trastornos alimenticios u.n.a.h. 2013

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Universidad Nacional Autónoma de Honduras Facultad de Ciencias Sociales Carrera de Psicología Métodos de Investigación II Catedrático: Lic. Rolando Ardon Ledezma. Integrantes: Brenda Isabel Montoya 9315610 Silvia Iris Prieri 20070007505 Julissa Mariel Padilla 20081003174 Martha Aceituno 20111001513 Mirna Irbela Palma 20101900432 Ana Elizabeth Álvarez 20111003314 María Teresa Irías 20121003866 Ciudad Universitaria Fecha: 15 de mayo del 2013

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Estudio de trastornos alimenticios, aplicado en la ciudad de Tegucigalpa, Honduras, en jóvenes adolescentes.

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Page 1: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

Universidad Nacional Autónoma de Honduras

Facultad de Ciencias Sociales

Carrera de Psicología

Métodos de Investigación II

Catedrático:

Lic. Rolando Ardon Ledezma.

Integrantes:

Brenda Isabel Montoya 9315610

Silvia Iris Prieri 20070007505

Julissa Mariel Padilla 20081003174

Martha Aceituno 20111001513

Mirna Irbela Palma 20101900432

Ana Elizabeth Álvarez 20111003314

María Teresa Irías 20121003866

Ciudad Universitaria Fecha: 15 de mayo del 2013

Resumen

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En el presente trabajo hemos estudiado los Trastornos del Comportamiento

Alimentario (TCA) entre los cuales se encuentran La bulimia, La anorexia y los

atracones, siendo enfermedades de origen psicosomático y de problema

sociocultural, que se desarrollan por lo general en los adolescentes, pero

también se dan dentro de las personas adultas.

Este estudio fue aplicado en los alumnos del instituto Liceo San Juan de

Tegucigalpa para así poder comprobar el índice de trastornos que se pueden

presentar en cada uno de ellos, al realizar la evaluación, Se analizó una

muestra de Adolescentes sin diagnóstico médico de trastornos alimentarios (n=

105). Se aplico el cuestionario EDI.

La muestra quedó conformada por 4 grupos: 13, 14 15 y 16 años. El análisis

de los resultados mostró una mayor relevancia en adolecentes femeninas.

Introducción

Los trastornos alimenticios tienen una gran relevancia socio sanitario por su

peculiaridad, su gravedad, su interés social, su complejidad y sus dificultades

de diagnóstico y tratamiento. En los últimos diez años, puede decirse que estos

trastornos están constituyendo un auténtico fenómeno social en todos los

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sentidos con un incremento de la prevalencia. La media de las tasas de

incidencia anual entre 10 y 30 años es de17-19/100.000 en Anorexias

Nerviosas (AN); la incidencia de Bulimia Nerviosa(BN) en el mismo rango de

edad se ha multiplicado por tres en los últimos 10años, alcanzando una tasa

del 50/100.000, considerándose en la actualidad que la prevalencia para la

anorexia nerviosa (AN) es del 1% y para la bulimia nerviosa(BN) del 1-3%,

siendo similares estas cifras en casi todos los países desarrollados. Teniendo

en cuenta los síndromes parciales, los TCA alcanzarían al 4,7% de las mujeres

y al 0,9% de los varones.

En este aumento de la prevalencia pueden haber influido muchos factores.

Entre ellos estaría la tendencia social actual a realizar dietas, los problemas

existenciales de los adolescentes, la mayor divulgación de estas patologías a

través de los medios de comunicación y el hecho de que hoy los profesionales,

no sólo de psiquiatría y psicología clínica sino también de los equipos de

atención primaria, detectan antes estos trastornos.

Son enfermos que por regla general no piden inicialmente ayuda de forma

voluntaria, sino que llegan a la consulta del profesional cuando el proceso ya

está instaurado y a veces pueden morir por las complicaciones que presentan.

Son entidades íntimamente relacionadas con el cuerpo y el significado social

del mismo, con los hábitos y costumbres alimentarias, y con las consecuencias

de la desnutrición.

Problema

¿Qué efectos tienen los Trastornos Alimenticios en los adolescentes de Ciclo

Común del Instituto Liceo San Juan de Tegucigalpa?

MARCO TEORICO

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HISTORIA

Los trastornos alimenticios tienen su origen entre el siglo XIV y el siglo XIX, son

descritos como conceptos modernos, por los psiquiatras de la época.

El primer caso más cercano a un trastorno alimenticio se conoce desde el siglo

XIV, en el cual una princesa llamada Wilgenfortis, se niega a ingerir cualquier

tipo de alimento, con el propósito de ser tan delgada que ningún hombre la

desee.

Hacia el siglo XVIII se origina una orden de monjas llamadas "Las Santas

Ayunadoras", estas rendían culto a la virgen María mediante el ayuno, no se

tiene mayor información sobre estas monjas, pero se sabe que pasaban

grandes cantidades de tiempo sin comer; semanas o días, se sabe que algunas

podían morir de inanición o deficiencias cardiacas.

En el siglo XIX se establece la delgadez como modelo corporal con éxito social,

lo que origino el aumento de la enfermedad, incluso ya desde entonces

podemos ver que la mujeres que no eran lo suficientemente delgadas usaban

corsé para adaptarse a los vestidos de la época que exigían una cuerpo muy

rígido y una pequeña cintura, lo que nos lleva a la conclusión que desde hace

siglos se requiere ser delgado para estar dentro de los estándares de la moda.

El término anorexia nervosa proviene del latín y quiere decir sin apetito, y el

adjetivo nervioso expresa su origen psicológico. Al contrario de lo que se

piensa no es cierto que los anoréxicos NO padecen de hambre, la reprimen por

el pavor que tienen a la obesidad. Los pacientes con anorexia nerviosa se

rehúsan a mantener un peso corporal por encima de los valores mínimos

aceptables para una determinada edad y talla. El miedo llega ser tal que los

puede llevar a la inanición, naturalmente los sujetos no tienen conciencia de su

enfermedad.

En 1940 este trastorno se consideró un síndrome y en 1980 la Sociedad

Americana de Psiquiatría incluyó a la bulimia en el manual de psiquiatría como

una enfermedad diferente a la anorexia.

Ambos trastornos se originan en la Antigüedad, pero es ahora cuando se les ha

estudiado, tipificado y definido. Se sabe que son producto de múltiples factores,

que pueden incluir trastornos emocionales y de la personalidad, así como

presiones por parte de la familia, es posible la predisposición genética o

Page 5: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

biológica y el vivir en una sociedad en la cual hay una oferta excesiva de

comida y obsesión por la delgadez. Esta idea de estética transmite a los

jóvenes sistemas de valores que se basan en el "buen look", y el problema es

que puedan derivar en una adicción u obsesión por ser delgado. Es verdad que

esta estética esta de moda, pero es sólo un disparador que afecta

negativamente a algunos jóvenes con problemas familiares y con desajustes de

personalidad.

Existen informes que dejan ver que ya desde el siglo XIX había personas que

se provocaban el vómito, después de comer en forma excesiva.

El primer caso de bulimia se presento en los años 60 en Estados Unidos y el

primer paciente que recibió atención fue en 1970.

La palabra bulimia proviene del griego y significa "hambre de buey", este

trastorno se caracteriza por la ingestión rápida de gran cantidad de alimentos;

la culpabilidad que origina el abuso de los alimentos provocada la

autoinducción al vómito; la utilización en forma indiscriminada de laxantes y

diuréticos y el ejercicio excesivo, igual que en la anorexia existe un miedo

intenso a subir de peso y es natural que durante mucho tiempo quien la padece

se niegue ha aceptar esta conducta. En algunos países, la frecuencia de la

bulimia es mayor que la de la anorexia.

¿Qué son los trastornos de la alimentación?

Un trastorno de la alimentación es una enfermedad que causa graves

perturbaciones en su dieta diaria, tales como comer cantidades muy pequeñas

o comer en exceso. Una persona que tiene un trastorno de la alimentación

puede haber comenzado por comer pequeñas o grandes cantidades de

comida, pero en algún momento el impulso de comer más o menos se disparó

fuera de control. Angustia severa o preocupación por la forma o el peso del

cuerpo también se pueden caracterizar como un trastorno de la alimentación.

Los trastornos de la alimentación generalmente aparecen durante la

adolescencia o adultez temprana, pero también se pueden dar durante la niñez

o la adultez avanzada.Los trastornos de la alimentación más comunes son la

anorexia nerviosa, bulimia nerviosa y el trastorno por atracón.

Page 6: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

Los trastornos de la alimentación afectan tanto a los hombres como a las

mujeres. Para información sobre las últimas estadísticas en los trastornos de la

alimentación.

Se desconoce cuántos adultos y niños padecen otros trastornos de la

alimentación serios y significativos, como los trastornos de la alimentación no

especificados (TANE). TANE incluye los trastornos de la alimentación que no

cumplen los criterios para la anorexia o la bulimia nerviosa. El trastorno por

atracón es un tipo de trastorno de la alimentación llamado TANE. Pero se sabe

que TANE es el diagnóstico más común para aquellos que buscan un

tratamiento para el trastorno de la alimentación.

Los trastornos de la alimentación son enfermedades reales y tratables. Con

frecuencia coexisten con otras enfermedades como la depresión, el abuso de

sustancias o los trastornos de ansiedad. Otros síntomas, que se describen en

la siguiente sección pueden ser potencialmente mortales si la persona no

recibe tratamiento. Las personas con anorexia nerviosa son 18 veces más

probables de morir a una edad más temprana en comparación con las

personas de edad similar en la población general.

