textiles de las culturas muisca y guane
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Título: Textiles de las culturas Muisca y Guane. Autor: Tavera de Téllez, Gladys; Urbina Caicedo, Carmen. Responsabilidad: Gladys Tavera de Tréllez, Número de clasificación: 746.982/T233t Lugar de publicación: Quito Editorial: Universidad de los Andes [CO] : IADAP Fecha de publicación: 1994TRANSCRIPT
T E X T I L E S
GLADYS TAVERA DE TELLEZ
CARMEN URBINA CAYCEDO
MUISCASY GUANES
UNIVERSIDAD DE LOS ANDES
INSTITUTO ANDINO DE ARTES POPULARES DEL CONVENIO ANDRES BELLO - IADAP
J U S T I F I C A C I Ó N
El Instituto Andino de Artes Populares del Convenio Andrés Bello, al tenor del Convenio de Cooperación Editorial suscrito con la Carrera de Textiles y Artes Plásticas de la Universidad de los Andes de Colombia, da comienzo a la serie divulgativa sobre "textiles precolombinos".
Esta entrega, que es el resultado de una exigente investigación, corresponde a "TEXTILES DE LAS CULTURAS MUISCA Y GUANE"; trabajo realizado por Gladys Ta ve ra de Tellez y Carmen Urbina Caycedo, cuya finalidad es la de difundir los valores tradicionales del arte popular, y, asegurar su proyección en la cultura nacional y regional; así como el de contribuir a que el IADAP vaya consolidando su fondo documental especializado, en beneficio de la integración y el desarrollo cultural de nuestros pueblos.
COLECCIÓN "Textiles"
TEXTILES DE LAS CULTURAS MUISCA Y GUANE Investigación de Gladys Tavera de Tellez, y
Carmen Urbina Caycedo
ISBN-9968-60-018-3
Editorial © IADAP Diego de Atienza y Av. América Telfs : 553684 - 554908 Fax : 593.2.563096 Apartados postales: 17-07-9184 / 17-01-555 Quito - Ecuador
Derechos reservados conforme a la ley primera edición, marzo 1994,1500 ejemplares
DIRECTOR EJECUTIVO Eugenio Cabrera Merchán DIRECTORA DE LA CARRERA DE TEXTILES Y ARTES PLÁSTICAS DE LA UNIVERSIDAD DE LOS ANDES María Teresa Guerrero COORDINADOR DIFUSIÓN Jorge Izquierdo Pinos DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN Difusión IADAP
Universidad de los Andes ¡MPRESION Washington Padilla
AGRADECIMIENTOS
Quisiéramos agradecer de forma muy especial a María Teresa Guerrero, Directora del Departamento de Textiles y Artes de la Universidad de Los Andes, por su apoyo para la realización de este t rabajo.
También al antropólogo Alvaro Chaves Mendoza por su colaboración inest imable.
Igualmente al Doctor Mario Acevedo Díaz y a la Señorita Lucila González Aranda, del Museo Casa de Bolívar de Bucaramanga, por habernos prestado la colección completa de textiles Guane para su estudio.
A los Museos del Oro y Nacional por dejamos ver los textiles Muisca y Guane de sus colecciones.
A Ana María Urbina Caycedo y a Constanza Téllez Tavera por su valiosa ayuda en la corrección y diagramación de este trabajo.
El mater.al gráfico representado por las fotografías fue realizado por los fotógrafos Germán Ramírez, Víctor Manuel Rodríguez y Eduardo Otero.
3
PRESENTACIÓN
La intención que proyecta toda investigación en cualquier disciplina es la de lograr de hecho su difusión a través de todos los medios posibles, ya sean escritos, verbales, o de todos aquellos que colaboren para darle el alcance y la proyección requerida" d e n t r o del círculo de los interesados.
Con el crecimiento y desarrollo de la enseñanza del tejido y sus áreas afines, varios profesores de los Programas de Textiles y Artes Plásticas de la Universidad de los Andes de Bogotá, adelantaron investigaciones durante el año de 1991 dentro de una gran convicción, tratando temas del campo textil y en especial, de grupos étnicos de algunas de las muchas regiones de Colombia.
Colombia, como muchos países latinoamericanos, posee una gran riqueza y variedad de razas y -por su misma naturaleza topográfica-ha luchado por conservar sus características, lo cual permite deducir que la divulgación de su legado cultural se hace cada día más apremiante.
La existencia de los grupos étnicos en nuestro continente, así como la preservación de sus manifestaciones, su"modus vivendi", sus costumbres, creencias y actividades desde épocas remotas, han motivado el estudio continuo por parte de investigadores de diversas áreas del conocimiento.
Con la aparición de la formación del tejido como disciplina profesional dentro de las universidades, la aplicación, de ese legado se ha convertido en un problema primordial en la enseñanza y por ende, en fuente de investigación y estudio de nuestro sentir ancestral. A ello hay que agregar que el movimiento textil se alimenta en esencia de! pasado: de un pasado que se remonta a la etapa anterior al descubrimiento y de un pasado que proviene también de los desplazamientos o de las mezclas y fusiones de los siglos posteriores. Se trata en efecto, de un pasado que cobra actualidad y vigencia, no sólo para el investigador o el historiador, sino para el artista que está en búsqueda de nuevos formas y medios de expresión.
Es verdad, que los valores que poseen los grupos étnicos nos llevan a revaluar su presencia, a contemplarlos como dignos exponentes de la inmensa variedad de etnias, a admirar y a aprender de su constante aporte a la riqueza existente del país. A partir de una serie de l ineamentos prior i tar ios, se llevaron a cabo las diversas interpretaciones en campos que atañen al patrimonio vivo de los grupos étnicos y campesinos del textil, así como al análisis de la influencia de fuerzas externas del comportamiento humano y a su respuesta en la estética.
Por tratarse de dos programas innovadores y complementarios entre sí en la formación de los estudiantes, los Programas de Textiles y Artes Plásticas conjugan la labor de profesores con gran interés por buscar nuevos caminos de indagación, que brinden una dinámica de acción propia y una orientación "sui géneris" en las distintas áreas del proceso creativo. Al desarrollar nuevas propuestas orientadoras, se motiva al estudiante hacia un desarrollo profesional acorde con los tiempos actuales y con una gran proyección para su labor creativa en el futuro.
La amplitud de conocimientos en la formación universitaria, está fundamentada en la libertad de criterios y en la posibilidad de entender que la docencia -en continua interacción con la investigación- entra en un plano superior del entendimiento, que lleva al afianzamiento de una actitud reflexiva y al fortalecimiento de un espíritu crítico esencial para la actividad creat iva. Combinando esta visión integradora, podemos contar con la forrttación de un material humano de gran valor para el futuro en el carrfpé textil y en las artes plásticas.
Al incursionar en la indagación del patrimonio vivo textil', se plantea la importancia de levantar las fuentes acerca de las formas, los mitos y las costumbres de los indígenas, pues es el textil una actividad esencial, alrededor de la cual se concentra la actividad cotidiana de los indígenas, que nos permite aproximarnos al conocimiento de su cultura y nos impulsa a ayudar, rescatar y preservar el valioso aporte en cuanto al uso de materiales, técnicas y diseños, que corren el riesgo de desaparecer por el desconocimiento de su verdadero valor como legado para la humanidad.
El escaso material existente -tanto a nivel teórico, como en lo relacionado a los objetos en sí mismos- ha llevado a la realización de trabajos de campo y de detalladas investigaciones que recopilan la valiosa información obtenida.
El levantamiento histórico de temas que hasta el momento no han sido tratados -o que han tenido un desarrollo escaso en nuestro medio- es uno de los objetivos prioritarios para que esta serie de publicaciones adquieran una gran dimensión, que sobrepasa el interés inmediato que posee para los especialistas en los campos tratados. Una de nuestras principales intenciones es la de ampliar el grupo de personas interesadas en conocer y profundizar en los diversos temas que aquí se manejan, con el fin de iniciar una verdadera interacción, un fructífero intercambio de ideas y conceptos, que nos lleven a compartir los conocimientos adquiridos en este proceso, así como el dinamismo que ha generado en nosotros la actividad investigativa.
Nuestro más cordial agradecimiento a Eugenio Cabrera Merchán, Director Ejecutivo del Instituto Andino de Artes Populares del Convenio Andrés Bello de Quito, cuyo entendimiento y comprensión han hecho posible la recopilación de estas investigaciones para su publicación. Esperamos que nuestra idea sea recibida con el entusiasmo propio de los que creen que en nuestro medio es posible aportar nuevos conocimientos a través de una actitud positiva y de un verdadero interés por construir, valorando ei trabajo de nuestros creadores.
Esta serie, que se inicia con las siguientes investigaciones: Objetos textiles del departamento del Chocó de Marta Bustos; Ob je tos textiles guambíanos de Marcela Camelo; Textiles muisca y guane de Gladys Tavera de Téllez y Carmen Urbina;/Textiles de la Sierra Nevada de Santa Marta: recopilación bibliográfica de Juana Rey, es el producto de una labor de investigación teórica y de campo, que se convierte en una prueba fehaciente de las innumerables posibilidades que la disciplina del campo textil puede llegar a desarrollar como área de investigación en Colombia.
MARÍA TERESA GUERRERO R. Directora Programas de Textiles y Artes Plásticas Universidad de los Andes Bogotá-Colombia 1993
PROLOGO
Pioneras de la investigación científ ica de los text i les prehispánicos de Colombia, Gladys Tavera de Téllez y Carmen Urbina Caycedo, abrieron con su estudio "Textiles Arqueológicos Guane", el camino del conocimiento de los productos del telar en sus procesos técnicos.
Investigar sobre este tema es grato en el sentido de dar nuevos aportes a la historia y al arte del país, pero no es nada fácil, porque quien lo intenta tropieza con la indiferencia o la oposición de personas o entidades que, pudiendo colaborar, niegan su apoyo. Pero en este caso el tesón de ías investigadoras obtuvo un resultado con el interés demostrado por el Departamento de Textiles de la Universidad de Los Andes, patrocinador de la obra mencionada y la que hoy se presenta, donde se retoma el tema de lo que fue en la primera publicación análisis de fibras, colorantes, herramientas e hilado, para entrar a tratar lo relativo a las técnicas del telar, el diseño tejido y el diseño pintado. Además se estudian las características históricas, geográficas y culturales de los tejidos.
Es indudable el aporte dado a la ciencia y a la cultura con esta obra. El enfoque del textil, no como una mera técnica ni solo como una expresión estética, sino aunando a ello el entorno social y la dimensión cultural, colocan esa actividad en su plena condición humana de creación fundamentada en la expresión vital y en una específica concepción del mundo.
Las tejedoras, en su pesquisa hacia el pasado, destejen la trama y con la mágica mano ven debelada la urdimbre de los procesos y las vivencias de los tejidos prehispánicos.
Alvaro Chaves Mendoza
INTRODUCCIÓN
Aproximadamente después de mil años de tejidos, parte de los textiles precolombinos Muisca y Guane, han encontrado en la investigación que aquí se presenta un diálogo detallado y atento en dos tejedoras próximas al siglo XXI.
Ellas con sus herramientas técnicas y profesionales, su inmenso entusiasmo por un oficio perdido en las brumas del tiempo y la persistencia por rescatar un legado casi desconocido, traen a la luz con esmero delicado un tejido de largas y milenarias dimensiones.
Surge de fragmentos, de vestigios, de pedazos que no han podido destruir el tiempo ni la adversidad humanas. Y aunque empolvado, sucio por la tierra donde ha estado sepultado, también con los hongos que muestran humedad y pasado, vuelve a la vida mostrando sus diseños fantásticos, únicos. También sus colores naturales que a veces pintan, a veces tiñen.
El color que viene de la naturaleza como las fibras, o entonces en un gesto insólito y también misterioso como es el de usar pelo humano para lazos, cordones y gorros, retornan a través de los ojos y la investigación minuciosa de Gladys Tavera de Téllez y Carmen Urbina Caycedo con mucha de su identidad técnica identificada.
Los tejedores anónimos prehispánicos Muisca y Guane, artistas muy reconocidos en su época dentro de sus propios grupos, tejían para ricos y pobres. Sin embargo, el resultado de telares y agujas, no era el mismo. La belleza, sí.
Estos detalles socio-culturales, recogidos igualmente por la técnica de hoy y ei patrimonio histórico existente en nuestros días, aparecen renovados aquí por los aportes de anál isis, de confrontación de teorías, de observancia de la rigurosidad técnica. De volver, en fin, al pasado para conocer el presente.
En algún lugar de esa historia por contar, que aún nos falta y nos queda en nuestro más remoto pasado, la historia textil de Muisca y Guane ha comenzado a dejar correr su ovillo.
A un paso de cumplirse el V Centenario del descubrimiento europeo de América hay descubrimientos, locales y propios, que siguen asombrando, enseñando, motivando e indicando derroteros nuevos para investigadores y estudiosos.
Para quien quiera sondear un poco más, si ya conoce el tema, o empezar a urgar en su propia identidad nacional, aquí hay una señal in ic ia l .
NOTA: para mejor comprensión e identificación, en la numeración de los textiles, las abreviaturas explican en su orden, el sitio donde se encuentran y la cultura a la cual pertenecen, seguido por el número de registro del textil.
Ejemplos: MOTM 16. Museo del Oro, textil Muisca № 16 MNG 41-1-2502. Museo Nacional, textil Guane, año de
adquisición y número de registro del textil.
Los textiles de la colección del doctor Mario Acevedo, solamente tienen la letra de la cultura a que pertenecen seguida de la numeración, ej: G 62.
Como método para llegar a la mayor comprensión y conocimiento de los valores de estos textiles, se elaboraron cuadros comparativos de las dos culturas y de cada uno de los textiles, la correspondiente ficha técnica, con el siguiente orden de análisis :
NUMERACIÓN DE LA PIEZA PROCEDENCIA DESCRIPCIÓN DIMENSIONES IDENTIFICACIÓN DE LA FIBRA HILOS a) elementos b) título: urdimbre, trama c) dirección de la torsión d) torciones por pulgada
ORILLOS a) laterales b) finales c) uniones d) densidad de cuenta hilos
LIGAMENTO DISEÑO COLOR
Los textiles de la colección del doctor Acevedo y del Museo Casa de Bolívar de Bucaramanga, fueron analizados en todos los aspectos descritos, no así los textiles del Museo del Oro y Museo Nacional, cuyo tiempo de observación fue escaso por los limitantes reglamentos de custodia que posee cada museo.
I- COLOMBIA: UNA MIRADA ANTES DE LA CONQUISTA
Dos mares y una inmensa naturaleza
En una área intermedia entre las culturas Mesoamericanas y
Andinas, en la parte más septentrional de América del Sur, una
extensión territorial de 1 '141.748 kilómetros cuadrados, unió
desde tiempos remotos el país que a partir de la primera década del
siglo XIX se llamó Colombia;
Su localización estratégica, enlazando América Central con la del
Sur y siendo el único país del continente que es bañado por dos
océanos, determinó desde épocas inmemoriales que Colombia fuera
ese paso obligado de los primeros pobladores del área.
Así, entre el verdor y la variedad de su geografía, la multiplicidad
de sus climas y alturas, el calor y la exuberancia del trópico a la
vera del mar y en las tierras intermedias hasta llegar a las brumas
y zonas frías de la cordillera, Colombia se convirtió en un cruce
obligado de migraciones y culturas. Su zona atravesada por tres
brazos de la Cordillera de los Andes y un gran número de corrientes
de agua se convirtió en un crisol receptor y difusor de cultura y
cul turas.
Selva, desierto, llanura, cordillera, temperaturas de todas las
imaginables, grandes ríos como el Amazonas, pequeños como tantos
que recorren el país, dieron características físicas suficientes
para que muchos grupos, con diferentes niveles de desarrollo
social, político, cultural, económico y religioso, hicieran posible la
gran variedad cultural colombiana.
Hoy, gracias a los estudios y hallazgos arqueológicos, el túnel del
tiempo que proporciona esta ciencia nos lleva hasta las rutas
distantes de las diversas formas de expresión cultural, al
encuentro y entendimiento del desarrollo de numerosos y variados
grupos culturales que nacieron y crecieron en medio de la variedad
geográfica, la confluencia, del ir y venir de migraciones, el
encuentro entre pueblos diferentes y con distintos grados de
desarrol lo.
