teoria de las relaciones internacionales - bartolome

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  • Autor: Mariano Bartolom

    Teora de las Relaciones InternacionalesUn abordaje general a la Teora de las

    Relaciones Internacionales

    Facultad de Derecho y Ciencias SocialesLicenciatura en Relaciones Internacionales

    003946

  • Un abordaje general a la Teora de las Relaciones Internacionales

    1

    UN ABORDAJE GENERAL A LA TEORA DE LAS RELACIONES

    INTERNACIONALES

    Mariano Csar Bartolom

    Licenciatura en Relaciones Internacionales Teora de las Relaciones Internacionales 1

  • Un abordaje general a la Teora de las Relaciones Internacionales

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    PRESENTACIN El presente material didctico fue elaborado para su empleo en la materia Teora de las Relaciones Internacionales-I, correspondiente al segundo ao de la Licenciatura en Relaciones Internacionales de la Universidad de Belgrano (UB). El objetivo bsico, a la hora de su confeccin, consisti en proporcionar al alumno un panorama general sobre varios de los temas que se dictan en la materia, que facilite la comprensin de las descripciones y explicaciones brindadas en forma presencial por los integrantes de la ctedra, y de la bibliografa especializada proporcionada para una profundizacin del conocimiento adquirido. En tal sentido, debe quedar en claro que este material no sustituye en forma total ni parcial a las explicaciones brindadas por la ctedra en clase, ni a la bibliografa obligatoria que consta en el programa. I. INTRODUCCIN: LA TEORA Y LA MULTIPLICIDAD DE ENFOQUES An antes que el mundo adoptara en la Paz de Westfalia la fisonoma que lo caracteriz hasta estos momentos, a lo largo de los siglos los pensadores han polemizado sobre la interaccin y conductas externas de las unidades soberanas preponderantes en cada perodo histrico, sean ciudades, imperios o naciones. Pero la heterogeneidad de sus posturas nunca logr eclipsar un interrogante permanente y omnipresente: Puede controlarse, o incluso erradicarse, el conflicto del plano internacional? De esa forma, el concepto de conflicto adquiere una importancia clave en el estudio de las Relaciones Internacionales. De manera extremadamente simplificada, entenderemos aqu al conflicto como "una interaccin antagnica que surge cuando hay dos aspiraciones para lograr una misma cosa, u objeto social". Tambin lo podemos comprender como "una lucha respecto de valores y derechos, sobre estados, poderes y recursos escasos; lucha en la cual el propsito es neutralizar, daar o eliminar al rival". En el mundo de las Relaciones Internacionales, el anlisis polemolgico se bifurca en dos caminos claramente diferenciados. Un primer derrotero nos adentra en el campo genrico de las amenazas que pesan sobre los Estados, sociedades e individuos; es decir, en el terreno de la Seguridad Internacional, cuyos contenidos y debates se analizarn exceden a los objetivos del presente trabajo. El segundo sendero del anlisis est protagonizado por los aspectos tericos de las Relaciones Internacionales. La Teora de las Relaciones Internacionales tiene

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    una finalidad eminentemente prctica, orientada a su aplicacin al anlisis emprico pues, como dijera Keohane:

    "la teora y la investigacin siempre deberan estar interconectados. Es engaoso y pernicioso creer que el terico no tiene que preocuparse por hechos histricos. La teora sin el trabajo emprico es, a la larga, tan vaca como los hechos sin teora" 1

    En el plano terico, la sistematizacin de los debates pluriseculares sobre la interaccin y conductas externas de los actores soberanos del escenario internacional, desde el prisma del conflicto, conform dos grandes corrientes de pensamiento en esta materia. Cada una ellas alberga en su seno mltiples enfoques y teoras que, aunque comparten un conjunto de postulados bsicos, difieren en materia de matices especficos. Una de estas corrientes, la ms conocida y difundida, es el Realismo. Existe consenso casi absoluto sobre su denominacin (algo que no ocurre en otros casos, como veremos) y sus caractersticas bsicas. Adems, el realismo cuenta con la tradicin terica ms dilatada en el tiempo, ya que sus antecedentes ms lejanos se remontan al siglo V AC con Tucdides. En una posicin antagnica, histricamente enfrentada al realismo, se encuentra una segunda corriente con tradicin tambin extensa, puesto que sus antecedentes pueden hallarse ya en el siglo II DC con Marco Aurelio y la corriente de los estoicos. A esta corriente la denominaremos Liberalismo aunque es pasible de diferentes denominaciones, entre ellas Internacionalismo Liberal, Liberalismo, Pluralismo, Legalismo, Idealismo o Wilsonianismo. Aunque todos estos sustantivos suelen ser empleados como sinnimos, entendemos que su uso correcto implica distintas significaciones: el idealismo y el wilsonianismo son la misma cosa, y junto con el internacionalismo liberal constituyen dos categoras especficas del legalismo o liberalismo; aunque estas dos denominaciones efectivamente significan lo mismo, la primera carece de la tradicin y difusin de la ltima. A estas dos grandes corrientes tericas se suma una tercera, definida usualmente como Marxismo o enfoque del "Sistema Mundo", aunque tambin se la conoce como Globalismo. La denominacin ms correcta parece ser la primera, o sea Marxismo, y a pesar de su innegable importancia, esta tercera escuela no cuenta con la produccin terica o la influencia de las dos primeras; ni tampoco con su tradicin, que se remonta a menos de dos siglos El Realismo, el Liberalismo y el Marxismo, hasta aqu mencionados, constituyen en conjunto las corrientes (o enfoques) tericas clsicas (o tradicionales) de las Relaciones Internacionales. Aunque ms adelante en este trabajo se 1 KEOHANE, Robert: Instituciones internacionales y poder estatal, GEL, Buenos Aires 1993, p.30

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    consignan sus caractersticas ms relevantes, en el Cuadro N1, basado en un trabajo de Andrew Ross, se presentan en forma comparativa las coincidencias y divergencias entre ellas2

    .

    Cuadro N1 CORRIENTE TEORICA

    Realismo Liberalismo Marxismo Precursores intelectuales

    Tucdides, Maquiavelo, Hobbes

    Rousseau, Locke, Kant

    Marx, Lenin

    Problema central Paz y Guerra Cooperacin Dominacin y subordinacin

    Naturaleza del sistema internacional

    Anarqua Anarqua limitada Capitalista

    Actores Estados Estados y actores no estatales

    Clases sociales

    Conducta de los actores

    Unitaria, racional y basada en intereses

    Basada tanto en intereses como en la

    bsqueda de cooperacin

    Intereses de clase

    Tipo de juego Suma cero Suma diferente de cero

    Suma cero

    Agenda Predominio de cuestiones de

    seguridad

    Cuestiones polticas, econmicas, etc. Unilaterales y multilaterales

    Econmica, determinando las

    cuestiones polticas

    El realismo y el liberalismo, adems de constituir corrientes tericas ms importantes que el marxismo en trminos de produccin terica, referentes e influencia, conforman en conjunto lo que se conoce como Racionalismo o Positivismo. Esa denominacin, que tiene un sentido peyorativo, procede de una lnea analtica alternativa que alega que las dos primeras son insuficientes para reflejar acabadamente la actual situacin internacional, en orden a su mejor comprensin. De acuerdo a esa lnea analtica alternativa, el racionalismo (realistas y liberales) analiza las cuestiones internacionales desde una posicin no participante, entendiendo que lo real es aquello que puede observarse, arrogndose una

    2 ROSS, Andrew: The Theory and Practice of International Relations: Contending Analytical Perspectives. en Strategy and Force Planning Faculty: Strategy and Force Planning. Naval War College, Newport 1997, pp. 45-62

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    capacidad de interpretacin que en realidad no tiene. Frente a este aparente yerro, se sostiene que la realidad internacional "no es" de una determinada manera, sino que se construye permanentemente desde lo lingstico y lo sociolgico; en otros trminos, lo real est determinado por el lenguaje y el discurso, como lo demuestra el ttulo de una de las obras referenciales de esta postura: "La anarqua es lo que los Estados hacen de ella"3

    .

    A este enfoque alternativo se lo conoce como Reflectivismo o Post-Positivismo. En el primer caso, por su pretensin de "reflejar" la realidad internacional de mejor manera que realistas y liberales; en el segundo, por su intensin de trascender un positivismo que consideran perimido. A su turno, los racionalistas tildan a los reflectivistas de subjetivos, relativistas y carentes de rigor cientfico, caractersticas stas que conspiran contra una adecuada comprensin de los asuntos internacionales4

    .

    Cmo se inserta el marxismo en este debate? No lo involucra. El relevamiento de la bibliografa existente y los debates registrados en esta materia muestra, por un lado, que los reflectivistas no incluyen al marxismo como blanco de sus debates; por otra parte, muchos de los principales referentes contemporneos del marxismo suelen ser considerados al mismo tiempo como figuras del reflectivismo. Ese es el caso de dos autores que sern mencionados en otro pasaje del presente trabajo, Robert Cox e Immanuel Wallerstein, tomados en consideracin por las teoras crticas y la sociologa histrica, respectivamente. En sntesis, como se muestra en el Cuadro N 2, en este trabajo se considera que las grandes Teoras de las Relaciones Internacionales, aquellas que pretenden dar cuenta del funcionamiento general del sistema internacional, se dividen por un lado en las corrientes clsicas, y por el otro en los enfoques reflectivistas. De las tres grandes corrientes clsicas, el realismo y el liberalismo conforman por su parte el enfoque racionalista. En este punto, conviene dejar en claro dos cuestiones. La primera de ellas es que la clasificacin que aqu se emplea, aunque es la ms usual, no es la nica que existe ni se registra un consenso absoluto sobre sus lmites. Por ejemplo, tanto la interdependencia compleja como el neoinstitucionalismo, enfoques que aqu se incluyen dentro de la corriente liberal, fueron oportunamente postulados por sus autores al mismo nivel que el realismo y el liberalismo. Algo parecido sucede con la llamada Escuela Britnica, o escuela de la Sociedad Internacional, que en el presente trabajo se inserta en el realismo existencial. La segunda cuestin indica que todos los enfoques tericos hasta aqu mencionados han sido concebidos y desarrollados en el mundo anglosajn, con 3 WENDT, Alexander: "Anarchy is what States make of it: the social construction of power politics", International Organization 46:2 (1994) 4 Para las diferencias entre racionalistas y reflectivistas, expresados como positivistas y post positivistas, en los planos ontolgico y epistemolgico, ver PATOMKI, Heikki & Colin Wight: "After postpositivism? The promises of critical realism", International Studies Quaterly 44:2 (2000), pp. 213-237

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    particular nfsis en los EEUU, a partir de visiones, experiencias y perspectivas existentes en esa parte del mundo. Se ha argumentado, con razn, que la procedencia de los enfoques no es un dato menor que deba ser soslayado, pues condiciona su aplicabilidad a fenmenos y procesos ocurridos en otras partes del mundo. Los argumentos que ponen en tela de juicio la aplicabilidad de los enfoques tericos tradicionales, tipificados como procedentes del centro o del Primer Mundo, para analizar y comprender en toda su complejidad a cuestiones propias del Tercer Mundo o periferia, enfatizan en que estas naciones deben llevar adelante su propia produccin terica, con cierta autonoma de influjos exgenos. Cuadro N 2

    De acuerdo a esos argumentos, un cambio como el que se propone rompera cierta dependencia intelectual existente; optimizarn la aplicacin de categoras y conceptos, desde el momento en que se generan en los mismos contextos culturales y sociales donde sern empleados; evitara que la repeticin e institucionalizacin de los discursos tradicionales conduzca a la percepcin de los mismos como necesariamente objetivos y neutrales; y recuperara para los pases ajenos al referido Primer Mundo la condicin de protagonistas en la construccin de su propio conocimiento5

    .

