CÓMO CONTROLAR LAS EMOCIONES

¿Alguna vez te has preguntado por qué unos días te sientes de mal humor y otros días de buen humor?¿Te has preguntado alguna vez porqué a veces te sientes llena/o de euforia y felicidad y otros te sientes estresada/o cansada/o y aburrida/o?¿Te gustaría saber cómo pasar de un estado emocional a otro en unos cuantos segundos? Entonces ¿cómo controlar las emociones? Existen tres formas y hoy compartir contigo una: el enfoque.

EL ENFOQUEEl enfoque no es otra cosa más que aquello en lo que estás pensando en este instante. Si estás pensando en el trabajo quiere decir que estás enfocado en el trabajo, si estás pensando en lo que harás el fin de semana estás enfocado en lo que harás el fin de semana. ¿Bastante simple, verdad?

Cómo controlar las emocionesLa verdad es que nosotros estamos en completo control de cada sentimiento y emoción que sentimos. Pero ¿cómo podemos controlar nuestras emociones? ¿se te ocurre algo? Si queremos controlar nuestras emociones lo primero que debemos aprender a controlar son nuestros pensamientos.

¿Por qué? Porque nuestros pensamientos son los que determinan nuestras emociones. ¿Lo ponemos a prueba? Bien, para ponerlo a prueba debes hacer lo que te diré a continuación ¿de acuerdo?. De acuerdo:

1. Piensa por un momento en algo estresante que te haya sucedido en los últimos días. Imagínate por un momento que estás nuevamente en esa situación, recuerda a la persona o situación que causó tu estrés, vive el momento nuevamente ¿recuerdas aquello que te estresaba más de esa situación? ¿Sentiste estrés?

2. Ahora piensa en algún momento gracioso que pasó en el colegio, en tu casa o con tus amigos en los últimos días, recuerda algo que te causó mucha risa. Imagínate nuevamente en ese momento sonriendo o riéndote sin parar. ¿Qué es lo que más te hizo reir? ¿estás sonriendo ahora?

¿Sentiste algún cambio de emoción en los últimos minutos? Si es así ¿por qué? La razón es porque tus pensamientos fueron totalmente diferentes en una situación que en la otra.

En el primer caso pensaste en lo que te estresaba y en el segundo pensaste en lo que te causaba gracia. Por esta razón en el primer caso sentiste estrés y en el segundo sentiste alegría o risa. ¿Te dice algo todo esto? Exactamente, te dice que cuando cambias tus pensamientos, cambias lo que estás sintiendo.

SI CONTROLAS TUS PENSAMIENTOS, CONTROLAS TUS EMOCIONES.Ahora dime, ¿Qué tan útil sería entonces poder estar en control de tus emociones? ¿Qué tan útil sería tener la capacidad de controlar la ira, el estrés, la ansiedad y el miedo? ¿Cuánto más podrías lograr si podrías pasar de la tristeza a la alegría en cuestión de segundos? ¿Qué tan útil sería ayudar a tu amigo, pareja o familiar a cambiar su estado emocional en un instante?

La verdad es que esta habilidad es invaluable porque hoy más que nunca nuestra sociedad necesita a líderes que tengan la capacidad de influir en sí mismos para luego poder crear cambio en otros. Entonces, si para controlar las emociones debemos controlar los pensamientos.

¿Cómo controlar los pensamientos?Te he dado la respuesta desde el segundo que empazaste a leer este artículo. ¿Ya la tienes? Si te has dado cuenta en este artículo he hecho más preguntas que lo normal.

Lee arriba todas las preguntas que te he hecho o busca los signos de interrogación y verás que hay decenas de ellos. ¿Por qué? Porque nosotros podemos controlar nuestros pensamientos con preguntas.

De hecho, nuestro cerebro debe responder todas las preguntas que le hagan. Si yo te pregunto ahora ¿cuántos años tienes? Lo más probable es que hayas respondido en tu cabeza tu edad, ¿no es verdad? Y ahora seguramente has pensando “sí”. La razón por la cual nuestro cerebro hace esto es porque nuestro cerebro está diseñado para buscar la solución a cualquier problema que nos enfrentemos y podamos sobrevivir.

El reto que enfrentamos es que muchas veces los problemas son causados por nosotros mismos porque nos hacemos preguntas que nos llevan a respuestas que nos hacen sentir mal. Por ejemplo, nos preguntas cosas como ¿por qué me va tan mal? ¿por qué me siento así?

O ¿Por qué siempre cometo el mismo error ¿por qué nunca me sale nada bien? Si te das cuenta, todas estas preguntas asumen algo: que nos va mal., que me siento mal, que siempre hago lo mismo.

¿Qué crees tú que hará tu cerebro? Exactamente. Buscará una respuesta a estas preguntas sí o sí, aunque para ello tengo que inventarse algo.Esto significa que siempre tendremos respuestas, por ello nuestro deber es que las respuestas que nos de nuestro cerebro sean buenas, positivas y que nos empujen a la solución del problema y a progresar en la vida, no respuestas que nos limiten y nos hagan sentir mal.

Controla tus pensamientos a través de preguntasSi quieres controlar las emociones que sientes, controla tus pensamientos a través de preguntas positivas. Por ejemplo, en lugar de preguntarte ¿por qué me sale siempre todo mal? pregúntante ¿cómo puedo asegurarme que esto no vuelva a suceder? en lugar de preguntarte ¿por qué me siento mal? pregúntate ¿qué hay de bueno en mi vida?

¿Cómo vamos? ¿me estoy dejando explicar? Espero que ahora tengamos más claro cómo funcionamos nosotros mismos y sobretodo, qué es lo que podemos hacer para recuperar el control de nuestras vidas.

Si me preguntas a mi cuál es la habilidad más importante para tener éxito en la vida mi respuesta será: tener la capacidad para controlar nuestro estado emocional. La razón es porque si podemos controlar nuestras emociones podemos evitar discusiones, podemos evitar malos momentos, podemos ayudar a los demás de mejor manera, podemos automotivarnos para lograr nuestras metas.

TALLER

Preguntas al despertar ¿De qué estoy feliz en mi vida el día de hoy? ¿Qué es lo que más me emociona acerca del día de hoy? ¿De qué estoy orgulloso en mi vida? ¿De qué estoy agradecido? ¿Con qué estoy comprometido en mi vida? ¿Quién me ama? ¿A quién amo?Preguntas antes de dormir ¿Qué me hizo reir el día de hoy? ¿Qué aprendí el día de hoy? ¿Qué es lo que más disfruté del día de hoy?Preguntas frente a un problema ¿Qué es lo bueno de este problema?

¿Qué es lo que aún falta mejorar? ¿Qué estoy dispuesto a hacer para mejorarlo? ¿Qué estoy dispuesto a dejar de lado para hacer que funcione? ¿Cómo puedo disfrutar el proceso mientras hago que esto funcione?

¿alguna vez hiciste algo que luego te arrepentiste por no haber podido controlar tus emociones? ¿qué aprendiste de la experiencia?