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Tesina.- “Lecciones sobre Liberalización Financiera e Intervención Bancaria: El Caso de Bancrecer” UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA: UNIDAD IZTAPALAPA DIVISIÓN: CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES LICENCIATURA: ECONOMÍA Alumno: CARLOS VINIEGRA BELTRÁN MATRÍCULA: 93228472 FIRMA DEL ASESOR: ____________________ ASESOR: DR. RICARDO SOLÍS ROSALES LUGAR Y FECHA DE ELABORACIÓN: DEPARTAMENTO DE ECONOMÍA, UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA (IZTAPALAPA) DE OCTUBRE DE 1998 A MARZO DE 1999, ACTUALIZADA ABRIL DE 2004.

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Tesina.- “Lecciones sobre Liberalización

Financiera e Intervención Bancaria:

El Caso de Bancrecer”

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA: UNIDAD IZTAPALAPA DIVISIÓN: CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES

LICENCIATURA: ECONOMÍA

Alumno: CARLOS VINIEGRA BELTRÁN MATRÍCULA: 93228472 FIRMA DEL ASESOR: ____________________ ASESOR: DR. RICARDO SOLÍS ROSALES LUGAR Y FECHA DE ELABORACIÓN: DEPARTAMENTO DE ECONOMÍA, UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA (IZTAPALAPA) DE OCTUBRE DE 1998 A MARZO DE 1999, ACTUALIZADA ABRIL DE 2004.

2

Índice

Capítulo I ..........................3

Capítulo II ..........................6

Capítulo III ........................10

Capítulo IV ........................18

Capítulo V ........................26

Capítulo VI ........................33

Capítulo VII ........................38

Conclusiones ........................42

Bibliografía ........................45

3

Capítulo Primero

Propósito del Trabajo

En esta tesina se estudia el papel que jugaron la liberalización de la banca

mexicana (a partir de las reformas financieras que iniciaron en 1988), la forma

en la que se privatizaron los bancos en 1991-92, la crisis monetaria de 1994 y el

plan de rescate que se puso en marcha para evitar el colapso del sistema

bancario, en la bancarrota y desaparición de un banco de tamaño mediano,

Bancrecer, a un elevado costo para los contribuyentes mexicanos.

Antecedentes

Bancrecer era un banco pequeño en 1982 cuando la banca fue estatizada. En

1990 un decreto presidencial autorizó la reprivatización de la banca y fue

entonces cuando un grupo de accionistas encabezados por Roberto Alcántara se

unió para pujar por el paquete accionario del banco. En 1992 la institución quedó

bajo control de este grupo1.

1 Salinas de Gortari, Carlos. Quinto Informe de Gobierno. 1993.

4

En ese momento el Bancrecer contaba con menos de 70 sucursales por lo que se

puso en marcha un agresivo plan de inversión y crecimiento. Motivado por una

expectativa positiva para México en la antesala de la aprobación del Tratado de

Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), se fomentó la expansión de la

cartera en el negocio de hipotecas y tarjetas de crédito.

Tres años después, estalla una crisis macroeconómica detonada por la

devaluación del peso de diciembre de 1994, El nuevo entorno afectó a la

institución como ocurrió en la mayoría de los bancos.

El temor a los efectos que tendría una estrategia de intervención generalizada de

los bancos en dificultades, que se interpretaría como una nacionalización

disfrazada, llevó a las autoridades a limitar el número de bancos intervenidos. A

pesar de los indicadores negativos que lo habrían llevado a la quiebra, Bancrecer

se mantuvo en manos de quienes lo compraron en 1992 hasta 1998. Ningún

banco recibió ese trato privilegiado. Como consecuencia, el costo para el

contribuyente fue, proporcionalmente, el mas elevado de todos los rescates.

5

Organización

Capítulo 1 Propósito del trabajo y antecedentes.

Capítulo 2 La situación de Bancrecer antes de la liberalización bancaria en México.

Capítulo 3 Bancrecer y la liberalización financiera.

Capítulo 4 Bancrecer en crisis.

Capítulo 5 Lecciones para un rescate bancario exitoso.

Capítulo 6 FOBAPROA y la deuda pública.

Capítulo 7 Propuestas para Bancrecer Previas a la Venta a Banorte.

Conclusiones

6

Capítulo Segundo

Bancrecer antes de la Liberalización Bancaria

En los ochenta México empezó un proceso de liberalización que tocó todos sus

mercados. Como veremos, la liberalización financiera se dio de forma abrupta2,

como un antecedente para la privatización de los bancos. Como se recordará, se

nacionalizó la banca bajo los siguientes argumentos: la salvaguarda de la

solvencia financiera bancaria, la protección del ahorro nacional y la optimización

del financiamiento de los sectores productivos3.

Mecanismos de Intervención Bancaria antes de la

Liberalización.

Antes de la liberalización bancaria que comenzó en 1988, las herramientas

principales del Estado para cuidar la solvencia bancaria, proteger el ahorro

nacional y optimizar el financiamiento productivo eran4:

i. Reservas obligatorias o encaje legal.

ii. Sistema de cajones de asignación crediticia.

2 Solís Rosales Ricardo, La Transición Financiera como Factor Determinante de la Crisis Bancaria en “Del FOBAPROA al IPAB: Testimonios, análisis propuestas”, ed. Plaza y Valdes, 2000, pag. 17 3 Ortiz, Guillermo (1994). La Reforma Financiera y la Desincorporación Bancaria. FCE. 4 Ortiz, Guillermo (1994). La Reforma Financiera y la Desincorporación Bancaria. FCE.

