tema 2 - espaÑa en europa y en el mundo

Geografía de España. 2º Bachillerato. Departamento de Ciencias Sociales Curso 2012/2013 I.E.S. Virgen de Valme. Dos Hermanas

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TEMA 2: ESPAÑA EN EUROPA Y EN EL MUNDO

1. España en la Unión Europea

La Unión Europea, como estructura supraestatal, es una idea en continua construcción, iniciada en

1957 con la firma del Tratado de Roma que supuso el nacimiento de la Comunidad Económica

Europea (CEE), integrada por seis naciones (República Federal de Alemania, Francia, Italia, Holanda,

Bélgica y Luxemburgo). Con posterioridad, a través de sucesivas ampliaciones, la CEE se ha

transformado en la Unión Europea (UE), compuesta en la actualidad por 27 países. En este proceso,

jalonado de sucesivas reformas y modificaciones del Tratado de Roma, tuvo una importancia decisiva la

aprobación del Tratado de la Unión Europea o Tratado de Maastricht en 1992. Dicho tratado creó la

UE y posibilitó el posterior surgimiento del euro, como mecanismo esencial para la unión económica y

monetaria.

1.1. La integración española en Europa

España se integró como miembro de pleno derecho en la CEE el 1 de enero de 1986, junto con

Portugal. Meses antes se había firmado el Tratado de Adhesión y culminaba con éxito un largo camino

iniciado en 1962, cuando, durante la dictadura del general Franco, se había solicitado la apertura de

negociaciones con el fin de vincular a España con la CEE. Precisamente el carácter dictatorial del

régimen político existente en España dificultó enormemente el proceso de integración.

A la integración contribuyeron diversos factores:

- Políticos: proceso de democratización del Estado español, iniciado en 1975 al morir Franco, y

voluntad expansiva e integradora de la CEE.

- Económicos: reformas económicas implementadas en España por los sucesivos gobiernos

democráticos para superar la crisis económica de 1975 y necesidad europea de diversificar su economía e

incrementar el tamaño del mercado común.

Las consecuencias de la integración fueron importantes a distintos niveles:

- Políticamente, España se vio reconocida internacionalmente como una nación plenamente

democrática, a la vez que, internamente, la estructura política creada por la Constitución de

1978 se reforzaba.

- Económicamente, España se incorporó a un amplio mercado único, recibió importantes ayudas

dinerarias e inició un crecimiento económico que contribuyó a elevar el nivel de riqueza del

país. Como contrapartida, España tuvo que realizar importantes reformas en sectores como la

agricultura, la pesca o la industria para adaptarse a las políticas comunes comunitarias.

Además, hubo que realizar un importante esfuerzo de modernización tecnológica, pues se

partía de una posición de atraso con respecto a otros países comunitarios. Indiquemos por


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último que, una vez planteada la creación del euro como moneda común, los gobiernos

españoles optaron por la incorporación de nuestro país a la unión monetaria.

- Socialmente, la incorporación a la UE permitió la progresiva dedicación de recursos a la

educación, la sanidad y la mejora de las prestaciones sociales, en la línea de construir un

“estado del bienestar” similar al de otros países europeos.

Señalemos como conclusión final de este apartado que desde 1986, fecha del ingreso de España en

la UE, el país vive en una doble dimensión: la interna, como nación o Estado, con su propio ritmo y

problemas peculiares, y la comunitaria, de ámbito más extenso, que nos relaciona directamente con las

naciones de nuestro entorno europeo en una identidad de intereses, problemas y respuestas. Ambas

dimensiones, como es fácil comprobar en estos momentos, no están exentas de dificultades y situaciones

que ponen en cuestión los aspectos positivos que, sin duda, poseen.

1.2. La posición actual de España en la UE y perspectivas Al analizar la posición actual de España en la UE y, más concretamente, en la Unión Monetaria,

surgen, en el marco de una grave crisis económica, incertidumbres e interrogantes difíciles de dilucidar.

