trabajo investigación practica docente

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Introducción Como principal objetivo de este trabajo se intenta exponer lo que es en si una ciudad educadora y de que manera esta permite formar una dinamica con el entorno en la que la misma se desarrolla, para ello como tema principal elegi una pequeña iglesia ubicada en San Miguel a la cual concurre gente para poder finalizar sus estudios secundarios de la mano del plan FiNes (Plan de Finalización de Estudios Secundarios), como principal actividad de este lugar se encuentra esta, pero ademas se dictan clases de bazucada, entre otras. Para dar cuenta de esto se entrevisto a un docente que participa dictando clases en este lugar llamado German David Sosa, él es Lic. en Historia. Para intentar establecer una hipótesis concreta de lo que se quiere demostrar en este trabajo, citaremos algunos autores muy importantes en la pedagogía que de alguna manera fueron los principales exponentes de esta nueva iniciativa llamada ciudad educadora, seria observar como se manifiesta la heterogeneidad, la multiculturalidad, la diversidad y que acciones realizamos para contribuir a esta iniciativa. Como objetivos especificos se pueden identificar el impacto producido a cada persona de la situación en la que se encuentra el pais y de que menera esto los afecta a la 1

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trabajo realizado sobre ciudad educadora

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Introduccin

Introduccin

Como principal objetivo de este trabajo se intenta exponer lo que es en si una ciudad educadora y de que manera esta permite formar una dinamica con el entorno en la que la misma se desarrolla, para ello como tema principal elegi una pequea iglesia ubicada en San Miguel a la cual concurre gente para poder finalizar sus estudios secundarios de la mano del plan FiNes (Plan de Finalizacin de Estudios Secundarios), como principal actividad de este lugar se encuentra esta, pero ademas se dictan clases de bazucada, entre otras. Para dar cuenta de esto se entrevisto a un docente que participa dictando clases en este lugar llamado German David Sosa, l es Lic. en Historia.Para intentar establecer una hiptesis concreta de lo que se quiere demostrar en este trabajo, citaremos algunos autores muy importantes en la pedagoga que de alguna manera fueron los principales exponentes de esta nueva iniciativa llamada ciudad educadora, seria observar como se manifiesta la heterogeneidad, la multiculturalidad, la diversidad y que acciones realizamos para contribuir a esta iniciativa.Como objetivos especificos se pueden identificar el impacto producido a cada persona de la situacin en la que se encuentra el pais y de que menera esto los afecta a la insercin del mercado laboral, como llegaron hasta ese lugar en el que se encuentran, ya sea por causas externas o internas de cada uno. Se podria enumerar iotro objetivo en ver la forma en la que cambiaron cada uno de estos alumnos a la hora de emprender este sendero educativo, cduales fueron las cosas que dejaron en el camino y si de alguna manera los conocimientos nuevos pudieron dar lugrar a nuevas experiencias de vida o cosas que antes creian inexistentes y hoy por hoy puede denotar una cierta ganancia de conceptos y de que manera esto les permite desenvolverse en su vida cotidiana.Se utilizara un marco teorico para expresar los temas mas importantes de la ciudad educadora y de alguna manera lograr una mayor comprensin de lo que se quiere demostrar, tratar de establecer relaciones entre lo teorico y lo practico que se pudo ver en estos dias que se intentaron hacer las entrevistas.Principal parada: Ciudad educadora

La ciudad, como espacio cultural y colectivo, remite a formas del vnculo social que escapan a las lgicas de lo propio de la familia, y que se dimensionan con aquellos cercanos o lejanos, desconocidos, con quienes es susceptible tejer relaciones mediadas por un tercero, representante de la ley y fundamento de la vida social. La ciudad supone narrativas y formas de lazo social no sujetas a los marcos de referencia normativos de la institucin escolar o familiar. En este sentido, la ciudad remite a procesos cognitivos y de socializacin que, por sus complejas y verstiles dinmicas culturales, escapan a la estructuracin de instituciones disciplinarias como la escuela. De all que sea necesario identificar las formas y dinmicas de sociabilidad que son propias de la ciudad y los procesos educativos que inducen, de forma que pueda ser enunciada como ciudad educativa.

