tesis doctoral aduriz bravo cap psosi
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Tercera aplicacin
Fundamentacin epistemolgica de la ciencia escolar
El tercer momento de nuestra argumentacin se genera cuando,
como resultado del anlisis epistemolgico de la didctica de las
ciencias, se identifica la ciencia escolar como el objeto propio
de la disciplina, creado a travs del proceso de transposicin
didctica, en el contexto de educacin cientfica en todos sus
niveles y modalidades. La ciencia escolar necesita entonces ser
fundamentada desde su enseabilidad (Galagovsky et al., 1999;
Izquierdo, 2000a; Izquierdo y Adriz-Bravo, en prensa;
Meinardi et al., en prensa), y para ello recurrimos por tercera
vez a la epistemologa como metaciencia. Cerramos as el
trayecto de las relaciones que hemos planteado entre esta
disciplina y la propia didctica de las ciencias (Adriz-Bravo,
2001e; Adriz-Bravo, Izquierdo et al., 2001).
Esta tercera aplicacin est dedicada a trasladar a la formacin inicial del profesorado
de ciencias los fundamentos epistemolgicos de la ciencia escolar, y a poner en accin
estos fundamentos en un ejemplo concreto de anlisis didctico en el campo de la
enseanza de la fsica en secundaria (Adriz-Bravo e Izquierdo, 2001b, 2001d; Adriz-
Bravo, Izquierdo y Duschl, 2001). El trabajo de fundamentacin epistemolgica de la
ciencia escolar podra participar en un futuro prximo de la construccin del ncleo
terico de la didctica de las ciencias (Izquierdo, 1990b, 1999b; Adriz-Bravo, 1999b;
Espinet, 1999), ya que esta disciplina est interesada en entender la dinmica y
particularidades del conocimiento y la actividad cientficas en la escuela y, en general,
en todos los escenarios en los que se lleva a cabo la transmisin y la difusin de la
ciencia (Adriz-Bravo, 1999b, 2000e).
Se entiende que la ciencia escolar es un objeto autnomo y con caractersticas propias,
desarrollado en el contexto cientfico de educacin (Echeverra, 1995, 2001; Izquierdo,
1995a, 1995b, 1999b, 2000a; Adriz-Bravo, 1999b). Como tal, la ciencia escolar est en
Latercera
aplicacinpropone
a los futurosprofesoresde cienciasel anlisis
epistemolgicode un
ejemplo decienciaescolar
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relacin bidireccional con la ciencia erudita, pero difiere de ella en muchos aspectos que
conviene sealar, con el fin de contribuir terica y prcticamente a la mejora de la
educacin cientfica (Izquierdo, 2000a; Izquierdo y Adriz-Bravo, en prensa):
La enseanza de las ciencias para todos (...) requiere un currculo especfico, diseado
por especialistas, que puede llegar a ser muy diferente de los que configuran los estudios
de ciencias universitarios; pero una y otros han de tener algo en comn, puesto que la
aceptacin y la comprensin social de la ciencia en el futuro dependern de la formacin
que hayan recibido los ciudadanos. (Izquierdo, 1999b: 5; las cursivas son nuestras)
El inters y la necesidad de caracterizar la ciencia escolar con el auxilio de las
metaciencias surgen de un intento de formacin epistemolgica inicial del profesorado
de ciencias ms coherente con las finalidades actuales proclamadas para la educacin
cientfica. Segn estas finalidades, el conocimiento de la ciencia per se es irrelevante si
no est acompaado de una transformacin significativa en la vida de los ciudadanos,
principalmente en lo que atae a la toma de decisiones sobre el desarrollo de las
sociedades democrticas (AAAS, 1989; Monk y Osborne, 1997; Matthews, 1998;
Millar y Osborne, 1998; Kolst, 2000; Villaman y Adriz-Bravo, 2001; Izquierdo, en
preparacin).
La tercera aplicacin est dedicada entonces a un estudio
internalista de la ciencia escolar, principalmente conducido con
las herramientas formales del modelo cognitivo de ciencia de
Ronald Giere (1986, 1992a, 1992b, 1993, 1996, 1999a, 1999b,
2001), complementadas con modelos de otras escuelas
epistemolgicas y aportes de otras disciplinas cientficas. Todas
las herramientas conceptuales que usamos estn adaptadas
libremente a las necesidades y propsitos de la didctica de las
ciencias, que proporcionan la matriz disciplinar desde la que se
desarrolla este trabajo (Izquierdo y Adriz-Bravo, 2001).
Aunque se trata de un estudio de caractersticas fundamentalmente epistemolgicas, se
lleva a cabo desde la perspectiva de los objetivos y valores de la didctica de las
ciencias, y en el contexto acadmico que proporciona esta disciplina. Esta afirmacin
Lafundamentacinepistemolgica
de lacienciaescolarse hace
por medio delmodelo
cognitivode ciencia
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justifica la seleccin particular de los modelos tericos que usamos para la tarea, as
como el recorte de los problemas que tratamos, los ejemplos que desarrollamos y las
implicaciones que derivamos.
La epistemologa como reflexin terica sobre las ciencias naturales sustenta una
perspectiva conceptual bien definida, distinta de las de la historia, la sociologa, la
psicologa y la lingstica de la ciencia, y de la que tiene la propia didctica de las
ciencias, pero a la vez congruente y convergente con todas ellas (Izquierdo, 1996b;
McComas y Olson, 1998: figura T.1). La epistemologa como metadiscurso es capaz de
fundamentar las ciencias naturales eruditas y escolares desde la perspectiva de la
enseabilidad del conocimiento (Izquierdo, 1992, 2000a; Adriz-Bravo, en prensa-a, en
prensa-e; Meinardi et al., en prensa), y proporciona adems herramientas tericas para
comprender el proceso de transposicin entre unas y otras. De all su importancia para
la formacin del profesorado de ciencias.
Figura T.1 Las metaciencias como disciplinas convergentes, constituyendo la reflexin
sobre la naturaleza de la ciencia. Adaptado de McComas y Olson (1998: 50).
Consideramos el modelo de transposicin didctica como uno de los modelos tericos
estructurantes de la didctica de las ciencias (Izquierdo, 1990b, 1999b; Adriz-Bravo,
1999b), inscrito en el centro mismo de su ncleo terico. Segn este modelo
(Chevallard, 1997; Astolfi et al., 1997), la ciencia escolar es una entidad autnoma con
caractersticas distintivas, que comparte muchos rasgos con su contraparte erudita, pero
que, al estar sustentada por valores bien distintos a los de esta, difiere consecuentemente
epistemologa
historiade la ciencia
sociologade la ciencia psicologa
de la ciencia
naturalezade la
ciencia
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de ella en muchos aspectos. La reflexin metaterica sobre ambos tipos de ciencia es
capaz de iluminar las semejanzas y diferencias entre ellas, ayudando a articularlas en el
contexto de educacin cientfica, con el fin de conseguir una enseanza de las ciencias
ms rica y valiosa.
El modelo de contextos de Javier Echeverra (1995, 2001) puede
ser usado para la didctica de las ciencias en dos sentidos bien
diferentes. Por un lado, nuestra disciplina, como cualquier otra,
tambin se desarrolla en cuatro contextos. As, por ejemplo, es
posible ubicar a los profesores de ciencias como tecnlogos en
el contexto de aplicacin de los conocimientos didcticos, o
destacar la labor de los departamentos universitarios de
didctica de las ciencias en la conformacin del contexto de
educacin didctica del profesorado de ciencias (Espinet y
Sanmart, 1998).
Pero por otro lado, la didctica de las ciencias es una disciplina surgida en la propia
complejidad del contexto de educacin de las ciencias naturales. Este se ha ampliado y
especializado al punto de demandar hoy conocimientos profesionales muy especficos
para su desarrollo. En este panorama terico, la ciencia escolar ha cobrado autonoma y
una personalidad propia. Estamos lejos de visiones como la de la didactizacin de los
saberes eruditos, como se expresa en esta cita:
La Didactique est un ectoplasme pistmologique, qui dforme, en les simplifiant, les
savoirs purs quelle emprunte, les rendant mconaissables. (Bailly, 1987: 40; cursivas
en el original)
Esta visin terica clsica presenta una didctica especfica que apenas est logrando su
separacin de la didctica general. Por una parte, se atribuye a la propia didctica de las
ciencias el trabajo de transformacin de los saberes cientficos en sus versiones
escolares. La disciplina cobra entonces sentido slo en el contexto de formar al
profesorado en la ciencia a ensear. As lo expresa un curso de didctica especfica con
este mismo enfoque tradicional:
Lacienciaescolar
se definea partir delmodelo decontextos
cientficosy del
modelo detransposicin
didctica
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La razn principal de un curso de Didctica de la Fsica radica en su propio contenido
cientfico. (Lahera, 1968: 7)
Adems, este contenido transformado se ve como una versin simplificada e
irreconocible de la ciencia erudita.
La visin terica detentada actualmente por los didactas de las ciencias es bien distinta a
esta. Por un lado, existe un proceso muy elaborado de transposicin didctica
(Chevallard, 1997) que se lleva a cabo en la llamada noosfera, y en el que participan
profesionales de toda ndole y miembros de las distintas fuerzas sociales, adems de los
cientficos y los propios didactas de las ciencias:
There is a place for historians, philosophers, and sociologists of science in the
deliberation of science curriculum. (Duschl, 1988: 60)
Por otro lado, la ciencia escolar creada es un objeto vivo y cambiante, que se relaciona
con la ciencia erudita, pero que posee rasgos originales que no dependen de ella.
Adems, al estar caracterizada por valores propios aquellos del contexto de
educacin, la ciencia escolar tiene objetivos y metas que la alejan de ser una mera
copia a escala del trabajo de innovacin cientfica (Izquierdo, Espinet et al., 1999;
Izquierdo, 2000a).
En este panorama de ideas, la ciencia escolar se vuelve un objeto de estudio
preeminente para la didctica de las ciencias; nace as la necesidad de una verdadera
epistemologa de lo escolar (Astolfi et al., 1997; Porln y Rivero, 1998; Izquierdo,
2000a, 2001), que est actualmente en sus tmidos inicios tericos. Consideramos que
esta epistemologa de la ciencia escolar tiene un valor enorme para la formacin del
profesorado de ciencias.
Las relaciones complejas, bidireccionales e histricamente cambiantes entre la ciencia
escolar y su contraparte erudita (explicadas por el modelo de contextos y por el modelo
de transposicin), justifican que la didctica de las ciencias tenga una amplia
produccin acadmica ocupada de las ciencias naturales por s mismas, similar en su
objeto a la produccin de las otras metaciencias, pero separada de ellas por su
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perspectiva terica, sus valores y objetivos, y sus fundamentos conceptuales (Adriz-
Bravo, 1999b) (figura T.2).
