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puntos de vista, consejos y guias sobre tesoros.

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  • Tpicos del SeminarioBenemrita Universidad Autnoma de [email protected] ISSN (Versin impresa): 1665-1200MXICO

    2006 Angelita Martnez

    EL ESPAOL DE LA ARGENTINA EN CONTACTO CON LENGUAS INDGENAS: ESTRATEGIAS ETNOPRAGMTICAS

    Tpicos del Seminario, enero-junio, nmero 015 Benemrita Universidad Autnoma de Puebla

    Puebla, Mxico pp. 97-110

    Red de Revistas Cientficas de Amrica Latina y el Caribe, Espaa y Portugal

    Universidad Autnoma del Estado de Mxico

    http://redalyc.uaemex.mx

  • El espaol de la Argentina... 97

    Huellas del contacto lingstico. Tpicos del Seminario, 15.

    Enero-junio 2006, pp. 97-110.

    El espaol de la Argentina en contactocon lenguas indgenas: estrategias etnopragmticas

    Angelita MartnezUniversidad de Buenos Aires

    Universidad Nacional de La Plata

    Introduccin

    Cuando dos o ms culturas se encuentran, surge la posibilidad deque los hablantes en situacin de contacto de lenguas reflejen, enuna lengua, conceptualizaciones que provengan de la otra. Elanlisis etnopragmtico intenta explicar dicho trasvase a travsde la interpretacin cualitativa de desvos cuantitativos de uso delas formas lingsticas. Parte de la conviccin de que la estructu-ra morfosintctica de una lengua se halla motivada por necesida-des comunicativas de los hablantes a partir de principios de lapsicologa humana (Contini Morava, 1995: 11-12). En este sen-tido, la iconicidad de la sintaxis respecto de la categorizacin dela experiencia, por ejemplo, podra explicar algunos hechos so-bre la distribucin de las formas lingsticas.

    1 Los ejemplos corresponden a Cuentos y leyendas populares de la Argentina,recogidos por V. de Battini. Se indica tomo, nmero de relato y nmero de pgina.

    Si dicen el nombre, como es un ser misterioso,le atraen y viene y empieza a molestar.

    Rosa Rojas, Corrientes, 1962 (VIII, 2185,615).1

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    En efecto, en este trabajo intentamos demostrar que, en rela-tos orales producidos en la Argentina, en zonas de contacto deespaol con lenguas indgenas,2 la mayor frecuencia relativa de laausencia del cltico acusativo de tercera persona, respecto dela variedad estndar, es una estrategia sistemtica que se relacionaisomrficamente con la ndole incierta, misteriosa del refe-rente y simblicamente con el temor del hablante a mencionartal tipo de entidades. Por ejemplo:

    (1) Dice que el guapoi tiene una pantama (fantasma) blanco, quesale a aforrar todo el rbol. A la oracin sale. Uno se asustacuando [...] ve. Y se asusta y puede caerse. Y puede enloque-cerse. La pantasma no haula (habla). Y persona mucha me diceque pora, que hay ah. La pora una ilusin que sale de unaplanta. Pero malo (VIII, 2348, 899).

    El fantasma del rbol guapoy, llamado pora, es una ilu-sin que provoca temor en la comunidad. El hablante omite elcltico (lo, le) esperable para sealar al referente del verbo ver.Por el contrario, tal como se muestra en (2), el hablante opta porla mencin del cltico si el referente no es una entidad misteriosa.

    (2) Que era un matrimonio malo con otras personas, mezquinos.Nuestro Seor le vio a ello que taban comiendo... (VII, 1788,793).

    1. Antecedentes

    La omisin del pronombre personal objetivo de tercera persona,en el espaol hablado en comunidades de Amrica influidas porel bilingismo o sustrato aborigen, ha sido advertida y tratadapor distintos especialistas como rasgo caracterstico de la varie-

    2 Consideramos para este trabajo nicamente las siguientes regiones en lasque se manifiesta contacto con lenguas indgenas: el noreste o regin guaranticaen la que se evidencia bilingismo espaolguaran, el noroeste, en especial lazona fuertemente influida por el sustrato quechua y la Patagonia cordillerana don-de se registra contacto del espaol con la lengua mapuche.

