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!8 Zipf’s Law In a large sample of words, the frequency of any word is inversely proportional to its rank in the frequency table. Linguist George Zipf (1935)

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Page 1: Tras el incendio. El día D+1 - UMH › files › 2012 › 07 › 15-07-12-mataix.pdf · «APOCALIPSIS» Los expertos temen la ... to de la población, en un tic neomalthusia - no:

Probablemente son de los mejo-res del mundo en investigación so-bre suelos y conocen mejor que na-die las consecuencias de un incen-dio, pero pocas veces se les con-sulta sobre cómo se puede reme-diar el desastre. Levante-EMV hahablado con cuatro expertos quecoinciden básicamente en la nece-sidad de «no precipitarse» despuésde los últimos incendios, lo quesignifica justo lo opuesto de la pa-sividad. La amenaza de las lluviastorrenciales está a la vuelta de la es-quina y después del diagnóstico esimprescindible pasar a la acción.

«tras el incendio, el monte estaenfermo y hay que diagnosticarlopara ver qué tratamientos debemosde llevar a cabo. Si no lo hacemosse nos muere», explica gráfica-mente Jorge Mataix-Solera, de laUniversidad Miguel Hernández deElche.

Jose Luis Rubio, del Centro de in-vestigaciones sobre Desertifica-ción (CiDE) que comparte la Uni-versidad de Valencia con el CSiC yla Generalitat, cree «necesario y ur-

gente» intervenir, «sobre todo an-tes de que produzcan lluvias ero-sivas». «Habría que establecer unafase inmediata de actuación deemergencia y otra a largo-medioplazo de actuaciones de restaura-ción El objeto primordial es la pro-tección y conservación del suelo. Siperdemos el suelo lo perdemostodo: perdemos la biodiversidad, elpaisaje, la cobertura vegetal, laproducción forestal, la regulaciónhidrológica, la fauna…».

Su compañero en el CiDE, Pa-tricio García-Fayos, apuesta poresperar a que la regeneración seproduzca «antes de hacer ningunaintervención».

«La inmensa mayoría de la su-perficie que se quema en nuestracomunidad se regenera espontá-neamente. Sólo habría que inter-venir en aquellas zonas en las quea priori sabemos que, por las ca-racterísticas de la vegetación previa,ésta no lo va a hacer o lo va ha ha-cer en un grado muy bajo y existeun riesgo importante de erosión»,añade.

Ramón Vallejo, del Centro de

JOSÉ SIERRA VALENCIA

Comunitat Valenciana

Levante EL MERCAntiL VALEnCiAnoDoMinGo, 15 DE JULio DE 201226

Estudios Ambientales del Medi-terráneo (CEAM), dirige los equi-pos que están evaluando sobre elterreno los daños provocados porlos últimos incendios. Coincide enla necesidad de intervenir allí don-de el riesgo de erosión y de esco-rrentía es «grave» aunque matizaque generalmente son «peque-ñas superficies en el territorioforestal valencianodonde las actuacio-nes de protección delsuelo hay que hacerlasrápidamente para quesean efectivas antes delas posibles lluvias inten-sas de otoño».

Jorge Mataix-Solera reco-mienda tener mucho cuidadocon el suelo. «Después del in-cendio y hasta que se cubra dealgo de vegetación el suelo está enuna situación muy frágil. Una in-tervención ahora podría ser másperjudicial que el propioincendio».

El esquema de unaintervención postincen-dio prácticamente consensuadoentre los expertospasaría porevaluar y se-leccionarlas áreaspriorita-rias y, unavez iden-tificadas,realizar ac-tuaciones debioingeniería,como semillados, lacobertura con paja y residuos, fa-jinas y otros tipos de barreras, en-miendas orgánicas, etc.

A medio plazo y en las zonasdonde sea necesario inter-venir habría que reali-

zar actuaciones de restauración,incremento la presencia de espe-

cies capaces de resurgir tras losincendios, mejorar la diversi-dad y estructura de la vegeta-ción y en su caso «potenciar»los procesos de sucesión en lavegetación que la natu-raleza establece paratipo de suelo yclima. Final-

mente sería

necesario incidir en las políticas deprevención.

Algunos expertos creen nece-sario introducir el fuego controla-do como un elemento de preven-ción, incluso como factor «ecoló-gico» imprescindible en la ges-tión forestal. Recuerdan que los in-cendios forman parte del ecosis-tema mediterráneo y que es posi-ble apoyarse en el fuego para evi-tar la destrucción de grandes su-perficies y para favorecer la apa-rición de algunos procesos.

Colapso presupuestarioEn tiempos de recortes y sacrifi-

cios parece imposible que las in-versiones forestales sean priorita-rias. «Un problema estructural dela gestión de los montes es que sustiempos superan con mucho el ci-clo político con lo que no es fácilque se mantengan programas degestión forestal a largo plazo»,constata Ramón Vallejo.

