tiempo y certezas - del simbolo a la ausencia de la forma

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N o 1 2 Tiempo y certezas: Time and certainties: Felipe Corvalán T. (alumno de Arquitectura Quinto Año) Presentado por el Arq. Raúl Farrú A. Del símbolo a la ausencia de la forma From symbol to absence of form “Resumen” Certezas arquitectónicas, lenguaje y mecanismos de expresión. Cosmovisión e interacción social, entendimiento de la realidad. Ambas instancias, parecen finalmente trastocadas por la presencia inexorable del tiempo, removiendo definiciones, incorporando acentos y eliminando parámetros que parecían permanentes. Las respuestas arquitectónicas posteriores al movimiento moderno, nos confirman la movilidad de los patrones y el nexo inevitable entre la obra y su campo de inserción. Del reconocimiento del gusto común, a la valoración del gusto dictado por estrategias comerciales, de la reinvención de lo popular a la concepción de obras que navegan en busca de la sorpresa y desaparecen al abandonar la novedad. Del símbolo a la ausencia de la forma, de la recuperación simbólica y significante, a la voluntad del mercado. “Abstract” Architectural certainties, language and expression mechanisms. “Weltanschauung” (world view) and social interactions, the understanding of reality. Both are influenced by the unavoidable presence of time. Time removes definitions, incorporates new emphasis, eliminates parameters that once seemed permanent. The architecture developed after the modern movement, is a confirmation of the mobility of patterns and the inevitable link between the work and its field of insertion: From the recognition of the common taste, to the assessment of “taste” dictated by commercial strategies; from the reinvention of what’s popular to the conception of work that seeks to surprise and disappears once the novelty wears off; from symbolism to the absence of form; from the recovery of the symbolic and the significant, to the will of the market. “Palabras claves” SÍMBOLO, FORMA, TIEMPO, CERTEZAS, CONSUMO “Key words” SYMBOL, FORM, TIME, CERTAINTIES, CONSUMERISM Introducción La creciente globalización que enfrenta el mundo actual, en el comienzo del siglo XXI, ha obligado a reformular las definiciones acerca del carácter de la arquitectura y a revisar sus posturas en torno al papel y trascendencia que adquiere la disciplina en este nuevo contexto. Si en la primera mitad del siglo XX el llamado Movimiento Moderno logró articular una doctrina universalmente válida, que cristalizó con distintos matices y en los más importantes centros de experimentación de la arquitectura, como Europa Central, EE.UU., Japón o América Latina, hoy día las posibilidades que incorpora el desarrollo de la tecnología y la comunicación instantánea, plantean nuevas cuestiones en cuanto a la naturaleza y el valor de esta arquitectura en un mundo crecientemente interconectado. El seminario de Felipe Corvalán, en torno a las últimas tendencias que se manifiestan en la arquitectura de vanguardia desde finales del siglo XX, ofrece una perspectiva compleja acerca del futuro rumbo de esta disciplina y el papel cambiante que está jugando en la imagen de la ciudad contemporánea. A su juicio, el transcurso de la arquitectura, desde los inicios del siglo XX hasta el nuevo siglo, va “...de la realidad Fotografías: Arqto. Álvaro Farrú Betinyani

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    Tiempo y certezas:

    Time and certainties:

    Felipe Corvaln T. (alumno de Arquitectura Quinto Ao) Presentado por el Arq. Ral Farr A.

    Del smbolo a la ausencia de la forma

    From symbol to absence of form

    ResumenCertezas arquitectnicas, lenguaje y mecanismos de expresin. Cosmovisin e interaccin social, entendimiento de la realidad. Ambas instancias, parecen finalmente trastocadas por la presencia inexorable del tiempo, removiendo definiciones, incorporando acentos y eliminando parmetros que parecan permanentes. Las respuestas arquitectnicas posteriores al movimiento moderno, nos confirman la movilidad de los patrones y el nexo inevitable entre la obra y su campo de insercin. Del reconocimiento del gusto comn, a la valoracin del gusto dictado por estrategias comerciales, de la reinvencin de lo popular a la concepcin de obras que navegan en busca de la sorpresa y desaparecen al abandonar la novedad. Del smbolo a la ausencia de la forma, de la recuperacin simblica y significante, a la voluntad del mercado.