    5 TICKNER, Arlene. Relaciones de conocimiento Centro-Periferia: hegemona, contribuciones locales e hibridizacin en Horacio Godoy, Roberto Gonzlez Arana & Gabriel Orozco Restrepo (eds): Construyendo lo global. Aportes al debate de Relaciones Internacionales, Editorial Universidad del Norte, Barranquilla 2011, pp. 18-34.

    TEORIAS DE

    ALCANCE GENERAL

    TEORIAS CLASICAS

    REFLECTIVISMO

    MARXISMO REALISMO LIBERALISMO

    RACIONALISMO

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    II. ENFOQUES RACIONALISTAS: REALISMO Y LIBERALISMO Tanto el realismo como el liberalismo albergan en su seno una diversidad de puntos de vista, que mutan al mismo ritmo en que lo hace la poltica internacional. Esas alteraciones han dado lugar, en los ltimos tiempos, a paulatinas confluencias entre ambas escuelas, donde cada una de las partes reconoce y asimila elementos y postulados de la otra, a partir de una evidencia incontrastable: las pticas realistas tradicionales no permiten una comprensin acabada de los acontecimientos mundiales. Algunos comentarios sobre el realismo El realismo est lejos de constituir una teora unificada. Indica Mastanduno que el realismo debera ser comprendido como un "programa de investigacin" que contiene una serie de postulados centrales a partir de los cuales s se pueden desarrollar una gran variedad de teoras y explicaciones especficas, que deberan ser contrastadas entre s6

    .

    Efectivamente, a lo largo de casi 2500 aos el realismo present facetas diferenciadas, que en muchos casos poco tuvieron en comn, ms all de ciertos elementos distintivos. Un primer elemento es el reconocimiento del Estado en tanto actor unitario y racional- como representante legtimo de los deseos y aspiraciones colectivas y, en consecuencia, como el actor fundamental del sistema internacional surgido en Westfalia, tras los tratados de Mnster y Osnabruck que en 1648 clausuraron la Guerra de los Treinta Aos. Como segundo elemento, el realismo rescata la situacin de anarqua que atraviesa el sistema internacional, en referencia a la ausencia de un poder ordenante que se encuentre por encima de los Estados con capacidad para emitir una norma comn a todos ellos, imponerla de manera efectiva y sancionar a quien no la cumpla. Esta situacin anrquica y sus derivaciones que plasmada cabalmente en el orden westfaliano, en el cual la conducta estatal se rega por tres preceptos: "rex est imperator in regno suo" (el rey es emperador en su reino), por el cual no existe autoridad ms alta que la del gobernante (monrquico o republicano) y todos los gobernantes son independientes entre s; "cujus regio, ejus religio" (quien manda determina la religin), segn el cual no pueden existir intervenciones externas al Estado basadas en cuestiones religiosas (concepto que deriva en la prctica de

    6 MASTANDUNO, Michael: "Preserving the Unipolar Moment: Realist Theories and U.S. Grand Strategy After the Cold War", en Ethan Kapstein & Michael Mastanduno: Unipolar politics. Realism and State strategies after the Cold War. Columbia University Press, New York 1999, pp. 138-181

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    no intervencin); finalmente, como garanta de equilibrio del sistema, el balance de poder entre Estados, a travs de la conformacin de alianzas. Asociado a lo anterior, un tercer elemento distintivo del realismo es su nfasis en el concepto de soberana, entendida con Jean Bodino como "el poder de mandar y de obligar sin poder ser mandado ni obligado por nadie"7, o segn Keohane (la adaptacin es nuestra) como "supremaca legal sobre cualquier otra autoridad en un determinado territorio"8

    . La visin realista de la soberana estatal en un contexto anrquico conspira contra la cooperacin en el plano interestatal, impidiendo el planteo de objetivos que demanden esa exigencia.

    Un cuarto elemento distintivo del realismo, ntimamente vinculado a la cuestin nodal de la anarqua, es la identificacin de la propia supervivencia, como primera prioridad de los Estados. El quinto, la certeza que en un ambiente donde no existe autoridad legtima ni efectiva por encima del Estado, ste est librado a su suerte, obligado a la autoayuda. As, se ha dicho que los conceptos de Estado (State), supervivencia (survival) y autoayuda (self-help) constituyen las "tres S" bsicas del planteo realista9

    .

    El sexto y ltimo elemento distintivo del realismo apunta al nfasis en el poder militar como principal herramienta a disposicin de los Estados soberanos, para garantizar la propia supervivencia y procurar sus intereses en un mundo anrquico donde prima la autoayuda. Maquiavelo explica esta ptica de la siguiente manera:

    "Un prncipe no debe tener ms objetivo ni ms preocupacin, ni dedicarse a otra cosa que no sea la guerra y su organizacin y estudio; porque ste es el nico arte que compete a quien manda, y encierra tanta virtud, que no slo mantiene en el poder a los que son prncipes por nacimiento, sino que muchas veces tambin hace que los hombres particulares alcancen esa categora. Porque se observa que los prncipes cuando han pensado ms en los refinamientos que en las armas, han perdido su Estado. Y el motivo fundamental de que lo pierdas es descuidar este arte; y el motivo que hace que lo adquieras es ser experto en l".10

    Ms all de estos elementos comunes existen mltiples versiones del realismo, aparecidas a lo largo de un derrotero histrico de casi veinticinco siglos. Esa multiplicidad impone la aplicacin de algn criterio de clasificacin de las diferentes perspectivas realistas. En este punto, lo usual consiste en diferenciar y

    7 MERLE, Marcel: Sociologa de las Relaciones Internacionales, Alianza, Madrid 1986, p.53 8KEOHANE, Robert: "Soberania estatal e institues multilaterais: respostas interdependncia assimtrica", en Jos lvaro Moiss (coord.): O futuro do Brasil. A Amrica Latina e o fin da Guerra Fria, Paz e Terra/USP, So Paulo 2001, pp. 165-191 9 DUNNE, Timothy: "Realism", en John Baylis & Steve Smith (eds.): The Globalization of World Politics. Oxford University Press, Oxford 1997, pp. 109-124 10 MACHIAVELLI, Niccol: El Prncipe, Centro Editor de Cultura, Buenos Aires 2003, p.81 (Captulo XIV: "Quod principem deceat circa militiam", "De lo que corresponde al prncipe en relacin con la milicia")

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    agrupar a los enfoques tradicionales del realismo en funcin de la razn bsica atribuida por los autores a la conflictividad internacional. As, se habla de un Realismo Clsico que enfatiza en la naturaleza humana, frente a un Realismo Estructural que como su nombre lo indica- centra su atencin en la estructura del sistema internacional. El realismo clsico se inicia con Tucdides y su obra La Guerra del Peloponeso (circa 400 AC);, en cuyas pginas postul que la conducta humana es guiada por tres factores: miedo (phobos), inters propio (kerdos) y honor (doxa). Estos aspectos de la naturaleza humana provocan inestabilidades y guerras, caractersticas de la condicin humana (anthropinon). Y el ejemplo ms contundente es el llamado "Dilogo de Melos", es decir, la justificacin que esgrimen los atenienses ante los habitantes de la isla de ese nombre, al momento de intentar ocuparla militarmente: "los poderosos dominan y los dbiles ceden". Tomando a la obra de Tucdides como punto de inicio, el realismo clsico permaneci prcticamente inalterable hasta el inicio del ltimo cuarto del siglo pasado. En esta zaga de veinticinco siglos se destacaron como principales figuras el citado Maquiavelo y su Prncipe (1532); Hobbes y Leviathan (1651); y Rousseau y el Estado de Guerra (1750). Ya en pocas contemporneas, de los muchos autores que pueden citarse (Carr, Kennan, Kissinger), sobresale Hans Morgenthau con su trabajo Poltica entre las Naciones (1948). El realismo estructural, en tanto, recin aparece con Kenneth Waltz y su Teora de la Poltica Internacional (1979); tanto esta obra como su autor son claves dentro del Neorrealismo, entendido como una renovacin de esa corriente terica. Sin embargo, debe quedar en claro que ambos conceptos, realismo esgtructural y neorrealismo, no son equivalentes; es decir que, mientras el realismo estructural se inserta en la corriente neorrealista, el neorrealismo va ms all del realismo estructural para incluir otros enfoques. De esta manera, el campo del realismo contemporneo est dominado por dos grandes figuras. Morgenthau, exponente de las lecturas clsicas que enfatizan en la naturaleza humana; y Waltz, fundador del neorrealismo, ms preocupado por la estructura del sistema internacional. Ambos enfoques, junto a otros similares, daran respaldo a la tradicional jerarquizacin de las cuestiones polticas internacionales en niveles de alta y baja poltica. Esta distincin se basa en cuatro dimensiones: tipo de cuestin poltica tratada, jerarqua de los decisores afectados, caractersticas de los actores involucrados y naturaleza de la situacin generada11

    .

