Título: ENTORNO AL NIÑO

Autor: Sebastián Gertrúdix

Edita: CENTRO DE PROFESORES

Imprime: IMPRENTA MARTÍNEZ

Depósito Legal: HU-85/1986

CONTRAPORTADA

Sebastián Gertrúdix Romero de Avila, nace en La Solana (Ciudad Real). Realiza los estudios de Magisterio en su tierra, pero se forma profesionafmente en Aragón y Catalunya.

Estando de maestro en Torrente de Cinca y deseando mejorar las condiciones de aprendizaje de sus alumnos, toma contacto con diversos grupos de renovación pedagógica y colabora con ellos (Rosa Sensat, MCEP).Actualmente trabaja en Torres de Segre (Lleida) y pertenece a la Cooperativa de Enseñanza «Aula Libre», de la que es miembro activo.

Aula libre está configurada como movimiento de renovación pedagógica y sus integrantes son, en su mayoría, aragoneses. Su aportación en servicio de la Escuela Activa es importante, con la publicación de la revista de pedagogía «Aula Libre», y la participación en la Escuela de Verano de Aragón, encuentros de Escuelas Rurales, etc.

«Entorno al niño» es un libro eminentemente práctico, cuyo contenido refleja las dos preocupaciones fundamentales del autor: Crear una escuela que gire alrededor del niño y, en segundo lugar, partir de su entorno vital para la adquisición de los aprendizajes.

ÍNDICE

PrólogoEl oficio de maestroLocalización de la experiencia Una clase tradicional La crisis y el cambioUna pedagogía para el éxitoLas actuaciones del miércolesLos intercambiosLos cuarteros y SebastianoEl texto librePoesías, cuentos y otros inventosEl dibujoLa lecturaEl periódico

Los problemas sorpresa

La exposición etnológica

El entorno

Els Batecs

El proyecto pedagógico

Reflexiones en torno a la educaciónPartir de la realidad

PRÓLOGO

El material que tenéis en las manos corresponde al análisis que sobre su experiencia en Torrente de Cinca, ha hecho Sebastián Certrúdix. Sebastián era un novel maestro que a su formación en la Escuela Normal poco había podido añadir. En su nuevo destino, con segundo de básica, se enfrentaba por primera vez a problemas cuya solución no pasaba porque sus alumnos estudiasen o comprendiesen un tema.

Yo lo conocí cuando andaba preocupado por hallar un modo de trabajar que fuera eficaz y a la vez motivador y satisfactorio para alumnos y maestro. Era un período de inquietud, de lecturas, de solicitud de información, de ansia por conocer otras experiencias.

En principio, lo que él pretendía era simplemente una clase atenta, activa, preocupada por adquirir y perfeccionar nuevas habilidades y conocimientos, donde la función del maestro no fuera vigilar, controlar, imponerse; sino ayudar, coordinar, orientar un trabajo eficaz.

Su intento de conseguir una clase que funcionase, es decir, donde se hi-ciera un trabajo eficaz de cara al aprendizaje y a la formación de sus alumnos, hizo surgir los recelos y la oposición de quienes no quieren que nada cambie en un ambiente rutinario, de conformidad con una tradición inmobilizadora. No se trataba de una transformación radical de signo social, ni de la imposición de una metodología a toda la escuela. Sebastián quería trabajar con unos niños que hicieran con afición, con voluntad, algo útil para ellos mismos; que fueran adquiriendo habilidades escolares indispensables y conocimientos válidos para su futuro profesional y ciudadano.

Lo que determina una posición pedagógica renovadora no es un criterio político, sino una concepción humana que ha ido forjándose por el conocimiento de teorías y prácticas psico-socio-pedagógicas sobre el aprendizaje, nuevos tipos de organización de la escuela y del trabajo escolar; y una realidad social cambiante, a la que hay que ir adaptando la Escuela. Cuando tantas técnicas de la vida corriente han evolucionado, la Escuela no debe vivir de técnicas obsoletas. Quien tiene motivaciones

pedagógicas va afinando los caminos, la metodología, para dar consistencia y efectividad a su trabajo, unificando e interrelacionando todos sus aspectos, basándolo en la auténtica motivación del niño, ligando el trabajo escolar a la vida, al medio natural y comunitario al que pertenece.

La experiencia nos está demostrando continuamente, que una auténtica renovación pedagógica no puede conducirla, con éxito total, el maestro aislado. Sería preciso que se formaran verdaderos equipos pedagógicos, aunque se tratara en principio de ensayos piloto. Solamente un enfoque colectivo, cooperador, puede llevar a una renovación pedagógica real. Pero aun siendo así la realidad, nunca faltarán educadores, y nunca deben faltar, que, a costa de desengaños, de penalidades, de sacrificios, traten de buscar caminos para mejorar la formación de nuestros futuros ciudadanos.

Dos capítulos son muy importantes de lo que ha escrito el autor. Son los que terminan el libro; los principios pedagógicos en que basa su trabajo y las reflexiones que ha ido anotando ocasionalmente.

He de esforzarme para resistir la tentación de inscribirlo y comentarlo a mi vez. Entiendo que es la parte que deberá releer, para meditar sobre ella, aquel que realmente desee sacar algún fruto de esta experiencia. Sería fácil para mí establecer una relación de principios y de reflexiones para comentarlos y valorarlos. Pero eso sería, en cierto modo, apoderarse de una experiencia ajena. Mucho me siento identificado con el autor, pero quiero evitar redundar en sus ideas y reflexiones.

La mayoría de los principios que enuncia son propiedad de todas las tendencias de pedagogía alternativa, y aparecen repetidamente en muchos textos. Pero no es lo mismo conocerlos por haberlos leído que por haberlos experimentado. Ni es lo mismo leerlos asépticamente que relacionarlos con una experiencia práctica real.

Yo diría que lo fundamental es partir del niño, de sus auténticas preocupaciones e intereses, de la utilización del tanteo experimental, los métodos naturales, la libre expresión, la investigación en equipo, la apertura a la comunidad...

El camino no es fácil, pero es posible.

Josep Alcobé

EL OFICIO DE MAESTRO

Hasta que me encontré por primera vez con alumnos pequeños, yo estaba convencido de haber elegido una profesión fácil y algo rutinaria. Durante los primeros cinco años de ejercicio había estado impartiendo la Educación Física en las Escuelas Nacionales de Borjas Blancas; y el sexto, que fue mi primero como definitivo, en Ribarroja de Ebro, me encargué de las Sociales y la Educación Física de la segunda etapa, siendo tutor de octavo nivel.

La gimnasia, además de encantarme, es una disciplina que los alumnos aceptan de buen grado y por ello nunca tuve problemas en los años que estuve como especialista.

El curso de Ribarroja ya me empezó a abrir los ojos en algunos aspectos:

-el libro de texto, sobre todo para octavo, era anticuado y poco fiel a la historia reciente, por lo que gran parte de la asignatura la dimos en apuntes hechos por mí.

-había varios alumnos que silabeaban y la mayoría no entendía lo que leía.

-mis explicaciones eran seguidas por pocos alumnos a pesar de mis esfuerzos por hacerlas comprensibles.

Pero al ser alumnos de segunda etapa y estar bastante definidos en su interés y en el nivel de conocimientos, no me sentí responsable de la mala preparación de la mayoría de ellos.

Sin embargo, el curso siguiente, en Torrente de Cinca, se iba a producir mi desmoronamiento profesional. Ante el aburrimiento y la falta de interés de mis alumnos de segundo curso, comprendí que ser maestro no era tan fácil como yo creía; que los alumnos no son unos recipientes que se pueden ir llenando tranquilamente; que el aprendizaje no se produce a través de la mera transmisión; y que el niño es un ser diferente del adulto, con una dinámica y unos intereses propios.

Al mismo tiempo, estaba completamente convencido de que el niño es curioso por naturaleza y que siente unos enormes deseos de aprender cosas. Por tanto, era yo quien debía reflexionar y aportar soluciones que

despertasen la ilusión y el interés de los niños por el trabajo escolar.

Sin saberlo, lo que hice en aquellos momentos fue empezar a aprender el oficio de maestro. Para mí ha sido algo apasionante, sobre todo, porque compruebas que el campo del aprendizaje es tan vasto que no tiene límites. Con cada curso y en cada niño aparecen nuevas posibilidades para mejorar nuestro trabajo.

El camino, sin embargo, no ha estado sembrado de rosas, precisamente. Primero, por mi propia inexperiencia; y en segundo lugar, porque me encontré con un director poco favorable a los cambios.

En algunos momentos me sentí solo, incomprendido. Pero fui sobreponiéndome gracias a la fe que tenía puesta en la metodología elegida, a la ayuda de compañeros que trabajaban en la misma línea, y a la lectura incansable de libros de pedagogía y psicología, en los que iba encontrando base teórica y recursos prácticos para mi trabajo.

Hubo también dos compañeras Mariví Artigas y Esperanza Corvinos, que me apoyaron en todo momento y gracias a ellas pude ir superando los ratos amargos por los que me hizo pasar la dirección.

Y no sería justo si omitiese aquí unas palabras de agradecimiento, a título póstumo, para Don Pedro Rubio, el inspector que supo comprender y alentar el esfuerzo de renovación que estábamos realizando mis alumnos y yo.

Desde mi propia experiencia, yo creo que lo ideal sería formar equipos de profesionales que se comprometiesen a poner en practica un proyecto común durante un período mínimo de tiempo (tres años, por ejemplo); pero mientras el sistema actual de provisión de plazas lo impida, y nuestros gobernantes no se decidan a apoyar con valentía la renovación pedagógica, tendremos que dejar en manos de la casualidad la existencia de dichos equipos.

A pesar de ello, yo no creo que debamos esperar una situación así para cambiar nuestra clase, porque quizás no la encontraremos nunca, o venga demasiado tarde (yo tuve la suerte de vivirla el último año que estuve en Torrente); mi opinión es que hay que hacerlo aunque nos encontremos solos.

La escuela tradicional está obsoleta porque parte de unos planteamientos psicológicos falsos (el niño no es un adulto en pequeño ni el saber se adquiere de una forma receptiva), y porque utiliza unas técnicas de trabajo anticuadas y en contradicción con la naturaleza «activa y creadora» del niño.

La escuela activa, por tanto, no es una moda más ni responde a una

ideología determinada; representa un avance, un salto cualitativo en la práctica pedagógica. Por eso no debemos tener dudas sobre la dirección a seguir aunque nos encontremos solos: estamos en el buen camino.

Y lo más atrayente es que se trata de un camino no trazado, que podemos ir descubriendo con la ayuda de nuestros alumnos. Los maestros tenemos ante nosotros la oportunidad de convertirnos en actores de nuestro trabajo, abandonando para siempre el papel de meros transmisores a que se nos tenía relegados (con el libro de texto como auténtico rey de la clase). De esta manera, partiendo de las necesidades e intereses de los alumnos, y buscando con ellos las técnicas y actividades mas adecuadas, estaremos contribuyendo, desde nuestra modestia, a la consolidación metodológica de la nueva pedagogía.

LOCALIZACION DE LA EXPERIENCIA

Torrente de Cinca es un pueblo de casi 1.300 habitantes. Está en la margen derecha del río Cinca, a cinco kilómetros de Fraga, en la carretera que va a Mequinenza. Pertenece a la provincia de Huesca.

Históricamente ha pasado por épocas de mayor población (construcción del pantano de Mequinenza, explotación de minas de lignito) que la actual, pero no se puede decir que sea un pueblo en decadencia, pues se mantiene con una población estable. Su mayor riqueza es la fruta y, quien más quien menos, se va defendiendo sin problemas.

Sin embargo, cuando yo llegué dejaba mucho que desear en el aspecto cultural y de equipamientos:

-No se organizaban actos culturales.

-No se disponía de ninguna sala en el pueblo para dichos actos.

-Un gran porcentaje de alumnos no seguían ningún tipo de estudios al acabar la EGB.

-Las escuelas, construidas hace ya muchos años, no reunían las condiciones necesarias y el mobiliario era escaso y defectuoso.

A todo ello se añade el problema del bilingüismo, ya que Torrente está en la frontera de Aragón y Catalunya. Oficialmente, la escuela se hace en castellano, pero los alumnos hablan el Torrentí, que es una mezcla con una gran parte de catalán.

En la actualidad (marzo de 1.986) el edificio escolar está desalojado por ruina y los alumnos repartidos en locales del pueblo. Pasarán todo este curso en dichas condiciones mientras se construye un nuevo edificio en el mismo lugar del anterior.

En los cuatro años que estuve destinado a él, me encargué de los siguientes alumnos:

-curso 1.979-80: 2° de EGB, con 26 alumnos.

-curso 1.980-81: 3° de EGB, con 22 alumnos (una baja a principio de curso por traslado familiar, y tres durante él).

-curso 1.981 -82: 7° de ECB, con 20 alumnos.

-curso 1.982-83: 8° de ECB, con 19 alumnos (tres bajas antes de empezar y dos altas).

En segundo tuvimos libros de todas las asignaturas. En tercero compraron solamente libros de Naturaleza v Sociedad. Encargué varios lotes de cuatro editoriales diferentes. Pero apenas los utilizamos en todo el año, ya que, al partir de la realidad, se creó una dinámica de trabajo incompatible con la estructura y el tipo de información que ofrecían los manuales.

A los de séptimo les di todo menos la religión y el idioma. Mientras, yo hacia la gimnasia y una hora semanal de trabajo de creación literaria, con cuarto. Se compraron los libros de Matemáticas y Física, que fueron seguidos con regularidad.

En 0ctavo, un compañero me hacía las matemáticas y la religión y yo daba la gimnasia y el lenguaje a sexto y a séptimo (que estaban en una sola clase). Se utilizaron los libros de texto de Matemáticas y Química.

UNA CLASE TRADICIONAL

Segundo de ECB; veintiséis alumnos; finales del primer trimestre. Anotaciones del profesor:

Para ellos, todo lo que hacemos en clase es una competición. Es normal que se quejen de que «fulanito se lo está diciendo a menganito», o «fulanito se lo copia». ¡Y eso que yo trato de reducir al mínimo los premios y los castigos! Lo primero que hicieron cuando empezó el curso fue señalarme quienes eran los tontos de la clase, los que recibían los palos y los suspensos.

Cuando yo hablo o explico algo, siempre hay preguntones inoportunos que plantean temas que nada tienen que ver con lo que estoy diciendo y otros que se despistan y no atienden, o prefieren hablar de sus cosas con el compañero.

Si les pregunto sobre algo del libro contestan torpemente aunque el tema sea conocido para ellos; incluso muchas frases resultan incoherentes. Sin embargo, cuando me cuentan algo de lo que hacen, o algo que han visto y les ha impresionado, normalmente lo hacen con bastante fluidez: sus frases son coherentes y únicamente cometen fallos en las terminaciones de los verbos irregulares (los hacen todos regulares) y los normales de construcción de frases debido al bilingüismo.

Un día propuse salir por la tarde a buscar piedras raras para hacer una colección: todos aplaudieron la idea. Pero luego me di cuenta que lo importante para ellos era salir, subir por la montaña, enseñarme el campamento moro, hablar de serpientes y de tesoros escondidos, correr, saltar, ir por los sitios más difíciles.

Cuando hacen algo nuevo se entusiasman y empiezan con muchas ganas, pero cuando se repite varias veces lo mismo se cansan. Les atrae la novedad, pero pronto la actividad se convierte en deber v pierden el interés. Esto pasa con la pJastilina, el picado, recortar con las tijeras. Menos mal que lo espacio lo suficiente para que les resulte novedad. No obstante, a la gimnasia, al dibujo y a la plastilina casi siempre están dispuestos a condición de hacer lo que ellos quieran.

No aguantan mucho tiempo sentados y se levantan para hablar de sus cosas o para molestarse unos a otros.

Se saben los mecanismos de las cuentas de memoria, pero no les pidas que te expliquen el porqué se hace así. Si en vez de cuentas les pongo problemas, la mayoría no sabe qué cuenta hay que hacer para resolverlos.

Tanto la lectura colectiva como la individual son un desastre. Ningún niño está por ellas y el que lee sólo descifra. Me pongo frenético cuando veo hablar o despistarse a un niño mientras hay otro que lee para todos. Pero, ¿qué puedo hacer?

Son pocos los que saben qué hay que hacer después de leer las preguntas de la lectura. La mayoría las copia y luego me preguntan qué tienen que hacer.

Si copian de la pizarra o del libro y se equivocan les da igual, no corrigen aunque lo que escriban sea una barbaridad. Lo mismo sucede cuando leen. Además, son muchos los que tienen dificultades para leer y escribir, yo les digo que lean primero mentalmente y luego lean cada palabra entera en voz alta, pero los hay que silabean y son incapaces de leer las palabras de un golpe. Incluso hay varios que no saben leer.

Cuando corregimos los ejercicios, algunos los tienen bien y no tienen que corregir; pero los otros sí tienen que hacerlo y entonces perdemos mucho tiempo. También he observado que algunos que los tienen mal no los corrigen y se quedan tan tranquilos. Sin embargo, también he comprobado que a veces no los corrigen porque ¡no los encuentran! no saben localizar en su libreta el ejercicio corregido en la pizarra.

Mi gran problema es que no soy ni un superhombre ni un super-maestro: son pocas las ocasiones en que consigo despertar el interés de mis alumnos, la mayoría de las veces ocurre lo contrario. Y entonces sucede lo peor: nos aburrimos. Yo me aburro muchas veces y los chicos todavía más. Todo son deberes y aunque pienso que son cosas buenas para ellos y que deben hacerlas para su bien, no por eso evito mi aburrimiento ni el de ellos: por eso a unos les cuesta tanto acabar los trabajos y otros están locos por terminar enseguida, sin pararse a mirar si están bien o mal hechos.

Son muy pocas las ocasiones en que los niños se «recrean» haciendo una actividad: cuando veo que toman interés por algo es como un espejismo, pues pronto me hacen volver a la dura realidad: se aburren. ¡Y lo peor es que tengo que apoyarme en los espejismos para alimentar la esperanza y la ilusión por mi trabajo!

LA CRISIS DEL CAMBIO

Yo me preguntaba con desesperación: Pero vamos a ver, ¿cómo es posible que la mayoría sean reacios al aprendizaje? ¿Cómo es posible que una persona se niegue a aprender, a saber cosas? ¿Por qué los niños se aburren, se distraen cuando les explico algún tema si yo me los preparo concienzudamente y procuro completarlos con actividades que les resulten agradables? ¿Por qué tengo que hacer de policía cuando toca lectura con lo bonito que es saber leer?

Pero eran preguntas sin respuesta.

No obstante, yo estaba convencido de que no podía seguir así: o yo encontraba la forma de entusiasmar a mis alumnos o buscaba otras salidas profesionales a mi vida. Estaba dispuesto a cuestionarme mi continuidad en el campo de la educación.

Empecé a consultar a compañeros, les preguntaba como les iba a ellos; pero sus respuestas no eran demasiado esperanzadoras. En general se aceptaba la situación descrita por mí como natural e inevitable. Había que resignarse e ir pasando lo mejor posible.

Busqué en los libros y encontré SUMMERCILL, de A. S. Neil; sin embargo, su lectura no me proporcionó ningún remedio. Lo que yo vi en él fue una experiencia bastante interesante, de libertad por encima de todo, pero inviable para la escuela. Seguí buscando y leí «Consejos para los maestros jóvenes» de Freinet, y he de reconocer que me entusiasmó. Leí varios libros más del mismo autor y, rápidamente, sus técnicas, su mensaje de esperanza, su ejemplo de vida, fueron abriendo ante mí un mundo lleno de infinitas posibilidades: cada palabra, cada línea, cada pensamiento suyo dejaba una huella indeleble en mi espíritu. ¡Fue una época de actividad febril! Me quedaba hasta altas horas de la madrugada leyendo y me levantaba antes de hora, impaciente, para llegar a la escuela y poder experimentar en la práctica lo que tan claramente se me mostraba a través de las lecturas (no quise esperar al curso siguiente para cambiar, sobre todo en cuestiones tan fundamentales como la lectura y la escritura). Tenía la sensación de estar viviendo en estado de flotación, como si estuviese realizando un gran salto, o mejor, un vuelo hacia el infinito, hacia algo desconocido pero que vislumbraba como extraordinario, definitivo, para mi vida profesional.

No me equivoqué. En Torrente de Cinca viví cuatro años apasionantes y muy fructíferos para mí.

Nadie que no lo haya experimentado podrá comprender lo que significa, a nivel de sensaciones, participar de los avances, v conquistas de unos alumnos que descubren el misterio de la lectura y la escritura; nadie que no lo haya experimentado, podrá comprender lo que significa ayudar a un niño con dificultades, poner a su alcance los medios para realizar un nuevo aprendizaje que sirva para valorarlo y para que se acepte cada vez más a sí mismo. Realmente es algo extraordinario. Se establece una relación tan humana con los alumnos, tan alejada de la máxima, «maestro que enseña-alumno que aprende», que yo no dudo en calificarla de mágica.

Los comienzos, sin embargo, no fueron muy alentadores v sólo gracias a la gran fe que me impulsaba, pudimos salir airosos. El primer día de texto libre fue el 19 de marzo de 1.980, y después de la experiencia anoté lo siguiente:

«Casi podría hablar de fracaso total. Nadie ha querido participar en el arreglo colectivo del texto. Ni siquiera su autora mostraba demasiado interés. Esto me demuestra que los niños están viciados por su propia competencia: no les gusta que haya un ganador y su rechazo a la participación esconde en realidad un sentimiento de envidia. Por otra parte, solo tres de los ocho que han traído algo escrito han sido originales. Esto demuestra también que no se consideran capaces de crear nada, que desconfían de su propia capacidad. Además, ningún texto refleja la vida: son cuentos o historias de reyes, leñadores, o niños malos. ¡Habrá que tener paciencia!».

UNA PEDAGOGÍA PARA EL ÉXITO

10-5-80: Ayer sucedió algo extraordinario, Rubén presentó un texto libre y lo estuvimos arreglando entre todos en la pizarra (cada vez se elaboran más los textos porque hay más participación). Cuando acabamos de hacerlo vi cómo Rubén empezó a leerlo, totalmente concentrado en su labor, sin percatarse de la clase, y lo hizo prácticamente sin equivocarse ni una sola vez.

Al acabar, lo llamé y le comuniqué lo que acababa de hacer. ¡No se lo creia! ¡Había leído el texto sin darse cuenta de ello! Volvió a leerlo para convencerse, y entonces avisé a los demás para que se enterasen de la noticia. ¡Rubén estaba loco de contento! Solo faltó que Pili N. dijese que no se lo creía si no lo veía: Rubén volvió a leer, esta vez en voz alta, para todos. Al acabar, recibió el aplauso de sus compañeros. Fue un momento inolvidable.

