tratado bÍblico acerca de los tiempos del fin · últimos tiempos, la unión inseparable de su...
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TRATADO BÍBLICO ACERCA
DE LOS TIEMPOS DEL FIN
EL ORDEN DE LAS COSAS
Referencia Bíblica: Versión Reina Valera 1960
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“EL ORDEN DE LAS COSAS “
ISBN 980-07-0450-7
COPYRIGHT 1991 ANTONIO JOSE SEPULVEDA
CARACAS – VENEZUELA
RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS
DE TRADUCCIÓN EN CUALQUIER
IDIOMA
Impreso en Venezuela por:
TALITIP (Talleres Litográficos y Tipográficos)
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tos, sin consentimientos del autor.
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AGRADECIMIENTO
Doy gracias infinitas a nuestro Padre Celestial en
el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que me
salvó y me apartó desde la fundación del mundo,
para ser su hijo por toda la eternidad. Y también
por haberme dado el privilegio de servirle y
honrarle.
A Él sea la gloria, la honra, la sabiduría, la
acción de gracias, el poder y la fortaleza, por los
siglos de los siglos. Amén.
Su siervo:
Antonio J. Sepúlveda
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SALUDOS
Para los santificados en Cristo Jesús, llamados a
ser santos con todos los que en cualquier lugar
invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, y
para aquellos que todavía no han tenido el
privilegio de conocerle, gracia y paz a ustedes, de
Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
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CONTENIDO
PRÓLOGO __________________________________________________ 8
INTRODUCCIÓN ____________________________________________ 10
Primera Parte ______________________________________________ 13
LA GRAN TRIBULACIÓN _________________________________________ 13
¿Quién ejecutará la gran tribulación? ______________________________ 13
¿Cuándo ocurrirá la gran tribulación? ____________________________ 20
Exhortación del Apóstol Pablo a los Tesalonicenses con respecto a
la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con Él.
____________________________________________________________ 23
Explicación de la exhortación: _______________________________ 25
La historia se repite _________________________________________ 27
Tanto judíos como gentiles creyentes serán testigos de la
manifestación del anticristo __________________________________ 30
El anticristo, señal fidedigna para la venida de nuestro Señor
Jesucristo ___________________________________________________ 32
Lo que detiene la manifestación del anticristo ________________ 34
Explicación de las 70 semanas de Daniel ______________________ 37
Concepto de lo que detiene la manifestación del anticristo _____ 45
Descubriendo los falsos maestros y las falsas doctrinas _______ 46
Explicación del Diagrama Demostrativo __________________________ 53
Explicación de la septuagésima semana por medio del diagrama presentado
____________________________________________________________ 54
a.- Indica el comienzo de la semana: _______________________________ 55
b.- Este punto señala exactamente la mitad de la semana, convirtiéndose en
el eje donde gira toda la profecía relacionada con esta semana. _________ 55
c.- El lapso señalado en esta letra, indica que "desde el tiempo que sea
quitado el continuo sacrificio hasta la abominación desoladora, habrá mil
doscientos noventa días" (Daniel 12.11). ___________________________ 56
d.- Hasta este punto habrán transcurrido mil trescientos treinta y cinco días
después de quitado el continuo sacrificio, como dijo el profeta Daniel:
"Bienaventurado el que espere, y llegue a mil trescientos treinta y cinco días"
(Daniel 12:12). ________________________________________________ 57
6
e.- Lapso de cuarenta y dos (42) meses o tres años y medio equivalente a mil
doscientos sesenta (1260) días, en el cual actuará el anticristo. Es, pues, este,
el período de la gran tribulación. ________________________________ 59
f.- Período de setenta y cinco días, entre el momento que sea quitado el
continuo sacrificio hasta el tiempo señalado para que el anticristo actúe
blasfemando contra Dios, haciendo guerra contra los santos y marcando las
almas seducidas por el falso profeta con las señales y prodigios que se le han
permitido en presencia del anticristo. ______________________________ 61
g.- Período de setenta y cinco días entre la terminación de la semana Y la
terminación de la actuación del anticristo, que corresponde a su vez al fin de
la gran tribulación. _____________________________________________ 61
h.- "Entonces oí a un santo que hablaba; y otro de los santos preguntó a
aquel que hablaba: ¿Hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio, y la
prevaricación asoladora entregando el santuario y el ejército para ser
pisoteados? Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el
santuario será purificado". "La visión de las tardes y mañanas que se ha
referido es verdadera; y tú guarda la visión, porque es para muchos días"
(Daniel .8.13-14, 26). ___________________________________________ 64
Aclaración a la profecía de las 2.300 tardes y mañanas ____________ 65
¿Cómo y cuándo terminará la gran tribulación? _____________________ 72
El arrebatamiento de la iglesia __________________________________ 72
¿Cómo será destruido el anticristo? _________________________ 77
¿Después del arrebatamiento de la iglesia habrá salvación
para los que se queden? ____________________________________ 79
Segunda Parte _____________________________________________ 82
LA IRA DE DIOS _______________________________________________ 82
Manifestación del Hijo de Dios: _______________________________ 82
Nuestro Rey descenderá del cielo y reinará en y desde Jerusalén
sobre todas las naciones, para que se cumplan las Escrituras, las cuales
dicen: _______________________________________________________ 85
Profecía de Ezequiel contra el anticristo y sus ejércitos _________ 88
Breve explicación ____________________________________________ 92
Reinado del Mesías durante el milenio ______________________ 96
Las siete plagas postreras __________________________________ 101
Los 144.000 sellados _________________________________________ 104
Las Siete Trompetas ________________________________________ 105
7
La séptima trompeta ________________________________________ 109
El cielo y la tierra pasarán __________________________________ 112
El Juicio Final ______________________________________________ 114
El comienzo a la eternidad __________________________________ 114
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PRÓLOGO
“El Orden de las Cosas” es un sencillo tratado con un espíritu de
exhortación, de conocimiento y de temor de Jehová; para el pueblo
redimido con la sangre preciosa de nuestro Señor Jesucristo, sea de
cualquier grupo denominacional.
“El Orden de las Cosas” revela el programa o plan de Dios en los
últimos tiempos, logrando una fácil comprensión de las profecías
relacionadas con el regreso de nuestro Señor Jesucristo a la tierra.
El contenido de este tratado traerá claridad a las muchas dudas,
interrogantes e incertidumbre de los corazones de creyentes sinceros; y
a su vez, traerá contención y repudio entre muchos otros que les será muy
difícil aceptar las verdades bíblicas de su contenido, mas no tendrán
argumentos fehacientes y sinceros para contradecirlo.
“El Orden de las Cosas” no pretende tener cuidado de las
adversidades, porque es necesarios que las haya; ya que el Señor
Jesucristo no vino a traer paz a la tierra, sino espada. (Mateo 10:34), que
es la palabra de Dios, la cual choca contra la mentira la falsedad, y pone
al descubierto al pecado,” derribando todo argumento y toda altivez que
se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo
pensamiento a la obediencia a Cristo” (2 Corintios 10:5), destruyendo
toda fortaleza contraria a su voluntad de Dios y a sus propósitos.
El aval de este tratado no es el autor que lo escribe, sino el
Espíritu de Dios, el cual confirmará en los corazones la veracidad de su
contenido. Porque he visto a creyentes confiando en las argumentaciones
de hombres que indirectamente colocan su larga experiencia y sus
muchos estudios, como garantía de sus interpretaciones; por esta razón se
9
ha omitido absolutamente cualquier dato biográfico del autor, para que la
gloria sea exclusivamente para nuestro Señor, y nada más para Él, por
los siglos de los siglos. Amén.
“El Orden de las Cosas” creará la unidad espiritual del verdadero
pueblo de Dios, basado en la realidad bíblica, cuyas profecías se
cristalizarán en la actualidad, porque nuestro Señor busca en estos
últimos tiempos, la unión inseparable de Su pueblo por medio del amor
entre los hermanos; purificándolos, primeramente, de falsas enseñanzas,
poniendo en claro la verdad, para que se cumpla la palabra de Dios por
boca de Isaías, cuando dijo: “Sacad al pueblo ciego que tiene ojos y a los
sordos que tienen oídos. Congréguense a una todas las naciones, y
júntense todos los pueblos. ¿Quién de ellos hay que nos dé nuevas de
esto, y nos haga oír la cosas primeras? Presentes sus testigos y
justifíquense; oigan y digan: Verdad es. (Isaías 43:8-9).
“El Orden de las Cosas” es el anuncio de alerta por las cosas que
muy pronto habrán de ocurrir, el cual se identifica con el mismo deseo de
Dios, en el sentido de que sea aclarado el verdadero orden de los
acontecimientos proféticos. Porque Él mismo ha dado Su inquebrantable
orden para que las cosas que vienen y la que están por venir sean,
primero, ordenadas; y segundo, proclamadas y anunciadas, sin temor, y
sin amedrentarnos por nada, ni por nadie, porque quien lo demanda es el
Fuerte de Jacob, el Santo de Israel: “Así dice Jehová Rey de Israel, y su
Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el
postrero, y fuera de mí no hay Dios. Y quién proclamará lo venidero, y lo
declarará, y lo pondrá en orden delante de mí, como hago yo desde que
establecí el pueblo antiguo? Anúncienles lo que viene, y lo que está por
venir. No temáis, ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oír desde la
antigüedad, y te lo dije? Luego vosotros sois mis testigos. No hay Dios
sino Yo, no hay fuerte; no conozco ninguno.” (Isaías 44:6-8).
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INTRODUCCIÓN
Han sido muy controversiales las interpretaciones que se hacen de
la palabra de Dios, con respecto a la venida de de nuestro Señor
Jesucristo, nuestra reunión con Él, y de todos los acontecimientos acerca
de los tiempos del fin. Se especula mucho sin fundamento bíblico, se
especula forzando a la Palabra a interpretar lo que no puede sustentar;
poniendo argumentos humanos, limitando el poder de Dios y Su deidad,
como Omnipotente, Omnipresente y Omnisciente, o sea, Dios
Todopoderoso. Haciendo interpretaciones que se escapan de la voluntad
de Dios, sin ningún temor de haberse equivocado en algo; mas como dice
la Escritura: “Y si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada
como debe saberlo.” (1 Corintios 8:2); y de esto Satanás sabe mucho, es
decir, de nuestra mente limitada; y él mismo produce en el hombre falsas
interpretaciones para su propio provecho, pero el Señor nos previene por
medio del apóstol Pablo, cuando nos dice:”Estoy maravillado de que tan
pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para
seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay alguno que
os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun
nosotros, o un ángel del cielo, os anunciaré otro evangelio diferente del
que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes lo hemos dicho,
también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que
habéis recibido, sea anatema. Pues, ¿Busco ahora el favor de los
hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si
todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.” (Gálatas 1:6-
10)
Otros reciben revelaciones en diferentes formas, pero muchos que
con el deseo de que le sean reconocidas dichas revelaciones, y ser
aceptados como profetas, no se detienen a pensar y a meditar en relación
a la Palabra, si provienen de Dios tales mensajes.
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Porque todo mensaje o revelación, debe ser probado, así nos lo
enseña el apóstol Juan en su primera carta, capítulo 4:1-3:
“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritu si son
de Dios; porque muchos falsos profetas han salidos por el mundo. En esto
conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha
venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no confiesa que
Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del
anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora, ya está en
el mundo.”
Así que cualquier revelación, sea la forma en que la haya
recibido, deberá ser probada por la palabra de Dios, porque “antes bien
sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso” (Romanos 3:4).
Mas yo mismo, que escribo este tratado, lo hago con temor y
temblor; primero, de equivocarme porque yo mismo soy débil; y
segundo, de saber que puedo ser tratado como falso, hereje o lobo rapaz,
pero no busco ahora el favor de los hombres, sino el de Dios.
El propósito de este tratado, no es el de dar una opinión más
acerca de lo concerniente, porque ya hemos tenidos muchas opiniones de
hermanos letrados, ilustrados y versados. Ahora hay una necesidad
angustiosa de saber lo que realmente la palabra de Dios nos dice sobre los
acontecimientos del fin. Por eso, en este tratado me limitaré a pocas
intervenciones, para que sea la misma palabra de Dios que hable por sí
misma, porque entendemos que la palabra de Dios es espíritu y verdad, y
ella no necesita de abogados, ni de intérpretes, sino de corazones abiertos
y dispuestos a hacer Su voluntad. Porque la voluntad de Dios es que
seamos hacedores, y no oidores olvidadizos.
Sin entrar en más preámbulos, comenzaremos a desarrollar este
estudio, ante todo, deseando que sea de gran bendición para los que
12
tienen hambre y sed de la verdad. Atendiendo al consejo del apóstol
Pablo: “Examinarlo todo; retened lo bueno.” (1 Tesalonicenses 5:21).
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Primera Parte
LA GRAN TRIBULACIÓN
Dios mismo nos ha llamado, para que estemos unidos en el
vínculo perfecto del amor, y seamos todos de un mismo sentir, en una
misma mente y en un mismo parecer; porque “Dios no es Dios de
confusión, sino de paz.” (1 Corintios 14:33). Y así como Él hizo los
sistemas solares, las galaxias y todo el universo, así mismo ha organizado
toda su obra redentora descrita en su Santa Palabra. En este orden de
ideas, vamos a comenzar ahondando primeramente en la gran tribulación,
con el propósito de saber qué significa y establecer la diferencia en
relación a la Ira de Dios.
¿Quién ejecutará la gran tribulación?
“¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha
descendido con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo” (Apocalipsis
12:12).
“Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a
hacer guerra contra la descendencia de ella, los que guardan los
mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo” (Apocalipsis
12:17).
El instrumento que Satanás empleará para la consumación de sus
planes es el anticristo.
“Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que
antes se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición”…”Inicuo,
cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y
prodigios mentirosos” (2 Tesalonicenses 2:3, 9).
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“Y se le permitió hacer guerra contra los santos y vencerlos”
(Apocalipsis 13:7).
“Y veía yo, que este cuerno hacía guerra contra los santos, y los
vencía”
“Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo
quebrantará, y pensará cambiar los tiempos y la ley; y serán entregados
en su mano hasta tiempo, y tiempos, y medio tiempo. (Daniel 7:21,25)
“Y su poder se fortalecerá, mas no con fuerza propia; y causará
grandes ruinas, y prosperará, y hará arbitrariamente, y destruirá a los
fuertes y al pueblo de los santos” (Daniel 8:24).
¿Contra quiénes Satanás desatará su ira?, o ¿Quiénes serán
atribulados?
Evidentemente que será contra todos los moradores de la tierra,
pero ¿Contra quiénes intensificará su ira?
Obviamente que todas las citas anteriores indican que será contra
los santos de Dios.
¿Por qué intensificará su ira contra los santos de Dios?
Porque los demás moradores de la tierra no van a oponer mayor
resistencia a la marca de la bestia, ni a la adoración de su imagen.
(Apocalipsis 13:14-18).
PORQUE DIOS HA DECRETADO QUE: “Si alguno adora a la
bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, él
también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el
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cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los
santos ángeles y del Cordero; y el humo de su tormento sube por los
siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran
y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre. (Apocalipsis
14:9-11)
Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los
mandamientos de Dios y la fe de Jesús. Oí una voz que desde el cielo me
decía: Escribe: Bienaventurado de aquí en adelante los muertos que
mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos,
porque sus obras con ellos siguen” (Apocalipsis 14:12-13).
“Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que
habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio
que tenían. Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor,
santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en
la tierra? Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen
todavía un poco de tiempo. Hasta que se completara el número de sus
consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como
ellos.” (Apocalipsis 6:9-11).
Nuestro Señor Jesucristo comienza a describir cómo será esta
gran tribulación:
“Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis
aborrecidos de toda las gentes por causa de mi nombre. Muchos
tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se
aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a
muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se
enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo” (Mateo 24:9-
13).
“Mas seréis entregado aun por vuestros padres, y hermanos, y
parientes, y amigos; y matarán a algunos de vosotros; y seréis
16
aborrecidos de todos por causa de mi nombre. Pero ni un cabello de
vuestra cabeza perecerá. Con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas.”
(Lucas 21:16-19).
Nuestro Señor, afirmándole que Sus palabras eran para los
tiempos del fin; confirmó a sus discípulos que le oían, de su veracidad;
haciéndoles ver que si a ellos les iba a acontecer tribulaciones, ¿Cuánto
más a sus consiervos en los tiempos del fin?
“Pero mirad por vosotros mismos; porque os entregarán a los
concilios, y en las sinagogas os azotarán; y delante de gobernadores y
reyes os llevarán por causa de mí, para testimonios a ellos. Y es necesario
sea predicado antes a todas las naciones. Pero cuando os trajeren para
entregaros, no os preocupéis por lo que habéis de decir, ni lo penséis,
sino lo que os fuere dado en aquella hora, eso hablad; porque no sois
vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo.” (Marcos 13:9-11).
“Porque yo os daré palabra y sabiduría, la cual no podrán resistir
ni contradecir todos los que se opongan.” (Lucas 21:15)
Y de esta forma “será predicado este evangelio del reino en todo
el mundo, para testimonio a todas las naciones; entonces vendrá el fin.”
(Mateo 24:14).
¿Por qué nuestro Señor Jesús permitirá que su pueblo pase
por esta gran tribulación?
“Y acontecerá en toda la tierra, dice Jehová, que las dos terceras
partes serán cortadas en ella y se perderán; más la tercera parte quedará
en ella. Y meteré en el fuego a la tercera parte, y los fundiré como se
funde la plata, y los probaré como se prueba el oro. El invocará mi
nombre, y yo le oiré, y diré: pueblo mío; y él dirá: Jehová es mi Dios”
(Zacarías 13:8-9).
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“Vosotros que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe,
para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el
tiempo postrero. En el cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un
poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligido en diversas
pruebas, para que sometida a prueba nuestra fe, mucho más preciosa que
el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en
alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo” (1 Pedro 1:5-
9)
Me preguntarán: ¿Acaso Dios no nos ha prometido que nos
guardará de la hora de la prueba, como lo dice Apocalipsis 3:10?
Desde luego que sí, Él nos guardará, pero no de la forma que
nosotros creemos y queremos, sino de la forma como Dios quiere.
¿Entonces cómo nos guardará?
Esta prueba es para los que moran sobre la tierra, y seguramente,
se les habrá ocurrido pensar que Dios nos tendrá que sacar de la tierra
para guardarnos; pero no, esa no es la respuesta, ni trate de buscar otras
respuestas similares, “porque mis pensamientos no son vuestros
pensamientos, ni mis caminos vuestros caminos, dijo Jehová. Como son
más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que
vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”
(Isaías 55:8-9). “Jehová conoce los pensamientos de los hombres, que
son vanidad” (Salmos 94:11).
Mi amado hermano, la respuesta se encuentra en el versículo que
anteriormente citamos, el cual dice: …”Vosotros que sois guardados
por el poder de Dios mediante la fe.” (1 Pedro 1:5)
Una fe poderosa que inspira al apóstol Pablo a decir:
¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia,
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o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está
escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos contados
como ovejas de matadero. Antes en estas cosas somos más que
vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro
de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni
potestades, ni lo presente, ni lo porvenir, ni lo alto, ni lo profundo,
ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios,
que es en Cristo Jesús Señor nuestro." (Romanos 8:35-39).
Esta misma fe guardó a otros que "experimentaron
vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles. Fueron
apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada;
anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de
cabras, pobres, angustiados, maltratados; de los cuales el mundo no
era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las
cuevas y por las cavernas de la tierra" (Hebreos 11:36-38).
Por lo cual, dice: "Aunque ahora por un poco de tiempo,
si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas,
para que SOMETIDA A PRUEBA VUESTRA FE, ...sea hallada
en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, a
quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo
veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; obteniendo el fin de
vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas" ( l Pedro 1:6-9).
Sabiendo Jesús de las pruebas que nos sobrevendrían
por un mundo que aborrece su nombre, oró al Padre diciendo: ''No
ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal"
(Juan 17:15).
¿Nos enseña Jesucristo, que debamos temer de
aquel que nos pueda matar?
Desde luego que no, más bien nos alienta, diciéndonos:
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"Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y
después nada más pueden hacer. Pero os enseñaré a quién debéis
temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene
poder de echar en el infierno; si, os digo, a éste temed" (Lucas 12:4-
5).
Seamos valientes, y diga el débil: Fuerte soy (Joel 3:10).
