todo el poder para el pueblo

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SEGUIMOS FABRICANDO EL TIEMPO Y TEJIENDO EL ESPACIO DE NUESTRA EMANCIPACION APORTES PARA LA CONSTRUCCIÓN DEL GOBIERNO POPULAR Asamblea de Militantes de Caracas Volvemos por todos los caminos Estamos en tiempos del los pueblos

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  • SEGUIMOS FABRICANDO EL TIEMPO Y TEJIENDO EL ESPACIO DE NUESTRA EMANCIPACION

    APORTES PARA LA CONSTRUCCIN DEL GOBIERNO POPULAR

    Asamblea de Militantes de Caracas

    Volvemos por todos los caminos

    Estamos en tiempos del los pueblos

  • Qu es la revolucin social?. Tantas veces se recuerda que la revolucin que se inici con las insurrecciones obreras de Europa y luego se extendieron al mundo, era para acabar con la explotacin del trabajo y la propiedad sobre los medios de produccin. Para acabar las injusticias y las clases sociales. Para terminar de desmoronar esos aparatos de poder burocrticos que mantienen el orden de injusticia. Para la construir un mundo de seres libres e iguales. Para que se acabe el trabajo como obligacin y se convier ta en momento ms del desarrollo gozoso, sano y creador del individuo. Para acabar las diferencias entre el campo y la ciudad, el trabajo manual y el trabajo intelectual. Para construir comunidades autogobernantes sin lites polticas, burocrticas ni militares que las dirijan. Para acabar con todas esas formas de alienacin consumista, religiosa, individualista, mercantilista, patriarcal, racista, s ex i s t a , que ca s t r an nues t r a consciencia. Para recuperar la plena soberana de los pueblos. Para exter minar el genocidio a la naturaleza. Para barrer las fronteras impuestas entre los Estados y los imperios y empecemos a vernos como seres realmente universales dentro de toda la diversidad humana. En fin, para construir una nueva vida en comn o como dira Marx, para salir de la prehistoria humana y comenzar a construir una historia realmente humana: cada quien segn sus necesidades, cada quien segn sus posibilidades.

    Todas las revoluciones sociales en sus lmites y caractersticas propias, desde hace no menos de 150 aos han tenido que ver con estos ideales. Ese ha sido el gran aporte a la humanidad de aquellos primeros obreros y obreras que se decan comunistas y empezaron a enarbolar estos grandes ideales que quedarn y se extendern hasta que no se acabe con la injusticia, la explotacin y el despotismo que representa el mundo capitalista. La misma revolucin bolivariana, hija de las insurrecciones que quebraron la IV repblica, pero vaga y ambigua en sus inicios, tambin termin asumiendo estos retos y para lo cual el comandante Chvez fue un gran maestro a la hora de explicarlos con su particular palabra, sabiendo llevar su mensaje hasta el ltimo rincn de nuestro pas. Pero que ha pasado?. Nada distinto de lo que ha ocurrido con todas las grandes revoluciones socialistas y comunistas que si no han sido derrotadas por las armas enemigas, h a n s u c u m b i d o p o r l a s contradicciones internas que ellas arrastran. La revolucin en nuestro pas se ha quedado estancada y con grandes peligros de morir. Estratos y m a s e s t r a t o s , b u r g u e s e s , pequeoburgues, burocrt icos, tecnocrticos, militares, policiales, mafiosos, polticos, y estratos de privilegios que a su vez se ha generado dentro del movimiento popular, propios de la historia que arrastramos, han impedido que la revolucin en su ms alto nivel despegue.

    Introduccin

  • . Toda la estructura de Estado y toda la estrificacin de clases siguen intactas, y con las polticas de gobierno que se ratifican, se trata de realidades que tienden a reforzarse pero a su vez a entrar en una terrible decadencia institucional que ha permitido la emergencia de verdaderos paraestados dentro del pas, y una indetenible violencia endgena. Los estratos de privilegios se imponen al deseo de liberacin masificado. El poder burocrtico sobre el poder popular, el dominio burgus sobre la igualdad batallada. En definitiva, siguen gobernando los de arriba, con sus antiguos camisones o con los nuevos donde tienen el descaro de hondear los ideales revolucionarios y as legitimarse. La situacin no es nada fcil ya que todo esto nos ha llevado a una gran desesperanza colectiva y a problemas materiales terribles que empieza a vivir la gran mayora de la poblacin. No justifiquemos ms todo esto, porque son el fruto de algn enemigo que an nos domina (el imperialismo, la burguesa y su guerra econmica). Ellos existen claro que s pero eso no justifica el desastre de las burocracias y grandes burgueses que ya son o las rodean despus de 16 aos en el poder. La situacin es absolutamente injustificable. Pero tampoco cometamos el error de estar proclamndonos en grupos polticos salvadores que son los que s van a llevar la revolucin adelante, desplazando la actual burocracia al mando del Estado. Nadie representa ni mucho menos conduce por s solo una revolucin social. Ya estamos cansados de esos errores que tanto cometieron las izquierdas en el pasado; hasta podramos decir que Chvez muri imbuido en l. No se trata de quitar a Maduro y ponerme yo. Dejmosle esa mentira tanto a reaccionarios de derecha como a reformistas salvadores. Lo que necesitamos es potenciar algo que ya est en el alma de la revolucin bolivariana. Prcticamente todos desde el gobierno hasta el movimiento popular, reivindican y mistifican el poder popular.

    Pero eso tambin o se ha convertido en una gran manipulacin poltica o un instrumento fantstico de clientelismo y sometimiento. Sin embargo, les guste o no, hay un germen de poder popular (comunitario, obrero, campesino, indgena) que ha hecho su recorrido, su experiencia, ha pensado su camino, pequeo pero potente. Esa es la verdadera revolucin, la nica que se conecta legtimamente con los ideales universales de siempre. Pero a ese poder popular cada vez ms autnomo y soberano, le falta entenderse a s mismo como espacio de direccin y creacin del pas, de la sociedad y con ello de la revolucin que hemos reivindicado. No se mira a s misma como una estrategia al margen del aparato y los dispositivos del orden dominante burocrtico y capitalista, sino siempre dependiente y de alguna manera y as sea a regaadientes, sometido y administrado por l. Es decir, no ha construido una estrategia de Gobierno Popular por fuera de la lgica del Estado burgus, el nico que existe. A nuestro criterio y por la crtica situacin por la cual atravesamos ya es hora de que muchos y muchas empecemos a labrar esa estrategia. Convertirla en el punto de unidad de miles de espacios militantes y de organizacin del pueblo.

  • Que el pueblo gobierne efectivamente no es cosa fcil, el tiempo siempre ser corto para tantas cosas que habrn de destruirse. lucharse y a la vez construirse. Pero en Venezuela tenemos el privilegio de haber dado el paso clave aunque todos estos estratos lo quieran demoler: la interiorizacin dentro de ese pueblo en lucha, esa parte de sin parte (o los que no tienen parte en el festn capitalista), de que aqu no manda ni burcrata, ni patrn, ni partido, aqu manda el colectivo organizado; paso primero y fundamental para pasar a una nueva etapa donde efectivamente el Gobierno del Pueblo en todas sus expresiones empiece a pulverizar el Estado burgus. Los materiales que mostramos a continuacin son un aporte a este complejo debate, aspirando que ayuden a la unidad poltica e insurgente de nosotr@s como pueblo nuestramericano ....todo el poder para pueblo!...volvemos por todos los caminos!.

