia Noruega de Medicina, di- jo no tener objeciones en principio a lo que llamó el “proyecto interesante” de EmmaSofia. Ina Roll Spinnangr, una integrante del Partido Liberal quien apoya una política más relajada sobre las drogas, dijo que la mejor forma de provocar un cambio no es atacar al gobierno paternalista de Noruega, sino transformarlo por com- pleto. “Tienes que utilizar el argumento pro- tector: el gobierno debe asumir el control y regular el mercado en vez de dejárselo a los criminales”, dijo. “El argumento d que uno debe poder decidir qué introduc a su propio cuerpo nunca funcionará e Noruega”. Ketil Lund, de 75 años, el juez retirad de la Corte Suprema quien aconseja EmmaSofia en su estrategia legal, dij que apoya la campaña de Johansen com parte de una “batalla mayor” contra la políticas occidentales contra las droga que él describió como “un fracaso totalEl tabú en Occidente respecto a los alu cinógenos está profundamente arraiga do, como un legado de campañas guber namentales contra el consumo de narcót cos y una perdurable reacción negativa BRYAN DENTON PARA THE NEW YORK TIMES INTELIGENCIA Las raíces de la crisis en el Medio Oriente. PÁG. 2 Lado oscuro del progreso tecnológico La tecnología avanza, al igual que el torrente diario de noticias sobre cómo está transformando nuestras vidas, de maneras positivas y no tan positivas. Las formas positivas son plenamente evi- dentes para to- dos, generalmen- te pregonadas por un ejecutivo de Silicon Valley parado frente a una enorme pantalla de video. Las no tan posi- tivas a veces vuelan bajo el radar, en sentido figurado y literal. ¿Quién podría haber vaticinado el fin del Festival de Calabazas de Keene? Keene es un pequeño poblado en New Hampshire, con 23 mil residen- tes, árboles coloridos y calabazas. Cada otoño, durante más de dos décadas, el festival de Keene atrajo a decenas de miles de visitantes, pero esa tradición parece haber termi- nado. Las juergas durante el fin de se- mana del festival se salieron fuera de control y, el año pasado, oficiales de policía con equipo anti-motines se enfrentaron a jóvenes que incen- diaban cosas y lanzaban piedras y botellas, entre otras conductas destructivas. Eso fue suficiente para el ayuntamiento de Keene, que recientemente decidió no permitir la realización del festival este año. Algunos dicen que los medios so- ciales tienen parte de la culpa, tanto por atraer a multitudes como por hacer que el comportamiento desen- frenado sea imposible de ignorar. Y los problemas no se limitan a Keene. Panama City Beach, un destino po- pular para estudiantes universita- rios en vacaciones de primavera en Florida, busca formas de calmar la situación tras un tiroteo y una viola- ción en grupo junto a la playa que fue grabada en video. Mike Thomas, funcionario del condado, dijo que la situación de Panama City ha empeorado en años recientes aun cuando la ciudad ha dejado de promocionarse como destino de las vacaciones de prima- vera. Los propios bares y alumnos la publicitan en Internet, dijo. “Cuando entran a estos diferentes sitios de medios sociales, pueden hacer que se reúnan de 300 a 500 personas en una hora”, Thomas le dijo a The New York Times. Los funcionarios de imposición de la ley leen el mismo material; en Keene, estudiaron videos en YouTu- be y otras fuentes para encontrar a los alborotadores. Pero incluso después de realizar arrestos, las autoridades pueden quedarse un paso atrás de la tecno- logía. Ahora tienen que preocuparse de que drones entreguen contraban- do a prisioneros. The Times reportó que se han realizado intentos de ese tipo en Estados Unidos, Gran Bretaña, Irlanda, Australia y Canadá en los últimos dos años. Después de que un drone se estrelló afuera de una prisión en Bishopville, Carolina del Sur, los oficiales encontraron un paquete con tabaco, un teléfono ce- lular y marihuana. “Era un sistema de entrega”, dijo Bryan P. Stirling, del Departamento de Correcciones de Carolina del Sur. “Enviaban cantidades pequeñas en varios viajes”. Cecilia Reynolds, directora de la prisión de Bishopville, dijo que se habían descubierto 17 teléfonos en la celda de un reo. Los teléfonos son un problema especial, en parte porque se pueden usar para hablar con otros prisioneros. Tras disturbios en la prisión en febrero, los reos llamaron a una estación televisiva, enviaron fotografías de la destrucción que ha- bían causado y de otros prisioneros que habían tomado como rehenes. “Tenemos que hacer algo al res- pecto. Estos teléfonos celulares nos están matando”, dijo Reynolds. ALAN MATTINGLY Sus comentarios son bienvenidos en [email protected]. Grupo quiere legalizar LSD y otras sustancias prohibidas Continúa en la página 2 El grupo EmmaSofia quiere producir drogas psicodélicas para garantizar que sean seguras. Teri Krebs y Pal- Orjan Johansen, sus fundadores. Manicuristas explotadas también son víctimas de perjuicios étnicos y otros abusos Uñas bellas tienen alto precio Por SARAH MASLIN NIR Para las ocho de la mañana todos los días sin excepción, grupos numerosos de jóvenes asiáticas e hispanas se han reunido en casi todas las esquinas del barrio Flushing en Queens, Nueva York. Como si estuviera sincronizada, una procesión de camionetas maltratadas Ford Econoline se acercan a la vereda y las mujeres se suben a ellas. Es el co- mienzo de otro día laboral para innu- merables manicuristas, que son trans- portadas a toda velocidad a salones de uñas en tres estados. No regresarán hasta muy entrada la noche, tras traba- jar jornadas de diez a doce horas. Una mañana en mayo pasado, Jing Ren, una joven de 20 años recién lle- gada de China, estaba entre ellas por primera vez, sosteniendo su almuer- zo y el juego de herramientas que las manicuristas deben llevar de empleo a empleo. En su cartera llevaba 100 dó- lares para otro gasto: los honorarios que el dueño del salón le cobra a cada empleada nueva por su puesto. A cambio, a Ren se le permitiría tra- bajar sin remuneración, subsistiendo con propinas escasas, hasta que su jefe decidiera que tenía las habilidades su- ficientes para merecer un salario. Pasaron tres meses para que su jefe le pagara. Treinta dólares diarios. En los últimos años, los manicures se han convertido en un elemento que no puede faltar en el arreglo personal de las mujeres de todos los estratos económicos. Hoy existen más de 17 mil salones de uñas en Estados Unidos. Pe- ro lo que normalmente se ignora es la tremenda explotación de las mujeres que trabajan en la industria. The New York Times entrevistó a más de 150 trabajadoras y propietarios de salones de uñas y descubrió que a la mayoría de las manicuristas se le paga por debajo del salario mínimo o inclu- so no reciben ninguna remuneración. En los periódicos de lenguas asiáticas aparecen anuncios solicitando mani- curistas nuevas por diez dólares dia- rios. A las trabajadoras se les descuenta sus propinas por infracciones me- nores, se las monitorea por video y a veces se abusa de ellas físicamente. Los productos con los que trabajan las exponen a serios problemas de salud, incluyendo abortos espontáneos y cáncer. Rara vez se castiga a los dueños de salones por violaciones laborales o de otra índole. Entre abusos enumerados en demandas figuran cobrarle a las manicuristas por el agua que beben y patearlas e insultarlas mientras esta- ban sentadas en sus bancos de mani- cure. Entre más de 100 trabajadoras entrevistadas por The Times, sólo alrededor de un cuarto dijo ganar el salario mínimo por hora del estado de Nueva York. Todas, salvo tres, habían dejado de recibir pago de maneras que se considerarían ilegales, como nunca ganar dinero por tiempo extra. En respuesta a la investigación de The Times, el gobernador Andrew M. Cuomo ha formado un grupo multi departamental para analizar la indus- tria, instituir nuevas reglas para pro- teger a las manicuristas de sustancias químicas peligrosas y crear una cam- paña educativa en seis idiomas para informarle a las trabajadoras sobre sus derechos. Muchas manicuristas pasan sus días sosteniendo las manos de mu- jeres con recursos inimaginables en Manhattan y en Greenwich, Connec- ticut. Lejos de las mesas de manicure, duermen en casas repletas de literas o en departamentos hediondos compar- tidos por hasta una docena de desco- nocidas. Ren trabajaba en Bee Nails, en Hicksville, Nueva York, donde las sillas de cuerdo para pedicure están equipadas con iPads en brazos articu- lados de manera que las clientas pue- Continúa en la página 2 FOTOGRAFÍAS POR NICOLE BENGIVENO/THE NEW YORK TIMES Jing Ren (derecha) y su prima Michelle Sun trabajan en salones de uñas. Ren subsistía con propinas al principio. Un salón en Manhattan. Turbas indeseadas, e intrusos voladores en una prisión estatal. EL MUNDO Millones desaparecen en Venezuela. PÁG. 3 CIENCIA Y TECNOLOGÍA Mejor construcción salva vidas. PÁG. 6 NUESTRA FORMA DE COMER Comida norteña hace su arribo. PÁG. 7

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Page 1: Uñas bellas tienen alto precio · de la ley leen el mismo material; en ... y las mujeres se suben a ellas. Es el co-mienzo de otro día laboral para innu-merables manicuristas, que

Copyright © 2015 The New York Tim

DOMINGO 17 DE MAYO DE 201Una colaboración con INTERNATIONAL WEEKLY

VENTANA

Por ANDREW HIGGINS

OSLO — OSLO — En un país tan preocupado por el abuso de las drogas que limita la venta de aspirinas, Pal-Or-jan Johansen promueve lo que parecería una causa perdida: la redención del LSD.

Le importa poco que esta droga psi-codélica lleve más de 40 años prohibi-da en todo el mundo. Johansen califica su esfuerzo como una batalla por los derechos humanos y la buena salud. De hecho, también desea producir MDMA y psilocibina, los ingredientes activos en otras dos sustancias prohibidas: éxsta-sis y los llamados hongos mágicos.

Todo ello podría parecer quijotesco, si no fuera porque Johansen y EmmaSofia, el grupo defensor de los alucinógenos que fundó junto con su esposa, la también científica Teri Krebs, ya se han ganado a algunos partidarios inusitados, entre ellos un juez retirado de la Corte Supre-ma noruega quien sirve como su asesor legal.

El grupo, cuyo nombre se deriva de la jerga callejera para referirse a la MD-MA y la palabra griega que significa sabiduría, está a la vanguardia de un movimiento que promueve una reforma a las políticas sobre narcóticos estable-cidas en los años 70. El que haya ganado tracción en un país tan comprometido con el control del consumo de drogas de-

muestra el grado al que se han derrum-bado las antiguas ortodoxias.

El grupo también desea producir los alucinógenos para garantizar que se-an seguros. Recientemente lanzó una campaña de recaudación de fondos en Internet para, en cooperación con una compañía farmacéutica noruega, poder empezar la producción con control de calidad de psilocibina y MDMA, drogas que, según Johansen, salvaron y trans-formaron su vida.

“Me curé con alucinógenos y quiero que otros tengan la misma oportuni-dad sin el riesgo de arresto”, dijo Jo-hansen, de 42 años, un ex investigador en la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología. Johansen recordó cómo venció un problema de alcoholismo, el vicio del cigarro, un trastorno de estrés postraumático y la depresión al tomar psilocibina y MDMA.

Pasaron décadas para que los activis-tas a favor de la marihuana en Estados Unidos cambiaran la actitud del público y las políticas gubernamentales, pero los defensores noruegos de los alucinógenos insisten en que la ciencia y la ley están de su lado.

Incluso los políticos que los apoyan ad-vierten que será una larga batalla. Pero EmmaSofia ha logrado exitosamente convertir su causa en un tema, y Johan-

sen ha apareciedo en debates en NRK, la televisora estatal, y en un artículo exten-so en una revista noticiosa.

Steinar Madsen, director médico de la Agencia Noruega de Medicina, di-jo no tener objeciones en principio a lo que llamó el “proyecto interesante” de EmmaSofia.

Ina Roll Spinnangr, una integrante del Partido Liberal quien apoya una política más relajada sobre las drogas, dijo que la mejor forma de provocar un cambio no es atacar al gobierno paternalista de Noruega, sino transformarlo por com-pleto.

“Tienes que utilizar el argumento pro-tector: el gobierno debe asumir el control y regular el mercado en vez de dejárselo

a los criminales”, dijo. “El argumento dque uno debe poder decidir qué introduca su propio cuerpo nunca funcionará eNoruega”.

Ketil Lund, de 75 años, el juez retiradde la Corte Suprema quien aconseja EmmaSofia en su estrategia legal, dijque apoya la campaña de Johansen comparte de una “batalla mayor” contra lapolíticas occidentales contra las drogaque él describió como “un fracaso total”

El tabú en Occidente respecto a los alucinógenos está profundamente arraigado, como un legado de campañas gubernamentales contra el consumo de narcótcos y una perdurable reacción negativa

BRYAN DENTON PARA THE NEW YORK TIMES

INTELIGENCIA

Las raíces de la crisis en el Medio Oriente. PÁG. 2

Lado oscuro del progreso tecnológico

La tecnología avanza, al igual que el torrente diario de noticias sobre cómo está transformando nuestras vidas, de maneras positivas y no tan positivas. Las formas positivas son

plenamente evi-dentes para to-dos, generalmen-te pregonadas por un ejecutivo de Silicon Valley parado frente a una enorme pantalla de video. Las no tan posi-

tivas a veces vuelan bajo el radar, en sentido figurado y literal.

¿Quién podría haber vaticinado el fin del Festival de Calabazas de Keene?

Keene es un pequeño poblado en New Hampshire, con 23 mil residen-tes, árboles coloridos y calabazas. Cada otoño, durante más de dos décadas, el festival de Keene atrajo a decenas de miles de visitantes, pero esa tradición parece haber termi-nado.

Las juergas durante el fin de se-mana del festival se salieron fuera de control y, el año pasado, oficiales de policía con equipo anti-motines se enfrentaron a jóvenes que incen-diaban cosas y lanzaban piedras y botellas, entre otras conductas destructivas. Eso fue suficiente para el ayuntamiento de Keene, que recientemente decidió no permitir la realización del festival este año.

Algunos dicen que los medios so-ciales tienen parte de la culpa, tanto por atraer a multitudes como por hacer que el comportamiento desen-frenado sea imposible de ignorar. Y los problemas no se limitan a Keene. Panama City Beach, un destino po-pular para estudiantes universita-rios en vacaciones de primavera en Florida, busca formas de calmar la situación tras un tiroteo y una viola-ción en grupo junto a la playa que fue grabada en video.

Mike Thomas, funcionario del condado, dijo que la situación de Panama City ha empeorado en años recientes aun cuando la ciudad ha dejado de promocionarse como

destino de las vacaciones de prima-vera. Los propios bares y alumnos la publicitan en Internet, dijo. “Cuando entran a estos diferentes sitios de medios sociales, pueden hacer que se reúnan de 300 a 500 personas en una hora”, Thomas le dijo a The New York Times.

Los funcionarios de imposición de la ley leen el mismo material; en Keene, estudiaron videos en YouTu-be y otras fuentes para encontrar a los alborotadores.

Pero incluso después de realizar arrestos, las autoridades pueden quedarse un paso atrás de la tecno-logía. Ahora tienen que preocuparse de que drones entreguen contraban-do a prisioneros.

The Times reportó que se han realizado intentos de ese tipo en Estados Unidos, Gran Bretaña, Irlanda, Australia y Canadá en los últimos dos años. Después de que un drone se estrelló afuera de una prisión en Bishopville, Carolina del Sur, los oficiales encontraron un paquete con tabaco, un teléfono ce-lular y marihuana.

“Era un sistema de entrega”, dijo Bryan P. Stirling, del Departamento de Correcciones de Carolina del Sur. “Enviaban cantidades pequeñas en varios viajes”.

Cecilia Reynolds, directora de la prisión de Bishopville, dijo que se habían descubierto 17 teléfonos en la celda de un reo. Los teléfonos son un problema especial, en parte porque se pueden usar para hablar con otros prisioneros. Tras disturbios en la prisión en febrero, los reos llamaron a una estación televisiva, enviaron fotografías de la destrucción que ha-bían causado y de otros prisioneros que habían tomado como rehenes.

“Tenemos que hacer algo al res-pecto. Estos teléfonos celulares nos están matando”, dijo Reynolds.

