territorialidades de la prostitución. estudio de caso: barrio de constitución

17
Universidad de Buenos Aires Facultad de Filosofía y Letras Departamento de Geografía Cátedra Introducción a la Geografía Monografía Fecha entrega 17/6/14 Territorialidades de la prostitución Estudio de caso: el barrio de Constitución Juana García Berro y Luciano Federico Treggiari

Upload: juana-garcia-berro

Post on 30-Jul-2015

92 views

Category:

Career


0 download

TRANSCRIPT

Universidad de Buenos Aires

Facultad de Filosofía y Letras

Departamento de Geografía

Cátedra Introducción a la Geografía

Monografía

Fecha entrega 17/6/14

Territorialidades de la prostitución

Estudio de caso: el barrio de Constitución

Juana García Berro y Luciano Federico Treggiari

INTRODUCCIÓN

El objetivo de este trabajo es estudiar la dinámica de la prostitución en el barrio porteño de Constitución mediante la interpretación de las marcas que las relaciones sociales, y por lo tanto de poder (ambas nociones resultan indisociables), que allí se establecen dejan entrever. Dichas relaciones son invisibles, pero al efectuar una territorialidad (o sea construir un territorio) le imprimen una serie de rasgos (las “marcas”) que permiten entender cómo son.

El recorrido de la presente monografía es el siguiente: primero, un desarrollo conceptual de lo que consideramos como territorialización y territorio. Luego una exposición de una serie de características del barrio analizado. A continuación, el relato de un recorrido que hicimos por un área particular del mismo y las ideas que nos las ideas que nos surgieron a partir de lo observado. Finalmente, elaboraremos una conclusión.

Nuestro desenvolvimiento metodológico es relativamente simple: un par de artículos que enmarcan teóricamente el trabajo en conjunto con notas periodísticas y mapas de fuente similar para recopilar información sobre la dinámica del barrio de Constitución.

¿Qué se entiende por territorialización y territorio? Inserción dentro de la historia del pensamiento geográfico.

La importancia de este apartado es doble: por un lado, es fundamental explicar a todo aquel que quiera leer este trabajo cómo se manejan los conceptos presentes, qué significan para nosotros cada uno de ellos y, por lo tanto, cómo se realiza el análisis de la actividad de la prostitución en función de esas definiciones. En segundo término, al ser un trabajo presentado para una materia dónde se hace especial hincapié por la definición de conceptos que refieren al espacio (y a la definición del espacio propiamente dicho) y cómo han sido redefinidos a los largo de lo que podemos llamar la tradición geográfica (Livingstone, 1992) con diferentes implicancias teórico-prácticas, es imprescindible que haya una detalla exposición del marco teórico aquí utilizado.

La bibliografía teórica utilizada para nuestro estudio sobre la dinámica de la prostitución en el barrio de constitución comprende solo un texto elaborado por Miguel Angelo Campos Ribeiro en conjunto con Rogério Bothelo de Mattos llamado Territorios da portitução nos espaços públicos da área central do Rio de Janeiro, publicado en 1996. El marco teórico de este artículo fue la guía de elaboración para el nuestro. Además, para ampliar y entender mejor qué concepción del territorio y de la territorialización maneja Ribeiro se acudió al artículo de Alejandro Benedetti Territorio: concepto integrador de la geografía contemporánea presente en el libro Territorio, lugar, paisaje. Prácticas y conceptos básicos en geografía (coordinadora, Patricia Souto) editado en 2011.

Una primera distinción fundamental es que aquí se maneja una concepción del espacio como construcción social (Lobato Corrêa, 1995): el territorio no es un soporte de las actividades humanas y de las relaciones sociales, más bien, el territorio es construido

1

por ellas. Es decir, el territorio de las y los prostituidos no es simplemente el soporte sobre el cual ejercen su actividad y se relacionan con otros actores, como la policía o los prostituyentes; son esas relaciones, su presencia en el terreno (porción de superficie terrestre) y cómo se apropian de él bajo determinados términos los que producen a ese territorio. ¿Cómo plantear un “territorio de la prostitución” si no es bajo la acción del mismo actor en cuestión? Igualmente hace falta hilar más fino en esta definición. Se habló de “apropiación del terreno” por parte de los prostituidos, lo que significa que se establecen relaciones de poder.

