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7/23/2019 Tesina Final. Hacia Una Interpretación Cristiana de El Señor de los anillos. Federico Martín Ríos

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Instituto Superior “San Miguel Arcángel”

Profesorado en Filosofía.

Seminario de Investigación 2!"

#ítulo$ “%acia una interpretación cristiana del Se&or de losA&illos.”

Alumno$ Federico M. 'íos

Profesor$ (duardo ). M Allegri.



'esumen$ Si bien Tolkien rehúsa una interpretación alegórica de su obra, con todo nodescarta la noción de “aplicabilidad” que permite encontrar un sentido profundamentecristiano y, específicamente, católico, a toda su producción de ficción. n el presenteestudio anali!aremos en primer lugar el concepto de “aplicabilidad” en Tolkien y sudistanciamiento de la literatura alegorista, para luego anali!arlo en un corpus integrado

por pasa"es del Se#or de los $nillos %en adelante ESDLA& , en el que nos centraremos enla relación entre relato y mito, los fundamentos metafísicos de lo que “el 'rofesor”califica de “subcreación”.

*+,I-(

(. (ntroducción) Tolkien y el cristianismo************....+

((. l concepto de “aplicabilidad” y su relación con la “alegoría”***....

(((. -ree introducción al mito en general**********...**./0

(1. l mito en Tolkien********************...//1. 2undamentación metafísica del mito en Tolkien********..../

1(. 3ar4cter soteriológico de la belle!a literaria***********..../5

1((. 3onclusión) la interpretación cristiana y filosófica del relato***.....6/



I+#',/--I0+.

I. #ol1ien el cristianismo.

n el epistolario de Tolkien encontramos de forma e7plícita su espiritualidadcatólica. 3atólico comprometido y practicante, aún en las sequedades y desolaciones.8na fe profunda, centrada en el Santísimo Sacramento marca con sello indeleble toda su

persona. n una carta a su hi"o 9ichael hace una catequesis sobre la fe)

La única cura para el debilitamiento de la fe es la Comunión . Aunque siempre es Él Mismo, perfecto y completo e inviolable, el SantísimoSacramento no opera del todo y de una vez en ninuno de nosotros.!omo el acto de "e, debe ser continuo y acrecentarse por el e#ercicio.$%&

'e sido testio $comprendiendo a medias& de los (eroicos sufrimientos yla muerte temprana en la e)trema pobreza de mi madre, que fue la queme introdu#o en la *lesia+ y recibí la asombrosa caridad de "rancis

Moran. Pero me enamoré del Santísimo Sacramento desde un

principio, y por la misericordia de Dios no he vuelto nunca a caer: pero, ay!, no he vivido a su altura. $%& A(ora rezo por vosotros todos, sin descanso, para que el !urador 'ealer- $el 'lend como el Salvador era por lo eneral llamado en inl/s antiuo& corri#a misdefectos y ninuno de vosotros de#e nunca de e)clamar0 1enedictus quivenit in nomine Domini.2

l cristianismo constituía parte significatia de la ida de los Tolkien,

especialmente desde la muerte de su padre. Todos los domingos isitaban una iglesiaanglicana, pero un domingo, su madre lleó a sus hi"os a la parroquia católica de St.$nne, situada en los barrios ba"os de -irmingham. 2ue en la primaera del a#o /500,cuando su madre y su tía, 9ay (ncledon, recibieron catequesis en St. $nne y en "uniodel mismo, fueron recibidas discretamente en la (glesia 3atólica.

9abel Tolkien reali!ó una acción heroica en una (nglaterra anglicana de /500,que eía todo lo católico y romano como algo anti:ingl;s. 'ensemos que esto ocurrióunos die! a#os despu;s de la muerte del 3ardenal <ohn =enry >e?man, que por entonces su influencia en la cultura religiosa inglesa era reciente y notable. 3on todo, la

madre tuo que ser consecuente con su decisión, y aferrarse a la 2e.1 CARPENTER, H. J.R.R. Tolkien. Cartas. Barcelona., Minotauro. 1993, pp. 394-396.



Tanto ella como su hermana sufrieron los ataques de sus familiares, pero 9abel, para acrecentar su sufrimiento, tambi;n recibía el recha!o de su esposo. Su hermana,contra su oluntad renuncia al catolicismo, de"ando a sola a 9abel. $ ella le fue quitadotodo el apoyo familiar, incluyendo el económico, mientras no “recapacitara”. 3on el

paso del tiempo, sus familiares se dieron cuenta de que 9abel seguía firme en suconersión, y esto hi!o que creciera su rialidad hacia ella. Somati!ando todo lo quesufría tanto psicológica como espiritualmente, la madre de Tolkien comien!a aenfermarse.6

l catolicismo de <.@.@. Tolkien fue acrisolado por las pruebas desde suinfancia. Aa e7periencia de la fe de su madre influyeron en ;l, como así tambi;n elcuidado y e"emplo del 'adre 2rancis Baier 9organ, a tal punto que lo for"aron en una

profunda fe heroica.

3$%&debería estar aradecido por (aber sido educado $desde los oc(oa4os& en una "e que me (a nutrido y me (a ense4ado todo lo poco que

s/+ y eso se lo debo a mi madre, que se atuvo a su conversi5n y muri5 #oven, en ran medida por las penurias de la pobreza, que fueron lasconsecuencias de ello.67

3!uando pienso en la muerte de mi madre $m8s #oven que 9risca&,desastada por la persecuci5n, la pobreza y la enfermedad, en ran

parte su consecuencia, esforz8ndose en transmitirnos a nosotros, peque4os, la "e, y recuerdo el min:sculo cuarto que compartía connosotros en las (abitaciones alquiladas de la casa de un cartero en

;ednal, donde muri5 sola, demasiado enferma para recibir el vi8tico, mees muy duro y amaro comprobar que mis (i#os se apartan de la

*lesia-.6<

Tras la muerte de su madre a quien tanto amaba se uelca a la confian!a y protección por parte del '. 2rancis. Siempre se sintió muy agradecido por todos losdeselos del '. 2rancis hacia ;l y su hermano.

2 Cr. CARPENTER, H. J.R.R. Tolkien. Una biografía. Barcelona., Minotauro. 199!, pp. 34-3".

3 CARPENTER, H. J.R.R. Tolkien. Cartas. Barcelona., Minotauro. 1993, pp. 2!3-2!4.

4 Carta#. P 411.

" Cr. CARPENTER, H. J.R.R. Tolkien. Una biografía. Barcelona., Minotauro. 199!, p 43 ##.


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Sin duda alguna para Tolkien, su madre y el '. 2rancis fueron muestras de la gracia proidente de Cios, “4ngeles encarnados” y rostros palpables de la misericordia yternura del 'adre celestial. $#os despu;s llegó a afirmar del sacerdote tutor en una cartaa su hi"o, 9ichael)

3'e conocido =en el curso de mis pererinaciones> a sacerdotesdesaradables $%&+ pero para mí un solo fray "rancis pesa m8s quetodos ellos #untos. 9or primera vez aprendí de /l la caridad y el

perd5n.6?

'or primera e! aprendí de ;l la caridad y el perdón. 'ues esta e7perienciago!osa :de caridad, de misericordia y capacidad de perdón: es una de las claesesenciales para comprender el trasfondo de los acontecimientos cruciales en ESDLA.