ALAN MATTINGLY

Sus comentarios son bienvenidos en [email protected].

Grupo quiere legalizar LSD y otras sustancias prohibidas

Continúa en la página 2

El grupo EmmaSofia quiere producir drogas psicodélicas paragarantizar que sean seguras. Teri Krebs y Pal-Orjan Johansen, sus fundadores.

Manicuristas explotadas también son víctimas de perjuicios étnicos y otros abusos

Uñas bellas tienen alto precioPor SARAH MASLIN NIR

Para las ocho de la mañana todos los días sin excepción, grupos numerosos de jóvenes asiáticas e hispanas se han reunido en casi todas las esquinas del barrio Flushing en Queens, Nueva York.

Como si estuviera sincronizada, una procesión de camionetas maltratadas Ford Econoline se acercan a la vereda y las mujeres se suben a ellas. Es el co-mienzo de otro día laboral para innu-merables manicuristas, que son trans-portadas a toda velocidad a salones de uñas en tres estados. No regresarán hasta muy entrada la noche, tras traba-jar jornadas de diez a doce horas.

Una mañana en mayo pasado, Jing Ren, una joven de 20 años recién lle-gada de China, estaba entre ellas por primera vez, sosteniendo su almuer-zo y el juego de herramientas que las manicuristas deben llevar de empleo a empleo. En su cartera llevaba 100 dó-lares para otro gasto: los honorarios que el dueño del salón le cobra a cada empleada nueva por su puesto.

A cambio, a Ren se le permitiría tra-bajar sin remuneración, subsistiendo con propinas escasas, hasta que su jefe decidiera que tenía las habilidades su-ficientes para merecer un salario.

Pasaron tres meses para que su jefe le pagara. Treinta dólares diarios.

En los últimos años, los manicures se han convertido en un elemento que no puede faltar en el arreglo personal de las mujeres de todos los estratos

económicos. Hoy existen más de 17 mil salones de uñas en Estados Unidos. Pe-ro lo que normalmente se ignora es la tremenda explotación de las mujeres que trabajan en la industria.

The New York Times entrevistó a más de 150 trabajadoras y propietarios de salones de uñas y descubrió que a la mayoría de las manicuristas se le paga por debajo del salario mínimo o inclu-so no reciben ninguna remuneración. En los periódicos de lenguas asiáticas aparecen anuncios solicitando mani-curistas nuevas por diez dólares dia-rios.

A las trabajadoras se les descuenta sus propinas por infracciones me-

nores, se las monitorea por video y a veces se abusa de ellas físicamente. Los productos con los que trabajan las exponen a serios problemas de salud, incluyendo abortos espontáneos y cáncer.

Rara vez se castiga a los dueños de salones por violaciones laborales o de otra índole. Entre abusos enumerados en demandas figuran cobrarle a las manicuristas por el agua que beben y patearlas e insultarlas mientras esta-ban sentadas en sus bancos de mani-cure.

Entre más de 100 trabajadoras entrevistadas por The Times, sólo alrededor de un cuarto dijo ganar el

salario mínimo por hora del estado de Nueva York. Todas, salvo tres, habían dejado de recibir pago de maneras que se considerarían ilegales, como nunca ganar dinero por tiempo extra.

En respuesta a la investigación de The Times, el gobernador Andrew M. Cuomo ha formado un grupo multi departamental para analizar la indus-tria, instituir nuevas reglas para pro-teger a las manicuristas de sustancias químicas peligrosas y crear una cam-paña educativa en seis idiomas para informarle a las trabajadoras sobre sus derechos.

Muchas manicuristas pasan sus días sosteniendo las manos de mu-jeres con recursos inimaginables en Manhattan y en Greenwich, Connec-ticut. Lejos de las mesas de manicure, duermen en casas repletas de literas o en departamentos hediondos compar-tidos por hasta una docena de desco-nocidas.

Ren trabajaba en Bee Nails, en Hicksville, Nueva York, donde las sillas de cuerdo para pedicure están equipadas con iPads en brazos articu-lados de manera que las clientas pue-

Con tinúa en la página 2

FOTOGRAFÍAS POR NICOLE BENGIVENO/THE NEW YORK TIMES

Jing Ren (derecha) y su prima Michelle Sun trabajan en salones de uñas. Ren subsistía con propinas al principio. Un salón en Manhattan.

Turbas indeseadas, e intrusos voladores en una prisión estatal.

EL MUNDO

Millones desaparecen en Venezuela. PÁG. 3

CIENCIA Y TECNOLOGÍA

Mejor construcción salva vidas. PÁG. 6

NUESTRA FORMA DE COMER

Comida norteña hace su arribo. PÁG. 7

Page 2: Uñas bellas tienen alto precio · de la ley leen el mismo material; en ... y las mujeres se suben a ellas. Es el co-mienzo de otro día laboral para innu-merables manicuristas, que

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E L M U N D O

2 DOMINGO 17 DE MAYO DE 2015THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Por PAM BELLUCK

Un pequeño número de bebés muy prematuros está sobreviviendo más temprano fuera del útero de lo que los médicos alguna vez creyeron posible, según un nuevo estudio, lo que provo-ca interrogantes sobre con qué tanta agresividad se les debe dar tratamien-to.

El estudio, de miles de nacimientos prematuros en Estados Unidos, descu-brió que una pequeña minoría de bebés nacidos a las 22 semanas de gestación que recibieron tratamiento sobrevi-vieron con pocos problemas de salud, aunque la gran mayoría murieron o su-frieron serias complicaciones de salud. Importantes grupos médicos ya han estado debatiendo si es hora de reducir la opinión sobre la edad de viabilidad, que actualmente es de 24 semanas se-gún la mayoría de los expertos.

El estudio reveló que los hospitales con unidades neonatales sofisticadas varían ampliamente en su enfoque a los bebés de 22 semanas, que van desde unos cuantos que no ofrecen tratamiento médico activo hasta unos cuantos que tratan de manera asertiva la mayoría de los casos con medidas como ventilación, intubación y surfac-tante para mejorar el funcionamiento de los pulmones de los bebés.

“Confirma que si no haces nada, es-tos bebés no sobrevivirán, y si haces al-go, algunos de ellos sobrevivirán”, dijo el doctor David Burchfield, profesor de neonatología de la Universidad de Flo-rida, quien no estuvo in-volucrado en el estudio. “Muchos de los que han sobrevivido lo han hecho con discapacidades gra-ves”.

Los resultados del estudio, publicado en el New England Journal of Medicine, probablemen-te tengan peso sobre la discusión entre las aso-ciaciones médicas so-bre cómo orientar a los padres.

En Estados Unidos, la Corte Suprema ha sos-tenido que los estados deben permitir el abor-to si un feto no es viable afuera del útero, y cam-biar ese estándar pro-vocaría interrogantes sobre cuándo el aborto es legal.

Los grupos médicos ya han estado debatien-do si es razonable ofre-cerle a los padres trata-miento médico activo para bebés nacidos a las 23 semanas. Algunos hospitales ya lo hacen. Pero los bebés nacidos a las 22 ó 23 se-manas son una interrogante, pues sus probabilidades son pocas, pero varían de acuerdo a factores como peso al na-cer y si la madre recibió tratamiento antes del alumbramiento con corti-coesteroides, que pueden ayudar a los pulmones y el cerebro de un bebé.

El estudio, que involucró a casi cinco mil bebés nacidos con una gestación de entre 22 y 27 semanas, descubrió que los bebés de 22 semanas no sobreviven sin intervención médica. En los 78 ca-sos donde se les dio tratamiento activo, 18 sobrevivieron y para cuando tenían dos años, siete no tenía impedimentos moderados o severos. Seis tenían pro-blemas serios como ceguera o sordera.

De los 755 nacidos a las 23 semanas, 542 recibieron tratamiento. Alrededor de un tercio de ellos sobrevivió y alre-dedor de la mitad de éstos no tuvo pro-blemas significativos.

A medida que mejoran las técnicas para mantener con vida a los bebés, los padres enfrentan decisiones angus-tiantes que en ocasiones están basadas en si la edad estimada es de 22 semanas y un día o seis días. El estudio encontró

que los hospitales tienden a “redon-dear hacia arriba”.

“Es muy difícil decirle a una madre: ‘Si tiene al bebé hoy, no haré nada, pero si lo tiene mañana, entonces haré todo lo posible”, dijo Chris Marlow, de Uni-versity College London.

Edward Bell, profesor de pediatría en la Universidad de Iowa y el líder del estudio, dijo que considera las 22 sema-nas como un nuevo marcador de viabi-lidad. “Supongo que podríamos decir que estos bebés merecen una oportu-nidad”, dijo Bell.

Jeffrey M. Perlman, del Centro Mé-dico Weill Cornell Hospital Nueva York-Presbyterian, tiene otra opinión. Dijo que es importante considerar que largos meses en las unidades neonata-les pueden ser “como pasar por una ca-rrera de obstáculos o volar en un avión con mucha turbulencia, y cada uno de esos espirales a la baja puede tener un impacto en el cerebro”.

Bell habló sobre historias de éxito, in-cluyendo la de Chrissy Hutchinson, de 32 años, de Manchester, Iowa. Su fuen-te se rompió en 2010 cuando ella tenía 21 semanas y seis días de embarazo.

El primer hospital al que acudió “dijo que realmente no había posibilidades de supervivencia y que si el bebé nacía sin respirar no intentarían resucitarlo ni nada”, dijo.

Los Hutchinson llamaron a la Uni-versidad de Iowa y allí, a las 22 sema-nas y un día, nació Alexis, pesando 550 gramos. Alexis permaneció en cuida-dos intensivos neonatales durante casi cinco meses.

Hoy, dijo Hutchinson, aparte de tener una mayor vulnerabilidad a los virus respiratorios, Alexis es una niña salu-dable de cinco años.

Danielle Pickering, de 32 años, y su esposo Clayton, un ministro bautista en Newton, Iowa, optaron por trata-miento cuando ella fue hospitalizada en julio de 2012 a las 22 semanas de em-barazo.

Su hijo, Micah, es hoy un “niño activo de casi tres años”, dijo, que padece en-fermedad pulmonar crónica y retraso del habla.

“Nos dijimos que él era nuestro bebé, era él que Dios nos había mandado y simplemente haríamos todo lo posible por él”, dijo Pickering.

dan manipular las pantallas sin maltra-tar su manicure.

En la noche, regresaba a dormir apre-tujada en un departamento de una sola recámara en Flushing con su prima, el padre de su prima y tres desconocidas.

Casi todas las trabajadoras entrevis-tadas por The Times, como Ren, tienen un inglés limitado y muchas están ilegal-mente en Estados Unidos. La combina-ción las vuelve incluso más vulnerables.

Los salones de uñas son gobernados por un sistema de castas racial y étnico. Los propietarios coreanos dominan la industria y las manicuristas coreanas ganan el doble que sus contrapartes de otras razas. Las chinas ocupan el si-guiente nivel, mientras que las hispanas están en el nivel más bajo.

Ana Luisa Camas, de 32 años, una in-migrante ecuatoriana, dijo que en un salón en Connecticut de propiedad de co-reanos, ella y las otras manicuristas his-panas tienen que permanecer sentadas en silencio durante sus turnos de doce horas, mientras que las coreanas tienen libertad para conversar.

Generalmente hay tres rangos de tra-bajadoras. Las empleadas de “Grandes trabajos” son veteranas y esculpen las uñas de acrílico. Es el empleo más lucra-tivo, pero muchas manicuristas lo evitan debido al peligro de abortos espontá-neos, cáncer y otros problemas.

Un creciente número de estudios res-

palda sus temores, al demostrar un vín-culo entre los químicos empleados en la cosmetología y serios problemas de sa-lud. Varios estudios han descubierto que las cosmetólogas tienen índices elevados de muerte a causa del mal de Hodgkin, de tener bebés con bajo peso, y de mie-loma múltiple, una forma de cáncer. Las historias de niños nacidos lentos o “espe-ciales” y de abortos espontáneos son tan comunes que las manicuristas de más edad les advierten a las mujeres en edad reproductiva que no entren al negocio.

Un rango debajo de las empleadas de “Grandes trabajos” están las de “Traba-jos medios”. Éstas realizan manicures normales. Y “Trabajos chicos” es la ca-tegoría de las principiantes. Lavan las toallas calientes y barren los recortes de uñas. Desempeñan las labores que las de-más no quieren hacer, como los pedicures.

Las trabajadoras más experimenta-das por lo general ganan entre 50 y 70 dó-lares diarios, y en ocasiones hasta 100 dó-lares. Pero eso generalmente representa mucho menos que el salario mínimo, con-siderando su larga jornada laboral.

Y la cultura de servilismo se extiende mucho más allá de mimar a los clientes. Muchas veces a las trabajadoras no se les entregan las propinas, o se las descuen-tan como castigo por cosas como botellas derramadas de esmalte de uñas.

Qing Lin, de 47 años, que lleva diez años como manicurista, cuenta sobre la vez que una gota de removedor de esmal-te de uñas cayó en las sandalias Prada

de charol de una cliente. Cuando la mujer exigió compensación, los 270 dólares sa-lieron del salario de la manicurista, que también perdió su empleo. “Valgo menos que un zapato”, dijo.

Algunos propietarios reconocieron inmediatamente que pagan muy poco, pero dijeron estar ayudando a los inmi-grantes al darles empleos.

Pero el contraste entre las vidas de los propietarios y de sus trabajadoras puede ser impactante. Sophia Hong, quien fue propietaria de Madison Nails, en Scars-dale, Nueva York, tiene una colección de arte que incluye una obra de Park Soo Keun. Una de las pinturas de este artista coreano se subastó por casi dos millones de dólares en Christie s en 2012. El arte cuelga en su hogar, en Bayside, Queens, una de varias propiedades que posee, incluyendo un departamento en un edi-ficio de lujo en Manhattan. En 2010, fue demandada por una manicurista por no pagarle horas extras. Llegó a un acuerdo en el caso fuera del tribunal.

Lili, una manicurista ecuatoriana, recuerda la vez que los inspectores esta-tales visitaron su salón. Su jefe les gritó a todas las trabajadoras ilegales que sa-lieran apresuradamente por la puerta trasera.

“Así que salimos, nos subimos al auto y dimos una vuelta por el vecindario”, dijo Lili. “Regresamos unos 20 ó 30 mi-nutos después. Y ya se habían ido. Nos volvimos a poner nuestros uniformes y regresamos a nuestras labores”.

la contracultura de los años 60, cuando Timothy Leary, un profesor de Harvard y promotor del LSD, exhortó a los estadoun-idenses a “conectarse y sintonizarse”.

“El LSD aterra a los gobiernos; es su máximo temor porque cambia la manera en que la gente ve al mundo”, dijo David Nutt, profeosr de neuropsicofarma-

cología en el Imperial College London, en Inglaterra.

Nutt fue despedido en 2009 de su pues-to como asesor de políticas contra las drogas del gobierno británico tras decir-le a un entrevistador de radio que el alco-hol es a mucho más dañino que el LSD y otros alucinógenos.

Elogió a EmmaSofia y a otros grupos por ayudar a acabar con el estigma y el temor que durante mucho tiempo estu-vieron vinculados a los alucinógenos, y dijo que “definitivamente ha habido un re-

nacimiento” de la investigación médica en años recientes tras décadas de “paranoia y censura” opuestas a la ciencia y basa-das en historias atemorizantes sobre los alucinógenos que incentivaron el pánico público.

“Ya no estamos en los 60 y le hemos da-do vuelta a la página”, dijo Johansen. “És-ta es una cuestión de derechos humanos básicos”.

El LSD, sintetizado por primera vez en un laboratorio farmacéutico suizo en 1938, y la MDMA, patentada en 1914, ob-tuvieron amplia aceptación en Europa y Estados Unidos a mediados del siglo pa-sado, cuando en un principio mostraron promesa contra el alcoholismo y otros padecimientos.

Pero la euforia inicial sobre su uso médico quedó eclipsada por alarma a medida que aumentó el uso recreativo de los alucinógenos.

Madsen reconoció que hay “muchos mitos” sobre las drogas psicodélicas, como afirmaciones de que “si usas LSD, vas a saltar del techo”.

De todas formas, no ve una manera rápida de evitar las leyes y normas es-trictas sobre su consumo.

