terapia sexual en 25 casos de eyaculación precoz
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JOSE JOAQUIN MIRACentro de Orientación Familiar . INSALUDde Alcoy
precoz
Terapiasexual en
25 casos deeyaculación
cew-enenOe
existe acuerdo al afirmar que entrelas disfunciones sexual es masculinas la eyacu lación precoz (EP) es, si nduda, la de mayor incidencia, manejándose difras de casi un 36 % de prevale ncia en la poblac ión masc ul inaadu lta (Frank y co ls., 1978). En efecto,en nuestra experienc ia la EP es elprinc ipal motivo de con sul ta de losvarones (el 75 % de los diagnósticoses de EP), y la segunda queja en irnportancia numérica del total de casosvistos (e . O. F., 1986).
Pese a este hecho y como es de so bra co noc ido , no hay acuerdo a la ho-
ra de definir los cr i ter ios para diagnosticar una EP. Así , se utilizan criterios como: tiempo de demo ra ent repenetración y eyacu lación (variandodesde 30 sg. a 2,5 ó 10 mn .); númerode movimientos co itales rea l izadosantes de eyacu lación; si el varó n puede controlar su eyacu lac ión durantet iempo su fic iente para la sa tlstac ción orgásmica de su pareja en al menos el 50 % de los intentos co itales;un cri terio exces ivamente vago como"control deseab le a ju icio de lcl in ico» ; o el más simple e individualde ause ncia de control voluntar io so bre el reflejo eyaculador; que sólocoinc iden al rechazar la hi pótesis dela "supe rioridad biológica» sugeridapor Kinsey y co ls. (1948), pero que dejan a juic io subjetivo del profes ionalla capacidad para decidi r qué se considera prob lema y cuándo.
Por este mot ivo es por lo que, ennuest ro caso, co incidimos de modopragmático con la def inición diaqnóst ica por negación de l si ndrome deEP propuesta por Lo Piccolo (1977):"ambos miem bros de la pareja aceptan que la cal idad de sus encuentrossexuales no está inf luida po r la diíi -
cultad para retrasar la eyaculación»,que mod ifica sustancialmente el cr iter io diagnóstico al incluir los deseosy expectativas de la pareja dernandante de ayuda.
El factor crítico en los casos de EPparece ser la falta de aprendizaje dela habilidad para demorar, independientemente del tiempo, el orgasmocuando se está excitado (Perelman,1980). Este défi cit se traduce en unode estos dos puntos: (1 °) o bien elrasgo ese ncial de la EP es la ex istencia de un mecan ismo reflejo dernasiado rápido, por lo que los eyaculadores pre co ces experimentan el orgasmo a un nivel de excitac ión se·xua l inferior al normal (Semans,1956); o (2°), la EP se produc iría comoconsecuencia de una falta de contro lvoluntario sobre el ref lejo eyacul ador, deb ida a un déficit en la retroa limentación del orgasmo y eyacu lación (Kaplan, 1974).
Independientemente de esto, resulta evidente para los profesionalescon experiencia en este campo quelos varones que padecen este slndrome ven afectada su autoestima- especialmente en medios soc ioculturales rurales - ; intentan por di versos medios - en ocas iones muyparticulares - demorar la eyaculación; evitan las relaciones sexuales(frecue ncia de co ito por debajo de lahab itual en esa comunidad), para noverse comprometidos por un nuevo"fracaso» , y, en la terminologia deMaster y Johnson (1970), presentanun claro " rol de espectador».
En res umen, el panorama generales que no hay cr iterios ampl iamenteaceptados para diagnosticar una eya·culación precoz, cada profesionaladopta un criterio según su valoración clinica - aunque todos sepamas de qué hablamos al referirnos ala EP-; no co ntamos con hipótesisclaras y contrastadas sobre la etiol ogia y los factores que contribuyen almantenim iento de la EP, y, por últimoen nuest ro caso particular, no disponemas de datos sobre poblaciónmascu lina española con EP.
