tras la gran plaga z, la sociedad ha aprendido a vivir con ... · tras la gran plaga z, la sociedad...

Tras la Gran Plaga Z, la sociedad ha aprendido a vivir con los brotes dezombis, aunque sin elecciones gubernamentales y con una ultraderechaconservadora en el poder. El ejército ha sido entrenado para sofocar losbrotes que aparecen esporádicamente y la humanidad convive“tranquilamente”olvidandoaquellaguerraquecasisupusosuextinción…Unerrorquepagarácaro.

Veinteañosdespuésdel primer brotede1985, la desgracia se cebaen lamediterránea isla de Mallorca: en plena Noche de Reyes, una nuevainfecciónmasiva tiene lugaren lacárceldePalmaconvirtiendoa todos losreclusoseinternosenzombis.Estamareademuertosvivientescaesobrelaciudadsembrandoelterroryelcaosentresushabitantes.Unamasacrequeacabaráporponerenpeligrodenuevoelordenmundial.

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VicenteGarcía

ApocalipsisIslandApocalipsisIslandI

ePubr1.0Banshee14.01.14


Títulooriginal:ApocalipsisIslandVicenteGarcía,2010Diseño/Retoquedeportada:AlejandroColucci

Editordigital:BansheeePubbaser1.0


Prólogo

Lahumanidadhabíaaprendidomásomenosavivirconellos.Asísepodíaresumirlasituaciónmundialenaquellosmomentos.

Tras lacrisisde1985 lascosashabíanvueltoa lanormalidady lamal llamadaepidemiasehabíacontroladoencasi todoelmundo“civilizado”, locual implicabaque Europa, Norteamérica y Oceanía habían sobrevivido a la plaga y el resto delmundoprácticamentehabíasucumbidoaellairremisiblemente.

La situación en la actualidad, en términos simples, se podía resumir indicandoque una enorme muralla de cuatro metros de alto con un amplio foso a sus piesseparaba los Estados Unidos deMéxico, y que las comunicaciones con África sehabíanroto,olvidándoselaopiniónpúblicadeesecontinentedelquenadiehablaba,síntomadelavergonzanteformaenqueseleabandonóasusuerteconvirtiéndoloenunaverdaderaratoneraparatodosaquéllosqueintentaronescapardeél.

De este modo, el continente negro se encontraba separado de sus estadosantiguamenteamigosyvecinosporunasegundamuralladelavergüenzaalaalturadel Canal de Suez ―ampliamente custodiado ahora por fuerzas de la ONU―,mientrasqueporelMarMediterráneooperabalaQuintaFlotanorteamericanayunconjuntodenavíos con labanderade laUniónEuropea, en su luchaconstanteporevitarlallegadadepaterasconposiblessupervivientesinfectados.


Capítulo1

Retornoalaisladelpasado

Hacíabastante tiempoqueMarcnopisabaMallorcayestabadeseosoderegresaraellay retomarsuvidanormal,almenosdurante losmesesquesehabía tomadodeexcedencia.HabíaviajadoalosEstadosUnidoshacíaunoscincoañosparaestudiarenlaUniversidaddeNuevaYorkelorigendelaMutaciónZ,nombreconelqueeraconocido el trastorno de los infectados que acababan convirtiéndose en aquellascriaturasaparentementesinvidainteligentealasquedenominabanmuertosvivienteso zombis.Marc, sin embargo, no acababa de estar del todo de acuerdo con dichanomenclatura,entreotrascosasporlaalarmasocialqueocasionabaalrelacionárselesasí con aquellas criaturas del terror fruto de la imaginación del cineasta, y ahoravisionario,GeorgeRomeroodelosritualesvudúsdelCaribeamericano.

El vuelo hasta Mallorca había sido bastante tranquilo. Había dormidoprácticamentedurantetodoelviajeyteníabastantesganasdeencontrarseconviejosamigosyrecorrerlugaresporlosquenopaseabadesdehacíatiempo.

Nadamás aterrizar se dio cuenta de que enmedia década el aeropuerto habíacrecido enormemente. Ya era grande antes, pero ahora realizar el recorrido pararecogerlamaletaeramuchomáslargoqueenotrostiempos.

La tranquilidadreinabaenelambienteyél loagradecía.Habíavividobajounagrantensióndurantetodoaqueltiempo,aunquenosepodíaquejar;ahorateníamásdinerodelquepodríanuncahaberseimaginado.

Fue entonces,mientras esperabaverpasar susdosmaletaspor la cinta, cuandocomenzó a escuchar algo de ruido en la zona de carga. Primero escuchó algunasmaletascaer,yposteriormentealgunosgritosychillidos;nodudóniun instanteenimaginarloqueestabasucediendo,pordesgraciaestabayaacostumbradoaesetipode incidentes en el lugar de donde venía, donde cualquier pequeño despiste en laseguridadprovocabaalgunadesgracia.

Yestavezalguienlohabíapagadobiencaro.Nofuehastaapenasunossegundosmás tarde, con la gente algo alborotada aunque sinmoverse de al lado de la cinta―no fuera que a sus maletas les crecieran patas y fueran a escaparse―, cuandoobservó lo que motivaba el follón que provenía de detrás del muro. Un brazocompletamenteensangrentadocomenzóa rodarpor la cinta comosideunamaletamássetratara;hubogritos,chillidos,algunaqueotrapersonavomitandoyuniniciodeestampidaencuantoaparecióporlacintaunzombi.Estabaagachado,encuclillas,agarrandoelotrobrazodesuvíctimaycomiéndoseloabocadosdejandosalpicadadesangre la cinta transportadora, en una escena grotesca como pocas. Durante uninstante, el zombi no se inmutó, continuó con su laboriosa tarea devorando aquelhueso, royéndolo de la mejor forma que podía, hasta que levantó la cabeza y se


percatódequeestaba rodeadodegente, algunos lemirabanperplejosenestadodeshock.

Existían loszombisymuchagente loshabíavistoen la televisióno inclusodelejos, pero estar frente a uno y tan cerca era algo que nomuchos habían tenido elgustodeexperimentarenlaviejaEuropaOccidental,dondelaplagainicialhabíasidorelativamentesuave,alcontrarioqueenotroslugarescomoEstadosUnidosolasyaperdidasSudamérica oÁfrica.Demodoque algunos se quedaron como en trance,mirando la cinta sin ser del todo conscientes del peligro que corrían. Marc logróapartar a algunos de sus hipnotizados compañeros de viaje, aunque conveníacomenzar a correr; aquellas cosas se sabían cómo comenzaban pero nunca cómoacababan,ydesarmadocomoibanoestabadispuestoadejarselavidaporsalvarladealgúninútildespistado.

Loszombiseranporlogeneralcriaturaslentasdereflejosymovimientos,loquehizo que pudieran ser prácticamente erradicados del autodenominado mundocivilizado,peronoconveníadespistarse,yaquenosolíanerrarungolpe.Talfueelcasodeunodelospasajerosallípresentesqueesperandopacientementesumaletasevio inmerso en aquella pesadilla; estaba desconcertado y paralizado por la escena,intentabamoverseperonopodía,escuchabalosgritosdeadvertenciadeunodelospasajeros, pero no lograba reaccionar, y mientras tanto el zombi se acercaba a élsentadoenlacinta,pocoapoco,perodemaneraconstante.Unavezsituadoaapenasunosmetrosdeél,elzombi levantó lacabeza, lemirófijamentey,extendiendo losbrazos, leagarróporelcuellodonde lehincóunbocadoquese lodestrozó,paraacontinuaciónlanzarlocontraelsuelocomounmuñecoroto.

Yaerandos.Yasícomenzabasiempretodoconaquellosanimales.Paracuandoelsegundozombiselevantó,Marcyaestabalejos,apuntodesalir

delazonaderecogidademaletas,segiróunaúltimavezylogróvercómounodeaquellosanimalessalvajesdestrozabanadosdespistadasjóvenesquesalíandelbañodemujeres.Yaerancuatro,aunqueMarcnoacababadeentendermuybienlarapidezde la transformación de los humanos en zombis, ya que era un proceso quenormalmente llevaba un tiempo, y no era algo instantáneo como en los casos queestaba viendo. Algo fallaba en aquella escena, pero decidió pensar en ello másadelante,unavezestuvieraasalvo.

Instantes después, los zombis continuaban su lento caminar internándose en elbañodeloshombres,dondenumerosaspersonashabíanintentadobuscarrefugio.Eracomosilosolieran.Marcsepreguntabaenocasionessiaquellosbichossentíanalgo,siteníanhambre,recuerdoso,simplemente,sipodíanoleropasarfrío.

Justo cuando salía de la zona de recogida demaletas, comenzó a escuchar losgritosdelospobresincautosrefugiadosenaquellaimprovisadaratoneraqueeranlosaseosdelosquenuncasaldríanconvida.


Marchizounúltimoservicioalahumanidadantesdecogeruntaxiyadvirtióados guardias civiles de la presencia de zombis en el aeropuerto. No era cosa detomarsealgoasíabroma,yaquelainfecciónpodíaextendersecomounreguerodepólvorasinoeraatajadaatiempo.

Unavezdentrodeltaxi,ytrassentiralconductorrefunfuñaraldecirlequeibaendirecciónhacia la cercana ciudaddePalma―cuando justo los clientes quehabíancogido el taxi anterior iban a Alcudia, situada en el otro extremo de la isla―, serelajómientrasescuchaba lasnoticiasde lacadenaCopeque llevabasintonizadaeltaxistaenlaradio.Noesquefuerasuemisorafavorita,peroechabademenospoderescucharenespañollasnoticias.Todoparecíaestarencalma,aunquehabíahabidounrebrote de casos esporádicos relacionados con la Mutación Z que llamaban laatenciónyque comenzaban a preocupar a la poblacióny a algúnqueotropolítico―porllamardealgunaformaalcontuberniodegobiernoyoposición,queparecíanahora aliados para perpetuarse en el poder habiendo creado una especie de castapolítica, con un acuerdo tácito para evitar hacer en público cualquier tipo dedeclaraciónrelacionadaconloszombisy,sobretodo,lacorrupción―.

Teníaganasdellegarasucasa,unpequeñochaletsituadoenplenaPalma,cercadelaCruzRoja,enunazonatranquiladeplantasbajasrodeadadepisos,unadelaspocasqueseconservabanasíenaquellaciudadquehabíacrecidotantoalolargodelosúltimosaños.Todavíanohabíavistoenpersonalacasa,lahabíacompradoconsusueldodelprimerañoy lahabía idoamueblandocon trastosyaparatoscompradosporInternet,queesperabahubieraidocolocandoenunsitioadecuadosuamigodelainfanciaTony.

Mientrasserelajabaenelasientodeatrásdeltaxi,tuvolasensaciónenunpardeocasionesdequeelconductorlehabíaacabadoidentificando.Alparecer,porloquele había dicho Tony, se había convertido en una especie de celebridad nacional,debidoalapublicidadquelehabíanestadodandolosmediosdecomunicaciónyelgobierno de turno al trabajo que había estado desempeñando allende el océano.ElqueunespañolhubierasidollamadoalapoderosanacióndelosEstadosUnidosparaayudarles a investigar todo lo relacionado con laMutaciónZ era toda una noticia,siempreycuandonocoincidieraconotrascomounpartidodelaChampionsLeagueoconRafaNadaljugandolafinaldeRolandGarros―aunquemásnoticiafueladequeFedererhabíasidomordidoporunzombienunodelospasillosdelaspistasdeWimbledono la de queFernandoAlonsohabía atropellado con suFerrari en unosentrenamientosaunzombiquecruzabaporlapista―.

Peroseacomofuere,eltaxistafuediscretoynodijonada,demodoquealcabodeunosveinteminutosllegaronhastaelquedebíadesersunuevohogar.Porloquehabíasabido,suantiguopiso,cercadelacalleSanMiguel,habíasufridoloquepodíaser eufemísticamente denominado como “algunos daños colaterales” durante unos


altercadosentre fuerzasde seguridaddelestadoyalgunosanarcas que reclamabanalgodejusticiasocial.Aquellosenfrentamientoseranbastantehabitualesdesdehacíaun tiempo, sobre todo porque el gobierno provisional, impuesto tras los anterioresacontecimientosrelacionadosconloszombis,sehabíainstaladoenelpoderdeformaal parecer definitiva, con la aquiescencia tácita del pueblo y de todos los poderesrealesy fácticos.Dehecho, hacíamásdenueve añosquenohabíaningún tipodeeleccionesenmuchospaíseseuropeos,Españaincluida,enmanosahoradeaquéllosquehabíanlogradosacaralpaísdelacrisisZydealgunasfuerzascomolasmilitares,apoyadasporlosgrandesempresariosqueparecíanhaberdadounpasoalfrenteparasalirdelassombrasyoperarmásabiertamentelamanifestacióndesupoderreal.

Marcpensabaque iba a añorar su antiguopiso―noes que fueramuygrande,peroestabaadornadocongraciaylehabíallevadosutiempoelconvertirloenunodelos picaderos más interesantes de la isla―, aunque tras ver su nueva residencia,decidió que no iba a echarlo demenos. Su nueva vivienda era luminosa, grande yespaciosa,condosalturassincontarelampliosótanoy,loqueeramásimportante,talycomohabíasolicitado,contabaconunaltoygruesomuroexterior,locualnuncaveníademásenlostiemposquehabíancorrido,corríanypodíancorrer.

Habíaotrorequisitoimprescindibleyquehabíahechoqueelprecioglobaldelaviviendaseelevarasobremanera:lacasadebíacontarconunpozodeaguanaturaldelluvia. Aquello era algo habitual en Mallorca, ya que el agua que caía formabanumerososacuíferosqueademássolíanestarconectadosentresí,peroenlostiemposquecorríanaquelloeraalgoqueestababastantevalorado,sobretododespuésdelasrestriccionesyloscortesdelsuministrohabidostraslaprimeraplaga.

PeroMarcloteníabienclaro:queríaunacasa,sí,perotambiénunlugarcercanoalcentrodePalmaenelqueestartranquilo,unafortalezaenlaquenosermolestadonipor losvivosnipor losmuertos.Ypormuchoque lasautoridades insistieranenrepetirunayotravezquetodoestababajocontrol,éleramásconscientequenadiedeque aquello no era del todo verdad, y que todo lo relacionado con el virus o laMutaciónZresultabaincontrolableeimpredecible.

Asomólacabezaalsótano,dondeprecisamenteestabaelviejopozopertenecientea un antiguo molino, y comprobó cómo Tony había seguido perfectamente susinstrucciones llenándolohastaarribade latasdeconservade todotipo,ordenadasyclasificadasenlasnumerosasestanteríasubicadasenaquellugar.Esperabadehechoquelashubieraseguidoalpiedelaletrayhubieraadquiridoaquéllasquecaducabanmás tarde.Sinduda, elnegociode las latasdeconservahabía sidounode losquehabíaexperimentadounaugemayor;sehabíanagotadoporcompletocuandosurgiólaplagaoriginalygraciasaellashabía sobrevividogranpartede lapoblaciónquesupo administrarlas con paciencia en losmomentos demayor necesidad. Por ello,ahora todo elmundo prefería comprar aquellas latas repletas de conservantes y de


larga caducidad a jugársela con cosas más perecederas que, llegado el momento,podíansertedepocautilidad.

Se había avanzado mucho en ese campo, y ahora había verdaderas maravillascapacesdeaguantarprácticamenteunaeternidadenvasadas.Desdeluegolasociedad,lo que quedaba de ella, se sentía más segura sabiendo que podía llenar lashabitacionesdesucasadelatasylatasdeconserva.Estohabíaprovocadomásdeundisgusto,alhabersedadonumerososcasosdetechosquesehabíanderrumbadofrutodelsobrepesocausadoporelacumulamientomasivodeestaslatas.

Trasecharunvistazoalacasaycomprobarlaseguridaddeésta,decidiósaliradarunpaseo.Elbarrioeradesdeluegoapacible,aunquenosetardabaensalirdelatranquilidad de éste para sumergirse en el bullicio de la gran ciudad, que a fin decuentasera loqueélbuscaba,amantecomoerade lasventajasdeésta, sobre todoahoraqueel tráficorodadoescaseabamásqueenotros tiempospretéritosa lagranplaga.

PaseóduranteunosminutossinrumbofijohastairadarconelviejoedificiodelaCruzRoja.Fueentoncescuandovolvióaveraunodeellos.Aquellocomenzabaaserdemasiada casualidad, aunque no se paró mucho tiempo a reflexionar sobre ello:decidióacercarseycomprobarloqueestabasucediendo.

Se trataba de un zombi perteneciente a una persona de avanzada edad, quecaminabadandotumbosporlaacera,seguidoaciertadistanciaporunamultituddecuriosos.

―Pobredesgraciado―ledijoaMarcunodelostranseúntesquecontemplabanlaescena con tono jocoso y casi relajado―. Se les debe de haberse escapado delhospital.

Desde hacía un tiempo, en los Estados Unidos, Marc había observado unarelajaciónenloquea laseguridadentornoa loszombisserefería,yalparecerenEspaña sucedía lo mismo. El haber aprendido a vivir con ellos tenía sus cosaspositivasysuscosasnegativas,yentreestasúltimasestabaelhechodequemuchagente había trivializado la existencia de éstos hasta el punto de haber olvidado laamenazarealquerepresentabanparalavidahumana.Muchagenteasumíalamuerteporataquedezombidelmismomodoenqueasimilabaladelosmuertosencarretera,exceptoquemuchosparecíanolvidarqueenesteúltimocasonohabíariesgogravedepandemiaoinclusoexterminiodelarazahumanatalycomoeraconocida.

Demodoqueallíestabaaqueltipo,haciendobromasconelzombialqueinclusosepermitíaellujodeinsultarymenospreciar,altiempoqueleazuzabaconunaramade árbol mientras el “pobre desgraciado” intentaba torpemente alcanzarle con losbrazos.

Fueentoncescuandosucedió ladesgracia,comosolíapasarenestoscasospararegocijodeMurphyysusleyes.Unniñoqueseencontrabajugandoaescasosmetros


delaescenaconunamigosuyocomenzóacorrery,sindarsecuenta,tropezóysefueadardebrucesconeltipoquejugabaconelzombi,queperdióelequilibrioycayósobreelpobremuertovivientequenodudóenalargar losbrazosyapresarlo justoantesdecaerenlaacera.Conelrostrodesencajado,loúltimoquevioenvidaaqueldesgraciado fue la cara de satisfaccióndel zombi que conunquejido acercaba susdientes hasta su cuello hincándoselos inmisericordemente; nada se podía hacerexcepto rezar por su alma.Llegados a ese punto, ni elmás fuerte de los humanospodíadeshaceraquellapresaalaqueelzombihambrientosometíaasuvíctima,enloqueseguramenteseríaunfestín.

La escena había dejado de hacer gracia a todos los presentes, por supuesto; elniñollorabadesconsoladomientraselcorrillodegentesedisolvía,algunaspersonasvomitaban ante la crudeza de la escena.Marc retrocedió unosmetros sin dejar deobservar,enunactoalgomacabro,aunqueimpulsadoenelfondoporsudeseoporaprender más de aquellas criaturas, de lo que las devolvía a la vida, lo que lasimpulsabaamoverse,delafuentedealimentaciónqueposeían.Yesqueenelfondotodoasualrededorerauncompletomisterio.

Afortunadamente,unpardesoldadosno tardaronenapareceren laescenaparaponer algo de orden, aunque lo cierto es que había uno prácticamente en cadamanzana de la gran ciudad, encargados, precisamente, de sofocar aquel tipo deincidentesalamayorbrevedadposibleconlaideabienclaradeevitarquecualquiertipodecontagiopudieraexpandirsemásdelorecomendable.

Marc dudaba en si seguir o no su camino cuando decidió que no estaría malvisitarelnuevozoológicoinstaladoaunosveinteminutosdedondeestaba,enloqueeraelantiguoParquedelaRiera,yendondehabíaescuchadoqueseexhibíanvarioszombis.Luegoseextrañabandequepasaseloquepasaba,pensóMarcrecordandolaescenaqueacababadepresenciar.

La idea de aquel zoo le resultaba verdaderamente macabra. Hacía tiempo quehabía oído hablar de él y sentía bastante curiosidad por el mismo, aunque no seexplicaba quién podía ser el cafre de turno al que se le había ocurrido tamañodisparate. Una vez más, era obvio que las cosas estaban controladas hasta quedejaban de estarlo, y es que aquello era sin duda un peligro en potencia.Como élmismo pensaba, el único zombi bueno es el zombi muerto rezaba una frase querecordaba haber escuchado en alguna película de aquéllas chungas de acción quesolíaverporlasnochesparaevitardormirse,apesardequeaéllegustabaañadirconla única salvedad de aquéllos destinados al estudio y progreso de la ciencia, eincluso ésos les habían causado más de un disgusto en las instalacionesnorteamericanasdedondevenía, frutosobre todode losdescuidosde,porun lado,losnovatos,yporelotro,losveteranosconfiados.Enamboscasos,elresultadofinaleradesgraciadamenteelmismo:lamuerteinmediataamanosdelzombideturno.


Incluso desde los Estados Unidos, Marc había oído hablar de aquellasinstalacionespioneras,destinadasalentretenimientoyatrivializarelchoqueculturalquesuponía lamedioconvivenciaenaquellaépocadedosespeciescompletamentedistintas pero a la vez idénticas. De momento, ninguna otra ciudad se habíaaventurado en semejante veleidad, era como pedir papeletas en la ruleta rusa, einclusoresultaba incomprensiblequeelAyuntamientodePalmahubieseaccedidoalapetición;segúnéste,aquellugareraunagarantíaseguraparaunamayorpresenciaturísticaenlaisla,ylaconsiguientedesestacionalidadyconcentraciónenelturismodesolyplaya.Entrelasopcionesbarajadas,creacióndecamposdegolfalmargen,aquéllaeraunadelasapriorimásinteresantesparamuchos,incluidalaprensalocal,quedesdehacíauntiempoparecíaestarenamoradadecuantohacíanlospolíticos.

Cuandoporfinllegóalapuertadelzoo,lellamólaatenciónlagrancantidaddegentequehabía, impulsadapor la teóricamente sanacuriosidady elpresuntamentedetestablemorbo.

Graciasasupaseespecialdecientíficonotuvoquehacercolaalguna,porloquepudopasar por delante de todos aquéllos que esperaban y avanzaban lentamente yqueahoraleclavabanmiradasdeodioasupaso.Marcnoacababadetenermuyclarolo que iba a ver; había recibido hacía un tiempo un mail de su amigo Tony quehablabadeaquelzoológico,peroestabatanmalexplicadoylasfotoserandetanbajaresolución que no pudo hacerse una idea, aunque puede que estuviera hecho así apropósito,paracrearmásexpectaciónenquienloviese.

Unavezdentro,mientrassedirigíaporunestrechoyoscuropasilloalinteriordelrecintopensandoenloinadecuadodetanreducidoespacioparapasarsihubieraqueevacuar,notócómoelolorquehabíaenelambientecomenzabaaresultarrealmentecargado;lapestilenciaqueemanabadelasparedesledabauntoquesiniestrotodavíamayoral lugar.Estabaclaroqueaquella ratoneradepasillo teníael findedarmásexpectaciónaquienesentraranenelzoo,perodesdeluegoerabastantepocoprácticoyparecíasacadodeunapelículamaladeterror.

Al cabo de unos segundos, el pasillo se abría y dejaba paso a una tremendaexplanadaacuyoladoizquierdoquedabalaRiera,unampliotorrentenaturalporelquecasinuncacorríaelaguayquecruzabalaciudaddearribaaabajo.Conelpasodel tiempo, aquel torrente de unos veinte metros de ancho y diez de profundidadhabíasidoconvenientemodeladoyadornadoconpiedrasporelcursoqueatravesabalaciudad,connumerosasplantassembradasadiferentesalturas.

Peroloquemáslellamabalaatencióneranlasjaulasqueyapodíavislumbraraunostreintametrosdedistancia,yde lasqueproveníaaquelolorquecomenzabaasernauseabundo.Marcagradeciólamascarillaqueunodelosempleadosdellugarledionadamás salir del túnel, no acabandode entender cómoalguienpodía trabajarallí,aunqueélnoresultaraelmásadecuadoparapensardeaquelmodo,porcuanto


venía de un lugar donde había trabajado durante años rodeado de seres comoaquéllos.

Enapenasunossegundosseacercóalasprimerasdelasjaulas.Allí,alsol,habíaalrededordecuatrozombismalolientes,conunaveintenadepersonasaapenasunosmetrosdelosbarrotes.Loszombisestabanquietos,apretadosenelúnicolugardelajaula en el quehabía algode sombra, cosaque le llamó la atenciónyaque eraundetalle en el que nunca había caído a lo largo de sus años de estudio de aquellosseres.Peroloquetambiénlellamósumamentelaatenciónfuelaescasaseguridaddellugar;habíaunencargadodeseguridadporjaula,sí,perocualquierapodíaacercarselosuficienteaéstascomoparaquedaralalcancedeaquellascriaturas.

La escena en sí le parecía surrealista. Si por él fuera, hubiera exterminado porcompletoaaquellosseres,aunqueconellohubieseacabadoélmismoenelparohacetiempo. Bastante amenaza representaban ya de por sí los caminantes aquellos queasolabanSudaméricaoÁfricaasusanchas,dondesehabíadejadoasusuerteasushabitantes,ydondemuchosvaticinabanquesehabíaacabadocualquiertipodevidahumanainteligente.

Lode“vidahumanainteligente”conveníamatizarlobien,yaque,cómono,alolargo de los años habían comenzando a surgir religiones y sectas en torno alfenómenodelosmuertosvivientes.Habíaporunladoquieneslosveíaninclusocomoentidadesoseressuperiores,situadosahoraenlomásaltodelapirámideevolutiva,yaquepodían“vivir”sinrespirar,sincomerosinpadecerdolor,aunqueéstosnuncadebatíansobreelhechodequeloszombisnodemostraranmásinteligenciaqueunacucarachanisentimientosmásalládequererdevoraracualquiercongénerevivoqueselepusieraamano.

También estaban los que veían en estas criaturas una nueva plaga enviada porDiosparacastigaralahumanidadporsuscadavezmayorespecados,olosqueveíanentodoestolallegadadelApocalipsis,considerandounaherejíaoponersealmismoyreivindicandolanecesidaddeentregarsealdestinoineludibledelSeñor.

Unos y otros habían montado todo tipo de sectas y religiones a las que seafiliaban todosaquéllos,quenoeranpocos,quebuscabanunarespuestaen tornoaaquel misterio que en el fondo eran aquellos seres, sobre los cuales estabanrealizandotodotipodeestudioslosmejorescientíficosdelmundo.

Elcasoesqueaquelremedodezoológicoresultabatotalmentesiniestro,aunquesindudaayudabaaquienesentrabanenéladejardeladoelmisticismoyelmisterioentornoaaquellascriaturas.

Alrededordeélhabíatodotipodepersonas,desdeniñosaancianos,quepaseabanobservando losdistintos recintosy jaulasdondeestabanalbergados loszombis.Devezencuando,algunodeellosseacercabahastalasrejaseintentaba,mediolocoyfuerade sí, alcanzar con susbrazos a algunode losvisitantes. Inútil labor, aunque


Marcnodejaradeverposiblesfallosenlaseguridaddellugar,yaque¿cómohacerqueunsitiocomoaquél fueracompletamenteapruebade riesgoscuandonien losrecintosdemáximaseguridaddondehabíaestadopodíanlograrlo?

Paseó un pocomás por el lugar antes de regresar a casa y descansar del largoviaje,intentandoolvidartodocuantoestuvierarelacionadoconloszombis.


Capítulo2

5deenero,comienzodefiesta

Marchabíacomprobadoquevivirenaquelnuevomundonolegustabaenabsoluto.Elnuevoordeninstauradoresultabahastaciertopuntoagobiante,ynoentendíacómolasociedadhabíaconsentidoenperderelpoderpolíticodeaquellamanera.Eracomovivirenunadictadura,dehechonoencontrabaladiferenciaporningúnsitio:estabanporfinenmanosdelasgrandescorporaciones,depolíticosqueseperpetuaban,conmediosdecomunicacióncontroladosysumisos,conunaIglesiamanipuladoraydenuevoconpoder real,yconunas fuerzasde seguridadquevelabancondemasiadoexcesopor losciudadanos, condetenciones injustificadasquenunca se sabíacómoibanaacabar.

Pasearporlacalleteníabastantesinconvenientes,desdelaincertidumbreantelaposibilidaddeunadetencióninesperadaoinjustificada,hastaelpoderencontrartederepenteconunzombi.Nolehabíavueltoapasardesdeeldíadesullegada,peroeraalgo que se mascaba en el ambiente; el pasearlos de un lado para otro comomercancía de estudio y observación tenía aquellos riesgos, y aunque había casi unsoldadopormanzana,conaquellosserestodaseguridaderapoca.

Aquello le resultaba a Marc paradójico hasta un punto incluso irónico. HabíapedidounaexcedencialaboraltemporalenlosEstadosUnidosporqueestabacansadodeestarrodeadodezombisydeestudiarlos,yconlaideadedesconectardeéstosydisfrutar de la fortuna que le habían pagado por sus años de peligrosa y fructíferacolaboraciónallendeelocéano.Yahoraseencontrabaderegresoaunasociedadqueestaba sumergida y construida en torno a aquellos peculiares y peligrosos seres.Inclusotemíaencontrarsecualquierdíaporlacalleaalgúnniñopaseandoaunzombicualmascota.

Estaba pensando muy seriamente qué hacer. De momento no le apetecíareincorporarsealtrabajo,dehechonoteníamuyclaroquevolvieraahacerloalgunavezapesardehaberrecibidounpardetentadorasofertasdesuantiguaempresa;sehabíaestadoplanteandoelcomenzaraviajarporelmundoyvisitarloslejanospaísesqueacostumbrabaaverenlagigantescapantalladeplasmadesusalón.

Loúnicoquelereteníaeralainestabilidadpolíticaysocialenlaque,enelfondo,estabasumergidaOccidente,dondelaextremaderechacomenzabaaimponersuleyconfuerza.Estonoeradeextrañarvistolosmomentosdeinestabilidadporlosqueestaban pasando, lo que conllevaba un regreso a los valores tradicionales y elconservadurismo.Frutodeellofueelcomenzaraecharalosinmigranteslaculpadetodo, el florecimiento de sentimientos racistas y el endurecimiento de lasmedidaspoliciales,quepretendíanintentarinfundiralgodeseguridadenunasociedadheridademuerte.


Enesospensamientosestabacuandosalióadarunavueltaysedetuvoatomaruncaféen la terrazadelCristal,unaantiguacafetería situadaen laPlazadeEspañaycercanaalaSalaAugusta,unadelaspocassalasdecinequequedabanenlaciudadysobrevivían a los multicines con megapantallas. Era la noche de Reyes, estabaanocheciendoyenalgomenosdeunahoralacabalgatapasaríacercadeaquellugar,porloquedecidióhaceralgodetiempoantesdeiraverla.

Comenzóahojear losdiariosmientras tomabaelcafé,buscandoprincipalmentealguna noticia sobre los incidentes que según la radio se habían iniciado la tardeanterioren lacárcel,dondeexistíaunconatode fugaounmotínagranescala; lasinformaciones no eran en absoluto precisas, aunque seguramente sí exageradas,porquenoveníanreflejadasenningunodelosdiarios.

Fue entonces cuando escuchó un disparo. Aquel momento iba a cambiar parasiempresufuturoyseguramenteeldelrestodelahumanidad,oloquequedabadeella,enelsentidorealyfigurado.

Inmediatamentesegiróhaciaellugardondehabíaescuchadoelsonido.Veníadelejos,peronolecabíalamásmínimaduda,setratabadeundisparo.Tantoélcomoelrestodelosallípresenteshabíanescuchadopordesgracianumerososdisparosenelpasado,yaquélhabíasonadoaltoyclaro.Pocossegundosdespués,sonaronalgunosdisparosmásysecomenzaronaversoldadoscorriendoendirecciónalacalle31deDiciembre,unaampliaavenidaenobrasdesdehacíaunosmesesporculpadeunostrabajosdecanalizacióndestinadosagenerartrabajoydisminuirelparoexistente.

Algoseestabacociendoysindudase tratabadealgogordo,yaquederepentecomenzaronasurgirsoldadosdetodosladosyhaciaaquelladirección.Marcestabaen el fondo tranquilo: si se trataba de zombis, poco podrían hacer éstos contraaquellastropasentrenadasyorganizadas,preparadasespecialmenteparaenfrentarseaunacontingenciadeaqueltipo.

Mucha gente comenzó a desaparecer en dirección a sus atrincheradas casas,aunqueMarcdecidióacercarseunpocoa31deDiciembreparaverquésucedía,enparteporqueaquéllaeralacallequeconducíahaciasucasa.

Allíhabíacongregadounpelotóncompletoquecubríalacalle,apostadosdetrásdelasobrasdecanalizaciónydealgunoscamionesmilitaresreciénllegadosjuntoados enormes y pesados tanques. Por si fuera poco, desde el cielo comenzaron adescenderlasdosunidadesdehelicópterosultramodernosqueoperabanenlazonadeMallorca, y en las azoteas de algunos edificios se podían atisbar unidades defrancotiradoresdeéliteposicionadas.

Aunquehabíaaprendidoquecuandounzombi interveníaencualquierecuaciónnohabíanadaseguro,sepodíadecirsindudaquelasituaciónestabacontrolada.¿Ono?

Todoibabien,perfectosepodríadecir.Lossoldadosapostadosapiedetierrahabían


tomadoposicionesycubríanperfectamenteelperímetro,yencuantolamasaingentedezombisentróensuradiodeaccióncomenzaronadispararcontraella.Diossabíacómo se había llegado a formar o de dónde habían salido, pero ahí estaban; losprimerosdeellosyahabíancomenzadoacaeralsuelounodetrásdeotro.Debíadehaber alrededor de quinientos, aunque a aquella distancia resultaba complicado elpoderllevaracabounaestimaciónmásaproximada;aunasíMarcsehabíapercatadodeldetalledequemuchosllevabanununiformequenoacertabamuybienaverdequépodíaser.

A pesar de que las bajas entre losmuertos vivientes se contaban por decenas,éstosseseguíanacercando.Marc tenía laesperanzadeque los tanquesno tuvieranqueintervenir,yaqueesosignificaríadañossignificativosparalacalle,quebastanteenobrasestabaya.Fueentoncescuandoelcoronelqueparecíaestaralmandodelaunidadrecibióunallamada,torcióbastanteelgestoantesdecolgaryseencaminódemalaganahacia losdoscapitanesque leacompañaban,quienes inmediatamente sedirigieronalatropaquecontinuabadisparando.

―¡Alto el fuego!, ¡alto el fuego!―ordenó a todopulmónunode ellos ante elasombro del propioMarc y del resto de curiosos que estaban allí presentes y quepermanecíanexpectantesacuantosucedía―.¡Nosvamos!¡Ya!

El tronar de las armas humeantes cesó al tiempo que un runrún comenzaba asurgirentrelospresentes.

―¿Hadichoquesevan?―preguntabaunseñorquedebíaderondarlossesentaaños.

―P-pero no puede ser ―murmuró incrédulo Marc mientras veía a loshelicópteroselevarelvueloyalostanquesmarcharseenretiradadelaescena―.Siyaestánaquí…

Enefecto, lavanguardiadeaquellamasadezombiscaminaba lentamentehaciadonde estaban todos ellos, aunque algunos avanzaban algomás rápido y estaban aapenasveintemetros.Aesadistancia,Marcpudoporfincomprobarqueeltrajequellevabanlamayoríadeaquellossereseraeldereos,porloquenohacíafaltasermuylistoparaadivinarsuprocedenciayloquehabíasucedido.

“Debiódeserunaauténticamasacre”,pensóMarcintentadoimaginarlasúltimashorasdentrodelaprisióndePalmayladesesperacióndetodoscuantosdebierondequedarseallíatrapadosmientraslaplagaseibapropagandodemordiscoenmordisco,de zarpazo en zarpazo. Había además algunas personas que debían de serfuncionariosdeprisiones,al tiempoquealgunos transeúntesseguramenteatrapadosalpasodeaquellaturbademuertosvivientes.

Marcdecidiónoesperarmás.Noentendíalaescenaqueacababadecontemplar,peroteníabienclaroqueaquélnoeraunlugarseguro.Segiróhacialaizquierdaaltiempoqueveíaquede lacalleparalelaa31deDiciembrecomenzabanaaparecer


desperdigados algunos zombis que cortaban el paso a quienes habían optado poraquella zona para huir, iniciándose una nuevamasacre. Su única opción válida eracorrer,comoalmaquellevaaldiablo,haciaeleste,evitandolascallesparalelasa31deDiciembreeintentandollegaralaseguridaddesucasacuantoantes.

Peronoibaaresultarfácil.AlcanzóelParquedelasEstaciones,queatravesabaPalmadeformaverticalyquellegabahastabastantecercadesucasa,altiempoqueveíaalosprimeroszombisentrarporalgunasdelaspuertaslaterales.Seimponíaunsprintcomonohabíallevadoacaboensuvidaparacruzarlosmásdemilmetrosdeparqueantesdequeéstesevieraplagadodeaquellaspuñeterasalimañas.

Corriócon todas sus fuerzas, intentandonohacer casoa las indicacionesde sucuerpoquenohacíansinorecordarleque,apesardeestarenforma,lodecorrernoeralosuyo,pasandoenvariasocasionesaunosdiezmetrosomenosdeloszombisque ya estaban haciendo pleno acto de presencia en el parque, adueñándose delmismo.

¿Cómodemonioshabíasucedidoaquello?,sepreguntabaunayotravez,mientrassu cerebro era incapaz de encontrar respuesta y su imaginación semostraba inútilparadaralgunaexplicaciónplausible.

La gente había ido desapareciendo de las calles. Algunos desgraciados, cuyascasasdebíandeestarlejosdeaquellugar,aporreabancondesesperaciónalgunasdelas entradas cercanas, pero nadie les abría y acababan siendo atrapadosinmisericordementeporaquellosseressinmente;sindudaeraunademostraciónmásdequeelserhumanonoespiadosopornaturalezayqueelinstintodesupervivenciaeselqueprimacuandolleganlosmomentosdifíciles.

Conformeavanzabaporelparque,lacosaseibacomplicando,yaquecadavezseencontraba con más y más de aquellas criaturas por el camino y, aunque las ibaesquivando,eraconscientedequecualquiererrorsignificaríasufin…osucomienzo,dependiendodecómosemirara.

Poco a poco fue reduciendo el ritmo de su carrera, ya que notaba cómo susfuerzas le ibanabandonando.Aquellodecorrernoeraalgoquese lehubiesedadonuncamuybien,yodiabaespecialmentelasensacióndeaceleracióndelcorazónquele provocaba y que hacía que pareciera que se le fuera a salir. Por si fuera poco,notabacómounasensacióndepánicoleibainvadiendoconformeveíaloquesucedíaasualrededorylarealidadalaqueseenfrentaba,aunqueenelfondoesperabaqueaquello lo solucionaran las Fuerzas Armadas tarde o temprano, las mismas queprecisamentehabíandesaparecidoderepenteenelpeordelosmomentos.

Finalmente,paraintentarllegarasucasa,tuvoquesalirdelparqueygirarhacialaizquierda,lazonadondemászombishabía.Intentabamantenerlamenteserenaydespejada, cosa que no parecían haber hecho muchos, ya que continuamente veíagruposdetresocuatrozombisdandobuenacuentadelpobredesgraciadodeturnoal


que bien le habían traicionado los nervios, bien se le habían caído las llaves alintentarentrarencasa,oquiénsabequéinoportunadesgracia.

Realmente,morirenmanosdeaquellosasquerosossereseraunfinaldemasiadocruelparacualquiera,aunquesindudaenaquelcaso,todos,élincluido,selohabíanbuscado por intentar convivir con aquellas criaturas en lugar de exterminarlas deformaradicalyabsoluta.

Otradelasformasbastanterecurrentesparamorirenaquellosmomentoseraenesas ratoneras en que se acababan convirtiendo los coches. Los atascos y losaccidentes que tenían lugar nada más surgir un brote como aquél hacían que secrearan auténticas bolsas devíctimas, fruto sobre todode los atascos, atrapadas enunosvehículosqueacabansiendorodeadosporloszombis.Marcteníaclaroqueenaquellascircunstanciasmásvalíacorrerqueencerrarseenuntrastoquepodíafallarteoenelquepodíasacabaratrapadoamerceddeaquellosmonstruos.

Por doquier podía escuchar el sonido de explosiones, algún que otro disparo ycoches que chocaban contra zombis, muros o entre ellos, dando siempre comoresultado el mismo: carnaza para los no muertos. Estaba estudiado que eraprecisamenteenaquellosmomentosinicialescuandolaexpansiónzombiteníalugardeformamásrápida,justocuandolagenteenplenadesesperacióncometíatodotipodeerrores.

Élnopensabacometerlos.Habíapasadodemasiado tiemporodeadodeaquellascriaturasparaacabarconvertidoenunodeellosoparaservirdealimentodealgunodeaquellosapestososseres.

Pasadosotroscincominutosagónicos,intentandocorrertantocomosucuerpoysu mente le permitían,Marc logró alcanzar su calle. Era relativamente estrecha yapenasseveíandosotreszombisquecaminabanperdidosaunostreintametrosysinrumbo fijo entre los coches. Tendría que actuar deprisa si no quería llamar suatenciónyatraerloshaciaél,nopensabaprotagonizarningunaescenaesperpénticadepelículaenlaqueselecayeranlasllavesmientrasintentabaabrirlacerradura.

Cuandopor finestuvodelantedelmurode suchalet,Marcse llevó lamanoalbolsillo,notandocómounescalofríocomenzabaarecorrersusudorosocuerpo.Lasllavesnoestabanallí.Aquellonolepodíaestarpasando,noaél.Intentópensarconrapidez,antesdequelacosasefueracomplicandotalycomoanunciabanlasleyesdeMurphy, que de hecho ya comenzaban a actuar, ya que a lo lejos se vislumbrabanotrostreszombisqueentrabanporunadelascallesquedesembocabanenlasuya.

Lasmanoslesudabancomonuncamientrasbuscabainfructuosamenteelmanojodellavesensusbolsillos.Nada,seledebíandehabercaídoporelcamino.Miróelalto muro levantado ante su casa con frustración, maldiciendo y lamentando loperfecto que era y lo escrupulosamente que había cumplido sus órdenes su amigoTony,quiensindudasereiríadeélsilevieraenaquellasituación.


Fueentoncescuando,sinnecesidaddemirarhaciaelfinaldelacalle,supoqueloszombislehabíandetectado.Bienfueraporunsextosentidooporelsonidoquehacían al caminar con una nueva cadencia en el paso, el caso es que sabía quecomenzabaaestarconelaguaalcuello.Decidióretrocederunpocosobresuspasosparaintentarrecuperarlasllaves,sabedorenelfondodelocomplicadodelamisión,másbienesperandoencontraralgunaalternativaatodoaquello.

La cuestión es queMurphy, de nuevo, demostró lo fiable de sus leyes. Si algopuedeirmal,irápeor.Noacababadegirarlaesquinacuandosediodebrucesconloquedebíadeserelpechodeunode loszombis;con tal fuerzachocóqueelpobremuertovivienteperdióelequilibrioycayóalsuelodeespaldas,a lavezqueMarcnotaba cómo su cara quedaba impregnada de restos de aquella criaturamaloliente,incluyendo su boca, en cuyo interior tenía lo que debían de ser restos de carneputrefacta,provocándole todoellounprofundoretortijóndeestómagoynumerosasarcadasquehicieronqueacabaravomitandodelasco.

Quiénsabesielvomitartodoaquelloqueselehabíaintroducidoenlabocaymás―debió de hacer un limpiado de estómago total― hizo que no se infectara, o siaquéllanoeraunaformadecontagio,yaqueaesasalturasconocíanalgunasmaneraspero no estaban seguros de si había más. Estaba claro que un simple rasguño deaquellos seres te contaminaba, pero quién sabe si a través del paladar se podíatransmitir.Marcesperabadecorazónqueno,yalmenosaesaconclusiónllegaronenlosEstadosUnidoscon laspruebasquehabían llevadoacabo;sinembargo,queélsupiera,nohabíaejemplosclarosconseresvivosnocontaminados,ytodosebasabaenhipótesis,experimentosanimalesysimilares.

Cuandopudorecuperarse,elzombihacíalopropioyyaseestabareincorporando,observando a Marc con desprecio e incluso podría decirse que rabia por haberleprovocadotamañahumillación.Seguramentesetratabadesuimaginación,yaqueeraperfectamenteconscientedelacarenciaanivelemocionaldeaquellosseres.Peroelcaso es que en aquellosmomentos,Marcnopodía retroceder sobre suspasosparabuscarlasllavesylacosaseibacomplicandopormomentos.

GiródenuevohaciasucalleyviocómoloszombisqueseaproximabanhaciaélhabíancapturadoalseñorRossetti,unvecinosuyoalgotorpónqueahorapagabaunalto precio por su falta de forma física. Por suerte o por desgracia,Marc no tuvotiempo de ver cómo los zombis acababan de devorar al señor Rosetti, y tuvo queconformarseconescucharsusespeluznantesalaridosdedolor,yaqueenestaocasiónfueélquienacabóenelsuelodebruces.Algolehabíagolpeadoporlaespalda.

Tuvotiempodegirarseyvercómosuvecina,lajovencitamorenadepelolargoalaquesolíacontemplartumbadaenbikinijuntoasupiscina,prácticamenteleplacabaen sucarrerapor alcanzar lapuertade su casa alnohaberlevisto algirar la calle.Estabaclaroqueellatambiénintentabaescapardeloszombis.Justocuandointentó


pedirle ayuda, ésta reaccionó de forma violenta, como poseída, o mucho peor,infectada.

―Aléjatedemí,malditohijodeputa―exclamósuvecinacontodalafuerzaquelatensiónylarabiadelmomentolepermitieron,alavezqueelpobreMarcnopodíaevitarloyvolvíaavomitar,estavezencimadelajoven―.¡Hastamuertotengoqueaguantartusbabas!

Lachicaseloquitódeencimacomopudo,dándolegolpesypatadas,al tiempoqueMarcintentabacalmarla.

―¡Estoy vivo, estoy vivo!, aunque no lo parezca así embadurnado, pero heperdidolasmalditasllavesynopuedoentrarenmicasa.Necesitoayuda.

Al tiempo que la vecina se incorporaba, sin quitarle un ojo de encima yclavándoleeltacóndelzapatoenelpechoparaquenoselevantara,metiólamanoensu bolso y sacó con una velocidad inusitada las llaves. Marc no se movía ypermanecíaensilencio,rezandoparaquelajovenseapiadaradeél.

―Porlapintaquellevasparecesestarheridoporunadeesasbestias.―¡No,lojuro,niunsimpleroce!Elúnicoheridoesmiorgulloporhabersidotan

neciodeperder las llavesyporchocarcontraunodeesosanimales sinni siquieraverlo.

Teresa, que así se llamaba la joven hija de papá vecina deMarc y con la queapenashabíacruzadopalabrahastaaquelmomento,abriólapuertaexteriorquedabapasoasupequeñochaletymiróconciertarepugnanciaaMarc.

―Uhm…ok,adelante,peroalmásmínimosíntomadeenfermedad te revientolossesosconloprimeroquepille.

―No tienes de qué preocuparte, de hecho no te molestaré mucho, el tiemposuficientedelavarmeyencontrarlaformadeentrarencasa…

Marc siguió aTeresa al interior del chalet de ésta.No eramuy grande, de dosplantasyderecienteconstrucción,seguramenteregalodelospadresdelajoven,defamilia tradicionalmallorquinaconposibles.Ladecoración resultabaminimalistayseguramente fruto de la mente de algún ornamentador de interiores carísimo,predominandoelmármol,elcolorblancoylosadornosmetálicos,porloqueMarc,ademásdeapestarliteralmentelacasa,ibadejandounahuelladesuciedadasupaso.

―No te preocupes, puedes entrar tranquilo ―dijo Teresa mientras dejaba suchaquetasobreelsillóndepielcolorbeigeysequitabasuszapatosdetacóndeagujade diez centímetros con los queMarc no alcanzaba a entender cómohabía podidollegar corriendo hasta allí―. Luci lo limpiará todo, todito, todo mañana cuandovenga…Huy,siesqueviene,claro.

Marc sonrió al tiempo que intentaba reflexionar sobre la últimamedia hora delocosporlaquehabíapasado,intentandopensarenelinfiernoquesehabíadesatadofuera, en las causas delmismo y en las consecuencias a corto ymedio plazo. De


momento,alresguardodeaquellasparedes,sesentíaprotegido,yestabaclaroqueeracuestión de tiempoque lasFuerzasArmadas españolas, europeas o internacionaleshicieran acto de presencia y tomaran el control, al contrario de lo quelamentablementehabíasucedidoconloscobardessoldadosapostadosalprincipiodelacalle31deDiciembre.

En ésas estaba cuando se dio cuenta de que la joven llevaba unos segundosdiciéndole algo, aunque con un tono bajo y una voz de pito que hacían que no sehubiesenipercatado.

―Si te quieres duchar, hay un baño en esta planta que puedes utilizar, aunqueintentadejarlotodoigualdelimpitoqueestá,noseaquemañananovengaLuciysetengaquequedarmaldurantedíasydías.

Marc pensó en declinar la oferta, pero finalmente decidió quedarse y, una vezestuviesemástranquiloyrelajado,saltarelmurohastasucasa.Elbañoencuestiónera prácticamente nuevo, se notaba que casi nunca se usaba, por lo que casi lodisfrutómás; puso el agua de la ducha todo lo caliente que pudo y se sentó en elescalónamododesillaquehabíaenlaenormebañera,relajándoseyescuchandoelhilomusicalquesonabadefondomientrastodoenlahabitaciónseimpregnabadelvahoprovocadoporelaguacaliente.

Tanto se relajó que bajó las defensas y ni siquiera escuchó cómo la puerta delbañoseabría.


Capítulo3

Vecinosycaminantes

DecirqueMarcnecesitabaaquelladucharelajantecomoelcomereraquedarsecortoenmuchosaspectos.Duranteunosdiezminutosseolvidóporcompletodelmundoexterior y de lo que estaba sucediendo, centrándose únicamente en sí mismo,dedicando de vez en cuando un pensamiento rápido al tipazo de la vecinita, queestabarealmentebuena.

Fueentoncescuandosegiróhacialapuertaysellevóunsustoquelesacódesuspensamientos por completo. Ahí de pie, observándolo con mirada curiosa y algopicarona,estabalavecinitaencuestión.

―¡Sepuedesaberquédemoni…!―Vaya, un hombre pudoroso, jamás me lo hubiera imaginado ―dijo Teresa

quitando hierro al asunto―. Sólo te traía una toalla; nadie usa normalmente estebañitoymeacordédequenohabíanadaconloquetepudierassecar…ynopudeevitarfijarmeeneseculoque,laverdad,nopegaconlaideade“culodecientífico”queteníaenmente,aligualquelootro…

Marcsetapóconunadelasmanoslaentrepiernaaltiempoquealargabalaotrapararecogerlatoallaqueleofrecíalasimpáticavecina,queleestabarealizandounescánercorporalentodaregla.

―Meparecedebastantemalgustoesecomentario,pornohablardesexista;dehaber sido al revés ya hubieras llamado a la policía… aunque dudo que hubieranvenidoenlascircunstanciasactuales.

»Veo,porotrolado,quemehasreconocido.―Sí,escomplicadonohacerlocontodaslasvecesquehassalidoporlateleen

esosaburridosprogramasdedebatecientíficodeIB3.―No debían de ser tan aburridos cuando me invitaron tantas veces―replicó

Marcalgomolestomientras se tapabacon la toalla―.Supongoquealguienhabríaviéndolos.

―Purorelleno,queyosécómovanesascosas.Marcnosemolestóenreplicar,teníademasiadoenloquepensaryaquellajoven

le había devuelto a la realidad.Lo primero que tenía que hacer era llegar hasta sucasa,yluegoyabuscaríalaformadeintentarverquéhabíasucedidoylaextensióndetodoaquello.

Losdoschaletserancolindantes,porloquesimplementelebastabaconapoyarlaescaleraqueTeresateníaensujardínparacruzarhastasucasa.Oesopensaba;porsuerteopordesgracia,elmuroquehabíalevantadoeraloquesepodríadefinircomo“bastante alto”, por lo que tuvo que apoyar la escalera sobre una improvisadamontaña demediometro de alto hecha con trastos que Teresa tenía tirados por el


jardín.Aunasí,lequedabaalrededordeunpalmoparallegararriba,porloquetuvoquehacerejerciciosmalabaresparaasirsedeloaltodelmuro,justoenelmomentoenquelabasedetrastoscedíaylaescaleracaía.Marcagradecióestarenforma,yaquepudo elevarse con sus brazos, aunque de forma costosa, logrando sentarse ahorcajadas en lo alto del muro, contemplando desde allí arriba el estado de labarriada.Aquíyalláhabíaalgúnincendioesporádico,alavezquealcanzóaobservaraalgunoszombisdevorandoaalgúnpobredesgraciadoquehabíacaídoensusgarras.

Trastomaralgodeaire,decidióbajarparanollamarmucholaatención.Cuantamenosgenteyzombissupieranqueestabaallí,mejor.Pocoapoco,agarrándoseconlasmanosenloaltodelmuro,sedejócaerconlafirmeyúnicaideadenotorcersenada,pues lo tendríacomplicadoparaquelepudieravisitarunmédico,oalmenosunoqueestuvieravivoynodeseasedevorarleelcerebroyelrestodelcuerpo.

Afortunadamente,lallavedelacristaleracorrederaestababajolaterceramacetasituadajuntoalapiscina,porloquenotuvoproblemasparaentrar.Loprimeroquehizo una vez dentro fue poner la televisión en busca de alguna posible noticia alrespecto. Como no podía ser de otra forma, todas las cadenas nacionales einternacionales no hablaban de otra cosa, sólo de la situación que estaba teniendolugar en la isla desde hacía unas horas, aunque había detalles de las distintasnarracionesqueno leacababandecuadrar. Inicialmente, a lo largode lasprimerashoras, parecía que los informativos se habían coordinadopara darle un enfoquedeformaquepudierantransmitirlosincrearmásalarmasocialdelanecesaria,untemaque el gobierno y la Iglesia parecían tener especial interés en cuidar. Peroposteriormente hubo un cambio radical en la noticia: hablaban en un término depasadoqueMarcnollegabaaentender.Dabalasensacióndeque,porloquedecían,lasislasenteras―yaquehablabandelasBaleares―habíansucumbidoalaplagaZ.Seculpabadelaaparicióndelamismaaunamasivallegadadepaterasalascostasjuntoaunrebrotedelaposiblecepamutanteconunavirulenciasinprecedentes,frutodelaexistenciaenPalmadeunzoológicodezombisydel―yaquíMarccasisecaedeespaldas―contagioquehabríapodidocausaruncientíficonativoreciénllegadodelosEstadosUnidosyquesepasabaeldíarodeadodeaquellosseres,yquepodíahabersidolaZonaCerodetodoaquello.

Marc no se lo podía creer.Aquel científicoapestado al que se referían era sindudaél,aunquepormuchoquesemiraranoseveíaindicioomanifestaciónalgunadelaplaga.Habíallegadoinclusoamirarseaunespejonofueraserquesehubiesetransformadoenzombiyélnisehubiesedadocuentaysiguiesepensandocomounhumanoapesardeestar“zombificadamente”infectado.

En todos loscanalesseveían tomasaéreasde las islas,conúnicamentezombiscaminandoporlascalles,dandounalarmante2%enloqueapoblaciónsupervivientese refería, achacando como culpable de ello a las navideñas fechas en las que se


encontraban,loquehabíaprovocadoquemuchagentesehubiesevistoatrapadaporla avalanchadezombis enplenacabalgatadeReyesporun lado,ydecomprasdeúltimahoraporelotro.

Lahumanidadhabíapreconizadoaloscuatrovientoselcreerestarpreparadaparauna segunda venida; aquello demostraba que no era, ni mucho menos, cierto. Lagente había aprendido demasiado bien a vivir acompañada de aquella amenaza,haciendo que se le quitara la importancia que obviamente tenía el no habererradicado,bienporcapricho,bienporcuriosidadointeréscientífico,aquellaplaga.

Detodasformas,aMarcseleantojabaunaestimaciónmásbienderrotistaladel2%,yaqueeraobvioquehabíamuchamásgentevivayencerradaensuscasasquelaquedabanlasestadísticasdelosinformativos.

Eldíafuepasandoyenningúnmomentoseanunciaronmedidasdeningúntipoalrespecto, no se dio dato alguno que pudiera dar algo de esperanza a las cientos omilesdefamiliasquepermanecíanangustiosamenteencerradasensuscasas,viendocómolascalleshabíansidotomadasporaquellosseressincerebro.

Los días posteriores no fueron precisamente más alentadores que el primero. Dehecho, fueronprecisamente todo lo contrario.Parecía como si todos losmediosdecomunicaciónestuvieraninformandosobreunarealidadparalelaquenadateníaquever con aquélla, ya que según se decía, las islas se habían puesto en cuarentena ynadie podía entrar ni salir de ellas. Nada sobre las causas que pudieron provocaraquello,nisobrelossupervivientes,nimuchomenossobrelasmedidasqueseibanatomarmásalládenopermitirselaentradaosalidadenadiedelazona,quepasabaapermanecerbajocontrolyjurisdicciónmilitar.

Pocoapoco,lanoticia,comosuelepasar,dejódeserlo,yunasemanadespuésdelos incidentes todo elmundo se había olvidado de las Baleares; incluso se habíanconvertido en un tema tabú evitado en los informativos, desapareciendo incluso laimagendeéstasenelmapaisobáricodelhombredeltiempo.

HabíademasiadascosasquenoencajabandentrodelaracionalcabezadeMarc,quellevabadíasintentandohacerfuncionarsuteléfonomóvilocontactarconalguienpor Internet. Pero nada de nada, parecía como si las comunicaciones de salidaestuvieran,comovulgarmentesedice,capadas.

Marc no era precisamente amante de las teorías conspiratorias, pero cuando, alnovenodía, viopasar unapatrulla de soldadospaseandopor la calle al ladodeuntanque, sin hacer caso a sus gritos, sospechó que había algo que no cuadraba.Unvecinosalióalencuentrodelossoldadosperofueescuetamenteinstadoaalejarsedeellos,primeroconunasbrevespalabrasyposteriormenteconunfuertegolpeconlaculatadeunfusil.

Ylopeoresqueaquellapatrullanoparecíadestinadaaeliminaraloszombisquemerodeabanporlascalles,nimuchomenos,sinoqueselimitabanairdeunladoa


otro intentando evitarlos en la medida de lo posible, en lo que parecía ser unsentimiento recíproco, ya que éstos parecían haber establecido un acuerdo tácito yrara vez se acercaban a los militares como si supieran el destino fatal que lesesperaba.

LassensacionesdeMarcibandesdelafrustraciónalacuriosidad,pasandoporlaincertidumbreyladesesperanza.Vivíabien,nosepodíaquejar,recluidocomoestabaen su casa adecuada precisamente para una ocasión como aquélla, aunque siemprehabíaesperadoquenuncasepresentase,quefuesecomounseguroquelocontratasconlaesperanzadenotenerqueusarlonunca.

FuealduodécimodíacuandolarutinadiariaquesehabíaestablecidoenlavidadeMarc se rompiónotablemente.Seencontraba leyendo tumbadoenel inmensoyluminososalóndesucasa,rodeadodeinmensascristalerasapruebadebalas,cuandooyó un ruido en el jardín. Apagó el reproductor de MP3 y escuchó atentamentecualquier sonido que proviniese del exterior. ¿Había logrado alguno de aquellosengendros putrefactos romper la seguridad de su casa? ¿Había fallado algo en elsistemaylapuertaquedabaalexteriorsehabíaabierto?

Cogió la pistola que nunca estaba amás de unmetro de él y decidió echar unvistazo por la cristalera, apoyando ligeramente su cara en lamisma. Fue entoncescuandorecibióelmayorsustoquerecordabaenmuchotiempo;unacaraaparecióderepente.

―¡Buh!―dijounajovenvozfemenina.SetratabadeTeresa,queporloqueparecíaestabajuguetona,aunquemalditala

graciaquelehizoaMarc,aquienlediounvuelcoelcorazón.―¡¿Se puede saber qué demonios haces en mi puto jardín?!―exclamóMarc

algofueradesí―.Osalesahoramismodeélotevuelolacabeza,locadeldemonio.―Disculpa, guapetón, no esperaba que te lo tomaras así, si lo llego a saber te

traigo pañales―dijo Teresa intentando relajar el ambiente, aunque viendo que lacosanomejorabadecidiócambiardetáctica―.Disculpa,reconozcoquenohasidouna idea precisamente buena, pero los teléfonos no funcionan, casi nunca sales aljardín…

―Sí,supongoqueayudaenalgoelfríoquehaceahífuera―contestóalgomáscalmadoMarc―,perosiguessindecirmequédemonioshacesenmijardín.

―Busco algo de compañía, estaba ya aburrida de estar sola, mi novio no haaparecidoycomienzoasospecharquepudierahaberacabadomal…

―Muyperspicazlaseñorita,peroserámejorquetevayascuantoantesocogerásunbuenresfriado,ydudoquealgúnmédicovengahastaaquíarecetartealgo.

―¿Estás seguro?―dijo Teresa con un tono meloso y hechizador que hubieraderribado las murallas de Jericó, mientras se abría el abrigo que llevaba y que lellegaba hasta las rodillas, dejando al descubierto su hermoso, joven y escultural


cuerpo, sostenido por unos zapatos de tacón alto marca de la casa y cubiertoúnicamenteporlalenceríanegradeencajemássexyqueMarchubieravistonunca,inclusoenpelículasporno.

Marc calló durante unos segundos, reflexionando sobre la escena que teníadelantesinsabermuybienquépensar.Normalmentenoera,comotodosloshombres,muyhábilparainterpretarlasseñalesfemeninasdecortejo,peroaquelloeraalgoquehastaunciegohabríavisto.

―Ccreoqueserámejorquepases―dijoMarc,sintenermuyclaroquépasodaroloqueseesperabaquehicieraenaquellosmomentos.

Teresa entró en la casa y dedicó unos instantes a llevar a cabo un escáner delsalón.

