tema 1 leccion 4

14

Upload: marcos-h-sardinas-peres

Post on 25-Oct-2015

41 views

Category:

Documents


6 download

TRANSCRIPT

Page 1: Tema 1 Leccion 4
Page 2: Tema 1 Leccion 4

Construcción II y III Tema 1. Hormigón armado. Lección 4. Juntas en las estructuras de hormigón armado.

2 / 14

LECCION 4. JUNTAS EN LAS ESTRUCTURAS DE HORMIGÓN ARMADO.

1.- GENERALIDADES. Las estructuras de hormigón armado se caracterizan por la existencia inevitable de juntas. Éstas

en unos casos son debidas a la técnica constructiva que utilizamos, en otros a las propias características de los materiales que intervienen, también para evitar solicitaciones de segundo orden, e incluso para mejorar algunos aspectos de los elementos estructurales.

Distinguiremos los siguientes tipos de juntas:

o Juntas de construcción

o Juntas de hormigonado

o Juntas de contracción

o Juntas de dilatación

o Juntas de asiento

2.- JUNTAS DE CONSTRUCCIÓN. Las juntas de construcción son en realidad también juntas de hormigonado. Las hemos

clasificado separadamente por dos motivos:

A diferencia de aquellas nos vienen mandadas por el proceso constructivo siendo prácticamente inevitables.

Normalmente su posición, que también viene determinada por razones de sencillez constructiva, suele coincidir con la posición adecuada, por lo que no es necesario prestar excesiva atención en este sentido.

A este tipo de juntas se les debe aplicar todo lo que comentaremos en el punto siguiente para las juntas de hormigonado, sobre todo en lo que respecta al tratamiento de la junta previo al vertido del segundo hormigón para garantizar una buena unión hormigón viejo-hormigón nuevo. Ya hemos dicho que sobre la posición de la junta normalmente no es necesario operar ya que, o es correcta tal y como viene dictada por el proceso constructivo o no siendo la posición ideal, la experiencia ha demostrado que tiene un comportamiento adecuado.

Corresponden a este tipo de juntas todas las que separan elementos realizados en tiempo distinto debido a la secuencia de ejecución de la estructura:

• Junta entre cimientos y soportes o muros.

• Juntas entre soportes o muros con elementos horizontales flectados.

• Juntas entre piezas prefabricadas con el hormigón in-situ.

Lo peor de estas juntas es su condición de cotidianas, que hace que en más de una ocasión no se preste a este tipo de juntas la atención que merecen para garantizar la unión más íntima posible de los dos hormigones.

3.- JUNTAS DE HORMIGONADO. Podríamos definir las juntas de hormigonado como una interrupción no deseada del

hormigonado, en donde lo que interesa por tanto es recomponer lo mejor posible el monolitismo de el o

Page 3: Tema 1 Leccion 4

Construcción II y III Tema 1. Hormigón armado. Lección 4. Juntas en las estructuras de hormigón armado.

3 / 14

Fig. 3-1. Cimentación ejecutada por fases dejando las juntas en las vigas de atado.

los elementos que han quedado separados por la misma, de tal manera que se comporten como si hubieran sido hormigonados de una sola vez.

Las juntas de hormigonado pueden aparecer por diversos motivos, como pueden ser:

Las que se producen por el proceso constructivos, estas las hemos clasificado separadamente por su condición de inevitables en el punto anterior como juntas de construcción.

Las que surgen por la imposibilidad de ejecutar elementos de gran volumen en una sola jornada, por ejemplo cimentaciones o techos con un gran cubicaje de hormigón.

Las que vienen condicionadas por los medios técnicos y/o de personal con el que podamos contar en una determinada obra, por ejemplo por no contar con suficiente cantidad de encofrados como para ejecutar la unidad de una sola vez.

También pueden aparecer por la conveniencia de ir simultaneando el trabajo de los distintos oficios intervinientes, encofradores y ferrallas.

Las que aparecen por no poder comenzar las obras en una zona concreta del solar, por ejemplo por pleitos por la propiedad del suelo, aparición de restos arqueológicos, disposición de grúas-torre o cuestiones similares.