¿Cómo se tratan los trastornos de la alimentación?

Una nutrición adecuada, reduciendo el exceso de ejercicio y la interrupción de

los comportamientos de purga constituyen la base del tratamiento. Ciertas

formas de psicoterapia o terapia de diálogo, y algunos medicamentos también

son efectivos para muchos trastornos de la alimentación. No obstante, para los

casos más crónicos, no se han identificado aún tratamientos específicos. Con

frecuencia, los planes de tratamiento se adaptan a las necesidades individuales

y pueden incluir uno o más de los siguientes:

· Psicoterapia individual, grupal y/o familiar

· Atención médica y monitoreo

· Asesoramiento nutricional

· Medicamentos.

Algunos pacientes quizás necesiten ser hospitalizados para tratar

complicaciones a causa de una malnutrición o para garantizar una alimentación

adecuada en los casos de extrema delgadez.

Page 7: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

¿Cuáles son los diferentes tipos de trastornos de la alimentación?

Anorexia nerviosa

La anorexia nerviosa se caracteriza por:

· Adelgazamiento extremo (emaciación)

· Incesante búsqueda de delgadez y negación a mantener un peso normal

o saludable

· Miedo intenso a subir de peso

· Imagen corporal distorsionada, autoestima significativamente

influenciada por las percepciones de la forma y el peso del cuerpo o

negación de la gravedad del bajo peso corporal

· Falta de menstruación en niñas y mujeres

· Alimentación extremadamente restringida.

Muchas personas con anorexia nerviosa se ven a sí mismas como excedidas

en peso, incluso cuando están delgadas. El comer, la comida y el control del

peso se vuelven una obsesión. Personas con anorexia nerviosa generalmente

se pesan varias veces, racionan la comida cuidadosamente y sólo comen

pequeñísimas cantidades de ciertas comidas. No obstante, algunas personas

con anorexia nerviosa atraviesan episodios de atracones seguidos de una dieta

extrema y/o exceso de ejercicios, vómitos auto inducidos y abuso de laxantes,

diuréticos o enemas. Algunas personas con anorexia nerviosa se recuperan

con tratamiento después del primer episodio. Otras mejoran, pero tienen

recaídas. Incluso otras padecen una forma más crónica o de una anorexia

nerviosa más prolongada, en la que su salud empeora mientras luchan contra

la enfermedad.

Otros síntomas que se pueden desarrollar con el paso del tiempo incluyen:

· Pérdida de masa ósea (osteopenia u osteoporosis)

· Cabello y uñas quebradizas

· Piel seca y amarillenta

· Crecimiento de vello en todo el cuerpo (por ejemplo, lanugo)

· Anemia leve, agotamiento y debilidad muscular

· Presión sanguínea baja, respiración y pulso lento

Page 8: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

· Daño en la estructura y el funcionamiento del corazón

· Daño cerebral

· Insuficiencia multiorgánica

· Disminución de la temperatura corporal interna, lo que provoca que la

persona sienta frío en todo momento

· Letargo, pereza o cansancio todo el tiempo

· Infertilidad.

Bulimia nerviosa

La bulimia nerviosa se caracteriza por episodios frecuentes y recurrentes de

ingesta de cantidades extremadamente grandes de comida y una sensación de

falta de control sobre estos episodios. A este atracón le sigue un tipo de

comportamiento que lo compensa por el exceso de comida, como vómitos

forzados o abuso de laxantes o diuréticos, ayunos y/o exceso de ejercicios o

una combinación de estos comportamientos.

A diferencia de la anorexia nerviosa, las personas con bulimia nerviosa

generalmente mantienen lo que se considera un peso saludable o mientras que

algunas tienen un poco de sobrepeso. Al igual que las que tienen anorexia

nerviosa, estas personas tienen miedo de engordar, quieren

desesperadamente perder peso y se sienten muy insatisfechas con la forma y

el tamaño de su cuerpo. Por lo general, el comportamiento bulímico es secreto,

dado que va acompañado de un sentimiento de indignación o vergüenza. El

ciclo de atracón y purga puede darse varias veces a la semana e incluso varias

veces al día.

Otros síntomas incluyen:

· Garganta inflamada e irritada en forma crónica

· Glándulas salivales inflamadas en el área del cuello y la mandíbula

· Esmalte de los dientes gastados, dientes cada vez más sensibles y

cariados como resultado de la alta exposición al jugo gástrico

· Trastorno de reflujo gastroesofágico (ácido) y otros problemas

gastrointestinales

· Dolor e irritación intestinal a causa del abuso de laxantes

· Gran deshidratación a causa de la pérdida de líquidos al vomitar o

defecar por la acción de laxantes

Page 9: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

· Desequilibrio electrolítico que puede conducir a un ataque cardíaco

(niveles muy bajos o muy altos de sodio, calcio, potasio y otros

minerales).

Tratando la anorexia nerviosa

El tratamiento de la anorexia nerviosa incluye tres componentes:

· Recuperar un peso saludable

· Tratar problemas psicológicos relacionados con el trastorno de la

alimentación

· Disminuir o eliminar los comportamientos o los pensamientos que

llevaron a una alimentación escasa y evitar una recaída.

·

Algunos investigadores sugieren que el uso de medicamentos, como

antidepresivos, antipsicóticos o estabilizadores del estado de ánimo, puede ser

modestamente efectivo para tratar pacientes con anorexia nerviosa. Estos

medicamentos pueden ayudar a resolver síntomas relacionados con el estado

de ánimo y la ansiedad que con frecuencia coexisten con la anorexia nerviosa.

No hay certeza de que los antidepresivos puedan evitar una recaída en algunos

pacientes con anorexia nerviosa que han logrado restaurar su peso. Sin

embargo, aunque las investigaciones aun continúan, ningún medicamento ha

demostrado ser eficaz en ayudar a alguien a ganar peso para llegar a un nivel

normal.

Diferentes formas de psicoterapia, incluyendo individuales, grupales y

familiares, pueden ayudar a tratar las razones psicológicas de la enfermedad.

En la terapia familiar del modelo del Maudsley, los padres de adolescentes con

anorexia nerviosa asumen la responsabilidad de alimentar a sus hijos. Este

enfoque parece ser muy efectivo cuando se trata de ayudar a una persona con

anorexia nerviosa a subir de peso y mejorar sus hábitos alimenticios y sus

estados de ánimo. Al quedar su efectividad demostrada en estudios de casos y

ensayos clínicos, este enfoque del Maudsley de la terapia familiar se discute en

algunos estudios y directrices destinados al tratamiento de los trastornos de la

alimentación en pacientes jóvenes no crónicos. Otra investigación demostró

que el tratamiento combinado de atención médica y psicoterapia de apoyo

Page 10: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

diseñado especialmente para pacientes con anorexia nerviosa es más efectivo

que la psicoterapia sola. Aunque en todos los casos, la efectividad del

tratamiento depende de la persona involucrada y de su situación.

Desafortunadamente, no existe una psicoterapia específica que sea

invariablemente efectiva para tratar a adultos que padecen anorexia nerviosa.

No obstante, las investigaciones sobre nuevos enfoques de tratamiento y

prevención parecen prometedoras. Un estudio indica que un programa de

intervención por Internet puede evitar que algunas mujeres en riesgo

desarrollen un trastorno de la alimentación. Además, un tratamiento

especializado para la anorexia nerviosa puede reducir los riesgos de muerte.

Tratando la bulimia nerviosa

Al igual que con la anorexia nerviosa, el tratamiento de la bulimia nerviosa

implica una combinación de opciones y depende de las necesidades del

individuo. Para disminuir o eliminar el comportamiento de atracones y purgas,

es probable que el paciente reciba asesoramiento nutricional y psicoterapia, en

especial la terapia cognitiva-conductual (TCC), o que se le recete algún

medicamento. TCC ayuda a una persona a concentrarse en sus problemas

actuales y cómo resolverlos. El terapeuta ayuda al paciente a aprender a

identificar los patrones de pensamientos distorsionados o inútiles, reconocer y

cambiar las creencias erróneas, relacionarse con los demás de forma más

positiva, y, en consecuencia, cambia los comportamientos. LA TCC que fue

adaptada para tratar la bulimia nerviosa también demostró ser efectiva para

cambiar el comportamiento de atracones y purgas así como los hábitos

alimenticios. La terapia puede ser individual o grupal.

Algunos antidepresivos, como la fluoxetina (Prozac), que es el único

medicamento aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos

(FDA) de los Estados Unidos para tratar la bulimia nerviosa, pueden ayudar a

pacientes que también sufren depresión y/o ansiedad. Asimismo, la fluoxetina

parece ayudar a disminuir el comportamiento de atracones y purgas, reducir la

posibilidad de una recaída y mejorar los hábitos alimenticios

Las complicaciones de la Anorexia y Bulimia Nerviosa más importantes son:

Consecuencias fisiológicas

Desnutrición y deshidratación.

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Alteraciones renales

Estreñimiento

Erosión del esmalte dental y caries

Perforación del esófago.

Alteraciones cardiovasculares

Anemias

Descalcificación ósea y fracturas

Calambres musculares

Piel seca y quebradiza,

Lanugo (vello corporal)

Neumonía.

Ausencia de la menstruación.

Detención del desarrollo hormonal

Disminución del tamaño del corazón

Atrofia cortical

Hernia de hiato

Fatiga

Consecuencias psicológicas

Depresión

Ansiedad

Irritabilidad

Dificultad para conciliar el sueño

Problemas de concentración

Autoestima muy baja

La valoración personal depende totalmente del peso y la silueta.