Guane y Muisca: geografía, sociedad y cultura
Los Guane y los Muisca pertenecieron a dos de las cinco
organizaciones principales de la zona cultural Chibcha.
Ambos grupos aborígenes se desarrol laron en zonas de
altiplanicies. Los Muisca en el altiplano Cundiboyacense y ¡os Guane
especialmente en la Mesa de Los Santos (Santander) por ser uno de
los centros tribales más importantes de la época.
Las cordilleras que dividen el territorio colombiano fueron para
unos y otros, centros de gran desarrollo cultural.
En su momento, los Chibchas ocuparon el ramal de la Cordillera
Oriental o del Sumapaz hasta el Nudo de Santurbán, en el sur de
Pamplona. Aún hoy, esta geografía conserva la importancia del
pasado: nevados como el de Sumapaz y sierras como la de Huicán.
Este mismo ambiente se aprecia en el contacto que tuvieron los
Muisca con sus contemporáneos Guane, pues si el dominio Chibcha
comenzaba al sur por la actual Fusagasugá en zona Muisca,
terminaba, ya en territorio Guane, cerca de la población de San Gil.
El gran señor Muisca - el Zipa de Bacatá - regía sobre la Meseta de
Bogotá de 150 mil hectáreas, situada a 2.600 metros sobre el nivel
Figura 1: localización geográfica de los grupos Muisca y Guane
del mar. La Cordillera Oriental de este territorio cerca la Sabana
con colinas y montañas, región que a su vez posee climas fríos y
cálidos, aptos para una agricultura diversificada.
Pero no solo el reino Muisca se circunscribía principalmente a esta
zona. Ocupaba en Boyacá, el norte de la Laguna de Fúquene hasta la
Laguna de Saboyá y las regiones de Tunja, Sogamoso, Duitama y el
Valle de Tenza.
La llamada región Guanentá, localizada en Santander, era habitada
por los Guane -que como se recordará pertenecían a la familia
Chibcha- desde Charalá siguiendo por Guane hasta parte de la hoya
de San Gil.
Estas últimas zonas tienen climas cálidos. Las otras poseen climas
fríos y templados. Todas estuvieron sembradas en su época
precolombina por diferentes cultivos para consumo doméstico e
intercambio comercial.
En general, toda la zona de la que se ha hablado ha sido una
altiplanicie ondulada, de buen clima, que en épocas precolombinas
tenía abundancia de cultivos de algodón, maíz y papa. Además
cuenta con grandes minas de sal y esmeraldas, vías de
comunicación por caminos de herradura y una naturaleza que los
mantenía rodeados y protegidos. Todos estos factores fueron
estímulos al desarrollo de los Muisca y Guane.
Los Muisca en la Sabana de Bogotá y en las lomas boyacenses. En las
montañas santandereanas los Guane. Estas tierras fueron su
albergue, sitio de trabajo, de sueños y oficios artísticos como el
oro, la cerámica y lo que aquí nos concierne y nos sigue
sorprendiendo y maravillando: los textiles.
La ocupación principal de los Muisca y Guane fue la agricultura,
quedando en segundo plano la caza y la pesca. Ambos grupos poseían
también una considerable producción manual y minera.
Dentro de los grupos culturales colombianos, los Muisca tenían un
lugar importante. Habían conseguido aglutinarse como una
organización social, jurídica, política y económica avanzada. La
clase dirigente podía sostenerse con los impuestos o los
excedentes del trabajo comunitar io, af irmando así una
infraestructura tributaria importante.
La organización comunitaria de los Muisca desarrolló en muchos
casos un trabajo agrícola de terrazas de cultivo. Extraían sal de
minas para luego retinarla. Así, junto a los textiles y a las
esmeraldas, todos los productos antes nombrados le? servían para
comerciar con tribus cercanas como los Guane.
Con estos últimos intercambiaban especialmente algodón que más
tarde hilaban y tejían. Lo comerciaban tanto cultivado por ellos
como silvestre que encontraban en sitios cálidos de su provincia.
Los Muisca habitaron el altiplano cundiboyacense desde el 700
hasta el 1.500 d.C. Lograron desarrollar una religión y una serie de
creencias sobre el universo, la naturaleza y sus fenómenos, la
concepción de lo sagrado y lo mitológico.
Dieron a algunos animales y personas poderes sobrenaturales como
Nencatacoa que fue el único dios para ellos con aspecto animal (de
oso o de zorra), o el de una divinidad más humana que divina que fue
Bochica, quien les demarcó los sitios de sus poblaciones, les
enseñó las artes y los oficios.
Entre sus logros culturales más destacados se pueden citar sus
delicados trabajos de orfebrería y alfarería, sus avanzados
tratamientos medicinales, el desarrollo de la agricultura intensiva
y un sistema de pesas y medidas.
En cuanto al área textil de este grupo, que es el interés del
presente trabajo junto con la de los Guane, se puede observar de
forma sobresaliente la labor textil con uso de diferentes telares,
hilos de distintas calidades, el uso de tintes y tintas para la
decoración de los hilos y de las telas, además de una gran variedad
de técnicas textiles.
Respecto al origen de la industria textil entre los Muisca, el
antropólogo Alvaro Chaves Mendoza dice: "Desde su origen mítico,
en los relatos sobre la creación de los seres humanos, transmitidos
oralmente generación tras generación para fijar las pautas
culturales y rememorar los acontecimientos trascendentales,
aparece el tejido para justificar un oficio esencialmente femenino.
Chiminigagua, el dios creador, esencia de la vida sin representación
material, dá forma al mundo, a los animales, a las cosas y a dos
caciques divinos, Iraca y Ramiriquí, que se convertían
respectivamente, en Luna y Sol después de haber fabricado el
primer hombre de tierra amarilla y la primera mujer de una hierba
alta de tallo hueco, que no es otra cosa que el junco que crece a
orillas de las lagunas, ese mismo junco que, entrelazado, formaba
las esteras y fue el origen de la industria textil entre los
indígenas". 0)
Los indígenas Chibchas en homenaje a Menqueteba o Zué usaron la
misma indumentaria que él. Una manta larga, amarrada sobre el
hombro con un nudo y el cabello largo. Las mujeres usaban una
manta cuadrada, sostenida en la cintura con una faja y sobre los
hombros, una manta más pequeña.
Menqueteba les enseñaba predicando, no solo sobre prácticas
agrícolas y costumbres moralizadoras, también el arte de hilar y
tejer mantas dejando, a su paso, telares pintados /sobre piedras
l isas.
Se puede suponer según la abundancia de crónicas e historias, que
las mantas fueron los tejidos donde concentraron los Muisca su
mayor interés. No sólo por el significado de su atuendo para
distinguir a los más ilustres sino, por su importancia comercial, de
tributo, de ofrenda, de premio y para cargar y envolver a sus
muertos.
Tejían Santicos o Tunjos de algodón y mochilas. La mochila hacía
parte de su atuendo, colocándosela terciada al hombro. En ella
llevaban sus pertenencias y las hojas de coca y el poporo, como
símbolos de poder y sabiduría.
Las chingas eran las mantas más comunes, pequeñas y de tejido
burdo. Los chingomanales eran mantas de regular calidad y luego
estaban las mejores o buenas. Para intercambiar las mantas,
cuentan los cronistas, daban una "Buena" por 3 o 5 "Chingomanales".
Las buenas eran las delgadas. En algunos casos eran blancas, en
otros teñidas pero, en su mayoría, eran pintadas con pincel.
Los Guane por su parte habitaron el sur del actual Departamento de
Santander, desde el 920 hasta el 1.600 d.C.
Su ubicación geográfica, teniendo como vecinos a los grupos
aborígenes Yariquiés y Carares especialmente, era la del bosque
tupido suramericano, poblado del verde vegetal y de la espesura de
la naturaleza montañosa.
Dentro de su organización social, las tierras eran de propiedad
común de cada tribu. El único bien propio que tenía un Guane era su
casa, sus herramientas de trabajo, cosechas, animales domésticos
y objetos personales.
La economía Guane se basaba en la agricultura, la elaboración de
textiles y recipientes de barro.
El principal producto del agro Guane era el maíz que también era el
elemento principal de su dieta alimenticia. Como siembras
complementarias tenían la yuca, el plátano, la papa, la arracacha,
la ahuyama, el cacao y el maní.
Recordando el uso hecho por otras culturas de alto desarrollo, como
la Azteca y la Inca, los Guane emplearon como condimento central
de su comida el ají o quibsa. Balanceaban su alimentación con
frutas tales como la guanábana, la pina, el aguacate, la papaya, los
dátiles y el coco.
Cada ocho días, los Guane realizaban su más importante transacción
comercial. La hacían con sus parientes Muiscas en el sitio llamado
Sorocotá, hoy localizado al sur de Moniquirá y punto intermedio, en
la época precolombina, entre los dos centros del poder Muisca y
Guane.
Allí comercializaban el algodón y los productos de fique. A su vez
conseguían de sus vecinos sal, adornos y posiblemente caracoles
del lejano océano para elaborar joyas.
En el ámbito cultural Guane sobresalen los textiles. Estos tejedores
tenían en las mantas el exponente superior de su oficio.
Los objetos de tejeduría eran para los Guane el mejor obsequio a la
divinidad. Todos los acontecimientos los celebraban ofreciendo
mantas, las cuales se daban como premio o se exigían como multa.
Los vestidos de los caciques y los principales señores, según los
cronistas, eran de hermosas mantas elaboradas con fino algodón,
artísticamente tejidas y decoradas. Tanto hombres como mujeres
vestían una manta ceñida a la cintura y otra, anudada sobre el
hombro izquierdo. En el caso de los caciques,iba unida con alfileres
de oro.
La manta para la gente del pueblo era blanca pero, en ocasiones
especiales, la vestía también tejida en franjas o pintada.
La industria textil de los Guane tenía gran desarrollo y estaba bajo
la protección de Chimizapagua (Nenqueteba para los Muisca).
En la Mesa de Los Santos o de Géridas, en varias; cuevas casi
inaccesibles, enterraron a sus muertos envueltos en mantas,
rodeados de sus herramientas de trabajo y sus objetos personales.
Este sitio fue descubierto por campesinos.
La primera investigación arqueológica de estas cuevas estuvo a
cargo del antropólogo alemán Justus W. Schottelius, quien dejó un
valioso escrito en 1946.
Para este investigador, las telas constituyeron el hallazgo más
importante, ya que formaban los fardos funerarios.
Junto con las mantas fueron hallados al parecer, utensilios para el
tejido y husos de madera, como parte del ajuar funerario femenino.
Marianne Cárdale en un estudio no publicado que realizó sobre estas
mantas, dice que un fragmento de las telas que tiene el Instituto
Colombiano de Antropología, (ICAN) de Bogotá, mostró en el análisis
de radio carbono pertenecer al siglo XII o XIII d.C.
Los historiadores Martín Carvajal y Mario Acevedo Díaz han
formado una de las colecciones más importantes del país. Según el
Doctor Acevedo, las mantas en las que se encontraban envueltos los
muertos, estaban en excelentes condiciones.
Schottelius dice haber visto mantas "del tamaño de dos camas". í 2 )
Ahora sólo hay en los museos fragmentos pero, por ciertas
características de diseño como por los orillos, podemos detectar
que fueron piezas entre 1.20 y 1.60 mts. de largo por 1 a 1.50 mts.
de ancho.
En el proceso de la investigación se ha llegado a la conclusión de
que fueron tejidas en algodón (Gossypium sp.), hilado a mano,
llegando a hilos de Tex entre 51.7 y 339.8. También que se
emplearon otros materiales importantes como el fique (Furcraea
sp.) y el pelo humano.
II. LOS TEXTILES ARQUEOLÓGICOS Y SU IMPORTANCIA
Los texti les pertenecen al grupo de restos precolombinos
disponibles para que arqueólogos e investigadores puedan precisar
en qué época, con qué elementos paralelos contaban y en qué grado
de desarrollo se encontraban los grupos que los elaboraron.
Por ello se ha podido llegar a la aseveración de que los textiles
surgieron en la etapa Formativa, donde hay un proceso acelerado de
la etapa anterior o Arcaica. En ella se destacaban como
características principales: una alimentación basada sobre todo en
productos acuáticos, el comienzo de una organización social fija -
que luego se conoció como vida sedentaria -, la posesión de la
tierra y su transformación, la construcción de viviendas
colectivas, lo mismo que el surgimiento de las primeras
manifestaciones religiosas y mitológicas.
A partir de la etapa Arcaica hacia la Formativa sobresalen formas
culturales que dieron paso a un estadio superior. Es aquí donde la
magia, lo parafernálico, las primeras tareas agrícolas y de
cerámica hechas por la mujer, con el ingrediente fundamental del
uso de plantas, fibras y hierbas como desengrasantes de la
alfarería, al igual que la utilización de las pintaderas para
adornarse el cuerpo y luego como elementos rituales, allanan el
camino al Formativo.
En el Formativo el hombre pasa de nómada a sedentario y de
recolector a acondicionador de plantas para uso comestible. Es el
estadio de los comienzos de la vida sedentaria hasta el desarrollo
de la agricultura y de las aldeas.
Hay una mayor acentuación de la jerarquía familiar. También se
caracteriza porque las culturas que se dieron en esta etapa fueron
alfareras y agrícolas, con gran sentido del culto a los muertos y al
jaguar, prácticas mágicas y de chamanismo, lo mismo que el
surgimiento del adorno del cuerpo como elemento estético. De este
estadio se han encontrado volantes de huso, lo que prueba la
existencia del hilado y por consiguiente del tejido y el
aprovechamiento del algodón que se conseguía silvestre y cultivado.
En la primera fase del Formativo (temprano e incipiente) se dan los
pasos iniciales al oficio de la orfebrería. Aquí, durante su segundo
estadio (tardío o período clásico) prospera el trabajo del oro u
orfebrería, con técnicas más avanzadas, de finos acabados y con
gran sentido artístico. En este estadio se llegó a la depuración de
técnicas y formas del trabajo en oro, convirtiendo a la Colombia
precolombina en la zona orfebre más importante de América.
Igualmente en este período, dentro de diferentes grupos aborígenes
de costumbres y culturas distintas, surge el cultivo masivo del
maíz con avances tecnológicos y comerciales. Lo mismo que el
desarrollo de la cerámica y la orfebrería, donde se demuestra
especial manejo de los materiales, destreza técnica y diseño.
En el período Formativo clásico de evolución de las culturas
colombianas se deben destacar dos culturas por su organización
social, sistema de gobierno, economía y densidad de población.
Fueron ellas: los Muisca de los altiplanos de Cundinamarca y
Boyacá, y los Tairona de la Sierra Nevada de Santa Marta. Cabe
destacar también como un grupo importante de este estadio, por
sus logros en el cultivo e. hilado del algodón, sus tejidos de gran
riqueza y destreza técnica, a los Guane de Santander,
pertenecientes a la familia de los Muisca por la lengua chibcha.
Estos grupos tenían grandes analogías y mantenían un apreciable
comercio intertribal.
Los Chibchas, como los Indígenas del Perú y de México, fueron
grupos de transición hacia estadios unificadores que/ofrecen puntos
máximos de complejidad social y económica. Fue precisamente en
el Formativo cuando floreció la cultura Chibcha como otra de tantas
culturas americanas: Mayas, Aztecas, Preincas e Incas.
Así que a la llegada de los conquistadores españoles, en el siglo XV,
éstos encontraron en pequeños territorios, fases técnicas
estructurales como la agricultura, la alfarería, los textiles y la
metalurgia, en las que se condensan grandes avances dentro de un
complejo panorama de desarrollo social, económico y cultural.
Los Textiles
Por la naturaleza orgánica de los textiles su conservación es muy
difícil, pues en su mayoría fueron elaborados con fibras blandas y
semiblandas de origen vegetal y animal como el algodón y el pelo.
Su destrucción se debe a que las tumbas están en territorios
húmedos, al clima de la región y a los hongos que los factores
anteriores producen.
Los textiles que se han logrado conservar en Colombia han estado
en ambientes secos y de temperatura cálida, en tumbas dentro de
cuevas o abrigos rocosos. En la mayoría de los casos, las tumbas se
encuentran en la tierra y a esto se debe que contemos con muy
pocos vestigios textiles.
