temario completo de historia de hispania antigua

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TEMARIO COMPLETO DE HISTORIA DE HISPANIA ANTIGUA TEMA 1. LA HISTORIA ANTIGUA DE ESPAÑA 1. Precisiones conceptuales, cronológicas y espaciales: 1.1. Conceptuales: No existe una “Historia de Hispania Antigua” tal y como hoy la podemos entender, sino una Historia de los diferentes pueblos y procesos históricos de la Península Ibérica durante los siglos que se corresponden con la denominación de Antigüedad.Esto es lo que se ha tenido a bien considerar como la Historia Antigua de lo que hoy entendemos por España. Sin embargo, en época antigua aquí no hubo una unidad política y el concepto de España es un concepto político moderno. Como mucho tenemos el concepto de “Iberia” de origen griego. Hay que recordar que, además, Hispania era un lugar compuesto con varias provincias en época romana que dependían todas de Roma, no eran independientes. 1.2. Cronológicas: Convencionalmente se entiende como “Historia de Hispania Antigua” el tiempo que abarca la época en la que ya tenemos los primeros documentos escritos hasta la caída del Imperio Romano. Sin embargo, la mayoría de los pueblos prerromanos carecen de escritura propia o de textos escritos, siendo descritos por fuentes griegas o latinas, pero hay que tener en cuenta otros conceptos (Edad del Hierro, poblados etc.) Y en lo que respecta al final la división política tradicional, no acorde con la situación de Hispania. Pero esto es algo que también pasa para todos los demás períodos de la Antigüedad Hispana ya que nuestras fuentes son imprecisas: tenemos un desarrollo histórico desigual de los pueblos que la habitan (economía, estructura social y política, religión, cultura material, etc.), más información escrita sobre unos que sobre otros y las invasiones y los visigodos se estudian desde la antigüedad y desde la Edad Media. 1.3. Espaciales: Abarcamos todo el territorio de la Península Ibérica (España y Portugal) y las Baleares, pero no las Canarias ni las colonias norteafricanas. 2. Las fuentes: Fuentes literarias. Epigrafía. Numismática. Arqueología: Son variadas y tienen una metodología variada ya que cada tipo de fuente es peculiar y requiere una perspectiva distinta. 2.1. Fuentes literarias: Obtenemos de ellas fuentes valiosas: nombres de los pueblos de la Península (pero desconocemos el nombre que los propios pueblos prerromanos tenían para sí mismos), la geografía para controlar el territorio y apropiarse de los recursos económicos, los recursos naturales, las costumbres, la capacidad organizativa (informaciones valiosas para exaltar más las victorias militares), las ciudades y las divisiones administrativas en época romana etc.

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Historia de España Antigua.

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  • TEMARIO COMPLETO DE HISTORIA DE HISPANIA ANTIGUA

    TEMA 1. LA HISTORIA ANTIGUA DE ESPAA

    1. Precisiones conceptuales, cronolgicas y espaciales:

    1.1. Conceptuales: No existe una Historia de Hispania Antigua tal y como hoy la podemos entender, sino una Historia de los diferentes pueblos y procesos histricos de la Pennsula Ibrica durante los siglos que se corresponden con la denominacin de Antigedad.Esto es lo que se ha tenido a bien considerar como la Historia Antigua de lo que hoy entendemos por Espaa. Sin embargo, en poca antigua aqu no hubo una unidad poltica y el concepto de Espaa es un concepto poltico moderno. Como mucho tenemos el concepto de Iberia de origen griego. Hay que recordar que, adems, Hispania era un lugar compuesto con varias provincias en poca romana que dependan todas de Roma, no eran independientes.

    1.2. Cronolgicas: Convencionalmente se entiende como Historia de Hispania Antigua el tiempo que abarca la poca en la que ya tenemos los primeros documentos escritos hasta la cada del Imperio Romano. Sin embargo, la mayora de los pueblos prerromanos carecen de escritura propia o de textos escritos, siendo descritos por fuentes griegas o latinas, pero hay que tener en cuenta otros conceptos (Edad del Hierro, poblados etc.)

    Y en lo que respecta al final la divisin poltica tradicional, no acorde con la situacin de Hispania. Pero esto es algo que tambin pasa para todos los dems perodos de la Antigedad Hispana ya que nuestras fuentes son imprecisas: tenemos un desarrollo histrico desigual de los pueblos que la habitan (economa, estructura social y poltica, religin, cultura material, etc.), ms informacin escrita sobre unos que sobre otros y las invasiones y los visigodos se estudian desde la antigedad y desde la Edad Media.

    1.3. Espaciales: Abarcamos todo el territorio de la Pennsula Ibrica (Espaa y Portugal) y las Baleares, pero no las Canarias ni las colonias norteafricanas.

    2. Las fuentes: Fuentes literarias. Epigrafa. Numismtica. Arqueologa: Son variadas y tienen una metodologa variada ya que cada tipo de fuente es peculiar y requiere una perspectiva distinta.

    2.1. Fuentes literarias: Obtenemos de ellas fuentes valiosas: nombres de los pueblos de la Pennsula (pero desconocemos el nombre que los propios pueblos prerromanos tenan para s mismos), la geografa para controlar el territorio y apropiarse de los recursos econmicos, los recursos naturales, las costumbres, la capacidad organizativa (informaciones valiosas para exaltar ms las victorias militares), las ciudades y las divisiones administrativas en poca romana etc.

  • Sin embargo, tienen sus limitaciones ya que las fuentes fenicias y cartaginesas se han perdido con las valiosas informaciones que hubieran podido aportar. En consecuencia, slo trabajos con fuentes clsicas, las cuales son escasas y breves antes del s. III a. C., es decir, en el momento en el que se enfrentan Roma y Cartago. A partir de ah, con la conquista de Roma, sern ms extensas y se exageran las victorias para darle ms valor al vencedor y posibilitar su ascenso poltico.

    Sin embargo, las noticias que nos ofrecen las mismas no son contemporneas al autor que escribe, sino que estn sacadas de otras fuentes. As, la Ora Martima de Avieno (escritor romano del siglo IV d. C.), est basada en fuentes del tiempo de las navegaciones griegas. Adems, ofrecen una informacin desigual (algunas facetas y pueblos interesan ms que otras) y sometida a unos determinados intereses, como las crnicas de guerra, informaciones de riquezas etc.

    En consecuencia, las fuentes deben interpretarse desde una perspectiva crtica valorando lo que nos narran pero intentando contrastarlas con otras fuentes, ya sean complementarias o principales.

    Con estas fuentes se han hecho determinados repertorios: las FONTES HISPANIAE ANTIQUAE (tomos I, II, III, IV, V, VI y VII) publicadas por A, Schulten, P. Boch Gimpera y L Pericot en 1922; GARCIA Y BELLIDO. A.: La Espaa del s. I de nuestra era, segn Mela y Plinio; Geografa de Ptolomeo o el Itinerario Antonino.

    2.2. Epigrafa: Se trata de textos breves (salvo las leyes) grabados en piedra, cermica, metal escritos tanto en las lenguas clsicas como en las prerromanas. Nos dan una informacin valiosa y que no siempre est en las fuentes escritas: grupos sociales, relaciones de gnero, informacin sobre las ciudades, devociones religiosas (sobre todo en las aras), prcticas sociales, legislacin etc.

    En lo que respecta a la epigrafa ibrica, muchos pueblos posean escritura y tenan diferencias grficas y lingsticas segn las reas. Estaran en soportes varios (piedra, plomo, Vaso de Lidia etc.) y, aunque sabemos transcribir lo que se indica, no se sabe traducir.

    Al respecto de la latina, es mucho ms numerosa en lo que se lleva por el momento recogido y se cuenta con muchas traducciones. Contamos con repertorios epigrficos tales como

    HBNER, E.: Corpus Inscriptionum Latinarum (CIL) II, con Supplementum. Berlin 1892. VIVES, J.: Inscripciones latinas de la Espaa romana. Barcelona, CSIC 1971-72 Inscripciones cristianas de la Espaa romana. Barcelona, CSIC, 1969. D'ORS, A.: Epigrafa jurdica de la Espaa romana. Madrid 1953.

    No obstante, en los ltimos aos hay numerosas publicaciones que actualizan los datos de diversas zonas o provincias.

  • IVNIA D[ecimi] F[ilia] RVSTICA, SACERDOS PERPETVA ET PRIMA IN MVNICIPIO CARTIMITAN[o], PORTICVS PVBLIC[as] VETVSTATE CORRVPTAS REFECIT, SOLVM BALINEI DEDIT, VECTIGALIA PVBLICA VINDICAVIT, SIGNVM [A]EREVM MARTIS IN FORO POSVIT, PORTICVS AD BALINEV[m][so]LO SVO CVM PISCINA ET SIGNO CVPIDINIS EPVLO DATO [et] SPECTACVLIS EDITIS, D[e] P[ecunia] S[ua] D[edit] D[edicavit]; STATVAS SIBI ET C[aio] FABIO [Iu]NIANO F[ilio] SVO AB ORDINE CARTIMITANORVM DECRET[as remis]SA IMPENSA, ITEM STATVAM C[aio] FABIO FABIANO VIRO SVO D[e] P[ecunia] S[ua] F[ecit] D[edicavitque].

    2.3. Numismtica: Hay que saberla interpretar muy bien y nos ofrece una informacin valiosa: la complejidad social (expresada a travs de los intercambios, de la Economa ya que se debe reconocer a la autoridad que emite moneda), las ciudades que emiten moneda (adems de los smbolos de las mismas y los nombres de los magistrados que las acuan), religin y los perodos de crisis (por la variacin de la ley al mezclar el metal con otros menos valiosos, las devaluaciones, los tesorillos, puesto que se guardan las monedas ante el riesgo de invasiones etc.) Sin embargo, su uso es restringido y desigual en emisiones y extensin las diversas zonas (ms frecuentes en el Sur y el Levante Peninsulares). Tampoco disponemos de repertorios, aunque s de buenos trabajos:

    BELTRAN, A.: Las monedas hispnicas antiguas. Madrid 1953. CRAWFORD, M.: Roman Republican Coinage. Londres. GIL FARRES, O.: La moneda hispnica en la Edad Antigua. Madrid 1966. GUADAN, A.M. de: Numismtica ibrica e iberorromana. Madrid, CSIC, 1969. MATTINGLY, H. Roman Coins from the Earliest Times to the Fall of Western Empire. Londres. RIPOLLES, P. /ABASCAL, J. M (2000) Moneda hispnica, Madrid RIPOLLES, P (2010) Las acuaciones provinciales romanas de Hispania, Madrid, VILLARONGA, L.: Numismtica antigua de Hispania. Barcelona 1979. VIVES. A.: La moneda hispnica. Madrid 1926.

    2.4. Arqueologa: Tambin ofrecen una informacin valiosa e incluso imprescindible, ya que nos habla de la estructura de los poblados y las ciudades, de las viviendas y la dispersin del poblamiento, de la complejidad socio-poltica, del desarrollo econmico, de los conocimientos tcnicos, las influencias externas, los modelos familiares etc.

  • La informacin va a estar concentrada en distintos medios: las necrpolis (informan de la estructura social, rituales, religin, diferencias de gnero), los santuarios (hablan de los cultos, ritos, diosas y dioses), la cultura material (escultura, cermica, joyas, armas, herramientas de trabajo, en definitiva, el mundo material y simblico) y las vas.

    Sin embargo, cuentan con varias limitaciones: no tenemos igualdad en los procesos de excavacin y prospecciones, hay dificultades para fechar, no siempre se da el valor correcto a lo que nos encontramos y hay problemas con la metodologa para el anlisis de los objetos.