Después me pidió que escribiese en un papel lo que había hecho para llevarlo a casa y enseñárselo a sus padres. Por la tarde me dijo que todos se habían puesto muy contentos.

22-5-80: El caso Rubén.- No puede creerse que ha sido él mismo el que sin darse cuenta, ha descubierto «el misterio de la lectura».

Me dijo que era gracias a las pruebas que le hicieron en Barcelona (sus padres lo llevan allí cada tres o cuatro meses para que lo mire un psicólogo), y su madre piensa que es gracias a que yo les enseño muy bien.

Sin embargo, nada de ello es cierto. Rubén no aprende por lo que le hagan en Barcelona, porque él sigue siendo el mismo, con sus dificultades, tampoco por lo bien que yo le enseño. Ha aprendido a leer él solo, por si mismo, gracias a su propio esfuerzo. Lo único que he hecho yo ha sido motivarlo, interesarlo por la lectura, hacerle ver que leer es útil y bonito, que nos sirve para descifrar los pensamientos humanos escritos. ¿Como lo he conseguido? Presentándole sus propios pensamientos y los de sus compañeros, los cuales él comprende perfectamente. Ya no es algo extraño lo que lee, no se limita a descifrar signos faltos de significado o a unir sonidos silábicos entre sí: lee su propia vida y la de sus compañeros.

Pero ha sido necesario empezar por aquí para que fuese capaz de leer, y no es casualidad que lo primero en leer sin dificultad haya sido un texto

propio. ¡Y que manera de rectificar cuando se equivocaba en alguna palabra!

También ha jugado un papel decisivo la correspondencia, a través de la cual encontramos utilidad y sentido, no sólo a la lectura, sino también a la escritura.

Pero, ¿Por qué no puede creerse Rubén que haya sido él solo quien ha conseguido leer? Sencillamente, porque «era» un alumno negado, porque «era» de los tontos, de los que no estudian, de los que no atienden, de los que no saben.

Sin embargo, su único delito consistía en ser un niño que partía con unas dificultades más graves que los demás; es decir, era un niño que necesitaba ayuda. Pero el sistema, basado en premios y castigos, en el triunfo de los listos sobre los tontos, no entendía de sensibilidades y lo tenia condenado a la marginación y el fracaso.

Yo he conseguido que Rubén lea, que Toni lea (su caso es parecido o peor), que Ricardo y Pilar B. lean; y lo he hecho de la forma más natural y sencilla: haciéndoles leer sus propios pensamientos, expresados con sus propias palabras.

Y que nadie me diga que eso limita el vocabulario del niño porque estamos continuamente aprendiendo nuevas palabras y, además somos veintiséis alumnos y un maestro que hablamos, trabajamos, hacemos fichas, salimos de excursión, examinamos animales, leemos libros o cuentos, vemos la televisión, somos testigos o protagonistas de nuevas situaciones que generan nuevas palabras, etc.

Y que nadie me diga que a esta edad el niño no tiene nada que decir porque ahí están como prueba todos esos libros de texto libres que vamos haciendo; y entre todos ellos podemos leer, por ejemplo, «La Lluvia» de Eugenio, y comprobaremos cuanta poesía es capaz de enseñarnos un niño. ¡Y todo con las palabras más sencillas del mundo!

EL DOMINGO POR LA NOCHE

El domingo pasado por la noche, estábamos juntos Fabián y yo. Nos compramos unas cuantas cosas y las comimos tranquilamente subidos a una ventana. Luego estuvimos un rato en el local del mossén escuchando música e hicimos una partida a las damas chinas.

Cuando salimos del local, dimos volteretas en la farola de la plaza, que está tirada en el suelo porque la derribó un camión.

Después nos encontramos a mi padre, que nos dio un duro a cada uno para que nos comprásemos un refresco.

Rubén

9-5-1.980

LA LLUVIA

Hoy es un día muy bonito porque está lloviendo. Aunque no puedo jugar, estoy contento, porque esta lluvia es muy buena para el campo y la huerta.

El sembrado del monte se estaba muriendo, y ahora, con la lluvia, crecerá muy alto y bonito. Así podremos cosechar.

¡Viva la lluvia!

Eugenio

15-4-1980

26-5-80: Hacemos colección de animales: insectos, reptiles, anfibios, etc., son guardados en clase para su estudio después de hacerles una ficha e iniciar un libro sobre ellos. Los alumnos empiezan a conocer los nombres científicos de los más corrientes y les encanta trabajar con ellos. Observo que no les gusta que los matemos. Les tengo que convencer a duras penas para sacrificar un animal de cada especie al objeto de tener una muestra en nuestro museo.

A causa del nuevo enfoque que estamos dando a nuestro trabajo, la clase de segundo curso se está convirtiendo en un lugar de reunión a la hora del recreo, y de 12 a 1. Muchos alumnos de otras clases vienen a ver los animales y de paso se interesan por las demás cosas que hacemos. Hay otro detalle aparentemente sin importancia: los padres empiezan a colaborar con nosotros. Uno coge un animal para que su hijo o hija lo traiga a la escuela, otro le da unas monedas para que se incremente nuestra colección, etc.

3-6-80: El equipo 2 está formado por Ricardo, Toni, Eugenio y Marcos. Excepto Eugenio, eran siempre los últimos en acabar el trabajo. Bueno, pues ahora se pelean por ser los primeros. Estoy consiguiendo que trabajen.

Un niño que es activo, movido, tiene que ser por fuerza un gran trabajador potencial. Solo hace falta que se interese por lo que hace, que le resulte agradable, que lo considere útil.

Eva R. es la de los experimentos con pinturas: descubrió que mezclando colores se obtenían otros nuevos y no para de hacer pruebas y enseñarnos los resultados. Hoy me dijo que extendiendo el lapicito con algodón quedaban mucho mejor.

La costumbre de leer el texto libre después de completarlo en la pizarra, se está convirtiendo en una de las actividades más deseadas. Todos quieren leer. ¡Que diferencia! Cuando lo hacíamos en el libro de lectura, cada uno leía unas cuantas líneas y ahora leen textos que casi siempre ocupan las dos pizarras enteras, y en un tiempo record. Antes tenía que vigilar como un policía al que se despistaba; ahora todos copian el texto mientras el que lo lee (actividad voluntaria que todos desean hacer) está de pie y lo hace en

En la clase había una exposición permanente de animales y muestras de trabajo.

voz alta.

20-6-80. Hoy Rubén me ha dicho: «Mire maestro, ya se sumar sin contar con los dedos». En general, los chicos me comunican sus progresos y sus conquistas. Lo hacen orgullosos, seguros de sí, buscando mi visto bueno y mi apoyo.

Otra cosa que he observado es que las peleas son raras entre ellos, incluso fuera de la escuela. No hay ningún tonto, ningún inútil, nadie es superior a nadie. Lo que importa es el trabajo y se respeta el ritmo de cada uno. Eliminando el clima de competencia desaparecen las tensiones y se abre paso el compañerismo, la ayuda mutua, el sentimiento de grupo.

Por cierto, hoy tengo reunión de fin de curso con los padres.

21-9-80: ¡Vaya salto!

La reunión con los padres fue bien; les explique como irían las notas de fin de curso, les conté lo poco que habían gastado sus hijos en material a lo largo del curso gracias a que hicimos material común, les comenté lo de la lectura y otros avances que yo había observado, y les informé del festival que estábamos preparando para final de curso.

Celebramos el festival en el antiguo comedor, donde proyectamos la película que les hice cuando el entierro de la sardina, y todos los alumnos tuvieron su actuación, unos más pequeña y otros mayor. ¡Fue un curso inolvidable!

Durante el verano les envié una postal a cada uno y estuve leyendo libros y preparándome para este nuevo curso.

Hemos elaborado un plan de trabajo espléndido, que nos servirá como punto de partida y que espero podamos llevarlo adelante.

El primer trabajo que hemos hecho ha sido un libro sobre las vacaciones titulado «El verano», y todos dicen que están muy contentos de volver a la escuela.

LAS ACTUACIONES DEL MIÉRCOLES

¡Hola, amiguitos!-¡Hooola!-yo soy la flor. Os voy a presentar a mis amigas. Bueno, antes os voy a

decir una cosa: mis amigas, las llamo así porque me cuidan mucho, me riegan todos los días...

Ahora va a salir mi mejor amiga, que es la más grande.-¡Hola!-¡Hooola!-¿Cómo estáis?-¡Bieeen!-¡Yo también!-Ahora va a salir la otra amiga, que no es tan amiga, pero que es amiga

también.-¡Hola! ¿Cómo estáis?

(Ana M., Pilar B., y Celia- fragmento títeres, día 10-6-81)

Después de las vacaciones de Navidad, acordamos dedicar los miércoles de cuatro a cinco, para hacer actuaciones, al objeto de utilizar los títeres que cada uno nos habíamos hecho con tiras de papel de periódico, pasta de papel, cola, etc.

Todos los que deseaban hacer alguna actuación (chistes, canciones, títeres, teatro) se apuntaban en una libreta que para tal efecto teníamos en la clase. El día señalado, de tres a cuatro, nos dedicábamos a confeccionar colectivamente el programa definitivo y el orden de las actuaciones. Luego, los que tenían que cambiarse, se iban al comedor un poco antes de las cuatro, y se preparaban. El antiguo comedor era el lugar donde se hacían las actuaciones, que también servía para las horas de los talleres. Por este motivo, cada miércoles de 12 a 13, lo barríamos, lo fregábamos y dejábamos las sillas y el escenario preparados para la tarde.

Después de la primera sesión hubo dos alumnos que propusieron invitar a un curso de la escuela cada día que actuásemos; así tendríamos espectadores. Se discutió si sería mejor invitar a todos o sólo a los que eran más pequeños que nosotros. Al final decidimos invitarlos a todos, desde párvulos hasta sexto, que eran los mayores. Más adelante, también llegamos a actuar varias veces para los niños de la guardería del pueblo, los cuales vinieron encantados.

-¡Hola! ¿Cómo estáis?-¡Bieeen!-Yo también. ¿Tenéis colegio hoy?-¡Síííí!-Esperaos un momento, que ahora vengo, (se esconde detrás de la tela)

¿Os gusta escribir?-¡Sííí!-A mi también, ¿Cómo se llama ése de enmedio?-¡Bruno! (varios)-Yo me llamo don Pepita.

(Loli M. fragmento títeres 18-2-81)

En una asamblea posterior acordamos también dejar uno o dos espacios para que actuase algún alumno del curso que iba a venir como invitado. La idea fue bien acogida y siempre había alguien que actuaba.

En varias ocasiones hicimos venir a la escuela un chico del pueblo que toca bastante bien la guitarra, y, después de escuchar y aplaudir su pequeño recital, le pedimos que tocase canciones movidas para bailar todos.

Las primeras actuaciones fueron de claro predominio de los títeres, pero rápidamente empezaron a variar las formas de expresión y, paralelamente, se fue complicando la preparación y ejecución de los números. Un día se le ocurrió a un niño hacer títeres con las manos, pintándose las palmas con ceras y, desde entonces, prácticamente todos probaron el nuevo invento. ¡Era extraordinario ver cómo conseguían comunicarse con los demás haciendo hablar a sus propias manos!

También empezaron a aparecer las caras pintadas, e inmediatamente, las sesiones de maquillaje se convirtieron en algo normal antes de la entrada en escena. Y casi con la misma rapidez aparecieron los disfraces y el transformismo. Mientras, el que más y el que menos, removió los armarios de casa e hizo acopio de ropa suya y de sus mayores para utilizarla en sus creaciones artísticas. Algunas de ellas fueron realmente ingeniosas, como por ejemplo, el día en que Fabián se disfrazó de culona y se colocó una pelota de fútbol en el trasero, o cuando Abel se disfrazó de señor gordo y se metió toda la ropa que encontró debajo de la camisa, hasta el punto de no poder juntar las manos por delante.

Cuando hacían títeres solían recurrir a temas escolares, de relaciones entre amigos, peleas, o hacían intervenir a los espectadores.

Sin embargo, cuando era teatro reflejaba, normalmente, escenas o acontecimientos familiares (boda, bautizo, el niño que no quiere comer, una merienda en el campo, la tía presumida, etc.)

No obstante, hubo algunos que se dedicaron a buscar temas diversos: campamento en la playa, dos pistoleros y un borracho, empieza el verano,

la fiesta del pueblo, etc.Por último, tampoco faltaron imitaciones sobre programas de televisión:

625 líneas, Los ángeles de Charlie, la masa, lápiz y papel, etc.

-¡Hola! ¿Cómo estáis? -¡Bieeen!-¿Habéis visto a un tonto por aquí?-¡NOOO!-¿Dónde debe estar? ¡Como lo coja! ¡Eh! ¿Dónde estás?-¡Donde me da la gana, aquí!-¡Toma, toma, toma! (golpeando) je, je, je!–¡Ay, ay, ay!

(Toni y Ricardo-fragmento títeres. Día 10-6-81)

Desde el primer día de las actuaciones me propuse no dirigirlos en ningún sentido. Deseaba una clase de expresión libre, en la que el niño tuviese posibilidad de decir lo que quisiera sin otra limitación que la de su propia capacidad imaginativa. Había observado lo difícil que era para ellos expresarse correctamente en forma oral y estaba dispuesto a conseguir que adquiriesen cierta fluidez verbal.

Quede claro, por tanto, que mi objetivo fundamental no era el de fabri-car actores, ni cantantes, ni cómicos. Yo quería que mis alumnos no tuviesen problemas de expresión oral.

Pero a medida que avanzaban las semanas, me fui dando cuenta que el objetivo inicial quedaba corto comparado con la cantidad de datos que me iban ofreciendo.

Al tiempo que hablaban, se movían, gesticulaban, ejercían un dominio sobre su propio cuerpo obligándole a adoptar posturas y realizar giros completamente desconocidos hasta entonces para ellos. Y, con sus cuerpos en movimiento, realizaban, sin complejos ni miedos, auténticas exhibiciones de dominio corporal.

Por otro lado, pude ver claramente cómo vertían en las representaciones su agresividad, sus preocupaciones, sus miedos, curiosidades sexuales, la escala de valores que están recibiendo de la familia, etc.

En resumen, todo aquello que les preocupaba o les interesa realmente. Yo estoy seguro de que, en este sentido, las actuaciones ejercieron sobre ellos una importante función terapéutica, .y para mí, una fuente inagotable de conocimiento del mundo interior de mis alumnos.

LOS INTERCAMBIOS

Siempre que anunciaba a mis alumnos la llegada de una carta o de un paquete de regalos, estallaban en gritos de júbilo. La correspondencia es una actividad que no necesita motivación; a todos, pequeños y grandes, nos gusta tener amigos con los que intercambiar información y regalos. Nosotros nos escribimos siempre con un gran número de escuelas.

Teníamos amigos en Sevilla (del colegio Juan Ramón Jiménez), en Valencia, LLeida, Fraga, Alcanar, Barcelona, Belver de Cinca, etc.

El intercambio solía ser a nivel de clase, pero con algunos lo hicimos personalmente; es decir, que cada alumno tenía un amigo o amiga al que le contaba sus aventuras, sus deseos, cosas de la familia, le enviaba dibujos, trabajos manuales, etc.

Estando en tercero mantuvimos correspondencia personal con los alumnos de cuarto de Belver de Cinca y, hacia finales de curso, concebimos la idea de conocernos todos. Para ello, organizamos un intercambio, de forma que nosotros fuimos a verlos el día catorce de Mayo, y el diez de Junio nos devolvieron la visita. En ambos casos hubo trece madres que acompañaron a los niños. Fueron dos jornadas inolvidables con casi fiesta local, juegos, competiciones, teatro, comida con alumnos, padres y profesores, etc.

La experiencia fue realmente positiva y todos coincidimos en afirmar que deberían celebrarse más encuentros de este tipo entre las gentes de los pueblos, porque contribuyen a estrechar relaciones y a crear nuevas amistades. Desde entonces, algunas familias de Belver y Torrente se han continuando viendo de forma regular.

Los niños de Belver, con su maestra, Ma José Nasarre (excelente profesional y compañera), hicieron un número extraordinario de su revista «Sonrisas», dedicado al intercambio, y en sus textos puede apreciarse la ilusión que les produjo el acontecimiento:

El día 14 llegó el día que tanto esperábamos; vinieron los de Torrente. Hicimos de todo y jugamos a todo. Os lo voy a contar: Primero salimos a recibirlos con trompetas, antifaces, caretas, serpentinas y muchas más cosas. Después les enseñamos el colegio. Nos íbamos a cambiar para el partido de chicas, pero, de pronto, «¡No se juega el partido de chicas!». Nos quedamos enfadadas después de tanto entrenamiento... ¡Uf! ¡qué lata!. Como no podíamos hacer nada,

subimos al campo de fútbol a jugar el partido de chicos, que ganaron los de Torrente por dos a uno. Bajamos y les enseñamos el cementerio, el parque y la iglesia; luego nos los llevamos a casa. Nos dijeron que a la una y media fuéramos a comer; llegamos y nos dieron entremés, pavo y helado; una buena comida.

A las tres entramos en la escuela y con la colchoneta nos echábamos en ella y nos empujábamos. Al cabo de un rato arreglamos el comedor e hicimos teatro durante dos horas.

Se marcharon los niños de los demás cursos y nos quedamos cuarto y los de Torrente. Salimos un poco fuera y entramos para merendar. Nos dieron un bocadillo de jamón y otro de queso, brazo de gitano con chocolate y crema, y macedonia. Cuando terminamos de merendar fuimos a la colchoneta otra vez. Al fin, ya todos muy cansados, nos despedimos y se fueron, pero... ¡aún tenemos que ir nosotros! Ya veréis que bien lo pasaremos allí. Lo que más me llamó la atención fue cómo nos echábamos en la colchoneta; nos gustaba a todos. En fin, ¡adiós!

Gemma

Ya ha pasado el día en que vinieron los de Torrente. Yo tenía ya ganas de verlos. Pero no solo quería ver a todos y saber si me lo iba a pasar bien; lo que más me interesaba era ver a mi corresponsal. Entonces llegó el momento, el gran momento.

Oscar (como se llama mi corresponsal) es muy gracioso, pequeñajo, moreno y con ojos marrones y negros. Pero no solo voy a describirlo, sino que diré !o que hizo. Empezaré:

Al ser un poco vergonzoso, cuando nos presentaron, se movía de derecha a izquierda. Después fuimos a las casas. Lo que más me gustó de él fue que nos ganaron a fútbol pero me dijo: «No hemos venido a ganar, sino a jugar». En las actuaciones contó un chiste que a todos nos causó mucha risa. Bueno, si sabéis esto, creo que sabéis todo. Y si no, os lo volvéis a leer. ¡Adiós!.

Paula

La correspondencia supuso también un fuerte estimulo para mis alumnos, que se esforzaban por hacer una escritura lo más correcta y legible posible. Aquellos que tenían más dificultades cuidaban la letra para que su amigo o amiga pudiese leer la carta sin problemas.

Para mi también supuso una continua fuente de satisfacciones. Primero, porque me dio ocasión de intercambiar opiniones con un buen número de

compañeros; y en segundo lugar, porque aprendí muchas cosas de ellos.Mariano Coronas y Marta Lax, de Fraga; Miguel Calvo, de Miralsot, José

López y Blanca Gaspar; Josep San Martin, de Soses; Lluis Trullas, de Sunyer; el compañero del colegio Juan Ramón Jiménez de Sevilla; la propia Ma José Nasarre, de Belver...

De todos fui cogiendo ideas para mis clases a través de una simple conversación, una carta, una visita a sus clases, etc.

LOS CUARTEROS Y SEBASTIANO

Durante el curso 1.981-82, aunque tuve que pasar a séptimo, tenía dos horas semanales con mis anteriores alumnos, una la dedicábamos a E. Física y en la otra realizábamos un trabajo que era, básicamente, de creación literaria, un poco al estilo de Gianni Rodari y su Gramática de la Fantasía.

De todos los trabajos que hicimos a lo largo del curso, y que fueron siempre de creación colectiva a partir de una idea o una situación determinada, quiero mostrar los siguientes:

LA FAMILIA LECHUGAÉrase una vez una familia de lechugas. El padre se llamaba Trunca, la madre. Tranca, e! hijo Tronca y la hija Trinca.Cuando estaban contentos se tronchaban de risa y daban brincos sin parar. Y cuando estaban tristes tronaban más fuertes que una tormenta.A Trunca le gustaba mucho rondar; a Tranca tragar deliciosos pasteles y presumir de joyas y vestidos; a Tronca le gustaba coger una trompa; y a Trinca le gustaba trabajar en la fruta.

Cuento colectivo

29-10-1 981

YOLANDRI PELCA EN EL LIO LILOYolandrí despretó, se vestodo y almolcó chocotale con galatas. Frue a crompar craramalos, choclots y una flispola para trirar fletardos. Gluego charchó a chamar a Rechango y Triculín prala il a pelcal pelcas con una borca al lio Lilo.

Parablas mistreliosas

12-11-1981

EL BOGLO DE TONCAREn un blopue dedon la tegen bablaha al vésre, avivi un ñoñi que airque ser tauantroas. Su yorma onsilui rae ir a la nalu. Un adi odicide irtrucons nau vena alcipaes, rope no tosulre. Y se votu que marforcon con un boglo de tóncar.

Palabras al revés

3-12-1981

La familia lechuga surgió de la propuesta mía de encontrar una historia para las expresiones Tronca, tranca, trinca y trunca. Yolandri es un montaje a partir de la palabra ladrillo. El boglo de tóncar consiste en decir las palabras al revés, y la familia moneda fue posible porque un día aparecí en clase con cinco monedas romanas para enseñárselas.

Al acabar el curso me hice un libro con un ejemplar de cada trabajo (texto y dibujo) y le pusimos el título que figura en el encabezamiento.

EL TEXTO LIBRE

Los primeros textos que hicieron mis alumnos fueron cuentos o situaciones inventadas, pues no se creían que su propia vida pudiese servir como instrumento para conocer la gramática.

Pero captaron pronto el significado del texto libre y, poco a poco, aquellos alumnos reacios a la escritura, fueron convirtiendo en literatura sus propias vivencias. La escritura dejó de ser un ejercicio mecánico para convertirse en un medio de expresión y comunicación. Ahora ya no tenía que obligarles a escribir y muchas veces tuve que regatear con ellos para acortar un texto que, por demasiado largo, podía hacer interminable su corrección.

El texto libre, no hace falta decirlo, es una técnica de trabajo de incalculable valor pedagógico, que mantuvo su vigencia en todos los cursos que llevé.

