tiempo de argumentos y contra argumentos. tiempo de diá-logos

6
Miércoles 18 de Marzo de 2009 Opinión Los derechos humanos de los delincuentes Por Roberto Gargarella * Fuente Página 12 http://www.pagina12.com.ar/diari o/sociedad/subnotas/121718- 38801-2009-03-18.html Los comentarios que siguen fueron copiados del blog www.chicass10.blogspot.com Su autor se identifica como MONTEMEDULIO y se puede leer en https://www.blogger.com/comment. g? blogID=852341287987719277&postID =6453580992109441775 Cíclicamente reaparecen los miedos generados por la inseguridad y, con ellos, el discurso público vuelve a inundarse de bravatas altisonantes que, por su repercusión, conviene tomarse en serio. Quisiera concentrarme aquí en algunas de las expresiones que circulan en estos días, vinculadas con la relación aparentemente excluyente o de suma cero que existiría entre la protección de las víctimas y la defensa de los derechos de los delincuentes. La idea aparece en expresiones como la que dice que “en este país mueren inocentes mientras se protegen los derechos humanos de los delincuentes” o “estoy cansado de los derechos humanos de los delincuentes”. ¿Qué se quiere decir con tales expresiones? Una primera posibilidad sería que tales afirmaciones involucran un juicio descriptivo como el siguiente: “en los hechos, hoy, en la Argentina, se están favoreciendo los derechos Quiero darle a estas señoras y en especial, a la directora de la prisión, la opinión de una gran parte de la sociedad, que creo, opinamos lo siguiente: - Los que pagamos su estancia en prisión, SOMOS LOS CONTRIBUYENTES. - Los que pagamos sus "cociditos", refrescos y comilonas varias, SOMOS LOS CONTRIBUYENTES. - Los que pagamos sus ordenadores, SOMOS LOS CONTRIBUYENTES. - Los que padecemos sus FECHORIAS, por las que están pagando en la cárcel, SOMOS LOS CIUDADANOS, que a la vez SOMOS LOS CONTRIBUYENTES. - Un altísimo porcentaje de la sociedad, AUNQUE UDS. NO SE LO CREAN (pregunten) consideramos que las cárceles, deberían ser centros de CASTIGO de DELITOS y no lugares de diversión. - Un altísimo porcentaje de la sociedad, creemos que sus derechos carcelarios y divertimentos, se deberían limitar a: un colchón, una mesa

Upload: pedro774

Post on 10-Jun-2015

683 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

Page 1: Tiempo de argumentos y contra argumentos. Tiempo de diá-logos

Miércoles 18 de Marzo de 2009 Opinión

Los derechos humanos de los delincuentes

Por Roberto Gargarella *

Fuente Página 12 http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/subnotas/121718-38801-2009-03-18.html

Los comentarios que siguen fueron copiados del blog

www.chicass10.blogspot.com

Su autor se identifica como MONTEMEDULIO y se puede leer en https://www.blogger.com/comment.g?blogID=852341287987719277&postID=6453580992109441775

Cíclicamente reaparecen los miedos generados por la inseguridad y, con ellos, el discurso público vuelve a inundarse de bravatas altisonantes que, por su repercusión, conviene tomarse en serio. Quisiera concentrarme aquí en algunas de las expresiones que circulan en estos días, vinculadas con la relación aparentemente excluyente o de suma cero que existiría entre la protección de las víctimas y la defensa de los derechos de los delincuentes. La idea aparece en expresiones como la que dice que “en este país mueren inocentes mientras se protegen los derechos humanos de los delincuentes” o “estoy cansado de los derechos humanos de los delincuentes”. ¿Qué se quiere decir con tales expresiones? Una primera posibilidad sería que tales afirmaciones involucran un juicio descriptivo como el siguiente: “en los hechos, hoy, en la Argentina, se están favoreciendo los derechos humanos de los delincuentes, mientras se descuidan los derechos de las pobres víctimas”. Apenas reflexionamos unos instantes sobre esta idea, sin embargo, se advierte que ella es, más que falsa, groseramente falsa. Resulta demasiado obvio que en nuestro país en la actualidad se violan cada día, y de modo gravísimo, los derechos de los que cometieron (o son acusados de haber cometido) ofensas hacia los demás, muy especialmente si ellos provienen de sectores económicamente desaventajados. Esas violaciones gravísimas incluyen la detención por años de personas a las que no se les ha probado la comisión de delito alguno; la privación de libertad a personas que han cometido delitos menores, y condiciones extremas, brutales, violentas para los que ya están encerrados. Es decir, descriptivamente, lo que la realidad nos muestra, sin ambages, sin ambigüedades, sin margen de duda alguno, es exactamente lo contrario de lo que aquella