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    dad de espaol en contacto con el guaran (Kovacci, 1987; Pala-cios Alcaine, 1996) con el quechua (Granda, 1995) y con elmapuche (Acua y Menegoto, 1996, 1998). El fenmeno ha sidoatribuido a la posibilidad de la transferencia de rasgos de la len-gua indgena en el espaol.

    La mayora de estos trabajos son de ndole descriptiva. Enalgunos casos, sin embargo, se deja entrever que se considerarelevante buscar explicaciones a los hechos observados. Kovacci(1987: 17), por ejemplo, que considera que la omisin del obje-to directo anafrico con verbos transitivos obligatorios es unrasgo importante del habla de Corrientes, de probable influenciaguaran, dice: Queda por investigar si esta ltima proporcin (elporcentaje de omisin del cltico) se debe a factores tales comotema de la conversacin (sobre cosas o personas), verbos quefavorezcan la construccin con objeto de persona o de cosa, etc..Por su parte, los trabajos de Acua y Menegoto (1996) investi-gan el sistema pronominal del rea mapuche de la Argentina ysealan que, en esta variedad, es posible que el pronombreacusativo sea elidido si su referencia ya fue mencionada en eldiscurso. Las autoras consideran que esto parecera ser transfe-rencia del mapuche, lengua en la que se puede elidir el sintagmanominal objeto y el pronombre objetivo simultneamente si yafue mencionado (1998: 55).

    2. Anlisis de los datos

    La posibilidad de omitir el cltico acusativo se registra, tambin,en la variedad rioplatense estndar, tal como puede observarseen las emisiones (3), (4) y (5), cuyo rdito comunicativo pareceestar relacionado con la indeterminacin del referente:

    (3) S, me enter. Alguien me [...] dijo.(4) No encuentro trabajo pero voy a seguir buscando [...](5) Parece que hay ruido en el pasillo. [...] Escuchs? No, no [...]

    escucho.

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    Segn surge de nuestras observaciones, en las variedades deespaol de la Argentina que revelan el contacto con lenguas ind-genas, el fenmeno de la omisin del cltico acusativo muestra,respecto del uso estndar:

    a) mayor frecuencia,b) expansin en cuanto a la ndole de los referentes omitidos

    yc) expansin en cuanto a los contextos de uso.

    En Martnez (2001) intentamos buscar una explicacin de estefenmeno en la variedad de espaol propia de relatos orales, re-cogidos en las provincias patagnicas de Chubut, Ro Negro yNeuqun, en situacin de contacto con la lengua mapuche.3 Parti-mos de la observacin de que, por razones comunicativas, enel devenir discursivo, la obviedad del referente4 puede hacer que elhablante opte por no mencionarlo.5 Por el contrario, cuanto me-nos obvio sea el referente, el hablante acudir ms a instruir aloyente para que concentre su atencin, repitindolo o bien se-leccionando un cltico, en las situaciones en que la referenciano es lo suficientemente relevante como para una nueva men-cin plena. La omisin del cltico remitira, entonces, a la comuni-

    3 Acudimos a los relatos orales recogidos por Vidal de Battini (1984).4 Desde la retrica clsica la omisin del cltico puede considerarse un caso

    de elipsis. Dicha figura retrica supone una economa que puede aludir a entida-des que deben esconderse, y en consecuencia, al nfasis del elemento que se evitamencionar. La elipsis, por otra parte, sirve como recurso para producir oscuridadsemntica. Tambin son bien conocidos por la retrica algunos fenmenos rela-cionados con la elipsis como la adecuacin de esta figura para la expresin de lodifcilmente expresable; la peligrosidad del referente omitido o suprimido; la exi-gencia del trabajo mental creativo del receptor para reponer el referente faltante.