Pensamientos negativos hacia el cuerpo

Creencias erróneas sobre el cuerpo, el peso y los alimentos

Cambios bruscos de personalidad

Tendencia al aislamiento

Problemas de relaciones interpersonales

Trastorno por atracón

Page 12: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

Con el trastorno por atracón una persona pierde el control sobre su

alimentación. A diferencia de la bulimia nerviosa, a los episodios de atracones

no les siguen comportamientos como purgas, exceso de ejercicios o ayunos.

Por esta razón, las personas con trastorno por atracón a menudo tienen

sobrepeso o son obesas. Las personas con trastorno por atracones que son

obesas tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares o

presión arterial elevada.9 También experimentan un sentimiento de culpa,

vergüenza y/o angustia por tal comportamiento, lo que puede llevar a más

atracones.

La importancia de la Imagen Corporal:

Una de las características más importantes de la Anorexia y la Bulimia

Nerviosa, es la ALTERACIÓN DE LA IMAGEN CORPORAL. La imagen

corporal es la representación mental de nuestro cuerpo, es la forma en que nos

vemos o pensamos sobre nuestro cuerpo y la forma en que creemos que los

demás nos ven. Es un factor determinante en el inicio, mantenimiento y las

posteriores recaídas que se producen en estos trastornos.

En la anorexia y la bulimia, la alteración de la Imagen corporal se puede

apreciar en los siguientes síntomas:

-Gran insatisfacción con el cuerpo, que se manifiesta en un rechazo del mismo.

-Negación de la delgadez, aunque la persona esté en un peso extremadamente

bajo.

-Continuos comentarios y quejas de que uno está “gordo”, aunque tenga un

peso por debajo de su peso saludable.

-Emociones y reacciones negativas sobre su cuerpo.

-Quejas por defectos en el cuerpo, aunque sean  inapreciables para el resto de

personas que conviven con el paciente.

-“Ver” el tamaño de zonas de su cuerpo más grandes de lo que son.

-Evitación de situaciones  en las que se tenga que mostrar alguna parte del

cuerpo (ponerse el bañador o un pantalón corto, un traje con tirantes, mostrar

alguna parte de su cuerpo, etc.).

-Esconder o disimular partes del cuerpo.

Page 13: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

-Baja autoestima, la cual depende totalmente del peso que tengan ese día, por

lo que se va perdiendo el interés por cosas o actividades con las que antes

disfrutaba.

Tratando el trastorno por atracón

Las opciones para tratar el trastorno por atracón son similares a aquellas

utilizadas para tratar la bulimia nerviosa. La psicoterapia, en especial la TCC

adaptada al individuo, ha demostrado ser efectiva. Nuevamente, este tipo de

terapia puede ofrecerse de manera individual o grupal.

Finalmente, la fluoxetina (Prozac), y otros antidepresivos pueden reducir los

episodios de atracones y ayudar a aliviar la depresión en algunos pacientes.

PROGRAMA DE TRATAMIENTO  PARA LOS TRASTORNOS

ALIMENTARIOS

El programa de tratamiento que llevamos a cabo para los Trastornos

Alimentarios tiene los siguientes componentes:

1. -Establecer un patrón de alimentación regular.

2. -Eliminación de atracones, vómitos y el abuso de laxantes y diuréticos.

3. -Normalización de los hábitos alimentarios, introducción de unos patrones de

alimentación equilibrados.

4. -Tratamiento psicológico de las creencias y pensamientos irracionales,  hacia

el cuerpo y el peso, así como de las conductas que mantienen el problema.

5. -Tratamiento de la Insatisfacción con el cuerpo y mejora de la Imagen

Corporal.

6. -Tratamiento de las distorsiones de la Imagen Corporal mediante una

aplicación de Realidad Virtual.

¿Cómo afectan a los hombres?

Al igual que las mujeres que sufren de trastornos de la alimentación, los

hombres tienen una imagen corporal distorsionada. Para algunos, los síntomas

son similares a los observados en las mujeres. En otros, el inicio puede estar

marcado por una dismorfia muscular, un tipo de trastorno que se caracteriza

por una preocupación extrema por aumentar la masa muscular. A diferencia de

las mujeres con trastornos de la alimentación, que en la mayoría de los casos

Page 14: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

lo único que quieren es perder peso, algunos de los hombres con dismorfia

muscular se ven más pequeños de lo que en realidad son y quieren engordar o

desarrollar más músculos. Los niños y los hombres corren un riesgo mayor de

usar esteroides u otros fármacos peligrosos con el objetivo de aumentar la

masa muscular.26

Aunque los hombres con trastornos de la alimentación presentan los mismos

síntomas que las mujeres, es menos probable que se les diagnostique con lo

que generalmente se considera un trastorno “femenino”. Se debe investigar

más para comprender mejor las características individuales de estos trastornos

en los hombres.

¿Qué se está haciendo para comprender y tratar mejor los trastornos de la

alimentación?

Los investigadores están encontrando que los trastornos de la alimentación son

el resultado de una compleja combinación de factores genéticos, biológicos,

psicológicos y sociales, pero todavía hay muchas preguntas sin respuestas.

Los investigadores están utilizando lo último en tecnología y ciencia para

comprender mejor los trastornos de la alimentación.

Una de las propuestas implica el estudio de la genética humana. Los

investigadores estudian diferentes combinaciones genéticas para determinar si

alguna variación en el ADN se asocia con el riesgo de desarrollar un trastorno

de la alimentación.

Los estudios de neuroimágenes también permiten comprender mejor los

trastornos de la alimentación y descubrir posibles tratamientos. Además, un

estudio demostró que existen diferentes patrones en la actividad cerebral de

mujeres con bulimia nerviosa en comparación con mujeres sanas. Asimismo,

con la resonancia magnética funcional (RMf), los investigadores pueden ver las

diferencias en la actividad cerebral mientras las mujeres realizan una tarea que

implica autorregulación. (Una tarea que requiere la superación a una respuesta

automática o impulsiva).

También se están estudiando las intervenciones de psicoterapia. Un estudio en

adolescentes detectó que más adolescentes con bulimia nerviosa se

recuperaron después de recibir el tratamiento familiar del modelo del Maudsley

que aquellos que recibieron psicoterapia de apoyo, que no trataba el trastorno

de la alimentación en particular.

Page 15: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

Los investigadores están estudiando las preguntas sobre el comportamiento, la

genética y la función del cerebro para comprender mejor los factores de riesgo,

identificar los marcadores biológicos, y desarrollar las psicoterapias específicas

y medicamentos que pueden apuntar a áreas del cerebro que controlan la

conducta alimentaria. Además, los estudios de neuroimágenes y genéticos

pueden brindar pistas sobre cómo cada persona puede responder a

tratamientos específicos para estas enfermedades médicas.

PREVENCIÓN DE LOS TRASTORNOS DEL COMPORTAMIENTO

ALIMENTARIO

Los trastornos del comportamiento alimentario han llegado a ser una

preocupación

De Salud Pública en todos los países occidentalizados, por lo que se han

sugerido programas de educación para prevenir el desarrollo de estas

conductas y promover prácticas saludables de alimentación en niños y

adolescentes.

La prevención de los TCA es necesaria y dificultosa por tratarse de

adolescentes en los que es fácil crear necesidades e inducir al consumo. Es

difícil diferenciar entre información preventiva y propagación de conductas. Las

intervenciones preventivas que tienen como base el sistema escolar podrían

incrementar los riesgos y producir más daños que beneficios. Dichas

intervenciones deben ser cuidadosamente diseñadas, realizados por

profesionales adecuados y coordinados por las instituciones con el fin de

unificar criterios.

Cuatro son los factores que hacen necesario pensar en términos de programas

de Prevención en los TCA en adolescentes:

· Los datos de prevalencia e incidencia. Señalan hacia un posible incremento

sostenido en las últimas dos décadas de prevalencia, hasta afectar una parte

significativa de la población femenina en un continuo que va desde la

normalidad a la población de riesgo y de ella a quienes padecen síndromes

parciales que en porcentaje importante termina encuadros completos.

Page 16: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

· La gravedad de las patologías y su impacto sobre las familias. Los TCAcursan

con severa comorbilidad médica y psiquiátrica. En la AN la mortalidad es

cercana al 5% y una tendencia a la cronicidad que en algunas series supera el

20-30%. El impacto sobre todos los miembros del grupo familiar es intenso y

prolongado, favoreciendo el desarrollo de nueva patología alimentaria en las

hermanas.

· El mejor conocimiento de la población de riesgo. La mujer joven, la

adolescente, aquella que hace dieta para adelgazar, (la principal conducta de

riesgo), más aun, si realiza otras actividades de riesgo y se le suman

elementos desencadenantes que condicionan un estado emocional negativo.

· Patologías contagiosas. La enfermedad parece trasmitirse entre las niñas,

actuando algunas de ellas como vectores y pone a prueba la capacidad dela

familia para cortar el circuito de propagación adolescente. La enorme presión

social para adelgazar y huir de la obesidad actúa como factor patogénico

permanente.

Prevención Primaria

Los esfuerzos realizados en prevención primaria en diferentes grupos de edad

Y población de riesgo, han producido resultados limitados. Como base de

Actuación:

· Tener en cuenta los factores del desarrollo a lo largo de las diferentes etapas

de la vida.

· Utilizar estrategias que impliquen algo más que mera información,

promoviendo prácticas de alimentación saludables y hábitos físicos adecuados.