    11 WILLETTS, Peter: Transnational actors and International Globalization in Global Politics, en Baylis & Smith, op.cit., p. 305 La distincin entre alta y baja poltica fue concebida por Stanley Hoffmann y empleada por primera vez en HOFFMANN, Stanley: "The fate of the Nation State: Obstinate or Obsolete?", Daedalus 95:3 (1966), pp. 862-915

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    Los autores realistas En tanto exponente del realismo clsico, Hans Morgenthau postula que el hombre, como animal poltico, busca incrementar poder desde el mismo momento de su nacimiento y en todo momento y lugar: es un animus dominandi. Este impulso se expresa de diferentes formas en los planos domstico e internacional, ya que en el primer caso recortan ese ejercicio la organizacin del Estado y su sancin de leyes que regulan el funcionamiento de la Sociedad; en el segundo, la ausencia de una autoridad centralizada incita a la bsqueda de poder hasta los lmites de las propias capacidades, o de la actitud de otros actores, que podran poner coto a esa bsqueda a travs de balances de poder12

    .

    Cuadro N 3

    DISTINCIN ENTRE ALTA Y BAJA POLTICA (CONCEPCIN REALISTA DE LA GUERRA FRA)

    ALTA POLTICA BAJA POLTICA

    CUESTIN POLTICA Paz y Seguridad Economa, tecnologa, cuestiones sociales, Derechos Humanos

    DECISORES Jefes de gobierno y principales ministros

    Ministros de menor jerarqua y otros

    funcionarios INVOLUCRAMIENTO DE

    ACTORES NO GUBERNAMENTALES

    Mnima o inexistente

    Amplia

    TIPO DE SITUACIN GENERADA

    Alta prioridad (potencial de crisis)

    Baja prioridad (rutina)

    En el campo de la praxis internacional, este enfoque conduce al punto nodal del pensamiento de Morgenthau: los estadistas "piensan y actan en trminos de inters, definido como poder"13

    12 MORGENTHAU, Hans: "The Moral Blindness of Scientific Man", en Robert Art & Robert Jervis: International Politics. Enduring Concepts and Contemporary Issues. Harper Collins, NY 1996, pp. 7-16

    . Ms all de las diferencias entre Estados, en todos los casos el inters nacional bsico, principal e innegociable es la supervivencia del Estado, referida concretamente a la integridad del territorio, las instituciones polticas y la cultura. Por eso, las acciones de los estadistas no

    13 En nuestro pas se ha traducido errneamente esta sentencia como "...inters, definido en trminos de poder" (el subrayado es nuestro). No es esto lo que dice el autor, sino textualmente "think and act in terms of interest, defined as power".

  • Un abordaje general a la Teora de las Relaciones Internacionales

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    deben ser juzgadas desde la moral individual, sino slo a partir de las consecuencias de sus decisiones polticas en la prosecucin del inters nacional, comenzando por la supervivencia del Estado14

    . Y de la misma manera en que las reglas morales de los estadistas difieren de la moral individual, las aspiraciones morales de un Estado son autnomas de aquellas normas morales con cierta aceptacin universal.

    Por ltimo, puesto que los intereses entre dos o ms Estados pueden colisionar, tornndose conflictivos, los mismos son objeto de un constante y permanente ajuste. Se vislumbra as, de manera casi automtica, la concepcin que tiene el autor sobre la Poltica Internacional: el conjunto de interacciones (o mejor dicho, de patrones de interaccin) entre los Estados, en la prosecucin de su inters nacional. El planteo de Morgenthau es insuficiente para teorizar sobre la dinmica internacional, ya que sta es altamente cambiante, mientras el primero es bsicamente esttico y conservador, reduciendo y simplificando situaciones complejas -muchas veces novedosas- a la competencia y negociacin interestatal por el poder. Esta insuficiencia contribuy a la aparicin del realismo estructural de Kenneth Waltz, que no se centr en el poder del Estado, sino en su seguridad; derivado de esto, dej de concebir al poder como un fin, para tenerlo en cuenta como un medio15

    .

    Waltz16

    estudia la poltica internacional empleando dos conceptos bsicos, estructura y unidades interactuantes, sendos componentes bsicos de un sistema, privilegiando a los Estados como unidades bsicas, an admitiendo la existencia de otras.

    Su comparacin de las estructuras que rigen los sistemas polticos internacional e interno de un Estado le permite detectar dos importantes diferencias entre ambas. Las estructuras polticas internas se caracterizan por su centralizacin y su jerarqua, con unidades relacionadas en trminos de control y subordinacin, algunas dedicadas a decidir y otras a obedecer; contrario sensu, la estructura del sistema poltico internacional es descentralizada y anrquica (por oposicin a jerrquica), desde el momento en que formalmente todas las unidades son iguales y no mantienen entre s relaciones de control y subordinacin. Por otro lado, en una estructura poltica domstica, las relaciones de control y subordinacin que imperan entre las unidades, implican cierta diferenciacin de funciones. En diferente sentido, las unidades de la estructura poltica internacional 14 Merle (op.cit., p.41) sostiene que la idea de Morgenthau sobre el inters nacional es que su concepcin debe ser mesurada, para contribuir a la conformacin de un sistema internacional que "ya que no puede ser idealmente armnico, sea al menos soportable" 15 BUENO DE MESQUITA, Bruce: Neorealism`s Logic and Evidence: When is a Theory Falsified?, mimeo, International Studies Association, 40th Annual Convention, Washington DC February 1999 16 El anlisis est basado en WALTZ, Kenneth: Theory of International Politics, Random House, New York 1979, pp. 79 y ss (Chapter 5: Political Structures)

  • Un abordaje general a la Teora de las Relaciones Internacionales

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    no se diferencian por las funciones que realizan; con mayores o menores recursos, grados de complejidad y posibilidades de xito, stas son bsicamente las mismas en todos los casos. La diferencia no radica en las funciones, sino en las capacidades. As se explica la conflictividad internacional: en un marco de descentralizacin, anarqua e indiferenciacin funcional, obedeciendo al principio de autoayuda, lo que cada Estado obtenga y pierda en el sistema internacional depender de sus propias capacidades (cuya expresin es el poder) y esfuerzos, que en todos los casos se orientan primariamente a garantizar la propia supervivencia. En el sexto captulo de su obra capital17

    , Waltz descarta que pueda ser superado el carcter conflictivo del sistema internacional, extendiendo su pesimismo a los procesos de interdependencia e integracin entre Estados. Respecto a la interdependencia entre dos o ms unidades, considera que un prerrequisito es la especializacin de las mismas, alternativa que slo es posible si la estructura es jerarquizada e imperan en su seno relaciones de control y subordinacin. Entonces, para este terico no existe la interdependencia entre Estados, sino slo al interior de stos.

    En cuanto a la integracin, la anarqua del sistema internacional conspira contra esta opcin de dos maneras: por un lado, haciendo que todo Estado tema que en un proceso de integracin sus ganancias relativas sean menores a las de su eventual socio; por otro, incrementando la dependencia de todo Estado que se embarca en un proceso de ese tipo, situacin que colisiona con el principio de autoayuda. Las ganancias econmicas se subordinan a las necesidades de seguridad. Textualmente: "el imperativo domstico es especialzate!!, el imperativo internacional es cudate por t mismo!!"18

    .

    Si la conflictividad inherente al sistema internacional no puede ser mitigada, s se la puede controlar. Y la herramienta es la amenaza de violencia. Mientras en una estructura poltica jerarquizada el empleo de la fuerza (cuyo monopolio legtimo corresponde al gobierno) es la ltima ratio, en el anrquico sistema internacional los Estados tienen constantemente a su disposicin esa alternativa, correspondiendo slo a ellos decidir cundo hechar mano de la misma19

    . Cuando Waltz dice que "la anarqua es, por su propia naturaleza, un estado de guerra", indica que es precisamente el riesgo de guerra lo que limita las demandas de los actores, obligndolos a comportarse dentro de parmetros previsibles.

    Nada del pensamiento de Waltz se alter con la radical modificacin del sistema poltico internacional que supuso el fin de la Guerra Fra. Por el contrario, muchos de sus contenidos esenciales fueron reafirmados por este terico, empezando por 17 Ibidem, pp.102-128 18 Ibidem, p.107 19 De aqu una de las frases ms recurrentes en el pensamiento realista, que corresponde a Hobbes: "convenios sin espadas son slo palabras". En su idioma original adems toma la forma de un juego de palabras: "covenants without swords are but words".

  • Un abordaje general a la Teora de las Relaciones Internacionales

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    el propio desenlace del conflicto Este-Oeste: un cambio a nivel de unidades interactuantes en el sistema que incidi en la estructura del mismo, tornndolo transitoriamente unipolar. Una segunda reafirmacin de Waltz es que las caractersticas regimentales de un Estado no inciden en su conducta internacional. Al analizar la Guerra Fra en forma retrospectiva, concluye que EE.UU. y la Unin Sovitica tuvieron similares conductas externas, a despecho de sus diferencias polticas: desarrollo armamentista e intenso intervencionismo en la periferia de los teatros estratgicos principales. Finalmente, el autor reivindica la vigencia del balance de poder20

    .