    3. La Pennsula Ibrica en los albores de la historia:

    3.1. Condicionantes geogrficos:

    3.1.1. Aspectos de Geografa Fsica: Tenemos estmulos contrapuestos. Por un lado, la Pennsula Ibrica tiende al aislacionismo ya que es una pennsula (con lo que no se pone en relacin nada ms que con aquello que venga del mar y del istmo) que tiene una configuracin maciza. Adems es difcil de comunicar con el resto de Europa a travs de los Pirineos, con lo que el acceso de las primeras culturas del Mediterrneo aqu va a ser un tanto particular. Tambin influye en este aislacionismo la posicin excntrica respecto del continente y del Mar Mediterrneo.

    Sin embargo, por otro lado, tenemos factores que invitan a la Pennsula Ibrica a relacionarse con el resto del Mediterrneo. Para empezar, la Pennsula constituye un puente entre Europa y frica, Mediterrneo y Atlntico. As pues, entra en el circuito de relacin mediterrnea (este y sur) y en el natural de navegacin atlntica (por las corrientes). Esto implica que estamos ante dos tendencias internas: la centrfuga y la centrpeta.

    Pero tambin hay un aislamiento interno dada la morfologa peninsular, la cual est formada por distintas piezas (la Meseta y lo que hay al norte y al sur) y dada tambin por los pasos fluviales, los cuales son las nicas zonas de comunicacin en medio de un terreno que no tiene demasiadas llanuras. Todo esto, sin duda, influir en el poblamiento.

  • 3.1.2. Aspectos climticos: El clima sera algo diferente al nuestro. Sin embargo, podemos decir que era benigno en lneas generales aunque haba grandes contrastes regionales. Esto influye en una vegetacin que va a ser deforestada ya desde poca fenicia. Pero tambin influye en el poblamiento, ya que en las zonas hmedas va a haber un poblamiento rural y pequeos poblados mientras que en las zonas clidas hay ms posibilidades de explotacin y mayores agrupamientos. Tambin influye en las actividades humanas, ya que las zonas ms clidas estn cerca de costas que van a permitir el desarrollo de una actividad marinera y unas relaciones externas.

    3.1.3. La riqueza del subsuelo: sta es muy importante y estara condicionada por las caractersticas geolgicas y morfolgicas. Segn Plinio, en la gran mayora de las riquezas estaran situadas en la Periferia de la Meseta y las depresiones. Seran famosas las explotaciones de cobre y plata de las que ya nos da fe la Biblia (las Minas de Tarsis), las cuales van a ser objeto de inters para grupos como los fenicios, pero tenemos mucho ms. As, en Sierra Morena hay mercurio, piritas cuprferas, hierro, plomo, manganeso y carbn; en los bordes nordoriental y sudoriental de la depresin del Ebro tenemos hierro y manganeso; en la periferia de la Meseta tenemos hierro y cinc mientras que en el rea de Asturias habra oro. Estas concentraciones de metales son inslitas en muchos puntos del Mediterrneo, de ah que mucha gente venga para ac.

    3.2. Situacin geo-estratgica de la Pennsula en relacin con el entorno:

    3.2.1. Influencias del Mediterrneo: stas existen desde la Prehistoria debido a las corrientes y los puertos naturales as como al desarrollo de la navegacin. Sin embargo, las influencias aumentarn debido al desarrollo de distintos pueblos en el Mediterrneo Oriental y el Prximo Oriente (mundo egeo creto-micnico, fenicios y griegos) que tienen una serie de necesidades a cubrir que les lleva a buscar metales a cambios de manufacturas.

  • Estos pueblos llegarn primero por las costas del sur y del este de la Pennsula, producindose intercambios con la poblacin autctona ya que residirn en distintos lugares. Estas relaciones van a ser de carcter muy amplio: hay pactos y tambin hegemonas, aunque stas se pueden matizar dado que unos aprenden de los otros, mejoran algunas cosas y mantienen otras.

    Despus se produce una nueva oleada de llegadas motivadas por la obtencin de redes de influencia externas y el control territorial, y van a estar protagonizadas por Roma y Cartago.

    3.2.2. Influencias culturales europeas: Tienen un sustrato nrdico. Tenemos tanto la influencia de la Cultura de los Campos de Urnas, perteneciente a las culturas de la Edad de Hierro (principios o mediados del siglo IX) y que influira sobre todo en el rea de Catalua, como influencias atlnticas, las cuales, sin embargo, son ms escasas y complicadas.

    3.3. Sustrato protohistrico. Primeras culturas y patrones de asentamiento: Tenemos un poblamiento previo ya para el II Milenio a. C.: las culturas argrica, del bronce valenciano, el crculo atlntico (en torno al 1.500 a. C.), las motillas (en la Meseta Sur) y el horizonte de las Cogotas (en la Meseta).

  • Sin embargo, este panorama cambia para finales de este milenio y comienzos del I: nos encontramos con las culturas de la cermica bruida, elCogotas I, la Cultura de los Campos de Urnas, la Cultura Talaytica y sus reas de influencia.

    En las transformaciones que vengan con posterioridad (entre siglo VIII y mediados s.VII, lo que en la Pennsula se suele considerar los inicios de la Historia Antigua) van a influir las adaptaciones de las antiguas comunidades del bronce a nuevas formas de vida en lo que es un proceso lento, sin cambios culturales muy bruscos, pero marcado sobre todo por el uso del hierro, el cual es ms barato porque es ms abundante, tanto en Oriente como en Occidente. Estas nuevas adaptaciones van a estar condicionadas por la penetracin en la Pennsula de la Cultura de Campos de Urnas por el continente y de los fenicios por el mar.

    Las consecuencias de esto van a ser el surgimiento de nuevos asentamientos estables que ya no van a estar en posiciones altas, sino en colinas y montaas cercanas a valles y ros, en definitiva, a zonas prximas de cultivos. Estos territorios sern ocupadosestables que van a explotar los recursos tanto en su beneficio propio como con vistas a intercambiarlo que van a ser nuevas culturas, como la Cultura Tartssica o la Castrea. Estas nuevas comunidades van a contar con distintas

    3.3.1. reas del litoral y prximas a costa mediterrnea y suratlntica:los primeros colonizadores.

    3.3.2. Interior meridional:

    3.3.3. rea de la Meseta Sur:

    3.3.4. rea de la Meseta Norte:

    3.3.5. reas del noreste y oeste atlntico:martima.

    Sin embargo, este panorama cambia para finales de este milenio y comienzos del I: nos encontramos con las culturas de la cermica bruida, el Bronce atlntico, el horizonte de las Cogotas I, la Cultura de los Campos de Urnas, la Cultura Talaytica y sus reas de influencia.

    En las transformaciones que vengan con posterioridad (entre siglo VIII y mediados s.VII, lo que le considerar los inicios de la Historia Antigua) van a influir las

    adaptaciones de las antiguas comunidades del bronce a nuevas formas de vida en lo que es un proceso lento, sin cambios culturales muy bruscos, pero marcado sobre todo por el uso del

    , el cual es ms barato porque es ms abundante, tanto en Oriente como en Occidente. Estas nuevas adaptaciones van a estar condicionadas por la penetracin en la Pennsula de la Cultura de Campos de Urnas por el continente y de los fenicios por el mar.

    as consecuencias de esto van a ser el surgimiento de nuevos asentamientos estables que ya no van a estar en posiciones altas, sino en colinas y montaas cercanas a valles y ros, en definitiva, a zonas prximas de cultivos. Estos territorios sern ocupados por unos grupos igualmente estables que van a explotar los recursos tanto en su beneficio propio como con vistas a intercambiarlo que van a ser nuevas culturas, como la Cultura Tartssica o la Castrea. Estas nuevas comunidades van a contar con distintas influencias:

    reas del litoral y prximas a costa mediterrnea y suratlntica:los primeros colonizadores.

    Interior meridional: Cuentan con la influencia de de las sociedades indgenas del litoral.

    rea de la Meseta Sur: Es permeable a la influencia del Sur y Sureste peninsular.rea de la Meseta Norte: Est abierta a las influencias europeas y continentales.reas del noreste y oeste atlntico: Tienen, adems influencias nrdicas por va

    Sin embargo, este panorama cambia para finales de este milenio y comienzos del I: nos Bronce atlntico, el horizonte de las

    Cogotas I, la Cultura de los Campos de Urnas, la Cultura Talaytica y sus reas de influencia.

    En las transformaciones que vengan con posterioridad (entre siglo VIII y mediados s.VII, lo que le considerar los inicios de la Historia Antigua) van a influir las

    adaptaciones de las antiguas comunidades del bronce a nuevas formas de vida en lo que es un proceso lento, sin cambios culturales muy bruscos, pero marcado sobre todo por el uso del

    , el cual es ms barato porque es ms abundante, tanto en Oriente como en Occidente. Estas nuevas adaptaciones van a estar condicionadas por la penetracin en la Pennsula de la Cultura de Campos de Urnas por el continente y de los fenicios por el mar.

    as consecuencias de esto van a ser el surgimiento de nuevos asentamientos estables que ya no van a estar en posiciones altas, sino en colinas y montaas cercanas a valles y ros, en definitiva,

    por unos grupos igualmente estables que van a explotar los recursos tanto en su beneficio propio como con vistas a intercambiarlo que van a ser nuevas culturas, como la Cultura Tartssica o la Castrea. Estas

    reas del litoral y prximas a costa mediterrnea y suratlntica: Tienen influencia de

    Cuentan con la influencia de de las sociedades indgenas del litoral.

    Es permeable a la influencia del Sur y Sureste peninsular.

    Est abierta a las influencias europeas y continentales.

    Tienen, adems influencias nrdicas por va

  • TEMA 2. LAS COLONIZACIONES

    1. La colonizacin fenicia en la Pennsula Ibrica:

    1.1. Las ciudades fenicias y la expansin por el Mediterrneo: Para estudiar los fenicios en la Pennsula Ibrica tenemos que conocer en primer lugar cual es su punto de partida, es decir, saber quines son estas gentes. En primer lugar, tenemos que destacar que las ciudades fenicias comienzan a tener una cierta importancia a partir del II Milenio, con la crisis de 1200 a.C., con la convulsin que se produce en el Mediterrneo Oriental. Conocemos sobre todo Tiro y Sidn, de las que partirn buena parte de la colonizacin fenicia del Mediterrneo Occidental. Tambin tenemos ciudades como Akko, Ushu, Sarepta, Ugarit, etc.

    Estas ciudades se van situando generalmente en promontorios y cada vez, estas ciudades tienen una mayor deforestacin, presentndole un problema de ecosistema grave. Tienen un lugar muy bueno para relacionarse tanto con Egipto como con el Mundo Asirio, los dos grandes imperios del momento, aunque si bien, tienen grandes limitaciones de ecosistema que tambin desembocar en un problema de alimentacin posteriormente. As, vemos como entre sus necesidades estn estos problemas de punto de partida, es decir, por los problemas tanto de ecosistema como de carcter poltica que tienen.

    En el estudio de los fenicios si bien se nos presenta un problema con sus fuentes de informacin, ya que tenemos fuentes indirectas y su epigrafa es muy limitada. Roma tambin destruye buena parte de su legado al destruir Cartago (Delenda est Cartago). Lo que tenemos fundamentalmente son fuentes de carcter arqueolgico, pero estas tambin tiene limitaciones. Este comercio silencioso que llevaban los fenicios (no dejan restos) como se le ha venido llamando, no nos ha dejado datos para reconstruir la dinmica de este comercio. Tambin el antisemitismo contemporneo ha tenido una gran influencia o al menos una influencia relevante a la hora de estudiar un tanto estos temas. As, la investigacin no ha resuelto finalmente todas las cuestiones sobre este tema de investigacin, quedando muchos campos de investigacin abiertos.