    Fundamentos de Gobierno Popular: la claridad de Maduro

    Las definiciones lapidarias de Nicols Si hablamos de Gobierno Popular en que nos fundamentamos?. Partamos de una declaracin tan simple como brutal de parte de Nicols Maduro: la clase obrera no esta en capacidad de asumir el control de la economa nacional, palabras dichas precisamente el 1 de Mayo 2015 frente el movimiento obrero (unos aplaudieron otros abuchearon). Como Poder que emite un juicio absolutamente arbitrario, estas palabras de Nicols pueden haber sido dichas en el nacimiento de los Estados nacionales hace 500 aos por cualquier rey europeo decidiendo frente a las cortes quien de los campesinos libres estaba en condicin de asumir propiedad de tierras. En su lgica y razn como poder que monopoliza la soberana de un pueblo, el Estado sigue siendo exactamente el mismo, con reyes coloniales o presidentes socialistas. No hay viejos Estado coloniales, luego unos capitalistas, unos imperialistas, hasta llegar a unos especies de Estados salvadores socialistas; como estructuras que se colocan al margen de toda obediencia frente a un supuesto soberano que les da legitimidad para ejercer el mando, el Estado es exactamente el mismo desde su invencin hasta hoy: hay gobernantes y hay gobernados, igual que hay trabajadores y hay patrones, y punto, ese es el orden de divisin social del poder y del trabajo. No hay mas o menos Estado que la tuerca que aprieta y garantiza este ordenamiento mundial del poder. En este caso Nicols determin, porque le dio la gana y el Estado le da el poder para ello, que los trabajadores no pueden ser sus propios patrones y punto, no estn en capacidad y punto. Que luego tenga la desverguenza de seguir llamndose socialista y presidente obrero, es otra cosa.

  • La de Nicols es una frase lapidaria que sirve para entender en este caso la enorme distancia que hay entre el poder de Estado, como estructura nica de mando absoluto y el sujeto poltico que precisamente ha sostenido y corporizado -es el cuerpo vivo- de la voluntad de quebrantamiento por lo cual un hombre como Nicols dispone de la presidencia de la Repblica, siendo un hombre que en principio acta de acuerdo a un legado revolucionario especfico. En otras palabras representa algo que desde la lgica de Estado se debe matar: la revolucin social, y esto no solo le ocurre a Nicols, en igual medida fue el vaso de agua en que se ahog el propio Chvez. Pero es tambin una frase que ha podido dec i r l a cua lqu i e r j e f e comun i s t a o socialdemcrata en los ltimos noventa aos, desde el momento en que comienza a ser reemplazado el poder sovitico de base en la URSS, por los funcionarios del partido-Estado d e S t a l i n , o c u a l q u i e r g o b i e r n o socialdemcrata reprimiendo a la clase obrera mientras el fascismo inundaba Europa. La evolucin del movimiento socialista mundial indujo polticamente a los estall idos antisistmicos comunistas a asaltar el poder y hacerse Estado, con la ilusin de tomar en sus manos una estructura poltica creada por la burguesa emergente desde el siglo 15-16, para acelerar el trnsito de su liberacin. Es el equivalente a lo que hubiesen sido unos siervos y artesanos comerciantes tomndose las monarquas y los mandos eclesiales, y con reyes y cardenales puestos por ellos, acabar

    con el feudalismo. Ya la burguesa luego de ensayar los dominios de estos poderes antaos, a la final supo que esto era un absurdo, haba que inventar un aparato de poder distinto, para eso consagraron el principio del Estado-Nacin. Pero el movimiento comunista salvo las tendencias consejistas y anarquistas que quedaron marginadas, no (indistintamente de todas las advertencias hechas por sus creadores Marx, Engels, Lenin, Gransci, Maritegui, Trostky, Mao, etc). Hicieron lo que ya la burguesa supo que era un absurdo y por lo cual destron a los reyes y acab por completo con el poder monquico-feudal, mientras que socialistas y comunistas conservaban lo que la burguesa invent. Un perfecto absurdo que ha terminado histricamente en un gran fracaso, no solo ac en todos lados si de revolucin social y libertaria hablamos. El jefe de Estado, o el Estado en su conjunto, decide, por derecho a monopolio de juicio, lo que somos y lo que podemos ser. El poder constituido antes de ser un simple monopolio de armas y recursos, es el que define las condiciones y posibilidades de una realidad, de acuerdo por supuesto a su entendimiento e inters, que en ningn momento habr de fundirse con el sujeto poltico que le deleg su soberana. Todo Estado -ya los tericos del fascismo lo saban perfectamente y ahora lo ratifican muchos de los filsofos mas radicales como Agabamen, es un Estado de facto-, es la la nuda vita romana, donde unos cuantos decidirn la condicin de vida del conjunto colectivo. Aqu esta la prueba, en este caso -

  • Nicols decidi: somos demasiado imbciles para gobernarnos a nosotros mismos y p r o d u c i r c o l e c t i v a m e n t e l o q u e necesitamos...amn, se ha dicho; la democracia queda para los lloriqueos y pataleos sucesivos despus que el poder defina de facto; a la final un juego a estas alturas totalmente mediatizado y terriblemente impotente; mientras el voto, djenlo tranquilo que es un comercio ms. Pareciera por tanto que tenemos una tarea, llmenla o no de la revolucin bolivariana, y es demostrarnos a nosotros mismos y frente a todas estas lites que han tomado el mando sobre el poder de Estado (los hijos puta de Pancho Villa), que por el contrario el nico buen gobierno posible es el que se haga por fuera totalmente del desastre capitalista y estatista que ellas representan, y para lo cual como oposicin o gobierno se toman y se rien la maquinaria de Estado. Maduro no dijo algo propio, simplemente de una manera brutalmente sincera, asumi de lleno lo que han sido en todos los fracasos del socialismo real e irreal en el mundo. La misin restauradora, el termidor permanente que han significado los grupos representativos de las clases subalternas frente a sus diversos procesos de liberacin, una vez ubicados en el poder de Estado y sin otro poder que los limite y le imponga obediencia a ese Estado. Hay solo una salvedad que tenemos que tomar en cuenta. Los socialismos estatistas histricamente, ms o menos despticos, comunistas o socialdemcratas, abrieron las condiciones de un desarrollo industrial formidable absorbiendo una enorme masa de trabajo que aceler lo que ya Marx hablaba como subsubsin real del trabajo al capital, cuando todo el trabajo entra a formar parte dentro del sistema de valorizacin del capital y no solo una minoritaria masa obrera. Es el goce que hoy viven las lites capitalistas en Rusia, Europa del Este, Vietnam o China despus del heroico despliegue productivo del socialismo estatal y las luchas de liberacin nacional, a lo mejor dentro de poco mas pequeitos vendrn los cubanos y coreanos.