Quiero darle a estas señoras y en especial, a la directora de la prisión, la opinión de una gran parte de la sociedad, que creo, opinamos lo siguiente:- Los que pagamos su estancia en prisión, SOMOS LOS CONTRIBUYENTES.- Los que pagamos sus "cociditos", refrescos y comilonas varias, SOMOS LOS CONTRIBUYENTES.- Los que pagamos sus ordenadores, SOMOS LOS CONTRIBUYENTES.- Los que padecemos sus FECHORIAS, por las que están pagando en la cárcel, SOMOS LOS CIUDADANOS, que a la vez SOMOS LOS CONTRIBUYENTES.- Un altísimo porcentaje de la sociedad, AUNQUE UDS. NO SE LO CREAN (pregunten) consideramos que las cárceles, deberían ser centros de CASTIGO de DELITOS y no lugares de diversión.- Un altísimo porcentaje de la sociedad, creemos que sus derechos carcelarios y divertimentos, se deberían limitar a: un colchón, una mesa y una silla para comer, un plato y una cuchara Y PUNTO. Ni gimnasios, ni televisiones, ni NINGÚN consumo eléctrico que supere LOS DERECHOS HUMÁNOS BÁSICOS.- La tan manida reinserción, se la creen un porcentaje de los españoles, otro porcentaje no cree en ella, porque nosotros ni queremos ni necesitamos que muchos de uds. Se reinserten, por nosotros como si se pudren en las celdas.- Dicen uds. “Queremos que se nos oiga…”. A los que han asesinado uds directamente, o vendido droga, que les arrastró a la muerte, ¿Creen que se les podrá OIR, o permanecerán mudos para el resto? - ¿No creen que las familias de las víctimas por uds agredidas, merecen más el dinero que costaron sus ordenadores, la línea Wifi y la

Page 2: Tiempo de argumentos y contra argumentos. Tiempo de diá-logos

proposición vendría a sugerir. Si hoy tenemos un problema grave en materia de inseguridad, entonces, sin dudas, ése no es el de que el Estado argentino se está excediendo en la protección de los derechos de los delincuentes. Una segunda posibilidad sería que al decir “estamos cansados de los derechos humanos de los delincuentes” se esté haciendo referencia a una explicación referida a la imposibilidad material de proteger, al mismo tiempo, los derechos de las víctimas y los derechos de los criminales. Pero esta respuesta también es, fundamentalmente, falsa: en los aspectos más básicos, resulta obvio que se pueden hacer ambas cosas al mismo tiempo. Asegurarles a todos un juicio justo (escuchar a los acusados; asegurar que las pruebas de un juicio no sean inventadas); impedir la tortura; no encerrar a quien no ha sido encontrado culpable de ningún crimen; evitar que se trate a los detenidos como animales es perfectamente compatible con tener un presupuesto adecuado en materia de seguridad, o velar por la recuperación de las víctimas y la restauración de sus derechos. Es decir, no es en absoluto cierto que si queremos cuidar la seguridad de “los buenos ciudadanos” sea necesario, de algún modo, reducir los cuidados básicos hacia delincuentes. Tercero, la afirmación sobre el “exceso” de respeto hacia los derechos de los delincuentes podría ser normativa, es decir, estar dirigida a afirmar que “debe darse menos protección a los derechos de los delincuentes, porque ellos no se merecen ningún cuidado, dada la gravedad de lo que han hecho”. Ahora bien, si las dos observaciones anteriores eran –en su esencia– fácticamente falsas, ésta es valorativamente inaceptable. Hay cantidad de problemas serios con esta idea. Primero, respetar los derechos de los delincuentes no significa premiar a los criminales ni dejar de reprocharles sus eventuales faltas, sino impedir que se los trate inhumanamente, o que se condene a inocentes porque “necesitamos condenar a alguien”, como muchas veces ocurre. Segundo, los derechos no están reservados para los que se comportan decentemente o los que no cometen faltas (graves), sino para todos, por el solo hecho de ser personas. Tercero, los derechos no son disponibles o removibles de acuerdo al humor de algunos, sino lo contrario de ello: su virtud es, por suerte, la de no estar sujetos a la buena

electricidad consumida, que uds? Una inmensa parte de la sociedad creemos firmmente que si, que ejemplos como este, demuestran que los AGRESORES tienen más derechos que los AGREDIDOS.- Dicen uds “tener derecho a la información…” ¿Hay alguna ley que recoja el derecho de estas VICTIMAS, a disponer GRATUITAMENTE de un ordenador, como uds? - Insisto, hay una gran parte de la sociedad, que estamos HARTOS, de tanta prebenda y tanta consideración, con los DE-LIN-CUEN-TES y que pedimos que las cárceles sean centros de CASTIGO, al que nadie quiera volver, por lo penoso que estos resultan, en lugar, de acercarse cada día más a hoteles de cuatro estrellas, con: cociditos, wifi, tv, gimnasio, piscina, ….. ¿y lo siguiente que va a ser un salón de talasoterapia, o quizá ya lo tienen?

