tema 11.- la sabiduría de dios

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TEMA XI: LA SABIDURÍA DE DIOS 75 Tema 11.- La Sabiduría de Dios FUNDAMENTACIÓN La historia de Job nos remite a todo un mensaje para la vida. Ante la creencia de la gente, de que Dios estaba con todos aquellos que les iba bien en la vida, teniendo dinero, buen nombre, fama… y de que las personas pobres o enfermas crónicas, eran pecadoras, por lo que Dios les había castigado, entonces aparece esta historia, en la cual, uno de esos hombres de Dios, rico, piadoso, con una familia numerosa, con muchos ganados, comienza a perder todo, hasta quedarse sin nada. En ese estado de miseria, este hombre es capaz de aceptar los males que le han venido, y lo que es más importante, Dios está cerca de él acompañándole en su dolor, porque lo que importa en la vida, no es si uno tiene mucho o poco, sino la manera como vive esa vida. Identifica las enseñanzas de los libros sapienciales, valorando la fe de Job, por lo que rechaza malas actitudes propias y de otros. Job, Proverbios, Sabiduría CONOCEMOS LA REALIDAD Despertando el interés Escuchamos el siguiente cuento: “El alumno y el maestro”. Un alumno que quería aprender esoterismo de un gran maestro insistía mucho para que lo recibiere. Por más que le pedía que le enseñara, el maestro siempre le respondía que no le enseñaría. Un día el maestro paseaba por la ribera de un hermoso arroyo y apareció el alumno, y le dijo: _ Creo que es el momento de que me enseñes Maestro. El maestro le dijo: _ Ven acercarte, conmigo al borde de este arroyo. El alumno se acercó y el maestro tomándolo de la cabeza lo sumergió en el agua un tiempo prudencial. Cuando el alumno sentía que se ahogaba comenzó a rasguñar los brazos del maestro, y cuando este lo hubo sacado le preguntó: _ ¿Qué pensaste cuando te estabas ahogando? ¿Acaso pensaste en tu familia? El alumno después de haber tomado aliento respondió: _ ¡No! _ ¿En tus amigos? _ No. _ ¿Entonces qué era lo que pensabas o necesitabas? _ Tenía hambre de aire, de oxígeno. _ Entonces, cuando tengas esa misma hambre por aprender, ese día te enseñare. Recogiendo los saberes previos ¿Te ha pasado alguna vez que un profesor no te ha querido enseñar? ¿Qué sentiste? ¿Recuerda un buen profesor que hayas tenido y comenta lo que más te agradaba de él? ¿Cómo haces saber a los demás que tienes ganas de aprender? Confrontando los saberes ¿En qué crees que se manifiesta la sabiduría de Dios? ¿Por qué será que no todas las personas poseen el don de la sabiduría? ¿Crees que la sabiduría de Dios es importante para la vida cotidiana de las personas? ¿Qué estarías dispuesto a hacer, con tal de llegar a la sabiduría de Dios?

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Page 1: Tema 11.- La Sabiduría de Dios

TEMA XI: LA SABIDURÍA DE DIOS

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Tema 11.- La Sabiduría de Dios

FUNDAMENTACIÓN

La historia de Job nos remite a todo un mensaje para la vida. Ante

la creencia de la gente, de que Dios estaba con todos aquellos que

les iba bien en la vida, teniendo dinero, buen nombre, fama… y de

que las personas pobres o enfermas crónicas, eran pecadoras, por lo que Dios les había castigado, entonces aparece esta historia, en la

cual, uno de esos hombres de Dios, rico, piadoso, con una familia

numerosa, con muchos ganados, comienza a perder todo, hasta quedarse sin nada.

En ese estado de miseria, este hombre es capaz de aceptar los males que le han venido, y lo que es más importante, Dios está

cerca de él acompañándole en su dolor, porque lo que importa en la

vida, no es si uno tiene mucho o poco, sino la manera como vive

esa vida.

Identifica las enseñanzas de los libros sapienciales, valorando la fe de Job, por lo que

rechaza malas actitudes propias y de otros.

Job, Proverbios,

Sabiduría

CONOCEMOS LA REALIDAD

Despertando el interés

Escuchamos el siguiente cuento: “El alumno y el maestro”.