―Jamás hubiera imaginado que tuvieras tanta clase y buen gusto decorando―dijo Teresa con la boca abierta de unmodo en que sólo una pija de verdad eracapazdelograr―.Nitaaantodinero,porquehaycosascarasdenarices.Nosabíaqueelpensardieratantodinero.

MarcdecidiócallarcomounaputaynomencionaraladecoradoradeinteriorescontratadaporsubuenamigoTonyyquehabíallevadoacabotodoaqueltrabajoacambiodeunamásquecuantiosasumadedinero.Porloqueparecía,ladecoradorahabíahechobiensutrabajoyestabaapuntodeamortizarlo.

―Gracias,sehaceloquesepuede;supongoqueesmivenasensiblequeafloracualprimaveraydeslumbracomoelsoldelatardecer.―Marcnoentendíamuybienqué demonios estaba haciendo, por algún extraño motivo su puñetera mente o susubconscienteestabanintentandoimpresionaraaquellajovendetanbuenver.Eradesuponerqueelllevartantotiemposinecharunpolvoayudaba,yaquelaúltimavezque tuvo sexomás allá de las paredes del baño fue en losEstadosUnidos, con laamigadeunacompañeradetrabajo,unaatractivaasiáticaque,porquénodecirlo,lohacíadepena.

―Se ve que tienes estudios―acertó a decirTeresa con la actitud babeante dequiennohaentendidomuchoperodeducequeacabadeescucharalgoimportante.

―Eresmuyamable.Yoestoysegurodequeesabellezaexteriorqueresultaobviapara cualquier mirada palidece ante todo lo que seguramente eres capaz de hacer―replicóMarcintentandobuscarunaformadealabaraaquellacenutriamásalládelovulgarqueresultaríaceñirseúnicamenteasubelleza,aunqueseguramenteera loquerealmentelegustaría.

―Queeee amable. Son las palabras más bonitas que he escuchado en muchotiempo…Claroquehace tiempoquenohabloconnadie,desdequeaparecierondenuevoloszombis.¿Nosabrásquéhapodidopasar,verdad?Túqueerestanlistoqueseguramentetendrásalgunaexplicación,porqueloqueheescuchadoporlatelevisiónnomeparecíaquetuvieramuchoqueverconloqueestabapasando.


Marcalucinó;hastaaquelalmacándidadeDios,aquellajovenbellezaquenosehabíamolestadoencultivar sucerebroen suspocomásdeveinte añosdevida, sehabíadadocuentadequehabíaalgoquenocuadrabaentodoaquello.Perosemejantedetalle era algo secundario en aquelmomento, la curiosidad de su cerebro deberíaesperar, ahora había otra necesidadmás acuciante a la que responder y que cubrir,algomásprimarioyanimal.

Élsiemprehabía intentadocreer, infructuosamentecasi siempre, todoseadichodepaso,enlanecesidaddelamorantesdepasaralsexo,yenaquelmomentonotabacómosusprincipiosestabanapuntodederrumbarsedenuevofrenteaTeresa.Quédemonios,lachicaestababuscandoguerrayguerratendría.

Decidiónovolveraabrirlaboca,oalmenosnousarlaparahablar,acercándoseasuvecinaydeslizandosumanopor laespaldahastasuculo.YporDios,quéculo.Sindudaeraelmásfirmequehabíatocadonunca;sielrestodelcuerpoestabaalaalturadeltrasero,podíaserunaexperienciainolvidable.Antesdequepudieradarleunbeso,MarcnotócomoyateníadentrodesubocalalenguadeTeresa,quedesdeluegono era lo que se diceunapartenaire pasiva, ya que comenzó amoverla confrenesílograndoexcitarlecomonunca.

“Poco a poco, poco a poco”, se decía Marc una y otra vez, “recuerda lospreliminares, no vayas demasiado deprisa o se molestará; caricias en la espalda,toquesenelculo,besosenelcuello,enlamejilla…”.EnesoestabaélcuandonotócómolamanodeTeresaleagarrabalasuyaylaconducíahastaunodesuspechosaltiempoqueledecía:

―Notecortes,apriétalasconfuerza,sontodotuyas.Marcnorecordabahabertenidounaereccióncomoaquéllaensuvida;lafaltade

riegosanguíneoensucerebrodebíadeser total, llegandoadudardesienaquellosmomentosseríacapazdellevaracabounasimplesumasindecimales.

Y aquello fue sólo el principio. Aquella mujer era una verdadera fiera, un serinsaciable que le mantuvo ocupado durante las cinco siguientes horas en las quefuerondelsalónaldormitorio,deldormitorioalsalón…

Aquel día, Marc pudo comprobar que, efectivamente, la naturaleza era sabia.Aquellajovenpodíasertontaderemate,podíanohaberleídounlibroensuvidanisaberencenderunordenador,peroeraunadiosadelsexoyenlasociedadenlaquevivían con aquello bastabapara llegar lejos, y si encima tenías dinero comoera elcasodeella…

ParacuandoTeresasefue,yaeradenoche,ycasiloagradeció.Estabaalbordede la extenuación,ydehaber tenidodiezañosmás,nodudabaenabsolutoenquehabría fallecido a la tercera hora de un infarto. Aquello era algo que tenía quecontarle aTonyencuanto loviera, si esquehabía sobrevividoy loveíadenuevoalgunavez.


Capítulo4

Amigosyenemigos

Losdíasfueronpasandoy,aunqueMarcserepetíaunayotravezqueteníaquehaceralgo por descubrir más datos sobre lo que estaba pasando, su mente estabacontinuamenteenotrolado.Másenconcretoenelchaletdesuvecina,aunosveintemetrosdelsalóndondesolíapasarlamayorpartedeldíaviendolatele,únicosistemadecontactoconelexteriorqueparecíamantenerse,leyendoojuntoasuvecina.Laescenadeamorysexoinicialserepitiódíatrasdía,ylacosa,aunquepudieraparecermentirainicialmente,fuemejorando.

Verdaderamente,Marc podía decir que vivía en el Paraíso, y aunque se sentíafatal consigomismo,nopodía remediarlo.Teníacasi todo loqueunhombrepodíapedirgraciasaloprevisorquehabíasidoconrespectoalacomidaybebida,yencimaestaba el plus de la vecinita. Únicamente le faltaba alguien con quien compartirbatallitas,alguienaquienconfesarlesusvilespecadosmasculinos.

Perocomosolíapasarenépocasconvulsascomoaquélla,lobuenonosueleduraryessólosusceptibledeempeorar,comoestabaapuntodedescubrirMarc.

Debíande seralrededorde lascincode la tardey,comovenía siendohabitual,recibió la visita de Teresa, que ya venía tan corta de ropa como de mente.Comenzaronconlospreliminares,yalrededordemediahoradespués,Marcescuchócómo algo se estampaba contra la cristalera del salón, que aguantó el impactoresquebrajándosesólounpoco.

La lasciva pareja detuvo el lúdico juego del amor de inmediato y dirigió sumiradahaciaelexterior,dondepudieronveraunserfuribundoquelosobservaba.

“¿Cómohalogradoentraresezombiaquí?”,fueelprimerpensamientodeMarc,cuyaúnicapreocupaciónparecíaserladeverinvadidasucasaporalgunodeaquellosseressincerebro.

Durante los segundos en los queMarc intentó situarse un poco, notó cómo elsemblantedeTeresapalidecíaporcompleto,parecíacasiuncadáver.

―¿Eestás bien,Teresa?―preguntóMarc apartando unos segundos la vista delexterior.

―S-sí…esque,ésedeahíesRafa,minovio.―¡¿Qué?!¿Elzombideahífueraestunovio?―dijoMarcdándosecuentaenese

momentodesuerror;segiródenuevojustoenelmomentodevercómoelsupuestocristalapruebadezombisreventabadelantedeél,trasrecibirunestruendosodisparodebala.

Enefecto,eltipocalvoqueestabafueraenloquecidodeiranoeraotroqueRafa,elsupuestamentemuertonoviodeTeresa,queacabadedispararabocajarroalcristalreventándoloydejandoalaparejitafrenteaél.


―Zorrona del diablo,meretriz del averno, guarra asquerosa… ¿se puede saberquédemonioshacesconestepiltrafillaenclenque,conestetirillaspocacosa?―dijounencolerizadoRafaentreexabruptos,mientrassusmejillasibantornandodelrojoalgranate,adquiriendoel tonoqueTeresahabíaperdidoalcreerestarenpresenciadeunfantasma.

―N-nohasidonada,esqueestabatansolita…―¡¿Nada?!Serámalapécoralatía,¡perocómopuedesdecirquenofuenadasi

seosoíadesdetucasa!Siheidoabuscarteycuandonotehevistoyhabíaperdidolaesperanza de reencontrarte te he escuchado gimiendo como una perra en celo. ¡Sitodoelputovecindariodebedesaberaestasalturaselnúmerodecuernosquecalzo!

―Bueno,mejor eso que estar por ahí pululando de un lado para otro sin vida―dijoMarc recordando cómo, en efecto,más de una vez le parecía haber visto aalgúnmirónmientraslohacíanenelcomedor,expuestosalexteriorporlainmensacristaleradecristaldelsalón.

―Tío,¿teestásriendodemí?―respondióelmusculosoydespechadonovio.―No,no…quéva,nisemeocurriría―reflexionóMarcaldarsecuentadequeel

tipo aquél no sólo era un armario con patas, sino que llevaba un arma que podíavolarle cualquier parte de su cuerpo en apenas un instante y joderle la vida parasiempre―.Estonoesloqueparec…verás,lasoledad…

―LaSoledadno,laTeresa,sellamaTeresa…―dijoRafaenunintentodellevarmáslarazónytalvezdeponerenevidenciaalcientíficosabelotodo.

―Comosea,elcasoesquelacarenciade…―¿Calencia?―preguntóRafa.―Sí,lafaltadecosasnoshahechoenloquecer,estábamossolosy…―Y te la beneficiaste, puliste, cepillaste, trincaste, pasaste por la piedra―dijo

Rafa, en una demostración de que sus carencias lingüísticas tenían honrosasexcepcionesconalgunasacepcionesdeldiccionariobastantedeterminadas.

―¿Quédemoniosestápasandoaquí?―dijounacuartapersona,incorporándosealgrupo.

―¿Tony?―preguntóMarcalverllegarasumejoramigoqueacababadesaltarporlavallavolandocualSpidermanydelquenosabíanadadesdehacíasemanas.

―Sí,joder,menudahayliadaahífuera―dijoTonyintentandorecuperaralgodeoxígeno.

―¿Cómohaspasadoporencimadelavalla?―preguntóMarc.―Unapértiga.Hacíadíasquepensabaencómoaccederhastaaquípasandopor

encimadelpuñeteromuroqueyomismomandélevantarsiguiendotusinstrucciones,yfinalmentesemeocurriólodelapértiga,quehetraídoconmigopormediaPalma―dijoexagerandobastante―.Mejornitecuento.

―¿Os conocéis?―preguntó el novio lumbreras algo más relajado aunque sin


soltarlapistola.―Claroquesí,guapetón,aquíelMarcesminovio―respondióTony,oliéndose

loqueestabasucediendoeintentandoponerfinatodoaquellodeunaformapacífica.―Ah,¿queesmaricón?―dijoRafa con losojos abiertos comoplatos―.Pero

entonces,losruidos…―Fingía, cariño, fingía… al pobre no se le levanta ni queriendo―respondió

rápida Teresa, al tiempo que Marc pensaba: “Vaya, pues no es tan tonta comoparecía”.

―Ya,eso son lascalencias quedecía él antes―dijoRafa al tiempoqueTonydecidíadarunpasomásalfrenteyplantarleunbesoenlosmorrosasuamigo,queresignadoaguantabalaescenaporelbiendetodos.

―Cuántomariconeo,cariño―dijoRafaantelaescenaconlamismacaradeascoquepondríauncríodecincoañosalverantesí lacomidaquemásdespreciaba―.Venga,vámonosantesdequesenospeguealgo.Suertequehe llegadoprontoo tehubierasconvertidoenunadeesasrolleras.

Sinesperaraquelafelizparejasalieraporlapuerta,TonyyMarcsefundieronenunfuerteabrazoqueduróvariossegundos.

―¡¿Qué demonios hacías con esa tía?!, no es de tu… estilo ―dijo Tonyasomando la cabeza por la destrozada vidriera y echando un último vistazo alespectacular culo de Teresa, que justo se encontraba subiendo por el muro con laayudadesunovio.

―Enépocadenecesidadnohayestiloquevalga,aunqueestoysegurodequeesamismapreguntaselaestáhaciendoaellaenestosmomentoselcenutriodesunovio―respondió Marc mientras miraba el estado desastroso en que había quedado susalón,llenoahoradecristales.

―Notepreocupes,queparaalgopagasaunaasistenta―dijoTony,adivinándoleelpensamiento―,aunquemetemoquetendrásqueconformarteconmigo,yduranteuna buena temporada, porque yo no salgo ahí fuera hasta dentro de un par desemanas.No veas qué día llevo; espero que no os lo hayáis comido todo entre tuamiguitaytú.

―Sabesquesiemprehesidoahorrador,desdequeéramospequeñoseíbamosalparvulario―respondióMarc mientras sacaba un par de copas del mueblebar quetenía en un rincón del comedor―. Pero dejémonos de formalismos y tonterías yvayamosalgrano:¿dóndehasestadotodoestetiempo?¿Hasdescubiertoalgodeloqueestápasando?

―¡Eh,pocoapoco,camarada!,quesoyunempresariocarpintero,nounagentedelserviciosecretodeinteligencia…aunquehayapodidohablarconunohaceunosdías―dijo Tony, exagerando de nuevo―. Llevo un día ahí fuera corriendo entrezombisyhepodidodescubriralgunacosagraciasaunaradio.Noescomolaprimera


vez,esoteloaseguro.Ahorapodríamossaliryllegarhastalacatedralprácticamentesin problemas. Sonmuchosmenos, aunque no sé de dónde, pero van apareciendonuevos.

―Eso es algo que me ha llamado la atención; quien más quien menos estáarmado y no paro de escuchar a gente disparando desde sus casas―dijoMarc―.Aquímismo,mis vecinos voyeurs de enfrente han acabado ya con cuatro de esoscaminantes, aunquecon lapunteríaque tienencreoquehanempleadoya todas lasbalasdequedisponían.

―Sí,estavezmetemoquehayalgomásapartedelcontagio―añadióTony.―Miraquellevabatiempopreconizándolo―suspiróMarc.―Siemprehassidoalgoagorero,enesotedoylarazón―dijoTony―.Elcasoes

queloqueestáclaroesquehaymuchoszombis“denuevageneración”.Hastadondesé,elfocoinicialtuvolugarenlacárceldePalmayapartirdeahíseextendiópocoapocohastaformarlaturbaquebajópor31deDiciembre.Todohubieraacabadoahísielejércitohubierahecholoquedebía,perono,seteníanqueretirar.

»LospolicíasnotardaronenreaccionaryformarondosbarricadasaambosladosdelasAvenidas,unacercadelaPlazadeEspañayotradelosInstitutos.ElproblemaesquenofueronsuficientesycayeroncomomoscashastaquealgunossereubicaronenlasescalerasdelaPlazaMayor.Apartirdeahí,lasdossiguienteshoras,hastaquelagenteseorganizó,fueunaauténticacarnicería;elCorteInglésestabaabarrotadodegente haciendo las últimas compras de Reyes y las ramblas estaban atestadas depadresconhijosviendooesperandoaverlacabalgata.

―¡Dios,noquieronipensarenlaencerronaquedebiódeserelCorteInglés!―Efectivamente. Al parecer lo rodearon en apenas unos minutos y no salió

prácticamentenadieconvidadeallí―siguiócontandoTony―,aunquedoyfedequeporlomenosenlazonadeláticoquedaalguienconvida.

»Lodelacabalgatayafueotrocantar.Nadamásaparecerlosprimeroszombis,los comentarios de los padres que los vieron fueron del tono: “Quémal gusto, ¿aquiénselehaocurridolaideadetraerafiguranteshaciendodezombis,notenemosyabastanteconeldichosozoodelasnarices?¿Quéserá lopróximo:ReyesMagoszombis?”.Perono,pordesgraciaerandeverdad;muchospadresymadresmurieronintentandosalvarasushijos…Inclusoamísemeponenlospelosdepunta.

―Aun así nome cuadra, sigue habiendo demasiados para no haber salido delcementerio―reflexionóMarc―.Además, ¿y losmedios de comunicación?, ¿y elejército?Aestasalturasestoyadeberíadeestarbajocontrol,yparecequenoshayanabandonado,tiradolallavealaguayolvidadodetodosnosotros.

―Tengo mi teoría al respecto: creo que inicialmente se expandieron por lospuebloscercanos,donde lagenteestabamuchomenospreparaday fueroncayendocomomoscas―explicóTony―,luegopocoapocofueronregresandoaCiutat,taly


comoveníasiendocostumbreenmuchosdeelloscuandoestabanenvida.―Aunasísonmuchos,ycadadíasonmás―siguiómeditabundoMarc―;parece

comosilostrajeranenbarcos.―No,másbienlosvivosseestántransformando―dijoresignadoTony.―Eso es imposible por completo―dijo incluso algo enfadadoMarc―. Sabes

que precisamente ésa es una de las cosas que estuvimos estudiando en EstadosUnidos en mi departamento durante años, y no dimos con ninguna pruebaconcluyente que hiciera siquiera sospechar que el virus parasitario Z del ADN setransmitiera de una forma que no fuera la física. Resumiéndolo mucho, debía dehaber contacto de fluidos o de algúnmaterial de ADN. Punto. Unmordisco y uncontactoconsusaliva,unsimplearañazo,yacruzarlosdedosparanoinfectarte…Peronadamás.Lohemosestudiadomuchoparaversipodíamutardealgunaformayno se nos ha podido haber pasado nada por alto al respecto, siempre fuimosmuymeticulosos.

―Ya,puesesperaaverloscorrer,cosaqueenteoríatampocoeraposible―dijoTonymientrasobservabalareacciónenlacaradeMarc,quelomirabaincrédulo―.Hahabidounoquecasimecazayquecorríacomoalmaquellevaeldiablo.


Capítulo5

ElincorregibleTony

Algunosdíasantes.

Las Navidades no eran la mejor época del año para un crápula irreductible comoTony.Solterodetodalavida,loúnicoquelegustabadeesasfechaseraquealmenosteníadospolvosasegurados,eldeNochebuenayeldeNochevieja,porque,comoélmismopensaba,hayquesermuyinútilparanosercapazdeligarnisiquieraenesasdos noches del año.Yno es que a él le costara ligar, pero almenos así teníamásdondeescoger.

Apreciabaalasmujeresyloquerepresentaban:esaluchaconstantecontratodo,eseespírituporcomprenderelinfantilismoperennetannaturaldeloshombres…Ysobre todo lo que significaba el tener que aguantar a tipos como él como pareja,porqueaunquenohubieseestadonuncacasado,habíaotrospeoresqueél.Ellastanlimpias, ellos tan guarros; ellas tan arregladas, ellos tan desaseados; ellas tanrománticas, ellos tan salidos. Obviamente, al principio de una relación el hombreactúa, pero al final siempre acaba dejando salir al monstruo que lleva dentro, yprimeroesuncalcetínaquíyluegoacabansiendoloscalzoncillostiradosdiariamenteenelbidéparaquelosrecojalacriada.Porsupuestoquehayexcepciones,loquenoera su caso. Él pasaba de esa guerra de sexos y se declaraba públicamente comoneutralycomoeleternoPeterPanconmiedoalcompromiso,querealmenteeramásbienimposibilidadporlidiarconelsexocontrariomásdetresnochesseguidas.

Yenesosdimesydiretesestaba,recogiendotrastoseneltallerdecarpinteríaenlanavequesehabíamontadoenlasafuerasdelaciudadyenlaqueteníacontratadosaseismachacasalosquelescomíalacabezacadadíaconteoríascomoaquélladelaguerra de sexos, cuando escuchó lo que ineludiblemente identificó como disparos.Habíaescuchadodemasiadosalolargodesuvida,comoelrestodelosmayoresdeveinticincoaños,especialmentecuandolahumanidadenteravivióloquepodríaserconsideradocomouna“pelotadepartido”yseenfrentócaraacaraydeformaliteralaladesaparición.

Asomólacabezaporlaventanadesudespachoenlasegundaplantadelanaveycomenzóatemerselopeor;habíanumerosascolumnasdehumo,gentecorriendodeun lado para el otro y lo que era ya el comienzo de un enorme atasco de coches.¿Podíatratarsedeotrosimulacrosorpresa?Lodudabamucho,habíahabidounohacíaalgunosañosenelPaseoMarítimo,enfrentedelHotelPalaceAtenea,yelcaosylaconfusión que se habían creado bastaron para desechar esa estúpida idea paraocasionesvenideras;murieron trespersonas, incluyendoa lasubdirectoradelhotel,aplastadaporlosclientesquesalíanenmanadaenplenaestampida.Aquellolecostó


lacabezaalaingeniosaalcaldesayaalgunosconsellers.Tonyrezóparaquesuspeorespesadillasnosecumplieranybajóhastalaplanta

deabajo.―Cerrad inmediatamente las puertas, las dos. El que quiera salir que lo haga

ahora,aunqueporloquehevistopodríatenerproblemas―dijoTonyaltiempoqueasíaunsólidoygenuinobatedebéisbolque teníacolgadoen lapareddesdehacíatiempoporsisepresentabalaocasióndetenerqueusarlo.

Dosjóvenesargentinosquetrabajabanallídesdehacíamásdeunañodecidieronaventurarsealexterioraltiempoquesuscompañeroscerrabanacalycantolanaveysubíanhastalaterrazaparaobservarelpanorama.

―¿Quéestásucediendo, jefe?―preguntóconvoz temblorosaJaimito,el jovenchilenoquehabíacontratadonohacíamuchocomodiseñadorgráficoparallevarleeltemadepublicidad,marketingytodolorelacionadoconlapáginaweb.

―No lo sé, pero puede que los peores augurios de todos nosotros se esténcumpliendo en estosmomentos―respondió Tony sin usar ningún sarcasmo en lafrase,locualhizoquetodossusempleadospresentessecomenzaranapreocuparaunmás.

Tardaronunasdoshorasenverpasaralprimermuertovivientedeambulandoporlacalle.Quienmásquienmenoshabíavistoalgunoconanterioridad,noeraalgodeltodo nuevo, pero no por ello se sobresaltaron menos ni pudieron evitar que unasensación de angustia les recorriera el cuerpo por completo. Verlos pasear por lacalle, aapenasunosmetrosde ti,noeranadacomparableconverlosenelzoo,enalgúndocumentaltelevisivooenlostebeos.

―Virgen santísima, no me lo puedo creer… ―dijo Jaimito sin dejar desantiguarsealverapareceraotrostresdetrásdelprimero.

―Jamás pensé que volvería a ver a uno de ésos deambular por la calle―dijoTonyaltiempoquesoltabaelbatequellevaba,cogíaunaescopetaylereventabalacabeza al zombi, provocando que los tres que caminaban detrás giraran la cabezahastaellugardelqueproveníaeldisparoyseencaminaranhaciaallí.

―Esto podría ponerse feo feo ―comentó Dante, uno de los empleados quellevabaunbuenratoconlabocaabierta―.Porloqueveohaymásboludossueltos.

Tonyrecargólaescopetayenapenasunossegundosreventólacabezaalostresmuertos vivientes al tiempo que intentaba encontrar una explicación lógica a todoaquello. Finalmente, decidió hacer algo más práctico y se dirigió hacia los seisempleadossuyosquepermanecíanexpectantes.

―Notengomuyclaroloqueestásucediendo,aunquepareceobvioqueporunarazónuotra losmalditosmuertosvuelvenacaminarentrenosotros.Hastaaquí lasmalasnoticias; lasbuenassonqueaquíestamosrelativamenteasalvo,enelsótanotenemos víveres para resistir un buen tiempo y armas como para invadir una


repúblicabananera.Me tildabaisdeparanoico todosestosañosmientras las reunía,peroyaveisquealfinalyoteníarazón.Demodoquesiningunodevosotroshaceeltonto,inclusoaunquenotuviéramosarmas,estaríamosasalvoaquídentro.

Sialgunodevosotrostienefamiliaahífuera,lerecomendaríaquefueraareunirsecon ella o que la trajera hasta aquí cuanto antes, ya que no sabemos cómoevolucionará esto o cuánto tardarán las calles en estar atestadas de esos bichosinmundos.

»Si todo va bien, en breve deberían venir nuestras amadas FuerzasArmadas arescatarnos,peroyonoconfiaríamuchoennuestrospoliticuchos,yaquenosabemossiestoesalgogeneralizadooalgoqueestásucediendoúnicamenteaquíenPalma.

―Jefe, yo habito con mi mujer, mis dos hijos y un par de primos ―dijoJaimito―,ynoesmuylejosdeaquí,atrescuadras…Creoqueprobaréchance.

―Tomaestapistola,no tienemucho retrocesoy te irábiensi tienesqueusarla―dijo Tony mientras le entregaba el arma y le daba un golpe de ánimo en elhombro―. Ten cuidado y sobre todo no te confíes bajo ninguna circunstancia oestarásperdido.Teestaremosesperando.

Pasaronalgunosdíasenlosque,principalmente,Tonysededicóaintentardescubrirtodoloqueestuvieraensumanoconrespectoaloqueestabasucediendo.Notardómuchoendarsecuentadequelatelevisiónyelrestodelosmediosdecomunicaciónnoleibanaserdemuchaayuda;almenoslosnacionales,dondeparecíanllevarunacompeticióndedespropósitosenposdeverquiéndecíaelmayordisparatesobreloqueestabaocurriendo.Loqueexplicabanyloqueestabaviendoquesucedíadesdesunavenoteníaabsolutamentenadaquever,locualcomenzóadarlebastantemalaespina,tantacomoelverquenadieparecíamuyinteresadoenirarescatarles.

Los móviles e Internet parecían estar completamente fuera de servicio yresultaban imposiblesdeusar tantopara recibir comoparaenviarcualquier tipodeinformación, ya fueran llamadas o mensajes. Por lo que había podido comprobar,estaban completamente aisladosdelmundoexterior, lo cual no eraprecisamente lamejornoticiaparaelevarelánimoylamoral.

Hacialasdossemanas,Tony,trascomprobarquelasdospuertasdeltallerestabanconvenientemente cerradas y atrancadas, bajó hasta uno de los sótanos del recinto,dondeteníatodotipodetrastos,paralocalizarunradiotransmisorconelqueintentarponerseencontactoconalgunodelosmedioslocalesqueseguíanemitiendo.

Pordesgracia,eneltranscursodeaquellosdías,lasemisorashabíanidodejandode emitir una tras otra: OnaMallorca, RadioNacional, la Cope…Los periodistassupervivientes con menos vocación habían optado por intentar regresar hasta suscasasyestarconlossuyos,antelasdificultadesparapoderllevaracabosutrabajoconvenientemente,con lasposibilidadesde transmitir reducidasalmínimoycon laimposibilidaddeconseguirnoticiassintenerquearriesgarlavidaenelempeño.Sólo


la Cadena Ser y Onda Cero mantenían la información, alternando música conboletinesdenoticias,basadossobretodoendosunidadesmóvilesque,segúnparecía,teníanrodandoporlaciudad,yalfrentedelascualesdebíandeirobiendoslocos,obiendosvalientesirresponsablesodosfrikisdelainformación.

Tardóunbuenratoendarconladichosaradio,queerabastantemásantiguadeloquerecordaba,altratarsedeunaparatoquelecompróaungitanoenelrastrillodelasAvenidasdelossábadosporlamañana.Erauncacharrocasidecoleccionistaquenunca se había molestado en probar y que tenía pensado poner algún día en elrecibidordesucasacomomeroelementodeornamentación.Yparadecoracióneraparaloúnicoqueparecíavaler,yaquecuandoladesempolvóvioque,almargendenotenerobviamentemanualdeinstrucciones,noteníaniideadepordóndecomenzaraponerlaenmarcha.

Alcabodeunahoradedarlevueltasalaparato,yconmanifiestafrustraciónparaalguien que como él se enorgullecía de arreglar cualquier trasto con los ojosvendados,sedespertóDante,quienmediodormidoseacercóaverquéhacíasujefecon un aparato que no había visto en su vida por el taller y que estaba mediodesmontado.

―Hola,jefe,veoquehaencontradounnuevoentretenimiento―comentóalverlerodeadodelaradioyvariaspiezasquehabíadesmontado.

―Un entretenimiento queme va a durar poco, ya que no creo que este trastofuncionenicreoqueseacapazdeusarlo―dijofrustradoTony.

―DeestoelquedebedesaberbastanteesRafaelito,elcubano―dijoDante―.Creoque estaba liado allá enLaHabana en algún tipode organización subversivaantesdeveniraEspaña,delasquesededicanadarporelculoaFidelycompañía.

Dante, apremiado por Tony, fue en busca de su compañero de trabajo, al quedespertóyalejódeMorfeo.

―Aver,Rafaelito,¿sabescómohacerfuncionarestemalditotrasto?―preguntósinmuchafeTony,comoquienpierdeeltiempopreguntandounaobviedad.

LosojosdeRafaelitoseabrierondeparenparalverelaparato,permaneciendocalladounossegundos.

―¡Virgendelamorhermoso!―fueloprimeroquedijo―,¡unaauténticaradioagalena!¿Dedóndelahasacado,jefe?

Tonyintentóresponder,peronotardóenverquesetratabasimplementedeunapregunta retórica, ya que antes de que pudiera abrir la boca, Rafaelito continuóhablando.

―Fíjese,perositienelabobinaconsualambredecobreesmaltadoenrolladoensu cilindro, y sus condensadores variables, el detector de cristal, el oscilador, elamplificador… Esto es una maravilla de la ciencia, un tesoro para cualquierradioaficionadoqueseprecie.


Rafaelitonovolvióaabrirlabocaalolargodelasiguientehora,centrándoseporcompletoenelmontajedeaquelaparatoderadio.Hubounpardemomentosenlosque pareció atascarse, pero tras unos segundos demeditación, continuaba siemprecon la ardua tarea que él mismo se había impuesto y con la que sin duda estabadisfrutandodelolindo.

―¡Yaestá, jefe!―exclamó satisfecho―.Estodebería funcionar, si esquehayalgúnhuevónalotroladoparaescucharle.

Tony le agradeció escuetamente aRafaelito el trabajo y se retiró discretamentehasta su despacho, para intentar desde allí poner en marcha aquel trasto. Lo quemenosqueríaerarecibirmalasnoticiasyqueéstasfueranescuchadasporsuequipo,pudiéndolesbajarlayadeporsídecaídamoral.

―¿Hola?, ¿hola? ¿Hay alguien ahí?―comenzó diciendo de forma ciertamentetímida, sintiéndose un poco ridículo por hablar sin tenermuy claro si aquel trastofuncionabaosialguienpodíaestarrealmenteescuchándole.

Repitiólaoperacióntresocuatrovecesmáshastaqueporfin,cuandoyaestabaapunto de darse por vencido, escuchó una voz al otro lado que incluso le resultabafamiliar:

―¿Hola?¿Siguesahí?―escuchabaTonyconsobresaltoyregocijoalverquesusesfuerzos habían valido la pena―. Nos ha costado responderte, lo siento, peroestamosciertamentedesbordados.

―Tuvozmesuenadealgo,noestoy segurode sinosconocemos―dijoTonyemocionado por poder hablar con alguien nuevo después de varios días, y ante laposibilidaddedescubriralgunacosamássobreloqueestabasucediendo.

―Nolosé,minombreesGabrielForteza,trabajoeneldepartamentodedeportesdeSerMallorca,esposiblequemehayaoídoalgunavez―respondiólavozalotroladodelaparato.

―Porsupuesto,debedesereso―dijoTony―.CreoqueinclusonosconocimosunavezquefuiavisitarvuestrasoficinasenCaminodeSonMoixparahacerunosarreglos…Perdonalaindiscreciónporquemeimaginoque,comodices,estaráshastaarribadetrabajo,pero,¿sabesalgodeloqueestápasando?

―Poca cosa realmente, excepto que nos la están dando con queso y queposiblementedetrásde todoestohayaalgomásdeloquevemos.Nosonnormalescosas como este aislamiento que tenemos, ni la cuarentena a la que estamossometidos de forma caprichosa. Tenemos a nuestra unidad móvil rodando por lascalles de Palma y hemos tenido más problemas con las patrullas del ejército quepaseanporlascallesqueconloszombisensí.

»Porsuerte,cuandotodoestopasó,nuestroexjefeAlejandroestabaenelestadio,en Son Moix, y pudo tomar “prestado” el Hummer de uno de los jugadores delMallorca,queeselpedazocochequesepusodemodaduranteunatemporadayque


ahora, tras equiparlo y reforzarlo, usamos como unidadmóvil por su resistencia yfácilmanejo.

―Pormuchocochequesea,mesiguepareciendounalocura―dijoTony.―No deja de ser nuestro trabajo, y creo que nos hemos quedado solos en el

desempeño del mismo. De todas formas, nos dedicamos a cubrir zonas como lasAvenidas y el Paseo Marítimo, donde la amplitud de la carretera nos permitedesplazarnossinmuchadificultadarrollandoacuantosenosponepordelante.Sonzonasalgomásdespejadasdecochesqueelrestodelaciudad,seguramentegraciasalpropioejércitoencargadodelalimpiezaparcialparapoderpatrullaragusto.

―¿Qué sabes del ejército?Durante los primeros días había patrullas rondandoporlascalles,peronoparecíanmuyinteresadosenimponerningúntipodeorden,ydesdehaceuntiempocasinoselesve―preguntócuriosoTony.

―Enefecto,sepodríadecirqueprácticamentehandesaparecido,comosinuncahubieranestado,y esoque enPalmahabíaunbuendestacamentoemplazadoen labasemilitardeCoronelAsensio.

»Yo mismo intenté entrevistar a uno de los militares, pero no hubo suerte. Apuntoestuvodecostarmelavida,yaquelostiposnoestabanparabromas,ymuchomenosparacontestarlaspreguntasdeunperiodistilladeizquierdas.Nosé,talvezsihubiesellevadoelmicroazuldelaCope…―dijoFortezaentrerisas.

―¿Cómololleváisdemomentoenlaemisora?―En estos momentos mal ―contestó Forteza con tono de lamento―. Las

instalacionesnoestabanpreparadasnimuchomenosparatodoesto,cosadelosjefessupongo,poresoestamosdisponiendoeltrasladohastaelCastillodeBellver,dondehayungrupoque loestádefendiendosinpasarmuchosapuros, apesardeque losbosques que lo rodean están infestados de muertos vivientes. El compañero JordiJiménezyaestáahícomprobandoquetodoestélistoparapoderseguirfuncionandounaveznosinstalemos.

―Detodasformas,malpanoramaelquemeplanteas.Sinayudadelexteriorysinlas FuerzasArmadas…Bueno, si no te sabemal, intentaré contactar con vosotrosmás adelante en caso de que descubra algo más o aunque sea simplemente parahablarconalguienahífuera.

―Perfecto.Ánimo,juntospodremoslograrsalirdeésta.

Tony se quedó algo frustrado después de su conversación con el periodista de laCadenaSer.Lasituaciónnoeraprecisamentealentadora,yestabaclaroqueesperarunasoluciónquevinieradelaprovidencianoeraprecisamentelamejoropción.Enésasestabacuandoescuchóeldisparodeunapistola.

―¿Quédemoniosocurre?―dijomientrassalíadesudespacho.―EsJaimito―dijoRafaelitodesdela terrazasuperior―.Vieneconsufamilia,

aunqueungrupodezombislesestánhostigandoaunosveintemetrosdelapuerta.


―Demonios,¿yaquéesperáis?Echadleuncable―dijoTonymientrascogíasubatedebéisbolparaevitarhacerruidoencasodetenerqueusarlo,siendoseguidopordos de sus empleados que abrían la puerta que daba al exterior y que habíapermanecidocerradadesdequedíasatrássalieraporellaJaimito.

Fuera, la cosa no pintaba precisamente bien. Un grupo de diez zombis habíalogradointerceptarelpasodelanumerosafamilia,compuestaporelpropioJaimito,sus dos hermanos, su mujer, sus dos hijos, su madre y dos primos. Él llevaba lapistolaquelehabíadejadoTony,peroqueapenassabíausar,yhabiendodisparadoyaendosocasiones,sólohabíalogradoherirenvanoenunapiernaaunzombiyenelhombroaotro.

LallegadadeTonyydesusdoscompañerosdetrabajofueprovidencial,yaqueestabanapuntodecaervíctimasdeaquellosseresnauseabundos.Tonygolpeóconelbatecontodassusfuerzasysusganasalqueteníamáscerca,acabandoconélparasiempre,yllamandodepasolaatencióndedosdeloszombisallípresentes.

―Venga, rápido, corred cuanto podáis―dijoTony al tiempoque se preparabapara laembestidadeunade lasbestiasysefijabaenunode losprimosdeJaimitoqueparecíahabersidoheridoporunodeloszombis.

EntreTonyysusdoscompañerosdetrabajo,PakoyChechu,lograronmantenerarayaalosmuertosvivientes,aunquecadavezseacercabanmásaellosyalcallejóndondeestabasituadalapuertaprincipaldelalmacén.

―Serámejorqueregresemos―dijoPako,viendocómoelpanoramaempeorabapormomentos―,creoquehemosllamadodemasiadolaatenciónsobrenosotros.

En efecto, nada más cerrar la puerta del almacén, ya había diez zombiscaminandoconpasodecididohacia ellos, que al topar con lapuerta comenzaronachocarcontraellacomointentandotraspasarla.

―Joder,noshafaltadopoco;parecequecadavezhaymásdeésospor lacalle―dijoChechu,algosudoroso.

―Sí, por poco―dijo Tony mirando a su alrededor y confirmando que, tal ycomosospechaba,unodelosprimosdeJaimitonoestabapresentejuntoaellos.

Tonyechóunvistazorápidoalaplantabajay,noviendorastroalgunodelreciénllegado, optó por subir hasta la amplia terraza superior del edificio. Allí,efectivamente, vio aBenjamín, el primoherido de Jaimito, un tipo gordoy con lacamisaempapadaensudor,queseencontrabaconaspectocansado,apoyadoconsusmanosenlasrodillasmientrasmirabaporlabarandillalacalle.

―Yasabes loquevaapasar―dijoTony―,demodoque lomejorseráque tedespidasdetusseresqueridosantesdeemprenderelviaje.Esunaoportunidaddelaquenomuchosdisponenyestaríabienquelaaprovecharas.

―¿Oportunidad?¿Seráunabroma,verdad?Quésabráuncuicohuevóncomotú.Yonuncatuveunachanceenestavida,yahoraquelascosascomenzabanairbien…


Nunca he tenido raja alguna por culpa de la gente que como tú que no paga unmoco…

Tonyintentócalmarleunpoco,aunquenoentendíanilamitaddeloqueledecía,alaesperadequellegaraalguienmásparaayudarle,yaqueloúltimoqueleapetecíaera vérselas con un infectado que pudiera contagiarle el virus en pleno acto devenganza proletaria. Pero no tuvo suerte. Fuera, el ruido de los zombis golpeandocontralapuertacomenzabaasubirdenivelyocultabalosgritosdeBenjamín.

Además, como bien dice la Ley deMurphy, si una situación es susceptible deempeorar, empeorará. Benjamín estaba cada vez más nervioso y poco a poco ibaperdiendolospapelesaltiempoquecomenzabaasudardeformanotable.

―Nocachas loque tedigo,noeresmásqueuncatete―dijomientrascargabafuribundocontraél.

“Joder,joder…ésteesmáspeligrosoenestosmomentosquedentrodeunashorascuandoregreseconvertido”,pensóTonymientrasesquivabalaembestida.

―Putochueco,tútieneslaculpadetodoporirdelistoychurrearlaideadequeviniésemosaquí,ylaembarraste,tío,laembarrastebien―dijodenuevomientrasseletirabaencimayTonyhacíaunesfuerzoporentenderle,al tiempoquelovolvíaaesquivar, notando como esta vez aquella inmensa mole le rozaba la cara con sucamisaempapadaensudoryseladejabacompletamentemojada.

“Mierda,quéasco”,pensómientrasintentabalimpiarseelrostroconlacamisetaque llevaba puesta. “Espero que ésta no sea una forma de contagiarse, sería unamanerabienchungadeconvertirteenzombi”.

Benjamín intentó una tercera embestida, aunque esta vez Tony no estabadispuestoatenermiramientoalgunoydejólascontemplacionesparaotromomento,estaba claro que no podía seguir tentando a la suerte y permitir que aquel tipo lehiriera en forma alguna. De modo que en esta ocasión se apartó esquivándolo altiempoquelepropinabaunpequeñoempujónenplenacarrera,loquelehizoperderelequilibrioycaerhaciaelcallejón,aplastandoaunode loszombisy llamandolaatencióndetodoslosdemás.

―¡Putogildemierda,huevón!―gritabaBenjamíndesdeelsueloenmediodeldolordelacaída,sinsertodavíaconscientedelasituaciónenlaqueestaba,rodeadodezombis.

Fueenesemomentocuandonotócómoalgoleasíaelbrazoconfuerza,sintiendoacontinuaciónundesgarradormordiscoqueleatravesólaextremidad.Tony,desdelaazotea de la nave, prefirió no seguir mirando; sabía perfectamente lo que iba asuceder y no estaba de humor para contemplar otra sangría. No había nada quepudierahacerporevitareldesenlace;aunquecorrieraabuscarunarma,paracuandoestuviera endisposicióndeevitarle el sufrimiento,yaestaríamuerto.Elpobre tipohabíatenidomalasuerte,habíabuscadounaformadeaplacarsuiraysufrustración,


habiendologradoúnicamenteunfinalunpocomásaceleradoydoloroso.Al cabo de unosminutos, Tony bajó con el resto, prefiriendo no decir nada al

respecto,aunqueunamiradadeJaimito,queaunqueparecieseingenuonoteníaniunpelodetonto,lerevelóqueésteseimaginabaperfectamenteloqueacabadesuceder.


Capítulo6

Adiósyhola

Al amanecer del 21 de enero, tras sopesarlo durante toda la noche,Tony acabódetomar la decisiónque le llevaba rondando la cabeza desdehacía tiempo: tenía quemarcharsedeallícuantoantese intentararreglaralgunascosasqueteníaenmente;nuncalehabíaidoelrollodelhéroe,peroestabaclaroqueentodoaquelpuzzlehabíademasiadaspiezasquenocuadrabanniconcalzadoryestabacansadodeesperaraquellegaralacaballería.Poreltiempoquehabíapasado,yadeberíahaberactuadolaunidad militar de Valencia, que era la que debía encargarse de cualquier tipo deincidenciaquesucedieraen lazonadeLevantey las islas,pornohablardequeelgrupoacuarteladoenPalmacontabaconhelicópteros,tanquesyunbuennúmerodesoldados fuertemente equipados, que demomento no parecían haber hecho nada apesardeestarespecialmentepreparadosparalucharcontraloszombis.

Elprimerpuntoadondedebíaacudirloteníaclaro:lacasadesuamigoMarc,unexpertointernacionalenbiologíazombireciénregresadodelosEstadosUnidos.Encircunstanciasnormales,eltrayectoandandoentreambospuntoseradepocomásdemediahora,perotalycomoestabanlascosasahora,seguramenteestaríaentornoaunaeternidad.

Cuandobajóadesayunar,elambientecasisepodríadescribircomoimprovisóensu momento, usando unos cuantos borriquetes y una inmensa plancha de maderamacizaderobleconlaqueTonynuncahabíasabidoquéhacer.

―Buenos días, Jaimito, espero que hayáis podido dormir bien ―dijo Tonymientrassesentabaasulado―.Tuprimo…nopudehacernadaporél.

―Me lo imagino. Me pareció escucharle gritar fuera, pero preferí no prestarmuchaatención.Meimaginoperfectamenteloquesucedió,siempretuvodemasiadocarácter―dijo Jaimito apesadumbrado―. Fue todo demasiado rápido, vinimos altiro, yo mismo debería haberme dado cuenta. Hacía tan poco tiempo que habíallegado aEspaña desde losEstadosUnidos…aunque siempre fue algo cabra y nomuycapoprecisamente.

―¿Elrestodetufamiliaestábien?―preguntócasiporcortesíaTonymientrassepreparabaunatazadecafésolo.

―Sí,miotroprimoestáalgomalito,perounodemishermanosloestácuidando.Tony comenzó a tomarse el café, aunque apenas unos segundos después

reaccionócasiescupiendoloquesehabíallevadoalaboca.―¡¿Queestámalo?!Venga,nomejodas,¡ymelodicesahora!Justoenesemomento,seescuchóunfuertechillidoprovenientedelahabitación

donde estaba el primo de Jaimito, y por cuya puerta salía uno de sus hermanospequeños con una profunda herida en el cuello del que manaba la sangre a


borbotones.―¡Estoesunerrordenovato, joder!Hayqueser imbécilparacaerenalgoasí

despuésdetantotiempo―decíaTonycasisincreérseloaltiempoquecogíasubatedebéisbolyentrabaporlapuertaapartandodeunmanotazoalchicoquesalíadeellasinimportarleyamuchosudestino.

LaprecipitaciónapuntoestuvodecostarlecaraaTony,yaquesediodebrucesconelcadáverandantedelprimodeJaimito,quecasileagarraconambasmanoselcuello.

―¡Mierda!―dijomientras interponía elbatede formadefensivaentre ély lasgarrasdelzombi,conelcorazónlatiéndolecomonunca.

Trasaguantardosembestidasdelzombiydosintentosporasirle,Tonyrecuperóelcontroldelasituaciónylogróimpactarunfuertegolpeenlacabezadeaquelser,quefueseguidodecincomás,cadaunodeellosconmuchamásfuriaeímpetuqueelanterior.Estabafueradesí,losnerviosyelmonumentalenfadoporelerrorcometidoledominaban,algobastantepocohabitualenél.

Pasadouneternominuto,dosdeloscompañerosdeTonylesujetaron.―Yaestá,déjalo,éseyanosevolveráalevantarmás―dijounodeellos―.Lo

únicoquelograrásseráensuciarteyDiossabesialgomás…Noséquéestápasando,yaunquetepuedasreírdemí,creoquehayalgodiferenteenestaocasión.

Tony llevabaunos cuantosdías en losque creíahabersevuelto algoparanoico,perolaspalabrasdeRafaelitoconfirmabansutemor.Habíaalgoquenocuadrabaenaquel inmensopuzzlequeseestaba formandoyenelquecadavez ibanencajandomenoslaspiezas.

―Quealguienlimpieestedesaguisado,ycomenzadadespedirosdelchaval.Lomejor seráque ledeis algunaspastillasynosdejede lamejormaneraposible, sinsufrircomohizosuprimo―dijoTonymientrassesentabaalamesaadesayunarconlaropacompletamentemanchadadesangre.

Apenasunashorasdespués,TonyyateníapreparadalamochilayestabaApenasunashoras después, Tony ya tenía preparada la mochila y estaba listo para iniciar superiplo, sabedor de los riesgos que tenía por delante y sintiéndose presa de suimpulsivocarácter.

―Abajo,enelsótano,tenéistodoloquepodéisnecesitarparasobrevivirduranteunabuena temporada.Sisoismás listosqueyoy tenéismáspaciencia,aguantaréissinproblema,yasabéisqueesosbichosnoaguantanmásdecincoañossueltossinacabardepudrirse.Suerte,amigos.

Noacabódedecirestoysuscompañerosdetrabajoledieronunfuerteabrazoalavez que intentaban convencerle una vez más para que desistiera de su aventurasuicida.

Sin duda, lo más adecuado en estos casos es salir por la puerta como en las


películas,abriéndolaysaludandoconlamanodesdeella,peroaquíhabíaunpequeñoproblemayeralamanifestaciónespontáneadezombisquesehabíaorganizadoenlaentrada desde el día anterior, y que no dejaba de aumentar en número y ruido; alsonidoguturaldeéstosseunían losgolpesquenodejabandedarcontra lapuerta,algunoschocandocontralamismayotrosaporreandoconsusmanososusmuñones.

Demodoquedecidióque lomás recomendable era subir hasta la terrazade lanaveyecharunvistazoparacomprobarquéparteestabamásdespejada.Trasunosminutos,viocómolazonaquedabaalacalleprincipaldelpolígonoyalaquepodíaaccederdesdelaterrazadeledificiodelanavecontiguaeralamásindicada.Lacalle,laGranVíaSima,estabainfestadadezombis,perosetratabadeunacalleanchadedoblecirculaciónqueprecisamenteatravesabatodoelpolígono

Asíqueatólacuerdaaunadelaschimeneasdeventilación,secolgóalaespaldalamochila en la que había guardado cuatro cosas, y comenzó a descender poco apoco, intentando no llamar la atención y pasar desapercibido cuanto más tiempomejor.

Laescenaenlacalleeraaterradora,loszombissepaseabanlentamentedeunladoparaotroentonandoaquellaespeciedegemidoprofundoqueponíasusnerviosaflordepiel.

Tonylogróllegarhastalaparteinferiordelacallesinservistoporningunadelaspululantescriaturas,yfueentoncescuandoselepasóporlacabezaelcogerunodelosvehículosqueteníaaapenasunosmetros.Caminólentamente,sinapenashacerruido, hasta alcanzar un 4x4 que parecía bastante resistente y cuyas llaves estabanbajolapuertadelanteradelvehículo,juntoalosrestosdeunamanoquelassosteníayque parecía haber sido arrancada a mordiscos del resto del cuerpo de un pobredesgraciadoquepreviamenteaélparecíahaberintentadolamismaoperación.

Con paciencia, poco a poco, escuchando de fondo el ronroneo de los zombis,Tonylogróabriraquellamano,nosinantestenerquemutilaralgunodelosdedosqueférreamente se cerraban en torno a las llaves. Con gesto de satisfacción sereincorporó, al tiempo que notaba cómo su espalda daba con algo. Tony no se lopodíacreer,estabasegurodeloquesetrataba,nohacíafaltaniquesegirara,acabadechocarcontraunzombiqueestabayaapuntodecernirsesobreélydarleelgolpede gracia. Una vez más, e iban dos en apenas unas horas, se había confiadodemasiado y a punto estaba de costarle caro. Todavía estaba en disposición desubsanarelerroraunqueelpreciopodíasermuyalto.

Nadamás notar el roce con elmuerto viviente, Tony se impulsó hacia delantealejándosecuantopudodeéste,sinhaberlevistotodavía,intentandocomofueranotenerningún contacto con él y evitar cualquier posible focode contagio, lo últimoquedeseabaeraverseconvertidoenun“pululadorchocafarolas”.Cuandoporfinsegiró y pudo verlo, quiso que el mundo se le tragara. Se trataba de un verdadero


armarioconpatas,untipodecasidosmetrosdealtura,grandecomonohabíavistonuncaensuvidayconunamusculaturaquelehubierapermitidoopositaralpuestodeMíster Baleares. Lamochila que llevaba Tony colgada a la espalda le impedíamoverseconfacilidad,ylopeoresqueenaquellosmomentosnodisponíadetiempoparadeshacersedeella,yaqueelzombileteníaacorraladocontraelcoche.Noteníamásopciónquesacarlapistolaydispararcontraaquellabestia,aunariesgodeatraerlaatencióndelrestodezombisdelazona.Demodoquesellevólamanoalpechoydesenfundó el revólver, aunque por desgracia, el zombi, instintivamente omás porsuerteseguramente,golpeósumanomientrasélintentabaapuntardesdeelsueloasucabeza,mandandolapistolalejosdesualcance.

―Mierda,estávistoqueeldestinonomeloquiereponerfácilhoy―selamentóTonymientras intentabapensarensusiguientemovimiento,procurandonoponersemásnerviosodeloquerequeríalasituación,aloquenoayudabaelsentirelfétidoyapestosoalientodelmuerto,queseinclinabasobreélintentandoagarrarleelcuello.

Casinotabaelfríodesusmanossobresugargantacuandodesdedetrásdelzombialguiengolpeóaésteconunamaderaquesepartióenvariostrozosalchocarcontrasuespalda.SetratabadeJaimito,quehabíaestadocontemplandolaescenadesdeloaltodelaterrazadelanaveyquehabíaacudidoalrescatealvercómolasituaciónsecomplicaba,descendiendoporelmismolugarquelohicieraTony.

―Nolepuedodejarsoloniunmomento,jefe―dijomientrasdabaunsegundogolpeenelcostadodelzombiconloquequedabadelatabla―.Menosmalqueheacudido al rescate, o hubiéramos tenido que aguantarle aporreando la puerta delalmacénjuntoalrestodebichoséstos.

Tonysealegrócomonuncadeveralchilenofrenteaél,yaquedelocontrarionosabíamuybiencómohubierasalidoporsísolodeaquellasituación.MientrasJaimitogolpeabaporterceravez,Tonyaprovechóparacogersupistolayapuntaralacabezadel zombi, aunque por desgracia, en los cuatro segundos que tardó en realizar laoperación,elmuertovivientetuvotiempodealargarelbrazoycogerporelcuelloalpequeño chileno, que ahora colgaba a un par de palmos del suelo levantado poraquellamalabestia.

Tony disparó un primer tiro que atravesó la cabeza del zombi sin dañar sucerebro,errorquehizoqueelotrobrazodeésteseclavaraydestrozaraelpechodeJaimito,queposteriormentefue lanzadoconfuerzacomosideunpelelese tratara,provocandoqueunreguerodesangreloinundaratodo.AquellaescenahizoqueTonycasi vomitara; había sucedido a apenas un metro de él y para colmo se sentíaculpable. Casi temblando, disparó por segunda vez, logrando por fin alcanzar elcerebrojustoenelmomentoenelqueelgiganteaquelmordíaconloquelequedabadedentadurauntrozodecarnedesupobrevíctima.

Jaimitoseencontrabaenelsueloconlosojosabiertoscomoplatos,enestadode


shocksintenermuyclaroloqueacababadesucederle,casirogandoasuDiosparaque pudiera seguir viviendo sin aquella pieza que acababan de arrancarle con ungesto tanrápidoysencillo.Tonynosepermitióningún tipodecontemplaciónanteaquellaescena,estabaclaroloqueteníaquehacerynopodíadudar.Disparóendosocasiones sobre la cabeza de su amigo sin mediar palabra, antes de que sussentimientospudieranjugarleunamalapasada―noeranraraslasocasionesenqueunhumanopreferíaverresucitadoaalgúnfamiliarantesqueperderloparasiempre,comosiaquelestadodemuertelatentepudieraserconsideradocomo“vida”―.

Casiinstintivamenteytemiéndoselopeor,Tonylanzóunamiradaaloaltodelaterrazadelanave,donde,comosospechaba,pudoveralamujerdeJaimitoconlosojosllorososylasmanosenlabocasincreersetampocoloqueacababadever.Tonyno sabía qué decir, pero tenía claro que no podía perder más tiempo, aquellosdisparoshabíanalertadoa todos loszombisquehabíaenlaavenida,queyahabíaniniciadosuimpertérritocaminarhaciaél.

Trashacerunrápidogestoconlasmanosintentandoexpresardealgúnmodosuscondolenciasaaquellamujer,corrióarefugiarsealinteriordelcocheeintentómeterlallaveenelcontacto,rezandoparaquetodofuerabienyfueraladeaquelcoche,yqueéstetuvierabateríaygasolina,yaquetalycomoibatodo,cualquiercosapodíapasar y hacer que la tragedia continuara esta vez con él como protagonista. Porsuerte, todo parecía estar bien, aunque para cuando arrancó el coche, tres zombisestabanyarodeandoelvehículo:dosdeellosyaaporreabanloscristalesdelapuertadelconductoryunterceroseapoyabasobreelcapó.

Tony no se lo pensó dos veces y apretó el pedal del acelerador a fondo,llevándose por delante al zombi que tenía frente a él, y dejando a los otros dosconfundidosenlacuneta.Pordesgracia,habíasalidodeallícasiaciegasyahoraleestabacostandocontrolarelcoche,yaqueteníaqueesquivaralrestodezombisquehabíaenlaGranVíaAsimayalrestodevehículosquehabíaabandonadosportodoslados.

Estaba llegando a la rotonda cuando optó por hacer algo realmente estúpido:decidiónocomplicarselavidayllevarsepordelanteaunzombiqueteníacasifrenteaél.Crasoerror,yaquenotardóencomprobarque,menosenHollywood,unchoquefrontal de un coche contra un objeto no puede acabar sino con el vehículoaccidentado. Sin ser consciente casi de lo que sucedía, el coche chocó contra elzombi,talycomoesperaba,peroacontinuaciónnotócómoperdíaelcontroldelauto,quevolcabasobreunlateralavanzandounosmetrosjustoantesdecomenzararodarsobresímismodandovariasvueltasdecampana.

Se podía decir que tuvo suerte y que saldría de aquella imprudenciaimperdonable,yaquenadamáschocarsaltarontodoslosairbagsdelcoche,algoconloquenohabíacontado,yenapenasunossegundosnotócómo,tantoenfrentecomo


en los lados, se disparaban las respectivas bolsas que impedían que su cuerpo sedespedazaraaltiempoqueelcoche.

CuandoTonyabriólosojosloprimeroquehizofueintentarsituarse.Dudósobresihabíaperdidoelconocimientodurantealgunossegundos,mientrasnotabacómounpequeñohilillodesangrebajabaporsurostro,sintiendounprofundodolordecabezayunamolestasensacióndemareo.Aunquelopeoreraqueestabaatrapadoenaquelcoche,aprisionadoporunosairbagssindudaestropeadosyaquenosedeshinchan,yconelincipientemurmullodezombisaproximándoselentamentehaciaél.

Estabajodido.Parecíacomosieldestinosehubieseempecinadoendarlelabajaaquelmismodía,fuesealcostequefuese,aunqueéltampocoestabahaciendomuchoporevitarlo,conaquellasabsurdasdecisionesdenovatopringado.

Teníaqueactuardeprisa,dejardeladoelmareoyolvidarsedeloszombisqueseaproximaban para evitar cualquier ataque de terror. O mantenía la cabeza clara oaquello sería el fin, y por cómo iban las cosas, podía ser un fin bastante doloroso,sirviendocomoplatoprincipaldeunamacabrapitanza.

Loprimeroquehizofuerebuscarenlamochilaqueteníaallado.Habíaguardadoenellaunpardenavajasyresultabaimperiosoelhacerseconunadeellaseintentarliberarsedelosdichososairbags,quesibienlehabíansalvadolavida,podíanacabarsiendolosculpablesdeunosmuylargosminutosfinales.

Aunque desorganizado por naturaleza, solía ser rápido buscando las cosas quedejabaaquíyallá.Estecasonofueunaexcepción,yenapenasunossegundosnotócómosumanopalpabaunadelasnavajas,porloquerápidamentesevioliberándosedelamolestasensacióndeaprisionamientoquetenía.

Justoenelmomentodequitarseelcinturóndeseguridad,sintióel tactodeunamanofríayásperarozándoleelbrazoderecho.Segiróyelcorazónlediounvuelco.Elprimerodeellosyaestabaahí,buscandountrozodecarnefrescaquellevarsealaboca, estirando torpemente el brazo todo lo que podía en un intento patético poratraparasupresa.Porsuerteestabafueradesualcance.

Tony giró su cabeza hacia el lado izquierdo, viendo cómo otros dos zombisestabanyaaunosdiezmetrosdedistancia.Intentóabrirlapuerta,peroéstaparecíaestar atascada. Nueve metros. La sucesión de golpes provocados por el impactoestaban dificultando abrir la puñetera puerta, que parecía tan emperrada como losairbagshacíaunosminutosenquefuerapastodeloszombis.Ochometros.Zarandeóel pestillo una y otra vez, viendo la inutilidad de su acción, por lo que decidiócambiar de táctica. Siete metros. Hizo acopio de fuerzas e, impulsando sus dospiernas,golpeócontodalapotenciaquepudolapuerta,queafortunadamenteestabatan dañada como suponía y salió disparada un par de metros. Seis metros.Prácticamente a gatas, salió del coche, notando cómo las piernas le flaqueaban, enparteporlosnervios,enparteporelimpacto.Cincometros.Deformapocograciosa,


logróponerseenpie,seapoyóenelcocheparaintentarsituarseyqueaquelmareosefuera, aunque por desgracia no disponía de mucho tiempo. Cuatro metros.“¡Maldición!”,pensó;lacondenadamochilaestabaenelcoche.Tresmetros.Alargóelbrazotodoloquepudohastaquelogróagarrarlamochila,altiempoqueunzombihacia lo propio y la estiraba torpemente hacia sí mismo, iniciando un lamentableduelodepoder.Dosmetros.Estaba claroquenopodía lucharde igual a igual conaquelsersinmente,porloquedecidióhacerusodesucabeza;soltóligeramentelamochilacediéndoselaenpartealzombi,parauninstantedespués,aprovechandotalvezlaposiblesensacióndeconfianzadeaquelser―omásbiensupropiasuerte―,estirarcontodassusfuerzasparahacerseconella.Unmetro.Yaconlamochilaenlasmanos, segiróy casi sintió elputrefactoolor adescomposiciónde losdos zombisquefelizmenteseleacercaban.Mediometro.Nohabíaningunaotraopciónmásquecorrer,corrertantocomopudiera,alejarsedeallíynodesfallecer,locualenaquellascircunstanciaseramuchopedir.

Cuandolosbrazosdeloszombislanzabanyasusgarrassobreél,iniciólacarrera,unacarreradefinalinciertoydestinoimprobable.


Capítulo7

Carreraporlaciudaddelosnomuertos

“No querías sopa, pues toma dos tazas”, pensaba Tonymientras se lanzaba en sucarrera suicidaporPalma.Correr, a subuenamigoMarc,eraunade lascosasquemenoslegustabanaTonyhacerenlavida.DuranteunabuenatemporadarecorrióloscasidocekilómetrosdeltrayectodeidayvueltadelPaseoMarítimoconlaideadeestarenforma,yaunqueahoraloagradecía,noeraunaexperienciaquerecordaraconalegría,exceptoporlasvecesenquesecruzabaconaquellosbellezonesque,comoél,corríanparaestarenformaopaseabanconpatinesypantaloncitostancortosquepermitíanasomarpartedesusapretadasnalgas.

Ahora tenía que correr, sin margen para el error, sin poder detenerse ni uninstante,sorteandotodotipodeobstáculosmóvileseinmóviles;correrenunacarreraquenoteníamuyclarocómoibaaacabar,porlasdesiertascallesdePalma,pobladasúnicamenteporaquellosseresinfectoscarentesdementeysentimientos.