    Pasando ahora al siguiente interrogante, Cmo son las ciudades fenicias? Hablamos de ciudades-estado pero no son como las griegas. Su comunidad est organizada en torno a una comunidad superior organizada en torno al palacio templo, y una comunidad inferior basada en los ciudadanos, mujeres y no ciudadanos. En cuanto a la toma de decisiones hay que resaltar el hecho de haber una Asamblea, Consejos, Magistraturas y muchos autores tambin recogen el trmino de Monarqua Sacerdotal. Si bien a la hora de tomar decisiones ser una oligarqua quien tome estas decisiones. En referencia al ejrcito hay que tener en cuenta que cuentan con un ejrcito poco desarrollado, destacando las guarniciones de barcos y mercenarios. En la agricultura tambin destaca esta agricultura para satisfacer la necesidad, llevndose a cabo el mecanismo de necesidades trueque.

    Destaca la propiedad colectiva y la propiedad privada, con comunidades rurales que pagan tributos, es decir, son sociedades tributarias, sociedades de ciudadanos. En referencia a la artesana, tambin destacar que son actos de satisfaccin-necesidad-trueque. Actan sobre la trama mediterrnea (cereales, aceite, vino, cobre, etc., (Anatolia, Sina, Chipre y Etruria); plata (Anatolia y Tartessos), plomo (Anatolia), oro (Tartessos) y estao (Anatolia, Elba y Etruria)). Tambin utilizan el intercambio, siendo intermediarios con otras ciudades estado e imperios; tienen una produccin especializada en bienes de lujo, abasteciendo tambin de metales preciosos a los imperios asiticos. Tambin hay que destacar el papel de la moneda, desarrollndose tardamente. En sus relaciones exteriores, hay que resaltar el papel de los intercambios de diplomacia.

  • 1.2. La expansin por el Mediterrneo: Qu les motivo a buscar horizontes econmicos a travs del Mar? Qu hizo que sus gentes se establecieran en lejanos lugares fundando nuevas colonias? Podemos apuntar a una pluralidad de causas interrelacionadas entre s:

    1.2.1. Bsqueda de materias primas, sobre todo metales para intercambiar por manufacturas.

    1.2.2. Escasez de recursos y la degradacin medioambiental

    1.2.3. Dficit de la produccin alimentara. Importacin productos alimentarios

    1.2.4. Aumento poblacional /prdida territorios del interior

    1.2.5. Desigual distribucin riqueza: sistema tributario

    1.2.6. Presin fiscal o tributaria de los asirios.

    Esto les lleva a fundar colonias por mltiples lugares: Sicilia (Selinunte, Motya, Panormo, Solunto), Cerdea (Nora, Sulcia, Tharros, Bithia, Caralis), Norte de frica (Cartago, Auza, Leptis Magna; Utica, Lixus, Mogador) y otros lugares como Malta y la Pennsula Ibrica.

    1.3. La presencia fenicia en la Pennsula Ibrica: Ante todo asistimos a la confrontacin de dos puntos de vista:

    1.3.1. La perspectiva de la Pennsula Ibrica: Asistimos al Perodo Orientalizante (siglos finales del IX al VI) tras la crisis del Bronce Final y los comienzos de la Edad del Hierro. En este perodo los elementos orientales van a incidir en toda la Pennsula, pero sobre todo en el rea del litoral del Mediterrneo y el Atlntico.

    Los fenicios, al igual que harn los griegos ms tarde, van a inundar los mercados indgenas de productos manufacturados de origen oriental (productos suntuarios, bienes de prestigio, escasos y exticos que se adecuan a la imagen de poder y estatus que buscan las lites indgenas y mercancas invisibles para la Arqueologa: tejidos, tintes y servicios).

    Los comerciantes obtendrn materias primas (metales y grano) destinadas a los mercados orientales y dejarn objetos en la Pennsula, en consecuencia, de origen oriental que van a influir tanto en la economa como en las formas de vida. Esto implica una aculturacin ya que las sociedades indgenas transforman sus economas y, ms tarde, sus estructuras polticas e ideolgicas.

  • 1.3.2. La perspectiva fenicia: Se buscaba obtener materias primas (metales y grano) as como un lugar para vivir. El medio para conseguirlo sern los intercambios ya que implicaban una presencia espordica y asentamientos parciales, aunque tambin estables segn la poca. Se piensa en distintas etapas de su presencia, al menos de forma tradicional:

    En primer lugar, una fase precolonial (inicios I milenio a s. VIII a. C.) de exploraciones espordicas en busca metales como plata, oro, cobre, estao, plomo que se cambian por otros productos. Esto implica una presencia comerciantes en asentamientos indgenas. En segundo lugar, una fase colonial liderada por Tiro (Desde s.VIII al VI a. C., Tiro cae en el 575 a. C. y se interrumpe el comercio) donde se establecen asentamientos en el sur y el levante peninsular y se hacen intercambios estables. Sin embargo, hay mucho debate en torno a la denominacin de las fases, el contenido y la cronologa.

    1.3.3. Cundo comienza la presencia fenicia en la Pennsula?: Estuvo planificada? Hubo colonias tempranas? Fue hegemnica desde el comienzo? Existe un debate entre lo que nos dicen las fuentes literarias y las fuentes arqueolgicas, aunque gente como Carlos Gonzlez Wagner o Mariano Torres Ortiz (UCM) parecen, a da de hoy, haber acercado posturas con una revisin de la cronologa de los yacimientos o el hallazgo de nuevos objetos arqueolgicos. De todas maneras, el debate, aunque sea por tradicin, sigue ah.

    Las fuentes literarias nos dicen que Gadir se fund en el s. XI tras la Guerra de Troya aunque cuente con cierta oposicin de la Arqueologa. Adems, para la poca de Salomn, en la Biblia se mencionan las Naves de Tarsis que, supuestamente, iran para la Pennsula Ibrica. Paradigmtico es, a este respecto, el texto de la fundacin de Gadir:

    Sobre la fundacin de Gadir he aqu lo que dicen recordar los gaditanos: que cierto orculo mand a los tirios fundar un establecimiento en las columnas de Hrcules; los enviados para hacer la exploracin llegaron hasta el estrecho que hay junto a Calpe, y creyeron que los promontorios que forman el estrecho eran los confines de la tierra habitada y el trmino de las empresas de Hrcules; suponiendo entonces que all estaban las columnas de que haba hablado el orculo, echaron el ancla en cierto lugar, ms ac de las Columnas, all donde hoy se levanta la ciudad de los exitanos. Mas como en este punto de la costa ofreciesen un sacrificio a los dioses y las vctimas no fueran propicias, entonces se volvieron. Tiempo despus los enviados atravesaron el estrecho, llegando junto a una isla consagrada a Hrcules, sita junto a Onoba, ciudad de Iberia, y a unos mil quinientos estadios fuera del estrecho; como creyeran que estaban all las Columnas, sacrificaron de nuevo a los dioses; mas otra vez fueron adversas las vctimas, y regresaron a la patria. En la tercera expedicin fundaron Gadeira, y alzaron el santuario en la parte oriental de la isla, y la ciudad en la occidental. Por esto unos creen que los promontorios que forman el estrecho son las Columnas, mientras que otros las identifican con las de Gadeira, habiendo quien cree que estn fuera, ms lejos de Gadeira... (Estrabon, 3, 5,5)

    Por su parte, las fuentes arqueolgicas nos decan, hasta hace no mucho, que la presencia fenicia haba que introducirla a partir del s. VIII a. C., aunque nuevas excavaciones nos confirman la existencia de actividades comerciales a comienzos del I milenio. As, en los depsitos de la ra de Huelva se han encontrado 400 objetos de metal con formas forneas que demuestran relaciones y contactos desde Chipre a las islas britnicas. Adems, tenemos nforas fenicias del s. X y de la primera mitad del s. IX. As, puede rebajarse la cronologa, no obstante, quizs fuera de comercio indirecto.

  • Hay que tener en cuenta que en esta poca ya hay tambin hay agentes de orgenes diversos en el comercio mediterrneo: egeos, chipriotas, levantinos, etc. y sus viajes, es de recordar, son continuacin de la ruta abierta por las antiguas expediciones a la P. I. en busca de metales.

    El suponer que hay una fase precolonial implica un proyecto y una planificacin, lo cual est bastante discutido. Lo que se piensa es que los primeros agentes fenicios se incorporan al conjunto de trficos y navegaciones protagonizados por otros agentes mediterrneos y atlnticos (finales s. II milenio y comienzos I), estableciendo una red de contactos e intercambios desde desembocadura del Tajo hasta Marruecos.

    As pues, no hay exclusividad en el comercio, sino que hay coexistencia con diferentes grupos (al menos hasta finales del s.VIII). As se entiende mejor la agencia de estas gentes y las comunidades locales.

    1.3.4. La fase colonial: Habr cambio de rumbo a finales del s. IX e inicios del VIII en el mundo fenicio: Tiro comienza un proceso de migracin y dispersin de las gentes fenicias por el Mediterrneo, algo que va a durar unos 100 aos ms o menos. Lo que se va a buscar ahora son establecimientos permanentes para navegantes, mercaderes y artesanos en tierras occidentales, quienes van a crear sus establecimientos propios con colectividades diferenciadas de las indgenas.

    Para ello se asientan en zonas litorales: islotes, promontorios o lugares elevados accesibles por barcazas y barcos/estuarios o desembocadura ros (antes de su desembocadura). Lo que buscarn ser un hinterland o zona cultivable, comunicaciones con el mar (tambin los ros) y la posibilidad de establecer redes comerciales, compartir agendas econmicas, polticas e identitarias. Mantendrn su lengua, tecnologa, escritura, dioses, rituales propios etc. y van a influir en la poblacin en mltiples cosas.

    1.3.5. Los asentamientos fenicios en la Pennsula Ibrica: Van a mantener relaciones con los asentamientos de tica, Cartago, Mozia (Sicilia), Sulcis (Cerdea) y Lixus (Marruecos). El rea de las colonias fenicias en la Pennsula Ibrica abarca desde la desembocadura del Segura hasta Cdiz siguiendo un patrn de asentamiento que lleva a establecer enclaves cada pocos kilmetros.

    Destacan los de la costa malaguea-granadina: Toscanos, Cerro del Mar, el Jardn, el rea del Ro Guadalhorce (con el Villar, cerca de Mlaga) y del Ro Algarrobo (Morro de

  • Mezquitilla, Trayamar), las Chorreras (con materiales del s. VIII), Frigiliana, el rea de Ro Seco y Verde (Sexi, Cerro de San Cristbal, Puente Noy y Velilla). Tambin en el rea del estrecho tenemos Cueva de Gorham

    1.3.6. Las transformaciones en la ciudad y la sociedad:lneas generales, intensiva de los territorios prximos con pequeos poblados y se crearn otros asentamientos enOlaia) o Marruecos (Mogador). El comercio llevara tambin importaciones fenicias al litoral cataln y del sur de Francia.

    Estos asentamientos van a durar bastante en el tiempo, para el saumentan de tamao (Malaka, Baria (Villaricos), Sexs (Almuecar) y Abdera (Adra)) mientras que otros para el s. VI a. C. (como el Cerro del Villar) se abandonan ocupndose sus tierra en una reestructuracin integral de la poblacin.

