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Foucault, naturaleza humana, Chomsky, Debate, biopolítica, epistemología

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Clase 4 (10/4/14).-El concepto de bio-poltica encuentra su desarrollo ms prolijo en la obra del filsofo francs Michel Foucault,[footnoteRef:2] quien defini -en su Seminario Defender la sociedad, realizado en el Collge de France entre 1975 y 1976- al bio-poder como aquel conjunto de mecanismos por medio de los cuales aquello que, en la especie humana, constituye sus rasgos biolgicos fundamentales podr ser parte de una poltica, una estrategia poltica, una estrategia de poder.[footnoteRef:3] [2: Si bien, se hace necesario mencionar que la idea de bio-poltica estaba ya implcita en la lectura que la Escuela de Frncfort hizo del trabajo de Max Weber, adems de haber sido claramente enunciado por Hanna Arendt en La condicin humana.] [3: Michel Foucault, Seguridad, territorio, poblacin. Curso en el Collge de France (1977-1978), trad. de Horacio Pons, FCE, BB.AA., Argentina 2006, p.15.]

Que el poder poltico comience, hacia fines del siglo XVIII, a referir al carcter biolgico de la humanidad en tanto especie, supuso un cambio de paradigma de tales proporciones que los ejes que haban delimitado el espacio y los fines de la poltica desde la Antigua Grecia en adelante, se vieron radicalmente trastocados y transformados. (Por ejemplo, recin desde la segunda mitad del siglo XVIII ser posible pensar la existencia de una disciplina como la moderna economa-poltica; conceptos ambos que para el mundo clsico constituan polos opuestos y excluyentes: lo asuntos de la polis nada tenan que ver con los del oikos). Todas estas transformaciones se entienden mejor si se considera que lo que el bio-poder construye y hace aparecer es de modo primordial- un nuevo sujeto poltico, inexistente hasta ese entonces. Se trata, por supuesto, de la poblacin. Las sociedades, vueltas poblacin (al decir de Foucault []), inscriben nuevas lneas de lo poltico, haciendo de la salud, el hambre, la seguridad, la higiene, los estilos de vida, una instancia de permanente lucha, intervencin y politizacin[footnoteRef:4] Adems, Foucault introduc[ir] la nocin de un arte de gobernar como tecnologa irreductible al Estado y a sus aparatos jurdicos y disciplinarios, y coextensiva a la aparicin de la polica como gestin no slo de la conducta de los individuos sino de las condiciones de vida de la poblacin. Poder disciplinario y gubernamentalidad [sern], en Foucault, las articulaciones en las que se realiza el umbral de modernidad biolgica que hace de la vida la instancia de gestin y de normalizacin de nuevos poderes. (p. 14) [4: Gabriel Giorgi y Fermn Rodriguez (comp.) a Ensayos sobre biopoltica. Excesos de vida. Bs. As., ed. Paids, 2009, pp. 10-11.]

Tendramos entonces tres puntos articulares que nos permitirn pensar lo bio-poltico: 1) el surgimiento de la poblacin como objeto nico del poder; 2) el control por parte de dicho poder sobre los aspectos biolgicos y pulsionales de la poblacin; y 3) el desarrollo de un nuevo dispositivo de poder: la estadstica, que trajo como consecuencia el fin de los modelos clsicos de filiacin humanista con los que durante siglos se pens al hombre y la poltica, y la instauracin de un modelo cientificista-normalizador propio a las nuevas ciencias humanas, sociales o del comportamiento.En sntesis, en las puertas de la Modernidad el nuevo poder central se habr vuelto indisociable del cuerpo y, en adelante, el carcter somtico de la poblacin ser el eje poltico basal que ocupar al poder.[footnoteRef:5] [5: Por mi parte, empero, creo [] que lo esencial en todo poder es que su punto de aplicacin siempre es, en ltima instancia, el cuerpo. Todo poder es fsico, y entre el cuerpo y el poder poltico hay una conexin directa. Michel Foucault, El poder psiquitrico. Curso en el Collge de France (1973-1974), trad. de Horacio Pons, FCE, BB.AA., Argentina 2005, p. 31. ]

*Fue [Michel] Foucault, como [dijimos], quien traz por primera vez la ecuacin entre modernidad y biopoder: Durante milenios escribe en el ya clebre pasaje de la Historia de la sexualidad-, el hombre sigui siendo lo que era para Aristteles: un animal viviente, y adems capaz de existencia poltica; el hombre moderno es un animal en cuya poltica esta puesta en entredicho su vida de ser viviente.[footnoteRef:6] En su anlisis del poder disciplinario, Foucault descubre que las tcnicas de sujecin y de normalizacin de las que surge el individuo moderno tienen como punto de aplicacin primordial el cuerpo: es alrededor de la salud, la sexualidad, la herencia biolgica o racial, la higiene, los modos de relacin y de conducta con el propio cuerpo, que las tcnicas de individuacin constituyen a los sujetos y los distribuyen en el mapa definitorio de lo normal y lo anormal, de la peligrosidad criminal, de la enfermedad y la salud. Es, pues, a partir del umbral biolgico, en esa zona entre lo biolgico y lo social, que las tecnologas modernas intervienen y colonizan, de un modo nuevo, aquello que el mundo clsico reservaba a la esfera de lo domstico y de lo privado la esfera del oikos-. El cuerpo y la vida, el cuerpo como instanciacin del ser viviente del hombre, se torna materia poltica: de esa materia poltica est[, entonces,] hecho el individuo moderno...[footnoteRef:7] [6: Michel Foucault, Historia de la sexualidad I. La voluntad de saber. Mxico, Siglo XXI, 1984, pg. 173.] [7: Gabriel Giorgi y Fermn Rodriguez (comp.) a Ensayos sobre biopoltica. Excesos de vida. Bs. As., ed. Paids, 2009, pp. 9-10.]

*Pero la biopoltica en s no nos importara tanto si no fuera porque en ella lo que finalmente acaba pensndose es aquella vida ms all de lo humano, en los lmites siempre inestables siempre polticos, en tanto instancia de dominacin y de lucha- entre lo humano y lo animal, lo monstruoso, lo impersonal y a-subjetivo, mostrando cmo se elabora histricamente la frontera porosa que separa el campo de la vida humana de sus otros.[footnoteRef:8] Y es que ocurre, como ya lo hemos dicho y visto en el documental de Alain Resnais durante la clase anterior, que: El hombre o la humanidad [misma] son [slo] imgenes que sobrevuelan la vida y arrojan fuera del campo de lo humano lo que no repite ni se ajusta a una norma homognea de representacin, codificando el campo de las diferencias inhumanas, organizando el caos a partir de un poder diferenciador que cualifica la vida, decidiendo qu vida merecen ser vividas o qu muertes no valen la pena.[footnoteRef:9] [8: Gabriel Giorgi y Fermn Rodriguez (comp.) a Ensayos sobre biopoltica. Excesos de vida. Bs. As., ed. Paids, 2009, p. 15.] [9: Gabriel Giorgi y Fermn Rodriguez (comp.) a Ensayos sobre biopoltica. Excesos de vida. Bs. As., ed. Paids, 2009,pp. 21-22.]

Clase 5 (8-05-14)Pero, tal como les comentaba anteriormente, ocurre siempre que nuestra vida: La vida [humana] no puede fijarse en una descripcin que inmovilice su poder de cambio y devenir. O en otras palabras, [lo humano] no se define [nunca] por lo que es, sino por lo que puede ser[footnoteRef:10] Y es que La vida no nombra una sustancia extensa que percibimos, sino una intensidad virtual, un poder de cambio o de devenir a partir del cual se actualizan mundos posibles. [] Y es esa virtualidad pura, eso que nunca puede ser reducido a un sujeto o a un objeto, lo que desafa al pensamiento, a los lenguajes de la filosofa, del arte y de la poltica, al mismo tiempo que los produce.[footnoteRef:11] [10: Gabriel Giorgi y Fermn Rodriguez (comp.) a Ensayos sobre biopoltica. Excesos de vida. Bs. As., ed. Paids, 2009, p. 22.] [11: Gabriel Giorgi y Fermn Rodriguez (comp.) a Ensayos sobre biopoltica. Excesos de vida. Bs. As., ed. Paids, 2009, p. 23.]