Alcabodecincominutos,comenzóasentirfatiga.Eraunafatigamental,élsabíaperfectamente que podía aguantar más, pero todo se le hacía cuesta arriba. Pasarprácticamente por al lado de aquellos seres, que intentaban en vano atraparleestirandolosbrazos,noeraplatodebuengusto.Nopodíatropezar,nopodíapensar,sólocorrer,correrycorrer.Ynocometernielmásmínimoerrorensucarrera.

No tardó en llegar al corto pero en aquelmomento oscuro túnel que hacía lasvecesdepuenteporencimadelcualsecruzabalaautopista.Conformeseacercaba,comenzó a temerse lo peor. En efecto, bajo él había una montonera de cochesapiñados por gente que había intentado escapar de la masacre y que se habíanestrellado uno tras otro irremisiblemente en mitad del caos de la situación,provocandoalgúnqueotroincendioqueseveíareflejadoenlastiznadasparedesdeltúnel.Parapodercruzarlo tendríaqueescalarysubirporencimadealgunosde loscochesapilados,yesopornohablardeloszombisderigorquepululabanporahíyqueyahabíanpuestosumiradaenél.

―Estocadavezseponemejor―suspiróTonymientrassedeteníauninstantearecobrarfuerzasytomaraire,apoyandolosbrazosensusrodillas.

Dejó pasar dos minutos, hasta que dos zombis se encontraron ya losuficientementecercacomopararepresentarunpeligro,yeneseinstantereanudólamarcha. Corrió hacia el puente sorteando coches y zombis, hasta que llegó a lamontonera,quecomenzóaescalarconesfuerzo,yaquehabíatodotipodesalientesafiladosyloúltimoquequeríaerahacersealgunaheridaquepudierainfectarse.Peroesono fue todo.Enplenaascensión, sintiócómounodesuspieseraagarradoconfuerza por una mano a la altura del tobillo, una asquerosa mano de zombi,provenientedeunodeloscochescuyojodidopropietariodebiódehabersequedado


atrapadoensumomento,amenazandoahoraconsumirleaélenlamásprofundadelasmiserias.

Tonyintentózafarsedeaquellamano,peronotardóencomprobarquenoleibaaresultar tan sencillo comoesperaba. Intentó liberar el pie dando algunos tironesdediversaintensidad,perotodofueenvano.Lehabíaatrapadobienporeltobilloylehabía agarrado con toda la fuerza de que era capaz aquella bestia, que por finasomabalacabezaporlaventanilladelcochealtiempoqueabríasusfaucesconlaclaraintencióndedarleelmortalbocado.Aquelloeraelfin.

Elzombicerrófinalmentesubocasobresudescubiertapiernacontodalafuerzadequefuecapaz,altiempoqueTonycerrabalosojossabiendoloqueleesperabaylanzando instintivamente un grito de terror al sentir el contacto. Pormuchoque lolamentara,ibaatenerelfinalquetantotemíayconelquetantasveceshabíasoñadoenlaspeoresdesuspesadillas.

Seencontrabapensandoencogerrápidamentelapistolaparaponerfinasuvida,cuandonotó cómo sugemelo eramordido con toda la fuerzadelmundopor… lasencías de aquel bicho. Tony soltó una carcajada con tanta fuerza que retumbó portodo el túnel; parecía la de un demente, la del Joker en plena faena con Batman,aunqueeramásfrutodelaeuforia,elcansancioyladesesperaciónquedeotracosa.Aquel tipodebíadehaber perdidohasta el últimode susdientes en el accidenteydebían de estar esparcidos por el coche en vez de colocados en su boca, y ahoraapenas le quedaban encías con las que morder, y éstas se habían ido a estrellarvanamentecontrasumuslo.

Con toda la rabia del mundo, Tony pateó la cabeza de aquel miserable, quecontinuabaasiendosu tobillo, a lavezqueotros treszombis se situabanyaaunosmetros de él, comprobando cómo en esta ocasión asomaban por sus bocas unosafilados dientes.Demodo que cogió el cuchillo y comenzó a asestar golpes en lamuñecade aquel zombi con toda la fuerzay furiadeque era capaz, intentandonosufrirningunaherida.

Al cabo de unos segundos revolviendo en la muñeca con el cuchillo, pudoestirarse lo suficiente comopara seccionar aquellamano y seguir escalando por lapiladecoches,arrastrandoconsigolaextremidaddelzombifirmementeagarradaasutobillo.

―Estoesdemencial,macabroydifícilmentecreíble―sedecíamientrasllegabaalapartesuperiordelamontoneraymirabaalfrente.Zombisymászombis;tocabaesquivarlos, aunque ahora, que había vuelto a nacer prácticamente, se veía confuerzasymoralparaasumirelreto.

Estaban por todos lados al amparo de la oscuridad de aquel túnel, aunquetardaban en reaccionar, ya que lo último que sus escasos sentidos esperabanencontrarse allí era a un loco chiflado dedicado a correr esquivándolos como si


estuvierajugandoconunaconsoladevideojuegos.Tonyestabafueradesí,elcorazónle latía con tanta fuerza que parecía que en cualquiermomento fuera a estallar; laemoción,losnervios,elmiedo,laeuforia…erantantasemocionessurgiendoalavezqueniélmismohubierasabidomuybiencómodefinirsuestadodeánimo.

Endosocasionesestuvoapuntodetropezarycaer,yenotrasdosestuvoapuntodeserenganchadoporaquellas tenacescriaturas inasequiblesaldesaliento,peroentodasellaslogrócontinuarsuaceleradacarreradedesesperaciónylocura.

Una vez salió de aquel pequeño túnel, corrió unos cuantosmetrosmás y llegóhastaelcrucecercadelcual,aalrededordemediokilómetro,estabaelchaletdesuamigo.Apuntoestabayadegirar,cuandoviounaescenaqueledejópetrificado.Alolejos,aunosdoscientosmetrosdedistancia,habíaunzombiquesedirigíahaciaél.Aquellonoeraunanovedad,loquesíresultabanuevoeralaformademoverse:veníaa paso ligero, haciendo aspavientos con unos brazos que movía como molinillos.Aquellono tenía sentido, erauna sinrazón, una escena imposibley completamentenueva,almenosparaél.

Dudóduranteunossegundossobreloquehacerhastaquedecidiócontinuarcalleabajo corriendo en dirección contraria, dandoun rodeo alejándose del chalet de suamigoydeaquellamonstruosidadcuyaexistenciaestabafueradelugar.

Corrió,yestavezconmásrazónquenunca,yaqueleveníapersiguiendounsercontodaslasganasdelmundoporhincarleundiente,yloqueerapeor,nisecansabani sedesmotivaba.No tardóengirarseenplenacarreraparaver si aquel engendroseguíaahí,comprobandoparasudesesperaciónqueyahabíagiradolaesquinaqueélhabíadejadoatrásapenasdiezsegundosanteseibaensumismadirección.Elzombi,o lo que fuera, no corría, gracias a Dios, pero llevaba un ritmo similar al de uncorredordemarcha,conunmovimientodefiniblecomosiniestro,acaballoentre ladesesperacióny lanecesidadprovocadaporelansiapor llevarsealgoa laboca.Segiródenuevoyahíseguía,persiguiéndole,moviéndosedeunaformaindescriptible,casicomosideunprimitivochimpancésetratase.

Por suerte, acadazancadaquedabaaumentaba ladistancia, aunque teníaclaroque no podría mantener aquel ritmo durante mucho tiempo, y era perfectamenteconsciente de que aquel muerto viviente le seguiría sin desfallecer hasta elmismísimo infierno. Aun así, en plena carrera, mientras pensaba en el lío en queestaba, sucabezanopodíaevitarel intentardarunaexplicaciónaaquello,yunayotravezfallabamiserablementeenelintento.AhorateníaunmotivomásparallegarhastaMarceinformarledetodasesaspiezasquenoencajabanenelrompecabezas,conlaesperanzadequeélsupieraresolveraquelmisterio.

De vez en cuando, cuando levantaba la cabeza, veía a gente medio escondidaasomadaa lasventanas,observando lapeculiarpersecución,pero sindecirnadanimostrar lamásmínimavoluntadpor ayudar.Tonyhubiera agradecido realmente el


quealgunapuertaseabrieraensucaminoyleinvitaranaentrarydescansar,peroenningúnmomentoobservóalgúngestoquepudieraserdeayuda.

Al cabode unos cincominutos, cuando comenzó a bajar el ritmoy temerse lopeor, decidió parar. Se había desviado bastante en su carrera y estaba en la calleAragón,ynohabíazombisenunradiodeunosveintemetrosasualrededor,porloque optó por cambiar de táctica. Se detuvo, se descolgó lamochila para no correrriesgoalgunoylaabrió,ytrasunossegundos,enlosquetuvotiempodevercómolamano del putrefacto zombi que le había apresado en el túnel seguía aferrada a sutobillo,dioconlapistola,quehabíacolocadoallíalmolestarleenelcintodelpechoal correr. No le hacía mucha gracia aquella opción, ya que sin duda atraería laatencióndecualquierzombicercanoaél,peronoestabadispuestoaperderaquellacarrera,aunqueparaellotuvieraqueeliminarasuperseguidoratiros.

Esperó durante un segundo, dos, tres… y finalmente el zombi apareció con suinalterable ritmodesdedetrásdeuna esquina.No teníaganasdedarleoportunidadalguna,por loqueapenas lo tuvoa tirocomenzóadisparar.Fallóelprimer tiro,elsegundo, pero con los siguientes le acertó en la cabeza, reventándosela en plenacarrera.Elcondenadoanimal siguiócorriendounosmetros inclusocasi sincabeza,aunquefinalmenteacabócayendoalsuelo.Duranteunosinstantes,Tonydudóantelaposibilidad de que aquel zombi fuera especial y, además de moverse con másagilidad, no muriera al reventarle el cerebro, aunque lo que parecía obvio es queningunacriatura,viva,muertaocaminante,podíairmuylejossincabeza.

Enplenacrisisdeansiedad,seacercóhastaelzombiqueacabadeabatiratirosyvacióelcargadorensucabeza,enunamedidaqueporunladopretendíaservirparacerciorarse de que estaba muerto y por el otro para descargar la rabia contenidadentro.Teníaunossegundosdemargenen losquedecidióobservaraaquelzombi;¿qué le hacía poder moverse de aquella manera, rompiendo todas las teorías yleyendas en torno a aquellos seres que si por algo se caracterizaban era por suinmutableylentocaminar?Noloteníamuyclaro;desdeluegoeraunzombimuertohacía poco, no se apreciabanmuchos rastros de descomposición salvo en su ahoradesfiguradacabeza.

Pero aquello daba igual en aquellos momentos. Ni podía detenerse el tiemposuficientecomoparaestudiarlonieralapersonamásadecuadaparahacerlo;aquelloeratrabajoparaMarc,estuviesedondeestuviese.Decidióentoncesnotentarmásalasuerte y reanudar su ritmo, no era cuestión de que apareciera otro de esos bichoscorredoresytuvieraquevolveraempezar.

Se encontraba ahora en la amplia calle Aragón, por lo que decidió trazarmentalmenteunarutahastacasadeMarcquepasaraporlaspocascallesampliasqueteníalaciudad,enlazandoconlasAvenidas,pasandopordelantedelCorteInglésyfinalmentepor31deDiciembrehastalaCruzRoja.Unavueltadenaricesporculpa


de aquel ser sinmente con pretensiones olímpicas que ahora yacía en la acera sinningúntipodevidanimovimiento.

Porfinpudodisminuirunpocoelritmo.ConformedescendíaporlacalleAragón,veía cada vez menos zombis alrededor de él, lo cual era un alivio ya que podíapermitirsereducirlavelocidadytomarsebrevesrespiros.CuandoporfinllegóhastalamanzanadelCorteInglés,situadaalfinaldeAragónconlasAvenidas,comenzóaescucharelrunrúnfamosodeloszombis, loquenolehizoningunagracia,yaque,cuando finalmente giró la esquina, sus temores se hicieron realidad. Frente a laspuertasdelCorteInglés,apelotonadosyempujándoseunosaotros,habíacientosdezombis,talvezmiles.Tonynuncahabíasidomuybuenocalculandoesetipodecosasy desde luego poco importaba en aquel momento; simplemente, había muchoszombis.

Parecíaunapuñeteramanifestacióndezombis.PrácticamenteocupabanlosochoscarrilesdelasAvenidasensusdossentidosdecirculación,ysumirada,normalmentefijayperdida,estabasituadaal frente,en laspuertasde losgrandesalmacenesqueparecían cerradas, lo cual significaba que dentro se debían de haber atrincheradoalgunaspersonas.

Denuevoseveíaenlasituacióndeplantearsedarotrorodeo,aunqueaestepasollegaría hasta elmar. Por cansancio, pereza e imprudencia,Tonydecidió jugársela.No tenía muy claro hasta dónde tendría que seguir rodeando la ciudad parafinalmente sercapazde llegarhastacasade suamigo,demodoquedecidió seguirporlasAvenidas.Encircunstanciasnormales,desdedondeestabaenesosmomentos,caminandoabuenpaso, sepodía llegarenquinceoveinteminutos,corriendoa suritmo cansado calculaba que serían unos diez. De modo que decidió jugársela yaventurarseapasarpordetrásdeaquellosobcecadoszombisquemirabanalfrentealtiempoqueseempujabanunosaotrosintentandovanamenteavanzar.

Primero caminó poco a poco, rodeando a la masa de muertos, y finalmente,cuandologrósituarsealasespaldasdeéstos,aceleróunpococomenzandoacaminarpordetrásdeellos.Aunquenunca loconfesaría, estabaapuntodemearseencima.Estabapasandopordetrásdeaquellainfectaturba,conzombisaapenasmediometrode él, zombis que en circunstancias normales ya le habrían detectado y habríancomenzadoconlatareaconvertidaenfijacióndequererdevorarle.

Mientraspasabadetrásdeellos,casirozandosusespaldas,nopodíaevitarpensarenlaescenaqueestabacontemplandocasidereojo,yaquepreferíanofijarsemuchoy pasar sin hacer ruido ni llamar la atención en lo más mínimo. ¿Estarían acasoesperando las rebajas?¿Seríacierta la leyendaurbanadeque loszombissesentíanatraídosporlossitiosquefrecuentaban?―encuyocasoelcampodefútboldelOnoEstadi debía de estar atestado de fieles seguidoresmallorquinistas―. Seguramentedebíadehaberunaexplicaciónmássencilla,relacionadaconlaciertaexistenciaensu


interiordeseresvivosa losquedevorar.Elcasoesqueno tenía tiempodepensar,tenía los brazos estirados y se tambaleaba, intentando mantener el equilibro, enaquellazonadondeloszombisapenasledejabantreintacentímetrosparapasar,conel único objetivo de no rozar siquiera a alguno de aquellos bichos y atraer de esemodosuatención.

Debíadellevaryarecorridoelochentaporcientodeltrayecto,alrededordecienmetros, cuando desde lo que debía de ser la azotea delCorte Inglés, enmitad delsilencioreinanterotoúnicamenteporelgutural ronroneode loszombis,escuchóelinconfundible sonido de carga de un arma, seguramente una escopeta. Elevó lacabezadirigiendounamiradadereojoalapartesuperiordeledificioyapenaspudodivisarenloaltoloquedebíadeserunhumanoapuntandoalaturba.Fueentoncescuando sintió el disparo, un sonido fuertey seco.Peropara su sorpresa, envezdereventarlacabezadeunodeaquellosmanifestantes,labalafueaestrellarseaapenasunoscentímetrosdeél, chocandocontra laparedyprovocandoundesconchadodeconsideración.Denuevoundisparoydenuevopasócasi rozándole, reventandoenestaocasiónlacristaleradeunatienda,provocandountremendoestruendo.

En aquelmomento había dos cosas seguras: le estaban disparando a él y todoaquel ruido llamaría sin duda la atención sobre su figura de los hasta elmomentoatontadoszombis.Estabajodidoybienjodido.

Pocoapoco, loszombisque teníamáscercanosaél fuerongirándose,primerosin sabermuybienquébuscar,yposteriormenteabriendo labocaymostrando susdientes,alavezquedirigíansusbrazoshaciaél.

Másquejodidoestabamuerto…denuevo.Nolopudoevitar;enmediodelsilencioquesehabíacreado,enelquehastalos

zombisparecieroncallardurantesunosinstantes,gritócontodasualmahacialoaltodelCorteInglés:

―¡¡Hijosdeputa!!¡¿Peroquécojonesoshehechoyo?!Elgrito resonópor toda lacallecon tal fuerzay reverberaciónque sinduda se

escuchóenvariasmanzanasdedistancia.Aplacada su ira, decidió hacer algo más práctico e intentar salvar el pellejo,

aunqueloteníacomplicado,yaqueelzombimáscercanoestabayarozandosucuellocon sus asquerosas y descuidadas manos. Fue entonces cuando volvió a sonar undisparo,quetemiósealojaraensucabeza.Peroestavezreventólacabezadelzombique leaferrabayaelcuello,haciendoqueéstecayeraalsuelo.Unnuevodisparoyotrozombialsuelo.¿Habíancambiadosuobjetivo?

Noteníamuyclaroquéestabasucediendoniporquélehabíandisparado,quizásalgúndíalodescubriese,aunqueteníaclaroaquiénypordóndelealojaríaunfusil;eltipo que había disparado inicialmente organizando aquel jaleo tenía una deudapendienteconéldelaquenoseolvidaríafácilmente.


Variosdisparos fuerona acabar conalgunosde los zombisque tenía alrededor,pero parecía imposible salir de aquélla. Eran demasiados y tenía todavía quincemetrospordelantequecubrir.Deformaquedecidióusarunatácticadesesperada.Setiróalsueloycomenzóagatearcualbebéporlaacera,alejadodelasmanosdelostorpes zombis que intentaban infructuosamente atraparle, logrando únicamentechocar los unos con los otros, en aquella auténticamareamuerta que conformabaaquelnutridogrupodecaminantes.

Noselopodíacreer,loestabalogrando;aapenasunosmetrosveíaloqueeranlaspiernasdelúltimozombi.Envariasocasionessintióelrocedelamanodealgunodeellosqueintentabaatraparlo,yentodasellasrezóparanosufrirningúntipodeheridaquepusierafinatodo,conlaideafijadequeentoncestendríaqueponerfinasuvida,algoenloqueentantasocasioneshabíapensandoenelpasadodesucederalgoasí.Tuvosuertetambiéndecontarconlamochilacolgadaalaespalda,yaquesibienlehacíairunpocomáslento,tambiénfrenabayobstaculizabaelreguerodemanosqueibancayendosobreél.

Por fin, trasunminuto agónico, llegóhasta el final del bosquedepiernas.Fueentonces, mientras se reincorporaba, cuando sintió cómo la mano de un zombi leenganchabaporlamochila.“¡Maldición!”,pensó,“deberíahabercontinuadoagatasunos segundos más”. Intentó en un primer instante correr y tirar al zombi en elarrastre,perofueinútil,leteníabienagarradoyunavezmásnoparecíadispuestoasoltarasusuculentapresafácilmente.

Trasunnuevointento,Tonysintiócómoenesaocasióneraelzombielquetirabadeél, lograndocasi tirarloal suelodel impulso.Graciasal cielo,unnuevodisparosonóyTonyteníaclarocuálseríaelobjetivodeaquellabala.Enefecto,apenasunosinstantes después, su cara era salpicada por los restos craneoencefálicos de aquelzombicuyacabezavolabaporlosairesreventadacomounasandíaquecaealsuelo.

Aquéllaerasuoportunidad.Denuevoacorrer,ycontodassusfuerzas,yaquelacomitivademanifestanteszombisparecíahabertrasladadosuprotestaycomenzabaaalejarsedelCorteInglésendirecciónaél.Trascorrerduranteunossegundos,girólacabeza,yloqueviohizoqueseleerizaraelvellodetodoelcuerpo:todosloszombisapostadosfrentealCorteIngléssehabíangiradoyhabíanpuestorumbohaciaél,unamarea humana de muertos había comenzando a caminar en su dirección con losbrazosestiradosyelahoraatronadorsonidoguturalquesolíanemitir.

Estabaclaro,teníaquealejarsetantocomofueraposibledeellosyquitárselosdeenmediocuantoantes,odelocontrarioaquellamarabuntaacabaríaaparcadafrentealchaletdesuamigo,yteníalasensacióndequeaquellonoleharíalamásmínimagraciaaMarc.


Capítulo8

Carrerainsolidaria

Tonyavanzabacorriendo―ocaminandoapasoligeromásbien,yaquenopodíanicon su alma después de todo el trayecto que llevaba recorrido y de las emocionessufridas―,ycadavezquesegirabaseguíaviendodetrásdeélaaquella turbadoramultituddezombis,avanzandolentamenteyocupandoporcompletoelampliodelacalzadadelasAvenidasymástardedelacalle31deDiciembre.Teníaquecambiardetácticasinoqueríaacabarliándolayquesuamigolemaldijeseporelrestodesusdíasporatraeraquellamultitudhastalaspuertasdesuchalet.

Las posibilidades que su mermada mente le ofrecía no eran muchas. ¿Dar unnuevo rodeo y llevarlos por el parque de Sa Riera? No se veía con fuerzas.¿Despistarlosyendoporcallesestrechas?Unalocura,sólolefaltabaencontrarsedefrenteaotrogrupodeaquelestiloyverseatrapadoentredosgrupos.¿Introducirseenun edificio por un lado y salir por el otro aprovechando que algunos estabandeshabitados?Unsuicidio,estabademasiadocansadocomoparaenfrentarseaunoodoszombiscuerpoacuerpo,ynuncasabías loque tepodíasencontraralatravesarunapuerta.

Ya debía de ir por la mitad de la calle, cruzándose a cada poco con algunoszombis que se giraban al verle pasar o intentaban atraparle, con la multitud decaminantes que le perseguía a unos cien metros, cuando comenzó a escuchar unsonidoqueproveníadelcielo.Detuvounpocosuyamaltrechoritmodetrotecansinoparaelevarlamirada,yver,talycomosospechaba,lafiguradeunhelicópteromilitarsobresucabeza.Aquellofuecomoaguademayo;comenzóahacerleseñalesconlasmanos,aunqueestabasegurodequelehabíanvisto,yaquenovolabaprecisamentemuyalto.Sinembargo,pasódelargoporencimadesucabezayseencaróalamasade zombis que le perseguían. “Bueno, tampoco está mal la idea, aunque no sé sitendrán suficientes balas para acabar con todos ellos”, pensó Tony al ver cómo elhelicópterodescendíaparaponersealaalturadelosmuertosycomenzabaadisparartodosuarsenal.

Elhelicóptero lanzó inicialmentedosmisilesquebarrierona lavanguardiamásanimadadeaquelloszombis,paraacontinuacióncomenzaradispararcasiaciegasentrelahumaredaformadaporlaexplosión.Detodasformas,algonoacababadeirdeltodobien.Elhelicópteropendíaaapenasdosmetrosdelsuelo,perooscilabadeformanerviosa,comosiquienlomanejabanoacabaradetenerelcompletocontroldelaparato.Acontinuación,conformedelahumaredacomenzabanasurgirzombis,desde el helicóptero cayó lo que desde la distancia acertó en identificar como unsoldado, que al parecer tardó en reaccionar, viéndose en apenas unos segundosrodeadodezombisquenotardaronencomenzaradevorarloconelansiaretenidadel


perseguidorqueporfinatrapasupresa;lociertoesqueseguramentetantolesdabasiésaera lapresaqueperseguíanono,porfin teníanalgoque llevarsea labocatrasdíasmanifestadosfrentealCorteInglés.

Tonynopudoevitarsentirnáuseasantelaescena,elcansancioacumuladohacíaqueaqueltipodecosascomenzaraninclusoaafectarle,yesoqueélnuncahabíasidoloquepodríadefinirsecomounapersonaconempatíaporlosdemás.

Perolacosanoacabóahí,elhelicópterocontinuóoscilandodemaneradesigual,bamboleándose casi de forma errática, comenzando de repente a disparar haciacualquierpuntoalquesusametralladorasapuntaran.Estabaclaroquehabíanperdidoel control, cosa que aprovecharon algunos zombis para comenzar a asirse a lospatines de aterrizaje del aparato, sumando un peso al mismo que éste no parecíapoder acarrear precisamente bien, ya que el rotor de cola comenzó a echar un sindudapeligrosohilillodehumoblanco.

Tony decidió tirarse cuerpo a tierra. Dos ráfagas de proyectiles habían pasadodemasiadocercaynoqueríaquesuaventuraacabaradeunaformatanestúpidaporculpadeunasbalas perdidas.Desde el sueloobservó cómoel helicópterovolvía aelevarse, llevando consigo una carga extra de alrededor de quince zombis asidosfirmemente a sus patines de aterrizaje, habiendo incluso dos agarrados ya a laspuertasde lacabina.Elhelicópterodejóenaquelmomentodedisparar,por loqueTonyaprovechóparalevantarsealverdemasiadopróximosaélaunpardezombisqueyaseacercabanconsuperenneritmo,alentadosporlaproximidaddelapresa.

Fue entonces cuando se dio cuenta de que había bastante gente asomada a losbalconessinhacerelmenorruido.Decidióacercarseaunodelosedificiosyaporrearlapuertaparaversialguiensecompadecíadeélyleabría.Diolomismo,nadiesemolestósiquieraenresponderle;todolocontrario,parecíacomosilaspersonasqueveíaenaquelrellanolehiciesengestosdequesefuera.Estabademasiadocansandocomo para intentar convencerles, por no hablar de que aquella gente parecíaenzarzadaenalgúntipodediscusiónporlaqueparecíanestarmásinteresadosqueenayudarle.

Seretirónosinanteslevantardenuevolamirada,pudiendovercómodesdelasventanas de varios edificios le veían perfectamente, y casi le miraban con elcansancioqueaalgunoslesproduceeltenerqueabriralrepartidordepublicidad.

―¿Quierealgunodevosotrosabrir,malditoshijosdeputa?¿Noveisacasoqueestoyvivo?―dijoTonydesdeladesesperación,laimpotenciaylarabiaalvercómoalgunosinclusoparecíansentirsemolestosantesuinsistencia.

Fueentoncescuando,mientrasgritabacon lamiradaelevadahacia lasventanasde aquel edificio, vio lo que se le venía encima; comenzó a correr con renovadasfuerzas,comosideHarrisonFordantelaboladepiedradeliniciodeEnBuscadelArcaPerdida se tratara.Elhelicóptero,cualángelvengador,caía sobreaquelviejo


edificio de cinco plantas, y Tony tenía claro que no quería quedarse para ver lasconsecuencias,aunqueganasnolefaltaban,porverlacaradeaquellosdesgraciadosegoístascuyaindiferenciahabíatenidoquesufrir.

Denuevoacorrer,aunqueporsuerteestabaaapenascincominutosdelacasadeMarc.Emprendiólacarreranopudiendoevitardetenersealcabodeunossegundosygirarsealescucharelestruendoprovocadoporunaexplosiónqueteníabienclaroporquéhabíasidoproducida.Elhelicópteroacabadeestrellarsecontralaazoteadelosvecinosinsolidarios,salpicandodetrozosdelvehículotodalacalle.

Peronohabíatiempoparadetenerseacontemplarcómoseresolvíalasituación.Cuantoantesllegaraasudestino,antespodríadescansar.

Por suerte, no tuvo ningún otro altercado, lo que le permitió cumplir con susplanesporprimeravezenmuchotiempoydarconSportmatch,latiendadedeportesen la que pretendía conseguir la pértiga que era pieza clave en su plan para poderentrarencasadesuamigo.Comosospechaba,lacristaleraexteriorestabarota,porloquepodríaentrarsinproblemas,aunquetendríaquetomartodaslasprecaucionesyagudizarsussentidosparaevitartenercualquiertipodeencuentrodesafortunadoconalgúnmuertoviviente.

La tienda parecía desierta. No era muy grande, aunque siempre que había idohabía encontrado lo que había necesitado, desde ropa deportiva a guantes degimnasio,yrecordabahabervistosiempreexpuestaunapértigaqueteníapintadenovendersenuncaydeestardestinadaapermanecerallídeporvida…ymásahora.

Entrópocoapoco,intentandonohacermuchoruidomientraspisabaloscristalesque había esparcidos por el suelo. Muchas cosas habían sido robadas por losasaltantes de rigor, que absurdamente debían de haber arriesgado su vida parallevarsecosastanfrugalesenaquelmomentocomounapelotadefútbolounbañadordemarca.Lapértiga,cómono,seguíaensusitio.Niregaladaparecíaestardestinadaaabandonaraquellugar.

El sitio estaba algo oscuro, la mayor parte de los cierres metálicos estabanbajados,yúnicamentesepodíaentrarporlacristalerafrontalrota.Cadavezquedabaunpardepasos,sedeteníaparaescucharcualquiersonidoquelepudieraindicarlapresenciadealgunodeaquellosseres,aunquetodoparecíaestarcontrolado,yaqueniveía a nadie ni escuchaba elmásmínimo ruido.Antes de coger la pértiga, decidióechar un vistazo al mueble que había bajo la caja registradora, donde sabía queMariano,eldueñodelnegocio,guardabaescondidounviejorevólverquepodríaserlede gran utilidad. Alargó la mano desde detrás del mostrador, tanteando casi en laoscuridad:papeles,algúnbolígrafo,clips,unastijeras,unagrapadora…y,finalmente,elfamosorevólverquetanorgullososolíalucirMariano.Mientrasretirabalamanopocoapoco,setemióduranteunosinstantessentiralgunafuerzaqueselaagarraseytiraradeellahincándoleeldiente,perodecidióapartaresepensamientodesumente.


Dehaberunzombiallídentro,yahabríaintentadoatraparle.Tras guardar la pistola en la mochila, cogió la pértiga y se dirigió al exterior,

dondeyahabíadoszombisesperándole.“¡Mierda,deberíahabersidomásrápido!”,pensómientrasmaldecíaycontemplabaalpobreMariano,transformadoahoraenunsersincerebroqueparecíavenirareclamarlelafacturaporlapértigaquesellevabasinpagardelaquefuerasutienda.Yparacolmo,lasarmaslasteníaenlamochila.En lugarde retrocederparaganar algode tiempoypoder coger las armas,decidióquelomejorerasalirdeaquellaratoneracuantoantes,porloqueasióconfuerzalapértigaylaestampóconunmovimientorápidocontraelcráneodeMariano.Unerrordenuevo,yaque,aunqueelmuertovivientedejóderespirarparasiempre,oloquehicieranaquellosseresconsusinútilespulmones,lapértigaquedóatrapadaentrelasfisurasdelcráneo.

Tiróunayotravezaltiempoqueelsegundozombitratabadeaproximarseaél,aunque lo intentaba mantener a distancia interponiendo el cadáver atrapado en lapértigadesu,hastahaceunossegundos,compañerodedeambular,girandolostresenunextrañobaileentremuerto,vivoymuertoviviente.Depaso,intentabamanipularlapértigaparasacarladelacabezadelbichodelasnarices,maldiciendoelquenoseconvirtieran en polvo una vez muertos definitivamente, como solían hacer losvampirosenlaliteratura.

Porsuerte, logrócalmarse,yhaciendousodesuhabitualmaña,enapenasunossegundos logró recuperar la pértiga y reiniciar su carrera, justo al tiempo que veíacómodosotreszombismásseestabanaproximandopeligrosamentehastalatienda.

En apenas unosminutos, llegóhasta elmurode casa de su amigo, escuchandounaturbiadiscusiónalotroladodelmismo.Algoestabapasandoyconveníaquesedieraprisaendescubrirlo,yaquelascosasnopintabanprecisamentebien.


Capítulo9

Lacomunidad

Alrededordeunahoraantes,enunafincadelacalle31deDiciembre.

Lacallede31deDiciembrehabía sidodesde siempreunade lasmásconocidasypopularesdelacapitalmallorquina,recibiendoelnombredelafechaenqueJaumeIel Conquistador tomó Mallorca y entró triunfalmente en la ciudad de Palmaliberándola del dominio árabe en el año 1229.Céntrica y cara, la calle había vistorecientemente desfilar una nueva marcha de zombis que habían hecho,misteriosamente, retirarse a las fuerzasmilitares que, inicialmente, debían haberleshechofrenteyhaberlosreducidosinmayorproblema.Sinembargo,nohabíasidoasíy, por segunda vez en treinta años, los zombis volvían a gobernar las calles. Peroaquello daba igual, en la comunidad de aquella antigua finca palmesana estabancompletamentepreparadosylistosparahacerfrenteaaquellacontingenciahastaquelascosasmejoraran―comoprácticamentelatotalidaddeloshabitantesdelaciudad,delaislaydelcontinente,avisadoscomoestabanyadeloquehabíaquehacer,trassobreviviralaprimeraplagademuertosresucitados―.

Pordesgracia,tantoenesafincacomoenlamayoríadelasexistentesenelrestodeMallorca,España yEuropa, para lo que no estaban preparados era para ningúntipodetoleranciaintegradora,nienloquealosmásmínimosnivelesdeconvivenciaserefería.Laextremaderechahabíaidoganandodenuevopocoapocofuerzaenlasociedad occidental, y la gente había ido conformando una sociedad mucho másconservadora,concostumbrestradicionales,cerradas,eidealessociológicosalejadosdecualquier tipode aperturismo.Deesta forma, los inmigrantes eranvistospor logeneralconmalosojos―másdelohabitual―,enespeciallagentederazanegra,alos que en muchos casos se acusaba de ser los culpables de la aparición de losmuertosvivientes,sobretodoporelhechodeque,comoespopularmenteconocido,el vudúy la existenciade zombis tiene sus raíces en lamagianegraoriginaria delÁfricasubsahariana,lazonadelCaribe,AméricaCentralyelsurdeEstadosUnidos.

En aquella vieja comunidad palmesana habitaban en esos momentos sietepersonasde lascatorcequenormalmentesolían residirensusampliasyespaciosascasasdelasqueyanosefabricaban.Lassietequefaltaban,comosolíarepetirodiosaeinsidiosamentelaseñoraCruz,“debendeestarpululandoahoraporahífuera.Peorparaellos,pobresestúpidos,ymejorparanosotros,quetocamosamás”.Enefecto,lazona del sótano estaba prácticamente inundada de latas de conservas y garrafas deagua, en un intento por sobrevivir el tiempo suficiente mientras esperabanpacientementelallegadadeayudadelexterior,queyacomenzabaatardar.

LamencionadaseñoraCruzeraelestereotipodepersonaodiosaporantonomasia.


Ya entrada en años, rondaba los setenta, estaba lo que podría denominarse como“algodeteriorada”,inclusoalgunodesusconvecinos―precisamenteunodelossieteperdidosahoraDiossabedónde―bromeabadiciendoquealgúndíalaconfundiríanconunzombi,yaqueademásdesuestropeadopelocanoso,parecíaunapasacondosvarillasamododepiernas.

Vivía en el último piso junto a su hijo, un joven de casi cuarenta años que sepasaba todo el día conectado a Internet haciendoDios sabe qué y cuidando de sumadre,quienalolargodelosañoshabíaestropeadoporcompletocualquierposibleoportunidaddesuhijodetenerunarelaciónestableconalgunamujer.“Perohijo”,ledijorepetidamentelaspocasvecesenquellevóaunachicaacasa,enuntonodevozelevado con el que se aseguraba de que ésta lo oyera, “¿no ves que es unapelandruscaquesólobuscatudinero?¿Yquéedaddicesquetiene?,¿veinticinco?Esque,noespormolestar,peroparecequelapobrerondeloscuarenta…Senotaquelavida la ha tratado mal”. Desde luego, la señora Cruz sabía cómo mantener suecosistemaarayaylibredeinterferencias.

Elrestodeloshabitantesdeledificiolocomponían:Carlos,másconocidocomoCharles,unescritordenovelasgordoqueapenashabíapublicadounparderelatosalolargodelosúltimosaños,yqueevitabaentodoloposiblealrestodevecinos,quenocejabanenpreguntarlesiempreydemanerarecurrenteporcómollevabasuúltimaobra,aloqueyanosabíaquéresponder;unajovenparejadereciéncasadosalosqueelpapideellaleshabíaregaladoelpiso,antiguapropiedaddelafamilia,yqueteníaquesoportarconstantementeloscomentariosdesuviejavecina,queinsistíaenquenopusieranporlasnocheslatelevisióntanaltaoquenopracticaranelsexocontantafogosidad,yaquedecíaescucharlessiempre,apesardequeenmuchasocasionesdelasque laseñoraCruzhablabaniMarganiKurt―élera inglés―estabanencasa.Completabanlalistadesupervivientesdelafinca,laseñoraPaquita,unamadecasacincuentona cuyomarido estaba de compras en el Corte Inglés cuando sucedió lasupuesta matanza, y Mateo, un negro de aspecto― desarrapado que se habíainstaladonohacíamuchoenelpiso,quesehabíapuestoalaventatraslamuertedela señoraBandilla, yquenadie sabíamuybiencómohabíapodidopagar elprecioquesindudacostabaelinmueble.

Ésaseranlassietepersonas,enelfondoacualpeor,quehabitabanlafincayqueobservaban, al igual que sucedía desde los edificios cercanos, al pobre Tonyenfrentándose a la horda de zombis. Siete personas fruto de una sociedad cruel einsolidaria;sietehumanosconinteresesdisparesquenienlospeoresmomentoserancapacesdedejardeladosusmiseriasysacarlomejordeellos;sieteseresque,porlogeneral,habíanidoperdiendopocoapocosuhumanidad,habiendodadopasoaunremedodepersonasnotanalejadasmentalmentedelascriaturasqueahorapaseabangobernandolascallesdePalmasinserconscientesdeello.


Justo una hora antes de que Tony girara por 31 de Diciembre, aquellas sietepersonasseencontrabanreunidasenelamplioyfrescorecibidordelafinca,enlaquesehabíaconvertidoenobligadacitasemanal,paradiscutirlos,cadavezmás,puntosencomúnque,dadaslascircunstancias,teníantodosellos.Yesqueloquisieranono,paraunaconvivencianormalnolesquedabamásremedioqueintentarllevarsebien,algoaloqueprivacionescomolasdelaguacorrienteolaluznoayudaban.

La última reunión, hacía unos días, en casa de Carlos, había acabado bastantemal, y se decidió que a partir de aquel momento se llevarían a cabo en zonascomunes,comoelampliopatiocentraloelrecibidordelafinca,desdeelquedevezencuandoseveíanpasarzombisporlacallequeraravezlesmolestabanaporreandolapuertadeentrada,yaquehacía tiempoqueparecíanhaberdesistidodeentrarenaqueledificiodeantiguapuertadecristaldevarioscentímetrosdegrosoryforjadaenhierromacizo.

El caso es que la cosa no iba precisamente bien en aquella reunión, ya que seestaban tocando puntos que se podían denominar como “delicados”, y la tensiónparecía ir en aumento conforme iban pasando los turnos de palabra y se ibancruzandolasacusaciones.

―Deverdadquenoentiendoqueunacosatansencillacomoelutilizarelpozonegro adecuadamente pueda resultar tan complicado―decía Carlos, el escritor―.¿Tanto cuestabajar la puñetera tapa? ¿No seda cuenta el que cagadel olorde lashecesacumuladascuandoseva?

―¿Lasheces?―preguntóKurt,elmaridobritánicodeMarga,lamallorquinadevariasgeneracionesyrubiateñidadecuerpoesculturalycaramásbienfeucha.

―Sí,heces―respondióMateo,cansadosiempredequeKurt interrumpiera losturnos de palabra para preguntar por el significado de tal o cual término―. Lamierda,lasexcreciones,lacaca,unpastel,unmarrón,lasboñigas,deposiciones,loscagarros…

―Vaya,vayaconelnegrito,yasabebiende loquehabla,ya.Miracomosabetodoslossinónimosdelapalabreja―dijocontonojocosoehirienteCarlos.

―¿Quéestásqueriendodecirconeso?―preguntómolestoMateo.―Venga,notehagaseltonto,queaversi,entreotrascosas,noslavamosdevez

encuando,porquevayaolorcito―respondióenvalentonadoCarlos,sabedordequecualquiercosaquedijeraencontradelnegroMateoseríarespaldadaporlamayoría.

―Casimejorquenolohaga―dijolaseñoraCruz―,asíahorramosagua.―Noséporquéhemosdecompartirlo todopor igual―añadióCarlosechando

másleñaalfuego―,ymenosconunputookupacomoéste.―¿Okupa? ―exclamó Mateo sin acabar de creerse la acusación―. Pero si

compré el piso y lo estoy pagando religiosamente mes tras mes, ¡junto con lasfacturasdelacomunidad!,cosaquenopuedendecirotros.


―¿Comprado? ―preguntó retóricamente Jacinto, el hijo facha de la señoraCruz―.Yonohevistoningunafactura,nisiquieraelcontratodecompraventa,sóloaunnegrorespondónqueparecebuscarproblemas.

―Yo tampoco he visto el suyo ―apuntó Mateo―, ni el del resto de todosustedes.

―¿Quieresvermicontrato,negrito?―preguntóJacintollevándoselamanoalaentrepierna,apretándoselacontraelpaquete,moviéndoloymirandodereojolacaradesatisfaccióndesumadre.

―Amímeconocetodoelmundoaquídesdehacetiempo,nocomoatiquetanoportunamentecomprasteelpisopocoantesdela llegadadeestosbichos―añadióCarlos,quenocejabaenpromocionarseenfrentedelrestodelacomunidad.

―¡Perosillevoviviendoaquímásdeunaño!Además,estimadoCharles―dijocon sorna manifiesta Mateo, algo cansado de por dónde iba el tema deconversación―,efectivamente,todosleconocemos,ydemasiadopordesgracia…

―¿Q-quéquieresdecir?―preguntódubitativoCarlos,casiachantado.―¿Te crees que no sé lo de los agujeros por los que espías a nuestra rubia

vecinita?―respondióMateoaltiempoquelasmejillasdeCharlesadquiríanuntonorojizoqueledelataban―.Enlaúltimareunióndevecinosquetuvolugarentucasalospudevercuandofuiatubaño.

―Depravado―dijocontododedisgustolaseñoraCruz,girandolacabezacomodespechada―.Todosloshombressoisiguales,siemprepensandoenlomismo.

―¿Queeé? ―dijo Kurt, el sorprendido marido inglés, ante tal revelación, sinacabardecreérselo―.¿Tucascarconmimujer?

―Tranquilo, tranquilo, no pasa nada―dijoMarga intentando tranquilizar a sumaridopara evitar que la cosa fuera amayores, aunque su rostrohacíapensarqueinclusopudierasentirunciertohalagoantelaactitudvoyeurdesuvecino.

―Bueno,quenosabemosaquiénespiabarealmenteenelbaño,sialaflacuchaoalguiri―dijoporlobajolaseñoraCruz.

PaquitasonrióalescucharloscomentariosdelaseñoraCruzyañadió:―Hablandodelavarse,elproblemanoessólodelnegro…noestaríademásque

algunosdelosaquípresenteslohicieradevezencuando,queaquíhueleademasiadahumanidad.Elotrodíallovióynoviamuchosenelpatio.

―Eso, eso, que se lave más el negro ―dijo Carlos, intentando desviar lasmiradashaciasuvecino.

―Degenerado,túquéquerer,vermásamimujerenperotas―dijoKurt,usandotodoelespañoldequeeracapaz.

―Creoqueyofuidelospocosquebajó―dijoMateo,algofrustradoycansadodetodaaquellasituación.

―Túcalla,queseguroqueereselquerobatodalacomidaquefalta―dijocon


ciertodesdénlaseñoraPaquita.―Señora,lamentolapérdidadesumaridocomoelquemás,peronoesjustoque

lopagueconmigo―dijodeformacortésMateo.―Venga, venga, no seas condescendiente con la marujona ésta, que todos

sabemos loquepasódeverdadconelmaridode laPaca―dijomaliciosamente laseñoraCruz―.Elmuy cabrón aprovechóque elPisuergapasaporValladolid paracogerlasdeVilladiego,parecequeseaslaúnicaquenosehayadadocuenta.Esqueademásdetontaparecesingenua.

―Eso es mentira, mi Manolo siempre me ha querido mucho ―dijo Paquita,poniendotodoel tonodeofendidaquepudo―,loquepasaesqueaquíhaymuchoenvidiosoquenosoportaquenostocaselaquiniela.

―Bueno, eso da igual, el caso es que mejor, uno menos para comer ―dijoJacinto―.Aunquesi loquedicensobre los robosdecomidayMateoescierto, talvezdeberíamosecharlofuera.

―Yoestoydeacuerdo―dijoCarlos,apuntándoseallinchamiento.―Unanimalmenosparacomer―susurrólaseñoraCruz.―Venga,votemosquiénquiereecharalaputacallealchorizodeTanzania―dijo

Jacinto,viendoelpanoramaasufavor.―¿Cómo que votemos? ¿Pero qué clase de gente son ustedes? ―preguntaba

Mateosinacabardecreérselo,comosideunabromamacabrasetratase―.Además,lesrepitoquesoydeCuba.

―Dedondeseas―dijoPaquita―.¿Noqueréisdemocraciaenvuestropaís?Puesaquítienesunpoquito.Ysino,vuélvetealosEstadosUnidos,dedondesalístodos.

―Señora,quelosnegrosvenirdeÁfrica―dijoKurt―,yésteademásseguroquenohablarbieninglés.

―Dedonde sea; si excepto la palabra “mierda” y cuatro cosasmás no sabe nihablar nuestro idioma ―sentenció con toda su gracia andaluza y llena de razónPaquita.

―Pero qué dicen, palurdos, si soy de Cuba ―dijo Mateo en un arrebato deindignación―, y tengo la carrera de Filología Hispánica que me saquécompaginándolaconmitrabajo.

―Veeengaya,peroaquiénquieresengañar―dijoCarlos―.Trabajabasdedíayestudiabasdenoche,¿no?Seguroque tienesel títulocolgadoy todo,yapostaríaaqueestanfalsocomolasescriturasdelacasaquetehabrásagenciadoencualquiertuguriodemalamuerte.

―¿Éste?Ésteseguroqueseprostituye.Coneseacento tanmelosoque tieneselosdebedetirarapares―dijocontodoeldesdéndelmundolaancianaseñoraCruz.

―Eso me da igual, mientras no me mire el culo―dijo Jacinto―, lo que memolesta esotra cosa. ¿Oshabéis fijadoen lomuchoque separecenelnegroy los


tiposdeahífuera?NomeextrañaríaquehubieraalgunarelaciónyqueesapestelahubierantraídoellosdesdeEstadosUnidos,Áfricaodedondevengan.

SehizounsilencioabsolutoquenisiquierafueinterrumpidoporelpobreMateo,que, aunque acostumbrado a convivir con aquellos pobres desgraciados, estabaviendo cómo las frustraciones comunitarias estaban llevando el racismo de aquellagenteacotascadavezmayores,hastaelpuntodequenosabíahastadóndellegaríalacosadeseguiraquellatendencia.

Fue entonces cuando, en pleno silencio, un tipo sucio, sudoroso y de aspectocansado,comenzóaaporrearlapuertadelaentradaconbastantevehemencia.

―¡La madre que lo parió! ―dijo Carlos mientras daba un brinco del susto,llevándoselamanoalcorazón―.¿Quiénesesecabronazo?Venga,vete,queaquínosetehaperdidonada.

―¡Déjenme entrar, por favor! Es cuestión de vida o muerte ―dijo aqueldesarrapadosudorosoquerespirabaaduraspenas.

―Seguroqueesamigodelnegro―dijodespreciativamenteJacinto.―Nolosé,perodesdeluegotienesusmismasformas―añadiólaseñoraCruz―.

Esperoquenopienseniporunminutoqueledejaremosentrar.―Ja, ja… pues sí, una boca más que alimentar, éste se ha creído que somos

imbéciles―rematóCarlosmientraslehacíaungestoconeldedomedio.Correcto.Además,¿quéhaceresapersonafuera?―dijoKurt―.Trigoclarono

es,estoseguro.Mateoalucinaba;porprimeravezenmuchotiempocasitodalacomunidadestaba

deacuerdoenalgoquenoestuvierarelacionadoconecharsunegroculoalapuñeteracalle,siendoestavezotroelpobredesgraciadodeturno.

―¡Bendito sea dios!, ¿habéis visto todo lo que viene por ahí?―dijo Paquita,señalando hacia la esquina de la calle, hacia la manzana de lo que fuera ÓpticaMorenoydondeestabanlosrestosdelapasteleríaLaMallorquina.

―¡Zombis!Adecenas,cientos,puedequemiles―dijosincreérseloMarga,nomuytendenteaabrirlabocaenlasreunionesdevecinos.

―Joder,menudamanada―apuntóasombradoCarlos―.Venga,tío,vete;vetedeunavez,noseaquevengantodoésoshastaacá…queconunodeésosaquídentroyatenemosbastante.

―¡Pero están locos, déjenle entrar! ―dijo suplicante Mateo―. Va a moririrremediablemente,estácasirodeadodeesasbestiasynotienepintadepoderresistirmuchomástiempoahífuera.

―Callayalabocaoelquesevaerestú―dijoJacinto―.Almenosél,nosésitehabrás fijado, es blanquito. ¡Blanquito!, como el resto de nosotros. Y si al tipo ledejamosfuera,imagínateloquepodríamoshacercontigo,quenosésitehasmiradoaunespejorecientemente,perosiguessiendonegro.


Lagentenoeraasíantes,pensabaMateointentandojustificarparasusadentrosalgrupodemonstruosquelerodeaban,personasmásdeshumanizadassindudaquelosseresquedeambulabanfuera,reconvertidasparalaocasiónenpatéticasparodiasdehumanidad,preocupadasúnicamentepormantenersuyadeporsílamentablestatusquoenvezdeintentarmejorar,enlamedidadeloposible,tantolaconvivenciacomolaformadevida.

ElquepeorlollevabaenaquellosmomentoseraCarlos,quehabíacomenzadoasudardeformacopiosatrasverlaavalanchadezombisqueparecíainvadirlacalle.Unacosaeraverlospasardeformaesporádica,yotra,asistiraaquellamanifestaciónmasivaquepodría,deproponérselo,acabarinclusoentrandoeneledificio.Dehecho,laseñoraCruzyahabíahechomutisporelforoysehabíadirigidodisimuladamentehasta su piso, cerrando a cal y canto su puerta blindada y asomándose al balcón aobservarlasituacióndesdelasalturas.Desdeallípudoverentrelosmuertosqueseacercabanaun tipoquearrastrabaprácticamentesubrazoderechoyque,sinduda,era el supuestamente fugadomarido de la señoraPaquita: “Vaya”, pensó la señoraCruz, “puede que después de todo no se fugase con otra; el cabronazo está ahípaseandoconvertidoenzombiysinpreocupaciónalguna.No,sienelfondoloshayquenacenconsuerte”.

El nervioso Carlos, por su parte, comenzó a zarandear aMateo en cuanto viocómo la calle se llenaba literalmente de zombis y algunos incluso comenzaban aaporrearconsuscabezaselcristaldelapuertadelrellano.

―Estáscontento,¿verdad?Estoessindudaculpatuya,losatraescontuapestosohedor ―le decía fuera de sí, empujándole hacia la puerta―. ¡Vete con ellos,asqueroso,veteypiérdete!

Mateo hizo acopio de fuerzas para frenar el impulso de su obeso vecino,dispuestoavendercarosuposibleobligadoexiliofueradelrefugiodeaquellacasaque tan duramente había ido pagando.Y lo suyo le costó, ya que aquel tipo teníafuerza y acabó empotrándole la cara contra el cristal reforzado de la puerta de laentrada,desdedondepudoveraapenasunoscentímetrosaunpardezombisquelemiraronconviciosacaradedeseoyalolejoslafiguradeaquélqueleshabíapedidoauxilioalejándosedellugar.

Tony,porsuparte,conscientedequeaquellostiposnoparecíanestarmuyporlalabor de ayudarle, había comenzado ya a correr calle arriba, no sin antes echar unúltimo vistazo al piso, donde le pareció ver a una señora de edad ya avanzadahaciéndole tambiénunapeinetadesdeunbalcón.Elsol le impidióverelgestoconclaridad,porloquefinalmentepensóquedebíandeserimaginacionessuyas,frutodelaparanoiaqueparecíaestarcomenzandoasufrir.

Maldiciendoalagentedeaqueledificio,Tonysealejódeallí,sinserconscientedeque la justicia divina estaba a puntodeponer enmarchaunode esospequeños


momentosenlosqueparecíafuncionarconpulsofirmeyrectosrenglones.Elhelicópteroquemerodeabalazonadesdehacíadíashabíaaparecidofinalmente

y,trasenfrentarseduranteunosminutosaloszombis,parecióvolverseloco.Seelevópara finalmentecomenzaracaer.Estabaclaramente fueradecontrol;primerocayóunodesusocupantesalacalleymástarde,traselevarse,unsegundoocupantefueacaeralinteriordelpatiocentral,quiensindudamuriónadamástocartierra.

―¿Sepuedesaberquédemoniosestápasando?―dijounhistéricoCarlosalvercaerelcadáverdeaqueltipoenelpatio,medioaplastado.

A continuación, un fuerte estruendo reafirmó lo que parecía evidente que iba asuceder: el helicóptero se acababa de estrellar contra la azotea de aquella afablecomunidad, provocando que numerosos cascotes cayeran sobre el patio, y que unpequeñoincendiosedeclaraseenlapartesuperiordeledificio,cuyaestructurasevioclaramentedañada.

Carlossalióalpatio,desdedondenopodíadejardemiraralcielo,haciaelqueseveían ascender las llamas y el humo provocados por el helicóptero.Aquél fue sindudasugranerrordeaqueldía,yseguramenteelúltimoquecometeríaenvida.Derepente,losojosdelmilitarcaídoyespachurradoenelpatioseabrierondeparenpar,conuncolorblancocomolaleche,altiempoque,sinqueCarlospudieraevitarlo,elzombi recién nacido estiraba su maltrecho pero reanimado brazo hacia su pierna,atrapándolaconunférreoapretónalaalturadeltobillo,estrujándolapocoapocoeinmisericordemente como quien aprieta un tomate, al tiempo que levantaba comopodíasucabezaparahincarlelosdientes.

―N-nopuedeser―fuelapenúltimafraseemitidaporCarlosmientraselzombinoparabademordisquearleeltobillo―.Nomepuedeestarpasandoamí…

Laescenaeracontempladaporelrestodevecinospresentes,quenodabancréditoa lo que estaba sucediendo.Un zombi acababade caerles del cielo en su puñeteropatio,yahoraseinterponíaensucaminohaciasusrespectivascasas.

―¿Q-quéhacemosahora?―dijolapobreyatemorizadaMarga.―¿Dequéospreocupáis,palurdos?¿Peronoveisqueésenosepuedenimover

de la hostia de la caída? ―dijo Jacinto venido arriba―. Creo que incluso nosdivertiremosunratoacostadelzombimierdaéste…Aunquesiterefieresalgordodesgraciadoqueteníamosdevecino,lopodemosincinerarluego.

Pero no acababa Jacinto de decir aquellas palabras retando temerariamente aldestino,cuando,enestaocasión,fueelrecientementefallecidoCarlosquienabriólosojos de par en par, y se reincorporó tambaleante y emitiendo el gutural sonido deguerradelosqueahoraeranlossuyos.

―P-pero, ¿se puede saber qué demonios está sucediendo aquí? ―preguntóretóricamenteelpropioJacinto,sabedordequeaquellaescenanoencajabaparanadaenelcuadronormaldezombificación―.¡Debenpasaralmenosveinticuatrohoras,


deben pasar al menos veinticuatro horas!―repitió una y otra vez, sin acabar deencajarloqueveíansusojos.

El caso esque, pasados apenasunos segundos, Jacinto tenía a sugordovecinomordiéndoleconsusasquerososdienteselestómago,masticando los intestinosconun rostro que parecía ser de satisfacción, al tiempo que el hijo de la señora Cruzlanzabaunalaridofrutodeldolor.

MargayKurt,quenuncafueronloquesedicemuylistos,sevieronacorraladosante aquellosdos zombisymedio, que se interponían ahora en su caminohacia lasupuestaseguridaddelpisodondehabitaban.Demodoque,agrandesmales,grandesremedios. La salida más cercana es la que escogieron, para incomprensión de unMateo que, a algunos metros de distancia, les gritaba con vehemencia que no lohicieran.Todoenvano.

Laparejaestabadecididay,buscandounasalida,abrieronlapuertadelaentradayseprecipitaronhaciaelexterior:“Siaquelpobredesgraciadodeantesha logradosalir corriendo, nosotros también podremos”, pensaron seguramente ambos, sinpercatarse―osinquererhacerlo―dequeenaquellosmomentoslamasadezombisestabayacasiagolpadaenlaentradadelavivienda.Apenasdieronunospasosfuera,se toparon prácticamente demorros con parte del numeroso grupo de zombis, quecasi no se podía creer que aquellas dos piezas de carne fresca fueran a parardirectamente hasta sus brazos.Kurt cayó al suelo y, en apenas unos segundos, fuedesguazadocualcocheenunachatarrería,conzombisarrancandoadiestroysiniestrotodocuantoselesponíaatiro.Marga,porsuparte,empujóaunoscuantos,yparecíaque lograríaescaparporunhuecocuandounazombigordaymalvestida laagarrópor su largamelena y tiró de ella, haciendo que cualquier intento de la chica porescaparfueraenvano.Lazombifuetirandopocoapocohastatenerlaalalcancedesuotramano,momentoqueaprovechóparaabrazarlapor lospechosy lanzarleunprimermordisco en el hombro;Marga gritó de dolor y de desesperación. Sus díascomohumanasehabíanacabado.

Mateoestabarealmentecontrariado.Susvecinosteníanmenoslucesdelaspocasque ya de por sí les presuponía. Esperaba que éstos no fueran representativos delrestodelahumanidad,aunqueensufuerointernoeraconscientedequeseguramentenoseequivocaríamuchoalpensarenaquellostérminosdemuchosdelrestodesuscongéneres. En aquellos momentos no tenía muchas alternativas: correr hacia unaturbadecientosomilesdezombis,ocorrerhacia los tresque teníafrenteaél.Noresultaba decisión especialmente complicada, de modo que corrió hacia el patio,pensandotanrápidocomopodíasobrequépasosdaracontinuación.Loprimeroquehizofuedesecharelencerrarseensupiso,escogiendocorrerhacialapuertaquedabaa los sótanos donde guardaban los víveres, con la esperanza de poder fortificarsedentroybuscar,yaconcalma,unaposiblesoluciónaaquelterribledilema.


Paquitanoestabaendisposicióndepensarmucho;tampocoesquelohicieramuyamenudoohubieraejercitadograncosasucerebroen todossusañosdevida.Asíquedecidióseguiralmachodelamanada,queaunquenegro,eramachoyelúnicoque quedaba a mano con vida. Le costó mantener su ritmo, aunque no tardó enadivinarsusintenciones.“Puesnoestontodeltodoelnegritoéste”,pensómientrassearrepentíadetodoslosplatosdemásquesehabíaidocomiendoalolargodelosúltimos meses, con las visitas furtivas al sótano, y que ahora le pasaban facturaintentandocorrerdetrásdeaquellaespeciedegacela.

Masnohubosuerte.Mateo llegóhasta lapuertaquedescendíahaciael repletogaraje y la cerró tras de sí; con llavey corriendo todos los pestillos habidosyporhaber.Paquitanoselopodíacreer,¿selahabíajugadosucompañeroyvecino?Nadamás llegar hasta la puerta comenzó a aporrearla con fuerza, gritando hasta casi laextenuación―delaquetampocoesqueestuvieramuylejostraslacarrera―.

―¡Abre, joder, que ya están aquí!―gritaba Paquita una y otra vez sin recibirrespuesta alguna, hasta que pensó queMateo debía de haber seguido corriendo yencontrarseahoraenlaotrapuntadelazonadegarajesytrasteros,aunquetrasunossegundos,acabódescubriendoquenohabíasidoasí.

―Jódase,señora―escuchódeunavozsituadaaescasoscentímetrosdeella,alotroladodelapuerta―.Mísernegroapestosoquenosaberusarllaveyabrirpuerta.

Paquita no tuvomucho tiempo de reaccionar, ni siquiera para responder comohubiera querido, tenía a los zombis lo suficientemente cerca como para no poderperdernisiquieraunsegundodesutiempoenresponderaaquelingrato.Suinstintode supervivencia le indicaba que comenzara a correr como fuera hacia su piso, demodoqueiniciónuevamentelacarrera,estavezhaciaarriba.

En varias ocasiones se giró para contemplar la dantesca escena de losbamboleantes zombis subiendo las escaleras detrás de ella, lentamente, a su ritmo,tropezandoycayendoalgunos,chocandoentreellos,peroascendiendootros.Casisinaliento,logróllegarhastaeltercerpiso,dondeseencontrabasucasa,momentoenelquerecordóalgoqueleprovocóqueunfríoreguerodesudorcomenzaraaresbalarlepor la nuca: se había dejado el bolso con las llaves en el rellano.Con la algarabíaorganizada, ni había pensado en cogerlo; de hecho, en aquellos momentos seencontrabapreguntándoseparaquédemoniosllevabaunbolsocomoelsuyoacadauna de las reuniones cuando no había nada de interés que transportar en él y lassimplesllaveslecabíanencualquieradesusbolsillos.

El caso es que la había pifiado y, lo que era peor, el primero de los zombisasomaba ya por el rellano de la escalera, por lo que no tenía mucho tiempo parapensar.¡LaseñoraCruz!Laviejavivíadospisosmásarriba,eneláticocompuestoporlosdospisosquesehabíacomprado,ylamuyperrahabíaescapadodelareuniónantesdequetodoaquellosucediera,porloquesindudadebíadeestarasalvoensu


casa. Era su última esperanza, por lo que decidió hacer un último esfuerzo ycomenzaracorrerhaciaarriba.Justoenelmomentoenelquealcanzabadenuevolasescaleras,unzombillegóyseinterpusoensucamino.

―No podréis conmigo, piezas de carne podrida―y diciendo esto, Paquita lelanzóunapatadaconlaqueleclavóeltacónenlarodilla,hundiéndoseenellacincocentímetros y haciendo que el zombi perdiera el equilibrio―. ¡Puaj, esto esrepugnante!

Retirósupieycomenzóacorrerdenuevoescalerasarriba,notardandoenllegarhastael rellanodondeestabaelpisode la señoraCruz,por loque,unavezestuvofrentealapuerta,respiróaliviada.

