tema 24 prehistoria peninsular[1]

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TEMA 24. LA PENÍNSULA IBÉRICA HASTA LA DOMINACIÓN ROMANA. Como consecuencia de la parquedad de restos que se poseen para la reconstrucción de las sociedades paleolíticas, el rasgo que mejor puede ser estudiado sobre ellas es, sin duda, la evolución tecnológica, fruto de las campañas de excavación. El Paleolítico Inferior se corresponde con las primeras culturas en las que aparecen los primeros instrumentos hace un millón de años. Se caracteriza por la convivencia de diferentes tipos de homínidos y termina con el nacimiento de los primeros Homo Sapiens arcaicos. Se trata de la etapa más larga, y de ella se conservan escasos restos humanos en la península como lo hallados en Atapuerca. Este periodo conoce un lento progreso en la tecnología de fabricación de útiles de piedra, de manera que, desde los cantos trabajados, se avanza hacia útiles cuya conceptualización y diseño previo es más complejo y su función más especializada. Se realiza una selección de materias primas como el sílex, mientras que los bifaces sufren un proceso de reducción e tamaño, de longitud y grosor, logrando una mayor efectividad. Pero, el gran avance tecnológico de este momento es el dominio del fuego como nueva fuente de energía que mejora la calidad de vida y permite colonizar áreas inhabitables en épocas de frío intenso. La mayoría de los yacimientos se localizan al aire libre, próximos a cauces de

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TEMA 24

TEMA 24. LA PENNSULA IBRICA HASTA LA DOMINACIN ROMANA.

Como consecuencia de la parquedad de restos que se poseen para la reconstruccin de las sociedades paleolticas, el rasgo que mejor puede ser estudiado sobre ellas es, sin duda, la evolucin tecnolgica, fruto de las campaas de excavacin.

El Paleoltico Inferior se corresponde con las primeras culturas en las que aparecen los primeros instrumentos hace un milln de aos. Se caracteriza por la convivencia de diferentes tipos de homnidos y termina con el nacimiento de los primeros Homo Sapiens arcaicos. Se trata de la etapa ms larga, y de ella se conservan escasos restos humanos en la pennsula como lo hallados en Atapuerca.

Este periodo conoce un lento progreso en la tecnologa de fabricacin de tiles de piedra, de manera que, desde los cantos trabajados, se avanza hacia tiles cuya conceptualizacin y diseo previo es ms complejo y su funcin ms especializada. Se realiza una seleccin de materias primas como el slex, mientras que los bifaces sufren un proceso de reduccin e tamao, de longitud y grosor, logrando una mayor efectividad. Pero, el gran avance tecnolgico de este momento es el dominio del fuego como nueva fuente de energa que mejora la calidad de vida y permite colonizar reas inhabitables en pocas de fro intenso. La mayora de los yacimientos se localizan al aire libre, prximos a cauces de agua. Tales yacimientos pueden dividirse en campamentos base, y yacimientos ocasionales.

Al Paleoltico Medio se asocia a algunas grandes estructuras en yacimientos al aire libre, de manera que la ms importante descubierta hasta ahora es la que corresponde a Cueva Moro.

Hay que pensar que la explotacin del medio inmediato a los yacimientos implica una caza oportunista, de la mano de carroeros de animales muertos, especialmente de los grandes herbvoros como mamuts o rinocerontes, que excluye una inclinacin determinada por alguna especie. Sin embargo, en los yacimientos de la Cornisa Cantbrica se observa que la fauna mamfera se centra mayoritariamente en crvidos, quidos y grandes bvidos.

Cada vez son ms numerosos los datos que tenemos sobre estructuras relacionadas con el mundo de la cultura espiritual de los neandertales, y por lo general, los hallazgos se relacionan con el ritual funerario.

El Paleoltico Superior se corresponde con el desarrollo de las sociedades compuestas ya por hombres anatmicamente modernos, se trata de los primeros Homo Sapiens que pisan la Pennsula Ibrica, la cual se encuentra dividida en dos grandes reas bien diferenciadas. Por un lado, la Cornisa Cantbrica con caractersticas prximas a la zona clsica del sudoeste francs, y por otro, la zona mediterrnea con caractersticas propias.