Los aspectos que debemos analizar y cuidar a la hora de definir las juntas de hormigonado son las siguientes:

o Posición de la junta de hormigonado con respecto al conjunto de la construcción.

o Posición de la junta de hormigonado en el elemento afectado por la misma.

o Orientación del plano de la junta de hormigonado.

o Tiempo de apertura de la junta (tiempo transcurrido entre el primer hormigonado y el segundo).

o Rugosidad y tratamiento de la junta previo al hormigonado.

o Puesta en obra del hormigón nuevo.

3.1. POSICIÓN DE LA JUNTA DE HORMIGONADO CON RESPECTO AL CONJUNTO DE LA CONSTRUCCIÓN.

A la hora de definir la posición de la junta de hormigonado debemos considerar que lo deseable es que la misma afecte a los elementos estructurales menos importantes, de forma que los elementos con mayor compromiso resistente no se vean afectados por la misma.

Un ejemplo podría ser el de una cimentación resuelta con zapatas corridas bajo pilares en una dirección y vigas de atado en la dirección perpendicular, aplicando el criterio anteriormente expuesto la junta debería disponerse a ser

Page 4: Tema 1 Leccion 4

Construcción II y III Tema 1. Hormigón armado. Lección 4. Juntas en las estructuras de hormigón armado.

4 / 14

posible perpendicular a las vigas de atado, que en el supuesto planteado son los elementos menos importantes. De esta manera en cada fase de hormigonado llenaríamos completamente las zapatas corridas de esa zona, (fig. 3-1).

3.2. POSICIÓN DE LA JUNTA DE HORMGONADO EN EL ELEMENTO AFECTADO. Hay varias cuestiones que conviene contemplar a la hora de definir la posición de la junta de

hormigonado y que en ocasiones nos apuntan soluciones contradictorias.

En primer lugar conviene disponer las juntas en las secciones menos solicitadas.

También es deseable disponer las juntas de hormigonado allí donde su ejecución fuera más sencilla.

Si la junta afecta a dos o más elementos estructurales distintos, tendremos que acomodar su posición a las exigencias de todos ellos o bien prestar mayor atención al elemento estructuralmente más importante, si fuera el caso de elementos con compromiso resistente diferente.

Por sencillez se suelen preferir situar las juntas en secciones en las que el recorrido de las tensiones sea bastante claro, lo cual nos permitirá abordar con claridad el siguiente aspecto que es la orientación del plano de junta.

En ocasiones sucede que la sección en la que el estado tensional nos permite la ejecución más sencilla de la junta no se corresponde con la sección menos solicitada. En este sentido debemos también guiarnos por las posiciones que la experiencia ha demostrado más adecuadas.

3.3. ORIENTACIÓN DEL PLANO DE LA JUNTA. Cuando realizamos una junta de hormigonado con respecto a las armaduras podemos vernos en

dos situaciones distintas:

a) Que los elementos afectados por la junta estén completamente encofrados y ferrallados, por lo que la única discontinuidad se produce en el hormigón a través de la junta de hormigonado. Un ejemplo sería el de una cimentación que esta totalmente encofrada y ferrallada y que por imposibilidad de hormigonarla en un sólo día lo hacemos en dos consecutivos.

b) Que no se haya encofrado ni ferrallado mucho más allá de la junta de hormigonado. En estos casos debemos garantizar la posterior continuidad de las armaduras y con ello la resistencia a tracción del elemento en la zona de la junta. Esto se puede conseguir de varias formas, la de uso más frecuente es dejando la armadura prolongada más allá de la junta de hormigonado una longitud igual o mayor que la “longitud de solapo” lo que nos permitirá empalmar las armaduras con las que dispongamos a posteriori.

Analizados los dos caso anteriores, observamos que de una manera u otra tenemos garantizada la continuidad de las armaduras y por tanto el perfecto trabajo de las mismas.

Para garantizar de igual manera el buen comportamiento del hormigón en la zona de la junta, y dado que fundamentalmente éste trabaja a compresión, deberíamos dejar el plano de la junta perpendicular a las isostáticas de compresión, con ello conseguiremos un buen trabajo del hormigón a través de la junta y que la propia forma de trabajo de la pieza propicie el apriete de la misma, evitando fisuraciones y deslizamiento de la junta en el tiempo.

Por tanto, en piezas sometidas a compresión axil deberíamos dejar las juntas de hormigonado según un plano perpendicular al eje de la pieza.