    AbstractArchitectural certainties, language and expression mechanisms. Weltanschauung (world view) and social interactions, the understanding of reality. Both are influenced by the unavoidable presence of time. Time removes definitions, incorporates new emphasis, eliminates parameters that once seemed permanent. The architecture developed after the modern movement, is a confirmation of the mobility of patterns and the inevitable link between the work and its field of insertion:From the recognition of the common taste, to the assessment of taste dictated by commercial strategies; from the reinvention of whats popular to the conception of work that seeks to surprise and disappears once the novelty wears off; from symbolism to the absence of form; from the recovery of the symbolic and the significant, to the will of the market.

    Palabras clavesSMBOLO, FORMA, TIEMPO, CERTEZAS, CONSuMO

    Key wordsSYMBOL, FORM, TiME, CERTAiNTiES, CONSUMERiSM

    introduccinLa creciente globalizacin que enfrenta

    el mundo actual, en el comienzo del siglo xxi, ha obligado a reformular las definiciones acerca del carcter de la arquitectura y a revisar sus posturas en torno al papel y trascendencia que adquiere la disciplina en este nuevo contexto. Si en la primera mitad del siglo xx el llamado Movimiento Moderno logr articular una doctrina universalmente vlida, que cristaliz con distintos matices y en los ms importantes centros de experimentacin de la arquitectura, como Europa Central, EE.UU., Japn o Amrica Latina, hoy da las posibilidades que

    incorpora el desarrollo de la tecnologa y la comunicacin instantnea, plantean nuevas cuestiones en cuanto a la naturaleza y el valor de esta arquitectura en un mundo crecientemente interconectado.

    El seminario de Felipe Corvaln, en torno a las ltimas tendencias que se manifiestan en la arquitectura de vanguardia desde finales del siglo xx, ofrece una perspectiva compleja acerca del futuro rumbo de esta disciplina y el papel cambiante que est jugando en la imagen de la ciudad contempornea. A su juicio, el transcurso de la arquitectura, desde los inicios del siglo xx hasta el nuevo siglo, va ...de la realidad

    Fotografas:Arqto. lvaro Farr Betinyani

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    a las imgenes de representacin, de la experiencia vital a la experiencia virtual, del desarrollo tecnolgico a la proliferacin del consumo, del cuerpo al espectro, del smbolo a la ausencia de la forma....

    El interesante ensayo, su intento de enjuiciar fundadamente el tema de la forma a partir de los valores y el protagonismo que refleja hoy en da la obra de autor en la ciudad actual, constituyen una lcida y aguda mirada al panorama de la disciplina en este momento, y un notable aporte a la reflexin en torno al carcter que ha ido adoptando la expresin arquitectnica hoy en da y su evolucin futura. 1.

    Construidas muchas veces sobre imgenes ilusorias, las certezas y certidumbres que suelen definir los parmetros de accin de nuestras sociedades, requieren, inevitablemente, la debida contextualizacin de su papel, tanto en el espacio como en el tiempo que no slo habitan, sino tambin, son capaces de construir y por momentos determinar. La realidad como tal, puede ser entendida como lectura infinita, texto en movimiento, reinterpretado y desplazado, cuantas veces sea necesario, por el lector o receptor del mensaje, articulando y definiendo la friccin que supone la presencia de tal encuentro en un mbito determinado. Pues bien, el fenmeno arquitectnico, tanto en su calidad de objeto presente, as como en la instancia de aproximacin terica a su elaboracin, no queda al margen de tal proceso, vinculando y condicionando tal presencia al conjunto de afecciones y determinaciones propias del campo de interaccin en que finalmente se situar. Por tanto, ms all de implicancias y consideraciones particulares, que por lo dems cualquier prctica disciplinar por definicin posee, la lectura de la arquitectura es tambin la lectura de sus determinantes,

    la comprensin del sistema de afeccin que define y modifica su presencia final, sugiriendo un dilogo permanente e inacabado.

