textos de juan carlos ramiro q y humberto quino

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- El quitaletras ciudadano K. se quedó “sin palabras” mientras espiaba la muestra del artista mexicano que vino a pintar “palarvas” en el Espacio Simón I. Patiño (Av. Ecuador N° 2503) en el marco del II Festival de Poesía. 1. ¿Una forma de sarcasmo? Ni minimalista ni dadaísta. “Macrobiótico”, dijo a la periodista Mabel Franco de Tendencias (La Razón) Anuar Elías de su trabajo visual en torno a la palabra. 2. En la opinión de K. la muestra de Anuar Elías (1983) hubiera agradado muchísimo al artista Roberto Valcárcel, quien radica en la ciudad de los anillos, por la pelotita que el artista mexicano deja en el espectador: toda la imaginación (la brocha, la paleta y los colores) para crear el cuadro. 3. Anuar Elías opera como el español Fernando Beltrán, el exitoso creador de palabras para empresas y productos. Le basta la palabra “reorganizada” para generar una obra pictórica totalmente visual. La brocha gorda está de lado del espectador. 4. Al ciudadano K. le revienta (un sinónimo de “La explosición”) esta clase de exhibición anti full color, lo único “legible” de tanta palabreo y retahíla. El artista sólo “pinta” con "palarvas" en negro con fondo blanco. ¿Eso es arte? "Parece que sí", se responde K. 5. Ante parejo argumento, el ciudadano K. no hizo más que leer entrelíneas: lo educativo fue hallar “palabras compuestas” (“palarvas” para Anuar) como las que utilizó el traductor de Ulises de Joyce al español. 6. “Culpadre”, “Graverdad”, “Mariprosa”, “Pelibro”, “Olviudo”, “Dihablo", “Enfermuero”, “Silienzo”, “Histroya” son algunas de esas “palarvas” que utiliza Anuar para dejar clavado al lector en el limbo de la imaginación o el error ortográfico de su muestra. “Es fácil hilvanar tales ropajes. Yo lo hago todo el tiempo”, murmuró K. 7. La única lógica de esta exhibición plástica parece ser que Anuar se ha metido en saco de once varas y “agora” está divagando en una suerte de metida de pata, sambenito en ciernes y, en suma como reconoció él mismo, es un “metiche” en la plástica. 8. ¿Qué haremos? Elogiarlo y recobrar la calma después de la “explosición”: y la calma significa aguardar y leer su “Pelibro” que, en buen tudesco, significaría su peligroso libro de piedra a la manera de sus antepasados aztecas: pira-piedra-palabra. 9. “En proceso de elaboración está un libro-objeto que tendrá como 300 y una instalación a tono con la Enciclopiedra que, a la manera de una pirámide, creará escalones-eslabones con libros enormes, de manera que haya la idea de construcción, de ascenso, de algo antiquísimo como es el lenguaje”, anunció el domingo. 10. Anuar Elías radica en La Paz desde 2004. Estudió diseño gráfico. Enseña serigrafía en la Universidad Católica Boliviana.

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Page 1: textos de Juan Carlos Ramiro Q y Humberto Quino

- El quitaletras ciudadano K. se quedó “sin palabras” mientras espiaba la muestra del artista mexicano que vino a pintar “palarvas” en el Espacio Simón I. Patiño (Av. Ecuador N° 2503) en el marco del II Festival de Poesía. 1. ¿Una forma de sarcasmo? Ni minimalista ni dadaísta. “Macrobiótico”, dijo a la periodista Mabel Franco de Tendencias (La Razón) Anuar Elías de su trabajo visual en torno a la palabra. 2. En la opinión de K. la muestra de Anuar Elías (1983) hubiera agradado muchísimo al artista Roberto Valcárcel, quien radica en la ciudad de los anillos, por la pelotita que el artista mexicano deja en el espectador: toda la imaginación (la brocha, la paleta y los colores) para crear el cuadro. 3. Anuar Elías opera como el español Fernando Beltrán, el exitoso creador de palabras para empresas y productos. Le basta la palabra “reorganizada” para generar una obra pictórica totalmente visual. La brocha gorda está de lado del espectador. 4. Al ciudadano K. le revienta (un sinónimo de “La explosición”) esta clase de exhibición anti full color, lo único “legible” de tanta palabreo y retahíla. El artista sólo “pinta” con "palarvas" en negro con fondo blanco. ¿Eso es arte? "Parece que sí", se responde K. 5. Ante parejo argumento, el ciudadano K. no hizo más que leer entrelíneas: lo educativo fue hallar “palabras compuestas” (“palarvas” para Anuar) como las que utilizó el traductor de Ulises de Joyce al español. 6. “Culpadre”, “Graverdad”, “Mariprosa”, “Pelibro”, “Olviudo”, “Dihablo", “Enfermuero”, “Silienzo”, “Histroya” son algunas de esas “palarvas” que utiliza Anuar para dejar clavado al lector en el limbo de la imaginación o el error ortográfico de su muestra. “Es fácil hilvanar tales ropajes. Yo lo hago todo el tiempo”, murmuró K. 7. La única lógica de esta exhibición plástica parece ser que Anuar se ha metido en saco de once varas y “agora” está divagando en una suerte de metida de pata, sambenito en ciernes y, en suma como reconoció él mismo, es un “metiche” en la plástica. 8. ¿Qué haremos? Elogiarlo y recobrar la calma después de la “explosición”: y la calma significa aguardar y leer su “Pelibro” que, en buen tudesco, significaría su peligroso libro de piedra a la manera de sus antepasados aztecas: pira-piedra-palabra. 9. “En proceso de elaboración está un libro-objeto que tendrá como 300 y una instalación a tono con la Enciclopiedra que, a la manera de una pirámide, creará escalones-eslabones con libros enormes, de manera que haya la idea de construcción, de ascenso, de algo antiquísimo como es el lenguaje”, anunció el domingo. 10. Anuar Elías radica en La Paz desde 2004. Estudió diseño gráfico. Enseña serigrafía en la Universidad Católica Boliviana.

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Juan Carlos Ramiro Quiroga

martes, 14 noviembre, 2006 _____________________________________________________________________ 0.- Prólogo Una cosmogía delsilencio La logosfera (la esfera dellenguaje) no se sutrae a ese "conflicto perpetuo de paranoias" (dixit Barthes) esos círculos del infierno que jerarquizan el silencio, su eterna quemadura. Admitir la importancia del silencio, es asumir el despellejamiento del ser. pues todo martirio desemboca en él. La exhuberancia del lenguaje, proviene de sus anémicos silencios. Así la anarlogia precede a la descomposición del lenguaje y surge cuando expira el frenesí de la retórica al uso. La anarlogía es una metáfora de la concentración, su densidad ilumina nuestra naùsea verbal, su poder de condensación esta más cerca de nuestro rostro presente que las ficciones del ayer. La anarlogía se nos presenta así como una estrategia de supervivencia, en mundo colmado de una pluralidad de signos y es cuando el silencio adquiere una real preeminencia. En la medida en que el lenguaje se trasmuta en silencio y el silencio en lenguaje, surge el universo de la resignificación, sus esenciales vacíos y el error de sus huellas. La anarlogía vendría a ser un comprimido conceptual, hecho con diligencia y sabiduría. humberto quino marquez Agosto, 26, del año del señor.