“Todos se dan cuenta de que tenemos que ser muy cuidadosos con estas dro-gas”, dijo. “No creo que todavía sea tiem-po”.

Un bebé en Iowa nacido a las 22 semanas, ahora tiene casi tres años.

NICOLE BENGIVENO/THE NEW YORK TIMES

Aumenta supervivencia de bebés muy prematuros

Grupo trabaja para legalizar el LSD en Noruega

El alto precio de las uñas bonitas y baratas

Henrik Pryser Libell contribuyó con reportes a este artículo.

Continúa de la página 1

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Nuevas interrogantes sobre tratamiento a los prematuros.

CORRECCIÓN

Un artículo la semana pasada sobre el choque fatal de un Porsche Boxster GTS en Teherán, que simbolizó la creciente inequidad entre los ricos y la clase media, exageró lo que se sabe del índice de aceleración del auto. Es poco probable que pudiera haber acelerado a 190 kilómetros por hora en menos de diez segundos.

INTELIGENCIA/BAHEY ELDIN HASSAN

Injusticia crea caos en Medio OrienteEl Medio Oriente, como lo conocemos

desde hace más de un siglo, está a punto de desaparecer y hay un nuevo modelo en ciernes. Los rasgos de su nuevo rostro no son trazados por colonialistas y poten-cias árabes tradicionales, sino por el caos causado por el vacío de poder actual.

Los gobiernos centrales de por lo menos cinco países árabes —Siria, Iraq, Libia, Sudán y Yemen— han perdido el control sobre grandes áreas de sus te-rritorios ante grupos armados de oposi-ción. Una mezcla de guerras civiles, sec-tarias o raciales afecta a estas naciones y hay pocas señales de que los conflictos vayan a aminorar. La guerra global de quince años contra el terrorismo ha fra-casado en gran parte, y los grupos terro-ristas han recuperado la iniciativa.

Al Qaeda tiene un bastión en Yemen, mientras que ISIS ha establecido su con-trol sobre partes de Siria y un “Estado de Sinaí” en Egipto. También controla la ciudad de Derna en Libia, ha establecido una alianza transcontinental con Boko

Haram en Nigeria, y actualmente lleva a cabo su plan de extender los ataques a ciudades europeas y en territorio esta-dounidense, donde dos milicianos mu-rieron hace poco tras un fallido ataque terrorista en Texas.

Como resultado de la violencia y la desesperanza en toda la región, el Mar Mediterráneo se ha convertido en el ce-menterio más grande del mundo. En me-nos de cuatro meses, 1.700 emigrantes, que huían de guerras civiles, pésimas condiciones económicas y una represión sistemática, han perecido en el mar. Este número es 30 veces mayor que en el mis-mo período del año pasado. Casi cuatro millones de refugiados han huido de la guerra civil en Siria, según el Alto Comi-sionado para Refugiados de la ONU.

Este sufrimiento tan horrendo es el resultado de décadas de severas injusti-cias sociales, del extremismo islámico, de extensas violaciones a los derechos humanos y de la ausencia de buen go-

bierno. Los países que más han sufrido por décadas de sistemática represión política, sectaria y racial y asesinatos en masa —Iraq y Siria— hicieron posi-ble los cimientos de ISIS.

En este contexto, a la gente de la re-gión árabe le resulta difícil contestar la pregunta: ¿Qué representa el “verdade-ro Islam”? ¿Es ISIS, que sube videos de sus decapitaciones a YouTube, o Arabia Saudita, que decapita a personas en público? ¿Es ISIS, que usa la “ley islámi-ca” para justificar la violación masiva de mujeres no musulmanas en Iraq, o el gobierno sunita de Sudán, que utiliza la violación masiva de mujeres no árabes como una táctica de guerra? ¿Es ISIS, que aboga por el asesinato masivo de minorías no musulmanas; el gobierno alawita de Bashar al-Assad, que ha ga-seado ciudades sunitas en Siria; o el go-bierno de Abdel Fattah el-Sisi, que rea-liza asesinatos masivos en las calles de Egipto y dicta penas de muerte masivas

a través de sus tribunales politizados?El Rey Abdullah II de Jordania le dijo

a CNN recientemente que sus servicios de inteligencia se dieron cuenta de la formación de ISIS hace casi dos años en la ciudad de Raqqa en el norte de Siria, pero “el régimen sirio atacaba a todos, salvo a ISIS. Necesitaba tener a alguien que fuera peor”.

En otras palabras, con ISIS cometien-do atrocidades, las bombas de barril de los sirios y su uso de gas contra los ciudadanos no se veían tan mal. El Rey omitió decir que esto imita la estrate-gia de algunos gobiernos árabes, que atacan a oponentes políticos, tanto laicos como islamistas, que podrían ganar apoyo. Algunos gobiernos árabes consideran los ataques terroristas no como amenazas, sino más bien como oportunidades para ganar el consenti-miento de sus ciudadanos y el silencio de la comunidad internacional respecto a sus crímenes contra los derechos huma-

nos. Estos gobiernos promulgan leyes draconianas contra el terrorismo, que se esgrimen contra liberales pacíficos, disidentes islámicos y defensores de de-rechos humanos.

Es hora de que los líderes árabes es-cuchen las voces morales y racionales de sus ciudadanos. En la víspera de la Cumbre Árabe hace dos meses, 26 organizaciones de derechos humanos árabes le pidieron a los reyes y Presi-dentes que “reconsideren las políticas que han llevado a la región árabe a esta coyuntura catastrófica, sin precedentes en la era moderna”, y “que diseñen una estrategia efectiva basada en lecciones aprendidas del enfoque unilateral en la seguridad y las soluciones militares”.

Ya no se trata de escoger entre con-trarrestar el terrorismo y respetar los derechos humanos. Es imposible ganar la lucha contra el terrorismo en esta región sin abordar la opresión y la falta de oportunidades que la genera. Defen-der los derechos humanos y enfrentar el extremismo religioso, trabajar para poner fin a la discriminación contra las poblaciones sunitas sirias e iraquíes, así como contra los beduinos de Sinaí, son los primeros pasos en un viaje de mil kilómetros.

Bahey Eldin Hassan es director del Instituto de El Cairo de Estudios sobre Derechos Humanos. Envíe sus comentarios a [email protected].

Las trabaja-doras de salones

de uñas que están en la parte baja

del escalafón, porque son

nuevas o no son coreanas, tienen que hacer lo que otras no quieren hacer, como los

pedicures. Un spa de uñas

en Huntington Station, Nueva

York.

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E L M U N D O

DOMINGO 17 DE MAYO DE 2015 3THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Por WILLIAM NEUMAN y PATRICIA TORRES

CARACAS, Venezuela — Las des-brozadoras costaron 12.300 dólares. Cada una. Luego estaba la máquina de 1,8 millones de dólares para matar y destripar pollos. Cuando la policía la

revisó, encontró cha-tarra oxidada sin va-lor. Y luego estaban los empresarios que co-braron 74 millones de dólares por importar sustancias químicas y otros productos del

extranjero, pero no enviaron casi nada a cambio.

Durante años, Venezuela ha tenido un agujero en su bolsillo, y es muy grande.

El complejo sistema monetario del gobierno ha llevado a maquinaciones exorbitantes por parte de los importa-dores, que inflan exageradamente el valor de las mercancías llevados al país para obtener dólares estadounidenses a tipos de cambio bajos. Muchas veces falsifican los envíos y no importan ab-solutamente nada. Luego se quedan con los dólares que el gobierno les propor-ciona, o venden parte del dinero en el mercado negro de divisas estadouni-denses y obtienen ganancias enormes.

Según funcionarios de gobierno, de esta manera el fisco venezolano ha per-dido decenas de miles de millones de dólares necesarios para importaciones vitales, pero la pérdida es particular-mente dolorosa en este momento. Con la enorme baja en el precio del petróleo, la única exportación importante del país, el banco central de la nación ha reportado que las reservas de moneda extranjera de Venezuela, esenciales pa-ra el comercio internacional y los pagos de la deuda, están a su nivel más bajo en casi doce años.

Eso ha hecho que venezolanos de la izquierda y la derecha exijan que al-guien rinda cuentas.

“Es escandaloso”, dijo Víctor Álva-

rez, un economista izquierdista. “Es como el robo al que nuestro pueblo fue sometido en la época de la Conquista y las colonias, cuando se llevaban el oro y la plata por toneladas”.

Hoy, con el país sumido en una pro-funda crisis económica, con recesión, una inflación abrumadora y escasez de productos como la leche, los condones y el champú, los miles de millones de dó-lares que ha desaparecido son particu-larmente conspicuos. Los anaqueles de muchas tiendas están vacíos, y la gente

hace fila durante horas para comprar artículos básicos.

Edmée Betancourt, ex presidenta del banco central de Venezuela, ha dicho que hasta 20 mil millones dólares de los 59 mil millones de dólares destinados a las importaciones en 2012 desaparecie-ron debido a transacciones fraudulen-tas.

Una firma de consultoría económica, Ecoanalítica, calculó que unos 69.500 millones de dólares fueron robados a través de fraude en importaciones entre 2003 y 2012. Señaló que el 20 por ciento de las importaciones realizadas por compañías privadas fueron ficti-

cias, mientras que el 40 por ciento de las importaciones llevadas a cabo por agencias gubernamentales fueron frau-dulentas.

Al centro de los ardides de importa-ciones están los controles de divisas del país, establecidos en 2003 por el entonces Presidente Hugo Chávez. Los economistas afirman que los controles crean incentivos para el fraude.

“Hay muchos multimillonarios vene-zolanos gracias a este sistema”, dijo un importador de ropa, alimentos y medi-cina. Dijo que él regularmente importa apenas el 10 por ciento de lo que dice embarcar.

Venezuela depende de las importacio-nes para obtener alimentos, productos básicos y las materias primas necesa-rias para fabricar muchos artículos.

Pero los exportadores en el extran-jero no quieren hacer transacciones en bolívares, la moneda de Venezuela. Quieren dólares u otras divisas ex-tranjeras, como los euros. Así que en Venezuela, los importadores consiguen permiso del gobierno para importar un producto y luego hacen una solicitud a la agencia de control de divisas del país para comprar los dólares requeridos para pagar el embarque.

Un importador puede comprar divi-sas estadounidenses por tan sólo 6,3 bo-lívares por dólar, y luego recibir hasta 280 bolívares por dólar en el mercado negro.

“En Venezuela, tu verdadero negocio no es tu ‘negocio’”, dijo el importador. “Tu verdadero negocio es lo que está de-trás de tu ‘negocio’”.

Por SALLY McGRANE

ODESA, Ucrania — Todos los dias, a las seis de la mañana, Boris Khersons-ky prende la computadora en su casa de campo. Este psiquiatra de 64 años, ex disidente soviético y poeta aclamado, entra a Facebook para realizar lo que se ha convertido en algo así como un simpo-sio diario sobre la identidad de la nueva Ucrania.

Khersonsky expone sus argumentos en ensayos políticos, poemas, chistes y anotaciones surreales de diario según las cuales el único individuo en cuya sa-lud psicológica se puede confiar es un gato parlante. “Ucrania sólo puede con-vertirse en un estado integral admitiendo sus diferencias”, dijo Khersonsky.

Una voz cada vez más influ-yente en los círculos intelec-tuales ucranianos, Khersons-ky durante mucho tiempo ha abogado para abandonar la idea de que la nacionalidad ucraniana debe ser determi-nada por el origen étnico.

Pero al ver las manifesta-ciones pro-europeas en Kiev, la capital de Ucrania, en 2013, y el cambio de liderazgo, en 2014, se dio cuenta de algo más. Aunque su lengua ma-terna, la mayor parte de su herencia cultural y la mayo-ría de su fama artística han provenido de Rusia, siente que, en el fondo, es ucraniano.

El poeta ha llegado a perso-nificar un nuevo tipo de ciu-dadanía ucraniana. “Es una figura muy importante debido a sus ante-cedentes mixtos”, dijo Iryna Slavinska, crítica literaria en Ukrainska Pravda. “Es ucraniano en el sentido moderno. No depende del idioma que hables. No es como en tu pasaporte soviético, en el que eras ruso o ucraniano o judío. Es tu decisión”.

Slavinska añadió que en Ucrania, gran parte del debate ocurre en plataformas de medios sociales. Pero tradicionalmente, estas conversaciones han estado dividi-das a través de las líneas de idioma. Otros poetas le adjudican a Khersonsky el crédi-to de ser el primer poeta en idioma ruso, y el más importante, que busca unidad.

Ha iniciado colaboraciones con promi-nentes poetas en idioma ucraniano para que traduzcan mutuamente su poesía.

“Les sucedieron cosas terribles a miembros de mi familia, y eso realmente me llamó a la justicia”, dijo

Khersonsky tenía treinta y tantos años cuando se enteró que más de 42 de sus familiares paternos y maternos habían muerto en el Holocausto. La perestroika estaba en vigor entonces, y Khersonsky empezó a escribir poemas sobre esos parientes fallecidos. Publicados en Mos-cú como una colección llamada “Álbum familiar”, en 2006, estos poemas, con el tiempo, lo hicieron famoso.

En 1992, sus padres, su hermana, su cuñado y su sobrina emigraron a Esta-dos Unidos. Pensó en unirse a ellos, pero

temía no poder trabajar como psiquiatra.“Emigramos sin siquiera salir de la ca-

ma”, escribió en un poema sobre haberse quedado en Odesa mientras se marcha-ban amigos, parientes y la mayoría de los judíos.

Khersonsky espera que el caos políti-co no lo obligue a marcharse. Mientras tanto, su labor como psiquiatra lo ayuda a mantenerse tranquilo.

Luego de tomar una llamada de un cliente, Khersonsky dijo que, si tuviera la oportunidad, le gustaría psicoanalizar a su país.

“Si Ucrania viniera a recostarse en mi diván, le diría: ‘Necesitas un largo pro-ceso de integración’”, aseguró. “También le diría que necesita desarrollar un mejor sentido de la realidad”.

Psiquiatra poeta es la voz de la razón en Ucrania

El fisco de Venezuela pierde millones

BRENDAN HOFFMAN PARA THE NEW YORK TIMES

“Les sucedieron cosas terribles a miembros de mi familia, y eso

realmente me llamó a la justicia”.

BORIS KHERSONSKYen referencia a parientes muertos en el Holocausto

Controles monetarios de Chávez siguen lastimando al país.

MERIDITH KOHUT PARA THE NEW YORK TIMES

Afectada por la disminución en el precio del petróleo, Venezuela se queda sin divisas. Una manifestación laboral.

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E L M U N D O

4 DOMINGO 17 DE MAYO DE 2015THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Por THOMAS ERDBRINK

TEHERÁN — Mohammad Baqer Ghalibaf, alcalde de Teherán, es bien conocido en Irán como un ex coman-dante de las Guardias Revolucionarias, piloto jubilado y candidato perdedor en dos elecciones presidenciales. Ghalibaf agregó un título más —mecenas de las artes— cuando ordenó que los 1.500 anuncios panorámicos de la ciudad fueran cubiertos con reproducciones de obras de arte famosas, incluyendo muchas de prominentes artistas occi-dentales.

Prácticamente de la noche de la ma-ñana, casi todos los anuncios panorámi-cos de Teherán dejaron de mostrar lava-vajillas sudcoreanos y las más recientes tasas de interés bancario y exhibieron naturalezas muertas de Rembrandt e imágenes captadas por el fotógrafo francés Henri Cartier-Bresson.

Los residentes de Teherán, que pasan varias horas al día en calles congestio-

nadas, quedaron maravillados de ver obras de artistas como Rothko y Munch (“El grito”), junto con cuadros de artis-tas iraníes prominentes.

“Mi rutina matutina habitual se ha vuelto una gran aventura para mí”, dijo Hamid Hamraz, de 58 años. “Ahora, en mi taxi hablamos de pinturas y obras de arte”.

Tales conversaciones son precisa-mente la meta del proyecto,dijo Mojtaba Mousavi, consejero para la Organiza-ción del Embellecimiento de Teherán, un grupo municipal a cargo de decorar muros, parques y otros espacios públi-cos.

“Nuestra gente está demasiado ocu-pada como para ir a museos o galerías”, explicó. “Así que decidimos convertir toda la ciudad en una enorme galería”.

