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Teoría y práctica transdisciplinaria para la conservación con ejemplos para Latinoamérica El estudio de la salud de la fauna silvestre

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  • Teora y prctica transdisciplinaria para la conservacin con ejemplos

    para Latinoamrica

    El estudio de la salud de la fauna silvestre

  • Fernando nassar-MontoyaVictoria Pereira-Bengoa

    2013

    Teora y prctica transdisciplinaria para la conservacin con ejemplos

    para Latinoamrica

    El estudio de la salud de la fauna silvestre

  • El estudio de la salud de la fauna silvestreTeora y prctica transdisciplinaria para la conservacin con ejemplos para Latinoamrica

    Fernando nassar-Montoya Victoria Pereira-Bengoa

    Editorial: Consejo Profesional de Medicina Veterinaria y de Zootecnia de Colombia - COMVEZCOL

    Primera edicin, Bogot 2013300 ejemplares

    ISBN: 978-958-57022-2-6

    Correcin de estilo, diseo, diagramacin e impresinCharlies Impresores [email protected]

    Proyecto patrocinado porEl Consejo Profesional de Medicina Veterinaria y de Zootecnia de Colombia - COMVEZCOL

    Con el auspicio deLa Academia Colombiana de Ciencias Veterinarias

    Calle 101 No. 71A-52, Bogot, D.C., ColombiaTelefax: 643 4135 - 226 6741 - 226 6722www.comvezcol.org - [email protected]@comvezcol.org

    Las ideas expuestas en este libro son responsabilidad exclusiva de los autores.

  • A nuestros padres, hijos, tos y tas que nos apoyaron.

    A el Consejo Profesional de Medicina Veterinaria y de Zootecnia de Colombia - COMVEZCOL

    por el patrocinio

  • | 11 |

    Abreviaturas empleadas en el libro 21Presentacin 22Prefacio 23

    Captulo 1 27SALUD Y CONSERVACIN 27

    LA CRISIS AMBIENTAL 29PRDIDA DE LOS HBITATS 32

    Deforestacin 32Fragmentacin e intervencin 33Trampa ecolgica 34

    CONTAMINACIN 34Contaminacin y la vida silvestre en Colombia 36

    INVASIN DE ESPECIES EXTICAS 37USO NO SOSTENIBLE DE LOS RECURSOS 42

    Presin por el consumo de subsistencia 42Comercio legal e ilegal de fauna 43

    CAMBIOS CLIMTICOS GLOBALES 46Temperatura y precipitacin 47Radiacin 48Informacin sobre el clima y cambio climtico en Colombia 48

    DINMICA Y EMERSIN DE ENFERMEDADES 48EL CONCEPTO DE LA SALUD EN LA CONSERVACIN 52

    Aproximacin a la salud de la fauna 52La integracin de la medicina a las acciones para la conservacin 61

    Contenido

  • Fernando nassar-MontoyaVictoria Pereira-Bengoa

    El estudio de la salud de la fauna silvestreTeora y prctica transdisciplinaria para la conservacin con ejemplos para Latinoamrica

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    El problema de la causalidad en la salud de la fauna 63De la teora a la prctica en la integracin de la medicina a la conservacin 65

    Captulo 2 69EL ESTUDIO DE LA SALUD EN NIVELES 69

    FORTALEZAS Y BARRERAS PARA EL ESTUDIO DE LA SALUD DE LA FAUNA 71El valioso conocimiento segmentado 71Integracin del conocimiento 72El consenso tico 74La bioseguridad 88

    DISEO DEL ESTUDIO DE LA FAUNA POR NIVELES 93Comprensin de las responsabilidades en el estudio de la fauna 93El equilibrio dentro del estudio 97

    ANLISIS DE LA INFORMACIN 110Procedimientos 110Pruebas estadsticas 112Modelos 113Herramientas para el anlisis de riesgo 114

    APLICACIONES DEL DISEO DE ESTUDIO DE LA SALUD DE LA FAUNA 120Planeacin de programas de investigacin en salud de la fauna 120Estudios de impacto ambiental 125Proyectos de rehabilitacin y liberacin de fauna 128Proyectos traslocacin de fauna 130

    Captulo 3 131EL HBITAT 131

    LA SALUD Y EL ESTUDIO DEL HBITAT 133CARACTERIZACIN DE LA ACTIVIDAD ANTRPICA LOCAL SOBRE LA FAUNA Y SUS ECOSISTEMAS 137

    Aproximacin a las actividades humanas y el uso de los ecosistemas 137Identificacin de los planes de organizacin territorial y planes de manejo ambiental locales 140Identificacin de programas de salud animal y salud pblica 141

    ESTRUCTURA Y CARACTERSTICAS FSICAS DEL HBITAT 143INFORMACIN GEOGRFICA 153

  • | 13 |

    CONTENIDO

    Sistemas de posicionamiento globlal (GPS) 153Imgenes 156Planos 156Fotografas 158Imgenes satelitales 159

    MONITOREO DEL ESTADO DEL TIEMPO Y CLIMA 160Informacin meteorolgica y climtica 160Climatogramas 161Medicin meteorolgica en el sitio de estudio 162

    COMPONENTES TXICOS 165Investigacin toxicolgica forense de eventos en fauna 166Ecotoxicologa del comportamiento 167

    Captulo 4 169COMUNIDADES Y POBLACIONES 169

    POBLACIONES Y COMUNIDADES 171LAS COMUNIDADES DE PARSITOS 176

    Microparsitos y macroparsitos 181INVERTEBRADOS: VECTORES Y ALIMENTO 189

    Captura de invertebrados: vectores y alimento 191COMUNIDADES DE FAUNA NO PARASITARIA 193

    Evaluacin de la comunidad 193Utilizacin de especies focales en el estudio de la salud de la fauna 195Inventarios y censos 195Avistamiento 196Captura de animales 196

    EVALUACIN DE ESTRS EN LA POBLACIN O COMUNIDAD: ASIMETRA FLUCTUANTE (AF) 196METAGENMICA 199

    Captulo 5 201INDIVIDUOS 201

    EL ANIMAL 203Debe o no importar en el muestreo? 203Seleccin de la especie y muestreo: oportunidad vs. necesidad? 206

  • Fernando nassar-MontoyaVictoria Pereira-Bengoa

    El estudio de la salud de la fauna silvestreTeora y prctica transdisciplinaria para la conservacin con ejemplos para Latinoamrica

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    BIENESTAR Y COMPORTAMIENTO EN EL ESTUDIO DE LA SALUD DE LA FAUNA 208Restriccin ambiental: alteracin de la conducta, frustracin y aburrimiento 210Trastornos cualitativos del comportamiento 211Trastornos cuantitativos del comportamiento 212

    EL ESTRS 212APLICACIN DE LA MEDICIN DEL COMPORTAMIENTO EN EL ESTUDIO DE LA SALUD DE LA FAUNA 215

    Medicin del comportamento para la evaluacin de la salud 216Procesos preliminares: conociendo las posibilidades y limitaciones 216Los objetivos 218Mtodos de observacin 218

    CAPTURA DE ANIMALES 236Reptiles 236Voladores (quirpteros y aves): redes de niebla 237Trampas para aves acuticas 237Trampas mamferos terrestres 238Restriccin fsica 238Dardos y restriccin qumica 238Marcaje 240

    DIAGNSTICO CLNICO 241Hematologa y qumica sangunea 241Pruebas inmunolgicas 242Muestras para parasitologa y microbiologa 250

    Referencias citadas 253

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    ndice de FigurasFigura 1. Propuestas gubernamentales para la reutilizacin de las tierras colombianas a partir

    de su vocacin y uso (millones de Has). A. Gobierno lvaro Uribe, B. Gobierno Juan Manuel Santos. Modificado de Arias-Leyva (2007) y Departamento Nacional de Planeacin (2011). 31

    Figura 2. Organizacin jerrquica tradicional y propuesta holrquica actual por parte de diferentes corrientes para la integracin de la salud animal, humana y ecosistmica. 56

    Figura 3. Algunas probabilidades de aplicacin del concepto de la salud de la fauna a partir de tres arreglos de la salud (salud tradicional, Una Salud y Medicina de la Con-servacin) analizados con la ayuda de diagramas de Euler 58

    Figura 4. La salud ecolgica puede visualizarse como el resultado de la interaccin de tres dimensiones: conocimiento (acadmico y tradicional), humana y ambiental. 59

    Figura 5. Elementos de la salud de acuerdo con la dimensin y organizacin de la vida. 60

    Figura 6. Integracin de los niveles de organizacin en la medicin de la salud de la fauna en un ecosistema. Las actividades antrpicas pueden alterar la estructura y funcin en los diferentes niveles. 61

    Figura 7. Posibles interacciones entre causas componentes y sus relaciones a partir del modelo multicausal de la produccin de una enfermedad de Rothman y Greenland. Modificada de Rothman & Greenland 2005. 65

    Figura 8. Ordenamiento de las motivaciones para el estudio de la fauna, de acuerdo con el valor que representa el animal para el objetivo de estudio. 67

    Figura 9. Aproximacin unidisciplinaria a los diferentes elementos y relaciones del ecosistema, que deriva en la generacin de conocimiento segmentado que puede compartirse de manera limitada segn las intereses y necesidades individuales. 72

    Figura 10. Modelos de trabajo grupal transdisciplinario e interdisciplinario. Estos no son excluyentes, la aplicacin de uno u otro depende de la capacidad de compresin, los intereses, recursos, necesidades y objetivos. 73

    Figura 11. Efecto de la forma de negociacin durante la aproximacin a una problemtica en grupos interdisciplinarios. 75

  • Fernando nassar-MontoyaVictoria Pereira-Bengoa

    El estudio de la salud de la fauna silvestreTeora y prctica transdisciplinaria para la conservacin con ejemplos para Latinoamrica

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    Figura 12. Diagrama que muestra el peso que debe tener el bienestar del animal en los estudios y acciones para la conservacin y salud pblica. El rea oscura representa los procedimientos que no se deberan llevar a cabo debido a que involucran impacto inaceptable sobre el bienestar animal o porque representan bajo beneficio para la conservacin. Modificado de Martin & Bateson (1986). 85

    Figura 13. Paradoja del rehabilitador de fauna decomisada por las fuerzas opuestas creadas por los intereses humanitarios y de conservacin con respecto a la liberacin de animales en el medio natural. Fuente: F. Nassar-Montoya. 87

    Figura 14. Visualizacin de las relaciones entre el agente, el ambiente y el animal, en el estudio de la salud de la fauna. 97

    Figura 15. Diagramacin del ecosistema (E) como un conjunto compuesto por la fauna (F) y otros elementos biticos y abiticos (FC). F se compone a su vez de Agentes (A), Huspedes (H) y vectores (V). 98

    Figura 16. Representacin del ecosistema (E) segn las relaciones entre Husped (H), Agente (A) y Vector (V). De acuerdo a la distribucin de los agentes (a) en forma libre, en H y en V. En la figura 16-2 se representa el mismo conjunto considerando mltiples especies de huspedes, agentes y vectores. 99

    Figura 17. Visualizacin en una isla de los elementos que componen el sistema de defensa inespecfico del ecosistema contra especies exgenas invasoras (parsitas y no parsitas). 102

    Figura 18. Diagrama de relaciones del estudio para la salud en tres niveles: hbitat, poblacin e individuo. 105