Figura T.2 Dos modelos tericos, el de contextos cientficos (Echeverra, 1995) y el de
transposicin didctica (Chevallard, 1997), nos permiten definir la ciencia escolar.
Nuestra concepcin de la didctica de las ciencias incorpora, como elemento central, el
desarrollo de una ciencia escolar que elabora sus propios modelos tericos para la
enseanza, en funcin de ayudar al estudiante (novato) a apropiarse de las formas de
representacin, las estrategias cognitivas, los modos de intervencin y el lenguaje
especfico del cientfico (experto). Para ello, consideramos fundamental el diseo de
interacciones en el aula de ciencias que faciliten tanto el aprendizaje significativo como
la toma de conciencia sobre lo aprendido, sobre las estrategias cognitivas, epistmicas,
discursivas, materiales y sociales empleadas (Adriz-Bravo, 2001d; Adriz-Bravo,
Izquierdo y Duschl, 2001; Galagovsky y Adriz-Bravo, 2001), y sobre las relaciones de
todo ello con la referencia cultural externa (Izquierdo, 1999b; Martins, 2001), que es la
ciencia entendida como cuerpo normativamente impuesto por la sociedad.
metaciencias
conocimientocientfico
actividadcientfica
estudian
desde cuatro perspectivasprincipales: epistemolgica,histrica, sociolgica ydidctica
en sus cuatro contextos:innovacin, aplicacin,evaluacin y educacin
transposicin
funciona a modo de conceptor que relaciona
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En esta concepcin de la didctica de las ciencias, los profesores
de ciencias adquieren un papel fundamental, pues son los
responsables del momento final del proceso de transposicin
didctica262 y, por tanto, verdaderos creadores de la ciencia
escolar en el aula. Este modelo de profesor como tecnlogo, que
hemos desarrollado en la segunda aplicacin de esta tesis,
implica un profesorado de ciencias capaz de analizar
crticamente los fundamentos epistemolgicos de la ciencia
erudita y de la ciencia escolar, y de poner este anlisis al
servicio de la construccin de una ciencia escolar significativa
para sus estudiantes.
En este contexto, nuestro entendimiento del modelo de transposicin didctica est
apoyado en la idea de que los modelos tericos escolares (Izquierdo, 2000a, 2001) son
las entidades medulares de la educacin cientfica. Tambin postulamos la existencia
de mediadores de naturaleza analgica para facilitar a los estudiantes el proceso de
ascenso desde los modelos del sentido comn sobre el mundo natural hacia los modelos
tericos escolares (Galagovsky y Adriz-Bravo, 2001; Adriz-Bravo, Izquierdo y
Duschl, 2001).
El captulo 12 presenta una caracterizacin a grandes rasgos de
la ciencia escolar, originalmente debida a Merc Izquierdo
(1992, 1994b, 1995a, 1995b) y ampliada por ella y por nosotros
en sucesivos trabajos263. La caracterizacin inicial y sus
sucesivas ampliaciones se resean en las primeras secciones del
captulo; luego se introducen las nuevas aportaciones al modelo
que hemos desarrollado para esta tesis.
262 Llamado ltimo nivel de concrecin del currculo (Coll, 1988).263 Entre ellos: Izquierdo (1996a, 1999a, 1999b, 2000a, 2001); Adriz-Bravo (1999b);
Galagovsky et al. (1999); Izquierdo, Espinet et al. (1999); Adriz-Bravo, Meinardi y Duschl
(2001); Adriz-Bravo, Izquierdo y Duschl (2001); Izquierdo y Adriz-Bravo (en prensa);
Meinardi et al. (en prensa); Adriz-Bravo, Duschl e Izquierdo (en revisin).
Se resumela tercera
aplicacin
Elmodelo de
cienciaescolar
es coherente conel modelo
de profesorde ciencias
comotecnlogo(segunda
aplicacin)
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Como se dijo, la caracterizacin epistemolgica que hacemos de la ciencia escolar
abreva principalmente en el modelo cognitivo de ciencia (Giere, 1992b). Este modelo es
muy rico y presenta gran cantidad de elementos; intentamos retomar algunos de ellos en
su transposicin al contexto especfico de la didctica de las ciencias (Izquierdo y
Adriz-Bravo, 2001, en prensa).
As como la fundamentacin epistemolgica de la ciencia erudita es tan extensa y
compleja que requiere de una serie de disciplinas especializadas, las metaciencias
(Mostern, 1982; Moulines, 1982, 1991; Estany, 1993; Adriz-Bravo, 1999b; Izquierdo,
1999b, 2000a), la fundamentacin epistemolgica de la ciencia escolar se revela como
una tarea titnica, capaz de dar lugar a una lnea de investigacin poderosa, con muchos
frentes, e involucrando numerosos estudios diferentes. Consecuentemente, nosotros no
podemos ms que intentar iniciar esta tarea, dejando abierto el juego a las aportaciones
tericas y empricas que vendrn ulteriormente264.
El captulo 12 desarrolla tambin algunos de los elementos de la
caracterizacin epistemolgica de la ciencia escolar con ms
detalle; hemos seleccionado estos elementos por tres motivos.
Primero, porque ellos son ejemplos paradigmticos de las
diferentes lneas de trabajo que esta rea de investigacin puede
dar de s (Izquierdo, 1995a, 1995b; Adriz-Bravo, 2001d;
Adriz-Bravo, Izquierdo y Duschl, 2001). Se trata de lneas en
las cuales existe actualmente mucho conocimiento didctico
terico y prctico disponible, pero que estn an desarticuladas
y confusas. Segundo, porque son elementos importantes para
describir y explicar las prcticas de enseanza que seran ms
congruentes con nuestro modelo de ciencia escolar; en este
sentido, su exposicin en esta aplicacin est dirigida
especficamente a la formacin epistemolgica inicial del
profesorado de ciencias. Tercero, porque son elementos que
permitiran comenzar a operacionalizar el modelo de ciencia
264 Algunas de estas aportaciones estn sugeridas o esbozadas en trabajos de investigacin
actualmente en curso.
Lacienciaescolar
se caracterizaa travs
de cincoelementos:
estructura macroy
microcurricular,lenguaje,analoga
ymetaciencias
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escolar en innovaciones didcticas concretas, introduciendo
cambios en la prctica real del aula de ciencias.
En particular, nos concentramos en cinco de los elementos caracterizadores de la ciencia
escolar265 (Adriz-Bravo, 2001d; Adriz-Bravo, Izquierdo y Duschl, 2001):
1. Los modelos de organizacin macrocurricular. Nos dedicamos especialmente a
aquellos modelos curriculares postmodernos (Martins, 2001) que rompen con la
estructuracin tradicional, disciplinar y basada en los contenidos a ensear (Adriz-
Bravo y Meinardi, 2000; Adriz-Bravo, 2001d; Adriz-Bravo, Duschl e Izquierdo,
en revisin). En el campo de la seleccin y la secuenciacin de los contenidos, los
modelos que recogemos utilizan tcnicas de anlisis estructural que se valen de
herramientas formales de diseo, como son las ideas, conceptos y campos
estructurantes y transversales, las macroideas y metamodelos, y los modelos
irreductibles.
2. Los modelos de organizacin microcurricular. En el nivel del diseo de las
unidades didcticas propiamente dichas, examinamos algunos modelos de raigambre
constructivista que incorporan como elementos centrales la modelizacin, la
metacognicin y el discurso266.
3. El uso del lenguaje en la ciencia escolar. Tomamos elementos de la retrica como
disciplina para iluminar las interacciones lingsticas (entendidas en sentido amplio,
multisemitico) que se dan en el aula de ciencias durante la construccin de la
ciencia escolar267. Un uso particular del lenguaje que rescatamos en este apartado es
el involucrado en la reconstruccin escrita de la experimentacin escolar (Izquierdo,
1999b, 2000c, en prensa-a, en preparacin).
4. El uso de la analoga en la ciencia escolar. Un aspecto importante a examinar,
derivado del anlisis anterior, es el del papel que juegan la analoga y la metfora,
265 Complementamos los que se consideran en Izquierdo (1995a).266 Por ejemplo: Giordan (1982); Osborne y Wittrock (1985); Adriz-Bravo (1993); Galagovsky
(1993b); Sutton (1994, 1996); Osborne y Freyberg (1995); Sanmart (1995, 2000b); Sanmart e
Izquierdo (1997); Newton et al. (1999); Linn (2000).267 Expuestos por ejemplo en: Sutton (1994); Lemke (1997); Osborne (1999); Newton et al.
(1999); Borsese (2000); Martins (2000a, 2000b, 2001); Len (2001); Rodrguez Aguirre (2001).
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tanto en sus aspectos retricos como representacionales, en la construccin de la
ciencia escolar en el aula268.
5. El uso instrumental de las metaciencias. Este ltimo aspecto refiere a la utilizacin
explcita de la epistemologa y la historia de la ciencia, tanto a nivel del currculo
como a nivel de la planificacin, para ayudar a la construccin de la ciencia escolar
(Izquierdo, 1990a, 1992, 1996b; Duschl, 1997; Adriz-Bravo, 1999b, 2001b;
Matthews, 2000).
Al final del captulo 12 introducimos el constructo de funcin modelo terico para
resumir nuestra propuesta terica. Este constructo es el elemento fundamental para
llevar a cabo el anlisis epistemolgico que se expone en el captulo siguiente como la
aplicacin propiamente dicha.
El captulo 13 pone en funcionamiento este aparato, con sus
diferentes elementos constituyentes, para la construccin de la
aplicacin: un primer ejemplo paradigmtico de anlisis
epistemolgico de la ciencia escolar. Se trata de un intento de
que los futuros profesores de ciencias revisen lo que llamamos
el modelo irreductible de ondas y campos para la fsica de nivel
secundario (Adriz-Bravo e Izquierdo, 2001b, 2001d; Adriz-
Bravo, Izquierdo y Duschl, 2001). Nuestro ejemplo se apoya en
el anlisis de diversas propuestas didcticas, que hemos
seleccionado por su valor reconocido para la enseanza de las
ondas para diferentes poblaciones y contextos269.