Pero algunos analistas locales detec-taron intenciones ocultas en el repenti-no interés del alcalde en las bellas artes. Al igual que en Estados Unidos, las

facciones políticas se prepararan para las elecciones presidenciales de 2016. Y Ghalibaf es conocido como un político astuto y ambicioso.

Ante la posibilidad de un acuerdo so-bre el polémico programa nuclear iraní, y con un posible descongelamiento en las relaciones con Estados Unidos, el alcalde podría tratar de posicionarse co-mo el hombre ideal para estos tiempos,

según analistas.“Presentar arte a las clases medias de

Teherán es claramente un intento por ganar su favor”, dijo Hamid Taheri, de 65 años, un historiador y coleccionista de arte.

Más del 30 por ciento de las obras, que fueron escogidas por un comité especial, son extranjeras, entre ellas obras de John Singer Sargent y del fotógrafo Lee

Friedlander. Entre los artistas iraníes, sólo se con-

sideraron obras de artistas fallecidos, ya que “algunas de las obras más modernas podrían llevar a objeciones que quería-mos evitar”, dijo Mousavi.

Durante años, tras la revolución de 1979, incluso los anuncios publicitarios eran mal vistos por los líderes religiosos de Irán, que preferían las pancartas propagandísticas. Una pancarta famo-sa durante la guerra Irán-Iraq decía: “La sangre en nuestras venas es un re-galo a nuestro querido líder”. Las pare-des por lo común estaban decoradas con murales que mostraban a los mártires de la guerra, en la que murieron 400 mil jóvenes iraníes.

Aunque el arte en anuncios ahora muestra temas comerciales, la nueva exhibición ha sido recibida con entu-siasmo.

“Por supuesto, es mejor ver arte en vez de publicidad”, dijo Majed Hobi, un estudiante de física, de 19 años. “Esto realmente me inspira por primera vez en mi vida a ir a un museo, en vez de vol-ver a salir y fumar una pipa de agua”.

DIARIO DE TEHERÁN

Toda una ciudad se convierte en galería de arte

Los nidos tardan más en vaciarse en Eslovaquia

Alza en solicitudes de asilodividen a los alemanes

Cambios en familia real y región

Gobierno objeta a que las iglesias protejan a quienes solicitan asilo.

Por BEN HUBBARD

RIAD, Arabia Saudita — Durante gran parte de la última década, el cambio, si es que lo ha habido Arabia Saudita, ha sido lento. El reino con gran cantidad de petróleo era liderado por un monarca en-fermo que trabajaba discretamente para mantener el status quo, respaldando a dictadores amigables en el Medio Orien-te y dependiendo en un liderazgo de prín-cipes ancianos en casa.

Pero desde la muerte del Rey Abdullah en enero, el nuevo Rey, Salman, ha ac-tuado rápidamente para darle una forma nueva a la política exterior y nacional. Ha perturbado alianzas con Estados Unidos y potencias regionales que durante dé-cadas han sido el cimiento de estabilidad para su reino, y también ha conmociona-do a la familia real saudita.

El Rey Salman, de 79 años, vuelve a una política exterior activista, declaran-do la guerra contra Yemen y aumentando el apoyo a los rebeldes en Siria mientras posiciona a su país como el defensor de los sunitas de la región.

En el terreno nacional, ha realizado grandes cambios, al promover a fun-cionarios jóvenes, despedir a aquellos considerados incapaces y otorgarle una gran autoridad a su hijo, el Príncipe Mo-hammed bin Salman, de 29 años. Ha de-mostrado tener vínculos estrechos con los conservadores religiosos, lo que ha provocado interrogantes sobre el desti-no de las reformas limitadas de su pre-decesor.

“Repentinamente, el cambio se ha convertido en la norma”, dijo Ford M. Fraker, ex embajador estadounidense ante el reino. “El Rey Salman claramente está tomando acciones para asegurarse de que Arabia Saudita esté tomando el papel de liderazgo en la región”.

Se había esperado que el Rey Salman asistiera a una reunión reciente de líde-res del Golfo Pérsico con el Presidente Barack Obama en Washington, pero en su lugar envió al Príncipe Heredero Mo-hammed bin Nayef. La agencia estatal de prensa saudita dijo que ello se debió a que la reunión coincidía con un cese al fuego en Yemen, pero algunos funciona-rios árabes dijeron que fue una señal de molestia hacia la política de Estados Uni-dos en Irán.

Los cambios en política del Rey Sal-man son los esfuerzos de un monarca absoluto por restablecer la influencia de su país en una región desgarrada por las guerras civiles. También reflejan un re-surgimiento del modelo de gobierno pre-vio a la Primavera Árabe, que enfatizaba la centralización del poder.

Además de liderar una campaña aérea en Yemen, el Rey Salman ha promovido a funcionarios expertos en seguridad, y nombró Príncipe Heredero a su sobrino, el Príncipe Mohammed bin Nayef, de 55 años, quien como Ministro del Interior ha dirigido los esfuerzos del reino contra el terrorismo.

Durante sus últimos años, el Rey Ab-dullah, quien murió a los 90 años, estu-vo enfermo, al igual que su Ministro de Relaciones Exteriores, el Príncipe Saud al-Faisal, también anciano. Ambos hom-bres frecuentemente estaban ocupados con tratamientos médicos mientras la guerra en Siria se exacerbaba, el Estado Islámico arrasaba en Siria e Iraq, e Irán y sus aliados extendían su influencia. El Rey Salman contraatacó en marzo, después de que rebeldes principalmen-te chiitas en Yemen ocuparon la capital y obligaron al Presidente a irse al exilio, al formar una coalición militar árabe pa-ra bombardear a los rebeldes, conocidos

como houthis.“La gente piensa que esto positivo, por-

que durante mucho tiempo han anhela-do un líder decisivo”, dijo Awadh al-Badi, experto en el Centro Rey Faisal de Inves-tigación y Estudios Islámicos, en Riad.

Pero analistas y diplomáticos occiden-tales dicen que la intervención conlleva grandes riesgos. Los houthis parecen poco dispuestos a retroceder, hay adver-tencias sobre una crisis humanitaria y Al Qaeda ha ganado terreno en Yemen.

Además, el Rey Salman parece haber descartado el rechazo de su predecesor a los islamistas políticos, como la Her-mandad Musulmana, como una amena-za fundamental al orden regional.

Pero lo que está generado el mayor escrutinio es el tremendo poder que el rey le ha otorgado a su hijo, el Príncipe Mohammed bin Salman. Entre sus pues-tos importantes se cuentan: Ministro de Defensa, presidente de un consejo eco-nómico y de desarrollo compuesto de los principales ministros, y presidente del Consejo Supremo de Saudi Aramco, la enorme empresa paraestatal petrolera.

“Lo que se tiene es un hombre de 29 años, cuyas cualidades de liderazgo no han sido demostradas y de quien se dice que es impulsivo al tomar decisiones”, dijo un diplomático, quien pidió el anoni-mato.

Algunos han especulado que tal cen-tralización del poder podría provocar amenazas de los miembros de la familia real que han quedado fuera. Pero otros dicen que esos príncipes tienen más que perder si la dinastía que los mantiene ri-cos tropiaza.

“Ellos tienen el poder, yo tengo miles de millones en el banco”, dijo un asistente de un príncipe importante, resumiendo la opinión de muchos en la familia.

Por MELISSA EDDY

TUTZING, Alemania — Una estatua en bronce de San José, inclinado en ac-titud protectora sobre la Sagrada Fa-milia, se yergue al centro de una fuente burbujeante afuera de la Iglesia de San José en esta aldea bávara.

Los feligreses acuden con regulari-dad a la iglesia católica para enseñarle alemán y matemáticas a refugiados y a quienes solicitan asilo. Durante una reciente misa un día de semana, Ali, un joven afgano, demostró su progreso al leer en voz alta una oración por la paz a la congregación.

Este lugar tranquilo también es el te-lón de fondo de un amargo debate entre el gobierno de Alemania y sus iglesias católicas y protestantes sobre el desti-no de cientos de inmigrantes a quienes albergan.

Antes de Navidad, para evitar sus inminentes deportaciones, Ali y otro joven musulmán se mudaron a un de-partamento en los terrenos de la parro-quia, invocando una práctica cristiana de buscar protección dentro de una iglesia.

Funcionarios gubernamentales en toda la Unión Europea intentan lidiar con la oleada de perssonas que se es-fuerza para llegar a sus fronteras. En-

frentan el desafío de alojar, emplear, legalizar e integrar a los recién llega-dos, muchas veces ante la resistencia de los nacionalistas.

En abril, unos 426 inmigrantes vivían en parroquias alrededor de Alemania —más del triple que el año pasado— según Asilo en la Iglesia, organización ecuménica que ayuda a las parroquias con cuestiones legales y logísticas. La práctica comenzó en Berlín en los años 80, inspirada por el Movimiento Santuario en Estados Uni-dos, en el que algunas iglesias le daban refugio a inmigrantes de El Salvador y Guatemala.

Aunque el incremento en manifes-taciones e incendios provocados en al-bergues para refugiados refleja cierta resistencia a la llegada de más de 200 mil postulantes a asilo el año pasado, la tradición del asilo en las iglesias representa otra cara de Alemania. El

movimiento ha imbuido a las iglesias católicas y protestantes del país de un nuevo sentido de propósito social.

Pero los funcionarios de gobierno consideran que la práctica es ilegal y creen que el rápido aumento en los ca-sos de asilo en las iglesias es una repri-menda a las políticas europeas.

Los casos de Ali y Abdullah Zadran, el inmigrante afgano que se le unió, son típicos. Los dos han sido amenazados con deportación al país por donde en-traron a la Unión Europea. Tanto Ali, quien sólo dio su nombre de pila porque dijo ser menor de edad, como Zadran, entraron desde Bulgaria el año pasado. Ninguno de los dos quiere volver.

Zadran dijo que había pasado dos meses en una cárcel búlgara y luego huyó a Serbia. Después de diez días en una prisión serbia, fue puesto en libertad, y se escondió en un camión que iba al norte, dijo. “Aquí, vida bue-

na”, expresó Zadran, de 21 años.

La difícil situación de los postulantes a asilo los ha colocado en medio de crecientes tensiones sobre la forma en que parte de Europa lidia con los muchos inmigrantes que huyen de lugares co-mo Afganistán, Eritrea, Siria, Iraq y África Oc-cidental. El año pasado, 570.800 solicitudes de asilo se registraron en la Unión Europea, más de un tercio de ellas en Alemania, según el Alto Comisionado para Refu-giados de la ONU.

Los postulantes a asilo que logran quedarse en

Alemania durante seis meses tienen derecho a solicitar asilo permanente allí, independientemente de cómo in-gresaron a la Unión Europea, razón por la cual más inmigrantes se están limitando a los terrenos de las iglesias, con la esperanza de pasar ese período sin problemas.

Para Angelika Pfaffendorf, de 65 años, voluntaria en la Iglesia de San Jo-sé quien ayudó a los dos jóvenes afga-nos, es simplemente una cuestión de compasión. Supervisó su progreso y se aseguró de que Zadran se levantara en la mañana y saliera del departamento que comparte con Ali.

“No puede volver a Bulgaria”, dijo Pfaffendorf. “Terminaría en la calle y caería en una vida de delitos menores”.

Tras más de dos meses en los terre-nos de la parroquia, a Zadran se le otor-gó el derecho de solicitar el asilo per-manente en Alemania. Ali aún espera.

Por RICK LYMAN

BRATISLAVA, Eslovaquia — Sentado en una cama con base de madera junto a su escritorio mientras su madre estaba en la habitación contigua, Jozef Izso dijo que hay ventajas y desventajas en vivir con sus padres a los 29 años.

“Es muy cómodo aquí”, dijo. Ya que no paga renta, ahorra dinero y puede vivir cerca de sus trabajos de programación computacional en el centro de la ciudad.

“Pero sí te tratan como a un niño”, dijo. Por ejemplo, cuando regresa a su habita-ción unos minutos después de colgar su ropa, nota que ésta ha sido reacomodada

de la forma en que prefiere su madre. “Es bastante molesto”, dijo. “Pero no lo sufi-ciente para hacer que me mude”.

El reciente aumento en el número de hijos adultos que aún viven en casa con sus padres es una tendencia que no se li-mita a los antiguos estados comunistas en Europa Oriental, pero ellos parecen haberla perfeccionado.

En Eslovaquia, el 74 por ciento de los adultos de entre 18 y 34 años —indepen-dientemente de su estado laboral o mari-tal— todavía vive con sus padres, según estadísticas de la Unión Europea.

Y entre los adultos de más edad —de 25 a 34 años— el 57 por ciento reside en lo que aquí se conoce como “Hotel Mamá”. En Bulgaria, la cifra es del 51 por ciento;

en Romania el 46 por ciento; en Serbia, 54 por ciento; y en Croacia, la cifra más alta, del 59 por ciento.

La reciente crisis financiera ha tenido un papel crucial. Luego están los persis-tentes efectos de la planeación central, combinados con una escasez prolongada de vivienda, especialmente para arren-dar. Menos del 6 por ciento de la vivienda en Eslovaquia está disponible para alqui-ler, en comparación con un 50 por ciento en Alemania.

Cuando el comunismo colapsó, los re-sidentes de viviendas estatales tuvieron la oportunidad de comprar sus departa-mentos a precios generosamente bajos, lo que no está disponible para sus hijos.

Con una gran escasez de viviendas pa-

ra arrendar, a los adultos jóvenes no les queda más opción que ahorrar durante años para poder comprar su propia vi-vienda.

También tiene un papel que la cultura conservadora de Eslovaquia no sólo in-

centiva a los jóvenes a permanecer en casa hasta casarse, sino que hacerlo no conlleva ningún estigma.

“Los miembros de un familia se ayu-dan mutuamente”, dijo Katarina Izsova, la madre de Izso.

Zuzana Majernikova, de 24 años, es profesora de primaria y su salario no le alcanza para poder mudarse. Ahorrar dinero para comprar una casa llevará años.

Sobre sus días de estudiante en un de-partamento compartido, dijo: “Extraño mucho mi libertad”.

Peter Hudec, de 35 años, desarrollador de Internet, dijo que fue difícil regresar al departamento de su madre.

“Mi madre no trabaja”, dijo. “Sólo ve te-levisión todo el día, todos los días. Cuan-do quiero leer, todo lo que escucho son los programas de televisión de mi madre. Es deprimente”.

TOMAS MUNITA PARA THE NEW YORK TIMES

El Rey Salman ha gobernado Arabia Saudita desde enero. Trabajadores instalan su imagen en Riad.

LAETITIA VANCON PARA THE NEW YORK TIMES

Abdullah Zadran (izquierda) y Ali observan mientras un sacerdote y un inmigrante conversan.

ANDREW TESTA PARA THE NEW YORK TIMES

Jozef Izso dice que vivir con sus padres a los 29 años tiene ventajas y desventajas.

ARASH KHAMOOSHI PARA THE NEW YORK TIMES

Miroslava Germanova contribuyó con reportes.

Los anuncios panorámicos de Irán ahora muestran obras como “El grito”, de Edvard Munch.

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D I N E R O Y N E G O C I O S

DOMINGO 17 DE MAYO DE 2015 5THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Comienza un nuevo round contra la piratería televisiva

Una moneda europea tiene su Waterloo

Uber añade vehículo humilde a su flota

Empresas tecnológicas indias atraen a inversionistasPor SARITHA RAI

BANGALORE, India — Un intenso interés de inversionistas prominen-tes está ayudando a generar valua-ciones impresionantes para las em-presas tecnológicas de India.

Firmas de capital de riesgo, fon-dos de resguardo y gente del nivel de Rupert Murdoch se pelean por una tajada del mercado de comercio elec-trónico de India. Esto es un cambio radical respecto a hace unos cuantos años, cuando menos telefonos inteli-gentes, un número menor de usuarios de Internet y una falta de financia-miento obstaculizaban a las nuevas empresas tecnológicas.

Un ejemplo de la evolución es lo rápido que ha cambiado la suerte para Pranay Chulet. Cuando creó un portal en Internet de anuncios clasificados, llamado Quikr, todos los inversionistas a los que se acercó estaban escépticos sobre la idea de vender bienes usados, un tabú social en India.

Chulet se demoró tres años en ob-tener el primer patrocinador para Quikr. Pero ahora Tiger Global Ma-nagement, eBay y Warburg Pincus

se cuentan entre sus inversionistas. La valuación de Quikr aumentó a mil millones de dólares tras una ronda de financiamiento en abril.