Para hablar de relaciones de poder en la geografía, por motivos antes mencionados, creemos fundamental hacer un breve desarrollo de cómo fue la historia de la disciplina. Lo que se puede catalogar como Geografía del poder (Benedetti, 2011) fue desarrollado, en principio, por el francés Claude Raffestin (en 1980 publica Pour une géographie du pouvoir) y el estadounidense Robert Sack (con su libro de 1986 Human Territoriality). Ellos se inscriben dentro de lo que se denomina la renovación de la geografía y de la geopolítica, entendiendo por geopolítica “al conjunto de prácticas y discursos que, de modo amplio, tematizan la relación entre espacio y poder” (Benedetti, 2011: 14). Al ser partícipes de este proceso, como casi todos los geógrafos contemporáneos, el término territorio va a ser fundamental en su producción académica; y, a diferencia de épocas previas, se preocuparán por definir y precisar el concepto. Dentro de la heterogeneidad de enfoques que se pueden vislumbrar hoy día, ellos son parte del llamado enfoque relacional (Benedetti, 2011) que posee influencias posmodernas y humanistas, estos dos autores, sobretodo, de Michael Foucault y su producción filosófica sobre el poder. Avanzan sobre el fetichismo del estado (Benedetti, 2011) corriendo el eje al amplio espectro de actores que pueden ejercer una relación de poder sobre el terreno y que antes eran ignorados por la geopolítica y la geografía clásicas. Por influencia del filósofo mencionado líneas arriba, quien planteó que toda relación social implica que exista una relación de poder en ella y la concepción del espacio como una instancia de la totalidad social (Santos, 1996 leído en Benedetti 2011) la escala temporal y espacial, así como la temática de la geopolítica se amplían: cualquier fenómeno social, no importa lo acotado y dinámico que sea en el tiempo (desde las cuatro horas que puede durar un teórico semanal hasta los siglos de ocupación europea en América) o la magnitud de superficie terrestre que ocupe (desde un aula hasta un continente) es objeto de estudio de esta rama de la geografía. La prostitución es uno de estos objetos. Hay que remarcar que es en este momento de la tradición de la disciplina donde se le incorpora la noción de temporalidad al territorio, pensándolo ahora como dinámico: los territorios son flexibles así como los son las relaciones de poder, cuando esta últimas cambian, se crea una nueva territorialidad.

Con la incorporación de la noción de poder a la geografía ya se está más cerca de la definición de nuestro marco conceptual, pero aún falta definir con una mayor precisión algunos conceptos: la diferencia entre territorio y territorialidad (para diferenciarlos hay que definirlos – aquí en términos de Sack) y el concepto elaborado por el geógrafo brasilero Rogério Haesbaert de Multiterritorialidad.

2

El territorio es el producto de la territorialidad. La territorialidad, en términos de Sack, es el conjunto de estrategias consientes de diversa índole de un agente (individual o grupal) de ejercer relaciones de poder (influir, controlar o afectar) sobre personas, fenómenos y/u otras relaciones mediante la delimitación y el control de una porción de la superficie terrestre. O sea, el territorio se define subjetivamente. Es el agente que lleva a cabo la territorialización quién tiene la potestad de decidir qué se puede hacer allí o no y a quién le es permitido o a quién no entrar, es decir, la territorialización es un proceso de exclusión e inclusión consiente y voluntario. Como en el terreno (superficie terrestre) hay una simultaneidad de relaciones sociales, hay, por defecto, una simultaneidad de territorios en una misma porción del espacio, una multiterritorialidad.

Como se puede ver, los territorios se encuentran superpuestos, donde cada una de las territorializaciones allí desplegadas interactúan de mayor o menor manera dependiendo cómo sean las relaciones que establecen los agentes de territorialización entre sí. Las relaciones sociales pueden ser invisibles en el terreno, pueden desplegarse de forma oculta (intencionalmente) pero siempre que se lleve a cabo una territorialización se podrán encontrar rasgos que permitan dilucidarla. Es nuestro objetivo entender a través de estas señales la territorialización de la prostitución.

