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Socia
l
UNIVERSIDAD DE JAÉN Facultad de Trabajo Social
Trabajo Fin de Grado
PROCEDIMIENTO DE EVALUACIÓN Y
ACREDITACIÓN DE LAS COMPETENCIAS
PROFESIONALES ADQUIRIDAS A TRAVÉS DE
LA EXPERIENCIA LABORAL O DE VÍAS NO
FORMALES DE FORMACIÓN PARA
UNIDADES DE COMPETENCIA
RELACIONADAS CON LA ATENCIÓN A LA
DEPENDENCIA.
Alumno/a: Inmaculada López García Tutor/a: Trinidad Ortega Expósito Dpto: Departamento de psicología
Junio, 2014
1
Agradecer, en especial a mis padres, la confianza, apoyo y sacrificio que han
hecho durante este tiempo para que yo pudiese cumplir mi sueño y alcanzar
mis objetivos.
A mi novio por aguantar mis cambios de humor, y por el apoyo y ayuda
ofrecida constantemente.
Y gracias también a mi tutora, Trinidad Ortega Expósito, por la ayuda y
dedicación que me ha ofrecido.
2
3
ÍNDICE
Resumen ............................................................................................................ 5
1. Introducción ................................................................................................ 6
2. Marco teórico .............................................................................................. 8
2.1. Marco conceptual .................................................................................... 8
2.1.1. Dependencia, deficiencia, discapacidad, minusvalía ..................... 8
2.1.2. Persona dependiente ..................................................................... 11
2.1.3. Apoyo informal ............................................................................ 12
2.1.4. Persona cuidadora ........................................................................ 12
2.1.5. Cuidador/a formal ........................................................................ 15
2.1.6. Repercusiones del cuidado en diferentes ámbitos de la vida del/a
cuidador/a .................................................................................................. 16
2.2. Marco Legal ........................................................................................ 20
3. Objetivos ................................................................................................... 25
3.1. Objetivo general ................................................................................. 25
3.2. Objetivos específicos .......................................................................... 25
4. Metodología .............................................................................................. 26
5. Plan de trabajo ........................................................................................... 27
6. Resultados ................................................................................................. 28
7. Conclusiones ............................................................................................. 34
8. Grado de innovación, relevancia para el Trabajo Social .......................... 37
9. Referencias bibliográficas ......................................................................... 38
10. Bibliografía ............................................................................................ 41
11. Anexos ................................................................................................... 44
4
5
Resumen
El objetivo de este trabajo se centra en conocer la situación actual del/la cuidador/a
informal y en analizar, tras realizar una investigación social, utilizando el cuestionario, a
cuidadoras informales de la provincia de Jaén, con el fin de conocer si cuentan con los
requisitos necesarios para participar en el procedimiento de acreditación de competencias
profesionales adquiridas a través de la experiencia laboral o de vías no formales de
formación, y si no es el caso, determinar cuáles de los requisitos necesarios precisarían
para la participación en el mismo. El objetivo de participar en dicho procedimiento se basa
en la acreditación de las unidades de competencia relacionadas con la dependencia.
De los resultados obtenidos se deduce que la mayoría de las participantes en el estudio
afirman poder realizar las actividades relacionadas con el cuidado de la persona
dependiente de forma autónoma, sin necesitar ayuda.
Palabras clave: Cuidadoras. Cuidados. Dependiente. Procedimiento. Acreditación.
Competencias.
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1. Introducción
España es uno de los principales países en el cual existe un elevado número de personas
cuidadoras de personas dependientes, y especialmente, ocupando estos puestos se
encuentran casi en exclusiva, mujeres. Esto ha dado lugar a que la tarea del cuidado de una
persona dependiente haya sido considerada como una tarea femenina.
No obstante, hay que destacar que las personas que se dedican al cuidado de personas
dependientes no tienen todas ellas la misma sobrecarga, ya que existen múltiples formas de
cuidados. Además, las circunstancias de los/as cuidadores/as pueden ser diversas, dándose
el caso de cuidadores únicos; cuidadores que comparten el cuidado del mayor con otro
familiar; aquellos otros que dedican exclusivamente su tiempo para el cuidado de la
persona dependiente o en contraposición, aquellos que compatibilizan un trabajo estable y
remunerado con el cuidado del mayor; entre otros casos. (González Ortega, 2009).
La sociedad, en general, tiene una visión errónea acerca de las labores y tareas relacionadas
con el cuidado de personas dependientes. Se piensa, normalmente, que el hecho de cuidar a
una persona dependiente no supone muchos esfuerzos, y que cualquiera puede encargarse
de esta labor. Lo cierto, es que, cuando las personas se ven ante la situación de tener que
cuidar a una persona dependiente, normalmente, a un familiar que no puede realizar las
actividades básicas de la vida diaria por sí sólo, esta concepción y pensamiento acerca de la
labor de cuidados cambia notablemente. La mayoría de las personas que tienen que
enfrentarse a la labor del cuidado de un sujeto dependiente en algún momento de su vida,
suelen pasar un trance negativo y les cuesta bastante asimilar la nueva situación a la que se
enfrentan. Si observáramos el día a día de los cuidadores de personas dependientes
observaríamos que no es una tarea fácil de llevar para ellos.
La importancia de concienciar a la sociedad, en general, de la labor y tareas que implica el
hecho de ser cuidador informal y sensibilizar acerca de la importancia que tiene el que la
labor de las personas cuidadoras sea reconocida y valorada profesionalmente, son los
motivos principales que fundamentan esta investigación. No obstante, cabe destacar que
este tema suscita el interés de muchas personas involucradas en el ámbito de la
Dependencia, así como, profesionales de Servicios Sociales y del Trabajo Social.
Por tanto, en este trabajo de investigación se abordarán diversos aspectos relacionados con
el papel y la labor de los cuidadores informales de personas dependientes. Así mismo, se
abordará la importancia del tema de la acreditación de competencias profesionales
7
adquiridas a través de la experiencia laboral o de vías no formales de formación, en
relación con esta ocupación.
En primer lugar, se comenzará por abordar una serie de conceptos básicos como son:
dependencia, deficiencia, discapacidad, y minusvalía; la definición de persona
dependiente; apoyo informal; personas cuidadoras de personas dependientes; y cuidador
formal. Así mismo, se realiza un pequeño análisis sobre las tareas de los cuidadores
informales en su día a día, y los ámbitos de su vida afectados por dicha situación de
cuidado. En segundo lugar, se hace referencia al marco legal relacionado con el tema que
nos ocupa. En tercer lugar, se describe en qué consiste el procedimiento de acreditación de
las competencias profesionales adquiridas a través de la experiencia laboral o de vías no
formales de formación. En cuarto lugar, se lleva a cabo la realización de una serie de
cuestionarios a diferentes cuidadoras informales de la provincia de Jaén, para estudiar
acerca de los requisitos con los que cuentan, para poder participar en el procedimiento de
acreditación de competencias. Por último, se reflejan detalladamente los resultados
obtenidos en el estudio que se lleva a cabo con las cuidadoras informales en relación con el
procedimiento de evaluación y acreditación de competencias.
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2. Marco teórico
Se quiere abordar en este apartado, por un lado, el marco conceptual, tratando diferentes
epígrafes relacionados con la situación de los cuidadores informales de personas
dependientes y, por otro lado, el marco legal referente a dicha temática.
2.1. Marco conceptual
En este epígrafe se tratan varios conceptos básicos relacionados con el tema de la
investigación, es decir, con los cuidadores informales de personas dependientes.
2.1.1. Dependencia, deficiencia, discapacidad, minusvalía
Según la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y
Atención a las personas en situación de dependencia, se entiende por “dependencia”:
“El estado de carácter permanente en el que se encuentran las personas que,
por razones derivadas de la edad, la enfermedad o la discapacidad, y ligadas a
la falta o a la pérdida de autonomía física, mental, intelectual o sensorial,
precisan de la atención de otra u otras personas o ayudas importantes para
realizar actividades básicas de la vida diaria o, en el caso de las personas con
discapacidad intelectual o enfermedad mental, de otros apoyos para su
autonomía personal”.
Siguiendo el Libro Blanco de Atención a las Personas en Situación de Dependencia en
España se puede entender el concepto de “dependencia” como:
“El resultado de un proceso que se inicia con la aparición de un déficit en el
funcionamiento corporal como consecuencia de una enfermedad o accidente.
Este déficit comporta una limitación en la actividad. Cuando esta limitación no
puede compensarse mediante la adaptación del entorno, provoca una
restricción en la participación que se concreta en la dependencia de la ayuda
de otras personas para realizar la actividades de la vida cotidiana”.
(IMSERSO, 2004).
Además del concepto de dependencia, se encuentran otros conceptos de suma importancia
en relación con la temática como son: deficiencia, discapacidad y minusvalía.
9
Siguiendo la Clasificación Internacional de Deficiencias, Discapacidades y Minusvalías
(CIDDM), desarrollada por la OMS (Organización Mundial de la Salud), se pueden
entender dichos conceptos del siguiente modo: “deficiencia” entendida como:“la
exteriorización directa de las consecuencias de la enfermedad y se manifiesta tanto en los
órganos del cuerpo como en sus funciones (incluidas las psicológicas)”; “discapacidad”
como “la objetivación de la deficiencia en el sujeto y con una repercusión directa en su
capacidad de realizar actividades en los términos considerados normales para cualquier
sujeto de sus características (edad, género…)”; y el término de “minusvalía” entendido
como “la socialización de la problemática causada en un sujeto por las consecuencias de
una enfermedad, manifestada a través de la deficiencia y/o la discapacidad, y que afecta al
desempeño del rol social que le es propio”. (Egea García, 2001). Además, en la Tabla I, se
reflejan claramente cada uno de ellos.
TABLA I. Conceptos clave.
FUENTE DE
INFORMACIÓN
DEFICIENCIA DISCAPACIDAD MINUSVALÍA
Ley 1 / 1999 de 31
de marzo, Atención
a las personas con
discapacidad en
Andalucía.
Pérdida o
anormalidad de una
estructura o función
psíquica, fisiológica
o anatómica.
Toda aquella que
tenga una ausencia o
restricción de la
capacidad de realizar
una actividad como
consecuencia de una
deficiencia.
Aquella que, como
consecuencia de una
deficiencia o de una
discapacidad, se
encuentra en una
situación de
desventaja que le
limita o impide el
desempeño de un
papel, que es normal,
en su caso, en
función de su edad,
factores sociales y
culturales, y así haya
sido calificada la
minusvalía por los
órganos de las
10
administraciones
públicas que tengan
atribuida esta
competencia, de
acuerdo con la
legislación vigente.
ICIDH LOPEZ
CHICHARRO, J.
El desarrollo y el
rendimiento
deportivo.
Discapacidad:
restricción o
carencia producida
por un deterioro de
la capacidad para
realizar una
actividad de la
manera que se
considera normal.
Deterioro: pérdida o
anomalía de
estructura o la
función psicológica,
filológica o
anatómica.
Minusvalía:
inconveniente para
un individuo,
consecuencia de un
deterioro o una
discapacidad, que
limita el desempeño
de una función.
PRIETO, J., en
VV.AA. (1999).
Discapacidad:
Alteración de la
capacidad de una
persona, debido a
una deficiencia para
satisfacer demandas
personales, sociales
o laborales o
requisitos legales o
reglamentarios. Hace
referencia a una
tarea o actividad que
no puede
desempeñar el
sujeto, y nace de la
interacción entre una
deficiencia y las
exigencias externas.
Deficiencia: Pérdida
del estado de salud de
una persona,
únicamente es
valorable por medios
médicos. Representa
una desviación de la
normalidad de una
región anatómica,
aparato o sistema del
organismo o su
funcionamiento.
Minusvalía:
Consecuencias
culturales, sociales,
ambientales y
económicas que
representa para la
persona la presencia
de una deficiencia y
discapacidad. La
minusvalía es la
responsable de
exclusión social del
individuo.
Fuente: Junta de Andalucía (Adaptación propia)
11
2.1.2. Persona dependiente
En la actualidad, hay muchas personas mayores que pueden llevar a cabo su vida de forma
autónoma e independiente, pero, cada vez, son más las personas que necesitan de ayudas y
servicios para la realización de actividades básicas, debido a que cada vez las personas
viven más años, sufren más accidentes debido a su edad, más enfermedades…,
convirtiéndose así en personas dependientes.
Ser una persona dependiente es un hecho que está muy alejado de la consideración de
disponer de cierta autonomía para realizar actividades de la vida diaria.