    Mientras que por el lado de nuestro socialismo burocrtico-bachaquero se ha hecho todo lo contrario. Se ha desconectado por completo el trabajo, destrozando su organizacin social industrial, destrozando el enorme potencial creativo y productivo planteado en un principio, llevndonos de ms en ms a una situacin del salvese quien pueda, la hegemona de los c a p i t a l i s m o s c o r r u p t o - m a f i o s o s , l a s organizaciones paraestatistas, la violencia endgena y pare de contar. Un fracaso terrible en el doble sentido: el desarrollo de una sociedad y su despliegue libertario, donde lo nico que les queda por aclamar e inflar publicitariamente son resultantes de una inversin de gasto pblico que hoy con el desfalco, la hiperinflacin y el deficit fiscal, se viene al piso poco poco. Con mucha ms razn y derecho tenemos que construir un sistema de Gobierno Popular por fuera de esta maquinaria del desastre que ya no le quedan sino unas casas nuevas que reivindicar, y que muchos vivos se las llevan por cierto. Y esto no se puede justificar diciendo que somos una sociedad rentista, corrupta, individualista, porque todos los capitalismos y por tanto -dada la globalizacin- todas las sociedades son as en sus condiciones especficas. Es el fracaso gerencial y tico de una direccin poltica, y que en los ltimos 3 aos ha terminado de defenestrar lo que ya era una camino plagado de errores, con visos en muchos casos personales de ser unos soberanos traidores que hoy conservan el poder a punta de lealtad sumisa, monopolio meditico, pistola y dinero.

  • Todo el poder para el pueblo? Llegados a estas condiciones debemos estar conscientes que el camino, sino se quieren fracasos definitivos, y el salpique productivo y autogobernante que an tenemos tenga algn sentido, pues convirtmoslos no en aventuras marginales, sino en una propuesta estratgica para un proceso mucho las largo y duro de lo que se supona. La experiencia que hemos tenido como izquierda (y extrema izquierda) en el poder de Estado, al menos aqu, solo ha servido para confirmar lo que ya en medio de advertencias tericas, deducciones e intuiciones, frutos de las pequeas experiencias revolucionarias que vivieron, nos dijeron los grandes movimientos y cabezas profticas del movimiento comunista respecto al Estado burgus. El hecho es que por muy frustrante que sea el presente, y yendo mucho ms all del del marxismo en s, sobretodo sacndonos de encima el panfletario marxista-leninista tanto revisionistas como extremos, podemos seguir situndonos dentro del espritu de esas consignas que nacieron en los aos ochenta y noventa: no hay pueblo vencido...todo el poder para el pueblo. La consignas originales son esas verdades que nace de irrupcin de masas que mas adelante apuntan a una estrategia general: ya lleg la hora de comenzar el debate para su establecimiento. Partamos de un hecho fundamental: el movimiento de resistencia antisistmico, es decir, comunista, sigue vivo. Chiapas zapatista y Rojava en el Kurdistn son sus joyas mas hermosas, combativas y creativas en estos momentos. Las premisas son las mismas que hace 170 aos cuando naci: una irrupcin libertaria proletaria-rebelde y en armas, un escenario igualitario de construccin de nueva sociedad infinitamente mltiple, un poder asambleario, desconcentrado hacia abajo y concentrado en su direccin colectiva, y un intrincado entramado de alianzas, solidaridades y relaciones que construyen la hegemona del sujeto revolucionario ms all de sus territorios de control.

    Pero por doquier, ese movimiento antisistmico se hace presente, piensa, resiste y fabrica nuevas realidades, redefine sus caminos convirtindose en una escuela mundial de la liberacin. Esto nos obliga a reimpulsar el proceso revolucionario original, hecha y fracasada la experiencia estatista, distributiva, rentista, por parte de una izquierda aliada al movimiento militar nacionalista que finalmente se los chup la misma lgica de Estado en su propias caractersticas nacionales. Fundamentar este reimpulso supone bajo las premisas de Lenin, un paso adelante y dos atrs. Echar atrs y reestructurar el movimiento revolucionario ms genuino en funcin de ordenar un salto adelante a mediano plazo que suponga la irrupcin generalizada de formas heterogneas y avanzadas de Gobierno Popular por fuera del Estado y quebrando su lgica vertical y acumulativa. La capacidad que se tenga para articular este inmenso reto nos pondr en sintona con un movimiento antisistmico-comunista mundial que va en el mismo sentido atravesando circunstancias muy diversas: este es el verdadero comunismo del Siglo XXI. La suerte que tenemos de haber vivido la toma del poder y a la vez avanzar dentro de territorialidades que empiezan a profundizar su sentido de autogobierno, es lo que nos da un punto de avance, mnimo an, sobre otras realidades mucho ms aplastantes, como es el caso colombiano, y la irresoluble guerra que an tienen que enfrentar, o el sin sabor de los gobiernos progresistas de Argentina o Brasil que empiezan a ser carcomidos por burocracias sin ninguna disposicin de quebrar orden alguno.

  • Los pueblos uno por uno, tendrn que ir m o n t a n d o e l t i n g l a d o n a c i o n a l y supranacional de su propia gobernabilidad y control dentro de una historia que no sabemos para nada en que va a terminar -para el bien o el mal definitivo- y que correr paralela al progresivo fin de los Estados-nacin y el sistema capitalista que protegen. Su expresin siempre ser mltiple e infinitamente variada, precisamente porque no son proyectos unidos a una lgica nica y vertical de Estado. Gobierno Popular es simplemente una manera nuestra de nombrar lo indefinible para una nueva y otra historia dentro de la cual tenemos nuestro pequeo grano de arena que aportar, teniendo entre manos felizmente un terreno abonado, hecho con esfuerzo y alegra pero tambin con una sangre que sigue corriendo.

    2, Preguntas y principios de Gobierno Popular

    Aqu proponemos algunas ideas y conceptos de lo que ha venido fragundose como Gobierno Popular (en e l concepto de Repbl ica Autogobernante) y su potencial hoy en nuestras tierras, sin entender esto como un utopismo abstracto sino la concrecin de una tendencia social liberadora que comenz a abrirse paso desde la misma revuelta del 27 de febrero del 89. Nuestras preguntas y nuestras repuestas: -Qu quiere decir pueblo cuando hablamos de Gobierno Popular?. No estamos definiendo al pueblo como una sustancia abstracta de soberana, bajo el entendido liberal o populista. Siguiendo la definicin recordada por Jodi Deam, en su libro el horizonte comunista, referimos pueblo como la parte de los sin parte, el pueblo como esa fuerza dividida y divisiva que hace parte de un resto del nosotros que quebrado, desposedo pero a la vez generador de esa parte o ese resto del todo social, es capaz de optar por otra vida y luchar por ella y darle forma; el pueblo es el que est en lucha, es la vanguardia colectiva de una sociedad quebrada y fragmentada, son sus organizaciones y expresiones mas leg t imas. Se trata de diferenciarse completamente de toda aquella simbologa populista tan utilizada por cualquier demagogia del Estado protector y redentor que se autolegitima en una soberana popular que todos los das expropia. Aunque comience en su parte de los sin parte, se trata de un proceso autnomo de gobernabilidad, siguiendo el principio de que solo el pueblo salva y emancipa al pueblo. -Quien es el Gobierno Popular?. Obviamente estamos hablando de un gobierno de muchos y muchas, que en su parte rompen las relaciones de sumisin y explotacin, los antiguos lazos sociales, pero no de un todos inmediato y adems imposible de juntar por la propia desigualdad social y los miedos infundidos a unirse a los procesos de liberacin. Desde el principio del no-Estado (un gobierno que no es un Estado-nacional), una parte -

  • de ese todo social que es el pueblo al que nos referimos, desencadena nuevas formas polticas de gobierno donde no media la externalidad del Estado, el desde arriba de las tradicionales cpulas que asumen la representacin de la sociedad civil. Se derrumba el viejo poder de lites de cualquier tipo y se provoca el espacio posible autogobernante, constituyente, originario. Muchos y muchas irn dndole forma sin predeteminacin otra que no sean amplio consenso o contratos sociales de autogobierno, como en efecto lo estamos haciendo. No es un gobierno que se instala desde una o varias cpulas polticas, no es un modelo representativo, sino un espacio de gobernabilidad directa que se va haciendo, que va sumando, que va integrando y mediando diferencias, hasta irrumpir por completo.