Los expertos invitan a reflexio-nar y algunos como García-Fayosadvierte: «Los incendios no van adisminuir sino que cada vez van aser más numerosos y periódica-mente se repetirán desastres comolos de 1994 y 2012».

«Cada vez más van a afectar apersonas y bienes y los costes se-guirán aumentando. Dicho ésto, sise toman políticas con el mismoánimo de reducir los incendios,pero equivocadas, se gastará di-nero inútilmente. Esto lo sabenbien en EE UU, donde en el sigloXX, a pesar del aumento de re-cursos destinados a combatir losincendios, la tendencia fue quecada vez eran más numerosos y lafrecuencia de los siniestros de-vastadores no variaba», concluyeGarcía-Fayos.

El día D+1

Tras el incendio. La Comunitat Valenciana dispone de unnutrido grupo de científicos que conoce el fuego, suimpacto sobre la vegetación y los suelos y cómo se debeactuar tras un incendio. Levante-EMV les ha preguntado

Los científicos recomiendan esperar a ver cómoevoluciona el terreno pero piden un cambio de enfoque

«Los incendios no van adisminuir sino que cada vezserán más numerosos y serepetirá el desastre»

Lechos de ceniza y sedimentos procedentes de los arrastres generados en el incendio de Navalón en 2008.JORGE MATAIX-SOLERA

EL«APOCALIPSIS»

Los expertos temen lallegada de las lluvias

torrenciales. Matizan que nosiempre afectan a todas las

comarcas y por tanto a todos losincendios. Si se prolonga la

sequía, no brota la vegetacióny el riesgo se prolonga

durante años

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Uno de los pioneros. Ha sido presidente de la SociedadEuropea para la Conservación del Suelo (ESSC). Junto aenfoques más clásicos, como el de la corrección hidroló-gico forestal —diques y repoblaciones—aplicado masiva-mente hasta ahora, subraya que las técnicas de bioinge-niería destinadas a la conservación de suelos «ofrecen

interesantes posibilidades en la restauración de zonasincendiadas». Asegura que estas técnicas, que Odum yadefinió en 1971 como «la gestión de la naturaleza» y quevendrían a facilitar y acelerar la evolución natural de lavegetación tras el incendio, proporcionan «un enfoqueambientalmente más adaptado y coherente con la suce-sión vegetal, con el mantenimiento de la biodiversidad ycon la preservación de las funciones ecológicas de las zo-nas afectadas». «Esta mayor coherencia ambiental —añade—favorece una mayor eficiencia a largo plazo. Tie-nen menor coste y mejoran «la calidad paisajística y vi-sual de las intervenciones». Requieren de mano de obraespecializada, planta adecuada y su disposición en elmomento en el que sea necesario.

Comunitat Valenciana

Levante EL MERCANtIL vALENCIANo DoMINgo, 15 DE jULIo DE 2012 27

stos días ando pensando en losmuchos que se encuentran per-didos en el marasmo de noti-cias, reportajes, artículos, etc.,

sobre los recientes y desgraciados incendiosque nos han asolado, y desolado casi unacuarta parte de nuestra provincia. Mucho se ha escrito, pero observo poca re-

flexión y bastante componenda. Unos ata-cando, otros defendiendo. Explicacionespara todos los gustos. Hasta incluso hayquien afirma que esto se debe al crecimien-to de la población, en un tic neomalthusia-no: ¡la realidad es precisamente la contraria!Lo que se ha quemado corresponde a po-blaciones escasamente habitadas. Por po-ner un solo ejemplo, y según el INE, DosAguas, en 1930, tenía 1.133 habitantes; hoydía residen 565. Por tanto, hace 50 años, enesas poblaciones estaba censada el doble depoblación y con gente joven; y no comoahora, que son la mitad, ancianos y sin ape-nas regeneración poblacional. Disparates.Ya lo siento. Es que de todo lo que he leído—y no ha sido poco— lo más sensato lo handicho algunos brigadistas antiincendios apropósito de preguntas de cómo con 1.800personas y 40 medios aéreos sobre el terre-no no se pudo controlar el fuego. La res-puesta no deja resquicio: un fuego de esas

características no hay forma humana decontrolarlo en las condiciones en que se dioy cómo se dio.

Hace unas semanas fui por varias zonasde excursión, algunas de las que se hanquemado. Pude comprobar con mis ojos eldesastroso estado de abandono de nues-tros montes. Resultaba pavoroso. Está he-cho unos zorros y las condiciones, por elactual año de sequía, eran espectacularespara que se produjera lo que se ha produ-cido.

¿Cómo se puede remediar? ¿Qué pode-mos hacer para prevenir estos desastres decara al futuro y que nuestros hijos y nietospuedan disfrutar lo mismo que disfrutaronnuestros abuelos y bisabuelos? La respues-ta, en mi opinión, es que hay que regresar auna selvicultura como la que hubo durantesiglos. Entonces no había brigadistas, me-dios aéreos de prevención, todoterrenos ycamiones cisterna de bombeo… y, sin em-

bargo, los montes no se quemaban, al me-nos como ahora: grandísimas extensionesy de forma totalmente descontrolada.