Según la Ley de Dependencia se puede considerar como persona dependiente aquella
persona que presenta un estado de carácter permanente que, por diversas razones
relacionadas bien con la edad, con la enfermedad o bien con una discapacidad, y
relacionadas con la pérdida de autonomía física, mental o intelectual, necesitan de la ayuda
de una o varias personas para realizar las actividades básicas de la vida diaria.
En relación con lo anterior se pueden considerar como actividades básicas de la vida diaria:
el aseo personal, cuidado personal, baño, gestionar determinadas cuestiones, realizar la
compra, limpieza del hogar, acudir al médico, vestirse, comer…, entre otras.
No obstante y, en relación con la dependencia, se encuentra, como se ha hecho referencia
sobre estas líneas, el concepto de autonomía, de suma importancia también en relación con
la temática abordada.
Siguiendo la anterior referenciada Ley de Dependencia se puede entender la autonomía que
tiene una persona como la capacidad de controlar, afrontar y tomar ciertas decisiones que
repercutan a su vida, así como decidir la forma de vida de acuerdo con sus necesidades y
preferencias, además de, poder realizar las actividades básicas de la vida diaria por sí solo.
De forma general, aunque sí con ciertas excepciones, las personas que suelen recibir más
ayudas por considerarse como personas dependientes suelen presentar el perfil de: mujer
de unos ochenta años aproximadamente, viuda, con bajos niveles de estudios y con escasos
ingresos, además, de presentar varias enfermedades. No obstante, como se ha indicado
pueden darse y se dan excepciones, en las que el receptor de estos cuidados es un hombre
que requiere de dichas ayudas y servicios. (Crespo López, 2008)
12
2.1.3. Apoyo informal
Las personas que presentan cierta dependencia requieren de las ayudas y apoyos de
determinadas personas para la realización de diversas actividades básicas de la vida diaria.
Normalmente, el apoyo que reciben estas personas dependientes suele ser un apoyo
informal puesto que, en la mayoría de los casos, dichas ayudas son proporcionadas por un
familiar de la persona dependiente.
Por tanto, podemos definir el cuidado informal como “aquella atención no remunerada
que se presta a las personas con algún tipo de dependencia por parte de los miembros de
su familia u otras personas sin otro lazo de unión ni obligación con la persona
dependiente que no sea el de la amistad o el de la buena vecindad”. (Rivera, 2001)
Se puede definir cuidado informal como el cuidado y atención que se dispensa a aquellas
personas que presentan algún tipo de discapacidad física o psíquica, por parte de la familia,
los amigos o los vecinos. Estas personas suelen ser aquellas que prestan cuidados
independientemente de los profesionales. Entre las personas dependientes y las personas
cuidadoras existe normalmente una relación de afectividad y, la atención que se presta no
suele ser puntual, sino que suele ser una atención y cuidados prolongados. (Baura Ortega,
1995)
Por tanto, el cuidado informal es aquel que se presta normalmente por la familia de la
persona dependiente. La atención y el cuidado que se prestan son habitualmente no
remunerados, y se prestan porque existe una cierta relación entre ambas personas. En
dichas situaciones la persona que se dedica al cuidado del dependiente se presta para todo
aquello que demande o necesite dicha persona.
En definitiva, el apoyo o cuidado informal, de forma general, se puede definir como la
intervención o ejecución, en la que no interviene de forma directa el Estado.
2.1.4. Persona cuidadora
En nuestro país, son muchas las personas mayores que desean envejecer en su hogar, por lo
cual para cumplir y satisfacer tal deseo, de poder llegar a, conseguir un envejecimiento
saludable en el mismo hogar de residencia, con unos niveles de bienestar adecuados, es
necesaria la intervención de un cuidador que preste determinados servicios y ayudas
necesarios para la persona dependiente.
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Así mismo, cuando una persona enferma o presenta un cierto grado de dependencia,
normalmente, requiere de cuidados especiales, siendo estos prestados por un cuidador. Por
regla general, y como se ha hecho referencia en el apartado anterior, el cuidador suele ser
un familiar cercano y, dentro de cada familia, suele haber la mayoría de las veces, un
cuidador principal, que es aquel que asume las tareas del cuidado con sus consiguientes
responsabilidades. Al respecto, es necesario señalar que, en ocasiones, el cuidador
principal recibe apoyo por parte de otros familiares, pero, en la mayoría de los casos, el
cuidador principal no recibe tal apoyo ni ayuda.
Siguiendo a Crespo López (2008), una persona cuidadora puede definirse como aquella
persona que dedica la mayor parte de su tiempo a cuidar a una persona enferma o una
persona que presenta un cierto grado de dependencia, realizando él/ella las tareas de
cuidado no de manera puntual sino de manera prolongada.
El hecho de cuidar de una persona dependiente no es una tarea fácil, sino al contrario, y en
la mayoría de las ocasiones, no se trata de un periodo de cuidados corto sino que se trata de
un largo y prolongado periodo. Dedicarse al cuidado de la persona dependiente tiene
ciertas repercusiones no solo en los diferentes ámbitos de la vida del cuidador, sino
también en sus familiares cercanos (marido, hijos/as…) y, en ciertas ocasiones, también,
repercusiones en la vida de la persona que es cuidada. En uno de los siguientes apartados
de este trabajo se hace referencia a tales repercusiones, especialmente, a las repercusiones
en la vida del cuidador.
Por tanto, el/la cuidador informal de personas dependientes se puede definir como aquella
persona que ayuda a otras personas a desenvolverse en su vida cotidiana,
proporcionándoles una ayuda y un apoyo para que puedan adaptarse y asumir las
limitaciones que su dependencia les impone y, por tanto, aprender a valerse en la medida
de lo posible, por sí solos.
Como se ha indicado sobre estas líneas, por lo general, es la familia de la persona
dependiente la que asume la responsabilidad de tal cuidado. En la mayoría de los casos es
una única persona la que se dedica al cuidado de la persona dependiente, convirtiéndose así
en el cuidador principal. Normalmente, dicha persona suele ser mujer. Una de las
principales razones por las cuales asumen esta tarea las mujeres es por el hecho de que
desde siempre se ha inducido el conocimiento de que las mujeres están mejor preparadas
para estas labores que el hombre; se suele pensar que, ellas presentan mayor capacidad de
sufrimiento, son más voluntarias, se prestan antes a realizar cualquier tarea, entre otros
aspectos. (Guía para personas cuidadoras: Perfil de la persona cuidadora, 2014). Así
14
mismo, tal hecho también se debe a los prejuicios asignados a las mujeres por considerarse
como mejores para llevar a cabo la tarea de cuidar, de acuerdo con una biologización de
actividades que no son más que la asignación de roles.
Por regla general, y en la mayoría de las ocasiones, son las mujeres las que se encargan del
cuidado de un familiar dependiente (normalmente del cuidado de su padre o madre),
mientras que, los hombres sólo se hacen cargo de ello cuando no existe una mujer que
asuma tal responsabilidad. Cuando son los hombres los que asumen tal responsabilidad de
cuidado de un familiar dependiente suele recurrir, normalmente, a la ayuda de sus esposas.
(Ministerio de educación, política social y deporte, 2008).
Aunque habitualmente, la mayoría de las personas cuidadoras de personas dependientes no
tienen un trabajo remunerado, existen excepciones en las que hay cuidadoras que además
de su labor de cuidados, tienen un trabajo remunerado fuera de casa, lo que repercute en el
hecho de que se sientan agobiadas y no puedan a veces con tal situación. (IMSERSO,
1995)
Según datos del IMSERSO, el perfil de una persona cuidadora de una persona dependiente
suele ser el siguiente:
La mayoría de dichos cuidadores suelen ser mujeres.
En la mayor parte de los casos se dedican al cuidado del dependiente: normalmente
las hijas, seguido de las esposas y las nueras.
Normalmente la persona cuidadora está casada.
Edad media: 52 años.
En la mayoría de los casos la persona cuidadora no tiene un trabajo remunerado y
estable. Dedica su tiempo normalmente a las labores domésticas.
Normalmente, la persona dependiente comparte el domicilio con la persona
cuidadora; en algunas ocasiones, en el domicilio de la persona dependiente, pero,
casi en la mayoría de las ocasiones, en el domicilio de la persona que se encarga de
los cuidados.
La mayor parte de estos cuidadores no recibe ayudas por parte de otros familiares
para llevar a cabo el cuidado de la persona dependiente de forma más favorable.
Este cuidador presta ayuda y atención diaria a la persona dependiente. Por tanto, se
convierte en un cuidado permanente.
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Además, la persona que se dedica al cuidado del dependiente, en la mayoría de los
casos, tiene que asumir también otros cargos, como pueden ser el cuidado de sus
hijos/as.
España, a diferencias de otros países, se sigue caracterizando, por tanto, con la
homogeneidad del cuidador cuyo retrato robot seguiría siendo el de: “mujer (83%), en
torno a los 55 años (media: 52), casada, con estudios primarios y sin ocupación
remunerada”. (Tobío, 2010).
El hecho de asumir tales responsabilidades y de enfrentarse a esta nueva situación no es un
hecho fácil para la persona cuidadora, puesto que esta tiene que empezar a asumir que una
persona va a depender casi constantemente de ella para la realización de todas las
actividades básicas de la vida diaria. Además, dicha persona tiene que ser consciente de
que va a recaer sobre ella todo el esfuerzo y responsabilidad.
El comienzo del cuidado puede deberse a diferentes causas como puede ser: tras
hospitalización de la persona mayor dependiente; por agravación de una enfermedad
crónica que presente; debido a un accidente asociado a su edad o a sus limitaciones, entre
otras causas.
En tales momentos, en los cuales es difícil asumir la nueva situación, es importante e ideal
la intervención del profesional del Trabajo Social, para ayudar a la persona a tomar
decisiones, a planificar su vida de acuerdo a las nuevas responsabilidades a las que se
enfrenta, intentar ayudarles a ver el aspecto positivo y el negativo de tal situación, a
informarles acerca de los recursos de los que disponen y pueden hacer uso, entre otras.
(Guía para personas cuidadoras: Perfil de la persona cuidadora, 2014)
2.1.5. Cuidador/a formal
En relación con el epígrafe anterior, es necesario, por tanto, señalar que se puede
diferenciar entre cuidador informal y cuidador formal (es decir, cuidados no profesionales
y cuidados profesionales).
Según la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y
Atención a las personas en situación de dependencia, se pueden definir ambos conceptos
como:
Por un lado, se entiende por cuidados no profesionales “la atención prestada a personas
en situación de dependencia en su domicilio, por personas de la familia o de su entorno,
no vinculadas a un servicio de atención profesionalizada”.
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Por otro lado, se entiende por cuidados profesionales “los prestados por una institución
púbica o entidad, con y sin ánimo de lucro, o profesional autónomo entre cuyas
finalidades se encuentre la prestación de servicios a personas en situación de
dependencia, ya sean en su hogar o en un centro”.
Así mismo, Paloma García Santafé, Pedro Ramón Jiménez Segado y Macarena Osorio
Otero hacen una distinción entre cuidados formales y cuidados no formales, entendiendo
por cuidados formales “los recursos y servicios profesionales prestados por entidades
públicas o privadas a personas para completar, en su caso, los apoyos informales. Por
tanto, los llevan a cabo profesionales cuya formación los capacita para responder a las
necesidades específicas de las personas en situación de dependencia”; y por cuidados
informales “el conjunto de atenciones que de forma regular y desinteresada se presta a las
personas en situación de dependencia (en mayor o menor grado) por parte de su medio
social próximo, especialmente el entorno familiar, aunque también puede darse por parte
de otras personas: vecinos, amigos, voluntarios…”. (García Santafé, 2013)
Por otra parte, también Pilar de la Rubia Espejo y Ferran Sánchez Trullàs realizan una
distinción entre cuidador informal y cuidador formal, entendiendo al cuidador informal
como “aquellas personas que forman parte del entorno familiar y colaboran en mayor o
menor medida en la atención al enfermo”, y al cuidador formal como “aquella persona o
personas con una formación adecuada para cuidar al enfermo y que cobran una
remuneración por hacerlo”. (de la Rubia Espejo)
Por tanto, se puede apreciar una clara diferencia entre los cuidadores formales y los
cuidadores informales. Los cuidadores formales serían aquellos que tienen cierta
formación para desempeñar la labor de cuidados, y perciben remuneración por su trabajo;
por el contrario, los cuidadores informales serían aquellos que forman parte, normalmente,
de la familia y que no cuentan con formación para llevar a cabo dichos cuidados de una
persona dependiente, además, realizan dicha labor de forma altruista, sin recibir
remuneración alguna a cambio.