    Figura 19. Diagrama conceptual que muestra un mtodo para la identificacin de variables y relaciones en el estudio de la salud de la fauna. Los niveles de muestreo son individuo (animal, vector, parsito), poblacin (animal, vector, parsito) y hbitat. 106

    Figura 20. Representacin esquemtica del ciclo conceptual del modelo de estudio de la salud de la fauna. 108

    Figura 21. Diseo del programa del Centro Araguatos para evaluar la salud de las poblaciones de primates en Colombia. Tomado de Nassar-Montoya et al. (2003). 124

    Figura 22. Diseo del monitoreo para evaluar el impacto sobre la fauna de una explotacin minera. 126

    Figura 23. Eventos que podran desencadenarse por efecto del ruido antropognico en anuros y que derivan en el trastorno del bienestar individual y de la poblacin y comunidad de anfibios. 127

    Figura 24. Diseo de un proyecto de rehabilitacin y liberacin de un grupo de maiceros cariblancos (Cebus albifrons) decomisados. 129

    Figura 25. Triada epidemiolgica bsica que representa el estado de salud como el equilibrio entre el husped, agente y ambiente: por lo general, hay sesgo debido a que el husped es el foco del inters. 133

  • | 17 |

    CONTENIDO

    Figura 26. Visualizacin de la triada epidemiolgica desde el punto de vista de la salud de la fauna y sus ecosistemas. Aunque el foco de inters es la fauna, sta se visualiza como componente del ecosistema. 135

    Figura 27. Transformacin de sabanas de los Llanos Orientales de Colombia por reas de cultivos permanentes y transitorios. 138

    Figura 28. Aplicacin del estudio de la fauna en tres niveles en la implementacin de los planes de ordenamiento territorial y manejo ambiental 141

    Figura 29. Variables medibles en el hbitat que influyen sobre el bienestar animal en vida silvestre, de acuerdo a las cinco libertades. 144

    Figura 30. Efecto de la modificacin del hbitat sobre los movimientos animales. Adaptada de Hobbs, Reid, Galvin & Ellis (2007). 152

    Figura 31. Localizacin de los parches de bosque de origen y el punto de liberacin de un grupo de monos traslocados. 157

    Figura 32. Creacin de un plano a partir de los puntos registrados en los dos parches de bosque que se resaltan en la figura anterior. ste tiene la suficiente resolucin para localizar puntos geogrficos marcados en el GPS. Fuente: Centro Araguatos. 158

    Figura 33. Imagen de Google Earth para visualizar espacialmente las presiones sobre la fauna en un lugar intensos cambios en el uso de la tierra; Llanos Orientales, Colombia. 159

    Figura 34. Ejemplo de un climatograma que muestra la temperatura media del aire y la precipitacin mensual. 161

    Figura 35. Comparacin de los registros de la temperatura del aire en dos estaciones meteorolgicas (E1 y E2) cercanas (10 Kilmetros de distancia). 162

    Figura 36. Registro simultneo de la temperatura (C) del aire (mxima y mnima) a 5 y 10 m. de altura, en un bosque de galera. 163

    Figura 37. Registro de humedad en dos estratos del bosque en los Llanos Orientales de Colombia. 164

    Figura 38. Representacin de los niveles de organizacin de la vida que componen el ecosistema. 172

    Figura 39. Comunicacin mediante la movilizacin de animales de dos poblaciones distribuidas en ecosistemas diferentes. 173

    Figura 40. Las poblaciones y comunidades animales y parasitarias se interrelacionan formado una compleja red global que incluye ecosistemas terrestres y acuticos. 175

    Figura 41. Relacin de las comunidades biticas con la fauna en el ecosistema. 175

    Figura 42. Percepcin de la diversidad parasitaria para la salud de acuerdo a la medicina veterinaria y la ecologa. 180

    Figura 43. Ilustracin a partir de la fiebre amarilla selvtica de cmo las caractersticas de los microparsitos determinan las dinmicas copoblacionales (parsitos y huspedes). 183

  • Fernando nassar-MontoyaVictoria Pereira-Bengoa

    El estudio de la salud de la fauna silvestreTeora y prctica transdisciplinaria para la conservacin con ejemplos para Latinoamrica

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    Figura 44. Relacin parsito-vector-husped en el hbitat natural de una especie vertebrada. 191

    Figura 45. Trampa CDC de construccin artesanal utilizada en el Centro Araguatos. 192

    Figura 46. Modelos de trampa Malaise para la captura de artrpodos voladores. A y B: piso, C: dosel. 193

    Figura 47. Ejemplo de cmo se pueden hacer asociaciones a partir de la identificacin y caracterizacin de los impactos ambientales con las amenazas para la salud de los animales en el lugar, para identificar variables y relaciones de evaluacin. 205

    Figura 48. Utilizacin de las reglas para el muestreo y registro de la observacin del comportamiento. Nota: Las figuras representan animales. 220

    Figura 49. Parche de bosque donde se localizaba el grupo de monos aulladores observado. 221

    Figura 50. Composicin de la poblacin de monos aulladores en dos parches de bosque en la Guajira, Colombia. El grupo 1 se moviliz en ambos parches. 221

    Figura 51. Diagrama de actividades de monos aulladores localizados en dos parches de bosque en el Caribe colombiano en comparacin con otros diagramas reportados para la especie en los Andes y la Amazona. Fuente: * Centro Araguatos (sin publicar); ** Martnez-Gmez et al. (2010). 222

    Figura 52. Diagrama de actividades de monos aulladores localizados en dos parches de bosque en el Caribe colombiano. Fuente: Centro Araguatos (sin publicar). 223

    Figura 53. Correlacin de Reposo con el conteo diferencial de linfocitos y neutrfilos y su relacin (radio N/L) en monos aulladores localizados en parches de bosque. 224

    Figura 54. Diseo para la evaluacin de la respuesta de un grupo de animales a la manipulacin de las condiciones ambientales durante un programa de rehabilitacin y liberacin. Fuente: Centro Araguatos. (C. Clavijo, 2005). 228

    Figura 55. Ejemplo de organizacin de las interacciones de dominancia en matrices para la organizacin e interpretacin de los datos y la estimacin y diagramacin del ndice de Dominancia. 229

    Figura 56. Matriz y sociograma realizado a partir de los ndices de asociacin registrados durante las observaciones del comportamiento social en un grupo de maiceros en rehabilitacin. Adaptado de Carolina Clavijo, Centro Araguatos. 231

    Figura 57. Ejemplo de la alteracin de la alimentacin de la fauna por la modificacin de la fuente misma y/o la restriccin de las rutas utilizadas por una o varias especies a la fuente alimenticia, en esta caso, a partir de la construccin de una carretera. 235

    Figura 58. Modelo de trampa para la captura de aves acuticas 237

    Figura 59. Mono aullador identificado con collar de telemetra y chip. 241

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    Tabla 1. Comportamiento de las reas boscosas en Latinoamrica y el Caribe en relacin con el mundo. 32

    Tabla 2. El estado de los biomas de Colombia y anotaciones sobre las amenazas actuales. 33

    Tabla 3. Especies exticas invasoras prioritarias para ma-nejo en Colombia de acuerdo con el listado del Instituto de Investigacin de Recursos Biolgicos Alexander von Humboldt (2008) y (2010) y las resoluciones 848 de 2008 y 207 de 2010 del MAVDT. 39

    Tabla 4. Interpretacin prctica de las condiciones e implicaciones de los protocolos para la disposicin de animales confiscados en Colombia del Ministerio del Medio Ambiente (MMA, sin fecha). 45

    Tabla 5. Enfermedades parasitarias que se han asociado con el declive o extincin de poblaciones silvestres o con eventos de extincin de especies. 49

    Tabla 6. Importancia del estudio en fauna silvestre de algunas enfermedades en Colombia, segn sus potenciales efectos sobre la conservacin y la economa y/o salud pblica. 53

    Tabla 7. Pginas Web Citadas en el Texto y documentos disponibles en Internet del Captulo 1. 68

    Tabla 8. Ejemplo para la aplicacin de las cinco libertades en el concepto de bienestar de la fauna silvestre en los ecosistemas naturales que se encuentren bajo presin antropognica. 77

    Tabla 9. Patgenos que podran ser de importancia para las personas trabajando en el campo en el neotrpico, por el riesgo que representan para su salud o por poder actuar cmo transmisores para otras poblaciones animales. 89

    Tabla 10. Descripcin de las defensas del ecosistema mediante una analoga con los sistemas de defensa del organismo. 101

    Tabla 11. Caractersticas que se sugiere debera tener un parsito exitoso como parte del sistema de defensa del ecosistema natural. 103

    Tabla 12. Algunas herramientas de evaluacin de riesgo reportadas en fauna silvestre y/o empleadas en ciclos selvticos de enfermedades. 115

    ndice de tablas

  • Fernando nassar-MontoyaVictoria Pereira-Bengoa

    El estudio de la salud de la fauna silvestreTeora y prctica transdisciplinaria para la conservacin con ejemplos para Latinoamrica

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    Tabla 13. Pasos realizados en la definicin del programa para el estudio de la salud de las poblaciones de primates en Colombia. 123

    Tabla 14. Comparacin de mtodos de censado y monitoreo de la salud en aves. Modificado de Ralph et al. 1996. 125

    Tabla 15. Pginas Web Citadas en el Texto y documentos disponibles en Internet del Captulo 2 130

    Tabla 16. Sistemas oficiales de informacin agropecuaria de algunos pases latinoamericanos. 139

    Tabla 17. Algunas entidades que tienen informacin sobre la salud animal y pblica en Latinoamrica. 142

    Tabla 18. Observaciones cualitativas realizadas durante dos aos en un monitoreo de fauna para evaluar los efectos de la intervencin humana sobre la integridad y comunicacin de un parche de bosque. Fuente: Centro Araguatos. 145

    Tabla 19. Pginas Web Citadas en el Texto y documentos disponibles en Internet del Captulo 3. 167

    Tabla 20. Revisiones de literatura en varias reas del conocimiento, sobre los conceptos patogenicidad y virulencia. 178

    Tabla 21. Caractersticas de los microparsitos y macroparsitos de acuerdo con Hudson et al. 2002, Poulin 2011. 182

    Tabla 22. Caractersticas de los virus, viroides y priones. 186

    Tabla 23. Muestra en diferentes grupos animales para medir la Asimetra Fluctuante en poblaciones silvestres. 197

    Tabla 24. Anlisis de la calidad y adecuacin de muestra para la evaluacin de AF en tres especies. Centro Araguatos. 197

    Tabla 25. Anlisis de Asimetra en huesos largos en tres especies (ave, reptil y anuro). Fuente: Centro Araguatos. 198

    Tabla 26. Magnitud de la variacin entre los huesos largos de las tres especies estudiadas (ave, reptil y anuro). Fuente: Centro Araguatos. 199

    Tabla 27. Subniveles de estudio en el animal y sus implicaciones prcticas para el trabajo de campo. 206

    Tabla 28. Esfuerzo de captura, capturas y xito de captura de pequeos -medianos mamferos (trampas Sherman y Tomahawk) y murcilagos (redes de niebla) en siete sitios de muestreo en bosque seco tropical, Colombia. 209

    Tabla 29. Estresores para la fauna en cautiverio y sus equivalentes en vida silvestre. 215

    Tabla 30. Programas para la estimacin del espacio vital y movimientos animales. 226

    Tabla 31. Inmovilizantes utilizados en especies silvestres, con anotaciones para Colombia. 240