Pero, tal como sucedió en las actuaciones, para mí y para mis alumnos supuso mucho más que una buena técnica: el texto libre hizo que la escuela pasase a formar parte de la vida del niño.

Y cuando la escuela utiliza las vivencias de los alumnos como «material de trabajo», se convierte en un elemento enriquecedor de la personalidad infantil; proporciona equilibrio, confianza y seguridad.

Para el maestro representó una fuente inagotable de información

SOBRE SUS AVENTURASEl martes por la tarde jugábamos a la guerra y hacíamos un campamento. Cuando estábamos trabajando vino el Olivo y nos dijo: ¡Otra vez que os vea gastando ladrillos, os los haré pagar todos! Dicho esto, se marchó y nosotros continuamos el campamento.

Al cabo de un rato volvió para ver que hacíamos y nos encontró igual que la primera vez. ¡Todos corrieron, pero yo no sabía por donde salir! ¡Estaba asustado!

Entonces vi la puerta del campamento y sin pensarlo, salí por ella corriendo todo lo que podía para reunirme con los demás.

Ricardo N. (2°)

21-3-1.980

Antes de ayer, Abel y yo cogimos la merienda después de salir de la escuela y fuimos a llamar a Raúl G. Él cogió la suya y nos pusimos a jugar por la calle. Mi padre pasó con el tractor y, en el remolque, llevaba a mi hermano Miguel, mi primo Sergio, y un amigo suyo. Le preguntamos a mi padre si podíamos subir y nos dijo que sí.

Fuimos hasta el almacén y, al lado del mismo, encontramos una casita subterránea. Entramos en ella y luego la tapamos con trozos de hierro. Después encontramos un cuadro y muchos secretos.

Cuando tocaron las primeras campanadas de misa, volvimos al pueblo por un camino que no conoce nadie.

Rubén C. (3°).

22-1-1.980

ALGÚN ACCIDENTEAyer estábamos por el campamento moro todos los de segundo, menos las chicas, Marcos y Toni. Jugábamos tranquilamente cuando, de pronto, oímos a Ricardo que gritaba:¡Socorro! ¡Auxilio!

Fuimos corriendo hasta donde estaba y lo encontramos con una caña clavada en la pierna. Entre Javi y yo le sacamos un trozo ¡pero aún tenía otro dentro! Entonces lo transportamos a casa rápidamente y su madre lo llevó al médico.

Fabián N. (2º)

22-5-1.980

Cuando estaba en Francia, nos trasladamos a vivir de Au Canourgues a Salon, por donde pasa un río. Al mes de estar allí, un niño cayó al agua y se ahogó. Lo buscaron hombres ranas, pero no pudieron encontrarlo. Al año siguiente cayó un niño negro de cinco años y quedó enganchado de un hierro por la garganta. Pudimos cogerlo pero estaba muerto.

Cuatro meses después me tocó a mí. Estábamos jugando en la orilla, cuando mi primo y un amigo me empujaron sin querer.

Caí al agua y la chaqueta se me enganchó en unos hierros. Empecé a gritar. Un señor me oyó y vino corriendo para sacarme. Después me llevaron a casa, pero solo llevé un buen susto y el baño.

Alfredo C. (T)

25-1-1 982

EL TRABAJO EN CASAEl sábado pasado fuimos a la huerta mi padre, mí madre, mi hermano y yo, para plantar melocotoneros. Yo pensaba que estaríamos solo por la mañana; por eso cogí la pala y comencé a hacer hoyos para acabar antes. Mí padre dijo:

-A la tarde tendremos que volver. Entonces le pregunte:

-¿A la tarde también?

-Si, porque aún no hemos acabado.

-¡Buff!, comenté, haciendo un gesto de cansado.

A la tarde volvimos a la huerta y acabamos de plantar. Luego, abonamos todo el campo y estuvimos recogiendo leña hasta que se hizo de noche.

Acabamos todos bastantes hartos.

Francisco F.(7°)

1-2-1.982

Ayer por la tarde fui con mi hermano a coger peras a la huerta.

¡Todo el rato tuve que estar empapelando cajetas y llevando cubos! Luego cogimos también unas cuantas cerezas de un árbol y mi padre descubrió un nido de garzas con varios pollitos. Pero no los cogimos porque estaban todavía muy pequeños.

Pilar B. (2°)

16-6-1.980

ALGUNA BROMAHace dos o tres días mi madre me mandó ir a buscar agua a la terraza. Así que fui, puse la botella en el grifo y, mientras se llenaba, yo iba jugando. Se me ocurrió mirar abajo y vi a mi hermano regando las plantas. A mí me vino una idea a la cabeza: cogí un recipiente, lo llene

con un poco de agua y se lo tiré. Por suerte cambió de maceta y no lo mojé; pero mi madre me dijo:

-¡Llegas a mojar a Marcos y yo a ti te pongo morada!

María Esther G. (7°)

10-5-1.982

LAS FIESTAS DEL PUEBLO SAN ANTÓN

La hoguera se encendió el viernes. El sábado hicieron una carrera ciclista de quince vueltas al pueblo. Por la noche había baile, pero yo no salí. El domingo hubo un partido de fútbol entre Torrente y Candasnos. Ganamos por 3 a 1. A las siete empezó el baile y estuve hasta las dos de la madrugada. El lunes llovió y solo se pudo celebrar e! baile. No pudimos ver las ocurrencias de los quintos.

El martes hubo Gimkana de bicicletas y coches; debían sortear varios obstáculos, y después, los conductores tenían que coger un conejo corriendo tras él, pero sin coche.

Más tarde, los quintos se pusieron a estirar de una cuerda atada a una mula. La pobre no pudo evitar la derrota.

Luis B. (7°)

20-1-1.982

SAN ISIDRO

El día de San Isidro fue fiesta en Torrente. Por la mañana subimos a San Salvador y almorzamos sardinas con jamón, después de haber oído misa.

Por la tarde, a las siete, un grupo de niñas y dos niños bailaron la jota y el bolero. En el grupo había ocho niñas de segundo curso, y todas lo hicieron muy bien.

Al acabar fueron todos al sindicato para comer pastel y otras cosas.

Eva R. y Ana M. (2º)

19-5-1.980

SUS RELACIONES Y SUS JUEGOSAyer estuvimos en casa de Carolina jugando a las muñecas y a los tentes, Ana S., Susana, Marisa y yo. Todas jugábamos a las muñecas menos Marisa que se olvidó traer la suya y Carolina le dejó los tentes. Nos lo pasamos muy bien. Luego me fui a mi casa y seguí jugando hasta la hora de cenar.

Ana Mª T. (2°)

30-5-7.980

Ayer por la tarde, al salir de la escuela, fui con mi hermano y mi hermana a buscar la merienda. Después bajamos hasta el Seca Forcada para jugar. Allí nos encontramos a Salvador y Pobillo y nos pusimos a jugar a pistoleros. Mi hermana no se quedó porque la mandé a casa.

Raúl D. (3°)

4-11-1.980

Ayer al salir de la escuela, un grupo de niños y niñas de tercero, jugamos un rato a cazar. Fernando se enfadó porque todas las niñas lo querían coger.

Cuando faltaban veinte minutos para las nueve, marchamos todos a casa. Subiendo por la calle Mayor, Fabián nos cogía a María Pilar y a mi, nos daba una patadita en el trasero, y nos decía: ¡A escapar!

Susana G. (3º)

24-3-1.981

Un día de la semana pasada por la tarde, Raúl G. vino a mi casa.

Primero jugamos a coches. Mi campamento estaba detrás del sofá, y el suyo debajo de la máquina de coser. Luego, él prefirió cambiar de sitio y nos pusimos los dos en el sofá. Éramos policías y cogíamos a muchos ladrones. ¡Nos lo pasamos muy bien! Después jugamos al clips. Raúl era el rey y yo su ayudante.

Abel F. (3°)

1-4-1.981

UNA MUERTE MUY SENTIDA

¡Se ha muerto el tío Casimiro!

Y ahora, ¿Quién nos inflará las pelotas? ¿Quién nos arreglará los zapatos?

Se tumbó en la cama porque estaba resfriado, y se murió de golpe.

Le faltaba poco para cobrar el retiro.

Rubén C., Ana M. y Susana G. (2°)

6-6-1.980

SUS ANIMALES

Un día mi mamá fue a dar de comer a los animales que tenemos en la granja. Cuando subió arriba sintió un ruido extraño.

¡Era mi pato Beni que se había escondido detrás de un cañizo! ¡El muy pícaro le había robado un huevo a la gallina y se lo estaba comiendo!

Mi madre le regañó por comerse el huevo porque de él podría haber salido un pollito pequeño.

Jesús I. (2°)

20-6-1.980

El lunes por la tarde jugábamos en los troncos de Fabián que hay en la vía del tren. Estábamos unas cuantas niñas. Ana y Celia se fueron a beber agua a la Fonteta porque tenían sed. Y después se quedaron un rato tirando piedras a la acequia. De pronto, Ana dijo:

¡Silencio! y se oyeron unos maullidos. Nos acercamos y vimos una gatita pequeña. La cogimos y la llevamos para que la viesen los que jugaban en los troncos.

Después nos fuimos a la calle Acequia, le preparamos una camita y la acostamos; le apagamos la luz y se durmió.

Celia, Loli y Eva F. (2°)

25-6-1.980

UNA MERIENDA MUY OSADA

Ayer por la tarde fui al bosque con mi primo y vimos una rica perdiz que andaba comiendo por el suelo. Mi primo cargó rápidamente la escopeta y la mató. Cuando la estábamos comiendo, vino mi amigo el osito Baner y le di los huesos. Me dijo que aquella perdiz era muy mala, pero que los huesos estaban muy

buenos.

Oscar (3º)

11-11-1.980

Y NUESTRAS PROPIAS ACTIVIDADES

Ayer por la mañana fuimos a la herrería de Pili N. Su padre nos estuvo enseñando las máquinas y le hicimos preguntas para que nos explicase cosas de su trabajo.

Antes de marchar nos dio una máquina eléctrica para pintar y virutas de hierro con las que haremos móviles.

Marisa В (3º)

6-11-1.980

Voy a explicar cómo hemos hecho el trabajo sobre la ganadería de Torrente.

Primero hicimos una lisia de todas las personas que tienen ganado o granjas y luego elegimos entre todos las preguntas que les haríamos.

Como deseábamos hacerlo bien, Sebastián habló con el padre de Jesús para comprobar si las preguntas eran adecuadas.

Después las pasamos a multicopista, nos dividimos en seis grupos de a cuatro y fuimos preguntando por las casas. Menos dos o tres, la mayoría han contestado.

Ahora nosotros sabemos, aproximadamente, la cantidad de animales que hay en Torrente.

Fabián N. (3°)

7-5-1.981

El viernes, día 22, los de tercero fuimos al río a pescar. Adolfo nos enseñó a hacer las cañas y Sebastián nos iba colocando de uno en uno a la orilla del río. Loli pescó una carpa, Raúl una madrilla muy pequeña, y yo pesqué un gaburro. Los demás no pescaron nada.

Rubén C. (3º)

(2-6-1.981)

El miércoles, día 3, subimos a San Salvador para buscar insectos. Al llegar allí, lo primero que hicimos fue almorzar. Fabián nos hacía risa

con las píeles de plátano: primero les daba cuerda, después las pasaba por el turmix y, por fin, las lanzaba al aire.

Estuvimos un rato buscando insectos y observando como volaban los cuervos. Luego exploramos las ruinas y encontramos un ala de cuervo y un nido de pájaro carpintero. Al bajar, cogimos también algunas mariposas, flores, piedras y un gusano. Por la tarde les hicimos fichas y los clasificamos.

Jesús, Pilar B. y Ana T. (3º)

16-6-1.981

El día que visitamos Fabersánitas salimos de Torrente con bicicletas, a las diez y cuarto. Por el camino, los chicos nos tuvimos que parar mucho porque las chicas iban muy despacio. Llegamos a las 11 y dejamos las bicis en los aparcamientos de la fábrica.

Seguidamente pasamos al interior, donde ya nos estaban esperando. Entonces nos dieron unas bolsas de plástico para ponerlas en los pies, y dejamos los anoraks y las prendas de abrigo en una habitación. El señor Mostajo nos dijo que la fábrica era pequeña y que no tocáramos nada.

Lo primero que vimos fue el taller, luego pasamos a una de las salas de máquinas, donde comprimían el aire. Después fuimos a una sala de computa-doras. A continuación pasamos a ver como se hacían las jeringuillas y la parte plástica de la aguja. Pasamos luego a donde se hace la punta de las agujas y mirando por un microscopio, vimos las puntas muy aumentadas. Luego fuimos a un sitio en el que no pudimos entrar porque teníamos que vestir trajes especiales; pero a través de unos cristales observamos como trabajaban. Seguidamente pasamos a la cámara de esterilización, donde había cajas destinadas a muchos países. Las esterilizan con un gas que se llama oxido de etileno. Este gas penetra fácilmente el cartón y el plástico. El señor Mostajo nos dijo que antes de venderlas, el laboratorio las tenía que analizar.

Al terminar fuimos al bar y nos invitó a una coca-cola para cada uno. Le formulamos nuestras preguntas y luego Sebastián se fue con él para que le diese algunas jeringuillas.

Después volvimos a Torrente.

Texto colectivo de los alumnos de 8°

Febrero de 1.983

POESÍAS CUENTOS Y OTROS INVENTOS

Favorecer la expresión de mis alumnos en todos los lenguajes y formas posibles, fue una preocupación constante en mi trabajo. El niño debe tener posibilidades diversas para explicarnos su concepción del mundo, para comunicar sus fantasías, deseos, e incluso sus miedos. La poesía y el cuento son buenos vehículos para ello. El procedimiento que seguíamos para la realización de estos trabajos era el siguiente:

Aparte del texto libre colectivo, que se hacía cada día en segundo, y dos veces por semana en tercero, cada alumno disponía de una libreta de trabajos en borrador en la que escribían lo que les parecía a lo largo de la semana. Luego venían a mi mesa (en un horario establecido) para corregir.

El autor y yo leíamos el trabajo, eliminábamos palabras repetidas, cambiábamos frases mal expresadas, colocábamos correctamente los signos de puntuación, etc. De esta forma, el texto (ya fuese prosa o poesía) quedaba escrito en forma adecuada.

A continuación, el alumno cogía una cuartilla en blanco y lo escribía, realizando también un dibujo sobre el mismo. Teníamos establecida la norma de leerlo después de pasado a limpio por si alguno se equivocaba al copiar, pero como no todos lo hacían, era obligatorio mi visto bueno antes de ponerlo en la carpeta de trabajos de creación.

Y siempre que alguno se equivocaba le hacía leer lo escrito para que descubriese él mismo su error. Tuve mucho cuidado en que fuesen ellos mismos los descubridores correctores de sus propios errores; de esta forma, además del esfuerzo que tenían que realizar, pretendía que se acostumbrasen al trabajo del escritor, el cual no crea nunca en un solo acto.

Al final del tercer curso hicimos un librito con las mejores poesías de cada uno. La mayoría son de pocos versos y sencillas en la expresión, pero he de reconocer que algunas me sorprendieron por su belleza. He aquí unas cuantas:

¡Qué bonito está el cielo

cuando cae la lluvia!

Así se riega el campo

y los agricultores se ponen contentos.

Celia

En un jardín

hay una rosa

tan hermosa

que siempre que paso

la voy a visitar.

Carolina

Un día en primavera

deshojé una margarita

Empecé en sí

y acabé en no.

Marisa

Tengo un barco

que siempre navega

debajo del sol y la luna.

Pili N.

Esta mañana

salí del jardín

y vi seis pajaritos

que esperaban a su mamá.

Eva F.

Tengo una mariposa

que vuela tan alto

que toca el cielo.

Ana B.

Yo no soy

escuela ni mundo

Yo no soy

americano ni español,

soy ola del mar.

Oscar

En los álamos

del río

cantan y vuelan

los pajaritos.

Ricardo

Yo soy pequeña

pero no soy grande

Yo soy hormiga

pero no un elefante.

María Isabel

La rana salta

la rana canta,

puede hacer circo

y hace reír

a la gente que quiera.

¡Viva la rana circolera!

Fabián

En un bosque

hay cuatro ardillas

buscando nueces

para mí.

Fani

En el cielo

hay un pájaro

que quiere

volar muy alto

para ver a Dios

y conocerlo.

Femando

En el alto ciprés

vi una paloma blanca

tan quieta

que parecía un juguete.

Jesús

Los cuentos fueron muy variados, pues desde muy pronto se aficionaron a los capítulos y realizaron verdaderas creaciones, en formatos muy diferentes, algunos sugeridos por mi, pero la mayoría inventados por ellos. Los hicieron en tamaño octava, cuartilla, folio, en forma de acordeón, con viñetas, mudos. Y, a través de ellos, me comunicaron aficiones, deseos, sueños, miedos, etc.

EL GALLO Y EL ARCO IRIS (por capítulos)

Había una vez un gallo y un arco iris.

Cuando el gallo cantaba: ¡Kikiriki! tres veces, salía el arco iris.

Todas las mañanas a las ocho, el gallo cantaba tres veces como siempre, y el arco iris salía.

Una niña pasó con su bici y vio el arco. quella niña venía del mercado. Se llamaba Yolanda.

Por las noches el gallo se dormía y el arco iris se escondía. Una mañana de domingo el gallo se puso guapo antes de cantar, y cuando llegaron a las ocho de la mañana cantó:

¡Kikiriki! ¡Kikiriki! ¡Kikiriki! Y el arco volvió a salir.

Pili N.

EL NIÑO POBRE

Había una vez un niño muy pobre que vivía en una casa deshabitada. El pobre niño no tenía comida. Suerte que vivía al lado del bosque, donde había comida en abundancia.

Un día que estaba buscando alimentos, encontró un tesoro escondido. El niño se lo llevó a su casa y nunca más fue pobre.

Abel F.

Eran todos ellos cuentos ilustrados y guardo algunos en mi poder como testimonio y recuerdo de un trabajo que en algunas ocasiones alcanzó niveles de gran calidad.

CUENTO POR CAPÍTULOS EN FORMA DE ACORDEÓN, EN CARTULINA

Trabajamos también las adivinanzas, las cuales tenían que ser inventa-das si el autor quería que saliesen en el periódico de la clase. Hubo algunas bastante logradas, a pesar de su ingenuidad:

Soy rojo y me ponen en la ensalada

¿Quién soy? (El tomate)

Es una cosa redonda que da más calor

que un radiador. ¿Qué es? (el Sol)

Soy redonda y voy al fútbol

¿Quién soy? (la pelota)

Una cosa que sale de la tierra y

parece un paraguas. ¿Que es? (la seta)

Tengo siete colores y vengo después

de la lluvia. ¿Quién soy? (el arco iris)

Sirvo para la comida, la moto y el coche.

¿Quién soy? (el aceite)

En séptimo y octavo seguimos haciendo lo mismo, pero los trabajos no fueron nunca tan frescos como los anteriores. Los alumnos mayores habían adquirido cierto «amaneramiento» (¡la rima por encima de todo!) que no conseguí eliminar en lo dos años que estuve con ellos, a pesar de mis esfuerzos.

En esta etapa, además de crear, trabajamos con diversos autores (Machado, García Lorca, Alberti, Luis Cernuda, Manuel Altolaguirre, León Felipe, Jorge Manrique, etc.) al objeto de conocer un poco más a fondo el lenguaje poético v para tomar contacto con los principales poetas y movimientos poéticos españoles.

Compré un libro de poesías, de un autor diferente, para cada alumno, y realizaron un trabajo sobre él en la forma siguiente:

1.- Cada alumno escribía a máquina diez poesías del libro que tenía, en otros tantos folios. En otro, escribía una información sobre el poeta (nacimiento, vida, movimiento al que perteneció o pertenece, otras obras, autores v acontecimientos contemporáneos),

2.- El alumno recitaba (con entonación adecuada) una de las diez poesías y, a continuación, explicaba porqué la había elegido, de qué trataba, tipo de estrofa, rima y medida de los versos, figuras que aparecían y análisis gramatical de alguna de sus partes.

3.- A continuación había un coloquio en el que los demás alumnos podían hacer preguntas y sugerencias sobre la poesía v el autor.

4.- Después se repartía el resto de poesías para ser leídas por los demás y hacer un dibujo de cada una de ellas (este trabajo era por parejas).

Luego se recogían y se confeccionaba un libro con todas, más los datos del autor, que era leído por la clase en turno de rotación.

Aparte de este trabajo, se leyeron, comentaron e ilustraron otras obras como «La Tierra de Alvargonzález» de Antonio Machado; «La Campana de Huesca», romance anónimo; la obra poética de «La tía Miquela», de 74 años y natural de Torrente; la de José Luis Otín (hijo del director de la escuela y muerto en accidente de coche), etc.

RAMIRO II

Llamado el Monje, reinó tres años (1.134-37) después de ser aclamado soberano por el pueblo aragonés en Jaca, contra las disposiciones testamentarias de su predecesor, Alfonso I el Batallador. Monje benedicto en San Ponce de Torneras y Sahagún, se casó con Inés de Poitiers tras obtener dispensa papal; en 1.137 casó a su hija Petronila, de dos años de edad, con Ramón Berenguer IV, por lo que, al retirarse Ramiro de nuevo a la vida monástica aquel mismo año, el conde de Barcelona pasó a regir los destinos de la corona de Aragón. A Ramiro II se le atribuye el hecho legendario de la «Campana de Huesca».

EL DIBUJOEl dibujo, como la escritura, es también expresión de la personalidad.

Se puede conocer a un alumno por los dibujos que hace. Pero, de la misma forma que la escritura debe estar libre de amaneramientos y pautas que la uniformen si se quiere que sea personal, el dibujo también necesita de esa libertad.

Mis alumnos, cuando hacíamos un texto libre, un cuento, una poesía, o cuando trabajábamos con la frase del día, tenían que hacer un dibujo que interpretase el texto. Para realizarlo había una serie de normas que todos debían cumplir:

-No podían utilizar la goma.

-No podían copiar modelos.

-No les dejaba utilizar reglas ni ningún otro elemento que adulterase el trazo del niño.

Yo me limitaba exclusivamente a darles consejos de tipo técnico: sobre perspectiva, proporcionalidad, situación espacial, etc.

Ciertamente, no todos se mostraban igual de creativos; los había que andaban bastante a remolque de las iniciativas de algún compañero. Pero en lo que se refiere al trazo y al tipo de estructuras que aparecían en los dibujos, siempre era posible identificarlos sin necesidad de leer sus nombres escritos en el papel.