*Lectura de La Condicin Humana de Hannah Arendt.[De la contraportada de La condicin humana:] Hannah Arendt naci en Hannover en 1906. Discpula de Heidegger y de Husserl, protegida de Karl Jaspers y establecida en Nueva York desde 1941, tras la ocupacin alemana de Francia, dividi conscientemente su actividad intelectual entre la filosofa y la teora poltica, llegando a adquirir un slido prestigio tanto en Europa como en Amrica. En 1951 public Los orgenes del totalitarismo, quizs su libro ms famoso, al que siguieron textos fundamentales como Sobre la revolucin (1963), La condicin humana (1958 en su versin original en ingls; 1960 en idioma alemn y su trad. al espaol data de 1969), La vida del espritu (1971), o La crisis de la repblica (1972).Profesora de las universidades de Berkeley, Princepton, Columbia y Chicago; directora de investigaciones de la Conference on Jewish Relations (1944-1946) y colaboradora de diversas publicaciones peridicas como Review of Politics, Jewish Social Studies, Partisan Review y Nation, Arendt pas sus ltimos aos ejerciendo la enseanza en la New School for Social Research. Muri en 1975. La condicin humana, en especfico, debe su origen a un ciclo de conferencias que Arendt dict en la Universidad de Chicago en 1956 bajo el ttulo de Vita Activa. [] La vida activa o mundo de la prctica se opone a la vita contemplativa o vita del espritu, a la que [Arendt] dedic su ltimo e inacabado libro (The life of the Mind). (Nota 30 de la Introduccin. Cruz, Manuel: XVI).A modo de introduccin, digamos que, para Hannah Arendt as como para Aristteles y, generalizando burdamente, a prcticamente toda la pistem clsica-, la condicin humana estara vinculada o, ms bien, estara dada por un acto de pblica con-vivencia; esto quiere decir: un acto en que un grupo mayor o menor de personas comparte pblicamente un y en un mismo espacio[footnoteRef:12]. Lo humano, entonces, poseera como condicin de posibilidad entre otras, por supuesto- la existencia de un espacio pblico en el que tendra lugar lo propiamente poltico. La esfera pblica [entonces] estaba reservada a la individualidad; se trataba del nico lugar donde los hombres podan mostrar real e invariablemente quines eran. [Cruz, Manuel: p. VII. Esta cita dirige a la siguiente anotacin en la pg. XVI de la misma Introduccin: Nota 27: Paolo Flores dArcais abre su ensayo L esistenzialismo libertario di Hannah Arendt, en Esistenza e libert, Gnova, Marietti, 1990, con estas palabras: La poltica es la esfera de la existencia autntica, el lugar exclusivo y privilegiado donde le es dado al hombre realizarse en cuanto hombre.] Hannah Arendt [entonces] entiende la poltica en tanto que disciplina que tiene como su telos un fin prctico: la conduccin de una vida buena y justa en la polis. (p. VII) [12: Citar la definicin de espacio que aporta la gegrafa Doreen Massey.]

Pero vamos de a poco y comencemos, por el Prlogo a La Condicin Humana. Para Arendt, naturaleza y humanidad constituiran conceptos antagnicos e irreconciliables del mismo modo que, por ejemplo, un ciudadano de la antigua Atenas, por mucho que lo intentase, no podra dar con el sentido de ese hbrido conceptual que es nuestra moderna economa-poltica-, y es por esta razn que Arendt no refiere en su obra a una naturaleza humana sino que habla siempre de una condicin. Esto quiere decir que el ser humano no sera nunca naturalmente humano, sino que su humanidad se dara slo en presencia de determinadas condiciones. Forzando los conceptos hasta el lmite de su significacin y sentido, diremos que: la naturaleza de lo humano se encuentra condicionada por naturaleza; o si se quiere, que la naturaleza humana no es sino el conjunto de todas aquellas condiciones que exceden a lo que al ser humano le ha sido dado de forma natural; o, para decirlo en la jerga negativa de nuestra filosofa moderna: la esencia del hombre no consistira sino en la esencial carencia de toda esencia.[footnoteRef:13] [13: Los rendimientos polticos de estos postulados quedan fcilmente a la vista si teniendo en consideracin la trgica historia de los totalitarismo del siglo XX- se considera a lo humano como aquello que, por naturaleza, no puede ser naturalizado, es decir, como aquello que no puede ser abarcado al menos no de forma totalitaria- por una ideologa. ]

Tal como lo narra el mito de Epimeteo, nada le ha sido dado al hombre por naturaleza o, ms bien, slo le ha sido dado el deber de hacer y, en consecuencia, el deber de hacer-se a s mismo-. Privado de todo, slo se le ha dotado de una cualidad -la que lo diferenciar para siempre y lo separar irreversiblemente de todos los dems animales; pero que al mismo tiempo lo acercar (no sin peligro, por cierto) a los dioses-: el hombre ser el nico ser vivo sobre la tierra que podr emprender libremente una accin. Slo l que no tiene por esencia ms que un vaco, un espacio vacante y abierto a la posibilidad, a la contingencia y al acontecimiento- cuenta con la capacidad de emprender[footnoteRef:14] una u otra accin segn sea su voluntad. Y lo que nuestra libre voluntad de concebir y realizar signa es precisamente aquello que nos distingue de todos los dems animales: slo nosotros podemos libremente dejar de ser lo que somos para llegar a ser algo ms pero tambin, como ocurri durante el nazismo, podemos llegar a ser algo menos-, algo distinto, sino acaso simplemente llegar a ser. Como consecuencia de su olvido, Epimeteo no tuvo ms que hacer de nuestra esencia el lugar de una potencia, es decir, algo que nunca es de manera factual, positiva, conclusa pero que, como contrapartida, siempre puede llegar a ser. As, el carcter proteico que caracterizara nuestra naturaleza slo habra sido posible gracias a que Epimeteo se olvid de dotarnos de una. [14: Pero no necesariamente de concluir, en tanto sabemos desde siempre que errarum humanun est.]

*Hasta ahora, y ya lo habrn adivinado, lo que he hecho no ha sido ms que referirme a la naturaleza humana como aquello que es ajeno o distinto de la naturaleza propiamente tal. Pero es evidente tambin que a lo que he referido es a la naturaleza de nuestra condicin humana, teniendo siempre presente como ya se ha advertido- que condicin y naturaleza son por definicin conceptos opuestos, en tanto lo que nos es dado por naturaleza nos es siempre dado in-condicionalmente. Por cierto que la naturaleza impone a todos los seres vivos un sinnmero de condiciones sin que nosotros los humanos constituyamos en ningn caso una excepcin a ellas-, y son precisamente esas mismas condiciones impuestas por la naturaleza las que parafraseando a Arendt- emparentan al hombre con los restantes organismos vivos: la vida tiene entonces sus propias exigencias y todos aquellos seres humanos o no- que no observen las condiciones que les han sido naturalmente impuestas, se vern condenados a que en ellos la vida simplemente deje de darse, de re-producirse.Ese sustrato natural, puramente orgnico y vital que vincula al hombre con los dems seres vivos, fue denominado por los griegos como zoe. As, si los seres humanos poseen una condicin que los distingue del resto de los animales, es porque existe tambin un mismo sustrato que los relaciona, ya que es bastante evidente que slo pueden establecerse distinciones entre elementos que mantienen al menos algn punto de relacin entre s. Digmoslo de la siguiente manera: el ser humano es ante todo un ser vivo sujeto a las exigencias ms concretas y urgentes de la vida, entendida sta en su connotacin puramente somtica o biolgica, es decir, referida a la vida desnuda propia a todo organismo.Es en este sentido que Arendt se refiere a la naturaleza terrena o, ms especficamente, a la Tierra como la misma quintaesencia de la condicin humana (Arendt, 4). Pero si bien, el hombre se encuentra irremediablemente sujeto a las condiciones que le impone la naturaleza en vistas a la conservacin de su existencia (ya que como cualquier otro animal, el ser humano debe proveerse permanentemente de alimento, cobijo, agua y descanso), dichas condiciones lo afectan slo en tanto ser vivo provisto de zoe; pero ninguna de esas exigencias vitales para la existencia, determina al hombre como ser humano. El artificio humano del mundo escribi Arendt- separa la existencia humana de toda circunstancia meramente animal, pero la propia vida [la vida de ser vivo] queda al margen de este mundo artificial y, a travs de ella, el hombre se emparenta con los restantes organismos (14) vivos (Arendt. 14-15). Digmoslo empleando la clsica oposicin entre naturaleza y cultura -aunque Arendt, al menos en el prlogo de su libro, no la refiere en ningn momento-. Si bien este modelo binario de entender la realidad ha sido fuertemente debatido durante las ltimas dcadas, en lo personal considero que es el correlato epistemolgico que se deriva de una concepcin de lo humano fundada en la distincin y jerarquizacin de logos y phon, que como se ver- es el modelo aristotlico de lo humano y lo poltico que se encuentra a la base de todo el pensamiento de Arendt. Por esta razn, podremos entender aquel artificio humano del mundo al que ella refiere como cultura y a lo meramente animal, entonces, como naturaleza. Y lo que habra establecido el quiebre irreversible entre mundanidad y animalidad habra sido, por cierto, la cualidad humana de nombrar la realidad: de algn modo, en cuanto el hombre comenz a dar nombres a todas las distintas especies de la naturaleza, es decir, a establecer taxonomas analticas sobre la realidad, los animales se hicieron inmediatamente sordos o indiferentes a su lenguaje. En consecuencia, aquello que elev al ser humano por encima de toda la creacin, lo conden tambin a la soledad. Como una especie de Midas respecto del lenguaje, todo lo que el hombre nombraba quedaba reificado y escindido para siempre de l; y es que si el lenguaje dot al ser humano con la cualidad de distinguir, de establecer diferenciaciones o separaciones en la naturaleza, sern precisamente estos mismos distingos, sus categoras y clasificaciones los que habrn de separar a la totalidad de la naturaleza de su mundano artificio.Pero mantengmonos en nuestro esfuerzo de establecer un primer acercamiento al referido trabajo de Hannah Arendt, el cual se halla dividido en tres partes, Labor, Trabajo y Accin, correspondientes a las tres actividades fundamentales bajo las que se ha dado al hombre la vida en la tierra. Es en la tercera donde ms claramente se percibe la diferencia cualitativa que separa al hombre del resto de la naturaleza. Mientras la labor se refiere a todas aquellas actividades humanas cuyo motivo esencial es atender a las necesidades de la vida (comer, beber, vestirse, dormir), y el trabajo incluye aquellas otras en las que el hombre utiliza los materiales naturales para producir objetos duraderos, la accin es el momento en que el hombre desarrolla la capacidad que le es ms propia: la capacidad de ser libre. Pero la libertad de Hannah Arendt no es mera capacidad de eleccin, sino capacidad para trascender lo dado y empezar algo nuevo, y el hombre slo trasciende enteramente la naturaleza cuando acta.[footnoteRef:15] En el concepto de accin quedan subrayados tres rasgos: el hecho de la pluralidad humana (el hecho de que no un hombre, sino muchos hombres viven sobre la tierra, por decirlo con sus mismas palabras), la naturaleza simblica de las relaciones humanas y el hecho de la natalidad en tanto que opuesto a la mortalidad. Con otras palabras, la intersubjetividad, el lenguaje y la voluntad libre del agente. [15: Nota 32: Carece de sentido, por tanto, la expresin naturaleza humana. El hombre en tanto que humano no tiene naturaleza. La discusin que Eric Voeglin manutvo con Arendt a propsito del totalitarismo giraba alrededor de esta nocin: mientras que sta vea en la expresin naturaleza humana una contradiccin en los trminos, el autor de The New Science of Politics vea ese mismo tipo de contradiccin en la expresin cambio de naturaleza (Voeglin, The Origins of Totalitarianism, Review of Politics, 15, 1953). Cruz, Manuel: p. XVI.]