Jesús, llevando su cruz, después que lo azotaron, y lo
escarnecieron y le pusieron una corona .de espinas, dijo: "Porque
si en el árbol verde hacen estas cosas, ¿en el seco, qué no se
hará? (Lucas 23.31). Y nos exhorta a que tengamos memoria de
sus palabras: "Acordaos de la palabra que yo os he dicho: El siervo
no es mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a
vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra también
guardarán la vuestra" (Juan 15:20).
"Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo
que creáis en él', sino también que padezcáis por él" (Filipenses 1:29).
''Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo
Jesús padecerán persecución" (2Timoteo 3:12).
Según lo que hemos leído en estas citas bíblicas, nos podemos
dar cuenta que el deseo de Dios es depurar a su pueblo, pulirnos y
probar si realmente creemos en Él
.
"Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios;
y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no
obedecen al evangelio de Dios? Y: Si el justo con dificultad se salva, ¿en
dónde aparecerá el impío y el pecador? De modo que los que
padecen según la voluntad de Dios encomienden sus almas al
fiel Creador, y hagan el bien" (l Pedro 4:17-19).
"Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz, en el
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)
mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo" (Juan
16:33).
¿Cuándo ocurrirá la gran tribulación?
Si logramos comprender en este tratado los planes de nuestra
redención, no nos será muy difícil descifrar cuándo comenzará la gran
tribulación.
Porque si la venida de nuestro Señor Jesucristo está cerca o mejor
dicho a la puerta, más cerca aún está la manifestación del anticristo.
Así que "nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá
(Jesucristo) sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de
pecado, el hijo de perdición" (2Tesalonicenses 2:3).
Aclarando que cuando el apóstol Pablo insta a que nadie nos
engañe en NINGUNA MANERA, en relación a la venida de nuestro
Señor, tengamos presente que ella está aunada a nuestra reunión con él,
o mejor dicho al arrebatamiento de la iglesia (2Tesalonicenses 2:1).
Los tiempos del fin vienen precedidos de terremotos, guerras,
rumores de guerras, pestes y hambres en diferentes lugares del
mundo, las cuales serán señales de principio s de .dolores (Mateo 24
:6-8).
Y ya, estas señales las hemos vivido desde que entramos en este siglo
lleno de adelantos científicos y tecnológicos (Daniel 12.4). Pero
debemos saber que el mundo se está preparando hoy en día, para un
nuevo orden político, económico, comercial y social. Podemos apreciar,
como de la noche a la mañana han ocurrido grandes cambios
estructurales en diversos países. Y no debemos ignorar lo que pasa en el
mundo, ya que el enemigo está centrando su trabajo destructor en la
creación de un imperio económico mundial, el cual dominará sobre todas
las naciones (Daniel 2:40-43, 7:7-8; Apocalipsis 13:1).
Los estudios para un sistema monetario mundial, donde pretenden
21
crear una unidad monetaria para todas las naciones, se están
haciendo a pasos agigantados, y es por demás sorprendente.
· Estas reformas tienen sus orígenes en Europa, de donde se
levantará el gran imperio económico, y los moradores de la tierra,
aquellos cuyos nombres no están escritos desde la fundación del
mundo en el libro de la vida, se asombrarán viendo a la bestia que era y
no es, y será. (Apocalipsis 17:8).
·
· Todos los acuerdos integracionistas, por medio de
concertaciones y alianzas que se hacen en el ámbito internacional, son
pasos que van a culminar con la creación de un gobierno mundial, el cual
será dirigido por una organización regional compuesta por diez
naciones, y éstas tienen un mismo propósito y entregarán su poder y
su autoridad al anticristo (Apocalipsis 17:12-13).
·
· El propósito final del maligno es crear una infraestructura
adecuada a sus planes de marcar las almas para echarlas al infierno, y
que cada persona que pise esta tierra y desee participar en el común de
las cosas (Trabajos, viajes, compra y venta, distracciones y
diversiones, servicios públicos, etc.) y sobrevivir, deberá recibir la
marca de la bestia, que se constituirá en la llave de negociación para
toda transacción por pequeña que esta sea.
·
· ''Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres,
libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en
la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que
tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre.
· Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el
número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es
seiscientos sesenta y seis" (Apocalipsis 13:16-18).
·
· Amado hermano, estas cosas que deberán ocurrir, no son
para dentro de diez o veinte años, no, esto es para dentro de muy
pocos y escasos años, sin ánimos de especular, estamos encima
22
de un nuevo orden comercial.
·
El enemigo actuará de forma camuflada y disimulada;
tratando que ningún ser humano se aperciba de tan inminente
peligro, haciendo ver al mundo entero que el nuevo sistema
mejorará substancialmente la seguridad social, y saneará todos los
problemas del alto costo de la vida, abriendo fronteras entre
países en virtud de las importaciones y las exportaciones entre
ellos, desarrollando políticas de pleno empleo; lo cual hará muy
atractiva la nueva forma de vida en el mundo.
''Y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por
cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por
esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira,
a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la
verdad, sino que se complacieron en la injusticia" (2ª
Tesalonicenses 2:10-12).
·
Y como dijo el profeta Daniel con relación al anticristo:
''Y sin aviso destruirá a muchos" (Daniel 8:25).
Veo la necesidad de advertir, que debemos estar
preparados para los próximos acontecimientos, y pido a nuestro
Señor que extienda su misericordia sobre nuestros familiares y
amigos que no conocen a Cristo.
Hermano, ya no haga planes a largo plazo, mantente como
fuiste llamado, consagra tu vida al Señor, si estás separado de tu
esposa, o viceversa, reconcíliate, vuelve a tu hogar. Si has
pecado, humíllate ante Dios y arrepiéntete, porque Dios te ama y
está dispuesto a perdonarte.
Ya estamos llegando al momento de la prueba final, es la
23
hora de estar unidos como un solo cuerpo, por una misma causa.
Que no haya en nuestros corazones ningún vestigio de
discriminación hacia nuestros hermanos, sea de la nacionalidad
que sea; sea rico o pobre, negro o blanco, culto o inculto; porque
Dios no hace acepción de personas. Y los que hemos creído en
Jesucristo, estemos en cualquier lugar del mundo, nos vincula
una sola nacionalidad: Cristianos, comprados a precio de sangre
derramada en el calvario. Por lo cual somos extranjeros y
peregrinos en esta tierra, pero con la esperanza de entrar a la
tierra prometida; la cual Jesús nos fue a preparar, donde sus
calles son de oro, transparentes como el cristal, y sus paredes
repletas de toda piedra preciosa; y no habrá sol que fatigue,
porque la gloria de Dios la iluminará. Mas "los c.obardes e
incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y
hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte
en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte
segunda" (Apocalipsis 21:8).
Por lo tanto, la salvación nuestra representa un reto que
tenemos que afrontar y vencer; las palabras que a continuación
citaré lo demuestra, ellas nos inspiran a luchar hasta el final de
nuestra existencia; resistiendo hasta la sangre, combatiendo
contra el pecado.
"Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; Y todo
el que pierda su vida por causa de mí, la hallará" (Mateo 16:25).
"Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo"(Mateo
24:13).
"El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios,
Y él será mi hijo" (Apocalipsis 21:7).
Exhortación del Apóstol Pablo a los Tesalonicenses con
respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y
24
nuestra reunión con Él.
Según lo que el apóstol Pablo escribió en la segunda
carta enviada a tesalónica, deja ver una enseñanza errónea que se
filtró en esa iglesia en relación a la venida de nuestro Señor
Jesucristo, la cual trajo confusión entre los creyentes, poniendo
seguramente ,al mismo apóstol en entredicho, o posiblemente
alguna falsa P rofecía, o una mala interpretación, o una
revelación venida de las tinieblas para desorientar y
desanimar ese pueblo que pasaba por f uertes tribulaciones (1
Tesalonicenses 1:6; 2:14; 3:3, 2 Tesalonicenses 1:4-5).
Pero al enterarse Pablo de lo que estaba ocurriendo, escribe a
la iglesia exhortando a que no se dejen mover fácilmente de su modo
de pensar en relación a la doctrina que él había ya impartido,
porque él conocía muy bien las maquinaciones del diablo (2
Corintios 2:11), porque el mismo Satanás se disfraza como
ángel de luz (2 corintios 11.14). Recordemos también la
exhortación hecha a los gálatas:
"Mas si aún nosotros, o un ángel del cielo, os
anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado,
sea anatema (Gálatas 1:8).
Igualmente exhortó a los fieles de Tesalónica diciéndoles:
"Pero con respecto a la venida de nuestro Señor
Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, que
no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os
conturbéis, ni por espíritu, ni por palabras, ni por carta como si
fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca.
Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá
sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de
pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra
25
todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en
el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.
¿No os acordáis que cuando yo estaba todavía con vosotros,
os decía esto?
Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su
debido tiempo se manifieste.
Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo
que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea
quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo, a
quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá
con el resplandor de su venida" (2 Tesalonicenses 2:1-8).
Explicación de la exhortación:
El apóstol Pablo comienza diciendo:
"Pero con respecto a la venida de nuestro Señor
Jesucristo, y nuestra reunión con él".
Él no dijo: pero con respecto a nuestra reunión con él, y a la
venida de nuestro Señor Jesucristo; no, él se ha referido a las
mismas palabras escritas por el apóstol Mateo y Marcos, cuando
dicen:
"Entonces aparecerá la señal del Hijo de Hombre en el
cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al
Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran
gloria. Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a
sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo
hasta el otro" (Mateo 24:30-31).
"Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las nubes
con gran poder y gloria. Y entonces enviará sus ángeles, y juntará a
sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra
26
hasta el extremo del cielo" (Marcos 13:26-27).
Es decir, que primero es la venida de nuestro Señor, e
inmediatamente después, en un abrir y cerrar de ojos, el
arrebatamiento de la iglesia, o como dice en la carta: ''Nuestra
reunión con él".
El evangelio es un mensaje claro, sencillo y sin
complicaciones en su comprensión. No quiero decir con esto que no
haya cosas difíciles de entender, por supuesto que las hay, pero hay
intérpretes que dan su opinión de acuerdo a su modo de ver las cosas,
alegando que la palabra es muy simbólica y necesita de un profundo
estudio. Y hacen de lo sencillo de comprender, algo muy difícil de
entender de acuerdo a su propia interpretación, causando al fin y al
cabo confusión en el pueblo de Dios, desanimándolo en su auto-
comprensión de la palabra; algo parecido a lo que ocurrió en
Tesalónica.
Luego de esas primeras palabras, Pablo prosigue diciendo:
"Os rogamos hermanos, que no os dejéis mover fácilmente
de vuestro modo de pensar,"…
Ese modo de pensar no era la opinión propia de cada creyente,
sino era el modo de pensar respecto a lo que Pablo ya había
enseñado, en lo cual todos los fieles y elegidos tenían que estar
unánimes.
…"Ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra,
ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el
día del Señor está cerca".
Es muy categórico, firme y celoso en la doctrina de la
venida de nuestro Señor Jesucristo, de tal manera que encarga,
que bajo ninguna circunstancia nuestra fe sea movida a creer otra
27
enseñanza a la que predicó. Ni aún, si algún espíritu se le apareciere
como ángel de luz, o haciéndose pasar por Cristo, mucho menos
un sueño, ni alguien que trajere una carta con la misma letra de
Pablo. En ninguna circunstancia debemos dejarnos engañar.
Porque a pesar de que Jesús dijo: Vengo pronto, ese pronto no
era tan pronto como creyeron muchos en la iglesia primitiva; aunque
para Dios fueron dos días para nosotros han sido casi dos mil años.
"Nadie os engañe en ninguna manera; porque no
vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el
hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y
se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de
culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios,
haciéndose pasar por Dios".
De ninguna manera debemos ser engañados en cuanto a la
venida de nuestro Señor, y nuestra reunión con Él. Aún Pablo por
temor, amor y celo a la palabra de Dios, llegó a decir que si él mismo
predica otro evangelio diferente al que había predicado, sea
anatema (Gálatas 1.8).
Si él decía eso de sí mismo, ¿qué quedará de nosotros si
llegaremos a mal interpretar o a falsear la palabra?
Así que primeramente a la venida de nuestro Señor, y
nuestra reunión con Él, tiene que venir la apostasía y
manifestarse el anticristo.
La historia se repite
Amados hermanos, conozco que también en nuestros
tiempos la iglesia de Cristo tiene la misma confusión que
Tesalónica en aquellos tiempos, la diferencia es que en estos tiempos
28
no existe Pablo, para que nos interprete los misterios que logró
revelar a los santos en aquellos tiempos. Pero no nos vamos a
desanimar por eso, echemos mano de la prudencia, de la humildad,
de la cordura, de la paciencia, de la mansedumbre, de la
templanza, que son valiosas herencias dejadas por nuestro Señor,
de las cuales se revestía Pablo.
Porque la confusión viene de la ligereza con que se han
interpretado cosas muy difíciles de entender, especulando y haciendo
conjeturas basados en argumentos humanos de vana sabiduría.
Y como dice el apóstol Pedro:
..."Como también nuestro amado hermano Pablo, según la
sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, casi en todas sus
epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay
algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes
tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia
perdición" (2 Pedro 3:15-16).
El apóstol Pablo continúa escribiendo:
"¿No os acordáis que cuando yo estaba todavía con
vosotros, os decía esto? Y ahora vosotros sabéis lo que lo
detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste.
Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad;
sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su
vez sea quitado de en medio".
El nos revela que algo detiene la manifestación del
anticristo, y para que se manifieste, es necesario que ese algo sea
quitado de en medio.
Se ha tenido como interpretación doctrinal a nivel casi
29
general, que lo que detiene la manifestación del anticristo es la
misma iglesia de Cristo, que está todavía en la tierra, revestida del
poder del Espíritu Santo, y que al ser quitada, es cuando se
manifestará.
Mas todo argumento que quiera apoyar esta interpretación
carece de sustento bíblico, y está en contra de la voluntad de Dios.
Porque para poder asirnos de esta mentira, tendríamos que
soltar y desechar todas las verdades bíblicas, las cuales hemos
citado.
La misma palabra nos enseña que está en acción el misterio
de la iniquidad; y más aún, el apóstol Juan en su primera carta,
capítulo 4 :3, nos dice:
..."El espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que
viene, y que ahora ya está en el mundo" (deténgase y medite).
Porque es algo sin sentido, el pensar que es la iglesia la
que detiene la manifestación del anticristo, porque, ¿qué será
mayor? la presencia de los santos en oración, o la presencia de
Dios; evidentemente que la presencia de Dios.
Cuando leemos la historia de Job, ¿No nos enseña que el
mismo Satanás se presentaba delante de Dios junto con todos los
ángeles de luz? (Job 1.6; 2.1). Ahora bien, consideremos que
siendo Satanás autor del mal, estuvo después de haber pecado, en
la santa presencia de nuestro Dios; ¿cuánto más estará el anticristo
en este mundo lleno de maldad, aunque se encuentre la iglesia de
Cristo?
Y vemos que Dios permitió a Satanás probar a Job, pero
con la condición, de que guardara su vida. (Job 2.1-6).
30
Ahora, también nos podemos imaginar a Satanás delante de la
presencia del Altísimo, diciéndole: Está bien Señor, tu moriste por los
pecados del mundo, y los llenaste de bendiciones, quitándoles el
yugo del pecado, pero ponlos a prueba a todos juntos y extiende tu
mano sobre todos los que dicen creer en ti, y verás si no te niegan en
tu misma presencia.
Pero Dios ya teniéndonos atados y sellados por las arras del
Espíritu, el cual vivificará nuestros cuerpos mortales (2ª Corintios
1.22, 5.5; Romanos 8.11), autorizó a Satanás que por medio del
anticristo actuara cuarenta y dos meses, permitiéndosele hacer guerra
contra los santos y vencerlos (Apocalipsis 13:5-7), para que sometida
a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque
perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y
honra cuando sea manifestado Jesucristo (1ª Pedro 1:7).
Ahora, pues, en lo sucesivo compartiremos el misterio que
había estado oculto en la misma palabra de Dios, en relación a lo que
detiene la manifestación del anticristo.
Amado hermano, estoy persuadido de las consecuencias que
tendré que afrontar por decir la verdad, pero como lo he dicho antes,
ahora también lo repito: No busco el favor de los hombres, sino el de
Dios. Y si no fuera así, no sería siervo de Cristo. Y sé que muchos
que están abrazados a otras doctrinas, las cuales tratan este punto,
rechazarán de antemano esta gran verdad; pero todo aquel que tiene
sed y hambre de la verdad, se regocijará al encontrar respuestas a
sus inquietudes y dudas. Porque "hablamos sabiduría entre los
que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los
príncipes de este siglo, que perecen .Mas hablamos sabiduría de Dios
en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los
siglos para nuestra gloria (1ª Corintios 2:6-7).
Tanto judíos como gentiles creyentes serán testigos de
31
la manifestación del anticristo
Ahora bien, primeramente el apóstol Pablo escribió a una
iglesia o congregación, donde en su mayoría eran gentiles
convertidos, con pocos judíos; o sea, que la carta no estaba referida
exclusivamente a los judíos creyentes, sino a todos los creyentes de
Tesalónica, sean judíos o griegos.
En la oportunidad que el apóstol Pablo estuvo predicando
en Tesalónica, nos refiere el libro de los hechos, que "algunos de
ellos (JUDIOS) creyeron, y se juntaron con Pablo y con Silas; y de los
griegos piadosos gran número, y mujeres nobles no pocas" (Hechos
17:4).
Es pues, ese, el pueblo, al cual Pablo previene recordándoles
las cosas que estando presente físicamente les enseñó; porque al
parecer se les olvidó; ya que el hombre tiende a ser olvidadizo,
mas así no debiera ser el creyente en Jesucristo. Por lo cual, les
dijo: ''Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que
antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo
de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama
Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como
Dios, haciéndose pasar por Dios. ¿No os acordáis que cuando yo
estaba todavía con vosotros, os decía esto? Y ahora vosotros sabéis lo
que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste. Porque
ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al
presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en
medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor
matará con e l espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de
su venida".
Podemos sacar una primera conclusión en base a este análisis,
Y es que, si Pablo ha escrito a judíos y a gentiles creyentes, podemos
decir sin temor a equivocarnos, que Pablo escribió para toda la
iglesia de todos los tiempos hasta nuestros días; o dicho en otras
32
palabras, escribió para todos los santos que esperamos al Señor
Jesucristo para ser arrebatados y recibir la redención de nuestros
cuerpos mortales. Es justamente en esta parte de la doctrina, donde el
apóstol nos enseña que nuestro Señor Jesús no vendrá a arrebatarnos
sin q ue antes se manifieste el anticristo. Por lo cual judíos y
gentiles convertidos sufriremos su manifestación.
Así que esta es la evidencia por lo cual las palabras de Jesús
en Mateo 24: 9 al 28, no se referían al sufrimiento exclusivo del
pueblo judío creyente y/o no creyente.
Primero: Porque si se quiere interpretar que sus palabras se
referían al pueblo judío no creyente, no se corresponderían; debido a
que ellas dicen: "Y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de
mi nombre", en el cual ellos no creen.
Y Segundo: Quedaría una última alternativa, la cual
involucra tanto a judíos como a gentiles convertidos a la fe de
nuestro salvador Jesucristo, para que sin temor a equivocarnos,
podamos confiar en que nuestro Señor se refería absolutamente a
toda la iglesia para los últimos tiempos.
El anticristo, señal fidedigna para la venida de nuestro
Señor Jesucristo
La conclusión básica es que la manifestación del hombre de
pecado, representa la señal inequívoca de que posteriormente vendrá
Jesucristo.
La manifestación del anticristo, como señal a la iglesia, para
reconocer la proximidad de la venida de nuestro Señor, tiene dos
características específicas y fundamentales, las cuales vamos a
analizar; y estas son:
33
1.- Se opondrá y se levantará contra todo lo que se llama Dios
o es objeto de culto.
2- Se sentará en el templo de Dios como Dios, haciéndose
pasar por Dios.
Analizaremos estas dos características de su manifestación,
para aclarar más el concepto de que la iglesia permanecerá en la
total manifestación y consumación de su actuación como plan de
Dios en nuestra redención.
Nuestro Señor Jesucristo nos alerta, diciéndonos:
"Mirad 'que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en
mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán"
(Mateo 24:4-5).
"Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y
harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si
fuere posible, aun a los escogidos" (Mateo 24:24).