Su fe lo llea a trasmitir las erdades ense#adas por la Santa (glesia católica,

especialmente a sus hi"os. l D de enero de /5EE escribe a su hi"o 3hristopher delsiguiente modo)

Acu/rdate de tu 8nel uardi8n. @o una se4ora rolliza con alas de cisne $%&!omo almas dotadas de libre voluntad, estamos, por así decir, situados como

para estar $o poder estar& frente a Dios. 9ero Dios tambi/n est8 $por decirlo dealuna manera& detr8s de nosotros, d8ndonos apoyo y alimento $comocriaturas que somos&.7

II. (l concepto de “aplica3ilidad”4 su relación con la “alegoría” lateología natural.

Tolkien no se consideraba un escritor católico, sino m4s bien un escritor que eracatólico. SCA$ no es una apología ni mucho menos una alegoría del cristianismo,

pero sí es aplicable a muchas realidades, y bien interpretado, colaborar mucho a laeangeli!ación de la cultura. Fa estaba concluido El Se4or de los Anillos, pero pocoantes de su eentual publicación, en una carta que Tolkien recibió el 6 de diciembre de/5+, del '. @obert 9urray, "esuita, nieto de Sir <ames 9urray %fundador del G7fordnglish Cictionary&, y amigo cercano de su familia, Tolkien le contestó el mismo día.staba muy contento de que el '. 9urray le había se#alado algunas obseraciones eimpresiones precisas acerca de lo que sería su gran obra. ntre otras cosas, al '. 9urray

6 Carta#. P 412.

$ Carta#, pp. %2-%3.



le parecía que el persona"e de Haladriel, la @eina de los $ltos lfos de Aothlórien, teníaciertas seme"an!as con la Santísima 1irgen 9aría, y la impresión general de queSCA$ se mostraba particularmente compatible con la perspectia teológica católicaacerca del orden de la Hracia. Tolkien responde)

Mi querido ;ob0

$%& !reo que s/ e)actamente lo que quieres decir con el orden de laracia+ y, por supuesto, con tus referencias a @uestra Se4ora, sobre lacual se funda toda mi escasa percepci5n de la belleza tanto en ma#estad como en simplicidad. El Se4or de los Anillos es, por supuesto, una obra

fundamentalmente reliiosa y cat5lica+ de manera inconsciente al principio, pero lueo cobr/ conciencia de ello en la revisi5n. Ésa es lacausa por la que no incluí, o (e eliminado, toda referencia a nada que se

parezca a la =relii5n>, ya sean cultos o pr8cticas, en el mundoimainario. 9orque el elemento reliioso queda absorbido en la (istoria

y el simbolismo. 9ero todo esto est8 dic(o torpemente, y suena como sime diera m8s importancia de la que siento.B

Tolkien quiere que dentro de su ortodo7ia, su obra fuera considerada desde eluna perspectia que responda a la teología natural. >o que la sola ra!ón puede llegar acomprender me"or a Cios y a su creación :para ello es necesario el don de la fe, y aúnasí no agotamos el conocimiento diino: pero que la fe, no siendo racionalismo puro, síes ra!onable. Ce ahí que la religiosidad en la o3ra de #ol1ien es implícita , quedando

absorbida en la narración histórica y en el simbolismo.

sto da pie a otra referencia imprescindible para situar me"or nuestracomprensión de ESDLA) es la de tener presente su conte7to histórico, dentro de toda laobra mitológica de su autor.

3La visi5n del autor, en la que de#a las bases de una s5lida teoloíanatural. La realidad sustantivada para Colien es el mundo primario creado

por Dios, el cual no puede ser modificado por el (ombre $ni por los8neles& sino en vistas al fin establecido por la sabiduría y el amor del !reador.

La maia del ad#etivo brindaría al autor, se:n Colien, la posibilidad de introducir al lector al mundo de la fantasía. De estos principios se derivan las nociones que tiene Colien sobre el Creador, "ue es Dios, y la de

Subcreador, el hombre, en la "ue como artista cristiano participa de modo

vicario6.5

% C. 142. p 2!3.

9 &'()e* Hla+ac*e, Horacio Auu#to. El árbol y las hojas. Tucu(n. /ni0er#ia el Norte anto To(#

e Auino /NTA. Bueno# Aire#. 5rtice. 2!13. p 244


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'ara Sto. Tom4s de $quino el hombre puede llegar a conocer multitud deIerdadesI. stas IerdadesI se distribuyen en tres 4mbitos)

/. 1erdades a las que el hombre puede acceder mediante el solo uso de lara!ón. 'or e"emplo) las erdades de la matem4tica o de una ciencianatural cualquiera. Jue Idos m4s dos es igual a cuatroI es una erdad deeste tipoK tambi;n lo es la erdad Ila energía ni se crea ni destruyeKsolamente se transformaI.

6. 1erdades accesibles a la fe y a la ra!ón. Se trata de erdades que han deser admitidas por fe, pero a las que el hombre puede llegar a tra;s de unuso correcto de la ra!ón. ste tipo de erdades se incluyen dentro de loque se llama 5'eligión o #eología +atural5. 8na erdad de este tipo es

la erdad) ICios e7isteI. 'or fe admitimos como IerdaderoI que Ciose7isteK pero, asimismo, tambi;n se puede llegar a ella a tra;s de lara!ón. Tom4s de $quino lo llama Ipre4mbulos a los artículos de feI. neste tipo de erdades "am4s puede haber contradicción alguna entre ra!óny fe por las ra!ones que ya hemos e7puesto anteriormente. Aa ra!ón hade colaborar con la fe ayud4ndome como si de una IsieraI %anquila& setrataraK ayudando a asentar las erdades de la fe sobre una base racional.

+. 1erdades accesibles e7clusiamente a la fe. Tambi;n las llama Iartículosde feI. Sobrepasan y e7ceden la capacidad de la ra!ón para

IcomprenderlasI y IentenderlasI. Se trata de Ierdades supra:racionalesI,y se incluyen dentro de lo que se llama I@eligión o Teología @eeladaI.$lgunos e"emplos) las erdades de Ila resurrección de los cuerposI, lainmortalidad del almaI, ICios es 8no y TrinoI %Santísima Trinidad&, etc.

n relación a las lecturas alegóricas, Tolkien las recha!a contundentemente parasu obra, pero acepta la aplicabilidad. >o así la relación “uno a uno” %comparando con“Aas crónicas de >arnia”, $slan hace referencia alegórica a 3risto que se inmola.&

Ao emos claro en la epístola a =erbert Schiro, del /L de noiembre de /5L)

3@o (ay 3simbolismo6 aluno o aleoría consciente en mi (istoria. Lasaleorías de la especie 3cinco maos F cinco sentidos6 son del todoa#enas a mi modo de pensar. 'abía cinco maos y eso es sencillamente

parte de la (istoria. 9reuntar si los Grcos 3son6 comunistas tiene para mí tanto sentido como preuntar si los comunistas son Grcos.

Hue no (aya aleoría no quiere decir, por supuesto, que no (ayaaplicabilidad. Siempre la (ay. I como no (e construido la luc(a de


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manera por entero inequívoca0 pereza y estupidez entre los (obbits,orullo y palabra ileible- entre los Elfos, rencor y codicia en el coraz5n de los Enanos y locura y maldad entre los 3;eyes de los

'ombres6, y traici5n y sed de poder aun entre los 3Maos6, supon#o

"ue en mi historia hay aplicabilidad a los tiempos actuales$62J

“Aplica3ilidad” es el t;rmino predilecto de Tolkien, ya que aprueba e7tensión y profundidad de interpretación. sta intencionalidad del autor se e7presa en sucorrespondencia y no en conclusiones infundadas. 8n e"emplo claro del error en laaplicabilidad es considerar una supuesta referencia o influ"o de la Segunda Huerra9undial en la obra.

Sencillamente Tolkien siente hostilidad hacia la alegoría. F hay que aclarar la

diferencia entre “aplicabilidad” y “alegoría”K la primera le da libertad al lector %aplicabilidad al pensamiento&, y la segunda el que domina el pensamiento del lector esel mismo autor.

3Espero que =opini5n sobre el mundo> no suene demasiado solemne. @o teno prop5sito did8ctico ni intenci5n ale5rica. $ %o me #usta la ale#oría la propiamente dic(a0 la mayor parte de los lectores parecen confundirla con sinificaci5n o aplicabilidad, pero /sa es una cuesti5n demasiado lara paratratarla aquí.& Sin embaro, las narraciones laras no pueden (acerse de lanada, y uno no puede redisponer la materia prima en pautas secundarias sin

indicar sentimientos y opiniones acerca del propio material....622

Aa noción que el autor denomina 5aplica3ilidad54 es e6uivalente a la nociónmetafísica de la analogía metafórica. s punto clae para Tolkien, respecto a sudoctrina, y nos abre una dimensión distinta a la literalidad y de la equiocidad.

n la importante noción tolkiniana de aplicabilidad encontramos el acercamientofragmentario a la 1erdad que el cuento proporciona se apoya en la libertad indiidualK esalgo io, de manera que la recepción e interpretación del mensa"e o código ;tico

propio del cuento se hace siempre desde una óptica estrictamente personal, lo cual no

e7cluye algún posible determinismo coincidente en la interpretación.Ce acuerdo con la teoría tolkiniana de la subcreación, el escritor debe tener algode mago del lengua"e que le haga capa! de recrear el mundo primario, transform4ndoloen un microcosmos %en un mundo secundario& donde el lector pueda penetrar como atra;s de un encantamiento. Si ese mundo secundario es consistente, el receptor aceptalas reglas del "uego y las puertas del país de fantasía le son abiertas de par en par ./6

1! C. 2!3. p 3!$.