No obstante es válido resaltar los siguientes rasgos:

- Desde el punto de vista geográfico, en una unión de 27 países, ampliable en un futuro más o

menos inmediato, España ocupa una posición excéntrica y periférica.

- La posición geoestratégica de nuestro país, puente entre continentes y océanos, sigue siendo

relevante, sobre todo de cara a las relaciones de la UE con los ámbitos africano y

latinoamericano.

- De momento, con independencia de lo que pueda suceder con incorporaciones futuras, España

es el segundo país en extensión de la Unión, después de Francia. Tiene igualmente una

población considerable (supera los 47 millones de habitantes), bien es verdad que con

tendencia al envejecimiento y con un fenómeno inmigratorio, muy significativo años atrás,

pero parece que frenado en el momento actual, debido a la crisis económica.

- Desde el punto de vista socioeconómico, independientemente de los graves problemas

económicos actuales, España se halla en una posición intermedia entre los países más

avanzados y algunos de los estados que han ingresado en la Unión en las dos últimas

ampliaciones.

Con respecto a las perspectivas de futuro cabe reseñar:

- El peso político de España en la UE, a medida que se implementen las últimas reformas

institucionales, tenderá a disminuir.


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- Tras las últimas ampliaciones, las ayudas procedentes de la UE y dirigidas al desarrollo

regional han disminuido. De hecho, será a partir de 2013 cuando algunos mecanismos de

ayuda dejarán de llegar a nuestro país o se reducirán drásticamente.

- La ampliación del mercado único plantea retos y oportunidades:

o Movimientos migratorios en el interior de la Unión, no siempre fáciles de

asimilar. Valga como ejemplo la llegada de ciudadanos rumanos acaecida

en los últimos años.

o Diferencias en las situaciones económicas, sociales y laborales entre los

distintos países componentes de la UE, lo que puede afectar a España con

fenómenos como la deslocalización de empresas, por ejemplo. Por otra

parte, España, con sus sectores industriales punteros, puede ampliar sus

expectativas de acceso a un mercado más amplio.

o Necesidad de incrementar la productividad y la competitividad de nuestras

empresas.

2. España en un mundo globalizado

Un repaso rápido de su historia nos mostraría que España, por su situación geopolítica, ha recibido

muchas influencias y se ha proyectado al exterior en tres direcciones: por el continente, hacia Europa; por

el este y el sur, hacia el mar Mediterráneo y el norte de África; y por el océano Atlántico, hacia América.

Pero junto a etapas de expansión e interrelación nos encontramos con periodos de aislamiento más o

menos acentuado, durante los cuales nuestro país tuvo escasa proyección exterior. La dictadura del

general Franco, entre 1939 y 1975, constituye el último periodo en el que nuestro país tuvo una

complicada inserción internacional, al menos durante los primeros años del régimen en los que el

aislamiento fue casi total. Ha sido, a partir de la transición democrática iniciada en 1975, cuando se ha

procurado modificar esa situación y paulatinamente España se ha ido insertando en la escena

internacional, constituyendo el ingreso en la UE un hito fundamental en dicho proceso.

En las últimas décadas el conjunto del planeta ha estado inmerso en un proceso de globalización

que ha hecho que todos los espacios geográficos se interrelacionen estrechamente en todos los ámbitos.

En este contexto, nuestro país, dentro de la UE, desempeña el papel de una potencia intermedia,

perteneciente al mundo desarrollado, pero inmerso en el momento actual en una profunda crisis

económica, que puede modificar sensiblemente ese papel.

¿Cuál es entonces, en líneas generales, el panorama actual? Veamos:

España está presente en las principales organizaciones internacionales. Esta presencia supone el

reconocimiento de las transformaciones experimentadas por España en todos los órdenes después de 1975

y reafirma el compromiso que nuestro país tiene de aceptar y cumplir las normas y objetivos derivados de

la pertenencia a tales organizaciones.