En las tumbas donde no se han hallado tejidos, el hallazgo de
herramientas propias del oficio textil como volantes/de huso en
cerámica o piedra, agujas de madera o hueso, o elementos de
madera que parecen ser partes de telares o aditamentos de estos
-palos de cruce o palos para tejer- pueden hacer pensar que estos
aborígenes eran tejedores.
Los textiles, sus materias primas, sus procesos, sus métodos de
ornamentación - dados por la técnica del tejido, la estampación, la
pintura o el teñido de las fibras -, tienen gran importancia para la
arqueología y para la investigación por los datos que aportan para
medir el grado de desarrollo y de cultura de los grupos que los
trabajaron.
Se sabe que las redes se dieron en estadios incipientes de cultura
y, que a medida que se fueron dando estadios más altos, se llegó a
la especialización, con técnicas más complejas, depuración de los
diseños, resultando formas y diseños múltiples y estilizados.
Los texti les están estrechamente ligados a los aspectos
socioculturales, religiosos, económicos y de expresión artística. Su
estudio enriquece notablemente el conocimiento que se tiene sobre
nuestros antepasados precolombinos y sobre su relación con otras
culturas americanas.
Es bueno puntualizar que los textiles son parte del gran caudal de
aportes materiales, fruto de la observación de la naturaleza, base
de un complejo proceso cultural.
En este proceso el hombre primitivo, obligado por la necesidad, por
motivos geográficos, religiosos, económicos, desarrolló más
complicadas técnicas, no solo por ellas mismas sino por el sentido
estético que ellas representan y porque a la vez denotan gran
habilidad manual.
El tejido constituyó uno de los lenguajes a través del cual los
pueblos se expresaban. No fue un elemento solo para suplir
necesidades como la de cubrirse o protegerse del frío sino que tuvo
entre ciertos grupos, igual importancia que el manejo del oro.
Mostraba el rango o la clase social de quien lo utilizaba, se ofrecía
como premio, como forma de tributo y ofrenda y como elemento
importante en el trueque con otros grupos.
Estudios existentes de tejidos Muisca y Guane
A pesar de que en Colombia, a diferencia de otros países andinos, la
conservación de textiles precolombinos es escasa, actualmente se
hallan en su gran mayoría .fragmentos de textilería precolombina
colombiana en las siguientes partes:
Museo del Oro. En el que se encuentra la colección más grande con textiles Muisca, Guane, Nariño, Calima y Sinú.
Museo Nacional. Textiles Muisca y Guane.
Museo del Traje de Bogotá. Un textil Muisca.
Museo de Pasca (población de Cundinamarca). Textiles Muisca, coleccionados por el Padre Hincapié. Parte de esta colección se encuentra actualmente en el Museo del Oro.
Museos de la Casa de la Cultura del Socorro y Guane (Santander). Varios fragmentos de textiles Guane.
Existen varias colecciones privadas, de las cuales solo se nos
prestó para su estudio la colección del Doctor Mario Acevedo Díaz
que tiene aproximadamente 23 textiles Guane.
Estos mismos textiles fueron prestados por el Doctor Acevedo al
Museo Casa de Bolívar de Bucaramanga durante varios años. Fueron
devueltos a su dueño hace aproximadamente cuatro años.
Hay algunos textiles precolombinos que han salido del país y se
encuentran en colecciones o museos sobre todo de Europa,
especialmente en Alemania e Inglaterra.
A lo largo de los años los textiles precolombinos colombianos
fueron desconocidos y considerados de menor importancia,
comparándolos con la cerámica y el oro.
La primera persona que hace referencia a algunos textiles
precolombinos colombianos es el antropólogo alemán Justus
Schottelius (1946) quién, al saber del hallazgo de tumbas en los
abrigos rocosos de la Mesa de Los Santos (Santander), hizo
inventario de lo que encontró pues el cementerio Guane había sido
saqueado.
Estos textiles y sus referencias son los que se encuentran en el
Museo Nacional de Bogotá.
Los textiles del Museo del Oro han sido clasificados, y en parte
estudiados -especialmente los de la cultura Nariño- por la
antropóloga inglesa Marianne Cárdale. Esta misma especialista
tiene un análisis preliminar sobre los textiles arqueológicos de
Bucaramanga y específicamente los que forman la colección del
Doctor Mario Acevedo Díaz.
De estos últimos textiles, hemos analizado los siguientes aspectos:
las fibras, el hilado, la titulación, los tintes y las herramientas,
partes que no habían sido analizadas ni descritas en ninguna otra
investigación.
Para este trabajo que se presenta se han analizado las técnicas
textiles Muisca y Guane de las colecciones:
Doctor Mario Acevedo Díaz. Museo del Oro. Museo Nacional.
Entre la diferentes publicaciones que hablan de los grupos Muisca y
Guane y que hacen referencia a sus textiles, se encuentran títulos
nacionales y extranjeros. Entre los más conocidos se hallan:
Precolombian Textile Conference. Recopilación flecha por el
arqueólogo norteamericano Junius Bird.
En esta misma publicación se encuentra el artículo Textiles
Pintados de la Cordillera Oriental de Colombia de la antropóloga
Marianne Cárdale que hace referencia -como su mismo título lo
dice- a las telas pintadas Guane.
El Padre Isaías Ardila Díaz igualmente hace algunas referencias a
los textiles Guane, asi como a sus materias primas y a su
elaboración, en su libro sobre el pueblo de los Guane.
Sobre estos mismos textiles y la forma como fueron hallados, junto
con el tipo de entierros en que se encontraron, hablan en dos
ensayos los doctores Mario Acevedo Díaz y Martín Carvajal.
Con un trabajo académico, de corte periodítico, el antropólogo
colombiano Alvaro Chaves Mendoza se refiere a los textiles Guane
de la Casa de Bolívar de Bucaramanga en la revista Lámpara de
1986.
En el boletín del Museo del Oro de febrero de 1988 se encuentran
dos artículos. Uno sobre elementos textiles que acompañan una
momia Muisca y otro, sobre la mochila que formaba parte del ajuar
funerario de esta momia. Así: Elementos arqueológicos
provenientes de las montañas de Pisba, escrito por el antropólogo
colombiano Eliécer Silva Celis e Informe preliminar sobre una
mochila Muisca hallada en la región de Pisba, escrito por la
antropóloga Marianne Cárdale. i
Referencias tangenciales a textiles precolombinos colombianos
también se encuentran en algunas publicaciones como las
siguientes: La civilización Chibcha de Miguel Triana. Los Muiscas de
Lucía Rojas de Perdomo. Manual de Historia de Colombia. Tomo I. De
los Chibchas a la Colonia y a la República de Guillermo Hernández
Rodríguez. Historia del Arte Colombiano, Artículos de Eugenio
Barney Cabrera.
Y en varios otros libros y autores donde se profundiza más en los
aspectos culturales generales de los Muisca.
III- ELEMENTOS DEL TEJIDO
Las fibras y el hilado
Fibras. Es un hecho comprobado que en el continente americano las
primeras fibras utilizadas fueron de origen vegetal y animal. En
Perú, Bolivia, Ecuador y. el sur de Colombia en la época
Precolombina, una de las fibras preferidas fue la lana de camélidos,
habitantes de las cumbres andinas.
Esta uti l ización temprana de ambos tipos de fibras está
corroborada por hallazgos arqueológicos -los de Huaca Prieta en el
Perú-, los cuales han determinado la mayor antigüedad, en tejidos
de algodón, de todo el continente para fragmentos textiles que
datan del 2.500 a.C. Luego, la combinación de algodón y lana de
alpaca, vicuña y llama, se produce hacia el 1.000 a.C. según otros
estudios. (3)
En Colombia se han hallado volantes de huso pertenecientes a la
fa.-e Formativa, comprobando la existencia del hilado y el
aprovechamiento del algodón y otras fibras.
La mayor parte de los tejidos arqueológicos colombianos, que se
han observado hasta el momento, están elaborados en algodón como
principal fibra textil conocida, precedida por el fique.
La especialización en la elaboración de los hilos y en el manejo de
las fibras llegó a tal punto que los aborígenes colombianos
utilizaron tanto el algodón como el cabello humano, hilado y tejido.
Ejemplos del manejo de esta última fibra se aprecia en cordones
Muisca y gorros Guane.
Por la calidad de los hilos y de las piezas textiles encontradas, se
evidencia que el algodón ocupó un lugar muy destacado en las
sociedades precolombinas. Esto es notorio puesto que a la llegada
de los conquistadores españoles a estos territorios, los recién
llegados europeos encontraron las bases de una industria textil
propia y en pleno desarrollo.
El primer cronista de la naturaleza americana, Gonzalo Fernández
de Oviedo, llegó por primera vez a América al desembarcar en la
costa caribe colombiana: Santa Marta, julio de 1514. El asombro por
el nuevo mundo que se abría a los ojos europeos, \o¡ deja pintado
Fernández de Oviedo en sus crónicas donde describe profusamente
la naturaleza colombiana.
Nos relata en el Sumario de la natural historia de las Indias: La
forma de cómo pescan es con redes, porque las tienen y las saben
hacer muy bien de algodón, de lo cual natura los proveyó
largamente, y hay muchos bosques y montes llenos; pero lo que
ellos quieren hacer más blanco y mejor, curándolo y plantándolo en
sus asientos y junto a sus casas o lugares donde viven. (4)
El arte del hilado se encuentra muy directamente ligado con las
características de la fibra, de acuerdo con la resistencia y
elasticidad de ésta. Por lo tanto, cada material tiene un
tratamiento diferente de preparación, anterior al proceso del
hilado.
El proceso más corriente que se utilizó y se sigue utilizando para
preparar el algodón de hilar es: librar el capullo de la semilla por
medio del pase de los copos a través de dos varas de madera,
golpear los capullos hasta formar un volumen grande de algodón y
sacar, en forma continua de la cantidad de algodón, una mecha lo
suficientemente gruesa para luego hilarse. El producto final es el
hilo.
En Colombia, Ecuador y Perú se originó la especie algodonera
Gossypium barbadense. Este es el género más importante dentro del
que se agrupan 20 especies de algodones silvestres y cultivados.
Los indígenas lo llamaban quihisa y lo cultivaban en forma mixta
con la caña, el fríjol o el maíz. Los cultivos se efectuaban en
climas cálidos, próximos a las altiplanicies.
Las cosechas eran tan abundantes que les permitían hacer trueque
con los aborígenes de las tierras frías que lo transformaban en
mantas, haciendo de esta labor una de sus principales actividades.
Otra de las fibras importantes en la Colombia precolombina es el
fique, nombre que se dá aquí a las plantas de la familia Furcraea.
Hoy aún se cultivan o crecen silvestres, en diferentes climas y
altitudes del país, unas 300 especies de fique, planta que por otra
parte es originaria de América tropical.
Dentro de sus características esta planta es clasificada como de
fibra dura, de células largas y múltiples, que se extienden a lo
largo de los tejidos carnosos.de la hoja.
Siempre, desde tiempos prehispánicos, esta fibra ha estado
estrechamente relacionada con la vida campesina colombiana. Al
contrario del algodón, el fique no estuvo nunca ligado al uso
personal (ropa) pero si a las actividades cotidianas del hombre:
cordelería, variedad de mochilas, productos que todavía hoy
perduran.
El proceso para obtener la fibra del fique es un trabajo arduo y
pesado. Aquí el relato del cronista Fernández de Oviedo puede
ilustrar perfectamente este aspecto. Toman los indios estas hojas,
e tiéndelas algunos días los indios en los raodales de los ríos y
arroyos, cargadas de piedras, como ahogan en Castilla el lino; y
después que han estado así en el agua algunos días sacan estas
hojas e tiéndelas a enjugar e secar al sol. Después que están
enjutas quiébranlas, e con un palo, a manera de espadar el cáñamo,
hacen saltar las cortezas e aristas e queda la hebra de dentro, de
luego a luego de la hoja. E a manera de cerro juntánlo y espándalo
más, e queda en rollos de cerro que parece lino muy blanco e muy
lindo; de lo cual hacen cuerdas e sogas e cordones del grosor que
quieren así de la cabuya como del enequén; e aprovechánce dello en
muchas cosas, en especial para hacer los hicos o cuerdas de sus
hamacas, o camas en que duermen, y encabúyanlas para que estén
colgadas en el aire. <5)
En el territorio Guane los conquistadores y los cronistas se
maravillaron al encontrar que, para atravesar los grandes ríos de la
región, habían puentes hechos de gruesos bejucos retorcidos con
pasamanos de cables de fique.
Los bejucos y las lianas eran empleados de forma hilada o
simplemente, tal y como se encontraban en la naturaleza, para atar
la madera con que construían sus casas. Igualmente con las hojas
del bosque se fabricaban ...muy lindos cestos bien tejidos que
llamaron "habas" J 6 )
A pesar de esta abundancia y de la variedad de las fibras, al propio
cronista lo que más le llamó la atención fue el fique por ser tan
duro y fuerte, además de la habilidad y el conocimiento que de él
tenían los aborígenes. Esto lo describe Fernández de Oviedo en el
Sumario de la Natural Historia de Las Indias.. Con el enequén, que es
lo más delgado de este hilo, cortan, si les dá lugar a los indios,
unos grillos o barras de hierro, en esta manera: como quien siega o
asierra, mueven sobre el hierro que ha de ser cortado el hilo del
enequén, tirando y aflojando, yendo y viniendo de una mano hacia la
otra, y hechando arena muy menuda sobre el hilo en el lugar o parte
en que lo mueven, ludiendo en el hierro, y como se va rozando el
hilo, así lo van mejorando y poniendo del hilo que está sano lo que
está por rozar; y de esta forma siegan un hierro por grueso que sea,
y lo cortan como si fuese una cosa tierna y muy apta para cortarse.
(7)
Hilado. Para poder hacer las fibras más largas, fuertes y firmes, el
hombre empezó a unir filamentos y a retorcerlos, llegando al hilo
en una primera instancia con la sola ayuda dé la mano como
herramienta.
Lograr hilos con las características necesarias para obtener el
tejido deseado, es uno de los factores más importantes en el
proceso del hilado.
En los pueblos indígenas te jedores exist ían mujeres
exclusivamente dedicadas al arte del hilado y especialistas del
tejido, lo cual demuestra la especialización de un oficio, en este
caso el hilado y el tejido.
En restos de grupos tribales conocidos por ser tejedores se han
hallado varios volantes o torteros de huso, con hermosísimos
adornos geométricos.
Si estos trazos tenían significación religiosa, se puede deducir que
el hilado tenía tanta importancia como el tejido, dependiendo de la
finura y calidad con que hubiera sido ejecutado el primero y la
calidad del segundo.
Con frecuencia estos diseños demostraban una gran estima por la
labor del hilado. Los dibujos de estos torteros tienen gran similitud
con los existentes en la cerámica, la orfebrería y en los textiles
pintados y tejidos.
El sentido decorativo plasmado por los indígenas en los volantes de
huso, parece reflejar la totalidad de su mundo circular con un gran
sentido rítmico, dado por líneas sencillas y dobles que forman
rectángulos, triángulos y espirales.
Cuando diseña sobre el círculo quiere determinar, limitar, proteger,
clarificar, sacar del caos con una inteligencia pura que nos dá la
dimensión del mundo americano, dice Antonio Grass, uno de los
investigadores del diseño de sobresaliente análisis en el diseño
precolombino. W
Los diferentes métodos de hilado obedecen al mismo principio:
torcer una fibra para crear un hilo continuo con un grosor
determinado.
Por su parte, la hilandera con su destreza puede crear una hebra,
única, torcida en forma sencilla al hilar o entonces, retorcer varios
hilos en uno solo, produciendo hilos de varios cabos con métodos
más complejos.
En épocas precolombinas colombianas, el hilado se efectuaba con
herramientas rudimentarias que aún se siguen empleando en
nuestros días en regiones campesinas. Los aborígenes no conocieron
la rueda por lo tanto tampoco, la rueca de pedal.
Utilizaban para el hilado una herramienta primaria de uso universal:
el huso. Este es en esencia un palo de madera cilindrica, delgada y
de diferentes diámetros, dependiendo de la finura del hilo que se
elabora.