En esta fase, hayamos una amplia gama de tiles que denotan una fuerte especializacin. De este modo, el utillaje de estas sociedades cazadoras se enriquece con nuevos instrumentos mejorados. El material ms usado es el slex. Es precisamente esta necesidad de aprovechar al mximo la materia prima lo que conduce a una cuidadosa elaboracin de la talla que tiende a conseguir piezas ms pequeas y perfeccionadas, llegando a fabricar tiles minsculos llamados microlitos de muy difcil manejo, y que se fijan a un astil de madera, hueso o cuerno, mediante tiras de cuero, fibras vegetales o resina.

El hombre no anda errante de un lugar a otro buscando los alimentos a su paso, sino que explota una regin y a travs del conocimiento, puede saber que en ciertas regiones y en determinadas estaciones puede encontrar alimento vegetal, as como que en otras reas, algunas especies animales migran estacionalmente, reunindose en un punto de manera peridica. Esta es la razn por la que los grupos se desplazan siguiendo un ciclo anual hasta llegar a conocer el territorio de forma detallada, siendo seminmadas en este momento.

Aunque pasan la mayor parte de su tiempo fuera de las cuevas, comienzan a construir ellos mismos sus propios refugios. As , las cabaa son un tipo de estructuras halladas en el interior de cuevas, caso de Cueva Moro, tratndose de palos hincados, recubiertos de pieles, en cuyo centro se instala el hogar como centro neurlgico.

El proceso de neolitizacin no es general en todo el mbito peninsular, producindose grandes diferencias cronolgicas. La documentacin arqueolgica evidencia que las poblaciones epipaleolticas peninsulares aceptan las nuevas formas de vida de un modo paulatino, adaptndolas a sus necesidades y adoptando el pastoreo y/o la agricultura segn los casos; o bien establecen una continuidad de la vida cazadora o recolectora compatible con la de los pastores y agricultores, creando contactos e intercambios. Las pinturas rupestres del arte levantino con escenas de laboreo agrcola y de caza, nos hablan de los trabajos, interese y relaciones de esta etapa.

De igual modo, el proceso cultural de incorporacin a la metalurgia es radicalmente distinto al del Prximo Oriente. Desde hace aos, se acepta la existencia de focos metalrgicos independientes, de manera que el segundo foco ms precoz en Europa se localiza en la Pennsula Ibrica, concretamente en la regin del sudeste y en el sur de Portugal, durante el desarrollo de Los Millares situados en Almera, sobre una meseta elevada de gran valor estratgico sobre la que se construyen sucesivamente tres recintos defensivos formados por una muralla de casi dos metros de altura, con torres circulares y bastiones semicirculares adosados a ella. A esto, se aade la existencia de diez fortines enclavados en las montaas prximas, desde las que se controla el lugar. Alrededor de estos poblados, se encuentran sus necrpolis correspondientes, con tumbas colectivas de carcter megaltico. El tipo ms utilizado es el denominado tholos o sepultura construida con grandes piedras, formada por un corredor que da acceso a la cmara circular, en ocasiones con nichos laterales, la cual es cerrada por falsa cpula. El ritual empleado es la inhumacin, depositndose los cadveres en la cmara acompaados del ajuar personal. Las diferencias observadas en la cuanta y en la riqueza de las piezas e los ajuares, as como la existencia de tumbas ms o menos complejas desde el punto de vista constructivo, hacen pensar en una sociedad no totalmente igualitaria en la que existen jerarquas de poder.

Parece ser que esta sociedad ya se asienta en los mismos territorios durantes las precedentes fases neolticas, y que adems buscan estos lugares elevados de ubicacin en momentos anteriores a la construccin de murallas, debido a la necesidad de controlar y explotar mejor nuevos recursos econmicos. A pesar de esta defensa del autoctonismo, hay autores que piensan que es difcil explicar determinadas elementos materiales sin aceptar influencia desde el exterior.

Tradicionalmente, se cree que estas poblaciones surgen y crecen en funcin de la explotacin del metal, y que su localizacin, entre la costa y las minas del interior, demuestra la importancia que tiene la explotacin de las mismas. Sin embargo, los trabajos de Gilman demuestran que los campesinos autctonos fuerzan la intensificacin de algunos cultivos mediante el regado como consecuencia de este entorno rido, concentrndose la produccin en zona relativamente restringidas.