Los dos primeros rasgos dibujan una concepcin del hombre rigurosamente incompatible con los totalitarismos. Frente a la ley de la Vida y de la Historia, propia de stos, Arendt propone como diferencia especfica de la condicin humana la libre comunicacin de proyectos por parte de individuos en un espacio pblico donde el poder se divide entre iguales (VIII). Pero la diferencia especfica remite necesariamente al hecho de la natalidad [Cf. Venir al mundo, venir al lenguaje]. Ella representa la capacidad de los hombres para empezar algo nuevo, para aadir algo propio al mundo, y ningn totalitarismo puede soportar eso. Morir significa separarse de la comunidad, aislarse, mientras que la natalidad simboliza (y constituye) ese acto inaugural, ese hacer aparecer por primera vez en pblico: Los hombres, aunque han de morir, no han nacido para eso sino para comenzar, se lee en [La condicin humana]. Por eso no hay exageracin en la tesis de que la lgica profunda de la sociedad totalitaria es la lgica del capo de concentracin. El totalitarismo se aplica con tanta saa a suprimir la individualidad, porque con la prdida de la individualidad se pierde tambin toda posible espontaneidad o capacidad para empezar algo nuevo: desaparece cualquier sombra de iniciativa en el mundo. [Hay revolucin all donde triunfa la accin, en el mismo sentido en que hay totalitarismo all donde se conculca el derecho humano fundamental: la libertad de accin (Manuel Cruz, p. XII)]. Pero al mundo le es consustancial la novedad. Tiene el anhelo, si no de lo absolutamente otro, por lo menos de lo modestamente otro, de lo posiblemente otro. De lo humanamente otro, en suma. (pp. VIII-IX)*Ahora bien, quienes hayan revisado el brevsimo texto que les ped leer, se habrn encontrado al pasar con la siguiente anotacin de Arendt: En ste, como en otros aspectos, la ciencia ha afirmado y hecho realidad lo que los hombres anticiparon en sueos que no eran descabellados ni vanos. La nica novedad es que uno de los ms respetables peridicos de este pas [EE.UU.] public en primera pgina lo que hasta entonces haba pertenecido a la escasamente respetada literatura de ciencia ficcin (a la que, por desgracia, nadie ha prestado la atencin que merece como vehculo de sentimientos y deseos de la masa) (Arendt, p. 14). Tomando el guante arrojado hace ms de medio siglo por la autora de La condicin humana es que la clase pasada vimos la pelcula Blade Runner.Si recuerdan bien, al comienzo del Prlogo que leyeron, Arendt se refiere a la primera puesta en rbita de un satlite artificial y comenta que: La inmediata reaccin, expresada bajo el impulso del momento, era de alivio ante el primer paso de la victoria [13] del hombre sobre la prisin terrena. Y esta extraa afirmacin, lejos de ser un error de algn periodista norteamericano, inconscientemente era el eco de una extraordinaria frase que, hace ms de veinte aos, se esculpi en el obelisco fnebre de uno de los grandes cientficos rusos: La humanidad no permanecer atada para siempre a la Tierra. (pp. 13-14)Clase 15 de mayo de 2014.-Fue [Michel] Foucault, como [dijimos], quien traz por primera vez la ecuacin entre modernidad y biopoder: Durante milenios escribe en el ya clebre pasaje de la Historia de la sexualidad-, el hombre sigui siendo lo que era para Aristteles: un animal viviente, y adems capaz de existencia poltica; el hombre moderno es un animal en cuya poltica esta puesta en entredicho su vida de ser viviente.[footnoteRef:16] En su anlisis del poder disciplinario, Foucault descubre que las tcnicas de sujecin y de normalizacin de las que surge el individuo moderno tienen como punto de aplicacin primordial el cuerpo: es alrededor de la salud, la sexualidad, la herencia biolgica o racial, la higiene, los modos de relacin y de conducta con el propio cuerpo, que las tcnicas de individuacin constituyen a los sujetos y los distribuyen en el mapa definitorio de lo normal y lo anormal, de la peligrosidad criminal, de la enfermedad y la salud. Es, pues, a partir del umbral biolgico, en esa zona entre lo biolgico y lo social, que las tecnologas modernas intervienen y colonizan, de un modo nuevo, aquello que el mundo clsico reservaba a la esfera de lo domstico y de lo privado la esfera del oikos-. El cuerpo y la vida, el cuerpo como instanciacin del ser viviente del hombre, se torna materia poltica: de esa materia poltica est[, entonces,] hecho el individuo moderno...[footnoteRef:17] [16: Michel Foucault, Historia de la sexualidad I. La voluntad de saber. Mxico, Siglo XXI, 1984, pg. 173.] [17: Gabriel Giorgi y Fermn Rodriguez (comp.) a Ensayos sobre biopoltica. Excesos de vida. Bs. As., ed. Paids, 2009, pp. 9-10.]