Es de suponerse que los falsos Cristos son anticristos, y sin
ánimos de especulación puedo decir que en diferentes partes del
mundo, han surgido falsos Cristos; que aseguran ser el camino al cielo,
la puerta de una última dispensación, los ungidos de Dios para un
propósito especial, con señales y prodigios, los cuales parten
del mismo conocimiento bíblico, y de las mismas creencias
cristianas, como dice el apóstol Juan:
"Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis
que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos;
por esto conocemos que es el último tiempo. Salieron de nosotros,
pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían
permanecido con nosotros; pero salieron de nosotros para que se
manifestase que no todos son de nosotros" (1Juan 2:18-19).
34
El apóstol Pablo nos enseña que nuestro Señor Jesucristo no
vendrá sin que antes se manifieste el hombre de pecado, o sea, el
anticristo. Pero, ¿cómo reconoceremos cuál de estos muchos
anticristos será el verdadero anticristo?, porque los anticristos que se
han manifestado antes de él, tienen características comunes al
verdadero anticristo.
a) El verdadero anticristo asegurará que él mismo
será el hijo de Dios, haciéndose pasar por Dios; los otros
anticristos también.
b) El verdadero anticristo hará grandes prodigios
y señales; los otros anticristos también.
Mas el verdadero anticristo se va a caracterizar, a diferencia de
los otros, en que se opondrá y se levantará contra todo lo que se llama
Dios o es objeto de culto; o sea, que esta señal será estrictamente fiel
para que la iglesia compruebe que él mismo es el hombre de pecado,
el hijo de perdición. Por lo cual es evidente, que si se va a oponer y a
levantarse contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto,
nosotros que tenemos un Señor, una fe, un bautismo y un Dios,
seremos perseguidos y atribulados por él.
Y para que no nos quede la menor duda de su
manifestación, tenemos una segunda característica que tendrá lugar
en Jerusalén, y será para él el sello de su victoria contra todo lo que se
le opone; porque irá y se sentará en el templo como Dios,
haciéndose pasar por Dios. Pruebas contundentes para la iglesia
verdadera, que ciertamente es el anticristo, y que pronto vendrá el
que lo destruirá y nos llevará.
Lo que detiene la manifestación del anticristo
35
Ahora bien, entremos a los versículos esenciales de nuestro
estudio, los cuales se encuentran en la segunda carta o epístola del
apóstol Pablo a los tesalonicenses, el capítulo dos, versículos del cinco
al ocho, los cuales dicen:
"¿No os acordáis que cuando yo estaba todavía con
vosotros, os decía esto? Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene,
a fin de que a su debido tiempo se manifieste. Porque ya está en
acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente
lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y
entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará
con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su
venida".
Leyendo estas palabras podemos sacar un factor
preponderante indicado por el apóstol para su manifestación, y este
factor es el tiempo: "A fin de que a su debido tiempo se
manifieste", es decir, existe, un debido tiempo para la
consumación del misterio de la iniquidad; por lo cual la
manifestación del hombre de pecado entra en un propósito pre-
establecido por nuestro Señor, para la consumación de todo su plan
redentor.
Pero ¿cómo podemos saber esto?
Cuando leemos la segunda característica de su
manifestación, la cual nos indica que se sentará en el templo de Dios
como Dios, caemos en la conclusión de que en Israel está el principio
y la consumación de la profecía, porque de ellos "son la adopción,
la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas"
(Romanos 9:4); de tal forma que el ángel Gabriel fue enviado para
enseñarle a Daniel, las cosas que habrían de acontecer, diciéndole:
"Daniel, ahora he salido para darte sabiduría y
36
. entendimiento. Al principio de tus ruegos fue dada la orden, y yo
he venido para enseñártela, porque tú eres muy amado.
Entiende, pues, la orden, y entiende la visión. Setenta semanas
están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para
terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la
iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la
profecía, y ungir al Santo de los santos. Sabe, pues, y entiende, que
desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén,
hasta el Mesías Príncipe'
habrá siete semanas, y sesenta y dos
semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos
angustiosos. Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la
vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha
de venir, destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con
inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones.
Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad
de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la
muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador,
hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se
derrame sobre el desolador" (Daniel 9:22-27).
Tomemos este pequeño consejo:
Para conocer lo que es de nuestro interés, lo cual es saber lo
que de1ene la manifestación del anticristo; tendremos que explicar
primeramente como se ha establecido el plan de Dios, para tener unas
bases inconmovibles de la profecía y un fundamento adecuado para la
conclusión final. Porque si les digo de antemano lo que detiene la
manifestación del anticristo y no les muestro las bases no se podría
sustentar tal afirmación.
Así que les recomiendo que tengan un poquito de
paciencia y sigamos sistemáticamente este estudio. No dejen que la
curiosidad les haga adelantar las páginas sin leerlas y
37
comprenderlas.
Más adelante nos encontraremos con un diagrama que nos
servirá para clarificar esta explicación.
Explicación de las 70 semanas de Daniel
Lo que el ángel Gabriel le había hecho saber a Daniel, era
nada menos que una ORDEN DE DIOS, un decreto, la promulgación
de la ley para la consumación de su plan redentor, el cual está
encerrado en setenta semanas que están determinadas sobre el
pueblo judío y Jerusalén, la santa ciudad .
Daniel recibe esta promulgación estando en la cautividad,
después de haber sido deportado por el rey Nabucodonosor desde Judá
a Babilonia, el cual quemó la casa de Dios y rompió el muro de
Jerusalén, y consumieron a fuego todos sus palacios, y destruyeron
todos sus objetos deseables (2ª Crónicas 36:9; 2 Reyes 24:1-20, 25:1-
21; Daniel 1:1-6).
Esta cautividad duró un período de setenta años, para que
se cumpliese la palabra de Jehová por boca de Jeremías (2
Crónicas 36:21). La promulgación indica que desde la salida de la
orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe,
se habrían de consumir siete semanas, y sesenta y dos semanas;
un total de sesenta y nueve semanas de las setenta semanas que
están determinadas. Entendiendo que estas semanas no son de días
sino de años, debido a que existe una separación de
aproximadamente cinco siglos, desde la época en que se reconstruye
Jerusalén, hasta el Mesías Príncipe. Este ejemplo de semanas de
años lo tenemos en Génesis 29.26-28, donde "Labán respondió: No
se hace así en nuestro lugar, que se de la menor antes de la mayor.
Cumple la semana de ésta, y se te dará también la otra, por el
servicio que hagas conmigo otros siete años. E hizo Jacob así, y
38
cumplió la semana de aquella; y él le dio a Raquel su hija por
mujer".
Las primeras siete semanas correspondieron a la construcción
del templo, debido que la orden del rey Ciro de Persia para la
construcción de la casa de Jehová, era apremiante a la
reconstrucción de las murallas y la ciudad, así lo revela 2ª de
Crónicas 36.22-23, que a su vez se enlaza con el primer capítulo del
libro de Esdras, con el mismo decreto del rey Ciro, el cual dice:
"Mas al primer año de Ciro rey de los persas, para que se
cumpliese la palabra de Jehová por boca de Jeremías, Jehová despertó
el espíritu de Ciro rey de los persas, el cual hizo pregonar de
palabra y también por escrito, por todo su reino diciendo: Así dice
Ciro, rey de los persas: Jehová, el Dios de los cielos, me ha dado todos
los reinos de la tierra; y él me ha mandado que le edifique casa en
Jerusalén, que está en Judá. Quien haya entre vosotros de todo su
pueblo, sea Jehová su Dios con él, y suba".
Y a su vez, la construcción del templo de Dios abarcó ese
mismo período de tiempo, o sea, siete semanas de años, por lo que
los judíos le dijeron a Jesús: "En cuarenta y seis años fue edificado
este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás?" (Juan 2:20).
Las sesenta y dos semanas restantes representa un período
largo que culmina con la muerte de nuestro Señor Jesucristo. Lo
realmente cierto, fue que se consumieron sesenta y nueve
semanas hasta la muerte del Mesías, para que se cumpliese lo
dicho por el ángel Gabriel:
"Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida
al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de
venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con
inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las
39
devastaciones".
Ahora se nos crea un interrogante, ¿qué pasó con la
semana setenta?, mejor dicho: ¿Qué pasó con la última semana?
Las setenta semanas representan la continuidad del pacto de
Dios con Israel, ya que este pacto fue roto por la indignación tan
grande de Dios por el pecado de Judá, de tal manera que las
reformas de Josías rey de Judá, no aplacaron el ardor con que su ira
se había encendido'. "Y dijo Jehová: También quitaré de mi
presencia a Judá, como quité a Israel, y desecharé a esta ciudad que
había escogido, a Jerusalén, y a la casa de la cual había yo dicho: Mi
nombre estará allí'' (2Reyes 23:26-27). Pero después que la tierra de
Jerusalén gozó de reposo; porque todo el tiempo de su desolación
reposó, hasta que los setenta años fueron cumplidos (2 Crónicas
36:21); siguió la continuidad del pacto. Mas Dios determinó setenta
semanas que comenzarían con la salida de la orden para restaurar
y edificar a Jerusalén, hasta que fuese ungido Cristo como Rey
en Jerusalén, para reinar sobre todas las naciones, cuyo reino será
reino sempiterno.
Pero ahora Jesucristo muere cumplidas las sesenta y
nueve semanas para expiar el pecado del mundo.
Jesús, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo
(Juan 1: 29), ya no quitaría el pecado de Israel, o el pecado de Judá
solamente, sino el pecado del mundo; debido a que se había
establecido un nuevo pacto de Dios con el hombre. Y "al decir:
Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por
viejo y se envejece, está próximo a desaparecer" (Hebreos
8:13).
Cuando nuestro Señor Jesucristo muere en la cruz, "he aquí,
el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo" (Mateo
40
27:51), dando el Espíritu Santo a entender que ya se había
manifestado el camino al Lugar Santísimo, y los sacrificios que
hacían los sacerdotes en la primera parte del tabernáculo estarían
próximos a desaparecer (Hebreos 9:8), porque ya no eran aceptos
delante de Dios, sino el de su Hijo Jesucristo
.
Aproximadamente treinta y siete años después de la
muerte y resurrección de nuestro Señor, se cumplió lo que dijo
Gabriel: "Y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la
ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin
de la guerra durarán las devastaciones".
Justamente, tal cosa ocurrió en el año setenta después de
Cristo, el hijo del emperador romano que poseía el rango de
general del ejército, cuyo nombre era Tito Flavio Sabino
Vespasiano, sitió a Jerusalén y posteriormente destruyó la ciudad y
el santuario. Fue entonces cuando desapareció lo que estaba
próximo a desaparecer, o sea, el primer pacto.
"Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los
bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no
hecho de manos, es decir, no de esta creación, y no por sangre de
machos cabríos ni de becerros, sino por su sangre, entró una vez
para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna
redención. Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos,
y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para
la purificación de la carne, ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual
mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios,
limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al
Dios vivo? Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para
que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones
que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa
de la herencia eterna" (Hebreos 9:11-15).
41
Así, pues, era necesario que nuestro Señor muriera
dentro del lapso de las setenta semanas, por lo cual Dios
determinó la semana sesenta y nueve para que quedara pendiente
una última, con la cual sellaría la visión y la profecía.
Entre estas dos últimas semanas, existe un período o
lapso de tiempo para la salvación de toda la humanidad, el cual
podemos llamar "tiempo de los gentiles". El apóstol Pablo,
conociendo este misterio, exhortó diciendo:
"Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para
que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha
acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya
entrado la plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será salvo,
como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, que apartará de
Jacob la impiedad. Y este será mi pacto con ellos, cuando yo quite
sus pecados" (Romanos 11:25-27).
El ángel Gabriel revela a Daniel la última semana,
diciéndole:
"Y por otra semana confirmará el pacto con
muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y
la ofrenda. Después con la muchedumbre de las
abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la
consumación, y lo que está determinado se derrame sobre
el desolador". (Daniel 9:27).
Es, pues, en esta última semana donde se encierra la
consumación de toda la profecía. Esta misma profecía nos revela que
Dios, después de haber roto el pacto en la penúltima semana, lo
volverá a confirmar con muchos;
¿Cuál pacto?
42
El pacto que es por la ley, los sacrificios que se hacen en el
templo de Dios en Jerusalén. Pero cuando se dice que confirmará el
pacto con muchos, se excluye a los violadores del pacto, que también
serán judíos, a los que apoyando las intenciones del anticristo, se
revelarán contra Dios profanando el santuario.
Pero ahora, es necesaria la construcción del templo, para
que su inicio constituya la confirmación del pacto, el cual durará
siete años, y que culminará con la venida de nuestro Señor
Jesucristo para ser ungido Rey en Jerusalén.
Después que sea construido el templo, a su debido tiempo,
comenzarán a realizarse los sacrificios y las ofrendas, hasta la mitad
de la semana, cuando será quit.ado el continuo sacrificio. Y
después con la muchedumbre de las abominaciones, vendrá el
desolador o el anticristo; o sea, que irá y se sentará en el templo de
Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios. Es aquí donde podemos
ver lo que el apóstol Pablo veía, porque esta última parte de la
promulgación obliga a que la manifestación del anticristo sea
después de quitado el CONTINUO SACRIFICIO.
Y para ser más exacto aún respecto a esta promulgación; ya que
por la infinita misericordia de Dios, nos ha permitido conocer estos
detalles; el anticristo no se podrá sentar en el templo de Dios como
Dios sino después de pasados mil doscientos noventa días después
de haber sido quitado el CONTINUO SACRIFICIO, como dice
el profeta Daniel:
"Y desde el tiempo que sea quitado el continuo
sacrificio hasta la abominación desoladora, habrá mil doscientos
noventa días" (Daniel 12:11).
Es decir, el anticristo jamás podrá producir la
43
abominación desoladora en el lugar santo dentro de las setenta
semanas, sino treinta días después de haber finalizado la última
semana.
Pablo fue un conocedor de los misterios de nuestra
redención, él conocía que el templo de Dios, el cual existía mientras
él predicaba el evangelio, tendría que ser destruido, y más aún,
porque nuestro Señor Jesucristo lo confirmó, como dice la Escritura:
"Cuando Jesús salió del templo y se iba, se acercaron sus
discípulos para mostrarle los edificios del templo. Respondiendo
él, les dijo: ¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no quedará aquí
piedra sobre piedra, que no sea derribada" (Mateo 24:1-2).
"Cuando viereis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed
entonces que su destrucción ha llegado. Entonces los que estén en
Judea, huyan a los montes; y los que en medio de ella, váyanse; y los
que estén en los campos, no entren en ella. Porque estos son días de
retribución, para que se cumplan todas las cosas que están escritas.
Mas ¡ a y de las que estén encinta, y de las que críen en aquellos días!
porque, habrá gran calamidad en la tierra, e ira sobre este
pueblo. Y caerán a f i lo de espada, y serán llevados cautivos a
todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta
que los tiempos de los gentiles se cumplan" (Lucas 21:20-24).
Como ya sabemos, esta profecía se cumplió en el .año
setenta (70) después de Cristo, cuando Tito Flavio Vespasiano, hijo
del emperador romano, la sitió y la destruyó.
Pero también Pablo sabía que tendría que ser reconstruido en
los tiempos del fin, para el cumpllie.nto de toda la profecía,
de lo contrario ¿dónde se sentaría el anticristo como Dios? Mas lo
único que Pablo ignoró fue que después de la destrucción del
templo habrían de transcurrir casi dos mil (2000) años, para volverlo
44
a construir, cosa que puso Dios en su sola potestad.
. No obstante las palabras de Pablo eran muy
significativas para la iglesia de Tesalónica cuando él le escribió,
diciendo:
. "Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad;
sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea
quitado de en medio".
Fijemos bien nuestra atención en esta frase: "Sólo que hay
quien al presente lo detiene" Pablo hablaba de su presente, del
presente en el cual escribía, cuando existiendo el templo de
Dios se ofrecía diariamente el continuo sacrificio.
El capítulo veintiuno de los hechos de los apóstoles, nos afirma
que Pablo fue a Jerusalén, entró en el templo y cumplió con el voto
de la purificación en donde fue arrestado posteriormente. Los
historiadores afirman también, que el apóstol escribió la primera y
la segunda epístola a los santos de Tesalónica, en el año cincuenta
y uno (51) después de Cristo, es decir, diecinueve años antes de la
destrucción del templo y de Jerusalén.
En ese mismo presente fue escrita la epístola a los hebreos,
ya que el escritor dijo: "Está próximo a desaparecer". Y más
adelante dice: "Lo cual es símbolo para el tiempo presente, según
el cual se presentan ofrendas y sacrificios que no pueden hacer
perfecto, en cuanto a la conciencia, al que practica ese culto" (Hebreos
8.13, 9.9).
Entonces, el apóstol Pablo .no podía escribir, diciéndoles:
Sólo que hay quien lo detiene. Como si lo fuera a detener de
continuo hasta nuestros días, sino que escribió correctamente: "Sólo
que hay quien al presente lo detiene". Debido a que estaba próximo
a desaparecer. Y viniendo ahora la confirmación del pacto con la
45
última semana, en la cual se manifestará el anticristo, será, pues,
necesario por la ley, que sea quitado e l CONTINUO SACRIFICIO a
la mitad de la semana, para que se manifieste el hombre de pecado,
el hijo de perdición, el cual producirá, mil doscientos noventa días
después de quitado la abominación desoladora.
Amado hermano, es maravilloso saber lo que Pablo había
revelado a la iglesia de tesalónica, en relación a lo que detiene, o mejor
dicho, a lo que detendrá la manifestación del anticristo, porque esto
nos consolida en la verdadera doctrina, nos afirma en lo que
debemos creer; y esto es, que seremos atribulados en estos últimos
tiempos, con tal tribulación, la cual jamás ha existido.
El no tener esta verdad doctrinal a conllevado a un sin número
de especulaciones al respecto, haciendo que toda la i glesia ande
divagando como niños fluctuantes, llevados por doquiera de toda
corriente de doctrina. Por lo tanto, no te dejes mover fácilmente de este
modo de pensar con respecto a la venida del Señor·, y de las cosas que
han de ocurrir antes de su venida.
Concepto de lo que detiene la manifestación del anticristo
Amado hermano, quienquiera que seas tú que lees esta
enseñanza; y has comprendido hasta esta altura las cosas que
habían quedado ocultas, no tendrás la menor duda que es el
CONTINUO SACRIFICIO lo que detiene la manifestación del
anticristo; y no porque él tenga en sí mismo algún poder para
detenerlo; sino que el cese del continuo sacrificio representará
para nosotros una señal que está inequívocamente
respaldada por la ley, que es la palabra de Dios, ordenada
desde los cielos, promulgada por el ángel Gabriel,
mostrada al profeta Daniel y revelada a todos los santos
en nuestros tiempos por la infinita misericordia de Dios;
para reconocer las cosas que han de ocurrir inmediatamente
46
antes de la manifestación del anticristo, para que cuando ocurran,
creamos, Y nos afiancemos más en la fe en nuestro Señor
Jesucristo y en sus promesas; y no estemos en tinieblas, como dice
la Escritura:
"Y ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos
comprenderán" (Daniel 12.10).
"Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel
día os sorprenda como ladrón. Porque todos vosotros sois hijos de
l uz e hijos del día; no somos de la noche ni de las
tinieblas (1Tesalonicenses 5.4-5).
Descubriendo los falsos maestros y las falsas doctrinas
No se turbe tu corazón si escuchas decir que un hermano, por
prestigioso que sea, soñó, o tuvo una visión, o se le presentó un ángel, el
cual le habló y le dijo tal o cual cosa, que difieran de esta verdad,
porque solamente hay un evangelio; hay, pues, una sola verdad. Así
que toda profecía o revelación deberá ser comprobada por la palabra
d e Dios.
Sé que muchos que han leído este estudio y han comprendido
estas verdades bíblicas, reconocerán que han ignorado a,lgunas
cosas importantes, pero quiero decirte que no debes sentirte
decepcionado por la confusión reinante en la iglesia de Cristo, ya que
hemos creído en el Todopoderoso, el cual tiene todas sus cosas bajo
control; de modo que las artimañas del error han sido permitidas
por el Señor, para probar a su pueblo; de manera que aquellos que
conocieron al Señor en medio de doctrinas de error, se vuelvan a la
verdad cuando sean presentadas las correctas, a fin de unirnos en un
mismo sentir y en un mismo p arecer, dejando al descubierto los que
tienen corazones endurecidos a la verdad, y también aquellos que
siguen a hombres y no a Dios. Y se cumplirá la palabra que dice:
47
"Sacad al pueblo ciego que tiene ojos, y a los sordos que tienen
oídos. Congréguense a una todas las naciones, y júntense todos los
pueblos. ¿Quién de ellos hay que nos dé nuevas de esto, y que nos
haga oír las cosas primeras? Presenten sus testigos, y justifíquense;
oigan, y digan: Verdad es" (Isaías 43:8-9).