Inversionistas reconocidos como Masayoshi Son, presidente ejecutivo de SoftBank; Jack Ma, presidente ejecutivo de Alibaba, y Murdoch, el magnate de los medios de comunica-ción, han invertido en compañías de comercio electrónico de India.

Son dijo que invertirá diez mil mi-llones de dólares en India. Jeff Bezos, presidente eecutivo de Amazon, posó en un colorido camión sosteniendo un cheque de dos mil millones de dóla-res para invertir en la unidad india de la compañía.

El potencial de mercado de India es atractivo. Sólo 300 millones de indios, o menos del 25 por ciento del país, son usuarios de Internet, lo que lo convierte en el segundo mercado más grande de Internet en el mundo, después de China. Y hay cinco millo-nes de usuarios nuevos al mes, según Rajan Anandan, de Google India.

Es ese interés el que ha creado varios “unicornios” tecnológicos en India, como se llama a las empresas

privadas avaluadas en mil millones de dólares o más.

El valor de la tienda en línea Fli-pkart aumentó de tres mil millones a once mil millones de dólares en un año. La valuación de Snapdeal, un importante sitio de e-commerce res-paldado por SoftBank, se elevó de 350 millones a dos mil millones de dóla-res en 2014.

“Ningún mercado importante se ha multiplicado a este ritmo en la his-toria de este medio”, dijo Kunal Bahl, uno de los fundadores de Snapdeal.

La estampida ha generado su pro-pia serie de desafíos. Ninguno de los participantes en el comercio elec-trónico de India es rentable aún. Por ahora, lo importante es capturar par-ticipación de mercado.

Luego están las valuaciones agre-sivas que exigen los fundadores de las empresas. Reportes noticiosos este año sugirieron que un acuerdo entre Alibaba y Snapdeal se vino abajo porque no pudieron coincidir en una valuación. Con precios tan inflados, los inversionistas deben ser cautelosos.

Empresas como Flipkart, que ha triplicado su número de em-pleados en un año, a 33 mil en marzo, aprovechan agresi-vamente el interés y dinero de los inversionistas.

Cada uno de los dos o tres líderes de la categoría tiene diez inversionistas al ace-cho. “Esto está elevando las valuaciones”, dijo Mukul Singhal, de SAIF Partners.

Un reciente informe de Morgan Stanley predijo que el e-commerce indio se ex-pandirá a 100 mil millones de dólares en ingresos para 2020, con respecto a los 2.900 millones de 2013, convirtién-dolo en el mercado de más rápido crecimiento del mun-do.

El mercado joven indio lo hace tentador para el comercio elec-trónico, dijo Vijay Shekhar Sharma, fundador de Paytm, la plataforma de pagos móviles más grande de India.

“Solamente los jóvenes facilitan la adopción masiva de la tecnología”, dijo Sharma. “Este tipo de revolución de comercio electrónico nunca podría suceder en Europa con sus poblacio-nes envejecidas”.

Paytm tiene 20 millones de usua-rios y su objetivo es quintuplicar eso para 2016. Algunos expertos predicen que los usuarios de billeteras móviles superarán a los usuarios de tarjetas de crédito en India.

Para los inversionistas en comer-cio electrónico en India, el crecimien-to de China ofrece evidencia de que la escala es real y alcanzable, dijo Ravi Gururaj, de Nasscom, la cámara de la industria de la tecnología de India. Al igual que en China, los pueblos y ciudades más pequeñas de India ca-recen de la infraestructura de menu-deo. En cinco mil ciudades y pueblos, darle golpecitos a una app es el nuevo equivalente a visitar el centro comer-cial y podría gatillar una demanda reprimida por bienes de consumo.

Por NIDA NAJAR

NUEVA DELHI — Los carros motori-zados, llamados rickshaws, son los bu-rros sarnosos del transporte en Delhi, carros de golf glorificados que son una alternativa más barata a los taxis, cu-yos conductores recorren con entusias-mo el caos perpetuo y lleno de bocinas de Nueva Delhi.

Algunos de estos vehículos verdes y amarillos están equipados con altavo-ces en la parte trasera que emiten can-ciones de Bollywood a todo volumen. Muchos conductores permiten más que el máximo legal de tres pasajeros, lo que deja a algunas personas asidas a los costados de los vehículos. Pocos usan sus taxímetros voluntariamente.

Ahora Uber, el servicio de autos basa-do en una app que se hizo de renombre combinando la tecnología con el lujo, trata de expandir su modelo de nego-cios moderno a los carros motorizados de Delhi. “Los autos son básicamente el salvavidas de Delhi”, dijo Gagan Bha-tia, gerente general de Uber Delhi. “El producto siempre estuvo ahí, simple-mente lo estamos volviendo más prác-tico y más Uber”.

En este caso, “más Uber” significa arreglárselas con lo que existe. Los rickshaws distan mucho de los Cadillac Escalades y Lincoln Town Cars que trasladan a profesionales en San Fran-cisco y Nueva York. Los vehículos de tres ruedas tienen poca amortiguación para aminorar los saltos durante reco-rridos por calles llenas de baches. Y los cinturones de seguridad no son una op-ción. Pero la compañía intenta ponerle

un nuevo énfasis en los detalles que rara vez han sido parte de la experiencia de los carros motorizados.

“Nos piden que digamos ‘namaste’”, un saludo indio común, dijo Baljeet Kumar, de 35 años, un conductor o “au-towallah” que recientemente tomó un curso de capacitación de una hora de Uber.

Hasta ahora, las exigencias de su trabajo tenían menos que ver con la conversación cortés que con la astucia necesaria para navegar calles repletas no sólo de automóviles y autobuses, si-no también de vacas, perros callejeros y vendedores ambulantes que se acercan a los vehículos a ofrecer sus productos.

Uber incentiva a los conductores a usar sus taxímetros, y les paga un poco más de 60 centavos de dólar adicionales por viaje, además de la tarifa, según los conductores. También los anima a res-petar el límite de tres pasajeros y usar el GPS en los teléfonos inteligentes que proporciona, en vez del método usual de averiguar cómo llegar a una dirección desconocida: preguntarle a transeún-tes si conocen el camino.

Para Uber, el nuevo servicio, que de-butó en abril, es parte de un esfuerzo para expandirse rápidamente en un país que, según la empresa, ya es su segundo mercado más grande, pero donde enfrenta una dura competencia. Ola, una empresa basada en una app que funciona en 100 ciudades indias comparado con las once de Uber, ofrece traslados en carros motorizados desde hace meses.

Uber también trata de recuperarse

tras un desastre de relaciones públicas. El año pasado, una pasajera en Delhi dijo que su conductor de Uber la violó, y la compañía ha enfrentado críticas por sus procedimientos de selección. La ciu-dad prohibió en seguida los servicios de taxi basados en apps, pero Uber ha se-guido funcionando ya que ofrece reco-rridos en Delhi sin cobrar una comisión, hasta que se resuelva lo que describe co-mo ambigüedad regulatoria.

Incluso aparte de ese episodio, la alianza de Uber y el carro motorizado ha tenido su dosis de problemas. Kumar dijo que la mayoría de los conductores en su curso de capacitación de 60 perso-nas no tenía idea de cómo usar la app en los teléfonos inteligentes Samsung que recibieron. “Todo está en inglés”, dijo. Ola tiene su interfaz para conductores en hindi y otras lenguas regionales.

Por el momento, la compañía no gana dinero con los rickshaws motorizados en Delhi y pone su énfasis en contratar a nuevos conductores. Bhatia no quiso divulgar el número de carros motoriza-dos que se han integrado al servicio y sólo dijo que “no son suficientes”.

Uber ha tenido algunos éxitos. En tres recientes recorridos en rickshaws motorizados reservados a través de Uber, los conductores no recitaron la usual letanía de razones por no prender sus taxímetros (“Señora, hay mucho tráfico”. O “señora, es domingo”. O “No encontraré a un pasajero al terminar la carrera”).

En cambio, comenzaron la carrera prendiendo sus taxímetros, para luego introducirse al tráfico.

Por NICK WINGFIELDy EMILY STEEL

El método utilizado por miles de per-sonas para ver transmisiones no autori-zadas del combate entre Floyd Maywea-ther Jr. y Manny Pacquiao puede haber sido nuevo, pero para los ejecutivos de medios que han encabezado una batalla tras otra contra la piratería, fue la misma historia de siempre.

La tecnología y sus acólitos siempre encuentran la manera de hacer que el contenido que ven sea gratis.

En el caso más reciente, las herra-mientas utilizadas para ver la pelea incluyeron apps móviles de Meerkat y Periscope, de Twitter, que le permitieron a los usuarios transmitir en vivo el com-bate usando las cámaras de sus teléfonos para grabar las imágenes en televisión.

Luego está Popcorn Time, una aplica-ción con una refinada interfaz de usuario que facilita utilizar BitTorrent, una tec-nología descentralizada para compartir archivos que durante años ha eludido to-dos los esfuerzos por cerrarla.

“El desafío es que la tecnología supera por mucho las reglas y normas respecto al uso de medios”, dijo Rich Greenfield, analista en la firma BTIG Research. “Los contratos de medios nunca antici-paron Periscope”.

Los ejecutivos de medios describen la piratería digital como un cuento de nun-ca acabar. En cuanto las cadenas de te-levisión y los estudios cinematográficos encuentran la manera de acabar con un problema, surge otro.

La Asociación Cinematográfica de Estados Unidos acaba de persuadir a un alto tribunal en Gran Bretaña para que emitiera una orden exigiendo que cinco importantes proveedores de servicios de Internet bloquearan el acceso a cuatro si-tios donde se puede descargar la aplica-

ción Popcorn Time.A fines de abril, un juez en el Tribunal

de Distrito de Estados Unidos en Los Án-geles aceptó una petición de las cadenas para obtener una orden de restricción que impedía que dos sitios, boxinghd.net y sportship.org, ofrecieran transmisio-nes no autorizadas de la anticipada pelea Mayweather-Pacquiao.

Ambos sitios habían publicitado las transmisiones con anticipación.

Dos ejecutivos de medios revelaron que las cadenas de televisión contac-taron a Periscope y Meerkat respecto a inquietudes sobre piratería. Algunos ejecutivos televisivos dijeron que los dos creadores de apps no fueron tan abiertos a evitar la piratería como YouTube, un si-tio de video de propiedad de Google, que lleva años librando disputas con las com-pañías de medios.

Periscope ya era vigilada por HBO, que le envió avisos de advertencia a la compañía el mes pasado, luego de que cibernautas usaron la app para ver epi-sodios de “Game of Thrones”.

A diferencia de plataformas más an-tiguas, como YouTube y Ustream, Pe-riscope requiere que los propietarios de derechos de autor envíen sus solicitudes para eliminar material pirata vía correo electrónico, y revisa cada una individual-mente. Una vocera de Twitter dijo que la compañía recibió 66 solicitudes de pro-pietarios de derechos de autor y 30 de los streams fueron deshabilitados; los otros se habían dejado de transmitir o ya no es-taban disponibles.

Hace poco, Netflix describió el auge de Popcorn Time como “aleccionador”. Mencionó una tendencia de búsqueda en Google que compara las palabras Net-flix, HBO y Popcorn, que demuestra que ha habido aumento considerable en bús-quedas del sitio de piratería.

Netflix ha calificado a la piratería co-mo una “amenaza considerable a largo plazo”.

Por DANNY HAKIM

BRUSELAS — En la Real Casa de la Moneda de Bélgica, unas máquinas llamadas jirafas pueden producir hasta 850 euros por minuto.

En ciertos momentos a mediados de 2008, esas monedas pudieron haber va-lido 1.360 dólares. Ahora valen menos de 950, un síntoma de la incapacidad de Europa para navegar la crisis.

Pero recientemente en la Casa de la Moneda, había preocupaciones más in-mediatas: la Batalla de Waterloo.

Ya que los miembros de la eurozona tienen permitido producir un número limitado de monedas conmemorativas, los belgas acuñaron hace poco una mo-neda de dos euros que conmemora el aniversario número 200 de la batalla de Waterloo, que puso fin al reinado de Na-poleón en Francia.

Los franceses protestaron ante las autoridades europeas, argumentando que el diseño de la moneda, que muestra a un león posado sobre un mapa, “pare-ce prejuicioso, en un contexto en el que los gobiernos de la eurozona intentan fortalecer la unidad y la cooperación a través de la unión monetaria”.

En el conflicto que siguió, el bando de Napoleón se impuso. Los belgas tu-vieron que destruir 180 mil monedas nuevas.

El euro tiene un valor tanto psicológi-co como financiero.

El año pasado, la casa de la moneda belga produjo más de 42 millones de mo-nedas europeas con un valor nominal de 12,9 millones de euros.

Ese valor era de aproximadamente 15,6 millones de dólares a fines del año pasado y de 14,4 millones en fechas más recientes. En abril de 2008, habría sido de 20,6 millones de dólares.

“Esto es una señal de que la econo-

mía de la eurozona es más débil que la economía de Estados Unidos”, dijo Zsolt Darvas, investigador titular en Bruegel, un organismo de investigación en Bruselas. La economía de Estados Unidos creció 2,4 por ciento el año pa-sado, comparado con 0,9 por ciento en la eurozona.

Pero hay un tipo de euro cuyo valor

está aumentando: la moneda de Water-loo, que ahora se considera sumamente rara.

En la Real Casa de la Moneda, las jira-fas absorbían trozos de metal sin forma de unas bandejas y los depositaban en máquinas grises cuadradas donde eran

golpeados hasta tomar forma. Éste es el sueño europeo de unidad en quizás su forma más tangible, aunque incierta.

“Es un cimiento”, dijo Bernard Gi-llard, quien dirige la casa de la mone-da. “Un cimiento para los países euro-peos”.

Gillard fue a sacar una moneda de una caja fuerte. Él deja una tarjeta de presentación en los millones de mone-das que se producen ahí: una imagen diminuta de un gato, porque a Gillard le gustan los gatos y tiene siete en su casa.

Regresó con una moneda de Water-loo que sobrevivió, envuelta con una cubierta protectora, y la colocó sobre una mesa en su oficina. “Es un diseño hermoso”, dijo.

Andre A. Toujour, subdirector de la casa de la moneda, dijo: “Estábamos bastante asombrados, porque teníamos una gran parte de la producción lista, así que ahora es sólo un desperdicio de tiempo, de dinero y de todo, debido al gobierno francés”.

El gobierno francés declinó hacer co-mentarios al respecto.

KUNI TAKAHASHI PARA THE NEW YORK TIMES

En Nueva Delhi, Uber trata de mejorar la imagen de los autos motorizados, alternativa más barata a los taxis.

MAROESJKA LAVIGNE PARA THE NEW YORK TIMES

La moneda de dos euros que conmemora el bicentenario de la Batalla de Waterloo fue destruida tras protestas de Francia.

Con un euro débil, surge una disputa por una antigua batalla.

MANJUNATH KIRAN/AGENCE FRANCE-PRESSE - GETTY IMAGES

El mercado joven de India atrae a los inversionistas de comercio electrónico. Jeff Bezos, de Amazon en Bangalore.

Vindu Goel contribuyó con reportes a este artículo.

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C I E N C I A Y T E C N O L O G Í A

6 DOMINGO 17 DE MAYO DE 201THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Por NICHOLAS WADE

Fueron las acciones de Júpiter y Sa-turno las que involuntariamente crea-ron vida en la Tierra. En una época, los planetas gigantes orbitaron mucho más cerca del Sol. Impulsados hacia el exte-rior, soltaron una cascada de asteroides, conocidos como el Bombardeo Intenso Tardío, que chocaron contra la superfi-cie de la joven Tierra.

Al calor de estos impactos, carbono de los meteoritos hizo reacción con el nitró-geno en la atmósfera de la Tierra, para formar cianuro de hidrógeno. El cianuro es el camino antiguo para que los átomos inertes de carbono ingresen a la química de la vida.

Para cuando se aminoró el bombar-deo, hace unos 3.800 millones de años, el cianuro había llovido y creado lagunas, reaccionado con metales, sido evapora-do, irradiado y asado por luz ultravioleta y disuelto por riachuelos fluyendo a una laguna de agua dulce.