Al objeto de aclarar algunos de es tos aspectos de la EP, nos proponernos en este t rabajo:
a) Revisar las princ ipales hip ótesis sobre los fac tores que inciden enla génesis y mantenimien to de la EP,intentan to verificarlas en nuestra po blac ión;
b) Aproximarnos a cómo es vividala EP en nuestro medio cultural , y
e) Revisar las técnicas terapéuticas más usuales en el tratamiento dela EP.
Ll
Revisando la bibliografía sobre el
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EDAD LATEN. POSICIONES FP. REL MET. ANT. QUEJA MUJ. OTROS COMENTARIOS
TABLA N° 1. RELACION DE CASOS TRATADOS.
---------27
39
23
30
27
3345
44
2434314728433438
182921455524203344
3
2
3
2
5
525122I5
155532I32
Fem. inl.
Fem .lnf.
Varias
Fem .lnf.
Fem .lnl.
VariasVariasFem . Inl.Fem . Inl.Fem. In!.Fem.lnl.Fem . Inl.Fem . Inl.
Fem . lnf.Fem. Inl.Fem . Inl.Fem.lnf.Fem.lnl.VariasVariasVariasVarias
2-3 C.1.
11M C.1.
3-4 Natur.
1-2 C.1.
1-2 Condón
C.1.
C.1.
2 Condón3-4 Condón11M C.1.2-3 Anov. Diu .2-3 Condón2 CondónE Ninguno
11M Condón
1 Ninguno1 C.1.1 C. 1.
3-4 C.1.1 C.1.2 C.1.
2-3 Ninguno3 Co ndón
1-2 Co ndón
Anorgasm. Varón no quiere ir aconsulta
Anorgasm. Varón dice que elproblema es de suesposaVarón no qu iere ir aconsulta
Anorgasm. Varón no quiere ir aconsu ltaVarón dice que elproblema es de suesposaVarón no acudeNo desean t ipo deterap iaNo qu iere que sumujer "lo sepa»
Anorgasm. Abandona terapiaAbandona terapia
Fob. Sex o Abandona terapia+
Anorgasm. ++
Vag inismo +Anorgasm. Genera impotencia,
probotratados +Anorgasm. +Anorgasm. +Anorgasm. +
++++++
cía sex ual. La latencia de la eyacu laci ón correlaciona negat ivamente conla duración del período de abstinencia sexual de l varó n.
7.) Los eyaculadores precocesmuestran períodos prolongados deabsti nenc ia sexual. Tienen relaciones sexuales co n menos frecuenciaque los varones fu ncionales.
8.) No hay diferencias, entre varones co n EP, en razón de edad u otrasvariab les socioculturales.
9 .) La posición coi tal más frecuente en parejas con varones disfuncionales a causa de EP, será la femeninainferior.
10.) El método anticonceptivo másutilizado por varones con EP será elco i tus interruptus o el uso de preservat ivos.
Las recomendaciones terapéu t icasincluirán: o bien el uso de la técnicade la compresión (Master y Jo hnson,1970), o el procedimiento de parada marcha (Semans, 1956), junto a lasinst rucc iones de aumen tar la frecuencia de relac iones sexuales-ap rox imadame nte a 3veces/semana- e insistir al varón enque debe ate nde rse a las señales deexcitación de su c uerpo y no intentardesviar la atención de las mismas para no alcanzar el nivel de excitac iónque -como ya conoce- dispara elreflejo eyaculador.
cl ón.
Edad en años.Latencia en minutos menos cuando se indi ca J = inte ntos penetra-
Pos ic iones: varias o preferen temente femenina inferior.Frecuencia de relac iones: x/semana, excepto cuando se indica xlmes
o E = espor ádicasMétodo ant iconcept ivo: C. 1. = co itus interruptus.
- Otros métodos comentaios: + = resultado exitoso de la terapia.
CLAVE:
tema encontramos diferentes hipótesis sobre la ocurrencia de la EP. Algunas de estas hipótesis han sido ya rechazadas en estudios experi mentales y sólo se comentarán brevementepara conoc im iento de l lector, otrashan sido parc ialmente confirmadas yestudiaremos si ocurren en nuestrocaso y, por último, de otras sólo con tamos con indicaciones de su ocurrencia e intentaremos conocer suefecto real. Las hipótesis a las quenos refe rimos son :
1.) Los eyaculadores precoces seexc itan con más rapidez que los varones normales.