Un alumno que quería aprender esoterismo de un gran maestro insistía mucho para que lo recibiere. Por más que le pedía que le enseñara, el maestro siempre le respondía que no le enseñaría. Un día el maestro paseaba por la ribera de un hermoso arroyo y apareció el alumno, y le dijo: _ Creo que es el momento de que me enseñes Maestro. El maestro le dijo: _ Ven acercarte, conmigo al borde de este arroyo. El alumno se acercó y el maestro tomándolo de la cabeza lo sumergió en el agua un tiempo prudencial. Cuando el alumno sentía que se ahogaba comenzó a rasguñar los brazos del maestro, y cuando este lo hubo sacado le preguntó: _ ¿Qué pensaste cuando te estabas ahogando? ¿Acaso pensaste en tu familia? El alumno después de haber tomado aliento respondió: _ ¡No! _ ¿En tus amigos? _ No. _ ¿Entonces qué era lo que pensabas o necesitabas? _ Tenía hambre de aire, de oxígeno. _ Entonces, cuando tengas esa misma hambre por aprender, ese día te enseñare.

Recogiendo los saberes previos

¿Te ha pasado alguna vez que un profesor no te ha querido enseñar? ¿Qué sentiste?

¿Recuerda un buen profesor que hayas tenido y comenta lo que más te agradaba de él?

¿Cómo haces saber a los demás que tienes ganas de aprender?

Confrontando los saberes

¿En qué crees que se manifiesta la sabiduría de Dios?

¿Por qué será que no todas las personas poseen el don de la sabiduría?

¿Crees que la sabiduría de Dios es importante para la vida cotidiana de las personas?

¿Qué estarías dispuesto a hacer, con tal de llegar a la sabiduría de Dios?

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TEMA XI: LA SABIDURÍA DE DIOS

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CONSTRUYENDO EL APRENDIZAJE

Iluminando con la Palabra de Dios

Job

Job era un "hombre cabal, recto, que temía a Dios y se apartaba del mal". Piadoso, rico y cabeza de una numerosa familia de cierto prestigio. La historia introduce un diálogo entre Dios y Satán a propósito de Job. Satán afirma que Job maldecirá a Dios si pierde su riqueza, por lo que ambos acuerdan ponerle a prueba. Es una historia que pone a prueba la creencia de que el rico es el justo y el pobre es el pecador.

Satán procede a despojar a Job de sus posesiones e incluso de sus hijos, y más tarde llena su cuerpo de llagas dolorosas en grado extremo. Con todo, Job se niega a maldecir a Dios. Tres de sus amigos, al tener noticia de sus pesares, llegan para confortarle, pero quedan aturdidos "y ninguno de ellos dijo una palabra, porque veían que el dolor era muy grande".

La segunda sección, tras el primer castigo de Job, consta de unos discursos donde sus amigos le dicen que lo que le pasa es debido a que Job ha cometido algún pecado. Pero Job les responde que él se siente inocente. De todas maneras, sigue buscando una explicación a sus sufrimientos.

En la tercera sección, Elihú dirige su ira contra Job "porque pretendía tener razón frente a Dios", sosteniendo que Job es un pecador y un rebelde por cuestionar el juicio de Dios.

En la cuarta sección, Dios habla desde el seno de la tempestad, haciéndole entender que no puede alcanzar nunca a entender cuáles son los caminos del Señor, a menos que Dios le permita.

En la última sección Dios refuta los argumentos de los tres amigos de Job. En ese momento, otorga a Job el doble de las riquezas y posesiones que tuviera en otro tiempo, le bendice con siete hijos y tres hermosas hijas y prolonga sus días.

Proverbios

La palabra de Dios llegó al pueblo de Israel bajo formas muy diversas. Hubo sabios que se interesaron por meditar sobre los azares de la existencia, el rol de la riqueza, la fortuna diferente del hombre irresponsable y del que domina sus caprichos. Y como trasfondo de esta búsqueda, siempre estuvo una pregunta mayor: ¿hay justicia en esta vida?

La sabiduría de los pueblos de todos los tiempos se ha explayado sobre estos temas. Nos hablan de la sabiduría china, indú…, pero la sabiduría del Medio Oriente es tal vez la más antigua. Tanto en Egipto como en Mesopotamia abundaban los escritos de sabiduría desde hacía casi treinta siglos antes de Cristo.

Habiendo llegado con más tardanza a la cultura, los israelitas entraron en esa corriente de la literatura llamada “sapiencial” en la época del rey Salomón, quien reunió a los primeros “sabios. Sus primeras obras, deben mucho a sus precursores egipcios y a otros.