    La experiencia arquitectnica, su voluntad de insercin, tanto en trminos materiales como meramente conceptuales, puede ser entendida como proceso constante de legitimacin, de la obra frente a la estructura temporal y cultural que finalmente la acoger. As, las herramientas, medios y categoras utilizadas en la elaboracin de las respuestas desde el rea de la arquitectura, que en ltima instancia definirn el lenguaje arquitectnico, es decir, los modos y maneras mediante los cuales la obra se comunicar, suelen convertirse en verdaderos instrumentos de validacin, legitimando la gestacin, accin y participacin de la obra. Ahora bien, los juicios y calificaciones, las posiciones tomadas a favor de una u otra herramienta, se alejan de estructuras rgidas, pues tales valoraciones se ven trastocadas a partir de la acumulacin de acontecimientos que sugiere la experiencia temporal, redefiniendo de manera permanente gustos y prioridades, certezas y voluntades. Son los hombres y no la historia los que en definitiva, determinados por el tiempo y sus acontecimientos, modifican juicios y finalmente definen sus propias herramientas de expresin. De esta manera, recordando las palabras de Mies van der Rhoe, quien agudiza el vnculo entre la arquitectura y el estado temporal paralelo a su gestacin, definiendo la disciplina como aquella voluntad de una poca trasladada al espacio, parece ineludible la aparicin y conformacin de aquel campo de afeccin e influencia mutua, entre el trabajo de especulacin y construccin meramente arquitectnica, y la consolidacin de estructuras sociales simultneas a tal trabajo.

    En tal sentido, quizs como nunca, la aproximacin a la ltima arquitectura, a los modos de expresin contemporneos,

    requiere la anulacin de certezas por parte del espectador, situndose ste en un campo neutral, donde el aparente todo puede ser, remplaza a las categoras, reduce a las definiciones y cuestiona las convenciones. En poco ms de medio siglo, hemos visto como una civilizacin entera, cosmovisiones y valores culturales de por medio, camina desprendindose de sus verdades, articulando un presente confuso, complejo, donde la ausencia de definiciones parece ser la norma. Frente a nuestros ojos, el mundo ha transitado desde la realidad a las imgenes de representacin, desde la experiencia vital de los contactos corporales a la virtualidad como lgica de conexin, del desarrollo tecnolgico y el encantamiento de la tcnica a la proliferacin frentica del consumo, y en arquitectura, de aquella lejana conviccin y voluntad rupturista de los primeros gestos arquitectnicos vinculados a la posmodernidad, hacia una arquitectura devenida en objeto de consumo, regida por lgicas externas, seductora, igualmente persuasiva como provisional, donde el visitante de turno parece imposibilitado de evadir el nivel de espectacularidad de la obra, que despierta y concentra todas las miradas. El siglo xx, estableciendo una suerte de continuidad con los trastornos maysculos que supuso la revolucin industrial y su por entonces novedosa impronta tecnolgica, es el escenario de la consolidacin de una nueva sociedad, marcada por el pulso de un sistema econmico excluyente, por la desaparicin de las contrariedades ideolgicas y por la apologa de la neutralidad. Sociedad que comienza a entender sus relaciones e interacciones de manera diferente, caracterizadas por la cada vez ms urgente necesidad meditica a la hora de vincularse, entrando en una lgica basada en los medios y mecanismos de representacin, por lo dems anticipada hace ms de cuarenta aos por la sociedad del

    Cmo es que el futuro pueda tener ms certezas?, nosotros simplemente somos un presente que alguna vez ha sido futuro, no?, eso nos da alguna seguridad a la hora de hacer un juicio?, por qu un da los juicios habrn de ser justos y definitivos?, qu es el juicio de la historia?, la historia no hace juicios, los que hacen juicios son los hombres de cada poca.

    Jos saramago*

    * HALPERN, Jorge. Conversaciones con Saramago. 2002 . 1 Profesor Gua Seminario / Primer semestre 2005.