Este palo tiene de 20 a 30 centímetros de longitud. En su parte
superior puede ser liso o tener una muesca o especie/ de punta de
f lecha.
El extremo inferior de la vara termina en punta lisa por donde es
colocado, a pocos centímetros de esta punta y donde se ajusta al
palo, el tortero o pieza redonda que le dá peso al huso.
La muesca de la parte superior de la vara es utilizada para sostener
el hilo ya hilado que viene de la mecha o sea, la fibra escarmenada
que se encuentra enrollada en la mano de la hilandera, siendo
estirada y torcida rítmicamente.
Cuando se saca la fibra de la mecha se hace girar el huso con la
mano derecha para que se tuersa y enrolle el hilo sujeto a la vara.
Del peso del huso y el impulso de la vara al girar, dependen la
torsión y la calidad del hilo.
El hilo al ser torcido hacia la derecha o hacia la izquierda produce
espirales que, en el primer caso, tienen la dirección del trazo de la
letra Z y en el segundo, espirales con el trazo de la letra S. Por eso
se utilizan estas dos letras para designar el sentido de la torsión
de un hilo.
Una vez la fibra ha sido hilada se puede dejar en un solo cabo o
retorcer en dos o más hilos. Para hacer un hilo de dos cabos o más
se hilan en un sentido y se retuercen, los dos o más hilos, en
sentido contrario para dar más resistencia y para que no se
destuersa el primer hilo. /
En los textiles arqueológicos colombianos analizados hasta el
momento se ha encontrado que, en gran proporción, sus hilos fueron
torcidos en S y retorcidos en Z.
Figura 2: hilo de dos cabos con torsión S. Hilo de dos cabos con torsión Z Hilo de dos cabos con torsión S y torsión final del hilo en Z
La madera utilizada para sus herramientas fueron la macana y la
chonta. Para los volantes de los husos emplearon principalmente la
piedra, el hueso, la cerámica y en algunos casos, madera.
Los torteros se encuentran frecuentemente en entierros o restos
arqueológicos, indicando el desarrollo textil de nuestras culturas
precolombianas.
Los vestigios más importantes en territorio Chibcha han sido
encontrados en las regiones de Chiscas y Paz del Río (Boyacá) y en
la Mesa de Los Santos (Santander). /
Colores de la naturaleza
Estudios sobre la vida prehispánica y las prácticas funerarias de
esos tiempos muestran el uso milenario del color. El hombre
americano, nómada, difundió la costumbre de la aplicación y
utilización de los tintes a partir de los vegetales, de los minerales
o de los animales, hábito que se remonta a épocas ignotas de la
humanidad.
Las plantas han sido aprovechadas en la totalidad de sus partes:
semillas, flores, frutos, cortezas, raíces Obtener el color a través
de ellas será siempre una experiencia maravillosa, llena de
sorpresas.
El arte de teñir en América se dio a la par con el tejido y fue quizá,
uno de los aspectos en que la cultura española hizo pocas
contribuciones.
Los aborígenes americanos a la llegada de los españoles trabajaban
diversos materiales colorantes con los cuales teñían o pintaban sus
vestidos, accesorios rituales y domésticos.
También eran cultivadores del cactus que es habitat de la
cochin i l la , insecto colorante por excelencia de la vida
precolombina. El color granate y sus tonalidades rojizas, uno de ios
colores más difíciles de obtener en la naturaleza, fue desde época
inmemorial, el preferido de los artistas textiles.
Las gamas de azules eran extraídas del arbusto del añil. Los colores
morados se obtenían de la combinación de la cochinilla y el añil.
Los matices marrón y amarillos salían del liquen de las piedras.
En Colombia, más exactamente en los apogeos de Tierradentro, se
hallan pictografías con pigmentos naturales de color habano, negro,
ocre y rojo.
Dentro de los textiles precolombinos Muisca y Guane podemos
destacar las telas de hilos teñidos y las decoradas con pintura en
diferentes tonos marrones, habanos, amarillos y verde azulado.
Gonzalo Fernández de Oviedo hace énfasis sobre el uso del color.
...De ciertas cascaras y cortezas y hojas de árboles que ya ellos
pintan de negro y leonado y verde y azul y amarillo y colorado o rojo
tan vivas y subidas cada una, que no puede más perfección, y una
olla, después que las han cocido, sin mudar tinta, hacen distinción y
diferencia de todos los colores que es dicho, esto creo que está en
la disposición de la color con que entra lo que quiere teñir, ora sea
en hilo hilado, como pintado en las dichas mantas donde quieran
poner las dichas colores o cualquier de ellas. (9>
Los tintes y las tintas eran extraídos del añil, la cochinilla, la
púnciga, la batatilla, el achiote, el trompeto y muchos otros
vegetales.
Sus efectos sobre el objetivo de teñir o de pintar eran resultado de
la química intuitiva que poseían los artistas tintoreros y tejedores.
Eran conocedores de la combinación de los colores para producir
nuevos tonos. Por ejemplo, para hacer marrón mezclaban lejía y
gamón; para el azul verdoso combinaban la ubilla con pepa de
aguacate y sal; el negro lo creaban a partir del raque con
hierbabuena y barro podrido.
El color, en la sociedad Muisca, fue signo de diferenciación social.
Las clases más altas usaban mantas pintadas con ornamentos. El
pueblo vestía con telas sin teñir. Los sacerdotes y altos
funcionarios del clero, dentro de la clase jerárquica y
diferenciados por el color del astro al que servían, se ataviaban de
rojo (sol) o blanco (luna).
Para que los pigmentos permanecieran en presencia de la luz y el
agua, de manera uniforme en los hilos, fue necesario usar
sustancias naturales llamadas mordientes. Estas normalmente son
de origen mineral y, en la mayoría de los casos, provienen de sales
y de óxidos metálicos.
Se ha comprobado que en América precolombina se utilizaron como
mordientes el alumbre, la cal y las lejías de cenizas/ de diferentes
plantas.
Principales colorantes precolombinos de origen vegetal:
INDIGOFERA TICTOREA. LLamado también índigo o añil. Fue el
principal colorante indígena. Dá tonalidades azul, gris, violáceo y
verde azuloso. Se trata de un arbusto con siete variedades nativas
en Colombia.
GENIPA AMERICANA L. Llamada comúnmente jagua. Es originaria de
América tropical y crece de manera espontánea aunque ya se ha
domesticado. Produce matices de azul y negro. Fernández de Oviedo
la describe como ...árboles muy altos, derechos y hermosos a la
vista. Su tinte es sacado del jugo de su fruto que se oxida con el
aire. Ha sido utilizado por los indígenas como tintura corporal.
BIXA L. Llamada también achiote. Es extraída de las semillas
internas del fruto. El cronista Oviedo dice ....capullo, dentro del cual
están unos granos colorados o rojos, que se pegan como cera, o más
viscosos; e de aquellos hacen unas pelotas los indios con que
después se pintan las caras y el cuerpo.... (1°)
BOCCONIA FRUTESCENS. Es conocido popularmente como trompeto,
curador o zarcillejo. Es un árbol de más o menos cinco metros de
altura. Contiene, en casi todas sus partes, un líquido lechoso de
color amarillo rojizo.
CAESALPINIA CORIARIA. Vulgarmente llamada dividivi. Árbol de 3 a
15 metros de altura con flores amarillo-crema. Sus frutos son
retorcidos como una S. Es considerado como fuente de taninos -
sustancia astringente vegetal - y empleado para teñir colores
grises azulados.
Otros colorantes precolombinos citados con frecuencia son: barba
de piedra (Usnea sp.) para colores amarillos, palo Brasil
(Caesalpinia echinata) para la obtención de rojo, chilco (Baccharis
poliantha) para verdes y amarillos, el moral o palo amarillo
(Corofhora tictórea) para amarillo firme y usado también como
mordiente, campeche (Haematoxilon campechianum) con el que se
obtiene el morado.
Colorantes de Origen Animal
La Opuntia spp., denominada más corrientemente tuna, es un cactus
en el cual habita la cochinilla (Coccus cacti sp.) en forma
parasitaria. De este insecto se sacan diferentes tonalidades de
rojos, luego de ser disecado y molido.
Solo se menciona este animal como fuente de color natural por ser
el más conocido, utilizado y de más variado uso en toda América.
Colorantes de Origen Mineral
Los pigmentos de procedencia mineral se encuentran con mayor
facilidad en la tierra propiamente dicha. Entre los más populares en
Colombia y de los cuales hablan diferentes cronistas e
historiadores están: la tierra azul y verde de Siachoque, la tierra
colorada de Suta y la tierra amarilla que al fuego se torna roja de
Zoracá.
El método más conocido para lograr el color negro es el de la
combinación de óxido de hierro hervido con tinta de palo Brasil.
Los colorantes y pigmentos encontrados en los text i les
precolombinos colombianos son poco conocidos, a pesar de que en
los textiles Guane de la colección del Doctor Mario Acevedo Díaz, al
hacer el estudio químico, dio positivo para pigmentos de origen
mineral.
En el avance del proyecto Análisis de Colorantes y Pigmentos en
Textiles Precolombinos, realizado por la profesora Beatriz Devia de
la Universidad de los Andes, la investigadora muestra interés en
una primera etapa por la selección de métodos de análisis químico
que permitan determinar los pigmentos y colorantes orgánicos
naturales, encontrados en textiles antiguos.
En etapas siguientes se aplicarán dichos métodos en numerosas
muestras que se han ido encontrando en enterramientos y hallazgos
arqueológicos, que permiten además conocer por medición físico-
química, la naturaleza y utilización de mordientes y colorantes con
hierro y alumbre.
Seis pequeños fragmentos que fueron llevados a Bélgica para su
estudio, demuestran en el análisis de C14 y en el laboratorio de
colorantes y análisis de cromografía que:
1- No existen colorantes en las fibras.
2- El color que presenta la fibra corresponde al color natural del
algodón.
3- Los colores naturales del algodón son: habano muy claro, habano
medio, habano amarillento, marrón medio, marrón rojizo, marrón
oscuro.
Manos, maderas e hilos
Telares. De acuerdo con el procedimiento de elaboración de
ligamentos, son telas tejidas los productos realizados en un telar.
Un telar es cualquier dispositivo que mantenga tensa una urdimbre.
Por lo general da estructura al tejido. Es el elemento más largo, en
sentido vertical, del tejido.
En la América prehispánica existían tres tipos de telares que aun
hoy sobreviven al tiempo. Su estructura y manejo no han variado a
lo largo de los siglos: Telar de marco, de tipo vertical, el telar de
cintura y el telar de estacas de tipo horizontal. i
El más elemental de estos telares es llamado telar de cintura o de
"palillos". En él, la urdimbre va tensa en dos varas: una sostenida
en la cintura del tejedor y la otra sujeta a un árbol o a una estaca.
Por su parte, quien teje es el que da la tesión a la urdimbre. Al
terminar el tejido éste se safa de las dos varas principales y el
telar queda reducido a la serie de palos que lo conforman. El
número de varas redondas y los implementos de este telar varían
según el tipo de tejido y de decoración que se elaboren.
Dentro del grupo llamado de los telares horizontales está el telar
denominado más comúnmente de estacas. En este la urdimbre va
paralela al piso, colocada sobre dos varas que, a su vez, reposan en
cuatro estacas enterradas en la tierra. Con este tipo de telar se
pueden lograr telas de mayor longitud y ancho que el anterior.
Ya en el caso de los telares verticales primitivos se encuentra el
de marco. Este es el tipo de telar más rudimentario y sencillo.
Consta esencialnmente de un, armazón de cuatro varas amarradas en
ángulo recto, formando un cuadrado o un rectángulo. Es colocado
casi siempre apoyado en el suelo y recostado contra una pared.
Parte fundamental de los elementos necesarios para tejer en él son
varios palos redondeados que sirven para: unos, paralelos a las
varas superior e inferior del marco en los que va la urdimbre, otros,
para sostener el tejido y los lisos, otros, más para el cruce de la
urdimbre, y por último, uno que tiene muescas en sus extremos para
que eventualmente ciertos tejidos mantengan su ancho total.
Otro elemento más de este telar es la macana. Este trozo de madera
aplanada mantiene la urdimbre separada en dos capas para poder
pasar la trama. Sirve también para empacar el tejido.
Encontramos igualmente dentro de los telares verticales el telar de
horqueta y el de arco que, desde siempre, han sido utilizados en
Boyacá para tejer las mochilas de trenzado.
Aún hoy en día se sigue empleando en las comunidades rurales. En
diversas crónicas de la Conquista se encuentran referencias a la
intensa actividad textil de los pueblos precolombinos, lo mismo
que algunas menciones a los telares verticales aunque sin hacer una
descripción de su funcionamiento.
No se tienen evidencias materiales de los telares precolombinos.
Seguramente porque el indígena usaba una serie de varas para hacer
el armazón del telar y después de utilizarlo para tejer, los
empleaba para otras actividaes.
Los otros implementos de uso textil como el huso, las macanas o
golpeadores y los separadores de urdimbre se estimaban y cuidaban
por ser parte esencial en la vida del tejedor. Como tales se hacían
bellos y pulidos. El tejedor siempre los llevaba consigo hasta la
muerte. Por eso, dichos implementos forman parte del ajuar
funerario de los aborígenes.
Las prendas resultantes de tejer en estos tres grupos de telares
nunca fueron cortadas. El resultado son telas de cuatro bordes. Son
parecidas en su forma a un cuadrado o rectángulo como patrón
común. Precisamente por esta forma final de las telas, los
cronistas las llamaron mantas.
Aparentemente el único inconveniente de los tejidos elaborados en
estos telares, que como se recordará son de cuatro bordes y
característicos de la zona andina, son las limitaciones de tamaño
dadas por el telar. Pero los indígenas en algunos casos para hacer
telas mayores, las unían con costuras de aguja.
Tejedora del sur del departamento de Cauca tejiendo en guaga, tipo de telar vertical
Los tejedores Muisca y Guane son reconocidos por su esmerado y
bello trabajo. Empero, no podemos afirmar que todos los textiles
existentes fueron elaborados por el grupo que habitó la zona donde
fueron hallados. Debemos recordar que las telas fueron elementos
importantes para el intercambio y comercio con otros grupos
cul turales.
A la vez debemos tener claro que las telas y los objetos
clasificados y relacionados con cada uno de estos grupos tienen
ciertas cualidades en el tipo de los hilos, en algunos colores, en
algunas técnicas o diseños que les son comunes y por lo tanto,
podemos pensar que son características que distinguen a unos y
otros.
Dentro de todos los textiles vistos y estudiados hasta el momento
encontramos algunas similitudes en cuanto a los materiales,
colores y técnicas.
Los tejedores precolombinos trabajaron tejidos de urdimbre y
trama manufacturados en telar, en los que se ve una característica
común a todos: en las mantas de 4 orillos no existe ningún tipo de
remate ni costura para evitar que se deshaga el tejido. Esto es
debido a que los hilos fueron montados en el telar con un urdido que
produjera dicho efecto. Este urdido es llamado comúnmente urdido
corredizo.
El urdido
Para poder lograr un tejido de buena calidad y con las
características que requiere el tejedor es necesario programar y
hacer un excelente urdido. Este último es la base de los hilos que se
colocan en el telar y por el que pasan los de la trama para construir
los ligamentos y lograr una tela.
Por la observación realizada a diferentes textiles Muisca y Guane,
se ha llegado a la conclusión de que fueron hechos con urdido
corredizo.
La técnica de preparación del urdido se realiza mediante el pase
sucesivo de hilos e implica que, cada hilo, debe independizarse
para evitar que se entrecruce mal o se enrede con otros, quedando
los hilos pares e impares separados.
Figura 3: A- Telar vertical y método de urdido corredizo B- Detalle de la tela resultante y su unión con la vara de soporte
Este urdido se hace sobre una vara o un hilo fuerte de soporte. La
una o el otro deben ir atados con firmeza en forma horizontal y a
corta distancia del paral inferior del telar. En el armazón, la
urdimbre gira sobre este, llegando y devolviéndose por el mismo
lado y alrededor del soporte.
1E1 urdido corredizo ie da opción al tejedor de trabajar tejidos de un
extremo a otro de la urdimbre, así como crear orillos planos sin
necesidad de hacer remate, de dejar flecos en los orillos finales o
de hacer, a los orillos finales, algún remate anexo como adorno para
la tela.
d.