2.1.6. Repercusiones del cuidado en diferentes ámbitos de la vida del/a
cuidador/a
Cuidar de una persona dependiente implica diversas tareas y servicios, además, en
determinados casos, cuidar a la persona dependiente implica cortos periodos de tiempo
17
pero, en otras ocasiones, el tiempo de cuidados se prolonga bastante, llegando incluso a
durar años.
Siguiendo a Crespo López (2008), el cuidador de la persona dependiente, normalmente,
tiene que organizar su vida en función de la persona mayor a la que presta sus cuidados, y
de las necesidades de dicha persona. Todo ello tiene ciertas repercusiones en diferentes
ámbitos de la vida del cuidador. En numerosas ocasiones, los cuidadores experimentan
cierta ambivalencia, por el determinado hecho de creer que están cumpliendo con su deber,
deseo u obligación, pero simultáneamente, están renunciando a otros objetivos personales,
que desearían satisfacer.
La gran mayoría de cuidadores de personas dependientes se enfrentan a diversos problemas
y sufren ciertas repercusiones debido a la constante convivencia con la persona
dependiente, y debido a que los cuidados no son puntuales sino que se prolongan en el
tiempo. (Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucia, 2012)
En relación al tipo de ayuda que prestan dichos cuidadores informales hay que destacar
que, en algunos casos, estos mayores dependientes únicamente necesitan ayuda para tareas
concretas como realizar compras pesadas, tareas del hogar, etc., sin embargo, en otras
ocasiones, hay mayores que necesitan ayuda prácticamente casi para todo, es decir, para la
gran mayoría de las actividades básicas de la vida diaria como serían: comer, levantarse,
asearse, peinarse, ducharse, caminar… Por tanto, se pueden diferenciar tres tipos de ayuda
que serían: tareas domésticas (limpieza del hogar, cocinar, planchar, lavar…), actividades
cotidianas del día a día (salir a pasear, acudir al médico, realizar la compra…) y cuidados
personales (asearse, vestirse, ducharse, peinarse, comer…). Además de todas estas ayudas,
los cuidadores también prestan a la persona dependiente una atención emocional, puesto
que les escuchan, les aconsejan, les hacen compañía en su día a día, se preocupan de su
estado y de que estén bien, entre otros aspectos. .
Cuidar de una persona dependiente es una situación difícil puesto que supone tener que
hacer frente a numerosas tareas, dejando de lado, en ocasiones, determinados objetivos y
propósitos para poder hacer frente de forma adecuada a dichas tareas y cuidados. Si bien es
cierto que, no todos los cuidadores afrontan la situación de la misma manera, esto depende
de su forma de evaluar la situación y de los medios que se encuentren disponibles para su
utilización. Lo cierto es que, la gran mayoría de los cuidadores, cuando hacen frente a la
situación de cuidados de una persona dependiente durante un largo periodo de tiempo,
pueden experimentar una situación de estrés o sobrecarga, debido a que asumen, en
ocasiones, más de lo que ellos mismos pueden.
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Siguiendo a De la Rubia Espejo, dicha situación de estrés o sobrecarga experimentada por
el cuidador pueden tener diversas consecuencias como pueden ser: problemas físicos
(cansancio, pérdida de energía, aumento o disminución del apetito, sensación de deterioro
del estado de salud…), problemas emocionales (mal humor, enfadarse con facilidad,
sentimientos de tristeza, culpa, cambios frecuentes del estado de ánimo, depresión,
dificultades para concretarse, pérdida de memoria, etc.), problemas relacionados con
cambios en la conducta (alteraciones del sueño, consumo de fármacos, alcohol u otras
drogas…), y problemas relacionados con la interacción con los demás (aislamiento,
ausencia de vida social, trata a determinados miembros de la familia o amigos de forma
diferente a como se hacía anteriormente, no prestar interés por determinadas actividades ni
tareas…).
El cuidado constante de una persona dependiente supone, en gran parte, determinadas
consecuencias negativas, no obstante, dicho cuidado también tiene consecuencias
positivas, aunque estas últimas en menor medida. (Rogero García, 2010).
Por tanto, es necesario señalar que, los cuidadores de personas dependientes, ven afectados
diferentes ámbitos de su vida, como consecuencia de dicha situación de cuidado, es decir,
tales circunstancias tienen grandes costes personales para el cuidador. A continuación, se
hace referencia a las principales repercusiones (consecuencias negativas) que tiene el
cuidado de una persona dependiente en la vida del cuidador, siguiendo a Crespo López, de
la Rubia Espejo y Rogero García:
Repercusiones en el ocio y tiempo libre. Satisfacer las necesidades del familiar
dependiente se convierte en la prioridad del cuidador, abandonando así aficiones,
hobbies, relaciones, etc.
Por ejemplo, el cuidador deja de realizar actividades diarias que le son de su agrado
como leer el periódico, visitar a un familiar, tomar café con las amigas, salir a
pasear, hablar por teléfono con seres queridos… Así mismo, también se
desatienden las relaciones puesto que se deja de salir con los amigos, de visitarle,
etc.
Repercusiones en cuanto al ámbito familiar. El cuidador de la persona dependiente
ve afectada su relación con los demás miembros de la familia. En numerosas
ocasiones, los cuidadores en vez de recibir apoyo, ser comprendido, lo que ocurre
es lo contrario, es decir, no son comprendidos por el resto de familiares, se les
culpa con frecuencia…
19
Suelen existir numerosas desavenencias en cuanto a los cuidados que necesita el
mayor, además, las relaciones con su pareja, hijos, sobre todo, se ven muy
afectadas.
Repercusiones profesionales y económicas del cuidado. Cuando el cuidador de la
persona dependiente trabaja fuera de casa, compaginar cuidados y trabajo se
convierte en una situación difícil. En muchas ocasiones, este tipo de cuidadores se
ven obligados a reducir su jornada laboral o incluso a dejar de trabajar, debido a la
imposibilidad de compaginar cuidados y trabajo, sobre todo cuando aumenta la
dependencia del mayor.
Así mismo, la situación económica de los cuidadores empeora, lo cual puede
deberse o bien a la reducción de ingresos por abandono del trabajo, o bien a los
altos costes que supone cuidar de una persona dependiente.
Por tanto, el cuidado de la persona dependiente tiene costes económicos para el
cuidador, tanto costes directos como indirectos. Con los costes directos se hace
referencia a los gastos en bienes y servicios dirigidos al receptor de la ayuda (pago
por ayudas técnicas, medicamentos…), y con los costes indirectos se hace
referencia a la pérdida de ingresos.
Repercusiones en la salud. La salud de los cuidadores de mayores dependientes se
ve deteriorada debido a dichos cuidados. EL cuidador puede verse afectado
físicamente (fracturas, esguinces, lumbagos, hernias…), así como experimentar
cansancio, agotamiento, etc. Además, éstos dejan de realizar determinados
comportamientos saludables, como descansar, dormir lo suficiente, hacer ejercicio,
etc. La falta de apoyo social o familiar es otro de los factores claves en los posibles
impactos negativos en la salud psicológica de los cuidadores.
Repercusiones en el estado de ánimo. El simple hecho del cuidado de un familiar
dependiente, en numerosas ocasiones, repercute en la presencia de un estado de
ánimo triste. Además, una buena parte de cuidadores experimentan determinados
problemas como depresión, ira, falta de concentración, deterioro de la autoestima,
irritabilidad, furia, enfados, disgustos, entre otros.
Se puede observar, como una gran mayoría de los cuidadores de personas
dependientes, se sienten decaídos y sin ganas de nada. Presenta, por lo general, un
bajo estado de ánimo.
No obstante, además, de las repercusiones que tiene el cuidado sobre el cuidador, también,
dicha situación vivida por el cuidador puede afectar a la cobertura de necesidades de la
20
persona en situación de dependencia. (Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucia,
2012).
Por tanto, antes de finalizar este apartado, es necesario señalar que dicho estado y situación
vivida por el cuidador, también afecta, y tiene repercusiones en la persona cuidada,
generándose así, en ocasiones un círculo vicioso de malestar en ambos.
2.2. Marco Legal
De acuerdo con la temática, en este apartado se hace referencia a la normativa y principales
leyes relacionadas con el tema que tienen su aplicación en todo el territorio nacional y
autonómico.
Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención
a las personas en situación de dependencia.
Según el apartado 2 de la Exposición de Motivos de esta Ley, en el que se trata el aspecto
de que hasta ahora ha sido la familia, y principalmente las mujeres las encargadas del
cuidado del familiar dependiente, pero que, con los cambios acontecidos en el último
tiempo es necesario revisar el sistema de atención para cuidar a aquellas personas que lo
necesitan de forma adecuada y sin descuidarlas,
“La atención a este colectivo de población se convierte, pues, en un reto
ineludible para los poderes públicos, que requiere una respuesta firme,
sostenida y adaptada al actual modelo de nuestra sociedad. No hay que
olvidar que, hasta ahora, han sido las familias, y en especial las mujeres, las
que tradicionalmente han asumido el cuidado de las personas dependientes,
constituyendo lo que ha dado en llamarse el «apoyo informal». Los cambios en
el modelo de familia y la incorporación progresiva de casi tres millones de
mujeres, en la última década, al mercado de trabajo introducen nuevos
factores en esta situación que hacen imprescindible una revisión del sistema
tradicional de atención para asegurar una adecuada capacidad de prestación
de cuidados a aquellas personas que los necesitan”.
En el Capítulo II Prestaciones y Catálogo de servicios de atención del Sistema para la
Autonomía y Atención a la Dependencia, y concretamente en la sección 1ª Prestaciones del
21
sistema, se hace referencia a las diferentes prestaciones y servicios existentes para aquellas
personas en situación de dependencia, que requieren de cuidados en su día a día.
Concretamente, el artículo 15 de este segundo capítulo hace referencia al catálogo de
servicios disponible para este colectivo, con el objetivo de promover la autonomía personal
y atención a la dependencia. Así mismo, en su artículo 18 se trata el tema de Prestación
económica para cuidados en el entorno familiar y apoyo a cuidadores no profesionales.
Orden de 5 de Julio de 2013, por la que se convoca para el año 2013, el procedimiento
de evaluación y acreditación de las competencias profesionales adquiridas a través de
la experiencia laboral o de vías no formales de formación para determinadas
unidades de competencia de diversas cualificaciones profesionales, en el ámbito de la
Comunidad Autónoma de Andalucía.
La orden 5 de Julio de 2013 convoca el procedimiento de evaluación y acreditación de las
competencias profesionales adquiridas a través de la experiencia laboral o de vías no
formales de formación para que aquellas personas que lo deseen puedan acreditar sus
competencias, y según esta Orden:
“El procedimiento de acreditación y reconocimiento de la experiencia laboral,
y de vías no formales de formación, persigue que todas aquellas personas con
necesidad de acreditar su cualificación profesional mejoren sus condiciones de
trabajo, o su inserción laboral. Permitiendo la movilidad laboral hacia
sectores emergentes con mayores posibilidades de empleabilidad, lo que
supondrá ventajas para las personas trabajadoras, las empresas y para la
sociedad en general”.
Según la disposición quinta de la Orden de 5 de Julio de 2013, en la que habla acerca de la
información y orientación sobre el procedimiento de acreditación y reconocimiento de
competencias profesionales: “La Junta de Andalucía garantizará un servicio abierto y
permanente que facilite información y orientación sobre la naturaleza y las fases de este
procedimiento, así como el acceso al mismo”.
También, según la disposición sexta de esta Orden de 5 de Julio de 2013, en la que se habla
sobre las fases del procedimiento se indica que “el procedimiento de evaluación y
acreditación de competencias profesionales constará de las siguientes fases: 1)
asesoramiento; 2) evaluación de la competencia profesional; y 3) acreditación y registro
de la competencia profesional”.
22
Real Decreto 1379/2008, de 1 de Agosto, por el que se establecen dos certificados de
profesionalidad de la familia profesional Servicios Socioculturales y a la comunidad
que se incluyen en el Repertorio Nacional de certificados de profesionalidad.
Este RD., establece dos certificados de profesionalidad para las unidades de competencia
relacionadas con los Servicios Socioculturales y a la Comunidad. Así en su artículo 1 se
determina el objeto y ámbito de aplicación de dicho RD:
“Este real decreto tiene por objeto establecer dos certificados de
profesionalidad de la familia profesional de Servicios socioculturales y a la
comunidad que se incluyen en el Repertorio Nacional de certificados de
profesionalidad, regulado por el Real Decreto 34/2008, de 18 de enero, por el
que se regulan los certificados de profesionalidad”.