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    espectculo de Guy Debord, espectculo, como tendencia a hacer ver por diferentes mediaciones el mundo que ya no es directamente aprehensible, cuestin que terminar por desplazar para siempre al arte y a la arquitectura de su posicin habitual.

    El campo de experimentacin que soporta estos nuevos cambios, es aquel que nos supone el trastorno terico desde el proyecto moderno hacia la pretendida pluralidad posmoderna, por ms que tal concepcin pueda ser entendida como fase de sucesin a la propia modernidad, y por ms que sus propios patrones de orden delimiten las formas de convivencia e interaccin del panorama social contemporneo. Si la modernidad representa la consolidacin de la idea de proyecto es decir, un organigrama socio cultural con vocacin de futuro, que propicia la estructuracin de quehaceres y reas de conocimiento de acuerdo a capacidades y competencias definiendo de paso la concepcin de un progreso interminable

    del conocimiento y una mejora eterna social y moral, inspirada en la ciencia moderna como fin colectivo y objetivo de tal visin, su derrumbe permitira la demolicin de un sistema estructurado sobre certezas, rdenes y lgicas, donde cada cosa y por momentos cada individuo, poseen un lugar y rol especfico. El corte transversal, la separacin producida de manera inevitable entre este mundo estratificado, de especialistas, y la experiencia de la vida cotidiana, cimentar y determinar el camino hacia las diferencias, hacia la sensibilidad por su manifestacin, exaltando las particularidades, apartndose de patrones de comportamiento y de categoras de gusto, cuestin que ya Marcel Duchamp pona en tela de juicio, afirmando que El gusto es una costumbre. La repeticin de una cosa ya aceptada. Si se empieza de nuevo varias veces alguna cosa se convierte en el gusto. Bueno o malo es lo mismo, es siempre gusto. De esta manera, la pretendida superacin de la modernidad, se sugiere a s misma como mecanismo acusador, evidenciando las

    fracturas de las concepciones aparentemente superadas y evitando la instauracin de nuevos rdenes totalizadores, donde El principio de un metalenguaje universal es remplazado por el de una pluralidad de sistemas formales , exaltando aquellos relatos pertenecientes a la vida cotidiana, por sobre construcciones de orden totalizadoras.

    En trminos exclusivamente arquitectnicos, el camino de descrdito y desconfianza al pasado monocorde, abstracto y por momentos silencioso de la modernidad, es iniciado por Robert Venturi, quizs la expresin ms relevante de las primeras respuestas posmodernas, distinguiendo en la propia cotidianeidad y por ende, en las limitaciones de la arquitectura como medio de expresin los recursos y herramientas para la construccin del lazo de permanencia entre la arquitectura y los nuevos tiempos de comunicacin y propaganda, en que la tambin nueva sociedad comenzar a moverse. La arquitectura de Venturi suma, no

    Museo Guggenheim en Bilbao / Frank Ghery.

  • resta, no decide entre esto o aquello ms bien nos sugiere un sistema de adicin, donde la reorganizacin e interaccin de elementos tan lejanos como tradicionales al mundo arquitectnico, constituyen, determinan y, bajo la mirada de Venturi, enriquecen finalmente la obra: la ambigedad intencionada de la expresin arquitectnica, se basa en el carcter confuso de la experiencia reflejado en el programa arquitectnico, favoreciendo ms la riqueza que la claridad del significado.