―¡SeñoraCruz, señoraCruz! ¡Soy yo, la Paquita!―dijo con voz desesperadamientraslosescuchabacaminarporlasescaleras,subiéndolasunaauna,pocoapoco.

Pasadosunos segundos, comenzóa aporrear lapuerta conmás fuerzas todavía,mientras notaba cómo una sensación de pánico la invadía y la recorría de arribaabajo.¿YsifinalmentelaseñoraCruznoestabaallí?Perotuvosuerte,yalcabodeunossegundos,escuchóunospasosacercarseyunavozquesedirigíaaella.

―¿Quéesloquequieres,Paca?―dijolaseñoraCruzconciertodesdén.―Quemeabra,esosbichoestánportodoslados,ynotengolasllavesdemicasa.

Deseprisaoestoyperdida.―¿Nopretenderásdeverdadqueabramipuertaconesosseresdeldemoniotan

cerca?Esmás,¿dóndeestámiJacinto?Seguroquelohasdejadoabandonadocomoaunzapatucho,menosmalqueeslistoysabrásalirconbiendeésta…

―Pero abra de una puñetera vez, vieja loca, que ya están aquí―dijo Paquitamientrasveíaalavanguardiadelgrupollegarhastaelrellano,aescasoscincometrosdeella.

Paquitasiguióchillandodesesperada,conloszombisacinco,cuatro,tresmetros,yconlaseñoraCruzquenoparecíamostrarelmásmínimoápicedepiedadhaciasuconvecina, que ya tenía a los zombis a dos metros, a uno… Cinco zombis seabalanzaron sobre la pobre Paquita, arrojando sus brazos sobre su cabeza, sushombros… Ella intentó apartarlos con sus brazos como quien espanta moscas, deformataninútilcomoelqueintentavolarlanzándoseporunbarranco.

Fueunaverdaderacarnicería.LasangredelapobrePaquitanotardóenresbalarpor debajo de la casa de la señoraCruz, invadiendo su recibidor, aunque en aquelmomentoéstayanoestabaallí, sehacíadirigidohacia laamplia terraza lateraldelpisoaobservarlasituación,viendocómolacalleestabacompletamenteinvadidaporaquellosseres.

―Ya os iréis, malditos ―dijo más como un deseo que con conocimiento decausa, ya que a los pocos segundos pudo comprobar cómo un ruido, que laacompañaríahastaelfindesusdías,comenzabaasonaraunosdocemetrosdeella.


Algo estaba aporreando la puerta de su casa.Una y otra vez, de forma cansina y,sobre todo, muy molesta. Eran ellos, intentando entrar, pretendiendo comer suscarnesviejasperofrescas.

MáslehubieravalidoalaviejaseñoraCruzhaberabiertolapuerta,almenosdeaquellaformahabríatenidoaalguienconquiencompartireltiempoquelequedabadevida, talvezasíellos no lahubierandescubiertoyhabrían regresadopordondevinieron,ytalvezasí,noestaríanenaquellosmomentosgolpeandolapuerta,unayotravez,unayotravez.

Loteníamal.Obienmoríaloca,deinaniciónydeshidratada,obieneradevoradapor los zombisunavezque lapuerta acabara cediendoal cabodedías, semanasomeses.Yporsifuerapoco,fuera,elhelicópteroquehabíacaídoeneláticovecino,lohabía incendiado y carbonizado todo, dejando inutilizada cualquier posible ruta deescape.


Capítulo10

VuelosmilitaressobreelcielodePalma

Mediahoraantes,breveinterludioenelaire.

TomyGranerollevabanalgodecansancioacumulado.Lasúltimassemanasenlaislahabían sido agotadoras, todo lo contrario de lo que esperaban cuando, entremaldiciones, seenterarondesudestino.Sehabían licenciadoconhonoresen lanohacíamucho renovada academia del aire deZaragoza y les había tocado en suerteMallorca como destino. Para ningún peninsular que se precie aquél era un destinomilitar de enjundia, todo lo contrario: ni maniobras en condiciones, ni cuartelesadecuados,niunaguarnicióndeprestigio.

Undesastre al que deberían resignarse. Pero hete aquí que el destino, los altosmandosoDiossabequién,leshabíadestinadounabuenasorpresa.LavísperadelanochedeReyes,amediatarde,seformóunnumerosogrupodezombisqueseestabadirigiendo hacia el centro de Palma. No les dijeron cómo había sido posiblesemejante suceso cuando se suponía que esas cosas estaban cuidadas precisamenteparaquenosucedieran.

Elcasoesque,inmediatamente,lasunidadesdetierrayaire,capitaneadasporeltenienteLuján, elmandodeguardia enaquellosmomentos, sepusieronenmarchaconlaintencióndedetenerloscuantoantes.CuandoTomsobrevoló31deDiciembrey divisó la masa de muertos vivientes notó cómo se le helaba la sangre; habíamuchos,másdelosquesehabíaimaginadoydelosquehabíavistojamásjuntos.

Enteoría,estabanpreparadosparatalcontingencia;conveníanoconfiarse,yaquecualquier error tratándosedenomuertospodía ser fatal, pero aqueldía lo tendríancomplicadoparapoderderrotarles,habidacuentadequeestaveznolespillaríanporsorpresaysabíanmásomenoscómohacerlesfrente.

Cuandolasunidadesdeairellegaronalazona,lasdetierrayaestabansituadas.Tom y el resto de sus compañeros de helicóptero habían recibido una larga charlasobreelusodelarmamentode lasmáquinasen lasquevolarían,con la ideadenocausardemasiadasbajascivilesnidañosestructurales.Nadaquenosupieranya,peroquealosmandoslesgustabarecordar.

Ynoesqueenaquellosmomentos recibieranningún tipodepresiónmediáticacomosucedieraañosatrás,cuandocualquiererrorpodíaacabarpublicadohastaeneltablón de anuncios del más lejano colegio perdido en las montañas, con lasconsecuentes repercusiones,peroaunasípreferíanno llamarmucho laatención,yaqueelstatusquoexistentelesibacomoanilloaldedo,conelejércitocumpliendoconunalaborgubernamentalqueibamuchomásalládeloquelaobsoletaConstituciónpreveía ―obsoleta porque tras la aparición de aquellos seres, se habían creado


numerososlimbosdifícilesderellenarconlostextosde1978―.Pero para su sorpresa, justo cuando estaban llegando a la zona y tenían ya

cargadas todas las armas, recibieron una misteriosa comunicación por radioinstándolesaabandonarlazona,aellosyalrestodeunidadesmilitares.EltenienteLujánsolicitóhastaentresocasionesqueserepitieranlasórdenes,yaquenoacababade entender lo que sucedía, negándose inicialmente a obedecerlas.Finalmente, unacomunicacióndirectaconelaltomando,yconelmismísimogeneralPacheco,hizoquenolequedaramásremedioque,entremaldiciones,cumplirlasórdenesyretirarasushombres,dejandovíalibrealoqueseríaunacarniceríasinprecedentesdesdelosañosdelaPrimeraPlaga.

Desdeentonces,pocascosasdelasquehabíansucedidoteníansentidoparaTomyGranero,peroelloseranmilitaresysuúnicamisióneraladeacatarórdenes,noladejuzgarlas,comentarlasocuestionarlas.Esoeratrabajodesussuperiores.

Tras los, para muchos, vergonzosos sucesos del 5 de enero, las tropaspermanecieron acuarteladas durante los tres días siguientes, y al cuarto recibieronórdenes de patrullar las calles desde sus vehículos blindados y de reportar sobrecualquierhechoanormalquevieran.Tomnoacababadecomprendermuybiencómoaplicar el término “anormal” en aquel contexto de irregularidad en que estabanviviendo,conzombiscaminandoporlascallesasusanchas,sobretodograciasalainacción de las tropas apostadas en la isla con la finalidad inicial de evitarprecisamenteaquelhecho.

Aunasí,síquenotócosasquesepodíandefinircomo“extrañas”.PortresvecesvioporlascallesdePalmaloqueleparecióqueeraunzombiyendoaunavelocidadsuperioralahabitual.Alprincipionoselopodíacreer,dehechollegóapensarquese trataba de un humanovivo huyendode algún zombi que le perseguía, pero trasobservar con detenimiento, pudo comprobar cómo el sujeto pasaba junto a otroszombissinqueéstoshicieranelmásmínimogestoparaatraparle.

Loquemáslemolestaba,aélyalrestodesuscompañeros,eralaordende“nointervención” que les había sido dada a todos ellos por parte de los mandos. Sumisión era la de patrullar, no intervenir y reportar, cosa que hicieron en todomomentoTomyGranero,salvoendosocasiones.

Laprimeradeellasestuvorelacionadaconelgrupodereporterosque,alparecer,comenzabanasermolestosparasussuperiores,yquesededicabanacontinuarconsulaborinformativa,pesealasinconvenienciasdenohabercasiquienlesescucharayde tenerquecompartir lascallescon losnomuertos.TomyGranerohabían juradoserviryprotegerasupatria,porloquenuncacuestionabanlasórdenesquerecibían.Sin embargo, una fríamañana de enero, con el helicóptero sobrevolando el PaseoMarítimo, frente al abandonado hotelMeliá Palas Atenea, localizaron el HummernegroconellogotipodelaSERpintadoeneltecho.Lasórdeneseranbienprecisas,


se les había de tratar como a enemigos, de hecho comoal enemigo, porque hastadondesabían,enaquellosmomentosnohabíaotro,yaquealoszombislostratabancomosinoexistieran.

Granero iba a reportar a la base General Asensio sobre la localización delvehículo solicitando instrucciones cuando Tom le detuvo. Tom iba pilotando enaquellaocasiónelhelicóptero,alquehabíadescendidohastaponerlofrentealcochede losperiodistas,evitandoqueéstoscontinuaransumarcha; tenía todassusarmasapuntandoalfrontalyaunasí,algoleimpedíadisparar,algoquequizápodríadefinircomomoral,deberolasensacióndequeparecíanotrabajarparaaquelloparaloquesehabíaapuntadoalejército.

Desde la cabina del helicóptero podían ver el rostro casi suplicante de losintegrantesdelHummer,elrostrodelaimpotenciadeaquéllosquesabenquevanamorirperovanahacerloenpazyconlaconcienciatranquila,aunquecontrabajoporhacer.

PordosvecesestuvoTomapuntodedispararanteelsilenciodeGranero,ypordosvecessefrenó.

―¿Quéhacemos?―preguntaroncasialunísonoGraneroyTom.―Nolosé.Llevandetrásdeésosunpardedías,Diossabráporqué―dijoTom

sindejardemiraralvehículoqueteníanenfrenteysindejardepensar―.Todoestome parece de lo más extraño… Qué demonios, se supone que estamos aquí paramatarzombis,noparaacabarconciviles.

―Desde luego aquí está ocurriendo algo extraño ―dijo el siempre parco enpalabrasGranero.

―Nosvamos.Senospuedecaerelpeloporesto,peromeniegoadispararunsoloproyectilsobreesagente―ydiciendoesto,Tomelevóelhelicópteroysealejódelazonacomosinohubieranvistonada.

La segunda vez que Tom yGranero ignoraron ligeramente sus instrucciones fue afinalesde enero.Se encontrabandenuevopatrullandoPalmadesde el cielo con lasimple misión de comprobar si la masa de zombis que llevaba algunos díasformándose frente al Corte Inglés deAvenidas continuaba creciendo, e intentar depasodescubrirelmotivodeaquellaconcentración.

Debíandeestarapocomenosdemediokilómetrodelcentrocomercial,cuandovieronalasupuestamentequietamareadezombisdelCorteInglésavanzandoporlasAvenidasendirecciónalacalle31deDiciembre.

―Joder,fíjateenaquello,damiedo―dijoTom,señalandoalinmensogrupodezombisquesedesplazabalentamenteporlascalles―.Parecequepersiguenaaquelpobredemonioquetienepintadenopoderniconsualma.

Granero no respondió. Sudaba bastante y no hacía falta serEinstein para darsecuentadequeestabaalgoenfermo;habíatenidodiarreahacíapocoynohabíaparado


de beber agua a lo largo de los dos últimos días, sazonado todo ello por algunosvómitosyunafiebrequeibayvenía.

―Vamosaayudarle,ydepasovecomunicándoteconelmandomilitarparasabercómoproceder con respecto al núcleo enmovimiento―dijoTommientras pasabaconelhelicópteroporencimadelcivil,queleshacíaseñasdesdeelsuelo.

Tom se situó frente a los zombis durante unos segundos y, viéndoles acercarsepocoapoco,lanzódosdelosmisilesdelhelicópteroaltiempoquegritaba:“¡Irosalinfierno,hijosdeputa!”.Ydiciendoesto,comenzóadispararlasametralladorasporentrelahumaredaquesehabíaformadoporelimpactocontaloszombis.

―Oye, Granero, ¿estás bien?, ¿quieres que regresemos? ―preguntó Tomgirándosehaciasucompañero.

Fueentoncescuandosediocuentadequealgomarchabamal,irremediablementemal. El rostro de su amigo estaba totalmente pálido, sumirada perdida, y parecíatenertiritones.

―Granero,tío,sisetratadeunaputabroma,notienegracia,yapaséporlodelasnovatadashace tiempo―dijo temiéndose,enel fondo, lopeor, alverel inmutablerostrodesucompañero.Aquellonoteníaningúnsentido,nopodíatransformarse,nohabíanestadoencontactoconningúnfocodeinfecciónzombiendías,almenosqueélsupiera.

Tom, sin dejar de disparar, intentó controlar el aparato con una sola mano, altiempoqueextendía laotraparazarandearunpocoaGraneroyhacerlereaccionar.Fue en esemomento cuando se dio cuenta deque era el único ser vivodentrodelhelicóptero:elcuerpodeGraneroestabafríocomounapiedraalamanecer.Entonces,corroborando los peores temores de Tom, Granero se movió agitadamente, estabateniendoespasmosyparecíaescupirespumaporlaboca.

―¡Cojones! ―dijo Tom al ver la escena, perdiendo un poco el control delaparato―.Todavíatendráhuevosdecontaminarme.

Tomelevóelhelicópterounoscuantosmetros,desequilibrandoaloquequedabadesucompañero,quefueapararalaparteposteriordelaparato.Creyóhaberganadoasí algunos segundos cuando se giró un instante para ver, aterrorizado, a Graneroabalanzándose sobre él… ¿corriendo? Tom no daba crédito a lo que estabapresenciando. ¿EraGranerounputozombiono?¿Acaso los zombispodíancorrerduranteeliniciodesutransformaciónconelresidualdeloquefueronenvidaensucuerpo? Desde luego, de ser así, nunca había escuchado nada al respecto en lascharlas sobre el tema, y si algo había recibido a lo largo de los últimos años eracharlassobrezombis.

Elcasoesquetuvoquehacerusodetodasuexperienciaparanoperderelcontroldel aparato, moviéndolo de lado a lado para hacer caer a su compañero, que noparabadedar tumbosen lapartedeatrásdelhelicóptero, tratandodeganardeese


modoalgodetiempo.Enunamaniobradesesperada,Tomapretóelbotónqueabríalaspuertaslateralesdelhelicópteroycomenzóazarandearloconlaideadeintentardesalojarasutransformadoamigo.Labuenanoticiaesquenotardómuchoenqueéste cayera; la noticia extraña es que, a pesar de la supuesta transformación, unnutridogrupodezombisseabalanzósobreél intentandodevorarle,aunqueno tuvotiempodeversifinalmentellevabanacaboelmacabroritualdeldespedazamiento,ya que notó cómo había perdido ligeramente el control del vehículo. No estabasegurodequépasaba,peroseguramente,contantasacudidaytantozarandeo,debíade haberse dañado algo el aparato, que se había vuelto medio loco, disparando adiestroysiniestro.

Intentóbloquear lasarmasyascender,aunqueenelprocesoaquellos infernalesbichos,tanlentossupuestamente,sehabíanenganchadoyaalospatinesdeaterrizajedelhelicópteroyalaspuertasdelanterasdelmismo,comprometiendomássicabelaestabilidaddelaparato.

Tom comenzó a disparar de nuevo casi sin ton ni son, intentando acabar contantoszombiscomopudiera,sintenermuyclarosi lesestabadandoonoenmediodelcaosquesehabíaformado.

―Mierda, o hago algo o en nada tendré a varios de ellosmerodeando por ahídetrás―dijoTommientraselevabaelaparato,quecostosamentelevantabadenuevoelvuelo,conelsobrepesodevarioszombisenganchados.

Elhelicópteroseelevócinco,diez,quincemetros,yfueentoncescuandoTomsedio cuenta de que dos de aquellas bestias acababan de subir a bordo. Les habíacostado su tiempo, lo habían hecho poco a poco, paso a paso, pero con sucaracterísticafrialdaddeaceroysusmovimientoslentosperoprecisos,yfinalmentehabíanlogradosubirseabordo.

Tom,quedestacabapornoponersenuncanervioso,comenzóasudardelmismomodo en que lo hiciera Granero minutos antes, aunque en este caso fruto de lasituaciónqueestabaviviendoynoporestarsufriendoningúntipodetransformación.Oalmenosesoesperabaél.Echaraunzombifueraeraalgorelativamentefactible,pero comenzaba a tener sus dudas sobre si le sería posible tirarlos a todos por laborda. Comenzó a zarandear el helicóptero y, tras muchos esfuerzos, uno de loszombiscayóenelpatiodeunadelascasasqueteníaasuspies,estampándosecontraelsuelo.Perohabíayademasiadosdeellosdentrodelaparato,cuatromásparaserexacto, y uno más se sujetaba Dios sabe cómo a la puerta que tenía a su lado,conformandounavisiónque,generosamente,podíasercatalogadadegrotesca.

No tenía muchas opciones. Lo mejor que podía hacer era intentar aterrizar elaparato y salir huyendo de aquellos seres. Pilotar aquellos trastos era unas de lascosasquemejorsabíahacerTomenelmundo,peroaterrizarlosenestrechostejadosdecasasantiguasyenaquellascircunstanciaseraunretocomplicadoinclusoparalos


mejores expertos, y si encima tenías la presión de contar con varios zombissoplándote en la oreja de forma casi literal, la misión comenzaba a sonar acomplicada.Los tresocuatrozombisqueseguíanasidosa lospatinesdeaterrizajeeranunelementomásqueañadiralasumadeinconvenientes,yaquehacíanmenosestableelaparato.

Poco a poco, comenzó a acercarse al tejado de aquella casa, mientras sepreguntaba si ésteestaríapreparadoparaaguantarelpesodelhelicóptero,y loqueharíaconaquellasbestiasquellevabaasidasunaveztocarantierra.

Todoparecíairbienhastaqueunfuertegolpedevientoacabópordesequilibrarelaparato,haciendoqueTomperdieraelcontrolporcompleto.

―¡¡Mieeerda!! ―dijo, mientras notaba cómo el helicóptero descendíaprácticamentedegolpelosdiezmetrosqueleseparabandelterrado.

El golpe le quitó el tener que pensar en la amenaza de los zombis, ya que lamayoría de ellos quedaron destrozados por el impacto. Tom agradeció a los cielostodos los mecanismos de seguridad que llevaba incorporados el aparato y quehicieron que pudiera salir de aquella situación con apenas unos rasguños, algunasmagulladuras,yseguramentealgunavértebradesplazadaqueleacabaríamolestandoporelrestodesusdías.

Su otro temor se fue desvaneciendo poco a poco. Como buen consumidor depelículas americanas que era, y a pesar de su larga experiencia en situaciones decombate, durante el minuto que invirtió en quitarse los arneses y liberarse de lospertinentescinturonesde seguridad,estuvocon losdedoscruzados suplicandoparaqueaquel trastonoexplotarayreventaraenmilpedazos.Tuvosuerte,ni lohizoniteníavisosdehacerlo,aunque todoasualrededorcomenzóaarderya formarunainmensahumareda.

Arrastrándose, esquivando las llamas que comenzaban a formarse, cogió sumochiladeemergencia,saliódelhelicópterotanprontocomopudoeintentóalejarsedellugarlomásvelozmenteposible,aunquepordesgraciaenlascondicionesenlasqueestabanopodíamoversecon rapidez.Unavez fuera,pudoverque,apesardehaberunbuennúmerodezombisaplastadosporelpesodelhelicópterooatrapadosyen llamas bajo su panza o sus patines, había tres que se habían librado de acabarconvertidosencarnepicada.

―¿Y ahora qué narices hago? ―pensó, prácticamente sin fuerzas ni pararespirar―.Estoeselputofin,ni tengofuerzasparaaplastarles lacabezani tiempoparaponermeabuscarunarmaenlamochila.

Tímidamente,Tomcomenzóa retrocederhasta llegar al bordede la terrazadeledificio,con los treszombisempezandoacaminarhaciaél, imaginándose―desereso posible― la bacanal que les esperaba a costa de aquel pobre desgraciado quehabíacaídodelcieloarrastrándolesconélhastaaquellugar.


Fue entonces cuando Tom notó que todo comenzaba a temblar bajo sus pies.Efectivamente,talycomosusfatigadasneuronasleestabanindicando,aqueltejadonoestabapreparadoparaaguantarelpesoyelimpactodelhelicóptero,porloquesehabíacolapsadoyahoracomenzabaa resquebrajarseyengullir a todocuanto se leponía en su camino. Lo primero en caer fue el incendiado helicóptero en sí, quedesaparecióenmitaddeunanubedepolvo,seguidoporlostreszombis,quefuerontragadoscualJonásenlaballenayquecayeronhastaelpisodeabajo.Finalmente,eltejadocedió, aguantandoúnicamente lazonaperiféricadealrededordeunmetroodosalasparedeslaterales,dondeTompermanecióensilencioalolargodelasochosiguientes horas sin decir palabra, sin ni siquiera pensar en algo, casi en estadovegetativo.

Había sobrevivido, el destino parecía darle una segunda oportunidad y más leconveníanodesaprovecharla,aunquenoteníaclaroenabsolutoquéhacerconella.


Capítulo11

Reunióndeamigos

TonyyMarcestabanborrachos.Llevabancelebrandoelreencuentrobastantetiempo,puedeque inclusodemasiado.No llevabanelcontrolde lashoras,paraqué,ysólosabíanquehabíanvistoponerseyaelsolenunpardeocasiones.

Lobuenodevivirelfindelmundoporsegundavezesqueacabasviendolavidadeotraforma,tusprioridadescambianydesaparecenalgunaspreocupacionescomoelvivireldíaadíadeformaintensaynoperdereltiempo.

Los zombis iban a estar ahí fuera estuvieran sobrios o borrachos, y no lescorrespondía a ellos el salvar el díahaciéndose loshéroes.Para esoya estaban lasautoridadesyelgobierno,queporcierto,asuparecer,estabanhaciendoun trabajopenoso,yaqueseguíansindarseñalesdevida.

Parecíaincreíblequecontodaslaspreocupacionesporpartedelasociedadparaevitaraquelterribleescenario,éstesehubieradadoyalogrande,yqueloszombishubieran podido tomar una ciudad como Palma, ymás teniendo en cuenta que, almargen de las unidades del ejército español apostadas en Valencia, la Sexta FlotanorteamericanapatrullabaconstantementeelMediterráneoconsusmásdeveintemilefectivos, suscuarentabuquesdeguerraysus seisminisubmarinos,con fuerzasdeintervenciónrápidasentrenadasparaentrarencombateenuntiemporécord.

Estabanabandonados,conscienteoinconscientemente,asusuerte,locualhacíasuponerquelacosapodíaserespecialmentegraveenelrestodelmundosilaplagasehabíapropagadoconigualvirulenciaporelcontinente.

De modo que, aunque no había mucho que festejar, al menos Marc y Tonyseguíanvivosparacelebrarlo,contarseviejasbatallitasyhablardelbuentipoquesegastabalavecinitaqueMarcsehabíaestadobeneficiandodurantetodoaqueltiempo.

AlamanecerdeltercerocuartodíadelallegadadeTony,mareadoslosdoscomoestaban, decidieron empezar aplantearsequéhacer con susvidas a lo largode lossiguientesdías.

―Yonosalgodeaquí,losiento―decíaTony,intentandoautoconvencerseydepasohacerlopropioconMarc―.Mebastóconundíaeneseinfiernoparatenerclaroque,aunqueésosdeahípuedanserlentos,haymilpeligrosacechandodispuestosajoderteeldía.

―Noserápara tanto―dijoMarcmientrasdesayunabaunpocodepancalientedescongeladoconmermelada―.Siemprehassidobastanteexagerado.

―Casime caeunhelicóptero encima,medispararondesde la azoteadelCorteInglés, y eso por nomencionar a los zombis―dijo Tony―, que por si no te hasfijado,siguenmerodeandoporahífuera.Yesopornohablardetodoslosencuentrosque no tuve pero que seguramente quedan en la lista: bandidos desaprensivos,


unidadesmilitares deseosas dedisparar a cuanto semueve, pandilleros, chorizos…ah, y los zombis esos a los que les ha dado ahora por correr o, cuando menos,caminarrápido,unanuevamodaquebienpocagraciamehace.

―Nosé,seestábastantebienaquí,perohemosdeaspiraraalgomásquevegetarborrachoscomounacubapensandoenlapijilladeallado.

―Esolodicetuladocientífico―sequejóTony―.Temueresporsalirahífueraeinvestigar,perotevasaquedarconlasganas,oalmenosnocuentesconmigoenloquequedadeaño,queporciertoterecuerdoquecomenzónohacemucho.Además,¿túhasvistoel fríoquehaceahí fuera…?Pornadadelmundosaldríadenuevoalexterior…

Noacababadedecirlafrasecuandoescucharonunchillidoprovenientedelchaletcontiguoqueno tardaronenrelacionarconsuvecinapija.TonyyMarcsemirarondubitativos,preguntándoseconlamiradaquéhacer,intentandobuscarunarazónquejustificase el no moverse de aquel caliente y cómodo comedor en el que seencontraban,paraponer,contodaseguridad,enriesgosusvidas.

―¿Hayqueir,verdad?―preguntóTony.―Me temo que sí, y me da que nos las habremos de ver con un zombi

―respondióMarc,maldiciendosusuerteysumoralcaritativa.―¿Elmaromo?―preguntóTony,levantándoseperezosamentedelsofá.―Metemo.Nocreoqueningunodeesosbichoshayalogradoentrarensuchalet,

losmuroseranaltosysólidoscomolosnuestros.―¿Pala o escopeta? ―inquirió Tony ya desde la puerta que daba al patio,

sosteniendoenlamanoambosobjetosrecogidosdelsuelo.―Las dos ―respondió Marc, cogiendo la escopeta―. Nunca se sabe qué

podemosencontrarnosalotroladodelmuro,aunquelodedispararmejorlodejamoscomo último recurso, no quiero llamar demasiado la atención y tener mañanamontadaunamanifestacióndecienzombisatraídosporelruido.

―Espero que sea una chica agradecida ―comentó sonriente Tony mientrasapoyaba en el muro separador la escalera de mano que había en el jardín ycomenzabaasubirporellaseguidoporsuamigo.

―Nosevenada―dijoMarcintentandoasomarsepordetrásdeTony.―Niseoye,puedequeseademasiadotarde.Casimejor,ennuestroestadoactual

nosésihubiéramossidodegranayuda―confesóTony.―Venga, no jodas, lo último queme apetece es tener por vecinos a un par de

zombis caminandopara arribaypara abajo todoeldía, o convivir conunmisteriocomo el de no saber qué ha sucedido y tener que despedirme de esta forma de laúnicaposibilidaddeligueconocidaenDiossabecuántosmetrosalaredonda…

Justohabíaacabadolafrase,cuandoescucharonotrochillidomáspijodeloqueen la vida hubieran sospechado que se pudiera emitir, viendo a continuación a la


vecinitasalircorriendoalpatio,seguidade,efectivamente,sufornidonovio,brazosalfrente.Ambosibanconeltorsoaldescubierto,locualprovocólasbabasdeTony,queaunenaquelestadodeplorable,nopudoevitarsentirsesexualmenteatraídoporaquellaestupendamujerdeprotuberantespechosycurvaspeligrosas.

―Creoqueentiendoquepudierassucumbirasusencantos,científicoempollón…Aunquenoséquépudoverellaenti;supongoquecuandolanecesidadaprietanoteimportabajarellistón…mucho.

―Tremendamente gracioso ―dijo Marc con un manifiesto tono sarcástico―,peroconvendríahaceralgo; la tienecasiacorraladayensuestadonocreoqueseacapazdeesquivarlopormuchotiempo.

―Lo dices como si fuera yo el que tiene que actuar, tú eres el de la pistola―espetóTony.

―Yatehedichoquemejornotentaralasuerteyatraeramásbichosdeésos…Además, sobre tu pregunta de antes, ella es muuuuy agradecida y suele necesitarconsuelo.

―Siendo así, rezaré para que ése no sea de los que corren, o estaría en seriosproblemas.

―Notepreocupes,enesecasopuedequedisparase―dijoMarc, levantandolapistolaaltiempoquesuamigosaltabaalpatiovecino.

―Poresomepreocupo―respondiómientras llegabaalotropatio,nodel todoconvencido.

Nadamástocartierra,recogiólapalayavanzóconpasodecididohaciaelzombi,intentandoautoconvencersedequenoestabahaciendoningunatontería,motivoporelquenodejabade repetirseunayotravezque lomáscercanoal sexoquehabíatenidoenmuchotiempoerasusrelacionesconlascopiasdelInterviúdeMarc.

Porsuerte,elzombini loviovenir,estabadeespaldas intentandoagarrarcomounquinceañeroalajovencitasemidesnuda,porloquepudopropinarleuntremendogolpe en la cabeza con la palaque llevaba en lamano.Sin embargo, aquellamalabestianoparecíamuydispuestaacaer,yaunqueelimpactohabíasidofuerte,seguíaen pie, aunque parecía algo trastornado, motivo que hizo que la mente de Marc,subidocomoestabaalatapia,comenzaraadarlevueltasalasunto.

El zombi de lo que un día fue Rafa se giró, más deprisa de lo que solía serhabitualenunserdeaquéllos,oalmenosesopensóTony,quenosabíasiseestabavolviendoparanoicorespectoaesetema,yfrenóel impactodelsegundogolpeconunbrazomientrasintentabagolpearasuatacanteconelotro.

Fue entonces cuando la vecinita, en un ataque de rabia e histeria, se abalanzósobreelzombidesuexnovio,encaramándoseasuespalda.

―¡¡No, no!!―exclamó visiblemente alteradoTony, pensando en que su únicaposibilidad de sexo podía acabar convirtiéndose en un zombi si recibía el más


mínimorasguñodeesatorpemoleconpatas,queahorasemovíadeunladoaotrointentandoquitarsedeencimaaaquellaespeciedegarrapata.

―Vale,vale―respondióTeresa,apartándosedelaescenatotalmenteencandiladaanteaquellademostracióndegalantería,generosidadyvalentía.

Tony no tuvo problemas para esquivar las dos o tres acometidas que el zombillevó a cabo, mientrasMarc se pensabamuy seriamente si disparar o no, ya que,aunque su amigo parecía tener controlada la situación, la escena que estabapresenciandonoacababadeencajar.Habíaalgoquefallaba,aunquenoloacababadetenerdeltodoclaro.Porsuerte,nohizofaltaqueacabaratomandoningunadecisión,ya que, tras varios intentos,Tony logró acertar de nuevo de pleno en la cabeza deRafa, más concretamente en su rostro, en el que hundió irremisiblemente la pala,quedandoclavadaenél.

―Listo―dijoTonymientras apoyaba lasmanos sobre sus rodillas, intentandobajar pulsaciones y recuperar el aliento perdido,mientras notaba cómo los cálidosbrazos de Teresa le atrapaban por el cuello y recibía un cariñoso beso deagradecimiento,primeroenlamejillayluegoenlaboca.

―Llo siento ―dijo Teresa, algo ruborizada por su impulso―, no he podidoevitarlo…erestan…encantador―ydiciendoesto,volvióaunirsuslabiosconlosdesusupuestamentedesinteresadosalvador.

―Debedehaberalgúnnombreparaestetipodeenfermedad,algoparecidoalodel Síndrome deEstocolmo―murmuróMarcmientras descendía contemplando laescenadeamoryseacercabaalzombi,pasandopordelantedelafelizparejitaqueniparecióverle;nohacíafaltaserEinsteinparaadivinarloquevendríaacontinuación.

Ynoseequivocó.Mientrastomabamuestrasdeaquelespécimen,suamigoysuexamantedesaparecieronenelchaletdeésta,dejándolesoloeneljardínconaquelzombiysuspensamientos.

HabíaanochecidocuandoTonyregresó.―¿Quétepreocupa?―dijoéste,viendoelsemblanteserioy lamiradaperdida

desuamigo.―Elzombideestamañana―respondió,todavíaperdidoensuspensamientos.―Puesyodetinoloharía,estámuertoybienmuerto,ynocreoqueselevante

denuevo―respondióTonyintentandoresultargracioso.―No era normal. Bueno, no es que el hecho de que un ser humano resucite

ansiosopordevoraralosquefueransuscongéneresresultemuynormal,perodentrodelosparámetrosestablecidosenloqueapautasnaturalesserefiere,habíatodaunaseriedecircunstanciasnuevas,oalmenosnoestudiadas.

―¿Resumiendo?―apremióTony.―Quehemosdedescubrirquéestápasando,sisetratademaníasnuestrasosiel

virus puede haber mutado, cosa considerada como imposible por la comunidad


científica internacional,yo incluido.Demomento,he tomadoalgunasmuestrasqueestoyanalizandoenmi laboratorio,aunquenodispongode la infraestructuranidelequipo necesario para hacerlo con todo el detenimiento y la exhaustividad quemegustaría.

―¿Creesquepuedeteneralgoqueverconquehayanzombisquesemuevenmásrápidodelonormal…enellos?―preguntóTony.

―Puede,perohaydemasiadosfactoresenelaire.―Bueno, mejor pensamos mañana en ello ―sentenció algo cansado Tony―.

Finalmente ha resultado ser un día agotador y conviene que descansemos;mañanaseguroqueveremoslascosasmejor.

Marc se despertó algunas horas antes que Tony y continuó haciendo pruebas ytomando notas. Cuando se reunieron para desayunar, fue el primero en abordar eltema.

―Nohelogradollegaraningunaconclusióncientíficasatisfactoria―dijoMarcfrustrado―.HecomparadolosanálisisqueteníaenmiordenadordelosestudiosquerealicéenlosEstadosUnidosconlasmuestrasextraídasdelsujetoalqueeliminasteayery,aparentemente,nohabíaningunadiferencia.

―Esdecir,enamboscasoselindividuoestabamuerto…―dijoTony,mientrassellevaba a la boca su habitual tostada de pan caliente descongelado untado enmermelada.

―Muy gracioso. Si todas tus aportaciones a la conversación van a ser de estetipo, creo que seríamejor que te limitaras a escuchar o a compartirlas connuestravecina, que seguro que las apreciará más que yo ―replicó Marc algo molesto,posiblemente por la frustración de no haber encontrado una solución al dilema―.Aunque…puedequetengasrazón.

―Lasuelotener,yenestecaso,coneltipoconunapalaclavadaensurostro,nocreoquemeequivoque:estabamuertoybienmuerto―añadióTony,sintenermuyclarosiseguirconlabromayenfadardefinitivamenteasuamigoosiescucharleyperderse la oportunidad de hacerle una visita mañanera a la adorable, generosa eincansablevecinita.

―No,efectivamente,comobienseñalabas,ambosespecímenesestabanmuertos,sin rastro por tanto del virus ―comentó Marc―. Por ello, es normal que hayasimilitudesenelresultadofinal,peronosabemossi losfactoresintermediosfueronprovocadosporelmismovirus,unamutacióndelmismooqué.

―¿Resumiendo?―apremióTony,utilizandoaquellapreguntaquesolíaformulartantasvecesasuamigocuandocomenzabaadivagaryhacerplanteamientosenvozalta que muchas veces tenían como única razón de ser el reflexionar sobre algúntema.

―Que deberíamos obtener muestras de un zombi de ese estilo que estuviera


“vivo”…bueno,quecaminara,aunquebastaríaconquesemovieraydieraseñalesdevidaodeloquesea.

―¿Estás insinuandoquedeberíamoscazaraunespécimendeésos?―preguntóTony,algoalteradoporlapropuestaaparentementesuicidadesuamigo.

―Algoasí.―Creoqueesodeberíamosdejárseloalasautoridadescompetentes―dijoTony

intentandohacerentrarenrazónaMarc.―¿Lasmismas que nos han dejado a todos aquí abandonados como a perros?

―añadióMarc―.No, creo que ya va siendo hora de tomar cartas en el asunto eintentarsalvarelculopornosotrosmismos.¿Notefijasteacasoenqueaquelzombiibaganandoreflejosporsegundos?Nomuchos,laverdad,perodesdeluegomedabalasensacióndequecadavezcontrolabamejorsusmovimientos,comosisemovieraconmássoltura.

―Amímepreocupamáscómooporquésetransformó…Eltiponoteníapintade haber sido infectado por otro zombi, y se supone que la casa estaba libre decualquier foco de contagio, por lo que no tiene ningún sentido lo que pasó―dijoTony,intentandoencontraralgunaexplicación.

―Esunacuestiónquetambiénsemehapasadoenvariasocasionesporlacabezasinencontrarrespuesta.CreoquelomejorquepodríamoshacereshablarconTeresayquenoscuentetodoloquerecuerdesobrelatransformacióndeltipoése…―dijoMarc―.Haydemasiadascosasquesesalendelperfiltípicodeactuacióndelvirus,ytepuedoasegurarquenoescomoparatomárseloabroma.Cualquiervariaciónquesesalgadelosparámetrosqueconocemospodríaresultarcatastrófica.

―Vale,mehas convencido,hemosde ir adespertarlaypreguntarle sobre todoello―ydiciendoesto,Tonyselevantódelamesaysemarchóhaciaelchaletdesuvecina,seguidoporMarcquenoabriólaboca.

Alcabodeunosminutos,entraronpor lapuertade lacasadeTeresa,de laqueambosteníanlallave,ysubieronhastaelpisosuperiorconlaideadedespertarlasifuera preciso. Sin embargo, no fue necesario, estaba cantando alegremente unacanción deMadonna mientras se duchaba con agua caliente, sin que le importaradesperdiciar parte de la energía recolectada por sus paneles solares, sistema deenergía alternativa implantada por doquier tras la primera plaga y que se habíadesarrolladobastantealolargodelosúltimosaños.

―Hola,monada,venimosavisitarte―dijoTonymientrasasomabalacabezaporelbañocubiertodevapor.

―¡¿Sepuede saberquéhacéis ahímirandocomodospasmarotes?!―preguntóTeresa,algomolestaalserobservadadesnudadeaquellaforma.

―Chica, ¿a qué viene ponerse así?, si ya te lo hemos visto todo ―dijograciosamenteTony,mientrasserecreabamirandodenuevolascurvasdesuvecina.


―Eresungroseroyunmaleducado―dijovisiblementemenosenfadadaTeresamientras se cubría conuna toallade cinturapara abajo―.Podríais llamar antesdeentrar. Aunque si lo que queréis es organizar un trío creo que es demasiadotemprano…aunquesiinsistísmelopensaré.

TonyyMarcsemiraronalgoescandalizadosante laproposicióndeTeresa,queparecíahaberhabladocompletamente en serio.FueMarcquien respondióprimero,algocansadodeperdereltiempocuando,paraél,eldestinodelahumanidadestabaenpeligro.

―Hemosvenidosimplementeaformularunaseriedesencillaspreguntas―dijoMarcintentandoiralgrano.

―Ya,esodecíssiempretodos―apuntóTeresa.―¿QuélepasóatunovioRafa?―preguntóTonyrápidamenteparaevitarquesu

amigoseexasperaramásdelacuentaconloscomentariosdeTeresa.―Esomismomegustaríasaberamí―respondióTeresamientrascaminabahacia

laplantadeabajo―.Mepreguntoconquiénestuvoantesdeveniraquíparacogeresaenfermedad…¿Nosecontagiaconelsexo,verdad?Porquenoesquefueramuybueno,porsiesoinfluye.

―Convendríaquerepasáramostodalasecuenciadeeventospreviosalsucesoencuestión―apremióMarc.

―No hay mucho que contar, fue un día de lo más normal: nos levantamos,practicamos sexo, comimos, echamos un polvo, dormimos una siesta… ―dijomientrascogíaunvaso.

―Echasteisotropolvo…―añadióTony,mientraselrostrodeMarccambiabadeexpresión, abriéndosele losojoscomoplatos, alver aTeresa llenar aquelvasoconaguadirectamentedelgrifo.

―¿Ingerísaguadelgrifo?―preguntóMarc,algoaterrorizadoantelarespuesta.―No,nos labebemos―respondióTeresa―.No todos tenemosuna reservade

cientos de garrafas en nuestro sótano. Yo no tuve tiempo de prepararme;sinceramente,nomeesperabatodoesto…Ynosdabaalgodeperezarecogerelaguadel pozo, y como esta vez el servicio de agua corriente no ha caído del todo demomento…

Tonyhabíacomenzadoacaptarperfectamenteelmensajedesuamigoylamentónohabertraídoconsigosupistola,unnuevofallodenovatoqueesperabaquenolescostaracaro.

―¿Ttútambién?―insistióTony,temiéndoselarespuestatrasloqueacababadever.

―No,nodeltodo―dijoTeresa―.Bueno,laverdadesquesí…Nosuelobebermuchaagua,loconfieso,yencimaayermedioporbebercerveza,quedeesosíquetenemos bastante. Aunque hace un rato tuve bastante sed y bebí directamente del


grifodeladuchamientrasmelavaba,¿porqué?―Serámejorquenosvayamosdeaquícuantoantes―sugirióMarc.―Nocreoqueseaparatanto―respondióTonysindejardemirarasuflamante

amante,percatándoseentoncesdequeéstahabíacomenzadoasudarcopiosamenteeneltranscursodelosúltimosminutos―.Aunquepensándolobien…

Marc y Tony comenzaron a caminar discretamente hacia la puerta sin mediarpalabra, sin despedirse de Teresa, que justo entonces comenzó a vomitar y tenerconvulsiones.

―Ha empezado, el proceso se ha iniciado―dijo Marc desde el marco de lapuertaalverla,reflexionandosobrelaocasiónqueaquellorepresentaba―.Puedesernuestraoportunidaddetenerunespécimenqueestudiar.

―¡Estásloco!Niportodoelorodelmundo,quenoesquevalgamuchohoyendíaporestoslares,mequedaríamásdelonecesario.

―Tú eliges: o la capturamos a ella o a uno de los bichos de ahí fuera―dijoMarc.

―Hayunaterceravía:nilacapturamosaellanialosbichosdeahífuera.Punto.Estoycansandodetenerquehacerdehéroe,noesmi…nuestropapel.Demomentomeconformoconsobrevivirypasarlolomejorquepueda.Noesnuestrotrabajoniseesperadenosotrosquelollevemosacabo―dijotajanteTony.

Marcsedebatíaenunmardedudas.CapturaraTeresaenaquelmomentopodíasersumejoropción,aunqueTonyteníarazón,teneraunbichodeésosbajocustodiaimplicabademasiadosriesgos,comoyasabíaélporexperienciaspretéritasenlasqueespecímenes normales de zombis habían roto la seguridad y habían acabadoprovocando verdaderos desastres. Y de momento, todo parecía apuntar a que laconversióndeTeresalatransformaríaenunsertotalmentedesconocidoparaellos,enalgoquenoteníanmuyclaroquélimitacionestendría.Pornohablardealgoquenoseatrevíaacontarleniasumejoramigo:noteníaniideadelgradodecontagioquepodíateneraquellanuevaversióndelvirus,quebienpudieratransmitirseporelaire.

―Está bien, tú ganas, nos vamos ―dijo Marc, rindiéndose―, pero con unacondición:nolamatamos,almenosdemomento.

―¿Qué?¿Pretendestenercomovecinaaunazombiquebienpudieratreparporlaparedysorprendernosmientrasdormimos?

―Vaya, anoche no te hubiera importado ―dijo Marc mientras comenzaba airse―. Será mejor que nos demos prisa o tendrás un tipo de experiencia pocoagradablecontulascivaamante.

Marc y Tony salieron del chalet y, una vez fuera, retiraron cualquier tipo deaparatoquepudiera ser utilizadopor suvecina zombipara ayudarse a subir por lapared.Lanzaronalgunascajasalapiscina,dedondeestabansegurosquenopodríarecuperarlas, apartaron sillas y mesas para evitar tentaciones y limpiaron más o


menoslazona.―¿Realmentecreesqueesnecesario?―preguntóTony,algocansando.―Siquieresdormirrelativamentetranquilo,sí.Noconocemosnadadeestanueva

generación de zombis, ni su destreza, ni grado de inteligencia o degradación ydeterioro…Noconvienecorrerriesgos…

NoacabólafrasecuandoTeresaapareciócomoposeídaporlapuerta.Seagarróal marco de ésta y, lanzando un gruñido, les miró a los ojos, dejándolescompletamenteheladosporlaintensidaddelamirada.

―¡Mierda! ¡Corre! ―dijo Marc, sabedor de que en apenas unos segundostendríanaTeresaencima.

Tonyapoyólaescalerademanoquehabíatiradaeneljardínycomenzóasubirpor ella seguido de Marc, que nada más escalar un par de peldaños sintióprácticamenteelalientodeTeresaasusespaldas.

―Venga, retiremos la puñetera escalera ―dijo Tony, intentando subirla sinsuerte,yaqueTeresasehabíahechoconlaparteinferiordelamisma―.¡Tira,tira,quelamuycabronaselaquierequedar!,yyonodormirétranquilosabiendoquesequedaconnuestraescalera.

―Mandanarices,quitamoscajasymueblesycomonosdescuidemosnosquitalaescalera―dijoMarc,comenzandoahacerfuerzajuntoaTony.

Hubo un tira y afloja que duró unos segundos y que al final se decantó por elbandodeloshumanos,quelograronarrebatarleladichosaescaleraaTeresa.

―Hemostenidobastantesuerte―dijoMarcjadeandoysudando,conlasmanostemblorosas―, todavía no está adaptada a su nueva condición, de lo contrario nohabríamoslogradoquitársela.

―Suertehatenidoella,ellooloquesea―replicóTony―.Dehaberpersistido,lehabríavoladolatapadelossesos.

Marcnodijonadayselimitóaregresaralinteriordelacasa,cerrandolapuertatrasdesí,asegurándosedelafiabilidaddelmuretequehabíanlevantadoenlapartedelacristaleradelcomedorquehabíasidoreventadaporRafadíasatrás.Lanuevasituaciónlehacíatanpocagraciacomoasubuenamigo,aunquenoloadmitiera,ypreferíanocorrerriesgos.


Capítulo12

Contaminación

Había pasado una semana ymedia desde la transformación de Teresa, tiempo queMarchabía invertidoenpasarsehorasyhorassubidoalmuroobservándolapasearporelpatio.Dequeeraunzombidiferentealosquehabíanvistohastaelmomentonohabíaduda.Semovíaconmuchamásdestrezadelohabitual,aunqueestabalejosdeacercarsealagraciadecuandoestabaviva,peroaunasíeraunavancecualitativomás que notable que le preocupaba. Una plaga de aquel tipo podría poner enproblemas a la humanidad, que, ahora sí, tendría un serio enemigo enfrente al queplantarcara.

Aunqueeraconscientede la temeridadque suponíael tener aunazombicomovecina,parecíannotenernadaquetemer,yaqueTeresanohabíamostradoentodoaqueltiemposignoalgunodesercapazdetreparnide,tansiquiera,demostrarelmásmínimoresquiciodeinteligenciaparasalvarladificultadquerepresentabaelmuro.Ynoseríaporquenoestuviera interesada.CadavezqueMarcasomaba lacabezaporencimadelmuroyTeresa le veía, se lanzaba comouna posesa hacia él, chocandosalvajementecontralapareddeladrillosygolpeándolaconlacabeza.Eraunavisiónaterradoracapazdehelarlasangrealmásfríodeloshumanos.

Porello,intentaballamarlaatenciónlomenosposibleyprocurarquenoleviera,observándolapaseardeunladoaotrodeljardínquerodeabalacasa,conlosbrazosagarrados entre sí como los locos, moviendo la cabeza de un lado al otro yescupiendoloqueparecíaserunaespeciedebabaosaliva.

Estaba claroque teníanquehacer algo cuanto antes, y para ello no le quedabamás remedio que convencer a su amigoTony. Para ello, había pensado incluso enmedidasdesesperadascomoabrirlapuertaydejarpasaraloszombisalinteriordelrecintoparadestruirdeesa formael idílicoparaísoenel infiernoque representabaparasuamigosuestanciaenelchalet, rotoahoraenpartepor lazombificacióndeTeresa.

Finalmentedecidióhablarsimplementeconél,ysinolograbaconvencerle,seiríapor su cuenta e intentaría encontrar una forma de salir de la isla y reportar a lasautoridadespertinentestodocuantohabíaidodescubriendo.

De modo que tras pensar una larga retahíla de motivos con los que intentarconvencerasuamigoparaabandonarlaseguridaddelacasa,sesentóconéljuntoaunatazadecaféysedispusoaprobarsuerte,aunquefueTonyquienhablóprimero:

―Bueno,portumiradaveoquesenosacabaronlasvacaciones…―¿Perdón?―dijoMarcsinacabardeentenderlafrase.―Creo que es evidente por tu semblante serio que ya has considerado como

suficienteeltiempoderespiroyasuetoquetehasconcedido―sonrióTony―,yque


nonosquedamásremedioquepartirhacialaaventura…losdos.―Nomelopuedocreer,¿teparecebien?―dijocasiindignadoMarc―.¿Así,sin

más?Perosinoteníasnilamásmínimaintencióndeirte…―Siquieres, puedes soltarme el discursito que sin duda tenías preparado, pero

pormipartepuedesahorrártelo.Heintentadoalargartodoloquehepodidoestosdíasderelax,nomás.Simehubieraspedidohaceunasemanaquenosfuéramos,hubieraasentido igualmente, aunque hubiera remoloneado algo para ganar algunos días demás,perollegadosaestepunto,micuriosidadmeempujatambiénasaberquéestápasandoahífuera.

―Nocambiarás,siempreserásunmanipulador―dijoMarc,aliviadoenelfondoporahorrarseeltrabajodeconvencerasuamigo.

―Supongoquegraciasportuspalabras.Elcasoesquehaydoscosasalasquenodejodedarlesvueltasyalasquenoencuentrorespuesta―planteóTony―.Porunlado,porquédemoniosnoshanabandonadoanuestrasuerteynonoshanrescatadoya,yporelotro,quédemoniossucedeconelaguayporquétransformaalagenteenzombissuperatletas.

―Supongoqueeresconscientedequeaestepaso,enpocassemanas,conformelagentevayabebiendoelaguaquesaledelosgrifos,laciudadseiráconvirtiendoenunverdaderoinfiernodezombiscorrecaminos―apuntóMarc.

―No creas que no he pensado en ello, pero por suerte, conforme vayantransformándose, se iránquedandoencerradosen suscasas sin sabercómosalirdeellas―dijoquitándoleimportanciaalasuntoTony.

―Síyno.Yoheidounpocomáslejosytepuedoasegurarquemuchossaldrán―comentó preocupado Marc―. Piénsalo, el que beba y se transformé pillarádesprevenidosatodoslosmiembrosdesucasa,convirtiendoaquelloenunaauténticacarnicería; no se lo esperarán y de repente se encontrarán con un zombi cuyashabilidadesencuantoamovilidadlessondesconocidas.Muchosdelosmiembrosdecadahogarmorirán,perootros lograránhuir,ydudomuchodequesemolestenencerrar la puerta en su desesperada salida hacia la calle, donde, no nos engañemos,tampocolesesperaunfinalfeliz.

―Siempre tan fatalista, aunque me fastidia tener que darte la razón en estaocasión―reflexionó Tony, que tras unos segundos añadió―: Aunque por suerte,poco a poco se irá cortando el suministro de agua corriente; sin elmantenimientonecesarioescuestióndetiempoquevayasucediendoyqueelaguacontaminadadejedellegarhastaPalma.

―Locuriosodelasuntoesqueesalgoreciente―dijoMarc―.Estoysegurodequehacequincedíaselaguanoestabacontaminada.

―¿Contaminada?―preguntóTony.―Sí, es el términomás adecuado a tu alcancepara definir el estado enque se


encuentra el agua ―dijo Marc―. Estuve analizándola estos últimos días y estácontaminadaporunavariacióndelvirusZdelADN;unvirusevolucionado,mutado,queobviamenteresultamuchomáspeligrosoquesuantecesor.

―Tantos científicos estudiando durante tantos años unmismo fenómeno y, derepente,surgeunadelasdoscosasalasqueyo,conmicortitamente,llevabatiempodándole vueltas. Siempre pensé que, del mismomodo en que el virus de la gripemutabaparasobrevivir,unvirustancomplejocomoéstedeberíasercapazdehacerlopropioeirmutandoparalograrnosererradicado.

―Hastaahorasepensabaquenolonecesitaba―explicóMarc―,quelebastabael amplio espectro de actuación que tenía, los muertos, para poder sobrevivir sinnecesidaddemutar.Sesuponequetodosesosmicroorganismossevandesarrollandoparalograrvariacionesdesímismasquelogrenderrotaranuestrasdefensas;enestecaso, el virus campaba a sus anchas por los cuerpos que infectaba gracias a lainexistenciadeéstasunavezelcuerpo fallecía.Peroestávistoqueeracuestióndetiempoelquesucediera.Locualmellevaapreguntar,porsimplecuriosidad,quéeralo otro que tu privilegiadamente de cateto se había planteado con respecto a estetema.

―Nunca entendí por qué demonios el virus no infectaba también a los vivos;nuestroADNeselmismoestemosvivosomuertos,ypor lomismodeberíadeserigualmentesusceptibledeserafectado.

―Uhm… curiosamente nunca nadie planteó esa pregunta ―dijo Marcintrigado―.Supongoquenuestrasdefensas sebastanparadefendernosdel virusyevitarqueéstenosafecteytransforme.

―Nos bastaba―corrigió Tony―.Al parecer esamutación nueva es capaz deintroducirseenlosvivosymutarlos.

―Esonolosabemos;estanuevamutaciónquenosabemosdedóndevieneniquélaoriginapodríaactuaramododevenenoenelaguaymataraquien laconsume,para luego invadirle―teorizóMarc, improvisando sobre lamarcha―.Loqueestáclaroesquehaymuchoqueinvestigar,yloantesposible,odelocontrariopodríasertardeyqueestuviéramosdeverdadanteelfindelahumanidad…

―Almenostalycomolaconocemos―añadióTonysonriendo.―¿Algunaideamásqueaportardepordóndecomenzaresteviajealosinfiernos?

―preguntóalgoperdidoMarc.―Tengo algunas ideas, y creo que lo más indicado sería dirigirnos hacia el

castillodeBellver.

MarcyTonysedirigieronalpatioparaecharunvistazo fuera.El cochequeMarcteníaaparcadoensugarajenoeraprecisamenteelmásindicadoparallevaracabounviajecomoelque ibana realizar;eraunode lospocosdetallesqueMarcnohabíaprevistoparaunasituacióncomoaquélla,sobretodoporquenosehabíaplanteadoel


tener que salir de su protegida y bien provista casa para aventurarse fuera, a unascallesinfestadasdemuertosvivientesdeseososdellevarsealabocaunbuenpedazodecarnehumanafresca.

Pero afortunadamente, parecía que algunos de sus ricos vecinos sí lo habíanprevisto. Asomaron la cabeza fuera, por encima del alto muro que protegía laviviendadeMarc,ypudierondivisardosenormestodoterrenosaparcadosenlacalleporalgúnvecinoqueloshabíadejadoallíenlugardeenelgarajedesuvivienda,queeradondeestabanlamayoríadelosvehículosdelbarrio.

Procuraronnohacerningúntipoderuidoconelquepudieranllamarlaatencióndeloszombisquehubieraporlazonaydecidierontrazarunplan.

―Amenosquesepashacerunpuente,nonosquedamásremedioqueconseguirlasllavesdealgunodeesosvehículos―dijoTony―.Seguramenteesdealgunodetusvecinos,demodoqueaprovechaquenoseveningúnzombiporlazonaparairapedirleslasllaves.

―¿Estásloco?Yonosalgosoloahífueraniborracho―dijoMarcconuntonodeindignaciónqueenelfondobuscabasimplementeintentarescaquearsedeltrabajo.

―Estuplan,sontusvecinosyerestúquienquieresalirahífuera,demodoquetetocadarelprimerpaso―argumentóTony.

Marc prefirió no discutir y aprovechar que en aquelmomento no había ningúnzombideambulandoporlazonaparasalir.Abriólapuerta,miródenuevoenambasdireccionesyfuehaciaelprimerodelosvehículos,llamandoalapuertadeentradaalchaletquehabíaenfrente.Nada,nadierespondió.

―¿Hay alguien ahí? ―susurró Marc mientras pensaba que nadie le oiría,decidiendocogeralgunaspiedrasparalanzarlasalinteriorygolpearlacasa.

Trasvarioslanzamientos,escuchólapuertadelinteriorabrirseyunospasosqueseacercaban.

―¿Se puede saber qué quiere? ―dijo una voz en un tono bajo, casiimperceptible.

―¿Essuyoelvehículonegroaparcadoaquífuera?―preguntóMarc.―¿Y qué si lo es?―respondió su desconocido vecino―. Eso es asunto mío,

lárgueseynollamemáslaatención.―Necesito las llaves, es un asunto de vida o muerte, de interés nacional,

mundial…―dijoenvozbajaMarc,sintenermuyclarosiaquellonohabríasonadodemasiadopeliculero.

―Fuera, largo, no le voy a entregar ningún coche, y no insista o le volaré lacabeza―respondióelvecino―.Además,elputocochenoesmío,esdelcabróndeallado.

―Gracias―refunfuñóMarcaltiempoquedabaunoscuantospasospararepetirlaoperaciónenlacasadeallado.Alcabodeunosminutosteníaasuotrovecinoal


otroladodelrespectivomuro.―¿Sí?―preguntóelvecinoretirandolamirillametálicadelapuertaparaverla

cara del temerario, asombrándose al ver a su interlocutor―. ¡Pero si es el famosocientífico,nuestroilustrevecino!

―Efectivamente,ynoestaríaaquídenotratarsedeunaemergencia―respondióMarcalgoimpaciente,yalmismotiempohalagadoporhabersidoreconocido.

―Medamalaespinasucomentario; si sequiere iresporquesabealgoqueyodesconozco, por lo que no sé si sería más conveniente que me fuera yo con elvehículoenbuscadealgunaformadeabandonarestaisla.

―Maldición, déjese de tonterías paranoicas y déme las llaves o le juro quecomenzaré a disparar al aire y a llamar la atención de cuanto zombi vivo quede acientosdemetrosalaredonda.

Ydiciendoesto,quitóel segurodel armay la amartilló ruidosamente, a loquesiguieron unos breves pero eternos segundos en los que no se escuchó nada en lacalle,niaMarc,nialvecinoremolón,nialrestodepersonasquetrassusrespectivosmurosescuchabanatentasychafarderascuantoestabaocurriendo.Yfueunadeellaslaquerompióelsilencio.

―¡Perodéjelelasputasllaves,porelamordeDios,almenosélsabráquéhacerenestasituación!

―Eso,déjeselasya―dijounasegundavozdesdedetrásdelmurodeotrodeloschaletsvecinos―.¿Perodóndepiensairustedconesevehículosinotieneniideadeconducirlo,quetodoslosabemos?

―Almenos él es famoso y sabrá buscar ayuda―dijo una tercera voz ante elasombro deMarc, que no esperaba ni ser tan conocido en el barrio ni tener tantaaudienciaenesosmomentos.

―Déselas,puessólofaltabaquesenosllenaramásdezombiselbarrioporunacabezoneríaestúpida―argumentóuncuartovecino,mientraseldueñodelvehículo,antelapresiónylaamenazadeunlinchamiento,ibaabuscarlasllavesyselastirabaaMarcporencimadelmuro.

―Ahí tiene ―dijo el dueño del coche, apabullado, mientras las lanzaba―.Cuídemelobien,queesnuevoymequedancincoañosporpagar.

Marc prefirió callar ante el inocente y paradójico comentario de su vecino yregresaralaseguridaddesucasaparapreparartodocuantoibananecesitarparaelviaje,aunqueantesdeelloperdióunossegundosadvirtiendoasusvecinosdelpeligrodebeberaguadelgrifo.

Tardarontresdíasmásensalir.TresdíasenlosqueTonyremoloneótodoloquepudopararetrasarlasalida,hastaquefinalmentenolequedómásremedioqueaceptarlarealidad que le imponía su amigo y ayudar con los preparativos. Fue una tarearelativamentesencilla,yaquedesdelaprimeraplaga,quienmásquienmenostenía


claroloqueteníaquellevarencimaenuncasocomoaquél,aunqueloprincipalenaquellas circunstancias era que el vehículo que llevaran no les dejara colgados yaguantaralasembestidasdeunposibleataquedeunoodoszombis.Setratabadeunviajecorto,peroconveníairpreparados.

Alolargodeltercerdíafueronllenandoelmaleterodevíveres,botellasdeagua,herramientasquepudierannecesitar, armas, etc. InicialmentehicieronunoscuantosviajeshastaelcocheaparcadoaescasosdiezmetrosdecasadeMarc,hastaquesedieroncuentadequeresultaríamuchomássencillodejarlojustofrentedesupuertaylimitarlostrayectosasalirdecasa,abrirelmaleteroydejarlascosasensuinterior.De esa forma, Tony tuvo ocasión de probar el coche y dar una vuelta por losalrededores,comprobandoque,porsuerte,nohabíamuchoszombisdeambulandoporlazona.

Una vez aparcado el coche frente a su casa, lo tuvieronmuchomás fácil parallevaracabolospreparativos,yaquenosólolatensióndetenerqueiryvenirseveíareducida, sino que además el transportar la pesada carga de trastos se hacía másllevadero.

Perocomosiempre,lafacilidadconducealarelajación,ydeesaforma,amediamañanadelcuartodía,repasaronlalistadecosasy,unavezcomprobaronquetodoestabalisto,sedecidieronapartir.Trascerraracalycantolacasa,Marcsesentóenel asiento del conductormientrasTony comprobaba que elmaletero estuviera biencerrado,y justoenelmomentoenqueésteabría lapuertaparaentrarenel coche,notóunapretóneneltobillo.

