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Incontinencia Urinaria El control de la micción es un problema habitual pero complejo que puede afectar seriamente la vida de una persona. Afortunadamente, con los procedimientos actuales de alta tecnología y los potentes fármacos disponibles, este diagnóstico simplemente puede significar que el camino hacia el control de la micción es un desafío pero no es imposible. Le recomendamos que lea la información que sigue para aprender más acerca de las opciones de tratamiento disponibles, de manera de estar mejor preparado al hablar con su urólogo. ¿Qué se puede esperar en condiciones normales? El tracto urinario es similar a un sistema de plomería, con caños especiales que permiten que el agua y las sales fluyan a través de ellos. El tracto urinario incluye dos riñones, dos uréteres, la vejiga y la uretra. Los riñones actúan como sistema de filtrado para la sangre, dado que eliminan los materiales tóxicos y retienen a los elementos útiles como la glucosa, las sales y los minerales. La orina es el producto de desecho del filtrado, se produce en los riñones y fluye a través de dos tubos de 10 a 12 pulgadas de largo (25,4 - 30,5 cm) llamados uréteres, que conectan a los riñones con la vejiga. Los uréteres tienen aproximadamente un cuarto de pulgada de diámetro (0,6 cm) y sus paredes musculares se contraen para dar lugar a la formación de movimientos en forma de ondas que obligan a la orina a ir hasta la vejiga. La vejiga es un órgano que se puede expandir y almacena la orina hasta que se pueda eliminar. Además posee válvulas unidireccionales de cierre que permiten el flujo de orina hacia el interior de la vejiga pero impiden que la orina regrese hacia los riñones (reflujo vesicoureteral). El tubo a través del cual la orina es eliminada del cuerpo se denomina uretra.)

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Page 1: Trabajo

Incontinencia Urinaria

El control de la micción es un problema habitual pero complejo que puede afectar

seriamente la vida de una persona. Afortunadamente, con los procedimientos actuales

de alta tecnología y los potentes fármacos disponibles, este diagnóstico simplemente

puede significar que el camino hacia el control de la micción es un desafío pero no es

imposible. Le recomendamos que lea la información que sigue para aprender más

acerca de las opciones de tratamiento disponibles, de manera de estar mejor preparado

al hablar con su urólogo.

¿Qué se puede esperar en condiciones normales?

El tracto urinario es similar a un sistema de plomería, con caños especiales que

permiten que el agua y las sales fluyan a través de ellos. El tracto urinario incluye dos

riñones, dos uréteres, la vejiga y la uretra.

Los riñones actúan como sistema de filtrado para la sangre, dado que eliminan los

materiales tóxicos y retienen a los elementos útiles como la glucosa, las sales y los

minerales. La orina es el producto de desecho del filtrado, se produce en los riñones y

fluye a través de dos tubos de 10 a 12 pulgadas de largo (25,4 - 30,5 cm) llamados

uréteres, que conectan a los riñones con la vejiga.

Los uréteres tienen aproximadamente un cuarto de pulgada de diámetro (0,6 cm) y sus

paredes musculares se contraen para dar lugar a la formación de movimientos en forma

de ondas que obligan a la orina a ir hasta la vejiga. La vejiga es un órgano que se puede

expandir y almacena la orina hasta que se pueda eliminar. Además posee válvulas

unidireccionales de cierre que permiten el flujo de orina hacia el interior de la vejiga

pero impiden que la orina regrese hacia los riñones (reflujo vesicoureteral). El tubo a

través del cual la orina es eliminada del cuerpo se denomina uretra.)

¿Qué es la incontinencia urinaria?

La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina. No es una enfermedad,

sino más bien un síntoma que puede deberse a una amplia variedad de enfermedades.

La incontinencia puede ser causada por diabetes, accidente cerebrovascular, esclerosis

múltiple, enfermedad de Parkinson, algunas cirugías o incluso durante la maternidad. Si

bien es más habitual en mujeres mayores de 60 años, puede ocurrir a cualquier edad.