En los tirantes, piezas sometidas a esfuerzos axiles de tracción, no nos debe preocupar la posición de la junta, ya que el hormigón cumple fundamentalmente la misión de proteger a las armaduras de la corrosión, y son éstas las que se encargarán de garantizar la resistencia de la pieza.

Page 5: Tema 1 Leccion 4

Construcción II y III Tema 1. Hormigón armado. Lección 4. Juntas en las estructuras de hormigón armado.

5 / 14

Fig. 3-3. Metal desplegado galvanizado, también conocido como deployé o nervometal.

En piezas de directriz horizontal o cuasihorizontal sometidas a flexión por cargas verticales descendentes (vigas, losas y nervios de forjados), que son las piezas en donde con más frecuencia tenemos que realizar juntas de hormigonado, las posibles posiciones e inclinaciones de las juntas de hormigonado son las que se muestran en la figura 3-2. En estos casos no existe una sección claramente poco solicitada, ya que en las secciones con cortantes bajos o nulos los momentos flectores son máximos y aquellas en las que el momento flector es nulo se producen cortantes de magnitud media.

En la figura se indican 5 posibles juntas de las cuales las 1-1 y 1’-1’, y las 3-3 y 3’-3’, son la

misma pero en posición simétrica con respecto al centro de la pieza. Por tanto, de las tres posibles posiciones distintas que pueden adoptar las juntas de hormigonado, la 1-1 (o 1’-1’) que se produce hormigonando una porción de la pieza de longitud entre 1/4 a 1/5 de la luz y dejando el hormigón con una inclinación lo más próxima posible a 45º con la directriz de la pieza, es la de uso más frecuente, sobre todo porque la inclinación en algunas ocasiones se puede conseguir dejando el hormigón con su caída natural, aunque de esta manera sea difícil aproximarse a los 45º y debamos vigilar que al menos se consigan inclinaciones en torno a los 30º. Una forma de conseguir la inclinación ideal de 45º es recurrir al empleo de metal desplegado galvanizado (también conocido como deployé o nervometal, fig. 3-3) o malla metálica galvanizada muy tupida que retienen el hormigón dejando una rugosidad muy adecuada, no siendo necesario retirar el metal desplegado o la malla, fig. 3.4. Un error muy frecuente y que conduce a una junta nefasta, se produce cuando la posición de la junta de hormigonado se replantea con la fracción indicada al principio del párrafo pero de forma que es esta fracción la que queda sin hormigonar, es decir estaríamos creando una junta en la misma posición que la anterior pero justo perpendicular a ella y por tanto perpendicular a las tracciones. Por ello o bien se analiza el recorrido de las compresiones para dar con la posición correcta o se recuerda que cuando decimos que la junta se debe situar entre 1/4 a 1/5 de la luz de la viga, nos referimos siempre a la porción que debe quedar hormigonada.

De las otras dos posiciones, la 2-.2 es más conveniente y adecuada por situarse en una sección sin cortantes o con valores muy bajos, siempre y cuando el tiempo de apertura de la junta vaya ser pequeño, ya que tendremos que mantener apeado e inmóvil la mitad de la pieza hasta el vertido del

Fig. 3-2. Isostáticas de tracción y compresión en elementos flectados de directriz horizontal sometidos a cargas verticales descendentes y posiciones posibles de las juntas de hormigonado.

Page 6: Tema 1 Leccion 4

Construcción II y III Tema 1. Hormigón armado. Lección 4. Juntas en las estructuras de hormigón armado.

6 / 14

Fig. 3-4. Junta de hormigonado a 45º conseguida con metal desplegado galvanizado.

segundo hormigón. En este tipo de juntas verticales lo deseable es siempre utilizar metal desplegado galvanizado o malla metálica tupida.

Las juntas 3-3 y 3’-3’ al situarse en zona de máximo momento flector negativo y máximos esfuerzos cortantes son más comprometidas que las 2-2 pero presentan la comodidad de que no es necesario mantener ningún sistema de apeo.

3.4. TIEMPO DE APERTURA DE LA JUNTA.

Aunque hemos incluido este aspecto, se ha demostrado experimentalmente que el tiempo transcurrido desde la puesta en obra del hormigón viejo hasta el vertido del hormigón nuevo no tiene prácticamente ninguna influencia en el comportamiento de la junta. Por lo tanto da igual el tiempo transcurrido, los ensayos realizados han abarcado periodos de entre 1 a 155 días.

