TERCER DOMINGO DE CUARESMA4 de marzo de 2018

Tercer Domingo de Cuaresma4 de marzo

Evangelio: Jn 2,13-25 “Se acercaba la Pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén. Y

encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas en sus puestos. Haciendo un látigo con cuerdas, echó a todos fuera del Templo, con las ovejas y los bueyes; desparramó el dinero de los cambistas y les volcó las mesas; y dijo a los que vendían palomas: «Quitad esto de aquí. No hagáis de la Casa de mi Padre una casa de mercado.» Sus discípulos se acordaron de que estaba escrito: El celo por tu Casa me devorará. Los judíos entonces le replicaron diciéndole: «Qué señal nos muestras para obrar así?» Jesús les respondió: «Destruid este Santuario y en tres días lo levantaré.» Los judíos le contestaron: «Cuarenta y seis años se han tardado en construir este Santuario, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?» Pero él hablaba del Santuario de su cuerpo. Cuando resucitó, pues, de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho eso, y creyeron en la Escritura y en las palabras que había dicho Jesús. Mientras estuvo en Jerusalén, por la fiesta de la Pascua, creyeron muchos en su nombre al ver las señales que realizaba. Pero Jesús no se confiaba a ellos porque los conocía a todos. y no tenía necesidad de que se le diera testimonio acerca de los hombres, pues él conocía lo que hay en el hombre.”

«DESTRUID ESTE SANTUARIO Y EN TRES DÍAS LO LEVANTARÉ.»

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El problema del agua

Algunos estudios advierten que, en algunas décadas, podemos llegar a un serio problema de escasez de agua si no se toman medidas urgentes. Las repercusiones medioambientales podrían afectar a billones de personas; por otro lado, el control del agua por parte de grandes empresas multinacionales puede llegar a ser un importante problema en este siglo. Sin embargo, el acceso a agua potable es un derecho humano básico y universal, ya que es algo esencial para la supervivencia y como tal, es una condición necesaria para el ejercicio de otros derechos humanos. Nuestro mundo tiene una grave deuda social con los pobres que carecen de acceso al agua potable, puesto que se les está negando el derecho a una vida digna, algo que es inalienable.

El agua potable es indispensable para la vida humana, la salud, la agricultura y la industria. En muchos lugares, el consumo de agua excede el suministro sostenible con consecuencias dramáticas a corto y largo plazo. La escasez de agua afecta especialmente a África, donde grandes sectores de la población no tienen acceso a agua potable o tienen sequías que impiden la producción agrícola. Algunos países, tienen zonas con mucha riqueza de agua mientras otros padecen una gran escasez.

El agua se sigue desperdiciando, no sólo en el mundo desarrollado, sino en aquellos países en desarrollo en los que hay abundancia. Esto nos hace ver que el problema del agua, es, sobre todo, un problema educativo y cultural, ya que no hay mala conciencia con ese comportamiento de despilfarro ni conciencia de la situación de desigualdad. El agua NO potable provoca muchas muertes y colabora en la propagación de enfermedades relacionadas con la falta o la mala calidad del agua, incluidas las causadas por microorganismos y por sustancias químicas utilizadas en ciertas actividades mineras, agrícolas e industriales, especialmente en aquellos países que carecen de regulación o de controles adecuados. Los detergentes y otros productos químicos utilizados en muchos países del mundo siguen

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siendo vertidos en nuestros ríos, lagos y mares. El Señor Jesús estaba sediento después de un largo viaje y se detuvo

en un pozo de Samaria y le pidió agua a una mujer que estaba allí (Jn 4). Él es el único que nos puede dar “agua viva” sin necesidad de vasija aunque la fuente está en el interior, en lo profundo. Esta agua es el Espíritu Santo que la concede al que se la pide: “Pero cualquiera que beba de este agua no tendrá sed nunca más, porque el agua que le doy es la fuente de la vida eterna.”

Nosotros, los scouts y guías debemos dar un buen ejemplo en el ahorro del agua y sus recursos.

ActividadMaterial: Papeles azules (la cantidad depende del número de

participantes).Duración: 10 minutos.

Se entregan los papeles a los niños/jóvenes y se les dice que representan todo el agua que hay en el mundo. Los niños/jóvenes tienen que ponerse de pie en los papeles azules sin que sus pies, ni ninguna otra parte del cuerpo, toque el suelo. A continuación se les explica que la mayor parte del agua del mundo es agua salada, los mares y los océanos, y que no puede usarse, directamente, para el consumo humano (aunque puede usarse tras el proceso de desalinización, que es muy caro y precisa un complicado proceso tecnológico). Por ello, se les quita la tercera parte de los papeles azules y se les pide que se recoloquen otra vez, sobre los papeles, sin pisar ni tocar el suelo. La cantidad de papeles quitados dependerá del número de participante, de sus habilidades y de las relaciones en el grupo. Ahora se les dice que hay quitar más papeles, los que representan las aguas subterráneas, en este caso se quitarán pocos papeles, dependiendo de la situación. Cada vez será más difícil para ellos poderse colocar en los papeles. Se puede comentar la situación. Después de la última etapa, se espera a que todos estén sobre los papeles sin tocar el suelo. No importa si lo consiguen o no, se acaba

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la actividad y se sientan todos en círculo. Se comenta sobre el objetivo de la actividad y lo que nos ha mostrado. Animarles a descubrir qué cantidad del agua total del planeta se puede usar para el consumo humano (algo menos del 1%). Revisar entre todos los tipos de agua que hay en el planeta (mares, océanos, glaciares, aguas subterráneas).

(Adaptado del Over Troubled Water: Water as a precondition for development. NaZemi. 2012. p.5.)

Materiales publicados por la CICE