Según el artículo 2 de este mismo RD., en el que se comenta acerca de los certificados de
profesionalidad que se establecen,
“los certificados de profesionalidad que se establecen corresponden a la
familia profesional de Servicios socioculturales y a la comunidad, cuyas
especificaciones se describen en: anexo I Atención sociosanitaria a personas
en el domicilio-nivel 2, y anexo II Atención sociosanitaria a personas
dependientes en instituciones sociales- nivel 2”.
Real Decreto 1224/2009, de 17 de julio, de reconocimiento de las competencias
profesionales adquiridas por experiencia laboral. Procedimiento de evaluación y
acreditación de las competencias profesionales adquiridas a través de la experiencia
laboral o de vías no formales de formación.
En Julio del 2009, se aprobó por parte del Consejo de Ministro, un Real Decreto a través
del cual se establecía el procedimiento y los requisitos necesarios para la evaluación y
acreditación de las competencias profesionales adquiridas a través de la experiencia laboral
o de vías no formales de formación. (Ministerio de Educación. Ministerio de Trabajo e
Inmigración)
Dicho Real Decreto conlleva la realización de convocatorias para acreditar determinadas
competencias profesionales, por aquellas personas que así lo deseen.
23
El procedimiento de evaluación y acreditación de competencias profesionales adquiridas a
través de la experiencia laboral o de vías no formales de formación es un conjunto de
actuaciones dirigidas a que se reconozcan y acrediten las competencias profesionales que
una persona ha adquirido bien a través de su experiencia laboral, o bien, a través de vías
no formales de formación. Dicho procedimiento es totalmente gratuito. (Comisiones
Obreras de Andalucia. CCOO, 2013).
Siguiendo los estudios realizados por el Ministerio de Educación, Trabajo e Inmigración, y
por Comisiones Obreras de Andalucía, con respecto a los requisitos para poder participar
en el procedimiento se puede señalar que éstos son los siguientes: por un lado, tener la
nacionalidad española, certificado de residente comunitario, la tarjeta de familiar de
ciudadano/a de la Unión Europea o ser titular de una autorización de residencia o de
residencia y trabajo en nuestro país; otro de los requisitos necesario es que se debe de tener
bien o formación, o experiencia laboral o bien, conjuntamente formación y experiencia
laboral; y por último, otro de los requisitos necesarios para poder participar en dicho
procedimiento es el requisito referente a la edad, según el cual es necesario tener 18 años
para presentarse al nivel I y 20 para los niveles II y III.
No obstante, hay que ser conscientes de que cualquier persona que presente ya un título de
formación profesional o un certificado de profesionalidad que incluya la unidad de
competencia que se desea acreditar, o bien este realizando cursos referentes a la obtención
de los mismos, no podrá participar en dicha convocatoria del procedimiento.
Previamente a la participación en dicho procedimiento, es aconsejable que cada candidato
rellene los cuestionarios de autoevaluación, los cuales son instrumentos que pueden
ayudar a la persona a conocer si cuenta y domina las unidades de competencia para las que
solicita la acreditación.
Por tanto, dichos cuestionarios de autoevaluación permitirán a los candidatos conocer e
identificar si reúnen o no los conocimientos y las capacidades que se exigen para las
unidades de competencia que desean acreditar.
Cada candidato que desee y decida participar en el procedimiento de acreditación y cumpla
con los requisitos necesarios, deberá de presentar la solicitud de inscripción, la cual puede
presentarse en las delegaciones territoriales de educación, cultura y deporte, en las oficinas
de correo, o de forma electrónica.
Posteriormente, el Instituto Andaluz de Cualificaciones Profesionales publicará un listado
provisional con los candidatos seleccionados para participar en la convocatoria del
procedimiento. Dichos candidatos deberán de entregar el anexo correspondiente a la
24
cualificación o cualificaciones que desea que se le reconozcan y acrediten junto con la
documentación necesaria, la cual es la siguiente: DNI o en su caso, las personas
extranjeras, el certificado de residente comunitario, la tarjeta de familiar de ciudadano de la
Unión Europea o la autorización de residencia o residencia y trabajo en España en vigor;
currículum vitae; si es el caso de un trabajador asalariado, éste deberá de presentar un
certificado de la Tesorería General de la Seguridad Social, en el cual conste la empresa, la
categoría profesional y el periodo de contratación; en el caso de que el candidato sea un
trabajador autónomo, deberá de presentar un certificado de la Tesorería General de la
Seguridad Social en el que se reflejen los periodos de alta en la Seguridad Social en su
régimen especial correspondiente, así como una descripción de la actividades que realiza y
el intervalo de tiempo en el que se ha llevado a cabo; y por último, en el caso de que el
candidato sea un trabajador voluntario o becario, deberá de presentar un certificado de la
organización donde lleva a cabo su labor, y en el cual se reflejen las actividades y las
funciones que realiza, así como el año y el número de horas dedicadas.
Toda esta documentación es revisada por el Instituto Andaluz de Cualificaciones
Profesionales, y una vez que finaliza el plazo de presentar documentación, se vuelve a
emitir una lista definitiva con los candidatos admitidos para participar en el procedimiento.
Dichos candidatos podrán participar, a partir de este momento, en el procedimiento,
pasando por las diferentes fases de las que éste consta. Dichas fases serían las siguientes:
fase de asesoramiento, fase de evaluación y fase de acreditación de la competencia
profesional.
- La fase de asesoramiento consiste en que un asesor/a acompaña y aconseja al
candidato/a para preparar la documentación necesaria para la siguiente fase de
evaluación. Además, en esta fase, el asesor, de acuerdo a los datos recopilados,
realiza un informe, el cual puede ser negativo o positivo.
- La fase de evaluación consiste en demostrar las competencias profesionales para
las que se ha solicitado la acreditación. Se utilizaran los métodos y técnicas más
apropiados según las características del candidato y unidades de competencia que
éste haya solicitado para su acreditación.
En esta fase de evaluación, la comisión encargada de evaluar, analizará el informe
del asesor y la documentación presentada por la persona candidata, así como
también, podrá solicitar nueva documentación si el caso lo requiere.
25
- Y en la última fase del procedimiento, es decir, la fase de acreditación de la
competencia profesional se remitirá una acreditación de cada una de las
competencias profesionales que se hayan superado.
Al finalizar el procedimiento, la persona podrá obtener un título de formación profesional,
un certificado de profesionalidad, o alguna de las unidades de competencia que constan en
el titulo o certificado. En el caso de no obtener el título o el certificado, se le informará
acerca de la formación complementaria que tiene que cursar para obtener el título de
Formación Profesional o el Certificado de Profesionalidad.
3. Objetivos
Para la realización de este trabajo, se establecen una serie de objetivos, tanto objetivo
general como objetivos específicos. Estos objetivos son detallados a continuación.
3.1. Objetivo general
El objetivo general sería conocer si los/as cuidadores/as informales han alcanzado el nivel
de profesionalización. Es decir, conocer si a través de su práctica laboral han adquirido el
nivel de profesionalización requerido.
3.2. Objetivos específicos
Los objetivos específicos de este trabajo estarán enfocados a concretar dicho objetivo
general. Siendo estos objetivos específicos:
a. Investigar acerca de aspectos básicos relacionados con el tema como es el concepto
de persona dependiente, persona cuidadora, dependencia, discapacidad, deficiencia
y minusvalía, etc.
b. Conocer el papel que desempeña el/la cuidador/a informal en relación con el
cuidado de personas dependientes, así como, conocer sobre aquellos ámbitos de su
vida que pueden verse afectados debido a la asunción de tal responsabilidad.
c. Investigar acerca de las principales diferencias existentes entre cuidador/a informal
y cuidador/a formal, es decir, entre cuidados no profesionales y cuidados
profesionales.
26
d. A través de diferentes cuestionarios realizados a cuidadoras informales de la
provincia de Jaén, estudiar si dichas cuidadoras cuentan con los requisitos
mínimos/conocimientos y capacidades mínimos para participar en el procedimiento
de acreditación de competencias o, si por el contrario, precisarían de más formación
o más experiencia para la participación en el mismo.
4. Metodología
Para la consecución de los objetivos establecidos se va a seguir el siguiente procedimiento.
En primer lugar, se ha realizado una revisión bibliográfica acerca de los aspectos más
importantes en relación con las cuidadoras informales, persona dependiente, repercusiones
del cuidado en diferentes ámbitos de la vida del/a cuidador/a y, en relación, con el
procedimiento de acreditación de competencias profesionales, entre otros. En segundo
lugar, se plantea la realización de una investigación empírica, en la que se utilizará como
técnica de exploración el cuestionario, eligiendo para ello el modelo diseñado por el
Instituto Nacional de las Cualificaciones del Ministerio de Educación.
Los cuestionarios miden en una escala de 1 a 4 las distintas realizaciones profesionales de
la Cualificación Profesional del/a cuidador/a, siendo 1 “no sé hacerlo”, 2 “lo puedo hacer
con ayuda”, 3 “lo puedo hacer sin necesitar ayuda”, y 4 “lo puedo hacer sin necesitar
ayuda, e incluso podría formar a otro trabajador o trabajadora”, para cada una de las
Actividades Profesionales Secundarias (APS) que componen las Actividad Profesional
Principal (APP), en los diferentes cuestionarios.
Se va a llevar a cabo una metodología cualitativa y cuantitativa para tratar los resultados
obtenidos y así poder analizar y comprender los diferentes aspectos relevantes a la labor
del/a cuidador/a informal en relación con el cuidado de la persona dependiente.
La población objeto de estudio está formada por una muestra elegida al azar de once
mujeres cuidadoras informales de la provincia de Jaén, y que reúnen las condiciones
siguientes: tienen entre siete y ocho años de experiencia en dicha labor de cuidador de
personas dependientes desde la entrada en vigor de la Ley de Dependencia; dichas
cuidadoras dedican su labor, única y exclusivamente al cuidado de sus progenitores
dependientes, todos diagnosticados con un Grado y Nivel de dependencia por la Consejería
de Salud, Igualdad y Política Social.
27
Para llevar a cabo la investigación, en principio se contacta con cada una de las cuidadoras
informales que van a participar en dicho estudio para acordar la fecha y hora para la
realización de los cuestionarios. Dichos cuestionarios se realizarán de forma presencial e
individualmente y en sus domicilios. El tiempo estimado para la realización de los
cuestionarios es aproximadamente de 45 minutos, puesto que son tres cuestionarios los que
hay que realizar.
Tras realizar todos los cuestionarios, se llevará a cabo un estudio y análisis comparativo
con el fin de comprobar si se consigue abordar los objetivos de la investigación y llegar a
conclusiones que aporten valor al estudio. Se parte de la hipótesis de que las participantes
reúnen los requisitos para poder participar en el procedimiento de acreditación de
competencias profesionales adquiridas a través de la experiencia laboral o de vías no
formales de formación, y con el análisis de los resultados se podrá comprobar aquellas
actividades relacionadas con el cuidado de la persona dependiente, recogidas en dichos
cuestionarios, que pueden ser llevadas a cabo de forma independiente, sin necesitar ayuda
de otros, y aquellas otras que se llevan a cabo pero con la ayuda de terceros.
5. Plan de trabajo
Para poder realizar de forma adecuada este trabajo de investigación ha sido necesario
establecer un plan de trabajo, el cual se recoge detalladamente en el siguiente cronograma.
ACTIVIDADES Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio
Reuniones con la tutora para decidir el
tema de investigación.
Revisiones bibliográficas. Selección de
los posibles participantes en el estudio.
Solicitud de permisos y autorizaciones.
Recogida de información. Realización de
los cuestionarios.
28
Redacción del trabajo y preparación para
la defensa del mismo.
Defensa del Trabajo Fin de Grado (TFG).
6. Resultados
Como se ha indicado en el apartado de la metodología, se han realizado tres tipos de
cuestionarios a diferentes cuidadoras informales de la provincia de Jaén. De tales
cuestionarios se han podido obtener ciertos resultados en relación con cada una de las APP
(Actividad Profesional Principal), las cuales se compone de varias APS (Actividades
Profesionales Secundarias). A continuación, se reflejan en gráficos los resultados obtenidos
en cada APP de las diferentes APP que compone cada uno de los tres cuestionarios.
En primer lugar, nos centramos en reflejar los resultados obtenidos en las APPS de la
Unidad de Competencia 249, “UC0249_2: Desarrollar intervenciones de atención
física domiciliaria dirigidas a personas con necesidades de atención socio sanitaria”.