    Como ya se dijo en otros pasajes de este trabajo, aunque el enfoque realista estructural de Waltz constituye el contenido ms conocido del neorrealismo, entendido como el fruto de una renovacin total de la corriente terica, el neorrealismo va ms all para incorporar otros autores y perspectivas. Ese el el caso, por ejemplo, de la llamada Teora de la Estabilidad Hegemnica, un planteo que comenz a ser teorizado en los albores de los aos 80, contando como principal protagonista a Robert Gilpin aunque tambin debe mencionarse a Robert Keohane, hecho curioso ya que este autor es de extraccin liberal. En esencia la Teora de la Estabilidad Hegemnica critic los postulados liberales que, con su nfasis en el crecimiento de la economa internacional y el aumento de los procesos de interdependencia, ponan en tela de juicio la importancia del poder militar de los Estados. En contraposicin, indicaba que el crecimiento econmico y los procesos de interdependencia requieren la previa consolidacin de un hegemn que los promueva e impulse. En la prctica, este abordaje se aplicaba al anlisis de EEUU, actor al cual se le asignaba una jerarqua hegemnica dentro de su rea de influencia, en funcin de la instauracin de un modelo econmico de mercado coincidente con su propio proyecto: foment la constitucin de instituciones multilaterales y regmenes con ese

    objetivo, pautndolos; influy decisivamente en la estructura y dinmica del comercio internacional; se constituy en uno de los ms importantes mercados, sino el principal, para

    la circulacin de bienes y divisas; e hizo jugar a su moneda un rol central en el plano financiero global. Este logro se sustent en tres factores: hegemona en todos los planos del sistema internacional; ideologa, es decir la compatibilidad y congruencia entre sus 20 WALTZ, Kenneth: "The Emerging Structure of International Politics", International Security N 18, Fall 1993, pp. 44-79

  • Un abordaje general a la Teora de las Relaciones Internacionales

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    postulados y conductas externas e internas; finalmente, aceptacin de ese modelo por parte de las otras potencias, colaborando con su funcionamiento. Esa aceptacin poda tener lugar a partir de una voluntad de cooperacin basada en la conveniencia, para Keohane; de valores compartidos, segn el liberal estructuralista Ikenberry y la corriente terica de la Sociedad Internacional; o de una simple subordinacin, segn Gilpin y otros autores21

    .

    Paradjicamente, al mismo tiempo que el neorrealismo autoafirmaba su vigencia para comprender los turbulentos momentos de la post Guerra Fra, importantes tericos volvan al realismo tradicional de Morgenthau, con su nfasis en el poder ms que en la seguridad, sosteniendo su vigencia. Del conjunto de aportes que se registraron en este campo, denominado Realismo Neoclsico, merecen citarse Schweller y Mearsheimer. El interrogante bsico con que Randall Schweller hace tambalear la construccin neorrealista es: "qu explica ese enfoque cuando la supervivencia del Estado est asegurada y hay ausencia de un agresor?". En tanto esta pregunta no tiene una respuesta clara, la clave radica en ir ms all del planteo waltziano de la bsqueda de seguridad por parte de los Estados y enfatizar en sus permanentes intentos por optimizar su posicin en el sistema internacional, a travs de la maximizacin de su influencia y autonoma. El punto es que el mundo es una constante "competencia de posiciones", de tipo "suma cero", en el sentido que la ganacia de un actor en materia de "bienes posicionales" (prestigio, status, influencia poltica, porciones del mercado), implica la prdida de otro. En otras palabras, la esencia del conflicto posicional es "quin manda cuando cesa la amenaza a la seguridad". En definitiva, el realismo debe volver a enfatizar en la competencia por recursos escasos y bienes que son esencialmente posicionales, ms que en la seguridad del neorrealismo, como la principal causa de conflicto en condiciones de anarqua. Conflicto ste de incierta superacin, pues en el sistema internacional "el apetito por el poder se incrementa con su consumo" (appetite-for-power-grows-with-the-eating)22

    .

    A su turno, John Mearsheimer tambin se aleja del neorrealismo waltziano, al que tilda de "defensivo", optando por planteos ms cercanos a postulados clsicos que enfocan en la naturaleza humana. Basndose en el perodo histrico 1792-1991, este autor insiste en que en el sistema internacional no hay lugar para la cooperacin interestatal, ni para esquemas de seguridad colectiva, identificando 21 La versin definitiva de la Teora de la Estabilidad Hegemnica aparece en KEOHANE, Robert: Hegemony in the World Political Economy, en Robert Art & Robert Jervis (comps.): International Politics. Enduring Concepts and Contemporary Issues, Harper Collins, New York 1996, pp. 286-298; las posiciones de Gilpin se observan en GILPIN, Robert: War and Change in World Politics, Cambridge University Press, New York 1981, pp. 175 y ss. 22 SCHWELLER, Randall: "Realism and the Present Great Power System: Growth and Positional Conflict Over Scarce Resources", en Kapstein & Mastanduno, op.cit., pp. 28-68

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    como nica constante a la lucha por el poder que protagonizan las grandes potencias del momento, sin que sus caractersticas regimentales tengan mayor incidencia. Dice Mearsheimer que en un mundo anrquico, los Estados despliegan un "realismo ofensivo" a travs del cual intentan acumular la mayor cantidad posible de poder en funcin del principio de supervivencia: sta es mayor cuanto mayor es el poder estatal. La carrera por la acumulacin de poder slo podra detenerse si un Estado alcanza la hegemona global, circunstancia que no tiene antecedentes histricos23

    .

    Como final de este pasaje de nuestro trabajo podemos decir que, aunque los planteos de neorrealistas parecen implicar un avance concreto con respecto a las tesituras clsicas, al incorporar el anlisis de la estructura, el realismo contina mostrando severas falencias y limitaciones. Primero, su insistencia en el Estado como protagonista prcticamente excluyente del tablero internacional, desconoce y menoscaba la creciente influencia que adquirieron en ese escenario otros actores; segundo, constituye una generalizacin extrema la consideracin de todos los Estados como unidades equivalentes, que comparten hacia afuera una misma racionalidad, sin reparar en caractersticas particulares de los mismos, que pueden tener incidencia en su conducta externa; tercero, es criticable el culto realista al concepto de autoayuda, siendo que su importancia podra ser mitigable a travs de diferentes herramientas. Respecto a esto ltimo se ha alegado, con razn, que el nfasis en la soberana como una cuestin cuya discusin es tab para los realistas, no se corresponde con las condiciones del sistema internacional, que restringe las formas rgidas de la soberana de antao, imponiendo el desarrollo de vnculos cooperativos interestatales que erosionan y flexibilizan ese concepto24

    .

    La corriente liberal y su heterogeneidad La corriente terica que hemos identificado como liberalismo constituye una posicin completamente diferente al realismo, Todas estas crticas son enarboladas, bajo diferentes formas, por la corriente terica que histricamente se ha enfrentado al realismo, y que ha constituido la fuente de sus principales crticas. Al igual que el realismo, el liberalismo est lejos de constituir una teora unificada, aunque en este caso los referentes histricos ms aceptados no se encuentran veinticinco siglos atrs (como era el caso de Tucdides) sino "ms cerca" en el tiempo: Erasmo (s.XVI), John Locke (s.XVII), Immanuel Kant y Jeremy Bentham (s. XVIII).

    23 MEARSHEIMER, John: The Tragedy of Great Power Politics, W.W. Norton & Co., New York 2001 24 ATTIN, Fulvio: El Sistema Poltico Global, Paids, Barcelona 2001, p.50

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    La diversidad de perspectivas existentes obliga nuevamente a identificar un hilo conductor entre las mismas. Cul es el mnimo comn denominador de los planteos liberales en las Relaciones Internacionales? Bsicamente, podramos citar tres elementos: el primero, su oposicin a las perspectivas realistas segn las cuales el sistema internacional es y ser conflictivo, continuar regido por la poltica de poder y sern virtualmente nulas las posibilidades de alterar este cuadro de situacin. La alternativa liberal otorga mayores chances a la armona internacional, rejerarquizando en consecuencia el papel de herramientas tales como la cooperacin, la democracia, los derechos individuales o las instituciones multilaterales. Frente al pesimismo realista nos encontramos as con un enfoque que, sin ser exitista, es potencialmente optimista. Keohane lo explica de la siguiente manera:

    "El Liberalismo enfatiza en la importancia de la naturaleza cambiante de los procesos polticos, ms que en estructuras sociales inmutables; enfatiza de qu forma los seres humanos, y las instituciones que ellos crean, pueden influenciar las condiciones de su existencia. En el seno del liberalismo est la creencia en la posibilidad de cambios para mejor, esto es, en el progreso definido en trminos modestos".25

    El segundo postulado bsico del liberalismo deriva del primero e incluye en sus anlisis a otro tipo de actores amn del Estado, aunque por lo general contina jerarquizando a este ltimo en primer lugar. Esto es lo que se conoce como Pluralismo, rtulo que engloba a los anlisis que contemplan en sus enfoques del sistema internacional a una pluralidad de actores amn del Estado26

    . Esto no implica que liberalismo y pluralismo sean sinnimos pues, aunque todo enfoque liberal es accesoriamente pluralista, los enfoques pluralistas no necesariamente rechazan las tesis realistas segn las cuales el sistema internacional es y ser conflictivo, continuar regido por la poltica de poder y sern virtualmente nulas las posibilidades de alterar este cuadro de situacin.

    Desde nuestro punto de vista, los enfoques pluralistas tienen su punto de partida en 1971, cuando Robert Keohane y Joseph Nye caratularon como transnacional a todo "movimiento de elementos tangibles o intangibles a travs de las fronteras estatales, en el cual al menos uno de los actores involucrados no pertenece a gobierno u organismo internacional alguno" 27

    .

    Apenas un ao despus, Oran Young postul que lo que define a un actor internacional como tal no es el ejercicio de soberana ni el control de territorio, 25 KEOHANE, Robert: "Soberania estatal e institues multilaterais...", op.cit. 26 Un detallado anlisis de los planteos pluralistas en GEERAERTS, Gustaaf: "Analyzing Non-State Actors in World Politics", Centrum voor Polemologie - Centre for Peace & Security Studies, Vrije Universiteit Brussel, POLE Paper 1:4, October 1995 27 KEOHANE, Robert y Joseph Nye (eds): Transnational Relations and World Politics, Harvard University Press, Cambridge (MA) 1971, p. 332

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    atributos propios del Estado, sino la autonoma (en tanto no subordinacin total a otro actor) y la influencia (en tanto participacin en relaciones de poder). A estas dos caractersticas se agregara una tercera, la representatividad, para conformar el conjunto de cualidades que definen a un actor de la poltica internacional, desde el punto de vista pluralista28

    (Cuadro N4).

    Cuadro N4

    CONCEPCIN PLURALISTA DE UN ACTOR INTERNACIONAL CUALIDAD SIGNIFICADO Autonoma Grado de libertad de accin que posee un actor en

    la bsqueda de su/s objetivo/s. Representatividad Entidad/es que el actor representa. Influencia Capacidad del actor de "marcar una diferencia" en

    determinado contexto y en relacin a una cuestin especfica.