7

iii. Regulación de tasas de interés.

a. El encaje legal fue instituido desde 1925 como instrumento de política

monetaria para regular el circulante y el volumen agregado de crédito en

la economía. En el momento de la nacionalización bancaria, Bancrecer

depositaba un porcentaje de los pasivos invertibles en moneda nacional

en Banco de México. Por esos depósitos, el Banco de México pagaba a los

bancos comerciales un rédito de 2.5% más el costo financiero ponderado

de captación.

b. Los cajones de asignación crediticia estipulaban porcentajes obligatorios

del ahorro recogido por la banca comercial. En 1982 el 34.1% de la

captación bancaria de Bancrecer se canalizaba a las actividades

prioritarias, 25.7% hacia actividades productivas, 7,8% en préstamos para

vivienda de interés social, y 0.6% en créditos a agentes bursátiles. El

resto de la disponibilidad se canalizaba libremente a créditos de cualquier

tipo, sujetándose a las disposiciones orientadas a diversificar riesgos.

c. La regulación de las tasas de interés, en vigor desde 1950, era ejercida

por el Banco Central que fijaba las tasas a pagar en la mayoría de los

depósitos, que generalmente eran inferiores a las tasas de mercado. Sólo

8

en algunos tipos de depósitos los bancos comerciales tenían libertad para

fijar las tasas.

Además de lo anterior, todos los bancos, incluido Bancrecer, estaban sujetos a:

i. Restricciones para fondeo en el exterior.

ii. La obligación de equilibrar sus operaciones diarias de compra y venta

de moneda extranjeras.

iii. Observar techos porcentuales máximos de pasivos de un banco con

cada acreedor.

iv. Límites de participación accionaria máxima de una persona física o

moral en el capital social.

v. La exclusión de personas físicas o morales extranjeras en la propiedad.

vi. Topes en los montos otorgables a una sola persona física o moral,

como porcentaje del capital neto.

vii. Restricciones cuantitativas de otorgamiento de créditos a personas

físicas o morales relacionadas con accionistas o directivos del Banco y;

viii. Obligaciones concernientes a los mínimos de capital.

ix. Normas y prácticas en sistemas contables.

x. Establecer mecanismos de control de riesgos.

xi. Entregas legales de información y recibir supervisión por parte de las

autoridades bancarias.

9

A todo el esquema anterior se le designó como un sistema represivo, ya que

inhibía los mecanismos de mercado en sus aspectos fundamentales. En esas

condiciones, no podía ser un sistema eficiente, en el sentido de que no captaba

el ahorro que se requería para financiar la inversión, ni se canalizaban los

recursos disponibles hacia los proyectos de mayor rentabilidad.

Por ello se propuso “liberar” al sistema de esas ataduras administrativas, dejando

a los mercados la función de regulación y fijación de precios que les

corresponde.

10

Capítulo Tercero

Bancrecer y la Liberalización Financiera

Al inicio del sexenio de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), se inició el proceso

de liberalización bancaria, comprendido por5:

i. La desregulación de las tasas de interés.

ii. La eliminación de los cajones de asignación selectiva del crédito y;

iii. La eliminación del sistema de encaje legal.

Lo que significó la eliminación de las herramientas del Estado para regular el

sector bancario, además de que en el periodo 1991-1992, el gobierno vendió al

sector privado todos los bancos que habían sido nacionalizados en 1982.

Consideremos ahora la influencia de dos factores en el origen y desarrollo de la

crisis bancaria, que no son mencionados por los comentaristas: la política de

liberalización financiera y el cambio en la tendencia ascendente de crecimiento

económico6.

Como muestra la experiencia de numerosos países que han adoptado esta

tendencia, (Argentina, Chile, España, Filipinas, Estados Unidos, Colombia,

Uruguay y Tailandia, para citar sólo los casos más sonados), la liberalización 5 Villegas, Eduardo et Rosa Ortega (2002). Sistema Financiero de México. McGraw-Hill. 6 Salinas de Gortari, Carlos. Sexto Informe de Gobierno, 1994.

11

financiera conduce en forma casi sistemática a crisis bancarias generalizadas, de

forma que lo que ocurrió en Bancrecer, no debe verse como algo excepcional7. El

nuevo régimen financiero que se instauró en el país, (componente principal del

'reajuste estructural' promovido por el FMI y el BM en la época)8, incluye dos

tipos de medidas: la liberalización de las tasas de interés y la liberalización de la

cartera de crédito9.

De hecho la política de tasas de interés, fue más allá del intento por compensar

los efectos negativos que sobre éstas producía la inflación, liberando de forma

amplia el mercado, sobretodo en operaciones de corto plazo. En cuanto a la

liberalización de carteras, se buscó eliminar todo tipo de reglas que afectaran a

los intermediarios financieros, conservándose sólo algunas orientadas a limitar,

en términos muy generales, los riesgos de cartera, así como las que permitían

mantener los controles monetarios. Lo que en los hechos representó la

desaparición del control de asignación del crédito como instrumento de política

económica.

¿Cuál fue el impacto de las reformas y de qué manera afectó la situación

financiera de Bancrecer?

En primer lugar se produjo un auge en la actividad financiera, según puede verse

en el crecimiento del valor agregado del sector y sobre todo en el peso relativo

7 Díaz-Alejandro, Carlos (1985). Good-bye Financial Repression, Hello Financial Crash. Journal of Development Economics 19. pp. 1-24. 8 López Obrador, Manuel (1999). FOBAPROA: Expediente Abierto. Grijalbo. 9 Zedillo, Ponce de León Ernesto. Primer Informe de Gobierno. 1995.

12

que alcanzaron las variables financieras en los mismos años de la década de los

noventa. En segundo lugar, se produjo un cambio importante en la composición

de los activos financieros10. En general se expandieron los activos en poder de la

banca comercial y de los nuevos intermediarios financieros. Crecieron los activos

y créditos de corto plazo a costa de los recursos de mediano plazo y de los

depósitos a la vista. Por ello M1 (cuenta corriente y circulante) perdió

marcadamente su significación frente a las alternativas que ofrecen una

rentabilidad y liquidez apenas inferior. Los depósitos a corto plazo aumentaron

no sólo a costa de M1, sino también sustituyendo depósitos a plazos mayores

(los que antes ya estaban ganando intereses), y atrayendo además, fondos que

antes estaban fuera del mercado financiero. Como resultado se produjo un

acortamiento del plazo medio de los depósitos y se hizo, por consiguiente, más

difícil otorgar préstamos de mediano y largo plazo. Simultáneamente se elevó el

costo de captación de fondos y, debido a la mayor rotación de los depósitos, se

produjo un alza en los costos de operación de los bancos, dando como resultado

una elevación del costo del crédito y una apreciable redistribución del ingreso en

favor de los tenedores de dinero.