11 C. 21". pp. 34$-34%.

12 &'()e* Hla+ac*e, Horacio Auu#to. El árbol y las hojas. Tucu(n. /ni0er#ia el Norte anto

To(# e Auino /NTA. Bueno# Aire#. 5rtice. 2!13. p 261.



l car4cter histórico del relato tolkiniana es la antítesis de la alegoría, porqueTolkien se compromete a desenolerse como mero relator de hechos, sin cerrarlo enuna interpretación propia, cerrada a su ra!ón. $sí, el sentido de la narración "am4s esimpuesto al lector por el autor. Aa aplicabilidad de la historia narrada a la realidadqueda en el criterio del lector y puede ser tan diferente, según las diersas e7periencias

y capacidad de asombro abierto a este mundo secundario. Aos relatos de Tolkien noatribuyen una morale"a, por la sencilla ra!ón de que de suyo no la tienenK esto hace queel lector se sienta estimulado a interpretarlos, relacion4ndolos con alores que puedenorientar su propia ida. sa aplicación de la ficción a la realidad se funda en la libertaddel lector.

3on cuidado, y salando las diferencias, se puede hacer un paralelo con la'sicoterapia Simbólica porque esta se basa en la interpretación de símbolos obtenidos a

partir de los sue#os o traba"os imaginatios, de las actiidades pl4sticas, gr4ficas,lúdicas y dramati!aciones, mediante las cuales el paciente se despla!a en el mundoimaginatio creado por ;l mismo, permiti;ndole mediante esta actiidad liberar elinconsciente. Todas estas t;cnicas se utili!an porque al paciente le cuesta e7presarseerbalmente, y al usarlas ;l tiene dominio sobre ob"etos, olcando en ellos) recuerdos,miedos, fobias, temores, angustias, mane"4ndolos a niel consciente. $l e7teriori!arlo,hace consciente el trauma que iió o padeció y que pudo ser la causa de su problema oenfermedad para elaborarlo con la ayuda del terapeuta.l terapeuta a a ir anotando todo lo que dice el ni#o para despu;s traba"ar "untos sobrelo dicho interpret4ndolo. Se reali!a la psicoterapia utili!ando un m;todo llamadoensue#o, se reali!a la interpretación del mismo. l terapeuta no debe interpretar. s elmismo paciente, el que a tra;s de proceso imaginatio:simbólico llega a interpretar loshechos conflictios que lo llearon a la situación de enfermedad que padece.

$clarando lo anterior, no es Tolkien el que dogmati!a la interpretación, sino que presenta este mundo secundario %ensue#o en psicoterapia simbólica& que permite luegode una impresión, la e7presión que conscientemente, asumiendo los alores, ayuda a laorientación de la propia ida en relación con la realidad./+

$hora bien, “si las palabras son inentos humanos que nos conducen hacia concep:tos acerca de la realidad, los mitos que estructuran los relatos de ficción son igualmentehumanas inenciones para apro7imarnos a la erdad. l hombre, construyendo mitosliterarios, se conierte en un sub:creador, es decir, mediante la creación artística imita al3reador”./E

Sin embargo, aun e7plicando la aplicabilidad, resulta arriesgado intentar e7traer unsignificado interno tolkieniano de las múltiples aplicabilidades. 3laro que todas las“ense#an!as morales” o “significados” pueden en sí mismos ser aceptados o recha!ados.Aos que recha!an estas ense#an!as morales, suelen llamarse “tolkinianos negros”. Setrata de personas que han leído la obra de nuestro autor, pero no est4n de acuerdo con la

presentación de los hechos tal como la cuenta Tolkien. 'ara ellos, Tolkien no es m4s queun cronista que relata mal los acontecimientos que incluso son muy anteriores al autor mismo, y que este sólo ha recibido una ersión parcial, relatada por representantes del

13 Cr. Enni#, Mar7a Ana. Psicoterapia simblica. Te8a#. Hacette. 19$4.

14 &'()e* Hla+ac*e, Horacio Auu#to. El árbol y las hojas. Tucu(n. /ni0er#ia el Norte anto

To(# e Auino /NTA. Bueno# Aire#. 5rtice. 2!13. p 2$!.


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bando “occidental”, esto es, por los “buenos”. 'ara estos reisionistas históricos, los persona"es presentados como nobles y irtuosos, no son m4s que hipócritas, simulandosólo para descalificar la moralidad del otro bando. 2inalmente atribuyen a la Tierra9edia una e7istencia real./

Ao que no se puede negar es que la obra emerge de la e7periencia del autor, y de su

abundante imaginación e inspiración. Tolkien no estaba escribiendo una tesis. -uena parte de lo que escribió se puede interpretar como un recha!o de la “interpretaciónliberal de la historia” y de la “tradición humanista liberal” en la literatura. Sin embrago,el centro de la historia es el $nillo y la m47ima es) “el poder corrompe”.

9od/is convertir el Anillo en una aleoría de nuestro tiempo, si quer/is0una aleoría del (ado inevitable que auarda a todos los intentos de

derrotar el poder mali#no mediante el poder . 9ero eso es s5loconsecuencia de que el poder, sea m8ico o mec8nico, tiene siempre ese

mismo funcionamiento...2?

3De cualquier modo, todo este material trata sobre todo de la !aída, la Mortalidad y la M8quina. De la !aída, inevitablemente, y ese motivo seda de diversos modos. De la Mortalidad, especialmente en cuanto afectael arte y el deseo creador $o, como yo diría, subcreador&, que no parecetener funci5n biol5ica ni formar parte de las satisfacciones de la vidabiol5ica corriente, con la cual, en nuestro mundo, est8 por cierto

eneralmente en contienda. Este deseo, a la vez, se relaciona con unapasionado amor por el mundo primordial real y, por tanto, pleno del

sentido de la mortalidad, aunque insatisfec(o de /l. Ciene variasoportunidades de =!aída>. 9uede volverse posesivo, ad(erirse a lascosas que (a (ec(o =como propias>+ el subcreador desea ser el Se4or y

Dios de su creaci5n privada. Se rebelar8 contra las leyes del !reador,especialmente en contra de la mortalidad. Ambas cosas $#untas o

separadas& conducir8n al deseo de 9oder, para conseuir que lavoluntad sea m8s prontamente eficaz $%&6

3&na morale'a de la totalidad (después del simbolismo b)sico del

*nillo como mera voluntad de poder "ue intenta volverse ob'etiva

mediante la fuer+a y el mecanismo físicos y, por tanto, también

mediante mentiras es la evidente de "ue sin lo elevado y lo noble, lo

simple y lo vul#ar son por completo me+"uinos + y sin lo simple y locorriente, lo noble y lo (eroico carecen por completo de sinificado.2K

1" Cr. &riara: Ricaro. !pro"imacin a Tolkien. Bueno# Aire#. E;/CA. 1999. pp. 19-21.

16 C. 1!9. Pp 14"-146.

1$ C. 131. pp 1$3 1%9-19!.



III. )reve introducción al mito en general.

'ieper nos da un primer acercamiento al tema) “9ito es en sentido es en sentidoestricto una historia que se desarrolla entre la esfera humana, que no es la inención delnarrador en cuestión, sino que, antes bien, ;l reproduce como algo heredado.”/D

3on el nombre de mythos se indica un g;nero especial de historias al quecorresponde sólo una peque#a parte de lo que dicen los persona"es de los Ci4logos de'latón. 'or otra parte, la palabra mythos entre los griegos en general y en 'latón en

particular aparece en una diersidad de usos lingMísticos muy grande y muy rica. Si aeste hecho histórico:filológico se suma la diersidad de usos e interpretacionescontempor4neas, se llega a un con"unto de alta comple"idad que impone en quien seapro7ima inicialmente al tema un desconcierto casi ineitable.