Te exhorto a que tengas paciencia, y a que sepas que el
haber aprendido estas verdades, no deberán causar en ti un
enfriamiento del amor por los hermanos que no las comparten,
sin dejar de contender ardientemente por la verdad. Esta
revolución reformista tiene un propósito fundamental, y este
propósito es: Quitar el velo doctrinal que el enemigo ha
puesto en el pueblo de Dios, para mantenerlo confundido
Y desviar la atención de las cosas que vendrán, y así
tomarlos por sorpresa.
Porque hay una vana enseñanza que difiere totalmente de
la verdad y de la r ealidad. La cual tiene por cierto que el pueblo
de Dios no deberá sufrir ninguna tribulación, que no sean las
preocupaciones cotidianas, los problemas eventuales y los
sufrimientos inevitables, como la muerte de un ser querido, o una
enfermedad, o pequeñas tribulaciones, como el que le tiren piedras
en los techos de las casas, cuando se hacen vigilias o cultos
nocturnos para alabar al Señor, o que sencillamente no le
permitan predicar el evangelio en un determinado lugar, por
alguna disposición gubernamental o privada, etc.
Se enseña que el pueblo de Dios no sufrirá lo que el Señor
refiere en Mateo 10:21, 24:9-14; Marcos 13:12-13. Y para no
entrar en contradicción con la misma palabra de Dios, alegan
que estos sufrimientos que estaba prediciendo el Señor, eran
exclusivamente para la iglesia primitiva, para los judíos de los
48
últimos tiempos, pero jamás para la iglesia en los postreros días.
En la mayoría de los casos, esta enseñanza se ha
propagado en países de regímenes democráticos, los cuales tienen
el derecho a la libertad de culto, pero no así en los países totalitarios o
que fueron totalitarios antes de los cambios políticos que se han visto
en la actualidad. Es muy difícil que un creyente en Jesucristo de los
países comunistas, acepte que no va a sufrir ningún mayor tormento,
debido a que es hijo del Rey, ni pondría como cosa imposible que el
anticristo los pudiese atormentar con una cruel tribulación, porque
su angustiosa vida se encuentra desde ya sumergida en una sola
persecución; consolados y apacentados, únicamente bajo las
preventivas palabras de nuestro Señor Jesucristo, las cuales
exhortan de la siguiente manera:
"Acordaos de la palabra que yo os he dicho: El siervo no es
mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a
vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también
guardarán la vuestra. Mas todo esto os harán por causa de mi
nombre, porque no conocen al que me ha enviado" (Juan 15.20-
21).
A su vez, el apóstol retomó la expresión del salmista, que
dice: "Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos
contados como ovejas de matadero" (Romanos 8.36).
Enseñando con estas palabras que aquel que puso, pone o
ponga su fe en nuestro Señor Jesucristo; padeció, padece y padecerá
por él, es decir, que cuando dice: "Somos muertos todo el tiempo".
Habla no sólo de aquellos que padecieron en tiempos pasados, sino
que también incluye a los que padecen y a los que padecerán en
estos tiempos postreros, reconfirmando más adelante que, "ni lo
presente ni lo por venir, nos podrá separar del amor de Dios, que
es en Cristo Jesús Señor nuestro" (Romanos 8:38-39).
49
Así, pues, todos los que vivamos en sistemas democráticos,
donde no se viole el derecho a la libertad de culto, usemos esta
libertad como un talento dado por Dios para predicar el evangelio.
Sabiendo que esta libertad de culto está sujeta por la misma palabra,
a sufrir el cambio de la adversidad en todo el mundo, para que el
pueblo de Dios sea probado y seamos un solo cuerpo, sin ningún
tipo de división organizativa, denominacional o doctrinal,
depurándonos de toda maldad, a fin de presentarnos unidos, puros y
sin manchas delante de Dios, cuando Cristo sea manifestado.
Los que no han tenido el privilegio de sufrir por el evangelio
hasta menospreciar sus propias vidas, les es muy fácil leer en la
Biblia, las vicisitudes y tribulaciones que pasaron no sólo los
apóstoles, sino todos los santos de aquellos tiempos, pero los
entendidos saben que todas estas cartas escritas por los apóstoles,
tienen en sí misma el sello del sufrimiento por el amor de Cristo, y
muchas de ellas fueron escritas en prisiones, las cuales vinieron a
ser moradas para muchos santos, por causa de la fe en nuestro
Señor Jesucristo.
He escuchado a algunos predicar y tomar como apoyo a su
vana doctrina, versículos como el de Hechos 14.22, tratando de
descalificar su verdadero significado: alegando que estas tribulaciones
son tan sólo los problemas cotidianos de un evangélico. Reiterando
con palabras exclamativas: ¡Qué más tribulación para nosotros que
el alto costo de la vida, la inseguridad social, el desempleo y la
miseria! Estos, a la verdad deliran en cosas que no conocen. Pero
muchos de los que realmente hemos creído en Jesucristo, Dios
misericordioso, sufrido y experimentado en quebranto, sabemos que
esto no es así; y que significados como el de este versículo son muy
profundos de una fe genuina e inconmovible, la cual nos impulsa a
creer que seremos también como ellos, copartícipes en el sufrimiento
por el Señor y el evangelio; menospreciando nuestras propias vidas.
50
Este versículo bíblico pertenece al relato histórico que cuenta una
de las vivencias del apóstol Pablo cuando fue apedreado, después
de haber predicado el evangelio. El mismo relato indica lo brutal
de la agresión contra el apóstol, de tal forma que los mismos
agresores pensaron que estaba muerto. Y como de la misma manera
quedaron desconcertados los discípulos cuando Jesús fue arrestado
para ser crucificado, igualmente fue el desconcierto de todos los
creyentes, cuando supieron lo acontecido al apóstol Pablo, de modo que
fue necesario confirmar los ánimos de los discípulos, "exhortándoles a
que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a
través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios".
Entonces estas palabras no pertenecen a la cotidianidad de la
vida religiosa de un cristiano que no ha experimentado el dar la
vida por Cristo; sino que pertenece a una vida que ha de dar el todo
por el todo, es decir, hasta el extremo de perder la vida por la Vida.
Estos que enseñan que no sufriremos la gran tribulación, nos
hace recordar al profeta Hananías, cuando en la vanidad de su
corazón profetizó en el principio del reinado de Sedequías rey de Judá,
que Dios quebrantaría el yugo de Nabucodonosor, y haría volver
dos años después de su profecía, los utensilios de la casa de
Jehová que Nabucodonosor había tomado y llevado a Babilonia
(Jeremías 28:2-4). Siendo, pues, todo esto, pura mentira, recayendo
sobre sí mismo castigo, y cumpliéndose en dicho pueblo todo lo
contrario a lo que profetizó Hananías, según los designios de Dios.
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Explicación del Diagrama Demostrativo
La franja que va de extremo a extremo de la hoja, representa
el tiempo donde transcurren las situaciones y períodos; los cuales he
coloreado en tres diferentes tonalidades, con el fin de visualizar
claramente los acontecimientos proféticos. También podemos notar
unas flechas, ellas indican la dirección cronológica, y sirven para saber
como suceden las s ituaciones que se van explicando.
Verde: representa la relación de Dios con el pueblo judío,
vinculado por el templo y los sacrificios que en él se ofrecen.
Amarillo: Indica las dos ocasiones en que Dios rompe su pacto
con el pueblo judío.
Azul: Representa el milenio, donde se da comienzo al reinado
severo y justo del Mesías, tiempo reservado para la ira de Dios.
El círculo que aparece sobre la franja, indica la semana setenta
o última semana; la cual he trasladado y proyectado con amplitud para
detallarla detenidamente, dándole su explicación correspondiente.
Las letras que se encuentran en la proyección ampliada de
la septuagésima semana representan indicadores, los cuales sirven para
enfocar los diferentes puntos a tratar; estas letras van desde la "a"
hasta la "h".
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Explicación de la septuagésima semana por medio del diagrama
presentado
Mucho se ha dicho del versículo veintisiete del capítulo
nueve de Daniel, se ha llegado a creer casi a nivel general en las
congregaciones y organizaciones evangélicas, que la
confirmación del pacto aquí mencionada, se refiere a una
concertación entre el pueblo de Israel y el anticristo. Pero esta
interpretación no se corresponde a lo que expresa la orden que el
ángel Gabriel había revelado a Daniel, debido a que la misma
promulgación nos enseña que se ha establecido un tiempo, el
cual tiene límite al comienzo y al final, donde Dios mantendrá
su relación con el pueblo de Israel; para llevar a cabo dentro de
ese mismo período, toda su obra redentora; porque la salvación
viene de los judíos (Juan 4.22). Este período comenzó, hablando
desde el tiempo presente, con la salida de la orden para edificar
y restaurar a Jerusalén, y culminará cuando el Santo de los santos:
Jesucristo, sea ungido por Dios Padre, Rey en Israel, para reinar
sobre todas las naciones durante mil años. Entendiendo además
en esta misma orden, que a Jesús nuestro Señor se le quitaría la vida
después de cumplidas las sesenta y nueve semanas, siendo el
testigo inseparable y eje principal de este período, el templo de Dios en
Jerusalén con sus ofrendas y sacrificios. De modo que no
existiendo, por haber sido destruido, el templo y los sacrificios; el
pacto de Dios con Israel ha quedado sin efecto por u n espacio de
tiempo, el cual ha abarcado aproximadamente dos mil años.
Ahora en estos postreros días se confirmará el pacto de Dios con
Israel por la semana que falta; en la cual se construirá el templo
y se realizarán las ofrendas y sacrificios, para que a la mitad
de la semana se haga cesar el continuo sacrificio; y en
consecuencia se manifieste el hombre de pecado, el hijo de
perdición, el anticristo
Seguidamente daré la explicación de la última semana,
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atendiendo a los indicadores que presenta el diagrama, insertados
en el círculo ampliatorio de la septuagésima semana, los cuales nos
ayudarán en su comprensión.
Indicadores:
a.- Indica el comienzo de la semana:
"Y por otra semana confirmará el pacto con muchos"
Es posible que la confirmación del pacto comience con una
victoria contra los musulmanes, o quizás sea, que lleguen a un
acuerdo para tomar y demoler la mezquita erigida por los
musulmanes en el año 691 de nuestra era cristiana en el sitio donde
fueron levantados el primero y segundo templos, y de ser así,
tendría que construirse el templo de Dios en un plazo no mayor de
diez meses (leer punto "h").Ciertamente el momento y las
circunstancias en la confirmación del pacto se desconocen,
pero podemos sospechar que pudiera ser así, basado en el mismo
hecho de haberse comenzado a contar las setenta semanas con la
salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén; es decir, si
la construcción del segundo templo se ejecutó dentro del período de
las setenta semanas, y más exactamente, en las primeras siete
semanas, pudiéramos suponer con un muy escaso margen de
error, que la construcción del tercer templo se realice dentro de la
semana setenta o septuagésima semana, y su inicio constituiría la
confirmación del pacto de Dios con Israel, pero de cualquier
manera esperaremos y el mismo tiempo indicará las sazones.
b.- Este punto señala exactamente la mitad de la semana, convirtiéndose
en el eje donde gira toda la profecía relacionada con esta semana.
"A la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda".
56
La profecía que a continuación citaremos revela el
momento cuando será quitado el continuo sacrificio, a consecuencia
de la presión ejercida por el poder y la sagacidad del anticristo.
"Y de uno de ellos salió un cuerno pequeño, que creció mucho
al sur, y al oriente, y hacia la tierra gloriosa. Y se engrandeció hasta
el ejército del cielo; y parte del ejército y de las estrellas echó por
tierra, y las pisoteó. Aun se engrandeció contra el príncipe de los
ejércitos, y por él fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de
su santuario fue echado por tierra. Y a causa de la prevaricación
le fue entregado el ejército junto con el continuo sacrificio; y echó
por tierra la verdad, e hizo cuanto quiso, y prosperó" (Daniel 8:9-
12).
Una vez más Daniel recibe una visión relacionada con
este acontecimiento; mas en esta ocasión es presentada en forma
más entendible.
"Y volverá a su tierra con gran riqueza, y su corazón será
contra el pacto santo (PACTO DE DIOS CON ISRAEL); hará
su voluntad, y volverá a su tierra. Al tiempo señalado volverá al
sur; más no será la postrera venida como la primera. Porque
vendrán contra él naves de Quitim, y él se contristará, y volverá, y
se enojará contra el pacto santo, y hará según su voluntad; volverá,
pues, y se entenderá con los que abandonen el santo pacto. Y se
levantarán de su parte tropas que profanarán el santuario y la
fortaleza, y quitarán el continuo sacrificio, y pondrán la
abominación desoladora. Con lisonjas seducirá a los violadores
del pacto; mas el pueblo que conoce a Dios se esforzará y actuará"
(Daniel 11:28-32).
c.- El lapso señalado en esta letra, indica que "desde el tiempo que sea
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quitado el continuo sacrificio hasta la abominación desoladora, habrá mil
doscientos noventa días" (Daniel 12.11).
d.- Hasta este punto habrán transcurrido mil trescientos treinta y
cinco días después de quitado el continuo sacrificio, como dijo el profeta
Daniel: "Bienaventurado el que espere, y llegue a mil trescientos treinta y
cinco días" (Daniel 12:12).
Estas palabras nos dan a entender, que el pueblo de
Dios será perseguido y atribulado por el anticristo, .hasta
culminados mil trescientos treinta y cinco días después de
quitado el continuo sacrificio; es decir, que los que esperemos y
lleguemos hasta este tiempo, estaremos a salvo de las garras del
anticristo, porque este será el límite determinado por Dios, el cual no
podrá traspasar .Entonces su permiso de actuación de cuarenta y dos
meses o tres años y medio, que equivalen a mil doscientos sesenta
días, tendrá su término mil trescientos treinta y cinco días
después de quitado el continuo sacrificio.
Una vez transcurridos los mil trescientos treinta y cinco
días, habrá culminado también la gran tribulación; ya el
anticristo no tendrá autoridad para dañar, ni para blasfemar contra
Dios, ni para hacer guerra contra los santos y vencerlos; habrá
acabado, pues, todo el tormento. Lo único que podrá hacer el
anticristo será esperar la manifestación de nuestro Señor Jesucristo;
poniendo en su corazón la esperanza de poder destruirlo, por lo
cual reunirá a todo su ejército para guerrear contra el que viene
(Apocalipsis 19.19), y plantará las tiendas de su palacio entre los
mares y el monte glorioso Y santo; mas llegará su fin, y no tendrá
quien le ayude (Daniel 11:45)
Ahora sí podemos llegar a comprender las palabras de
nuestro Señor, cuando decía de su venida:
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"Pero el día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los
cielos, sino sólo mi Padre" (Mateo 24:36).
Nuestro Señor nos ha revelado todas las cosas que tendremos
que pasar y soportar, con señales y pruebas irrefutables de su venida
hasta los últimos momentos, muy bien lo dijo el profeta Daniel:
"Los entendidos resplandecerán como el resplandor del
firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las
estrellas a perpetua eternidad" ... "Y ninguno de los impíos
entenderá, pero los entendidos comprenderán (Daniel 12.3,10). Más
lo único que no nos reveló fue el día y la hora de su venida,
debido a que está en la sola potestad del Padre el saberlo.
No obstante, algo si tenemos que tener presente, y es que
nuestro Señor vendrá inmediatamente después de la tribulación de
aquellos días (Mateo 24.29). Cuando al anticristo se le acabe el
plazo de su actuación, y los mil trescientos treinta y cinco días se
cumplan, todos los que hayamos quedado hasta la venida de
nuestro Señor, tenemos que estar preparados; sin ningún tipo de
apego a cosa alguna que exista sobre esta tierra, porque no será
tiempo para reconstruir ni edificar, ni para proyectar el futuro de
nuestras vidas en la tierra, ni para casarse; sólo será tiempo de
orar y velar. Cuando digo que tenemos que estar preparados,
me refiero a la preparación que Dios producirá en todos nosotros
sometiendo a prueba nuestra fe; para que se cumpla la palabra del
profeta Zacarías, cuando dijo:
"Y acontecerá en toda la tierra, dice Jehová, que las dos
terceras partes serán cortadas en ella, y se perderán; mas la tercera
quedará en ella. Y meteré en el fuego a la tercera parte, y los fundiré
como se funde la plata, y los probaré como se prueba el oro. El
invocará mi nombre, y yo le oiré, y diré: Pueblo mío; y él dirá:
Jehová es mi Dios" (Zacarías 13.8-9).
59
“¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la
ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables
sus caminos! Porque ¿Quién entendió la mente del Señor? ¿O quién
fue su consejero? ¿O quién le dio a él primero, para que le
fuese recompensado?" (Romanos 11:33-35).
Porque si hubiera dejado en nuestras propias manos la
preparación de nuestras almas, para recibir a nuestro Señor Jesucristo
en su venida, nadie sería salvo, ya que encontraría a un pueblo
dividido, llevados de infinidades de doctrinas de hombres, llenos de
vanidades, envidias, arrogancias y celos, apegados a este mundo,
sumergidos en el chisme y la murmuración, sin amor y sin fe,
engañándose unos a otros en cuanto a su elevada vida espiritual, con
palabras lisonjeras, hablando en lenguas y profetizando falsamente, mas
Dios conoce muy bien a cada quien. El depurará a su pueblo Y juzgará a
cada quien según sus obras.
e.- Lapso de cuarenta y dos (42) meses o tres años y medio equivalente a
mil doscientos sesenta (1260) días, en el cual actuará el anticristo. Es,
pues, este, el período de la gran tribulación.
"También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; Y se le
dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses. Y abrió su boca en
blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su
tabernáculo, y de los que moran en el cielo. Y se le permitió hacer
guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad
sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación. Y la adoraron todos los
moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la
vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo. Si
alguno tiene oído oiga. Si alguno lleva en cautividad, va en cautividad, si
alguno mata a espada, a espada debe ser muerto. Aquí está la paciencia
y la fe de los santos" (Apocalipsis 13:5-10).
Seguidamente la visión del falso profeta y su actuación
60
"Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos
cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón.
Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y
hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya
herida mortal fue sanada. También hace grandes señales, de tal
manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los
hombres. Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que
se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los
moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene. la
herida de espada, y vivió. Y se le permitió infundir aliento a la
imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar: a todo
el que no la adorase. Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y
pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha,
en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese
la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre. Aquí hay
sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia,
pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y
seis (Apocalipsis 13:11-18).
Las siguientes profecías indican también este período, las
cuales nos aseguran que la gran tribulación no será más de cuarenta y
dos meses, o tres años y medio.
''Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del
Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la ley;
y serán entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y medio
tiempo" (Daniel 7.25).
"Y oí al varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río,
el cual alzó su diestra y su siniestra al cielo, y juró por el que vive por los
siglos, que será por tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo. Y cuando se
acabe la dispersión del poder del pueblo santo, todas estas cosas serán
cumplidas" (Daniel 12:7).
61
Es decir, tiempo: 1 año; tiempos: 2 años; la mitad de un
tiempo: 1/2 año.
Esta gran tribulación dejará el siguiente saldo, según
términos de estadística bíblica:
-Dos (2) terceras partes de la humanidad muerta en vida, es
decir, condenadas eternamente por la marca de la bestia
(Zacarías 13.8, Apocalipsis 14:9-10).
-Una (1) tercera parte de la humanidad dispersada por la
fuerte tribulación, la cual corresponde al pueblo de Dios (Zacarías
13:9, Daniel 12:7).
-Millones de creyentes muertos por causa de la palabra de
Dios y el testimonio de Jesucristo (Mateo 24:9, 10:21-22, Apocalipsis
6:9-11, 20:4).
f.- Período de setenta y cinco días, entre el momento que sea quitado el
continuo sacrificio hasta el tiempo señalado para que el anticristo actúe
blasfemando contra Dios, haciendo guerra contra los santos y marcando
las almas seducidas por el falso profeta con las señales y prodigios que se
le han permitido en presencia del anticristo.
g.- Período de setenta y cinco días entre la terminación de la
semana Y la terminación de la actuación del anticristo, que corresponde a
su vez al fin de la gran tribulación. De estos setenta y cinco días, los
últimos cuarenta y cinco representan el tiempo en el cual se produce la
abominación desoladora, es decir, el tiempo en que el anticristo se sienta
en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios, como sello
de su victoria sobre todo lo que se le opone. Es, pues, justamente éste, el
tiempo del cual nuestro Señor Jesucristo se refiere cuando alerta con las
62
siguientes palabras a los creyentes, judíos y gentiles, que moren y se
encuentren en Judea en aquellos días, diciendo:
"Por tanto cuando veáis en el lugar santo la abominación
desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda),
entonces los que estén en Judea, huyan a los montes. El que esté en
la azotea no descienda para tomar algo de su casa; y el que esté
en el campo: no vuelva atrás para tomar su capa. Mas ¡ay de las que
estén encintas, y de las que críen en aquellos días! Orad, pues, que
vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo; porque habrá
entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio
del mundo hasta ahora ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen
acortados, nadie sería salvo;' mas por causa de los escogidos,
aquellos días serán acortados" (Mateo 24.15-22).