    Tambin observamos que, debido tanto a la incorporacin de actores diferentes al Estado dentro de los anlisis, como de issues alternativos a la tradicional Seguridad Nacional definida en trminos poltico-estratgicos, el liberalismo admite una mayor variedad de enfoques que el realismo. Empero, precisamente esta pluralidad de enfoques facilit la proliferacin de diferentes criterios de clasificacin de sus pticas, segn cul sea el aspecto en el que centran su atencin. El tercer y ltimo postulado bsico del liberalismo contradice la idea realista del Estado como autor unitario y racional; es decir, el Estado est compuesto de individuos, grupos de inters y burocracias que compiten y pujan entre s. A pesar de que sus decisiones son presentadas como adoptadas por tal pas, no existe el actor abstracto Argentina, Brasil o EEUU. Bajo el paraguas del rechazo al realismo, las lecturas existentes difieren en cuanto al eje de sus discursos. Algunas focalizan en el impacto positivo que tiene en la arena internacional la consolidacin de regmenes democrticos en los Estados; otras resaltan la conveniencia, y defienden la viabilidad, de constituir a nivel global organismos supraestatales efectivos, capaces de imponer pautas de conducta a los gobiernos y hacerlas respetar; un tercer grupo rescata el impacto 28 Las obras mencionadas son YOUNG, Oran: 'The Actors in World Politics', en James Rosenau & M. East (eds): The Analysis of International Politics, 1972; y HOCKING, Brian y Michael Smith: World Politics, Harvester Wheatsheaf. Hollis, New York 1990. Citadas en GEERAERTS, Gustaaf: "Analyzing Non-State Actors in World Politics", Centrum voor Polemologie - Centre for Peace & Security Studies, Vrije Universiteit Brussel, POLE Paper 1:4, October 1995

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    positivo que pueden tener los procesos de cooperacin y las instituciones internacionales (no necesariamente organismos supraestatales efectivos) en el comportamiento estatal; un cuarto y ltimo estamento destaca el impulso que supone para los ideales liberales el avance de los procesos de industrializacin. En este trabajo hemos seguido, tal vez aleatoriamente, los criterios clasificatorios de Dunne29

    segn los cuales denominaremos a los primeros tres enfoques mencionados Internacionalismo Liberal, Idealismo e Institucionalismo Liberal, respectivamente; a los mismos agregaremos un cuarto punto de vista identificado, de aparicin posterior, conocido como Liberalismo Estructural.

    Internacionalismo Liberal El principal referente histrico del internacionalismo liberal, que insiste en el impacto positivo que tiene en la arena internacional la consolidacin de regmenes democrticos al interior de los Estados, es sin duda Emmanuel Kant. Este filsofo prusiano le imprimi a esta escuela sus contenidos ms significativos hace ms de dos siglos, aunque su contexto histrico lo llevara a hablar de "gobiernos no despticos" antes que "gobiernos democrticos". En 1795, a travs del escrito Paz Perpetua, Kant puso en tela de juicio el concepto emanado de la Paz de Westfalia segn el cual la guerra era una forma aceptable de resolucin de disputas entre actores soberanos, proponiendo a cambio la bsqueda de la paz universal mediante una federacin de Estados comprometidos con tal objetivo; un objetivo artificial, dado que el estado natural del ser humano era la beligerancia. En esencia, la propuesta kantiana inclua la restriccin de los derechos estatales a hacer la guerra o interferir en asuntos internos de otros pases; la reduccin de su poder militar, restndoles capacidad ofensiva; la constitucin de una Liga de Paz integrada por Estados con formas de gobierno no despticas, comprometidos con el abandono de la fuerza para la resolucin de disputas; por ltimo, la institucionalizacin de una serie de derechos universales que transformaran a cada persona en una suerte de ciudadano del mundo. En este punto, el pensamiento kantiano se enraizaba con el estoicismo grecorromano de la poca antigua, que reconoce a Cicern como principal referente. Los estoicos desarrollaron la idea de un derecho natural, inmutable, aplicable en todo tiempo y lugar; se poda concluir casi automticamente que, en tanto la aplicabilidad de ese derecho natural fuera global, todos los individuos seran en cierta manera ciudadanos del mundo en relacin a esas leyes; en los trminos de Marco Aurelio: donde sea que un hombre viva, l vive como ciudadano de la Ciudad Mundial. El planteo estoico se completaba alegando que la comprensin de la existencia de ese derecho natural por todos los individuos, 29 DUNNE, Timothy: "Liberalism", en Baylis & Smith, op.cit., pp. 147-163

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    que conformaran as una suerte de ciudadana mundial, fomentara entre ellos la superacin de sus diferencias y particularismos, logrando una situacin de concordia y armona30

    .

    Las manifestaciones del internacionalismo liberal ms actualizadas, con no ms de dos dcadas de antigedad, son denominadas Neointernacionalismo Liberal (Keohane las denomina Liberalismo Republicano). Esta etapa se inicia con Michael Doyle31

    , quien ratific que el ideario liberal era plenamente aplicable al campo internacional, siendo condicin sine qua non que los Estados que lo practicaran fueran de naturaleza democrtica; dicho de otro modo, que tambin aplicaran esos valores hacia adentro de sus fronteras.

    La razn subyacente a esta condicin era, segn este autor, que los Estados liberales no slo carecan de predisposicin a la guerra, sino que en muchos casos perciban a esa alternativa como ilegtima. Los datos disponibles le indicaban que en ms de dos siglos no se haban registrado conflictos armados que enfrentaran a Estados liberales y que, cuando stos se vean obligados a tomar parte en una contienda, siempre se alineaban en el mismo bando, ms all de las caractersticas particulares (geogrficas, histricas, econmicas) del caso. Esta propensin hacia la paz se observaba solamente entre Estados democrticos, sin repetirse entre unidades polticas que compartan otra ideologa y/o rgimen de gobierno, incluyendo el comunismo (como se observaba en el sudeste asitico o en frica). En otras palabras, la clave del caso no resida en que dos Estados compartieran un tipo de rgimen poltico o una ideologa, sino que en ambos casos sea la democracia. Al momento de explicar el carcter refractario de los Estados liberales a la guerra, Doyle identifica tres causas. Primero, en una democracia quienes tienen la ltima palabra sobre el hecho de ir a la guerra son los ciudadanos, y stos son extremadamente cautelosos sobre esa opcin, habida cuenta de los costos humanos y materiales que genera; accesoriamente, la rotacin de lites en el gobierno que caracteriza a todo Estado liberal posibilita regularmente la disminucin de tensiones interestatales. Segundo, existe un sentimiento de respeto entre los ciudadanos (en tanto soberanos ltimos) de todos los Estados liberales, ms all de barreras tnicas o religiosas, cuya consecuencia natural es el establecimiento de relaciones pacficas. Por ltimo, una tercera causa opera tras la consolidacin de las dos anteriores: el incremento de relaciones comerciales entre los ciudadanos. Al regirse slo por las leyes econmicas (oferta, demanda, competitividad, etc.) y no por la accin poltica, esas relaciones no deberan lesionar los vnculos de seguridad entre los Estados; por el contrario, la esfera comercial servira como mbito donde se superen intereses nacionales contrapuestos, evitando que stos tengan un efecto nocivo en el plano poltico interestatal.

    30 HEATHER, Derek: Cosmopolis, the Way to Peace?, Peace Review 9:3, September 1997, pp.315-320 31 DOYLE, Michael: "Kant, Liberal Legacies and Foreign Affairs", en Art & Jervis, op.cit, pp. 95-107

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    La lnea de investigacin de Doyle sobre la escasa proclividad de un Estado liberal a participar en conflictos armados fue continuada y profundizada por otros analistas, entre quienes se destac Bruce Russett, mentor del concepto Teora de la Paz Democrtica, a travs de la cual intent reducir la incertidumbre que gener el fin de la Guerra Fra. El corolario de sus planteos era que, de mantenerse o aumentar el nmero de democracias existentes, el empleo internacional de la fuerza se reducira ostensiblemente en comparacin con la poca del enfrentamiento bipolar. Russett observ que desde el final de la Primera Guerra Mundial los Estados democrticos no diriman entre s sus conflictos mediante el uso de la fuerza, aunque desde el realismo este hecho fue considerado una mera coincidencia, explicable en funcin de otros factores: en el perodo de entreguerra, amn de ser escasas (lo que inhiba tomarlas como parmetro de una regla general), las democracias estaban alejadas entre s, siendo que las cuestiones territoriales eran el principal motivo de los conflictos interestatales; luego de la Segunda Guerra Mundial el hecho de que las principales democracias fueran miembros de la OTAN o aliadas a EE.UU. hizo que la democracia se viera como un factor ideolgico ms de la Guerra Fra. Sin embargo, la tesis de la Paz Democrtica rechaza estas posiciones, alegando que la autorrestriccin de los gobiernos democrticos al empleo de la fuerza responde tanto a factores culturales, generados en la misma prctica republicana, como estructurales, propios de las caractersticas de los sistemas polticos. Entre los factores culturales resaltaba que, en las relaciones con sus homlogos, los gobernantes democrticos tienden a seguir las mismas normas de resolucin pacfica y negociada de los conflictos que practican hacia adentro de sus fronteras, esperando idntica conducta de la contraparte. Los factores estructurales que inhiban el empleo de la fuerza contra otro Estado por parte de mandatarios democrticos, en tanto, enfatizaban en la dificultad de adoptar decisiones de ese tipo en contextos signados por la existencia de controles, balances y divisin de poderes, y por la incidencia de la opinin pblica. Accesoriamente, estos contextos tornaban virtualmente imposible agresiones militares sorpresivas y, al dilatar considerablemente los procesos decisorios orientados al empleo de la fuerza, brindaban adecuados mrgenes de tiempo para lograr una solucin negociada al conflicto32

    .

