COMUNIDADES VIRTUALES Y REDES SOCIALES EN EDUCACIÓN Marian Álvarez Ramón Bustos

PRÁCTICA 1. SOCIOLOGÍA.

1. LAS CLAVES DEL DISCURSO SOCIAL MEDIA

El artículo expuesto en el Campus Virtual habla sobre la información personal o de terceros que se publica o que publicamos en Internet. Es costumbre cuando nos creamos un perfil en una red social, introducir nuestros datos personales (nombre, número de teléfono, gustos…). Uno de los puntos principales que expone el autor es la transparencia o no de esa información que publicamos. ¿Es una información para nuestros amigos?. ¿O es una información para otro tipo de personas o colectivos?. Está demostrado que toda esa información puede ser reunida o recopilada por algunas personas. Es, por tanto, que debemos de vigilar que tipo de datos damos a la gente y la repercusión que éstos pueden tener a nivel personal o laboral. Este tema suele generar controversia y cierto debate, ya que esta información puede ser utilizada por la empresa o por la persona que nos vaya a contratar. Es común que ciertas empresas ya te pidan tus redes sociales en los currículums o en las entrevistas de trabajo. También aparece el nombre de los hackers, cuya función está demasiado estereotipada, teniéndolos como “frikis” que se dedican a espiar a la gente y a enviar virus a todas las personas. Leyendo el texto y viendo algún vídeo o entrevista con alguno de ellos, hemos visto que son personas que se dedican a la seguridad en la red de empresas o departamentos, aunque, evidentemente, existe alguno que se sale de esa “manada” y se dedica a realizar prácticas que no son tan lícitas. A partir de toda esta información han surgido una serie de debates. La tónica principal de todos los debates han sido la utilización o no de redes sociales y los datos que en ellas insertemos. Mucha gente ha argumentado que sería conveniente tener dos perfiles en cada red social, uno más personal y familiar y otro con un sentido meramente laboral, ocultando un poco nuestras actividades “extra laborales”. A continuación ha aparecido, a mi juicio, el debate más interesante nos ha hecho ponernos en la piel de un empresario. ¿Indagaríamos en las redes sociales de nuestros futuros trabajadores?. Aquí la mayoría de compañeros hemos estado de acuerdo. Sí. Creemos que existen ciertos datos que deberíamos saber para seleccionar a uno u otro candidato. Como reflexión final y tras ver todos estos datos, deberíamos pensar en la cantidad de información propia de cada uno que viaja por la red. Todas las fotos, pensamientos o localizaciones que publicamos en nuestras redes son de un acceso más o menos fácil para un buen puñado de personas. Como el autor cita en el texto “Vivimos en público”.

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2. EL SIGNIFICADO DE SER GRANDES Este artículo comienza hablando de ciertas ideas o concepciones psicológicas como la de Hobbes, que en contraposición a Rousseau afirma que “el hombre es un lobo para el hombre”, es decir, que el propio ser humano se autodestruye a sí mismo. El pan de cada día. Aunque es cierto que también se dan motivos o datos para el optimismo. Colectivos que apuestan por una sociedad en la red que no tenga maldad ninguna. Es verdad que, como he escuchado alguna vez, en Internet y en la red hay lobos y hay corderos. Si te toca ser cordero, solamente tienes que pensar en que no te pase nada malo y en salir lo más beneficiado posible de esta era de las redes. El artículo continúa hablando de un estudio realizado por el “Institute for economics and peace” en el que habla que las sociedades sin conflictos disponen de ciertos “mandamientos” o características:

Un gobierno que sea justo y que funcione debidamente

Una red empresarial potente

Aceptación del resto de individuos

Un nivel educativo alto

Niveles de corrupción bajos o inexistentes

Sociedad basada en el respeto Aparece también un pequeño apartado sobre la crisis de valores y la evolución moral. Aquí se habla sobre la evolución que la sociedad ha tenido con el paso del tiempo. En esta era globalizada han cambiado muchas cosas con respecto a, por ejemplo, la sociedad en la que vivían nuestros abuelos o incluso nuestros padres. Ha aparecido una pequeña crisis de valores, como la solidaridad o el respeto hacia los demás miembros que viven en nuestro alrededor. Los mandamientos de los que antes hablábamos se han ido incumpliendo con el paso del tiempo. Aunque no todo son cosas negativas, esta nueva era también han traído o generalizado otros valores que no son para nada perjudiciales, como la tolerancia general o una sociedad bastante más pacífica que la de hace no demasiados años.

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3. DESDE LA INTERACCIÓN HASTA LA DEMOCRACIA 2.0 Con el paso de los años la sociedad ha ido progresando tecnológicamente llegando a ser en muchas ocasiones dependiente de las tecnologías. Es, por tanto, que todo lo que está relacionado con las redes aparece en nuestras vidas. Ahora el mundo está reglado o controlado por las nuevas tecnologías. Vemos cómo hacemos la declaración de la renta por Internet, existen bases de datos para los médicos, o máquinas para realizar distintos tipos de trabajos. Esto puede derivar de otro debate. ¿Nosotros controlamos a las tecnologías, o ellas nos controlan a nosotros?. Esta cuestión lleva a muchas hipótesis. A veces parece que, por ejemplo, cuando viajamos a otro país es necesario que nos hinchemos a hacer fotos y a colgarlas en las redes sociales o a enviárselas rápidamente a nuestros amigos. Esto demuestra la “necesidad” que tenemos de compartir nuestras cosas y de utilizar todas nuestras redes sociales en muchos momentos. En el texto aparece la idea de que el uso de este tipo de redes sociales es, simplemente como medio de ocio, no pensando en que mucha gente utiliza Internet y ciertos tipos de redes para trabajo o para controlar datos económicos personales. Como reflexión final, y volviendo a la pregunta que he planteado a antes, tenemos que pensar cual es el papel de estas tecnologías en nuestra vida. La realidad, le pese a quien le pese, es que estos dispositivos son parte de nuestra vida y, difícilmente, podremos deshacernos de ellos en un futuro. Muchas veces oímos a gente decir “Sin móvil no podría vivir”. Si nos pasamos a pensar en ésta frase vemos que, a día de hoy, es un propósito prácticamente incompatible con nuestra época. El teléfono nos sirve para comunicarnos con nuestros allegados, pero también para controlar nuestra cuenta bancaria, hacer compras y otra multitud de aplicaciones que nos ayudan a, en resumen, hacer nuestra vida más fácil. La clave está en encontrar el límite entre correcta utilidad y exceso de utilidad.