―¡Joder, no! ¡Esto no me puede estar pasando a mí! ―dijo Tony sabiendoperfectamenteloqueestabasucediendo,ymirandohaciaelsueloparasimplementeconstatarquellevabarazónyvercómounaputrefactamanoleasíaporeltobilloconfuerza.

Tonydiounpardetironesintentandozafarsedeaquellamanoque,paravariar,noparecía dispuesta a soltarle,mientras el zombi salía de su escondite arrastrándose,aprovechando el impulso de los tirones de su presa; por si fuera poco, tuvo quecomenzar a esquivar el intento por parte de aquel asqueroso ser de morderle,escuchandoelodiososonidodelchasquidodelosdientesdeaquelparásitoque,sinquepudierahacernadaporevitarlo,leagarrótambiénlaotrapierna.

LaescenatardóapenasunossegundosendesarrollarseyMarcnodabacréditoacuanto estaba viendo. Metió inmediatamente su temblorosa mano en la guanterabuscandolapistolaquehabíanguardadoallíparaemergenciascomoaquélla,conlaesperanzadenosacarlanunca;Marclacogió,peropordesgraciaselecayódebajodel asiento fruto de los nervios, mientras veía por la ventana cómo Tony hacíamalabaresparanocaeralsuelo.Trasagacharseycogerelarma,alvolveramirarporlaventanilla,parasusorpresaTonyyanoestabaallí;dudóentresalirporsupuertao


abrirladelacompañante,decidiéndosefinalmenteporlasegundaopciónpensandoencómo se las apañaría para disparar a tan corta distancia y no acabar dándole a suamigo.

Deunempujónabriólapuerta,notandocómoestá,amediocamino,golpeabaconalgo:elzombi…osuamigoTony.Porsuerte,fuealprimeroalquesinquererlodioun enorme portazo haciendo que éste trastabillara y cayera de bruces al suelo,dejandolapartegenitalalaalturadelacabezadeTonyquepermanecíabocaarriba,conelzombimeneandolacaderasobreellaintentandolevantarsedenuevo.

Marc decidió aprovechar la coyuntura y disparar rápidamente apuntando a lacabeza del zombi.Tuvo que realizar dos disparos para poder eliminarlo, ya que elprimerodebiódepasarrozandosucerebro;conelsegundohubomássuerte,yaquelereventólacabezayledejómuertosinpaliativos.

―¡Joder!, casi me revientas el tímpano―dijo Tony, quitándose los restos delzombideencima―.Lapróximavezintentadisparardemáslejosyapuntarmejor.

―Sí,bwana, comoustedmande, señorito―dijoMarcun tantomolestopor lafalta de agradecimiento de su amigo―, aunque la próxima vez intente usted nodejarseatrapardeformatanpatéticaporunbichodeésosynomeharáfaltatenerquejugarmelavidaparasalvarladeotro.

―Muygracioso, encimaguasa y sorna―añadióTony, intentandoquitarse conunatoallitashúmedaselpestazoqueemanabadesucabeza―.Almenosteagradezcoquenohayashechomencióna…bueno,a lode laspartes íntimasdelzombisobremí.

―Ya tendré tiempode eso, demomentomepreocupamás saberquéhacía esezombidebajodenuestrococheyelque…―ydiciendoestoMarcagachóunpocolacabezamirandobajootrosvehículos―otroscochestenganzombisbajoellosaligualqueelnuestro.

―¡¿Qué?!¿Haymás?―Almenosendosotresqueyovea―dijoMarc,regresandoalvehículoalnotar

cómoloszombiscomenzabanamoverse―.Ynoestabanahíhaceunosdíascuandocomenzamosacargarnuestrocoche.

Fueentoncescuandosuvecinodeenfrente salió todoexasperadogritando todotipodeimproperios.

―¡Malditoshijosdeputa! ¿Nopodríaishaberosdisparadoen loshuevos?Soisunos desgraciados, vais a atraer a todos los jodidos zombis del vecindario sobrenosotros…Claroqueesoosdaigual,yaqueospiráis.

Tony, sin pensárselo, arrancó la pistola de las manos de Marc y comenzó adisparar sin ton ni son sobre elmuro de su vecino, que escondió la cabeza comomedida preventiva, no fuera que uno de los proyectiles le impactara. Marc logrófrenarasuamigoensuarrebatoyquitarlelapistola.


―Tranquilo,odelocontrarioseráciertoquetendremosatodosloszombisdeunkilómetroalaredondadecaminoaquí―dijoMarc―,pornohablardequenuestrosafables vecinos podrían optar por jugar al blanco con nosotros, ya que dudo quequedealgunosinarmar.

Ydiciendoesto,arrancóelvehículoparanotentaralasuerte,mientrasseperdíaensuspensamientosduranteunrato,reflexionandosobreloszombissituadosbajolosvehículos:¿Habíaalgoqueseleestabaescapandoentodaaquellapelícula?¿Estabansimplemente cobijándose del sol o suponía aquello el desarrollo de una estrategiabásica de caza por parte de aquellos seres? Para él, aquello era algo inconcebible.Todaslasteoríasquesehabíandesarrolladoconferíanaloszombisunainteligenciainferior a la deuna ameba, es decir, rozando cero.Eran teóricamente incapacesdehacerotracosaquenofueraladeperseguirhumanosparadarlescazaydevorarlos,como si fuera el único registro que quedara reflejado en su cerebro tras latransformacióncomoúnicoobjetivopostmortem;cazarengrupo,diseñaropensartácticas eran tareas fuera del alcance de aquellos seres, aunque la escena a la queacababandeasistirpudierademostrarlocontrario.Marchubieramatadoporestarenaquellos momentos en su laboratorio en Estados Unidos junto a sus asépticoscompañerosdetrabajoparainiciarunbrainstormingydesarrollartodaslasideasquele estaban viniendo a la cabeza. Estaba claro que estaban sucediendo cosas queestabanfueradelalcancedesusconocimientos.


Capítulo13

Negropanorama

Conducirpor la ciudadenaquellas circunstancias resultabade lomás esperpénticoqueunosepodíaimaginar.Tonyyasabíacómoestabalasituaciónenlaciudadtrassuviajede caminoa la casade su amigo, aunqueaqueldía casinopudoobservarnadaporculpadeestarmáspendientedesalvarelpellejo.

El espectáculo era escalofriante. Mientras Marc iba esquivando los vehículosabandonados aquí y allá, Tony aprovechaba para fijarse en los detalles. En dosocasionespudoveraaquellaespeciedezombisdenuevageneración,persiguiendoasuspresasconmásagilidaddelaqueselespresuponía,hechoéstequehizoqueenamboscasoslasalcanzaranydieranbuenacuentadeellas.

Aunque el coche en el que viajaban parecía seguro, preferían no jugársela,evitandocualquier tipodeenfrentamiento innecesario,y llegarasuobjetivocuantoantes.ElcastillodeBellvernoestabalejos,comotodoenPalma,aunquehabíaquesubirunaempinadapendientequecruzabaelbosquequerodeabalaantiguafortaleza,dondesesuponíaqueestabanlosperiodistasatrincherados.

Envariasocasiones, el cuerpo lepidióaMarc llevarsepordelanteaalgúnqueotro zombi que se interponía en su camino, mas no era tan estúpido como parasucumbirantetansuculentatentación.

Sin embargo, a la altura del antiguo puente de la Riera, un zombi se les echóencima.Nopodíaverloconclaridad,perosindudaeraunodeesoszombisnuevos,yaquecorríacomoundemonioyalparecerteníaclarosuobjetivo:ellos.

―¡Acelera y llévatelo por delante! ―dijo Tony, mientras miraba a la oscurafiguraquecargabacontraellosaunoscienmetrosdedistancia.

―Ni loco. Sólo conseguiremos destrozar el coche, y nome apetece tener quecaminar por estas calles; eso es un placer que está reservado para algunosprivilegiadoscomotú―respondiósarcásticoMarc.

―¡Maldito cabezón! ―exclamó Tony al tiempo que sacaba la pistola de laguanteray,bajandolaventanilla,apuntabahaciaeldesarrapadozombi.

Por desgracia, con el coche en marcha, le costaba mantener el objetivo en supuntodemira,asíqueseaventuróarealizardosdisparosconnefastasconsecuencias.TonynocontóconelretrocesodelarmayseempotrócontraelcostadoderechodeMarc, quien perdió por completo el control del vehículo que acabó estrellándoselateralmentecontraunodelosbordesdelaparteinicialdelpuente.

Trasunossegundosde incertidumbre,Tony,mareado, segiróparavercómoseencontrabasuamigo,quesangrabaligeramenteporlacabeza.

―Menosmalqueelcochehaabsorbidolamayorpartedelimpacto―dijoTonymientrasserecuperabaeintentabaubicarse,cansadodeacabarsiempreigualconlos


coches.―Puespodríahaberabsorbidotambiénestedolordecabeza―respondióMarc,

visiblementemareado.Pasaron escasos segundos y el corazón le dio un vuelco a Tony. El zombi. Se

habíanolvidadoporcompletodeél.Efectivamente,Tonygirólacabezaconmuchomásmiedodelquehabíasentidoentodasuvidayseloencontrócaraacaramientrasésteleagarrabaelbrazoconsusdosmanosyagachabalacabezaparamorderlecontodasualma.

Tonysintióelmordiscoa travésdel tejidode sucamisaynotócómo la sangrecomenzabaafluirporsubrazo.Aligualquelepasarasemanasanteseneltúnel,tuvodenuevolasensacióndeque,estavezsí,todosehabíaacabado;deunamaneratontahabíallegadosufinamanosdeunodeesosindeseablesseres.Semiróelbrazocasisincreérseloyconstatóquesangraba,frutodelsalvajemordiscorecibido,mientraslacara de incredulidad de Marc reflejaba un sentimiento de frustración incapaz dedescribirse,alavezquesucorazónsufríalacongojadesaberperdidoasuamigo.

―TTony…―alcanzóabalbucearMarc,mirandolasangre.―Ya sabes lo que has de hacer ―dijo Tony mientras recuperaba su brazo y

golpeaba con toda su alma el rostro de aquel malnacido ser, que salía despedidoalgunosmetrosfueradelvehículo.

Mientras Marc recogía la pistola de manos de Tony, escucharon unos gritosprovenientesdefuera.

―¡Malditoshijosdeputa!¿Esqueyanoquedanadiedecenteentodaestaputaciudad?

MarcyTonyseasomaronporlaventanilladelcocheypudieroncomprobarqueaquellaspalabras,porincreíblequepudieraparecer,proveníandelzombi.

―¿Ahoratambiénhablanestoscondenadoszombis?―preguntóMarc.―Pero quién demonios ha dicho que yo sea un zombi, malditos racistas de

mierda―dijoelsujeto,tumbadodebrucesenelsueloyconlasmanostaponandolaclarahemorragiadesunarizprovocadaporelgolpedeTony―,¿desdecuándo loszombishablanoacudenapedirayuda?

Anteellos,levantándosedelsuelo,teníanauntiponegro,vestidoconloquenopodía ser catalogado más que como harapos, que no cejaba en su empeño demaldecirles.

―Mateo,me llamoMateo, negreros del demonio, y soy negro, sí, pero no unmalditozombi―exclamabaindignado.

No se lo podían creer. Marc y Tony no salían de su asombro, sobre todo elsegundo,quecomenzabaadarsecuentadequenoibaamorirconvertidoenzombi,lo cual comenzaba ya a convertirse en una molesta pero gratificante sensacióndifícilmentedescriptible.


―Perdona, te hemos confundido conunode esos serespululantes―dijoMarcsintenermuyclarocómodisculparse.

―Debéisdeestarciegososermuyestúpidos―dijo,todavíaestresado,Mateo―.Llevodíassobreviviendocomopuedo,comiendodeloquepilloenlacalle,viviendobajo este maldito puente por el que no pueden descender esos engendros porqueningúnblanquitodemierdamequiereabrirlapuerta…

―Mesabefatal;estetipodecrisissuelesacarlomejory,pordesgracia,lopeordelagente―dijoMarc.

―Lo que tú digas, hermano ―dijo Mateo―, pero al menos el resto depalmesanosnomeintentapasarporencimaconuntanque.Noséparaquédemoniosvineaestamalditaisla,deberíadeestarenInglaterra.

―Que por si no te has dado cuenta también es una isla, sinpapeles demierda―susurróTonyconeltonodevozsuficienteparadejarseoíreintentandorecordardedóndelesonabalacaradeaqueltipo.

―Bueno,dejemosdellamarlaatenciónaquíenmedio―dijoMarc,regresandoalinteriordelvehículo―.Lomejorserálargarsecuandoantesyrecuperareltiempoperdido.Siquieres,puedesvenirconnosotros…Mateo.

―¿Túyyonosconocemosdealgo?―preguntóTonyunavezenelvehículo.―Meextrañaría, suelosermásselectivoconmisamistades―respondióMateo

conacentocubano.Marcdecidiónoprestaratenciónaloscomentariosentresusdoscompañerosde

viajeeintentararrancarelcocheantesdequecomenzaranallegarmászombisdelacuenta. En un principio, el motor parecía no querer arrancar, pero pasados unossegundos,sepusoenmarchaycomenzóarodarcomosinadahubierasucedido.

―¿Adóndesesuponequevamos?―preguntóMateo―.¿Buscáisalgunaformadeabandonarlaisla?¿Sabéisalgodelexterior?

―No, no sabemos nada, simplemente que esto parece unamerienda de negros―farfullóTony.

Marc,sinquitarlavistadelacarretera,pusounpocoalcorrientedetodoloquesabían a Mateo, quien confesó haber visto a algunos zombis moverse con másagilidaddelonormal,aunqueporfortunanohabíatenidoladesgraciadetoparseconninguno.Decaminoalcastillo,endosocasionesvieronapersonasarrojándosedesdeloaltodeunedificioa lacalle.Por loquededujeron, la infecciónporconsumodeaguaestabapropagándose,ymuchasde laspersonasqueobservabana suparejaocompañero de piso transformarse no veían otra solución para escapar que la dearrojarse al vacío; debía de resultar bastante aterrador el ver cómo, de repente, lapersonaqueteníasalladosetransformabaenunodeesostemidosseresycomenzabaaperseguirteporlacasa,conelagravantedeque,encima,disponíadeunamovilidadmuysuperioralaqueselepresuponía.


No tardaron en llegar hasta el Paseo Marítimo, donde tuvieron que esquivarcontinuamentealoszombisquecaminabanporél.Laescenaresultabachocante;loqueenotrasocasioneserapuroglamour,ahoramismoparecíaunaescenadignadelinfierno deDante.Los otrora orgullosos y caros edificios de primera línea estabanahora en general destruidos, muchos de ellos permanecían humeantes y con loscristales rotos, mientras los yates, normalmente atracados en los muelles, ahorapermanecían desiertos y en muchas ocasiones hundidos en las no muy profundasaguasdeaquellazonadelabahía.

―Estoesdemencial.¿Porquédemoniosestarántodasestasgarrapataspaseandoporaquí?―preguntóTony―.Menudodesastre,sevemuchamásdestrucciónaquíqueenelrestodelaciudad.

―Seguramenteenloshotelesdelazonadondesecelebrabanfiestasybanqueteshuboverdaderasmasacreseldíadeactos―reflexionóMarc―,ydesdeentoncesnohacensinomoverseporestazona,quesindudaestarállenadeseresvivosescondidosalosquedebendepercibir.

―Pareceunateoríadelomáscoherente―señalóMateo.―No hace falta que nos hagas la pelota, no te echaremos del coche si no

coincidesconnosotros―añadióTony.La carretera estaba repleta de coches abandonados y, aunque Marc los iba

esquivandosinproblemamoviéndoseporlosdistintoscarrilesasuantojo,alaalturadelhotelMeliáPalasAteneaseencontraronconvariostaxisestrellados,uncamiónvolcado y varios vehículos más que hacían imposible continuar. Marc, intentandobuscarunasolución,nopudoevitarecharunvistazoalenormehalldelhotel,dondeen más de una ocasión había dado alguna que otra conferencia en alguna de susmúltiples salas; estaba completamente tomado por aquellos seres y dudaba en quehubieraalgúnservivodentro.

―Sealoquesea,decídeterápido―dijoTony―.Hayunpardeésosdemasiadocercadenosotros.

Marcdudósidarmarchaatrásybuscarotrocaminoporelqueascenderhastaelcastillo,aunqueaquéleraelmásrápido.Trasreflexionarsobreloquehacer,condujoel coche hasta prácticamente el borde de la carretera, aproximándolo al mar, ycomenzó a empujar uno tras otro los vehículos que había allí tirados para irabriéndosehueco.Lapotenciadelcochequeconducíaresultabasuficientecomoparadesplazarlos,aunquenoteníamuyclarosiconaquellaoperacióncalentaríamuchoelmotor.Notardóenvercómounadelasmotosquehabíatiradasporlacarreteraibaapararalfondodelabahíaempujadaporelenormevehículoqueconducía,altiempoquecontinuabaempujandoydabaconunpequeñococherojotumbadobocaarriba.Notaba cómo elmotor se iba calentandoy las ruedas patinaban, pero poco a pocologró ir desplazando al rojo Hyundai Atos, que en apenas unos segundos acabó


también en el fondodelmar. Justo en esemomento, notaronun fuerte golpe en lapartetraseradesuvehículo.

Habíanllegadohastaellos.Variasmanos―BLAM―comenzaronaaporrear―BLAM―lapartetraseradel

coche ―BLAM― una y otra vez ―BLAM―, con la decadente e irritanteparsimonia―BLAM―dequesóloerancapacesloszombis―BLAM―.

Porsuerte,yateníanelcaminodespejadoypodíanalejarsedeallíantesdequeelcochesevieradañadoporaquellosseresyeldueñodelmismoprotestaramásdelacuenta cuando se lo devolvieran… aunque sus actuales propietarios temporalessospechaban que ya de por sí, con el estado actual, no iba a estar precisamentecontento.

Tonysegiróparacomprobarsihabíaquedadoalgúnzombienganchadoalcochey fue entonces cuando lo vio. No acababa de entender cómo se les podía haberpasado hasta aquelmomento.Ahí tirado, enmedio de la bahía, algo alejado de lacosta y rodeado de una ligera bruma, se encontraba un inmenso portaviones,norteamericanosindudaporsuenormetamaño,humeanteeinmóvil.

Elbuquedeguerraestabapartidoendospartes.Laprimeradeellasseencontrabagiradalateralmenteconlacubiertadecaraalabahía,mientrasquelasegundaestabahundidaensupartedelanteraconelculoelevadoysobresaliendo,conformandounaescenaespectacularyapocalípticamentedantesca.

―¿Qué demonios ha podido pasar? ―dijo Marc, frenando ligeramente lavelocidaddelvehículo,aunquesindejardecomprobarquecualquierposiblezombicercanoquedaraaunadistanciaprudencialdeellos.

―Ni idea, pero debió de ser espectacular ―respondió Tony visiblementeconmocionadoanteelespectáculo,algoquenosolíaserfrecuenteenél―.Lástimadenotenerunosprismáticosconlosquemirarmásdecercalaescena.

Ydiciendoesto,segiróhaciaMateo.―¿Qué? ¿Qué quieres indicarme con esa mirada? ―dijo éste, visiblemente

molesto―. ¿Quieres que mire a ver si tengo algunos por aquí perdidos en losbolsillos?Porqueseaunpobrenegronoquieredecirquevayaporahísisandotodoloqueencuentreparaguardarloenmizurrónyvenderloluegoporcuatroeuros.

―Lodepobrenolodirásporti―dijoTony―,coneseRólexquellevas…―Meloregalóuntocayomíoalemán―respondióllevándoselamanoelreloj.Fue entonces cuando ambos callaron. Habían mirado de reojo a Marc

preguntándoseporquénoponíapazentreambosestavez,comoniñosquebuscanlamiradadeaprobacióndelpadre,encontrándoseconunMarccon lavistaperdidaytanpálidocomolopudieraestarcualquieradeloszombisconlosqueselashabíanestadoviendoúltimamente.

―¿Q-quésucede?―preguntóTony―.¿Vatodobien?


Marcnodijonada,selimitóaseñalaralmarconundedo,másenconcretoalaparte de la orilla situada bajo el paseo de piedra que bordeaba la bahía de Palma,recorridaporsucarrilbiciysuspalmeras.

TonyyMateosalieronparaobservarelagua,aunmetroescasodeellos,yverflotandobocaabajoenlamarloscadáveresdecientos,puedequeinclusomiles,desoldados.

―¡Dios!―exclamóMateo―.¿Quéhasucedido,dedóndehansalidotodosestoscadáveres?

―La respuesta es, desgraciadamente, lógica―dijodemodoasépticoTony, sinquerer,enestecasoalmenos,polemizarconMateo―.Miraelescudoquellevanenelbrazo; sonnorteamericanos,y sinduda, los tripulantesde loquequedadeaquelportaviones.

―No entiendo qué ha podido suceder ―dijo Marc con la voz algo perdida,reflexionando sobre la escena―.¿Significaestoquemásalláde la isla están igualquenosotros?¿Hanvenidoacasoasalvarnosynopudieronevitarsercontaminados?

»Notienesentido,nopuedehabersidoelputovirus;nuncamostróningúntipodepredisposición amutar, a cambiar o evolucionar―siguiódiciendoMarc―.De serasí, estamosperdidos…A lahumanidad,o loquequedadeella, lepodríanquedarsemanas,quizásdíasdevida.

―Noconvienedramatizar―dijoTony,intentandocalmarasuamigoqueestabasensiblemente alterado, tanto por la escena como por lo que presuponía que podíasignificarconrespectoalasituaciónenelmundo―.Nosabemosnaday,hastaqueseperdieron las comunicaciones con el exterior, no había síntomas de que en elcontinente estuvieran sufriendo ningún tipo de plaga similar a ésta.Lo nuestromesuenamásbienacuarentenaforzosaya“pudrirosenvuestrapuñeteraisla”.

MientrasMarcyTonyhablaban,Mateocogióunbastónquehabíasituadojuntoaunbancoycomenzóazarandearloscadáveresque,suavemente,eranmecidosporlasolascontralaorilla,chocandocontraelmuretedepiedradealrededordeunmetrodealtura.

―Quieroversi llevanarmasosipodemosdescubriralgoquenospuedaserdeayudapara saberqué leshapodidosuceder―ydiciendoesto,Mateo logrógirarauno de los cadáveres que, por lo que pudieron ver, tenía la cara y las ropasligeramentechamuscadas―.Debiódemorirabrasado,sindudalabodegadecarga…

FueloúltimoqueMateologródecir.Justoenaquelinstante,elmuertoabriólosojos, le miró fijamente y, agarrando torpemente el extremo del palo con que leestabanazuzando, tirócontodas lasfuerzasdequeeracapaz,haciendoqueMateo,que no tuvo tiempo de reaccionar fruto del shock, cayera al agua. Fue entoncescuando el mar se volvió un auténtico hervidero. El resto de cadáveres quepermanecían inmóviles comenzaron a mover piernas y brazos, dando lugar a una


escenadantescayproduciendounchapoteocuyosonidonopodríanolvidarenlavidaMarcyTony,quenoseacababandecreerlaescena.

Loszombis, todos,semovíanfebrilmente,converdaderavehemencia,hasta losqueestabanacienmetrosdedistancia,intentandoinclusoéstosdarinútilmentecazaasupresa,sintiendosupresenciacomoloharíaunaarañaensutela.OtracosaeranloszombisquerodeabanaMateo,quemovíanlosbrazosconformandounazonadeburbujasenelmarqueparecíahervir,intentandoprobarbocadodeaquellasuculentapresaqueahoraparecíaestarasualcance.Yesqueenelfondo,quiénsabecuándoibanapodervolveraprobarunbocadocomoaquél.

Mateodesaparecióbajoaquellamareademuertosvivientesquenocejabanensuintentopordevorarle,conTonydisparandoadiestroysiniestro,matandozombisunotrasotro,reventándoleslacabeza,aunquenoparecíaservirdenada.ElmarnotardóenteñirsedecolorrojoconlasangredeMateo,sindudadespedazadoporaquellasbestiasinmisericordesquedeformaímprobaintentabanllevarsealgoalaboca.

―Malditoshijosdeputa―dijoTony―.Nonosperdonanniuna;encuanto tedescuidas,ahíestándispuestosamerendársete.

PeroMarcnodijonada.Estabacallado,completamenteenmudecido,sinsabersisentirse culpable, estúpido o aliviado por no haber sido él el que cayera al mar.Simplementeseacercóalcochey,apoyándoseensupartetrasera,comenzóavomitartodocuantollevabadentro.

Tonyseacercóylediounapalmadaenlaespalda.―Venga, no ha sido culpa nuestra ―dijo Tony―, aunque vaya forma más

estúpida de morir. Desde luego el negro no ha tenido mucha suerte, y eso quecomenzabaacaermebienytodo.

Marcselimpióunpocolabocaymiróasualrededor.Aunosdoscientosmetrosde distancia comenzaba a haber zombis aproximándose, alertados por los disparosquehabíarealizadoTonyensuintentoporsalvaraMateo.

―Serámejorquenosvayamos―añadióTony―.Nomegustaríadarlesaesoscabroneselgustazodeacabarensuestómagocomoalafricanoése.

Ambosentraronenelcochejustosegundosdespuésdequeenelaguadejaradeescucharse aquel odioso chapoteo, e instantes antes de que Marc encendiera elvehículo,escucharonungritoprovenientedesusespaldas:

―¡Malditoshijosdeputa!Eso,váyanseensualmendrónydéjenmeaquítiradocomounmojón.

Marc y Tony no se lo podían creer; salieron inmediatamente del coche ydirigieronsusmiradashacialazonadeamarresdelpuerto,aescasosveintemetros,por donde salía, completamente cubierto de sangre,Mateo. A la alegría inicial deambos se sumó el pragmático sentido común de Tony, que inmediatamentedesenfundósupistola,apuntóalacabezadeMateoylequitóelseguro.


―Mealegrodeverte,perolosiento,amigo,nodesunpasomásotefríoatirosdesdeaquímismo―dijoTony―.Ambossabemosloqueteespera,yesmejorqueteevitemoselsufrimiento.

Marcestabacompletamentedesoladoantelaescena,noacabadecreérselo;porsifuerapoco,ibanatenerquerematarellosaaqueltipo,porelque,aunnosiendosuamigo,sentíanciertoaprecio.

―Habríasidomejorquetehubierasquedadoenelagua,flotandoconelrestodeesosengendros―añadióTony,dilatandoeltiemposinganasdedisparar.

Mateoyacomenzabaamostrarsíntomasdelatransformación,seleveíamoverseconunanotoriatorpezaycojeando.

―Es peor de lo que creía ―dijo Marc, analizando la situación―. Si latransformaciónhacomenzadoya,sóloquieredecirqueseráunodeesoszombisdenuevageneración;sinonosdamosprisaendisparar,seremostreslosquecorramosesasuerte.

Mateoestabayaaescasosdiezmetrosdeellos,semovíacomopodíayyacasinohablaba,aunqueaúntuvotiempodedecirunasúltimaspalabras:

―¡Malditos blancos de mierda! ¡Qué empecinamiento en matarme! ¡¿Pero noveisquesangroporculpadelasheridasqueesefantochemehahechoenlapiernaconsucondenadapistolayquecasinomepuedomoverporsujodidaculpa?!

No se lo podían creer. Inmediatamente bajaron la mirada hasta las piernas deMateoyvieronqueenlaizquierdahabíaunaheridadelaquemanabatodaaquellasangre.

―¡Maldito cabrón! ―dijo Tony, abrazándole con una amplia sonrisa en laboca―.Menudosustonoshasdado.

―¡Ah,mehacesdaño!―dijoMateo,contentoporhabersalvadolavida―.Peroapuntamejor la próximavez, casimematas…Yno soydeÁfrica, demonios, soycubano.

―Rápido, vayamos al coche y cerremos esa herida―dijoMarc, sin acabar decreerse loqueacababade suceder―.Tus“casicongéneres”estánacercándoseynoconvienedejarlesaproximarsemucho.

Esta vez fue Tony quien cogió el volante y puso enmarcha el cochemientrasMarc cogía unas vendas y, en la amplia parte de atrás del vehículo, aplicaba unosprimerosauxiliosytapabalaherida.

―Dentro de lo que cabe has tenido suerte ―dijo Marc―. La bala te haatravesado por completo y no ha tocado ninguna arteria ni articulación principal,aunquenomeexplicocómohaslogradosalirdeésa.

―Tuvesuerte―respondióMateo―.Enmioficionomequedamásremedioquepensarrápidoalahoradedaryrepartirpelota.Mientrascaíaenesabañaderallenadebibijaguasyveíamividapasarpordelante,medicuentadequeúnicamentetenía


unaboletaparasalirdeaquélla,yquecomomuchasvecesenlavida,nomequedabaotraquehuirhaciadelante.Tométantoairecomopudeantesdedarconelaguay,nadamás caer,me sumergí todo cuantopudepara quedar fuera del alcancede eseburujóndemalnacidos,aunquenode lasbalasdelcachimbodelamigo;apartirdeahí buceé hasta dar con un lugar cerca de la orilla donde no hubiera zombis paratreparyescapar.

Tonysiguióconduciendohastallegaralacuestaqueconducíahastalacimadelamontañaenqueestabaelcastillo.Apenastuvieronqueempujarunpardecochesmásfueradelacarreteraparallegarhastaella,ytodoparecíaindicarquellegaríanhastasudestinosinningúnotrocontratiempo.


Capítulo14

Enelcastillo

En el camino de subida al castillo se encontraron con algunos zombis que fueroneliminandodeunauotraforma.

Enocasiones, frenabanel cocheyTonydescendíapara situarse aunadistanciaprudencialydispararsupistola,teniendoquerealizarlamayoríadelasvecesdosotres disparos para acabar con el zombi de turno. Al contrario de lo que muchospuedancreer,acertaryatravesarelcráneodeunapersona,vivaomuerta,noestansencillo como parece, y eso es algo que habían descubierto hacía tiempo y queconferíaalaspistolaspocaeficaciaensegúnquéocasiones.Aliniciodelaprimeraplaga,elprincipalfactordeexpansióndeloszombisfuelacreenciapopulardequebastabaconacertaralmuertovivienteenlacabezaparamatarlo,ynadamáslejosdela realidad, ya que para dejarlo muerto y bien muerto era necesario destruir sucerebro,ymuchasbalassequedabanalojadasenlaperiferiadelcráneoporqueerandisparadasaunadistanciatalquenocontabanconlafuerzanecesariaparapenetrarladurasuperficie.Yenelcasode loszombis,durante laprimeraplaga, tanpeligrosoera su mordisco como el confiarse o el sentimiento de pánico que provocaban,sentimientoquenormalmentesedisparabaalveralzombiseguiravanzandodespuésdehaberleacertadoenlacabezaconunapistola.

Enotrasocasiones,Tonyselimitabaafrenaralgoelcocheyesquivaralzombi,ole daban un ligero toque que lo desequilibraba y hacía que acabara en la cuneta,rodandoavecescuestaabajoporlamontañaendondeestabasituadoelcastillo.

Elambientedentrodelcocheeratenso.Nadiehablaba.Despuésdelosucedidoenlabahía,habíapocasganasdetertuliasinútiles,ytansólodeseabanllegarhastaalgúnlugardondepoderdescansardeaquellalargajornada,enespecialMateo,quellevabayaalaintemperiebastantetiempo.Tony,porsuparte,nodejabadereflexionarsobrelocomplicadosquehabíansidosusdosviajesporlaciudad;desdeluego,sobrevivirenéstaresultabaarduodifícil,ycadadíaquepasabaaumentabanlasposibilidadesdequeaquéllaacabarasiendounaislafantasma,pobladaúnicamenteporaquellosseres.Parecía sencilla la tarea de salir y caminar por las calles, limitándote a esquivar acuantos zombis salieran a tu paso, pero por desgracia el destino siempre parecíadispuestoajugarsuscartasyqueéstasestuvieransiemprerelacionadasconlapalabra“problemas”parahacermenosaburridalavidadesuspeones.

Tony tampoco podía evitar pensar en África y Sudamérica, dos continentesabandonados a su suerte y en donde podría haber desaparecido casi por completocualquier rastro de vida humana. Desde luego, a lo largo de los últimos años, lasnoticiashacíatiempoquenoinformabandenadarelacionadoconamboscontinentes,seguramenteparaevitarmenoscabartodavíamásenlasociedadlaesperanzadeque


algúndíatodovolveríaasercomoantesdelaprimeraplaga,cosaque,porcierto,enlassociedadesricascomenzabaasuceder,aunqueMallorcafueraunejemplodequeencualquiermomentolaamenazalatentepodíaregresarygolpearconfuerza.

No tardaron en alcanzar la cima de lamontaña y llegar hasta las puertas de lafortaleza.ElcastillodeBellvereraunaconstruccióncircularcontrestorresmenoresadosadas y la de homenaje separada del resto del edificio, todas ellas circulares, ycuyoprincipalpuntofuerteenaquellosmomentoseraelestarrodeadodeunfosoquesindudaeraunadefensaexcelentecontra loszombis.Marc,porsuparte,nopodíadejardepensarenlaposibilidaddellegaryencontrarseconuncastillopobladopormuertosvivientes;noteníamuyclarosiaqueledificiocontaríaconaguacorrientedela que pudieran haber bebido sus moradores, y que éstos se hubieran infectado yconvertidoenaquellanuevaespeciedezombissemiatléticos.

Los temores deMarc parecieronhacerse realidad cuando, tras aparcar el cochefrentealcastillo,novislumbraronningúnindiciodevidaensuinterior.

―Estonotienebuenapinta―dijoMateosinsalirdelcoche.Tonyabriólapuertadelvehículoymiróasualrededor.Nohabíaelmenorsigno

devida,ningúnruidoynadiealavista.Caminóhacialapuertaprincipaldelcastillo,desdelaqueseveíapartedelinteriordelrecintoyqueestabaprecedidadeunodelosdosfososquerodeabanlafortificación;alolargodelosúltimosaños,trasvolveraadquirir un finmilitar, el edificio había sido reforzado y su finalidad turística fuedejadadelado,habiéndoseelevadoalgunosmuros,principalmenteenaquellazona.

Tonyseasomóalrastrillodelapuertayfueentoncescuandounbuennúmerodepistolas y rifles de asalto, que habían permanecido escondidos detrás del muro,comenzaron a apuntarles. Tras el susto inicial, suspiró casi aliviado al ver a gentevivaalotrolado.

―¡Identifíqueseoabriremosfuego!―gritóunadelaspersonasqueleapuntabandesdeelotroladodelapuerta.

―¡Eestoy vivo!―fue lo único que acertó a decir―. Pueden bajar las armas.Comopodránobservar…soycapazdehablar.Nodisparen.

Dos de las personas al otro lado del muro comenzaron a hablar entre ellasmientraselrestonodejabadeapuntarle.

―Ahorasabráloquesesiente―dijoMateodesdeelcoche,recordandolasvecesenqueTonylehabíahechopasarporaqueltrance.

―¡Ya está bien! ―dijo algo molesto Tony―. ¿Queréis bajar las condenadasarmasydejarnospasar?

―¿Cómo sabemos que no eres un zombi?―dijo dubitativo uno de los que leapuntabanyquevestíauniformedepolicía.

―¿Notebastaconquehable?―respondióTony.―Esosirvedebienpocoenlostiemposqueestamosviviendo―dijootrodelos


policíasqueleapuntaban―.Loszombistampococorríanantesyahoraloshayqueparecengalgos.

―Sinexagerar,amigos,sinexagerar―dijoMarc,quehabíabajadodelcocheyseunía laconversación,nosinantesmiraralrededorparaversihabíaalgúnzombicerca―.Vanmás deprisa, sí, pero tampoco son tan rápidos como los humanos, almenosdemomento.

―Esonoquieredecirquenoestéisinfectados―dijoelprimerpolicía.―Si lo consideráis necesario, podemos someternos a los análisis pertinentes

―apuntóMarc.Fueentoncescuandounodeloscivilesqueestabanapuntandoconunarmamiró

alosreciénllegadosydijo:―¡Hostia,yoatiteconozco!―Veoquenosólolosiletradossobrevivenaestasegundaplaga―dijoMarc.―¿Perdón?―añadióelcivil―.No,nomereferíaati,aunquetucara,ahoraque

lodices,mesuena…¿Mateo?¿MateodelValle?¿ElFlaco?La cara deMateo cambió de repente, pudiéndose ver una ligera sonrisa en su

rostroporprimeravezenmuchotiempo.―Hombre, menos mal, la verdad es que me estaba planteando qué clase de

aficiónteníaelRealenestaisla―dijoalgodesolado.―¿Qué me dices?―añadió el civil―. Pero si eres el fichaje más caro en la

historiadelMallorca,elgranmediapuntacubano…Hemoshabladoalgunavezporteléfono para el programa de las tres de la tarde. Mi nombre es Gabriel, GabrielForteza.

―¿GabrielForteza?―preguntóTony,acercándose―.Creoquefuecontigoconquienhablénohacemuchoporradio;minombreesTony.

―Vaya, hombre, no esperaba que fueras capaz de llegar hasta aquí ―dijoForteza―.Lacunetadeesacarreteraestáplagadadepobregenteque lohaestadointentando desde que sucedió lo de la plaga.Muchos de ellos intentaron llegar alamparodelanocheyacabaronchocandocontraalgúnzombiycayendocuestaabajo.

Marc echó un vistazo y vio, en efecto, algunos coches bastantes metros másabajo,asícomoalgúnqueotrozombipululandoalolejos.

―Podéispasar―dijounodelospolicías,quehastaaquelmomentohabíaestadoenzarzadohablandoconquienesdebíandellevarelmandoenaquellugar―,aunquese os inspeccionará a fondo para confirmar que estáis libres de cualquier tipo deinfección.

Marcnopudomenosquesentirsealiviadocuandoabrieronelrastrillodelapuertay entró al refugio de lamuralla.Aquello de estar ahí fuera amerced de cualquierzombi,porlejosqueparecieranestar,nolehacíalamenorgracia.

―Pasad,osenseñaremosunpocolasinstalacionesasícomolaqueserávuestra


habitación mientras permanezcáis aquí ―dijo Mónica Bestard, una de lossupervivientes que seguían trabajando en la medida de lo posible informandomediantelossistemasdeondacortadequedisponían―.Elpalacioofortalezaestá,como veis, estructurado en dos plantas alrededor del patio central; todas lasdependenciasquehaydanalpatioatravésdeunagaleríadearcosgóticos.

―Esunasuertepodercontarconunaedificacióndeestascaracterísticas―dijoÁlexMontejano,eljefedepolicíaqueparecíaalcargodetodoaquello―.Nonoshacostado nada defenderla de esas bestias; únicamente tuvimos problemas con unabandarumanaqueintentóelasaltoalospocosdíasdelanuevaplaga,peroestábamospreparadosparaaquelloymuchomás,aunqueveníanarmadoshastalosdientes.

―¿Quéhacéisaquí?―preguntóMarc―.¿Cuántossois?―Demomento hemos conformado un curioso y variopinto grupo―respondió

MónicaBestard―. Inicialmente había un pequeño retén de soldados que se quedódefendiendoellugarcuandoelgruesoprincipalsalióhacialascallesdePalma.

―Delquenosehavueltoasabernada―dijocínicamenteJordiJiménez,otrodelos civiles que había en el lugar, hasta hace poco periodista de la Cadena Ser yrecientemente nombrado director de comunicación del Real Club DeportivoMallorca.

―Sí,parececomosisehubieranevaporado―apuntóGabrielForteza.―Másbiencreoquenoshandejadoanuestrasuerte―añadióTony.―En eso muchos estamos de acuerdo―dijo Julio Bastida, del diarioÚltima

Hora―.Tras los acontecimientos iniciales, lapolicía, o loquequedabade ella, seinstalótambiénenelrecinto,uniéndonospocoapocoalgunosperiodistasdediversosmedios, que vinimos hasta aquí buscando una ubicación desde la que se pudieradivisarlaciudadytransmitirdelamejorformaposible.

―Nosomosmuchos―dijoGabrielFortezacasi suspirando―,enparteporquelosrecursosdellugarsonlimitados,aunquenoslasvamosarreglandoparasobrevivir.Esdesalentadorvercómopasanlosdíasynolleganingúntipodeayudadesdefuera.Nohahabidoformadetransmitirfueradelaisla,lascomunicacionesconelexteriorestáncortadasporcompletodesdeelprimerdía.

―Perolopeoreslafaltadeinformaciónyeldesconocimiento―selamentóJordiJiménez―.Derepente,bajamosalaciudadennuestraimprovisadaunidadmóvilydescubrimosqueloszombiscasicorren,semuevenconmásrapidez…¿quéserálopróximo?

―Aeserespectotengoalgunasteoríasqueseguramenteseacercanalarealidad―dijoMarc―.Aunquecarezcodelequiponecesarioparapodercorroborarlas.

―¿Marc?¿MarcdelCastillo?¿Elfamosocientíficodelaisla?―preguntóMatíasVallés,otroperiodista―.Nomelopuedocreer,porfinalguienentrenosotrosquenoselimiteausarutensiliosparadispararoescribir.Esunhonorpodercontarconusted,


sin duda podrá lanzar algo de luz a todo este galimatías en que se ha convertidonuestraexistencia.

―Gracias, pero puedes tutearme―respondióMarc―. Parece que la culpa deesoszombisolímpicos la tieneel aguacorrienteque llegahasta lascasasyquehacreado una nueva versión avanzada de los zombis. Paradójicamente, si se corta elagua,lagentecomenzaráatenerproblemasconeltemadeladeshidratación,perosinolohacen,secorreelriesgodepoblarlascallesdeesosseres.

―Peronotodoelmundopareceestarcontaminado―dijoJordiJiménez.―Esunmisterioalquecreohaberencontradosolución―dijomirandoalpozo

quehabíaenelcentrodelcastillo.―Teentiendo―dijoMónicaBestard―,peronotodoelmundotieneunbrocal

decisternaqueconectaconunaljibeconaguaenelsubsuelo.―No,peroelaguaquellegahastalagenteenlascasasdePalmatieneorígenes

bastantediversos―dijoMarc―.Puedeprovenirdeacuíferos,embalses,desaladoras,ymuchome temoque el foco de todo esto tiene algo que ver con algunode esospuntos.

Elrestodeldía lopasaronexplorandoelcastilloyconociendoasushabitantes.Desde lo alto podían ver cómo a lo largo y ancho de la ciudad que ahoracontemplabanentodasuamplitudhabíanumerososfocosdeincendio,ycasipodíanoírse los gritos de terror de todas las presas perseguidas por aquellos seres queparecíansalidosdelmismísimoinfierno.UninfiernoalqueMarceraconscientedeque no tardarían en tener que regresar, en ese peregrinaje por buscar respuestas atodaslaspreguntasquesehabíaidoformulandoalolargodelasúltimassemanas.


Capítulo15

NochedeReyes

Aprincipiosdeesemismoaño

LlamarrutinarioaltrabajodelapolicíadurantelacabalgatadeReyesseríacasiunaosadía.Estabancontrolandolasituaciónprácticamentelosmismosagentesqueelañoanterior, y que el anterior…Normalmente,muchos de los policías preferían librarparapoderpasarlatardeconsufamiliaylosmáspequeñosviendopasarlascarrozas,que aunque en Palma por lo general resultaban algo cutres, son algo que en laimaginacióndeunniñonotieneprecio.

Sinembargo, todo transcurríacon totalnormalidad.Hacíaalgodefríoyhabíantenidoquerevisarlascarrozasunaaunaporunaamenazadebombaquefinalmentehabíaresultadoserfalsa,peroqueleshabíahechoiralgodeculoduranteunpardehoras.

La noche ya había caído. Los policías estrenaban un nuevo sistema detransmisores acoplados al oído que les permitía escucharse perfectamente y hablarentre ellos por un canal, y escuchar la frecuencia de la central por el otro. Lacabalgata debía de estar a la altura del Teatro Principal cuando comenzaron aescucharsenoticiasconfusassobreloqueestabasucediendoenlacárceldelaciudad;parecíahaberunmotín,aunqueestehechono fueconfirmadoenningúnmomento.Laintranquilidadsepodíaobservarenlospolicíasquecontrolabanlacabalgataque,enladistancia,semirabanyhacíangestosdeincomprensiónantelainformaciónqueibanrecibiendo.

Nomuchomástarde,seenterarondequelosdestacamentosmilitaresemplazadosenlaciudadhabíansalidodeloscuartelesyqueelgruesodeellossehabíainstaladoen las calles de Palma, principalmente al principio de la calle 31 de Diciembre.Comenzaronasurgirrumoresdetodotipoalrespectodeloquesucedíaqueincluíanunaposibleamenazazombidemomentonocontrolada.

Los cielos ya oscuros de la ciudad fueron surcados por los helicópteros de lasFuerzasAéreasvolandohaciael centro,mientrasqueunparde tanquescirculabanporlasAvenidasalejadosdelavistadelagentequemirabalacabalgata,intentandohacerelmenorruidoposiblemientrasseposicionaban.

Al cabo de un par de minutos más, la causa de toda aquella parafernalia seconfirmó:habíaunbrotedelaconocidacomoamenazaZ,ydelosserios.Siloqueescuchaban era cierto, un buen número de zombis caminaba sin control por lamencionada calle 31 de Diciembre; cómo había podido suceder no importaba enaquel momento, lo primordial era detenerles. Desde el mando militar se informóinicialmente que todo estaba bajo control, y así parecía, hasta que se desató el


infierno.Losprimerosendarsecuentadequealgoibamal,terriblementemal,fueronlos

espectadoressituadosalolargodelascallesOlmosySanMiguel,nomuylejosde31deDiciembre.Losmásavispadoshabíanvistoalolejoslosmovimientosllevadosacabo por las fuerzasmilitares, a los que no dieron especial importancia; se habíanacostumbrado a verlos como normales a lo largo de los años, habituados comoestabanarealizartodotipodemaniobrasconelfindeentrenarseyestarapuntoparacualquier posible amenaza. Lo que sí llamó la atención de algunos fue el sentir elsuelo temblarporculpade los tanques,queaunqueno losvieron, los sintieron.Locurioso del asunto es que un minuto los militares estaban ahí, y al siguientedesaparecieron.Todos.Comoporartedemagia.Ynoselesvolvióaverhastamuchotiempodespués,ysóloduranteuntiempoypatrullandoimpasibleslascallesdeunaPalmazombi.

Loquevinotraslamarchadelastropas,sifuesedescritoporunnorteamericano,habría sido denominado como una escena que debería pasar a la historia de laignominia.

Los zombis cayeron sobre los espectadores, implacables, de repente y por laespalda.Sepodríadecirqueatraición,sidichosseressupieranloqueeseso,aunquemásbienfueporsorpresa.Losprimerosengirarse,apartandolavistadelacabalgata,creyeronquesetratabadeunabroma―habitualporotraparteentrelosjóvenes―dealgunos chicos disfrazados, mas aquella vez no era así. Apenas pasaron unossegundoscuandolosgritosdedesesperacióncomenzaronamezclarseconelruidodetrompetasytambores,ylaalgarabíayvítoresexistentessefusionaronconelsonidode los chillidos provocados por la sangre que comenzaba a salpicar a diestro ysiniestro.

Sialgunavezhubounaescenaquepodíadescribirloqueeselcaosfueaquélla.Entre la gente sorprendida, la que no supo reaccionar a tiempo, los que sepreocupaban por cargar con sus hijos y los que tropezaban entre ellos, los zombisdieron buena cuenta de la mayoría de los presentes. En las calles, estrechas yocupadasenaquellosmomentosporcarrozas,seformóunauténticotapón.Alolejos,al final de la calleOlmos, la gente no sabía qué estaba sucediendomás arriba; sepropagólanoticiadequeunacarrozahabíavolcadoylagenteesperabaexpectante,encontrándose segundos después con los zombis que descendían poco a poco, sinprisas,llevandoacabosuparticularmasacre.

ElproblemaseagravócuandoalprincipiodelacalleOlmos,desdelapartedelasAvenidas que lindaba con la zona de los institutos, llegó una segunda horda dezombis, ya que el grupo principal se había dividido en tres al pasar por 31 deDiciembre,justoenlazonadondesesuponíaqueteníaqueestarelejército.

Lagentenosabíahaciadóndehuirypocoapocolascallessefueronllenandode


sangre,cadáveresy…zombis.Milesdepersonascorríansinrumbo,yelcaossefueconvirtiendo en tragedia conforme la gente se iba cansando y era atrapada, o bienacababa en un callejón sin salida acorralada por uno de aquellos zombis. Losmásparanoicos,losquenodejabansupistolaniparadormir,tampocoayudaronmucho;comenzaron a disparar, creyendo que las clases de tiro que habían recibido o elentrenamientoquehabíanllevadoacabolesserviríadealgo,sindarsecuentadequeaquellasituaciónlessuperaba:noera lomismodispararcontraunblancofijoenlatranquilidad del campo o en el patio trasero de tu casa que contra un ser enmovimiento, con los nervios y la adrenalina recorriendo tu cuerpo, junto con unasensación de terror indescriptible y cientos de personas pasando a tu lado ygolpeándote. Fruto de ello, en según qué zonas, murieron o fueron heridas máspersonasporculpadedisparosfortuitosyperdidosquedelosmordiscosdezombis,haciendoqueéstosnosetuvieranqueesforzarmuchoporcapturarasuspresas.Yesopornomencionarlasensacióndepánicoentrelamultitudqueconformabaelcombodezombisylocosdisparando.

Posiblemente,lasescenasmástraumáticasacontecieronenlosparkingscercanosa la zona, donde la gente se apiñaba en busca de su vehículo, olvidando todas lasveces en que se les había advertido de que en casos como aquéllos tenían queolvidarsedehuirhaciaespacioscerradosobuscarunmediode locomociónquenofuera el de sus piernas. Pero era inútil; delmismomodo en que la gente se siguesubiendoalosascensoresencasosdeincendio,enaquellaocasióncorrieronenmasahacia sus vehículos, creyendo cada uno que él eramás listo que los demás y quelograría salir airoso de aquel entuerto. De algunos parkings no logró salir ni elprimerode los coches, las colisiones se sucedierony, enprácticamenteunospocosminutos,seoriginaronatascospordoquierquecolapsaronlasyadeporsíestrechascarreteras.

Perolopeorvinocuandolosprimeroszombisllegaronhastalosparkings.Siensusrostrossepudieranformarsonrisas,casisepodríadecirqueéstosseiluminarondesatisfacciónalverasusvíctimasatrapadascomoautenticasratasenjauladas.Losprimerosconductoresquevieronllegara loszombisa lo lejos lograronsalirdesusvehículosyhuirde losparkings corriendo como almaque lleva el diablo, pero deentrelosqueestabanmásatrásmuchossequedarontocandoelclaxonexigiendoaloscochesqueteníandelantequesemovieran.Eraelescenarioidealparaunzombi,unlugar ligeramente oscuro, estrecho y sin escapatoria posible. Los dramas se fueronsucediendounotrasotroconformelosmuertosvivientesibanatrapandoasuspresas:hombres,mujeresyniños,sobretodoniños,queenaquellafatídicanochedeReyesvieronreducidosunúmeroenaquellaciudadhastacasisuextinción.

La policía, por su parte, hacía lo que podía. Decir que su situación era“desbordada”hubierasidoemplearuneufemismocuandomenosinjusto.Nosabían


ni por dónde empezar, y a pesar de la ausencia de sus mandos, las actuacionesllevadasacabofueronenmuchoscasosheroicas.

Elprincipalproblemaconqueseencontraronfueconelhechodequenoestabanpreparados para aquella contingencia. Les habían enviado a controlar un simpledesfiledeReyes,noadetenerelsegundoApocalipsis;sinduda,aquéleraelpeordelosescenariosposibles,yaquedehaberseencontradocadaunodeellosdeservicio,cercadesuvehículoodesuscuarteles, lahistoriahubierapodidoserbiendistinta.Peronofueelcaso,yahíestabanellos,armadosabasedeporrasypistolas,armasambasdebastantepocaeficaciacontraloszombis.

Porcadacincodisparosqueefectuabansólolograbanmataraunzombi,yaqueenmuchoscasos,aunqueacertabanenlacabeza,nolograbandestruirelcerebroolabalaatravesabaelperímetrocranealsinalcanzarsiquieralavaliosamasaencefálica.Paraqueresultaraefectivo,debíanestarsituadosaunacortaypeligrosadistanciadelos zombis, lo cual hacía que en muchos casos algunos de los policías fueranatrapadosydescuartizadossinpiedadporaquellosseresqueavanzabanyavanzabanyavanzaban,inasequiblesaldesaliento.

Porsifuerapoco,lospolicíasseencontrabandispersos,porloqueapenaspodíancontrolarsiquieralaturbadegentequeenmuchoscasosacabósiendomáspeligrosaqueloszombisensí,provocandomásmuertessicabequeéstos.

En medio de todo aquel caos, algunos agentes creyeron ver a algunos de losreciénmuertoslevantarseycaminaralospocosminutosdefallecer,sinelperiododerigorcientíficamenteestablecidoparalatransformación.

Pasados los eternos primeros quince minutos, las fuerzas del orden lograronreagruparsemedianamente.FueenelconjuntodelasescalerasquedescendíandelaPlazaMayoralasRamblas,unaintrincadasucesióndeescalonesquediscurríanalolargodetrestramos―doslateralesyunocentral―yqueformabanenalgunaszonasunasterrazasdondesituarseperfectamenteapostadosparadisparar.Losescalonessinduda dificultarían que los zombis subieran por ellas, o al menos les retrasarían, ydesdeellugarenelestabansecontrolababastanteespacio,yaqueenfrenteteníanlosdoscientosmetrosdeavenidaconformadaporlascéntricasRamblasdelaciudad.

ÁlexMontejano,eljefedepolicíaquehabíaacudidoconsusnietosaobservareldesfile,seencontrabaenlapartecentraldelasescaleras,contemplandotodaaquelladesolación sin fin. Observaba el desastre que se había originado en apenas unosminutos y no podía dejar de pensar en cómo todos los protocolos de actuación sehabían ido al traste desde el primer momento. Existían planes para ese tipo decontingencias,establecidosdesdequetuvolugarlaprimeraplagaañosatrás,yniunosehabíapodidollevaracabo,apesardequealolargodelosúltimosañossehabíanhechotodotipodesimulacros.

Peroclaro,norecordabaningunoquesimularaunescenariocomoelquehabían


tenido, con unamultitud contemplando una procesión de caravanas, con niños portodos lados, con zombis atacando enmasa y que, por pura casualidad del destino,habían llevado a cabo la estrategia denominada como envolvente, que había hechoquedurante losprimerosminutos lasbajas fueranelevadísimasyeldescontrol, sinigual.Estabaclaroquelossimulacrosestabanbastantebiendecaraalagalería,paraquelosperiódicoshablaranbiendelbuentrabajoquehacíanylospocosminutosenquesereaccionabaasituacionescríticas,perocuandoalgoasísucedía,eldestinoseencargaba de encontrar repetidamente la forma de burlar cualquier previsión quepudieras haber hecho, y eso era algo que la vida le había enseñado que sucedíainexorablementecadavezquecreíasteneralgobajocontrol.

De todas formas, en aquel escenario había dos cosas que no le cuadraban enabsoluto.Enprimerlugar,cómosehabíapodidoformaraquellamarabuntadezombisdelanada.UnacosaeraqueeldestinobajoelnombredeMurphyserieradeti,yotraquealgunapandadeincompetentesencadenapudierapermitirqueaquellosucediera;yélestabasegurodeque,pormuchoquelosbuscara,nohabíatantosincompetentessueltos enMallorca comopara dejar que aquello sucediera.Algoolía a podrido, ybienpodrido,enDinamarca.

Lootroquenopodíacreerseeraalgoquehabíaescuchado inmersoenel caos.Losmuertosseestabanlevantando.Casi inmediatamente.Elprocesodeconversióndemuertoenmuertovivientenoerainmediato,ynoeraalgoquesupieradeoídas,eraalgoquepordesgraciaélmismohabíapodidoobservarenalgunasocasiones.Elhumanoinfectadoeramordidoosimplementearañadoyapartirdeahíteníalugarlatransformación: ladecoloracióndelapiel,queadquiríaesetonomarrónmortecino;lasfiebres,lasconvulsiones,losvómitos,elentumecimientodelasarticulaciones,lacorrespondientereducciónenelritmocardíacohastallegarasuparo…Todoelloensuoportunoordenyalargodeunas20-24horas,yaunquehabíahabidocasosenqueelprocesosehabíadadoenunas15-16horas,setratabasólodeexcepciones.Perolacuestión era que lo acababadever con sus propios ojos y enunpar deocasiones,frente a él, a bastantesmetros de distancia, pero de forma nítida.Un zombi habíamordidoaunhumanoyluegosehabía largado,masticandosupedazodecarne,enbuscadeotravíctima―élsabríaporqué―,yalospocosminutos,aqueltipo,alquele faltaba un buen trozo del hombro, se levantó sangrando y con el proceso decoagulación todavía en marcha. Todas las teorías científicas establecidas a tomarviento.

Peroya tendría tiempode informarde todo eso si salía del embrollo, cosaquedudaba pormomentos.Ahora lomás importante era sobrevivir, salvar el pellejo eintentar salvar a cuanta más gente mejor, aunque aquélla parecía una laborcomplicada.


Capítulo16

Enlafragoneta

Necesitabanarmas.Lasqueteníanenaquellosmomentoseranprácticamenteinútilescontra esos seres, como bien les enseñaban desde el primer curso de la academia.Podíandefendersedesdedondeestaban,peropocomás,ytardeotempranolascosasempeoraríansiallíabajocontinuabaaquellasalvajeymacabrapitanzazombi.

Algunos agentes bajaron hasta el parking situado bajo la Plaza Mayor paraintentarayudaralospobresdesgraciadosatrapadosensuinterior,massólounologrósalirconvidayregresar.

―Señor ―dijo el agente superviviente, dirigiéndose al comisario ÁlexMontejano―,lasituaciónenelparkingestádescontroladaporcompleto,hasidounamatanza,unameriendadenegros.

―Agente, use términos más apropiados y políticamente correctos, por favor―dijode forma flemática el comisario,mesándose el granbigoteblancoque lucíasiempreconorgullo―.Vuelvaconsuscompañeroseintentedefenderelfuerte.

»SeñorZafra―continuóMontejano dirigiéndose a uno de sus hombres―, hayque intentar como sea llegar hasta la comisaría más cercana, reagrupar nuestrasfuerzasy, sobre todo,conseguir todos los riflessemiautomáticosposibles;creoqueenelcentrodeSonDametohabíaunarsenaldeRugerMini30.

»Reúnaaungrupodehombres,bajehastalatanquetasituadaalláabajoyregresecuantoantes.Nosotrospermaneceremosaquíalaespera,oalmenoslointentaremos.

―P-pero,señor,esatarea…talycomoestátodo,esalgosuicida,nosésisoylapersonamásadecuada―contestóZafratembloroso.

AMontejanolebastóunadesussecasmiradasparasilenciarasuhombre,queenunossegundos juntóungrupodecincoagentesdispuestosaaquellamisióncuandomenoscomplicada.

―Comiencen a bajar cuanto antes por las escaleras ahora que no haymuchosbichos allá abajo, en cuanto se percaten de nuestra presencia aquí esto será uninfierno.Necesitamosesasarmasylasnecesitamoscuantoantes―dijoelcomisarioMontejanoconrostroserioe inalterable―.Siesnecesario,nosotroslescubriremosdesdearribadelamejorformaquepodamos.

―Estábien,señor,cuenteconnosotros―dijoZafra,sinmuchasmásalternativasquelasdeseguirlasórdenesdesusuperiormientrascomenzabaabajarlasescalerasconsuscincocompañerosylograbanllegarhastaelvehículosinmuchosproblemas,teniendoúnicamentequeacabarenelcaminocondoszombis.

El vehículo en el que debían llevar a cabo el viaje era un aparato al quedenominabanlatanqueta.Setratabadeunvehículosemiblindadodecolornegro,unaespecie de furgoneta a la que habían instalado una torreta superior a modo de


ametralladora giratoria, una chapuza que Joan Encinas, el teniente manitas de lacomisaría,ibatuneandoensusratoslibresdurantelasguardiasyqueaqueldíahabíanllevadoparaeldesfile.

Zafrasepusoalvolante,sucompañeroGinésQuiñonessesentóalladoyelrestocomenzóasubirenlapartedeatrásdelvehículo.

―¿Estántodos?―preguntóZafra.―Unmomento―dijounodesuscompañeros,quepermanecíadepieysonriente

junto a la puerta trasera del vehículo―, aquí hay un zombi que tiene ganas dedespedirsedesunovida.

Ydiciendoesto,bajódelvehículo,desenfundólapistolay,aunescasometrodedistancia,leapuntóalacabezaydisparó.

―Venga,MiguelÁngel, déjate de tonterías y sube de una puñetera vez―dijoQuesadadesdedentrodelatanqueta.

―Voy,voy―fueronlasúltimaspalabrasdeMiguelÁngel.Sinsabermuybiencómo,elzombialquesesuponíaquehabíareventadolacabezaleacababadecogerpor el brazomordiéndoselo inmisericordemente en plena arteria braquial, haciendoquecomenzaraabrotarsangrecomosideunmanantialsetratarayprovocandoquedelabocadelpolicíasurgieraungritodedolorydeterror,sabedordequelavidaseleescapaba.

El resto de sus compañeros no se lo podían creer. ¿Se habían vuelto acasoinmortalesaquellosseres?¿Habíaquedispararlesahoraenalgunaotrapartequenofuera la cabeza? El caso es que una tormenta de balas comenzó a llover sobre elzombi que, en cuestiónde segundos, acabó cosido literalmente por los proyectiles,algunosdeloscualesimpactaronenlacabezahaciendoqueéstareventaracomounasandía.

―¡Alto el fuego, alto el fuego! ―exclamaba por la radio comunicadoraMontejanoasushombres―.¿Quierenacasoatraersobreustedesatodalapoblaciónzombidelazona?

―S-señor, ¿lo ha visto? ―preguntó Zafra, perplejo ante lo que acababa desucederyconlavisióndesuamigodesangrándoseenelsuelo.

―Porsupuestoquelohevisto,yustedesdeberíanhabersepercatadotambiéndequelabalanosealojóenelcerebrodelmuertoreventándoselo,sinoquefueadarderefilónconelcráneodelzombisinllegarapenetrarlo.

»Por Dios, dejen de perder el puto tiempo y pongan en marcha el malditovehículosinoquierenquebajeapatearleselculoyomismounoauno.