En segundo y tercer nivel me dediqué a observarlos con detenimiento y puede comprobar algunos aspectos bastante originales e interesantes:

-Había algunos que adornaban sus dibujos con gran profusión de detalles, mientras otros mostraban cierta simplicidad.

-Varios apenas utilizaban el color y otros utilizaban casi invaria-blemente los mismos colores.

-Los niños eran bastante más belicosos en sus escenas que las niñas, y alguno, como Raúl G., demostraba cierto ensañamiento.

-De vez en cuando aparecían modas que arrastraban a varios niños a la vez (hacer casas, novias, niñas, barcos, etc.) o bien a casi toda la clase, como los modelos de coches o de conejos.

MODELO DE CONEJOS

MODELO DE TREN

MODELO DE COCHES

Varios alumnos destacaron sobre los demás por su originalidad o por su peculiar manera de dibujar:

-Jesús era un maniático detallista que pintaba siempre sus dibujos con una pulcritud asombrosa.

-Fernando estilizaba los suyos y con ello transmitía una rara sensación, pero ciertamente atrayente, acerca de su personalidad.

-Oscar realizaba unas formas sugerentes, inacabadas, o medio difuminadas, con muchas escenas diferentes.

Finalmente, había alumnos que hacían aparecer de forma insistente ciertos personajes u objetos en los trabajos que hacían. No se trataba de repetir una misma estructura hasta que la enriquecía y creaba otra más completa, tal como explica Freinet en las génesis del dibujo (ver los Métodos Naturales II, el aprendizaje del dibujo). Era algo constante, que permanecía invariable y aparecía en la mayoría de los dibujos, tanto en segundo curso como en tercero. Por ejemplo:

-Fernando siempre hacía el mismo sol: trazaba una línea en un ángulo superior del folio o cuartilla y lo convertía en un triangulo sonriente.

-Fani dibujó una solo nube en sus dibujos durante mucho tiempo, y en más de una ocasión puso su nombre dentro de ella.

-Jesús nunca entregaba un trabajo antes de acabarlo completamente; y si hacía árboles, eran todos iguales.

-Abel solía dibujar un personaje con capa y espada, con el que posiblemente, se debía sentir identificado.

-María Isabel hacía hablar a sus personajes.

Con los alumnos mayores el trabajo de creación fue mucho más difícil dado que tenían ya interiorizados una serie de modelos estereotipados. Pero, poco a poco, fueron perdiendo el miedo y aparecieron las diferentes personalidades. Con estos alumnos practicamos, fundamentalmente, el dibujo del natural, pues la realidad favorece también la creación al posibilitar diversas interpretaciones, y no sólo por el estilo (diferentes ángulos, más o menos amplitud, desde una u otra distancia, resaltando unas cosas sobre otras, etc.).

Después de una salida, los dibujos eran completados en clase, e incluso muchas veces preferían cambiarlos y empezar de nuevo. En estos casos, el realizado en primer lugar era utilizado como boceto del definitivo. Me di cuenta de que, en este aspecto, los alumnos funcionaban de forma parecida a cuando arreglábamos un texto libre: una cosa era el primer texto, y otra muy distinta (sobre todo a nivel formal, de construcción) el resultado final

después de los arreglos y correcciones posteriores; aunque el mensaje seguía siendo el mismo.

Cuando más tarde leí la Crónica Pedagógica, de Mario Lodi, comprendí todavía mejor que el dibujo natural puede convertirse, perfectamente, en una técnica de trabajo que consiga, en el campo de la expresión plástica, el mismo resultado que el texto libre en el lenguaje.

Fruto de nuestras salidas para dibujar del natural fue un álbum en el que quedaron plasmados los lugares más típicos y con tradición histórica del pueblo: la Fonteta, el Secà Forcada, San Salvador, la Cruz de la Plaza, casa Ferrabrás, etc.

LA LECTURA

La lectura fue una de las causas por las que me planteé cambiar de actitud en mi trabajo. Cuando en segundo curso tenia que actuar como un policía para que siguieran al que estaba leyendo, me desesperaba porque no comprendía esta reacción de los niños. Y fue volviendo hacia mí mismo, a lo que me motivaba como lector, que fui comprendiendo el problema de mis alumnos. Por eso decidí prescindir del libro de lectura. Eso de leer todos lo mismo y en el mismo lugar y momento, era una pretensión absurda. Mis alumnos debían leer lo que quisieran y en el momento y lugar que creyesen más convenientemente.

El problema (mi problema) era encontrar textos que los motivasen. Y no hay nada que motive más que la propia vida: nuestros viajes, nuestras aventuras, nuestra fantasía.

Desde que los niños empezaron a hacer textos libres, poesías, cuentos, y hasta sueños, no necesité ir detrás de ellos para que leyesen; se peleaban por ser los primeros en hacerlo.

Y una vez que el niño descubre en la lectura la posibilidad de conocer nuevas aventuras, nuevos mundos, nuevos amigos, siente unas ganas enormes de traspasar el umbral de su propia vida, de su entorno. Así es como en 3º, además de seguir haciendo textos libres, poesías, cuentos, etc., compré una colección de libros sobre temas diversos, que fueron leyendo en turno rotativo a razón de uno por semana. Compré tantos como alumnos, y tengo que decir que los repartíamos el viernes por la tarde y la mayoría eran devueltos el lunes o el martes como máximo; o sea, que no esperaban al último día para leerlos.

De cada libro se hacia una ficha tipo standar (autor, editorial, resumen del libro, personaje más simpático, etc.), y al final del curso, hacíamos un juicio valorativo de cada uno.

En séptimo y octavo la cosa se complicó más y los alumnos leyeron gran cantidad a lo largo del curso.

En primer lugar, seguimos haciendo textos libres, poesías, etc., y cada lunes tenían la posibilidad de leer uno o varios de ellos al resto de la clase, lo cual exigía una pronunciación y entonación bastante correctas. En este sentido, yo siempre aseguraba la lectura de aquellos trabajos que consideraba más acertados, según mí propio criterio, claro.

Los libros de poesías sobre autores famosos que fuimos confeccionando a lo largo del curso, también iban pasando de uno a otro para ser leídos.

La biblioteca de clase tenía libros de muy diversa índole. Dado que escribíamos a varias editoriales (concretamente cuarenta) para que nos enviasen, conseguimos reunir cerca de doscientos volúmenes. La editorial Grijalbo nos envió la colección de Axterix completa, y fue tal el éxito que algunos alumnos la leyeron varias veces.

Estos libros de la Biblioteca de clase podían ser retirados rellenando una ficha que teníamos de cada uno. El sistema era muy parecido al de cualquier biblioteca pública, solo que aquí funcionaba sin bibliotecario. Cuando un libro era sacado se dejaba su ficha en la clase y al devolverlo se volvía a poner dentro de él. Cada viernes, una pareja de alumnos revisaba las fichas que había en la clase para llamar la atención de los que estaban más de 15 días sin devolver el libro. Tengo que decir que no faltó ni uno solo de los clasificados en los dos años que estuve con los mayores.

Otra lectura era la de los libros que iban rotando cada quince días (había uno por alumno y estaban en un lugar aparte de la biblioteca), sobre los cuales tenían que hacer una ficha parecida a la que rellenaban los de tercer curso. La elección de estos libros la hacía yo en base a las preferencias temáticas que manifestaban los alumnos (aventuras de niños de su edad, de animales, de misterio, etc.).

Al final de curso hacíamos una valoración de estos libros y, a través de una encuesta anónima, yo les pedía que se sincerasen sobre lo que realmente habían leído de todos ellos.

El resultado de la encuesta en octavo curso fue el siguiente:

-Ninguno los había leído todos.

-Cada alumno había leído enteros, aproximadamente la mitad de los que le correspondían; los demás los habían leído a saltos o sólo un trozo.

-Todos opinaron que el plazo de quince días para leer un libro era adecuado.

-También prefirieron el sistema de rotación al de la libre elección porque así, según ellos, leían más variedad de temas.

-Todos menos uno manifestaron haber leído los libros sin ninguna difi-cultad; los que dejaron inacabados fue porque no les gustaba el tema o porque se aburrían con su lectura.

Los temas preferidos fueron, por este orden:

-Aventuras y misterio

-Ciencia-ficción

-Amor (chicas)

-Con niños de su edad como protagonistas.

-Leyendas

-Terror

-Historia

-Música

Aparte del libro quincenal, cada alumno realizó un trabajo sobre otro de mayor envergadura, que duró desde Navidades hasta final de curso (algunos hicieron dos, dependiendo del libro y de las ganas de trabajar del alumno). En este caso, fueron ellos los que eligieron los libros de una lista que yo les facilité. No obstante, hubo dos o tres que prefirieron un libro no incluido en la lista y entonces hicieron dos, su preferido y otro de la lista.

El trabajo que realizaron tuvo que cubrir los siguientes apartados:

Autor

-Nacimiento, vida y muerte.

-Otras obras.

-Movimiento literario al que perteneció o pertenece, explicando el contenido del mismo.

Sobre el libro

-Resumen.

-Personaje o personajes que te hayan causado admiración o simpatía. Explica porqué.

-Sitúa en un mapa o en varios los lugares donde se desarrolla la acción.

-Haz una relación por orden alfabético de los personajes que apa-recen en el libro.

-Mapa económico, geográfico y político del país donde se desarrolla la acción.

Sobre el contenido temático

-¿Qué dice sobre educación?

-¿Qué dice sobre la utilización o no de la violencia para resolver los conflictos entre personas?

-Recoge los dichos, frases hechas y refranes que aparecen en el libro.

(Hay que decir quién lo dice y en que página o páginas lo dice).

Si por las características del libro no podía realizarse algún apartado, se sustituía por otro trabajo parecido.

Por último, cada poco recortábamos algún artículo del periódico o de alguna revista para que fuese leído por todos, si considerábamos que su contenido interesaba por algún motivo.

No considero necesario dar aquí una lista de libros, pero si daré el título de varios de ellos para que el lector se pueda hacer una idea de los temas trabajados: Robinson Crusoe, El Quijote, La Guerra de las Galias, Momo, Juana de Arco, La Eneida, etc.

EL PERIÓDICO

Durante los cuatro años que estuve en el pueblo, hice un periódico con los alumnos. En él explicábamos nuestras actividades y dábamos a conocer nuestros textos libres, cuentos, poesías, etc. En segundo curso se llamó, «Las noticias de segundo curso », en tercero, «El derecho de los niños», y en séptimo y octavo se convirtió en periódico de toda la escuela y salió a la calle con el título de «La veu de la escuela».

Teníamos corresponsales en varios lugares (desde Sevilla hasta Valencia) con los que intercambiábamos periódicos y revistas, además de algunos regalos. Siempre encontrábamos alguna información de interés para nuestro trabajo en lo que nos enviaban.

Al encargarme de séptimo curso, además de confeccionar el periódico escolar, utilizamos «El País» y «El Periódico», como instrumentos fundamentales de trabajo. El aprovechamiento de ambos diarios se concretó en las siguientes actividades:

-Anotación diaria de las temperaturas máxima y mínima de algunas de las capitales de provincia españolas y de diversas capitales del mundo. Datos éstos de gran utilidad además para trabajar los números enteros.

-Anotación diaria de valores del mercado de divisas.

Con las temperaturas y divisas se fueron confeccionando unas gráficas que registraron las variaciones de unas y otras durante todo el curso.

-Realización de los pasatiempos (crucigramas, sopas de letras, jeroglíficos).

-Diariamente, una pareja de alumnos seleccionaba un total de cinco noticias, bajo la forma y criterios siguientes:

1.- El periódico del que se seleccionaban era «El Periódico». Tenían que elegir cinco noticias, de las que una tenía que ser nacional, dos internacionales, una deportiva, y la última a su criterio.

2.- Las cinco noticias eran recortadas y pegadas en una cartulina

poniendo la fecha en lugar destacado.

3.- Antes de colocar la cartulina en un lugar de la clase destinado a tal efecto, se leían y comentaban, con la obligación de señalar en un mapa, el lugar donde se producían, Y si alguna era considerada de interés por todos, se seguía diariamente, o daba lugar a un trabajo más extenso sobre ella.

-Recopilación de noticias sobre hechos históricos, hallazgos arqueológi-cos, etc., que se guardaban en el archivo documental.

-Seguimiento de aquellos acontecimientos que por su interés merecían una atención especial, o la realización de algún trabajo sobre ellos: catástrofes, elecciones, guerra de las Malvinas, conflicto Irán-lrak, etc.

-Comentarios sobre la programación de televisión y de aquellos programas que podían ser aprovechados como apoyo al trabajo de clase (se hicieron conferencias sobre temas tratados en programas como «En este País», «Secuencias del mundo», «Vivir cada día» e «Historia de medio siglo»).

El periódico fue, realmente, una herramienta básica de trabajo, no solo por la cantidad de información que nos proporcionó (información que abar-caba todas las áreas), sino porque, utilizándolo, el alumno se familiarizó con el lenguaje periodístico y se aficionó a la lectura.

Aunque parezca mentira, la mayoría de la gente no lee el periódico porque no entiende el lenguaje que utiliza. Por eso es imprescindible que el alumno que sale de la escuela sepa manejarlo, domine su vocabulario y sea capaz de analizar una noticia con espíritu crítico.

Igual sucede con la televisión. También es necesario que el maestro co-mente y aproveche ciertos programas, no sólo por la información que proporcionen, sino porque así el niño podrá adquirir una conciencia crítica ante ella.

Este es un reto que todos los maestros deberían afrontar con gran decisión, ya que el ciudadano que se traga todo lo que dice la televisión y los periódicos sin una cierta capacidad crítica, es un ciudadano indefenso, y por tanto, manipulable.

CANCIÓN

Dedicada a los niños muertos en Ortueya (Vizcaya)

En la escuela de Ortuelia que es un pueblo de Vizcaya hubo un escape de gas que provocó una explosión y murieron muchos niños que de nada tenían culpa.

Pobrecitos padres ¡Cuanto llorarán! al ver que sus hijos jamás volverán.

Hermanitos nuestros¿Por qué habéis muerto?iNadie lo quería!Lo sentimos muchoy tenemos pena en el corazón.

(Trabajo colectivo)

OBRAS EN EL PATIO

Este curso nos han arreglado el patio. Han puesto cemento y ahora tenemos una pista de baloncesto y otra de balonvolea. Cuando acabaron las obras, el resto del patio quedaba un poco mal y entonces los padres hicieron una reunión y decidieron arreglarlo.

El día 17 de Octubre, que era sábado, vinieron a las escuelas unos cuantos y entre todos pusieron dos camiones de arena y tres de gravilla fina. También trajeron ruedas para jugar y cortaron las ramas bajas de los pinos. Ahora ha quedado muy bien el patio.

Los que vinieron a trabajar fueron:Liberto López Ernesto Bailar y su hermanoJosé Santamaría e hijo José A. BallabrigaJosé Ballabriga José CariElíseo Palle Antonio FernándezEduardo Villacampa Jesús IzquierdoJosé Pinol Aurelio IzquierdoJoaquín Betrián José MillanesÁlvaro Grego

Los maestros y los alumnos estamos muy contentos con lo que han hecho y les damos las gracias.

Fabián-Jesús-Marcos-Eugenio y Fernando.

EL NIÑO PERDIDOUn niño estaba llorando porque se había perdido. Pero apareció un hada que le

preguntó: ¿Por qué lloras?. Porque me he perdido, dijo el niño. Entonces el hada lo llevó a su casa y sus padres se pusieron muy contentos.

Rubén Cazador Octubre 1.980

LA NIÑA Y EL CONEJO

Érase una vez una niña que iba al monte a cazar con su padre. La niña vio un conejo y le dijo a su padre: ¡Mira papá, un conejo! Su padre lo quiso cazar pero no pudo porque se había escondido detrás de los árboles. Siguieron otra vez el camino hasta el monte y, cuando llegaron, empezó a llover mucho y no pudieron cazar nada.

Eva Fullola

22-10-1.980

EL OSITO

Había una vez un osito que su madre se había muerto y no podía salir porque en su cueva había una roca muy grande. Y cada vez se hacía más grande. Pero cuando creció el osito, sacó la piedra y se fue del bosque.

Marcos Jimeno

23-10-1980

SAN SALVADOR

En mi pueblo

hay una montaña

que brilla cuando la miras.

Es la ermita de San Salvador

que para mí es muy bonita.

Marisa Beltrán

22-10-1 980

LA MAÑANA

Hoy al salir de la escuela me marché a jugar a las canicas. Después de un rato, me fui a casa y busqué a mi hermano. Cuando iba al Secà Forcada, me encontré a Roca, que me preguntó:

¿Donde está Sergio?

Yo le dije: No lo sé, yo también lo busco.

Lo encontramos en el Secà.

Raúl Grego

7-10-1.980

Observando y estudiando los datos que tenemos sobre las profesiones de nuestros padres, hemos visto que:

Torrente de Cinca es, sobre todo, un pueblo de agricultores. También hay ganaderos, pero menos.

En Torrente no hay ninguna fábrica pues los dos padres que trabajan en fábricas lo hacen en Fraga. Sin embargo, pensamos que podrían ponerse varias:

-de conservas de frutas.

-para hacer zumos y frucos de frutas.

-de abonos y sulfatos para el campo.

Si hubiese alguna de estas fábricas en Torrente, los padres que van a trabajar fuera, no tendrían que salir del pueblo.

ENTREVISTA A PADRES Y MADRES QUE GANAN DINERO CON SU TRABAJO

La mayoría trabajan para mantener a la familia o para ayudar, excepto dos, que dicen trabajar porque les gusta.

También les gusta trabajar a casi todos, e incluso están contentos con su actual trabajo. Al contestar por qué están contentos, hay opiniones muy diversas, pero hay diez que lo están por que les satisface.

Al preguntarles cuantas horas trabajan, 23 de ellos afirman que lo hacen durante 8 o más horas, siendo 18 los que dicen trabajar mas de 8 al día También son bastantes (concretamente, 12) los que afirman que el trabajo que hacen les cansa mucho.

Cuando les preguntamos si están contentos con lo que ganan, 16 contestaron que sí y 11 dijeron que no.

Son 18 los que afirman no haber tenido ningún accidente de trabajo, mientras 9 dicen que sí han tenido alguno.

Cuando les preguntamos qué es lo que les gusta más o menos de su trabajo, las contestaciones son bastante variadas, pero al preguntarles si les gustaría tener un trabajo diferente al actual, la mayoría (18) contestaron que no. Los que dicen que sí, hubiesen preferido ser: arquitecto (1); agricultor (1); trabajar por su cuenta (1); mecánico (1); camionero (1); maestro (2); azafata (1).

ENTREVISTA A NUESTRAS MADRES SOBRE EL TRABAJO DE LA CASA

A todas nuestras madres les hemos hecho unas preguntas sobre su trabajo en la casa y el resultado ha sido el siguiente:

A la mayoría les gusta trabajar y también han contestado casi todas que les gusta el trabajo de la casa.

Todas menos seis, piensan que la casa da mucho trabajo y también hay mayoría que piensa que el dinero que gastan en la compra es demasiado, es decir, que la comida va muy cara.

Son trece las que dicen que han tenido algún accidente mientras trabajaban en la casa. Casi todas dicen que tienen bastante trabajo con la casa, pero hay algunas que ganan dinero trabajando además en otras cosas. Otras dos estarían dispuestas a trabajar en otra cosa si encontrasen alguna faena.

Lo que menos les gusta a las madres es, por este orden: fregar los platos, planchar, hacer la comida y limpiar los cristales.

Pero al preguntarles qué es lo que les gusta más, casi cada una tiene un gusto diferente. Sólo cocinar, coser, lavar la ropa y fregar, han sido elegidas por más de una madre.

(Trabajo colectivo)

POESÍAS

Las golondrinas

van a su nido

volando y cantando.

Los pajaritos pequeños

están hambrientos

y quieren que venga pronto

su mamá.

Tengo en la mesa

un jarrón pequeñito

con rosas y claveles

¡Desde el pasillo

siento el perfume!

Susana Garí

María Pilar Ballabriga

LAS PROFESIONES DE LOS PADRES

Un camionero fue a descargar un camión de arena a Fraga. En el camino se encontró con un agricultor que iba a trabajar al huerto. Lo invitó a subir al camión y, hablando, hablando, se hicieron muy amigos. Más adelante encontraron un pastor que estaba cruzando la carretera con el rebaño de ovejas. Después tuvieron que volver a parar porque los de Obras Públicas estaban arreglando la carretera.

Cuando los dejaron pasar, subieron a otro hombre que les contó que trabajaba en el petróleo y que un día tuvo un accidente y se cortó tres dedos.

Al llegar a Fraga, saludaron a un electricista que estaba arreglando los cables de una casa. Y también dejaron al petrolero en la puerta de una fábrica.

Fueron a descargar la arena a la fábrica de harina. Los dueños de la fábrica quieren hacer una nueva nave y la necesitaban para que pudiesen empezar a trabajar los encofradores. Una vez descargada la arena, los empleados de la fábrica cargaron el camión de sacos de harina para el panadero de Torrente.

Cuando dejaron los sacos, el agricultor invitó a comer al camionero y fueron los dos para casa. El camión tuvo que quedarse toda la tarde en el taller del herrero porque tenía un lateral roto y tuvo que llevarlo también al carpintero para arreglar una tabla.

Una vez arreglado el camión, marchó a LLeida pasando por la autopista.

(Cuento colectivo)

LOS PROBLEMAS SORPRESA

Mis alumnos de tercer curso tenían dificultades para determinar qué cuenta o cuentas debían hacerse para solucionar la mayor parte de los problemas de matemáticas que les proponía el libro (teníamos el libro de Ed. Bruño).

Para hacérselas más comprensibles empecé a presentarles problemas reales, utilizando datos y situaciones totalmente familiares y comprobables. La actividad fue planteada como un apartado más del plan de trabajo y cada alumno debía resolver cinco problemas sorpresa a la semana.

Yo escribía el enunciado en una cartulina tamaño octava y solía dar una pista para su solución. Las fichas estaban en un fichero y cada una tenía un número. En otro fichero estaban las soluciones (también numeradas y en cartulinas de 1/4 de octava) para que el alumno pudiese comprobar si había resuelto bien el problema. Pero en este segundo fichero sólo estaba la solución, no el planteamiento o el desarrollo; por lo que si el alumno no era capaz de plantearlo correctamente, debía acudir a mí, ya que la solución no era correcta si solo se escribía el resultado.

Al poco tiempo de su existencia, los problemas sorpresa empezaron a tocar temas relativos al lenguaje y tuvimos que hacer dos grupos. Alguno de los enunciados fueron:

-Un kilómetro tiene 1.000 metros. Si de Fraga a Torrente hay 4 kilómetros y 300 metros, ¿Cuántos metros habrá de Fraga a Torrente?