Según la @$ el mito es una narración maraillosa situada fuera del tiempohistórico y protagoni!ada por persona"es de car4cter diino o heroico. 3on frecuenciainterpreta el origen del mundo o grandes acontecimientos de la humanidad.

'ara 3arlos Harcía Hual)El problema de definir el t/rmino mito siue en pie... *ntentemos partir

de una definici5n mínima... que nos permita distinuir qu/ es lo queconsideramos propiamente un mito y qu/ no... Mito es un relato tradicional querefiere la actuaci5n memorable y e#emplar de unos persona#es e)traordinariosen un tiempo prestiioso y le#ano 2inalmente, en un sentido m4s restricto, mythos es una historia que relata el

origen del cosmos, el de la felicidad y la desgracia humanas, el destino que espera a lo

muertos a faor del g;nero de ida que hallan desarrollado en su e7istencia histórica enrelación con la medida absoluta de la "usticia y, tambi;n, la ra!onabilidad de los premiosy castigos que esperan al hombre.s interesante er breemente la cosmogonía en Tolkien, como punto de partida de sumito)

3En el principio estaba Eru, el nico, que en Arda es llamado *l:vatar+ y primero (izo a los Ainur, los Sarados, que eran v8staos de su pensamiento, y estuvieron con /l antes que se (iciera aluna otracosa. I les (abl5 y les propuso temas de m:sica, y cantaron ante /l y /l

se sinti5 complacido. 9ero por muc(o tiempo cada uno de ellos cant5 solo, o #unto con unos pocos, mientras el resto escuc(aba+ porque cadauno s5lo entendía aquella parte de la mente de *l:vatar de la que

provenía /l mismo, y eran muy lentos en comprender el canto de sus(ermanos. 9ero cada vez que escuc(aban, alcanzaban una comprensi5nm8s profunda, y crecían en unisonancia y armonía. I sucedi5 que

*l:vatar convoc5 a todos los Ainur, y les comunic5 un tema poderoso,descubriendo para ellos cosas todavía m8s randes y m8s maravillosasque las reveladas (asta entonces+ y la loria del principio y el esplendor

1% Pieper, <o#e. Ent#siasmo y $elirio $i%ino. &obre el $iálogo platnico '(e$ro).Mari.Rialp.196". p.

119.



del final asombraron a los Ainur, de modo que se inclinaron ante *l:vatar y uardaron silencio.6

n un sentido propio las historias míticas se desarrollan entre dos esferas, ladiina y la humana y contienen las acciones de los dioses que afectan a los hombres y,

por otra parte, las acciones de los hombres que se refieren a los dioses. ste significadose halla confirmado de una manera amplia por la historia de las religiones, la etnología y

por la historia de la espiritualidad en general. 'aul Tillich recuerda que 3mito es una(istoria divina6 y que 3esta definici5n no puede ser de#ada de lado6, y a#ade que 3no

se trata de una cateoría literaria sino reliiosa62N.'ieper obsera que 39lat5n atribuye a estos mitos una verdad

incomparablemente v8lida, sinularísima e intanible, por sobre toda duda6OJ. lhecho que coniene tener presente y que supone una actitud completamente conscientey original por parte de 'latón, consiste en que para el filósofo de la $cademia hay una

serie de sucesos que acontecen fuera de los límites de la historia y del cosmos isible,de los cuales el hombre no tiene ni e7periencia ni concepto y de los cuales, sin embargo,

puede y debe saber algo importante para el significado de su ida y su destino personal, pero este saber transcurre en los t;rminos ineitables del lengua"e simbólico.

8n aspecto decisio en la interpretación de los mitos platónicos est4 enunciado por 'ieper con gran claridad) sostiene que una buena parte de la dificultad que semanifiesta en la erudición sobre este problema, consiste en que para un ciertoracionalismo hay sólo una alternatia e7cluyente entre “la afirmación científica” o la“simple fantasía” no e7enta de una considerable dosis de capricho. sta posición no

tiene en cuenta una tercera realidad que no sea, necesariamente, ni afirmación científicani fantasía caprichosa, sino mito inteligible.6/

'ara cerrar esta introducción general al tema del mito, una gran aportación dec;lebre 'ieper)

“ El mito y la tradici5n conciernen al n:cleo de la e)istencia, conciernen a la salud (umana. $%& @unca se sacia de interpretar su sentido.6OO

I7. (l mito en #ol1ien.l mito refle"a la erdad de modo particular)

P!reo que el cuento de (adas tiene su propio modo de refle#ar laQverdadQ, diferente a la aleoría, la s8tira, o el QrealismoQ y es, en al:n

sentido, m8s poderosoP O7.Aos mitos y leyendas tienen la función de reunir a los elementos dispersos)

19 P. T&==&CH, Art. M:to# in Reliion in >e#ccicte un >een+art, 3? e. T. &5, p. 363

2! Pieper, <o#e, &obre los mitos platnicos* Barcelona, Eitorial Herer, 19%4 p. 19.

21 Pieper, <o#e, &obre los mitos platnicos* Barcelona, Eitorial Herer, 19%4 p. 41

22 Pieper, <o#e. Ent#siasmo y $elirio $i%ino. &obre el $iálogo platnico '(e$ro).Mari.Rialp.196". p.32

23 C 1%1, p. 2$3.



PDespu/s de todo, creo que las leyendas y los mitos encierran no pocode QverdadQ+ por cierto, presentan aspectos de ella que s5lo puedencaptarse de ese modoO<P.

Tolkien entiende sus mitos en la línea de la po;tica cl4sica.3omo cualquier obra de arte, el mito literario debe poseer cierta uniersalidad

encarnada en la historia de persona"es singularesK en el mito debe haber algo humanouniersal en lo cual el lector pueda er en esencia la realidad de la ida. stauniersalidad singular de las narraciones de ficción permite su confrontación con lae7periencia personal del lector.

l lector que ie actiamente una narración mítica est4 confrontando lascircunstancias de los persona"es con su propia e7periencia ital. sta confrontacióntiene dos carasK es una actiidad circular.

n primer lugar, la e7periencia del lector le permite "u!gar la erosimilitud delrelato, de modo que es su sentido de la realidad lo que últimamente hace el relatoerosímil o inerosímil, interesante o aburrido.

n un segundo momento, el relato puede influir sobre nuestra isión de la ida, porque la literatura de ficción ofrece un apoyo a la refle7ión moral) las peripecias de los persona"es y las consecuencias que sus acciones conllean permiten al lector plantearseespont4neamente qu; sucede en la ida real. sas peripecias corroboran o ponen enduda sus propias iencias y opiniones sobre el iir) de hechoK Nale la penacomportarse así, reaccionar ante determinada situación de aquel modoO $ estacapacidad de los mitos para influir sobre nuestra ida Tolkien la denominóaplica3ilidad.

sta confrontación entre el mito la vida se e"erce con m4s libertad cuanto mayor es la distancia entre el mundo secundario y el de mis circunstancias inmediatas. Aadistancia %el no erme demasiado comprometido en la figura del protagonista& me

permite la ob"etiidad de "uicio a la hora de decidir si es o no erosímil el resultadoafortunado o nefasto de sus acciones. %*& l mito debe limitarse a contar una historiasin imponer una tesis. sto no es escepticismo) el relato supone que e7iste una erdadmoral que opera en los persona"es y en la ida, pero toca a cada ser humano hallar cu4les esa erdad. l mito Psubraya 'ieperP apela a la responsabilidad del lector) Nqu;

pienso yo al respectoO, Nestoy conencido de que lo mentado por el mito e7isterealmenteO %*&

Fa hemos isto lo que es la aplicabilidad, pero ahora nos detendremos en un aspectode la misma que antes no habíamos destacado.I Aplicabilidad I es el t;rmino utili!ado

por Tolkien para dar rique!a y amplitud a la interpretación del lector 6. n carta a Sir

Stanley 8n?in del +/ de "ulio de /5EL, le dice a propósito de la lectura del primer librohecha por @ayner 8n?in, su hi"o)

$...& que ;ayner no sospec(e la intervenci5n de la PAleoríaP. Supono que (ayuna PmoralP en todo cuento dino de ser contado. 9ero no es la misma cosa.