Figura 4: A- Tejido de cuatro oriiios usos B- Tejido de orillos laterales lisos con fleco por hilos de urdimbre
El tejido es producto de un complejo proceso de producción que va
desde la obtención de la fibra y su hilado, hasta la organización y
realización de una tela, la cual tendrá una utilización y una función
determinadas. ¡
La confección de una tela supone previo conocimiento de las
técnicas de ordenamiento y fijación de la urdimbre, como también
de la forma de pasar la trama por entre la urdimbre. Igualmente,
supone e! cálculo previo de la cantidad de hilos de urdimbre y trama
para lograr el producto requerido.
Los hilos fijos de la urdimbre, al ser pasados por los hilos móviles
de la trama, dan como producto inmediato un ligamento y como
producto siguiente y total, una tela o lienzo.
La calidad de la tela la darán los hilos con que es tejida, así como
la presión o empaque de la trama con la urdimbre. La finura depende
del hilado y el grosor de los hilos y la forma como se trabajen los
l igamentos.
Teniendo ya claros los pasos anteriores, vendrá la parte artística
de la elaboración del diseño y del procesamiento del tejido,
dependiendo de su uso y función.
Un textil precolombino presupone todo un cúmulo de tiempo. Desde
el invertido en su preparación y elaboración hasta convertirse en un
objeto deseado, para luego llegar hasta nosotros, admirarlo y
estudiar lo.
Las técnicas
Los indígenas dedicados al tejido utilizaron diversidad de técnicas.
Esto lo pudieron hacer dada la simplicidad de los telares que
utilizaron y a su sencillo funcionamiento. Con ellos pudieron
sostener la urdimbre templada y firme, además de facilitar el
cruce de los hilos de la urdimbre y de la trama.
Los principales ligamentos elaborados por los tejedores Muisca y
Guane observados en el curso de esta investigación son: tafetán
balanceado y cara de urdimbre, telefones de urdimbre y trama, y
esteri l la. Los tres últimos son variantes del tafetán. Otros
ligamentos son los de estructura diversa y dobles complejos en los
que, la técnica y los hilos de urdimbre, tienen función decorativa
exclusivamente. Se encuentran, igualmente, unos pocos tejidos de
tipo asargado dentro del grupo de técnicas fuera del telar.
Se observaron telas que presentan orillos laterales y finales muy
especiales. Algunos comunes entre diferentes grupos de tejidos.
Los ligamentos
Trataremos ahora los diferentes tipos de ligamentos elaborados por
los textileros Muisca y Guane, mediante una explicación escrita y
gráfica, sin tratar variantes técnicas que no se hayan encontrado.
Hablaremos de cada ligamento, cómo es, y sus características más
importantes. Damos los nombres técnicos de los ligamentos de
acuerdo a la terminología textil actual.
LIGAMENTO. Es la estructura resultante del entrecruzamiento o
combinación de los dos elementos básicos que forman un textil.
Estos elementos básicos se llaman Urdimbre y Trama y trabajan
con un orden preestablecido para poder realizar un tipo de textil
específico. Este entrecruzamiento tiene diferentes variantes,
produciendo así tejidos de diferentes aspectos y texturas.
URDIMBRE. Es la serie de hilos longitudinales de un textil. Esta
serie de hilos es colocada como soporte en el telar. Por entre estos
hilos pasa la trama: así se logra un ligamento.
La urdimbre determina el ancho y el largo de un tejido en telar. De
acuerdo a su orden, a la concentración de material y a la
disposición del color, se logran diferentes efectos en la tela.
TRAMA. Son los hilos que atraviesan la urdimbre de forma
transversal para hacer e l , ligamento. Según como se hagan las
pasadas de trama, a su color, a su calibre o número de cabos, su
combinación con la urdimbre y el empaque, se obtendrán diferentes
efectos.
Tipos de Ligamentos:
TAFETÁN. Es el ligamento más simple y primitivo. Es llamado
también tejido plano o sencillo. Su característica principal es que
los hilos de urdimbre y las pasadas de trama se cruzan
continuamente y de la misma forma, o sea que los hilos trabajan
1x1 y alternándose. Un hilo de trama pasa por encima de un hilo de
urdimbre y luego por debajo y así sucesivamente.
Figura 5: A- Tafetán balanceado. B- Esterilla, dos hilos por urdimbre y trama
El tafetán tiene sus dos caras ¡guales. Las telas con este ligamento
no tienen derecho ni revés. Su superficie es lisa, lo que la hace más
adecuada para ser estampada, pintada o bordada. Se pueden lograr
efectos con este ligamento por diferencia de calibré, número de
cabos o torsión de sus hilos, y por su color.
Fragmento G 71, y tejido en tafetán
TELETON. Tejido plano o sencillo desigual, llamado también
acanalado.
Es un derivado del tafetán. Está dado por hilos dobles, triples o más
de urdimbre y sencillos de trama o biceversa. En este ligamento,
uno de los elementos que lo conforman es mayor que el otro. En él
todos los hilos evolucionan como los del tafetán pero formando
grupos de dos o más.
Los telefones de urdimbre y trama se pueden obtener a partir del
tafetán, repitiendo o aumentando el número de pasadas en el primer
caso y de hilos en el segundo.
Fragmento MNM 38.-1.-771, lado izquierdo muestra tejido en teletón
Este ligamento se puede trabajar de forma regular o irregular.
Dependiendo, en el primer caso, que formen el ligamento el mismo
número de hilos de urdimbre y pasadas de trama, y será, en el
segundo caso, donde el número varía.
El teletón de urdimbre forma efecto de cordoncillos horizontales y
de trama con efecto de cordoncillos verticales. También puede
variar el efecto si los hilos son de diferentes calibres o por su
longitud.
Figura 6: A- Teletón dos por uno. B- Teletón uno por dos
En los ligamentos de tafetán y teletón pueden presentarse tres
variantes, dependiendo de la proporción de uno de los dos elementos
estructurales, así:
TEJIDO BALANCEADO: En esta variante, la proporción loe hilos y
pasadas es igual y en el ligamento quedan visibles los dos
elementos.
CARA DE URDIMBRE: Aquí la proporción de los hilos es mayor que la
de pasadas, cubriendo la urdimbre totalmente la trama y quedando
visibles solamente las urdimbres.
o o o o o o o o o o » o o » * o o o o o O•••••O00 0»00»»O000
Figura 7: detalle tafetán cara de urdimbre con esquema de orden de hilos y efectos de color en el transcurso del tejido
CARA DE TRAMA: La proporción de pasadas es mayor que la de hilos,
cubriendo totalmente la trama a la urdimbre y quedando visible
solo la trama.
Las dos últimas variantes son las llamadas comúnmente reps.
Se encuentran dentro de los textiles analizados algunos con tejido
cara de urdimbre, especialmente en telas de franjas laterales y/o
centrales o telas pintadas, como la G-60.
l
En el grupo de cara de trama encontramos solamente este efecto en
la tiara de la momia de Pisba.
Igualmente se halló en los textiles Muisca y Guane que el tejido
más corriente es el teletón 2x1 en el total de la tela. En algunos
casos este mismo ligamento hace parte de las franjas decorativas
con juego de 4 o 5x1, como es el caso de la manta G-62. Este textil
tiene una franja central de urdido habano-amarillento y está
tramada en marrón con ligamento teletón 5x1, dando el efecto de
punteado por los flotes de una trama sobre 5 urdimbres. Otros
ejemplos de este caso son las telas MOTM 44 y MOT 10
(posiblemente Guane).
ESTERILLA. Es un ligamento variante del tafetán. Se caracteriza
porque la urdimbre y la trama juegan con el mismo número de hilos
al tejerse el ligamento, o sea que si hay 2 o 3 hilos de urdimbre,
estos se cruzan en la misma proporción de 2 o 3 hilos de trama (ver
figura 5).
Dentro de los textiles precolombinos observados solamente en el
fragmento MOM 41-11-2498 se encuentra un tipo de esterilla, la de
2x2. Esta se ve sobre todo en la parte anterior a los orillos finales
de la mayor parte de ¡os textiles Muisca, siendo ésta una de sus
caracter ís t icas.
ESTRUCTURA DIVERSA. Es un tipo de ligamento que pertenece a los
múlt iples. Para hacerlo, en los textiles precolombinos, se
utilizaron dos colores de urdimbre, trabajando 2 hilos de un color
(normalmente habano) por uno de otro color (generalmente un
marrón), como ejemplo la G 70 y MNG 41-111-24-98.
MNG 41-111-2498
Se trabaja de manera similar al ligamento de doble tela, sacando
hacia adelante los hilos de urdimbre que van a formar el diseño,
pero no se hacen puntos de ligadura con la trama.
En este ligamento pueden ocurrir dos cosas: una es tejer un
ligamento dentro de las dos caras del diseño, quedando todas las
secciones de urdimbre haciendo flote.
Para lograr este ligamento es necesario un juego de 4 cruces en los
hilos de urdimbre.
Figura 8: ligamento de estructura diversa, donde muestra el movimiento de hilos de colores que pasan de una cara a otra de la tela, como lo señala el asterisco
DOBLE TELA. Es un tipo de tejido múltiple. Los tejidos dobles tienen
una urdimbre que se divide en dos planos: uno de hilos pares y otro
de hilos impares.
Si se trabajan sus dos caras con un solo color se teje con una sola
trama pero, como es más común hacerlo con varios colores, se
trabaja con tramas dobles para lograr el efecto de positivo-
negativo.
La doble tela es un ligamento que da dos tejidos independientes,
unidos por el cambio de curso del color y del diseño.
Figura 9: doble tela con diseño positivo o negativo A y B caras opuestas del tejido, C, corte transversal
En la realización de la doble tela se combinan primero, los hilos de
uno de los planos con una de las tramas, y luego los hilos del
segundo plano de la urdimbre con otro hilo o pasada de trama.
Produciéndose, de esta manera, dos tejidos paralelos e
independientes en una sola tela. /
Los hilos dobles complejos son aquellos que normalmente se
realizan con un tipo de diseño específico. Así, con decoración entre
las dos caras del tejido paralelo, se logra un intercambio de hilos
de trama y urdimbre o biceversa. De esta manera se van realizando
las dos caras del tejido por secciones.
En las dobles telas simples siempre las dos caras están separadas
por un vacío. Las dobles telas complejas o de doble faz están unidas
en secciones por hilos de trama que pasan, de una cara a otra, para
realizar los diseños dando la posibilidad de multiplicar los efectos
decorativos.
La doble tela produce dos caras con la misma estructura y el diseño
va cambiando de color.
El ejemplo más característico y además único dentro de los
textiles aquí estudiados es la maravillosa mochila MOTM 15 PC,
parte del ajuar funerario de la momia de Pisba y de la cual se hace
una descripción detallada más adelante.
Mochila Páramo de Pisba MOTM 15 DOS colombina
Orillos laterales
ORILLOS PLANOS. Estos orillos los da una tela al ser tejida en el
telar. Normalmente lleva concentración de hilos de urdimbre. Estos
últimos son hechos con el ligamento igual al de la zona lateral de la
tela. En su mayor parte son elaborados en tafetán balanceado o
teletón 2x1.
ORILLOS REDONDEADOS. Presentan un salto, de una pasada de trama,
que parece un pespunte y ocasiona que el lateral se vea ligeramente
redondeado.
Este orillo se teje en el mismo ligamento que la sección lateral de
la tela. Podemos observar este tipo de orillo en las telas MOTG 87,
41-111-2502 y 2498.
La explicación de esta técnica es la siguiente: al tejer una pasada
se deja el hilo suelto y se vuelve a tramar a la tercera pasada; a la
cuarta la de la segunda y así sucesivamente.
ORILLOS ONDEADOS. Al llegar aquí se pueden observar dos variantes.
Una se trabaja básicamente con 6 u 8 hilos de trama que se pasan
así: primero 6 hilos, dejando cada uno de estos sueltos en el lado
contrario del tejido. Luego, cuando se llega a la séptima pasada, se
devuelve primero el hilo 6, a la octava pasada se lleva el hilo 5 y
así sucesivamente hasta llegar al 1, creándose una onda en un
lateral y, al repetir la operación, la próxima onda quedará en el
lateral opuesto.
Figura 10: orillo lateral ondeado a base de alternar seis hilos de trama en íorma sucesiva
La otra variante se trabaja con 12 a 16 hilos de trama.
Aproximadamente unos 6 a 8 hilos se pasan independientes y en
74
orden, dejando sus puntas sueltas en el extremo opuesto donde se
empezaron a trabajar.
Figura 11: orillo lateral ondeado alternando 6 hilos de trama
Luego de estar pasados estos 6 u 8 primeros hilos, se toma el
primero de abajo y se pasa en la séptima o novena carrera según
corresponda y así sucesivamente, en forma ascendente, hasta la 12
o la 16 pasada. Ejemplos: los 38-1-771 y 41-111-2498.
i
En este caso también se van creando las ondas alternativamente de
un orillo al otro del textil.
ORILLO TUBULAR. Este se realiza con los mismos orillos de la trama
de la tela pero, generalmente, con hilos de urdimbre de diferente
grosor, cabos y en algunos casos color.
Figura 12: detalle orillo lateral tubular. 1 vista corte transversal, 2 vista de frente
Para la urdimbre se utilizan 6 u 8 hilos y para tejerla se divide la
primera, en dos secciones, que se tejen aparte y en forma circular
con un ligamento de tafetán o teletón 2x1. Por el centro de las dos
secciones de este orillo queda un espacio vacío. Ejemplos: en las
mantas MOT 10, G 69, G 86, 41-111-2499 y 41-111-2504 orillo
tubular.
G 41-111-2504
El orillo tubular es muy firme y resistente. Actualmente
encontramos que es trabajado por los indígenas guajiros Wayú como
refuerzo y adorno de las fajas de los guayucos masculinos que, a su
vez, son tejidos con ligamentos de estructura diversa.
Flecos
En gran parte de las telas tejidas en telar sus orillos finales son
flecos de urdimbre.
Como las telas precolombinas no se cortaban, sino que se sacaban
completas del telar en razón del urdido corredizo, entonces los
textiles quedaban con orillos finales lisos o dejaban flecos al
empezar y terminar la manta (ver figura 13).
Figura 13: A- detalle de fleco por urdimbre y de remate de cadeneta hecha con hilo diferente. B- remate de cadeneta con fleco de urdimbre
Los flecos se hacían dejando cierta cantidad de urdimbre y
rematando al empezar el fleco en los dos orillos finales. Al safar el
urdido quedan los flecos como argollas alargadas.
Normalmente, los dos hilos que forman cada argolla, se tuercen
entre sí y se ve que, los tejedores prehispánicos torcían con más
proporción de hilos.
Mochila de la momia del Páramo de Pisba
i
En el Departamento de Boyacá, más precisamente en el Páramo de
Pisba al noroeste de Tunja, se encontró hacia 1978 un ajuar
funerario completo.
Dos arqueólogos, Marianne Cárdale de Schrimpff y Eliécer Silva
Celis, han analizado este hallazgo describiendo cada uno de sus
componentes como también los materiales, el tejido, el diseño y el
estado en que llegó al Museo del Oro, que la adquirió en 1978.
El objeto textil que más ¡lama la atención es, sin duda, una bella
mochila tejida en tonalidades marrón oscuro y habano natural, del
color de la fibra del algodón. Su ligamento es de doble tela (ver
figura 9). Tiene como base dos telas de diferente color, con tejido
plano balanceado que se entrecruza en el momento apropiado para
formar el diseño, quedando igual por ambos lados, con el color
invert ido.
Los tejedores peruanos precolombinos fueron muy hábiles en el uso
de este método. En México,, las mujeres Coras, Huicholas y Otomíes
tejen en la actualidad morrales con esta técnica.
Hasta el momento, la mochila del ajuar funerario de Pisba es el
único objeto textil antiguo encontrado en Colombia que está
realizado con esta técnica.
El cuerpo de esta mochila es tubular y, en un momento, su forma
recuerda a la mochila arhuaca de la la Sierra Nevada de Santa
Marta, tejida con aguja e hilo continuo. Sin embargo, la gran
diferencia consiste en que ésta es tejida en telar con gran aporte
técnico en cada una de sus partes: fondo, cuerpo, manija, trenzado y
recurso de unión al borde. Cada una de estas partes dá armonía al
conjunto de la mochila.