    Tal voluntad, no har ms que desvirtuar cualquier antecedente academicista o tradicional, exaltando lo popular por sobre los parmetros establecidos. Venturi y su arquitectura, de igual modo que el Pop Art, y siguiendo la brecha abierta de manera profunda y visionaria en el mundo del arte por la obra del francs Marcel Duchamp, terminar por ampliar definitivamente los lmites de influencias, el arsenal de herramientas y los modos de ejecucin de la obra arquitectnica. Las cosas ya no son lo que parecen, los smbolos no significan de manera esttica, restringida y permanente por el contrario se modifican con tan slo reinterpretarlos o desplazarlos de su lugar habitual. Me interesa, de una cosa, su no ser ya lo que era antes, su convertirse en algo distinto de lo que es, me interesa cada instante en el que se identifica con precisin una cosa y me interesa el continuo de este instante, me fascina cada momento del ver o del decir o abandonarse a todo eso, afirma Jasper Johnson, evidenciando la resignificacin de los recursos cotidianos como medios de expresin. Este primer afn comunicativo, complementado en cierta medida con el trabajo de Aldo Rossi, quien incorpora la nocin de la obra de arquitectura, especialmente la de la ciudad, al campo extramaterial, terminar por situar a la arquitectura de cara a la contingencia, espacio cada vez ms influenciado por la masificacin de los mensajes, la persuasin del consumidor, y contradictoriamente, la atomizacin de la experiencia. La pretendida pluralidad posmoderna terminar, poco a poco, cediendo su lugar al monopolio publicitario

    Parc de la Villette en Pars / Bernard Tschumi.

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    y al bombardeo comunicacional, donde el consumidor real se convierte en un verdadero consumidor de ilusiones.

    Si en la primera interfaz posmoderna, la voluntad comunicacional, el afn de la arquitectura por incorporase y ser incorporada en la realidad resulta prioritario, terminado de paso con la sacralizacin de cierto tipo de valores arquitectnicos, consolidados como tradicionales, la posterior experiencia deconstructivista, en su expresin ms ortodoxa, cercana al campo filosfico, termina por destruir las certezas del proceso comunicativo, reorganizando smbolos y reorientado definiciones, entendido la capacidad de mensaje de la obra como instancia abierta, definida y vuelta a definir por los temporales participantes. Por otro lado, la deconstruccin devenida en estilo, formalismo e imagen esttica, una arquitectura de ruptura, dislocacin, deflexin, desviacin y distorsin, se distancia del lenguaje antecesor de la cultura moderna, justamente a travs de

    la irrupcin de un lenguaje propio, dando pie, de esta manera, a una arquitectura manierista y de autor, capaz de validarse a s misma por la sola presencia de la marca registrada que muchas veces supone el nombre del arquitecto, o la presencia sintomtica de ciertos tipos de tics formales, que incorporan a la obra en el emergente mercado arquitectnico, vinculando definitivamente su presencia al rango de bien dispuesto a ser ofrecido y modificado de acuerdo al gusto del consumidor.

    Frente a una realidad absorbente, tan frentica como entrometida, experiencias como las de Peter Eisenman, vinculado en primera instancia a la lgica deconstructivista y posteriormente desmarcado de sus sntomas de exageracin formal, parecen constituir un verdadero campo de resistencia, frente a una arquitectura cada vez ms extrovertida, determinada y condicionada por la realidad, alejada de las temticas internas que por mucho tiempo definieron

    sus repuestas, indagando en una forma de trabajo ms cercana al arte conceptual que a la tradicin arquitectnica. Eisenman y su arquitectura, parecen enfrentarse a la realidad y sus significados, abandonando posiciones cmodas y permanentes, experimentando sin buscar resultados aparentes, alejndose de manera categrica de cualquier atisbo que pudiera sugerir patrones o lineamientos a seguir , argumentando que Cuanto ms tiempo algo permanece inabsorbible dentro de una norma, gnero o topologa, ms grande resulta la arquitectura. En definitiva, sin la necesidad inmediata de poner su trabajo en circulacin, en un circuito de eleccin y de descarte, estableciendo as, un campo de resistencia, frente a un contexto de acontecimientos sumamente voraz, y como se dijo, cada vez ms entrometido, propiciando respuestas crticas, distancindose de respuestas que de tanto mirar lo cotidiano, terminaron por quedar atrapadas en el imperio de lo trivial.

    uFA CINEMA CENTER en Dresden / Coop Himmelb(l)au arquitectos.

