transparencia, rendición de...

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Transparencia, rendición de cuentasTransparencia, rendición de cuentasTransparencia, rendición de cuentasTransparencia, rendición de cuentasTransparencia, rendición de cuentasy construcción de confianzay construcción de confianzay construcción de confianzay construcción de confianzay construcción de confianza

en la sociedad y el Estado mexicanosen la sociedad y el Estado mexicanosen la sociedad y el Estado mexicanosen la sociedad y el Estado mexicanosen la sociedad y el Estado mexicanos

Alberto Hernández Baqueiro (Coordinador)Alberto Hernández Baqueiro (Coordinador)Alberto Hernández Baqueiro (Coordinador)Alberto Hernández Baqueiro (Coordinador)Alberto Hernández Baqueiro (Coordinador)

Directorio:Directorio:Directorio:Directorio:Directorio:

Alonso Lujambio IrazábalComisionado PresidenteComisionado PresidenteComisionado PresidenteComisionado PresidenteComisionado Presidente

Horacio Aguilar Álvarez de AlbaComisionadoComisionadoComisionadoComisionadoComisionado

Alonso Gómez Robledo VerduzcoComisionadoComisionadoComisionadoComisionadoComisionado

Juan Pablo Guerrero AmparánComisionadoComisionadoComisionadoComisionadoComisionado

María Marván LabordeComisionadaComisionadaComisionadaComisionadaComisionada

Francisco Ciscomani FreanerSecretario de AcuerdosSecretario de AcuerdosSecretario de AcuerdosSecretario de AcuerdosSecretario de Acuerdos

Ángel Trinidad ZaldívarSecretario EjecutivoSecretario EjecutivoSecretario EjecutivoSecretario EjecutivoSecretario Ejecutivo

Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI)Av. México 151, Col. Del Carmen, C.P. 04100,Delegación Coyoacán, México, D.F.Primera Edición, IFAIISBN: 968-5954-33-X

Impreso en México / Printed in MexicoDistribución gratuita

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ÍndiceÍndiceÍndiceÍndiceÍndice

Presentación por:Presentación por:Presentación por:Presentación por:Presentación por:Alonso Lujambio Irazábal. Consejero Presidente del IFAI ...................................................... 5Jorge Villalobos Grzybowicz. Director ejecutivo del CEMEFI ................................................. 6

Introducción por:Introducción por:Introducción por:Introducción por:Introducción por:Alberto Hernández Baqueiro .................................................................................................... 7

I. ¿Cómo construir confianza? Hacia una definición relacionalde la confianza social. Felipe Hevia de la Jara ....................................................................... 15

II. Dilucidando la confianza: aportes empíricos para esclarecerel fenómeno en México. Paula Mussetta ............................................................................... 37

III. La imputabilidad: un factor en la brecha moral entre el razonamientoy el potencial de actuación del profesional. Michel Martell Sotomayor................................ 55

IV. ¿Escuelas de democracia? Participación, prácticas asociativas ycompetencias cívicas en México. Alejandro Monsiváis ......................................................... 69

V. Entre la colaboración y la dependencia, la acción de lasorganizaciones no lucrativas con trabajo en VIH-SIDA de la Ciudadde México. Alberto Hernández Baqueiro ............................................................................. 87

VI. Accountability, debilidades de las instituciones de asistencia privadaen el Estado de México. Gloria Guadarrama Sánchez ........................................................ 113

VII. Transparencia y rendición de cuentas en organizaciones campesinas.Raquel Salgado Sánchez ...................................................................................................... 137

VIII. El concepto de Responsabilidad Social Empresarial y las buenas prácticasentre las empresas mexicanas. María Guadalupe Serna ...................................................... 151

IX. La transparencia y las organizaciones de la sociedad civil desde el puntode vista del Estado mexicano. Jimena Dada y Rogelio Flores ............................................. 165

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PresentaciónPresentaciónPresentaciónPresentaciónPresentaciónAlonso Lujambio Irazábal

Comisionado Presidente del IFAI

Son ya tres años y medio de la plena vigencia de nuestra Ley Federal de Transparencia y Acceso a laInformación Pública Gubernamental, y mucha agua ha corrido ya bajo su puente: se han abierto losfondos públicos depositados en fideicomisos, se ha echado luz en el secreto bancario; se ha reveladoinformación relevante sobre las responsabilidades del rescate del sistema financiero nacional; graciasa la aplicación de la ley, diversos infractores a las normas y reglamentos federales han sido identificadospor el público; se han transparentado operaciones millonarias de las grandes empresas públicas, sehan conocido las significativas transferencias que dependencias y entidades realizan a los sindicatos yun largo etcétera.

Muchas otras cosas han cambiado, pero sería muy largo enumerar puntualmente la cauda de novedadesque ha traído la marcha de este instrumento de la sociedad. No obstante, lo que importa subrayar esque, hasta antes de la Ley de Transparencia, todas esas cosas y muchas más eran secretas, imposiblesde saber y, por tanto, los ciudadanos mexicanos estaban prácticamente inhabilitados para, conociendo,actuar, debatir, denunciar, controvertir o modificar. Lo que propicia la Ley de Transparencia esjustamente eso: que las personas vean lo que ocurre en la esfera pública, que le abran canales decomunicación e información, que las personas se hagan elementos para poder actuar.

La conclusión no puede ser más categórica: la Ley de Transparencia fue hecha para la sociedad, paraampliar derechos y disolver privilegios. Y precisamente por eso, la relación del Instituto Federal deAcceso a la Información Pública con la sociedad organizada es de la mayor importancia, pues en ellase juega el ejercicio diario del derecho y el crecimiento de la exigencia pública a favor de la transparenciay el acceso a la información.

En el IFAI estamos obligados a desplegar los más diversos esfuerzos con los actores de la SociedadCivil: talleres que los capaciten en el uso de la ley; iniciativas que lleven a la práctica las demandas deinformación; eventos que difundan los casos y los problemas que encuentra el desarrollo del derecho;las reflexiones colectivas en torno a la transparencia; los pronunciamientos en torno a temas puntualesde la vida social y también, como es el caso, la profundización y el conocimiento en la deliberaciónacadémica.

Por eso, uno de nuestros objetivos constantes ha sido participar, cada año, puntualmente, en elSeminario de Investigación sobre le Tercer Sector en México, organizado por el Centro Mexicanopara la Filantropía y la Universidad Iberoamericana en el 2005. El IFAI ha sido invitado a participaren este encuentro y con gusto nos comprometimos a publicar en un libro los documentos expuestosen las Mesas de Trabajo sobre Transparencia. El resultado, estimado lector, lo tienes en las manos:este libro titulado “Transparencia, Rendición de Cuentas y Construcción de Confianza”.

Instituto Federal de Acceso a la Información pública

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Celebramos la permanencia de este esfuerzo compartido entre las instituciones académicas, losinvestigadores, las organizaciones y los organismos públicos. Confiamos en haber realizado undocumento que además de dar continuidad a un proyecto común, mantendrá en el debate y la discusiónlos temas de “Transparencia, rendición de cuentas y construcción de confianza en la sociedad y elEstado mexicanos”.

Jorge V. Villalobos GrzybowiczPresidente Ejecutivo del CEMEFI

Para quienes integramos el Centro Mexicano para la Filantropía, resulta muy estimulante la publicaciónde este libro, Transparencia, rendición de cuentas y construcción de confianza en la sociedad yEstado mexicanos, cuyos trabajos vienen a enriquecer la reflexión sobre el tema de transparencia yrendición de cuentas en el sector de las organizaciones de la sociedad civil en nuestro país.

Estros trabajos fueron presentados por sus autores en la mesa “Transparencia y rendición de cuentas”del Quinto Seminario Anual de Investigación sobre el Tercer Sector en México, organizado por elCemefi y la Universidad Iberoamericana en octubre de 2005 y convocado por universidades, centrosde investigación y entidades públicas, entre ellas, el Instituto Federal de Acceso a la InformaciónPública, IFAI.

Desde su creación en 1988, el Centro Mexicano para la Filantropía, A.C., Cemefi, promueve laparticipación organizada de la sociedad y el desarrollo de la cultura solidaria en nuestro país. Paralograr tal fin, impulsa, a través de sus programas, tanto el incremento de la participación de losciudadanos en la construcción del bien público, a través de la donación de tiempo, talento y recursos,como la generación y difusión de conocimiento sobre las características de la sociedad civil mexicana,así como la profesionalización de las organizaciones que ofrecen servicios a la comunidad.

En los últimos años el Cemefi ha puesto un énfasis especial en la promoción de la transparencia y larendición de cuentas, como una de las áreas de oportunidad más importantes para el sector deorganizaciones de la sociedad civil, ya que es la manera de construir y generar confianza, cualidadbásica para la realización y el incremento de las donaciones.

Agradecemos al Pleno del Instituto Federal de Acceso a la Información Pública, su interés y decisiónde apoyar estos esfuerzos a favor de la transparencia y rendición de cuentas en el sector deorganizaciones de la sociedad civil mexicana.

Igualmente expresamos nuestro reconocimiento al Dr. Alberto Hernández Baqueiro, del InstitutoTecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Ciudad de México, por coordinar estapublicación, así como a cada uno de los autores de los trabajos aquí presentados.

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Acerca de confianza, organizacionesAcerca de confianza, organizacionesAcerca de confianza, organizacionesAcerca de confianza, organizacionesAcerca de confianza, organizacionesciviles y rendición de cuentasciviles y rendición de cuentasciviles y rendición de cuentasciviles y rendición de cuentasciviles y rendición de cuentas

Alberto Hernández Baqueiro

IntroducciónIntroducciónIntroducciónIntroducciónIntroducción

Este volumen es resultado de las discusiones sobre los trabajos presentados en la mesa “Transparenciay rendición de cuentas” del Quinto Seminario Anual de Investigación sobre el Tercer Sector enMéxico. Es una continuación natural del primer trabajo colectivo sobre esta materia que tambiénfuera publicado por el IFAI en el año 2005. En consecuencia, el modo de abordar los temas estácondicionado por el interés que los autores tienen en la comprensión del así llamado “tercer sector”y/o de la “sociedad civil organizada”. Las tensiones y a veces las ambigüedades implicadas en eseorigen se verán reflejadas en los trabajos, pero esto no debería considerarse como una desventaja enel estado actual de nuestros conocimientos sobre este campo en México.

Expliquémonos un poco mejor. El propósito de este libro es contribuir a la investigación y a ladifusión de sus resultados hacia el público en general. Así que no es inadecuado reflejar también parael público las dudas y tentativas que se encuentran ordinariamente en la investigación social. A vecesla difusión de la ciencia se piensa con cierto modelo vinculado a las ciencias naturales, y en él podríapensarse tal vez en términos de una visión “positivista” del conocimiento científico, en la que todoresultado de investigación es perfectamente consistente y complementario con cuantos resultados lohan precedido, en una interminable y alegre sucesión de certidumbres. Pero esa imagen no correspondeni siquiera a las ciencias experimentales y mucho menos a las ciencias sociales. En toda investigaciónsocial comenzamos en la duda, la cual sistematizamos y programamos para aumentar nuestroconocimiento sobre cierto campo de la realidad. Y terminamos formulando nuevas inquietudes yderroteros de investigación. La ciencia comienza y termina en la duda, pero en el camino recoge susfrutos.

Esta digresión viene a cuento porque para empezar, no hay un acuerdo completo sobre los términosque han de usarse para nuestro asunto. El desacuerdo, que no la disputa, se da primero en relacióncon los términos “tercer sector”, “sociedad civil”, y otros por el estilo. El asunto no es trivial porquealgunos de esos términos forman parte de todo un lenguaje más amplio, que ha sido forjado dentrode una tradición académica particular y por consiguiente, cuando se usa su terminología, el discursose carga de significados más o menos implícitos. En palabras de Jorge Cadena, “cada denominaciónapunta a diferentes formas de intervención social, que incluyen diferentes objetivos, medios paraconseguirlos y alianzas que pueden efectuar en el camino”.1

1 J. Cadena (coord.); Las organizaciones civiles mexicanas hoy, UNAM, México, 2004, página 13.

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Vamos a caracterizar brevemente lo que másle sería de utilidad a un lector no especialista.Primero, hablemos de la noción de “sociedadcivil” y de la expresión relativa a ella“organizaciones de la sociedad civil”, u OSC.La idea de “sociedad civil” tiene una largahistoria en la teoría política, que sin irnos hastalos más recónditos orígenes de la filosofía puedesituarse en el silgo XVII, más o menos alcomienzo de la época moderna y en particularen los Ensayos sobre el Gobierno de JohnLocke. Para Locke, la “sociedad civil” se formacuando el ser humano abandona el “estado denaturaleza”, un estado más o menos utópico enel que no existe la autoridad política, misma quellega a caracterizar como el “Estado”, tal comose llegó a pensar, casi definitivamente, hasta elsiglo XX. En el “estado de naturaleza” cadapersona debe cumplir y hacer cumplir la “leynatural” por sus propios medios. Por elcontrario, la “sociedad civil” corresponde a lasituación en que las personas reconocen unaautoridad política superior que posee elmonopolio del uso legítimo de la fuerza, a finde garantizar a la población la seguridad de supersona, su vida y sus posesiones, mediante unaforma temprana de contrato social (Ensayosobre el gobierno civil). Si se rastrea el derroterode ese término en la historia del pensamiento,un momento importante sería la caracterizaciónde la sociedad civil hecha por F. Hegel, paraquien se trata de un estadio imperfecto opreparatorio para el Estado (que, como se sabe,es la realización última de la Idea). La sociedadcivil comprendería los órganos que tienen a sucuidado los intereses particulares. Como se ve,estas ideas nos remiten a un punto lejano yvenerable en la teoría política occidental. Muchomás recientemente, se ha señalado el origen deluso del término recuperando algunas ideas delitaliano Antonio Gramsci, “se trata de unenfoque más centrado en lo político (...) quepermite orientar el análisis sobre variosconjuntos de organizaciones cuyas actividades

tienen que ver más con ciertos ámbitos decompetencia por el poder político en lassociedades”.2

Desde el punto de vista de un observadorcomún, este sentido de “sociedad civil” y de“organizaciones de la sociedad civil” sueleencontrarse en los discursos de carácter político,donde se les plantea como contra parte delpoder político estatal. En el ámbitolatinoamericano es frecuente el uso de estetérmino y va ligado, aunque no de manerasistemática, a la reivindicación de ciertoprotagonismo de los ciudadanos frente a laacción del Estado precisamente en un terrenocomún. Pensemos, por ejemplo, en elflorecimiento de organizaciones que se dio a raízde los procesos de democratización en la región,y en particular en México, a partir de los añosochenta del pasado siglo. Entonces vimos unareivindicación de valores y prácticas como laparticipación, la democracia, la ciudadanía, laelección de gobernantes, etcétera, como banderade organizaciones que se presentaron aparticipar en la vida pública y política pero queno formaban parte del Estado.

Desde luego, esto no cubre todos los usosdel término. Por un camino un poco diferente,las publicaciones de las ciencias sociales hanrecibido una importante influencia de otraescuela hoy día muy influyente, la del alemánJürgen Habermas. Para decirlo brevemente,Habermas distingue tres ámbitos o “esferas” quese diferencian cualitativamente entre sí. Una deellas corresponde al Estado, donde el valorimperante es el poder político-administrativo.Otra es el Mercado, cuyo valor es el dinero.Finalmente, el tercer ámbito es el de la SociedadCivil, caracterizado por la cultura. La sociedadcivil es el mundo de la vida, que no se rige porrelaciones de dominación política ni de

2 G. Verduzco, Organizaciones no lucrativas: visión desu trayectoria en México, El Colegio de México-Cemefi,México, 2003, pág. 28.

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intercambio económico o mercantil, sino porlas relaciones culturales de cooperación,solidaridad, amistad y otras semejantes. En esesentido, el mundo de la cultura es el mundo dela reproducción de los vínculos sociales y dondese dan en primer lugar los procesos deformación y socialización de las personas. Porconsiguiente, no importa cuán completo sea elcatálogo o registro de organizaciones, no esposible que la sociedad civil se identifique conese o con ningún otro conjunto de ellas, puessiempre será más amplia, rica y diversificada, eincluirá desde las familias hasta los vínculospersonales y las organizaciones formales yprofesionales, o las informales o integradas poramateurs. Como puede observarse, estaconceptualización es al mismo tiempo rica yambigua como criterio para emprender algúnestudio empírico a partir de ella.

Algunos prefieren abreviar la expresión OSCpor la más sencilla “Organización Civil”, OC,pero, como era de esperarse, el cambio no esinocuo. Otra vez citando a Cadena, es “útilpensar en las OCs como un concepto queapunta hacia cierto tipo de relaciones entregobierno y ciudadanos que se caracteriza porque las OCs, pese a su gran diversidad,comparten las características de ser autónomasy autolimitadas a lo social”.3 Este autor todavíava más allá en las tipologías, pero para el lectorinteresado en el detalle le recomendamos eltrabajo de Alberto Olvera en el volumen citado.

Otra noción de uso cada vez más frecuente yque ha venido a competir con la anterior es lade “Tercer Sector”, con sus relativas como“sector no lucrativo” y “organizaciones nolucrativas”. Estos términos provienen de lainvestigación estadounidense, donde poseen unatradición que les acomoda muy bien. Sinembargo, no había sido muy utilizada en Europani en América Latina hasta recientemente,cuando el enfoque norteamericano tuvo una

mayor presencia. La muestra más significativadel tipo de trabajo que se ampara en estatradición es el enorme estudio de L. Salamon,H. Anheier y colaboradores.4 La realización deese estudio llevó varios años, involucró unequipo de investigadores locales en 26 países ypersiguió el objetivo de realizar un estudiocomparativo sobre las características del sectorno lucrativo en cada uno de ellos. Talcomparación se lleva a cabo con indicadorescuantitativos, por ejemplo, el tamaño del sector,porcentaje de la población económicamenteactiva en el sector, participación delvoluntariado, campos de actividad del sector,fuentes de financiamiento, etcétera. Se trata deun enfoque muy empírico y cuantitativo más quedel resultado de un preciso ejercicio conceptualy teórico. La necesidad de contar con datosempíricos que permitan cuantificar y tomaracciones llevan a algunas simplificacionesoperativas que pueden no ser muy claras desdeel punto de vista teórico. Por ejemplo, paradefinir qué es una “organización no lucrativa”,el estudio de Salamon propone una definición“estructural-operacional” bajo los siguientescinco criterios: a) que sean entidadesinstitucionalizadas hasta cierto grado; b) que seanprivadas o sea, separadas del gobierno; c) quesean autónomas; d) que no distribuyan gananciasentres sus asociados, d) que integren en algúngrado trabajo voluntario (no remunerado).5

Estos criterios son claros, y al parecer adecuadospara las organizaciones norteamericanas, peroresultan crecientemente inadecuados pararecoger la situación de contextos culturalesdiferentes. Por ejemplo en México, con unahistoria reciente de “patronazgo” estatal, es difícilestablecer cuándo se cumple y cuándo no conesos criterios para incluir o dejar fuera un

3 J. Cadena, obra citada, pág. 11.4 L. Salamon y H. Anheier; Global Civil Society.

Dimensions of the Non Profit Sector, The JohnsHopkins University, Washington, 2004.

5 Verduzco, obra citada, pp. 26-27.

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sindicato, una asociación campesina oprofesional, etcétera. Todavía más, una serie deprácticas importantes no revisten unaformalización legal reconocible, por lo que sevuelve difícil incluirlas como “organizaciones”siguiendo estrictamente estos criterios.

La denominación “Tercer Sector” obedecea una diferenciación respecto de los otros dossectores, a saber, el Estado y el Mercado, y sebasa en la idea de que las organizaciones nolucrativas no persiguen el lucro, característicadefinitoria de las organizaciones mercantiles, nise proponen tampoco la búsqueda del poderpolítico directamente. Esto no obstante, esinevitable que el sector también tenga un reflejoeconómico, como es patente (y tal vez algoirónico) a través del propio estudio de Salamony quienes lo siguen, así como es frecuente quelas prácticas organizativas de este tipo seconviertan en escuela de participación, con susulteriores efectos en la vida política.

Como ha señalado Verduzco, en México nosolía hacerse la caracterización de este sector enfunción de la característica negativa de ser “nolucrativo”, sino que se hablaba más bien decampos de acción: organizaciones campesinas,asistenciales, de mujeres, etcétera.

Otro término que hay que mencionar es elde ONG, Organizaciones No Gubernamentales.Aunque el término ha caído en desusoúltimamente, tuvo una época en que fue usadointensamente e incluso podría decirse que tuvosu valor práctico. Es cierto que la definiciónnegativa, “no ser parte del gobierno”, no cumplecon la ortodoxia de una definición esencial, peroes de la mayor importancia en un país con unahistoria de omnipresencia estatal como la deMéxico. La voz ONG fue acuñada por laOrganización de las Naciones Unidas paradistinguirlas de las representaciones de losestados miembros, y en ese sentido también hantenido un historial importante. Algunas agencias

de la ONU han dado un lugar muy importantea la participación de organizaciones que noforman parte de ningún gobierno dentro de ellas,señaladamente en la cuestión de los derechoshumanos y las actividades humanitarias. Comoejemplo notorio baste mencionar el papel quedesempeñó Amnistía Internacional en la hoyextinta Comisión de Derechos Humanos delECOSOC. La designación ONG llegó aconvertirse en una casi-identidad para muchasentidades societarias y, por consiguiente, encierto modelo. Para hacerle justicia a la fórmulaONG hay que fijarse en las dos partes de ella:lo “organizativo” es tan importante como lo “nogubernamental”. Ser una ONG pareceríaimplicar un mínimo de institucionalización, dediferenciación entre la mera iniciativa individualy la que implica a un grupo de personas quecomparten unos objetivos, una distribucióninterna de funciones, puestos, recursos y, sitodavía se puede más, cierta planeación,estrategia y medios de sostenimiento. La recientepreocupación por la “institucionalización”,“profesionalización” y capacitación de lasorganizaciones sociales, de alguna forma sevincula con el paso de muchas de ellas por elestadio de ONG.

Pero es cierto que se trata de unacaracterización un tanto reduccionista, y que deninguna manera puede subsumir la pluralidadde las formas de asociación existentes. Las ONGforman parte sin duda de la sociedad civil, encualquier caracterización, pero no larepresentan.

Algunas otras denominaciones menosutilizadas pueden corresponder a la intenciónde no tomar partido o de no prejuzgar acercade la pertenencia a cierta tradición académicaen particular. Tales son las expresiones como“organizaciones sociales”, “organizacionesciviles” u otras (pero insistamos, en el contextoconcreto es posible que estas mismas seanusadas con una carga semiótica particular). Al

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ubicar el contexto de tales expresiones tal vezserá posible identificar si se habla con mayor omenor influencia de las perspectivasmencionadas con anterioridad.

Hemos dado algunas pistas sobre la primeranoción del título que nos ocupa. Ahoracorresponde una palabra acerca de la segunda.La transparencia es, en principio, una buenametáfora para referirse a una característicadeseable, a saber, que se pueda ver a través deella, que no haya algo opaco u oculto. Latransparencia en relación con la gestión de unaentidad social querrá decir fundamentalmenteque su información sea accesible para unobservador interesado. Hay un consenso entrelos estudiosos del asunto en que por sí misma latransparencia no es un fin, pero se le ve comouna poderosa herramienta en la realización deotros valores de mayor alcance. La transparenciao acceso a la información permite laparticipación ciudadana, constituye un elementoimportante de la estructura ética de laadministración gubernamental y porconsiguiente es un factor de desincentivación deconductas corruptas o deshonestas, y es unprecursor de la rendición de cuentas en lasinstituciones. Así pues, la transparencia es unfactor que puede abonar a la formación deconfianza entre los actores sociales, y eso valetanto para las entidades públicas como para lassociales o civiles. De hecho, en tanto que hayuna creciente reflexión y exigencia práctica enrelación con la rendición de cuentas por partede las entidades públicas, apenas se comienza adiscutir, y no siempre de buen grado, de quémanera y ante quienes han de ser transparentesy rendir cuentas las organizaciones civiles. Noabunda la literatura sobre este tópico, pero almenos podemos contar con el volumen anteriora este publicado por el IFAI sobre Políticas detransparencia, ciudadanía y rendición decuentas.6 Cabe decir que la tendencia pareceno decaer, al punto que la Secretaría de la

Función Pública ha propuesto un manual paraconstruir “empresas transparentes”.

Finalmente, la explicación sobre el término“confianza” nos lleva a explicar la forma comose ha organizado este libro. Primero, con untratamiento específico sobre noción de confianzaque después se ramifica en el terreno de lascomplejas relaciones entre el Estado y laSociedad, y en particular entre las institucionespúblicas y las formas organizadas departicipación cívica.

Se ha procurado seguir un hilo depensamientos que lleva desde la idea inicial deconfianza hasta la manera como el EstadoMexicano, últimamente a través del ejercicio delInstituto Federal de Acceso a la InformaciónPública, ha buscado impulsar la práctica de estederecho largamente esperado. Entre estos dospuntos del discurso se despliegan una serie deposiciones y ejemplos que, al menos es laintención de este plan de trabajo, ayuden aencarnar la teoría en prácticas y realidadescercanas al lector. Empecemos con el primercapítulo, “¿Cómo construir confianza? Haciauna definición relacional de la confianza social”,que nos ofrece Felipe Hevia de la Jara.Autoridades académicas de muy variado cuñohan resaltado la importancia de este “cementode la sociedad”; tanto y tan variado se ha escrito,y más en tiempos recientes (Luhman,Fukuyama, Putnam y otros muchos), que esconveniente ofrecer criterios ordenadores yclarificadores de lo que se está expresando bajoel título confianza. Empero, lo que parece unaconvicción compartida por todos, al menos eneste momento, es que resulta muy difícil queuna sociedad funcione sin una cierta base deconfianza entre los agentes participantes. Laobservación no es de suyo nueva (se podríarastrear hasta la “amistad social” de los clásicos

6 A. Monsiváis (comp.): Políticas de transparencia,ciudadanía y rendición de cuentas, IFAI, México, 2005.

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grecolatinos), pero sí lo es la forma como haemigrado a diversas disciplinas sociales un rasgosocial sugerente. Parafraseando a Felipe Hevia,una de las tesis presentes en todo el libro es quesólo comprendiendo la naturaleza de losconceptos confianza/desconfianza se podríaaumentar las reservas de confianza en nuestrasinstituciones. El capítulo primero desbroza elterreno y clarifica rutas hacederas para continuarel estudio.

Y precisamente continúa con un trabajo quepresenta Paula Mussetta bajo el lema“Dilucidando la confianza: aportes empíricospara esclarecer el fenómeno en México”. Esdecir, vamos de lo general a lo local. En nuestromedio cotidiano hemos llegado al punto de queparece una obviedad decir algo como “el públicono tiene confianza en la policía”, o “la iglesiasigue siendo la institución en la que más confíanlos mexicanos”, pero ¿cuál es exactamente elalcance de asertos así, tan inocentes? PaulaMussetta lleva a cabo un rico ejercicio de análisisde las narrativas de confianza o, dichoprofanamente, cuáles son las prácticas quedefinen el uso del concepto. Como puede haberprevisto el lector, uno de los resultados delestudio es la riqueza polisémica del concepto,pero la contribución de este trabajo es tambiénel orden que propone para entender esadiversidad de usos desde una metodologíacreativa y pertinente.

Uno de los rasgos que se encontrarán entodos los trabajos presentados es una voluntadde asociar la teoría académica con el mundovivo que esas teorías tratan de iluminar. En esesentido, uno de los aspectos de la confianza y elfuncionamiento social que está requiriendo unmayor estudio entre nosotros es su base moral.Todo mundo sospecha espontáneamente quelas personas no cambian sus conductas realesporque multipliquemos los rótulos que leexhorten en ese sentido. Entonces, ¿por quéparece que los esfuerzos por ganar confianza y

confiabilidad se limitan a la multiplicación delmismo discurso? El trabajo de Michel Martellemplea una estrategia poco usual en los estudiosde moral y ética para acercarse a un fenómenoque él llama “brecha moral”, la cual podríamosdescribir como un pariente culto del viejo refrán“del dicho al hecho hay mucho trecho”, pero laaproximación hace más que eso, de una manerapuntual y clara. Se trata de establecer cómocierto factor de aprecio subjetivo por parte delagente moral (que el autor designa“imputabilidad”) le lleva a conformar o no suactuación con cierta idea moral. De allí el sentidodel tercer trabajo aquí incluido, “Del decir alhacer; una aproximación empírica al fenómenode la corrupción”, en el que se explora la formacomo se modifica el potencial de acción delsujeto cuando se modifica su percepción de laimputabilidad de sus posibles acciones dentrode cierto entorno.

Detengámonos un momento en este asuntodel entorno. Cae por su propio peso que elambiente en el que se desenvuelven las personastiene alguna influencia en sus actitudes ycreencias. Pero, ¿cómo se da esto precisamenteen el ámbito de las asociaciones civiles? Desdelos escritos de Tocqueville es un tópico que lasformas de asociación, las costumbres y hábitosde una población, construyen ciertapredisposición a favor de algunas formas deorganización política en particular por encimade otras en esa misma población. ¿Será esto loque ocurre en México?, y de ser correcto elaserto, al menos en algo, ¿cómo se está dandoesa pre-formación? Parece “políticamentecorrecto” decir que las organizaciones civilesmexicanas han tenido un papel relevante en latransformación de nuestra democracia, que sonbastiones de la participación y la concienciacívica, que en ellas radica el remedio escondidoque hará de nuestras instituciones —especialmente las políticas— lugares decentes yentregados al servicio de los mejores valores yotras bondades por el estilo. Pero ¿cuánto de

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esto puede mostrarse en el actual estado deconocimiento? Alejando Monsiváis presenta demodo directo una pregunta y aduce algunosdatos empíricos para tratar de contestarla en“¿Escuelas de democracia? Participación,prácticas asociativas y competencias cívicas enMéxico”. Vale la pena destacar el uso que hacede los resultados de la Encuesta nacional decultura política y el concepto de “competenciacívica”. Las conclusiones despiertan la inquietudde que, tal vez, la práctica que puede observarseen las iniciativas asociativas mexicanas no es tanidílica como nos gustaría creer.

En una vertiente distinta pero asimismorelacionada con el estudio del ambiente en quese desarrolla la vida asociativa mexicana y suentramado de relaciones de confianza/desconfianza se propone el quinto trabajo conel título “Entre la colaboración y la dependencia,la acción de las organizaciones no lucrativas contrabajo en VIH-SIDA de la Ciudad de México”.La problemática del VIH-SIDA es rica einteresante, entre otras cosas, porque a lo largode 25 años ha involucrado actores privados ypúblicos, nacionales e internacionales, haenfrentado dificultades médico-tecnológicas ysocio-culturales. En tal escenario complejo, lasiniciativas privadas o civiles de atención de laenfermedad han sostenido una relación difícil ycontradictoria con el Estado, con la sociedaden general y con sus propios beneficiarios. Eneste capítulo se muestra cómo las organizacionesde la sociedad civil surgen, se modifican,sobreviven o desaparecen en función de losdiversos ambientes en los que deben actuar,estableciendo relaciones de colaboración orivalidad, complicidad o denuncia, entre otrasformas que pueden adoptar sus actuacionesconcretas.

Dos trabajos más se dedican a estudiar lasituación que guardan las organizaciones civilesen el terreno de la transparencia y la rendiciónde cuentas. El capítulo seis, escrito por Gloria

Guadarrama, es resultado de lo que podríamosllamar una “inmersión a profundidad” en latrastienda de las organizaciones. El casoparticular que se presenta es de las institucionesde asistencia privada mexiquenses. Cabe resaltarque tratándose de uno de los estados más ricosy densamente poblados en esta república losresultados que aquí se ofrecen no pueden menosque hacernos pensar en lo que habría deencontrarse cuando este análisis alcanzara atodas las entidades federativas. Para decirlo enpocas palabras, dichos resultados muestran a lasclaras que es mucho todavía lo que queda porhacer para que la cultura de la rendición decuentas llegue hasta las iniciativas privadas. Locual, dicho sea de paso, nos recuerda el carácterhíbrido de muchas organizaciones civiles,situadas en una intersección de caminos entreel interés público y la gestión privada. Y estonos recuerda que la rendición de cuentas notendría que ser deber exclusivo de laadministración pública aunque, es evidente, faltamucho por definir en cuanto a quiénes deberíanestar obligados a rendir cuentas, acerca de qué,ante quién y cómo.

El trabajo de Raquel Salgado se ocupa de untema poco atendido últimamente y sin embargoa todas luces relevante para el funcionamientode la sociedad mexicana. “Transparencia yrendición de cuentas en organizacionescampesinas” se atreve a lidiar con una situaciónque apenas se discute entre nosotros. El sistemacorporativo tradicional empleado por el Estadomexicano durante el siglo XX está en crisis, esoes claro, y nadie ignora que una de las patas deaquella bestia fue el peculiar arreglo al que llegócon el campesinado a través de susorganizaciones, las que creó o incorporó, esasorganizaciones que se encargaban de gestionarel asunto campesino —y en buena medida losiguen gestionando, sólo que con un éxito muydisminuido—. Los resultados de ese estudiopueden no ser muy sorprendentes, pero no poreso son un ápice menos preocupante.

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Guadalupe Serna se ocupa en el capítuloocho acerca de “El concepto de ResponsabilidadSocial Empresarial y su aceptación en lasempresas mexicanas”. El trabajo comienza conuna explicación clara del concepto, que de tanllevado y traído ha llegado a desdibujarse, lo cualesperamos que el lector encontrará de utilidad.En continuidad con este arranque, muestracómo en el presente han coincidido iniciativasde distinto origen, lo que a veces ha provocadoalgún nivel de confusión pues difieren lasrazones que se aducen para proponer cierta clasede actuación y compromisos por parte de lasempresas comerciales o privadas. Desde ciertafiliación teórica y práctica, la responsabilidadsocial remite a una convicción de éticaprofesional por parte del empresariado. Esta esla tradición más antigua y consolidada. Perotambién hay otras más recientes, en especial unaque viene del ámbito de los organismosinternacionales que resuena con otraspreocupaciones. Las empresas privadascomparten con el resto de la sociedad el destinoque arrastra a las comunidades empobrecidas oamenazadas por otros males sociales, es decir,la contracción del mercado. ¿Cabe mayorcalamidad para alguien que respondehonradamente a la vocación de crear riquezadentro de un sistema decente? Adoptar unacultura efectiva de responsabilidad social porparte de todos los actores es un paso en elcamino de generar la confianza que el sistemanecesita.

El último capítulo del presente volumenpresenta de manera sencilla y directa losantecedentes inmediatos y las acciones que elinstituto mexicano de la transparencia —permítaseme la licencia literaria— ha venidoponiendo en práctica, iniciando así la envidiablepero difícil tarea de implantar una cultura dondelo que hay es su contraparte. Llama la atenciónla conciencia que tienen muchos servidorespúblicos acerca de que algo está cambiando enla manera de hacer la administración pública

en México. La dimensión de lo que estáocurriendo es comparable con lo que representóen su momento la creación de la ComisiónNacional de Derechos Humanos o el InstitutoFederal Electoral en el suyo. Jimena Dada yRogelio Flores no sólo hacen una exposiciónde esa trayectoria, breve como es, y de lasacciones actuales, sino algo mejor, una invitacióna tomar parte en esta tarea. La transparencia yla rendición de cuentas son palabras clave queaún debemos repetir y llenar de significado enlos variados mundos sociales en que vivimos.No son seguramente la única vía, pero pormuchas razones forman parte del herramentaldel que dispone una sociedad que cree y queapuesta por la democracia. Democracia,transparencia, confianza y rendición de cuentasson ideas muy emparentadas, son como primashermanas. Entre sí se apoyan. Si una crece, lasotras medran. Si una se oculta, las otrasdesaparecen. Tal vez no expliquen por sí mismasotras preocupaciones acuciantes de nuestroMéxico, como la pobreza, la inseguridad, lacorrupción. Tal vez porque, todavía, no hemosconseguido interiorizar en el nivel profundo denuestras convicciones que, además de sucondición de camino, son también metas de unavida verdaderamente humanas.

Este volumen es posible gracias a la confianza,en particular la que tuvieron los colaboradoresque participaron en él, así como la de laDirección General de Atención a la Sociedad yRelaciones Institucionales del IFAI y la directivadel Centro Mexicano para la Filantropía. A lasinstituciones y a las personas nuestro sinceroagradecimiento.

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I.I.I.I.I. ¿Cómo construir confianza?¿Cómo construir confianza?¿Cómo construir confianza?¿Cómo construir confianza?¿Cómo construir confianza?Hacia una definición relacionalHacia una definición relacionalHacia una definición relacionalHacia una definición relacionalHacia una definición relacionalde la confianza socialde la confianza socialde la confianza socialde la confianza socialde la confianza social

Felipe Hevia de la Jara1

IntroducciónIntroducciónIntroducciónIntroducciónIntroducción22222

La confianza (como la desconfianza) aparece como un aspecto central en sociedades complejas. Enprácticamente todas las encuestas sobre actitudes políticas, se advierten preocupantes niveles dedesconfianza entre las personas (confianza interpersonal) y sobre algunas instituciones, donde seincluye a las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC).

Sin embargo, poco se dice sobre las formas en que esa confianza puede construirse. Este es el focodel presente documento. La tesis central que defendemos es que sólo comprendiendo la naturalezarelacional de los conceptos confianza/desconfianza podremos implementar mecanismos para aumentarlos niveles de confianza en una acción o una institución.

Los conceptos confianza/desconfianza poseen múltiples niveles que conviene diferenciar. En primertérmino provienen del mundo del sentido común. Es decir, son conceptos que se utilizancotidianamente en nuestras conversaciones donde asumen una capacidad explicativa por si misma: laque le dan los propios actores sociales en contextos particulares, las que crean con sus propios métodos.De ahí que es imprescindible comenzar analizando los usos cotidianos de este concepto en contextosconcretos. En segundo lugar, la confianza en su uso como concepto de las Ciencias Sociales, poseeuna doble naturaleza: puede ser entendida como cosa: como propiedad de los sujetos y/o comoacción: como propiedad de la relación, como actividad.

En este documento la confianza y desconfianza son formas de caracterizar a relaciones que implicanalgún tipo de riesgo. Si las relaciones entre dos actores implican algún grado de inseguridad oincertidumbre, podrán definirse como confiables o no.

El documento presenta el estado del arte sobre el tema y discute las características principales deuna definición relacional de confianza para discutir sobre los retos que la construcción de confianzarepresenta para la sociedad civil.

1 Maestro y candidato a doctor en Antropología Social por el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores enAntropología Social (CIESAS-DF). Correo electrónico: [email protected]

2 Este texto resume algunas conclusiones de la investigación: Los usuarios ¿confían en las instituciones de salud? Tesispara optar al grado de Maestro en Antropología Social por el CIESAS en 2003. Agradezco en especial los comentariosde los coautores de este libro, en múltiples seminarios coordinados por Alberto Hernández, a quien agradezcoespecialmente. El contenido, sin embargo, es de mi entera responsabilidad.

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1.1.1.1.1. Confianza como Confianza como Confianza como Confianza como Confianza como cosacosacosacosacosa y como y como y como y como y como acciónacciónacciónacciónacción

La confianza ha pasado a ser en los últimos añosmotivo de estudios en todos los ámbitos de lasciencias sociales y ha sido caracterizada desdemúltiples puntos de vista. En este apartado revisolas principales corrientes de análisis sobre laconfianza. La antropología —quien, salvo lapropuesta de Larissa Adler Lomnitz,prácticamente no se ha acercado a la confianzacomo objeto de estudio—; la ciencia política —que ve a la confianza como una propiedad dealgunas naciones y se interesa por el papel de laconfianza en las diferencias socioeconómicasentre diferentes países—; la sociología —que vela confianza como un mecanismo de reducciónde complejidad y se interesa por clasificarla ymedirla—; y la psicología —interesada en losprocesos de construcción de confianzainterpersonal—. Al final del mismo sostengo mispropias ideas sobre la naturaleza de la confianza.

La confianza desde la antropología: distanciaLa confianza desde la antropología: distanciaLa confianza desde la antropología: distanciaLa confianza desde la antropología: distanciaLa confianza desde la antropología: distanciasocialsocialsocialsocialsocial

En antropología social hay relativamente pocasinvestigaciones sobre confianza. A pesar de esto,la desconfianza ha sido abordada de formaindirecta. Clásicos de la antropología, como elanálisis sobre el bien limitado de Foster;3 lastesis sobre la autarquía y los sistemas deintercambio de Clastres4 o el concepto deeficacia simbólica que desarrolla Lévi-Strauss5

pueden decir mucho sobre la importancia de laconfianza y desconfianza y su impacto no soloen las modernas sociedades de riesgo, sinotambién en sociedades no occidentales.

De los pocos trabajos sobre la confianza hansido llevados a cabo desde la antropología, losmás interesantes son los de Larissa AdlerLomnitz quien asocia confianza con distanciasocial, en el contexto del análisis de los tipos dereciprocidad y compadrazgo en la clase mediachilena:

En las sociedades primitivas el parentescoes “el principio organizador o el idiomade la mayoría de las relaciones sociales yde grupos” (Sahlins 1985:150) por otraparte, en la clase media chilena elprincipio organizador es la distancia social(confianza) y su idioma es el de la amistaden un contexto urbano y moderno.6

De hecho, esta autora genera una “escala deconfianza” en ese grupo social (clase mediachilena) basándose en la distancia social que vadesde ego hasta amigos de amigos pasando porfamiliares, amigos íntimos, amigos y conocidosy cruzando esta escala con el tipo y tamaño delos favores, y logra explicar así el principioorganizador de este tipo de sociedadescomplejas.

En trabajos posteriores añade dos tipos másde distancia asociadas a la construcción deconfianza, la física y la económica:

Los tipos de reciprocidad entre miembrosde una barriada se encuentrandeterminados por el factor que hemosllamado “confianza” (Lomnitz, 1971). Laconfianza depende de factores tantoculturales (distancia social) como físicos(cercanía de residencia) y económicos(intensidad del intercambio). Hay casosen la que la cercanía física y la intensidaddel intercambio prevalecen por sobre ladistancia social (…) Las categorías formalesde la distancia social se encuentranculturalmente definidas.7 (Adler 2001:85)

3 George Foster, Tzintzuntzan Tzintzuntzan Tzintzuntzan Tzintzuntzan Tzintzuntzan [México, FCE, 1972(1967)].

4 Pierre Clastres, Investigaciones en antropologíaInvestigaciones en antropologíaInvestigaciones en antropologíaInvestigaciones en antropologíaInvestigaciones en antropologíapolítica, política, política, política, política, (Barcelona, Gedisa, 1981).

5 Claude Levi-Strauss, Antropología estructuralAntropología estructuralAntropología estructuralAntropología estructuralAntropología estructural [BuenosAires, Eudeba, 1995 (1958)].

6 Larissa Adler Lomnitz, Redes sociales, cultura y poder:Redes sociales, cultura y poder:Redes sociales, cultura y poder:Redes sociales, cultura y poder:Redes sociales, cultura y poder:ensayos de antropología latinoamericana,ensayos de antropología latinoamericana,ensayos de antropología latinoamericana,ensayos de antropología latinoamericana,ensayos de antropología latinoamericana, [México,MA Porrúa / FLACSO, 2001(1994)] pp.40-41.

7 Adler, op.cit. p.85.

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Los tres factores objetivos mencionados[distancia social; distancia física; distanciaeconómica] se traducen en el planosubjetivo a una variable psicosocialcompleja que se denomina confianza(Lomnitz 1971, 1975). En América Latinael concepto de confianza describe unasituación entre dos individuos que implicaun deseo y disposición mutuas para iniciaro mantener una relación de intercambiorecíproco. Por lo tanto, la confianzapresupone un cierto grado de familiaridad(proximidad social), oportunidad(proximidad física) y compatibilidad decarencias (proximidad económica).8

Finalmente, en su trabajo de 1988, “redesinformales de intercambio en sistemas formales”continúa definiendo a la confianza dentro derelaciones sociales:

La reciprocidad en la economía informales importante porque presupone entre laspartes del intercambio una clase especialde proximidad psicosocial, que en españolse denomina confianza. Esto se refiere altipo de esperanza que se debe tener enuna persona que está a punto de pedir unfavor o un servicio. Si no existe en el gradorequerido, el favor se puede solicitar pormedio de un tercero que tenga suficienteconfianza con ambas partes.9

Rescato tres elementos de esta propuesta. Elprimero tiene que ver con el carácter cultural,local, que tiene la confianza. “las categoríasformales de la distancia social [confianza] seencuentran culturalmente definidas (…) sólopueden describirse etnográficamente.”10 En estesentido, las descripciones no sólo tienen queincluir los participantes en estas escalas dedistancia (social, física y económica) ni el tipode objetos que se intercambian (como sonfavores grandes o pequeños) sino también loscontextos de explicación de estas escalas, y poder

“posicionar” a otros participantes e instituciones.El segundo elemento tiene que ver con elcarácter relacional. Según Adler la confianza másque una característica de cierto tipo de personaso grupos es una característica de las relacionesentre los sujetos sociales, describe actividades.La cercanía alude en este sentido a relación entredos actores. Y el tercero es que la construcciónde esa relación puede además observarse pormedio del tipo y frecuencia de intercambios queexisten entre los participantes (como el tipo defavores que se hacen).

A pesar que el interés de la autora no esdirectamente la confianza como objeto deestudio, sino las formas contemporáneas deintercambio en sociedades complejas, unelemento que no desarrolla Adler es ladesconfianza ni su relación con la confianza. Ensus escritos no existen referencias directas a ladesconfianza ni como relación social ni como“dificultador” de las redes de intercambio.

La confianza como propiedad de lasLa confianza como propiedad de lasLa confianza como propiedad de lasLa confianza como propiedad de lasLa confianza como propiedad de lassociedades: la ciencia políticasociedades: la ciencia políticasociedades: la ciencia políticasociedades: la ciencia políticasociedades: la ciencia política

Desde el punto de vista de importantesintelectuales de la ciencia política, la confianzaes el elemento central para explicar lasdiferencias en el origen y el desarrollo entre lasnaciones. El principal expositor de esta línea esFrancis Fukuyama quien sostiene que: “...elbienestar de una nación, así como su capacidadpara competir, se halla condicionado por unaúnica y penetrante característica cultural: el nivelde confianza inherente a esa sociedad”.11 Estatesis se basa en la importancia que tiene laconfianza en el capital social y en la cultura delas sociedades. Fukuyama define confianzacomo:

8 Adler op.cit. p.105.9 Adler, op.cit. p.140.10 Adler, op.cit. p.85.11 Francis, Fukuyama, ConfianzaConfianzaConfianzaConfianzaConfianza [Buenos Aires,

Atlántida, 1996(1995)] p.25.

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…la expectativa que surge dentro de unacomunidad de comportamiento normal,honesto y cooperativo, basada en normascomunes, compartidas por todos losmiembros de dicha comunidad.12

Estas “normas comunes” se definen comocapital social — “conjunto de valores o normasinformales compartidas entre los miembros deun grupo, que permiten la cooperación entrelos mismos—”.13 Este concepto contieneelementos culturales que forman parte de losfactores que producen bienestar y riqueza enlas sociedades —como capital humano,financiero y recursos naturales— y quegeneralmente se mide en la capacidad asociativaque posee una determinada sociedad.14

Siguiendo esta idea, existirían sociedadescuyas culturas promueven o inhiben el capitalsocial, elemento central para el desarrolloexitoso de cualquier sociedad. Y la base delcapital social, lo que permite que existan yfuncionen estas normas comunes, es lacapacidad de confianza que puedan generar susmiembros. A mayor confianza, mayor capitalsocial y mayor desarrollo.

Esto le permite comparar diferentes nacionessegún su capacidad de confianza, y distinguirsociedades familísticas como Italia o China,(donde la confianza no se extiende más allá delas familias a asociaciones intermedias, y por esoasume que poseen menor capital social, por lotanto, menores oportunidades) y sociedadesdonde la confianza traspasa la familia (hay másasociaciones intermedias, por lo tanto mayorcapital social y mayores posibilidades) comoAlemania, Japón o Estados Unidos.

Una línea de pensamiento similar, sólo queanalizando no las naciones actuales sino ladivergencia que se produjo en el siglo XV conel nacimiento del capitalismo, en los mismosaños se desarrollaba en Francia por elconservador Alain Peyrefitte. En su libro La

sociedad de la confianza, presenta una tesissorprendentemente parecida al japonés-norteamericano:

…el motor del desarrollo radica, en últimotérmino en la confianza otorgada a lainiciativa personal, a la libertadexploratoria e inventiva; a una libertad queconoce sus contrapartidas, sus deberes, suslímites: en síntesis, su responsabilidad, esdecir, su capacidad para responder de símisma.15

Y la confianza aparece nuevamente como unasuerte de virtud cultural que no ha sido tomadaen cuenta por los economistas para explicar porqué algunos países son más ricos que otros.16

Un elemento central en este enfoque tieneque ver con la asociación entre cultura y religión:según estos autores, es en el sustrato religiosodonde están estos elementos inmateriales y losque explican de mejor forma las diferenciasentre los países. Así, Peyrefitte establece unadiferencia marcada entre los países católicos yprotestantes en Europa (retomando yreformulando las tesis de Weber y el origen delcapitalismo) y Fukuyama afirma que “lasreligiones o los sistemas éticos tradicionales (porejemplo, el confucianismo) constituyen las

12 Fukuyama, 1996 op.cit. p.45.13 Francis Fukuyama, La gran rupturaLa gran rupturaLa gran rupturaLa gran rupturaLa gran ruptura [Madrid, Atlántida,

1999(1998)] p.36.14 Para mayor detalle sobre el capital social ver la

bibliografía, en especial los textos de Robert Putman,Bernardo Kliksberg y el Gobierno de Chile.

15 Alain Peyrefitte, La sociedad de la confianzaLa sociedad de la confianzaLa sociedad de la confianzaLa sociedad de la confianzaLa sociedad de la confianza [Santiago,ed. Andrés Bello, 1996(1995)] p.24.

16 “El conocimiento del Tercer Mundo me convenció queCapital y Trabajo —considerados por los teóricos delsocialismo como los factores del desarrollo económico—son en realidad factores secundarios, y que el factorprincipal que afecta a esos dos factores clásicos con unsigno más o un signo menos es un tercer elemento, quehace veinte años denominé el “tercer factor inmaterial”:el factor cultural.” (Peyrefitte op.cit p.15).

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principales fuentes institucionalizadas delcomportamiento determinado culturalmente.”17

Bajo esta óptica, podríamos decir que hayreligiones que favorecen o dificultan la capacidadde confianza en sus miembros, las que, juntocon otras virtudes morales18 logran la diferenciaentre desarrollo y subdesarrollo:

Olvidamos con facilidad que elsubdesarrollo —desnutrición, enfermedad,violencia endémica— es el destino común,el régimen ordinario de la humanidaddesde que apareció en la tierra. Eldesarrollo es siempre la excepción (...)subdesarrollo y desarrollo no constituyenel pasado y el porvenir de toda sociedadcomo dos etapas sucesivas de unamaduración irreversible; más bienarticulan una bifurcación ante la que losgrupos humanos vacilan sin que seanpatentes los móviles de su impulso o lascausas de su resignación.19

A pesar de que este tipo de óptica es criticablepor intentar justificar un sistemaestructuralmente injusto,20 rescatamos laimportancia que le dan a lo cultural comomecanismo explicativo de la conducta social.Antropólogos acostumbrados a trabajar con lacultura como principal concepto explicativoquedamos fuera de estas discusiones que sonlas que dominan no sólo a buena parte de laintelectualidad occidental, sino que también lasdecisiones políticas, económicas y militares delmundo desarrollado.21

Confianza como mecanismo de reducción deConfianza como mecanismo de reducción deConfianza como mecanismo de reducción deConfianza como mecanismo de reducción deConfianza como mecanismo de reducción dela complejidad. La sociologíala complejidad. La sociologíala complejidad. La sociologíala complejidad. La sociologíala complejidad. La sociología

Si bien en la tradición sociológica clásica el temade la confianza nunca ha estado presente demanera marcada, en la última década variostextos importantes se escribieron al respecto. Losorígenes de este interés, según Misztal podemosencontrarlo en “el difundido consenso de que

las bases de cooperación social, solidaridad yconsenso han sido erosionadas (...) vivimos entiempos confusos e inciertos y hemos perdidolos símbolos o las ideologías que representabanla idea de integración”.22 Es decir, en un mundomoderno cada vez más complejo, donde existeuna cada vez más marcada división social deltrabajo y con los consensos sociales en estadode debilitamiento, la sociología encuentra en losmecanismos de confianza elementos que lepermiten buscar nuevas alternativas que densentido al orden social. Junto con esto, laemergencia de nuevos conceptos sociológicosque intentan explicar la realidad social comosociedad civil y capital social, más la importanciade lo cultural en lo económico ha hecho que lasociología ponga atención en el fenómeno de laconfianza social.23

El tema central de la confianza tiene que vercon el riesgo y la incertidumbre. Luhmannposiblemente fue el primero en asociar laconfianza al riesgo y la complejidad:

17 Fukuyama, 1999 op.cit. p.56.18 “La adquisición del capital social, por el contrario, exige

la habituación a las normas morales de una comunidady, dentro de este contexto, la adquisición de virtudescomo lealtad, honestidad y confiabilidad.”(Fukuyama1996 op.cit. p.46).

19 Peyrefitte op.cit. p.19.20 Con frases como las siguientes no es difícil sustentar

esta crítica: “¡En todo caso, ojalá algún día esta “sociedadde confianza” [=sociedades capitalistas protestantes] seextienda a todas las sociedades y les otorgue —en ladiversidad de sus manifestaciones y en la unidad de suinspiración— el bienestar moral y material que prodigóa los escasos pueblos que supieron consumar esa magnarevolución de la historia!”. (Peyrefitte op.cit. p.17).

21 Desde la guerra de Estados Unidos contra el terrorismo,la tesis de las confrontaciones civilizatorias de SamuelHuntington o la calidad de best seller de Fukuyama1999 indican el interés por estos temas y la invisibilidadde la antropología en estas discusiones.

22 Bárbara Misztal. Trust in modern societesTrust in modern societesTrust in modern societesTrust in modern societesTrust in modern societes (Londres,Polity Press, 1993) p.3.

23 Lo que Piotr Sztompka Trust, A sociological TheoryTrust, A sociological TheoryTrust, A sociological TheoryTrust, A sociological TheoryTrust, A sociological Theory(Cambridge, Cambridge Univ. Press,) pp.7-13.denomina el giro cultural de la sociología.

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La confianza constituye una forma másefectiva de reducción de la complejidad.24

El problema de la confianza consiste enel hecho de que el futuro contiene muchasmás posibilidades de las que podríanactualizarse en el presente, y del presentetransferirse al pasado (...) el hombre tieneque vivir en el presente junto con esefuturo, de sobremanera complejo,eternamente. Por lo tanto debe podar elfuturo de como que se igual con elpresente, esto es, reducir la complejidad.25

Este mecanismo funciona por medio de tresprocesos: “la sustitución de un orden interno ysu propia problemática por el orden externo máscomplejo, junto con su problemática; lanecesidad de aprender; y el control simbólico”.26

Siguiendo el programa teórico de Luhmann, laconfianza es un mecanismo que cumple unafunción específica pero esencial en todo sistema(sea una persona, una interacción o unaorganización) que es la de reducir complejidad.Este sentido de reducción de la complejidadprevalece en diferentes definiciones de confianzacomo apuesta:

Conceptualizo la confianza como unmecanismo social que puede ser explicadopor creencias y motivaciones personales.La confianza es la creencia de que laacción intencionada de alguien seráapropiada desde nuestro punto de vista.27

La confianza es una apuesta acerca de lasacciones contingentes futuras de otros (...)Confiar llega a ser una estrategia crucialpara tratar con un futuro incierto eincontrolable.28

La confianza es una apuesta, hecha en elpresente, hacia el futuro y que sefundamenta en el pasado.29

La confianza es una apuesta al futuro, esdecir, involucra una relación con efectossobre el presente –el acto mismo de laconfianza- pero con un resultado sobre elfuturo –el éxito o el fracaso de la apuesta.30

A nuestro juicio, la confianza es la actitudde reconocer la promesa como unaposibilidad real de aquello que esmanifestado en el mensaje.31

Echeverría, por otro lado, entrega unaconceptualización diferente, pero que puedeinscribirse en el pensamiento sociológico. Éldefine a la confianza como una emoción que seopone a otra emoción, el miedo.

La confianza es una emocionalidad queexpresa el nivel que adquiere esasensación de vulnerabilidad. Cuando hayconfianza nos sentimos más seguros, másprotegidos, menos vulnerables, cuando nohay confianza, las amenazas parecieranhacerse mayores.32

El identificar a la confianza como un tipo deemoción, permite que se pueda asociar estaemoción a acciones y juicios ubicados en elplano del lenguaje:

24 Niklas Luhmann, ConfianzaConfianzaConfianzaConfianzaConfianza [México, ANTHOPOS/UIA, 1996(1973)] p.14.

25 Luhmann 1996 op.cit. p.21.26 Luhmann 1996 op.cit. p.51.27 Misztal op.cit. pp 9-10.28 Sztompka op.cit. p.25.29 Darío Rodríguez, Introducción de Confianza de N.Introducción de Confianza de N.Introducción de Confianza de N.Introducción de Confianza de N.Introducción de Confianza de N.

LuhmannLuhmannLuhmannLuhmannLuhmann (México, ANTHOPOS/UIA, 1996) p.XXIII.

30 Noemí Lujan, La construcción de confianza políticaLa construcción de confianza políticaLa construcción de confianza políticaLa construcción de confianza políticaLa construcción de confianza política(México, IFE, 1999) p.40.

31 Jorge Navarrete, Ciudadanía activa y confianza socialen Chile. Algunas notas teóricas y empíricas ConfianzaConfianzaConfianzaConfianzaConfianzasocial en Chile, desafíos y proyeccionessocial en Chile, desafíos y proyeccionessocial en Chile, desafíos y proyeccionessocial en Chile, desafíos y proyeccionessocial en Chile, desafíos y proyecciones (Santiago,Gobierno de Chile, 2001) p.3.

32 Rafael Echeverría, La empresa emergente: la confianzay los desafíos de la transformación (Buenos Aires,Gránica, 2000) p.114.

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Una vez que identificamos los distintosdominios en los que aparecen juiciosasociados a la emocionalidad de laconfianza (o la desconfianza) y una vez quepodemos determinar las acciones que entales dominios desencadenan dichosjuicios, disponemos de un ámbito deacción que conduce a generar confianza(o desconfianza). Las acciones generaránjuicios y tales juicios generarán laemocionalidad de la confianza (o de ladesconfianza).33

Adelantándome al último apartado de estecapítulo, coincido en el carácter relacional de laconfianza (confianza como “acción”) que le daEcheverría y la alternativa de observación yanálisis que presenta: la confianza se puedeobservar desde las acciones y los juicios (accionesque se llevan a cabo por medio de mecanismosconversacionales y juicios que poseen unamaterialidad lingüística).

Medición de confianzaMedición de confianzaMedición de confianzaMedición de confianzaMedición de confianza

Otra de las temáticas de la sociología de laconfianza ha sido medir el grado de confianza/desconfianza en múltiples sentidos. Nosotrospor razones de espacio sólo presentamos trescasos: La Encuesta Nacional de Juventud 2000,Latinobarómetro y los resultados de la EncuestaNacional sobre Prácticas y Cultura Política(ENCUP) de la Secretaría de Gobernación.

En la Encuesta Nacional de Juventud 2000 semiden tres aspectos relacionados con el gradode confianza de los jóvenes: “situaciones” queinspiran más confianza; “personajes” y “mediosde comunicación”. Así, las preguntasrelacionadas en este ítem fueron: “De la siguientetarjeta, escoge tres situaciones que te inspirenconfianza (familia, iglesia, gobierno, etc.)”; “delsiguiente listado de personajes, de cada uno deellos, ¿Te inspiran confianza, poca confianza ono te inspiras en ellos?” Y “de igual manera ¿teinspiran confianza, poca confianza o no confías

en los siguientes medios de comunicación?”.(véase Gráfico No.1 y 2)

Otra medición de la confianza como “cosa”se encuentra en Latinobarómetro. Si bien éstese orienta principalmente a conocer laspercepciones y evaluación sobre democracia,desde sus inicios también se interesó por medirla confianza:

Las instituciones a las cuales losciudadanos le tienen mayoritariamenteconfianza son, en primer lugar la IglesiaCatólica y la Televisión. Más de la mayoríade los ciudadanos no le tiene confianza atodas las otras instituciones medidas,estando el Congreso Nacional, los partidospolíticos y los propios conciudadanos, “laspersonas”, en los tres últimos lugares. ElCongreso es la institución de lademocracia que ha perdido más confianzaen los últimos 5 años. De la misma manerael orden de las confianzas de losciudadanos indica la baja confianza en lasinstituciones políticas de la democracia,confirmando la problemática de los bienespolíticos de la democracia.34

(véase Gráfico No.3)

Finalmente, la ENCUP muestra indicadorescoherentes con los anteriores. El 96% de losencuestados considera que nunca unaorganización social les ha ayudado (contra sóloun 3% que sí lo ha hecho). El 12% afirma quese puede confiar mucho, 65% poco y 20% nadaen las personas. En el siguiente gráfico sobresaleel 37% de desconfianza en las OSC y el 30% enagrupaciones de ciudadanos. (véase GráficoNo.4)

33 Echeverría op.cit. p.116.34 LATINOBAROMETRO. Informe de prensa

(Santiago, Latinobarómetro, 2002) p.9

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Estas mediciones muestran tres elementosimportantes: la bajísima confianza interpersonaly en las instituciones entre los mexicanos, enparticular entre los jóvenes. Dentro de estadesconfianza generalizada, sorprende la bajaconfianza en agrupaciones sociales yorganizaciones de la sociedad civil (OSC). Sobreeste punto volvemos en las conclusiones.