  • | 21 |

    ABO: Asociacin Bogotana de OrnitologaADN: cido DesoxirribonucleicoCICAD: Comisin Interamericana para el Control del Abuso de Drogas DAMA: Departamento Administrativo del Medio Ambiente; actualmente denominada Secretaria Distrital de Ambiente de BogotEPA: Agencia de Proteccin Ambiental de Estados UnidosFAO: Organizacin de las Naciones Unidas para la Alimentacin y la AgriculturaIdeam: Instituto de Hidrologa, Meteorologa y Estudios Ambientales de ColombiaHas: HectreasIPCC: Panel Intergubernamental para el Cambio ClimticoKg: KilogramoMMA: Ministerio del Medio Ambiente de ColombiaMADS: Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, antes Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial.NASA: National Aeronautics and Space Administration. Aeronutica Nacional y Administracin del Espacio de Estados UnidosOEA: Organizacin de Estados AmericanosOIE: Organizacin Mundial de Sanidad AnimalONG: Organizacin no gubernamentalSDA: Secretara Distrital de Ambiente de BogotUICN: Unin Internacional para la Conservacin de la NaturalezaWCS: Wildlife Conservation SocietyOMS: Organizacin Mundial de la Salud

    Abreviaturas empleadas en el libro

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    Presentacin

    La Academia Colombiana de Ciencias Vete-rinarias ha considerado la edicin de esta obra, pensada para dotar a los estudiosos de la ecologa de una herramienta que, en comple-mentacin con las estrategias de investigacin, contribuya al enriquecimiento de criterios para el diagnstico de las condiciones ecosistmicas de la fauna. Desde diversas disciplinas y quehaceres este libro muestra procesos de articulacin, en la bsqueda de orientaciones para el diseo de mo-delos de estudios que apoyen la comprensin y fundamentacin sistmica de las ciencias asocia-das a la salud animal.

    Con este libro: El estudio de la salud de la fau-na silvestre: Teora y prctica transdisciplinaria para la conservacin con ejemplos para Latino-amrica, ahora contamos con un nuevo y valioso soporte para los anlisis, generacin de resultados y recomendaciones de las medidas de precaucin y profundizacin, en el estudio de casos y la apertu-ra metodolgica para avanzar en la visin sistmica que exigen las ciencias de la vida por antonomasia.

    En esta publicacin, los autores muestran su visin y su dedicacin para sensibilizar, animar y aportar no solamente conocimientos, sino un cambio de paradigma en las actitudes que incen-tiven el inters sobre el mejoramiento de la cali-dad de vida de la fauna en Amrica Latina.

    Los autores en esta obra evidencian sus pro-yecciones de servicio como mdicos veterinarios orientados a la investigacin, la educacin y la

    gestin de ideas y proyectos encaminados a la transdisciplinariedad, en la que el enfoque eco-sistmico en la biologa y la veterinaria se alejan de las metodologas convencionales.

    La dinmica interactiva de la vida, del com-portamiento de la fauna y sus relaciones con los diversos factores que impactan el equilibrio de los procesos intrnsecos del hbitat, demuestran que las relaciones salud-no salud obedecen a fe-nmenos de distinta complejidad e inestabilidad. As, la salud de la fauna se convierte en un rea de estudio que abre horizontes y rompe esquemas establecidos por el cartesianismo y las convencio-nes ortodoxas de la ciencia clsica.

    Los notables acadmicos, doctores Victoria Pereira-Bengoa y Fernando Nassar-Montoya con-forman un equipo generador de conocimiento con alto compromiso social en cada una de sus actividades y relaciones, son estas cualidades in-herentes a seres cuya razn de existir se plasma en una inagotable voluntad y capacidad para contribuir al bien comn.

    La Academia, agradece a los distinguidos au-tores, los esfuerzos y desvelos en la construccin de esta obra para el servicio de todos los interesa-dos en aportar al conocimiento con acciones para preservar la vida en Gaia.

    Luca EspEranza MsMELa OLartEPresidenta Academia Colombiana

    de Ciencias Veterinarias.

  • | 23 |

    E l mundo est cambiando. Es una realidad. Ahora tenemos la certeza de que los para-digmas de desarrollo del ser humano no son socio-ambientalmente sostenibles, son esencial-mente econmicos.

    Es deber entonces de los cientficos proveer herramientas y conocimiento para la toma de decisiones y la generacin de acciones que lide-ren procesos de trasformacin social y verdade-ras acciones sostenibles. Lamentablemente, la informacin raramente llega a los tomadores de decisiones en entes pblicos y privados. Como consecuencia, a pesar que la crisis ambiental antropognica es una verdad a gritos, la huma-nidad irremediablemente contina su camino de-jando una profunda huella ecolgica. En el caso colombiano y latinoamericano, por la evidencia que se presenta en el presente texto, parece que se continuara tomando decisiones de manera torpe y errtica debido al profundo arraigamien-to de un pensamiento reduccionista, extractivo y cortoplacista que deriva en tasas aceleradas de deterioro social y ambiental.

    Los cientficos de las ciencias biolgicas y so-ciales estn preocupados. No se han quedado quietos, sino han buscado soluciones. En con-secuencia, las ciencias han tenido movimientos conceptuales profundos que han derivado en el surgimiento de nuevas formas de concebir el co-nocimiento y el reordenamiento que deriva en la creacin de nuevas disciplinas. Se quiere res-

    Prefacio ponder a la necesidad de entender en qu estado est el planeta y cul ser su futuro, y por ende el de la especie humana. Se requiere de la compren-sin de las relaciones ser humano-ambiente y de las consecuencias de las acciones antrpicas: pr-dida de la biodiversidad, cambios globales, con-taminacin y emersin de patgenos.

    Latinoamrica no ha estado exenta de esta dinmica cientfica. Se han incrementado las in-vestigaciones que documentan la crisis ambiental en el neotrpico. Sin embargo, lamentablemente pocas alcanzan las manos de los tomadores de de-cisiones o trascienden del mbito cientfico. Si se tiene suerte, quedan restringidas a publicaciones consultadas primordialmente por expertos de las mismas reas del conocimiento que las generan.

    La aproximacin al estudio de una especie o un lugar ha estado demarcada por la disciplina e inters de los investigadores, lo que en parte ex-plica esta limitacin sobre los posibles alcances que podra y debera tener la informacin com-pilada y el conocimiento generado. Por ejemplo, se observa que los estudios centrados en salud pblica tienden a enfocarse en un patgeno es-pecfico y los interesados en la conservacin en entender las causas y consecuencias de la varia-cin en la distribucin y abundancia de las formas de vida, y aquellos con nfasis en la salud animal en la caracterizacin de los patgenos y su im-pacto en la salud de los huspedes. Estos enfo-ques, a pesar de su inters cientfico, acadmico y

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    tcnico aplicado al sector, tienen poca relevancia poltica y econmica.

    Adems, la organizacin por disciplinas del conocimiento tiene un profundo efecto sobre la conceptualizacin y aplicacin de la misma cien-cia. Los diferentes campos del conocimiento de-sarrollan diversas metodologas que se ajustan a los intereses disciplinares; y por lo tanto, la de-finicin y el entendimiento de lo que es salud o conservacin pueden variar por los objetivos y perspectivas. Para responder a esta divisin que indudablemente es daina cuando se quiere en-tender la complejidad de los ecosistemas y las re-laciones que el ser humano ha desarrollado con el planeta; se han venido haciendo propuestas para romper las barreras disciplinarias. As, en la actualidad son comunes conceptos como in-terdisciplinaridad y transdisciplinaridad que en teora pareceran perfectos, pero que en la rea-lidad tienen impedimentos por las divergencias y sesgos tericos y prcticos. Tambin, los fac-tores culturales y sociales tendran una profun-da influencia, tendindose ms a la creacin de consensos que a la sntesis de conceptos trans-disciplinarios integrados.

    Varias disciplinas exponen conceptos inte-grales de la salud humana, animal y de los eco-sistemas. La literatura, como puede verse en el presente libro, es amplia. Sin embargo, de la sen-sacin que hay confusin y dificultad para tras-cender a la multidisciplinaridad y complejidad del concepto salud, y como resultado, los esfuerzos pareceran ser ms temporales que permanentes, con la generacin de vnculos ms dependientes de la aplicacin puntual que de un eje terico-prctico. Lgicamente, el resultado es que mu-chos propsitos queden reducidos a la misma intencin de la que se pretendi trascender.

    En este libro hemos querido hacer una pro-puesta prctica desde lo terico, o quizs teri-ca desde lo prctico; con el objetivo de darle un balance a todas las intencionalidades que debe-

    ra involucrar el pensamiento complejo de la sa-lud ecolgica (integracin verdadera de la salud humana, animal y de los ecosistemas) aplicada en el mbito de la salud de la fauna en los eco-sistemas naturales. Es una conceptualizacin universal a partir de lo latinoamericano. Se quie-re que la teora y prctica expuesta contribuya al dilogo interdisciplinar para la generacin de trabajos transdisciplinarios en el neotrpico, los cuales puedan tener mayores alcances para la toma dediciones en niveles locales, nacionales y regionales.

    Por tanto, el presente texto est dirigido a todas aquellas personas que sin importar su for-macin acadmica, de una u otra forma estn trabajando en el manejo ambiental y la conser-vacin de las especies, y en especial de la fauna. Es una propuesta de lenguaje comn para inves-tigadores y profesionales a partir del concepto de salud. Entonces, aunque se ha querido presentar bases tericas slidas para la salud de la fauna y los ecosistemas, tambin se ha buscado que ste sea altamente aplicado y prctico; por lo cual como recurso para vincular la teora y la prctica el lector encontrar ejemplos a partir de proce-dimientos formulados, implementados y evalua-dos en los estudios que realizamos entre los aos 2000 y 2011, principalmente con el equipo del Centro Araguatos. Como consecuencia el texto se ha enriquecido con figuras y diagramas que faci-litan la comprensin de los procesos expuestos. Adicionalmente, se incluyen cajas de casos escri-tos a partir de investigaciones realizadas por no-sotros en conjunto con otros investigadores, y en unos pocos se tratan temas especficos por contri-buidores invitados.

    Lgicamente, durante el desarrollo e imple-mentacin de nuestro trabajo hemos recibido la colaboracin de un equipo que enriqueci enor-memente los conceptos y procesos que formula-mos en los primeros aos. De este equipo hicieron parte muchos profesionales, investigadores y es-

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    tudiantes, a quienes se les queremos expresar el ms profundo agradecimiento por sus ensean-zas y colaboracin. Especialmente a Daniel Arbe-lez, Pedro A. Galvis, C. Carolina Ramrez, Sylvia Rojas, Ivn M. Snchez y Tamara Vodovoz. Tam-bin a todos aquellos que aparecen como coau-tores en las cajas de estudio de caso: Leonardo Arias, Diana Barrera, Carolina Clavijo, Pilar Calvo, Ricardo Malaver, Johanna Prez y Dayana Prieto. A todos ellos les agradecemos haber trabajado con nosotros y esperamos que ahora compren-dan lo que nos contribuyeron. Algunas entidades que nos han apoyado y a las cuales queremos dar especial reconocimiento, son la familia Surez-Isaza, FieldVet Program de WCS, Carbones del Cerrejn LLC, Secretara Distrital de Ambiente (anteriormente DAMA, Bogot), Proyecto Tit, Pro-yecto PREDICT (EcoHealth Alliance), Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de La Salle y Fundacin Universitaria San Martn.