    -Qu es lo que gobierna el Gobierno Popular?.

    Pongamos en claro que al no estar determinados por la lgica del Estado-Nacin, tal gobierno no gobierna personas (principio del despotismo puro) ni instituciones en s (principio del estado liberal-democrtico). Se trata de constituir gobierno desde los procesos concretos donde se constituyen espacios de gobernabilidad comn. Gobierna por tanto procesos de liberacin que pueden llegar a ser in-finitos en el tiempo, determinados espacialmente por la territorialidad del fenmeno de insubordinacin que se es capaz de generar dentro y ms all de la nacin, extensos de manera impredecible en las formas institucionales que adopte, hasta convertirse en una hierba transversal a todos los tiempos y espacios de la vida nacional y ms all de la nacin, capaz de provocar el nacimiento de otra poltica y otra gobernabilidad, radicalmente contraria a la forma-Estado creada histricamente por las burguesas emergentes europeas e impuesta al mundo entero por el colonialismo y luego la expansin imperialista.

    -De qu tipo de gobierno o democracia se trata?.

    Se entiende que al no ser un gobierno representativo de nada, es un gobierno bsicamente asambleario, delegativo-funcional, rotativo, absolutamente transparente, de plena y continua rendicin de cuentas, que no posee ninguna burocracia propia sino personales que se avocan a trabajar libremente para sus necesidades, funciones y metas especficas internas. No es una simple democracia formal, como se dijo en aquellos das del 27F es una democracia de la calle -o tambin diramos del saber- que supone una fusin libre de voluntades cada vez mayores bajo formas de convivencia y libertad cada vez ms avanzadas y complejas, para lo cual no hay modelo preestablecido de soberana (no hay calco ni copia siguiendo las enseanzas de Maritegui y Simn Rodrguez), sino invencin concreta de una verdadera Repblica Autogobernante,.

    -Cul es el lugar del Gobierno Popular?.

    No se trata de un gobierno que reside en ningn lado especfico como es el caso de los gobiernos de Estado en sus dimensiones nacionales, regionales y locales. Su residencia es el lugar de su convocatoria y donde se resuelve a decidir y trabajar en forma permanente.

  • No es posible tomarlo por tanto, simplemente se ejerce donde se es necesario y posible, as sea un rancho perdido o un palacio expropiado, en combinacin con otros espacios. No se trata entonces de un lugar de gobierno sino de una estrategia de poder, ejercida donde se decida y pueda hacerlo. Cada espacio de Gobierno Popular va construyendo un centro o centros propios, con poderes que se acrecientan y que van pulverizando el Estado burgus, es decir, la representatividad, el hegemonismo junto a la lgica de la expropiacin y el clientelismo partidista, el dominio burocrtico y de las armas contra el pueblo.

    -Quin autoriza al Gobierno Popular?.

    Se trata de un gobierno de muchos y muchas que no tienen parte en el festn de la acumulacin capitalista, por tanto se autoriza a s mismo teniendo como base los principios constituyentes, los contratos sociales, las cartas de lucha, que se vayan acordando y dndole legitimidad territorio por territorio emancipado, todo lo contrario de lo que supone una autocracia democrtico-liberal o desptica. De esa manera, no est determinado por un rgimen exterior a l sino por la inmanencia de su propio proceso. Cada ejercicio real de gobierno popular va determinando sus formas y regmenes internos donde se explaye la creatividad popular, incluidas las formas de votacin, consenso y organizacin necesarias. Podramos decir en ese sentido que el Gobierno Popular es la dictadura de la mxima democracia posible (Marx lo llamaba la dictadura del proletariado, el filsofo Spinoza la democracia absoluta los anarquistas el comunismo libertario, nuestros indgenas del sur el Ayl, son trminos que suponen esencialmente lo mismo en su definicin, mas all de sus matices doctrinarios e histricos. Incluso aqu en Venezuela de forma mas ambigua se le ha llamado Estado comunal) .

    -Qu es lo que gobierna un Gobierno Popular?.

    Desde el principio del Estado-Nacin, su gobierno es nico, representativo (representa a la nacin y al pueblo) e insustituible. Es la condicin para la sobrevivencia y reconocimiento de un Estado. Aqu, por el contrario, estamos hablando de formas de gobierno que el pueblo al que nos referimos se va dando en un proceso constitutivo complejo donde el ejercicio de poder propiamente (la capacidad de imponer su decisin) ser ms nica (en su forma no-estatal, es decir, nico mas no en rgimen nico) en la medida en que vayan implosionando la viejas formas del poder de Estado y el contrapoder de un gobierno popular aumente. Esto se dar en un tiempo y espacio regional y planetario imposible de prever, y ninguna certeza de que va a vencer. Para los momentos como el que vivimos en este espacio del planeta, podemos decir que estamos en la capacidad de multiplicar por todo el territorio formas de Gobierno Popular donde el ejercicio concreto del poder popular se ejerza autonomamente de acuerdo a la ley, o se ample esta capacidad mas all de ella hasta superarla por completo, y por otro lado, de acuerdo a la capacidad de movilizacin y legitimidad alcanzada, ponga contra la pared a los poderes fcticos del capital y los poderes legales del Estado hasta sustituirlo, cumpliendo los propsitos liberadores que determine cada comunidad. De esta manera el colectivo tendr cada vez ms poder para ir planificando y -

  • ejerciendo efectivamente un horizonte igualitario para una nueva vida, creacin de nuevas relaciones de produccin, destrozar las divisiones de trabajo, status social y saberes que nos ahogan bajo la opresin capitalista. Cada situacin determinar la formas de esta confrontacin, sus avances y retrocesos, su paz como su violencia inevitable.

    -Que ejercicio de ley y de derecho es posible desde el

    Gobierno Popular?. La ley burguesa no se impone por su misma razn y la representatividad de los individuos que la dictan, tal como lo quisieron y formularon los creadores originales del modelo del Estado-nacin. La ley en definitiva se impone por la fuerza, imponiendo la esencia de ella bajo la sociedad capitalista que es la propiedad. El avance revolucionario nos ha permitido valernos de una constitucin que puede se usada en primera instancia, all donde se afirma que la soberana popular es intransferible y por otro lado haciendo de la asamblea popular (de ciudadanos) un lugar vinculante de obligada obediencia por parte del Estado. Si no hay ni la fuerza ni la hegemona cultural suficiente para hacer valer del todo la ley revolucionaria, s es posible no obstante ir creando mecanismos normativos y legales cada vez mas amplios desde donde el pueblo se dote de su propia ley y obligue la poder constituido a acatarlas y reconocerlas, sostenindose en premisas constitucionales.