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España, dentro de la ONU (Organización de Naciones Unidas), forma parte de organizaciones de

distinto tipo:

- De carácter económico, como la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la

Alimentación y la Agricultura), el Banco Mundial, el FMI (Fondo Monetario Internacional) y

la OMC (Organización Mundial del Comercio).

- De carácter social, como la OIT (Organización Internacional del Trabajo) y la OMS

(Organización Mundial de la Salud).

- De carácter cultural, como la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la

Educación, la Ciencia y la Cultura).

- De unidades militares con fines pacifistas, como los Cascos Azules.

España se fue integrando también en otras organizaciones como:

- La OCDE (Organización de Cooperación y Desarrollo Económico).

- Organizaciones defensivas y para la seguridad internacional como la OTAN (Organización del

Tratado del Atlántico Norte), la UEO (Unión Europea Occidental) y la OSCE (Organización

para la Seguridad y la Cooperación en Europa).

Especialmente importante, tal como hemos comentado en el apartado anterior, fue la

incorporación de nuestro país a la UE. Dicha incorporación facilitó el inicio de su modernización y

propició la presencia de España en distintos ámbitos internacionales.

Los cambios en la proyección exterior se ven reflejados en la incidencia que tiene el fenómeno de

la globalización: todos los aspectos de la vida nacional pasan a estar mediatizados por organizaciones

transnacionales.

Los indicadores que demuestran la integración de España en el fenómeno de la globalización se

extraen de todos los campos:

- El producto interior bruto (PIB) por habitante se incrementó notablemente entre 1985 y 2005.

Desde un nivel inferior a los 8.000 euros por habitante antes de la entrada en la UE se pasó a

más de 23.000 euros por habitante en 2005. La tasa de crecimiento económico medio anual fue

muy alta hasta el comienzo de la crisis económica actual que la ha rebajado

considerablemente. De hecho en los últimos mese se ha producido un decremento y el país ha

estado en recesión económica.

- El comercio exterior tiene ahora mayor protagonismo en la economía española, sobre todo en

bienes de consumo no alimentarios.

- La proyección exterior se aprecia en las inversiones directas en otros países que, en algunos

momentos, han llegado a suponer el 10% del PIB.

- En el plano cultural la globalización se manifiesta en la ciencia y la tecnología, en la adopción

plena de usos y costumbres occidentales. La inversión en I+D se incrementó en los últimos

años, pero sigue estando por debajo de la media europea. En otro sentido es muy significativa


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la proyección exterior del idioma español, fomentada por instituciones como el Instituto

Cervantes, presente en numerosos países.

- La internacionalización de las empresas españolas es todavía escasa. Nuestro país, por tanto,

está a remolque de las grandes potencias mundiales. No obstante, destaca el peso internacional

de una empresa como REPSOL y la actividad de algunos bancos, como el Santander o el

BBVA .

El proceso de globalización ha reportado algunas ventajas a España:

- Ayudó durante años a incrementar su crecimiento económico.

- Favorece la competencia entre sectores económicos, beneficiando en principio al consumidor.

- Favorece el intercambio de ideas, de técnicas y conocimientos, lo que contribuye a mejorar el

panorama de la ciencia y la cultura.

Por el contrario, la globalización presenta peligros y posibles desventajas:

- Pérdida de las señas de identidad del país, debido al proceso de homogeneización que el

proceso ha incrementado notablemente.

- Aumento de las desigualdades económicas y sociales.

- Pérdida del poder de decisión, bien porque se haya cedido a organismos supranacionales o

bien porque mecanismos económicos, los llamados “mercados” fundamentalmente, marquen

las pautas de actuación de gobiernos, empresas y familias.