3.5. RUGOSIDAD DE LA JUNTA DE HORMIGONADO.

Las juntas pueden tener distintas rugosidades obtenidas por diversos métodos.

Ensayos experimentales han demostrado que soluciones empleadas tradicionalmente, porque intuitivamente

parecía que podrían mejorar la adherencia entre los dos hormigones, no tienen tal comportamiento.

Después de analizar los resultados experimentales, el profesor Calavera recomienda utilizar para juntas horizontales o inclinadas con el talud natural del hormigón, la rugosidad del hormigón obtenida simplemente al vibrar el mismo, es lo que llamaremos “rugosidad natural del hormigón”. Debemos vigilar que la compactación sea correcta evitando vibrar excesivamente, ya que ello conduciría a superficies demasiado lisas y con presencia de lechada de cemento en las mismas, que sería perjudicial para la adherencia de los dos hormigones.

Los demás tipos de rugosidades ensayadas no mejoraban los resultados conseguidos con la rugosidad natural, a pesar de ser a base de procedimientos más laboriosos. Concretamente quedó demostrado que los tratamientos mecánicos sobre la junta crean una microfisuración y un principio de desprendimiento de los áridos del hormigón viejo con respecto a la pasta de cemento, que debilitan la adherencia de la junta.

Para juntas que formen de 45º a 90º con la horizontal, y que por tanto haya que encofrar, lo ideal es utilizar metal desplegado o malla metálica tupida, que dejan una rugosidad muy adecuada en la junta con la que se han obtenido excelentes resultados experimentales. En estos casos y sobre todo si se trata de hormigones vistos se debe procurar que los bordes del metal desplegado o malla metálica galvanizada queden dentro de la masa del hormigón, de quedar en contacto con el encofrado se podría producir su oxidación ya que los bordes suelen coincidir con la linera de corte del material y por lo tanto carecen de protección galvánica.

Page 7: Tema 1 Leccion 4

Construcción II y III Tema 1. Hormigón armado. Lección 4. Juntas en las estructuras de hormigón armado.

7 / 14

Por tanto para la generalidad de los casos la rugosidad de la junta debe ser la anteriormente expuesta, rugosidad natural o cuando sea necesario encofrar con metal desplegado o malla metálica galvanizada tupida.

Para elementos con gran responsabilidad resistente en los que además la superficie de la junta no sea excesiva, y cuando se quieran juntas con una excelente unión se recurre a la imprimación de la junta con resinas sintéticas específicamente diseñadas para pegar hormigones de distinta edad. En estos casos además es muy importante tener acceso a la junta para realizar la imprimación y poder realizar el hormigonado en el tiempo de vida de la resina, es decir antes de que ésta reaccione y endurezca. Es importante decir que el uso de resinas sintéticas para unir los hormigones involucrados en la junta no nos exime de tener que seguir contemplando todo lo que se ha comentado con anterioridad con respecto a la posición, orientación y rugosidad de las juntas de hormigonado.

Por último en casos muy singulares de reparación, refuerzo o juntas de hormigonado muy especiales se puede conseguir una rugosidad muy buena mediante el procedimiento del chorreo con arena o granalla.

3.6. TRATAMIENTO DE LA JUNTA PREVIO AL SEGUNDO HORMIGONADO. La primera operación a realizar es la limpieza de la junta, pudiendo realizarse de distintas

formas. En general se retirará cualquier resto de material que se haya depositado en la junta.

Los restos de mayor tamaño se pueden eliminar barriendo con un cepillo si la posición de la junta y la armadura que sobresale de la misma lo permiten.

Los restos de materiales de pequeño tamaño y el polvo lo ideal es retirarlos con aspiradoras industriales con las que se suelen conseguir los mejores resultados.

Otra alternativa es soplando aire a presión mediante una manguera conectada a un compresor, este método tiene el inconveniente de que convierte parte del polvo en una nube que posteriormente volverá a depositarse en la junta creando una película más o menos uniforme en toda su superficie, que puede desmejorar la adherencia de los hormigones, por ello a la limpieza con chorro de aire debe seguir una limpieza con chorro de agua (nos referimos a una manguera conectada a la instalación de suministro de agua de la obra) que tiene la virtud de que aunque no sea capaz de arrastrar todo el polvo, al menos lo relega a los valles de las irregularidades de la superficie, dejando perfectamente limpias las crestas lo que garantizará un buen contacto con el hormigón fresco en estas zonas. En los casos normales en los que no haya demasiada suciedad y en los que no se puedan utilizar aspiradoras industriales, bastaría con realizar la limpieza directamente con chorro de agua.