Esas marcas se puede dividir en dos grupos: la presencia de diferentes actores, sus acciones y su estrategia simbólica de apropiación del terreno; y los usos del suelo (a nivel material) que allí se dan. Esta distinción que hicimos es brevemente explicada aquí porque es en el estudio del caso donde se proporcionaran los ejemplos.

Acerca del campo: consideraciones acerca del barrio de Constitución

Ribeiro en su texto menciona una serie de características generales que comparten los territorios de la prostitución que él estudió y que hemos podido identificar en el barrio de Constitución (sólo exponemos las que encontramos en el barrio). Al presentar estos rasgos comunes, el autor brasilero no aclara qué tipo de relación tienen con la territorialización allí presente. Si son un condicionante o un producto, o si muestran una doble faceta tanto como producto o condicionante. En el apartado de la conclusión es donde ahondaremos esta interrogante.

Constitución es un barrio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, ubicado en el sureste de la misma. Está delimitado por las calles Entre Ríos, Piedras, Caseros e Independencia y limita con los barrios de Monserrat, San Telmo, Barracas, Parque Patricios y San Cristóbal. Por su ubicación, se encuentra muy próximo a la zona denominada como microcentro de la ciudad, donde hay un alto desarrollo de actividades comerciales, de servicios, administrativas y turísticas, es decir, es un área periférica, localizada en el entorno del área núcleo de la Ciudad (Ribeiro, 1996). Las actividades (formales) que se despliegan en el área suelen tener que ver con la presencia de depósitos y fábricas, lo que hemos notado en el sector del barrio que delimitamos como la “zona roja” (la zona de mayor oferta sexual). El autor califica a estas zonas periféricas de zonas de “obsolescencia”, lo que permite el desarrollo de la prostitución, afirmación con la que no estamos del todo de acuerdo (ver Conclusiones). Además, tiene la particularidad de tener

3

uno de los centros de trasbordo de transporte más importantes y ser uno de los puntos de acceso a la ciudad desde la Provincia de Buenos Aires por la presencia de la Autopista 25 de Mayo, otro de los puntos que remarca Ribeiro en su texto como característica de una zona de prostitución. Estas dos

características son fundamentales porque le otorgan a la zona un dinamismo creciente entre el día y la noche: como sus actividades diurnas merman a la noche, la zona es “obsoleta” y el sitio continúa teniendo una alta conectividad, la prostitución tiene vía libre para su desarrollo (para que se efectúe la territorialización) en el horario nocturno y de madrugada (lo que no necesariamente compartimos, ver Análisis del relato: las marcas de la territorialización)

Hoy en día es uno de los barrios más conflictivos de la ciudad, donde la violencia, las drogas y la prostitución son parte de todos los días1, lo que justifica la afirmación de la zona de obsolescencia precedente. Esta decadencia comenzó alrededor de la década de 1970 y tuvo que ver con los enormes emprendimientos urbanos: la extensión de la Avenida 9 de Julio y la construcción de las autopistas 25 de Mayo y Arturo Frondizi (ex 9 de Julio sur) cortaron al barrio por la mitad, aislando particularmente la zona adyacente a la estación de ferrocarril.

Otro de los elementos que Ribeiro tipifica como comunes en zonas de despliegue de territorios de prostituidos es el de la “concentración de la bohemia”, por la amplia oferta de bares, restoranes, teatros y cines. Por lo que pudimos investigar hay una gran oferta de uno de estos rubros que es el de los “bares y cafés”. El término se encomilla porque la mayoría de esos supuestos bares no son más que prostíbulos encubiertos o símiles, lo que pudimos confirmar en nuestra visita al barrio (ver Salida de campo: el relato). Establecimientos que lucen como bares y/o cafés, pero cierran de día y funcionan en el horario nocturno2.