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La mayoría de los profesionales de los servicios sanitarios clasifican a la incontinencia

por los síntomas o circunstancias en las que ocurre. En la población normal, la

incidencia de incontinencia en las mujeres de más de 65 años es de más del 25 por

ciento, en comparación con alrededor del 15 por ciento en los hombres.

¿Cuáles son los diferentes tipos de incontinencia urinaria?

Incontinencia de esfuerzo: La incontinencia urinaria por esfuerzo es la causa

más común de pérdida de orina. Ocurre cuando se pierde orina durante

actividades como caminar, hacer ejercicios aeróbicos o incluso estornudar y

toser. La mayor presión abdominal asociada con estos eventos hace que la orina

se escape. Los músculos del piso de la pelvis, que dan soporte a la vejiga y a la

uretra, pueden estar debilitados, y de esta manera impiden que los músculos del

esfínter funcionen correctamente.

Esto también puede ocurrir si los músculos del esfínter en sí están debilitados o

dañados a causa de traumatismos quirúrgicos o de partos previos. Las mujeres

en la menopausia también pueden sufrir de pequeñas cantidades de pérdida de

orina como resultado de los menores niveles de estrógeno. En los hombres, la

causa más común de incontinencia son los procedimientos quirúrgicos en la

próstata. Ocurre con más frecuencia luego de una prostatectomía radical a causa

de cáncer que luego de una cirugía transuretral por HPB.

Incontinencia por necesidad urgente de orinar: También conocida como

"vejiga hiperactiva", la incontinencia por necesidad urgente de orinar es otra

forma de pérdida de orina. Puede ocurrir cuando una persona tiene una urgencia

incontrolable por orinar pero no puede llegar al baño a tiempo y como

consecuencia sufre la pérdida de orina. En otras oportunidades, el evento puede

estar causado por agua que corre o por las bajas temperaturas.

Algunas personas no reciben advertencia y experimentan las pérdidas de orina

simplemente al cambiar la posición del cuerpo (por ejemplo al levantarse de la

cama). La vejiga hiperactiva también se asocia con accidentes

cerebrovasculares, esclerosis múltiple y lesiones en la médula espinal.

Incontinencia por rebosamiento: Este tipo de incontinencia ocurre cuando la

vejiga está llena y no puede vaciarse, lo que produce la pérdida de orina. Los

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síntomas son las micciones pequeñas y frecuentes y el goteo constante. Este tipo

de incontinencia no es común en mujeres, y es más común en hombres que han

sido sometidos a alguna cirugía o que tienen problemas de próstata.

Incontinencia funcional: Este tipo de incontinencia se debe a la incapacidad

para acceder de manera adecuada a un establecimiento o baño a causa de una

discapacidad física o mental.

Incontinencia mixta: La incontinencia mixta se refiere a la combinación de más

de un tipo de incontinencia, comúnmente incontinencia por estrés e

incontinencia por necesidad urgente de orinar.

¿Cómo se hace el diagnóstico?

Al igual que con cualquier otro problema clínico, es muy importante la confección de

una buena historia clínica y del examen físico. El urólogo primero hará preguntas acerca

de los hábitos individuales y de la ingesta de líquidos, así como acerca de los

antecedentes clínicos, quirúrgicos y familiares. Se hará un examen de pelvis exhaustivo

en busca de motivos corregibles de la pérdida de orina, entre los que se incluyen el

impacto fecal, la constipación y las hernias.

Normalmente en la primera evaluación se hará un análisis de orina y una prueba de

estrés provocando la tos. Si alguno de los hallazgos sugiere que puede ser necesaria

una evaluación más detallada, se puede recomendar la realización de otros estudios

como una cistoscopia o incluso un estudio Urodinámico. Estos estudios que se realizan

de manera ambulatoria normalmente se hacen mediante la inserción de una pequeña

sonda en la vejiga a través de la uretra y a veces también con una pequeña sonda

rectal.

 

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¿Cuáles son algunas de las opciones de tratamiento para cada tipo de incontinencia?