Se puede rastrear el origen de esta ciudad educadora en 1972 cuando la UNESCO difundi el documento Aprender a ser, la educacin del futuro, elaborado por E. Faure y otros autores, en el cual se hace mencin especfica Hacia una ciudad educativa. All, se propugna por la educacin permanente como clave de la ciudad educativa, inicindose con este documento una reflexin sobre el tema en el mbito internacional. No obstante el punto de inflexin que supone el pronunciamiento de la UNESCO, se estaban llevando a cabo experiencias culturales y educativas desde los aos sesenta, que derivaron a la realizacin del Primer Congreso Internacional de Ciudades Educadoras en 1990, en Barcelona. All se produjo la Carta de las Ciudades Educadoras, en la que se declara:

Hoy ms que nunca la ciudad, grande o pequea, dispone de incontables posibilidades educadoras.

De una manera u otra, contiene en s misma elementos importantes para una formacin integral (...) La ciudad ser educadora, cuando reconozca, ejercite y desarrolle, adems de sus funciones tradicionales (econmica, social, poltica, y de prestacin de servicios) una funcin educadora. Cuando asuma la intencionalidad y responsabilidad cuyo objetivo sea la formacin, promocin y desarrollo de todos sus habitantes. La ciudad ser educadora si ofrece con generosidad todo su potencial, si se deja aprehender por todos sus habitantes y si se les ensea a hacerlo.

En primer lugar, la ciudad como entorno educativo, considera al medio urbano como espacio, como contexto de acontecimientos educativos; un contenedor de mltiples y diversas posibilidades educativas que se desparraman por sus espacios. De ello se desprende, primero, que la educacin en la ciudad es el resultado de una accin sinrgica: producto de los diversos procesos que en ella se generan y de su accin combinada; y segundo, cada intervencin educativa define su espacio y su funcin, redituando y redefiniendo las otras intervenciones existentes. De aqu se desprende considerar la educacin desde la polis y no desde las lgicas propias de la urbe, pues se concluye que la ciudad no puede ser el contenedor de instituciones, programas e intervenciones educativas sectoriales desconectadas entre s, y por ello se propende por unas polticas educativas mancomunadas entre los diferentes organismos administrativos de la ciudad.

En cuanto vehculo, como agente o medio educativo, se aborda la ciudad en funcin de sus dinmicas institucionales, concibindola como agente de educacin informal: el medio urbano es un denso, cambiante y diverso emisor de informacin y de cultura; una tupida red de relaciones humanas que pueden devenir socializadoras y educativas, resultado de una implosin entre personas y elementos culturales, que facilitan las colisiones comunicativas, la creatividad y la adquisicin de informacin. Estas dinmicas se promueven desde los marcos educativos institucionalizados. Como contenido educativo, la ciudad facilita aprender de ella; pero resulta que este conocimiento es informal, informalmente aprendemos muchas cosas que nos resultan tiles para la vida ciudadana. Aunque valioso, este aprendizaje de la ciudad, por una especie de melancola por la escuela, que parece existir en Trilla, es en cierto grado superficial, por no dar cuenta de la estructura de la ciudad y dejar ver a sus pobladores slo su obviedad; y de otro lado, es un conocimiento parcial, dado que la vivencia que se tiene de ella es tambin limitada, pues apenas se habitan algunos de sus espacios en itinerarios especficos y selectivos.Como contenido educativo, la ciudad facilita aprender de ella; pero resulta que este conocimiento es informal, informalmente aprendemos muchas cosas que nos resultan tiles para la vida ciudadana. Y aunque valioso, este aprendizaje de la ciudad, por una especie de melancola por la escuela, es en cierto grado superficial, por no dar cuenta de la estructura de la ciudad y dejar ver a sus pobladores slo su obviedad; y de otro lado, es un conocimiento parcial, dado que la vivencia que se tiene de ella es tambin limitada, pues apenas se habitan algunos de sus espacios en itinerarios especficos