A continuación, se nombran en la Tabla II cada una de las APP y se reflejan en gráficos los
resultados obtenidos en cada una de las cinco APP que componen este primer cuestionario.
TABLA II. APPS de la Unidad de Competencia “UC0249_2
APP1 Informar al usuario o usuaria y/o cuidador o cuidadora no profesional sobre las
actividades de la vida diaria (AVD) referentes al autocuidado, administración de
alimentos y ayudas técnicas, en función de la situación personal y necesidades
recogidas en el plan de cuidados personalizado.
APP2 Preparar y ayudar al usuario o usuaria en las actividades básicas de la vida diaria
(ABVD), considerando el plan de cuidados personalizados y siguiendo los
procedimientos recomendados.
APP3 Preparar y administrar los medicamentos por vía oral, rectal o tópica, además de
los tratamientos locales de frío y calor siguiendo las pautas de la prescripción, así
como favorecer su participación.
APP4 Aplicar primeros auxilios ante urgencia vital del usuario o usuaria siguiendo los
protocolos establecidos, solicitando el apoyo especializado, y comunicando
incidencias a quien proceda.
29
1,52% 13,64%
81,82%
3,03%
1
2
3
4
12,12%
86,36%
1,52%
1
2
3
4
11,69%
87,01%
1,30%
1
2
3
4
28,79%
68,18%
3,03%
1
2
3
4
14,55%
81,82%
3,64%
1
2
3
4
APP5 Informar y registrar las actividades de atención física domiciliaria al usuario o
usuaria así como las incidencias acaecidas, trasmitiéndolas al personal designado. Fuente: Elaboración propia
Gráfico 1. APP1 del Cuestionario UC0249_2 Gráfico 2. APP2 del Cuestionario UC0249_2
Gráfico 3. APP3 del Cuestionario UC0249_2 Gráfico 4. APP4 del Cuestionario UC0249_2
Gráfico 5. APP5 del Cuestionario UC0249_2
Como se puede observar en los gráficos representativos de las APPS del primer
cuestionario, la mayoría de las participantes en el estudio afirman que pueden realizar las
diferentes actividades sin necesitar ayuda, salvo ciertas excepciones. Aproximadamente la
mitad de las participantes afirman necesitar ayuda para llevar a cabo algunas actividades
como son: efectuar las movilizaciones de traslado, deambulación y mantenimiento físico
según las necesidades del usuario o usuaria y el protocolo establecido; tomar las constantes
30
vitales del usuario o usuaria aplicando las técnicas y materiales requeridos; poner en
marcha los mecanismos de actuación previstos según la urgencia vital; y, ayuda para
administrar los medicamentos por vía oral, rectal o tópica y, en caso necesario, tratar con
aerosoles u oxígeno, según los protocolos de actuación.
En segundo lugar, nos centramos en reflejar los resultados obtenidos en las APPS de
la Unidad de Competencia 250, “UC0250_2: Desarrollar intervenciones de atención
psicosocial domiciliaria dirigidas a personas con necesidades de atención socio
sanitaria”.
A continuación se recogen en la Tabla III las diferentes APP que componen este segundo
cuestionario y, en gráficos, se reflejan claramente los resultados obtenidos en cada una de
ellas.
TABLA III.: APPS de la Unidad de Competencia “UC0250_2
APP1 Preparar y mantener el espacio y mobiliario domiciliario incluyendo los elementos
comunicativos necesarios, orientando al usuario o usuaria y/o cuidador o cuidadora
no profesional sobre su uso para mejorar su autonomía, comunicación y
convivencia.
APP2 Acompañar al usuario o usuaria en la realización de gestiones para su
desenvolvimiento diario y en el acceso a servicios y recursos comunitarios en
función de sus requerimientos.
APP3 Acompañar al usuario o usuaria en la realización de actividades de estimulación
física, cognitiva, relacional y ocio, en función de sus requerimientos.
APP4 Orientar informando a la familia y/o cuidadores o cuidadoras no profesionales
sobre gestiones y procedimientos de intervención que favorecen la autonomía,
comunicación y relaciones sociales del usuario o usuaria, detectando situaciones
potenciales de deterioro.
APP5 Establecer vínculos de participación con la familia, sensibilizándola en la cobertura
de las necesidades básicas del usuario o usuaria para mejorar su calidad de vida.
APP6 Registrar las actuaciones e incidencias relacionadas con la atención psicosocial del
usuario o usuaria y la familia en domicilio para su transmisión al equipo
multidisciplinar. Fuente: Elaboración propia
31
4,55%
88,64%
6,82%
1
2
3
4
10,61%
80,30%
9,09%
1
2
3
4
18,18%
72,73%
9,09%
1
2
3
4
1,82% 10,91%
78,18%
9,09%
1
2
3
4
9,09%
81,82%
9,09%
1
2
3
4
10,23%
80,68%
9,09%
1
2
3
4
Gráfico 6. APP1 del Cuestionario UC0250_2 Gráfico 7. APP2 del Cuestionario UC0250_2
Gráfico 8. APP3 del Cuestionario UC0250_2 Gráfico 9. APP4 del Cuestionario UC0250_2
Gráfico 10. APP5 del Cuestionario UC0250_2 Gráfico 11. APP6 del Cuestionario UC0250_2
Como se refleja claramente en los gráficos insertados sobre estas líneas, la mayoría de las
participantes en el estudio responden que pueden llevar a cabo las diferentes APS que
componen las APP de forma autónoma, sin necesitar ayuda. Si bien, es cierto que, existen
excepciones, como es el caso de que las participantes de mayor edad responden que
necesitan ayuda para llevar a cabo algunas actividades como son: determinar las
necesidades, gestiones personales y relacionales a partir de la información facilitada por el
usuario/a, los cuidadores/as no profesionales y/o el equipo multidisciplinar; adecuar los
32
recursos comunicativos empleados a las necesidades del usuario/a, siguiendo el plan de
intervención previamente establecido; utilizar sistemas alternativos de comunicación
(SAC) para mejorar las necesidades comunicativas y relacionales del usuario/a; informar a
los cuidadores/as no profesionales sobre el uso de dichos SAC para favorecer la
comunicación del usuario/a; informar al usuario/a sobre el desarrollo de actividades
necesarias para dar respuestas a sus necesidades, comprobando la compresión del mensaje;
registrar las necesidades específicas de comunicación del usuario/a transmitiéndolas al
personal designado; o ayuda para transmitir resultados e incidencias surgidas durante la
realización de las gestiones para la resolución de asuntos personales.
Sin embargo, suscita el interés que, por el contrario, otra de las participantes en dicho
estudio afirmar no necesitar ayuda e incluso poder formar a otro trabajador/a en relación
con las actividades mencionadas. Por tanto, se puede comprobar como la edad es un factor
muy importante y repercute en las situaciones de cuidado de una persona dependiente.
Por último, se reflejan los resultados obtenidos en las APPS de la Unidad de
Competencia 251, “UC0251_2: Desarrollar las actividades relacionadas con la gestión
y funcionamiento de la unidad convivencial”.
Bajo estas líneas se recogen las diferentes APP que componen este último cuestionario y,
los resultados obtenidos en cada una de ellas.
TABLA IV.: APPS de la Unidad de Competencia “UC0251_2
APP1 Determinar el plan de actuación en el domicilio a partir del plan de cuidados
personalizado y las características de la unidad convivencial.
APP2 Comprobar las existencias y estado de los alimentos, productos de limpieza e
higiene, realizando la reposición en función del presupuesto, almacenamiento y
conservación de los mismos.
APP3 Hacer menús y elaboraciones culinarias según las necesidades nutricionales del
usuario o usuaria, cumpliendo la normativa relativa a manipulación y tratamiento
de los alimentos.
APP4 Efectuar las actividades diarias de limpieza del domicilio y cuidar la ropa del
usuario o usuaria, fomentando hábitos higiénicos y el reciclaje selectivo de los
desperdicios generados en el hogar.
APP5 Organizar el mobiliario, así como los dispositivos presentes en el domicilio del
usuario o usuaria tales como: seguridad domiciliaria, ayudas técnicas y
electrodomésticos, utilizándolos de forma correcta y comunicando a quien
corresponda las irregularidades o deficiencias que se presenten.
APP6 Fomentar la participación del usuario o usuaria en las actividades de la vida diaria,
promoviendo su autonomía, desarrollo personal y social en función de sus
33
10,91%
89,09%
1
2
3
4
3,64%
90,91%
5,45%
1
2
3
4
97,73%
2,27%
1
2
3
4 92,73%
7,27%
1
2
3
4
7,44%
85,12%
7,44%
1
2
3
4
3,64%
87,27%
9,09%
1
2
3
4
capacidades.
Fuente: Elaboración propia
Gráfico 12. APP1 del Cuestionario UC0251_2 Gráfico 13. APP2 del Cuestionario UC0251_2
Gráfico 14. APP3 del Cuestionario UC0251_2 Gráfico 15. APP4 del Cuestionario UC0251_2
Gráfico 16. APP5 del Cuestionario UC0251_2 Gráfico 17. APP6 del Cuestionario UC0251_2
34
Como se puede observar en los gráficos referentes a las APPS de este tercer cuestionario,
la mayoría de las participantes en el estudio afirman poder realizar la mayoría de las
actividades sin necesitar ayuda. Sin embargo, es necesario señalar que, como se puede
observar, un pequeño porcentaje de dichas participantes afirman necesitar ayuda para
algunas actividades, siendo estas: efectuar pequeñas reparaciones y sustituciones
elementales para mantener la habitabilidad de la vivienda, contemplando las normas de
seguridad; confeccionar, cuando sea necesario, el presupuesto de la unidad convivencial,
teniendo en cuenta los aspectos básicos como necesidades y prioridades del usuario/a,
ingresos, entre otros; revisar periódicamente el funcionamiento de los sistemas de alarma;
garantizar la correcta utilización de los sistemas de alarma, tele- alarma, telefonía móvil y
tele-asistencia, informando sobre su forma de utilización al usuario/a y/o cuidadores o
cuidadoras no profesionales, entre algunas otras actividades.
Por otra parte, se puede observar como un considerable porcentaje de las participantes
afirma no necesitar ayuda e incluso poder formar a otro trabajador o trabajadora en
relación con las actividades que componen la APP2, la APP5 y la APP6.
Por último y, antes de finalizar este apartado, es importante señalar que las participantes en
este estudio cumplen con los requisitos mínimos para poder participar en el procedimiento
de acreditación de competencias profesionales adquiridas a través de la experiencia laboral
o de vías no formales de formación, puesto que todas ellas son españolas, cuentan con
estudios básicos y experiencia laboral, y tienen más de 20 años.
7. Conclusiones
Cada vez, es mayor el número de personas mayores y dependientes en nuestro país, las
cuales necesitan ayuda y apoyo para llevar a cabo las actividades básicas de la vida diaria.
Normalmente, esta labor de cuidados es asumida por las mujeres, convirtiéndose la tarea
del cuidado en una tarea femenina. Este hecho se debe en parte a que desde siempre se ha
inducido el conocimiento de que las mujeres están mejor preparadas que los hombres para
llevar a cabo la tarea de cuidados, así como, también, debido a los roles asignados a las
mujeres y a los hombres, por el simple hecho de haber nacido hombre o mujer.
Así mismo, también es destacable que dichos cuidados, además de ser proporcionados por
una mujer, normalmente, son proporcionados por un familiar de la persona dependiente,
convirtiéndose así dicha tarea en una tarea de cuidados informales. Por tanto, entre la
35
persona cuidadora y la persona que recibe los cuidados suele existir una relación de
afectividad.
Dicha tarea prestada por el miembro familiar suele ser no remunerada, altruista. Además,
la atención y los cuidados prestados a la persona dependiente no suelen ser puntuales, sino
que, al contrario, suelen prolongarse en el tiempo.
Por tanto, se aprecia una clara distinción entre los cuidadores informales y los cuidadores
formales, puesto que, los cuidadores informales serían aquellos que forman parte,
normalmente, de la familia y que no cuentan con formación para llevar a cabo la tarea de
los cuidados, además, como se ha indicado, realizan dicha labor de forma altruista, sin
recibir ningún tipo de remuneración; sin embargo, los cuidadores formales serían aquellos
que cuentan con formación para desempeñar la labor de cuidados dirigidos a la persona
dependiente y, además, reciben una remuneración por el trabajo que realizan.