El segundo elemento es que la confianza esun concepto que utilizan las personas en sucotidianidad, es parte del sentido común. Alparecer, la gran mayoría de los latinoamericanosy de los jóvenes mexicanos no necesitan que seles explique lo que es o no la confianza pararesponder estas preguntas. Y ni siquiera pareceimportante, por obvio, para los responsables deestas mediciones establecer propias definicionesde lo que entenderán por confianza. Estoconfirma la idea que la confianza es un conceptoantes que nada proveniente del sentido comúny que para comprender lo que es o no laconfianza podemos también acceder a lasrepresentaciones que los propios actores tienenal respecto. Trabajo pendiente en los estudiossociológicos.

Finalmente, el tercer elemento tiene que vercon el carácter relacional de la confianza(confianza como “acción”). Estas medicionesmuestran claramente que la confianza, a no serque se le defina como una característica de lapersonalidad, no puede ser definida fuera delcontexto de la relación entre dos participantes.

Analizando las preguntas y posibilidades derespuesta de ambas mediciones es claramenteobservable la doble naturaleza de la confianza:por un lado puede entenderse como “cosa”:como un sustantivo de masa: hay mucha o pocaconfianza. Pero también puede entendersecomo una “acción”: como la caracterización deun tipo de relación que se expresa con el verboconfiar: la confianza definida como la acción deconfiar en algo o alguien. En este sentido, si

revisamos las alternativas de respuestas de ambasmediciones, encontramos relaciones “si sepuede confiar en la mayoría de las personas” o“sí confío”, que requieren necesariamente dedos polos: el que confía y en el que se confía.Como plantea Luján:

La confianza, entendida como relaciónsocial, tiene dos polos, el del sujeto queconfía (truster) y el del depositario de laconfianza (trusted). El sujeto ejecuta laacción de confiar a partir de un universode conocimientos o creencias que lepermiten tener un conjunto deexpectativas ciertas sobre su relación conel objeto de confianza.35

En estas mediciones es imprescindible tenerdepositarios para poder hablar (y medir) laconfianza. Esta doble naturaleza del conceptode confianza también se expresa claramente enlos trabajos de confianza realizados desde lapsicología.36

Confianza y psicología: confianza interpersonalConfianza y psicología: confianza interpersonalConfianza y psicología: confianza interpersonalConfianza y psicología: confianza interpersonalConfianza y psicología: confianza interpersonal

Para este apartado nos referiremos casiexclusivamente al libro de Franz Petermannquien, junto con entregar un resumen críticosobre cómo la psicología ha analizado laconfianza interpersonal, nos muestra resultadosde su investigaciones propias y ajenas sobrecómo se construye la confianza en la relaciónmédico paciente en niños.

Petermann afirma que los estudios realizadosen psicología han entendido la confianza desdetres perspectivas: personalidad, situación yrelación. Dentro de la primera perspectiva, sobre

35 Luján op.cit. p.39.36 Para finalizar este apartado, como bien lo señala

Musseta (en este libro) existen más aproximaciones ala temática de la confianza desde la sociología, nosotrossólo reseñamos algunas de las más representativas, perono pretendemos agotar el análisis.

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la escala de Rotter, se puede clasificarpersonalidades de “alta” o “baja” confianza,sobre el grado de confianza generalizada,advirtiendo que “un problema de las escalas parala clasificación de la confianza generalizadareside en que los resultados conseguidos conéstas apenas se pueden utilizar para elcomportamiento en una situación concreta”.37

Esto permite entonces clasificar personascomo confiadas o desconfiadas, donde laprincipal diferencia está en que ambaspersonalidades utilizan “conceptos de hombre”diferentes, que se pueden resumir en que (1) elque confía otorga al otro alto crédito personal(2) los confiados se adaptan mejor y no tienenconflictos con otros con la consecuencia quereciben mucho cariño de los otros (3) el darinjustificadamente crédito a sus semejantes —quepodría ser considerado una desventaja de losconfiados— no se convierte necesariamente enpositivo para los desconfiados, (4) los (que)confían probablemente mienten, engañan yroban menos que los que desconfían (5) los queconfían esperan algo bueno de sus semejantes(6) los que desconfían son más sensibles a losriesgos del trato con otras personas.38

Otra forma de estudiar la confianza desde lapsicología es estudiarla como variablesituacional, es decir, la influencia del contexto—variables de refuerzo y entorno— en la creacióno no de confianza. Sobre este punto no existen,según Petermann, estudios que confirmen unadiferencia entre campo/ciudad y estudios queconfirman una relación entre confianza y estrés—donde las personas confiadas tienen menosestrés que las desconfiadas— tienen poco apoyoempírico, aunque plantean interesantespreguntas.39

Finalmente, el autor presenta la confianzacomo variable relacional, donde se acerca mása la concepción de confianza que presenta lasociología (como una apuesta que pretende

reducir los riesgos). La confianza como relaciónha sido estudiada principalmente a través deljuego del dilema del prisionero.40

Pero quizá el tipo de análisis más estimulantespara esta investigación tiene relación con losestudios que analizan la relación médicopaciente. Estudios del mismo Petermannconfirman que “la confianza en el médicoaumenta la colaboración en el caso de unaterapia con medicamentos”. Los factores quedeterminan confianza son cuatro: la naturalidadde la atmósfera del tratamiento; la comprensiónmostrada por el médico; el ambientecooperativo en el tratamiento y la interacciónmédico-paciente.41

Mecanismos para construir (y destruir)Mecanismos para construir (y destruir)Mecanismos para construir (y destruir)Mecanismos para construir (y destruir)Mecanismos para construir (y destruir)confianzaconfianzaconfianzaconfianzaconfianza

Si bien prácticamente cada autor presenta losmecanismos y formas de construcción deconfianza y desconfianza, yo adscribo a ladesarrollada por Petermann en sus propiasinvestigaciones debido a la importancia de lacomprensión de la confianza como variablerelacional.

Este autor basa su modelo en el supuesto quela confianza sólo puede construirse ensituaciones donde no existe el miedo y en lacompetencia comunicativa de los actores de unainteracción:42

37 Franz Petermann, Psicología de la confianzaPsicología de la confianzaPsicología de la confianzaPsicología de la confianzaPsicología de la confianza[Barcelona, Herder, 1999(1996)] p.34.

38 Petermann op.cit. pp.73-74. Junto con estas variablesde personalidad, se describen diferencias en el gradode confianza según género, las variables neutrales depoder, el tipo de informaciones que se generan. VerPetermann, 1999: 76-82.

39 Petermann, op.cit. p.82.40 El dilema del prisionero es un test psicológico que se

emplea para medir la confianza interpersonal, paramayores reverencias, ver Petermann op.cit.

41 Petermann op.cit. p.100.42 Petermann no utiliza el concepto de “competencia

comunicativa” aunque se refiera a ella en términosprácticos.

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Sólo se puede construir la confianzacuando los niños no sienten ningúnmiedo. Por lo tanto, la confianzapresupone un mínimum de seguridad. Sinembargo, la seguridad en el contacto entrelas personas depende de si se consigueencontrar y descifrar señales que pruebenesta situación. Tales señales pueden sergestos, anuncios verbales y cosas por elestilo; en cada caso se trata de datos através de los cuales se puede inferir lasinceridad y calculabilidad delcompañero.43

Sobre este supuesto, desarrolla un modelo,con tres fases, que resume en el siguiente cuadro:(véase Tabla No.1)

La fase I incluye la escucha activa (escucharcon atención y sin reservas), el contacto visual y,en ciertos contextos, el contacto corporal.Incluye también la “dedicación intensiva”. “Ellosignifica que se registran las insignificancias y lospequeños cambios en el compañero en cuantoa gesticulación, mímica, porte y comportamientolingüístico y se devuelven a éste en forma derespuesta. Para ello es preciso la concentraciónen el compañero para compenetrarse con él, esdecir, poder percibir de manera sensible susmiedos, temores, deseos y demandas”.44

La fase II, por otro lado, necesita eliminar lasensación de situaciones amenazantes a travésde la máxima planificación del comportamiento,esto porque “…la amenaza aparece siemprecuando el compañero no puede clasificar, o almenos no directamente, la información del queestá enfrente de él, pierde el hilo o la orientación,se perjudica o simplemente no se sientealudido”.45 Esta planificación implica accionescalculables para el compañero —que conozca laestructura de la interacción—. Esto reduce laincertidumbre y aumenta la confianza en símismo. Como veremos adelante, este tema escentral para nuestra problemática, puesto que

justamente una de las características del hablainstitucional tiene que ver con estapredectibilidad.

Finalmente, la fase III requiere fortalecer laconfianza en sí mismo (o auto eficacia) comoelemento que aumenta la capacidad en construirconfianza. Este fortalecimiento implica larealización de tareas que puedan ser llevadas acabo con éxito, y el ceder competencias, asícomo el explicitar los cumplidos frente al éxitodel compañero.

Petermann también adapta este modelo a ladesconfianza o la pérdida de confianza.

La confianza representa ciertamente uncrédito en el marco de una relación entrepersonas, pero éste se puede agotarrápidamente si no se presta atención aalgunos principios que mantienen laconfianza.46

Así, también existen tres procesos queinciden en una destrucción de la confianza, asaber: destrucción de una comunicación deconfianza —referencia a sí mismo demasiadofrecuente, poca coordinación de las decisiones—elección de acciones amenazantes —demasiadosconsejos e indicaciones o demasiado pocos,desorientaciones, adulaciones (en ciertos casos)falta de respuesta o respuestas parciales— yruptura de confianza intencionada —valorar elcinismo y el menosprecio de las capacidades delcompañero, generalizar el desvalimientocreciente y la pasividad, entre otras—.47 Lasiguiente tabla lo resume. (véase Tabla No.2)

Como podemos ver, Petermann entrega unmodelo muy completo y operativo que está ensintonía con nuestro problema de investigación,

43 Petermann op.cit. p. 164.44 Petermann op.cit. p.166.45 Ibíd.46 Petermann op.cit. p.170.47 Petermann op.cit. pp.170-173.

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además que asigna importancia cardinal a lainteracción como elemento central paracomprender cómo se generan los juicios deconfianza o desconfianza, las apuestas hacia elfuturo y cómo así podemos orientar nuestraacción.

2.2.2.2.2. Hacia una definición relacional deHacia una definición relacional deHacia una definición relacional deHacia una definición relacional deHacia una definición relacional deconfianza/desconfianzaconfianza/desconfianzaconfianza/desconfianzaconfianza/desconfianzaconfianza/desconfianza

Sobre la base de estos análisis, presentamosnuestra propia definición:

La confianza y la desconfianza se definencomo conceptos del sentido común —representaciones sociales— utilizados porlos actores sociales para caracterizar acierto tipo de acciones y relacionessociales: relaciones que implican algúntipo de riesgo significativo para losparticipantes. Estas caracterizaciones serealizan y se actualizan en cadainteracción, y dependen del contexto y delos agentes en relación. Es decir, son lasrelaciones sociales entre actores, queimplican alguna clase de riesgo, en uncontexto particular, las que se definencomo confiables o desconfiables.

La definición que presento tiene las siguientesimplicaciones: Que sean representacionessociales usadas por los actores sociales involucraque la confianza y desconfianza son conceptosprovenientes del mundo del sentido común delos actores sociales y que son culturalmente ehistóricamente construidos, se construyen ypueden modificarse en el tiempo. La confianzay desconfianza son parte de los “métodospropios” que los actores utilizan para “vivir enel mundo”, para hacer comprensible y explicablesus acciones sociales y las de otros, en ciertascircunstancias. Y como toda representaciónsocial, se accede a ellas por medio de losdiscursos sociales.

Que caracterice a relaciones entre actores[el(los) sujeto(s) que confía(n) y el depositariode la confianza que pueden ser personas, grupos,instituciones o cosas] implica que la confianza ydesconfianza se generan, observan y describendesde la interacción social. Es por medio deacciones y actividades —lingüísticas y no-lingüísticas— que las relaciones sociales serealizan, actualizan y se definen por los actoressociales.48 Las relaciones sociales se vanconstruyendo, negociando, reafirmando,cambiando o manteniendo en las interaccionesentre los participantes de la relación. Así comorelaciones simétricas o asimétricas puedencaracterizarse observando y describiendo el tipode interacciones que existen entre losparticipantes, la confianza o la desconfianza deX en Y residen en las interacciones que llevan acabo. De ahí que defino a la confianza como“acción” antes que como “cosa”.

Que sean las relaciones que implican algunaclase de riesgo a los participantes las que secaractericen como “confiables” muestra laestrecha relación entre confianza y riesgo. Elriesgo en la literatura social se ha vinculadoestrechamente a los denominados “desastresnaturales” y a otros desarrollos sociológicos.49

Aquí yo utilizo este término en su acepción

48 Se hacen “explicables” [accountables] en el sentidopropuesto por Harold Garfinkel, Studies inStudies inStudies inStudies inStudies inEthnometodologyEthnometodologyEthnometodologyEthnometodologyEthnometodology (New Jersey, Prentice, 1967) p.1.

49 El riesgo y la normalidad de las sociedades lo rescataprimero Niklas Luhmann Sociología del riesgoSociología del riesgoSociología del riesgoSociología del riesgoSociología del riesgo(México, UIA/U. de Guadalajara, 1992[1991])pp.35.36. En el área de desastres naturales prevaleceuna separación entre riesgo y peligro donde, al parecer,prevalecen (y se critican) las ideas de Hewitt “el riesgo(R) es el resultado de la coincidencia, en el espacio y enel tiempo, del contexto de vulnerabilidad (V) con laaparición de algún fenómeno natural como peligroso oamenazante (P).” Daniel Hernández, El riesgo comoEl riesgo comoEl riesgo comoEl riesgo comoEl riesgo comoproducto social, Pobreza y reproducción cotidiana enproducto social, Pobreza y reproducción cotidiana enproducto social, Pobreza y reproducción cotidiana enproducto social, Pobreza y reproducción cotidiana enproducto social, Pobreza y reproducción cotidiana enhogares de la Colonia Romahogares de la Colonia Romahogares de la Colonia Romahogares de la Colonia Romahogares de la Colonia Roma (México, UNAM (tesisdoctorado), 2003) p.3. Para mayores referencias verVirginia García Acosta (coord.) Estudios históricosEstudios históricosEstudios históricosEstudios históricosEstudios históricossobre desastres en Méxicosobre desastres en Méxicosobre desastres en Méxicosobre desastres en Méxicosobre desastres en México. (México, CIESAS, 1994).

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general de incertidumbre sobre lasconsecuencias que mis decisiones tendrán en elfuturo. Si presto mil pesos a un desconocidocorro el “riesgo” de que no me devuelvan eldinero: es en la falta de certeza, en laincertidumbre de que no se realice elintercambio donde se ubica el riesgo. Ensociedades complejas, la incertidumbre aumentapuesto que no tenemos control sobre muchosmecanismos básicos para la reproducción social:“nos son conocidos los riesgos inherentes a lasinstalaciones técnicas y confiamos por ello, conmayor disposición, en las personas ocupadas ensu control”.50

Para comprender los mecanismos deconstrucción de confianza es necesariocomprender los “tipos” de riesgos implícitos enla relación significativos para los participantes.51

En situaciones donde está presente el “riesgo”en general como las relaciones entre enfermosy el sistema de salud, donde se percibe el riesgodesde que no te atiendan adecuadamente hastaque ocurra una negligencia mortal, o entre lapetición de favores entre desconocidos, dondeexiste el riesgo de que no te devuelvan el favor,es más evidente la caracterización de estasrelaciones como de “confianza” o“desconfianza”.

Esta definición implica, finalmente, elcarácter contextual y local de la confianza ydesconfianza: depende del contexto deproducción de sentido su definición. Dependedel tipo de agentes y las relaciones que entreellos existen las caracterizaciones de la confianzay la desconfianza: la “confianza” como algo ensi mismo no es observable, necesita que dosagentes establezcan relaciones y que en estasrelaciones exista cierto tipo de riesgo que seasignificativo para los participantes para que losactores puedan caracterizar la situación segúnel “grado” de confianza que les genera.

Por medio de los discursos y del análisis delas interacciones accedemos a estas

caracterizaciones. Como hemos investigado enotro lugar,52 en México las personas caracterizanen general las relaciones interpersonalescercanas, honestas, simétricas y congruentescomo “confiables” y las relaciones lejanas,deshonestas, asimétricas e incongruentes como“desconfiables”. En el contexto particular de laconfianza o desconfianza de los usuarios sobreel sistema público de salud, describen a lasrelaciones personalizadas, con un médicotécnicamente adecuado y con la existencia debuenas medicinas como “confiables” y a lasrelaciones (o atenciones) que se caracterizan porentregar un trato despersonalizado, donde nohay medicamentos o ellos son de mala calidady donde el médico no posee adecuadascapacidades técnicas como “desconfiables”.

La definición que presento rescata las ideasde Adler y el carácter etnográfico de la confianza.Rescata también la posición de la sociología enrelacionar confianza y riesgo-incertidumbre asícomo el modelo de construcción de confianzay desconfianza propuesto por Petermann.También rescata un principio teórico-metodológico proveniente de laetnometodología y el análisis conversacional(AC) sobre la importancia central de los propiosmétodos de comprensión de los actores socialespara explicar (y caracterizar) sus propiasconductas y la de los otros53 (Garfinkel 1967;

50 Luhmann 1992 op.cit. p.74.51 Por ejemplo, si para mi el problema de las aguas negras

en el DF no es significativo, a pesar de ser un riesgo“objetivo”, no tendré ninguna opinión en términos deconfianza o desconfianza sobre el gobierno en esepunto. Si se me inundara mi casa cada vez que llueve,seguramente tendría una opinión sobre la (des)confianzaen el gobierno de la ciudad al respecto.

52 Felipe Hevia de la Jara, Los usuarios ¿confían en lasLos usuarios ¿confían en lasLos usuarios ¿confían en lasLos usuarios ¿confían en lasLos usuarios ¿confían en lasinstituciones de salud?instituciones de salud?instituciones de salud?instituciones de salud?instituciones de salud? (México, CIESAS (TesisMaestría), 2003ª) e Imágenes de confianzaImágenes de confianzaImágenes de confianzaImágenes de confianzaImágenes de confianza (Ponenciapresentada en el Segundo Congreso Internacional deRetórica. México, UNAM, 2003b).

53 John Heritage, Etnometodología En: A. Giddens (ed.)La teoría social hoyLa teoría social hoyLa teoría social hoyLa teoría social hoyLa teoría social hoy [México, CONACULTA,1990(1987)].

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Heritage 1990; Goodwin y Heritage 1990; Sacks1992).

Para describir y analizar la confianza ydesconfianza deben definirse los participantes ylas relaciones que establecen entre ellos (asícomo el “riesgo” que la relación puede implicar).Es necesario acceder a las representacionessociales, por medio de los discursos, paracomprender las caracterizaciones de los agentessobre las relaciones que establecen y analizarlas interacciones en su contexto para observarcómo emergen los elementos que los actoresestablecen como necesarios para caracterizar auna relación como “confiable” o “desconfiable”y el “riesgo” implicado en estas relaciones. Y esnecesario identificar la relación que entre elsujeto que confía y el depositario de confianza,describir el tipo de riesgo que implica estarelación y analizar el contexto específico y lasformas específicas de interacción entre losparticipantes.

La confianza en el sistema político, porejemplo, tendrá que definirse desde los actoresque están en relación: ciudadanos y sistemapolítico, y tendrá que analizarse las relaciones ylos riesgos que implica votar por tal o cualpartido a actor, por medio de las interaccionesy discursos presentes, para poder definir (yexplicar) por qué los votantes “confían” o“desconfían” del sistema político. En el caso deuna línea aérea, tendrá que definirse losparticipantes (no es lo mismo si uno es piloto,técnico aéreo o pasajero) y el tipo de relacionesque han tenido estos sujetos —por medio de lasinteracciones entre ellos, en relación con lapuntualidad o el servicio, los que tienen relacióncon el riesgo de llegar tarde o ser mal atendidoo que se desplome el avión en pleno vuelo, porejemplo, y el contexto en que aparece en losdiscursos la confianza— como antes de elegiruna línea aérea para un viaje. La caracterizaciónde la confianza en estos contextos serán

diferentes que la confianza o desconfianza delas mismas personas sobre sus vecinos ocualquier otro tema.

3.3.3.3.3. Conclusiones: el reto de lasConclusiones: el reto de lasConclusiones: el reto de lasConclusiones: el reto de lasConclusiones: el reto de lasOrganizaciones de la Sociedad CivilOrganizaciones de la Sociedad CivilOrganizaciones de la Sociedad CivilOrganizaciones de la Sociedad CivilOrganizaciones de la Sociedad Civilpara construir confianzapara construir confianzapara construir confianzapara construir confianzapara construir confianza

Para concluir, planteamos algunos retos queenfrenta la sociedad civil y sus organizaciones,en particular sobre sus capacidades para revertirlos bajos índices de confianza social que parecetener la sociedad mexicana sobre sus accionesque mostramos arriba.

Siguiendo nuestro planteamiento, lo primeroque debemos preguntar es: ¿Cuáles son losriesgos implícitos en la relación entre las OSC yla “sociedad en general”? Yo creo que estostienen que ver con dos cosas: proselitismo(político y/o religioso) y manejo de los recursos.

En efecto, teóricamente existe una claraseparación entre partidos políticos,organizaciones religiosas y OSC. Sin embargo,existen sospechas (o incertidumbre) sobre laautonomía que algunas organizaciones tienen enrelación a grupos religiosos —no únicamentecatólicos— y/o a partidos políticos. Muchas veces“la sociedad civil” —como si fuera única yhomogénea— aparece como pantalla de accionespolíticas-partidarias que restan credibilidad yaumentan el riesgo a que estén cooptadas políticao religiosamente. La historia política reciente enMéxico, caracterizada como vertical ycorporativa, en la práctica uso con finespartidistas organizaciones teóricamenteautónomas (como los sindicatos, algunosmovimientos urbanos y populares, lasorganizaciones de campesinos e indígenas etc.).La multitudinaria marcha por la seguridad enjunio de 2003 estuvo en la polémica pública porsospechas desde el Gobierno de la Ciudad deMéxico de que estaba siendo utilizada con fines

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políticos. La “celebración de la democracia”,celebrada por el Presidente de la República el 2de julio de 2005, fue, en rigor, convocada porasociaciones civiles fantasma. Los ejemplospueden multiplicarse: los llamados comitésciudadanos de apoyo al candidato del PRD,López Obrador, también quieren aparecercomo miembros de “la autónoma sociedadcivil”, las asociaciones y fundaciones estatales ymunicipales que sirven como plataformapolítica, etcétera.

Otras organizaciones hacen proselitismoreligioso. El caso de Pro-vida puede serparadigmático al respecto, pero las decenas deorganizaciones que trabajan con personas adictasson otro ejemplo concreto donde no le quedaclaro al ciudadano hasta dónde el objetivo deestas organizaciones es el tratar la adicción oconseguir más fieles a sus iglesias.

En síntesis, la experiencia mexicana muestraque muchas organizaciones son cooptadas porlos partidos políticos, y organizaciones religiosasgeneran incertidumbre y riesgo que afectan lapercepción de confianza en la ciudadanía.

Pero aún más importante que el proselitismo,el mayor riesgo tiene que ver con el manejo delos dineros y fondos que hacen las OSC, tantopúblicos como de donaciones. Al declararsecomo explícitamente “sin fines de lucro” uno,como ciudadano, espera que efectivamente noestén llenándose los bolsillos a costa de losgrupos vulnerables que dicen ayudar orepresentar. Lamentablemente casos como“Vamos México” y sus triangulaciones conLotería Nacional, Pro-vida y Jorge SerranoLimón hacen que los ciudadanos posiblementevean que sus incertidumbres sobre el manejolimpio, honesto y sin fines de lucro son fundadas.

Y aquí la paradoja aumenta cuando, por unlado, se buscan organizaciones profesionalizadaspero, por otro, se asocia el cobro legítimo paramantener el personal profesional de la

organización con la sospecha que se estáhaciendo negocio, llegando a veces al ridículode pretender que los profesionales trabajencomo voluntarios. Pero esta percepción tieneun fondo de razón, todos sabemos, osospechamos, que tal o cual organización hacenegocio con las donaciones, o sus directivos secompran carros o salen a cenar a sitios exclusivoso compran plumas o tangas, para seguir con elejemplo. Por esto es que las agencias de crédito,públicas, privadas e internacionales, aumentanlos controles sobre el uso de los recursos.

Es por estos dos riesgos que, apunto comohipótesis, los ciudadanos no confían en las OSC.Por esto que es central y esencial para construirconfianza fortalecer los mecanismos detransparencia, acceso a la información yrendición de cuentas de las organizaciones nosólo con sus agencias donadoras, sino tambiéncon los beneficiarios y los ciudadanos en general.

En la medida que los ciudadanos sepan quelos recursos están siendo bien empleados y quelas acciones de las organizaciones no sonempleadas con fines proselitistas, el riesgoimplícito en las relaciones sociedad en general-OSC bajará y por lo tanto la confianza social enellas tenderá a aumentar. Es una doble ganancia,porque no sólo se eliminan los riesgospotenciales que pueden generar desconfianzasino que, además, se dan pasos imprescindiblespara generar confianza, uno de los activos, sinoel mayor, de cualquier organización, máxime sitiene que asegurar sus recursos por donacionesvoluntarias, públicas o privadas.

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Sobre el Autor:Sobre el Autor:Sobre el Autor:Sobre el Autor:Sobre el Autor:

Felipe Hevia de la Jara (México, 1975). Estudiante de doctorado en Antropología Social por elCentro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS-DF), donde tambiénobtuvo el grado de Maestro en Antropología con especialidad en Estudios de Lenguaje. Antropólogopor la Universidad de Chile. Correo electrónico: [email protected] Dirección CIESAS: Juárez222 Col. Tlalpan C.P. 14.000 México DF.

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Gráfico Nº 1. “Situaciones” que inspiran más confianzaGráfico Nº 1. “Situaciones” que inspiran más confianzaGráfico Nº 1. “Situaciones” que inspiran más confianzaGráfico Nº 1. “Situaciones” que inspiran más confianzaGráfico Nº 1. “Situaciones” que inspiran más confianza

Fuente: Encuesta Nacional de Juventud 2000 (INJUV, 2001)

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Gráfico Nº 2. Personalidades y Medios de comunicaciónGráfico Nº 2. Personalidades y Medios de comunicaciónGráfico Nº 2. Personalidades y Medios de comunicaciónGráfico Nº 2. Personalidades y Medios de comunicaciónGráfico Nº 2. Personalidades y Medios de comunicación

Fuente: Encuesta Nacional de Juventud 2000 (INJUV, 2001).

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Gráfico Nº 3. Confianza en instituciones total América Latina (porcentajes)Gráfico Nº 3. Confianza en instituciones total América Latina (porcentajes)Gráfico Nº 3. Confianza en instituciones total América Latina (porcentajes)Gráfico Nº 3. Confianza en instituciones total América Latina (porcentajes)Gráfico Nº 3. Confianza en instituciones total América Latina (porcentajes)

Fuente: Latinobarómetro 1996-2002. “Pregunta: Por favor mire esta tarjeta y dígame,para cada uno de los grupos, instituciones o personas mencionadas en la lista, ¿Cuántaconfianza tiene Ud. en ellas: mucha, algo, poca, ninguna confianza en…?”

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Gráfico Nº 4. Confianza en instituciones ENCUP (Porcentajes)Gráfico Nº 4. Confianza en instituciones ENCUP (Porcentajes)Gráfico Nº 4. Confianza en instituciones ENCUP (Porcentajes)Gráfico Nº 4. Confianza en instituciones ENCUP (Porcentajes)Gráfico Nº 4. Confianza en instituciones ENCUP (Porcentajes)

Fuente: ENCUP, 2003 ¿Qué tanta confianza tiene usted en las siguientes instituciones?(Gobierno de México, 2003).

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Dedicación al compañero. Fase I Elaboración de una comunicación comprensiva.

Dedicación más intencionada (comprensión) a través de la intuición. Hacer comprensible la propia actuación a través de acciones unívocas y calculables para el compañero.

Fase II Supresión de acciones amenazantes. Dar al compañero, mediante respuestas (feedback) una

orientación sobre su comportamiento. A través de ejercicios difíciles, transmitir competencia al compañero.

Fase III Construcción intencionada de confianza. Éxitos crecientes ante la superación de exigencias favorecen la

confianza en uno mismo (a al autoeficacia) como condición previa para la confianza.

Presentación propia demasiado fuerte y atención insuficiente a la situación y necesidades del compañero.

Fase I Destrucción de una comunicación de confianza. Tutela del compañero y limitación demasiado fuerte de los

espacios de libre decisión. Comportamiento arbitrario difícilmente previsible frente al compañero, o también demasiados o demasiados pocos consejos e indicaciones.

Fase II Elección de acciones amenazantes.

Ninguna respuesta o sólo parcial lleva a la desorientación o a la amenaza. Cinismo o devaluación de las competencias del compañero. Fase III

Ruptura de confianza intencionada.

Abandono creciente y pasividad que tienen como consecuencia un desmoronamiento de la confianza en sí mismo.

Tabla Nº. 1 Tres fases modelo de la construcción de confianzaTabla Nº. 1 Tres fases modelo de la construcción de confianzaTabla Nº. 1 Tres fases modelo de la construcción de confianzaTabla Nº. 1 Tres fases modelo de la construcción de confianzaTabla Nº. 1 Tres fases modelo de la construcción de confianza

Fuente: Petermann, 1999:167, con modificaciones.

Tabla Nº 2. Tres fases modelo de la pérdida de confianzaTabla Nº 2. Tres fases modelo de la pérdida de confianzaTabla Nº 2. Tres fases modelo de la pérdida de confianzaTabla Nº 2. Tres fases modelo de la pérdida de confianzaTabla Nº 2. Tres fases modelo de la pérdida de confianza

Fuente: Petermann, 1999:172, con modificaciones.

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II.II.II.II.II. Dilucidando la confianza:Dilucidando la confianza:Dilucidando la confianza:Dilucidando la confianza:Dilucidando la confianza:Aportes empíricos para esclarecerAportes empíricos para esclarecerAportes empíricos para esclarecerAportes empíricos para esclarecerAportes empíricos para esclarecerel fenómeno en Méxicoel fenómeno en Méxicoel fenómeno en Méxicoel fenómeno en Méxicoel fenómeno en México11111

Paula Mussetta2

ResumenResumenResumenResumenResumen

El presente capítulo es el resultado de una investigación empírica sobre confianza. Muchos estudiosutilizan la confianza como un concepto o fenómeno explicativo de otros, este texto en cambio sostienela necesidad de que es necesario primero estudiarla en sí misma. En consecuencia, el artículo proponeentenderla como una práctica socio-cultural compleja; y en consecuencia, explorarla a partir de lasprácticas, creencias y discursos de sujetos cotidianos. Desde esta perspectiva, este trabajo reconstruyenarrativas de confianza en el México actual. La afirmación de que la confianza no constituye algohomogéneo y unívoco; una definición conceptual diferenciada paralela a lo público/privado; laemergencia de un marco bipolar entre lo utópico y lo anti-utópico; son algunos de los aspectos quedefinen el contenido y significado de la confianza hoy.

Actualidad y estado de la cuestión de la confianzaActualidad y estado de la cuestión de la confianzaActualidad y estado de la cuestión de la confianzaActualidad y estado de la cuestión de la confianzaActualidad y estado de la cuestión de la confianza

Confianza es uno de esos conceptos con los que estamos acostumbrados a convivir a diario. Sinembargo, raramente reflexionamos sobre su importancia y su significado, sobre cómo se introduceen las relaciones cotidianas, y lo que sería la vida social si ésta no existiera en absoluto.

Reconocer la importancia de la confianza como fenómeno social ha generado una extensa cantidadde estudios tanto teóricos como empíricos. Entre los primeros (los teóricos) se destacan tres enfoques.El capital social, para el cual la confianza ayuda a que una sociedad tenga más y mejores posibilidadesrespecto al desarrollo económico, la participación social y hasta la democracia.3 La teoría de la acciónracional, que entiende que la confianza constituye un dispositivo instrumental prerrequisito para lacooperación en la acción colectiva.4 Por último, la perspectiva de sistemas y el enfoque de la

1 Este artículo es parte de la tesis presentada para obtener el título de Maestría en Ciencias Sociales FLACSO México2002-2004. Para consultar referencia de texto completo ver Paula Mussetta. Entre la utopía y el desasosiego. Narrativasde confianza de mexicanos de inicio de siglo XXI. México. FLACSO. http://www.flacso.edu.mx/biblioamericana/TEXT/MCS/65367.pdf . 2004.

2 Paula Mussetta. Candidata a doctor en ciencias sociales, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, sede México,[email protected]

3 Ver James Coleman, “Capital social y creación de capital humano” en Zona AbiertaZona AbiertaZona AbiertaZona AbiertaZona Abierta 94/95. 2001 pp. 47-83.; PierreBourdieu “El capital social. Apuntes provisionales” en Zona AbiertaZona AbiertaZona AbiertaZona AbiertaZona Abierta 94/95. 2001 pp 83-88.; Margert Levi, “““““A State ofTrust” en: Trust and Governance. Trust and Governance. Trust and Governance. Trust and Governance. Trust and Governance. Braithwite, V. y Levi M. comps. New York Russell Sage Foundation. 1998

4 Ver Rusell Hardin Trust and Trustworthiness.Trust and Trustworthiness.Trust and Trustworthiness.Trust and Trustworthiness.Trust and Trustworthiness. New York. Russell Sage Foundation. 2002; James Coleman FoundationsFoundationsFoundationsFoundationsFoundationsof Social Theory.of Social Theory.of Social Theory.of Social Theory.of Social Theory. The Belknap Press of Harvard University Press. 1990; Diego Gambetta (ed.) Trust: Making andTrust: Making andTrust: Making andTrust: Making andTrust: Making andBreaking Cooperative RelationsBreaking Cooperative RelationsBreaking Cooperative RelationsBreaking Cooperative RelationsBreaking Cooperative Relations, electronic edition, Department of Sociology, University of Oxford. 2000 http://www.sociology.ox.ac.uk/papers

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modernidad reflexiva entienden la confianzacomo un dispositivo que le sirve al sujeto paramanejar la alta cuota de incertidumbre y riesgode nuestras sociedades contemporáneas.5 Conrespecto a los estudios empíricos, en su granmayoría se trata de análisis cuantitativos.

En términos generales, una característicacomún que aparece en los estudios sobreconfianza es que esta resulta un fenómeno que,o bien explica otros fenómenos, o ayuda aentenderlos. Pero no existe en estos estudios undetenimiento en el concepto en sí mismo, másallá de ser estudiado como recurso de lasociedad o de los sujetos. En otras palabras, laconfianza no es cuestionada como fenómeno:los estudios no dan cuenta de su complejidad,sino que más bien la consideran como puntode partida, y en este sentido como algo cerrado,unívoco y homogéneo.

Las explicaciones recaen en el señalamiento delos ambientes en los que es más probable quesurjan relaciones de confianza y de su relacióncon los sujetos. Sin duda estos aspectos sonrelevantes, pero en este énfasis se desdibuja lacomplejidad del concepto confianza: éstaaparece reducida casi a un recurso, por logeneral, sumamente beneficioso para aquellassociedades, grupos o sujetos que lo poseen opueden hacer uso de ella. Para fundamentaresta afirmación basta mencionar un ejemplo.Casi todos los estudios empíricos que midenconfianza muestran, por un lado, cifras sobreun tipo de confianza interpersonal (que sería laconfianza que tenemos hacia otra personas) ypor otro sobre la confianza en instituciones. Losindicadores son básicamente los mismos. 6 Perocuando las mediciones de los estudios nos dicenfrases como; los mexicanos confían mucho enla familia, y por ejemplo que además, el ejércitoes la institución más confiable y los partidospolíticos y el Congreso las menos, ¿estamoshablando de lo mismo? ¿Es igual hablar deconfianza en el ejército o la iglesia que de

confianza en las personas que nos rodean?Obviamente no es así. Pero, ¿qué es entenderla complejidad de la confianza? Es comenzarpor considerarla un objeto social y culturalmenteconstruido. Este es el supuesto central quepresenta este trabajo.

La construcción de la confianza comoLa construcción de la confianza comoLa construcción de la confianza comoLa construcción de la confianza comoLa construcción de la confianza comoobjeto culturalobjeto culturalobjeto culturalobjeto culturalobjeto cultural

La confianza es una práctica social compleja yculturalmente constituida. Esta forma deentender la confianza tiene implicacionesanalíticas que conducen a su estudio a partir delas acciones de los sujetos, sus motivaciones ycreencias. Lo anterior, lleva a destacar tresnúcleos de análisis: por un lado las prácticas delos sujetos que dan forma a visiones de mundocompartidas, y por otro, las creencias ocomponentes de esos imaginarios queparalelamente operan como marco orientadorde esas prácticas. El tercer núcleo es el nivel deldiscurso, que se cuela en este esquema como ladimensión que actualiza y hace concreto estecorpus de prácticas y creencias mutuamentedeterminadas. Tal como plantea Chartier, 7 en

5 Ver Niklas Luhmann Confianza Confianza Confianza Confianza Confianza México. UniversidadIberoamericana Anthropos. 1996; Anthony GiddensConsecuencias de la ModernidadConsecuencias de la ModernidadConsecuencias de la ModernidadConsecuencias de la ModernidadConsecuencias de la Modernidad. Madrid. AlianzaUniversidad. 1984.

6 El estudio de Narrayan y Cassidy está dedicadoespecialmente a proveer a los investigadores de un setde preguntas relativas a la confianza y a la participaciónpara medir el capital social. La pregunta básica utilizadapara recabar datos sobre la confianza es: ¿Usted diríaque se puede confiar en la mayoría de la gente, o quehay que ser cuidadoso en el trato con ella? Las opcionesde respuesta son: la mayoría es confiable; hay que sercuidadoso; no sabe. Con datos de este tipo se proveenlos estudios de confianza enmarcados en el capitalsocial. Deepa Narayan y Michael Cassidy. “ “ “ “ “Adimensional approach to measuring social capital:development and validation of a social capitalinventory”. Current SociologyCurrent SociologyCurrent SociologyCurrent SociologyCurrent Sociology. Vol. 19(2) SAGEPublications. Marzo 2001.

7 Roger Chartier, Escribir las prácticas. Foucault, deEscribir las prácticas. Foucault, deEscribir las prácticas. Foucault, deEscribir las prácticas. Foucault, deEscribir las prácticas. Foucault, deCerteau, MarinCerteau, MarinCerteau, MarinCerteau, MarinCerteau, Marin. Buenos Aires. Manantial. 1996.

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los últimos años la articulación de las nocionesde discurso, práctica y representación,permitieron renovar la reflexión de las cienciashumanas y sociales. Sin caer en posicionesradicales que sugieren que no existe nada másque juegos del lenguaje y que no hay realidadfuera de los discursos, la dimensión enunciativarefiere a una articulación de la construccióndiscursiva del mundo social con la construcciónsocial de los discursos.8

¿Qué significa estudiar narrativas de¿Qué significa estudiar narrativas de¿Qué significa estudiar narrativas de¿Qué significa estudiar narrativas de¿Qué significa estudiar narrativas deconfianza?confianza?confianza?confianza?confianza?

La estrategia seleccionada para estudiar laconfianza como objeto sociocultural consiste enel estudio de narrativas de la confianza. Estudiarnarrativas de confianza responde a esteposicionamiento en la medida que una narrativaes la puesta en práctica de una visión del mundoparticular que encarna esta fusión de prácticas,creencias y discursos. Kane entiende lasnarrativas como historias que encarnan códigossimbólicos; como configuraciones de sentido através de las cuales una comunidad o unapersona se entiende a sí misma y al mundo quele rodea.9 Las narrativas también constituyen unvehículo de comunicación entre los actoressociales. Ambos, las estructuras simbólicas y losaspectos prácticos de las narrativas, sonalcanzados a través de la trama. Las narrativasson relaciones enraizadas en el tiempo y elespacio, que explican la experiencia, evocan laemoción, implican participación y evalúannormativamente los cursos de acción, todasfunciones cruciales de interpretación. Unanarrativa da forma a las cosas del mundo real ymuchas veces les confiere una carta de derechosen la realidad. Es en este sentido un proceso deconstrucción de realidad.10

Como lo expresan Somers y Gibson, lasnarrativas se pueden definir estructuralmentecomo conjuntos organizados de sentidossimbólicos y códigos que representan un modelo

de oposición y distinción; así mismo, comoprácticas simbólicas a través de las cuales laspersonas crean y reproducen sus códigosculturales para darle sentido al mundo.11 De estamanera el sentido entrelaza códigos simbólicosparticulares con condiciones y relacionessociales, articulando el sentido y entendimientode tópicos y problemas específicos.

De esta manera el de narrativa es un conceptosignificativo para el estudio de un fenómenosocial como el de la confianza en dos niveles,uno micro que incluye los relatos que los sujetosconstruyen en torno a un tema particular, y otromacro referido a los marcos más generales queestán por detrás de los relatos individuales delos sujetos. Así es que se puede decir que existendos maneras de entender el concepto denarrativas. La primera como método deabordaje de la realidad social. En este sentido lanarrativa es el punto de partida de este trabajo yfuncionaría como herramienta para recoger delos sujetos sus percepciones sobre el fenómenode la confianza.12

La otra manera de entender el concepto denarrativa es pensarlo como punto de llegada.Esta es una perspectiva que tiene por objetohallar qué es lo que está por detrás de los relatos

8 Roger Chartier, op. cit. p. 7.9 Anne Kane, “Reconstructing culture in historical

explanation: narratives as cultural structure andpractice”. History and TheoryHistory and TheoryHistory and TheoryHistory and TheoryHistory and Theory 39. pp. 311-330.Wesleyan University ISSN: 0018-2656. 2000 p. 315.

10 Jerome Bruner, La fábrica de historias. Derecho,La fábrica de historias. Derecho,La fábrica de historias. Derecho,La fábrica de historias. Derecho,La fábrica de historias. Derecho,literatura, vida.literatura, vida.literatura, vida.literatura, vida.literatura, vida. Buenos Aires. FCE. 2003 p. 22. 2003.

11 Margaret Sommers y Gloria “Reclaiming theepistemological “other”: narrative and the socialconstruction of identity” en: Social Theory and theSocial Theory and theSocial Theory and theSocial Theory and theSocial Theory and thepolitics of identity.politics of identity.politics of identity.politics of identity.politics of identity. Craig Calhoun ed. Blackwell. 1994.

12 Esto respondería la pregunta de cómo los sujetos narranla confianza. El concepto de narrativas es unaherramienta válida para esta tarea porque, como ya semencionó, articula los componentes fundamentales delas prácticas sociales, es decir, la narración es unaarticulación discursiva de prácticas, creencias ysignificados respecto a un fenómeno.

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de los sujetos. Esta segunda manera de entenderla narrativa está asociada con la idea de que esposible encontrar en los relatos de los sujetoshuellas de lo social. Lo anterior es posibleporque desde este segundo punto de vista, lanarrativa es algo así como modelos o marcos(frames) que organizan la informacióndisponible y al mismo tiempo proveenherramientas para construir un sentidosocialmente compartido.13

Los relatos funcionarían como sistemassimbólicos que no sólo explican el mundo, sinoque, además, sirven para interpretarlo de unmodo que confiera significado y motivación. Elanálisis de esta perspectiva permite rastrearelementos sociales y culturales, en los relatos delos sujetos.

Considerando estas dos perspectivas sepretende, por un lado, a partir de los relatos delos sujetos, conocer cómo es narrada laconfianza. Cómo en las historias y experienciasque los sujetos cuentan se articulan prácticas,creencias y significados respecto al fenómenode la confianza. Por otro lado, se pretendeesbozar cuáles son los marcos más amplios queorganizan esos relatos individuales, qué es lo queestá detrás de ellos funcionando comoarticulador y generador de sentido socialmentecompartido.

En definitiva, se verá que, un análisis de laconfianza desde un enfoque narrativo saca arelucir aspectos y pormenores del fenómeno queno habían sido retratados ni elucidados desdeotros enfoques, y esto implica el punto de partidapara desentrañar su complejidad.

Confianza: algunas especificacionesConfianza: algunas especificacionesConfianza: algunas especificacionesConfianza: algunas especificacionesConfianza: algunas especificaciones

El de confianza es un concepto que va unido ala indeterminación y ambigüedad de la existenciahumana porque es algo que envuelve a unapersona en una relación en la que los actos,

intenciones o rasgos de otro, no pueden serconfirmados. Su condición de posibilidad es lavulnerabilidad ocasionada por algún tipo deignorancia o incertidumbre básica acerca dealgún aspecto de la conducta de los otros. Unalectura pormenorizada de esta definición, básicay elemental a primera vista, lleva a destacar dosgrandes dimensiones.

Una dimensión temporal: los términosignorancia, incertidumbre, vulnerabilidad,indican que la confianza es algo que se refiere alo que todavía no es, y en este sentido esnecesariamente una orientación a futuro, quemanifiesta el carácter contingente de la realidadsocial. La confianza es un fenómeno asociado ala contingencia de la vida social, a laimprevisibilidad e incertidumbre de losambientes sociales, en los que las personas seven involucradas en relaciones que nuncapueden confirmar y prever de maneraabsoluta.14 La confianza es un tipo de acciónque se orienta al futuro; implica una brecha entrelo que es y lo que será; por lo tanto aportainteligibilidad al tiempo.

Así mismo, esta definición de confianzasupone una dimensión relacional: cuando sehabla de confianza, se habla de una relación. Eltipo de relaciones que implica el conceptoconfianza es un tipo de relación particular queinvolucra al menos dos términos: por un ladoun sujeto que encarna la confianza, y por otro,otros sujetos u objetos sociales que son tenidosen cuenta en ese momento particular.

13 Kimberly Fisher “Locating Frames in the DiscursiveUniverse” en Sociological Research OnlineSociological Research OnlineSociological Research OnlineSociological Research OnlineSociological Research Online Vol. 2,no. 3. 1997.

14 Al mismo tiempo las narrativas son una manera de lidiarcon este rasgo de la realidad social. Son formas queinstruyen acerca de cómo tratar con esa cuota decontingencia inmanente a la vida social, de darcoherencia y sentido a los acontecimientos.

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Existen tres diferentes maneras de pensar ladireccionalidad del vínculo de la confianza.15 Laprimera es de ego hacia ego mismo. Esto es laconfianza en sí mismo o autoconfianza.16 Poreso es posible pensar a la autoconfianza tambiéncomo una relación cuyo eje tiene unadireccionalidad particular. El segundo eje de losvínculos de confianza es de ego hacia alter y elvector del vínculo en este caso se mueve en estamisma dirección: de ego hacia alter. Elresponsable de la acción es la primera persona,es el sujeto que tiene la palabra el que confía ono confía en los demás. Por último, la direcciónpuede tomar el sentido inverso, es decir,moverse de los otros hacia uno. El sujeto quetiene la palabra, ego se refiere a él mismo comoel objetivo de una relación de confianza. En estecaso la dirección del vector es de alter hacia ego.Esta manera de pensar la confianza comovectores que pueden tomar diferentesdirecciones permite dejar de lado una ideainfundada de que la confianza es un círculocerrado; y nos acerca a la posibilidad de pensaren círculos abiertos de confianza, círculos queno necesariamente se cierran. A partir de aquí,las siguientes páginas presentan parte de losresultados del trabajo empírico de estapropuesta.

Relatos de confianzaRelatos de confianzaRelatos de confianzaRelatos de confianzaRelatos de confianza1717171717

En el inicio de este documento se planteó unpostulado: la necesidad de dejar de pensar laconfianza como un fenómeno homogéneo, ycomenzar a entenderla como uno complejo queamerita ser estudiado en sí mismo. Las páginasque siguen confirman a partir de unrelevamiento empírico esta necesidad:claramente se verá cómo confianza implicamúltiples significaciones así como diversasprácticas según sea el objeto de referencia deque se trate. (véase cuadro núm. 1)

15 Esto se deduce del análisis de las entrevistas a los sujetos.16 Piotr Sztompka Trust. A Sociological Theory.Trust. A Sociological Theory.Trust. A Sociological Theory.Trust. A Sociological Theory.Trust. A Sociological Theory.

Cambridge. Cambridge University Press. 1999 p.194.17 Las ideas y conceptos que se exponen en esta sección

corresponden a la selección de una parte del análisisde una serie de entrevistas realizadas a sujetos de clasemedia de la Ciudad de México entre los meses de agostode 2003 y enero de 2004. En este sentido, el análisisque continúa sólo puede ser considerado como apuntespara entender la confianza, como una primeraaproximación al tema que aporte elementos paracontinuar un análisis exhaustivo y más amplio entérminos poblacionales. Estas precauciones deberíantomarse en cuenta para evitar una posible generalizaciónque lleve a extrapolar resultados. Sin embargo, estaaclaración no resta relevancia al análisis, sólo remarcala necesidad de acotar los resultados al ámbito de lainvestigación.

18 Acerca de esta clasificación Ver: Piotr Sztompka, op.cit. p. 41.

El trayecto de lo íntimo a lo públicoEl trayecto de lo íntimo a lo públicoEl trayecto de lo íntimo a lo públicoEl trayecto de lo íntimo a lo públicoEl trayecto de lo íntimo a lo público

Aceptar que la confianza implica una relación,lleva a la necesidad de identificar algún tipo deanclaje de las relaciones en el sentido de puntosde referencia en las interacciones que ponen enjuego algún tipo de confianza. Estos soportesmateriales de la confianza son los objetos hacialos cuales se orienta una acción, que estructuranel ámbito de la confianza. Usualmente losestudios de confianza distinguen entre confianzainterpersonal y confianza institucional. Aquí, enlugar de considerar una diferencia entreconfianza interpersonal y confianza institucional,el ámbito de la confianza se consideraestructurado a partir de radios o círculos quevan desde lo más íntimo y cercano hastaorientaciones abstractas hacia objetos sociales.18

Al entender de esta manera la confianza sepuede ver que ella no es algo homogéneo yunívoco como algunos estudios refieren. Por elcontrario, confianza es un concepto maleablecuya flexibilidad queda expresada en susdiferentes connotaciones. Lo que sucede es quea medida que se amplían los círculos, laconfianza se va transformando, por ejemplo pasa

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de ser “confianza ciega e incondicional” hastallegar a “completa desconfianza”. De algunamanera esto debería esperarse, aún desde elsentido común, y sin necesidad de recoger lainformación desde los sujetos. Sin embargo, elestudio permitió ver que a esta transformación“cuantitativa” de la confianza —como podríadecirse en la medida que va en ordendecreciente desde ser absoluta hastadesaparecer— se le acopla una “cualitativa”,donde la confianza es narrada de diferentesmaneras para cada círculo, asociada a diferentesconceptos, y demanda diferentes prácticas porparte de los sujetos. De acuerdo a los diferentescírculos de la confianza se presentan diferentesnarrativas respecto a ella.

• El primer círculo es el de los miembros de lafamilia y los amigos, y en él la confianza esalgo que no se calcula ni se piensa. Es algoque se da por hecho, se toma como dado enlas relaciones sociales. Cuando estas fallan ono sucede lo esperado, la frustración es muygrande. La confianza aquí pareciera seranterior a las prácticas mismas: se esperacomo algo natural que los que pertenecen aeste círculo de gente sólo haciendo lo quenormalmente hacen, actúen de manerafavorable a mis intereses. Es decir, laconfianza no es una consecuencia del tipopráctica, sino que es previa a las relacionesque entablen los sujetos. Simplemente, laconfianza no se reflexiona en relaciones queinvolucran a amigos y familiares, se la da porhecha. Así, en este círculo la confianza esnarrada como confianza ciega oincondicional casi no hay margen para lanegociabilidad de rol, y además, el costo deno cumplir con las expectativas que este tipode roles general, es extremadamente alto.

· En cambio, en el segundo círculo, el de losvecinos y personas con quienesinteractuamos cotidianamente, la confianzaes narrada de otra manera. La definición aquí

pasa por una cuestión de cercanía, o másbien, de falta de cercanía. Aquí el términode la confianza es el de cercanía e intimidady no el de la probabilidad de que los demásrespondan de manera favorable a losintereses de uno. Al igual que en el círculoanterior, las de éste son relaciones cara a caray aunque mantienen un grado de cercanía,ésta parece no ser suficiente para que lossujetos la definan como confianza. Adiferencia del círculo anterior, la confianzaen éste no está dada sino que es una cuestiónque depende de cómo el yo se siente paradecidir pedir algo a estas personas, y no porla “falta de evidencia” de que responderíanfavorablemente.19

• El tercer círculo de la confianza, es el de losque conocemos indirectamente a través deterceros. En este caso, la confianza se defineen función de lo que los sujetos puedanestimar de la confiabilidad de los demás. Loque define las decisiones de confiar o no, eneste caso, es principalmente, lo que se pueda“saber” y “conocer” respecto de los demás.Efectivamente el tener conocimiento dealguien es lo que determina la decisión deconfiar o no algo a otra persona. En este caso,hay como dos grandes alternativas para ladecisión de confiar: en algunos casos, lasreferencias que pudieran aportar personasdel primer círculo pueden llegar a serdecisivas. En otros, no basta con este tipo dereferencias, esta reputación no es suficientepara decidir confiar en las personas queconocemos sólo a través de terceros.

• El cuarto círculo, es el de los “otros ausentes”,sujetos que se conocen experiencial yvivencialmente. La confianza en este caso síes narrada como “desconfianza”. Cuando las

19 Como este es el círculo al que corresponden los vecinos,los entrevistados se refieren a situaciones en las quedeben pedirles favores a sus vecinos, o requerir algoprestado de ellos, o dejarles al cuidado algo personal.

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prácticas involucran a personas ajenas anuestro medio cotidiano (los otros ausentes)la narrativa de la confianza es una narrativade la desconfianza. Esto es llamativo, porqueesta actitud de desconfianza de las personases independiente de las experienciasfavorables que hayan podido tener conpersonas correspondientes a este círculo.

Instituciones y grandes categorías de genteInstituciones y grandes categorías de genteInstituciones y grandes categorías de genteInstituciones y grandes categorías de genteInstituciones y grandes categorías de gente

Esta diferencia cualitativa, que las narracionessobre confianza permiten elucidar, tambiénocurre cuando lo que está en cuestión no sonpersonas sino instituciones. Así, aunque engeneral los relatos sobre las instituciones seconstituyen en torno a nociones de desconfianza,ésta tampoco es homogénea sino que se articulaen diferentes ejes. De la misma manera quesucede con las personas, la confianza se defineen torno a distintos ejes según el tipo deinstitución que se trate.

En el análisis presentado en el apartadoanterior, los círculos de la confianza señaladosrefieren a personas concretas. Cuando elespectro se va abriendo, el objeto ya no secircunscribe en personas, sino en roles socialesen general, y la confianza es narrada de unamanera diferente. La posición ahora es anteaspectos de carácter más amplio que losanteriores y en este sentido las fuentes de lasnarrativas se relacionan de manera más clara conlos elementos menos subjetivos y más generalesde las narrativas. En esta indagación de laspercepciones más estructurales o macro de laconfianza, se consideran las representacionesque los sujetos tienen sobre los políticos, losmedios de comunicación, la policía, losabogados, el sistema de justicia, los empleadospúblicos, los sacerdotes. Los discursos sobrecada una de estas instituciones permiten develaruna serie de cuestiones que los mexicanosentrevistados perciben como puntosproblemáticos en su sociedad.

La cuestión de la información políticaLa cuestión de la información políticaLa cuestión de la información políticaLa cuestión de la información políticaLa cuestión de la información política

Las significaciones de la confianza adquieren uncontenido particular cuando el objeto son losmedios de comunicación. La primerapercepción acerca de ellos es una percepciónnegativa, que está asociada al periodismopolítico, o a la política en los medios. Es decir,la valoración de los medios de comunicación esalgo que se juzga en función de los medios como“lugar desde el cual hablan los políticos” y losmedios como emisores de información política.

La narración de la confianza a través de lassignificaciones sociales acerca de los mediostoma vías diferentes en el caso de dos grupos desujetos —aunque el sentido general es el de lamala calificación de estos canales decomunicación mediática—. Las personasmayores, sostienen una visión negativa en elsentido de quejas o reproches hacia ellos. Existeen este grupo una demanda de un estado desituación deseable, óptimo, en constanteoposición con un estado de situación actual queno puede ser visto como la normalidad, sinoque adquiere un carácter de normalidadtrastocada. En cambio, la opinión que tienenlos jóvenes acerca de los medios, sin sernecesariamente positiva, se asume como puntode partida, como forma en el que las cosas son,como algo que aunque no sea demasiado bueno,existe y no se puede negar.

Pareciera que los discursos de los adultosevocan un estado de situación que ha cambiado,y diferencian claramente entre un deber ser yun estado de cosas actual. Los más jóvenesasumen que esta es una realidad de los mediosy no puede cambiarse. Es decir, este grupoprescribe una situación de realidad en los mediosque no coincide completamente con el deberser, pero ésta no es tan conflictiva con el estadode situación deseable porque se asume comodada.

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El estado que se evalúa como el deseablecontiene elementos que llevan la confianza enlos medios al ámbito de la credibilidad, latransparencia, objetividad y veracidad. Son estoslos elementos que las personas requieren de losmedios. De esta manera, la narración de laconfianza desde los medios de comunicaciónes la de un ente que actúa como una especie deárbitro o juez. La confianza en este casoparticular es algo que se constituye a partir de laperformance que los medios demuestren, apartir de ella es que se estima la confiabilidaddel medio seleccionado. Son los resultados losque se evalúan y esa evaluación es la que decidela confianza o no.

Los adultos hablan de los personajes de losmedios, los comunicadores. Es con ellos conlos que se sienten más o menos cómodos, máso menos a gusto. La relación de confianza conlos medios es una que está mediada por estospersonajes cuya reputación y apariencia es loque informa su decisión. Es por ellos por losque permanecen o se cambian de medio deinformación favorito, por sus caras visibles. Encambio las percepciones de los jóvenes son másgenerales. Ellos no hablan de personajes clásicossino que sus opiniones son en función de la“empresa” periodística. La relación con losmedios es impersonal y la mediación no estáoperada por los personajes que en ellosaparezcan sino por aspectos relativos a lasconvicciones personales.

La debilidad del Estado de derechoLa debilidad del Estado de derechoLa debilidad del Estado de derechoLa debilidad del Estado de derechoLa debilidad del Estado de derecho

Así como algunos roles sociales traen consigola esencia misma de la confianza, otros encarnanla esencia de la desconfianza. La corrupción esun mal que está instalado, y esto es un dato. Aeste problema de asocian las opiniones respectode los policías y el sistema de justicia mexicano.Lo que parece ser un indicador sensible de laspercepciones sobre las condiciones de un Estado

de derecho ponen en evidencia que para lossujetos éste no está ni garantizado niconsolidado.

Respecto a los policías dos posturas aparecenbastante claras: por un lado aquellos que noconfían en los policías, ni tampoco acudirían aellos en caso de tener algún problema en la calle.Por otro lado, están aquellos que aunquetampoco creen que sean demasiado confiables,sí recurrirían a ellos para pedirles ayuda en lacalle. Aquí también el argumento que recorreeste último grupo es el de que, como en todoslados, en todas las profesiones hay buenos ymalos. Y aunque sepan que es mejor no confiaren ellos que sí confiar, no dudarían en pedirlesayuda en caso de necesitarlo. Este último grupoes el de los adultos, los jóvenes en cambio sonlos del primer grupo.

Más allá de esta gran división de opiniones,existe claramente una convención en los relatos,convención que responde al discurso social quecircula respecto a la policía y que forma partedel repertorio colectivo que evalúa el tema, esdecir, está en el ámbito de lo “decible” el queen la policía no se puede —ni tampoco se debe—confiar. Este repertorio que forma parte delacervo discursivo de la sociedad mexicana tienesu justificación: no se puede confiar en la policíaporque son unos corruptos. Los sujetos apelana este marco discursivo aunque no secorresponda exactamente con lo que hacen, esdecir, aunque exista una disociación entre lo quese dice y lo que se hace. Además, laspercepciones esbozadas en torno a la policía noson hechas desde la experiencia, sino justamentedesde estos modelos discursivos que circulan yque los sujetos hacen propios para hablar sobredeterminado asunto.