2.) En cond ic iones normales, los
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eyaculadores precoces muestransiempre niveles de excitac ión mayores a los de los varones func io nales.
3.) Los eyacu ladores precoces están exc itados sexual mente en mayornúmero de situaciones potencialmente sexuales que los varones funcionales.
4.) Los eyaculadores precocesevalúan sus niveles de excitación sexual con menor acierto que los no rmales.
5.) Los eyacu ladores precoceseyac ulan estando me nos excitadosque los varones funcionales.
6.) La eyac ulación ocurre más rápidamente tras un período de absti nen-
En la tabla nO1 puede verse los datos sobre edad , latencia de la eyaculación, pos ic iones coitales, frecuenc ia de rela ciones sexuales , métodoanticonceptivo ut i li zado pre ferentemen te, que ja asociada en la mujer yotros comentarios -como por ejemplo, si la tera pia res ultó exitosa,abandonos u otros- ob tenidos en laentrevista c línica de los 25 primeroscasos de EP atend idos en la consultade terapia se xual del Ctr. de Or tentación Famil iar dellNSALUD en Alcoy.
Los casos se presentan ordenadosen base a los comentarios que de losmismos se realizan.
En la tabla nO2 se detalla las freocuenc ias observadas en cada una delas var iab les a estudio, según di fe·rentes intervalos.
Por úl timo, en la tabla n? 3 se expl i·can los resultados de la terapia sexual realizada según el modelo propuesto por Semans (1956). Como SE
puede ver, de los 25 casos entrev istados solo en 19 fue posib le el tra tamiento; de éstos, en 14 casos la terapia resu ltó ex itosa (criterio uti l izadolatencia de la eyaculac ión igualo super ior a 11 mn ., junto a la no preocupac ión de la pareja por el reflejo eyaculador).
TABLA N° 2. DETERMINANTES CIRCU NSTANCIALES·MEDIDOS
CLAVE:1= Intentos de penet ración.x/se mana, excepto.x/mes o E =esporádicas.C. 1. =coit us interruptus.
------------C. 1. = 11Na!. =1Condón =8Anov. + Diu = 1Ni nguno =3No datos =1
MET. ANT.FR.REL.
lIM =31·2 =112·3 =53-4 =3E = 1No Dat =2
POSICIONES
Fem. lnl. =15Varias =7No hay Dat =3
LATENCIA
1= 3- 1 =2- 2 = 7- 3 = 4-5 =7No D = 2
EDAD
16-20 = 221-25 = 426·30 = 531·35 = 536-40 = 241-45 =546·50 = 151·55 = 1
Una vez expuestos tanto aspectosteóricos sobre la EP, como clín icosde 25 casos de EP, vamos a ver si secorresponden unos co n otros, co n laintención teórica de validar o recha·zar, en nuestra muestra, las hipótesisque sob re la ocurrencia de la EP habiamos reseñado, siendo conscientes de que no podemos generalizarlas conclusiones -por razonesmetodológicas- , pero con la intención de aproximarnos mejor a lo partlcular de nuestra comun idad .
Un segu ndo punto, al que prestaremos atención, será conocer, en basea los datos recog idos, las actitudesde hombres y mujeres ante la EP, y,un tercero, repas ar algunas de lasco ndiciones para la terapia.
Las ci nco primeras hipótesis a lasque alud imos fueron puestas a prueba experimentalmente, cont rola ndoco n exacti tud la respuesta de exc i tació n sexual masculina mediante unplest imógra fo cuyo term ina l era elextensímetro de mercurio de Geer(1980), por Spiess, Geer y O'Donohue(1984), quienes l lega ron a la conclu sión de que las hipótesis 1, 2, 3, y 4no obtenian validación y deb ian serrechazadas.
Por tanto, seg ún estos autores, loseyacu ladores precoces no se di tereneran de los varones func ionales encuan to a: rapidez en lograr excitación, intensidad de los niveles de excitación yen el acierto al term inar elnivel de excitación ante imágenes deexci tac ión sexual.