Por su parte, el cuidador informal dedica la mayor parte de su tiempo al cuidado de la
persona dependiente, convirtiéndose así en un cuidador principal. Dicho cuidador, en
ocasiones, recibe ayuda y cuenta con el apoyo de otros miembros familiares pero, en la
mayoría de los casos, el cuidador principal no cuenta con tal apoyo ni ayuda.
Como se ha indicado, por regla general, son las mujeres las encargadas de tales cuidados.
Los hombres, por su parte, solo se encargan de dichos cuidados cuando no hay en la
familia una mujer que se pueda hacer cargo de ello. Además, cuando los hombres asumen
tal responsabilidad suelen recurrir, por lo general, a la ayuda de sus esposas para llevar a
cabo la tarea de cuidados.
Por tanto, habitualmente, la persona cuidadora suele tener en torno a unos 52 años, estar
casada, con estudios primarios, y sin una ocupación remunerada, aunque hay excepciones,
en las que las cuidadoras tienen un trabajo remunerado y compatibilizan cuidados con
trabajo.
Dichos cuidadores informales de personas dependientes asumen gran cantidad de tareas,
llegando incluso, en ocasiones, a asumir más de lo que su capacidad les permite,
enfrentándose así a situaciones de estrés o sobrecarga.
El cuidar de una persona dependiente genera diferentes repercusiones en distintos ámbitos
de la vida del cuidador: repercusiones en cuanto al ámbito familiar, repercusiones
económicas y en el ámbito laboral, ven disminuido su ocio y tiempo libre, consecuencias
negativas para su salud, y repercusiones en cuanto a su estado de ánimo. Tal situación
vivida por el cuidador puede afectar a la persona que recibe los cuidados, generándose un
círculo vicioso de malestar en ambos.
36
Es necesario ser conscientes de que además de sufrir tales repercusiones, normalmente, la
labor que desempeñan los cuidadores informales no es reconocida ni valorada. De ahí la
importancia de dar a conocer el procedimiento de acreditación de competencias
profesionales adquiridas a través de la experiencia laboral o de vías no formales de
formación, para que su labor pueda ser reconocida. (Real Decreto 1224/2009, de 17 de
Julio, de reconocimiento de las competencias profesionales adquiridas por experiencia
laboral).
Dicho procedimiento de evaluación y acreditación de competencias profesionales
adquiridas a través de la experiencia laboral o de vías no formales de formación consiste en
un conjunto de actuaciones que da la posibilidad de que se reconozcan y acrediten las
unidades de competencia profesional que cualquier persona ha adquirido a través de su
experiencia laboral, o bien a través de vías no formales de formación. Al finalizar tal
procedimiento, los candidatos que han participado en el mismo pueden obtener un título de
formación profesional, un certificado de profesionalidad o alguna de las unidades de
competencia que constan en dicho título o certificado.
En concreto, las participantes en este estudio cumplen con los requisitos para poder
participar en el procedimiento de acreditación de competencias profesionales adquiridas a
través de la experiencia laboral o de vías no formales de formación. Además, se observa
que un elevado porcentaje de las participantes afirman poder realizar las diferentes
actividades por sí solas, sin necesitar ayuda. No obstante y, como en todos los casos, hay
excepciones, puesto que algunas de las participantes afirman necesitar ayuda para la
realización de algunas APS (Actividad Profesional Secundaria) que componen las APP
(Actividad Profesional Principal), como se refleja claramente en los gráficos del apartado
anterior.
En definitiva, y tras analizar los resultados obtenidos, se puede observar como dichas
participantes demuestran que cuentan con las competencias relacionadas con el cuidado de
personas dependientes en el domicilio, y, por tanto, podrían acreditar su labor y obtener un
reconocimiento profesional.
37
8. Grado de innovación, relevancia para el Trabajo Social
Para el desarrollo de este trabajo de investigación han sido fundamentales dos de las
asignaturas impartidas en el Grado de Trabajo Social como son: Discapacidad, Mayores y
Dependencia, y Trabajo Social y Mujer, por tener relación con la temática elegida para el
desarrollo de este trabajo.
No obstante, además de las asignaturas citadas sobre estas líneas, también han sido
esenciales otras asignaturas impartidas en el Grado como son: Introducción al Trabajo
Social; Técnicas de Trabajo Social; Salud, Dependencia y Vulnerabilidad Social; e
Investigación, Diagnóstico y Evaluación en Trabajo Social. Todas ellas han servido de
gran ayuda a la hora de desarrollar y llevar a cabo dicho trabajo de investigación, puesto
que a través de las mismas se han adquirido diversos conocimientos que se han podido
poner en práctica a la hora de realizar este trabajo.
La perspectiva de este trabajo de investigación en relación con el Trabajo Social se basa en
intentar observar la realidad social de las personas que se encuentra en una situación de
dependencia, así como poner en prácticas el cuestionario, y las competencias que ello
conlleva.
Además, con este trabajo de investigación, se trata de aportar y dar a conocer cómo afecta
la situación de dependencia a las personas mayores de mi municipio y a sus familiares más
cercanos. Además, se trata de dar a conocer la problemática existente con respecto a la
verdadera realidad de un colectivo tan importante como es el de los cuidadores informales
de personas dependientes, los cuales llevan a cabo una tarea muy importante. Se trata de
poner de manifiesto las necesidades relacionadas con la autorrealización personal de este
colectivo en cuanto al tema de profesionalización de su trabajo, seguridad, protección,
entre otros aspectos.
38
9. Referencias bibliográficas
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al%2Fpdf%2F2%2Fdossier_acreditat.pdf&ei=NuOCU7qwHaeZ0QXH6ICwCw&u
sg=AFQjCNEMLCCa2cRYhbVmXlsZJIURDmjvpQ
Orden de 5 de Julio de 2013, por la que se convoca para el año 2013, el procedimiento de
evaluación y acreditación de las competencias profesionales adquiridas a través de
la experiencia laboral o de vías no formales de formación para determinadas
unidades de competencia de diversas cualificaciones profesionales, en el ámbito de
la Comunidad Autónoma de Andalucía.
Real Decreto 1379/2008, de 1 de Agosto, por el que se establecen dos certificados de
profesionalidad de la familia profesional Servicios Socioculturales y a la
comunidad que se incluyen en el Repertorio Nacional de certificados de
profesionalidad.
Real Decreto 1224/2009, de 17 de julio, de reconocimiento de las competencias
profesionales adquiridas por experiencia laboral.
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Atencion_al_Cuidador.pdf&ei=gLWBU9yONszM0AXTiYHwBw&usg=AFQjCN
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2F1%2Fdiscapacidad%2520y%2520dependencia%2520Andaluc%25C3%25ADa.p
df&ei=wy6IU_OgMcLG0QXJ-4H4Cg&usg=AFQjCNHcw8WEdmV9ghf9
Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a
las personas en situación de dependencia.
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mayores dependientes: desarrollo y evaluación de la eficacia de un programa.
Tesis doctoral. Universidad Complutense de Madrid.
Ministerio de educación, política social y deporte. (Octubre de 2008). Cuidadoras y
cuidadores: el efecto del género en el cuidado no profesional de los mayores.
Perfiles y tendencias, 2,3.
Ministerio de Educación. Ministerio de Trabajo e Inmigración. (s.f.). Dossier de prensa
Acreditación de competencias profesionales. Recuperado el 15 de Mayo de 2014,
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d=0CC4QFjAA&url=http%3A%2F%2Fwww.educacion.gob.es%2Feduca%2Fincu
al%2Fpdf%2F2%2Fdossier_acreditat.pdf&ei=NuOCU7qwHaeZ0QXH6ICwCw&u
sg=AFQjCNEMLCCa2cRYhbVmXlsZJIURDmjvpQ
Orden de 5 de Julio de 2013, por la que se convoca para el año 2013, el procedimiento de
evaluación y acreditación de las competencias profesionales adquiridas a través de
43
la experiencia laboral o de vías no formales de formación para determinadas
unidades de competencia de diversas cualificaciones profesionales, en el ámbito de
la Comunidad Autónoma de Andalucía.
Real Decreto 1379/2008, de 1 de Agosto, por el que se establecen dos certificados de
profesionalidad de la familia profesional Servicios Socioculturales y a la
comunidad que se incluyen en el Repertorio Nacional de certificados de
profesionalidad.
Real Decreto 1224/2009, de 17 de julio, de reconocimiento de las competencias
profesionales adquiridas por experiencia laboral.
Rivera, J. (2001). Redes familiares en el cuidado del anciano con demencia. Análisis
evolutivo de un estudio poblacional. Madrid: Consejo Económico y Social.
Rodríguez, G. y Codorniz, J. (2002). Modelos de Atención Sociosanitaria. Una
aproximación a los costes de la dependencia. Madrid: Ministerio de Trabajo y
Asuntos Sociales.
Rogero García, J. (2010). Los tiempos del cuidado. Impacto de la dependencia de los
mayores en la vida cotidiana de sus cuidadores. Madrid: Instituto de Mayores y
Servicios Sociales (IMSERSO).
Tobío, C. A. (2010). El cuidado de las personas. Un reto para el siglo XXI. Colección
Estudios Sociales, 121.
Tresserra, A. (2008). Un cuidador, dos vidas. Programa de atención a la dependencia.
Barcelona: Fundación “la Caixa”.
44
11. Anexos
I. “UC0249_2: Desarrollar intervenciones de atención física domiciliaria dirigidas a
personas con necesidades de atención socio sanitaria”.
II. “UC0250_2: Desarrollar intervenciones de atención psicosocial domiciliaria
dirigidas a personas con necesidades de atención socio sanitaria”.
III. “UC0251_2: Desarrollar las actividades relacionadas con la gestión y
funcionamiento de la unidad convivencial”.
MINISTERIO DE EDUCACIÓN
SECRETARÍA DE ESTADO DE EDUCACIÓN Y FORMACIÓN PROFESIONAL DIRECCIÓN GENERAL DE FORMACIÓN PROFESIONAL INSTITUTO NACIONAL DE LAS CUALIFICACIONES
UC0249_2 Hoja 1 de 5
PROCEDIMIENTO DE EVALUACIÓN Y ACREDITACIÓN DE LAS
COMPETENCIAS PROFESIONALES
CUESTIONARIO DE AUTOEVALUACIÓN PARA LAS TRABAJADORAS Y TRABAJADORES
UNIDAD DE COMPETENCIA “UC0249_2: Desarrollar intervenciones de atención física
domiciliaria dirigidas a personas con necesidades de atención sociosanitaria”
LEA ATENTAMENTE LAS INSTRUCCIONES
Conteste a este cuestionario de FORMA SINCERA. La información recogida en él tiene CARÁCTER RESERVADO, al estar protegida por lo dispuesto en la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de protección de datos de carácter personal. Su resultado servirá solamente para ayudarle, ORIENTÁNDOLE en qué medida posee la competencia profesional de la “UC0249_2: Desarrollar intervenciones de atención física domiliciaria dirigidas a personas con necesidades de atención sociosanitaria”. No se preocupe, con independencia del resultado de esta autoevaluación, Ud. TIENE DERECHO A PARTICIPAR EN EL PROCEDIMIENTO DE EVALUACIÓN, siempre que cumpla los requisitos de la convocatoria.
Nombre y apellidos del trabajador/a: NIF:
Firma:
Nombre y apellidos del asesor/a: NIF:
Firma:
CUALIFICACIÓN PROFESIONAL: ATENCIÓN SOCIOSANITARIA A PERSONAS EN EL DOMICILIO Código: SSC089_2 NIVEL: 2
UC0249_2 Hoja 2 de 5
INSTRUCCIONES CUMPLIMENTACIÓN DEL CUESTIONARIO: Cada actividad profesional principal (APP) se compone de varias actividades profesionales secundarias (APS). Lea atentamente cada APP y a continuación sus APS. En cada APS marque con una cruz el indicador de autoevaluación que considere más ajustado a su grado de dominio de las APS. Dichos indicadores son los siguientes:
1. No sé hacerlo. 2. Lo puedo hacer con ayuda 3. Lo puedo hacer sin necesitar ayuda 4. Lo puedo hacer sin necesitar ayuda, e incluso podría formar a otro trabajador o
trabajadora.
APP1: Informar al usuario o usuaria y/o cuidador o cuidadora no profesional sobre las actividades de la vida diaria (AVD) referentes al autocuidado, administración de alimentos y ayudas técnicas, en función de la situación personal y necesidades recogidas en el plan de cuidados personalizado.
INDICADORES DE AUTOEVALUACIÓN
1 2 3 4
APS1.1: Informar al usuario o usuaria y/o cuidador o cuidadora no profesional sobre las actividades de autocuidado relativas a hábitos higiénicos, además de los productos y materiales necesarios.