*Clase 22 de mayo de 2014.-Michel Foucault (15 de octubre de 1926,Poitiers, Francia - 25 de junio de 1984, Paris, Francia. Fue un filsofo y psiclogo francs. Sin duda, una de las principales figuras intelectuales de la segunda mitad del Siglo XX. Su trabajo estuvo relacionado desde un comienzo con las estrategias de construccin de la racionalidad y objetividad cientfica a partir de la poca Clsica europea (desde finales del siglos XVI y comienzos del XVII -se podra decir que acaba, grosso modo, junto con la cada del Ancien Regimen). Existe siempre una misma sospecha, una misma inquietud que moviliza el trabajo de Foucault. Y cul podra ser esta sospecha? Foucault se ha interesado desde un primer momento en el modo en que en determinado momento de la historia- la sociedad europea que hoy entendemos, ciertamente, como Occidental- comienza 1) a establecer ciertos mrgenes de inclusin y de exclusin al interior de ella misma. Ciertamente esta labor de expulsar la alteridad hacia los mrgenes de la propia sociedad no era nada nuevo en Europa y, de hecho, es un gesto bastante reconocible en varias culturas: sin ir ms lejos, los griegos tenan a sus brbaros (barbarous, barbaran) que en un primer momento simplemente refera a quienes eran extranjeros para posteriormente pasar a referir a todos aquellos quienes no se organizaban polticamente o, incluso, carecan del logos, en tanto condicin de lo poltico. As tambin, la edad Media conocer al terrible salvaje que se ocultaba en la selva negra que fueron los bosques europeos. Luego, ya en la Conquista americana, se encontrarn en Amrica a los temibles canbales, etc. En fin, alteridad = marginalidad. Pero qu es lo propio de la poca clsica que Foucault cree poder reconocer como algo completamente indito y revolucionario? Hacia fines del siglo XVII la marginacin que, paradjicamente, se produce al interior de la propia ciudad y ya no en sus mrgenes, tras sus muros-, la marginalizacin no slo trocar la expulsin, el xodo forzado, el exilio por el encierro gesto ya curioso en s mismo- sino que lo har a partir de un determinado tipo de discurso, que ya no es religioso ni necesariamente inquisitorial, sino que se trata de una nueva discursividad propia a un nuevo tipo de racionalidad: la racionalidad cientfica que comienza a desplegarse en el Occidente moderno. Y la principal caracterstica que tendr este discurso cientfico ser, por una parte, su carcter aglutinador (ya veremos a que me refiero con eso), y, por otra, su vinculo estrecho con la polica: en adelante, el problema de la locura que pasar a ser entendida por primera vez como insania o enfermedad mental- ser un problema de seguridad pblica que debe ser tratado del mismo modo y bajo las mismas tcnicas con las que se trato el asolamiento de la peste negra en el siglo XIV (que mat a unos 25 millones de personas en Europa, es decir a ms de un tercio de la poblacin de la poca). Es decir, por medio del encierro y la segregacin. Pero por qu algo que haba sido tan propio a la cultura europea (y a todas las culturas) pasa a ser visto como una patologa, pero ms importante an por qu se la trata por medio de tcnica destinadas a combatir enfermedades contagiosas? En sntesis, por qu se trata a la locura como la o como una peste?La respuesta gruesa, tosca, incompleta que podemos por ahora dar es la siguiente: la poca clsica se encargar de crear un nuevo tipo de hombre (es decir, humanismo de las ciencias humanas): racional, funcional, heterosexual, etc. En otras palabras: lo que se busca establecer es el perfil de una persona normal, esto dentro de un proceso que Foucault llamar precisamente- normalizacin. Pero, nuevamente, qu puede tener esto de novedoso? La novedad radica en que este nuevo sujeto y el discurso de saber que lo constituye se encargar de ocultar sus propias condiciones de su produccin, para as positivizarlo, es decir, para mostrrnoslo como un organismo cuya composicin y comportamiento son susceptibles de ser aprehendidos cientficamente. Este es el momento en que, a su vez, surgirn las nuevas ciencias del comportamiento: no ya la anatoma que vena desarrollndose desde antes del Renacimiento-, sino la psicologa, la sociologa, fisiognoma moderna. El cuerpo mismo pasa a ser entendido como un organismo. De alguna forma, lo que Foucault busca desarrollar operando negativamente- es la idea de que hacia comienzos o en la antesala de la Modernidad, Occidente constituir una imagen de lo humano la que ser reforzada por una serie de ciencias y conocimientos auxiliares que doblemente- surgen de ella y que a su vez- se ocupan de confirmarla.*Pero, como les deca, el trabajo de Foucault traza un vnculo indisociable entre biopoltica y Modernidad. En lo que nos queda, me gustara hablarles precisamente de esto ltimo, de aquello que llamamos Modernidad. Existiran tres nociones conceptuales y de anlisis con respecto a lo histrico moderno: a) La modernidad capitalista es un proceso de constantes cambios productivos, tecnolgicos, estructurales y sociales. B) Lo moderno cultural (costumbres, valores, gustos artsticos, morales), proceso que se retrasa, en su evolucin, con respecto a las propias innovaciones de la modernidad capitalista. c) El modernidmo, esttico y/o cultural, como ismo, proyecto, intencin explicita (individual o de grupo) que pretende suturar ese desfasaje entre modernidad y cultura moderna que busca expresar esas morales, costumbres y valores tradicionales represores e hipcritas, y denunciar al mismo tiempo las contradicciones y aberraciones del progreso burgus. [] moderno, modernista y modernismo [y no modernidad] competen a clasificaciones dentro de la historia del arte (N. Casullo, p. 17).*Hecha la precisin, lo que hoy me interesa mostrar es una suerte de visualizacin de lo moderno, proponerles algunas formas que tentativamente- pueden corresponderse, a su vez, con un determinado relato respecto de la Modernidad.Como primera imagen representativa de la modernidad me gustara proponer la Leccin de anatoma del Dr. Nicolaes Tulp.La leccin de anatoma del Dr. Nicolaes Tulp es un cuadro del pintor neerlands Rembrandt.Fue pintado en 1632. Se trata de una pintura al leo sobre lienzo, que mide 169,5 centmetros de alto y 216,5 cm de ancho. Se conserva en el Mauritshuis de La Haya (Pases Bajos).El cuadro muestra una leccin de anatoma con un grupo cirujanos impartida por el doctor Nicolaes Tulp. El doctor Nicolaes Tulp est representado explicando la musculatura del brazo a profesionales de la medicina. El cadver es del criminal Aris Kindt (Adriaan Adriaanszoon), de 41 aos, ahorcado ese mismo da por robo a mano armada. Algunos de los espectadores son varios patrones que pagaban comisiones por ser incluidos en la pintura.El evento puede fecharse el 16 de enero de 1632: la cofrada de cirujanos de msterdam, de la que Tulp era el anatomista oficial de la ciudad, permita slo una diseccin pblica al ao, en invierno, para mejor conservacin del cuerpo; y ste tena que ser de un criminal ejecutado. Por ello, las clases de anatoma con diseccin fueron en el siglo XVII actos poco frecuentes y espectaculares, hasta el punto de convertirse en acontecimientos sociales. Tenan lugar en salas de conferencias que eran realmente teatros; en este caso era el Waag, un teatro de anatoma. Podan atender a la leccin estudiantes, colegas y el pblico en general, a cambio del pago de la entrada. Los espectadores estn vestidos de manera adecuada a una ocasin social tan solemne.