Uno de los objetos ms significativos son los dolos de distintas formas y tamaos, fabricados bien sobre piedra, bien sobre huesos, y decorados con motivos oculados y geomtricos. La cermica heredada de anteriores formas neolticas presenta formas lisas o con decoracin incisa formando nuevamente motivos oculados y estilizaciones de animales. A pesar de que en estos yacimientos se observa la presencia de los primeros objetos metlicos de cobre, de tecnologa simple, la industria ltica y los tiles en hueso siguen estando presentes.

Bajo el nombre de Vaso Campaniforme, se engloban una serie de culturas calcolticas que desde el 2.200 a. C. tienen como rasgo comn el uso de unos vasos cermicos en forma de campana invertida. La caracterstica ms relevante de este fenmeno es su extensin prcticamente por toda Europa, desde el Atlntico hasta los Crpatos. En todas las regiones, est unido a la introduccin del trabajo del cobre, excepto en el sureste espaol y en los Balcanes, donde representa ya un calcoltico Pleno, al tratarse de lugares donde la adopcin de la metalurgia se produce de forma precoz. De este modo, existe una gran variedad de grupos regionales como el meridional, en el que incluimos a los poblados de este tipo de la Pennsula Ibrica.

La mayora de los yacimientos que permiten identificar este complejo cultural son sepulturas con un tipo de enterramiento que muestra un cambio sustancial respecto a las precedentes fases megalticas, puesto que ahora las sepulturas son individuales. Las ms tpicas estn formadas por hoyos circulares excavados en el suelo, en cuyo fondo se deposita el cadver, acompaado de las piezas del ajuar.

La cermica es el elemento clave para mostrar las semejanzas entre unos grupos y otros. As, destaca el vaso de forma acampanada con amplio cuello troncocnico profusamente decorado con la tcnica de la incisin, formando motivos geomtricos a base de rayitas, espigas, zigzags dispuestos en bandas horizontales y paralelas desde el borde hasta el fondo del recipiente. Se trata de una cermica muy cara de producir y muy bien elaborada. Junto a ella, aparecen otras piezas de lujo como puales y puntas de flecha de cobre.

Durante el Bronce Antiguo y Medio, hay que hablar del pujante foco del sureste donde florece la cultura de El Argar, que toma su nombre del poblado del mismo nombre de Almera, extendindose tambin por las provincias de Murcia, Granada y Jan. Algunos investigadores como Lull no aceptan el origen extico de esta cultura y creen observar cierta continuidad desde la cultura de Los Millares.

La mayora de los poblados son de nueva planta y estn situados en lugares altos y estratgicos que dominan tanto las rutas de paso como las tierras frtiles circundantes.

Sin duda, es en los enterramientos donde mejor se pueden observar las novedades culturales de estas poblaciones ya que frente a las sepulturas colectivas megalticas anteriores, ahora son siempre individuales y depositadas bajo el suelo de las viviendas. Las inhumaciones se efectan en simples fosas y en jarras de cermica donde el cadver va acompaado de piezas de ajuar en las que destacan los vasos cermicos y objetos metlicos en forma de armas y adornos de cobre, bronce y plata como brazaletes, diademas y pendientes, que destacan la riqueza individual de algunos miembros de esta sociedad.

La cermica ofrece caractersticas nuevas ya que se trata de piezas de buena factura, de color negro, superficie bruida y lisa, sin ninguna decoracin. Las formas son variadas, pero sobresalen los vasos y cuencos de cadera baja muy pronunciada y las copas de pie alto.

La base fundamental de la economa descansa en la agricultura y en la ganadera dependiendo de las zonas. As, en la zona almeriense parece que la explotacin de la tierra es ms importante, mientras que en Granada es la ganadera la principal ocupacin.

Todos estos cambios denotan una modificacin en la estructura social, de manera que se piensa que esta sociedad va evolucionando hasta la aparicin de una clase social dirigente, segn deducimos del estudio de las tumbas donde al principio slo se observan diferencias por edad y sexo, mientras que despus aparecen distinciones en los ajuares entre adultos. Por lo tanto, el estudio de la riqueza de los mismos permite a Lull, diferenciar hasta cuatro niveles sociales jerarquizados que van desde los miembros ms importantes de la comunidad enterrados con las piezas ms significativas y ricas hasta los que aparecen enterrados sin ajuar.