El captulo 13 se cierra exponiendo algunas conclusiones e implicaciones didcticas
derivadas de la combinacin entre el material terico y el anlisis de los textos
didcticos. Se sugieren algunas reas hacia las cuales los futuros profesores de ciencias
268 Algunos trabajos al respecto son: Thagard (1992a); Glynn (1990, 1995); Duit (1991);
Clement (1993); Ogborn et al. (1996); Lemke (1997); Greca y Moreira (1998); Adriz-Bravo,
Gmez Molin y Sanmart (2001); Galagovsky y Adriz-Bravo (2001).269 Nos ubicamos una vez ms dentro de un modelo de ciencia en el cual hablamos de ejemplos
paradigmticos como aquellos fenmenos del mundo reconstruidos en el seno del modelo
terico y de acuerdo con una racionalidad hipottica.
El anlisisepistemolgico
se hacesobre elmodelo
irreductiblede
ondasy campos
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podran llevar el anlisis a partir de ahora. Estas sugerencias estn apoyadas por algunos
resultados tericos y empricos preliminares, que surgen de nuevas investigaciones
puestas en marcha.
Esta tercera aplicacin puede ser entendida, en su faceta emprica, como un anlisis
epistemolgico de una muestra de propuestas de la didctica de las ciencias que estn
ocupadas de la enseanza del tema de ondas. Queremos identificar algunos elementos
tericos y prcticos sugerentes, que permitan al profesorado de ciencias construir una
primera visin de conjunto de esta problemtica y hacer avanzar la discusin sobre los
modelos actuales de desarrollo curricular, transposicin didctica y ciencia escolar
(Chapman, 1994; Hodson y Prophet, 1994; Solomon, 1994a, 1994b; Adriz-Bravo,
Izquierdo y Duschl, 2001; Adriz-Bravo, Duschl e Izquierdo, en revisin). Para esta
identificacin de elementos, encontramos tiles algunas de las herramientas que se
pueden derivar del modelo cognitivo de ciencia escolar (Izquierdo, 2000a), que queda
perfilado por nuestra fundamentacin epistemolgica.
El anlisis de la ciencia escolar constituira una de las tres
facetas de la fundamentacin epistemolgica de la didctica de
las ciencias que, en esta tesis, queremos proponer como
componentes para la formacin del profesorado de ciencias.
Recuperamosla
tesisdel trabajo
(seccin 1.1)
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Captulo 12
La ciencia escolar
En este captulo se hace un primer esbozo a grandes rasgos de lo
que a nuestro juicio constituira una fundamentacin
epistemolgica de la ciencia escolar con valor para la formacin
del profesorado de ciencias. Esta fundamentacin quedara
definida, preliminarmente, como un intento de que los
profesores de ciencias den respuesta a la pregunta de qu ciencia
ensear, usando para ello una seleccin de modelos
epistemolgicos transpuestos adecuadamente.
Los modelos tericos que utilizamos para esta tarea provienen de diversas escuelas de la
epistemologa del siglo XX, pero sin duda el que ms utilizaremos ser el modelo
cognitivo de ciencia270, por su enorme potencia formal y sus directas implicaciones para
la didctica de las ciencias (Izquierdo, 1999a, 2000a; Adriz-Bravo, 1999b; Izquierdo y
Adriz-Bravo, 2001).
La fundamentacin epistemolgica de la ciencia escolar se presenta como una tarea
compleja, debido a la complejidad del propio objeto de estudio. Nuestro intento en esta
direccin slo selecciona algunos de los muchos elementos que convergen en la posible
fundamentacin. Estos elementos son reconocidos como centrales por diversos didactas
de las ciencias271, pero puede haber otros elementos igualmente valiosos que hemos
excluido de nuestro abordaje particular.
En la primera seccin, se justifica la necesidad de un anlisis
epistemolgico de la ciencia escolar a la luz de los importantes
270 Siguiendo a: Giere (1986, 1992a, 1992b, 1999b); Nersessian (1989, 1992); Carey (1992); Chi
(1992).271 Ver: Gil-Prez (1993); Sanmart (1995); Duschl (1997); Galagovsky (1997); Jimnez
Aleixandre (1998); Espinet (1999); Izquierdo (1999b); Linn (2000).
Se definela idea de
fundamentacinepistemolgica
de lacienciaescolar
Se resumeel captulo
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cambios en el concepto de educacin cientfica acaecidos en la
segunda mitad del siglo XX (Solomon, 1994a; Izquierdo,
2000a). La segunda seccin expone y desarrolla los elementos
epistemolgicos que se utilizarn en la tarea. Se presta particular
atencin al modelo cognitivo de ciencia, enmarcndolo en la
concepcin basada en modelos y en la escuela semntica de la
epistemologa, desarrolladas y difundidas en los ltimos treinta
aos (Kitcher, 1993; Suppe, 2000).
La tercera y cuarta secciones aplican estas herramientas conceptuales a la diseccin
terica de la ciencia escolar tal como se la ha llevado a cabo hasta el momento272. Se
identifican algunos de los elementos constituyentes y, dado el contexto de produccin
de esta tesis, se pone nfasis en las implicaciones de este modelo en la formacin del
profesorado de ciencias273.
La quinta seccin se desmarca un poco de las anteriores; se plantean algunos elementos
conceptuales novedosos que constituyen la contribucin que se hace desde esta tesis al
modelo de ciencia escolar, y que sirven para la construccin de la aplicacin. Estos
elementos, adems, se estn poniendo a prueba actualmente en tres investigaciones en
las que estamos participando274.
La sexta seccin desarrolla los cinco elementos que hemos seleccionado para que los
futuros profesores de ciencias fundamenten epistemolgicamente la ciencia escolar
(estructura macrocurricular, estructura microcurricular, lenguaje, analoga y
272 Para ello seguiremos de cerca el texto de uno de nuestros trabajos (Izquierdo y Adriz-
Bravo, en prensa).273 Esto es lo que Piet Lijnse (2000) llama dar sentido didctico a nuestra aportacin.274 La primera (Adriz-Bravo, Meinardi y Duschl, 2000) utiliza el modelo cognitivo de ciencia
para entender las ideas de los estudiantes acerca de la evolucin biolgica. La segunda (Adriz-
Bravo e Izquierdo, 2001b, 2001d; Adriz-Bravo, Izquierdo y Duschl, 2001) propone un crdito
variable de ESO alrededor del tema de la acstica. La tercera (Galagovsky et al., 1999;
Meinardi et al., en prensa) explora las consecuencias de una aproximacin cognitiva al
desarrollo curricular en ciencias en el contexto de la reforma educativa argentina.
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metaciencias). La sptima y ltima seccin presenta al profesorado de ciencias nuestro
constructo de funcin modelo terico.
12.1 La ciencia escolar como objeto epistemolgicamente autnomo
La necesidad actual de una educacin cientfica democrtica y
de calidad para toda la poblacin ha tornado indispensable y
urgente la reflexin sobre la cuestin de qu es la ciencia escolar
y cules son sus fundamentos epistemolgicos (Astolfi et al.,
1997; Porln y Rivero, 1998; Izquierdo, 2000a). Llevar la
ciencia a grandes capas de la poblacin y desde etapas muy
tempranas, con el fin de preparar a los ciudadanos para su
desempeo en las sociedades democrticas, exige un estudio de
los mecanismos conceptuales de la transposicin didctica275.
Un modelo terico de estos mecanismos hara posible una expansin de la educacin
cientfica guiada por valores epistmicos y ticos que no son exactamente los de la
propia ciencia erudita. Con una fundamentacin epistemolgica adecuada, podra
construirse una ciencia escolar encaminada hacia el mejor cumplimiento de los
objetivos generales de la educacin cientfica actual, desde una perspectiva
eminentemente democratizadora, emancipadora y crtica (AAAS, 1989; Levinson,
1994; Millar y Osborne, 1998; Kolst, 2000, en prensa-a; Villaman y Adriz-Bravo,
2001).
Ahora bien, la fundamentacin epistemolgica disponible tradicionalmente para la
ciencia escolar es coherente con un modelo de transposicin didctica lineal, en el cual
aquella es nada ms que una simplificacin de la ciencia erudita, adaptada al nivel
cognitivo de los estudiantes y a las restricciones del currculo de ciencias socialmente
impuesto. En este contexto, se ha usado reiteradamente una analoga entre el estudiante
y el cientfico, que hoy en da est fuertemente cuestionada desde la investigacin sobre
275 La idea pionera de una epistemologa desde el punto de vista del estudiante aparece en el
trabajo que Merc Izquierdo present en Minneapolis frente al IHPST Group (Izquierdo,
1995b).
El objetivode la
cienciapara todos
requierefundamentar
la cienciaescolar
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415
la cognicin (Gil-Prez, 1993; Giere, 1996; Gopnik, 1996; Gutirrez, 1999; Pozo,
1999b).
La analoga del estudiante como cientfico fue considerada
apropiada por un siglo en la educacin cientfica, porque esta era
concebida para una lite y se concentraba en las ltimas etapas
de la educacin formal; pero hoy en da, en el panorama de los
importantes cambios que se dan sobre estos supuestos bsicos,
la analoga est mostrando sus grandes insuficiencias (Gopnik,
1996; Duschl et al., 1999). La ampliacin que hace Echeverra
(1995) del concepto epistemolgico clsico de contexto puede
ayudarnos a entender el porqu de estas insuficiencias.
La reflexin actual sobre la ciencia, desde las perspectivas de las escuelas
epistemolgicas que hemos llamado nueva filosofa de la ciencia, postmodernismo y
visiones contemporneas, seala los problemas de esta analoga y aporta elementos para
modificarla, enriquecerla y hacerla ms potente. Los nuevos modelos acerca de la
ciencia erudita que estas corrientes epistemolgicas proveen pueden ser tambin tiles
previa adaptacin a la hora de caracterizar analgicamente la ciencia escolar
(Izquierdo, 1995b; Izquierdo y Adriz-Bravo, 2001, en prensa), y esto es lo que
intentamos mostrar al profesorado de ciencias en esta aplicacin.
Para muchos didactas de las ciencias276, la educacin cientfica, para ser significativa,
debe generar cambios epistmicos, cognitivos, discursivos, conductuales, materiales y
sociales en la clase de ciencias. Con este objetivo, y desde hace unos quince aos (como
ya explicamos en la primera parte de la memoria), los modelos didcticos incorporan
una componente epistemolgica (Matthews, 1994b, 1998, 2000), que es la que justifica
el propio contenido a ensear pero tambin las actividades de gestin de ese contenido
en el sistema didctico (Adriz-Bravo, 1999b, 2000e). Ahora bien, esta componente
epistemolgica de los modelos didcticos, muchas veces implcita, incompleta o
276 Galagovsky (1993); Gil-Prez (1993); D. Kuhn (1993); Levinson (1994); Solomon et al.
(1994); Duschl (1997, 1998); Jimnez Aleixandre (1998); Ogborn (1999); Osborne (1999);
Martins (2000).