10 Salinas de Gortari, Carlos. Cuarto Informe de Gobierno. 1992.

13

En lo que respecta a las tasas de interés11 puede constatarse que su aumento

excedió cualquier meta prevista. Esto refleja la influencia de un conjunto amplio

de factores entre los cuales pueden citarse:

i. El costo del encaje obligatorio.

ii. La elevación en el costo de captación de los fondos.

iii. El desequilibrio externo, que anticipa una devaluación.

iv. El déficit fiscal.

v. La demanda de crédito con fines especulativos.

Antes que explicar la influencia de estos factores en el nivel prevaleciente en las

tasas de interés, parece más útil considerar las razones que hicieron posible que

un grupo importante de deudores y los intermediarios financieros aceptaran

contratos con tasas de interés tan elevadas.

En cuanto a los deudores, pueden distinguirse dos comportamientos,

dependiendo de la coyuntura económica y del nivel de la tasa de interés vigente.

a. En un primer momento, cuando la tasa de crecimiento económico alcanzó

altos ritmos, la inflación se desaceleró y los intereses no alcanzaron

valores máximos, lo que ocurrió entre 1990 y 199212, el pago de esos

intereses fue asimilado sin traumas por los deudores, mediante el traslado

del costo financiero a los precios de venta.

11 Ver tabla 2 12 Ver tabla 2

14

b. En un segundo periodo, a partir de la devaluación monetaria del final de

199413 y durante casi todo 1995, cuando la economía registra la peor fase

de la crisis, la inflación y las tasas de interés alcanzan un máximo, los

deudores (o mejor dicho, una porción importante de ellos) se hacen

indiferentes a las tasas de interés que les cargan, ante la imposibilidad de

cubrirlas, de manera que muchas deudas toman el carácter de meros

registros contables, haciéndo muy difícil que los bancos pudieran

recuperar esos créditos. El deterioro en el valor de los activos bancarios

superó en algunos casos el del capital, poniendo a las instituciones en una

situación de quiebra virtual.

Cabe señalar que la virtual inelasticidad respecto a la tasa de interés de la

demanda de créditos, no afectó a la totalidad de las empresas no financieras,

sino que más bien fue un fenómeno que incidió primordialmente sobre los

demandantes corporativos de créditos en sectores específicos de la economía

(construcción residencial de lujo, locales comerciales y de oficinas, complejos

turísticos, comercio importador, ramas industriales orientadas a la exportación y

ciertos servicios prestados a las empresas).

Para otros empresarios, por el contrario, la demanda de créditos a tasas de

interés elevadas y crecientes se hizo prácticamente insignificante,

independientemente de la fase de la coyuntura económica vivida.

13 Ver tabla 2

15

Estos hechos están claramente emparentados con el comportamiento de los

intermediarios financieros, en particular por su falta de independencia con

respecto a los deudores ya que es frecuente que los intermediarios sean parte -y

el núcleo central en muchos casos- de un conglomerado de empresas14. En estos

casos, el intermediario otorga el préstamo sin aportar una evaluación

independiente u objetiva, siguiendo el criterio del deudor, a pesar del riesgo que

ello acarrea. Lo que implica que créditos altamente riesgosos se acumulan en la

cartera de los bancos, se acentúa la inmovilización de la cartera y disminuyen las

utilidades de largo plazo de los bancos. Confrontados con esta situación, además

de que las prácticas contables a nivel general del sector se encontraban muy por

debajo de las mejores prácticas utilizadas en otros países, los banqueros evitaron

a toda costa, ‘castigar’ los estados de resultados, con la esperanza de que la

situación fuera temporal, por lo que modificaron las condiciones iniciales de los

préstamos, a la vez que aumentaron el monto de los mismos.

Por esta vía se escondieron pérdidas, se evitaron provisiones y se distorsionó el

verdadero cómputo de los resultados.

En este contexto ejercen una influencia negativa dos rasgos adicionales

consustánciales a la liberalización financiera. Por un lado el desarrollo de nuevas

oportunidades de especulación financiera de corto plazo que es inherente al

florecimiento de nuevos mercados e instrumentos altamente líquidos, y por otro,

la reducción del horizonte de tiempo de la inversión. En estas circunstancias, las 14 Villegas, Eduardo et Rosa Ortega (2002). Sistema Financiero de México. McGraw-Hill.

16

altas tasas de interés ejercen una influencia adversa sobre la calidad promedio

de las solicitudes de crédito, es decir, sobre el perfil de riesgo de los proyectos

que buscan financiamiento. Esto da como resultado que proyectos ‘prudentes’

(Ej., en la industria manufacturera o en la construcción residencial), no logren

ser financiados, en beneficio de proyectos que prometen retornos altos y rápidos

(Ej., mercado de valores, compra de empresas en funcionamiento)15. Esta

situación, también refuerza el desarrollo de la bancarrota, por los cambios en la

conducta prestamista de los bancos, que ven intensificada la presión competitiva

de sus pares. Bajo la influencia de estas presiones, los bancos se ven forzados a

financiar proyectos de inversión abiertamente especulativos, como condición

para evitar pérdidas en su posición de mercado.

Los procesos mencionados estuvieron activos en Bancrecer a partir de 1989.

Entre esa fecha y hasta 1994 pudieron pasar desapercibidos porque Bancrecer

atravesaba una fase expansiva y porque la normatividad contable no permitía

transparentar los problemas que tenían las finanzas de muchos bancos antes de

que estallara la crisis monetaria de diciembre de 1994. Es importante señalar que

el aspecto más relevante que se debía mantener bajo escrutinio era el de cartera

vencida y como se señaló, la práctica de redocumentar los créditos, permitió

mantener oculto durante un tiempo a este indicador. Como se recordará, esos

fueron los años dorados del negocio bancario, orgullo de quienes impulsaban la

política de reajuste. Pero la situación financiera de entonces comenzó a hacerse

15 Stiglitz, J. and A. Weiss (1981). Credit Rationing in Markets with Imperfect Information. The American Economic Review 71, no. 3, 393-410.