En la mayoría de los casos de incontinencia se indica un tratamiento mínimamente

invasivo (manejo de los líquidos, entrenamiento de la vejiga, ejercicios de los músculos

del piso de la pelvis y medicamentos). 

Sin embargo, si esto fracasa puede ser necesario un tratamiento quirúrgico.

 

Tratamiento mínimamente invasivo de la Incontinencia Urinaria

Algunas de las causas de incontinencia son transitorias y pueden revertirse fácilmente. 

Las causas reversibles incluyen a la infección del tracto urinario, la irritación o infección

vaginal, el uso de ciertas medicaciones, la constipación y la movilidad limitada.

No obstante, en algunos casos hace falta una mayor intervención médica. Las opciones

de tratamiento mínimamente invasivo son aquellas que no recurren a la cirugía y deben

ser la primera línea de tratamiento para los pacientes. Sin embargo, pueden usarse

también en combinación con el tratamiento quirúrgico.

1. Control de líquidos: Esta opción consiste en indicar al paciente que aumente o

reduzca la ingesta de líquidos. Los pacientes con incontinencia pueden necesitar

reducir la cantidad de cafeína u otros irritantes de la dieta (como son los jugos de

frutas ácidas, las bebidas colas, el café y el té), al mismo tiempo que aumentan

la ingesta de agua para producir una cantidad adecuada de orina no irritante y

no concentrada. La ingesta recomendada de agua es de seis a ocho vasos por

día.

2. Entrenamiento de la vejiga: El entrenamiento de la vejiga comienza con una

agenda. Se indica a los pacientes que registren la ingesta de líquidos, las horas

de micción y cuándo ocurren los accidentes urinarios. La agenda le permite al

paciente visualizar con qué frecuencia orina y cuándo ocurre la incontinencia.

La agenda también se utiliza para establecer intervalos de tiempo para la

micción. Se indica a los pacientes que orinan con poca frecuencia que realicen

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una "micción por tiempo", que significa que deben orinar cada una o dos horas

cuando están despiertos. Al lograr un vaciado regular de la vejiga deberían sufrir

menos episodios de incontinencia. La micción por tiempo puede resultar eficaz

en los pacientes que tienen incontinencia por estrés y por necesidad urgente de

orinar.

3. Reentrenamiento de la vejiga: El reentrenamiento de la vejiga se usa para

pacientes que tienen un aumento de la frecuencia para orinar. El objetivo del

reentrenamiento es aumentar la cantidad de orina que el paciente puede retener

en la vejiga. Se indica a los pacientes que lleven una agenda para determinar los

intervalos de micción. Luego se les indica que aumenten gradualmente este

intervalo en 15 o 30 minutos por semana. El objetivo es que los pacientes orinen

cada dos a cuatro horas cuando están levantados con menos sensación de

urgencia y menos incontinencia.

4. Ejercicios del piso pélvico: También se los conoce como ejercicios de Kegel.

Este tipo de tratamiento mínimamente invasivo se enfoca en el fortalecimiento

del músculo del esfínter externo y de los músculos pélvicos. Los pacientes que

pueden contraer y relajar los músculos del piso pélvico pueden mejorar la fuerza

de los mismos haciendo los ejercicios con regularidad. Otros pacientes necesitan

ayuda de un profesional para aprender cómo contraer esos músculos.

Es posible utilizar la biorretroalimentación y la estimulación eléctrica para ayudar

a estos pacientes a hacer los ejercicios del piso pélvico. Durante la estimulación

eléctrica, se manda una pequeña cantidad de estimulación a los músculos del

suelo pélvico por medio de un sensor colocado en la vagina o en el recto. Como

con cualquier programa de ejercitación, el paciente debe continuar haciendo los

ejercicios para mantener el beneficio.

Los pacientes con incontinencia por estrés pueden beneficiarse de los ejercicios

del piso pélvico porque aumentan la resistencia en la uretra y la fuerza de los

músculos voluntarios del piso pélvico. También se puede enseñar a los pacientes

a compensar ciertas actividades como toser contrayendo los músculos pélvicos.