Aun la luc(a entre la oscuridad y la luz $como /l la llama, no yo& es para mí s5lo una fase particular de la (istoria, un e#emplo de su trama quiz8, pero no LaCrama C(e 9attern-+ y los actores son individuos+ cada uno de ellos, por

supuesto, contiene universales, de lo contrario, no tendrían vida, pero no los

24 C 131, p. 1$".

2" C 2!3. C. <. @erro, +eyen$o a Tolkien* Bueno# Aire#, 5rtice->laiu#, 1996, pp.34 ##.



representan en cuanto tales. Desde lueo, la Aleoría y la 'istoria converen,encontr8ndose en al:n punto de la Rerdad. De modo que la :nica aleoría

perfectamente co(erente es la vida real, y la :nica (istoria plenamenteinteliible es una aleoríaO? .

F en un borrador de abril de /55 destinado a Qalter $llen, leemos)

$...& deseo escribir esta clase de (istoria y ninuna otra. Lo (ao porque si noaplico un título demasiado randilocuente a ello, compruebo que me es m8s

f8cil y natural e)presar mi opini5n sobre el mundo. $... &. @o teno prop5sitodid8ctico ni intenci5n ale5rica. $@o me usta la aleoría la propiamentedic(a0 la mayor parte de los lectores parecen confundirla con sinificaci5n oaplicabilidad, pero /sa es una cuesti5n demasiado lara para tratarla aquí&.Sin embaro, las narraciones laras no pueden (acerse de la nada, y uno no

puede redisponer la materia prima en pautas secundarias sin indicar sentimientos y opiniones acerca del propio material OK .

Tolkien, gustaba de referirse a su obra como un ImitoI. 8na de las formulacionesm4s claras al respecto la encontramos en una carta a @hona -eare, del /E de octubre de/5D)

3@o es preciso que dia que todo esto es PmíticoP y de nin:n modo una nuevaespecie de relii5n o visi5n. En la medida de mi conocimiento, es meramenteuna invenci5n imainativa para e)presar en el :nico modo que me es posiblealunas de mis $oscuras& percepciones del mundo6OB.

'odemos descubrir en los cuentos que implícitamente tienen una IteoríaI encarnada

en las acciones particulares de los persona"es)

P@aturalmente, las (istorias son lo primero. 9ero la posibilidad de tener una especie de e)plicaci5n racional o racionalizada es la prueba de laco(erencia de una mitoloía como tal ONP.

Aa mitología que ertebra el mito, aunque no est; e7plicitada en la historia narrada,debe ser ista dentro de ella. $l distinguir al mito de la alegoría moral o de cualquier simboli!ación, el mito de"a de ser equiocidad para tener una aplicabilidad precisa)

PHue no (aya aleoría no quiere decir, por supuesto, que no (ayaaplicabilidad. Siempre la (ayP 7J.

Cesde el punto de ista de la interpretación, Tolkien quiere se#alar que “laaplicabilidad se funda en la libertad del lector”.

26 C 1!9, p. 14".

2$ C 21", pp. 34$-34%.

2% C 211, p. 331.

29 C 2!!, p. 3!".3! C 2!3, p. 3!$.



PMe disusta la Aleoría la aleoría consciente e intencional+ sinembaro, todo intento de e)plicar el contenido de un mito o de un cuento de(adas, debe recurrir al lenua#e ale5ricoP 72.

Aa concreta aplicabilidad de un mito es su sentido, un elemento que, como tal, hacereferencia a la realidad, mediando el espíritu del poeta. l mito es ehículo de unaisión del mundo0

Escribo cosas que podrían clasificarse como cuento de (adas no porque deseediriirme a los ni4os $...&, sino porque deseo escribir esta clase de (istoria yninuna otra. Lo (ao porque si no aplico un título demasiado randilocuente aello, compruebo que es m8s f8cil y natural e)presar mi opini5n sobre el mundo7O.

Aa única alegoría perfecta y consistente es Ila ida realI y la Ialegoría m4s perfecta

es la que puede ser leída sencillamente como una historiaI) Desde lueo, la Aleoría y la 'istoria converen, encontr8ndose en al:n puntode la Rerdad. De modo que la :nica aleoría perfectamente co(erente es la vidareal, y la :nica (istoria plenamente inteliible es una aleoría. I unocomprueba, aun en la imperfecta PliteraturaP (umana, que cuanto me#or y m8sco(erente es una aleoría, tanto m8s f8cilmente puede leerse Ps5lo como una(istoriaP+ y cuanto me#or y m8s estrec(amente entrete#ida es una (istoria, m8s

f8cilmente pueden encontrar en ella una aleoría los que tenan propensi5n a(acerlo77.

Cice 3hesterton)PLa mitoloía es una b:squeda. Se busca a Dios a trav/s de la imainaci5n

o se busca la verdad a trav/s de la bellezaP 7<.

l lector no est4 obligado a admitir otro Isaber compartidoI que no sean concretase7periencias humanas de la ida. l principio moral uniersal no le iene Iimpuesto connecesidadI) el lector debe descubrirlo en el caso moral que se le representa. s esasituación, lo que Tolkien llama Iaplicabilidad o aplicabilidad libreI. l poeta no esfilósofo ni científico) su función no es la de interpretar.

Aos mitos son ealuables principalmente en función de una erdad pr4ctica o ;tica.

Su erdad es la adecuación entre la relación pra7is:felicidad representada en el relato yen la relación pra7is:felicidad que acontece en la ida humana. l mito falso no es fiel ala naturale!a humana, es utópico) presenta acciones malas como condición u ocasión defelicidad, o acciones buenas, como causa de desgraciaK su posible erosimilitud es un il

31 C 131, p. 1$3.

32 C 21", p. 34$.

33 C 1!9, p. 14". C. C 131.

34 >. . Ce#terton, El hombre eterno* Mari, Eicione# Cri#tiana, 2!!6, pp.11!-11"



enga#o, fruto de la ImagiaI, una oluntad de poder que iolenta al lector .+

7. Fundamentación metafísica del mito en #ol1ien.

Tolkien distinguía muy bien entre lo físico y lo metafísicoK entre lo natural y losobrenatural. Ce modo que se podía percibir en ;l una fina y delicada espiritualidadKcomo e"emplo tomemos una carta fechada entre el L u D de noiembre de /5EEK se ladirige a su hi"o 3hristopher, y en ella le comunica su e7periencia mística relacionadacon el Santísimo Sacramento)

%...& 9e recuerda, tambi;n, una súbita isión %o qui!4s una apercepciónque asumió de inmediato en mi mente una forma isual& que tue no

hace mucho, cuando pasaba media hora en St. Hregory antes del SantoSacramento 8.. .9 'ercibí o eoqu; la Au! de Cios y, suspendida en ella,una peque#a mota %*& que resplandecía blanca por acción del rayoindiidual enido de la Au!, que a la e! la sostenía y la iluminaba 8. . . 9F el rayo era el Rngel Huardi4n de la mota) no una cosa que seinterpusiera entre Cios y la criatura, sino la atención misma de Cios

personali!ada. %*&, se me ocurrió que 8.. .9 ;ste es un paralelo finito delo (nfinito. $sí como el amor del 'adre y el =i"o %que son infinitos eiguales& es una 'ersona, el amor y la atención que la Au! centra en la9ota tambi;n es una persona %que est4 a la e! con nosotros y en el3ielo&) finita, pero diina, es decir, ang;lica.+.

3ualquiera que no compartiera la fe o la filosofía de Tolkien puede encontrar incomprensible esta línea de ra!onamientosK sin embargo para Tolkien era unae7posición lógica y ra!onada de un aspecto de la erdad que había percibido ye7perimentado. Sostenía que la naturale!a de la erdad, y por lo tanto de la realidad, eraen última instancia metafísica, puesto 6ue el universo físico es sólo un refle:o dealg;n propósito metafísico maor.

$cerca de la idea que tenía Tolkien sobre el bien y el mal, comenta Sayer)

3La vida era una luc(a entre el bien y el mal, y /l creía firmemente quelos sacramentos liberaban al ser (umano del cautiverio a Sauron. Tnavez me (abl5 de *rlanda despu/s de pasar allí parte de las vacacionesestivales como e)aminador0 PEs como si la tierra allí estuviese maldita.