17

crítica a lo largo de 1995, año de estanflación en el que se desaceleró el

crecimiento de los depósitos bancarios y afloró en agosto y septiembre un grave

problema de liquidez en Bancrecer.

Tabla 1

18

Capítulo Cuarto

Bancrecer en Crisis

La crisis de Bancrecer: Un preámbulo

La elevada concentración de cartera de créditos en empresas propiedad de los

directivos de Bancrecer (autopréstamos), fue un rasgo sobresaliente del caso16,

lo que condujo en diversas ocasiones a una auténtica desnaturalización del

objeto social de la actividad bancaria. Este comportamiento experimentó un

reforzamiento considerable a partir de 1992 cuando la política de tasas reales de

interés positivas en condiciones de aceleración inflacionaria, dio lugar a una baja

apreciable en el llamado "índice de intermediación financiera"

(colocaciones/depósitos). En estas circunstancias, la plétora de depósitos llevó a

Bancrecer a actuar como banco de inversión, financiando masivamente el

desarrollo, dentro y fuera del país, de costosos complejos inmobiliarios, turísticos

y agropecuarios. Por su naturaleza esas inversiones son de lenta maduración y

contienen un importante elemento especulativo, lo que significa innegables

riesgos para los prestadores, riesgos que se materializarían en un momento de

16 López Obrador, Manuel (1999). FOBAPROA: Expediente Abierto. Grijalbo.

19

dificultad para incrementar la masa de depósitos captados, cosa que ocurrió en

el primer semestre de ese año.

Es importante señalar que en un esfuerzo por contrarrestar este tipo de

problemas, el banco, primero agotó sus reservas secundarias, se endeudó con el

banco central, y luego acudió al mercado interbancario, en el cual las elevadas

tasas de interés a pagar fueron incosteables, lo que lo paralizó. Con relación a

los otros bancos en situación crítica, la principal diferencia respecto a Bancrecer,

fue que los más frágiles sustituyeron los préstamos del mercado interbancario,

por el auxilio de FOBAPROA17, difiriendo apenas el momento de la verdad.

La segunda de las causas fundamentales de la incubación y desarrollo de la crisis

está relacionada a la actuación de las instituciones públicas responsables de velar

por la salud del sistema financiero, responsabilidad que recae principalmente

sobre la CNBV y el Banco Central. En el caso de la CNBV las responsabilidades

han sido ampliamente reconocidas y tienen sin duda alguna el signo ostensible

de la omisión grave. Tanto en la ley se incluyen disposiciones expresas

orientadas a garantizar la necesaria "inspección, supervisión, vigilancia,

regulación y control" de los bancos y otros institutos financieros, estableciéndose

además las medidas preventivas y las sanciones que garanticen el cumplimiento

de la ley.

17 Zedillo, Ponce de León Ernesto. Segundo Informe de Gobierno. 1996. Zedillo, Ponce de León Ernesto. Cuarto Informe de Gobierno. 1998. Zedillo, Ponce de León Ernesto. Quinto Informe de Gobierno. 1999.

20

Desafortunadamente, a los fines prácticos esas disposiciones han sido, en lo

esencial, letra muerta. En primer lugar, porque la CNBV no contó con los

recursos humanos y técnicos que le para llevara cabo con efectividad labores que

son indiscutiblemente exigentes18. Esta debilidad instrumental se potenció

dramáticamente a partir de la adopción de la política de liberalización financiera,

lo que entre otras, generó una expansión sin precedentes del sector financiero,

así como la diversificación de los instrumentos negociados y el aumento en la

competencia entre instituciones. Por lo que no parece exagerado sostener que

en un ambiente especulativo como el que se vivió a partir de 1989, la

incapacidad controladora de la CNBV casi se convirtió en una invitación al

fraude19. Quien dude de esto debe reflexionar sobre el hecho anómalo de bancos

cuyas mesas de dinero captaban recursos en cantidad igual o superior a los

depósitos del público formalmente registrados.

A pesar de la importancia del elemento antes señalado, la razón decisiva de la

debilidad controladora de la CNBV no es ni presupuestaría ni técnica20, ella

emana de la mediatización que los grupos políticos y económicos dominantes

han impuesto tradicionalmente a la figura de la cabeza de la CNBV quien está

sujeto a la designación y/o remoción del Ejecutivo Federal21.

Por otra parte la responsabilidad del banco central en la gestación de la crisis no

ha sido menos importante. La ley que lo rige, le fija funciones de obligatorio 18 Zedillo, Ponce de León Ernesto. Tercer Informe de Gobierno. 1997. 19 Ver tabla 3 20 Comisión Nacional Bancaria y de Valores. Boletines Estadísticos de Banca Múltiple, México 1989-1999. 21 Villegas, Eduardo et Rosa Ortega (2002). Sistema Financiero de México. McGraw-Hill.

21

cumplimento entre las cuales destaca la estabilidad del sistema financiero,

cuestión en la que desempeñó un papel desastroso al no ser capaz de anticipar

la crisis bancaria ni de reaccionar oportunamente para evitar su colapso.

Ante este incumplimiento, el banco central no puede alegar restricciones

presupuestarlas o de información, ya que contaba con el monitoreo día a día del

encaje legal (después suprimido), y de la posición en moneda extranjera de los

bancos, además del derecho a revisar o supervisar cualquier otra información

que considerara necesaria, lo que representa instrumentos de gran utilidad para

calibrar la evolución en la salud de los bancos.

Detalle de la Problemática

La idea de liberalizar a Bancrecer era la de construir una intermediación

financiera más eficiente del ahorro, pero los indicadores de productividad,

rentabilidad, solvencia y liquidez empeoraron dramáticamente desde la

liberalización financiera y después de la privatización bancaria.

El margen real de intermediación bancaria (igual a la diferencia entre tasas

reales de depósito promedia y tasas real de préstamo), osciló entre 4.49% y

9.4% durante el período 1983-1987, en el lapso 1988-1999 dicho margen

aumentó hasta al rango de 11.3% a 13.22%.