Algo que fundamenta esta argumentación esque sólo dos personas del total de losentrevistados sostienen que es posible confiaren la policía, pero esos mismos discursos

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contienen una justificación de la opinión, porquese “sabe” que lo normal es no confiar o decirque no se puede confiar en ellos.

El gran eje articulador de este marcodiscursivo sobre la policía es entonces laasociación entre policía igual corrupción,percepción general, común a todos los relatos.Pero para este marco que explica la desconfianzaen la policía, existen otros que cumplen lafunción de sostener al primero. Estos otrosmarcos son esquemas argumentativos que sirvende explicación para la corrupción policial. Así,la desconfianza tiene su fundamento en lacorrupción y ésta a su vez está fundamentadaen un argumento que termina por reivindicar alos actores policías: los sujetos establecen lascausas de la corrupción fuera de ellos mismos,y atribuyen las responsabilidades del problemaa factores externos como la situación social, elbajo salario que perciben. El grupo de losjóvenes argumenta de esta manera sudesconfianza en la policía.

Sin duda, el tema de la corrupción es el másdestacado cuando los sujetos hablan de laconfianza en el caso de la policía y es notablecómo, a pesar de ser evaluado como negativo,como algo no deseable, aparece en el imaginariode los adultos como un estado de cosas. Al revésde lo que sucedía con los medios decomunicación, en este caso son los adultos losque lo toman como dado. La narrativa de laconfianza cuando se habla de la policía aunqueen un primer momento parece que la atribuciónde cualidades a estos personajes los ubica en elpapel de los antihéroes, luego terminan siendoubicados si no como víctimas, al menos comolibres de culpa y cargo por sus calificativos decorruptos.

Los abogados comparten con los policías lagran clasificación general de corrupción. La faltade confianza es lo que define la relación de lossujetos entrevistados con esta categoría de

personas. Sin embargo, en este caso el marconarrativo no es el mismo. La construcción de la(des)confianza en los abogados nonecesariamente es desde la experiencia, sino queaquí también la convención narrativa es la desostener que los abogados son gente en la queno se puede confiar. Esto es mantenido yreafirmado cuando los sujetos jóvenes expresanque sus propios amigos abogados dicen que noes recomendable confiar en ellos.

Este marco discursivo sobre la mala fama delos abogados, tiene también sus lógicasargumentativas que logran sostener de maneracoherente estos discursos. Lo que los hacecorruptos y no confiables es que todo el tiempoestán tratando de conseguir más y más dinero.

Abogangster es el calificativo que engloba losde corruptos, cuadrados, conservadores,borrachos, sin principios. La mala reputaciónes lo que aparece aquí, que sólo podría sersuperada con una referencia personal, es decir,sólo la mala reputación podría ser cambiada apartir de referencias personales, sólo losabogados podrían ser confiables si fueranpersonas conocidas o recomendadas. Igual queen el caso de los policías, los que hablan deexperiencias buenas con los abogados, lo hacencomo una excepción y se asombran de que asísea. Es más, hasta lo señalan como algo fuerade lo común, pero que no cambia su marcodiscursivo.

El sistema de justicia nacional, es otro queaparece teñido de malos calificativos y que seenmarca también en la falta de confianza.Nuevamente, los sujetos no hablan desde lasexperiencias sino que lo hacen a través de estosdiscursos que circulan y que sirven para darjustificaciones y coherencia a las creencias. Eneste sentido, de todas las respuestas hay una quees la que más se repite, y es el marco de los“ladrones de gallinas”. El dinero, las influenciasy el poder son las únicas maneras con las que a

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uno le puede ir bien si cae en las manos de lajusticia mexicana. Así, es que la justicia se asociaa la política y a su lógica.

Gobierno y administraciónGobierno y administraciónGobierno y administraciónGobierno y administraciónGobierno y administración

Las percepciones sobre el papel y performancede los empleados públicos de México se dividentambién según los dos grupos de edad. Losadultos tienden a confiar más que los jóvenes.En estos últimos, los conceptos que sobresalenacerca de las opiniones sobre este grupo detrabajadores son similares a los de la policía:corrupción; ineficiencia, mediocridad,burocracia. Pero la diferencia de estos con lospolicías es que en el caso del empleo público,no hay ningún tipo de marco justificatorio comoen el caso anterior. Aquí también los casos detrabajo eficiente son relatados como anécdotaso experiencias extraordinarias. Otro aspecto queaparece en las entrevistas es la diferencia entreempresas públicas y privadas. La posibilidad deque las últimas sean más eficientes que lasprimeras parece ser una especie de mito que yanadie cree, el discurso es el de darse cuenta queen realidad este fundamento de la privatizaciónno era real. Una generalidad es queindependientemente de que los calificativoshacia ellos sean negativos, muchos se retractanaclarando que como en todas las profesioneshay de dos tipos de personas: los buenos y losmalos (algo similar sucede con la percepciónacerca de los sacerdotes).

Nuevamente, la falta de confianza es lo quedescribe todo lo que tenga que ver con lopolítico. La narrativa de la confianza en lospolíticos y en el gobierno está tambiénconstituida con elementos de discursos socialesmás amplios, a los que los sujetos recurren paradar fundamento a sus aseveraciones.

El tema de los políticos no es uno del que laspersonas puedan decir que no han tenidoexperiencias, y aunque esta no sea la única

manera de relacionarse con lo político, al menostodos manifiestan votar periódicamente. Laprimera respuesta que dan los sujetos es que noconfían en los políticos ni en nada que tengaque ver con ellos. Esta es la convención. Sinembargo, a la hora de votar tienen en cuentaalgunos aspectos particulares, que son los queinforman su voto. Así, confianza en los políticoses algo que tiene que ver con transparencia,coherencia, realismo, y el tener valores parecidosa los propios. Éstas son las características quelos sujetos les piden y exigen a sus elegidos para“depositarles su voto de confianza”. Lahonestidad y la capacidad son aspectos que sóloaparecen como secundarios.

Otro de los aspectos decisivos a la hora detomar postura por uno u otro candidato, es latrayectoria del sujeto político en cuestión. Laconfianza en un político se construye a partir deevidencias, de las cosas que ha hecho en sucarrera política. Es la reputación pero sobre todola performance el mecanismo que constituye laconfianza. La orientación partidaria también esalgo que parece ser determinante. Es notablecómo todos los sujetos mencionan, por propiavoluntad sin que se les pregunte específicamentepor él, confiar en el Jefe de Gobierno del DistritoFederal.20 Esto muestra, en primer lugar, que lapolítica de la que se habla es una política referidaa personas, y en segundo lugar, que la políticacomo tal es la cercana a la gente, y la de loscargos ejecutivos. La política parlamentaria noes una que se tenga en cuenta. Es decir, cuandoa los sujetos se les pregunta acerca de laconfianza en los políticos, ni diputados nisenadores aparecen en las respuestas. Los jefesdelegacionales y el Presidente de la Repúblicasí son mencionados, pero en lugares menospreponderantes.

La corrupción es un tema que no aparece demanera tan marcada a la hora de hablar de los

20 En el momento de la realización de las entrevistas, eltitular del Gobierno de la Ciudad era López Obrador.

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políticos, no es lo problemático de la política.Más bien el problema es uno de credibilidad.La desconfianza o falta de confianza en lospolíticos es una cuestión de no creer en ellos,antes que pensar que son corruptos. Esto escoherente con la percepción de que los interesesque rigen la lógica política no son los del pueblosino que son otros.

Queda explícito que el discurso es acerca delos políticos y no de la política, lo que deja verque el ámbito de lo político es una cuestión detipo personalista en la cual hay pocos indiciosinstitucionales. La narrativa en este ámbito esuna asociada a patrones éticos morales. Lademocracia no aparece en la narración de laconfianza desde el ámbito de la política.Tampoco los aspectos más importantes que laconforman, como la libertad, la igualdad, elpluralismo. Se habla de los políticos y no de lapolítica, y para describir la confianza se recurrea las experiencias colectivas que sonresignificadas y le dan forma a la narrativa de laconfianza desde la perspectiva de la política.

Esta semblanza de la confianza asociada notanto a las relaciones personales e íntimas sinoa ámbitos institucionales y situaciones generalesmuestra cómo la semántica de la confianza semodifica totalmente. Las calificaciones yevaluaciones en estos ambientes son analizadasdesde la óptica crítica de la falta de confianza yla desconfianza. La significación de la confianzaen el ámbito público identifica problemas de lasociedad mexicana y se relaciona por un lado,con una expectativa que genera una demandapero a la vez con una cuota de resignación deesas expectativas.

Desinstitucionalización religiosa y arraigo deDesinstitucionalización religiosa y arraigo deDesinstitucionalización religiosa y arraigo deDesinstitucionalización religiosa y arraigo deDesinstitucionalización religiosa y arraigo delas creenciaslas creenciaslas creenciaslas creenciaslas creencias

La narración de la confianza en el caso de lareligión corre por carriles separados. Por un ladolas percepciones sobre el rol de los sacerdotes y

la Iglesia como institución. Por otro las creenciasreligiosas. En el primer caso, ellos son evaluadoscomo una profesión más, igual que cualquieradel ámbito del mercado o del Estado. De estamanera, se repite una imagen ya esbozada: queen todos lados, en todas las profesiones haybuenos y malos, por lo tanto el sacerdocio“como profesión” no es ni mejor ni peor, niqueda exento de este juicio. Un elemento quecorresponde a la memoria es el que lleva a laspersonas a evaluar de esta manera a losreligiosos. Esta sentencia sobre ellos está dadaen función de que los sujetos tienen en sumemoria actos delictivos en los que estuvieroninvolucrados sacerdotes, y esto opera por detráscomo rastro e indicador de esta caracterizaciónde la confianza en los sacerdotes.

En todos lados hay buenos y malos, pero laopinión que determina la creencia sobre losreligiosos es la de los “malos”, por unos pocosmalos se termina evaluando al “género” entero.Así, la narración de la confianza desde el casode los sacerdotes, está condicionada por estosíconos que permanecen en la memoria de lossujetos, constituyendo los rastros que formanaquí y ahora esta descripción de la confianza.

Respecto de la creencia en Dios, lo que quedamarcado es una tendencia de la sociedad generalde desinstitucionalización de las creencias. Lashuellas de la secularización pasan por el ámbitode la iglesia institucional más no de las creencias.Los sujetos se califican como no católicos perosí creyentes. La creencia en Dios es algo que seexpresa no en el hecho de ser católico y cumplircon los rituales religiosos de la iglesiainstitucionalizada, sino que parece tener más quever con una serie de rituales o hábitosindividuales mediante los que se expresa ymanifiesta esta creencia.

Claramente, entonces la creencia no es unacuestión de instituciones de la religión, sino quees una de fe y sobre todo de prácticas rutinarias

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que otorgan algo que los sujetos denominan“seguridad, o garantía extra”. Estas percepcionesson generales, atraviesan el género, la edad y laactividad a la que cada uno se dedica. Laseguridad no pasa tampoco por la superstición,los sujetos no tienen hábitos de superstición.Esto no les da ninguna sensación de seguridadespecial. La Virgen de Guadalupe es otro deestos símbolos de la fe personal, al punto queestán aquellos que no creen en Dios pero sí enla Virgen.

Aunque es a través de estas prácticascotidianas por las que los sujetos viven sucreencia, no es una práctica cotidiana el hechode hacer promesas a los santos, la Virgen o almismo Dios. Sin embargo, es claro que lossujetos no son autosuficientes para darse a símismos esa seguridad existencial. Esto quedademostrado en lo arraigado que está en ellosesta necesidad de creer en algo, algo que paraque efectivamente cumpla este papel degenerador de seguridad existencial, tiene que seralgo fuera de lo cotidiano. Pero esta tendenciaes paradójica. La cuota de seguridad extra no esexclusiva de las creencias “trascendentales”,digamos de las creencias en Dios. Paralelas aéstas, los sujetos desarrollan hábitos y rutinas,específicamente de planificación de la vida, acorto y mediano plazo, que también constituyenelementos de aporte de seguridad y garantíasvitales para la existencia cotidiana. Así, creenciastrascendentales se combinan con unprotagonismo del sujeto en la generación de laseguridad ontológica.

Ámbito público y ámbito íntimo: los dosÁmbito público y ámbito íntimo: los dosÁmbito público y ámbito íntimo: los dosÁmbito público y ámbito íntimo: los dosÁmbito público y ámbito íntimo: los doslugares de la confianzalugares de la confianzalugares de la confianzalugares de la confianzalugares de la confianza

Del análisis de los relatos de los sujetos es posibledesprender la siguiente afirmación: existe unamarcada diferencia entre las relaciones delámbito privado y las relaciones del ámbitopúblico.21 Las primeras corresponden a lasrelaciones cotidianas con personas con las que

compartimos un mismo espacio vital, con lasque tenemos trato personal. Las relaciones delámbito público corresponden a todas aquellasen las que no hay grado de intimidad alguno, yaunque se trate de sujetos, es decir de personas,igual que las del ámbito privado, en este caso eltrato es anónimo, impersonal.

En el primero de ellos, las narrativas de laconfianza se constituyen en torno a ejes de lavida cotidiana. Las experiencias, las vivenciasjunto con la capacidad de los sujetos de ubicarseellos mismos en situaciones van construyendolas narrativas de la confianza en el ámbito de lavida privada. En este tipo de relaciones en lasnarrativas de la confianza aparecen los elementosque inciden en la decisión de confiar o no. Estoscriterios están claramente definidos y de suconsideración y evaluación en cada casoparticular, en cada relación, depende elresultado. Es decir, confiar o no confiar es unadecisión que se toma considerando lasparticularidades de cada caso.

Pero en las grandes escalas, cuando hablamosde los otros ausentes, los roles o las instituciones,lo que importa es la idea que nos hacemos deesos “otros”. En el ámbito de lo público, lasituación es diferente al ámbito privado. Lasnarrativas de la confianza en estos casos estánaltamente “cargadas” con componentes de tipocrítico evaluativo. Pero además, las narrativas enestos casos por lo general están informadas porlos grandes repertorios disponibles en el acervocolectivo. Son estos marcos narrativos másamplios y no las vivencias personales los quedan forma a las narrativas de la confianza. Eneste ámbito no existen criterios que deban serpuestos a prueba en cada relación particular parala decisión de si confiar o no. Por el contrario

21 Es importante señalar que los conceptos “público-privado” aquí remiten a la idea de lo “intimo” vs. lo“no íntimo”. Su uso está limitado estrictamente a estesentido y no tiene la pretensión de abarcar la discusiónpolítica de estos conceptos.

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es más común que la decisión de antemano yaesté tomada, y haya sido informada por estosmarcos de explicación colectivos. No aparecela experiencia sino que son los mapas cognitivosque los sujetos tienen acerca de cuán confiablesson o pueden ser los actores que pertenecen aestos roles o componen las instituciones lo quedetermina la narrativa de la confianza. Estaspercepciones están determinadas por el registro(o memoria) que los sujetos mantengan acercade la confiabilidad o no de ellos pero nonecesariamente fundada en la experiencia sinoextraídas de marcos narrativos que son apeladosen cada caso para dar una explicación yjustificación de lo opinado. Parece que lodeterminante para la confianza no es sólo laperformance de estas instituciones, sino lo quelos sujetos recuerden y puedan dar cuenta acercade esta performance, pero este recuerdo ycapacidad de justificación no están fundados enexperiencias personales.

Utopía y anti-utopía: la narrativa de laUtopía y anti-utopía: la narrativa de laUtopía y anti-utopía: la narrativa de laUtopía y anti-utopía: la narrativa de laUtopía y anti-utopía: la narrativa de laconfianza en México hoyconfianza en México hoyconfianza en México hoyconfianza en México hoyconfianza en México hoy

Es posible todavía subir un nivel más deabstracción y generalidad y reconstruir con loselementos analizados una narrativa más ampliay macro de la confianza en el México de hoy.Se trata entonces de plantear lo que en definitivaestá por detrás de los discursos individuales. Eneste sentido, se sostiene que la narrativa de laconfianza en el México actual es una que estáalimentada por dos discursos que aunqueparezcan contradictorios operan en simultáneoy paralelo. La narrativa de la confianza pone demanifiesto una mirada utópica que a la vezgenera el espacio para el desarrollo de una visiónanti-utópica.22

La visión anti-utópica:La visión anti-utópica:La visión anti-utópica:La visión anti-utópica:La visión anti-utópica:

La narración de la confianza evoca unsentimiento de desasosiego y aprehensión conel contexto actual y cotidiano. En primer lugar

aquí se expone un reconocimiento de talambiente; las personas se dan cuenta de loproblemático que él resulta, lo advierten. Ensegundo lugar este discurso identificaconsecuencias prácticas y cotidianas que seconjugan en la disminución de la calidad de vida,producto del retraimiento de algunos valoresbásicos para la convivencia humana. Solidaridad,altruismo, o la misma confianza forman partede un acervo sociocultural desvanecido. Estanarrativa describe un tipo de mal social queconstituye una verdadera amenaza para la vidacomunitaria. De hecho, la amenaza se hatransformado en condena y todas las personasestán viviendo sus consecuencias. El estado deánimo es el de la pena y la angustia por lo quenos ha tocado vivir en este mundo. ¿Quiénesson los culpables? Las imputaciones deresponsabilidad no son ni claras ni concretas,pero aparecen esbozadas. El culpable es el“sistema”, así en general y abstracto. Unainterpretación de lo que implica culpar a algocomo el “sistema” es la de Reyes Heroles,23

quien aduce que hablar de sistema conllevasiempre a la evasión de que el sistema no fuecreado por los mexicanos, ni es operado todoslos días por mexicanos; tampoco son losmexicanos los que se benefician del mismo. Esdecir, lo que acontece es una hetero-imputaciónde responsabilidades de las causas de este malsocial.

Mientras esta narrativa tiene responsablesaparentes, no tiene soluciones planteadas. Porlo tanto este discurso de la confianza haceefectiva la idea de una fatalidad del destino, yaunque no es un problema exclusivo de losmexicanos tampoco es generalizable a toda la

22 Un análisis similar es presentado por Alexander enreferencia a la interpretación de la modernidad comodiscurso mitológico. Ver Jefrey Alexander, SociologíaSociologíaSociologíaSociologíaSociologíacultural. Formas de clasificación en las sociedadescultural. Formas de clasificación en las sociedadescultural. Formas de clasificación en las sociedadescultural. Formas de clasificación en las sociedadescultural. Formas de clasificación en las sociedadescomplejascomplejascomplejascomplejascomplejas. México. Anthropos-FLACSO. 1999. p. 62.

23 Federico Reyes Heroles, Memorial del mañanaMemorial del mañanaMemorial del mañanaMemorial del mañanaMemorial del mañana.México. Taurus. 1999 p.162.

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humanidad. Esta fatalidad, aunque tienepretensiones de universalidad, tiene influenciasselectivas, sobre todo en los países que no sonlos desarrollados del primer mundo. Es decir,aunque la crisis de valores es de la humanidad,tiene efectos diferenciados para con los pobresdel mundo.

Este lado oscuro de la narrativa de laconfianza se constituye en canal derepresentación de la angustia y preocupación porlo que nos ha tocado en suerte, de lo que eldestino deparó para las sociedades de principiode siglo veintiuno en este lugar del mundo. Eneste lado de la narrativa de la confianza, el de laanti-utopía, no solamente el “dónde”, parece serdeterminante, sino también el “cuándo”: eltiempo emerge como un componentefundamental. Las desgracias y fatalidades existen“hoy”; “antes” era diferente, el pasado espermanentemente contrapuesto al presente.

La visión optimistaLa visión optimistaLa visión optimistaLa visión optimistaLa visión optimista

¿Pero en qué se funda este optimismo, qué eslo que influye y hace que éste sea el otro ladode la narrativa de la confianza? En primer lugar,el elevado contenido moral y ético que laconfianza representa. En ella están contenidasuna serie de virtudes sociales, de valores quejustamente son los que están siendo negados porel lado oscuro de la narrativa de la confianza.Asimismo, esta visión utópica se nutre de undiscurso de buenos augurios que ella, laconfianza, trae aparejados. Son parte integral dela misma. En este sentido, la narrativa es la deuna función social de la confianza, un proceso—y esto hay que remarcarlo, proceso y noresultado— que acerca a los seres humanos aestados deseados de vida. La confianza ofrece,en este sentido, un modelo de mundo: así comoplantea un deber ser social, también funda unamanera de las prácticas de confianza queconstruyen un modo de ser de la personaconfiable. Estos modos y maneras de la

confianza tienen su contraparte en un modelode prácticas de la desconfianza.

Estos dos discursos, el positivo y el negativo,no llegan a ser antitéticos ni tampocoparadójicos. Ambos circulan en paralelo yfundan la narrativa de la confianza. No existenclaras articulaciones entre uno y otro lado de lanarrativa. En el primero, se reconoce un malsocial, se identifican las consecuencias delmismo pero es un discurso pasivo, deresignación y no de indignación, de victimizacióny no de condena, de fatalismo y no deconvocatoria a la movilización. El segundo ladode la narrativa de la confianza es un manifiestoa favor de una sociedad ideal, del deber ser. Perono se atribuye un papel transformador a laconfianza. La narrativa de la inevitabilidad sefunde con la de idealización. La narrativa de laconfianza en el México de hoy oscilapermanentemente entre una visión optimista yutópica de lo que significa la confianza, y unapesimista, de manifestación de desasosiego porel clima social.

Para terminarPara terminarPara terminarPara terminarPara terminar

Uno de los argumentos que motivó el desarrollode una investigación sobre confianza de este tipo—es decir, un estudio empírico cualitativo desdeuna perspectiva teórico analítica como la de lasnarrativas— fue el déficit en la investigación socialde una conceptualización compleja y profundadel fenómeno de la confianza, una que,considerándola desde una perspectivasociocultural, la estudiara en sí misma. Una vezrealizado este proceso lo que queda es intentarun esquema analítico, más completo y mejorado,para el estudio del fenómeno de la confianza.

Se ha visto que existe una diferencia cualitativay conceptual en cada ámbito particular deconfianza, diferencias que deberían serincorporadas en toda pretensión de estudiarla.Se sigue pensando, y ahora con más fundamento

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que antes, que la distinción confianzainstitucional/interpersonal no es una maneraapropiada de considerar el fenómeno. No sóloporque las instituciones están integradas porpersonas que desempeñan roles, y en estesentido se hace difusa la línea que divide loinstitucional de lo personal, sino porque alinterior de lo que es usualmente definido como“confianza interpersonal” hay variacionescontundentes que no merecen ser tratadas comoiguales. Esto último no debe interpretarse comouna crítica a la distinción en sí, sino que para elproblema de la confianza, simplemente ella noresulta operativa. La identificación de estasdiferencias demuestra que la confianza es unfenómeno heterogéneo, con múltiplessignificaciones. Claramente ella implicadiferentes significaciones con diferentes“objetos” de referencia y este constituye uno delos aportes al estudio sobre la confianza.

De aquí en adelantes, cualquier intento deabordarla como fenómeno general, homogéneoy “dado”, debería ser considerado comolimitado. Un esquema analítico para estudiar laconfianza que pretenda rescatarla con lacomplejidad que sugiere, debería al menoscomenzar a considerar este tipo de diferencias.Es necesario repetir una vez más la necesidadde mantenernos alerta sobre generalización deestos resultados más allá del ámbito de los sujetosentrevistados. No obstante, en el mismo sentidohay que afirmar la necesidad de tener en cuentaeste aporte y considerarlo un posible punto deinicio para una mirada, que debería serprofundizada y extendida.

Apéndice: notas metodológicasApéndice: notas metodológicasApéndice: notas metodológicasApéndice: notas metodológicasApéndice: notas metodológicas

Para el objetivo que se propuso esta investigaciónse elaboraron 16 entrevistas en profundidad enla Ciudad de México durante los meses deagosto del 2003 y enero 2004. Por lo tanto,como se dijo en páginas anteriores es necesariotomar los recaudos necesarios respecto a la

extrapolación para la generalización de losresultados del análisis. La condición de selecciónde sujetos fue que sean informantes clave acercadel problema de la confianza tal como quedóplanteado. Esto, en términos de la muestra desujetos no aporta en sí mismo algún criterio deselección muestral. Como se ve, dada sugeneralidad, se trata de un problema que norequiere algún tipo de competencia especial porparte de los sujetos como, por ejemplo, algúnconocimiento específico, sino que simplementela idea era hallar un grupo de personas quefueran competentes —en términos dehabilidades enunciativas— para dar cuenta de susexperiencias y creencias respecto a la confianza.Con el interés puesto en el nivel de circulacióndel discurso social24 se optó por seleccionarsujetos, a través de redes de contactos. En todoslos casos se trató de controlar la variable sectorsocioeconómico a partir de los lugares y tipo deresidencia de los sujetos, nivel de educaciónalcanzado y estilo de vida. Se establecieron unaserie de perfiles de informantes —cortegeneracional y ocupacional— de manera deobtener un espectro lo más amplio posible desujetos. A partir de la idea que las narrativasconstituyen un conjunto de prácticas, creenciasy discursos, las entrevistas indagaron en lascreencias y prácticas acerca de la confianza, asícomo en las historias que los individuos pudieranrelatar a propósito de sus experiencias en lo queconsideran hechos marcadores de sus vivenciasy convicciones alrededor de los temas de laconfianza.

24 Se entiende nivel de circulación del discurso enoposición al nivel de producción e instalación dediscursos sociales. En estas últimas categorías los sujetostienen poder enunciativo (y no la mera habilidaddiscursiva) Ver: Pierre Bourdieu. ¿Qué significa¿Qué significa¿Qué significa¿Qué significa¿Qué significahablar?hablar?hablar?hablar?hablar? Akal Universitaria. España.

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• Primer círculo Confidence

• Segundo círculo Cercanía

• Tercer círculo Conocer y saber respecto a los demás

Estructura del ámbito de la confianza

• Cuarto círculo Desconfianza

• Información política Veracidad

• Estado de derecho Corrupción e ilegalidad

• Gobierno y administración

Reputación

Instituciones y grandes categorías de gente

• Iglesia y religión Desinstitucionalización de creencias

Cuadro 1: mapa de las categorías y dimensiones del análisisCuadro 1: mapa de las categorías y dimensiones del análisisCuadro 1: mapa de las categorías y dimensiones del análisisCuadro 1: mapa de las categorías y dimensiones del análisisCuadro 1: mapa de las categorías y dimensiones del análisis

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III.III.III.III.III. Del decir al hacer; una aproximación empíricaDel decir al hacer; una aproximación empíricaDel decir al hacer; una aproximación empíricaDel decir al hacer; una aproximación empíricaDel decir al hacer; una aproximación empíricaal fenómeno de la corrupciónal fenómeno de la corrupciónal fenómeno de la corrupciónal fenómeno de la corrupciónal fenómeno de la corrupción

Michel Martell S.1

ResumenResumenResumenResumenResumen

Algunas veces se escucha hablar de la corrupción como un fenómeno que escapa a la persona, comosi tuviera vida propia y su propia racionalidad. En este trabajo se ha partido de la premisa de que lacorrupción está ligada al razonamiento individual y al entorno construido por las personas. No esúnicamente el entorno, ni únicamente el razonamiento moral de las personas lo que la determina.Junto con otros factores, ambos interactúan para que la corrupción se dé, en mayor o menor medida.

En este trabajo se emplean algunas ideas de Chris Argyris sobre el aprendizaje y se ligan a lostrabajos de Lawrence Kohlberg sobre el razonamiento moral. Argyris planteó la idea de dos teoríasde operación; la de uso y la adoptada. La de uso es la que guía nuestro comportamiento y la adoptadaes la que empleamos para explicarlo. Entre ambas teorías existen diferencias que no siempre sonclaras para la persona. Se empleó la escala de razonamiento moral de Kohlberg para intentar medirestas dos teorías y estimar sus diferencias en una población de clase media.

Según Argyris, empleamos la teoría en uso de forma natural y cotidiana pero, si los actos quellevamos a cabo nos enfrentan al ridículo, recurrimos a nuestra teoría adoptada para construirexplicaciones de nuestro actuar. Si Argyris está en lo cierto, ante un dilema moral en el que no esposible ser expuesto por la decisión tomada, podríamos tomar una decisión que moralmente seainferior a aquella que tomaríamos si hay una alta posibilidad de ser expuesto. Para probar esto, seadoptó la escala de razonamiento moral de Kohlberg en una serie de dilemas morales, cada unodistinto en términos de la posibilidad de asociar el efecto de la decisión al agente que la toma. En cadadilema, se plantearon distintas opciones de decisión con diferente nivel de razonamiento moral en laescala Kohlberg. Se encontró que el nivel de razonamiento moral cambia con la mayor o menorposibilidad de asociar al agente con los efectos de la decisión y este cambio es diferente por género,grupo de edad y escolaridad. Además, se encontró que ni los cursos formales de ética, ni la religión ola práctica de ésta son factores que determinen la forma en que el razonamiento moral cambia.

1 Michel Martell. Candidato a Doctor en Ciencias Administrativas por el Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad deMéxico, [email protected]

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IntroducciónIntroducciónIntroducciónIntroducciónIntroducción

La corrupción puede ser, al menos en parte,explicada por elementos que constituyen lo quese entiende por cultura.2 La cultura, se hapropuesto como el conjunto de valores,creencias, símbolos y supuestos básicoscompartidos, como un mismo programa, porun grupo humano.3 De cierta forma, es posibleasociar la corrupción a cada uno de estos pero,para este trabajo, partimos del supuesto de quetanto las naciones como las instituciones sonconstrucciones humanas y que su operación sefundamenta en supuestos básicos, algunos de loscuales se encuentran en toda persona y que sumanifestación, en mayor o menor medida, sonresultado de la interacción social. En este trabajohemos explorado uno de estos supuestosrelacionado con el razonamiento moral: puedehaber diferencia entre lo que se dice y lo que sehace, siempre que esto no se haga evidente.

Operamos con dos teoríasOperamos con dos teoríasOperamos con dos teoríasOperamos con dos teoríasOperamos con dos teorías

Según la propuesta funcionalista de Argyris,4 elaprendizaje habrá ocurrido cuando el individuoproduce lo que dice saber. Esta afirmación, uneel aprendizaje al acto en varias formas; exactitud,velocidad y la conciencia de las implicaciones,entre otras. Las diferencias que muchas vecesobservamos entre el conocer y el aprender, noshacen pensar en las incongruencias quefrecuentemente encontramos entre lo que sedice que en determinadas circunstancias se haríay lo que en realidad se hace.

Según Argyris, se observa que el individuomaneja regularmente dos teorías de acción: Laprimera se refiere a lo que el individuo dice queharía —a ésta le ha llamado la teoríaadoptada—;5 la segunda, que se refiere a lo queel individuo en realidad hace, Argyris la hallamado la teoría en uso.6 En la práctica, entrelas dos teorías hay discrepancias aunque noprestamos demasiada atención a éstas.

Las dos teorías que menciona Argyris son elresultado de una construcción individual que esproducto de la asimilación de ideas y conceptosy por la práctica cotidiana con los refuerzos delentorno; tanto positivos como negativos. En suejercicio y con la práctica, la teoría en uso resultatan interiorizada, que la empleamos en formaautomática; como una habilidad más.

Al actuar, empleamos la teoría en uso, perosegún Argyris, ante la posibilidad de enfrentarel ridículo, nuestro comportamiento será el deexplicar las acciones tomando elementos denuestra teoría adoptada.

Aceptemos, al menos temporalmente que, enparte, los actos de corrupción son producto delrazonamiento moral. En este sentido, si Argyrisestá en lo cierto, las personas tenemos dosteorías de razonamiento moral. Para distinguirlases necesario definir algún tipo de escala derazonamiento moral. Para esto, se ha recurridoa los constructivistas.

El razonamiento moralEl razonamiento moralEl razonamiento moralEl razonamiento moralEl razonamiento moral

En 1932 Jean Piaget publica su primer libroenfocado al desarrollo moral del niño. Superspectiva consideraba que la moral se adquierea través de la formación de las estructuras dereglas y normas y la interacción social del niño.7

2 Un análisis de correlación entre el índice de percepciónde la corrupción (IPC) de Transparencia Internacionaly los ejes de Cultura Nacional de Hofstede arroja dosdatos con alta significancia estadística: -0.649 paradistancia al poder (PDI) y 0.663 para individualismo(IDV). Esto quiere decir que a mayor distancia al poder,mayor corrupción y a mayor colectivismo, mayorcorrupción (ambas con Sig. = 0.000).

3 Hofstede, 1980; Trompennars, 1997.4 Argyris, Chris (1997) Initiating change that perseveres.

American Behavioral Scientist. vol. 40 núm 3.5 Traducción del término empleado por Argyris,

Espoused Theory; Simon & Shuster´s Spanish-English.6 Traducción literal del término Theory-in-use.7 Huerta, J. y Ezcurra, M. (1997) Desarrollo de valores y

régimen de verdad en el niño mexicano. IFIE-UNAM.México.

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Posteriormente, Lawrence Kohlberg, basado enlos trabajos de Piaget, Baldwin y Dewey, estudiópoblaciones estudiantiles y reconstruyó,siguiendo la tradición kantiana de Piaget,8 losestadios de desarrollo del razonamiento moral.Según esta escala, el razonamiento moralindividual puede ser encontrado en uno de seisniveles: Heterónomo, Individualista, deRelaciones, Sistema Social, Contrato Social y dePrincipios Éticos Universales.

Las conclusiones que elaboró Kohlbergresultaron de la aplicación de reactivosconstruidos en forma de dilema moral yevaluados con una entrevista a profundidad. Conesto, el investigador puede determinar el nivelde razonamiento moral de un sujeto en la escalapredefinida. Esta técnica explora lasconstrucciones cognitivas del sujeto pero nopretende evaluar el potencial de actuación ni elpropio desempeño moral del individuo.

Nuestro objetivoNuestro objetivoNuestro objetivoNuestro objetivoNuestro objetivo

Para este trabajo se planteó como objetivo medirla “distancia” que podría existir entre las dosteorías planteadas por Argyris. La hipótesis detrabajo fue que el razonamiento moral de unapoblación puede variar al cambiar la posibilidadde evidenciar las decisiones que los sujetostoman. Para aproximar este problema,planteamos dos variables que relacionamos pormedio de una encuesta: el razonamiento moraly la imputabilidad. ¿Por qué imputabilidad? Apartir de la bibliografía disponible se planteóinicialmente el emplear algún término que demanera equivalente significara el vocablo inglés“accountability” pero, hasta donde nos ha sidoposible averiguar, no existe un equivalentepreciso y generalmente aceptado en idiomaespañol.9

Mediante una prueba de red semántica, seexploró la posibilidad de emplear“responsabilidad” como la variable que afecta

el razonamiento moral, sin embargo, losresultados de una muestra de 36 personasidentificó a la responsabilidad como unaobligación, más que la imputabilidad, es decir,“la conciencia de las implicaciones de losactos”10 . Nos decidimos por imputabilidadcomo la variable independiente (aquella queafecta al razonamiento moral como variabledependiente), ya que ésta es la que parece

8 Kohlberg, L. (1992) Psicología del desarrollo moral.Editorial Desclée de Brouwer.

9 El término “accountability” se emplea con un sentidoamplio en el habla inglesa: “Responsabilidad impuestaen o asumida por una persona o un grupo paraefectividad o éxito de determinado programa, actividado proyecto en términos de los resultados alcanzados.Un requerimiento implícito o explícito para aceptarresponsabilidad por el desempeño, progreso y logro”(Tracey, W., 1998). La inclusión del resultado comofactor determinante llama a no sólo ser señalado comoel directamente involucrado en la decisión; ¿Cuál es laimplicación para ésta persona en sí mismo o en susbienes? En la revisión etimológica se encuentra:“Accountability; The quality of being accountable;liability to give account of, and answer for, discharge ofduties or conduct; responsibility, amenableness”. Porun lado, “liability” es por aquello en lo que una personaes “liable” es decir, las deudas u obligaciones pecuniariasque la persona moral o física contrae y donde“amenable” (del francés) se refiere a enfrentar o llevaral frente a (Oxford Dictionary, 2005). Entonces, implicael responder con el patrimonio propio ante elincumplimiento de una responsabilidad adquirida. Elsentido que ha adquirido en el idioma inglés resultadistinto y más amplio al de responsabilidad y aún de laexpresión más comúnmente empleada en el español:“rendición de cuentas”, que en el contexto legalmexicano se liga tanto a la gestión como a las funcionesdel albacea y otras figuras jurídicas como herencias,fideicomisos y otros, limitando en particular su ámbitodentro de la gestión a la preparación de las cifras querepresentan la posición financiera de la empresa.Una palabra con equivalencia plena no existe en elidioma español. La idea de la imputabilidad de lasimplicaciones de un acto parece quedar disuelta en laausencia de un término que implique la obligaciónadquirida, la entrega de cifras y el responder con elpatrimonio propio, físico (bienes de capital) o no(reputación).

10 Abbagnano, N. (2000) Diccionario de Filosofía. Fondode Cultura Económica. México.

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acercarse mejor, como posibilidad de asociar alindividuo a sus actos, al concepto empleado porArgyris para la “exposición” del sujeto.11

Medición de la brecha entre las dos teoríasMedición de la brecha entre las dos teoríasMedición de la brecha entre las dos teoríasMedición de la brecha entre las dos teoríasMedición de la brecha entre las dos teorías

Se intentó medir el razonamiento moral de ungrupo de sujetos ante una serie de dilemas y nouno solo como en el método Kohlberg. Ladiferencia entre cada uno de los dilemas seencuentra en el nivel de control que puedeapreciarse en cada una de las situaciones; esdecir:

En el dilema donde el control era inexistente,el sujeto podía decidir sobre cualquiera de lasalternativas sin que quedara rastro de su decisión,en otras palabras, no era posible imputarle elefecto. En los dilemas con niveles intermediosde control, se plantearon distintas formas en quepodría evidenciarse la conexión entre el sujetoy la decisión más o menos moral que tomaba.En este sentido, en el dilema con el más elevadonivel de control resultaba obvio que se construíaevidencia para conectar al sujeto con laimplicación de la decisión tomada. En seguida,se trata de integrar las dos ideas, la imputabilidady el razonamiento moral:

El razonamiento moral del sujeto y la maneraen que éste lo verbaliza, puede reflejarse en laescala de razonamiento moral al emplear suteoría adoptada, pero su teoría en uso,manifestada en sus actos, debería encontrarseen un nivel diferente; si hemos interpretadoadecuadamente a Argyris, estará en algún nivelmás bajo. El problema estriba en que el nivel demoralidad sólo puede evaluarse al observar elacto mismo, pero en ese caso, resultasignificativamente más complejo controlar yevaluar los otros factores que determinan elactuar. En este trabajo se intentó evaluar si lateoría en uso se manifiesta al reducir laimputabilidad.

En el terreno de la ética, las personas seforman desde la infancia a partir de la definiciónde los sistemas de reglas.12 El desarrollo moraltransita de la moral de la obligación(heteronomía) a la moral de la cooperación (laautonomía); del realismo moral, caracterizadopor concebir al deber como la obediencia a laautoridad y el sometimiento directo a las reglas,a la moral de la reciprocidad, que ya toma encuenta el bienestar de los demás y en el que lasreglas resultan de acuerdos interpersonales. Enel nivel menos avanzado, hay un respetounilateral, jerárquico, en tanto que en laautonomía, ya existe el respeto mutuo, por loque las reglas son producto de la cooperación yel consentimiento.

Nuestra hipótesis es que el individuo llevará suteoría en uso mucho más cerca de su teoríaadoptada a medida que perciba una más claraimputabilidad en sus actos y llevará su teoría enuso mucho más lejos de su teoría adoptada amedida que perciba una menor imputabilidad.A esta diferencia la hemos llamado la brechamoral.

La brecha moral corresponde a la variaciónen el razonamiento moral a medida que secambia la imputabilidad en un dilema moral.

El instrumento de mediciónEl instrumento de mediciónEl instrumento de mediciónEl instrumento de mediciónEl instrumento de medición

Para la determinación de una escala con distintosniveles de imputabilidad, se adecuó la escala vanVuuren y Rossouw de gestión ética. Estos autoresproponen que las organizaciones puedenconstruir una estrategia de administración ética

11 El asunto de la falta de un vocablo que integre demanera equivalente el “accountability” en el idiomaespañol no es trivial, pero quedó fuera del alcance deeste trabajo ya que se centró en la medición del efectoen el razonamiento moral al variar la imputabilidad delos dilemas morales. Nos queda dar al lector un marcode referencia de lo que entendemos como elrazonamiento moral.

12 Huerta, J y Ezcurra, M. (1997).

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y ésta puede clasificarse dentro de una escala desofisticación. El marco clasificatorio se refiereal modo específico de lidiar o no lidiar con losasuntos de la ética. Estos autores nos dicen quepodemos encontrar organizaciones cuyaestrategia es que la ética no es un asunto de losnegocios (inmoral); podemos encontrarorganizaciones que actúan según convenga(modo reactivo) o de manera indistinta(complaciente) y organizaciones que siempreactúan en consecuencia (integridad). En estesentido, es posible encontrar organizaciones enlas cuales la ética es parte integral de sus sistemasde operación y hasta de su misma estrategia; laorganización está diseñada para garantizar elcomportamiento ético de sus integrantes.

Esto podría crear alguna confusión en cuantoa las unidades de análisis que hemos empleadohasta ahora por lo que conviene aclarar: la escalavan Vuuren y Rossouw ha sido empleadaúnicamente como marco de referencia para laconstrucción de los dilemas. La unidad deanálisis continúa siendo el sujeto. Hasta estepunto debe quedar claro que estamosempleando dos escalas. Por un lado, la escalade razonamiento moral de Kohlberg y por elotro, los modos de gestión moral que permitendefinir los distintos “niveles” de imputabilidad.

A partir de esta propuesta, se construyó unamatriz en la que cada columna corresponde alos distintos niveles de imputabilidad (escala vanVuuren y Rossouw adaptada) y cada renglón,representa los distintos niveles de razonamientomoral (escala Kohlberg simplificada a 5 niveles).

En el diagrama que sigue, se ha plasmadotanto las dos escalas mencionadas, como nuestrahipótesis (zona diagonal gris). A medida que eldilema muestra mayores niveles deimputabilidad (hacia la derecha de la matriz) laopción seleccionada por el encuestado tenderáa ser más elevada en la escala de razonamientomoral (mostrada en la vertical de la matriz).(véase tabla núm. 1)

Aunque Kohlberg definió seis niveles, sesimplificó la escala a cinco ya que la intenciónera plantear dilemas morales con situaciones quepodrían considerarse típicas en el ambientelaboral de un profesional y se consideró queplantear una situación de vida o muerte, si bienpodría ser una típica situación en una estaciónde emergencias de un hospital, no podríaconsiderarse típica para un sujeto escogido alazar.

Para cada dilema, el sujeto encuestado puedeseleccionar de entre las distintas opciones quese le presentan, la que le parece sería la que él oella tomaría. Las opciones presentadas, comose ha pretendido explicar, corresponden a losdistintos niveles de razonamiento moral deKohlberg.

Aprovechando la encuesta, se levantaronvariables poblacionales como género, grupo deedad, grado académico, sobre sus propiedades,si había tomado cursos de ética de maneraformal, a qué grupo religioso pertenecía y sunivel de religiosidad (con una escala que va denada a todo el tiempo).

La población encuestadaLa población encuestadaLa población encuestadaLa población encuestadaLa población encuestada

La población objetivo para esta primeramedición fue la clase media del Distrito Federal.Se aplicó el instrumento a 83 personasincluyendo varios sub-niveles. A cada personase pidió que leyera cada uno de los dilemas yque uno a uno, respondiera con la selección dela opción que más se pareciera a lo que él o ellarealmente haría en la situación que se le planteó.Únicamente dos personas solicitaron aclaracióny sólo se les pidió que leyeran con cuidado yque respondieran con la información brindada.

Una buena parte del levantamiento se realizóen una universidad privada por lo que lapoblación resultó mayoritariamente joven. El37% se encontró entre los 20 y los 25 años deedad, y el 20% entre 25 y 30. Entre 30 y 40 años

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se levantaron 13 encuestas, 17 entre 40 y 50 añosde edad y cinco con individuos de más de 50años.

El 47% fueron mujeres, el 27% vive en casaalquilada. Menos del 10% no tiene automóvil yel 50% tiene uno. En el restante 40%, las familiastienen al menos dos autos.

La población resultó, como era de esperarse,mayoritariamente católica (77%) y el 13%manifestó no tener religión. En cuanto a lapráctica, sólo 13% manifestó practicar todo eltiempo y cerca del 20% practica semanalmente.La mayoría relativa (45%) manifestó ser religiosoen ocasiones.

En cuanto al nivel de estudios alcanzado, el36% alcanzó la preparatoria, 41% la licenciaturay el 20% concluyó una maestría. Por último, lamayoría de los encuestados (58%) había tomadoal menos un curso de ética formal. Acontinuación se detallan algunos de losprincipales resultados encontrados.

Resultados del levantamientoResultados del levantamientoResultados del levantamientoResultados del levantamientoResultados del levantamiento

La primera prueba consistió en analizar lanormalidad13 de la distribución. Para esto, sesumaron las respuestas de cada persona. Secompararon las colas de la distribución y seencontró que los subgrupos tienen mediasdistintas con significancia (2-colas)=0.000. Lamedia fue de 17.75 con un valor máximo de 25y un mínimo de 11. La desviación estándar dela muestra fue de 3.58, el sesgo 0.001 y la kurtosis-0.949. Para ilustrar el significado de esto, acontinuación se presenta un comparativo gráfico.A la izquierda se presenta un aproximado de loque sería una distribución normal. A la derecha,la distribución de los datos obtenidos en ellevantamiento. La diferencia en la forma de lascurvas refleja la dispersión de los valoresencontrados en la muestra y esto significa queno existe una muy alta concentración hacia elpromedio y que la probabilidad de encontrar a

un sujeto con una suma de respuestas muy pordebajo del promedio o muy por encima delpromedio, es relativamente alta. (véase gráfica1)

Por grupo de edad, se encontró que en eldilema con el menor nivel de imputabilidad, losindividuos con edades menores a 25 años eran,desde el punto de vista estadístico,significativamente menores en su nivel mediode razonamiento moral (véase gráfica 2). En elresto de los reactivos, no se encontró diferenciaestadísticamente significativa. Los datosmostraron una tendencia al cierre de la brechaa medida que el nivel de imputabilidad aumenta.Esto podría significar que el grupo de edad deindividuos con edades mayores a 25 añosmantiene un nivel de razonamiento moral másestable que los individuos con edades por debajode los 25 años.

Algunos estudios en los Estados Unidos hancomparado a los individuos en estudios de pre-grado (en cursos para licenciatura) y losgraduados (en cursos de maestría) y hanencontrado que los primeros son máséticamente sensibles que los segundos.14 Estopodría implicar que el razonamiento moralpodría ser más elevado en los estudiantes queen los graduados para el caso de la clase mediamexicana ya que parecen existir algunassimilitudes entre ambos países cuando seconsidera el estrato. Sin embargo, para el casode nuestra muestra se encontraron algunosresultados interesantes. (véase gráfica 3)

En la comparación de los valores obtenidosen la suma de las respuestas existe una mayorseparación entre las medias y las varianzas delos individuos con preparatoria y licenciatura quelos individuos con preparatoria y maestría. Esto

13 Distribución que logra su media en 0 y desviaciónestándar es 1 y su sesgo y kurtosis es 0.

14 Davis y Welton (1991) Professional Ethics: BusinessStudents´ Perceptions. Journal of Business Ethics. Vol.10. pp. 451-463.

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parece concordar con lo encontrado por Davisy Welton, pero contradice a quienes planteanla idea de una progresión en el razonamientoético en relación con el nivel educativo.15

Esta posible contradicción se hace másnotoria al comparar los grupos por gradoacadémico terminado en cada uno de losdilemas pues, al contrastarlos se observa que enlos dilemas Inmoral y Reactivo, entre los gruposde estudiantes universitarios, es decir, con gradode preparatoria terminado y los graduados delicenciatura, existen diferencias estadísticamentesignificativas siendo los segundos más altos.(véase gráfica 3)

Resulta interesante el hecho de que exista unatendencia a una diferencia significativa entre lasmedias de los licenciados y maestros, pero estosúltimos con una media inferior; específicamenteen los dilemas con niveles de imputabilidadmenor. Esto podría concordar con los trabajosque han encontrado que los estudiantes deescuelas seculares muestran una tendencia aconstruir una “especie” de filosofía de “ganaren todo”.16

Por otro lado, el razonamiento moral ha sidoexplicado como resultado de múltiples factoresentre los que se encuentran la edad, el nivelacadémico y la religiosidad. Los resultados deeste trabajo concuerdan con los dos primerospero no del todo en el caso de la religiosidad.Para la suma de respuestas a los dilemas, de lapoblación se separaron por un lado losindividuos que declararon “nada” en su nivelde religiosidad y los que declararon “todo eltiempo”. Se encontró que no existe diferenciaestadísticamente significativa en sus medias y nien sus varianzas. De esto se puede concluir quepara la muestra, el nivel de religiosidad norepresenta diferencia en el razonamiento moralpromedio ni en la dispersión de los valores delas respuestas; en otras palabras, los gruposresponden de igual forma.

El caso del género como factor dediferenciación en el razonamiento moral ha sidoestudiado de manera muy exhaustiva. Algunoshan encontrado evidencia de que la mujer esmás sensible a los asuntos de la ética que loshombres.17 Algunos de estos estudios se enfocanen la sensibilidad ética en asuntos de una muchamayor delicadeza como la explotación sexual yla integridad en las relaciones humanas. Por otrolado, existen también múltiples estudios que hanencontrado evidencia de que la sensibilidad éticaes similar entre géneros.18 (véase gráfica 4)

Los resultados de este trabajo muestranalgunas tendencias hacia la distinción porgénero, sin embargo, el desempeño ético en losdilemas empleados en la encuesta, sólo permiteuna clara distinción por género en el dilema demás bajo nivel de imputabilidad y una tendenciaa una diferencia cuando el nivel aumenta. Elanálisis de diferencias de medias y varianzas delas respuestas muestra una diferenciaestadísticamente significativa entre hombres ymujeres cuando la imputabilidad es inexistente(o igual a uno).

En el caso de los individuos que han tomadoalgún curso de ética formal frente a los que nohan tomado dichos cursos, no se ha encontradodiferencia significativa ni al totalizar lasrespuestas, ni en cada dilema por separado. Enel caso de esta muestra, el que los sujetos hayantomado cursos de ética no permite distinción.

15 Wimalarsiri, J. (1996) An Empirical Study of MoralReasoning Among Managers in Singapore. Journal ofBusiness Ethics. Vol. 15. pp. 1331-1341.

16 Pressley, M. y Belvins, D. (1984) Student Perceptionsof “Job Politics” as Practiced by those Climbing theCorporate Carrer Ladder. Journal of Business Ethics.Vol. 3. pp. 127-138.

17 Ekin y Tzolmez, 1999; Borkowski y Ugras, 1992;Luthar, H., 1997; Lewicki y Robinson, 1998; Oklesheny Hoyt, 1996; Reiss y Mitra, 1998; Tse, A. y Au, A.,1997; Smith, P. y Oakley, E., 1997.

18 Loo, R., 1996; Maher, K. y Bailey, J., 1999; McCuddy,M. y Perry, B., 1996; McDonald, G. y Kan, P., 1997;Prasad, J. 1998.

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DiscusiónDiscusiónDiscusiónDiscusiónDiscusión

El nivel de razonamiento moral parece ser másestable (ante cambios de imputabilidad) cuandola edad es superior a los 25 años y el nivelacadémico y el género son factores de diferenciaestadísticamente significativa en el razonamientomoral en dilemas de baja imputabilidad.

En el análisis estadístico, se ha observado quela media de razonamiento moral aumenta y esmás parecida entre los distintos grupos a medidaque el nivel de imputabilidad aumenta, de ciertaforma, confirmando al menos parcialmente, lahipótesis inicial de este estudio.

El nivel del desempeño moral de unindividuo y posiblemente de los grupos humanosde la clase media del Distrito Federal no puedesustentarse únicamente en la educación escolary en su acumulación de experiencias. Estetrabajo pretendió implicar de manera inicial, quese hace necesario hacer efectivas lasimplicaciones de los actos pues, de lo contrario,los resultados parecen mostrar que ante laoportunidad que da la baja imputabilidad, elindividuo tiende a escoger alternativas deactuación “potencial” que lo sitúan en nivelesmás bajos que lo que podría ser su nivel derazonamiento moral.

El desempeño moral de los individuos es unresultado complejo que depende de múltiplesfactores. Este trabajo ha pretendido aproximara la imputabilidad como uno de ellos. Entre laslimitaciones que tienen el presente trabajopueden destacarse: el tamaño de la muestra, laposibilidad de la interpretación sesgada (odiferente) de los dilemas por parte de los jóveneso los adultos y por último, las diferencias quedeben de existir en un número importante depersonas respecto a lo que verdaderamente seríasu actuar contra su elección en cada uno de losdilemas.

Este trabajo es parte de una investigación másamplia que pretende buscar algunasexplicaciones de la adecuación moral de laspersonas al incorporarse al ambiente laboral. Sibien, de acuerdo a la muestra, la imputabilidadparece ser relevante, consideramos convenienteel ampliar el estudio a una muestra másrepresentativa de la sociedad mexicana ycreemos que hace falta aumentar el número dedilemas para incluir algunos que eviten el sesgogeneracional y concentren la red semántica.Además, se considera indispensable unaexploración más cercana al acto mismo, ya seapor simulación o por experimentación.

El resultado de este trabajo exploratoriomuestra que el razonamiento moral varía y esmás bajo cuando un dilema moral se encuentraenmarcado en un esquema de bajaimputabilidad. Es decir, las personas somoscapaces de manifestar, aún en una encuestaanónima y en situaciones hipotéticas que,escogeríamos opciones de menor moralidad silos efectos no nos son imputables.

El enseñar ética de manera formal o incluirlaen la religión, según los datos de este trabajo,no hace diferencia cuando se escoge entre lasopciones de distinto nivel de moralidad que sepresentan en un dilema. En este sentido, la éticaformal y la religión, junto con el desarrollomismo de las leyes, podrían sólo contribuir a lasofisticación del discurso; fortalecen —en laescala Kohlberg— la teoría adoptada de Argyris.

Lo que este estudio muestra es que si los actospueden ser asociados al agente —y latransparencia permite esto— para la elevacióndel nivel de razonamiento moral en una decisiónse requiere que la imputabilidad tenga efecto yque el agente responda con su persona y/o susbienes de forma tal que, la imputabilidad estépresente al decidir frente a un dilema moral.

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Tabla 1Tabla 1Tabla 1Tabla 1Tabla 1

Gráfica 1Gráfica 1Gráfica 1Gráfica 1Gráfica 1

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IV.IV.IV.IV.IV. ¿Escuelas de democracia? Participación,¿Escuelas de democracia? Participación,¿Escuelas de democracia? Participación,¿Escuelas de democracia? Participación,¿Escuelas de democracia? Participación,prácticas asociativas y competencias cívicasprácticas asociativas y competencias cívicasprácticas asociativas y competencias cívicasprácticas asociativas y competencias cívicasprácticas asociativas y competencias cívicasen Méxicoen Méxicoen Méxicoen Méxicoen México

Alejandro Monsiváis C.1

ResumenResumenResumenResumenResumen

Una tarea pendiente en el estudio de las asociaciones civiles es explicar empíricamente sus efectos enla democracia. Este trabajo se propone analizar la influencia que tienen las prácticas asociativas en eldesarrollo de competencias individuales para el ejercicio de los valores democrático-liberales.Empleando como fuente de información la Encuesta Nacional de Cultura Política 2003, este estudiopropone una conceptualización inductiva de las formas de participación social y de las competenciascívicas de los ciudadanos. En el análisis se identifican cinco tipos de prácticas asociativas y cuatro tiposde competencias cívicas. Los tipos de prácticas asociativas son: asociativismo, activismo, filantropía,participación política y asociativismo profesional/recreativo. Por otro lado, las competencias cívicasidentificadas son: habilidades políticas, valoración de la libertad, aceptación del pluralismo y apoyo ala democracia. Los resultados muestran que las relaciones que hay entre ellas no son unívocas. Elprincipal hallazgo del trabajo es que ninguno de los tipos de actividad asociativa identificados serelaciona positivamente, al mismo tiempo, con el apoyo a la democracia y con la valoración de lalibertad y la pluralidad de los ciudadanos. Esto implica que la participación social y voluntaria tieneuna relación compleja, que no es lineal, con las dimensiones de la cultura democrática. ¿Qué factoresinfluyen en que ciertas formas de la vida asociativa se relacionen más estrechamente con ciertosvalores democráticos que otras? Esta es una de las preguntas que quedan abiertas para investigacionesposteriores.

Una idea comúnmente aceptada es que una vida asociativa activa y vibrante es clave para hacer quefuncione la democracia.2 Las asociaciones y organizaciones sociales contribuyen a la formación de laopinión pública, establecen redes de colaboración en las tareas del gobierno y difunden diversosvalores cívicos y políticos. Lo que se conoce con menos detalle es la manera en que cada tipo deasociación y organización tiene de influencia sobre el proceso democrático. En este trabajo interesa

1 Alejandro Monsiváis. Profesor investigador del área de Sociología Política y Económica en el Instituto de InvestigacionesDr. José María Luis Mora, [email protected]. Agradezco los comentarios que Alberto Hernández,Felipe Hevia, Michel Martell, Raquel Salgado, Guadalupe Serna, Rogelio Flores y Jimena Dada hicieron a este trabajo.

2 Esta idea la han expresado desde Toqueville (La democracia en América. México: Fondo de Cultura Económica,1957), hasta Robert Putnam (Making Democracy Work: Civic Traditions in Modern Italy. Princeton: Princeton UniversityPress, 1993). En fechas más recientes ha sido promovida por los representantes de la teoría de la democracia deliberativa.Dos trabajos clásicos en este sentido son: Seyla Benhabib. “Toward a Deliberative Model of Democratic Legitimacy”.Seyla Benhabib, ed., Democracy and Difference: Contesting the Boundaries of the Political (Princeton: PrincetonUniversity Press, 1996) pp. 67-94; y Joshua Cohen. “Procedure and Substance in Deliberative Democracy”. JamesBohman y William Rehg (eds.), Deliberative Democracy: Essays on Reason and Politics (Cambridge y Londres: MITPress, 1997), pp. 407-438.

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analizar los efectos que la participación y elasociativismo tienen sobre la cultura política delas personas. El propósito específico es acercarsea la relación que existe entre las prácticasasociativas de los individuos y la difusión decompetencias propias de una culturademocrático-liberal.

La fuente de información que usaré en estetrabajo es la Encuesta Nacional de CulturaPolítica 2003. Esta encuesta contiene diversosreactivos que indagan en las prácticas asociativasy en los valores cívicos de los mexicanos. Unade las dificultades del análisis de estos datos,empero, es que los reactivos son numerosos.Aunque cubren un amplio rango temático,carecen de una estructura conceptual definida.Por un lado, esto facilita el análisis desde diversosenfoques teóricos; por otro, también hace másdifícil un análisis que contemple categoríasconceptuales muy precisas. La estrategia queadoptaré es hacer una conceptualizacióninductiva.

El documento está dividido en cinco partes.En la primera de ellas, a partir de una discusióndel concepto de sociedad civil, arribo a unadefinición operativa de una de mis variables deinterés: las prácticas asociativas. La segunda partesirve para introducir el concepto decompetencias cívicas en el marco de una culturapública de la democracia. La parte tres contieneel análisis que me lleva a identificar cinco tiposde prácticas asociativas y cuatro tipos decompetencias cívicas. Las relaciones entre ellaslas discuto en el cuarto apartado. Concluyo conunos comentarios generales.

De la sociedad civil a las prácticas asociativasDe la sociedad civil a las prácticas asociativasDe la sociedad civil a las prácticas asociativasDe la sociedad civil a las prácticas asociativasDe la sociedad civil a las prácticas asociativas

El concepto de “sociedad civil” introdujo unatransformación de “proporciones oceánicas”3

en la comprensión de las relaciones entre losindividuos, la legitimidad política e, inclusive, laconducción del mercado. Antes del concepto

de sociedad civil, para simplificar un poco, sepensaba a la sociedad como un sistema divididoen dos esferas: la esfera pública-estatal y la esferacivil y privada. La noción de sociedad civilintrodujo la imagen de un espacio socialconstituido por las prácticas auto-organizativasde los individuos, en relaciones horizontales, nolucrativas ni de jerarquía política.

El espacio de la sociedad civil ha sidointerpretado por muchos como un “Tercersector” de la sociedad. La idea del “Tercersector”, aunque descriptivamente certera, esestrecha tanto en términos normativos comoanalíticos. Analíticamente la idea de “Tercersector” se asocia con un asociativismofilantrópico, no conducido por el poder estatalni por el afán de lucro. Esto deja fuera delesquema a las relaciones de poder y la diversidadde intereses de los individuos que prevalecenen el espacio civil. Normativamente, la nociónde tercer sector no discute los fundamentosinstitucionales de la sociedad civil ni el potencialque tienen las prácticas asociativas de influir enla conducción del gobierno o del mercado.