En torno a 1.400 a. C., esta cultura pierde identidad y se abandonan gran nmero de asentamientos. Los motivos de su desaparicin deben ser buscados en una crisis de su sistema econmico al agotarse los filones de mineral y al empobrecerse las tierras cultivables, lo que obliga a la dispersin de la poblacin en busca de nuevos recursos.

En el ltimo periodo de la Edad del Bronce, se desarrolla en la Europa Central la cultura de los Campos de Urnas cuya influencia llega al cuadrante noreste de la pennsula a partir del ao 1.100 a. C. a travs de los Pirineos. Sucesivas entradas de grupos procedentes del sur de Alemania llegan de manera paulatina, sin seguir ningn matiz de invasin guerrera. Las necrpolis de la zona costera que podemos ejemplificar en la de Can Missert en Tarrasa, muestran las tpicas incineraciones en urnas cermica de forma bicnica enterradas en el suelo sin proteccin especial, mientras que los cementerios descubiertos en el valle del Segre ofrecen incineraciones en urnas cermicas protegidas por una pequea estructura tumular.

En las formas de hbitat tambin se pueden detectar innovaciones, pues surgen poblados de nueva planta asentados en lugares elevados, con viviendas rectangulares dispuestas alrededor del permetro del cerro. Pero, los cambios son especialmente percibidos en las formas de poblamiento, ya que en estas fechas se empiezan a ocupar los cerros de mediana altura, situados en los valles de los ros por su claro valor estratgico, tanto defensivo como econmico, siguiendo el modelo denominado de calle central con las viviendas de planta rectangular adosadas y dispuestas a lo largo del permetro del cerro, dejando libre un espacio central comn.

Al final de la edad del Bronce no se detectan cambios bruscos ni discontinuidad cultural en casi ninguna regin, pero tradicionalmente se establece el lmite de la Edad del Hierro en el 750 a. C., coincidiendo con la aparicin de dicho metal en alguna de las regiones europeas. En la Pennsula Ibrica, se observa que no se produce ningn cambio cultural violento entre el Bronce Final y la Primera Edad del Hierro, pues hasta bien entrada esta ltima fase no se generaliza el uso del nuevo metal y no parece implicar cambios sociales o econmicos inmediatos.

Las reas costeras viven un crecimiento ms evolucionado que las reas del interior como consecuencia de sus tradicionales y ms directos contactos con el exterior.

Los tres primeros cuartos del primer milenio a. C. buena parte de la Pennsula Ibrica est marcada por la colonizacin de los pueblos procedentes del Mediterrneo occidental. Se trata de una colonizacin que afecta a una amplia franja costera del Mediterrneo y del Atlntico meridional. Estos contactos se inician con los fenicios en primer lugar y posteriormente con los griegos. En ambos casos, se crean establecimientos comerciales por lo que resulta ms adecuado emplear el trmino factora que colonia.

Los fenicios son un pueblo semtico procedente de las costas de Oriente Prximo, exactamente de la regin que actualmente ocupa el Lbano. Hoy en da, no existe acuerdo entre los investigadores sobre la fecha de los inicios de la colonizacin fenicia en la Pennsula. La tradicin escrita clsica sita la fundacin de Gadir en el 1.100 a. C., mientras que los primeros testimonios arqueolgicos de la presencia fenicia no van ms all del 800 a. C. Los defensores de la cronologa ms antigua argumentan que tal desfase cronolgico es debido a que la etapa inicial no deja restos arqueolgicos.

Lo interesante es subrayar que los fenicios acuden a la Pennsula Ibrica atrados por su riqueza mineral. Casi a la vez de la fundacin de Gadir, las costas malagueas y granadinas se ven salpicadas e colonias fenicias establecidas en suelo virgen, siendo las ms importantes Malaka en Mlaga, Sexi en Almuecar y Abdera en Adra. Se trata de puertos y establecimientos que albergan una poblacin entre 1.000 y 1.5000 habitantes. El hecho de no hallar importantes restos de murallas, nos hablan de lugares no fortificados. La ocupacin principal de sus habitantes es el comercio, pero, adems, tambin hay artesanos relacionados con la metalurgia, y un alto nmero de ganaderos y de pescadores de marisco. Poco despus de la fundacin de Gadir, se inicia la expansin comercial fenicia por el Bajo Guadalquivir, navegable hasta ms arriba de Sevilla. De este modo, se abre el camino para la realizacin de relaciones comerciales con pueblos pertenecientes a la cultura denominada Bronce Final Tartssico, situada en el valle de dicho ro. Esta extensin se dirige tambin hacia el sudeste con posterioridad llega hasta Extremadura.