-Un día tiene 24 horas; una semana tiene 7 días; ¿Cuántas horas tendrá una semana?

Coge una hoja de papel cuadriculado y dibuja en ella un cuadrado. Averigua luego cuantos cuadritos hay dentro de la figura. Hazlo como sepas, pero lo podrías solucionar con una sencilla cuenta.

Mide los palmos que tiene la pizarra de larga. Después mide con el metro los centímetros que tiene tu palmo y, con una sencilla operación, sabrás los centímetros que mide la pizarra.

-Cuenta los que somos en la clase. Escribe los números empezando por el uno hasta llegar al último, pero hazlo utilizando la numeración romana.

-Hay palabras que pueden significar varias cosas, como PORTERO. Escribe tú otra y di también los diferentes significados que puede tener.

Cuando al empezar el curso siguiente me fue asignado 7º de EGB, pensé aprovechar los problemas sorpresa con propuestas de problemas que estuviesen de acuerdo con el nivel de los alumnos y, además, les sugerí la posibilidad de que ellos también aportasen problemas a la clase, con la condición de que los datos aportados fuesen reales.

Poco a poco fue incrementándose el número y la diversidad de los mismos, hasta el punto de que nos vimos obligados a hacer varios apartados:

CV.- Cálculo Vivo (problemas sobre datos reales aportados por ellos y por mí)

L.- Lenguaje (aportados fundamentalmente por mí y extraídos de revistas y de El Periódico)

Mel.- Matemáticas e Ingenio (aportados por mí, por los alumnos y extraídos de El Periódico, del libro «Problemas y Experimentos Recrea-tivos», de Ya. I. Perelman, Ed. Mir Moscú; y de «Problemas divertidos» 1 y 2 de Juan José Rivera Gómez, Ed. Álamo).

OB.- Observación (sacados fundamentalmente de El Periódico)

JF.- Jeroglíficos (aportados por los alumnos y por mí, con algunos de El Periódico).

AV.- Adivinanzas (aportadas por mí y por los alumnos)

Entre séptimo y octavo, es decir, dos años de trabajo con los mismos alumnos, llegamos a tener en los ficheros (que de uno pasaron a ser tres), 162 adivinanzas y 174 jeroglíficos, con la particularidad de que muchos de ellos eran inventados por los alumnos. También conseguimos reunir 117 sobre matemáticas e ingenio, y 57 de observación. Respecto al cálculo vivo llegamos hasta el número 60, y en lenguaje alcanzamos a tener cuarenta y cinco.

Cada problema era analizado detenidamente antes de pasar al fichero y se cuidaba también su expresión a fin de que fuese lo más clara y concreta posible.

También en séptimo y octavo formaron parte del plan de trabajo semanal y debían hacerse diez, con la obligación de que hubiese uno de cada apartado entre ellos.

A continuación expongo varios de cada apartado para que sirvan de referencia:

Cálculo Vivo

-Calcula la superficie que ocupan las mesas de todos los grupos. Aportado por Ma Paz

-En casa de mi abuela hay un depósito rectangular para el agua que mide 0,40m. de ancho; 10 cm. más de largo, y tres veces más de alto que de largo. Calcula cuánta agua cabe en dicho depósito.

Aportado por Víctor.

-De mi casa a la escuela doy unos 300 pasos. ¿Cuantos daré durante todo el curso si hay 220 días de clase? Calcula también los kilómetros que andaré si mi paso mide 85 cm.

Aportado por Nevado.

Lenguaje

-Octogramas y logogramas

-¿Qué palabra se hace más corta al añadirle más? (corta)

-La palabra oculta: PENSE TUPE (PESPUNTEE)

-Si se colocan estas líneas en el debido orden, podrá leerse una poesía de José María Bartrina.

1.- cuando mis ojos se cierran2.- dentro de tu corazón3.- Si cumplir con lealtad4.- es sagrada obligación5.- he de mandar que me entierren6.- nuestra última voluntad

Matemáticas e ingenio

-Escribe el número 1 con cinco sietes. Aportado por Navarro

-Escribe el número 80 con cuatro cuatros. Aportado por Joaquín

-Halla el siguiente término de la serie, U,D,T,C,C,S,S,0,...(uno, dos, tres...)

-En una casa hay tres relojes. El uno de Enero todos ellos indicaban la hora correctamente. Pero sólo marchaba bien el primer reloj; el segundo se atrasaba un minuto al día, y el tercero se adelantaba un minuto al día. Si los relojes continúan marchando así, ¿al cabo de cuánto tiempo volverán los tres a marcar la hora exacta?

-Por el golpeteo de las ruedas de un tren en la vía se puede determinar la velocidad a la que va dicho tren. Explica como lo harías.

-Una mercancía encareció en un 10% y luego se abarató en un 10%. ¿Cuándo era más barata, antes de encarecerla o después de abaratarla?

-¿Qué es mayor, medio metro cuadrado o la mitad de un metro cuadrado?

-¿Cuantas veces puede restarse ocho de cuarenta y ocho?

Observación -Juegos con cerillas -Juegos de simetría -Encajar unas piezas dentro de otras -Dibujar una figura sin levantar el lápiz -Descubrir errores entre dos dibujos.

Jeroglíficos-Negativo, Nota. Nota. S ¿Qué, treballa el nou?(no fa res). Aportado por Luis.-1.1. ¿Qué opinas de Ángel Nieto?(un as). Aportado por Luis.-2. Nombre de mujer. ¿Qué río de América del Sur?(Paraná). Aportado por Navarro.-Las. ¿Y tú, como gallego crees que hay brujas?(haylas). Sacado de El Periódico.-0.0. ¿Bailaste con Lolita?(una o dos veces). Sacado de El Periódico.

Adivinanzas-Sirve para entrar y salir y cerrar y abrir, (la puerta)Aportado por José Manuel.-Mi ruido parece un trueno y lo que suelto un rayo; si te alcanzo te mato (la escopeta). Aportado por José Ma P.-Un espejo que es salado o dulce sin echar sal ni azúcar, (el agua).Aportado por Esther G.-Una cosa que se pasa, se pesa, se pisa y se posa, (la uva)Aportado por Jaime.

Pero la dinámica que crearon los problemas sorpresa fue mucho más allá de ellos mismos, pues a partir de su realización, los alumnos se aficionaron a este tipo de ejercicios y empezaron a traer a la clase crucigramas, sopas de letras, saltos de caballo, unir con flechas, etc., los cuales eran resueltos una sola vez, sin poder pasar a formar parte del fichero. Les llamamos problemas semanales o pasatiempos, y eran aportados por los alumnos (la mayoría inventados) que los iban solucionando a un ritmo de dos por semana, con la obligación de que uno de ellos debía ser un crucigrama. El funcionamiento era el siguiente:

1.- En el plan de trabajo introducimos un apartado llamado «pasatiempos», que puntuaba la realización de estos ejercicios.

2.- Cuando se aportaba un problema, se adjunta la solución y se colocaban en cajas diferentes con un número que los identificaba. Había tres cajas: crucigramas, sopas de letras y varios.

3.- Los alumnos realizaban el ejercicio y me lo enseñaban a mí, puesto que yo era quien guardaba las cajas con las soluciones. Si yo veía que estaba correcto o que faltaba un poco para su realización (caso de los crucigramas, por ejemplo), les dejaba ver la respuesta y se lo anotaban en su plan de trabajo (yo guardaba una copia de cada plan, en la que iba anotando lo mismo que en la del alumno).

4.- Cada pasatiempo llevaba el nombre del alumno que lo había aportado. Lógicamente, el problema no podía ser resuelto por este mismo alumno.

Llegaron a hacer cientos de estos problemas, y lo que más me sorprendió fue la realización de crucigramas gigantes inventados, los cuales necesitaron un gran trabajo, no sólo para combinar tantas palabras diferentes, sino por la dificultad que suponía la explicación que debían hacer para dar la pista adecuada al que lo deseaba solucionar. Los crucigramas significaron un gran trabajo de comprensión, de expresión y de dominio del vocabulario. Las sopas de letras, une con flechas, etc., sirvieron para refrescar las memorias o para aprender a utilizar libros y diccionarios cuando las soluciones no estaban al alcance del bagaje de conocimientos de los alumnos.

LA EXPOSICIÓN ETNOLÓGICA

La idea de hacer una exposición etnológica no partió de nosotros. En principio, lo que queríamos era conocer la historia de nuestro pueblo, pues en Torrente de Cinca y sus alrededores existen diversos restos del pasado (castillo, ermita, poblado medieval, vía romana), sobre los cuales no teníamos apenas documentación. Nos pusimos a trabajar e hicimos unas cuantas encuestas a la gente, pero la verdad es que nadie del pueblo nos supo dar información medianamente aceptable.

En vista de ello decidimos escribir una carta a D. Francisco Castillón, investigador histórico y cura de Zaidín, para ver si nos aclaraba alguna cosa.

Su respuesta fue rápida y llena de contenido pues nos proporcionaba actividades para todo un curso, por lo menos. En una de sus partes decía textualmente:

«Trazáos un plan de investigación: una serie de sesiones en el castillo, otras en la ermita, en varios poblados que hay en Torrente; cualquier piedra antigua, hacha, moneda, cerámica, etc., guardadla como restos valiosos del pasado. Pasad casa por casa recogiendo toda clase de fotos antiguas, sobre las fiestas, los quintos, las bodas, etc., que os dejen ollas antiguas, los braseros, tenazas, etc. Y con fotos, utensilios, haced una buena exposición etnológica que causará sorpresa a todos los vecinos de Torrente, dado que en estos años lo vamos perdiendo todo con la tele, la lavadora, etc. Recoged los cantos antiguos, los motes de cada casa, lo que se hace para las fiestas, etc. Ya veis si tenéis campo de acción, Id catalogando todo despacio. No os canséis. Y si organizáis alguna exposición y deseáis que venga yo a dar una conferencia sobre Torrente, lo haré con sumo gusto, como lo hicieron los alumnos de Ontiñena y Velilla».

Después de comentarla, mis alumnos y yo (este trabajo lo realicé con séptimo, durante el curso 81-82) decidimos ponernos a trabajar rápidamente. Nos dividimos en grupos y fuimos por las casas buscando cosas antiguas, Al principio, la gente no se enteraba muy bien de qué iba, o no se fiaba, o no encontraba nada «que pudiera ser expuesto». Pero, poco a poco, fueron dando objetos a los alumnos: fotos, vasijas, monedas, relojes, planchas, etc.

Nosotros íbamos haciendo una ficha provisional de cada cosa y las íbamos almacenando, cuando tuvimos material suficiente, empezamos a pensar en hacer la exposición.

Ahora se trataba de hacer una ficha más completa para que la gente que la visitase pudiese tener la máxima información posible sobre cada uno de los objetos expuestos.

Las hacíamos de tres formas diferentes:

-Para objetos (nombre, utilidad, época, aportado por, otras notas sobre él).

-Para libros (titulo, autor, editorial, año de publicación, aportado por, otras notas).

-Para monedas (valor, época, aportada por, apunte histórico, otras notas).

Para buscar la información, así como para identificar algunos de los objetos que nos dejaron, no dudamos en solicitar la ayuda de varios anticuarios, de aficionados al tema y de varias personas del pueblo cuya colaboración nos fue muy valiosa.

Los alumnos se trajeron máquinas de escribir a la escuela y así las fichas resultaban muchas más fáciles de leer al tiempo que adquirían un carácter de seriedad y profesional¡dad.

Las horas de trabajo fueron muchas, pero cuando un chico o chica acababa de buscar información para una ficha o terminaba de pasarla a máquina, venía y me decía: «Sebastián, dame más faena».

La exposición tuvo lugar del 22 al 27 de febrero, y aprovechamos para organizar desde la escuela una semana cultural con charlas sobre la historia de Torrente, la Ribera del Cinca y Aragón.

La gente del pueblo quedó encantada; muchos nos felicitaron por el trabajo que habíamos hecho con la exposición que, si el primer día se abrió con doscientos objetos, el sábado aún seguían trayendo cosas para exponer, por lo que casi doblamos la cifra del comienzo.

Yo estoy seguro de que, a partir de la exposición, la gente da más importancia a sus trastos viejos, y si algún día encuentran una piedra por el monte o la huerta con evidencias de haber sido trabajada, no la tirarán en cualquier sitio, sino que la llevarán a casa o la escuela para saber que es.

Desde el punto de vista pedagógico es increíble la cantidad de posibili-dades que ofrece una exposición etnológica como la nuestra:

-En cuanto a la organización y técnicas de trabajo (por grupos, individual, visitas, encuestas, recogida y clasificación de material, consulta de libros, personas especializadas, etc.).

-En cuanto a los temas a tratar (trajes, fotos, herramientas del campo, llaves, planchas, canciones, juegos, historias, costumbres, fiestas, monedas antiguas, restos arqueológicos, etc.).

-En cuanto a los conocimientos, a mi se me hizo imposible evaluar la cantidad de cosas nuevas que aprendieron mis alumnos después de haber realizado todo el trabajo. Llegamos incluso a establecer comparaciones entre medidas antiguas de capacidad y las actuales, la escritura de algunos documentos antiguos que nos trajeron y la actual, etc. Lo más importante para mi fue, sin duda, que mis alumnos aprendieron a trabajar la historia, cosa totalmente diferente a estudiarla de memoria en un libro ya que éste no deja ninguna posibilidad a la aportación personal.

Una vez acabada la exposición, procedimos a devolver los objetos expuestos a sus dueños, pero antes hacíamos un duplicado de la ficha, para que quedase una en la escuela (a la que se unía un dibujo lo más fiel posible del objeto), y así poder hacer un “fichero etnológico”.

Gracias a la exposición, la escuela se convirtió en un centro de infor-mación cultural para el pueblo. De vez en cuando aparecía por la escuela una persona con alguna piedra, moneda u otro objeto para que se lo identificáramos, cosa que realizábamos gustosamente. Y si nosotros no podíamos hacerlo, con nuestros conocimientos, íbamos a Lleida a consultarlo con los especialistas en la materia. Luego hacíamos dos fichas con la información recibida, una para el dueño y otra para nosotros. De esta forma teníamos localizado todo lo que nos iban llevando sin necesidad de guardarlo en la escuela.

Los estudios sobre las monedas se convirtieron en una actividad tan afortunada, que incluso llegamos a comercializarlos. De cada moneda que nos traían realizábamos un trabajo lo más completo posible, escrito a máquina; después poníamos la moneda en una bolsita de plástico y se metía junto con la ficha en un sobre, que se entregaba al dueño previo pago de 15 pesetas y la voluntad.

Naturalmente, nosotros nos quedábamos una copia del trabajo y la archivábamos en un fichero.

El modelo que seguíamos para los estudios de monedas era el siguiente:

-Valor -Época

-Ceca-Anverso:

Texto en monedaTexto completoTraducciónSímbolo

-Reverso:Texto en monedaTexto completoTraducciónSímbolo

-Conservación:-Otras notas:

Descripción del valorApunte histórico

-Recomendaciones:

Y para que sirva de muestra, he aquí uno de los realizados:

VALOR.- Medio real de plata

EPOCA.- FelipeV-1.726

CECA.- Sevilla

CONSERVACIÓN.- Buena

ANVERSO:

Texto en moneda.- PHILIPPUS.V.D.C. S.J.

Texto completo.- PHILIPPUS .V. DEI GRATIA SEVILLA. J.

Traducción.- FELIPE V POR LA GRACIA DE DIOS

SEVILLA (Ceca); J (inicial del ensayador)

Símbolo.- Escudo real

REVERSO:

Texto en moneda.- HISPANIARUM. REX. 1.726

Texto completo.- El mismo

Traducción.- Rey de España. 1.726

Símbolo.- Cruz de ocho puntas con dos leones y dos castillos en los cuatro ángulos.

OTRAS NOTAS

Descripción del valor.- El real fue una moneda que empezó a circular en Castilla en el siglo XIV. Tenía un valor de treinta y cuatro maravedíes. Fue la base del sistema monetario español hasta el siglo XIX.

Apunte Histórico.- Felipe V era hijo de Luís, delfín de Francia, y de María

Ana de Baviera. Nació el 19 de Diciembre de 1.683, en Versalles. Murió el 9 de Julio de 1.746, en Madrid.

Rey de España desde el 1 de Noviembre de 1.700 hasta el 10 de Enero de 1.724, y desde el 31 de Agosto de 1.724 hasta el 9 de Julio de 1.746. Se casó dos veces; de su primera boda nacieron, entre otros, Luís y Fernando; y de la segunda, Carlos; por este orden le sucederían en su reinado.

RECOMENDACIONES.- Las monedas deben estar siempre en sitio seco y dentro de una bolsita como la actual o similar. No la golpees ni la roces con otras, ni intentes limpiarla rascándola, pues cualquier señal le restará valor.

EL ENTORNO

El estudio de las Ciencias Naturales en un pueblo pequeño es siempre mucho más fácil que en cualquier ciudad o ambiente urbano. La mayoría de los niños tienen animales en casa y casi todos son hijos de agricultores.

Nosotros teníamos el campo a cincuenta metros de la escuela lo cual facilitaba enormemente nuestras salidas para observar, recoger materiales y transportarlos a la clase para su posterior clasificación y estudio.

Además, siempre había algún padre o amigo que encontraba un ejemplar de animal y te lo llevaba a la escuela para saber qué era, o para que lo pudiésemos estudiar «en vivo».

Al llegar la primavera, mis alumnos de segundo curso empezaron a traer a clase saltamontes, ranas, lagartijas, alguna culebra, etc., que encontraban ellos mismos o que les daban sus padres. Al principio los observábamos, les hacíamos una ficha con lo más característico, y luego los soltábamos o enterrábamos en caso de que estuviesen muertos.

Pero de pronto empecé a valorar la posibilidad de hacer una colección en la que hubiese al menos una representación de cada especie. Había sin embargo, un gran problema, ya que ni los niños ni yo conocíamos el nombre de la mayoría, si exceptuamos a los seis o siete más corrientes. Afortunadamente, encontramos a la persona adecuada. Se trataba de José Luis Escuer, biólogo y profesor el instituto de Fraga. Gracias a sus conocimientos y consejos pudimos realizar un trabajo de investigación en condiciones, y montar una colección bastante completa de los animales de la zona. Varias veces vino a Torrente para ayudarnos a identificar los ejemplares que no aparecían en las guías que habíamos comprado; y otras muchas me recibió en el Instituto por parecidas razones. Se notaba que disfrutaba con su trabajo y desde el primer momento sentí un gran respeto hacia él. Le estoy agradecido por lo mucho que me enseñó.

El trabajo de investigación sobre la flora y la fauna de la zona (la flora quedó un poco relegada ante la gran atracción que ejercían los animales vivos) se desarrolló a lo largo de los cuatro años que estuve en Torrente, y nuestro esquema de trabajo fue, básicamente, el siguiente:

1.- Animales aportados por los niños individualmente o por algún padre o amigo.-

Se les hacia siempre una ficha en tamaño cuartilla con el nombre, los datos más destacables del animal, y un dibujo lo más fiel posible.

En otra ficha de tamaño octava se hacia constar el nombre vulgar, el científico, la hora, día y lugar de recogida, la actitud en que se encontraba al ser recogido y el nombre de quien lo aportaba.

Todas estas fichas las íbamos colocando juntas en un fichero que llamábamos «de la flora y la fauna».

Si no teníamos en el museo ningún ejemplar de su especie, lo poníamos en él; y si ya lo teníamos, lo soltábamos o enterrábamos, dependiendo de si estaba vivo o muerto.

La ficha de tamaño cuartilla y el dibujo eran metidos en una funda de plástico para empezar el libro sobre dicho animal.

2.- Salidas realizadas por toda la clase en busca de animales.-

Lo primero que hicimos fue construirnos unas trampas con botes de conserva, algodón, un trozo de cartulina y acetato de estilo. El algodón podía ser sustituido por corcho triturado y también se podía poner una capa de escayola encima de la cartulina (después se hacían unos agujeritos para introducir el acetato), pero la utilidad era la misma.

Las salidas se realizaban en horas y sitios diferentes al objeto de poder comparar después los lugares y las horas de mayor actividad de cada animal. Los íbamos metiendo en los botes y luego los llevábamos a clase donde hacíamos una ficha tamaño octava a cada uno de los capturados, al igual que la descrita antes. Si encontrábamos alguno nuevo, le hacíamos también la ficha tamaño cuartilla con el dibujo y lo poníamos en una nueva funda, empezando así el libro.

Siempre que había algún dato de interés sobre un animal, lo añadíamos a su libro correspondiente. Y estas informaciones podían venir tanto de los alumnos como de personas del pueblo (recuerdo ahora a José Feliu, que nos proporcionó valiosos datos sobre algunos observados por él personalmente). Eran pues, libros abiertos, a los que se podían añadir constantemente nuevas anotaciones.

KLEY

Es un PITO REAL

Lo trajo Ana Ma Martínez

Lo encontró su padre el martes 10 de junio de 1.980 en su huerta, que está a unos 8 km. de Torrente por la carretera que va hacia Mequinenza.

Es un macho porque tiene la bigotera de color rojo.

Medidas: 50 cm. de envergadura.Las patas miden 6.5 cm. El pico mide 3.5 cm. El sombrero (píleo) mide 6,5 cm. Del pico a la cola mide 28 cm. Pesa 122 gramos.

Colores: El pico es de color negro.El sombrero y la bigotera son rojos.La espalda es verde.Por delante es verde claro con pintas verde oscuro.Las alas son de color amarillo, blanco y negro.Las plumas de la cola son muy fuertes y va arrastrándolas por el

suelo.Tiene la lengua larga y redonda.

(Ficha colectiva)

A partir de esta ficha colectiva, el libro quedaba abierto a todo tipo de aportaciones, que se le iban añadiendo.

El fichero de la flora y la fauna también cumplía una importante misión, pues a través de él podíamos saber, por ejemplo, cuáles eran los insectos que se daban en mayor cantidad por la zona, en qué lugares aparecían con mayor profusión y qué horas eran las de mayor actividad.