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TEMA XI: LA SABIDURÍA DE DIOS

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Sabiduría

En los últimos siglos antes de Cristo, la cultura griega, llevada por el conquistador Alejandro, había penetrado en los países de Medio Oriente. Los griegos traían una manera nueva de entender la libertad del individuo, la nobleza del espíritu, el interés por la búsqueda científica, el sentido de la belleza corporal…

Algunos judíos se opusieron a esta intromisión cultural, como los Macabeos, que hicieron la guerra a los reyes griegos que quedaron en la zona. Sin embargo, muchos judíos fueron aceptando y abriéndose a esta nueva manera de pensar y de entender la realidad.

El peligro de cerrarse en su cultura nacional, sin analizar aquello que nos aportan otros pueblos, aceptando lo que es bueno y rechazando aquello que es malo y va en contra de una moral basada en el amor de Dios. Cuando un pueblo se encierra en sí mismo, sin mirar más allá de sus fronteras, termina por asfixiarse.

La cultura y la vida judía estaba íntimamente ligada a la Palabra de Dios recibida durante siglos, pero la revelación de Dios no se había terminado con el último profeta, ni tampoco se podía encerrar esa Palabra, sólo en los moldes de la cultura hebrea. Hoy todos aceptamos que Dios ha hablado a todos los pueblos, desde sus inicios, valiéndose de los elementos que estaban a su alrededor y de personas que lograron entender el espíritu de Dios.

Contexto de la Lectura

Job, es un libro del Antiguo Testamento atribuido a su personaje principal. Los especialistas bíblicos lo han situado en diversas fechas, desde tiempos mosaicos hasta la época posterior al exilio. Sin embargo, la datación preferida hoy por la mayoría de los eruditos, corresponde al periodo posterior al exilio (desde el 500 al 250 a.C.). Se considera que el autor, anónimo, se inspiró en una historia popular o una epopeya israelita o edomita, que se remonta a los inicios de la monarquía israelita, como contexto para ambientar su diálogo poético.

Si hablamos de estos autores, no debemos olvidar que la mayor parte del tiempo no hacía más que retomar los “proverbios” o “máximas” de la sabiduría popular. Pero a su vez, con sus escritos, ayudaban a cualquier intento por desarrollar la instrucción y el sentido moral de las futuras generaciones. El pueblo judío del tiempo de Jesús estaba profundamente marcado por esta sabiduría que se trasluce en casi todas las parábolas y dichos de Jesús, quien había sido formado en esa escuela.

Esta literatura, es decir, lo que de ella ha sido recopilado y reconocido por la comunidad religiosa, es tan palabra de Dios como los libros proféticos, sólo que es una palabra diferente, que presenta la vida y la fe desde otro punto de vista.

El libro de la Sabiduría es el primer esfuerzo importante hecho por un judío establecido entre los griegos para expresar la fe y la sabiduría de Israel, no sólo en idioma griego, sino también en forma adaptada a la cultura griega.

Trata de dar respuesta a la angustiosa cuestión planteada por el mal, el dolor y la muerte; esboza una prueba de la existencia de Dios en la cual Pablo se inspirará; muestra que Dios extiende su misericordia a todos los seres sin excepción.

Este libro, por ser escrito en griego, se quedó entre los “Deuterocanónicos”. Fue escrito en Egipto, en torno a los años 80-50 antes de Cristo.

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TEMA XI: LA SABIDURÍA DE DIOS

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Escuchamos la Palabra

Job tenía una familia numerosa y muchos bienes.

También era piadoso y confiaba en Dios. Pero Dios lo

puso a prueba. Bandas de ladrones cayeron sobre sus

rebaños, mataron a los pastores y robaron el ganado.

Después, cuando sus hijos e hijas celebraban una fiesta,

la casa se derrumbó y los sepultó entre los escombros. Al

enterarse Job de toda aquella desgracia, dijo:

_ Desnudo llegué a la tierra. Desnudo estaré al morir. El

Señor me lo dio. El Señor me lo quitó. ¡Bendito sea Dios!

Más tarde contrajo la lepra. Job, que había sido tan rico,

estaba sentado ahora sobre un montón de cenizas. La

mujer de Job se acercó a su marido y le dijo:

_ ¡Qué bien te va con tu confianza en Dios! ¡Maldice a

Dios y muérete!