*Thomas Browne, hijo de un comerciante de seda, naci en Londres el 19 de octubre de 1605. De su niez se sabe poco, y en sus biografas apenas hay una explicacin del tipo de formacin mdica que recibi despus de su licenciatura en Oxford. nicamente est comprobado que desde los veinticinco hasta los veintiocho aos asisti a las por aquel entonces eminentes academias en ciencias hipocrticas de Montpellier, Padua y Viena, y que finalmente, antes de su regreso a Inglaterra, obtuvo en Leiden el grado de doctor en medicina. En enero de 1632, durante su estancia en Holanda, y por consiguiente en una poca en la que Browne se haba enfrascado ms que nunca en los secretos del cuerpo humano, se practic en el Waagebouw de Amsterdam una autopsia pblica en el cuerpo del maleante de la ciudad, Adriaan Adriaanszoon, alias Aris Kindt, ahorcado pocas horas antes por robo. Pese a no haber documento alguno que lo justifique claramente, es ms que probable que Browne no se hubiera sustrado a la notificacin de la autopsia y que haya presenciado el espectacular acontecimiento preservado por Rembrandt en su retrato del gremio de cirujanos, sobre todo en tanto que la clase de anatoma del doctor Nicolaas Tulp, que se celebraba anualmente en pleno invierno, era del mayor inters no slo para un mdico novicio, sino que tambin era una fecha significativa en el calendario de la sociedad de aquel tiempo, convencida de estar saliendo de la oscuridad a la luz. Sin duda alguna, en el espectculo ofrecido ante un pblico de pago procedente de las clases favorecidas se trataba, por un lado, de una demostracin de un intrpido afn investigador de la ciencia moderna, por otro, no obstante, aunque seguramente esta afirmacin la hubieran rechazado con firmeza, de un ritual arcaico de desmembracin de un ser humano, de la mortificacin de la carne del malhechor hasta ms all de la muerte, que, como antao, segua formando parte del registro de los castigos habituales que se infligan [cf. Vigilar y castigar, Michel Foucault]. El solemne carcter que se infiere de la representacin de Rembrandt del despedazamiento del muerto los cirujanos lucen sus mejores galas, y el doctor Tulp incluso lleva un sombrero en la cabeza as como el hecho de que tras la consumacin del procedimiento se celebr un banquete ceremonioso, simblico en cierto sentido, habla en favor de que en la clase de anatoma de Amsterdam se trataba de algo ms que de un conocimiento ms hondo de los rganos internos del ser humano. Cuando hoy da nos hallamos en el Mauritshuis ante el cuadro de anatoma de Rembrandt, de ms de dos metros por uno y medio, estamos justo en el lugar de aquellos que en el Waagebouw de entonces siguieron el proceso de la diseccin, creyendo ver lo que ellos han visto: el cuerpo verdoso de Aris Kindt tendido en un primer plano, con el cuello partido, el pecho horriblemente abombado hacia fuera y con la rigidez de la muerte. Y sin embargo, es cuestionable que alguien haya visto este cuerpo, ya que el por aquel tiempo nuevo y prspero arte de la anatomizacin estaba no en ltimo lugar al servicio de ocultar el cuerpo culpable. Es significativo que las miradas de los colegas del doctor Tulp no se fijen en este cuerpo como tal, sino que, casi rozndolo, la pasen por alto para dirigirse hacia el atlas abierto de anatoma, en el que la espantosa corporalidad est reducida a un diagrama, a un esquema del ser humano, tal como se imaginaba Rene Descartes, apasionado anatomista aficionado, al parecer tambin presente aquella maana de enero en el Waagebouw. Como es sabido, Descartes, en uno de los captulos principales de la historia de la sumisin, explica que se ha de prescindir de la carne incomprensible y dedicarse a la mquina que ya est esbozada en nuestro interior, a lo que puede entenderse en su totalidad, a aquello que puede aprovecharse ntegramente para el trabajo y, en caso de defecto, puede repararse o desecharse. Al extrao aislamiento del cuerpo expuesto al pblico le corresponde que la muy alabada aproximacin a la realidad del cuadro de Rembrandt resulta no ser ms que aparente cuando se observa con mayor exactitud. Esto es, en contra de toda costumbre, la autopsia que aqu se representa no comienza con la diseccin del abdomen y con la extraccin de las vsceras que ms rpidamente entran en estado de descomposicin, sino (y es posible que tambin esto remita a un acto de penitencia) con la diseccin de la mano que haba incurrido en el delito.Y esta mano tiene una caracterstica peculiar. No slo est desproporcionada de una forma grotesca en comparacin con la que est ms prxima a la persona que ve el cuadro, sino que tambin desde el punto de vista anatmico est a la inversa. Los tendones abiertos que, segn la posicin del pulgar, deberan ser de la palma de la mano izquierda, son los del dorso de la derecha. De modo que se trata de una colocacin puramente educativa, sacada sin ms de un atlas anatmico, a travs de la que el cuadro, si as puede decirse, que por lo dems reproduce con exactitud la vida real, se echa a perder justo en el punto de mayor significado, all donde ya se han hecho los cortes, y se convierte en una construccin fallida. Es casi imposible que Rembrandt se haya equivocado. La ruptura de la composicin me parece an ms premeditada, si cabe. La mano informe es la seal de la violencia que se ha practicado en Aris Kindt. El artista se equipara con l, con la vctima, y no con el gremio que le haba hecho el encargo. El es el nico que no tiene la mirada absorta, cartesiana, es el nico que percibe el cuerpo extinguido, verdoso, ve la sombra en la boca entreabierta y sobre el ojo del muerto.W. G. Sebald, Los anillos de Saturno.Tenemos aqu un indicio claro del auge de la Modernidad: y es que precisamente en el momento en que el ser humano se transforma en el objeto primordial de su cultura, de su orden, de su mundo antropocntrico, es entonces cuando lo propiamente humano es dejado de lado, supeditado al saber acerca de y sobre lo humano que es pasado por alto en pos del supuesto-progreso de la humanidad. Pero hay posiblemente algo ms en juego entre el surgimiento de esta forma propiamente moderna, como es la anatoma, y su vinculo de luces y sombras, tal como lo muestra el claroscuro del que Rembrandt es el maestro absoluto- con la antiguas tcnicas de suplicio y ejecucin. Esta idea queda an ms clara si, a partir de las imgenes de Rembrandt y Andreas Vesalius, pensamos en el trabajo que el filosofo francs Michel Foucault en el ao 1975 dedica precisamente al tratamiento de las antiguas tcnicas de un poder soberano capaz de dar y quitar la vida esto ltimo, por medio del suplicio y el sacrificio- hacia un nuevo poder tipo de dominacin la disciplinaria- encargada en delante de administrar y [re]formar la vida. En El cuerpo de los condenados, primer captulo de su libro Vigilar y castigar, Foucault comienza narrando la siguiente escena: Damiens fue condenado, el 2 de marzo de 1757, a "pblica retractacin ante la puerta principal de la Iglesia de Pars", adonde deba ser "llevado y conducido en una carreta, desnudo, en camisa, con un hacha de cera encendida de dos libras de peso en la mano"; despus, "en dicha carreta, a la plaza de Grve, y sobre un cadalso que all habr sido levantado [debern serle] atenaceadas las tetillas, brazos, muslos y pantorrillas, y su mano derecha, asido en sta el cuchillo con que cometi dicho parricidio,1 quemada con fuego de azufre, y sobre las partes atenaceadas se le verter plomo derretido, aceite hirviendo, pez resina ardiente, cera y azufre fundidos juntamente, y a continuacin, su cuerpo estirado y desmembrado por cuatro caballos y sus miembros y tronco consumidos en el fuego, reducidos a cenizas y sus cenizas arrojadas al viento."Finalmente, se le descuartiz, refiere la Gazette d'Amsterdam. Esta ltima operacin fue muy larga, porque los caballos que se utilizaban no estaban acostumbrados a tirar; de suerte que en lugar de cuatro, hubo que poner seis, y no bastando an esto, fue forzoso para desmembrar los muslos del desdichado, cortarle los nervios y romperle a hachazos las coyunturas. . ."Aseguran que aunque siempre fue un gran maldiciente, no dej escapar blasfemia alguna; tan slo los extremados dolores le hacan proferir horribles gritos y a menudo repeta: 'Dios mo, tened piedad de m; Jess, socorredme.' Todos los espectadores quedaron edificados de la solicitud del prroco de Saint-Paul, que a pesar de su avanzada edad, no dejaba pasar momento alguno sin consolar al paciente.Y el exento Bouton: "Se encendi el azufre, pero el fuego era tan pobre que slo la piel de la parte superior de la mano qued no ms que un poco daada. A continuacin, un ayudante, arremangado por encima de los codos, tom unas tenazas de acero hechas para el caso, largas de un pie y medio aproximadamente, y le atenace primero la pantorrilla de la pierna derecha, despus (12) el muslo, de ah pas a las dos mollas del brazo derecho, y a continuacin a las tetillas. A este oficial, aunque fuerte y robusto, le cost mucho trabajo arrancar los trozos de carne que tomaba con las tenazas dos y tres veces del mismo lado, retorciendo, y lo que sacaba en cada porcin dejaba una llaga del tamao de un escudo de seis libras.Despus de estos atenaceamientos, Damiens, que gritaba mucho aunque sin maldecir, levantaba la cabeza y se miraba. El mismo atenaceador tom con una cuchara de hierro del caldero mezcla hirviendo, la cual verti en abundancia sobre cada llaga. A continuacin, ataron con soguillas las cuerdas destinadas al tiro de los caballos, y despus se amarraron aqullas a cada miembro a lo largo de los muslos, piernas y brazos."El seor Le Bretn, escribano, se acerc repetidas veces al reo para preguntarle si no tena algo que decir. Dijo que no; gritaba como representan a los condenados, que no hay cmo se diga, a cada tormento: 'Perdn, Dios mo! Perdn, Seor.' A pesar de todos los sufrimientos dichos, levantaba de cuando en cuando la cabeza y se miraba valientemente. Las sogas, tan apretadas por los hombres que tiraban de los cabos, le hacan sufrir dolores indecibles. El seor Le Bretn se le volvi a acercar y le pregunt si no quera decir nada; dijo que no. Unos cuantos confesores se acercaron y le hablaron buen rato. Besaba de buena voluntad el crucifijo que le presentaban; tenda los labios y deca siempre: 'Perdn, Seor.'"Los caballos dieron una arremetida, tirando cada uno de un miembro en derechura, sujeto cada caballo por un oficial. Un cuarto de hora despus, vuelta a empezar, y en fin, tras de varios intentos, hubo que hacer tirar a los caballos de esta suerte: los del brazo derecho a la cabeza, y los de los muslos volvindose del lado de los brazos, con lo que se rompieron los brazos por las coyunturas. Estos medio ni esperanza de lograr nada, y le pidi que preguntara a los Seores si no queran que lo hiciera cortar en pedazos. El seor Le Bretn acudi de la ciudad y dio orden de hacer nuevos esfuerzos, lo que se cumpli; pero los caballos se impacientaron, y uno de los que tiraban de los muslos del supliciado cay al suelo. Los confesores volvieron y le hablaron de nuevo. l les deca (yo lo o): 'Bsenme, seores.' Y como el seor cura de Saint-Paul no se decidiera, el seor de Marsilly pas por debajo de la soga del brazo izquierdo y fue a besarlo en la frente. Los verdugos se juntaron yDamiens les deca que no juraran, que desempearan su cometido, que l no los recriminaba; les peda que rogaran a Dios por l, y recomendaba al prroco de Saint-Paul que rezara por l en la primera misa."Despus de dos o tres tentativas, el verdugo Samson y el que lo haba atenaceado sacaron cada uno un cuchillo de la bolsa y cortaron los muslos por su unin con el tronco del cuerpo. Los cuatro caballos, tirando con todas sus fuerzas, se llevaron tras ellos los muslos, a saber: primero el del lado derecho, el otro despus; luego se hizo lo mismo con los brazos y en el sitio de los hombros y axilas y en las cuatro partes. Fue preciso cortar las carnes hasta casi el hueso; los caballos, tirando con todas sus fuerzas, se llevaron el brazo derecho primero, y el otro despus. "Una vez retiradas estas cuatro partes, los confesores bajaron para hablarle; pero su verdugo les dijo que haba muerto, aunque la verdad era que yo vea al hombre agitarse, y la mandbula inferior subir y bajar como si hablara. Uno de los oficiales dijo incluso poco despus que cuando levantaron el tronco del cuerpo para arrojarlo a la hoguera, estaba an vivo. Los cuatro miembros, desatados de las sogas de los caballos, fueron arrojados a una hoguera dispuesta en el recinto en lnea recta del cadalso; luego el tronco y la totalidad fueron en seguida cubiertos de leos y de fajina, y prendido el fuego a la paja mezclada con esta madera."...En cumplimiento de la sentencia, todo qued reducido a cenizas. El ltimo trozo hallado en las brasas no acab de consumirse hasta las diez y media y ms de la noche. Los pedazos de carne y el tronco tardaron unas cuatro horas en quemarse. (Cit. disponible en Michel Foucault Vigilar y Castigar, pp. 11-14)Ahora bien, este relato correspondiente a una ejecucin pblica ocurrida en la mitad del Siglo de las Luces, bien puede ser puesta en relacin no slo con las ilustraciones y el frontispicio de De humani corporis fabrica, publicado en Basilea el ao 1543 o con La leccin de anatoma de Rembrandt del ao 1632, sino que tambin y esto es lo interesante- con la crudeza que ya entrado el siglo XIX- Francisco de Goya muestra por ejemplo en La romera de San Isidro, Saturno devorando a sus hijos, Mujeres viejas, o en sus series de Los desastres de la guerra y Los caprichos.