Estas palabras expresadas por nuestro Señor, desde el
versículo 15 al 22, corresponden a los días cuando se producirá
la abominación desoladora en el lugar santo, es decir, en el
templo de Dios en Jerusalén.
La expresión "aquellos días", referida en los versículos 19
y 22, corresponde, pues, al período de cuarenta y cinco (45) días, o
mes y medio de la abominación desoladora. Estos cuarenta y cinco
días serán los más intensos en la actuación del anticristo, de tal forma
que nuestro Señor dijo, que "habrá entonces gran tribulación,
cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta
ahora, ni la habrá".
Gracias damos a Dios, que determinó tan sólo cuarenta y cinco
días desde la abominación desoladora hasta el fin de la gran
tribulación, porque de ser mayor este lapso, nadie sería salvo. Mas
por causa de los escogidos aquellos días serán cortos, es decir, de
poca duración; o como lo expresó nuestro Señor Jesucristo:
''Y si el Señor no hubiese acortado aquellos días, nadie sería salvo;
63
mas por causa de los escogidos que él escogió, acortó aquellos
días" (Marcos 13.20).
Los que hayamos quedado hasta aquellos días
estaremos escondidos, guardados, unos en los montes, otros en
cuevas, otros en lugares desolados, en todas partes del mundo,
hambrientos Y sufridos: pero con la fe de que nuestro Señor
vendrá y nos llevará, Y Juzgara todas estas cosas. Mas todos los
demás moradores de la tierra estarán sellados con la marca de la
bestia. Es, pues, en este cuadro, en el cual el Señor nos aconseja con
estas palabras: "Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el
Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. Porque se levantarán falsos
Cristos, Y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios,
de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los
escogidos Ya os lo he dicho antes. Así que, si os dijeren : Mirad,
está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo
creáis. Porque como el relámpago que sale del oriente y se
muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo
de Hombre. Porque dondequiera que estuviere el cuerpo
muerto, allí se juntarán las águilas" (Mateo 24.23-28).
Estas palabras nos enseñan que no debemos estar preocupados
del por dónde vendrá el Señor, o quién nos lo hará saber, ya que
podemos caer en engaño, porque todos sabemos perfectamente que
·el día del Señor vendrá como ladrón en la noche, es decir, de sorpresa.
Y así como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el
occidente, así será también la venida del Hijo de Hombre, todos a una
le veremos, en dondequiera que estemos, allí nos recogerán los
ángeles enviados por Dios, para recibir al Señor en el aire, y así
estaremos siempre con el Señor.
Después de tres años y medio de fuerte tribulación, donde
los moradores de la tierra no ven sosiego, y que por salvar sus
propias vidas de manos del anticristo, no sólo accederán a su
64
marca y a la adoración de su imagen, sino que también entregarán
a muerte a sus propios familiares que han creído en el Señor.
Por otro lado, el tormento ejercido por los dos testigos durante
mil doscientos sesenta (1260) días, que me supongo; dando mi
parecer, comenzarán su actuación una vez quitado el continuo
sacrificio, y culminarán su testimonio con el fin de la semana,
cuando el anticristo los vencerá y los matará (Apocalipsis 11:1-13).
En conclusión, cuando todo esto haya acabado, y al anticristo
se le haya vencido su plazo de acción, vendrá una quietud
momentánea en toda la tierra, de tal forma que se escuchará decir:
Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina,
como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán (1
Tesalonicenses 5:3).
h.- "Entonces oí a un santo que hablaba; y otro de los santos
preguntó a aquel que hablaba: ¿Hasta cuándo durará la visión del
continuo sacrificio, y la prevaricación asoladora entregando el santuario y
el ejército para ser pisoteados? Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes
y mañanas; luego el santuario será purificado". "La visión de las tardes y
mañanas que se ha referido es verdadera; y tú guarda la visión, porque es
para muchos días" (Daniel .8.13-14, 26).
El término tardes y mañanas equivalen a días; como desde el
principio de la creación, cuando Moisés escribió:
..."Y fue la tarde y la mañana un día" (Génesis 1:5).
Así mismo el continuo sacrificio tenía la exigencia de ser
realizado dos veces al día, sacrificando dos corderos de un año; uno
en la mañana u otro en la caída de la tarde (Éxodo 29:38-39,
Números 28.4).
Así que, este término de tardes y mañanas no tienen otro
65
significado, ya que la misma profecía asegura que es verdadera y
no figurativa.
Esta profecía de dos mil trescientas tardes y mañanas es
referida a esta última semana, que será el tiempo cuando se volverá
a realizar el continuo sacrificio y se producirá a su vez la prevaricación
asoladora. Esta profecía, pues, la proyectaremos hasta el final de la
actuación del anticristo, tiempo en el cual el santuario será
purificado. Entonces nos encontraremos con que las dos mil
trescientas (2300) tardes y mañanas comenzarán a contarse a los
nueve (9) meses y veinticinco (25) días después de la
confirmación del pacto, o principio de la semana; cuando
comenzará a realizarse el continuo sacrificio. Es posible, dando
mi parecer, que los nueve meses y veinticinco días al inicio de la
semana, sean dedicados y consumidos en la construcción del
templo; cosa muy extraordinaria, considerando que el primer
templo lo edificaron en siete años (1 Reyes 6:38), y el segundo en
siete semanas de años; sin ignorar que este último lo edificaron en
tiempos de muchas dificultades, como se demuestra en Esdras.
Mi parecer de que la construcción tercer templo deberá
ser realizada en los referidos nueve meses y veinticinco días del
inicio de la semana, obedece al mismo hecho de haberse reconstruido
el segundo templo en las primeras siete semanas de las setenta
semanas determinadas; así, pues, este tercer templo tendría que
ser reconstruido dentro de la semana setenta, por lo cual fue apartado
este lapso de tiempo antes de que comience a realizarse el
continuo sacrificio.
Aclaración a la profecía de las 2.300 tardes y mañanas
No ignoro que esta profecía de las dos mil trescientas
tardes y mañanas, fue interpretada por los historiadores como
un suceso ocurrido en el año 168 aC., aproximadamente; cuando un
66
rey sirio de Palestina llamado Antíoco Epífanes, supuestamente
saqueó el templo de Jerusalén y derramó sangre de cerdo sobre el
altar, y proscribió terminantemente el antiguo culto de los judíos.
Realmente no podemos asegurar la confiabilidad de la fuente
histórica que afirma tal suceso, no obstante, sin ánimos de
desmentirla; puedo demostrar que la profecía de las dos mil
trescientas tardes y mañanas no pertenece en ningún modo a este
supuesto hecho histórico, debido a que si analizamos el contexto en
forma sincera y prudente, nos encontraremos con cuatro puntos que
objetarían tal interpretación:
1.- En el versículo 9 del capítulo 8 de Daniel, un cuerno
pequeño salió de los cuatro cuernos notables; este cuerno pequeño,
estableciendo los cuatro puntos cardinales en el Medio Oriente, se
ubica en una posición norte en relación a la posición occidental
donde se encuentra la tierra gloriosa (Israel), a la cual dominará;
creciendo, a su vez, mucho al sur y al oriente.
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Considerando la magnitud de esta profecía, podemos concluir
con que el cuerno pequeño no se trataba de Antíoco Epífanes, rey de
Siria, debido a que su reinado quedaba exactamente al norte de
Israel, quedándole al occidente el Mar Mediterráneo. Lo que en la
actualidad representa al Líbano, en aquella época era territorio sirio,
y su capital era Antioquía, ubicada en las costas del Mediterráneo.
2.- Según la profecía, este cuerno se engrandecerá hasta el
ejército del cielo; y más aun, contra el príncipe de los ejércitos
(Jesucristo), como dice otra cita relacionada con él: ''Y se
engrandecerá sobre todo Dios; y contra el Dios de los Dioses
hablará maravillas (Daniel 11:36). El espíritu de iniquidad, lo
relaciona con Satanás, puesto a que "parte del ejército y de las
estrellas echo por tierra" (Daniel 8.10), es decir, que engañó a la
tercera parte de los ángeles del cielo (Apocalipsis 12.4 y 2 Pedro
2.4); dejando en claro que este cuerno pequeño es el inicuo
cuyo advenimiento es por obra de Satanás.
La explicación que el profeta Daniel recibe de este cuerno
pequeño, indica que será un rey altivo de rostro y entendido en
enigmas, el cual hará su manifestación cuando los transgresores
lleguen al colmo "y su poder se fortalecerá, mas no con fuerza
propia; y causará grandes ruinas, y prosperará, y hará
arbitrariamente, y destruirá a los fuertes y al pueblo de los santos. Y
con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano; y en su
corazón se engrandecerá, y sin aviso destruirá a muchos; y se
levantará contra el Príncipe de los príncipes, pero será
quebrantado, aunque no por mano humana" (Daniel 8: 24-25). Y
cuando dice que no será quebrantado por mano humana, es
demostración de que será el mismo Señor que lo matará con el
espíritu de su boca y destruirá con el resplandor de su venida (2
Tesalonicenses 2:8).
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3.- El punto central de esta profecía relata el momento en que
el cuerno pequeño quita el continuo sacrificio (Daniel 8:11). El año
168 A.C. es el tiempo aproximado en el cual supone la interpretación
profética que Antíoco Epífanes quita el continuo sacrificio, el cual
venía realizándose desde aproximadamente 282 años atrás, sin haber
cesado en ningún momento desde que el pueblo de Israel llegó de la
cautividad (Esdras 3:6) en el año 450 A.C. aproximadamente.
Ahora bien, la pregunta reveladora que el santo hace al otro santo
que hablaba nos confirma que la visión del continuo sacrificio,
la cual observó, tiene una duración (principio y fin), el cual desea
saber junto con la duración de la prevaricación asoladora, que viene
a significar ''la muchedumbre de las abominaciones", culminando
con la presencia del anticristo dentro del templo, haciéndose pasar
por Dios.
La pregunta es como sigue:
"¿Hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio, y
la prevaricación asoladora entregando el santuario y el
ejército para ser pisoteados?"
Cuya respuesta fue: "Hasta dos mil trescientas tardes y
mañanas; luego el santuario será purificado", es decir, que en las
dos mil trescientas tardes y mañanas se encuentra incluido el inicio del
continuo sacrificio, su fin; y a su vez, el tiempo que durará "la
prevaricación asoladora", hasta que el templo sea purificado .
Si esta pregunta se hubiera referido al supuesto hecho de
que Antíoco Epífanes quitó el continuo sacrificio, para que se
cumpliera la profecía; entonces la respuesta del otro santo con
respecto a la visión del continuo sacrificio, no hubiera sido de dos mil
trescientas tardes y mañanas; porque los sacrificios venían
realizándose desde el regreso de la cautividad, como afirmamos
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antes, 282 años atrás aproximadamente; lo cual en términos de días
equivalen a ciento un mil quinientos veinte (101.520) tardes y
mañanas (es decir la multiplicación de 282 años por 360 días del año),
sin incluir la duración de la prevaricación asoladora.
Un ejemplo ilustraría mejor esta explicación:
Pondremos el caso de un paciente que será intervenido
quirúrgicamente, y desea saber previamente, cuánto tiempo estará
hospitalizado, y a su vez, cuánto tiempo estará de reposo en su casa,
hasta que se vuelva a reintegrar a sus actividades laborales. Por lo cual
le pregunta al doctor: ¿Hasta cuándo durará mi hospitalización, y el
reposo en mi casa? Entonces el médico le responde: Hasta 90 días,
luego comenzarás a trabajar.
Los 90 días comenzarían a contarse desde el inicio de la
hospitalización, estableciendo la duración hasta el día que se le dará
de alta en el hospital, y luego el tiempo que durará de reposo en su casa
hasta que comience a trabajar.
Concluyendo felizmente, diríamos: Estuvo 30 días
hospitalizado y 60 días de reposo en su casa.
Esto es lo que quiere expresar la profecía con relación a la
duración de la visión del continuo sacrificio, y la prevaricación
asoladora; por tal razón no debe quedar la menor duda que la
profecía se refiere a la última semana, en la cual se construirá el
templo de Dios en Jerusalén , y comenzará a realizarse el continuo
sacrificio, para que sea quitado a la mitad de la semana, y comience
la muchedumbre de las abominaciones, y en consecuencia, se
produzca mil doscientos noventa días después, la abominación
desoladora; que representará la presencia del anticristo sentado en
el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.
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Por lo que podemos decir:
a) La visión del continuo sacrificio durará 965 días, que equivalen
a 2 años, 8 meses y 5 días.
b) La prevaricación asoladora entregando el santuario para
ser pisoteado, durará 1.335 días que equivalen a 3 años, 8 meses y
15 días.
c) La construcción del templo se realizaría en 295 días en el inicio
de la semana que equivalen a 9 meses y 25 días.
4. Y como último punto tenemos que la explicación que el
mismo profeta Daniel recibe, afirma que la profecía es para los
tiempos del fin. "Entiende, Hijo de Hombre, porque la visión es para
el tiempo del fin”...”Y dijo: He aquí yo te enseñaré lo que ha de venir
al fin de la ira; porque eso es para el tiempo del fin" (Daniel 8.17,
19).
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Si enfocamos los puntos cardinales reseñados en Daniel 8:9, nos daremos
cuenta de que el punto de partida del cuerno pequeño sería la región centro
norte del Medio Oriente; donde en la actualidad se encuentra el país de
lrak. Siendo sorprendente la guerra contra ese país, el cual sufrió una
herida mortal; si la relacionamos con las siguientes citas bíblicas:. "Vi una
de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y
se maravilló toda la tierra en pos de la bestia ... Y engaña a los moradores de la
tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia,
mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que
tiene la herida de espada, y vivió" (Apocalipsis 13.3,14). La profecía de
Ezequiel afirma que el anticristo será príncipe soberano de Mesec y Tubal
(Ezequiel 38.2, 39.1) nietos de Noé (Génesis 10:2), que establecieron su
población en las cercanías del monte Ararat, donde descendió el arca
(Génesis 8.4); lugar que se encuentra exactamente al norte de lrak,
donde convergen partes de las regiones de Armenia, Turquía e Irán, cuyos
pobladores en la actualidad son los curdos
72
Este punto no necesita mayor explicación, debido a que han
transcurrido hasta nuestros días 2160 años desde la existencia del
Antíoco Epífanes, por lo cual el suceso que se le pretende acreditar
a la profecía de Daniel, no corresponde a los tiempos del fin.
¿Cómo y cuándo terminará la gran tribulación?
La venida de nuestro Señor Jesucristo a la tierra, va a traer
como consecuencia:
l.) El fin de la gran tribulación para el pueblo santo de Dios con
su arrebatamiento de esta tierra.
2.) La destrucción del anticristo.
3.) El encadenamiento de Satanás por mil años
4.) Y el comienzo de la Ira de Dios, que tendrá una duración de
mil años.
El arrebatamiento de la iglesia
"Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno
sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una
corona de oro, y en la mano una hoz aguda. Y del templo salió otro
ángel, clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube:
Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la
mies de la tierra está madura. Y el que estaba sentado sobre la
nube metió su hoz en la tierra, y la tierra fue segada" (Apocalipsis
14:14-16).
Este acontecimiento representa la esperanza de los que
creemos que Jesús volverá. Vivimos en esta confianza. El ha
prometido sacarnos en cuerpo y alma de esta tierra y llevarnos a la
nueva Jerusalén, porque él creará nuevos cielos y nueva tierra, Dios
cumple lo que promete.
Es por eso, que ese momento será el más grande de nuestra
73
vida; ya que obtendremos el fin de nuestra fe, que es la salvación de
nuestras almas.
Pero será de gran confusión y desconcierto para los que
confiaron en sí mismos, en sus riquezas, en su intelectualidad, y
vivieron en la vanidad, en los vicios, en los afanes y deseos
carnales, y se olvidaron del Dios verdadero que les daba el
espíritu que los hacía .vivir, la salud, la luz del día, la lluvia, el aire
que respiraban, los alimentos que consumían, y más aún, les dio
a su propio hijo Jesucristo para que muriera por sus pecados y
tuvieran vida eterna; de tal forma que se lamentarán cuando
vean viniendo al Señor en las nubes, y desfallecerá toda rodilla
y reconocerán que realmente hay Dios en los cielos, pero
lamentablemente será demasiado tarde.
"E inmediatamente después de la tribulación de aquellos
días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las
estrellas caerán del cielo, y las potencias del cielo serán conmovidas.
Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y
entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del
Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.
Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus
escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el
otro" (Mateo 24:29-31; Marcos 13:24-27).
"Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el
otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la
una será tomada, y la otra será dejada" (Mateo 24:40-41).
"Os digo que en aquella noche estarán dos en una cama; el
uno será tomado, y el otro será dejado" (Lucas 17.34).
De este mismo arrebatamiento habló el apóstol Pablo a
los tesalonicenses:
74
"Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los
que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no
tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así
también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual
os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos,
que habremos quedado hasta la venida del Señor, no
precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con
voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios,
descenderá de cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.
Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado,
seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir
al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto,
alentaos los unos a los otros con estas palabras" (1 Tesalonicenses
4:13-18).
"He aquí, os digo un misterio: No todos dormitemos; pero
todos seremos transformados, en un momento en un abrir y cerrar
de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los
muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos
transformados" (1 Corintios 15:51-52).
Pero no olvidemos que esto acontecerá en tiempos de
gran tribulación y angustia para el pueblo de Dios, como cita la
Escritura:
"Porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha
habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá"
(Mateo 24:21).
...''Y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo
gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo,
todos los que se hallen escritos en el libro" (Daniel 12.1).
75
Entonces el Señor vendrá inmediatamente después de
la tribulación de aquellos días para libertar a su pueblo (Mateo 24:29-
31).
Este es el fin de la gran prueba, un fin glorioso para
nosotros en Cristo Jesús, una victoria gloriosa por nuestra
paciencia y fe en soportar todas nuestras persecuciones y
tribulaciones. Y "esto es demostración del justo juicio de Dios, para
que seáis tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual asimismo
padecéis" (2 Tesalonicenses 1:4-5).
"Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de
Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de
aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? Y: Si el justo con
dificultad se salva, ¿En dónde aparecerá el impío y el pecador?
De modo que los que padecen según la voluntad de
Dios, · encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien"
(1Pedro 4:17- 19).
Al apóstol Juan le fue mostrado al pueblo de Dios ya
arrebatado en una visión, la cual relata de la siguiente manera:
"Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie
podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas,
que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero,
vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos; y
clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro
Dios que está sentado en el trono, y al Cordero. Y todos los ángeles
estaban en pie alrededor del trono, y de los ancianos y de los cuatro
seres vivientes; y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y
adoraron a Dios, diciendo: Amén. La bendición y la gloria y la
sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza,
sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos, Amén. Entonces uno
76
de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de
ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido? Yo le dije;
Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de LA
GRAN TRIBULACION, y han lavado sus ropas, y las han
emblanquecido en la sangre del Cordero. Por esto están delante del
trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está
sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos. Ya no
tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor
alguno; porque el Cordero que está en medio del trono los
pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará
toda lágrima de los ojos de ellos" (Apocalipsis 7:9-17).
"Vi también como un mar de vidrio mezclado con fuego; y a los
que habían alcanzado la victoria sobre la bestia y su imagen, y su
marca y el número de su nombre, en pie sobre el mar de vidrio, con
las arpas de Dios. Y cantan el cántico de Moisés siervo de Dios, y el
cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus
obras, Señor Dios todopoderoso; justos y verdaderos son tus
caminos, Rey de los santos. ¿Quién no te temerá, oh Señor, y
glorificará tu nombre? pues sólo tú eres santo; por lo cual todas las
naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han
manifestado" (Apocalipsis 15.2-4).
"Vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de
Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia
ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus
manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años" (Apocalipsis
20:4).
''Y oí como la voz de una gran multitud, como el
estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que
decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios todopoderoso
reina! Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han
llegado las bodas del Cordero, y su esposa sea preparado. Y a ella
77
se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y
resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los
santos" (Apocalipsis 19:6-8).
"He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para
recompensar a cada uno según sea su obra. Yo soy el Alfa y la
Omega, el principio y el fin, el primero y el último.
Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al
árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad. Mas
los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los
homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira"
(Apocalipsis 22:12-15).
¿Cómo será destruido el anticristo?
Como venimos diciendo; el fin de la gran tribulación del
pueblo de Dios es simultáneo a otros hechos, que terminará con la
venida de nuestro Señor, cuando nos arrebate de esta tierra para
recibirlo en el aire; donde a su vez con el resplandor de su venida y
el espíritu de su boca destruirá al anticristo (2Tesalonicenses 2:8),
como dijo el profeta Daniel:
"Con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano; y
en su corazón se engrandecerá, y sin aviso destruirá a muchos; y
se levantará contra el Príncipe de los príncipes, pero será
quebrantado, aunque no por mano humana" (Daniel 8:25).
Este mismo momento fue visto por el apóstol Juan, y lo
describió de la siguiente manera:
"Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el
que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y
pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en sus cabezas
muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno
conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en
78
sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS. Y los ejércitos
celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en
caballos blancos. De su boca sale una espada aguda, para herir
con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa
el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. Y en su
vestidura en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y
SEÑOR DE SEÑORES. Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol,
y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio
del cielo: Venid, y congregaos a la gran cena de Dios, para que
comáis carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de
caballos y de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos,
pequeños y grandes. Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus
ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo,
y contra su ejército. Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta
que había hecho delante de ella las señales con las cuales había
engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado
su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego
que arde con azufre. Y los demás fueron muertos con la espada que
salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron
de las carnes de ellos" (Apocalipsis 19:11-21).
El profeta Daniel describió los últimos acontecimientos que
vivirá el anticristo, hasta el momento en que se reunirá con sus
ejércitos para guerrear contra el Cordero de Dios, diciendo:
"Pero al cabo del tiempo el rey del sur contenderá con él; y el
rey del norte se levantará contra él como una tempestad, con carros y
gente de a caballo, y muchas naves; y entrará por las tierras, e
inundará, Y pasará. Entrará a la tierra gloriosa, y muchas provincias
caerán; mas estas escaparán de su mano: Edom y Moab, y la
mayoría de los hijos de Amón. Extenderá su mano contra las tierras,
y no escapará el país de Egipto. Y se apoderará de los tesoros de oro
y plata, y de todas las cosas preciosas de Egipto; y los de Libia y de
Etiopía le seguirán. Pero noticias del oriente y del norte lo
79
atemorizarán, y saldrá con gran ira para destruir y matar a muchos.
Y plantará las tiendas de su palacio entre los mares y el monte
glorioso y santo; mas llegará a su fin, y no tendrá quien le ayude"
(Daniel 11.40-45).
"Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque
él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son
llamados y elegidos y fieles". (Apocalipsis 17.14).
¿Después del arrebatamiento de la iglesia habrá
salvación para los que se queden?
La palabra de Dios en apocalipsis 20:6, nos dice:
"Bienaventurados y santo el que tiene parte en la primera
resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos".
¿Qué pues diremos? ¿Que la primera resurrección y el
arrebatamiento de la iglesia es la misma cosa?, porque resurrección
significa: Dar vida a lo que está muerto, y sabemos que no
todos dormiremos cuando venga el arrebatamiento, ¿cómo Dios
va a resucitar lo que no ha muerto?
Ahora bien, no nos enseña la misma palabra, que "si Cristo
está en nosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del
pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia. Y si el Espíritu de
aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que
levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también
vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en
vosotros" (Romanos 8:10-11).
-Entonces, ¿Qué acontecerá con aquellos que sean dejados en
el arrebatamiento?
80
-Acontecerá que la segunda muerte tendrá potestad contra éstos
Hagamos memoria de las palabras dichas por nuestro Señor
Jesucristo, que dicen:
“Vendrá el señor de aquel siervo en el día que este no espera, y a
la hora que no sabe, y lo castigará duramente, y pondrá su parte
con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes” (Mateo
24:50-51).
Y También las vírgenes insensatas que mientras ellas iban a
comprar aceite para sus lámparas, “vino el esposo; y las que
estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta.
Después vinieron las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor señor,
ábrenos! Mas, él respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os
conozco. Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo
del Hombre ha de venir" (Mateo 25:10-13). Mas como en los días de
Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque cuando hubieron
entrado en el arca como le había mandado Dios; Jehová le cerró
la puerta (Génesis 7.16), y después que el padre de familia se haya
levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la
puerta, diciendo: Señor, señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No
sé de dónde sois. Entonces comenzaréis a decir: Delante de ti
hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste. Pero os
dirá: Os digo que no sé de dónde sois; apartaos de mí todos
vosotros, hacedores de maldad. Allí será el llanto y el crujir de
dientes"... (Lucas 13:25 al 28). "Esto dice el Santo, el Verdadero, el
que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y
ninguno abre" (Apocalipsis 3:7).
Ahora bien, existiendo una primera resurrección deberá
existir una segunda resurrección, y esto es cierto, porque de esto
habla nuestro Señor Jesucristo cuando dice: "No os maravilléis de
esto; porque vendrá hora, cuando todos los que están en los sepulcros
oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a la resurrección de
81
vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación"
(Juan 5.28-29), o como dijo el profeta Daniel :"Y muchos de los que
duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida
eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua" (Daniel 12:2).
Cumpliéndose la segunda resurrección, inmediatamente
después de los mil años (Apocalipsis 20:5), para presentarlos en el
juicio final (Apocalipsis 20:11-15).
82
Segunda Parte
LA IRA DE DIOS
Como he dicho al inicio, es importante establecer la
diferencia entre la gran tribulación y la ira de Dios. El primer
capítulo lo hemos dedicado exclusivamente al esclarecimiento de la
revelación divina, que trata la doctrina de la gran tribulación, con
sus causas y consecuencias. Ahora sé que tendremos una visión
más clara para poder comprender lo que concierne a la ira de Dios,
día de juicio para toda la humanidad, el cual comenzará en el
mismo momento de la manifestación de nuestro Señor Jesucristo, y
abarcará un período de mil años, para reinar sobre todas las
naciones que hayan sobrevivido en la tierra, en su poderosa y
gloriosa manifestación , para establecer un reinado implacable y
severo de juicio y tormento sobre todos los que desobedecieron al
evangelio de Cristo.
Manifestación del Hijo de Dios:
La venida de nuestro Señor Jesucristo será manifiesta a
toda la humanidad, es totalmente imposible que esta manifestación
pase desapercibida, porque ''habrá señales en el sol, en la luna y
en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a
causa del bramido del mar y de las olas; desfalleciendo los hombres
por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la
tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces
verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y
gran gloria" (Lucas 21:25-27).
Al apóstol Juan le fue revelado en visión este momento, el
cual narra de la siguiente manera: "Miré cuando abrió el sexto sello,
83
y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de
cilicio, y la luna se volvió toda como sangre; y las estrellas del cielo
cayeron sobre la tierra, como higuera deja caer sus higos cuando es
sacudida por un fuerte viento. Y el cielo se desvaneció como un
pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su
lugar. Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes,
los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las
cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las
peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está
sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de
su ira ha llegado; ¿Y quién podrá sostenerse en pie? (Apocalipsis
6:12-17).
Amado hermano, no pongas en tu corazón la idea de que el
reinado de nuestro Señor Jesucristo en la tierra, para gobernar sobre
todas las naciones durante mil años, pudiera ser para ordenar,
edificar y reconstruir lo que el anticristo destruyó, y lo que los
políticos gobernantes no pudieron solucionar.
El reinado de nuestro Señor Jesucristo en la tierra no será
para demostrar a los políticos, ni a los reyes de este mundo como se
debe gobernar. Tal conjetura es una vil mentira y una gran
especulación; este pensamiento es totalmente contrario a los
propósitos de Dios. No existe bíblicamente apoyo a esta idea; mas
lo adverso es lo correcto: "Porque es justo delante 'de Dios pagar
con tribulación a los que os atribulan, y a vosotros que sois
atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el
Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de
fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni
obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales
sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del
Señor y de la gloria de su poder, cuando venga en aquel día para ser
glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron"
(2 Tesalonicenses 1:6-10).
84
Propongamos en nuestros corazones el no endurecernos
a la verdad; mas seamos humildes y sencillos, prontos para oír y
tardos para hablar, "porque la ira de Dios se revela desde el cielo
contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con
injusticia la verdad" (Romanos 1:18).
"He aquí que Jehová vacía la tierra y la desnuda, y trastorna su
faz, y hace esparcir a sus moradores. Y sucederá así como al
pueblo, también al sacerdote; como al siervo, así a su amo; como a la
criada, a su ama; como al que compra, al que vende; como al que
presta, al que toma prestado; como el que da a logro, así al que lo
recibe . La tierra será enteramente vaciada, y completamente
saqueada; porque Jehová ha pronunciado esta palabra. Se destruyó,
cayó la tierra; enfermó, cayó el mundo; enfermaron los altos pueblos
de la tierra. Y la tierra se contaminó bajo sus moradores; porque
traspasaron las leyes, falsearon el derecho, quebrantaron el pacto
sempiterno. Por esta causa la maldición consumió la tierra, y sus
moradores fueron asolados; por esta causa fueron consumidos los
habitantes de la tierra, y disminuyeron los hombres” ... “Terror, foso y
red sobre ti, ¡oh morador de la tierra! Y acontecerá que el que huyere
de la voz del terror caerá en el foso; y el que saliere del medio del
foso será preso en la red; porque de lo alto se abrirán ventanas, y
temblarán los cimientos de la tierra. Será quebrantada del todo la
tierra, enteramente desmenuzada será la tierra, en gran manera será
la tierra conmovida. Temblará la tierra como un ebrio, y será
removida como una choza; y se agravará sobre ella su pecado, y
caerá y nunca más se levantará. Acontecerá en aquel día, que Jehová
castigará al ejército de los cielos en lo alto, y a los reyes de la tierra
sobre la tierra. Y serán amontonados como se amontona a los
encarcelados en mazmorra, y en prisión quedarán encerrados, y
serán castigados después de muchos días. La luna se avergonzará,
y el sol se confundirá, cuando Jehová de los ejércitos reine en el
monte de Sión y en Jerusalén, y delante de sus ancianos sea glorioso"
85
(Isaías 24:1-6, 17-23).
Nuestro Rey descenderá del cielo y reinará en y desde
Jerusalén sobre todas las naciones, para que se cumplan las
Escrituras, las cuales dicen:
"Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone. De Sion,
perfección de hermosura, Dios ha resplandecido. Vendrá nuestro
Dios, y no callará; fuego consumirá delante de él, y tempestad
poderosa le rodeará. Convocará a los cielos de arriba, y a la tierra,
para juzgar a su pueblo" (Salmo 50:1-4).
..."Yo he puesto mi Rey sobre Sion, mi santo monte. Yo
publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú, yo te
engendré hoy. Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y como
posesión tuya los confines de la tierra .Y los quebrantarás con vara de
hierro; como vasija de alfarero los desmenuzarás" (Salmo 2:6-9).
"Jehová enviará desde Sion la vara de tu poder; domina en
medio de tus enemigos”... “Quebrantará a los reyes en el día de su ira.
Juzgará entre las naciones, las llenará de cadáveres; Quebrantará
las cabezas de muchas tierras" (Salmo 110:2,5-6).
"Porque he aquí que Jehová vendrá con fuego, y sus
carros como torbellino, para descargar su ira con furor, y su
reprensión con llama de fuego. Porque Jehová juzgará con fuego
y con su espada a todo hombre; y los muertos de Jehová
serán multiplicados" (Isaías 66:15-16).
"He aquí, el día de Jehová viene, y en medio de ti serán
repartidos tus despojos. Porque yo reuniré a todas las naciones
para combatir contra Jerusalén; y la ciudad será tomada, y serán
saqueadas las casas y violadas mujeres; y la mitad de la ciudad
irá en cautiverio, más el resto del pueblo no será cortado de la
86
ciudad. Después saldrá Jehová y peleará con aquellas naciones,
como peleó en el día de la batalla. Y se afirmarán sus pies en aquel
día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al
oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el
oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la
mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el
sur. Y huiréis al valle de los montes, porque el valle de los
montes llegará hasta Azal; huiréis de la manera que huisteis por
causa del terremoto en los días de Uzías rey de Judá; y vendrá
Jehová mi Dios, y con él todos los santos. Acontecerá que en ese
día no habrá luz clara, ni oscura. Será un día, el cual es conocido
de Jehová, que no será ni día ni noche; pero sucederá que al
caer la tarde habrá luz. Acontecerá también en aquel día
que saldrán de Jerusalén aguas vivas, la mitad de ellas hacia el
mar oriental, y la otra mitad hacia el mar occidental, en verano y
en invierno. Y Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día
Jehová será uno, y uno su nombre. Toda la tierra se volverá
como llanura desde Geba hasta Rimón al sur de Jerusalén; y
esta será enaltecida, y habitada en su lugar desde la puerta
de Benjamín hasta el lugar de la puerta primera, hasta la
puerta del Ángulo, y desde la torre de Hananeel hasta los lagares
del rey. Y morarán en ella, y no habrá nunca más maldición,
sino que Jerusalén será habitada confiadamente" (Zacarías
14:1-11).
La cita anterior corresponde al momento de la
manifestación de nuestro Señor Jesucristo, el cual peleará en
Jerusalén contra todos los ejércitos reunidos para guerrear contra
él.
La profecía cita un hecho inevitable, concerniente a los
moradores de Jerusalén, los cuales sufrirán la toma de su ciudad
por parte de los ejércitos de las naciones invasoras encabezadas
87
por el anticristo, y saquearán las casas y violarán las mujeres;
este acontecimiento futuro también fue profetizado por Daniel,
cuando dijo: "Entrará a la tierra gloriosa, y muchas provincias
caerán" (Daniel 11.41). Entonces será el momento cuando nuestro
Señor Jesucristo, el Rey de reyes y Señor de señores, saldrá a la
escena, y peleará con aquellas naciones como peleó en el día que
salvó al pueblo de Israel de manos de los egipcios (Éxodo 14.24-
31). Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los
Olivos. Y por el terror que les sobrevendrá a todas aquellas
naciones que subirán contra Jerusalén, huirán al valle de los
montes, mas nuestro Señor los alcanzará y con él todos sus
santificados, los moradores de Jerusalén y los habitantes de
Judá. "Y acontecerá en aquel día que habrá entre ellos gran
pánico enviado por Jehová; y trabará cada uno de la mano de
su compañero, y levantará su mano contra la mano de su
compañero.” “Y esta será la plaga con que herirá Jehová a todos
los pueblos que pelearon contra Jerusalén: La carne de ellos se
corromperá estando ellos sobre sus pies, y se consumirán en las
cuencas sus ojos, y la lengua se deshará en su boca" (Zacarías
14:13,12).
Seguidamente tendremos otras citas bíblicas, las cuales
refieren otros enfoques de este mismo acontecimiento:
"He aquí yo pongo a Jerusalén por copa que hará temblar
a todos los pueblos de alrededor contra Judá, en el sitio contra
Jerusalén. Y en aquel día yo pondré a Jerusalén por piedra pesada
a todos los pueblos; todos los que se la cargaren serán
despedazados, bien que todas las naciones de la tierra se juntarán
contra ella. En aquel día, dice Jehová, heriré con pánico a todo
caballo, y con locura al jinete; mas sobre la casa de Judá abriré mis
ojos, y a todo caballo de los pueblos heriré con ceguera. Y los
capitanes de Judá dirán en su corazón: Tienen fuerza los habitantes
de Jerusalén en Jehová de los ejércitos, su Dios. En aquel día
88
pondré a los capitanes de Judá como brasero de fuego entre leña,
y como antorcha ardiendo entre gavillas; y consumirán a diestra
y a siniestra a todos los pueblos alrededor; y Jerusalén será otra
vez habitada en su lugar, en Jerusalén. Y librará Jehová las
tiendas de Judá primero, para que la gloria de la casa de David y
del habitante de Jerusalén no se engrandezca sobre Judá. En
aquel día Jehová defenderá al morador de Jerusalén; el que entre
ellos fuere débil, en aquel tiempo será como David; y la casa de
David como Dios, como el ángel de Jehová delante de ellos. Y en
aquel día yo procuraré destruir a todas las naciones que vinieren
contra Jerusalén" (Zacarías 12:2-9).
Profecía de Ezequiel contra el anticristo y sus ejércitos
"Tú pues, hijo de hombre, profetiza contra Gog, y dí: Así ha
dicho Jehová el Señor: He aquí yo estoy contra tí, oh Gog, príncipe
soberano de Mesec y Tubal. Y te quebrantaré, y te conduciré y te
haré subir de las partes del norte, y te traeré sobre los montes de
Israel; y sacaré tu arco de tu mano izquierda, y derribaré tus saetas
de tu mano derecha. Sobre los montes de Israel caerás tú y todas tus
tropas, y los pueblos que fueron contigo; a aves de rapiña de toda
especie, y a las fieras del campo, te he dado por comida. Sobre la faz
del campo caerás; porque yo he hablado, dice Jehová el Señor. Y
enviaré fuego sobre Magog, y sobre los que moran con seguridad en
las costas; y sabrán que yo soy Jehová. Y haré notorio mi santo
nombre en medio de mi pueblo Israel, y nunca más dejaré profanar
mi santo nombre; y sabrán las naciones que yo soy Jehová, el Santo
en Israel" (Ezequiel 39:1-7).
"Y dí: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo estoy contra
ti, oh Gog, príncipe soberano de Mesec y Tubal. Y te quebrantaré, y
pondré garfios en tus quijadas, y te sacaré a ti y a todo tu ejército,
caballos y jinetes, de todo en todo equipados, gran multitud con
paveses y escudos, teniendo todos ellos espadas; Persia, Cus y Fut
89
con ellos; todos ellos con escudo y yelmo; Gomer, y todas sus tropas;
la casa de Togarma, de los confines del norte, y todas sus tropas;
muchos pueblos contigo. Prepárate y apercíbete, tú y toda tu
multitud que se ha reunido a ti, y sé tú su guarda. De aquí a muchos
días serás visitado; al cabo de años vendrás a la tierra salvada de
la espada, recogida de muchos pueblos ,a los montes de Israel,
que siempre fueron una desolación; mas fue sacada de las
naciones, y todos ellos morarán confiadamente. Subirás tú, y
vendrás como tempestad; como nublado para cubrir la tierra serás
tú y todas tus tropas, y muchos pueblos contigo. Así ha dicho
Jehová el Señor: En aquel día subirán palabras en tu corazón, y
concebirás mal pensamiento, y dirás: Subiré contra una tierra
indefensa, iré contra gentes tranquilas que habitan
confiadamente; todas ellas habitan sin muros, y no tienen cerrojos ni
puertas; para arrebatar despojos y para tomar botín, para poner tus
manos sobre las tierras desiertas ya pobladas, y sobre el pueblo
recogido de entre las naciones, que se hace de ganado y
posesiones , que mora en la parte central de la tierra. Sabá y
Dedán, y los mercaderes de Tarsis y todos sus príncipes, te dirán:
¿Has venido a arrebatar despojos? ¿Has reunido tu multitud para
tomar botín, para tomar plata y oro, para tomar ganados y
posesiones, para tomar grandes despojos?" (Ezequiel 38:3-13).