    El juego de las bases constitucionales del poder popular y la fuerza del Gobierno Popular como estrategia y movimiento multiplicndose, permitir generar formas parlamentarias de decisin y tribunales propios donde el pueblo al cual aludimos le vaya quebrando el espinazo a la esencia de la ley burguesa que es la propiedad y la represin al desobediente frente a ella. No se trata de caotizar el mundo sino de crear un orden totalmente distinto y variado, donde la decisin por ley aprobada en lo que respecta a la propiedad, los derechos sociales, las formas de convivencia, el ordenamiento institucional del Gobierno Popular, el ordenamiento territorial, castigos al delito, etc, tenga su raz en decisiones de ley aprobadas por nuestros propios espacios de gobierno, y con la fuerza para imponerlas. La ley revolucionaria frente a la ley burguesa es un espacio por excelencia de correlacin de fuerzas que tenemos que abordar con toda la creatividad e inteligencia necesaria, entendido como dicen muchos que lo que no es posible por acuerdo y negociacin ser por la insurreccin.

  • -A que se enfrenta el Gobierno Popular?.

    Por supuesto se enfrenta al Capital y el Estado como entidades universales de dominio capitalista, pero dentro de un orden mundial que rebasa el ejercicio nacional y los obliga en su lgica econmica o poltica a convertirse en pequeos cnsules de un mundo an conflictuado por los grandes intereses imperiales, y lleno de poderes paralelos, paraestatales y microfisicos, por lo general privados, mafiosos, a estas entidades legales. Pero hay que advertir que no estamos en posibilidad de ninguna batalla final. Podemos apostar a una estrategia de poder dual -equivalencia de poderes en pugna estatistas y no estatistas- dentro de espacios que si todo va bien podemos abarcar el espectro nacional, suscribiendo los principios libertarios de la revolucin bolivariana. Se comenzar con acabar con los despotismos regionales tradicionales, con las desgraciadas formas del colonialismo sobreviviente, con las nuevas formas de la criminalidad y opresin mafiosa, con las entidades monoplicas que absorben todas las economas locales y regionales. Pero tambin es perfectamente posible ir acabando con las entidades institucionales del Estado burgus como escuelas, hospitales, crceles, policas, y ser sustituidas por entidades liberadas por el Gobierno Popular que tengan que ver con la salud, la educacin, los servicios pblicos, el ambiente, la seguridad, la justicia, etc, dndonos una nueva estructura pblica en manos de los pueblos. Y por supuesto todo ello va ligado nuevos espacios de defensa frente al monstruo imperial y sus tentculos locales, como a la generacin de nuevas formas de vida soportadas materialmente en nuevas relaciones de produccin, distribucin, comercializacin. La relacin entre defensa integral y produccin es bsica para una nueva soberana, es la comunalidad autogestionaria preparada para enfrentar cualquier agresin externa o interna bajo los principios de la guerra de todo el pueblo por la conquista de la mayor felicidad colectiva.

    -Qu puede hacer el Gobierno Popular frente a la hegemona del

    mercado y la economa capitalista?.

    Siguiendo la misma lgica de la confrontacin con el Estado, aqu tampoco se trata de acabar por decreto con el mercado y la propiedad, hablando de elementos inscritos en la vivencia cotidiana global, una dialctica de lucha muy compleja que debe mantener su capacidad de ir destruyendo la lgica capitalista de la explotacin, el saqueo a los pueblos y la depredacin natural. De lo que se trata es de socializar en las formas ms avanzadas y participativas elementos que estn totalmente privatizados y monopolizados y que el Gobierno Popular debe propugnar su socializacin, incorporando la sabidura dispersa entre toda a complejidad social. Pero se trata as mismo de tomar medidas contundentes y universales empezando por la propiedad de la tierra que debe ser socializada y la propiedad comn del conocimiento.

  • Hay mucho que expropiar al Estado burocrtico y la empresa monoplica que solo sirven al incremento de la pobreza, cuando no abandonadas fbricas y materiales por nuestra intil burocracia. Tenemos en nuestro caso el problema de la Renta Petrolera, que debemos ir apropindonos de ella' desde abajo hasta llegar a una alianza de gobernabilidad conjunta entre los trabajadores petroleros con cada vez mas control democrtico sobre la industria, sus instancias de decisin y los espacios autogobernantes del Gobierno Popular, poniendo al Estado-nacional contra la pared en lo que respecta a su uso y distribucin, sacndole de las manos por completo la apropiacin histrica del gran capital sobre ella. Pero al mismo tiempo, muchos ms all de la renta, es imprescindible generar formas de planificacin participativas y de mercado donde prive el control social sobre ellos y la conciencia colectiva sobre el objetivo comn a alcanzar para garantizar el bienestar igualitario. El Gobierno Popular es en ese sentido un gobierno p lenamente soc ia l i s ta , ant ies ta t i s ta y anticapitalista, avocado a la generacin de una colectividad con capacidad de engendrar una economa, es decir, formas de produccin, distribucin y consumo, no-capitalistas y altamente colectivas, sanas y solidarias, hasta desmoronar por completo el Estado rentista del capital y las relaciones de explotacin.

    -Cuales son las formas de autogobierno a las cuales apuesta

    el Gobierno Popular?. Obviamente las formas de autogobierno no son predecibles, cada pueblo inventar las suyas. Ahora si todo esto tiene sentido es porque efectivamente hemos construido las bases mnimas para un Gobierno Popular de las partes sin parte de un resto del nosotros que no se acopla a ningn orden preestablecido que no hay sido el suyo producto de su lucha. Esa es la revolucin lo otro es pacotilla discursiva. En ese sentido desde los Consejos Comunales-Comunas, los Corredores Territoriales de Autogobierno establecidos, la formas parlamentarias practicadas, su integracin con el control obrero y el movimiento de ello, mas la cantidad de formas movimientales y de control social a nivel de salud, comunicacin, educacin, ecologa, autodefensa y derechos sociales, establecen en s la premisas de ese gobierno popular y los sujetos constitutivos del mismo. Los parlamentos, asambleas, consejos conjuntos, grupos delegativos de trabajo, que se van formando desde todas estas instancias, hace parte de la creatividad constituyente de cada espacio. Proceso que ha comenzado pero ahora es que falta, la articulacin y potenciacin productiva, comunicacional y poltica de ello ser la expresin propiamente del Gobierno Popular en Venezuela y ms all si lo vemos envuelto en un proceso conjunto nuestramericano.

    TODO EL PODER PARA EL PUEBLO?

  • -Cmo se constituye el Gobierno Popular?.

    Esta siempre ser la pregunta pendiente. Sin duda todo tendr que ver con los niveles de lucha y organizacin que se alcancen, algo que puede acelerarse o detenerse de acuerdo al avance del poder popular en los prximos tiempos. Estimamos posible en todo caso un movimiento que vaya hacia el debate y ms adelante la construccin de una primera carta constitutiva, o contrato social, que pueda ser la base para que muchos espacios autogobernantes o con la potencialidad de serlo, se sumen a este movimiento conjunto constitutivo. Si se logra, es perfectamente posible llegar a una verdadera asamblea constitutiva de un primer Gobierno Popular y la determinacin de los principios de su contrato social a nivel

    nacional, dejando abiertas sus formas territoriales. El Gobierno Popular es una confederacin de espacios autogobernantes, espirales del buen vivir como diran los zapatistas, que se centralizan sobre un contrato constitutivo comn y no vertical. De todas formas sin pretensiones nacionales inmediatas, las cuales podemos considerar que no son posibles alcanzar por ahora, este avance puede darse localmente y regionalmente de la misma forma. En una suerte de suma geomtrica de las mejores voluntades dispuestas a ello que se conformen en la vanguardia primera del Gobierno Popular diseminado por diferentes espacios en el pas, buscando su integracin nacional progresiva.