Desde el punto de vista de las relaciones internacionales, aparte del papel que juega España en el

seno de la UE, hay que señalar algunos ámbitos de actuación esenciales:

- España, puente entre el “mundo rico” europeo y el “mundo pobre” de buena parte de los países

africanos y algunos latinoamericanos, tiene una posición ideal para participar activamente en

los procesos de diálogo entre el “Norte” rico y el “Sur” pobre, el denominado diálogo Norte-

Sur. Dicho diálogo debería conducir a un progresivo orden económico internacional más

equilibrado y justo.

- España, por su posición geoestratégica y su pasado histórico, tiene relaciones prioritarias con

los países islámicos y con la América de habla española. Desde este punto de vista, nuestro

país se erige en avanzada de Europa en esos ámbitos territoriales. Con respecto al primer

ámbito espacial señalado, España mantiene relaciones bastante estrechas con la zona del

Magreb, especialmente con Marruecos. No obstante, existen conflictos siempre latentes como

el contencioso del Sahara, la reivindicación por parte marroquí de la soberanía de Ceuta y

Melilla o fricciones relacionadas con las relaciones comerciales o el fenómeno inmigratorio.

En relación con la América de habla hispana, aparte de las relaciones culturales y artísticas,

muy significativas e importantes, es notable la presencia de empresas españolas en distintos

países latinoamericanos.


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Terminamos este apartado comentando la situación de España en el ranking del IDH (Índice de

Desarrollo Humano) que pretende una definición más amplia del bienestar y ofrece una medida

compuesta de tres dimensiones básicas del desarrollo humano: salud, educación e ingresos. El IDH de

España en 2011 es 0.878, lo que coloca al país en la posición 23 de los 187 países para los que se

disponen datos comparables. Según este indicador España tiene un alto grado de desarrollo humano, y lo

que es más significativo, se ha ido incrementando en los últimos 30 años, pues en 1980, primer año en

que se realizó la medición, el índice de España era 0.691.

3. Andalucía, región europea

Andalucía, históricamente, ha sido un territorio abierto al exterior, tanto en relación a los pueblos

que nos han visitado como en el sentido de que sus habitantes se lanzaban a la búsqueda de nuevos

territorios. No obstante, en un largo proceso, cuyo inicio podemos situar incluso en la Edad Moderna, la

región quedó sumida en un aislamiento económico, político y cultural que a partir de la integración en la

UE se ha intentado superar.

El PIB por habitante de Andalucía, a pesar de los avances de los últimos años, sigue por debajo de

la media europea. La situación es parecida en temas como el empleo y la productividad. De hecho, a nivel

europeo, la región andaluza se encuentra entre las zonas que tienen una mayor tasa de desempleo,

superando el 24 % de la población activa en el primer trimestre de 2012.

El tejido industrial andaluz es poco significativo, comparado con el de otras zonas de España, y el

turismo ocupa una posición central en el conjunto de actividades económicas. En este sentido, se está

procurando diversificar la oferta, fomentando el turismo rural y el cultural, aprovechando tanto las

excelentes condiciones medioambientales y paisajísticas de la región como su rico patrimonio artístico y

cultural.

Desde la UE se han desarrollado políticas para fomentar la integración de las regiones y una

mayor cohesión económica, social y territorial. Así, Andalucía se ha beneficiado de las ayudas de la

Unión para acercarse a niveles europeos como son los fondos estructurales, los de cohesión y la PAC

(Política Agrícola Común), además de programas para el desarrollo local, el medio ambiente y el

desarrollo científico. Se han mejorado de este modo las infraestructuras de transporte (Autovía del 92;

AVE Madrid-Sevilla y Madrid-Málaga) y el abastecimiento de agua a los principales núcleos urbanos.

Con la PAC la agricultura y la ganadería se han modernizado alcanzando agricultores y ganaderos niveles

de renta parecidos a los de otros sectores.

Andalucía, por último, ocupa una posición excelente en condiciones medioambientales con

relación a otros territorios de su entorno. Tiene buenos indicadores en biodiversidad, contaminación

atmosférica y conservación de espacios naturales protegidos. Su situación es más deficitaria en relación al

estado de las aguas, con elevada contaminación de sus ríos principales, y con relación al reciclaje de

residuos.