  • Es precisamente la contradiccin y contraposicin entre estructuras de resistencia y la debilidad frente al campo de experimentacin cotidiano que conforma lo real, quien terminar por consolidar el panorama actual del mundo arquitectnico, en tanto, por un lado la autonoma disciplinar y experimental, y por otro, las expresiones arquitectnicas comprometidas de manera obcecadas con la realidad, constituyen las esquinas del nuevo campo de accin de las expresiones contempornea. Sin embargo, parece ser que finalmente la balanza es inclinada hacia una arquitectura que observa, absorbe y, finalmente, es consumida por la realidad, desplazndose sin prejuicios en los parmetros que sta le propone, asumiendo la impronta publicitaria que irremediablemente parece necesitar una obra para poder tener xito, convirtiendo a su vez, la presencia del arquitecto en una especia de estrella multimeditica, que elabora proyectos en todo el mundo, mundo por lo dems cada vez ms desterritorializado, donde la mano creadora del nuevo genio del diseo parece ser capaz de convertir en oro todo lo que toca. Tal voluntad es sintetizada en palabras de Rem Koolhass: Nuestra intencin podra resumirse en concentrar el modo de sacar partido de toda esa basura del sistema actual, en convertirnos en una especie de rey midas democrtico, en tratar de hallar la frmula, gracias a la cual lo intil pasa a tener algn valor, donde incluso lo posible es posible. En definitiva un nuevo tipo de profesional, capaz de opinar y ejecutar sin restricciones, interviniendo en un territorio tan global como segregado.

    Posmodernidad consumada (IDA)El trayecto que supone la evolucin

    arquitectnica posterior a la modernidad, desde el trabajo de Robert Venturi, hasta la exaltacin y proliferacin de la neutralidad como forma de entender y construir la conciencia de lo real, representados en figuras como las del holands Rem Koolhaas, puede ser enmarcada en el trastorno que supone el

    Edificio Nationale-Nederlanden en Praga / Frank Ghery

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    viaje desde una arquitectura simblica hacia un arquitectura distanciada de la forma, categora arquitectnica entendida por mucho tiempo, ms all de connotaciones meramente estilsticas, como aquella cualidad capaz de establecerse como borde o membrana de la interaccin de los individuos en el espacio, pudiendo incluso nombrar a ste con una determinada funcin o actividad. De esta manera se pone sobre la mesa la discusin que sugiere la efectiva capacidad de control del arquitecto sobre el espacio que manipula, discusin por lo dems ya iniciada por el movimiento moderno y aquella frase devenida en dogma que nos sugera que la forma sigue a la funcin, voluntad desplazada y removida por las reflexiones de Bernard Tschumi y la incorporacin de los eventos como verdaderas fuerzas de definicin externas al mero diseo arquitectnico.

    En sntesis el camino seguido desde el smbolo a la ausencia de la forma. Smbolo, que supone la primera necesidad comunicativa de la trasgresin de la modernidad, incorporando aquellos elementos representativos para la nueva sociedad de masas, asumiendo stos, incluso, capacidad significativa, definiendo una arquitectura que reconoce en su propio lenguaje la incapacidad para comunicarse, necesitando y recurriendo finalmente a elementos externos para vincularse definitivamente con el ambiente en que se inserta. Incorporando la prctica de la arquitectura en una sociedad meditica, donde justamente la mera presencia del medio, es capaz de constituir el mensaje. Ausencia de forma, en un mundo disperso y segregado, donde las expresiones culturales parecen perder sus lmites, en funcin de una produccin rpida y simultnea. Ausencia de forma, como clasificacin, capaz de vincular a la obra con lenguajes de estilos determinados, como antecedente comunicativo y significante, como envoltorio expresivo del contenido, como manifestacin totalizadora y comn. Ausencia de forma, que supone la disociacin definitiva entre el contenedor y el uso, entre la envolvente y la actividad. Ausencia de forma, que slo es capaz de hacerse momentneamente presente, en la medida que encuentra y genera sentido en el sistema de cdigos del monopolio consumista contemporneo, constituyndose como la imagen que propicie, o no, la anhelada eleccin. En definitiva, una ausencia que no slo propicia la explosin de los actos, de los eventos, definidos por Tschumi como independientes al diseo arquitectnico, por sobre las planificaciones programticas, sino ms bien, la prdida de la arquitectura como soporte de ejecucin de actividades, convirtiendo su presencia en un

    resultado determinado por la novedad, por sus capacidad de seducir, por su estado de atencin a las nuevas tendencias, evitando as la obsolescencia, en un mundo que no quiere envejecer y que se resiste a desaparecer.