    -Cul es la relacin entre el Gobierno-Estado y el Gobierno

    Popular?. De acuerdo a lo que venimos exponiendo esta es una relacin bsicamente contradictoria cuando no antagnica, pero que depender del mismo devenir poltico del proceso y la nacin. Desde los comienzos de la revolucin bolivariana, hablando de poder popular y de proceso popular constituyente, esa relacin entre poderes de Estado y del no-Estado se entendi como una relacin de apoyo y devolucin del poder al pueblo.

    Ahora, la buena voluntad poltica se convirti en representat ividad, en paternal ismo, en burocratizacin y coopta Premisas para una metodologa de Gobierno Popularcin del poder popular, en intento de administracin vertical del mismo hasta llegar a pervertirse y corromperse en muchos casos, hasta hacer desaparecer el entusiasmo popular a la participacin en muchos casos. Sera ideal un cambio de timn como pidi Chvez para regresar al punto de principio y sanear esta situacin bajo una profunda autocrtica. Pero la tendencia no va hacia all, sino a un juego de discurso, de generacin de formas artificiales de Gobierno Popular desde Miraf lores, y reafirmacin autocrtica al interno de partidos y el poder constituido. Por ello se tensa cada vez esta situacin, aunque se siga apoyando al gobierno constituido. Si triunfa la derecha en los prximos tiempos esa situacin ser sin lugar a dudas antagnica y muy probablemente violenta. Por ello mismo, la relacin entre uno y otro es imposible de definir a priori, fuera del contexto real en que se viene dando. Desde el amor hasta la guerra todo es posible. Ahora, ya a estas alturas, dada la experiencia recorrida, y las circunstancias mundiales en que estamos envueltos, lo que es imprescindible es la existencia y reconocimiento de la estrategia constitutiva de Gobierno Popular como principio unitario de base que formalice definitivamente el paralelismo de poderes. Se trata de dar un salto cua l i t a t ivo impresc ind ib le a l p roceso revolucionario, y as estar algn da en condiciones de exigir todo el poder al Gobierno Popular, dentro de un choque de trenes constante que marca la ruptura entre el Estado-Nacional burgus y las nuevas formas libertarias de la gobernabilidad popular.

  • -Desde el Gobierno Popular se participa dentro de instancias ejecutivas y representativas del Estado. Nacional constituido?

    Este es un punto muy debatido en todos estos aos para lo cual no deben existir respuestas dogmticas y a priori. El Gobierno Popular como un todo que expande y ordena el poder constituyente del pueblo desde una lgica contraria al poder constituido, obviamente nada tiene que ver con el Estado, no se subsume de ninguna manera a l y conserva su total autonoma. La relacin entre ambos, buena o mala como decamos, la dicta la circunstancia, buscando cuando menos la equivalencia de poderes entre el orden estatista y no-estatista. Ahora, a su interno el Gobierno Popular es a su vez expresin de una gran diversidad de tendencias polticas e ideolgicas que conviven en l armnicamente sin estar imponiendo la hegemona de alguna de ellas a nadie. En ese sentido es perfectamente factible que tendencias dentro del espacio de Gobierno Popular estn de acuerdo en participar directamente dentro de instancias de Estado y otras no por razones de principio. O puede ser tambin, que las mismas circunstancias lleven a delegados del espacios de Gobierno Popular, a ser postulados a instancias de Estado por conveniencia tctica y de manera consensuada. Eso es parte tambin del mismo debate, del crecimiento cualitativo de este proceso, de sus decisiones estratgicas y tcticas como de la condicin de la relacin entre Estado y Gobierno Popular.

    -Cmo puede ser reconocido un Gobierno Popular entre

    nosotros?.

    No se puede esperar reconocimientos inmediatos de algo que no hace parte de la lgica de dominio del mundo que vivimos. Ser reconocido en la medida en que el gobierno popular gobierne y se pida su reconocimiento, algo muy parecido a lo que pasa con la revolucin en Rajova del Kurdistn Sirio y su tesis del confederalismo democrtico, como las espirales de buen gobierno en Chiapas; formas de no-Estado donde el ejercicio de gobierno colectivo entran en otra lgica y cultura totalmente distintas, en una suerte de constituyente originaria, y por tanto se adelantan a un mundo realmente diferente del cual apenas estamos viviendo sus primeras expresiones, muy difciles de reconocer. Que el gobierno venezolano empiece por aceptarlo sin querer absorberlo ya sera un paso, pero muy difcil en este contexto de autocrtico de polarizacin, corrupcin, clientelizacin y burocratizacin avanzadas, a lo cual nos referimos. Otros movimientos en el mundo lo podran hacer y tambin hay que pedrselos. Pero el primero en que se debera buscar reconocimiento es en el pueblo del todos o al menos del muchos mas, independientemente de las formas y expresiones propias de la parte involucrada. Logrndolo hacia abajo estaremos venciendo, lo dems, hacia arriba, hacia el mundo, viene solo.

  • -El Gobierno Popular entre la toma del poder y la

    desaparicin del Estado-Nacin?.

    Nuestra historia ha sido la que es y sabemos que en estos momentos anda estancada poltica y econmicamente. El proceso se qued paralizado. Ahora podemos decir que esto era de esperarse si no se logran pasos polticos ms all, incluso podemos esperar formas de militarizacin y represin mayores dirigidas por las cpulas que hoy absorben la renta poltica y econmica derivada del mismo proceso. Es la naturaleza de la revolucin que no rompe con los viejos cnones de una izquierda que solo piensa el poder desde el Estado, el vanguardismo y la representacin, sumndole nuestros problemas propios ligados a la cultura poltica autocrtica y el caudillismo. Tomamos democrticamente el poder con Chvez como paso necesario hacia otra repblica, abriendo su proceso constituyente. Ahora podemos decir que el problema deja de ser la toma del poder, se trata mas bien de pulverizarlo. Todos los movimientos de resistencia y liberacin en el mundo ms avanzados, tendencialmente van hacia esta situacin, no es solo nuestra, con la ventaja de nuestro lado de que ya saboreamos la importancia y a la vez la tragedia de la toma del poder. Desde Mxico hasta el Kurdistn, desde Bolivia pasando por Europa y la India, los pueblos reclaman acabar con el despotismo e igualmente con la ficcin poltica de la democracia de Estado, exigiendo el control directo sobre los asuntos que ataen a la verdadera poltica: el gobierno de lo que no es comn a todos. Es decir, la realizacin plena de la democracia, del principio comunista, dentro de relaciones humanas cada vez mas igualitarias y relacionadas con la tierra madre. Se termin la era de los dictadores, de los representantes liberales, de las vanguardias revolucionarias que nos gobiernan; en el mundo lleg la hora de los pueblos que luchan por s mismos y por tod@s.