    En lo que respecta a la sociedad, la composicin social es heterognea. Tenemos, en primer lugar, a una lite que se entierra en las lujosas tumbas de cmara de Trayamar (s. VII) o en aquellas otras de Almuecar y Lagos, y reside en grandes casas en Morro dToscanos. En segundo lugar, a una aristocracia que dinamiza los intercambios y a una poblacin ms humilde (artesanos y agricultores) cuyos ajuares son ms modestos.

    Esta sociedad va a intentar reproducir los modelos de la metrpolis no ssino en todo. As, mantienen el culto a dioses fenicios como Herakles o Astart, e importan y reproducen objetos materiales propios de los fenicios.

    2. La colonizacin griega en la Pennsula Ibrica:

    2.1. Causas de la colonizacin griegaun fenmeno histrico de gran relevancia que conocemos como la colonizacin griega o la fundacin de apoikiai por todo el Mediterrneo: Sicilia, Italia Meridional, Libia (Cirene), el sur de la Galia (la cuenca del Rdano), el Nordeste de la Pennsula Ibrica, el Mar Negro etc.

    Por aquel entonces, el mundo griego tena un crecimiento demogrfico espectacular que, junto con otros factores, implicaba que sus habitantes deban abandonar su tienueva vida en algn lugar del Mediterrneo o el Mar Negro.

    Uno de estos factores estara en las familias aristocrticas: la tierra perteneca a una serie de familias aristocrticas sin que se pueda dividir la propiedad y pasando ssegundones no poseen propiedades fundiarias en un momento en que stas eran consideradas la mxima expresin de riqueza, as que emigraran para obtener estas tierras. La crisis de este modelo familiar dara pie, para los ss. VIIpropiedades de la tierra y a la posibilidad de compatibilizar su tenencia con la prosperidad en actividades urbanas comerciales y artesanales, las cuales van a llevar consigo el establecimiento de relaciones comerciales con otros pueblos, de ah que surjan colonias.

    As pues, la colonizacin supone movilizar grandes masas de poblacin para solucionar problemas de todo tipo: reajustes de poblacin, crisis agraria, escasez de recursos o tensiones en la polis de origen debido a las alteraciones polticas del momento (el fin de la aristocracia de base fundiaria y la consolidacin de nuevos grupos urbanos basados en otros sectores econmicos).

    Mezquitilla, Trayamar), las Chorreras (con materiales del s. VIII), Frigiliana, el rea de Ro Seco y Verde (Sexi, Cerro de San Cristbal, Puente Noy y Velilla). Tambin en el rea del estrecho tenemos Cueva de Gorham (Gibraltar) y Cerro del Prado (baha de Algeciras).

    Las transformaciones en la ciudad y la sociedad: Se va a proceder a una ocupacin, en lneas generales, intensiva de los territorios prximos con pequeos poblados y se crearn otros asentamientos en zonas ms alejadas como Ibiza (Sa Caleta), Portugal (Abul y Santa Olaia) o Marruecos (Mogador). El comercio llevara tambin importaciones fenicias al litoral cataln y del sur de Francia.

    Estos asentamientos van a durar bastante en el tiempo, para el saumentan de tamao (Malaka, Baria (Villaricos), Sexs (Almuecar) y Abdera (Adra)) mientras que otros para el s. VI a. C. (como el Cerro del Villar) se abandonan ocupndose sus tierra en una reestructuracin integral de la poblacin.

    n lo que respecta a la sociedad, la composicin social es heterognea. Tenemos, en primer lugar, a una lite que se entierra en las lujosas tumbas de cmara de Trayamar (s. VII) o en aquellas otras de Almuecar y Lagos, y reside en grandes casas en Morro dToscanos. En segundo lugar, a una aristocracia que dinamiza los intercambios y a una poblacin ms humilde (artesanos y agricultores) cuyos ajuares son ms modestos.

    Esta sociedad va a intentar reproducir los modelos de la metrpolis no ssino en todo. As, mantienen el culto a dioses fenicios como Herakles o Astart, e importan y reproducen objetos materiales propios de los fenicios.

    La colonizacin griega en la Pennsula Ibrica:

    colonizacin griega: A partir del s. VIII a. C., el mundo griego va a protagonizar un fenmeno histrico de gran relevancia que conocemos como la colonizacin griega o la

    por todo el Mediterrneo: Sicilia, Italia Meridional, Libia (Cirene), el sur la Galia (la cuenca del Rdano), el Nordeste de la Pennsula Ibrica, el Mar Negro etc.

    Por aquel entonces, el mundo griego tena un crecimiento demogrfico espectacular que, junto con otros factores, implicaba que sus habitantes deban abandonar su tierra para emprender una nueva vida en algn lugar del Mediterrneo o el Mar Negro.

    Uno de estos factores estara en las familias aristocrticas: la tierra perteneca a una serie de familias aristocrticas sin que se pueda dividir la propiedad y pasando ssegundones no poseen propiedades fundiarias en un momento en que stas eran consideradas la mxima expresin de riqueza, as que emigraran para obtener estas tierras. La crisis de este modelo familiar dara pie, para los ss. VII-VI a. C., un mayor acceso de la gente a las propiedades de la tierra y a la posibilidad de compatibilizar su tenencia con la prosperidad en actividades urbanas comerciales y artesanales, las cuales van a llevar consigo el establecimiento

    les con otros pueblos, de ah que surjan colonias.

    As pues, la colonizacin supone movilizar grandes masas de poblacin para solucionar problemas de todo tipo: reajustes de poblacin, crisis agraria, escasez de recursos o tensiones en

    debido a las alteraciones polticas del momento (el fin de la aristocracia de base fundiaria y la consolidacin de nuevos grupos urbanos basados en otros sectores

    Mezquitilla, Trayamar), las Chorreras (con materiales del s. VIII), Frigiliana, el rea de Ro Seco y Verde (Sexi, Cerro de San Cristbal, Puente Noy y Velilla). Tambin en el rea del

    (Gibraltar) y Cerro del Prado (baha de Algeciras).

    Se va a proceder a una ocupacin, en lneas generales, intensiva de los territorios prximos con pequeos poblados y se crearn

    zonas ms alejadas como Ibiza (Sa Caleta), Portugal (Abul y Santa Olaia) o Marruecos (Mogador). El comercio llevara tambin importaciones fenicias al

    Estos asentamientos van a durar bastante en el tiempo, para el s. VII a. C. algunos aumentan de tamao (Malaka, Baria (Villaricos), Sexs (Almuecar) y Abdera (Adra)) mientras que otros para el s. VI a. C. (como el Cerro del Villar) se abandonan ocupndose

    n lo que respecta a la sociedad, la composicin social es heterognea. Tenemos, en primer lugar, a una lite que se entierra en las lujosas tumbas de cmara de Trayamar (s. VII) o en aquellas otras de Almuecar y Lagos, y reside en grandes casas en Morro de Mezquitilla y Toscanos. En segundo lugar, a una aristocracia que dinamiza los intercambios y a una poblacin ms humilde (artesanos y agricultores) cuyos ajuares son ms modestos.

    Esta sociedad va a intentar reproducir los modelos de la metrpolis no solo a nivel social, sino en todo. As, mantienen el culto a dioses fenicios como Herakles o Astart, e importan

    A partir del s. VIII a. C., el mundo griego va a protagonizar un fenmeno histrico de gran relevancia que conocemos como la colonizacin griega o la

    por todo el Mediterrneo: Sicilia, Italia Meridional, Libia (Cirene), el sur la Galia (la cuenca del Rdano), el Nordeste de la Pennsula Ibrica, el Mar Negro etc.

    Por aquel entonces, el mundo griego tena un crecimiento demogrfico espectacular que, junto rra para emprender una

    Uno de estos factores estara en las familias aristocrticas: la tierra perteneca a una serie de familias aristocrticas sin que se pueda dividir la propiedad y pasando sta al hijo mayor. Los segundones no poseen propiedades fundiarias en un momento en que stas eran consideradas la mxima expresin de riqueza, as que emigraran para obtener estas tierras. La crisis de este

    . C., un mayor acceso de la gente a las propiedades de la tierra y a la posibilidad de compatibilizar su tenencia con la prosperidad en actividades urbanas comerciales y artesanales, las cuales van a llevar consigo el establecimiento

    As pues, la colonizacin supone movilizar grandes masas de poblacin para solucionar problemas de todo tipo: reajustes de poblacin, crisis agraria, escasez de recursos o tensiones en

    debido a las alteraciones polticas del momento (el fin de la aristocracia de base fundiaria y la consolidacin de nuevos grupos urbanos basados en otros sectores

  • Sin embargo, hay dos cosas a destacar: que estos movimientos migratorios no acaban con los problemas y que no todas las polis recurren a la inmigracin para acabar con sus problemas, pues Atenas hace reformas dentro de la comunidad ciudadana (cambiando los criterios y aumentando el nmero de tribus urbanas) y Esparta se bastara con la conquista de Mesenia.

    El aliciente para salir al Mediterrneo en busca de una nueva tierra donde vivir era, aparte de poder solucionar unas tensiones internas, era la posibilidad de encontrar nuevas tierras para el cultivo y lugares desde donde impulsar nuevas actividades comerciales. La consecuencia de estas expediciones es que el Mediterrneo iba a ser en gran parte de los griegos, que viajaran por ste en sus sencillas trirremes movidas con remos y velas expandiendo su cultura.

    2.2. Puntos caractersticos de la colonizacin griega:

    2.2.1. La colonizacin como una empresa pblica: Las principales promotoras de este proceso seran las polis de Calcis y Eretria (ambas en la isla de Eubea), Corinto, Megara, Mileto etc. No eran organismos particulares, puesto que la fundacin de una nueva colonia era una iniciativa pblica puesto que parte de la polis y futura metrpolis. El objetivo era que aquella fundacin se terminara independizando de la metrpolis e hiciera su propio camino como un nuevo Estado Soberano e independiente, aunque s se siguen manteniendo lazos econmicos y religiosos con la ciudad madre.

    Cuando se funda la nueva colonia, se parcela el territorio y cada habitante recibe un lote de tierra para trabajarla. Adems, se van fijando el culto a las divinidades, el calendario y las fiestas. La ciudad se dotar de un gobierno y acuar una moneda (donde este gobierno imprime sus seas de poder e identidad) y se inician relaciones externas con otras comunidades.

    No obstante, estos objetivos generales, no obstante, los debemos acomodar al tipo de fundacin que los griegos vayan a desarrollar en cada momento:

    1. Apoika: Es el tipo principal y preeminente de colonia. Una vez fundada y constituida pasa a convertirse en un establecimiento autnomo e independiente de la metrpolis desde todos los puntos de vista al margen de determinadas cuestiones (religin) donde se mantienen cultos similares a los de la polis.

    2. Emporion: Es un asentamiento colonial subsidiario de la metrpolis, por lo tanto, la fundacin y sus habitantes son totalmente dependientes de la metrpolis. Son colonias, factoras o puertos con carcter principalmente comercial. Sern las bases desde las cuales las metrpolis se puedan consolidar y extender sus intereses a una zona determinada.

    3. Cleruqua: Es un tipo de colonia ms tarda y que surge en Atenas en la poca de Pisstrato como un tipo similar al emporion, pero es de carcter militar, ya que son establecimientos en puntos estratgicos desde el punto de vista militar para el mejor control de una regin y disponen de una guarnicin militar. Si le interesa a la polis, puede establecer almacenes y dependencias comerciales, pero nunca va a perder el carcter militar.

    Adems, el ritmo de independencia de la metrpolis puede ser variado aunque, como consenso, se piensa en un primer momento donde la influencia de la metrpoli es fuerte (por ejemplo en la fijacin de los tipos monetarios) y despus pasamos a una independencia que, en el caso de las apoikiai, termina en la consolidacin de una nueva ciudad-estado.