    5 La ausencia del cltico acusativo esperable sera semejante al mismo princi-pio establecido por Givn (1985: 204) para la omisin del agente en la estructurapasiva: If a piece of information is communicatively either unimportant,irrelevant, or should not in the speakers judgement be communicated, forwhatever reasons, that piece is not mentioned.

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    cativamente innecesaria remisin al referente, suficientementeexplcito para el oyente. El cuadro que sigue muestra las causasde omisin del cltico en relacin con la escasa relevancia y laobviedad del referente.

    Cuadro ISistema de (des)uso del cltico en la variedad no estndar

    de espaol con influencia mapuche

    Mencin del referente

    Requerida No requerida

    Plena Indexical

    1. Entidades menos relevantesa) No humanasb) Indeterminadas

    2. Entidades sobreentendidasa) Culturalmenteb) Discursivamente

    En este trabajo, queremos demostrar que, a su vez, la ausen-cia del cltico se constituye en un elemento paradigmticamentesignificativo. En efecto, como adelantramos, en nuestro corpuslos referentes favorecidos por la ausencia del cltico aluden, conmucha frecuencia, a entidades extraordinarias o misteriosas. Laestrategia se observa repetidamente, por ejemplo, en leyendasque remiten a tesoros ocultos en la cordillera patagnica, tal comose muestra en (6).

    (6) En ese Millacheo hay tesoro grande. As decan lo paisanosantiguos. Una persona gena, que Dios quera, [...] puede en-contrar. Dicen que hay bozalejos de oro, aros de oro, topos deoro, otras cosas muchas de oro; todo de oro, gran riqueza hayen ese tesoro. Un da [...] va a encontr una persona gena,gena. Hay que busc , hay que busc. No hay agora quin topenada, pero los antiguos topaban tesoros en la Cordillera. Peroes un secreto, no se puede decir. El que [...] sabe, si [...] dice,muere (VII, 1504, 411).

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    Los tesoros ocultos en la Cordillera configuran una entidadmisteriosa, cuya existencia no se conoce con certeza. El hablante,en consecuencia, evita mencionarla, congruentemente con la pocaevidencia de su realidad y el temor que su aparicin provoca.

    Tambin en la regin argentina de contacto quechua-espaol,6

    cuando se trata de relatos orales correspondientes al gnero le-yenda, se observa la misma estrategia de orden icnico, tal comopuede verse en la siguiente emisin, correspondiente a un relatodel noroeste:

    (7) Dicen que hay entierros ac y los buscan siempre. Son cargasde plata. Aqu ha encontrau un entierro un hombre que se llamaLzaro. Aqu buscan siempre los entierros. Pero el que lo hallano quiere decir [...] VIII, 2259,734).

    En el nordeste argentino,7 regin de contacto guaran-caste-llano, se registra el mismo fenmeno y una vez ms, en los relatosorales, la estrategia de la omisin del cltico se muestra rela-cionada con la ndole de las entidades que la comunidad evitareferir, tal como se puede observar en el ejemplo que sigue, corres-pondiente a un narrador correntino:

    (8) Cuando en las noche de mal tiempo se ve brillar una luz en unlugar, al pie de un rbol, as porque hay plata enterrada. Cuan-do esa luz sale cuando andamo por ah, y una cosa como unviento sale de ese lugar y no asusta, quiere dec que ese entie-rro t destinado para nosotro. Entonce, en ese mismo da y a ladoce de la noche, hay que ir solo, aunque tengamo miedo, conuna vela, y llegar y tratar de cavar y sacar [...] Ese un tesoroque ta destinado para nosotro. Si vamo acompaado noencontramo nada.

    6 De acuerdo con Vidal de Battini, consideramos que la regin del noroesteargentino se halla comprendida por las provincias de Jujuy, Salta, Tucumn, San-tiago del Estero, La Rioja, Catamarca y una porcin de San Juan.

