toros
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Breve historia sobre la actualidad de los torosTRANSCRIPT
En la actualidad, la actividad más conocida de la tauromaquia es la corrida de toros. En
consecuencia, con la consideración de cómo se lleve la responsabilidad de la lidia y muerte
del toro (si el torero va a pie o a caballo), existen dos tipos de corridas de toros; de toreros a
pie y de toreros a caballo (de rejones o rejoneadores).
Normalmente, una corrida se desarrolla en tres partes, llamadas tercios, en las cuales el toro
es lidiado respectivamente por los picadores, «que, montando un caballo protegido por un
peto, utilizan una vara con una puya para preparar al toro para el tercio de muleta»; los
banderilleros, «quienes se encargan del auxilio al matador, bregan al toro y adornan al toro
colocando pares de banderillas (generalmente son tres pares)»; y el último tercio, y el más
importante, el de muerte, en el que el torero lidia al toro manejando la muleta y el
«ayudado» (espada de madera o de aluminio), que sostiene con la mano derecha. El torero
principalmente empieza a medir la distancia del toro, lo que se llama «terreno», para
empezar a cuajar su faena, hasta empezar a meterle la cabeza en cada suerte o engaño;
después coloca al burel con los cuartos delanteros parejos, para que se abra y no pinche en
hueso; eso es para asegurar la estocada, y, si es correcta, a petición del presidente y el
respetable, se cortan los trofeos.
El presidente es quien recompensa la actuación del torero. Al término de la lidia, el
presidente enseña un pañuelo de color blanco, si el premio de la faena es para una oreja, y
dos pañuelos para dos trofeos. Al principio de ella también puede enseñar un pañuelo verde
si el toro no es apto para torear (cojo, cuerno mal, etc.), o uno naranja para indultarlo si el
toro es de gran calidad. La opinión del público es posiblemente de más peso para los
participantes: ha habido corridas en donde el público saca en hombros al torero sin que el
juez haya concedido siquiera la oreja, o por el contrario: premios del presidente a pesar del
descontento de los asistentes.