;ezuma una maldad que s5lo es contenida por la observancia cristiana yel poder de la pleariaP. *ncluso el suelo, la tierra, desempe4aba un

papel en la batalla c5smica entre las fuerzas del bien y el mal ”+L.

3" Cr. &'()e* Hla+ac*e, Horacio Auu#to. El árbol y las hojas. Tucu(n. /ni0er#ia el Norte anto

To(# e Auino /NTA. Bueno# Aire#. 5rtice. 2!13. Pp. 4!1-4!"

36 C %9, pp. 12!-121.

3$ >. a:er, Recuero #o're <.R.R. Tolien, en J.R.R. Tolkien* &e,or $e la Tierra -e$ia*

Barcelona, Minotauro, 2!!1, p. 2"-26.


http://slidepdf.com/reader/full/tesina-final-hacia-una-interpretacion-cristiana-de-el-senor-de-los-anillos 17/271$

Aa teoría de Tolkien sobre los mitos literarios est4 en continuidad con la de$ristóteles. $mbos sostienen que la esencia de un mito est4 en la narración, en el actode contar una historia no acontecida.

Tolkien desarrolló una aut;ntica Imetafísica de la literaturaI, en contacto con unasólida teología católica de la creación.

Si las palabras son inentos humanos que nos conducen a los conceptos o ideasfundadas en la realidad, los mitos son, igualmente, inenciones humanas paraapro7imarnos a la Rerdad. nse#a 8rbina) I El artista no demuestra, sino que muestra odesvelaP 7B.

'orque enimos de Cios, construyendo mitos somos subcreadores+ imitando al3reador mediante la creación artística el hombre puede aspirar al estado de perfecciónnatural que conoció antes de la 3aída. $unque, imperfectamente, los mitos tienen algúnfragmento de la eterna erdad, de la lu! que est4 "unto a Cios.

Tolkien daba prioridad a los estudios humanísticos, y era consciente de los peligrosde la sociedad que rinde IcultoI al progreso deshumani!ante, a"eno al alor de la belle!acontemplada. Aas ideas hedonistas y materialistas nos llearon a destruir el I"ardínI queCios regaló al hombre.+5

So3re los trascendentales

'lanteamos un aspecto metafísico:moral que se puede percibir en la obra deTolkien.l mal tiende a la ausencia, a la nada, pero no la alcan!a por completo, esto es claro.'or esto, se ataca tanto al ser. Tolkien no se propone escribir un tratado filosófico, sinouna noela, con fundamentos en una filosofía plantada desde el realismo. $sí es que a lolargo de sus p4ginas eremos cómo se transmite esta intuición del poeta, quien logra

pintar al mal en radical confrontación con los trascendentales, que se identificanrealmente con el ser aunque diferenci4ndose nocionalmente.Si se atacó el ser, tambi;n se ataca la bondad, el bonum, el ser en cuanto ob"eto de laoluntad que la apetece. F no entramos aquí a discutir si o bello, pulchrum, es untrascendental o no, es f4cil descubrir del mismo modo la fealdad en alian!a con lamaliciaE0 $

8n reino diidido %/num&

l mal socaa la unidad. >o hay unión erdadera entre Sauron y lla:Aara#a, nientre aquel y Saruman %como sabemos que pasa entre los mismo demonios, Ae?is lo

grafica muy bien en su obra) “3artas del diablo a su sobrino”, porque e7iste realmenteun odio entre los mismos demonios, ya que su relación no funciona según la

beneolencia y el bien&. Sus alian!as son puramente instrumentales. Aos malos sedeoran entre ellos. $sí podr4 decir $ragorn en determinado momento)

P9arece indudable a(ora que aquel sure4o era un espía de Saruman+

3% P.A. /r'ina, (ilocalia o !mor a la elle/a* Mari, R&A=P, 19%%, p. %!.

39 Cr. &'()e* Hla+ac*e, Horacio Auu#to. El árbol y las hojas. Tucu(n. /ni0er#ia el Norte anto To(# e Auino /NTA. Bueno# Aire#. 5rtice. 2!13. Pp. 2$!

4! <. @erro, +eyen$o a Tolkien* Bueno# Aire#, 5rtice->laiu#, 1996, pp. %$##.


http://slidepdf.com/reader/full/tesina-final-hacia-una-interpretacion-cristiana-de-el-senor-de-los-anillos 18/271%

pero si traba#aba a las 5rdenes de los Uinetes @eros, o s5lo de Saruman,lo inoro. Es difícil saber, con esta ente malvada, cu8ndo est8n aliados

y cu8ndo se ena4an los unos a los otrosP <2.

$%&Advertimos que el mal traba#a tambi/n dentro de las filas de los que sostienen

la buena causa, enfrent8ndolos y Paudizando las contradiccionesP, como diría unmar)ista contempor8neo.

Coda diferencia es un resquicio por donde el mal intentar8 meter una cu4a paradividir y poner a unos contra los otros. La desconfianza, los recelos y las

sospec(as amenazar8n desde adentro con enorme pelirosidad. $%&. Así vemosque el conflicto entre elfos y enanos asec(a sordamente y casi estalla en L5rien+

y que tampoco para los (ombres resulta f8cil entenderse entre sí. $%&P <O. Diceandalf0

P'asta en el coraz5n de nuestra fortaleza tiene el Enemio armas para olpearnos0 porque esto es obra del poder de su voluntadP <7.

A(ora es ya la mano de Sauron. Ante el cad8ver del centinela dir8 andalf0

P VGbra del EnemioW Estos son los olpes con que se deleita0 enconando al amio contra el amio, transformando en confusi5n la lealtadP <<.

Sus consecuencias en el plano personal 'ero no es sólo en el plano colectio dondeencontramos al mal destruyendo el Tnum. 1emos al mal haciendo un traba"o minucioso en el interior de cada persona, disoliendola unidad que la constituye en el ser, en cierto sentido la a quebrando %hasta

psicológicamente&.l mal disgrega la personalidad, y aniquila diidiendo, como loobseramos paradigm4ticamente en el caso de Sm;agol, entre otros, como por e"emploSaruman, Hrima, etc. Aa dependencia respecto del anillo lo ha lleado a esedesdoblamiento de Sm;agolHollum. Sus oces y sus actitudes son distintas. >o es sóloya el constante referirse a sí mismo en plural, con lo que se nos da a entender que ladiisión es asumida de hecho por el propio Hollum, sino que la tensión se ahonda. l'rofesor nos pinta el cuadro a tra;s de la refle7ión sobre Sam)

P9ero a Sam, recordando la discusi5n que (abía escuc(ado a (urtadillas, lecostaba creer que el Sm/aol laramente sumerido (ubiese salido a la superficie+esta voz, en todo caso, no era la que (abía dic(o la :ltima palabra en la discusi5n.

Lo que Sam sospec(aba era que las dos mitades, Sm/aol y ollum $que /l llamaba para sus adentros el 1rib5n y el Adul5n&, (abían pactado una treua y unaalianza temporaria+ ninuno de los dos quería que el Anillo fuese a parar a manosdel Enemio+ ambos querían evitar que "rodo cayese prisionero, para poder viilarlo ellos mismos tanto tiempo como fuera posibleP <X.

41 E&0+!* &&, p. 231.

42 E&0+!, &&, p. 1%%.

43 E&0+!, &&&, p. 161.44 E&0+!, &&&, p. 162.



l debate a que se hace referencia es el mantenido por Hollum, que alterna sus oces.n la medida en que se atenúan los efectos del mal, la antigua y original unidad parecefortalecerse, como nota 2rodo cuando Hollum dice cierta erdad, parcial y finalmentetorcida en sus efectos, pero al menos en esto no miente)

P"rodo tuvo una e)tra4a certeza0 que ollum por una vez no estaba tan le#os dela verdad como se podría sospec(ar $...& @ot5, en todo caso, que ollum (abíautilizado el yo, lo que era de al:n modo un sino, las raras veces que aparecía,de que en ese momento predominaban los restos de una veracidad y sinceridad de otros tiemposP <? .

$ esto se sigue una consecuencia. Aos persona"es an cambiando, algunos se an perfeccionando en sus decisiones correctas, desplegando su ser, cumpliendo con lo quesu conciencia bien formada, inclinada al bien, les a indicando. 1emos una comple"idaden el cambio de los persona"es principales de la noela.