La sociedad civil, entonces, debe concebirsecomo un espacio social diferenciado quedesempeña una función complementaria a lasdel Estado y el mercado. Los tres hacenreferencia a instituciones y sistemas decoordinación social que cumplen funcionesespecíficas.4 Por un lado, la coordinación de lasacciones orientadas a producir y distribuir losproductos y bienes en una sociedad es asumidapor una economía de mercado, que se regula através de un medio de intercambio que es el

3 Es lo que afirman Jean Cohen y Andrew Arato. 1992.Civil Society and Political Theory. Cambridge: MITPress, p.3

4 La exposición que sigue está basada en: Jean Cohen yAndrew Arato, op. cit. cap. 9; y Jürgen Habermas.Facticidad y validez. Madrid: Taurus, 1998, cap. 8.Véase también: Larry Diamond. DevelopingDemocracy. Baltimore: John Hopkins University Press,1999, cap. 6.

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dinero. Por el otro, la coordinación general dela acción social se realiza en el marco de unsistema de administración pública regulado porel poder del Estado.

Sin embargo, ni el Estado o el mercadopueden, por sí mismos, asumir las funciones deintegración social. Estas funciones quedan acargo del conjunto de instituciones sociales quereproducen los valores culturales y las formasde vida de una sociedad. El medio decoordinación de las funciones de integraciónsocial es de carácter comunicativo: a través deprácticas de entendimiento mutuo se construyenlas bases de la solidaridad y la cooperación entreindividuos.5 Una de las esferas donde tienenlugar los procesos de integración comunicativaes la esfera privada e íntima. Otra más es la esferapública, donde tienen lugar procesosimpersonales de comunicación societal. Pero noson las únicas. La coordinación social a travésde la acción comunicativa se puede extender pordiversas estructuras organizativas y relacionesasociativas. El espacio de la sociedad civilconstituye un ámbito donde la coordinaciónsocial depende de la pluralidad de relaciones yformas asociativas entre los individuos. Ladiferenciación funcional de este espacioadquiere una forma institucional en los derechosde la ciudadanía. Los derechos de ciudadaníacumplen la función de garantizar las libertadesciviles básicas y de institucionalizar la igualdadpolítica de todos los ciudadanos. Al mismotiempo crean un marco institucional para elejercicio de la autodeterminación, la libreasociación y la deliberación pública.

Por lo tanto, entenderemos por sociedad civilno a los actores u organizaciones “no estatales ono-lucrativos”,6 sino al espacio social constituidopor las libertades y derechos fundamentales deasociación, creencias, expresión y participación.Un espacio social es difícil de observarempíricamente. El objetivo de este trabajo, enese sentido, no es observar a la “sociedad civil”,

sino a las formas de participación y las prácticasasociativas de los ciudadanos. Asumiremos queestas formas de participación y asociación seránde carácter social cuando su propósito sea el dereproducir la autonomía organizativa de losciudadanos; será económica cuando se involucreen relaciones mercantiles; y será política cuandopretenda influir en el ejercicio autorizado delpoder público en una sociedad. Hay espaciotambién para posiciones intermedias: algunasagrupaciones pueden ser de carácter social peroestar orientadas a tener influencia en el mercado;lo mismo sucede con otras agrupacionespolíticas, que sirven como mediadoras entre laciudadanía y el poder político.

En este marco, defino a la “participación”como toda actividad emprendida por unindividuo cuya finalidad es influir en un procesocolectivo. La participación puede ser socialcuando el objetivo es influir en alguno de losaspectos de las relaciones entre individuos ygrupos sociales; es política cuando se pretendetener influencia en el contenido de las decisionespolíticas y en el ejercicio de la autoridad política;es económica cuando interviene en el conjuntode procesos de intercambio de bienes y servicios,etc. La participación puede adoptar dosmodalidades: ser individual o colectiva. Es

5 Esta es una concepción de la coordinación de la acciónsocial a través de mecanismos informales más generalque la que proporciona el concepto de capital social.La diferencia reside en que la integración social es unconcepto de carácter más abstracto, que alude a unproceso de estructuración del sistema societal, mientrasque la noción de capital social se inscribe en una teoríade la acción colectiva y es más directamente observable.Al respecto véase: Elinor Ostrom y T.K. Ahn. “Unaperspectiva del capital social desde las ciencias sociales:Capital social y acción colectiva”. Revista Mexicana deSociología. México: IIS-UNAM, vol. 65, núm. 1., enero-marzo del 2003.

6 En términos generales, estas son las características queSalamon y Anheir le atribuyen a las organizacionessociales: Lester Salamon y Helmut K. Anheir (eds).1998. The Emerging Sector Revisited. The JohnHopkins University Press.

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individual cuando las estrategias que emplea unindividuo para influir en un proceso colectivodependen de sus propios recursos; es colectivacuando un individuo recurre a la coordinaciónde acciones con otros individuos para alcanzaruno o varios fines específicos. En este sentido,la participación política puede ser individual,como cuando alguien acude a votar; o colectiva,como cuando se forma parte de un partidopolítico. Un razonamiento semejante se aplicapara la participación civil: es individual cuandoalguien, por sí mismo, emprende una campañaa favor del cuidado de las áreas verdes de sucomunidad; es colectiva cuando se integra a unaorganización de ecologistas. Cuando laparticipación recurre a alguna forma de accióncolectiva para alcanzar sus fines, denomino“prácticas asociativas” al conjunto de relacionescolectivas, formales e informales, en las que seinvolucra una persona.

Una nota aclaratoria: existen clasificacionesmás sofisticadas de las formas de asociativismoy de las funciones de las organizaciones sociales.7

La razón por la cuál no las discuto en este trabajoes que mi propósito no es observar,directamente, a un conjunto de organizacionesespecíficas, sino a las formas de participaciónen las que se involucran diversos individuos. Eltercer apartado, sin embargo, muestra unaclasificación de las prácticas asociativas que seobtiene analizando las formas de participaciónindividual.

Una cultura pública de la democraciaUna cultura pública de la democraciaUna cultura pública de la democraciaUna cultura pública de la democraciaUna cultura pública de la democracia

Las democracias contemporáneas, inclusive lasdemocracias imperfectas como la mexicana, noson simplemente “democracias” —un sistemapolítico donde gobierna “el pueblo” o susrepresentantes. En mayor o menor medida, ycon sus variantes, son democracias liberales.Esto significa que la “voluntad general” o la“soberanía popular”, usualmente bajo la figurade la coalición mayoritaria que gobierna, no

puede hacer un uso arbitrario y abusivo de supoder. El “gobierno de la mayoría” está limitadopor el “gobierno de la ley”. Así, por más legítimoque sea el mandato que tienen los representantespolíticos, no pueden hacer leyes en contra deuna persona o un grupo en particular. Tampocoestán autorizados para, en el ejercicio legítimode la soberanía, despojar de sus propiedades aunas personas para dárselas a otras. En pocaspalabras, las instituciones del Estadodemocrático de derecho buscan prevenir la“tiranía de la mayoría”.

Visto desde fuera, las reglas de la democracialiberal parecen simplemente como una formamás de organizar el gobierno. Sin embargo, esasreglas tienen un valor intrínseco, y de ese valorse desprende también la importancia de queexista una cultura pública en torno a esas reglas.El valor de las institucionesdemocrático-liberales puede expresarse de estaforma: la convivencia social, inclusive entreindividuos razonables y orientados por valoresque ellos consideran justos, no puede erradicarel desacuerdo y el conflicto. A fin de coordinaracciones colectivas y de proveer bienes públicoses necesario establecer reglas para el ejerciciode la autoridad. Una opción es dejar quepredomine la ley del más fuerte. Esto resuelvemuchos problemas, pero tiene tantos o másinconvenientes que ventajas.

Otra alternativa es adoptar una regla paratomar decisiones colectivas. Dicha regla debegarantizar la legitimidad de las decisiones altomar como principio rector la igualdad políticade los individuos. Se trata de idear unmecanismo de elección social que tome encuenta de manera equitativa e imparcial a todos

7 Por ejemplo, véase Iris M. Young.2000. Inclusion andDemocracy (Oxford: Oxford Univesity Press), p. 157-167. Sin duda, el trabajo más ambicioso y bien logradoen ese sentido es el de Mark Warren: Democracy andAssociaton (Princeton: Princeton University Press,2001).

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los implicados por esa elección. La democraciaaporta tal mecanismo. Tras un proceso deelección social pueden persistir los desacuerdos;pero si el procedimiento fue legítimo, laautoridad tendrá la capacidad de obligar aquienes se muestren reticentes a obedecer lostérminos de la decisión. La democraciarepresentativa es el formato institucional queactualiza el ideal del procedimientodemocrático.

Nada asegura, sin embargo, que la autoridadpolítica no empleará el poder que le fue asignadopara coordinar la provisión de bienes públicos,bien para perjudicar a unos cuantos enparticular, o para beneficiarse a costa de todosen general. Es necesario, por tanto, establecerlímites a la autoridad que el gobierno tiene sobrelos ciudadanos. De manera paralela, se debeninstaurar mecanismos de control y vigilancia delpoder político, para evitar que trabaje para supropio beneficio. El resultado final es elentramado institucional del Estado democráticode derecho.

¿Qué papel desempeña en este contexto una“cultura pública de la democracia”?8 Una“cultura pública”, en un sentido general, serefiere a una serie de valores y prácticas quetienen reconocimiento intersujetivo; es decir,unos individuos saben que otros individuoscomparten y se guían por esos mismos valores.Al mismo tiempo, una cultura es pública cuandosus normas pretenden tener una aplicabilidadgeneral. Los valores públicos son válidos paratodos los miembros de la sociedad de referencia.En este sentido, la cultura pública de lademocracia es válida para los miembros de unacomunidad democrática definida jurídicamente:los ciudadanos. Por lo tanto, la cultura de lademocracia liberal se refiere a un conjunto denormas y valores que organizan la convivenciapolítica entre individuos libres e iguales.9 Cadapersona o grupo puede conducirse con base envalores propios de su filosofía moral —o de su

credo religioso o equivalente—. Sin embargo,cuando se trata de regular la convivencia política,las creencias privadas pasan a segundo plano.Son las normas que dan soporte a los derechosciudadanos las que adquieren centralidad.

Una cultura pública de la democracia será,entonces, una cultura que cumpla con lassiguientes funciones: en primera instancia,deberá proporcionar a cada persona lainformación necesaria para que se reconozcacomo sujeto de derechos. Un ciudadano es unsujeto de derechos que puede exigir cuentas asus representantes políticos por su desempeño,y que tiene, al mismo tiempo, garantíasinalienables a la protección de su integridad y alas libertades de creencias, expresión yasociación. La cultura democrática tambiéndeberá promover, entre individuos que sereconocen entre sí como libres e iguales, laevaluación de los principios que sustentan laestructura básica de las instituciones en susociedad. Los ciudadanos podrán evaluar si lasreglas e instituciones con las que cuentan sonlas más adecuadas para promover eleccionessociales imparciales y justas. En tercer lugar,deberá reproducir y fortalecer, en la práctica, elprincipio de igualdad política entre laciudadanía. La igualdad política es elfundamento de la toma de decisiones colectivasa partir del principio democrático.

Cumplir con estas funciones contribuye,idealmente, a profundizar el arraigo de las reglasde un Estado democrático de derecho. La tareade promover una cultura pública de este tipo esuna responsabilidad compartida por losmiembros de la comunidad política. Luego,partidos políticos, grupos religiosos, medios decomunicación, organizaciones sociales y

8 En aras de la brevedad, llamaré “cultura pública de lademocracia” a lo que debería ser: “una cultura públicade los principios del Estado democrático de derecho”.

9 Agradezco a Felipe Hevía la sugerencia de enfatizar estepunto.

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ciudadanos en general —la lista no pretende serexhaustiva— deberían de conducirse, en la vidapública, con apego a los valores democrático-liberales.

Una manera de promover los valoresdemocrático-liberales es a través de los procesosde socialización y educación cívica. En unsentido amplio, la cultura cívica de una personase refiere a las competencias —capacidades,habilidades— cívicas con que cuenta. El listadode estas competencias nunca es definitivo. Sueleincluir valores como los de participación,tolerancia, reciprocidad, confianza y muchosmás. Mejor que proponer otra lista de virtudescívicas, lo que este trabajo pretende es clasificaralgunas de las variables de la ENCUP 2003 enotras tantas categorías. Este es un modo deproceder inductivo. Lo que busca es aprovecharla información disponible para generar unamedida sistemática de las competencias cívicasde los ciudadanos.

Prácticas asociativas y competencias cívicasPrácticas asociativas y competencias cívicasPrácticas asociativas y competencias cívicasPrácticas asociativas y competencias cívicasPrácticas asociativas y competencias cívicas

El análisis de los efectos políticos de lasorganizaciones sociales no es una tarea sencilla.Su diversidad de propósitos, de estructura y dealcances las hacen un objeto móvil y difícilmenteaprehensible. Para abordar su estudio lasalternativas disponibles son de tres tipos: análisisde caso, investigaciones enfocadas a un grupo oconjunto específico de organizaciones oasociaciones, o bien encuestas que tengan comounidad de análisis a las organizaciones, o a losindividuos y sus trayectorias asociativas. Cadauna de estas alternativas tiene ventajas ydesventajas.

Los estudios de caso de las organizacionessociales permiten comprender a fondo suestructura, valores y funcionamiento en general.Sin embargo, no permiten tener una visión másrepresentativa de lo que acontece en un contextosocial dado. Puede suceder, por ejemplo, que

la organización elegida para ser estudiada enprofundidad sea un caso atípico en ese contexto.

Los estudios que se proponen analizar a unconjunto de organizaciones específicas tienen laventaja de que pueden describir a fondo susdinámicas y sus efectos. Estos estudios puedenequipararse a los estudios de caso en laprofundidad con la que pueden abordar susunidades analíticas. Tienen además la ventajaadicional de que proporcionan una visión másamplia del entorno y sus “ecologías” asociativas.Este tipo de estudios, sin embargo, requiere unacantidad mayor de recursos Žtanto materialescomo humanosŽ de los que pueden sernecesarios para los estudios de caso.

Una tercera opción para conocer lasdinámicas asociativas de una sociedad es utilizaruna encuesta dirigida a un grupo numeroso deorganizaciones sociales. Sin duda, esta estrategiapermite tener una visión más amplia delpanorama asociativo en un momento dado. Parallevar a cabo estos estudios, sin embargo,también hace falta una buena cantidad derecursos e información. Es necesario saber quétipo de organizaciones entrarán en la muestra ycuáles no. Un punto flaco de esta alternativa Žsies que puede compararse con los beneficios queaportaŽ es que deja de lado las dinámicasasociativas menos estructuradas. En países comoMéxico, con una tradición de asociativismoincipiente, un estudio que busqueorganizaciones consolidadas puede dejar fueradiversas iniciativas menos establecidas.

Otra vía es la de encuestar a la población engeneral. Esto permite indagar en la informaciónque cada individuo puede proporcionar acercade sus experiencias de asociación y participación.Un notorio inconveniente de esta estrategia esque no genera información acerca de lasorganizaciones sociales. Solamente aporta datosacerca de las prácticas asociativas de losindividuos encuestados. La ventaja que tiene este

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tipo de estudios es el carácter representativo ygeneral de la información que proporciona.Adicionalmente, permite observar la relaciónque hay entre otras variables medibles a escalaindividual —información política, ideología,etc.— con las trayectorias asociativas de losentrevistados. Esta vía es la que se emplea eneste trabajo.

Prácticas asociativas: una tipologíaPrácticas asociativas: una tipologíaPrácticas asociativas: una tipologíaPrácticas asociativas: una tipologíaPrácticas asociativas: una tipología

La Encuesta Nacional de Cultura Política yPrácticas Ciudadanas 2003 proporciona unaamplia variedad de reactivos que indagan en lasprácticas asociativas de los mexicanos.10 Sinembargo, esta misma variedad hace difícil sumanejo. Se puede comenzar por clasificar losindicadores de interés. Una primera cuestión esdeterminar con base en qué criterio hacer laclasificación. ¿Qué categorías deben contener aquienes han dado dinero a la Cruz Roja y aquienes han formado parte de una organizaciónde vecinos? Otra cuestión es establecer cuántascategorías se deben definir. Obviamente, esdeseable que el número de categorías seainferior al número de variables observadas. Loque no está claro es si deben ser dos, tres o máscategorías. Una tipología previamente definidade las actividades asociativas puede servir. Perosi los indicadores no se adaptan del todo a loscriterios de esa tipología se puede incurrir enclasificaciones forzadas.

La estrategia que he seguido es la de hacerun análisis factorial con el método decomponentes principales. Se trata de un métodoestadístico que permite identificar variableslatentes o dimensiones subyacentes a un númerodado de variables. De esta manera, en lugar detener, por ejemplo, veinte o más reactivos, cuyasrelaciones conceptuales entre sí no estándefinidas, se puede tener un número menor devariables Ždigamos cuatro o cinco, como sucedeen este estudioŽ. El análisis factorial, además dereducir el número de variables, tiene la ventaja

de que las agrupa en factores conceptualmenterelacionados. La tarea del analista es, entonces,identificar las dimensiones conceptuales enjuego. Los resultados de este análisis se puedenobservar en el Cuadro 1 del Anexo.

Para el análisis se seleccionaron veintidósreactivos que indagan acerca de las formas departicipación de cada individuo —la primeracolumna del Cuadro 1 presenta una lista deellos.—11 Por ejemplo, se preguntaba si alguienha formado parte de un partido político, unaagrupación religiosa, o una institución debeneficencia. También se incluyeron preguntasque averiguan la manera en que cadaparticipante en la encuesta ha participadosocialmente. Sea enviando mensajes porcomputadora a favor de una causa o haciendodonaciones a organizaciones sociales, entre otrasposibilidades.

10 Esta encuesta es la segunda aplicación de un instrumentoque, con fines de “diagnosticar sistemáticamente laspeculiaridades de la cultura prevaleciente en el país”,realizó la Secretaría de Gobernación(www.gobernacion.gob.mx). El diseño de la muestra fuerealizado por el INEGI. Se trata de un diseñoprobabilístico, estratificado y por conglomerados, quetiene por unidad de selección a la vivienda y por unidadde observación al residente habitual mayor de 18 años.El operativo de campo fue realizado en febrero de 2003.La encuesta se compone de 4,580 entrevistas válidas.El nivel de representatividad es nacional, con un nivelde confianza del 90 por ciento y un error estimado del5.2 por ciento.Una observación adicional: en este trabajo, a fin depriorizar la exposición del argumento, dejo de lado lasespecificaciones técnicas del análisis. También hedejado de detallar los criterios para la codificación delos reactivos y la formulación de las variables. Sinembargo, estas operaciones están disponibles, previasolicitud al autor, para quién tenga interés en ellas.

11 Los reactivos seleccionados para este análisis son losque corresponden a la pregunta 46 del cuestionario dela encuesta —“Alguna vez usted ha llevado a cabo las

siguientes acciones…”—, y a la pregunta número 51 —“Dígame por favor si usted forma o ha formado partede alguna de las siguientes organizaciones”—.

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El análisis identifica cinco factoresprincipales. En conjunto explican el 45.4 porciento de la variación existente. Esto quiere decirque del total de variabilidad asociada con lasformas de participación social de losencuestados, casi la mitad es explicada por loscinco factores seleccionados. Entre ellos, elfactor 1 es el más importante: por sí mismoexplica el 21.6 por ciento de la varianza total; esdecir, este factor da cuenta de casi la mitad de lavariación explicada por los cinco factoresidentificados. Los restantes cuatro factoresexplican, respectivamente, el 7.8, 5.6, 5.4 y 4.9por ciento de la varianza total. Una descripciónde cada uno de estos factores se presentaenseguida:

Factor 1: Asociativismo. Las variables quepresentan una correlación más estrecha con estefactor son las que reportan la participación enorganizaciones de ciudadanos; la participaciónen organizaciones de vecinos, colonos ycondóminos; la participación en algunaagrupación religiosa; la participación en algunaagrupación de ayuda social; la participación enalguna institución de beneficencia, y laparticipación voluntaria en alguna actividad afavor de la comunidad. Por el tipo de actividadesasociadas con este factor, se ha denominado“asociativismo”. Se define, por lo tanto, comouna forma de participación en organizacionesrelativamente formalizadas e institucionalizadas,cuyos fines son predominantemente de caráctercivil y social.

Factor 2. Activismo. Este factor agrupaactividades como enviar o firmar cartas en apoyoa una causa; enviar mensajes por computadoraa favor de una causa; participar en actos de apoyoa una causa; recaudar fondos con el mismo fin;hacer donativos o prestar ayuda a algunaorganización social, y enviar dinero a los mediosde comunicación para apoyar alguna causa. Sele ha denominado “activismo” por que denotauna forma de participación de tipo individual,

con respecto a fines y propósitos concretos, através de acciones claramente identificadas, queno implican continuidad temática ni temporal.

Factor 3. Filantropía. Se da el título de“filantropía” a este factor por que las variablesque se le asocian remiten a acciones quepretenden aliviar a grupos o personas ensituaciones adversas. Las variables que seagrupan en torno a este factor son: dar dinero ala Cruz Roja; auxiliar a un desconocido; hacerdonaciones en caso de un desastre; enviar dineroa los medios de comunicación para apoyar auna causa; y participar voluntariamente en biende la comunidad. Un comportamiento quequedaría enmarcado en este factor es, porejemplo, hacer donaciones al “Teletón”.

Factor 4. Participación política. Las prácticasasociativas que se asocian con este factor son lasde formar parte de agrupaciones políticas y/opartidos políticos. En menor medida estápresente el formar parte de sindicatos.

Factor 5. Asociativismo profesional/recreativo. El último factor agrupa actividadescomo las de formar parte de alguna agrupaciónprofesional —barras de abogados, porejemplo—, de alguna asociación de arte y cultura,de alguna agrupación de pensionados yjubilados, o de un sindicato. A diferencia de losfactores anteriores, el sentido de éste es másambiguo. Por un lado, contiene actividadescomo las de formar parte de un sindicato o deuna agrupación profesional. Esto sugiere que elpropósito asociativo que subyace es el de laagregación de intereses laborales o profesionales.También contiene actividades propiamenterecreativas o de esparcimiento. A pesar de estaambigüedad será tomado en cuenta en el análisispues supone prácticas asociativas distintas a lasde los factores anteriores.

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Competencias cívicasCompetencias cívicasCompetencias cívicasCompetencias cívicasCompetencias cívicas

La conceptualización de las competencias cívicasha seguido un procedimiento similar alempleado para las prácticas asociativas. Losresultados se muestran en el Cuadro 2 delAnexo.

Fueron incluidos en el análisis trece reactivosde la ENCUP 2003. Los reactivos fueronseleccionados de manera que cubrieran unespectro temático amplio. Los factoresprincipales que se identificaron son cuatro. Eltotal de varianza explicada es de 40.1 por ciento.El factor 1 es el que concentra una proporciónmayor de varianza explicada, con 13.7 porciento. Los restantes explican, respectivamente,el 9.7, 8.4 y 8.1 por ciento de la varianza total.La clasificación resultante se compone de estascategorías:

Factor 1. Habilidades políticas. Este factorreúne a las variables que explican las capacidadesde los individuos para involucrase en la políticadesde su vida cotidiana. Contiene una medidade la información política individual, de ladisposición que se tiene para participar en undiálogo que toca temas políticos, del sentido deque los ciudadanos son corresponsables de lastareas emprendidas por el gobierno, y de lapercepción que los ciudadanos en generalpueden tener influencia efectiva en laconducción de la política. Cabe señalar que lamedida de confianza interpersonal presenta unaasociación débil con cada uno de los factoresidentificados.

Factor 2. Valoración de la libertad. Lasvariables asociadas con este factor dan cuentade una dimensión presente en la tradición delliberalismo político: la convicción de que elpoder político no puede abusar de losciudadanos ni coartar su libertad. Con unaasociación positiva están dos reactivos: a) eldesacuerdo con la idea de que los funcionariospúblicos pueden beneficiarse de su cargo si

hacen bien las cosas, y b) el desacuerdo con laidea de que se puede sacrificar la libertad deexpresión a cambio de mejoras económicas. Dosreactivos más presentan una asociación negativa—esto es que se correlacionan fuertemente coneste factor, pero en un sentido opuesto—. Sonlos siguientes: a) acuerdo con la afirmación deque unos cuantos líderes harían más por el paísque todas las leyes y promesas, y b) acuerdo conque el gobierno intervenga en la decisión de unapersona de asociarse con otras.

Factor 3. Aceptación del pluralismo y ladivergencia. Otra característica del pensamientoliberal está presente en este factor: la aceptaciónde que intereses e identidades diferentes a lospropios merecen el mismo reconocimiento. Lasvariables asociadas con este factor son tres. Lasprimeras dos aluden directamente a los valoresde tolerancia y pluralismo. Una de ellas preguntapor el acuerdo con que alguien con ideasdistintas a las propias las exponga en la televisión.La segunda refleja el acuerdo con que loshomosexuales participen en política. La terceravariable introduce un elemento contencioso eneste factor. Esta variable pregunta por el acuerdoque se tiene con respecto a que un grupo depersonas realicen acciones de protesta cuandosus demandas son legítimas.

Factor 4. Apoyo a la democracia. Este factorconcentra a quienes consideran preferible, comoforma de gobierno, a una “democracia querespete los derechos de todas las personas,aunque no asegure el avance económico”.

¿Escuelas de democracia?¿Escuelas de democracia?¿Escuelas de democracia?¿Escuelas de democracia?¿Escuelas de democracia?

Tocqueville le atribuyó a la vida asociativa delos estadounidenses del temprano siglo XIXefectos favorables en la democracia.12 Si estatesis pudiera generalizarse, se esperaría una

12 Véase: Alexis de Tocqueville. 1957 [1835].Lademocracia en América. México: Fondo de CulturaEconómica (2ª edición), pp. 437-477 y 480-484.

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fuerte asociación entre las variables que seagrupan bajo el concepto de “prácticasasociativas” con las que se refieren a las“competencias cívicas” de los ciudadanos. Estatesis, no obstante, no es del todo convincente —incluso de manera intuitiva. Se esperaría quecierto tipo de actividades asociativas estén másrelacionadas con los valores democrático-liberales que otras. Por ejemplo, no es pensableencontrar puntuaciones muy altas en algunaescala de tolerancia entre los grupos que seorganizan para “cazar” migrantesindocumentados en la frontera de Arizona conMéxico.

En este caso, dado que el proceso deconceptualización de las variables ha sidoinductivo, he considerado pertinente identificarlas asociaciones que hay entre ellas también demanera inductiva. El Cuadro 3 del Anexoproporciona una medida de asociación entre lasprácticas asociativas y las competencias cívicasde los mexicanos que reporta la ENCUP 2003.Diversos hallazgos son relevantes. El primeroes, como era de esperarse, que no todas lasprácticas asociativas observadas tienen relacióncon los valores de una cultura pública de lademocracia. Es decir, la participación en Méxicono funciona, por sí mismo, como un mecanismode socialización democrática. Lo que presentainterés es saber qué tipo de prácticas se asociancon competencias cívicas específicas.

El Cuadro 3 muestra que el asociativismotiene una relación significativa con lashabilidades políticas. El grado de asociaciónestadística es mínimo, pero la probabilidad deque esa asociación se deba al azar es mucho másbaja. Es apropiado considerar, entonces, quequienes han formado parte de agrupacionesreligiosas, comités de vecinos o instituciones debeneficencia, entre otras, se informan y discutensobre política, se conciben corresponsables delos problemas públicos y consideran que losciudadanos pueden influir en la conducción del

gobierno. Estas mismas personas opinan que lademocracia es la mejor forma de gobierno,aunque “no asegure el avance económico”. Elgrado de relación entre ambas variables, sinembargo, es bastante bajo. Lo que llama laatención, por otra parte, es que este tipo deprácticas asociativas se relaciona negativamentecon la valoración de la libertad y la aceptacióndel pluralismo. Es decir, se considera aceptableque quienes ocupan cargos públicos puedanpromover sus propios intereses, mientras quese considera inaceptable que personas condistintos valores e identidades tengan los mismosderechos civiles y políticos.

La variable “activismo” presenta un patróndistinto. Por un lado, es la variable que tieneuna relación relativamente más pronunciada conel desarrollo de habilidades políticas (0.23).13

“Activismo” designa a las formas departicipación que se originan en la iniciativapropia de los individuos, y que consiste en tomaracciones para solucionar problemas concretos—sin que ello comprometa al participante acontinuar apoyando la “causa” en un futuro—.La relación que tiene esta forma de participacióncon el desarrollo de habilidades políticas no espara sorprenderse. Quienes están al tanto de loque ocurre en su entorno social y político podránsentirse motivados para participar, a través dedistintas vías, a favor de alguna causa. Es dedestacar, al mismo tiempo, que esta variable seasocia positivamente con la valoración de lalibertad y el valor de la tolerancia. Los individuosque han tenido experiencias de participación“activistas” —en los términos definidos en estetrabajo— parecen tener también actitudes másliberales. Hay que mencionar, además, que estavariable no se asocia, ni a favor ni en contra,con el apoyo a la democracia.

13 En general, los niveles de asociación entre las variablesson muy bajos. Sin embargo, la probabilidad deequivocarse al inferir una asociación entre dos variableses, en la mayoría de los casos, mucho menor al 1 porciento.

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“Filantropía”, la variable que mide ladisposición a hacer donaciones y contribucionespara favorecer a las personas y gruposvulnerables, se relaciona positivamente con lashabilidades políticas. También presenta unaasociación positiva, si bien mínima y apenassignificativa, con la valoración de la libertad y laaceptación del pluralismo. Quienes estándispuestos a “dar”, tal parece, se mantienen bieninformados, se atribuyen eficacia política,rechazan la corrupción y el abuso político, y sontolerantes hacia el pluralismo.

La participación en partidos y asociacionespolíticas, a su vez, está relacionada con eldesarrollo de habilidades políticas. Es revelador,asimismo, que no tiene asociación con losvalores del liberalismo político ni con el apoyoa la democracia. La experiencia de participaciónen estas organizaciones, contrario a lo quepudiera pensarse, carece de relación con lascompetencias explícitamente relacionadas conuna cultura pública de la democracia.Pensándolo bien, estos resultados confirman loque suele pensar el sentido común: que lospolíticos profesionales ensalzan los valores dela democracia liberal “de dientes para afuera”.

Finalmente, el “asociativismo profesional/recreativo” tiene relaciones significativas con lascuatro dimensiones de las competencias cívicasque se están observando. Hay tres asociacionespositivas: con las habilidades políticas, lavaloración de la libertad y la tolerancia delpluralismo. Hay también una relación negativacon el apoyo a la democracia. El tipo de prácticasasociativas que se miden con esta variabledificulta la interpretación. Probablemente lamembresía en agrupaciones profesionalesfavorezca el rechazo a la corrupción en lasfunciones públicas; probablemente laparticipación en agrupaciones de arte y culturainfluya a favor de la tolerancia; y tal vez lapertenencia a agrupaciones tradicionalmentemás jerárquicas y corporativas, como los

sindicatos, o la experiencia de vivir con unapensión magra, como los integrantes de lasagrupaciones de jubilados, influyan en preferirel “avance económico” por encima de los“derechos ciudadanos”.

Es momento de hacer un balance general.Un hallazgo relevante es que los cinco tipos departicipación se asocian positivamente con eldesarrollo de habilidades políticas. Esto equivalea suponer que quienes tienen experiencias departicipación y asociativismo también cuentancon información política y con sentido deeficacia y corresponsabilidad. El análisisrealizado permite identificar esta asociación,pero no permite concluir si las prácticasasociativas influyen en el desarrollo de estashabilidades, o viceversa, si quienes tienen estashabilidades buscan oportunidades paraparticipar.

El resultado más significativo, sin embargo,es el de que no existe algún tipo de prácticaasociativa que se asocie positivamente, al mismotiempo, con los valores liberales y con el apoyoa la democracia. La variable que se asociapositivamente con el apoyo a la democracia,simultáneamente se relaciona de forma negativacon la valoración de las libertades de losciudadanos y con la aceptación del pluralismoen la sociedad. De forma paralela, una de lasvariables que presenta asociaciones positivas conlas dimensiones del liberalismo tiene unarelación negativa con el apoyo a la democracia—asociativismo recreativo/profesional—. En elcaso de “activismo” y “filantropía”, hay evidenciade una relación positiva con competenciascívicas liberales, pero no parece haber relacióncon el apoyo a la democracia. La participaciónen partidos políticos, irónicamente, es el casoextremo: no tiene relación con las inclinacionesdemocráticas, no parece oponerse a que losfuncionarios se beneficien de sus puestos, ni seasocia con el apoyo a las libertades de expresióny asociación de los ciudadanos.

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Lo que se observa es que el desarrollo decompetencias cívicas sigue patrones divergentes.La valoración de los derechos a la libertad deexpresión y asociación, y el rechazo al usoarbitrario y particularista del poder político, seencuentran en formas de participación pocoestructuradas en términos asociativos. Son lasprácticas “activistas” y de “filantropía”,caracterizadas más por formas de participaciónindividual que colectiva, donde hay una relacióncon los valores liberales. Por otra parte, lavariable que hace referencia a formas departicipación en organizaciones más estables, yque manifiesta relación con la valoración de laslibertades, parece estar orientada a actividadespoco relacionadas con la gestión pública —Asociativismo profesional/recreativo—. Lasagrupaciones profesionales, por ejemplo,pueden mirar más al mercado que al Estado,mientras que las otras que se integran en estavariable parecen orientadas hacia lareproducción de los espacios sociales yculturales.

En este contexto, no deja de ser reveladorque la participación en organizaciones o enrelaciones asociativas más estructuradas y conmayor vinculación con la gestión pública, no seasocie con los valores democrático liberales. Elasociativismo tiene relación con la democracia,pero no con las libertades civiles o la aceptacióndel pluralismo. La participación enorganizaciones políticas formales no se vinculacon ninguno de esos valores. Cabe preguntarse,entonces, en qué medida la difusión de unacultura pública de la democracia está en tensióncon estas agrupaciones y organizaciones. Ofreceruna respuesta adecuada requiere analizar a condetenimiento casos específicos.

ConclusionesConclusionesConclusionesConclusionesConclusiones

Los efectos diferenciales de las prácticasasociativas en las competencias cívicas de los

ciudadanos es un tema que merece másatención. Especialmente en países comoMéxico, de reciente democratización y con unaarraigada cultura de autoritarismo, es pertinenteidentificar con precisión el papel quedesempeñan la participación y las organizacionessociales en el fortalecimiento de la democracia.

En este trabajo propuse unaconceptualización inductiva de las prácticasasociativas y de las competencias cívicas deindividuos radicados en México. Empleandoinformación de la Encuesta Nacional de CulturaPolítica 2003, identifiqué cinco tipos de prácticasasociativas: “asociativismo”, “activismo”,“filantropía”, “participación política”, y“asociativismo profesional/recreativo”. De lamisma manera, las dimensiones del conceptode competencias cívicas que surgieron delanálisis son las siguientes: “habilidades políticas”,“valoración de la libertad”, “aceptación delpluralismo” y “apoyo a la democracia”.

Los principales resultados pueden sintetizarseen tres puntos. El primero es que se aportaevidencia a favor de la intuición de que diversospatrones asociativos se relacionan de maneradiferenciada con las competencias cívicas de losciudadanos. Es decir, si una persona participaen un partido político tenderá a desarrollarhabilidades y valores distintos a los de unapersona que forma parte de una agrupaciónreligiosa, o a los de quienes participan donandodinero a favor de ciertas causas. La segundaconclusión es que los cinco tipos de prácticasasociativas identificados en este trabajo serelacionan positivamente con la adquisición deinformación, sentido de eficacia y otrashabilidades políticas. Por último, no se detectaalgún tipo de práctica asociativa que se relacionepositivamente, al mismo tiempo, concompetencias cívicas democráticas, y concompetencias cívicas liberales. Esto significa quelos componentes principales de una culturapública del Estado democrático de derecho —la

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valoración de la soberanía popular, la protecciónde las libertades y la tolerancia— están presentesde forma disociada entre las distintas formas departicipación y asociación. Algunas actividadesasociativas favorecen el apoyo a la democracia,pero no los valores liberales; y viceversa. Desdeluego, no es responsabilidad de lasorganizaciones sociales ni de otras formas departicipación promover el listado completo devalores democráticos. Pero no es menosimportante saber a qué se debe que ciertasprácticas asociativas fomenten ciertos valorespúblicos y no otros. Por lo pronto, cabe llamarla atención con respecto a las manerasdiferenciadas en que la participación social estádando forma a una cultura pública de lademocracia en México.

A partir de los resultados expuestos resaltala necesidad de investigar con mayordetenimiento las competencias cívicas queemergen de las prácticas asociativas de losciudadanos. Una manera es refinar los análisisexpuestos en este documento. Lo que se hapresentado tiene un carácter todavíaexploratorio. Otra vía es adentrarse en elconocimiento de la vida asociativa de personasy grupos específicos. El desafío es explicar mejorlas contribuciones de las asociaciones sociales ala difusión de una cultura pública de lademocracia.

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Referencias bibliográficasReferencias bibliográficasReferencias bibliográficasReferencias bibliográficasReferencias bibliográficas

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ANEXOSANEXOSANEXOSANEXOSANEXOS

CUADRO 1 Participación social y prácticas asociativas en México 2003.

Análisis de factores por componentes principales

Actividades/ organizaciones Asociacionismo Activismo Filantropía Participación política

Profesional/ recreativo

Organización de ciudadanos .667 Organización de vecinos, colonos y condóminos

.625

Agrupación religiosa .605 Agrupación de ayuda social .593 Institución de beneficencia .458 Cooperativa Enviar o firmar cartas para apoyar una causa

.627

Enviar mensajes por computadora

.616

Actos de apoyo a causa .571 Recaudación de fondos para una causa

.526

Hacer donativos o prestar ayuda a alguna organización social

.512

Dar dinero a la Cruz Roja .717 Auxiliar a desconocido .634 Hacer donaciones en caso de desastre

.626

Enviar dinero a medios para apoyar una causa

.369 .382

Participación voluntaria en bien de la comunidad

.353 .353

Integrante de partido político .829 Integrante de agrupación política

.764

Integrante de una agrupación profesional

.576

Integrante de alguna organización de arte y cultura

.554

Integrante de una organización de pensionados y jubilados

.537

Integrante de un sindicato .394 .485

% Varianza explicada 21.6 7.8 5.6 5.4 4.9 % Varianza acumulada por los

5 factores 45.4

Fuente: Elaboración propia con base en ENCUP 2003

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CUADRO 2 Competencias cívicas

Análisis de factores por componentes principales Habilidades

políticas Valoración de

la libertad Aceptación del

pluralismo Apoyo a la democracia

Disposición a discutir sobre política .655 Información política .611 Sentido de eficacia política .583 Sentido de corresponsabilidad .408 Confianza interpersonal Desacuerdo con la corrupción de los funcionarios públicos

.645

Valoración de la libertad de expresión .547 Acuerdo con la expresión: “Unos cuantos líderes decididos harían más por el país que todas las leyes y promesas”

-.500

Acuerdo con la intervención del gobierno en la decisión de una persona de asociarse con otras

-.449

Acuerdo con permitir opiniones distintas a las propias en la televisión

.654

Acuerdo con permitir que homosexuales participen en política

.561

Aprobación de acciones de protesta contra el gobierno

.483

Apoyo a la democracia .709 % Varianza explicada 13.7 9.7 8.4 8.1

% Varianza acumulada por los 5 factores

40.1

Fuente: Elaboración propia con base en ENCUP 2003

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CUADRO 3 Prácticas asociativas y competencias cívicas: asociaciones bivariadas1

(N= 2,622) Habilidades

políticas Valoración de la

libertad Aceptación del

pluralismo Apoyo a la democracia

Asociativismo .093 p=.000

-.086 p=.000

-.101 p=.000

.038 p=.049

Activismo .237

p=.000 .068

p=.001 .077

p=.000 -.029

p=.144

Filantropía .175 p=.000

.041 p=.037

.039 p=.043

-.030 p=.124

Participación política .060

p=.002 -.017

p=.393 -.006

p=.767 .019

p=.329

Profesional /recreativo .099 p=.000

.114 p=.000

.056 p=.004

-.047 p=.015

Fuente: Elaboración propia con base en ENCUP 2003 1 Coeficiente de correlación Rho de Spearman

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V.V.V.V.V. Entre la colaboración y la dependencia, laEntre la colaboración y la dependencia, laEntre la colaboración y la dependencia, laEntre la colaboración y la dependencia, laEntre la colaboración y la dependencia, laacción de las organizaciones no lucrativas conacción de las organizaciones no lucrativas conacción de las organizaciones no lucrativas conacción de las organizaciones no lucrativas conacción de las organizaciones no lucrativas contrabajo en VIH-SIDA de la Ciudad de Méxicotrabajo en VIH-SIDA de la Ciudad de Méxicotrabajo en VIH-SIDA de la Ciudad de Méxicotrabajo en VIH-SIDA de la Ciudad de Méxicotrabajo en VIH-SIDA de la Ciudad de México 1 1 1 1 1

Alberto Hernández Baqueiro2

ResumenResumenResumenResumenResumen

A continuación se presenta una línea cronológica que relaciona tres ejes temporales paralelos: el delos acontecimientos que marcan la evolución de la problemática VIH-SIDA a nivel internacional,con atención en los EUA; el eje de modificaciones del entorno nacional, especialmente la acción delEstado y el eje de la acción de las organizaciones mismas. Empieza en 1978 y termina en 2005. Elentorno obliga a las organizaciones a adaptarse, ofrecer ciertos servicios, seguir ciertas estrategias,establecer cierta clase de vínculos con otras entidades, en particular con el Estado. Los motivos éticosse dan en el momento de la fundación y a lo largo de su trabajo se ponen en ejercicio con más omenos claridad y eficacia, de acuerdo a cada historia adaptativa. Pueden identificarse tres grupos deorganizaciones que surgen con perfiles distintos al comienzo, en la parte crítica y la parte final-médicade la problemática. La relación con el Estado es compleja, de cooperación en las mejores ocasiones.El motor principal de la capacidad organizativa es la confianza y los valores compartidos.

Advertencia e inicioAdvertencia e inicioAdvertencia e inicioAdvertencia e inicioAdvertencia e inicio

El interés de los autores de este documento es la ética que puede observarse en la vida real. Enparticular, nos interesa saber cuál es la ética que de hecho opera cuando las personas actúan en lasociedad de la que formamos parte, precisamente en estos tiempos. Conservamos la noción tradicionalde que la ética es una búsqueda, principalmente intelectual, para descubrir cómo se logra la vidabuena humana. Por otra parte, no nos ocupamos en este momento de la ética del individuo cuandose considera en sí mismo, sino que queremos descubrir cuáles son las condiciones de la vida buenaen una sociedad compleja, para la cual no basta con la acción individual sino que hace falta unacapacidad de actuar en relación con otros. No obstante, no se trata aquí de la acción política, o nocomo se la entiende comúnmente, esto es, no se trata del actuar en relación con el poder político,sino de la acción moral en relación con los demás sujetos humanos. En nuestra opinión, el interéspor este aspecto de la acción moral nos conduce a preguntarnos acerca de la acción ética en lasorganizaciones, es decir, acerca de la calidad ética de las acciones llevadas a cabo por las organizacioneshumanas. Sin embargo, remitimos a otro momento la discusión filosófica acerca de la naturaleza de

1 Este documento es parte de un proyecto de investigación sobre la sociedad civil en México amparado por la Cátedra deÉtica, y Sociedad Civil del Tecnológico de Monterrey. El equipo de investigación está formado por Michel Martell,Juan Mario Ramos, José Tadeo Olivarría y Lëila Oulhaj. Esta investigación contó con un patrocinio del InstitutoEsta investigación contó con un patrocinio del InstitutoEsta investigación contó con un patrocinio del InstitutoEsta investigación contó con un patrocinio del InstitutoEsta investigación contó con un patrocinio del InstitutoNacional de Desarrollo Social a través de su Programa de Coinversión Social en 2005.Nacional de Desarrollo Social a través de su Programa de Coinversión Social en 2005.Nacional de Desarrollo Social a través de su Programa de Coinversión Social en 2005.Nacional de Desarrollo Social a través de su Programa de Coinversión Social en 2005.Nacional de Desarrollo Social a través de su Programa de Coinversión Social en 2005.

2 Alberto Hernández. Profesor investigador en el Centro de Investigación en Humanidades, Tecnológico de Monterrey,Campus Ciudad de México, [email protected]

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la “agencia moral” de la organización, que ahorasimplemente se postula. Asimismo, nos situamosen una perspectiva algo diferente de lo que nosparece que sugieren expresiones como“responsabilidad social corporativa” o“transparencia”.

El estudio del que este escrito forma parte serefiere a organizaciones mexicanas que trabajanen la Ciudad de México atendiendo a laproblemática del VIH-SIDA. La selección delsujeto de estudio sólo es parcialmente arbitrariay táctica. Con mucho, el número mayor deentidades dedicadas a dicha problemática, tantopúblicas como privadas, se encuentra en estaciudad3. Obtener una descripción adecuada delo que pasa aquí en relación con lasorganizaciones, dará una idea bastante cercanasobre la situación de este sector en su alcancenacional, si bien las condiciones de unaorganización particular fuera de la capital puedeser muy distintas a las que se encuentran aquí.

El insumo fundamental para este trabajo hasido la investigación de campo apoyada en visitasa un grupo representativo de organizaciones, unaserie de entrevistas en profundidad a losdirectivos de las mismas y revisionesdocumentales. Los detalles de la metodologíase omiten en este escrito por razones de espacioy por no ser sustanciales para lo que se quierecomunicar en él.4 (véase figura 1)

El sentido de la figura 1El sentido de la figura 1El sentido de la figura 1El sentido de la figura 1El sentido de la figura 1

En la figura 1 (página XXX) se resumen losfactores más importantes que identificamos a lolargo de una línea de tiempo en tres niveles deentorno de las organizaciones dedicadas al VIH-SIDA. La línea comienza en el año 1978, añoen el cual se conocieron los primeros casos dela enfermedad en los Estados Unidos, y terminaen 2005.

La sugerencia de la figura es que se puededibujar tres líneas de acontecimientos paralelos.La primera de ellas aparece como un entornoremoto, en el cual los movimientos se dan en elámbito de acción de organismos internacionales,particularmente los ligados a la Organización delas Naciones Unidas (la Organización Mundialde la Salud, OMS, y el Programa de lasNaciones Unidas para el Desarrollo, PNUD,principalmente), la Organización Panamericanade la Salud (OPS) y/o, en otro nivel, en losEstados Unidos de América. Una palabra sobreel porqué Estados Unidos: ocurre que, dehecho, los sucesos en ese país tienen unainfluencia importante y muy directa en relacióncon la enfermedad a nivel mundial,5 comodinámica internacional y también en relacióncon lo que pasa al nivel privado, en lasorganizaciones civiles y, eventualmente, en lasorganizaciones mexicanas. En esta línea, enparticular, no se trata solamente de unantecedente histórico o anecdótico, sino que hayun precedente importante para lasorganizaciones mexicanas en cuanto se refierea las estrategias de combate a la enfermedad,las formas de organización y las maneras deconceptuar el problema y las acciones que ésterequiere. Las razones de esta influencia están

3 En esto, y quizás en otros sectores, se da un fenómenode concentración doble: no sólo se concentran lasorganizaciones en el D.F., sino que incluso más: dentrode la ciudad se da una centralización en el territorio dela delegación Cuauhtémoc, que ella sola albergaalrededor de la mitad de las organizaciones dedicadasal VIH-SIDA en la ciudad.

4 Para más referencias metodológicas sobre este proyectoel lector interesado puede referirse a nuestro trabajoanterior (Alberto Hernández, “Estructura ética y culturaorganizacional. ¿Formalización o compromiso?Reflexiones sobre un estudio de caso”, 2005).

5 Por un lado, la investigación médica y farmacológicanorteamericana es la más abundante. Por otro, se diouna importante colaboración entre la OPS y losInstitutos Nacionales de Salud de los Estados Unidosdesde 1984, que derivó en una asistencia técnica muycercana hacia la OPS y por consiguiente hacia la región.

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Al principio fueron los setentaAl principio fueron los setentaAl principio fueron los setentaAl principio fueron los setentaAl principio fueron los setenta

Cuando se encontraron los primeros casos deenfermos inmunodeficientes no se sabía quéocasionaba la enfermedad ni había unadesignación para ella. Solamente a finales de lossetenta, cuando se empezó a establecer en losEstados Unidos una asociación entre algunos delos primeros casos y la población homosexualmasculina se empezó a hablar de un “cáncerrosa” y de un “Gay Related Inmuno Deficiency”(GRID). Esta asociación indebidamente parcialde una enfermedad con una población,empleada de maneras no siempre coherentes,fue reforzada por la prensa que se generó a partirde que la enfermedad pasó al conocimiento delgran público, y es uno de los factores culturalesque hacen fascinante el estudio del VIH-SIDA.Algunos de los temas que todavía hoy semanejan en la agenda de los movimientos yorganizaciones en este campo, tales como“estigma”, discriminación, intolerancia y otrossemejantes, tuvieron su comienzo en aquellasprimeras incongruencias en el manejo delfenómeno.

Para esos momentos todavía no se teníannoticias de casos en territorio mexicano. Enrealidad, no había información sobre el agentepatógeno causante de la enfermedad ni sobrelas formas de transmisión de la misma. Por tanto,a pesar de la vecindad entre los Estados Unidosy México, no parecía haber un peligro cercano,y no tenemos registro de ninguna acciónpreventiva por parte de ninguna entidadmexicana.

Al nivel de las organizaciones, hemosencontrado que algunas de las que siguenteniendo un papel significativo en la atenciónde la enfermedad ya existían antes de la apariciónde ésta en México. De las organizaciones queincluimos en el estudio hay dos que ilustran esasituación. La primera, Árbol de la Vida, inició

relacionadas con la cercanía de los EstadosUnidos con México, que se manifiesta demanera intensa en la problemática que nosocupa.

La segunda línea de acontecimientos serefiere al entorno nacional de las organizaciones.El principal actor en ese entorno, aunque no elúnico, es el Estado mexicano. El Estado actúaen estos casos, sobre todo, a través de lasinstituciones públicas de salud, principalmentela Secretaría de Salud, el Instituto Mexicano delSeguro Social, algunos de los institutosnacionales de salud y el Consejo Nacional parael SIDA, hoy llamado Censida. En el caso delas organizaciones de la Ciudad de México unactor principal es el programa del Gobierno delDistrito Federal para la atención del SIDA,especialmente a partir del año 2000.

La tercera línea paralela corresponde a lasorganizaciones de la sociedad civil dedicadas aeste tema de manera preponderante. En la figurase incluyen solamente las organizacionesrepresentativas incluidas en un estudio del cuales parte este documento.

A continuación se narra sumariamente eldespliegue de estas tres líneas de tiempo, con laintención de sugerir la manera como los sucesosocurridos en las dos primeras líneas,principalmente, operan a la manera de entornosante los cuales las organizaciones tienen queadaptarse y responder, desarrollandomecanismos u órganos adaptativos en respuestaa las circunstancias cambiantes. También, estosentornos influyen sobre la capacidad de lasorganizaciones para realizar sus objetivos y susposibilidades para movilizar recursos y personas.Dos aspectos fundamentales cuando se hablade las OSC.

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sus actividades en 1978 y estaba orientada a losenfermos incurables. Esto implica que en primerlugar su actividad no era específicamente laatención del SIDA, pero conforme se presentóel problema este tipo de pacientes ocuparoncada vez mayor espacio de su actividad, hastallegar al punto de que solamente eran atendidosenfermos de SIDA, lo que también representóuna opción ética para la organización, puesenfermos de otros padecimientos se rehusabana compartir espacios con los pacientes de SIDA.Desde el punto de vista de la acción moral, elcaso de Árbol de la Vida ilustra una serie decontenidos éticos de gran valía. Hay mucho dealtruismo en esta historia, pero también deamistad, importantes dosis de fe, capacidad deesfuerzo y sencillez para dejarse ayudar y paraaprender. Entre los años 1992 y 1994 se dio unacolaboración muy importante, una suerte dealianza, entre esta iniciativa y Ser Humano, unode los primeros albergues específicos paraenfermos de SIDA. Desde hace pocos años lospacientes del Árbol empiezan a diversificarsenuevamente, y en la medida que baja la demandade servicios por parte de los enfermos de SIDA,es posible que esta institución se distancie másde las dinámicas propias de este sector.

La segunda organización que tuvo unareorientación de sus actividades originalesdebido al surgimiento de la enfermedad nos llevaa un terreno muy diferente. En la segunda mitadde los setenta existió un incipiente movimientode militancia homosexual en la capital mexicana.De la reorganización o desintegración de variosde los grupos y movimientos que entonces habíasurgió el Colectivo Sol, entre otros. Ya desde sunombre remite a un marco de referencias lejanoal asistencialismo. En principio, el objetivo dela organización era la lucha por los derechos dela minoría sexual y otros relacionados con elmovimiento de liberación homosexual. Cuandose hizo presente el SIDA en la sociedadmexicana y se dieron los primeros pacientes enla población homosexual de la ciudad, el

Colectivo Sol sufrió una rápida y violentareorientación de sus actividades hasta el puntode convertirse en una entidad especializada enla problemática VIH-SIDA, si bien no en laatención de pacientes. Actualmente su campode trabajo sigue siendo casi exclusivamente elde los aspectos sociales, legales, políticos,económicos de la enfermedad, y ha dado lugara iniciativas a su interior que no se relacionancon el activismo homosexual, pero sí con lasdiversas poblaciones afectadas por la epidemiatales como mujeres y jóvenes. Es llamativa laoriginalidad de las primeras iniciativas paradifundir información (ya en los ochenta), quefueron desde obras de teatro y publicacioneshasta charlas en bares, espacios abiertos y bañospúblicos. En el caso de Colectivo Sol y de otrasorganizaciones afines hubo motivacionesiniciales para el trabajo organizado vinculadascon vivencias donde el amor y el afecto jueganun papel importante. En ese sentido podríahablarse de motivos personales o individuales.Pero también hay un elemento de solidaridad yde acción cívica, que ya existía antes del brotede la enfermedad. Es una forma de solidaridaddefinida para un grupo particular que estabareivindicando una agenda de lucha bastanteespecífica, como el colectivo homosexual.

La explosión llegó en los ochentaLa explosión llegó en los ochentaLa explosión llegó en los ochentaLa explosión llegó en los ochentaLa explosión llegó en los ochenta

En el ámbito internacional los años ochentacomienzan con las designaciones provisionalesde la enfermedad y con las primeras reaccionesorganizadas por parte de la sociedad. En estasituación la pregunta que proponemos es:¿Cómo puede explicarse que la sociedadreaccione creando sus primeros órganosespecializados en la atención de estaproblemática? Una primera aproximación a larespuesta es que la sociedad reacciona en lugaressensibles. Algunos de los primeros y másllamativos casos de SIDA en los Estados Unidosse dan dentro de la población homosexual (loque no forzosamente ocurre así en otros lugares:

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África es el caso patente pero no el único). Enese país surgen las primeras organizacionesespecializadas. Lo que sugerimos ahora es quela población homosexual era particularmentesensible al impacto de la enfermedad, tantoporque estaba afectando de modo evidente aalgunos de sus integrantes como porque era unapoblación con una capacidad de respuesta queposiblemente no se hubiera encontrado en otrossegmentos poblacionales. En concreto, durantela década precedente los movimientos deliberación homosexual en los Estados Unidosconocieron un momento de enorme actividad,especialmente en algunos enclavesmetropolitanos como Los Ángeles, SanFrancisco y Nueva York. Precisamente en esasciudades la enfermedad golpeó más fuerte a lascomunidades homosexuales y fue allí donde sedieron las primeras reacciones organizadasfrente a la enfermedad. Estas reacciones nocarecían de antecedentes, pues se apoyaron dealguna manera en las organizacioneshomosexuales que habían creado o utilizado unacapacidad de auto-organización (lo quepodríamos aventurar que constituyó unadiversidad de formas de capital social) en losaños anteriores. Los vínculos de estasorganizaciones con otros sectores sociales sepusieron en juego en varios momentos. EnMéxico, hubo una capacidad de convocatoriaimportante entre artistas, escritores y algunospequeños empresarios, a mediados de losochenta.

En este periodo se dan los primeros casosde la enfermedad en México. El Dr. ManuelFeregrino reportó en 1980 lo que sería el primercaso mexicano de SIDA. Muy rápidamente elnúmero de pacientes aumenta y se conviertenen un verdadero enigma para las institucionesde salud. Tan temprano como el año 1983 seforma un primer Comité de Prevención de laenfermedad con participación de lasinstituciones públicas y de ciudadanos, si bien,dicho cuerpo no atina a dar una respuesta clara,

que a la sazón nadie estaba en condiciones debarruntar, frente al nuevo padecimiento. En1986 se asigna al Comité Nacional dePrevención del SIDA (Conasida) la función deestablecer criterios y normas para el diagnóstico,tratamiento, prevención y control del VIH,aunque no tenía recursos propios sino quedependía de fondos de otros programas y derecursos externos.6 Es importante destacar queno hay una respuesta homogénea por parte delas instituciones públicas. Algunas de las tareasmás loables en la atención de la enfermedad sedieron y se siguen dando, no obstante, en esasinstituciones de salud. Allí, en 1983, serecibieron y atendieron los primeros casos,particularmente en el IMSS, el hospital de LaRaza, el INDRE y el Instituto Nacional de laNutrición. Desde esos momentos se comenzóa formar un núcleo primigenio de médicos quese especializaron en el tratamiento del SIDA apartir de un interés profesional personal y a uncosto alto, también personal, ante laincomprensión o la hostilidad del resto delpersonal médico de las instituciones. Algunosde ellos optaron eventualmente por salir delsistema de salud público o colaboraron con lasiniciativas civiles que brotaron a mediados de ladécada. Y también se da el caso de que losmédicos mismos pueden resultar VIH positivosy reaccionar entonces con un compromisomoral altísimo hacia el problema.

Para el año 1983 la enfermedad adquiere porfin una identidad propia, cuando es descubiertoel virus que causa la inmunodeficiencia y esdesignado ulteriormente por las siglas VIH. Estedescubrimiento tiene un gran valor simbólicoademás de su evidente valor científico y médico.A partir de que se conoce al agente patógeno escompletamente claro el carácter biológico del

6 Carlos Magis Rodríguez. “El gasto en la atención y laprevencion del VIH-SIDA en México: tendencias yestimaciones 1997-2002”, Salud Pública de México, vol.47, núm. 5, septiembre-octubre de 2005, pág. 362.

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problema y que se trata de una enfermedad yno de ninguna clase de acción divina o metafísicaen castigo de determinadas personas oconductas, reales o supuestas. El descubrimientose realiza casi simultáneamente en Francia yEstados Unidos, pero respecto a la polémica quese dio alrededor del descubrimiento quizás lomás importante es que contribuyó a la difusiónhacia el gran público de información científicay médica acerca de la enfermedad. En esemismo año surgen en Los Ángeles y SanFrancisco organizaciones dedicadas altratamiento de la enfermedad que seextendieron rápidamente y se constituyeron enmodelos de actuación para otras latitudes. Estaconexión es clara y manifiesta para México, tantoa nivel de los modelos de organización como anivel de los individuos que las han encabezado.En palabras de uno de los pioneros del trabajoen VIH-SIDA en México:

“La integración del tema de VIH enMéxico, en la sociedad civil, empieza adarse alrededor del 82. La integración delconocimiento, porque las organizacionesque estábamos trabajando en la liberaciónhomosexual, sobre todo en Guadalajara,Tijuana y el Distrito Federal, teníamosmuchísima relación con las organizacionesnorteamericanas y con las publicacionesnorteamericanas. Ahí fue donde nos llegóprimero la noticia del GRID famoso ... lainmunodeficiencia relacionada con losgays... pero no lo veíamos cercano, loveíamos como todo mundo lo veía, loveíamos como una cosa de gringos”.

Varias organizaciones mexicanas tomaron lasestrategias y objetivos de organizacionesamericanas y las replicaron en México, alprincipio de manera más fiel y gradualmentemediando un proceso de “mexicanización” oadaptación y desarrollando nuevos programasespecíficos, para mujeres, para jóvenes, parahombres que tienen sexo con hombres, etcétera.

También iniciativas públicas, como la línea deinformación telefónica “Telsida”, auspiciada porConasida durante varios años tuvo su inspiraciónen el servicio prestado por la San FranciscoAIDS Foundation.

También es frecuente encontrar en lasbiografías de varios de los líderes de lasorganizaciones mexicanas una importanteexperiencia de trabajo, estudio o voluntariadoen los Estados Unidos. Estas experienciaspersonales son esenciales para que se haya dadoen estas personas la decisión y la capacidad deiniciar su trabajo en este campo una vez queregresaron al país.