El tejido del cuerpo de la mochila mide 16 cms. de alto por 42 cms.
de diámetro. Fue trabajado en telar y por su importancia es posible
que se haya elaborado primero que las otras partes que la
componen.
Su forma tubular está dada por el urdido corredizo, al igual que por
la habilidad del tejedor, al utilizar todo el urdido entre los dos
orillos finales y al no retirar la hebra de soporte. El recurso de la
hebra de soporte es aún utilizado por los tejedores de guanga, en el
sur del Departamento del Cauca.
Figura 14: esquema total del diseño dado por el tejido de doble tela en la mochila de la momia del Páramo de Pisba. MOTM 15 pos colombino
En segundo lugar, aprovechando el borde inferior del cuerpo de la
mochila, se tejió el fondo a manera de surcido. Este fondo es de
forma ovalada, tejido con hilos más gruesos pero en los mismos
colores, formando rombos alargados no muy definidos y de tejido
más abierto.
La parte central de la manija fue tejida con ligamento de
estructura diversa a lo largo de 10 cms. y los orillos finales fueron
rematados con una cadeneta de hilo habano. Luego de estos remates
quedaron hilos de urdimbre sueltos, con los que se hicieron 7
trenzas planas a cada lado; éstas cambian de color habano a marrón
cada 3 cms. La medida total de la manija es de 40 x 7 cms.
En el borde superior del cuerpo de la mochila se aprecia un hilo más
grueso, de color habano claro, que da firmeza al primero. En él se
apoya la unión de las trenzas de la manija, que se reparten por el
borde superior de la mochila, sujetas a éste, por medio de una hebra
continua.
El diseño geométrico abarca toda la superficie tejida y está
determinado por líneas verticales, horizontales y diagonales. Su
composición es escalonada, con acentuaciones de contorno.
La principal figura escalonada, que se encuentra en la parte
céntrica de la mochila, está hecha con precisión a uno y otro lado
del eje de la figura que trata de repetirse en la parte opuesta.
Empero, el espacio que queda, no lo permite. Entonces el audaz
tejedor hace una figura semejante pero más angosta y, empata el
diseño diestramente, en el punto donde comienza y termina la
urdimbre (ver figuras 13 y 14 y MOTM 15 poscolombino).
Cada objeto textil que compone el ajuar funerario de la momia de
Pisba está descrito, a su turno, cuando se habla de la técnica
correspondiente.
La arqueóloga Marianne Cárdale deduce, en su informe, que el fardo
es pos colombino pues la momia está envuelta entre otras cosas en
un cuero de oveja; además la mochila ...encontrada al lado del fardo,
tenía por dentro un poporo cuyo palito fue embellecido con unas
cuentas de hueso y también de vidrio verde, incrustadas con brea.
(11)
y aquel territorio, el de los Caperuzos. Los llamaban así por estar habitado por unos indios que usaban bonetes en la cabeza, lo que no dejaba de llamar la atención, ya que no
habían visto indios con la cabeza cubierta, hasta entonces. Ramón J. Sender
La aventura equinoccial de Lope de Aguirre. < 1 2)
V- TÉCNICAS FUERA DEL TELAR
Una tela especial
G-59
La única tela tejida y bordada (G 59) que se encuentra exhibida en
el Museo Casa de Bolívar, Bucaramanga, está montada en una gran
vitrina donde puede admirarse en su totalidad.
83
Por el derecho de esta manta se aprecian ocho núcleos bordados en
forma triangular, de dos colores unidos por un vértice, semejando
la forma de una mariposa. Esta semejanza no parece ser un simple
capricho del tejedor, para jugar con formas de la naturaleza,
abstrayendo su forma para ser aplicada en un trozo de tela.
Figura 16: manía completa con ocho núcleos bordados en dos colores. G 59. Museo Casa de Bolívar, Bucaramanga
Una observación más detallada, bajo todos los aspectos con que se
cuenta para ser analizado un textil y su diseño, mostró por el revés
una agrupación de hilos muy flojos sin técnica textil aparente que
pudiera, en realidad, darnos un indicio de su función.
Figura 17: detalle de bordados en manta G 59. A- Bordado visto por una de sus caras, B-enlazado de hilos de diferente color por la cara contraria, C- vara puesta dentro del bordado
Proyectándonos hacia otros aspectos de la tela como son: sus
dimensiones, relación de distancia entre los núcleos bordados,
investigaciones antropológicas y arqueológicas por las cuales se
conoce que las mantas además de vestidos eran usadas para
envolver a los muertos, nos condujo entonces a comparar su forma
con su función que, en algún caso, podría estar relacionada con este
hecho histórico.
Reproduciendo a escala la gráfica de la manta completa,
simultáneamente con la reproducción de la técnica observada, se
deduce como hipótesis que el espacio libre dejado por los hilos
flojos del revés, bien podrían albergar dos varas paralelas a lo
largo de la manta, lo suficientemente gruesas como para soportar
un peso que estaría repartido en los ocho puntos que se observan en
la gráfica.
Ahora bien, volviendo a la posible relación con las costumbres de la
cultura Guane, la medida entre las mariposas localizadas en el
costado izquierdo y el derecho de la manta que es de 72 cms.-,
resulta adecuada para contener con amplitud el tamaño de un cuerpo
adulto.
El tamaño de la manta - 1.80 x 1.20 mts.- es otro factor para
comprobar la función de esta tela o sea, la de recibir un cuerpo en
posición horizontal para ser transportado. Su fácil manipulación
también se puede verificar con la distancia entre cada par de
mariposas -23 cms. aproximados- distancia suf icientemente
amplia para ser sujetada primero con la mano, a manera de manija,
y luego llevada al hombro. En definitiva, la localización de estas
mariposas es la más eficaz para que cuatro personas puedan
manejar la manta a manera de andas y accionarla como tal.
Figura 18: posible función de tela completa G 59
Teniendo este análisis y una hipótesis podemos sustentar además
que la perfección del bordado obedece a una estética ligada a la
funcionalidad pues las puntadas escalonadas evitan en la tela su
desgarramiento al recibir el peso.
Queda la confirmación de esta función; en espera de más razones
para aclarar o confirmar la función de estos elementos bordados
con precisión y esmero. Como consecuencia queda abierta al campo
del diseño la propuesta para proyectar su aplicación en objetos que
por su eficacia sean útiles en las necesidades actuales.
Redes
La red es una técnica muy antigua en todo el mundo. Fue
posiblemente un derivado de la fabricación de las redes de pescar,
canastos y bolsas, quizás anteriores al uso del telar ya que no se
conocía un sistema eficaz para tensionar los hilos de la urdimbre.
En primera instancia se trata de un tejido poco tupido y
transparente, hecho con un hilo continuo, que va enlazándose o
anudándose sobre sí mismo. El espacio o luz que se forma entre sus
diversas y complejas maneras de enlazar o anudar es llamado
malla.
De la distancia que existe entre uno y otro nudo o ajuste, del grosor
de los anillados y de la firmeza de la fibra, depende la estructura
de la red. La transparencia o densidad de las mallas depende no sólo
de las técnicas sino también de la naturaleza de la fibra.
Be fabncan a mano, en un primer momento sin ayuda de la aguja,
elemento que fue luego de gran ayuda cuando el tejedor se valió de
agujas, hechas con huesos o espinas de pescado.
La red más simple es sin nudo. El hilo forma primero una serie de
giros o curvas alrededor de un hilo de soporte. Una vez se llega al
final de la carrera se devuelve, formando una nueva serie de giros
los cuales, esta vez, se hacen sobre el hilo de la primera hilera. La
tercera fila estará sujeta en el hilo de la segunda fila y así
sucesivamente. Como ejemplo se pueden citar los chinchorros de
los Llanos Orientales y algunos de la Guajira que hacen los
tejedores como parte de su mobiliario.
Otro tejido de red sin nudo, diferente del anterior, es el que
haciendo primero una argolla, el hilo va pasando por dentro de ella y
cruzando, forma el giro siguiente, el cual vuelve a cruzar en el
turno posterior quedando el tejido en espira!. Por ejemplo: la
mochila costeña. En este procedimiento, cuando se teje en espiral y
se quiere agrandar la base o fondo de la mochila, se hacen aumentos
o sea que sobre una argolla se pasa dos veces ei hilo para formar
dos argollas. Así, ia base puede crecer en forma plana o algo
cóncava, según el objeto deseado para llegar después, a la forma
cilindrica, donde no se hacen más aumentos y el tejido crece de
forma tubular.
En las redes sin nudo, antes descritas, existen variantes de diseños
por color. Según éstos se turnan, en el transcurso del tejido,y
vuelven complejas las pasadas de argollas dando además, texturas
más rugosas. Una característica del tejido de red es su flexibilidad,
ajustándose al objeto que contiene.
En los gorros Guane tejidos con pelo hilado G 78, G 83 y G 199, hay
un ejemplo de argollado complejo, producido por un tejido compacto
y sólido parecido, en un primer momento, al tejido de punto.
Figura 19: técnica de red sin nudo hecha con pelo hilado como ejemplo de G 78
Difiere de éste en que no es tan flexible y en que, el envés es
idéntico al derecho, cuestión que en el tejido de punto no sucede,
pues, éste es más flexible y diferente por los dos lados. En una de
sus caras aparenta trenzas, mientras que en la otra parecen
cadenas paralelas y adyacentes. Además, este tejido se puede
desbaratar tirando del hilo y su manufactura se hace con la ayuda
de dos agujas o industrialmente. Su nombre genérico es tricot o
tejido de punto.
Otra red parecida al tejido de punto es la observada en el fragmento
MOTM 27. Esta red es hecha en fique con hilos de 2 cabos y tiene un
-^pesor de 1 cm. Parece ser parte de un tocado y muestra dos
partes con tejido idéntico pero en diferente dirección.
Figura 20: red sin nudo con apariencia de tejido de punto pero igual por ambos lados
/
En ¡os tejidos Guane, concretamente ios gorros, se observa que
fueron elaborados con la ayuda de una aguja pues su tejido es denso
y sería muy difícil introducir el hilo en mallas tan ajustadas. La
técnica es muy parecida a la red sin nudo, tejido en espiral antes
descrito, pero donde el hilo es introducido dos filas más arriba y
siempre en el transcurso del tejido contrario a las agujas del reloj.
La apariencia final es de finos cables torcidos en dirección Z,
adyacentes y muy justos. El derecho es igual al revés.
En los tejidos Guane se encuentran también algunos fragmentos de
red hechos a base de nudos con la ayuda de agujas. Sus mallas son
muy pequeñas, dando al tejido consistencia y textura rugosa.
En el caso de los fragmentos G 66 y MOTG 80, que por su forma es
probable que se trate de un gorro o montera, su tejido comienza en
espiral y hacia un lado conserva el orillo. La forma ondulada de este
borde hace pensar que rodea el rostro ajustando y abrigando a la
vez.
Figura 21: tejido de red anudada en dos medios nudos adyacentes hechos en dirección opuesta, con crecimiento en espiral. Los puntos donde están los aumentos están marcados.
G 66
Otro fragmento con redes muy parecidas pero de tejido aún más
denso es el G-68. En éste, en uno de sus bordes, se observa un gran
fleco formado por un enorme cordón de varios hilos torcidos.
G 68
Para hacer este fleco se aprovecha el argollado que deja el paso de
un nudo a otro. Allí se apoya el cordón continuo, formando el fleco
argollado.
Figura 22: fleco hecho con cuerda de varios cabos en forma continua al tejido de red con nudos
La red de estos fragmentos está hecha con aguja. Sus nudos,
parecidos a los de la figura 21 pero más sólidos producen, por
ambos lados, el mismo efecto. Este nudo consiste e,n dos medios
nudos, adyacentes, hechos en direcciones opuestas. Del
acercamiento y ajuste entre cada nudo depende la densidad de esta
bella y versátil técnica.
G 80
Dicha técnica puede hacerse como todas las redes, en hileras que al
llegar al borde, devuelven el tejido dando en este caso un tejido
plano. Puede hacerse además, como todas las redes, comenzando por
el centro, avanzando en espiral y necesitando para su crecimiento,
aumentos progresivos marcados en la figura 21 con un asterisco.
Gorro de pelo humano hilado
G 78
En los gorros de pelo G 78, G 83 y G 199 hay una verdadera
precisión matemática. Su tejido comienza en espiral, apoyando las
primeras lazadas en una argolla de algodón torcido y fuerte (ver
figura 19).
Al hacer las lazadas de aumento necesarias para dar forma al gorro,
éstas se hacen con el cuidado de dejar cuatro secciones bien
definidas, divididas por hiladas de puntadas, donde no se hace
aumento. En estas cuatro secciones los aumentos están hechos con
regularidad durante 12 cms. luego no parece tener más aumentos y
el tejido continúa derecho hasta llegar al final del gorro. En este
punto hay un realce dado por el reborde a lo largo del diámetro,
hecho con puntadas parecidas a las del cuerpo del gorro.
Para dar mayor cuerpo a! gorro y a su borde redondeado, este se ve
relleno de 4 hilos de algodón retorcidos en Z, que son cubiertos
totalmente con el tejido de red con aguja antes descrito (ver figura
29).
En la superficie exterior del gorro, a 5 cms. del centro, se
encuentran sobre una de las hileras cuatro pasadas de hilo de
algodón. Consideramos que ésta puede ser la manera de sostener
otro elemento, como por ejemplo, una pluma.
A 10 cms. del centro se encuentra otro elemento que llama la
atención a pesar de su tamaño. Se trata de una pequeña argolla de
hueso ensartada con un hilo junto con la continuación del tejido.
Figura 23: esquema de gorro de pelo G 78 hecho en espiral con red sin nudo y aumentos a los dos lados de cada hilera. A- vista por encima, B- vista lateral
Fragmento de dos tejidos diferentes:
Se cree en ocasiones que la. cestería, las redes, los trenzados y los
cordones son tejidos que, no necesitando más herramienta que las
manos, surgieron antes que el telar.
Este hecho es evidente. Sin embargo, en etapas posteriores, el
tejedor puede ser tan hábil en la elaboración de objetos hechos
fuera del telar como en el telar mismo.
Como fragmento de interés único, que corrobora este hecho, está el
G 66 que, luego de tejer una red muy densa a base de nudos
sucesivos con un hilo continuo, se desprende un tejido de urdimbre
y trama. En el empate de las dos técnicas está inserta una porción
de hilos gruesos, lo cual puede suponer un elemento que sirve para
amarrrar la prenda que según su parecido al fragmento G 66 a,
evidencia la forma de una gorra o montera que forma parte de ella.
Trenzados
En el principio de los tejidos, los materiales se comenzaron a
retorcer para conseguir mayor tensión y continuidad. Luego se
empezaron a unir tres o más hebras para más adelante,
entrecruzarlas. Esta actividad estableció la trenza como principio
básico de un proceso textil.
El trenzado se caracteriza por la ausencia de trama y de urdimbre
como elementos independientes. En su lugar, dos secciones de hilos
se cruzan en forma oblicua. Este método conduce a muchas
posibilidades de acuerdo a los intervalos, dirección, orden de
entrecruzamiento, color y número de hilos que se empleen.
La trenza se emplea para hacer objetos largos y estrechos como
cuerdas y bandas. En este caso, los hilos van libres y los cruces
97
pueden hacerse solamente con las manos, necesitando para su inicio
estar apoyados con firmeza, por ejemplo, en un clavo a manera de
soporte.
Para los trenzados más anchos, con características de tela, como
ejemplo encontramos un tejido de chinchorro hecho actualmente
por las comunidades indígenas de la Guajira. Aquí se hace necesario
para su ejecución un telar sencillo, a manera de marco como
soporte. En él están organizados los hilos y puede hacerse con las
manos el recorrido del cruce de uno a otro lado del tejido, de forma
uniforme y ordenada.
Este trenzado se realiza con hilos urdidos en las dos varas
horizontales, paralelas, separadas lo suficiente para establecer el
tamaño final del objeto. El urdido debe quedar con tensión
suficiente para permitir el acortamiento producido por el paso
oblicuo de los hilos, los cuales son cruzados tomándolos entre los
dedos, en la parte central del urdido. Cada cruce que se efectúe se
produce en la parte superior e inferior del tejido pero en dirección
inversa, de manera, que los cruces efectuados de derecha a
izquierda y de izquierda a derecha sean idénticos y ,se acerquen
gradualmente hacia el centro de la pieza.