*Recuerdan Ustedes hacia donde haba emigrado la humanidad en la pelcula de Rydley Scott y por qu? Los seres humanos que an calificaban como tales haban partido como colonizadores hacia Marte, debido a que la Tierra se haba vuelto un lugar hostil e inhabitable luego de la Guerra Mundial Terminal: los humanos que an habitaban la Tierra no eran, entonces, propiamente humanos. Y este es precisamente el por qu de haber visto esta pelcula: lo que est puesto en cuestin en Blade Runner es, dicho de manera concreta, el lmite [mismo] de lo humano.Tenemos entonces que: La emancipacin y secularizacin de la Edad Moderna, que comenz con un desvo, no necesariamente de Dios, sino de un dios que era el Padre de los hombres en el cielo, ha de terminar con un repudio todava ms ominosa de una Tierra que fue la Madre de todas las criaturas vivientes bajo el firmamento?La Tierra es la misma quintaesencia de la condicin humana, y la naturaleza terrena segn lo que sabemos, quiz sea nica en el universo con respecto a proporcionar a los seres humanos un hbitat en el que moverse y respirar sin esfuerzo ni artificio. El artificio humano del mundo separa la existencia humana de toda circunstancia meramente animal, pero la propia vida queda al margen de este mundo artificial y, a travs de ella, el hombre se emparenta con los restantes organismos [14] vivos. Desde hace algn tiempo, los esfuerzos de numerosos cientficos se estn encaminando a producir vida tambin artificial, a cortar el ltimo lazo que sita al hombre entre los hijos de la naturaleza. El mismo deseo de escapar de la prisin de la Tierra se manifiesta en el intento de crear vida en el tubo de ensayo, de mezclar plasma de germen congelado perteneciente a personas de demostrada habilidad con el microscopio a fin de producir seres humanos superiores, y de alterar (su) tamao, aspecto y funcin; y sospecho que dicho deseo de escapar de la condicin humana subraya tambin la esperanza de prolongar la vida humana ms all del lmite de los cien aos.Este hombre futuro -que los cientficos fabricarn antes de un siglo, segn afirman- parece estar posedo por una rebelin contra la existencia humana tal como se nos ha dado, gratuito don que no procede de ninguna parte (materialmente hablando), que desea cambiar, por decirlo as, por algo hecho por l mismo. No hay razn para dudar de nuestra capacidad para lograr tal cambio, de la misma manera que tampoco existe para poner en duda nuestra actual capacidad de destruir toda la vida orgnica de la Tierra. La nica cuestin que se plantea es si queremos o no emplear nuestros conocimientos cientficos y tcnicos en este sentido, y tal cuestin no puede decidirse por medios cientficos; se trata de un problema poltico de primer orden y, por lo tanto, no cabe dejarlo a la decisin de los cientficos o polticos profesionales (Arendt, Prologo, pp. 14-15).*Philip K. Dick: Suean los androides con ovejas elctricas ao?CAPTULO I: El aire gris de la maana, lleno de partculas radiactivas que oscurecan el sol, ofenda su olfato. Aspir involuntariamente la corrupcin de la muerte. Bueno, eso era una descripcin algo excesiva, observ mientras se diriga hacia el sector particular de csped que posea juntamente con el inmenso apartamento situado ms abajo. La herencia de la Guerra Mundial Terminal haba disminuido su poder. Los que no pudieron sobrevivir al polvo haban sido olvidados aos antes; entonces el polvo, ya ms dbil y con sobrevivientes ms fuertes, slo poda alterar la mente y la capacidad gentica. A pesar de su protector genital de plomo, era indudable que el polvo se filtraba y traa cada da mientras no emigrara su pequea carga de inmundicia. Hasta ah, los exmenes mdicos mensuales confirmaban su normalidad: poda procrear dentro de los mrgenes de tolerancia que la ley estableca. Pero cualquier mes el examen de los mdicos del Departamento de Polica de San Francisco poda dictaminar lo contrario. Continuamente el polvo omnipresente converta a los normales en especiales. Esa basura del correo oficial, los psters y los anuncios de televisin vociferaban: Emigra o degenera! Elige!. Era verdad, pens Rick mientras abra la puerta de su minscula dehesa y se acercaba a su oveja elctrica. Pero no puedo emigrar se dijo, a causa de mi trabajo.

El protagonista tanto de la novela y de la pelcula, el caza recompensas o Blade Runner- Rick Deckard, cuya tarea consiste en retirar [no matar, ntese] de circulacin a los androides rebeldes. Se trata de 6 andros modelo Nexus-6 son androides con caractersticas muy especiales, casi humanas lo que hace muy difcil llegar a identificarlos con total o, diramos, cientfica-certeza.CAPTULO I: Pero le tendrn en menos. No todos; algunos. Usted sabe cmo piensa la gente de quien no cuida un animal; consideran que eso es inmoral y antiemptico. Quiero decir, tcnicamente. No es un crimen, como despus de la G.M.T. Pero el sentimiento perdura.CAPTULO II: Haba sido una guerra costosa, a pesar de las valientes predicciones del Pentgono y de su presumida criada cientfica, la Rand Corporation, que en efecto haba tenido su sede cerca de ese lugar. Como los propietarios de los edificios, la corporacin se haba marchado, evidentemente para siempre. Nadie extraaba su ausencia.Adems, nadie recordaba hoy por qu haba estallado la guerra, ni quin si alguien haba ganado. El polvo que haba contaminado la mayor parte de la superficie del planeta no se haba originado en ningn pas particular, y nadie lo haba previsto, ni siquiera el enemigo durante la guerra. Primero haban muerto era extrao los bhos. Eso haba parecido entonces casi divertido: esas aves gruesas, plumosas, blancas, cadas en los parques y las calles... Como no aparecan antes del crepsculo, y as haba ocurrido cuando vivan, los bhos pasaron inadvertidos. Del mismo modo se manifestaron las plagas medievales. Muchas ratas muertas. Sin embargo, esa plaga haba descendido desde lo alto.Y despus de los bhos, por supuesto, todas las dems aves; pero para entonces el misterio ya haba sido comprendido. Antes de la guerra haba un pequeo programa de colonizacin; ahora que el sol haba dejado de brillar sobre la Tierra, la colonizacin entraba en una nueva fase. Y en relacin con ella, un arma de guerra se modific: el Luchador Sinttico por la Libertad. El robot humanoide o, expresado con propiedad, el androide orgnico, capaz de funcionar en un mundo extrao, se convirti en la mquina esencial del programa de colonizacin. Segn las leyes de la ONU todo emigrante deba recibir un androide civil a su eleccin; y en 1990 la variedad de androides civiles exceda todo lo imaginable, como haba ocurrido con los coches americanos en la dcada de 1960.se haba sido el incentivo bsico de la emigracin. El androide era la zanahoria, y la lluvia radiactiva el ltigo. La ONU hizo que emigrar fuera fcil, y difcil cuando no imposible quedarse. Permanecer en la Tierra significaba la posibilidad de ser clasificado en cualquier momento como biolgicamente inaceptable, una amenaza contra la herencia prstina de la estirpe humana. Una vez calificado especial, un ciudadano quedaba, aunque aceptara la esterilizacin, al margen de la historia. Cesaba de pertenecer a la humanidad. Y sin embargo, aqu y all haba personas que se negaban a emigrar: eso constitua una irracionalidad sorprendente incluso para los propios interesados. Lgicamente, todos los normales tenan que haber emigrado ya. Quizs, a pesar de su deformacin, la Tierra segua siendo familiar e interesante. O quiz quienes permanecan imaginaban que la nube de polvo terminara por caer. De todos modos, miles de personas se haban quedado, agrupadas en su mayora en zonas urbanas donde podan verse fsicamente, y animarse mutuamente con su presencia. stos parecan relativamente cuerdos; pero adems una dudosa adicin haba en los suburbios, prcticamente abandonados, seres ocasionales y peculiares.CAPTULO II: Y en la Tierra, seora Klugman, anteriormente, no tema ser clasificada como..., como especial?Mi marido y yo nos moramos de miedo. Y por supuesto, una vez que emigramos ese temor desapareci, afortunadamente para siempre.John Isidore pens con amargura: Y tambin para m, sin necesidad de emigrar. Era un especial desde el ao anterior, y no slo por sus genes afectados. No haba logrado aprobar el test de facultades mentales mnimas, lo que haca de l, segn la expresin corriente, un cabeza de chorlito. Tres planetas lo menospreciaban, pero l sobreviva a pesar de todo. Tena un trabajo: conduca el camin de una empresa de reparacin de animales de imitacin, el Hospital de Animales Van Ness, cuyo jefe, el gtico y sombro Hannibal Sloat, lo aceptaba como un ser humano, cosa que l apreciaba. Mors certa, vita incerta, sola decir el seor Sloat. Isidore, que haba odo muchas veces la expresin, apenas tena una oscura nocin de su significado. Despus de todo si un cabeza de chorlito pudiera aprender latn dejara de serlo. El seor Sloat reconoci la verdad de este aserto cuando lo escuch. Y haba cabezas de chorlito infinitamente ms tontos que Isidore, incapaces de trabajar, recluidos en lugares que reciban el extrao nombre de Institutos de Oficios Especiales de Amrica, donde, como era habitual, se deslizaba de algn modo la palabra especial.CAPTULO II: Quiz fuera mejor encender de nuevo el televisor. Pero los anuncios, dirigidos a los normales que quedaban, lo asustaban. Le decan en una interminable procesin de maneras que l, un especial, era indeseable. No serva. No poda emigrar aunque lo deseara. Entonces, para qu escucharlos? se deca irritado. Al diablo con ellos y con su colonizacin... Espero que all tambin haya una guerra despus de todo era tericamente posible y que todo termine como en la Tierra. Y que los emigrantes se conviertan en especiales.CAPTULO III: Todava quiere Harry que retiren del mercado la unidad cerebral Nexus-6? No le extraaba; desde la presentacin de sus caractersticas y estudios de rendimiento en agosto de 1991, la mayora de las agencias policiales que se ocupaban de androides fugados estaba protestando. La polica sovitica no puede hacer ms que nosotros dijo; legalmente, los fabricantes del Nexus-6 estaban amparados por las disposiciones coloniales, puesto que su casa matriz estaba en Marte. Mejor sera aceptar la nueva unidad como un hecho consumado. Siempre ha ocurrido lo mismo con cada unidad cerebral mejorada. Recuerdo los aullidos de sufrimiento cuando la gente de Sudermann present el viejo T-14 en el 89. Todas las policas del hemisferio occidental grueron que ningn test poda detectar su presencia en caso de entrada ilegal. Y en verdad durante un tiempo fue as. Ms de cincuenta androides T-14, segn recordaba, haban conseguido llegar a la Tierra de una u otra manera, sin ser detectados durante un ao entero, en algunos casos. Pero luego el Instituto Pavlov, de la Unin Sovitica, cre un test de empata de Voigt; y ningn androide T-14, por lo que se saba, haba logrado burlarlo.CAPTULO III: Un momento de lectura justific la afirmacin de la seorita Marsten: el Nexus-6 posea efectivamente los dos trillones de elementos, as como la posibilidad de optar entre diez millones de combinaciones de actividad cerebral. En 45 centsimas de segundo un androide equipado con esa estructura cerebral poda asumir una cualquiera entre catorce actitudes de reaccin. En otras palabras, los androides con la nueva unidad cerebral Nexus-6 desde un punto de vista pragmtico y nada disparatado sobrepasaban a una considerable porcin de la humanidad, aunque fueran los del nivel inferior. Para bien o para mal. En algunos casos los criados superaban a los amos. []Se haba preguntado, como casi todos en un momento u otro, por qu precisamente los androides se agitaban impotentes al afrontar el test de medida de la empata. Era obvio que la empata slo se encontraba en la comunidad humana, en tanto que se poda hallar cierto grado de inteligencia en todas las especies, hasta en los arcnidos. Probablemente la facultad emptica exiga un instinto de grupo sin cortapisas. A un organismo solitario, como una araa, de nada poda servirle. Incluso poda limitar su capacidad de supervivencia, al tornarla consciente del deseo de vivir de su presa. Y en ese caso, todos los animales de presa, incluso los mamferos muy desarrollados, como los gatos, moriran de hambre. CAPTULO IV: Un da, hace unas semanas, habl con Dave de eso. l pensaba lo mismo. Yo haba recibido un memorndum de la polica sovitica, la WPO, que ha circulado en la Tierra y en las colonias. Un grupo de psiquiatras de Leningrado pidi a la WPO que aplicara el mtodo de perfil de la personalidad ms moderno y preciso para determinar la presencia de un androide, o sea la escala de Voigt-Kampff, a un grupo cuidadosamente seleccionado de pacientes humanos, esquizoides y esquizofrnicos. Especialmente aquellos que revelan lo que se denomina un achatamiento del afecto. Seguramente habr odo hablar de eso...Es lo que mide la escala, especficamente dijo Rick.Entonces, sabe por qu estn preocupados.El problema ha existido siempre. Desde que por primera vez encontramos androides que se hacan pasar por humanos. Usted conoce el consenso de la opinin policial por el artculo de Lurie Kampff, escrito hace ocho aos: El bloqueo de la asuncin de roles en el esquizofrnico no deteriorado. Kampff distingua entre la facultad emptica disminuida del enfermo mental humano y la superficialmente similar, pero...Los psiquiatras de Leningrado interrumpi Bryant creen que una pequea proporcin de seres humanos no podra pasar la prueba de Voigt-Kampff. Si los sometiera usted al test en el curso de una tarea policial, quedaran clasificados como robots humanoides. Ms tarde se descubrira el error, pero ya estaran muertos call, en espera de la respuesta de Rick.Pero esas personas deberan estar en...En instituciones continu Bryant. No podran moverse en el mundo exterior, y ciertamente se advertira que son psicticos graves. Salvo si su enfermedad se hubiera manifestado reciente y bruscamente, y nadie la hubiera observado todava. Esto podra ocurrir.Una vez en un milln objet Rick. Pero haba comprendido.Lo que le preocupa a Dave dijo Bryant es este aspecto del tipo avanzado Nexus-6. La organizacin Rosen nos haba asegurado, como usted sabe, que era posible distinguir un Nexus-6 con el test corriente del perfil. Les cremos. Pero ahora debemos establecerlo por nuestra cuenta, como yo me imaginaba. Y eso es lo que har usted en Seattle. Ya comprende que esto puede salir mal de las dos maneras: si no es posible catalogar a todos los robots humanoides, no tenemos un instrumento de anlisis confiable y jams descubriremos a los que ya se han escapado. Y si clasifica como androide a un sujeto humano... Sera lamentable Bryant lo mir con frialdad, aunque nadie, y ciertamente tampoco la Rosen Association, publicara la noticia. En realidad, podemos permanecer inmviles por tiempo indefinido, aunque ser necesario informar a la WPO, que a su vez avisar a Leningrado. Llegar un momento en que la cosa haga explosin, pero para entonces quizs hayamos desarrollado un test mejor cogi el videfono. Partir ahora mismo? Utilice un coche del departamento y el combustible de nuestros surtidores.CAPTULO VI: Aparte de mi piso, este edificio est completamente kippelizado.Kippelizado? Ella no entenda.Kippel son los objetos intiles, las cartas de propaganda, las cajas de cerillas despus de que se ha gastado la ltima, el envoltorio del peridico del da anterior. Cuando no hay gente, el kippel se reproduce. Por ejemplo, si se va usted a la cama y deja un poco de kippel en la casa, cuando se despierta a la maana siguiente hay dos veces ms. Cada vez hay ms.Comprendo. La chica lo miraba con duda, no saba si creer o no, ni siquiera si l hablaba en serio.sa es la primera Ley de Kippel dijo l. El kippel expulsa al no-kippel. Como la ley de Gresham acerca de la mala moneda. Y en estos apartamentos no hay nadie para compartir el kippel.[] Nadie puede vencer al kippel continu, salvo, quizs, de forma temporal y en un punto determinado, como mi apartamento, donde he logrado una especie de equilibrio entre kippel y no-kippel, al menos por ahora. Pero algn da me ir, o morir, y entonces el kippel volver a dominarlo todo. Todo el universo avanza hacia una fase final de absoluta kippelizacin. CAPTULO XI: Cul es el fundamento del test de Voigt-Kampff, seor Deckard?La respuesta emptica en varias situaciones sociales. En su mayora relacionadas con animales.