    Tambin queremos dar reconocimiento a los autores que se tomaron un tiempo para redac-tar algunos casos que requeramos para el cum-plimiento de los objetivos que nos propusimos: Beatriz Borda G., Fernando Remolina, Pablo R.

    Stevenson, Olga C. Mario-Jannaut. Adicional-mente, a travs de los aos de redaccin que nos ha tomado este texto, muchos han contribuido con lecturas, indicaciones y comentarios. Quere-mos en especial resaltar por esta labor a Beatriz Borda, Ricardo Balaguera y Olga Mario.

    Estamos especialmente agradecidos con la Academia Colombiana de Ciencias Veterinarias y el Consejo Profesional de Medicina Veterinaria y de Zootecnia de Colombia por su inters y apoyo para la publicacin de este libro.

    Finalmente, no queremos terminar esta in-troduccin sin mencionar al Centro Araguatos, entidad que dio marco al trabajo que aqu expo-nemos. Lamentablemente, a pesar de nuestros grandes esfuerzos econmicos y personales, de-bido a razones econmicas en 2007 tuvimos que parar sus labores. Sin embargo, no perdemos la fe que algn da podamos reintegrarlo de nuevo y reanudar los objetivos que con ste nos propu-simos. Pensamos que este es un producto que no slo confirma esta intencin, sino que tambin de alguna forma valida los objetivos de lo que nos hemos propuesto para nuestro desarrollo y traba-jo por Latinoamrica y Colombia.

    FErnandO nassar MOntOyaVictOria pErEira BEngOa

  • La salud se puede entender como la capacidad de un animal, poblacin o especie de perdurar dentro de su hbitat, al adaptarse y sobrepasar los disturbios

    y amenazas que se presentan, de manera que pueda mantener su bienestar biolgico, ecolgico, mdico y de comportamiento.

    Captulo 1SALUD Y CONSERVACIN

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    LA CRISIS AMBIENTAL

    A partir de la dcada de 1980 ha habido una im-portante evolucin conceptual en la salud a tra-vs del desarrollo de las disciplinas denominadas Medicina de los Ecosistemas, Medicina Ecol-gica, Salud de la Conservacin, Medicina de la Conservacin y Una Salud, siendo estas dos l-timas quizs las ms difundidas actualmente (A. A. Aguirre, Ostfeld, Tabor, House, & Pearl, 2002; Kaplan, Kahn, & Monath, 2009; Weinhold, 2003). No es extrao que el nacimiento de las nuevas disciplinas responda a las necesidades del enten-dimiento de las relaciones entre la problemtica ambiental y la salud humana y animal, si se con-sidera la crisis actual que involucra entre otros, prdida de la biodiversidad, cambios globales, contaminacin y emersin de patgenos.

    Existe documentacin amplia sobre la crisis ambiental y la salud de los ecosistemas, que in-cluye la publicacin de revistas cientficas (ver por ejemplo, Conservation Biology y Ecosytem Health) y libros especializados en el tema (ver por ejemplo, A. A. Aguirre et al., 2002; Komatina, 2004, Sodhi & Ehrlich, 2010) y con nfasis en la problemtica latinoamericana (Primack, Rozzi, Feinsinger, Dirzo & Massardo, 2001). Un concepto interesante y que definitivamente contribuye al entendimiento de las relaciones de los elemen-tos abiticos con la salud (a pesar de que se enfo-

    ca en la salud humana), es el que nace a partir de las disciplinas geolgicas y que se ha denomina-do Medicina Geolgica (Bunnell, 2004; Komati-na, 2004).

    La huella ecolgica se define como el rea que un ser humano requiere para su subsistencia, debido a lo cual muestra el grado de demanda humana sobre la tierra y el agua. Segn Pollard & Almond (2010) en el ao 2007 la huella ecolgi-ca ya exceda la biocapacidad de la tierra en 50%, es decir se requeriran de 1,5 aos para regenerar los recursos naturales usados en el ao. Entonces es indudable que las actividades antropogni-cas son la mayor amenaza para la biodiversidad del planeta. En 1900 a nivel global se dispona de 7,91 Has per cpita, en 1950 de 5,15 Has, en 2002 de 2,02 Has, y se calcula que para 2050 sern 1,63 Has per cpita (United Nations Environment Program, 2007). En 2011 la poblacin mundial al-canz los 7.000 millones de personas que repre-sentaran segn las estimaciones de Cincotta & Engelman (2000), una masa corporal aproxima-da de 291 millones de toneladas mtricas, con una densidad global de 47 personas por Km2 de superficie terrestre de tierra firme. Sin embargo, las densidades varan enormemente a travs del planeta. En Latinoamrica por ejemplo, estos autores para el ao 2000 calculaban densidades de 7 personas/Km2 en el Cerrado Brasileo a 136 personas/Km2 en el Caribe, y para el caso especfi-

  • Fernando nassar-MontoyaVictoria Pereira-Bengoa

    El estudio de la salud de la fauna silvestreTeora y prctica transdisciplinaria para la conservacin con ejemplos para Latinoamrica

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    co de Colombia, los estimativos eran respectiva-mente 40 y 44 personas por Km2 para los Andes Tropicales y Tumbes- Choc-Magdalena; los dos hotspots que tienen parte de su rango en el pas.

    Los factores causantes de la extincin de las especies que son ampliamente mencionados en la literatura de una u otra forma se pueden resu-mir en: prdida de hbitats terrestres y acuticos, contaminacin, introduccin de especies, uso no sostenible de los recursos y cambios climticos globales (E. Chivian, 2003).

    La emersin de enfermedades infecciosas en los ecosistemas naturales se est constituyendo en una creciente amenaza per se para la vida sil-vestre y el ser humano, considerndose una cau-sa importante de mortalidad masiva y extincin (A. A. Aguirre et al., 2002; Daszak, Cunningham, & Hyatt, 2000; Lips et al., 2006). Walter & Steffen (1997) consideran cuatro categoras de pertur-baciones ambientales a gran escala dentro del trmino de cambio global: cambios de la super-ficie de la tierra y su uso, declinacin global de la biodiversidad, cambios en la composicin de la atmsfera y cambio climtico; estos autores eli-gen como el ms relevante desde la perspectiva de ecosistema terrestre al primero, el cual ocurre en gran escala por el incremento de las necesi-dades de alimento debido al crecimiento de la poblacin humana, situacin que se agrava por factores como migracin, pobreza e inequidad socioeconmica, y debilidad poltica.

    La transformacin en la superficie terrestre latinoamericana en los ltimos cincuenta aos responde a las polticas de desarrollo implemen-tadas bajo la denominada revolucin verde pro-movida por Estados Unidos a mitad del siglo XX y ms recientemente a la globalizacin que se caracteriza por la agroindustrializacin y desa-rrollo biotecnolgico (Gibbs et al., 2010; Reardon & Barrett, 2000). Aunque todos los pases centro

    y suramericanos tienen problemticas similares, Brasil es quien ha sufrido la expansin ms gran-de de la frontera agropecuaria y cambio en el uso de la tierra en Latinoamrica (Kaimowitz, Wunder, & Pacheco, 2004; Morton et al., 2006).

    Adicionalmente, la poltica mundial actual de producir combustibles a partir de la bioma-sa, representa una amenaza de mayor presin sobre la tierra con impacto sobre la huella eco-lgica. En Colombia, se observa un incremento en cultivos para la produccin de alcohol car-burante a partir de caa de azcar (Saccharum officinarum), remolacha (Beta vulgaris), yuca (Manihot sculenta) y banano (Musa paradisia-ca), y biodiesel a travs de palma africana (Elaeis guineensis), jatropha (Jatropha curcas) e higueri-lla (Ricinuscommunis); con la premisa de que en el pas existe an gran disponibilidad de tierras para ambos, biocombustibles y seguridad ali-mentaria, si se redistribuye el uso de la tierra. Como consecuencia, las polticas agropecuarias de los ltimos gobiernos se han enfocado en incrementar el uso agrcola y agroforestal dis-minuyndo las tierras utilizadas en ganadera, y ahora, tambin mediante el incremento de la frontera agrcola (Arias-Leyva, 2007; Departa-mento Nacional de Planeacin, 2011; Fedegan, 2006; Martnez Torres, 2007).

    Sin embargo, las cifras base para estos supues-tos parecen tener algunas diferencias fundamen-tales sobre la definicin de vocacin de la tierra y la conservacin, que no dejan de ser preocu-pantes (Figura 1); adems que los ejemplos de la amenaza a la biodiversidad en otras partes del mundo por la extensin de los cultivos de palma debe ser considerada (Koh & Wilcove, 2007). Todo esto hace que el impacto de las polticas agrarias actuales deba ser cuidadosamente monitoreado. Los resultados tienen que llegar a los tomadores de decisiones oportunamente.

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    Captulo 1SALUD Y CONSERVACIN

    Figura 1. Propuestas gubernamentales para la reutilizacin de las tierras colombianas a partir de su vocacin y uso (millones de Has). A. Gobierno lvaro Uribe, B. Gobierno Juan Manuel Santos. Modificado de Arias-Leyva (2007) y Departamento Nacional de Planeacin (2011).

    Se supona leve dcit en el uso de conservacin

    23,6

    31,5

    1,7

    6,2

    Agricola GanaderaAgroforestal Conservacin

    60

    50

    40

    30

    20

    10

    0

    La clave para el gobierno estaba en la reconversin

    de estas tierras

    18,1

    13,416,6

    Agricola y silvoagrcola

    GanaderaForestal comercial Proteccin- produccin

    60

    50

    40

    30

    20

    10

    00,6

    Vocacin Uso actual

    Se eleva la vocacion para ganadera con respecto

    al gobierno anteriorLa unin proteccin produccin

    supone la disponibilidad de tierras por el incremento de la frontera agrcola. Se reduce el

    rea para conservacinSe incrementa el uso agrcola

    A

    B

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    El estudio de la salud de la fauna silvestreTeora y prctica transdisciplinaria para la conservacin con ejemplos para Latinoamrica

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    PRDIDA DE LOS HBITATS

    DeforestacinLatinoamrica y el Caribe poseen 22% de las reas boscosas del planeta con aproximadamen-te el 49% del total de su terreno cubierto en bos-ques en 2010. Brasil tiene el 13% de los bosques globales, y ste junto con Per, Colombia, el Esta-do Plurinacional de Bolivia y la Repblica Boliva-riana de Venezuela, cuentan el 84% del total de los bosques regionales (FAO, 2011). Sin embargo, Latinoamrica present tasas de deforestacin ms altas que la media mundial entre 1990-2010 y por ende su representatividad en relacin con el mundo disminuy 0,014/1 Ha en este periodo (Tabla 1); aunque el comportamiento regional fue heterogneo. Por ejemplo, segn esta entidad en Centroamrica se observ la mayor tasa de defo-restacin, mientras en el Caribe por el contrario, se aument la cobertura boscosa. Por su parte, Suramrica present la mayor rea neta defores-tada (82103.000 has entre 1990 y 2010).

    En la Tabla 2, se muestra el estado de los bio-mas colombianos segn Mrquez (2000). De acuerdo con Etter et al. (2006) en 1998 se haba deforestado el 35% del rea total del pas, sin in-cluir las sabanas naturales; es decir 0,96 Has de tierra por persona debido a la agricultura (32%) y pastoreo de ganado (68%). Entre 19952005 se registraron tasas de disminucin de 0,18% anual promedio, cifras que sin ser buenas, estuvieron

    entre las ms bajas de la regin (IDEAM, 2004). Como ya se mencion, el Pas est dentro del rea de cobertura de los hotspots Andes Tropicales y TumbesChocMagdalena. Se estima que el primero conserva el 25% de la extensin original (385.661 Km2 de 1.542.644 Km2) y el segundo el 24% (65.903 Km2 de 274.597 Km2) (B. Thomas et al., 2007).