11 Ver “Constitución: vivir entre drogas e inseguridad”, América 24, 14 de junio de 2014. En: http://m.a24.com/mobile/bb/nota.html?id=L2NvbnRlbmlkb3MvMjAxMS8xMC8xMi9ub3RpY2lhXzAwNTIuaHRtbA == 2 Ver “Nuevo golpe a la explotación sexual”, La Alameda, 19 de noviembre de 2008. En: https://laalameda.wordpress.com/2008/11/19/nuevo-golpe-a-la-explotacion-sexual/

4

Finalmente, la concentración de hoteles de alta rotatividad que soporten a esta actividad. Al igual que los “bares”, muchos de los hoteles que están catalogados como “familiares” son en realidad albergues transitorios o directamente prostíbulos3.

Dentro de toda la superficie del barrio, hay una zona en particular donde la oferta sexual es llamativamente mayor que en el resto y fue justamente la que elegimos analizar para este trabajo. La “zona roja” del barrio de Constitución se ubica, aproximadamente, entre las calles Salta, Cochabamba, Luis Sáenz Peña y Garay4

Salida de campo: el relato

Casi a las 15:00 horas llegamos en auto a la esquina de las calles Lima Este y Constitución y estacionamos para hacer una recorrida a pie. Este recorrido se hizo por la anteriormente denominada “zona roja”.

Los edificios eran antiguos, pero sin restaurar. Parecían sucios, descuidados. La mayoría de los locales a la calle estaban cerrados con rejas, muchos de ellos lucían abandonados. Había muchos carteles de “se vende” en varios departamentos y acumulación de basura en casi todas las cuadras. Cruzamos la calle Salta y lo primero que debimos hacer es esquivar las piernas de un hombre que yacía tirado, durmiendo en la calle.

Caminando sobre la calle Constitución, una mujer nos llamó la atención. Estaba parada en el medio de la calle, sin cartera ni aparente destino, mirando como distraída a la gente que pasaba. Al llegar a la esquina de Santiago del Estero, nos encontramos a otras dos mujeres llamativamente vestidas; al igual que la primera, simplemente estaban paradas, mirando pasar a la gente y conversando. Doblamos en la calle Santiago del Estero y vimos un poco más de color: una construcción roja y amarilla resaltaba en el gris opaco del resto de los edificios. El cartel en la entrada decía “albergue transitorio”. En el estacionamiento del mismo había cuatro mujeres paradas conversando con acento centroamericano. Exactamente frente a ellas, un auto estacionado en doble fila. Dos policías parecían realizar una infracción al dueño del auto.

Llegamos a Garay, una avenida. Seguía siendo llamativo la cantidad de negocios cerrados, de los cuales fuimos descubriendo que la mayoría eran cafés. También era llamativa la cantidad de puertas con un cartel de “Hotel Familiar”. Todos parecían pequeños y simples, estaban casi como escondidos.

3 Ver “Constitución, el barrio más conflictivo de Buenos Aires”, Clarín, 9 de diciembre de 2012. En: http://www.clarin.com/ciudades/Constitucion-barrio-conflictivo-Buenos-Aires_0_825517566.html4 Los límites de esta zona variaban según cada fuente encontrada. Los límites elegidos son una actualización basada en experiencias propias de los señalados en “Constitución planea una zona roja”, La Nación, 25 de julio de 2000 en: http://www.lanacion.com.ar/26140-constitucion-planea-una-zona-roja

5

Doblamos en la calle Salta y se redobló la cantidad de gente durmiendo en la calle. Nos pareció ver a otras tres mujeres esperando sobre una puerta de madera blanca; cuando nos acercamos nos dimos cuenta de que eran mucho más llamativas que el resto. Eran muy altas, mucho más grandes en cuanto a contextura física, sus ropas eran mucho más provocativas y tenían la cara muy maquillada, casi como una máscara, donde se dejaban ver muchas facciones fuertemente masculinas. En la esquina de Pavón, más amplia que las demás, había otras dos mujeres paradas; por primera vez las vimos acercarse muy sutilmente a los hombres que pasaban caminando. Ellas les decían algo en voz baja, como al pasar. Los hombres respondían y seguían de largo.