La ejercitación de los músculos del piso pélvico es eficaz para la incontinencia

por necesidad urgente de orinar, ya que una contracción del piso pélvico puede

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interrumpir una contracción del músculo liso de la vejiga y detener o demorar un

accidente.

5. Tratamiento con medicamentos: La incontinencia por estrés puede tratarse

con fármacos que tensan el cuello de la vejiga, como por ejemplo la

pseudoefedrina o la imipramina. De la misma manera que la pseudoefedrina

causa la constricción de los vasos sanguíneos de la nariz, también hace que los

músculos del cuello de la vejiga se contraigan.

Debido a este efecto sobre la musculatura lisa de los vasos sanguíneos no debe

utilizarse en pacientes que tengan antecedentes de hipertensión. La imipramina

es un antidepresivo tricíclico. Además de hacer que el músculo de la vejiga se

relaje, también hace que el músculo liso del cuello de la vejiga se contraiga.

La incontinencia por necesidad urgente de orinar también se trata con fármacos

que tengan propiedades anticolinérgicas. Los fármacos anticolinérgicos permiten

que el músculo liso de la vejiga se relaje. Un anticolinérgico comúnmente usado

es el cloruro de oxibutinina.

Este fármaco funciona bien para tratar la incontinencia por necesidad urgente de

orinar, pero tiene efectos secundarios como sequedad en la boca, constipación,

visión borrosa e incapacidad para orinar. Se han desarrollado nuevos fármacos o

nuevas fórmulas de fármacos viejos en un esfuerzo por reducir los efectos

secundarios. La oxibutinina en la actualidad se presenta como una tableta se

liberación lenta que se toma una vez al día. La liberación lenta de este nuevo

fármaco permite que haya un nivel constante del fármaco y menor cantidad de

efectos colaterales.

El tartrato de tolterodina es otro anticolinérgico nuevo que se diferencia de los

viejos en que tiene un menor efecto sobre las glándulas salivales y por lo tanto

no causa tanta sequedad en la boca. También está disponible en la forma de

liberación lenta y se administra una dosis diaria.

Las mujeres posmenopáusicas que sufren de incontinencia pueden beneficiarse

con un tratamiento con hormonas. Normalmente el cuello de la vejiga y la uretra

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cuando se encuentran en reposo están cerrados. Con la disminución de los

niveles de estrógeno, los tejidos se debilitan o se secan y el cierre normal se

pierde. El reemplazo hormonal mejora el estado de estos tejidos y permite que se

recupere el cierre gracias a un mayor tono y a un mejor aporte de sangre.

Tratamiento Quirúrgico de la Incontinencia Urinaria

1. Incontinencia de esfuerzo: Uno de los tratamientos quirúrgicos para esta

enfermedad en los hombres es el uso de inyecciones uretrales de agentes

volumétricos para mejorar la función del esfínter. Las inyecciones se aplican bajo

anestesia local y pueden repetirse. Desafortunadamente la tasa de curación sólo

es de un 10 a un 30 por ciento. Otra alterativa es realizar un procedimiento de

compresión de la uretra con un injerto vascular o un segmento de tejido

cadavérico para comprimir la uretra en el área entre el escroto y el recto. Los

resultados se encuentran aún en etapa muy preliminar y este tratamiento en la

actualidad se realiza sólo en forma experimental.

El tratamiento más efectivo para la incontinencia en los hombres es el implante

de un esfínter artificial. El dispositivo se inserta debajo de la piel y consiste en un

manguito de presión alrededor de la uretra, un balón lleno de líquido que regula

la presión en el abdomen y una bomba en el escroto que es controlada por el

paciente. El líquido presente en el balón abdominal es transferido al manguito de

presión de la uretra, cerrándola y evitando así la pérdida de orina.