    La deforestacin en el trpico se explica me-jor por la combinacin de mltiples factores que actan de manera sinrgica. De acuerdo con Geist & Lambin (2002) estos se pueden clasificar en Causas Prximas que incluyen las actividades humanas y las acciones inmediatas al nivel local, y en Fuerzas Direccionales Esenciales, que son los procesos sociales fundamentales. A su vez, estos autores identifican dentro de las causas prximas la expansin agrcola, la extraccin de madera y la expansin de la infraestructura, y como Fuerzas Direccionales Esenciales a variables econmicas, institucionales, tecnolgicas, culturales y demo-grficas. Sin embargo, la forma como las causas de deforestacin interactan varan regionalmente. Por ejemplo, en la Regin Andina colombiana la distancia entre las ciudades, la fertilidad del suelo y la distancia a las carreteras representan alta im-portancia, mientras en la Amazonia las variables ms importantes se refieren a la distancia a las ca-rreteras, las distancia a las ciudades y los das de lluvia (Etter et al., 2006). Etter & van Wyngaarden (2000) identificaron como las principales causas

    Tabla 1. Comportamiento de las reas boscosas en Latinoamrica y el Caribe en relacin con el mundo. Modificada de FAO (2011).

    rea (1000 has) Cambio anual (1000 Ha) Tasa cambio anual (%)1990 2000 2010 19902000 20002010 19902000 20002010

    Latinoamrica y Caribe (LAC) 978.072 932.735 890 782 -4.534 -4.195 -0,47 -0,46Mundo 4.168 399 4.085 063 4.032 905 -8.334 -5.216 -0,20 -0,13Relacin LAC/mundo 0,234/1 0,228/1 0,220/1Cambio LAC en relacin con el mundo -0,006/1 -0,008/1 >0,27 >0,33

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    Captulo 1SALUD Y CONSERVACIN

    Tabla 2. El estado de los biomas de Colombia y anotaciones sobre las amenazas actuales. Modificada de Mrquez (2000).

    Bioma rea Actual (Km2)rea

    Original (Km2)

    ndice de vegetacin remanente

    Anotaciones sobre el uso actual

    18.000 18.000 100.0% Amenazas por ganadera, agricultura y minera.Selvas amaznicas 14.000 14.0000 100.0% Tasas altas de deforestacin amaznica

    relacionadas con la densidad de la pobla-cin. Deforestacin por cultivos ilcitos.

    Vegetacin herbcea arbustiva de cerros amaznicos 7.500 7.500 100.0%

    Bosques bajos y catingales amaznicos 36.000 36.000 100.0%

    Sabanas llaneras 106.500 113.000 50.0%

    Intensificacin de uso en los ltimos cinco aos para siembra de cultivos para biocombustibles: cambio de ganadera extensiva a agroindustria.

    Matorrales xerofticos y desiertos 9.500 11.000 86.4% Bosques aluviales (de vegas) 95.000 118.000 80.5% Bosques hmedos tropicales 378.000 550.000 68.7% Bosques de manglar 3.300 6.000 55.0% Bosques y otra vegetacin de pantano 6.500 13.000 50.0%

    Sabanas del Caribe 1.000 3.500 28.6% Actividades de minera en pequea y gran escala se desarrollan en varias zonas del Caribe colombiano.

    Bosques andinos 45.000 170.000 26.5% Bosques secos o subhmedos tropicales 1.200 80.000 1.5% reas moderadamente intervenidas 70.000 6.1%

    reas fuertemente intervenidas 350.000 30.7% Los ltimos gobiernos colombianos han proyectado reconversiones en el uso de la tierra hacia la agricultura.

    TOTAL 63.2% Coherente con Etter et al. (2006) que esti-maron 35% de deforestacin en 1998.

    para la transformacin de los ecosistemas natura-les en el pas en el siglo XX, alto crecimiento de las tasas demogrficas, migracin forzada a las reas de colonizacin, uso extensivo y concentracin de la tierra, demanda de la creciente economa de mercados, y ms recientemente, baja gobernabi-lidad e incremento de los cultivos ilcitos.

    Fragmentacin e intervencinLos efectos son ms sutiles cuando la deforesta-cin no es completa y los hbitats son modifica-dos o fragmentados, considerndose en general

    que la fragmentacin tiene dos componentes: la reduccin de un tipo o de todos los tipos de hbi-tat en un paisaje y la particin del remanente en parches ms pequeos y aislados (Noss & Csut-ti, 1997). Feinsinger (1997) hace una distincin, de gran importancia para el neotrpico, entre la fragmentacin y la formacin de franjas largas y estrechas de bosque por deforestacin, ya que esta ltima ocurre con frecuencia cuando los bos-ques higrotropofticos son reducidos a pocos me-tros de ancho. De acuerdo con las observaciones personales que se han realizado en varias partes

  • Fernando nassar-MontoyaVictoria Pereira-Bengoa

    El estudio de la salud de la fauna silvestreTeora y prctica transdisciplinaria para la conservacin con ejemplos para Latinoamrica

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    de Colombia, ste sera un efecto relevante en el patrn de deforestacin por el uso agropecuario debido a que actualmente existe la preocupacin del productor por conservar las cuencas hidrol-gicas. De todas formas, el efecto de borde se pro-duce en ambos casos, lo que conlleva a cambios en las condiciones fsicas y en los procesos de la biota (Murcia, 1995).

    El inters mundial por la fragmentacin es alto y se habla inclusive de la ciencia de la frag-mentacin, que se interesa en el estudio de los efectos de borde y aislamiento, invasiones, suce-sin, disrupcin de los procesos biolgicos, din-mica en estados en desequilibrio y el uso por las comunidades humanas de las zonas boscosas re-manentes (Marsh, 2003a). Por tanto, la documen-tacin es amplia sobre los efectos que tiene sobre las comunidades animales y que con frecuencia derivan en la reduccin y aislamiento de los in-dividuos efectivos, lo que puede ser el resultado de varias causas y que a su vez, tiene varias con-secuencias. La fragmentacin de las poblaciones seguida a la del hbitat, representa un problema debido a la atomizacin de los procesos y dinmi-ca de la especie y la comunidad. Por ejemplo, es aceptado el hecho que la viabilidad de las pobla-ciones pequeas es menor debido a la reduccin de la diversidad gentica (efecto variable entre las especies) y a que son ms susceptibles a los eventos estocsticos y enfermedades, invasin del hbitat, fluctuaciones en la oferta alimenticia, densidad y cambios en las tasas reproductivas y de sobrevivencia (Caro, 1998; Craig, 1994; Eizirik, Indrusiak, & Johnson, 2002; OBrien, 1994 ; R. Pri-mack, 2001; Ruz Garca, 2003; Wayne, Lehman, Allard, & Honeycutt, 1992).

    Trampa ecolgicaUn concepto interesante y til para entender las relaciones complejas que pueden derivar en la extincin de una especie en un lugar modifica-do -inclusive por causas sutiles-, es el de trampa

    ecolgica: hbitat de baja calidad que los anima-les prefieren por encima de otros hbitats dispo-nibles (Battin, 2004). De acuerdo con este autor, la vulnerabilidad de una poblacin animal se in-crementa por las caractersticas del paisaje, como un alto radio de la trampa con respecto al hbitat, cambio rpido del paisaje y alta tasa de invasin de especies exticas y del organismo, como baja tasa de evolucin, baja capacidad de aprendiza-je, baja variacin intrapoblacional en la seleccin cualitativa del hbitat, ausencia de adaptaciones comportamentales al cambio, bajo nivel de co-nocimiento sobre el paisaje, confianza en la su-gerencias indirectas para la seleccin de hbitat, bajo tamao poblacional y fluctuaciones pobla-cionales cclicas.

    No se encontr informacin sobre estudios de especies que se encuentren en trampas ecolgi-cas en Colombia. Sin embargo, una en la que se sugiere podra estarse presentando este fenme-no es la polla de agua (Porphyrula martinica) en Bogot, ya que se reporta su presencia en lugares urbanizados y reductos de espejo de agua, lo que conlleva a que se registre una alta tasa de entre-ga de ejemplares rescatados por traumatismo o desorientacin, por particulares al Centro de Re-cepcin de Fauna y Flora Silvestre de la Secretara Distrital de Ambiente de Bogot (lvarez & Legui-zamn, 2006).

    CONTAMINACIN

    Los contaminantes son elementos slidos, lquidos o gaseosos que bajo determinada concentracin pueden resultar nocivos para los seres vivos. La contaminacin atmosfrica ocurre en todas partes del mundo, tanto en ecosistemas terrestres como acuticos y marinos, debido a que las actividades humanas de los ltimos dos siglos han producido importantes cambios en la composicin qumica del ambiente por al uso de los combustibles de-rivados del carbn. Varios qumicos se relacionan

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    Captulo 1SALUD Y CONSERVACIN

    con el dao especfico del ADN y pueden por tan-to, alterar las caractersticas genticas de las c-lulas y organismos; estos incluyen hidrocarburos aromticos policclicos, dixido de azufre, xidos de nitrgeno, ozono y asbestos (Burdon, 1999; Ko-matina, 2004; Skinner & Berger, 2003).

    La contaminacin antropognica de las aguas y tierras proviene principalmente de las activida-des industriales, agropecuarias, mineras y doms-ticas. El uso agropecuario de qumicos de sntesis aporta considerables cantidades de contaminan-tes al planeta, que pueden acumularse en los teji-dos de las especies que ocupan los niveles trficos ms altos, e inclusive en aquellas que viven en eco-sistemas marinos (A. A Aguirre, OHara, Speaker, & Jessup, 2002; Ross, 2000). Los pesticidas, tienen efectos directos en las poblaciones silvestres, al da-ar tejidos y rganos que impiden las funciones y los procesos normales; o alterar el comportamien-to al prolongar la inhibicin de neuroqumicos y alterar la neurotransmisin afectando la habilidad de los animales para recibir, procesar y almacenar la informacin; ocasionar anormalidades de desa-rrollo de las cras expuestas durante la gestacin e indirectos hacindolos susceptibles a tumores y enfermedades cancerosas (Eslava-Mocha, Ra-mrez-Duarte, & Rondn-Barragn, 2007; Presley, Austin, & Dabbert, 2010; Sayim, 2008).

    La contaminacin se ha relacionado con el declive de poblaciones animales, principalmente de anfibios que debido a sus hbitos acuticos y terrestres a travs de su ciclo de vida, adems de poseer su piel permeable, los hace altamente sen-sibles a contaminantes (Boone & Bridges, 2003; Hayes et al., 2006; Lacher et al., 2010; Sparling, Lin-der, Bishop, & Krest, 2010). De acuerdo con Blaus-tein & Wake (1995) el declive de las poblaciones es el resultado de relaciones complejas entre varios factores ambientales por ejemplo, luz ultraviole-ta, contaminantes y parsitos, que interactan con el consecuente incremento de la mortalidad, pero estas interacciones todava no son bien com-

    prendidas (A.R. Blaustein, Romansic, Kiesecker, & Hatch, 2003; Stuart et al., 2004). Hayes et al. (2006) argumentan que desafortunadamente los efectos negativos de los pesticidas pueden ser importan-tes al nivel de disrupcin endocrina, pero que ge-neralmente pasan desapercibidos en los anfibios debido a que los estudios relacionan letalidad y malformaciones con dosis relativamente altas (partes por milln). Estos autores concluyen que el examen de pesticidas de manera aislada no es adecuado para evaluar su papel en el desarrollo o entender la disminucin de las poblaciones, y debe enfocarse ms bien en el efecto aditivo.