Sobre la calle Pavón parecía que fuese un día nublado, por más de que el cielo estaba despejado. Cuadras muy oscuras con todos los negocios absolutamente cerrados o abandonados. Uno de ellos tenía una puerta entreabierta y al pasar por al lado vislumbramos rápidamente el interior: había una barra al fondo, estaba oscuro y sucio. Solamente había hombres. Dos edificios nos llamaron poderosamente la atención por lo bien cuidados; uno moderno, otro perfectamente restaurado. Serán los únicos edificios de ese estilo que veremos en todo el recorrido, con excepción de algunos albergues transitorios. Ya por la calle Sáenz Peña desaparecieron las mujeres en las esquinas, pero aumentaron los albergues transitorios. Contamos mínimo uno por cuadra.

Ya era hora de volver para realizar la segunda parte del recorrido en auto. Volviendo a pasar por algunas calles vimos más presencia policial, nunca quieta, siempre “ejerciendo el deber”; esta vez, entrando a un local en la esquina de Santiago del Estero y

6

Mapa 1 – Recorrido a pie y en auto. Fuente: elaboración propia en base a Mapa Interactivo de Buenos Aires.

Pavón. Finalmente, en la esquina donde comenzó el recorrido, había otros dos policías y un hombre que parecía vivir en la calle y estar bajo efectos del alcohol. El hombre discutía con ellos de forma pacífica y los policías lo rodeaban con aire prepotente.

El recorrido en auto fue completamente diferente, ya que elegimos hacerlo superando algunos límites de la “zona roja”. En las calles Salta y Garay volvimos a ver algunas de las cosas que ya señalamos en la recorrida a pie. Sobre Humberto Primo y Combate de los Pozos (2 y 4 cuadras superando los límites de la zona roja establecidos respectivamente) todo cambió: más gente caminando, con bolsas de compras o paseando mascotas. Se redujo la cantidad de gente durmiendo en la calle. Desaparecieron las mujeres en las esquinas y los hoteles.

Un dato importante para aclarar es que decidimos no sacar fotografías de nuestro recorrido. Esto fue decidido así ya que, por un lado, no nos pareció correcto sacar fotografías a las prostitutas por motivo de respeto a su intimidad y, por otro lado, tenemos plena conciencia del peligro que involucra la fuerte presencia policial ya que pueden sentirse amenazados, perseguidos y/o cuestionados y tomar algún tipo de represalia.

Análisis del relato: las marcas de la territorialización

En total contabilizamos alrededor de quince aparentes prostitutas a lo largo de un recorrido que apenas superaba los quinientos metros de extensión, una cifra increíblemente alta y que nos hace corroborar que efectivamente es un territorio donde la prostitución se desarrolla a gran escala. Lo segundo que nos llamó la atención, fue descubrir que todas las situaciones observadas estaban sucediendo a plena luz del día. Según el texto de Ribeiro los territorios de la prostitución se caracterizan, entre otras cosas, por una fuerte dicotomía entre el día y la noche, la cual, finalmente no pudimos observar tan tajantemente. La prostitución pareciera estar habilitada y en servicio las veinticuatro horas del día, sin ocultarse ni tener reparo en quiénes circulan por las calles. Sin embargo, también suponemos que estas actividades se intensifican durante la noche de forma exponencial.

Otra de las cosas que esperábamos encontrar en el recorrido era una alta presencia de albergues transitorios ya que, por un lado, como mencionamos con anterioridad, es otra de las características que señala Ribeiro como propia de los territorios de la prostitución (soporte de la actividad) y por otro lado, porque conocíamos de antemano la supuesta presencia de algunos de ellos gracias al mapa que mostraremos a continuación:

7

Como se puede observar, deberíamos habernos encontrado con al menos ocho albergues transitorios. Encontramos muchos edificios que se denominaban “hoteles”, pero solamente tres de ellos tenían un cartel u otro elemento físico que los identificara como albergues transitorios. Por lo tanto suponemos que varios de esos supuestos “hoteles” en realidad corresponden a albergues transitorios.