    7 Nos referimos a la regin guarantica que comprende las provincias de Mi-siones, Chaco, Formosa, Corrientes y porciones de Entre Ros y Santa Fe.

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    Hay persona que han encontrado tesoro, mucha plata enterraday se han hecho rico de un da para otro, pero no [...] dicen. Nohay que decir [...], porque en el entierro hay un misterio. Sise dice, lo puede perder. Tambin hay peligro que la autorid selo quite a uno, porque plata antigua, y ha pasado un caso(VII, 1491).

    Para probar que no se trata de selecciones azarosas sino deuna conducta lingstica sistemtica, comunicativamente moti-vada, hemos clasificado las leyendas guaranticas de acuerdo conla entidad de que tratan y obtuvimos: 1. leyendas de plantas, 2. deanimales, 3. de objetos, 4. de referentes religiosos, 5. de persona-jes histricos y 6. de seres extraordinarios, propios de la culturaguarantica. En la tabla que sigue relacionamos el tema de laleyenda con la presencia y la omisin del cltico:

    Tabla IFrecuencia relativa de leyendas que presentan (des)empleo

    del cltico acusativo de tercera persona en relacin con el tema

    Como podemos observar, la ausencia del cltico aparece enlas leyendas de objetos, de seres de la cultura guarantica y dereferentes religiosos. Coherentemente con lo esperado, las le-yendas que se refieren a plantas, animales o personajes histri-cos, es decir, entidades relacionadas con la veracidad, no presentanausencia del cltico. Medimos, entonces, en la tabla siguiente, landole de objetos y seres que favorecen la variacin. Nuestra pre-diccin es que los seres cuya referencia se omite estarn ligadosal misterio o al temor, tal como ejemplificamos en (8).

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    Tabla IIFrecuencia relativa de ausencia vs. presencia del cltico en relacin con

    la ndole del referente, propio del mundo real o imaginario

    o.r. 10.71c2: 55.66p< .001

    Los resultados de la tabla muestran que si bien la presenciadel cltico es la eleccin generalizada para sealar ambos tiposde entidades, las correspondientes al mundo real son referidasmediante el cltico en un 98%, mientras que la ausencia de stese ve favorecida en el mbito de las entidades extraordinarias.En efecto, es en este mbito en el que se produce la variacin deacuerdo con la eleccin del hablante. Como vemos, en este con-texto de entidades extraordinarias, en casi un 20% de las emisio-nes el hablante ha omitido el cltico, a pesar de que, en el 80% destas ha optado por la forma cannica, como en la emisin (9):

    (9) La persona le ve, y despu se le pierde. Yo no lo he visto toda-va, pero es cierto. Le vio mi mam y toda la lavandera de accuando van a lavar la ropa en lo estero (VIII, 2237, 690).

    En (9) el narrador se refiere a los Negritos del agua, duen-des que viven en los esteros y se dedican a molestar a las perso-nas. Sin embargo, el hablante no elude remitir a ellos, por lo cualse manifiesta la presencia del cltico. Esto es natural si pensamosque los mitos, dentro de la cultura guarantica, contienen aspec-tos credos profundamente por adultos y nios en general; setransmiten como relatos vivenciados por quien los narra y lamayora de los personajes mitolgicos regula el comportamientode la comunidad. Nos preguntamos, entonces, cundo el hablante

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    opta por la ausencia. Para averiguar en qu circunstancias seomite el cltico, sistematizamos las entidades extraordinarias que,de acuerdo con nuestro corpus, favorecen la omisin:

    1. Entidades extraordinarias cosas fantsticas que hacendao o provocan miedo tales como voces que no todos puedenescuchar, tesoros ocultos, lagunas misteriosas, cosas mgicas, porejemplo:

    (10) Ante, cuando haba mal tiempo, dice que se sola sentir rodadode carro, como el ruido de la carreta antigua, y que el picadorgritaba:Ham!... Ham!... Ham!...Y dice que se oa voce:Socorro! Socorro que me ahogo! Socorro por nosotro!Y alguno [...] han odo ahora tambin (VIII, 1925,190).