    Entonces, una problemtica preocupante desde la perspectiva de la salud de la fauna y el ecosistema es la disrupcin endocrina produci-da por los contaminantes presentes en las aguas y alimentos (Jobling & Tyler, 2006). El efecto so-bre los ecosistemas es tan importante, que en-tidades ambientales como la EPA (la Agencia de Proteccin Ambiental de Estados Unidos) consi-deran los disruptores endocrinos como una de sus seis prioridades de investigacin(http://www.epa.gov/endocrine/index.html). Tambin hay importantes iniciativas internacionales como el proyecto Comprendo (Comparative Research on Endocrine Disruption) de la Unin Europea que tienen como objetivo el estudio interdisciplina-rio de los disruptores endocrinos en humanos y vida silvestre con efecto andrognico o antian-drognico (ver pgina del proyecto en http://www.comprendo-project.org/main1024.html), el cual junto con EDEN (Endocrine Disrupters: Ex-ploring Novel Endpoints, Exposure, Low-Dose and Mixture-Effects in Humans, Aquatic Wildlife and La-boratory Animals), Eurisked (Multi-organic Risk As-sessment of Selected Endocrine Disrupters), y FIRE (Risk Assessment of Brominated Flame Retardants As Suspected Endocrine Disrupters for Human and Wildlife Health) componen CREDO (Coordinating European Environmental and Human Research in to Endocrine Disruption).

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    Los disruptores endocrinos incluyen pestici-das, fungicidas, insecticidas, nematocidas y qu-micos industriales, como por ejemplo, mercurio, plomo y cadmio (Di Giulio & Tillitt, 1999; Kendall, Dickerson, Giesy, & Suk, 1998; Vos et al., 2000). La exposicin a los qumicos disruptores de la fun-cin endocrina en el ambiente se ha asociado con varias patologas reproductivas, como la dismi-nucin de la fertilidad en aves, peces y mamfe-ros; el decrecimiento en las tasas de eclosin en peces, aves y tortugas; la feminizacin en peces, aves y mamferos; el desarrollo anormal del pene en reptiles, alteraciones morfolgicas de las g-nadas en anfibios, aves y mamferos (Edwards, Moore, & Guillette, 2006; Ropstad et al., 2006) y con la alteracin en el sistema inmune en aves y mamferos y la funcin tiroidea en aves y peces (Colborn, vom Saal, & Soto, 1993; De Swart et al., 1994; Tabuchi et al., 2006; Verreault, Skaare, Jens-sen, & Gabrielsen, 2004). Los organoclorinados se han asociado con disrupcin sea en osos polares (Sonne et al., 2004).

    Contaminacin y la vida silvestre en Colombia

    En Colombia, el caso de la cuenca del ro Bogot es quizs uno de los ms crticos en contaminacin hdrica por el grave riesgo que re-presenta para la poblacin humana y animal (De-partamento Nacional de Planeacin, 2004), junto con el hecho que su sistema de humedales es de alta importancia para la conservacin debido a que es lugar de migracin de varias especies de aves (Asociacin Bogotana de Ornitologa, 2000). No es extrao entonces, si se considera la conta-minacin y degradacin de estos ecosistemas, que se estime que en los humedales del altipla-no se haya producido la mayora de eventos de extincin de vertebrados documentados para el pas (Andrade, 2003). La cuenca recibe pesticidas, aguas servidas, agentes qumicos y materia org-

    nica que conlleva a altas cargas de parsitos (Alar-cn, Beltrn, Crdenas, & Campos, 2005; Campos, 2003). Aunque se han realizado una gran canti-dad de estudios sobre la contaminacin del ro, son pocos los que se han hecho sobre el efecto en la salud de la fauna nativa. Rodrguez, Gon-zlez & Surez (2007) reportan uno interesante que contempla variables ambientales, clnicas y patolgicas realizado en el Capitn de la Sabana (Eremophilus mutisii), el cual relacion lesiones en los peces con los niveles de cadmio, plomo, cobre, hierro, zinc, magnesio, manganeso y cromo en la musculatura de 47 ejemplares y el agua.

    Por otra parte, el cultivo de productos ilcitos es una problemtica ambiental compleja que afecta a varios pases neotropicales, pero principalmente a Colombia: Se puede afirmar que la sociedad colom-biana no percibe an los daos ecolgicos causados por la instalacin de cultivos ilcitos y las actividades conexas relacionadas con los mismos (Solomon, Anadn, Cerdeira, Marshall, & Sann, 2005). Es de-cir, es prioritario entender el efecto sobre la fauna y los ecosistemas naturales que tiene la roza y que-ma, el uso de plaguicidas y fertilizantes y la erosin en la produccin, el uso de productos qumicos en el procesamiento, y la aspersin de qumicos para el control de los cultivos ilcitos por parte de las au-toridades (M.D. lvarez, 2002). Sin embargo esto no es fcil, ya que la informacin disponible es con frecuencia poco objetiva por el conflicto que ge-nera la produccin y control de sustancias ilega-les y a las implicaciones socioculturales, militares, econmicas, polticas, comerciales y ambientales de las cadenas de la coca y la amapola. Adicional-mente, por motivos de seguridad el acceso a estos lugares es restringido.

    Por lo tanto, la temtica de la produccin de coca y amapola da un excelente ejemplo para enfatizar la importancia de la utilizacin de fuen-tes confiables en el estudio de la salud de la fau-na y sus ecosistemas, ya que como en otras reas del conocimiento, en la actualidad es fcil tener

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    Captulo 1SALUD Y CONSERVACIN

    acceso a literatura diversa pero que puede corres-ponder a intereses personales o simplemente no provenir de trabajos con rigor cientfico. Entonces, si no se tiene cuidado se puede utilizar informa-cin sesgada o confusa que produce ruido en el anlisis, debido a lo cual se recomienda que se uti-licen fuentes reconocidas (como journals o revis-tas indexadas, libros de institutos de investigacin, etc.) u oficiales y cuando no sea as, se identifique plenamente y se evale su valor y confiabilidad.

    Con base en imgenes satelitales, el Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilcitos (SIMCI UNODC que es parte integral del Programa Mundial de Monitoreo de Cultivos Ilcitos establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1998), desde 1999 realiza el censo de oficial de cultivos en Colombia. La deforestacin por la produccin de coca y amapola se asocia con reas protegidas y no protegidas prioritarias para la conservacin (Naciones Unidas Oficina contra la Droga y el De-lito & Gobierno de Colombia, 2005), se estima que aproximadamente el 6% de la deforestacin se ha ocasionado por esta causa. De acuerdo con la Di-reccin de Estupefacientes de la Polica Nacional de Colombia (2007) se han fumigado 862.763 has entre los aos 2000 y 2006 en 21 departamentos del pas, principalmente en Nario (218.331 has), Putumayo (182.054 has) y Guaviare (117.890 has).

    Solomon et al. (2005) realizaron una evalua-cin del riesgo de los efectos sobre la salud hu-mana y el medio ambiente del glifosato en el control de los cultivos de coca y amapola en Co-lombia, por peticin de la Divisin de la Comi-sin Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD) de la Organizacin de los Estados Americanos (OEA).

    De acuerdo con estos autores el glifosato es inocuo; pero por otra parte, Eslava-Mocha et al., (2007) dentro del programa estudios sobre efec-tos de los componentes de la mezcla de aspersin de cultivos de coca y amapola en Colombia sobre especies nativas, encontraron que la exposicin

    de juveniles de cachama blanca (Piaractus bra-chypomus) al herbicida Roundup, al surfactante Cosmoflux 411F y a la mezcla de herbicida ms surfactante, produjeron alteraciones clnicas (re-duccin de la frecuencia opercular, retraso o au-sencia de respuesta al estmulo visual y reduccin de la actividad de nado) y anatmicas en las bran-quias, hgado, riones, piel y cerebro.

    INVASIN DE ESPECIES EXTICAS

    De acuerdo con el Convenio sobre la Diversidad Biolgica (CBD/UNEP, 2001), las especies exticas invasoras son Especies, subespecies o taxones infe-riores introducidos fuera de su distribucin normal en el pasado o en el presente; incluye partes, game-tos, semillas, huevos o propgulos de tales especies que pudieran sobrevivir y subsecuentemente repro-ducirse, cuya introduccin y propagacin amenaza a los ecosistemas, hbitats o especies produciendo daos econmicos o ambientales.

    La alteracin de la composicin demogrfi-ca de las poblaciones por invasin de especies exticas se considera una de las causas ms im-portantes de la extincin denominndose a esta problemtica contaminacin biolgica. El Grupo Especialista de Especies Invasoras de la UICN (ver informacin en www.issg.org) public la base de datos de las 100 especies exticas invasoras ms dainas en el mundo, seleccionadas de acuerdo la severidad de su impacto sobre la diversidad biol-gica y/o actividades humanas, y por ser ejemplos ilustrativos de temas importantes relacionados con las invasiones biolgicas (Lowe, Browne, Boudjelas, & De Poorter, 2004). Este mismo gru-po tambin desarroll unas guas para prevenir la prdida de la biodiversidad por la invasin de especies (IUCN/SSC Invasive Species Specialist Group -ISSG-, 2000), ya que es primordial que los pases generen polticas al respecto, teniendo en cuenta que el 90% de los casos de invasin de vertebrados y plantas a nivel global se derivan

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    de movimientos intencionales por el ser humano (Towsend, Scachetti-Pereira, & Hargrove, 2004).

    Schttler y Karez (2009), realizaron un estudio sobre la presencia, impacto y manejo de especies exgenas invasoras en las reservas de la bisfera latinoamericanas y caribeas, en el cual se obser-varon principalmente problemticas asociadas a especies domsticas y/o de produccin que se han asilvestrado, tales como Bos taurus, Canis lupus familiaris, Columba livia, Felis catus, Lepus europaeus, Mus musculus, Oncorhynchus mykiss, Oreochromis niloticus, Sus scrofa, Rattus norvegi-cus y Rattus rattus.

    Segn BirdLife International (2000), la inva-sin de especies exticas es la principal causa de la extincin de aves desde 1800, y de acuerdo con Kats & Ferrer (2003), hay documentacin suficien-te que demuestra que la predacin por parte de las especies invasoras ha jugado un papel impor-tante en el declive de algunas poblaciones de an-fibios y en la produccin de cambios a largo plazo en ecosistemas acuticos.

    Pough et al. (2001), muestra varios casos en los que declinaron poblaciones de herpetofauna, como la devastacin de poblaciones de iguanas por la introduccin de perros y gatos domsticos en el Pacfico Sur, la aparente extincin de varias especies de anuros del gnero Leiopelma por la introduccin de ratas en Australia, y la reduccin o extirpacin de poblaciones endmicas de aves y lagartos por la introduccin de la culebra Boiga irregularis. Collins & Storfer (2003) argumentan que las especies invasoras pueden producir im-pacto y declive de poblaciones nativas a travs de varios mecanismos, como predacin, competen-cia, hibridacin e introduccin de patgenos.