Este tipo de albergues son completamente legales en la ciudad, sin embargo, varias de las supuestas prostitutas que encontramos, estaban paradas en la puerta de estos lugares, por lo tanto significa que parte del ejercicio de la prostitución se desarrolla en ellos, volviéndolos cómplices de la misma. Todo esto sin contar muchos “bares/boliches/cafés” que, habilitados o no, cumplen la misma función. Algunos de ellos están más escondidos, pero otros son famosos en el barrio y son conocidos por todos, inclusive por la policía y agentes del gobierno5.

Hasta ahora hemos enumerado las diferentes características de la territorialización de la prostitución en la zona roja que delimitamos, la cual comprobamos que tiene límites muy marcados por la ausencia del agente de la territorialización (las prostitutas) y por el cambio abrupto de usos del suelo (deja de haber albergues transitorios y “bares”) fuera de ellos. Pero entendimos que existe otra territorialización, en relación con la que es objeto directo de estudio de nuestro trabajo, aún más poderosa, a la que la prostitución se ve subsumida: la territorialización de la policía. Entendiendo que en un mismo terreno puede haber múltiples territorios (multiterritorialidad), es vital pensar la relación que existe entre estos dos actores que comparten un mismo lugar físico. Las tres veces que vimos a la policía, estaba ejerciendo su poder como autoridad: una infracción, “hablar” con un hombre que parecía “alterar el orden” y entrar a inspeccionar un lugar. Al mismo tiempo, omitían la presencia de las prostitutas, sin actuar al respecto. Esta coexistencia presencial de ambos agentes nos hace pensar en que hay una relación donde la policía permite (es el agente de territorialización más poderoso, por eso puede ejercer la inclusión/exclusión por sobre el resto) que haya presencia callejera de prostitutas, que se desplieguen los “bares” y no investiga la presencia de terceros vinculados con los prostituidos.

5 Ver “En el sitio Salí Seguro del gobierno porteño figuran cinco prostíbulos”, Tiempo Argentino, 27 de

septiembre de 2010. En: http://tiempo.infonews.com/notas/sitio-sali-seguro-del-gobierno-porteno-figuran-cinco-prostibulos

8

Mapa 2 - Señalización de albergues transitorios del barrio de Constitución. Fuente: Albergues Online

Finalmente, entendimos cómo las prostitutas, como estrategia mediante la cual controlan el terreno, ejercen una apropiación simbólica de la calle. Son indistinguibles: más allá de compartir un patrón de vestimenta sugestiva, es su forma de estar presentes la que las hace inconfundibles. Paradas, esperando, observando un potencial cliente.

CONCLUSIONES

A partir de lo visto anteriormente lo primero que podemos concluir es que dentro de la territorialidad de la prostitución hay otras territorialidades que la configuran. Estas territorialidades son las establecidas por los agentes, principalmente la policía y las prostituidas.

Estas dos territorialidades no van en paralelo, sino que se entrecruzan. Entre ellas existe una fuerte relación que es la principal causa por la que la actividad continua desarrollándose con total impunidad. Esta es una relación de poder por la cual la policía avala el ejercicio de la prostitución a cambio, muchas veces, de sobornos o favores (“caja negra”). Las prostituidas se benefician ya que les permiten ejercer su actividad y, a la vez, son protegidas por la policía frente a denuncias, amenazas o ataques. Además, les permiten desarrollar aún más su territorialidad al controlar la presencia de prostituidas nuevas que pueden representar una competencia para las que ya están instaladas en el barrio. Esta relación entre las territorialidades no sólo se da en el caso de la prostitución, sino en todas aquellas actividades ilícitas donde la policía es la principal causa que permite que se desarrollen. Así podemos armar una dicotomía entre la territorialización de lo ilegal y la territorialización de la policía.

En lo que respecta particularmente al territorio de la prostitución, repasamos las conclusiones de la información previa, nuestros preconceptos y el recorrido por el barrio. La dinámica aparente entre día y noche no es tan marcada: esperábamos la menor o casi inexistente presencia de prostitutas en el barrio a la hora a la que fuimos, pero al parecer, si bien cambia su intensidad, se mantiene constante el territorio a lo largo de los diferentes horarios. Otro elemento se vio fuertemente estático fueron los límites de la zona roja. Lo que sí no hemos estudiado, por motivos de tiempo tal vez, son los límites de las territorializaciones particulares de cada grupo de prostitutas: hemos concebido como un actor social homogéneo y sin conflictos internos, si bien entendemos que esto no es así.