APS1.2 Informar al usuario o usuaria y/o cuidador o cuidadora no profesional de la necesidad de seguir el plan de cuidados personalizado.
APS1.3: Informar al usuario o usuaria y/o cuidador o cuidadora no profesional sobre las pautas de movilización.
APS1.4 Informar al usuario o usuaria y/o cuidador o cuidadora no profesional sobre las diferentes ayudas técnicas disponibles, atendiendo a su situación personal y necesidades.
APS1.5: Informar al usuario o usuaria y/o cuidador o cuidadora no profesional sobre la administración de alimentos, en función de las necesidades personales del primero, teniendo en cuenta el plan de cuidados establecido.
APS1.6: Informar al usuario o usuaria y/o cuidador o cuidadora no profesional sobre el uso de los materiales para la recogida y eliminación de excretas, en función de las necesidades personales del primero, teniendo en cuenta el plan de cuidados establecido.
UC0249_2 Hoja 3 de 5
APP2: Preparar y ayudar al usuario o usuaria en las actividades básicas de la vida diaria (ABVD), considerando el plan de cuidados personalizados y siguiendo los procedimientos recomendados.
INDICADORES DE AUTOEVALUACIÓN
1 2 3 4
APS2.1: Realizar el aseo del usuario o usuaria si el grado de dependencia lo requiere.
APS2.2: Hacer la cama, libre u ocupada.
APS2.3: Vestir al usuario o usuaria atendiendo a su comodidad y necesidades.
APS2.4: Mantener las ayudas técnicas requeridas para el traslado del usuario o usuaria, asegurando su funcionalidad e higiene.
APS2.5: Colocar al usuario o usuaria en las ayudas técnicas siguiendo sus instrucciones de uso, con el apoyo del cuidador o cuidadora no profesional si es necesario.
APS2.6: Movilizar al usuario o usuaria encamado para la prevención de úlceras por presión.
APS2.7: Colocar al usuario o usuaria en una postura anatómica cómoda que favorezca el descanso, según el plan de cuidados personalizados.
APS2.8: Efectuar las movilizaciones de traslado, deambulación y mantenimiento físico según las necesidades del usuario o usuaria y el protocolo establecido.
APS2.9: Elaborar los menús atendiendo a la prescripción dietética y nutricional del usuario o usuaria, así como sus preferencias personales, el presupuesto disponible y la oferta de mercado.
APS2.10: Preparar al usuario o usuaria y, en su caso, informar al cuidador o cuidadora no profesional sobre los procedimientos que se van a seguir en la administración de alimentos según el protocolo establecido.
APS2.11: Ayudar al usuario o usuaria en la ingesta, si éste así lo requiere.
APS2.12: Recoger las eliminaciones con los medios y materiales adecuados a cada situación.
UC0249_2 Hoja 4 de 5
APP3: Preparar y administrar los medicamentos por vía oral, rectal o tópica, además de los tratamientos locales de frío y calor siguiendo las pautas de la prescripción, así como favorecer su participación.
INDICADORES DE AUTOEVALUACIÓN
1 2 3 4
APS3.1: Informar al usuario o usuaria sobre la administración de medicamentos y tratamientos locales de frío y calor.
APS3.2: Preparar al usuario o usuaria para la administración de medicamentos, y/o para la recepción de tratamientos locales de frío y calor
APS3.3: Administrar los medicamentos por vía oral, rectal o tópica y, en caso necesario, tratar con aerosoles u oxígeno, según los protocolos de actuación.
APS3.4: Aplicar al usuario o usuaria tratamientos locales de frío y calor.
APS3.5: Preparar el material necesario para la administración de medicamentos, utilizando los medios adecuados y siguiendo las órdenes de prescripción.
APS3.6: Observar el estado general del usuario o usuaria, detectando signos de alteración producidos por la administración de medicamentos y/o tratamientos locales.
APS3.7: Comunicar al personal designado las alteraciones del estado general del usuario o usuaria.
APP4: Aplicar primeros auxilios ante urgencia vital del usuario o usuaria siguiendo los protocolos establecidos, solicitando el apoyo especializado, y comunicando las incidencias a quien proceda.
INDICADORES DE AUTOEVALUACIÓN
1 2 3 4
APS4.1: Informar al usuario o usuaria y al cuidador o cuidadora no profesional del traslado que se realizará por motivos de emergencia.
APS4.2: Tomar las constantes vitales del usuario o usuaria aplicando las técnicas y materiales requeridos
APS4.3: Emplear las medidas de protección necesarias, tanto para el usuario o usuaria como para él o la profesional, al realizar las intervenciones en caso de emergencia.
APS4.4: Comunicar la existencia de una urgencia vital a los servicios competentes y a la familia.
APS4.5: Poner en marcha los mecanismos de actuación previstos según la urgencia vital.
APS4.6: Registrar la información sobre las actividades de las intervenciones en caso de emergencia, trasmitiéndola a las personas implicadas.
UC0249_2 Hoja 5 de 5
APP5: Informar y registrar las actividades de atención física domiciliaria al usuario o usuaria así como las incidencias acaecidas, trasmitiéndolas al personal designado
INDICADORES DE AUTOEVALUACIÓN
1 2 3 4
APS5.1: Registrar la información recogida sobre las AVD, trasmitiéndolas al equipo multidisciplinar.
APS5.2: Registrar la información recogida sobre las actividades de traslado trasmitiéndolas al personal designado.
APS5.3: Registrar la información sobre las actividades de ingesta y recogida de eliminaciones trasmitiéndolas al personal designado.
APS5.4: Informar al usuario o usuaria y/o cuidador o cuidadora no profesional, así como al responsable del equipo multidisciplinar, sobre las actividades de administración de medicamentos y tratamientos locales realizados.
APS5.5: Registrar la información sobre las intervenciones de atención en caso de emergencia, transmitiéndolas a la familia y equipo técnico según los protocolos establecidos.
MINISTERIO DE EDUCACIÓN
SECRETARÍA DE ESTADO DE EDUCACIÓN Y FORMACIÓN PROFESIONAL DIRECCIÓN GENERAL DE FORMACIÓN PROFESIONAL INSTITUTO NACIONAL DE LAS CUALIFICACIONES
UC0250_2 Hoja 1 de 5
PROCEDIMIENTO DE EVALUACIÓN Y ACREDITACIÓN DE LAS
COMPETENCIAS PROFESIONALES
CUESTIONARIO DE AUTOEVALUACIÓN PARA LAS TRABAJADORAS Y TRABAJADORES
UNIDAD DE COMPETENCIA “UC0250_2: Desarrollar intervenciones de atención psicosocial domiciliaria dirigidas a personas con necesidades de atención
socio-sanitaria”
LEA ATENTAMENTE LAS INSTRUCCIONES
Conteste a este cuestionario de FORMA SINCERA. La información recogida en él tiene CARÁCTER RESERVADO, al estar protegida por lo dispuesto en la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de protección de datos de carácter personal. Su resultado servirá solamente para ayudarle, ORIENTÁNDOLE en qué medida posee la competencia profesional de la “UC0250_2: Desarrollar intervenciones de atención psicosocial domiciliaria dirigidas a personas con necesidades de atención socio-sanitaria”. No se preocupe, con independencia del resultado de esta autoevaluación, Ud. TIENE DERECHO A PARTICIPAR EN EL PROCEDIMIENTO DE EVALUACIÓN, siempre que cumpla los requisitos de la convocatoria.
Nombre y apellidos del trabajador/a: NIF:
Firma:
Nombre y apellidos del asesor/a: NIF:
Firma:
CUALIFICACIÓN PROFESIONAL: ATENCIÓN SOCIOSANITARIA A PERSONAS EN EL DOMICILIO Código: SSC089_2 NIVEL: 2
MINISTERIO DE EDUCACIÓN
SECRETARÍA DE ESTADO DE EDUCACIÓN Y FORMACIÓN PROFESIONAL DIRECCIÓN GENERAL DE FORMACIÓN PROFESIONAL INSTITUTO NACIONAL DE LAS CUALIFICACIONES
UC0250_2 Hoja 2 de 5
INSTRUCCIONES CUMPLIMENTACIÓN DEL CUESTIONARIO: Cada actividad profesional principal (APP) se compone de varias actividades profesionales secundarias (APS). Lea atentamente cada APP y a continuación sus APS. En cada APS marque con una cruz el indicador de autoevaluación que considere más ajustado a su grado de dominio de las APS. Dichos indicadores son los siguientes:
1. No sé hacerlo. 2. Lo puedo hacer con ayuda 3. Lo puedo hacer sin necesitar ayuda 4. Lo puedo hacer sin necesitar ayuda, e incluso podría formar a otro trabajador o
trabajadora.
APP1: Preparar y mantener el espacio y mobiliario domiciliario incluyendo los elementos comunicativos necesarios, orientando al usuario o usuaria y/o cuidador o cuidadora no profesional sobre su uso para mejorar su autonomía, comunicación y convivencia.
INDICADORES DE AUTOEVALUACIÓN
1 2 3 4
APS1.1: Mantener los espacios y el mobiliario de la unidad convivencial detectando las necesidades del usuario o usuaria.
APS1.2: Incorporar elementos en la decoración del domicilio para favorecer el mantenimiento y entrenamiento cognitivo, así como la adquisición de hábitos en el usuario o usuaria.
APS1.3: En el desarrollo de las AVD utilizar materiales que cumplan las normas de seguridad.
APS1.4: Orientar al usuario o usuaria y/o cuidadores o cuidadoras no profesionales sobre el uso de espacios y materiales de forma que favorezcan la autonomía, comunicación y convivencia.
APP2: Acompañar al usuario o usuaria en la realización de gestiones para su desenvolvimiento diario y en el acceso a servicios y recursos comunitarios en función de sus requerimientos.
INDICADORES DE AUTOEVALUACIÓN
1 2 3 4
APS2.1: Determinar las necesidades, gestiones personales y relacionales a partir de la información facilitada por el usuario o usuaria, los cuidadores o cuidadoras no profesionales y/o el equipo multidisciplinar.
APS2.2: Informar al usuario o usuaria sobre el desarrollo de las actividades necesarias para dar respuesta a sus necesidades y gestiones personales a realizar, comprobando la comprensión del mensaje.
UC0250_2 Hoja 3 de 5
APP2: Acompañar al usuario o usuaria en la realización de gestiones para su desenvolvimiento diario y en el acceso a servicios y recursos comunitarios en función de sus requerimientos.
INDICADORES DE AUTOEVALUACIÓN
1 2 3 4
APS2.3: Acompañar al usuario o usuaria en el desarrollo de las actividades necesarias para el desenvolvimiento cotidiano y en la realización de las gestiones necesarias en el ámbito personal, sanitario, entre otros.
APS2.4: Realizar gestiones bancarias del usuario o usuaria si éste así lo requiere.
APS2.5: Gestionar la correspondencia del usuario o usuaria si éste así lo requiere.
APS2.6: Mantener las indicaciones de ética profesional respetando los derechos de las personas en las intervenciones.
APP3: Acompañar al usuario o usuaria en la realización de actividades de estimulación física, cognitiva, relacional y ocio, en función de sus requerimientos.
INDICADORES DE AUTOEVALUACIÓN
1 2 3 4
APS3.1: Acompañar al usuario o usuaria en el disfrute del ocio adecuado a sus necesidades y requerimientos personales, de acuerdo con sus familiares y equipo técnico, aplicando técnicas y estrategias de apoyo y desarrollo de habilidades sociales que favorezcan su relación social.
APS3.2: Prestar ayuda al usuario o usuaria en la realización de ejercicios de mantenimiento y entrenamiento que favorecen su estimulación física y cognitiva, aplicando estrategias de motivación.
APS3.3 Adaptar todas las intervenciones a las necesidades comunicativas del usuario o usuaria.
APS3.4: Utilizar sistemas alternativos de comunicación (SAC) para mejorar las necesidades comunicativas y relacionales del usuario o usuaria.
APS3.5: Adecuar los recursos comunicativos empleados a las necesidades del usuario o usuaria, siguiendo el plan de intervención previamente establecido.
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APP4: Orientar informando a la familia y/o cuidadores o cuidadoras no profesionales sobre gestiones y procedimientos de intervención que favorecen la autonomía, comunicación y relaciones sociales del usuario o usuaria, detectando situaciones potenciales de deterioro.