'odemos hacernos una pregunta, y es si no pasa lo mismo con personalidades que parecen tambi;n comple"as, como las de $ragorn o Handalf, quienes se reelan a lolargo del relato con algo que podría interpretarse como IidentidadesI diersas. 'ero enestos casos son sucesias manifestaciones de una misma personalidad, que andesplegando y de"ando er la erdadera y profunda identidad, que finalmente aflora. $lfin, son m4s Isí mismosI, y no menos, como en el caso de Hollum. Aos malados, por elcontrario, se despersonali!an, como les ocurre a los <inetes >egros, spectros del$nillo. 8na de las pinturas m4s logradas de esto la tenemos cuando el narrador nosdescribe al lugarteniente de Sauron que guarda las puertas negras, en los momentos

preios a la última batalla)

PTn manto nero cubría por completo al #inete, y nero era tambi/n el yelmo decimera alta+ no se trataba, sin embaro, de uno de los Espectros del Anillo+ eraun (ombre y estaba vivo. Era el Luarteniente de la Corre de 1araddur, yninuna (istoria recuerda su nombre, porque (asta /l lo (abía olvidado, ydecía0 Io soy la 1oca de SauronP <K .

l nombre, aquello tan íntimo y decisio, se ha perdido. =asta ;l mismo lo haolidado. n los casos de $ragorn y Handalf, sus arios nombres son apro7i:maciones al erdadero, desde distintos 4ngulos y en idiomas diersos. 'ero aquí elnombre último es Ila -oca de SauronI. l mal lo ha aciado de sí y lo ha acercadoal aniquilamiento tanto como resulta posible. s común entre los malados la

despersonali!ación. 1emos que los orcos de 9ordor agregan a su nombre unInúmeroI. n un clima de terror y delación se oyen frases como ;sta)

PDar/ tu nombre y tu n:mero a los @azulP <B .

F en momentos de mayor tensión el nombre ya no interesa, sino sólo el número,

4" E&0+!* &&, p. 33$.

46 E&0+!* &&, p. 344.

4$ E&0+!* &&&, p. 21".4% E&0+!* &&&, p. 266.


http://slidepdf.com/reader/full/tesina-final-hacia-una-interpretacion-cristiana-de-el-senor-de-los-anillos 20/272!

como cuando el "efe orco confunde a 2rodo y Sam con dos de los suyos y losconmina)

PDe pie y a la ola, o tomar/ vuestros n:meros y os denunciar/P <N.

Tolkien poseía una sólida metafísica realista. Aa metafísica de la causalidad, lehacía tomar conciencia de que el Isub:creadorI sólo le otorgaba una causalidadtransitia y no originaria sobre las belle!as de la fe, que su obra transparentaba.

Tolkien, parte de su doctrina de la IaplicabilidadI, recurso metafísico mediante elcual se apela a la analogía de proporcionalidad impropia, que es propio de la met4fora,de la par4bola o la alegoría, para se#alar el punto paralelo entre la uniocidad y laequiocidad. >o es muy difícil aplicar la despersonali!ación hoy en día, tanto en el

pensamiento predominante que absorbe a las mentes d;biles, de poca racionabilidad ysentido común, como en las costumbres que se instalan por imposición, especialmente

promulgado casi como dogmas por los medios de comunicación.

7I. -arácter soteriológico de la 3elle<a literaria.

'ara Tolkien, el mito produce “alegría”, aquí emos una diferencia con la isión de$ristóteles, ya que para este el mito produce temor o piedad.Toda la obra del 'rofesor desprende belle!a, es est;tico en toda su obra. 9uestra suoptimismo en la belle!a, pero aclara que no es una alegría easia.$firma Hadamer)

PLas narraciones deben e)citar la capacidad so4adora del alma (umana y realizarseen las repercusiones de la narraci5nP XJ.

l lector, sea de la religión que sea, intuye “la buena noticia” del mundo real. s por esto que se puede hacer una interpretación cristiana del SCA$. $sí lo e7presa (b4#e!=la?ac!ek )

El mito puede ser un eco que uíe a la mente (acia la realidad de las cosas queno se ven, que alcanza la fe cristiana. El ozo literario despierta la conciencia,(aci/ndole advertir la e)istencia de un ozo real .X2

l mito en Tolkien, suscita a la fe cristiana, en función de una “libre aplicabilidad”.

s tan arriesgado, que nos elea con las dos alas del alma) la fe y la ra!ón. >o se escapala refle7ión filosófica, sobre lo que realmente “es”, y de lo que “es” m4s all4 de “esto”.Teniendo como principio el “asombro” por la 3reación %y la obra de la @edención&.

@o quiero decir que los Evanelios cuentan lo que es Ps5loP un cuento de(adas0 el mayor de ellos. El (ombre en cuanto cuentista debería ser redimidode un modo acorde con su naturaleza0 mediante una (istoria conmovedora.

49 E&0+!, &&&, p. 2$4.

"! H.>. >aaer, -ito y Ra/n* Barcelona, Pai#, 199$, p. 1!6.

"1 Cr. &'()e* Hla+ac*e, Horacio Auu#to. El árbol y las hojas. Tucu(n. /ni0er#ia el Norte anto

To(# e Auino /NTA. Bueno# Aire#. 5rtice. 2!13. Pp. 413-414.



9ero como el autor de ella es el supremo Artista y el Autor de la ;ealidad,tambi/n /sta cobr5 Ser, tuvo verdad en el 9lano 9rimordial XO.

n una carta a su hi"o 3hristopher, fechada el +0 de enero de /5E, el mismo 'rofesor es el que nos e7plica el sentido de las scrituras, y esa sensación de e7ilio, belle!a y

esperan!a que sentimos.n cuanto al d;n, %*& han olidado, por cierto %yo mismo como el que m4s&,como tú dices, la belle+a del asunto aun Ucomo historiaV. Ae?is escribiórecientemente un ensayo sumamente interesante %no s; si se ha publicado&+ en elque muestra qu; gran alor nutricio tiene para la mente el -valor en cuanto a

cuento. de la entera historia cristiana %especialmente el >T&. ra una defensade la clase de actitud de la que tendemos a burlarnos) el pusil4nime que pierde lafe, pero al menos se apega a la belle!a Udel cuentoV por tener algún alor

permanente. $firma que de ese modo obtiene todaía alguna nutrición y no

queda del todo separado de la saia de la ida) pues la belle!a del cuento,aunque no necesariamente una garantía de su eracidad, es concomitante de ella,y un fidelis debe obtener nutrición de la belle!a tanto como de la erdad. Cemodo que el UadmiradorV pusil4nime obtiene algo todaía, que aun uno de losfieles %estúpido, insensible, aergon!ado& puede estarse perdiendo. 'ero yo, %*&,no siento ergMen!a ni dudas acerca del UmitoV del d;n. 'or supuesto, no tienela misma especie de historicidad del >T, que constituye irtualmente undocumento contempor4neo, mientras que el H;nesis est4 separado por nosabemos cu4ntas tristes generaciones de e7iliados desde la 3aída, pero por ciertohubo un d;n en esta muy desdichada tierra. /odos lo a0oramos y tenemosconstantes atisbos de ;l) nuestra entera naturale!a, en lo que tiene de me"or ymenos corrompido, de m4s gentil y humano, est4 todaía ba#ada por lasensación de Ue7ilioV.

&na historia debe contarse o, de lo contrario, no habr) historia1 sin embar#o,

son las historias no contadas las m)s conmovedoras$ 23

>o podemos negar que en toda la obra hay una nota de a#oran!a, pero tambi;n hay unaanticipación de la gloria %3f) 9t. /L. /:+)9c. 5,/+:6DK 6 'e /, /L&.

"2 C %9, p. 122.

"3 #te era pro'a'leente el en#a:o DM:t 'ecae @act, pu'licao por priera 0e* en 1orl$

0ominion en #eptie'reFoctu're e 1944, : reipre#o lueo en el li'ro e =e+i# Un$eceptions Gt7tulo

aericano 2o$ in the 0ock3.

"4 C 96, pp. 13!-134.



$...& pero nunca supe de una tierra me#or queesta. Es como estar en casa y de vacacionesal mismo tiempo, si usted me entiende.""