Pero Job le respondió:

_ Hablas como quien no conoce a Dios. Si aceptamos lo

bueno, ¿no aceptaremos también lo malo? (Job)

Un hijo sabio es la alegría de su padre; un hijo

insensato es la amargura de su madre.

Los tesoros mal adquiridos no se aprovechan;

una vida honrada, en cambio, libra de la

muerte.

La mano perezosa atrae la pobreza; la mano

diligente se enriquece.

El hombre prevenido cosecha cuando es

verano; pero es muy tonto el que duerme

durante la cosecha.

La memoria del justo será bendecida, pero el

nombre de los malvados se pudrirá.

El hombre de corazón sabio acepta los consejos,

mientras que el pretencioso corre a su perdición.

El que camina con integridad va seguro, pero el

que toma caminos equivocados pronto será

desenmascarado. (Proverbios)

Las almas de los justos están en las manos de Dios y ningún

tormento podrá alcanzarlos.

A los ojos de los insensatos están bien muertos y su partida

parece una derrota.

Nos abandonaron: parece que nada quedó de ellos. Pero,

en realidad, entraron en la paz.

Aunque los hombres hayan visto en eso un castigo, allí

estaba la vida inmortal para sostener su esperanza:

después de una corta prueba recibirán grandes

recompensas.

Sí, Dios los puso a prueba y los encontró dignos de él. Los

probó como al oro en el horno donde se funden los metales,

y los aceptó como una ofrenda perfecta.

Cuando venga Dios a visitarnos, serán luz, semejantes a la

centella que corre por entre la maleza. Gobernarán

naciones y dominarán a los pueblos, y el Señor será su rey

para siempre.

Los que confiaron en él conocerán la verdad, los que fueron

fieles en el amor permanecerán junto a él. (Sabiduría)

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TEMA XI: LA SABIDURÍA DE DIOS

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Interiorizando la Palabra:

Aun cuando se exprese un cierto conocimiento práctico que permita alcanzar la felicidad, la sabiduría expresada en los libros sapienciales nunca deja de lado la fe en Yahveh mostrando así su profundidad religiosa antes que práctica o moral. Las fuentes usadas por estos sabios son los textos de los profetas. Otra característica es cierta tendencia a personificar o achacar a la sabiduría acciones humanas.

Job es presentado como un hombre del país de Us, que no pertenece al pueblo de Dios. Job no conoce a Moisés ni a los profetas, así que puede hablar a nombre de la humanidad entera, y no solamente de los creyentes.

Job necesita sólo contemplar la creación para creer en Dios y en su providencia, pero no lo ha visto ni tampoco le ha hablado. Y por más que se reconozca a sí mismo como la obra de Dios, sus percances le dan para pensar. Se da cuenta de que solamente una explicación con su Creador, le permitiría ubicarse en el lugar que le corresponde y, por más que busque esta apertura, no la encuentra.

Las denuncias de Job son una manera de clamar a Dios con toda la fuerza de una esperanza insatisfecha y, al final, Dios tendrá que manifestarse.

El punto de partida del libro de Job es un relato popular: la historia del santo hombre Job. Yavé lo había puesto a prueba, quitándole todo, y a pesar de eso se había mantenido fiel. Al final, Dios le devolverá todos los bienes con creces. A partir de esta historia, un autor del que no conocemos el nombre, volvió sobre el tema. Allí otro Job muy diferente al primero denuncia la condición humana, y sus tres amigos le oponen las respuestas de la sabiduría tradicional.

Además de la monocorde repetición de fórmulas casi idénticas, el libro contiene numerosos consejos y órdenes pedestres y terrenales, que no parecen tener relación alguna con un mensaje divino. Sus ideas de la vida y de la relación entre Hombre y Dios son simples y terrenales.

Pero las verdades que expresa son incuestionables para el hombre con experiencia y la mayoría de los consejos no han perdido su validez a pesar de los miles de años transcurridos. La idea de que el Hombre ha sido llamado al servicio de Yavé no lo dispensa de actuar con sabiduría en los asuntos de menor rango, porque las virtudes naturales y la sabiduría de la tierra, el campo y la familia están en la raíz misma de la santidad.

Para comprender acabadamente la literatura de este período se debe entender el punto de vista de los sabios y Salomón, a saber: la revelación cristiana, con su bien y su mal, su justicia y su pecado, son muy posteriores a su época, y el concepto de recompensa y castigo en el más allá les era completamente desconocido.