Zafranorespondió,selimitóaarrancaraquelremedodefurgonetaquenuncalehabía gustado y a la que denominada fragoneta, y a poner rumbo a la comisaría,atravesandoporlazonapeatonalenmediodelasRamblas,elúnicositioporelquepodíanpasar.Encendiólaslucesypusolassirenasalmáximoporsiaalgúncivilse


leocurríainterponerseensucaminoyporsiasílograbaamedrentaraloszombis.Leshabíandichoporactivayporpasivaquenoconveníaatropellaryllevarsepordelanteaningunodeaquellosseres,yaqueenlavidarealnosucedíacomoenlaspelículas,demodoqueconcuantosmenossetropezaran,mejor.

Por suerte para ellos, los zombis estaban más pendientes de llevar a cabo sucarnicería que de intentar atrapar aquel vehículo, por lo que apenas si tuvieronproblemas durante la primera parte del recorrido. El problema fue al alcanzar lasAvenidas, donde había un verdadero caos automovilístico, con coches invadiendoinclusolasacerasatodavelocidadsinpreocuparseenlomásmínimodelosposiblestranseúntes.

―¡Seráncabrones!―dijoZafra―.Estánmáspendientesdesalvarelputoculoquedecolaborarconlaautoridad.Esquehaygenteparatodo.

»¡González! ―gritó, girándose hacia su compañero―. ¡Gonzo, hombre,despierta!Subealaametralladoraycomienzaaabrirfuego.

―P-pero…―dijoGonzález,Gonzoparalosamigos.―Subeya,joder,quehemosdellegarcuantoantesyhemosdeirabriendopaso.Gonzálezobedeciólaorden,sesituóenloaltodelatanquetaycomenzóaabrir

fuegocontra losvehículosque teníadelantede sí, acribillandopor completoaunadocenadeellos.

―¡¿Peroquécojoneshaceesechiflado?!―exclamóZafra―.¿Sehavueltolocooqué?¡Fuegodisuasorio,pedazodeimbécil,simplesdisparosalaire!

―¡Haberseexplicadomejor!―replicóGonzález.Disuasorio o no, el caso es que muchos de los vehículos que tenían delante

comenzaronaapartarse,aunquedeunodeloscochestiroteadossalióuntipoconlacabezarapada,chaquetadecuero,escopetarecortadayconaspectodeestarbastantecabreado.

―¡Putos fascistas de mierda! ¿Dónde cojones creéis que estáis? ―exclamómientras cargaba el arma―. ¿Queréis fuego? ¡Yo os daré fuego, panda desubnormales!

Y diciendo esto, disparó la escopeta, que reventó por completo el pecho deGonzález sin que tuviera tiempo de saber qué había sucedido, haciendo que éstecayeraalinteriordelvehículo.

―¡Hostia, tío, que se han cargado alGonzo!―dijoGinés, el acompañante deZafraenlapartedelanteradelvehículo―.¿Quéhacemos?¿Vamosaporeltíoése?

―¿Yquenospegueuntirotambiénalresto?―preguntóZaframientraspasabaconlafragonetapordelantedel tipoqueacababadedisparar,queyaseencontrabarecargandoelarma―.Alamierda,pongamospiesenpolvorosa;notengoganasdepasarme la noche rellenando papeles y formularios por culpa de un detenidoretrasado.Gonzoselobuscóporimbécil.


Pocoapoco,sefueronacercandoalaComisaría,dondevieronungrannúmerodevehículospolicialesquesedisponíanapartirhaciaelcentrodelaciudad.

―¿Qué hacéis? ―preguntó Zafra a través de la ventanilla a uno de suscompañeros que subía a uno de los coches patrulla aparcados en la puerta de lacomisaría.

―Nos avisaron de la emergencia y vamos corriendo a ayudar ―contestó,subiendoalcocheconlasemiautomáticaenlamano.

―Pringados―dijo Zaframirando aGinés―. Llego a ser yo yme tienen quebuscarbajolacama.

FueentoncescuandoZafrayGinéssepercatarondequeenlapartetraseradelafurgonetahabíamásmovimientodelquedebería.Comenzaronaescuchargolpes,unpardegritosy,finalmente,disparos.

―¿Quédemoniosestápasandoahídetrás?―dijoZafra,girándoseyllevándoseun susto de muerte. En el momento de mirar, la cara ensangrentada de Gonzo seestampócontraelcristaltrasero,comoqueriendodevorarles.

―¿Lles ayudamos?―preguntó tímidamenteGinés, como esperando no recibirunarespuestaafirmativa.

―¿Tú estás loco?Que hubieran estadomás listos―contestóZafra―.AunquevayaconeljodidoGonzo,conlovagoqueeraparatodoylopocoquehatardadoenregresardeentrelosmuertos.Esparaloúnicoquealparecercorre:parairdetrásdelasmujeres y para resucitar. Venga, que se las apañen solitos, yo nomemeto ahídetrásniloco.

Ydiciendoesto,entróenlacomisaríaysubióporlasescalerashaciaelalmacéndondeteníanlasarmas.

―¡Hola! ―gritó Zafra con tono impaciente―. Tenemos órdenes directas delseñor comisario, que me ha encargado personalmente que le llevemos el mayornúmero de armas semiautomáticas posible. Necesitan que vayamos en su ayudacuantoantes.

En apenas unos segundos, apareció algo estresado un compañero suyo desdedetrásdeunadelasestanterías.

―Disculpe,estásiendounanochemovida―dijoelquealparecerseencargabadelalmacén.

―Eso son simples excusas, hemos tenido que atravesar media ciudad paracumplir con una misión de máxima importancia a requerimiento expreso delcomisario―dijoZafra―.Necesitamostodaslassemisposiblesodelocontrarioelcomisarioylaciudadestaránperdidos.

―¿Hatraídounaordenoalgo?―dijoelencargado.―¿Orden?Laque te voy ameter por el culo comonoobedezcas―dijoZafra

envalentonado―.Venga,mueveelculooacabarásdirigiendoeltráfico.Tráetetodo


loque tengasahíycárgaloen la furgonetaque tenemosahíaparcada;nosotrosnosvamosadelantando.

―Estábien,estábien―dijoalgonerviosoelencargadodelalmacén―.Perometendrá que firmar un recibo… y creo que lomejor sería que nos quedáramos conalgunasarmasparairrepartiendoentrelosagentesquevenganaayudar…

―Órdenes son órdenes;me han dicho que todas las armas y han de ser todas―respondióZafra,firmandoelreciboyponiendorumboalafurgoneta.

―Pero,Zafra,elcomisariononosdijoquenoslaslleváramostodas―dijoGinésdeformatímidaysinquerercorregirasucompañero.

―NimellamoVicenteCifuentes,queescomohefirmado―respondióZafra―.Elmundoesde los listos,de losquesabenaprovechar lasoportunidades,yéstaesunaydelasgordas.

Nadamásllegarhastalatanquetaescucharonnumerososgolpesprovenientesdelinteriordelamisma,quenoparabandesonaraporreandolapuerta.

―Putos zombis―dijo Zafra, sacando su semiautomática―. Ginés, en cuantoabra la puerta, comienza a disparar a todo cuanto semuevahasta no dejar ni a unbichodeésosconvida,yaviste loque lehicieronalpobredesgraciadodeMiguelÁngel.

Ydiciendoesto,seacercóhastalapuertadelvehículoylaabriótímidamentealtiempo que retrocedía y comenzaba a disparar a discreción en dirección al oscurointeriordelatanqueta.

―¡Nopares!¡Nopares!―gritabasincesarZafra―.¡Lesvamosadarporsaco!Duranteunminuto,ZafrayGinésnocejaronensuempeñoporacabarcontodo

cuanto se moviera en el interior del vehículo. Cuando creyeron que ya habríanlogradosuobjetivo,seacercaronparacomprobarquehubieranllevadoacabobiensumisión,escuchandotodavíaunsonidoprovenientedelinterior.

JustoenelmomentoenqueZafrasedisponíaareanudareltiroteo,sediocuentadequesetratabadelavozdeunodesuscompañeros.

―Putocabróndesgraciado―dijoensuúltimoestertorelagenteantelamiradaatónita de Ginés y Zafra, que no podían dar crédito a la escena, viendo a sucompañeromorirdebidoasusdisparos.

―Creo, Zafra, que nos hemos precipitado ―dijo Ginés―. Me parece quelograronacabarconGonzo…

―¿Necesitáis ayuda, chicos? ―dijo un policía, acercándose a la escena deltiroteo.

―No, gracias―respondió sin inmutarseZafra―.Nos hemos bastado nosotrossolosparaacabarcontodosesosbastardos.

―Bien hecho, la raza humana seguirá adelante gracias a gente como vosotros―añadióelpolicíamientrasreanudabasumarchahaciasucochepatrulla.


Zafraenfocóconsu linternaal interiory, trascomprobarquenoquedabanadievivoniresucitado,comenzóadespejarlatanquetaparadejarsitioalasarmasqueyacomenzabaatraerelencargadodelalmacén.Unavezestuvotodoenel interiordelvehículo, Zafra arrancó el mismo y puso dirección a las Avenidas, desde dondepretendíaaccederalaautopistaydesaparecerprudentemente.

―Estoserácoserycantar―dijoZafra―.Conestetrastonadienosimpediráelpaso,yentodocaso,yasabesloquehayquehacer,tesubesalatorretaycomienzasadisparara todocuantosepongaennuestrocamino.Ymiraquemegustabapocoestecachivache.

Ginésnodijonada,ysimplementerezóparanotenerquellevaracaboningunaacciónparecidaalaquehabíasugeridoZafra,yaquenoacababadevermuyclaroelplandesuamigonilosmétodosqueestabautilizando.

Enapenasunosminutos,alcanzaronlazonadelosinstitutosycomprobaronqueel tráfico había aumentado exponencialmente a lo largo de la última media hora,sobretodoenlasAvenidasyapartirdelazonaenlaquelapresenciapolicialeracasinula. El caos era total: coches por todos sitios, colisiones por doquier, zombisatacandoalosvehículos…

―¡Mierda! ¿Ahora qué hacemos? No podemos seguir por las Avenidas―preguntóGinés,viendolaarteriaprincipaldelaciudadcolapsada.

―VolveremosporenmediodelasRamblas,justoporelsitioporelquevinimos―respondióZafra―.CruzaremospordelantededondeestáelcapullodeMontejanoypasaremosdelargocaminodelpuertoydelaautopista.Serácomplicado,perosinduda habrámenos tráfico; aquello está plagado de zombis y no creo que nadie seaventuréporesazona,pornohablardequecasinadielogrósacarlosvehículosdelosparkings y el área estaba despejada, ya que no se podía aparcar por el tema de lacabalgata…Tenemossuertedequenollegaranhastaallálascarrozas.

Enefecto,conformeseacercabanalfinaldelasRamblasyseaproximabanhastaelpuestodondeestabaelcomisarioMontejano,podíanvercómolazonaqueveníaacontinuación y que pasaba por delante del Teatro Principal estaba despejada decoches,aunquecompletamenteinfectadadezombis.

―Van a ver esos hijos de puta ―dijo Zafra con una malévola sonrisa en lacara―.Novaaquedarniuno,lesvamosapasarporencima.

―Pero, Zafra, recuerda lo que nos dijeron sobre atropellar a alguien, zombi ohumano―dijoGinéscontonopreocupado.

―Esoibaparalosimbécilesencochespatrulla,¿túhasvistoelpedazodetrastoqueconduzco?Nuncamehagustado,perohedereconocerqueparaestosmenesterescumplesobradamente.

Ydiciendoesto,pisóelaceleradoralmáximoconlaideadellevarsepordelanteadoszombisquejustoteníanaescasosmetrosdeellos.


Capítulo17

Reencuentrodeamigos

MontejanocomenzabaadudardequeZafraysugrupofueranlamejorelecciónparaaquellamisión.Erasencillayhastaellosdeberíansercapacesdellevarlaacabo,peroyahacíaunbuenratoquetendríanqueestarderegresoconlasarmas.

Lasituacióncomenzabaaserpreocupante.Loszombishabíanlimpiadolascallesdehumanos,habíanllevadoacabocarniceríatrascarniceríaenlosparkingssituadosenlosaledañosalazonadelacabalgata,yahorasunúmeroerabastanteelevado.Demodo que a falta de humanos en la calle que llevarse a la boca, comenzaron adeambularsiguiendosuinstinto―pordenominarlodealgunamanera―,locualhizoque,finalmente,losqueestabanporlosalrededoresdelasescalerasquedescendíandesdelaPlazaMayorsefijaranenaquelgrupodepolicíasapostadosenellas.

AloshombresdeMontejanolesestabacostandomantenerarayaatodosaquelloszombis; procuraban ahorrarmunicióny apuntar al cerebrode losque se acercabanpocoapocosubiendo lasescaleras.Elproblemaensínoeraquehubieraunagranmasademuertosvivientesfrenteaellosenaquelmomento,sinoquecomenzabanaestar faltos de munición y a tener a los zombis demasiado cerca, ya que aunquetorpemente, tropezandoycayendoenmuchasocasiones,estaban lograndosubir lasescaleras.

Lacosaseagravócuandoporlaretaguardia,desdelaPlazaMayor,comenzaronadescender también algunos zombis. En total debía de haber unos setenta policíasdisparando a discreción cual General Custer contra los indios en Little Big Horn,todosellosconlaesperanzapuestaenZafraylasarmasqueparecíannollegarnunca.

Hablando claramente, estaban jodidos y bien jodidos. Los policías situados enretaguardia comenzaron a caer, atrapados por la marabunta de zombis que bajabadesdelaPlazaMayor,impotentesantesugrannúmeroeincapacesdefrenarlosconunasarmasquecomenzabanaquedarsesinmunición.

CuandolafedeMontejanollegóasupuntomásbajo,violaslucesdeunvehículoacercándoseatodavelocidadporelpaseocentraldelasRamblas.

―¡Señor,fíjese,allá!―dijounodelospolicías.―Lohevisto,González,lohevisto―dijoMontejanocontonocansadoantela

evidencia de lo que le señalaban, y con la esperanza puesta en que aquel vehículofueralatanquetadelasnarices.

Pasadosunos segundos,desdedondeestaba,pudocomprobarque susplegariashabíansidoescuchadasyqueaquéleraelvehículodeZafra,dirigiéndosevelozmenteensuayuda.

―¡¿Pero qué hace ese desgraciado?! ―dijo Montejano, al ver a la famosatanquetaacelerarmásymásconformeseacercaba―.Sisigueasípasarádelargo…a


versileshasucedidoalgoyestádescontrolada.Pero no, el vehículo estaba controlado y bien controlado, aunque por poco

tiempo. En su camino se interpusieron dos zombis que Zafra intentó llevarse pordelante,fielasusprincipios,losmismosprincipiosquelellevabanaignorarloqueenlasclasesdeconducciónlehabíanintentadoinculcarsobrelamasadeunobjetoinmóvilinterponiéndoseenelcaminodeotroenmovimiento.

Lacolisiónfueespectacular,casisaltaronchispas.Elprimerodeloszombisniseenteródeloquesucedía,mientrasqueelsegundoquedóestampadoconlosbrazosencruzenlapartefrontaldelatanqueta,haciendoqueéstavolcaradeformaaparatosaycomenzaraadarvueltasdecampanahasta llegara lospiesde lasescalerasante lamiradadeasombrodetodoscuantosobservaban.

Los zombis que estaban intentando ascender por las escaleras de forma torpedecidieron cambiar temporalmente su objetivo e ir a por aquel trasto que tanruidosamente habían plantado ante ellos. Nadie parecía dar señales de vida en elinteriorde la tanqueta, aunque aquellodaba igual: los zombishabían comenzadoaentrarenellay,sinduda,daríanbuenacuentadecualquierposiblesuperviviente.

Fueentoncescuandocomenzaronallegargritosdedolorydesesperacióndesdeelinteriordelvehículo,loquehizoreaccionaraMontejano.

―¡Señores,calenbayonetasynodejenqueelsacrificiodesuscompañeroshayasido en vano!―dijo, levantando sumano derecha e indicando a sus hombres quedescendieran―. Recojan las semiautomáticas y comiencen a dar buena cuenta detodosestosindeseables,hagámosloenhonoraZafraysusvalientes.

El propio Montejano desenfundó su otra pistola y comenzó a descender,disparandoconambasarmasaloszombisquesubíanporlasescaleras,altiempoquesegirabauninstantehaciasusegundoyledecía:

―Pobres desgraciados, pero qué ejercicio de valentía y arrojo, no había vistonadaigualdesdelaprimeraplagazombi.HedereconocerqueestabaequivocadoconrespectoZafra,quédoscojoneslehaechado…aunquenoibaerradoenlodesufaltadeluces,peroesodaigual,nosepuedetenertodoenlavida.

Losprimeros agentes llegaronhasta elvehículo, en cuyaparte frontalpudieronver un amasijo de carne, sin duda perteneciente a los conductores, devorada poralgunos zombis que ni habían notado la presencia de los policías recién llegados,quienesenunossegundoslesvolaronlatapadelossesosy,abriendolapartetraseradelatanqueta,comenzaronarepartirlasarmasentresuscompañeros.

Entornoalatanqueta,aquelvehículoque,desobrevivir,serviríapararecordarlamemoria de los valientes que perecieron al dar sus vidas por sus compañeros, semontó un dispositivo de agentes armados con semiautomáticas que comenzaron amantenerarayaaloszombis.

―Venga, no vamos a dejar ni a uno en pie―dijoMontejano arengando a los


suyos, aunque preocupado por los siguientes minutos. En aquellos momentos, elnúmerodezombisqueteníanalrededordebíadeserrelativamentepequeño,apenasalgunasdocenas,peroaquelloeraalgoquepodíacambiarrápidamente.

Afortunadamente,pocoapoco,lospolicíaslograroneliminaratodosloszombisqueteníanalrededor,aunquelentamenteibanllegandomás.

―¿Has comprobado la munición que trajeron Zafra y los suyos? ―preguntóMontejano.

―Sí, hay de sobra ―respondió González―. Tenemos para resistir bastantetiempo.

―He de reconocer que hicieron un trabajo fenomenal―añadióMontejano―.Lástima que tanto arrojo acabara finalmente con ellos, me hubiera gustadocondecorarlesenvida.

Durante los siguientes minutos la situación se mantuvo controlada, hasta quefinalmente comenzaron a escuchar un runrún proveniente de la calle situada acontinuacióndelasRamblasyqueseperdíahaciaelTeatroPrincipal.

―Creo, señor, que no hace falta que le diga lo queme imagino que se acerca―dijoGonzálezconlavoztemblorosa.

―No,sindudasetratadelpeordemistemores―dijoMontejano,intentandoveralgoenlaoscuridad,pensandoenlasdosúnicasopcionesquetenían,acualpeor.Porunladopodíanintentardefenderelpuestoyarriesgarseaquedarsesinbalasoaseralcanzados por la marabunta que se acercaba, y por el otro, comenzar una huidaincierta Ramblas arriba e ir perdiendo hombres poco a poco conforme se fuerantropezandoconalgúnqueotrozombi,conelpeligroañadidodeencontrarseconunasegunda turbaque les dejara atrapadosy en la obligacióndehuir por las antiguas,oscurasyestrechascallejuelasperpendicularesalasRamblas.

―¿Q-quéhacemos?―preguntóGonzálezenrepresentacióndetodoslospolicíasallípresentesalaesperadelaordendelmandoalcargo.

―Nos quedaremos aquí abajo e iremos acabando con todos ellos ―dijoMontejanoconvozfirme―.Procurenahorrarmunición,nosharáfalta.Nosabemossiseaproximancien,milodiezmil,peroporloquepuedoescucharycalcular,sonmuchos, ya que sin duda han hecho una verdadera escabechina con todos losasistentesaldesfile.

―¿No sería mejor apostarnos en las escaleras de nuevo, señor? ―preguntóGonzález,elúnicoconfuerzasparaabrirlaboca.

―No, sería una auténtica ratonera ―respondió Montejano sin dudarlo―. Nosabemos los que vienen y no tardarán en volver a venir desde arriba, por la PlazaMayor.

Laespera fueeterna.Elsonidoseestabaaproximandocadavezmás, formandouna perfecta sintonía con el ruido de los pasos casi sincronizados. Finalmente, los


primerozombisempezaronaapareceralcomienzodelacurvadondeestabasituadoel Teatro Principal; almismo tiempo, apenas unos segundosmás tarde, y como siestuvieransincronizados,desdeelparkingsubterráneosituadobajolasescalerasdelaPlazaMayorcomenzaronaaparecermászombis,sinduda lasvíctimasdeaquellosapestosos, atrapadas inmisericordemente en su interior. Y por si fuera poco, yhaciendo realidad los temores de Montejano, desde arriba, desde la Plaza Mayor,comenzóallegarunaterceraoleada.

Laescenaerasencillamenteaterradora.Dondequieraquemiraranhabíazombis,mientrasquedefendiendoelpuestoapenashabíasetentahombres.Quienmásquienmenos había tenido pesadillas en alguna ocasión con aquellos seres, pero aquellaescena era algo que las superaba a todas. Llegando desde arriba, desde lasprofundidades del parking y desde enfrente, lo único que se veía eran zombis,bamboleantes,conlosbrazosextendidosyconsuperennecantinelacapazdequebrarlavoluntaddelmáspintado.

―Son…muchos―dijoGonzález,sintenermuyclaroquédecir.―¿Perodóndediablosestáelputoejército?―dijoMontejanoalgoalterado,cosa

pocohabitualenél,preocupadocomoestabaporlavidadesushombresyeldestinodelaciudad.

Peronohabíaningúnmilitaralavista.Nilostanquesemplazadosenlaislaniloshelicópterosdeteóricaintervenciónrápidaasomabanporallí;esmás,nisiquieraselesoía a lo lejos comoseríadeesperar.Enapenasmediahora las calles sehabíanvaciado,lospocosquehabíanlogradohuirestaríanyaensuscasas,fortificándolas,yel resto caminaba en aquellos momentos poco a poco hacia ellos. Ya no se oíancoches circulando por las calles cercanas, sin duda debido a los atascosmúltiplesfrutodelascolisionesinicialesprovocadasporelpánicociudadano.

―Bueno, señores, ha llegado el momento que todos nos estábamos temiendo―dijoMontejano,intentandobuscarenvanolaspalabrasmásadecuadasparaalentara aquel grupoque estaba viendo a lamuerte venir cara a cara―.Den lomejor deustedes,ysihayalgunoquenolotengaclaro,quenodudeenirseahoraycorrerenposdelossuyos;nadietieneningunaobligaciónfrenteaunasituacióncomoésta.

Ninguno de los hombres de Montejano se movió, es más, agarraron con másfuerzasuarmaycomenzaronaapuntarhaciaalgunodelosmúltiplesobjetivosqueseaproximaban.

―González,vengaaquí,porfavor―dijoMontejano―.Llegadoelmomento,siustedmesobrevive,nodudeenhacerloqueseanecesarioparaevitarmeeltenerquepasarmeelrestodelaeternidaddandotumbosporahícomounimbécilalaesperadequealguienmedéelgolpedegracia.

―Estábien,señor,esperoqueustedhagalomismoconmigo.Montejanoasintióy,cogiendosusemiautomática,inicióeltiroteoconunprimer


proyectilquereventólacabezaaunodeloszombisqueseaproximaban,provocandolosvítoresde todos sushombresque,haciendo lopropio, comenzaronadisparar adiscreción.

Inicialmente los zombis comenzaron a caer comomoscas, pero conforme ibanpasandolosminutos,éstosempezaronaestarpeligrosamentecerca,locualnoeradeextrañaryaqueveníandetodaspartes.

La distancia con los zombis se había reducido hasta apenas unos veinticincometros,haciendoquelosmásaprensivoscreyeranpercibiryalapestecaracterísticadeaquellosseres,aunqueloquedeverdadseolíaenelambienteeralapólvorayelhumodelasarmas.

Cuandoladistanciaerayadeveintemetros,algunosdelospolicíasseplantearonrealmente si lanzar el arma y echar a correr sin mirar atrás. Cuando estuvieron aquincemetros, inclusoelpropioMontejanonopudoevitarpensaren laposibilidadrealdequesusdíasacabaríanaquellamismanoche.

Conloszombisadocemetroslasituaciónseagravó,yaquelamunicióncomenzóaescasearyteníanquerebuscarentrelascajasquehabíaenlafurgoneta.Alosdiezmetros,másdeunpolicía seorinóencimaalver tandecercaaaquellos seresquecubríanyatodoelanchodelaampliacalzada,mientrasquealosochoalgunotuvoque recurrir a su pistola para disparar al no contar con munición para lasemiautomática.

Montejanoestabaapuntodelanzarlaordenderetiradacuandoescuchódetrásdeellos un sonido lejano que se aproximaba y que con el continuo disparar no logróidentificar.¿Estaríanrodeados?Alcabodeunossegundos,elsueloenelqueestaban,el de las Ramblas, tembló; al fondo del paseo empezaron a aparecer numerosasfurgonetasdepolicíaatodavelocidadendirecciónaellos,encendiendolassirenasylasluces,paraalgarabíayjolgoriodeloshombresqueaguantabanconlaesperanzapor lossuelos,al tenera loszombisaapenasunpardemetrosyconlosbrazosyaextendidosconlaideafijadeatraparlesensusgarras.

―¡Corrancomodemoniosyprocurenquenolesatropellen!―gritóMontejanoalverladudaenlacaradesushombres―.Aquíyanosenoshaperdidonada.

Los casi sesenta agentes corrieron hacia las seis furgonetas que se acercaban yquefrenaronaescasosmetrosdeellos,saliendodesuinterioralrededordeotrosdiezpolicíasquecomenzaronadispararfuegodecoberturasobreloscompañerosqueselesacercabanatodavelocidad.

―¡No sabe lo queme alegro de verles!―dijoMontejano, saludando al reciénllegado comandante Bonet, un policía militar de rasgos severos con rastros deelegantepelocanosoenlacabeza.

―Un poco más y no lo cuenta. Por lo que veo han dado buena cuenta debastantesdeesasalimañas―dijoelcomandanteBonet,dandounabrazoasuamigo


Montejano.―Ha ido por los pelos, pero más vale que no nos durmamos en los laureles

―dijoMontejanoalavezquesegirabahaciasushombresylesgritaba―:¡Venga,suban a las furgonetas! ¡Métanse dentro, aunque sea hacinados cual sardinasenlatadas,másvaleesoqueperderelpellejobailandoconunodeesosapestosos!

Enapenasunossegundoslospolicíasseubicaronapretándoseenelinteriordelasfurgonetas, al tiempo que los primeros zombis llegaban hasta algunas de éstas ycomenzabanalanzarsuscansinosgolpessobrelasmismas.

―Larguémonos si no queremos complicarnos la vida ―dijo el comandanteBonet, al tiempoque las furgonetas arrancabanydejabanatrás aunosconfundidoszombis.

―Menudo rescate, ni en las películas de JohnFord―dijoMontejano, sentadojuntoasuamigoBonet,queconducíaunadelasfurgonetas.

―Ya sabes que me gustan las entradas espectaculares―dijo Bonet, algo másrelajado y tuteando en la intimidad a su amigo―. Me habría encantado llegarderrapandoconalgunadelasfurgonetas,peromeparecióexcesivo.Tehastenidoqueconformarconelespectáculodelassirenasylasluces,yconnuestraentradatriunfalporenmediodelasRamblas.

―Muyadultoyresponsableportuparte―señalóMontejano,comprobandoporunladoquenadielesescuchabayporelotroqueloszombisseibanquedadoatrás―.¿Cuáles la situación?No tengomuyclaroquéhasucedidoa lo largodeestas tresúltimashorasenlasquehemosestadoapalancadosaquíintentandomantenernosconvida.

―Podríamos decir que es crítica. Si había un momento malo para que estosucediera,ésteeraunodeellos…AunquelaprocesióndeSemanaSantatambiénlohubierasido,yCarnaval,oalgúndíaconlaferiadepormedio…Bueno,dejémonosdedivagaciones;larealidadesqueenestosmomentoshayzombisportodoslados,sehanmultiplicadotraslacaceríaquehanllevadoacaboestanocheconlaconsecuentemasacre.Elespectáculomañanacuandoamanezcaserá realmenteaterrador,yaquelas calles están teñidas de sangre y sembradas con los restos de losmuertos o losmiembrosarrancadosaloszombis.Sindudaelolorseráinsoportable,ypodemosdargraciasaqueesinviernoydelosfríos,odelocontrarionosepodríanirespirar.

―¿Algunabuenanoticia?―dijoalgopesimistaMontejano.―Quesepodríadecirqueapartirdeahora lacosaestácontrolada.Quienmás

quien menos estará ya en su casa fortificada, comprobando las raciones desuministrosylatasdeconservaalmacenadasparaunaocasióncomoésta.

―Sólo nos queda esperar a que vengan a rescatarnos ―dijo Montejano―,aunqueno entiendopor quénohemosvisto a ningúnmilitar hasta elmomento, nihemospodidocontemplaraloshalconesdelairesobrevolandolaciudad.


―Nicreoquelosveas.Ahísiguenlasmalasnoticias.NosabemosdóndesehametidoelejércitoexceptolapequeñaguarnicióndelCastillodeBellver,quetampocotienenmuyclaroquéhacer;el restode las tropasnihaaparecidonihemospodidocontactar con losmandosque se suponeque lasdirigenen las islas,ypor si fuerapoco,lacomunicaciónconelexteriorparececortada.

―Nos esperan días duros ―suspiró Montejano―. Nos tocará velar por laseguridadenlascalles.

―Olvídate de eso, debemos velar por nuestra seguridad y luego ya veremos.Estamosreplegandofuerzasyfortificandolascomisarías.AnosotrosnostocamontarunpuestodemandoenlabasemilitardelCastillodeBellver:irallí,verquésucede,intentardescubrirporquénoestánporaquílossoldaditosdemarrasyatrincherarnos.Si tienes que llamar a alguien, aprovecha ahora; ve probando suerte hasta queestablezcas contacto, ya que las líneas están saturadas, aunque de momentofuncionan.

―Laciudad,enteoría,estápreparadaparaestoymás―añadióMontejano.―Enteoría,enteoría.Nuncasedeberíahaberllegadoalpuntoenelqueestamos,

sesuponequeexistenprotocolosparaimpedirlo,ymuchometemoquealguienseloshasaltadounodetrásdeotro.

―Te llamaría paranoico―contestóMontejano―, pero la verdad es que no esnormalquenohayanacudidoyalasfuerzasarmadas,nielhechodequesepermitieralacreacióndesemejante turbadezombis.Me temoquenosquedabastante trabajopordelante.


Capítulo18

Disparosenlanoche

MarcyTonycompartíanunasobriahabitaciónsituadaenelsegundopisodelcastillo,mientrasqueMateoElFlacoestabainstaladoconunodelosperiodistasdeportivosdelaCadenaSeralqueparecíaconocerdesdehacíatiempo.

Habían descansado toda la tarde, y lejos quedaba ahora aquella mañana deinviernoenlaquehabíansalidodesucasaconelcocheprestadodelvecino.Hacíaapenasalgunashorasdeeso,peroparecíaunaauténticaeternidad,odos.

Alanochecerbajaronhastaelcomedordondepudieroncenarbastantebien,dadaslascondicionesenqueestaban.

―El castillo estaba ya sobradamente preparado cuando llegamos ―dijo ÁlexMontejano―, disponía de almacenes subterráneos preparados para este tipo decontingencias.Aunasí,hemoshechoalgunosviajesalaciudadparaaprovisionarnosdevíveres,simplementeporsiestasituaciónseextiendemásdeloprevisto.

―Personalmente,creoquehacesemanasquellegamosaesepunto―dijoJordiJiménez.

―Eres la alegría de la huerta estos días ―sonrió Mónica Bestard, antiguacompañera de trabajo como periodista del ahora jefe de comunicación del RealMallorca―. La verdad es que inicialmente nuestra idea al venir aquí era la demantener informada a través de las ondas a toda aquella gente que pudierasintonizarnos,peroalpocodeinstalarlasantenastuvimosquedejardeusarlaunidadmóvil.

―¿Seestropeó?―preguntóTonymientrassecomíaunadelasalbóndigasdesuplato.

―Másomenos―respondióMónicaBestard―.Sepodríadecirquelaperdimos.Fuehorroroso;tuvounencuentroconvariosdeesoszombisdenuevageneraciónqueseabalanzaronsobreelvehículo,queapesardeestarreforzadoyenteoríapreparado,acabóporceder.Creoquereventaronloscristalesypenetraronensuinterior;todavíarecuerdo los gritos del pobreMiguel Verger, sigo teniendo pesadillas…Quémalasuerte,cuandoporfinsehabíahechoamigodeFerránMartínezdelaCope…

―¿Ycuáleselplanenlaactualidad?―preguntóMarc.Unprofundosilenciosehizoen lamesadondeestabancenando.Nadieparecía

tener respuesta a aquella pregunta. Tras unos segundos fue Jordi Jiménez quiencontestó.

―Creo que deberíamos buscar un modo de salir de la isla y ver qué estásucediendoenelexterior;noshanabandonadoynocreoquesehayadicholaverdadfueraconrespectoanuestrasituación,almenospor las transmisionesquepudimoscaptaralolargodelosdíassiguientesalasmasacresdeldíadeReyes,oporloquese


pudoverenlosinformativosmientrasfuncionabalatelevisión.―¿No hay forma posible de contactar con el exterior? ―preguntó Mateo―.

Antes,mientraspaseaba,hevistotodoeltingladoquetenéismontadoconantenasytodaclasedeequiposquenotengoniideadeparaquépuedenservir.

―No, las comunicaciones están cortadas por completo ―respondió ÁlexMontejano―.Es como si hubieran colocado un satélite inhibidor sobre nosotros ydestruyesecualquiertipodeseñalquesalieradelaisla,comosinoquisieranquesesupieranadadenosotros.

―¿Unsatéliteinhibidor?¿Peroesoexiste?―preguntóingenuamenteTony.―Silosindioscortabaneltelégrafo,¿creesquelaCIAnotienealgoefectivopara

bloquear actualmente las telecomunicaciones?―dijoMónica Bestard sin dejar demirarelplatodecomida.

―Meparecealgoalarmistalateoríadelaconspiraciónquetenéisaquímontada―dijoTony―.Creoquelasituaciónoshavueltoalgoparanoicos.

Acabadalacena,MarcyTonysededicaronapasearporlapartesuperiordelcastillo,observandoligeramenteelperfilentrecortadodelaciudad,ahoraaoscuras,enlaqueapenassíseveíanalgunaslucesdeformaesporádica.Devezencuando,desdeloaltode la torre de homenaje del castillo se escuchaba algún disparo realizado por unsoldadoapostadoenlapartesuperiordeésta.

―¿Qué demonios hará el tipo ese ahí arriba? ―preguntó Marc, señalando alsoldadosituadoenloaltodelatorre.

―Medijeronquebarríalazonadezombis―respondióTony―.Lafortalezaescomplicadadetomarporvivosyasumoquemásaunparamuertosdesorganizados,perotambiéndeduzcoquenoquierencorrerriesgos.

―Elproblemaesqueatraiganamászombis―dijoMarc.―Es complicado; por la ubicación del castillo en la cima de lamontaña no lo

tienenfácilparallegarhastaaquí,pornohablardequeeldisparoretumbaportodalazona,haciendocomplicadoeldeducirsuorigen―explicóTony.

―Supongoquedeesamaneralosquequieranpodránsalirapasearjuntitosporlanochefueradelcastillo―dijosonriendoMarc―.Detodasformasconvienequenocometanelmismoerrorque tantosotrosenelpasado; si algoheaprendidoesquecontra los zombis no hay fortaleza segura, siempre encuentran la forma de entrar,siempre…noconozcoplazaqueresista.

―Esonoesdeltodocierto,amigomío―replicóTonyconunasonrisa―.Enlamayoríadeloscasos,loszombislogranpenetrarenloslugaresporculpadelhumanodeturnoqueobiensedejalapuertaabiertaobienlaabrepormotivosdealgúntipo.Recuerdoaunamigomíoinformático,Gerald,quetepodríacontarmildeésas.Enlamayoríadelasocasiones,sonloshumanoslosquepermitenlaentradadeloszombis,noloszombislosquelogranentrar.


―Comobiendeberíassaber,elordendelosfactoresnoalteraelproducto―dijoMarc―.Tantomedasielzombientraporquelograderrumbarunmuroacabezazos,porqueacabadandosinquererconunaentradasecretaatravésdeuntúneloporqueunpolicíacomolosquehayporaquíleabralapuerta,alfinallasconsecuenciassonlasmismas.Yentodoestelugarhayalgoquenomeacabadecuadrar,porloquemefíomenostodavíadelaseguridadquepodamostener.Porsiacaso,yodormiréconlapuertacerradaacalycantoyconunacuerdabajolacamaporsihededescenderporlaventana.

―Uhm… No sé si nuestra habitación tiene ventana ―dijo Tony, intentandorecordar.

―Vale,porsiacasopediréunmazobiengrandeparaimprovisarunallegadoelmomento…

¡¡¡BLAMM!!!UnnuevodisparoretumbóportodoelcastilloeinstantesdespuésMarccayóal

suelo llevándose lamano al pecho.Le acababandedisparar y, desde luego, por lasangrequebrotabadesupecho,lehabíandadodepleno.

Tonydudóduranteunossegundossobreloquehacer.Marcestabatumbadoenelsuelo enmedio de un charco de sangre y en aquel lugar eran un blanco fácil paracualquierfrancotiradorcomoelqueacababadeacertarles.Trasecharunvistazoalatorredehomenaje,situadaabastantemetrosdedondeestaban,ycomprobarqueeltiradorqueestabaallíapostadopendientedesuhobbydelocalizarzombisalosqueacribillarlesmirabaextrañadosintenermuyclaroloquesucedía,intentódescubrirlaposicióndequien les acababadedisparar.Se agachóy arrastró el cuerpodeMarchasta parapetarlo tras una cornisa junto a él, al tiempo que intentaba detener lahemorragiaycomenzabaagritarpidiendoauxiliocontodassusfuerzas,retumbandosuvozportodoelcastillo.

No tardaronenencenderse las lucesyempezarasalirgente,mientrasél seguíaintentado permanecer a cubierto, tratando de deducir por la zona de impacto de labala la proveniencia de la misma, más que nada para evitar que volvieran adispararlesdesdeeselugarynodejarleselflancoaldescubierto.

LaheridadeMarcteníabastantemalapinta.Elquehabíadisparadosabíaloquehacía y había impactado en la zona del corazón, por lo que si un milagro no loremediaba,losdíasdeMarcestabancontados.Elfrancotirador,porsuparte,parecíadarseporsatisfechoynovolvióadisparar,por loqueeradesuponerqueyahabíalogradosuobjetivo.

En apenas unosminutos llegaron las primeras personas hasta ellos yMarc fuetrasladadohastalazonadestinadaalaenfermería.Elrostrodeldoctorqueechóunprimervistazoa laheridafue todounpoema,por loquenocostabadeducirque lacosapintabainclusopeordeloqueTonysehabíaimaginado.


―Impactoenlazonadelcorazón―dijoKoldo,eldoctorqueestabahaciendolaprimerainspecciónalcuerpoinconscientedeMarc―.Noquieroseralarmista,peromucho me temo que poco podremos hacer al respecto. Operaremos, pero sinposibilidaddetransplanteyconelórganodañado…

―Nome lopuedocreer―dijoTony―.Atravesamos toda laciudadparavenirhasta aquí y sobrevivimos a miles de zombis hambrientos para acabar siendotiroteadosporunputohumano.

―Calma,calma―dijoelcomisarioMontejano,intentandoqueelenfadodeTonynofueraamás―.Nosabemosconexactitudloquehasucedido…

―Yoalmenossí sécon toda laexactitud losdatosquenecesitosaber sobre losucedido―dijoTony―.Amenosqueloszombishayanaprendidoadispararenlasúltimas horas, uno de sus hombres ha disparado sobre nosotros, más en concretocontraeltipoqueahoratienenahídesangrándose…

―Notieneporquéhabersidounodenuestrosagentes―replicóelcomandanteBonetcontonomolesto.

―Porsupuesto,ahoramediráquehasidounodelosperiodistasque,enmitaddelanoche,sesubióhastaunadelastorres,cogióunfusilconmiratelescópicayvisornocturno,yacertóconundisparocerteroenelcorazóndeMarc.

―Metemoqueesaúltimaafirmación,porsuerte,noesdeltodoacertada―dijounodelosmédicosquerodeabanaMarc,conunasonrisaenlabocayunbisturíenlamano―. Por increíble que parezca, su amigo tiene lo que se conoce comosinistrocardia,esdecir,undesplazamientodelcorazónhacialaizquierda,porloquelabalaentrófrontalmenterozandoelcorazónysalióporlaparteposteriorsincausardañoalgunoenórganosvitales.Sinduda,esloquesepodríadefinircomo“volveranacer”.

LanoticiatranquilizóbastanteaTony,aunquetraslaalegríainicialsedirigiódenuevohaciaelcomisarioMontejano:

―Esto nos lleva a la situación de que tenemos a unoo varios asesinos sueltosrondando por el castillo, que no cejarán, por la razón que sea, en el empeño poracabarconMarc.

―Nosepreocupepor eso―dijo el comandanteBonet―.Pondremosadosdenuestrosmejoreshombresvigilandoconstantementeasuamigo.

―Esoesprecisamenteloquemepreocupa:queseandosdesusmejoreshombres―dijo con tono sarcásticoTony―.Si no le sabemal, y si le sabemal tendrá quejoderse,yomismomeencargarédevigilaraMarcjuntoaquienusteddesigne,yeltiempoenqueyonoesté,seráunperiodistaquienharáguardiajuntoalagente.Enlascircunstancias actuales me fío más de un periodista que de cualquiera de losservicialesagentesquetieneustedaquí,ymalquemesabe,yaqueestoysegurodequeestoyrodeadodeverdaderosyabnegadoshéroes.


―Puedes contar conmigo para vigilar y estar con Marc ―dijo Mateo, queacababadeentrarporlapuerta―.Peroconstequedehabersidotúeltiroteadomelohabríapensado―añadiósonriendo.

―Vale, pues siendo así, seleccionaré personalmente a los agentes que seencargarándelosturnos―dijoelcomandanteBonet―.Entodocaso,elprimerodeellospodríaserelagenteZafra,unverdaderoy lealhéroe,comoyademostróhacesemanas con su arrojo al socorrer al resto de sus compañeros en el inicio de estapesadilla.


Capítulo19

Bajotierra

Algunassemanasantes

La tanqueta había resultado sermás bien una fragoneta de tres al cuarto, pensabaZafra en el interior del vehículo volcado sobre la acera, con un intenso dolor decabezaymagulladurasportodaspartes.Aqueltrasto,envezdepasarleporencimaalzombi,habíaprácticamentechocadoyrebotadocontraéste,dándolelasensacióndehaberse estrellado contraunmuro.Duranteunos segundospensó enque realmentepodíantenerrazónenlaacademiacuandoavisabandequeaquellopodíasucedersiseestrellaba un coche contra una persona, aunque inmediatamente descartó esaposibilidad,atribuyendolosucedidoala,sinduda,mayormasaodensidadcorporaldeaquellasalimañasyalafragilidaddelpuñeterovehículo.Menudasmalasbestias,pensó,eranmásdurasqueeldiablo.

Pero eso era lo de menos. El escenario en el que se encontraba no eraprecisamente halagüeño: boca abajo, rodeado de zombis a los que ya escuchabacaminarhaciaellos,yconsucompañeroGinésinconscienteasuladoconelcinturónabrochado.

Fueentoncescuandonotóalgoensubrazo.Segiróyviocómoporelcristalrotode laventanilla aparecía lamanodeunodeaquellos seres.Teníaquehacer algoydeprisa,yaquelamenorvacilaciónpodríacostarlecara.Seapartólosuficientecomopara quedar fuera del alcance de aquella asquerosa mano y miró a su alrededor,viendocómotreszombisseagolpabanyaenlalunafrontaldelvehículo.

Lomejorquepodíahacer,vistalasituación,eradejarlacabinadelatanquetaeira lapartedeatrás,donde teóricamente les seríamáscomplicadoatraparle.Empujócon fuerza el panel de separación de unos dos palmos de altura y comenzó aarrastrarsepocoapoco,mientrasescuchabacómoGinésdespertaba.

―¿Ddóndevas?―preguntóGinés,aturdidoydescentrado―.Échameuncable,nomepuedoquitaryosoloelmalditocinturón.

―Puestendrásquehacerloomeparecequeservirásdemeriendaaesosbichos―dijoZafrafríamentemientrasescapabaalapartetrasera―.Venga,dateprisa,queyalostienesahí.

―Pero, pedazo de cabrón, no te vayas ―exclamó Ginés, notando las frías yhúmedasmanosdeunzombialcanzándolea travésde laventana―.¡Nomepuedomoveryelenganchedelcinturónestábloqueado!

―Búscatelavida,nopuedesesperarqueseansiempreotroslosquetesaquenlascastañasdelfuego―añadióZafrayadesdelapartedeatrásdelafurgoneta,mirandoasualrededor intentando localizaruna salida―.Túhabríashecho lomismoenmi


lugar,noteengañes.―¡Eres un maldito hijo de perra! ¡Un malnacido! ―gritaba Ginés bocabajo

mientras el zombi lemetía poco a poco lamano en el estómago, rasgando piel ymúsculos, y empezaba a hurgar en sus intestinos antes de llevárselos a la boca ycomenzaramasticarlos.

―Estoesloquemepasaporintentarayudarmotivandoalagente―dijoZafrasinnisiquieragirarse―.Elmundoestállenodedesagradecidosqueseengañanasímismoscontinuamente.

Ydiciendoesto,siguiómirandoasualrededor,sabedordequeeltiempojugabaensucontra.Laideadesalirporcualquieradelaspuertasestabadesechada;aquelloestaba infestado de zombis deseosos de comerse su trabajado cuerpo y devorar sucerebro,quiénsabesiparaobtenersusestudiadosconocimientosculturales.Esperaraque le rescataran era otra opción, pero en el fondo no le apetecía seguir con latontería,vocacionalparamuchos,dedefenderlaleyyelorden;enundíacomoaquélquedabaclaroqueeraunabatallaperdidayquelomejoreralargarsecuantoantesdellugary regresarasupisoenPalma,yunavezallíya intentaría irhastasucasadecampo,preparadaparasobreviviraunapocalipsiszombicomoaquélque leshabíacaídoderepenteencima.

Enapenasunossegundosdioconlamejorsalida.Labocadondeestabasituadalaimprovisadatorretadelatanqueta,ahorabocaabajo,eraperfecta;elvehículohabíaquedadoelevadoapenasdospalmos,apoyadoenlasbacassuperioresyenlasahoraaplastadasametralladoras,permitiéndoledeslizarseperfectamentehastalaentradadeunaalcantarilla.NoesqueZafra fueraclaustrofóbico,peropor sumentepasabaelcomenzaraserlopronto,yaqueaquellasituación realmente loera;apenassíhabíaunos milímetros entre su espalda y el techo de la furgoneta bajo la que ahora searrastraba,yqueademássebamboleabapor laacciónde loszombis, tanto losqueestabandevorandoa su amigoenvida, como losque intentabanentrar forzando lapuertatrasera.Porsifuerapoco,asualrededor,anomásdemediometro,podíaverarrastrarselospiesdelosnumerososzombisquesehabíanacercadoenbuscadesusingularymacabracena.

Pocoapoco,arrastrándose,Zafralogróllegarhastalaredondaysuciatapadelaalcantarilla, justoenelmomentoenque losprimeroszombisentrabandentrode lafurgoneta,provocandounmomentomásquecrítico,yaqueéstacedióligeramenteasupesoehizoqueZafrasevierainmovilizado,aplastadoporelpesodelvehículo.

―Mierda de zombis, hasta sin quererlo tienen que joderme ―pensó Zafra,visiblementepreocupadoyconelsudorcayendoamaresdesucabeza,sindejardeintentarmoverlatapaqueparecíaférreamenteencajada.

Afortunadamente, los zombis se desplazaron hasta el fondo de la furgoneta, locual hizo que Zafra recuperara los centímetros que necesitaba para moverse y


maniobrarconmásfacilidadlatapa,quepocoapococomenzabaadesencajarse.Fueentonces cuando notó un ligero toque en la suela de su zapato que hizo que se lehelaralasangre;nonecesitógirarseparasaberqueunodeaquellosmalnacidosestabayadetrásintentandoatraparle.Yconfirmandolateoríadealgunoscientíficossobrelaconexióngregariade loszombis,porcasualidadoporsingular telepatía, losqueseencontraban rodeando la furgoneta comenzaron a agacharse desmañadamente y aalargarsusbrazosenunintentotorpeporatraparlo.

La situación era sin duda alarmante. Apenas habían transcurrido unosminutosdesdeque seestrellara la furgonetay ledolíaabsolutamente todo, locual tampocoayudaba.PeroZafrasabíasuperarlasadversidadesynopensabadarleselgustazoaaquellas alimañas, de modo que, sobreponiéndose y haciendo un esfuerzosobrehumano,logrósacarlapesadatapamientrasseibamoviendodeunladoaotroparaevitarelmásmínimocontactoconaquellosindeseableshambrientos.

―¡Porfin!―exclamóunavezsacólatapaporcompletomientrascomenzabaaescuchar el sonido de los disparos de sus compañeros que sin duda acudían a surescate,aunqueélnopretendíanimuchomenosquedarseahíesperandoaaquellosinfelices.

Arrastrándosepocoapoco,rezandoparanoser tocadoporningunodeaquellosmalolientes o para que la furgoneta no cayera sobre él por el peso de éstos, logrótirarseporelhuecodelaalcantarillaprecipitándoseunpardemetrosalvacío.

Afortunadamente, algo blando frenó su caída. Estaba todavía aturdido por laexperiencia y decidió descansar unosminutos, intentando situarse y determinar suplandeacción.Fueentonces,conformerecuperabasussentidos,cuandosediocuentadequeaquellosobreloquehabíacaídoeraunaenormeaglomeracióndeexcrementosyqueelolorallíabajoerainfernal.Losprimerosinstantesfueronunadelaspeoresexperiencias que recordaba; aquel olor infecto e inmundo superaba cualquier cosaquepudierahaberseimaginadojamás,ylasensacióndesuciedadqueleembargabaera superior a sus fuerzas. En apenas unos segundos, acabó vomitando todo elcontenido de su estómago, aumentando así más si cabía su malestar general anteaquelagujeronegrodondelahumanidadvertíatodasumierda.

Estabaclaro,teníaquesalirdeahícuantoantes,yatendríatiempomásdelantededescansar o de lamerse las heridas. Por suerte o por desgracia, no hacía falta quepensaramuchosobreel siguientepasoadar: sólohabíadoscaminosposibles, a laderechayalaizquierda,demodoqueescogióirporladerechayalejarseunpocodeaquellugar,intentandodarconunasalidaquenotuvieraningúnzombicerca.

Zafraperdiólanocióndeltiempo.Searrastróporaquellainmundiciasinfinalaquepocoapocoseibaacostumbrandosuolfato,temiéndoseenocasionestoparsedefrenteconalgúnzombi,osentirsupiernaatrapadaporalgunadeaquellasputrefactasmanos.


Avanzóyavanzó,hastaquefinalmentedioconunasescalerasquesubíanhacialasuperficie. Haciendo un esfuerzo supremo, comenzó a subirlas. Su idea era la dellegar hasta arriba, comprobar que no hubiera zombis y ocultarse en algún lugarduranteunashorashastarecuperarse;ledabaigualsisetratabadelportaldeunacasao un contenedor de basura vacío… cualquier sitio seríamejor que aquella pocilgaapestosaenlaqueseencontraba.

Laascensiónselehizoeterna;cadavezqueseagarrabaaunodelossalientesquehacían de escalera, le daba la sensación de que las fuerzas le iban a fallarirremisiblemente y que iba a caer de nuevo hasta el fondo de aquel lodazal deexcrementos.Perosuarraigadoinstintodesupervivenciahizoquefinalmentelograrallegarhastalomásaltoyalcanzarlatapadelaalcantarilla,quelogróquitarenestaocasiónsinmuchoesfuerzo.

Se asomó ligeramente para comprobar dónde se encontraba y si había algúnzombi cerca. Para su sorpresa, apenas había recorrido trescientos metros y seencontraba al final de las Ramblas, junto a la antigua fuente situada frente a losjardinesinferioresdelCentroCulturaldelaMisericordia.Desdedondeestabapodíaver algún que otro zombi despistado que podría esquivar sin muchas dificultadeshastadarconalgúnrefugiotemporaldonderecuperarfuerzas.

SaliódelaalcantarillajustoatiempodevercómoalfondodelasRamblas,justodesdedondehabíaestrelladolatanqueta,comenzabanaponerseenmarchatodaunaseriedevehículosquenoestabanahícuandoélhabíaabandonado laescena.Enelfondoledabaigual,suideaerasalirdeallícuantoantes.Intentóponerseenpieperonotó cómo las fuerzas le abandonaban; tenía dormidos los músculos y numerososcalambresrecorríansucuerpo.

Intentóportodoslosmediossalirdeallí,peronololograba,apenasavanzaba.Encambio, lo que eran los vehículos aquéllos parecían dispuestos a embestirle a todavelocidad. En apenas unos segundos los tenía ya frente a él y pudo verlos conclaridad: se tratabade los cochesde la unidad especial del condenado comandanteBonet.¿Quéestaríanhaciendoallí?,sepreguntófrustradoZafra.


Capítulo20

Elviaje

―Fueunasuertedarconestehombre―dijoelcomandanteBonet,dandounpardegolpesenelhombrodeZafra―.EselhéroequelogróevitarquetodalaunidaddelcomisarioMontejano fueradevorada literalmentepor esasbestias.Ledábamospormuerto,perodecaminoalcastillonos loencontramosprácticamentealbordede lamuerte;eltipodabaverdaderapena―añadiósonriendo.

―No es para tanto ―respondió Zafra con una poco disimulada falta demodestia―,aunqueciertoesquelasestabanpasandocanutascuandollegué.Lástimaquenonosadvirtieranconbengalasolinternasdelaposicióndeloszombisquenosllevamospordelanteconlafurgonetaynopudimosesquivaratiempo;dehabersidoasí,miqueridoamigoGinésahoraestaríavivoynodentrodelestómagodevariasdecenasdealimañascarroñeras.

―Estábamosmáspendientesdeintentarsalvarlaunidad―dijoMontejano,algomolestoporelcomentarioqueZafranosecansabaderepetircadavezquepodía―.Si hubieran llegado antes, seguramente tampocohabría perdido yo a tantos demishombres,pornohablardequehastaunciegohubieravistoaquelloszombisenmediodelasRamblas.

―Venga, venga… no se pongan así ―dijo el comandante Bonet, intentandoquitarhierroalasunto―.Loimportanteesqueseguimosaquídefendiendoelfuerte.Ahora será mejor que se vayan a descansar e intenten relajarse, se acercan díasrealmentecomplicados.

Losdíasfueronsucediéndosepocoapoco,conTonypasandolamayoríadelashorasencompañíadeMarc,queserecuperabaagranvelocidad,confirmandoelpronósticodeldoctorsobrelasuertequehabíatenidoconrespectoalaherida.Mateolesestuvoayudando, al igual que algunos periodistas que tampoco estaban precisamentecontentosconelatentadosufridoporMarc,yalosquetambiénhabíabastantescosasquenolescuadrabandentrodelpuzzleconformadoporaquellainvasiónzombi.

―Unonuestro,unodeellos―dijoGabiRodas,unodelosperiodistasdelDiariodeMallorca,haciendouna referenciaalgo friqui a la frasede la seriede televisiónHéroes―.LomejorseráquesiemprehayaunciviljuntoaunagenteosoldadoparaasegurarnosdequeMarcnovuelvaasufrirningúnotroatentado.

Tonyfueindagandotodocuantopudo,acudiendoaalgunasreunionesnocturnasllevadasacaboporlosperiodistasenunadelassalasdelcastillo,reunionesalasquenoacudíannirepresentantesmilitaresnidelasfuerzasdelorden.

―Es más que nada una medida de castigo por toda una serie de cosas quesucedieronhacemeses,alprincipiodelaplaga―dijoLaura,unajovenperiodistade


laseccióndeculturadeÚltimaHora―.Seguramente,siquieren,debendetenermilformasdeescucharnosconmicrófonosoescuchas,perodaigual,quehaganloquequieran.

TodoscoincidíanenqueMarcdebíadesaber,oestarendisposicióndesaber,algoquesindudanoeramuydelagradodelpodermilitar,yfrutodeello,habíandecididoquitarlodeenmediocomoacostumbrabanahacerdesdeelcambiosocialque tuvolugartraslaprimeraepidemiazombi.

―Estáclaroquealgunosdeellosnosocultanalgo,lodetuamigoesunejemplodeello―dijoMónicaBestarddurantelareuniónconvocadaaquellanoche.

―Mañanayaestarárecuperadocasideltodoypodremosintentarquenosecheuncable con todo esto―dijo Tony―, aunque me da la sensación de que aquí pocopodremosdescubrirytendremosquehacerunnuevoviajecito.

―Puesestarálaislacomoparadarseunviajecitoporella―dijosarcásticamenteJordiJiménez.

―Aestasalturas,seguramentetodoslospuebloshabráncaído―apuntóLaura―,mientras que la población civil atrincherada en sus casas irá cayendo poco a pocofrutodelacadavezmásalarmanteescasezdealimentos,lasenfermedades,eltedioyelestrésacumulado,lastransformacionesfrutodeingerirelaguaenmalestado…yquiénsabecuántascosasmás.

―Aestepaso,prontosóloquedaremosnosotros―dijoIndalecioRibellesdeElDíadelMundo.

―MañanamismohablaréconMarcparaprepararelviajeysalirdeaquícuantoantes―dijoTony―.Noquieromássorpresas,yhedeconfesarqueestoybastantemosqueado con este estado semifascista instauradodesde la primera invasiónZdecomún acuerdo entre la sociedad civil y la militar, con la aquiescencia del poderclericalenalza.

―Y de las grandes empresas, que por fin se quitaron las máscaras ―añadióMónicaBestard.

―Desdeluego,dentrodelasfuerzasdeseguridad,haytiposqueparecendefiar―dijoGabrielForteza,delaCadenaSer―,comoeltalMontejano,peronomefíounpelodelcomandanteBonet,essiempretancomplacientecontodoelmundoquehacequeparezcaqueestésiempreocultandoalgo.

―¿Ynohabéisdescubiertonadadurantetodoestetiempo?―dijoTony.―No mucho, siempre han sido de lo más reservado ―respondió Mónica

Bestard―. Los de la Cope fueron los primeros en llegar y los que tuvieron losmayoresroces.

―Sí,escierto―respondióMarianaDíazdeÚltimaHora―.Delmismomodoenque nosotros teníamos nuestras reuniones, los mandos militares de las islasrefugiadosenelcastillohacíanlopropio,peroenningúnmomentonosrespondieron


ninosexplicaronnadaconrespectoaloquesucedía.―Estáclaroquesabenporquénohallegadolaayuda―añadióÁngelOliveros

deOndaCero―,perocallancomoputas,yfrutodeellollegaronlosprimerosrocesquefuerondesembocandoenlasituaciónactual,enlaquemedalasensacióndequecualquierdíaamaneceremostodosconuntiroenlacabeza.

―Creo que de eso nos salva el hecho de que esté con nosotros el grupo deagentesdeMontejano―dijoIndalecioRibelles―.Denoserporellos,estoysegurodequenohabríantenidoningúnproblemaniexcusaparaacabarconnosotrosporlasbuenaso,simplemente,echarnosalacalle.

―Fueunaverdaderasuertequelosprimerosdenosotrosenllegarlohiciéramosencompañíade launidadpolicialdelcomisarioMontejano―dijoFerránMartínezdelaCadenaCope.

―Sí,noseatrevieronaimpedirnoselpasoy,apartirdeahí,sefueronsumandoalgunos más, hasta completar la situación actual con algunos pocos políticos,periodistas,policías,militaresyalgúnqueotrocivilperdidoqueacabóllegandohastaaquísinserdevoradoporpuromilagro―apuntóGabiRodasdeDiariodeMallorca.

―Sin olvidar a los religiosos ―añadió Mónica Bestard―, que apenas sí serelacionanconelrestodenosotrosypermanecenaisladosporpropiavoluntadenunala aparte de la fortaleza, haciendo suvida e intentandohacer todo el proselitismoposiblesiemprequepueden,informándonosacercadequelahumanidadnodeberíadeponerpegasalosdesigniosdelCreadorintentandoevitardenuevolallegadadelApocalipsiscomoyasehizoconelprimero.

―Enocasionesmepreguntosirealmentesemereceelplanetaaunosmoradorescomonosotros―suspiróJordiJiménez,quienyasehabíaolvidadodelossectariosyreligiososquehabitabanelcastillo.

Al acabar la reunión, y antes de dirigirse a la habitación de la zona de enfermeríadondeestabaubicadoMarc,Tonypaseóduranteunrato,comoteníaporcostumbre,porencimadelamuralla.Estabafrancamentepreocupadoporquefueracomenzabaahaberdemasiadoszombis,confirmandolateoríadeMarcdequeaqueltipopegandotiros desde la torre de homenaje no hacía sino atraer más y más a los muertosvivientes,yqueporcadaunoquematabaseguramenteatraíaadiezmás.NosabíacómolohacíaperoelcondenadoMarcsolíaacertarsiempreconsusteorías.Estabademasiadocansadocomoparairapedirlealtipoquedejaradedisparar.Porlahoraqueera,prontocesaríaélpormotupropio,odelocontrarionadiepodríadormirenaquellugar.

Trascaminarunrato,TonyllegóhastalahabitacióndeMarc.―Hola,Tony―dijoMarcalverentrarasuamigo―.Nohacefaltaquetequedes

connosotros,hoyestádeguardiaZafrayseguroqueélsabráprotegermedecualquierdesaprensivoquequieralibraralmundodemiintelectoantesdetiempo.


―Sinoteimportamequedaré―dijoalgorecelosoTony―.Noesquedesconfíedenadieenparticular,peroigualmentenomefíodenadieenconcreto.

―Estábien,asípodrécomentarteunpardecosasquemehanestadoviniendoalamenteestosdías…

―Ya,temíaquetardeotempranoacabaríamosteniendoestaconversación―dijoTonycontonosarcástico―.Intuyoquenuestrasvacacionesaquíhantocadoasufin,¿verdad?