Las sustancias químicas formadas por las interacciones de cianuro se combina-ron para generar los precursores de los lípidos, nucleótidos y aminoácidos, los tres componentes considerados como significativos de una célula viviente.

Todo esto es una hipótesis, postulada por John Sutherland, químico en la Uni-versidad de Cambridge, en Inglaterra. Pero él ha puesto a prueba en el laborato-rio todas las reacciones químicas reque-ridas y desarrollado evidencia de que son factibles.

Desarrolló este escenario geológico porque ofrece las condiciones reque-ridas por la química, que se deriva del descubrimiento de Sutherland, hace seis años, de la clave al mundo ARN.

Durante mucho tiempo, los biólogos han apoyado la idea de que la primera molécula de vida portadora de infor-mación no fue el ADN, sino su primo químico cercano, el ARN. El ARN está compuesto de una cadena de unidades químicas conocidas como nucleótidos. Cada nucleótido consiste de un azúcar, la ribosa en el caso del ARN, unido a una base en un extremo y a un grupo fosfato en el otro.

En su esfuerzo por reconstruir la quí-mica que condujo a la vida, los investiga-dores habían mostrado formas en que la ribosa y las bases podrían haber surgido,

pero no pudieron encontrar una forma probable de unir la ribosa a una base.

Tan abrumador fue este obstáculo que algunos empezaron a dudar de la idea de un mundo ARN.

Tras diez años de poner a prueba toda combinación posible de químicos pre-bióticos, Sutherland descubrió que la solución no era construir la ribosa y las unidades de azúcar por separado, sino construir una sustancia que fuera parte azúcar y parte base. El agregado de otro químico convertía a este híbrido en un ribonucleótido.

La puerta al mundo ARN había queda-do abierta.

Si este paso era crítico, como teorizabSutherland, entonces el resto de la qumica prebiótica de algún forma deberíestar relacionado con ello.

Él y sus colegas han pasado los últmos seis años realizando experimentopara ver cómo el sendero químico ribonucleótido se puede vincular al cianurde hidrógeno como su punto de partida cómo otros químicos prebióticos podríahaber surgido del sendero cianuro a nucleótido.

Hasta ahora, han demostrado formade generar doce de los 20 aminoácidoutilizados en proteínas, dos de los cuatrribonucleótidos del ARN y glicerol-1-fosfato, el bloque de construcción universal de los lípidos de donde se forman lamembranas de las células. Sus descubrmientos fueron dados a conocer en la revista Nature Chemistry.

El reporte de Sutherland “presentpor primera vez un escenario para generar potencialmente todos los bloquede construcción de la vida en un entorngeológico”, dijo Jack W. Szostak, genetista en el Hospital Massachusetts General. “Los detalles del escenario serádebatidos durante algún tiempo, pero etérminos generales creo que es un graavance”.

Sutherland espera comprender cómlas moléculas de la vida podrían habesido desarrolladas desde sus unidadeindividuales, un proceso conocido compolimerización. “En la biología, el ARNfabrica proteína y las proteínas fabricael ARN, así que la biología te está diciendo que trabajan en confabulación”, dijo.

La vida quizás siga siendo poco probable, pero por lo menos empieza a parececasi posible.

Construcción que ayuda a sobrevivir terremotos

Empresa ofrece mejorar ánimo con corriente

Llevando esperanzaa los mares mundiales

Por KAREN WEINTRAUB

Hubo una época en que los pescadores en lugares como Sri Lanka lanzaban las mantarrayas de vuelta al mar cuando accidentalmente quedaban atrapadas en sus redes. Hoy, sus branquias secas son populares en China para tratar to-do tipo de enfermedades, desde cáncer hasta sarampión —sin ninguna prueba de su efectividad— y una de las criatu-ras majestuosas del mar está en vías de desaparecer.

La pesca excesiva, la pérdida de hábi-tat y la contaminación amenazan a las especies en tantos sitios que las organi-zaciones de investigación y conservación no pueden hacer todo lo que se necesita para protegerlas.

Así que con el objetivo de tener un efec-to a través de esfuerzos pequeños y di-rigidos, el Acuario de Nueva Inglaterra, situado en el puerto del centro de Boston, lleva quince años otorgando micro sub-venciones a proyectos en todo el mundo.

Su Fondo de Acción para la Conserva-ción Marina ha repartido 700 mil dólares desde 1999, apoyando 122 proyectos en 40 países en seis continentes. Elizabeth Stephenson, la administradora del fondo, llama a estos proyectos “historias de es-peranza para el mar”.

Las subvenciones son modestas. Un investigador, Rohan Arthur, utilizó los 6.700 dólares que recibió del fondo para adquirir “un compresor destartalado de segunda mano” para llenar sus tanques de buceo. Pero el apoyo le permitió conti-nuar su crucial evaluación de los arreci-fes de coral en el Mar Arábigo.

“Se pueden decir muchas cosas positi-vas sobre las subvenciones grandes, pe-ro a menudo son bastante restrictivas en cuanto a lo que te permiten hacer”, expli-có. Las subvenciones pequeñas ofrecen más libertad, dijo.

Gill Braulik, una experta en delfines radicada en Tanzania, utilizó una sub-vención de cinco mil dólares del acuario, en 2005, para llevar a cabo la primera evaluación de cetáceos en Irán, en un momento en que pocos más estaban dis-puestos a patrocinar trabajo en esa na-ción políticamente aislada.

En 2011, Braulik utilizó una segunda subvención para capacitar a científicos paquistaníes para hacerse cargo de su investigación sobre una especie de delfi-nes ciegos que sólo se halla en el río Indo.

Los científicos sabían que había dis-minuido el número de delfines desde la década de 1870, cuando su alcance se extendía desde los Himalayas al Océano

Índico, 3.200 kilómetros río abajo. Ahora están limitados al 20 por ciento de su an-tiguo hábitat.

Arthur dijo que había recurrido al Fon-do de Acción para la Conservación Mari-na para llenar vacíos en sus datos. Había recibido una subvención para hacer un registro de los arrecifes de coral frente a la costa oeste de India a partir de 1998, pero perdió cuatro años cuando no pudo costear los gastos de buceo. Recopilar se-ries más completas de datos podrían ha-berlo ayudado a recibir financiamiento de los Fideicomisos de Beneficencia Pew, que ahora financian sus esfuerzos para reconstruir conocimiento local sobre los arrecifes.

“Cuando se muestra a las comunidades locales el valor de estas cosas, sienten mucho orgullo local”, dijo, mencionando a una comunidad de pescadores que impu-so una prohibición sobre la pesca de mero durante la temporada de desove luego de que los investigadores los educaron sobre

los hábitos de desove de ese pez.Daniel Fernando, biólogo marino y di-

rector asociado del Manta Trust, un gru-po benéfico con sede en Gran Bretaña, ha estado trabajando para cambiar las políticas de administración de pesca en lugares como Sri Lanka, India, Filipinas y Malasia para proteger a las mantarra-yas y a sus parientes más pequeños, las mobulas.

Utilizó una subvención de ocho mil dólares del Acuario de Nueva Inglaterra para realizar un año de investigación so-bre el mercado de pescado, para enten-der mejor cómo y por qué las mantarra-

yas estaban siendo atrapadas y comerciadas. Fernando espera desincentivael uso de la mantarraya en la medicinchina, y estimular a los consumidoreestadounidenses a exigir que el atún qucomen sea pescado a mano, en vez de coredes que también atrapan mantarrayas.

Las redes de los pescadores tambiéfueron un punto de preocupación parun esfuerzo de conservación en ChileEn aldeas pequeñas allí, una subvencióde seis mil dólares ayudó a un grupo sifines de lucro a instalar contenedores ddesechos para las redes rotas que probablemente habrían sido lanzadas al mar.

La subvención fue algo fuera de lo ordnario para el acuario, porque se enfocaben una solución de ingeniería para desechos marinos en vez de una especie o uhábitat en particular.

Pero “tener la estructura que tenemoy nuestra disposición a tomar riesgos noda gran flexibilidad”, dijo Stephenson.

Acuario da subvenciones para proteger a las criaturas marinas.

Estudio de la evolución de los elementos que formaron la vida.

OCTAVIO ABURTO; IZQUIERDA, GILL BRAUL

Por KENNETH CHANG

“Los terremotos no matan a las per-sonas”, dicen a menudo los expertos en sismos. “Los edificios, sí”.

Un fuerte terremoto golpeó a Ne-pal el martes, menos de tres semanas después de que un sismo de 7,8 grados Richter derribó edificios en Nepal. Ambos demostraron nuevamente esa verdad. Pero para Brian E. Tucker, fundador de una organización sin fines de lucro llamada GeoHazards Interna-tional, dos terremotos a fines de los 80 fueron la fuente de inspiración.

Un sismo de 6,8 grados Richter en diciembre de 1988 devastó a Armenia, que entonces era parte de la Unión So-viética. El saldo mortal oficial fue de 25 mil personas. Según cálculos extra oficiales, el número fue de 40 mil o más.

Diez meses después, un terremoto de 6,9 grados Richter ocurrió al sur de

San Francisco que afectó a alrededor de la misma cantidad de personas que el sismo armenio. El número de muer-tos fue de 63.

“Eso simplemente me impactó”, dijo Tucker. “Como que confirmó mi senti-miento visceral, mi corazonada de que había una tremenda disparidad en la letalidad de los terremotos”.

En sitios como California y Japón, la construcción resistente a los sismos es el estándar. En muchos otros lugares, los reglamentos de construcción son la-xos y los constructores ahorran dinero.

“Pensé que de alguna forma debe-ríamos encontrar la forma de exportar estas prácticas —adaptándolas, por supuesto— a los países en vías de desa-rrollo que realmente están en riesgo”, dijo Tucker, cuya organización ahora

ayuda a países en desarrollo a prepa-rarse mejor para los terremotos.

En Aizawl, ciudad en el noreste de India, área propensa a los sismos, Geo-Hazards logró que la urbe limitara la construcción en las faldas de los cerros susceptibles a los deslaves.

A la cabeza de la lista de GeoHa-zards estaba Katmandú, la capital de Nepal. La ciudad está enclavada en un valle cerca de los Himalayas, encima de donde el subcontinente indio está siendo empujado por debajo de la Placa Euroasiática.

GeoHazards ayudó a establecer una organización sin fines de lucro local, la Sociedad Nacional de Tecnología Sís-mica-Nepal, que trabajó para moder-nizar escuelas y hospitales, entrenar a personal de emergencia y educar a las personas sobre cómo prepararse. “Creo que salvaron vidas”, dijo Tucker.

Las más de 8.000 muertes reporta-das tras el primer sismo son menos de lo que muchos habían temido para un terremoto de gran magnitud.

“Han hecho un trabajo estupendo durante décadas con proyectos que ha-cen una diferencia, como modernizar escuelas en Nepal y capacitar a cons-tructores locales en muchos países”, dijo Susan E. Hough, sismóloga del Servicio Geológico de Estados Unidos.

Durante un sismo, se instruye a los alumnos a refugiarse bajo sus escrito-rios, pero eso resulta de poca ayuda si el escritorio no puede sobrevivir los es-combros de un techo que le cae encima.

El sismo de abril ocurrió un sábado, cuando las escuelas estaban vacías. Pero en Sichuan, China, en 2008, miles de niños y maestros murieron aplas-tados cuando sus escuelas colapsaron durante un terremoto de 8,0 grados Richter.

Hace alrededor de un mes, Tucker le pidió a Arthur Brutter, estudiante en la Academia Bezalel de Artes y Diseño en Jerusalén, que diseñara un escritorio resistente a los sismos, capaz de sopor-tar una tonelada de peso que le cayera encima, pero que costara sólo 70 dóla-res.

Por KIRA PEIKOFF

El fabricante de Thync, el producto más nuevo en estimulación transcra-neal de corriente directa, (tDCS, por sus siglas en inglés) afirma que el dispositivo puede alterar el estado de ánimo de los usuarios en minutos, con una corriente eléctrica.

Con una app de teléfono inteligente , la persona con alteración del estado de áni-mo elige uno de dos ajustes: “vibraciones tranquilas” o “vibraciones con energía”. El módulo triangular, del tamaño de la palma de la mano, se sujeta arriba del ojo derecho. Éste se conecta a una tira de electrodos pegada en la frente y que baja por el cuello.

Hasta hace poco, eran principalmente los aficionados los que experimentaban con la tDCS. Pero en los últimos años, varias compañías han introducido visto-sos dispositivos de consumo, incluyendo

Foc.us y The Brain Stimulator.En enero, la revista Brain Stimulation

publicó el meta análisis más grande de tDCS hasta la fecha. Tras examinar to-do hallazgo replicado por al menos dos grupos de investigación, los autores in-formaron que una sesión de tDCS no ha-bía demostrado tener ningún beneficio significativo para los usuarios.

Los creadores de Thync están intro-duciendo una nueva forma de tDCS que, según ellos, produce más confiablemen-te el efecto esperado. Originalmente, la tDCS se enfocaba en una región especí-fica del cerebro al enviar una corriente eléctrica a través de piel, cerebro, vasos sanguíneos y fluido cerebral. En cambio,

la estrategia de Thync consiste en usacorrientes en impulsos para estimulaa los nervios periféricos más cerca de lsuperficie de la piel, con el objetivo de modular la respuesta del usuario al estrés.

“Pasamos un año y medio optimizando las formas de ondas hasta el punto eque nos sentimos realmente confiados ela ciencia”, dijo Jamie Tyler, director dciencias de la compañía.

No obstante, algunos expertos estáescépticos.

“Sí creo que es un poco temprano parlanzar esta tecnología un tanto desconocida y no demostrada como una especide gran experimento social”, dijo ReJung, neuropsicólogo en la Universidade Nuevo México, en Albuquerque, quieha estudiado la tDCS.

Thync publicó un estudio de 82 indviduos en bioRxiv, un sitio en Internepara investigaciones no publicadas. Eestudio midió sólo el efecto tranquilizador del dispositivo, e investigadores de lcompañía concluyeron que induce a un“relajación subjetiva significativamentmayor”.

“Es difícil determinar si el cambio ela relajación se debió a la estimulación a que los participantes estuvieron cómodamente sentados durante 40 minutosdijo Jared Horvath, estudiante de doctorado en la Universidad de Melbourne principal autor del reciente meta análiside tDCS.

Nueva teoría sobre los orígenes de la vida

JOHNATHEN ROSEN

Los países en áreas riesgosas reciben ayuda para salvar vidas.

DEPARTAMENTO DE ADMINISTRACIÓN DE DESASTRES/GOBIERNO REAL DE BUTÁN

Una organización sin fines de lucro quiere construir mejor en zonas sísmicas. Una casa dañada en Bután.

El Acuario de Nueva Inglaterra

financia estudios de

mantarrayas y (izq.)

contabiliza avistamientos de delfines en

el río Indo.

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L A F O R M A E N Q U E C O M E M O S

DOMINGO 17 DE MAYO DE 2015 7THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Por ANAHAD O’CONNOR

Hace diez años, el chef Rocco Di-Spirito tenía exceso de peso y se perfilaba para tener problemas de salud. Pero una charla con su doctor condujo a algunos cambios impor-tantes en su dieta y ejercicio, que DiSpirito ha documentado en sus populares libros de recetas. Ahora regresa con “Cook Your Butt Off!” (Deshágase de su trasero cocinan-do), que analiza las formas en que la gente puede eliminar calorías de las comidas y convertir su cocina en gimnasios caseros.

P.¿Cómo se interesó en escribir rece-tarios saludables?R. Hace unos diez años, mi doctor me dijo, medio en broma: “Debería hacer su testamento porque no me gusta lo que veo en su análisis”. Me dijo que podía tomar algunas medi-cinas para aliviar los síntomas. Pero cuando me hablo sobré los efectos secundarios, pensé: “Bueno, ¿cuál es la alternativa?”.

P. ¿Qué hizo?R. Hice cambios a mi dieta y estilo de vida, y pasé de ser un chef regordete a competir en el Ironman fr St. Croix y pensé: “Si yo puedo hacerlo, cual-quiera puede”.

P. ¿En qué aspectos cambió su die-ta?R. Yo era un adicto a la mantequilla. Mi labor como chef era hacer que la comida tuviera un buen sabor, y pasaba mucho tiempo tratando de encontrar la forma de cómo incor-porar más mantequilla, foie gras y manteca de ganso a la comida. Tuve que cambiar drásticamente la forma en que comía.