y selectivos.Para poder comprender en mayor profundidad lo que se quiere decir con esto es necesario hacer una pequea resea de lo que es educacin no formal; en pocas palabras es un aprendizaje que no es ofrecido por un centro de educacin o formacin y normalmente no conduce a una certificacin. No obstante, tiene carcter estructurado (en objetivos didcticos, duracin o soporte). El aprendizaje no formal es intencional desde la perspectiva del alumno.

La educacin no formal se da en aqullos contextos en los que, existiendo una intencionalidad educativa y una planificacin de las experiencias de enseanza-aprendizaje, stas ocurren fuera del mbito de la escolaridad obligatoria. Cursos de formacin de adultos, la enseanza de actividades de ocio o deporte, son ejemplos de educacin no formal.Las ciudades educadoras ademas se encuentran organizadas en una asociaci{on internacional llamada La Asociacin Internacional de Ciudades Educadoras que se define como una propuesta integradora de la vida ciudadana que concierne a gobiernos locales, pero tambin a todo tipo de instituciones y asociaciones pblicas y privadas que tengan como objetivo "...trabajar conjuntamente con sentido educativo en el desarrollo de polticas y actuaciones que impulsen la calidad de vida de las personas, su compromiso con el espritu de ciudadana y los valores de una democracia participativa y solidaria". En este sitio encontrarn informacin acerca de los pases de todo el mundo que se han sumado a esta propuesta - en Latinoamrica encontraremos a Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Mxico, Per y Uruguay-, relatos de experiencias y documentos vinculados con la temtica.Otro de documento interesante es el que aborda "Las plazas de juego", una experiencia desarrollada en Ginebra y que promueve la creacin de estos espacios en los patios de juego de las escuelas y en los parques pblicos. Expresan que el juego es un medio de descubrimiento del entorno y un medio de aprendizaje, por lo tanto, sobre la base de esta observacin general, se considera ideal que las plazas permitan distintas formas de juego: juegos de creacin, de relacin, de expresin y movimiento. Si bien desde la documentacin no hay demasiadas precisiones acerca de cmo estos patios estn constitudos efectivamente, es posible ingresar al Ayuntamiento de Ginebra y acceder desde all a los mapas en los cules estos espacios ya se encuentran funcionando y a fotos por dems elocuentes.El proceso de democratizacin de los estados, las sociedades y las ciudades, ha abierto la posibilidad para hacer realidad los ideales de la Ciudad Educadora como proyecto societal. Precisamente la ciudad y la educacin son un campo interrelacionado, donde se pueden desestructurar las relaciones autoritarias y convertirlas en forma sistemtica en relaciones democrticas. Aqu es donde cabe introducir en forma consciente las pautas sociales de la comprensin, la solidaridad y la responsabilidad por parte del Estado y de la sociedad civil.

Este proceso es paulatino, toda vez que enfrenta, por s mismo, tradiciones fuertemente antidemocrticas, enraizadas en los aparatos estatales, educativos y en diversas concepciones y prcticas sociales. El proceso democratizador y educador debe ser coherente con un proyecto poltico para el buen gobierno de la ciudad, en el que se apuntalen biunvocamente y debe ser global, para que abarque la ciudad en su conjunto. Igualmente debe ser un proyecto cultural comprometido en la recuperacin y en la construccin de la identidad histrica, la identidad cultural y la identidad ciudadana.