El estudiantecomo cientfico?
-
416
inconsistente, debe ser revisada y fundamentada (Aliberas et al., 1989; Cleminson,
1990; Bereiter, 1994; Cobb, 1994; Driver et al., 1994; Matthews, 1994b; Izquierdo,
1999b, 2000a).
La fundamentacin epistemolgica de la propia didctica de las ciencias, a su vez,
debera tener en cuenta los modelos epistemolgicos del profesorado de ciencias, para
sintonizar con ellos y poder enriquecerlos adecuadamente (Monk y Osborne, 1997;
Izquierdo, 1999b). Esto sera congruente con el modelo tecnocientfico de la didctica
de las ciencias que hemos desarrollado en la segunda aplicacin.
Como hemos expuesto en la primera parte de la tesis, se dispone
hoy en da de evidencias de que los modelos sobre la naturaleza
de la ciencia que sustenta el profesorado de ciencias tienen
implicancias en sus modelos didcticos especficos (Lederman,
1995; McComas, 1998b; Porln y Rivero, 1998; Adriz-Bravo,
Salazar et al., en prensa), y por ello merecen atencin en la
investigacin didctica de las ciencias.
Los resultados de las investigaciones de la lnea NOS, de los que nos hemos ocupado en
el captulo 3, muestran que los modelos de ciencia del profesorado, aunque
insuficientes, se encuentran actualmente bastante alejados del dogmatismo, el
cientificismo y el empirismo ingenuo (neo)positivistas (Gwimbi, 2000; Perafn, 2000,
2001; Salazar, 2000; Kichawen, 2001; Adriz-Bravo, Salazar et al., en prensa). La
nueva filosofa de la ciencia ha llegado al aula de ciencias de la mano del
constructivismo, instalando visiones contextualistas ms adecuadas a los objetivos
generales de la educacin cientfica (Koulaidis y Ogborn, 1989, 1995).
El papel de la sociologa de la ciencia de los aos 80 y 90 tambin ha sido importante
en esta direccin, particularmente en el mundo anglosajn, pero el uso indiscriminado y
acrtico de los modelos exageradamente relativistas que ella propugna la ha vuelto una
influencia perniciosa para la alfabetizacin cientfica (Koertge, 1998; Izquierdo, 2000a;
Matthews, 2000). Hoy en da se hace necesario considerar en forma ms equilibrada los
aspectos epistmicos, cognitivos, discursivos, materiales y sociales, a fin de construir
una imagen de la ciencia que sea realista y racionalista, a la vez que adecuada para su
Se remitea las ideas
de losprofesoresde ciencias
acerca de lanaturaleza
de la ciencia(captulo 3)
-
417
introduccin en la escuela (AAAS, 1989; Izquierdo, 1995a, 1995b, 1999b, 2000a;
Koertge, 1998; Adriz-Bravo, 1999b, 2000a, 2000c; Izquierdo et al., 1999; Matthews,
2000; Good y Shymansky, 2001).
Los modelos relativistas de la sociologa de la ciencia,
especialmente los que provienen del llamado strong programme
(Gooding, 1992), son insuficientes para fundamentar
epistemolgicamente la ciencia escolar. Ellos incorporan una
llamada de atencin sobre los aspectos de creatividad e
invencin, discusin y consenso, negociacin y poder,
relatividad y provisoriedad del conocimiento, pero fallan al
poner en un segundo plano los aspectos semiticos intrnsecos
de la ciencia, que tienen que ver con su naturaleza
fundamentalmente terica, su lenguaje verstil y
pragmticamente complejo, su uso potente del proceso de
modelizacin, y su relacin activa e instrumentalmente mediada
con los fenmenos naturales, caracterizable como una
intervencin (Hacking, 1983; Estany, 1993; Adriz-Bravo,
1999b; Izquierdo, 2000a; Estany e Izquierdo, en prensa).
Se necesita un modelo epistemolgico ms completo que tenga en cuenta, adems de la
dimensin social, las dimensiones epistmica (del conocimiento en s), cognitiva (de las
representaciones mentales), praxeolgica (de las acciones) y semitica (de los sistemas
de smbolos). Para ello hay que dar un nuevo sentido a la analoga del estudiante como
cientfico (Gopnik, 1996).
En este contexto, las aportaciones importantsimas de la concepcin semntica de la
epistemologa (Suppe, 1979; Mostern, 1982; Moulines, 1982, 1991) pueden ser de gran
utilidad para conseguir estos objetivos de integracin, debido a la preocupacin de esta
corriente epistemolgica por la forma en que la ciencia da sentido al mundo. Entre los
modelos semnticos, el modelo cognitivo de ciencia en particular277 combina una serie
de elementos tericos que lo hacen especialmente susceptible de proveer una
277 Giere (1992a, 1992b, 1999b, 1999c, 2001).
Para lafundamentacin
de lacienciaescolar,
sustituimos elpostmodernismo
por lasvisiones
contemporneas
-
418
fundamentacin de la ciencia escolar compatible con el realismo y el racionalismo, y
que contenga y coordine todas las dimensiones de anlisis anteriormente citadas.
El reconocimiento de esta potencia heurstica ha llevado a que
los primeros intentos de fundamentacin epistemolgica de la
ciencia escolar generados en el Departament de Didctica de les
Matemtiques i de les Cincies Experimentals de la Universitat
Autnoma de Barcelona278, se valieran principalmente del
modelo cognitivo de ciencia. Nosotros seguimos en esta misma
lnea, pero expandindola con aportes de otras escuelas
epistemolgicas.
En la siguiente seccin recogemos, para referencia de los lectores, las principales
caractersticas del modelo cognitivo de ciencia, antes de pasar a aplicarlo a la ciencia
escolar. El modelo se desarrolla ms extensamente en la obra fundamental de Giere
(1992b), La explicacin de la ciencia. Un acercamiento cognoscitivo.
12.2 Herramientas tericas para fundamentar la ciencia escolar
Desde el final de la segunda guerra mundial se han producido
importantes cambios en el conocimiento acerca de la naturaleza
de la ciencia (conocimiento metacientfico). Muchos de estos
cambios han comenzado a influenciar positivamente la
educacin cientfica, al ser incorporados por el profesorado de
ciencias a sus prcticas profesionales (Abimbola, 1983;
Nussbaum, 1989; Cleminson, 1990; Izquierdo, 1995; Adriz-
Bravo, 1999b). Resumimos aqu brevemente los cambios ms
importantes en la epistemologa del siglo XX, a fin de
contextualizar la aparicin del modelo cognitivo de ciencia279.
278 Expuestos en Izquierdo (1992, 1994b, 1995a, 1995b).279 El lector interesado puede encontrar visiones ms completas en Chalmers (1984, 1992),
Estany (1990, 1993), Coffa (1991), Gillies (1995), Losee (1997), Echeverra (1999), Rosenberg
(2000), y en la primera parte de esta tesis.
Laepistemologa
en lasegunda mitad
del siglo XX
Nuestraepistemologa
de la cienciaescolarse basa
en elmodelo
cognitivode ciencia,siguiendo
la sugerenciade los miembros
del DDMCE
-
419
El positivismo lgico instaurado por el crculo de Viena en la dcada del 20 afront la
tarea de fundamentacin epistemolgica de la ciencia erudita desde un punto de vista
eminentemente logicista, fuertemente influenciado por los espectaculares avances de la
metamatemtica y de la fsica terica de finales del siglo XIX y principios del XX
(Coffa, 1991). La reformulacin estadounidense del positivismo lgico posterior al
Tercer Reich, bautizada como concepcin heredada, recogi el guante de las crticas
que le formulara el racionalismo crtico, pero no abandon su ideal epistmico
internalista de reconstruccin racional.
A fines de la dcada del 60, la concepcin heredada, y toda la epistemologa analtica
en general, perdieron peso en la escena metacientfica debido a su incapacidad de dar
respuesta a la gran cantidad de anomalas que enfrentaban (Suppe, 2000). La ambiciosa
tarea de la reconstruccin lgica de la ciencia fue paulatinamente abandonada despus
de experimentar sucesivas modificaciones ms o menos drsticas, tales como la
aplicacin de la lgica conjuntista dentro de la concepcin estructural (Stegmller,
1979; Mostern, 1982, 1984; Moulines, 1982, 1991; Estany, 1993).
La naturaleza eminentemente terica de la ciencia qued establecida a partir de una
variedad de trabajos disidentes con la concepcin heredada, que plantean, entre otras
cosas, la idea de que la observacin est cargada de teora (Hanson, 1971). Por otra
parte, la lingstica de la ciencia se perfil como una metaciencia interesante, con sus
nuevas perspectivas pragmtica y retrica, inspiradas en parte en el segundo
Wittgenstein (Izquierdo, 1999b; Acero, 2000; Izquierdo y Adriz-Bravo, 2001). Una
serie de estudios lingsticos mostraron que el lenguaje cientfico posee muchas
caractersticas comnmente atribuidas slo al lenguaje del sentido comn o al lenguaje
literario (Gross, 1990; Halliday y Martin, 1993; Adriz-Bravo, Molin y Sanmart,
2001).
A esto se sum la irrupcin de la historia de la ciencia en la epistemologa (Estany,
1990, 1993), que ilumin la ausencia de linealidad en el progreso cientfico y la
existencia de verdaderas revoluciones, a modo de profundas discontinuidades en los
paradigmas cientficos. La nueva filosofa de la ciencia se dedic a explicar estas
revoluciones en trminos de factores tanto internos como externos (Kuhn, 1962, 1971).
-
420
Estos autnticos cambios de Gestalt que se producen en las revoluciones cientficas son
tan profundos que modifican el sentido que se da a la evidencia emprica, generando
incluso la inconmensurabilidad de los paradigmas rivales y dificultando la
comunicacin entre cientficos.
Ahora bien, si se lleva esta lnea hasta su extremo y se considera que la evidencia
emprica carece de valor para aceptar o rechazar las teoras, queda construido un
panorama fuertemente irracionalista280, contradictorio con la propia naturaleza de la
ciencia y, sobre todo, con el contexto de educacin cientfica (Matthews, 1994a, 2000;
Koertge, 1998). Los modelos de dinmica cientfica debidos a Imre Lakatos (1971),
Stephen Toulmin (1977) y Larry Laudan (1978) recobran la componente
intrnsecamente racionalista de la ciencia, aunque la versin de racionalidad que ellos
propugnan es ms bien categrica, extensivamente reconstruida por medio de la lgica
formal. Actualmente hablamos de una racionalidad moderada para la ciencia (Newton-
Smith, 1981; Chalmers, 1984), caracterizada en forma naturalista por los objetivos
cognitivos que guan la accin cientfica (Giere, 1991, 1992b).