    (11) El Yasyater tiene cinco anillos de oro. Y le muestra a la cria-tura. Y cuando viene a agarrar [...], le lleva (VIII, 2216,660).

    2. Seres fantsticos no individualizados que hacen dao o pro-vocan miedo, tales como sirenas, fantasmas, o monstruos. Porejemplo:

    (12) Estuvo lavando ropa en la laguna una muchachita y ya le dijo lamadre:Que si es que ves una chica linda, de cabello rubio, que no lehaga caso.Y le dijo que si ve eso que vuelva a su casa.Bueno, ella [...] vio, cuando ella vena lejo de la laguna, vio lachica linda, rubia, que taba cerca del banco donde ella lavabaropa.[...] Despus la madre vino a buscarle y no le encontr. Y ya seimagin ella que la ha de haber llevado la sirena (VIII, 2080,444).

    3. Seres mitolgicos individualizados cuya existencia no seasume totalmente (Taln Yovai un ser que posee dos talones y,

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    por lo tanto, nunca se sabe si viene o va y Teyu-yagua, una vboracon cabeza de perro):

    (13) Dice que era como vbora y la cabeza como perro. se elteyuyagu. En Santo Tom [...] saben todos. Dice que es cierto(VIII, 2303, 817).

    4. Situaciones misteriosas. Por ejemplo:

    (14) La Virgen de Itat iba, ante, fue a visitarlo a la Virgen de Ca-Cup. Haba sabido ser que era su hermana. Y haba sido her-mana, pues. La Virgen de Ca-Cup del Paraguay, de ese ladota. [...]Y entonce le dej ir. [...] Visitaba, se iba. [...] Visitaba de no-che.Dice que una vez dice la Virgen:Miren por mi enagua, miren por mi vestido, han de encon-trar resto del camino.Y entonce busca y encuentra esa espina, amor seco, y otra espi-na. Y haba sido que qued hmedo el ruedo. Haba sido delroco. Ella quera ver que ella anduvo, que se baj por lo yuyo.Dice que se va en Ca-Cup. Que no se va por la limpiada.Nosotro, cuando era criatura, saba esto (VIII, 1928, 196).

    Por el contrario, otros seres extraordinarios propios de la cul-tura guarantica manifiestan, mayoritariamente, la presencia delcltico. Son aquellos seres muy representativos, en quienes todoscreen y a quienes respetan, como, por ejemplo, el Pombero, elYaguaret Ab, el Yasiyaret, los Negritos del Agua, los que noauspician la ausencia del cltico. La presencia categrica de ste,creemos, se relaciona con el hecho de que la existencia del refe-rente no est puesta en duda, tal como puede observarse en (9).Son seres extraordinarios, pero la comunidad los considera exis-tentes y los respeta como tales.

    Tambin los referentes religiosos, coherentemente con loesperable, son referidos mediante el cltico. La misticidad y reli-giosidad que se destaca en la poblacin correntina, tanto urbanacomo rural, se halla representada, en general, por imgenes del

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    culto catlico. La Virgen de Itat es venerada por el pueblo. Slopresentan omisin de cltico algunas situaciones misteriosas, perono los seres mismos, tal como ejemplificamos en (14).

    La sistematizacin que surge del anlisis del (des)uso delcltico nos lleva a pensar que la variacin, si bien se relacionacon la ndole de las entidades del discurso, est centrada en laactitud del hablante respecto de la entidad referida.

    Por ltimo, si volvemos a la tabla 2, vemos que, en una pe-quea proporcin, ciertas entidades no misteriosas promueven laausencia del cltico. Por ejemplo:

    (15) Dice que la Virgen se sac la enagua y le envolvi a su hijo. Yse orin el Nio y ella [...] sac y [...] estendi para que seseque. Entonce viene la mula y [...] comi comi la enaguaque era de paal del Nio, y por eso le maldici la Virgen a lamula, que no tenga hijo (VIII, 1833,42).