Los gobiernos locales para ser fuertes deben ser democrticos, es decir, representativos, basados en la eleccin popular directa, combinando la personalizacin y la globalizacin de la representacin, as como la participacin de las distintas zonas de la ciudad y de las minoras polticas, sociales y tnicas. Slo un gobierno local representativo puede aspirar a ejercer legtimamente y con autonoma la autoridad.(20)

Los gobiernos sern autnomos no slo si estn liberados de tutelas polticas en el ejercicio de sus competencias y funciones, sino tambin si disponen de la posibilidad formal y material de establecer normas y tomar decisiones y, adems, de hacerlas ejecutar. Pero al mismo tiempo los gobiernos locales no pueden reproducir y ampliar los vicios de las administraciones pblicas tradicionales, por lo cual es deseable introducir formas modernas de control del gasto pblico y practicar una poltica de austeras concepciones que les permitir movilizar mayores recursos para el servicio a los ciudadanos.

Las ciudades deben organizarse internamente segn modelos de descentralizacin territorial, de forma que puedan desarrollar una gestin prxima a la ciudadana, con el reconocimiento de las identidades barriales o vecinales y la creacin de estructuras representativas que estimulen la participacin ciudadana. Las ciudades deben favorecer la integracin y la pluralidad. Es tan necesaria la transparencia en la gestin pblica como la proteccin de la privacidad individual.(21)

Asimismo, la creacin y promocin de mecanismos participativos, es una condicin indispensable para la eficacia de la gestin urbana y para la democratizacin del modelo de gobierno.

Pero la democracia tiene el deber de no idealizar al pueblo, por la simple razn de que una comunidad malformada por la arbitrariedad y la manipulacin termina parecindose a lo que la tiraniza. Para que la democracia funcione, es preciso procurar que se formen ciudadanos calificados, capaces de expresar criterios, imbuidos de principios, de responsabilidad social y de tener conciencia de sus derechos.

La ciudad como proyecto politico entiende que construir polticamente una ciudad es dotarla de procesos polticos y administrativos que permitan el auto gobierno y la participacin y su construccin social debe realizarse desde la sociedad local. Ello significa potenciar su capacidad de auto organizacin y movilizacin poltica. El proyecto poltico tiene como tarea el fortalecimiento del tejido social y una nueva forma de concebir y vivir lo poltico en la ciudad y su regin, apoyados en una propuesta tica y tcnica con una decidida conduccin poltica, una base social fuerte y un proyecto cultural que identifique la ciudad.

Las ciudades se deben constituir en s mismas proyectos polticos, dotarse para la accin poltica y para ejercer como verdaderas Polis. A este respecto el pensador chileno Sergio Boisier ha avanzado en diversas formulaciones para contextualizar la ciudad y la regin en el marco y en la propuesta de un proyecto poltico. Advierte que construir polticamente una regin (ciudad) es dotarla de estructuras polticas y administrativas que permitan un grado variable de autogobierno, algo que incluso puede hacerse por decreto. Y a rengln seguido concepta: Construir socialmente una regin (ciudad) es algo que debe hacerse desde y con la incipiente sociedad regional, toda vez que este proceso significa potenciar su capacidad de auto-organizacin, transformando una comunidad inanimada, segmentada por intereses sectoriales, poco perceptiva de su identificacin territorial y en definitiva, pasiva, en otra organizada, cohesionada, consciente de la identidad sociedad-regin, capaz de movilizarse tras proyectos colectivos, es decir, capaz de transformarse en sujeto de su propio desarrollo.

Este proceso de construccin regional se apoya a su turno en la puesta en prctica de dos proyectos: uno, de carcter poltico regional, productor de cohesin y de movilizacin y, otro, de naturaleza cultural regional, productor de la percepcin colectiva y de identidad.

El primero de ellos supone definir, un futuro regional donde la ideologa, su condicin poltica, su apoyo social y su basamento tcnico sean, soporte y se materialice en un escenario posible dentro de la gama de escenarios regionales deseables; el segundo, supone una inteligente combinacin de la apropiacin regional de las culturas locales vernculas pre-existentes y la apropiacin regional de la cultura regional.