P. ¿Es su experiencia común entre los chefs?R. El estilo de vida del chef no es conducente a estar saludable. Esta-mos parados todo el día. Ponemos presión sobre nuestras espinas dorsales y no hacemos ejercicio para fortalecer los músculos en la espalda o del tronco que nos ayudaría a man-tenernos saludables. Básicamente comemos mucho, bebemos mucho y gritamos mucho.

P. ¿Cómo cambió su dieta?R. Deconstruí los platillos que me encantaban y los volví a recrear con mejores ingredientes. Y me di cuen-ta de que en muchos casos, la versión saludable es tan deliciosa o incluso más que la versión no saludable.

P. ¿Por qué escribió “Cook Your Butt Off!”?R. Quise explicarle a la gente que co-cinar es una forma de ejercicio.

P. ¿Cuáles son algunas de las cosas que exhorta a hacer en la cocina?R. Típicamente, si tenías que batir huevos, sacabas la batidora. Aquí le pido que a la gente que lo haga a mano, así que son entre diez y qince minutos de batido. Si uno corta vege-tales a mano, quema calorías.

P. ¿Cuáles son algunas recetas en las que hace esto?R. Hice arroz de coliflor para una receta. Pude haber usado un apara-to, pero cuando uno lo ralla a mano, quema calorías. Éstos son ejemplos de cómo puedes adoptar un enfoque de baja tecnología al cocinar.

P. ¿Hay algunos ingredientes salu-dables que recomienda que la gente tenga?R. Mire los contenidos de su alacena, y si ve muchos alimentos procesados (arroz blanco, azúcar blanca, harina blanca) reemplácelos con arroz inte-gral, salsa de soya tamari sin gluten y hierbas frescas.

Por ELAINE SCIOLINO

TOURS, Francia — La tarea que lo ocu-paba era una cata de vinos de dos días con un revoltijo de etiquetas confusas: natural, orgánico, práctica orgánica y biodinámica. Pero para Jean Bardet, un chef con dos estrellas Michelin, había po-ca confusión respecto al mérito de esas botellas.

“Tienes a todos estos jóvenes con pier-cings en la nariz que no saben sobre vi-nos y que piensan que si es orgánico, es mejor”, dijo Bardet, un experto en vinos originarios del Valle del Loira.

Bardet dijo no estar a favor de los pesti-cidas; después de todo, su enorme jardín de frutas y vegetales aquí no los usan. Simplemente, se opone a la mala elabo-ración de vinos.

El uso de pesticidas se ha vuelto un problema importante entre los vinate-ros y consumidores franceses. Muchos rechazan la oleada de nuevos vinos que proclaman su virtud ecológica, al califi-carla de charlatanería New Age. Otros condenan la resistencia a los pesticidas

porque es una amenaza potencial a otros vinos.

Muchos europeos creen que Francia usa demasiados pesticidas en todo tipo de productos agrícolas. El país es el ter-cer consumidor de pesticidas en el mun-do, después de Estados Unidos y Japón.

Un desafío para los vitivinicultores es que no existe una definición ni una nor-ma respecto a qué constituye un vino “puro” o “natural” en Francia.

Los vinos definidos por la Unión Eu-ropea como orgánicos son producidos con uvas cultivadas orgánicamente que pueden ser manipuladas químicamente, con restricciones al uso de sulfitos, en el proceso de elaboración. Muchos vitivini-cultores promueven sus vinos como na-turales, lo que implica un paso más: no se puede agregar ni eliminar nada durante la elaboración del vino. Algunos viticul-tores naturales agregan una pequeña cantidad de sulfitos al embotellar; otros no hacen nada más que embotellar jugo de uva fermentado, llamarlo vino y espe-rar que sea apto para beber. Los métodos

biodinámicos involucran un enfoque in-tegral que trata a la tierra como un orga-nismo por mérito propio.

La primera de las catas, a principios de año, fue Renaissance, en Angers, que reunió a vitivinicultores que producen vinos orgánicos y sin pesticidas, pero no necesariamente sin sulfitos. La estrella fue Emmanuel Giboulot, un propietario de viñedos en la región de Côte d’Or. Gi-boulot produce uvas rojas y blancas or-gánicas y biodinámicas. En diciembre de 2014, ganó una larga batalla en los tribu-nales que le permitió rechazar una orden gubernamental de rociar sus vides con un pesticida llamado Pyrevert. La orden había sido emitida para combatir un in-secto que propaga la flavescencia dora-da, una enfermedad bacteriana. A final

de cuentas, la enfermedad apareció sólo en tres aldeas en toda la Côte d’Or.

En las catas en Les Ano-nymes, cerca de allí, no hubo

concesiones. En ese lugar, muchas de las etiquetas estaban hechas a mano; mu-chos de los cientos de vinos ofrecidos te-nían la misma cualidad áspera que un vi-no hecho en el patio trasero de una casa.

“Produzco jugo de uva fermentado en una botella, punto”, dijo Lilian Bauchet, quien produce una Gamay de Beaujolais.

En Saumur, a unos 40 kilómetros, casi 200 vitivinicultores de quince países se reunieron en un laberinto de cuevas para La Dive Bouteille, la exposición anual de vinos naturales más grande del mundo.

“Cada año, se vuelve más emocionan-te”, dijo Camille Rivière, importadora de vinos naturales, mientras recorría los pasillos. “Algunos dicen que es una mo-da, pero la gente que empieza a beber es-tos vinos nunca vuelve a lo tradicional”.

Debate en Francia sobre lo natural, pesticidas y el vino

Chef dice que cocinar puede ser un ejercicio

Cero desperdicio al convertir sobras en delicias

Enfatizando lo norteño en menú norteamericano

EN LÍNEA: CHEF SANOUn video de Rocco DiSpirito en su cocina: nytimes.comBusque ‘Chef Workout’

Por JEFF GORDINIER

WHITEWAY, Terranova — Jeremy Charles inclinó una sartén sobre una llama y vertió mantequilla caliente con una cuchara sobre unas vieiras. Alguien le pasó un ramito de especias. Lo dejó caer en la sartén, y el aire quedó impreg-nado de los aromas de mariscos frescos, té caliente, tomillo, mantequilla y humo de leña.

Charles, el chef en el aclamado restau-rante Raymonds, en la cercana St. John’s, y un líder en un creciente movimiento pa-ra celebrar la gastronomía del norte, esta-ba tan resuelto a demostrar la esencia de sus platillos que él, otro chef y dos buzos habían tomado un bote pequeño a una playa aislada cubierta de rocas. Incluso en el verano, las aguas allí son lo suficien-temente heladas para contener icebergs que son arrastrados desde Groenlandia al sur. No obstante, los buzos saltaron al agua para recolectar vieiras.

“No quiero regresar a la civilización”, dijo Charles, de 37 años, mientras esas vieiras se cocían a fuego lento sobre una fogata. “Extraño a mis hijos y a mi esposa, pero siempre que salgo a cazar o a pescar así, nunca quiero volver a casa”.

Los chefs de algunas de las regiones más frías de América del Norte hacen un esfuerzo por adentrarse más en su há-bitat. Desde Nueva Inglaterra hasta las Provincias Marítimas de Canadá al nor-te y Montreal y Toronto al oeste, realizan una labor culinaria que plantea interro-gantes sin respuestas sencillas: ¿Qué es precisamente la cocina del norte? ¿Y cómo se les deja clara esa identidad a los comensales?

La comida sureña ha hecho una exce-lente labor en desarrollar su marca, con platillos ampliamente conocidos, como jambalaya y pie de pacana. Pero la co-mida del norte parece ser más difícil de clasificar. ¿Un tramo tan grande de terri-torio puede tener mucho en común?

“Lo más importante que he aprendido es que está totalmente mal representa-da”, dijo Matt Jennings, de 38 años, quien abrió un restaurante en Boston llamado Townsman, en febrero, y hoy es líder de facto de un grupo informal de chefs es-tadounidenses y canadienses conocidos como la Alianza de Chefs del Norte. “Aún tenemos este estigma de que la comida de Nueva Inglaterra es cremosa y pesa-da y que no es buena para uno”.

En Townsman, el equipo de Jennings contrarresta algunos de esos clichés. La

versión que hace el restaurante de una sopa de almeja, espolvoreada con cru-jientes galletas de tinta de calamar y lle-na de crema y jamón, se las ingenia para ser más liviana que sus antecedentes de puesto de mariscos, pero profundizada con capas adicionales de sabor.

La Alianza de Chefs del Norte, que Jennings ayudó a fundar hace unos cua-tro años, en gran medida porque quería convivir con amigos como Matty Mathe-son, del restaurante Parts & Labour, en Toronto, y Derek Dammann, de Maison Publique, en Montreal, se reúne a media-dos de cada año. Los miembros celebran los ingredientes locales, recaudan dinero para la beneficencia y realzan la concien-cia sobre la cocina del norte.

“Aunque aquí hemos tenido una coci-na endémica durante cientos de años”, la

gastronomía canadiense sigue pasando inadvertida entre los mismos comensa-les internacionales que acuden a rauda-les a restaurantes como Noma, en Dina-marca, dijo Dammann, de 38 años.

En Maison Publique, a Dammann le gusta servir un clásico platillo medite-rráneo como boquerones, que en España implica anchoas, pero él las sustituye con capelán, un pez noratlántico que utiliza como cebo. “Contamos con los recursos para hacer todo lo que hacen en España e Italia y todos esos grandes destinos gas-tronómicos”, dijo. Los espacios abiertos de Canadá también tienen algo más, agregó. “Tenemos vida silvestre”.

En el Restaurant Manitoba, en Mon-treal, Chris Parasiuk, de 25 años, per-fecciona lo que describió como “cocina de lujo en fogata”. Utiliza ingredientes

como hígado de venado, morrillo de ba-calao, bayas canadienses enanas y jaleas con hojas de té de la región de Labrador.

Si el nuevo interés en la comida del nor-te tiene un avatar por excelencia, ése es Charles, quien parece como un cazador de ballenas del siglo XIX.

Terranova es uno de los pocos lugares en el continente donde un restaurante puede servir legalmente carne de caza, lo que significa que cuando se topa con alce, liebre ártica y perdiz en su plato en Raymonds, el mesero le pedirá que tenga cuidado de no quebrarse un diente con un perdigón.

“Cazamos un alce, y una semana después, está en el menú”, dijo Charles. “Realmente hacemos lo que decimos que estamos haciendo. Estamos allá fuera, en el agua y en el bosque”.

Piqué una semana de sobras de vegetales para preparar una comida apetitosa para los bichos, hongos y lom-brices de tierra en la caja de composta en el patio. La noche siguiente, comí

un platillo que me hizo preguntarme si hubiera aprovechado mejor el tiempo revolviendo todo con una buena vinagre-ta y consumiéndolo yo mismo.

El lugar fue Blue Hill, el restaurante en Manhattan de Dan Barber. Durante tres semanas, lo convirtió en un esta-blecimiento llamado wastED donde él y sus cocineros vendieron vegetales ma-gullados y deformes, pan rancio, huesos de pescado y otros artículos que la gente generalmente no considera como comi-da por quince dólares el plato.

Tal comida era una protesta contra la forma en que los estadounidenses des-perdician alimentos mientras millones de personas pasan hambre.

La pobreza obligó a miembros de 6,8 millones de hogares en Estados Unidos a comer menos a veces de lo que lo harían normalmente en 2013, el último año del que se disponen estadísticas guberna-mentales. Al mismo tiempo, 60 mil mi-llones de kilos de alimentos disponibles para los consumidores terminan anual-mente en la basura.

Barber y sus cocineros salieron a ex-plorar los desechos de la ciudad. De un proveedor de restaurantes rescataron las hojas exteriores magulladas de ca-

bezas de col china y cáscaras de hinojo, y manzanas para una “ensalada de con-tenedor de basura”, aderezada con una vinagreta mantequillosa de pistache molido, un dejo de salsa de estragón y espuma blanca hecha con el líquido bati-do de latas de garbanzos.

La pulpa de prensas de jugo de la ca-dena Liquiteria se tiñó del color res con jugo de betarraga, se le dio la forma de hamburguesa y se sirvió sobre pan de hamburguesa “reconfigurado”.

El chef invitado de la noche, Philippe Bertineau, de Benoit, el bistro de Alain Ducasse, presentó croquetas de patas de cerdo, vísceras guisadas y lengua en capas con foie gras, un recordatorio de que la cocina campesina francesa tiene una larga tradición de convertir las so-bras en delicias.

A mitad de la cena, Barber llegó a la mesa con una hoja de papel encerado en el que yacía el esqueleto de un pez del largo de un baguette. “Crecí con esto”, dijo. No se refería a los huesos, que ha-bían pertenecido a un bacalao negro, sino a la brillante carne blanca vendida como sable.

Cuando el pez sable se filetea, queda un poco de carne adherida al esqueleto. La arranqué con una cuchara de salsa. El sable siempre es una delicia. Entre bocados, disfruté de crujientes puntas de zanahoria con piel de pescado frita.

Fue una de las mejores experiencias que he tenido en un restaurante en el últi-mo año. La comida era fabulosa, repleta de las sorpresas que ocurren cuando los

chefs incursionan en el terreno de la ins-piración. Casi todos los bocados fueron deliciosos, salvo algunas excepciones.

El pan “reconfigurado” no desbancó los bollos de papa de Martin de su sitio en mi corazón. Y las galletas servidas junto a un intenso y suculento consomé de res hecho de recortes convertidos en carne seca carecían casi completamen-te de sabor. Estaban hechas de maíz de campo, el cultivo que termina en la miel de maíz, los abrevaderos del ganado y el etanol. Es el único ingrediente en wastED que estoy convencido que los humanos no tienen ninguna razón para comer.

Los alimentos se producen y consu-men en una red impresionantemente compleja, que no se puede cambiar fácilmente, definitivamente no por un ardid publicitario de tres semanas en un lujoso restaurante en Manhattan.

Pero las percepciones sí cambian, y eso puede suceder rápidamente. Duran-te años, nuestra cultura restaurantera le ha adjudicado un valor extraordinario a los ingredientes prístinos y caros.

¿Qué sucedería si el todo mundo que pudiera darse el lujo de acudir a restau-rantes como Blue Hill aprendiera en cambio a apreciar los vegetales magu-llados porque han sido transformados por la habilidad y el ingenio de un chef? Es una idea sugestiva.

Por ahora, siempre que alguno de mis hijos se queje de la cena, lo haré callar al decir que en una ocasión comí basura, y me gustó.

, SUPERIOR Y CENTRO, CHRIS CROCKWELL PARA THE NEW YORK TIMES; IZQUIERDA, RYAN ENN HUGHES PARA THE NEW YORK TIMES; Y ALAIN DECARIE PARA THE NEW YORK TIMES

PO SI TENG/THE NEW YORK TIMES

El chef Rocco DiSpirito dice que uno puede quemar calorías mientras cocina.

CATALINA MARTIN-CHICO PARA THE NEW YORK TIMES

NANCY BOROWICK PARA THE NEW YORK TIMES

Una hamburguesa de pulpa de prensas de jugo. Cartílago de raya frita (arriba) con tártara hecha de cabezas de pescado ahumadas.

Jeremy Charles es parte de un movimiento culinario del norte. (De izq.) Platillos de Boralia, Raymonds y Manitoba.

Esta entrevista fue editada y sintetizada.

PETE WELLSENSAYO

El uso de pesticidas se ha vuelto un asunto importante entre los vinateros galos. La Dive Bouteille, un evento anual de vinos.

Page 8: Uñas bellas tienen alto precio · de la ley leen el mismo material; en ... y las mujeres se suben a ellas. Es el co-mienzo de otro día laboral para innu-merables manicuristas, que

A R T E Y D I S E Ñ O

8 DOMINGO 17 DE MAYO DE 2015THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Apuesta a que lectores irán de pantalla al libro

Los músicos recurren a fans para financiar sus discos

Relatosescritosen piedra

Prada inaugura un complejo de arte

Por CAROL VOGEL

MILÁN — Durante más de 20 años, la Fundación Prada ha organizado exhibi-ciones en bodegas abandonadas e igle-sias en desuso en esta ciudad, y ha llevado a artistas con-temporáneos como Anish Kapoor y Michael Heizer al público italiano.