22

Tabla 2

En cuanto a los indicadores directos de productividad bancaria, la relación costos

de operación/activos totales, en el período 1983-1987 osciló entre 3.33% y

3.41% con un máximo de 4.76%; en el periodo 1988-1998 esta variable

promedió 3.86%.

La relación costo de operación/ingreso financiero bruto, en el mismo período,

1983-1987, registró los siguientes valores, mínimo 10.12%, máximo 14.8%; en

el lapso 1988-1998 aumentó hasta el rango con un mínimo de 10.94% y un

máximo de 27.01%.

23

Tabla 3

En cuanto a la Rentabilidad de Capital (ROE)22, en los ochenta, la tasa promedio

de fue de 42.06%, y entre 1989-1998 esta tasa disminuyó a 19.91%, destaca

que el valor promedio de este indicador de 1995 a 1999 se desplomó a -1.67%.

22 Ver Tabla 4

24

Tabla 4

La cartera vencida se incrementó rápidamente a partir de 1988 y más aún luego

de la venta de Bancrecer al sector privado en 1991. Como se observa en la Tabla

5, de hecho entró en estado de quiebra técnica al siguiente año de su

privatización.

25

Tabla 5

26

Capítulo Quinto

Lecciones para un rescate bancario exitoso

Algunos miembros del staff del Banco Interamericano de Desarrollo (BID),

tomando en cuenta la experiencia de crisis bancarias en otros países

latinoamericanos, formularon una serie de principios para manejar una crisis

bancaria de forma exitosa. Liliana Rojas-Suárez y Steven R. Weisbrod23, del

Banco Interamericano de Desarrollo formularon los siguientes principios para un

programa de rescate financiero exitoso, en el documento.

a. El primero consiste en garantizar que las partes que hayan obtenido

beneficios a través de la toma de riesgos, soporten la mayor parte del

costo de la reestructuración del sistema bancario. Los accionistas de los

bancos deben ser los primeros en perder sus inversiones junto con los

grandes tenedores de pasivos a largo plazo. Además los prestatarios en

mora, no deben recibir un tratamiento favorable a expensas de la

población. De esta manera se limita el costo corriente de la

reestructuración y se crean incentivos para restringir la toma de riesgos en

el futuro.

23 Rojas-Suárez, L. et Steven R. Weisbrod (1997). Manejo de las Crisis Bancarias: Lo que Debe y lo que No Debe Hacerse. En: Las Crisis Bancarias en América Latina, FCE.

27

b. El segundo principio dicta que sin retrasos, se deben adoptar medidas para

impedir que las instituciones con problemas, amplíen el crédito a los

prestatarios de alto riesgo o capitalicen los intereses impagos de los

préstamos vencidos en forma de nuevos créditos. De esta manera se

reduce el riesgo moral que se produce cuando las instituciones con

patrimonio bajo siguen operando con la protección de programas públicos.

Este principio indica que en un estado de quiebra, las instituciones deben

ser sacadas de las manos de sus propietarios corrientes.

c. El tercer principio de una reestructuración exitosa es que la sociedad tenga

la determinación política de hacer de la reestructuración de los bancos un

objetivo prioritario para asignar fondos públicos y evitar el incremento de la

inflación.

De acuerdo a José Luis Calva24, estos principios fueron discutidos en la

“Conferencia sobre Crisis Bancarias en América Latina”, celebrada en 1996, por

el BID y el Grupo de los Treinta. Como conclusiones los expertos señalaron que

respecto a los dos primeros principios existe un consenso pero no en el tercero.

En el documento se señala que Ingves y Ryan afirman que este compromiso

político (el tercer principio) fue esencial para el éxito de las operaciones en que

participaron (Suecia y Estados Unidos), Fernández quien participó en la crisis de

Argentina cuestiona no sólo el uso de recursos públicos en la reestructuración de

los bancos, sino también la utilidad de discutir públicamente los problemas del

24 Calva José Luis, Fobaproa: una alternativa de solución, en http://www.hemerodigital.unam.mx/ ANUIES/unam/problems/114/sec_8.html

28

sector financiero. A su juicio la reordenación debe quedar a cargo del banco

central, el cual "no debe revelar en detalle las normas que aplicará para

solucionar los problemas bancarios", pues afirma que Argentina resolvió la crisis

bancaria que estalló en 1981, sin recursos reales, a través de la inflación y del

manejo de tasas de interés negativas que ajustaron el valor real de los adeudos.

En el caso la crisis bancaria mexicana y en el caso de Bancrecer en particular, los

dos primeros principios antes mencionados no fueron cumplidos para obtener

una estrategia de rescate exitoso.

Bancrecer fue rescatado en 199X por el FOBAPROA25 mediante un programa de

compra de carteras vencidas. Entonces los accionistas de Bancrecer no fueron

los “grandes” perdedores en esta crisis bancaria. De acuerdo con el primer

principio, los dueños de los capitales debían ser los primeros perdedores y las

pérdidas debían de haber sido cargadas a los dueños y después a las reservas

creadas por los bancos, antes de que el gobierno interviniera.

Por ello vale la pena retomar el artículo de José Luis Calva26 en donde menciona

las declaraciones de el director del Departamento México del Banco Mundial

Olivier Lafourcade, durante su participación en la XXV Convención del Instituto

Mexicano de Ejecutivos de Finanzas, celebrada a fines de 1997 y que señaló:

25 FOBAPROA (1998), Resumen Ejecutivo de las Operaciones del Fondo Bancario de Protección al Ahorro. 26 Calva José Luis, Fobaproa: una alternativa de solución, en http://www.hemerodigital.unam.mx/ ANUIES/unam/problems/114/sec_8.html

29

“Empero, la verdad es que los accionistas de los bancos asumieron

proporcionalmente una parte reducida de las pérdidas en las instituciones de

crédito y la mayor parte del costo acabará siendo pagada por los

contribuyentes"27. En general, el hecho de que los inversionistas asuman una

parte pequeña de las pérdidas, señaló Lafourcade, “...refleja la influencia política

que pueden ejercer en los gobiernos de sus países para promover los

mecanismos y las formas del rescate bancario..."28.