Es por ello que los estrechos límites de sus enseñanzas parecen insuficientes desde el punto de vista de la religión y la moral cristianas modernas.

Sin embargo, los sabios que escribieron los Proverbios lo hicieron como transmisores y depositarios de la sabiduría de sus antepasados, buscando la forma de transmitirla hasta nuestros días. Si este trabajo no se hubiera efectuado, estas antiguas tradiciones nos serían ajenas por entero.

El Libro de Sabiduría es único en el Antiguo Testamento por la profundidad y amplitud de su exposición doctrinal: puede considerárselo un libro pleno de esperanza y de fe, así como el culmen y conclusión de todo el pensamiento religioso israelita anterior a Jesucristo.

La Sabiduría es simple y directa respecto a la pregunta de cuál es el sentido de la vida: buscar la obra y la voluntad de Dios en las cosas terrenas. Esto es: alcanzar el conocimiento de Dios, rendirle culto y ofrecerle los servicios adecuados. Quien cumple todo esto no es otra cosa que un hombre justo, hijo, amigo y amante de la divinidad, mientras que quien se aparta de la doctrina es pecador e impío y se encamina a la perdición. El justo, por el contrario, es incorruptible e inmortal.

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Mensaje para hoy

El poema de Job encabeza los libros de sabiduría de la Biblia y al hablar de él, lo hacemos también de los demás libros. Estos libros son mucho más que una "historia", pues ahí se ponderan los grandes interrogantes de la condición humana.

Las desventuras de Job que, después de colmado por la existencia, se ve reducido a la más extrema miseria, no son más que un pretexto para llevarnos a reflexionar sobre lo insatisfactoria que es la vida del hombre en la tierra. El sufrimiento y la muerte no serían tan escandalosos si no hubiera el escándalo de la ausencia de Dios: él huye de nuestra mirada, y también se niega a hacer la justicia en nuestro mundo.

Muchas veces como hombres nos sentimos superiores, creemos que podemos hacer solos las cosas, sin la ayuda de Dios. Pero Dios pone al hombre en su verdadero lugar haciéndole ver que sólo es un mortal lleno de imperfecciones. Con estos hechos estamos siempre en la duda del amor de Dios, llegando a decir que no existe, porque no salen las cosas como queremos. Y entonces, actuamos como la esposa de Job, echándole en cara a Dios, que nunca soluciona nuestros problemas.

El que sufre, lo sepa o no, comparte la Pasión de Cristo; en él sigue el enfrentamiento del pecado con la justicia de Dios. Dios parece despiadado al ponernos pruebas tan difíciles, cuando, en realidad está extirpando las raíces de nuestro orgullo.

Job, presenta su defensa y asume el papel de justo. Nosotros actuamos igual, considerando que somos “buenos”, creyendo que no tenemos pecado. Por eso, mientras todo nos vaya bien y tengamos “amigos” a quien acudir en momentos de desgracia, no nos acordamos del Dios. Pero, si de repente nos surge una desgracia, los “amigos” que teníamos ¿dónde están?, todos nos miran con otros ojos, y sólo nos queda acordarnos de nuestro Padre Dios que nos quiere y nos ama con problemas o sin ellos, que actúa por medio de personas idóneas, necesarias en ese momento para darnos aliento de vida.

Reconocer que, aunque muchas veces no comprendemos bien lo que Dios quiere de nosotros, hay que seguir confiando. Nos ocurren cosas “aparentemente injustas”, e incluso vemos a otros que “parecen” peores que nosotros, y sin embargo, no se ven atacados por la desgracia. En esas condiciones siempre hay que buscar la verdad por medio de la reflexión pero, sobre todo, por medio de la oración. Debemos tener confianza en Dios. Sólo quien la mantiene, recibe la bendición de Dios. Nos enseña también que no debemos desesperar y renegar en la primera dificultad que nos surja en el camino.

El gran problema con que los hombres se encuentran a lo largo de toda su existencia y que sigue siendo el mayor obstáculo para la fe, es el problema del mal.

Conversamos

¿Escribe tres acontecimientos de sufrimiento que hayas tenido a nivel familiar?

¿Cómo has reaccionado ante ellos?

¿Cuál es la opinión de nuestra sociedad ante el sufrimiento?