    :Como enfrenta el Gobierno Popular el problema imperialista? Mucho se ha dicho que hay que reivindicar el Estado-Nacin frente a los poderes imperialistas que tienden a desaparecerlo. Esa es una verdad a medias. Ciertamente el imperialismo y todo el entramado de poderes mundiales que controla y de alguna manera obligan a los Estados a someterse a sus dictmenes (a nivel de comercio, el control sobre las marcas y conocimientos expropiados a los pueblos, a nivel financiero, bonos y tasas de inters, el despotismo que se ejerce con las deudas nacionales, el control de armamentos totalmente a su favor, el control medicinal y alimentario, el control ltimo sobre las semillas, etc) hasta llegar al ejercicio directo de la violencia imperialista como elemento de chantaje impositivo. Desde ese punto de vista el nico elemento de defensa que es el Estado-Nacin y el ejercicio pleno de su soberana frente a los poderes imperiales. Pero esto es una verdad a medias ya que en la medida en que avanzan tanto los poderes imperiales como las experiencias libertarias de los pueblos, podemos constatar, que a la final los Estados tienden a disciplinarse volvindose consulados de este imperio gigante en su versin occidental (EEUU-Europa), u oriental (China-Rusia), mientras que los pueblos por el contrario extreman su desafo al orden imperial, Los "gobiernos estatales de izquierda" se desploman o quedan atrapados en esta vorgine global del imperialismo capitalista, como lo hemos vivido en Venezuela. Si es el Estado y su soberana en algn momento necesario como instancia de defensa se puede entender. Pero el imperialismo, en su fase de acoplamiento global, solo podr ser enfrentado por una "otra poltica antimperialista" que no solo cuestione el sometimiento imperial sino enfrente toda su lgica de poder, cosa que no pueden hacer los Estados-Nacin que son en definitiva la semilla histrica del imperialismo, Tanto el mundo como la tierra mas concreta tienen para nosotros la misma respuesta que gobierne el pueblo! y la opresin se ira desmoronando solita...

  • Entrando ahora en el problema del mtodo, este comienza con la pregunta respecto al cmo hacer?. Un punto que para nosotros supone responder metodolgicamente a una pregunta respecto al qu hacer? y para lo cual utilizamos la figura de Gobierno Popular desarrollado en el artculo anterior Principios y preguntas de Gobierno Popular. Pero antes precisemos una cosa. Cul es la posicin que hemos asumido respecto al que hacer?, por qu tiene sentido ahora ms que nunca hablar de Gobierno Popular fuera del Estado?. Se pueden asumir tres posiciones, y de hecho las hay, frente a las circunstancias que vivimos (a parte de apoyar pasivamente el gobierno y ser un burcrata o un iluso ms metido en este engao). La primera: seguimos jugando el juego de la dialctica progresiva (los de arriba junto a los de abajo), a una especie de acumulacin de fuerzas bajo un horizonte que se pierde todos los das. El mecanismo es el silencio y una complicidad que todos los das es ms imposible al menos que entremos en el juego oscuro, es decir la inmoralidad y la corrupcin. Descartada esta posibilidad. La segunda: es jugar a la conspiracin y el desespero, o la saltadera de talanqueras, a la frustracin de quien se asume vctima de un engao, ayudando en el fondo a que el lado oscuro de la misma luna, la derecha oficialmente establecida, sustituya este gobierno de ricos. Un absurdo.

    O por el contrario a estas dos primeras: reconocemos que el movimiento contradictorio de esta historia, el no-lugar a que ha llegado, no solo es la historia de los de arriba sino tambin de los de abajo, asumiendo que ha llegado el momento de politizar esa historia, es decir, convertirla en un acontecimiento que empiece a quebrar los mecanismos de dominio, no importa cun grande o pequea es esta opcin. Eso es lo que hemos llamado construir Gobierno Popular, convertir en poltica y en estrategia lo que hemos venido reconociendo como la moral del alzado.

    3. Premisas para una metodologa de Gobierno Popular

  • Cuatro puntos metodolgicos bsicos

    -Cmo gobierna el Gobierno Popular?, una de las preguntas iniciales que intentamos responder dentro del documento anterior. Se establece que su mtodo de gobierno es la capacidad que se tenga de concentrar procesos de autogobierno colectivo y que su decisin tenga la fuerza suficiente como para poner al estado contra la pared. Esa es la premisa metodolgica bsica. -Ahora bien, entendamos que la capacidad que se va gestando de agrupar y sintetizar espacios plurales de autogobierno por fuera del Estado, necesita reconocer cul es la situacin que hoy vive el estado venezolano como maquinaria de poder. Muy buena esa aquella alegora de Deleze y Guatari de visualizar el Estado como una maquinaria de captura. Desde ese punto de vista el Estado venezolano, es un viejo instrumento de dominio que se va desgastando y s iendo sust i tuido por for maciones paraestatales que se internan dentro de l, capturando territorios, y estableciendo nuevos rdenes despticos donde solo impera su propia ley, acumulando una fuerza militar que muchas veces es superior a los cuerpos de seguridad del Estado (es una situacin que se multiplica dentro de todos los Estado subordinados del mundo).

    La situacin en el estado Bolvar es un tpico ejemplo de ello. Todo espacio de Gobierno Popular necesita entonces tener la capacidad de quebrar estas lgicas de captura y sustituirlas no con una nueva sino por redes asamblearias con suficiente capacidad operativa como para ir desplazando los viejos y nuevos despotismos. -Ningn Gobierno Popular es una voluntad concentrada que toma el Estado para s. Como diran los filsofos no aspira a ser una nueva totalidad dominante, un Uno que sustituye el viejo estado por uno nuevo. Por tanto, metodolgicamente hablando su desarrollo no se da de acuerdo a los viejos parmetros de la acumulacin de fuerzas (se condensa y condensa fuerza hasta llegar a tener la suficiente como para plantearse por las buenas o las malas capturar el Estado). Su lgica es la del tejido que se expande, que va produciendo capacidad colectiva para gobernar aspectos distintos y a la vez entremezclados en la vida colectiva comn: espacios de produccin y distribucin, generacin de tecnologas, de educacin, cultura, defensa. Cada uno de ellos constituye un tejido particular que a su vez se centraliza y articula con el resto dentro del espacio de conexin que estamos llamando Gobierno Popular. -Y un cuarto punto, tiene que ver con el Gobierno Popular como acontecimiento y como proceso. Es decir, no se trata de prefigurar una espacie de modelo a priori de Gobierno Popular. La revolucin es siempre un impredecible que acontece o no. Apostamos a que la revolucin por fuera del Estado aunque formalmente suceda dentro de un espacio de gobierno estatal determinado, en este caso el estado nacional venezolano, comience a ser un hecho siguiendo los horizontes autogobernantes planteados desde la m i sma r evo luc in bo l iva r i ana . Es un acontecimiento confrontado y a la vez distante de todos estos aparatos sobre e l cual es imprescindible comenzar a trabajar conjuntamente, dado el desastre que han generado los de arriba.

  • Objetivos inmediatos -Tener la capacidad de gobernar poniendo al Estado contra la pared. Forzndolo, develando sus trampas, transparentando sus verdades escondidas, controlndolo, tomando sus instancias de produccin y acaparamiento de la renta fiscal y del suelo, y finalmente sustituyndolo en cada vez ms planos de la gobernabilidad de la realidad comn colectiva. -Garantizar de esta manera una nueva soberana que no pasa por los lmites del Estado-Nacin, sino que lo trasciende, empuja la poltica emancipatoria de los pueblos mucho ms all de nacionalismo burgus hacia una lucha supranacional ms all de todas las diversidades que hacen a cualquier pueblo. -Quebrar sus instancias de captura y neutralizacin del potencial insurgente del pueblo. Formando en tan sentido no instancias de captura sustitutivas tragedia de muchas organizacin de izquierda histricamente- que jueguen a la mera acumulacin de fuerzas institucionalizadas, sino al tejido de autogobierno que se expande , articula y fortalece territorial y nacionalmente. -Formar tejidos heterogneos que se van entrelazando dentro de los mismos territorios de Gobierno Popular y ms all de ellos a nivel de la produccin, la distribucin, la defensa, la comunicacin, la educacin, la salud, el ambiente, la cultura, etc. -Garantizar los procesos constitutivos de Gobierno Popular, en primer lugar por corredores territoriales que se compactarn mediante la formacin de parlamentos comunes y actas o contratos sociales que normen su existencia y ejercicio concreto de gobernabilidad.