Uno de los aspectos ms destacados de la colonizacin fenicia es la implantacin de autnticas ciudades siguiendo el modelo oriental, lo que se puede observar en Toscanos y el Morro de la Mezquita en Mlaga. En el primero, las casas se alinean a lo largo de una de las calles, donde varios escalones dan entrada a los umbrales formados por piedras de gran tamao. En el segundo, las calles se reconocen por la grava que las cubre utilizada para hacer el pavimento transitable. Las viviendas varan en sus formas y tamao expresando las diferencias sociales y econmicas existentes.

Las necrpolis se sitan se emplazan fuera del recinto urbano y en ellas no existe un tipo de enterramiento nico, ya que aparecen tanto sepulturas colectivas como individuales. Aunque podemos encontrar cadveres tanto inhumados como incinerados, stos se imponen con el paso del tiempo.

Las cermicas son fabricadas con torno, siendo de engobe rojo, blanco, amarillo, gris o policromo. Hasta Gadir, llegan artesanos orientales especializados en trabajos de oro, plata, bronce y marfil, lo que da lugar a una produccin de objetos de lujo dirigida a la clase dirigente de otras poblaciones indgenas.

Los orgenes de la colonizacin griega en el Mediterrneo occidental se remontan a los primeros contactos comerciales realizados en las pocas minoica y micnica. Los griegos, como los fenicios, buscan materias primas de las que carecen en sus territorios. Actualmente, se descarta la existencia de dos fases colonizadores, la primera con fines agrarios y como consecuencia de excedentes demogrficos y la segunda con un fuerte estmulo comercial. Los descubrimientos arqueolgicos actuales permiten rechazar esta visin, ya que desde los primeros momentos se constata la presencia de comerciantes. Sin embargo los verdaderos protagonistas de esta colonizacin son los foceos quienes inician sus establecimientos a finales del s. VII a. C., cuando otros efectivos griegos ya estn concluyendo su proceso colonizador en Italia y Sicilia. En primer lugar, fundan Masalia o Marsella cerca de la desembocadura el Rdano, en un rea donde existe con anterioridad un notable comercio etrusco con las poblaciones indgenas. Como continuadora de tal actividad, la nueva colonia griega crece rpidamente y, como consecuencia de este desarrollo, los foceos fundan Emporion o Ampurias. El emplazamiento de sta indica una marcada vocacin comercial. La otra colonia griega de importancia en el noroeste es Rhode o Rosas, pero su fundacin parece ms tarda. No obstante, de todas estas colonias, slo han podido ser constatadas arqueolgicamente las dos ltimas.

Mientras tanto, en la zona meridional peninsular, los cartagineses heredan los ncleos comerciales fenicios, firmando un tratado con Roma y los foceos para repartirse las reas de influencia en el Mediterrneo occidental. Duda ya estn los cartagineses en Espaa o no? Teresa La consecuencia es que los griegos se centran el litoral mediterrneo, comenzando un comercio terrestre de larga distancia. Este crecimiento es materializado en las acuaciones ampurianas y en las acuaciones de dracmas de plata. La victoria romana en la Segunda Guerra Pnica, significa el final de la colonizacin griega en la Pennsula.

Los cartagineses dominan el Mediterrneo suroccidental desde finales del s. VI hasta la prdida de Crcega, Cerdea y Sicilia como consecuencia de la Primera Guerra Pnica en el s. III a. C. Entonces, se hace necesario buscar una nueva base sobre la que restaurar el dominio cartagins, y esa slo puede ser la Pennsula Ibrica por su riqueza en recursos econmicos y humanos. Por esta razn, las primeras acciones de Almlcar Barca se dirigen a la conquista de la franja costera habitada por fenicios. Una vez logrado tal objetivo, se conquistan los territorios del interior. De este modo, llegan a controlar la zona del Mediterrneo y de Levante, donde fundan las actuales Alicante y Elche. A la muerte de Almlcar, le sustituye su yerno Asdrbal quien consigue que Roma reconozca la zona de influencia cartaginesa hasta el ro Ebro, y por ltimo funda Cartago Nova, centro del imperio cartagins. Cuando muere, Anbal, hijo de Almlcar, se dedica a someter a los pueblos indgenas situados al sur del Ebro, de manera que slo la ciudad-estado de Sagunto, aliada de Roma, escapa a su dominio en la zona. Es por ello, que Anbal la asedia guante ocho meses, lo que da lugar a la Segunda Guerra Pnica, en la que los romanos intervienen para defender los intereses de sus aliados. Finalmente, Roma impone su podero y termina derrotando a los cartagineses, lo que significa la hegemona romana en la Pennsula Ibrica.