Sin pretender que por sí mismo importe,consideremos el valor simbólico de los eventospúblicos. La colectividad capitalina interesadaen la problemática VIH-SIDA celebra tresprincipales ocasiones de manera regular: el DíaMundial de Lucha contra el SIDA, que tienelugar el 1 de diciembre y se originó en unaresolución de la ONU en 1988; la MarchaNocturna Silenciosa, celebradaininterrumpidamente desde 1988 , y es la versiónnacional del “Candlelight Memorial” iniciado en1983 por iniciativa de una organización civilradicada en Washington (Global HealthCouncil); y finalmente la Ofrenda en Memoriade los Muertos por SIDA, que tiene lugar en lafiesta de muertos en noviembre desde 1993. Lostres niveles de entornos están representados: lainfluencia de la acción internacional y mundialse reflejan en el Día Internacional de Luchacontra el SIDA, que implica un liderazgo de lasautoridades; la iniciativa civil norteamericanatiene una respuesta mexicana en la CaminataNocturna Silenciosa7 y, finalmente, la tradición

7 Quizás no esté demás aclararlo: la relación con losEstados Unidos, en este caso, claramente no se refiereal gobierno o las políticas de ese país sinofundamentalmente a las organizaciones de la sociedadcivil, con las que se establecieron vínculos cercanos.Usando la expresión de una de sus agencias, con elpueblo de los Estados Unidos.

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local se materializa en la Ofrenda en Memoriade los Muertos por SIDA. En la Caminata elvínculo norteamericano también es interesante.En el boletín preparado por el comitéorganizador de 2005 se lee, a manera deantecedente, “la primera Caminata Nocturnasilenciosa surge como un homenaje y recuerdode las personas fallecidas por el SIDA, ésta fuerealizada la tarde del 2 de mayo de 1983 en SanFrancisco, California (...) en 1984 el ColectivoSol entró en contacto con el grupo MovilizationAgainst AIDS de San Francisco, que organizabala AIDS Candelight, comprometiéndose arealizar este acto en México”. La Caminata escoordinada cada año por una diferenteorganización civil, pero hay que añadir que enestas actividades es muy común el trabajocoordinado de las entidades públicas y privadas.No es raro que el orador principal en laCaminata sea el titular de Censada.8

Es un lugar común cuando se habla sobre lasociedad civil mexicana referirse al terremotode 1985 como un “parteaguas”. El verdaderoalcance de ese acontecimiento en la historia delas organizaciones sociales todavía está pordefinirse, pero para el tema que nos ocupa esde una dramática importancia, debido a que elVIH se transmite por vía sanguínea. En efecto,el terremoto supuso la utilización de enormescantidades de sangre transfundida, en unmomento en que no existían los actualescontroles sanitarios para la donación de sangre.De acuerdo con varios de los testimoniosrecogidos durante la investigación, una buenacantidad de litros de esa sangre utilizada durantela emergencia del 85 provenía del extranjero yestaba contaminada con el VIH. No es posibleestablecer seriamente el impacto que estosacontecimientos tuvieron en la difusión de laenfermedad en la capital mexicana, perosabemos que en ese mismo momento se danvarias coincidencias que mencionaremos unpoco más adelante. La ley de sangre segura ysus controles implícitos no llegó hasta 1986.

En el año 1985 se empiezan a practicar lasprimeras pruebas de detección serológicas anivel mundial. Dichas pruebas se aplicaron muyrápidamente en México, en principio porrazones epidemiológicas. El INDRE comenzóestas pruebas, y es revelador saber que en esasprimeras acciones frente a la enfermedad huboparticipación de voluntarios en el seno de unaentidad pública. Algunos de esos voluntariostuvieron allí sus primerísimas experiencias conla enfermedad y éstas fueron importantes paraorientar una elección de vida en jóvenes que,entonces, estaban en el arranque de sus vidasprofesionales. Muchos de ellos eran gays. Lasexploraciones epidemiológicas no podíanayudar a los portadores del virus, peromostraron claramente que la enfermedad estabapresente y en aumento. Al principio, refiere unode los testimonios, llegó a pasar que “nosabíamos si dar o no los resultados de las pruebasporque no había nada que pudiéramos hacerpara ayudar a los pacientes que salían ‘positivos’.Salvo, tal vez, ‘ayudarles a bien morir’”.

Ya sea bajo el impulso de una floración deorganizaciones civiles que tuvo lugar a partir delaño 1985, o ya sea como respuesta de la sociedadfrente a la problemática del VIH-SIDA, a partirde 1986 se crean las primeras organizacionesmexicanas dedicadas específicamente a estetema. En 1986 la Fundación Mexicana para laLucha contra el SIDA y La Casa de la Sal, concaracterísticas culturales distintas y estrategiastambién diferentes en algunos rasgos, perosemejantes en cuanto sus objetivos fundacionalesestán definidos por la respuesta a la enfermedad.En cierto modo, estas dos primeras inaugurarondos “linajes”. En las organizaciones de la clasede la Fundasida es importante, aunque noexclusiva, la participación de voluntarios varonesgays, mientras que en la clase de la Casa de laSal el núcleo inicial está formado sólo por

8 Así ocurrió en 2005. Ver Letra S, número 107, juniode 2005, pág. 2.

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mujeres. Hay un componente filantrópico muyimportante en las motivaciones iniciales de estegrupo. Desde el principio, atendió y atiende unpúblico de adultos, pero su actividadrepresentativa y la que consume la mayor partede sus recursos es la atención a los niños de sualbergue. La Casa de la Sal encontró unanecesidad muy clara que atender,indudablemente, y alrededor de la satisfacciónde esta necesidad se ha construido toda suestructura y estrategias. De una forma semejante,en la Fundasida, si bien se ofrecen servicios paracualquier persona, el componente gay de sucultura lo relacionamos inevitablemente con eldesarrollo de algunas áreas, por ejemplo, eltrabajo en derechos humanos y discriminación,así como la atención médica y psicológica.

A partir de 1987 hay una sucesión, nuncademasiado grande, de organizaciones quetrabajan en el campo del VIH-SIDA, algunasde las cuales sobreviven hasta el día de hoy,debidamente transformadas, y gozan de unprestigio en su propio medio, mientras quealgunas otras han desaparecido ya después decumplir una función o bien tras haber sidoincapaces de sobrevivir a las cambiantescondiciones del entorno. Este comportamientono es privativo de esta problemática, la mayorparte de las organizaciones no lucrativas vivenmenos de tres años. De entre las organizacionesque sobreviven y están incluidas en el estudiodebe mencionarse a Ave de México, quedesarrolló un importante papel en las tareas dedifusión de información actualizada, activismo,educación e influencia en la opinión pública.En esta fase del estudio no hemos puesto énfasisen los nombres de las personas que encararonestas tareas, en tanto nuestro foco de atenciónes la organización, pero los individuos existen oexistieron y jugaron un papel casi icónico en estetema. Ave de México aportó al menos uno deesos nombres, Francisco Estrada Valle, sufundador, quien “importó” el modo de trabajodel grupo “Aves”, de Houston, Texas.

La organización Albergues de Méxicoempezó a trabajar en 1988 y aún funciona, perono fue incluida en el estudio por razonesoperativas. Los años ochenta son los másdolorosos para la población afectada. Se da unimpresionante número de decesos y el númerode contagios crece cotidianamente. Alberguesde México estuvo dirigido a una necesidadimperiosa que es dar albergue a enfermosadultos, quienes con frecuencia carecen deopciones. Aunque esta organización está muymodelada por la personalidad de su iniciador,en ella como en otras que funcionaron seadvierte influencia de la organizaciónnorteamericana Shanti, surgida hace 30 años consede en San Francisco, que ha desarrolladoprogramas importantes para la atención delVIH-SIDA.

En un contexto general, de acuerdo a losregistros que se tienen, hasta el 1 de junio de1988 se notificaron 1,502 casos de SIDA enMéxico. De ellos, menos del 10% correspondíaa mujeres; de los demás casos, 58% correspondíaa varones homosexuales y 26% a bisexuales, elrestante casi 8% a heterosexuales.9 Asimismo,la tercera parte del total de casos se registró enla Ciudad de México. Esas proporciones hancambiado al presente, pero interesa ver estosperfiles de la epidemia en ese momento paraentender de dónde provino la respuesta social ala misma.

En 1989 había suficientes iniciativastrabajando en el tema como para que se dieralugar al intento más fuerte, hasta hoy, de ordenarel conjunto de iniciativas aisladas. Tal intentofue la “red” Mexicanos contra el SIDA, hoyextinta, que perseguía llevar atención a todo elpaís y no sólo a la Ciudad de México.

El Comité de Prevención de 1983 fuetransformado en Consejo Nacional para la

9 Valdespino y coautores, obra citada, pág. 491.

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Prevención y el Control del SIDA(CONASIDA) por un decreto presidencial de1988. Puede decirse que esta es la respuestainstitucional más clara que dio el Estadomexicano a la problemática que se le planteó, sibien un tanto tardía, amén de que sólo se leasignaron recursos presupuestales propios apartir de 1991, como parte de la Secretaría deSalud, en tanto que la mayoría de sus actividadesvenían financiándose con recursos deorganismos internacionales. Aquí cabe recordarque si bien nuestro objeto son las organizacionesconcretas y el Estado lo vemos sólo en cuantoentorno, él a su vez puede ser sujeto de la mismamirada, como una entidad que se mueve en unentorno. En el plano internacional y como unprecedente inmediato hay que recordar que en1987 tuvo lugar en París el Primer CongresoMundial sobre el SIDA, y esto es muyimportante en cuanto al posicionamiento delproblema en la opinión pública mundial, entanto que a nivel regional la OPS creó elPrograma Regional contra el SIDA en lasAméricas (SIDALAC) y “se esforzó porconsolidar el sistema de vigilanciaepidemiológica propuesto a los países” desde1984.10 SIDALAC estableció relaciones tantocon los gobiernos como con instituciones nogubernamentales. Por ejemplo con los primeros,y de acuerdo con los testimonios recogidos,existió una presión de estos organismosinternacionales para que el gobierno mexicanocrease un programa nacional de atención alproblema. En relación con las segundas, un casonotable es el ejercicio de Cuentas Nacionalesen VIH-SIDA, impulsado en varios países, entreellos México desde el bienio 1997-1998, yejecutado por la Fundación Mexicana para laSalud, A.C., una entidad civil.

Volvamos a México: el Conasida fue unainstancia multifacética en el manejo de laepidemia. Permitió por primera vez un mínimode acción coordinada por parte de lasinstituciones públicas y, lo que es más importante

todavía para nuestro tema, involucró en estatarea a la sociedad interesada en el problema.Al centralizar el manejo del problema, elConasida permitió a las organizaciones tener uninterlocutor concreto y directo por parte delEstado, un interlocutor relativamente accesibleal que se podía reclamar acciones y recursospero con el cual también se podía, de hecho,establecer relaciones directas de colaboración,recibir financiamientos y apoyos en especie,información, capacitación y redes. Además,también orientó la aparición de organizaciones.En uno de los grupos focales de la investigaciónse recoge:

“y que al mismo tiempo [el Conasida]generó a organizaciones: Ave de México,la Fundación, finalmente fueron gente quese nutrieron de lo que hacía Conasida:información, relación con otrasorganizaciones en el extranjero... porejemplo, los primeros talleres quenosotros trajimos de Gay Men HealthCrisis, fueron traídos y se aplicaban confondos del Conasida inicial”.

La actuación del organismo es valoradadesigualmente, se le reconoce una aportaciónesencial en la centralización y coordinación detareas, la introducción de normas en el manejosanguíneo así como en la creación del primercentro médico especializado en VIH-SIDA quese estableció y aún permanece en la calle deFlora, en la colonia Roma. En palabras de losactores sociales:

“El Conasida para las organizaciones queestábamos trabajando representó unaesperanza (...) había altas expectativas parala respuesta que podría tener el Conasiday fue una instancia, en mi opinión, muygeneradora del diálogo político... fueprimera vez que pudimos tener diálogo

10 Boletín de la OPS, cit.

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con directivos, así al tú por tú, entoncesera una cosa novedosa. Más allá de laslimitaciones que tuviera, más allá de todoel proceso que tuviera el Conasida paraconformarse como tal, para mí lorescatable es que inicia el diálogo políticoy abre la luz de la esperanza para poderresponder de una manera articulada a laepidemia...”.

Mientras por otro lado se le achaca ciertaparquedad en la respuesta, que sesgó la visiónsobre la enfermedad, sobre todo en momentosclave, y respuestas incompletas e insuficientesante necesidades concretas. Pero además de lacuestión de la atención médica, que desde luegoes básica en el asunto, hay que decir que elConasida también abrió la posibilidad de tenerun debate frente al Estado en cuanto a losaspectos políticos, sociales y culturales de laenfermedad que difícilmente se habrían podidoatender desde las facultades de las institucionespúblicas de salud tradicionales, que sólo veíanun aspecto médico o epidemiológico.

Irónicamente, en el nivel nacional mexicanoel año 1988 trajo consigo la creación delConasida y también un cambio de sexenio en elPoder Ejecutivo Federal. La actuación de laSecretaría de Salud bajo la dirección del Dr.Jesús Kumate se distinguió por un retraimientoen sus alcances sobre la problemáticaVIH-SIDA. En los testimonios recogidos sehabla incluso de campañas de educación yprevención interrumpidas prematuramente y derecortes en los recursos destinados a la atenciónde la epidemia. Tal retraimiento, se sugiere, noes ajeno a cierto “moralismo” mal entendido ypeor aplicado, relativo a las conductas sexualesde la sociedad mexicana que la enfermedad pusode relieve (y que siguen, por cierto, en la sombrade lo desconocido), a la presión de gruposconservadores y de algunas iglesias.

En el nivel básico de nuestra línea de tiempo,las primeras organizaciones dedicadas al

VIH-SIDA tenían un panorama difícil: ningunarespuesta médica que dar, carencia casi absolutade información y de recursos, miedo y hostilidadde parte de la sociedad. Y sin embargo haymovilización. Las tareas que inicialmente sellevan a cabo están definidas por la marca de lamortalidad. El SIDA equivale a una sentenciade muerte en el corto plazo y eso es lo que tratande manejar las organizaciones. Pensemos en losservicios ofrecidos: la especialización entanatología era previsible y urgente, así como laatención a las familias para sobrellevar la pérdiday el sufrimiento; además de lo que se pudierahacer médicamente para tratar de aliviar lasituación, aunque sin esperanza de cura; el“acompañamiento” en hospitales (cuando atanta fortuna podía llegar el enfermo), endomicilios y el albergue, que es en ocasiones uneufemismo para referirse a tener un lugar dondemorir. No es posible exagerar el dramatismo delas situaciones que se vivieron por cientos enesta segunda mitad de la década. Enfermosdespreciados por sus familias, experiencias delmás completo desamparo ante las cuales lasorganizaciones estaban siempre limitadas,dolorosamente limitadas en sus posibilidades desocorrer a los enfermos. Y muchas historias desolidaridad, de amistad, creatividad ygenerosidad, de impresionante valor ético porparte de muchos voluntarios: esta etapa demayor urgencia de la enfermedad también es lade mayor participación voluntaria. La fuerza detrabajo voluntaria, por así llamarla, en esosmomentos era copiosa, y venía tanto en formade personas con estudios universitarios comode gente sin formación especial. Las profesionesmás requeridas desde luego son los médicos,las enfermeras, pero también de modoimportante había psicólogos, trabajadoressociales, tanatólogos y un amplio abanico deotras ocupaciones. La figura de los voluntarioses muy atractiva para nuestro estudio de losfactores éticos en la organización porque sevincula con el altruismo, con la capacidad dedar, con la amistad, y con una serie de valores

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morales como el pluralismo, la tolerancia, elrespeto, la defensa de derechos humanos asícomo con temas colindantes, como las formasde cooperación y solidaridad (capital social).

Se diría que los servicios típicos ofrecidos porlas organizaciones en ese momento eran laterapia tanatológica, la terapia psicológica, laspruebas de detección y la atención médica delos síntomas. También hay una concienciacreciente sobre la imagen social de laenfermedad, que lleva a acciones importantes.Se encuentra en el ambiente, por ejemplo, eldiscurso de las “víctimas inocentes”(preferentemente aquellas contagiadas por unatransfusión sanguínea o congénita) y las “víctimasculpables” (aquellas contagiadas por vía sexualo por el consumo de drogas), que debe sercombatido. Amén de esto, hay que mencionar,porque así nos lo piden los testimonios, que yadesde el año 1985 las autoridades disponían deinformación epidemiológica suficiente paradeclarar una epidemia por VIH-SIDAtransmitido por vía sanguínea. Sin embargo, taldeclaratoria no se produjo sino hasta 1986, ybajo la modalidad de la transmisión sexual.Desde luego que esta acción y aquella moratoriaimplican responsabilidades morales por partede los agentes políticos que intervinieron.

Se puede hallar un involuntario “experimentotestigo” para este aspecto de la respuestaorganizada a la enfermedad asociada con lapresencia o ausencia de formas de capital socialde una población. En junio de 1988 se estimóque la recepción de sangre o hemoderivadosinfectados fue la causa de la adquisición del VIHen 5.7% de los casos de SIDA en varonesadultos, y en dos terceras partes de las mujeresy niños.11 Consideremos ahora el caso de losvendedores de sangre. Es una figura que noexiste más desde que se introdujeron nuevasnormas de operación para los bancos de sangreen 1988, pero antes de esa fecha y en loscomienzos de la enfermedad existía un número

entre 140 y 500 personas que eran vendedoreshabituales de sangre en el D.F. Personas conínfimos recursos de cualquier tipo. Tal grupofue absolutamente incapaz de generar unademanda que fuera oída, ya sea por la sociedado por el Estado, y simplemente adquirió laenfermedad y murió de ella sin dejar rastro. Valela pena citar las palabras de una médicaespecialista:

“Mientras que una población estabapaulatinamente, parecía ser, un poco másatendida, por la demanda que hacía, habíaotra población que no demandaba,precisamente por sus condicionessocioeconómicas de miseria, que no teníani voz ni voto, ni tenía organizaciones, yque no fue atendida”.

Los noventa, la década de losLos noventa, la década de losLos noventa, la década de losLos noventa, la década de losLos noventa, la década de losmedicamentosmedicamentosmedicamentosmedicamentosmedicamentos

A nivel internacional, la ONU lleva a cabo variasreuniones de gran alcance político sobre elproblema del VIH-SIDA. De mayor eco fue lade 1990, que dio lugar al programa mundial deSIDA bajo la tutela de la Organización Mundialde la Salud, y la Declaración de París en 1994.Pero más obvia y directa en sus efectos fue laconferencia de 1996, AIDS and Development:The Role of Government, auspiciada por elBanco Mundial, la Comisión Europea y laONU, que coincide con la presentación de unanueva generación de medicamentos. Se dio alinterior de los organismos de la ONU unacompetencia entre el enfoque médico y elenfoque social de la problemática. Por una parteel programa de las Naciones Unidas para elDesarrollo destaca los aspectos sociales ypolíticos, y por otra parte la OMS enfatiza losaspectos sanitarios. A partir de 1994 el lenguajesocial del PNUD empieza a ser utilizado en elámbito del trabajo en SIDA. Eventualmente

11 Valdespino y coautores, obra citada, pág. 493.

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estas dos perspectivas van a converger en elprograma específico ONUSIDA, responsablede la Conferencia Mundial de 1996 enVancouver Canadá.

El factor protagónico de esta etapa es elintenso desarrollo farmacológico. A partir de1990 empieza a disponerse de medicamentosespecíficos, o “reciclados”, como el caso delAZT, que fue el primer medicamento de ampliadifusión empleado para combatirespecíficamente la enfermedad y que había sidoproducido desde los años sesenta para otrosusos. Pero el AZT era muy insuficiente yproducía muchos efectos secundarios. No eramás que el primer paso en la carrera de losmedicamentos que tiene lugarininterrumpidamente en los siguientes años. Elpapel de las farmacéuticas es bastante difícil ypolémico incluso hoy. Empero, se puedenencontrar ejemplos de patrocinio a algunasiniciativas civiles específicas de parte deGlaxoWellcome, Bristol Meyers, Roche,etcétera.

En 1991 suben al escenario los primerosmedicamentos desarrollados especialmente, losinhibidores de transcriptasa, y se comienza aexperimentar con combinaciones demedicamentos que dan lugar a tratamientos dediseño “ad hoc”, lo que obliga a un seguimientomédico muy cercano y especializado. Eldesarrollo de medicinas tiene un factor socialde importancia cuando en 1995 aparecen losmedicamentos genéricos, lo que lleva aconflictos no totalmente resueltos entre lasfarmacéuticas y algunos gobiernos. En 1996, enel contexto de la conferencia mundial sobreSIDA, se da publicidad a los entoncesrecientemente desarrollados inhibidores deproteasa, que proporcionan una herramientacualitativamente más eficaz en los tratamientos.Potencialmente, los fármacos disponiblespermiten ya, para ese momento, que laenfermedad deje de ser mortal en el corto plazo.

Se presentan casos de resultados serológicosnegativos en personas que se sabían portadorasdel VIH. Esto no significa que estén “curadas”,pero sí significa que el llegar a desarrollar SIDAno es una fatalidad próxima, y que se puedepensar en una enfermedad crónica de algunamanera similar a otras más usuales y conocidas,como la diabetes o la hepatitis. Peroparalelamente esto implica una modificación enel esquema del gasto que implica el tratamiento.Por ejemplo, en 1987 se hizo una estimaciónde 12,660 dólares anuales por paciente de SIDAen el Instituto Nacional de la Nutrición, de loscuales el 88% correspondió a gasto dehospitalización y 12 % al de consulta externa,incluyendo medicamentos. En 1996 se estimóel gasto para varios hospitales públicos, de donderesultó que la atención hospitalaria consumiósólo el 40%, mientras que del 60% restante lamayor parte (86%) se destinó a medicamentos,de los cuales, a su vez, la mayor parte (71%)corresponde a antirretrovirales.12 Los datos noson exactamente comparables, pero sí permitenpercibir un importante cambio en la distribucióndel gasto, en donde pasa a repuntar muyclaramente lo que corresponde a gasto enmedicinas específicas contra el VIH por encimade otros conceptos.

En el ámbito nacional, México se une a laOrganización para la Cooperación y elDesarrollo Económico. De modo inmediato,esto no tendría nada que ver con nuestro asunto,si no fuera porque para muchas entidadespatrocinadoras de la ayuda social en el “tercermundo”, este evento significó que México ya noera un destino adecuado para sus acciones ofinanciamientos, o al menos ya no era prioritario.Al lado de la urgencia africana tal vez se les debaconceder cierta razón. El hecho es que variasde las “financiadoras” que habían trabajado enel país en diferentes campos, a veces por años,se retiraron y dejaron más o menos en la inopia

12 Magis Rodríguez, C. Obra citada, pág. 362.

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a las organizaciones que dependían de estascolaboraciones. En alguna medida esto ocurriócon las organizaciones del VIH-SIDA. En otraspalabras, las organizaciones que habíanestablecido esa clase de relaciones tuvieron quebuscar otros modos de supervivencia. Noobstante, no hay que exagerar el alcance de laretirada de financiadores internacionales. Lasorganizaciones civiles pocas veces dependenexclusivamente de un patrocinador externo. Estaes una característica común del Tercer Sector,tanto en México como en el mundo.13 Pero esmás serio cuando se dificulta el acceso a otrasfuentes de financiación.

Otro elemento del entorno nacional de lasorganizaciones es la acción normativa de laSecretaría de Salud. Por ejemplo, es necesarioque esta Secretaría apruebe la entrada almercado de los medicamentos nuevos. Ademásde esto, es uno de los grandes distribuidores demedicinas a través del cuadro básico de fármacossuministrados por sus clínicas y hospitales.Tomemos el caso del AZT, empleado para eltratamiento del SIDA en Estados Unidos desde1987, sin embargo sólo fue aprobado en Méxicoen 1990. Tres años de presión social que, eneste problema, son vitales. En cambio, a partirde 1996 algo “se destrabó” en losprocedimientos del ministerio. La aprobaciónde los medicamentos específicos, tanto losinhibidores de transcriptasa de los años previoscomo los novedosos inhibidores de proteasa sedieron muy rápidamente, y en el caso de algunosde estos últimos, casi de inmediato. Es posiblesuponer algunos factores que contribuyeron al“destrabamiento”. Ya indicamos la granrepercusión que tuvo la Conferencia Mundialde Vancouver. Simultáneamente, en abril(aproximadamente) de ese año, comienza atomar forma y consolidarse el Frenpavih, quese distinguió por sus estrategias de acción ypresión pública.

El Frente Nacional de Personas que vivencon VIH (Frenpavih) es, en nuestra opinión,también un fruto de las ricas dinámicas evolutivasde la sociedad mexicana. Su origen puederastrearse hasta los grupos de autoapoyointegrados por enfermos de hospitales públicosdesde 1987. Por otro lado, en su nombre noestá lejano el eco de aquel Frente Zapatista quenaciera poco después de que la “acción militar”del EZLN se congelara, en 1994. En 1996 elFrenpavih recurre a tomas pacíficas de espaciospúblicos, cámaras legislativas incluidas, por partede activistas encapuchados (aunque de colorblanco y no negro) que piden el acceso a losmedicamentos. Notablemente, el Frente escapaz de mostrar una capacidad de convocatoriaimportante en muchos puntos de la república,lo que no había conseguido hasta entoncesninguna organización de este sector. De hecho,algunos intentos que nacieron con la pretensiónde constituir redes de amplia coberturageográfica tuvieron que modificarse enorganizaciones de formato más tradicional (casode Redsida).

Aunque sea una obviedad, hay que subrayarque el Frente surge clara y definidamente paraacceder a los medicamentos, y esto es posibledesde luego porque tales medicamentos existen,pero son muy costosos.14 El Frente es tambiénla primera organización formada exclusivamente

13 Ver Lester Salomon, Global Civil Society, 2002. Lamayor parte de los recursos de las organizaciones nolucrativas proceden de la prestación de sus servicios, ysólo una parte menor de donativos.

14 De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud en suinforme Salud: México 2004, en México más de la mitaddel gasto en salud es privado, es decir, lo pagan laspersonas. De este gasto, el 40 por ciento se utiliza paraadquirir medicinas. “Esto se debe a que las institucionesde salud no surten de manera íntegra las medicinasrecetadas”, aunque el 84 por ciento de los usuarios delprograma “Seguro Popular” obtuvieron todos susmedicamentos dentro de éste. Gabriel Sierra, NotieSe,18 de agosto de 2005. Recuperable en http://listas.laneta.apc.org/mailman/listinfo/agencia_notiese

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por portadores del VIH, y sobre las bases de lasformas de organización desarrolladasanteriormente, en especial los grupos de auto-apoyo que funcionan en torno a las institucionesde salud, y las organizaciones civiles previas quelo impulsaron en el primer momento (porejemplo, hay testimonio de que el Frente fueauspiciado por la Fundación Mexicana en susprimeros tiempos). Este caso tiene otrasparticularidades interesantes desde el punto devista de la indagación ética. Por una parte, lasituación de los enfermos que se organizan comocolectivo y que emprenden una lucha abiertapara ejercer sus derechos, y por otra parte lamodificación de la relación médico-paciente, ybeneficiario-institución pública, con susconsiguientes asignaciones de roles, poder yresponsabilidades.

También respecto a la disponibilidad denuevos medicamentos y los tratamientos anejosa ellos encontramos dos entidades creadas paraesta finalidad, si bien de naturaleza muy distintaa la anterior. Una de ellas data de 1990(Profinvih) y la otra de 1996 (Citaid). En amboscasos el núcleo fundador o inicial posee unhistorial de trabajo en el campo médico y en elámbito de otras organizaciones que existían,pero sólo en esos momentos dieron el paso haciala creación de organizaciones independientes ycon un perfil eminentemente médico. Hay quedestacar que en ambos casos el núcleo directivoestá formado por médicos y los colaboradoresson asimismo primordialmente personal desalud. Todavía más, en uno de estos casosencontramos que la figura jurídica adoptada paradar existencia a la organización no fue la usualde asociación civil o de institución de asistenciaprivada, sino la de sociedad civil, que es unafigura común en la tradición médica, la quecobija a los consultorios médicos y es máspropiamente la forma de una empresa privadaque la de una organización no lucrativa, a pesardel evidente sesgo social y ético de la institución.Sucede, tal vez, que en las nuevas condiciones

la sociedad ya puede permitir la operación y elauto-sostenimiento económico de una“empresa” especializada en la prestación deservicios médicos en VIH-SIDA, si bien unaempresa con una clara finalidad de beneficiosocial. Hemos encontrado en la historia de estasdos organizaciones una motivación de éticamédica muy importante. El objetivo en amboscasos consiste en la prestación de serviciosmédicos de la más alta calidad posible, a un costolo más accesible que permita la operaciónautosuficiente de las organizaciones. En ningunode los casos se realizan actividades tendientes ala recepción de donativos por parte deinstituciones públicas o privadas, sino quegeneran sus propios ingresos por concepto dela prestación de sus servicios.

En este grupo también aparece de un modoimportante la insatisfacción profesional y éticadel trabajador de la salud que no encuentra enla institución pública las condiciones adecuadaspara la realización de su tarea médica. En lostestimonios se nos narran situaciones concretasde incongruencia entre las necesidades y laacción institucional, pero sabemos que no setrata de situaciones excepcionales. “No sólo losenfermos con sida son víctimas de laestigmatización y del rechazo sino también losmédicos que los atienden, sea por sus mismoscolegas o por las autoridades administrativas delos hospitales. Por ejemplo, la represión laborala la que se enfrenta un médico que trabaja dentrode una institución de seguridad social porsolicitar un medicamento antiviral, que a lasluces de los administradores resultaexcesivamente caro e inútil por ser el SIDA unaenfermedad incurable. Experiencias como éstasiguen siendo vigentes a más de dos décadas deiniciada la epidemia y nos hacen patente lanecesidad de fomentar la ética en la prácticamédica en todos los niveles de atención”.15

15 Patricia Volkow. “Ética médica en la atención del VIH-SIDA”, en Letra S, núm. 107, junio de 2005, pág. 6-7.

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El anterior es el último grupo deorganizaciones que hemos identificado dentrodel estudio. El núcleo de motivación ética seencuentra en la ética profesional, a diferenciade las iniciativas anteriores. Últimamentetambién encontramos un emprendimientoemparentado con este grupo. Se trata de laFundación Unidos por un México Vivo(diciembre de 2003), vinculada con una iniciativadenominada Centro de Investigación enEnfermedades Infecciosas (marzo de 2004),cuyos elementos provienen del InstitutoNacional de la Nutrición. Lo reciente de estainiciativa nos impidió incluirla en el estudio.

Naturalmente, estos cambios en el entornocondicionan la aparición de nuevasorganizaciones, como hemos visto, pero tambiénpromueven la modificación de las ya existentes.Refiriendo nuevamente el factor medicación, envarias de las organizaciones anteriores ya existíanbancos de medicamentos, pero su importanciay funcionamiento adquieren otra dimensión enel nuevo contexto. Los medicamentos tienenuna alta demanda y son costosos. Por otro lado,una buena parte de la población atendida porlas organizaciones es de escasos recursoseconómicos. Así que los bancos de medicinasevolucionan, crecen en tamaño, importancia ynúmero. En alguna medida, la mayor parte delas organizaciones desarrollan un banco demedicinas. Cada banco implica una nuevafunción, con personal a cargo y con manejo dedinero, al menos potencialmente. Para losmomentos más intensos surge también unmercado informal de medicamentos donde sedan distintas prácticas, desde la donación, eltrueque y la reventa. Es un ambiente en el quese abren posibilidades para prácticas pocohonradas. Dadas las características de escasocontrol estructural en las organizaciones, éstasson vulnerables a tales abusos, sobre todocuando los abusos son inéditos. No obstante,no puede decirse que este sea un problemageneralizado en las organizaciones.

Llegó la Condesa en el 2000Llegó la Condesa en el 2000Llegó la Condesa en el 2000Llegó la Condesa en el 2000Llegó la Condesa en el 2000

Consideremos el contexto más amplio de laenfermedad. El programa de Naciones Unidasconsiguió emitir una declaración decompromisos en la lucha contra el SIDA en laconferencia mundial del 2001, la que fuerespaldada por sesenta países. Aunque eldiscurso se dirige principalmente a las grandespoblaciones africanas afectadas por laenfermedad, hay un mensaje políticointernacional que preparó el ambiente para quese incluyera esta problemática en los programasy políticas nacionales. Considérese en esesentido uno de los cambios significativos en elmarco legal mexicano, a saber, la reforma alartículo primero de la Constitución Políticamexicana, el cual ahora se dirige directamentecontra los motivos de la discriminación ymenciona entre ellos las condiciones de salud.16

En la historia de la enfermedad en sí mismael nuevo siglo trajo la conciencia de unadificultad que en cierto modo es consecuenciadel éxito. Potencialmente, los fármacosdesarrollados permiten la condición crónica dela enfermedad. Pero los agentes patógenoscomienzan a desarrollar resistencia a losmedicamentos, lo que obliga a buscar estrategiasnovedosas. Y por otra parte, las enfermedadesoportunistas también pasan al centro de lapreocupación. La calidad de vida de lospacientes necesita más que medicinas específicascontra el VIH. Aun cuando se consiga el accesoa los antirretrovirales, todavía está por hacerse

16 Artículo 1, párrafo 3: “Queda prohibida todadiscriminación motivada por origen étnico o nacional,el género, la edad, las capacidades diferentes, lascondición social, las condiciones de salud, la religión,las opiniones, las preferencias, el estado civil o cualquierotra que atente contra la dignidad humana y tenga porobjeto anular o menoscabar los derechos y libertadesde las personas”. ¿Qué habrá querido decir el legisladorcon “las preferencias”? Es irónico que las palabrastodavía “se le atoren” a este liberal párrafo legislativo.

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la mitad del trabajo porque hay que atender lasenfermedades oportunistas que mermanconsiderablemente la condición de las personas.

A nivel local, la noticia más relevante para lasociedad capitalina en este terreno ocurre en elaño 2000, cuando el programa de atención alSIDA del Distrito Federal abre la ClínicaCondesa. Esta institución ofrece atenciónmédica y medicinas de manera gratuita a loshabitantes del Distrito Federal afectados por elVIH-SIDA. Es, en cierto modo, como larealización de un sueño que hace unos añosparecía imposible. Claro, esa es la misión de laClínica, pero no implica que ella pueda sercumplida inmediatamente. Por otro lado, elsurgimiento de un agente social de este calibresupone un cambio mayor para lasorganizaciones del sector que veníanespecializándose en la atención médica.

En efecto, si hay una institución que cuentacon la infraestructura y recursos para la atenciónde la enfermedad, y además es gratuita, ¿quéespacio queda para las organizaciones privadasque atendían a los sectores más pobres de lapoblación afectada? Por una parte, no toda lapoblación que lo necesita puede ser auxiliadapor la clínica. Hay un porcentaje significativode usuarios de las organizaciones sociales en elDistrito Federal que vienen de la provincia. Estohace necesaria la prestación servicioscomplementarios, como albergues, tanto paralos enfermos (que ya no son terminales) comopara sus familiares. Asimismo, losmedicamentos gratuitos disponibles no siempreson los más oportunos para el momento queestá viviendo el paciente. En las organizacionesespecializadas en atención médica hemosencontrado un nivel de atención individualizadaque supera al que ofrece la institución pública,esto representa una ventaja complementaria parael enfermo porque puede aprovechar las ventajasde las dos instancias. Sin embargo,numéricamente el peso de este trabajo altruista

es muy inferior al volumen que maneja lainstitución pública. Para alguna de lasorganizaciones entrevistadas, su función sedefine en buena medida por la incapacidad delEstado para cumplir sus tareas, pero si éstecumpliera no habría organizaciones:

“Cuando las instituciones [públicas] tienenboquetes, pues entonces la organizacióncivil intenta tapar los boquetes. Mientrasque las instituciones [públicas] no tienenboquetes, pues, no tiene para qué. Y aquílo que pasó es que la propia institución[pública] creó los boquetes...”.

No se puede hacer un juicio a la ligera sobrela acción del Estado Mexicano en este tema.Medido en las Cuentas Nacionales de SIDA,entre 1997 y 2002 “se observa un incrementoreal y sostenido en el gasto total destinado alcombate de la epidemia estimado en 143%”,17

con el compromiso asumido por el gobiernomexicano de garantizar el acceso universal altratamiento antirretroviral para los pacientes conVIH-SIDA que lo necesiten, reforzado estoúltimo con la inclusión de la enfermedad en elespectro del “Seguro Popular”. Por otro lado,abundan las historias de desabasto de medicinas,discriminación por parte del personal médico,y problemas de burocratismo en la instituciónpública. Últimamente, el “escándalo de lasescobas”, originado por la compra de insumospara intendencia y mantenimiento utilizandorecursos originalmente programados para laatención de la enfermedad.18

17 Carlos Magis-Rodríguez, et al. “El gasto en la atencióny la prevención del VIH-SIDA en México: tendenciasy estimaciones 1997-2002”, 2005.

18 “en 2004 se dieron recursos a cuatro hospitales y cuatroinstitutos, en 2005 se eliminó del proyecto un hospitaly se cambiaron dos institutos. Para 2006 sólo se proponedar dinero a dos hospitales y tres institutos. De acuerdocon el documento Seguimiento y análisis del gastopúblico para la prevención y atención del VIH/sida,realizado por investigadores de la organización civil

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En general, las organizaciones hanabandonado o están en vías de abandonar lasactividades de atención médica y estánconcentrándose en los otros servicios, muchosde los cuales ya venían desempeñando, comola atención psicológica, la defensa de derechos,la difusión de información y educación.También está el papel militante de la sociedadfrente a la gestión del Estado, la función deescrutinio público que es necesaria para evitarque las misiones y objetivos se queden sólo enlas intenciones. Es como si se pensara que noes necesario hacer las cosas directamente, sinopresionar al Estado para que las haga. Y al ladode esto, hay un decaimiento general en eldinamismo de las organizaciones.

“Hay un elemento importante para eltrabajo en VIH desde la sociedad civil quees el cansancio, es (...) que la gente se“quema”. Y no hay sistemas de sustituciónde acompañamiento y de desarrollo decapacidades al interior de lasorganizaciones. Les faltan políticas clarasy compartidas entre las organizacionespara efectivamente desarrollar lascapacidades, que no son únicamente lashabilidades las que se desarrollan, paramantener a los cuadros medios, o a loscuadros dirigentes o reciclar a esoscuadros o transferir responsabilidades alo interno, hay poca experiencia en esesentido... esa es una parte, el cansancio yla falta de políticas de desarrollo decapacidades concretos y específicosorientados a lo que hacen lasorganizaciones; la escasez de recursos, elcambio en el contexto nacional y local, lacompetencia ya no entre nosotros sino conlas instancias conservadoras que estánobteniendo los recursos. Un hitoimportantísimo es la llegada de VamosMéxico que absorbió cientos de millonesde pesos que ya no fueron dados a las

organizaciones, que de todos modos noiban a ser dados...”

El 9 de febrero de 2004 se da un cambio decontexto para las organizaciones de unanaturaleza diferente. Un cambio legislativo queen principio debería considerarse como unavance es la publicación de la Ley Federal deFomento a las Actividades Realizadas porOrganizaciones de la Sociedad Civil. Variasagrupaciones de organizaciones trabajarondurante varios años para conseguir una leymarco de las organizaciones del tercer sector.Finalmente esa ley llegó a ser publicada, y enello se dice que no fue poco el interés del propiogobierno federal. Pero no queda claro ahora dequé manera esa ley fomenta las actividades delas organizaciones. En la práctica, la ley haconllevado la creación de un registro y elcumplimiento de una serie de formalidades queno forzosamente facilitan ni fomentan el trabajode las organizaciones. Desde luego, este es untema por sí mismo, y aquí simplemente loacotamos como uno de los elementos dereciente introducción en el ambiente dondeactúan las organizaciones no lucrativas.

En relación con el ámbito médico-institucional, el gobierno federal ha impulsadoen las entidades la instalación de un “seguropopular”, que viene a ser como la culminacióndel objetivo de acceso universal a losmedicamentos para el VIH-SIDA. Otra vez, enprincipio, esa es una gran noticia.Potencialmente cualquier mexicano podríaacudir a las instituciones públicas de salud yobtener atención y medicinas. Las objeciones opreocupaciones a ese respecto son del ordenque va “del dicho al hecho”, pero puede

Fundar (...), tres de las siete instituciones habían gastado,hasta el 30 de junio de 2005, ese presupuesto enmantenimiento, servicios bancarios, equipamiento,limpieza o servicio telefónico”, “Estrategias erráticas”,publicado en Letra S, el 6 de octubre de 2005.

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aventurarse que para las organizaciones es unelemento del tipo que representó la apariciónde la Clínica Condesa, ahora a nivel nacional.Empero, la Clínica supone un nivel deespecialización que difícilmente podráencontrarse en las entidades federativas.

Considerado el monto de dinero gastado enla atención a la problemática, no hay duda quela mayor parte corresponde a recursos públicos,principalmente los de la seguridad social (IMSS),seguidos por los del gobierno federal y losestatales. Así ha sido históricamente y esacondición incluso se ha acentuado últimamente.Del gasto privado, la mayor parte la realizan loshogares mismos, con un 87% según los registrosdisponibles al 2002. Y conviene anotar que lasegunda participación corresponde a lasorganizaciones civiles, que en promedioaportaron 9% del gasto, del cual la mitadaproximadamente corresponde a actividades deinformación, educación y comunicación.19 Encontraste, el porcentaje del gasto público en estemismo rubro es mucho menor, variando desdeun ocho por ciento en 1997 hasta un 1.1% en2002. En prevención, sí se dividieron las tareas.

Conclusiones provisionalesConclusiones provisionalesConclusiones provisionalesConclusiones provisionalesConclusiones provisionales

1. Siguiendo las líneas de evolución propuestasla figura 1, proponemos que se caractericen lassiguientes “generaciones” adaptativas en el nivelde las organizaciones de la sociedad:

Primera generación, las organizaciones queexistían antes del VIH-SIDA y que reorientansus actividades para atender a la emergencia. Estasituación implica transformaciones de alcancevariable en sus objetivos, en algunas ocasionesla mutación es pequeña porque hay cercaníaentre el campo de acción original de laorganización y el nuevo campo. Tal es el casode Árbol de la Vida, que sigue atendiendo entodos los momentos a enfermos incurables, sibien el paso por la experiencia de SIDA no es

inocuo y representa una elección éticaimportante. En otra situación, la organizaciónreorienta sus acciones por razón del públicoespecífico o de la población en la que tuvo suorigen, si bien no es el campo de la salud el quedefine su ámbito propio en primer lugar. Tal esel caso de Colectivo Sol, que no se convirtió enuna organización de atención a enfermos, perosí procuró desarrollar su trabajo en el campolegal, político, educativo, de organización y decomunicación.

Los motivos éticos principales en cada casocorresponden a dos genealogías distintas. Unaes más asistencial, con sus valores tradicionesde ayuda, compasión, devoción personal. El otroestá vinculado a posiciones éticas liberales,reivindicación de derechos y minorías,diversidad, militancia.

Segunda generación, en la que se incluyeuna gran parte de las organizaciones que soncreadas especialmente para enfrentar laemergencia social. Cronológicamente, se da enel momento más crítico de la enfermedad amediados de los ochenta. Las organizacionessurgen de dos lugares principalmente: primero,de la tradición asistencial mexicana, con ciertocomponente cultural ligado a la filantropía;segundo, de la población inmediatamenteafectada, no exclusivamente perosignificativamente de la población homosexual,con un antecedente considerable en las formasde organización que había desarrollado estapoblación. Los antecedentes culturales y éticosen ambos casos son muy importantes, si biende signos muy distintos. Esta diferencia se puedeobservar hoy día claramente en las afinidadesasociativas y en los objetivos y estrategiasadoptados por las organizaciones vinculadas acada uno de los dos linajes. Así, el núcleo deactividad asociativa podría identificarse ahora en

19 Ver Magis-Rodríguez, obra citada, página 365.

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la red de organizaciones de VIH-SIDA (seisorganizaciones), formado inicialmente por cincoorganizaciones de este segundo grupo(Fundación Mexicana, Cappsida, AMSAVIH,Amigos contra el SIDA, Albergues de México)más CITAID y Casa de la Sal.

En el plano del significado ético de estasformas de organización, tenemos que el grupoconstituido por las organizaciones cercanas alcolectivo gay lleva a cabo un trabajo que hacerealidad el ejercicio de la solidaridad, la ayuda,la amistad, el altruismo así como la defensa dederechos, la igualdad, la honestidad, laautenticidad (“salir del clóset”), y provocan lavisibilidad de una serie de realidades que lasociedad mexicana se niega a aceptar, inclusohoy. En la medida que la atención de laenfermedad ha encontrado, más o menos, unlugar en las instituciones públicas, el futuro deestas organizaciones es incierto.

Tercera generación, las organizaciones quesurgen para manejar los nuevos recursosmédicos específicos para la enfermedad. Estoocurre a partir de 1990, cuando se dispone demedicamentos nuevos o reincorporados,específicos para el tratamiento del VIH-SIDA.Esto supone la necesidad de un nivel deespecialización médica, pues ya no se tratasolamente de aliviar una situación irreparable,sino de sacar al paciente a una expectativa devida y no de muerte. Otro aspecto del manejode medicamentos es el acceso a ellos. Por esoubicamos en este rango también a la primerared efectiva de personas VIH positivas(Frenpavih) y a las que le han seguido, junto alas organizaciones dedicadas a la prestación deservicios médicos (CITAID, Profinvih).

Aquí también hay dos grupos. Lasorganizaciones más formales tienen un perfilmédico e institucional muy fuerte. En suspalabras “no participamos en marchas ni díasde muertos. No es nuestro rollo. Nuestro rollo

es la atención médica”. Las redes en cambiocorresponden a otras estrategias y formas deorganización, a la vez que móviles morales, deórdenes completamente distintos. En losemprendimientos médicos es esencial la éticamédica, la autonomía y la separación de otrasinstituciones, mientras que la acción benéficaestá destinada a terceros (los pacientes). En lasredes, en cambio, hay una relación muy cercanacon otras entidades, incluido y de modo muyimportante el Estado, en tanto que los valoresdominantes acá son la solidaridad y lareivindicación de derechos de los propiosenfermos que constituyen la red. Comoresultado de su acción se han cambiado algunasrelaciones políticas y éticas importantes, comolos roles paciente/médico, beneficiario/institución, debido a que los primerosabandonan el papel puramente pasivo y tomanla responsabilidad de su propia condición.

Las organizaciones médicas de estageneración, por su parte, tienen un fuertecompetidor en las instituciones públicas desalud. Sin embargo, su futuro no parece inciertoen la medida que puedan reorientarse a otrasenfermedades que son también retos para lamisión ética de sus integrantes, y que siganprestando servicios médicos que tienendemanda social.

2. La relación de las OSC con el Estadomexicano es compleja y determinante para ellas.Considerado como un elemento del entorno enel que actúan las organizaciones, condiciona aéstas al imponer marcos reguladores en el ordenfiscal y legal. No obstante, esta regulación ha sidohasta el presente relativamente laxa. El Estadoha dejado hacer, por la mayor parte de las veces,e incluso había sido relativamente accesible enla concesión de privilegios fiscales a lasorganizaciones hasta hace pocos años. Por otrolado, hay inconsistencias importantes cuandotrata de ejercer controles que derivan en laobstaculización del quehacer de las entidades

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ciudadanas. En nuestro asunto hemosencontrado ejemplos chocantes de desaliento delas actividades, especialmente por parte de laautoridad hacendaria, y una crecienteburocratización por parte de la administraciónfederal. Por ejemplo, encontramos que la granmayoría de las modificaciones estatutarias en lasinstituciones se realiza para cumplir requisitosfiscales y de registro burocrático.

Empero, en nuestra opinión el nivel másinteresante de la interacción se da en el planode la gestión de los problemas. Cuando laepidemia comenzó a manifestarse en Méxiconadie sabía cómo lidiar con el asunto, pero lasociedad y sus organizaciones se movieron casial mismo tiempo que el Estado, aunque conmotivaciones diferentes, las primeras enrespuesta a una pérdida (la gente en lasorganizaciones “veía cómo se estaban muriendosus amigos”) cercana, personal, el segundo comorespuesta epidemiológica. Las primerasinformaciones y estrategias de acción fueroninventadas por las organizaciones civiles y ellasfueron una importante fuente de informaciónpara las acciones del Estado. En ese nivel, hayque reconocer al menos la sensatez de lasautoridades sanitarias que muy pronto alcomienzo de la epidemia establecieroncomunicación y colaboración con lasorganizaciones. Esa colaboración adquiriódiversas formas, por ejemplo la “contratación”de organizaciones para la realización de estudiosclínicos, epidemiológicos y programas deintervención. Se aprovechó de esa manera lacercanía de las organizaciones con la poblaciónafectada para tener acceso a ella. También sedio, aunque en menor medida, la donación derecursos (por ejemplo por parte del Gobiernodel Distrito Federal) que permitieron lainstalación de las organizaciones. En un nivelmás discreto, se dieron intercambios informalesbasados en relaciones de confianza, también enrelaciones personales, entre los hospitales y otrasentidades públicas y las organizaciones. Sobre

todo al principio, fue el interés de funcionariospúblicos individuales el que movió las cosas. Enconjunto, diríamos que la relación entre elEstado y las organizaciones de la sociedad sí tuvomomentos de colaboración que superaron lasbarreras de la formalidad y permitieron de esemodo enfrentar el problema en mejorescondiciones dada la improvisación característicadel momento.

Por otro lado, también el Estado actúa comoun agente en un entorno del que son elementoslas propias organizaciones y los ciudadanos. Demanera concreta, el Estado tuvo al menos uncanal de comunicación bastante directa con lapoblación afectada y con las organizaciones através del Comité de Prevención de los primerosaños, y luego de los consejos Conasida yCensida. Abundan los ejemplos desde losprimeros momentos, desde la incorporación devoluntarios individuales dentro de la entidadpública hasta el convenio de colaboracióninstitucional o la relación política con las redesde enfermos y personas portadoras. El ejemplomás a la mano es el de Frenpavih, que mantienecomunicación directa y constante con lasautoridades sanitarias, y recibe apoyos diversospara actividades específicas. De otro modo,también se da el caso de que los activistas de lasorganizaciones civiles son absorbidos por elEstado como servidores públicos.20

20 A modo de ejemplo, en febrero de 2006 “el directorde Censida (...) presentó al fundador del InstitutoMexicano de Sexología (...) como nuevo Director dePrevención y Participación Social (...) al fundador de laAsociación Mexicana de Asistencia en VIH (...) comosubdirector de Prevención y Promoción (...) y a laescritora y periodista de la comunidad trans [sic] HazelGloria Davenport como Jefa del Departamento deOrganizaciones de la Sociedad Civil”. Boletín de prensa,recuperado de http://www.salud.gob.mx/Conasida/noticias/prevención/director.htm, el 22 de marzo de2006.

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Finalmente, hay que reconocer que el Estado,además de regulador de la actividad sanitaria,es el principal prestador de servicios y realizauna serie de funciones primordiales para elmanejo de la enfermedad, convirtiéndose así enel principal modelador institucional del entorno,al cual se acomodan las organizaciones civilescon mayor o menor éxito.

3. Lo que hace posible la colaboración es laconfianza, y hay unas bases morales para laconfianza. Las reglas de orden jurídico yadministrativo pueden dar mayor certidumbrey por consiguiente facilitar la creación de lasreservas de confianza necesarias para trabajarjunto a alguien. Existe también el riesgo de quelas reglas no den certidumbre. Cuando las reglasse conciben como medios de control ese riesgoaumenta. La posibilidad de la colaboracióntambién está fincada, obviamente, en elcompartir creencias y objetivos. El compartirintereses es un factor muy importante en lacooperación que se dio entre las distintasinstancias involucradas en la problemática. Enese sentido, la historia del VIH-SIDA en Méxicoes una historia de amor-odio: confianza-desconfianza, cooperación-rivalidad, que hatenido momentos fructíferos y tambiénlimitaciones estructurales, se ha basado más enlas personas y menos en políticas claras. Estoha derivado en incapacidad para generarcondiciones de sustentabilidad para las iniciativasciudadanas y por tanto para la eficaz atenciónde las necesidades sociales a que ellasresponden.

Pero, ¿de dónde viene el interés de lasorganizaciones no lucrativas para trabajar en suspropios campos? Hay una cuestión ética quetiene que ver con lo mejor de la vida moral, eldeseo de cuidar la vida humana, la propia y lade otras personas. Esto se presenta bajo muydiversas modalidades. Algunos lo llamaránfilantropía y con ese nombre parece unfenómeno eufemístico exótico, además de que

si algo es difícil de encontrar entre lasorganizaciones civiles es precisamente el dinero.En las organizaciones que hemos estudiado haydos linajes, aunque no todas las que existentienen que caer en uno de estos. Las que tienenalguna relación con el concepto tradicionalcristiano de “caridad” o amor al prójimo, y lasque se vinculan con los ideales cívicos deejercicio de derechos, así como alrededor devalores pluralistas.

El precedente ético, la presencia de ideales yde buena voluntad es constante en el surgimientode todas las organizaciones, tanto de las quesobreviven y se desarrollan como de las quedecaen y desaparecen. Por consiguiente, ladiferencia entre ambas tiene que estar en otrolugar. Una cierta capacidad de establecercolaboraciones entre sus integrantes bajo formasorganizadas y exitosas respecto de lasnecesidades y el entorno nos parece que es unode los factores diferenciales. Nos hemos referidoa esta idea como capital social. Algo que quedaclaro es que el capital social tiene muchasformas. En cuanto redes y sus recursosdisponibles, hemos constatado cómo el accesoa información relevante generada en otraslatitudes (organizaciones extranjeras) juega unpapel importante en la manera peculiar comose constituyen las organizaciones mexicanas.También la capacidad de establecer vínculos conel Estado está mediada por las capacidadeshumanas (capital humano) y las relacionespersonales de los integrantes. En algún caso, lacontribución específica o diferencial de laorganización a la problemática del SIDA tienesu origen en un capital humano interno.

Un historial completo de las organizacionestendría que incluir muchas otras iniciativas queno hemos podido mencionar en este documentoy que hoy ya no funcionan. Entre ellas seencontrarían esfuerzos individuales dignos dememoria y también logros importantes apoyadosen organizaciones. Permítase una última cita de

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un testigo privilegiado de esta historia: “Es untema que hemos tratado de discutir desde hacerato. Que si las ONG hemos logrado serinstituciones o eran esfuerzos individuales. Y,pues, yo creo que en muchos casos fueronesfuerzos individuales”.

No obstante, el presente estudio estáconcentrado en el aspecto organizacional y sólopara las entidades vigentes. La historia definitivade las organizaciones del VIH y SIDA enMéxico todavía está escribiéndose.

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Entrevistas realizadas en 30 organizaciones de la Ciudad de México en 2004 y 2005.

Alberto H

ernández Baqueiro

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1978 19821980 1983 1984 1985 1986

Prim eros casos AIDS, GHMCPruebas detección

VIH

Comité de prevención

FUNDASIDA

EUA

MEX

ONGsONGs Árbol de la vida

Terrem otoIMSS

Colectivo Sol

Guías OPS

1987 1988

AZT, ActUP

CONASID A, Secretario Kum ate

Albergues de M éxico

1990 1991 1992 1993 1994

Inhibidores detranscriptasa, com binaciones

AZT

PROFINVIH

1989

Casa de la salAve de M éxico

M exicanosc. el SIDA

Línea de tiem po del VIHLínea de tiem po del VIH--SIDA en la Ciudad de M éxicoSIDA en la Ciudad de M éxico

Conferenciade París

CAPPSIDAAM INASIDA

CURAS

M éxicoen OCDE

Ser Hum ano

1996 2000

CatálogoSSA

ClínicaCondesa

FRENPAVIHCITAIDLa M anta

Conf. VancouverInhibidores de proteasa.

1995

Genéricos

Alianza

2002 2003

Fárm acos resistencia, sensibilidad

Spo

Ley Fom ento OSCs

2001

Reform a art.1°Constitución

Eudes

Figura 1Figura 1Figura 1Figura 1Figura 1

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VI.VI.VI.VI.VI. Capacidades de rendición de cuentas de lasCapacidades de rendición de cuentas de lasCapacidades de rendición de cuentas de lasCapacidades de rendición de cuentas de lasCapacidades de rendición de cuentas de lasinstituciones de asistencia privada en elinstituciones de asistencia privada en elinstituciones de asistencia privada en elinstituciones de asistencia privada en elinstituciones de asistencia privada en elEstado de MéxicoEstado de MéxicoEstado de MéxicoEstado de MéxicoEstado de México

Gloria Guadarrama Sánchez*

ResumenResumenResumenResumenResumen

En este texto se presenta una exploración inicial de las capacidades de rendición de cuentas de lasinstituciones de asistencia privada que operan en el Estado de México, a partir de la vigilancia que elestado ejerce sobre ellas, con la intención de identificar las relaciones entre la regulación y la fortalezao debilidad del conjunto institucional. La exploración parte de considerar que la laxitud y permisividaden la regulación pueden operar negativamente en la solidez y la continuidad de las instituciones. Losresultados permiten identificar algunos de los problemas que actualmente se presentan para unaadecuada rendición de cuentas y sus repercusiones en términos de la debilidad de las instituciones.

–Palabras clave:Palabras clave:Palabras clave:Palabras clave:Palabras clave: asistencia privada, accountability, rendición de cuentas, instituciones.–

IntroducciónIntroducciónIntroducciónIntroducciónIntroducción11111

En México existen pocos estudios orientados a examinar las formas de organización y administraciónde las organizaciones civiles y de las instituciones asistenciales privadas, así como sus implicacionespara la política social.2 Todavía en menor proporción se cuenta con estudios sobre los mecanismosde rendición de cuentas que utilizan ese tipo de asociaciones. La falta de una visión objetiva sobreesos procesos se traduce tanto en el entusiasmo desmedido, como en el cuestionamiento infundadosobre la contribución de esos grupos al bienestar de la sociedad. En el caso de nuestro país, a partirde los años finales del siglo XX se ha intensificado el debate sobre si las asociaciones asistenciales queimplican participación privada y voluntarismo deben o no rendir cuentas sobre su desempeño ysobre los recursos financieros que manejan. En el examen que aquí se realiza sobre esas posicionesse toma en cuenta que las normas formales relativas a los procesos de accountability son determinantes

* Profesora investigadora de El Colegio Mexiquense, A.C. Correo-e: [email protected] Una versión de este artículo con el título“Accountability, debilidades de las instituciones de asistencia privada en el

Estado de México”, se publicó en Economía Sociedad y Territorio, El Colegio Mexiquense A. C., vol. IV, núm. 22,septiembre- diciembre, 2006.

2 No se cuenta en nuestro país con programas de estudio orientados a examinar la administración de las organizacionesciviles no lucrativas, pero algunas instituciones educativas y centros de investigación han incursionado en ese rubro;entre ellos se cuentan los siguientes: el Centro Mexicano para la Filantropía, el Programa Interdisciplinario de Estudiosdel Tercer Sector de El Colegio Mexiquense, la Universidad Autónoma Metropolitana y el Instituto TecnológicoAutónomo de México. Se puede afirmar, no obstante, que los estudios sobre rendición de cuentas de las organizacionesciviles son escasos. En otros países tienen programas afines: The Center for Civil Society, de la London School ofEconomics and Political Science; The Mandel Center for Nonprofits Organizations, de la Case Western ReserveUniversity en Ohio, y The Program on Nonprofit Organizations, de la Yale University.

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en las formas que asume la organizacióninstitucional, y se considera que tienen unarepercusión importante en el incremento odisminución de la participación social privada.

Este análisis sobre la rendición de cuentasde las instituciones asistenciales privadas tieneel propósito de indagar si las insuficiencias queactualmente presentan las institucionesmexicanas de asistencia privada en ese rubro setraducen en debilidades que afectan supermanencia y su consolidación institucional, altiempo que obstaculizan el que puedandesempeñar un rol de mayor relevancia en laasistencia social para la población hacia la cualorientan sus servicios.

Con esa intención se examinan lascapacidades institucionales de rendición decuentas del conjunto de Instituciones deAsistencia Privada (IAP) que operaron en elEstado de México durante el periodo 2000-2002, a partir de la vigilancia que el gobiernoejerce sobre ellas, así como las relaciones entrela regulación que ejercen las normas formales yla fortaleza o la debilidad del conjuntoinstitucional.3 La base para analizar esasrelaciones es la supervisión que realiza la Juntade Asistencia Privada del Estado de México(JAPEM), como el organismo responsable deautorizar y vigilar el establecimiento y laoperación de las instituciones asistenciales. Elanálisis se realiza mediante el seguimiento de lasupervisión a las 171 instituciones que operaronen la entidad durante el periodo de estudio.4

Los presupuestos de la rendición de cuentasLos presupuestos de la rendición de cuentasLos presupuestos de la rendición de cuentasLos presupuestos de la rendición de cuentasLos presupuestos de la rendición de cuentas

Las instituciones de asistencia privada en Méxicose organizan en torno a objetivos sociales, queson generalmente enunciados en términos deprotección a los pobres y desamparados; esdecir, asumen como su razón de ser elcumplimiento de una misión social, la cual lesconfiere una justificación tácita ante la sociedad.5

En la ejecución de esa misión, las institucionesgeneran diversos tipos de servicios, los quetienen o producen diversos tipos de valoreconómico y social. En ese sentido, si bien lasinstituciones se definen a sí mismas como nolucrativas, llevando implícito que su tarea no estádestinada a la obtención de lucro o gananciaspersonales, las condiciones de rendición decuentas sobre los recursos que utilizan sondiversas y los límites de su desempeño entre elinterés público y privado son borrosos, lo quepone en tela de juicio las bondades de suparticipación como agentes generadores debienestar social.