Una vez realizada la limpieza se debe proceder a humedecer la junta de forma que el hormigón viejo quede saturado, y dejar un tiempo para que la junta se oree procediendo al vertido del hormigón nuevo cuando el viejo presente aspecto de estar seco superficialmente. Cuando la limpieza se realiza mediante chorro de agua, ya estamos consiguiendo la humectación de la junta.

Es importante saber que un exceso de agua en la junta provoca perdidas importantes de adherencia. Por ello la limpieza con chorro de agua debe realizarse con suficiente antelación con respecto a la hora prevista de hormigonado, siendo preferible volver a humedecer mediante un ligero riego la junta, si se hubiera secado en exceso, a hormigonar con gran cantidad de agua en la misma.

Sólo debe omitirse el riego de la junta previo al segundo hormigonado en los casos que se utilicen resinas sintéticas de unión incompatibles con la presencia de agua, en este sentido es muy importante siempre que se usen productos especiales leer y aplicar las indicaciones de los fabricantes en cuanto a preparación del soporte, mezcla y aplicación del producto y sus componentes y medidas de seguridad e higiene.

Page 8: Tema 1 Leccion 4

Construcción II y III Tema 1. Hormigón armado. Lección 4. Juntas en las estructuras de hormigón armado.

8 / 14

Fig. 4-1. Junta de contracción inducida (posiblemente sin querer) por la disposición de berenjenos.

3.7. PUESTA EN OBRA DEL HORMIGÓN NUEVO. Al respecto de la puesta en obra del hormigón nuevo, se debe procurar que el vertido sea lo más

correcto posible evitando que se produzca disgregación de la masa y es muy importante realizar una compactación enérgica y cuidadosa en las proximidades de la junta. Se ha comprobado experimentalmente que una compactación defectuosa produce perdidas importantes de resistencia. El curado como última operación para conseguir buenas resistencias y las mejores características del hormigón es también en este caso especialmente importante.

También conviene recordar una norma tradicional de buena práctica que consistía en aplicar, previo al hormigonado, lechada de cemento en la zona de la junta. La finalidad de esta operación es garantizar un contenido suficiente de pasta de cemento del segundo hormigón en las proximidades de la junta, siendo por tanto interesante aplicarlo en aquellos casos en los que se prevea la posibilidad de que el hormigón pudiera llegar algo disgregado a dicha zona, no siendo nunca perjudicial siempre y cuando se cuide que la lechada no se seque antes del vertido del hormigón.

4.- JUNTAS DE CONTRACCIÓN. Las juntas de contracción tienen la finalidad de evitar, disimular y/o controlar la fisuración

propia del hormigón por contracción térmica.

Son un tipo de juntas poco conocidas y por tanto no se suelen definir ni realizar, aunque en algunas ocasiones se llegue a ellas sin querer, como sucede al utilizar berenjenos en muros por motivos estéticos que colateralmente inducen juntas de contracción (fig. 4-1).

Son juntas que se deben considerar en el caso de elementos de grandes dimensiones más susceptibles de fisurarse por contracción, fundamentalmente cuando además se ejecutan con hormigón visto y también en aquellos elementos en los que sea importante garantizar una buena estanquidad, en este último caso la aparición de fisuras sin ningún tipo de control supondrá que no queden garantizados los requisitos funcionales básicos.

La forma de realizar las juntas de contracción va a depender del tipo de elemento de que se trate, de la mayor o menor incidencia que queramos que produzca la ejecución de este tipo de juntas en el proceso normal de ejecución y de los aspectos que queramos controlar con la disposición de dicha junta. No será igual la solución de una junta de contracción en la que sólo nos interese mejorar el aspecto estético del elemento que una junta en la que además se quieran aportar garantías importantes de impermeabilidad. Tampoco será lo mismo realizar un planteamiento de juntas en las que tengamos que ejecutar los elementos por tramos de pequeña dimensión, que cuando planteemos realizar los elementos con las mayores dimensiones posibles.