Los tartessos forman la primera sociedad urbana autctona de la Pennsula Ibrica, eso s, de base oriental, ya que recibe la influencia de los fenicios, griegos y cartagineses. As, la huella fenicia se plasma en los rituales de enterramiento ya que se da tanto la inhumacin como la incineracin bajo tmulos de diferentes alturas. En la necrpolis de Las Cumbres, hay tanto enterramientos familiares en los que apenas existen diferencias de prestigio como cmaras funerarias donde se entierra a dos personas. En stas ltimas, los ajuares son ms ricos, con piezas de oro, plata y marfil que demuestran el status social del individuo. En el terreno religioso, tambin se refleja la impronta fenicia, especialmente en figuras de bronce de 40 cm. de longitud que representan a dioses fenicios como Astarte.

La monarqua es la forma de gobierno de esta civilizacin, siendo su rey o el nombre ms conocido que designa a varios reyes, Argantonio, cuyo significado muestra el significado de la gran riqueza de plata que posee este pueblo. Lo ms probable es que Tartessos no fuera un estado unificado, sino, un conjunto de ciudades gobernadas por monarcas distintos, divinizas y apoyados en mercenarios indoeuropeos.

Su economa reside en la explotacin intensiva de sus yacimientos minerales. Con el mineral extrado, la estructura dirigente de las ciudades comercia con fenicios y griegos, quienes, lo trasladan hacia Oriente. Del mismo modo, se conoce la existencia de relaciones comerciales con la zona atlntica y con los etruscos. Adems, la riqueza econmica est basada en la agricultura, la ganadera y la pesca.

La orfebrera se encuentra muy desarrollada, de manera que es decorada a la manera oriental. Tambin trabajan con marfil y vidrio, mientras que la cermica es realizada siguiendo modelos de inspiracin fenicia gracias a la introduccin del torno.

Cerca del 520 a. C., observamos como Tartessos entra en decadencia por la prdida de recursos minerales y por las dificultades para mantener el comercio con Oriente, consecuencia del dominio cartagins del Mediterrneo occidental. Esta crisis econmica trae consigo disturbios sociales, documentado por hechos como el de esconder el tesoro de El Carambolo, para evitar su saqueo.

Durante la Segunda Edad del Hierro destacan dos reas geogrficas y culturales. La primera de ellas es la indoeuropea extendida por el centro y occidente peninsular. Se trta de pueblos que hablan lenguas indoeuropeas y que son originarios de Europa Central. Su influencia comienza a llegar a la Pennsula Ibrica en la poca en que practican el enterramiento de campos de urnas, de manera que la introduccin de elementos de estos pueblos o es el resultado de una invasin puntual, sino de un flujo continuado de pueblos agrcolas y ganaderos. Lgicamente los primeros asentamientos en el territorio peninsular, se producen en las zonas ms cercanas a los Pirineos como el valle del Ebro, Catalua y la llanura alavesa. Sin embargo, la introduccin de elementos indoeuropeos en la meseta es mucho ms tarda y su cultura suele aparecer mezclada con un fuerte componente del elemento indgena. De hecho, en torno a la Sierra del Moncayo, se asientan tribus indoeuropeas, fuertemente influidas por los beros. En la parte occidental de la Pennsula, se desarrolla la cultura de los Castros tambin conocida como cultura de los Verracos por sus esculturas zoomorfas, de las que los Toros de Guisando son el ejemplo ms conocido. De este modo, esta zona est ocupada principalmente por los vacceos que aprovechan las ricas tierras agrcolas del Duero y los vetones, dedicados a la prctica ganadera en el rea de Salamanca y de vila.