En ese contexto, en las últimas dos décadasse registraron en el país cambios en las relacionesentre el Estado y las instituciones de tipoasistencial privado, advirtiéndose cierta presióndel gobierno para el control sobre las facilidadesfiscales que se les otorgan a esas instituciones ypara intensificar la rendición de cuentas sobrelos recursos que manejan. Frente a esas medidas,las instituciones realizaron una amplia

3 El análisis no tiene la intención de caracterizar larendición de cuentas en el contexto nacional. Laselección del Estado de México como unidad de análisises arbitraria; sin embargo, las característicasdemográficas y económicas de esa entidad, así comolas dimensiones de su sistema de asistencia privada, leconfieren alguna representatividad en el panorama delas instituciones de asistencia privada en otras entidadesfederativas.

4 La JAPEM realizó visitas de supervisión a 122 del total delas instituciones registradas en el periodo de estudio, loque corresponde a 71.3% del conjunto institucional.De ese universo, el 60% fueron visitadas en más de unaocasión.

5 El examen de los fines del conjunto de instituciones alque se hace referencia revela que éstas orientan suacción por fines genéricos expresados en términos de:“brindar ayuda al prójimo”, “procurar el bien de losdemás” y “aliviar la pobreza”; enarbolando comoprincipios la generosidad y el carácter no lucrativo desus acciones. Se aprecia que esos propósitos, vertidosen sus estatutos constitutivos, forman parte del códigogeneral compartido que legitima su función ante lasociedad (Guadarrama, 2005).

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movilización en favor de lograr autonomía ymayores incentivos, enarbolando los beneficiossociales de la labor que realizan; por lo que tocaa la rendición de cuentas, se ha argumentadoque no pueden ser tasadas con la misma medidaque las empresas privadas de tipo lucrativo,demandando incentivos, autonomía yflexibilidad para dar cuenta de su operación yresultados.

La capacidad de rendir cuentas –accountability– es generalmente interpretadacomo el conjunto de activos que permiten a lasinstituciones asumir responsabilidad por susacciones y reportar ante autoridadesreconocidas.6 Esa capacidad es la que posibilitaestablecer niveles de confianza en que lasinstituciones cumplan con sus objetivos sociales.En el caso de las instituciones asistencialesprivadas, la capacidad de rendir cuentas puedetraducirse en un factor determinante para lafortaleza y consolidación de las instituciones,puesto que su operación depende, en buenamedida, de la confianza de donadores yvoluntarios en el buen destino de suscontribuciones y en un adecuado desempeñoinstitucional.

La capacidad de rendir cuentas incluye,además de la confianza, la suficienciainstitucional para enfrentar demandas, deudasy obligaciones, y en ese sentido tiene que vercon la sostenibilidad y fortaleza de lasinstituciones. En el caso de institucionesespecialmente dedicadas a la atención depoblaciones vulnerables, esa atención estátambién vinculada a la posibilidad de tomardecisiones éticas que consideren el manejoadecuado de los recursos en favor de susbeneficiarios. De ese modo, la rendición decuentas se asocia con las potencialidades deconsolidación institucional y puede constituirseen un punto determinante para la permanenciay la continuidad de las instituciones.

La relevancia social de las instituciones seencuentra sustancialmente asentada en lacorrespondencia entre sus fines y los mediosdisponibles para alcanzarlos, en su relación conlas necesidades que se pretenden atender, y enla medida en la que puedan responder a lasdemandas sociales. Las instituciones adquierenasí connotaciones de fortaleza o de fragilidadimplícitas en sus potencialidades para serestables, sostenibles y adecuadas para cumplircon su objeto social.

Del mismo modo se puede afirmar que larendición de cuentas incide en la percepciónsocial sobre el mejor desempeño institucional,puesto que permite clarificar el logro de losobjetivos, los que justifican a su vez las accionesemprendidas, asegurando que los recursos sonbien empleados; ya que, en situación contraria,los donadores pueden cancelar sus aportacionesy el gobierno puede retirar los subsidios e inclusoclausurar las instituciones. La consideraciónderivada de esos planteamientos es el supuestode que las deficiencias en los procesos deaccountability se traducen en condiciones dedebilidad organizacional que conducen alfracaso o a la extinción de las instituciones.

6 Michel S. Martell (2005) señala la inexistencia en elidioma español de un término equivalente aaccountability, puesto que el término afín“responsabilidad” se asocia más frecuentemente conel sentido de obligación y no con la “conciencia de lasimplicaciones de los actos”. Puntualiza que el términoaccountability se conoce y emplea con un sentido másamplio en el habla inglesa, como la responsabilidadimpuesta o asumida por una persona o un grupo parala efectividad o éxito de determinado programa,actividad y/o proyecto, en cuanto a los resultadosalcanzados, lo cual implica un requerimiento implícitoo explícito para aceptar responsabilidad por eldesempeño, progreso y logro. Esta observación esimportante porque permite incluir en el concepto laresponsabilidad integral por los programas de interéspúblico. Andreas Schedler (2004), advierte lasdificultades para la traducción al español del vocabloaccountability, aportando elementos que sustentan lapertinencia de utilizar los términos de rendición decuentas.

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Es pertinente aclarar que la obligación derendir cuentas, como otras obligaciones legalesy morales, es generalmente atribuida a laspersonas, no a las instituciones, y que algunasposiciones analíticas sostienen que lasobligaciones no pueden ser referidas al ámbitoinstitucional. Sin embargo, en este análisis sesostiene que la rendición de cuentas es unatributo de fortaleza o debilidad del conjuntoinstitucional, sobre la base de considerar, comopropone Russell Hardin (2003:163), que lasinstituciones tienen capacidades que trasciendenlas de los individuos y que la conducta de quieneslas constituyen es construida socialmente, conla influencia del contexto institucional. De esemodo nos explica que la moralidad de unainstitución como un todo está razonablementebien definida por su propósito y sus efectos.7

Otra de las razones para referir la obligaciónde rendir cuentas al ámbito institucional seencuentra en la argumentación de JohnFerejohn, referida a que la accountability es unapropiedad de las estructuras institucionales,mientras que la responsabilidad personal es unaconsecuencia de la interacción dentro de dichasestructuras. Es decir, la responsabilidad personales una medida del grado de accountability quela estructura institucional permite, (Ferejohn,1999: 131).8 En ese sentido se advierte que lalegislación mexicana marca responsabilidadesinstitucionales para la rendición de cuentas ypreviene sanciones, no solamente personalessino también institucionales, para el manejoindebido de recursos financieros y bienesmateriales, así como para la desviación de éstosde los objetivos sociales autorizados.9

Los componentes de la rendición deLos componentes de la rendición deLos componentes de la rendición deLos componentes de la rendición deLos componentes de la rendición decuentascuentascuentascuentascuentas

Como lo advierte John D. Clark (2003), en loque concierne a la transparencia y la rendiciónde cuentas para las organizaciones civiles pueden

identificarse tres componentes: para qué, aquién, y cómo.

••••• El primer componente, para qué, consideraque la organización y sus recursos sirvan alos fines propuestos (interés en los pobres,en el ambiente, en el beneficio de lacomunidad, etc.), asumiendo,implícitamente, que la información respectoa los problemas y a la ayuda para resolverlossea precisa, mediante vías sostenibles, que nosean solamente acciones de corto plazo y quela asociación y su constitución sean genuinas.

••••• En el caso del segundo componente, a quién,se consideran el reconocimiento y laaceptación social de la institución, implicandola existencia de un núcleo de legitimidadrepresentado por un cuerpo de autoridadeso representantes sociales reconocidos. En el

7 El análisis de la rendición de cuentas se asume desde laposición de Hardin, en el sentido de que resulta unaperversión colocar a las instituciones fuera del discursomoral, ya que es imposible lograr los objetivos moralessin ellas (Hardin, 2003).

8 Ferejohn aplica esta argumentación en su análisis sobreuna teoría de la accountability política, manejada comouna concepción endógena de accountability, en la quese consideran las condiciones en las cuales los agentespolíticos pueden hacerse a sí mismos más o menos“accountables” al escrutinio público (Ferejohn, 1999).

9 La consideración se sustenta en argumentos discutidosen la Suprema Corte de la Nación, en función de laresolución sobre la controversia derivada de la “Acciónde inconstitucionalidad 1/99. Ley de Instituciones deAsistencia Privada del Distrito Federal”, que consideróa la asistencia social como un servicio público; es decir,como una actividad directa del Estado que es autorizadao delegada a los particulares, lo que significa que puedaser ejecutada por las organizaciones civiles privadas, lasque colaboran con el Estado, reservándose éste elcontrol y teniendo facultades para limitar los derechosde los particulares. La referencia a la asistencia comoun servicio público implica, asimismo, las facultadesdel Estado para determinar cómo puede integrarse elpatrimonio de los sujetos que realizan las acciones deservicio público y cuáles reglas les serán aplicables asus cuestiones patrimoniales (Gudiño, 1999).

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caso de las instituciones de asistencia privada,este punto implica la rendición de cuentasante directivos, cuerpos colegiados,asociados, patronatos, juntas directivas ydonantes, así como ante el gobierno y lasociedad.

••••• El tercer componente, cómo, involucra lasformas como las instituciones pueden hacerun uso adecuado y correcto de sus recursos;también lleva implícita una cierta expertise(experiencia, conocimiento del asunto) en laatención del problema, y en esaespecialización está implícito un nivel en elcual las instituciones puedan ser abiertas alescrutinio público. El punto, para el casoparticular de las instituciones asistenciales,también tiene que ver con la percepción deque las instituciones filantrópicas deben ser,en lo posible, instituciones virtuosas.

Andreas Schedler (1999: 14-16) señalatambién algunos de los elementos conceptualesque se involucran en la idea de rendición decuentas, nos explica que el concepto deaccountability contiene dos nociones básicas: laprimera se refiere a responder por las accionesy decisiones, así como a la obligación deinformar sobre ellas y explicarlas; y la segunda,que corresponde a la noción coercitiva, implicala capacidad de imponer sanciones a lasdesviaciones de los presupuestos establecidos.

Por otra parte, de acuerdo con algunosprincipios planteados por las perspectivasneoinstitucionalistas, la rendición de cuentas esuna precondición de la eficiencia de lasinstituciones, puesto que las reglas para que éstassean efectivas deben acompañarse demecanismos de monitoreo y de castigo queprevengan su eventual violación. En lasinstituciones privadas que brindan serviciosasistenciales, esas prescripciones implican laobligación por parte de quienes fundan yadministran las instituciones de dar cuenta de

su manejo, mientras que exigir la rendición decuentas demanda la existencia de una autoridadreconocida que pueda prevenir y, en su caso,sancionar las desviaciones, papel que hasta elmomento corresponde a la Junta de AsistenciaPrivada. Se presupone asimismo la existenciade normas que articulan la organizacióninstitucional.

Con relación a los tipos de accountability, esposible distinguir entre aspectos referidos a laaccountability política, que capturan lapertinencia de las políticas institucionales uorganizacionales y de los procesos de suconstrucción a la vista del trazo de objetivospropios; la accountability administrativa, queinvolucra enjuiciar la corrección y la oportunidadde los procedimientos; la accountability de laprofesionalidad, que vigila los estándares deprofesionalismo de las instituciones; laaccountability financiera, que tiene que ver consujetar los recursos públicos a normas deausteridad, eficiencia y pertinencia, y laaccountability legal, que vigila la observancia alas normas formales con base en los criterioslegales establecidos. Estos ámbitos o formas deaccountability son mencionados por Schedlercomo elementos que se integran en el conceptode rendición de cuentas y que son susceptiblesde ser subdivididos en otros muchos, al igualque pueden variar de acuerdo con los ámbitosde su aplicación.

Dadas las limitaciones del análisis que aquíse presenta, la exploración de las nociones y delos componentes toca solamente algunos de esosaspectos, particularmente los asociados con lavigilancia que ejerce el gobierno por medio dela JAPEM sobre las IAP, situación que deriva de lainexistencia de información sobre rendición decuentas a otros actores políticos y sociales quese involucran en la asistencia. La indagación seorienta, preferentemente, hacia las declaracionessobre el logro de los fines genéricos y el manejode bienes y recursos económicos, debido a que

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las instituciones informan escasamente sobreotras características de su desempeño, sobre susresultados, y sobre el valor social de susaportaciones, lo que no permite aproximarse ala rendición de cuentas en esos rubros.

La rendición de cuentas como procesoimplica dos momentos: el control ex-ante, quepermite determinar el estado inicial de lasinstituciones, y la rendición de cuentas ex-post,que posibilita aprehender su manejo y susresultados en relación con las premisasaceptadas para su funcionamiento.10 En esteestudio se examinan los dos momentos con lasparticularidades que tiene la rendición decuentas de las IAP en el esquema de vigilanciaestablecido en el Estado de México.

AccountabilityAccountabilityAccountabilityAccountabilityAccountability e instituciones de asistencia e instituciones de asistencia e instituciones de asistencia e instituciones de asistencia e instituciones de asistenciaprivada en Méxicoprivada en Méxicoprivada en Méxicoprivada en Méxicoprivada en México

La vigilancia y rendición de cuentas para lasinstituciones asistenciales privadas en México seestableció formalmente con la constitución legalde la Junta de Beneficencia Privada—considerada en la Ley de Beneficencia Privada,decretada por el presidente Porfirio Díaz el 7de noviembre de 1889—, entre cuyasatribuciones se encontró la promoción yvigilancia de los establecimientos fundados porparticulares. En función de ese ordenamiento,a las instituciones de beneficencia creadas yadministradas por particulares con finescaritativos les fue reconocida personalidadjurídica.

La ley establecía para los patronos de lasinstituciones la obligación de remitir a la Juntade Beneficencia Privada un corte de caja anualsobre sus movimientos y desempeño;puntualizaba que las instituciones tenían laobligación de justificar, siempre que para ellofueren requeridas, el exacto cumplimiento delobjeto de la institución y la pureza en el manejo

de los fondos.11 La Junta, como autoridadestablecida para tomar cuentas del buenfuncionamiento de las instituciones, teníafunciones coercitivas concebidas comofunciones de vigilancia que debían impedir: “ladistracción o dilapidación de los fondos, losfraudes de los administradores o patronos o lainejecución de la voluntad del fundador”.12 Enel ejercicio de sus funciones, la Junta podía fincarresponsabilidades civiles y penales a quienesfaltaren a sus responsabilidades comoadministradores o patronos de las instituciones.

En la construcción histórica de lasresponsabilidades institucionales de rendiciónde cuentas debe asimismo tomarse en cuentaque ya en las leyes respectivas, modificadas porel mismo presidente Díaz en 1904, seconsideraban las acciones de beneficenciaejecutadas con fondos particulares como las quetenían un objeto de utilidad pública, dándoselesasí una connotación de bienes públicos: “No sereputan actos de beneficencia los que no tienenun objeto de utilidad pública ó son contrarios ala ley, a la moral ó a las buenas costumbres”.13

Esa noción, implícita en la constitución legítimade la intervención de los particulares en laasistencia, es de la mayor trascendencia para larendición de cuentas, ya que sobre esa base sejustifica la intervención y la vigilancia del Estadosobre las instituciones, erigiéndose la Junta comoautoridad legal ante quien dar cuenta del manejoinstitucional y, sobre todo, del empleo de losrecursos. Simultáneamente se constituyó unsistema de incentivos fiscales y subsidios para

10 La concepción de la rendición de cuentas como unmecanismo de control ex– ante y ex –post proviene deestudios sobre el tema realizados por Jon Elster (1999).

11Artículos 6º, 40º, 41º y 47º de la Ley de la BeneficenciaPrivada para el Distrito Federal y Territorios, publicadaen el Diario Oficial del Supremo Gobierno de losEstados Unidos Mexicanos, el 7 de noviembre de 1899.

12 Artículos 45º y 54º .13 Diario Oficial, de los Estados Unidos Mexicanos, 24

de agosto de 1904, Ley de Beneficencia Privada parael Distrito y Territorios Federales, Art.1º.

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alentar, regular y controlar la participación delos agentes privados en las acciones asistenciales.

Tales prescripciones operaron con algunasmodificaciones y se aplicaron con notableflexibilidad por parte de las autoridadesgubernamentales hasta principios de los añostreinta, cuando se plantearon mayores exigenciaspara el control de las instituciones sobre la basede considerar que la beneficencia debíaorganizarse como un servicio público, para locual se juzgaba indispensable establecercontroles efectivos a la administración.14 El rigoren la regulación de la asistencia privada duranteesa etapa se concretó en una supervisiónexhaustiva de las instituciones privadas y estuvoinserto en el proyecto más amplio del Estadocomo responsable de asegurar el bienestar de lapoblación, contexto en el cual la filantropíaperdía relevancia.15

Posteriormente, durante los años de 1940 a1958 se favoreció de nueva cuenta una másamplia intervención de los particulares en laasistencia, flexibilizándose la regulación y lasupervisión sobre la rendición de cuentas en elmanejo de sus fondos y capitales.16 La rendiciónde cuentas comprendía informar a la Junta delos programas de trabajo y llevar libros decontabilidad conforme a presupuestosestablecidos; la vigilancia incluía, además de loya indicado, la comprobación del cumplimientode normas técnicas de higiene y salubridad enlos establecimientos, fijándose sanciones al malfuncionamiento de las mismas. Preceptos quese mantuvieron con algunos cambios hasta 1989,cuando se empezaron a generar los marcosnormativos que regulan actualmente la rendiciónde cuentas en las instituciones asistencialesprivadas.17

Desde el comienzo de los años noventa fueposible observar que los arreglos que manteníanintegradas las líneas principales del modelo derendición de cuentas de las IAP mexicanas, sehabían fracturado en varios puntos: el primero

y más importante fue la reestructuración delesquema de incentivos fiscales y subsidios; elsegundo, la modificación de las prescripcionesen la legislación, las cuales limitaron ladiscrecionalidad que ejercía el gobierno en laasignación de apoyos y subsidios a lasorganizaciones e instituciones civiles, a la par queobligaron a éstas a la rendición de cuentas; eltercer punto crítico fue la falta de adecuacióndel patrón de rendición de cuentas a ladiversificación de los servicios y a nuevasnecesidades institucionales, sobre todo porqueno se consideraron mecanismos que permitierantomar en cuenta las repercusiones sociales delas tareas asistenciales.

A partir de esa ruptura comenzó a registrarseen el país un cambio en las relaciones entre el

14 Exposición de motivos del Presidente Abelardo L.Rodríguez, para expedir una nueva Ley de BeneficenciaPrivada para el Distrito y Territorios Federales. DiarioOficial del Gobierno Constitucional de los EstadosUnidos Mexicanos, 20 de diciembre de 1932.

15 El control exhaustivo se infiere de innumerablesprescripciones establecidas en el articulado de lalegislación de 1933, las que fijan criterios para larendición de informes contables y financieros; dichasprecisiones consideran obligaciones específicas para losinspectores y detallan las responsabilidades en que seincurría por incumplimiento de los preceptos marcados.Ley de Beneficencia Privada para el Distrito yTerritorios Federales, Diario Oficial del GobiernoConstitucional de los Estados Unidos Mexicanos, 31de mayo de 1933.

16 La flexibilidad se infiere no solamente de la reanudaciónde incentivos fiscales, sino también del hecho de que lamayoría de las instituciones que operaban podíanhacerlo sin registro y prácticamente sin supervisión(Guadarrama, 2005).

17 En el caso de México, hasta 1989 las asociaciones civilesestuvieron consideradas en un régimen fiscal que lasubicaba en la fracción VI del artículo 70 de la Ley delImpuesto Sobre la Renta, lo cual permitía considerarlascomo personas morales no lucrativas. Lasmodificaciones fiscales efectuadas en ese añomodificaron esa situación, restringiendo la aplicabilidadde las exenciones impositivas consideradasanteriormente (Reygadas, 1998).

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Estado y las instituciones privadas que se dedicana la asistencia. Algunos aspectos de ese cambiopueden resumirse en el reconocimiento de quetanto el gobierno como la sociedad considerannecesaria e intrínsecamente buena la labor deesas instituciones, por lo que les concedenreconocimiento legal, incentivos y estímulostraducidos como prerrogativas fiscales.18 Partede ese movimiento de reacomodo fue lareactivación de la discusión sobre la adecuaciónnormativa de la rendición de cuentas y sobrelos mecanismos empleados para valorar sudesempeño y resultados.

En el caso del Estado de México, los cambiosregistrados entre 1993 y 2001 en lasprescripciones que legitiman y ordenan laasistencia privada permiten la inserción en elorden rector de la sociedad, de individuos ygrupos de particulares que, para realizar actosde asistencia y constituir instituciones para esospropósitos, son sujetos de derechos yobligaciones. De manera simultánea, las normasrecientemente instituidas (2001 y 2004)establecen la previsión de la vigilancia de dichosactos, para evitar el mal uso de los atributos yprerrogativas mencionados.19 Los rasgos de laregulación conducen a pensar que las normasestablecen que las instituciones sean imputablesy que deban rendir cuentas de su desempeño yprobidad en el uso de sus recursos. Laimputabilidad es entendida aquí como el estadoen el cual las instituciones son responsables porel propio desempeño y por la confianza que sedeposita en ellas.20 La condición deimputabilidad tiene costos y beneficios para lasinstituciones: entre los beneficios se identificael de prevenir y desalentar conductas indebidasy desviaciones respecto a los fines institucionales;entre los costos están las sanciones que previenela legislación y la pérdida de confianza.21 Elórgano que supervisa el funcionamientoinstitucional es la Junta de Asistencia Privada.

Debe notarse que si bien la instancia deautoridad ante la cual rendir cuentas, en estecaso la Junta de Asistencia Privada, no hacambiado desde su constitución formal en 1899,la composición interna del organismo sí semodificó en el transcurso del siglo XX, porquela Junta fue, paulatinamente, integrando en suestructura orgánica a una mayor proporción derepresentantes de las instituciones.22 Esatransformación es importante en razón de incluiren la rendición de cuentas los intereses ypresupuestos institucionales.

El modelo de rendición de cuentasEl modelo de rendición de cuentasEl modelo de rendición de cuentasEl modelo de rendición de cuentasEl modelo de rendición de cuentas

Las instituciones de asistencia privada sedistinguen de las públicas principalmente porquedestinan fondos privados al desarrollo de su

18 El reconocimiento de las instituciones como personasmorales implica la aptitud para actuar en el campo delderecho, en virtud de un conjunto de atributosregulados por las leyes; entre esos atributos seencuentran: el nombre, el domicilio, la nacionalidad,la capacidad para cumplir con su objeto social, y supatrimonio (Domínguez y Reséndiz, 2001: 27).

19 Ley de Instituciones de Asistencia Privada del Estadode México (2001) y Ley de Asistencia Social (2004).

20 La legislación nacional en la materia previene que lasinstituciones asistenciales públicas y privadas ajusten sufuncionamiento a normas oficiales, mediante elestablecimiento de terminología, directrices, atributos,especificaciones y características aplicables a personas,procesos y servicios (artículos 63º y 64º de la Ley deAsistencia Social, 2004). En el mismo sentido se puedeinterpretar el otorgamiento de personalidad jurídica alas instituciones, condición que las convierte en sujetosde derechos y obligaciones. En el ámbito estatal, la Leyde Instituciones de Asistencia Privada (2001) vigenteincluye numerosas precisiones sobre lasresponsabilidades de rendición de cuentas de las IAP.

21 La interpretación está asociada con algunos de lossignificados de accountability en la lengua inglesa: toaccount, to consider, to credit o impute to (The LivingWebster Dictionary of the English Language, 1981).

22 En el caso del Estado de México, la JAPEM se constituyeactualmente por un presidente, cinco vocalesrepresentantes del sector público estatal y seis vocalesdesignados por las instituciones, con lo cual se considerauna composición paritaria del organismo fiscalizador.

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tarea asistencial. En función de estacaracterística, la capacidad de rendir cuentasresulta fundamental para su operación, tanto porel hecho de que se cumpla la voluntad deasociados y fundadores, en términos deadministrar recursos destinados a finespredeterminados de asistencia, como por lacircunstancia de que parte de su operación sesustenta con recursos externos, procedentes dedonativos realizados con propósitos de ayuda yde atención a personas y a problemas socialesdeterminados.

Las bases para justificar la intervención delEstado y sus atribuciones en la vigilanciainstitucional se arraigan en la noción de que losservicios que esas instituciones prestan son deinterés público.23 Se distinguen tres momentoso actos principales de intervención: laautorización de la institución, su vigilancia y suextinción (Junta de Asistencia Privada, 1950:XIII).24 El primer momento corresponde a laacción ex ante, y los dos últimos a la acción expost.

El momento de autorización de la institucióncondensa un conjunto de procedimientosvinculados con la constitución legal de ésta y consu reconocimiento como personas morales.Corresponde a la Junta otorgar o no elreconocimiento formal que lleva implícita laaceptación del objeto social, de los principiosestatutarios y de las bases esenciales para laoperación de la institución.

El segundo acto de la intervención estatalconsiste en la vigilancia del ejercicio institucional;este acto se infiere dirigido por la preservacióndel interés público y por la intención de asegurarque se cumpla la voluntad de los fundadores, seejerzan adecuadamente las prerrogativas y secuiden los bienes, aspectos que, en lo general,se integran en el adecuado cumplimiento de losfines asistenciales.

Finalmente, la intervención del Estado en laextinción de las instituciones es vista desde unaperspectiva que hace a los beneficiarios lostitulares de los bienes, pues al ser éstos decarácter privado, no puede el Estado, en ningúncaso, apropiarse de ellos. En esa virtud, alextinguirse una institución corresponde alEstado intervenir para cuidar que el patrimonioremanente continúe asociado con propósitosasistenciales (Junta de Asistencia Privada, 1950:XIII). Otra función del Estado en la extinción delas instituciones consiste en procurarcondiciones mínimas para la adecuadaprestación de los servicios.

El primer momento de la rendición deEl primer momento de la rendición deEl primer momento de la rendición deEl primer momento de la rendición deEl primer momento de la rendición decuentascuentascuentascuentascuentas

De modo muy amplio se puede decir que lasinstituciones operan con recursos provenientesde cuatro fuentes principales: a) los recursosprivados constitutivos que tienen su origen enlas aportaciones fundantes de la institución; b)los recursos privados que apoyan o sostienen laoperación y que se entienden provenientes dedonativos efectuados por otros agentes privados(algunos de los cuales son producto deexenciones fiscales); c) los recursos provenientesde subsidios y apoyos otorgados por el gobierno

23 Uno de los dilemas de la rendición de cuentas está endeterminar si las instituciones asistenciales constituyenbienes públicos o bienes privados. Los bienes públicosresuelven problemas colectivos y su creación constituyeun beneficio general. Desde esa perspectiva, lalegislación mexicana las considera como servicios deinterés público o bienes públicos financiados conrecursos privados (Gudiño, 1999). Cabe notar que ladiscusión es más amplia y tiene que ver con la naturalezade la propiedad de los bienes y con el carácter nolucrativo de las instituciones, temas que exceden lacobertura del análisis que aquí se realiza.

24 Esos momentos, identificados por la Junta de AsistenciaPrivada (JAP) en 1950, continúan con vigencia en lasfunciones actuales de la JAP, por lo que se señalan aquícon algunas adecuaciones a las circunstanciascontemporáneas.

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federal y los gobiernos locales, y d) las cuotasde recuperación que aportan los usuarios de laasistencia privada por servicios prestados. Cabereiterar que la provisión de recursos financierosde las instituciones asistenciales es un puntocrucial para asegurar el cumplimiento de losfines, la permanencia y la calidad de los serviciosy prestaciones que se pueden brindar. El origende sus capitales define el carácter privado y laforma de aplicación el carácter no lucrativo, asícomo la credibilidad en términos detransparencia y rendición de cuentas.

De acuerdo con lo que expresa la Ley deInstituciones de Asistencia Privada del Estadode México (2001): “Las instituciones deasistencia privada son personas morales confines de interés público, que con bienes depropiedad particular ejecutan actos de asistenciasocial sin designar individualmente a losbeneficiarios y sin propósito de lucro”. En talvirtud, desde el momento de su constitución,las instituciones deben manifestar cuáles son losbienes y recursos privados que sustentarán elcumplimiento de su objeto social. En el caso delas fundaciones, los bienes constitutivosdestinados son la base para integrar elpatrimonio; es decir, se trata de fondoseconómicos destinados a fines determinados. Enel caso de las asociaciones, se entiendenfinanciadas por las aportaciones de losasociados. En ambos casos, a esas provisionesprivadas se suman las aportaciones, donativos,herencias, legados, subsidios, productos y todaclase de ingresos que reciba la institución. Unacondición esencial, prevista por la legislación,es que las instituciones no pueden redistribuirbeneficios entre sus integrantes, condición quederiva de su carácter no lucrativo.

De conformidad con lo que las IAP

mexiquenses declaran al momento de suconstitución, su financiamiento,previsiblemente, será provisto por tres rubrosprincipales: a) las aportaciones en dinero o

bienes que realicen sus asociados o fundadores,así como las que en el futuro se establezcan paraser parte de la asociación o fundación; b) losdonativos o legados que otorguen a la fundacióno asociación, tanto sus integrantes como lasociedad en general, y los derechos que lesfueren transmitidos, y c) los ingresos que sederiven de las actividades que realicen encumplimiento de su objeto social.

El panorama que aporta la exploración delas instituciones de asistencia privada del estadode México muestra la escasez de los fondosiniciales destinados a la asistencia. Los datosregistrados en los estatutos constitutivosadvierten que de las 171 instituciones queoperaban en 2002, 129 (75.44%) no registranbienes ni recursos financieros, mientras que sólo31 instituciones (18.13%) sí los registran y 11instituciones más no proporcionan ningunainformación al respecto.25 Es indispensableaclarar que la falta de registro de fondoseconómicos no implica indefectiblemente queéstos no existan; en cambio, la omisión sí dejaestablecido que sin su registro, los fondoslegalmente inexistentes pueden ser destinadoso no al objeto asistencial, lo que pone tambiénen tela de duda su origen y su destino (gráfica I).

Por su parte, la aproximación a los bienes yrecursos de las 31 instituciones que losregistraron, nos permite conocer que sólo cuatroinstituciones (2.3%) aportarían algún bieninmueble, casa o terreno; una institución registraaportación en bienes inmuebles y dinero (.5%),cuatro registran sólo bienes muebles (2.3%), unano registra el tipo de bienes, y las 24 institucionesrestantes (13.4%) se constituyen con base enaportaciones en dinero que van de 500 a 100

25 Para su registro ante la Junta de Asistencia Privada, lasinstituciones deben presentar el documento de suconstitución formalizada ante Notario Público; en esedocumento se declaran los bienes que constituyen elpatrimonio inicial de la institución.

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mil pesos.26 El rango de aportación es el que acontinuación se menciona (gráfica II).

••••• Cinco instituciones se registran con mil pesoso menos de capital inicial.

••••• Quince instituciones se registran con uncapital inicial de entre 10 y 50 mil pesos.

••••• Cuatro instituciones se registran con uncapital entre 51 y 100 mil pesos.

La información registrada nos advierte sobreuna debilidad económica estructural de lasinstituciones, ya que solamente en uno de loscasos, los bienes registrados aseguran elfuncionamiento y la posible calidad en lasprestaciones de una institución asistencial.27

Asimismo, se infiere que las fundaciones, talcomo están concebidas en los ordenamientoslegales, son prácticamente inexistentes, en virtudde que ninguna institución inicia su operacióncon un patrimonio fundante que asegure sufinanciamiento. En esa apreciación se debeconsiderar que es a partir de la legislación de2001 que en esta entidad federativa se prescribeun mínimo de 100 salarios mínimos vigentespara poder constituir una IAP con la modalidadde asociación, y de mil salarios mínimos vigentesen la zona geográfica de su constitución con lamodalidad de fundación.28 De cualquier maneraque se mire, los datos muestran que lasinstituciones no son sostenibles y carecen de unpatrimonio que asegure la continuidad de susacciones y el cumplimiento de sus objetivos.

Los datos referidos dejan ver que la debilidadfinanciera de las instituciones asistencialesconstituye uno de los problemas másimportantes para que las IAP puedan desempeñarun papel importante en la asistencia social, puestodo apunta a que, salvo algunas excepciones,los recursos privados que se destinan a esecampo pueden calificarse como pequeñascontribuciones individuales y no alcanzan a ser

percibidos como el resultado de una verdaderacultura filantrópica. Tal vez de mayor relevanciaes el hecho de que se reconozca y permita elfuncionamiento a instituciones que claramenteno tienen posibilidades de operar de maneraadecuada por sus escasos recursos financieros,lo que hace patente el peso de las reglasinformales que propician tales concesiones. Esen ese sentido que se considera que unavigilancia permisiva y laxa opera negativamenteen la consolidación de las instituciones.

En lo que concierne a las aportaciones deotros donantes, los reportes de visita a lasinstituciones permiten estimar que los donativosproceden de empresas y personas; sin embargo,las donaciones no son elevadas y pocasinstituciones aclaran su procedencia, además deque existe escasa información sobre su monto yempleo.29 Otro rubro importante son los apoyosde los gobiernos locales, que además deinmuebles o terrenos, aportan subsidios parafinanciamiento (gráfica III).

26 La fuente de los datos son las solicitudes de registroante la Junta de Asistencia Privada del Estado de Méxicode las instituciones constituidas hasta noviembre de2002 (Junta de Asistencia Privada del Estado de México,estatutos constitutivos, 2000-2002).

27 La información se refiere a la institución de asistenciaprivada Misioneras y Misiones de la Encarnación IAP,la que declara poseer un inmueble y dinero por unvalor total de 1’511,924.00 pesos.

28 El estado de México integra dos zonas distintas para lafijación del salario mínimo; en términos generales seestiman para el año de 2004 en cinco mil pesos laaportación mínima solicitada a las asociaciones, y encincuenta mil pesos la de las fundaciones, cantidadesmuy menores para asegurar la sostenibilidad de lasinstituciones (Ley de Instituciones de Asistencia Privada,2001: artículo 25º, fracción IV).

29 Entre las empresas donantes se encuentran: Grupo Lala,Danone, Comex, Grupo Garcés, Aurrerá, Wal Mart,Caja y Empaque Modernos, Gasolinera Tecnológico,Banca Confía y la Fundación Kellogg. Otros donantesidentificados con el gobierno y los agentes privados sonel Nacional Monte de Piedad y la Lotería Nacional.

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Las cuotas constituyen una importante fuentede ingresos para la asistencia privada en el Estadode México: más de la mitad del conjunto de lasinstituciones cobran cuotas de recuperación, sibien los montos no son elevados y oscilan entre$120.00 y $3,000.00 para servicios como cursos,guardería, educación especial, rehabilitación yalbergue; mientras que las cuotas por servicioprestado —generalmente consultas, clases osesiones de rehabilitación— van de $5.00 a$80.00.

Si se tiene en cuenta el tipo de servicios queprestan las instituciones: atender a ancianos ensituación de abandono, cuidar de niñoshuérfanos y abandonados, rehabilitar adiscapacitados, y brindar atención médica,servicios de educación especial y otros rubrossocialmente necesarios, se puede apreciar queofrecen servicios económicos y accesibles quelos gobiernos en sus distintos ámbitos no tienencapacidad de proporcionar, por eso muchasveces éstos subsidian o trabajan en colaboracióncon las IAP. La información recabada en relacióncon el número de instituciones que cobrancuotas muestra que éstas son la fuente principaldel sostenimiento de 65% de las instituciones.30

El aspecto del financiamiento institucionalque involucra el pago de los usuarios porservicios prestados puede marcar un ámbitodistinto de la rendición de cuentas queactualmente no se encuentra considerado en lasupervisión de las instituciones y que tiene quever con ante quién o quiénes tiene que darsecuenta de los recursos utilizados y deldesempeño institucional.31

En el caso de las IAP, cabe destacar la formacomo este primer momento de la rendición decuentas, como control ex ante, es determinantepara sentar las bases de la estructuraorganizacional de las instituciones, así como paraorientar su acción conforme a normas yprincipios establecidos. Es pertinente advertir

también que en ese momento está contenida deinicio la función coercitiva de la JAPEM, pormedio de la autorización de la operacióninstitucional. En ese sentido, las evidencias sobrelos hechos de las autorizaciones otorgadas parael funcionamiento de las institucionesasistenciales privadas revelan: primero, unaprevisible escasa capacidad de respuesta a laobligación de brindar los servicios asistencialesque son la razón de ser de las instituciones y,segundo, una limitada capacidad coercitiva delorganismo de vigilancia. Ambas debilidadesoperan negativamente para el fortalecimientoinstitucional.

El segundo momento de la rendición deEl segundo momento de la rendición deEl segundo momento de la rendición deEl segundo momento de la rendición deEl segundo momento de la rendición decuentascuentascuentascuentascuentas

Derivado de las prescripciones de la legislacióny de las funciones propias de la Junta, uno delos propósitos sustantivos de las visitas desupervisión es verificar que las institucionescumplan con su objeto asistencial; este rubro es,claramente, el de mayor relevancia para lavigilancia y para la orientación de la asistenciaprivada en la entidad. No obstante, las decisionessobre si las instituciones cumplen o no cumplencon su objeto asistencial revisten algunacomplejidad; las dificultades se derivanparcialmente de que los objetivos asistencialesdeclarados cuando se constituyen lasinstituciones son con frecuencia expresados entérminos de misión, no precisándose con

30 Fuente: Junta de Asistencia Privada, reportes desupervisión 2000-2003.

31 Aun en el supuesto de que los usuarios de esos serviciosfuesen considerados beneficiarios de las acciones nolucrativas, y no como clientes que pagan por un servicio,existirían aspectos del desempeño institucional quetendrían que formar parte de los procesos de rendiciónde cuentas. En ese rubro se incluyen las distincionessobre la propiedad o pertenencia de las instituciones yla obtención de ganancias, las cuales, en el caso de lasorganizaciones lucrativas, son de apropiación legítimade los dueños o propietarios.

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claridad el tipo de servicio, la población aatender y las dimensiones de la tarea, que muyraras veces se vincula con los recursosdisponibles. De modo que determinar si lasinstituciones cumplen o no es una tarea para laque no existen parámetros, y que es ejercidadiscrecionalmente y con criterios variables.

La estimación del cumplimiento de losobjetivos sociales es un punto central de larendición de cuentas de las IAP. Los datos de lasupervisión indican que en el año 2000, 61% delas instituciones sí cumplieron con su objetoasistencial, 15% cumplió parcialmente, y seestimaría que 24% enfrentó problemas paracumplir con su misión.32 (gráfica IV ).

Por su parte, las instituciones que sí cumplencon su objeto social, también lo hacen en elcontexto de una defectuosa rendición decuentas. Son observaciones recurrentes en losregistros de supervisión, el que las IAP no hanrendido informes de labores y que no realizansus asambleas de asociados. Debe advertirse quealgunas instituciones recurren a los medios decomunicación: diarios locales, la radio o latelevisión, para dar cuenta de acciones y eventos;sin embargo, son formas que quedan en elámbito de la difusión ocasional de sus laboresasistenciales y no de la rendición de cuentas.33

Otro de los rubros principales de la vigilanciadel Estado está centrado en el cuidado delpatrimonio de las IAP, y en la supervisión sobreel origen y el manejo de los fondos que sedestinan al cumplimiento del objeto asistencial.El interés del Estado está dirigido a tres aspectosfundamentales: hacer cumplir la voluntad de lossocios y fundadores, vigilar que no se lesione elinterés público, y cuidar que no exista mal usoen las prerrogativas fiscales. La vigilancia que seejerce sobre el empleo del patrimonio de lainstitución considera la autorización depresupuestos de ingresos y egresos, así como larevisión de estados contables y de inversiones,

la propiedad de inmuebles y de condiciones deoperación. Asimismo, entre las facultades de laJunta está acreditar a las instituciones ante laSecretaría de Hacienda y Crédito Público paraque puedan ser autorizadas a recibir donativosdeducibles de impuestos, lo que constituye unaparte importante de los ingresos que sustentanlas tareas asistenciales.

Por lo que toca al seguimiento de la rendiciónde cuentas, en el apartado anterior se hablósobre los fondos que las IAP declaran alconstituirse y sobre la debilidad económicaestructural de las instituciones por no asegurarsu sostenibilidad. En este segundo momento serevisa a las instituciones ya en funcionamiento,lo que permite convalidar los datos de la etapaanterior. De la información recabada se infiereque los visitadores encuentran dificultades paraque las instituciones informen sobre sus fondosy capitales; una observación frecuente de losreportes de inspección es que las institucionesno tienen en orden sus estados financieros ycontables, y que éstos no son reportados conoportunidad a la Junta. Igualmente, entre lasobservaciones recurrentes derivadas de lasupervisión se encuentra que las institucionesno cuentan con registros contables y que nocumplen con su declaración fiscal.34 Esas

32 Reportes de supervisión de la JAPEM para los años 2000,2001 y 2002.

33 La aseveración se refiere a las IAP que constituyen eluniverso de estudio; sin embargo, existen en el paísalgunas instituciones asistenciales muy consolidadas quehacen pública rendición de cuentas, pero esos casos sepueden considerar la excepción y no la regla.

34 Una observación recurrente para las instituciones, eneste rubro, es la siguiente: “Entregar estados financierosa partir de la fecha de inicio de sus operaciones, encumplimiento del artículo 75º, párrafo 1 de la Ley deInstituciones de Asistencia Privada del Estado deMéxico. Entregar copia de R.F.C. Entregar presupuestode ingresos, egresos e inversiones en activos fijos”.Ejemplo tomado del Reporte de visita al Centro deEducación Especial y Rehabilitación Elvira Delgado deAlmazán, IAP, número de acta de visita: 016/JAP/2002.

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observaciones son significativas en el contextode la rendición de cuentas porque dejan ver queexiste poca claridad en los presupuestos delmodelo: a quién rendir cuentas, sobre qué rendircuentas y cómo hacerlo.35

De ese modo, no es posible saber con certezasi las IAP auditan sus estados financieros, seignora si cumplen con sus declaraciones deimpuestos, al parecer no elaboran presupuestosoperativos ni realizan una planeación sustentadaen la disponibilidad de sus recursos, y tampocose encuentran elementos de información quejustifiquen sus decisiones. En suma, no cuentancon los instrumentos ni aplican los criterios queles permitan efectuar la rendición de cuentasimplícita en los servicios y prestaciones de interéspúblico.

El tercer momento de la rendición deEl tercer momento de la rendición deEl tercer momento de la rendición deEl tercer momento de la rendición deEl tercer momento de la rendición decuentascuentascuentascuentascuentas

De conformidad con las prescripciones de lalegislación vigente, es una atribución de la Juntade Asistencia Privada autorizar la extinción delas IAP. Dicha atribución tiene sustento en variaspremisas jurídicas cuyo espíritu esencial esasegurar la rectoría del Estado, considerar a losbeneficiarios como los titulares de los bienes ypreservar el interés público.36 De ese modo, laley respectiva, en su artículo 96º, considera quelas instituciones pueden ser extinguidas de oficioo a solicitud de las mismas cuando:

••••• Sus bienes no sean suficientes para cumplircon su objetivo.

••••• Se constituyan con infracción a lasdisposiciones legales.

••••• Sus actividades pierdan el sentido asistencialque les dio origen.

••••• Obtengan una certificación negativa de laJunta.

En el caso de las instituciones que constituyenel universo de este estudio, la Junta autorizóentre 1993 y 2003 la extinción de 63 de las 171instituciones que operaban hasta el año 2002;37

es decir 36.84%, dato que puede ser estimadocomo un indicador mayor de la debilidad de lasinstituciones. De acuerdo con el examen de lasactas de extinción correspondientes a lasinstituciones canceladas, son causas frecuentesde las determinaciones de la JAPEM: a) que lasinstituciones no cumplieron con su objeto social,no se encontraban funcionando, no contabancon las condiciones de higiene y salubridadnecesarias, o bien atendían un número nosignificativo de beneficiarios; b) que presentabandeficiencias en la administración; es decir,irregularidades en el manejo de los recursosfinancieros, o carecían de recursos humanos ymateriales para la adecuada prestación de losservicios, y c) en algunos casos, la extinción fuesolicitada por las propias instituciones porque

35 La recurrencia se considera con base en el hecho deque 60% de las instituciones visitadas por la JAPEM

registra observaciones de faltas en su documentaciónfinanciera y contable; igualmente, 100% de lasinstituciones que recibieron recomendaciones paracorregir su funcionamiento registra observaciones demanejo financiero.

36 El sustento para marcar esa orientación a las facultadesde la JAP para autorizar la extinción de las IAP se condensaen los artículos 11º, 96° y 100º de La Ley deInstituciones de Asistencia Privada del Estado deMéxico, así como en los artículos 5º, 50º y 51º de laLey de Asistencia Social, que advierten claramente quela rectoría de la asistencia corresponde al Estado y queésta es un servicio de interés público, facultando laautorización de su funcionamiento y consecuentementela de su extinción (Ley de Instituciones de AsistenciaPrivada del Estado de México, 2001; Ley de AsistenciaSocial, 2004).

37 Estos datos incluyen las actas de extinción de lasinstituciones hasta el año 2003, porque en ellas seencuentran registradas las institucionescorrespondientes a los reportes de supervisión de losaños 2000-2002 que constituyen el referente para elestudio.

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no contaban con los recursos necesarios paracumplir con su objeto.38

Las causas de la extinción de las institucionesse asocian con insuficiencias en los procesos derendición de cuentas y pueden ser ubicadas enlas variantes de accountability, particularmentelas de accountability política, administrativa yfinanciera. La relación está determinada por losmomentos ex ante y ex post, en los que lainteracción entre las instituciones y la instanciacoercitiva no propició el fortalecimiento de lasinstituciones y la corrección del rumbo. En esesentido, la laxitud inicial de la autoridad y lasinsuficiencias institucionales en la rendición decuentas desembocaron en el debilitamiento y laextinción de las instituciones.

Las deficiencias en el ámbito de laaccountability política están referidas en elproceso de extinción al incumplimiento de losobjetivos asistenciales. La información recabadaindica con claridad que las instituciones nocumplieron con sus objetivos, o que se tratabade instituciones fantasma, que no existían en loshechos, que no llevaban a cabo ninguna labor yque no tenían beneficiarios de sus acciones.

Las insuficiencias en el ámbito de laaccountability administrativa son señaladascomo ausencia de activos organizacionales,limitaciones de infraestructura, carencia depersonal directivo u operativo, y falta de recursoshumanos especializados.

Particularmente, los procesos de extinción serefieren a insuficiencias en la rendición decuentas sobre los recursos económicos y elfinanciamiento de las instituciones; advierten quelas instituciones nunca pudieron contar con losrecursos económicos y materiales quesustentaran su operación. En otras palabras,fueron extinguidas principalmente por laimposibilidad que tuvieron para sostener suoperación o brindar los servicios.39

Cabe notar que, en el caso de las institucionesque aquí son estudiadas, se combinan yacumulan los distintos tipos de insuficiencia, loque permite a la autoridad efectuar los juiciossumarios procedentes para declarar la extinciónde las instituciones. El ochenta por ciento de lasinstituciones extinguidas cabe en ese espectrode sanción extrema impuesta por la autoridad,por motivos de incumplimiento deresponsabilidades, mientras que el 20% restantefueron extinguidas a solicitud de las propiasinstituciones; pero aún en esta variante, losmotivos aducidos por las instituciones son lasinsuficiencias patrimoniales y la falta de activoseconómicos para desarrollar su labor.40

Las condiciones de insuficiencia en laoperación de un gran número de institucioneshan sido reconocidas públicamente por la JAPEM;en declaración a algunos medios decomunicación, la JAPEM informó que en 2003se había cancelado el registro a 30 “supuestascasas de asistencia” y que se habían efectuadorecomendaciones a 50.41

38 Los Informes de visita reportan, asimismo,irregularidades en la posesión de los inmuebles,inexistencia de las instituciones o falta de la prestaciónde los servicios (JAPEM, Reportes de visita de inspeccióny actas de extinción 2000-2003).

39 Muestra de esa condición son las declaracionesasentadas en las actas respecto de que las institucionesextinguidas no contaron nunca con inmueble propio,no tenían instalaciones, o bien no detentaban ningúntipo de bien o patrimonio (Actas de extinción yrecomendaciones formuladas a las IAP en el periodode estudio).

40 No todos los casos de extinción se encuentrandocumentados mediante actas o recomendaciones a lasinstituciones. La interpretación se apoya en la revisiónde 20 actas de extinción y 27 reportes derecomendaciones efectuadas por la Junta de AsistenciaPrivada en el periodo de estudio, correspondientes a75% de las instituciones que fueron extinguidas.

41 Declaraciones de Alfonso Naveda Faure, secretarioejecutivo de la JAPEM, al periódico El Sol de Toluca, 15de septiembre de 2003 y 19 de febrero de 2004.

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Los problemas detectados en elfuncionamiento de las IAP que fueron extinguidasy las irregularidades que presentan otras de lasinstituciones que continúan funcionandopermiten apreciar que la permisividad en laregulación y la vigilancia laxa sobre suconstitución y funcionamiento, pueden operarcomo un factor negativo para el fortalecimientoy la permanencia de las instituciones, puesto quelas deficiencias y debilidades pasadas por altoconducen finalmente a la extinción. De igualmodo, la información corrobora que cuando lasinstituciones no consiguen articular los fines conlos medios, y cuando carecen de lainfraestructura organizacional que asegure susostenibilidad, tienen pocas probabilidades dealcanzar un desempeño suficiente y adecuado,menos aún de satisfacer las demandas sociales.

Rendición de cuentas y debilidadesRendición de cuentas y debilidadesRendición de cuentas y debilidadesRendición de cuentas y debilidadesRendición de cuentas y debilidadesinstitucionalesinstitucionalesinstitucionalesinstitucionalesinstitucionales

El balance de la supervisión realizada por laJunta de Asistencia Privada en tres momentosde la rendición de cuentas revela insuficiencia einconsistencia en el cumplimiento de lasobligaciones que en ese rubro las leyesprescriben para las instituciones, obligacionesque se arraigan en la concepción de lasprestaciones asistenciales como servicios deinterés público.

El análisis realizado deja ver, además de losproblemas de las instituciones, fallas notablesen los procesos de monitoreo, supervisión yseguimiento de las acciones emprendidas, asícomo insuficiencias en el modelo queactualmente se utiliza para dar cuenta deldesempeño y de los resultados institucionales.Los indicadores permiten, asimismo, inferir lasrepercusiones de tales insuficiencias al propiciarla emergencia y operación de institucionesdébiles, cuya precariedad se traduce enimposibilidad para lograr los objetivos quejustifican su existencia.

En ese sentido, cabe reflexionar que elespíritu de la rendición de cuentas es el de creartransparencia, y que los procesos deaccountablity, al demandar información yjustificación sobre las decisiones asistenciales,pueden contribuir a la construcción de fortalezasy capacidades que conduzcan no sólo almejoramiento de los servicios y al mejordesempeño institucional, sino también a laautodisciplina.

El perfil trazado sobre la rendición de cuentasde las instituciones asistenciales revela lanecesidad de plantear nuevas premisas queorienten el proceso y plantea el imperativo deconstruir nuevos modelos de accountabilityacordes con la naturaleza público-privada de losservicios que se prestan, así como de las formaspropias de operar y de tomar decisiones;también hace perceptible la necesidad deconsiderar la combinación sui géneris quepueden presentar los recursos disponibles. Enese contexto puede insertarse la demanda actualde las instituciones por una mayor autonomía,la que implicaría la existencia de otras instanciasindependientes ante quién o quiénes rendircuentas.

Por otra parte, la idea de accountability paraeste tipo de instituciones presupone la existenciade información imperfecta, originada en laopacidad que acompaña lo privado en oposicióna lo público. Desde esa óptica, las institucionesasistenciales consideradas como servicios deinterés público tendrían que abrir su operaciónal escrutinio público. Es decir, que si quierenser efectivas y ser percibidas como tales, larendición de cuentas tiene que ser pública. Laaccountability confidencial quepresumiblemente pueda darse al interior de lasasambleas de asociados y de los patronatos, nojustifica a las asociaciones asistenciales comoprestadoras de servicios de interés publico;entonces, su rendición de cuentas tendría quebuscar otras esferas legítimas de reconocimiento

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público. Este principio de publicidad aplica nosolamente a las instituciones que tienen laobligación de rendir cuentas, sino también a lasentidades que toman cuentas.

Reflexiones finalesReflexiones finalesReflexiones finalesReflexiones finalesReflexiones finales

No obstante desecharse la percepción comúnde que las instituciones privadas seanabsolutamente transparentes, no puede dejarsea un lado que el problema crucial de lasinstituciones privadas estriba, actualmente, ensu escasa capacidad de rendir cuentas de losrecursos que manejan. Los rasgos de insolvenciade las IAP mexiquenses, que ya han sidoexpuestos, pueden ser una de las claves para laidentificación positiva o negativa de lasinstituciones con los intereses y el bienestarcomún, y la base para un ejercicio en el que sepueda deslindar el confuso umbral del interésparticular, meramente lucrativo y ausente defines sociales.

La visión negativa sobre la opacidad en elmanejo financiero de las instituciones puedematizarse si se tiene en cuenta que la supervisiónsobre su patrimonio y sus recursos no puedeser interpretada como una transferencia de lasresponsabilidades gubernamentales relativas a laadministración de recursos públicos (O’Connell,1996). Las instituciones y las asociaciones civilesno son responsables ante la sociedad por losrecursos públicos que les son administrados. Esresponsabilidad del gobierno conocer a quiénesse otorgan recursos y por qué razones, ycontrolar el uso que se hace de ellos.....

Otro de los aspectos negativos del conjuntode apreciaciones sobre la situación patrimonialde las IAP, es que las instituciones muestran unatendencia a basar su sostenibilidad y sudesarrollo en una fácil disponibilidad dedonativos, debilidad que se constituye en unaamenaza permanente la proyección de acciones

consistentes y de largo plazo. En ese sentido, lapermisividad de la intervención estatal y lasinsuficiencias del modelo de accountabilityoperan como un factor negativo para elfortalecimiento de las instituciones.

La reflexión sobre la situación patrimonialde las instituciones asistenciales privadasconduce, asimismo, a considerar que lasconnotaciones de transparencia a las que aspiranesas instituciones implican un acceso públicomás extendido a la información sobre suoperación, así como la obligación de hacerpúblicas las razones y explicaciones que justificanla aplicación de los recursos que les sondonados, y sobre las decisiones que se tomanen el desempeño de la institución.42

Para avanzar en esa dirección, el gobiernonecesita reconocer la naturaleza dual de lasorganizaciones no lucrativas, como entidadeseconómicas y sociales. En el modelo explorado,la rendición de cuentas ha sido estrechamenteconcebida y ha tendido a excluir los beneficiossociales, que son el fin último de la accióninstitucional.

Como puede notarse en esta aproximacióna los procesos de accountability, las institucionesde asistencia privada IAP enfrentan considerablesdificultades para estructurar un modeloadecuado de rendición de cuentas. Laadecuación del modelo requiere tomar encuenta que el que actualmente se aplica noconsidera el valor que representan lascontribuciones del trabajo voluntario ni losdonativos en especie tampoco se tienenmecanismos de registro estadístico de personasvoluntarias y de horas de trabajo, y menos aúnde los beneficios por cuidar ancianos, proteger

42 Aquí se alude a la publicidad como un concepto deexigencia tendente a que las acciones sean justificadaspúblicamente, a diferencia del concepto como esenciade lo público.

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niños abandonados o rehabilitar personasdiscapacitadas; en suma, no se recogen en elmodelo los principios de una cultura filantrópicay estimativa de las aportaciones. Hace faltatambién propiciar la institucionalización de losprocesos de rendición de cuentas, para lo cuales imperativo dejar de verlos únicamente comoresultado de la acción coercitiva de lasautoridades y, por el contrario, comenzar apercibirlos como mecanismos de autocontrol ydisciplina generados por las propiasinstituciones. Tales inconsistencias no sonprivativas de México; se presentan también enpaíses que cuentan con redes filantrópicas yasistenciales más extendidas.

Uno más de los aspectos fundamentales paraavanzar en la transparencia consiste enincorporar la participación de los beneficiariosy la de los ciudadanos en general en la evaluaciónsobre la pertinencia y la calidad de los servicios,que es uno de los vacíos presentes hasta ahoraen la rendición de cuentas. En ese sentido, espertinente tomar en cuenta la advertencia deMichael Edwards y David Hulme sobre laexistencia de un nivel en el cual la ausencia deaccountability adopta el cariz de las accionesineficientes e ilegítimas (Edwards y Hulme,1996). Para lograr relevancia y legitimidad senecesita que las instituciones acepten ampliar larendición de cuentas hacia unidadesindependientes, observadores, cuerposacadémicos especializados y grupos socialesinteresados; es igualmente indispensable que seincorporen al modelo de rendición de cuentasformas de auditoría social.

Una de las críticas a los modelos de rendiciónde cuentas para las organizaciones no lucrativas,es que no estiman el valor de lo que se crea.43

Así, en países como los Estados Unidos yCanadá se han empezado a aplicar métodos deauditoría social y de rendición de cuentas queincorporan formas flexibles para capturar elimpacto social de las instituciones no lucrativas,

al tiempo que buscan integrar una estimacióndel valor social de los servicios prestados porlas instituciones.44

En la medida en que rindan cuentas, lasinstituciones pueden obtener mayor grado deautonomía y auto administrarse, así como, influiren la manera como deben acreditar sudesempeño y en las mismas figuras ante quienesdeben acreditarlo. En esa tesitura puedentambién consolidarse y ganar mayor presenciay respeto como participantes en la búsquedacomún por un mayor bienestar.

43 Algunos estudios efectuados en otros países consideranque sería apropiado imputar un valor monetario altrabajo voluntario cuando el voluntario ocupa el lugarde un empleado remunerado (Mook, et al., 2005;Quarter y Richmond, 2001).

44 La práctica de auditoría social busca estimar el valorsocial de la labor institucional por medio de indicadoressociales y financieros. Richmond (1999) desarrolló unmodelo combinado de contabilidad social con elpropósito de contar con instrumentos de rendición decuentas más adecuados al carácter no lucrativo ysocialmente valiosos de las instituciones; entre loselementos relevantes del modelo se considera asignarun valor económico comparativo con los valores delmercado a los resultados institucionales.

Gloria Guadarrama Sánchez

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AnexoAnexoAnexoAnexoAnexo

Primer momento de la rendición de cuentas Primer momento de la rendición de cuentas Primer momento de la rendición de cuentas Primer momento de la rendición de cuentas Primer momento de la rendición de cuentas IAPIAPIAPIAPIAP

Gráfica Gráfica Gráfica Gráfica Gráfica IIIII

Instituciones de asistencia privada en el Estado de MéxicoInstituciones de asistencia privada en el Estado de MéxicoInstituciones de asistencia privada en el Estado de MéxicoInstituciones de asistencia privada en el Estado de MéxicoInstituciones de asistencia privada en el Estado de Méxicoque al constituirse contaban con algún fondo económicoque al constituirse contaban con algún fondo económicoque al constituirse contaban con algún fondo económicoque al constituirse contaban con algún fondo económicoque al constituirse contaban con algún fondo económico

Fuente: Estatutos IAPIAPIAPIAPIAP.....

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Primer momento de la rendición de cuentas Primer momento de la rendición de cuentas Primer momento de la rendición de cuentas Primer momento de la rendición de cuentas Primer momento de la rendición de cuentas IAPIAPIAPIAPIAP

Gráfica Gráfica Gráfica Gráfica Gráfica IIIIIIIIII

Fondos que registran las instituciones al constituirseFondos que registran las instituciones al constituirseFondos que registran las instituciones al constituirseFondos que registran las instituciones al constituirseFondos que registran las instituciones al constituirse

Fuente: Estatutos IAPIAPIAPIAPIAP.....

Gloria Guadarrama Sánchez

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Primer momento de la rendición de cuentas Primer momento de la rendición de cuentas Primer momento de la rendición de cuentas Primer momento de la rendición de cuentas Primer momento de la rendición de cuentas IAPIAPIAPIAPIAP

Gráfica Gráfica Gráfica Gráfica Gráfica IIIIIIIIIIIIIII

Origen de apoyos y donativos de las instituciones de asistencia privadaOrigen de apoyos y donativos de las instituciones de asistencia privadaOrigen de apoyos y donativos de las instituciones de asistencia privadaOrigen de apoyos y donativos de las instituciones de asistencia privadaOrigen de apoyos y donativos de las instituciones de asistencia privada

Instituciones que registraron dato sobre origen de apoyos y donativos: 65.