"He aquí viene, y se cumplirá, dice Jehová el Señor; este es el
día del cual he hablado. Y los moradores de las ciudades de Israel
saldrán, y encenderán y quemarán armas, escudos, paveses, arcos
y saetas, dardos de mano y lanzas; y los quemarán en el fuego por
siete años. No traerán leña del campo, ni cortarán de los bosques,
sino quemarán las armas en el fuego; y despojarán a sus despojadores,
y robarán a los que les robaron, dice Jehová el Señor. En aquel tiempo
yo daré a Gog lugar para sepultura allí en Israel, el valle de los que
pasan al oriente del mar; y obstruirá el paso a los transeúntes, pues
allí e nterrarán a Gog y a toda su multitud; y lo llamarán el Valle
de Hamon-gog. Y la casa de Israel los estará enterrando por siete
90
meses, para limpiar la tierra. Los enterrará todo el pueblo de la tierra;
y será para ellos célebre el día en que yo sea glorificado, dice Jehová
el Señor. Y tomarán hombres a jornal que vayan por el país con los
que viajen, p ara enterrar a los q ue queden sobre la faz de la
tierra, a fin de limpiarla; al cabo de, siete meses harán el
reconocimiento. Y pasaran los que irán por el país, y el que vea los
huesos de algún hombre pondrá junto a ellos una señal, hasta que
los entierren los sepultureros en el valle de Hamón-gog. Y también
el nombre de la ciudad será Hamona; y limpiarán la tierra"
(Ezequiel 39:8-16)
."Por tanto, profetiza, hijo de hombre, y dí a Gog: Así ha
dicho Jehová el Señor: En aquel tiempo, cuando mi pueblo Israel
habite con seguridad, ¿no lo sabrás tú? Vendrás de tu lugar, de las
regiones del norte, tú y muchos pueblos contigo, todos ellos a caballo,
gran multitud y poderoso ejército, y subirás contra mi pueblo Israel
como nublado para cubrir la tierra; será al cabo de los días; y te
traeré sobre mi tierra, para que las naciones me conozcan, cuando
sea glorificado en ti, o Gog, delante de sus ojos. Así ha dicho
Jehová el Señor: ¿no eres tu aquél de quien hablé yo en tiempos
pasados por mis siervos los profetas de Israel, los cuales
profetizaron en aquellos tiempos que yo te había de traer sobre
ellos? En aquel, tiemp_o cuando venga Gog contra la tierra de
Israel, dijo Jehová el Señor, subirá ira y mi enojo. Porque he
hablado en mi celo, y en el fuego de mi ira: Que en aquel tiempo
habrá gran temblor sobre la tierra de Israel; que los peces del
mar, las aves del cielo, las bestias del campo y toda serpiente
que se arrastra sobre la tierra, y todos os hombres que están
sobre la faz de la tierra, temblarán ante mi presencia; y se
desmoronarán los montes, y los vallados caerán, y todo muro caerá a
tierra. Y en todos mis montes llamaré contra él la espada, dice Jehová
el Señor; la espada de cada cual será contra su hermano. Y yo litigaré
contra él con pestilencia y con sangre; y haré llover sobre él, sobre
sus tropas y sobre los muchos pueblos que están con él, impetuosa
91
lluvia, y piedras de granizo, fuego y azufre, Y seré engrandecido y
santificado, y seré conocido ante los ojos de muchas naciones;
y sabrán que yo soy Jehová" (Ezequiel 38:14-23).
''Y tú, hijo de hombre, así ha dicho Jehová el Señor: Di a las
aves de toda especie, y a toda fiera del campo: Juntaos, y venid;
reuníos de todas partes a mí víctima que sacrifico para vosotros,
un sacrificio grande sobre los montes de Israel; y comeréis carne y
beberéis sangre. Comeréis carne de fuertes, y beberéis sangre de
príncipes de la tierra; de carneros, de corderos, de machos cabríos,
de bueyes y de toros, engordados todos en Basán. Comeréis
grosura hasta saciaros, y beberéis hasta embriagaros de sangre de
las víctimas que para vosotros sacrifiqué. Y os saciaréis sobre mi
mesa, de caballos y de jinetes fuertes y de todos los hombres de
guerra, dice Jehová el Señor. Y pondré mi gloria entre las naciones, y
todas las naciones verán mi juicio que habré hecho, y mi mano que
sobre ellos puse. Y de aquel día en adelante, sabrá la casa de
Israel que yo soy Jehová su Dios. Y sabrán las naciones que la
casa de Israel fue llevada cautiva por su pecado, por cuanto se
rebelaron contra mí, y yo escondí de ellos mi rostro, y los
entregué en manos de sus enemigos, y cayeron todos a
espadas. Conforme a su inmundicia y conforme a sus
rebeliones hice con ellos, y de ellos escondí mi rostro. Por tanto,
así ha dicho Jehová, el Señor: Ahora volveré la cautividad de
Jacob, y tendré misericordia de toda la casa de Israel, y me
mostraré celoso por mi santo nombre. Y ellos sentirán su
vergüenza, y toda su rebelión con que prevaricaron contra mí,
cuando habiten en su tierra con seguridad, y no haya quien
los espante; cuando los saque de entre los pueblos, y los reúna
de la tierra de sus enemigos, y sea santificado en ellos ante
los ojos de muchas naciones. Y sabrán que yo soy Jehová su
Dios, cuando después de haberlos llevado al cautiverio entre
las naciones, los reúna sobre su tierra, sin dejar allí a ninguno
de ellos. Ni esconderé más de ellos mi rostro; porque habré
92
derramado de mi Espíritu sobre la casa de Israel, dice
Jehová el Señor"(Ezequiel 39:17-29).
''Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los
moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán
a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo
unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el
primogénito. En aquel día habrá gran llanto en Jerusalén, como el
llanto de Hadad-rimón en el valle de Meguido. Y la tierra
lamentará, cada linaje aparte; los descendientes de la casa de
David por sí, y sus mujeres por sí; los descendientes de la casa
de Natán por sí, y sus mujeres por sí; los descendientes de la
casa de Leví por sí, y su mujeres por sí; los descendientes de
Simei por sí, y sus mujeres por sí; todos los otros linajes, cada
uno por sí, y sus mujeres por sí'' (Zacarías 12:10-14).
Breve explicación
Todas estas profecías concernientes al anticristo en el sitio
contra Jerusalén, guardan una fiel relación, aunque correspondan a
diferentes profetas en diferentes tiempos; todas ellas concuerdan
entre sí, en relación a los acontecimientos futuros de la desafortunada
actuación del hombre de pecado; y esto es muestra de que todos los
profetas hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo (2ª Pedro
1:21).
Hay dos aspectos resaltantes en estas profecías, una tiene que
ver con la toma de Jerusalén por parte del anticristo y sus ejércitos,
y la otra, con la total destrucción de todas las naciones que subieron
contra Jerusalén, y con ellas al anticristo, por manos de nuestro
Señor Jesucristo en su venida; convirtiéndose en una gran cena de
Dios para las aves de todas las especies y toda fiera del campo. A
su vez, la presencia del anticristo en Jerusalén, con todos sus
ejércitos, tienen una gran connotación en todas las profecías de
93
hombres que hablaron siendo inspirados por el Espíritu de Dios; por
eso, la pregunta que Dios hace al anticristo demuestra que su
presencia en Jerusalén era el cumplimiento de sus palabras.
…"Así ha dicho Jehová el Señor: ¿No eres tú aquel de quien
hablé yo en tiempos pasados por mis siervos los profetas de Israel,
los cuales profetizaron en aquellos tiempos que yo te había de traer
sobre ellos?" (Ezequiel 38.17).
El profeta Daniel dijo: ..."Entrará a la tierra gloriosa, y
muchas provincias caerán" ... y más adelante dice: ..."Y plantará
las tiendas de su palacio entre los mares y el monte glorioso y
santo; mas llegará su fin, y no tendrá quien le ayude" (Daniel
11:41, 45).
Zacarías profetizó, diciendo: ..."He aquí yo pongo a Jerusalén
por copa que hará temblar a todos los pueblos de alrededor contra
Judá, en el sitio contra Jerusalén. Y en aquel día yo pondré a
Jerusalén por piedra pesada a todos los pueblos; todos los que se la
cargaren serán despedazados, bien que todas las naciones de la
tierra se juntarán contra ella" (Zacarías 12.2-3).
Al apóstol Juan le fue mostrado en visión este momento:
“Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos,
reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su
ejército" (Apocalipsis 19:19). ''Y vi a un ángel que estaba en pie en el
sol, y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en
medio del cielo: Venid, y congregaos a la gran cena de Dios, para
que comáis carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes
de caballos y de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos,
pequeños y grandes" (Apocalipsis 19:17-18). El segundo aspecto
tiene una conclusión gloriosa, aunque de una gran congoja y
aflicción sobre todo el pueblo de Israel; debido a que se
94
encontrarán para el momento en que todas las naciones se
levanten contra ellos, en la situación más desesperada de toda su
historia, ellos se verán sin esperanzas, próximos al exterminio
total; bien que todos los judíos regresarán a su tierra, como dice la
Escritura:
...''Y sabrán que yo soy Jehová su Dios, cuando después de
haberlos llevado al cautiverio entre las naciones, los reúna sobre su
tierra, sin dejar allí a ninguno de ellos"... (Ezequiel 39:28).
Pero cuando estén al borde de sucumbir, vendrá el
Mesías, el Libertador de los judíos, el Rey de reyes y Señor de
señores, Jesucristo nuestro Señor; y peleará con todas las naciones,
y será santificado en su pueblo, glorificado y magnificado en su
poder sobre sus enemigos. Y todo Israel se lamentará cuando vean a
su Libertador, reconociendo que es aquél, al cual menospreciaron y
traspasaron dándole muerte en la cruz; mas por Su gracia y por
Su infinita misericordia será el consuelo de ellos, y su protector. Y
jamás serán espantados, y habitarán en Jerusalén confiadamente
durante su reinado, y por toda la eternidad.
95
"Y plantará las tiendas de su palacio entre los mares y el monte glorioso y santo;
mas llegará a su fin, y no tendrá quien le ayude" (Daniel 11:45).
"Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas; pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso... Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón" (Apocalipsis 16:13-14,16).
"Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear
contra el que montaba el caballo, y contra su ejército. Y la bestia fue apresada, Y
con ella el falso profeta. Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la
boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes de
ellos" (Apocalipsis 19:19-21).
96
Reinado del Mesías durante el milenio
'Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron
contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey, a Jehová
de los ejércitos, ya celebrar la fiesta de los tabernáculos. Y acontecerá
que los de las familias de la tierra que no subieren a Jerusalén para
adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia. Y
si la familia de Egipto no subiere y no viniere, sobre ellos no habrá
lluvia; vendrá la plaga con que Jehová herirá las naciones que no
subieren a celebrarla fiesta de los tabernáculos. Esta será la pena del
pecado de Egipto, y del pecado de todas las naciones que no subieren
a celebrar la fiesta de los tabernáculos. En aquel día estará grabado
sobre las campanillas de los caballos: SANTIDAD A JEHOVA; y las
ollas de la casa de Jehová serán como los tazones del altar. Y toda olla
en Jerusalén y Judá será consagrada a Jehová de los ejércitos; y todos
los que sacrificaren vendrán y tomarán de ellas, y cocerán en ellas; y
no habrá en aquel día más mercader en la casa de Jehová de los
ejércitos" (Zacarías14.16-21).
La cita bíblica que a continuación presentaré, la cual se
refiere al reinado de nuestro Señor Jesucristo durante el milenio ha
sido desvirtuada por las interpretaciones que se le pretenden
otorgar; esta cita junto con otros argumentos incoherentes, han
venido a ser instrumentos para nuevas doctrinas, como la que
afirma que después del milenio y del juicio final, habrá vida sobre
la tierra; basados en que esta profecía aparece después de estos
acontecimientos, y que al final de cuentas muchas naciones serán
salvas, las cuales andarán a la luz de Jerusalén. Pero sepamos que
estas son las conclusiones a que siempre llegan aquellos
contumaces que tuercen las Escrituras pretendiendo ser maestros.
Con sus mentes enredadas en un sin fin de citas bíblicas, las cuales
no hallan la forma de ordenar. Y se les embotan sus pensamientos
indagando el porqué Dios colocó en estas profecías postreras, las
cosas primeras; concluyendo. Siempre en el error. Y esto es prueba
97
de que los pensamientos de Dios y sus caminos son diferentes a
nuestros pensamientos y a nuestros caminos, como son más altos
los cielos que la tierra, así son los caminos de Dios más altos que
nuestros caminos, y sus pensamientos más que nuestros
pensamientos. (Isaías 55.8-9).
Dicha cita es la siguiente:
"Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de
ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella. Sus
puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche. Y
llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella." "En medio de la
calle de la ciudad, y a uno y a otro lado del rio, estaba el árbol de la
vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas
del árbol eran para la sanidad de las naciones." (Apocalipsis 21:24-
26,22:2).
Esta profecía corresponde a las mismas profecías de Zacarías
14:16-21 y a Isaías capítulo 60, del reinado de nuestro Señor
Jesucristo durante el milenio. Cuando se hace mención de "las
naciones que hubieren sido salvas", se refiere a las naciones que
sobrevivieren de la batalla de aquel gran día de Dios, es decir, en la
manifestación del Hijo de Dios.
Satanás será atado durante el reinado de nuestro
Señor Jesucristo, para que no pueda engañar más a las
naciones, hasta que los mil años se cumplan.
"Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del
abismo, y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la
serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil
años; y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él,
para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen
cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un
98
poco de tiempo. Y ví tronos, y se sentaron sobre ellos los que
recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados
por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los
que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no
recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y
reinaron con Cristo mil años" (Apocalipsis 20:1-4).
Y Jerusalén será revestida de la gloria de Dios y será habitada
confiadamente, habrá gozo y alegría en ella, y más nunca será
asolada; el profeta Isaías dice tocante a ella:
"Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la
gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que
tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas
sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. Y
andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu
nacimiento"(Isaías 60:1-3).
Así mismo, el profeta hace mención de las actividades que se
realizarán en Jerusalén durante el milenio, de la paz y la armonía en la
naturaleza, del bienestar espiritual y físico del morador de Jerusalén, y
de la relación con su Dios y Rey, Jesucristo, el Santo de los santos,
diciendo:
"Más os gozaréis y os alegraréis para siempre en las cosas que
yo he creado; porque he aquí que yo traigo a Jerusalén alegría, y a su
pueblo gozo. Y me alegraré con Jerusalén, y me gozaré con mi
pueblo; y nunca más se oirá en ella voz de lloro, ni voz de clamor. No
habrá más allí niño que muera de pocos días, ni viejo que sus días no
cumpla; porque el niño morirá de cien años, y el pecador de cien años
será maldito. Edificarán casa, y morarán en ellas; plantarán viñas, y
comerán el fruto de ellas. No edificarán para que otro habite, ni
plantarán para que otro coma; porque según los días de los árboles
serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán la obra de sus
99
manos. No trabajarán en vano, ni darán a la luz para maldición;
porque son linaje de los benditos de Jehová, y sus descendientes con
ellos. Y antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo
habré oído. El lobo y el cordero serán apacentados juntos, y el león
comerá paja como el buey; y el polvo será el alimento de la serpiente.
No afligirán, ni harán mal en todo mi santo monte, dijo Jehová"
(Isaías 65:18-25).
Y de nuestro Señor Jesucristo, como Rey en Jerusalén;
Isaías dijo:
"Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará
de sus raíces. Y reposará sobre él el espíritu de Jehová; espíritu de
sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu
de conocimiento y de temor de Jehová. Y le hará entender
diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus
ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos; sino que juzgará con
justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la
tierra; y herirá la tierra. Con la vara de su boca, y con el espíritu de
sus labios matará al impío. Y será la justicia cinto de sus lomos, y
la fidelidad ceñidor de su cintura. Morará el lobo con el cordero, y
el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la
bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca
y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el
buey comerá paja. Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del
áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de
la víbora. No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte;
porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las
aguas cubren el mar" (Isaías 11:1-9).
Ahora bien, el reinado de nuestro Señor Jesucristo será de
venganza y retribución contra todas las naciones, mientras Satanás
será atado y arrojado al abismo por mil años, para que no engañe a
100
las naciones hasta que los mil años se cumplan. Todos los
moradores de la tierra, aquellos que sobre vivirán a la
manifestación de nuestro Señor en su venida, y toda su
descendencia durante los mil años, estarán consciente de la
presencia de Dios en Jerusalén. Porque todo ojo de los que estén
vivos para el momento de su manifestación, le verá. Y durante su
reinado "la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las
aguas cubren el mar" (Isaías 11:9), y ya no habrá la excusa de
decir: ¡Yo no creo en Dios porque no lo he visto! ¡Y creeré cuando
lo vea!, o ¿Quién ha visto a Dios para que yo crea en él? Mas Dios
confirmará su justicia sobre los moradores de la tierra,
demostrándoles que no creerán en Él para hacer su voluntad, ni
aún viéndolo, y no tendrán ninguna excusa delante de Dios, ni
podrán decir como dijo Eva: ¡Fue la serpiente que me engañó!;
porque Satanás será atado y arrojado al abismo durante los mil
años, bien que todos los moradores de la tierra en su primera
generación en el milenio, estarán marcados con el nombre de la
bestia, o el número de su nombre. Y tendrán como mandamiento
de obligatorio cumplimiento, subir de año en año para adorar al
Rey, a Jehová de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los
tabernáculos; y las puertas de Jerusalén estarán de continuo
abiertas, no se cerrarán de día ni de noche, para que a ella sean
traídas las riquezas de las naciones y conducidos a ella sus reyes.
Porque la nación o el reino que no le sirviere perecerá, y del todo
será asolado (Zacarías 14:16, Isaías 60:11-12). "Y acontecerá que
los de la familia de la tierra que no subieren a Jerusalén para
adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia.
Y si la familia de Egipto no subiere y no viniere, sobre ellos no
habrá lluvia; vendrá la plaga con que Jehová herirá las naciones
que no subieren a celebrar la fiesta de los tabernáculos. Esta será la
pena del pecado de Egipto, y del pecado de todas las naciones que
no subieren a celebrar la fiesta de los tabernáculos"
(Zacarías14.17-19).
101
A consecuencia, pues, de todo esto, se producirá un
amotinamiento mundial contra Dios. Los reyes de la tierra y los
príncipes consultarán unidos, buscando en vano la forma de romper el
yugo del reinado de Jesucristo; mas como retribución serán peores sus
tormentos, porque Dios hablará en su furor y los turbará con su ira.
De esto habla el salmista, cuando dice:
"¿Porqué se amotinan las gentes, y los pueblos
piensan cosas vanas? Se levantarán los reyes de la tierra, y
príncipes consultarán unidos contra Jehová y contra su
ungido, diciendo: Rompamos sus ligaduras, y echemos de
nosotros sus cuerdas. El que mora en los cielos se reirá; el
Señor se burlará de ellos. Luego hablará a ellos en su furor,
y los turbará con su ira. "Pero yo he puesto mi rey sobre
Sion, mi santo Monte" (Salmo 2:1-6).
Así destruirá a los reyes de la tierra, y a los pueblos que se
revelen contra su reinado. Porque él suprimirá todo dominio, toda
autoridad y potencia; porque preciso es que él reine hasta que haya
puesto a sus enemigos debajo ·de sus pies (1Corintios 15:24-25).
Entonces él mismo aconsejará a los reyes de la tierra que se
sujeten a sus preceptos y mandamientos, para que cuando vayan a
adorarlo y a honrarlo en Jerusalén, no tengan mal pensamiento, ni
malos propósitos, de lo contrario perecerán en el viaje hacia
Jerusalén; como dijo el salmista: "Ahora, pues, oh reyes, sed
prudentes; admitid amonestación, jueces de la tierra. Servid a
Jehová con temor, y alegraos con temblor. Honrad al Hijo, para
que no se enoje, y perezcáis en el camino; pues se inflama de
pronto su ira" (Salmo 2:10-12).