Recientemente ha habido una recuperacin del inters por el contexto cientfico de
descubrimiento281, que haba sido dejado de lado por la epistemologa clsica, de corte
justificacionista (Echeverra, 1995). En este contexto, se considera que la propia
actividad cientfica es de inters para la epistemologa, que se vuelca as hacia la
praxeologa. Se ha mostrado tambin la importancia que tienen, para el contexto de
innovacin, los razonamientos abductivo, relacional e inductivo, y el pensamiento
creativo, lateral y divergente (Giere, 1992a, 1992b; Samaja, 1994; Gardner, 2000).
Sumado a todo esto, estamos asistiendo a la llamada naturalizacin de la epistemologa
(Almeder, 1993; Siegel, 1993; Loving, 1997; Ambrogi, 2000), que pretende acercarla a
otras disciplinas empricas ocupadas del conocimiento. Esta naturalizacin, sin
embargo, no necesariamente implica una reduccin a la psicologa o a la biologa
(Estany, 1993, 1999).
280 Por ejemplo, el que explora Paul Feyerabend (1975).281 O contexto de innovacin (Echeverra, 1995).
-
421
Con el teln de fondo de la epistemologa naturalizada, se ha producido en los ltimos
aos el llamado giro cognitivo en la disciplina, que ha buscado la congruencia de los
modelos de ciencia con los hallazgos recientes de la ciencia cognitiva (Giere, 1992a,
2001; Estany, en prensa).
Hemos hablado entonces de los siguientes elementos epistemolgicos importantes:
1. crticas a la concepcin heredada desde diversos frentes,
2. nuevas visiones sobre el lenguaje cientfico,
3. irrupcin de la historia en la epistemologa,
4. desplazamiento del inters de la epistemologa hacia la
actividad cientfica,
5. naturalizacin de la epistemologa, y
6. giro cognitivo en los estudios sobre la ciencia.
Es en este panorama epistemolgico que surge la concepcin semntica de las teoras
cientficas como lnea epistemolgica general (Giere, 1988, 1992b; Suppe, 1979, 1989,
2000) que plantea una serie de herramientas tericas innovadoras. Esta lnea
experimenta un desarrollo espectacular en los ltimos treinta aos282.
12.2.1 El modelo cognitivo de ciencia
Una aportacin que consideramos extremadamente importante
dentro de la concepcin semntica, es aquella debida al
epistemlogo estadounidense Ronald Giere, de la University of
Minnesota, concentrada en la relacin semntica entre las teoras
y el mundo, que estuvo descuidada por mucho tiempo en la
epistemologa. Giere utiliza como unidad de anlisis
epistemolgico el modelo terico, que, a modo de conceptor
(Moulines, 1982, 1991; Mostern, 1984; Adriz-Bravo, 1999b;
Izquierdo, 1999b), permite conectar con los marcos tericos
282 Para Fred Suppe (2000), se trata de la escuela ms prometedora para el crecimiento de la
epistemologa en el futuro inmediato.
Elementosque dan lugar
a laconcepcin
semntica
Recuperamosla aportacin de
Ronald Gierepara la
didcticade las ciencias
-
422
actuales de las disciplinas que se ocupan del conocimiento y la
cognicin.
Algunas de las visiones contemporneas en la epistemologa han recuperado el intento
quineano de naturalizacin de la disciplina, acercndola a otras disciplinas empricas,
particularmente a aquellas que participan del rea llamada ciencia cognitiva (Estany,
1999). Algunos modelos epistemolgicos recientes han sido elaborados con la intencin
de incorporar los hallazgos de la investigacin cognitiva y de ser congruentes con los
modelos sobre el conocimiento cotidiano o del sentido comn (Estany, 1990, 1993,
1999, en prensa; Izquierdo, 1999a). El modelo cognitivo de ciencia apunta en esta
direccin, sin constituir un intento de reduccin de la epistemologa a la psicologa.
El modelo cognitivo de ciencia supone un cambio de perspectiva epistemolgica desde
el estudio del conocimiento cientfico (la ciencia como producto) hacia el estudio de la
actividad cientfica (la ciencia como proceso). La actividad cientfica, adems, no es
abordada con el enfoque metodolgico clsico (Echeverra, 1999), sino considerada
desde sus aspectos cognitivos, sociales, tecnolgicos y didcticos, entre otros.
La unidad estructural y funcional del modelo cognitivo de
ciencia es el llamado modelo terico (Giere, 1986, 1992b). Los
modelos tericos son representaciones mentales (internas y
abstractas) de la realidad, comparables a verdaderos mapas del
mundo. Estos modelos tericos estn conectados a la realidad a
travs de relaciones no lingsticas (analgicas) de similaridad.
La idea epistemolgica de similaridad, tal cual la desarrolla Giere (1992a, 1992b),
combina las relaciones clsicas de correspondencia y de convencin, exploradas por la
concepcin heredada y por la nueva filosofa de la ciencia respectivamente. Es decir, la
idea de similaridad entre los modelos y el mundo presupone cierta conexin realista
profunda entre unos y otros, pero a la vez admite una parte de arbitrariedad en el
establecimiento de los sistemas de smbolos que definen aquellos modelos.
El modelo cognitivo considera la ciencia como una actividad cuyo fin ltimo es otorgar
sentido al mundo e intervenir en l. En este proceso de creacin de significados, los
Se introduceel concepto de
similaridad
-
423
factores epistmicos, cognitivos, discursivos, materiales y sociales participan
influencindose mutuamente en forma sistmica. Las teoras283 son las entidades ms
importantes de la ciencia, ya que se perfilan como los instrumentos culturales que
permiten explicar el mundo (Hacking, 1983; Giere, 1992a; Duschl, 1997). El contexto
en el que se generan las teoras cientficas, y las caractersticas sociales del grupo que
las produce, tienen profundas influencias en los objetivos de la ciencia y en la visin
particular del mundo que ella provee. As, las teoras
dependen, en general, de todas las variables que influyen en las producciones humanas.
(Izquierdo, 1999b: 7)
Esta afirmacin, sin embargo, no comporta la aceptacin de una postura relativista, ya
que el modelo cognitivo de ciencia tambin da cuenta de la relacin semitica entre las
teoras y sus referentes. Segn el realismo pragmtico (Giere, 1999a), las componentes
terica y emprica se justifican mutuamente y por diversos mecanismos de uso. Las
teoras permiten la reconstruccin conceptual de los hechos para dar respuesta a
problemas relevantes pragmticamente formulados. Los hechos, a su vez, van llenando
de sentido las teoras, expandiendo su dominio semntico.
Ahora bien, la reconstruccin de las teoras cientficas en trminos axiomticos,
intrnseca a la concepcin heredada, ha probado ser una tarea con poca utilidad en la
realidad de la investigacin cientfica (Giere, 1992b; Suppe, 2000). En este sentido, el
modelo cognitivo de ciencia se preocupa ms por el uso que los cientficos hacen de las
teoras, y por la forma en que se las transmiten y apropian, que por una estructura
formal idealizada, ausente casi siempre de la actividad cientfica y de los libros de texto.
Esta preocupacin requiere prestar especial atencin a los mecanismos analgicos en
las ciencias (Giere, 1992a, 1992b, 1999a, 1999c).
El modelo cognitivo de ciencia parece ser adecuado para caracterizar el contexto
cientfico de innovacin, en el que se llevara a cabo el desarrollo terico. Sus resultados
de entre todos los actualmente disponibles parecen ser los ms idneos para
caracterizar la ciencia escolar, por la atencin que prestan a la componente semntica de
283 Familias de modelos.
-
424
las teoras, capaz de conectar con modelos tericos sobre el aprendizaje y la enseanza
(Izquierdo, 1999b, 2000a).
Como se dijo, la aceptacin de la relacin de similaridad entre
las teoras y la realidad es una pieza clave para aceptar la
convencionalidad socioconstruida del conocimiento cientfico
sin renunciar por ello a un realismo fuerte como modelo de
correspondencia (Adriz-Bravo, 2000c)284. Las relaciones
analgicas entre la teora y el mundo estn expresadas por
medio de las llamadas hiptesis tericas, lingsticamente
formuladas, que poseen contenido emprico, y a las que tiene
sentido atribuirles un valor de verdad en el sentido clsico.
Una teora cientfica puede ser vista entonces como una familia de modelos,
caracterizada mediante diferentes lenguajes, y conectada al mundo por medio de un
conjunto de hiptesis tericas que establecen el grado de similaridad entre este y aquella
(Adriz-Bravo, 1999b). La teora contiene sus interpretaciones empricas, que son los
sistemas enlazados por sus modelos, y no est completa si no aparece aplicada al mundo
(Moulines, 1982, 1991; Giere, 1986, 1992b, 2001; Suppe, 2000).
El modelo cognitivo de ciencia echa mano tambin del concepto
naturalista de racionalidad hipottica, que es aquella que
caracterizara toda actividad intelectual dirigida por sus fines. Se
trata de describir las estrategias cognitivas usadas por los
cientficos en forma instrumental para la consecucin de esos
fines epistmicos.
La presencia de estos elementos que hemos delineado, hace que la aproximacin
cognitiva (Giere, 1992b, 2001) al estudio de la ciencia sea capaz de establecer
relaciones tericas con otras metaciencias, y en especial con la ciencia cognitiva, la
historia de la ciencia y la sociologa de la ciencia (Nersessian, 1989, 1992; Chi, 1992;
Izquierdo y Adriz-Bravo, 2001). De all su relevancia para la didctica de las ciencias,
284 Es decir, el modelo de relacin entre conocimiento y realidad (captulo 5).
Elmodelo
cognitivode ciencia
esrealista
Elmodelo
cognitivode ciencia
esracionalista
-
425
que es una metaciencia ocupada de integrar coherentemente diversos elementos tericos
con el fin de mejorar la educacin cientfica285.
En el contexto del modelo cognitivo de ciencia, el aprendizaje de las ciencias puede ser
modelizado como otro aspecto del propio desarrollo de las ciencias (Chi, 1992;
Nersessian, 1992; Gilbert, 1999). De all la importancia de estudiar la especificidad de
la ciencia en el contexto de educacin sin presuponer que se gua estrictamente por la
misma lgica que la ciencia erudita.