Por la actual Galicia se extiende una cultura de los Castros muy relacionada con la anterior, llegando incluso a la parte occidental de Asturias y al norte de Portugal. Este territorio est ocupado por al menos 38 tribus galaicas, lo que supone la dispersin de la poblacin en unos 4.000 poblados. La prosperidad de toda la regin se relaciona con la abundancia de minerales, sobre todo de estao, imprescindible para la elaboracin de bronce, que es solicitado por los comerciantes tartssicos y fenicios.

Ms al sur, entre el Duero y el Tajo, se sitan los lusitanos ms pobres que los anteriores, por lo que se ven obligados a realizar razzias sobre los pueblos meseteos.

La organizacin social se divide en centurias y gentilitas, de manera que varias tribus unidas constituyen la unidad superior que llega a formar una confederacin en caso de guerra. La organizacin familiar es patriarcal, aunque las mujeres juegan un papel ms destacado que en otros pueblos. En cuanto a las clases sociales, podemos hablar de una aristocracia guerrera, de gran importancia en algunos pueblos como los lusitanos, hombres libres y esclavos.

En relacin a la tecnologa agrcola, se considera a los indoeuropeos como los introductores del arado de dos ruedas, arrastrado por varios pares de bueyes que por su gran fortaleza permiten el cultivo de las tierras duras. La pesca y la caza desempean un papel destacado en la economa de estos pueblos, especialmente de los celtas.

Se documenta la existencia de ms de 300 dioses relacionados con la fecundidad, la abundancia y la fertilidad de las tierras. Por otro lado, el culto a los muertos se asocia con el culto solar. Entre los lusitanos son muy corrientes los sacrificios humanos, y entre los celtberos, lo normal es dejar los cadveres a la intemperie para que sean despedazados por los buitres.

La segunda es el rea bera que est constituida por un abigarrado conjunto de pueblos indgenas que sufren un proceso de aculturacin al entrar en contacto con los colonizadores fenicios y griegos.

Su zona de expansin se extiende a lo largo de toda una amplia franja del litoral mediterrneo, desde el extremo sur del Languedoc francs hasta Andaluca, penetrando en el interior hasta Aragn y la Mancha albacetense.

Estos pueblos conocen la escritura, pro hasta la fecha, no se ha podido traducir ni interpretar, por lo que la informacin que poseemos de ellos, slo procede de los escritos clsicos y de las fuentes arqueolgicas. Utilizan la cermica a torno, el hierro y desarrollan ampliamente el urbanismo, de manera que la ciudad se entiende como centro de oder y como ncleo bsico de la organizacin comunitaria ya que el campo circundante tiene crea una relacin de dependencia con ella.

La organizacin social en basa en un estrato superior representado por el rgulo o rey y la aristocracia, quienes guerrean a caballo y son enterrados con ricos ajuares; un estrato medio en el que se distingue a los guerreros por sus ajuares que contienen la falcata o espada bera de los broncistas, herreros, escultores, comerciantes que no tienen tal arma en sus ajuares. Por otro lado, los agricultores y ganaderos forman el estrato bajo por lo que no poseen ajuares. Por ltimo, los siervos viven en ciudades fortificadas y trabajan la tierra de alrededor, pero son dependientes de otra ciudad.

Una institucin de gran relevancia es la clientela que supone una relacin de dependencia entre dos o ms hombres. No es igualitaria pero s recproca, ya que el patrn proporciona proteccin al cliente, y ste promete obediencia en tiempos de paz, y apoyo militar en caso de guerra. Otra relacin de dependencia es la devotio, establecida para tiempos de guerra.

La base fundamental de su economa es la agricultura, mientras que la ganadera tiene un carcter complementario, salvo en las zonas montaosas, como tambin lo tiene la caza y la pesca. Otro gran sector primordial para los beros es la minera y las salinas. Adems, las actividades artesanales como la lana, el lino, el esparto, la produccin de harina, la cera, la miel y el curtido de pieles tienen un marcado carcter familiar.

Mientras que el comercio interior est en manos de mercaderes indgenas que transportan las mercancas mediante animales, carretas o embarcaciones fluviales, el comercio exterior es monopolizado por mercaderes extranjeros, generalmente fenicios o griegos, y se realiza por va martima. En l, se exportan metales y se importan cermicas griegas. En este sentido, aunque se sabe de la existencia de monedas ibricas acuadas, se cree que no estn generalizadas en este momento.