¿Crees que por el sufrimiento podemos llegar hasta Dios, o más bien nos alejamos de El?

¿Ante un problema que se presenta un tu vida, qué puedes hacer para no dudar del amor de Dios?

Recordamos

Los libros de la sabiduría se pueden considerar plenos de esperanza y de fe, así como el culmen y conclusión de todo el pensamiento religioso israelita anterior a Jesucristo.

La Sabiduría nos dice que el el sentido de la vida es buscar la obra y la voluntad de Dios en las cosas terrenas.

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TEMA XI: LA SABIDURÍA DE DIOS

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APLICAMOS LO APRENDIDO

Actuando en la vida

Cómo ayudarías a no dudar del amor de Dios a las personas de tu: Barrio, Comunidad, Colegio.

Haz en tu cuaderno un pequeño esquema de las características que hemos encontrado en Job.

Observa las siguientes imágenes y reflexiona las frases que les acompañan. Luego comparte tus

pensamientos con tus compañeros.

Reflexiona las siguientes frases y comparte tus opiniones.

El hombre justo no es aquel hombre que no comete injusticia, sino es aquel que pudiendo ser injusto no quiere serlo.

El hombre inteligente quiere lo que sabe, el sabio sabe lo que quiere.

Las heridas que te causa quien te quiere, son preferibles a los besos engañadores de quien te odia.

La humildad te permitirá seguir aprendiendo de las personas que te acompañan a lo largo de tu vida.

El libro de proverbios nos presenta una serie de frases y dichos de su época que ayudan a reflexionar y a

tomar buenas decisiones en la vida. Escribe tres frases de nuestra zona que podamos utilizar también como proverbios en la vida.

Busca entre las tradiciones de nuestra zona dos expresiones que expresen la sabiduría de Dios en la vida de

los hombres y las mujeres. Si lo deseas, también puedes elegir un cuento, que contarás a tus compañeros y les

explicarás la sabiduría que lleva dentro. También en grupo pueden hacer una escenificación, o una canción, o

un mimo, o cualquier otra expresión, que lleve un mensaje de sabiduría al respeto de sus compañeros.

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TEMA XI: LA SABIDURÍA DE DIOS

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Compromisos

Personal: Trabajaré la virtud de la paciencia.

Social: Seré paciente ante los errores de los demás.

Eclesial: Agradeceré a Dios por los bienes que me ha concedido.

Ecológico: Escribiré una frase agradeciendo a Dios por la naturaleza.

Viviendo la Celebración

En este momento vamos a colocar una mesita en el centro del aula, con una Biblia y una vela encendida,

significando que Dios está en medio de nosotros. En su presencia, realizamos esta celebración.

Iniciamos: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Entonamos el canto: “Nada es imposible para Ti”.

¿Por qué tengo miedo si nada es imposible para Ti? (4)

¿Por qué tengo tristeza si nada es imposible para Ti? (4)

Nada es imposible para Ti. (2)

¿Por qué tengo dudas si nada es imposible para Ti? (4)

Enséñame a amar, porque nada es imposible para Ti. (2)

Enséñame a perdonar, porque nada es imposible para Ti. (2)

Nada es imposible para Ti. (2)

Tú te hiciste hombre, porque nada es imposible para Ti. (4)

Tú venciste a la muerte, porque nada es imposible para Ti. (2)

Tú estás entre nosotros, porque nada es imposible para Ti. (2)

Nada es imposible para Ti. (2)

¿Por qué tengo miedo si nada es imposible para Ti? (2)

Nada es imposible para Ti. (2)

Elevamos alguna petición de perdón. Después se invita a que los alumnos y alumnas puedan añadir alguna

más.

Recordamos brevemente el evangelio de hoy.

A continuación se invita a que los alumnos y alumnas realicen un pequeño comentario sobre el mensaje que

nos deja el Evangelio para nuestras vidas.

En forma espontánea los alumnos y alumnas hacen una oración de petición o de agradecimiento, relacionada

con el tema de hoy.

Recitan todos juntos la siguiente oración:

Concédeme Señor,

una inteligencia que te conozca,

una sabiduría que te encuentre,

una vida que te complazca,

una perseverancia que te espere con

confianza

y una confianza que, al final, te posea.

Amén.

Al finalizar las peticiones, oramos con el Padre

Nuestro.

Terminamos la celebración con el canto: “Nada es

imposible para Ti”.