trabajo eutanasia

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Trabajo que describe los principales puntos con referencia a la Eutanasia.

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INTRODUCCIN

La palabra eutanasia procede del griego eu= bueno y thanatos=muerte. La utilizacin de este trmino, "buena muerte", ha evolucionado y actualmente hace referencia al acto de acabar con la vida de una persona enferma, a peticin suya o de un tercero, con el fin de minimizar el sufrimiento.Algunos sectores que tratan de imponer en la sociedad contempornea una determinada idea del "progreso", asociada nicamente al aumento del confort en el mbito material o a una sofisticacin tecnolgica, la empujan, casi inconscientemente, a aceptar como "buenas" las actuaciones encaminadas a terminar con la vida de individuos cuyas condiciones vitales no sean consideradas suficientemente aceptables. Al igual que ocurri con el aborto, actualmente se pretende despenalizar la eutanasia justificndolo como forma de evitar sufrimiento fsico o moral a determinadas personas. Es fundamental afrontar esta amenaza, mostrando las consecuencias negativas y destructivas que la eutanasia y el suicidio asistido tienen para la sociedad, as como potenciando el papel de los cuidados paliativos como prestacin sanitaria, ya que los ciudadanos deben tener claro que eutanasia y cuidados paliativos son realidades opuestas.El objetivo de este documento es reflexionar sobre la eutanasia y sus implicaciones ticas y jurdicas, desde la perspectiva de la filosofa moral cristiana que se fundamenta en la dignidad de toda persona. Tras algunas reflexiones sobre la vida, la muerte y el concepto de dignidad, abordamos los criterios comnmente utilizados para el diagnstico de muerte, los problemas ticos que plantea el adelantamiento de la muerte por compasin, y el enfoque de este problema desde la perspectiva del Derecho. Concluiremos con algunas reflexiones sobre los cuidados paliativos, es decir las atenciones al final de la vida que, en nuestra opinin, representan la nica opcin moralmente aceptable ante el final natural de los seres humanos.

Este documento ha sido elaborado por profesores universitarios de Madrid, especialistas en diversas cuestiones relacionadas con la eutanasia y La eutanasia: perspectivas ticas, jurdicas y mdicas comprometidas con la defensa de la dignidad humana hasta el final natural de la vida. Confiamos en que su lectura contribuya a clarificar algunas ideas y conceptos, muy utilizados en las argumentaciones a favor y en contra de la prctica de la eutanasia, y que anime a los lectores a adoptar una postura firme y libre de complejos a favor de la vida y en contra de la eutanasia