    2.2.2. El oikists: La metrpolis, puesto que se implica en la fundacin de la colonia, ser la encargada de nombrar al jefe de la expedicin que iba a fundar una determinada colonia. Este jefe se conoca como oikists y era elegido de entre los primeros hombres de la polis. Su actuacin completa no la conocemos con exactitud, hay pocos datos. No obstante, sabemos que el primer paso que deba dar el oikists era ir al Orculo de Delfos, donde el Orculo, por medio de la pitia, le dara instrucciones precisas sobre hacia dnde se deba dirigir, lo que deba de hacer etc.

  • Otra cosa es lo que pasara al final de la empresa, pues parece haber diferencias entre el oikists del perodo arcaico, del perodo clsico y del helenstico. Parece haber dos caminos en principio: el oikists se quedaba a vivir con su familia en la nueva colonia, donde se va a consolidar en el poder, o ira con los colonos para repartir la tierra y despus regresar a la metrpoli. Conocemos el nombre de algunos de estos oikisti aunque ninguno para la Pennsula Ibrica

    2.2.3. Anlisis general de las relaciones con los indgenas: Una vez fundada la colonia, habr una relacin intensa con la poblacin indgena circundante, siendo estas relaciones de todo tipo, la tradicin literaria nos habla desde las relaciones pacficas hasta los enfrentamientos, lo que, en muchos casos, da lugar a la subyugacin de estos pueblos. No obstante, no debemos hacer simplificaciones y establecer que las relaciones son buenas o malas, hay que buscar trminos medios. La documentacin arqueolgica nos da, a este respecto, muchos datos.

    Debemos distinguir, no obstante, dentro de estas relaciones dos tipos: las establecidas con pueblos relativamente inferiores desde el punto de vista cultural (la mayora, estamos tratando con poblaciones que no han construido civilizaciones con una gran tradicin) y las establecidas con pueblos relativamente superiores desde el punto de vista cultural (en Prximo Oriente y Egipto, donde hay una civilizacin muy prestigiosa y con una gran antigedad).

    En el caso de la Pennsula Ibrica nos vamos a mover con pueblos relativamente inferiores culturalmente. Aqu debemos distinguir, a su vez, entre las relaciones pacficas y las relaciones hostiles. En el caso de las relaciones pacficas, debemos hablar de todas formas de cambios entre la poblacin indgena, ya que sufre un proceso de aculturacin progresiva que les permite acoger las manifestaciones culturales de los griegos (la escultura, la cermica, la religin, la artesana etc.), as como la creacin de un grupo aristocrtico indgena que va a estar muy vinculado a los griegos. Esta aculturacin puede verse acrecentada mediante medios naturales, como ocurre con Massalia en el Ro Rdano. Los indgenas comerciarn con los griegos y tambin les ayudarn en todo lo que sea necesario para que los griegos se puedan asentar lo ms antes posible y en las mejores condiciones.

    En lo que respecta a las relaciones hostiles, stas van acompaadas de una expansin territorial y la subyugacin de los pueblos indgenas, que deberan hacer pagos en especie. Normalmente van a estar motivadas por el deseo de controlar rutas comerciales y puntos estratgicos. No siempre los griegos van a salir ganando en estas relaciones violentas, puesto que en diferentes casos se enfrentarn a los etruscos y a los cartagineses, debiendo ceder en sus deseos expansionistas.

    2.3. Griegos en el Occidente mediterrneo: La colonizacin comienza en la desembocadura del Rdano y el Nordeste de la Pennsula Ibrica. La tradicin literaria griega, que es recogida en ltima instancia por Estrabn, nos habla de la existencia de una primigenia etapa de colonizacin hecha por los rodios con anterioridad a los primeros Juegos Olmpicos (776 a. C.) En esta lnea tambin apunta la tradicin literaria con los el viaje de los Nostoi, es decir, los hroes que volvieron de la Guerra de Troya, entre los que encontramos a Ulises.

    Estas ideas, sin embargo, tienen muy escasa consistencia histrica, ya que de los restos arqueolgicos ms antiguos encontrados en la zona, ninguno se puede vincular a colonizaciones previas al s. VI a. C. Quizs debemos hablar de unas relaciones comerciales espordicas que se mantendran desde la poca micnica (como los hallazgos de cermicas micnicas en Montoro, Crdoba). Muy posiblemente, estas relaciones se hicieran a travs de intermediarios, como los fenicios a travs de sus factoras, o los etruscos, de manera que empalmaramos con las colonizaciones de antes del s. VI a. C. Pero todo esto no deja de pertenecer al terreno de la especulacin.

    La primera colonia fundada por los griegos en el Mediterrneo Occidental se tratara de Massalia, en la cuenca del Rdano. Se trata de una fundacin focea cuya cronologa da lugar a un debate historiogrfico: por un lado, Timeo de Tauromenio, recogido por Estrabn, y Justino nos dicen que fue fundada entre finales del s. VII y principios del s. VI a. C., mientras que

  • Tucdides nos habla de momentos posteriores a la conquista de Asia por Ciro (en la segunda mitad del s. VI a. C.). Esto se ha intentado solucionar hablando de una primera fase de toma de contacto que encajara con las fechas de Timeo y Justino y un segundo momento donde la colonizacin se produce de verdad que encajara con los datos de Tucdides. La cultura material de la fundacin se sita en torno al 600 a. C., as que no habra contradicciones aparentes.

    Es fundamental en la colonizacin de la regin, sustituyendo a la metrpolis focea. Para el s. VI a. C. asistimos a un cambio, pues se amplan las colonias en el Mediterrneo Occidental mientras que en el Oriental, debido a los cambios geopolticos, pierden el papel que antes tenan debido al auge del Imperio Persa. Las colonias adquirirn una autonoma.

    Massalia mantendr unas relaciones pacficas con los celtas, con los cuales se puede comunicar fcilmente a travs del ro Rdano. Fruto de estas relaciones se produce una asimilacin por los celtas de elementos griegos: la escritura, la escultura salida de talleres griegos, la cermica focense y la imitacin por los indgenas de las cermicas griegas, que van a ser grises, o en la religin, sobre todo con la diosa griega Artemisa Efesia.

    Massalia se extender, en consecuencia, por la costa del Sur de Francia y el Noroeste de Italia con distintas factoras: Telin, Agath, Arelate (la futura Arls), Tauroeis (actual Le Brusc), Olbia, Antpolis y Nikaia (la futura Niza). Sin embargo, esta expansin no ser bien vista por las potencias rivales de los focenses. Los etruscos (pues nos estamos moviendo en el Mar Tirreno) estaban interesados en el control de las rutas comerciales y, los cartagineses estaban interesados en Cerdea, aunque tambin en el control de rutas comerciales. Tendremos as un conflicto que culmina con la Batalla de Alalia (ciudad de Crcega fundada por los foceos en torno al 565 a.C.), producida en el 537 a. C., donde, a pesar de la unin de intereses comerciales de cartagineses y etruscos, salen victoriosos los griegos, aunque se deben replegar de Alalia de nuevo hacia Massalia, hacia zonas ms seguras.

    Esta colonia sera prspera no slo por el comercio sino tambin por disponer de zonas agrcolas excelentes en las inmediaciones.

    2.4. Griegos en la Pennsula ibrica: Tenemos un debate entre las fuentes escritas y las arqueolgicas ya que, mientras las fuentes escritas nos hablan de colonias en rea catalana, levantina y sur peninsular (Ampurias, Rhode, Hemeroskopion, Alonis, Akra Leuk y Mainak), sin embargo, la Arqueologa slo confirma la existencia de Ampurias y Rhode.

    Los primeros viajes de los griegos a tierras peninsulares sern en el s. VII a. C. y tendrn un carcter de expedicin, sern a cargo de gente de Samos y Focea. Herdoto, a pesar de algunas objeciones, no deja claro si los descubridores de Tartessos eran o los foceos o los samios, aunque s afirma que, hasta la llegada de los samios, nadie de entre los griegos mantiene vnculos comerciales con Tartessos, e incluso se afirma que llegaron de casualidad: una nave samia que iba a Egipto dirigida por Colaios de Samos se desva muchsimo debido a un viento del Levante y la nave llega hasta las Columnas de Hrcules, momento en el que toca tierra y llegan a tierra de Tartessos. Este viaje tiene la confirmacin de los restos arqueolgicos que, dicen que, en el Heraion de Samos hay peines de marfil con unas figuras muy similares a las halladas en Osuna y Carmona.

    Las relaciones de Massalia con la Pennsula Ibrica sern difciles de reconstruir, pero se observa cmo el alfabeto bero adopta formas massaliotas, aunque tambin de otros lugares. Segn los autores, las relaciones van a variar desde la hegemona de Massalia sobre Rode y Emporion hasta la total autonoma de Rode y Emporion de Massalia. Quizs las posiciones no sean tan extremas, sino que haya que conjugarlas ambas: as, en un primer momento, estas dos colonias podran depender ms de Massalia, como se puede juzgar a partir de los tipos monetarios (con Artemisa o Medusa en el anverso), y, posteriormente, pasaran a tener una mayor autonoma y convertirse en ciudades-estado propiamente dichas.

    2.4.1. Las colonias confirmadas arqueolgicamente:

    1. Ampurias: Es de la segunda mitad del s. VI a. C., momento en el que los foceos crean una factora en un antiguo islote ocupado hoy en da por el pueblo de San Martn de Ampurias. Este enclave es la Palaipolis o Ciudad Antigua que se opone

  • a la Nepolis o Ciudad Nueva. De este lugar tenemos un resto de un espign y algunos restos de una necrpolis.

    La Nepolis surgir unos 25 aos despus de la Palaipolis. Nunca ser una ciudad ortogonal, aunque s muestra una organizacin bastante regular y est delimitada por una muralla ciclpea donde se abre una puerta con torres defensivas. Los vestigios actuales de la actividad civil y religiosa son ms de poca helenstica y romana. Los principales edificios tenemos los prticos del gora, conservndose la stoa y algunos recintos sagrados dedicados a Asclepio y Serapis, as como algunas necrpolis extramuros en las que se han conservado algunos ajuares funerarios. El trmino de Ampuriae que los romanos le dieron a la ciudad alude a este pasado mltiple con varias Ampurias. Cerca de la colonia habra poblados beros, los Indigetes.

    Los primeros restos de la nueva ciudad los tenemos en el complejo funerario de la segunda mitad del s. V a. C. en el extremo meridional de la ciudad, el cual est integrado por un altar y un pozo para los sacrificios, siendo dedicado el conjunto a Artemisa. Se conserva parte de la decoracin arquitectnica y elementos decorativos (las acroteras y antefijas) realizados en pierda procedente del Languedoc (la Pierre du Midi), puesto que este territorio estaban en la rbita de influencia de Ampurias.

    En el primer cuarto del s. IV a. C. y muy cerca de este templo, tenemos otro dedicado a Asclepio (cuya escultura se conserva original en el museo, en el yacimiento hay una rplica) que aparece sobre un podio y con el altar enfrente. Este templo es uno ms de los aprox. 200 catalogados en todo el Mediterrneo dedicados a este dios, surgiendo la iniciativa de Epidauro, lugar del santuario central. La estructura se mantendra hasta el s. II a. C. con la transformacin del acceso sur de la ciudad. En la primera mitad del s. IV a. C., coincidiendo con este templo, se realiza un nuevo complejo defensivo para la ciudad con varias torres y una entrada en forma de L invertida.

    Dentro de la ciudad nos hemos encontrado mosaicos hechos con opus tesellatum con el texto Simposioum y hay numerosas inscripciones griegas y romanas que aluden a la ciudad.