2. Incontinencia de Estrés: en las mujeres se trata en sus inicios con la

modificación del patrón de comportamiento y ejercitación de la pelvis. Hay

algunas técnicas que pueden ayudar, como la biorretroalimentación o la

estimulación eléctrica de los músculos de la pelvis. Pero cuando los síntomas son

más graves y las medidas conservadoras no ayudan, el tratamiento es la cirugía.

En algunos casos es posible utilizar agentes volumétricos para aumentar la

continencia. La operación se hace con anestesia local y es mínimamente

invasiva, pero las tasas de curación son bajas en comparación con las de los

procedimientos quirúrgicos a cielo abierto.

La reparación anterior (plicatura de Kelly) es una opción que habitualmente usan

los ginecólogos pero que no ha dado buenos resultados a largo plazo. Otra

opción es la cirugía abdominal (suspensión de Burch) en la que los tejidos

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vaginales se fijan al hueso del pubis. Los resultados a largo plazo son buenos,

pero la cirugía requiere un mayor tiempo de recuperación y generalmente sólo

se usa cuando se requieren otras cirugías abdominales.

La cirugía más común y la más popular para la incontinencia por estrés es el

procedimiento del cabestrillo. En esta operación se aplica una cinta de tejido

debajo de la uretra para proporcionar compresión y mejorar el cierre de la uretra.

La operación es mínimamente invasiva y los pacientes se recuperan con mucha

rapidez. El tejido utilizado para crear el cabestrillo puede ser un segmento de la

pared abdominal del paciente, especialmente fascia tratada, piel de un cadáver o

un material sintético.

3. Incontinencia por necesidad urgente de orinar: Para la incontinencia por

urgencia hay una gran variedad de opciones de tratamiento. El primer paso debe

ser la modificación del comportamiento: beber menos líquidos; evitar la cafeína,

el alcohol y los condimentos; no beber antes de acostarse y orinar

periódicamente y no esperar a último momento. La ejercitación de la

musculatura del piso pelviano también es útil (ejercicios de Kegel).

Es importante mantener un registro de la frecuencia de la micción, la cantidad de

episodios de pérdida de orina, la cantidad de orina perdida, la ingesta de líquidos

y, si se utilizaran, la cantidad de toallas higiénicas usadas. La base del

tratamiento para la vejiga hiperactiva son los medicamentos. Consiste en el uso

de relajantes que evitan que la vejiga se contraiga sin que el paciente lo permita.

Los efectos colaterales más comunes de estos medicamentos son la sequedad en

la boca, la constipación y las alteraciones en la visión. A veces los efectos

colaterales desaparecen al reducir la dosis del medicamento.

a. Es posible considerar otras alternativas en pacientes que no responden a

la modificación del patrón de comportamiento, a la medicación, o a

ninguno de ellos. Hay una nueva y prometedora tecnología que consiste

en el uso de un marcapasos vesical para controlar el funcionamiento de la

vejiga. Esta tecnología consiste en un pequeño electrodo que se inserta en

la espalda del paciente cerca del nervio que controla la función de la

vejiga.

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El electrodo se conecta a un generador de pulsos y los impulsos eléctricos

controlan la función de la vejiga. Con esta tecnología se logra más de un

60 a un 75 por ciento de cura o mejoría. En los casos más complicados, la

vejiga puede agrandarse utilizando un segmento del intestino delgado.

Esta operación, llamada cistoplastia de agrandamiento, es muy exitosa

para curar la incontinencia pero su principal desventaja es la necesidad de

realizar autocateterizaciones para vaciar la vejiga en un 10 a un 30 por

ciento de los pacientes.

4. Incontinencia por rebosamiento: En el caso de la incontinencia por

rebosamiento el tratamiento es vaciar completamente la vejiga y evitar que se

pierda orina. Los pacientes con vejiga diabética o los pacientes con obstrucción

prostática a menudo desarrollan este tipo de incontinencia. La incontinencia por

rebosamiento ocasionada por una obstrucción debe tratarse con medicamentos o

cirugía para eliminar la obstrucción. Si no se encuentra ninguna obstrucción, el

mejor tratamiento es dar instrucciones al paciente para que realice

autocateterizaciones varias veces al día. Al vaciar la vejiga con cierta regularidad

la incontinencia desaparece y se protege a los riñones.