Cuando la longitud de los hilos es muy corta, que haga imposible
continuar el entrecruzamiento, con otro hilo se hacen pasadas de
trama a través del centro del tejido para prevenir que los cruces se
desbaraten. Este tejido puede hacerse simple o complejo. Si el
número de hilos de urdimbre es número par quedará un cruce regular
de un hilo por encima y un hilo por debajo.
Si el urdido tiene número impar, la relación de cruce de hilos se
hace: un hilo por encima y por debajo de cada dos hilos a manera de
tejido asargado, dando un efecto final de tejido denso y fuerte. Este
caso se observa un pequeño fragmento de faja angosta hecho en
fique hilado muy fino G 82 del Museo Casa de Bolívar.
Este tipo de tejido es utilizado en la actualidad por campesinos de
los Departamentos de Cundinamarca y Boyacá para fabricar, con
fique, mochilas de carga de provisiones y otras pequeñas, en lana de
colores, para llevar el dinero.
Algunos campesinos llaman a esta técnica el tejido del non y
utilizan como telares, armazones muy sencil los, que llevan
apoyados en la cintura.
Figura 24: Trenzado del non, nombre hoy utilizado por algunos campesinos del departamento de Boyacá. Fragmento de fique G 82 y fragmento en algodón MOTM 20
Figura 25: cuatro tipos de pequeños telares para elaborar el trenzado de mochilas en los departamentos de Cundinamarca y Boyacá
En la colección particular que posee la señora Beatriz de Puente, se
observó un fragmento de algodón tejido en esta misma técnica, de
un tamaño aproximado de 30 cms. de alto. Está admirablemente
tejido con textura pareja y calidad densa y fuerte.
El Museo Nacional posee una mochila bastante deteriorada G 41-111-
2483 de magnífico tejido trenzado con la relación de asargado
diagonal, dado por un hilo sobre 3 y por debajo de 3 hilos.
Su borde superior es un grupo de hilos, cada uno retorcido en dos
cabos pero poco retorcido en su conjunto, haciendo una especie de
fleco continuo parecido al fleco del fragmento G 68. Las argollas
que forman el fleco de la mochila están aprovechadas para pasar un
elemento que servia como manija. De esta pieza bien vale la pena un
estudio aparte muy detallado, tanto por su calidad técnica con
solución admirable en uniones y flecos, como por su calidad
estét ica.
Otro caso de trenzado fue observado en el fragmento G 63 de 12
cms. de largo en su parte central. Al parecer del tipo que los
tejedores guajiros llaman cabuyera de hamaca. Esta es una pieza
fuerte, trenzada de manera que las argollas del urdido, van
quedando libres hacia ambos extremos del tejido donde se ata a las
cabeceras de la hamaca (ver G 63).
El tipo de trenzado de este fragmento es más complejo que los
anteriores.- Para su ejecución, los hilos libres se toman en dos
secciones, cada una organizada con hilos pares. Los dos hilos
extremos del lado izquierdo pasan, pasivos, hasta llegar al centro
de la trenza. Este paso se hace por entre los hilos de su mismo
grupo que se van torciendo sobre sí mismos. Del extremo derecho se
hace el mismo movimiento hasta llegar al centro donde, estos 4
hilos, se cruzan para continuar su paso en forma activa, una vez
llegue su turno. Se repite esta operación, tomando de cada lado, los
dos hilos del extremo hacia el centro.
Este fragmento posiblemente fue tejido del centro hacia los
extremos, donde el tejido va dejando libres los hilos en forma
escalonada hacia el centro. /
Su aspecto final es el de una estructura densa y firme, lo que
confirma una función que pudo ser la de sostener un gran peso como
el que debe soportar una hamaca. Un tipo de trenzado similar es
utilizado por los tejedores indígenas de la Guajira para elaborar
una clase de mochila.
Figura 26: trenzado de hilos libres con juego de dos hilos pasivos y dos activos. Fragmento G 63a
Al visualizar los cordones trenzados encontramos solamente uno, el
MOTG 76 c, hecho en algodón. Presenta cuerpo cuadrado gracias a un
proceso sencillo, ilustrado en la figura 27. Está posiblemente
hecho como los guindos, o sea el cordel largo y fuerte que permite
guindar ¡as hamacas. Para su ejecución son necesarios 8 hilos que
se relacionan, de dos en dos, tomados de los extremos hacia el
centro. Sosteniendo 4 hilos, en cada mano, se organizan de manera
que el hilo del extremo izquierdo pase de la mano derecha hacia el
centro por encima de 3 de su mismo grupo. En el grupo de ¡a
derecha, el hilo extremo pasa a la mano izquierda hacia el centro de
la trenza pero por debajo de los 3 de su mismo grupo y así
sucesivamente.
Figura 27: cordón trenzado con ocho cabos y dos colores
En el Museo del Oro y acompañando el ajuar funerario de una momia
encontrada en la región del Páramo de Pisba (Boyacá) hay unos
tejidos Muiscas bien interesantes. De ellos se habla, pieza por
pieza, en el capítulo dedicado a su técnica.
t Como ejemplo de trenzado observamos la gran mochila de 90 cms.
de alto que envuelve toda la momia. Se trata de un trenzado hecho
en fique torcido en dos cabos.
La mochila presenta secciones de trenzado sencillo muy abierto, en
secciones regulares con los hilos que deben cruzarse y que, están
anudados de a dos cabos, para volver a tejer otra sección de
trenzado sencillo. Este tejido denota dominio del material, de la
técnica de fácil ejecución y apropiada para su función. Las
secciones de nudos dan estructura y firmeza al recorrido del
trenzado abierto con apariencia de red.
Figura 28: trenzado muy abierto e hileras de nudos en las intersecciones de los hilos de fique. Fardo funerario del Páramo de Pisba MOTM 23
Orillos y flecos
Se observa en los tejidos Muisca y Guane la importancia que dan a
la acentuación de los orillos, especialmente los laterales. Este
efecto estético parece de gran importancia en estos grupos.
Probablemente por ser tejidos en su mayoría en algodón para ser
usados como vestidos.
Para los flecos, a los extremos de la urdimbre, son aprovechados
los mismos hilos de urdimbre que rodean la cuerda o vara de
soporte del urdido. El paso de terminación o comienzo, al dejar
l,L.res los hilos de urdimbre, se teje con un hilo independiente, una
cadeneta utilizando para ello un hilo torcido más grueso que los
hilos del textil y en la mayoría de los casos, en dos o más cabos.
Esta cadeneta tiene la doble función, de adorno y de dar firmeza
final al tejido a manera de remate. En las telas Guane esta cadeneta
está hecha por el derecho de la tela. En las Muiscas está trabajada
por el revés de la tela. Creemos que fue hecha posiblemente antes
de sacar el tejido del telar, aprovechando la tensión y organización
de los hilos.
Como única herramienta se usaban las manos y el hilo continuo va
tomando, a su paso, pequeños grupos de hilos de la urdimbre (ver
figura 13).
Los orillos laterales son el resultado de tramas trabajadas al
llegar al orillo con la ayuda de urdimbres de refuerzo, programadas
para dar el reborde deseado.
Se observan orillos elaborados con agujas después de terminada la
tela. Como ejemplo se encuentra el G 66 ejecutado como una red en
sentido circular al orillo del tejido. Su efecto final es parecido al
tejido de punto pero su ejecución, en esa técnica sería de gran
dificultad, dada la estrecha redondez que forma el reborde.
Este mismo efecto se hace con hilo y aguja, dando 4 lazadas,
cogiendo por detrás de los hilos de la pasada anterior y pasando el
hilo a través de la tela, en sentido circular al borde.
Este borde se ha encontrado en
el reborde de la montera G 66 y
nudo, el cual está descrito en
nombrada.
dos piezas de diferente factura. En
del gorro de pelo tejido con red sin
detalle en la figura anteriormente
En el fragmento de la manta G 83 llama la atención un bello reborde
elaborado después de terminada la tela. Sus hilos son de diferente
título a los observados en la tela. Más gruesos, torcidos en 2 cabos
Figura 29: A- Orillo tubular hecho en tejido de red sin nudo. Fragmento G 66 y G 78, B-detalle puntada
S y luego en Z. El algodón de que está hecho es de color habano
natural .
Este bordado elaborado con aguja necesita para su ejecución dos
puntadas: una avanza de izquierda a derecha tomando solamente el
filo de la tela.
Otra va de izquierda a derecha, retrocediendo y cogiendo la tela
más adentro para cubrir, al mismo tiempo y puntada a puntada, un
grupo de10 hilos del mismo calibre que van acompañando la tela a
cada lado como refuerzo y relleno del reborde. Su efecto final es de
espina de pescado.
Figura 30: orillo lateral hecho con aguja llevando por dentro un grupo de hilos gruesos a manera de relleno
En cuanto al fragmento G 61 tiene las urdimbres finales muy largas
y han sido aprovechadas para asir dos grupos de hilos que se anudan
independientemente en uno solo. Estos hilos son de torsión Z y
después del nudo se unen en torsión S.
Figura 31: terminación de la faja G 61, los hilos adicionales se apoyan en los flecos de urdimbre
Uniones
El fragmento G 61 ha sido unido a base de una costura con aguja. En
esta costura, los filos de las telas no están superpuestos sino que
están cosidos, uno al lado del otro, con puntadas, avanzado por la
unión en forma alterna: una puntada a cada lado de la tela. Esta
costura no denota mucho esmero en la regularidad de las puntadas
pero sí, la firmeza con que fueron hechas.
Figura 32: unión de dos telas G 61 y MOTM 48
En el fragmento MOTM 48 también se observa la misma unión pero
ahora está hecha para completar un esmerado remiendo.
Cestería
La cestería está considerada por antropólogos y arqueólogos como
una de las creaciones más antiguas en el desarrollo de las
habilidades del hombre.
Sus materiales casi siempre perecederos, hacen difícil las
secuencias de su desarrollo técnico. /
Con el uso de materiales vegetales flexibles para hacer recipientes
parece que se inicia el tejido de espiral, predecesor de la alfarería
que superponía rollos de arcilla. Proceso posterior puede ser la
cestería de entrecruzamiento, suponiendo para su factura, un
cálculo previo más complicado.
En un estudio más profundo sobre estas técnicas básicas hay una
subdivisión que determina toda una tipología del tejido de cestos
volumétricos y planos, redes y a la vez sus innumerables formas,
tamaños y diseños.
En los estudios de comunidades indígenas actuales se aprecia el
desarrollo del oficio de tejer cestos como parte de su cultura
mater ia l .
La gran riqueza natural de nuestro territorio dio origen a un
avanzado grado de destreza, perfección técnica y estética en la que
los conquistadores poco aportaron.
En el Museo del Oro solamente tuvimos la oportunidad de observar
dos f ragmentos tej idos con admirable prec is ión por
entrecruzamiento diagonal de sus materiales. El fragmento MOTM
26, que consta de tres partes de idéntico tejido, supone la misma
procedencia y partes de un mismo cesto.
El entrecruzamiento de elementos planos e iguales está hecho en
diagonal, definiéndola como la alternación de uno por cada tres
elementos y característica final de un asargado regular.
Figura 33: tejido asargado diagonal del fragmento de cesto MOTM 26
Sus tiras planas son todas de un solo color. Esta clase de tejido aún
es utilizado por los indígenas del Chocó y del Amazonas.
Al tejer tiras de diferentes colores, generalmente del color
amarillo natural de la fibra y tiras negras producidas con tintes
vegetales de la región, se dan motivos decorativos como grecas,
cruces, triángulos o cuadriláteros.
En el gorro de forma hemisférica de la momia del Páramo de Pisba,
se observa el mismo tejido diagonal pero en una relación de 1X2 o
sea que un elemento pasa, alternativamente, por debajo y por
encima de otros dos, generando un bello y bien estructurado tejido
asargado en diagonal. Su material de fibra vegetal está preparado
con finura.
El parecido que establece con la paja de iraca es bastante grande.
Hay que recordar que con la iraca se teje el sombrero más fino en
varias regiones de Colombia como Suaza (Huila), Sandoná (Nariño) y
Aguadas (Caldas).
Para la terminación del borde del tejido está doblado dos veces
sobre sí mismo y asegurado, mediante unas amplias pasadas de hilo
de fique, hilado muy fino.
.... varios indios entre ellos el más principal de aquella isla. Se llamaba Papa, lo que al principio causó sorpresa regocijo. Sus subditos tenían un aire bastante
civilizado, llevaban ropas aunque rudimentarias, y eran blancas, pintadas con rayas de colores vivos. Con aquella curiosidad de descubridores que tenían todos los soldados,
pronto vieron que las pinturas eran de pincel y no tejido. Ramón J. Sender.
La aventura equinoccial de Lope de Aguirre .<13)
Ornamentación
Hablan con frecuencia los historiadores y cronistas del uso
indígena de atuendos, hechos con telas bellamente ornamentadas
con pintura, aplicada con ciertos pinceles ayudados por varas de
madera para las líneas rectas. También de los rodillos y sellos
labrados en piedra o arcilla que, luego de humedecerlos en
sustancias colorantes, eran aplicados a las telas en forma repetida.
Empero, hasta el momento, no ha llegado a nuestro conocimiento un
ejemplo que confirme este hecho.
Las telas pintadas observadas hasta ahora indican que posiblemente
fueron tejidas para este fin porque, a! analizar sus ligamentos, en
la mayoría de los casos estos fueron tejidos con menor densidad
que otros tejidos y decorados con el juego de hilos.
Como excepción a esta teoría encontramos el fragmento G 72. La
finura de los hilos y la densidad de 78 a 100 hilos por pulgada y el
diseño geométrico con pintura a base de líneas muy delgadas,
hechas con precisión, demuestran la finura del tejido acorde con la
pintura. ¡
Contiene a la vez, este mismo fragmento, una franja decorada con
hilos teñidos, de urdimbre complementaria y con un diseño de
líneas rectas y quebradas, formando rombos que complementan esta
idea.
Característica general de las telas pintadas es la precisión en el
contorno de sus diseños ondulados y rectos. "Denotan que las
pinturas utilizadas fueron sustancias espesas e impermeables,
pues, no pasaban al otro lado de la tela.
En algunos diseños se repite la operación de la pintura, utilizando
diversos colorantes, a raíz de lo cual aumentan las posibilidades de
diseño. Las superf icies pintadas con color unido están
frecuentemente combinadas con líneas rectas tan precisas, finas y
organizadas, que se puede afirmar fueron hechas con finos pinceles,
utilizando para su trazo una vara posiblemente de madera haciendo
las veces de regla.
En otros diseños no se descarta la posibilidad del empleo de zonas
con reserva.
Esta fórmula consiste, en proteger determinadas partes para teñir,
de la acción del colorante. Es un método hecho a base de cera o
barro para dar mayor precisión en los contornos, lo mismo que para
pintar con más facil idad las zonas libres, dejadas por los
elementos de reserva. Como ejemplo de esta pintura negativa
podemos citar el fragmento G 54.
Los temas de la composición en la ornamentación pintada son
sencillos en apariencia: profusión del uso del círculo que aparece en
forma redonda u oval y con frecuencia, circunscribe otro círculo
parecido más pequeño, lleno de un sólo color.
El uso del rectángulo delineado es un diseño que se observa en dos
fragmentos: uno el G 72 con diseño pintado y con decoración por
tejido. La G 41-111-2498 del Museo Nacional.
MNG 41-111-2498
En cuanto a la espiral su uso está presente en el fragmento MOTM-
57, cuyo trazo regular y grueso, combina con líneas rectas del
mismo grueso en color marrón oscuro sobre el fondo habano natural
del algodón.
En el fragmento MOTG 54 con pintura negativa, o sea que la forma
se ve como un espacio blanco rodeado de un espacio ocupado de
pintura más oscura, ésta es dada posiblemente por técnicas de
reserva. El tema central es el círculo en un triángulo. El borde del
diseño, a manera de marco, es de estructura concentrada de
triángulos, círculos y circunferencias concéntricas.