    La arquitectura contempornea se define a s misma como algo roto, discontinuo, quebrado o fragmentado o, en el polo opuesto, como algo inaprensible, inestable, fluido y sin forma. La escena imprecisa. No slo en sentido figurado, sino en el ms literal, la arquitectura parece hoy interesante por formas rotas y fragmentadas o bien por texturas, artificios y reflejos.

    Las palabras anteriores del arquitecto espaol Rafael Moneo, comprometido con lenguajes compactos, en direccin contraria al rumbo que parecen haber elegido las tendencias arquitectnicas de vanguardia, en un intento por reposicionar la forma como respuesta vlida tanto a las problemticas externas y circunstanciales de cada proyecto as como a su propia experiencia autnoma, junto con sintetizar y representar las tendencias arquitectnicas consolidadas en las ltimas dcadas, permiten reconocer la cercana de estos nuevos modos de representacin con un panorama transformado por la exaltacin informativa, por el poder de las imgenes y por la instantaneidad de los sucesos, transformando a la forma en algo molesto, cercano a lo especfico y a lo permanente. Como ya se mencion, las obras, sus tributos, valores o categoras, ms all de su elaboracin en condiciones temporales especficas, tienden, inevitablemente, a liberarse de aquellas premisas que en un momento dado dieron pie a su formulacin y posterior materializacin, modificando inevitablemente su valoracin y, en cierta medida, su propia naturaleza o constitucin esencial. Las cosas, los hechos y acontecimientos de cada poca, son narrados y descritos de acuerdo, fundamentalmente, a las voluntades del espectador, convirtiendo la verdad en un juego de relacin de estas voluntades, desvirtuando cualquier certidumbre de acuerdo a la posicin y al tiempo desde el cual se observen o lean tales premisas. Todo parece indicar la condena inexorable que el tiempo hace a las certezas, a la presencia arquitectnica y sus categoras en el panorama socio-cultural, pues si hoy la invitacin es a imaginarnos una arquitectura sin forma y las implicancias de tal ausencia, quiz maana hablemos de la reinvencin de su presencia.

    En tal sentido, el valor permanente que parece haber mantenido la forma como atributo arquitectnico, parece desmoronarse,

    cuestin que no slo debe suponer nuestro reconocimiento, sino tambin la instancia de cuestionamiento hacia tal mutacin de su presencia como referencia sistemtica. Qu significa realmente una arquitectura sin forma? Qu supone en la prctica su ausencia, tanto en la concepcin de proyecto, como en la experiencia concreta? Exceptuando una arquitectura ensimismada, que no quiera ver el panorama contingente, parece ser que las respuestas movilizan un delgado lmite de distincin. Por un lado, una arquitectura que entiende su presencia en un contexto cultural marcado por la transmutacin y por la inestabilidad, asumiendo en tanto, su propia constitucin como modelo en formulacin permanente, es decir, en proceso. Una arquitectura que existe a lo largo del tiempo, permitiendo, adems, la consolidacin significativa de la obra, tambin en trminos temporales, respuesta ya sugerida por el arquitecto espaol Federico Soriano, quien enmarca tal ausencia, en su particular visin sobre el estado de la arquitectura contempornea, especulando de paso sobre las expresiones que vendrn:

    Por qu razn sin forma?, precisamente una caracterstica de la arquitectura moderna es su indeterminacin. Mejor dicho la inconstancia de su determinacin, ya que incluso la fase inicial tambin debe sufrir indefiniciones. Una arquitectura en cuya base estn principalmente los procesos formales como gestores de la estructura arquitectnica no podr resistir la alteracin de uno de ellos sin perder toda su identidad. Una arquitectura parece reformar, restaurar, cambiar la imagen sin que, evidentemente, la forma sea alterada, y que por lo tanto el objeto permanezca. Puede absorber espontneamente adiciones, substracciones, modificaciones tcnicas sin perturbar su sentido de orden.