Vista desde la perspectiva urbanstica y de construccin de ciudad para aprovechar las potencialidades y hacer frente a los problemas que el desarrollo de la ciudad plantea, hay que dotarla de un proyecto colectivo capaz de ordenar el desarrollo urbano en beneficio de la mayora de la poblacin. Este diseo colectivo, democrticamente definido y aplicado con los intereses mayoritarios, contribuir a la construccin de una ciudad colectiva y socialmente apropiada por los ciudadanos. Este proyecto no puede centrarse solamente en la transformacin fsica de la estructura urbana. Debe contribuir de manera significativa al cambio de las estructuras mentales, y en sentido Gramsciano, debe cambiar la superestructura de la sociedad.

La transformacin fsica del espacio es un factor importante en este proyecto de mejoramiento, pues como se ha indicado con anterioridad, la configuracin del territorio es, al mismo tiempo, elemento resultante y condicionante de los procesos sociales que en l tienen lugar.

Uno de los principales requisitos para dotar a la ciudad de un proyecto de este tipo es adaptar las estructuras polticas y administrativas a los requerimientos que las nuevas dinmicas territoriales y sociales plantean. Esto debe hacerse a todas las escalas: desde lo global hasta lo local, con el propsito de que se permita planificar y gestionar unidades significativas del territorio de la ciudad, la regin y el pas.

Un proyecto poltico de esta dimensin para la ciudad, debe establecer un determinado ordenamiento del territorio que le permita definir con claridad las opciones de desarrollo futuro para beneficiar a la mayora de la poblacin. Este proyecto debe ser un ejercicio de construccin de la democracia local como expresin de la poltica en el mejor sentido de la palabra.

Los territorios organizados son los nuevos actores de la competencia internacional por el capital, por la tecnologa y por los nichos de mercado. Tales territorios en tanto regiones y/o ciudades- deben proyectarse a s mismos como una unidad con identidad reconocida, como una totalidad referenciada, capaz de ofrecer una imagen corporativa en el mejor sentido del trmino. Esto resulta posible slo si la regin es capaz de generar un proyecto socialmente concertado, que no es otra cosa que un verdadero proyecto poltico generador de una movilizacin social. Muchas veces ello no ser posible si tal proyecto no se acompaa y articula con un proyecto cultural que genere y/o refuerce la identidad de la comunidad con su propio hbitat regional.(23)No cabe duda de que asistimos al fin de una poca, as como se acab Grecia, Roma. Como proyectos, hoy el proyecto poltico se convierte en el eje de la actividad y la construccin de las ciudades. Participamos en la construccin de nuevos escenarios que nos plantean nuevos tiempos, nuevas acciones y nuevas interpretaciones, visibles en la manera como se reorganizan las formas de trabajo y vida. Podemos afirmar que es una poca de transicin, en cuanto no se acaba de configurarse.

Los cambios ms notorios y en los cuales el proyecto de ciudad tiene que inscribirse, nos habla de las transformaciones que se operan al nivel del saber y del conocimiento. Estas transformaciones son visibles en los cambios tecnolgicos de la electrnica, la ciberntica y la ingeniera gentica, ejecutados a travs de los servicios personales, la tecnologa domstica e industrial, las computadoras, la bioagricultura y las telecomunicaciones. La velocidad de los cambios tambin afecta la manera como se da el conocimiento. Cada vez asistimos a una competencia educativa que no solo requiere investigacin y enseanza sino aceleradamente exige informacin actualizada como componente bsico de ese conocimiento, con el consabido peligro de que la informacin tiende a desplazar la profundidad del conocimiento.

La poca de entrecruce de centurias trae una serie de prcticas nuevas para la construccin de las ciudades, algunas derivadas de los cambios polticos, otras de los imaginarios colectivos y otras ms, de los intentos de modernizacin de las instituciones y de las estructuras en las cuales funciona la sociedad.