El pediatra es el primer profesional que entra en contacto con el niño y su

Familia, y puede marcar las pautas de alimentación y sueño que indirectamente

Protegerá de los TCA, aconsejando:

a) Cuidado y estímulo de la alimentación natural o lactancia materna.

b) Cuidado y manejo de las alteraciones de la interacción madre-hijo que

surgen de la dificultad para alimentarlo o se expresan como problemas

alimentarios.

c) Trabajo conjunto con el psidopsiquiatra o psicólogo infantil en las anorexias

de la infancia.

Page 17: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

d) Atención a la modulación del apetito, ingestión de alimentos y búsqueda de

saciedad en niños voraces y comedores emocionales.

e) Seguimiento de la interacción vincular y conducta alimentaria en niños hijos

de pacientes con TCA.

f) Seguimiento de las niñas con desarrollo precoz y aparente súper autonomía,

modulando el refuerzo indiscriminado de los padres y su tentación de

inscribirlas en mil actividades en lugar de estar con ellas.

g) Enseñar un uso saludable de la televisión.

h) Atender a la adolescente en su desarrollo y maduración sexual. Es

conveniente hacer un seguimiento del proceso puberal con visitas semestrales

que incluyan exploración física, antropometría y explicación de los cambios

físicos y mentales. Si es posible, algunas indicaciones en lo referente a: sueño,

alimentación, ejercicio físico, y formas saludables de vestir.

i) Cuidado especial de las niñas que tienen la menarquía estando un poco

gorditas, realizando visitas trimestrales y con indicaciones claras en

alimentación, ejercicio y entrenamiento en autoestima y habilidades sociales.

Algunas intervenciones en el desarrollo psicosocial mejoran el funcionamiento

vincular y las conductas de apego, y secundariamente, protegen de los TCA

enlosa programas de desarrollo y crecimiento del niño sano.

Se deben trasmitir los mensajes de:

· La alimentación infantil es algo más que el mero balance

calóricoproteicocorrecto.

· Introducir el aspecto relacional, interactivo y cultural en las consultas por

alimentación, desde la etapa de bebés.

· Evitar las normas rígidas en torno a la alimentación infantil, (horarios, dieta

estricta, etc.), con el fin de favorecer la interacción.

· Huir de los alarmismos y exageraciones (anemias, raquitismos, etc.)Ante

cualquier rechazo alimenticio.

· No amenazar ni a la madre/padre ni al niño/a. Tolerar las desviaciones

culturales y corregirlas con suavidad, con el fin de conseguir la colaboración.

· Escuchar y contener las ansiedades de las familias en torno a la alimentación.

El desarrollo de la función materna está muy ligado a la alimentación, ya que la

Page 18: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

madre es la que compra los alimentos, los prepara, cocina o distribuye,

empleando buena parte de su tiempo y sus energías en este menester.

· Evitar tópicos y fórmulas hechas en torno a la alimentación, individualizar lo

más posible, con el fin de que se contextualicen nuestras orientaciones.

· Regular racionalmente la composición y duración de cada comida y la

distribución de ella (p. ej. evitar las comidas interminables, cancelar la tentación

de dejar para otra hora lo que no quiera, etc.).

· Señalar que los caprichos alimenticios son efecto de la comodidad de las

familias y fuente de obtención de beneficios secundarios para los niños/as; es

decir, el gusto alimenticio es educable.

· Los domicilios familiares no deben ser ni restaurantes (no se come a lacarta),

ni las madres son cocineras (aunque hagan la comida, pero sólo una y para

todos, al menos a partir de determinada edad).

· Evitar las fijaciones alimentarias (p. ej. señalar que cada etapa en la infancia

tiene unas características y los componentes regresivos como biberón, papillas,

dar de comer, etc. son sólo de las primeras etapas del desarrollo humano).

· El acto de la comida no debe ser un martirio (evitar el martilleo y la vivencia

de suplicio tanto en las madres como en los niños/as, huir delos chantajes

afectivos, la comida no es recorrer pasillos tras el niño, evitar la televisión).

· Dar tiempo al niño/a y darse tiempo para los cambios y acomodaciones (p. ej.

el apetito no tiene por qué ser constante y puede que exista alguna época con

más o menos apetito, valorar las épocas de mayor tensión como son los

exámenes u otro tipo de variaciones por pequeñas que nos parezcan a los

adultos como cambio de casa, colegio o compañeros.

· No iniciar el tratamiento farmacológico de entrada ante cualquier trastorno de

alimentación (p. ej. evitar los estimulantes del apetito, o los polivitamínicos de

complacencia).

A los niños se les debe:

· Enseñar a aceptar un amplio rango de siluetas corporales.

· Guiar el desarrollo de intereses y habilidades tendentes al éxito sin basarse

en su imagen corporal.

· Enseñar alimentación saludable y hábitos de ejercicio, enfatizándolos efectos

negativos de las dietas.

Page 19: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

· Enseñar modos de resistir bromas sobre su peso o las presiones para

ponerse a dieta.

· Informar sobre los distintos aspectos del desarrollo, para aliviar ansiedades

sobre la pubertad y enfatizando que la ganancia de peso es normal y necesaria

en el desarrollo.

En la adolescencia temprana, entre los 11 y 13 años, la mayoría de las chicas

están insatisfechas con sus cuerpos y quieren adelgazar. Surgen actitudes y

conductas alimentarias no saludables qué van a ir aumentando, por lo que este

periodo es crítico para la prevención.

Se debe trabajar sobre el desarrollo puberal. La maduración temprana es un

factor de riesgo provocando mayor insatisfacción con el peso y el incremento

de la independencia, y se puede actuar sobre los siguientes puntos:

· Los padres y sus hijos necesitan comprender y aceptar el aumento de la

necesidad de independencia.

· Informar sobre los cambios de la pubertad, incremento de la grasa corporal

como algo normal y sobre los componentes psicosociales (relaciones con

chicos, problemas con los padres).

· Aprender a afrontar las burlas de los otros con entrenamiento asertivo.

· Relajación para regular emociones.

· Educar sobre conductas inadecuadas para afrontar las emociones, incluyendo

el uso de comida, drogas y alcohol.

· Entrenar en habilidades de manejo del tiempo, para resistir presiones

académicas.

· Proporcionar información comprensible sobre alimentación saludable y

ejercicio físico, efectos de las restricciones y dietas crónicas, y peligros físicos y

psicológicos de las pérdidas drásticas de peso.

En la adolescencia media, entre 13 y 16 años, existe más evidencia sobre

dietas, vómitos provocados, uso de laxantes y diuréticos, atracones,

sentimientos de sobrepeso e insatisfacción dela imagen corporal, que precisan

intervenciones preventivas seleccionando a la población de mayor riesgo. Son

importantes los déficit de autoestima, los problemas de autocontrol y la

Page 20: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

regulación emocional. También la elección de estudios o carrera y el

surgimiento del ideal de “súper mujer”.

Las estrategias preventivas deben atender a la alimentación, la autorregulación

y las relaciones con los iguales utilizando:

· Estrategias cognitivo-conductuales para el manejo de emociones, ayudando a

establecer conexiones entre emociones y uso de alimentos o sustancias para

evaluar alternativas saludables en el manejo del afecto negativo.

· Cuestionar y discutir los valores personales, con ejercicios que faciliten una

autovaloración diferente al éxito académico o profesional.

· Las imágenes de mujeres en medios de comunicación puede usarse como

punto de partida para discutir el papel femenino. Se pueden usar ejercicios,

fotos, dibujos o simular pasarelas, para mejorar la imagen corporal.

· Discusión y confrontación con habilidades de resolución de problemas para

conseguir soluciones constructivas frente a las dificultades de relación entre

padres e hijos.

En la adolescencia tardía, de 17 a 20 años, las áreas a trabajar son:

· Aumento de la independencia y de las relaciones de grupo. Son importantes

las bromas y burlas sobre el peso y más para las que están algo obesas.

También aumentan las citas y la importancia del atractivo para el otro sexo.

· Logro de un sentimiento integrado del “yo”.

En los jóvenes de 21 a 25 años con trastornos alimentarios solemos encontrar

excelentes habilidades para desarrollar relación es que parecen sinceras, pero

que realmente están vacías. Las que valoran el éxito intelectual y profesional

pero no el ser esposa o ama de casa tienen doble probabilidad de atiborrarse

incontroladamente de comida o bien intentar controlar su peso con laxantes,

diuréticos o provocándose vómitos.

Pueden ser factores de riesgo:

· Cambios frecuentes de relaciones, trabajo o domicilio.

· Vivir en un colegio mayor por la competitividad en los logros o las citas.

· Participar en deportes de competición.

Page 21: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

Como estrategias preventivas pueden servir:

· Educar en grupos centrándose en el crecimiento de la relación espera evitar

el aislamiento.

· Manejar el estrés generado por los cambios y los diferentes roles.

· Presentaciones educativas en colegios mayores o similar, sobre factores de

riesgo y el efecto contagioso de las dietas y los atracones, así como enseñar a

manejar situaciones cuando se observan estas conductas.

· Prevenir entre atletas con discusiones sobre factores de alto riesgo, manejo

del estrés, así como cuidar los comentarios personales sobre tallas por

entrenadores, padres o compañeros.

En los mayores de 25 años, entre los factores de riesgo, aparte los ya

comentados como burlas y bromas sobre silueta o peso, estrés por los estudios

o trabajo y los problemas familiares, se pueden añadir problemas maritales,

muerte del esposo o padres, nacimiento de un hijo, rupturas matrimoniales o

temor a envejecer.

Las estrategias preventivas se dirigen a:

· Informar sobre los mecanismos de “pesimismo”, como una forma de prejuicio

similar al racismo y al sexismo.

· Crear grupos de mujeres que exploren los efectos de los conflictos del rol

femenino sobre la salud.