 

¿Qué se puede esperar luego del tratamiento?

El objetivo de cualquier tratamiento para la incontinencia es mejorar la calidad de vida

del paciente. En la mayoría de los casos es posible lograr grandes mejoras e incluso la

curación de los síntomas. El tratamiento médico normalmente es eficaz, pero esto no

ocurre si el paciente bebe líquidos durante todo el día y no controla sus horarios para

orinar.

De manera similar, los grandes aumentos de peso y las actividades que promueven el

esfuerzo abdominal ponen a prueba cualquier reparación que se haya logrado y no es

probable que resista el paso del tiempo. Si se aplica sentido común, una mecánica

corporal adecuada y se tiene cuidado es casi seguro que se lograrán resultados

positivos y a largo plazo.

El tratamiento médico de la vejiga hiperactiva (urgencia e incontinencia por necesidad

urgente de orinar) puede ser muy exitoso, pero hay factores que pueden afectar

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negativamente la eficacia del tratamiento, por ejemplo una cirugía previa, la falta de

hormonas, las enfermedades neurológicas y la edad. Hay complicaciones leves a causa

del tratamiento con medicamentos, que incluyen la constipación y la sequedad en la

boca, que algunos pacientes no pueden tolerar.

La cirugía, como la inserción de un marcapasos vesical, puede resultar en un 50 a un 70

por ciento de curaciones o una mejoría más importante de los síntomas. El

agrandamiento de la vejiga mediante el uso de un segmento de intestino puede curar la

incontinencia por necesidad urgente de orinar en más del 80 por ciento de los casos,

pero la principal desventaja es la necesidad de realizar autocateterizaciones por el resto

de sus vidas en un 10 a un 30 por ciento de los pacientes. A veces ésta es la única

opción cuando todos los demás tratamientos han fracasado.

La cirugía para corregir la incontinencia urinaria en los hombres, como la del esfínter

artificial, puede curar o mejorar en forma significativa a más del 70 al 80 por ciento de

los pacientes. Los resultados pueden verse negativamente afectados por el tratamiento

previo con sesiones de radiación, el mal funcionamiento de la vejiga y/o la presencia de

tejido cicatrizal en la uretra. Al ser un dispositivo mecánico, puede requerir

reparaciones con el tiempo.

La cirugía para corregir la incontinencia urinaria (incontinencia de esfuerzo) en las

mujeres es en general muy exitosa, pero es importante la elección del procedimiento

adecuado. Muchas pacientes con incontinencia por estrés también presentan otras

enfermedades como prolapso vesical, rectocele o prolapso uterino que deben tratarse

al mismo tiempo. La combinación de los síntomas de la incontinencia por necesidad

urgente de orinar requiere primero un tratamiento médico que intente mejorar los

síntomas.

El procedimiento de elección dependerá de varios factores, como la necesidad de

cirugía abdominal para otras enfermedades, el grado de incontinencia, el grado de

movilidad de la uretra y de la vejiga y la experiencia personal del cirujano. En casos

simples de incontinencia por estrés con movilidad uretral leve a moderada, el

procedimiento de elección es el cabestrillo. El paciente puede esperar un 80 a un 90 por

ciento de probabilidades de cura o una gran mejoría. Hay agentes inyectables que

pueden curar a un 30 por ciento de los pacientes, pero pueden requerir aplicaciones

múltiples.

Page 11: Trabajo

 

Preguntas Frecuentes

 ¿Qué debo hacer si sufro de incontinencia?

Hable con su médico. A veces es posible tratar la incontinencia con un médico de

atención primaria, y otras veces es necesario consultar a un urólogo que se especialice

en el tratamiento de la incontinencia. Puede ayudar al médico si lleva una lista de sus

medicamentos a la consulta. Antes de la consulta es buena idea registrar durante dos a

cuatro días la cantidad y el tipo de líquidos que consume, la cantidad de veces que

orina y la cantidad de episodios de incontinencia que tiene.