Estas prcticas nuevas nos hablan no slo de un cambio cultural sino tambin de un cambio al interior del proceso social: sin duda, observamos como se producen una serie de modificaciones en los comportamientos y hbitos de las personas en sus relaciones con las instituciones pblicas, en la manera como se relacionan con el Estado y sobre todo, en los mecanismos de construccin de lo pblico.

Todas estas situaciones traen tras de s, otra manera de ser y hacer poltica. Cursamos un momento histrico de la ciudad cuya tarea central es la construccin de una nueva ciudadana en la que todos nos sintamos representados y que haga compatibles igualdad con libertad; unidad con multiplicidad y diversidad con diferencia. Sin duda esto implica un proceso de deconstruccin de lo poltico como idea y como prctica-, y de reconstruccin de una nueva manera de ser de la poltica que, recuperando su pasado, sea capaz de decir y construir lo nuevo como prctica y como discurso.

Si se parte del concepto de que el proyecto poltico debe buscar creativamente una nueva manera de hacer ciudad y ciudadana, esto significa que se debe construir una nueva responsabilidad social e individual, tener mucha transparencia y ante todo abandonar el corporativismo, que con una tradicin de gremio ha defendido los intereses individuales de la sociedad.

No basta con tener intereses claros de ciudad y de sociedad desde el proyecto poltico, es necesario construir el bloque histrico del que hablara Gramsci y construir nuevas formas de organizacin. Es tambin necesario dotar a la ciudad de una teora, que partiendo de toda pretensin totalizante, de cuenta de los procesos de la realidad y tenga una capacidad permanente para explicar los fenmenos nuevos esa capacidad consiste en saber retomar los elementos vivos de la sociedad como expresin de su pasado y recomponerlos en este final de siglo de tal manera que puedan ser explicativos y proyectivos de la poca.

El proyecto de ciudad que desde la concepcin educadora se puede construir, est inspirada en nuevas formas de gestin ciudadana y de proyectos urbanos, a este respecto Borja y Castells han hecho un importante ejercicio de reflexin que juzgamos oportuno destacar, el cual se expresa en el declogo de gestores del desarrollo urbano:

Las ciudades tienen calles, no carreteras.

La ciudad es un espacio pblico.

Hacer ciudad es construir lugares para la gente, para andar y encontrarse.

Las obras se empiezan y se acaban bien.

El desarrollo urbano se materializa en un programa de obras, pero slo construye la ciudad futura si responde a un proyecto global.

Las operaciones de desarrollo urbano son actuaciones integradas y estratgicas.

En la ciudad el camino ms corto entre dos puntos es el ms hermoso. La esttica urbana hace la ciudad vivible.

Una ciudad democrtica es una ciudad visible, con referencias fsicas y simblicas que ubiquen a su gente.

Construir la ciudad futura es una tarea de todos.

El progreso de la ciudad se mide por el progreso en cantidad y calidad de sus espacios pblicos.

No hay desarrollo urbano positivo sin capacidad de invencin y de previsin. La ciudad del maana se construye reinventando la ciudad del pasado y diseando ciudad en las fronteras de la ciudad actual.

La calidad del desarrollo urbano depende de la socializacin de la cultura arquitectnica y esttica de los espacios pblicos, pero tambin de la penetracin de la cultura cvica en los diversos actores de la ciudad. Ayudando a la sociedad: Plan FiNes

Desde hace aos la provincia realiza esfuerzos para desterrar el analfabetismo y que sus habitantes cumplimenten la Educacin Primaria y la Educacin Secundaria.

Mediante la Ley nacional 26.206 y la Ley provincial 13.688 el Estado asume la responsabilidad indelegable de garantizar el derecho a la educacin, promoviendo experiencias educativas transformadoras que involucren a todos los sujetos.

A pesar de estos esfuerzos, en la actualidad existen cerca de 78.000 trabajadores de ambos sexos que no han finalizado la Escuela Primaria, y 88.800 que no han finalizado la Escuela Secundaria.