Este tipo de juntas suelen utilizarse fundamentalmente en muros de hormigón armado vistos y en depósitos. Cuando abordemos la ejecución de muros de contención y muros de sótanos analizaremos pormenorizadamente las juntas de contracción para estos elementos.

En las piezas de directriz horizontal o cuasihorizontal sometidas a flexión no es práctica habitual realizar juntas de contracción. Nuestra opinión es que sólo se justificaría en piezas de hormigón visto y la

Page 9: Tema 1 Leccion 4

Construcción II y III Tema 1. Hormigón armado. Lección 4. Juntas en las estructuras de hormigón armado.

9 / 14

Fig. 4-2. Juntas de contracción producidas por la construcción por tramos, realizadas en el IODACC.

Fig. 4-3. Junta de contracción en el centro del vano con dos juntas verticales.

causa de no realizarlas tampoco en estos casos, además de por desconocimiento, fundamentalmente es debido al retraso que ello supondría en los plazos de ejecución. De cualquier modo a continuación expondremos brevemente lo que el profesor D. José Calavera recomienda al respecto.

El profesor Calavera nos recomienda tratar las juntas de contracción de la misma manera que las juntas de hormigonado, añadiendo tres factores más a considerar:

4.1. DISTANCIA ENTRE JUNTAS DE CONTRACCIÓN.

Aunque esta variable depende de muchos factores como es la humedad del ambiente, los contenidos de cemento de los hormigones, las cuantías de acero, el tipo de encofrado y curado, así como la rigidez de los elementos en los que se enlazan estas piezas entre otros, las distancias máximas serían las del cuadro adjunto:

Tabla 4-1

4.2. TIEMPO MÍNIMO DE APERTURA DE LA JUNTA. Se recomienda que desde el vertido del primer hormigón hasta el vertido del segundo transcurran

como mínimo dos días en invierno y tres en verano.

4.3. POSICIÓN A LO LARGO DE LA DIRECTRIZ. Existen tres posibles formas de realizar la junta de contracción.

La primera consiste en dejar una zona sin hormigonar en el centro del vano realizando dos juntas verticales, fig. 4.3. Para que las armaduras no eviten el libre acortamiento de los dos tramos laterales hormigonados se deberían disponer solapos en esas zonas, uno de los inconvenientes es que supondría empalmar el 100% de las armaduras de momentos positivos en la sección de momento máximo, pudiéndose plantear problemas derivados de la falta de espacio para una correcta disposición de las

Calurosa Fría

Seco 15 m 20 m

Húmedo 20 m 25 m

ÉPOCA DEL AÑOTIPO DECLIMA

Page 10: Tema 1 Leccion 4

Construcción II y III Tema 1. Hormigón armado. Lección 4. Juntas en las estructuras de hormigón armado.

10 / 14

Fig. 4-4. Junta de contracción en el centro de vano, con tramo de longitud entre 2/4 y 3/5 de la luz sin hormigonar y juntas a 45º.

Fig. 4-5. Junta de contracción dejando los 3/4 a 4/5 de la luz de dos vanos contiguos sin hormigonar con juntas a 45º.

armaduras, además las longitudes de solapo nos darían valores grandes (en algunos casos 2xlb), por lo que ese tramo no podría ser como aconsejan algunos autores un tramo corto entre 50 a 100 cm.

La segunda solución consiste en dejar sin hormigonar un tramo central de longitud entre 2/4 L a 3/5 L y dejar las juntas entre 30º y 45º en los puntos de momento nulo, fig. 4.4. En este caso también habría que solapar la armadura de positivo en la zona sin hormigonar con la ventaja de que podríamos disponer los solapos alejados de la zona de máxima tracción e incluso lo recomendable, para poder adoptar la menor longitud de solapo posible y evitar problemas derivados de las limitaciones de espacio, sería solapar el 50% de las barras hacia un extremo y el otro 50% hacia el otro.

De realizar estas juntas, cuyo uso es prácticamente nulo, es la tercera solución la que consideramos mejor. Consiste en disponer las juntas en los puntos de momento nulo pero afectando a dos vanos contiguos, de forma que disponiendo la ferralla con el diseño habitual (sin ningún tipo de solapo adicional) tenemos todas las armaduras solapadas en el tramo no hormigonado, precisamente sobre el apoyo que no se ha hormigonado, propiciando la libre contracción de las zonas hormigonadas, fig. 4-5.