    Pese a la importancia de los aportes del neointernacionalismo liberal, en lo que respecta a la Teora de la Paz Democrtica, no son Doyle ni Russett los autores de esta corriente que ms trascendencia han tenido en los ltimos tiempos. De manera indiscutible, ese lauro corresponde a Francis Fukuyama con el polmico

    32 Los planteos que se describen someramente en este trabajo, se obtuvieron de RUSSETT, Bruce: The Fact of Democratic Peace, en Michael Brown et.al. (eds.): Debating the Democratic Peace, The MIT Press, Cambridge (MA) & London 1996, pp. 58-81; y RUSSETT, Bruce: Why Democratic Peace?, en Brown, op.cit. pp. 82-115

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    ensayo publicado en 1989 bajo el ttulo El fin de la Historia. En el libro del mismo nombre, editado tres aos despus del ensayo original, el enfoque del autor queda cabalmente expuesto en la siguiente frase, donde inslitamente aboga por un futuro donde los hombres semejen "perros":

    El fin de la Historia significara el fin de las guerras y de las sangrientas revoluciones. Al coincidir en sus objetivos, los hombres no tendran grandes causas por las que luchar. Satisfaran sus necesidades mediante la actividad econmica, pero ya no tendran que arriesgar la vida en combates. En otras palabras, volveran a ser animales, como lo eran antes del combate sangriento con que comenz la historia. Un perro se siente satisfecho con dormir todo el da al sol con tal que lo alimenten, porque no est insatisfecho con lo que es. No le preocupa que los otros perros lo pasen mejor que l, o que su carrera como perro se haya estancado, o que en distantes lugares se oprima a los perros. Si el hombre alcanza una sociedad en la cual se haya conseguido abolir la injusticia, la vida llegara a parecerse a la del perro33

    .

    Fukuyama no slo fue el ms conocido exponente del optimismo que transmita el neointernacionalismo liberal. Fue al mismo tiempo un claro caso de historicismo (o determinismo histrico), como lo fueron antes que l Arnold Toynbee y Oswald Spengler, aunque stos miraban el futuro de manera pesimista. El historicismo consiste bsicamente en creer que la Historia tiene un rumbo inexorable, que puede ser interpretado. Segn Grondona, funciona a partir de profecas que inspiran un rumbo a los hombres y orientan sus acciones, sirvindoles de referencia. Su riesgo intrnseco es que puede ser utilizado como justificacin para fanticos que cometen excesos en el convencimiento de que sirven al futuro y que la Historia les dar la razn (vg. Hitler)34

    .

    En los ltimos aos, la Paz Democrtica ha servido como base para postulados tericos ms ambiciosos. Uno de ellos sugiere que no es slo la guerra el elemento influenciado por la vigencia de instituciones polticas democrticas, sino prcticamente todo el espectro de interacciones que se establecen entre un Estado con esas caractersticas regimentales y el sistema poltico internacional. En cualquier campo, ms all del mbito de la seguridad, los vnculos entre dos entidades democrticas reflejarn mayores niveles de cooperacin (y a la inversa, menores tasas de conflictividad) que los registrables en una dada donde al menos una de las partes sea de naturaleza no democrtica. Ms an, quienes hacen extensiva a todos los mbitos del sistema internacional la citada vocacin cooperativa de las democracias, sustentan adems que ese modelo de conducta se mantiene inclusive en aquellas interacciones que tienen como contraparte a un Estado no democrtico. Esto, porque las primeras tienen patrones de conducta constantes, con independencia del carcter regimental del ocasional interlocutor, por diferentes razones; una de ellas es que las instituciones

    33 FUKUYAMA, Francis: El fin de la Historia y el ltimo hombre, Planeta, Buenos Aires 1992, p. 415 34 GRONDONA, Mariano: El mundo en clave, Planeta, Buenos Aires 1996, pp. 20-21, 179, 296

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    polticas de un Estado democrtico generan gobernantes que, como resultado del proceso de socializacin al que han sido sometidos, aplican en todos los campos de la poltica exterior (no solamente en el rea de seguridad) los mecanismos de negociacin y bsqueda de consenso que ejercitan en el plano domstico; adems, ese gobernante har extensivo a los asuntos externos el supuesto segn el cual una conducta cooperativa y negociadora de un actor hacia otro, inducir a ste ltimo a responder de la misma manera35

    .

    Tambin se destaca, como un segundo enunciado terico que se basa en la validez de la Paz Democrtica, la reversibilidad de esta ltima; es decir, que la disminucin de conflictos armados fomenta la aparicin y/o consolidacin de regmenes democrticos que, por su parte, disminuirn la cantidad de los primeros (conformando un crculo virtuoso). Esta hiptesis correspondera inicialmente a William Thompson, quien alega que en una regin donde los Estados estn enfrascados en relaciones conflictivas susceptibles de desembocar en una guerra, los gobiernos tienden a adoptar formas autocrticas como va para facilitar o consegir sus objetivos. La restriccin de algunas libertades individuales (cuyo extremo sera la imposicin de un estado de sitio), el recorte de las facultades legislativas, la suspensin de elecciones previstas con antelacin, un rgido control de la prensa y la movilizacin discrecional de los recursos nacionales, podran ser ejemplos en este caso. En sentido contrario, las situaciones interestatales pacficas y cooperativas favorecen los procesos de liberalizacin poltica conducentes a la instauracin o mejora de las democracias36

    .

    Idealismo Ms de cien aos despus del escrito Paz Perpetua, la culminacin de la Primera Guerra Mundial se transform en la primera gran oportunidad para el liberalismo kantiano, a travs de Woodrow Wilson; de ah el concepto de Wilsonianismo. Para este presidente estadounidense, el carcter democrtico de los regmenes polticos constitua un punto nodal. El respeto a las libertades individuales, el adecuado funcionamiento de instituciones polticas participativas, el incremento de la cooperacin entre las personas y la limitacin de los poderes del Estado seran factores que, extrapolados a una escala planetaria, contribuiran a crecientes niveles de armona y paz en el escenario internacional. Si observamos que desde Kant no se haban registrado aportes significativos al liberalismo aplicado a las Relaciones Internacionales, correspondi a Wilson la

    35 LEEDS, Brett & David Davis: "Beneath the Surface: Regime Type and International Interaction, 1953-1978", Journal of Peace Research 36:1 (1999), pp. 5-21 36 THOMPSON, William: "Democracy and Peace: Putting the Cart before the Horses?", International Organization 50:1 (1996), pp. 141-174.

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    autora de la primera cosmovisin moderna de la poltica internacional segn la cual las posibilidades de lograr la paz en el mundo seran directamente proporcionales a la difusin de los ideales democrticos; la expansin del libre comercio; el aislamiento internacional de los regmenes polticos autoritarios; la autodeterminacin de los pueblos y el respeto a los Derechos Humanos. El idealismo o wilsonianismo est considerada una lnea separada del internacionalismo liberal porque Wilson propuso elevar la cooperacin internacional para mantener la paz y prevenir los conflictos a travs de una organizacin multilateral constituida por Estados democrticos, que no sera una mera federacin de Estados -idea de Kant-, sino una entidad supraestatal con poderes para fijar pautas de accin a sus miembros y penalizar sus desviaciones. De esta manera el idealismo/wilsonianismo entr en una suerte de contradiccin interna: en tanto respetaba ad intra el Estado las pautas tradicionales del liberalismo, en cuanto al incremento de la libertad individual y la limitacin de las funciones y atribuciones del Estado, ad extra se mostraba partidario de un poder centralizado, una suerte de estatismo a nivel internacional37

    .

    La propuesta de Wilson cristaliz en dos instituciones claves. La primera de ellas fue la Liga de las Naciones, que existi entre 1920 y 1939, a la cual paradjicamente EE.UU. no se incorpor por reticencias de su Poder Legislativo a ver erosionada la soberana nacional. La Liga fue un organismo absolutamente ineficaz y su fracaso estrepitoso llev a los realistas a tildar a estas iniciativas como idealistas; el concepto de Idealismo fue en sus orgenes una calificacin despectiva, concebida desde el realismo. La segunda institucin derivada del ideario wilsoniano fue el Pacto Briand-Kellogg, suscripto por EE.UU. y Francia en 1928, en cuyo primer artculo ambas partes condenan el recurso de la guerra para la resolucin de controversias; el segundo artculo, en tanto, confirma que ambos pases resolvern sus diferendos y conflictos por la va pacfica. Como ha indicado un autor argentino, la importancia de este Pacto radica en dejar de considerar a la guerra como un instrumento legtimo susceptible de ser utilizado unilateral y discrecionalmente por un Estado como un recurso legal o como un medio de modificacin del derecho38

    .

    Las ltimas manifestaciones del idealismo pueden ser englobadas bajo el rtulo de Neoidealismo (Buzan y Waever tambin las denominan Liberalismo Social o Liberalismo Compensatorio); las mismas continan enarbolando como banderas la opcin por las formas de gobierno democrticas y la constitucin de organizaciones multilaterales, como forma de moderar los niveles de conflictividad internacional. Sin embargo, lo novedoso de su enfoque radicara en otros dos puntos: en el nfasis sobre los "costados negativos" del proceso de globalizacin econmica, con su pernicioso correlato en trminos de conflictividad, y en su

    37 BUZAN, Barry & Ole Wver: Liberalism and Security: The contradictions of liberal Leviathan, mimeo., Copenhagen Peace Research Institute (COPRI), April 1998 38 FRASCH, Carlos: La Paz en Crisis, Instituto de Publicaciones Navales, Buenos Aires 1994, p.115

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    demanda por una mayor democratizacin de las organizaciones multilaterales. No basta con que Estados democrticos conformen organismos, sino que stos deben ser democrticos por s mismos. En su repaso sobre los principales referentes neoidealistas, Dunne incluye a Norberto Bobbio, Danielle Archibugi y David Held39

    . Nosotros agregamos a este listado al costarricence Oscar Arias, laureado con el Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos en la resolucin de los conflictos armados centroamericanos, los planteos que abogan por una mayor participacin en los procesos decisorios de la llamada "Sociedad Civil Mundial".

    De los mencionados autores, David Held replantea el significado del concepto democracia, a la luz del impacto que generaron en el mismo los procesos de globalizacin e interdependencia. Tal vez en otros tiempos la calidad de una democracia poda medirse solamente por el mero acceso formal de los ciudadanos a la esfera pblica, o por su participacin en elecciones. En tiempos de globalizacin e interdependencia, la idea de democracia no puede depender de una comunidad poltica cerrada, sino que debe dar cuenta de la existencia de mltiples niveles de ciudadana. Debe ser una "democracia cosmopolita" que redunde en polticas aptas para los niveles local, estatal, regional y an (vg. medioambiente, regulaciones econmicas, etc.) el global. La puesta en prctica de una democracia cosmopolita requiere un doble esfuerzo, cultural y organizacional. En el primer caso, difundir la idea de ciudadana mltiple, comprometida a diferentes niveles; en el segundo, disear e instrumentar nuevas instituciones y mecanismos para manejar los numerosos problemas que afectan a los individuos, en distintos planos. Esto ltimo requerir el impulso a movimientos sociales de alcance global, del tipo que abog por la preservacin ambiental en pocas de la llamada Eco`92; la constitucin de organizaciones regionales democrticas, al estilo de la Unin Europea; la reformulacin y fortalecimiento de la Corte Internacional de Justicia de La Haya y, especialmente, la reestructuracin de las Naciones Unidas. Especficamente en el caso de las Naciones Unidas, el proceso de democratizacin que la alcance deber adaptar el Consejo de Seguridad a la realidad del actual sistema internacional; incluir en el mismo a Estados en desarrollo; recrear nuevos mbitos de discusin y dotarse de una segunda cmara legislativa, integrada por actores no gubernamentales40

    .