En la experiencia de Bancrecer de 1995-1998, los dos principios básicos para una

estrategia de saneamiento exitosa, sobre los cuales hubo pleno consenso en la

citada conferencia, no fueron cumplidos por la autoridad financiera mexicana.

En primer lugar, los accionistas que sobrevivieron no fueron los primeros en

perder sus inversiones, por que sus bancos en quiebra técnica, fueron rescatados

por el FOBAPROA mediante compras de cartera chatarra. De los pasivos del

FOBAPROA, tan sólo los de Bancrecer sumaban, al cierre de marzo de 1998, $31

323 millones29, pero durante demasiado tiempo se mantuvo bajo la

administración de sus propietarios corrientes. Ello generó pérdidas adicionales

antes de que la autoridad reguladora se decidiera a intervenirlo para su posterior

liquidación, fusión o venta. A junio de 1997 cuando el balance del banco aún

aparecía en el Boletín de la Bolsa Mexicana de Valores, FOBAPROA había

extendido a este, pagarés por $60 206.37 millones en compras de carteras

27 El Universal, México, 22 de noviembre de 1997. 28 La Jornada, México, 22 de noviembre de 1997. 29 FOBAPROA (1998), Resumen Ejecutivo de las Operaciones del Fondo Bancario de Protección al Ahorro.

30

malas. En consecuencia el segundo principio para una estrategia de saneamiento

exitosa, tampoco fue cumplido por la autoridad reguladora. Se permitió a una

institución de crédito, cuyo patrimonio neto era bajo30, continuar operando bajo

la protección de programas públicos; por otra parte, no se impidieron nuevos

préstamos a clientes dudosos, o la capitalización de intereses insolutos de

préstamos en mora, sino que ambas operaciones, contraindicadas, fueron

alentadas mediante diversos esquemas de reestructuración de adeudos, los

cuales no resolvieron el problema de fondo, pero sí, como autoengaño,

maquillaron temporalmente los balances del banco.

En concordancia con los principios básicos para una exitosa reordenación

bancaria, formulados por Rojas-Suárez y Weisbrod, los autores consideran que

en condiciones favorables, como son acceso a recursos para financiar la

reestructuración de los bancos, o la existencia de mercados desarrollados para

las instituciones financieras y sus activos, los reguladores cuentan un abanico de

métodos para resolver los problemas bancarios31:

i. Fusión o venta al sector privado

ii. Absorción y administración por las autoridades reguladoras; y

iii. Rescate financiero de una institución existente; sin variantes de

propiedad (último recurso).

30 Ver tabla 5 31 Rojas-Suárez, L. et Steven R. Weisbrod (1997). Manejo de las Crisis Bancarias: Lo que Debe y lo que No Debe Hacerse. En: Las Crisis Bancarias en América Latina, FCE.

31

De acuerdo con la primera alternativa, se realiza una cancelación del capital, si

las reservas para pérdidas de préstamos son insuficientes, a menudo al punto de

que el valor del pasivo supera al del activo y si el nuevo adquirente del banco no

cubre la diferencia entre el pasivo y el activo, serán necesarios recursos públicos

para cancelar el excedente del pasivo u otorgar crédito al sector privado para

financiar su adquisición. También existe la opción de clausurar el banco y vender

los activos. Pero esta opción igual que la venta de los bancos intervenidos, está

contraindicada cuando no existe un mercado desarrollado para bancos y sus

activos, puesto que no podría reducirse al mínimo el gasto público, en virtud de

que los nuevos inversionistas bancarios no reconocerían el valor intangible de la

base de clientes. Para el caso de estudio, esta restricción fue ignorada por las

autoridades financieras, dado que después de absorber las pérdidas, también se

absorbió la cartera crediticia32.

Con relación a la segunda alternativa, la absorción por parte de las autoridades,

tenía la ventaja de posponer algunos costos del rescate, al permitir a las

instituciones que estuvieran en este supuesto operar a niveles de capital que

serían inadecuados para los bancos de propiedad privada, estableciendo desde el

principio que los bancos volvieran al dominio privado en cuanto las condiciones

del mercado lo permitieran.

Cabe señalar que el gobierno se encontraba renuente para retornar la propiedad

de los bancos al sector público toda vez que no había pasado una década desde 32 FOBAPROA (1998), Resumen Ejecutivo de las Operaciones del Fondo Bancario de Protección al Ahorro.

32

su privatización33, pero al final de cuentas la responsabilidad de las autoridades

reguladoras no se encuentra en motivaciones impulsadas por la coyuntura

política sino en el cumplimiento de sus obligaciones.

Finalmente la tercera alternativa, que consiste en una operación de rescate

financiero, debe utilizarse cuando los fondos que pueden comprometerse

rápidamente están limitados, los mercados son subdesarrollados o ilíquidos en el

momento de la crisis y los reguladores no poseen conocimientos para administrar

bancos. Este método de resolución es el más complejo porque deja a las

instituciones insolventes en manos de los propietarios originales mientras se les

otorgan fondos públicos.

Fue precisamente esta opción la que predominó en la estrategia del FOBAPROA:

se aplicó para salvar a los bancos grandes y medianos que el día de hoy

sobreviven; pero también se aplicó para salvar bancos pequeños como Bancrecer

que acumularon pérdidas hasta que fueron intervenidos.

En conclusión, los programas de saneamiento bancario instrumentados por las

autoridades financieras para evitar que Bancrecer se hundiera, fue dentro del

menú de posibilidades, la peor. Lo único que hubiera representado un costo

mayor sería no haber hecho nada.

El asunto llamó tanto la atención que la revista “The Economist”34 sugirió el caso

de México como ejemplo "de lo que no se debe hacer” 33 Solís Rosales Ricardo, Bancos y Crisis Bancarias, UAM, 1998, pag 237

33

Capítulo Sexto

FOBAPROA y la DEUDA PÚBLICA

Como vimos en los capítulos anteriores, Bancrecer acumuló pérdidas gigantescas

a través de procesos de rescate mal manejados, estas pérdidas se encuentran

concentradas en la llamada “panza” del FOBAPROA y se discute la pertinencia de

transformar los pagarés FOBAPROA en deuda pública. Esto significaría la

irreparable transferencia de las pérdidas hacia los contribuyentes mexicanos. Por

ello es importante revisar la propuesta de conversión en términos de los

principios presentados por Calva35 y que representan una estrategia alternativa

que debe ser tomada en cuenta en el marco general de la crisis bancaria.