5.- JUNTAS DE DILATACIÓN. La misión de las juntas de dilatación es dividir una estructura o elemento en porciones

de dimensiones más pequeñas. Con ello se consigue que los esfuerzos inducidos por los cambios dimensionales que las variaciones de temperatura provocan queden en magnitudes reducidas. Para conseguir lo anterior es fundamental que la junta tenga un espesor capaz de absorber los movimientos que experimentan las dos porciones por ella separadas. Por tanto podemos decir que las juntas de dilatación son juntas de un determinado espesor, normalmente entre 25 y 40 mm, encargadas de permitir el libre movimiento horizontal, provocado por variaciones de temperatura, entre los dos cuerpos que separa.

5.1. DISTANCIA ENTRE JUNTAS DE DILATACIÓN. Aunque algunos autores, como el profesor D. José Calavera, indiquen que las juntas de

dilatación podrían disponerse a distancias mayores de las que indicaremos1, el criterio que se viene aplicando y que esta avalado por la experiencia es el de disponer las juntas de dilatación a distancias no superiores a los 30-40 m. 1 Consultar la referencia 4.2, pag. 473.

Page 11: Tema 1 Leccion 4

Construcción II y III Tema 1. Hormigón armado. Lección 4. Juntas en las estructuras de hormigón armado.

11 / 14

Fig. 5-1. Juntas de dilatación en diapasón: a) y c). Juntas de dilatación mediante ménsulas y apoyos deslizantes: b) y d).

Las juntas de dilatación recorren la estructura desde la cubierta hasta la cimentación, siendo esta última la única parte del edificio que no se tiene que ver afectada por la misma. Es decir, la junta de dilatación comienza de la cimentación hacia arriba.

Las juntas de dilatación afectan a la estructura y al resto de los elementos constructivos del edificio, imponiendo detalles singulares que conviene ejecutar con el máximo esmero para evitarnos problemas futuros. Especial atención merecen todas aquellas soluciones constructivas afectadas por las juntas de dilatación que se encarguen de garantizar la impermeabilidad del edificio. También habrá que vigilar las soluciones singulares que las juntas de dilatación nos van a exigir en las instalaciones o cualquier otro elementos que atraviese las mismas. Las juntas de dilatación son juntas vivas, es decir en movimiento, por lo que todas las soluciones deben cumplir la premisa de ser capaces de soportar o admitir en el tiempo dicho movimiento.

Las juntas deben tener un replanteo lo más sencillo posible, siendo deseable que queden definidas por un plano vertical, suelen disponerse próximas a una alineación de soportes, haciéndolas coincidir con las divisiones entre viviendas, oficinas o cualquier otro tipo de estancias, de forma que se realiza un tabique a cada lado de la junta con lo que se minimiza su influencia en el interior del edificio, ya que de esta forma solo afectará a los espacios comunes abiertos y a los elementos de comunicación horizontal continuos como pasillos.

5.2. TIPOS DE JUNTA. Las formas usuales de realizar las juntas de dilatación son básicamente tres:

La primera y más usual es duplicando los pilares en la zona de la junta. A este tipo de junta de dilatación se le denomina “junta en diapasón”. Es como si construyéramos dos edificios contiguos separados el espesor de la junta de dilatación, con la singularidad que la cimentación de los soportes o muros que se parean en la zona de la junta es común a ambos. Es una solución sencilla que no introduce ningún detalle singular a la estructura. Lo único que hay que hacer es ejecutar siempre los elementos de un lado de la junta (pilares, vigas o forjados), y posteriormente ejecutar los del otro lado interponiendo como encofrado perdido planchas de poliestireno expandido de grueso igual al espesor definido de la junta.

La segunda solución consiste en mantener un único pilar a un lado de la junta en el que apoyan normalmente los elementos horizontales de ese lado, que además crean un apoyo deslizante para los elementos del otro lado de la junta. Cuando los pórticos sean paralelos a la junta de dilatación será el forjado el que utilice el apoyo deslizante. Cuando los pórticos sean perpendiculares a la junta de dilatación serán las vigas las que apoyen en las ménsulas que formalizan dicho apoyo. En estos casos una cuestión importante a

Page 12: Tema 1 Leccion 4

Construcción II y III Tema 1. Hormigón armado. Lección 4. Juntas en las estructuras de hormigón armado.