En nuestro afán por buscar información sobre todos los animales, que teníamos llegamos a escribir a la Ed. Omega, interesándonos por el Cienpiés o Escolopendra, ya que en las guías que teníamos no aparecía, siendo bastante corriente por la zona, y tuvieron la amabilidad de contestarnos indicando las razones por las que los cienpiés sólo se hallaban representados en una de sus guías, concretamente, la Guía básica de la Fauna de Europa:

«La razón es muy sencilla. Los cienpiés no pertenecen todos a un mismo género, sino a varios, que se agrupan en cuatro órdenes: ESCUTIGEROMORFOS; LITOBIOMORFOS; ESCOLOPENDROMORFOS y GEOFILOMORFOS. Esos cuatro órdenes constituyen la clase QUILOPODOS (nombre vulgar cienpiés). A esta clase pertenecen el tipo artrópodos, subtipo mandibulados. Existen 3.000 especies. Nuestras guías de insectos no los incluyen por tratarse de una clase distinta dentro del mismo tipo».

Los libros que íbamos haciendo nos servían, junto con las guías y otros que comprábamos, de valiosa información para cualquier consulta que deseáramos hacer, y para la realización, ya en séptimo y octavo curso, de las conferencias.

Las conferencias eran trabajos monográficos sobre animales o plantas que realizaban los alumnos como una actividad del plan de trabajo. Solían tener una duración semanal o quincenal, y se hacían partiendo de un guión previo, que respondía, más o menos, al esquema siguiente:

Nombre vulgarNombre científicoNombre localFamiliaOrden o subordenDibujo fielCostumbres y alimentaciónReproducciónÁrea de distribución y zonas del pueblo donde ha sido encontrado.Anotar si es beneficioso o perjudicial para el hombre; si es o no

venenoso; si está protegido.Experiencias personales, dichos, leyendas, creencias populares, etc.,

sobre el animal.

Cuando se aporte una experiencia vivida en relación a algún animal, se deberá consignar:

Nombre de quien la da y descripción de la experiencia, anotando:

-Época (año, mes, día, hora)

-Lugar concreto donde sucedió, con todos los detalles posibles.

-Condiciones climáticas

Opinión personal sobre la misma (Autoevaluación del trabajo, qué he aprendido…)

Las conferencias sobre plantas seguían un esquema parecido con alguna variante que era señalada en el momento de su elección.

Otra fuente de información y conocimiento fueron los animales que tuvimos por la clase, en terrarios y criaderos construidos por nosotros mismos. Criamos pollos, un conejo, grillos, lagartijas, mantis, sapos, etc.

Los alumnos estaban divididos en grupos y cada uno de ellos tenía uno o varios animales bajo su responsabilidad. En unas libretas de tamaño octava iban anotando todo lo que consideraban interesante para su mejor conocimiento y estudio: horas de comidas, cantidades de las mismas, control del peso en algunos de ellos, cambios de color, actitudes, etc.

Cuando el animal moría o desaparecía por cualquier razón, se elaboraba un resumen que iba a engrosar el libro abierto sobre el mismo.

Hubo experiencias realmente interesantes, que fuimos registrando con verdadera curiosidad científica. Citaré varias de ellas para que sirvan como ejemplo:

-Tuvimos un sapo corredor (Bufo calamita) que se desplazaba por el terrario a una velocidad asombrosa; sobre todo cuando le poníamos una mosca; la miraba, iba hacia ella, se paraba a cierta distancia y, de un lengüetazo, se la tragaba sin que nos diésemos cuenta. Le preparamos el terrario para que pudiese pasar el invierno tranquilo, pero una mañana descubrimos que no estaba. Posiblemente se fugó por algún trozo roto de la tela metálica que cubría el terrario.

- También disfrutamos observando un lirón careto (Eliomys quercinus), pero no pudimos hacerle comer y murió al segundo día de estar en la jaula que tan amorosamente le prepararon entre varios alumnos.

-Durante más de un mes tuvimos varias salamanquesas comunes (Tarentola mauritánica) dentro de un bote de cristal con trozos de ropa para comprobar si ciertamente se la comen (la voz popular así lo afirma y por eso la llaman “menjarrobes”, que en catalán significa, “come ropas”); pero

no tocaron para nada los retales a pesar de que el hambre debió acosarlas con fuerza. Cuando vimos que una de ellas (teníamos cuatro) estaba muerta y la ropa seguía intacta, decidimos soltarlas.

-Un día trajeron una lagartija y al poco tiempo puso tres huevos pequeñísimos que se arrugaron hasta quedar secos; pero los guardamos en el museo de clase como un valioso tesoro.

-Una culebra de escalera (Elaphe longissimma) vomitó una salamanquesa común cuando la teníamos en una bolsa de plástico, mientras se le construía un terrario para poder observarla durante algún tiempo.

-Pero la más impresionante fue proporcionada por la Mantis religiosa. Un día los alumnos trajeron dos y las pusimos en un vivario. Después de copular, la hembra se comió al macho, del que únicamente quedó un trozo pequeño de ala.

-Más adelante, los alumnos trajeron dos mantis más y las pusimos dentro del terrario. Lo sucedido fue seguido paso a paso por dos niños y su relato, realmente estremecedor, es el siguiente:

«Francisco Nevado y Antonio, construimos un vivero de cristal en el que tenemos una mantis hembra embarazada. Un día por la tarde nos trajeron una pareja (una de color marrón que suele ser el color de las hembras, y otra verde, que suele ser el color de los machos), y las pusimos también dentro del vivario.

La mantis que había en el vivario está embarazada porque hubo un macho que la estuvo fecundando. Al día siguiente cuando entramos a las nueve solo quedaba un pequeño trozo de ala de él, por lo que dedujimos que se lo había comido la hembra. Las dos nuevas mantis fueron colocadas juntas sobre unas piedras, y enseguida vimos como se ponían en guardia una frente a otra. Los hechos ocurrieron exactamente así: la verde está provocando a la marrón; la marrón ataca con rapidez y fiereza extraordinarias, pero la verde ha reaccionado muy bien, y con una pata sujeta la cabeza y con la otra las dos patas delanteras de la marrón.

La verde ha empezado a comer una pata delantera de la marrón (mien-tras una mosca se ha puesto en el sitio de la herida y chupa un líquido de color verde). La mantis marrón con la pata casi destrozada, mueve la otra para ver si puede enganchar a su enemigo.

Entretanto, la verde, le ha levantado la cabeza con un rápido movi-miento y ha empezado a morder justo donde empieza el tórax.

La mantis verde ha soltado un momento a la marrón para limpiarse las patas, pero al ver que aún se movía, ha atacado de nuevo para acabar de matarla. Ahora sigue comiendo la cabeza, y observamos que come siempre

poniendo la cabeza entre las dos patas delanteras. Continúa sujetándola; se ha comido las dos antenas a la vez y sigue con la cabeza. La mantis marrón mueve una de las patas. La verde le ha separado la cabeza del cuerpo y se come un ojo. Come masticando con sus dientes y ayudándose con las patas delanteras.

Ahora empieza a comer el tórax, pero la marrón se mueve y la asusta haciendo que se retire. La verde prepara un nuevo ataque y clava los aguijones de sus patas delanteras en el cuerpo de la marrón. Ésta, del golpe, ha caído por un agujero entre las piedras y la verde la busca para acabar de comérsela. Nosotros la hemos sacado del agujero y la hemos puesto encima de las piedras, pero ahora la verde tiene miedo y se aparta; quiere salir del vivario pero no puede. Ahora sigue vigilante, parece como si esperase que la marrón la fuese a atacar.

Han pasado varios días y hemos decidido sacar el cuerpo de la mantis muerta (la cual tiene un coágulo de líquido verde en el hueco que dejó la cabeza) porque hacia mal olor.

Han pasado varios días y la mantis ha cambiado de color, ahora es marrón. Suponemos que es mimetismo porque el sitio donde se encuentra es de ese color. Y deducimos que el color nada tiene que ver con el sexo».

Francisco F. y Antonio N.

Pero en el entorno había también restos del pasado, además de los animales y las plantas. El castillo, la ermita de San Salvador, Valldecós, la Terraza, la calzada romana (llamada camino del diablo), y otros lugares, fueron objeto de nuestras visitas en busca de materiales que nos proporcionasen información sobre el pasado de nuestro pueblo.

Encontramos molinos barquiformes de origen ibérico, escudos de la orden de San Juan de Jerusalén (Malta), piedras trabajadas, dos monedas (un dinero de Carlos I y otro de Carlos II), etc. Con todo ello nuestro museo se iba diversificando e incrementando poco a poco.

Cada salida tenía sus características propias v la clase organizaba el tra-bajo en función de los objetivos a conseguir. Los alumnos disponían de libretas de campo en las que anotaban todo lo que consideraban interesante (descripción de un animal, su dibujo, inscripciones o marcas en piedras, accidentes del terreno), También solíamos llevar prismáticos, lupas, las trampas para insectos, máquina de fotos, etc. De esta forma, las salidas pasaron de ser monográficas, a cubrir un amplio número de temas. Además, ya desde las primeras nos acostumbramos a confeccionar un guión

de lo que pensábamos hacer y el tiempo que dedicaríamos a cada actividad, desde la salida de la escuela hasta la vuelta; aunque la mayoría de las veces hubo de sufrir cambios sobre la marcha. Pero nos era muy útil para centrar nuestro trabajo y para darle el tono de seriedad adecuado.

LIBRO REALIZADO DESPUÉS DE UNA VISITA A LA ERMITA DE SAN SALVADOR (en Torrente de Cinca)

VISITA A S. SALVADOR

Salimos a las 9 de ¡a mañana1 de las escuelas y subimos a S. Salvador por el camino que va directo desde el pueblo.

Hubo niebla durante todo el día.

En los pinos de la subida vimos gotas de agua colgando de las hojas y también pudimos observar nidos parecidos a los de telarañas que estaban en las ramas de los pinos y en los arbustos del suelo. Suponemos que son de Procesionarias.

En una balsa que hay en la ladera encontramos un sapo que cogimos y llevamos a la escuela. También vimos un pino que parece estar sentado encima de una piedra.

Día 25-11-81

VISITA AS. SALVADOR

Encontramos dos chovas piquirrojas muertas.

Encontramos dos escudos: Uno en el lado Oeste y otro en el lado Sur.

Hay dos pozos, uno es una cisterna para el agua y está en medio del patio; el otro es redondo, poco profundo, (unos cuatro metros) y se encuentra en el interior al lado de la pared Este de la Iglesia.

La cisterna tiene forma de bóveda y tiene unos 5 metros de profundidad, 4 de ancho y 8 de largo.

La Iglesia tiene muchas capillas a los lados, que ahora no tienen ningún santo. A la derecha, según se entra, hay una habitación con miembros humanos de plástico o cera, un altar con S. Isidro, un cuadro que representa un carro despeñándose, otro cuadro con los gozos del Santísimo Salvador, y una lápida, con sus nombres, de la familia Monfort. Fuera del cuarto encontramos, la lápida de un nicho a nombre de Manuela Monfort y Toronchel.

Encontramos un homo en buen estado de conservación en el lado Este del edificio. Por dentro, está hecho de bloque de arcilla y en el techo hay un círculo de ladrillos ennegrecidos.

También vimos dos relojes de sol; uno en la parte Este y otro en la fachada del lado Oeste.

En dos árboles del patio (Claustro) había dos nidos de pájaro carpintero.

Al lado de la cisterna había una piedra con un dibujo labrado que parecía representar a una virgen con un niño.

En la arcada de una puerta del lado Este hay una piedra que tiene grabado: 1.743

Al caer la tarde vimos y oímos una bandada de cuervos de unos 200 individuos. Pasaron por encima y no se detuvieron.

Cogimos dos insectos y los llevamos a la escuela. A veces, bajaba la niebla y se veían las crestas de los montes que rodean S. Salvador. La iglesia está llena de excrementos de aves.

Trabajo Colectivo 7° de E.G.B.

Los dos Escudos. Lados oeste (izquierda), sur (derecha)

Lado Este de San Salvador con el reloj de sol.

El pozo de S. Salvador

Lápida dentro del cuarto

Panteón Profanado el 25-7-1936que guardaba los restos de:D. Francisco MonfortDa. Pascuala ToronchelD. Wenceslao FusterD. Joaquín Barrenay la niña M* Pilar BarrenaR.I.P.En igual lecha fue incendiadaesta Santa Ermita¡Señor perdón para los autores!

A finales de séptimo curso preparamos una proyección de diapositivas, sobre la historia del pueblo, con el material encontrado por nosotros y con la documentación que logramos reunir. Después la mostramos a los habitantes de Torrente en el local del cine.

Durante el curso siguiente (en octavo nivel), seguimos investigando y recopilando información. Nuestra intención hubiese sido publicar un pe-queño libro sobre la historia del pueblo, pero no pudimos por falta de tiempo y dinero.

No obstante, quiero dar a conocer tres documentos que conseguimos reunir, ya que son totalmente inéditos. Se trata de la descripción de las dos monedas que encontramos en nuestras salidas v de una carta escrita por doña Pascuala Mayandía que hizo de maestra y vivió durante varios años en Torrente.

Valor: Dinero o dinerilloCeca: ZaragozaAño: 1.680Metal: cobreMódulo: 14 mm.Peso: 0,75 gr.

La moneda fue acuñada en la época de Carlos II, de la casa de Austria, rey de España de1.665 al 1.700.

Encontrada en la costa de la Torraza, poblado medieval entre Torrente de Cinca y Mequinenza, en la margen derecha del río Cinca, muy cerca de su confluencia con el Segre.

Valor: Menut o dineroCeca: ValenciaAño: Entre 1.540 y 1.551Metal: CobreModulo: 14 mm.Peso: 0,65 grs.Ensayador: Alfonso Sánchez DalmauAnverso: CAROLVS. DEI, GRA. REX.Busto coronado a la izquierda.Reverso: VALENCIA MAIORICARVMOcupando todo el campo un lirio o «ramellet».

La moneda fue acuñada en la época de Carlos I, de la casa de Austria, rey de España del 1.516 al 1.555.

Fue encontrada en las cercanías de la ermita de San Salvador y se da la

circunstancia de que carece de leyenda por estar acuñada de mala manera, lo cual hace suponer que se trata de una falsificación de la época. Práctica ésta que era bastante frecuente al parecer, pues a comienzos del reinado de

Felipe II (1.556-1.598), el 15 de Diciembre de 1.559, se ordenó retirar los «memuts de remellet», en virtud de la cantidad tan enorme de ellos que circulaban producto de las falsificaciones.

El estudio de ambas monedas fue posible gracias a la valiosa y desinteresada ayuda de Don Antonio Guerrero Uriarte, director del museo de armas y numismático, de la diputación provincial de Lleida.

La carta que nos remitió Doña Pascuala Mayandía dice así:

Zaragoza 17 Marzo 1983

Sr. Don Sebastian Gertrudix

Torrente de Cinca

Muy Sr. mío:

Con gusto y, con dolor, porque recordar mi vida pasada, a mis años y con salud quebrantada no es bueno, pero, como maestra excedente de ese pueblo, le daré datos verídicos por si pueden serle útiles en su trabajo escolar.

En Mayo de 1924 tomé posesión de la Escuela Unitaria de Niñas de Torrente de Cinca. En el mismo tiempo como maestro de la Unitaria de Niños estaba don Andrés Cortés. De común acuerdo se instauró la Junta Local de Padres de Familia, y SE acordó que al finalizar los cursos habría Exposición de los trabajos y labores hechos en la Escuela, inaugurada por la Junta Local. Se fundó la Mutualidad Escolar.

En el año 1928 contraje matrimonio con Don Antonio Barrena, heredero de la Casa Monfort, y así fue como entré a formar parte de la familia.

El fundador de la Casa Monfort en Torrente fue Don Francisco Monfort, oue casó con Dña. Pascuala Toronchel. Descendiente hija y heredara fue Dña, Manuela Monfort y Toronchel, que contrajo matrimonio con Don Wenceslao Fuster y Boer, nacido en Lérida y hermano del Alcalde Fuster, a cuya iniciativa se deben los "Campos Elíseos" de

aquella ciudad. De ese matrimonio sólo hubo una hija y heredera, Dña. Albina Fuster y Monfort, que casó con Don Joaquin Barrena, militar y con destino en Lérida. Al no tener hijos este matrimonio, nombraron su heredero a Don Antonio Barrena, hermano menor de Don Joaquin, y que regentó la Casa hasta el 23 de Julio da 1936 en que fue violentamente sacado de ella y, en el Cementerio da Fraga, el 24 Julio fusilado y quemado aún vivo con 41 más de toda la comarca.

El 25 de Julio, gentes igualmente del propio pueblo, violentaron la entrada de la Ermita de San Salvador, profanaron la Iglesia y tumbas del Panteón Familiar de la Casa, prendiendo fuego hasta casi su total destrucción.

La Casa fue saqueada, destruyendo el Archivo, Biblioteca y demás Documentos importantes de la misma desde su fundación. Pasó toda la guerra por ella, y al recuperarla en el año 1939, totalmente deshecha, nada encontramos.

La Ermita de San Salvador, su monte y aprovechamiento del Monte Blanco circundante fue adquirido por la Casa en la Desamortización de Mendizábal en Pública Subasta con el objeto da reconstruirla y recuperarla para el culto y Panteón Familiar.

De la historia de dicha Ermita le adjunto cuanto hemos podido encontrar.

Existe un estudio bibliográfico de Don Ricardo del Arco, año 1951 "Historia de Barbastro, Binefar y Fraga" publicado en Huesca, en la revista Argensola, año 1956, que se encuentra en los respectivos Ayuntamientos, y que en el Tomo 7, pág. 5.......a 54 habla de Torrente de Cinca y del Antiguo Convento de Trinitarios de San Salvador.

Hay un reciente trabajo sobre Órdenes Militares y Religiosas de la Edad Media, realizado por la Profesora Ledesma del Departamento de Historia Medieval, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Zaragoza, que le pudiera ser útil.

La Casa Monfort en todas sus generaciones hizo cuanto bien pudo en el pueblo.

Hoy, casi todo el patrimonio ha pasado o manos del pueblo, los arrendatarios de las fincas han accedido a su propiedad.

La Ermita ha sido donada a la Parroquia.

Espero que todos estos datos le puedan ser útiles.

Deseando conocerle en algún viaje que realice a ésa cuando mi salud me lo permita, le saluda atentamente,

(Firma en el original)

Otro trabajo que llevamos a cabo fueron las recopilaciones de canciones y juegos. Empezamos en tercer curso, con la doble intención de recuperar aspectos de la cultura del pueblo y porque así los niños leían sin dificultad textos que les explicaban cosas cercanas y familiares.

Los alumnos traían las canciones y yo las pasaba a máquina. Una de las que más aportaba era Celia, a la que se las dictaba su abuela, la cual sabía gran cantidad de ellas. La tía Miguela, que así se la conoce en el pueblo, nos enseñó muchas canciones y colaboró en nuestra revista «El derecho de los niños», escribiendo sus propias poesías.

Cuando al curso siguiente cogí los alumnos de séptimo, nos planteamos seriamente la posibilidad de hacer un librito con todas las canciones. Lo titulamos «Primer cancionero Torrentino» y, aunque se hizo a multicopista por no disponer de dinero para una publicación más ambiciosa, para nosotros fue suficiente.

Había chascarillos, juegos de cuerda, de palmas, para ver quien la paga, etc. Pero la más representativa de todas es seguramente la titulada QUE BONICO ÉS TORRENT!, que recogimos en torrentí y constituye un repaso a diversos lugares del pueblo con una intención critica y socarrona:

Que bonico es Torrent desde el río hasta el castell tot está cubert d'atobes ni un borratell de ciment.Un casteil de pedra molla un campanar molt ben fet les aigües han començades les escoles a mig fer.Sí pases pel carrer Fraga diuen que no les sap mal en ca que digue la gent que és el carrer del baxillerat.Si mireu en és carrer n 'hi ha forn i carnisseria

venedora de cacaos i una noia que és modista.També tenim secretari i esquilador d'animals i estem en una disputa que si també ve i'estanc.També n'hi ha veterinari dos cases que venen vi pasareu per cal Maciá si voleu comprar un pollí.Si aneu al carrer Torralba (Torraba) és més planet que la má a una casa lo tocino se lis va menjar el sopar.Si aneu per la carretera allá está lo carrer deis rics no s'asenten al carrer sí no van ben repolíts.Al carrer Major está el blat al Callizó ¡es porqueres al carrer Sant Salvador la flor de les batxilleres.

Otra canción de las recopiladas, está en castellano y da una imagen poco grata de algunos pueblos de la Ribera del Cinca:

RIBERA DEL CINCAEn Osso están los lanudos en Belver los alcotantes Albalate mala gente que no cree en refranes.Chalamera está en un alto Ballobar en un valle dichosos los de Almudefar que viven en una calle.Ontiñena malos vinos porque lo causa el terraje Alcolea repolidos amigos de capellanes.En Zaídín tienen un burro

que sube al campanario y se come el llantain y toca a misa y rosario.En Vetilla la put-put en Fraga está la comare en Torrente calzoncillos que de cáñamo los hacen.

Después de las canciones vinieron los juegos. No solo los clásicos, que existen seguramente en todas partes. Cada pueblo tiene también algunos que le son propios porque surgen a partir de sus particulares características. Algunos de los que recogimos tienen un carácter netamente local:

Tirar piedras al lavadero

Guerrillas con huesos de cerezas

Tirar ginesta con un «canut»

Bajar por la sierra

Fer tapons de carburo

Y entre canciones y juegos, también recopilamos información sobre las fiestas más señaladas del pueblo: San Antonio, el Carnaval, al árbol de los quintos, la hoguera que permanece encendida durante la fiesta mayor, la Candelera, las Apolonias, etc.

Investigamos el origen de los apodos de las casas, el porqué de los nombres de las calles del pueblo (cárcel, portal, acequia, arrabal...), hicimos pan en la panadería (donde exponíamos dibujos permanen-temente), visitamos una carpintería, el molino, los animales de Torubio, aprendimos a pescar con caña; recibimos en la escuela a personas que nos explicaron sus aficiones (coleccionista de sellos, billetes) o sus oficios (minero, empleado de banca, mecánico, trabajador de una empresa de prospección petrolífera); realizamos un estudio sobre la ganadería de Torrente.

Durante los cuatro años que estuve aproveché siempre que pude, las posibilidades que me ofrecía el entorno y sus habitantes, en la seguridad de que los niños comprenderían mucho mejor los objetivos del programa si los ligaba con su propia vida, y porque de esta manera estimarían su pueblo y respetarían a sus gentes.

TRABAJO SOBRE LA GANADERÍA DE TORRENTE DE CINCA (HUESCA)

Voy a explicar cómo hemos hecho el trabajo sobre la ganadería de Torrente.

Primero hicimos una lista de todas las personas que tienen ganado o granjas; y luego elegimos entre todos las preguntas que queríamos saber.

Como deseábamos hacerlo bien, Sebastián habló con el padre de Jesús para comprobar si eran adecuadas las preguntas y la lista.