EUTANASIALaeutanasiaes la accin o inaccin hecha para evitar sufrimientos a personas prximas a su muerte, acelerndola ya sea a sabiendas de la persona o sin su aprobacin. Se puede considerar tambin como el hecho de morir sin experimentar dolor. La palabra deriva del griego: eu(bueno) y thanatos(muerte).1La eutanasia consiste en provocar la muerte de otro por su bien, lo cual conduce necesariamente a acotar las circunstancias y supuestos (mayoritariamente ligados al contexto mdico-asistencial) que dan sentido a esta actuacin humanitaria, piadosa y compasiva. [...] El elemento central que define la eutanasia no es la concurrencia o ausencia del consentimiento del sujeto que muere, ni la modalidad activa u omisiva de la conducta que provoca la muerte, sino los mviles que la animan.La eutanasia tiene por finalidad evitar sufrimientos insoportables o la prolongacin artificial de la vida de un enfermo. Para que la eutanasia sea considerada como tal, el enfermo ha de padecer, necesariamente, una enfermedad terminal o incurable, y en segundo lugar, el personal sanitario ha de contar expresamente con el consentimiento del enfermo.HISTORIALa civilizacin griega fue la primera en emplear la palabra euthanasia, para quienes significaba una buena muerte (tahanatos). La misma era aprobada por el estado, ya que los gobernadores contaban con veneno para todo aquel que deseaba morir, otorgndoles a su vez una autorizacin oficial: Quien no desee vivir debe exponer los motivos al Senado y una vez lo haya recibido, puede quitarse la vida. Si existencia te resulta odiosa, muere; si el destino te es adverso, bebe cicuta. Si la pena te abruma, abandona la vida. Dejad que el infeliz relate su desgracia, dejad que el magistrado le proporcione el remedio para que l mismo pueda ponerle fin. Esto suceda bsicamente en Atenas, Quos y Massalia. Sin lugar a dudas, que Grecia era una sociedad que aceptaba la eutanasia como prctica ideada hacia un buen morir, con la finalidad de evitar la mala vida. Sin embargo, esta prctica tiene sus defensores y detractores desde la antigedad, hasta nuestros das. Por ejemplo, desde pocas muy remotas quienes defendan a la eutanasia eran Scrates y Platn, quienes se aferraban a la idea de que una enfermedad dolorosa y que llevara a un alto sufrimiento, sera una buena razn para dejar de vivir. Herdoto era un mdico, y profesor de Hipcrates, condenado por el filsofo en la Repblica por fomentar las enfermedades e inventar la forma de prolongar la muerte y agrega por ser maestro y de constituir enfermiza; ha encontrado la manera, primero de torturarse a s mismo, y despus al resto del mundo. Pese a ello, hay quienes se oponan a esta prctica condenndola, por ejemplo grupos como los pitagricos, aristotlicos y epicreos.No obstante, Grecia no fue la nica que permita este tipo de prctica. En Roma, se crea que un enfermo Terminal poda suicidarse porque posea motivos suficientes y valederos para hacerlo. Por lo que slo se penalizaba al suicidio ilgico y sin relacin al padecimiento de una enfermedad. Entonces la ideologa romana era que vivir notablemente significaba por lo tanto morir de la misma manera. Tal es as que hasta los aristcratas prisioneros se les conceda frecuentemente evitar ser ejecutados mediante la opcin del suicidio. Imaginmoslos a travs de las palabras de Sneca el estoico: Hay una gran diferencia entre un hombre que prolonga su vida o su muerte. Si el cuerpo ya no sirve para nada, por qu no debera liberarse al alma atormentada? Quiz sera mejor hacerlo un poco antes, ya que cuando llegue ese momento es posible que no pueda actuar. Este hecho comenz a girar radicalmente cuando el suicidio es castigado con la negacin de una cristiana sepultura a la persona que violentaba contra su propio vida. Hecho que tom su impulso cuando en el mundo occidental domin la religin cristiana. Si una persona padeca alguna enfermedad y su sufrimiento era muy intenso, no se poda pensar en la mnima posibilidad de un alivio piadoso. Es por esto que este rechazo llega a marcar influencia en la esfera de la legislacin civil. Por ejemplo, la vctima era partcipe de un entierro degradante y un posterior abandono en la va pblica, tras la expropiacin de sus bienes. Cabe aclarar que no se realizaban excepciones, aunque haya sido una persona que sufriera una enfermedad incurable.

Segn esta posicin, las funciones de la Iglesia y del Estado son usurpadas por el suicida. Tal es as que el suicidio- contrario al quinto mandamiento cristiano, no matars, fue bien definido hacia el siglo IV por San Agustn, como detestable u abominable perversidad. Por qu dice esto? Porque Dios es el que concede la vida y tambin los sufrimientos, entonces como cristianos la obligacin es soportarlos. Y es la Iglesia quien con su poder regla las costumbres y las prcticas de la sociedad. Entonces, estas nociones son en la Edad Media la muestra de toda su dominacin.Sin embargo, este dominio de la Iglesia se fue debilitando como producto de un renovado Inters por el individualismo, hecho que se dio en el Renacimiento cambiando la concepcin del suicidio, tema en cuestin hasta el momento. Esto favoreci a flexibilizar y complejizar todas aquellas decisiones morales referidas a la vida y la muerte. Desde aqu se comenz a hablar de una eutanasia voluntaria, como lo hizo Toms Moro en su obra titulada Utopa, en 1516, donde el autor describa este hecho con autorizacin oficial inserto en una sociedad ideal. Por otra parte, Montaigne, tambin escribi sobre el tema plasmado en cinco ensayos y concluyendo en que la eutanasia es una eleccin personal y racional bajo algunas circunstancias. Ya que el consideraba que el suicidio era un acto justificado, mientras que en la escala de la naturaleza, el hombre tenga dignidad y habilidad para valorarse a s mismo.Actualmente, el debate es entre dos concepciones de la autonoma individual. "Los que quieren legalizar la eutanasia afirman que este derecho [a la muerte] es ilimitado y es exigible por el individuo frente a la sociedad y los mdicos". En cambio, los contrarios a la eutanasia "sostienen que la preocupacin por el bien comn exige poner lmites a una reivindicacin individual que, si se reconociera por ley, dara paso a un derecho a la muerte incompatible con las fuentes morales de la democracia". Estos, conscientes de la funcin simblica que tienen las leyes, "se niegan a convertir la justicia en un calco de meros deseos individuales y no separan el derecho de una reflexin filosfica sobre la condicin humana. La poltica, lejos de reducirse al arte de conquistar y conservar el poder, supone que las decisiones se articulen segn valores comunes"