Mientras tales posibilidades quiz sean an de un futuro lejano, los primeros efectos de los triunfos singulares de la ciencia se han dejado sentir en una crisis dentro de las propias ciencias naturales. La dificultad reside en el hecho de que las verdades del moderno mundo cientfico, si bien pueden demostrarse en frmulas matemticas y comprobarse tecnolgicamente, ya no se prestan a la normal expresin del discurso y del pensamiento. En cuanto estas verdades se expresen conceptual y coherentemente, las exposiciones resultantes sern quiz no tan sin sentido como "crculo triangular", pero mucho ms que un "len alado" (Erwin Schrodinger). Todava no sabemos si sta es una situacin final. Pero pudiera ser que nosotros, criaturas atadas a la Tierra que hemos comenzado a actuar como si [15] furamos habitantes del universo, seamos incapaces de entender, esto es, de pensar y hablar sobre las cosas que, no obstante, podemos hacer. En este caso, sera como si nuestro cerebro, que constituye la condicin fsica, material, de nuestros pensamientos, no pudiera seguir lo que realizamos, y en adelante necesitramos mquinas artificiales para elaborar nuestro pensamiento y habla. Si sucediera que conocimiento (en el moderno sentido de know-how) y pensamiento se separasen definitivamente, nos convertiramos en impotentes esclavos no tanto de nuestras mquinas como de nuestros know-how, irreflexivas criaturas a merced de cualquier artefacto tcnicamente posible, por muy mortfero que fuera. Sin embargo, incluso dejando de lado estas ltimas y an inciertas consecuencias, la situacin creada por las ciencias es de gran significacin poltica. Dondequiera que est en peligro lo propio del discurso, la cuestin se politiza, ya que es precisamente el discurso lo que hace del hombre un ser nico. Si siguiramos el consejo, con el que nos apremian tan a menudo, de ajustar nuestras actitudes culturales al presente estado del desarrollo cientfico, adoptaramos con toda seriedad una forma de vida en la que el discurso dejara de tener significado, ya que las ciencias de hoy da han obligado a adoptar un lenguaje de smbolos matemticos que, si bien en un principio eran slo abreviaturas de las expresiones habladas, ahora contiene otras expresiones que resulta imposible traducir a discurso. La razn por la que puede ser prudente desconfiar del juicio poltico de los cientficos qua cientficos no es fundamentalmente su falta de carcter -que no se negaran a desarrollar armas atmicas- o su ingenuidad -que no entendieran que una vez desarrolladas dichas armas seran los ltimos en ser consultados sobre su empleo, sino concretamente el hecho de que se mueven en un mundo donde el discurso ha perdido su poder. Y cualquier cosa que el hombre haga, sepa o experimente slo tiene sentido en el grado en que pueda expresarlo. Tal vez haya verdades ms all del discurso, y tal vez sean de gran importancia para el hombre en singular, es decir, para el hombre en cuanto no sea un ser poltico, pero los hombres en plural, o sea, los que viven, se mueven y actan en este mundo, slo [16] experimentan el significado debido a que se hablan y se sienten unos a otros a s mismos. (pp. 14-17)Nos enfrentamos con la perspectiva de una sociedad de trabajadores sin trabajo, es decir, sin la nica actividad que les queda. Est claro que nada podra ser peor. (p. 17)Lo que propongo en los captulos siguientes es una reconsideracin de la condicin humana desde el ventajoso punto de vista de nuestros ms recientes temores y experiencias. Evidentemente, es una materia digna de meditacin, y la falta de meditacin -la imprudencia o desesperada confusin o complaciente repeticin de verdades que se han convertido en triviales y vacas- me parece una de las sobresalientes caractersticas de nuestro tiempo. Por lo tanto, lo que propongo es muy sencillo: nada ms que pensar en lo que hacemos.En efecto, lo que hacemos es el tema central del presente libro. Se refiere slo a las ms elementales articulaciones de la condicin humana, con esas actividades que tradicionalmente, as como segn la opinin corriente, se encuentran al alcance de todo ser humano. Por sta y otras razones, la ms elevada y quiz ms pura actividad de la que es capaz el hombre, la de pensar, se omite en las presentes consideraciones. As, pues, y de manera sistemtica, el libro se limita a una discusin sobre labor, trabajo y accin, que constituye sus tres captulos centrales. Histricamente, trato en el ltimo captulo de la poca Moderna y, a lo largo del libro, de las varias constelaciones dentro de la jerarqua de actividades tal como las conocemos desde la historia occidental.No obstante, la Edad Moderna no es lo mismo que el Mundo Moderno. Cientficamente, la Edad Moderna que comenz en el siglo XVII termin al comienzo del XX; polticamente, el Mundo Moderno, en el que hoy da vivimos, naci con las primeras explosiones atmicas. No discuto este Mundo Moderno, contra cuya condicin contempornea he escrito el presente libro. Me limito, por un lado, al anlisis de esas generales capacidades humanas que surgen de la condicin del hombre y que son permanentes, es decir, que irremediablemente no pueden perderse mientras no sea cambiada la condicin humana. (p. 18)