―¡Meleeselpensamiento!―Estoymásbienacostumbradoaquemismomentosdeasuetoacabenporculpa

detusinquietudescientíficasytusganasdecuriosearenbuscaderespuestas―dijoTony―,aunqueestavezcasitecondujeranmásalládedondeyotepudieraseguir.

»Previendo este momento, te informo de que hace ya unos días que hemospreparadoelviajeyplanificadolamarcha.

―¿Ycuáleseldestinofinaldelaexpedición?―preguntóporsimplecuriosidadMarc.

―Creo que hay que ir hasta donde está el meollo de la cuestión―respondióTonyrápidamente―.Lohemosestadohablandoy…

―¿Hemos…?―preguntóextrañadoMarc.―Sí,yoyalgunosperiodistas,losúnicosqueparecendefiarenestesitio.Yate

comentaré,peronomeinterrumpasmásonoacabaremosnunca.Elcasoesquedesdeque losperiodistas llegaronaquí,hanestadodetectandonumerosascomunicacionesendistintas frecuencias desde la zonade laSerra deTramontana,más en concretodesdelabasemilitarsituadaenlamontañamásaltadelaislaamilcuatrocientosypicometrosdealtura,enelPuigMajor.Hanestadoinvestigandoenlamedidadeloposibleyparecequeallípudierahaberunaestaciónconcapacidadparacomunicarseconelexterior.

―Uhm…porloquedices,ahípudieraestarlaclavedetodoestoyellugardondeencontrar respuesta a todas las preguntas que nos hemos estado formulando desdehacesemanas―dijoMarc,reflexionandoaltiemposobrelopeligrosodelasunto―.Lacuestiónessaberquéhacerunavezestemosallí,porquesinosencontramosconmilitares, seguramentenoestaránmuypor la labordeayudarnos,másbien todo locontrario. Si nos han dejado tirados de la mano de Dios no cre que sea con laintencióndeayudarnosahora.

―Lo suyo sería comprobar in situ si realmente existe algún modo decomunicarnos con el exterior e informar de nuestra situación ―dijo Tony―.Supongoqueparaellonospodránayudarlosperiodistas,quesabránmejorquenadieenmanosdequiéndejardichainformación.

―Estábien.¿Paracuándotienesprevistalasalida?―Si ya te encuentras bien, podríamos salir pasado mañana al amanecer


―respondió Tony―.Han preparado una especie de vehículo blindado que, por loquehepodidover,esunamalabestiaquepuedellevarsepordelantecualquiercosaqueselepongadepormedio.Gastaunabarbaridaddecombustible,peroladistanciahastanuestroobjetivonoesmucha,calculoqueunostreintakilómetros.

―¿Ycuáleselplan?―dijoMarc―.Segúnmiscuentas,yahemosagotadotodanuestrabuenasuerteconelviajehastaelcastillo.Aunquenoseamosconscientesdeello,tuvimosmucha,muchasuerte.EsalgoenloqueheestadopensandoestosdíasenbasealoquenosenseñaronenEstadosUnidosyaloquenodiimportanciaensumomento,cuandosalimosdemicasa:meterteenmediodeunaciudadinfectadaporzombisesunsuicidio.

―Amímelovasacontarquelohehechoyaendosocasiones.―Másamifavor―dijoMarc―.Nolastengotodasconmigo, talvezlomejor

seríaesperarcómodamenteaquenosrescataran…―Uhm…creoqueesedisparo teha afectadomásde loquecreía―dijoTony

convozpreocupada.―¿Aquéterefieres?―preguntóalgomolestoMarc.―Esoes lodemenos ahora, la cuestión esquedemomento tehanhechomás

dañolosvivosquelosnomuertos,yquemientrasestésaquíestarásenpeligro;tardeo temprano encontrarán la forma de acabar con la amenaza que al parecerrepresentas.

»Porotrolado,estoycomenzandoapensarquelaseguridaddeestelugarseverácomprometidaenbreve,aunquenoséhastaquépunto.Metemoquetantodisparohaacabadoporllamarlaatencióndenuestrosamigosyquenotardaremosensaberdeellos.

―¿Aquéterefieres?―¿Nolosoyes?Siprestasunpocodeatención, lograrásescucharlos.Estánahí

fuera,caminandopocoapocohaciaaquí,atraídosporeseestúpidoprepotentequenodeja de disparar desde la torre de homenaje con la aquiescencia de sus amigos ysuperiores. El murmullo provocado por la vanguardia de los que vienen ya esperceptible siprestas atención; enunoodosdías estaránaquíy el lugar estará tanrodeadoqueseráimposiblesalir.

―Bueno,quevengan.Nocreoquepuedanentrar, ydesde aquí será sencillo irmatándolos―apuntóMarc,conciertomiedoalarespuestadeTony.

―Tanbuencientíficoytanmalmatemáticocuandoteinteresa…¿Cuántasbalaspuedehaberaquídentro,enlafortaleza?¿Mil,diezmil,cienmil…?Aestasalturasellos ya deben de ser cientos de miles, de modo que calcula las balas que senecesitarían,yesosinfallarunsolodisparo.Ellosaúnno losaben,peroelcastilloestáyaperdido;esmejorquenosvayamosalamayorbrevedad,antesdequesiganmalgastandobalasennosotros.


Aldíasiguiente,Tonysiguiópreparandolaespeciedetodoterrenoenelquehabíandeviajar.Eraunvehículoreforzadoybienequipado,contodolonecesarioparaunviajedeaquellascaracterísticasque,encircunstanciasnormales,debíallevarapenasunashoras.

―Chicos,parecequeosvayáisalCongo―dijoZafra,riéndosealverloscargartodotipodesuministrosenelvehículo.

―Ojalá.CreoquetendríamosmásposibilidadesdellegaranuestrodestinoyendoalCongosinzombisqueactualmentealPuigMajor.

―¿Todo bien, señores? ―preguntó el comandante Bonet, acercándose hastaellos.

―Ningúnproblema,el amigoZafraqueestabadebroma―dijoTonymientrasseguíacargando.

―Eso está bien.Conviene que se vayan familiarizando entre ustedes―dijo elcomandanteBonet―,yaqueZafralesacompañaráenelviaje.

―P-pero…esonoesloquehabíamoshablado―dijoMarc.―¿Algúnproblema?―dijoelcomandanteBonetante laperplejidaddelpropio

Zafra, quienobviamentenohabía sido informadode lanoticia―.Almargende laayuda que pueda prestarles un héroe como Zafra, sin duda, si van a tener quecontactarenlabasedelPuigMajorconagentesdelordenomilitares,lesirábiensupresencia. Por no hablar de que van a llevarse material gubernamental que lescedemos,ynonosengañemos,sabemosperfectamentelasprobabilidadesqueexistendequelodevuelvanenperfectascondiciones…yningunodeustedesesnisiquieraun funcionariodelEstado.Demodoqueno sehablemás; se pueden llevar loquequieran, pero eso incluye al señorZafra, quien, no les engaño, nos informará a suregresodetodocuantosuceda.

»Ah, señor Zafra, si no le importa, acompáñeme a esa cosa que tengo pordespacho,tenemosunpardeasuntosdequehablarantesdequeparta.

MarcyTonyno se lo acababande creer.Cualquier ayudaerabienvenida,perodesdeluegonolesapetecíaenunviajedeaquellascaracterísticascontarconalguienaquiencasinoconocían.

―Sigue cargando, Marc, yo tengo algunas cosas que hablar con el comisarioMontejano.

Alfinal,nadapudieronhacerparaevitareltenerqueiniciarelviajeacompañadosdeaquellacarabina,nisiquieraelcomisarioMontejanopudo.

Aquellamismanoche,Tonyseasomódenuevoalasmurallas.―Si seguimos así, no sé si podremos salir. Fíjate, cada vez hay más zombis

deambulandoporahífuera―ledijoaMarc,quemirabaperplejolazonadelbosque.―Espeordeloquemehabíasdicho;elbosquesehaconvertidoenunatrampa


mortal ―comentó Marc―. Ellos no podrán entrar, pero no sé si alguno de lospresentes podrá salir en breve…No sé, tienemuymala pinta, y eso que en plenaoscuridadnopuedoverlosmuybien.

―Mañanapartiremosaprimerahora,antesdequelascosassecompliquenmás.Almenoselfrancotiradorhadejadodedisparar―apuntóTony.

―Los francotiradores, enplural―puntualizóMarc―.Demomentoparecequenuestroamigotampocoseanimaadispararmeamí.

Afortunadamente,noeramuytardecuandosefueronadormir,yaquefinalmentetendríanquemadrugarmuchomásdeloqueteníanprevisto.


Capítulo21

Lamasasemueve

Debían de ser alrededor de las seis de la mañana y todavía no había amanecidocuandocomenzaronaescucharsedisparosportodalafortaleza.

―¿Qué demonios sucede? ―dijo Tony, levantándose raudo de la cama yrecogiendo la semiautomática que tenía bajo ella, dispuesta para cualquieremergencia.

Abrió la puerta de la habitación mientras Marc todavía se desperezaba ycontempló el panorama. Había soldados y policías corriendo por el patio y lospasillos como patos descabezados, sin ningún orden ni concierto, lo cual no hacíapresagiarnadabueno.

Subióamediovestirhastalaterrazasuperiordelcastillo,confirmandosuspeoressospechas:loszombisestabandentrodeledificio.

¿Cómolohabíanhecho?Laverdadesquedabaigualenaquellosmomentos,loimportanteeraintentarpensarconcalmaynoperderlosnerviosparapodertomarlasdecisiones correctas. Personalmente, Tony siempre había sospechado que aquelloacabaríaasí,aunquenuncapensóquefueraaserdeunaformatanprecipitada.

―ParecequeunavezmásElDoradoserompeenmilpedazos―dijoMarcasusespaldas mientras se vestía, como adivinando los pensamientos de su amigo―.Demasiadosegosysectoresjuntosenunmismocorralyenpocoespacio…¿Cómohapodidopasaralgoasí?

―Comienzoatenerunavagaidea―dijoTony,intentandohacerseunmapadelasituación,observandoaloszombis,ymirandodevezencuandoasualrededorparacomprobar simplemente que no hubiera ninguno cerca―. Fíjate allí abajo, en elpuentelevadizosobreelpuentedepiedraqueconducealamurallaexteriorsalvandoelprimerodelosfosos…

Marchizoun esfuerzopor ver algo enmediode aquel caosy finalmentepudoobservar a qué se referíaTony.Allá abajo, iluminados por la luz de algunos focossituadossobrelabarbacanadepiedraquedabaaccesoalamurallaexterior,estabanlos cuerpos sin vida de lo que sin duda eran varios sacerdotes. Estaban siendodevorados por un buen número de zombis arrodillados a su alrededor, rebuscandounosenelestómagodelosfallecidos,ymordiendootroslascabezasseccionadasyadel cuerpo, en un intento por hacerse con el preciado manjar que representaba elcerebro.

―Ésosyanosevolveránalevantar―dijoTony.―¿C-crees que fueron ellos los que abrieron la puerta de la barbacana?

―preguntóMarc.―Seguramente. Desde siempre, gran parte del clero ha contemplado a esas


bestiasmáscomoángelesquecomodemonios,viendoentodosnosotrosaanimalesimpíosque retrasaban la llegadadelApocalipsis con el usoblasfemode la ciencia―respondió Tony―. Están locos. En realidad no se diferencian mucho de lossuicidas islámicos a los que tanto critican; a ellos les esperan un buenmontón devírgenesenelmásalláyaésoselcielooelParaíso,dejandoalalibreinterpretacióndecadaunoloqueseentiendeporeso.

»Elcasoesquesehanadelantadoalgoaloqueyohabíacalculado,creíaqueloszombisnollegaríananuestraspuertashastadentrodecuatroocincodías.

―Eralógico.Éramoscomolasangrefrescaflotandoenelmarparalostiburones,losatraíamoscomounimán.Enplenoactodeinconscienciaestabaellocodelatorredisparandoadiarioy losfocosnocturnos iluminandoelcastilloparadarunairedeesperanza a la población civil que los viera desde la ciudad.No sólo era un gastoinútilparalosgeneradoresdelcastillo,sinoqueeraunallamadairresistibleparaloszombis.

―Bueno, lógico o no, el caso es que están aquí. Acaba de vestirte y bajemoshastaelsótanodondeestáaparcadoeltrastoesequenoshadeconducirhastalabasemilitar del PuigMajor, si es que no se hanmatado para cuando lleguemos―dijoTony.

Lasituaciónenelcastilloeradecaosabsoluto.Comocadanoche,habíanumerososcentinelas patrullando por las murallas desde que se ponía el sol hasta que salía,haciendousodesuslentesdevisiónnocturna.Eraunapuramisiónderutina,yaqueloszombisnosabíanescalaryelcastilloestabarodeadopordosfososprofundos.

Detodasformas,losvigilantesobservabanconpreocupacióncómoalolargodelas últimas horas el número de zombis se había ido multiplicando de formaexagerada. Eran conscientes desde hacía días de que los bosques que rodeaban alcastillo se habían infectadode aquellos pestilentes seres, pero en general los veíandeambularsinrumbofijo,ytantosubíancomobajabanlamontaña.Alolargodelasúltimashorasparecíanhaberfijadoundestinoensumente:elcastillo.

Demodoque,conformetranscurríalanoche,loszombissehabíanidoagolpandoalrededor del primer foso, circunvalando en ocasiones el camino que lo rodeaba yllegandoacaerdentroenotras.

Algunos de los soldados, ante aquella afluencia masiva de muertos vivientes,habíandudadosidespertaralcomandanteBonetparaalertarlede lasituación,peroantelaproximidaddelamanecerylaaparentementenulaamenazaquerepresentabanloszombisfrenteaaquellassólidasmurallas,decidieroncallaryesperar.

Algunos de ellos contemplaron incluso al grupo de curas que se acercaba acuriosearalazonadelabarbacana,comosinohubieranvistonuncaaunzombidecerca.


Horasantes

ElpadreDíazLuqueteníabienclaroenmenteloqueteníaquehacer.Estabacansadodevercómosuscongéneresnegabanconlacabezalosdictadosdelalma,intentandoretrasarlallegadadelApocalipsis.Claroquenoleextrañaba;contantoimpíosuelto,eranormalquenoquisieranver juzgadassusalmasyconducidasdirectamentea ladiestradelpropioBelcebú.

Nolecabíalamenordudadequemuchoseranlosfalsosconversosllegadosalafe tras la primera de las plagas, resultando ahora complicado el distinguir a loscreyentes verdaderos de los frugales oportunistas. Por mucho que lo disimularan,podríanengañara losmortales,podríanengañarse inclusoasímismos,peroloqueno lograrían nunca era engañar al Señor. Él daría buena cuenta de todos aquellosimpostores,juzgándolesconmanoduraypuñodehierro,yseacordaríadequienes,comoél,estabandispuestosasacrificarlacarneporelespíritu,delmismomodoenque lo hiciera Jesucristo, el primero de los caminantes en levantarse de entre losmuertoshacíaahorapocomásdedosmilaños.

Andabasumidoenestospensamientos,sonriendoalacordarsedeElCódigoDaVinciydelherejedesuautor,DanBrown,escondidoahorasindudabajo lacama,rogandoalSeñorpor todas sus faltas―pobredesgraciado, sindudapoco sepodíaimaginarqueelfinestabatancerca―.Seguramentehabíansidolossacrílegoscomoél los que habían acabando provocando la ira del Señor e incluso la aparentesuspensióndeunposiblesegundoadvenimiento.Muchoseranlosque,alolargodelasúltimasdécadas,habíancambiadoelmensajedelSeñor, transformándoloenunser bondadoso y piadoso, negando incluso la existencia del Limbo o del Infierno,peroélestabaconvencidodequeaquelloúltimoeraloquelesesperabaatodaaquellapartidadeborregosmaterialistasqueplagabanelplanetaenlostiemposquecorrían.SehabíadejadodeladoalDiosvengativo,alDiosqueconmanodehierroimpulsabaalossuyos,edulcorandoelojoporojo,dientepordiente,eliminandoalosángelesvengativosytantasotrascosasalasquesereferíanlasSagradasEscrituras.

ElcasoesqueloquehabíallegadoeraelApocalipsis,talcualestabaescritoenlaBiblia,talcualélselohabíaimaginadoensusmejoressueños…ocasi.Parecíaquela humanidad se resistía patéticamente a su inevitable destino, se aferraba hasta elfinal a su materialismo existencial, en un intento por seguir contraviniendo lavoluntadcelestial.

Sodoma y Gomorra eran centros cristianos ejemplares comparados con lasociedadgeneral en laquevivían, alejadade los idealesde la fe, de la solidaridadcristiana que se había quedado en asistir a los menos válidos y en socorrer asubnormalesmaterialistas, envezdeayudara losque,porejemplo, eldestinoo lamalafortunahabíagolpeadoaleatoriamente.


Leacompañabandosdesusmásfielesdiscípulos;setratabadellevaracabounamisióndealtoriesgoynoconveníaquenadasalieramalniquehubieraningúntipodefiltración.DentrodelosrepresentantesdelaIglesiaqueestabanjuntoaellosenelcastillohabíamuchosquenocomulgabanconsusideasynoestaríanconformesconladecisiónquehabíantomado.Habríamuertos,sí,peronoeraculpasuyaelqueleshubierallegadoeldía;eraincreíbleelapegoqueleteníanlossuyosalacarneyaeseesperpentodevidaqueexperimentabaneneseplanoterrenal.

Habíaleídoinclusoalgunoslibrosenlosquesedabancasossimilaresalsuyo,yenlosqueelSeñorleshabíaenviadoalgúntipodeseñalescondidaparallevaracabolamisión, pero en este caso no hacía falta señal alguna, elmundo entero se habíaconvertidoenunaseñal,enunfarodelavoluntaddelSeñor.

Se decía que África estaba llena de intrépidos misioneros incluso en aquellasépocasdemuerteymiseriaabsolutaparaelcontinentenegro,religiososencargadosdeacercarseenlamedidadeloposibleaaquellosnuevosseresqueahorapoblabanjuntoa loshumanos la tierra,misionerosquepretendían intentarcomunicarse―envano, todofueradichodepaso―conaquellosángelesvengadoresqueestabanporencimadelbienydelmalyqueúnicamenteestabanahíparaconducirlavoluntadylapalabradelSeñor.

ElpadreToloyelhermanoGuillemerandesumásabsolutaconfianza,yaellossehabíaencomendandoparaqueleayudaranenaquellamisión,sabedordequepodíacontar con su completa lealtad. El plan era bien sencillo: abrir las puertas de lafortaleza y permitir la entrada a los ángeles caídos para que pudieran realizar sutrabajosininterferenciaalguna.

Por suerte para ellos, nadie podía sospechar ni por asomo lo que estabanmaquinando,odelocontrarionohabríanpodidorecorrerelcomplejoconlafacilidadconlaquelohicieron.Selimitaronasaludarcordialmentecadavezquesecruzabanconalgúnsoldadoopolicía,siguiendoconsucaminohacialapuertadeentrada.

Unavezllegaron,pudieroncomprobarsorprendidoscómoyahabíaallíunnutridogrupo de zombis, alargando los brazos e intentando atravesar el sólido y macizorastrillodehierroforjadoposiblementecientosdeañosatrás.Sinduda,fuerteeralavoluntad del Señor en aquellos días y éste se había avenido a ayudarles en todocuantofueranecesario.

―Míralos,pobresdesgraciados―dijounode losdosmilitares apostados en lapuerta, observando la escena a una prudencial distancia de los brazos de loszombis―.Puedenseguirintentandoecharabajolapuerta,quetienenparalarg…

ElpadreTolohabíaagarradofirmementeconlasdosmanoslaporraquellevaba,yhabíagolpeadoconfuerzaconellalacabezadelsoldado,quecayóinconscientealsuelo. Para cuando su compañero quiso reaccionar, el hermano Guillem ya habíahecholopropio,dejándoletambiéninconsciente.


―Vamos, conviene que nos demos prisa―dijo el padre Díaz, entrando en labarbacana―,podríandescubrirnosencualquiermomento.

Inclusoentrelostrestardaronunpardeminutoslargosenizarelrastrillo,tareaen la que hubieran invertidomenos tiempo de haber sabido que existía un controleléctricoquedesdehacíaañosllevabaacabotalfunción.

Inicialmente, los zombis situados al otro lado del rastrillo se apartaronligeramente al notar cómo éste iba subiendo, aunque posteriormente comenzaron aagolparseconfrenesíalnotar lacercaníade lacarnefrescay laposibilidadrealdelograr atraparla. El padre Díaz contaba con abrir aquella puerta, dejarles entrar y,posteriormente, conducirles hasta el siguiente puente levadizo, que salvaba elsegundofosoydabaalpatiointeriordelrecinto.

Perocomosiempre,tengasaDiosdetuparteono,losplanesnuncasalencomoestánprevistos.Loprimerocon loquenocontabaeracon la feciegadelhermanoGuillem en el Señor y en sus enviados, que hizo que éste, en vez de comenzar acorrer como estaba previsto, se detuviera a contemplar más de cerca a aquellacriaturasparaélcelestiales.

El padreDíaz no daba crédito ante tanta estupidez.Una cosa era que aquellosseres fueran enviados de Dios y otra que por ver una sotana se olvidaran de susinstintos primarios, fruto éstos sin duda del hecho de provenir de una dimensióndistintaalasuya,puraylimpiadepecado,corrupciónyabandono.DemodoqueelhermanoGuillemnotardóennotarcómoseisparesdebrazoscomenzabanatocarsucuerpo,desgarrándoloydesmembrándolosinquealcanzaraasabermuybienloqueleestabasucediendo.

Loszombis,pocoapoco,fueronentrandoyalgunosdeellosdieroncuentadelosdos soldados inconscientes, que afortunadamente fueron devorados vivos sindespertardelsueñodelosjustosnisufrirdoloralguno.

Lo segundo con lo que no había contado el padre Díaz fue con la inusitadavelocidad de los zombis de nueva generación, de la que no había oído hablar enningúnmomento.Mientrasseencaminabaconfiadohacia lasegundapuerta,aunoscienmetros dedistancia, para asegurarse deque ésta permanecía abierta, pudovercómoporlapuertaentrabaunzombiconunavelocidadsorprendenteparaél.

―¿Q-quédemonioseseso?―blasfemómientrasacelerabaelpaso.El padreTolo, que iba junto a él, se detuvo al no acabar de creerse la escena.

Dudó durante unos instantes preciosos que hicieron que aquel zombi le atrapara amedio camino de la segunda puerta. Éste comenzó con el despiece habitual entretremendos alaridos de dolor del monje, que retumbaron en la, hasta el momento,silenciosanoche.

ElpadreDíazcontinuócorriendo,aunquesegiróunmomentoparacomprobarloque sucedía y ver cómo su congénere de hábitos era destrozado por aquella mala


bestia, haciendo incluso que durante unos breves instantes su fe se quebrantaraligeramenteantetanatrozescena.Fueentoncescuando,sinmiraralsuelonialfrente,tropezóycayó,contanmalafortunaquefueadarconelbordedelbajomuretequerodeabaelfosointerior,cayendohastaelfondodelmismo.

Pero los gritos del padre Tolo no sólo llamaron la atención del padreDíaz; elgrupo de cuatro soldados que se encontraba en el patio del castillo y los tres quepatrullabanlamurallatambiénlosescucharonycorrierondeinmediatoacomprobarqué sucedía, encontrándose ante ellos con la que sin duda era la peor de suspesadillas: los zombis habían roto el perímetro defensivo y ahora estaban frente aellos.

―¡Toquen alarma! ―dijo uno de los soldados sobre la muralla mientrascomenzabaadispararaloszombisqueestabanentrandoporlabarbacana.

Porsuparte,dosdelossoldadosdelgruposituadoarasdetierrahacíanlopropioydisparabansobreloszombisqueselesaproximabanpocoapoco,mientraslosotrosdosretrocedíanligeramenteparacomprobarsierancapacesdehacerbajarelrastrilloycerrarelportón.

―¡Creorecordarcómosehace!―dijounodeellosmientrasechabaunvistazoatodocuantolerodeaba―.Venid,noosquedéisahífuera.

Rápidamente, los cuatro se situaron en el interior del castillo y comenzaron aseguirlasinstruccionesdesucompañero.

―Aquella rueda, comenzad a moverla en sentido de las agujas del reloj.Lograremos bajar el rastrillo, luego ya nos ocuparemos del puto portón demaderaquedebedepesarunatonelada.

Poco apoco, el rastrillo fuebajandomientras los zombis se acercabanhasta lapuerta. Aquélla era la última defensa que les quedaba, si lograban penetrarla todoestaríaperdidoirremisiblemente.

Cuandoelprimerodeloszombisestabaapuntodetraspasarelumbral,elrastrillole cayó encima dejándolo hecho verdadera fosfatina, aplastado por su peso ymachacadoporlasgruesaspúasdelareja.

―Menudaporquería―dijounodelossoldados,girandolacabezadelascoqueleprovocabalaimagen.

―Sí,laverdadesquesemeocurrenpocasescenaspeoresquenoincluyanamicuerpo siendo devorado por esas malas bestias ―contestó su compañero―, perograciasaellohemosganadobastantetiempo.

Y diciendo esto, disparó un par de balas en la cabeza del zombi que, inclusoreventado y atrapado como estaba por la reja, continuabamoviéndose con frenesí.Tuvo que contenerse, ya que a punto estuvo de vaciarle el cargador entero, perorecapacitóa tiempoydecidiónomalgastarmásbalasde lasnecesarias,puestoquenuncasesabíacuándolasibaapodernecesitar.


Apenas unos segundosmás tarde, un segundo zombi llegaba hasta el rastrillo,seguidodeuntercero,uncuarto…

―¡Vamos,cerremoslapuerta!―dijounodelossoldados―.Nonoslajuguemosyasegurémonosdequeesosbichosnonosmolestaránduranteunbuentiempo.

Entre los cuatro comenzaron a empujar la puerta hasta que ésta quedócompletamentecerrada, impidiendo,ahora sí,de formadefinitiva, laentradade loszombisalrecintointerior.

Enapenasunosminutos comenzarona salir soldadospordoquier,yendodeunsitio para otro sin ningún tipo de orden, desorientados por el caos organizado ydesconcertados al ver, una vez subían hasta el adarve de la parte superior de lamuralla,aloszombiscaminarenlazonaposterioralprimerfoso,sintenermuyclarocómohabíanaccedidohastaalláysihabíaotrosenelinteriordelafortalezamisma.


Capítulo22

Tourporlaisla

MarcyTonydescendieronporlasescalerasqueconducíanalossótanos,habilitadostraslaprimeraplagaZ,enelsegundodeloscualessesuponíaqueestabaaparcadosutodoterreno.Losascensoresnoeranprecisamentedefiar,porloqueoptaronporbajarpor aquellas estrechas escaleras de caracol hechas en piedra, lo cual tampocoresultabaprecisamentealentador,sobretodoporqueenlaoscuridaddabalasensacióndequeencualquiermomentoapareceríaalgúnmonstruodispuestoadevorarles.

Cuando finalmente llegaron hasta el aparcamiento donde estaba el vehículo, elcompleto silencio que reinaba en el lugar les hizo sentirse algo intranquilos. Ahíabajonosepodíaescucharelcontinuotiroteopredominanteenlasuperficieydabalasensacióndequedetrásdecualquieradelosvehículospodríasaliralgúnengendrodeaquéllos, sobre todo porque aunque había zonas del amplio parking que estabanbastantebieniluminadas,otras,comolascercanasalvehículoqueteníanquetomar,estabancasienpenumbra,yaquehabíaalgunosfocosquecomenzabanafallar.

Ningunodelosdosdijoniunapalabra;caminaronpocoapocohastaelvehículomirandodereojoentrelosotroscoches,furgonetaspolicialesymotos,intentandoversi algo semovíaentre ellos.Todoparecía estarbajocontrol, aunqueprefirieronnoconfiarseyacabardecargarlascuatrocosasquequedabanalamayorbrevedad.

Fueentoncescuandoescucharonunruidoqueproveníadedetrásdeunode loscoches.

―Yameextrañabaamíquenosfuéramosdeaquísintenerquevérnoslasconunbichodeésos―dijoTony,algohastiadodesumalasuerte.

―Esto parece digno de una película de bajo presupuesto americana―añadióMarc,echandomanodelapistolaquellevaba.

Pocoapoco,lentamente,elruidodepasosseibaaproximando,yanohabíadudadequeelloseranelobjetivo.Además,porloquenotaron,habíadosotresdeaquellosseresaproximándose.

―Lomejor seráquedisparemoscon todo loque tenemosnadamás asomen lajodidacabeza―dijoTony.

LossegundosibanpasandoymientrastantoaMarcledabalasensacióndequedetrásdeellosescuchabatambiénalgúnruidoalgolejano,aunquepreferíaatribuirloasuimaginación,yaquesegiródosvecesrápidamenteynologróvernada.

Porfin,elprimerodeaquelloszombisasomólacabezadesdedetrásdeunadelasfurgonetasmilitares,iniciándoseuntiroteoadiscreciónsobresucabezaquehizoqueenpocossegundosnoquedaranadadeésta.

Trasunosinstantes,cuandoelestruendodelaspistolascesóinundandoel lugardehumoyolorapólvora,comenzaronapreguntarsedóndeestabaelsegundodelos


zombis.Con losoídosalgo taponadosporel sonidode losdisparos, comenzaronaescuchar un sonido desde debajo de unos coches, que poco a poco fueronrelacionandocongritos.

―¡¡Malnacidos, cabrones, asesinos!! ―decía una voz que les resultabafamiliar―.¿Peroquédemonioshabéishecho?

Tony yMarc acabaron reconociendo la voz. Se trataba de Zafra, visiblementealterado,quenodejabadegritardesdedebajodeunodeloscoches.

―¿E-estásbien?―preguntóMarcdeformatímidaantelos improperiosquenodejabadeproferirZafra.

―¿B-bien?Perosicasimecoséisabalazos.―Hombre, podrías darnos las gracias por haberte librado del zombi que tenías

casiallado―replicóTonycontonomolesto.―¿Pero de qué zombi estáis hablando?―dijo entre gritos Zafra―.Os habéis

cargadoalpobreLucas,lehabéisreventadolacabezainmisericordemente.―¿N-noeraunzombi?―preguntóMarcsinacabardecreérselo.―¡¿Pero de qué hablas, tarado?! ―gritó Zafra―. Te has cargado a mi

compañero,queveníaacompañándomeparaayudarnosporsinecesitábamosalgo.―Puesno,creoqueno,nonecesitamosnada―añadióMarc,mirandodereojola

carniceríaquehabíanllevadoacaboconeltalLucasysintiéndoserealmentemal―,perograciasdetodasformas.

―Lamentamos mucho lo de tu amigo, pero nosotros nos vamos―dijo Tony,intentandoresultarasépticoyevitartenerproblemasconloqueacababandehacer.

―Que seáis culpables de asesinato o de ineptitud no es cuestión queme ataña―dijoZafrabastantemáscalmado―,peroniseosocurradejarmeeneste infiernocondenadoyperdidodelamanodeDios.Deseguirestoasí,alamanecernoquedaránicristoconcabezaenelcastillo,ylasúltimasórdenesqueescuchéibanendirecciónaqueosteníaqueacompañarenelviajecitodemarras…Demodoquemejorirdecabezaalinfiernoquequedarseavivirenél.

―Y éste es el valiente―murmuró algo asqueado Tony por la compañía queacababadeapuntarsealviaje.

Estaban a punto de subir los tres al coche cuandoMarc reparó de nuevo en elsonido que provenía de detrás de ellos y que, por desgracia, no era fruto de suimaginación.

―Estavezsí,yaestánaquí―dijoMarcgirándose.A punto estuvo de comenzar a vaciar un segundo cargador en la figura que se

acercaba hasta ellos en la penumbra, cuando decidió esperar un poco para evitarcometer de nuevo elmismo error, que le acompañaría sin duda hasta el fin de susdías.

Pocoapoco,fueviendolasombraqueselesacercaba.Estavezparecíanohaber


dudaal respecto,aunqueprefirióseguiresperandoydarleunvotodeconfianza;setrataba de un hombre corpulento y fuerte, aunque sus andares fatigados y toda lasangrequeseveíaparecíanindicarqueloqueseacercabaeraunzombicontodaslasdelaley.

―¿Disparamos?―preguntóMarcuntantoinseguro.―Deberíamos ―añadió Zafra―, aunque ya podrías haber tenido los mismos

miramientoshaceunosminutos.Lostresrevólveresestabanapuntodedescargarelplomocuandoelcaminantese

detuvoyalzólamano.―¡No…no,nodisparéis!―dijoconun tonodevozcasi imperceptiblequeno

parecieronreconocer―.¡Estoyvi…estoyvivo!―¿Quién es ese tipo? ―preguntó Tony, observando a la figura que se les

acercaba, con la ropa desgarrada y sangrando―. Tiene pinta de haber sidomachacadoymordidoporloszombisdeahífuera,nosésiconvienearriesgarseaquenosmuerdaencualquiermomento.

―¡N-no!PorelamordeDios,noestoy infectado, soyelpadreDíaz.Estoyasíporintentarevitarqueesosmonstruospenetraranenlafortaleza…

Marc le echó un vistazo rápido constatando que, en efecto, no parecía haberningúnrastrodemordiscooarañazo.

―Nosotros nos vamos, no podemos perder más el tiempo ―dijo Tony,poniéndosealosmandosdelcocheycansadodetantoretrasoytantachácharainútil.

―Sinoosimporta,creoqueosacompañaréenelviaje―dijoelpadreDíaz.―¿Perdón?Creoqueelcupoestálleno―dijoTony―.Además,setratadeuna

misiónenlaquenopodemosllevarcargas.―Tranquilos,noseréninguna―dijoelpadreDíaz,cogiendounade lasarmas

que había y cargándola―. Sé quiénes son los enemigos del Señor y, llegado elmomento,meencargarédequesumensajeseaescuchadoynadieseinterpongaensucamino.

Tonynoacababadeverclaraaquellanuevaincorporación,peroteníapocasganasdediscutir,demodoquelehizounaseñalparaquesubieracuantoantesyarrancóelvehículo, dirigiéndolo por uno de los amplios pasillos que recorrían aquella zonaexcavadaenel interiordelamontaña,hastadarconunadelassalidasdondehabíacuatrosoldadoscustodiándola.

―¿Quéestá sucediendo?―preguntóunodeellos aTony―.Hemosperdido lacomunicaciónconelcastillohacealrededordemediahora.

―Hahabidounainfiltraciónzombienelcastilloyestánintentandofrenarla;serácuestióndetiempo,aunquelespuedellevarunrato―comentóTony.

“Queoscreéisvosotroseso,noconocéislafuriadelosángelesdelSeñor”,pensóelpadreDíaz.


―Nosotroshemosdeseguircon lamisión, supongoque tenéis instruccionesalrespecto―continuóTony.

―Sí, os estábamos esperando ―dijo el otro soldado mientras abría la puertapulsandounpardebotones.

Tony arrancó de nuevo el coche y fue saliendo despacio. Era una situacióncuando menos peculiar, ya que temía por un lado que en cualquier momento lossoldadoscomenzaranadispararsobreellos,frutodelaconspiraciónqueparecíatenercomoobjetivoacabarconMarc,yporelotro,quenadamássalircayerasobreellosunanubedezombis.

Pero afortunadamente nada de aquello sucedió y pudieron alcanzar sin ningúnproblema la carretera que descendía lamontaña sobre la que se erguía el castillo.Durante losprimerosminutos todofuebien;casisehubieranpodidoolvidarde loszombisdenoserporeltiroteoqueseescuchabaalolejosyporquedevezencuandoveíanalgunosgrupossubirmontañaarriba.

―Míralos, subiendo en manada ―dijo Tony, señalando a un grupo de diezzombisquepasabaaunosveintemetrosdelcoche.

Alolargodelcaminodedescensoseencontraronconalgunoszombisquefueronesquivandopertinentemente.AunqueZafranoparecíacompartirelplanconellosysemostrabadeseosodebajarlaventanillaeirdisparandoacuantosmuertosvivientessemovieran―siempredesdelaaparenteseguridaddelvehículo―,laideaeraladepasarlomásdesapercibidosposibleconlaintencióndellegarhastalabasemilitardelPuigMajor,intentardescubrirquésucedíaenlaislaydarconunasoluciónantesdeque fuera demasiado tarde para cuantos sobrevivían en condiciones cada vez másextremas.

No tardaron en alcanzar la autopista, donde la cosa se fue complicandoligeramente,aunqueporfortuna,lospeorestemoresdeMarcnosecumplieron,yalrevésdeloquesucedieradurantelaprimeraplaga,principalmenteenlassalidasdelas grandes aglomeraciones urbanas, en esta ocasión no hubo muchos intentos deabandonar la ciudad por parte de la gente, sabedora en general de que aquellorepresentabaprácticamenteunsuicidio.

La autopista estaba plagada de coches vacíos abandonados aquí y allá, pero sepodíacircularperfectamenteaunavelocidadmoderada, invadiendoenocasioneselarcén,alcanzandoenotrasloscarrilesdedireccióncontraria…Elritmoerabastantelento pero seguro, y la presencia de los zombis por aquellos parajes era casianecdótica,aunqueladehumanossepodíacatalogarcomodeinexistente,yaquenosecruzaronconningúnotrovehículoentodoelviaje.

De entre las múltiples formas de llegar hasta la base militar, la primera quedesecharonpormotivosobvios era la de atravesar el túnel deSoller, demodoqueaunquefueradandounpocomásderodeo,atravesaríanlaciudaddeInca,situadaen


elcorazóndelaislayalaqueseaccedíaporautopista,giraríanaloesteendirecciónaLluchyllegaríanhastalazonadelosembalsesenlaqueestabaubicadalabase.

A la altura de Inca tuvieron que reducir el ritmo, tenían que internarse en lapequeña ciudad interior de Mallorca y ahí sí que había rastro de más vehículosabandonadosaquíy allá.El silenciodel lugar era rotoúnicamentepor el ruidodelvehículoenqueviajaban,quehizoqueenvariasocasionesalgunosdeloszombisquepululaban por sus calles se giraran hacia ellos con la vana intención de atraparles.También hubo bastante gente que se asomó por las ventanas a su paso, e inclusopudieronescucharalgunosgritosqueibandesdeel“valientes”al“locostemerarios”o“suicidascompulsivos”.

Tardaron apenas unos quince minutos en tomar la carretera que comenzaba asubirporlasfaldasdelamontaña,alcanzandoenmuypocotiempoelprimerodelospueblosporlosquehabíandepasar.SetratabadeSelva,unpequeñomunicipioenelque no lograron ver absolutamente nada; en aquellos momentos era un verdaderopueblofantasma,parecíacomosiatodasupoblaciónselahubieratragadolatierra…y la hubiera devuelto instantes después, porque era obvio que la plaga Z habíaarrasado literalmente la localidad. Coches volcados aquí y allá, calles manchadastodavíadesangre,cadáveresdevoradosesparcidospordoquier,yunprofundooloramuerteque les acompañódurante todoel trayectopor el pueblo, consistente enunaromaapodredumbre,unhedoramuertoyaputrefacciónprovocadoporloscuerposendescomposición.

El ambiente en el coche era ya de por sí poco alegre, pero aquello acabó porrematarlamoralynadiehizocomentarioalguno,sumidostodosensuspensamientosanteloqueacababandever,posiblefielreflejodelasituaciónenelrestodelaisla.

NotardaronenalcanzarloslímitesdeCaimari,elsiguientepuebloensucamino.Pasaron por delante del cartel que indicaba la proximidad del lugar y no pudieronevitar sumirse todavíamás en sus pensamientos, vaticinando lo que iba a ser unanuevaimagendedesolaciónymuerte.

Sinembargo,nadamásdivisarlasprimerascasasdelpuebloobservaroncómolacarreteraestabacortadaporunaltomurodepiedraqueparecíaserbastantesólido.

―¿Se puede saber qué hace eso ahí enmedio?―preguntó Tony, frenando ensecoparaevitarcolisionarde frenteconelmuroquehabíaaparecidode lanadaalgirarunacurva,quedandoaapenasunmetrodelmismo.

Elmuroestabalevantadoentredosdelascasasdelpueblo,laslimítrofesalperímetroexteriordelmismo,haciendoimposiblelaentradadeloszombis.Alolejospudieronvercómolamurallaibacerrandocualquierpasoentrelascasasperiféricas.

Fue en aquel preciso momento cuando en lo alto del muro aparecieron dospersonasarmadasconescopetasquelesapuntaronalascabezas.

―¿Sepuede saber quiénes sony qué les trae por aquí?―preguntó unode los


lugareños.―¿No sería mejor discutirlo dentro?―dijo Tony, asomando la cabeza por la

ventanilla―. Aunque parece que no hay ningún muertecillo con patas por aquí,prefieronojugármela.

―Nohayproblema,amigo―dijoelsegundopueblerinobajandoelarma―,peroparaellodeberándesometerseaunanálisisenprofundidad.Sonlasreglas,lotomanolodejan.

Tony se limitó a asentir con la cabezaapesardequepudoobservar la caradedesaprobacióndeZafrayelpadreDíaz,añadiendoenvozbaja:

―El que no esté conforme puede bajarse aquí y esperarnos al otro lado delpueblo,elrestonosquedaremosacomeralgoydescansarantesdecontinuar.

NadiebajóyTonypasóconel cochepordebajodel estrechoportóndeaccesoque tenía el muro, conduciendo durante unos metros hasta llegar a la plaza delpueblo,dondeunbuennúmerodepersonasesperabanatentasalgrupo.

Marc fue el primero en bajar, seguido por Tony y el padreDíaz,mientras queZafra prefirió quedarse dentro del vehículo hasta ver cómo se desarrollaba todo;convenía que alguien salvaguardara las espaldas del grupo por si había que salirechandolechesencasodequelasituaciónsetornaraenhostil,pensabaél.

―BienvenidosaCaimari―dijounhombrequeseacercabaaellosconbarbadevarios días, cabeza rapada y una pequeña cicatriz cerca del ojo, fruto sin duda dealgúnenfrentamientoconloszombis―.MinombreesJaumeVaquer,aunquetodosmeconocencomoel“FarmacéuticodeCiutat”,elegidocomoimprovisadoalcaldedeCaimari por sus seiscientos sesenta y cinco habitantes hace unosmeses, cuando elanteriormurióduranteunareyertaconloszombis.

―Muydemocrático―dijoZafradesdeelcoche.―Muysimpáticoelamigoesevuestro―replicóJaume―.Siloprefieres,puedes

presentarteaversitevotaalguien,osinotegusta,puedesirtepordondehasvenido.Por las noches se ve pasear a ciertas criaturas a las que podrías contarles tudisconformidaddemocráticaconelsistemadevotaciónescogidoporelpueblo.

ZafracallómientrasunasonrisaaflorabaenlabocadeMarcyTony.―Estamosdepaso―dijoTony―.VenimosdeCiutatyvamoscaminodelabase

militardelPuigMajor.―Uhm…curiosodestino―dijoJaumepensativo―,perológicosinduda.Hace

tiempo queme pregunto dónde estarán los militares que supuestamente se debíanencargardesolventarestasituación…

―…Y que no dejaban de hacer maniobras cronometradas para calcular lostiemposdereacciónanteunaeventualidadsemejante―dijounavozfemeninaqueseacercabaalcorrilloacompañadadetrescríos.

―Esmimujer,Kika, de profesión periodista indignada―dijo Jaume―. Si no


tienenprisa,puedenquedarseapasarelrestodeldíaenelpueblo.Anocheceprontoporestoslugares,yennubladosdíasdeinviernocomohoylassombrasnotardanenasomar,convirtiendocualquiercaminoocarreteraenelsitioperfectoparavolcaruncochecomoelsuyo.

―Tenemosprisaydebemospartircuantoantes,sonlasórdenes―dijoZafrasinmoversedelapartedeatrásdelcoche.

―Es un poco entrometido y tocapelotas su amigo ―dijo el alcalde Jaume,mirandoconelentrecejofruncidoaZafra.

―Sí, parece que es la penitencia que nos toca pagar por seguir vivos―dijoTony―.Entodocaso,supresenciaconnosotrosesdemeracarabina,porloque,pormalquelesepaaél,notienenivoznivoto,comoenocasionespareceolvidar.

―En efecto, no estaría de más que esas dotes de grupo las mostrara más amenudoenpresenciade lospeligrosquenosvaarrojandoelSeñor―dijoelpadreDíaz,abriendoporprimeravezlabocadesdequesalierandelCastillodeBellver.

―Está bien, veo que se quedan a pasar el resto del día con nosotros―dijo elalcaldeJaume―.Habilitaremoslascamasdeunadelascasascercanasalaplazadelpueblo y cenarán con nosotros. Como supongo imaginarán, por desgracia, duranteestosmeseshahabidomásdeunhogarquehaperdidoasudueño…oquelohavistotransformarse.


Capítulo23

Charlasalanochecer

Enefecto,talycomoleshabíadichoelalcalde,notardóenanochecer.Apenaseranlascincoylazonasefuequedandopocoapocoenpenumbra,conlasombradelasmontañas cayendo sobre las casas y las enormes nubes impidiendo lamásmínimafiltracióndelosrayosdelsol.

Apesardetodo,elambienteenelpuebloeradelomásalegre,teniendoencuentalas circunstancias. La gente paseaba por las calles como si no sucediera nada,turnándose en los quehaceres diarios instaurados desde la aparición de la segundaplaga, que en resumidas cuentas se reducían ados: vigilar el perímetro amuralladodelpuebloyencargarsedelaprovisióndevíveres,quebásicamenteconsistíanenlaspequeñas plantaciones interiores del pueblo y en el cuidado de los animalesdomésticos:vacas,cerdos,gallinas,conejos,etc.

En lo que se refería a vigilar la defensa del pueblo, el trabajo que habían idorealizando a lo largo de los últimos años había ayudado bastante. Se había idofortificando poco a poco el perímetro a base de crear altos y gruesos murosdefensivos entre las casas exteriores, que a su vez fueron reforzadas a conciencia,implementando entre otras cosas las ventanas con fuertes y férreos barrotes que,aunque nomuy estéticos, sí resultaban prácticos y sólidos.Además, algunas zonascontaban conprofundosy anchos fosos,mientras que enotras se habían levantadoaltas torres de vigilancia que permitían controlar todo cuanto sucedía en losalrededoresdellugar.

Lacercaníaa laSerradeTramontanahacíaqueelsuministrodeaguaestuvieratotalmentegarantizado,yafuereporlasabundanteslluviasdelazonaoporlagrancantidaddeacuíferosqueexistían.

Viendoaquello,nocabíasinopreguntarseporquéaquelmismoplannosehabíallevadoacaboenotroslugaresque,sinduda,yahabíansucumbidolargotiempoatrásalholocaustoZ.

Conforme el sol fue desapareciendo, Tony y Marc se acercaron a la casa delalcalde Jaume, situada a escasos metros de la plaza mayor, y en donde vivía encompañíadesumujerysustreshijos:Jaumepetit,ToniyMaría.TodosellossolíanresidirenPalma,aunqueladesgracialeshabíaatrapadodurantesuestancianavideñaenCaimari, loquesindudahizoquesobrevivierana lamasacrede lacabalgatadeReyes,alaqueseguramentehubieranacudidoalentadosporsushijos.

―Fueunasuerte―dijoelalcaldeJaume,sentadoalamesajuntoconsuscuatroinvitados―, de habernos quedado en Palma nuestra situación hubiera sido biendistinta.ConformefueronllegandonoticiassobreloquehabíasucedidoenCiutat,lagente aquí se fue preparando. Por lo que pudimos oír, el plan de contingencia en


Palmabrillóporsuausencia,porloqueaquísedecidióecharmanodelplanB,quebásicamenteradicabaenacabardefortificarelpueblo.Secerraronyamurallaronlospocosaccesosalmismoquehabía,comolaentradaysalidadelacarreteraprincipal,sehicieronunpocomásprofundoslosfosos…

―Porloquehemospodidover,enelpueblodealladonotuvierontantasuerte―apuntóconciertotonodetiñaelpadreDíaz.

―No, y fue una lástima.Para cuando acudimos ya era demasiado tarde―dijoverdaderamenteapesadumbradoelalcalde―.AlospocosdíasdecerrarelpuebloyperdertodocontactoconPalmaseenvíoungrupohastaSelvaparavercómoibanlascosasallíysinecesitabannuestraayuda,peroyafuedemasiadotarde.UnnumerosogrupodezombisprovenientesdeIncallegóyasolóelpueblo;primeroacabóconlospobresdesgraciadosquepaseabanporlascalles,yluego,pocoapoco,trasimplantardeformainconscienteelestadodesitio,matandodehambrealrestoensuscasas.

―Aquíhemos tenidosuerte―dijoKika―.A lo largode todoeste tiempohanaparecido pocos zombis; por lo que parece, prefieren dirigirse hacia Inca y seguirhastaPalma.

―Noseleshaperdidonadaporaquí―dijoelpequeñoJaume,deapenasochoañosdeedad―.Sabenquemipadrelosecharíaapatadas.

―¿Quésucedióconelanterioralcalde?―preguntóMarc.―Fue una de las pocas personas que murieron por culpa de los zombis

―respondióKika―.EnunadelasexpedicionesaSelvaenbuscadesupervivientesfuemordidoporunadeesasbestiasy…tuvoqueser…

―Fue una lástima. Era un gran hombre y supo hacer las cosas bien―añadióJaume―. Tras su muerte, se decidió hacer una votación popular para elegir a unnuevoalcaldey,paramisorpresa,meescogieronamí,supongoqueporconsiderarque por ser de ciudad, tener estudios y leermucho debía de saber algomás sobrecómodirigir todoesto…ypor toda laexperienciaenzombisacumuladadurante laprimeraplaga,aunqueesoesunalargahistoriaquenovieneacuentoahora.

―Pobres, no sabían lo que hacían―dijoKika, burlándose amablemente de sumarido al tiempo que le daba un beso en la frentemientras servía unas deliciosasberenjenasrellenas―.Tampocoesqueseauncargoimportante;casitodoelmundosabeloquetienequehaceryesmásconsultivoqueotracosa,yaquecasitodaslasdecisionessetomanbajoreferéndum.

―Unsistemapolíticoenvidiableque,enciertomodo,vamásalládelasimpleeinoperantedemocraciaquesemuestrasiemprepocoeficazfrentealacorrupciónquenunca tarda en aflorar―suspiróMarc―.Elmétodo consultivo lo acerca en ciertomodoalaanarquía,paralaquelasociedadnuncahademostradoestarpreparada.

―Yo tiendo a pensar que un gobierno de gente preparada y aleccionada paradirigircomounacastaaparteseríamáseficaz; loalejaríade lacorrupciónyde los


interesespersonales―dijoTony.―Huy, peligroso camino el que señalas―dijo Kika―, no dista mucho de la

dictadura…―¿Quétienedemaloladictadura?―dijoZafrasindejardecomerydemirarsu

plato sin percatarse de que todas lasmiradas se centraban en él, hecho por el quesiguióhablandotranquilamenteyconlabocallena―.Nocreoquenohayadictaduraquese sostengasinelapoyoexplícitodelpueblo.CuandoFrancodirigióestepaís,conmanoférreahedereconocer,almenoshabíaalguiengobernandopreocupadoporelpuebloynoporganarvotos.Ynoimportaqueosrecuerdequeasumuertemuchosfueronlosquelelloraronymáslosqueleecharondemenos.

―Lo de Franco supongo que lo dices por cosas que habrás leído o te habráncontado,¿verdad?―preguntóretóricamenteKika,intentandomantenerlacalmaanteloqueacababadeoír―.Lodigoporqueportuedadnocreoquehayassentidoloqueeslarepresiónolapropiadictadura,nisabrásloqueessalirconmiedoalacalle.

―Creoquesalirconmiedoalacalleesalgoquesíheexperimentadodurantemijuventud, gracias a la permisividad de los demócratas para con los criminales―argumentó Zafra―. El caso es que no concibo un gobiernomás preocupado enganarvotosdejandocasarsealoshomosexualesotirandoabajoestatuasdelcaudilloqueenfomentarlaeducaciónylosvaloresfamiliares.

―Ya,lodelamujerencasayconlapataquebrada―dijoKika.―Por cierto, una cena excelente ―dijo Zafra que, centrado en sus cosas, ni

siquieraescuchóasucontertulia.―Esto… bueno, creo que son los primeros en llegar en meses―dijo Jaume,

intentando que la conversación fuera por otros derroteros que pudieran no acabarconduciéndole a dormir aquella noche en el sofá por culpa de fuego verbalindirecto―.¿Quésesabedelexterior,vendrálaayudapronto?Nosotrosprocuramosno llamarmucho la atención para no atraer a esos bastardos, y confiamos en quenuestra autosuficiencia nos permita aguantar de forma indefinida, pero me estoycansandodeverunayotravezlosmismosepisodiosdeBuffyenelDVD.

―Ah,sí,mimarido,ademásdefarmacéutico,esfriqui―dijoKikasonriendo―.Lee mucho, pero si sus vecinos que tanto le adoran supieran que la mitad de labibliotecaestácompuestaporcómics…

―Sihas de usar ese tono, puedes referirte a ellos como “novelas gráficas”, nocómics―bromeóMarc―.Qué curioso, yo también suelo leer bastantes,me relajaespecialmente, aunque últimamente me parece que resulta un poco lamentable larepeticióndeargumentos.Estoyalgocansadodequeresucitenunayotraveza lospersonajesquemueren; lode la tíaMayoelDuendeVerdefuedeescándalo.CreoqueloúltimofueresucitaraBarryAllen,elFlashoriginal…

―Bueno,elsegundoFlash,queelprimerofueJayGarrick―matizójocosamente


Jaume.―Estamos rodeados de zombis y la gente se dedica a hablar de política y

tebeíllos―dijoelpadreDíazentonodereproche,suspirandoalgofrustrado―.Asívalasociedad…

―Ya,claro,supongoqueaustedlegustaríamáshablardelsexodelosángeles,del milagro del pan y los peces o de los Diez Mandamientos, temas todos ellosseguramentemuchomásproductivos―dijoTony.

―Aunqueigualdeirreales―añadióKika.―Procuraré hacer caso omiso de los irrespetuosos comentarios que acabo de

escucharporvenirdequienesvienen―dijoelpadreDíazenuntonoaparentementecortés.

―Alomejornospodríaexplicarsuseñoría,ahoraquesedignaahablarnos,porqué estamos inmersos en este infierno que nos rodea ―dijo Kika―. Me da lasensacióndequesudios,yelresto,noshanabandonadounpocoanuestrasuerte.

―Todo lo contrario ―argumentó el padre Díaz―. Esa teoría ha sidoampliamenterebatidaenalgunosConcilios.LoqueestamosviviendoesprecisamentelademostracióndequeDiosnosquiereyporfinhavenidoabuscarnos.MillonesdenosotrossereunieronconÉlcuandosushordasllegaron…

―Puesqueyosepa,selesseguíaviendopululardespuésdemuertos―dijoTony.―Esonoeranhombres,eranseresdesprovistosdealmaconvertidosenángeles

justicierosenbuscadeofrecerelcieloalosque…seresistían―dijoelpadreDíaz,intentandoofrecerargumentosquerefrendaransupostura.

―Puespodríahaber escogido aunos ángelesmásbellos, la iconografía clásicaestárepletadefigurasmuchomásatractivasqueesosesperpentosqueveoahífuera―dijoKika.

―Labelleza es tan subjetiva…y enocasiones está escondida en el interior decadauno―argumentóelpadreDíaz.

―Veoquetieneargumentospara todo―dijoKika―,peronoveoqueustedseecharaalasmanosdeningunodeesossupuestosángelesvengadores,¿losdenominanasí, verdad?, porque de lo contrario estaría ahora por ahí pululando, haciendoproselitismo cristiano con los brazos extendidos y con lento caminar buscandoextenderlafeabasedemordiscos,queunacosaespredicaryotradarpan…

―Trigo―lacorrigióJaume.―Alguienhadequedarparaayudaramostrarelcaminoalosquenoloquieren

tomarporsupropiavoluntad,ofuscadosporlosbanalesytrivialesplaceresideadosporelDiabloparaturbarlamentedelhombreyganarlabatallaalSeñor―añadióelpadreDíaz.

―Puesnomepareciómuycristianoblindarlasiglesiasdurantelaprimeraplagamientraslagenteaporreabalaspuertaspidiendocobijoyeradevoradaenmasapor


los zombis ―dijo Kika―. Aunque esas imágenes no salieran a la luz ni fuerantransmitidas por ser censuradas, se repitieron una y otra vez por todo el planeta…aunqueensudescargodiréquesucediólomismoconmezquitas,sinagogasocamposde fútbol. Se ve que los humanos, ya sean cristianos, musulmanes o deportistas,estamoscortadosenelfondoporelmismopatrónyprovenimosdelmismomono…

―SupongoqueserefiereaAdányEva―corrigióelpadreDíaz.―¿QuiénessonAdányEva?―preguntóelpequeñoToni,quepasabaalladode

lamesa jugando con la pelota sin escuchar la conversación hasta oírmencionar aaquellosAdányEva.

―Dos personas que este señor que hoy cena con nosotros dice que son losantepasadosdetodoslosqueestamosaquípresentes―contestóKika.

―¿Pero…?―El chaval estuvo a punto de formular una pregunta, omás bientodaunaristradeellas,algoquesindudahubierapuestoenuncompromisoalpadreDíazalahoraderesponderlas,perofinalmenteaquelloresultódemasiadoextrañoyposiblementeabsurdoparasujovenmenteysemarchómirandoalreligiosocomosiéstenoestuvieramuycuerdo,tentadoelpequeñoinclusodeexplicarlelateoríadelaevolucióndelasespeciesquenohacíamucholehabíanenseñadoenlaimprovisadaescuelaalaqueiba.

Laconversaciónsealargóhastaavanzada lanoche,aunqueZafraseretirónadamásacabardecenar,despidiéndoseconlaexcusadeestarcansado,yelpadreDíazhizo lo propio, argumentando querer visitar la parroquia y hablar con suadministradorespiritual.


Capítulo24

Lospobladoresdelosembalses

El día siguiente amaneció frío y nublado como venía siendo habitual desde quecomenzara el año. Marc y Tony tuvieron que despertar a Zafra para poder partirtemprano.

Trastomarseunreconstituyentedesayunodepueblo,decidieronbuscaralpadreDíazenlaparroquiaconlaideaderecogerleyreanudarlamarchacuantoantesparallegarenelmenortiempoposiblealabasemilitar,queyanoquedabaespecialmentelejosdedondeestaban.

Tras llamar a la puerta de la iglesia, a apenas veintemetros de la casa de losVaquer,vieronacercarsealolejoslafiguradelpadreDíazencompañíadequiensindudaeraelpárrocodelpueblo.Duranteunossegundos,MarcyTonydudaronsobresiquienselesacercabaeraelpadreDíaz,yaquesuaspectoysucaminardesdeluegonoparecíanlosmismos,sepodríadecirqueresultabanotablementemenossiniestrode lo habitual, e incluso atisbaron a ver en su rostro lo que pudiera ser una brevesonrisa.

―Queridos hermanos,me temo quemuy ami pesar tendrán que partir sinmí―dijoelpadreDíaz―.LoscaminosdelSeñorsoninescrutablesyÉlhaqueridoquedemomentoésteseamilugarenelmundo…Detodasformas,meimaginoqueestanoticia,lejosdellenarlesdeconsternación,lesalegrará.

TonyyMarccadavezentendíanmenosloqueestabasucediendo,peroantetantafranqueza decidieron callar y no negar la mayor, limitándose a darle la mano ydespedirse.

―Espero que nos volvamos a ver ―dijo Marc, pensando que una mentirapiadosa,aunquefueraaunsiervodeDios,noseríamuytenidaencuentaencasodequealgodetodoaquelloquepredicabafueraverdad.

Aún tardaronunahora largaenabandonarelpueblo,entredespedidasyalgunaqueotraexplicaciónalugareñossobrelasituaciónenelrestodelaisla.Cuandoporfinlolograron,lohicieronconlaesperanzadequesupróximaparadafueraporfinlabasemilitardelPuigMajor.

Alolargodeunbuentramodecarretera,lascurvassefueronsucediendounatrasotra, ascendiendo cada vez más a lo largo de la montaña, temiendo todos losocupantesdelvehículoencontrarseconunamanadadezombistrascadaunodelosrecodos del camino. Afortunadamente no fue así, aquella zona parecíacompletamente despejada, lo cual en cierto modo no era de extrañar teniendo encuentaqueenaquellosparajes lapresenciahumanaerameramenteaccidental fueradelospueblos,yelúltimoantesdelabaseeraprecisamenteCaimari.

Tras conducir lentamente durante aproximadamente media hora, intentando no


tenerningúnaccidentequepudierahacerquetuvieranquecontinuarapieelrestodelcamino, llegaron al túnel que conducía hasta los dos grandes embalses quesuministrabanaguaalaciudad.Nosetratabadeuntúnelexcesivamentelargo,perodesde luego algo fallaba, ya que apenas se veía, como solía ser habitual, el otroextremodelmismo,habiendoúnicamenteunapequeñaluzenlapartesuperior.

―Odiolostúneles―dijoresignadoTony.―Ymetemoquenohayotrocamino―apuntóMarc.―Implicaríadarunrodeodemasiadogrande―contestoTony―.Lacuestiónes

que está demasiado oscuro, lo cual no es precisamente habitual. Debe de haberhabidounderrumbealotrolado.

―¿Ysilodejamosyregresamos?―fuelaaportacióndeZafraalaconversación,quesuscompañerosnisemolestaronencontestar.

―Bueno,dalecañayquesealoqueeldestinoquiera―dijoMarc―.Sóloesperonotoparmeconningúnapestosoenelcamino.

Tonyno sabía si ir rápidoo despacio.Puso las luces largas del coche, pero nolograron ver mucho, ya que si normalmente caía algo de agua de las paredessuperioresporculpadelasfiltraciones,enaquelmomentoeraunauténticogotearquehacía que pareciese que llovía a cántaros. Por si fuera poco, había una molestaneblinaqueveníanarrastrandodesdehacíaunoskilómetrosyquedificultabamáslavisibilidad.

Temiendo colisionar contra un zombi a cada momento, o que les cayera unodesde el techo a cadametro que avanzaban, llegaron hasta la parte final del túnel,donde pudieron constatar que, efectivamente, había habido un derrumbamientonotablequehabíaobstruidogranpartedeltramofinaldelacarretera.