Podemos caracterizar la educacin cientfica por su objetivo
cognitivo de ensear a los estudiantes a pensar por medio de
teoras para dar sentido al mundo (Izquierdo, 2000a). En este
contexto, una cuestin fundamental es investigar cmo son las
teoras cientficas escolares. El modelo cognitivo de ciencia
dispone de las herramientas tericas para responder a esta
pregunta con cierta especificidad.
El modelo cognitivo de ciencia rebate la idea de que la estructura formal y la definicin
lingstica de la teora son sus caractersticas ms importantes. Este modelo,
incorporado a la didctica de las ciencias, se opondra a los intentos de desarrollo
curricular que ponen la estructura de la ciencia en el centro del aprendizaje de los
estudiantes (Adriz-Bravo, Izquierdo y Duschl, 2001; Adriz-Bravo, Duschl e
Izquierdo, en revisin).
El modelo cognitivo de ciencia afirma que la funcin central de una teora es la de
permitir a sus usuarios la comprensin del mundo; si la teora falla en este aspecto, no
tiene ningn valor en la ciencia erudita. La consecuencia didctica de esta afirmacin es
fuerte porque desautoriza buena parte de lo que se ha hecho en la enseanza de las
ciencias tradicional. Creemos que aquellas teoras escolares que no conectan
firmemente con hechos del mundo para darles sentido, no deberan tener cabida en la
educacin cientfica.
285 Esta es la idea de los registros, que presentamos en la segunda aplicacin de la tesis.
La cienciaescolar
como unaactividad que
da sentidoal mundo
-
426
Tenemos ya brevemente descritos los elementos del modelo cognitivo de ciencia que
utilizamos para caracterizar la ciencia escolar:
18. epistemologa naturalizada,
19. actividad cientfica,
20. modelo terico,
21. fines epistmicos,
22. modelo gnoseolgico racionalista y realista,
23. creacin de significados (semiosis), y
24. aproximacin cognitiva a la ciencia.
12.3 Un modelo cognitivo para la ciencia escolar
Como dijimos, el modelo cognitivo de ciencia presenta la
actividad cientfica como una empresa intelectual que se
propone interpretar la realidad mediante las capacidades
cognitivas humanas de representarse tericamente el mundo, de
comunicar en forma inteligible estas representaciones, y de
progresar en la consecucin de fines tanto epistmicos como
alticos (Newton-Smith, 1986; Giere, 1992b). Es entonces til
para la modelizacin de la ciencia erudita y tambin de la
ciencia escolar, en tanto que ambas son actividades
fundamentalmente guiadas por objetivos cognitivos, expresados
externamente en objetivos epistmicos socialmente compartidos.
Ambas ciencias se proponen entender el mundo por medio de teoras y comunicar este
entendimiento a travs de un lenguaje significativo y riguroso. Pero tambin hay
importantes diferencias entre estos dos tipos de ciencia, fundamentalmente ubicadas a
nivel de los valores que las sustentan (Izquierdo, 1999b)286.
286 Establecer estas diferencias implica considerar ambas ciencias distintas pero no separadas.
La ciencia escolar sera un estadio previo necesario para llegar a la ciencia erudita. Somos
conscientes de que esta afirmacin es polmica, pero queremos separarnos de la educacin
cientfica tradicional que impone la ciencia erudita, sin mediaciones, en la escuela.
Elementosdel modelo
cognitivopara
caracterizarla ciencia
escolar
La cienciaescolar
como unaactividad
-
427
La ciencia escolar est de alguna manera sobredeterminada por la ciencia erudita, en el
sentido de que la primera debe ser construida normativamente teniendo como lmite
ltimo ideal a la segunda (Chevallard, 1997), considerada como el referente cultural
socialmente impuesto. Sin embargo, en este proceso de construccin de la ciencia
escolar, el margen de libertad es muy amplio, y abre el juego para una intervencin
profesional del profesorado de ciencias (Izquierdo, 1999b, 2000a, en preparacin).
Examinamos ahora algunas caractersticas de la ciencia escolar en las que esta difiere de
la ciencia erudita; el modelo cognitivo nos ayuda a iluminar estas diferencias y conectar
fuertemente ambas clases de ciencia. Intentamos mostrar que la ciencia escolar puede
ser reconstruida a la luz del modelo cognitivo, como ya se hace con la ciencia erudita en
sus diferentes aspectos287.
12.3.1 Caractersticas de la ciencia escolar
La visin reticular de Laudan (1978), ya mencionada en esta
tesis, plantea la interaccin tridica de fines (objetivos), medios
(metodologa) e instrumentos (representaciones) en el proceso
de construccin de la ciencia. Estos tres elementos pueden servir
para caracterizar tambin el funcionamiento de la ciencia
escolar, desde el punto de vista del modelo cognitivo de ciencia.
12.3.1.1 Los objetivos: dar sentido al mundo
El estudio de las ciencias naturales es obligatorio e importantsimo dentro del currculo,
independientemente de los intereses de los estudiantes. La retrica de la ciencia escolar
est condicionada entonces por esta normatividad intrnseca, en la cual el profesor tiene
un rol esencial (Groisman et al., 1991). Este aspecto normativo tiene una influencia
directa sobre las actividades diseadas para ensear ciencias en la escuela, ya que debe
ser compatibilizado con la originalidad del conocimiento escolar y con la autonoma
intelectual de los estudiantes. La normatividad tambin plantea una diferencia entre la
287 Ver: Carey (1992); Chi (1992); Giere (1992a); Gooding (1992); Nersessian (1992).
Fines,medios
einstrumentos
de lacienciaescolar
-
428
ciencia erudita y la escolar: aunque ambas responden a valores externos, su grado de
autonoma respecto de los mandatos sociales es distinto.
Los cientficos eligen, dentro de ciertos mrgenes amplios, tanto los problemas
relevantes a estudiar como los modelos tericos y los sistemas de smbolos con los que
darn respuesta a estos problemas. En la ciencia escolar esto no es del todo posible,
aunque muchas veces la didctica de las ciencias ha afirmado lo contrario288.
La ciencia escolar tiene objetivos diferentes a los de la ciencia
erudita, conectados con los valores de la educacin general que
la escuela pretende transmitir. La ciencia escolar, adems, puede
ser relacionada con las ciencias sociales, las otras reas
curriculares, y la propia epistemologa, de modo de presentarse
significativa (Izquierdo, 1999b). En este sentido, los valores
generales de la educacin tienen dos importantes resultados:
alejan la ciencia escolar de la hiperespecializacin y la
autoconsistencia caractersticas de la ciencia erudita289, y la
ponen al servicio de la formacin de un utpico ciudadano
autnomo, creativo, crtico y solidario.
Los cientficos construyen, modifican y difunden las teoras subordinndolas al fin
epistmico de dar sentido a un mundo artificialmente transformado por la tecnologa
ms compleja. Esta actividad no es viable, exactamente reconstruida, en el aula de
ciencias, pero es posible pensar en una actividad anloga que sea educativamente
valiosa para los estudiantes.
El objetivo central de la educacin cientfica tambin es interpretar el mundo a travs de
modelos tericos (AAAS, 1989; Duschl, 1997; Millar y Osborne, 1998; Izquierdo,
1999b, 2000a, en preparacin), y he aqu la conexin con la ciencia erudita. Pero el
valor esencialmente formativo y emancipatorio de tal interpretacin terica no es una
caracterstica epistmicamente central en esta ltima, mientras que s lo es en la ciencia
288 Particularmente desde una visin socioconstructivista radical (Reif y Larkin, 1991).289 Caractersticas criticadas por Chapman (1991) y Maxwell (1992).
Lacienciaescolar
tieneobjetivos
educativos
-
429
escolar. Los estudiantes deberan llegar a comprender que el mundo natural presenta
una cierta estructura interna que es susceptible de modelizacin terica, pero tambin
deberan reconocer que esta modelizacin terica parte del inters por mejorar su
calidad de vida y la de los dems.
Para conseguir tan ambicioso objetivo, el profesorado de
ciencias presenta una serie de hechos y fenmenos
didcticamente significativos, reconstruidos tericamente por
medio de sistemas simblicos (Izquierdo y Mrquez, 1993).
Sobre estos hechos paradigmticos se construyen los diversos
aspectos de los modelos tericos escolares, por medio de
argumentaciones cientficas escolares especficamente
diseadas (Duschl, 1998; Jimnez Aleixandre, 1998; Sard y
Sanmart, 2000).
El compromiso de los profesores de ciencias con la difusin y la perpetuacin de la
ciencia los lleva a presentarla inmersa en una retrica de verdad incuestionable. Pero
esta retrica debe ser compatible con la educacin integral del ciudadano (Millar y
Driver, 1987). Ahora bien, aprender ciencia no es hacer ciencia: las profundas
diferencias entre estas dos actividades son objeto de reflexin de la propia didctica de
las ciencias (Adriz-Bravo, 1999b; Izquierdo, 1999b).
Dentro de un marco constructivista, la tarea profesional de los profesores de ciencias es
la de transponer la ciencia erudita acercndola a los modelos del sentido comn que
manejan los estudiantes. Para ello, el profesorado de ciencias puede recurrir a las
analogas y metforas que ayudan en la transicin de unos modelos a otros (Duit, 1991;
Flick, 1991; Ingham, 1991; Clement, 1993; Galagovsky y Adriz-Bravo, 2001). La
transposicin didctica puede ser vista entonces como un proceso de seleccin de
grandes problemas relevantes (Adriz-Bravo, 1993), que pueden estar inducidos por
una serie de hechos del mundo con significado potente para los estudiantes.
Esta afirmacin sugiere que el proceso de anclaje de los
modelos tericos escolares puede hacerse a travs de
mediadores conceptuales (analgicos) que no necesariamente
Se introduceel concepto de
argumentacincientfica
escolar
Se introduceel concepto de
mediacinanalgica
en lacienciaescolar
-
430
tengan la estructura formal estricta de los modelos tericos
eruditos. Tal posibilidad abre el juego para una gran cantidad de
estrategias didcticas muy poderosas, que estn presentes en el
bagaje del conocimiento profesional de los profesores de
ciencias desde tiempos inmemoriales (Solomon, 1994a; Ogborn
et al., 1996; Izquierdo, 1999b). Exploramos algunas
implicaciones de esta visin flexible y verstil de la ciencia
escolar por medio de la introduccin de nuestro concepto de
funcin modelo terico.