En el análisis comparativo con las características que Ribeiro menciona para los territorios de la prostitución pensamos cuatro consideraciones. Primero, que la “zona de obsolescencia” no es sólo una condición que permite la prostitución, sino que el desarrollo de la actividad es productor de esa misma obsolescencia; ahonda el proceso de deterioro del barrio. Luego, que la “bohemia” presente en los casos de Ribeiro es ajena a la prostitución y aquí es una actividad derivada prácticamente de ella (si bien hay bailantas, propiamente dichas). En tercer lugar, la dinámica de la zona núcleo y de esta zona no parece repercutir tan tajantemente sobre la dinámica temporal de la territorialización, pero sí sobre el espectro espacial: esencialmente se desarrolla en un área periférica al centro. Finalmente, la función de los hoteles como soporte de la actividad es fundamental para entender que allí se desarrolla la misma.

9

Ya hemos analizado la dinámica espacio-temporal de este territorio y las condiciones del barrio y usos del suelo que con esta territorialización tiene algún tipo de relación que nos explican la dinámica de la actividad en el barrio. Como cierre para este trabajo queremos hacer énfasis en dos cuestiones, una ya explicitada y otra que nos pareció fundamental para entender como es la apropiación del terreno por parte del agente de la prostitución. Para cualquier tipo de política pública o para que cualquiera que desee influir para cambiar la situación actual de la prostitución en el barrio es necesario entender que el actor más comprometido es la policía: sin entender la territorialización de la policía hay una parte de toda actividad ilegal que no se está viendo.

Por último, todo este conjunto de relaciones sociales y de poder permite la construcción de un fuerte sentido de lugar con respecto al barrio: en toda la ciudad y sus alrededores, Constitución es famoso por su zona roja. La territorialización de la prostitución es tan fuerte que ha creado un imaginario sobre el barrio que afecta a la vida diaria de las personas. Tomando como parámetro las expresiones de topofilia y topofobia de Yi Fu Tuan, podemos explicarnos mejor. Hay una suerte de topofobia generalizada con respecto al barrio, ya que la prostitución en conjunción con otras actividades (venta y consumo de drogas, por ejemplo) genera que se evite al barrio por varios sectores de la sociedad que tal vez nunca han ido allí. Por otro lado, quien piense en consumir los “servicios” ofrecidos por las prostitutas saben que Constitución es un claro lugar de referencia para ello (si bien pueden elegirlo o no); y también lo saben más allá de si alguna vez han visitado el lugar o no.

Bibliografía

- Benedetti, Alejandro (2011), “Territorio: concepto integrador de la geografía contemporánea”. En: Souto, P. (coord.). Territorio, Lugar, Paisaje. Prácticas y conceptos

10

básicos en geografía. Colección Libros de Cátedra, Buenos Aires: Facultad de Filosofía y Letras, UBA, pp. 11-82.

- Corrêa, Roberto Lobato (1995) Espaço: um conceito-chave da Geografia. Em: Geografia: conceitos e temas, Elias de Castro, Iná; Paulo Cesar da Costa Gomes, Roberto Lobato Corrêa (org.), Rio de Janeiro: Bertrand.

- Livingstone, D. (1992), "Una breve historia de la Geografía". En: A. Rogers, A., H. Villes, A. Goudie, (eds) The Student´s Companion to Geography. Londres: Blackwell, pp.27-35 [Traducción interna de la cátedra de Pensamiento Geográfico, Universidad Nacional de Córdoba]

- Ribeiro, R. (1996) Territorios da portitução nos espaços públicos da área central do Rio de Janeiro. En: http://campus.filo.uba.ar/pluginfile.php/132779/mod_resource/content/6/Ribeiro%20%281996%29%20Territ%C3%B3rios%20da%20prostitui%C3%A7%C3%A3o%20nos%20espa%C3%A7os%20p%C3%BAblicos%20RJ.pdf

11