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DEFINICIONES Y VOCABULARIO BÁSICO.

Además de los términos incluidos en el siguiente glosario hay que dominar las siglas y las funciones de las instituciones mencionadas en el tema y que pueden encontrarse entre las páginas 437 y 441 del libro de texto (FAO, UNESCO, OIT, etc.). COMERCIO EXTERIOR: Intercambio de bienes, productos y servicios entre dos países o regiones económicas. DESLOCALIZACIÓN INDUSTRIAL: La deslocalización industrial es un fenómeno que consiste en trasladar, toda o parte de la producción a otros países, dónde se intenta optimizar la rentabilidad de las inversiones realizadas, a base de conseguir, en el país de destino, menor coste de mano de obra, mayores beneficios fiscales, menor coste del suelo industrial, así como legislaciones sociolaborales menos exigentes, tanto desde el punto de vista de la protección social, como de los derechos sindicales. EMPRESAS MULTINACIONALES: Empresas de gran tamaño con varios miles de asalariados, que posee filiales, sobre todo de producción, en numerosos países y cuyo capital se ha formado en un proceso de acumulación multinacional. GLOBALIZACIÓN (MUNDIALIZACIÓN): Proceso consistente en la creciente interdependencia de los espacios geográficos del planeta en todos los ámbitos: la actividad económica, las relaciones políticas, sociales y culturales, y las cuestiones medioambientales. I + D: Investigación y desarrollo. Se suele interpretar como la investigación en ciencias aplicadas o en ciencia básica o bien en el desarrollo de ingeniería, que persigue con la unión de ambas áreas un incremento de la innovación que conlleve un aumento en las ventas de las empresas. También podemos encontrarnos con las siglas I + D + i, investigación, desarrollo e innovación. IDH: Índice de Desarrollo Humano; se calcula teniendo en cuenta la media de tres indicadores: el PIB por cabeza, la esperanza de vida y las tasas de alfabetización y escolarización en los distintos niveles educativos. LÍNEAS GEOPOLÍTICAS: Relaciones y actuaciones políticas internacionales de un estado con los demás. MERCADO ÚNICO: Modelo de integración económica adoptado por la Unión Europea a partir de 1993 y que implica la supresión de todo tipo de barreras económicas entre los países que lo forman. Supone, pues, la libre circulación de bienes, servicios, capital y trabajadores. PIB: Valor monetario de la producción de bienes y servicios de un país en un periodo determinado. PIB PER CÁPITA: Es la relación que hay entre el PIB (producto interno bruto), y la cantidad de habitantes de un país. Para calcularlo, hay que dividir el PIB de un país entre su población. RECONVERSIÓN INDUSTRIAL: Política encaminada a acabar con las crisis industriales. Las empresas en crisis deben someterse a reducciones de plantilla y producción, a saneamiento económico etc.; posteriormente, las regiones afectadas por esta reconversión deberán someterse a reorganizaciones de su tejido industrial. En España fue especialmente dura la reconversión del sector metalúrgico en la década de los 80. La reconversión consiste en crear las condiciones necesarias para que el sistema productivo, en sus partes más afectadas por la crisis y los avances tecnológicos, se pongan al día, con el fin de garantizar un desarrollo desde empresas rentables económica y socialmente. Las Zonas de Urgente Reindustrialización creadas en 1985 se enmarcan en esa política de reconversión y reindustrialización. SITUACIÓN GEOESTRATÉGICA: Importancia de la posición geográfica de un territorio para los intereses de uno o varios estados, cuyo control le otorga ventajas sobre otros países. TRATADO DE ADHESIÓN: Acuerdo por el cual un país se integra en una organización internacional. En el caso de España y su integración en la Comunidad Económica Europea el tratado se firmó en junio de 1985 y su entrada en vigor se produjo el 1 de enero de 1986.

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