    La posicin de Held guarda fuertes puntos de contacto con la de Oscar Arias. ste, por su parte, sostiene que es necesario que el hombre adquiera una 39 DUNNE, Timothy: "Liberalism", op.cit., p. 158 40 HELD, David: "Globalization and Cosmopolitan Democracy", Peace Review 9:3, 1997, pp. 309-314 An cuando la fuente empleada sintetiza la idea de Democracia Cosmolita, un desarrollo terico ms profundo surge de la obra capital de Held: Democracy and the Global Order. From the Modern State to Cosmopolitan Governance, Polity Press, Cambridge 1995. Tambin en HELD, David & Daniele Archibugi, Daniele (eds.): Cosmopolitan Democracy. An Agenda for a New World Order, Polity Press, Cambridge 1995.

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    perspectiva global de los problemas, y en ese sentido demanda una expansin del concepto de democracia. Lejos de ser discutida desde una perspectiva meramente formal, opina este costarricence, la democracia debe ser concebida como una "filosofa de participacin cvica" en la cual todos los individuos (y no solamente los ms poderosos) cuenten con la capacidad de incidir mediante su opinin en el rumbo que adoptan todas aquellas instituciones polticas que afectan su vida. Desde esta perspectiva, la democracia como filosofa de participacin cvica debe brindar soluciones a los desafos que plantea la situacin internacional, teniendo en cuenta que la democracia no se refiere nicamente a la distribucin de poder poltico, sino tambin de poder econmico. En consecuencia, una verdadera democratizacin a nivel internacional debe reafirmar a escala global el derecho de cada individuo a tener una vida digna a travs del ejercicio de su trabajo y la percepcin de un salario; y debe bregar por la existencia de oportunidades concretas de acceso a recursos educativos, culturales y crediticios41

    .

    Culminando la descripcin sobre los planteos idealistas, unas palabras sobre la Sociedad Civil Mundial, concepto sobre el cual existe una idea clara, aunque ese consenso no se ha traducido en una definicin concreta. El Grupo de Lisboa, bajo el liderazgo de Riccardo Petrella, dice que sta es "el conjunto de todas aquellas organizaciones sociales e instituciones que actan en el plano local, nacional y mundial en todas las esferas, con el fin de mejorar las condiciones de la vida social, tanto en el plano individual como colectivo". El Grupo de Lisboa indica que la Sociedad Civil Mundial desempea tres funciones fundamentales: en primer lugar, asumir el papel de "una nueva conciencia mundial planetaria", actuando como vector e impulsor de ideas y preceptos morales contenidos en la Declaracin Universal de los Derechos del Hombre; segundo, define y expresa necesidades, aspiraciones y objetivos mundiales sobre temas concretos (pobreza, medio ambiente, intolerancia racial, igualdad de gnero, libertad de opinin, etc.), que en conjunto conforman la llamada "demanda social mundial"; finalmente, ofrece conductas polticas innovadoras frente a problemas puntuales, proponiendo nuevos mtodos institucionales, econmicos y sociales42

    .

    Por su parte, la red global no gubernamental Comisin de Gestin de los Asuntos Pblicos Mundiales defini a la Sociedad Civil Mundial como "el conjunto de protagonistas estatales y no-estatales, pblicos y privados, involucrados en la bsqueda de una gobernabilidad global". Por su parte, el concepto gobernabilidad global se refiere a una va por la cual los Estados y otros actores del sistema internacional, pblicos y privados (incluyendo ONG`s), puedan

    41 ARIAS, Oscar: The Moral Challenge of Globalization, Ploughshares Monitor, June 1999 (Project Ploughshares, Institute of Peace and Conflict Studies, Conrad Grebel College, Waterloo, Ontario, Canada) 42 GRUPO DE LISBOA: Los lmites a la competitividad. Cmo se debe gestionar la Aldea Global, UNQui/Sudamericana, Buenos Aires 1996, pp. 40-43

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    administrar sus asuntos comunes, en forma continuada y con sentido cooperativo. Lejos de basarse en una estructura y un proceso decisorio nicos, la gobernabilidad global debera plasmarse en formas de interaccin dinmicas, con alta capacidad de adaptacin a la naturaleza cambiante de los asuntos mundiales43

    .

    Cerrando una suerte de tringulo conceptual, la gobernabilidad global y la Sociedad Civil Mundial se completan con una tica civil global, entendiendo como tal a seis normas y valores que deberan aceptar y promover los actores comprometidos en este proceso. Estos seis valores bsicos se sustentan, a su vez, en la prctica democrtica por parte de todos los integrantes de la Sociedad Civil Mundial, en todos los niveles. Los seis valores bsicos de la tica civil global seran el respeto a la vida, consistente en el abandono de la violencia como metodologa; la libertad, en relacin al derecho a la eleccin de identidad, culto, medio de subsistencia, a la libertad de expresin y al acceso a la informacin; la justicia y la equidad, conceptos incompatibles con la existencia de disparidades econmicas y sociales extremas, desde el plano local al global, a la vez que condiciones bsicas de una slida estabilidad internacional; el respeto mutuo, basado en la tolerancia hacia la pluralidad de etnias, religiones y otros factores culturales; la solidaridad, que debe plasmarse en polticas y mecanismos orientados al fomento de la cooperacin con quienes lo requieran; y la integridad, que debe traducirse en el ejercicio de una conducta transparente y confiable, insospechada de corrupcin, por parte de los decisores de todos los actores del sistema internacional44

    .

    Institucionalismo Liberal El Institucionalismo Liberal aparece a mediados del siglo XX y propone que los niveles de conflictividad internacional pueden reducirse en la medida en que los Estados se involucren en procesos de cooperacin y participen en instituciones internacionales. A partir de esta propuesta, los enfoques institucionalistas se dividen en tres grandes lneas analticas: la primera repara en los procesos de integracin, y se subdivide a su vez en funcionalismo y el modelo de comunidad poltica; la segunda se conoce como neofuncionalismo, destacndose en este punto el planteo conocido como interdependencia compleja; finalmente, aparece el llamado neoinstitucionalismo liberal. En los dos ltimos casos, juega un papel clave la idea de regmenes. Esta compleja trama de puntos de vista se grafica en el Cuadro N 5.

    43 COMISIN DE GESTIN DE LOS ASUNTOS PBLICOS MUNDIALES, Nuestra Comunidad Global, Alianza Editorial, Madrid 1995, pp. 24-25 44 Ibidem, pp. 53-68

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    Respecto a la primera lnea analtica del institucionalismo liberal, que se centra en los Procesos de Integracin, se los entiende tal cual lo hizo Ernst Haas, es decir: "un proceso a travs del cual actores polticos en diferentes ubicaciones nacionales son persuadidos de orientar sus lealtades, expectativas y actividades polticas hacia un nuevo centro, cuyas instituciones poseen o demandan jurisdiccin sobre los Estados preexistentes"45

    . Existe cierto consenso en que su inciciador fue el ingls David Mitrany, quien simultneamente constituye el principal referente del funcionalismo.

    Cuadro N5

    El Institucionalismo Liberal y sus diferentes vertientes

    El Funcionalismo postula que los procesos de integracin son producto de la creciente complejidad del sistema internacional. Frente a este cuadro, los Estados cooperan entre s, a travs de tcnicos y especialistas, para lidiar con problemas y desafos que exceden a sus capacidades individuales. Esa cooperacin se materializa en acuerdos u organizaciones "funcionales", en el sentido que su estructura depende de la funcin que deben cumplir: "la funcin determina la forma". Estas organizaciones pueden incrementarse en nmero o incorporar nuevas funciones, debido a un fenmeno de "espiral ascendente" (spill over) segn el cual la colaboracin exitosa en el campo de la baja poltica estimula la extensin de esa conducta a otras reas, incrementando y mejorando progresivamente las relaciones de sus miembros hasta abarcar las cuestiones de seguridad (alta

    45 DOUGHERTY, James & Robert Pfaltzgraff, Robert: Contending Theories of International Relations. A Comprehensive Survey, Harper Collins, New York 1990, p. 433

    INSTITUCIONALISMO

    PROCESOS DE INTEGRACIN

    NEOFUNCIONALISMO

    NEOINSTITUCIONALISM

    FUNCIONALISMO

    COMUNIDAD POLITICA

    INTERDEPENDENCIA COMPLEJA

    REGIMENES

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    poltica). Se abre as la posibilidad de constituir verdaderos "Sistemas de Trabajo de Paz" (Working Peace System). En la medida en que un Estado se involucra ms y ms en estos procesos, aumenta el costo de dar marcha atrs con los mismos. Las ideas sobre integracin de Mitrany han sido puestas en entredicho por Karl Deutsch, a travs de su concepto de Comunidad Poltica, que define como "un conjunto de actores polticos cuya interdependencia es suficiente para que uno pueda producir una diferencia en las conductas y decisiones relevantes de los otros". En este sentido, un proceso de integracin es un subtipo de comunidad poltica, caracterizado por la voluntad de sus partes de perseguir objetivos cooperativos46

    .