Después las pasamos en la multicopista, nos dividimos en seis grupos de a cuatro, y fuimos por las casas haciendo las preguntas. Menos dos o tres, la mayoría han contestado.

Ahora, nosotros sabemos aproximadamente, la cantidad de animales que hay en Torrente.

Fabián Nicolás

7-5-1.981

DATOS DE INTERÉS:El total de encuestas ha sido de 35Encuestas contestadas: 27No han querido contestar: 5No se han podido hacer por causas diversas: 5

Hav una encuesta que habla de pollos, cerdos y conejos, sin diferenciar. El total de animales es de 152, de los que 92 son de engorde y 60 son de cría. Los vende en Fraga, LLeida y Binefar.

Uno de los encuestados, que tiene una granja de pollos nos dice: «Soy un ganadero de pollos, tengo una granja de 500 m2. La tengo en las afueras del pueblo; crío 10.000 pollos en cada cría; hago cinco crías al año, o sea, que engordo 50.000 pollos al año. Los tengo con una cooperativa ganadera de Lleida, que se llama Copaga».

Suponemos que las demás granjas del pueblo harán más o menos las mismas crías al año.

Nota final: Con este estudio hemos intentado acercarnos al número de animales que hay en Torrente, sin embargo, el resultado solo puede ser aproximado, dado que ha habido algunos ganaderos que no han contestado, otros que no hemos podido entrevistar y, por último, tampoco hemos podido incluir aquí (porque sería prácticamente imposible) todos aquellos animales que se tienen en las casas (gallinas, cerdos, conejos, etc.).

ELS BATECS

Los pioneros de las técnicas Freinet en España fueron unos cuantos maestros leridanos. Esto sucedía allá por los años veinte, y el periodo republicano sirvió para consolidar el movimiento. En aquella época, el grupo de maestros renovadores se reunía una vez al mes, aproximadamente, para intercambiar experiencias, discutir nuevas técnicas, enseñarse trabajos, etc. Solían hacerlo cada vez en un pueblo diferente, y siempre celebraban un acto público, con los padres, para exponer y discutir sus ideas sobre la escuela y la sociedad. Este tipo de encuentros recibía el nombre de Batecs, que en castellano significa, Latidos.

Uno de aquellos maestros, un joven inquieto, como los demás fué Josep Alcobé i Biosca.

Pero la guerra civil interrumpió un proceso lleno de vida e ilusión. Después, el castigo del vencedor: para unos, la muerte; para otros, la depuración; y para muchos el exilio. Josep Alcobé estuvo fuera de Catalunya un gran número de años, hasta que ya mayor pudo, por fin, reingresar y ejercer varios años hasta su jubilación.

Cuando yo lo conocí estaba retirado, pero colaboraba, con la ilusión de un primerizo, con los maestros del Movimiento Cooperativo de Escuela Popular (MCEP), en Barcelona.

Al interesarme por la pedagogía Freinet, una buena amiga y compañera de lucha sindical, Margarita Burgués, me facilitó su dirección para que fuera a verlo.

Desde entonces hasta hoy no hemos dejado de vernos, de escribirnos, de hablar de la escuela, de Freinet, de nuestra época, y desde entonces no he dejado de aprender cosas de él. Josep es una de esas personas que te enseñan sin necesidad de hablar; su mirada, cuando escucha, transmite permanentemente un mensaje de esperanza e ilusión.

Un buen día, me propuso celebrar un batec en el pueblo. La idea me pareció fantástica. Hacer una reunión con otros compañeros y con gente del pueblo para dar a conocer nuestras experiencias y discutir aspectos educativos, resultaría muy positivo y beneficioso para un maestro que intentaba cambiar la escuela. Serviría también para darme cuenta de que no estaba solo, que en otros sitios había también compañeros inquietos trabajando en la misma o parecida dirección. Y esa sensación de compañía constituiría un importante refuerzo ante los padres de mis alumnos.

Se trataba, al mismo tiempo, del primer batec que se iba a celebrar desde la guerra civil, y ello me llenaba la ilusión y me emocionaba

profundamente.

Cuando se lo expliqué a mis alumnos, se mostraron igualmente encantados y decidimos preparar un buen recibimiento a los amigos que iban a venir a vernos.

La convocatoria fue hecha por Josep Alcobé, y, puesto que está firmada por él, deseo reproducirla en su totalidad.

T R O B A D A D’ E D U CA D O R S

A

T O R R E N T E DE C I N C A

Nosaltres, mestres que ja en els anys vint sentíem la inquietud de posar les nostres escoles a nivell del progrés econòmic, cultural i social que se sentia en aquell moment del segle XX, pensem que s’ha recuperat en bona part aquella inquietud i en molts terrenys s'han anat superant teoria, i experiències a compàs del progrés —i seguint-lo— que s'ha produït arreu.

Volem, d'una banda, retrobar-nos els que puguem per recordar les antigues trobadas acostumades —els BATECS— i, per altra banda, explicar a les noves generacions d'educadors i ensenyants el que fèiem bonament, malgrat la limitació de mitjans, per millorar la qualitat d'ensenyament.

Conviden tothom a reunir-nos a Torrente de Cinca, vers dos quarts d'onze del matí del dissabte 28 de març d'aquest 1981, esperant que hi vingueu sense pensar quins són els vostres títols i posicions actuals, senzillament, com nosaltres ho fèiem, mestres de base.

Agrairem la vostra presència, però voldríem que en tot cas ens ho previngueu amb anticipació de dies. Podeu demanar informació i avisar-nos a:

Ramón Costafreda, c/ Calatrava, 20, 4t 1ª. Barcelona.

Telèfon 247 08 12

o a Sebastián Gertrúdix, Escuela Nacional, Torrente de Cinca,

(Huesca), i telèfon a Lleida (973) 26 04 37, de 21 a 23 H.

Pels organitzadors,

Josep Alcobé (signat, a l’original)

Josep Alcobé dirigiéndose al público en el cine del pueblo

Vinieron compañeros de Lleida, Barcelona, Huesca, estudiantes y padres de alumnos

Los participantes fueron llegando a la escuela a partir de las 10'30 de la mañana del día señalado.

Primero vieron la exposición de trabajos (en la que hubo aportaciones de otras clases, además de la nuestra) y luego pudieron disfrutar de algunas actuaciones de títeres ofrecidas por mis alumnos, los cuales anduvieron toda la mañana ocupadísimos vendiendo periódicos y explicando a los visitantes como funcionaba nuestra clase.

Después fuimos al local del cine donde Josep Alcobé, Enric Vilaplana (de la escuela Nabí, de Barcelona), y yo mismo, expusimos diversos aspectos de la pedagogía Freinet ante un público formado por padres, maestros, y algunos estudiantes de magisterio interesados por la Escuela Moderna.

Más tarde, celebramos una comida en un restaurante de Fraga (localidad próxima a Torrente) y nos prometimos intercambios y colaboraciones para el futuro. Entre otros, se tomó el acuerdo de celebrar al menos un batec por año.

Lluis Aigé, maestro Freinetista en su juventud, también quiso estar presente en el Batec.

Durante el curso siguiente celebramos un nuevo encuentro, esta vez en Soses, donde Josep María San Martín estaba trabajando también en esta línea Freinet.

Esta vez convocó el grupo Freinet de Lleida, formado por Josep Alcobé, Lluís Trullas, Josep María San Martín y yo. Tuvo lugar el día 16 de mayo (domingo), y sirvió también para recordar a Jaume Miret uno de los pioneros de la Escuela Moderna en España que, precisamente, era hijo de Soses.

Asistieron un gran número de padres, y compañeros de diversos lugares (Ferran Zurriaga, uno de los impulsores de la pedagogía Freinet después de la Guerra Civil, vino desde Valencia con dos compañeros más), haciendo que resultase muy animado. En el transcurso de la comida, acordamos celebrar un nuevo batec para el curso siguiente.

El tercero de los celebrados (y el último hasta la fecha) tuvo unas características muy peculiares, que lo hacen ser diferente a los demás.

Se celebró fuera de Catalunya, concretamente, en Mesones de Isuela, donde el compañero Juan Salanova estaba pasando por una situación verdaderamente difícil. La convocatoria corrió esta vez a cargo del «Seminario Freinet», de Lleida y la Cooperativa «AULA LIBRE», integrada por maestros aragoneses fundamentalmente.

Lo primero que tuvimos que hacer fue buscar sitio para la exposición de trabajos, ya que no se podían utilizar las escuelas ni ningún otro local (el alcalde del pueblo dijo que lo había prohibido el gobernador). Total, que el único sitio donde nos dejaron fue en el castillo, al aire libre. Suerte que lució un sol espléndido durante todo el día.

Nos reunimos sentados en el suelo y en un ambiente no exento de tensión, pues, al parecer, la guardia civil estaba avisada para intervenir en cualquier momento. Nadie vino a perturbar nuestro medieval encuentro, pero resultaba insólito, increíble, esperpéntico, que por un simple y pacífico encuentro de maestros, pudiese andar alerta la guardia civil.

La reunión con gente del pueblo no fue posible por la tensión existente, y por el lugar. No obstante, algunas personas vinieron a vernos y un concejal estuvo con nosotros todo el día, participando activamente en los actos.

Comimos en la ladera del monte: carne a la brasa, ensalada, pan y vino. Mientras, hablamos de escuela, cultura y caciquismo.

Pensamos que el batec podía servir de algo, que haría reflexionar a algunas personas; pero no fue así. El lunes (el encuentro tuvo lugar el

sábado, 19 de marzo) Juan se encontró con nuevos problemas en la escuela, que se fueron agravando hasta el punto de no poder volver a ocuparla al curso siguiente.

EL PROYECTO PEDAGÓGICO

El curso 1.982-83, fue radicalmente distinto de los anteriores, ya que hubo dos compañeros más (Blanca Gaspar, en párvulos y José López, en quinto), que trabajaron con técnicas Freinet. Éramos la mitad de la plantilla. Además, con dos de los restantes maestros elaboramos un plan conjunto de actividades, que fuimos desarrollando a lo largo del curso, lo cual suponía que cinco maestros de un total de seis, estuvimos trabajando juntos durante todo el año.

El tutor de 6° y 7°, dio religión y matemáticas a mis alumnos, y yo di lengua a los suyos, por lo que toda la segunda etapa trabajó a partir de la libre expresión. Y, al igual que los de octavo, también realizaron lecturas y trabajos sobre diversos autores literarios.

Funcionó un periódico escolar (La veu de la escuela), los talleres de música y carpintería, la biblioteca, y se hicieron exposiciones de dibujos en la panadería del pueblo permanentemente.

El compañero Oliveras se encargó de coordinar toda la actividad depor-tiva extraescolar, labor que llevó a cabo de una manera ejemplar.

El trabajo de los talleres y de la biblioteca estuvo muy bien organizado, de forma que la actividad en ellos fue bastante provechosa. Establecimos unas normas de utilización y mantenimiento para evitar la dispersión de los alumnos, por un lado, y la pérdida o deterioro injustificado del material, por otro.

HORARIO DE TALLERES

Lunes y jueves por la tarde: alumnos de 8° curso

Miércoles por la tarde: alumnos de 5° curso

Martes y viernes por la tarde: alumnos de 6º y 7° curso

Estas horas serán de uso exclusivo para los cursos anotados. Todas las demás horas del horario escolar podrán servir también para realizar trabajos en los talleres, siempre que se dé la responsabilidad suficiente por parte de los usuarios. En este caso, cada profesor deberá supervisar el trabajo de sus alumnos.

Los lunes, martes, y jueves, de 12 a 13, también podrán utilizarse los talleres, siguiendo el mismo criterio de responsabilidad anotado más arriba. Miércoles y jueves, de 12 a 13, se reservan para la realización de campeonatos deportivos y el taller de música, respectivamente.

El tiempo destinado a recreo no debe ser utilizado para trabajar en los talleres, dada la imposibilidad de controlar la entrada o salida de alumnos que no estén realizando un trabajo determinado.

NORMAS PARA EL TRABAJO EN LOS TALLERES

1.- Sólo podrán permanecer en el taller aquéllos que estén realizando un determinado proyecto de trabajo.

2.- Las herramientas, una vez utilizadas, se han de colocar en su sitio.

3.- Si una herramienta se rompe o resulta dañada por su uso, hay que comunicarlo al profesor correspondiente, para su arreglo o sustitución por otra.

4. - Los materiales suelen ser escasos y caros, por tanto, no debemos malgastarlos.

5.- En el taller hay un sitio para cada cosa; cuando termines de trabajar procura no dejar nada tirado o por encima de las mesas. El taller, dentro de lo que cabe, debe estar limpio.

6.- Algunas herramientas sólo pueden ser utilizadas para trabajar con el hierro; otras sólo para la madera. En general, cada herramienta tiene una utilidad determinada, por tanto, utilizadlas para lo que han sido hechas.

BIBLIOTECA

Disponía de local propio y fue utilizada de dos maneras diferentes:

1.- Como lugar de consulta y trabajo en actividades relacionadas con el área Natural. Para lo cual se trasladaron a ella todos los libros que había en la escuela relacionados con la citada área, y se estableció un horario de consulta desde 5° hasta 8°, con dos días que quedaban libres, a disposición de los alumnos que necesitaban utilizarla.

2.- En el segundo trimestre funcionó también como biblioteca propiamente dicha. Junto a los libros que envió la Delegación Provincial y la Inspección, el centro realizó una compra de ejemplares a una editorial, Todos juntos sumaban 140 libros de lectura, a todas luces insuficientes

dada la enorme cantidad de alumnos que deseaban sacarlos, pero por algo había que empezar.

El funcionamiento de préstamo era muy sencillo: cada libro disponía de una ficha en la contraportada con los datos siguientes,

TITULO DEL LIBRO

Fecha Salida Nombre del lector Fecha Entrada

El alumno encargado (había uno por semana), rellenaba la ficha y la archivaba. Cuando el libro era devuelto, anotaba la fecha de entrada y la colocaba otra vez dentro del libro, que era puesto de nuevo en su lugar.

Había también un horario determinado para el funcionamiento de la biblioteca como lugar de trabajo, una lista con las responsabilidades del encargado de la misma, y las normas a seguir en los préstamos de libros.

El huerto escolar empezó a ser una realidad gracias a la concesión de 75.000 pesetas por parte de la Diputación Provincial y de 20.000 más donadas por la Cámara Agraria Provincial.

De cara al pueblo, y de acuerdo con la Asociación de Padres, se celebraron diversas charlas-coloquios sobre relaciones de padres e hijos; el juego y el juguete infantil; el libro infantil; educación y respeto al entorno, y recuperación de las tradiciones.

También se celebró una exposición de libros y juguetes infantiles, y se llevó a cabo la III Semana Cultural Torrentina.

Las dos semanas culturales anteriores habían sido obra de dos personas exclusivamente: el presidente de la Asociación de padres, Jesús Izquierdo y yo mismo. Sin embargo, ahora la responsabilidad se repartió entre varios sectores del pueblo, dando un mayor contenido y repercusión a los actos celebrados.

Lo más importante fue la colaboración de un grupo de jóvenes que, de una forma más o menos oficial, se constituyeron en el embrión de la Asociación Cultural que al parecer deseaba impulsar el Ayuntamiento salido en las elecciones municipales.

La experiencia de todas estas colaboraciones (tanto a nivel de pueblo como de centro) resultó bastante satisfactoria y ello nos hizo concebir la posibilidad de una empresa de mayor alcance. Cuatro de los maestros que estuvimos trabajando juntos y dos más que se sumaron entusiasmados a la idea, decidimos elaborar un proyecto pedagógico para llevar a cabo en los

tres cursos siguientes en Torrente de Cinca, que presentaríamos a la Delegación Provincial para su aprobación.

Las lineas maestras del citado proyecto fueron trazadas en los apartados titulados,

-Presentación y justificación de la propuesta.

-Principios pedagógicos.

-Organización de clase.

-Organización a nivel de escuela.

Creo necesario reproducirlos aquí, aunque el proyecto incluía también un programa completo de actividades a realizar y el número de talleres que funcionarían a lo largo del curso.

PRESENTACIÓN Y JUSTIFICACIÓN DE LA PROPUESTA

No hay ni un solo padre que no desee lo mejor para sus hijos. No hay ni uno solo que no quiera que su hijo supere con acierto la etapa escolar. De igual forma, todos ellos esperan que sus hijos salgan de la escuela con la preparación y los recursos suficientes para enfrentarse con éxito a la vida.

Por otro lado, tampoco existe ningún maestro que no desee que todos sus alumnos superen los diferentes niveles escolares con éxito, que acaben la E.G.B. sin dificultades, que vayan contentos a la escuela, que atiendan, que trabajen a gusto, etc.

No obstante, y a pesar de las afirmaciones anteriores, lo cierto es que existe hoy día un alto porcentaje de fracaso escolar. Los alumnos que acaban la básica sin superar los niveles mínimos exigidos, se colocan por encima del 35% total. Y este dato, con ser grave, no dice toda la verdad; porque se da la gravísima circunstancia de que aquellos que superan dichos mínimos, tampoco salen preparados para enfrentarse con éxito a la vida. Es notorio el bajísimo nivel de conocimientos con que llegan los alumnos de E.G.B. al B.U.P., o a la F.P. Pero es que en estos niveles sucede exactamente lo mismo. E, igualmente, en la Universidad.

De esta forma se establece una escalada en la que las culpas van pasando de unos a otros sin que nadie haga nada por romperla: desde el profesor de primero de E.G.B., que se queja de la maestra de párvulos porque no enseñó a leer a los alumnos, hasta la empresa que recibe al universitario totalmente incapacitado para empezar a rendir si no media un largo período de aprendizaje sobre la práctica.

Pero hay algo que permanece invariable en todo este disparatado proceso: que siempre pierde el alumno. Él es quien no atiende, quien no estudia, quien no se esfuerza, quien suspende las asignaturas. La pelota va pasando de unos a otros pero al final del recorrido, quien recibe todos los pelotazos es el alumno.

Los profesores que presentamos este proyecto de trabajo en común, hemos venido reflexionando seriamente sobre esto. Algunos de nosotros llevan ya varios años trabajando en la búsqueda de una línea de actuación que pueda romper de alguna manera con el mencionado proceso. No es fácil, y menos cuando se trabaja aislado, solo. Incluso en algunas ocasiones con la incomprensión de sectores o personas que deberían estar a favor.

Durante este curso, en Torrente de Cinca, nos hemos encontrado varios profesionales con puntos de vista coincidentes en el campo de la educación. A través de charlas, reuniones, actividades comunes, etc., ha ido madurando una idea que a todos nos ilusiona enormemente; la creación de un equipo pedagógico con un proyecto común desde principio de curso, y para toda la E.G.B.

Queremos intentarlo. Estamos convencidos, porque la experiencia así nos lo demuestra, que es posible la desaparición del fracaso escolar. Torrente de Cinca es una zona donde, además, el fracaso se acentúa debido a su bilingüismo. Los alumnos empiezan a hablar en casa el torrentí, pero al llegar a la escuela cambian radicalmente y aprenden todo en castellano.

Nosotros estamos seguros de que las graves dificultades con que se encuentran los niños al llegar a la escuela pueden ser vencidas con un sistema de trabajo adecuado. No se trata de hacer ningún milagro, es mucho más sencillo: pretendemos que el niño se convierta en protagonista de su propio aprendizaje. Afirmamos que el mayor fracaso de la escuela es que se olvida del niño, de sus intereses, de sus inquietudes. El ser al que se pretende educar no tiene oportunidad para decir lo que desea. Y nadie puede realizar a gusto aquello que no desea, que le viene impuesto.

Partir del niño, he aquí el contenido fundamental de nuestra propuesta. ¿Y qué significa realmente? Son varios los aspectos que engloba dicho principio:

Primero.- El niño es, ante todo, persona, un ser individual, con unos sentimientos, con unos intereses, con unas inquietudes y con un montón de preguntas por hacer. Ayudémosle a conquistar las respuestas, a que vaya descubriendo la vida por si mismo, a su ritmo, eligiendo el camino que más le convenza.

Segundo.- El niño viene a la escuela formando parte de un grupo, se junta con otros niños, y debemos fomentar entre ellos el sentimiento de amistad, de ayuda, de intercambio, de cooperación. A la escuela se va a aprender juntos, no a competir entre sí. Si deseamos ciudadanos solidarios, empecemos a construirlos ya desde la primera enseñanza.

Tercero.- El niño no viene a la escuela vacío, viene con unos conocimientos, con un lenguaje, con una escala de valores; en suma, con un bagaje cultural. Partamos del nivel que tenga, démosle gran importancia a todo lo que pueda aportar de nuevo a la clase, y ayudémosle a ir aumentando dicho bagaje sin hacerle renunciar a nada ni imponerle algo ajeno o extraño a su vida.

Cuarto.- El niño viene desde una familia que espera ilusionada que su hijo triunfe en la escuela. Hagamos, pues, un solo cuerpo con esta familia. No separemos la casa de la escuela. El enfrentamiento entre padres y maestros produce terribles frustraciones para el niño.

Nosotros vamos a trabajar con los padres, deseamos que participen activamente en la educación de sus hijos. No solamente a través de reuniones informativas, sino en actividades donde se requiera su experiencia profesional o personal.

Quinto.- El niño vive inserto en una comunidad, su vida está siendo construida en un entorno determinado. Y todo lo que el niño es, todo lo que sabe, lo que siente, lo que ama, está ligado a su entorno.

Después de conocerse y aceptarse a sí mismo (su cuerpo, sus miembros, su apariencia física), el niño debe conocer su propia historia; y ésta va ligada de forma natural a todo lo que le rodea: personas, cosas, campos, animales, etc. Y solo en la medida en que sea capaz de conocer, comprender y criticar su propia realidad, será también capaz de conocer, comprender y criticar otras circunstancias y otros lugares; otras gentes y otros países.

En nuestro caso, el entorno es rural, un pueblo. Será preciso también que el niño conozca cómo funciona, a nivel de organización, una comunidad rural. Y será preciso, por tanto, que la escuela y el ayuntamiento trabajen también conjuntamente para ofrecer al niño las máximas posibilidades culturales.

Torrente de Cinca es un pueblo donde no existe demasiada vida cultural. Al problema del bilingüismo se une la falta de lugares fuera de la escuela en los que los niños encuentren estímulos culturales. En los últimos tres años se ha venido celebrando la Semana Cultural desde la escuela. Este año ha habido, por primera vez, participación de jóvenes del pueblo en

la organización de la misma, lo cual, consideramos muy importante. Pero faltan aún muchas cosas. No basta con una semana, hay que movilizar culturalmente al pueblo, hay que recuperar el torrentí, hay que hacer que entren más periódicos cada día, hay que conseguir una biblioteca, un local para actos culturales y una escuela integrada en la comunidad, que ayude a recuperar las señas de identidad del pueblo.