    Un caso interesante que demuestra el alto im-pacto y la capacidad invasiva que puede llegar a tener una especie silvestre introducida, inclusive en un bajo nmero de animales con fines benvo-los y de aprovechamiento, es el del castor (Castor canadensis). Veinticinco parejas procedentes de

    Canad se llevaron a la cuenca del lago Fagnano en el sector argentino de la Isla Grande de Tierra de Fuego en 1945 con fines de produccin pelete-ra; la especie se extendi y actualmente se estima que en 22.000 Km2 del sector argentino hay entre 35.000 y 50.000 individuos all, ms los que se en-cuentran en el sector chileno que tambin ocup (Novillo & Ojeda, 2009). El castor cruz el Canal de Beagle y no se descarta que cruce el estrecho de Magallanes (Lizarralde & Venegas, 2001).

    Pero qu hace que el castor haya sido tan exi-toso en las condiciones del cono sur? De acuerdo con Meffe et al. (1997) algunas caractersticas ha-cen que una especie sea buena invasora: alta tasa reproductiva, larga esperanza de vida, alta tasa de dispersin, reproduccin vegetativa o clonal, alta variabilidad gentica, plasticidad fenotpica, amplio rango de distribucin natural, generalista en hbitat y dieta y comensal humana, y a su vez, las caractersticas de una comunidad invasible son: similitud climtica con el hbitat original del invasor, baja diversidad, ausencia de predadores, otras especies invasivas o de especies nativas con similares morfolgicamente o ecolgicamente, ausencia de predadores en su historia evolutiva, ausencia de incendios en su historia evolutiva, baja conectividad en la cadena alimenticia y dis-turbada por el ser humano.

    La introduccin de especies y los riesgos para la fauna y sus ecosistemas representan un alto inters para la conservacin en Colombia. Gutirrez (2006) hizo un anlisis general de la situacin en el pas que incluye recomendaciones para la prevencin y control, y una revisin de los marcos normativo y poltico en los mbitos nacional e internacional. En la Tabla 3, se presenta un listado de las espe-cies consideradas invasoras de mayor impacto por el Instituto Alexander von Humboldt para el pas (Baptiste et al., 2010; Instituto Alexander von Hum-boldt- IAvH, 2005) y las declaradas ms reciente-mente como invasoras en las resoluciones 0848 de 2008 y 207 de 2010 por Ministerio de Ambiente,

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    Clase Especie Invasora (IAvH 2005) Invasora Global (IUCN 2001) Observaciones

    Plantas

    Retamo espinoso (Ulex europaeus) SiIntroducido para construir cercas vivas desde Eu-ropa en el siglo pasa-do. Con alto riesgo invasor, segn el IAvH (2010).

    Retamo liso (Teline monspessulana) Si De manera voluntaria se introdujo al pas desde Europa como planta or-namental.

    Susanita de ojos negros (Thunbergia alata) Si

    Introducida a Colombia para su uso ornamental desde Europa (originaria de frica), con alta capacidad invasora.

    Buchn (Eichhornia crassipes) Si De origen amaznico, distribuida ampliamente en todo el mundo co-mo especie ornamental.

    Invertebrados marinos

    Electroma sp. No Se cree que lleg por los buques

    Mejilln de estuario (Mytilopsis sallei) No

    Camarn de Asia (Pa-neaus monodon) No

    Moluscos

    Caracol de jardn (Helix aspersa) No

    Se introdujo intencionalmente para la produc-cin de protena. Se permi-te la zoocra en los lugares en que la especie se ha establecido (Ley 1011 de 2006)

    Caracol gigante afri-cano (Achatinafulica) Si

    Adems del peligro ecolgico que ocasiona, tienen importancia desde el punto de vista de salud pblica porque son el hospedero intermedia-rio del parsitos Angiostrongylus cantonesnsis que ocasiona menin-goencefalitis eosinoflica en el hom-bre.

    Artrpodos Hormiga loca (Paratre-china fulva). NoIntroducida intencionalmente para el control de serpientes y la hormiga arriera (Gutirrez, 2006).

    AnfibiosRana toro (Litobathes catesbeianus) Si

    Introducida intencionalmente para zoocra. Impacto en poblaciones de aves y anfibios y por la dispersin del B. dendrobatidis. Se plantea la erra-dicacin (Resolucin 1233 de 2002 del Ministerio de Desarrollo Econmi-co). Clasifica-do por IAvH (2010) co-mo Riesgo Alto.

    Rana coqui (Eleuthero-dactylus coqui) Si

    Tabla 3. Especies exticas invasoras prioritarias para manejo en Colombia de acuerdo con el listado del Instituto de Investigacin de Recursos Biolgicos Alexander von Humboldt (2008) y (2010) y las resoluciones 848 de 2008 y 207 de 2010 del MAVDT.

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    Aves

    Garcita bueyera (Bul-bucus ibis) Si

    Nativa de frica pero ha ampliado su rango de distribucin natural. Im-pacto en otras aves por competencia de nidos, desplazamiento de espe-cies y depredacin de especies nativas. Clasifica-do por IAvH (2010) como Alto Riesgo.

    Paloma europea (Co-lumbia livia) SiImpacto en edificaciones, en la salud pblica y en las especies nativas. Cla-sificado por IAvH (2010) como Ries-go Alto.

    Monjita tricolor (Lon-chura malacca) NoImpacto verificado en cultivos de otros pases, en Colombia por revi-sar. Clasificado por IAvH (2010) co-mo Riesgo Alto.

    Gorrin Europeo (Pas-ser domesticus) No En pacfico Colombiano. Clasificado por IAvH (2010) como Riesgo Alto.

    Peces

    Trucha comn (Salmo trutta) Si Originaria de Estados Unidos.

    Trucha arco iris (On-chorhynchus mykiss) Si

    Se cree que ha participado en la ex-tincin del pez graso (Rhisozomi-chthystotae) y el zambu-llidor andino (Podiceps andinus) (Alvarez-Len, Gutirrez-Bonilla, & Rodrguez-Forero, 2002).

    Tilapia niltica (Oreochromis niloti-cus) SiEspecie invasora ampliamente ex-tendida en el pas, actualmente se registra en 29 departa-mentos.

    Tilapia negra (Oreoch-romus mossam-bicus) Si

    De origen Norteamericana. Pobla-ciones esta-blecidas en las cuencas de los ros Cauca, Cesar, Grande de La Magdalena, San Jorge y Sin.

    Carpa (Cyprinus carpa) NoExiste la posibilidad de cruces, mi-gracin, extincin, de especies y mo-dificacin de sus-tratos.

    Perca americana (Mi-cropterus salmoides) Si Originaria de Estados Unidos.

    Pez len (Pterois voli-tans) No

    Originaria del Indopacfico e intro-ducida por escape o de manera in-tencional desde la Flo-rida; se consi-dera como especie establecida en aguas marinas colombianas de alto riesgo segn el anlisis de riesgo rea-lizado por el Instituto von Humboldt (2010).

    Clase Especie Invasora (IAvH 2005) Invasora Global (IUCN 2001) Observaciones

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    Vivienda y Desarrollo Territorial (2008, 2010a). Como puede verse, la aplicacin del concepto de invasora al nivel local, regional y global vara (Mou-tou & Pastoret, 2010).

    Tambin, es llamativo que de acuerdo con la Ley 1011 de 2006, se permita la explotacin de una especie invasora para Colombia segn los listados del Instituto Alexander von Humboldt como lo es el caracol de jardn (Helix aspersa). Por tanto, la realizacin de estudios del impacto so-bre la salud de la fauna y los ecosistemas de estas especies es una prioridad para desarrollar las pol-ticas de manejo especficas y monitorear el efecto de las acciones actuales.

    En Colombia est documentada especial-mente la introduccin en peces. Segn el Libro Rojo de peces dulceacucolas de Colombia (l-varez-Len et al., 2002) se tiene el conocimien-to de 23 especies trasplantadas y de 81 especies introducidas (esta cifra varia altamente entre los diferentes autores), de las cuales la trucha arco iris (Oncorhynchus mykiss) ha producido un alto impacto culpndosele de la participacin de la extincin del pez graso (Rhisozomichthys totae) y el zambullidor andino (Podiceps andinus). Rueda (1998) citado por Rueda Almonacyd et al., (2004) registr la introduccin y trasplante de 16 espe-cies de anfibios y reptiles en el pas, destacando la introduccin de la rana toro (Litobathes cates-beiana), la cual fue introducida ilegalmente y se encuentra con poblaciones establecidas con alto impacto sobre las especies nativas en el Valle del Cauca, Risaralda, Caldas, Cundinamarca y Sucre (Ministerio de Desarrollo Econmico, 2002). La IUCN la tiene en el listado de las 100 especies ms dainas debido a que compite y depreda a otros anuros, culebras y tortugas, y las larvas pueden impactar las comunidades acuticas por alteracin de los bentos.

    Dentro del manejo actual de la fauna proce-dente del comercio ilegal que se hace en la ma-yora de los pases latinoamericanos (Drews, 1999;

    F. Nassar-Montoya & Crane, 2000), la liberacin de animales procedentes del decomiso o con fi-nes humanitarios representa un riesgo potencial para la introduccin o trasplante de especies in-vasivas (al nivel de localidad, regin o pas) a pe-sar que actualmente hay lineamientos claros para este procedimiento a nivel internacional (ver por ejemplo, IUCN) y nacional (Ministerio de Ambien-te Vivienda y Desarrollo Territorial, 2010b; Ministe-rio de Medio Ambiente de Colombia-MMA, s. F.). En el caso colombiano este riesgo persiste debido a que en general la infraestructura de los centros de recepcin y rehabilitacin de fauna decomisa-da sigue siendo deficiente y los presupuestos de operacin limitan los procedimientos tcnicos y de bioseguridad. Adicionalmente, las cifras de las liberaciones pueden ser importantes, ya que para ilustrar la dimensin de la problemtica puede mi-rarse el caso de la Secretara Distrital de Ambien-te de Bogot (antes DAMA), que de acuerdo con Leguizamn & Estrada (2004) liber directa o in-directamente (remitidos a otras instituciones para liberacin) a 3.759 animales entre 1996 y 2003.

    De todas formas es cierto que en Colom-bia hay deficiencia en la documentacin de los efectos sobre los ecosistemas de la liberacin intencional de especies nativas en el medio na-tural, a pesar que en el mundo hay evidencia de introduccin de enfermedades y el crecimiento invasivo de una poblacin reintroducida en un lugar por animales liberados con fines de con-servacin (R. Kock, Woodford, & Rossiter, 2010; Leguizamn & Estrada, 2004; Woodford & Ros-siter, 1994). Jimnez & Cadena (2004) sugieren dos casos de invasin de especies exticas por la liberacin intencionada de animales. Primero, la introduccin de psitcidos en el Valle de Abu-rr a partir de liberaciones por parte del zoo-lgico, para lo cual no se encontraron estudios que confirmaran o rechazaran esta hiptesis. Segundo, el reforzamiento de las poblacio-nes del chamn (Molothrus bonariensis) en la

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    Sabana de Bogot por la liberacin de ejempla-res decomisados. Esto es poco probable debido a que esta zona corresponde a la distribucin de la especie que ha sido favorecida por otros factores desde hace varias dcadas (Asociacin Bogotana de Ornitologa, 2000) y el nmero de animales liberados difcilmente podra tener este impacto en tan corto tiempo (de acuerdo con el DAMA, actualmente SDA, se liberaron entre 1996 y 2007 un total de 17 ejemplares en el Parque la Florida, Bogot).