Las siete plagas postreras
102
Estas siete plagas postreras, a su vez, son las primeras
plagas del milenio; y ellas caerán inmediatamente después de la
manifestación de nuestro Señor Jesucristo, y herirán a la primera
generación del milenio, es decir, los que entrarán al milenio;
aquellos que tendrán la marca de la bestia, y que adorarán su
imagen; como venganza, por cuanto derramaron la sangre de los
santos y de los profetas, pero ni aun con el castigo se arrepentirán
para darle gloria a Dios. También vendrá en memoria delante de
Dios, la gran Babilonia; para darle el cáliz del vino de su ira. La
visión de esta profecía fue escrita de la siguiente manera:
"Vi en el cielo otra señal, grande y admirable: siete ángeles
que tenían las siete plagas postreras; porque en ella se consumaba
la ira de Dios. Después de estas cosas miré, y he aquí fue abierto
en el cielo el templo del tabernáculo del testimonio; y del templo
salieron los siete ángeles que tenían las siete plagas, vestidos de
lino limpio y resplandeciente, y ceñidos alrededor del pecho con
cintos de oro. Y uno de los cuatro seres vivientes dio a los siete
ángeles siete copas de oro, llenas de la ira de Dios, que vive por
los siglos de los siglos. Y el templo se llenó de humo por la gloria
de Dios, y por su poder; y nadie podía entrar en el templo hasta
que se hubiesen cumplido las siete plagas de los siete ángeles. Oí
una gran voz que decía desde el templo a los siete ángeles: Id y
derramad sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios. Fue el
primero, y derramó su copa sobre la tierra, y vino una úlcera
maligna y pestilente sobre los hombres que tenían la marca de la
bestia, y que adoraban su imagen. El segundo ángel derramó su
copa sobre el mar, y éste se convirtió en sangre como de muerto; y
murió todo ser vivo que había en el mar. El tercer ángel derramó
su copa sobre los ríos, y sobre las fuentes de las aguas, y se
convirtieron en sangre. Y oí al ángel de las aguas, que decía: Justo
eres tú, oh Señor, el que eres y que eras, el Santo, porque has
juzgado estas cosas. Por cuanto derramaron la sangre de los santos
y de los profetas, también tú le has dado- .a beber sangre; pues lo
103
merecen. También oí a otro, que desde el altar ·decía: Ciertamente,
Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos. El
cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, al cual fue dado quemar a
los hombres con fuego. Y los hombres se quemaron con el gran calor,
y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas,
y no se arrepintieron para darle gloria. El quinto ángel derramó su
copa sobre el trono de la bestia; y su reino se cubrió de tinieblas, y
mordían de dolor sus lenguas, y blasfemaron contra el Dios del cielo
por sus dolores y por sus úlceras, y no se arrepintieron de sus obras.
El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Éufrates; y el agua
de éste se secó, para que estuviese preparado el camino al os reyes
del oriente…El séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una
gran voz del templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho está.
Entonces hubo relámpagos y voces y truen.os, y un gran temblor de
tierra, un terremoto tan grande, cual no hubo jamás desde que los
hombres han estado sobre la tierra. Y la gran ciudad fue dividida
en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron; y la gran
Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle del cáliz del
vino del ardor de su ira. Y toda isla huyó, y los montes no fueron
hallados. Y cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizo como
del peso de un talento; y los hombres blasfemaron contra Dios por la
plaga del granizo; porque su plaga fue sobre manera grande"
(Apocalipsis 15:1,5-8; 16:1-12,17-21).
Estas plagas darán a entender a los moradores de la tierra,
que todas las cosas que existen en la tierra, de las cuales se sirve el
hombre para su subsistencia, 'no existieron por la casualidad; por
lo cual, como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios como
creador de todas las cosas, sino que se envanecieron en sus propios
razonamientos; Dios les produjo sangre como de muerto en vez de
mar y agua potable, el sol radiante y hermoso se convirtió en un horno
ardiente para ellos, y la salud física que era producida por la infinita
misericordia de Dios, se tradujo en úlceras malignas y pestilentes, y
las lluvias que refrescaban y fructificaban la tierra se convirtieron en
104
enormes granizos que caían sobre los hombres.
Los 144.000 sellados
Pero antes de que comiencen a caer todas estas plagas, el
Señor mandará a sellar en sus frentes con el sello de Dios, que tiene el
nombre de Él y el de su Padre; a ciento cuarenta y cuatro mil de
todas las tribus de los hijos de Israel, siervos de nuestro Señor. Estos
no se contaminarán con mujeres, y serán redimidos entre los
hombres como primicias para Dios y para el Cordero; y en sus
bocas no será hallada mentira, pues son sin manchas, delante del
trono de Dios; y estos a su vez, seguirán al Cordero a cualquier
lugar de la tierra durante Su reinado; privilegio que no tendrán los
demás israelitas, los cuales no deberán salir de Jerusalén para no
ser víctimas de las plagas; la visión es descrita por el apóstol Juan,
como sigue a continuación:
"Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro
ángulos de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para
que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre
ningún árbol. Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y
tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a
quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar,
diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta
que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios. Y oí
el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de
todas las tribus de los hijos de Israel. De la tribu de Judá, doce mil
sellados. De la tribu de Rubén, doce mil sellados. De la tribu de Gad,
doce mil sellados. De la tribu de Aser, doce mil sellados. De la tribu
de Neftalí, doce mil sellados. De la tribu de Manasés, doce mil
sellados. De la tribu de Simeón, doce mil sellados. De la tribu de
Leví, doce mil sellados. De la tribu de Isacar, doce mil sellados. De
la tribu de Zabulón, doce mil sellados. De la tribu de José, doce mil
sellados. De la tribu de Benjamín, doce mil sellados" (Apocalipsis7:1-
105
8).
"Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el
monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el
nombre de él y el de su Padre escrito en la frente. Y oí una voz del
cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran
trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas.
Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los
cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el
cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron
redimidos de entre los de la tierra. Estos son los que no se
contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que
siguen al Cordero por donde quiera que va. Estos fueron redimidos
de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero;
y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha
delante del trono de Dios" (Apocalipsis14.1-5).
Las Siete Trompetas
La visión de las siete trompetas proviene de la apertura del
séptimo sello. Y aunque no podemos afirmar que todos los sellos
tienen una secuencia cronológica, podemos corroborar que el quinto,
el sexto y el séptimo sello corresponden a una secuencia que
representa: la gran tribulación, la manifestación de nuestro Señor en
su venida y la ira de Dios en su reinado.
Enfocaremos, pues, nuestra atención, en este séptimo sello;
debido a que él contiene la visión de los siete ángeles que estarán en
pie ante Dios, y se les darán siete trompetas que al tocarlas a su
debido tiempo; extinguirán y dañarán definitivamente las terceras
partes de las cosas para las cuales están determinadas que toquen,
con excepción de la quinta y la séptima trompeta. Al ser sonada la
quinta trompeta dará comienzo a la plaga de langostas, que tendrán
106
poder como tienen los escorpiones de la tierra; y se les mandará
que no dañen a la hierba de la tierra, ni cosa verde alguna, ni a
ningún árbol; sino solamente a los hombres que no tuviesen el
sello de Dios en sus frentes, es decir, a excepción de los ciento
cuarenta y cuatro mil sellados que siguen al Cordero por donde
quiera que va. También podemos observar aquí, que ya no hacen
mención de los que tienen la marca de la bestia como señal a las
plagas para causarles daño; sino que generaliza a todos los
hombres, con excepción de los que tienen el sello del Dios vivo.
Esto se debe a que estas plagas se producirán a lo largo del
milenio; afectando a las generaciones de los que entraron en el
milenio. Todas estas generaciones de las naciones de la tierra,
darán a luz para maldición; con excepción de los habitantes de
Jerusalén (Isaías 65:23).
La plaga de langostas tiene un propósito específico, porque les
será dado, no que los maten, sino que los atormentasen cinco
meses; y su tormento será como tormento de escorpión cuando hiere
al hombre. Y en aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero la
muerte huirá de ellos. Mas ni con ésta, ni con ninguna otra plaga;
los hombres se arrepintieron de las obras de sus manos; ni dejaron
de adorar a los demonios y a las imágenes de oro, de plata, de
bronce, de piedra y de madera; las cuales no pueden ver, ni oír, ni
andar; y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías,
ni de su fornicación, ni de sus hurtos.
Notemos también, corroborando lo anteriormente dicho, que
estas generaciones volvieron con la misma idolatría que había
quedado extinguida con la manifestación del anticristo; quien se
opuso a todo lo que era objeto de culto, mandando a los moradores
de la tierra que le hiciesen imagen a él; permitiéndosele infundir
aliento a la imagen, para que la imagen hablase, e hiciese matar a todo
el que no la adorase; mas estas generaciones volvieron a diseñar y a
adorar imágenes para idolatrarlas. De esta manera es revelada la
107
visión de las trompetas:
"Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como
por media hora. Y vi-a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios;
y se les dieron siete trompetas. Otro ángel vino entonces y se paró
ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para
añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro
que estaba delante del trono. Y de la mano del ángel subió a la
presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos.
Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo
arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un
terremoto. Y los siete ángeles que tenían las siete trompetas se
dispusieron a tocarlas. El primer ángel tocó la trompeta, y hubo
granizo y fuego mezclados con sangre, que fueron lanzados sobre
la tierra; y la tercera parte de los árboles se quemó; y se quemó
toda la hierba verde. El segundo ángel tocó la trompeta, y como
una gran montaña ardiendo en fuego fue precipitada en el mar; y la
tercera parte del mar se convirtió en sangre. Y murió la tercera parte
de los seres vivientes que estaban en el mar, y la tercera parte de las
naves fue destruida. El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del
cielo una gran estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la
tercera parte de los ríos, y sobre las fuentes de las aguas. Y el nombre
de la estrella es Ajenjo. Y la tercera parte de las aguas se
convirtió en ajenjo; y muchos hombres murieron a causa de esas aguas,
porque se hicieron amargas. El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue
herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la
tercera parte de las estrellas, para que se oscureciese la tercera parte
de ellos, y no hubiese luz en la tercera parte del día, y asimismo de la
noche. Y miré, y oí a un ángel volar por en medio del cielo, diciendo a
gran voz: ¡Ay, ay, ay, de los que moran en la tierra, a causa de los
otros toques de trompeta que están para sonar los tres ángeles! El
quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a
la tierra; y se le dio la llave del pozo del abismo. Y abrió el pozo del
abismo, y subió humo del pozo como humo de un gran horno; y se
108
oscureció el sol y el aire por el humo del pozo. Y del humo salieron
langostas sobre la tierra; y se les dio poder, como tienen poder los
escorpiones de la tierra. Y se les mandó que no dañasen a la hierba
de la tierra, ni a cosa verde alguna, ni a ningún árbol, sino solamente a
los hombres que no tuviesen el sello de Dios en sus frentes. Y les fue
dado, no que los matasen, sino que los atormentasen cinco meses; y
su tormento era como tormento de escorpión cuando hiere al
hombre. Y en aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero
no la hallarán; y ansiarán morir, pero la muerte huirá de ellos. El
aspecto de las langostas era semejante a caballos preparados
para la guerra; en las cabezas tenían como coronas de oro; sus
caras eran como caras humanas; tenían cabello como cabello de
mujer; y sus dientes eran como de leones; tenían corazas como
corazas de hierro; el ruido de sus alas era como el estruendo de
muchos carros de caballos corriendo a la batalla; tenían cola como
de escorpiones, y también aguijones; y en sus colas tenían poder
para dañar a los hombres durante cinco meses. Y tienen por rey sobre
ellos al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, Y en
griego, Apolión. El primer ay pasó; he aquí, vienen aún dos ayes
después de esto. El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de entre
los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios, diciendo
al sexto ángel que tenía la trompeta: Desata a los cuatro ángeles que
están atados junto al gran río Éufrates. Y fueron desatados los cuatro
ángeles que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de
matar a la tercera parte de los hombres. Y el número de los ejércitos
de los jinetes era doscientos millones. Yo oí su número. Así vi en
visión los caballos y a sus jinetes, los cuales tenían corazas de fuego,
de zafiro y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas
de leones; y de su boca salían fuego, humo y azufre. Por estas tres
plagas fue muerta la tercera parte de los hombres; por el fuego, el
humo y el azufre que salían de su boca. Pues el poder de los caballos
estaba en su boca y en sus colas; porque sus colas, semejantes a
serpientes, tenían cabezas, y con ellas dañaban. Y los otros hombres
que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de
109
las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las
imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las
cuales no pueden ver, ni oír, ni andar; y no se arrepintieron de sus
homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus
hurtos. (Apocalipsis 8:1-13; 9:1-21).
La séptima trompeta
"Y el ángel que vi en pie sobre el mar y sobre la tierra,
levantó su mano al cielo, y juró por el que vive por los siglos de
los siglos, que creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y
las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él,
que el tiempo no sería más, sino que en los días de la voz del
séptimo ángel, cuando él comience a tocar la trompeta, el misterio
de Dios se consumará, como él lo anunció a sus siervos los
profetas" (Apocalipsis 10:5-7).
Esta séptima trompeta será tocada al final del milenio,
cuando nuestro Señor Jesucristo haya suprimido todo dominio,
toda autoridad y toda potestad debajo de sus pies. Esta trompeta
marcará el fin de la ira de Dios. Cuando los mil años se hayan
cumplido, Satanás será suelto de su prisión y saldrá a engañar a
todas las naciones, y ellas siendo engañadas, verán en él la
esperanza de romper las ligaduras y el yugo del reinado de nuestro
Señor; y airándose subirán y rodearán el campamento del pueblo
de Israel y la ciudad amada, y de Dios descenderá fuego del cielo
y los consumirá a todos. Y el diablo será lanzado en el lago de
fuego y azufre, donde estará la bestia y el falso profeta; y serán
atormentados día y noche por los siglos de los siglos (Apocalipsis
20:7-10). Y serán resucitados los muertos grandes y pequeños para
ser juzgados (Apocalipsis 20:5) ante el trono del Todopoderoso, y
galardonará a los profetas de Dios, a los santos y a los que temen
su nombre; este es el mensaje de la séptima trompeta, y esta es la
110
visión:
"El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces
en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de
nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los
siglos. Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de
Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a
Dios, diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el
que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran
poder, y has reinado. Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido,
y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus
siervos los profetas, a los santos, y los que temen su nombre, a los
pequeños y a los grandes, y de destruirá los que destruyen la tierra.
Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se
veía en el templo. Y hubo relámpagos, voces, truenos, un
terremoto y grande granizo" (Apocalipsis 11:15-19).
111
Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, y
saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la
tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de
los cuales es como la arena del mar. Y subieron sobre la anchura de la
tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de
Dios descendió fuego del cielo, y los consumió" (Apocalipsis 20:7-9).
112
El cielo y la tierra pasarán
Las palabras de este subtítulo fueron dichas por nuestro
Señor Jesucristo, y ellas no constituyeron un simbolismo, o una
parábola, o una forma de decir algo diferente a su interpretación
literal; nuestro Señor jamás habló en vano, o de balde. Mas las
palabras que siguieron a éstas fueron: "Pero mis palabras no
pasarán" (Mateo 24:35), confirmando, pues, que sí pasarían el
cielo y la tierra que existen ahora, porque ellos están reservados
por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y
de la perdición de los hombres impíos” (2 Pedro3.7) "en el cual los
cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo
serán deshechos, y la tierra y las obras que en ellas hay serán
quemadas”…”.Pero nosotros esperamos, según sus promesas,
cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia” (2
Pedro 3:10b,13).
Jamás nuestro Señor nos prometió que transformaría esta
tierra, o que la acomodaría, o que la arreglaría como quien le cambia
la suela a los zapatos cuando están rotos. Cuando él prometió,
diciendo: "Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la
tierra por heredad" (Mateo 5:5); él se refería a la tierra nueva, a la
tierra prometida, a la nueva Jerusalén celestial; por la cual no sólo
aguardamos nosotros que vivimos, sino que por ella también
aguardan las almas de todos los siervos de Dios que fueron antes que
nosotros.
La misma visión del apóstol Juan, demuestra que la
sentencia sobre esta tierra y la promesa de una tierra nueva será un
hecho real. En la primera visión de este asunto, el apóstol Juan
observó la desaparición total del cielo y la tierra, en el instante que
aparece el trono de Dios; para dar inicio al juicio de los muertos,
es decir, a los que no son hijos de Dios, sino hijos de ira (Juan
113
3:36); fue, pues, tan extraordinaria la presencia de Dios en la
inmensidad de su creación, que fue para el apóstol Juan imposible
pasar desapercibida la desaparición de las cosas que Dios había
sujetado a vanidad (Romanos 8:20); siendo éste el momento de la
consumación de las palabras de nuestro Señor: EL CIELO Y LA
TIERRA PASARAN, PERO MIS PALABRAS NO PASARAN.
Esta visión es relatada así:
''Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado
en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y
ningún lugar se encontró para ellos" (Apocalipsis 20:11).
Y luego del tribunal de Dios, el apóstol ve la santa ciudad, la
nueva Jerusalén; haciendo él mismo la diferencia entre la tierra y el
cielo que pasaron, en relación con el cielo nuevo y la tierra nueva, de
la siguiente manera:
"Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y
la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. Y yo Juan vi
la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios,
dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y oí una gran
voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los
hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios
mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima
de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni
clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. Y el que
estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las
cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y
verdaderas. Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el
principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la
fuente de l agua de la vida. El que venciere, heredará todas las
cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo. Pero los cobardes e
incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y
114
hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en
el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda".
(Apocalipsis 21:1-8)
El Juicio Final
El desvanecimiento del cielo y la tierra se produce
inmediatamente después del milenio, cuando será destruido
íntegramente el hombre de la faz de la tierra, en la batalla final; y
serán resucitados todos los muertos, grandes y pequeños, para que
sean condenados todos con la segunda muerte, que implicará la
separación eterna de Dios en un lago de fuego y azufre, de los cuales
están incluidos todos los que desobedecieron a Dios desde la creación
del hombre.
Esto es lo visto por el apóstol Juan, lo cual escribió como
sigue:
''Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de
delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se
encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie
ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el
cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las
cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar
entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades
entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada
uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago
de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en
el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego" (Apocalipsis 20:11-
15).
El comienzo a la eternidad
Pero las cosas no terminan con el Juicio Final, todo lo
115
contrario, todo comienza con el Juicio Final; porque por una parte, los
que resucitarán incorporando sus almas atormentadas en el infierno
(Hades) a sus cuerpos, para ser juzgados en cuerpo y alma por las
cosas escritas en los libros de cada quien, según sus obras; serán
lanzados al lago de fuego, al no encontrarse inscritos en el libro de la
vida, y serán atormentados por toda la eternidad; donde el gusano de
ellos no muere, y el fuego nunca se apaga (Isaías 66:24, Marcos
9:48), y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos.
Y por otra parte, la majestuosidad de la nueva Jerusalén; cuyo
arquitecto y constructor es Dios, dispuesta como una novia ataviada
para su marido. La tierra prometida para los pobres de espíritu, para
los mansos de la tierra, para los que tienen sed y hambre de justicia,
para los de limpio corazón, para los pacificadores, para los que
padecen persecución por causa de la justicia, y para los que son
vituperados y calumniados con toda clase de males; cuyos galardones
serán grandes en los cielos (Mateo 5:1-12) por toda la eternidad.
El apóstol Juan vio la gran ciudad santa de Jerusalén, la
cual describió con estas palabras:
''Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las
siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo,
diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero.
Y me llevó en el espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la
gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios,
teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra
preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal. Tenía un
muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y
nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel;
al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al sur tres puertas; al
occidente tres puertas. Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y
sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero. El
que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para medir la
116
ciudad, sus puertas y su muro. La ciudad se halla establecida en
cuadro, y su longitud es igual a su anchura; y él midió la ciudad con la
caña, doce mil estadios; la longitud, la altura y la anchura de ella son
iguales. Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida
de hombre, la cual es de ángel. El material de su muro era de jaspe;
pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio; y los
cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra
preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero,
ágata; el cuarto, esmeralda; el quinto ónice; el sexto, cornalina; el
séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo,
crisoprasa; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista. Las doce
puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la
calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio. Y no vi
en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de
ella, y el Cordero. La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que
brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su
lumbrera...No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace
abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el
libro de la vida del Cordero.. .Y no habrá más maldición; y el trono de
Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, y verán su
rostro, y su nombre estará en sus frentes. No habrá allí más noche; y
no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios
el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos"
(Apocalipsis 21:9-23,27; 22.3-5).
Ahora bien, si tu no has conocido a nuestro Señor Jesucristo
y deseas ser partícipe de la vida eterna y estar inscrito en el libro
de la vida, estás a tiempo, no sea que perezcas sin salvación y sin
ninguna esperanza. No importa lo que hayas sido, ni donde hayas
estado, Jesús te ama, y Él quiere que tu creas en él para que tengas
vida eterna, escucha sus palabras: "He aquí ,yo estoy a la puerta y
llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con
él, y él conmigo" (Apocalipsis 3:20). Y esta es la voluntad del que me
ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida
117
eterna; y yo le resucitaré en el día postrero" (Juan 6:40).Si esta es tu
decisión, busca, si es posible, un lugar donde estés asolas con el
Señor, y ora así: Amado Señor Jesucristo, te ruego que me perdones,
y me limpies mis culpas, conforme a la multitud de tus
misericordias; creo que tu moriste y resucitaste por el poder del Padre
conforme a tu Palabra, para darnos vida eterna. Te ruego que me
inscribas en el libro de la vida, y pongas fe en mi corazón, para creer
en ti por toda la eternidad; y que nada me pueda separar de tu amor,
muchas gracias Señor. Amén.