Pues eso: hay que ser más humildes ypreguntar a los abuelos y bisabuelos de lospueblos cómo los lugareños cuidaban anta-ño lo que consideraban que era suyo y de loque obtenían unos beneficios, quizá desubsistencia, pero que cuidaban con mimo.Hoy no sucede esto: pensamos en grandesmedios, grandes recursos, grandes espaciosnaturales que, por ley, protegemos. Y no sir-ve de nada a la hora de la verdad. Algo se hahecho mal, desde hace décadas, en la políti-ca forestal. ¡Es tan difícil darse cuenta! Por-que supone dar al traste con tantas supersti-ciones, prejuicios ideológicos, simplezas…No tenemos alternativas: o cambiamos onuestros nietos seguirán viendo unos mon-tes desolados, pelados, deforestados, mediodesertizados, que nosotros les habremosdejado.

E

FATIGAINCENDIARIA

Pedro López

Tribuna

Biólogo. Grupo de Estudios de Actualidad

Las ventajas de«gestionar» la naturaleza

José Luis RubioCENTRO DE INVESTIGACIONES SOBRE DESERTIFICACIÓN

Trabaja en el CIDE, un centro mixto de la Universidadde Valencia, el Centro Superior de Investigaciones Cientí-ficas y la Generalitat Valenciana. Cree que hacen faltamuchos recursos pero no para intervenir justo despuésdel fuego «sino para hacer una planificación y gestióneficaz de los montes que contribuiría a situar el impacto

de los incendios en sus límites naturales». Matiza queaunque parezcan muchos recursos, «al dirigirse necesa-riamente también a una planificación y gestión rural inte-gral, las poblaciones que aún viven en el campo seríanbeneficiarias también y con su trabajo estarían contribu-yendo al éxito de su aplicación, lo que además redunda-ría en solucionar parte de la falta de alternativas en elcampo». En este sentido sostiene que la política forestal«tiene que ser necesariamente un todo junto a una políti-ca integral del mundo rural (agricultura, ganadería, turis-mo rural, otros productos, monte, naturaleza, etc.) y, porotro lado, tiene que asumir que los incendios forestalesson parte consustancial de la naturaleza de nuestros eco-sistemas».

El incendio como partedel ecosistema

Patricio García-FayosCENTRO DE INVESTIGACIONES SOBRE DESERTIFICACIÓN

Representa el conocimiento adquirido por el CEAM. Elcentro de investigación valenciano dispone de una meto-dología contrastada en el diagnóstico postincendio puestaa prueba en más de 80 grandes fuegos y 200.000 hectáre-as evaluadas. Lo primero es hacer un diagnóstico en cadazona quemada, explica, pero recuerda que con el nivel ac-

tual de conocimiento se puede prever cuál será la regene-ración del monte quemado sin esperar. «Si se espera, esposible que algunos procesos de degradación, particular-mente de erosión del suelo, ya se produzcan sin dar tiem-po a reaccionar». Sobre las políticas de prevención aplica-das hasta ahora cree «razonable» analizar qué componen-tes de la estrategia son mejorables «sabiendo que en nin-gún caso se van a eliminar de forma completa el riesgo deincendios de un cierto tamaño. No se ha conseguido enningún país del mundo, ni siquiera con enormes inversio-nes». Las soluciones globales fáciles — limpieza del monteetc.—«no son muy viables en el mundo actual» porque «nose puede volver a una España rural que sobreexplotaba elmonte, por lo que no había grandes incendios».

«Si se espera, perdemoscapacidad de reacción»

Ramón VallejoCENTRO DE ESTUDIOS AMBIENTALES DEL MEDITERRÁNEO

Representa una nueva generación de investigado-res. Trabaja en el Grupo de Edafología Ambiental(UMH) y Coordinador de Fuegored, la red temática na-cional que investiga los efectos de los incendios fores-tales sobre los suelos. Cree que uno de los pilares deuna política forestal correcta sería que haya «un mayor

asesoramiento por parte de los científicos, que se noshiciese más caso». «Los científicos estamos para que senos consulte y para asesorar y ayudar; nos debemos ala sociedad, han invertido dinero público en nuestrasinvestigaciones y es nuestro deber transferir esos re-sultados». Todavía se estudian aspectos básicos que noestán del todo resueltas, «pero hay que dar ya el paso atransferir los resultados a algo más aplicado en colabo-ración con la administración encargada de la gestiónforestal, es decir probar aspectos que sabemos suce-den en parcelas a mayor escala: ladera, cuenca, paisa-je. «Lógicamente —añade— eso supondría más inver-sión económica en investigación, transferencia de re-sultados y en prevención de incendios».

«Los científicos estamospara que se nos consulte»

Jorge Mataix-SoleraUNIVERSIDAD MIGUEL HERNÁNDEZ (UMH)