Hay que hacer la aclaración de queeste estudio de corte exper lrnentalista conlleva las limitac iones prop iasde lo artif ici al de la sit uac ión, por loque la noción de Kaplan sobre la írnpo rtan cia de la ret roal imentac iónsensorial de las seña les premonit oras de orgasmo no necesariamentedebe ser descartada en base a sus re·su ltados -como una primera lec turapudiera suger ir - , ya que, como esto s mi smos autores indican, tal y como se desarrolló el expe rimen to estaidea no fue co ntrastada en los t érrnínos exp uestos por Helen Kaplan(1974).
La hipótesis número 5 si que rec iobl ó, en cambio. con firmac ión experimenta l en es te es tudio. Esta hip ótesis af irma que los eyaculadores precoces eyacul an estando menos exc itado s que los varo nes funcionales.Esta idea co incide con la noción deSemans (1956), sobre la EP, que, hasta la fecha, só lo habia recibido contrastac ión al responder la EP a la t écnic a terapeúti ca ideada por Semanssegún su cr iter io sobre la et iologíadel prob lem a. Su razon amient o esque la técnica de parada-marcha Iacl -
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mas en la tab la número 2, lo que hasido confirmado en múltiples ocas iones (Master y Johnson, 1970; Kaplan,1974), por lo que la hipótesis 8 es v állda en nuestro caso .
En algo más del 67% de los casosla pareja mant iene relaciones coita les preferentemente (o únicamente)en la posición femenina inferior, loque valida la hipótesis número 9. Denuevo, las ins trucc iones durante laterapia de modi ficar este tipo de posic ión se ven contrastadas.
Por último, los métodos ant iconcept ivos util izados más frecuente-
lita que paulat inamente el varón disfuncional alcance un nivel de exc itación mayo r sin llegar a eyacular. Tanto nuestros datos clín icos como losde otros autores (Perelrnan, 1980)coinciden al afirmar la eficacia de latécnica y, en pri ncipio de rebote , lavalidez de la hipótesis núme ro 5.
En cuan to a las hipótesis 6,7,8 Y9,ya no se puede habla r de estud ios decorte experimental puesto que la recolección de los datos se basa en laentrevista, con las limitac iones queello con lleva. El estudio de Spiess,Geer y O'Donohue afirma la validezde la hipótesis número 6 y en nuestraexper ienc ia parece confirmarse queun aumento en la frecue ncia de relaciones sexuales va acampanado deuna mayor demora en la respuesta deeyaculación. En nuestros datos , lademora de la eyacu lac ión promedioes de un minuto y medio al comienzodel tratam iento -como media- y lafrecuencia de relaciones aproximadamente igual a 2 veces/semana; al finalizar la terapia en los casos controlados , la frecuencia de relaciones se sitúa ent re 3 ó 4 veces/semana, y la demora es superior a 11 mn., (record émas uno de los dos cr ite rios de éxi tode la terapia). Obviamente este datono es sufi ciente como para poderaf irmar la hipótesis 6, pero si queaporta una conclus ión para el proce so terapéutico, a saber: la instrucciónal paciente de que debe aumentar la
frecue ncia de relaciones sexualesque, por otra parte, en muchos casosse ve disminuida por el miedo del ver ón disfuncional a un nuevo «fracasan.
La hipó tesis número 7 sí que puede constrastarse en nuestro caso conmenor probabi lidad de error, puestoque la frec uencia de relac iones sexuales es - en el 70% de los casosvistos- inferior a 2 veces/semana, ysólo en un 13%, se llega a una freocuenc ia de entre 3 ó 4 veces/sema na.
La EP ocurre, efectivamente, conindependencia de la edad, según ve·
TAB LA N° 3. RESU LTADOS TERAPIA SEXUAL
SOB RE UN TOTA L DE CASOS ATEND IDOS .Casos en los que acud e pareja femenina . .Casos en los que acude pareja masculina . . . . . . . . . . . . . .Casos en los que el varón no cons ide ra problema E. P..Casos en los que el varón co nsidera E. P. pro blema . . . , .QUEJA INICIALMujer se queja de no experimenta r orgasmo en co i to . . . . . .E. P. más ot ras qu ejas en pare ja feme nina que no se co nf irman en diagnós t i-ca .E. P. más otra que ja en parej a femeni na que si se confirma en diagnóst ico ..E. ~ .CASOS EN TERAPIA SEXUAL .No se desea terapi a sex ua l tras d iagnósti co y exp licac ión terapiaVarón no desea que pareja femenina se ent ere de su E. P .Abandon o terap ia o no pos ibil idad de co ntro l f inal .Compl icacio nes dur ant e la terap ia .Terapia term inada con exi to (incluido caso con complicac ión) . .
