COMENTARIO CRÍTICO A PROPOSITO DE “EL TUTOR VIRTUAL EN LOS ENTORNOS DE TELEFORMACIÓN” DE ROSALÍA ROMERO Y MARIA CARMEN LLORENTE

Presentado por: Andrea León

“LO IMPORTANTE NO ES EL CLICK SINO EL THINK”

No faltaba mucho para el mediodía, sus ojos estaban a punto de derramar la primera lágrima que desde hace

meses no salía, estaba desesperada, tal vez afligida… no soportaba dictar una clase más, la queja de sus

pares era general, quizá ese fue el hecho que la hizo hablar, su voz apaciguada se quejaba de la falta de

motivación de sus 50 estudiantes; Nohora Cardenas sonrió para tranquilizarla, pues esa problemática es

general en los recintos que predican educación, al menos, en el contexto bogotano.

Al leer las 12 páginas del tutor virtual comprendí que cualquier acción formativa sugiere las cuatro funciones

expuestas en el texto, lo que implica establecer relaciones, feedbacks, grandes dosis de motivación y nuevas

estrategias didácticas en el aula para que el aprendizaje sea significativo. De esta manera el tutor-profesor se

convierte en el facilitador del aprendizaje de los alumnos, pues es quien genera un clima de trabajo agradable

a través de la determinación de las expectativas, necesidades e intereses de los alumnos; lo que lo lleva a

realizar una buena planificación al curso, fomentar el análisis y la reflexión crítica.

A lo que apuntaría el texto es a dar una mirada diferente de lo que se tiene como imaginario respecto a un

tutor virtual, esta mirada dista mucho de un sujeto que se conecta a la red por horas y espera mensajitos sin

ningún sentido, Un tutor virtual en los entornos de teleformación resalta que el tutor virtual no es un emoticón

o un amigo más que se refunde entre los contactos del facebook, del Messenger o Skype. Un tutor virtual

implica, como cualquier docente de cualquier área, ser el capitán del barco dotado de conocimiento

especializado para la navegación por red, es un guía que tiene el itinerario acordado, certero, es un consejero

de naves que lleva como función orientadora la brújula de objetivos claros, donde crea un entorno amigable y

social que facilita la interactividad de manera que el alumno lleve en su equipaje una carta de navegación

donde lo importante no es el click sino el think.

De esta manera las recomendaciones que ofrece el texto aplican a cualquier tutor-profesor que se arriesgue a

orientar a sus alumnos: un aprendizaje que implique participación, argumentación, interpretación y proposición

para saber hacer en un contexto claro, donde se establezcan relaciones entre contenidos teóricos y

experiencias cotidianas de los alumnos, donde se promueva la reflexión y el análisis crítico.