INDICADORES DE AUTOEVALUACIÓN
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APS4.1: Orientar al usuario o usuaria y/o cuidadores o cuidadoras no profesionales sobre la realización de gestiones personales, relacionales y sobre el acceso a servicios; favoreciendo la autonomía, autodeterminación, comunicación y relación social del usuario o usuaria.
APS4.2: Orientar al usuario o usuaria y/o cuidadores o cuidadoras no profesionales informándoles sobre la estimulación física y cognitiva necesaria para promover su motivación y colaboración en la intervención.
APS4.3: Detectar situaciones potenciales de deterioro, observando la evolución del usuario o usuaria y de su entorno.
APS4.4: Informar a los cuidadores o cuidadoras no profesionales sobre los procedimientos de intervención que favorecen la autonomía, comunicación y relación social del usuario o usuaria.
APS4.5: Informar a los cuidadores o cuidadoras no profesionales sobre el uso de los SAC para favorecer la comunicación del usuario o usuaria.
APP5: Establecer vínculos de participación con la familia, sensibilizándola en la cobertura de las necesidades básicas del usuario o usuaria para mejorar su calidad de vida.
INDICADORES DE AUTOEVALUACIÓN
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APS5.1: Crear un clima de relación fluida y participativa con la familia para mejorar la calidad de vida de los usuarios o usuarias.
APS5.2: Comunicar a la familia las necesidades básicas del usuario o usuaria en un clima de respeto y comprensión.
APS5.3: Implicar a la familia en la atención de las necesidades básicas, materiales y relacionales del usuario o usuaria.
APS5.4 Informar a la familia sobre aspectos de su responsabilidad en relación al usuario o usuaria, derivando al profesional correspondiente cualquier otra petición.
APS5.5: Ofrecer soporte emocional a la familia, así como información sobre los procedimientos relacionados con las situaciones que se presenten.
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APP6: Registrar las actuaciones e incidencias relacionadas con la atención psicosocial del usuario o usuaria y la familia en domicilio para su transmisión al equipo multidisciplinar.
INDICADORES DE AUTOEVALUACIÓN
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APS6.1: Transmitir resultados e incidencias surgidas durante la realización de las gestiones para la resolución de asuntos personales.
APS6.2: Registrar las incidencias acaecidas durante las actividades de disfrute del ocio.
APS6.3: Registrar la información referida al estado físico y cognitivo del usuario o usuaria, detectada a través de la observación.
APS6.4: Transmitir al equipo multidisciplinar la información sobre el estado físico y cognitivo del usuario o usuaria para ajustar las actividades programadas.
APS6.5: Transmitir información del usuario o usuaria y su entorno al equipo multidisciplinar para prevenir y/o paliar situaciones de deterioro.
APS6.6: Registrar la información detectada sobre la implicación del entorno familiar del usuario o usuaria, transmitiéndola al equipo multidisciplinar.
APS6.7: Registrar las actuaciones e incidencias acaecidas en la comunicación con la familia, transmitiéndolas al personal designado.
APS6.8: Registrar las necesidades específicas de comunicación del usuario o usuaria transmitiéndolas al personal designado.
MINISTERIO DE EDUCACIÓN
SECRETARÍA DE ESTADO DE EDUCACIÓN Y FORMACIÓN PROFESIONAL DIRECCIÓN GENERAL DE FORMACIÓN PROFESIONAL INSTITUTO NACIONAL DE LAS CUALIFICACIONES
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PROCEDIMIENTO DE EVALUACIÓN Y ACREDITACIÓN DE LAS
COMPETENCIAS PROFESIONALES
CUESTIONARIO DE AUTOEVALUACIÓN PARA LAS TRABAJADORAS Y TRABAJADORES
UNIDAD DE COMPETENCIA “UC0251_2: Desarrollar las actividades relacionadas con la
gestión y funcionamiento de la unidad convivencial”
LEA ATENTAMENTE LAS INSTRUCCIONES
Conteste a este cuestionario de FORMA SINCERA. La información recogida en él tiene CARÁCTER RESERVADO, al estar protegida por lo dispuesto en la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de protección de datos de carácter personal. Su resultado servirá solamente para ayudarle, ORIENTÁNDOLE en qué medida posee la competencia profesional de la “UC0251_2: Desarrollar las actividades relacionadas con la gestión y funcionamiento de la unidad convivencial”. No se preocupe, con independencia del resultado de esta autoevaluación, Ud. TIENE DERECHO A PARTICIPAR EN EL PROCEDIMIENTO DE EVALUACIÓN, siempre que cumpla los requisitos de la convocatoria.
Nombre y apellidos del trabajador/a: NIF:
Firma:
Nombre y apellidos del asesor/a: NIF:
Firma:
CUALIFICACIÓN PROFESIONAL: ATENCIÓN SOCIOSANITARIA A PERSONAS EN EL DOMICILIO Código: SSC089_2 NIVEL: 2
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INSTRUCCIONES CUMPLIMENTACIÓN DEL CUESTIONARIO: Cada actividad profesional principal (APP) se compone de varias actividades profesionales secundarias (APS). Lea atentamente cada APP y a continuación sus APS. En cada APS marque con una cruz el indicador de autoevaluación que considere más ajustado a su grado de dominio de las APS. Dichos indicadores son los siguientes:
1. No sé hacerlo. 2. Lo puedo hacer con ayuda 3. Lo puedo hacer sin necesitar ayuda 4. Lo puedo hacer sin necesitar ayuda, e incluso podría formar a otro trabajador o
trabajadora.
APP1: Determinar el plan de actuación en el domicilio a partir del plan de cuidados personalizado y las características de la unidad convivencial.
INDICADORES DE AUTOEVALUACIÓN
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APS1.1: Registrar las características y condiciones detectadas en la unidad de convivencia para informar al personal designado.
APS1.2: Determinar el plan de actuación en el domicilio a partir del programa diseñado por el equipo de intervención.
APS1.3: Ajustar el plan de actuación a las pautas de atención al usuario o usuaria.
APS1.4: Determinar las actividades a realizar a partir del plan de actuación elaborado.
APS1.5: Secuenciar las actividades que se van a realizar rentabilizando tiempos y esfuerzos.
APP2: Comprobar las existencias y estado de los alimentos, productos de limpieza e higiene, realizando la reposición en función del presupuesto, almacenamiento y conservación de los mismos.
INDICADORES DE AUTOEVALUACIÓN
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APS2.1: Comprobar la existencia y estado de alimentos y enseres necesarios para la vida diaria comunicando al usuario o usuaria y/o cuidadores o cuidadoras no profesionales las deficiencias detectadas.
APS2.2: Prever el gasto y aprovisionamiento de existencias ajustándose al presupuesto familiar y al plan de actuación.
APS2.3: Efectuar el aprovisionamiento y reposición de existencias de alimentos y demás enseres de la unidad convivencial.
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APP2: Comprobar las existencias y estado de los alimentos, productos de limpieza e higiene, realizando la reposición en función del presupuesto, almacenamiento y conservación de los mismos.
INDICADORES DE AUTOEVALUACIÓN
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APS2.4: Almacenar los alimentos teniendo en cuenta los métodos de conservación.
APS2.5: Confeccionar, cuando sea necesario, el presupuesto de la unidad convivencial, teniendo en cuenta los aspectos básicos como: necesidades y prioridades del usuario o usuaria, ingresos, entre otros.
APS2.6: Adecuar los gastos y hábitos de consumo a los recursos económicos disponibles de la unidad convivencial.
APS2.7: Detectar las deficiencias relativas a productos: de consumo, higiene, de limpieza, entre otros, en la unidad convivencial.
APS2.8: Comunicar a las y los profesionales competentes las deficiencias detectadas en relación a los recursos disponibles en la unidad convivencial.
APS2.9: Comprar los productos de limpieza e higiene requeridos teniendo en consideración el presupuesto disponible y las necesidades del usuario o usuaria.
APS2.10: Colocar los productos de limpieza e higiene en el lugar adecuado.
APP3: Hacer menús y elaboraciones culinarias según las necesidades nutricionales del usuario o usuaria, cumpliendo la normativa relativa a manipulación y tratamiento de los alimentos.
INDICADORES DE AUTOEVALUACIÓN
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APS3.1: Programar menús ajustados a las necesidades nutricionales y a las prescripciones médicas de dietas especiales.
APS3.2: Realizar elaboraciones culinarias elementales teniendo en cuenta la normativa de manipulación de los alimentos.
APS3.3: Limpiar los utensilios y equipos utilizados en los procesos culinarios con los productos siguiendo procedimientos establecidos.
APS3.4: Cumplir las normas de seguridad e higiene para la manipulación y procesado de alimentos.
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APP4: Efectuar las actividades diarias de limpieza del domicilio y cuidar la ropa del usuario o usuaria, fomentando hábitos higiénicos y el reciclaje selectivo de los desperdicios generados en el hogar.
INDICADORES DE AUTOEVALUACIÓN
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APS4.1: Informar al usuario o usuaria y/o cuidadores o cuidadoras no profesionales sobre hábitos higiénicos saludables y necesarios.
APS4.2: Organizar las actividades de limpieza y mantenimiento a partir de la información generada en función del plan de actuación.
APS4.3: Efectuar la limpieza y mantenimiento de las diversas estancias y enseres de la unidad convivencial.
APS4.4: Eliminar los residuos y basuras del domicilio, favoreciendo el reciclaje selectivo.
APS4.5: Efectuar el lavado, planchado y repaso de la ropa/lencería del hogar.
APP5: Organizar el mobiliario, así como los dispositivos presentes en el domicilio del usuario o usuaria tales como: seguridad domiciliaria, ayudas técnicas y electrodomésticos, utilizándolos de forma correcta y comunicando a quien corresponda las irregularidades o deficiencias que se presenten.
INDICADORES DE AUTOEVALUACIÓN
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APS5.1: Detectar necesidades de organización de los espacios, para garantizar su funcionalidad y la seguridad del usuario o usuaria.
APS5.2: Informar al usuario o usuaria y/o cuidadores o cuidadoras no profesionales, sobre las necesidades detectadas en la organización espacial de la vivienda.
APS5.3: Disponer el mobiliario y elementos básicos (iluminación, dispositivos de comunicación, señalizaciones, entre otros) garantizando su accesibilidad y funcionalidad para el usuario o usuaria.
APS5.4: Revisar la disposición y estado del mobiliario, otros enseres y dispositivos tales como: grifos, cierre de llaves de gas, entre otros, y los electrodomésticos del hogar al término de la jornada laboral.
APS5.5: Garantizar la correcta utilización de los sistemas de alarma, tele-alarma, telefonía móvil y tele-asistencia, informando sobre su forma de utilización al usuario o usuaria y/o cuidadores o cuidadoras no profesionales.
APS5.6: Comprobar periódicamente que las ayudas técnicas empleadas por el usuario o usuaria responden a sus necesidades y están en condiciones de uso.
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APP5: Organizar el mobiliario, así como los dispositivos presentes en el domicilio del usuario o usuaria tales como: seguridad domiciliaria, ayudas técnicas y electrodomésticos, utilizándolos de forma correcta y comunicando a quien corresponda las irregularidades o deficiencias que se presenten.
INDICADORES DE AUTOEVALUACIÓN
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APS5.7 Revisar periódicamente el funcionamiento de los sistemas de alarma.
APS5.8: Comunicar a la familia y/o equipo multidisciplinar de las incidencias que surjan en el uso de aparatos auxiliares y ayudas técnicas.
APS5.9: Detectar demandas y necesidades especiales de la unidad convivencial durante el desarrollo de las actividades.
APS5.10: Avisar, cuando sea necesario, de las deficiencias detectadas en el funcionamiento de las instalaciones y electrodomésticos.
APS5.11: Efectuar pequeñas reparaciones y sustituciones elementales para mantener la habitabilidad de la vivienda, contemplando las normas de seguridad.
APP6: Fomentar la participación del usuario o usuaria en las actividades de la vida diaria, promoviendo su autonomía, desarrollo personal y social en función de sus capacidades.
INDICADORES DE AUTOEVALUACIÓN
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APS6.1: Fomentar la participación del usuario o usuaria en el almacenamiento, aprovisionamiento y conservación de alimentos.
APS6.2: Fomentar la participación del usuario o usuaria en el procesado y elaboración de platos.
APS6.3: Fomentar la participación del usuario o usuaria en las tareas domésticas para promover su autonomía, desarrollo y ajuste personal.
APS6.4: Fomentar la participación del usuario o usuaria en actividades que promuevan su autonomía personal.
APS6.5: Fomentar la participación del usuario o usuaria y/o familia en la gestión doméstica, promoviendo su autonomía, desarrollo y ajuste personal y social.