    USO NO SOSTENIBLE DE LOS RECURSOS

    La sostenibilidad del uso de las especies es un tema que ha despertado alto inters y generado controversia debido a que aglutina diversas dis-ciplinas, existe polarizacin en los conceptos y perspectivas, y los factores involucrados incluyen aspectos socioeconmicos, conservacionistas, humanitarios, culturales, polticos, etc. Por tanto, como ocurre en otras partes del mundo la infor-macin es extensa para Latinoamrica (ver por ejemplo, Beissinger & Snyder, 1992; Campos-Rozo, Ulloa, & Rubio-Torgler, 2001; T. G. Fang, Bodmer, Aquino, & Valqui, 1997; T.G. Fang, Montenegro, & Bodmer, 1999; J. G. Robinson & Redford, 1991; Snchez, Morales, & Lpez-Arvalo, 2001). Desde la perspectiva de salud de la fauna y los ecosis-temas, podemos resaltar algunas propuestas me-todolgicas puntuales y prcticas para el manejo de la caza, que se han desarrollado a travs de la participacin local y responden a una problem-tica especfica de sostenibilidad econmica y am-biental en un sitio (Hilty-Taylor, 2000).

    De todas formas, es indiscutible el alto impac-to sobre algunas especies que tiene la explota-cin directa de la fauna silvestre como la cacera para consumo, la obtencin de subproductos como plumas y pieles, y el comercio de masco-tas; considerndose que es la segunda causa del

    declive de las poblaciones naturales en el planeta (Redford & Robinson, 1987).

    Presin por el consumo de subsistenciaLa presin local sobre la fauna puede originarse de la simple necesidad de alimento por parte de las comunidades locales de indgenas y colonos (J. G. Robinson & Redford, 1991); uso que es tradicional en el neotrpico pues la protena animal en algunas comunidades indgenas ha provenido casi o exclu-sivamente de la cacera (J. G. Robinson & Bennett, 2004; J. G. Robinson & Redford, 1991). Este apro-vechamiento es permitido desde el punto de vista legal; como lo es por ejemplo en Colombia median-te el Decreto 1608 de 1978 que autoriza la caza de subsistencia, siempre y cuando no se produzca deterioro ambiental del recurso. Sin embargo, este concepto es de difcil interpretacin y aplicacin, ya que en situaciones de uso de subsistencia, incluso en comunidades indgenas, se registra agotamien-to de las especies bajo presin de caza (Robinson & Bennett, 2004; Robinson & Redford, 1991), lo que ha sido documentado tambin para el pas -ver por ejemplo, Bedoya-Gaitn (1996) y Ulloa et al. (1996).

    Los investigadores se han preocupado prin-cipalmente por el impacto del uso en la dispo-nibilidad de los recursos (como indicador de abundancia y riqueza) y las relaciones cultura-les de las comunidades con la fauna. Redford & Robinson (1987) relacionan las tasas de repro-duccin y las densidades poblacionales con la susceptibilidad a la extincin local por la cacera. Peres (2001) encontr sinergismo de la caza y el estado del hbitat (fragmentacin) sobre la ri-queza, biomasa y estructura de las comunidades de vertebrados en la Amazonia, debido a lo cual consider que es poco probable que las regiones neotropicales puedan conservar las comunida-des completas de aves y mamferos. Por otra par-te, Novaro et al. (2005; 2000) recomiendan que se considere el tamao y la distribucin espacial de la especie y no solamente las tasas demogrficas,

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    en la evaluacin de la sostenibilidad de la cace-ra, debido a que en lugares con caza intensa y espacialmente heterognea pueden encontrarse dinmicas poblacionales Fuente-Vertedero. Co-rolario a esta recomendacin, Sirn et al. (2004) proponen un mtodo basado en el anlisis espa-cial para diferenciar espacios donde puede haber o no cacera en un lugar.

    Para Rowcliffe et al. (2003) la cacera de con-sumo humano debe abordarse como una proble-mtica multi-especies, en la que la dinmica de la caza afecta al sistema multi-presa. Tambin, en la actualidad se ha incrementado el inters por las relaciones con el bosque (Roe et al., 2002). Wrigth et al. (2007) hacen una revisin de los trabajos que documentan los efectos de la caza sobre las rela-ciones planta-animal en el trpico, que conlleva a las alteraciones en las comunidades de plantas debido a cambios en la dispersin y/o predacin de semillas y en la composicin y patrn de distri-bucin de las plntulas y arbustos.

    Comercio legal e ilegal de faunaLos volmenes mundiales del mercado ilegal de fauna y flora silvestre son gigantescos, se calcula que al ao moviliza entre 4 y 5 mil millones de dlares. Algunas entidades oficiales y privadas presentan estimativos en el neotrpico que son tiles para entender su dimensin, pero la verdad es que se desconoce la realidad de estas cifras. Adems del impacto directo sobre las poblacio-nes silvestres por la extraccin, el trfico ilegal conlleva una serie de riesgos adicionales, como lo son la movilizacin de animales en condiciones inadecuadas y sin controles sanitarios, y la dispo-sicin de los individuos confiscados que involucra la liberacin al medio natural (ver por ejemplo, Drews, 1999; Franke & Telecky, 2001; F. Nassar-Montoya & Crane, 2000).

    Varios trabajos abordan la problemtica de conservacin del trfico legal e ilegal de fauna en el neotrpico, los cuales se concentran en los

    volmenes del comercio, las problemticas de mortalidad y bienestar durante el transporte, la comercializacin, la tenencia como mascotas, el control, el decomiso y el manejo pos decomiso (Drews, 1999; F. Nassar-Montoya & Crane, 2000). Sin embargo, a pesar que a partir de las cifras de los volmenes de animales comercializados se podra inferir la magnitud del impacto de la ex-traccin ilegal de animales sobre las poblaciones naturales, la verdad es que los efectos sobre la sa-lud de la fauna y sus ecosistemas estn deficien-temente estudiados.

    En el caso colombiano, dentro de la aplica-cin de la Estrategia Nacional para la Prevencin y Control del Trfico Ilegal de Especies Silvestres (Ministerio del Medio Ambiente de Colombia-MMA, 2002), las corporaciones regionales (au-toridades ambientales regionales) han venido compilando informacin que ayuda a entender la problemtica con el fin de implementar accio-nes de manejo de animales decomisados, y su seguimiento y control. Por ejemplo en la Secre-tara Distrital de Ambiente (antes DAMA) de Bo-got, Leguizamn & Estrada (2004) hicieron una revisin del trfico ilegal de fauna en la ciudad de acuerdo con el volumen de animales que llega-ron el centro de recepcin de la entidad durante ocho aos. Segn los autores, entre 1996 y 2003 ingresaron 15.367 animales pertenecientes a 278 especies. Los grupos ms representativos fueron Testudinata (4.970 individuos) en los reptiles, psi-taciformes (3.427 individuos) en las aves, y prima-tes (352 individuos) en los mamferos.

    En otro estudio realizado en este mismo lugar, Durn et al. (2000) haban concluido que los ani-males que llegaban al Centro de Recepcin y Reha-bilitacin del DAMA provenan de todos los pisos trmicos (0-4.000 msnm), pero principalmente de los clidos (menos de 1.000 msnm) pertenecientes a las unidades biogeogrficas Orinoco, Cinturn rido Pericaribeo y Choc-Magdalena. Es de-cir que a Bogot llegan ilegalmente animales de

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    diversas partes del pas, lo que hace que la proble-mtica no pueda entenderse solamente mediante unas cifras (sobre todo cuando se considera que la mortalidad es alta despus de la captura y antes de la comercializacin) que debido a las condicio-nes de trasporte y mantenimiento.

    Los centros de recepcin y rehabilitacin de fauna (o Centros de Atencin y Valoracin, Cen-tros de Atencin, Valoracin y Rehabilitacin) son entonces una respuesta de las autorida-des ambientales y ONGs en Latinoamrica para darle alojamiento al alto volumen de animales que son decomisados vivos producto de la ex-traccin, movilizacin y comercializacin ilegal. Por lo tanto no son centros de conservacin; y los recursos destinados a estos responden a una problemtica especfica, y compleja de grandes dimensiones, que compromete directamente factores humanitarios, sanitarios (salud pblica y animal), legales y lgicamente conservacio-nistas. Segn la IUCN (2002) las alternativas de disposicin de los animales incluyen cautive-rio, eutanasia y liberacin al medio natural. Esta ltima est altamente controvertida como se discute ms adelante (ver Consenso tico, ms delante), debido a los riesgos epidemiolgicos, biolgicos y comportamentales que representa la liberacin cuando responde solamente a fi-nes humanitarios, y no al resultado de un proce-so de evaluacin similar al que se realiza en los programas de reintroduccin y reforzamiento de poblaciones con fines de conservacin.

    El reto no es sencillo ya que inclusive en estos ltimos programas que tienen por lo general un gran soporte de recursos y tecnologa, as como el respaldo e inters poltico; la informacin ge-nerada responde frecuentemente a evaluaciones oportunistas y a inferencias a partir de interpreta-ciones post hoc de los resultados de los monito-reos -cuando se hacen-, y no a el uso de modelos para evaluar la viabilidad de la reintroduccin (Seddon, Armstrong, & Maloney, 2007); como

    tambin debera utilizarse en el caso del manejo y disposicin de la fauna decomisada.

    En este punto, vale la pena analizar las rutas de los protocolos formulados por el Ministerio del Medio Ambiente de Colombia (2002) (que se pueden descargar de la pgina http://www.minambiente.gov.co/documentos/476_protoco-lo_fauna_decomisada.pdf) y la resolucin 2064 del 2010 del Ministerio de Ambiente Vivienda y Desarrollo Territorial (2010b),como ejercicio de evaluacin de las posibles vas para la contamina-cin biolgica, epidemiolgica y comportamen-tal de las poblaciones naturales en el pas, ya que de acuerdo con el criterio de los autores, si estos se siguen de manera adecuada los riesgos para los ecosistemas naturales se minimizan, ya que es prcticamente imposible tener Riesgo 0 [los resul-tados de los proyectos de reintroduccin a pesar que difieren de los de reinsercin de fauna deco-misada precisamente en que en estos ltimos, los lugares de liberacin deben tener poblaciones de la especie a liberar, muestran los riesgos por la posibilidad de contaminacin a partir de los animales liberados: Kock et al. (2007) identifican y analizan una serie de amenazas inherentes a los proyectos de reintroduccin que son tiles tam-bin para entenderlos peligros de la liberacin de la fauna decomisada; Hughes et al. (2003) docu-mentan la extincin de una camarn producida por una traslocacin, Moritz (1999) expone facto-res relacionados con la contaminacin gentica y Ripple & Beschta (2003) sobre los cambios en la organizacin de los ecosistemas].

    Tambin, en el Caso 5-2 -Formacin de tradicio-nes en un grupo de maiceros (Cebus albifrons) du-rante la rehabilitacin- Captulo 5 del presente libro, Clavijo et al., identifican el riesgo de introducir com-portamientos aberrantes que podran convertirse en tradiciones a partir del ejemplo de un individuo, los cuales podran pasar desapercibidos durante la rehabilitacin y liberacin. En la Tabla 4 se incluye-ron solamente las condicio