    Consolidada como colonia sera cabeza del comercio griego en la Pennsula Ibrica, mantendra contactos con la zona levantina y relaciones con el ambiente fenicio-pnico aparte de tener influencia sobre los indgenas del entorno.

    Tambin increment la produccin cerealstica y tendra silos en poblados ibricos del entorno del Ampurdn y comarcas vecinas, administrando aquel cereal a las ciudades griegas deficitarias. Las monedas en el s. V acuadas significaran una afirmacin de la ciudadana y una connotacin de prestigio.

    Estrabn nos habla de esta ciudad en estos trminos: Los emporitas vivan antes en una isla situada enfrente de la actual ciudad, llamada hoy da Palepolis (Ciudad Antigua), pero ahora estn establecidos en el continente. Hay dos ciudades, y ambos sectores se hallan separados por un muro, pues, efectivamente, tenan antes por vecinos a unos indicetas que, por motivos de seguridad, quisieron tener un recinto comn con los griegos, pero manteniendo sus propias instituciones, por lo que surgi esta doble ciudad, separada por un muro medianero, aunque, al cabo del tiempo, se convirti en una sola comunidad poltica con costumbres mixtas griegas y brbaras, como sola suceder. (Estrabn, III, 4)

    Cuando los romanos llegan a la Pennsula Ampurias se pondr de su parte.

  • 2. Rhode: Se corresponde con la actual Rosas de Girona y es la primera fundacin griega en nuestra pennsula, teniendo noticias de la misma por Estrabn y Pseudo-Escimno (fuente tarda y menor), que nos dicen que la fundacin se realizara en la poca de la Primera Olimpiada, hecha por marineros de Rodas, que se adelantan a los calcdicos. El producto ms expresivo de esta fundacin sern los dracmas, de los siglos IV y III a. C. donde apareca una cabeza de una ninfa o la de Artemisa en el anverso y en el reverso, una rosa.

    Estos rodios, segn diversas fuentes, haban fundado colonias en las Baleares e incluso en las cercanas del Reino de Tartessos, informacin que podemos considerar a partir de ciertos vestigios en la toponimia, ya que los nombres en ousa/-usa como Pitekousa indicaran fundaciones griegas, teniendo los ejemplos en la Pennsula de la Isla Pitiusa (Ibiza), Cromiousa (Mallorca) y Kotinousa para San Fernando (Isla de Len, Cdiz). La lista es mucho ms larga

    2.4.2. Las no confirmadas. La influencia griega en el Levante Peninsular: No hay colonias demostradas en el Levante, aunque es posible que hubiera griegos en algunos poblados ibricos con una presencia ms o menos permanente, como se puede ver por los objetos griegos de los poblados ibricos. Estos griegos tendran gran influencia en las manifestaciones artsticas beras a partir del s. VI a. C. (escultura, monumentos funerarios/formas de vida-rituales etc.) surgiendo as una cultura hbrida. Tendramos, como una clara influencia los nombres de Hesperia (Estescoro, Estrabn) e Iberia (Ora Martima) de origen griego. De todas maneras estn los textos que nos hablan de colonias en Hemeroskopion, Alonis, Akra Leuk y Mainak.

  • 3. La colonizacin pnica en la Pennsula Ibrica:

    3.1. Debate historiogrfico:

    3.1.1. Historiografa tradicional: El problema de la colonizacin fenicio-pnica en general es que ha tenido pocas investigaciones y ha estado condicionada por el antisemitismo. Pero tambin por el nacionalismo a partir de la Restauracin en el s. XIX hasta la Guerra Civil Espaola: se vea una explotacin econmica falaz y el deseo de luchar contra los sistemas polticos y sociales de los pueblos indgenas, siendo representativo el asedio de Sagunto protagonizado por Anbal Barca.

    Otros prejuicios han sido el sometimiento al reflejo de la colonizacin fenicia como un anexo y a la mayor importancia dada al comercio griego dada la cultura tan desarrollada del mundo griego. As, a pesar de que hay cermicas griegas con marcas cartaginesas, estas cermicas se han fechado segn la cronologa griega.

  • 3.1.2. Fuentes clsicas: Han sido muy influyentes hasta mediados dcada de los 80. Sin embargo, slo tenemos la perspectiva romana, que nos habla slo de las levas de mercenarios cartagineses que luchan en campaas militares encabezadas por Amlcar, Asdrbal y Anbal de los Brcidas, destacando sobre todo el sitio de Sagunto y la Segunda Guerra Pnica. As pues, han dedicado menor atencin o referencias a cuestiones como la agricultura o la navegacin referidas por el Periplo de Hannn o el Tratado de Magn.

    3.1.3. Arqueologa: La informacin ha sido escasa hasta los 80. En ese momento se dara un giro interpretativo al estudiarse el registro arqueolgico y hacerse distintas intervenciones (Ibiza, Cartagena, Cdiz, Castillo de D Blanca, Na Guardis y otros enclaves). De estos estudios han salido anlisis de las tipologas anfricas, del urbanismo pnico, los hbitats rurales y la explotacin agraria en zonas como el hinterland de Cdiz y el curso del Guadalquivir. Se estudiarn las rutas comerciales, las reas de influencia y el impacto en el comercio bero.

    3.2. La metrpolis. Cartago: Haba sido fundada en el 814 a. C. por Tiro y tena una excelente ubicacin geogrfica ya que, a travs de sus puertos, poda relacionarse con el Mediterrneo Central y tena sus ncleos de influencia. Para cuando cae Tiro ante el asedio de Nabucodonosor (572 a. C.) comenzar a controlar el centro y el occidente mediterrneo.

    Tena un gran desarrollo demogrfico debido a su potencial demogrfico, ya que la ciudad vena creciendo desde el s. VI y tenda una poca de apogeo en el s. V a. C. Las necesidades de abastecer a la poblacin con cultivos la llevan a una expansin territorial para ganar tierras para cosechar, aunque tambin aumentar sus redes de intercambio llegando a ser un gran centro comercial del Mediterrneo desde donde se redistribuyen mltiples mercancas. Sin embargo, es un comercio silencioso, slo el Periplo de Hann y Viaje Himilcon (1 mitad del s. V a. C.) nos dan algunas pistas. De todas formas, no sabemos cmo hacan los intercambios: Por Karum, por moneda o cmo?

  • El gobierno de esta polis estara formado por dos sufetes que pertenecan a las familias aristocrticas. Tenan competencias en Administracin civil, Justicia y orden pblico adems de presidir el Senado. Este Secuestiones de poltica exterior e interior: declarar la guerra y la paz, controlar al ejrcito, establecer lneas de actuacin militar etc. Tambin haba un Consejo/Tribunal de los 100 y unAsamblea Popular formada por ciudadanos y estaban formados en dos corrientes: los partidarios del campo (como los Hannnidaseran comerciantes y mercaderes).

    Mantendran relaciones con otras para combatir a los foceos y con Roma (509 y 348 a. C.), intercambios con Chipre, , Grecia, Egeo y algunas colonias griegas donde intercambiaban metales, tejidos, prpura, pasta vidrio y marfil. Adems, tendran influencia en Leptis Magna y Sabratha (que tena el control del valle de Sirte), fundaran algunas colonias (como Ebussus) y tendran la hegemona sobre determinadas comunidades del sur de la Pennsula Ibrica.

    Sin embargo, tambin se apde los ciudadanos y las ciudades bajo su hegemona y que les permiti la expansin territorial a partir del s. VI. Tambin contaban con guarniciones para los barcos y las naves de guerra. este uso de la fuerza conseguirn la hegemona poltica principalmente sobre las antiguas colonias fenicias de Occidente.

    En lo que se refiere a la ideologa, adoraban a dioses como Baal o Tanit, que estaba sincretizada con la diosa Demter y regulab

    3.3. Los asentamientos pnicos en Pennsula Ibrica:

    3.3.1. Reestructuracin postreestructuracin del poblamiento, la adopcin de un modelo de ciudad similar a la polis, el cambio en los patrones funerarios, la creacin de nuevas ciudades independientes que crean alianzas polticas y econmicas en torno a Gadir. Las cilas ciudades mediterrneas de la poca: Cartago, Etruria, Magna Grecia y la Roma de la primera fase republicana.

    El primer enclave es Ibiza/Ebussus, de la que disponemos cierta documentacin arqueolgica. Sabemos fue u

    El gobierno de esta polis estara formado por dos sufetes que pertenecan a las familias aristocrticas. Tenan competencias en Administracin civil, Justicia y orden pblico adems de presidir el Senado. Este Senado se compona de 300 familias aristocrticas y se encargaban de cuestiones de poltica exterior e interior: declarar la guerra y la paz, controlar al ejrcito, establecer lneas de actuacin militar etc. Tambin haba un Consejo/Tribunal de los 100 y unAsamblea Popular formada por ciudadanos y estaban formados en dos corrientes: los partidarios

    Hannnidas, grupo aristocrtico) y los de la ciudad (como los Brcidas, eran comerciantes y mercaderes).

    Mantendran relaciones con otras comunidades. As, establecieron acuerdos con los etruscos para combatir a los foceos y con Roma (509 y 348 a. C.), intercambios con Chipre, , Grecia, Egeo y algunas colonias griegas donde intercambiaban metales, tejidos, prpura, pasta vidrio y

    ms, tendran influencia en Leptis Magna y Sabratha (que tena el control del valle de Sirte), fundaran algunas colonias (como Ebussus) y tendran la hegemona sobre determinadas comunidades del sur de la Pennsula Ibrica.

    Sin embargo, tambin se apoyaron en un ejrcito local y mercenarios mantenidos con el tributo de los ciudadanos y las ciudades bajo su hegemona y que les permiti la expansin territorial a partir del s. VI. Tambin contaban con guarniciones para los barcos y las naves de guerra. este uso de la fuerza conseguirn la hegemona poltica principalmente sobre las antiguas colonias fenicias de Occidente.

    En lo que se refiere a la ideologa, adoraban a dioses como Baal o Tanit, que estaba sincretizada con la diosa Demter y regulaba el ciclo agrcola. Hacan tambin rituales de sacrificios.

    Los asentamientos pnicos en Pennsula Ibrica:

    Reestructuracin post-colonial en el sur peninsular. Enclaves:reestructuracin del poblamiento, la adopcin de un modelo de ciudad similar a la polis, el cambio en los patrones funerarios, la creacin de nuevas ciudades independientes que crean alianzas polticas y econmicas en torno a Gadir. Las ciudades seguirn el patrn propio de las ciudades mediterrneas de la poca: Cartago, Etruria, Magna Grecia y la Roma de la primera fase republicana.

    El primer enclave es Ibiza/Ebussus, de la que disponemos cierta documentacin arqueolgica. Sabemos fue uno de los primeros asentamientos (de la 2 mitad del s. VII a.