CLASIFICACIN DE LA EUTANASIALa eutanasia puede ser clasificada desde diversos puntos de vista:Eutanasia voluntaria: La decisin lo toma el paciente directamente o terceros, obedeciendo a los deseos que el paciente ha expresado con anterioridad.Eutanasia Involuntaria: La decisin lo toma un tercero sin pedir el consentimiento de un paciente capaz de expresar su eleccin o en contra de su voluntad.Eutanasia activa (positiva) por accin (administracin de sustancia letal)Eutanasia pasiva (o negativa): por omisin (abstencin o retiro de terapias)Eutanasia directa: La accin u omisin no busca la muerte del paciente, pero es consciente que esta puede producirse como efecto secundario no deseado de dicha accin u omisin.Eutanasia Psicoteraputica: Moreno Ceballos introduce este concepto para designar el proceso de aprovechamiento psicolgicamente orientado a un enfermo terminal buscando aliviar su angustia y eliminar su agona.CONCEPTOS RELACIONADOSSuicidio asistido: Significa proporcionar en forma intencional y con conocimiento a una persona los medios o procedimientos o ambos necesarios para suicidarse, incluidos el asesoramiento sobre dosis letales de medicamentos, la prescripcin de dichos medicamentos letales o su suministro. Se plantea como deseo de extincin de muerte inminente, porque la vida ha perdido razn de ser o se ha hecho dolorosamente desesperanzada. Cabe destacar, que en este caso es el paciente el que voluntaria y activamente termina con su vida, de all el concepto de suicidio. El 17 de marzo de 2010, el Parlamento de Andaluca (Espaa) aprueba esta ley, primer referente en Espaa.Cacotanasia: Es la eutanasia que se impone sin el consentimiento del afectado. La palabra apunta hacia una mala muerte (kaks: malo)5Ortotanasia: Consiste en dejar morir a tiempo sin emplear medios desproporcionados y extraordinarios. Se ha sustituido en la terminologa prctica por muerte digna, para centrar el concepto en la condicin (dignidad) del enfermo terminal y no en la voluntad de morir.Distanasia: Consiste en el encarnizamiento o ensaamiento teraputico, mediante el cual se procura posponer el momento de la muerte recurriendo a cualquier medio artificial, pese a que haya seguridad de que no hay opcin alguna de recuperar la salud, con el fin de prolongar la vida del enfermo a toda costa, llegando a la muerte en condiciones inhumanas. Normalmente se hace segn los deseos de otros (familiares, mdicos) y no segn el verdadero bien e inters del paciente.TIPOS DE EUTANASIAPOR SU FINALIDADEutanasia eugnica: por razones de higiene racial, libera a la sociedad de los enfermos que son una carga.Eutanasia piadosa: es la que se prctica con el fin de aliviar los dolores y sufrimientos a un enfermo.POR SUS MEDIOSEutanasia activa: es aquella en que el agente de manera directa y positiva acta sobre la persona enferma provocndole la muerte. Es considerada por la ley un homicidio culposo.Eutanasia pasiva: El agente deja de hacer algo que permite proseguir con la vida del paciente. Hay omisin al no iniciar o discontinuar una medida teraputica que sostiene la vida.POR SUS INTENCIONES:Eutanasia directa: Cuando en la intencin del agente existe el deseo de provocar la muerte directamente del enfermo.Eutanasia indirecta: Consiste en la muerte no querida en su intencin que sobreviene a causa de los efectos secundarios del tratamiento paliativo del dolor.