*EL HOMBRE Y LOS ANIMALES. LA SOLEDAD DEL DEMIURGOCoetzee, Steiner, Berger. *Notas de lectura de la Introduccin de Manuel Cruz a La condicin humana de Hannah Arendt, ed. Paids, Bs. As. 2011.El crculo se va estrechando: masas impotentes porque una de las consecuencias del aislamientos es la incapacidad para actuar (se acta entre y con los dems) y la falta de poder (el poder persiste mientras los hombres actan en comn; desaparece cuando se dispersan, ha escrito arendtianamente Paul Ricoeur)- afirmando sin restricciones que todo es posible, masas incapaces de proponerse objetivos obtenibles afirmando que el mundo est en sus manos. La conclusin de Arendt ya no es un juicio de intenciones: El totalitarismo busca, no la dominacin desptica sobre los hombres, sino un sistema en el que los hombres sean superfluos.Es por todo ello por lo que no incurre en el error, tranquilizador en el fondo, de considerar el nazismo y a los nazis, por extensin [V] como una patologa de la historia. (pp. V-VI)Ese hombre del montn [escribe Cruz, refirindose a la reflexin de Arendt sobre Eichmann] es una hombre de la masa, y la caracterstica principal del hombre-masa no es la brutalidad y el atraso, sino su aislamiento y su falta de relaciones sociales. Las mismas categoras autorizan a Hannah Arendt a aquella otra afirmacin, tal vez ms concluyente: el padre de familia, escribir, es el gran criminal del siglo. (p. VI)Si es esto un hombreVosotros que vivs segurosen vuestras tibias casas,Vosotros que encontris al volver a la nochela comida caliente y los rostros amigos:Considerad si esto es un hombreque trabaja dentro del fangoque no conoce la pazque lucha por medio panque muere por un s o por un no.Considerad si sta es una mujer,sin cabellos y sin nombresin la fuerza ya para recordarvacos sus ojos y fro el vientrecomo una rana de invierno.Meditad que esto ha sucedido:les ordeno estas palabras.Esclpanlas en vuestros corazones estando en casa, caminando por la calleacostndose, levantndose; reptanselas a sus hijos.O se les destruya la casala enfermedad los impida,vuestros hijos les den vuelta la cara. Primo Levi escribi este apndice en 1976 para una edicin de Si esto es un hombre especial para las escuelas (Primo Levi, Entrevista a s mismo, ed. Leviatn, Bs. As. 2005, p. 17) [] sus tesis [es decir, las de Arendt], que se entienden mejor conectndolas con una idea, de raz aristotlica, tangencialmente mencionada: la institucionalizacin de la libertad pblica no debe quedar lastrada por los conflictos del trabajo social, y las cuestiones polticas no deben mezclarse con las cuestiones socioeconmicas. Es este mismo convencimiento el que opera a la hora de reflexionar sobre el poder. (Cruz, Manuel: p. VI)*Notas de lectura al Prlogo de Gabriel Giorgi y Fermn Rodriguez (comp.) a Ensayos sobre biopoltica. Excesos de vida. Bs. As., ed. Paids, 2009) Esa vida sin cualidades que Agamben identifica con la instancia en que la distincin entre bios y zo, entre vida polticamente cualificada y vida desnuda, se torna pura ambivalencia, al punto de que la excepcin desborda la regla que la produce (p. 26) Se trata de explorar y experimentar el lmite y la ambivalencia lo que Agamben llama la zona de indistincin- entre ser vivo y ser hablante, entre phon y logos, entre lo inhumano y lo humano: es esa ambivalencia lo que la litratura (especialmente, en Agamben, el testimonio) le opone al biopoder y a su sueo poltico trazar, sobre el cuerpo humano, la separacin absoluta entre la mera vida y la vida humana. (p. 27)Muchas de las bsquedas literarias de la modernidad tienen lugar, por as decirlo, sobre ese lmite inestable en el que cuerpos y palabras, ser viviente y ser hablante, el animal y el hombre se cruzan en su heterogeneidad a partir de su relacin con esa vida que, paradjicamente, los constituye al mismo tiempo que los desfigura y los arroja a lo virtual As, es dimensin de lo vivo que la modernidad poltica incorpora para normalizar, para optimizar y controlar, es tambin uno de los problemas claves del arte y la literatura moderna en su exploracin de los lmites del lenguaje. De Sade a Fraknkenstein, de Kafka a Clarice Lispector, Roberto Arlt a Osvaldo Lamborghini, los experimentos ms radicales de la modernidad literaria no son sino el reencuentro, por medio de un lenguaje llevado ms all de sus posibilidades representativas, con esa vida desconocida que va ms all de los lmites de un cuerpo y que muestra sus lneas de mutacin en el umbra de su virtualidad. (pp. 28-29)A lo que apuntamos es a pensar la relacin poltica (y por lo tanto disruptiva, crtica) entre vida humana y vida, los modos por los cuales lo meramente biolgico el ser viviente de lo humano- se constituye en instancia de reinvencin y de experimentacin, de subjetivacin y de creacin de nuevas formas de vida (p. 29))Los cuerpos reducidos a mera supervivencia en los campos de concentracin, los presos de la nueva violencia imperial, los inmigrantes ilegales de las metrpolis globales, los desempleados vueltos puro residuo del orden neoliberal la nocin de vida desnuda de Agamben se puede leer en el espacio de esta vacilacin de fondo de la que habla Esposito. [Biopoder y biopoltica refieren, para usar la frmula de Esposito, a un poder sobre la vida o un poder de la vida? (p. 329] Agamben se refiere con ella a ese residuo ni humano ni animal que es objeto de exposicin ltima a la violencia soberana, y en el que, oscuramente, nos reconocemos en tanto sujetos y cuerpos polticamente inscriptos. [] Para Agamben, en efecto, la excepcin de la vida desnuda, su irrupcin dislocadora en el orden social, su desorganizacin de toda topologa del orden el confinamiento, a la vez perpetuo y cambiante, de las diferentes amenazas biopolticas-, el mismo exceso de violencia que suscita su emergencia, pone en crisis las ecuaciones entre ley/excepcin, norma/anomia, bios/zo, en las que se funda el orden soberano moderno y sus jerarquas. (pp. 32-33) [El biopoder] Se trata de un poder paradjico que singulariza la experiencia de lo viviente y aparta al ser vivo de los espacios reglamentados de la normalidad. (p. 34) *Notas de lectura: Foucault, Michel: Defender la sociedad. Curso en el Collge de France (1975-1976). Ttulo original: Il faut dfendre la socit. Cours au Collge de France, 1976. Traduccin de Horacio Pons, FCE, Bs. As. 2000.De la Advertencia redactada por Franois Ewald y Alessandro Fontana como presentacin al texto del Seminario.

Michel Foucault ense en el Collge de France desde enero de 1971 hasta su muerte, en junio de 1984, con la excepcin de 1977, cuando disfrut de un ao sabtico. El ttulo de su ctedra era Historia de los sistemas de pensamiento. Esta ctedra fue creada el 30 de noviembre de 1969, segn una propuesta de Jules Vuillemin, por la asamblea general de los profesores del Collge de France, en reemplazo de la ctedra de Historia del pensamiento filosfico, que ocup hasta su muerte Jean Hyppolite. El 12 de abril de 1970, la misma asamblea eligi a Michel Foucault como titular de la nueva ctedra.* Tena entonces 43 aos.Michel Foucault dict la leccin inaugural el 2 de diciembre de 1970.** (p. 7)* Nota 1: Foucault haba concluido con esta frmula un opsculo redactado en apoyo de su candidatura: Habra que emprender la historia de los sistemas de pensamiento (Titres et travaux, en Dits et crits, 1954-1988, editado por D. Defert y F. Ewald, con la colaboracin de J. Lagrange, Paris, Gallimard,. 1994, vol. 1, p. 846).** Nota 2: Sera publicada en mayo de 1971 por la editorial Gallimard, con el ttulo de LOrdre du discours [traduccin castellana: El orden del discurso, Barcelona, Tusquets, 1987]. Es por eso que los cursos del Collge de France no duplican los libros publicados. No son su esbozo, aunque haya temas que puedan ser comunes entre unos y otros. Tienen su propio status. Competen a un rgimen discursivo especfico en el conjunto de los actos filosficos efectuados por Michel Foucault. En ellos, ste despliega muy en particular el programa de una genealoga de las relaciones saber/poder en funcin del cual, a partir de principios de la dcada del setenta, pensar su trabajo, en oposicin al de una arqueologa de las formaciones discursivas que hasta entonces haba dominado. (p. 9)