    El gobierno de esta polis estara formado por dos sufetes que pertenecan a las familias aristocrticas. Tenan competencias en Administracin civil, Justicia y orden pblico adems de

    nado se compona de 300 familias aristocrticas y se encargaban de cuestiones de poltica exterior e interior: declarar la guerra y la paz, controlar al ejrcito, establecer lneas de actuacin militar etc. Tambin haba un Consejo/Tribunal de los 100 y una Asamblea Popular formada por ciudadanos y estaban formados en dos corrientes: los partidarios

    , grupo aristocrtico) y los de la ciudad (como los Brcidas,

    comunidades. As, establecieron acuerdos con los etruscos para combatir a los foceos y con Roma (509 y 348 a. C.), intercambios con Chipre, , Grecia, Egeo y algunas colonias griegas donde intercambiaban metales, tejidos, prpura, pasta vidrio y

    ms, tendran influencia en Leptis Magna y Sabratha (que tena el control del valle de Sirte), fundaran algunas colonias (como Ebussus) y tendran la hegemona sobre

    oyaron en un ejrcito local y mercenarios mantenidos con el tributo de los ciudadanos y las ciudades bajo su hegemona y que les permiti la expansin territorial a partir del s. VI. Tambin contaban con guarniciones para los barcos y las naves de guerra. Con este uso de la fuerza conseguirn la hegemona poltica principalmente sobre las antiguas

    En lo que se refiere a la ideologa, adoraban a dioses como Baal o Tanit, que estaba sincretizada a el ciclo agrcola. Hacan tambin rituales de sacrificios.

    colonial en el sur peninsular. Enclaves: Se basar en la reestructuracin del poblamiento, la adopcin de un modelo de ciudad similar a la polis, el cambio en los patrones funerarios, la creacin de nuevas ciudades independientes que crean

    udades seguirn el patrn propio de las ciudades mediterrneas de la poca: Cartago, Etruria, Magna Grecia y la Roma de la

    El primer enclave es Ibiza/Ebussus, de la que disponemos cierta documentacin no de los primeros asentamientos (de la 2 mitad del s. VII a.

  • C.) y se cree que la fundaron gentes de la Pennsula Ibrica para controlar la navegacin desde el Mediterrneo Central.

    Para el s. VI tendremos una expansin al sumar habitantes de otros enclaves y para el s. V tenemos contingentes pnicos o bajo influencia cartaginesa que reorganizan el asentamiento para dedicarlo sobre todo a la agricultura. En el s. IV llega a su apogeo con 4-5 mil habitantes y acua moneda hacia el 300 con las imgenes del dios Bees y un toro y tendran una circulacin que abarcaba las islas e incluso Ampurias. Para el s. III se vuelve a reorganizar para dedicarse al comercio, llevando sus pecios nforas ibricas de boca plana junto a otras ebusitanas que llevaban cargamentos de trigo. Tambin llevaban nforas norteafricanas con rumbo a Cartago.

    En la 2 Guerra Pnica apoy a Cartago y Cneo Cornelio Escipin intenta conquistar Ebussus en 217 a. C. aunque fracasa. Para el 214 a. C. tenemos emisiones de plata para pagar a las tropas cartaginesas y en el 205 a. C. apoya a la flota de Magn. Tras la guerra mantiene su posicin econmica, sufriendo ampliaciones urbanas y rurales, acuando moneda empleada como soldada (se encuentra en tesorillos del Valle del Ebro, Levante y Andaluca) y alcanz un acuerdo con Roma, quien la pone como civitas foederata al inicio s. I a. C.

    En lo que respecta Gadir, era el principal referente del sur peninsular desde la cada de Tiro tanto para Cartago como para las entidades estatales ibricas. Ser un gran foco econmico dedicado al comercio, la industria de salazones y la agricultura. Su templo de Melkart controlara buena parte actividad econmica de la ciudad. Sufrira un crecimiento demogrfico, reforzara sus estructuras defensivas (Castillo de Doa Blanca) y surge una nueva lite, como la que aparece en dos famosos sarcfagos antropomorfos.

    Malaka reforzar su urbe asimilando pequeos poblados y construye una fortificacin mientras que Carteia se constituye como el mejor ejemplo de urbanismo pnico en la Pennsula (se excava desde 1995). Surge como un ncleo que acoge a poblacin a comienzos del s. IV del antiguo enclave fenicio de Cerro del Prado. Para finales del s. IV se provee de una muralla, lo cual nos indica que existe una sociedad cohesionada, y se constituye como un enclave estratgico en relacin con el norte de frica. Cuando los romanos se asienten construyen su foro en parte de la ciudad pnica y la construccin de un templo supone arrasar el espacio cultual cartagins.

    3.3.2. Nuevo modelo econmico: Se procede a una industrializacin (con factoras de salazn, garum, salinas o prpura), la parcelacin y los cultivos intensos (Magar y Turris son las unidades), la explotacin de recursos mineros (Sierra Morena y territorio prximo a Cartago Nova), el comercio distribuyendo nforas y cermicas comunes producidas en Cartago ya desde fines del s. V as como producciones pnicas de centros peninsulares. Se sola distribuir vino, vinagre, conservadas, pescado o carne en salazn.

  • Tambin surgen acuaciones monetarias, sobre todo en Gadir. Las primeras van a ser de cobre (tienen la cabeza de Melkart y la imagen de dos atunes) y se van a mover en el territorio circundante (circulacin restringida). Tras el 237 acuan en plata para las transacciones y pagos derivados de una nueva situacin econmica y, con el desembarco de los brquidas (227 a. C.), las monedas se van a destinar a mantener las tropas (tienen la imagen de Melkart y de un elefante). Malaka (a fines del s. III a. C.) y Abdera (el s. II) tambin acuan moneda.

    3.3.3. Conquista y ocupacin brcida (237-206 a. C.): Suponen un cambio en el modelo econmico, ya que hay un control comercial y militar. Esto se debe a que Cartago est mermada tras perder en la Primera Guerra Pnica y la prdida de influencia en torno al 241-238 a. C., la cual se haba quedado slo en Gadir. Adems, Cartago deber pagar a Roma y deber restablecer las finanzas en previsin de un nuevo conflicto con Roma.

  • CONCLUSIONES DEL SEMINARIO INTERCAMBIOS

    Qu necesidades tenan unos grupos y otros para realizar estos intercambios?: Hasta cierto punto, podramos hablar de que, los pueblos que participaron en los distintos intercambios habidos en la Pennsula Ibrica en el mundo antiguo, tendran unas necesidades que, en su forma ms arquetpica, seran universales y quizs no fueran tan diferentes a las actuales. Basndonos en los criterios de M. Max-Neef (Desarrollo a escala humana, Barcelona 1993), podramos poner las siguientes:

    1. Subsistencia: Buscar ms o menos una autosuficiencia alimentaria y tecnolgica. Se considera, a priori, que son las ms importantes, aunque el enorme carcter econmico de estos intercambios dados por las fuentes (sobre todo para fenicios y pnicos) quizs sea una cosa peyorativa (ya que las fuentes son, en gran medida, de pueblos hostiles a estos pueblos).

    2. Espacio suficiente: Se buscan terrenos adecuados para vivir y evitar consecuencias terribles en caso de desastres naturales. Se piensa en la defensa, en las posibilidades econmicas (comerciales, productivas y extractivas) y en otros factores (espacio, clima etc.)

    3. Demografa adecuada: Est muy relacionada con las dos anteriores, ya que los terrenos pueden no ser lo suficientemente amplios y productivos para acoger a un nmero determinado de personas.

    4. Apoyo de otros pueblos: Sobre todo para superar determinadas dificultades y llevar una mejor existencia. Esto lo vemos en el texto de Flavio Josefo (Ant. Jud. VIII, 50 ss.) donde Hiram I y Salomn se necesitan mutuamente.

    5. Crear una identidad: A travs del contacto con otros pueblos y otros lugares, un determinado grupo toma conciencia de cmo es exactamente y es capaz de situarse en un universo.

    6. Seguridad: Se pretende escapar de luchas intestinas (revueltas sociales, intrigas por el poder etc.), de opresiones internas (gobiernos despticos) y de las externas (la dominacin por parte de otro pueblo y la obligacin de realizar para este pueblo unos determinados servicios, como tributar).

    7. Prestigio y poder: Tanto ante la comunidad de origen como ante otros pueblos a fin de asegurar la seguridad, subsistencia, la colaboracin de otros grupos etc.

    8. Libertad, autonoma: O al menos conciencia de ello. Quizs es el punto donde ms se puede discrepar, pero es un campo muy amplio (independencia poltica) y no hay que ver a la gente del mundo antiguo como una poblacin que slo se somete y no obra libremente

    Satisfacan realmente las necesidades de estos grupos?: Pienso que no se satisfacan porque:

    1. Determinadas soluciones no se van a poder solucionar nunca por lo que se est buscando (p. ej., un elemento difcil de encontrar por su propia naturaleza o por su situacin geogrfica) y por las capacidades de los distintos grupos.

    2. Con los intercambios se generan nuevas necesidades (p. ej., los indgenas van comprendiendo, como en el paso del tiempo, que los metales preciosos son ms importantes de lo que ellos vean y van a interesarse por ellos, como se ve en el texto de Diodoro Sculo V, 35, 4-5).

    3. No siempre todo lo que se reciba de los indgenas era exclusivamente para los fenicios o los griegos, sino que ellos tendran que encargarse, por determinados motivos, de repartir los productos que adquieren a otros pueblos, como se ve en un determinado texto de Ezequiel (XXVII, 1, 33).

    4. Las necesidades no se resolveran sino a muy corto plazo si estos intercambios no motivaban reformas profundas de la situacin de partida de los pueblos, ya que hablamos muy posiblemente

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  • de carencias estructurales que deberan implicar reformas como polticas de control de natalidad para evitar el exceso demogrfico, la ampliacin del territorio de partida (por pactos o conflictos), reformas del ejercicio del poder, bsqueda de otras materias primas similares en un terreno mucho ms cercano etc.

    Qu se intercambiaba?: En lo que se intercambia juega un papel muy importante el contexto de partida de los distintos pueblos colonizadores. A menudo se ve a los griegos, fenicios y pnicos como gentes que se quieren aprovechar de unos inocentes indgenas al quitarles los metales preciosos y darles unas manufacturas que, en teora, valdran mucho menos. Sin embargo, griegos, fenicios y pnicos no se lanzan al mar a fundar colonias por una mera cuestin de avaricia, sino que intentan escapar de una realidad hostil en muchos casos:

    1. El caso fenicio: Tenemos la presin efectiva del Imperio Asirio (quien demanda metales preciosos) y la posible de otros pueblos (Imperio Egipcio), la prdida de territorio para cultivar, la concentracin de la poblacin en una franja de territorio muy reducida y pegada al mar.

    2. El caso griego: Contamos con la concentracin de las tierras en manos de los aristcratas, el endeudamiento de las clases ms bajas y el enriquecimiento de unos cuantos de ellos con nuevas actividades econmicas que llevan a tensiones sociales muy difcilmente resueltas salvo en determinados casos etc.

    3. El caso cartagins: Es de tener en cuenta la prdida de mercados en Oriente por la cada de Tiro tras el asedio de esta ciudad por Nabucodonosor II y su Imperio Neobabilnico, la expansin y afianzamiento de Roma en Italia etc.

    4. El caso de los indgenas: Han desaparecido las culturas de la Edad del Bronce (Cultura del Argar y las culturas del bronce de la Mancha, Valencia, de la Baja Andaluca etc.) y se ha pasado a la Edad del Hierro, momento en el que estn surgiendo unas nuevas culturas con unas lites que necesitan afianzarse en el poder y que van a aprovechar los objetos trados por las gentes del Oriente Mediterrneo para consolidarse en el poder. Hasta ese momento, no tienen la tecnologa suficiente, entre otras cosas, para darles un uso muy notable a la gran cantidad de metales que habra en la Pennsula en aquel entonces.

    As pues, no cabe hacer lecturas excesivamente presentistas de los intercambios en la Hispania Antigua. Observamos que se comercian (o se podan comerciar, dado que se pueden establecer analogas con otros intercambios del Mediterrneo) estos productos:

    1. Materias primas: Metales preciosos (oro y plata) y no preciosos (hierro, plomo, bronce, estao y cobre para crear bronce), artculos de lujo/ prestigio (cermica de prestigio, marfil, piedras preciosas, mbar, animales exticos etc.), madera (cedro, ciprs, pino etc.), alimentos (trigo, aceite, vino y otras especies) y ganado (gallina, bueyes etc.)