    Creemos que en estos casos minoritarios, lo que provoca laausencia es el carcter de entidad doble, y por lo tanto, incierta,que construye el narrador. En (15), por ejemplo, el hablante cons-truye una entidad que menciona como enagua, y evita su refe-rencia cuando la enagua oficia como paal. Para volver a men-cionarla, explicita el doble significado.

    3. Del cono al smbolo

    Hemos visto que en las tres situaciones de contacto de lenguas serepiten los temas y la estrategia lingstica. En efecto, en el mar-co de los relatos populares, la ausencia del cltico se relacionacon la posibilidad de que el referente sea concebido, dentro deldiscurso, como real e irreal a la vez. El anlisis de los datos reve-la que, icnicamente, cuando el hablante focaliza la entidad ensu aspecto irreal evita sealarla y se produce la omisin. Comoconsecuencia logra un rdito inferencial, crear misterio. Dadoque se trata de leyendas, el clima de misterio aporta coherencia

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    al discurso. Se trata de referentes dinmicos, entidades cuya iden-tidad es conceptualizada como incierta y se presentan como am-biguos. Pero a su vez, la ausencia del cltico transmite un nuevosignificado: hay una entidad peligrosa, y el nombrarla puede des-encadenar su presencia o hacer dao. Una y otra vez los hablantesacuden a esta idea, probablemente porque, tal como leemos en(6): El que [...] sabe, si [...] dice, muere.

    Conclusiones

    Qu es lo que se transfiere en estas situaciones de contacto conlenguas aborgenes? De hecho, como sealamos anteriormente,la estrategia sintctica de omitir el cltico acusativo es una estra-tegia existente en el castellano de los monolinges y los hablantesen situacin de contacto lingstico sobreabundan en su uso. Lascaractersticas de las lenguas indgenas funcionan, posiblemen-te, como disparadores de la productividad de la estrategia quetraduce pautas culturales propias.

    En efecto, las tres lenguas indgenas consideradas que se en-cuentran en contacto con el espaol poseen estrategias de omi-sin muy generalizadas: en mapuche el marcador de tercera per-sona fi es de uso opcional (Golbert de Goodbar, 1975); enquechua, la tercera persona objeto no posee marca formal (CerrnPalomino, 1987: 145) y en guaran no se seala, en general, laanfora de sustantivos no animados (Gregores y Surez, 1967:210);

    Lengua y cultura se unen, mostrando la motivacin comuni-cativa que subyace a la construccin de la gramtica. Loshablantes establecen la referencia y el significado de algo miste-rioso, secreto, casi inefable, legendario. Ese misterio contaminalas formas de discursividad elegidas: por un lado, el narradornecesita construir un relato verosmil de sucesos que cuentancomo reales en su cultura; por el otro, el estatus de esas realida-des no tiene un alto grado de certidumbre fctica y positiva.

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    Realidad y mito estn en fuerte tensin. En ese marco, la anula-cin del referente objetivo de un verbo, a travs de la ausenciadel cltico, constituye una estrategia al servicio del sentido: elreferente omitido denota el carcter enigmtico de una entidadclave de la leyenda,8 tpico, unas veces, protagonista, otras. Lu-gares, personajes u objetos misteriosos son alternadamente men-cionados y eludidos para configurar, icnicamente, una presen-cia incierta o, simblicamente, un peligro que acecha.

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    8 Todos estos elementos quedan muy marcados como esenciales de la leyendaque se cuenta, por medio de verbos de existencia del tipo hay esto, est esto,se encuentra esto, como una primera afirmacin de su realidad que, por un lado,hace verosmil el relato pero que, por otro, va a ponerse en cuestin una o msveces en el transcurso de la leyenda a travs de proposiciones adversativas quesealan: existe pero en realidad no se puede hablar lgicamente de esto, perono se pueden dar pruebas ciertas, etc.

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