POR SU VOLUNTARIEDAD.Eutanasia voluntaria: Es la que solicita el paciente de palabra o por escrito.Eutanasia involuntaria: Es la que se aplica a los pacientes sin su consentimiento

PROYECTO SOBRE EUTANASIA GENERA POLMICA EN EL PER 2009El proyecto de ley que busca despenalizar la eutanasia, que implica dar muerte de una persona que se encuentra en estado de salud grave, genera polmica en el pas.La primera reaccin la formul el decano del Colegio de Abogados de Lima (CAL), Walter Gutirrez, quien expres la necesidad de debatir sobre la posibilidad de dar una muerte digna a la persona que en estado conciente e informada decida morir."De lo que se trata en el fondo es el derecho a la dignidad, que significa no slo vivir dignamente, sino tambin que sea la persona conciente y debidamente informada quien decida libremente por poner fin a su existencia y no someterse a situaciones que lo degraden fsicamente", explic."Lo que se discute es eso, hasta qu punto el Estado puede decidir sobre la vida de una persona, es decir, mantenerlo en vida cuando una persona ya ha decidido poner fin a su existencia", anot en dilogo con RPP.La segunda reaccin provino del decano de la Universidad San Pablo de Arequipa, Gustavo Vinatea, quien sostuvo que es importante entender que la Constitucin Poltica seala que la persona y la defensa de su dignidad es el fin supremo de la sociedad y del Estado.El abogado afirm que no existe el derecho a morir, as como tampoco el derecho a hacerse dao.Este proyecto de ley se discute en el Congreso junto a la propuesta para despenalizar el aborto cuando se trate de malformaciones en el feto (eugensico) o se haya sufrido violacin sexual.

DIGNIDAD DE LA VIDA HUMANAEl concepto de dignidad humana se invoca tanto para defender la eutanasia como para rechazarla.As, para los defensores de la eutanasia, la dignidad humana del enfermo consistira en el derecho a elegir libremente el momento de la propia muerte; para sus detractores, la dignidad humana obliga a oponerse a la eutanasia, por considerarlo una arbitrariedad humana frente a un problema moral, ya sea fundamentado en la religin (la eleccin de la muerte es una decisin exclusivamente divina) o en principios de carcter laico e incluso ateos.Evidentemente, tras este uso equvoco del trmino dignidad humana subyacen distintas concepciones del ser humano, de la libertad, de la ciencia mdica y del conjunto de los derechos humanos.EUTANASIA Y DEONTOLOGA MDICAEn todos los cdigos de Deontologa Mdica de la Historia, se indica al mdico que su misin es siempre la de curar o aliviar a sus enfermos, pero nunca provocarles deliberadamente la muerte.El mdica debe guardar el mximo respeto hacia la vida humana.En el Juramento Hipocrtico (460 a.c) se dice de la siguiente manera: Y no dar ninguna droga mortal a nadie, aunque me lo pidan, ni sugerir un tal uso