    Encuadrados de esta manera los procesos de integracin, Deutsch le asigna a stos tres caractersticas que son antagnicas con el planteo de Mitrany. Primero, recuerda que una integracin es ante todo un proceso poltico, por lo cual no puede ser llevada adelante slo por tcnicos y especialistas, de manera despolitizada. Segundo, tampoco acepta que los Estados resignen autonomas decisorias ms all de determinado punto, sosteniendo que stos siempre intentarn retener las lealtades de sus ciudadanos y legisladores; de hecho, mientras los miembros de un Poder Legislativo nacional deben lealtad a sus ciudadanos, en un nivel multilateral los legisladores se subordinan a los gobiernos de sus pases de origen. Tercero, remarca que un proceso de integracin no evoluciona por spill over de la baja poltica a la alta poltica, sino exactamente lo contrario: el objetivo primario de toda integracin entre dos o ms Estados es mantener la paz. As, una integracin puede plantearse metas accesorias slo si alcanz previamente el objetivo de mantener la paz. Y el logro de tales metas demanda que los Estados que protagonizan el proceso cumplen cuatro condiciones bsicas: primero, deben ser mutuamente relevantes; segundo, sus principales valores deben ser compatibles; tercero, deben tener capacidades para comunicarse de manera rpida y efectiva, brindando respuesta a la aparicin de problemas repentinos; en cuarto y ltimo lugar, deben reflejar algn tipo de identidad o lealtad comn. Estos planteos tuvieron una gravitante incidencia en el campo de las arquitecturas de seguridad, en el cual Deutsch identifica tres modelos bsicos de comunidad poltica, de acuerdo a la variable amalgamacin, que mide la existencia o no de objetivos de integracin entre los miembros de la comunidad y, en caso afirmativo, su tipo. Entonces, una comunidad puede ser: "No amalgamada", cuando sus miembros no coordinan entre s el logro de

    ningn objetivo comn. 46 Nos basamos en DEUTSCH, Karl: The Analysis of International Relations, Foundations of Modern Political Science Series, Prentice-Hall, Englewood Cliffs 1968, pp. 158-168 y 191-202

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    "Pluralista", cuando los Estados limitan su integracin al objetivo bsico de

    preservar la paz. "Amalgamada", si los Estados participantes no se limitan a preservar la paz,

    sino que buscan generar instituciones comunes, eficientes, capaces de captar la lealtad de los ciudadanos.

    Por su parte, las comunidades polticas pluralistas y amalgamadas pueden ser tambin: "De seguridad", si sus miembros han abandonado la opcin del empleo de la

    violencia en sus interacciones. "De no-seguridad"; si retienen esta opcin, incluso en el plano hipottico. Queda claro que la forma ms evolucionada de comunidad poltica que concibe Deutsch es la "comunidad amalgamada de seguridad", cuya fisonoma es similar a lo que usualmente se denomina "zona de paz"; es decir, un rea geogrfica en la cual sus miembros comparten valores (incluida la democracia, en el sentido occidental del trmino) y no compiten entre s en trminos de realpolitik. El Neofuncionalismo, la segunda gran lnea analtica del institucionalismo liberal, coincide con el funcionalismo en que la conflictividad internacional decrecer en la medida en que aumenten y se profundicen los procesos de integracin y cooperacin. Pero al mismo tiempo, difiere de aquel en dos aspectos clave: por un lado, no limita a los Estados el protagonismo de esos procesos, extendiendo ese rol a actores subestatales que operan al interior de aquellos; por otra parte, concentra su atencin en el establecimiento de regmenes47

    .

    El concepto de Rgimen, en su forma ms bsica, sugiere el establecimiento deliberado de un acuerdo entre Estados, considerados (al igual que el realismo) los principales actores internacionales, concerniente a satisfacer sus propios intereses. Como los Estados tienen diferentes intereses en distintas reas temticas, las oportunidades para la cooperacin van a depender de las condiciones prevalecientes en cada una de ellas; ergo, los regmenes estarn circunscriptos por las reas temticas. En cierta forma, este es un planteo casi antagnico al del funcionalismo: la mltiplicacin de las reas de cooperacin entre dos Estados no constituir una ramificacin o spill over de un proceso

    47 Estamos efectuando aqu una modificacin del criterio clasificatorio de Thomas Gehring, quien postula que las principales derivaciones del Neofuncionalismo son tanto los regmenes como la Interdependencia Compleja. Sin embargo, los regmenes no prestan atencin a la idea neofuncionalista clave de la participacin de actores subestatales en los procesos de integracin. Esto s lo hace, en cambio, la Interdependencia Compleja, quien tambien incorpora la nocin de rgimen. Vid GEHRING, Thomas: "Integrating Integration Theory: Neo-functionalism and International Regimes", Global Society 10:3, september 1996, pp. 225-254

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    central de integracion, sino una multiplicacin de la cantidad de regmenes especficos. El principal terico sobre regmenes, Stephen Krasner, los defini como un grupo de principios implcitos o explcitos, normas, reglas y procedimientos de toma de decisiones en torno a los cuales las expectativas de los actores convergen en un rea determinada de las Relaciones Internacionales. Los principios son las percepciones de sus miembros sobre el estado de situacin que se observa en el tema que los relaciona; las normas establecen la conducta de los miembros en trminos de derechos y obligaciones, y son las que definen el carcter del rgimen, pues su alteracin profunda cambiara la naturaleza de ste; finalmente, las reglas determinan el funcionamiento interno del rgimen, incluyendo la resolucin de disensos entre sus miembros. Los regmenes son clasificables desde dos puntos de vista diferentes, ambos relacionados con el grado de efectividad pretendido: el primero enfatiza en las intenciones, declamadas y reales, que tienen los miembros del rgimen; el restante hace hincapi tanto en el tipo de relaciones que establecen entre s los Estados miembros, como en las que sostienen stos con otros actores ajenos al sistema. Enfocando la cuestin desde el prisma de las intenciones de sus miembros, la efectividad del rgimen girara en torno a dos variables, la formalidad e importancia de los acuerdos que le dieron origen, y el grado de convergencia de expectativas que tienen sus miembros respecto a los resultados que se pueden obtener (Cuadro N 6). Vistos desde esta perspectiva, los regmenes oscilan entre una virtual letra muerta y el logro de un nivel total de efectividad48

    .

    La principal manifestacin del neofuncionalismo es el postulado de la Interdependencia Compleja, cuyos principales referentes son Robert Keohane y Joseph Nye. Aunque este enfoque admite que el sistema internacional es de naturaleza anrquica y que el Estado contina siendo su principal actor, rechaza del realismo tanto su subestimacin de los asuntos econmicos (en detrimento de las cuestiones militares), como su pesimismo sobre las posibilidades de cooperacin internacional. Keohane y Nye definen a la interdependencia en trminos de "efectos de costo de las transacciones", una idea que avanza ms all que la de mera "interconexin". La interdependencia debe entenderse como "dependencia mtua", una situacin en la cual los actores son afectados de formas potencialmente costosas por las acciones de otros. En forma ms especifca, la interdependencia no slo no implica necesariamente beneficios para sus protagonistas, sino que seguramente impone costos para -al menos- alguno de ellos, toda vez que restringe la autonoma de los Estados. 48 Para los criterios de clasificacin, ver LITTLE, Richard: International Regimes, en Baylis & Smith, op.cit., pp. 231-247; HANDLER CHAYES, Antonia & Abram Chayes: Regime Architecture: Elements and Principles, en Janne Nolan (ed.): Global Engangement. Cooperation and Security in the 21st Century, The Brookings Institution, Washington DC 1994, pp. 65-130 .

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    Al reconocer que el sistema internacional es eminentemente anrquico, y que el Estado contina siendo su actor ms relevante, el fenmeno de la interdependencia es esencialmente asimtrico, pues est ntimamente asociado a las diferencias de poder de los Estados involucrados. Cuadro N 6

    TIPOLOGA DE REGMENES INTERNACIONALES

    CONVERGENCIA DE EXPECTATIVAS

    ALTA BAJA

    FORM

    ALI

    DAD

    ALTA REGIMEN PLENO REGIMEN LETRA MUERTA

    BAJA

    RGIMEN TCITO

    NO HAY REGIMEN

    En el campo especfico de la Seguridad Internacional, el aporte de la interdependencia fue enorme, a travs de un concepto derivado de sta, el de "interdependencia compleja". sta sostiene que cuestiones no militares, como la economa, pueden adquirir igual o mayor relevancia estratgica. "La nocin tradicional (militar) de Seguridad Nacional se volvi ambigua", dicen los autores49

    .

    La interdependencia compleja tiene tres caractersticas bsicas, denominadas "canales mltiples", "ausencia de jerarqua entre temas" y "menor rol del poder militar"50

    . La primera cualidad indica que las sociedades se encuentran conectadas a travs de mltiples canales, formales o informales, dando lugar a relaciones de tres tipos: interestatales, transgubernamentales y transnacionales. Accesoriamente, los protagonistas de estas relaciones se encuentran sometidos a las decisiones tomadas por sus gobiernos en el mbito domstico, con lo cual las esferas polticas interna y externa se tornan permeables entre s.

    49 KEOHANE, Robert & Joseph Nye: Power and Interdependence. World Politics in Transition. Little, Brown & Co., Boston 1977, pp. 3 y ss. 50 Una simple acotacin semntica: la traduccin correcta es "menor rol" y no "rol menor". Mientras el sentido de la primera frase (la correcta) es "menos importancia que antes", la segunda sugiere "poca importancia". La Interdependencia Compleja otorga importancia al poder militar, pero a la vez jerarquiza otras manifestaciones del poder.

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    La ausencia de jerarqua entre temas indica que en la agenda de las relaciones interestatales coexisten mltiples temas, que son tratados por distintos actores dentro del Estado, a diferentes niveles. Adems, muchas de esas cuestiones estn fuertemente relacionadas con la esfera poltica domstica, especficamente con los intereses de sectores sociales concretos, quienes transmiten al gobierno sus demandas. Esta complejidad redunda en que, en la mayor parte de los casos, los temas de la agenda no estn claramente jerarquizados y entre los mismos no sobresalgan los de naturaleza militar. El menor rol del poder militar sugiere que los mencionados canales mltiples entre sociedades dificultan el empleo de esa herramienta para resolver conflictos; de acuerdo a los autores, esto es particularmente aplicable entre pases desarrollados con formas de gobierno democrticas. De la misma manera, el poder militar no es un recurso efectivo para resolver ciertos problemas, por ejemplo algunos de naturaleza econmica. Definidas las tres caractersticas bsicas de la interdependencia compleja, un anlisis del sistema internacional desde su prisma mostrar que los Estados (particularmente los democrticos desarrollados) persiguen diversos objetivos, autnomos y no jerarquizados entre s, en di