Fuente: Informes de visita, 2000-2002.

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Segundo momento de la rendición de cuentas Segundo momento de la rendición de cuentas Segundo momento de la rendición de cuentas Segundo momento de la rendición de cuentas Segundo momento de la rendición de cuentas IAPIAPIAPIAPIAP

Gráfica IVGráfica IVGráfica IVGráfica IVGráfica IV

Condición de cumplimiento con el objetivo asistencial, año 2000Condición de cumplimiento con el objetivo asistencial, año 2000Condición de cumplimiento con el objetivo asistencial, año 2000Condición de cumplimiento con el objetivo asistencial, año 2000Condición de cumplimiento con el objetivo asistencial, año 2000

Informes de visita: 67.

Fuente: Informes de visita, 2000-2002.

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VII.VII.VII.VII.VII. Rendición de Cuentas y Transparencia enRendición de Cuentas y Transparencia enRendición de Cuentas y Transparencia enRendición de Cuentas y Transparencia enRendición de Cuentas y Transparencia enOrganizaciones CampesinasOrganizaciones CampesinasOrganizaciones CampesinasOrganizaciones CampesinasOrganizaciones Campesinas

Raquel Salgado Sánchez1

ResumenResumenResumenResumenResumen

El interés de escribir este ensayo se deriva de una experiencia de trabajo que tuvo lugar en unaorganización campesina que recibe recursos públicos. La intención es reflexionar sobre algunos delos motivos que dificultan que prácticas como la rendición de cuentas y la transparencia se lleven acabo en el contexto de las organizaciones campesinas en México.

En la introducción se señalarán los conceptos que sirven de guía para esta reflexión: organización,interés colectivo, rendición de cuentas y transparencia. También se describirán observaciones realizadasen torno a la organización campesina que se tuvo la oportunidad de conocer; algunas de ellas setoman en cuenta para establecer una clasificación empírica que identifica a esta organización comouna organización campesina que se mantiene de recursos públicos.

En el segundo apartado se plantea la existencia de recursos públicos para el fomento de actividadesde beneficio social, a los que tienen acceso las organizaciones de la sociedad civil. Se describiránobservaciones relacionadas con el proceso de gestión de recursos públicos que la organizacióncampesina estudiada llevó a cabo con una Secretaría de Estado durante la experiencia de trabajo. Esdecir, la forma en que la organización tuvo acceso a este tipo de recursos.

Posteriormente se hará una breve revisión de los antecedentes de las organizaciones campesinasen México y su relación con el Estado, con la finalidad de identificar de dónde surgen las dificultadesa las que se enfrentan las prácticas de rendición de cuentas y transparencia en dicho contexto. Estasdificultades tienen que ver con el proceso histórico-político que estableció y consolidó el régimencorporativo mexicano del siglo XX.

En el último apartado, después de analizar la dialéctica establecida entre el Estado y los dirigentesde las organizaciones campesinas, se pondrá atención a la idea de la rendición de cuentas. Se plantearála conveniencia de despertar el interés de los integrantes de estas organizaciones y el interés de lasociedad civil porque se lleven a cabo prácticas de rendición de cuentas y transparencia que contribuyanal desarrollo económico, social e institucional del espacio rural, cuando se trate de recursos públicosdelegados por el Estado para el beneficio social.

1 Raquel Salgado. Maestra en Cooperación Internacional para el Desarrollo por el Instituto de Investigaciones Dr.JoséMaría Luis Mora, [email protected]

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IntroducciónIntroducciónIntroducciónIntroducciónIntroducción

Problemas como la corrupción y el abuso depoder obstaculizan el desempeño de lasorganizaciones campesinas. ¿Qué puede decirsede prácticas como la rendición de cuentas y latransparencia en estos casos? La intención deltrabajo es situar la pregunta en el terreno de lasorganizaciones campesinas que reciben recursospúblicos con el objetivo de reflexionar sobre lasdificultades a las que se enfrentan este tipo deprácticas.

Para evitar generalizaciones sobre lanaturaleza, los principios, los objetivos y laforma de operar de las organizacionescampesinas en México, y al mismo tiemporeconocer su diversidad e importancia en eldesarrollo del espacio rural, se aclara que en esteensayo se considera como objeto de análisis aun grupo específico de organizaciones quepuede identificarse o clasificarse empíricamentecomo organizaciones campesinas que semantienen de recursos públicos.

Los conceptos que sirven de guía para estareflexión son los de organización, interéscolectivo, rendición de cuentas y transparencia.El concepto de organización se entenderá comola suma de voluntades individuales queconstituyen una colectividad que persigueobjetivos comunes; incluso cuando estosobjetivos no están claramente definidos, o seredefinan a lo largo de su trayectoria.2 Unaorganización supone ser una colectividad quese rige por reglas y mecanismos de operatividad,que interactúa con el medio y otros actores paralograr sus objetivos. En este trabajo nosreferiremos a la diversidad de objetivos quecomparten los integrantes de una organizacióncon la expresión de interés colectivo.

Con respecto a la rendición de cuentas,Andreas Schedler explica que cuando se hablade ella, se expresa una preocupación por la

existencia de controles, supervisión y restriccióndel poder.3 La esencia de la rendición decuentas se encuentra en la intención dedisciplinar el poder y prevenir sus abusos. Estaidea se desarrollará con mayor amplitud en elúltimo apartado del ensayo. Asociada a larendición de cuentas, la transparencia4

determina la necesidad de la existencia denormas y mecanismos que garanticen que, entodo momento, los ciudadanos puedan conocerlo que sucede al interior de las instituciones yorganizaciones con las que tengan algún vínculoo interés.

Una parte de la información con que sesustenta este ensayo y el interés sobre el tema,surgieron de la experiencia de trabajo que tuvolugar en una organización campesina que semantiene de recursos públicos. Esta experienciainició a partir de una oferta de trabajoencontrada en Internet, “Responsable deProyectos Agropecuarios e Industriales”, que fuepublicada por una organización campesina queforma parte del Congreso Agrario PermanenteNacional A.C. (CAP). De esta forma seestableció una relación de trabajo profesional yse llevaron a cabo actividades dentro de laorganización durante los meses de agosto yseptiembre de 2003.

Esta organización se fundó en 1986 con elobjetivo de instrumentar actividades para dotarde tierra a grupos agrarios de los estados de

2Cfr. Marcela Acosta, “La Quiptic Ta Lecubtesel:“La Quiptic Ta Lecubtesel:“La Quiptic Ta Lecubtesel:“La Quiptic Ta Lecubtesel:“La Quiptic Ta Lecubtesel:autonomía y acción colectiva”autonomía y acción colectiva”autonomía y acción colectiva”autonomía y acción colectiva”autonomía y acción colectiva”, Nueva Antropología.Revista de Ciencias Sociales, (México, AsociaciónNueva Antropología, A.C., vol. XIX, núm. 63, octubre2003) pp. 115-135.

3 Véase Andreas Schedler, ¿Qué es la rendición de¿Qué es la rendición de¿Qué es la rendición de¿Qué es la rendición de¿Qué es la rendición decuentas?cuentas?cuentas?cuentas?cuentas?, Cuadernos de Transparencia No. 3 (México,Instituto Federal de Acceso a la Información Pública,2004).

4 Cfr.IFAI, INDESOL, ITESO y SFP, Manual deManual deManual deManual deManual deAcceso a la Información, Transparencia y RendiciónAcceso a la Información, Transparencia y RendiciónAcceso a la Información, Transparencia y RendiciónAcceso a la Información, Transparencia y RendiciónAcceso a la Información, Transparencia y Rendiciónde Cuentas para el fortalecimiento de lasde Cuentas para el fortalecimiento de lasde Cuentas para el fortalecimiento de lasde Cuentas para el fortalecimiento de lasde Cuentas para el fortalecimiento de lasorganizaciones civilesorganizaciones civilesorganizaciones civilesorganizaciones civilesorganizaciones civiles, México, 2004.

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Oaxaca, Veracruz, Puebla, Estado de México,Hidalgo, Sonora, Sinaloa, Colima, BajaCalifornia Norte y Sur, Tlaxcala y Chiapas, entreotros. A partir de 1991, la organización previóque la exigencia de tierras ya no sería su columnavertebral en los procesos de organizacióncampesina, dando entonces prioridad a losprocesos de planeación, consolidación deactividades productivas y desarrollo rural.

En el tiempo que duró la experiencia detrabajo se observó que la atención brindada hacialos integrantes de la organización no estabarelacionada con su participación en proyectosproductivos y/o de desarrollo. En realidad, laactividad principal del personal de la oficinaconsistía en revisar los expedientes y lainformación del padrón de sus integrantes y enmantenerlo actualizado. Por tanto, la atenciónbrindada a los integrantes de la organizaciónestaba enfocada en mantener vigente surepresentación. La organización contaba conaproximadamente 65 mil miembros afiliadosdirectos, y “una influencia indirecta” que seextendía a 200 mil personas, familiares oallegados, que se encontraban concentrados ennúcleos agrarios y colonias populares.

Durante el trabajo de oficina realizado en laCiudad de México, era apreciable la dificultadque existía para que el personal cumpliera conun horario de trabajo específico. Esta situaciónestaba relacionada con la irregularidad del pagode sueldos en la organización; al iniciar estetrabajo, el personal de la oficina tenía ya tresmeses de atraso en sus pagos. El pago regularde sueldos dependía de la gestión de recursospúblicos para proyectos productivos y dedesarrollo, así como de los recursos públicosque se recibían a través del CAP. Por esta razónse pensó en establecer la clasificación empíricade organizaciones campesinas que se mantienende recursos públicos; también considerando queson alrededor de 12 organizaciones campesinassimilares a ésta las que conforman el CAP.

En las fechas de esta experiencia, laorganización planeaba llevar a cabo unseminario en Tuxtepec, Oaxaca. En el eventofue notorio que la mayor parte de los integrantesde la organización no acudieron con interés ocon la intención de participar. También se pudonotar que las conferencias no eran adecuadaspara un auditorio que en su mayoría estabaintegrado por campesinos de edad avanzada. Engeneral, las actividades y los procesos de laorganización se llevaban a cabo sin laparticipación de sus integrantes, se observó quede esta forma funcionaba adecuadamente paratodos.

La administración de la organizacióndemostró que sus integrantes no teníanparticipación equitativa de los recursos públicosque se solicitaban y recibían en su nombre. Estasituación no era motivo de descontento para losintegrantes y no era cuestionada por ellos; alcontrario, era comúnmente aceptada.

Recursos públicos para el fomento deactividades de beneficio social a los que tienenacceso organizaciones de la sociedad civil

En el arduo proceso de consolidación delsistema democrático en México, se han tomadoimportantes decisiones para integrar el nuevomodelo económico al programa de políticas delpaís. Se ha intentando responder a un dobleobjetivo que puede ilustrarse de esta forma: poruna parte las políticas económicas deben actuarcomo una estrategia de sostén al proceso deacumulación, por la otra, deben enfrentar losconflictos sociales en el marco de este proceso.5

Así se puede ubicar la existencia de recursospúblicos que, como parte de sus políticas, el

5 Así lo indican Carlos Alba y Enrique Valencia. Véase“Políticas públicas y mercado: una relación compleja”,“Políticas públicas y mercado: una relación compleja”,“Políticas públicas y mercado: una relación compleja”,“Políticas públicas y mercado: una relación compleja”,“Políticas públicas y mercado: una relación compleja”,en Alberto Aziz, México al inicio del siglo XXI.Democracia, ciudadanía y desarrollo, (México,CIESAS, Editorial Porrúa, 2003, pp. 259-315.

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gobierno destina para el fomento de actividadesprioritarias de beneficio social.6 Se puedeafirmar que el gobierno delega parte de estosrecursos directamente a organizaciones de lasociedad civil con el objetivo de atender lascuestiones sociales a través de un intermediariocapaz de actuar como agente de desarrollo.7

Generalmente las organizaciones oasociaciones que reciben recursos públicos,dirigen sus actividades hacia un grupo debeneficiarios y, como hemos visto, en algunoscasos también tienen la función derepresentarlos. Sin embargo, es necesarioreconocer la diversidad de las formas deorganización que presenta la sociedad civil. Cadaorganización o asociación, tiene un origenhistórico, una vía para legitimar sus prácticas, yun modo particular de relación con los sistemaspolítico y económico. Muchas organizacionespueden tener intereses específicos opuestos alinterés público o incluso al de sus integrantes orepresentados.

Siendo así, y de acuerdo con el investigadorJuan Manuel Ramírez,8 es convenientecuestionar la capacidad democrática que estasorganizaciones están demostrando. Desde laperspectiva de este ensayo, nos preguntamos silas organizaciones de la sociedad civil rindencuentas de los recursos públicos que reciben ysi, efectivamente, los utilizan para el beneficiosocial.

La experiencia de trabajo que se llevó a caboen la organización campesina descrita, sirvió paraconsiderar que también es importante cuestionarla forma en que las organizaciones de la sociedadcivil tienen acceso a este tipo de recursos.Continuaremos esta sección con lasobservaciones realizadas durante dichaexperiencia, que describen el procedimiento degestión de recursos llevado a cabo entre laorganización campesina y el Estado.

Para la gestión de recursos, este tipo deorganizaciones elaboran proyectos productivosy/o proyectos de desarrollo. En este caso eladministrador de la organización entregó porescrito un proyecto de desarrollo a unrepresentante de la Secretaría de Economía.

La información del proyecto sólo incluía elesquema de sus objetivos; no contaba con unpresupuesto y tampoco se acompañaba decotizaciones de los servicios, insumos, etc., queimplicaría su ejecución. Tan sólo eran ideasescritas en papel que reflejaban algunasnecesidades de los integrantes de la organización,según el administrador (no se tenía respaldo oforma de comprobar que estas necesidadescorrespondieran a un interés genuino de losintegrantes). Hay que insistir en que lainformación del proyecto no contaba con undesglose de costos y no tenía especificacionesfinancieras de ningún tipo. Al final del esquemade objetivos entregado, el administrador agrególa cantidad de dinero que consideraba necesariapara su ejecución.

6 El Centro Mexicano para la Filantropía (CEMEFI)realizó una investigación sobre estos recursos en la queexplica que bajo el concepto de “Fondo Federal” sedistinguirán los recursos producto de la recaudaciónde impuestos, con los que cuenta la Hacienda Públicadel Gobierno Federal para el desarrollo de susactividades administrativas y el apoyo a programasconsiderados prioritarios para el desarrollo social delpaís. Véase, Centro Mexicano para la Filantropía,Fondos Federales para apoyar proyectos de lasFondos Federales para apoyar proyectos de lasFondos Federales para apoyar proyectos de lasFondos Federales para apoyar proyectos de lasFondos Federales para apoyar proyectos de lasOrganizaciones de la Sociedad CivilOrganizaciones de la Sociedad CivilOrganizaciones de la Sociedad CivilOrganizaciones de la Sociedad CivilOrganizaciones de la Sociedad Civil (México, InstitutoNacional de Desarrollo Social, 2003).

7 En la investigación del CEMEFI se detallan 79programas para el fomento de actividades prioritarias,a los que se destinan recursos de los fondos federales.Las organizaciones de la sociedad civil tienen acceso a24 de estos programas, en calidad de coadyuvantes oejecutoras de los mismos. Estos programas sonmanejados a través de 10 Secretarías de Estado y dosórganos descentralizados. Véase CEMEFI, op. cit., pp.47-69 y pp. 80-89.

8 Juan Manuel Ramírez Sáiz, “Organizaciones cívicas,“Organizaciones cívicas,“Organizaciones cívicas,“Organizaciones cívicas,“Organizaciones cívicas,democracia y sistema político”,democracia y sistema político”,democracia y sistema político”,democracia y sistema político”,democracia y sistema político”, en Alberto Aziz, op.cit., pp. 133-178.

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En la Secretaría se revisó la informaciónentregada y se solicitó a la organización unamodificación que consistía en incluir en el titulodel proyecto términos que describieran lasactividades que, como Secretaría de Estado,debía atender canalizando recursos. En estarevisión, la Secretaría de Economía no solicitóinformación a detalle sobre el presupuesto,tampoco información especifica entre la lógicade objetivos y acciones del proyecto. Una vezrealizada la modificación en el título, laSecretaría aprobó la entrega de la cantidad dedinero solicitada por el administrador, se firmóun convenio y se transfirieron los recursos.

El administrador indicó que esa era la formade negociar los proyectos con el gobierno y queno había necesidad de presentar cotizaciones nipresupuestos que detallaran los gastos que, sesupone, tendrían que realizarse para ejecutar elproyecto. Indicó también que la Secretaría deEconomía no solicitaría informes sobre laaplicación de los recursos, no daría seguimientoal proyecto, y mucho menos evaluaría susresultados.

Después de reflexionar sobre elprocedimiento de gestión de recursos públicosobservado, se tuvo la inquietud de investigar enla organización sobre la existencia de archivosque demostraran los resultados de los proyectospara los cuales había recibido este tipo derecursos a lo largo de su trayectoria. No existíatal información. La única documentación paravalidar las acciones de esta organización era elacta que la constituía como asociación civil y unabreve descripción de sus antecedentes.

En cuanto a la aplicación de los recursosobtenidos para el proyecto de desarrollo, seobservó que parte de ellos fueron utilizados enel pago de sueldos del personal de oficinas de laCiudad de México. Otra parte se utilizó para larealización del seminario de la organización enTuxtepec, y en el pago de viáticos y hospedaje

para aproximadamente 150 personas, conmotivo del evento.

Por tanto, los recursos públicos que recibióla organización para un proyecto de desarrollose utilizaron para su mantenimientoadministrativo y para la realización de un eventocuyo objetivo era mostrarle al representante dela Secretaría de Relaciones Exteriores invitado,que la organización merecía obtener los recursossuficientes para adquirir un edificio de oficinasen la Ciudad de México.

A partir de esta información surgen aún máspreguntas. Por ejemplo, ¿le conviene al Estadotransparentar una situación que se puede vercomo subsidio público al funcionamientoburocrático de una organización campesina?¿Cuál ha sido la función de los recursos públicosque se les han entregado y que se les entrega aeste tipo de organizaciones?

El atraso del sector agropecuario en Méxicorefleja grandes problemas económicos y sociales,no se distingue que este tipo de recursos se hayaaprovechado para aliviarlos. Macario Schettinoseñala que el desperdicio de recursos públicosse debe a un problema de índole política: elsistema corporativo exige el mantenimiento deprivilegios para los grupos que ayudan al Estadoa controlar el poder, y se trata más de repartirrecursos entre ellos, que de invertirlos paraproducir riqueza.9

Este planteamiento nos conduce a revisar losantecedentes de las organizaciones campesinasen México y su relación con el Estado. A fin derecordar el papel que tuvieron dichasorganizaciones en el establecimiento yconsolidación del sistema corporativo del siglopasado.

9 Véase Macario Schettino, Propuestas para elegir unPropuestas para elegir unPropuestas para elegir unPropuestas para elegir unPropuestas para elegir unfuturo. México en el Siglo XXI,futuro. México en el Siglo XXI,futuro. México en el Siglo XXI,futuro. México en el Siglo XXI,futuro. México en el Siglo XXI, México, EditorialOcéano, 1999.

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Antecedentes de las organizacionescampesinas en México y su relación con elEstado

En este apartado se describirán, a grandesrasgos, las circunstancias históricas que forjarona las organizaciones campesinas de México. Sepondrá atención en la relación establecida entresus dirigentes y el Estado, misma que dio lugara un proceso político de subordinación ycentralización de poder en este contexto.

En el marco histórico de los temas agrariosse distingue una estrecha relación conimportantes acontecimientos y etapas que handeterminado las características políticas yeconómicas de México. La Independencia, laReforma, el porfiriato, la Revolución, elcardenismo y poscardenismo, fueron etapas dela historia de este país en que las cuestionesagrarias delinearon (en mayor o en menormedida) la formación y consolidación delEstado.10

Los campesinos de México fueronfundamentales tanto para la destrucción delEstado Colonial Español como para la creacióndel Estado Nacional. Las luchas en las cualestomaron parte, no sólo fueron batallas sobre laposible existencia del Estado, también fueronpor la disputa de lo que el Estado llegaría a ser.En este sentido, se puede afirmar que la basesocial campesina tuvo una influenciaconsiderable en las grandes decisiones y en ladirección del país.11

Esta influencia se hizo notar cuando elconflicto político del siglo XIX se extendió másallá de los grupos de élite y se formaron alianzascon segmentos del campesinado, además deotros segmentos pobres de la población.12 Estasalianzas fueron cruciales y dieron lugar a laparticipación política de los sectores de las clasessociales más bajas de México.

Aún así, no se considera que en sus inicios elmovimiento campesino tuviera entre sus metasla influencia política o la conquista del poder.López Villafañe sostiene que, en tiempos delporfiriato, el brote campesino y su organizaciónse identificaba más con el anhelo de mejorescondiciones de vida; esto es, aumento desalarios, salubridad, mejores condiciones yhorarios de trabajo. El descontento estabadeterminado por la lucha contra las condicionesgenerales de opresión y atraso. En estosmomentos la participación campesina, aunquepresentaba grandes contradicciones, postulabaantes que nada los intereses legítimos delmovimiento.13

En el contexto de la Revolución, los idealesde “Tierra y Libertad” llegaron a representar losobjetivos de las insurrecciones rurales y, aunqueéstas eran muy heterogéneas, en conjunto secaracterizaron como manifestaciones deresistencia a la expansión de una sociedadburguesa que respondía al proyectomodernizador de esta época.14 Bajo la direcciónde Zapata en el estado de Morelos, los

10 Cfr.Cfr.Cfr.Cfr.Cfr. Comisión Económica para América Latina, Comisión Económica para América Latina, Comisión Económica para América Latina, Comisión Económica para América Latina, Comisión Económica para América Latina,Economía Campesina y Agricultura Empresarialtipología de productores del agro mexicano, (México,(México,(México,(México,(México,Siglo XXI, 3ª ed., 1986).Siglo XXI, 3ª ed., 1986).Siglo XXI, 3ª ed., 1986).Siglo XXI, 3ª ed., 1986).Siglo XXI, 3ª ed., 1986).

11 Véase Peter Guardino, Campesinos y Política en laCampesinos y Política en laCampesinos y Política en laCampesinos y Política en laCampesinos y Política en laFormación del Estado Nacional en México. Guerrero,Formación del Estado Nacional en México. Guerrero,Formación del Estado Nacional en México. Guerrero,Formación del Estado Nacional en México. Guerrero,Formación del Estado Nacional en México. Guerrero,1800-1857,1800-1857,1800-1857,1800-1857,1800-1857, México, Gobierno del Estado de Guerrero,2001.....

12 La importancia de estos sectores de la población radicaesencialmente en su superioridad numérica. Para ladécada de 1920 los dos principales grupos de poblacióneran campesinos y soldados. A mediados de la décadade los treinta, tres cuartas partes de la población socialdel país se repartía en tres grupos: campesinos, obrerosy militares. Véase Ariadna García, “El régimen“El régimen“El régimen“El régimen“El régimencorporativo mexicano del siglo XX: génesis ycorporativo mexicano del siglo XX: génesis ycorporativo mexicano del siglo XX: génesis ycorporativo mexicano del siglo XX: génesis ycorporativo mexicano del siglo XX: génesis yestructura”estructura”estructura”estructura”estructura”, tesis de maestría en Ciencias Políticas(Puebla, Pue., Benemérita Universidad Autónoma dePuebla, 2003).

13 Véase Víctor López Villafañe, La formación delLa formación delLa formación delLa formación delLa formación delsistema político mexicano, sistema político mexicano, sistema político mexicano, sistema político mexicano, sistema político mexicano, (México, Siglo XXI, 1986).

14 Véase Armando Bartra, Los Herederos de Zapata,Los Herederos de Zapata,Los Herederos de Zapata,Los Herederos de Zapata,Los Herederos de Zapata,(México, Ediciones Era, 1985).

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trabajadores agrícolas pretendían mejorar sunivel económico y social. El interés de loscampesinos giraba en torno a la posesión de latierra, no sólo para resolver el problema de laalimentación, sino para solventar todas susnecesidades, resolver sus problemas económicosy elevar su nivel de vida.

López Villafañe indica que en esta etapa sellegaron a desarrollar formas “embrionarias” depoder local campesino. Formas de poder quellegarían a extenderse a nivel municipal, regional,y estatal, tomando como ejemplo el nacional.En 1920, con la aprobación de Obregón, seformó el Partido Nacional Agrarista (PNA) ycon ello parte del movimiento campesinorecibió los favores del gobierno. La formaciónde un partido político de esta naturaleza dio lugara la disyuntiva entre el interés colectivo y lasambiciones personales de los líderescampesinos; también inició la dependencia delmovimiento hacia el apoyo oficial.

En marzo de 1929, con la fundación delPartido Nacional Revolucionario (PNR), cobróvida un instrumento político que permitióconsolidar el proceso de centralización delpoder. El PNR fue constituido para unificar alos diferentes grupos revolucionarios, a travésde sus líderes, y para distribuir el poder localentre ellos. Concentrado en la mediación de lasdisputas por el poder político, el PNR no diocabida a las verdaderas exigencias de las clasesmás desprotegidas del país, principalmenteobreros y campesinos.

Surgieron entonces grupos de “agraristas” enlos círculos oficiales que se convirtieron enportavoces del descontento campesino; al frentese encontraban gobernadores estatales, uno deellos, Lázaro Cárdenas en Michoacán. Laprincipal organización agraria, que agrupaba ala mayoría de las ligas campesinas existentes, erala Confederación Campesina Mexicana (CCM),formada en 1933 para apoyar la candidatura deCárdenas a la presidencia.

Una vez en el poder, Lázaro Cárdenas seencargó de fomentar la unificación campesina;era necesario organizar a los núcleos agraristasen una sola agrupación de carácter nacional. Enel año de 1938 se constituyó, por decreto oficial,la Confederación Nacional Campesina (CNC).Esta fue la primera organización campesina“formal” a la que se le atribuyó ser auténticarepresentante de los intereses campesinos, y, almismo tiempo, ser una organización nacionalfiel al gobierno federal.15

Para los campesinos fue difícil oponerse aque el Estado los organizara corporativamentecuando éste respondía a sus demandashistóricas. Cárdenas cumplió con todas lasdemandas del agrarismo radical, sin embargohubo una que no tuvo intención de considerar:que el movimiento campesino contara con unaorganización política independiente. Laparticipación democrática dentro de lasorganizaciones campesinas quedó subordinadaa los intereses del Estado.

Para completar la unificación campesina elgobierno de Cárdenas llevó a cabo la ReformaAgraria. Una de sus acciones principales fueconvertir el ejido en una institución permanente,de esta forma los campesinos se encontraronintegrados a la estructura estatal. Con el repartoagrario y la conformación del ejido quedódemostrado que el Estado era el mediador entreel campesino y la tierra, así como el mediadorentre el campesino y el terrateniente. El Estadocreó un ambiente de tensión que él mismo seencargó de regular con maniobras que algunasveces favorecían a terratenientes, otras acampesinos, otras más a sus dirigentes. Aún así,logró legitimarse ante los campesinos,adquiriendo una base social popular.

Los campesinos, por su parte, adquirieronnuevos rasgos de dependencia pues su existenciadependía de la voluntad del Estado: el acceso a

15 Armando Bartra, op. cit.

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la tierra era una concesión estatal, el gobiernoera la vía para obtener agua, insumos agrícolas yvías de comercialización, y era el que tenía elcontrol del capital.

Hasta el momento se ha visto que lacaracterística más importante del movimientocampesino es que no pudo mantenerseindependiente, en cambio se encontró formal yorgánicamente integrado a las líneas políticasadoptadas por el Estado mexicano. Más allá delmovimiento campesino, fue la relación entre loslíderes de sus organizaciones y el gobierno loque constituyó la plataforma de un procesopolítico de subordinación. Estas circunstanciaspermitieron que el interés colectivo de lasorganizaciones campesinas cediera su lugar a lasambiciones personales de sus líderes una vezque éstos llegaron a las esferas del poder político.

Se debe tener presente que la alianza entreel movimiento campesino y el Estado no fueabsoluta ni sucedió pacíficamente, no se tratade una historia lineal. En los procesos desubordinación y represión del interés colectivono faltó la rebelión, misma que tuvo arraigo endiferentes estados de la República Mexicana y asu paso dejó lamentables consecuencias. Lahistoria de las organizaciones campesinas seasocia a promesas y desilusiones; movilizacióny combates; fuerzas federales y terratenientes;guerrillas y represión militar. Burocraciasinstituidas para desalentar la presión sobre latierra y manipular el descontento.16

En la segunda mitad del siglo XX lasorganizaciones campesinas recurrían al conceptode independencia con una insistencia muymarcada debido a que reconocían un ordendesequilibrado y una dependencia extrema conrespecto al Estado. En el campo, el conceptode independencia era visto como símbolo delegitimidad.

A partir de la industrialización, el gobiernoya no necesitaba de los campesinos en la misma

medida que antes. Para los años sesenta se notóla falta de atención a los problemas estructuralesdel agro, además del cambio de actividades dela población rural por su incorporación alcrecimiento urbano industrial. Sin embargo, eldesarrollo industrial de esta época no pudo dara dicha población las condiciones para escaparde la pobreza. La presión en los mercados detrabajo se alivió con la salida de trabajadoresagrícolas hacia Estados Unidos, en calidad deindocumentados.

Los movimientos campesinos que existían enlos años setentas estaban representados por lospequeños productores que combatían por losprecios, los jornaleros agrícolas preocupados porsus salarios, las acciones contra la imposiciónpolítica y la lucha generalizada por la tierra. Sinembargo, el cierre de casi todos los espaciosdemocráticos rurales, provocado por elgobierno, facilitaba la represión.

A mediados de esta década, el Estado inicióel desmantelamiento del agrarismo institucional,base de su legitimidad ante los campesinos. Almismo tiempo extendió y profundizó suinserción económica en el espacio rural,particularmente en el sector ejidal de medianoy alto potencial productivo. En este periodo semultiplicaron las obras de infraestructuraconstruidas y controladas por el Estado, seextendieron el crédito y el seguro agrícola, seamplió la red de comercialización oficial, crecióla intervención estatal en el fomento y manejode la agroindustria. Los campesinos fuerondependiendo, aún más, de los recursoseconómicos, técnicos y administrativos de origenoficial; se reconoció al Estado como fuenteirrenunciable de recursos productivos.17

Aún así, en los años siguientes se notó que elcampo fue abandonado a su suerte; se dejó de

16 Un panorama más completo se encuentra en ArmandoBartra, op. cit., pp. 66-142.

17 Armando Bartra, op. cit.

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invertir en él y no se avanzó tecnológicamente.De pronto hubo cada vez mayor distancia entrela ciudad y el campo. Se hacía más profunda lagran brecha que aún separa a los consumidoresurbanos y la moderna sociedad delconocimiento de los campesinos.

En la década de los noventa los problemasdel campo se agudizaron con el cambio depolíticas públicas. El Estado dejó de fijar losprecios y de regular la producción, para dar pasoal libre mercado. En estas condiciones lasorganizaciones campesinas no pudieronenfrentar la competencia de particularesnacionales y extranjeros; en cambio, los intereseseconómicos de quienes cumplían con lasfunciones administrativas o técnicas en estasorganizaciones sí lograron colocarse por encimade la lógica económica.

Armando Bartra señala que el nuevo perfilorganizativo de los campesinos se opone a lasestructuras verticales y corporativas, y quereivindica la democracia y la autonomía frenteal Estado. Pero al mismo tiempo indica que “estavocación no exorciza del peligro”.18 Lo quesignifica esta aseveración es que en un contextoeconómico desfavorable, en el que ademásprevalecen tensiones y conflictos entreterratenientes, campesinos, y Estado, claudicarpolíticamente puede ser la única forma desobrevivir para una organización.

Se ha visto que los antecedentes de lasorganizaciones campesinas se encuentranprofundamente ligados al establecimiento delrégimen corporativo que sentó las basesestructurales y funcionales del siglo XX enMéxico. Las dificultades que se encuentran enla actualidad para incorporar prácticas que vayande acuerdo al régimen democrático, en elcontexto de estas organizaciones, tienen que vercon el cambio de las reglas informales quemantienen un poder arbitrario, por reglas yprácticas que sirven para sustentar un sistemapolítico en el que los representantes del interés

colectivo no se guían por sus propias ambicioneso por fines distintos a los que tienen susrepresentados.

El proceso de transición del corporativismohacia la democracia en México implica laadopción de nuevas prácticas que sirvan parasustentar una democracia verdadera, las cualesno tendrán sentido mientras que los actoressociales (campesinos, autoridades y sociedadcivil) no sean concientes de su necesidad.

Rendición de Cuentas y transparencia paraRendición de Cuentas y transparencia paraRendición de Cuentas y transparencia paraRendición de Cuentas y transparencia paraRendición de Cuentas y transparencia paraasegurar el beneficio socialasegurar el beneficio socialasegurar el beneficio socialasegurar el beneficio socialasegurar el beneficio social

El propósito de este apartado es identificar ala rendición de cuentas y la transparencia comoprácticas útiles para depurar los procedimientosde gestión, administración, distribución yaplicación de los recursos públicos que seentregan a las organizaciones de la sociedad civilen general, y a las organizaciones campesinasen particular. Todo ello con el fin de vigilar queestos recursos sean utilizados para el beneficiosocial de sus integrantes y de que contribuyan agenerar los resultados que mejor respondan asus necesidades colectivas.

De acuerdo con los teóricos clásicos, AndreasSchedler señala que en política se reconoce queprimero viene el poder, y luego la necesidad decontrolarlo. La rendición de cuentas tiene comomisión reducir la opacidad del poder, es decir,prevenir y remediar sus abusos, así comomantener su ejercicio dentro de ciertas normasy procedimientos preestablecidos. De esta formalos portadores de poder son responsables antequienes se ven afectados por sus decisiones ypor tanto, están obligados a rendirles cuentas.La rendición de cuentas pretende alcanzar un

18 Véase Armando Bartra, “Pros, contras y asegunes de“Pros, contras y asegunes de“Pros, contras y asegunes de“Pros, contras y asegunes de“Pros, contras y asegunes dela “apropiación del proceso productivo”. Notas sobrela “apropiación del proceso productivo”. Notas sobrela “apropiación del proceso productivo”. Notas sobrela “apropiación del proceso productivo”. Notas sobrela “apropiación del proceso productivo”. Notas sobrelas organizaciones rurales de productores”las organizaciones rurales de productores”las organizaciones rurales de productores”las organizaciones rurales de productores”las organizaciones rurales de productores”, en Losnuevos sujetos del desarrollo rural, México, FundaciónInteramericana, ADN Editores, 1991.

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control parcial sobre aquellos que toman lasdecisiones públicas; se trata de disciplinar elpoder, no de eliminarlo o suprimirlo.19

El término de rendición de cuentas es unatraducción inexacta del término anglosajónaccountability. En la lengua española no existeun término estable que exprese con claridad sutraducción, a veces se traduce como control,otras como responsabilidad. En generalrendición de cuentas significa ser sujeto a laobligación de reportar, explicar o justificar algo;ser responsable ante alguien de algo.20 Larendición de cuentas contemplará de antemanoa las dos partes involucradas: a los que rindencuentas y a los que exigen cuentas.

La rendición de cuentas es una demanda porhacer transparentes hechos y razones, y puedepresentarse en tres dimensiones genéricas:información, justificación y castigo. La primeradimensión tiene que ver con la transparenciade hechos, la segunda con la transparencia derazones, y la tercera dimensión sugiere que larendición de cuentas no debe limitarse a latransparencia de la información.

Schedler nos hace ver que las personas queoperan organizaciones de la sociedad civil estáninvolucradas necesariamente en la rendición decuentas del ámbito público. En estos casos sepuede considerar que la rendición de cuentasno se limitará a responder por el manejo de losrecursos públicos que obtengan, sino quetambién tendrá que ver con los resultados de suaplicación.21

La sociedad civil22 también tiene una funciónen las acciones que tiendan a mejorar losprocesos de rendición de cuentas del ámbitopúblico. En estos procesos es importante laparticipación directa de la sociedad civil paravigilar y presionar sobre el uso honrado y eficazde los fondos públicos, así como para supervisarla obtención de los resultados que se esperalograr con ellos.23

Finalmente, se sugiere que para llevar a caboprácticas como la rendición de cuentas y latransparencia en el contexto de lasorganizaciones campesinas, se necesita despertarel interés de sus integrantes, además del interésde otros actores de la sociedad civil. Imaginemoslos extremos de un eje que permite mantenervigente una relación de dependencia yarbitrariedad. En un extremo se encuentran losintegrantes de las organizaciones campesinas yen el otro los ciudadanos contribuyentes.

En el extremo donde se encuentran losintegrantes de dichas organizaciones existe lacostumbre de recibir pequeños beneficiosinmediatos sin necesidad de participación,aunque éstos no correspondan a sus necesidadesreales y sirvan para manipular sus intereses. Entales casos, sería conveniente la interacción conactores del extremo opuesto, con el fin deexplorar la posibilidad de que se lleven a caboprácticas de rendición de cuentas y transparenciacuando se trate de recursos públicos parabeneficio social, delegados por el Estado a lasorganizaciones campesinas.

19 Andreas Schedler, op. cit.20 Cfr. Luis Carlos Ugalde, citado por IFAI, INDESOL,

ITESO y SFP, op. cit. y Andreas Schedler, op. cit.21 Se ha tomado en cuenta la clasificación propuesta por

John Ackerman: a) rendición legal de cuentas y b)rendición de cuentas sobre resultados. Véase JohnAckerman, Sinergia estado-sociedad en pro de laSinergia estado-sociedad en pro de laSinergia estado-sociedad en pro de laSinergia estado-sociedad en pro de laSinergia estado-sociedad en pro de larendición de cuentas: lecciones para el Bancorendición de cuentas: lecciones para el Bancorendición de cuentas: lecciones para el Bancorendición de cuentas: lecciones para el Bancorendición de cuentas: lecciones para el BancoMundial,Mundial,Mundial,Mundial,Mundial, Washington, D.C., Banco Mundial, 2004.

22 De acuerdo con John Ackerman, sociedad civil serefiere a los ciudadanos organizados o no, que actúanen forma independiente del gobierno, de los partidospolíticos y de motivos lucrativos, que trabajan en prode la transformación de la sociedad y de lagobernabilidad. Entre ellos se encuentran no sólo lasorganizaciones religiosas y gremiales, los sindicatos, lasorganizaciones de base y las ONG sino también otrosgrupos en los que participan ciudadanos que no formanparte de ninguna organización formalmente establecida.John Ackerman, op. cit.

23 Véase John M. Ackerman, Social Accountability in theSocial Accountability in theSocial Accountability in theSocial Accountability in theSocial Accountability in thePublic Sector. A Conceptual Discussion, Public Sector. A Conceptual Discussion, Public Sector. A Conceptual Discussion, Public Sector. A Conceptual Discussion, Public Sector. A Conceptual Discussion, Washington,D.C. The World Bank, 2005.

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La importancia de la interacción entre losintegrantes de las organizaciones campesinas ylos ciudadanos contribuyentes consistiría enpromover, a partir de la participación y delinterés de los integrantes de estas organizaciones,la posibilidad de vigilar que los recursos públicosque se delegan a sus representantes contribuyanal desarrollo económico, social e institucionaldel espacio rural.

ConclusionesConclusionesConclusionesConclusionesConclusiones

Cuando las organizaciones campesinas quereciben recursos públicos no rinden cuentas deluso y de los resultados derivados de estosapoyos, y cuando los procedimientos de gestiónpara obtenerlos no tienen apego a reglas legales,se están haciendo vigentes los cimientos del viejorégimen corporativo mexicano. Un sistema cuyosupuesto objetivo era servir al interés colectivode las organizaciones sociales pero que, una vezque sus dirigentes lograban colocarse en elpoder, adquirían la libertad de recibir losbeneficios económicos y políticos que lesotorgaba el Estado, a cambio del controlcorporativo y manipulación de las aspiracionesde los integrantes de estas organizaciones.

La Ley Federal de Fomento a las ActividadesRealizadas por Organizaciones de la SociedadCivil establece que para acceder a los apoyos yestímulos que otorga la Administración PúblicaFederal, las organizaciones de la sociedad civiltienen la obligación de informar sobre lasactividades realizadas y el cumplimiento de suspropósitos, y, especialmente, sobre el uso yresultados derivados de los apoyos y estímulospúblicos otorgados con fines de fomento. Deesta forma se procura garantizar la transparenciade sus actividades.24

Pero, ¿qué sucede cuando la posibilidad deincorporar prácticas democráticas, como larendición de cuentas y la transparencia, enfrentadificultades asociadas a los remanentes del

sistema corporativo del siglo XX? En el caso delas organizaciones campesinas que se mantienende recursos públicos se trata de enfrentarestructuras y prácticas del viejo régimen cuando,visto desde el ámbito urbano, se podría pensarque ya no existen.

Prácticas como la rendición de cuentas y latransparencia ofrecen una oportunidad deestablecer vínculos profundos entre la sociedadrural y la sociedad urbana. Para que puedanllevarse a cabo como posibilidades del nuevosistema democrático, el IFAI reconoce que latransparencia y la rendición de cuentas implicanun proceso pedagógico.25 En este proceso habráque prestar especial atención para distinguir yconsiderar las características de las personassegún su contexto y sus necesidades.

Finalmente, hay que señalar que lasorganizaciones campesinas que se identificanmejor con el régimen corporativo cuentan conelementos que constituyen cierto capital social,como por ejemplo, reconocimiento mutuo eidentidad entre sus integrantes, acceso einfluencia social y flujos de información. Quedapendiente la inquietud por saber si es posibleaprovechar este tipo de capital para construirlos cimientos que sirvan de sustento a prácticasdemocráticas, como la rendición de cuentas yla transparencia, en el contexto general de lasorganizaciones campesinas de México.

24 Art. 7 Fracc. V de la Ley Federal de Fomento a lasActividades de las Organizaciones de la Sociedad Civil.Diario Oficial de la Federación, 9 de febrero de 2004.El Art. 5 describe las actividades de fomento queconsidera esta Ley: asistencia social; apoyo a laalimentación popular; apoyo para el desarrollo de lospueblos y comunidades indígenas; cooperación para eldesarrollo comunitario; fomento de acciones paramejorar la economía popular; promoción y fomentoeducativo, cultural, artístico, científico y tecnológico;etcétera.

25 IFAI, INDESOL, ITESO y SFP, op. cit.

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VIII.VIII.VIII.VIII.VIII.El concepto de Responsabilidad SocialEl concepto de Responsabilidad SocialEl concepto de Responsabilidad SocialEl concepto de Responsabilidad SocialEl concepto de Responsabilidad SocialEmpresarial y su aceptaciónEmpresarial y su aceptaciónEmpresarial y su aceptaciónEmpresarial y su aceptaciónEmpresarial y su aceptaciónen las Empresas Mexicanaen las Empresas Mexicanaen las Empresas Mexicanaen las Empresas Mexicanaen las Empresas Mexicana

María Guadalupe Serna1

Instituto Mora

IntroducciónIntroducciónIntroducciónIntroducciónIntroducción

El tema de la responsabilidad social aplicado a las empresas y entendido como el conjunto de accionesque éstas deben llevar a cabo, y están encaminadas a generar algún bien social, generalmente más alláde los intereses de la empresa; y que las leyes han establecido como tal, es un asunto que ha generadoamplios debates desde la década de los setenta. No obstante, éstos se han intensificado en los últimosaños, en gran parte como consecuencia del proceso de globalización. El crecimiento a nivelesinsospechados de las corporaciones, que ahora se cuentan entre las economías más grandes delmundo, desplazando así a las economías de país, ha puesto en alerta a amplios grupos de la sociedadcivil y de las comunidades sociales en general acerca de la necesidad de exigir actuaciones transparentesy socialmente responsables por parte de estas entidades económicas.

Las preocupaciones se han enfocado también hacia la manera tan diferente en el comportamientode estas corporaciones puesto que, en las comunidades donde se localizan sus sedes centrales, llevana cabo acciones de responsabilidad que contrastan con la forma en como se conducen en lascomunidades locales de aquellos países donde tienen sus distintas plantas de producción y ensamblaje.En otras palabras, en la medida en que no es posible localizar a las empresas y corporaciones comouna entidad perteneciente a un país, dadas las características de las cadenas productivas y deproveedores, la problemática para definir la manera en que éstas se deben conducir y en que consisteser una entidad socialmente responsable se vuelve un territorio donde prevalece la ambigüedad.

Sin embargo, es importante destacar que no se trata exclusivamente de la forma en como se debenconducir las grandes corporaciones, en términos de acciones de responsabilidad social; sino de laforma en que las empresas, esto es las unidades de producción, con independencia de su tamaño,localización geográfica o sector de actividad, deben actuar frente a la sociedad. Estas preocupacioneshan generado una multiplicidad de interrogantes, por ejemplo: ¿Qué son en un sentido práctico lasacciones de responsabilidad social llevadas a cabo por las empresas?, ¿cuáles son las razones por lasque las empresas se preocupan por atender a este aspecto?, ¿cómo se entiende la responsabilidadsocial empresarial, desde la perspectiva de los empresarios?, ¿de dónde surge esta preocupación?,¿qué beneficios le aporta esto a la empresa? Todas ellas son necesarias de ser analizadas en busca derespuestas.

1 Guadalupe Serna. Profesora investigadora en el Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora,[email protected]

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Como parte de estas preocupaciones, elobjetivo de este texto, es analizar lo que seentiende por responsabilidad social empresarial(RSE), que finalmente es el telón de fondodonde se ubican estos cuestionamientos. Lasmúltiples definiciones que el concepto ha tenidoy la manera en que estas han propiciado suambigüedad, así como las críticas que esto hagenerado. También me interesa explorar lamanera en que algunas empresas en Méxicodefinen lo que ellas entienden por RSE y cómose traduce esto en acciones prácticas.

El concepto de Responsabilidad SocialEl concepto de Responsabilidad SocialEl concepto de Responsabilidad SocialEl concepto de Responsabilidad SocialEl concepto de Responsabilidad SocialEmpresarialEmpresarialEmpresarialEmpresarialEmpresarial

El concepto de Responsabilidad SocialEmpresarial (RSE) [Corporate SocialResponsibility] (CSR) por sus siglas en inglés,ha sido un tema recurrente desde la década delos setenta. Para Carroll (1979) fue en la décadade los treinta que Wendell Wilkie, un famosoabogado y ejecutivo, candidato a la presidenciade Estados Unidos por el Partido Republicanoy fuerte crítico del New Deal, quien desde elmundo de la política y los negocios insistió en“la necesidad de educar a los hombres denegocios hacia un nuevo sentido deresponsabilidad social”.

En 1953, con la publicación del texto deHoward R. Bowen, Social Responsibility of theBusinessman se va a establecer la era modernaalrededor de este tema.2 El trabajo de Bowencentraba su atención en esta convicción: loscentenares de empresas de grandesproporciones eran centros vitales de poder y detoma de decisiones. Por tanto, las acciones queéstas llevaban a cabo tocaban la vida de losciudadanos desde diferentes puntos. Estosignifica que la actuación de la empresa no secircunscribía al ámbito económico al ofrecer susproductos, bienes y servicios, sino que iba másallá, afectando de distinta manera a la sociedad.Será Bowen quién formule específicamente la

pregunta acerca de, ¿qué tipo deresponsabilidades sería razonable esperar queasumieran los hombres de negocios hacia lasociedad?

Para dar respuesta a ello, Bowen formula unadefinición inicial de responsabilidad social: “serefiere a la obligación de los hombres denegocios para sacar adelante y delinear aquellaspolíticas, realizar aquellas tomas de decisioneso seguir aquellas líneas de acción, las cuales serándeseables en términos de objetivos y valores denuestra sociedad”.3 Derivado de esta discusiónel tema de RSE empezó a circular y discutirseentre hombres de negocios en revistas comoFortune. A partir de entonces se convirtió enun punto de discusión y en un tema de la agendade investigación para un gran número deacadémicos de los países desarrollados.

La respuesta a propuestas como las de Bowenvino de posturas extremas, como las de MiltonFriedman, quién se muestra contundente contralas doctrinas que sostienen la responsabilidadsocial de la empresa. Friedman insiste en queen una economía libre la empresa tiene unaresponsabilidad social y esta se refiere a emplearsus recursos y dedicarse a actividades queaumenten las ganancias para sus accionistas. Enesta perspectiva los directivos son agentes queactúan en nombre de los accionistas, por lo quesu responsabilidad es con ellos.4 Posteriormenteformula un argumento que desencadena unaamplísima polémica al respecto. En dondeasienta que la doctrina de la responsabilidadsocial es “fundamentalmente subversiva”. Desdesu punto de vista “pocas tendencias podrían

2 Archie B. Carroll, “A three-dimension conceptualmodel of corporate performance” en: The AcademicThe AcademicThe AcademicThe AcademicThe Academicof Management Review, vof Management Review, vof Management Review, vof Management Review, vof Management Review, vol. 4 núm.4 oct. 1979 (p.497).

3 Op. cit. p. 270.4 Luis González Seara, “La responsabilidad social de la

empresa,” Revista del Ministerio de Trabajo y AsuntosRevista del Ministerio de Trabajo y AsuntosRevista del Ministerio de Trabajo y AsuntosRevista del Ministerio de Trabajo y AsuntosRevista del Ministerio de Trabajo y AsuntosSocialesSocialesSocialesSocialesSociales, España, Núm. 50, 2004, (p. 16). (Revistaelectrónica)

María Guadalupe Serna

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socavar de manera tan completa los cimientosmismos de la sociedad libre como la aceptaciónpor los funcionarios de los corporativos de unaresponsabilidad social que no sea lograr tantasganancias para sus accionistas como seaposible”.5 El argumento de Friedman sosteníapor tanto que el emplear recursos de laorganización para el bienestar común iba encontra de la propia empresa puesto quedisminuía su rentabilidad, por lo que ésta tendríaque elevar entonces el precio de sus productos.Que incluso los directivos, si estaban interesados,podían emplear su propio dinero para asuntosde responsabilidad social, pero que no teníanlegitimidad para emplear el dinero de losaccionistas, puesto que esto sacrificaba larentabilidad de la empresa en beneficio deobjetivos sociales ajenos a los intereses de losaccionistas.

Frente a esta postura surgieron otras. Unade ellas, la de McGuire (1963) para quien “laidea de las responsabilidades sociales suponeque la corporación, no solamente tieneobligaciones económicas y legales, sino quetambién tiene ciertas responsabilidades hacia lasociedad, las cuales se extienden más allá de estasobligaciones”.6 Cabe señalar, como lo indicaCarroll, que Mc Guire no estableció claramentela manera en que se definían estas obligacionessino que partía de algunas ejemplificaciones.Indicaba, por tanto, que las corporacionespodían tener interés en política, o bien en elbienestar de la comunidad donde se encontrabala empresa, o bien en asuntos educativos, oincluso preocuparse por que sus empleadostuvieran una vida feliz.

Posteriomente Walton (1967) propone unnuevo concepto de RSE que debía, “reconocerla estrecha relación entre corporación y sociedady darse cuenta de que ésta se debía mantenertanto en la cabeza de los ejecutivos, como en lade la propia empresa para lograr llevar a cabosus metas”. Esta definición de RSE incluye

elementos que resultaron interesantesposteriormente. Por ejemplo, el hecho de queéste debía ser un acto voluntario, es decir, quela empresa y sus ejecutivos debían atender a laestrecha relación de la empresa con la sociedad,sin mediar, para ello, ninguna coerción.También incluía que desde la organización seempezaban a hacer enlaces indirectos para conotras organizaciones y, finalmente, la aceptaciónde que la relación sociedad-empresa tenía uncosto y que, muy probablemente, iba a resultarimposible hacer estimaciones acerca delbeneficio económico que esto traería.

Este será el marco de disputa y preocupaciónque seguirían los teóricos de la RSE en dondelos cuestionamientos se multiplicaban en tornoa las siguientes interrogantes: ¿Cómo debedefinirse y hasta donde se extienden lasobligaciones de las empresas, o de lascomunidades empresariales? ¿Las empresasexisten para beneficiar a sus accionistas, o bien,deben atender también a la comunidad mayor?¿Tienen las empresas un compromiso con lascomunidades donde operan, o este secircunscribe sólo a los beneficiarios directos?¿Quiénes son estos beneficiarios directos y quépapel juegan los otros agentes sociales en eldesarrollo de las empresas?

Si bien esta polémica no se ha resuelto, hacontinuado sobre vetas específicas. Por unaparte, los críticos de la propuesta de Friedmansostuvieron que la empresa existe para servir alas comunidades donde opera, y de igualmanera, para los beneficiarios directos de susoperaciones, es decir, sus accionistas. Deacuerdo con lo anterior, la RSE se puede definircomo “la obligación de la empresa de emplearsus recursos de manera que beneficien a lasociedad, mediante la participación

5 Archie B. Carroll op cit. p. 4976 cit. en Archie B. Carroll, “Corporate Social

Responsibility,” en: Business Society, vBusiness Society, vBusiness Society, vBusiness Society, vBusiness Society, vol. 38 núm.3,sept. 1999.

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comprometida como un miembro más de lasociedad, teniendo en cuenta a la sociedad ensu conjunto y mejorando el bienestar de lasociedad en su conjunto, independientementede las ganancias directas de la compañía”.7

Como parte de su contribución a estasdiscusiones, Carroll (1979) había propuesto laidentificación de cuatro componentes de la RSEque articulaban un amplio espectro deobligaciones por parte de la empresa hacia lasociedad. Estos eran: económico, legal, ético ydiscrecional o filantrópico. El componenteeconómico constituye la responsabilidadfundamental de crecer y obtener beneficios. Ellegal es el deber de acatar la ley y comportarsede acuerdo con “las reglas del juego”. Elcomponente ético es la responsabilidad derespetar los derechos de otros y hacer frente alas obligaciones que les encomienda la sociedadque hace efectivos estos derechos. Por último,el componente discrecional implica lasactividades filantrópicas que apoyan a lacomunidad en la que se encuentra inserta laempresa8 (Véase también, Jamie et al. 2003 yDéniz s.f.).

Desde esta perspectiva el autor considera quehay una obligación moral por parte de lasempresas, como parte del tejido social, paracontribuir a la resolución de problemas sociales.Es decir, la responsabilidad social de estasunidades económicas se va a manifestar enacciones ordinarias, no van solamenteenfocadas a promover su imagen y a lograr sureconocimiento. Así, una parte importante deestas acciones se va a referir simplemente almantenimiento de relaciones responsables conlos clientes y proveedores, lo que se logramediante un pago puntual. Esto es no mantenerun desface entre el momento de entrega delproducto o servicio realizado y la recepción porparte del proveedor del pago correspondiente.

En otros casos busca garantizar la calidad enel servicio, o bien, poner a disposición de los

clientes en general, productos, bienes y serviciosde una calidad igual a la anunciada y/ocomprometida. También se puede referir a quelos empleados lleven a cabo su trabajo en unambiente de cordialidad, de seguridad laboral,no sólo en términos de contrato, sino de realizarsu actividad en instalaciones seguras, bienventiladas, limpias, donde su salud no corrariesgo. O bien, al respeto a sus derechoslaborales, recibir un trato no discriminatorio porrazones de género, creencias, condicióneconómica o preferencia sexual. Por último, atratar de mantener una relación sin conflicto conlas comunidades locales donde operan lasempresas. Con ello nos referimos a la proteccióny cuidado del medio ambiente.

En este ambiente polémico, una parte atendíaa la maximización de las ganancias para losaccionistas (stokeholder) en la postura deFriedman y, la otra, defendía que la empresafuera parte integral del tejido social, en dondeEdward R. Freeman propone su teoría de losstakeholder. En ésta se establece que lascompañías tendrían un mejor desempeño yhabría menos desacuerdos, si estuvieranenlazadas de manera cercana con todos y cadauno de aquellos que pudieran verse afectadospor sus operaciones. Y añade que una compañíadebería operarse para el beneficio de todosaquellos a los que se puede considerar tienenun interés en su operación.

Los stakeholders se distribuían en cincocategorías: inversionistas, empleados, clientes,proveedores y la comunidad pertinente.9 Comose puede apreciar, la primera parte de lapropuesta puede ser fácilmente aceptada por elsistema capitalista, pues atiende al mejor

7 Op. Cit. 2728 Op. Cit. 282-284.9 W.M. Evan y Edward R. Freeman, “A Stakeholder

Theory of the Modern Corporativon,” en: T.L.Beauchamp, Ethical, Theory and BusinessEthical, Theory and BusinessEthical, Theory and BusinessEthical, Theory and BusinessEthical, Theory and Business, PrenticeHall, 1977, (pp. 76-84).

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desempeño de la empresa mediante elestablecimiento de relaciones con otrasorganizaciones. La dificultad estriba en lasegunda parte de la propuesta. Puesto queincluye un criterio de equidad entre todos, esdecir, un empleado no es menos importante queun accionista.

El abanico de aquellos consideradosstakehoders va a ampliarse hasta incluir, enalgunos casos a los medios de comunicación, alos grupos políticos, a los grupos de activistas ya los gobiernos. Es evidente en esta propuestala exigencia sobre la responsabilidad conscienteque debe tener la corporación, pues trasciendeal imperativo de atender solamente a lamaximización de las ganancias para losaccionistas (stokeholders).10

Desde una perspectiva analítica esta teoríaauxilia a los administradores de empresas y/ogerentes a promover la elaboración de análisisacerca de la manera en que la empresa se insertaen su comunidad. La teoría sugiere que este tipode análisis incluyan una descripción cuidadosay estandarizada de la manera en la que laproducción de ésta afecta a los stakeholdersdentro de la empresa (empresarios,administradores, accionistas) y en el entorno dela empresa (clientes, proveedores, financiadores,comunidad).

La propuesta de Freeman hacia losadministradores es elaborar un mapa genéricode sus stakeholders específicos, lo que exige porparte de la empresa una clara identificación delos mismos. En esta categoría se sugiere incluirpor ejemplo, al propietario, los financiadores,la comunidad, los grupos de activistas, elgobierno, los clientes, los sindicatos, losempleados, las agencias de comercialización,etcétera, así como a sus competidores. La ideaes que este mapa de ubicación sea unaextraordinaria herramienta para que losadministradores o gerentes, al momento detomar una decisión importante, cuenten con

elementos racionales para hacerlo, tener unaclara perspectiva de lo que puede pasar y de laposible afectación que se puede dar a alguna desus comunidades de interés o interesadas en elbuen desempeño de la empresa.11

En un sentido normativo la teoría de losstakeholders sostiene que dejar de lado a algunade sus comunidades de interés, o interesadasen el buen desempeño de la empresa, es unamedida que puede ser imprudente o pocointeligente, así como éticamente injustificable.En este sentido esta teoría participa en un debatemayor acerca de los negocios y la ética, que elpresente texto no aborda.

Es factible afirmar que no hay duda respectoa la multiplicidad de factores que hancontribuido a que la discusión acerca de la RSEtenga matices de ambigüedad. Sin duda hay unafalta de consenso respecto a la definición de esteconcepto, e incluso en algunos casos la polémicase ha trasladado hacia otros territorios, dadoslos constantes cambios registrados hoy en día.

Este es el caso de la propuesta de Vogel12 quieninsiste en la multiplicidad de razones por las quelas empresas pueden elegir el conducirse demanera responsable, esto ante la ausencia derequerimientos legales, y dadas las característicasde las grandes corporaciones. Es decir, lasempresas pueden llevar a cabo acciones deresponsabilidad como parte de una estrategiapublicitaria para aumentar su ventas, o bien,como una forma de defenderse de grupossociales organizados que les exigen accionesresponsables, e incluso frente a un evento queafecta a la comunidad donde se encuentra la

10 Donald O. Mayer, “Stakeholder Theory,” en:http//www.referenceforbusiness.com/encyclopedia/sel-str/stakeholder/html

11 op. cit.12 David Vogel, The Market for Virtue. The PotencialThe Market for Virtue. The PotencialThe Market for Virtue. The PotencialThe Market for Virtue. The PotencialThe Market for Virtue. The Potencial

and Limits of Corporate Social Responsibilityand Limits of Corporate Social Responsibilityand Limits of Corporate Social Responsibilityand Limits of Corporate Social Responsibilityand Limits of Corporate Social Responsibility, TheBrooking Institution Press, 2004, Washington, D.C:

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empresa. O bien, pueden hacerlo por altruismo,con un legítimo interés en apoyar a grupos encondiciones difíciles o colaborar en alguna causaespecífica. Pero sobre todo, insiste el autor, estose lleva a cabo, siempre y cuando obtengan unarecompensa.