POSICIONES DE LA EUTANASIAPOSICIN LEGALLa ley no acepta la eutanasia basndose en la constitucin poltica, cual en el capitulo 1 artculo 2.1 dice: Toda persona tiene el derecho a la vida, a su identidad, a su integridad moral, psquica y fsica y a su libre desarrollo de bienestar. El concebido es sujeto de derecho en todo cuanto le favorece.La posicin legal tambin esta en contra de la eutanasia y se basa en el cdigo penal, decreto legislativo N 635. Libro segundo. Ttulo I, Captulo 1, artculo 112 que dice lo siguiente: l que, por piedad, mata a un enfermo incurable que le solicita de manera expresa y consciente para poner a fin a sus intolerables dolores, serpa reprimido con pena privativa de libertad no mayor de tres aos.La batalla poltica sobre la eutanasia Actualmente, la eutanasia se transform en una problemtica que conjuga un dilema jurdico y moral. Un dato certero es el que demuestra el aumento, en los ltimos aos, del nmero de asociaciones pro-eutanasia, desplegando una intensa actividad divulgativa y reivindicativa a favor del derecho individual de las personas para elegir sobre su propia vida. Al mismo tiempo, estas asociaciones se ven combatidas por la cruzada a favor de la vida encabezada por las organizaciones religiosas.Diversas asociaciones han luchado contra los que defienden la posibilidad de elegir una muerte digna. Los argumentos que legitiman a estos grupos oscilan entre el respeto a la voluntad divina hasta el miedo a crear lagunas jurdicas que proporcionen impunidad a posibles asesinatos. Los debates sobre la eutanasia generalmente terminan siendo dominados por prejuicios morales, religiosos, emocionales, etc.Sin cuestionar los diferentes puntos de vista, cabra preguntarse: se le puede aplicar la eutanasia o asesoramiento en su suicidio a un enfermo terminal, que considere que su vida no es razn suficiente para soportar un dolor intratable, la prdida de dignidad o la prdida de importantes facultades, y que pide repetidamente ayuda para morir, siendo consciente y sin estar en capacidad de fingir una depresin.La problemtica de la eutanasia conjuga y enfrenta diversos posicionamientos frente a los derechos humanos. En este sentido, numerosas asociaciones pro eutanasia han comenzado una campaa de concientizacin de la sociedad, para que sta reconozca el derecho de cada individuo a decidir sobre su propia vida. Por otro lado, otro sector de la sociedad, encabezado por las asociaciones religiosas, se oponen drsticamente a la legalizacin de la eutanasia. En la actualidad, la eutanasia se ha convertido en una ardua batalla de carcter poltico.POSICIN SOCIALLa sociedad est a favor de la aplicacin de la eutanasia como un mtodo que elimina el dolor del enfermo, esta se afirma de cmo mantener a una persona viva si esta ya no la posee y por lo tanto no posee calidad de vida.La sociedad est a favor de la eutanasia ya que los rganos que estas personas dejan pueden ser utilizados para beneficio de otras personas.El derecho, lejos de someterse a exigencias ideales en nombre de una u otra perspectiva moral, debe atender a la situacin real de las relaciones intersubjetivas en una sociedad dada. En este sentido, con un esfuerzo continuado, es muy dudoso que en la sociedad espaola actual se incrementen los casos de obstinacin teraputica, por una posicin vitalista de prolongar la vida a cualquier precio. Por el contrario, las circunstancias actuales muestran un riesgo cierto de abandono teraputico, por razones econmicas respecto a vidas que se consideran indignas. De ah que sea an ms arriesgado aumentar el poder del mdico y del sistema sanitario para poner fin a una vida humana dependiente, aumentando las presiones sobre los pacientes o generando protocolos de actuacin que objetivamente favorecen la eutanasia.Desde el punto de vista de la vida social, la inmoralidad intrnseca de la eutanasia compromete la vida comn, ya que el hecho mismo de quitarle la vida a alguien, aunque sea a peticin suya, es inaceptable y tendra consecuencias terribles. Entre estas consecuencias, el profesor N. Blzquez ha sealado las siguientes:

- Presin moral sobre los ancianos y enfermos, que sentiran una enorme inseguridad y podran verse inducidos a pedir su desaparicin para no ser molestos; una especie de ensaamiento psicolgico, precisamente sobre los ms dbiles e indefensos- Muertes impuestas por otros, que se produciran cuando la voluntariedad no se diera, pero otros, incluso familiares, tuvieran intereses alrededor de esa muerte; por ejemplo, en casos de neonatos defectivos, incapaces, etc.;- Desconfianza en las familias y en las instituciones sanitarias, que, con la legalizacin de la eutanasia, podra llevar a una situacin de autntico temor en ancianos, enfermos y discapacitados.- Depreciacin institucionalizada de la vida humana, que sera valorada ms por su capacidad de hacer o producir que por su mismo ser;- Interceptacin del proceso de aceptacin de la propia muerte, proceso psicolgico natural del individuo que podra quedar privado en alguna de sus fases por el acto eutansico.Testamento vital o documento de instrucciones previasEn Espaa contamos con legislacin reciente que se ocupa especficamente de regular la autonoma y derechos de los pacientes. Adems del Convenio de Oviedo sobre Biomedicina y Derechos Humanos, del Consejo de Europa (1997), y de la abundante legislacin autonmica, contamos con la Ley 41/2002, bsica reguladora de la autonoma y de los derechos y deberes de los pacientes en materia de informacin y documentacin clnica. En esta ltima norma, se trata del consentimiento informado, que deber preceder a cualquier intervencin sobre una persona en el mbito biomdico, as como de los testamentos vitales que el legislador espaol ha denominado "documentos de instrucciones previas".El paciente puede ejercer su autonoma en diferentes momentos: cuando decide entre las diferentes opciones clnicas disponibles, o al aceptar o rechazar tratamientos, y esta decisin slo la podr tomar si previamente ha sido informado por el mdico. El artculo 3 de la Ley 41/2002 define el consentimiento informado como "la conformidad libre, voluntaria y consciente de un paciente, manifestada en el pleno uso de sus facultades despus de recibir la informacin adecuada, para que tenga lugar una actuacin que afecta a su salud".Una modalidad de este consentimiento lo constituye el testamento vital, o documento de instrucciones previas a las que la Ley 41/2002 dedica el artculo 11. Este documento refuerza las exigencias de atencin debida tica y jurdicamente a la autonoma de los pacientes, permite establecer, de forma anticipada, la voluntad de una persona sobre la aplicacin de determinados tratamientos o el rechazo a los mismos, y, por tanto, trasladar el espritu del consentimiento informado a aquellas fases de la enfermedad o estado en las que el paciente no tiene capacidad para decidir. Su fundamento es, pues, prcticamente el mismo que el del consentimiento informado.