    Mtodo: la articulacin territorial -Decimos entonces que Gobierno Popular tiene como primer reto verse a s mismo como acontecimiento y como proceso. Como un hecho que irrumpe, se aleja de lgica del capital y el Estado, y comienza con pleno derecho a construir un espacio solidario, de iguales, dentro incluso de las terribles realidades que la decadencia y degradacin de las sociedades urbanas controladas por la ley del egosmo y la acumulacin nos ha llevado. Esa es su connotacin estrictamente poltica. Pero al mismo tiempo todo espacio de Gobierno Popular es un saber y una ciencia del pueblo que se va haciendo en la prctica y la cualificacin de sus prcticas. Es la verdad que le sigue al acontecimiento poltico, all se hace universal, se define como continuacin de la lucha universal comunista. El gobernante colectivo conoce su realidad, cada vez ms a fondo y no solo ello, sino que construye nuevos saberes capaces de generar nuevas relaciones sociales y nuevos potenciales productivos, comunicantes, defensivos, es decir, como deca Gramsci, lleva adelante y a fondo toda la reforma intelectual y moral que necesita un espacio social para salirse del marasmo de las relaciones sociales y la cultura individualista y fragmentaria del capitalismo. -Cada espacio autogobernante se enfrentar a situaciones que le van sumando heterogeneidad al espacio en la medida en que se van fraguando dentro de realidades cada vez ms complejas desde lo rural hasta lo urbano. No por casualidad estas experiencias en nuestro caso han podido empezar su camino dentro de espacios rurales que son relativamente homogneos socialmente, mucho ms fcil de agrupar y establecer metas comunes que por lo general comienzan con la produccin y distribucin comn en reas donde todos son productores de la tierra agrupados en consejos campesinos y comunas.

  • El reto es prepararse para abordar no solo situaciones rurales sino urbanas donde los problemas y la heterogeneidad de los sujetos soc ia les (como t raba jadores y como comunidades) es mucho mayor, como mayores son los problemas de violencia, captura de las organizaciones de los aparatos de Estado, carencias comunitarias, conflictividades laborales, etc. -Dentro de este plano entendamos que toda realidad autogobernante no se fabrica desde una perspectiva desptica de Estado. Es decir, no es un poder constituido estructurado burocrtica y verticalmente que exige obediencia, sino una realidad poltica se gesta desde el entusiasmo y el compromiso colectivo horizontal, bsicamente de organizaciones de base. Por tanto su tiempo y dinmica de articulacin supone un proceso desigual y combinado de elementos concretos que generan las redes autogobernantes en todos sus planos o aspectos concretos de la realidad: salud, ambiente, produccin, etc. Cada uno de estos planos se entrelaza con el otro y guarda a su vez su independencia creando el tejido activo del Gobierno Popular. -Hay necesidades inmediatas que toda poblacin pide que se resuelva y deben ser prioridades para t o d o G o b i e r n o P o p u l a r . E j e m p l o abastecimiento, servicios, seguridad, por tomar los casos ms demandados. Y as mismo hay horizontes ms estratgicos, como produccin, comunicacin, defensa. Solo generando un verdadero anlisis situacional territorial de acuerdo un diagnstico de geopoltica territorial adecuado se pueden generar los planos de trabajo donde todos estos temas que ataen a la gobernabilidad colectiva. Estos podran ser enfrentados en grupos pluritemticos o unitemticos, es decir, se enfrentan varias prioridades a la vez o se van atacando una por una de acuerdo a la complejidad de la situacin y la fuerza concreta de organizacin con que se cuente.

    -Estamos claros, no hay proceso revolucionario que se pueda predeterminar ni moldear en forma utpica, hay una utopa de la libertad y la igualdad asumida y ejercida que debe hacerse carne, organicidad de otra poltica contraria a todos moldes estatistas y paraestatistas de la dominacin capitalista. Sin embargo, ya sabemos, contrariamente a la izquierda que por un siglo solo apost a tomar el poder de Estado y en ello se concentr y fracas, que todo punto de partida ha de ser un acto poltico que se concreta dentro de un territorio delimitado pero a la vez potencialmente infinito. A eso hemos l l a m a d o c o r r e d o r e s t e r r i t o r i a l e s d e autogobierno, ms concretamente de Gobierno Popular. Es la experiencia que tenemos hasta los momentos Metodolgicamente el corredor es una unidad compleja de liberacin, no es solo la unidad de la clase, vista en forma abstracta donde solo priva el problema de la situacin econmica y laboral de cada quien. Aqu el problema de clase se traslada a todos sus determinantes tanto dentro de las relaciones sociales de produccin como dentro del entramado de las relaciones comunitarias y urbanas. Esto es lo que debemos resolver en f o r m a d e u n m t o d o c a m b i a n t e y multidimensional del ejercicio de una poltica libertaria. El corredor son comunas, consejos, formas locales de poder popular (agua, energa, s a l u d , o r g a n i z a c i n d e t r a b a j a d o r e s , comunicacin, consumo, etc) reunidas en distintas variantes de acuerdo a la regin. Pero el corredor es a su vez un espacio amplio que subdivide un gran territorio rural o urbano no sobre el principio de la divisin estatal sino de la uniformidad de un espacio dentro de la cuidad o dentro de la geografa rural.

  • -El paso fundamental del momento meramente de ejercicio de poderes populares fragmentados y por ello tan cooptados y utilizados por los aparatos de dominio- al de Gobierno Popular, es un reto que desde el punto de vista metodolgico no es otra cosa que una sntesis de muchos planos de articulacin de polticas de liberacin, que no nacen espontneamente de la vida, del mero movimientismo, de las resistencias aisladas, sino de un cuerpo unificado que obtiene su fuerza de su misma poltica, es decir, de la fuerza que supone poner en movimiento unido todas las voluntades posibles de manera que se trascienda por entero los siglos que llevamos aguantando de manera tirnica o democrtica, la dictadura de las lites beneficiadas por el capital. Estamos apenas mirando los primeros destellos de esta nueva etapa revolucionaria y su empuje en el mundo. Por el desastre de una corrupta lite autocrtica que se apoder del Estado, no dejemos perder la inmensa experiencia que ha supuesto construir consciencia de autogobierno y de plena democracia entre nuestro pueblo. El mtodo es tan dinmico como la experiencia misma, pero es fundamental ir sistematizndola y convirtindola en un saber colectivo que se difunde, utilizando las herramientas informticas de la memoria, el ordenamiento en programas y la difusin. All el hecho de que gobernemos muchos y no unos pocos vivos y ricos, comienza a ser un hecho dejando de lado el sueo de lo posible para convertirse en una realidad que estamos fabricando. -Produzcamos y distribuyamos, comuniquemos y comuniquemonos, ordenmonos y defendamonos, esas son las tres premisas bsicas para avanzar en la tarea de Josefa cuando le dice a su patrn: mire mijo yo no s quien le di reino aqu, pero ya su dinero y sus papelitos olvdese del peluqun que esta negra est alborotaa y su camada tambin .

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    Asamblea de Militantes