El Museo del Oro tiene montado para su exhibición un fragmento con
diseño bien particular MOTM 17 de composición elaborada y
compleja, que ocupa toda la superficie de la tela.
La figura central está dada por un gran cuadro trunco, colocado en
forma inclinada a 45 grados a lo largo y ancho de la tela.
En la temática interior del cuadro se aprecian dos bandas anchas
con múltiples diseños positivos y negativos a la vez.
Las figuras semejan cabezas de pájaros estilizados, picos de
medios triángulos, ojos delineados a base de círculos con diseño de
radiación. Los diseños se repiten uno tras otro, comunicados por
una linea central. El cuadro está rodeado con pintura negativa,
formando círculos y óvalos circunscritos de color unido.
Otro tema de diseño pintado que se destaca es el fragmento MOTM
24 que ocupa la totalidad de la superficie.
Diagonal a la tela, la atraviesa una banda ancha que ocupa casi toda
la superficie. Inscrito en ella se aprecia un óvalo delineado con
precisión. Está dividido en dos partes y en cada una su diseño se
repite casi igual. Consta cada sección de figuras geométricas,
líneas radiales como triángulos seccionados.
En cuanto a la policromía Muisca y Guane se puede decir que sus
diseños armonizados combinan maravillosamente, a pesar de los
pocos colores con los que contaron estos grupos para sus pinturas:
ocres rojizos, amarillos, verde azulado y el color natural del
algodón.
Simbolismo de la textilería Muisca y Guane
Por el gran desarrollo alcanzado la textilería peruana ha sido la
más estudiada de América. Así, tomando como base comparativa
para adelantar cualquier estudio de nuestra text i ler ía
precolombina, podemos acudir a los mismos valores que ha
encontrado Junius Bird, arqueólogo estudioso de los textiles del
área andina, quien evocando a la vez a Federman Antón propone que
los tejedores peruanos recurrieron a la abstracción porque creyeron
que sus temas siendo divinos no deberían asumir las formas
profanas del mundo humano.
En el estudio Diseño Precolombino Colombiano, el Círculo, Antonio
Grass destaca la importancia de las figuras en las culturas
prehispánicas. Afirma, su valor como diseño puro y la ¡belleza de su
creación.
Agrega que como todo trabajo del espíritu cada uno de estos
diseños se deriva, en primer lugar, de lo abstracto. Es decir de la
pura invención de lo fantástico, de lo oscuro y desconocido. En
segundo lugar, de una estricta observación de la naturaleza que
rodea y acosa al hombre prehispánico y que él, mediante lo
figurativo, transforma y hace evolucionar. Y en tercer lugar, la
técnica primordial, cuyas condiciones fueron prodigiosamente
superadas hasta llegar al conjunto de esta creación. <14)
Los temas pintados del grupo Muisca no ofrecen especial contraste
con los temas pintados del grupo Guane. El círculo con pintura de
reserva, con otro círculo circunscrito más pequeño de color puro,
está presente en los dos grupos con el mismo efecto. O sea, usando
para cubrir los espacios que ha dejado libre el tema principal de la
pintura.
Una diferencia radica en la organización del diseño en las telas
Muisca, quienes lo manejaron con frecuencia en bandas anchas,
diagonales a la forma rectangular de la tela y sus temas abarcan
casi la totalidad de la tela de manera más compleja e intrincada.
Emplearon asiduamente lo figurativo.
Otro manejo hábil en este grupo es la espiral, delineada con
precisión, más gruesa y de color más oscuro.
En el grupo Guane el diseño está organizado a lo largo de la tela,
con temas más sencillos y en ocasiones no figurativos.
De todas maneras sería necesario disponer de más textiles para
poder aseverar, con mayor precisión, estas diferencias.
Decoración
La decoración de los textiles Muisca y Guane se realizó
básicamente por ia programación de hilos por urdimbre de
diferentes colores, o por el juego de color de la urdimbre con la
trama y diferentes entrecruzamientos de ligamentos.
Para la elaboración de la decoración con diseños, en estos textiles
se uti l izaron figuras geométricas en base a líneas rectas
diagonales, verticales y horizontales.
Las telas estudiadas por su tipo de decoración se pueden dividir en
4 grupos:
1- De franjas de urdimbre simétricas y angostas.
2- De franjas simétricas de diferentes anchos.
3- De franjas laterales y/o centrales.
4- De franjas y figuras geométricas en gran parte de la tela.
1- Decoración por franjas de urdimbre simétricas y angostas.
Estos textiles tienen la decoración en el total de la tela. En ellos
se combinan hilos de urdimbre de 2 colores: uno en tonalidad
marrón.y otro en tonalidad habana.
La trama siempre va en color marrón del tono que tenga la urdimbre
en el tejido. Los hilos de la urdimbre y la trama son de un sólo cabo,
pero generalmente la trama es más gruesa.
En estas telas, el ligamento más común es el teletón 2X1
balanceado y el número de hilos de cada franja es constante. Por
ejemplo, la tela G 57 por cada franja o color, tiene seis hilos
dobles.
Otras telas que pertenecen a este grupo y que podemos destacar
son: la G 74, la G 81, la G 83 y la MOTM 53. ,
2- Decoración por franjas simétricas de diferentes anchos.
Los textiles motivo de este análisis tienen también las franjas en
la totalidad de la tela pero, se diferencian de las anteriores, porque
las franjas o secciones de color más anchas son subdivididas por
franjas más angostas o por 1 o 2 hilos de urdimbre de color
contrar io.
En estas telas las franjas son, como en el grupo, anterior, de
urdimbre y con combinación de hilos marrones y habanos.
El textil que aclara más este punto es el G 69. Este presenta una
franja central habana y dos secciones laterales marrones. La franja
central y las laterales están subdivididas en franjas simétricas
más angostas por 1 y 2 hilos de urdimbre.
Se encuentra una gran diferencia entre estos dos grupos aunque
tienen en común la gran armonía visual.
En estos textiles como en los que siguen, podemos observar el gran
sentido y manejo matemático del tejido, ya que el número de hilos
de urdimbre está calculado y tiene una coherencia durante la
elaboración de la tela.
También se pudo observar un gran sentido de la proporción f de la
precisión, así como del cálculo y la programación d^ la urdimbre,
para poder obtener mantas de excelente calidad y diseño.
3- Decoración por franjas de urdimbre laterales y/o centrales.
Aquí la decoración de las franjas está dada por el color de los hilos
de urdimbre y por los diseños geométricos tejidos con ligamento de
estructura diversa.
Este grupo de textiles es muy especial y de características
específicas. Se han catalogado como telas con decoración de
franjas laterales y/o centrales, ya que en unos pocos casos, la tela
tiene una sola franja de cualquiera de los dos tipos mencionados.
Las telas de este grupo tienen predominio del color oscuro en el
fondo y de franjas decorativas de color claro o combinadas de los
dos colores predominantes del tejido.
Las franjas con efecto de color son aquellas en las que el diseño se
conforma al tejer telefones 4 o 5X1, dando como resultado
punteados y rectas horizontales pequeñas.
Este efecto es producido al cruzar una urdimbre clara con una
trama oscura y por el flote y la pasada, producto del ligamento en
el que se entrecruza un solo hilo de trama por encima y por debajo
de 4 o 5 hilos de urdimbre.
En los fragmentos textiles MOT 10, G 52 MNG 41-111-2499 y G 4 1 -
III-2503 encontramos casos representativos de lo explicado
anteriormente.
Otro efecto de color por combinación de diferentes hilos de
urdimbre es la comúnmente llamada por los tejedores indígenas del
grupo Kamsa, de las selvas del Putumayo, como palitos.
Este efecto hace parte de los diseños en los chumbes o fajas
tradicionales de esta comunidad.
Los palitos son líneas horizontales, pequeñas, producidas por la
combinación de un hilo de un color y otro de otro en la urdimbre, al
ser tejidos en tafetán cara de urdimbre. Un ejemplo de tela
precolombina, donde se aprecia este efecto de diseño, es la MOTM
50.
Los textiles de franjas decorativas con figuras geométricas tejidas
representan gran laboriosidad, paciencia y dedicación del tejedor.
Se encuentra que en las tres colecciones estudiadas hay algunas en
las que se ve una elaboración delicada,de armoniosa composición y
hermoso diseño. Estas son: G 53, G 79, MOTM 46, MNG 41-1-2502 y G
41-111-2498.
Los diseños geométricos que más se han encontrado en las mantas
precolombinas son los triángulos, las grecas, los exágonos, los
rombos inscritos y los triángulos en color unido, lográndose
técnicamente por el juego de un hilo habano y uno marrón o de 2
hilos habanos y uno marrón. En este último caso los hilos de
urdimbre marrón son más gruesos.
En el fragmento G 70 se observan 2 secciones de franjas simétricas
de urdimbre en color unido y tejidas en tafetán cara de urdimbre. En
la parte central de estas 2 secciones hay otra que, en su totalidad,
está elaborada con diseños en ligamento de estructura diversa.
Los diseños de esta teia están dados por grecas que se forman en el
tejido por franjas horizontales y diagonales, que contienen
triángulos de color unido.
Lo más sorprendente de esta tela, además de su belleza decorativa,
es la habilidad al tejer y el poder transformar franjas anchas de
color unido -en las cuales debe ir un cierto número de hilos de
urdimbre de un sólo color- en un diseño en el que se requieren 2
hilos marrones por 1 hilo habano, terminado en franjas anchas
nuevamente.
4- Tejidos con decoración geométrica en ligamento de estructura diversa en casi la totalidad de la tela.
Como el subtítulo lo dice estas telas, en la totalidad o en gran
parte del espacio, están ocupadas por diseños o con una
composición determinada.
Un fragmento ejemplo de esta tipología es el MNG 41-111-2498. Este
se encuentra montado sobre otra tela de mayor dimensión que el
tejido, donde se ha realizado un seguimiento de diseño.
i
También se puede apreciar en él, la división del diseño en 4 grandes
franjas. Las 2 laterales son de color unido. La central izquierda
está llena, en su totalidad, por diseños en zig-zag con franjas
anchas que llevan inscritos pequeños triángulos de color unido y
que, dependiendo de su cambio de color, le dan efecto claro u oscuro
a la franja. Además contiene exágonos y rombos inscritos.
La sección izquierda presenta 4 rectángulos inscritos: 2 marrones y
2 habanos intercalados. En este tejido, el ligamento de estructura
diversa, mueve sus hilos 1X1 de cada color, ver MNG 41-111-2487.
GENERALIDADES DE LOS TEXTILES MUISCA Y GUANE
1 - Los hilos de urdimbre y trama se utilizaron en un sólo cabo con
torsión S.
2 - Los hilos de urdimbre son más delgados que los de trama.
3- En las telas de hilos teñidos, con urdimbres a dos colores, la
trama es del color más oscuro.
4- En las telas estudiadas hallamos el predominio de los
ligamentos teletón 2x1 y tafetán cara de urdimbre.
5 - En algunos casos encontramos tafetán balancedo y en muy
pocos teletón 1x2 o 1x3. /
6 - Las telas pintadas tienen ligamentos balanceados y de
estructura abierta.
7 - Todas las telas con ligamento de estructura diversa o tejidos
en red, son estructuralmente ¡guales por ambas caras.
8 - Los orillos finales son con fleco de urdimbre y remate de
cadeneta.
9 - El remate de cadeneta en las telas Guane va por el derecho de
la tela y en las telas Muiscas va por el revés.
1 0 - Casi todas las telas Muiscas, al principio y/o al final, tienen
una sección en ligamento de Esterilla. Lo hacían al final parece ser
por la dificultad de tejer al terminar la urdimbre. Si lo hacían al
principio sería para poder ordenar la urdimbre.
1 1 - Los orillos laterales y rebordes tienen igual importancia que
el resto de la tela.
1 2 - Las telas presentan acabados especiales.
1 3 - Hay gran similitud de algunas técnicas con los textiles
peruanos.
1 4 - Hay pocas técnicas que se han mantenido dentro de grupos
indígenas y campesinos actuales. En su mayoría han desaparecido.
1 5 - Los textiles trabajados fuera del telar, son hechos por los
mismos artesanos que trabajaron en el telar. Dependiendo de la
habilidad del tejedor éste podía pasar de una técnica a otra en un
mismo tejido, (ej: G 66 a)
1 6 - Se observa un admirable manejo de las fibras, de las técnicas,
tanto en ligamentos como en tejidos.
1 7 - Sistemas de cálculo para definir urdimbres, ligamentos y sus
diseños. Así mismo de sistemas de graficación.
1 8 - Las telas pintadas presentan diseños elaborados con espirales
y triángulos, con circunferencias concéntricas.
1 9 - Circunferencias concéntricas con triángulos adheridos en su
periferia o estos últimos en espirales.
2 0 - Diseños de radiación, círculos concéntricos inscritos en
triángulos, óvalos concéntricos y triángulos de color unido.
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3 - Tomas Michel, Mainguy; Christine y Pommier, Sophie, El tapiz. Historia de un arte, Ediciones de Arte Albert Skira, S. A., Ginebra y Barcelona, 1972-1974, p. 22.
4 - Fernández de Oviedo, Gonzalo, Historia natural y general de las Indias. Tomos I al V. Biblioteca de Autores Españoles. Ediciones Atlas, Madrid, 1959, p. 117.
5 - Ibid, p. 237.
6 - Fernández de Oviedo, Gonzalo, Sumario de la natural historia de las Indias, Fondo de Cultura Económica, México, p. 241.
7 - Ibid, p. 139.
8 - Grass, Antonio,Diseño precolombino colombiano, El círculo, Museo del Oro; Banco de la República, Bogotá, Colombia , 1972.
9 - Fernández de Oviedo, Gonzalo, Sumario de la natural historia de las Indias, Fondo de Cultura Económica, México, p. 241.
1 0 - Fernández de Oviedo, Gonzalo, Historia natural y general de las Indias. Tomos ! a! V. Biblioteca de Autores Españoles. Ediciones Atlas, Madrid,-1959, p. 253.
1 1 - Cárdale de Scrlmpff, Marianne, "Informe preliminar sobre una mochila Muisca, hallada en la región de Pisba", Boletín del Museo del Oro, Banco de La República, Bogotá, 1978, p. 18.
1 2 - Sender, Ramón, La aventura equinoccial de Lope de Aguirre, Ed. Bruguera, Barcelona, 1983, p. 12.
1 3 - Ibid, p
1 4 - Grass, Antonio, Diseño precolombino colombiano, El círculo, Museo del Oro, Banco de la República, Bogotá, Colombia, 1972.
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144
Í N D I C E PROLOGO
INTRODUCCIÓN
I C O L O M B I A UNA MIRADA ANTES DE LA CONQUISTA 1 5 Dos mares una inmensa naturaleza 1 5 Guane Y Muisca: geografía, sociedad y cultura 1 6
II LOS TEXT ILES ARQUEOLÓGICOS Y SU IMPORTANCIA 2 7 Los texti les 3 0 Estudios existentes de tejidos Muisca y Guane 3 2
I I I E L E M E N T O S DEL TEJ IDO 3 7 Las fibras y el hilado 3 7 Colores de la naturaleza 4 6 Manos, maderas e hilos 5 3
I V TÉCNICAS D E T E L A R 5 7 El urdido 5 8 Las técnicas 6 1 Los l igamentos 6 2 Ori l los laterales 7 3 Flecos 7 7 Mochila del Páramo de Pisba 7 8
V TÉCNICAS FUERA DEL T E L A R 8 3 Una Tela Especial 8 3 Redes 87 Gorros de pelo hilado 9 4 Trenzados 9 7 Oril los y f lecos 1 0 5 Uniones 1 0 9 Cester ía 1 1 0
VI DISEÑO EN T E L A S PINTADAS Y TEJ IDAS 1 1 5 Ornamentación 11 6 Simbol ismo de la textilería Muisca y Guane 1 2 2 Decoración 1 2 4
GENERAUDADES DE LOS TEXTILES MUISCA Y GUANE 1 3 3
CITAS BIBLIOGRÁFICAS 1 3 6
BIBLIOGRAFÍA 1 3 7
Impreso en los talleres gráficos
del Instituto Andino de Artes Populares
del Convenio Andrés Bello
febrero 1994
Quito - Ecuador