¿Qué puedo hacer con mi incontinencia antes de ver al médico?

Puede orinar cada dos o tres horas durante el día, beber entre seis y ocho vasos de

agua, evitar sustancias irritantes de la vejiga (por ejemplo, café, té, bebidas colas,

chocolate y jugos de frutas ácidas), evitar la constipación y hacer ejercicios del piso

pelviano.

¿Qué alimentos y bebidas son irritantes para la vejiga?

La cafeína es un irritante habitual de la vejiga, pero hay otras sustancias que también

pueden causar irritación. No todos los pacientes incontinentes son sensibles a los

mismos alimentos y bebidas. La única forma de saber si la dieta es un factor que

contribuye a la incontinencia es eliminar los posibles irritantes y controlar si la

incontinencia mejora. Algunos de los irritantes más comunes de la vejiga son: el alcohol,

las bebidas carbonatadas (con y sin cafeína), el café o el té (con o sin cafeína), el

chocolate, los cítricos, el tomate y los jugos de frutas ácidas.

¿Cómo sé si estoy haciendo bien los ejercicios del piso pélvico?

Al hacer los ejercicios del piso pélvico sólo se debe mover el piso pélvico. Los músculos

del piso pélvico se contraen como si deseara detener la micción antes de terminar de

expulsar la orina o como si deseara detener el pasaje de gas. Los músculos del

abdomen, los glúteos y las piernas no deben contraerse. Puede hacer estos ejercicios

frente a un espejo o colocando una mano sobre los músculos abdominales o de los

glúteos para darse cuenta si está contrayendo algún músculo que no debería contraer.

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Si los ejercicios se hacen bien es posible hacerlos en cualquier lado. Existen

instrucciones escritas disponibles de grupos de apoyo o puede solicitárselas a su

médico.

¿Alguno de mis medicamentos puede estar causando la incontinencia?

Hay ciertos tipos de medicamentos que pueden causar o exacerbar la incontinencia.

Estos medicamentos incluyen a los diuréticos, los sedantes, los narcóticos, los

antidepresivos, los antihistamínicos, los bloqueantes de los canales del calcio y

fármacos alfa-bloqueantes.

¿La incontinencia empeorará a medida que envejezca?

La incontinencia urinaria no necesariamente empeorará, pero tampoco mejorará sin

tratamiento.

Tengo una pequeña incontinencia con muy poca frecuencia que no me molesta. ¿Es

anormal? ¿Necesito tratamiento?

Cualquier pérdida de orina es anormal. Si la incontinencia evita que haga las

actividades que quiere hacer debería considerar recibir tratamiento. Si bien las

almohadillas y los pañales pueden evitar accidentes embarazosos, hay otras opciones

de tratamiento actualmente disponibles que pueden eliminar la necesidad de utilizar

esa protección.

¿Qué es un agente volumétrico?

Es una sustancia que se utiliza para inyectar debajo de la mucosa de la uretra y mejorar

la incontinencia urinaria.

¿Qué es un esfínter artificial?

Un esfínter artificial es un dispositivo hecho de silicona controlado por el paciente que

tiene:

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Un manguito de presión inflable que se ajusta alrededor del tubo por el que la

orina sale del cuerpo (la uretra) cerca del punto de unión con la vejiga un balón

que regula la presión del manguito de presión

Una bomba para controlar el inflado y desinflado del manguito de presión

El globo se coloca en el espacio pelviano y la bomba de control se coloca en el escroto

en los hombres o en los labios externos de la vagina en las mujeres.

El manguito de presión se infla para evitar que se pierda la orina. Cuando se desea

orinar se desinfla el manguito de presión y esto permite que la orina salga.

¿Qué son los relajantes de la vejiga?

Son los medicamentos que se utilizan para mejorar la urgencia y la frecuencia de la

micción.