No todas los problemas relevantes ni todos los ejemplos paradigmticos pueden ser
abordados en la educacin cientfica, segn un principio de economa didctica
(Izquierdo, 1999b). Por ello, es quizs conveniente explorar aquellos ejemplos que
plantean relaciones ms ricas con otras disciplinas escolares y permiten conseguir la
transversalidad del currculo (Garca y Merchn, 1997), demandando reflexiones
filosficas, histricas o sociolgicas, y conectando con problemas ticos, culturales o
sociales. Los profesores de ciencias, como representantes de la ciencia erudita en la
escuela, eligen y priorizan aquellas caractersticas de los modelos tericos escolares que
son centrales en las disciplinas de origen (Gardner, 2000; Adriz-Bravo, 2001f),
entendidas como formas culturalmente valiosas de modelizar el mundo. Pero tambin
conjugan esta visin disciplinar con los valores de la educacin general.
El valor que la ciencia escolar tenga para los estudiantes depender fuertemente de que
ellos sean capaces de representarse las finalidades de la educacin cientfica en todos
sus niveles (Sanmart, 2000a), desde las orientaciones que guan la alfabetizacin
cientfica para todos, hasta los objetivos especficos que persigue cada unidad didctica
en el aula de ciencias. En este sentido, lo que puede otorgar valor a la ciencia escolar es
establecer objetivos epistmicos que tengan sentido para los estudiantes, a la vez que
satisfagan sus expectativas acerca de la educacin cientfica (Izquierdo, 1995b).
El objetivo principal de los cientficos es la generacin de conocimiento original sobre
el mundo, que les permita intervenir activamente en l, a nivel macro-, meso- y
microcsmico. Este objetivo aparta la ciencia erudita de su contraparte escolar. Pero la
labor del profesorado de ciencias debe hacer aparecer la ciencia como algo inteligible en
-
431
s mismo, por su relacin sustantiva con el mundo real, y no como algo impuesto desde
afuera:
Achieving the main goal of school science should then mean that the student is able to
explain the world (its facts and phenomena) through scientific theories. (Izquierdo y
Adriz-Bravo, en prensa: 6)
El aprendizaje de la ciencia no es del todo comparable a la
creacin de nueva ciencia, como lo sugiere la analoga del
estudiante como cientfico. Pero el modelo de ciencia escolar
que proponemos es coherente con una hiptesis de continuidad
entre ambos tipos de ciencia (Pozo, 1999a, 1999b). El elemento
en comn entre la ciencia erudita y la ciencia escolar es el
proceso de dar sentido al mundo mediante modelos tericos.
Entonces, son los modelos tericos escolares las entidades
mediadoras que deben asegurar esta continuidad entre ambos
tipos de ciencia.
El modelo cognitivo de ciencia provee una caracterizacin contextual y evolutiva de las
teoras, que las conecta con sus referentes empricos y con los valores que las generan.
Tambin concibe el mtodo cientfico como una estructura flexible, descrita en forma
naturalista, que pone numerosas capacidades cognitivas muy variadas, evolutivamente
desarrolladas (Giere, 1992b), al servicio del pensamiento terico riguroso (Izquierdo,
2000a).
Usando la idea de los modelos tericos podemos establecer un puente entre la ciencia
erudita as caracterizada y su versin transpuesta escolar. Para ello, debemos enfocarnos
en los puntos de contacto entre ambas ciencias, preservados en el proceso de
transposicin didctica290.
290 Hablamos de una transposicin didctica homomrfica, que preserva en la ciencia escolar los
modelos irreductibles de la ciencia erudita.
Se introduceel concepto de
modelotericoescolar
-
432
12.3.1.2 Las representaciones: el pensamiento terico
Para que la actividad cientfica escolar tenga sentido para los estudiantes y pueda
generar en ellos un pensamiento crtico y creativo, es necesario plantear objetivos
plausibles y valiosos desde el punto de vista de los estudiantes y del currculo de
ciencias socialmente impuesto. Esto implica conectar significativamente el pensamiento
del sentido comn y la ciencia erudita, a travs de encontrar hilos conductores entre sus
respectivos modelos (mentales y tericos).
En la escuela, el objetivo de aprender ocupa uno de los niveles
ms altos de la jerarqua de valores. Pero slo se transforma en
genuino objetivo epistmico (esto es, de conocimiento) de la
actividad cientfica escolar si los estudiantes se lo apropian,
pasando a considerar la ciencia escolar como una actividad
cognitiva y social con sentido para ellos mismos.
Ahora bien, la conciencia sobre los objetivos epistmicos de la actividad cientfica
escolar es un proceso psicolgico superior de ndole metacognitiva, relacionado con la
capacidad de autorregular la tarea de aprender ciencias (Sanmart, 2000a). La
autorregulacin debera ser entonces parte integrante del proceso de aprendizaje de las
ciencias, enmarcada en el llamado contrato didctico (Sanmart, 1995, 2000a, 2000b;
Estany e Izquierdo, en prensa), que le da el sentido curricular y social. Los estudiantes
deberan percibir explcitamente que son responsables de la construccin de su
conocimiento terico acerca del mundo natural.
Las ideas del sentido comn que los estudiantes tienen acerca
del mundo natural pueden resultar los protomodelos tericos
iniciales a considerarse en la clase de ciencias para el proceso de
anclaje. La tarea del profesorado de ciencias sera conectar estas
ideas con los modelos tericos escolares, creando as un
intertexto con los referentes culturales establecidos (Martins,
2001). Para ello, los profesores de ciencias se valen de
estrategias didcticas que incorporan el uso de mediadores y que
pongan la analoga en un lugar central.
Elprofesoradode ciencias
utiliza unbagaje
de estrategiasdidcticas
Se introduceel concepto de
actividadcientfica
escolar
-
433
La educacin cientfica transpone y reconstruye los modelos tericos eruditos para
tornarlos inteligibles y significativos para los estudiantes, en el contexto de la ciencia
escolar. Si el proceso tiene xito, los estudiantes incorporan criterios epistmicos sobre
qu conocimiento sobre el mundo es vlido, y cmo se justifica esa validez (Joshua y
Dupin, 1993; Millar, 1994; Monk y Osborne, 1997; Monk y Dillon, 2000).
La libertad de trabajo que tienen los profesores de ciencias en el proceso de
transposicin didctica es muy grande; ellos ponen en juego muchas estrategias
complejas a la hora de disear actividades que pongan a los estudiantes en contacto
activo con los fenmenos naturales. Para contribuir a la significatividad de estas
actividades didcticas, puede ser til organizarlas alrededor de los modelos tericos
escolares. Estos deberan conectar con las ideas de los estudiantes y tener potencia para
dar sentido a hechos del mundo observados, culturalmente transmitidos, o generados
por experimentacin (Izquierdo y Mrquez, 1993; Duschl, 1995, 2000c).
Las teoras cientficas escolares291 son naturalmente muy diferentes de las teoras
cientficas eruditas, tanto en sus aspectos representacionales como lingsticos
(Galagovsky y Adriz-Bravo, 2001). Sin embargo, ambas entidades estn caracterizadas
fundamentalmente por su poder explicativo. Las teoras cientficas escolares, por tanto,
deberan estar construidas de forma tal de permitir la evolucin hacia entidades cada vez
ms elaboradas; la evolucin se producira incorporando paulatinamente ms hechos a
explicar (algunos de ellos, experimentalmente generados), y ms sistemas simblicos de
representacin.
12.3.1.3 Los mtodos: la experimentacin y el lenguaje
En el modelo cognitivo de ciencia escolar tal cual lo presenta Merc Izquierdo (2000a,
2001), la experimentacin y el lenguaje son los dos elementos clave. Como seala
Ralph Levinson (1994), un paso importante en la educacin cientfica es encontrar el
equilibrio
291 Consideradas como metaentidades de alto poder de organizacin que estructuran los
conjuntos de modelos tericos escolares.
-
434
between interpreting scientists ideas through what they say and write, on the one hand,
and practical work to test their validity, on the other. (p. 3)
Representacin, lenguaje y accin, entendidos como esferas independientes de la
cognicin, interactan en forma armnica (figura 12.1)292. Sin embargo, en la ciencia
escolar, el lenguaje tira de alguna manera de los otros dos elementos, para poder
enriquecerlos en la evolucin hacia el pensamiento terico. Los lenguajes cientficos
escolares (operando en diferentes registros semiticos) dan sentido a la actividad y
estructuran el pensamiento de los estudiantes.
Por otra parte, los hechos empricos sufren diversas
transformaciones (Duschl, 1997, 2000c) para entrar a formar
parte de la ciencia erudita, y son reconstruidos en el seno de las
teoras por medio de la correlacin entre acciones,
representaciones, instrumentos y lenguaje (Izquierdo, 1995;
Izquierdo et al., 1999). Esta idea es muy potente para construir
una experimentacin cientfica escolar.
Las ideas de argumentar por escrito y construir hechos paradigmticos en la clase de
ciencias son entonces los dos pilares para la ciencia escolar. Estas ideas requieren que el
profesorado de ciencias ensee explcitamente a los estudiantes a usar el lenguaje
cientfico (Sard y Sanmart, 2000) y a actuar cientficamente sobre el mundo
(Izquierdo, Sanmart y Espinet, 1999).
292 Esta idea se debe al didacta de las ciencias italiano Paolo Guidoni.
Se introduceel concepto de
experimentacincientfica
escolar
-
435
12.4 Reconstruccin epistemolgica de la ciencia escolar
Muchos autores293 han mostrado que las orientaciones actuales
de la didctica de las ciencias modelan una ciencia escolar
compatible con los postulados del modelo cognitivo de ciencia.
Para cumplir el objetivo de construir conocimiento sobre el
mundo natural, los estudiantes necesitan de modelos tericos
escolares; estos pueden ser generados en la clase, si el
profesorado de ciencias planifica cuidadosamente la tarea de
transposicin didctica.
Actualmente sabemos que los modelos didcticos que plantean el redescubrimiento de
la ciencia erudita en el aula, o la implantacin del mtodo cientfico sin mayores
mediaciones, conducen a resultados pobres en la educacin cientfica (Hodson, 1992,
1994a, 1994b; Solomon, 1994b). Pero esto no significa que podamos desestimar de
plano los valores de la ciencia erudita. La componente normativa de la ciencia erudita
tiene que ser de alguna manera compatible con el respeto por la autonoma e
individualidad de los estudiantes, contrario al adoctrinamiento y la masificacin.