12 / 14

Fig. 5-2. Juntas con Goujons CRET para la transmisión de cargas.

Fig. 5-2. Goujons CRET para la transmisión de cargas con posibilidad de movimiento en dos direcciones.

cuidar es que realmente el apoyo tenga el carácter de deslizante y que por tanto garantice el libre movimiento que se pretende en la junta de dilatación.

La tercera solución consiste en utilizar unos elementos especiales que a modo de pasadores resuelven el apoyo deslizante entre las dos partes. Es decir el planteamiento es igual al anterior pero el apoyo deslizante se consigue mediante unas piezas de acero inoxidable denominadas GOUJON CRET. Estas piezas especiales simplifican la ejecución de los apoyos deslizantes que realizaríamos si adoptamos la segunda solución, sobre todo en lo que se refiere al encofrado y la ferralla. De cualquier manera el uso de este tipo de piezas exige una armadura singular de refuerzo en las zonas en las que se colocan las mismas ya que es necesario resistir y repartir las cargas puntuales que estas suponen. Con la utilización de este tipo de piezas industrializadas también tenemos mayores garantías de que el apoyo se comporte como un apoyo deslizante, cuestión que ya habíamos indicado en el párrafo anterior que era fundamental.

Page 13: Tema 1 Leccion 4

Construcción II y III Tema 1. Hormigón armado. Lección 4. Juntas en las estructuras de hormigón armado.

13 / 14

Fig. 6-1. Junta de asiento.

Fig. 6-2. Situaciones en las que es recomendable usar juntas de asiento.

6.- JUNTAS DE ASIENTO. Las juntas de asiento permiten que las dos zonas en las que divide el edificio puedan tener

distintos asientos. Es una junta pensada para permitir movimientos verticales, a diferencia de las juntas de dilatación que permiten movimientos horizontales. Debido a que los movimientos verticales tienen su origen en la cimentación, estas juntas deben afectar también al cimiento. Sin embargo a efectos constructivos se resuelven exactamente igual que las juntas de dilatación, ya que la condición de que el movimiento de una de las partes no afecte a la otra, impone que la junta formalice una separación entre las mismas, siendo como en el caso de las juntas de dilatación de unos 25 a 40 mm.

Las juntas de asiento, al formalizar una separación entre las dos partes en las que dividen la estructura, producen libertad de movimiento también en el sentido horizontal, comportándose inevitablemente también como una junta de dilatación, en este sentido aunque su origen sea permitir los movimientos verticales, debemos contar con la existencia de movimientos horizontales en estas juntas.

A este tipo de juntas les son aplicables lo que ya comentamos para la juntas de dilatación en el sentido de que exigen detalles constructivos singulares en todos los elementos involucrados en la zona de la junta. Además, en este caso, debemos recordar que se van a poder producir movimientos verticales y también horizontales, estos últimos serán mayores cuanto mayores sean las dimensiones de las dos zonas en las que la junta de asiento ha dividido el edificio.

Las juntas de asiento suelen realizarse con la solución de soportes duplicados en la junta cada uno de ellos con su cimiento independiente.

Normalmente se suelen plantear cuando se da alguna circunstancia que pueda provocar la aparición de asientos diferentes en dos partes de un mismo edificio, como son los siguientes casos:

Cuando en un edificio existan zonas cimentadas en suelos de características muy distintas.

Cuando en un edificio existan zonas con alturas muy distintas.

Cuando en un edificio existan zonas cimentadas a profundidades muy distintas.

Page 14: Tema 1 Leccion 4

Construcción II y III Tema 1. Hormigón armado. Lección 4. Juntas en las estructuras de hormigón armado.

14 / 14

BIBLIOGRAFIA: [4.1] CALAVERA, J.; GONZÁLEZ VALLE, E. “Juntas en las construcciones de hormigón”. CUADERNOS INTEMAC Nº14. INTEMAC. 1994.

[4.2] CALAVERA, J. "Proyecto y Calculo de Estructuras de Hormigón Armado para Edificios". INTEMAC. Nueva Edición Según EHE-98. Tomo 1

[4.3] CALAVERA, J. Y OTROS. “Ejecución y control de estructuras de hormigón”. INTEMAC. 2004.