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34
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mente so n el co itus interruptus y elpreservativo, sin embargo . los datosno so n en abso lut o co nc luyentes.puesto que co inciden con las pre ferenc ias de la población general (JNE.1978) Y no son parti culares de estamuest ra clin ica.
Menc ión aparte merecen ot ros aspec tos de los 25 casos atendidos enla co nsulta . Como se ve en la tab la nO3, del total de 25. en 24 (yen ese ot rono por dese o de la mujer, sino porexigencia del varó n) acude siempre lamujer a la consulta; curiosamente. encambio. sólo 21 varones pudie ron serent revis tados al menos una vez. Deéstos 21, 2 no con sideraron que la EPfuera un problema (en uno de los casos con una f recue nc ia de relacionesig ual a 1 vez/mes y una demora de laeyac ulaci ón aproximada de menos dedos minu to s) y 19 lo vieron como a reso lver para mejorar la ca lidad de la relación de pareja.
De los 19 casos en terapia sex ual ,1 no deseó el fo rmato de terapia sugerido por cuestiones de for mac ió ncult ural, ot ro acu d ió solo y se negó adar datos perso nales (ya lo hemos comentado), y en 3 casos se prod ujo unabandono de la te rap ia en di ferentesmomentos de la misma, por lo que nose dispone de datos sobre si fue ef icaz o no el tratamien to; en el resto, laterapia resultó exitosa.
Es de destacar, en este mismo sen tid o, que la que ja inic ial en 4 de loscasos fuera que la mujer no expe ri mentara el orgasmo y no la rapidez eneyacular del varón, siendo además lamujer quien afirmaba ese extremo.En 3 casos se produce una doble que ja, anorgasmi a y EP, Y só lo se cont irma la EP. En 4 casos, tanto la mu jercom o el hombre experime ntan unt ras torno ps icosexua l (vaginismo yEP; orgas mia y EP). Y, en 14, el tras torno diag nos ticado.y el motivo de laconsul ta era la EP.
Ciertamente hemos observado unafalta de informac ión importante sobre el comportamiento sexual dehom bres y de mujeres y una cierta resistenc ia a acep tar que el varón suf raun trastorno ps icosexual, cosa queparece que s i oc urre a una mujer esmenos pro blemático soc ialmente.Como puede verse en la tabla nO2. incl uso en dos casos el varón se negó aaceptar la solic i tud de la mujer para ira la co nsulta y el juici o diagnóstico,cons ide rando su co mp ortamiento sexual normal, independientemente dela satisfacc ión de la pareja.
para terminar con esta exposic ión .repasaremos algunas cuestiones relac ionadas con la terapia.
En primer lugar, queda demostrada- como en otros artículos (Kaplan,1974; LoPiccolo. 1977; Hagan. 1978;Perelman. 1980)- la eficac ia de la
técn ica de Semans como pro cedi m ient o terapeúti co en los caso s deEP.
Apart e de esto. es de desta car qu elas instrucc iones de con centrarse enlas sensac iones del propio cuerpo.como la de aum entar la frecuenc ia derelac io nes sexua les y el co nt ro l sobre las posiciones coi tales. son dec is ivas para el éxi to de la terapia .
En resumen y por diferent es caminos . pod emos co nc luir que los varones con EP eyaculan si n estar comopletamen te exc itados, que - para laterap ia- se debe explorar los ni velesde excitación que pro vocan su eyacu lac ión, la frecu encia de activi dad sexual. la relac ión de és ta con la demora en eyac ular. el método anti concepti vo, que deberá vari ar si es el coi tu sinterrup tus y, como recomendac iónterapéuti ca, la técnica de paradamarch a prop uesta por Semans.
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