POSICIN RELIGIOSALa iglesia no acepta la eutanasia porque se basa en la moral, en respetar la vida del paciente: como creyente an de la hora final. el seor no abandona a los suyosLa iglesia no acepta la eutanasia porque aquellos que se basan en la biblia, la cual dice en unos de sus artculos de sus libros Juan 11- 25: Yo soy la resurreccin de la vida: el que cree en m aunque este muerto vivir. Y en Juan 14:6 dice Yos soy el camino, la verdad y la vida: nadie viene al padre sino por mLa institucin que actualmente rechaza y combate a la eutanasia, es la Iglesia catlica, la cual ha realizado una serie de declaraciones al respecto a travs de la Comisin Permanente Episcopal: Respetamos sinceramente la conciencia de las personas, santuario en el que cada uno se encuentra con la voz suave y gente del amor de Dios. No juzgamos el interior de nadie. Comprendemos tambin que determinados condicionamientos psicolgicos, culturales y sociales pueden llevar a realizar acciones que contradicen radicalmente la inclinacin innata de cada uno a la vida, atenuando o anulando la responsabilidad subjetiva. Pero no se puede negar la existencia de una batalla jurdica y publicitaria, con el fin de obtener el reconocimiento del llamado derecho a la muerte digna, es esta postura pblica la que tenemos que enjuiciar y denunciar como equivocada en s misma y peligrosa para la convivencia social. Una cosa son la conciencia y las decisiones personales y otra lo que se propone como criterio tico legal para regular las relaciones entre los ciudadano. La Iglesia catlica considera que el aprecio por toda vida humana fue un progreso introducido por el cristianismo, lo que supone que se vive en la actualidad es un retroceso. Un retroceso que hay que colocar en lo que el Papa denomina cultura de la muerte. De esta manera, la Iglesia considera a la eutanasia como aquella actuacin cuyo objeto es causar la muerte a un ser humano para evitarles sufrimientos, bien a peticin de ste, bien por considerar que su vida carece de calidad mnima para que merezca el calificativo de digna. Esta prctica convertira a la eutanasia en una forma de homicidio, pues implica que un hombre da muerte a otro, ya mediante un acto positivo, ya mediante la omisin de la atencin y cuidados debidos.De la eutanasia, as entendida, el Papa Juan Pablo II ensea solemnemente: De acuerdo con el Magisterio de mis Predecesores y en comunin con los Obispos de la Iglesia catlica, confirmo que la eutanasia es una grave violacin de la Ley de Dios en cuanto eliminacin deliberada y moralmente inaceptable de una persona humana.POSICIN MDICA Desde siempre, los mdicos han participado en la toma de decisiones sobre el fin de la vida y actualmente es comn suspender o no instaurar tratamientos en determinados casos, aunque ello lleve a la muerte del paciente. Sin embargo, a veces los mdicos deciden por su propia parte si el paciente debe morir o no y provocan su muerte, rpida y sin dolor. Es lo que se conoce comolimitacin del esfuerzo teraputico, limitacin de tratamientos o, simplemente, eutanasia agresiva. Normalmente la eutanasia se lleva a cabo con el conocimiento y anuencia de los familiares y/o curadores del paciente. En medicina, el respeto a la autonoma de la persona y los derechos de los pacientes son cada vez ms ponderados en la toma de decisiones mdicas. En sintona con lo anterior, la introduccin delconsentimiento informadoen la relacin mdico-paciente, y para stas situaciones, la elaboracin de undocumento de voluntades anticipadassera una buena manera de regular las actuaciones mdicas frente a situaciones hipotticas donde la persona pierda total o parcialmente su autonoma para decidir, en el momento, sobre las actuaciones mdicas pertinentes a su estado de salud.