Por estos motivos, el Ministerio de Educacin de la Nacin, la Direccin General de Cultura y Educacin de la Provincia de Buenos Aires, y el Ministerio de Desarrollo Social de la Nacin, impulsan el FinEs 2 (Plan de Finalizacin de Estudios Secundarios) mediante la Resolucin 3520, renovando de esta manera el compromiso con los jvenes y adultos que no cumplimentaron el Nivel Secundario obligatorio.

Se fundamenta en el reconocimiento de los saberes adquiridos durante toda la vida, propicia formas de aprendizaje autnomo que se adaptan a las necesidades de los destinatarios, y genera condiciones que favorecen la permanencia y el egreso de quienes buscan terminar la Escuela Secundaria.Este plan se encuentra destinado a jvenes, adultos y adultos mayores trabajadores de las cooperativas del Programa Ingreso Social con trabajo, Argentina Trabaja, y trabajadores de las entidades gremiales.Los requisitos a la hora de entrar a este trabajo son: Tener 18 aos o ms y no haber cumplimentado el Nivel Secundario o ser trabajador del Programa Ingreso Social con trabajo, Argentina Trabaja, o trabajador de entidades gremiales.La investigacin en cuanto a este tema a sido muy escasa, solamente se denota una entrevista sola realizada a German David Sosa. Docente en Historia, que se encuentra trabajando en tres diferentes lugares donde se dicta el plan FiNes, por ello posee una gran cantidad de herramientas para desarrollar la entrevista, la misma se encuentra en la seccin de apendices, tambien en esta misma seccin se encuentran las entrevistas realizadas a los alumnos de dicha institucin y con ellas adjuntada a continuacin una serie de graficos de tortas los cuales denotan los resultados arrojados por la misma.

ConclusinComo se a expuesto en la introduccin la forma en la que interactua la ciudad educadora con el entorno es muy interesante, mas alla de que este sea un proyecto parcialmente nuevo, podemos identificar como la gente se ayuda entre si de alguna u otra manera y tambien la predisposicin que estos poseen a la hora de aprender. No solo podemos identificar eso sino tambien en los casos mas sofisticados se reconoce como la ciudad nos ensea a partir de la arquitectura, las construcciones uqe nos acompaan dia a dia, sin ir mas lejos podemos reconocer un ejemplo que son los ciertos rasgos particulares que se repiten en todas partes del mundo, la ciudad posee smbolos arquitectonicos que dan cuenta de ello, lugar donde se concentran multiples memorias que nos llevan hacia el pasado, una de ellas puede ser la plaza que desde tiempos remotos a sido utilizada para tracticas de rituales y rutinas de reclamos ciudadanos, en nuestro pais podemos identificar la plaza de mayo.

Para finalizar este trabajo cabe destacar que existen falencias en la investigacin y quizas pueden llegar a ser confusos en algunos aspectos pero quizas lo mas importa es hgaber podido llegar hasta el objetivos que se queria alcanzar que era ver vomo la heterogeneidad se encuentra expresada en este aspecto y como no solo la gente se ayuda o coopera entre si para lograr un bien comun sino tambien como podemos identificar que el estado aporta su grano de arena, a veces no a un 100% pero ayuda brindando una iniciativa para hacer esto posible.Bibliografa. http://www.ciudadeseducadoras.blogspot.com.ar/ http://www.rieoei.org/deloslectores/495Jurado.PDF

http://www.oei.es/pensariberoamerica/colaboraciones02.htm http://coafines.wordpress.com/2011/07/09/todo-sobre-plan-fines-2-en-la-provincia-de-buenos-aires-requisitos-inscripcion-modalidad-etc/

APENDICEINDICEIntroduccin pg. 1

Principal parada: Ciudad educadora pg. 3

Ayudando a la sociedad: Plan FiNes pg. 12

Conclusin...pg. 15

Bibliografapg. 16

Apndicepg. 17

Indice...pg.1814