Prevención secundaria

Hasta el presente, parece ser éste el nivel preferente al que se han dirigido los

esfuerzos, siendo posible reducir el tiempo que media entre la aparición del

trastorno y la puesta en marcha de un tratamiento eficaz con de las siguientes

estrategias:

· Formación adecuada de diferentes colectivos de profesionales que pueden

estar en contacto con la población de riesgo y actuar como elementos de

detección de los TCA (maestros, profesores, psicólogos escolares,

farmacéuticos, etc.).

Page 22: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

· Formación adecuada de los médicos de atención primaria, para quesean

capaces de diagnosticar lo más precozmente posible, y, en consecuencia,

tratar o derivar los casos que llegan a sus consultas.

· Desarrollo de los dispositivos asistenciales necesarios en el segundo y tercer

nivel para proporcionar un tratamiento adecuado a los casos que han sido

identificados.

Prevención terciaria

Como se ha señalado anteriormente, un tratamiento rápido y adecuado es el

elemento principal capaz de reducir la aparición de secuelas asociadas a los

TCA y evitar la cronificación de los pacientes.

El curso natural de los TCA es variable pero como media se demora 4-5 años,

llegando a la recuperación en aproximadamente el 65% de los casos. El trabajo

interdisciplinario entre médicos de cabecera, pediatras, psiquiatras y unidades

de hospitalización:

· Favorece la continuidad del tratamiento.

· Disminuye las hospitalizaciones.

· Reduce la estancia media.

· Actúa sobre los factores que provocan o mantienen el cuadro.

· Evalúan las necesidades asistenciales.

Por otra parte, el desarrollo de dispositivos capaces de seguir la evolución

delos mismos, de proporcionar tratamientos a largo plazo y de brindar el apoyo

social necesario es imprescindible de cara a reducir la discapacidad futura.

Page 23: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

ESTUDIO INTERNACIONAL

Prevalencia de riesgo de trastornos alimentarios en adolescentes mujeres

escolares de la Región Metropolitana

1. Pediatra. Departamento de Pediatría, Pontificia Universidad Católica de

Chile.

2. Psicóloga. Pontificia Universidad Católica de Chile.

3. Pediatra. Departamento de Salud Pública, Pontificia Universidad Católica de

Chile. Santiago, Chile

Resumen

Introducción: Los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA) en adolescentes

son un serio problema de salud pública que ha ido en aumento con sustancial

morbilidad y mortalidad. Es importante una detección precoz, ya que el inicio de

tratamiento temprano mejora la respuesta y el pronóstico. Objetivo: Cuantificar

la prevalencia de riesgo de TCA en adolescentes mujeres de la Región

Metropolitana (RM) y evidenciar si existen diferencias de prevalencia por

grupos de edad y nivel socioeconómico (NSE), identificando el impacto de los

rasgos psicológicos reforzadores en ellas. Pacientes y Método: Se aplicó el

instrumento EDI-2 a un total de 1 610 escolares, entre 11 y 19 años. La

muestra fue no probabilística, y se extrajo de 9 establecimientos educacionales

de la RM, pertenecientes a comunas de distintos NSE elegidos por

conveniencia. El punto de corte para considerar riesgo de TCA utilizado fue

mayor o igual a 110. Resultados: Se analizaron 1 050 encuestas. El 8,3% de la

población adolescente escolar presentó riesgo para TCA. Hubo una mayor

prevalencia de riesgo de TCA en aquellos colegios pertenecientes a comunas

de menores ingresos: bajo (11,3%), medio (8,3%) y alto (5,1%). Esta diferencia

fue estadísticamente significativa (p < 0,02). Hubo una tendencia de mayor

proporción de adolescentes con riesgo de TCA en el grupo 12 años o menos

(10,3%), entre los 13 y 15 años (8,6%), y 7,4% para las de más de 16 años. (p

< 0,575) las tres primeras escalas, (DT) Obsesión por la Delgadez (14,6 vs

6,3), (B) Bulimia (6,1 vs 1,8) y (BD) Insatisfacción Imagen Corporal (17,2 vs

7,7) discriminan el grupo de riesgo de desarrollar TCA. En las 8 escalas

restantes se evidencian los rasgos reforzadores del TCA. Conclusiones: 1) El

Page 24: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

riesgo de prevalencia de TCA en población adolescente femenina escolar entre

11 y 19 años en la RM fue del 8,3%; 2) Hubo una mayor prevalencia de riesgo

de TCA en colegios de NSE bajo (11,3%), (p < 0,02); 3) Existe una tendencia

preocupante de que el grupo etario de mayor riesgo sea el de menor edad, a

pesar de no ser estadísticamente significativo; 4) Las tres primeras escalas del

EDI-2, DT, B y BD discriminan el grupo de riesgo de desarrollar trastornos de

conducta alimentaria; 5) Creemos que la utilización de este test de screening

(trastornos conducta alimentaria, adolescentes, anorexia, bulimia, factores de

riesgo).es de gran utilidad en la detección de grupos de riesgo y deben ser

aplicados por profesionales experimentados y a poblaciones específicas en

estudio.

Background: Adolescent eating disorders (ED) are a serious public health

problem rising with morbidity and mortality. It is important a quick detection,

since an early beginning of treatment improves the prognosis and results.

Objective: To quantify the risk prevalence of ED in female adolescents of the

Metropolitan Region (MR), and evidence differences by groups of age and socio

economical level (SEL). To identify the impact of the psychological

characteristics that reinforce them. Patients and Methods: The EDI-2 test was

applied to a total of 1610 female students between 11 and 19 years old. The

sample was not random and was extracted from 9 schools chosen by

convenience, located in areas of different SEL in the MR. The threshold used to

consider risk of ED was > 110. Results: 1 050 surveys were analyzed. 8,3% of

the adolescent school population presented risk factors for ED. A higher risk of

ED was found in schools located in low-income areas (11,3%), middle-income

(8,3%) and high-income (5,1%). These differences were statistically significant

(p < 0,02). A tendency to a greater proportion of adolescents at risk of ED was

shown in the group of girls 12 years old or younger (10,3%), while those

between 13 and 15 years old presented 8,6%, and 7,4% for those older than 16

(p < 0,575). The three first scores, (DT) Drive for Thinness (14,6 vs 6,3), (B)

Bulimia (6,1 vs 1,8) and (BD) Body Dissatisfaction (17,2 vs 7,7) discriminate the

high-risk group to develop ED. The eight remaining scores show traces of

personality that reinforce eating disorders. Conclusions: 1) The study concludes

that prevalence of risk for ED in the screened population was 8,3%; 2) The

prevalence of risk for ED was greater in the low-income socioeconomic level

Page 25: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

(11,3%) (p < 0,02); 3) Despite not being statistically significant, the observed

tendency is that the group at greater risk is the one of younger age,

recommending a future evaluation; 4) The results confirm that the three first

scores of the test EDI-2 distinguish the group at highest risk of developing an

ED; 5) We believe that the use of this screening test routinely in adolescent

population will be fundamental for an early detection of ED when applicated by

experienced professionals on specific populations under study.

INTRODUCCIÓN

En la práctica clínica, tanto pública como privada, los profesionales de la salud

hemos podido constatar que los trastornos de alimentación han llegado a

constituir un problema de creciente importancia en poblaciones jóvenes. El

número de casos que se diagnostica y trata es cada vez mayor, y si sumamos

a esto el hecho que el diagnóstico se realiza en etapas avanzadas de la

enfermedad, cuando el trastorno alimentario está instalado con sus

consecuentes complicaciones médicas, el panorama es menos alentador. Los

trastornos de conducta alimentaria tienen repercusiones graves: requieren de

un tratamiento largo y complejo, se cronifican en buena parte de los casos,

conllevan un gran sufrimiento personal y familiar y pueden dar lugar a la

muerte1,7,12.

Los adolescentes son el segmento de la población con mayor vulnerabilidad

debido a que están en proceso de construcción de su identidad y no poseen

aún criterios y valores propios que les permitan escapar a la presión de los

modelos estéticos vigentes, uno de los factores asociados a la búsqueda de un

cuerpo cada vez más delgado3,5,24.

Para realizar el diagnóstico de un trastorno de conducta alimentaria se requiere

un alto índice de sospecha por parte del clínico, lo que en conjunto con una

anamnesis acuciosa, ayuda a evitar el retraso del diagnóstico. Es sabido que el

comienzo de este tipo de patología suele ser insidioso y con frecuencia pasa

desapercibido a la familia o al sistema escolar. De aquí la importancia de una

detección temprana, antes que el trastorno se instale con sus consecuentes

complicaciones médicas, ya que el inicio de tratamiento temprano mejora la

respuesta y el pronóstico.

Page 26: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

Para la identificación de los grupos de riesgo se han utilizado distintos

cuestionarios de screening, como el EDI (Eating Disorder Inventory). Este

último, es el instrumento estandarizado de auto aplicación más utilizado tanto

en USA como en otros países13,14. El test EDI- 2 ha sido adaptado para su

utilización en población femenina chilena, de 12 a 21 años, por Cárcamo,

Sciaraffia y Rider durante el año 2003 como parte de su proyecto de título6.

Nuestra investigación pretende conocer la prevalencia de los trastornos

alimentarios en escolares adolescentes chilenas de la región metropolitana y

evidenciar si existen diferencias de prevalencia por grupos de edad y/o nivel

socioeconómico, identificando el impacto de los rasgos psicológicos

reforzadores en ellas.