―Señores,agárrensebien,tenganamanosusarmasydengraciasalejércitoporelvehículoquegraciosamentenoshaprestadoyquenosserádegranayudaenestosmomentos―fueronlaspalabrasdeTonycuandonotóqueeltodoterrenocomenzabaasubirpocoapocoporencimadetodoaquelderrumbe.

Conformeascendían,Tonycomenzóatemerselopeor,queelespacioenlapartesuperiorfueratanestrechoqueelvehículonofueracapazdepasarporél,oqueéstepatinara y cayera rodandomontículo abajo. Pero por suerte aquel aparato tenía unagarremásquenotabley,exceptoenunpardeocasiones,semostróbastanteseguro.Cuando llegaron hasta la parte superior pudieron pasar, aunque con no muchaamplitud,yaquelapartedearribadelvehículoinclusotocóeltechodeltúnel.

Una vez arriba, con el embalse a sus pies, Tony no pudo evitar soltar unexabrupto ante la siniestra visión que tenían abajo. Amparado bajo la niebla quecubríagranpartedelvalle,sepodíaobservarelembalse,cuyasaguaserandetenidasporunapequeñapresasituadaensuparteizquierdaquenormalmentesolíaracionarel agua que salía hacia Palma. Pero lo que más les llamó la atención fue que el


embalseestuvieracompletamentecubiertodecadáveres.Debíadehabercientosdeellos,puedequeinclusomiles,enunaescenamuysimilaralaquevierandíasantesenlabahíadePalma.

―¿S-sonzombis…?―preguntóMarcantetansingularymacabravisión.―Nolosé,nosésisetratadezombis,muertos…peromedaigual,seacomosea

esunespectáculoquesemerepetirádíatrasdíaenmispeorespesadillas―respondióTony sin dar crédito a lo que veían sus ojos, como esperando poder despertar encualquier momento y descubrir que todo aquello no era sino fruto de su enfermaimaginación.

Tony comenzó a descender más lentamente de lo que habían subido, ya queaquellaspiedraseranverdaderaspistasdepatinaje.

―Eso de ahí abajo explica muchas cosas ―dijo Marc sin quitar ojo a laescena―. Esténmuertos, vivos o aletargados, es un foco de infecciónmayúsculo,irradiandomáscontaminaciónqueluzproyectaraenlaantigüedadeldestruidoFarodeAlejandría.CreoquenohayquesermuylistoparaadivinarqueahíabajoestálafuentedelacontaminacióndelaguadePalmaylacausadeporquéestáprovocandolasmutacionesquehemospodidoveralolargodeestosdías.

―Comosiempre,son loshumanos losculpablesde todo―dijoZafra―.Noséyo, creo que esa teoría es demasiado gratuita y facilona, no creo que hayan sidoarrojadosallípormanohumana.

―Creo que hay un aspecto que no tienes en cuenta―dijoMarc, mientras sepreguntabaquéhacíarespondiendoaltipoese―.Sisoncadáverespurosyduros,hantenidoquellegarahídealgunaforma,ysisonzombis,nocreoquehayanidoapararahíporculpadeunamanifestacióndeellosmalencaminada.

»Los zombispueden ser seres imbécileshasta lamédulay carentesde cerebro,pero tienenun sentidode la supervivencia extremo, supongoqueprecisamenteporaquellodequelanaturalezaessabiaylotienequeserinclusoconestosengendros,demodo que sustituyó “inteligencia” por “supervivencia”.De ahí que nos puedandetectaradistanciastangrandesoqueposeanuninnatoinstintogregarioqueleshaceunirse en grandes grupos capaces de cazar a humanos cien veces más ágiles,inteligentesyvelocesqueellos.

―Uh…creoquedeberásdejarlasexplicacionesparaotromomeeeeeeento―dijoTonymientrasperdíaelcontroldeltodoterrenoyésteseprecipitabacuestaabajo.

Tony intentó por todos los medios detener el vehículo que bajaba por lapronunciada pendiente a toda velocidad, resbalando sobre las húmedas rocas queconformaban aquella improvisada cuesta descendente, en una trayectoria directahaciaaquelembalsecubiertodecuerposflotantes.

―¡Agarraros fuerte a donde podáis!―logró decir a duras penas Tony ante lainminentecolisióncontraelmuretedepiedradeapenasmediometroquerodeabael


embalsealolargodetodosuperímetro.El coche tardó apenas unos segundos en descender y llegar hasta la base de

aquella montonera de piedras, frenándose ligeramente gracias al barro que habíaacumulado,aunquenolosuficiente,teniendoTonyquedarunvolantazoparaevitarun impactodirecto contra elmuretey chocar simplementede costado.Aunasí, nologró que el coche, fruto el fuerte impacto, se elevara y girara yendo a caer alembalse.

En un principio ninguno de los tres supo cómo reaccionar. Tony fue el másafortunado,yaquehabíalogradoquitarseelcinturóndeseguridadatiempoantesdelimpacto, aunque al golpear contra el murete salió despedido fuera del vehículocuandoéstecaíairremisiblementehastaelfondodelembalse.

Todo sucedió muy rápido, en apenas unos segundos. Tony quedó inconscientejuntoalmuretedebidoal impactomientrasZafrayMarc ibanapararal fondodelpantano,haciendoacopiodeairejustoenelmomentoenquefueronconscientesdequeseprecipitaríanalasfríasaguasdelembalse.

Conloscristalesrotos,fuecuestióndesegundoselqueelvehículocomenzarasurápido y burbujeante descenso con sus dos ocupantes doloridos por la fuerza delimpacto.Unavezenelfondo,notardaronenquitarseloscinturonesdeseguridadysituarse para a continuación comenzar a ascender. Casi al unísono levantaron lascabezas y comprobaron que la oscuridad que les rodeaba allá abajo era debida alamontonamiento de los cadáveres que flotaban algunos metros sobre ellos y a lamancha de sangre que parecía cubrir todo el embalse. Inicialmente, respiraronaliviadosalverquenohabíaningúnzombipaseandoporelfondoyquelosmuertosque tenían sobre ellos permanecían quietos y sin dar señales de vida. Pero comosuelen decir, poco dura la alegría en la casa del pobre. Uno a uno, y de formasucesiva, muchos de aquellos seres empezaron a abrir los ojos; en un principioestaban blancos como la nieve, pero poco a poco se fueron inyectando de algunasustanciayadquiriendosucaracterísticotonomacabro.

Fueunaescenaespeluznanteydesesperanzadoraquesevioacrecentadamásauncuando comenzaron a agitar sus brazos como si quisieran atraparlos, sin serconscientesdeladistanciaquelesseparabaenaquellosmomentos.Elpanoramaqueteníansobreelloseracuandomenoscomplicado:morirahogadososerdestrozadosoconvertidosenzombisporaquellosseresflotantesquetantoparecíanansiarecharlesmano.

LacabezadeMarcnoparabadedarlevueltas.Intentabapensarenalgomientrasnotaba cómo el oxígeno le iba faltando. Lo primero que se le ocurrió fue abrir eltapóndeltanquedelagasolina,conlaesperanzadequeéstapudieraalejaralmenosalgo a los zombis, pero pareció no surtir efecto e hizo que perdiera unos valiosossegundos de su aire. Aire. Ése era uno de los principales problemas que tenían,


llevaban ya consumidos casi dos minutos y él no había sido nunca precisamentebuenoaguantandolarespiración.

Fue entonces cuando recordó la botella de agua de cinco litros casi vacía quellevabanenlapartedeatrás.Nadótanrápidocomopudohastalapartedelanteradelvehículo recuperando la botella de agua, que ahora flotaba en el techo delmismo,abriéndolaeintentandosuccionaralgodesucontenido.Apenasunossegundosmástarde notó cómo algo golpeaba su hombro. Se giró y vio a Zafra, tan oportunistacomo siempre, quitándole sin contemplaciones la botella y absorbiendo él lo quequedabaensuinterior.

Marcintentósobreponersealarabiaparamantenersumenteclaraydespejadaenbusca de alguna solución. Agarrado a la ventanilla del coche para no comenzar aflotar hacia sus ansiosos admiradores, notó algo extraño. De repente, muy poco apoco, aquella marea de no muertos y cadáveres flotantes inició una especie deprocesiónhacia la zonadel dique.Enunprincipiono fue algoperceptible, pero alcabo de unos segundos notó cómo, en efecto, había algo de corriente que lesempujabahaciaaquellazona,alejándolosdeellos.

Marcnoselopensódosvecesy,trassoltarsedelcoche,comenzóabucearhaciaelotroladodelembalse,seguidodeunZafraque,aunquenoteníamuyclaroloquehacía su compañero, no pensaba dejarle solo por si, como sospechaba, daba conalgunasoluciónalentuerto.Allíabajonoparecíanotarseelempujedelagua,aunqueconvenía alejarse del lugar cuanto antes, no fuera que la cosa fuera a más y lacorrientelesarrastraratambiénaellos.

Conforme nadaban, empezaron a ver algunos huecos en la superficie libres decualquier tipo de ser, vivo, muerto o no muerto, lo cual hizo que subieran pararecuperaralgodeaireydescenderdenuevoparaalejarsemásdeallí.Másanimados,aumentaronelritmoparaintentaralcanzarunadelasorillasquegradualmenteibanquedandolibresdeaquellosseresque,sinpoderevitarlo,seibanviendodesplazadosdejandofueradesualcanceaaquellasdosapetitosaspresas.

Enapenasunosminutos,lograronverunazonapordondepodríansalirdeaquelatolladero con vida, aumentando más el ritmo de nado sobre todo para evitar seratrapados por aquella suave corriente que se había generado. Finalmente,consiguieron alcanzar la orilla, cayendo desmayados fruto del cansancio y delagotamiento pulmonar que llevaban, sin alcanzar a ver que a apenas unos veintemetrosunpardezombisempezabanacaminarhaciaellosconintencionesbastanteclarasensumente.


Capítulo25

Sobreelagua

Tony no tardó en recuperar el conocimiento tras el accidente con el coche queconducía.Abriólosojosysintióunprofundomareo,algoquenoleeraprecisamenteraro,yaqueúltimamenteparecíalomáshabitualdelmundoparaélelestrellarseconcualquier vehículo que manejase. Mientras una gélida brisa golpeaba su rostrodespejandosussentidos, intentósituarse.Noteníamuyclaroquéhabíasucedidonicuántotiempohabíapermanecidoinconsciente,loúnicoquesabíaeraquesusamigoshabíandesaparecidoaligualqueelvehículoenelqueviajaban.

Durante unos breves instantes sopesó la posibilidad de que le hubieran dejadotirado,peroacontinuaciónrecordólaescenadelvehículobajandoatodavelocidadeimpactandocontraelmurete.Rápidamente,corrióhaciaelbordedelembalsedondenotóunafebrilactividadporpartedeloscadáveresflotantes;resultabaobviodóndeestaban tanto sus amigos como el vehículo en el que viajaban, aunque con todaaquella montonera de apestados resultaba complicado verlos a pesar de larelativamentepocaprofundidaddellugar.

Teníaqueintentarayudarles,peronoteníamuyclarocómo.Miróhaciaunladoyhaciaelotro,notandodepasoelintensoolorapodredumbredellugar,yfueentoncescuando vio a lo lejos la pequeña presa de apenas unos diez o quince metros quereteníaelaguadelembalse.Detiradosalrío,pensó,sinopodíahacerdesapareceratodoaquelenjambredeparásitos,almenoslosintentaríadesplazar,aunconelriesgoqueesoimplicabadearrastrarconellosasuamigo.

Corrió tanto como pudo en un intento por alcanzar las esclusas cuanto antes,avanzandoporelcaminolateralsituadoalpiedelamontañaapocosmetrossobreelembalse. A punto estuvo en varias ocasiones de tropezar y caer por culpa de lahumedadcircundantequehacíacomplicadoqueaquelsuelosesecase.

Tardó apenas medio minuto en llegar y otro medio en situarse. Se asomóbrevementepor labarandilla,viendolagranpendientedeaquellapequeñapresadeapenasunosveintemetrosdeanchoqueseasomabaaunestrechotorrenterodeadoporlasaltasparedesdelasmontañasdelaSerra,queloacompañabandurantegranparte de su curso. El lugar no parecía muy protegido y apenas unos candadosmanteníancerradaslaspuertasquellevabanalastresgaritassituadasenaquellugar.Desenfundó su pistola sin pensárselo dos veces y disparó reventando los candadoscongranfacilidad,encontrandofrenteaélunsencillopaneldemandosyunaenormeruedaquesindudaeralaqueabríaycerrabalascompuertasdelasesclusas.

Intentómoverlarueda,primeroconsusmanosyluegoayudadoporuntrapoparaevitarqueleresbalaran,peronohubosuerte;aquellonosemovióniuncentímetro.Intentando no caer presa del pánico, se percató del panel demando y se preguntó


cómosepodíasertanzoquete.Mientrasllegabaalaconclusióndequeaquellaruedadebía de ser un vestigio del pasado, un recuerdo en homenaje a otros tiempos,comenzóapulsarteclashastaquenotócómounligerotemblorrecorríalapresa:lascompuertas se estaban abriendo. Intentó familiarizarse con aquel sencillo panel, yaquesuintención,quenoteníadeltodoclara,noeraladevaciarelembalseeinundarel valle, arrojando al vacío a su amigo, el particular Zafra y la legión demuertosvivientesqueestabanenaquelinstantesobrelascabezasdeéstos.

Jugandoconlaspequeñaspalancasybotones,logródarconlacombinaciónquebuscaba,notardandoenverqueelplansurtíaefectoyloscadáverescomenzabanadesplazarse ligeramente, impulsados por la corriente del agua, que ahora caíaprecipitándosealvacíoalolargodeunoscuarentametros.

Uno trasotro, loscuerposse ibanprecipitandodestrozándose,desmembrándoseconfacilidadysiendoaplastadosposteriormenteporelaguaquecomenzabaacaerconfuerza,dejandoabajounpanoramadignodelpeordelosmataderos.TonycruzólosdedosparaqueelcuerpodeMarcnofueraunodelosquecaíanprecipicioabajo,observando el espectáculo durante unos minutos para posteriormente dirigir sumiradaalotroladodelapresa,alembalse,intentandovislumbraralgo.

Fue entonces cuando, a lo lejos, vio aparecer por la orilla aMarc yZafra, quecaíanexhaustosprácticamentea lospiesdedoszombisqueyasehabíanpuestoenmarchahaciaellos.Desdeaquelladistanciapocopodíahacerporayudarlos.

Tonycomenzóacorrersinperderdevistalaescena,comprobandoimpotentecómoloszombisseacercabanaMarcyZafra.Apesardenosermuyrápidos,notardaronensituarseadiezmetrosdesuspresas,ochometros,cincometros…EnesemomentoMarc pareció moverse ―cuatro metros―, se izó levemente empujando con laspalmasdesusmanos―tresmetros―,aunquelosbrazosletemblaronyvolvióacaerdebruces,quedandodenuevoinconsciente.FueentoncescuandoTonysopesólaideadeintentardisparardesdeaquelladistanciaalzombi;desdeluegocorríaelpeligrodefallaryalcanzaraMarc,peromásvalíaesoquenada.Apuntóduranteunossegundos―dosmetros―ydisparó.

Falló.Eldisparopasóavariospalmosdelzombi.Disparódenuevoyestavezrozóaunodeloszombisenelbrazo,aunqueésteni

seinmutóysiguiósucamino.Unmetro.Estavezdisparódosveces.Laprimeradeellasdioenelpechodelzombiqueya

comenzabaaagacharsesobreMarc,mientrasqueelsegundoimpactóenlacabeza.“¡Bingo!”, pensó Tony al notar cómo de la cabeza del zombi saltaban lo que

parecían ser trozos de carne. Pero la alegría duró apenas unos segundos, ya queaunqueelzombisedetuvoduranteunosinstantes,conungestocomodedesconcierto


―si es que aquellos seres podían sentir algo―, se arrodilló toscamente y conmovimientosbruscossobreMarc.

Sin duda, Tony había acertado, pero desde aquella distancia la bala no habíalogradoreventarelcráneoydañardeconsideraciónlamasaencefálicadeaquelser,queparecíadispuestoadarseunfestín.Podíaseguirdisparando,peroconMarctancerca había más posibilidades de matarlo que otra cosa, aunque dadas lascircunstanciasporsucabezapasómuyseriamenteaquellaposibilidad.

ElsegundodeloszombisyaestabatambiénjuntoaZaframientrasqueelprimerosujetabalacabezadeMarc,dispuestoadevorarlaconelmayordelosplaceres.Fueentonces cuando sucedió algo que desconcertó como pocas cosas antes a Tony:amboszombis,primerounoyalospocossegundoselotro,selevantaronydejarondeladoasusvíctimas,comenzandoaalejarse.Inicialmentecaminaronunosmetrosregresandoporellugardelqueveníanpara,posteriormente,dealgúnmodo,notarlapresenciadeTonyyempezaradirigirsehaciaél.

Tonynoentendíanada.Nuncaanteshabíavistoaunzombiabandonardeaquellaformaaunapresa,yestabasegurodeque,apesardehaberlesdisparado,nohabíanacabadodenotarsupresenciahastahacíaunossegundos,momentosdespuésdedejardeladoaMarc.

Peroyatendríatiempomásadelantedepreguntarsequéhabíasucedido.Ahoraloimportante era no tentar a la suerte, por lo que corrió hacia los zombis y, trasacercarseaunadistanciaprudencialdeellos,comprobóelestadodesurevólverylesreventólacabezacomosidecalabazasdeHalloweensetratara.Seguramenteaquellono era lo más recomendable, ya que atraería sobre ellos a cualquier zombi quecaminaseperdidopor lasmontañas, pero en esosmomentos le daba absolutamenteigual.“Viveelmomento”,sedijomientrasvaciabaelcargador,“total,entodocasolos disparos de antes o el ruido del coche despeñándose los habrá alertado ya losuficiente”.

Notardóen llegar juntoaMarc,pudiendocomprobarque,afortunadamente,nohabía recibido herida alguna por parte de aquellos dos zombis, al igual queZafra.Inexplicablemente, aquellos muertos vivientes les habían acabado ignorando porcompletojustoenelmomentoenqueestabanapuntodecomérselosvivos.¿Estabanacasoyasaciados?¿Habíahabidounanuevaevoluciónporpartedeaquellosseresycomenzabanatenerunresquicio,porpequeñoquefuera,queleshicieraconscientesde las atrocidades que cometían, despertando algún tipo de sentimiento en algunaneuronaperdidaporsucerebro?

Todoaquellodabaigual,enaquelmomentoloprimeroquelevinoalamenteeraalgo que con el frenesí de los últimosminutos no había tenido en cuenta. Habíanperdido el vehículo donde tenían prácticamente todos los víveres y armas, y seencontraban tiradosal ladodeunacarreteraperdidade lasmontañasde laSerrade


Mallorcaconunfríoconsiderable.Loprimeroquehizofuecorrerenbuscaderamas,maderaocualquiercosaque

pudieraprenderparaencenderunahogueraconlaquesecaraMarcyZafra,queseencontrabanempapados.Afortunadamente,ensumochilallevabaunaspastillasparahacerfuego,porloquenolecostóponerenmarchalafogata.FueenesemomentocuandointentódespertaraMarc,primerogolpeándoleenlacaraligeramenteymástardezarandeándolounpoco,lograndoquecomenzaraareaccionar.

―¿Q-quéhapasado?―dijoMarcincorporándoseyacercándoseunpocoalcalordelahoguera.

―Cuandotelocuentenotelocreerás―respondióTony.Pasó una hora larga antes de queMarc yZafra se recuperaran por completo y

pudieranescucharincréduloselrelatodeTony.―¿Estás seguro de que eran zombis? ―preguntó Marc, mirando con cierta

desconfianzaaTony.―De lo que estoy seguro es de haberle acertado con la pistola varias veces

―respondió algo molesto―, de modo que era un zombi o algún otro tipo de serinvulnerable,porloquenoséquéseríapeor.

Marcsequedópensativoduranteunossegundosprefiriendonoformularenvozaltaningunadelasteorías,acualpeor,queselepasabanporlacabeza.

―Ya tendremos tiempo de pensar en ello ―dijo finalmente y dando porconcluida la conversación sobre aquel tema―. Ahora lo importante es empezar acaminar si noqueremosquenospille la fría noche aquí tirados.Tenemosunbuentrechopordelanteyconvieneponernosenmarcha.

En efecto, aunque habían logrado calentarse con el fuego de la improvisadahoguera,notardaronensentirelgélidoabrazodelfríodeaquellasmontañas.Parecíaincreíblelodistintoqueresultabaaquelparajeenaquellosmomentoscomparadoconlas veces anteriores en que lo habían visitado, normalmente en fin de semana yocasionesmuchomásfestivasqueaquélla.

Caminaron durante alrededor de una hora no encontrando ningún resquicio devidaasupaso,nihumananimuerta,únicamentedoso tresvehículosabandonadosqueno teníanmuy claro quéhacíanpor ahí. Sin duda, cadaunode ellos escondíaalgunahistoriade lasmuchasque trágicamente sehabíanestadoescribiendodesdeaquelfatídicomesdeeneroenqueseiniciaratodoaquelApocalipsissinsentido.

Yadebíandeestarcerca,conZafraalgorezagadoconsuritmoalgocansinoyconMarc comenzando a tiritar, cuando, tras girar una curva, las cosas cambiaronradicalmente.


Capítulo26

Ruegosypreguntas

Tonynopodíacreérselo.Debíadeestarmuycansandoporquedelocontrariojamáslehubieranpilladocon laguardiabaja,yaquecreíaestarcaminandocon loscincosentidospuestosencadapasoparaevitarprecisamentealgocomoaquello.Suponíaque la oscuridad reinante por culpa de las espesas nubes había ayudado a nodiscernirlos,peroaunasínoeraexcusa.

De repente, justo cuando tenían ya a la vista el segundo de los embalses, seencontraron de frente con un grupo de doce militares apuntándoles consemiautomáticas. Por si fuera poco, de la falda de lamontaña salieron otros docemilitarescomoporartedemagiacasidesdedebajodelaspiedras.

Nadie dijo nada, ni los militares, ni Tony, ni sus acompañantes, que estabanintentandoasimilarelestarrodeadosderepenteporgenteapuntándolesconarmasyconnomuybuenasintenciones.

―Ustedesdebende ser losrepresentantes delBellver, ¿verdad?Les estábamosesperandodesdehacíatiempo―dijounodelossoldados,queparecíahaberseerigidoenportavoz―.SoyelcapitánArellanoycreoquetendránqueacompañarnos.

―¿Ysinoqueremos?―preguntóalgomolestoTony.―No realicemos hipotéticas preguntas sobre situaciones imposibles ―dijo

sonriendoycontonosarcásticoelcapitánArellano―.Sabentanbiencomoyoquenolesquedamásremedioquevenirconnosotros,locualtampocoestanmalaopciónsi tenemosencuentaqueveníanhastanuestrabase…dondehede suponerquenopretendíanustedescolarsesinservistoscomosiestuvieranenunamalapelículadeacciónnorteamericana.

ElcapitánArellanohizounapausadramáticaparaluegoseguir.―Comocomprenderán,hacetiempoquelesseguimoslapista,enconcretodesde

que abandonaron el Castillo de Bellver. Nuestro servicio de inteligencia y nuestrahabitualpericianohafalladoenningúnmomento,yaunquepodríamosdecirquehanayudado lospotentes satélitesque llevanenfocandodesdehacemeses su islao losradaresyescuchasdeúltima tecnologíamundial,ha sidoalgo tanantiguocomoelmundo loquenoshapermitido tenerlescontroladosen todomomento: suamigoycompañeroZafra,quenoshaidoinformandodetodoloqueibanhaciendo.

―¡Sucio bastardo!―dijo Tony girándose hacia Zafra, quien ya se encontrabadandoalgunospasosdeespaldasparabuscarelrefugiodelosmilitaresenprevisióndealgunareacciónviolentaporpartedeMarcoTony―.Sabíadesdeelprincipioquenonospodíamosfiardealguiencomotú…

―¿No querrá eso decir…?―preguntóMarc, haciendo una pausa mientras sucabezahacíamilcálculos―.¿Túereseltipoquemedisparóhacealgunasnochesen


elcastillo?Zafra bajó la cabeza sin responder al tiempo que Tony se lanzaba hacia él en

plenoataquedefuria.―¡Seráscabrón!―dijomientraslecogíaporelcuelloycomenzabaaapretarcon

fuerza―.Perocómosepuedesertancínicoytenertanpocosescrúpuloscomoparaencimaacompañarnospararematareltrabajo…

―Sólo en caso de que fuera necesario ―dijo Zafra casi a modo de excusamientrasintentabaquitarselasmanosdeTonydelcuello―.Sóloseguíaórdenes.

Enaquelmomento,dossoldadossepararonaTonydeZafra.―Bueno, bueno… no hay para tanto ―dijo el capitán Arellano―, a fin de

cuentas,comoéldice,simplementeseguíaórdenes,aunquehedereconocerquenome esperaba que las siguiera, ya que, de hecho, otro de mis hombres dentro delcastilloyasenegóconanterioridadaejecutarlas.

―P-pero,¿porqué?―preguntóMarc,desconcertado.―Creoque eso serámejor hablarlo tras losmurosde la base―dijo el capitán

Arellano―.Estaremosmáscómodosymásseguros,ytendremostodosmenosfrío,queestostrajesmilitaresnocalientanuncarajo.

MarcyTonydecidieronnoresistirseyacompañaralnutridogrupodemilitareshastalayacercanabase.Cuandoapenasunosminutosmástardellegaronhastaella,ambosvieronquehabíacambiadomuchoalolargodelosaños;hacíatiempoquenolaveían,perodesdeluegoelaspectoqueteníaahoranoeraelquerecordaban.Envezdelenrejadoquecircundabalabase,selevantabanahoraespesosmurosdehormigónarmadodedosmetrosdealtocapacesderesistirinclusoelimpactodeunagranada,habíatorretasarmadasconmetralletas,focosendiversospuntos…Habíanconvertidoel lugar en una fortaleza aparentemente inexpugnable, aunque como bien habíandescubierto,paraaquellossereslapalabra“inexpugnable”parecíaresultarcarentedevalor,alhaberdemostradoyaantessercapacesdellegarhastaelmismísimoinfierno.

Pasaronatravésdelapuertaprincipalyfueronadaraunsegundomuroconsuconsiguientepuerta,quetambiénatravesaron,ytodoelloconmedidasdeseguridadextremas que iban desde las cámaras de vigilancia a todo tipo de alarmas. Parecíaimposible llegar hasta allí sin ser detectado nada más pusieras el pie dentro delperímetrodefensivoqueaquelloabarcaba.

Una vez dentro, comprobaron cómo había diversos edificios, algunoshelicópteros,tanquesynumerososcamiones,asícomomilitaresrealizandotodotipodemaniobras.

―Pasad,pasad―dijoelcapitánArellano―.Osestánesperando.MarcyTony,acompañadosporunZafraunpocomás rezagado,entraronenel

queparecíaeledificioprincipal.Trasatravesaralgunospasillos, llegaronhastaunaampliahabitacióncubiertaporunaalfombradedibujos recargados,yprofusamente


decoradaconcuadrosdetodotipo.Habíatambiénunamesacentralalaqueestabansentados varios militares de alta graduación que parecían esperarles, y a cuyasespaldas había bastantes monitores, algunos de los cuales parecían conectados acámarasrepartidasporlaislayotrossimplementeaalgúncanaldetelevisióndeésosquenoveíandesdehacíameses.

―No sean tímidos y tomen asiento ―dijo una voz desde el fondo de lahabitación―. Como no me gusta ser descortés, me presentaré: soy el general dedivisiónPiqueras,encargadode laoperación“Apocalipsis Island”,yestoshombresquemeacompañansonelAltoMandosupervisor.SetratadeunaoperaciónconjuntaentrelasFuerzasArmadasdelaComunidadEuropeaylasfuerzasnorteamericanas,iniciada,comolespresumoenterados,elpasado5deenero.

»ComocreoqueelpropioMarcyahadeducidohace tiempo, se encuentranenunaespeciedeescenariodejuegoenelqueseestándesarrollandounas“maniobras”con el fin de descubrir cómo afectaría a la humanidad una mutación ciertamentedesagradabledelvirusZ.

―¿El virus ha mutado?―preguntó Marc―. ¿Cómo? Se suponía que eso eraimposible.

―Técnicamenteloera―respondióelgeneraldedivisiónPiqueras―,ydigoquelo era porque a lo largo de los últimos meses, por culpa de unos desagradablesincidentes provocados por algunos soldados, la peor de nuestras pesadillas se hahechorealidad.Perovayamosporpartes,quedijoelcarnicero.

»A lo largode losúltimos años, comoustedyabien sabrá, señorMarc, sehanllevadoacaboestudiosrelacionadosconelvirusZalolargoyanchodelplanetaendistintasuniversidadesyfundaciones.Alprincipionoseavanzómucho,sobre todopor una cuestión de enfoque por parte de los investigadores, que aunque sosteníanque el virus no mutaba, no se dieron cuenta de que lo que sí podía hacer eraadaptarse. Y es que la naturaleza es maravillosa y por alguna cuestión quiere porigual a todas sus criaturas, desde la más grande a la más pequeña, desde la másinteligente a lamás básica, por lo que a todas las dota de la facultadmínimaparasobrevivir en el entorno que las rodea. Y eso es algo tan válido para los sereshumanos, que sin nuestra inteligencia hace millones de años que hubiéramosdesaparecido, como para el más insignificante de losmicrobios, virus o bacterias.Están ahí y se supone que tienen su finalidad, sea la que sea. Obviamente, hayexcepcionesdentrodeestepanoramainfinito,yenestecasoobiendesaparecenellosobiennosotros;nohaysitioparaambasespeciesenelplaneta,yaquehayunaqueensuprocesoparasitarioacabaconlaotra,yloqueresultamásparadójico,sinnosotrosesevirustambiénestácondenadoadesaparecer.

»Esporelloquesededujoprontoqueelpasoobvioseríaeldeadaptarseaotrasespeciesquenofueralahumana,locualparanosotroshubierasidocatastrófico,ya


queimplicaríaporunladoelquedejaríamosdesernecesarios,conloquepodríamospasar a ser prescindibles, ypor el otroquedeberíamos enfrentarnos a todo tipodeanimalesnomuertos:perroszombis,gatos,oDiossabequéotrascriaturas.

»Perono,no fue así.Losvericuetosdeldestino son indescifrablesy elvirusZencontróotromododesobrevivirynoserexterminado,ylohizosinquealprincipionosdiéramoscuentadeloqueestabasucediendo.

ElgeneraldedivisiónPiquerashizounapausapararecuperaralgodealientotraselmonólogoqueacababadepronunciar,yparaversiMarc,comosospechabantodosenesasaladesdehacíatiempo,podíacontinuarlafrase.

―No hace falta que disimule, señor Piqueras, sus sospechas son ciertas y suspalabras no hacen sino ratificarmis temores. Todos somos portadores del virus Z,¿verdad?

―¡¿P-perdón?!―exclamóTony―.¿Meestásdiciendoqueestamosinfectadosydestinados a transformarnos?Pero eso es algo con lo que se especuló al principio,cuandolagentesetransformaba,peroquefinalmentesedesechó…

―Enefecto,señorTony―dijoelgeneraldedivisiónPiqueras―.Ensufasedepropagación inicial, en supuntodemásvirulencia, elvirusZ infectóa lagentedeforma incontrolabley sin sabermuybienquépatrones seguía.Suprocedenciayelmodo de propagación inicial es algo que ni siquiera ahora sabemos, su origen ymodus operandi son unmisterio. Pero pasada esa fase, la gente podía únicamenteinfectarsedeunmodo,yera,resumiendo,porunaheridaprovocadaporunodeesosapestados.

»Pues bien, eso ha cambiado; ahora además, gran parte de nosotros somosportadorescondenadosatransformarnosenzombistrasperderlavida,condenadosavagar sin alma hasta el fin de los tiempos…o hasta la lenta degradación total delcuerpofallecido.Enocasionescomoéstadoygraciasdequeesasalimañascarezcandeinteligenciaoelsiguientepasoquehubierandadohubiesesidoeldecreargranjasde humanos de las que alimentarse, lo cual, aunque pueda sonar como unmonstruosidadasusoídos,noseríasinounfielreflejodeloqueyahacemosnosotrosconotrasespeciesanimalescomolasvacas,lasgallinasolosconejos…inclusoconespeciesmarinasenlaspiscifactorías.

»Elcaso,poriralgranodelacuestión,esquepocoapocoelcondenadovirusseha ido expandiendo sin que nos hayamos dado cuenta, sin saber muy bien cómo,hasta el punto de que en la actualidad se estima que el 65% de la humanidad seencuentra infectada y lista para la transformaciónuna vez deje de respirar. Puedenimaginarse el impacto que dicha información tendría en la opinión pública y laalarmasocialquecausaríadeconocerselanoticia…Sobretodosinsabermuybienaloquenosenfrentamos.

»Porelloseelaborólaoperación“ApocalipsisIsland”,cuyoobjetivonoeraotro


queelderecrearunasituaciónlímiteenbaseaestosnuevosdatosyverlaevoluciónque tenía lugar. De paso, se quería observar lo que le sucedía a una poblaciónoccidentalavanzadaenelcasodequesellevaraacabounapropagaciónmasivadelvirus, cosa que no sucede desde la PrimeraPlaga, recreando el escenario sin dudamás temido y que ni nuestros más potentes ordenadores son capaces de resolver.Existencientosdeplanesdecontingencia, lapoblaciónsabe loquehadehacer, sellevanacaboadiariomilesdesimulacionesymaniobrasdetodotipoconelfindeestarpreparados,peroclaro,unacosaeslateoríayotralapráctica;noeslomismosaber que has de disparar a un zombi a la cabeza que enfrentarte al hecho dereventarleelcráneoatuhijodecincoodiezaños.

»SeobservóquelapoblaciónportadoradelvirusenMallorcaeramuysuperioralamedia,yenvezdeenun65%estabaentornoal89%;nosabemossiporculpadelclima, lasensaimadaso lasobrasada,peroelcasoesqueeraasí.Demodoqueeraideal:unaislaycasitodasupoblaciónsiendoportadoradelvirus.

»El siguientepaso trasdeterminarelobjetivo fue inventarseunaexcusaparaelaislamientodelaisla,paralocualsedispusolatransformacióndelosconvictosdelpenalenzombisysucorrespondiente liberaciónunaveztransformados.Seescogióunafechapropiciaparaunarápidainfección,ylodemásyaeshistoria.Losmilitaresdispuestos para la defensa civil abandonaron inicialmente las calles, dejando a losciudadanos a su suerte, para posteriormente patrullarlas e ir reportando de laevolucióndelescenario.

Marc escuchaba sin dar crédito mientras la rabia iba creciendo en Tony, queintentaba encontrar algo de racionalidad en toda aquella explicación carente decualquiertipodesentimiento.

―¿Mequierendecirquelasmilesdepersonasquehanmuertoestosmeses,ylasque siguen muriendo aún, forman parte simplemente de un macabro escenario depruebasmilitares?―preguntóincréduloTony.

―Sí, secorrespondíaconunplanesmeradamenteelaborado,calculadohastaelmásmínimo detalle―respondió el general de división Piqueras―, aunque, comosiempresuelesucederconestetipodeplanes,surgióunimprevisto…ovarios

»Loprimerofuesupresenciaaquíysumolestacostumbredeirdeunsitioaotrohaciendo preguntas, buscando respuestas e información con la finalidad última dehacerlapública.Yesoeraun lujoquenonospodíamospermitirenunprincipio;acadapasoseacercabamásalarespuesta,quenodejabadeestarahídelantetodoeltiempo,yeraprecisodetenerle.SesuponíaqueunaeminenciacientíficacomoustednodebíaderegresaraMallorcaenunbuenmontóndeañoscontantaspreguntasalasquedarrespuestaalláenlosEstadosUnidos,perolohizo.

»Perodejandodeladosucasualpresenciaenla isla, lomásgravesucedióhaceapenas unosmeses, aunque conviene remontarnos un pocomás atrás para retomar


posteriormenteelhilodenuevo.

»Unavezsedecidióqueelcampodepruebas ibaaserMallorca,elmandomilitardecidióhabilitarcomocentrodeoperacioneslabasedelPuigMajorenlaqueahoraseencuentran.Es,sinduda,ellugarideal:apartadodelmundanalruido,enunlugarperfectoparalascomunicacionesvíasatélite,yconunabasemilitaryaexistentequeusarcomoplataformadeinicio.Sealzaronmuros,secavarontrincherasyfosos,seelectrificaron vallas, se creó un gigantesco almacén subterráneo repleto de víveresparaevitarcualquiertipodecontingencia,disponemosdeunarsenalequipadoconelarmamentomásmodernoyeficaz,yseaprovechóparahabilitarunpabellónparaelestudio de los zombis con algunos de los científicosmilitaresmás prestigiosos detodoelmundo;teníasulógicasitenemosencuentaloqueibaasucederalolargodelosañossiguientes.

»Peroclaro,esoimplicómeteralzorrodentrodelgallinero.Demomentonohasidounproblema,aunquehayahechoque labase, inicialmente inexpugnable,hayadejadodeserlosimplementeporelhechodequeyahaydentrodeellaapestadosdeésos, y, a pesar de estar custodiados, nohace falta que les explique lo que al finalacabasucediendosiempre.Aunquedeahínohavenidoelproblemademomento,elasuntomáspeliagudosucediócuandonosedioanuestroshombreslasinstruccionesprecisas.Elejército,cualquieraquehayaexistidoenelpasadooelpresente,sebasaenlaobedienciaciegaalmandosuperior;recibesunaordenylaejecutas,punto.Demodoque nuestros ínclitos y eficaces hombres, lomejor de lomejor de las tropasoccidentales, libresdelvirusnosiendonisiquieraportadoresdelmismo,recibieronórdenesylascumplieron.Elproblemaesquelasórdeneslasformularoncientíficosmilitaresynofueronlosuficientementeprecisas…Bueno,esoyquelatropaaquínodejabadeestaraburrida.

»Elcasoesquecuandounzombidejabadeserútilparanuestroscientíficos,éstosordenabanaalgúnsoldadoquesehicieracargodelmismo,quelosacarandelabasey lo eliminaran.Nadie pensó en crear una incineradora donde quemarlos de formarápidayeficaz,principalmenteporquealprincipionadiepensóenquelabasefueraacontar con unmandomilitar científico, por lo que los soldados no pudieron evitarcoger a esos zombis y lanzarlos al fondo del embalse. Como el de Cubert estabasituadodemasiadocercadelabase,lostiraronalGorgBlau.Losarrojabanalaguayde paso aprovechaban para hacer prácticas de tiro sobre los cuerpos flotantes. Elsonidodelosdisparosatrajopocoapocoalosescasoszombisdelazona,algunosdelos cuales caíanhasta elGorgBlaupor lanoche;otros, al serdisparadoscaían sinmorir al agua… De modo que aquella montonera de infectados, algunos de ellossometidosamiltiposdeexperimentos,acabócreandouncaldodecultivoinfecciosoque,coneltiempo,llegóhastalosdepósitosdeaguadelapoblación.

Marcseechólasmanosalacabezaalescuchartantodespropósitojuntomientras


losojosseTonyseabríancomoplatos.―¿Me está diciendo que la aparición de esos zombis mutados corredores de

fondo son en realidad un producto creado por… nosotros? ―preguntó Tony sinacabardecreérselo.

―Megustaríapoderdecirlequeno―dijoelgeneraldedivisiónPiqueras―,peronopuedo.Enefecto,hemoshecholoqueni lanaturalezahasidocapazde llevaracabo:hemoscreadounamutaciónevolutivade loszombis.ElaguadelGorgBlau,suministradorpotabledelaciudaddePalma,fueelcaldodecultivoparalamutaciónycreacióndeunaespeciedevirusalquepocoafectabalacalolosdescontaminantesartificialesdelembalse.Demodoquedosydos…

»Estamoshaciendotodoloposibleporcontrolarlodesdequedescubrimosloqueestabasucediendoydesdehaceyaalgunosdíassehacerradoelsuministrodeaguadelembalse.

―Pero esto es un despropósito, toda esta información debería hacerse públicacuantoantesparacomenzarabuscarunasolución―dijoMarc,algoangustiadotrasconfirmarseelpeordesustemores―.Estamoshablandodedosfactoresquecambianpor completo el escenario semipacífico que teníamos establecido; ahora existenbastantesposibilidadesdequetengamosqueenfrentarnosaunpeligromásqueserioparalasupervivenciadelahumanidad.

―Somosconscientesdeello―dijoelgeneraldedivisiónPiqueras―.Dehecho,enbreveseharáuncomunicadopúblicoenelquesefiltrarálanoticia.

―¿IncluyendolosucedidoenMallorca?―preguntóTonyapuntodeestallar.―Me temo que no, creo que eso será mejor dejarlo escondido debajo de la

alfombra donde nadie pueda verlo, ¿no cree? ―contestó el general de divisiónPiqueras.

―Puesmuchome temoquenomeconvencerándeno revelar loquesé―dijoTonyenrabietado.

―Metengoporunapersonapragmática,señorTony―dijoelgeneraldedivisiónPiqueras―,ypormuchasvueltasqueledéalasuntonoveoquéganaríamosconello.

―Apartedehacerjusticia,claro―replicóMarc.―Metemoqueeldañoquecausaríalaalarmasocialseríamayoralbeneficiode

quesusconcienciasselimpiaranysurabiasediluyese,¿nocree?―apuntóelgeneraldedivisiónPiqueras,acabandosufraseconsuhabitualcoletilla.

―Entonces qué harán, ¿matarnos para que no hablemos? ―dijo Tony,temiéndoseunarespuestapositiva.

―Yanovalelapena.Unavezestudiadalasituaciónyenvistadeloquesaben,no representan amenaza alguna ―dijo calmadamente el general de divisiónPiqueras―.¿Nocreen?Alcontrariodeloquealgunospiensan,yoconsideroqueenestasociedadenlaquevivimos,nacidatraslaPrimeraPlaga,situadatanaladerecha


políticamentehablando,el revelar loquesehahechoaquíenel fondonosería tanmala idea.Esmás, seguramenteseríamosaplaudidospormuchosporpreocuparnosporelbiencomúnytomardecisionestandifícilesconarrojoymanofirme.

―Siempre será un arma arrojadiza enmanos de la oposición―dijoMarc sinacabardecreérselo.

―Pero no sea estúpido ―contestó el general de división Piqueras―, ¿piensaacaso que algo así podría haber sido llevado a cabo sin el consentimiento delGobierno y la oposición?Esmás que una cuestión de estado. ¿Cree que laUniónEuropeanoestáinformada,quenuestrosocionorteamericanonodiosubeneplácitoaesta operación? Creo que ya han visto su portaviones destrozado en la Bahía dePalma fruto de su afán por ayudar. En estos momentos, los mejores satélitesinternacionalesestánfijadossobreesta isla,observandotodocuantosucede,viendocómoreaccionaríalapoblaciónanteunasituacióncríticacomoésta,yhededecirquelosresultadoshansidomásquepositivos.

»Lahumanidadpodrá sobrevivir a esto comoya lo hizo conotras plagas en elpasado.Encontraremosunremedioparaésta,unavacunaparalaenfermedad,ynossobrepondremos.

―¿Seaalcostequesea?―preguntóMarc.―Seaal costeque sea, efectivamente―dijoelgeneraldedivisiónPiqueras―.

No estamos hablando de superar algo como la gripe A o el SIDA…, estamoshablandodelasupervivenciadelarazahumanacomoespecie;noesunacuestióndeestaronosituadosenlapartemásaltadelacadenaalimenticia,estamoshablandodedesaparecerdelamisma,deextinguirnoscomoespecie,ycréame,harétodoloqueestéenmimanoparaevitarlo,sinimportarmeenlomásmínimoelcostehumanoqueesoconlleve.Meda igualsihedeacabarcon toda lahumanidadsial finalhayunpuñadodeseresvivosquemesucedan,quenosperpetúen.Comobiensesabe,parahacerunatortillahayqueromperantesloshuevos,¿nocreen?

―Están todos ustedes locos ―dijo Marc tras escuchar el discursoautojustificativodelgeneraldedivisiónPiqueras―.Separapetanenunsupuestobiencomún al precio que sea para esconder en realidad que han decidido escoger elcaminomásfácil,yhaciéndolosinconsultarconningúnotroestamentoyusurpandoalpueblosuderechoaopinar.

―¿Loco?―preguntó retóricamente el general de división Piqueras―. Prefieroconsiderarme un visionario, el término “loco” está reservado para los genios que,comoGalileooCopérnico,supieronadelantarseasutiempoymantenersefirmessinimportar cuál fuera la dificultad a la que tuvieran que enfrentarse. Ni la Tierra esplana, ni es el centro del universo, ni la humanidad perecerá porque cuatrosentimentales como ustedes no sepan tomar las decisiones correctas a tiempo. Lesaseguroqueconeltiempoinclusoustedesmeacabarándandolarazón.


―PorDios,enmanosdequiénestamos―exclamóMarc―.¿Realmentesecreetodaesaretóricaqueestáformulandoosedacuentadequeseestáescondiendotrasellaparallevaracabosusmaquiavélicosymegalómanosplanes?

―Yosóloséquehemosdadounpasoadelante,unpasoquehabíaquedar―dijoel general de división Piqueras―. Por lo que hemos comprobado, la humanidaddeberáaprenderavivirconestanuevacrisis,comosideunaenfermedadcrónicasetratara.Puedequeenelfuturologremosdarconalgunacuraquelogreexterminaraesosparásitos,perohastaentoncesnostocarálucharcontraellosenlastrincheras.

Marc ya se estaba cansado de toda aquella verborrea que estaba escuchando,conscientedeque,porun lado,nosacaríannadamásenclarodeallí,dadoqueyasabíantodoloquehabíanidoabuscar,yporelotro,queconveníacomenzarapensarensalirdeallíconvidaynoacabarflotandoenelestanqueahoragranatedelGorgBlau.

―¿Y qué sucederá con nosotros? ―dijo Marc, prefiriendo ser directo con elasunto que le preocupaba de cara a saber a qué atenerse―. ¿Se nos eliminarásutilmenteenarasdelbiencomún?

―No, no se preocupen.Como le decía a su amigo, ya no representan ningunaamenaza para nuestros planes ahora que se ha decidido el hacerlos públicos―respondióconactituddeperdonavidaselgeneraldedivisiónPiqueras.

―Puesyapodríanhaberllegadoaesaconclusiónhaceunassemanas,cuandomedispararon―dijoMarccontonoirónico.

―Megustaverquemantienesusentidodelhumorinclusoenlosmomentosmáscríticos―dijoelgeneraldedivisiónPiqueras―.Puedenirsepordondehanvenido,aunque como chicosmalos que han sido semerecen un castigo, por lo que no lesfacilitaremosningúnvehículoydeberánregresarporsucuentahastaPalma.Unavezlleguen allí, si llegan, serán escoltados hasta un barco que les llevará hastaMarruecos,oloquequedadeella.

―P-pero…―tartamudeóMarc.―Haberlopensadoantes―dijosonrienteelgeneraldedivisiónPiqueras,conla

actituddelprofesorquereprendeaunosalumnosquesehanportadomalenclase―.Noshancomplicadolascosashaciéndonosdesviarrecursosquehubieransidomejorempleadosenotros fines,yeso incluyeaesosamigossuyosperiodistasde losquetambién daremos buena cuenta.Y pueden darse por afortunados con este destierroencubiertoenvezdeseracribilladosporunpelotóndefusilamientoqueesloquemepideelcuerpo,peronopiensodesperdiciarunasolabalamásenustedes…amenosqueseantanestúpidoscomoparanoseguirmisinstruccionesynolargarsedeaquí.

―Es usted un hijo de puta malnacido―dijo Tony―. El que esto sea lo queentiendeporjusticiaexplicamuchascosasconrespectoalasdecisionesquetoma…

―Puedequeseaunmalnacido,perosoyunmalnacidoquevivirámuchoymejor


que ustedes dos ―dijo el general de división Piqueras sonriente en actitudvencedora―.Graciasamíyagentecomoyolahumanidadsobreviviráaestacrisis.Esta base en sí es un ejemplo de lo que nos espera, una demostración de que contrabajo, esmero y esfuerzo es posible mantener a esos condenados apestadosconfinadoslejosdelahumanidad.Aquítodoestácontrolaaaa…

Aquéllas fueron lasúltimaspalabrasdelgeneraldedivisiónPiqueras,quecayómuertoalinstanteenelsueloantelamiradaperplejadetodoslosasistentes,quenosepodíancreerlaterribleescenaqueacababandeobservaranteellos.


Capítulo27

Terrorenlabase

Todosucediócondemasiadarapidezcomoparaquealguiensedieracuentaatiempo.NiMarcniTonysepercatarondenadahastaqueyafuedemasiadotarde,apesardequehabíaseñalesavisándolesdesdehacíatiempodeloqueibaasuceder,señalesquelatensióndelosúltimosacontecimientosleshabíanocultado.

Elcasoesquenadiesediocuentade la repentinaaparicióndeunzombidesdedetrás del general de división Piqueras, un zombi que sin pensárselo dos veces lemordió con todas sus fuerzas en el cuello, reventándoselo y salpicándolo todo desangre ante la incredulidad de los presentes. Una vez más, el Paraíso había sidomancillado.

El zombi se cansó en apenasunos segundosdel general dedivisiónPiquerasydecidióbuscarunnuevoobjetivo.Paracolmodemales,loqueteníandelanteeraunodeesoszombisdenuevageneracióndemovimientosmásrápidosdelousual,porloque inmediatamente después de arrojar a un lado al general de división Piquerascomo si de unmuñeco roto se tratara, se abalanzó rápidamente a por el siguientemilitar,aprovechandoeldesconciertogeneradoenlasaladereunionesdondelajuntaestabareunidaydondeloúltimoquealguienseesperabaeraalgoasí.

En apenas unos segundos, la sala se convirtió en el escenario de una auténticacarniceríadelaqueTonyyMarcerantestigosconlosojosabiertoscomoplatossinacabardecreerselaescena.Nuncahabíantenidotandecercaunzombideaquellascaracterísticasyestaban,comovulgarmentesedice,realmenteacojonados.

Nadamásllegaralabase,Zafrarespiróaliviado.SuviajedesdePalmahastalabasemilitar del PuigMajor no había sido precisamente plato de buen gusto. Le habíanasignadocomomisiónelacompañaraaquellosdostaradosidealistaseirinformandodetodocuantosucediera,sinperderlesdevistaenningúnmomento.

Desdequefue“rescatado”mesesatrásporelcomandanteBonetysushombres,había pasado a convertirse en una especie de espía de todo cuanto sucedía en elcastillodeBellver.Erauntrabajoquenoledesagradaba,todolocontrario;teníaqueir informando de todo cuanto sucedía al alto mando, de cualquier cosa queconsiderara anómala en labasepor si hiciera falta cualquier tipode actuación.Sindudaerauntrabajoqueencajabaalaperfecciónconélysesentíaagustollevándoloacabo.

TrasinformardelallegadadeMarcyTony,seleencargósuvigilancia,ytraselintento fallido de asesinato y el informede la intención de éstos de llegar hasta labasedelPuigMajor,se leordenóacompañarles.Aquellosíquenolehizoningunagracia;porculpadeaquellosdospalurdosahorateníaqueabandonarlaseguridaddel


castilloyadentrarseenelinteriordeaquellacondenadaislaquetanpocolegustabadesde que llegara destinado a ella: demasiado calor y una humedad excesivaconformabanunamezclanomuydesuagrado.

RealmenterespiróaliviadoalllegarhastalaseguridadqueofrecíalabasemilitardelPuigMajor,einclusodisfrutóviendolacaradeaquellosdostiposaldescubrirsecomoagentedoble.

No pensaba acompañarles hasta la presencia del altomando, pero no le quedómás remedio al ser solicitado como posible testigo en la comparecencia. Estuvo apuntode intervenirenunpardeocasionesen laestúpidacharlaentreaquellosdosingenuosyelgeneraldedivisiónPiqueras,perodecidiónohacerlo.Porunlado,seríaunaauténticapérdidade tiempo,yaquenocreíaquenadiepudierahacerentrarenrazónaaquellosdosidealistas,yporelotronoseacababadeencontrarbiendeltodo.

Debiódeserporesoquenoreaccionómuybiencuandoviolastripasdelgeneralde división Piqueras esparcidas por el suelo en medio de un charco de sangreprovocado por aquel zombi que había irrumpido en la habitaciónDios sabe cómo.Aquello iba caminode serunaverdaderamasacre, yaque enapenasunosminutoshabía acabado con la vida de varios generales, incluyendo a parte del altomandonorteamericanoyeuropeo.Diplomáticamentehablando,aquelloseríaundesastre,yaquenoresultaríasencilloexplicaralaliadoamericanocómosushombreshabíansidodestrozados en la supuestamente inexpugnable base del Puig Major, como tantasvecessehabíancansadodedefinirladesdelasaltasesferaseuropeas.

Zafraseencontrabamaly temíaporsuvida,siaquelbicholeatrapabalo ibaapasar aun peor, y por lo que parecía, podíamoverse con una facilidad fuera de lonormalparaaquellosapestados.Segiróunmomentoyloúnicoquealcanzóaverfuesangre y restos humanos por doquier, al tiempo que su dolor de cabeza iba enaumento.

Caminóalgunospasos intentandoalejarsedel lugar.Sesentíacomoenaquellaspesadillas en las que no puedes correr por mucho que lo intentas, únicamente sicaminas de espaldas. Fue entonces cuando llegó a la altura del espejo situado enmediodelasalaysevioasímismo,completamenteensangrentadodelospiesalacabezaysosteniendoelbrazodeunmilitarconsumanoderecha.

MarcyTonynoselopodíanacabardecreer.Zafrasehabíaconvertidoenunzombi,ydelosqueambosdenominabancomo“chungos”.Aquelbichocasipodíacorrer,ydesdeluegoquelohacíaelcondenado:enapenasunossegundoshabíadadobuenacuenta de la mitad de los vejestorios presentes en la sala, causando el caos porcompleto.

―Joder, ¿te has fijado cómo se mueve?―dijoMarc mientras salía corriendojunto aTonyde la sala justo detrás de algunosotros de losmilitares presentes, nomuyvalientesporloquesepodíacomprobar―.Yaesloquelefaltabaaltiñosoése,


ahorasíquelotienetodo.Nohepasadotantomiedoentodamivida,sillegamosaestaralgomáscercanosdestroza.Hasidoespeluznanteverlemoverse.

―Pues ya me dirás qué hacemos ahora―dijo Tony mientras se detenía paratomarairedespuésdelprecipitadosprintqueacababandehacer―.Porsinotehasdado cuenta nos han despachado de la isla, del país y del continente, nos hanextraditado, exiliado, expulsado, desterrado… Y aunque la mayoría de los que loordenaron no creo que estén en condiciones de hacer cumplir la orden, la sesiónestabasiendotransmitidaDiossabedónde,porloqueladecisiónsepodríadecirqueeravinculanteynoshemosdedarporenteradosdelmensaje.

»Loquenoacabodeentender―continuóTonytrastomaralgodeaire―esquéle ha sucedido a nuestro “amigo” Zafra, te aseguro que no fue mordido mientrasestabaisinconscientesahítiradosjuntoalembalse.

―Uhm…hedeconfesartealgo―dijoenuntonorelativamentebajoMarc,casicomo si le resultase embarazoso el decir lo que tenía en mente―. Lo vengosospechandodesdehacehorasyestonohacesinoconfirmarlo…Escasiobvio.¿Teacuerdasdecuandosalimosdelembalse?Estuvimosencontactoconelaguaque,terecuerdo,estabainfectada,contaminada…comoprefierasdefinirlo,porloqueobienbebimosdeellaobiensefiltróennuestroscuerpos,ycomoeslógico,silapoblacióndelaciudadquedóexpuestaaellaytodoaquélquebebiómutóalacondicióndenomuerto,eralógicodeducirqueanosotrosdosnosibaasucederalgoparecidotardeotemprano.

»Esoexplicaríaperfectamenteelhechodequeaquellosdoszombisenelembalsesealejarandenosotros;supongoqueenciertomodonosobviaronalnoconsiderarnosa través de sus sentidos como humanos, y ya sabes que no son precisamentecaníbales,nuncacomende lacarnedeunode los suyos―acabódiciendoconunasonrisaenlabocaantelaironíadeloqueacababadedecir.

―P-pero, tú no te has transformado―dijoTonymirándole a la cara fijamenteintentandodetectarcualquiersignodetransformación.

―Eso se puede deber amil y una cosas, desde que desarrollara algún tipo deagente inmunológico del que no era consciente durantemi estancia en losEstadosUnidos,dondeestuveexpuestodíatrasdíaalcontactoconzombis,hastaalhechodeperteneceraesapequeñaseleccióndel0,1%delapoblaciónquenosetransformadelmodousual…Osimplementeaquemetransformarédentrodeunminuto,unashorasodentrodeunosdías.

»Peroyodetinomepreocuparíadeesoahora―añadió,señalandoalapuertadelasalaquehabíanabandonadohacíaunosminutosypor laquecomenzabanasalircaminandoalgunosdeloscuerpossinvidadelosmilitaresdestrozadosporZafra―.Ésosyahancambiadodebandoycreoquelesapeteceestrenarseconelprimeroquese lescruceensucamino,ynopienso jugármelaaqueestaveznomereconozcan


comoaunodelossuyosymedespedacen…obienquequierandarmelabienvenidaalafamiliaconunmordiscoenmiblancocuello.

Ydiciendoesto,comenzaronacorrerdenuevo,perseguidosporaquelgrupodezombisquecaminabandandotumbosporelpasillo.


Epílogo

MarcyTonypermanecíancustodiadosenelpuertodeValenciaporunnutridogrupodemilitarescuyamisióneraladetransportarleslejosdelafronteraespañola.

Finalmente, el Gobierno, apoyado por la oposición, optó por un caminointermedioalahoradehacerpúblicalanotadeloacontecidoenMallorca,dandounaversión algo edulcoradade lo sucedido en la isla.Todo lo que contaron eramásomenoscierto,aunqueomitieronalgunosdetallesconrespectoalastropelíasllevadasacabo.

―Parece que la sociedad se ha tomado a bien su nueva relación con los nomuertos ―dijo Tony, haciendo alusión al anuncio de que los humanos eranportadoresdelamutaciónZ.

―Sí,parecequehahabidoalgunossuicidioscolectivos,algúncharlatánquehaintentado sacar partido de la situación y poca cosa más ―contestó Marc―.Simplemente tendránque tenermáscuidadocuandoestén juntoaalguienquehayamuerto recientemente para evitar que al despertar comience a dar mordiscos acuantoslerodean.Alprincipiocostaráadaptarse,perocomomanteníanlosmilitaresdelabasedelPuigMajor,lagenteseacostumbrarácomolovienehaciendoconcosaspeores desde tiempos inmemoriales. Si hemos aprendido a convivir entre nosotrosseremoscapacesdehacerloconellos.

―EsperemosquelogreneliminaratodosloszombisatletasesosquequedaronenMallorca―añadióTony―.Si esos apestados lograran extenderse estaríamos todosenseriosproblemas.Menosmalqueestandoenunaislanollegaránmuylejos.

―Pordesgraciateequivocas―matizóMarc―.Olvidasundetallecomoeseldelmar.Puedequehayasuerteynovolvamosasaberdeellos,peroporlamismareglade tres, alguno podría acabar flotando en elMediterráneo y llegar hastaDios sabedóndeylograrextenderunanuevaclasedeepidemiamuchomásvirulentaquetodaslasanteriores.

―Siempretanpositivo―rioTony.―¿Yahoraquéharemos?―preguntóMarc.―Me temo que nos espera un largo viaje hasta África ―respondió Tony―,

dondepodrásconoceratusnuevosamigosyfamiliares,losapestados.Silosmediosdecomunicaciónylospolíticosnomentían,aquelloestállenodelosqueahorasonlostuyos.

―Verdaderamente divertido y jocoso, ya vendrás a mí cuando quieras que tepresenteaunadeesaszombisminifalderas―dijoMarcintentandoseguireltonodelaconversación,aunqueenel fondo lehicierabienpocagracia tenerquevivirconaquellaincertidumbreadiario―.Yatequejaráscuandoamanezcasalgúndíaconunmordiscomíoenelcuello.


―Todoestoes,desde luego,dignodeunapelícula―dijoTonymirandoal solponerseenelhorizonte.

―Sí,perodelasdePajaresyEsteso―comentóMarc.―Hombre, sin querer restarlesmérito, prefiero pensar que deAlfredoLanda o

FernandoFernánGómez―matizóTony.―¿TienesalgoencontradePajaresyEsteso?―preguntóMarc.―No, laverdadesqueno,pero¿cómo traduciríanesoenunapeliamericana?,

allínotienenniideadequienessonPajaresyEsteso―dijoTony.―Tampoco te creas que conocen a Alfredo Landa, aunque supongo que los

sustituiríanpor alguiendel estilo delGordoy elFlaco, oBenStiller y JimCarrey―dijoMarc.

―¿Ycómollamaríanalapelícula?―preguntóTonyintrigado.―ApocalipsisIslandlatitularíayo―respondióMarc.―¿Apocalipsis Island? Qué dices, hombre, en todo caso Apocalipse Island o

Apocalipsis en la Isla, no querrás mezclar dos idiomas en un título ―dijo casiindignadoTony.

―¿Pero quién narices se va a fijar en eso? Tío, desde luego, cómo sois loshumanos,todosmáspapistaqueelPapa.


VICENTEGARCÍA(PalmadeMallorca,1971).Llevavinculadoalmundoeditorialdesde hace ya veinte años. Diplomado como Técnico de Empresas y ActividadesTurísticas,notardómuchoendarsecuentadelaindustriadelturismonoeraloquemásleatraíaydecidiócentrarseenelmundodelanarrativavinculándosealcómicylaliteratura.Habitualdeprogramasderadioyfundadordelarevistadeinformaciónsobre cómic Dolmen, ha colaborado para diversas editoriales nacionales einternacionalesyllevaescribiendoyleyendodesdequetieneusoderazón.

Apocalipsis Islandessuaportaciónaungéneroque leapasionayesperapoderescribir algunas secuelas, no cansándose de repetir que dentro del libro está laexplicaciónamezclarunapalabrainglesayotraespañolaeneltítulodelaobra.


tras la gran plaga z, la sociedad ha aprendido a vivir con ... · tras la gran plaga z, la sociedad...

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