De acuerdo a Calva la solución al problema del FOBAPROA requiere el

cumplimiento de cuatro condiciones fundamentales:

1. Que no implique la conversión de los pasivos del FOBAPROA en

deuda pública.

2. Que no represente pérdidas para los ahorradores.

3. Que no traiga consigo un colapso del sistema bancario sino, al

contrario, conduzca realmente a su saneamiento;

4. Que respete el estado de derecho.

34 The Economist (1998). Latin´s Lessons for Asian Banks. 35 Calva José Luis, Fobaproa: una alternativa de solución, en http://www.hemerodigital.unam.mx/ ANUIES/unam/problems/114/sec_8.html

34

También en términos del marco de referencia general para el buen manejo de

las crisis bancarias antes resumido, la estrategia sugerida para superar el

problema del FOBAPROA y recomponer el proceso de saneamiento del sistema

bancario, se circunscribe en los siguientes principios de ese marco referencial:

1. Si alguien va a perder su parte, los accionistas del banco deben ser los

primeros en la fila.

2. Evitar el riesgo moral que se asocia con la apuesta a que los recursos

públicos serán los que van a pagar el rescate.

3. Evitar que la reestructuración financiera de los bancos genere un

incremento de la inflación.

Al mismo tiempo la propuesta considera las restricciones existentes:

1. Grave escasez de recursos fiscales para financiar la reestructuración.

2. La inexistencia de un mercado desarrollado para bancos y activos

bancarios.

3. La revisión legal de los contratos de compras de carteras por el

FOBAPROA y la nulidad de aquellos que violan Ley de Instituciones de

Crédito y la Ley General de Deuda Pública.

En concordancia con las anteriores premisas, el principio general para sanear el

sistema bancario, consistiría en que los costos de la reestructuración financiera

35

de los bancos no sean pagados con los impuestos futuros de los contribuyentes,

sino cubiertos con las ganancias futuras de los propios bancos.

El tratamiento consistiría en que el capital requerido por los bancos para cubrir el

riesgo de los activos irredituables, es decir, para cubrir los costos de la limpia del

acervo de carteras vencidas, incluyendo las vendidas al FOBAPROA, regresarían

al dominio pleno de los bancos, sea aportado cuando no pueda serlo por los

propios accionistas bancarios, por el banco central, bajo las modalidades que

enseguida se especifican; y que el financiamiento de estas aportaciones de

capital no se realice mediante emisión monetaria, sino mediante el

establecimiento de un encaje legal generalizado para el sistema de banca

múltiple, a través de un sistema de reservas obligatorias depositadas por los

bancos comerciales en el banco central equivalentes a aproximadamente al 35%

de la captación.

Estos encajes legales redituarían en favor de los bancos un interés equivalente al

costo de captación promedio más alrededor de dos o tres puntos porcentuales.

En el caso del encaje legal propuesto, se trataría de activos bancarios sin riesgos

y prácticamente con costo cero de operación, por el lado de la colocación,

aunque con costo de operación por el lado de la captación. El objetivo de pagar

una ganancia financiera realmente normal por estos depósitos consistiría en no

penalizar a los bancos que no recurrieron al FOBAPROA, y no exceder la presión

a los bancos con problemas.

36

El costo financiero real de los depósitos obligatorios en el banco central, sería

cubierto con cargo a la parte alícuota de las ganancias bancarias, cuando se

generen, correspondiente a las aportaciones de capital del banco central a los

bancos con problemas. Transitoriamente dicho costo podría ser financiado, no

absorbido, con los remanentes de operación del banco central.

De hecho el financiamiento de la capitalización de los bancos mediante un

sistema de encaje legal, no significa otra cosa que el financiamiento de esta

capitalización con un segmento de los ahorros bancarios de los propios

mexicanos. En realidad para este efecto financiero es necesario un esquema no

muy diferente al del FOBAPROA, que están financiados con crédito de los propios

bancos generadores de los créditos transferidos al FOBAPROA, o lo que es lo

mismo, con los ahorros de los depositantes de los respectivos bancos.

En cuanto a los efectos sobre el mercado de crédito, la fórmula propuesta es

mejor que la conversión de los pasivos del FOBAPROA en deuda pública, porque

convertir los pagarés FOBAPROA en papeles negociables en los mercados

crediticios produciría dos efectos adversos:

1) Un incremento tal de la oferta de títulos de deuda y de la demanda

de crédito que presionaría al alza las tasas de interés.

2) En la medida en que los bancos logren colocar los títulos, se

provocaría nuevamente el exceso de liquidez en los bancos que ya

se vivió, con efectos antes señalados.

37

Ahora bien conforme a este marco general, la reestructuración financiera de

Bancrecer podría realizarse bajo las siguientes modalidades.

38

Capítulo Séptimo

Propuestas para Bancrecer Previas a la Venta a

Banorte

Hasta el momento y con la ayuda de la literatura especializada hemos analizado

las consecuencias de un proceso de liberalización en el sector financiero, los

principios básicos para el manejo de una crisis bancaria, además de una

alternativa a la conversión de pagarés FOBAPROA en deuda pública. Antes de

elaborar las conclusiones, presentamos un resumen de las alternativas al alcance

de las autoridades antes de la venta a Banorte.

Opción Uno

1. Que los accionistas de Bancrecer afronten por su cuenta los

requerimientos de capital de su banco. La autoridad reguladora podría

fijar un plazo razonable para el logro de la capitalización36, verificándola

mediante una efectiva supervisión.

2. Que el banco central aporte los recursos de capital faltantes:

a. Como préstamos para que los banqueros paguen una nueva

suscripción de acciones ordinarias de sus propios bancos

36 Solís Rosales Ricardo, Bancos y Crisis Bancarias, UAM, 1998, pag 236

39

b. Como suscriptor de nuevas acciones ordinarias del banco.

c. Adquiriendo obligaciones subordinadas de conversión obligatoria de

los bancos.

d. Una combinación de las tres modalidades.