Los resultados permitirán alertar a los profesionales de la salud de los factores

de riesgo y signos y síntomas de estos trastornos, a fin de realizar un

diagnóstico precoz y un manejo adecuado y desde la perspectiva de la salud

pública esta investigación sentará las bases para el diseño e implementación

de intervenciones preventivas acordes a nuestra realidad.

PACIENTES Y MÉTODO

Definición conceptual y operacional de las variables

- Riesgo de trastorno alimentario: Probabilidad de padecer una patología

alimentaria (anorexia, bulimia o trastorno de conducta alimentaria no

especificado). éste se evalúa por la presencia de un excesivo miedo a

engordar, la insatisfacción con el cuerpo, la tendencia a tener pensamientos o

darse atracones incontrolables de comida, acompañado de rasgos psicológicos

reforzadores tanto personales (perfeccionismo, conciencia introceptiva, miedo a

la madurez, ascetismo e impulsividad) como interpersonales (ineficacia,

desconfianza interpersonal e inseguridad social). En términos operacionales, se

definió como riesgo de trastorno alimentario la obtención de un puntaje mayor o

igual a 110 puntos, equivalente al percentil 85 en el test EDI-2, según los

estándares (baremos) para la población española de la escala EDI-2 del autor

de este instrumento. Se obtuvo, así, dos niveles: 1) Ausencia de trastorno

alimentario: Puntajes menores al percentil 85 y 2) Riesgo de padecer trastorno

alimentario: puntajes mayores o iguales al percentil 85.

Page 27: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

- Adolescencia operacionalmente se dividió en tres niveles: Temprana para

aquellas adolescentes cuyas edades fluctuaron entre los 10 a 12 años, media

entre los 13 a 15 años y tardía entre los 16 a 19 años.

- Nivel socioeconómico: No se utilizó el instrumento clásico (Escala de Graffar,

para no modificar la estructura del cuestionario EDI-2). Se aproximó NSE con el

costo de la mensualidad de matrícula y la comuna del establecimiento

educacional:

Nivel socioeconómico Alto: Colegios con mensualidad superior a $ 200.000 por

alumno, ubicados en el sector oriente de Santiago y consensualmente

reconocidos en este segmento.

Nivel socioeconómico Medio: Colegios con mensualidad entre $ 0 y $ 200.000

por alumno ubicados en distintas comunas de la Región Metropolitana, y

consensualmente reconocidos en este segmento.

Nivel socioeconómico Bajo: Colegios gratuitos ubicados en la periferia de la

ciudad de Santiago.

Tipo de estudio y selección de la muestra

Nuestro estudio fue de tipo exploratorio descriptivo, con una medición única, el

que contó con una muestra intencional de 1.610 adolescentes escolares

mujeres, entre 11 y 19 años, de 3 colegios de la RM pertenecientes a cada uno

de los NSE definidos previamente. A toda la muestra se aplicó el instrumento

EDI-2 para medir la prevalencia de trastornos de la conducta alimentaria.

El cálculo del tamaño muestral se realizó considerando la prevalencia de

trastorno alimentario inferior a 20% y que se quiso estimar con un margen de

error inferior a 2,5 puntos porcentuales (es decir, si la prevalencia real bordea

el 20%, entonces se quiere una estimación entre 17,5 y 22,5%), con una

confianza estadística de 95%, el tamaño muestral mínimo necesario es de 982

casos. Previendo que por las características del test y la muestra un número

importante de encuestas pudieran ser invalidadas, se aumentó el n de la

muestra a 1.610 adolescentes escolares de séptimo a cuarto medio, cuyas

edades fluctuaron entre 11 y 19 años. De éstas, 454 correspondieron al NSE

alto, 613 al nivel medio y 543 al NSE bajo.

Nuestra muestra fue no probabilística, y se extrajo de nueve establecimientos

educacionales con los cuales se tuvo contacto previo, lo que facilitó el tener los

permisos correspondientes para la aplicación de nuestro instrumento.

Page 28: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

Descripción del instrumento

Se utilizó el test EDI-2, el que es un instrumento de auto informe utilizado para

evaluar los síntomas que normalmente acompañan a la anorexia nerviosa (AN)

y la bulimia nerviosa (BN). El EDI-2 incluye tres escalas que evalúan actitudes

y conductas relacionadas con la comida, el peso y el tipo (obsesión por la

delgadez (DT), bulimia (B) e insatisfacción corporal (BD)) y otras ocho más

generales referidas a constructos organizativos o rasgos psicológicos que son

clínicamente relevantes en el caso de los trastornos de conducta alimentaria

(ineficacia, perfeccionismo, desconfianza interpersonal, conciencia introceptiva

y miedo a la madurez)14.

El EDI-2 ha sido estandarizado en USA y España14,14. Fuera del ámbito clínico,

el EDI-2 representa una forma rápida y económica de detectar sujetos que

presentan trastornos de la conducta alimentaria "subclínicos" o que tienen

riesgo de desarrollar en el futuro este tipo de conductas. Cada escala presenta

una puntuación continua y cuanto mayor sea la puntuación obtenida, mayor

será la manifestación del rasgo evaluado. Está compuesto de 91 preguntas, a

las que se contesta en una escala de 6 puntos y en la que los sujetos deben

indicar si cada situación les ocurre "nunca", "pocas veces", "a veces", "a

menudo", "casi siempre" o "siempre".

Procedimientos

A pesar de que el EDI-2 aplicado fue adaptado por Cárcamo y otros6, previo a

su aplicación, este test fue sometido al juicio de expertos para la validez de las

preguntas y para evaluar sus fortalezas y debilidades en la utilización con

población adolescente escolar chilena, especialmente en lo referido a lenguaje.

Las alumnas seleccionadas recibieron las instrucciones para contestar la

prueba en sus respectivas aulas. Se solicitó el consentimiento informado de las

adolescentes para la participación en el estudio. El cuestionario EDI-2 fue auto-

aplicado y supervisado por los responsables de la investigación. No se

consideró los datos de una escala cuando se dejó sin contestar más de un

elemento de ella.

En las adolescentes que se detectó la posibilidad de padecer un trastorno

alimentario, se informó a sus apoderados y fueron referidos a un centro de

salud para su manejo.

Page 29: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

Para el análisis se utilizó el test chi-cuadrado para determinar la asociación

entre variables categóricas (comparación de porcentajes) y el test t-Student

para muestras independientes para la comparación de promedios. Todos los

análisis se hicieron usando el programa estadístico SPSS versión 13. Se

consideró significativo todo valor p inferior o igual a 0,05.

RESULTADOS

Se aplicó un total de 1.610 test EDI-2 a alumnas de séptimo a cuarto medio,

cuyas edades fluctuaron entre 11 y 19 años. De las 1.610 encuestas aplicadas

se invalidaron 560 por no haber sido respondidas en su totalidad, ya que para

ser válido el test EDI-2 exige 100% de respuestas contestadas. El porcentaje

de invalidación por tipo de colegio fue similar. La distribución de la muestra por

edad se puede ver en el figura 1.

Figura 1. Distribución de la

muestra por edad.

El análisis se efectuó sobre 1.050 encuestas, 297 del NSE alto, 434 del medio

y 319 del bajo. El promedio de edad fue de 15 años (14,98). En la tabla 1 se

observa que el 8,3% de la población adolescente escolar de la muestra (es

decir, 87 adolescentes de un total de 1.050), presentó un puntaje en el test

EDI-2 que la pone en riesgo de padecer un trastorno de la conducta alimentaria

(TCA).

Tabla 1: Riesgo de TCA en la muestra total

Page 30: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

Respecto de la distribución por nivel socioeconómico (NSE), se evidencia que

el grupo que presenta una mayor población en riesgo es el NSE bajo con un

11,3%, le sigue el NSE medio con un 8,3%, y por último, el NSE alto muestra el

menor nivel de riesgo relativo de TCA con un 5,1%, lo que es estadísticamente

significativo (p < 0,02) (tabla 2).

El análisis de los resultados por grupos de edad muestra una tendencia de

mayor proporción de adolescentes con riesgo de TCA en el grupo de menor

edad (12 años o menos), quienes muestran una población en riesgo

equivalente al 10,3% de este segmento. El porcentaje de población en riesgo

disminuye gradualmente a medida que se avanza de edad, bajando a 8,6%

entre las adolescentes entre 13 y 15 años, y a 7,4% para las de más de 16

años. Sin embargo, estas diferencias no son estadísticamente significativas (p

< 0,575) (tabla 3).

Tabla 3: Distribución de riesgo de TCA según grupo etario

Tabla 2:

Frecuenci

Page 31: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

Al analizar el comportamiento de las 11 escalas del Test EDI-2 se evidencia

claramente que las tres primeras escalas, DT, B Y BD discriminan el grupo de

riesgo de desarrollar trastornos de conducta alimentaria. Así para DT

(Obsesión por la delgadez) se observa un promedio de 14,67 en el grupo con

TCA y 6,3 en el grupo sin trastorno. En el caso de B (Bulimia) los promedios

son 6,16 y 1,88 respectivamente. Para BD (Insatisfacción corporal) son 17,25 y

7,73.

En el resto de las ocho escalas se evidencian los rasgos reforzadores del

trastorno de conducta alimentaria. En el caso de I (Ineficacia) el promedio para

TCA es de 12,72 versus 3,0 en el grupo sin TCA. Para P (Perfeccionismo) se

evidencia 9,55 versus 5,50 respectivamente. Para ID (Desconfianza

Interpersonal) el promedio para el grupo con TCA es 7,97 versus 3,5. En el

caso de IA (Conciencia Introceptiva) el promedio fue de 15,31 versus 5,28.

