trastornos alimenticios
DESCRIPTION
Elementos centrales de los trastornos de alimentación en la adolescenciaTRANSCRIPT
Psicóloga Lesli Coronado
Psicólogo Sergio Castañeda
La anorexia es una enfermedad emocional que consiste en experimentar un profundo temor a ser obeso; esto provoca una pérdida de peso y de apetito de manera incontrolable e inconsciente. Esta enfermedad es frecuente en adolescentes, específicamente, entre 14 y 18 años, aunque también puede presentarse desde los 10 años y mas allá de los 30.
Bulimia Incapacidad de
dominar los impulsos
que los llevan a comer,
para que después la
culpa y la vergüenza de
ingerir muchos
alimentos los lleve a una
purga (laxante, vomito),
así como ejercicio en
exceso.
Ortorexia es la
obsesión patológica por
consumir solamente
comida sana. Esta
obsesión puede llegar a
transformarse en
enfermedad si no se
ingieren carnes,
pescado u otros
alimentos necesarios y
se producen carencias
nutricionales
Vigorexia personas que
quieren un cuerpo perfecto.
Al final se produce un
trastorno que se convierte
en obsesión, principalmente
se centra en ganar músculo
mediante la práctica de
ejercicio físico intentos, en
ocasiones hasta desmesurado
tanto en la ejecución como
en la intensidad y la
frecuencia.
Obesidad exceso de tejido
graso corporal que por lo
general, y no siempre, se ve
acompañada por un
incremento del peso del
cuerpo. La investigación
científica ha demostrado que
la obesidad es una
enfermedad seria, que
amenaza la vida y que está
asociada a múltiples
problemas de salud.
Pérdida de peso sin causa aparente.
Fluctuaciones importantes en el peso.
Cambios importantes en el patrón
alimenticio.
Reducción importante en la variedad y
cantidad de alimentos.
Realizar ejercicios en forma obsesiva y
excesiva
Negar tener hambre.
Comer a solas o a escondidas
Alteraciones en el estado de ánimo. Tendencia a aislarse. Comer por ansiedadEvidencia de uso de laxantes,
medicamentos para bajar de peso o vómitos.
Masticar y escupir el alimento. Pérdida o irregularidades menstruales. Caries dentales frecuentes. Fatiga. Caída del cabello.
Contar las calorías de los alimentos que se ingieren.Encerrarse en el baño después de comer, sin que haya una causa que lo justifique
Esconder comida, envases o envoltorios de golosinas.
Hábitos alimenticios inusuales (cortar la comida en pedazos muy pequeños, comer siempre de pie, comer muy rápido o muy lento, jugar con los alimentos en el plato)
Irritabilidad. Intolerancia.
La moda, exige máxima delgadez
Medios de comunicación
La familia: exigentes,
críticos, fríos, obsesivos, abusos
Vulnerabilidad personal
Factores temporales:
fracasos, cambios, separaciones
Trastornos emocionales: depresión, ansiedad
Informarse, concientizarse sobre el fenómeno.
Desalentar la idea de que un peso específico te hará feliz
Retar a la creencia falsa de que la gordura son símbolos de flojera y fracaso
Evitar darle a la comida la connotación de buena o mala
No juzgar a los otros con base en su figura corporal
Evitar los mensajes del tipo “si bajarás de peso me gustarías más”
Convertirse en un espectador crítico de los medios
No relacionar necesariamente el peso y la talla con la enfermedad
NO sentirse culpable. No hay padres perfectos, pero sí bienintencionados. Los problemas familiares son sólo una parte de la historia de un trastorno de la ingesta, y demás en cualquier caso, lo pasado es pasado. Lo importante es saber lo que puedes aportar para ayudar a tu hija / o.
NO permitir que la comida sea un arma.
NO permitir que preocupación por el problema de tu hijo /a le reste atención a tu matrimonio y a tus otros hijos. Hacer que el trastorno sea el centro de atención refuerza y prolonga el problema.
NO compadecer a tu hija /o. Demuéstrale comprensión, pero no la sobreprotejas. Necesita oportunidad de ser responsable e independiente.
NO permitir que sea él /ella quien dictamine horarios y actividades de la familia.
NO intercambies roles con tu hija/o.
NO dejarse manipular.
Demostrar a través de actos y de palabras que se la quiere y se la respeta, pero asegurándose de que entienda que tu vida también es importante.
Darle la oportunidad de tomar responsabilidades en la medida que esté preparada /o (sin presionar prematuramente)
Combatir el perfeccionismo.
Tratar de ser paciente y tomar cada día como se presente. Recuperarse de un trastorno de la ingesta lleva su tiempo, si pones toda la concentración en el día que esté recuperado /a, el tiempo parecerá más largo.
Reconocer y respetar sus ideas e ideales aunque difieran de los tuyos. Hablar con él / ella a cerca de las diferencias, pero tratándolo / a como a un adulto con el que se cambian impresiones.
Buscar apoyo en tu pareja o en un familiar o en un amigo cercano. Es bueno poder hablar con alguien de la preocupación o de los sentimientos que acarrea el hecho de tener un hijo /a presa de un trastorno de la ingesta.
Los padres deben mostrarse unidos.
Los no… Los si …..
Edúquese: Comprenda
el tema
Escuche: los enfermos
muchas veces están
avergonzados y se
sienten solos,
escúchelo.
Aliente a que busque
apoyo
Importune a la
persona regañándola
No esconda la comida
No obligue a la
persona a comer
Busquen apoyo
Los trastornos alimenticios son evitables, es importante fomentar la autoestima y sobre todo dejar en claro que siempre es agradable tener un buen cuerpo, pero es mucho mejor tener un cuerpo sano. Separar lo estético de lo saludable es trascendental para respetar el cuerpo y no dañarlo irreparablamente