3. Si Bancrecer no acepta ninguna de las opciones anteriores, la autoridad

financiera debe intervenir el banco, procediendo a la cancelación contable

de los activos irrecuperables contra el capital y las reservas además de

que el banco central entraría a cubrir, como accionista y no como una

erogación a fondo perdido, los faltantes de capital del banco. También se

procedería a la venta de las acciones cuando el mercado bancario lo

permita.

Opción Dos

La segunda posibilidad contempla que la capitalización de Bancrecer fuera

realizada casi de forma exclusiva, mediante la suscripción de nuevas acciones

ordinarias en una acción directa del banco central. En rigor sólo se aplicaría la

tercera de las opciones señaladas: intervenir gerencialmente a Bancrecer,

procediendo a la cancelación contable de los activos irrecuperables contra el

capital y las reservas, y entrando el banco central a capitalizar el banco como

una inversión recuperable a muy largo plazo. Es importante decir que el plazo de

recuperación, no sería mayor que el tiempo que tomaría a los mexicanos pagar

las pérdidas de Bancrecer convertidas en deuda pública.

40

Opción Tres

Derivada de la experiencia internacional37 esta posibilidad contempla que se

mantenga la propiedad pública de Bancrecer hasta que se logre sanear el

conjunto del sistema bancario y se creen las condiciones de mercado para la

posterior venta de los bancos o de sus activos.

Hay que recordar la recomendación de los expertos bancarios del BID, Rojas-

Suárez y Weisbrod38: "La absorción por parte de las autoridades se utiliza cuando

las instituciones afectadas no pueden ser vendidas (porque el mercado es

subdesarrollado o porque la crisis ha hecho que las propiedades de los bancos

dejen de ser atractivas) y los reguladores poseen suficientes conocimientos

técnicos para hacerlas funcionar".

Como se señaló antes, esto último no es un factor limitativo, toda vez que los

administradores de los bancos que estuvieron estatizados entre 1982 y 1991, son

un recurso humano disponible en México y una vez que las condiciones de

mercado para bancos o activos bancarios lo permitieran, Bancrecer regresaría al

dominio privado.

37 Calva José Luis, Fobaproa: una alternativa de solución, en http://www.hemerodigital.unam.mx/ ANUIES/unam/problems/114/sec_8.html 38 Rojas-Suárez, L. et Steven R. Weisbrod (1997). Manejo de las Crisis Bancarias: Lo que Debe y lo que No Debe Hacerse.

41

Como se puede ver la fórmula propuesta para recomponer el proceso de

saneamiento de Bancrecer y el FOBAPROA, cumple las cuatro condiciones:

1. No implica la conversión de los pasivos del FOBAPROA en deuda pública.

2. No resulta en pérdidas para los ahorradores.

3. No trae el colapso Bancrecer.

4. Es realizable dentro del marco jurídico vigente.

Opción Cuatro

Por último cabe la posibilidad de que la autoridad hacendaria, ordene la

cancelación del capital vs. pasivos y obligue la venta a un precio simbólico a

otros banqueros que se encargarían de cubrir el saldo final de pasivos. Situación

que puede ser complicada cuando la crisis afecta a la mayoría del sector y el

mercado de bancos se encuentra deprimido. En esta última opción cabe la

incorporación de incentivos para los compradores del banco a través de

programas de apoyo oficiales.

También se debe comentar que la reestructuración financiera, no excluye la

aplicación de un programa de rescate a los pequeños deudores con carteras

vencidas, lo que contribuiría a acelerar el saneamiento del banco.

42

Conclusiones

De nuestro objetivo y en concordancia con la revisión de la bibliografía

presentada podemos concluir lo siguiente:

1. El acelerado proceso de liberalización financiera vivido por el sector

bancario al final del la década de los ochenta y la privatización bancaria

de 1991-92 parecen haber sido determinantes en la expansión

económica vivida en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, lo que validó

los procesos de reprivatización y liberalización financiera. Bajo

indicadores positivos de crecimiento económico y reglas contables poco

rigurosas, fue posible que señales adversas en la salud del sistema

bancario, fueran desestimadas o redujeran su visibilidad respecto de

otros como el Índice de Cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores.

2. La experiencia mexicana en la liberalización de su sector financiero, no fue

diferente respecto de otras experiencias en el mundo, en el sentido de

que generalmente la liberalización del sector trae aparejada una era de

descontrol y especulación, que al final termina con bancos quebrados y

programas de rescate o reestructura con elevados costos para el

contribuyente.

3. En el caso de Bancrecer, un grupo de inversionistas con acceso a los

procesos de venta de los paquetes accionarios, encontró la forma de

apalancar a su grupo empresarial. Esos inversionistas vieron hechos

43

realidad “el riesgo moral” de los “autopréstamos”, además de negocios

riesgosos por un entorno que favorecía la desmedida toma de riesgos.

Esto incrementó la cartera vencida de la institución a niveles críticos aún

antes de la crisis generalizada de tipo de cambio, tasas de interés y

cartera vencida.

4. Las autoridades encargadas de vigilar el buen funcionamiento del sector,

contaban con información, que demostraba graves problemas en el

comportamiento de Bancrecer, pero sólo tomaron medidas hasta que la

crisis general estalló.

5. El rescate de Bancrecer representa el caso más costoso para los

contribuyentes mexicanos. De acuerdo a la opinión de los expertos, dejar

desatendido un banco mal administrado, otorgarle apoyo con recursos

públicos y mantener como administradores a los dueños que lo llevaron a

esa situación es una receta para el desastre, que garantiza el mayor

costo posible para la hacienda pública y el menor para los accionistas.

6. De aplicarse oportunamente la medida de disolución del Banco y pago de

pasivos a marzo de 1998, el costo total del rescate hubiera sido mucho

menor, pero la decisión final de intervenirlo y sanearlo, representó un

costo global superior a los ciento tres mil millones de pesos, de los cuales

sólo se recuperaron cerca de diez mil millones en la posterior venta,

dentro de una operación controvertida al Grupo Financiero Banorte.

44

Bibliografía

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