Para MF (Miedo a la Madurez) el promedio fue de 12,4 versus 7,57. Para A

(Ascetismo) los promedios fueron 10,93 versus 4,84. En el caso de IR

(Impulsividad) el promedio fue de 13,39 versus 3,88 y para SI (Inseguridad

Social) el promedio fue de 11,43 versus 3,76 (figura 2).

Figura 2.

Distribución

puntajes grupo

riesgo TCA

versus sin riesgo

en escalas test

Page 32: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

EDI-2.

DISCUSIÓN

Los adolescentes son la población más susceptible a desarrollar trastornos de

la conducta alimentaria, cuyas manifestaciones dan cuenta de la presencia de

un continuum de desórdenes de la conducta alimentaria que va desde la

normalidad a situaciones patológicas. Los especialistas han intentado encontrar

puntos de corte que identifiquen individuos en riesgo, ya sea que tengan un

desorden sub clínico, un TCA no específico o TCA específicos clasificados de

acuerdo a su grado de severidad. El concepto actual de un espectro o

continuum de TCA fue introducido por primera vez por Andersen en 1983 y

luego por Polivy y Herman en 1987.

El objetivo de nuestro estudio fue contar con una cifra de prevalencia de riesgo

de trastorno de la conducta alimentaria representativo de nuestra realidad e

idiosincrasia; con este fin, tomamos la opción de adscribirnos a la tendencia

actual de considerar a todos los trastornos de la conducta alimentaria como

formando parte de una sola unidad nosológica.

Nuestra mayor dificultad al utilizar el test de tamizaje elegido, fue determinar los

puntos de corte para definir presencia de riesgo o no riesgo dentro de nuestra

población. Se revisaron diversas tesis realizadas en Chile, todas con un n

insuficiente o puntos de corte poco claros. Se comparó los puntos de corte

validados utilizados por baremos españoles aplicados a poblaciones con

características similares a las nuestras y se obtuvieron puntos de corte

similares. Se eligió un punto de corte que fuese lo más sensible y específico

posible (percentil 85).

Cuando se analizan las distintas cifras de prevalencia de TCA reportadas por

otras publicaciones se aprecia que muchas difieren, lo que es comprensible por

cuanto tanto la metodología como los test de screening utilizados y los puntos

de corte definidos varían notoriamente. Siguiendo las instrucciones del autor

del test logramos identificar los puntos de corte adecuados que corresponden a

un puntaje mayor o igual a 110 equivalentes al percentil 85 de los baremos

españoles con similares características a nuestra población estudiada.

Los resultados de nuestra investigación arrojan una cifra de prevalencia de

trastornos de la conducta alimentaria en adolescentes mujeres, similar a la

reportada por la literatura. El riesgo de trastorno de conducta alimentaria se

Page 33: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

presentó en todos los niveles socioeconómicos. Sin embargo, la distribución de

este riesgo observada en nuestro estudio difiere de las cifras clásicamente

referidas, ya que evidenciamos que la probabilidad de una presencia de TCA

fue mayor en los colegios pertenecientes a comunas de NSE bajo (p < 0,02)

A partir de este hallazgo, consideramos que no es posible afirmar que los TCA

sean privativos de las clases más acomodadas, sino que más bien atraviesan

todos los niveles socioeconómicos, y que lo que muestra es la presencia de un

fenómeno ampliamente distribuido, que también afecta a países en vía de

desarrollo como el nuestro.

Esto confirma la necesidad de utilizar en forma más frecuente test de screening

que permitan detectar en forma precoz los TCA en sus primeras fases. Los

criterios del DSM- IV para los diagnósticos de la anorexia y la bulimia son tan

estrictos que si se siguen, éstos pueden realizarse cuando el cuadro ya está

instalado, lo cual agrava el pronóstico y el manejo terapéutico de los casos.

A pesar de que todos los puntajes en las distintas escalas del test EDI-2 fueron

más altas para la población en riesgo, destaca el hecho que estos puntajes

fuesen aún mayores para aquellos relativos a la insatisfacción con el propio

cuerpo, a la dificultad en el reconocimiento de las sensaciones viscerales

relacionadas con el hambre y la saciedad, y para la incapacidad de regular

apropiadamente los propios impulsos. Todos, síntomas de un pronóstico

preocupante en los trastornos de conducta alimentaria.

Si proyectamos el 8,3% de prevalencia encontrado a la población total

adolescente femenina chilena estimada en 1.346.819 (INE, 2001), se puede

concluir que el número de niñas con riesgo claro de contraer este problema

está en torno a los 112 mil casos.

Consideramos que una de las limitaciones de este estudio es que el segmento

de la población adolescente a explorar excluyó a aquellos que no están

insertos en el sistema escolar y a la población masculina. Los datos en las

últimas investigaciones internacionales indican que este último grupo es en el

que proporcionalmente ha habido un mayor incremento de estas patologías15.

Sin embargo, criterios de factibilidad y de accesibilidad pesaron para no

incluirlos, por cuanto habría implicado contar con una muestra que, para su

validez estadística, excedía las posibilidades reales de este estudio. Queda, sin

embargo, como una sugerencia de línea de investigación futura.

Page 34: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

Otra limitación significativa de este trabajo fue no cotejar el EDI-2 con el gold

estándar para diagnosticar trastornos de conducta alimentaria, es decir, la

entrevista clínica y el examen físico. Esto se proyecta llevar a cabo en una

segunda etapa con la muestra clínica que resultó con riesgo de presentar TCA.

CONCLUSIONES

1. El riesgo de prevalencia de trastorno de conducta alimentaria en la

población estudiada es de 8,3%.

2. El riesgo de prevalencia de trastorno de conducta alimentaria es mayor en

los colegios pertenecientes a el nivel socioeconómico bajo con un 11,3%

(p < 0,02).

3. Al analizar el comportamiento de las 11 escalas del Test EDI-2 se

evidencia claramente que las tres primeras escalas, DT (14,6 vs 6,3) B

(6,1 vs 1,8) y BD (17,2 vs 7,7) discriminan el grupo de riesgo de desarrollar

trastornos de conducta alimentaria.

4. El test EDI-2 ha probado ser un buen instrumento para discriminar la

población en riesgo, útil y de bajo costo, debiendo ser aplicada por

personal entrenado.

METODOLOGIA

Participantes:

La probación total que fue utilizada en nuestra investigación fue de una

muestra total de 105 estudiantes del Instituto Liceo San Juan los cuales

pertenecían a primero & tercero de ciclo y primero de salud (carrera) que

oscilan entre las edades de 13, 14,15 & 16 años.

Instrumento:

Inventario de Trastornos de la Alimentación (Eating Disorder Inventory,EDI)

Autores: D.M. Garner, M.P. Olmsted, J. Polivy.

Evalúa: Rasgos psicológicos y comportamentales comunes a la anorexia y la

bulimia nerviosa.

No. De ítems: 64

Page 35: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

Administración autoaplicada.

Descripción

El EDI es un cuestionario diseñadoparaevaluar rasgos psicológicos y

comportamentales comunes a la anorexia y lala bulimia nerviosa.

Consta de64 ítems queseagrupan en 8 subescala diferentes

Impulso a la delgadez (7items)

Sintomatología bulímica (7items)

Insatisfacción corporal(9items)

Inefectividad y baja autoestima(10 ítems)

Perfeccionismo(6items)

Desconfianza interpersonal(7 ítems)

Conciencia interoceptiva (10 ítems)

Miedo a madurar (8 ítems)

Cada ítems representa 6 posibles respuestas que van de “siempre” a “nunca” y

delas cuales solo tres se puntúan (de 1 a 3). Por ello, la puntuación total de

este cuestionario puede oscilar entre 0 y 192.

Desde el punto de vista clínico posee mayor relevancia el valor cuantitativo de

cada una de las 8 sub escalas que la puntuación total.

Es un instrumento auto aplicado.

Corrección e interpretación

Proporciona un perfil de las 8 áreas anteriormente señaladas.

La puntuación es cada área se obtiene sumando las puntuaciones parciales

delos ítems que la componen.

No existen puntos de corte propuestos; a mayor puntuación, mayor presencia

del rasgo.

Page 36: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

Definición Operacional de las Variables

VARIABLE DESCRIPTIVA: Trastornos Alimenticios

DEFINICIÓN OPERACIONAL: Aplicación de un inventario de los trastornos de

alimentación.

VARIABLES DE CONTRASTE

Variables de Contraste 1: Edad

Definición Operacional: se aplicó la prueba a un grupo de 105 estudiantes de

acuerdo a la edad de 13, 14, 15 y 16 años

Variable de Contraste 2: Sexo

Definición Operacional: se aplicó la prueba aun grupo de 105 estudiantes de

los cuales 56 eran del sexo femenino y 49 eran del sexo masculino

HIPÓTESIS

Hipótesis 1: El nivel de Sintomatología Bulímica en adolecentes del ciclo

común del instituto Liceo San Juan será (bajo) menor del 70%.

Hipótesis 2: Existirá diferencia significativa en los tipos de trastornos

alimenticios en función de la edad.

Hipótesis 3: Los hombres sufren más trastornos alimenticios que las mujeres.

Diseño grupo Único solamente después:

Page 37: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

Grupo Asignación Observación

Antes

TX Observación

después

Único Azar ---------- ---------- O1

Procedimiento

Se visitó el Instituto San Juan de la Ciudad de Tegucigalpa con el propósito de

aplicar la prueba de trastornos alimenticios a los adolescentes de 13,14, 15, 16

años del primero, tercero de ciclo común y primero de salud, para investigar en

qué edad se produce frecuentemente los trastornos alimenticos y que factores

influyen en estos, se les explico en que consiste el trabajo y como deberán

llenar el test.