    En definitiva, apostando a la capacidad vinculante de la obra, en la medida que es capaz de reconocer el recambio de afecciones que finalmente la terminaran de constituir y vincular con el medio exterior. Por otro lado y en el mismo lmite, situamos una arquitectura, que tambin se modifica, ya no en tanto la friccin urgente que supone la invasin de actos y actividades, ms bien reconocindose a s misma como objeto de valor en la lgica del mercado, mutando para mantenerse apetecible y deseable, convirtiendo la ausencia de forma en gesto publicitario. La diferencia es sutil, pues se podr argumentar que la exaltacin de actos es el resultado ineludible de la consolidacin consumista, sin embargo, parece que an podemos distinguir entre una arquitectura que se entiende, desde su mbito, en un nuevo panorama, y otra devenida en

  • herramienta panfletaria, valorizada como afiche o como sistema persuasivo. Hablamos de la manifestacin contradictoria de la apuesta posmoderna, instaurada como convivencia de lo distinto, ausente de doctrinas y transgresora por naturaleza. Hablamos de un modelo, que de igual modo que la Modernidad, termina por ceder su lugar crtico y trasgresor, a una posicin algo ms cmoda, que permite que los sucesos se sucedan, sin aparente voluntad de reformulacin, permitiendo la consolidacin de sistemas de orden cuanto ms restrictivos y infranqueables que la propia Modernidad, como el consumo y las red de comunicacin a distancia, convirtiendo las relaciones sociales en estructuras incapaces de retroalimentarse, velozmente fragmentarios, y, contradictoriamente, tan homogneos como impersonales.

    En arquitectura, como hemos visto, el panorama no es otro, pues las apuestas rupturistas se han traducido, mayoritariamente, en consignas que propician un alineamiento

    silencioso, dejando de lado instancias de reflexin y cuestionamiento, en un mundo cada vez ms exclusivo y excluyente. El cuestionamiento respecto al manoseado rol del arquitecto, no puede ser restringido a la amplitud de posibilidades tecnolgicas, ni a la ampliacin de posibilidades programticas o de ejecucin que el nuevo horizonte tecnolgico ofrece, ms bien, debiera apuntar a entender como el arquitecto es capaz, ms all de la evidencia de lo observado en el mbito de lo real, de incorporase de manera crtica en las nuevas reglas del juego, no obviando la nueva coyuntura, sino creando los espacios de participacin y cuestionamiento que de alguna manera reposiciona a la expresin arquitectnica ya no como delimitador de las acciones del hombre, voluntad que por ms empecinada que fuera nunca lleg a consolidarse del todo, pero s como campo abierto de experimentacin y contacto, reposicionando el tan olvidado encuentro entre pares, instancia

    de intercambio y, en ltima instancia, espacio que permite la creacin de opinin pblica, clave para la constitucin de lazos sociales y definiciones culturales.

    Esta es la apuesta, entender una arquitectura condicionada, tanto por el tiempo que transcurre a su alrededor como por los movimientos propios de su composicin como disciplina, sin dejar de visualizar que lo que hoy es norma, maana puede ser olvido, por tanto la capacidad crtica frente a los fenmenos que irremediablemente interactan con nuestra presencia, con el fenmeno arquitectnico como tal, sern claves para entender los caminos de insercin tomados por tal expresin, y por ende, los procesos de transformacin social que paralelamente a su presencia evolucionan.

    Extracto seminario: Arquitectura como objeto de consumo: Del smbolo a la ausencia de la forma. Profesor gua: Ral Farr / Alumno: Felipe Corvaln.

    Auditorio del Kursaal en San Sebastin / Rafael Moneo.

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    Tiempo y certezas

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  • Disimular es fingir no tener lo que se tiene. Simular es fingir lo que no se tiene. Lo primero implica una presencia, lo segundo una ausencia.

    Jean Baudrillard

    pg. 80 pg. 81

    Tiempo y certezas