CONCLUSIONES

Todo ser humano posee una dignidad intrnseca e inviolable, que no es susceptible de gradaciones, y que es universal e independiente de la situacin de edad, salud o autonoma que se posea.

Esa dignidad es inherente a toda vida humana, le confiere el derecho irrenunciable a la vida y es un deber inexcusable del Estado protegerla, incluso cuando la persona, su titular, pueda no valorarla.

Para quienes propugnamos una Medicina a favor de la vida, as como la dignificacin de la profesin sanitaria, tan imperativo es el rechazo de la eutanasia (activa y pasiva) como el del encarnizamiento teraputico. Partiendo de la conviccin de que matar o ayudar a matarse no es lo mismo ticamente que dejar morir cuando no hay terapia y la situacin es irreversible, insistimos en que el principio bsico debe ser el del respeto mximo de la vida humana. En el contexto del individualismo hedonista que algunos defienden, el derecho a una "muerte digna" es un eufemismo para fomentar un supuesto derecho a matarse, o a matar por compasin, en sintona con una inaceptable concepcin de la autonoma, la libertad y la vida humanas.

La limitacin del esfuerzo teraputico, suspendiendo un tratamiento calificado por el equipo mdico como ftil o desproporcionado, o la retirada de un soporte vital, en situaciones de enfermedad terminal, irreversible, que no tienen expectativa teraputica, no supone eutanasia, ni activa ni pasiva, sino que se trata de una accin correcta biotica y jurdicamente, siempre que se cuente con un consentimiento informado vlido del paciente, o de sus representantes legales, si ste no pudiera expresarlo. La hidratacin adecuada del enfermo, incluso por va artificial, es, en principio, un medio ordinario y proporcionado que evita el sufrimiento y la muerte derivados de la deshidratacin.

Recomendamos a cientficos, mdicos y dems profesionales de la salud que se esfuercen por consensuar la terminologa y los protocolos de actuacin, como forma de garantizar la seguridad tica y jurdica de sus actuaciones en este tipo de situaciones clnicas.

El auxilio al suicidio y la eutanasia representan atentados contra la vida humana reprobables tica y jurdicamente. Tambin es rechazable la obstinacin teraputica, o el privar a cualquier persona del derecho a asumir lo ms serenamente posible su proceso de muerte. Por ello, ante un enfermo terminal, con dolor fsico y/o sufrimiento moral, lo ms justo y humano es acompaarle, administrarle tratamientos proporcionados y paliar sus dolores, respetando siempre tanto la vida como la muerte.

El testamento vital, como forma de asegurar el respeto a la autonoma de la persona, est regulado jurdicamente, y debe de conciliar la atencin a las previsiones y preferencias del otorgante, con la garanta de la legalidad, as como con las exigencias de la lex artis y los derechos y deberes de los profesionales de la salud.

Los cuidados paliativos, con una atencin integral al enfermo terminal, que incluya los aspectos fsicos, morales y espirituales de ste y respete su derecho a asumir su proceso de muerte, representan la actuacin ticamente correcta, compatible con una ordenada concepcin de la dignidad del morir. Una consideracin tica de la muerte, a la medida de la dignidad de la persona, reconocer el valor indisponible de cualquier vida humana y rechazar el argumento ideolgico que lleva a considerar unas vidas como dignas y otras no. Sobre esta base, se promueve la inviolable dignidad de la persona humana, la defensa de los derechos que le son inherentes, desde la objetiva y prudente consideracin de la realidad y sentido de la vida y de la muerte.