Tolkien nos muestra ciertos lugares que son

como el “Tabor”, anticipaciones de lamorada eterna y definitia, de la cual laterrena es sólo una imagen. Ao emos cuandoSam tiene una iencia del UocioV en elsentido antiguo, de la UfiestaV, del tiempo

sagrado del go!o inefable. 'ero todaía est4 in statu viatoris. stas son figuraciones delhogar definitio. 3uando pasan en el camino de regreso por @iendell, a a decir)

Y1ueno, se4or "rodo, (emos via#ado muc(o y le#os, y (emos visto muc(ascosas+ pero no creo que (ayamos conocido un luar me#or que este. 'ay un

poco de todo aquí, si usted me entiende0 la !omarca y el 1osque de Gro yondor y las casas de los ;eyes y las tabernas y las praderas y las monta4astodo #unto. I sin embaro, no s/ por qu/ pienso que convendría partir cuantoantes. Estoy preocupado por el Cío, si (e de decirle la verdad.X?

7II. -onclusión$ la interpretación cristiana filosófica del relato.

2rodo emprendió su búsqueda por amor) para salar del desastre, asumiendo tantossacrificios, en cuanto podía, por el mundo que ;l conocíaK reconociendo con humildad,que era inadecuado para la tarea. =agamos un paralelo con <n /,/+)

3@adie tiene mayor amor que el que da la vida por sus amios6

$quel =obbit, reali!a un proceso de santificación %sería un perfecto cristiano en elmundo real&. >o en ano <orge 2erro y . 2uller, han se#alado la similitud de 2rodo con

"" E;=A, &, p."12.

"6 E;=A, &&&, p.3"2



3risto mismo, en su camino hacia el 3alario cargando el peso de la cru!, instrumentode su suplicio y de su muerte.

3atolicidad, santidad* Tolkien da testimonio de Cios y de la 1erdad. @eferencia deesto est4 en un borrador de una carta que preparaba en /5/L para 3arole -atten:'helps)

Tsted (abla de =una salud y una santidad> en ESDLA. =Hue es en sí mismo un poder>. Me conmovi5 profundamente. @unca antes se me di#o nada seme#ante. 9ero por una e)tra4a casualidad, #usto cuando empezaba /sta, recibí una cartade un (ombre que se clasificaba como =un incr/dulo o, en el me#or de los casos,un (ombre cuyos sentimientos reliiosos suren demorados y en penumbra...

pero usted>, decía, =crea un mundo en el que una cierta especie de fe parece

estar en todas partes sin una fuente visible, como la luz surida de una l8mparainvisible>. S5lo puedo responder0 =@in:n (ombre puede #uzar con seuridad de su propia salud. Si la santidad (abita su obra o como una luz penetrante lailumina, no proviene de /l, sino por su intermedio. I ninuno de vosotros la

percibiría en esos t/rminos, a no ser que tambi/n estuviera en vosotros.XK

9uestra Tolkien su parte m4s mística, que bien lo podemos comparar con San<uan de la 3ru! en su poema UJue bien s; yo la fonteV)

%*&

Su claridad nunca es oscurecida,

y s; que toda lu! de ella es enida,aunque es de noche.

=ay un sabor cristiano en todo esto, aludido, eocado, insinuado. Aos persona"es del'rofesor conocen de diersos modos, la k;nosis, el anonadamiento, y el resurgir, a lolargo de su traesía, de su ia"e que es para ellos ocasión de conersión y la esperan!adel eterno amanecer, el descanso en la morada diina.

"rodo bes5 entonces a Merry y a 9ippin, y por :ltimo a Sam, y subi5 a bordo+ y

fueron izadas las velas, y el viento sopl5, y la nave se desliz5 lentamente a lo"$ C 32%, pp. 4%!.



laro del estuario ris+ y la luz del frasco de aladriel que "rodo llevaba enalto centelle5 y se apa5. I la nave se intern5 en la Alta Mar rumbo al Geste,(asta que por fin en una noc(e de lluvia "rodo sinti5 en el aire una fraancia yoy5 cantos que lleaban sobre las auas+ y le pareci5 que, como en el sue4o que(abía tenido en la casa de Com 1ombadil, la cortina de lluvia ris setransformaba en plata y cristal, y que el velo se abría y ante /l aparecían unas

playas blancas, y m8s all8 un país le#ano y verde a la luz de un r8pidoamanecer .XB

Tolkien fue consciente de su don, de su ocación, y de su respuesta al $mor por la'alabra. 2ue un gran filólogo, poeta y profundo católico.

.$un con su conincente fe, el 'rofesor de"a er %ante un aparente pesimismo de pensamiento& una postura muy esperan!adora. Tiene en claro que e7iste la imperfeccióny la finitud, propia de la e7istencia humana, pero pasa"era, así como tambi;n el 9altampoco se impone ante el -ien Supremo, que tiene asegurado un triunfo escatológico.

$ lo largo de la lectura de todas sus obras, amos percibiendo una impresión demelancolía, pero propio de nuestro autor es la “eucat4strofe” %que numerosos críticosen como negatio&, el conflicto es pasa"ero, en el hori!onte espera la ictoria. Seasume la propia debilidad, pero con gran humildad, y se pone en acto los talentos, talcomo los utili!ó como profesor y escritor

Tolkien no escribe al comando del a!ar, sabía muy bien que la proidencia queopera en un relato de ficción como ESDLA no es sino la proidencia del propio autorK esdecir, manifiestamente Tolkien mismo, como sub:creador, es quien determina cu4l es eldestino feli! o desdichado de sus persona"es. l creador proidente que actúa dentro de

ESDLA $subcreaci5n& se llama <.@.@. TolkienK Tolkien es plenamente consciente deello, y de que es ;l mismo quien recibe todo lo -ueno, 1erdadero y -ello, de Cios,siendo la 'erfección increada. Ao recibe como a una Au! purísima %comoAogos'alabra&, que ;l debe como sub:creador, refle"ar en múltiples matices, ayudado

por un instrumento de grande!a indescriptible) la palabra humana. Todo esto se debe ala e7periencia que posee de la proidencia e7perimentada en su propia ida, como en lahistoria de la salación) Cios que pre; y proee la beatitud para sus hi"os.

Aa palabra humana que bien utili!ó, tiene sentido como deelación o como proyección y alargamiento de la palabra dicha por Cios en las cosas, como un eco quela asume y en la que se sustenta y, en definitia, por la 'alabra ia, actual e infinita deCios, de la que todo ser o palabra dicha en las cosas y toda palabra humana que la de:ela y continúa en ;stas, es participación y efecto.5

3omo conclusión, apropiada es la palabra al 'rofesor Tolkien en un poema que regalaraa Ae?is cuando ;ste todaía era un ateo)

"% E;=A, &&&, pp.4!2-4!3.

"9 Cr. ;eri#i, Ita0io N. J=a Pala'raK. Bueno# Aire# 19$%. EecL. P.191



l cora!ón del hombre no se compone de mentiras,

Sino que e7trae cierta sapiencia del Wnico Sabio

F aun lo recuerda. $unque ahora, hace tiempo, desterrado,

l hombre no est4 totalmente perdido, totalmente cambiado.

Cesgraciado, qui!4, pero no destronado,

3onsera los harapos del se#orío que tuo alguna e!)

l hombre, sub:creador, lu! refractada

$ tra;s de quien se astilla a partir del puro -lanco

n muchos matices e incesantemente se combina

n formas ias que an de mente a mente.0

6! CARPENTER, H. J.R.R. Tolkien. Una biografía. Barcelona., Minotauro. 199!, p. 16"



)I)=I>'AF*A

!. )'AS ,( ?.'.'. #=@I(+

El Se4or de los anillos 20 La !omunidad del anillo. -uenos $ires) 9inotauro, 60/+.

El Se4or de los anillos O0 Las dos torres. -uenos $ires) 9inotauro, 60/+.

El Se4or de los anillos 70 El retorno del ;ey. -uenos $ires) 9inotauro, 60/+.

3$@'>T@, =. %/55+& U.;.;. Colien. !artas. -arcelona) 9inotauro.

6. (S#/,IS S)'( #=@I(+

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8@-(>$, '.$. $2NBB& "ilocalia o Amor a la 1elleza, 9adrid) @($A'.

tesina final. hacia una interpretación cristiana de el señor de los anillos. federico martín...

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