    2. Manufacturas (Tecnologa y cultura material): Armamento (panoplia, carros, armas de asalto como el ariete, barcos etc.), cermica e instrumentos de produccin de la misma (torno), vestidos y complementos (fbulas), telas y tintes (prpura), obras de arte (esculturas principalmente), perfumes y ungentos y otras cosas (lmparas, instrumentos musicales etc.)

    3. Personas: Mercenarios de combate, mujeres (poltica matrimonial), poblacin para reforzar demogrficamente al grupo colonizador, esclavos y prisioneros (por enfrentamientos con pueblos de alrededor) y trabajadores, como se ve en el texto de Flavio Josefo (Ant. Jud. VIII, 50 ss.), donde Salomn busca, aparte de materias primas para el Templo de Salomn, personal para realizar la construccin.

    4. Ciudades y terrenos (quizs poco frecuente): Lo vemos en el texto de Flavio Josefo (Ant. Jud. VIII, 50 ss.) donde Hiram I rechaza las ciudades que Salomn le entrega como pago por los servicios y productos entregados.

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  • 5. Realidades inmateriales: No hay que pensar en los pueblos colonizadores como educadores que ensean a los indgenas de la Pennsula, ya que se puede demostrar claramente que las colonizaciones no tenan ese carcter viendo las que, especialmente con los griegos, se realizan en el Prximo Oriente y Egipto, donde hay culturas ms desarrolladas que la griega. Y aunque los indgenas fueran ms elementales que los colonizadores desde el punto de vista cultural, los colonizadores adoptan cosas de ellos. Algunos ejemplos son informacin sobre otros lugares y pueblos (relatos orales), diferentes escrituras y lenguas, modelos de organizacin social, poltica, econmica etc., deidades y rituales (sincretismo) y proteccin y garantas de todo tipo.

    Qu formas de intercambio haba?: Podemos pensar sobre todo en el don/contra-don, el trueque y la moneda. En lo que respecta al trueque y al don/contra-don, creo que se pueden entender ms o menos como lo mismo, ya que hay un intercambio directo (no se cambia algo que represente a otra cosa como con la moneda) aunque en el don/contra-don a veces se den cosas sin recibir nada a cambio (aunque creo que el hecho de recibir prestigio por la generosidad es ms que suficiente).

    Quizs la moneda requiera ms debate, ya que, para empezar, requera de una capacidad de abstraccin y racionalizacin que slo aparece con el logos en el mundo griego en el s. VI a.C. (aunque quizs el simbolismo del don/contra-don tambin requiriera de una complejidad racional similar), deba ser emitida por una autoridad competente y slida (cosa que, fuera en el caso griego o en el caso fenicio estaba garantizado). En segundo lugar, deba ser reconocida por el que comerciaba con los colonizadores para que actuara como tal (es decir, como valor de cambio y no slo como valor de uso), cosa que no era posible en el mundo antiguo, en principio, dado el mbito tan reducido de circulacin de las monedas.

    Esto que no querra decir, pienso yo, que las monedas no se cambiaran como objetos preciosos, puesto que tenemos monedas en Hispania y es posible que los indgenas no le concedieran poca importancia a los metales preciosos en general sino a los no trabajados, puesto que los metales trabajados en objetos suntuosos podran ser usados por las lites para legitimarse en el poder.

    Tampoco creo que los indgenas fueran hermticos a lo que vena del exterior y es posible que oyeran hablar de determinadas autoridades de otros rincones del mundo que respetaran (relatos orales que, es de recordar, no slo van de Occidente a Oriente, hay que pensar, por ejemplo, en el comercio micnico en el Mediterrneo) o que, con el desarrollo de los intercambios, terminaran reconociendo a las autoridades colonizadoras (se integran en una red y al final asimilan todos sus mecanismos).

    Qu medios hay para ello (Acuerdos, negociacin, diplomacia, religiosos etc.)?: Analizamos varios aspectos:

    1. Naturaleza de los acuerdos: Dependera de:

    1.1. El desarrollo indgena: Puesto que nos estamos moviendo en la Pennsula Ibrica, estamos hablando de civilizaciones con un desarrollo cultural con un cierto desarrollo cultural, pero no tan grande como en el Prximo Oriente, Egipto etc. As pues, los colonizadores van a poder establecer pactos con los indgenas que, a priori, les beneficien a ellos:

    1.1.1.Los colonizadores estn obteniendo una gran cantidad de metales a cambio de manufacturas que, para ellos, no valen tanto, aunque stas les interesen a las lites para consolidarse en el poder. Lo vemos en el texto de Diodoro Sculo, V, 35, 4-5

    1.1.2.Los colonizadores van a poder contar con los indgenas para buscar el territorio ms propicio para asentarse (siempre que no est ocupado por los indgenas) y para todo lo necesario, como reforzar demogrficamente a la poblacin colonizadora.

    Sin embargo, los colonizadores deban contar con varias cosas que corran siempre a favor de los indgenas:

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    1.1.3.La superioridad militar: Los colonizadores no llevaban, por lo general, sino guarniciones de defensa, no grandes ejrcitos. No deban pactar en condiciones excesivamente desfavorables para los indgenas so amenaza de ataque militar indgena. Esto, no obstante, lo podemos matizar en el caso cartagins, donde se fijan acuerdos marcados por la hegemona de Cartago.

    1.1.4.El conocimiento del terreno y de otros pueblos por los indgenas: A pesar de los relatos orales y de las directrices tan exactas de los orculos para asentarse en un territorio, los colonizadores tendran un gran desconocimiento de lo que haba en la Pennsula (marco de referencia), as que no podran pactar condiciones muy desfavorables para los indgenas a fin de disponer de ellos para controlar el territorio lo antes posible y tener otros posibles mercados en otros grupos de poblacin.

    1.1.5.Otros: Como la superioridad demogrfica, o las enfermedades endmicas que las gentes de Oriente quizs no conocen (esto es algo ms especulativo).

    1.2. La naturaleza de la actividad realizada por los colonizadores en un lugar: Si slo se va a intercambiar manufacturas por materias primas y no va a haber un asentamiento, quizs no va a haber un acuerdo excesivamente comprometido para las dos partes, quizs no interesa un acuerdo que conlleve la proteccin mutua:

    2. Importancia de los pactos: Eran importantes, en todo caso, ya que se reciben objetos (por el inters en dicho acuerdo y para mantener el pacto), se manifiestan buenos sentimientos hacia el otro (la hospitalidad, la fidelidad, el honor, la estima, el respeto etc.), se evitan los conflictos y hay ganancias polticas para acabar con rivales cercanos (aqu entra en juego el uso de los mercenarios) y permita entroncar (por polticas matrimoniales) con otros linajes de prestigio y obtener, a la larga, determinados territorios.

    3. Otras consideraciones:

    3.1. Los acuerdos tendran, por lo general, una fuerte base econmica, aunque el excesivo economicismo puede llegar a ser peyorativo (fenicios y cartagineses desde las fuentes clsicas) y hay que ver siempre otras motivaciones (polticas, sociales, demogrficas etc.)

    3.2. Otro componente importante de los intercambios sera el peso de la religin, ya que en los espacios de comercio siempre habra templos para que esas zonas contaran con la proteccin de la divinidad de forma que, ninguna de las dos partes supusiera para la otra una amenaza. Adems, en el caso de los fenicios y los pnicos, el templo sera muy importante ya que ste administrara la riqueza del comercio, intermediara en conflictos comerciales, guardara posiblemente una relacin con las distintas equivalencias, recibira tributos etc.

    3.3. Las relaciones parecen ser, en general, buenas para el caso de fenicios y griegos. No obstante, quizs debamos pensar a veces, como pasa en otros lugares, en engaos para quedarse en un territorio y echar a los habitantes de un determinado lugar.

    Una ltima cuestin. La participacin en los intercambios: Los intercambios, aunque se vean en principio como algo que slo incumbe a las lites (ya que parece que estas intervienen en la firma de pactos y se benefician ms de lo intercambiado), no es menos cierto que artesanos y comerciantes indgenas participan en el proceso, ya que son ellos los que tratan directamente con los colonizadores y cambian sus mercancas por las de los indgenas peninsulares fueran lo que fuesen.

    Adems, el impacto de los intercambios lo notan todos, as que los intercambios conciernen a todos

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    los estratos sociales tanto los de una parte como la de otra. En el caso de los indgenas, los campesinos van a sufrir el podero de unas lites consolidadas gracias a los objetos exticos del Oriente Mediterrneo y van a tener que dar ms parte de la cosecha y de las manufacturas a las lites ya que han acogido la tecnologa oriental para el campo (arado) o la artesana (torno).

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    TEMA 3. LA CULTURA TARTSTICA

    1. Fuentes e historiografa: El mundo tartsico est a caballo entre la Protohistoria y la Historia y es la antesala a travs de la cual la Pennsula Ibrica se incorpora a la Historia del Mediterrneo, pero Qu es exactamente Tartessos: una ciudad, un poblado, un ro, unas naves o una cultura? Y por qu se ha escrito tanto sobre ella? Quizs mucho radique en las distintas versiones que nos han dado las fuentes:

    Tartessos, ciudad ilustre, que trae el estao arrastrado por el ro desde la Cltica, as como oro y cobre en mayor abundancia (Escimno de Quos, 164-166)

    ..nosotros la llamamos Tartessos y los pnicos Gadir, lo que en lengua pnica significaba reducto. (Plinio, IV, 120)

    Se dice que los primeros fenicios que llagaron por mar hasta Tartessos volvieron, a cambio de aceite y la pacotilla que haban llevado consigo, con tal cargamento de plata que no podan tener ni recibir ms, vindose obligados, al volver de aquellos parajes, a fundir en plata todas aquellas cosas de que se servan, incluso las anclas. (Ps. Aristteles, mir., 135.)

    El Tartessos, dicen, es un ro del pas de los Iberos que da al mar por dos bocas, y hay una ciudad del mismo nombre en medio de las bocas de l. Es el ro mayor de Iberia y como recibe la marea, los de despus le han llamado Betis. Algunos creen que la ciudad ibera de Carpia se llam antiguamente Tartessos. (Pausanias, VI, 19, 3)

    Los de Tarsis traficaban contigo en gran abundancia de productos de toda suerte; en plata, hierro, estao y plomo te pagaban tus mercancas. (Ezequiel, 27, 12)

    1.1. Fuentes escritas: Estas fuentes han sido examinadas y catalogadas por estudiosos como Blzquez, Schulten, Jaime Alvar, Garca Bellido etc. en distintas recopilaciones.

    Un grupo bastante polmico, sin embargo, de esas fuentes son las orientales. En lo que se refiere a la Biblia, hablan de las naves de Tarsis, pero el trmino est presente en libros que han sido escritos a lo largo de 400 aos y el trmino ha variado segn la poca, el autor y la traduccin (I Reyes, Isaias, Jeremias, Ezequiel, Jons) As que tenemos mltiples interpretaciones. Podemos decir, de todas formas, que Tarsis no es Tartesos ya que la cosmografa juda se centrabas en el mar Rojo, sur de Arabia, Anatolia, Chipre, cuenca ufrates. Es posible, adems, que hubiera varios Tarsis aunque, como comenta Jaime Alvar, es muy posible que no est en ningn lugar, sino que sea un concepto abstracto que est relacionado con lo pnico. Por su parte, el Texto de Asarhadon (680-669 a. C.) constituye nuestro nico texto asirio, aunque no parece referirse a Tartessos.

    En lo que respecta a las fuentes clsicas hay mucha confusin entre autores, sobre todo en los latinos ya que estn h