Destaca en esta propuesta que el autorconsidera al mercado como quien juega un papelimportante y el elemento central para que tenganlugar acciones responsables por parte de laempresa. Son las fuerzas del mercado en unaeconomía abierta quienes impulsan o restringenel que esto se lleve a cabo. Para Vogel, por tanto,la RSE se percibe como un nicho de mercado yno como una estrategia genérica. Por lo tanto esmuy importante tomar en cuenta que, en laeconomía de mercado, siempre hay espaciospara que las corporaciones y las empresasresponsables actúen, pero hay aún espacios másgrandes, es decir nichos más amplios paracompetidores no necesariamenteresponsables.13

Esta perspectiva lleva la discusión sobre laRSE hacia los ciudadanos. Lo que implica queestos juegan también un papel fundamental yson los ciudadanos y la sociedad organizadaquien tiene la capacidad de expresar sus propiosvalores y de influir de alguna manera en lasprácticas corporativas mediante su “voto” haciapreferencias más responsables en el momentoen que deciden por un producto, bien oservicio.14 Sin duda esto no es fácil de resolverpues existen varios problemas implícitos.

Encontramos que, en la mayoría de los casos,las corporaciones —ahora economías muypoderosas— han establecido sus cadenas desuministro y/o de abastecimiento en países enproceso de desarrollo, lo que dificulta las cosas.Como ya se había indicado, pueden tenercomportamientos diversos por parte de unamisma empresa en dos lugares diferentes, puestoque son corporaciones de carácter multinacional

no pueden ser monitoreadas o controladas porlos gobiernos nacionales. Lo anterior implicaque las regulaciones internacionales serían pocoefectivas. Frente a este panorama lasregulaciones civiles, que fácilmente se puedenenlazar hacia políticas públicas, representan unesfuerzo para acortar la brecha de gobernanzaentre la ley y el mercado, como apunta Vogel.

Como lo muestra un reporte del BancoMundial de 2004, los gobiernos tienen aún uncarácter prioritario en el proceso de promovermejores conductas corporativas. “Lasregulaciones del sector público y la capacidadde reforzamiento juegan un rol fundamental enel apuntalamiento de la RSE. Sin la capacidad ola atención a los derechos fundamentales de losciudadanos, los negocios enfrentan dificultadessubstanciales para encontrar y mantener, demanera apropiada, los límites de susintervenciones en el campo de la RSE. Lasprácticas que las empresas privadas realizancomo parte de sus acciones de responsabilidady que tienen un carácter voluntario no puedenser un sustituto efectivo de una buenagobernanza”.15 No debemos dejar de lado quela RSE es un acto voluntario y, a diferencia delas regulaciones gubernamentales, no es posibleforzar a las corporaciones a llevar a cabodecisiones menos lucrativas pero socialmentebenéficas.

Sin embargo, como bien lo apunta González,es anacrónico seguir pensando en la empresaen términos de accionista-propietario. Laempresa es una aventura donde se embarcanjuntos quienes la constituyen (directivos,trabajadores, accionistas) y el resultado va aafectar de manera positiva o negativa a cada unode ellos, de igual manera que afectará al bienestar

13 op. cit. (pp. 2-3).14 Ib. Idem. (p.6).15 Halina Ward, “Public Sector Roles in Strengthening

Corporate Social Responsibility: Taking Stock, BancoMundial, 2004.

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de la sociedad. Es decir, la responsabilidad dela empresa ante los accionistas y la sociedad, esla de conciliar el objetivo de generar beneficios(ganancias y empleo) mediante el cumplimientoestricto de las leyes. Será esta responsabilidad laque le lleve a ser una institución que va amantener relaciones de interdependencia conel resto de la sociedad.16 Esto nos lleva a dejarclaro que las acciones de las empresasrepercuten directamente sobre la sociedad, dela misma manera que las condicionesprevalecientes en la sociedad, son determinantesen la capacidad de la empresa para prosperar ygenerar beneficios. Adicionalmente la sociedadle otorga a la empresa el privilegio de poderactuar en un mercado solvente que le generabeneficios y como respuesta la empresa debedevolver a la sociedad una parte de los beneficiosque ha obtenido de ella. Debe ir más allá delcumplimiento de sus obligaciones legales y delograr sus intereses económicos, considerandouna serie de obligaciones hacia otros grupos osectores. Este es justamente el espacio dondese inserta la discusión sobre la RSE.

La RSE en otros contextos y paísesLa RSE en otros contextos y paísesLa RSE en otros contextos y paísesLa RSE en otros contextos y paísesLa RSE en otros contextos y países

En la última década la RSE se ha tornado unasunto de carácter global y más institucionalgracias a discusiones y múltiples aportaciones.Numerosas organizaciones multilaterales comolas Naciones Unidas (UN), el BancoInteramericano de Desarrollo (BID), el BancoMundial (BM), la Organización para laCooperación y el Desarrollo Económico(OCDE), gobiernos de la Unión Europea ymúltiples organizaciones de la sociedad civilpromueven de manera activa la RSE. Sutemática se ha enfocado hacia asuntos como lasrelaciones con la comunidad, prácticas para elcuidado del medio ambiente y la biodiversidad,así como a la conducta que tienen lascorporaciones de carácter global en países enproceso de desarrollo. De este conjunto de

preocupaciones destaca lo relativo al trabajo ylos derechos humanos, especialmente lasprácticas que llevan a cabo las grandescorporaciones, como se observa en el escrutinioa que han sido sometidas empresas como Nikeen su cadena de producción en países pobres.

Desde las Naciones Unidas el SecretarioGeneral, Kofi Annan, promovió en 1999 elPacto Mundial (Global Compact) donde seconvocó a empresas, sindicatos, organismos dela sociedad civil en unión con organismos de lasNaciones Unidas, para impulsar diez principiosen materia de derechos humanos, de trabajo,medio ambiente y combate a la corrupción.17

El Pacto Mundial, como se le conoce en México,es una iniciativa voluntaria que hace un llamadoa las empresas para que participen en laconstrucción de un marco social ymedioambiental que apoye y afiance lacontinuidad de la apertura y liberalización delos mercados, con miras a que todas las personastengan la oportunidad de compartir losbeneficios de la economía mundializada.Grandes empresas multinacionales, así como,pequeñas, medianas y grandes empresas, se hanadherido ya a esta iniciativa voluntaria endiferentes países del mundo.

En los países de Latinoamérica el tema de laRSE es un concepto relativamente novedoso queempezó a circular ampliamente entre lasorganizaciones en la década de los noventa. Parael caso de Brasil, esta preocupación se gestó apartir de un movimiento social y laboral activo,unido a la percepción de un empresariadointeresado en promover una nueva culturaempresarial. En tanto que en Chile surge a partirde una organización empresarial preocupadapor promover una cultura empresarial centrada

16 Luis González, op. cit. (pp. 17-19).17 Originalmente Kofi Annan presentó nueve principios

y en 2004 se incorporó el décimo relativo a la luchacontra la corrupción.

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en la persona humana, mediante la práctica devalores cristianos y de responsabilidad social.18

Se trata por tanto de un tema del que se hanocupado las sociedades desarrolladas y que hallegado a aquellas en proceso de desarrollo,como en una especie de rebote, como un efectomás del proceso de globalización.

Para el caso de México el interés por la RSEes muy reciente y ha derivado específicamentedel mundo empresarial, lugar donde se discutenlos posibles beneficios que pueden tener lasprácticas de responsabilidad social. Por lo quehace a las organizaciones de la sociedad civil laparticipación de éstas ha sido muy escasa. En elcaso del mundo académico, apenas se inicia, alplantear la necesidad de analizar estos temaspartiendo de un espectro muy amplio en dondese incluyen temas básicos como la discusiónconceptual de lo que se entiende por RSE y losejes temáticos sobre los que se ha articulado estadiscusión. En las aulas la temática se ha insertadorecientemente, y con mayor éxito, mediante laimpartición de cursos que forman parte de lacurrícula de las escuelas de negocios yadministración y en las áreas de especialidad.Si bien esto no se encuentra articulado —porahora— a la formación de grupos de investigaciónsobre estos temas. Por ello no es posible darrespuestas a preguntas tales como: ¿Lasempresas mexicanas son socialmenteresponsables? ¿Qué tipo de acciones quepueden considerarse socialmente responsableshan puesto en marcha las empresas? ¿De quémanera son percibidas estas prácticas por lasorganizaciones de la sociedad civil? ¿Es factiblehablar de RSE en México? ¿Para el mundoempresarial mexicano hay diferencias entrefilantropía y RSE o se perciben como conceptossimilares? Para hacerlo es necesario el desarrollode investigaciones de gran envergaduraenfocadas a dar respuestas a éstas preguntas.Tenemos, por tanto, precariedad en lainformación con que contamos para abordar

estos temas relevantes para la comprensión delas formas de actuar de la sociedad.

La Responsabilidad Social Empresarial enLa Responsabilidad Social Empresarial enLa Responsabilidad Social Empresarial enLa Responsabilidad Social Empresarial enLa Responsabilidad Social Empresarial enMéxicoMéxicoMéxicoMéxicoMéxico

El tema de la RSE en México tiene sus orígenesen la década de los sesenta cuando un grupo deempresarios funda la Unión Social deEmpresarios Mexicanos (USEM), una iniciativade inspiración católica que se constituyó comouna propuesta de promoción social para loscampesinos y consistió en llevar capacitación yasistencia técnica a regiones pobres del país. Estosignifica que, al menos desde cuatro décadasatrás, la comunidad empresarial mexicana llevóa cabo acciones que impactaban a lascomunidades. Estas acciones se localizabanprincipalmente en el terreno de la filantropía,esto es a partir de donaciones en dinero o enespecie. O bien, acciones de tipo asistencial quede manera voluntaria llevaban a cabo lasempresas. Todo esto muy ligado a una prácticareligiosa de “ayuda a los más necesitados”, porparte de aquellos beneficiados económicamente.Será hasta la década de los noventa, cuando seinicie el tránsito hacia la modernización de lafunción social de las empresas en México,camino que tardará una década en ocupar unlugar en la agenda de algunas empresasmexicanas, así como en aquellasrepresentaciones de corporaciones de caráctermultinacional asentadas en el país. Esta parecetener sus primeras expresiones palpables a nivelde las relaciones laborales, la extensión de laresponsabilidad fiscal, la preocupación por elcombate a la pobreza y el desarrollocomunitario, mediante accionescompensatorias.

18 Felipe Agüero, “La Responsabilidad Social Empresarialen América Latina: Argentina, Brasil, Chile, Colombia,México y Perú,”, 2002, Grupo RSE-Chile.

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En la última década del siglo XX, lacomunidad empresarial mexicana empezó amostrar algunos cambios encaminados a poneren marcha formas más modernas de relacióncon los problemas sociales. Es factibleconsiderar, por tanto, que estos cambios seencuentran en una fase de transición entre elparadigma filantrópico tradicional y de asistenciasocial y el que da respuesta a la responsabilidadsocial empresarial. Si lo entendemos desde laperspectiva de Epstein (1987) para quien la RSE“está en relación con la materialización dedecisiones organizativas que conciernen aasuntos específicos que (de acuerdo con algúnprincipio normativo) tienen más efectosbenéficos que adversos sobre los accionistas dela corporación. Por ende el carácter normativocorrecto de los productos de una corporaciónhan sido el principal foco de la RSE”.19 Siatendemos a esto podemos afirmar que se tratade un proceso que precisa de una respuestaintegral, por lo que se requieren esfuerzosenfocados a esparcir esta preocupación entre losdistintos actores empresariales de nuestro país,las organizaciones de la sociedad civil, lossindicatos y la coordinación del sector público.

Un actor que ha promovido la RSE enMéxico, es el Centro Mexicano para laFilantropía (CEMEFI) a partir del fomento deuna cultura y una serie de prácticas y accionesque buscan ubicarse como acciones deresponsabilidad social empresarial. Paraformalizar estas preocupaciones en 2001, elCEMEFI, en colaboración con otros organismosempresariales, forman AliaRse, organizaciónque acuerda otorgar a las empresas un Distintivode RSE, con un costo a cubrir por aquellasempresas interesadas. Las empresas solicitananualmente, de manera voluntaria, el sometersea una evaluación para obtener este galardón.Para ello, AliaRse diseñó un total de 124indicadores, en cuatro áreas específicas: éticaempresarial, cuidado y preservación del medioambiente, calidad de vida en la comunidad

interna y, vinculación con la comunidad.Después de un año de recibirlo las empresasdeciden, de manera voluntaria, si toman ladecisión de mantenerlo lo que supone que éstashan cumplido con sus prácticas y han hechomejoras en algunas de estas áreas. Si bienanualmente se hacen esfuerzos para mejorar losindicadores, una de las críticas que se le hanhecho a esta organización, atiende a que lasreuniones de discusión en donde se evalúa a lasempresas y se decide si reciben o no el distintivo,se da entre pares. Esto es que el conjunto deevaluadores son empresarios y en este procesono participan integrantes de la sociedad civil omiembros de la comunidad académica. Por loque se hace necesario el contar con un grupointegrado por todos los sectores interesados, enel sentido de las comunidades de interéspropuesto por la teoría de los stakeholders. Porotra parte, formar un grupo de interés integral,sería un ejercicio congruente con el significadoque se le atribuye a la responsabilidad socialempresarial.

Las acciones de RSE en las empresasLas acciones de RSE en las empresasLas acciones de RSE en las empresasLas acciones de RSE en las empresasLas acciones de RSE en las empresasmexicanasmexicanasmexicanasmexicanasmexicanas

La preocupación central de este apartado esanalizar brevemente lo que las empresasmexicanas consideran como acciones deresponsabilidad social, la forma en que esto seexpresa en prácticas o en acciones concretas.Para llevar a cabo este ejercicio utilizo lainformación que el documento “Guía Prácticadel Pacto Mundial en México” nosproporciona,20 por lo que no retomamos elnombre de las empresas que participan.

El grupo de empresas a que se refiere eldocumento “Guía práctica del Pacto Mundial

19 Epstein, 1987, cit. en Archie Carroll,1999, op. cit. (p.288)

20 El documento al que me refiero se encuentra disponibleen http://www.pactomundialmexico.org.mx

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en México” comparten entre sí el ser empresasde capital mexicano, formalmente establecidas,de todos los tamaños (grandes, pequeñas ymedianas) ubicadas en los distintos sectoreseconómicos y localizadas en diferentes regionesde México. Así como, el haber hecho públicasu preocupación por el tema de la RSE, puestoque se han adherido al Pacto Mundial y/o hanparticipado en la obtención del distintivo deAliaRse.21 Asimismo destinan una parte de susesfuerzos a llevar adelante acciones concretasen el campo de la responsabilidad social. Portanto en un primer acercamiento se observa queestas empresas cuentan con una gerencia de RSEo bien con una Fundación encargada de estosasuntos. De igual manera los propietarios y/odirectivos de las empresas comparten supreocupación por atender a sus comunidadeslocales.

Con relación a la manera en que se expresanconcretamente algunas acciones deresponsabilidad social, éstas presentan dosformas: responsabilidad social hacia el interiorde sus empresas y hacia el exterior, o lacomunidad donde operan.

En el caso de las acciones hacia suscomunidades internas las expresiones máscomunes atienden al establecimiento de políticasen donde se perfila una mejora de la convivenciaentre los distintos grupos de trabajadores y surelación con los cuadros directivos. En otroscasos las empresas se han enfocado a laelaboración de códigos de ética sobre elcomportamiento de los trabajadores, en dondese atiende a puntos como el respeto, la maneraen que deben conducirse al interior de laempresa o bien, la promoción de la equidad.En el caso de los códigos, se describe de manerapormenorizada las instancias de apelación en elcaso de acciones que afecten a un empleado, obien cuando éste considere que hubo una fallaen el procedimiento. También se incluyen losprocedimientos sobre permanencia y movilidad

dentro de la empresa. Otras empresas, encambio, se han enfocado a incrementar elingreso de las mujeres a mejores posiciones y allogro de un equilibrio, ente hombres y mujeres,en términos porcentuales.22 Para otras, lo másimportante es el contribuir a que sus trabajadorestengan acceso a una vivienda digna, que cuentencon guarderías y escuelas para que los hijoscontinúen su educación, mientas ellos realizansu trabajo. También se preocupan porquetengan servicios de seguridad social, así comoque perciban un salario digno y todas lasprestaciones establecidas por la ley. Es decirque la responsabilidad se enfoca, en primerlugar, a lo que sucede al interior de estasunidades económicas. En este caso la RSE seentiende como aquellas funciones que laempresa debe cumplir para garantizar que suscomunidades internas no se vean afectadas demanera negativa por la operación de la empresa.

En el caso de las acciones de responsabilidadsocial hacia sus comunidades externas, esto es,en los lugares en donde se encuentran asentadaslas empresas, una parte importante alude aacciones de tipo filantrópico. Esto es otorgardonativos a diversas organizaciones bienculturales, orientadas al cuidado del medioambiente, o de ayuda a niños y niñas encondición de orfandad. Otras se preocupan porllevar a cabo acciones voluntarias, por parte delos empleados y directivos, quienes destinantiempo y espacio para convivir con niños y niñasque por diversas razones tienen que pasar unaparte de su vida al cuidado de otras personasdiferentes de sus padres. Si bien son accionesde tipo voluntario, como lo es el que las

21 Veáse: http;//www.cemefi.org.mx22 En este caso son empresas que han recibido el distintivo

de Modelo de Equidad de Género (MEG) que otorgael Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES).Se trata de un distintivo, con duración bianual, que seotorga a aquellas empresas que han demostrado avancespara lograr la equidad de género y abolir prácticasdiscriminatorias contra las mujeres.

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empresas se involucren en asuntos de RSE, seobserva ya la puesta en práctica de ejerciciosimportantes como destinar tiempo y apoyo aterceros, sin que medie por ello algún beneficioeconómico para quien lo realiza. Tambiénencontramos empresas preocupadas por elcuidado del medio ambiente y por auxiliar conasesoría y apoyo a sus comunidades inmediatas.En estos casos la empresa extiende el asunto dela RSE hacia sus directivos y trabajadores. Seobserva también que las empresas han diseñadoy puesto en marcha programas específicos, endonde la empresa proporciona los fondos paraque éstos operen.

En cuanto al tipo de acciones que llevan acabo, la información reporta que las empresasse preocupan por temas directamente vinculadosal tipo de negocios que éstas ofrecen. Así en elcaso de empresas que producen alimentos, unasalida natural parece ser el proporcionar, agrupos en desventaja o en condiciones demarginalidad, alimentos para que tengan accesoa una dieta básica que les permita ser, en elfuturo, individuos productivos. Esta es otraforma que tienen las empresas mexicanas deincidir en sus comunidades locales. En variosde los casos presentados en la Guía se atiende auno de los grupos más vulnerables de lasociedad: los niños. De hecho, estos parecenser el punto focal de atención al diseñarprogramas de apoyo que pueden considerarsesocialmente responsables. En el caso deempresas dedicadas a servicios en donde suelemento básico es el esparcimiento y el disfrutede ambientes naturales, la preocupación se haenfocado hacia la necesidad de que las personastomen conciencia de la importancia depreocuparse que los recursos no renovables delplaneta sean apreciados y cuidados por lacomunidad. Esto significa que en el caso de laRSE externa las empresas analizadas se hanpreocupado por contribuir de alguna manera aatender a las comunidades donde operan,pensando en el sector en donde operan. Aunque

en otros casos, como es el de los niños,contribuyen a atender un problema social, antela situación de pobreza y diferenciación que sevive en México.

ConclusionesConclusionesConclusionesConclusionesConclusiones

Las acciones y prácticas que se han analizadoforman parte de lo que las empresas en Méxicollevan a cabo para expresar que son socialmenteresponsables. Cabe preguntarse, sin dejar delado que hasta ahora la RSE es una acción quese realiza de manera voluntaria, por parte de lasempresas, ¿son estas las acciones que lasempresas deben llevar a cabo hacia suscomunidades internas y externas? O bien, dadaslas características socioeconómicas del país y laenorme desigualdad social que nos caracterizacomo sociedad, ¿las empresas deben participaractivamente en apoyar y llevar a cabo accionesque contribuyan a disminuir esta diferenciaciónsocial? ¿Debemos entonces entre sociedad yempresa tomar bajo nuestra responsabilidad elmejorar nuestra situación económica y cubrirtodas las obligaciones que el Estado deberíacumplir?

La respuesta no es simple puesto que hayvarios asuntos que resolver y que permitirían irconformando respuestas negativas, positivas ocondicionadas. En primer lugar, desde mi puntode vista, es necesario que nuestra sociedad seauna sociedad informada, y en el tema de la RSEsomos una sociedad desinformada. Basta conentrevistar a una o varias personas en lossiguientes asuntos: ¿Sabe usted qué esResponsabilidad Social Empresarial? ¿Cuántaspersonas de su grupo familiar inmediato o detrabajo tienen conocimiento de que existe undistintivo sobre RSE? ¿Puede mencionar almenos cinco empresas mexicanas que hayanrecibido este distintivo? ¿Conoce usted lasrazones por las que lo recibieron? ¿Tiene ustedconocimiento del Global Compact o PactoMundial como lo ha llamado México? ¿Sabía

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usted que se trata de una propuesta promovidapor la ONU a través de Koffi Annan? ¿Tieneusted conocimiento de cuantas empresas enMéxico se han adherido a esta iniciativavoluntaria? Es muy probable que la mayoría delas respuestas sean negativas.

Adicionalmente, uno de los sectoreseconómicos más desprestigiados del país son losempresarios, de hecho es un asunto sobre el quese debe poner atención y no postergar más eldiseño de propuestas de solución. Por lo queen segundo lugar es necesario tener unaperspectiva diferente de la empresa, para quetodos seamos beneficiarios de esto. Esto implicaque la propuesta de la teoría de los stakeholderses muy pertinente. Es fundamental concebir alas empresas como parte del tejido social, comoparte integral de la sociedad. A riesgo de serreiterativa, las empresas son organizacioneseconómicas y a la vez un grupo y una instituciónsocial. Dentro de sus obligaciones de creaciónestá el generar ganancias y/o beneficios para susaccionistas o propietarios, pero no puede ser acosta de afectar de manera negativa a la sociedad,puesto que eso redunda directamente en unimpacto negativo para las empresas. Para elloes necesario actuar y percibirnos como parte delgrupo o los individuos que pueden verseafectados, positiva o negativamente por estasorganizaciones económicas. Esto es, debemosavanzar en el proceso de convencer a lasempresas de que su grupo de interés para operarde manera armónica debe incluir al menos alos accionistas o inversionistas, a los empleados,a los clientes, a los proveedores y a lacomunidad. Qué esto implica accionescotidianas y un comportamiento ciudadano, sinduda. Este es el reto que debemos enfrentar.

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Whitehouse Lisa, “Corporate Social Responsibility, Corporate Citizenship and the GlobalWhitehouse Lisa, “Corporate Social Responsibility, Corporate Citizenship and the GlobalWhitehouse Lisa, “Corporate Social Responsibility, Corporate Citizenship and the GlobalWhitehouse Lisa, “Corporate Social Responsibility, Corporate Citizenship and the GlobalWhitehouse Lisa, “Corporate Social Responsibility, Corporate Citizenship and the GlobalCompact”, Compact”, Compact”, Compact”, Compact”, Global Social Policy, Sage Publications, Thousand Oaks, CA vol. 3(3), 2005, pp. 299-, Sage Publications, Thousand Oaks, CA vol. 3(3), 2005, pp. 299-, Sage Publications, Thousand Oaks, CA vol. 3(3), 2005, pp. 299-, Sage Publications, Thousand Oaks, CA vol. 3(3), 2005, pp. 299-, Sage Publications, Thousand Oaks, CA vol. 3(3), 2005, pp. 299-318.318.318.318.318.

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IX.IX.IX.IX.IX. El papel de la sociedad civil y su relación con elEl papel de la sociedad civil y su relación con elEl papel de la sociedad civil y su relación con elEl papel de la sociedad civil y su relación con elEl papel de la sociedad civil y su relación con elInstituto Federal de Acceso a la InformaciónInstituto Federal de Acceso a la InformaciónInstituto Federal de Acceso a la InformaciónInstituto Federal de Acceso a la InformaciónInstituto Federal de Acceso a la InformaciónPública en el ejercicio del derecho de acceso aPública en el ejercicio del derecho de acceso aPública en el ejercicio del derecho de acceso aPública en el ejercicio del derecho de acceso aPública en el ejercicio del derecho de acceso ala informaciónla informaciónla informaciónla informaciónla información

Jimena Dada y Rogelio Flores*

ResumenResumenResumenResumenResumen

Este capítulo se concentrará en la relación que se ha construido entre el IFAI y la sociedad civil, y enlas acciones derivadas de dicha relación, aunque para ello, dedicaremos una parte del texto a lascausas y los orígenes de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información PúblicaGubernamental, así como a las principales características de su contenido. Posteriormentedescribiremos parte de la experiencia obtenida en el trabajo con las organizaciones de la sociedadcivil, así como las tareas y estrategias de difusión y promoción del derecho de acceso a la informaciónque han resultado de este trabajo en conjunto.

La importancia de ahondar en esta relación radica en lo siguiente: creemos que durante variasdécadas se generó una brecha ente el gobierno y los ciudadanos ajenos a las esferas convencionalesde negociación política, el corporativismo o las clientelas. Esta situación, a la larga, incidió en que lossectores de la sociedad que se sentían excluidos se organizaran por si mismos en aras de buscarespacios de interlocución con el poder gubernamental, así como mecanismos de incidencia. Lo anteriorpermitió apuntalar hacia una cultura de la participación ciudadana, la creación de instituciones“ciudadanizadas” y una mejor relación de la sociedad con el gobierno.

Discreción y discrecionalidadDiscreción y discrecionalidadDiscreción y discrecionalidadDiscreción y discrecionalidadDiscreción y discrecionalidad

El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define discreción con las siguientesacepciones: “Sensatez para formar juicio y tacto para hablar u obrar”; “don de expresarse con agudeza,ingenio y oportunidad”, y finalmente como “reserva, prudencia, circunspección”. Lo anterior supone,en cualquiera de los casos, características no sólo positivas, sino deseables.

El término discrecional, por otro lado, se encuentra definido como “que se hace libre yprodencialmente. Se dice de la potestad gubernativa en las funciones de su competencia que no estánregladas”. Consideramos que el origen de esta definición se basa en las características ya mencionadasde la discreción. En la medida que los gobernantes actúen con sensatez, oportunidad, prudencia ybasadas en el bien común, sus decisiones que no están reglamentadas por las leyes pueden ser benéficaspara los gobernados. Pero también pueden no serlo. El problema —en la práctica, en la realidad—deriva de que las decisiones del gobierno dependen precisamente de individuos con virtudes o defectos.

* Las opiniones vertidas por los autores son estrictamente personales y no reflejan el punto de vista del Instituto Federalde Acceso a la Información Pública sobre el tema que da título a este texto.

Instituto Federal de Acceso a la Información pública

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Uso político de la informaciónUso político de la informaciónUso político de la informaciónUso político de la informaciónUso político de la información

En nuestro país el nacimiento del Partido deEstado obedeció a la necesidad por contenerlas fuerzas en pugna y pactar con ellas,institucionalizando espacios de poder quederivaron en clientelas y en relaciones deconveniencia. Dicho de otra manera, la políticainterior del Estado mexicano se basó, en granmedida, en el uso del corporativismo y deprácticas clientelares. Lo anterior suponíabeneficios para ambas partes, obtenidos pornegociaciones políticas en las que no siempremediaban los cauces establecidos en la ley (esdecir, las prácticas discrecionales). Lo anteriorpor supuesto, en menoscabo de las instituciones.

En este contexto era preciso contener el flujode fuerzas mediante una figura de gran liderazgo,la figura presidencial. Con lo anterior seestablecía una administración pública vertical,en el mejor de los casos; pero en el peor, unejercicio autoritario del poder.

Para la permanencia y legitimidad de unEstado con estas características resultófundamental el uso de la discrecionalidad en susacciones y discursos. Es decir, del uso de códigosorientados a administrar la información,considerando ésta como un bien, o mejor dicho,como un valor de uso político. Ladiscrecionalidad, en ese sentido, representa unade las prácticas que permiten un ejercicio delpoder vertical, así como un margen de maniobraajeno a la rendición de cuentas y el escrutiniopúblico.

De ahí la necesidad, para la clase política delEstado posrevolucionario,1 de mantener ladiscrecionalidad dentro de sus prácticas. Ytambién de ahí la urgencia, para la ciudadanía,de su erradicación en favor de una democraciareal. En la medida que la administración de lainformación pública se fundamentaba ennormas no escritas, ni conocidas por los

ciudadanos, sobre la legitimidad de los actos degobierno habría siempre un resabio dedesconfianza.

Participación y sociedad organizadaParticipación y sociedad organizadaParticipación y sociedad organizadaParticipación y sociedad organizadaParticipación y sociedad organizada

Los ejemplos más ilustrativos al respecto, sonlos representados por el movimiento estudiantilde 1968, el desastre natural del sismo acontecidoen 1985 y las elecciones presidenciales de 1988.

El primer caso ejemplifica una políticacaracterizada por un exacerbadopresidencialismo y abuso de autoridad, dondeel movimiento estudiantil no era un actorconsiderado como “legitimo” por el gobierno.Es decir, los estudiantes no pertenecían a laesfera de negociación política del Estado, suscorporaciones y clientelas. El segundo caso, sibien se origina por un terremoto, puso enevidencia la corrupción en esferas públicas yprivadas, así como la incapacidad gubernamentalante una situación de emergencia, y una faltaclara de rendición de cuentas. La capacidad deorganización de los ciudadanos y las redes desolidaridad que emergieron en un contexto denecesidades colectivas, fueron más prontas yeficientes que la respuesta gubernamental.Ahora bien, con la escisión sufrida en el partidohegemónico, la opinión pública enfocó suatención en los comicios de 1988, donde laoposición política se fortaleció mediante laintervención de actores de la sociedad quegeneralmente pertenecían a los grupos ajenos ala participación política reconocida por elEstado.

Por ello la necesidad de que emergieraninstituciones que modernizaran la concepcióndel Estado y su cultura política. En los tresejemplos mencionados, la participación de la

1 Al referirnos a Estado posrevolucionario, habamos delMéxico previo a las reformas constitucionales delperiodo comprendido entre 1977 y 1997, y la transicióndel año 2000.

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sociedad organizada representó el extremoopuesto de las acciones y las políticasgubernamentales. Del mismo modo, lainformación pública —entendiendo esta últimacomo la información generada en y desde elejercicio público— cobró un valor de sumaimportancia ya que permitiría deslindarresponsabilidades de los actos de gobierno.

No pretendemos profundizar en la historiapolítica del país, ni en la semántica de lostérminos anteriores. Sin embargo nos parecióimportante utilizar el concepto de ladiscrecionalidad como punto de partida, ya quela existencia de prácticas discrecionales en elejercicio público, hacen innegable el derecholegítimo de la ciudadanía por informarse de latoma de decisiones y acciones del gobierno.

De este supuesto partimos para dirigirnuestro análisis al tema que da título a este texto:la relación entre la sociedad civil y el InstitutoFederal de Acceso a la Información Pública(IFAI) ya que ambos actores tiene un interéscomún: el ejercicio del derecho de acceso a lainformación pública.

La modernización del Estado mexicanoLa modernización del Estado mexicanoLa modernización del Estado mexicanoLa modernización del Estado mexicanoLa modernización del Estado mexicano

Una de las reformas que permitieron seacrecentaran y se fortalecieran las áreas departicipación política en nuestro país, fue laampliación del artículo 6º de la ConstituciónPolítica de los Estados Unidos Mexicanos quedata de 1977.

Con esta reforma se reconocería el derechoa la información.2 En un primer momento, estareforma constitucional sólo se interpretó comola garantía de la libertad de expresión, así comola oportunidad de los partidos políticos porfortalecer sus canales de comunicación con laciudadanía y la obligación del Estado pordefender dicha prerrogativa. Sin embargo,también implicaba el derecho de los ciudadanos

a recibir la información generada en y desde elejercicio público, aunque este aspecto de lareforma no tenía reglamentación alguna.

Paralelamente a la reforma constitucional, la Leyde Organizaciones Políticas y ProcesosElectorales, también de 1977, permitió unacomposición más plural en las cámaras derepresentantes, así como un fortalecimiento delsistema de partidos. Esto incidió en los proyectoslegislativos que se votarían desde entonces, aménde que derivaría en condiciones de competenciamás equitativas, y eventualmente, en lapromulgación de un código en la materia; elCódigo Federal de Instituciones yProcedimientos Electorales (COFIPE) donde seestablecería la creación de un instituto autónomoa los poderes de gobierno, encargado deproteger el derecho al sufragio.

Con respecto al tema de los derechoshumanos, en 1989 la Secretaría de Gobernación(SEGOB) creó la Dirección General deDerechos Humanos. Un año más adelante, pordecreto presidencial, se crearía la ComisiónNacional de Derechos Humanos, (CNDH) enuna primera etapa, como órganodesconcentrado de la SEGOB. Posteriormente,y mediante un nuevo decreto presidencial, comoun órgano constitucionalmente autónomo.

La creación de la CNDH cobró importanciapor ser el primer intento por fortalecer laprotección de los derechos humanos medianteun organismo independiente a los partidospolíticos y los poderes de gobierno.

2 Artículo 6º constitucional.-Artículo 6º constitucional.-Artículo 6º constitucional.-Artículo 6º constitucional.-Artículo 6º constitucional.- La manifestación de lasideas no será objeto de ninguna inquisición judicial oadministrativa, sino en el caso de que ataque a la moral,los derechos de tercero, provoque algún delito operturbe el orden público; el derecho a la informaciónserá garantizado por el Estado. Constitución Políticade los Estados Unidos Mexicanos. Con la adición de lafrase “el derecho a la información será garantizado porel Estado”, este artículo pasa a ser no sólo el garantedel derecho a la libre expresión, sino de la prerrogativade ser informado.

Instituto Federal de Acceso a la Información pública

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Como mencionamos anteriormente, uno delos momentos que influirían en lamodernización del Estado mexicano fueron laselecciones presidenciales de 1988. Estas secaracterizaron por una importante escisión enel partido hegemónico que pondría en la agendanacional la posibilidad de una transición por lavía electoral. La suma del grupo que renunciaraal Partido Revolucionario Institucional (PRI),con un bloque opositor constituido por algunospartidos de oposición, constituyó el llamadoFrente Democrático Nacional3 que tuvo enmuchos de los grupos de ciudadanosorganizados alrededor de la tragedia acontecidaen 1985, una importante base social.

Desde su creación en 1990, al InstitutoFederal Electoral se le confirieron diversasresponsabilidades, entre ellas, la siguientes:contribuir al desarrollo de la vida democrática;preservar el fortalecimiento del régimen departidos políticos; y coadyuvar en la promocióny difusión de la cultura cívica democrática.

Aunado a las responsabilidades referidas, quepor sí mismas ofrecían una mayor certidumbreen el respeto al sufragio, así como a la autonomíade los poderes de gobierno, uno de los factoresque fortalecieron la percepción y confianza delIFE ante la ciudadanía fue la constitución de suórgano de dirección, colegiado: el ConsejoGeneral.

Podríamos resumir lo descrito en los párrafosanteriores con la siguiente cita: “Entre 1977 y1997 —apunta José Woldenberg— México vivióun cambio político de enorme magnitud. Pasóde un sistema de partido hegemónico a otromultipartidista y equilibrado; de elecciones sincompetencia o altamente cuestionadas aauténticas elecciones; de un mundo de larepresentación monocolor a otro plural. Y todoello sucedió de una manera institucional ypacífica y con una alta participación ciudadana.

“Esa transición desde el autoritarismo a lademocracia fue reconocida mayoritariamentehasta que se produjo, en el año 2000, laalternancia en el Poder Ejecutivo. No obstante,esa alternancia fue posible porque conanterioridad se habían construido las normas,las instituciones, el sistema de partidos y lacorrelación de fuerzas capaz de procesarla ypropiciarla, es decir, porque antes se habíadesmontado el régimen autoritario y se habíaedificado uno democrático”.4

Con la creación y puesta en marcha de estasinstituciones se modernizó el Estado mexicano.La democracia mexicana, entonces, estuvo encondiciones de evolucionar y retomar el temadel derecho a la información. La reglamentacióndel artículo 6º constitucional.

La Ley de TransparenciaLa Ley de TransparenciaLa Ley de TransparenciaLa Ley de TransparenciaLa Ley de Transparencia

Ya hemos visto que en 1977 la reforma alartículo 6º constitucional garantizó el derecho ala información. Sin embargo era necesarioreglamentar la disposición, ya que esta, “se tratade un mecanismo de transferencia yredistribución del poder que encuentra sujustificación en las profundas transformacionesque ha sufrido la democracia en las últimasdécadas”.5 La preocupación por hacerlo estuvo

3 La experiencia del Frente Democrático Nacional, lasuma de corrientes ideológicas cercanas a los partidospolíticos de corte de izquierda y de organizaciones dela sociedad civil, sentaron las bases del partido políticoque eventualmente sería el Partido de la RevoluciónDemocrática.

4 Woldenberg, José. Después de la transición.Gobernabilidad, espacio público y derechos. EdicionesCal y Arena, México 2006, pagina 11.Las cursivas sonnuestras, consideramos este fragmento como uno delos argumentos más importantes al hablar de lascondiciones que permitieron la promulgación de laLFTAIPG.

5 López-Ayllón, Sergio. Transparentar al Estado: Laexperiencia mexicana de acceso a la información.UNAM, México 2004, página 5.

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latente desde entonces,6 pero comenzó acristalizarse después de la transición política delaño 2000.

El primer intento por elaborar la ley en lamateria, se da en octubre del año 2000, comoparte de los trabajos realizados por el equipo detransición. El entonces Presidente Electo,Vicente Fox, giró instrucciones a su equipo paraque trabajaran en el documento. Meses mástarde, ya en funciones, el nuevo gobierno formóun grupo de trabajo intersecretarial para laelaboración de un proyecto de ley.7 Para el añosiguiente, 2001, y como resultado de estostrabajos, se presentó un documento de trabajocuya finalidad era constituir una iniciativa de ley,o bien un acuerdo presidencial en la materia.

En el ánimo de convertir esta propuesta enuna iniciativa de ley se buscó contacto con elPoder Legislativo. El contacto no pudo ser másafortunado, ya que paralela a esta propuesta, elgrupo parlamentario del PRD presentó unainiciativa de ley sobre el acceso a la informaciónpública.8

De forma simultánea, un grupo deacadémicos y periodistas, reunidos en torno aun Seminario sobre Derecho a la Informacióny Reforma Democrática, celebrado en la ciudadde Oaxaca; recogieron no sólo sus conclusionesal respecto, sino también las de miembros lasociedad civil en general y de organizaciones dela sociedad civil. Cabe mencionar que a estegrupo se les denominó como “Grupo Oaxaca”.Por otro lado, distintos gobiernos estatalespresentaron sus propias iniciativas al respecto.Algunas incluso fueron votadas y promulgadasantes que la Ley Federal.

Como puede observarse, el tema de latransparencia y el derecho de acceso a lainformación se había insertado en la agenda dedistintos actores de la vida política: el PoderEjecutivo Federal, el Poder Legislativo, medios

de comunicación, instituciones académicas,sociedad civil y gobiernos estatales.

Tras una serie de acuerdos y negociaciones,el proyecto original se enriqueció con laspropuestas del PRD y el Grupo Oaxaca, asícomo de otra iniciativa del PRI.9 El resultadofinal se votó el 30 de abril de 2002, aprobándosepor unanimidad y publicándose en el DiarioOficial de la Federación el 11 de junio del mismoaño. Su entrada en vigor data del 12 de junio de2003.

La Ley Federal de Transparencia y AccesoLa Ley Federal de Transparencia y AccesoLa Ley Federal de Transparencia y AccesoLa Ley Federal de Transparencia y AccesoLa Ley Federal de Transparencia y Accesoa la Información Pública Gubernamentala la Información Pública Gubernamentala la Información Pública Gubernamentala la Información Pública Gubernamentala la Información Pública Gubernamental

La Ley Federal de Transparencia y Acceso a laInformación Pública Gubernamental(LFTAIPG) es el ordenamiento que reglamentay garantiza el derecho de acceso a la informaciónpública y para ello, parte de dos principiosfundamentales: universalidad y publicidad.

6 El Proyecto de Ley Reglamentaria del artículo 6ºConstitucional, elaborado por la Coordinación Socialde la Presidencia de la República en 1981, y la iniciativade Ley Federal de Comunicación Social, presentadaen el Congreso de la Unión en 1997 por los gruposparlamentarios del Partido Acción Nacional y el Partidode la Revolución Democrática. Para más detalle,consultar a López-Ayllón, Sergio, coord. Transparentaral Estado: la experiencia mexicana de acceso a lainformación. Instituto de Investigaciones Jurídicas,México 2004.

7 El grupo de trabajo se constituiría por las Secretaríasde Gobernación, de la Contraloría (hoy FunciónPública, y de Comunicaciones y Transportes, por laComisión Federal de Mejora Regulatoria y la ConsejeríaJurídica del Ejecutivo Federal. Para ahondar al respectoy conocer estos trabajos a detalle, nuevamenteconsideramos indispensable la fuente anterior,específicamente en el capítulo “La creación de la Leyde Acceso a la Información”, del mismo Sergio López-Ayllón.

8 Ley de Acceso a la Información en Relación con losActos Administrativos y de Gobierno del PoderEjecutivo de la Unión.

9 Ley de Datos Personales.

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El principio de universalidad se refiere a quela ley protege el derecho de “toda persona”, noúnicamente del “ciudadano”. En términosjurídicos, la precisión es de suma importancia,ya que la condición de “ciudadano” implica unaserie de requisitos intrínsecos (nacionalidad,mayoría de edad, un modo honesto de vivir),no así el término de “persona”. Como lo señalaen su artículo 40 “En ningún caso la entrega deinformación estará condicionada a que se motiveo justifique su utilización, ni se requerirádemostrar interés alguno”. Es decir, no seestablecen condiciones para ejercer estederecho.

Ahora bien, el segundo principio apela a lapublicidad (entendiendo ésta como la cualidado estado de lo público) y se define con una ideamuy sencilla: en la interpretación de la Ley sedeberá favorecer el principio de publicidad dela información. Al respecto hay solamente dosexcepciones: la información confidencial y lareservada.

La primera excepción se refiere a los datospersonales, definidos en el artículo 3 como “Lainformación concerniente a una persona física,identificada o identificable, entre otras, la relativaa su origen étnico o racial, o que esté referida alas características físicas, morales o emocionales,a su vida afectiva y familiar, domicilio, númerotelefónico, patrimonio, ideología y opinionespolíticas, creencias o convicciones religiosas ofilosóficas, los estados de salud físicos omentales, las preferencias sexuales, u otrasanálogas que afecten su intimidad” que obranen poder de las dependencias e instituciones delEstado y que por pertenecer al ámbito de loprivado, debe ser resguardada.

La segunda es aquella información que seencuentra temporalmente sujeta a alguna de lasexcepciones previstas, como son las quecomprometan la seguridad nacional;menoscaben la conducción de las negociacioneso relaciones internacionales; dañen la estabilidad

financiera del país; pongan en riesgo la vida decualquier persona y causen perjuicio a lasactividades de verificación del cumplimiento delas leyes mientras no haya una resolucióndefinitiva, entre otras. Consideramos importanteseñalar una característica importante de la Leyal respecto, no podrá invocarse el carácterreservado cuando se trate de violaciones gravesa derechos humanos.

Para cumplir con la misión de garantizar elderecho de acceso a la información de todapersona así como la protección de sus datospersonales, la Ley plantea los siguientesobjetivos: Proveer lo necesario para que todapersona pueda tener acceso a la informaciónmediante procedimientos sencillos y expeditos;transparentar la gestión pública mediante ladifusión de la información pública; garantizar laprotección de los datos personales en posesiónde los sujetos obligados; favorecer la rendiciónde cuentas; mejorar la organización, clasificacióny manejo de los documentos, y contribuir a lademocratización de la sociedad mexicana y laplena vigencia del Estado de derecho.

Otras características de la Ley, que vale lapena enumerar, son las siguientes: no habrálímite temporal en la petición de documentosdel pasado, y el acceso a la información públicasólo será posible a documentos existentes. Elperiodo máximo de reserva, para lasexcepciones al acceso, será de 12 años.

La Ley también estableció la creación dedistintas figuras institucionales para llevar a cabolos procedimientos de acceso a la informaciónpública: la Solicitud de información, la Unidadde Enlace, el Comité de Información, el Recursode Revisión y el Instituto Federal de Acceso a laInformación Pública (IFAI).

La solicitud de información representa elprimer eslabón del procedimiento de acceso ala información pública. Es el requerimiento deinformación pública de los solicitantes, que se

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presentará a la segunda figura. La Unidad deEnlace es en términos generales la ventanilla decada dependencia o entidad, encargada derecibir las solicitudes de información ygestionarlas.

El Comité de Información es el órgano, encada dependencia, responsable de emitir lasresoluciones negativas del acceso a lainformación. Cuando el solicitante no esteconforme con la respuesta obtenida por partede la dependencia, podrá invocar un Recursode Revisión.

El Recurso de Revisión es el instrumentojurídico mediante el cual el solicitante puedecontrovertir una negativa o una respuestainsatisfactoria, y éste será presentado ante elIFAI. El Pleno del Instituto (integrado por cincocomisionados) será quien resuelva lainconformidad del solicitante. Y finalmente, elIFAI es un organismo descentralizado de laAdministración Pública Federal (APF); unaentidad no sectorizada que funciona conautonomía operativa y de decisión con la misiónde garantizar el derecho de acceso a lainformación pública de los ciudadanos ante lasdependencias de la APF.

El origen ciudadano —y académico, debedecirse— de los comisionados del IFAI, así comosu órgano de dirección de carácter colegiado,fortalece la idea de un ejercicio ciudadano yhorizontal del poder, propio de las institucionesmodernas de las que hemos habladoanteriormente y que acortan las distancias entregobierno y ciudadanos.

Trabajo del IFAITrabajo del IFAITrabajo del IFAITrabajo del IFAITrabajo del IFAI

El IFAI es el órgano encargado de promover ydifundir el ejercicio del derecho de acceso a lainformación; resolver sobre la negativa a lassolicitudes de acceso a la información y protegerlos datos personales en poder de lasdependencias y entidades.10 Para llevar a cabo

sus encomiendas, tiene distintas áreas devinculación, divididas en tipo de instituciones ytipo de público.

Hacia el interior del Gobierno Federal, existeun área responsable de la vinculación con laAdministración Pública Federal (APF), y otracon los llamados Otros Sujetos Obligados(OSO). La primera representa el campo deacción donde el IFAI tiene incidencia; lasegunda, aquella área donde no hay autoridaddel IFAI —los poderes Legislativo y Judicial, asícomo los organismos constitucionalmenteautónomos—11 pero sí obligación de acatar lasdisposiciones de la LFTAIPG. Así mismo otraárea se encarga de instituir relaciones congobiernos estatales y municipales, eventualmenteestablecidas en convenios de colaboración.

Hacia el exterior del gobierno otra área sevincula con la sociedad organizada. En esterubro se considera a la sociedad civil, lasinstituciones académicas y cualquier forma deorganización ciudadana que desee conocercómo ejercer su legítimo derecho de acceso a lainformación.

Ahora bien, para cumplir con uno de losmandatos legales de promoción y difusión de lacultura de la transparencia, el IFAI ha creado

10 Art. 33 de la LFTAIPG.11 Los denominados Otros Sujetos Obligados son los

siguientes: Cámara de Senadores, Cámara deDiputados, Comisión Permanente, Auditoría Superiorde la Federación, Suprema Corte de Justicia de laNación, Consejo de la Judicatura Federal, TribunalElectoral del Poder Judicial de la Federación,Universidad Nacional Autónoma de México,Universidad Autónoma Metropolitana, UniversidadAutónoma Chapingo, Banco de México, InstitutoFederal Electoral, Comisión Nacional de los DerechosHumanos, Tribunal Federal de Justicia Fiscal yAdministrativa, Tribunal Federal de Conciliación yArbitraje, así como el Tribunal Superior Agrario, yrecientemente, el Instituto Nacional del Fondo de laVivienda para los Trabajadores, así como el InstitutoNacional de Geografía Estadística e Informática.

Instituto Federal de Acceso a la Información pública

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diversos programas y actividades para asesorary orientar a los particulares, bajo estadenominación se entiende a aquellosciudadanos que no están vinculados con ningúntipo de organización, por decirlo de algunamanera.

Uno de los productos de mayor interés —yde mayor alcance también— para la promocióny difusión de la cultura de la transparencia, es elprograma editorial de publicaciones. En esteprograma existe una serie denominada“Cuadernos de Transparencia”.12 Estoscuadernos son elaborados por especialistas enla materia y buscan no solo cumplir una tareade divulgación; además, también tienen elobjetivo de sentar una línea bibliográfica en lamateria. Paralelas a esta serie, se han editadodiversas publicaciones, algunas dirigidas a unpúblico más especializado.

También se estableció un centro de llamadasgratuito para orientar a las personas; yparalelamente se ofrecen asesorías por teléfono,correo electrónico, correo postal y de manerapersonalizada. Como parte de las tareas decontacto y vinculación con la sociedad, se handesarrollado distintos tipos de talleres y cursosde capacitación.

La diversidad de públicos en todo el país, hahecho que el Instituto trabaje en distintas líneaspara la promoción del derecho de acceso a lainformación

Agenda del IFAI con la sociedad civilAgenda del IFAI con la sociedad civilAgenda del IFAI con la sociedad civilAgenda del IFAI con la sociedad civilAgenda del IFAI con la sociedad civil

Como hemos señalado anteriormente, lasociedad civil jugó un papel fundamental en laaprobación de la Ley Federal y, por supuesto,lo ha hecho también, a través de lasorganizaciones de la sociedad civil, en lapromoción y difusión del ejercicio del derechode acceso a la información.

Antes de continuar, conviene hacer una breveacotación. Al inicio de las funciones del IFAI,en las tareas de promoción y vinculación con lasociedad organizada, no era extraña una actitudde desconfianza en algunos integrantes deorganizaciones civiles. Finalmente, el IFAI erapercibido como parte del mismo gobierno. Esdecir, como representante —y actuante— delejercicio del poder que caracterizó a la APF ysus funcionarios durante las últimas décadas.Acostumbrados a la “cerrazón” del gobierno,no era creíble que de un día para otro estocambiara y la información —ese valor de usopolítico— empezara a fluir del gobierno a lasociedad. No omitimos mencionar que estadesconfianza no se ha erradicado del todo.

Ahora bien, ¿qué se ha obtenido del trabajorealizado con la sociedad organizada? En primerlugar la relación se ha sentado en las bases delconstante aprendizaje y el respeto, y en unsegundo lugar, en la mutua colaboración. Ariesgo de parecer un enunciado demagógico, opolíticamente correcto, podemos afirmar quepara el IFAI es de enorme importancia el apoyoobtenido del trabajo con organizaciones de lasociedad civil.

Siendo la estructura del IFAI pequeña, encomparación con el común denominador de lasdependencias de la APF, el Instituto ha buscadola colaboración con las organizaciones de lasociedad civil con el fin de promover el derechode acceso a la información pública mediante lasredes sociales establecidas por y entre lasorganizaciones, (mediante el efectomultiplicador intrínseco que ofrecen sus basesy sus actividades). Y del mismo modo, tambiénse ha procurado fortalecer las herramientas

12 Hasta el momento se han editado diez Cuadernos deTransparencia, estos, así como los materiales dedivulgación del IFAI son de distribución gratuita. Lacolección de todas estas publicaciones, se encuentraen http://www.ifai.org.mx/cultura_t/publicaciones.htm.

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metodológicas del Instituto mediante lasexperiencias compartidas en el trabajo mutuo.

Para diciembre del 2005, se había logradocapacitar a miembros de 597 organizaciones en24 estados de la República. Ahora, a mediadosdel 2006, se continúa con un trabajo permanenteen el mismo rubro. El programa de vinculacióncon la sociedad organizada es uno de los másimportantes para el área de atención a lasociedad.

Tareas conjuntasTareas conjuntasTareas conjuntasTareas conjuntasTareas conjuntas

La principal tarea conjunta que se ha realizadocon organizaciones de la sociedad civil es la depromover y difundir el conocimiento delderecho de acceso a la información pública. Lasorganizaciones de la sociedad civil (OSC) hansido aliadas e impulsoras de la Ley Federal. Eneste sentido, ha sido posible trabajarconjuntamente hacia el logro de los mismosobjetivos.

“El derecho de acceso a la información enMéxico: un diagnóstico de la sociedad”13 es unapublicación que se realizó con el objetivo deplasmar las primeras experiencias prácticas dela sociedad mexicana en el ejercicio de suderecho de acceso a la información. Participarondiversas organizaciones: Alianza Cívica; Fundar,Centro de Análisis e Investigación; Equidad deGénero, Ciudadanía, Trabajo y Familia; Centrode Servicios Municipales Heriberto Jara;Iniciativa de Acceso México y Red Ciudadana.

De igual manera, el libro “Políticas deTransparencia: ciudadanía y rendición decuentas”, fue resultado de la suma de trabajosexpuestos en el IV Seminario de Investigaciónsobre el Tercer Sector en México.

Gracias a la información obtenida en lostrabajos de investigación que han realizado lasorganizaciones, y que después se han llevado alos medios de comunicación, gran parte de la

población ha conocido los beneficios del accesoa la información pública. Algunos ejemplossonados son el caso de desvío de recursos afavor del Grupo Provida,14 al igual que el degraves irregularidades del Fondo de DesastresNaturales, ambos fueron posibles gracias alejercicio de este derecho.

En un principio, las tareas conjuntasconsistieron en capacitar a integrantes deorganizaciones civiles en el ejercicio del derechode acceso a la información. Pero mientras estose mantiene como una de las actividadespermanentes del IFAI, han aparecido tareas máscomplejas. Por ejemplo, hoy día existenorganizaciones expertas en solicitar informaciónque han podido “armar casos”. De un objetivoo inquietud específicos, desarrollan unaestrategia que les ha permitido conseguir ladocumentación suficiente como para lograr sumeta, que puede ser desde conocer a detallecómo funciona el Gobierno Federal en ciertaárea hasta denunciar el ejercicio deficiente derecursos o el desvío de los mismos.

La especialización y diversidad de temas queocupan a las organizaciones —al igual que elgobierno—, ha hecho cada vez más compleja laasesoría que proporciona el IFAI. Las asesoríasson de tal diversidad como el propio tamaño dela APF: 240 dependencias y entidades querealizan un sinfín de actividades.

Durante la vida del IFAI, no se hainterrumpido la difusión directa. Los talleres,las pláticas, las reuniones y demás actividadesde contacto directo con la sociedad, que siemprellevan una parte de difusión del Instituto y desus tareas no han finalizado (cabe mencionarque al inicio de sus actividades institucionales,

13 IFAI, 2004.14 Parte de esa investigación esta consignada en el libro El

Derecho de Acceso a la Información en México: undiagnostico de la sociedad, ya mencionado en estecapitulo.

Instituto Federal de Acceso a la Información pública

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se ofrecían pláticas en donde se explicaba elderecho de acceso a la información pública, aúncuando la Ley todavía no entraba en vigor. Loanterior consistía en llevar la buena nueva a laspersonas para que estuvieran listas para ejercersu derecho a partir del 12 de junio del 2003).

En un principio muy poca gente sabía de laexistencia y utilidad tanto de la Ley Federalcomo del IFAI. Por ello, el trabajo devinculación con distintos sectores o grupos dela sociedad fue, en un principio, complicado.El conocimiento del Instituto y sus funciones,así como del contenido de la LFTAIPG y suutilidad práctica para el ciudadano, ha ido enaumento paulatinamente, y esto en gran partese debe a la relación que mantiene el IFAI conla sociedad organizada.

El entender y hacer uso del derecho deacceso a la información pública, se ha vueltoparte de los temas de profesionalización de lasorganizaciones de la sociedad civil. Esimportante ver cómo cada día se amplía lanecesidad de incorporar estas herramientas a sustareas cotidianas. Un ejemplo es el DiplomadoNacional de Profesionalización, componente dela Convocatoria para la profesionalización yfortalecimiento de las organizaciones de lasociedad civil, emitida por el Instituto Nacionalde Desarrollo Social (Indesol). Este diplomadoha tenido por segundo año un espacio paracapacitar a integrantes de las OSC entransparencia, acceso a la información yrendición de cuentas.

Además, cabe señalar que un importanteaprendizaje del propio IFAI, ha sido gracias a lacapacitación constante a los integrantes de lasOSC.

La metodología de capacitación impartidapor el Instituto también ha ido cambiandogradualmente, así como ampliandose. Eraevidente que la utilidad personal y organizacionalno era fácil de distinguir. Las personas lograban

entender el acceso a la información, pero elbeneficio propio no estaba presente.Actualmente el IFAI utiliza distintas formas decapacitación, partiendo de ejemplos cercanos alpúblico y brindando herramientasmetodológicas que permiten concebir el accesoa la información como parte de un eslabón enlas tareas propias de la organización y no comoalgo ajeno que deba incorporarse.

Tareas pendientes y nuevas estrategiasTareas pendientes y nuevas estrategiasTareas pendientes y nuevas estrategiasTareas pendientes y nuevas estrategiasTareas pendientes y nuevas estrategias

El contar con una Ley Federal que regula elacceso a la información, no garantiza que estederecho se ejerza con eficacia y con pleno apegoa las disposiciones. La transparencia y el accesoa la información pública gubernamentalnecesitan de un cambio cultural a profundidad.Y este cambio sólo es posible con laparticipación ciudadana.

Nuestro país había funcionado, por muchosaños, sin este tipo de mecanismos y sin unapolítica de rendición de cuentas. Al principiode este texto analizamos las implicaciones dellevar a cabo prácticas discrecionales en elejercicio público, lo que implica directamenteque el gobernado no sea participe de lo que pasay resulta en la toma de decisiones. Por lo tanto,la necesidad de iniciar un cambio drástico en lacultura política era indispensable, tanto en losservidores públicos, como en los ciudadanos.

Lo anterior hace necesario el mantener yfortalecer mecanismos de vinculación con temasespecíficos, para así incidir en la ciudadanía yque esta pueda entender la utilidad de lainformación para un caso que les preocupa oles afecta directamente. Dicho en otras palabras,para que el ciudadano se apropie del derechode acceso a la información y se acostumbre alos beneficios que implica su ejercicio.Consideramos que para hacer posible esteobjetivo, el trabajo con la sociedad civil ha sido—y es— indispensable.

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Jimena Dada y Rogelio Flores

Aún existen importantes retos. Uno de elloses lograr la descentralización del ejercicio delderecho, es decir, que las solicitudes deinformación no sean presentadas en su mayoríadesde el Distrito Federal y el Estado de México,sino que provengan del resto del país. Junto aeste reto, se encuentra también el del perfil delos solicitantes. Es fundamental que cualquierpersona, sin importar a qué se dedique, entiendala utilidad de la información. Hasta el momento,los principales usuarios del derecho han sidoacadémicos, medios de comunicación yempresarios.

El acceso a la información en el ámbitofederal, estatal y municipal ha llevado a discutirla transparencia en otros grupos sociales, comolo son las organizaciones de la sociedad civil, lasinstituciones académicas, los sindicatos, etc. Enespecial hacia todos aquellos que recibenrecursos federales.

Las organizaciones aprenden rápidamente yel ejercicio del derecho de acceso a lainformación ha ido cambiando paulatinamente.Hoy podría decirse que incluso la relación deéstas con el IFAI también ha cambiado: se havuelto una herramienta que les permite defendera plenitud su derecho en un contexto deexigencia establecido en la ley.

A manera de conclusión, nos pareceimportante señalar que no podemos considerarque nuestro país cuente ya con una plena culturade apertura y de rendición de cuentas. Lasresistencias contra la Ley Federal no han dejadode hacerse presentes, como tampoco han dejadode existir los amparos ante las resoluciones delPleno del Instituto. Por otro lado, el derechode acceso a la información pública no se hainsertado totalmente en la agenda de la lasociedad organizada. Es precisamente por elloque la relación y el trabajo compartido entre elIFAI y las organizaciones es de gran importancia.La ampliación en el número de personas que

conozcan, ejerzan y cuiden el derecho de accesoa la información pública es fundamental paraevitar un retroceso democrático, donde lastomas de decisiones y acciones del gobierno nosean accesibles para la ciudadanía.

Instituto Federal de Acceso a la Información pública

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Referencias bibliográficasReferencias bibliográficasReferencias bibliográficasReferencias bibliográficasReferencias bibliográficas

Marco Legal

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental.

Ley de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales.

Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales.

Reglamento de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental.

BibliografíaBibliografíaBibliografíaBibliografíaBibliografía

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Monsivais, Alejandro, et al. Políticas de transparencia: ciudadanía y rendición de cuentas. InstitutoFederal de Acceso a la Información Pública, México 2005.

Woldenberg, José, Becerra, Ricardo y Salazar, Pedro. La mecánica del cambio político en México.Elecciones, partidos y reformas. Ediciones Cal y Arena, México 2000.

Woldenberg, José. Después de la transición. Gobernabilidad, espacio público y derechos. EdicionesCal y Arena, México 2006.

Transparencia, rendición de cuentas y construcción de confianzaen la sociedad y el Estado mexicanos

se terminó de imprimiren el mes de diciembre de 2006

Tiraje: 4,500 ejemplares

Edición a cargo de:Instituto Federal de Acceso a la Información Pública

(IFAI)