Las diferencias entre la ciencia erudita y la ciencia escolar no deberan conducir a una
desconexin entre ambas. La segunda, constitutiva del contexto cientfico de educacin,
ha tenido histricamente, y tiene en la actualidad, una importancia decisiva en el
desarrollo y perpetuacin de la primera (Izquierdo, 1999b, en preparacin). La historia
de la ciencia muestra que la ciencia erudita evoluciona en buena medida siguiendo los
lineamientos de lo que se ensea sobre ella (Hannaway, 1975; Nye, 1993; Izquierdo,
1995a, 1995b, en preparacin); entonces, es deseable recuperar muchas de las
caractersticas de la ciencia erudita en el aula de ciencias.
293 Izquierdo (1995b; 1999b, 2000a, 2000b, en prensa-b); Aliberas (1994); Duschl y Erduran
(1997); Giere (1999b); Linn (2000).
Elconstructivismo
didcticode las cienciases compatible
con elmodelo
cognitivode ciencia
-
436
La posibilidad de conectar ambas ciencias se apoya en el
reconocimiento de que la voluntad de explicacin terica del
mundo es la caracterstica distintiva de la ciencia erudita y, al
mismo tiempo, el principal objetivo intrnseco de la ciencia
escolar. Con esta restriccin, la ciencia escolar puede tornarse
una actividad significativa para los estudiantes, que ponga a su
disposicin conocimiento sobre el mundo que est
epistemolgicamente bien fundamentado, esto es, que sea
congruente con una visin realista y racionalista de la ciencia
(Shymansky y Good, 2001).
El modelo cognitivo de ciencia, aplicado a la ciencia escolar, enfoca la atencin sobre
los modelos cientficos escolares y su rol en la interpretacin terica del mundo. Un
aspecto central de la ciencia escolar, en su reconstruccin cognitiva, es el de su
evolucin: los modelos tericos escolares se van enriqueciendo a medida que aparecen
nuevos fenmenos naturales que requieren explicacin terica.
Los lenguajes usados en la clase de ciencias (natural, simblico,
matemtico, grfico, computacional, gestual, artstico, entre
otros muchos), y el nivel de abstraccin que ellos pueden
alcanzar sin perder la referencia, son determinados en cada
situacin con la ayuda del modelo de transposicin didctica y
de acuerdo con una perspectiva realista pragmtica.
El modelo cognitivo de ciencia escolar rechaza por una parte la creencia tradicional de
que la presentacin axiomtica de las teoras sea valiosa per se en la ciencia escolar. Por
otra parte, muestra que la comprensin del mundo guiada por objetivos cognitivos
socialmente sancionados es crucial, y que cualquier teora a la que le falte este elemento
axiolgico no tiene valor en la escuela.
El valor epistemolgico que pueda tener la ciencia escolar queda entonces configurado a
partir de la interaccin entre los diversos elementos que le dan sentido, y que hemos
venido enumerando. Pero, como consecuencia de estas ideas, aparecen nuevos
Lacienciaescolar
esrealista
yracionalista
Se introduceel concepto de
lenguajecientfico
escolar
-
437
problemas tericos y prcticos que es necesario investigar dentro de la didctica de las
ciencias (Izquierdo, 1995b).
El conocimiento terico sobre el mundo parte de problemas
relevantes (Adriz-Bravo, 1993; Galagovsky, 1993b; Pessoa de
Carvalho, 1994), e intenta darles solucin enlanzando
analgicamente fenmenos naturales o artificialmente
generados. Pero los hechos empricos necesitan ser
reconstruidos en el marco de las teoras cientficas para tener
sentido al ser sometidos a una intervencin. La experimentacin
y el lenguaje son dos de los elementos clave en este proceso
semitico de otorgar sentido a la realidad (Levinson, 1994;
Sutton, 1994). La idea de hecho paradigmtico (Izquierdo y
Mrquez, 1993; Izquierdo, 1999b) puede ayudarnos a mostrar la
relevancia de estos elementos en la ciencia escolar.
La experimentacin no puede tener en la ciencia escolar el mismo valor epistemolgico
que en la ciencia erudita294. La componente experimental tiene gran importancia en la
ciencia erudita histrica y actual. El conocimiento cientfico sobre el mundo tiene una
base fuertemente experimental, y los textos cientficos presentan la experimentacin
como uno de los recursos retricos destinados a convencer (Izquierdo, 2000c). La
construccin terica de un hecho cientfico est motivada por el deseo de dar sentido al
mundo,
a wish to understand, to construct mental and discursive tools, to communicate ideas, and
to be able to intervene on the world. (Izquierdo y Adriz-Bravo, en prensa: 8)
Resulta interesante promover procesos similares en la propia
ciencia escolar, y construir modelos tericos escolares que den
sentido a hechos generados experimentalmente en el laboratorio
294 Hay mucha evidencia de que el laboratorio de ciencias escolar ha sido de poca ayuda a la
hora de que los estudiantes construyan modelos tericos escolares (Hodson, 1992, 1994a,
1994b; Solomon, 1994b).
Se introduceel concepto de
hechoparadigmtico
Se recuperala idea de
modeloterico
irreductible(captulo 5)
-
438
cientfico escolar. Los hechos paradigmticos que
seleccionemos para la construccin del currculo de ciencias
deberan ser muy pocos y muy potentes (Izquierdo, 1999b, en
preparacin). A partir de ellos, deberamos generar los modelos
tericos irreductibles295. Esta generacin terica en la clase, a
travs de mecanismos retricos, puede ser considerada uno de
los objetivos centrales de la ciencia escolar (di Sessa, 1983;
Izquierdo y Mrquez, 1993).
Un hecho reconstruido al interior de la ciencia escolar usando inicialmente los modelos
del sentido comn de los estudiantes, puede proporcionar el anclaje para los modelos
tericos escolares, funcionando as de intermediario cognitivo y retrico. La relacin de
similaridad entre modelos y fenmenos es significativa y nos ayuda a pensar sobre el
mundo. Los fenmenos validan el modelo, pero es este ltimo el que da sentido a
aquellos, que slo pueden ser entendidos en el marco del modelo. El realismo
pragmtico que queda as configurado escapa a los peligros del realismo ingenuo
representacional y del instrumentalismo ms extremo. El primero acepta acrticamente
la existencia de todas las entidades tericas; el segundo niega que las teoras cientficas
digan algo verdadero sobre el mundo.
La experimentacin cientfica escolar, a su vez, debe ser reconstruida por escrito
utilizando mecanismos de inscripcin altamente elaborados y abstractos (Kuhn, 1993;
Kelly et al., 2000). La aceptacin de esta premisa deriva en un modelo didctico que
equipara la educacin cientfica a ensear a los estudiantes a hablar y a escribir
ciencias (Lemke, 1990; Izquierdo y Sanmart, 1998; Adriz-Bravo, Molin y Sanmart,
2001). Esto incluye las capacidades de explicar y argumentar.
Una buena explicacin cientfica escolar (Duschl, 1998;
Jimnez Aleixandre, 1998; Sard y Sanmart, 2000) debera
estar basada en la relacin coherente entre accin, instrumento y
295 No ponemos los calificativos de escolares o eruditos porque, dentro del modelo de
transposicin didctica homrfica al que adherimos, unos modelos irreductibles son altamente
identificables con los otros.
Se introduceel concepto de
explicacincientfica
escolar
-
439
modelo terico; este ltimo podra estar analgicamente
mediado por diversas estrategias (Galagovsky y Adriz-Bravo,
2001). Una explicacin que est establecida en un lenguaje
formal riguroso, pero que no conecta con lo que los estudiantes
pueden hacer o con los fenmenos a los que ellos tienen acceso,
no tiene un genuino valor educativo para ellos. Se trata de un
formalismo vaco, y pretender que los estudiantes la aprecien
por su sola cientificidad contradice los valores de la propia
ciencia escolar296.
La relacin entre los modelos del sentido comn y la realidad representada suele ser de
primer orden, sin organizacin terica de los sistemas ni transformaciones elaboradas de
los datos (Duschl, 1997, 2000c; Galagovsky y Adriz-Bravo, 2001; Adriz-Bravo y
Morales, en prensa). La experimentacin, reconstruida por medio del lenguaje escrito,
lleva a los estudiantes a un nuevo nivel epistmico, caracterizado por un tipo de relacin
entre realidad y representacin muy abstracta y convencional, la relacin simblica, en
la cual la conexin eficaz entre signos y referencias es sumamente relevante. Esta
representacin simblica slo conecta correctamente con sus referentes en el mundo si
se siguen todos los pasos del proceso de semiosis cientfica (Nye, 1993).
En el camino hacia la reconstruccin terica, un elemento
importante sin duda es la argumentacin (Duschl, 1998;
Jimnez Aleixandre, 1998; Newton et al., 1999; Osborne, 1999;
Sard y Sanmart, 2000; Duschl y Ellenbogen, 2001). La
argumentacin cientfica tiene una estructura formal compleja
difcil de capturar con un silogismo deductivo tradicional. Los
argumentos cientficos valiosos pueden ser analgicos, causales,
hipottico-deductivos, probabilsticos, inductivos, entre otros
muchos.
296 El tema de la experimentacin y la argumentacin cientficas escolares est explorado con
profundidad en la memoria final del proyecto del DDMCE financiado por el CIDE.
Se recuperala importancia
de laabduccincientfica(primera
aplicacin)
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440
Unos argumentos especialmente potentes son los abductivos, por el rol que juegan en el
proceso de modelizacin. Su funcin es apoyar la plausibilidad de los modelos tericos
mostrando explcitamente que ellos proveen explicaciones para problemas relevantes.
La argumentacin en la ciencia escolar ha de tener en cuenta la evidencia emprica para
generar una relacin de correspondencia con el mundo (Duschl, 1998; Jimnez
Aleixandre, 1998); pero este no es un requerimiento fcil de conseguir. En la ciencia
erudita, el grado de certeza es dependiente de la validez del marco terico particular a
travs del cual se analizan los resultados de los experimentos; esto no impide que las
argumentaciones sean pragmticamente adecuadas a los objetivos con los cuales son
diseadas. Este puede ser tambin el caso en la ciencia escolar.
Un modelo de explicacin particularmente adecuado para la
ciencia escolar es el modelo ilocutivo, tal como lo presentamos
en el captulo 5. Este modelo presta atencin tanto a la
estructura de la explicacin como al proceso de explicar y, lo
que es ms importante, a sus resultados (Achinstein, 1968,
1989; Estany, 1993; Izquierdo, 1999b). Una explicacin
cientfica escolar es aquella que da una respuesta pragmtica a
un problema cientfico escolar quedndose en un contexto
cientfico escolar. Esto es a menudo descuidado en la enseanza
de las ciencias tradicional.
El argumento e