Luego se procedió a sumar cada uno delos ítems para recolectar la puntuación

e interpretar dichos resultados.

ANALISIS E INTERPRETACION DE RESULTADOS

Análisis Estadístico:

Análisis H1

TRASTORNOS ALIMENTICIOS

Sintomatologí

a Bulímica

Insatisfacción

Corporal

Inefectividad

& Baja

Autoestima

Impulso a la

Delgadez

Miedo a

MadurarPerfeccionismo

Desconfianza

Interpersonal

Conciencia

Interoceptiva

190 507 449 796 842 750 1293 717

105X70 = 73

100

Page 38: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

Conclusión: De 105 adolescentes, solo 6 presentan Sintomatología Bulímica,

por tanto la H1 se acepta.

Propuesta: Fomentar las clases sobre educación nutricional y alimentación

saludable por iguales en ambos sexos.

Análisis Estadístico:

Análisis H2

TRASTORNOS ALIMENTICIOS

Eda

d

Sintomatologí

a Bulímica

Insatisfacció

n Corporal

Inefectividad

& Baja

Autoestima

Impulso a la

Delgadez

Miedo a

Madurar

Perfeccionism

o

Desconfianz

a

Interpersonal

Conciencia

Interoceptiv

a

13 17 89 65 108 156 129 115 95

14 54 150 140 343 198 219 870 169

15 70 167 125 173 343 232 206 271

16 49 101 119 172 145 170 102 182

190 507 449 796 842 750 1293 717

S.C G.L. M.C F

ENTRE 185,944 7 26,563.43 1.30

DENTRO 491,668 24 20486.17 1.30

1.30 < 2.43

No es significativa; se rechaza H2

Conclusión: no solo los adolescentes de 15 años sufren de trastornos

alimenticios, también pueden presentarse en otras edades.

Page 39: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

Análisis Estadístico:

Análisis H3

TRASTORNOS ALIMENTICIOS

 Sex

o

Sintomatologí

a Bulímica.

Insatisfacció

n Corporal

Inefectivida

d & Baja

Autoestima

Impulso

a la

Delgade

z

Miedo a

Madura

r

Perfeccionism

o

Desconfianz

a

Interpersona

l

Conciencia

Interoceptiva

.

M 75 179 134 189 387 238 220 184

F 115 328 315 607 455 512 1073 533

1.43 < RC.= 1.96-2.58

No es significativa; Se rechaza H3

Conclusión: Según los datos obtenidos las mujeres sufren más trastornos

alimenticios que los hombres.

Ϭ dif. Z

30.38 1.43

Page 40: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

Organización de Datos Intervalares

RANGOS F. X F.a. F.X. F.X.X.

140 -146 1 143 105 143 20449

133-139 0 136 104 0 0

126 -132 0 129 104 0 0

119-125 0 122 104 0 0

112-118 2 115 104 230 26450

105-111 1 108 102 108 11664

98-104 0 101 101 0 0

91 -97 2 94 101 188 17672

84-90 1 87 99 87 7569

77-83 6 80 98 480 38400

70-76 5 73 92 365 26645

63-69 4 66 87 264 17424

56-62 8 59 83 472 27848

49-55 11 52 75 572 29744

42-48 14 45 64 630 28350

35-41 18 38 50 684 25992

28-34 12 31 32 372 11532

21-27 12 24 20 288 6912

14-20 5 17 8 85 1445

´7-13 3 10 3 30 300

Resultados:

Mo=38

Md= Ubicación=52.5

Valor=42.48

( )=47.6

DS= 24.00

Q³=Ubicación=78.75

Valor=58.78

Page 41: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

Q¹=Ubicación=26.25

Valor=31.14

Q=13.82

Gráfica:

10 17 24 31 38 45 52 59 66 73 80 87 94101

108115

122129

136143

0

2

4

6

8

10

12

14

16

18

20

Gráfico de Poligono de Trastorno Alimen-ticio

Frecuencia

Interpretación:

A partir de esta grafica podemos determinar que hay diferentes tipos de rasgos

psicológicos y comporta mentales dentro de la muestra tomada.

Page 42: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

Conclusiones:

De 105 adolescentes, solo 6 presentan Sintomatología Bulímica, por

tanto la H1 se acepta.

No solo los adolescentes de 15 años sufren de trastornos alimenticios,

también pueden presentarse en otras edades.

Según los datos obtenidos las mujeres sufren más trastornos

alimenticios que los hombres.

Page 43: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

Recomendaciones

Para prevenir los trastornos de alimentación es la educación, certera y

desmitificada torno a tan terribles enfermedades.

Se recomienda asistir a un especialista en el tema donde pueda recibir

terapia: individual, de grupo y nutricional.

Es necesario que los pacientes no se encuentres solos frente a la

enfermedad, y se consiga que la familia, el paciente y el terapeuta

trabajen en equipo.

Prestar atención a la aparición de los primeros síntomas de estos

trastornos, puede ayudar a detectarlos antes de que la enfermedad se

instaure del todo.

Es importante enseñarles a los adolescentes tener una mente critica

frente a los mensajes publicitarios que aparecen a la televisión, revistas

o en nuestras propias calles. Ya que perciben la venta de un producto

por encima de todo.

Page 44: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

Bibliografía

http://www.monografias.com/trabajos16/trastornos-alimenticios/

trastornos-alimenticios.shtml

http://www.eita.uji.es/espanol/investigacion/alimentarios/alimentarios.htm

http://www.nimh.nih.gov/statistics/index.shtml.

Page 45: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

ANEXOS

GRAFICAS:

SEXO MasculinoSEXO Femenino

EDAD Cantidad

13 18

14 33

5 32

16 22

SEXO

Masculino Femenino

1606 3938

Page 46: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

EDAD

13141516

ANALISIS ESTADISTICO

Femenino -13 años Masculino -13 años

Diagnostico Puntaje 7 Diagnostico Puntaje

Sintomatología Bulímica (S.B.) 0 Sintomatología Bulímica (S.B.) 17

Insatisfacción Corporal (I.C.) 18 Insatisfacción Corporal (I.C.) 71

Inefectividad & Baja Autoestima

(I.B.A.) 14

Inefectividad & Baja Autoestima

(I.B.A.) 51

Impulso a la Delgadez (I.D) 29 Impulso a la Delgadez (I.D) 79

Miedo a Madurar (M.A.M.) 40 Miedo a Madurar (M.A.M.) 116

Perfeccionismo (P.) 57 Perfeccionismo (P.) 72

Desconfianza Interpersonal (D.I.) 37 Desconfianza Interpersonal (D.I.) 78

Conciencia Interoceptiva (C.I.) 34 Conciencia Interoceptiva (C.I.) 61

229 545

Femenino14 años Masculino14 años

Diagnostico Puntaje 11 Diagnostico Puntaje

Sintomatología Bulímica (S.B.) 42 Sintomatología Bulímica (S.B.) 12

Insatisfacción Corporal (I.C.) 129 Insatisfacción Corporal (I.C.) 21

Inefectividad & Baja Autoestima

(I.B.A.) 123

Inefectividad & Baja Autoestima

(I.B.A.) 17

Impulso a la Delgadez (I.D) 321 Impulso a la Delgadez (I.D) 22

Page 47: Trastornos alimenticios U.N.A.H. 2013

Miedo a Madurar (M.A.M.) 147 Miedo a Madurar (M.A.M.) 51

Perfeccionismo (P.) 193 Perfeccionismo (P.) 26

Desconfianza Interpersonal (D.I.) 848 Desconfianza Interpersonal (D.I.) 22

Conciencia Interoceptiva (C.I.) 165 Conciencia Interoceptiva (C.I.) 4

1968 175

Femenino15 años Masculino15 años

Diagnostico Puntaje 17 Diagnostico Puntaje

Sintomatología Bulímica (S.B.) 40 Sintomatología Bulímica (S.B.) 30

Insatisfacción Corporal (I.C.) 103 Insatisfacción Corporal (I.C.) 64

Inefectividad & Baja Autoestima

(I.B.A.) 84

Inefectividad & Baja Autoestima

(I.B.A.) 41

Impulso a la Delgadez (I.D) 110 Impulso a la Delgadez (I.D) 63

Miedo a Madurar (M.A.M.) 174 Miedo a Madurar (M.A.M.) 169

Perfeccionismo (P.) 123 Perfeccionismo (P.) 109

Desconfianza Interpersonal (D.I.) 99 Desconfianza Interpersonal (D.I.) 107

Conciencia Interoceptiva (C.I.) 191 Conciencia Interoceptiva (C.I.) 80

924

Femenino16 años Masculiuno16 años

Diagnostico Puntaje 17 Diagnostico Puntaje

Sintomatología Bulímica (S.B.) 33 Sintomatología Bulímica (S.B.) 16

Insatisfacción Corporal (I.C.) 78 Insatisfacción Corporal (I.C.) 23

Inefectividad & Baja Autoestima

(I.B.A.) 94

Inefectividad & Baja Autoestima

(I.B.A.) 25

Impulso a la Delgadez (I.D) 147 Impulso a la Delgadez (I.D) 25

Miedo a Madurar (M.A.M.) 94 Miedo a Madurar (M.A.M.) 51

Perfeccionismo (P.) 139 Perfeccionismo (P.) 31

Desconfianza Interpersonal (D.I.) 89 Desconfianza Interpersonal (D.I.) 13

Conciencia Interoceptiva (C.I.) 143 Conciencia Interoceptiva (C.I.) 39

817 223

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