Este es, en líneas generales, nuestro proyecto. Nos anima una gran ilusión. Pensamos que nuestra profesión sólo tiene sentido si la ejercemos en beneficio de nuestros alumnos, de su éxito. Y eso sólo se logra cuando el educador se convierte en la persona que ayuda, que ofrece posibilidades y que contribuye a crear un ambiente cultural alrededor del niño.

PRINCIPIOS PEDAGÓGICOS

Una tarea fundamental de la educación consiste en favorecer todos los valores que uno lleva dentro.

-En todo aprendizaje hay que partir del niño, de sus intereses y necesi-dades, ayudándole a conocer su entorno y creando una conciencia crítica para la transformación de la realidad en beneficio de la comunidad de la que forma parte.

-El aprendizaje se produce por medio del tanteo experimental. El niño en sus primeros años de vida va aprendiendo las cosas por curiosidad y gracias a sus propios impulsos. Al forzar a los niños a que aprendan las normas y materias de los mayores, de manera abstracta, desligada de su vida, se va matando su curiosidad y se entra en un juego de insana competitividad y agresividad.

-La realidad se nos presenta global y no compartimentada de manera estanca (asignaturas), luego, toda actividad escolar, para que nos conecte con la realidad, debe ser interdisciplinaria.

-El niño no es un ser individual enfrentado con el resto de los indivi-duos; debe ser solidario y así debe presentársele toda la actividad escolar, en forma cooperativa. La escuela no debe ser un lugar de triunfadores y fracasados donde se mida y seleccione continuamente.

-Deben sustituirse los exámenes y las notas numéricas por la valoración del trabajo, hecha por el propio alumno, los padres y el maestro.

-La clase será un centro de práctica democrática, donde se sustituya la imagen del profesor omnipotente y distante de la realidad para ser uno más dentro del conjunto (con un papel preponderante, lógicamente) y donde los

niños tengan capacidad de decisión ante las diferentes situaciones y trabajos.

La escuela abierta a la comunidad en la que está inserta, supone una labor de reciprocidad, tanto a nivel de comunicar y organizar los diferentes aportes e investigaciones de los niños, como recabar informaciones y trabajos de los padres o personas de la localidad en beneficio de todo el conjunto.

-Potenciar la participación de todos los estamentos implicados en la tarea educativa: padres, profesores, alumnos, personal no docente, etc., en la marcha del centro escolar.

OBJETIVOS

-Conseguir un clima adecuado en clase, que favorezca la emotividad, sensibilidad y libertad.

Debemos aceptar y partir de la propia situación de los niños, favoreciendo un clima de confianza y apoyo, con miras a sustituir el miedo y la situación defensiva de los chavales (fomentada muchas veces por los padres y maestros), por la confianza y el afecto.

-Se buscarán actividades encaminadas al fomento de la libre expresión de los niños, en aras a conseguir el desarrollo de su personalidad de la manera más rica y variada posible.

-Utilizar los mecanismos de hablar, leer y escribir como instrumentos básicos de comunicación humana, que nos permiten un mayor conocimiento y profundización con los otros.

-Fomentar la curiosidad, la capacidad de asombro, sentido crítico, etc., con vistas a un aprovechamiento científico, de cara a presentar la experimentación como método natural de trabajo.

-Apoyar todas las iniciativas de trabajo que surjan de los alumnos.

Todas las actividades a desarrollar en clase tendrán un sentido claro para el alumno, pues si carecen de él no se integran bien, se olvidan rápidamente y, además, resultan aburridas.

-Los alumnos participarán de forma activa en la clase y en el centro, así como en la elaboración de trabajos, proyectos, etc., a fin de conseguir una mayor responsabilidad por parte de los niños, y que sientan la escuela como algo enteramente suyo.

-Prestar la suficiente atención a todos y cada uno de los aspectos de la personalidad del niño, algunos de los cuales han constituido materias tabúes o «marías» en otros tiempos pasados.

ORGANIZACIÓN DE LA CLASE

Dos objetivos fundamentales se quieren conseguir con este modelo de organización de la clase:

Un niño autosuficiente e independiente, y solidario.

AUTOSUFICIENTE e INDEPENDIENTE, es decir, dotado de todas aquellas técnicas, instrumentos, habilidades y conocimientos que le permitan no estar dependiendo de otros para conseguir sus propios objetivos. Responsabilidad, autocontrol, confianza en sí mismo, conciencia de sus limitaciones, serán algunas de las cualidades que deberá poseer al término de su etapa escolar.

Pero, a la vez, como vive en sociedad, deberá estar preparado para vivir en ella SOLIDARIAMENTE con sus convecinos. Para ello, deberá adquirir todos aquellos conocimientos y «prácticas», que le permitan convivir con un sentimiento colectivo, sin perder su sentido personal.

Para conseguir estos objetivos, el funcionamiento de la clase parte de la ASAMBLEA. En ella se aceptan y se discuten las propuestas, se da salida a las mismas y se solucionan los conflictos que surgen.

Durante la semana, los chavales y el maestro han ido apuntando en un cartel visible, en los diferentes apartados, Felicito, Crítico, Propongo, sus diferentes consideraciones y opiniones. El secretario y moderador confeccionan el orden del día en base a las propuestas que figuran en el cartel. Para que todo funcione existen unas tareas rotativas:

-Moderador y secretario de la asamblea

-Equipo de limpieza -Bibliotecario

-Equipo de toma y control de tiempo

-Equipo de noticias

-Equipo gestor

-Otros turnos necesarios.

ORGANIZACIÓN А NIVEL DE ESCUELA

A nivel de centro existirá la siguiente organización:

Consejo pedagógico, formado por:

-Claustro de profesores

-2 alumnos por clase desde 5° hasta 8°, elegidos por la asamblea de cada clase, y que podrán cambiarse a petición de esta.

-Consejo de padres (un mínimo de uno por cada curso), elegidos por la Asociación de Padres de Alumnos.

Este consejo Pedagógico se reunirá, al menos, una vez al mes, y sus funciones serán:

-Planificar y organizar las actividades de tipo general a desarrollar en la escuela.

-Solucionar los conflictos de ámbito general.

-Aprobar gastos e inversiones.

-Analizar, criticar y corregir toda la tarea educativa y hacer una labor

de seguimiento.

Claustro de Profesores, que se reunirá, al menos, una vez por semana, y sus funciones serán:

-Revisar, valorar y corregir, si es necesario, el programa de trabajo.

Programar actividades nuevas.

Intercambiar las experiencias.

Los representantes de los alumnos se reunirán una vez al mes y prepararán el Consejo Pedagógico con las resoluciones de las asambleas de clase.

La comisión económica será llevada por un maestro, dos padres y dos alumnos; y su cometido será:

-Llevar la contabilidad.

-Compras generales.

-Control de material.

-Ayudas y subvenciones.

La secretaría será llevada por un profesor y sus funciones serán:

-Actas del claustro de profesores.

-Certificaciones.

-Registro de correspondencia.

-Comunicaciones oficiales.

-Convocatorias.

Las relaciones con el exterior correrán a cargo de un profesor, que deberá estar en contacto con el ayuntamiento, el APA y cualquier otro organismo o personas.

Actividades con los padres: charlas, mesas redondas, etc. Previa aprobación de la programación del Consejo Pedagógico, se encargarán un maestro y dos personas del APA, de su organización y publicidad.

Talleres fijos.- De cada uno de estos talleres se encargará un profesor, cuya misión, además de las de carácter educativo y de aprendizaje, será la de estar al tanto del material, limpieza, etc.

En los talleres menos complicados serán los propios alumnos los responsables, aunque siempre habrá un profesor encargado de cada uno de ellos.

Talleres temporales.- Habrá un profesor encargado de la organización y programación de todos los que se realicen.

Para conseguir la aprobación del proyecto decidimos acogemos al Real

Decreto del Ministerio de Educación y Ciencia 1174/1985, del 27 de Abril, sobre Educación compensatoria.

Los firmantes del mismo eran:

Blanca Gaspar Pontitero

Miguel Calvo Soto

José López Sánchez

Jesús Arribas

Josep María San Martín

Sebastián Gertrúdix

Sin embargo, no hubo posibilidad legal de que todos los maestros que firmamos nos pudiésemos reunir en Torrente. En contrapartida, se nos ofreció trabajar en el Centro de Recursos de Ballobar, que precisamente se ubicó allí para aprovechar la dedicación y entrega profesional demostrada por la mayoría de los firmantes del proyecto.

En Torrente quedaron Blanca y Josep María que siguieron adelante con él, aunque ya no fue lo mismo que si hubiésemos estado todos.

Lo más importante para mí es que Josep María San Martín se encargó de los alumnos con los que inicié la práctica de la pedagogía Freinet. Con ellos hizo sexto, séptimo y los llevará también en octavo (1.985-86). Con lo cual casi podremos decir que han realizado toda la E.G.B. trabajando con técnicas Freinet: gran parte de segundo y tercero completo, conmigo; algunas actividades en cuarto, con Esperanza Corvinos y conmigo; quinto completo, con José López; y sexto, séptimo y octavo con Josep María.

Será interesante realizar el seguimiento de estos alumnos (Josep María está dispuesto a hacerlo) cuando acaben el E.G.B., para observar sus resultados ante los estudios o el trabajo.

REFLEXIONES EN TORNO A LA EDUCACIÓN

Al lado de las notas sobre los alumnos y las actividades que íbamos realizando, también fui escribiendo pequeñas reflexiones sobre mi trabajo. He aquí una muestra de ellas:

- El trabajo sistematizado, rígido, programado, corresponde a la fábrica, a la producción en cadena. Es un trabajo enbrutecedor, falto de creatividad.

La escuela, con sus horarios, asignaturas, exámenes, programaciones, niveles mínimos, pretende que todos los niños aprendan lo mismo, al mismo tiempo y de la misma manera. Es lo más parecido a la producción en cadena.

Sin embargo, el aprendizaje no se construye en el niño de la misma manera que se puede construir un coche. Cada persona funciona a un ritmo distinto de los demás.

- La escuela debe ser un taller antes que una fábrica; y los trabajos que los niños realicen en ella, deben ser más parecidos a los del artesano (que deja su huella personal, su sensibilidad, en lo que hace) que a los del obrero, que participa en una cadena de producción programada y dirigida por personas ajenas que no tienen en cuenta factores personales.

-Para mi es imprescindible que la clase sea un proyecto común; algo en lo que alumnos y maestros coincidan. La clase debe constituirse en grupo y los alumnos deben considerarse integrados en él, individual y colectivamente. Tiene que haber algo que aúne el esfuerzo y la ilusión de todos. Para ello es necesario eliminar la competencia entre alumnos; así desaparecen las tensiones y se crea sentimiento de grupo en la clase. La competencia no genera calidad, sino insolidaridad.

-Uno de los errores más graves de la escuela es que no parte de lo que el niño sabe, sino de lo que tiene que saber. Otro error es que concede demasiada importancia a los aspectos meramente formales del aprendizaje (por ejemplo, se valora más la buena letra y la ortografía que la correcta expresión).

Hay quien piensa también que la escuela es el único lugar donde se

aprende, como si la vida con toda su variedad de situaciones y estímulos, se pudiese encerrar entre cuatro paredes.

- El maestro, normalmente, parte de la base de que lo que él propone es lo correcto; por eso espera siempre que el niño responda en el sentido que desea. Si no lo hace así, quien se equivoca es el niño; no se le ocurre pensar que el error puede ser suyo.

- Un maestro que suspende a un gran número de alumnos, no puede justificarse diciendo que no estudian o que son poco inteligentes. Debería reflexionar sobre su trabajo, sobre la forma en que tiene organizada la clase, y sobre la manera en que motiva a los alumnos.

-El maestro no tiene por qué ser la persona que más sabe dentro de la clase (entre otras razones porque no es cierto) ni la que tiene siempre a mano todas las soluciones. Cuando trabajas a partir de la realidad descubres que hay niños que son verdaderos entendidos en algunos temas en los que el maestro es un perfecto ignorante. Aprovechar estos conocimientos no solo enriquece a la clase, sino que gratifica y valora al niño.

-El maestro debe estar dispuesto a revisar continuamente las actividades y técnicas de trabajo de la clase.

-Es un contrasentido que el niño, que teóricamente va a la escuela a aprender, tenga que estar continuamente demostrando lo que sabe.

-Partir de los intereses del niño, o dar la palabra al niño no significa que éste «haga lo que quiera». Se trata de hacerlo responsable de su aprendi-zaje, de convertirlo en protagonista de su propia educación. Y ello equivale a convertirlo en un ser autónomo, capaz y útil.

-Un niño activo y movido es, generalmente, un gran trabajador potencial.

-Hay que confiar ciegamente en la capacidad del niño. Si ponemos a su alcance una técnica de trabajo y una actividad adecuadas, nos sorprenderemos de lo que puede llegar a dar de sí.

-Los alumnos son sensibles a las críticas y a las felicitaciones, sobre todo, cuando son sus propios compañeros quienes las emiten. Lo peor que le puede pasar a un niño es sentirse rechazado por sus compañeros.

-El niño es un ser biológico al que le influyen los cambios de tiempo y los sucesos familiares y personales tanto como a los adultos.

-Al niño le encanta disponer de sus propios rincones o lugares secretos dentro de la clase y fuera de ella.

-El niño es un gran trabajador cuando está motivado y se muestra muy generoso con el tiempo. Es como el que trabaja para sí mismo, que no tiene horas.

-El ser o no demócrata, no es cuestión de conocimientos, sino de práctica. El alumno que practica la democracia en su clase será mucho más demócrata que aquel que simplemente se ha aprendido la Constitución de memoria. En clase, además, es muy fácil practicar una verdadera democracia ya que no hay intereses económicos enfrentados. El maestro y los alumnos tienen un mismo interés: aprender y prepararse para la vida.

-Hay que dejar que el niño vaya creando su propio gusto por las cosas, que elija siempre que ello sea posible. No debemos imponer nuestro criterio por muy convencidos que estemos de nuestra razón, sobre todo, en cuestiones opinables.

-Cuando se arregla el texto libre de un niño, lo importante es que al final explique exactamente lo que éste quiso decir. De esta forma, las palabras se convierten en simples herramientas que utilizamos de una u otra manera para comunicar los pensamientos. Es muy importante encontrar la palabra adecuada, pero el niño debe tener muy claro que una misma idea puede ser expresada con palabras diferentes. Mientras que el texto de un libro es todo lo contrario; su práctica nos demuestra que no hay nada que no se pueda mejorar. Y, por la misma razón, tampoco hay nada que no pueda ser válido, siempre que exprese fielmente lo que nosotros queremos decir. Además, en el texto libre el niño es capaz de entender la función de cada palabra, ya que es él quien determina su estructura.

-La autocorrección es también una técnica de aprendizaje. En segundo curso, yo me llevaba las libretas de cálculo y otros trabajos a casa para corregir y cuando se los devolvía a mis alumnos, observaba que no tenían ningún interés por comprobar en qué se habían equivocado. Muy pocas veces venía alguno para que le explicase su error.

Así es como me di cuenta de lo inútil que era mi trabajo de corrector y empecé a poner en práctica la autocorrección, la cual encierra una serie de ventajas importantes. En primer lugar, es un ahorro de trabajo inútil para el maestro. Después, supone una fuente de recursos para el niño, ya que si es él quien corrige, lo que estamos haciendo es proporcionarle instrumentos para que pueda comprobar el resultado de su trabajo sin necesidad de consultar siempre al profesor. Es decir, lo estamos enseñando a ser autónomo e independiente.

Por último, es una manera de «presionarlo», para que procure no equivocarse, pues por la ley de la economía del esfuerzo, intentará hacerlo bien desde el principio y así corregir lo menos posible.

-El libro de texto es frío, distante, antipático, impersonal, e impide que se establezca una corriente afectiva entre los alumnos y el profesor. Tiraniza por igual a ambos.

PARTIR DE LA REALIDAD

Cuando un grupo de alumnos vive una experiencia determinada y luego la reflejan a través de un texto libre, cada uno escribe aquello que le ha llamado más la atención, lo que ha captado mejor. Y, frecuentemente, ante un mismo hecho, suelen aparecer versiones e interpretaciones diferentes, Así es la realidad: diversa, llena de matices, sujeta a criterios dispares. Y así es todo o casi todo en la vida. Incluso los experimentos más exactos y las fórmulas matemáticas más contundentes están sujetas a revisión. Por eso es una estafa hacerle creer al niño que aprendiendo de memoria lo que dice un libro o aplicando una determinada fórmula matemática para cada tipo diferente de problema, tendrá a su alcance la sabiduría y la cultura.

La matemática y todo lo relacionado con el cálculo y la solución de problemas, es quizás uno de los aspectos en donde partir de lo real sea más necesario. Es importante que un niño sepa el camino o los caminos que debe recorrer para solucionar un problema, pero lo es mucho más, el que sea capaz de darse cuenta si un resultado puede ser correcto o no, teniendo en cuenta los datos y cantidades utilizados. Y eso sólo puede suceder cuando se trabaja con datos reales, comprobables.

El curso que estuve en Ribarroja de Ebro, un compañero (entrañable compañero y amigo) llamado Miguel Flores, me comentó en más de una ocasión los disparates que cometían a veces los alumnos en la solución de los problemas. Y se quedaban tan frescos. No se les ocurría pensar que, por ejemplo, es imposible que una gallina ponga al mes varios miles de huevos. Pero esto sucede porque, normalmente, se enseñan formulas matemáticas, pero no se trabaja la lógica matemática, ni la lógica en general, claro. Y no debemos esperar a que el niño sepa hacer las cuentas para trabajar en este sentido; la realidad y la lógica deberían estar presentes en la vida del alumno desde que empieza en párvulos. Sólo así podrán alcanzar después los diversos grados de abstracción que le exigen los cursos superiores.

Cuando yo decidí comprar un reloj y colgarlo en la clase para que mis alumnos de tercero aprendieran su funcionamiento, no sospechaba algo que pude comprobar después: que aprender las horas que marcan las agujas es una cuestión mecánica y accesoria; lo verdaderamente importante es que el niño adquiera conciencia del paso del tiempo. De tal forma, que si el reloj está parado en las 12 v estamos en la jornada de tarde, el niño sea capaz,

por si mismo, de captar la anomalía. Igualmente, si el reloj está bien pero el niño se equivoca al decir la hora, debe ser él mismo quien, después de un momento de reflexión comprenda que se ha equivocado. Y estos detalles solo podrán ser asimilados si se tiene un reloj de verdad a mano.

En alguna ocasión algún padre llegó a decirme: «pero, ¿para qué tantas salidas si donde se aprende es en los libros?». Y yo no podía comprender como es posible estar tan ciego. ¿Acaso la información contenida en los libros ha salido de una fuente distinta de la realidad?

Estoy convencido de que el mejor libro es el que construyen juntos maestro y alumnos, con su propio trabajo, investigando, realizando una tarea verdaderamente científica.

El libro de texto debería desaparecer para dar paso al libro construido con la aportación de toda la clase. Pero para eso es imprescindible la existencia de una buena biblioteca de clase, con libros de consulta, monografías, documentos de todo tipo, un museo variado, colecciones diversas, revistas especializadas, periódicos, etc.

Se trata, en definitiva, de convertir la clase en un lugar de trabajo e investigación; en un centro de cultura.

Todo lo que forma parte de la vida del niño debe ser aprovechado: desde la cigüeña del campanario hasta el programa de televisión que ve cada tarde al salir de la escuela. Sólo así estaremos preparando para la vida; para que cada niño viva su propia vida y para que pueda enfrentarse a ella con garantías de éxito.

Partir de la realidad, sin embargo, puede ser tremendamente peligroso, porque nos podemos encontrar con una gran falta de recursos, por un lado, y con el problema del espontaneismo, por otro.

Un maestro que, sin más ni más, confíe en que los niños van a ser capaces de encontrar soluciones para todo, v que van a estar motivados continuamente, es un ingenuo. Y todos hemos pecado alguna vez de ingenuidad.

El papel del maestro dentro de la clase, no puede limitarse a esperar que los niños reaccionen o vayan proponiendo actividades. Nuestra obligación es conseguir que los niños salgan preparados de la escuela; y cuanto más preparados salgan, mejor. La clase, por tanto, debe funcionar constantemente, de una manera u otra, con unas actividades o con otras.

Yo he tenido mucho cuidado siempre de empezar con toda una programación elaborada en la que había unas propuestas metodológicas y una serie de actividades con las que se iniciaba el curso. Después podíamos

introducir variaciones o mejoras sobre la marcha, pero había que contar con algo concreto.

Al final de cada curso, realizaba con los alumnos una valoración del trabajo y escribía una memoria del mismo (costumbre que sigo manteniendo). Igualmente, yo llevaba un control prácticamente diario de todas las actividades que se realizaban, así como un historial de cada alumno, donde recogía anotaciones y muestras de su trabajo, periódicamente. Es decir, que he ido dejando pocas cosas al azar.

Ciertamente, yo no he examinado a mis alumnos, pero el seguimiento a que los tenía sometidos, me permitió siempre disponer de datos suficientes y mucho más fiables que cualquier prueba, para valorarlos.

Y esto no está en contradicción con lo que he defendido a lo largo del libro. Una cosa es que se parta de los intereses del niño, que éste tenga libertad para proponer actividades, que se sienta valorado como persona; y otra muy distinta es creer que el niño tiene en sus manos todas las claves de su propio aprendizaje.

Otro aspecto a tener en cuenta son los padres. Hay que cuidar al máximo las relaciones con ellos manteniéndolos informados con cierta periodicidad, y haciendo que participen en todas aquellas actividades escolares que lo permitan. Si queremos que la escuela sea útil a la comunidad, debemos conseguir que los padres se integren en ella y hagan suyo el proyecto pedagógico que nos anima.

Un maestro que trabaja normalmente más horas de las obligatorias y que se preocupa porque sus alumnos aprendan las cosas de la mejor manera posible, no debería tener problemas con los padres, a no ser que existan elementos que distorsionen la realidad.

En cualquier caso, nos hemos de ganar el apoyo y la confianza de los padres. ¿Cómo conseguirlo? Yo no tengo la respuesta definitiva, ni creo que nadie sea capaz de darla, pero el único sistema que conozco es el que se basa en el trabajo y la ilusión. Trabajo para estar horas con los niños, para dedicar tiempo a los padres, para buscar continuamente nuevas mejoras en la clase, y para adquirir una base teórica cada vez más firme; e ilusión para dar sentido a una profesión que nos ofrece la posibilidad de ser y formar creadores.