Pero la Fundación Prada recientemente pu-so como objetivo estable-cer sedes permanentes para presentar exposiciones y exhibir su enorme catálogo de arte, principal-mente obras desde los años 50 hasta la actualidad. Hace cuatro años abrió una avanzada en un palacio del siglo XVIII en el Gran Canal, en Venecia. Ahora está echando raíces en el hogar de una anti-gua destilería en un barrio industrial venido a menos en Milán. El arquitecto holandés Rem Koolhaas y su firma OMA han creado un enorme complejo con casi once mil metros cuadrados de espacio de exhibición.

“Tras más de 20 años montando ex-hibiciones por todo el mundo, mi esposo pensó que era momento de que hiciéra-mos algo permanente en Milán”, dijo Miuccia Prada.

Hace apenas seis meses, la Funda-ción Louis Vuitton, el coloso francés de la moda de lujo, abrió un centro de artes en París, diseñado por Frank Gehry, por aproximadamente 143 millones de dóla-res. Ahora Prada dedica un espacio aún más grande a las artes en Milán. Éste abre en un momento en que el dinero privado proveniente de marcas de artí-culos de lujo empieza a llenar un vacío dejado por las reducciones presupuesta-rias del gobierno. Al mismo tiempo, es-tas compañías descubren que asociar-

se con el mundo del ar-te las ayuda a elevar sus marcas y extender su alcance.

“De manera similar a como LVMH abrió su fundación en París, Prada es-tá consolidando la percepción exclusi-va de que marcas como la suya tienen que ver con cosas hermosas”, dijo Luca Solca, analista de artículos de lujo para Exane BNP Paribas en Londres. “Y la asociación con el arte es una extensión natural”.

Aunque Milán puede ser un centro pa-ra el diseño de modas y muebles, no ha sido conocido por el arte contemporáneo o el tipo de exhibiciones inventivas de museo que atraen a públicos internacio-nales.

Hay un teatro para películas, presen-taciones en vivo y conferencias (Roman Polanski dirigió un documental para la inauguración), un tradicional bar mila-nés creado por el director Wes Anderson, un centro para niños y, con el tiempo, una gran biblioteca. La Fundación, inaugu-rada el 9 de mayo, está abierta al público

los siete días de la se-mana, y la admisión general es de diez euros.

Si bien los directivos de Prada no revelan cuánto costó, personas familiarizadas con el proyecto creen que el costo fue menor al del centro LVMH. El complejo, concluido luego de siete años, incluye edificios industriales yuxtapues-tos con otros nuevos y dramáticos.

En un reciente día Koolhaas inspec-cionaba la construcción. “La gente habla sobre preservación y sobre nueva arqui-tectura”, dijo. “Pero no es ni lo uno ni lo otro. Aquí lo nuevo y lo antiguo están en un estado de interacción permanente. No se tiene la intención de que sean conside-rados como uno solo”.

Algunos de los espacios están tal como Koolhaas los encontró; otros han sido

reconfigura-dos, pero parece

como si no hubieran sido tocados.

El logo de Prada no aparece en la fa-chada de la Fundación. Prada y su es-poso, Patrizio Bertelli, dijeron que han mantenido su apoyo a las artes separado de su marca y no llamarán “museo” a las nuevas oficinas.

El programa inaugural de la funda-ción es ambicioso. Se exhiben docenas de pinturas, fotografías, dibujos, insta-laciones y esculturas de su colección, organizadas de acuerdo con momentos históricos del arte que Prada siente son relevantes en la actualidad. Eso incluye el minimalismo estadounidense, el con-ceptualismo y el arte terrestre (land art), así como obras de Walter de Maria,

Ed Kienholz, Bruce Nauman, Jo-seph Cornell y Pino Pascali. También están figuras más jóvenes, como la escultora

y animadora cinemato-gráfica sueca Nathalie Djurberg.

Una de las exhibiciones, “Serial Classic”, organizada por Sal-

vatore Settis, un historiador de arte ita-liano, explora las nociones de original e imitación, utilizando antigüedades romanas que en realidad son reproduc-ciones de originales griegos perdidos. Hay préstamos provenientes de más de 40 museos. El arte antiguo se evoca en la fachada de uno de los edificios an-tiguos, una estructura de cuatro pisos que Koolhaas llama la casa embrujada porque estaba muy deteriorada cuando la vio por primera vez. Ahora tiene un exterior con hoja de oro, aplicada por artesanos frotando pequeños cuadros de oro sobre una superficie. Prada dijo que la elección del oro “le da importan-cia a algo muy modesto”, y con el tiempo adquirirá una pátina similar a la de es-cultura antigua.

Según Koolhaas, a medida que la luz cambie durante el día, el oro se reflejará en los edificios circundantes.

Grupos ya no tienen que complacer a una disquera.

FOTOGRAFÍAS POR CHIARA GOIA PARA THE NEW YORK TIMES; ABAJO, OMA

El nuevo complejo en Milán de la Fundación Prada fue diseñado por Rem Koolhaas e incluye once mil metros cuadrados de espacio de exhibición.

Por ROSLYN SULCAS

Hace cinco años, Athol Fugard, el gran cronista del apartheid de Sudáfrica y de su presente post-apartheid, escuchó un relato sorprendente. Se trataba sobre un jornalero agrícola llamado Nukain Ma-buza, quien había dedicado unos quince años, a fines de los 60 y 70, a pintar dise-ños vívidos y complejos sobre las rocas y piedras en el árido terreno de la provin-cia de Mpumulanga, al este del pís.

El nombre y la obra de Mabuza son en gran parte desconocidos y Fugard, quien entonces vivía en California, se sintió in-trigado, sobre todo en vista de que “The Road to Mecca”, su obra teatral de 1985, había tenido a otra artista marginal, He-len Martins, como tema.

“He aquí a un hombre que indudable-mente tenía una visión individual y que pasó décadas de su vida creando esta in-creíble montaña de flores de piedra”, dijo.

El resultado fue “The Painted Rocks at Revolver Creek” (Las rocas pintadas en Revolver Creek), una nueva obra escrita y dirigida por Fugard, de 82 años, que se estrenó hace poco en Pershing Square Signature Center, en Nueva York.

“Por extraño que parezca, me consi-dero un artista marginal”, dijo. “Cuando comencé a trabajar en el teatro, era una pasión que lo dominaba todo. Yo escribía las obras, las dirigía, actuaba en ellas, construía el set y diseñaba el vestuario. Eso también se debía a que mi situación en la Sudáfrica del apartheid durante los años formativos de mi escritura era una de relativo aislamiento”.

Su primer esfuerzo con el material fue infructuoso. Cuando James Houghton, director artístico del Teatro Signature, que programó una temporada completa de sus obras en 2012, le pidió que escri-biera una obra nueva, Fugard encontró su borrador. “Vi una manera que signi-ficaba que en el segundo acto traería de

vuelta a dos de los personajes del Primer Acto y ahora estaría en la nueva Sudáfri-ca”, dijo.

La historia de Mabuza, quien se suici-dó en 1981 tras dejar abruptamente su ca-sa y su jardín pintado el año anterior, es triste y dudosa. Nació en Mozambique, y cruzó la frontera a Sudáfrica en los 50 en busca de trabajo, para finalmente asen-tarse en una granja llamada Esperado en 1965.

Comenzó a decorar su vivienda y las piedras que la rodeaban, con la ayuda del dueño de la granja, quien le compraba pintura. Con el tiempo, las rocas, visibles desde una carretera que pasaba cerca, se convirtió en una atracción turística, aunque Mabuza, quien vivía solo, nunca le cobró a la gente para que entrara o to-mara fotografías.

“La idea del arte marginal no existía en ese entonces”, dijo J. F. C Clarke, un artista y fotógrafo cuyo libro “The Pain-ted Stone Garden of Nukain Mabuza” (El jardín de piedras pintadas de Nukain Mabuza) es el único relato escrito y foto-gráfico a fondo de la obra, que ahora está sumamente dañada por el sol en un sitio decrépito. “Era un hombre humilde, pe-ro completamente obsesionado en una

forma que es distinta a la obsesión de un artista del ámbito masivo. Cualquiera que haya sido su estado psicológico o psi-quiátrico, era capaz de convertir tierra no cultivable sin valor para nadie en algo de inmenso valor para sí mismo”.

En la obra se toman elementos esen-ciales de los hechos. Pero Fugard dijo que el retrato del artista y los personajes que comparten el escenario con él son ficticios.

Fugard dijo que nunca dejó de escri-bir para un público sudafricano, incluso cuando vivía lejos. Regresó a Sudáfrica hace unos dos años, después de que se inauguró el Teatro Fugard en Ciudad del Cabo, donde se han estrenado cuatro de sus obras recientes. “Me di cuenta, Dios mío, ¿por qué paso tanto tiempo fuera de este país, a donde pertenezco?”, explicó.

En la nueva obra, el Mabuza que es producto de la imaginación de Fugard enfrenta una última roca sin decorar, y titubea.

“Debe llegar un momento en la vida de un artista en el que hay que enfrentar la posibilidad de que todo ha terminado”, dijo Fugard. “Pensé: esta maravillosa roca virginal es su última pintura y tal vez ésta sea mi última obra”.

Por ALEXANDRA ALTER

Cuando era niño, Max Brallier no tenía un objetivo realista de lo que quería ser cuando grande.

“Quería ser un Jedi”, dijo.Eso no se cumplió. Pero Brallier, de 31

años, ha encontrado una forma más pragmática de canalizar su fanatis-mo con “Star Wars”. El resultado es “Galactic Hot Dogs”, su nuevo libro sobre un muchacho que pelea contra orugas mu-tantes gigantes y piratas espaciales zombies con sus amigos: un robot, una princesa rebelde y

un extraterrestre.La trama, que Brallier describió como

un “Star Wars tonto”, innegablemente es ridícula, pero su editoril está abordando el proyecto con total seriedad. Aladdin, sello de Simon & Schuster Children’s Pu-blishing, adquirió “Galactic Hot Dogs”

en un lucrativo contrato de tres libros. La compañía está lanzando un tiraje de 500 mil copias y empezó a promover el libro hace más de un año.

Simon & Schuster tiene razones de peso para sentirse optimista sobre “Ga-lactic Hot Dogs”. El libro ha tenido un gran éxito en Funbrain.com, un popular sitio en Internet de juegos para niños que ha sido incubadora de algunos de los mayores éxitos en la industria editorial infantil. La serie “Diarios de Greg”, de Jeff Kinney, empezó como un libro gra-tuito en Funbrain y ahora tiene más de 150 millones de copias impresas a nivel mundial.

“Galactic Hot Dogs” parece ir en una trayectoria similar. Más de seis millones de niños han leído capítulos del libro en Funbrain. Más de un millón ha disfruta-do de un juego basado en la historia de “Galactic Hot Dogs” disponible desde hace dos meses en Poptropica, sitio her-mano de Funbrain. Al igual que muchos libros que han prosperado en el sitio,

atrae a niños de ocho a doce años que aprecian a Cosmoe, su chistoso héroe in-usual, su humor e ilustraciones similares a los de los cómics.

“Ya hemos visto a este modelo funcio-nar”, dijo Mara Anastas, vicepresidenta y editora de las editoriales infantiles Si-mon Pulse y Aladdin Books. “Los cimien-tos ya existen”.

No hay garantía de que los lectores jóvenes o sus padres demuestren el mis-mo entusiasmo por un libro impreso que por un producto gratis en línea. Simon & Schuster está haciendo la arriesgada apuesta de que una buena porción del pú-blico en línea del libro lo comprará en las librerías.

En los últimos años, los libros en múl-tiples plataformas con componentes de juegos en línea se han vuelto herramien-tas críticas para las casas editoriales infantiles que buscan tenderle la mano a jóvenes lectores que emigran a la lectura digital y móvil. El 67 por ciento de los ni-ños estadounidenses de entre dos y trece

años lee libros electrónicos, según un in-forme que dio a conocer en enero Digital Book World y PlayCollective.

A primera vista, Funbrain y Poptropi-ca podrían parecer la peor pesadilla de

una casa editorial, la clase de actividad en línea que a los padres y profesores les preocupa que podría estar haciendo dis-mininuir el tiempo de lectura. Pero tanto los autores como las editoriales han des-cubierto que los sitios con frecuencia lle-van a los niños hacia los libros.

Aunque más de seis millones de lec-tores ya han visto “Galactic Hot Dogs”, Brallier parece estar ansioso. No se sien-te a gusto hablando en público y está a punto de comenzar su primera gira de promoción del libro. “Estoy aterrado”, dijo.

Poco después de graduarse de la uni-versidad, trabajó en la casa editora Pen-guin, y luego en St. Martin’s Press, donde trabajó en marketing. Esa experiencia lo hizo muy consciente de lo inusual que es que se inviertan millones de dólares en la promoción de su libro.

“Muchísimos libros reciben casi cero apoyo hoy en día”, dijo. “Es muy emocio-nante, pero también sumamente aterra-dor”.

SIMON & SCHUSTER

Max Brallier

Por JOE COSCARELLI

Veinte fans de De La Soul, el trío de hip-hop, pagaron recientemente 300 dólares cada uno por una conferencia en video vía Skype con el grupo. Otro gastó 1.500 dólares por una radio an-tigua de la “colección privada” de uno de sus miembros. Todo ello se ofreció a cambio de apoyo económico mientras el grupo recaudaba dinero para grabar su octavo álbum de estudio.

En una campaña de un mes en Kick-starter, De La Soul recaudó 600.874 dó-lares de 11.169 contribuyentes, mucho más que su meta de 110 mil dólares, y la segunda cantidad más alta jamás otor-gada a un proyecto musical en el sitio.

Kickstarter, que alguna vez fue con-siderado principalmente como una herramienta para grupos emergentes, también ha resultado ser un terreno fértil de recaudación de fondos para ar-tistas establecidos. Este año, las inte-grantes sobrevivientes de TLC, el gru-po de R&B de los años 90, recaudaron 430.255 dólares para grabar “su álbum final”. También lo hicieron artistas como Toad the Wet Sprocket (264.762 dólares) y Kenny Loggins (121.797 dó-lares).

Este dinero a menudo llega con ex-pectativas. De La Soul ofreció “And the Anonymous Nobody”, su primer álbum desde 2004, y que el grupo prometió no tendría las restricciones comerciales que conlleva un contrato discográfico tradicional.

“Muchas veces, las disqueras ni si-quiera saben qué quieren”, dijo Kelvin Mercer, una tercera parte de De La Soul, quien es conocido como Posd-nuos.

Los integrantes de De La Soul, que tuvo su debut en 1989, han sido músicos “toda la vida”, dijo Michael McGregor, vocero de Kickstarter. “A través de su trayectoria, puedes ver el verdadero declive de la industria discográfica”.

Las nuevas ganancias inesperadas

permitirán al grupo experimentar nuevamente con “esa inocencia y esa sensación visceral”, agregó.

Antes de que comenzara la recau-dación de fondos, De La Soul, también formado por David Jolicoeur, conocido como Dave, y Vincent Mason, o Maseo, había gastado unos 100 mil dólares, pa-ra grabar más de 200 horas para sam-plear en el álbum.

Algunos músicos de carrera con-sideran esto como algo de mal gusto. En una entrevista con el periódico español El País, Morrissey llamó al financiamiento colectivo “una medida desesperada, y algo ofensivo para el público”. Amanda Palmer, la cantante de punk-cabaret que recaudó un monto

récord de 1,.2 millones en Kickstarter para un álbum, en 2012, dijo que los fon-dos, que parecen ser sustanciales, se pueden esfumar rápidamente. Desde la manufactura hasta la distribución, “todos los riesgos y la responsabilidad recaen en el artista, cuando antes solía ser problema de la disquera”, explicó Palmer.

Mercer reveló que De La Soul esta-ba “muy inseguro” sobre el sitio, has-ta que el grupo vio el éxito de artistas veteranos, como el director Spike Lee. “Definitivamente, había disqueras interesadas en De La Soul”, dijo, pero ahora el grupo le tendrá que rendir cuentas sólo a sus fans de muchos años.

Eso genera otro tipo de presión. “Na-die te estorba, y no hay a quién culpar”, señaló Mercer.

RENE LION-CACHET, VÍA JFC CLARKE

La historia de Nukain Mabuza, pintando una roca a mediados de los años 70, inspiró una obra escrita por Athol Fugard.

Millones de niños han leído partes de “Galactic Hot Dogs” en línea.