trastornos de aprendizaje

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Trastornos de aprendizaje: no todos son evidentes Si su hijo tiene bajo rendimiento escolar ¡tenga cuidado! Puede estar padeciendo trastornos que le impidan el aprendizaje normal de las cosas. No sólo la inquietud y las distracciones como el televisor, el computador o los videojuegos, pueden afectar el proceso de aprendizaje de los chicos. Otros factores como la alimentación, las estimulaciones negativas y algunos trastornos sin manifestaciones físicas evidentes, hacen que muchos niños no puedan aprender igual que sus demás compañeros. “Son trastornos que no incluyen malformaciones congénitas, casos en los cuales el niño ha tenido un desarrollo embrionario aparentemente normal, pero tiene unas alteraciones en el proceso de aprendizaje, que lo hacen ser un aprendedor lento”, afirma el neurocirujano Rubén Sabogal, subdirector Científico del Hospital Universitario del Caribe. ¡Ojo! a los trastornos En ocasiones, los trastornos se pueden presentar porque el niño crece en un entorno de estimulaciones negativas, dónde subvaloran sus capacidades y le hacen creer que tiene limitaciones. “Si se le dice al niño desde pequeño que no sirve para nada, por ejemplo, se tiene como resultado la generación de una autoestima mínima, es decir, una minusvalía (él mismo se cree y dice que no es nada ni sirve para nada)”, señala Sabolgal. Desde el centro del cerebro salen una serie de conexiones y se establecen unas vías de comunicación con el resto de zonas de este órgano, es decir, con la corteza (substancia gris equivalente a neuronas que dan: inteligencia, consciencia -a la hora de estar despierto- y emociones), y con la subcorteza (substancia blanca equivalente a mielina, que produce la vida subconsciente y la vida animal). Con la edad, el individuo va madurando estas zonas y esa maduración está relacionada con estímulos que pueden ser positivos o negativos”, explica.

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Page 1: Trastornos de aprendizaje

Trastornos de aprendizaje: no todos son evidentes

Si su hijo tiene bajo rendimiento escolar ¡tenga cuidado! Puede estar padeciendo

trastornos que le impidan el aprendizaje normal de las cosas.

No sólo la inquietud y las distracciones como el televisor, el computador o los

videojuegos, pueden afectar el proceso de aprendizaje de los chicos.

Otros factores como la alimentación, las estimulaciones negativas y algunos

trastornos sin manifestaciones físicas evidentes, hacen que muchos niños no puedan

aprender igual que sus demás compañeros.

“Son trastornos que no incluyen malformaciones congénitas, casos en los

cuales el niño ha tenido un desarrollo embrionario aparentemente normal, pero

tiene unas alteraciones en el proceso de aprendizaje, que lo hacen ser un

aprendedor lento”, afirma el neurocirujano Rubén Sabogal, subdirector Científico del

Hospital Universitario del Caribe.

¡Ojo! a los trastornos

En ocasiones, los trastornos se pueden presentar porque el niño crece en un entorno

de estimulaciones negativas, dónde subvaloran sus capacidades y le hacen creer que

tiene limitaciones.

“Si se le dice al niño desde pequeño que no sirve para nada, por ejemplo, se tiene

como resultado la generación de una autoestima mínima, es decir, una minusvalía (él

mismo se cree y dice que no es nada ni sirve para nada)”, señala Sabolgal.

Desde el centro del cerebro salen una serie de conexiones y se establecen unas vías

de comunicación con el resto de zonas de este órgano, es decir, con la corteza

(substancia gris equivalente a neuronas que dan: inteligencia, consciencia -a la hora

de estar despierto- y emociones), y con la subcorteza (substancia blanca equivalente

a mielina, que produce la vida subconsciente y la vida animal). Con la edad, el

individuo va madurando estas zonas y esa maduración está relacionada con

estímulos que pueden ser positivos o negativos”, explica.

Page 2: Trastornos de aprendizaje

Según el Neurocirujano, el éxito de esas estimulaciones depende más de su calidad

que de su cantidad y entre más estímulos de calidad tenga una persona, mejor ser

humano será y por ende, esa subcorteza se irá desarrollando más vigorosa e irá

haciendo más conexiones positivas.

Otro problema que retrasa el aprendizaje de los niños, es la alexia o dislexia.

“Las lexias son funciones lobulares que nos permiten desarrollar los procesos de

lenguaje y aprendizaje. Las alteraciones de estos procesos, se conocen como alexias

o dislexias. En estos casos, el niño puede tener trastornos no orgánicos pero sí

moleculares que generan dificultades en el proceso de aprendizaje y le impiden

identificar símbolos o fonemas; por ejemplo, la letra A no la identifica, el número 4

tampoco, entonces su aprendizaje se hace lento”, explica Rubén Sabogal.

Alimentación, otro problema

Si la alimentación que lleva el niño, no es la adecuada ni está acorde con su

desarrollo, también lo puede llevar a tener problemas de aprendizaje.

“El aprendizaje, tiene una base química fundamental, que son los neurotransmisores;

éstos son basados en proteínas, las cuales son aminoácidos. Esto significa que, para

que alguien pueda desarrollar un verdadero proceso de aprendizaje, necesita tener

una alimentación adecuada, por ende, un niño con dificultad de buena alimentación,

va a tener un proceso de aprendizaje disminuido, si uno lo compara con otras

personas que tienen todo ambiental y económicamente”, indica el Médico.

Los problemas de aprendizaje también se pueden deber a retrasos mentales que no

presentan evidencia física.

“En el intercambio de información que hay en cerebro, a nosotros nos llegan los

sonidos, el ambiente y la temperatura, para que la corteza evalúe y ordene: hace frío,

cúbrete; hace calor, descúbrete, por ejemplo. Este mecanismo continuo, nos permite

en un momento dado tomar decisiones, pero muchas veces la información se

transmite de forma lenta porque hay un conflicto, por ejemplo, puede haber una

interrupción en la sustancia blanca y esta lentitud en la información, lo cual se conoce

Page 3: Trastornos de aprendizaje

como retraso mental, porque hay una lentitud en el envío, procesamiento o recepción

de la información”, dice.

Hay que examinar y tratar

Rubén Sabogal explica que, todas estas alteraciones de aprendizaje, se pueden hacer

evidentes a través de una serie de pruebas especializadas.

“Para eso nos apoyamos siempre en la neuropsicología, que es la que nos permite a

través de diferentes test, identificar dónde está la alteración, si es cognitiva, afectiva o

de lenguaje”.

Todos estos problemas pueden recibir tratamientos diferentes, dependiendo de su

origen.