MONTEMEDULIO dijo...

No entiendo vuestro problema.Se os envian comentarios que luego eliminais, de forma automática, cercenando así el más básico derecho de opinión libre, en el que se basan los BLOGS.Por el hecho de que dañe vuestros oidos, pensais que la sociedad que os critica, NO EXISTE. "Si no escuchamos, no vemos, no oimos, el mundo cambia por arte de magia"Pues no, comprender, que hay un altísimo porcentage de la sociedad, que está HARTO, de tanto privilegio para los DELINCUENTES, en las cárceles y tanta falta de consideración para las VICTIMAS.

16 de marzo de 2009 4:15

Page 3: Tiempo de argumentos y contra argumentos. Tiempo de diá-logos

voluntad de nadie. Finalmente, puede que con la idea de “los derechos humanos de los delincuentes” se esté pensando en que, en nuestro país, algunos o muchos eventuales culpables de crímenes no quedan encerrados. Pero esta idea también es muy pobre. Primero, tenemos una proporción de presos alta y creciente, y no baja. Segundo, si hay gente responsable de crímenes que no es condenada debido a las argucias o trampas de sus abogados, ésa no es responsabilidad de los “derechos humanos”, por lo que conviene no ensuciar el término de ese modo. Tercero, si lo que ocurre es que algunos no quedan detenidos porque no se prueba su culpabilidad, eso no es un “exceso” de respeto de los derechos, sino sólo un acto justo, porque nadie quiere que se encierre a los que no son culpables de delito alguno (¿o sí?). Finalmente, pero esto da para otra discusión, no es cierto –por fortuna– que las únicas respuestas que tenemos a mano frente al crimen son las respuestas extremas, draconianas, que empiezan, como en nuestro país, con la privación de la libertad en condiciones infrahumanas. Es decir, condenar no es ni debe ser igual a “dejar encerrado a alguien”. Decir lo dicho no implica decir que debemos actuar como si en la sociedad no hubiera delitos, ni comportarnos de modo ingenuo, ni dejar de reprochar con firmeza las faltas que se cometan en nuestra sociedad. Decir lo dicho implica afirmar que, no importa el grado de irritación que tengamos, o la antipatía que nos produzca algún grupo, o los deseos de venganza que nos provoque una situación de injusticia, no tenemos que poner en cuestión el valor de seguir tratando a todos –a todos– con dignidad y respeto. Más importante aún: tenemos que aprender a reconocer que, al respetar los derechos básicos de los criminales no estamos insultando a las víctimas. Como he tratado de mostrar, los cuidados extremos hacia las víctimas del delito de ningún modo, y en ningún sentido, necesitan del maltrato hacia quienes las han ofendido.

* Doctor en Derecho, profesor de Derecho Constitucional (UBA-UTDT). © 2000-2009 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

MONTEMEDULIO dijo...

Chica 10, no estoy de acuerdo contigo.No todas las delincuentes necesarimente, han surgido de la pobreza. Las hay con sobrados recursos económicos y culturales, que también han delinquido.El factor pobreza o ignorancia, que yo sepa no excluye de nada en la culpa de la persona. Saben que hacen mal y continúan haciéndolo, en la esperanza de salir impunes.Y cuando no salen, simplemente tienen que pagarlo detrás del los muros, que se han ganado con su actitud en la vida, no "abriendo muros". Pagándolo, simple y llanamente, pagándolo (dejemos de buscar torcidas interpretaciones, que de, tan manoseadas, razonables y razonadas que son, terminan siendo irracionales)

16 de marzo de 2009 6:04

Page 4: Tiempo de argumentos y contra argumentos. Tiempo de diá-logos

MONTEMEDULIO dijo...

Chica 10, no estoy de acuerdo contigo.No todas las delincuentes necesarimente, han surgido de la pobreza. Las hay con sobrados recursos económicos y culturales, que también han delinquido.El factor pobreza o ignorancia, que yo sepa no excluye de nada en la culpa de la persona. Saben que hacen mal y continúan haciéndolo, en la esperanza de salir impunes.Y cuando no salen, simplemente tienen que pagarlo detrás del los muros, que se han ganado con su actitud en la vida, no "abriendo muros". Pagándolo, simple y llanamente, pagándolo (dejemos de buscar torcidas interpretaciones, que de, tan manoseadas, razonables y razonadas que son, terminan siendo irracionales)

16 de marzo de 2009 6:04