En cuanto a los sistemas de gobierno, ha que hablar de su variedad. Los regmenes monrquicos son favorecidos por los intereses comerciales de los colonizadores, siendo por ello, muy inestables. Los regmenes republicanos de influencia griega, ponen el poder poltico en manos de un senado.

La mayora de sus dioses son tomados y adaptados de otros fenicios, aunque tambin es cierto que otros dioses son de tradicin indgena, con predominio de las divinidades femeninas sobre als masculinas. Los santuarios ibricos se hallan en el exterior del ncleo principal de la poblacin con el obejto de almacenar exvotos durante algn tiempo.

Por ltimo, hay que decir que la forma de enterramiento ms habitual en las necrpolis es la incineracin.

La importancia de Hispania en el conjunto del Imperio Romano es notable, pues constituye uno de sus principales dominios. La conquista romana de la Pennsula se inicia cuando con motivo de la Segunda Guerra Pnica, los romanos logran apoderarse de la costa mediterrnea, lo cual, supone la posibilidad de cortar la base de operaciones cartaginesa. El control de estas tierras invita a los romanos a continuar su avance hasta someter a la totalidad del Levante, los valles del Ebro y Guadalquivir, lo que les genera ingentes riquezas al tiempo que someten a la poblacin a una feroz explotacin, dando lugar a grandes levantamientos sociales.

La conquista del interior peninsular es todo un reto, teniendo que luchar con los lusitanos acaudillados por Viriato, que ofrecen una feroz resistencia basada en la lucha de escaramuzas guerrilleras a la que no estn acostumbrados los ejrcitos romanos. Con las guerras celtibricas buscan asegurar el control sobre el resto de la Meseta. Para ello, someten a los vacceos y ponen cerco a la ciudad arvaca de Numancia que es finalmente tomada.

Una vez sometida la mayor parte del territorio peninsular, se empieza una etapa de romanizacin interrumpida por varias guerras civiles en el seno de la Repblica.

Con el pretexto de eliminar las expediciones de saqueo en las tierras del Duero y obtener nuevas riquezas mineras, los romanos se lanzan a la conquista de los pueblos del norte, esto es, cntabros y astures, que ofrecen una encarnizada resistencia hasta ser sometidos por Agripa. De este modo, Hispania es el primer territorio que Roma intenta conquistar en el 218 a. C., y el ltimo que logra dominar de manera efectiva en el ao 19 a. C.

Desde este proceso de sometimiento de los pueblos peninsulares por los romanos hasta la integracin en su imperio, lleva aparejada la imposicin y asimilacin de la cultura romana por las poblaciones hispanas, lo cual, constituye el proceso de romanizacin propiamente dicho. Este hecho tiene una enorme trascendencia ya que supone el logro de la unidad poltica de la Pennsula por primera vez, posibilita la adopcin del latn como lengua comn para todo el territorio, facilita el desarrollo del cristianismo como religin oficial e integra a la Pennsula en la historia de Europa.

Podemos concluir el tema diciendo que a lo largo de 800.000 aos, la Pennsula Ibrica sufre un proceso de desarrollo similar al de otros territorios mediterrneos. Primero, pasa por una fase depredadora correspondiente al Paleoltico; a continuacin lo hace por una etapa de economa productiva o Neoltico; despus, basa su economa en la explotacin del metal, Calcoltico y Edad del Bronce; finalmente desemboca en grandes civilizaciones urbanas autctonas durante la Edad del Hierro. Esto slo es posible gracias a la influencia de zonas ms adelantadas culturalmente que trasladan sus descubrimientos y conocimientos a nuestro territorio. Tal influencia se acaba convirtiendo en colonizacin debido a la existencia de ricos yacimientos minerales. Pero si en un principio, el contacto con el exterior es determinante en el desarrollo peninsular, finalmente este acercamiento con cartagineses y romanos impide progresar a nuestras sociedades urbanas, de manera que muchas desaparecen sin dejar apenas vestigios.

BIBLIOGRAFA:

. Fernando Garca de Cortzar: Atlas histrico de Espaa. E. Geoplaneta. Madrid. 2005.