La ciudadanía y sus dobles en las ideas políticas de Juan Bautista Alberdi: el ciudadano y el habitante.

KOMAID, Luciana.

lutikom@hotmail.com

Área temática: Pensamiento argentino latinoamericano.

Universidad Nacional de Tucumán.

El objetivo principal de este trabajo consiste en analizar el perfil de los sujetos integrantes de la sociedad civil pensada por Alberdi y sus formas o posibilidades de accionar y transformar a la misma, haciendo especial referencia al contrapunto que Alberdi formula entre “habitante” y “ciudadano”.

La cuestión ciudadana en las ideas políticas de Alberdi ha sido un tema escasamente analizado desde los estudios filosóficos e históricos, al menos de manera directa. En general, la producción intelectual alberdiana ha sido estudiada a la luz de interrogantes centrados en las formas de gobierno y en las respuestas elaboradas por Alberdi para el caso rioplatense. Por otra parte, una visión fuertemente estática y escindida (divorcio entre sociedad civil y Estado) de la sociedad, de los individuos y de sus ámbitos de acción, ha teñido los análisis e interpretaciones que los especialistas han elaborado sobre la ciudadanía en Alberdi.

Los trabajos ya clásicos (aunque igualmente sugerentes) de Natalio Botana (1997, 1979) proponen que el protagonista de la sociedad alberdiana es “el individuo sin trabas ni impedimentos: el sujeto exclusivo de la libertad”. Sin embargo, a pesar del lugar prominente asignado a este individuo libre, este no gozaba de derechos ni de libertades políticos. Todo esto vendría luego de la acción pedagógica de la sociedad industrial. De esta manera, Botana pone de manifiesto la diferencia entre ámbito social y orden político en la república posible, y con ella destaca que al primero sólo le corresponde una promesa ambigua e históricamente inexacta de ciudadanía. Los integrantes del ámbito social se hallan limitados (en los supuestos, provisoriamente) a una relación de mando y obediencia con una elite letrada, con plenos derechos políticos, destinada a transformar el país “desde arriba”. Esto puso en evidencia una contradicción entre el Estado y la sociedad, que se presentó consolidada en los inicios del siglo XX. De esta manera, el autor deja abierto el tratamiento del problema de la ciudadanía en Alberdi limitándose sólo a abordarlo en relación a las libertades y los derechos civiles y políticos.

Desde una postura similar, aunque más aguda, HalperínDonghi (2005) manifiesta que Alberdi dedicó escaso tiempo a la definición del lugar de los sectores ajenos a la elite política. Y desde una visión materialista, considera que las expectativas de Alberdi en relación con una sociedad y un sistema político nuevos derivan del cambio económico. HalperinDonghi le plantea dos interrogantes: ¿De qué manera la sociedad industrial

actúa pedagógicamente con los sectores de la plebe? ¿De qué manera la inmigración posibilita la ciudadanización en clave civil de aquellos sectores alejados de las elites económicas? HalperinDonghi considera que la problemática ciudadana es una cuestión irresuelta en clave social; una asignatura pendiente en la obra de Alberdi.

Por su parte, y sin alejarse de los planteos anteriores, M. R. Lojo (2009), presenta al problema de la población como una de las principales cuestiones en Alberdi. Distingue entre una población ideal y la población real, compuesta por gauchos, indios y demás grupos étnicos. A través de tal partición social expresa la dicotomía “civilización-barbarie” como el obstáculo para forjar el designio de la civilización. De este modo, Lojo entronca la cuestión racial con el factor inmigratorio como su solución, ya sea, suponemos, desagregando la cuestión ciudadana de la racial o ya sea omitiéndola de llano. De todas maneras, la problemática de la ciudadanía y la interrogación por el ciudadano no se encuentra entre los principales temas alberdianos que esta autora repasa.

El divorcio entre sociedad civil y Estado en la obra de Alberdi, tal como se observa en los estudios antes referidos, es retomado por Elías Palti (2005). Este historiador entiende a esta escisión como una paradoja. Y propone revisar a Alberdi acercando estas partes mediante la inversión de algunos significados, así como mediante la moderación de la visión de un “estatismo fuerte”. El meollo está ubicado en la delimitación entre quiénes podían gozar de los derechos políticos (instituidos estatalmente) y quiénes no; esto es, distinguir los ciudadanos de los meros habitantes, de quienes eran naturales los derechos civiles. La novedad que introduce Palti es cualitativa, en torno a la idea de sociedad: de un mero objeto pasivo ante la intervención del orden político, este autor sugiere entenderla como un cuerpo dotado de principios de desarrollo inmanente que hay que interpretar. La sociedad se presenta como un nuevo agente histórico compuesto por “individuos sociales” y no meros individuos, dentro de la cual desempeñan su función pública la clase política –los ciudadanos en acto; un plano lejos del cual quiere mantener Alberdi al habitante. Palti inaugura una posible entrada para el análisis de la cuestión ciudadana en Alberdi.

Preguntarse por la ciudadanía en Alberdi implica preguntarse por las relaciones entre los individuos de la sociedad civil, entre los partícipes activos del “político” pensado por Alberdi y entre los “habitantes” y los “ciudadanos”. La ausencia de interpretacionesen torno a cómo pensó Alberdi estas relaciones es una de las motivaciones centrales de esta investigación. Por esto, la propuesta es pensar a la ciudadanía en Alberdi como una cuestión, como un problema que el pensador se planteó en un contexto de relaciones civiles y políticas dinámicas y cambiantes.

A la vez que proponemos debatir los aportes de los mencionados autores, se tendrá en cuenta el “Método histórico-genético”. Esto implica analizar los conceptosalberdianos en relación con su contexto de producción y su situación histórica de emisión. El objetivo es detectar “el” o “los” lenguajes políticos insertos en la producción intelectual alberdiana en lo que se refiere a la configuración de la ciudadanía.